Damián descubre que es leproso · 2020. 3. 17. · DAMIÁN DE VEUSTER, 1840-1889, Apóstol de los leprosos y Heroe de la caridad en Molokai, Hawai Beatificado el 4 de junio 1995

DAMIÁN DE VEUSTER, 1840-1889, Apóstol de los leprosos y Heroe de la caridad en Molokai, Hawai

Beatificado el 4 de junio 1995 en Bélgica Canonizado el 11 de octubre 2009 en Roma

Damián descubre que es leproso

o El Aprendizaje de las Bienaventuranzas

Drama en 5 actos

Congregación de los Sagrados Corazones, Quito, Ecuador, 2009

P. Emmanuel de Bézenac, sscc

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ESTOY LEPROSO, BENDITO SEA DIOS1 “Damián descubre que es leproso” o “ El Aprendizaje de las Bienaventuranzas” Drama en 5 actos Congregación de los Sagrados Corazones, Quito, Ecuador, 2009 P. Emmanuel de Bézenac, sscc

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ORACIÓN A DAMIÁN Damián, mientras la lepra consumía tu cuerpo, el Señor te enseñó el secreto de las bienaventuranzas. Te abrió los ojos; hizo que ardiera tu corazón en tu pecho. Te hizo ver que, en toda cruz, en cualquier sufrimiento, hay una luz, un sentido, una esperanza. Transmítenos la enseñanza que recibiste y viviste, enséñanos a sentirnos felices con la lepra encima, con la cruz dolorosa de cada día.

Y te escuchamos decirnos:

La lepra que te va amputando el rostro, las manos y los pies, si la aceptas como una bendición, también te va arrancando, como de raíz, egoísmos, ilusiones y vanidades. No solo carcome los órganos sino que va cavando como una herida profunda en el alma. Por ella Dios se mete, se cuela y vierte el bálsamo de su consuelo. Estoy leproso; ¡bendito sea Dios! Vengan leprosos del mundo, vénganse que hay que cantar, que la lepra se ha cambiado de llanto en danzar.

Pide a Dios, Damián, que nos enseñe el secreto de tu extraña felicidad. Que comprendamos que, desde que Jesús ha sufrido los latigazos y los clavos, los salivazos y los insultos, toda cruz puede convertirse en fuente de bendiciones. ¡Bendita seas tú, hermana Cruz!

(Oración a Damián, para el Cuarto acto, Escena 1)

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Personajes: - Damián, - Ahuimanu, marinero - Hamakua, mujer que atiende el orfanato - Kapiolani, mujer que atiende el orfanato - Voz de Dios

- Kakuaaha, leprosa - Kilauea, leprosa - Lahaina, leprosa

- Kaeo, leproso - Keanu, leproso - Maui, leproso - Nohou, leproso. - Voces de niños (o niños)

OBRA

Inicio, presentación p. 5 Primer acto p. 6 Viaje a Pelekunu en la barca de Ahuimanu DAMIAN PRESERVADO DE LA LEPRA DURANTE 11 AÑOS

Segundo acto p. 9 En la casa parroquial, con Ahuimanu y las mujeres encargadas del orfanato DAMIAN LEPROSO

Tercer acto p. 11 En la playa con Ahuimanu REVELACION

Cuarto acto p. 13 En la casa parroquial con Ahuimanu, las mujeres encargadas del orfanato y otros 7 leprosos DAMIÁN, RECONCILIADO CON LA LEPRA, COMENTA SU MISTERIOSO SIGNIFICADO Escena 1 p. 13 Escena 2 p. 16

Quinto acto p. 19 En la casa parroquial con los mismos MAYOR FECUNDIDAD DEL MINISTERIO DE DAMIAN LEPROSO

INDICACIONES PARA EL USO

Esta obra está concebida para una Representación o para la Lectura personal. También puede usarse para una Lectura grupal.

- Representación p. 22 - Lectura personal p. 23 - Montaje audio visual p. 23 - Lectura grupal p. 22

• ¿Cómo usar el primer acto?, p. 24 • ¿Cómo usar el segundo acto?, p. 25 • ¿Cómo usar el tercer acto?, p. 26 • ¿Cómo usar el cuarto acto, escena 1?, p. 27 • ¿Cómo usar el cuarto acto, escena 2?, p. 27 • ¿Cómo usar el quinto acto?, p. 28

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La acción se desarrolla en la playa de Kalawao, Molokai, a fines del año 1884.

INICIO

Atención Antes del primer acto se leerá la PRESENTACIÓN que sigue:

Presentador

Antes de representar la obra “ESTOY LEPROSO, BENDITO SEA DIOS”, o “DAMIÁN DESCUBRE QUE ES LEPROSO”, tenemos que presentar su protagonista: Damián de Veuster, Apóstol de los leprosos y Heroe de la caridad, en Molokai, Hawai. A los 23 años, en 1863, luego de incorporarse a la Congregación de los Sagrados Corazones, Damián dejó Bélgica, su patria, para ir de misionero a las islas Hawai (Pacífico Norte). Ordenado sacerdote en Honolulu, a los 24 años, el joven misionero toma inmediatamente posesión de un extenso y difícil territorio misionero. Poco después, el gobierno de Honolulu, para detener la epidemia de la lepra, decide recluir a los enfermos en una cárcel natural de un promontorio pedregoso y azotado por los vientos2, en la isla de Molokai. En 1873, el Obispo confía a sus sacerdotes su angustia respecto del infierno en que viven los leprosos. Damián exclama:

- Heme aquí. Estoy dispuesto a sepultarme vivo con esos pobres infortunados.

Tiene 33 años, la edad en que Cristo muere en la cruz. La semana siguiente, sin más bienes que la ropa que lleva puesta, emprende su vía crucis y desembarca en la cárcel de los condenados a muerte … De inmediato pone manos a la obra, armado del poder de la cruz. Sin más recursos que el amor de Dios, un amor apasionado por la vida, por la salud y la dignidad3, venciendo el asco que le causa el horrible hedor de las carnes en putrefacción, hace prioritariamente de sacerdote; hombre vigoroso y de inagotable energía física4, hace también de enfermero y médico, de arquitecto e ingeniero; y, con más agrado aún, de peón. Consigue el agua potable, levanta bonitas casas pintadas de blanco, promueve el cultivo de la tierra y organiza la vida social. Crea el orfanato para evitar que los niños sean violados. Funda el cementerio pues, antes, los cadáveres de los leprosos yacían donde la muerte los encontraba; y convierte los funerales diarios en fiesta. Poco a poco, bajo su impulso de pastor, el pueblo de los leprosos va organizándose, progresa a nivel material y moral y descubre la dimensión religiosa y espiritual. A fines del año 1884, se produce el acontecimiento – la lepra – que va a trastornar la vida de Damián; a partir de este momento, esta cruz, la que carga junto a Jesús crucificado, produce el más grande de los milagros: el infierno de Molokai se convierte en paraíso, en antesala del cielo. Nos queda tiempo, antes de correr el telón, para dar a conocer el propósito de esta obra dramática:

- hacer sentir lo que sintió Damián cuando descubrió que la lepra sin lugar a dudas había infiltrado su cuerpo;

- tratar de revivir sus primeras impresiones, su drama interior, su primera reacción de rebeldía;

- averiguar cómo, muy rápidamente, logró darle sentido a la cruz; y que ésta fue para él purificadora y se convirtió paradójica y extrañamente en una fuente de gozo, porque él la recibió y asumió como un don, como una oportunidad;

- descubrir cómo esta escalofriante prueba, que él vivió en unión con la cruz de Cristo, se volvió fecunda no solo para él sino para sus hermanos leprosos, pues Dios tiene poder para convertir el mal en bien. Su lepra, libremente asumida, fecundó su ministerio;

- permitir a los lectores y espectadores hacer el aprendizaje de las “bienaventuranzas”.

Música…

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Primer acto Viaje a Pelekunu en la barca de Ahuimanu DAMIAN PRESERVADO DE LA LEPRA DURANTE 11 AÑOS Personajes:

- Damián - Ahuimanu, marinero

Presentador

Acompañemos a Damián. Un día, a fines del año 1884, bajemos con él a la playa. Once años han transcurrido desde que desembarcó ahí mismo. Su personalidad irradia dinamismo, fortaleza y salud.

Escena

En la playa… Luego en la lancha… DAMIÁN Hola, Ahuimanu, ¿qué tal está el mar? AHUIMANU, arreglando su embarcación Ahora de mañana, verifica su nombre: “pacífico”, Padre. Más tarde y sin avisar puede volverse bravísimo… DAMIÁN ¿Tu bote está en buenas condiciones? A los tiempos tengo que ir a Pelekunu.5 Tengo allí a feligreses católicos que no son leprosos. AHUIMANU Pero antes, Padre, no ibas por mar. Cuenta la gente que ascendías la montaña, trepando los tremendos acantilados. DAMIÁN La edad, amigo, 44 años y estos no pasan en vano. Pero no creas que no lo pueda hacer todavía. Digamos que será más rápido con tu embarcación. Suben a la lancha. Se alejan de la orilla… AHUIMANU ¿Cómo haces para permanecer tan fuerte y saludable? DAMIÁN Una vida sana, orar y trabajar por los demás. Me crié en el campo, en el país de Flandes. Allá el clima es más duro y el trabajo más exigente. Me siento fuerte y resistente. Quizás un sutil orgullo misionero me hace creer que esta enfermedad no podrá conmigo. AHUIMANU Yo me contagié de joven, tengo un año aquí. La enfermedad ha empezado a hacer estragos en mí, ya me siento un poco débil. Como ves, me han salido manchas negruzcas, primero en la piel, y sobre todo en la cara. Pronto me saldrán llagas especialmente en las manos y en los pies. Los dedos de los pies y de las manos serán carcomidos y exhalarán un olor fétido.6 No quiero pensar en que me voy a convertir, como la mitad de nuestra gente, en cadáver viviente, al que los gusanos comienzan ya a devorar, primero por el interior y después por el exterior, formando llagas repelentes…7

