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XXVI.

La rica problemtica crictolgica del periodopreniceno (siglos Il y lll)

..... COM~ENZODE LARUPTURA DEL MOLDE GRIEGO: LA CRISTOLOG ~ EL LQOOS 31.1. xito e implantacin .............................................................................3

..........................................................1.2. Dilogo con el platonismo medio 4................1.3. Caractersticas ms destacadas de la cristologa del Logos 6

......................a) Impostacin econmica y cosmolgica de esta teologa 6....................................................b) La generacin- prelacin del Logos 7

............................................................................c) El subordinacionismo 7d) La mediacin universal del Logos ........................................................8e) Lgos spermatiksn de Justino ..........................................................9f) Salus ca rn is~ :la encarnacin ...........................................................11g) La cristologia de Orgenes y su teora de las ~ e p i n o i a ~.................... 12

........................................................................1.4. Balance y perspectiva 1 5

2.

UNIDADDE LA ECONOM~A ALV~FIGA...................................................................................................................................................2.1. Marcionismo 15

2.2. Gnosticismo ........................................................................................17................................................................................2.3. Reaccin eclesial 19

.......................................................... RUPTURADEFINITIVA DEL MOLDE JUD~O 23...............................................................................3.1. Judeocristianismo 24

a) Jess como gran profeta ...................................................................25............................................................................b) Cristologia anglica 25

.......................................................................c) Cristologia pneumtica 26

...........................................................................................d) Ebionismo 27.....................................................................................3.2. Adopcionismo 27..................................................................................3.3. Patripasianismo 28


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XXVI. Prenicenos G. Urbarri, SJ 2A. ORBE, Sobre los inicios de la Teologa. Notas sin impoffancia: Estudios

Eclesisticos 56,2 (1981) 689-704 [= Universitas Theologia, Ecclesia (II),volumen conmemorativo del Centenario de la Facultad de Teologa de laUniversidad de Deusto (Oa 1880-Bilbao 1980)l.

P. GRECH,Agli inizi della teologia cristiana", en: A. DI BERARDINO - B. STUDER (dirs.),SfoBa della teologia. 1 Epocapafrisfica,Piemme, Casale Monferrato 1993, 25-98.

M. SIMONETTI, Studi sulla cristologia del 11 e Ifl secolo, Institutum PatristicumAugustinianum,Roma 1993.M. SIMONETTI,"Le controversie cristologiche nel secondo e nel terzo secolo", en: La

cristologia nei Padn' della Chiesa (Bessarione, quaderno 2) , Herder, Roma1981, 25-44.

M. SIMONETTI, "La cristologia prenicena", en: E. DAL Covo~o(a cura di), Storia dellafeologia l . Dalle origini a Bernardo dichiaravaile,Edizisni Dehoniane, Bologna1995, 147-79.G. UR~BARRI,MonarquayTrinidad. El concepto teolgico((monarchiamen la controversia"monaquiana",U.P. Comillas, Madrid 1996.G. UR~BARRI,La emergencia de la Trinidad inmanente: Hiplito y Tertuliano, U.P.

Comillas, Madrid 1999.

Los siglos II y III son de una gran riqueza y no se dejan sintetizarfcilmente. Sin embargo, tampoco nos podemos permitir el espacio de unaexposicin detallada de cada autor, con sus peculiaridades propias, nipodemos entrar en todos los temas que tocaron a fondo. A riesgo desimplificar, la problematica cristolgica fundamental de estos dos siglos sepuede sintetizar estudiando las cuestiones principales a las que hubo de hacerfrente. Se pueden subrayar tres cuestiones mayores dentro del mbitocristolgico-trinitario en los siglos IIy III.

Esas tres cuestiones versan en el fondo y de manera diferente sobre elmodo de asegurar la fisonoma propia del cristianismo dentro de su entorno.Poda perder su fisonoma si se dejaba encasillar en una comprensin de lahistoria y de la salvacin que prescindiera de la herencia juda, del monotesmoy de una comprensin positiva de la creacin, de la historia y de la corporalidaddel hombre. Esta gama de cuestiones, que podemos sintetizar como la unidadde la economa de la salvacin otorgndole su centro a Jesucristo, se puso encuestin ya fuera separando el AT y el NT, como hicieran Marcin y losgnsticos; ya fuera negando la divinidad de Cristo, como hacen en el fondo lascorrientes ms judaizantes dentro del cristianismo primitivo; o ya fueraadaptando el kerigma cristiano a la mentalidad griega, sin permitir que la lgicadel cristianismo quebrara algunos principios bsicos del helenismo y losamoldara a su propia idiosincrasia. En definitiva, el gran reto ser mantener lacontinuidad con el judasmo, pero sin caer en l; mostrar la divinidad deJesucristo, sin romper con el monotesmo; y asegurar la unidad de la economasalvfica integrando la encarnacin como su clave de bveda.

En este captulo presentar pasar revista a esas tres cuestionesmayores, insertando algunos textos a lo largo de la exposicin que permitan unprimer contacto con los Padres. Dado que la cristologa del Logos ser la quetriunfe, me parece que resulta ms fcil seguir el hilo de la argumentacin siprimero se captan las lneas fundamentales de esta teologa. Por eso,


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XXVI. Prenicenos G. Urbarri,SJ 3comenzar por ah mi exposicin. Tras estos desarrollos, terminar con unabreve conclusin.

1. COMIENZO DE LA RUPTURA DEL MOLDE GRIEGO: LACR I STO~BCS~ADEL LOGOS

J. DAN LOu, Hisfoire des docfrineschr4fiennes avanf Nice 11 Messagevangliqueef culfure hellnistique aux /leet //lesiecles, Tournai 1961. [Trad. Cristiandad,Madrid 20021.

E. OSBORN,"L'ingresso del mondo greco-romano", en: A. DI BERARDlNO - B. STUDER(dirs.), Sforia della feologia. 1 Epoca pafrisfica, Piemme, Casale Monferrato1993, 99-144.

G. UR~BARRI,Monarquay Ttiitidad,U.P. Comillas, Madrid 1996,esp. 77-82.

Muchos de los elementos que vamos a presentar ahora y de los autoresque nos ocuparn volvern a se mencionados en los epgrafes siguientes.Pues lo primero que cabe destacar es que la as llamada cristologa del Logos(Logoschrisfologie) fue la que triunf en la Iglesia de los siglos 11 y 111 Al habertriunfado es la que se nos ha transmitido y ha contribuido de manera notable aestablecer las lneas maestras de la teologa trinitaria y de la cristologa, quetodava en gran parte hoy seguimos practicando.'

1. Dicha teologa, como recalca Simonetti, en un plazo relativamente brevede tiempo, unos cien aos, lleg a estar extendida e implantada en zonasbastante distantes, como se percibe por el aire comn de pensamiento a pesarde sus diferencias entre autores tan significativos y diversos como: Justino(procedente de Palestina, afincado en Roma), Tefilo de Antioqua, Taciano(Siria), Atengoras (procedente de Atenas y afincado en Alejandra?),Clemente Alejandrino, Hiplito (Asia Menor y ~ o m a ) ~ ,lreneo (procedente de

1 Por ejemplo, la discusin actual en torno a la fontanalidad del Padre compunto de partida de la teologa trinitaria o una consideracin de la Trinidad que partacomo lo ms primordial de las relaciones (Pannenberg, Greshakej tiene que ver con aaceptacin o el rechazo del molde preniceno como el cauce fundamental para pensarel misterio trinitario. Sobre este tema, cf. L. LADARIA,"Dios Padre. Algunos aspectos dela teologa sistemtica reciente", en: ID., La Trinidad, misferio de comunin,Secretariado Trinitario, Salamanca 2002, 137-171. Yo he presentado mi opinin afavor de la opcin prenicena en: "Tertullian als Kirchenvatep Geschichtliche unddogmatische Etwagungen zum ekklesialen trinitarischen Monotheismus", en: Vater derKirche. Ekklesiales Denken von den Anfangen bis in die Nuezeit. Festgabe frHermann Josef Seben SJ zum70. Gebudsfag, herausgegeben von J . ARNOLD- R.BERNDT SJ- R.M. STAMMMBERGERzusammen mit CHR. FELD,Ferdinand Schoningh,Paderborn-Mnchen-Wien-Zrich 2004,333-363.

Sin entrar en el complicadsimo debate sobre Hiplito romano, me refiero ados "Hiplitos" distintos. Sito en Asia Menor al presbtero oriental autor del ConfraNoefum, y enRoma al obispo autor de la Refufafioomnium haeresium.


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Asia Menor, afincado en las Galias), Tertuliano (norte de frica), Novaciano(Roma), Orgenes (procedente Alejandra, con actividad reseable en Roma,Cesarea de Palestina, Jerusaln, Antioqua), Dionisio Romano y DionisioAlejandrino.

2. Esta cristologa conjuga un doble movimiento fundamental, razn defondo de su xito. Por una parte, dentro de los intentos que hemos visto, esuna cristologa que afronta directamente la cuestin fundamental delcristianismo en estos momentos: aporta una explicacin suficientementecoherente y sostenible de la divinidad de Jesucristo. Las otras aproximaciones,de corte judeocristiano, gnstico, marcionita, etc. ofrecan debilidades mayoresa la hora de articular el conjunto de la economa de la salvacin, incluyendo lanovedad de Jesucristo, su capacidad de salvarnos y la continuidad con laherencia juda.

Por otra parte, esta elaboracin ser capaz de entrar en dilogo fecundo

con la mentalidad de la poca. Aqu reside su fuerza y su debilidad, como sepondr de manifiesto en toda su crudeza con la crisis arriana. Sin embargo,estos autores presentan una elaboracin que va haciendo una sntesis deelementos propios de la cultura griega, capaz de presentar el cristianismo deun modo verdadero y comprensible para la filosofa y la mentalidad religiosa dela poca: siglos IIy 1113. Como caracterizacin bsica y principal, lo primero que salta a la vistaes que se trata de una cristologa descendente. Es decir, una cristologa queparte del Verbo de Dios, del Logos, para construir desde all su razonamiento.Tal punto de partida permite un desarrollo armnico y en gran parte

indiferenciado de la teologa trinitaria y de la cristologa, que en el periodopreniceno son todava bastante difciles de diferenciar.

Se ha de resear la importancia de esta opcin, pues aunque luegovengan correcciones de no poca importancia, en el periodo preniceno escuando el conjunto de la dogmtica cristiana toma una orientacin bsica yfundamental, sobre todo frente al gnosticismo. Lo cual significa que la opcinpredominante en la cristologa, con mucho ser la descendente. Los intentosde articular una cristologa ascendente en el periodo preniceno resultarnfallidos: adopcionismo, judeocristianismo.

1.2. DIALOGOCON EL PLATONISMO MEDIO

El dilogo con la cultura de poca se traduce, primero, en un dilogo conla filosofa. Pues desde los apologetas y, particularmente, desde Justino, lostelogos de los siglos IIy IIIoptaron por presentar a los medios paganos cultosel cristianismo como la filosofa ms verdadera: "... hall que sta sola [sc. ladoctrina de los profetas] es la filosofa segura y provechosa."3As, pues, el campo

JUSTINO, Dial. 8,l; cf. tb. JUSTINO, 2 Apol 15,3. La traduccin de textosde Justino est tomada de: PadresApologetasGriegos (introd., texto griego, trad.y notas de D. Ruiz BUENO), BAC, Madrid 21979.


