Cinco malentendidos acerca de la investigación mediante los estudios de caso FLYVBJERG, Bent

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    Revista espaola de investigaciones sociolgicas 106/04 pp. 33-62

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    Cinco malentendidos acerca de la investigacinmediante los estudios de caso

    Bent Flyvbjerg*

    ResumenEste artculo examina cinco malentendidos comunes sobre la investigacin mediante estudios de caso:1) el conocimiento terico es ms valioso que el conocimiento prctico; 2) no podemos generalizar a partir deun solo caso y, por lo tanto, el estudio de un solo caso no puede contribuir al desarrollo cientfico; 3) los estu-dios de caso son ms tiles para generar hiptesis, mientras otros mtodos son ms adecuados para verificarlas hiptesis y construir las teoras; 4) el estudio de caso contiene un sesgo hacia la verificacin, y 5) suele serdifcil resumir estudios de caso especficos. El artculo explica y corrige estos malentendidos uno por uno yconcluye con el principio kuhniano de que una disciplina cientfica que carece de una elevada cantidad de es-tudios de caso concienzudamente desarrollados es una disciplina sin produccin sistemtica de ejemplares, yuna disciplina sin ejemplares es una disciplina ineficaz. La ciencia social debe reforzarse mediante la realizacinde ms estudios profundos de caso.

    Palabras clave:Estudios de Casos, Tcnicas de Investigacin Social, Metodologa.

    Introduccin

    Cuando empec a interesarme por la investigacin mediante el estudio de casos estaba intentandocomprender el modo en que el poder y la racionalidad se influyen entre s y forman los entornos ur-banos en los que vivimos (Flyvbjerg, 1998a). Me pareca claro que para comprender una cuestincompleja como sta iba a necesitar la investigacin del estudio en profundidad de casos. Tambinestaba claro, sin embargo, que mis maestros y colegas haban intentado disuadirme de emplear estapeculiar metodologa de investigacin.

    No puedes generalizar a partir de un solo caso, dicen algunos, y la ciencia social consiste en gene-ralizar. Otros afirman que el estudio de casos puede ser muy adecuado para estudios piloto, pero nopara esquemas maduros de investigacin. Y otros comentan que el estudio de casos es subjetivo, quedeja demasiado espacio a las interpretaciones propias del investigador. Concluyen, as, que la validezde los estudios de caso es escasa.

    Al principio no supe contestar a estas aseveraciones, que claramente estaban en la lnea del conoci-miento convencional sobre la investigacin mediante el estudio de casos. As, decid descubrir a quse deban y si eran correctas. Este artculo contiene lo que descubr.

    El conocimiento convencional sobre la investigacin mediante es-

    tudios de casoPara empezar busqu en el Diccionario de Sociologaestudios de caso, y encontr la siguiente descrip-cin:

    * Aalborg University [email protected]

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    Estudios de caso: examen detallado de un nico ejemplo de una clase de fenmeno; un estudio de caso nopuede proporcionar informacin fiable sobre toda esa clase en general, pero puede ser til en las fases pre-liminares de una investigacin porque proporciona hiptesis que pueden verificarse sistemticamente conms casos (Abercrombie et al., 1984: 34).*

    Esta descripcin ilustra el conocimiento convencional del estudio de casos que, si no es directamente

    errneo, ha sido simplificado en demasa hasta el punto de ser enormemente engaoso. Es correctoque el estudio de caso es un examen detallado de un solo ejemplo, pero, como veremos ms ade-lante, no es cierto que el estudio de un caso no pueda proporcionar informacin fiable sobre suclase general. Tambin es correcto que el estudio de un caso se puedeusar en las fases preliminares deuna investigacin para generar hiptesis, pero es errneo considerar los estudios de caso como unmtodo piloto que se puede usar slo para preparar la encuesta ms amplia, la comprobacin siste-mtica de hiptesis y la construccin de teora en un verdadero estudio.

    De acuerdo con la visin convencional, un caso y un estudio de caso no puede ser til de ningnmodo; se requiere que estn vinculados a hiptesis, siguiendo el conocido y familiar modelo hipotti-co-deductivo de explicacin. Mattei Dogan y Dominique Pelassy (1990: 121) lo expresan as: uno

    puede explicar vlidamente un caso particular slo sobre la base de hiptesis generales. El resto esincontrolable y, por lo tanto, intil (vase tambin Diamond, 1996: 6). De forma similar, el jovenDonald Campbell no escatim palabras cuando releg el estudio de casos singulares al cubo de labasura metodolgico:

    Estos estudios contienen tal ausencia de control que casi carecen de valor cientfico... Cualquier traza deconocimiento absoluto o conocimiento intrnseco sobre objetos singulares aislados es ilusoria para el anli-sis... En nuestros das parece poco tico permitir, como tesis o disertaciones acadmicas, estudios de caso deesta naturaleza (es decir, que implican un solo grupo observado en un solo momento del tiempo) (Camp-bell y Stanley, 1966: 6, 7).

    Si lee usted una crtica de una metodologa como sta las suficientes veces, o si usted oye a sus direc-

    tores de tesis repetirla, empieza usted a creer que puede ser cierta. Esto es lo que me sucedi a m yme produjo inseguridad sobre la metodologa de los estudios de caso. Sin embargo, mientras realiza-ba mi investigacin descubr que Campbell haba dado ms tarde un giro de 180 grados en sus opi-niones sobre los estudios de caso y se haba convertido en uno de los ms frreos defensores de estemtodo de investigacin. Al final descubr, con la ayuda de los trabajos posteriores de Campbell yotros trabajos similares, que los problemas del conocimiento convencional para aceptar la investiga-cin mediante estudios de caso se podan resumir en cinco malentendidos o simplificaciones excesi-vas de la naturaleza de este mtodo:

    Malentendido n. 1: El conocimiento general, teortico (independiente del contexto), es msvalioso que el conocimiento concreto, prctico (dependiente del contexto).

    Malentendido n. 2: No se puede generalizar sobre la base de un caso individual; por consi-guiente, el estudio de casos no puede contribuir al desarrollo cientfico.

    *La cita es de la primera edicin del Diccionario (1984). En la tercera edicin (1994) aparece un segundo prrafo sobre el

    estudio de casos. Sin embargo, la entrada sigue siendo muy desequilibrada, y sigue fomentando la idea errnea de que elestudio de casos apenas es una metodologa por s mismo, considerndolo ms bien un mtodo subordinado a las inves-tigaciones de las grandes muestras.

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    Malentendido n. 3: El estudio de casos es ms til para generar hiptesis, esto es, en la primerafase del proceso completo de la investigacin, mientras otros mtodos son ms adecuadospara la comprobacin de hiptesis y la construccin de teora.

    Malentendido n. 4: El estudio de casos contiene un sesgo hacia la verificacin, es decir, unatendencia a confirmar las nociones preconcebidas del investigador.

    Malentendido n. 5: Suele ser difcil resumir y desarrollar proposiciones y teoras generales so-bre la base de estudios de caso especficos.Estos cinco malentendidos indican que de lo que se discute es de teora, fiabilidad y validez; en otraspalabras, del estatus mismo de los estudios de caso como mtodo cientfico. En los prrafos siguien-tes me centrar en estos cinco malentendidos y los rebatir uno a uno. Sin embargo, en primer lugarvoy a esbozar el papel de los casos en el aprendizaje humano.

    El papel de los casos en el aprendizaje humano

    Para comprender por qu la opinin convencional de la investigacin mediante el estudio de casos es

    problemtica, necesitamos comprender el papel de los casos y la teora en el aprendizaje humano.Aqu se pueden hacer dos puntualizaciones. Primera, el estudio de casos produce el tipo de conoci-miento dependiente del contexto que la investigacin sobre el aprendizaje muestra que es necesariopermitir que la gente desarrolle, desde los principiantes apegados a las normas hasta los virtuososexpertos. Segunda, en el estudio de los asuntos humanos parece existir slo conocimiento depen-diente del contexto que, por serlo, excluye la posibilidad de la construccin terica epistmica. Elargumento completo que est detrs de estas dos puntualizaciones puede encontrarse en Flyvbjerg(2001: captulos 2-4). Por razones de espacio, aqu slo puedo esbozar mi argumento. Sin embargo,para empezar podemos aseverar que si estas dos puntualizaciones son correctas, tienen consecuen-cias radicales para la opinin convencional del estudio de casos en la investigacin y la enseanza.Esta opinin ser, pues, problemtica.