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¿Cuánto tiempo tienes aquí? DAMIÁN Once años, Ahuimanu. AHUIMANU Pero nuestra repugnante lepra es contagiosa. DAMIÁN Supongo que Dios no me necesita aún en el cielo. Me siento tan robusto como cuando desembarqué el 10 de mayo del 1873.8 AHUIMANU Pero comes y bebes en nuestras chozas el espeso y pastoso poi, la raíz de taro machacada. Te vi una vez poner la mano a la olla común, junto a las de los leprosos ya hechas llagas. DAMIÁN No se puede servir al prójimo poniendo barreras y distancias. Hay que acariciar las manos, hay que vendar las heridas, hay que abrazar el dolor.9 Poco a poco tuve que ir dejando las medidas de prudencia10. Imito a nuestro Señor que abrazaba a los leprosos. Y amputo las carnes podridas, limpio las heridas. Impongo los santos óleos en las manos y en los pies enfermos… DAMIÁN, señalando algo… ¡Atención, Ahuimanu, un escollo, aquí a la derecha! AHUIMANU Es el extremo del arrecife y apenas se ve a marea alta, pero lo estamos esquivando... Se quedan observando… Prosigue Ahuimanu. No moriré en el mar, conozco sus artimañas. Moriré de la lepra. Pero tú, Padre Damián, ¿cómo te mantienes tan saludable? Pues respiras nuestro aire contaminado. En la misa del domingo la capilla está repleta, hasta los no católicos se meten para no perderse la música y los cantos. Nosotros estamos acostumbrados a nuestro propio mal olor. DAMIÁN Por eso he vuelto a la pipa. De jovencito fumaba, es la costumbre en mi país. El sabor del tabaco fuerte borra el tufo de la enfermedad. Pues no tengo aún la resistencia del Señor que aguantó el aire fétido que salía de la tumba de Lázaro.11 AHUIMANU Me imagino que el veneno de la lepra entra por los poros y por los pulmones. DAMIÁN Le he pedido a Dios que me proteja, no puse en vano mi salud bajo la protección de los Sagrados Corazones.12 Mi salud es excelente. Se la he pedido a María13 porque se compadece de todos y defiende especialmente a los misioneros de su Hijo. Se me impuso su imagen encima de la cabeza en Paris, en la capilla de la calle Picpus. Y, junto a mi madre de la tierra fui al santuario de Nuestra Señora de Montaigu, otra advocación mariana, para despedir a ambas. Mientras me despedía de la del cielo le encargué cuidar mi vida. Le he pedido a san José porque es mi patrono de bautismo. Y Jesús ha dado poder a sus enviados,14 para pisotear serpientes y alacranes, y para triunfar sobre toda la fuerza del enemigo sin sufrir ningún daño.15 AHUIMANU Aquí las serpientes y los alacranes no presentan mayor peligro, ¡tenemos otra fiera más brava, la lepra! Pero, mira, Padre, por delante, este par de delfines que juegan, no nos han visto…

Se quedan observándolos. Prosigue Ahuimanu.

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Dios, en la isla maldita, fuera de la belleza de sus fondos submarinos, no hace milagros. Pero quizás quiso hacer uno contigo por amor a nosotros16. En efecto ¿qué será de las ovejas si el pastor queda herido? ¿Quién pondrá la esperanza donde hay desesperación; quién pondrá la luz donde hay tinieblas; quien pondrá la alegría donde hay tristeza? DAMIÁN Tienes razón, amigo, me siento pastor y padre de este lamentable rebaño. En cualquier parte del mundo, al caer enfermo, un padre o una madre de familia pide a Dios la salud con más ahínco, cuando tiene hijos menores que no pueden defenderse solos por la vida. Yo me siento igual. AHUIMANU Si la lepra hace presa de ti, ¿qué manos nos consolarán, qué labios nos alentarán, qué ojos sabrán ver en las llagas de los leprosos las heridas del mismo Cristo? ¿Quién nos seguirá invitando al canto y a la esperanza, a nosotros los sufridos de la tierra?17,18. Pues en nuestra isla, la fe y el amor no abastecen, se necesitan toneladas de esperanza. ¿Quién nos devolverá el orgullo de ser hombres y nos desvelará la belleza de nuestro ser interior, que ninguna enfermedad, ninguna deformidad, ninguna debilidad pueden desfigurar totalmente?19 DAMIÁN No me creo indispensable, pero es verdad que hasta ahora, a pesar de mis pedidos al obispo, no manda refuerzos para atender las ovejas.20 Por eso probablemente, Dios, a pesar de mis insuficiencias, me ha manifestado milagrosamente su protección…

Luego de una pausa…, preocupado…

Pero te voy a contar algo, no lo repitas a nadie. Desde hace algún tiempo mi pierna izquierda se ha vuelto débil. Parece a veces como si se volviera insensible… pero es tan difícil sentir su cuerpo y prefiero no averiguar, pues es uno de los síntomas de la lepra. AHUIMANU ¡Dios no lo quiera, Padre! ¡Eso no te puede pasar! 21 DAMIÁN No me ilusiono. Los planes de Dios no son nuestros planes, sus pensamientos tampoco. Desde que llegué, sé que estoy en peligro de muerte, como el soldado en el campo de batalla, como el marino en la tempestad. Desde que puse los pies en la playa hace once años, estoy desafiando la terrible enfermedad.22 Más aún la estoy esperando desde que mi corazón se ha prendido de estos pobres desdichados.23, 24 AHUIMANU No, ¡Dios no lo permitirá! Atracan. Ahuimanu amarra el barco. Damián baja… DAMIÁN Quédate esperando. No tienes derecho a acercarte a los sanos. Demoraré un par de horas… Música… canto…

¿COMO UTILIZAR EL PRIMER ACTO? ver p. 24

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Segundo acto En la casa parroquial, con Ahuimanu y las mujeres encargadas del orfanato DAMIAN LEPROSO Personajes:

- Damián, - Ahuimanu, marinero - Hamakua, mujer que atiende el orfanato - Kapiolani, mujer que atiende el orfanato - Voces de niños y niñas del orfanato, o niños que están en la entrada

Presentador

A la vuelta, el cielo se oscureció y el mar se enfureció. Un verdadero diluvio cayó del cielo e iba llenando la barca que estaba a punto de zozobrar. A fuerza de remos, Damián y su compañero se acercaron a la costa y se echaron al agua antes de que la barca choque contra las rocas. Hicieron a pie el resto del camino. Atravesaron torrentes, quebradas y precipicios, ascendieron y bajaron acantilados. A Damián le hacía sufrir atrozmente su pie izquierdo. Llegaron extenuados al poblado.25 Se precipitaron los niños del orfanato que Damián había creado para acoger a los que eran explotados y violados. Llegaron también las dos mujeres que los atendían: Hamakua y Kapiolani.

Escena

DAMIÁN Sírvannos comida. Y prepárenme agua caliente para deshincharme el pie.26, 27 No aguanto más. AHUIMANU Padre, mi bote se habrá desintegrado, estará hecho añicos. DAMIÁN No te quedará más que confeccionar otro. Aquí no faltan los materiales. Te ayudaré, mañana mismo. AHUIMANU Pero no estarás repuesto. Tu pie no se va a restablecer tan rápido. HAMAKUA Cuando quiera, Padre, la tina está llena. Cuidado, hierve todavía. DAMIÁN Ya voy.

A Ahuimanu Verás, con la sal en grano y las hierbas que Hamakua ha puesto en el agua, mi pie quedará como nuevo. DAMIÁN se acerca, se sienta en el taburete, prueba el agua con la punta del pie enfermo. Apenas parece tibia.

Como no la encuentra caliente lo sumerge completamente. No advierte ningún dolor, pero su pie se cubre de ampollas. HAMAKUA, que se da cuenta Padre Damián, saca tu pie de ahí, el agua está hirviendo. DAMIÁN Sí, tienes razón, mujer, mi pie está gravemente quemado, cubierto de ampollas… KAPIOLANI Padre, la señal es inconfundible, es la lepra.

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DAMIÁN, como quien da una clase, como si no entendiera aún En efecto el bacilo de Hansen, un parásito intracelular, destruye el sistema nervioso de modo que los órganos infectados van perdiendo toda sensibilidad…

Tomando poco a poco conciencia de lo que le acontece ¿La lepra, yo? Mi pie está como anestesiado ¡pero no mi alma! ¡Me duele el alma! ¿Yo, leproso?, ¿leproso, yo? AHUIMANU Ya no eres solo nuestro padre, te has vuelto nuestro hermano y compañero de infortunio. DAMIÁN Al desembarcar a Molokai, ya lo había sospechado. Estaba dispuesto a sacrificar mi salud y mi vida. Pero ahora ha llegado la hora; oh Dios, aparta de mí esta hora. VOCES DE NIÑOS, gritando (o niños en la entrada): ¡El Padre también está leproso, el Padre también está leproso! (varias veces) DAMIÁN Es fácil hacer la ofrenda de su vida, de boca para fuera, de lejos y a distancia, cuando todo va bien; pero cuando llega la hora, ¡qué duro ha sido! Señor, aparta de mí este cáliz. 28 VOCES DE NIÑOS, gritando, cantando, aplaudiendo (o niños en la entrada bailando): ¡Somos todos leprosos y el Padre también! ¡Todos leprosos, el Padre también! (varias veces) KAPIOLANI ¿Por qué viniste aquí, Damián? ¿Por qué no tuviste miedo ni rechazo a nuestras llagas? ¿Por qué, Damián? 29 . Ves, la enfermedad no respeta a nadie: niños, jóvenes y ancianos. Invade los cuerpos sin importarle de quiénes sean, de enviados de Dios, de apóstoles de Jesús, de misioneros o no. Sigue su curso inexorablemente. DAMIÁN Tienes razón, la lepra no es racista, no respeta fortuna ni rango, carcome a todos por igual. Yo soy testigo viviente de su imparcialidad. Es verdad que acepté el sacrificio desde un principio, desde que pisé esta península del fin del mundo30; y se está por cumplir lo que dije al ofrecerme para ir a Molokai: “Aquí estoy pronto para sepultarme vivo con esos pobres infortunados.” Pero una cosa es querer y decir, otra cosa es asumir, ¡otra cosa es asumir! ¡Qué distancia entre el entusiasmo juvenil, la ilusión de la entrega y la realidad de la cruz! Mi carne se siente herida y mi espíritu se rebela, ¡mi espíritu se rebela! Mi alma, empapada de lágrimas, canta un triste lamento: soy cadáver caído al lugar de los muertos. 31 HAMAKUA ¡Cómo te ha podido tocar a ti!, Padre, si tú eres el enviado de Dios, el misionero de Jesús. DAMIÁN ¿Por qué me tientas, Hamakua? Sí, siento como una rebeldía. ¿Por qué Dios castiga a los suyos, a los que le sirven? ¿No ves, Señor, que este pueblo miserable me necesita? Soy su peón, su obrero, su albañil y carpintero, su arquitecto y constructor. ¡Quién seguirá con la acometida del agua, el alcantarillado, la construcción de casas! Y si poco puedo hacer por sus cuerpos, como sacerdote, mucho puedo por sus almas. Pero para ello necesito salud. Si tú me quitas mi dinamismo y mi activismo, ¿qué voy a poder aportarles?32 ¿Por qué me has fallado, Señor?

