21

Click here to load reader

Cornudoapaleadoycontento

  • Upload
    vivi

  • View
    4.431

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Cornudoapaleadoycontento

“CORNUDO, APALEADO Y

CONTENTO”DE ALEJANDRO CASONA

Adaptada por Antonio Acosta

PERSONAJES:

Micer Egano, rico mercader Anichino, su intendente

Beatriz, su esposa Brunela, ama de llaves______________________________________________________________________________

PROLOGO

Nobles damas de Florencia:

Damas y menestralas,

Doncellas y matronas,

Solteras llenas de sueños y casadas ya despiertas;

A vosotras y solo a vosotras,

Que sois la sal de la tierra y el jardín de la vida ¡Salud!

Si algún sesudo varón se ha deslizado aquí, a tiempo está de retirarse; que mi amo y señor, micer Boccacio, sólo a las mujeres canta y sólo a ellas dedica cuanto escribe.

Hecha esta aclaración, diré la embajada que mi dueño y señor me ha encomendado.

Recordareis, dulces amigas mías – yo os prometí contaros las más divertidas historias que supieras o inventar las que no supieras para alejar de vosotras las negras imágenes de aquellos días; promesa que vengo cumpliendo hasta el punto de que la que os presento esta noche hace el numero setenta y siete de las cien que pienso escribir si el aliento no me falta.

Pues bien, ¿podéis creer que tan gentil propósito, en vez de valerme pláceme, me ha valido las más furiosas críticas de esos enemigos del género humano que se llaman censuradores? De tres crímenes me acusan esos feroces mastines de la moral pública.

Primero: de desperdiciar mi ingenio, poniéndolo al servicio de una cosa tan ínfima y liviana como sois las mujeres. A esto contesto que si la galantería es un pecado yo me declaro cien

1

Page 2: Cornudoapaleadoycontento

veces pecado; y si las mujeres sois tan faltas de seso y peso como dicen mis censuradores, déjenme tan deliciosa carga, y allá ellos con todo el peso de los hombres.

Es el segundo crimen que no me sienta bien a la dignidad de mis años en entretenerme en bagatelas amorosas; más propias de mozalbetes by libertinos que de hombres sabios y maduros. A esto respondo que para el amor hay edades buenas y menos buena, pero mala ninguna; que por blanca que tenga la cabeza siempre conservare verde la raíz.

Manía esta de hipócritas timoratos, que tienen más miedo a las palabras que a las cosas.

Respecto a las costumbres, no es culpa mía si son malas; yo no hago más que reflejarlas como espejo.

Y en cuanto a la supremacía de la educación sobre la naturaleza, nada contestare por mi cuenta

Me bastara recordar una vieja historia florentina titulada:

“las ocas del hermano Filipo”

Que dice así:

Érase otro tiempo un ciudadano llamado Balducci, el cual se quedó viudo al nacer su único hijo. Desengañado de los placeres del mundo resolvió retirarse una cueva escondida en el monte y educar allí a su hijo Filipo, lejos de todo apetito carnal, criándole en una santa ignorancia de la tierra como camino más corto para alcanzar el cielo. Así creció el joven Filipo en la oscuridad de la caverna. Sin conocer placer ni tentación, y, por supuesto, sin haber visto jamás a una mujer ni haber oído siquiera esa palabra.

Pasaron los años y cuando el inocente Filipo cumplió los dieciocho quiso el padre probar los resultados de su bizarra educación trayéndolo consigo Florencia a pedir limosna para su ermita.Contemplaba pasmado el mozo la belleza del mundo que veía por primera vez, y todas sus preguntas dormidas se despertaban de pronto:

-¿Qué fiera es aquella tan gallarda, padre?

-Es un caballo, hijo mío

-¿Qué es aquel camino que se arrastra, padre?

-Es un río, hijo mío

-¿Y aquello que relumbra?

-Un palacio

Así llegaron a la puerta de la ciudad cuando vieron un tropel de hermosas mujeres que venían riendo y cantado alegremente. No hizo más que verlas el joven Filipo y se quedó pálido de repente

-¿Qué es eso que se nos viene encima, padre?

-Aparta, hijo; son unos animales peligrosos.

2

Page 3: Cornudoapaleadoycontento

-Pero, ¿Cómo se llaman esos animales tan lindos?

-No recuerdo bien… creo que se llaman… ocas

-¿Ocas…?

-Camina sin volver la cabeza, hijo ¡mira cómo se encabrita aquel caballo! ¡Mira cómo relumbra aquel palacio!

-Al demonio caballos y palacios! ¡Yo quiero una oca, padre! ¡yo quiero una oca…!