    Los estudios fenomenolgicos del aprendizaje humano indican que en el caso de los adultos hay unsalto cualitativo en su proceso de aprendizaje, desde el uso regido por la norma de la racionalidadanaltica en los principiantes hasta la aplicacin fluida de aptitudes tcitas entre aquellos a los quePierre Bourdieu (1977) llama virtuosos, y Hubert y Stuart Dreyfus (1986) verdaderos expertos huma-nos. Aqu podemos sealar que la mayora de las personas son expertas en una serie de aptitudesintelectuales, tcnicas y sociales cotidianas, como hacer un regalo, montar en bicicleta o interpretarimgenes de una pantalla de televisin, mientras slo unos pocos alcanzan el nivel de verdaderosexpertos en el caso de aptitudes ms especializadas como jugar al ajedrez, componer una sinfona opilotar un avin de combate.

    Sin embargo, todos los expertos tienen en comn que operan sobre la base de un conocimiento n-timo de varios miles de casos concretos en sus reas de experiencia. El conocimiento dependiente delcontexto y la experiencia estn en el ncleo mismo de la actividad experta. Este conocimiento y ex-periencia tambin estn en la base del estudio de casos como mtodo de investigacin y enseanza;o, en trminos ms generales an: como mtodo de aprendizaje. Los estudios fenomenolgicos delproceso de aprendizaje enfatizan, por tanto, la importancia de este mtodo y otros similares: slo acausa de la experiencia con casos puede uno dejar de ser un principiante y convertirse en un experto.Si a las personas slo se les instruyera en conocimientos y reglas independientes del contexto, es de-cir, en el tipo de conocimiento que forma la base de los libros de texto y ordenadores, seguiran en el

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    nivel de principiantes en el proceso de aprendizaje. sta es la limitacin de la racionalidad analtica:es inadecuada para obtener los mejores resultados posibles en el ejercicio de una profesin, comoestudiante, investigador o mdico.

    En un contexto educativo, los estudios de caso bien elegidos pueden ayudar al estudiante a conseguircompetencia, mientras los hechos y las reglas independientes del contexto darn al estudiante slo elnivel del principiante. Slo algunas instituciones de enseanza superior han tenido en cuenta las con-secuencias de esto. La Universidad de Harvard es una de ellas. En Harvard, la enseanza y la investi-gacin en las escuelas profesionales estn moldeadas en gran medida a partir de la idea de que el co-nocimiento de casos es central para el aprendizaje humano (Christensen y Hansen, eds., 1987; Cragg,1940).

    En una fase de mi investigacin me invitaron a Harvard a aprender sobre la metodologa de casosen accin. Durante mi estancia all se me revel con claridad que si yo aspiraba a ser un experto enmi campo de experiencia, y si quera ayudar de forma eficaz a mis estudiantes en sus procesos deaprendizaje, necesitaba especializarme en la metodologa de casos tanto en el campo de la investiga-cin como en el de la enseanza. Mi estancia en Harvard fue tambin un importante paso al frente

    en el sentido de que despej mis dudas sobre el conocimiento convencional de los casos y los estu-dios de caso. En Harvard encontr literatura y gente que, en efecto, propugnaba: Olvide el conoci-miento convencional, siga adelante y haga estudio de casos. Pens que lo que es bueno para Har-vard, lo es tambin para m; y sugiero que otros podran razonar as, incluso instituciones educativascompletas. Hay mucho que ganar, por ejemplo, transformando el formato de las clases an dominan-te en la mayora de las universidades en un formato de aprendizaje por medio de casos (Christensen yHansen, eds., 1987).

    No se trata de descartar el conocimiento basado en reglas: es importante en todas las reas de cono-cimiento y, sobre todo, para los novatos. Pero considerar el conocimiento basado en reglas la metaltima del aprendizaje es regresivo. Ambos enfoques son necesarios. Los niveles superiores del pro-

    ceso de aprendizaje, es decir, el virtuosismo y la pericia, se alcanzan slo a travs de las propias expe-riencias de la persona en tanto que practicante de las tcnicas relevantes. Por consiguiente, adems deusar el mtodo de casos y otros mtodos basados en la experiencia para ensear, lo mejor que pue-den hacer los maestros por sus estudiantes en programas profesionales es ayudarles a alcanzar unaverdadera experiencia prctica; por ejemplo, mediante trabajo sobre el terreno, becas, trabajos deverano y este tipo de cosas.

    Para los investigadores, la proximidad del estudio de casos con las situaciones de la vida real y sugran riqueza de detalles son importantes en dos respectos. Primero, es importante para el desarrollode una visin matizada de la realidad, incluida la visin de que la conducta humana no se puede en-tender simplemente como actos regidos por unas reglas que encontramos en los niveles ms bajos

    del proceso de aprendizaje y en gran parte de la teora. Segundo, los casos son importantes para lospropios procesos de aprendizaje del investigador en el desarrollo de las tcnicas necesarias para hacerbuena investigacin. Si los investigadores quieren desarrollar sus propias capacidades hasta un nivelalto, entonces la experiencia concreta y dependiente del contexto es para ellos tan importante comolo es para los profesionales aprender sus tcnicas especficas. Se pueden obtener experiencias concre-tas por medio de la proximidad continuada con la realidad estudiada y de la retroalimentacin dequienes estn siendo estudiados. La distancia grande con el objeto de estudio y la falta de retroali-mentacin conduce con facilidad a un proceso de aprendizaje sin sentido que en la investigacinpuede conducir a callejones acadmicos sin salida, donde el resultado y la utilidad de la investigacin

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    son inciertos y no probados. Como mtodo de investigacin, el estudio de casos puede ser un reme-dio eficaz contra esta tendencia.

    La segunda puntualizacin importante sobre el proceso de aprendizaje es que en la ciencia social noexiste, ni probablemente puede existir, teora predictiva. La ciencia social no ha logrado producir unateora general, independiente del contexto, y, por lo tanto, nada tiene que ofrecer en ltima instanciasalvo un conocimiento concreto y dependiente del contexto. El estudio de casos es especialmenteadecuado para producir ese conocimiento. En sus trabajos tardos, Donald Campbell (1975: 179)llega a una conclusin similar cuando explica el modo en que sus obras han experimentado un giroextremo, desde mi temprano y dogmtico menosprecio de los estudios de caso, del que se ha habla-do ms arriba. Con una lgica que recuerda en muchos aspectos a la de la fenomenologa del apren-dizaje humano, Campbell explica:

    Despus de todo, el hombre es, por lo comn, un conocedor muy competente, y el conocimiento cuantita-tivo no sustituye al conocimiento cualitativo de sentido comn Esto no significa que la observacin natu-ralista de sentido comn sea objetiva, fiable o insesgada. Pero es todo lo que tenemos. Es la nica ruta haciael conocimiento, por muy confusa, falible y sesgada que sea (1975: 179, 191).

    Campbell no es el nico ejemplo de un investigador que ha cambiado de opinin sobre el valor delestudio de casos. Hans Eysenck (1976: 9), que originalmente consideraba que el estudio de casos noera ms que un mtodo para producir ancdotas, ms tarde se percatara de que en algunas ocasionessimplemente tenemos que mantener los ojos bien abiertos y mirar detenidamente los casos individua-les, no a la espera de poder probar algo, sino esperando aprender algo! En ciencia social la prueba esmuy difcil debido a la falta de teoras duras, mientras el aprendizaje es siempre posible. Reciente-mente, Charles Ragin, Howard Becker y sus colegas han expresado ideas similares en sus exploracio-nes de lo que es y puede ser el estudio de casos en la investigacin social (Ragin y Becker, 1992).

    Por lo que concierne a la teora predictiva, los universales y el cientifismo, el estudio de los asuntos

    humanos es un eterno empezar. En esencia, slo disponemos de casos especficos y de un conoci-miento dependiente del contexto. El primero de los cinco malentendidos sobre el estudio de casosque el conocimiento teortico general (independiente del contexto) es ms valioso que el conoci-miento prctico concreto (dependiente del contexto)se puede, por tanto, revisar como sigue:

    No se pueden encontrar teoras predictivas ni universales en el estudio de los asuntos humanos. Por lo tanto, el conocimientoconcreto dependiente del contexto es ms valioso que la vana bsqueda de teoras predictivas y de universales.