¿COMO UTILIZAR EL SEGUNDO ACTO? ver p. 25

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Tercer acto En la playa con Ahuimanu REVELACION

Presentador

La escena que sigue es real en su esencia aunque no tomó la forma espectacular que presentamos aquí. No hubo ni rayos ni truenos33, ni se dio necesariamente a orillas del mar. Se dio más bien en el silencio del corazón, en su cara a cara con Jesús en la eucaristía, en su habitación, en el cementerio o cuando visitaba a los leprosos. La revelación divina no se concentró en unos pocos cuartos de hora sino que se extendió sobre semanas y meses. Sin embargo lo que viene a continuación expresa propiamente los sentimientos de Damián y la iluminación divina. Personajes:

- Damián, - Ahuimanu, marinero - Kapiolani, mujer que atiende el orfanato - Hamakua, mujer que atiende el orfanato - Voz de Dios

Escena

DAMIÁN Voy a la playa frente al mar inmenso. Quiero oír, en medio del rugir del mar, la voz del viento, la voz de Dios.34 KAPIOLANI Pero no puedes andar, te vas a caer antes de llegar. DAMIÁN Tengo que estar frente a frente con Dios, cara a cara. Pero acompáñame, amigo marinero, tu hombro me servirá de muleta. Ahuimanu le acompaña. Hablando a Ahuimanu Heme aquí cojeando como un lisiado. Parece que el cielo no se da por enterado. Mira, la luz pálida de la luna sigue resplandeciendo sobre las crestas de las olas. Y algunas estrellas, entre negros nubarrones, siguen centelleando como almas amigas. Llegan a la playa… DAMIÁN, consigo mismo: 35 Voy a desahogarme con mis quejas; daré rienda suelta a mi amargura.36 ¡Ay qué solas soledades! ¡Ay qué duro este destierro, ay qué triste este silencio! ¡Ay qué solas soledades, donde el mar es fiel amigo y fiel confidente el viento! La noche me invade, la luz es recuerdo. ¡Qué amarga esta hora, qué duro el tormento! ¡Hasta cuándo, Señor, durará tu silencio! ¡Ay que solas soledades! 37 DAMIÁN, a Dios 38 Señor, ¿te parece bien maltratarme y despreciarme, mientras bendices los planes de los malvados? ¡Cómo se van a burlar!: que el Dios de Damián - que tú, Señor - eres tan impotente como los dioses de la isla. Que el Dios de Damián no vale más que los ídolos nacionales. ¡Para qué seguir al Dios de Damián, si no puede salvar ni siquiera a su representante, a su embajador, a su apóstol! ¡Disculpa, Señor, este grito de rebeldía!

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DAMIÁN, al mundo en general ¡Ustedes, los que pasan por la playa o navegan por los mares, deténganse a pensar si hay dolor como mi dolor, dolencia tan dolorosa! ¡El Señor encendió su enojo y me mandó esta aflicción! El Señor lanzó desde lo alto un fuego que me ha llegado hasta los huesos, hasta los huesos de la pierna; tendió una trampa a mi paso; me ha entregado al abandono y al sufrimiento.39 Damián calla y escucha… DAMIÁN, a su compañero Escucha, amigo, ¿no oyes? ¡He aquí la voz de Dios que corre sobre las aguas y rebota sobre las olas! Es su voz que retumba… VOZ DE DIOS, que retumba… ¿Quién es ese que critica mis planes y grita a todos los vientos su ignorancia? A ver, pórtate como varón, muéstrame ahora tu valentía. Voy a interrogarte, respóndeme: ¿Dónde estabas cuando yo puse los cimientos del universo? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto! ¿Sabes quién fue el arquitecto que lo hizo y sobre qué descansan sus cimientos? 40 Tú, que quieres entablar juicio conmigo, con el Todopoderoso, ¿insistes todavía en desafiarme? 41 DAMIÁN ¿Qué puedo responder, yo soy tan poca cosa? Prefiero guardar silencio. Ya he hablado una y otra vez y no tengo nada que añadir. 42 Estaba hablando de cosas que no entiendo. Hasta ahora, solo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos. Por eso me retracto arrepentido. 43 VOZ DE DIOS, poderosa pero comprensiva 44¡Te voy a atender ahora que te humillas! 45 Veo cómo te sientes oprimido, oigo tus quejas, me fijo en tus sufrimientos, voy a bajar a librarte. 46 DAMIÁN Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste?, ¿por qué no vienes a salvarme?, ¿por qué no atiendes mis lamentos? Ya no soy un hombre, sino un gusano; ¡me volveré el hazmerreír de la gente! Los que me vean, se burlarán de mí; me harán muecas, moverán la cabeza y dirán: “Este confiaba en el Señor; pues que el Señor lo libre. Ya que tanto le quiere, que lo salve.” 47 VOZ DE DIOS, fuerte pero compasiva y amistosa Escucha, Damián, mi siervo, a quien yo he elegido. Yo te saqué del extremo de la tierra. Yo te elegí y no te he rechazado. No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa. Por muy enfermo que estés, no tengas miedo; yo te ayudo. Yo, el Dios Santo, soy tu redentor.48 Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, a los leprosos del calabozo donde viven en la oscuridad.49 Entonces, a pesar de la lepra o más bien a causa de ella, te alegrarás en mí. 50 DAMIÁN Me inclino y te adoro, solo a ti, Señor. 51Creía en mis fuerzas, en mi fuerza física y mental, en mi liderazgo. Creía en mi entusiasmo y en mi optimismo. Para mí nada era imposible, creía que, con mi energía y mi fuerza de voluntad, todo lo podía alcanzar. Ahora descubro – aunque ya lo predicaba de boca para fuera52 - que no soy más que un pobre ser de polvo y ceniza, que tú eres el único Fuerte, la única Roca. Me despojo de toda pretensión. 53 Música… canto…

¿Cómo UTILIZAR EL TERCER ACTO? ver p. 26

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Cuarto acto En la casa parroquial con Ahuimanu, las mujeres encargadas del orfanato y otros 7 leprosos DAMIÁN, RECONCILIADO CON LA LEPRA, COMENTA SU MISTERIOSO SIGNIFICADO Personajes: - Damián, - Hamakua, leprosa que atiende el orfanato - Kapiolani, leprosa que atiende el orfanato - Kakuaaha, leprosa - Kilauea, leprosa - Lahaina, leprosa - Kaeo, leproso - Keanu, leproso - Maui, leproso - Nohou, leproso. Atención: Si se quiere abreviar la escena, se puede suprimir el párrafo Jesús el amigo que nunca falla o bien el párrafo A cada uno, su cruz (o los dos).

Presentador

La experiencia mística que Damián acaba de vivir le ha devuelto la paz, no la paz tranquila, cómoda y egoísta que anhela el mundo sino la paz profunda que solo Jesús pueda dar. La lepra sigue en él, a escondidas, su agresión insidiosa y devastadora. Pero se siente más fuerte y decidido que nunca. La energía nuevamente le habita.

Ahora conoce su misión, no le toca anunciar la salud y la prosperidad, no le toca proclamar la curación y la riqueza. Le toca testimoniar del gozo, del amor y de la paz que Cristo puede comunicar al corazón aunque el resto del cuerpo esté en proceso de descomposición.

- “Vayamos de vuelta”, dice a su compañero. Se apoya a su hombro. Al llegar a casa, se encuentran con mucha gente, leprosos y leprosas que le están esperando…

Escena 1

De vuelta a casa… Están las dos mujeres que atienden el orfanato (Kapiolani y Hamakua) y un grupo de leprosos y leprosas. DAMIÁN Amigos, estoy despertando, tuve como una revelación. Como una explosión de luz. El Señor me ha abierto los ojos; el corazón me arde todavía en el pecho.54 Mi ceguera se ha despejado. La lepra, que me invade, sigue angustiándome, pero siento y experimento que hay una luz, un sentido, una esperanza.55 No puedo guardar por más tiempo para mí lo que he aprendido, les tengo que transmitir la enseñanza que yo recibí.56 Disculpen mi pretensión de leproso novato; permítanme hacer de maestro y enseñarles a convivir amigablemente con la lepra.

Bienaventuranzas

KAEO presenta a sus compañeros y compañeras.

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Aquí están Kakuaaha, Keanu, Kilauea, Lahaina, Maui y Nohou. No te presento a Kapiolani ni a Hamakua que cuidan de los huérfanos y huérfanas. KILAUEA Hemos acudido, Padre Damián, para expresarte nuestra pena. Ya el hierro candente de la lepra ha herido tu carne. ¡Nos duele tanto como si se tratase de nuestro mismo padre carnal! Tú también estás asumiendo nuestro lamentable destino: sufrimiento, impotencia hasta el desánimo, depresión hasta el asco de sí mismo, muerte rápida. DAMIÁN Queridos amigos, me siento feliz con la lepra encima, con esta cruz tan dolorosa.57, 58, 59, 60 KAEO Yo me sentiría feliz si, al contrario, se me quitase de encima esta horrible enfermedad que destruye y destroza. DAMIÁN No es suficiente no ser leproso para ser feliz. Muchos sanos viven infelices. La lepra que te va amputando el rostro, las manos y los pies, si la aceptas como una bendición, también te va arrancando, como de raíz, egoísmos, ilusiones y vanidades. KAEO ¡No pretendo ser tan santo! Quiero vivir libre, lejos de esta cárcel infecta. Quiero vivir feliz bajo el cielo azul de nuestras islas. DAMIÁN Hay una dicha más grande que la salud y la libertad de andar, más grande que la arena dorada de las playas hawaianas, es la que Jesús reserva a los sufridos, el gozo de su presencia en nosotros. KAEO, agarrando una biblia Sí, nos enseñaste las bienaventuranzas. - Dichosos los pobres, proclamaba Jesús en el monte, pero nunca dijo: - ¡Dichosos los leprosos! DAMIÁN No nos nombró pero sí nos incluyó. En nosotros se cumplen las nueve bienaventuranzas. ¿Acaso no somos pobres y miserables, humildes y humillados, hambrientos y sedientos de salud? ¿Acaso no suspiramos por un corazón puro a cambio de esta carne impura que llevamos como una ropa sucia? ¿Acaso no fueron perseguidos y traídos a la fuerza a este peñón rocoso? KAEO Padre Damián, esta nueva bienaventuranza “Dichosos los leprosos” como que se me queda atrancada en la garganta. Solicita la aprobación de sus compañeros…

DAMIÁN La lepra no solo carcome los órganos sino que va cavando como una herida profunda en el alma. Por ella Dios se mete, se cuela y vierte el bálsamo de su consuelo. Estoy leproso; ¡bendito sea Dios! 61 Vengan leprosos del mundo, vénganse que hay que cantar, que la lepra se ha cambiado de llanto en danzar.62

Jesús, el Amigo que nunca falla

NOHOU, levantándose… No, Damián, pronto lo vas a descubrir, lo peor de la lepra es la soledad, ya nadie, al menos entre los sanos, se acuerda de ti. Todos te evitan. El leproso inspira repugnancia. Ya no tiene nada que dar, no tiene alegrías para compartir, no ofrece ni esperanzas ni futuro, solo puede pedir. Los sanos lo consideran como muerto en vida, como un zombi.63 KAKUAAHA, dirigiéndose a Damián

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Es verdad que tú fuiste la excepción; siendo sano, nos diste afecto y amistad y hasta ternura bajo tus apariencias duras, rudas y testarudas. Pero, ahora que estás enfermo como nosotros, ¿quién nos animará, quién nos alentará? DAMIÁN ¡Jesús, el amigo que nunca falla! Hasta se quiso quedar de modo palpable en la eucaristía, en la hostia64. Confíale ahí tus penas. Experimentarás el consuelo. Escapa a la soledad compartiendo con él. 65

Sale Kakuaaha…

A cada uno, su cruz HAMAKUA agarra un crucifijo colgado de la pared, se acerca a Damián y se lo cuelga… Y, señalando su rostro, el de ella, marcado por la enfermedad, dice… Te toca ahora cargar con nuestra misma cruz. Cada uno tiene que cargar con la suya. Pero ¡cómo hubiera deseado, para ti y para nosotros, otra, menos dañina! DAMIÁN No hay cruz mejor que la que se lleva66. Camina con ella, no anheles otra. Renegar de ella no te la quitará. Como no puedes deshacerte de ella, hazte mejor y más fuerte con ella.