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de juego para el dilogo fe- cultura qued fijad^.^ Dentro de la filosofia, segundoaspecto, van a dialogar con la filosofa preponderante del momento, que se havenido a denominar platonismo medio, que es una suerte de sincretismo, conelementos sobre todo pitagricos, tambin estoicos y, en menor medida,aristotlicos, articulado en torno a la hegemona del Platn del Timeo(cosmologa, creacin, conocimiento de Dios), con fuertes tintes religioso^.^ Elfin supremo de la filosofa radica en el conocimiento de ~ i o s . 'El elementoreligioso de esta filosofa, pues, es muy fuerte.

Dentro del platonismo medio, para nuestro tema, resaltan dos aspectos.Se concibe a Dios como un principio supremo, absoluto y absolutamentetrascendente, plenamente inteligente, como un nous. Ahora bien, si se acentala trascendencia hasta el extremo, cmo es posible conocerlo o queestablezca relacin con el mundo? Este Uno divino trascendente media surelacin con el mundo a travs del alma del mundo, rectora del universosensible, y del Logos estoico, organizador de todo el cosmos.

Los autores cristianos no van a copiar tal cual este esquema, pero s quevan a hacer una reflexin que se sita en el horizonte de este tipo deproblemtica. Por una parte, acentuarn la trascendencia de Dios, con unateologa que incluya atributos negativos para Dios, como supremo principio,incognoscible, inmutable, impasible, incorruptible, etc. Este Dios supremo yprincipio de todo, posee toda la inteligencia y la inteligibilidad de todo lo quellega a existir, que es el resultado de la plasmacin de las ideas que estaban enel nous. El Dios Padre ser este principio supremo y trascendente. Pero se daa conocer y entra en relacin con el mundo a travs de su propia inteligencia,de su Logos y Sabidura, que es engendrado de su misma naturaleza y, en la

plenitud de los tiempos, se encarna. De ah que el Logos ostente la mediacinuniversal de la creacin y de la salvacin. Como se puede apreciar, no seacepta todo el esquema, pero s parte de su lgica, de tal manera que elmensaje cristiano puede dialogar con el pensamiento de la poca y corregirlo.

Ms detalles en: L. HONNEFELDER, "Christliche Theologie als awahrePhilosophie", en: C. COLPE- L. HONNEFELDER - M. LUTZ-BACHMANN (Hgs.),Spafantike und Chrstentum. Beifrage zur Religions- undGeistesgeschichte dergriechisch-rornischen Kulfur und Zvlisation der Kaiserzef, Akademie Ver lag,Berlin 1992, 55-75.

Desde mi punto de vista, una de las grandes debilidades de nuestra Iglesia decara a la evangelizacin es radica en la escasa produccin de una filosofa armnicacon la fe. Tal proceso en occidente ha sido histricamente previo a la capacidad depenetracin de la fe en la sociedad. Para un ejemplo, cf. F. RIVAS, "La escuela deAlejandra: Los contextos en la Primera Inculturacin de la Fe", en: G. UR~BARRI(ed.),Contexto yNueva Evangelizacin,wifsmg

Para una primera introduccin: S. LILLA,"Medio platonismo", en: DPAC11,1413-1416. Cf. tb. C. ANDRESEN, Justin und der mittlere Platonismus: ZNTW 44(1952-53) 157-195; S. LILLA, nfroduzione al Medio platonismo, lstituto Pafristico"Augustinianum", Roma 1992.


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XXVI. Prenicenos G. Urbarri,SJ1.3. CARACTER~STICASS DESTACADAS DE LA CRISTOLOG~ADEL LQGOS

Esta impostacin lleva consigo una serie de consecuencias y decaractersticas singulares, de las que sealar algunas.

a) lmposfacineconmicaycosmolgicadeesta feokgiaEl enfoque pone de relieve que el discurso sobre Dios parte de aquello

que conocemos de Dios en cuanto que l se manifiesta en la economa. Por lotanto, no se da todava una elucubracin teolgica especulativa sobre lo queocurrira en el seno mismo de Dios. Tal paso est ya en Orgenes, sin duda,que considera eterna la generacin del ~ i j o . ~

A mi modo de ver, la respuesta de Tertuliano a Praxeas le indujo a situarla alteridad paterno-filial en el seno mismo del Dios Trino, pero este aspecto

resulta discutido entre los especia~istas.~El asunto radica en si ya en estapoca, antes de Nicea, la generacin del Logos se explica solamente en ordena la creacin o si se puede percibir ya una teologizacin de la inmanenciatrinitaria: es decir de la comunin trinitaria como una realidad intrnseca al sermismo de Dios, de un modo irrestricto y coincidente con la misma realidaddivina en cuanto tal. Si la dualidad (o trinidad) ya fuera inmanente e intrnsecaal ser mismo de Dios, la divinidad del Logos-Hijo quedara mejor sancionada.Pues nicamente variara la comunicacin adextra que Dios hace de su amor,proferiendo al Logos-Hijo, un aspecto que ha de tener un momento temporalsegn nuestras categoras, pero no habra alteracin en cuanto al ser propio deDios como amor y comunin.

Esta impostacin econmica, se conoce a Dios y a su Verbo a travs desu actuacin econmica, salvfica, se traduce y va de la mano de unaimpostacin cosmolgica: es en tanto en cuanto Dios entra, mediante el Logoscreador, en relacin con el mundo, como nosotros adquirimos un conocimientode Dios. As, pues, independientemente del discurso sobre la creacin nopodr haber un discurso sobre ~ i o s . ~Por eso, todas las elucubraciones y losdesarrollos sobre el Logos se remontan a la creacin, al Logos creador, aldesignio creador del Padre que lo realiza a travs del Logos, engendrado por elPadre con el propsito de realizar la creacin.

"Hemos de entender que la luz eterna no es otra que el mismo Dios Padre.Ahora bien, nunca se da la luz sin que se d juntamente con ella el resplandor, ya quees inconcebible una luz que no tenga su propio resplandor. Si esto es as, no se puededecir que hubiera un tiempo en que no existiera el Hijo; y, sin embargo, no erainengendrado, sino que era como un resplandor de una luz inengendrada, que era suprincipio fontal en cuanto que de ella proceda. Con todo, no hubo un tiempo en el que[el Hijo] no existiera." (Orgenes, ln Hebr. fr. l[GCS 5,33n]). Tomado de J. VIVES, o.c.,234.

Remito a la discusin de detalle en: La emergencia dela Trinidad inmanente:Hiplitoy Terfuliano,U.P.Comillas, Madrid 1999.Vase el excelente libro de W. MARCUS, Der Subordinafianismus alshisfo~ologisches roblem,Max Hueber,Mnchen 1963.


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$1 Lageneraciin- prczlacidn delLogasEste planteamiento supone que una de las cuestiones capitales radica

en la doble perspectiva siguiente, que se va a conjugar: cmo partiendo de unnico principio divino (la "monarqua" divina) y trascendente (monotesmo judoy platonismo medio) se puede dar cuenta de la divinidad del Logos y de sucarcter de mediador universal, empezando por la creacin.

Este asunto se va a solucionar a travs de la generacin del Logos. Esdecir, esta serie de autores tomar pie en una serie de textos bblicos, entre losque destaca Prov 8,2230,'~donde encontrarn explicitada esta generacin del~ogos."Van a descubrir la presencia del Logos en Dios mismo. Ahora bien,este Logos estaba en el interior de Dios, ya ah activo y pensante como Logos,pero todava no ejecutando la voluntad creadora de Dios. El Logos existe

porque ha sido engendrado de la misma naturaleza o sustancia del Padre. Ypor ello le compete la divinidad, pues comparte la misma sustancia de DiosPadre, el mismo ser. Sin embargo, la generacin se concibe desde la claveeconmica y cosmolgicaque hemos esbozado, y por eso se presenta unida ala prolacin: a la emisin al exterior del seno intradivino del Verbo-Logos, queentonces comienza a ejecutar la voluntad de Dios, a realizar la obra de lacreacin.

Como se puede comprobar, la perspectiva econmico-cosmolgica hacedifcil pensar en una generacin inmanente eterna e independiente de lacreacin. Cae fuera del horizonte del pensamiento de estos autores. No hemos

de sacar de quicio entonces esta perspectiva para pedirles una serie dereflexiones, corrientes despus de Nicea, sobre las relaciones intratrinitariascon independencia de la economa de la salvacin.

Manteniendo este primer principio original y trascendente y otorgndolela divinidad al Logos, en la primera reflexin cristiana se tiene una concienciagrande de una cierta diferencia en la posesin de la divinidad: el Padre laposee radicalmente como propia, fuente y origen de todo; mientras que el

Verbo-Hijo, el Logos la posee en cuanto recibida. As pues, lo que queda claroes en el ser binitario (y trinitario) de Dios descubren un orden, lo quetcnicamente se llama una taxis. Si este orden se presenta de un modo algotosco aparece una cierta asimetra entre Padre e Hijo.

La solucin ms a mano para hacer compatible la divinidad de Cristo conla de Dios Padre concebido en general como Dios, sin ms, igual que en el

10 Cf. M. SIMONETTI, "Sull'interpretazionepatristica di Proverbi 8,22", en: ID.,Sutudi sull'a~anesimo,Studium, Roma 1965, 9-87." Ej. TERTULIANO, Prax. 5-7.Ms detalles en A. ORBE, Hacia la primerateologadela procesin del Verbo2vols, P.U. Gregoriana, Roma 1958.


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NT, '~era adjudicarle una divinidad menor, como de segundo orden. Estapostura teolgica se denomina subordinacionismo. Es decir, se subordina eltogos al Padre.

Sin embargo, se ha de tener presente que hay algunos autores

subordinacionistas ortodoxos y otros heterod~xos.'~Los grandes autoreseclesisticos del siglo II y I I I han de ser ledos en su contexto y en su moldecultural, sin pedirles un horizonte mental en el que no estn situados y esposterior a Nicea. La diferencia radical estriba en si el Logos pasa o no ser unelemento de la creacin (caso de Arrio), o si se mantiene dentro de la esfera dela realidad divina, a pesar de que se formule como un Dios segundo T4, o que sedistinga entre el Dios (con artculo y para referirse al Padre) y Dios (sin artculo,indicando la divinidad del ~i jo) . "Una cosa ser afirmar una divinidad algoreducida del Hijo y otra negarla. Dentro de esta estela podemos ubicar con todapropiedad a los grandes autores eclesisticos prenicenos: Ireneo, Hiplito,Tertuliano, Orgenes. Tildarles sin ms de subordinacionistas es aplicar unesquema histrico injusto y e~temporneo.'~

En Tertuliano, por ejemplo, ya encontramos una reflexin explcita sobrela reciprocidad esencial Padre-~i jo. '~Es decir, Tertuliano afirma que no puedehaber paternidad, el ser Padre del Padre, sin filiacin, habiendo un Hijo querealmente responda al ser Padre del Padre.

d) Lamediacin universaldelLogosEste planteamiento induce a adjudicarle al Logos una mediacin

universal de todo el obrar de Dios. La principal dificultad de este esquema, tal ycomo nosotros hoy lo percibimos, es doble: una cierta impasibilidad y distanciadel Padre que delega toda accin econmica en el Hijo y un impedimentogrande para elaborar una teologa del Espritu Santo donde ste obtenga elpuesto que le corresponde en la economa salvfica. La teologa trinitaria actualbusca una imagen de Dios Padre que no simplemente se quede detrs de alhistoria salvfica, en la trascendencia ms absoluta, y "delegue" todo en elVerbo-Hijo, sino que l mismo se implique directamente en la historia salvfica.Toda la temtica sobre el sufrimiento de Dios, por ejemplo, tiene que ver conello. Tambin se persigue la integracin de una autntica pneumatologa en elconjunto de la dogmtica cristiana, incluida la cristologa.

l2Cf. el famoso artculo de K. RAHNER, "Thes en el Nuevo Testamento", en:lo., EscritosdeTeologa 1 Taurus,Madrid 31967, 93-166.13 Cf.W.MARCUS, Der Subordinatianismus.l4OR~GENES,.Ce1.s. V,39.I5Tal y como aparece en Jn 1,l.16 Sera como reprochar a telogos de la primera mitad del siglo XX que no

manejaran la teologa del Vaticano 11 .l7TERTULIANO, Pfax. 9-10.