    Los casos como cisnes negros

    Suele considerarse que la idea de que no se puede generalizar a partir de un solo caso es devastadora

    para el estudio de casos como mtodo cientfico. Este segundo malentendido sobre el estudio decasos est muy extendido entre los defensores del ideal de la ciencia natural en el mbito de las cien-cias sociales. Hasta los investigadores que normalmente no relacionamos con este ideal pueden adop-tar este punto de vista. Por ejemplo, de acuerdo con Anthony Giddens:

    La investigacin orientada fundamentalmente a los problemas hermenuticos puede tener una importanciageneralizada en la medida en que sirve para dilucidar la naturaleza de la capacidad de conocimiento de losagentes y, por lo tanto, sus razones para la accin en toda una variada serie de contextos de accin. Algunaspiezas de investigacin etnogrfica como por ejemplo, la investigacin tradicional a pequea escala de la

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    comunidad rural en antropologa, no son en s mismas estudios generalizadores. Pero pueden fcilmenteconvertirse en stos si se realizan en cierta cantidad, de modo que se puedan hacer juicios sobre su tipicidadde forma justificada (1984: 328).

    Es correcto que se puede generalizar de la forma que describe Giddens y, con frecuencia, es apropia-do y valioso. Pero sera incorrecto afirmar que es la nica manera de trabajar, tan incorrecto como

    concluir que no podemos generalizar a partir de un solo caso. Depende del caso del que se trate y decmo haya sido elegido. Esto es aplicable tanto a las ciencias naturales como al estudio de los asuntoshumanos (vanse tambin Platt, 1992; Ragin y Becker, 1992).

    Por ejemplo, el rechazo de Galileo de la ley de la gravedad de Aristteles no se bas en una ampliaserie de observaciones, y las observaciones no se realizaron en cierta cantidad. El rechazo se basprincipalmente en un experimento conceptual y, ms tarde, en uno prctico. Estos experimentos,con el beneficio de la perspectiva que da el tiempo, son evidentes por s mismos. No obstante, la ideade la gravedad de Aristteles domin la investigacin cientfica durante casi dos mil aos antes de serrefutada. En consonancia con su pensamiento experimental, Galileo razonaba as: si dos objetos conel mismo peso se liberan desde la misma altura y al mismo tiempo, llegarn al suelo simultneamente

    si han cado a la misma velocidad. Si los dos objetos se pegan y se convierten en uno, ese objeto ten-dr el doble de peso y, de acuerdo con el principio aristotlico, caer por tanto ms deprisa que losdos objetos por separado. Para Galileo, esta conclusin operaba de una forma contra-intuitiva. Lanica forma de evitar la contradiccin era eliminar el peso como un factor determinante para la ace-leracin en cada libre.Y eso es lo que hizo Galileo. Los historiadores de la ciencia siguen discutiendosi Galileo realiz verdaderamente el famoso experimento desde la torre inclinada de Pisa o si es sen-cillamente un mito. En cualquier caso, el experimentalismo de Galileo no necesit una gran muestraaleatoria de pruebas de objetos cayendo desde una amplia serie de alturas elegidas al azar bajo variascondiciones climticas, etc., como exigira el pensamiento del joven Campbell o el de Giddens. Antesbien, se trataba de un solo experimento, es decir, el estudio de un caso, si es que verdaderamente serealiz. (Sobre la relacin entre estudios de caso, experimentos y generalizaciones, vanse Lee, 1989;

    Wilson, 1987; Bailey, 1992; Griffin et al., 1991.) La perspectiva aristotlica no sera finalmente recha-zada hasta medio siglo ms tarde, con la invencin de la bomba de aire, tiempo en el que la visin deGalileo sigui siendo dudosa. La bomba de aire hizo posible realizar el experimento definitivo, cono-cido por todo estudiante, en el que una moneda o una pieza de metal dentro de un tubo al vaco caecon la misma velocidad que una pluma. Tras este experimento ya no se pudo mantener la idea deAristteles. Lo que verdaderamente merece la pena sealar en esta discusin, sin embargo, es que lacuestin se resolvi con un solo caso debido a la inteligente eleccin de los casos extremos del metaly la pluma. Se podra calificar de caso crucial: si la tesis de Galileo era vlida para esos materiales,poda esperarse que lo fuese para todos o para una variada serie de materiales. En aquellos tiempos,ni el azar ni las grandes muestras formaban parte del paisaje. Sencillamente, la mayora de los cientfi-cos creativos no trabaja as con ese tipo de problemas.

    Experimentos, casos y experiencias minuciosamente elegidos fueron tambin cruciales para el desa-rrollo de la fsica de Newton, Einsten y Bohr, del mismo modo que el estudio de casos ocup unlugar central en las obras de Darwin, Marx y Freud. Tambin en ciencia social, la eleccin estratgicade un caso puede aadir mucho a la capacidad de generalizar a partir de un caso. En su estudio clsi-co del trabajador opulento, John Goldthorpe et al. (1968-1969) buscaron deliberadamente un casoque se ajustase todo lo posible a su tesis de que la clase trabajadora, una vez que haba alcanzadoestatus de clase media, se disolva en una sociedad sin identidad ni conflicto de clase (vase Wievior-ka, 1992). Si la tesis se demostraba falsa en un caso favorable, entonces lo ms probable es que fuese

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    falsa en casos intermedios. Se eligi como caso Luton, un centro industrial prspero con empresasfamosas por sus altos salarios y su gran estabilidad socialun terreno frtil para la identidad de clasemedia, y a travs de un trabajo de campo intensivo los investigadores descubrieron que incluso allprevaleca una cultura obrera autnoma, lo que daba credibilidad general a la tesis de la persistenciade la identidad de clase. Ms adelante analizaremos de forma ms sistemtica este tipo de muestreoestratgico.

    Por lo que concierne a la relacin entre los estudios de caso, las grandes muestras y los descubrimien-tos, W. I. B. Beveridge (1951; cita procedente de Kuper y Kuper, eds., 1985: 95) hizo la siguienteobservacin inmediatamente antes del estallido de la revolucin cuantitativa en las ciencias sociales:Ms descubrimientos se han hecho mediante la observacin intensa que utilizando la estadsticaaplicada a grandes grupos. Esto no significa que el estudio de casos sea siempre apropiado o rele-vante como mtodo de investigacin, o que las grandes muestras aleatorias carezcan de valor (vansetambin ms adelante las Conclusiones). La eleccin del mtodo debe depender claramente del pro-blema que se estudie y sus circunstancias.

    Debemos mencionar, por ltimo, que la generalizacin formal, bien realizada a partir de grandes

    muestras o de casos nicos, se ha sobrevalorado de forma considerable como fuente principal delprogreso cientfico. El economista Mark Blaug (1980) un declarado defensor del modelo cientficohipottico-deductivoha demostrado que aunque los economistas defienden de boquilla el modelohipottico deductivo y la generalizacin, raramente practican lo que predican en la investigacin real.En trminos ms generales, Thomas Kuhn ha mostrado que la precondicin ms importante para laciencia es que los investigadores posean una amplia serie de conocimientos prcticos para realizar eltrabajo cientfico. La generalizacin es slo uno de ellos. En las lenguas germnicas el trmino cien-cia (Wissenschaft) significa, literalmente, obtener conocimiento. Y la generalizacin formal es slouna de las muchas formas mediante las cuales la gente obtiene y acumula conocimiento. Que el co-nocimiento no se puede generalizar formalmente no significa que no pueda tomar parte en el proce-so colectivo de la acumulacin del conocimiento en un campo determinado o en una sociedad dada.

    Un estudio de caso fenomenolgico puramente descriptivo sin ningn intento de generalizar puede,sin duda, tener algn valor en este proceso y con frecuencia ha contribuido a abrir un camino hacia lainnovacin cientfica. Esto no equivale a criticar los intentos de generalizacin formal, porque esosintentos son medios esenciales y eficaces de desarrollo cientfico. Simplemente pretendo hacer hin-capi en las limitaciones que se producen cuando la generalizacin formal se convierte en el nicomtodo legtimo de investigacin cientfica.

    Eckstein nos ha ofrecido una idea equilibrada del papel del estudio de casos en el intento de generali-zar mediante la comprobacin de las hiptesis:

    Los estudios comparativos y de casos son medios alternativos para el fin de comprobar las teoras, y la eleccin entre ellos debeestar principalmente gobernada por consideraciones arbitrarias o prcticas ms que lgicas... Es imposible tomar en seriola posicin de que el estudio de casos es sospechoso porque tiende a ser problemtico y que el estudio com-parativo merece el beneficio de la duda porque no lo es (1975: 116, 131; cursiva en el original; vase tam-bin Barzelay, 1993: 305 y ss.).