Señala el crucifijo que lleva colgado a su pecho… Desde que Jesús ha sufrido los latigazos y los clavos, los salivazos y los insultos, toda cruz puede convertirse en fuente de bendiciones. ¡Bendita seas tú, hermana lepra, calvario mío y cruz mía!

Compromiso definitivo

KEANU Lo que más me cuesta aquí es la privación de libertad. El decreto del gobierno, que nos condena a la reclusión definitiva, nos tiene encadenados. No soporto más este encierro. DAMIÁN Hasta hoy, prisionero por amor a ustedes, hermanos leprosos, aunque sin serlo formalmente, sentía la tentación de escaparme, ir a respirar otro aire, más puro, ver otras caras que no estén deformadas y truncadas. Se oye a lo lejos la sirena de un barco… TODOS, escuchan y dicen… Es el barco, el que trae víveres a la leprosería… Damián se queda soñando… KEANU No sueñes, Padre Damián, ¡ese buque no te llevará! Ahora no podrás abandonarnos, ni siquiera soñarlo. DAMIÁN Estoy arraigado aquí como Jesús a su cruz, con sus gruesos clavos. Estoy preso entre las garras de la terrible enfermedad, que pronto va a dejar su impronta en mi rostro y me prohibirá definitivamente salir. La lepra finalmente es ventajosa67, estoy para siempre con ustedes, mi destino es el suyo.68 Nada nos separará, ni la muerte ni la vida, ni el presente o lo futuro, nada nos separará, jamás nada nos separará. 69 Música… canto…

¿COMO UTILIZAR EL CUARTO ACTO, ESCENA 1? ver p. 27

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Escena 2

DAMIÁN, RECONCILIADO CON LA LEPRA, COMENTA SU MISTERIOSO SIGNIFICADO (II)

Personajes:

- Damián, - Hamakua, leprosa que atiende el orfanato - Kapiolani, leprosa que atiende el orfanato - Kilauea, leprosa - Lahaina, leprosa - Kaeo, leproso - Keanu, leproso - Maui, leproso - Nohou, leproso.

Atención: Si se quiere abreviar la escena, se puede suprimir: en el párrafo Atajo:

MAUI, señalando lo alto… Pero yo no aspiro al cielo; aunque yo esté corroído por la lepra, nunca sueño con él. Prefiero aprovechar mis últimos momentos en este paraíso engañoso, disfrutar mis últimos, minúsculos y ridículos placeres en medio de tan enormes desdichas. DAMIÁN Para aspirar al cielo, tienes que despojarte de tus mediocres apegos humanos, deshacerte de tus egoísmos. Para ello, la lepra es un instrumento particularmente eficaz, es un bisturí puntiagudo que perfora y carcome. Si te dejas remodelar por la lepra, entonces el cielo se volverá amable y atractivo para ti. Lo anhelarás como el migrante sueña con volver a su tierra y encontrarse con sus seres queridos. Agradezco la lepra porque va a acortar mi camino hacia el cielo…

Y en el párrafo Medio de santificación:

KAPIOLANI No, no, no. Rechazo la lepra, rechazo este cuerpo deforme y asqueroso en que me está convirtiendo. DAMIÁN Deja de condenarla. Aprende a convivir con ella, considérala como una hermana cariñosa. Tu hermana, la lepra, es como la mano del cirujano que va extirpando el órgano dañado, como las tijeras del jardinero que cortan las ramas secas. La enfermedad enseña, acógela como a una maestra, pues mejor aprendemos a las malas que a las buenas.

Un reloj grande se pone a sonar las horas de la noche…

Atajo MAUI A partir del momento en que se declara la lepra, el cronómetro se pone en marcha, la manecilla corre sin parar, la muerte queda al final. DAMIÁN El gatillo del arma está soltado. Es la alarma, la señal de la muerte próxima70, 71, el anuncio de la resurrección futura. Solo somos viajeros y peregrinos por estas playas. MAUI El futuro es una ilusión, una droga que adormece, un veneno que paraliza e impide seguir luchando. DAMIÁN Todo lo contrario. La contemplación de la tierra nueva y del cielo nuevo que Dios nos está preparando, nos da ánimo para vivir mejor el presente. Sin el futuro, sin la esperanza de una plenitud, ¡cómo podrás vencer el cansancio de cada día! Sin la esperanza de un cuerpo nuevo, a imagen del de Cristo resucitado, ¿cómo podrás aguantar ahora tu cuerpo arruinado, que entra en descomposición en vivo, en vida?72 MAUI, señalando lo alto… Pero yo no aspiro al cielo; aunque yo esté corroído por la lepra, nunca sueño con él. Prefiero aprovechar mis últimos momentos en este paraíso engañoso, disfrutar mis últimos, minúsculos y ridículos placeres en medio de tan enormes desdichas.

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DAMIÁN Para aspirar al cielo, tienes que despojarte de tus mediocres apegos humanos, deshacerte de tus egoísmos. Para ello, la lepra es un instrumento particularmente eficaz, es un bisturí puntiagudo que perfora y corroe. Si te dejas remodelar por la lepra, entonces el cielo se volverá amable y atractivo para ti73. Lo anhelarás como el migrante sueña con volver a su tierra y encontrarse con sus seres queridos.74 Agradezco la lepra porque va a acortar mi camino hacia el cielo…75

Medio de santificación

KAPIOLANI trae una olla grande de poi. Acérquense, los que quieran. Sírvanse con los dedos que les quedan...

Dirigiéndose a Damián…

¡Cómo es posible que hayas caído en tan espantosa enfermedad! Te creía inmune. No puedo imaginar tus manos gastadas, hinchadas y torpes ya76, esas manos que estuvieron abiertas a la acogida, al perdón y al amor. No puedo imaginar que tu cuerpo, hasta ahora de acero y piedra, vaya a desmoronarse igual que una montaña de arena bajo la lluvia aguda, como una casa vieja carcomida por todas las polillas del mundo... 77 DAMIÁN Luego de protegerme por once años de la lepra del cuerpo, Dios quiere ahora preservarme de otra, más insidiosa, más peligrosa y más repugnante: la del pecado.78 ¡Acepto ser leproso físicamente para no serlo espiritualmente!79 Solo la lepra me irá quitando el orgullo y la superficialidad, todo lo vano y lo inútil. Me dejará vacío, sin nada. Se llevará todas mis suciedades como la cascada de agua que se precipita por el acantilado.80 KAPIOLANI No, no, no. Rechazo la lepra, rechazo este cuerpo deforme y asqueroso en que me está convirtiendo. DAMIÁN Deja de condenarla. Aprende a convivir con ella, considérala como una hermana cariñosa. Es como la mano del cirujano que va extirpando el órgano dañado, como las tijeras del jardinero que cortan las ramas secas81. La enfermedad enseña, acógela como a una maestra, pues mejor aprendemos a las malas que a las buenas. KAPIOLANI Pero si has caído enfermo, ¿quién ahora será nuestro pastor y enfermero, quién nos hará de ingeniero, arquitecto y albañil? DAMIÁN Dios puede pasársela sin nuestras obras, pero necesita nuestra santidad, nuestro amor, un extremado amor, un vigilante amor.82 Dios necesita a amigos incondicionales más que a grandes hacedores. El mucho amor con que se hace cosas quizás pequeñas, se vuelve, dentro del plan de Dios, más productivo que grandes acciones hechas con poco amor. KAPIOLANI hace pasar la olla de poi… Luego dice… Siento la lepra como una maldición, como maldad absoluta. Para mí, no hay nada que rescatar de esta sucia enfermedad, peor aún cuando golpea a los niños de nuestro orfanato. DAMIÁN El mal, por sí solo, es absurdo, sin salida y sin esperanza, pero Jesús lo ha redimido. Desde que aguantó nuestra cruz, le ha quitado al mal, al menos potencialmente, su poder nocivo, y ha sembrado en él gérmenes de bien. 83Y nos promete que el yugo de la lepra no será tan exigente sino más bien llevadero, que su carga no será tan pesada sino más bien ligera 84 porque él se echará al hombro la peor parte. Se oyen a lo lejos unos disparos… Todos escuchan…

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HAMAKUA Sin la lepra, eres un misionero excepcional, pero uno entre muchos. Si es verdad lo que nos estás explicando, ¡con ella te convertirás en un héroe de la caridad y en el santo de Molokai! DAMIÁN El mal es malo pero no es inútil.85 No puede causar el bien pero puede provocarnos a hacerlo. Si no hubiera gente que sufre, gente que no tiene sus aspiraciones satisfechas, si no hubiera enfermos y afligidos, pobres y miserables, nuestra capacidad de amar – en el sentido de darse, de entregarse – quedaría truncada, sin desarrollarse.86 Sin los niños del orfanato, Kapiolani, Hamakua, su corazón hubiera quedado encogido y enano; ¡nunca se hubiera despertado su corazón de madre!

Solidaridad

Otra vez se oye la sirena del buque. Se acerca… DAMIÁN Amigos, no es un barco que me sacará de aquí, ¡solo la muerte! Sí, seré solidario con ustedes, a la fuerza, hasta el final. Miren, el médico sana desde fuera porque, para poder curar, tiene que evitar el contagio. El buen pastor al contrario sana desde dentro, compartiendo la condición de las ovejas del rebaño. Para salvar a los demás hay que asumir su condición. Para salvar al mundo pecador, Jesús cargó sobre sí la condena que merecen nuestros pecados.87 KAEO ¡Ahora no eres solo nuestro padre, te has vuelto nuestro hermano! DAMIÁN Dios no quiso que les siga ayudando solo desde fuera, desde una posición de fuerza y de salud; sino que cargue con su carga, haciéndome totalmente uno de ustedes.88,89 VOZ (alguien se asoma a la entrada. No se lo ve, pero se lo oye …) Padre, el moribundo que visitaste ayer, Lunalilo, el joven que tocaba el órgano con los pocos dedos que le quedaban, ha fallecido.