Los que piensen que la educación es más fuerte que la naturaleza, que le pregunten al hermano Filipo.Ya basta de preámbulos, que ya va siendo larga la disculpa para una culpa tan corta. Esta noche voy a presentar mi último cuento, el cual, para no escandalizar a mis censuradores con palabras malsonantes, he titulado simplemente

- CORNUDO

- APALEADO

- Y CONTENTO

Escena Primera

CÁMARA EN LA CASA DE MICER EGANO. AL FONDO UN BALCÓN DE YEDRAS AZULES. AUN LADO UN ARCÓN, UNA MESA CON UN TABLERO DE AJEDREZ. BRUNELA TÉRMINA DE CALZAR LAS BOTAS Y ESPUELAS A MICER EGANO

EGANO Ciñe firme, Brunela. Son catorce leguas y he de galopar todo el camino.

BEATRIZ ¿Puede saberse, marido, a qué se debe este atropellado viaje?

EGANO Simples negocios, mujer; ya te dije.

BEATRIZ ¿Así tan de repente, en plena noche y con tanto misterio?

EGANO En ciertos negocios tan importante como la diligencia es el secreto. ¿Por que preguntas con tanta insistencia?

BEATRIZ Porque es muy sospechoso todo esto. Esta mañana nada sabías de ese dichoso viaje; por la tarde, aún hablabas de una posible casería. Y de repente: ¡”Botas y espuelas; que ensillen mi mejor caballo; tengo que estar en la Hostería del Gallo al amanecer”! (le mira recelosa.) ¿No me ocultas nada, marido?

EGANO ¿Te ocultado algo alguna vez?

BEATRIZ ¿Y por qué no había de ser ésta la primera? ¿Quién me asegura que ese negocio tan secreto no tiene los ojos negros? ¿Y que en la Hostería del Gallo no hay tapada alguna gallina?

3

Page 4: Cornudoapaleadoycontento

EGANO ¿Celosa? Gracias, querida; dicen que los celos son prenda de buen amor

BEATRIZ En tal caso, mal puedo pensar de ti que nunca los has sentido

EGANO Sería injuriar a la mujer que toda Bolonia pregona como la más virtuosa y fiel de las esposas. Pero ya que has sospechado de mí, voy a satisfacer tu curiosidad.

LLAMAN A LA PUERTA. VOZ DE ANICHINO

VOZ ¡Señor!

EGANO Adelante.

ENTRA ANICHINO.

ANICHINO El caballo está ensillado. No tenéis tiempo que perder.EGANO Aguarda un momento. (A Beatriz) ¿Te merece fe la palabra de

nuestro intendente?

BEATRIZ Completa. Nunca he oído una mentira de sus labios

EGANO Pues bien, mi fiel Anichino, dile a tu señora cuál es el motivo de este repentino viaje.

ANICHINO Micer Egano debe llegar a la Hostería del Gallo antes que se pongan en camino unos mercaderes que duermen allí esta noche, conduciendo una partida de especias y tapices de oriente. Es importante que mi señor compre esa partida mañana al amanecer.

BEATRIZ ¿No podía hacerlo más reposadamente cuando esos mercaderes lleguen a Bolonia?

ANICHINO Sería demasiado tarde. Hemos tenido noticias fidedignas de que la flota veneciana que venía con cargamento de Catay ha sido apresada por los turcos. Cuando esto se sepa en el mercado de valor de esas especies subirá como la espuma, y mi señor pude vender por la noche a cien mil lo que haya comprado a diez mil por la mañana.

BEATRIZ Entonces, ¿es lo que se llama un robo?

ANICHINO Es lo que se llama un negocio. Y bien mirado hasta un acto de patriotismo, ya que será la ocasión de demostrar una vez más que la espiritual y doctísima Bolonia no tiene nada que envidiar a la mercantil y serenísima Venecia

EGANO ¡Bravo, Anichino! Eres tan prodigiosamente inteligente que siempre dices lo que yo estoy pensando

ANICHINO Gracias, señor. Abajo espero; será un honor para mí tener el estribo, como criado, al hombre al que debo cuanto soy.

SALUDA RESPETUOSAMENTE A BEATRIZ, SALE

4

Page 5: Cornudoapaleadoycontento

EGANO ¿Estás ya satisfecha?

BEATRIZ Mi curiosidad sí, pero no mi gusto. Si te parece que la soledad es bastante compañía…

EGANO ¿Qué quieres decir?

BEATRIZ No sé… ¡Son tan tibios estos primeros días de primavera! ¡Huele tan hondo el aire al rozar las yedras azules del balcón!

EGANO Déjate de niñerías. Cien mil bien valen una noche

BEATRIZ Tal vez. Las esposas y los maridos no solemos tener la misma idea del valor de una noche. (le tiende la capa) Feliz viaje, querido.

EGANO Adiós, Beatriz. Y no tengas miedo en mi ausencia; Anichino velara por ti y por la casa como si yo fuera yo mismo.