    Eckstein usa aqu el trmino teora en su sentido duro, es decir, que comprende explicacin yprediccin. Esto hace que el rechazo de Eckstein de la idea de que los estudios de caso no puedenusarse para comprobar teoras o para generalizar sea ms fuerte que mi propia opinin, que se limitaaqu a la comprobacin de la teora en el sentido dbil, es decir, la comprobacin de proposicio-

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    nes o hiptesis. Eckstein muestra que si en las ciencias sociales existieran las teoras predictivas, en-tonces el estudio de casos se podra usar para comprobar esas teoras igual que otros mtodos.

    Ms recientemente, John Walton (1992: 129) ha observado de forma similar que los estudios decasos tienden a producir una teora mejor. Sin embargo, Eckstein seala la notable falta de teorasgenuinas en su propia rea, la ciencia poltica, aunque, al parecer, no llega a comprender por qu ocu-rre as:

    El propsito de la aplicacin disciplinada de teoras a los casos le obliga a uno a exponer las teoras de unaforma ms rigurosa de lo normal, siempre y cuando la aplicacin sea verdaderamente disciplinada, es d e-cir, destinada a mostrar que la teora vlida impone una interpretacin particular del caso y excluye otras.Como ya se ha sealado, esto, desafortunadamente, es raro (si llega a ocurrir) en el estudio de la poltica.Una razn que lo explica es la falta de teoras convincentes (1975: 103-104).

    El estudio de casos es ideal para la generalizacin utilizando el tipo de comprobacin que Karl Pop-per ha llamado falsacin, que en la ciencia social forma parte de la reflexividad crtica. La falsacines una de las comprobaciones ms rigurosas a la que se puede someter una proposicin cientfica: si

    una sola observacin no se ajusta a la proposicin, sta se considera no vlida y debe ser, por tanto,revisada o rechazada. El propio Popper us el ahora famoso ejemplo de que todos los cisnes sonblancos y propuso que una nica observacin de un solo cisne negro convertira en falsa la proposi-cin, algo que tendra un significado general y estimulara la investigacin y la construccin de teo-ras. El estudio de casos es muy adecuado para identificar cisnes negros debido a su enfoque enprofundidad: lo que parece ser blanco, a menudo resulta negro cuando se examina ms cerca.

    Encontrar cisnes negros fue una experiencia con la que me llegu a familiarizar enormemente cuandohice mi primer estudio de un caso en profundidad sobre la poltica y la planificacin urbanas de laciudad de Aalborg, Dinamarca (Flyvbjerg, 1998a). Por ejemplo, en la Universidad me ensearon elmodelo neoclsico del hombre econmico, la competencia y el libre mercado. Cuando profundic

    en lo que pasaba en el interior de Aalborg, descubr que el hombre econmico no viva all. La co-munidad local de negocios la formaban mercachifles muy ocupados haciendo tratos ilcitos con pol-ticos y administradores sobre cmo bloquear la competencia y el libre mercado y crear privilegiosespeciales para ellos mismos. Lo que descubr en Aalborg false eficazmente el modelo neoclsico.De forma similar, el modelo de la democracia representativa que, superficialmente, parece aplicarse atodo y que supuestamente se aplica por ley en Aalborg y Dinamarca, sorprendentemente, no existacuando profundic en detalle en el caso. Aqu descubr una manera de tomar decisiones semiinstitu-cionalizada, no muy democrtica, donde los lderes de la comunidad de los negocios y del gobiernode la ciudad haban formado un concejo secreto que sustitua de forma eficaz al ayuntamiento demo-crticamente elegido como lugar donde se tomaban las decisiones importantes sobre la poltica y laplanificacin urbanas. Mis colegas en naciones del Tercer Mundo, que parecen albergar menos espe-ranzas en los mercados y la democracia que los acadmicos del Primer Mundo, soltaron una gran

    carcajada cuando les cont mis descubrimientos de Aalborg. Comprendieron que, despus de todo,nosotros, los del Norte, no somos tan diferentes; tambin somos Tercer Mundo.

    Regresaremos a la falsacin cuando analicemos el cuarto malentendido en el estudio de casos. Sinembargo, por ahora podemos corregir el segundo malentendido: que no podemos generalizar a partirde un solo caso y que el estudio de un caso no puede contribuir al desarrollo cientfico. Ahora sepuede expresar as:

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    Uno puede generalizar sobre la base de un solo caso, y el estudio de un caso puede ser crucial para el desarrollo cientfico a tra-vs de la generalizacin como complemento o alternativa de otros mtodos. Pero la generalizacin formal est sobrevalorada como

    fuente de desarrollo cientfico, mientras la fuerza del ejemplo est subestimada.

    ESTRATEGIAS PARA LA SELECCIN DE UN CASO

    Tercer malentendido sobre el estudio de casos: se ha pretendido que este mtodo es ms til paragenerar hiptesis en los primeros pasos del proceso total de una investigacin, mientras la compro-bacin de hiptesis y la construccin de teoras se realizan mejor mediante otros mtodos en unafase posterior del proceso. Este malentendido se deriva del malentendido anterior de que uno nopuede generalizar sobre la base de casos individuales. Y como este malentendido ha sido revisadoantes, ahora podemos corregir el tercer malentendido como sigue:

    El estudio de casos es til tanto para generar como para comprobar hiptesis, pero no se limita exclusivamente a estas activida-des investigadoras.

    Eckstein, contraviniendo el conocimiento convencional en este campo, va ms all y afirma que los

    estudios de caso son mejores para comprobar hiptesis que para producirlas. Los estudios de caso,afirma Eckstein (1975: 80), son valiosos en todas las fases del proceso de la construccin de teora,pero sobre todo en la fase de construccin terica donde normalmente se les atribuye menos valor: lafase en la que las teoras candidatas se someten a prueba. La comprobacin de hiptesis est direc-tamente relacionada con la cuestin de la generalizabilidad y sta, a su vez, est relacionada con lacuestin de la seleccin del caso.

    Aqu, la capacidad de generalizacin de los estudios de caso puede aumentar por medio de la selec-cin estratgica del caso (sobre la seleccin de los casos, vanse Ragin, 1992; Rosch, 1978). Cuandoel objetivo es lograr la mayor cantidad posible de informacin sobre un determinado problema ofenmeno, un caso representativo o una muestra aleatoria puede no ser la estrategia ms apropiada.

    Ello se debe a que el tpico caso o el caso medio suele no proporcionar la mejor ni la mayor informa-cin. Los casos atpicos o extremos suelen revelar ms informacin porque activan ms actores yms mecanismos bsicos en la situacin que se estudia. Adems, desde una perspectiva tanto orien-tada a la comprensin como a la accin, suele ser ms importante clarificar las causas profundas deun determinado problema y sus consecuencias que describir los sntomas del problema y la frecuen-cia con la que stos ocurren. Las muestras aleatorias que acentan la representatividad raramentepodrn producir este tipo de conocimiento; es ms apropiado seleccionar algunos casos por su vali-dez.

    La tabla A resume varias formas de muestreo. El caso extremo puede ser muy adecuado para captar lacuestin de una forma especialmente radical, algo que suele darse en estudios de caso muy conocidoscomo El hombre lobo, de Freud, y el Panptico de Foucault. A diferencia de aqul, el caso crticose puede definir como un caso con importancia estratgica para el problema en general. Por ejemplo,una clnica de medicina ocupacional quiere investigar si las personas que trabajaban con disolventesorgnicos padecen daos cerebrales. En lugar de elegir una muestra representativa de entre las em-presas del sector que usan disolventes orgnicos, la clnica localiza estratgicamente un lugar de tra-bajo que cumple todas las medidas de seguridad, higiene, calidad del aire, etc. Esta empresa modelose convierte en el caso crtico: si en esas instalaciones la clnica encuentra el tipo de secuelas cerebra-les relacionado con los disolventes orgnicos, entonces es probable que ese problema se d tambinen otras empresas que observan menos las medidas de seguridad e higiene. Con este tipo de eleccin

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    estratgica se puede ahorrar tiempo y dinero en la investigacin de un determinado problema. Otroejemplo de seleccin de caso crtico es la ya mencionada seleccin estratgica del plomo y la plumapara comprobar si objetos diferentes caen con la misma velocidad. La seleccin de materiales pro-porcion la posibilidad de formular una generalizacin caracterstica de los casos crticos, una genera-lizacin del tipo: si es vlida para este caso, es vlida para todos (o muchos) casos. En su formanegativa, la generalizacin sera as: si no es vlida para este caso, entonces no lo es para ningn (oslo para unos pocos) caso(s).