Abandonarse a la voluntad de Dios KEANU Ves, Padre, la lepra es algo malo y repugnante, insoportable. No la acepto, no la soporto. La rechazo con toda mi alma. DAMIÁN Tu rebeldía fuera positiva si, con ella, pudieras hallar el remedio y curarte a ti misma y a nosotros. Pero por mucho que nos esforcemos aquí, en Molokai, la solución no está a nuestro alcance.90 KEANU Tienes razón, mi rebelión es vana y solo me deja inconforme. No me queda más que resignarme. DAMIÁN La resignación es un primer paso, pero hay que ir más lejos, no solo someterse al destino, sino abandonarse en las manos de Dios.91 Abandonarse a su plan misterioso pero sabio y amoroso. Adoptar su voluntad como si fuera la tuya propia. Ponerte en sus manos sin medida, con infinita confianza. Dejar que él haga de ti lo que quiera, sea lo que sea. Estar dispuesto a todo. Aceptarlo todo, con tal que se cumpla su voluntad en ti.92

Música… canto…

¿COMO UTILIZAR EL CUARTO ACTO, ESCENA 2? ver p. 27

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Quinto y último acto En la casa parroquial con los mismos

MAYOR FECUNDIDAD DEL MINISTERIO DE DAMIAN LEPROSO Personajes:

- Damián, - Ahuimanu, marinero - Hamakua, leprosa que atiende

el orfanato - Kapiolani, leprosa que atiende

el orfanato - Kilauea, leprosa

- Lahaina, leprosa - Kaeo, leproso - Keanu, leproso - Maui, leproso - Nohou, leproso.

Luego: Kakuaahua

Presentador

La lepra obligó Damián a actuar menos, amar más y entregarse del todo. Donde hay más amor, habrá mayor cosecha. Igual como en el campo el agua que irriga es más productiva que el mucho esfuerzo del campesino, el amor creciente de Damián fue más efectivo que su mucha acción. Empezó a atraer con mayor intensidad la gracia de Dios, como si fuera un imán o una antena. Su ministerio de inmediato se volvió más fecundo, su impacto se multiplicó. AHUIMANU, llegando Llego de la playa. El buque, cuyas sirenas aullaban antes, ya llegó. Echó el ancla en la bahía, a distancia de la orilla como siempre. Nuestras embarcaciones abordaron y acaban de traer el cargamento. Materiales de construcción, animales y plantas. Víveres y ropa, en cantidad insuficiente; y nuevos compañeros leprosos, en cantidad excesiva, ¡como ochenta! Damián, padre y ahora hermano, si estás enfermo, ¿quién atenderá este suplemento de feligreses? Y ¿cómo harás para seguir con tus emprendimientos, culminar tantos proyectos? DAMIÁN Quizás sea mejor así. Estaré limitado y tendré que dejarle más espacio a Dios. Haré menos pero Dios hará más, el resultado al final será superior. El campesino pone su ardor y su sudor pero Dios dispone el sol, la lluvia y la fuerza vital. El activismo no produce frutos sanos ni duraderos. Nuestra acción solo pone las bases, el milagro de la vida y del crecimiento pertenecen a Dios. Seré más productivo cuando le deje las riendas. KAKUAAHA que había salido, llega sin aliento. Todos la miran… Una gran noticia, Padre: mala y buena. Los que estaban encarcelados por haber confeccionado licor y venderlo se han rebelado esta noche. Estuve ahí. Se apoderaron de las armas de los guardias y estaban a punto de matarlos.93 TODOS Sí, hasta aquí oímos los disparos. Prosigue KAKUAAHA… Les gritamos a los presos pero no hicieron caso. Finalmente una inspiración me impulsó a avisarles que habías caído víctima de esta misma enfermedad que los tortura y aloca. “− Por culpa de ustedes, les grité, por su culpa, el P. Damián ha contraído la lepra. Dios lo ha herido para reparar el mal que están haciendo, como compensación por todas sus maldades.” TODOS Y ¿qué pasó?

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Prosigue KAKUAAHA… Se detuvieron sorprendidos. Se quedaron como estatua. Luego, dóciles como corderos, regresaron a sus celdas para cumplir su condena. ¡Tu lepra, Damián, es fuente de bendiciones! VOCES DE NIÑOS, gritando, cantando y aplaudiendo (o niños en la entrada, bailando): ¡La lepra del Padre Damián es fuente de bendiciones! (varias veces) AHUIMANU Padre Damián, creo que estamos empezando a recapacitar. Ya antes nos dabas más o menos las mismas enseñanzas. Nos predicabas acerca de la dicha de la cruz, de Jesús que consuela, de la lepra que es un atajo para ir al cielo, del sufrimiento como medio de purificación, del abandono en las manos de Dios. Pero no lograbas convencernos del todo.94 KAEO Ahora es distinto. Ya no nos echas en cara el mensaje, para cumplir tu oficio, porque te toca hacerlo, o como quien recita una lección. Hablar bonito del dolor y de la enfermedad es fácil cuando no se la sufre. Dictar cátedra, conferencias sobre la lepra, cuando no se la tiene, consuela más al conferencista que al leproso. KEANU Ahora no hablas por hablar, pues la lepra, como el taladro perfora el duro metal, se ha infiltrado en tu cuerpo; tú eres uno de los nuestros. Nosotros no hemos elegido la lepra, somos leprosos por mandato del destino; tú, al contrario, eres leproso voluntario, por amor, víctima de un celo demasiado ardiente. Ahora sí te creemos, ahora hablas desde la abundancia del corazón, hablas de lo que sabes y vives. MAUI Te creemos porque dejaste de ser un simple maestro para volverte un testigo. Solo son creíbles los testigos que están dispuestos a dar la vida por sus convicciones.95 Tus palabras ya no suenan como platillos estridentes 96, hablas con tu vida. NOHOU Antes solo conocíamos a Jesús de oídas97, ahora lo descubrimos en tu propio ser marcado por la lepra. Confesamos que solo en Jesús hay palabras de vida eterna98. AHUIMANU Seguiremos tu ejemplo, encontraremos en tu Dios consuelo y esperanza. Y, mientras estemos aún fuertes, nos comprometemos como tú a dar la mano a los que son más enfermos que nosotros. A vivir enteramente para los demás, sin complicaciones, sin ostentación, sin recuperaciones, sin cálculos, sin interés. A dar sin pedir nada a cambio. A servir aun a costa de la salud y de la vida. Queremos sumar nuestros sufrimientos a los de Cristo en la cruz y ofrecerle la degeneración de nuestros cuerpos.99 Ahora sí, tu Dios será nuestro Dios100, tu Señor será nuestro Señor, tu Maestro será nuestro Maestro. LAHAINA Damián, prodigio de entrega a Dios y al hombre, hazaña de altísima calidad, anhelo de sublimes vuelos, loco de Cristo, colmo de amores y dolores, ahora serás clamor de los leprosos, su portavoz y su estandarte, incentivo en la lucha contra todas las lepras. Se nota que está inspirada… como si tuviera una visión…

Veo, como en una visión, a compañeros de tu Congregación que te acompañan, a religiosas que vienen a consolarnos, a médicos que se turnan, ayudas materiales que llegan de todo el mundo... Veo, más lejos todavía, tu glorificación… DAMIÁN Son disparates, Lahaina, la fiebre de la lepra recalienta tu pobre cerebro… Rebosante de entusiasmo, grita…

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¡Aleluya, hermanos! Hoy, es un día especial, hoy es el día que hizo el Señor, día de alegría y de gozo. La semilla caída en tierra101 está dando fruto; la levadura de la lepra hace levantar la masa. Alegrémonos y regocijémonos. Kapiolani, sírvenos el Kawa, la bebida sagrada a base de raíz de kawa masticada. Kapiolani saca la botella de kawa… HAMAKUA Dónde está, Padre, la condecoración que te entregó la princesa Liliukalani con ocasión de su visita a la isla hace como cuatro años. DAMIÁN Allá en el fondo del cajón. Pero ¿para qué? HAMAKUA va al cajón, la saca… Ahora eres uno de los nuestros, es tiempo que lleves al pecho la gran cruz de la Orden Real de Kalakaua. Ella intenta ponérsela… DAMIÁN, rechazándola No, hermanos. Miren mi mano. Miren la otra. Observen las manchas negras, apenas son visibles pero irán creciendo. Es la lepra. Ahí esta mi condecoración, la que me identifica con ustedes, la de la “Orden menos honorable de la Leprosería de Molokai”102. Esas manchas son mi orgullo, son mis estigmas, las marcas de la Pasión de Cristo en mi carne. No quiero gloriarme103 sino en la cruz propia y especial que Jesús me ha impuesto.104

Kapiolani sirve el kawa… Se oye un canto cuidadosamente seleccionado; los actores acompañan cantando…

FIN

¿COMO UTILIZAR EL QUINTO ACTO? ver p. 28

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Esta obra está concebida para una REPRESENTACIÓN (teatro, película o montaje audiovisual) o para la LECTURA PERSONAL.

También puede usarse para una LECTURA GRUPAL.

INDICACIONES

REPRESENTACION

Atención: Los diálogos del Cuarto Acto abordan varias temáticas (señaladas con letras de color blanco sobre fondo gris). Con el fin de abreviar la representación se puede eliminar una que otra. Procedimiento

1. Reclutar actores 2. Organizar con ellos una lectura grupal 3. Los personajes, fuera de las voces de Dios y de los niños son 11. Los básicos son Damián,

Ahuimanu, Hamakua y Kapiolani. 4. Los otros son 7:

3 mujeres: - Kakuaaha, leprosa - Kilauea, leprosa - Lahaina, leprosa

4 hombres: - Kaeo, leproso - Keanu, leproso - Maui, leproso - Nohou, leproso.

Se puede reducir el número de personajes:

En lugar de tener a las 3 leprosas, se puede tener solo a 2: - Kakuaaha y Kilauea. - En este caso Kilauea hará de Lahaina.

En lugar de tener a los 4 leprosos, se tendrán a 2: - Keanu y Maui.

5. Repartir roles, aprender textos. 6. Ensayos, disfraces, escenario, etc. Tareas: Dirección de los actores, Escenografía, Realización, Promoción, Animador... ¿Alternativa? - Para facilitar la actuación y la audición, se pueden grabar previamente los textos tomando en cuenta los tiempos y los ritmos. Los actores solo representarán, cuidando la coordinación con el audio pre grabado. - Filmar las escenas (video). LECTURA EN GRUPO

La reflexión se puede dar en cualquier grupo. También se podría utilizar en el marco de una novena. En este caso: Día 1 Primer acto. Día 2 Segundo acto. Día 3 Tercer acto. Día 4 Cuarto acto, primera parte de la escena 1 Día 5 Cuarto acto, segunda parte de la escena 1 Día 6 Cuarto acto, primera parte de la escena 2 Día 7 Cuarto acto, segunda parte de la escena 2 Día 8 Quinto acto

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Si fuera posible, entregar el folleto con anticipación a cada participante, para que lo lea previamente. Sesión 1. Entregar el folleto o copia del Acto que toca. Se invita a cada uno a leerlo para sí.