BRUNELA Que San Cristo balón, patrón de los caminantes, le acompañe (Sale Egano) ¿Vais a costaros ya? ¿Queréis que os caliente las sábanas con un brasero?

BEATRIZ ¿Para qué? Hace una noche deliciosa. BRUNELA No importa; una cama sin marido es siempre una cama fría.

BEATRIZ Muy segura lo dices.

BRUNELA Soy tres veces viuda

BEATRIZ No es el frío lo que puede desvelarme. El miedo sí

BRUNELA Cerraré el balcón. Mi madre decía que los enamorados y el miedo siempre entran por los balcones.

BEATRIZ ¿Era miedosa tu madre?

BRUNELA Tenía experiencia. ¿Os ayudo a desnudaros?

BEATRIZ Todavía es temprano (Brunela bostaza) ¿Tanto sueño tienes?

BRUNELA No se lo que me pasa esta noche un sopor como en invierno cuando se bebe vino caliente.

BRUNELA Ojalá yo pudiera decir lo mismo. Pero siento que no voy a poder dormir; desde que me casé es la primera vez que me encuentro sola.

BEATRIZ ¿Quieres algún libro edificante para divertirlos pensamientos? Tengo en mi cuarto una vida de Santa maría magdalena

BRUNELA Historias de santos, no; suelen traer muy malos ejemplos. Mejor irá mi ánimo un poco de música.

5

Page 6: Cornudoapaleadoycontento

SACA EL LAÚD DE EL BAÚL Y CANTA UNA MELODÍA LÁNGUIDA. ANICHINO, DESDE LA PUERTA,

ESCUCHA EL FINAL.

BEATRIZ Oh, ¿estabais escuchando?

ANICHINO Hasta donde es posible escuchar cuando se os mira

BEATRIZ Gracias. ¿Es todo lo que teníais que decirme?

ANICHINO Mi señor a partido y la servidumbre se ha retirado a descansar. ¿Tenéis alguna orden para mí?

BEATRIZ Nada. ¿Habéis cerrado bien todas las puertas?

ANICHINO Con doble llave. Si algo os da miedo durante la noche llamadme sin reparo, que no dormiré velando vuestro sueño.

BEATRIZ Siempre gentil

ANICHINO Soy vuestro… criado.

BEATRIZ Ya no; más que como intendente os precio como amigo y consejero. Si algo queréis hacer por mí amigablemente acompañadme… al ajedrez. El tablero esta esperando

ANICHINO No podíais ofrecerme nada más de mi gusto.

BEATRIZ Pero ha de ser con una condición; que me tratéis como un rival digno de voz.

ANICHINO No comprendo.

BEATRIZ ¿Creéis que no lo he notado? Cuando jugáis con un caballero no perdéis nunca; cuando jugáis conmigo siempre me dejáis ganar. Y no quisiera tener por gentileza lo que se ha de conquistar en buena ley.

ANICHINO Acepto el desafío. ¿En guardia?

BEATRIZ En guardia (mueven) Vuestro peón de dama es la primera victima

ANICHINO No podía morir de mejor muerte

VIENDO QUE LA MIRA FIJAMENTE Y SUSPIRA

BEATRIZ ¿Pero adónde miráis Anichino? ¿Acaso está en mis ojos el tablero?

ANICHINO Perdón.

SIGUEN JUGANDO

BEATRIZ Si no ponéis más atención os auguro nada bueno. Nuevo peón perdido

SIGUEN JUGANDO MÁS RAPIDAMENTE

6

Page 7: Cornudoapaleadoycontento

BEATRIZ Vuestro caballo de rey esta en peligro.

ANICHINO Retrocedo.

BEATRIZ ¿Pero dónde estáis esta noche? Las blancas son las mías

ANICHINO Entonces no tengo salvación

ELLA SE SUBE EL VESTIDO EL SUSPIRA.

BEATRIZ ¿Otro Suspiro? ¿Tanto os duele perder un caballo?

ANICHINO Penas más hondas son las que me tienen si sosiego. Pienso en un pobre amigo mío que esta misma noche y esta misma hora, ante una mesa como ésta, se esta jugando su corazón y su vida.

BEATRIZ Extraña relación. ¿Es un acertijo?

ANICHINO Es una historia de amor.

BEATRIZ Magnifico; me encantan las historias. ¿Queréis contármela?

ANICHIN0 Es una historia triste

BEATRIZ Mejor; me encantan las historias tristes; sobre todo si terminan bien

ANICHINO Esta no ha terminado todavía.