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Esta mediacin universal del Logos tiene como consecuencia que todaslas teofanas pasan a ser "~o~ofan as" , '~dado que el Dios trascendente es desuyo, conforme al platonismo medio, inaccesible. As, no solamente se haceuna lectura cristolgica del AT, sino que se salva la trascendencia de Dios.

Se ha de valorar, entonces, en su justa medida, que el Logos seconvierta en el principio fundamental de accin del Dios Padre. Es decir, se hade estimar todo el peso que tiene reconocerle la mediacin de toda obra deDios Padre, ya sea la creacin o la salvacin. Si es obra del Padre, mediante elHijo (en el Espritu), manteniendo la distincin de personas, se advierte elengranaje de la economa trinitaria de la salvacin. Si es una accin de Diosentonces, aunque sea mediada por el Hijo, ser divina. Ms an si el Hijo hasigo engendrado de la misma sustancia del Padre.

Por esto, la funcionalidad de la generacin del Logos-Hijo con vistas a lacreacin, aunque sea parangonable en cierto sentido con el Demiurgo platnico

debido a la asuncin parcial del platonismo medio, no se puede leer sin mscomo una simple degradacin a una categora ontolgica menor. Sino comotoda la sabidura encerrada en el reconocimiento de la trascendencia de Dios yde su apertura mediada hacia lo distinto de s: hacia la creacin, hacia lahistoria, hacia la humanidad. Esta teologa tiene la virtualidad de garantizar launidad de la divinidad, la "monarqua divina", y nuestra autntica relacin conDios.

Uno de los puntos importantes para estos autores, especialmente paralos apologetas, fue mostrar la verdad del cristianismo. Pero tal Verdad ha dedar cuenta no slo de la verdad propia de la fe, sino ser capaz de reconocer,explicar y englobar toda otra verdad autntica. Para los apologetas, que sonfilsofos convertidos, la filosofa es algo muy valioso, donde se encuentran yellos encontraron autnticos elementos de verdad.

Junto con la cuestin de la verdad est tambin presente la cuestin dela universalidad. En la poca esto se plantea desde una doble perspectiva:cmo siendo el cristianismo una religin tan reciente puede aspirar a afirmarque en ella se da la salvacin, siendo as que en estos momentos se consideraque lo ms antiguo es lo ms verdadero? El cristianismo deba acreditar suantigedad, ya sea por los profetas, ya sea por la presencia mediadora delLogos desde siempre. Adems, cmo puede Cristo, que ha aparecidorecientemente en la tierra con la encarnacin, ser el salvador universal?Cmopuede afectar la salvacin de Cristo al conjunto de la humanidad? Unade las elaboraciones ms logradas para dar cuenta de cmo la Verdad plena ytotal est en la fe cristiana, capaz de reconocer lo que hay de verdad fuera del

Cf. G. AEBY, Les missions divines de Saint Jusfin a Orgene, ditionsuniversitaires, Fribourg suisse1958.


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XXVI. Prenicenos G.Urbarri,SJ 10cristianismo y antes de l, y as dar cuenta de la universalidad del cristianismofue la de Justino con su teora del "logos seminal (lgos spermat ik~s) '~.'~

En resumen la teora de Justino dice as: el logos seminal se identificacon el Logos-Cristo. Este Logos es la verdad (cf. Jn 14,6). Todos los hombrestienen una parte de la verdad, de Cristo, gracias a las semillas de este logos(logi spermafik~]seminal que les han sido implantadas.

Justino desarrolla esta teora en sus dos apologas. All afirma que Cristoes el Logos (1Apol. 46,2; 2Apol. 10,3; 10,8). Ms an, Cristo es la totalidad delLogos (2 Apol. 8,3; 10,3). Ahora bien, este Logos est presente en todapersona humana:

"Porque a Scrates nadie le crey hasta dar su vida por esta doctrina; mas aCristo, que en parte fue conocido por Scrates-pues l era y es el Verboque est en todo, y l fue quien por los profetas predijo lo por venir y quien,hecho de nuestra naturaleza, por s mismo nos ense estas cosas

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aCristo, decimos, no slo le han credo filsofos y hombres cultos... Porque les la virtud del Padre inefable y no vaso de humana razn." (2Apol. 10,8).

Antes de su encarnacin, los hombres solamente podan participarparcialmente de l. Pero despus de la encarnacin, los cristianos gozan de latotalidad del mismo: "... a los que viven no ya conforme a una parte del Verboseminal, sino conforme al conocimiento y contemplacin del Verbo total, que esCristo" (2 Apol. 8,3)As se entiende, que todo lo verdadero nos pertenezca a los cristianos:

"Porque cada uno habl bien, viendo lo que con l tena afinidad, por la partedel Verbo seminal divino que le cupo... Ahora bien, cuanto de bueno estdicho en todos ellos nos pertenece a nosotros los cristianos, porque nosotrosadoramos y amamos, despus de Dios, el Verbo, que procede del mismoDios ingnitoe inefable .." (2Apol. 13,3-4;cf. tb. 2 Apol. 10,2).

El conocimiento parcial del Logos, que todava no se haba revelado ensu totalidad, explica la divergencia de las doctrinas filosficas griegas con elcristianismo, la disparidad de doctrinas entre los diferentes sabios y la parte deverdad que contienen estas doctrinas.

As, Justino entiende que el Logos-Cristo acta en todo ser humanoantes de la encarnacin. Justino elabora una construccin histrico-salvfica enla que Cristo es el maestro universal de toda verdad y el mediador de todasalvacin.

Cf. C. ANDRESEN, Justin und der miftlefe Platonisrnus: Z N l W 44 (1952-53)157-195; R. HOLTE, Logos spermatikos: Christianityand Ancient Philosophy accordingfo St Justin's Apologies: Studia Theologica 12 (1958) 109-168; J.H. WASZINK,"Bemerkungen zu Justins Lehre vom logos spermatikos", en: Mullus (FS T. KLAUSER),JAC.E 1, Mnster 1964, 380-390; B. STUDER, "Der apologetische Ansatz zur Logos-Christologie Justins des Martyrers", en: A.M. RlTTER(Hg.),Kerigma undLogos (FS C.ANDRESEN), Vandenhoeck & Ruprecht, Gottingen 1979,438-448.


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"Y la imagen de Dios es el Hijo [cf. Col 1,151,a cuya imagen ha sido hecho elhombre [cf. Gn 1,271. He aqu por qu, en los ltimos tiempos, se hamanifestado [cf. 1 ?e 1,201,para dar a entender que la imagen era semejantea S."(IRENEO, Dem. 22).22

De tal modo que la economa desde el principio pivota sobre l a encarnacin. Lasalvacin y el don de Dios nos llega a travs de l a encarnacin. La economase articula como una salus carnis, no solamente por causa del pecado y parareparar sus efectos, sino por ser e\ designio original de Dios, que apunta haciala recapitulacin de todo en Cristo:

"Puede mostrarse con evidencia, que el Verbo, que desde el principio estabaen Dios, aquel por medio del cual fueron hechas todas las cosas y que desdesiempre estaba presente en el gnero humano, en los ltimos tiempos, en elmomento predeterminado por el Padre, se uni a lo que l mismo habamodelado y se hizo hombre capaz de padecer. As se elimina la objecin delos que dicen: Si naci en el aquel momento, Cristo no existaanteriormente. Porque hemos mostrado, efectivamente, que el Hijo de Diosno empez a existir en aquel momento, sino que desde siempre exista en elPadre.Pero en el momento en que se encarn y se hizo hombre, entoncesrecapitul en s mismo la larga serie de los hombres, dndonos de unamanera compendiosa la salvacin, de suerte que lo que habamos perdido enAdn, es decir, el ser a imagen y semejanza de Dios [Gn 1,261,esto mismolo recupersemos en Cristo Jess." (IRENEO, Adv, haer., 111,18,1; cf. tb.111,16,6, entre muchos textos posibles.)23

Esta perspectiva no es solamente radicalmente antignstica, sino que tambinmuestra la estrecha imbricacin de cristologa y antropologa.

g) Lacristologade Orgenesysuteorade lasctepinoia~M. SIMONETTI, "La cristologia prenicena", en: E. DAL COVOLO (a cura di), Storia dellateologia 7. Dalle origini a Bernardo di chiaravalle, Edizioni Dehoniane, Bologna

1995, 147-79.

Orgenes (t 254/5)es uno de los ms grandes telogos de todos lostiempos.24 Su figura combina un conocimiento exhaustivo de la Escritura,siendo un exegeta excepcional; con un dominio enorme de la cultura de sutiempo, en particular de la filosofa y de la especulacin; y el inters por la

22 Puede verse la extensa nota de E. ROMERO POSE, en su edicin: IRENEODELIN, Demosfmcinde la predicacin apostlica [FPa 21, Ciudad Nueva, Madrid 1992,p. 106-8.24 Ofrece una presentacin general muy lograda H. CROUZEL, Origdne,

Lethielleux - Culture et verit, Paris - Namur 1985 (trad.: Orgenes. Un telogoconfmvertido,BAC, Madrid 1998).


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mstica y la doctrina espiritual. Nosotros nos centraremos en los rasgos bsicosde su cristologia.

En general, Orgenes participa de los rasgos generales de la cristologadel Logos aunque, como todos estos autores, con sus caractersticas

singulares. Entre ellas podemos situar las siguientes.

La clave de bveda ltima es un acendrado platonismo, combinado conun fuerte antignosticismo. En el fondo de sus escritos se percibe la fuerteimpronta de Platn y su espiritualismo (que le contradistingue fcilmente de lasalus carnsde lreneo o de Tertuliano). El ser superior es lo espiritual. Y el biende la persona humana est en remontarse en el camino espiritual hacia launin con el bien. Sin embargo, este fuerte platonismo, tpico de la tendenciade corte ms alejandrino, se ver compensada por una oposicin decidida yfrontal al gnosticismo en sus diversas formas.

Orgenes considerar la generacin del Hijo como propiamenteespiritual, tamquam a mente vofuntas, para sealar que no tiene nada que vercon los procesos animales o carnales.25Se trata de algo espiritual. Con estageneracin, el Hijo recibe la participacin (mefousa)en la sustancia del Padre.As, se mantiene la monarqua divina, que le corresponde al Padre.

Cuando no se ve apurado por la lucha contra los herejes, maneja unaconcepcin muy dinmica de la Trinidad, donde la unidad dimana de un serontolgica dinmico definido como bien y amor, que conforma la mismaTrinidad en su pluralidad. Cuando arrecia la polmica, tiende hacia unaterminologa metafsica ms esttica. Su doctrina trinitaria maneja la categora

de hipstasis para las tres personas y se suele caracterizar as. Se le sueleechar en cara no haberse preocupado suficientemente por articular la unin ounidad. Sin embargo, si se capta la esencia del dinamismo unitivo del amor ydel bien, no debera considerarse de menor solidez que un concepto msesttico, como sustancia (ousa).