    TABLA AEstrategias para la seleccin de muestras y casos

    Tipo de seleccin Propsito

    A. Seleccin aleatoriaEvitar sesgos sistemticos en la muestra. El tamao de la muestra es decisivo parala generalizacin

    1. Muestra aleatoriaObtener una muestra representativa que permita la generalizacin para toda lapoblacin

    2. Muestra estratificada Generalizar para subgrupos especialmente seleccionados entre la poblacin

    B. Seleccin orientada hacia lainformacin

    Maximizar la utilidad de la informacin procedente de pequeas muestras y casosnicos. Los casos se seleccionan a partir de las expectativas sobre su contenido de

    informacin1. Casos extremos/desviados

    Obtener informacin sobre casos inusuales, que pueden ser especialmente proble-mticos o especialmente buenos en un sentido ms estrictamente definido

    2. Casos con mxima variacinObtener informacin sobre la importancia de varias circunstancias en el desarrolloy el resultado del caso; v.g., tres o cuatro casos que son muy diferentes en unadimensin: tamao, forma de organizacin, localizacin, presupuesto, etc.

    3. Casos crticosObtener informacin que permita deducciones locales del tipo si ste es (no es)vlido para este caso, entonces lo es para todos los casos (ningn caso).

    4. Casos paradigmticosDesarrollar una metfora o establecer una escuela para el dominio al que concierneel caso

    Cmo podemos identificar un caso crtico? Esta pregunta es ms difcil de contestar que la preguntade qu es un caso crtico. Localizar un caso crtico requiere experiencia y no existe ningn principio

    metodolgico universal para poder identificar con certeza un caso crtico. El nico consejo generalque podemos dar es que para encontrar casos crticos es buena idea buscar los casos ms probableso los menos probables, es decir, casos que tienen muchas probabilidades bien de confirmar clara-mente, bien de falsear irrefutablemente las proposiciones y las hiptesis. Esto es lo que crea estarhaciendo cuando planifiqu el estudio del caso de Aalborg que he mencionado antes (Flyvbjerg,1998a). Pero estaba equivocado, y, desgraciadamente, no me percat de ello hasta que haba llegado ala mitad del proceso de mi investigacin. Inicialmente pens en Aalborg como caso crtico ms pro-bable en los siguientes trminos: si la planificacin urbana y la racionalidad eran dbiles frente alpoder en Aalborg, entonces, lo ms probable era que fuesen dbiles en cualquier parte, al menos enDinamarca, porque en Aalborg el paradigma racional de la planificacin era ms fuerte que en cual-quier otro sitio. Finalmente, me percat de que esta lgica era defectuosa, porque mi investigacin

    sobre las relaciones locales de poder mostraba que una de las caras del poder ms influyente enAalborg, la Cmara de Comercio e Industria, era sustancialmente ms fuerte que sus equivalentes enotros lugares. Esto no se me revel al principio porque se haba realizado mucha menos investiga-cin sobre las relaciones de poder locales que sobre la planificacin local. Por consiguiente, en lugarde un caso crtico, inconscientemente termin estudiando un caso extremo en el sentido de que tantola racionalidad como el poder eran inusualmente fuertes en Aalborg, y mi estudio de caso se convir-ti en un estudio de lo que ocurre cuando la racionalidad fuerte se topa con un poder fuerte en elrea de la poltica y la planificacin urbanas. Pero esta seleccin de Aalborg como caso extremo me

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    vino dada, yo no lo eleg deliberadamente. Fue una experiencia frustrante, sobre todo durante losmeses en los que me percat de que no se trataba de un caso crtico, hasta que comprend con clari-dad que no todo estaba perdido porque algo haba descubierto. Creo que un investigador de casosque explora nuevos campos debe estar preparado para tales incidentes.

    Un ejemplo modelo de caso menos probable es el estudio clsico de Robert Michels (1962) sobrela oligarqua en las organizaciones. Al elegir una organizacin popular estructurada horizontalmente,con fuertes ideales democrticos, es decir, un tipo de organizacin con baja probabilidad de ser oli-grquica, Michels pudo comprobar el carcter universal de la tesis de la oligarqua; es decir, si estaorganizacin es oligrquica, tambin lo sern la mayora de las dems. El correspondiente ejemplomodelo de caso ms probable es el estudio de W. F. White (1943) sobre el vecindario de un subur-bio de Boston que, de acuerdo con la teora existente, deba exhibir desorganizacin social, pero que,de hecho, exhiba lo contrario (vanse tambin los artculos sobre el estudio de White en Journal ofContemporary Ethnography, vol. 21, n. 1, 1992).

    Los casos del tipo ms probable son especialmente adecuados para la falsacin de proposiciones,mientras los menos probables son los ms apropiados para las pruebas de verificacin. Debemos

    subrayar que el caso ms probable para una proposicin es el menos probable para su negacin. Porejemplo, el vecindario del suburbio de Whyte poda considerarse como caso menos probable parauna hiptesis concerniente a la universalidad de la organizacin social. Por lo tanto, la identificacinde un caso como ms o menos probable guarda relacin tanto con el diseo del estudio como conlas propiedades especficas del caso real.

    Una ltima estrategia para seleccionar casos es la eleccin de un caso paradigmtico. Thomas Kuhnmostr que las habilidades bsicas o prcticas fundamentalesde los cientficos de la naturalezase organizan en trminos de ejemplares, cuyo papel puede ser estudiado por los historiadores de laciencia. De forma similar, estudiosos como Clifford Geertz y Michel Foucault han organizado suinvestigacin basndose en paradigmas culturales especficos: para Geertz hay un paradigma, por

    ejemplo, en el juego profundo de la pelea de gallos de Bali, mientras para Foucault los ejemplosson las prisiones europeas y el panptico. Ambos son ejemplos de casos paradigmticos, es decir,casos que ponen de relieve las caractersticas generales de las sociedades en cuestin. Kuhn mostrque los paradigmas cientficos no se podan expresar como reglas o teoras. No existe ninguna teorapredictiva de cmo se produce una teora predictiva. Una actividad cientfica es reconocida o recha-zada como ciencia vlida por lo cerca o lejos que est de uno o ms ejemplares; es decir, prototiposprcticos de un buen trabajo cientfico. Un caso paradigmtico de cmo los cientficos hacen cienciaes precisamente ese prototipo. Opera como un punto de referencia y puede funcionar como focopara la fundacin de escuelas de pensamiento.

    Igual que con el caso crtico, podemos preguntarnos: cmo podemos identificar un caso paradig-

    mtico?, cmo podemos determinar si un caso determinado tiene valor metafrico o prototpico?Estas preguntas son incluso ms difciles de contestar que las referentes al caso crtico, precisamenteporque el caso paradigmtico trasciende toda suerte de criterios basados en reglas. No existe estndaralguno de caso paradigmtico porque l es el que establece el estndar. Hubert y Stuart Dreyfus con-sideran los casos paradigmticos y los estudios de caso como algo central para el aprendizaje hu-mano. En una entrevista con Hubert Dreyfus (archivos del autor), le pregunt en qu consiste uncaso paradigmtico y cmo se puede identificar. Dreyfus contest:

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    Heidegger dice que reconocemos un caso paradigmtico porque brilla, pero me temo que esto no resulta degran ayuda. Simplemente hemos de ser intuitivos. Todos podemos decir, por ejemplo, qu es un caso mejoro peor de un cuadro de Czanne. Pero no creo que pueda existir alguna regla para decidir qu convierte aCzanne en un pintor moderno paradigmtico... Es un gran problema en una sociedad democrtica dondese supone que las personas justifican lo que son sus intuiciones. De hecho, nadie realmente puede justificarlo que es su intuicin. Por eso es necesario desarrollar razones, pero no sern las verdaderas razones.