BEATRIZ Entonces hay esperanzas. Jaque a la dama, y ya escucho

SUSPIRA LARGAMENTE

ANICHINO La cosa comenzó en Francia hace tres años, junto al fuego de una chimenea. Mi amigo, descendiente de una noble familia florentina, vivía alegremente en París su vida de estudiante, sin sospechar siquiera qué sabor tenía una lágrima de amor. Hasta que una noche, cenando con unos caballeros que volvían de Jerusalén, oyó hablar por primera vez de una prodigiosa desconocida que había de trastornar su vida entera. Jaque al rey

BEATRIZ Magnifico; me encantan las historias. ¿Queréis contármela?

ANICHIN0 Es una historia triste

APARTA EL TABLERO

BEATRIZ ¿Qué importa el rey ahora? Prefiero París y las desconocidas prodigiosas y los caballeros de Jerusalén. Seguid.

ANICHINO Contaban aquellos peregrinos las maravillosas que habían visto en su largo viajes. Hablaban unos de la rubia Inglaterra, otros de la luminosa España, otros de la alegre Italia. Por fin todos quedaron de acuerdo en una cosa: la mejor tierra del mundo era Italia, lo mejor de Italia era Bolonia, y lo mejor de Bolonia, una mujer de tal belleza y

7

Page 8: Cornudoapaleadoycontento

donaire que merecía por sí sola las más larga y penosa de las peregrinaciones

BEATRIZ ¿Tanto?

ANICHINO Eso afirmaban a una voz los viajeros. Y sus palabras impresionaron de tal modo el corazón de mi amigo que desde aquel momento ya no supo vivir para otra cosa. Despierto pesaba en ella; dormido, la soñaba. Finalmente abandonó su casa, tomó un caballo y emprendió el camino a Italia, en busca de la dama de sus sueños. Desde París a Bolonia hay catorce jornadas yendo al trote.

BEATRIZ Por favor, hacedlas al galope que ya estoy en ascuas por saber el final.

ANICHIN0 El final fue que llegó a Bolonia, que la busco inútilmente días y días, asistiendo a todas las fiestas, visitando todas las iglesias, devorando con la mirada todos los balcones, hasta una tarde la encontró por fin asomada a su balcón de yedras azules

BEATRIZ ¡Loado sea el cielo! ¿Y era realmente tan hermosa como su fama?

ANICHINO Más. Si alguna vez el agua del mar se ha hecho ojos y la lluvia con el sol se ha hecho cabellos, fué el día que nació esa mujer. Desdichadamente estaba casada con un rico mercader.

BEATRIZ ¡Esos maridos siempre inoportunos!

ANICHINO No creáis por eso el ardiente galán renunció a su empresa. Al contrario; cuanto más vigilaba la fruta más fuerte era la tentación. Pero ¿sabría la dama comprender tan loco amor? ¿No le esperaría el desdén y la ingratitud al final de su dura jornada?

BEATRIZ ¿Cómo pudo abrigar vuestro amigo tan tacaña sospecha? Duden los extranjeros de la generosidad de nuestros hombres, pero una buena boloñesa nunca deja morir de sed s un viajero si el agua está en sus manos.

ANICHIN0 Esa era la esperanza de mi amigo. Y comprendiendo que el mejor camino para llegar al corazón de una casada es conquistar primero el corazón de su marido, se despojó de sus ropas de gentilhombre, se disfrazó de lacayo y se ofreció a su servicio como criado.

BEATRIZ ¿Un gentilhombre limpiando establos? ¡Hermosa lección de amor!

ANICHINO Era la única manera de penetrar en la casa y contemplar de cerca, día y noche, a la dama imposible. ¿Qué importaba la humillación de los establos si el premio era una sonrisa? ¿Qué mayor gozo que atalajar su caballo si al tener el estribo podía acariciar su chapín y sentir junto al rostro el revuelo de su falda? Tres años la sirvió así, adorándola en silencio y subiendo uno por uno los escalones de la servidumbre, hasta ganar su confianza y ser nombrado su intendente.

8

Page 9: Cornudoapaleadoycontento

BEATRIZ ¿Intendente habéis dicho? ¿Y un esposo mercader?... ¿Y un balcón

de yedras azules?... ¡Santo cielo! ¿Qué emboscada es ésta, señor Anichino?

ANICHINO La historia de un enamorado sin juicio que os pide perdón de su locura.

BEATRIZ ¿Es decir, que vuestro famoso amigo sois vos mismo? ¿Y la prodigiosa desconocida?...

DE RODILLAS

ANICHIN0 ¡Mi señora Beatriz de Galuzzi, gloria de Bolonia y corazón del mundo!

BEATRIZ ¿Y tenéis la insolencia de confesármelo en mi propia cámara? Si en tampoco tenéis mi honra ¿no os da miedo la ira de mi esposo cuando lo sepa, que será inmediatamente?

ANICHINO Por pronto que sea no será antes de mañana. Y una noche vuestra bien vale una vida.