Su teora ms curiosa consiste en la preexistencia de las almas. Por lotanto, tambin el alma de Cristo preexista. En la encarnacin se da una unidadcompleta entre el alma de Cristo y el Logos. Utiliza una comparacin quetendr xito en otros momentos: se unen como el hierro y el fuego.26Esta alma,en lugar de haberse degradado, como las dems, conserva sus

potencialidades iniciales, en cuanto al conocimiento del bien y de la verdad. Yahora, debido a la estrecha unin con el Logos, es como una especie deintermediario en la carne de la humanidad y la divinidad del Logos. En lamentalidad de Orgenes la unin ha sido tan estrecha que anticipa lo que ms

25 "Si enirn 'ornnia quae facit pater, haec et filius facit similiter', in eo quod omniaita facit filius sicut pater, irnago patris deformatur in filio, qui utique natus ex eo est velutquaedam voluntas eius ex mente procedens. Et ideo ego arbitror quod sufficere debeatvoluntas patris ad subsistendurn hoc, quod vult pater. Volens enirn non alia via utitur,nisi quae consilio voluntatis profertur. Ita ergo et filii ab eo subsistencia generatur." (Depnncipiis 1,2,6 [GORGEMANNS-KARPP]).Cf. De pnncipiis 1,2,9; CornJn,20,18,157-158.

26Deprincipiis 111,6,5-6.


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adelante ser la comunicacin de los idiomas, es decir el predicado de laspropiedades de cada naturaleza respecto del sujeto nico o, incluso, de lanaturaleza contraria.

Tambin defender que en la encarnacin se da la asuncin de una

humanidad completa: espritu (pneuma), alma (phyche) y cuerpo (soma),siguiendo la antropologa tricotmica de la poca que reseaba esos trescomponentes o dimensiones de la persona humana. Resuena el axiomasoteriolgico principal: lo que no fue asumido no fue sa~vado.~'

Una de las teoras curiosas de Orgenes ser resaltar enormemente lariqueza de Jesucristo, el Hijo de Dios, de tal manera que ningn nombre odenominacin es suficiente para englobar toda su abundancia. De ah que sedeban explorar las diferentes denominaciones (epinoia).28 Dentro de estasdenominaciones, que explora fundamentalmente en el comentario al evangeliode Juan y su libro sobre los principios (De principbs1~2)~'destaca sobre manerala de Logos. Este aspecto no puede sorprender en un telogo del Logos y deorientacin platnica.

En su clasificacin, Orgenes distingue las denominaciones que Cristo seda a s mismo en la Escritura, las que le otorgan los autores del NT-quenosotros calificaramos como ttulos cristolgicos-, las que recibe en el AT y lade Logos. Orgenes las comenta y analiza y recalca cmo algunas expresan elser propio de Cristo (Palabra, Vida, Verdad) y otras expresan su relacin connosotros, bajo el punto de vista de nuestra necesidad de salvacin (Pastor,Luz). El conocimiento de estas denominaciones implica la penetracin el serpropio de Cristo y el acercamiento progresivo a la profundidad de su misterio.

De este modo se combina el progreso en la vida espiritual con la profundidaddel conocimiento cristolgico. Ms adelante, los Padres capadocios tomarnmuchos de estos elementos y propondrn de alguna esta suerte dedenominaciones de Cristo tambin como el modelo del propio camino espiritualdel cristiano: hacerse con Cristo puerta, pastor, camino, luz, palabra, sabidura,etc.

27 Cf. Dia1.H.7.28 Cf. H.J. SIEBEN, VomHeil in den vielen 'Namen Christi' zur 'Nachahmung'derselben. Zur Rezeption der Epinoia-Lehre des Origenesdurch die kappadokischenVafer.Theologieund Philosophie73 81998) 1-28.29 La parte dedicada a la cristologa de este tratado comienza distinguiendo el

Verbo eterno del Verbo encarnado y subrayando la conveniencia del estudia de lasepinoia:"Primo illudnos scire oportet, quod alia est in Christodeitatis eius natura, quodest unigenitus filius patris, et alia humana natura, quam in novissimis temporibus prodispensatione suscepit. Propter quod videndum primo est, quid sit unigenitus flius dei,qui multis quidem et diversis nominibus pro rebus ve1 opinianibus appellantiumnuncupatur." (De principiis 1,2,1; GORGEMANNS

-

KARPP).


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Todo este edificio, que posee sus puntos dbiles a pesar de suingeniosidad y grandiosidad, har crisis fundamentalmente con Arrio. El concilio

de Nicea se puede leer como un correctivo a la "helenizacin"del cristianismo yno como su consagracin.Cabe destacar un aspecto con el que la doctrina cristiana entrar en

contradiccin y pugna con el helenismo, al que anuncia ahora la fe, a quientrata de hacerla comprensible y de donde proceden sus propios seguidores.Para el helenismo no era comprensible que un mismo pudiera cabalmente sera la vez verdaderamente Dios y verdaderamente hombre. La definicin deambos trminos inclua de por si la exclusin recproca del otro: lo divino, serapor definicin, no humano; y lo humano, por definicin, no divino. An hoy enda nos cuesta comprender que pueda haber una conciliacin entre estos

elementos. Aplicado este principio al caso de Cristo, significa que uno de lospolos se negar, ya sea completa o parcialmente. Todo el equilibrio hastaCalcedonia ser una pugna por entender cmo es posible que exista unapersona tan excepcional que sea en plenitud simultnea Dios y hombre,verdadero Dios y verdadero hombre en la unidad de una nica persona ohipstasis.

Hacia la mitad del siglo II(ca. 140) Marcin, rico comerciante del Ponto,elabor una propuesta que pretenda ser fiel al misterio de Cristo. Marcincapt la novedad radical de Cristo. Su percepcin de la novedad le impidicaptar tambin los rasgos de continuidad de Cristo con los profetasveterotestamentarios que la haban anunciado, con la revelacin en el AT. Poreso, Marcin estableci una divisin tajante entre el AT y el NT: entre la Ley yel evangelio; entre el Dios creador y justo del AT y el Dios misericordioso delNT. Adems, elabor un "canon" (= lista oficial y normativa) de las Escrituras,prcticamente reducida al evangelio de Lucas, expurgado por Marcin deelementos judaizantes, y diez cartas paulinas, entre las que sobresale el pesoconcedido a la carta a los Glatas.

A Marcin se enfrentarn algunos de los grandes autores eclesisticosde los siglos II y III, como Tefilo de Antioqua (floruit 180) y Tertuliano (7 ca.2201 .~~

30 Directamente antimarcionitas son las obras de Tertuliano: AdversusMareionemen cinco libros, del que nos ha llegado la tercera edicin de esta obra; DecarneChrsti;Deresurnectione morfuonrm de TERTULIANO. Sabemos que TEFILODEANTIOQU~Aredact una obra contra Marcin, pero no nos ha llegado. Hay tonosantimarcionitasp. ej. en IRENEO,Adv. haer. 1,27,2-4; 11,30,9; 111,25,2-3.


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Veamos un ejemplo de la teologa de Marcin, desde la perspectiva dela respuesta de Tertuliano a sus puntos de vista:

"As, el punto principal y, consecuentemente, la totalidad del combate versa

sobre el nmero: si es lcito introducir dos dioses, por una licencia quizpotica pictrica o, ya sea una tercera, licencia hertica. La verdad cristianalo ha proclamado con toda claridad: Si Dios no es nico, no hay Dios [si Desunon unus est, non est]. Nos parece mejor negar la existencia de una cosaque atribuirle una existencia como no debiera. Si quieres llegar a conocer queno puede haber ms que un Dios, pregntate qu es Dios, y encontrars queno puede ser de otra manera. En cuanto le es dado al hombre dar unadefinicin de Dios, voy a dar una definicin que ser admitida por elconsentimiento universal de los hombres: Dios es el ser de supremagrandeza establecido desde la eternidad [Deum summum esse mgnum, inaetemitate constifufum], no nacido, no creado, sin principio ni fin. stas sonlas propiedades que hay que atribuir a esta eternidad [hunc enim statumaetemifatiscensendum] que constituye a Dios como grandeza suprema. Diosdebe tener estos atributos y otros semejantes, si ha de ser la supremagrandeza en forma y modo de ser, as como en fuerza y poder." (TERTULIANO,Mam. 1,3,1-3).31

Brevemente, se puede advertir que, en primer lugar, la discusin con Marcincomienza por la cuestin del nmero: si hay pluralidad de Dioses (uno del AT yotro del NT) o si de un nico Dios verdadero sin ms. Obsrvese cmo aquTertuliano insiste fuertemente en el monotesmo, mientras que en su disputacon Praxeas, sin renunciar al monotesmo, se convertir en el campen de laTrinidad.

Por otra parte, apunta a la regla de fe cuando dice: "La verdad cristianalo ha proclamado con toda claridad: Si Dios no es nico, no hay Dios" (Marc.1,3,1).La regla de fe era una exposicin sinttica del contenido fundamental dela misma fe, con un esquema bastante regular, pero una formulacin lingsticaque fluctuaba segn las circunstancia^.^^ Se origin a partir de la catequesis yde la necesidad de ofrecer frmulas condensadas de la fe. Tanto lreneo comoTertuliano la emplean con suficiente amplitud contra los diversos herejesu

Por ltimo, la argumentacin es de corte filosfico, con cierto parecido alargumento de san Anselmo, en cuanto que parte de la grandeza de Dios. Esta

grandeza, bien pensada, obliga a la singularidad. Pues si es compartida, ya noes la ms suprema posible.

31 Para la traduccin me apoyo en: J. VIVES, o.c., $j 342; y en la versinfrancesa de R. BRAUN: TERTULLIEN, Contre Marcion. Libre l(SC 365),Cerf, Paris 1990.

32 Para una primera introduccin: B. SESBOU- J. WOLINSKI, El Dios de lasalvacin, Secretariado Trinitario, Salamanca 1995, 38-48.

33 Cf. p. ej. IRENEO,Adv. haer., 111,6,5; TERTULIANO, Pmesc. 13,2; Virg. 1,3;Prax. 2, l .


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G. FILORAMO,"Gnosis, gnosticismo", en: DPAC 1,951-956.B. ALAND, Gnosis und Kirchenvater. lhre Auseinandersetzung um die lnterpretation

des Evangeliums", en: ID., (Hg.), Gnosis(FS H. JONAS), Gottingen 1978, 158-215.

M.SIMONETTI,"Gnosticismo e cristianesimo", en: ID.,Ortodossia ed Eresia fra 1e lISecolo, Msssina 1994,101-140.Aunque no se puedan identificar, entre el marcionismo y el gnosticismo

hay muchos aspectos comunes. Ambos coinciden en negar la verdaderaencarnacin (manejan una cristologa doceta) y tambin ambos consideraninferior la economa del AT con respecto a la del NT, estableciendo unadistincin que implica una ruptura. Adems, los gnsticos desprecian todo loque sea material, conciben la salvacin en clave gnoseolgica.

Uno de sus rasgos tpicos es el manejo de una antropologa muy elitista.Siguiendo la antropologa tricotmica (tres partes en la persona humana), queentenda al ser humano compuesto de espritu (pneuma), alma (psych) ycarne (srx), van a concebir tres tipos de personas. Los espirituales opneumticos, que son aquellos que poseen una chispa del espritu divino.Gracias a este espritu alcanzan el conocimiento de Dios, la relacin con ladivinidad y la salvacin. Estos, evidentemente, son los gnsticos. En algunasversiones incluso piensan que dada esta presencia del pneuma o espritudivino en ellos, lo carnal no les podra afectar, dando lugar a orgas sexuales yotro tipo de comportamientos inmorales.34Los psquicos son aquellos quepueden alcanzar la salvacin, pero no lograrn el conocimiento perfecto. Aqu

sitan en general a los miembros de la gran Iglesia, que tienen todava un grancamino para recorrer y no alcanzan la altura espiritual ni de comprensin de losmisterios de Dios de los gnsticos. En tercer lugar los carnales o hlicos (hyle?=materia) estn alejados de Dios y no pueden alcanzar ni la salvacin ni la unincon la divinidad.