2. Se reparten las voces: Presentador, Damián y demás personajes…

3. Luego de la lectura, se organiza una conversación sobre la base de las preguntas que siguen:

¿Hemos oído de otros, o vivido personalmente, experiencias parecidas? ¿Hay situaciones de nuestro medio, de nuestra vida, que se parecen a lo que cuenta el acto o la escena?

¿Qué personaje, palabra o frase, nos llama más la atención? ¿Por qué?

¿Qué enseñanza nos ofrece esta escena, qué mensaje nos deja?

¿A qué cambios nos compromete esta escena en nuestra vida personal, en nuestra familia, en nuestro medio? Si se quiere y se dispone de tiempo, se completa con las Preguntas complementarias que se señalan al final. (ver pp. 24 a 28)

4. Oración (ver pp. 24 a 28) LECTURA PERSONAL 1. Ave Damián

Bendito eres, Damián, que amaste a los leprosos hasta el sacrificio de tu vida. - Beato Damián, sigue invitando, al canto y a la esperanza, a todos los sufridos de la tierra.

2. Lectura del primer acto

3. Silencio de meditación

4. Oración propia del primer acto (ver pp.24 a 28) Y así sucesivamente… MONTAJE AUDIOVISUAL O PRESENTACION POWER POINT Se puede convertir esta obra escrita en diapositivas de dos modos: 1) Sea una combinación de imágenes y texto escrito, seleccionando las partes más pertinentes del mismo; 2) O, mejor, una proyección de imágenes, sin texto, mientras se oyen voces que reproducen literalmente el texto.

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¿CÓMO USAR LA OBRA? ¿COMO UTILIZAR EL PRIMER ACTO? Para la REPRESENTACIÓN, ver p. 22 Para la LECTURA PERSONAL, ver Indicaciones p. 23 y la Oración que queda más abajo. Para la LECTURA GRUPAL, ver Indicaciones p. 22 - Se pueden usar también las Preguntas Complementarias propias de cada acto. Vienen más

abajo. - Luego la Oración propia de cada acto. Viene más abajo. Preguntas complementarias para el Primer acto (a usar en caso de no haberlas resuelto antes) 1) Comenta la réplica de Damián:

No se puede servir al prójimo poniendo barreras y distancias. Hay que acariciar las manos, hay que vendar las heridas, hay que abrazar el dolor. Poco a poco tuve que ir dejando las medidas de prudencia. Imito a nuestro Señor que abrazaba a los leprosos. Y amputo las carnes podridas, limpio las heridas. Impongo los santos óleos en las manos y en los pies…

2) ¿A qué se debe la resistencia corporal de Damián a la lepra, por tantos años? ¿A su condición física, a su confianza en Dios?

Le he pedido a Dios que me proteja, no puse en vano mi salud bajo la protección de los Sagrados Corazones. Mi salud es excelente. Se la he pedido a María porque se compadece de todos y defiende especialmente a los misioneros de su Hijo. Y, junto a mi madre de la tierra fui al santuario de Nuestra Señora de Montaigu, otra advocación mariana, para despedir a ambas. Mientras me despedía de la del cielo le encargué cuidar de mi vida. Le he pedido a san José porque es mi patrono de bautismo. Y Jesús ha dado poder a sus enviados, para pisotear serpientes y alacranes, y para triunfar sobre toda la fuerza del enemigo sin sufrir ningún daño.

3) Ahuimanu afirma que, fuera de la salud de Damián, Dios no hizo milagros en Molokai. Dios, en la isla maldita, fuera de la belleza de sus fondos submarinos, no hace milagros. Pero quizás quiso hacer uno contigo por amor a nosotros.

¿Qué opinas? ¿Dios no hizo más milagros? 4) Ahuimanu nos habla de esperanza:

En la isla maldita, la fe y el amor no abastecen, se necesitan toneladas de esperanza.

¿Por qué? ¿Cuál es el papel de la esperanza? 5) A Damián que le confía que tiene síntomas sospechosos en su pierna, Ahuimanu replica:

¡Dios no lo quiera, Padre! ¡Eso no te puede pasar!

Busca la cita Mateo 16, 22, y coméntala. 6) Al final del acto, Damián dice:

No me ilusiono. Los planes de Dios no son nuestros planes, sus pensamientos no son los nuestros…

Comenta las notas adjuntas (buscar el número correspondiente al final). Oración a Damián, para el Primer acto Damián, llegaste fuerte y saludable a Molokai, pero sabías que estabas en peligro de muerte, como el marino en la tempestad. Y respetabas tu adversario, la lepra; hasta le tenías miedo, el miedo de

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terminar siendo cadáver en vida, al que los gusanos comienzan ya a devorar, primero por el interior y después por el exterior. Al mismo tiempo, creías que esta enfermedad no podría contigo. Creías que Jesús te había dado poder, como enviado suyo, para pisotear serpientes y alacranes sin sufrir ningún daño. Más aún pensabas que Dios te cuidaba, indirectamente, por amor a los pobres leprosos; o sea que Dios quería mantener tus manos sanas para que puedas consolar y tus labios incontaminados para que puedas suscitar esperanza donde hay desesperación. Pero, en el fondo, no te ilusionabas. Sabías que los planes de Dios, sus pensamientos no son los nuestros. Y, como soldado aguerrido, te atreviste a comer y beber en las chozas de los leprosos, a poner la mano a la olla común y a amputar manos y pies hechos llagas. Creías que no se puede servir al prójimo poniendo barreras y distancias. Creías que había que acariciar las manos, que había que vendar las heridas, que había que abrazar el dolor. Damián, pide a Dios que nos contagie con tu misma valentía en el compromiso, tu misma generosidad en la entrega, tu mismo amor en el servicio a los hermanos necesitados. ¿COMO UTILIZAR EL SEGUNDO ACTO? Para la REPRESENTACIÓN, ver p. 22 Para la LECTURA PERSONAL, ver Indicaciones p. 23 y la Oración que queda más abajo. Para la LECTURA GRUPAL, ver Indicaciones p. 22 Se pueden usar también las Preguntas Complementarias propias de cada acto. Vienen más abajo. Luego la Oración propia de cada acto. Viene más abajo. Preguntas complementarias para el Segundo acto (a usar en caso de no haberlas resuelto antes) 1) Comenta lo que confiesa Damián a Ahuimanu:

Al desembarcar a Molokai…estaba dispuesto a sacrificar mi salud y mi vida… Acepté el sacrificio desde un principio…Dije, al ofrecerme para ir a Molokai: “Aquí estoy pronto para sepultarme vivo con esos pobres infortunados.”

Es fácil hacer la ofrenda de su vida, de boca para fuera, de lejos y a distancia, cuando todo va bien; pero cuando llega la hora, ¡qué duro ha sido! Una cosa es querer y decir, otra cosa es asumir, ¡otra cosa es asumir! ¡Qué distancia entre el entusiasmo juvenil, la ilusión de la entrega y la realidad de la cruz!

2) Comenta la rebeldía de Damián de acuerdo al último párrafo. Oración a Damián, para el Segundo acto Tu pie, Damián, se quemó en el agua hirviente y no sentiste nada. Era el signo inconfundible de la lepra. Tu pie había perdido toda sensibilidad, estaba como anestesiado, pero no tu alma. ¡Cómo te dolió el alma! Gritaste: ¡Soy leproso, soy leproso! Yo, ¿leproso?, ¿leproso? Y pensaste: ¿Por qué vine aquí? ¿Por qué me acerqué a los leprosos, por qué no rechacé sus llagas? ¿Por qué la enfermedad no respeta a nadie, por qué invade los cuerpos sin importarle de quiénes sean, enviados de Dios, apóstoles de Jesús, misioneros o no? Desde un principio estabas dispuesto a sacrificar tu salud y tu vida. ¿Acaso no habías dicho al ofrecerte para ir a Molokai?: Aquí estoy pronto para sepultarme vivo con esos pobres infortunados.

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Pero al llegar la hora, tú piensas: ¡Qué distancia entre la ilusión de la entrega y la realidad de la cruz! ; y tú gritas: Oh Dios, aparta de mí esta hora. Herido en tu carne, tu espíritu se rebeló. Gritabas: ¿No ves, Señor, que este pueblo miserable me necesita? Soy su pastor y su peón, su albañil y su carpintero, su arquitecto y constructor. Pide a Dios, Damián, que nos ayude a vencer la rebeldía, a someternos dócilmente a su voluntad y a abandonarnos confiadamente entre sus manos.

¿COMO UTILIZAR EL TERCER ACTO? Para la REPRESENTACIÓN, ver p. 22 Para la LECTURA PERSONAL, ver Indicaciones p. 23 y la Oración que queda más abajo. Para la LECTURA GRUPAL, ver Indicaciones p. 22 Se pueden usar también las Preguntas Complementarias propias de cada acto. Vienen más abajo. Luego la Oración propia de cada acto. Viene más abajo. Preguntas complementarias para el Tercer acto (a usar en caso de no haberlas resuelto antes) 1) Comenta la réplica de Dios a Damián:

¿Quién es ese que critica mis planes y grita a todos los vientos su ignorancia? A ver, pórtate como varón, muéstrame ahora tu valentía. Voy a interrogarte, respóndeme: ¿Dónde estabas cuando yo puse los cimientos de la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto! ¿Sabes quién fue el arquitecto que la hizo y sobre qué descansan sus cimientos? Tú, que quieres entablar juicio conmigo, con el Todopoderoso, ¿insistes todavía en desafiarme?

2) Comenta el acto de sumisión final de Damián: Me inclino y te adoro, solo a ti. Me arrodillo ante ti, pues he de volver al polvo, pues en mí mismo no tengo vida. Creía en mis fuerzas, en mi fuerza física y mental, en mi liderazgo. Creía en mi entusiasmo y en mi optimismo. Para mí nada era imposible, creía que, con mi energía y mi fuerza de voluntad, todo lo podía alcanzar. Ahora descubro – aunque ya lo predicaba de boca para fuera - que no soy más que un pobre ser de polvo y ceniza, que tú eres el único Fuerte, la única Roca. Me despojo de toda pretensión.

Oración a Damián, para el Tercer acto Al descubrir que habías caído presa de la lepra, Damián, te desahogaste ante Dios, diste rienda suelta a tu amargura, diciendo:

¡Oh Dios, por qué me maltratas y desprecias! Me acontece precisamente lo que más me espantaba. ¡Qué amarga esta hora, qué duro el tormento! ¿Por qué no vienes a salvarme? En medio del rugir del mar y del viento, respóndeme, Señor.

