Sonrio frente a mi reflejo, veo mi silueta perdida perdida en el tiempo, no soy quien imagine ser hace tanto tiempo. Todos tenían fe en mi y ahora veo que ni yo la tengo, escucho lejana las voz de mi espíritu rebelde, de mis ganas de cambiar el mundo. Veo que todo gira, Decido gritar pero nadie escucha, me hundo en algo, el suelo se rompe y caigo en un eterno agujero negro. No hay nada solo silencio. El silencio que tanto han cio dia a dia al despertar y que hoy al fin encuentro. Despierto y todo esta blanco. Me pregunto a donde se dirigía el túnel, escucho un bip bip a mi lado muevo la cabeza y una de esas extrañas maquinas que suelo ver en las películas esta a mi lado, me pregunto si estoy conectada a ella. Halzo las manos y pesan mas que nunca, ¿Cuánto estuve cayendo?, dice una voz aguda ronca como gastada, llena de polvo. Alguien a mi lado grita, enfermera rápido, viene alguien por un pasillo largo, sus tacos resuenan en mi mente y me doy cuenta de que no es un hospital, es mi habitación, estoy en mi casa. No recuerdo cuando pinte de blanco mi lecho. Abren la puerta y vuelvo a preguntar, ¿Cuánto tiempo estuve cayendo?, la enfermera dice que fueron 20 años, es un milagro medico me dice, me pregunta por lo que sentí y yo le cuento lo del agujero. Ella se sorprende y me cuenta que mis hijos tienen ahora 29 y 30 años, que la persona que estuvo conmigo durante todo este tiempo estuvo sentada hay desde siempre, negándose a comer si no me veía, negándose a salir durante todo ese tiempo, le pregunto en donde esta y quien es, pero antes de que alguien diga algo entrar muchas personas a mi habitación, dos rostros conocidos pero ya adultos, cuatro niños pequeños que me dan un beso cada uno, me preguntan como me siento y veo llorar a un hombre adulto de rostro conocido, sin duda es mi hijo.

Mas tarde un medico viene y me revisa, dice que estoy excelente como si no hubiera pasado el tiempo. Ordena que me hagan mas análisis pero dice que puedo comer lo que sea que puedo pararme y caminar si deseo. Entonces viene a mi mente las palabras de la enfermera, ¿Quién estuvo conmigo durante todo este tiempo?, el doctor cambia su sonriente rostro por por un gesto duro y dice: alguien que la amo mucho.

Me quedo en silencio y me pongo a pensar, mi esposo es quien provoco todo esto, el jamas me esperaría 20 años sentado junto a mi. Mis padres eran ya ancianos cuando sucedió. No tengo idea de quien hubiera estado aquí y no tengo idea de porque ya no regreso.