    Podemos estar de acuerdo con Dreyfus en que la intuicin es central para identificar casos paradig-mticos, pero podemos no estarlo en que es un problema tener que justificar nuestras intuiciones.Algunos estudios etnometodolgicos de la prctica cientfica han demostrado que todo su rango deactividades se basa en procedimientos dados por supuestos que parecen en buena parte intuitivos.Sin embargo, esas decisiones intuitivas son razonables, en el sentido de que o son sensatas para otrospracticantes o, a menudo, son explicables si no inmediatamente sensatas. Esto es lo que parece suce-der con la seleccin de casos paradigmticos. Podemos seleccionar esos casos sobre la base de pro-cedimientos intuitivos dados por supuestos, pero a menudo se nos exige rendir cuentas de esa selec-cin. Esa rendicin de cuentas debe ser sensata para otros miembros de las comunidades acadmicasde las que formamos parte. Puede decirse incluso que sta es una caracterstica general del mundo

    acadmico, cientfico o no, y no un rasgo peculiar de la seleccin en los estudios de casos paradigm-ticos en ciencias sociales. Por ejemplo, suele ser insuficiente justificar la aplicacin de unos fondos deinvestigacin a un proyecto alegando que nuestra intuicin nos dice que se debe realizar un proyectodeterminado. Un comit de investigacin opera idealmente como una comprobacin de la sociedadde si el investigador puede dar cuenta, en trminos colectivamente aceptables, de su eleccin intuiti-va, incluso aunque la intuicin sea la razn real o ms importante por la cual el investigador quiererealizar el proyecto.

    No es posible determinar por adelantado de forma slida, y ni siquiera frecuente, si un caso es para-digmtico o no; por ejemplo, el caso de Geertz de la pelea de gallos de Bali. Adems de la eleccinestratgica del caso, la ejecucin del estudio jugar tambin un papel, como tambin lo harn lasreacciones al estudio de la comunidad investigadora, del grupo estudiado y, posiblemente, de un p-blico ms amplio. El valor de un estudio de caso depender de la pretensin de validez que los inves-tigadores puedan conceder al estudio, y del estatus que esa pretensin logre en el dilogo con otraspretensiones de validez en el discurso al que el estudio contribuye. Al igual que todo buen artesano,lo nico que pueden hacer los investigadores es usar su experiencia e intuicin para valorar si creenque un caso determinado es interesante en un contexto paradigmtico y si pueden alegar razonescolectivamente aceptables para la eleccin del caso.

    Por ltimo, por lo que concierne a las consideraciones estratgicas en la eleccin de los casos, hayque mencionar que las diversas estrategias para la seleccin no son necesariamente excluyentes entres. Por ejemplo, un caso puede ser a la vez extremo, crtico y paradigmtico. La interpretacin de uncaso as puede proporcionar una elevada cantidad de informacin, porque obtenemos varias perspec-

    tivas y conclusiones sobre el caso segn sea considerado e interpretado como de uno u otro tipo.

    Contienen los estudios de caso un sesgo subjetivo?

    El cuarto de los cinco malentendidos sobre la investigacin mediante el estudio de casos es que elmtodo mantiene un sesgo hacia la verificacin, entendido como una tendencia a confirmar las no-ciones preconcebidas del investigador, de tal modo que el estudio tiene un dudoso valor cientfico.

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    Diamond (1996: 6), por ejemplo, es de esta opinin. Observa que el estudio de casos padece lo que ldenomina una desventaja paralizadora porque no aplica mtodos cientficos, entendidos porDiamond como mtodos tiles para frenar la tendencia a dar nuestras interpretaciones preexistentesa los datos a medida que se acumulan.

    Para Francis Bacon (1853: xlvi), este sesgo hacia la verificacin no era simplemente un fenmenorelacionado con el estudio de casos en particular, sino una caracterstica humana fundamental. Asexpres Bacon su idea:

    El entendimiento humano, por su peculiar naturaleza, supone enseguida un mayor grado de orden e igual-dad en las cosas del que en realidad encuentra. Una vez expresada y establecida una proposicin, el enten-dimiento humano fuerza todo lo dems para aadir nuevo apoyo y confirmacin. Ser ms propenso y sensi-ble a lo afirmativo que a lo negativo constituye un error peculiar y perpetuo del entendimiento humano.

    Ciertamente, Bacon toca un problema fundamental, un problema con el que tienen que vrselas dealguna forma todos los investigadores. Charles Darwin (1958: 123), en su autobiografa, describe elmtodo que l mismo desarroll para evitar el sesgo hacia la verificacin:

    Durante muchos aos he seguido una regla de oro, a saber: cuando un hecho publicado, una nueva obser-vacin o pensamiento, contrarios a mis resultados generales, se han cruzado en mi camino, he hecho sin fal-ta un memorando de l inmediatamente; porque he descubierto por experiencia que esos hechos y pensa-mientos tendan ms a escapar de la memoria que los favorables. Gracias a este hbito se han hecho muypocas objeciones a mis ideas de las que yo al menos haya tenido noticia y a las que haya intentado respon-der.

    El sesgo hacia la verificacin es general, pero la supuesta deficiencia del estudio de casos y otros m-todos cualitativos es que ostensiblemente ofrecen ms espacio al juicio arbitrario y subjetivo del in-vestigador que otros mtodos: suelen ser considerados menos rigurosos que los mtodos cuantitati-vos hipottico-deductivos. Si bien esta crtica es til, porque nos sensibiliza ante una cuestin impor-

    tante, los investigadores de casos experimentados simplemente consideran que demuestra una faltade conocimiento de lo que significa una investigacin mediante el estudio de casos. Donald Camp-bell y otros han mostrado que la crtica es una falacia, porque el estudio de casos tiene su propio ri-gor, diferente, por supuesto, pero no menos estricto que el rigor de los mtodos cuantitativos. Laventaja del estudio de casos es que puede acercarse a situaciones de la vida real y comprobar ideasen relacin directa con el fenmeno a medida que se desarrolla en la prctica.

    De acuerdo con Campbell, Ragin, Geertz, Wieviorka, Flyvbjerg y otros, los investigadores que hanrealizado estudios de casos intensivos y en profundidad informan que, de forma tpica, sus ideas,supuestos, conceptos e hiptesis preconcebidos eran equivocados y que el material del caso les haobligado a revisar sus hiptesis sobre cuestiones esenciales. El estudio de casos impone al investiga-

    dor el tipo de falsacin descrito anteriormente. Ragin (1992: 225) lo denomina un rasgo especial dela investigacin con N pequeo y explica que criticar los estudios de casos nicos por ser inferioresa los estudios de casos mltiples es un error, porque incluso los estudios de casos nicos son mlti-ples en la mayora de las investigaciones, ya que ideas y evidencia pueden estar vinculadas de muchasmaneras diferentes.

    Geertz (1995: 199) dice acerca del trabajo de campo implicado en la mayora de los estudios de casosen profundidad que El Campo en s es una poderosa fuerza disciplinar: enrgica, exigente e inclu-

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    so coercitiva. Como toda fuerza de este tipo, puede ser subestimada, pero no eludida. Es demasia-do persistente como para eludirla, dice Geertz. Que el autor se est refiriendo a un fenmeno gene-ral se puede apreciar sencillamente examinando estudios de caso como los que han hecho Eckstein(1975), Campbell (1975) y Wieviorka (1992). Campbell (1975: 181-182) analiza las causas de este fe-nmeno en el siguiente prrafo:

    En un estudio de caso realizado por un cientfico social vigilante que tiene un conocimiento local profun-do, la teora que usa para explicar la diferencia focal tambin genera predicciones o expectativas sobre dece-nas de otros aspectos de la cultura, y l no retiene la teora hasta que la mayora de aqullas estn tambinconfirmadas... Las experiencias de los cientficos sociales lo confirman. Incluso en un estudio cualitativo decaso nico, el cientfico social concienzudo suele no hallar ninguna explicacin que parezca satisfactoria. Es-te resultado sera imposible si la caricatura del estudio de caso nico... fuese correcta: en su lugar habra unexceso de explicaciones subjetivamente convincentes.