Pero pronto recapacitaste y abandonaste tu actitud de rebeldía y le confesaste a Dios: Oh Señor, creía en mis fuerzas, en mi fuerza física y mental, en mi liderazgo. Creía en mi entusiasmo y en mi optimismo. Para mí nada era imposible, creía que, con mi energía y mi fuerza de voluntad, todo lo podía alcanzar. Ahora me inclino y te adoro, solo a ti. Reconozco que soy poca cosa, que no soy más que un pobre ser de polvo y ceniza, que tú eres el único Fuerte, la única Roca.

Y sentiste entonces como Dios te liberaba del miedo, te daba fuerzas y te sostenía con su mano victoriosa. Descubriste que el Dios salvador y redentor te confiaba una misión: dar vista a los leprosos que vivían en la oscuridad; romper sus cadenas, sacarlos de la cárcel y del calabozo. Damián, pide a Dios que sepamos reconocer que no somos más que seres de polvo y ceniza; que sepamos confesar que él es el único Fuerte, la única Roca; que aprendamos a adorarle solo a él y a inclinarnos ante su santa voluntad.

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¿COMO UTILIZAR EL CUARTO ACTO, ESCENA 1? Para la REPRESENTACIÓN, ver p. 22 Para la LECTURA PERSONAL, ver Indicaciones p. 23 y la Oración que queda más abajo. Para la LECTURA GRUPAL, ver Indicaciones p. 22 Se pueden usar también las Preguntas Complementarias propias de cada acto. Vienen más abajo. Luego la Oración propia de cada acto. Viene más abajo. Preguntas complementarias para el Cuarto acto, Escena 1 (a usar en caso de no haberlas resuelto antes) Comenta, una por una, estas afirmaciones de Damián:

La lepra no solo carcome los órganos sino que va cavando como una herida profunda en el alma. Por ella Dios se mete, se cuela y vierte el bálsamo de su consuelo. Estoy leproso; ¡bendito sea Dios! Vengan leprosos del mundo, vénganse que hay que cantar, que la lepra se ha cambiado de llanto en danzar.

Jesús es el amigo que nunca falla. Hasta se quiso quedar de modo palpable en la eucaristía, en la hostia. Confíale ahí tus penas. Experimentarás el consuelo. Escapa a la soledad compartiendo con él.

Desde que Jesús ha sufrido los latigazos y los clavos, los salivazos y los insultos, toda cruz puede convertirse en fuente de bendiciones. ¡Bendita sea mi hermana la lepra!

Oración a Damián, para el Cuarto acto, Escena 1 Damián, mientras la lepra consumía tu cuerpo, el Señor te enseñó el secreto de las bienaventuranzas. Te abrió los ojos; hizo que ardiera tu corazón en tu pecho. Te hizo ver que, en toda cruz, en cualquier sufrimiento, hay una luz, un sentido, una esperanza. Transmítenos la enseñanza que recibiste y experimentaste, enséñanos a sentirnos felices con la lepra encima, con la cruz dolorosa de cada día.

Y te escuchamos decirnos: La lepra que te va amputando el rostro, las manos y los pies, si la aceptas como una bendición, también te va arrancando, como de raíz, egoísmos, ilusiones y vanidades. No solo carcome los órganos sino que va cavando como una herida profunda en el alma. Por ella Dios se mete, se cuela y vierte el bálsamo de su consuelo. Estoy leproso; ¡bendito sea Dios! Vengan leprosos del mundo, vénganse que hay que cantar, que la lepra se ha cambiado de llanto en danzar.

Pide a Dios, Damián, que nos enseñe el secreto de tu extraña felicidad. Que comprendamos que, desde que Jesús ha sufrido los latigazos y los clavos, los salivazos y los insultos, toda cruz puede convertirse en fuente de bendiciones. ¡Bendita seas tú, hermana Cruz! ¿COMO UTILIZAR EL CUARTO ACTO, ESCENA 2? Para la REPRESENTACIÓN, ver p. 22 Para la LECTURA PERSONAL, ver Indicaciones p. 23 y la Oración que queda más abajo. Para la LECTURA GRUPAL, ver Indicaciones p. 22 Se pueden usar también las Preguntas Complementarias propias de cada acto. Vienen más abajo. Luego la Oración propia de cada acto. Viene más abajo.

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Preguntas complementarias para el Cuarto acto, Escena 2 (a usar en caso de no haberlas resuelto antes) 1) Comenta, uno por uno, estos consejos de Damián:

Vive con los dos ojos abiertos, con el uno observa tu realidad, tu entorno; pero con el otro apunta al cielo y la esperanza te dará fuerzas para vivir y renovar tu mundo.

La enfermedad enseña, acógela como a una maestra, pues mejor aprendemos a las malas que a las buenas.

El mucho amor con que se hace cosas quizás pequeñas, se vuelve, dentro del plan de Dios, más productivo que grandes acciones hechas con poco amor.

Si no hubiera gente que sufre..., nuestra capacidad de amar – en el sentido de darse, de entregarse – quedaría truncada, sin desarrollarse. Sin los niños del orfanato, Kapiolani, tu corazón hubiera quedado encogido y enano; ¡nunca se hubiera despertado tu corazón de madre!

El buen pastor…sana desde dentro, compartiendo la condición de las ovejas del rebaño. Para salvar a los demás hay que asumir su condición. Para salvar el mundo pecador, Jesús se hizo pecado.

2) ¿Qué diferencia hay entre resignación y abandono? Oración a Damián, para el Cuarto acto, escena 2 Damián, nos enseñas que el mal es malo pero no inútil. El primer síntoma de la lepra fue para ti la señal de la muerte próxima. Y la cercanía de la muerte despertó en ti la conciencia del futuro, suscitó en ti el anhelo del mundo venidero. Te enseñó a desear lo más alto, lo más grande, el excesivo y tan exigente amor divino. Y sin el cielo, sin la esperanza de una plenitud, ¡cómo hubieras podido vencer el cansancio de cada día! Sin la esperanza de un cuerpo nuevo, a imagen del de Cristo resucitado, ¿cómo hubieras podido soportar el asco de tu cuerpo arruinado? El mal es malo pero no inútil. La enfermedad te despojó de tus mediocres apegos humanos, te libró de tus proyectos demasiado mundanos, de tus egoísmos y espejismos. Como el bisturí del cirujano, te fue quitando tu orgullo y tu superficialidad, todo lo vano y lo inútil. Te dejó vacío, sin nada. Se llevó todas tus suciedades como la cascada de agua que se precipita por el acantilado de Molokai. El mal es malo pero no inútil, suscitó en ti un amor extremo, extremado. Sin la aflicción y la pobreza de los leprosos, no hubieras podido desarrollar totalmente tu capacidad de amar; ésta hubiera quedado truncada, sin desarrollarse. Ahora bien Dios podía pasársela sin tus obras, pero necesitaba tu santidad, tu amor pleno, intenso, vigilante. Dios buscaba en ti más al amigo incondicional que al gran hacedor. Pide, Damián, a Dios que la cruz despierte en nosotros el anhelo del mundo venidero, nos despoje de nuestros mediocres apegos humanos y suscite en nosotros un amor vigilante y extremo. ¿COMO UTILIZAR EL QUINTO ACTO? Para la REPRESENTACIÓN, ver p. 22 Para la LECTURA PERSONAL, ver Indicaciones p. 23 y la Oración que queda más abajo. Para la LECTURA GRUPAL, ver Indicaciones p. 22 Se pueden usar también las Preguntas Complementarias propias de cada acto. Vienen más abajo. Luego la Oración propia de cada acto. Viene más abajo. Preguntas complementarias para el Quinto acto (a usar en caso de no haberlas resuelto antes) 1) Comenta, uno por uno, estos consejos de Damián:

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Cuando se trata de hacer el bien, la acción no es el medio más efectivo; más bien es el amor y la entrega, y éstos son el fruto de la cruz. El activismo no produce frutos sanos y duraderos. Nuestra acción solo pone las bases, el milagro de la vida y del crecimiento pertenecen a Dios. Donde hay más amor, habrá mayor cosecha. Seré más productivo cuando deje a Dios las riendas.

2) ¿Qué diferencia hay entre la lepra de Damián y la de los demás leprosos de la isla? Nosotros no hemos elegido la lepra, somos leprosos por mandato del destino; tú, al contrario, eres leproso voluntario, por amor, víctima de un celo demasiado ardiente.

3) ¿Qué es lo que más orgullo le procura a Damián: la condecoración del Reino de Hawai o los estigmas de la lepra en su cuerpo? ¿Por qué? Oración a Damián, para el Quinto acto Tú fuiste leproso voluntario, por puro amor, fuiste víctima de un celo demasiado ardiente. No como los demás leprosos de Molokai que lo fueron por mandato del destino. Cuando la lepra se infiltró en tu cuerpo, como el taladro perfora el duro metal, te movió a más amor, más entrega. Entonces atrajiste con mayor intensidad, como si fueras un imán o una antena, la gracia de Dios. Tu ministerio se volvió más fecundo, su impacto se multiplicó. En efecto, igual como en el campo el agua que irriga es más productiva que el mucho esfuerzo, tu amor creciente fue más efectivo que tu mucha acción. Seguiremos tu ejemplo, queremos encontrar en la cruz el secreto de una mayor entrega. Pídele a Jesús que nos enseñe a vivir para él y los demás, sin complicaciones, sin ostentación, sin recuperaciones, sin cálculos, sin interés. A dar sin pedir nada a cambio. A servir aun a costa de la salud y de la vida. Damián, pídele a Jesús que no nos gloriemos en los honores de este mundo sino solo en su cruz, de modo que lleguemos a decir como tú:

No quiero llevar en el pecho la gran cruz de la Orden Real de Kalakaua. Mi condecoración son estas manchas negras, apenas visibles pero que irán creciendo, que asoman en mis manos y en mi pie. Esas manchas son mi orgullo, son mis estigmas, las marcas de la Pasión de Cristo en mi carne.