El elitismo de los gnsticos visto a distancia parece fcilmentedescartable. Sin embargo, a lo largo de la historia de la Iglesia no han dejadode surgir, de un modo u otro, corrientes que han hecho distinciones de gradodentro de la comunidad cristiana con distintas denominaciones entre losperfectos, los progredientes y los principiantes o que han contrapuesto el ideal

de una Iglesia de profesantes a una Iglesia de masas. El asunto no es tanfcilmente simplificable desde el gran principio de la gradualidad de la adhesina la fe. Pablo, con algunas afirmaciones, dar pie a muchas cbalas,35algunasde ellas muy desafortunadas:

34 IRENEO,Adv. Haer. 1,13,3s.35 OR~GENEStendr muy presente este tipo de textos de Pablo, en su

concepcin de la vida espiritual y las diferentes etapas par las que se pasa. Ha sidoenorme la influencia de su Comentarioal cantarde los cantares trad. A. VelascoDELGADO; introd. y notas M. SIMONETTI[BPa 11,Ciudad Nueva, Madrid '1994), y de suhomila 27 sobre el libro de los Nmeros (trad. H.J. SIEBEN, Ausgesfreckf nachdem,was vor mir ist. Geistliche Texfe von Ongenes bis Johannes Climacus, PaulinusVerlag, Traer 1998, 16-48).


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"Yo, hermanos, no pude hablaros como a hombres espirituales@neumafikois),sino como carnales (sarknois),como a nios en Cristo. Os dia beber leche y no alimento slido, pues todava no lo podas soportar. Niaun lo soportis al presente; pues todava sois carnales." (1 Cor 3,l-3; cf.Heb 5,12-14).

Adems, los gnsticos elaboraron una especulacin tremendamente potente yrica, que era capaz de explicar, una vez aceptada su lgica, el conjunto de la

salvacin, de los misterios de la vida de Cristo, de las Escrituras. El principiogeneral de toda esta especulacin, llena de mitos y de desarrollos asombrosos,estriba en la necesidad de una cascada ontolgica descendente, de eones,

desde el Uno primordial hacia el Demiurgo final que puede entrar en contacto

con la materia. La encarnacin gnstica, que nunca ser una encarnacin real.

Sus especulaciones son abstrusas y difciles de entender, separando diversosniveles y casi personajes en Cristo, de categora ms o menos divina:

"Jess sera sin duda el Hijo, mas su padre sera el Cristo, y el Padre deCristo, Dios. Otros andan diciendo que sufri slo en apariencia, puesto quees impasible>>36.Los valentinianos distinguen entre el Jess de laEconoma, que pas a travs de Mara,sobre el cual posteriormente dela regin superior descendi el Salvadon>,al cual tambin se llama Cristopor llevar el nombre de todos aquellos que lo han emitido. Este habraentrado en comunin con aquel que viene de la Economa, de su Poden>y de su Nombre, a fin de que la muerte quede vaca. Se conocera elPadre por el Salvador que descendi de la regin superion>,al cual indicancomo el receptculo mismo de Cristo y de todo el Plroma." (IRENEO,Adv.Haer. 111,16,1).~~

En realidad, el gnosticismo supuso una alternativa en bloque y total a laconcepcin cristiana ms radical. La oposicin se concentrar, en definitiva, en

una clave cristolgica fundamental: la encarnacin del Logos eterno en la carne

y, consiguientemente, la alta estima que guarda la fe cristiana respecto de lacorporalidad y la historia. La humildad de nuestro barro no le repugna a lamajestad de nuestro Dios.

El gran opositor al gnosticismo ser Ireneo, con su magna obra en cincolibros Confra los herejes. Exposicin y refutacin de la falsa gnosis, escritahacia finales del siglo II y una de las grandes cumbres de la teologauniversal.38Tambin Tertuliano les combatir arduamente, especficamente en

36 Clara alusin al docetismo. Sin un cuerpo verdadero no habra pasin.37 Trad. de C.I. GONZLEZ.Vase la nota siguiente.38 La edicin crtica de mayor uso hoy en da es la coleccin Sources

chrtiennes en diez volmenes: Cerf, Paris 1952-82 (SC 34, 100, 152-153, 210-21 1,263-264, 292-293). Trad. espaola completa: IRENEO DE DON,Confra los he~ jes .Exposicin y refutacin dela falsa gnosis (traduccin, estudio introductivo, notas endices preparada C. l. GONZLEZ)Conferencia del episcopado mexicano, Mxico D.F.2000. Trad. parcial: San Ireneo, Confra las herejas 111 y IV 2 vols (trad. J.GARITAONAND~AHURRUCA),Apostolado mariano, Sevilla 1994.


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XXVI. Prenicenos G. rbarri, SJ.

su obra Adversus al en t i ni ano s.^^

La reaccin eclesial contra Marcin y contra el gnosticismo se centraren los siguientes puntos:

1. Defensa y afirmacin de la existencia de una nica economa de lasalvacin, que comprende tanto el AT como el NT. Hay un nico designiosalvador de Dios, que se lleva adelante en sus fases diversas, comenzando porla misma creacin, siguiendo por todo lo que supone el AT como preparacinde la venida de Cristo y el anuncio de su futura llegada; alcanzando entoncessu cumplimiento en el nacimiento, la vida, la muerte y resurreccin deJesucristo, el Hijo de Dios, como momento de revelacin y cumplimiento delplan inicial de Dios; y que camina hacia su consumacin escatolgica final

gracias a Jesucristo y al don de su Espritu. Uno de los telogos que msdestacar en el subrayado de la unidad de la economa divina de la salvacinser re neo;^' aunque tambin se debe ubicar aqu a Tertuliano.

Este subrayado de la unidad de la Ljnica economa de la salvacin,desde la creacin hasta la consumacin escatolgica al final de los tiempos,implica un reconocimiento de la actividad salvfica de la Trinidad ya en el AT.Pues de lo contrario parecera que la Trinidad empieza a existir y actuar comotal solamente con la encarnacin. Por eso, en esta poca se har una lecturatrinitaria de diversos textos del AT,~'en contraposicin con la exgesis juda, ycomo pieza integrante de la exgesis antignstica. Por ejemplo, se entender

que el plural de Gn 1,26: "hagamos al ser humano a nuestra imagen" alude a laTrinidad o, cuando menos, a la presencia ya real del Verbo Dios junto al PadreDios, pues en el primer momento se alternarn los discursos binitarios y lostrinitarios. He aqu un ejemplo, comentando Justino Gn 19,23-25:

"Luego, aparte de Dios mismo, que se apareci a Abrahn, hay que decir quees tambin Dios este de los ngeles que bajaron a Sodoma, a quien, porboca de Moiss, llama Seon>la Escritura." (JUSTINO, Dial. 56,13).

Siguiendo la misma estela, se har una lectura cristolgica del AT: esdecir, se descubrir cmo ya en el AT Cristo estaba prefigurado y anunciado deun modo "tipolgico", de tal manera que se le pudo reconocer y saber quin eracuando de hecho se encarn. As, por ejemplo, la figura de Jos (Gn 37ss),vendido por sus hermanos, con una tnica inconsutil, que ser quien salve asus hermanos del hambre, se entender como una clara figura mesinica, queprefigura en sombra al verdadero mesas. O la pascua se entender como

39 SC 280-281(ed. J.-C.FREDOUILLE; Cerf, Paris1980-1981).40 Puede verse: R. POLANCOFERMANDOIS,El concepto de profeca en lafeologa de san Ireneo,BAC, Madrid 1999.41 Una muestra en mi estudio: Las feofanias vefemfesfamenfariasen Jusfino,Dial. 129 y 5rerfulian0, Prax. 11-13. Un caso db continuidad en la argumenfacin

exegfica anfimonaquia: Miscelnea Comillas 52 (1994) 305-19.


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prefiguracin de la pasin de En esta lnea, como veremos msadelante, las teofanas veterotestamentarias se convertirn en "Logofanas":apariciones del Verbo. He aqu un ejemplo:

"El Jardn era tan bello y agradable que el Verbo de Dios se personaba con

frecuencia enl;

se paseaba y entretena con el hombre prefigurando lo quehbaa de suceder en el futuro, es decir, que el Verbo de Dios se haraconciudadano del hombre y conversara y habitara con los hombresensendoles la justicia." (IRENEO,Dem.12).

2. Ya hacia finales del siglo IIse har un discernimiento acerca de los librosque forman parte de las Sagradas Escrituras. Es decir, hacia finales del siglo 11se poseer ya el canon de las Escrituras, como respuesta contundente y firmeal canon marcionita. Tanto lreneo como Tertuliano manejan nuestro actualcanon. La decisin de establecer el canon es, posiblemente, la decisin msimportante de la lglesia postapostolica.43

Una teologa que no reconozca autoridad normativa a la Iglesia paracuestiones de fe no puede dar razn de cmo, estando la lglesia bajo laEscritura (sola Scriptura), ella es quien decide el canon de la Escritura en unacto de recepcin de su propia tradicin. Pues con esta decisin se percibecmo la lglesia es quien recibe la Escritura y, a la vez, quien la interpreta, y,sobre todo, quien interpreta qu documentos son o no Escritura Santa, de talmanera que en la liturgia se pueden proclamar con toda solemnidad como"Palabra de Dios". La lglesia es, entonces, a la vez, autora, receptora eintrprete mxima de la Escritura. Y tal complejidad de relaciones no se puedesimplificar bajo la mxima sola Scriptura, por ms que la Escritura ostente unpapel principalsimo en la vida de la Iglesia y sea un tesoro maravillossimo.

3. Un frente de batalla decisivo fue la exgesis. Los gnsticos fuerongrandes exegetas. Decan extraer sus doctrinas de las Escrituras. El primercomentario completo de un libro de la Escritura lo realiz el gnstico Heraclen.Lo sabemos por la refutacin del mismo que hizo Orgenes en su comentario alevangelio de Juan.

La dificultad estaba en que los eclesisticos acudan a los mismos textosy manejan en gran parte la misma metodologa exegtica, si bien rechazan lassimbologas exageradas, como las numricas. Sin embargo, s que hacan unaexgesis de carcter tipolgico, en lo que coincidan con los gnsticos. Elcampo de batalla se libr a nivel exegtico. Fue mrito enorme de los grandesautores eclesisticos desenmascarar la exgesis gnstica y proponer unaexgesis eclesial conforme con la regla de fe apostlica." Segn el gran

42 IRENEO, Dem. 25.

43 La decisin ms importante de la lglesia apostlica fue, posiblemente, latomada en el as llamado concilio de Jerusaln (cf. Hch 15), donde se determin noimponer la circuncisin (el cumplimiento de la ley mosaica) a los cristianasprocedentes de la gentilidad.

44 Ms detalles, p.ej.: M. SIMONETTI,Per typica ad vera. Note sull'esegesidiIreneo:Vetera Christianorum 18 (1981) 357-382.


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especialista espaol A. Orbe, para entender bien la exgesis eclesistica, hayque captar el elemento antignstico presente en la misma, pues toman algunascuestiones de la gran imaginacin y perspicacia gnstica, mientras querechazan decididamente sus exageraciones.