BEATRIZ ¿No pensáis que puedo llamar a mis criados y mandaros azotar?

ANICHINO Vuestros criados están todos profundamente dormidos.

BEATRIZ Menos mal. ¿Estáis seguros?

ANICHIN0 Yo mismo me anticipé a ayudarles poniendo ciertos polvos en su vino

BEATRIZ ¿Bebedizos también? ¡Admirable previsión ¿Y éste era hombre de cuyos labios no había puesto toda su fe? ¿El hombre de cuyos labios no había salido jamás una mentira? ¡Ah, pobres mujeres desprevenidas! Hasta juraría que ese endiablado viaje ha sido otra fábula vuestra para tener libre campo.

ANICHINO ¿Qué otro recurso me quedaba si no se aparta nunca de vuestro lado?

BEATRIZ ¿De modo que también son mentiras los mercaderes de especie, y los bajeles turcos?...

ANICHINO Y si fuera preciso ¡hasta la Serenísima República de Venecia! La única verdad es esta desatinada pasión dispuesta a todo. Os he ofrecido mi vida. Si con ello os ofendo, dadme vos la muerte, que sólo por venir de esas manos será bien recibida.

BEATRIZ ¡Pobre de mí desamparada y sola! ¿Qué puede hacer una débil mujer contra semejante libertino?

ANICHINO Eso no. Soy caballero, y no temáis que tome por la fuerza lo que sólo de vuestra voluntad espero.

BEATRIZ Más que de vuestra fuerza tengo miedo de mi generosidad y mi ternura, que las dos se juntan contra mí para perderme. ¿No comprendéis, enemigo de mi sosiego, que también yo me sentí turbada

9

Page 10: Cornudoapaleadoycontento

a vuestro lado desde el primer día? ¿Qué yo también temblaba al sentir vuestro mano en mi chapín y vuestra mejilla en el revuelo de mi falda?

ANICHINO ¿He oído bien? ¿No es un sueño de mis oídos?

BEATRIZ En vano pretendía ocultar tus labios los que tus ojos denunciaban a gritos. Desde el primer día te adiviné noble y amante bajo tu disfraz. Presentía que tarde o temprano habíamos de llegar a esto. Lo esperaba temiéndolo… Y ahora ya esta aquí. ¡Ay, desdichada de mí! ¡Ay, momento fatal!

ANICHINO ¡El más hermoso de tu vida y la mía! ¿Por qué lloras, mi bien?

BEATRIZ Es mi deber. Lloro por mi honra ya perdida. Y lloro sobre todo por mi pobre esposo, que todavía esta tarde era in caballero sin tacha, y mañana será un cornudo convicto y confeso sin que yo pueda hacer nada para remediarlo.

ANICHINO ¡Benditos los labios que han pronunciado tan discretas palabras! Mi dulce sueño.

BEATRIZ ¡Amor mío!

SE BESAN LARGAMENTE. SUENA UN ALDABONAZO ABAJO. SOBRESALTO.

ANICHINO ¿A estas horas?...

BEATRIZ ¡Cielos! ¡Estamos perdidos!

ANICHINO No temas. Será un caminante extraviado.

BEATRIZ Jamás. Yo he leído que cuando dos amantes se besan y suena un aldabonazo, siempre es el marido. (Corre al balcón) ¿No lo dije? ¡El es! Ya está abriendo la puerta con su llave maestra. (Deteniendo a Anichino que corre a la puerta) Por la escalera, ¡no! ¿Qué pensaría si te encuentra saliendo a esta hora de mis habitaciones?

ANICHINO Por el balcón.

BEATRIZ Tampoco; hay luna y pueden verte. ¿Quieres colgar mi honra al viento como una sábana de escándalo? (abre el arcón) Aquí

VOZ DE EGANO ¡Beatriz …¡Beatriz!...

BEATRIZ ¡Pronto; ya sube! ¡Silencio!

SE BESAN RAPIDAMENTE Y ANICHINO SE ESCONDE EN EL ARCÓN. ENTRA EGANO, MOLIDO Y QUEJUMBROSO.

BEATRIZ CORRE A SU ENCUENTRO

BEATRIZ ¡Dulce Esposo mío! ¿Vienes herido? ¿Ha ocurrido alguna desgracia?

EGANO Nada grave, querida. Calma, calma

10

Page 11: Cornudoapaleadoycontento

SE SIENTA ADOLORIDO

BEATRIZ Pero esa palidez… esas ropas destrozadas… ¿Te han asaltado ladrones?

EGANO Peor. Imagínate que algún desalmado ha prendido fuego al bosque; una ráfaga de chispas me cegó el caballo y lo hizo desbocarse derribándome por tierra y arrastrándome un buen trecho colgado del estribo. ¡Ay, mis costillas molidas!