    De acuerdo con las experiencias mencionadas anteriormente, es la falsacin, no la verificacin, lo quecaracteriza el estudio de casos. Es ms, la cuestin del subjetivismo y el sesgo hacia la verificacinafecta a todos los mtodos, no slo al estudio de casos y otros mtodos cualitativos. Por ejemplo, el

    elemento del subjetivismo arbitrario sera importante en la eleccin de las categoras y variables parauna investigacin cuantitativa o estructural como, por ejemplo, un cuestionario estructurado que seva a usar con una cuantiosa muestra de casos. Y hay una probabilidad alta de que (1) este subjetivis-mo sobreviva sin ser minuciosamente corregido durante el estudio y de que (2) afecte a los resultadossimplemente porque el investigador estructural/cuantitativo no se acerca tanto a lo que est estu-diando como el investigador del estudio de casos, por lo que tiene menos probabilidades de ser co-rregido por los objetos del estudio que responden. De acuerdo con Ragin:

    este rasgo explica por qu la investigacin cualitativa con un Npequeo se sita con ms frecuencia en lavanguardia del desarrollo terico. CuandoNes elevado, hay pocas oportunidades para revisar la delimita-cin de un caso. Al principio del anlisis, los casos se descomponen en variables, y casi todo el dilogo de lasideas y la evidencia transcurre a travs de las variables. Una implicacin de esta discusin es que si la investi-

    gacin con Ngrande se pudiera hacer ms sensible ante la diversidad y la heterogeneidad potencial de loscasos incluidos en el anlisis, esta investigacin podra desempear un papel ms importante en el avance dela teora en la ciencia social (1992: 225; vase tambin Ragin, 1987: 164-171).

    Tambin aqu, esta diferencia entre las grandes muestras y los casos nicos se puede entender entrminos de la fenomenologa del aprendizaje humano que antes hemos mencionado. Si suponemosque la meta del trabajo del investigador es entender y aprender sobre el fenmeno que est siendoestudiado, entonces la investigacin es simplemente una forma de aprendizaje. Si suponemos que lainvestigacin, igual que otros procesos de aprendizaje, se puede describir mediante la fenomenologadel aprendizaje humano, entonces es evidente que la forma ms avanzada de comprensin se logracuando los investigadores se sitan ellos mismos dentro del contexto que estn estudiando. Slo deeste modo pueden los investigadores comprender los puntos de vista y la conducta que caracterizan alos actores sociales. En relacin con esta cuestin, Giddens afirma que las descripciones vlidas delas actividades sociales suponen que los investigadores poseen aquellas habilidades necesarias paraparticipar en las actividades descritas:

    He aceptado que es correcto decir que la condicin para generar descripciones de la actividad social es sercapaz en principio de participar en ella. Ello implica un mutuoconocimiento, compartido por el observa-dor y los participantes, cuya accin constituye y reconstituye el mundo social (1982: 15).

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    Desde este punto de vista, la proximidad con la realidad que entraa el estudio de casos, y el procesode aprendizaje que ste genera para el investigador, constituirn con frecuencia un prerrequisito parala comprensin avanzada. En este contexto, empezamos a comprender la conclusin de Beveridgede que hay ms descubrimientos que se derivan del tipo de observacin intensa que posibilita el es-tudio de casos que del tipo de estadsticas aplicadas a grandes grupos. Con el punto de partida en elproceso de aprendizaje, entendemos por qu el investigador que realiza un estudio de casos con fre-cuencia termina descartando nociones y teoras preconcebidas. Esta actividad es simplemente unelemento central en el aprendizaje y en el logro de nuevas ideas. Formas ms simples de compren-sin pueden generar otras ms complejas a medida que dejamos de ser principiantes para convertir-nos en expertos.

    As, el cuarto malentendidoque el estudio de casos supuestamente contiene un sesgo hacia la veri-ficacin entendido como una tendencia a confirmar las ideas preconcebidas del investigadorquedarevisado como sigue:

    El estudio de casos no contiene un sesgo hacia la verificacin de las nociones preconcebidas del investigador ms marcado queotros mtodos de investigacin. Al contrario, la experiencia indica que el estudio de casos contiene un mayor sesgo hacia la falsa-

    cin de nociones preconcebidas que hacia la verificacin.

    La irreductible calidad de las buenas narrativas de casos

    Los estudios de caso suelen contener un elemento sustancial de narrativa. Las buenas narrativas en-focan de forma tpica las complejidades y las contradicciones de la vida real. Y, por lo tanto, puedeser difcil o imposible resumir esas narrativas en frmulas, proposiciones generales y teoras cientfi-cas exactas (Benhabib, 1990; Rouse, 1990; Roth, 1989; White, 1990; Mitchell y Charmaz, 1996). Loscrticos del estudio de casos tienden a considerar esto una desventaja. Sin embargo, para el investiga-dor mediante el estudio de casos, una narrativa particularmente densa y difcil de resumir no consti-tuye un problema. Antes bien, suele ser un indicio de que el estudio ha descubierto una problemtica

    particularmente rica. Por consiguiente, la pregunta es si el resumen y la generalizacin, que para loscrticos constituyen un ideal, es siempre deseable. Nietzsche (1974: 335 [ 373]) se expresa con clari-dad al contestar a esta pregunta: Por encima de todo dice sobre hacer ciencia, no debemosquerer despojar a la existencia de su rica ambigedad (cursiva en el original).

    Cuando hice el estudio de Aalborg intent captar la rica ambigedad de las polticas y la planificacinen una democracia moderna. Lo hice centrndome en profundidad en los eventos especficos delcaso y en los pequeos detalles de los eventos. Trabajar con estos pequeos detalles lleva muchotiempo y debo admitir que durante varios aos, mientras rebuscaba laboriosamente en los archivos,haca entrevistas, realizaba observaciones, hablaba con mis informantes, escriba y obtena informa-cin, me vino a la cabeza una inquietante y persistente pregunta. Se trata de una pregunta destinada a

    obsesionar a muchos de los que realizan estudios de caso densos y en profundidad: Quin va aquerer aprender de un caso como ste, y con este grado de detalle?. Mi deseo era que el caso de Aal-borg fuese particularmente denso porque quera probar la tesis de que los fenmenos ms interesan-tes en la poltica y la planificacin y los de mayor importancia general se encontraban en los detallesms concretos y pequeos. O, por decirlo de otro modo, quera ver si los dualismos general-especfico y abstracto-concreto podan metamorfosearse y desaparecer si profundizaba en los deta-lles. Richard Rorty ha observado con perspicacia que el modo de re-encantar el mundo es ceirse a loconcreto. De forma similar, Nietzsche aconseja ocuparse de las pequeas cosas. Creo que tanto

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    Rorty como Nietzsche estn en lo correcto. Considero que el caso de Aalborg est formado del tipode cosas pequeas y concretas de las que ellos hablan. Creo, en definitiva, que un caso en s es unacosa pequea, lo que Nietzsche denomina una verdad aparentemente discreta e insignificante que,cuando se examina de cerca, resultar estar preada de paradigmas, metforas e importancia general.sa era mi tesis, pero las tesis pueden ser equivocadas y los estudios de caso pueden fracasar. Mesent verdaderamente aliviado cuando, al final, comprend que la estrategia de centrarme en las minu-cias vali la pena.

    Lisa Peattie (2001: 260) nos advierte explcitamente del peligro de resumir los estudios densos decasos: Sencillamente, el verdadero valor del estudio de caso, la naturaleza contextual e inter-penetrante de las fuerzas, se pierde cuando uno intenta resumirla en grandes conceptos mutuamenteexcluyentes. De acuerdo con ella, el estudio denso de casos es ms til para el practicante y msinteresante para la teora social que los descubrimientos fcticos o las generalizaciones tericas dealto nivel.

    Lo contrario de resumir y cerrar el estudio de un caso es mantenerlo abierto. A este respecto, hedescubierto las dos estrategias de trabajo siguientes, que, en mi opinin, son particularmente adecua-

    das para asegurar esa apertura. Primera, a la hora de redactar el estudio de un caso no creo en el pa-pel del narrador y reductor omnisciente. Antes bien, relato la historia en su diversidad, permitiendoque la historia se desarrolle a partir de las historias individuales mltiples, complejas y, a veces, con-tradictorias que me han contado los actores del caso. Segunda, evito vincular el caso con teoras decualquier especialidad acadmica. Antes bien, relaciono el caso con posiciones filosficas ms genera-les que cruzan las especialidades. De esta forma intento dejar espacio a lectores de diferentes proce-dencias para que hagan sus propias interpretaciones y saquen diversas conclusiones sobre la pregun-ta: de qu es un caso el caso? El objetivo no es hacer que el estudio del caso lo sea todo para todos.El objetivo es permitir que el estudio sea diferentes cosas para diferentes personas. Intento lograrlodescribiendo el caso con muchas facetas como la vida misma, de modo que diferentes lectoressientan atraccin o repulsin por diferentes cosas del caso. A los lectores no se les seala ningn

    camino terico ni se les da la impresin de que la verdad est al final de ese camino. Los lectorestendrn que descubrir su propio camino y verdad en el fondo del caso. As, adems de las interpreta-ciones de los actores y los narradores del caso, los lectores son invitados a decidir el significado delcaso y a cuestionar las interpretaciones de los actores y los narradores con el fin de responder esapregunta categrica de todo estudio de caso: de qu es un caso este caso?.