4.Uno de los componentes de la teologa de Marcin y de los gnsticosera el docetismo. La cristologa de Marcin, como la gnstica, era doceta. El

trmino docetismo procede del griego dokein, cuyo significado como verbointransitivo es: "tener apariencia de". As, una cristologa doceta es aquella queafirma que Jesucristo tena "apariencia de hombre", pero no lo era en realidad.La cristologa doceta, por lo tanto, se aparta claramente del principiosoteriolgico fundamental que hemos formulado, como la gua de la reflexincristolgica de los Padres.

Si se mira con cuidado el conjunto de la teologa de Marcin y de losgnsticos no extraa que fueran docetas. Pues una teologa que no valora ni la

creacin ni la historia de Israel, no podr apreciar tampoco la humanidad deCristo. Marcin y los gnsticos negaban que el Verbo de Dios hubiera asumidouna carne humana, pues esto le sera impropio a Dios. Sin embargo,precisamente en pugna con Marcin, Tertuliano pronunciar una de sussentencias ms clebres: caro salutis estcardo (la carne es el quicio de lasa~vacin).~~Abundando en el tema, Tertuliano ensalza la carne con estaspalabras, en las que se vincula estrechamente la creacin del hombre(antropologa) y la encarnacin (cristologa):

"Mi propsito es vindicar para la carne todo aquel honor que le confiri el quela cre. Porque ya entonces la came pudo gloriarse de que siendo tan pocacosa como es el limo de la tierra, lleg a encontrarse entre las manos deDios. (...)Imagnate a Dios enteramente ocupado y entregado a este material, con susmanos, con sus sentidos, su actividad, su ingenio, su sabidura, suprovidencia y, sobre todo, con su amor que le dictaba los rasgos quemodelaba. Porque cuando iba dando expresin al barro, estaba pensando enCristo que tena que ser hombre, es decir, barro, ya que el Verbo se haracarne [sermo caro], que entonces era tierra. Por esto empez el Padrediciendo: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza (Gn 1,26).E hizo Dios al hombre, lo hizo modelndolo,


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XXVI. Prenicenos G. Urbarri,SJ 22"Por tanto, haceos los sordos cuando alguien os hable a no ser de Jesucristo,el de la descendencia de David, el hijo de Mara, que naci verdaderamente,que comi y bebi, que fue verdaderamente perseguido en tiempo de PoncioPilato, que fue crucificado y muri verdaderamente a la vista de los serescelestes, terrestres e infernales. l resucit verdaderamente de los muertos,habiendo sido resucitado por su mismo Padre, y, a semejanza suya, a los

que hemos credo en ltambin su Padre nos resucitar en Jesucristo, fueradel cual no tenemos vida verdadera. Pero si, como dicen algunos ateos, esdecir, incrdulos, l ha sufrido en apariencia -jellos mismos s sonapariencia!- por qu estoy encadenado? por qu deseo luchar con lasfieras? As pues, muero intilmente. Por tanto, hablo falsamente del Seor."(IgnTml.9-10; FPa1).

El mismo Ignacio de Antioqua aporta otra perspectiva interesante a lacristologa, pues predica del nico sujeto cristolgico, de la persona deJesucristo, propiedades que suenan contradictorias. Es lo que ms adelante seva a llamar la comunicacin de idiomas, es decir, el reconocimiento de lahumanidad y la divinidad, cada una con sus propiedades, pero que se puedenpredicar de un nico sujeto, dada la unidad de Jesucristo, Dios y hombre. Heaqu un bello texto de Ignacio:

"Hay un solo mdico, carnal (sarkiks) y espiritual (pneumatiks), creado eincreado, Dios hecho carne, vida verdadera en la muerte, [nacido] de Mara yde Dios, primero pasible y, luego, impasible, Jesucristo nuestro Seor."(IgnEph.7,2; FPa1).

En esta misma lnea es muy bella la homila de Melitn de Sardes(escrita ca. 160-170), de la que salamente entresaco este texto, donde seconjuga la unidad de la economa salvfica, la lectura tipolgica del AT y lapredicacin de los diversos atributos o propiedades, humanasy divinas, de unnico sujeto:

"As pues, la inmolacin de la ovejay el rito de la pascuay el rito de la leyhan culminado en Cristo Jess,por el cual sucedi todo en la antigua Ley,y ms an en el nuevo Logos (= Testamento).En efecto, la Ley se ha convertido en Logosy lo antiguo en nuevo

-

habiendo salido ambos de Sin y de Jerusaln-y el mandamiento en gracia,y la figura en realidad (o ~ 6 7 ~ 0 ~h.reeta),y el cordero en Hijo,y la oveja en hombrey el hombre en Dios.Porque alumbrado como Hijo (vio5 TEX~E~S),y conducido como cordero,e inmolado como oveja,y sepultado como hombre,resucit de entre los muertos como Dios,siendo por naturaleza ($6oet)-Dios y hombre.El cual [Cristo] es todo:


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XXVI. Prenicenos G. Urbarri,SJley en cuanto que juzga,Logos en cuanto que ensea,gracia en cuanto que salvapadre en cuanto que engendraHijo en cuanto que es engendrado,oveja en cuanto que sufre,

hombre en cuanto que es sepultado,Dios en cuanto que resucita."47

3. RUPTURA DEFINITIVADELMOLDE JUD~OYa desde el NT se venia poniendo en cuestin el molde judo: Jess lo

supera, lo rompe, lo consuma y lo desborda. Baste con notar que con Jess losttulos de majestad se redisean, para adaptarlos a Jess. Adems, dentro delNT mismo se llega a declaraciones que rompen el estricto monotesmo judo.As, se habla de Jess no solamente como el Kyrios, sentado a la derecha deDios y Seor de la historia (Hch 2,21.36; 10,36; Rm 4,24; 10,9; 14,9); sinotambin como el principio de la creacin (1 Cor 8,6), hacia la que toda ellamarcha (Col 1,15-20; Ef 1,3-14). Ms all del reconocimiento de supreexistencia (Heb 1,2-3; Filp 2,5-11; Jn A), el primer final del evangelio deJuan le reconoce como "Seor mo y Dios mo" (Jn 20,28). Este molde judoterminar por romperse completamente con el paso del tiempo.

La cuestin fundamental que est detrs es la pervivencia delmonotesmo. La Iglesia ensayar, por fidelidad a su fe, un camino dificil. Optarpor seguir el cauce del judasmo, en cuanto que se mantendr fiel almonotesmo, frente a toda otra suerte de explicacin del mundo, de la creaciny de Dios. Pero modificar la comprensin juda del monotesmo paraconvertirlo en un monotesmo t r i n i t a r i ~ : ~ ~es decir, un monotesmo en el quemanteniendo el monotesmo se pueda, a la vez, afirmar la verdadera divinidadde Jesucristo, el Hijo de Dios, y del Espritu Santo. Al final de su tratadotrinitaria, Adversus Praxean, dice Tertuliano:

"Por lo dems, esta realidad es propia de la fe juda: creer de tal suerte en unDios nico [unum Deum] que no se quiere contar con l al Hijo y despus delHijo al Espritu. Pues, qu hay entre nosotros y ellos si no es estadiferencia? Qu necesidad del evangelio, que es lasustancia del Nuevo Testamento, conservando Ley y los profetas hasta Juan,sino que desde entones el Padre y el Hijo y el Espritu, tres secree, constituyen un Dios nico [unum Deum]? As quiso Dios renovar elmisterio [sacramentum],para que se crea de manera nueva mediante el Hijoy el Espritu Santo en el Uno, de tal manera que Dios ya sea pblicamente

47 MELITNDE SARDES, Peri Pascha 6-9 (v. 39-68). Tomado de MELITNDESARDES, Homila sobre la pascua (ed. por J. IBEZBEZ-F. MENDOZARUIZ), Eunsa,Pamplona 1975.

48 Sobre esta cuestin, en cuanto ligada a la problemiitica patripasiana, versami tesis doctoral: Monarqua y Ttinidad. El concepto feolbgico monarchia en laconfoversia "monarquiana", U.P. Comillas, Madrid 1997.


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XXVI. Prenicenos G. Urbarn',SJ 24conocido en sus propios nombres y personas, el que antiguamente fuepredicado mediante el Hijo y el Espritu y no era entendido." (Prax. 31,1-2).~'

Este ser el laborioso camino hasta I Constantinopla, donde se adquieragracias a la gran contribucin de los Padres capadocios, una formulacin nosolamente formal, sino claramente articulada y racionalmente defendible deeste aspecto de la fe, presente en la comunidad cristiana desde antes de suarticulacin conceptual refleja.

De una manera u otra, hubo cuatro posiciones teolgicas que semantuvieron en una forma de monotesmo no trinitario, poniendo entonces encuestin la salvacin. Dir brevemente una palabra sobre cada una de ellas: trsen este epgrafe y una cuarta en el siguiente.50

J. DANILOU, helogie du judo-chnsfianisme, Descle, Tournai (Belg.) 1958 (trad.Cristiandad, Madrid 2004).

R.A. KRAFT,In search of Jewish Christianity)}and its ~Theolog y~:RSR 60 (1972) 81-92.

B. SESBO-J. WOLINSKI, E l Diosde la salvacin, 21-29.A. GRILLMEIER, Cristo en la fmdcin cristiana, Sgueme, Salamanca1997, 157-248.A. GRILLMEIER, "Hellenisierung - Judaicierung des Christentums als Beuteprinzipien

des kirchlichen Dogmas", en: ID., Mit ihmund in ihm, Herder, Freiburg- Basel-Wien *1978,423-488.

M. SIMONETTI,"Cristologia giudeocristiana. Caratter e limiti", en: ID., Sfudi sullacristologia del 11e 111 secolo, Roma, Augustinianum, 1993, 7-22 [or.: Aug. 28(1988) 51-691.M. SIMONETTI, "Sulla cristologia dell'Ascensionedi Isaia", en: ID., Studi sulla crisfologiadel 11e 111secolo, Augustinianum, Roma 1993, 53-69.En el siglo IIhubo comunidades cristianas con un fuerte componente de

elementos cercanos al judasmo. A esto se le ha venido llamando"judeocristianismo". Hay una serie de obras que denotaran, segn losespecialistas, una impregnacin propia y tpica del judeocristianismo. El intentobsico y fundamental del judeocristianismo consiste en un ensayo decomprensin de la persona de Jess manejando categoras conceptuales

propias del judasmo y sin salirse de ellas de un modo claro, sin romperentonces con el monotesmo judo.

Dentro de estos intentos destacan, por su importancia, los tressiguientes:

49 La traduccin de todos los textos del Adversus Pfaxeanes propia.50 sigo en parte a O.GONZLEZDECARDEDAL, 195-8.


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a) Jesscomo granprofetaLa Inea de comprensin de Jess como un gran profeta. Es decir, se

pretende situar a Jess dentro de la Inea proftica, superndola, pero sin salirde esa esfera. As, Jess habra sido el gran profeta superior a todos losanteriores. Pero no se da el paso a situarle, como se hace en la cristologa dela exaltacin, en la esfera de la divinidad. Encontramos esta corriente depensamiento en las homilas (pseudo)Clementinas, que son un escrito de muydifcil c~asi f icacin.~ 'Se da una cierta imbricacin entre esta doctrina y lacristologa pneumtica, de la que hablaremos ms adelante. Pues Jess, comoel verdadero profeta, posee del espritu divino de un modo superior a losprofetas anteriores.