BEATRIZ ¿No te habrás roto nada importante?

EGANO Según a lo que tú llames importante. ¿Te parecen poco mis costillas?

BEATRIZ Si no más que eso, yo te daré unas friegas de ruda, que son manos de santo para verdugones

EGANO ¿Y mi caballo ciego? ¿Y el negocio perdido? ¡Ay, mi pobre espinazo! ¡Maldita noche y maldito viaje!

BEATRIZ No maldigas, marido. Pesándolo bien, aún deberías dar gracias a Dios, que te ha devuelto a tu casa en el momento justo (Iluminada) Ahora lo veo claro: el incendio del bosque… el caballo desbocado… ¡Qué extraños caminos elige la Providencia para salvarnos! ¡Gracias, Señor, gracias!

EGANO Eso faltaba. ¿Es una bendición del cielo que haya perdido mi negocio y me haya roto el bautismo?

BEATRIZ ¡Un verdadero milagro! ¿No comprendes, incrédulo, que esa ráfaga de fuego era la mano de Dios avisándote que hacías falta aquí para defender tu honra?

ANICHINO LEVANTA LA TAPA DEL ARCÓN Y ESCUCHA PASMADO

EGANO ¿Qué tiene que ver mi honra en todo esto?

BEATRIZ Más de lo que tú imaginas, y ahora vas a verlo. Respóndeme serenamente. ¿Cuál de tus criados te parece el más honrado y fiel?

EGANO Linda pregunta. De sobra sabes que mi favorito es el mismo que el tuyo: Anichino

BEATRIZ ¿Estas seguro de que merece esa confianza que hemos puesto en él?

EGANO Me dejaría cortar la mano. Anichino no es sólo mi intendente; es mi mejor amigo, mi hermano. Si algún día no pudiera yo regir mi casa, a ningún otro elegiría para ocupar mi puesto.

BEATRIZ ¿Pero qué puesto, desdichado? ¡Hay puesto en que un marido no puede nombrar sucesor!

11

Page 12: Cornudoapaleadoycontento

EGANO Sin adivinanzas, Beatriz ¿Qué pretendes insinuar?

BEATRIZ Eso mismo que estas pensando. Que tu intendente, tu amigo y hermano, es un miserable impostor: el más redomado pícaro del mundo, y el peor enemigo de la tranquilidad de tu frente.

ANICHINO SE SANTIGUA LIVIDO Y SE OCULTA.

EGANO ¡Mientes!

BEATRIZ ¡Tengo pruebas! Esta noche y aquí mismo, aprovechando tu ausencia, ha tenido la audacia de proponerme tales cosas que no hay labios de mujer capaces de repetirlas.

EGANO Imposible. ¿No habrás exagerado tu honestidad unas simples lisonjas de galanterías?

BEATRIZ ¿Galanterías dices? ¡Declaraciones ardientes! Arrebatos impúdicos! ¡Proposiciones tan licenciosas que haría enrojecer a un cardenal florentino!

EGANO ¡Basta! Vive Dios que si eso es cierto no verá la luz del sol.

FIGIENDO DIRIGIRSE A EGANO PERO TRANQUILIZANDO CON EL GESTO A ANICHINO QUE VUELVE A ASOMARSE

SUPLICANTE

BEATRIZ ¡Calma, querido mío, mi único amor! Comprendo que es terrible tener que decir esto, pero te juro que lo hago por tu bien y para tranquilidad de los dos.

EGANO ¡Pronto, mi espada! ¿Dónde esta ese infame?

ANICHINO CIERRA DE GOLPE.

BEATRIZ No es la espada el arma que necesitas ahora, sino la astucia. Ponte este vestido mío.

EGANO ¿Yo? ¿Te parece ésta ocasión para disfraces?

BEATRIZ En seguida lo comprenderás. Escucha. Anichino estaba tan fuera de sí que temí cualquier locura si le rechazaba. Entonces fingí ceder a sus deseos prometiéndole bajar luego a encontrarme con él en el jardín. Ya comprenderás que era sólo un ardid para alejarle. Pues bien, ahí tienes la ocasión: acude tú a la cita vestido con mis ropas; así podrás escuchar la infamia de sus propios labios y no te quedará la duda de haber matado a un inocente

EGANO Excelente idea. ¡Oh inventiva sutil de las mujeres! Venga ese vestido. (Se pone el vestido torpemente) ¿Dónde es la cita?

BEATRIZ En mi jardín privado; por el postigo del seto. Toma la llave.

EGANO ¿A qué hora?

12

Page 13: Cornudoapaleadoycontento

BEATRIZ A medianoche; al sonar las doce en Santo Domingo. ¡No hay

tiempo que perder!

EGANO ¿Habéis convenido alguna señal?