    Las historias de caso escritas de esta forma nunca se pueden contar de nuevo brevemente ni resumiren slo algunos resultados importantes. La historia del caso es, en s misma, el resultado. Es, por asdecirlo, una realidad virtual. Para el lector dispuesto a entrar en esa realidad y explorar dentro yfuera, la recompensa es una sensibilidad hacia las cuestiones prximas que no se puede obtener conla teora. A los estudiantes se les puede abandonar sin peligro a este tipo de realidad, que les propor-

    ciona un campo de instruccin til con ideas sobre las prcticas de la vida real que la enseanza aca-dmica no suele darles.

    Si regresamos brevemente a la fenomenologa del aprendizaje humano podemos comprender porqu resumir los estudios de caso no es siempre til y, en algunas ocasiones, puede incluso ser contra-producente. En el nivel del principiante, el conocimiento consiste precisamente en las frmulas redu-cidas caractersticas de la teora, mientras la autntica pericia se basa en la experiencia ntima con mi-les de casos individuales y en la capacidad de discriminar entre situaciones, con todos sus matices, sindestilarlas en frmulas o casos estndares. El problema es anlogo a la incapacidad de los sistemas

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    expertos heursticos basados en los ordenadores para acercarse al nivel de los expertos humanos vir-tuosos, incluso si los sistemas se comparan con los expertos que han concebido las reglas con las queestos sistemas operan. Esto es as porque los expertos no usan reglas, sino que operan sobre la basede experiencia detallada en un caso. He aqu la verdaderapericia. Las reglas de los sistemas expertos seformulan slo porque los sistemas lo requieren; las reglas son caractersticas de los sistemasexpertos,pero no de los expertoshumanos.

    En la misma lnea, se podra decir que la formulacin de reglas que se produce cuando los investiga-dores resumen su trabajo en teoras es caracterstica de la cultura de la investigacin, de los investiga-dores y de la actividad terica, pero esas reglas no necesariamente forman parte de la realidad estu-diada constituida por los actores sociales virtuosos de Bourdieu (1977: 8, 15). Algo esencial se pue-de perder en el resumen; por ejemplo, la posibilidad de comprender la actuacin social virtuosa, que,como ha mostrado Bourdieu, no se puede destilar en frmulas tericas: es precisamente el temor aperder ese algo lo que hace cautos a los investigadores de casos a la hora de resumir sus estudios.Los investigadores de casos tienden, pues, a ser escpticos ante la posibilidad de borrar el detallefenomenolgico en favor del cerramiento conceptual.

    Ludwig Wittgenstein comparta este escepticismo. De acuerdo con Gasking y Jackson, Wittgensteinus la siguiente metfora para describir su uso del enfoque del estudio de caso en filosofa:

    Para ensearle filosofa, soy como un gua que ha de ensearle cmo orientarse en Londres. Le tengo quellevar a travs de la ciudad de norte a sur, de este a oeste, desde Euston hasta el dique y desde Piccadilly has-ta Marble Arch. Despus de haberle llevado por la ciudad varias jornadas, en toda suerte de direcciones ysentidos, habremos pasado por una calle determinada un determinado nmero de veces, atravesando cadavez la calle como parte de cada jornada. Al final, usted conocer Londres; usted ser capaz de encontrar sucamino igual que un londinense. Por supuesto, un buen gua le llevar a usted por las calles ms importantescon ms frecuencia que por las calles adyacentes; un mal gua har lo contrario. En filosofa soy un gua bas-tante malo (1967: 51).

    Este enfoque implica explorar directamente los fenmenos en lugar de leer mapas de ellos. Se estu-dian las prcticas reales antes que sus reglas, y uno no se contenta slo con aprender sobre aquellaspartes de las prcticas que estn abiertas al escrutinio pblico; se debe investigar tambin lo que Ir-ving Goffman (1963) llama el trasfondo escnico de los fenmenos sociales, lo que para Wittgens-tein son las calles adyacentes.

    Con respecto a la intervencin en los asuntos sociales y polticos, Abbott (1992: 79) ha hecho la co-rrecta observacin de que una ciencia social expresada en trminos de narrativas de caso tpicas pro-porcionara un acceso a la intervencin poltica mucho mejor que la presente ciencia social de lasvariables. De forma similar, MacIntyre (1984: 216) dice: Slo puedo contestar a la pregunta qu voya hacer si antes puedo responder a de qu historia o historias creo que formo parte. Varios comen-

    taristas han sealado que la narrativa es un antiguo mtodo y quizs nuestra forma ms fundamentalde dar sentido a la experiencia (Novak, 1975: 175; Mattingly, 1991: 237; vanse tambin Abbot, 1992;Arendt, 1958; Carr, 1986; Ricoeur, 1984, Fehn et al., 1992; Rasmussen, 1995, y Bal, 1997).

    Para MacIntyre (1984: 214, 216), el ser humano es un animal contador de historias y la nocin dehistoria es una nocin tan fundamental como la nocin de accin. En el mismo tono, Mattingly(1991: 237) seala que las narrativas no slo dan una forma significativa a las experiencias que yahemos vivido. Tambin nos proporcionan una mirada hacia delante que nos ayuda a anticipar situa-

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    dado o cmo varan segn los casos. La ventaja de las grandes muestras es su amplitud, y su proble-ma est relacionado con la profundidad. En el estudio de casos es al contrario. Ambos enfoques sonnecesarios para el buen desarrollo de la ciencia social.

    Aqu, como en todas partes, la estricta separacin que solemos encontrar en la literatura especializadaentre los mtodos cualitativos y los cuantitativos es espuria. La separacin es un desafortunado arte-facto de las relaciones de poder y las restricciones de tiempo en la formacin universitaria; no es unaconsecuencia lgica de lo que los licenciados y los acadmicos necesitan saber para hacer sus estudiosy hacerlos bien. Mi interpretacin es que la buena ciencia social es contraria a cualquier o esto/o lootro y partidaria de ambos/y en la cuestin de la oposicin entre mtodos cualitativos y cuantita-tivos. La buena ciencia social se gua por el problema, no por la metodologa, en el sentido de queemplea aquellos mtodos que, para una problemtica dada, contribuyen mejor a contestar las pregun-tas de investigacin planteadas. Con frecuencia, la combinacin de ambos mtodos las respondermejor. Por fortuna, parece existir hoy da cierta relajacin general de la antigua e improductiva sepa-racin entre mtodos cuantitativos y cualitativos.

    Una vez dicho esto, hay que aadir que en la ciencia social, sin embargo, la balanza de los estudios de

    caso y las grandes muestras est hoy da inclinada hacia estas ltimas, tanto que pone a los estudiosde caso en desventaja en el contexto de la mayora de las disciplinas. En cuanto a esta relacin, mere-ce la pena repetir el principio de Thomas Kuhn de que una disciplina sin un gran nmero de estudiosde caso concienzudamente realizados es una disciplina sin una produccin sistemtica de ejemplares,y que una disciplina sin ejemplares es una disciplina ineficaz. Una mayor produccin de estudios decaso en la ciencia social podra contribuir a remediar esta situacin.

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    (Traducido del ingls por Mara Teresa CASADO)

    ABSTRACT

    This article examines five common misunderstandings about case-study research: (1) Theoretical knowledge ismore valuable than practical knowledge; (2) One cannot generalize from a single case, therefore the single casestudy cannot contribute to scientific development; (3) The case study is most useful for generating hypothe-ses, while other methods are more suitable for hypotheses testing and theory building; (4) The case study con-tains a bias toward verification; and (5) It is often difficult to summarize specific case studies. The article ex-plains and corrects these misunderstandings one by one and concludes with the Kuhnian insight that a scien-tific discipline without a large number of thoroughly executed case studies is a discipline without systematicproduction of exemplars, and that a discipline without exemplars is an ineffective one. Social science may be

    strengthened by the execution of more good case studies.Key words:Case-studies, Social Research Techniques, Methodology.