Esta postura no es tan antigua. Pues en definitiva algunos autores de la tercerabsqueda, que presentan a un Jess como maestro cnico, le siguen encasillandodentro de categoras previas que no rompen un monotesmo estricto. Igualmente, sinos quedramos simplemente en que Jess fue un profeta escatolgico, bajo el mantode Elas, sin aadir todo lo que es propio de la resurreccin y, con ella, de los ttulosde majestad, seguiramos dentro de este molde judo. La tercera bsqueda, situandoal Jess terreno dentro del judasmo, nos ayuda a comprender mejor y a contextualizarsu pretensin. Pero una perspectiva cristiana y cristolgica de aproximacin a la

/persona de Jess no se puede quedar ah. Ha de darle todo el peso a la resurreccin ya la superacin de los moldes judos, a la ruptura con el monoteismo judo, como elelemento fundamental de la fe cristiana.

bf Crisfo/ogriaanglicaOtra segunda Inea de comprensin va a entender a Jess desde la

figura de los ngeles. Se denomina "cristologa anglica" tcnicamente seYconoce por su denominacin alemana ~ngelchr is to logie.~Como sabemos,

ngel significa mensajero. As, se entender que Jess ha sido el mejor y msgrande mensajero de Dios. Sin embargo, como se puede apreciar, estacristologa tampoco rompe con el monotesmo judo ni da razn de la divinidadde Jesucristo.

"Le digo: Seor, querra conocer la fuerza de la ira para guardarme de ella.Me dice: Ciertamente, si t y tu familia no os guardis de ella, has perdido

toda tu esperanza. Gurdate de ella pues yo estoy contigo. De ella seapartarn tambin todos los que se arrepientan de todo corazn, pues estarcon ellos y velar por ellos. Pues todos fueron justificados por el ngelsantsimo." (HERMAS,and. V,1,7; FPa 6).

51 "Voici la religion fixe par Dieu: n'adorer que lui seul et croire a I'uniqueProphete de la vrit" (Hom. V11,8). Cf. A. SIOUVILLE, "lntroduction", en: Les homliesclmenfines (trad., introd. et notes par A. SIOUVILLE), Verdier, Lagrasse 1991,38-43.

52 ES clsica la monografa al respecto de J. BARBEL, Chrisfos Angelos, PeterHanstein, Bonn 1964 (Fotornechanischer Nachdruck mit einem Anhang de la edicinde 1941).


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"Me mostr un gran sauce que cubra llanuras y montaas, y, al abrigo delsauce, haban acudido todos los llamados en elnombre del Seor. Un ngelglorioso del Seor, muy alto, estaba en pie junto al cauce con una granhoz..." (HERMAS, Comp. V111,l,1-2; FPa 6).

Una tercera lnea de aproximacin radica en no ver en Jesucristo laencarnacin del Logos eterno de Dios, sino la presencia en l del pneumadivino, del espritu de la divinidad. Es lo que se ha llamado "cristologapneumtica" (Geisfchrisfologie). Este esquema de aproximacin "define comoespritu (pneuma) el componente divino de Jess, esto es el Cristop r e e ~ i s t e n t e " . ~ ~Tal planteamiento deja fuera la encarnacin. En este esquemano resulta posible la articulacin de la cristologa con la Trinidad, ni tampoco esposible realmente dar cuenta de que Cristo Jess es el Hijo de Dios. En

definitiva, Cristo termina siendo un personaje imbuido del Espritu, ya sea apartir de un nacimiento singular (cf. Lc 1,35), ya sea a partir del bautismo o dela resurreccin (Rm 1,3-4).

He aqu un ejemplo, que no prejuzga de la teologa de conjunto deClemente Romano:

"Si Cristo, el Seor, el que nos salv, siendo primeramente Espritu se hizocarne y nos llam de esta manera, as tambin nosotros recibiremos larecompensa en la carne."(2 Clem. 9,5; FPa 4).54

La teologa de los Padres mezcla, en muchas ocasiones, una cristologadel Espritu con una cristologa del Logos, dado que para algunos de ellos, ej.Tertuliano, el espritu ser una definicin de la sustancia de Dios (cf. Jn 4,24).El asunto radica en que el punto de articulacin sea la cristologa del Logos, delVerbo, del Hijo de Dios. Si este aspecto se niega, entonces surgen muchosproblemas.

Tal planteamiento tampoco resulta tan periclitado. Cuando menos lascristologas de P. Schoonenberg y R. Haight se pueden situar aqu.55Por eso, ambastienen enormes dificultades para articular lcidamente la fe cristolgica con la fetrinitaria.

53 As la define M. SIMONETTI, otedi crisfologia pneumafica: Augustinianum 12(1972) 201-32, 201. Sobre esta cristologa hoy: L. LADARIA,"El Espritu del Padre y delHijo", en: ID., La Trinidad, misferio de comunin, Secretariado Trinitario, Salamanca2002, 173-236.

54 J.P. MART~N,El EspTifUSanto en los orgenes del Cristianismo.Estudio sobre1Clemenfe, Ignacio, 11Clemenfe y Justino mrtir, PAS-Verlag, Zrich 1971, 29-65.55 P. SCHOONENBERG,er Geist, das Won' und de r Sohn. Eine Geist-Christologie, Pustet, Regensburg 1992; R. HAIGHT, Jesus, Symbol of God, Orbis

Books, New York 1999. Dobre este ltimo libro hay una notificacin de la

Congregacin para la Doctrina de la Fe: LIOssen/afore Romano, 7-8 febrero 2005(lengua italiana).


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Por ltimo, tampoco rompe con el molde judo el ebionismo. El trmino"ebionitas" procede del hebreo "ebin", que significa "pobre". Se les design asen la Iglesia antigua por su carencia de inteligencia para comprender el

designio de Dios.

Los ebionitas entienden que Jess es un mero hombre y, por lo tanto,niegan tambin la divinidad de Jesucristo y la encarnacin. Son combatidosduramente, por ejemplo, por Ireneo:

"Adems, quienes dicen que era un simple hombre engendrado por Jos,perserverando en la servidumbre de la antigua desobediencia mueren, por nomezclarse con el Verbo de Dios Padre, ni participar de la libertad del Hijo,como l mismo dice: Si el Hijo os libera, seris libres en verdad [Jn 8,361.Desconociendo al Enmanuel nacido de la Virgen [Is 7,141 se privan de sudon, que es la vida eterna [Jn 4,10.14]..." (Adv. haer. 111,19,1; cf. 1,26,2).=~

Por mor de la claridad he presentado estas cuatro posturas de un mododiferenciado. En la realidad, siempre compleja, se dieron amalgamas. Porejemplo, los ebionitas reclamaron para s las homilas clementinas, con unacristologa en la que Jess aparece como u n simple profeta, lleno del EsprituSanto.

El adopcionismo, tambin llamado "monarquianismo dinamistaJJ, se sitatambin, de un modo general, dentro de la negativa a ampliar el monotesmohacia la Trinidad. Nuestras fuentes no nos informan bien sobre esta postura.Cuando alguien caa en desgracia y se le consideraba hereje, su condenallevaba pareja la destruccin fsica de su obra. Entre los telogos adopcianosencontramos a Teodoto de Bizancio, Teodoto el Curtidor, Artemn y, sobretodo, a Pablo de Samosata.

Pablo de Samosata fue condenado por un snodo reunido en Antioqua

en el ao26819.

De su postura sabemos que ne aba la encarnacin del Logos:Bes decir que el Logos hubiera nacido de Mara. En definitiva, parece ser quePablo de Samosata no lleg a vincular en un todo unitario el prlogo de Juan

56Trad. de C. .GONZLEZ.57 LOSestudios de ms altura sobre Pablo de Samosata son: F. L o o ~ s, aulus

von Samosata. Eine Untersuchung zur altkirchlichen Literatur- und Dogmengeschichfe[TU 44,5] Leipzig 1924; G. BARDY, Paulde Samosate.tude histonque,Louvain '1929(1923); H. RE RIEDMATTEN, Les actes du proces de Paul de Sarnosafe. !%de surlaChristologie du llleau IV siecle, Fribourg en Suisse 1952;P.DE N ~ v ~ s c u s ,Pablo deSarnosafa y sus advenarios. Est'udohistrico-teolgico del ctistianianismo antoquenoen el s. 111, Roma 2004.


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con los relatos del nacimiento de Lc 1 y Mt Es decir, no hizo una exgesisde los relatos del nacimiento y la anunciacin desde el prlogo de Juan,entendiendo que de Mara naci el Verbo de Dios. Su postura queda retratada,y algo simplificada, por las dos sentencias que le adjudica Eusebio de Cesarea:

"Como quiera que ste, contanamente a la enseanza de la Iglesia, tenaacerca de Cristo pensamientos bajos y a ras de tierra, diciendo que por

naturaleza fue un hombre comn [&S ~o tv ov zfiv 4dotv & v % p d ~ o uyevopvou] .."(HEV11,27,2)."Porque lno quiere confesar con nosotros que el Hijo de Dios ha bajado delcielo... y sobre todo aquel [sc. pasaje de Pablo de Samosata] en que se diceque Jesucristo es de abajo..."(HE~11,30,1).59

Un aspecto importante de la condena de Pablo de Samosata fue elrechazo por parte del snodo antioqueno de 26819 de uno de los trminos de lateologa del samosateno: homoousios. La documentacin que a nosotros nos

ha llegado es fragmentaria, pero sin embargo fidedigna, pues son tres autorespartidarios del homoousios niceno, Basilio Magno, Atanasio e Hilario, quienesrefieren, con mayor o menor detalle, esta circun~tancia.~~Hemos de entenderque en la teologa de Pablo de Samosata el homoousios contena un sabor deorientacin "monarquiana": es decir, implicaba una afirmacin tal de laidentidad de sustancia entre el Padre y el Hijo, que negaba una alteridad realentre ambos. Tal aspecto fue el rechazado por el snodo antioqueno. Elhomoousios niceno, sin embargo, afirma la identidad de sustancia, pero sinincluir en su contenido la negacin de la alteridad. En el smbolo niceno ladiferencia ente el Padre y el Hijo queda claramente afirmada. El homoousiosniceno responde a una problemtica distinta. Fueron los oponentes al smbolode Nicea y, en particular, al homoousos quienes trajeron a colacin la condenade Pablo de Samosata, como argumento de tradicin y de autoridad en contrade Nicea.

El patripasianismo, a veces llamado "monarquianismo modalista" ytambin "modalismo" representa otra solucin para mantener un monotesmoestricto. En definitiva identifica al Padre con el Hijo y, en el caso de algunostextos de Sabelio, tambin con el Espritu Santo. Es decir, habra un nico Diosverdadero, que unas veces se manifiesta como Padre y otras ese mismo Diosse manifiesta y revela como Hijo (el Padre habra nacido de la virgen y habramuerto en la cruz y habra resucitado) y otras como Espritu. Es decir el nicoDios se pone la mscara (prsopon) de Padre, de Hijo (o de Espritu), pero seniega la alteridad y la diferencia entre el Padre y el Hijo.

58 Vase mi estudio: Trasfondo escriturstico del nacimiento de Cristo en losfragmentos de Pablo de Samosafa: que saldr prximamente en Studia Patristica.

59 EUSEBIODE CESAREA, Historia Eclesistca 2 vols (texto, versin, introd. ynotas A. VELASCODELGADO), BAC, Madrid1973.

60Recoge los textosP.DE N~v~scus,90-93 y 123-6 (trad.).