BEATRIZ El imitará tres veces el cuco; tú agitarás tres veces este abanico, y contestarás con el silbido del sapo.

EGANO Podríais haberlo hecho menos complicado.

BEATRIZ No tendría ese sabor furtivo.

TERMINADE VESTIRSE.

EGANO ¿Estoy bien así? ¿No se notará el engaño?

BEATRIZ Cuida sobre todos lo pies y las manos; es lo más bruto que tenéis los hombres. Camina menudito, así. Agita el abanico con donaire... así. Y no hables una palabra: silba. La sombra del jardín te ayudará. Dios mío… ¿Y esa cabeza?

EGANO ¿Qué tengo?

BEATRIZ Nada todavía. Pero esos cabellos tan cortos…

EGANO Me cubriré con una toca. ¿No hay una en este arcón?

VA RESUELTAMENTE A ABRIRLO. ELLA LANZA UN GRITO DE ESPANTO EGANO SE VUELVE PETRIFICADO.

ANICHINO APROVECHA EL MOMENTO PARA SACAR LA TOCA, VOLVIENDOSE A OCULTARSE.

EGANO ¿Qué ha sido ese grito?

BEATRIZ Nada, querido; es el espanto de lo que va a ocurrir por mi culpa. Aquí está la toca

SALE GALLARDAMENTE PONIÉNDOSE LA TOCA. BEATRIZ CIERRA LA PUERTA CON LLAVE. ANICHINO SALTA DEL

ARCÓN ATERRADO

ANICHINO ¿Qué has hecho, insensata? ¡Todo lo as echado a rodar con tu imprudencia!

BEATRIZ Al contrario. ¿No lo has comprendido aún! Precisamente ahora que vamos a engañarle es cuando necesitamos que tenga más fe en nosotros

ANICHINO ¿Y para eso empiezas denunciándome? ¡Que el diablo me lleve si lo entiendo!

BEATRIZ No me extraña; el amor tiene esta rara virtud de cegar a los hombres y abrir los ojos a las mujeres.

ANICHINO Tengo que huir inmediatamente.

BEATRIZ Imposible; la puerta está cerrada con llave.

13

Page 14: Cornudoapaleadoycontento

ANICHINO ¿Y si vuelve y nos sorprende juntos?

BEATRIZ No se moverá de su puesto hasta las doce. Si no he calculado mal, falta media hora larga.

ANICHINO ¿Pero adónde piensas llegar con tu farsa? ¿Qué va a pasar esta noche en el jardín?

BEATRIZ Lo que haya de ocurrir allí ya lo sabrás después. Entre tanto, por favor, sopla ese candelabro.

ANICHINO ¿Para qué?

BEATRIZ El pudor, querido… ¡el pudor!

ANICHINO LA ABRAZA Y SOPLA FUERTE. SE APAGAN TODAS LAS LUCES. MÚSICA

Escena Segunda

JARDÍN, EN LA PENUMBRA LUNADA PASEA INQUETO EGANO VESTIDO DE MUJER.. SE OYE LA VOZ DE BEATRIZ

LLAMANDO COMO SUSURRO.

VOZ DE BEATRIZ Amor mío… ¿Estás ahí, amor mío?

EGANO SE CUBRE RÁPIDAMENTE EL ROSTRO, ADOPTA UNA ACTITUD FEMENINA Y CONTESTA CON EL ABANICO.

SALE BEATRIZ

BEATRIZ ¿Pero qué haces, querido? Soy yo, Beatriz.

EGANO Oh, perdona. Los mil rumores de la noche y esta extraña aventura me tienen trastornado el sentido.

BEATRIZ ¿Hasta el punto de confundir mi voz?

EGANO Y la mía propia. Hace un momento se me escapó un suspiro y me volví espantado creyendo que suspiraba otro. Veo pupilas que me acechan, y sólo son luciérnagas. Oigo susurros que llaman, y es el vuelo de los murciélagos. ¿Falta mucho todavía?

BEATRIZ Están al caer las doce.

EGANO ¡Cómo alarga el tiempo la impaciencia! Me parece que llevo un siglo esperando.

BEATRIZ En cambio a mí me ha parecido apenas un minuto.

EGANO ¡Calla!... (Voz baja) ¿Oyes algo arrastrándose?

BEATRIZ Es el rumor del río.

14

Page 15: Cornudoapaleadoycontento

EGANO ¿Y esos dedos arañando el postigo?

BEATRIZ Es la chicharra en el árbol.

EGANO ¿Y ahora? ¿No oyes una cosa… una cosa así…Que no se oye?

BEATRIZ Sí

EGANO ¿Qué es?

BEATRIZ ¿Eso que no se oye? El silencio

EGANO Nunca lo imaginé tan inquietante. ¿Sabes lo que estoy pensando?

BEATRIZ Sé lo que estás deseando: que no venga.