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Los autores ms destacados dentro de este campo son, por parte de lospatripasianos, Noeto, Praxeas y ~abelio." Por poner algn ejemplo. un textorepresentativo de Noeto dice as:

"De esta manera afirman establecer un Dios nico (ouvtoz6v &va 8~v).Replican diciendo:-

Si, pues, confieso (bpohoy6)que Cristo es Dios, l esel Padre. si es aue en efecto es Dios. Pero Cristo mismo padeci, siendoDios. ALSO, ies, padeci el Padre? Porque l era el padres2" HIPOLITO,C.N. 2,31.~~

Una afirmacin caracterstica de Praxeas es la siguiente:"Dice que el Padre mismo descendi a la Virgen, l mismo naci de ella, lmismo padeci, en una palabra: l mismo es Jesucristo." (TERTULIANO, Pmx.1,1>."As pues, en el tiempo naci el Padre y padeci el Padre; se pregona que el

mismo Dios Seor omnipotente es Jesucristo."(~ERTULlANo,Prax. 2,l)."... mxime teniendo en cuenta que sta juzga poseer la pura verdad, entanto que estima no poder creer de otra manera en un nico Dios a no serque se diga que uno y el mismo es el Padre, el Hijo y el Espritu.(TERTULIANO, Prax 2,3).

Sus oponentes eclesisticos ms radicales fueron Hiplito, en su obra

Confra Noefum, y Tertuliano, en su tratado trinitario, Adversus Praxean. Ambosautores defendern el monotesmo y la existencia de una alteridad en laTrinidad. En definitiva fue ~ e r t u i i a n o ~ ~quien aquilat las categoras teolgicasbsicas de sustancia y persona, para poder expresar que se da una nica

sustancia divina y tres personas que participan de ella.65Junto con esta bateraargumental, tambin elabor una exgesis concordante con la regla de fe,demostrando la distincin entre Padre e Hijo (alteridad), junto con lasustancialidad e individualidad del Hijo.

He aqu un texto significativo al respecto:

Para una presentacin de la teologa de Noeto y de Praxeas remito a mitrabajo: La emergencia de la Trinidad inmanente, 27-48 y 83-107. Para Sabelio: M.SIMONETTI, Sabellio e il sabellianismo: Studi storico-religiosi4 (1980) 7-28 [recogido enID., Studi sulla cristologia del 11 e 111 secolo, lnstitutum Patristicum Augustinianum,Roma 1993,217-381.

62 La ltimamencin del Padre es un aadido de los editores desde Fabricius.63 Traduccin privada de M. RACZKIEWIC~.La ltima edicin disponible:IPPOLITO, Confro Noeto (a cura di M. SIMONETTI, Biblioteca patritica 35),Dehoniane,

Bologna 2000.

64 Para una presentacin de conjunto, d. E. OSBORN, Terfullian: FirstTheologianof the West, Cambridge U.P., Cambridge 1999 (Zareimpresin); Trinidad ycristologa: 116-143.

" Params detalles, remito a mi monografa: Monarquay Trinidad.


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XXVI. Prenicenos G. Urbarri,SJ 30"[l] As pues, entonces, el mismo Semo asume su manifestacin y atavo, susonido y voz, cuando Dios dice: hgase la luz[Gn 1,3].Esta es la natividadconsumada [nativitas perfecta]del Sermo cuando sale de Dios. Primero,constituido por len orden al pensamiento en el nombre de Sofa,-El Seormeconstifuy comoprincipio de su caminos[Prov 8,221-; desde entonces,engendrado para la accin, -cuando preparaba el cielo estaba junto al[Prov 8,271

-

; despus haciendo Padre suyo a aqul de quien procediendoes Hijo, hubo de ser el primognito, pues fue engendrado antes que todas lascosas, y unignito, pues el nico engendrado por Dios, propiamente dela vulva de su corazn mismo, segn el mismo Padre atestigua: mi coraznexhal un sermo ptimo[Sal 44,2].[2] A quien despus, gozndose en quien consecuentemente segozaba en su [del Padre] persona: Teres mi Hijo, yo te he engendrado hoy[Sal 2,7]y antes que al lucero de la maana teengendh [Sal 109,3].[3]De este modo el Hijo bajo el nombre de Sofa desde su persona confiesaal Padre: El Seor me constifuy como principio de sus caminos en vistas asus obras, antes incluso que a todos los collados me engendh [Prov 8,221.En efecto: si aqu ciertamente parece decir la Sofa haber sido constituida porel Seor en vistas a sus obras y caminos, y en otra parte es mostrado quetodo fue hecho por el Sermo y que sin lno se hizo nada, (como otra vez: porsusemo han sido confirmados los cielos y por suespnfu todas sus fuerzas[Sal 32,6]; ciertamente por aquel mismo espritu que habitaba en el Sermo),resulta ser una y la misma fuerza, ya en el nombre de Sofa, ya en la denominacin de Semo: la que acept Csev el principio de loscaminos en vistas a las obras de Dios, la que confirm los cielos, por la cualfue hecho todo y sin la cual no se hizo nada.[4]Y basta sobre esto, como si el Sermo no fuese el mismo en el nombre deSofa y de Razn y en el de toda la mente y el espritu divino, el que ha sidohecho Hijo de Dios, viniendo del cual ha sido engendrado.

[S] Por consiguiente, dices, admites que el Semo es una cierta sustanciaconsistente en espritu, Sofa y Razn? Ciertamente. Pues t no quierestenerlo por algo sustantivo en s mismo gracias a la propiedad de lasustancia, de tal manera que pueda aparecer como una realidad y ciertapersona; y as, constituido segundo a partir de Dios pueda hacer dos: el Padre y el Hijo, Dios y el Sermo." (TERTULIANO,Prax. 7,l-5).

Para entender este texto, nos hemos de situar en el momento de la discusincon Praxeas. Tertuliano est discutiendo si es que existe un Hijo, sesobreentiende distinto del Padre (Prax. 5), y qu sea este Hijo distinto delPadre (Prax. 6-7).65Estamos, pues inmersos en la cuestin fundamental: "quees el Hijo". Para refutar la idea central de Praxeas, el Hijo y el Padre son elmismo, Tertuliano tiene que demostrar no solamente que son distintos(alteridad), sino que tambin el Hijo posee una individualidad propia, capaz dediferenciarle del Padre, y una sustantividad propia, capaz de hacerlo un serconsistente que introduzca con toda razn la dualidad.

Para demostrar la alteridad, individualidad y sustancialidad del Hijo,hemos de situarnos en el horizonte cosmolgico y econmico de pensamiento.Cmo es posible afirmar esta alteridad del Hijo, partiendo del Dios nico,principio comn del monotesmo, que es el suelo compartido con Praxeas? El

Para la justificacin remito a mis escritos Arquitectura retrica, 473-82; y Laemergencia de la Trinidad inmanente, 107-44.


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XXVI. Prenicenos G. Urbarfl,SJ 3 1recurso de Tertuliano, propio de la cristologa del Logos, ser remontarse a lageneracin del Hijo, ligada a la prelacin, para demostrar que aquello que DiosPadre genera y emite posee estas caractersticas. Ahora bien, la descripcin dela generacin se encuentra, segn los autores de la poca, en la Escritura, enuna serie de textos del AT. Por consiguiente Tertuliano har una exgesis de

estos textos, bien conocidos y manejados en la poca en este sentido.

As, segn la lectura de Gn 1,3,ah ya est actuando el Logos, pues conla luz resulta perceptible. La "natividad perfecta" se ha de leer desde elhorizonte cosmolgico. No niega una existencia anterior del Verbo-Logos en elseno del Padre, sino que afirma nuestra capacidad de captarla. En este sentidoes perfecta, que se ha de entender como plenamente consumada.

Luego hilvana una serie de textos tpicos sobre la generacin, que serefieren bien a la sabidura (Sophia) o bien a la palabra (Sermo). Esta es laclave para entender la exgesis de Prov 8,22.27: el texto habla de lageneracin de la sabidura en vistas a la creacin. As, pues, se une la clavecosmolgica con la generacin del Logos.

A este texto se le aaden otros: Salmo 2,7; 109,3; 32,6. En el entramadode este conjunto de textos se maneja lo que se llama la exgesisprosopogrfica o prosopolgica. En las obras de teatro antiguamente no sedesignaba como hoy en da a los personajes que hablaban, de tal manera quehaba que hacer una interpretacin acerca de qu personaje (prsopon)hablaba, con quin hablaba y de quin hablaba. Este modo normal de procederen el campo de los estudios de la poca se aplicar fundamentalmente a lossalmos, encontrando en ellos un dilogo entre las personas trinitarias. Ntese,

entonces, cmo la introduccin del concepto trinitario de "persona1

' con fusteontolgico est entrelazado en el texto con ocasiones en que contiene el matizde persona "prosopogrfica" que habla, del que no es tampoco tan lejano elcomponente gramatical del trmino persona. Tertuliano va manejando estagama de matices y tejiendo el concepto hasta dotarle de contenido ontolgicofuerte.

La exgesis prosoprogrfica permite ver al Padre y al Hijo en dilogo y,por lo tanto, en relacin. Si se da esta relacin de dilogo se ha introducido unaspecto fundamental: la alteridad.

Este dilogo se da entre el Padre y el SermolSofa, pues Tertuliano nolos est distinguiendo, simplemente est usando unas u otras referenciasbblicas, en las que en unas ocasiones aparece el Sermo y en otra la Sofa"resulta ser una la misma fuerza, ya en el nombre de Sofa, ya enla denominacin de Sermo" (Prax. 7,3).

Su argumentacin desde la Escritura lleva a este punto, primeroreconocido por su adversario y luego corroborado por nuestro autor:

"Por consiguiente, dices, admites que el Senno es una cierta sustancia[dasaliquam subsfantiam esse sernonen] consistente en espritu, Sofa yRazn? Ciertamente. Pues t no quieres tenerlo por algo sustantivo en smismo [eum subsfanfivum habere in re] gracias a la propiedad de la


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XXVI. Prenicenos G. Urbarri,SJ 32

sustancia [per substantiae proprietatem],de tal manera que pueda aparecercomo una realidad y cierta persona [ut res et persona quaedam];y as,constituido segundo a partir de Dios [secundus a Deo constitutus] puedahacer dos [duosefficere]:el Padre y el Hijo, Dios y el Semio." (Prax.7,5).

En este texto, Tertuliano afirma claramente aquellos aspectos que habamosprefijado como los determinantes para una respuesta cabal a Praxeas. ElSermo-Hijo posee:0 Sustancialidad: es "una cierta substancia"; un "algos sustantivo en s mismo

gracias a la propiedad de la sustanciaJ'que l mismo posee.Individualidad: posee una individualidad, en cuanto que es una "realidad y

cierta persona",e Alteridad: es otro distinto del Padre, porque ha sido "constituido segundo a

partir de Dios" y por eso es capaz de hacer que se cuente dos.

En esta pieza maestra, Tertuliano refut el patripasianismo de Praxeas ydio un salto de gigante en la elaboracin de la doctrina trinitaria eclesial. Sinembargo, el patripasianicmo de Praxeas elabor otra versin de su hereja, quese centraba ms directamente en lo ocurrido en la encarnacin. Dicha varianteest construida sobre una exgesis ingeniosa e insostenible de Lc 1,35:

"[l]Pero por qu me entretendr en tan manifiestas mientrasdebera discutir sobre aquellas que manifiestas trztan deoscurecer? Pues acorralados desde todas partes por la distincin entre elPadre y elHijo, la cual disponemos salvando la conjuncin, -como delsol y del rayo, de la fuente y el ro, mediante la pluralidad indivisible de losdos y de los tres- pretenden, sin embargo, interpretar la de

otra manera segn su opinin, de tal modo que distinguen de la mismamanera a cada uno de los dos en una persona [inuna persona],al Padre y al Hijo, diciendo: el Hijo es la carne, esto es el hombre, esto esJess; el Padre en cambio, el espritu, esto es Dios, esto es Cristo.[Z] Y los que se empean en que el Padre y el Hijo sean uno y el mismo, yaempiezan a dividirlos ms que a uni

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