EGANO Ciertamente. ¿No se habrá avergonzado de su propia infamia y se habrá arrepentido?

BEATRIZ No lo esperes. En cuestiones de amor muchos se arrepienten después, pero antes, ninguno. (Tocan las campanadas de las doce) La media noche en Santo domingo. Ha llegado el momento.

EGANO Ocúltate. Desde ahí puedes escucharlo todo sin ser vista.

BEATRIZ Valor, esposo mío.

EGANO ¡Un momento! ¿Cómo canta el cuco?

BEATRIZ Como el “la” de una flauta. Así.

BEATRIZ SALE, EGANO SE CUBRE NUEVANTE CON LA TOCA

VOZ DE ANICHINO Beatriz… Beatriz ¿Eres tú, mi dulce alondra? ¿Traes en tu seno de plata la llave que ha de abrir este verde muro?

EGANO LE AFIRMA POSITIVO Y LE TIRA LA LLAVE ENTRA ANICHINO

ANICHINO ¡Por fin! Había llegado a pensar que tú promesa no fuera más que un sueño de mi propia fiebre. Pero no, aquí estás iluminando mi noche. Ya presiento bajo el pudor de ese chal la súplica temblorosa de tus ojos. ¿Por qué ese recelo de corza sorprendida? ¿No estás dispuesta a todo?(silbido afirmativo) Júrame que nada te detendrá; ni el miedo al peligro, ni la paz de su casa, ni la fe que debes a tu esposo. ¿Me lo juras? (Silbido. Anichino cambia repentinamente el tono y golpea con hungarote que trae escondido) ¡Ah miserable! ¿Luego eran ciertas mis sospechas? ¡Infame adultera ¡Despreciable mesalina! (Golpea a Egano que trata de huir) ¡No has comprendido nada, insensata, que mi falsa declaración no era más que era un ardid para poner a prueba tu virtud? ¿me creías capaz de traicionar, como lo haces tú, al hombre al que le debo honra y fortuna? ¡Toma, Pérfida mujerzuela! ¡Pecadora!

EGANO ¡Piedad! ¡Misericordia!

15

Page 16: Cornudoapaleadoycontento

ANACHINO No temas, cobarde, que te denuncie a tu esposo. No lo haré por

ahorrarte esta vergüenza, pero no ha de quedar sin castigo tu traición (golpea nuevamente Egano grita desesperadamente)

EGANO ¡Socorro! ¡Beatriz! ¡Beatriz!

BEATRIZ ¡Basta, Anichino, por amor de Dios!

FINGIENDO.

ANICHINO ¡Qué ven mis ojos! ¿Otra Beatriz? Pero entonces ¿Quién esta desdichada?

EGANO ¿Tan ciego estás que no reconoces a tu señor?

ANICHINO ¡Cielos! ¡Micer Egano! ¿Estoy soñando o es arte de la brujería?

SACANDOSE EL CHAL

EGANO Tal me has dejado, hijo mío que ni yo mismo me reconocería. ¡Ay, noche aciaga! ¡Atropellado por mi mejor caballo y apaleado por mi mejor amigo!

ANICHINO ¿Y yo he ultrajado al hombre por que daría mi alma y mi vida? ¡Cortad, señor, estas manos pecadoras que han escarnecido lo que más veneran!

BEATRIZ Levantados, amigo, que mi esposo ya lo sabe todo y no ha de negaros su perdón.

ANICHINO ¡De rodillas lo he de ganar, besando la tierra donde él pise!

EGANO Así no; en mis brazos, hermano. (Se abrazan) Lástima que un alma tan noble tenga unas manos tan duras.

ANICHINO Permitidme que os explique esta confusión.

EGANO No hace falta, que ya Beatriz me lo había confiado todo

BEATRIZ Perdonadme si os ofendí con mis sospechas.

ANICHINO Yo soy el único culpable de este funesto enredo.

EGANO Los tres lo fuimos un momento; tú por dudar de Beatriz y nosotros por dudar de ti. Afortunadamente todo está aclarado, y si hasta hoy has sido mi servidor, desde ahora serás mi compañero en todo.

ANICHINO Gracias, señor. ¡Bendito el cielo que así transforma una infausta noche en la más hermosa de mi vida!

EGANO Bendito mil veces, digo yo. ¿Qué importan mi caballo ciego y mis costillas santiguadas, si ahora puedo jurar con las manos en el fuego que mi amigo es el más fiel de los amigos y mi esposa la más fiel de las esposas?

16

Page 17: Cornudoapaleadoycontento

BEATRIZ Alegrémonos todos. Toma mi brazo, querido. Tomad vos el otro. Y

celebremos juntos esta singular aventura. ¡Es la primera vez que el amor hace feliz a tres al mismo tiempo!

FIN

17