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NOTAS 1 … Ya no hay duda ninguna para mí, estoy leproso; ¡bendito sea Dios!, no me compadezca demasiado; estoy perfectamente resignado a mi suerte. (Carta nr. 201, Extracto de una carta al P.Leonor Fouesnel) 2 Damián de Molokai, Gavan Daws, Editorial Reinado Social, Madrid, 1984, Contraportada 3 Oración 4 Ver nota 1 5 A pesar de los dolores que soportaba en el pie cuyo nervio estaba hinchado e inflamado, Damián tuvo que ir a Pelekunu para visitar a sus parroquianos. El viaje de ida se pasó sin contratiempos, pero al retorno un verdadero diluvio se abatió sobre la chalupa. El misionero quiso desembarcar sobre un pequeño cabo, saltó en el agua poco profunda, se lo llevó la corriente violenta y alcanzó la costa a nado. Hizo el resto del camino a pie, atravesando vados, torrentes hinchados de agua helada y cogió un resfriado que le duró todo el mes de diciembre. (Father Damien, Hilde Eynikel) 6 Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo. Molokai, 25 Noviembre 1873 7 Carta nr. 139, a su hermano Pánfilo. Kalawao, Molokai 31 Enero 1880 8 La lepra es enfermedad contagiosa; creo que no tengo motivos para quejarme de la clara protección que Dios me ha dado. La Virgen y San José también tienen algo que ver en ello, pues me encuentro hoy tan fuerte y robusto como cuando me viste partir en 1863… (Carta nr. 196, a su hermano Pánfilo, Kalawao, Molokai, 31 enero 1885) 9 Cantata, Chile, “Nosotros los leprosos”, Esteban Gomucio, sscc y Alex Vigueras, sscc 10 Toda la repugnancia hacia los leprosos ha desaparecido. Sin embargo tomo grande precaución…(Carta nr. 81, al R.P. Modesto. Kalawao, 20 Mayo 1873) 11 Me ha costado mucho acostumbrarme. Un día en la misa mayor, estuve a punto de dejar el altar para respirar aire puro. El recuerdo de Nuestro Señor que abrió la tumba de Lázaro, me retuvo. Actualmente la delicadeza de mi olfato se ha acostumbrado. Entro en sus casas infectadas sin dificultad. (Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo. Molokai, 25 Noviembre 1873) 12 Mi salud es muy buena y los síntomas de la enfermedad han desaparecido. La experiencia de seis años me ha hecho ver que no en vano he puesto mi salud bajo la protección de los SS. Corazones para quedar preservado de esta terrible enfermedad, contagiosa, que me rodea. El ministerio entre los enfermos continúa bien… (Carta nr. 131, al M.R.P. Marcelino Bousquet. Kalawao, 4 Febrero 1879) 13 La santa Virgen, nuestra Madre de todos, en cuyas manos he confiado mi salud desde el día de mi llegada a este asilo de muerte, podría facilísimamente obtenerme un milagro… (Carta nr. 241, publicada en el ‘Empire’ (Canadá), Kalawao, Molokai, 8 nov. 1887) 14 Por mi parte, después de mi llegada a la leprosería, he confiado a Nuestro Señor, a su Santísima Madre y a San José, el cuidado de mi salud. A ellos les toca protegerme de esta terrible enfermedad, cosa que han hecho hasta ahora, y aún, en cuanto a lo físico, repito a menudo en medio de los peligros que me rodean: “En Ti, Señor, he esperado, no sea confundido para siempre”, Pau ia!” …(Carta nr. 163, a su hermano Pánfilo. Kalawao, Molokai, 18 Enero 1883) 15 Lucas 10, 19 16 Los periódicos de esta semana citan mi nombre como prueba de que no se debe alarmar tanto por ver leprosos en nuestras pequeñas aldeas. No hay peligro de contraer esta enfermedad viviendo en su cercanía. Eso es lo que esos señores juzgan de lo que ellos ven desde el exterior, sin comprender que Dios tiene un cuidado especial de aquellos que se dedican en su nombre al servicio de los desafortunados… (Carta nr. 163, a su hermano Pánfilo. Kalawao, Molokai, 18 Enero 1883) 17 Intento…mostrarme siempre contento para levantar el ánimo de mis enfermos. Les muestro la muerte como el fin de sus miserias si quieren convertirse. Muchos ven aproximarse su último momento con resignación e incluso algunas veces con alegría… (Carta nr. 107, al M.R.P. Marcelino Bousquet. Molokai, 17 Diciembre 1874) 18 Lunes, vuelvo a la leprosería donde todo el mundo está lleno de júbilo al verme. ¡Cuántas noticias he tenido que contar a mis leprosos! Emprendo de nuevo mis ocupaciones ordinarias encomendando a mis enfermos y a mí a sus oraciones. (Carta nr. 163, a su hermano Pánfilo. Kalawao, Molokai, 18 Enero 1883) 19 Oración 20 Soy el único sacerdote de Molokai, y yo mismo estoy atacado por la terrible enfermedad… (Carta nr. 202, a Charles Warren Stoddard. Kalawao, Molokai, 5 octubre 1885) 21 Cf. Mateo 16, 22 22 El recuerdo de haber estado postrado bajo el paño mortuorio hace veinticinco años -- el día de mis votos -- es lo que me ha hecho desafiar el peligro de contraer esta terrible enfermedad, cumpliendo aquí mi deber y tratando de morir cada vez más a mí mismo.” (Carta nr. 203, a Mgr. H. Köckemann, Kalawao, 29 octubre 1885) 23 Cuento con vuestro espíritu de sacrificio cuando el Señor quiera hacerme el regalo de esta lepra terrible o de cualquier otra enfermedad… (Carta nr. 113, a Juan de Veuster y Leonardo Peeters. Kalawao, Molokai, 15 Marzo 1876) 24 La terrible enfermedad que en este momento el Todopoderoso está permitiendo aparezca exteriormente, ya la esperaba desde que puse el pie en el asilo de los leprosos, hace ahora trece años. La he aceptado voluntariamente de antemano. (Carta nr. 210, a Sor Marie-Gabrielle, Kalawao, 25 marzo 1886) 25 … Al retorno un verdadero diluvio se abatió sobre la chalupa. El misionero quiso desembarcar sobre un pequeño cabo, saltó en el agua poco profunda, se lo llevó la corriente violenta y alcanzó la costa a nado. Hizo el resto del camino a pie, atravesando vados, torrentes hinchados de agua helada… (Father Damien, Hilde Eynikel)

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26 Un día, en enero de 1885, regresando de una gira, hunde su pié inadvertidamente en una vasija de agua hirviendo, sin percibir el menor dolor. La duda no está ya permitida: está leproso. (El Camino de Damián) 27 Una tarde, a fines del año 1884, de regreso de una excursión bastante larga en medio de los Palis, fatigado y extenuado, dijo a la leprosa que se ocupaba de su casa que le preparara un baño caliente para sus pies…(Esto es amor, Bruno Benati, sscc) 28 Salmo 22 29 Cf. Cantata, Chile, “Nosotros los leprosos”, Esteban Gomucio, sscc y Alex Vigueras, sscc 30 La terrible enfermedad que en este momento el Todopoderoso está permitiendo aparezca exteriormente, ya la esperaba desde que puse el pie en el asilo de los leprosos, hace ahora trece años. La he aceptado voluntariamente de antemano… (Carta nr. 210, a Sor Marie-Gabrielle, Kalawao, 25 marzo 1886) 31 Cf. Cantata, Chile, “Nosotros los leprosos”, Esteban Gomucio, sscc y Alex Vigueras, sscc 32 Al pie del altar… así como ante la estatua de nuestra santa Madre, es donde murmuro a veces, suplicando la conservación de mi salud” (Carta nr. 205, a su hermano Pánfilo, Kalawao, Molokai, 26 noviembre 1885) 33 Vosotros no os habéis acercado, como los israelitas, a algo que se podía tocar y que ardía en llamas, y donde había oscuridad, tinieblas y tempestad; ni habéis oído el sonido de la trompeta… (Hebreos 12, 17-19) 34 Damián se encuentra así enfrentado a una nueva prueba, al desafío de integrar la lepra no sólo en su carne, sino también en su visión del mundo y de Dios. (El Camino de Damián, Edouard Brion) 35 Por alimento tengo mis sollozos y mis gemidos corren como chorro de agua; porque me viene lo que más me espantaba, me acontece lo que más temía.35 ¡Ya estoy cansado de vivir! (Job 3, 24-25) 36 Job 10, 1 37 Cantata, Chile, “Nosotros los leprosos”, Esteban Gomucio, sscc y Alex Vigueras, sscc 38 ¡Oh Dios, no me declares culpable! ¡Dime de qué me acusas! ¡Acaso no me creaste tú mismo!, ¿te parece bien ahora maltratarme y despreciarme, mientras bendices los planes de los malvados? (Job 10, 2-3) 39 Lamentaciones 1, 12-13 40 Job 38, 1-6 41 Job 40, 1-2 42 Job 40, 3-5 43 Job 42, 1-6 44 Yo soy el Señor, el rey, gobierno las naciones. No desprecio ni paso por alto el sufrimiento de los pobres, tu sufrimiento de leproso. No voy a jugar a las escondidas contigo (Cf. Salmo 22, 24, 26). 45 Cf. Salmo 22, 24, 26 46 Cf. Éxodo 3, 7-8 47 Salmo 22, 1, 6-8 48 Éxodo 41, 8-15 49 Éxodo 42, 6-7 50 Cf. Éxodo 41, 16 51 Me arrodillo ante ti, pues he de volver al polvo, pues en mí mismo no tengo vida.51 (Salmo 22, 29) 52 Dios me guarda de dejarme llevar de una especie de vanidad por un cierto bien que él se digna hacer por mi ministerio. Si se habla mucho de mí, tanto en los periódicos como en las iglesias, toda la gloria sea para el Autor y Ejecutor de todo bien. (Carta nr. 102, al R.P. Gabriel Germain, Ecónomo. Molokai, 8 Diciembre 1874) 53 Hasta aquí, Damián da la imagen de un misionero celoso, dinámico, emprendedor, hasta bullicioso, tanto en sus principios apostólicos sobre la isla mayor de Hawaii, como en el transcurso de los años pasados entre los leprosos de Molokai. En adelante, se verá aparecer otro Damián. A pesar de mantenerse extrañamente activo, responderá a la provocación de la lepra con una profundización espiritual que le conducirá progresivamente, a través de un periodo de desolación, a una auténtica felicidad que nada podrá perturbar. (El Camino de Damián, Edouard Brion) 54 Cf. Lucas 24, 31-32 55 “Ahora tengo que desentrañar el mensaje que Dios me ha revelado, reajustar mi visión de la vida y del mundo” (del texto completo de la obra). Damián se encuentra así enfrentado a una nueva prueba, al desafío de integrar la lepra no sólo en su carne, sino también en su visión del mundo y de Dios. (El Camino de Damián, Edouard Brion) 56 I Corintios 15, 3 57 Seguro como estoy de la realidad de mi enfermedad, permanezco tranquilo y resignado e incluso me siento más feliz entre mi gente. (Carta nr. 202, a Charles Warren StoddarDamián Kalawao, Molokai, 5 octubre 1885) 58 A medida que la enfermedad avanza, me encuentro feliz y contento en Kalawao. (Carta nr. 203, a Mgr. H. Köckemann, Kalawao, 29octubre 1885) 59 Mis párpados empiezan a caer; pronto mi cara quedará desfigurada. Me quedo tranquilo y resignado y hasta me siento más feliz en medio de mi gente.

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60 Por tener tanto que hacer, el tiempo se me hace muy corto; la alegría y el contento del corazón que me prodigan los Sagrados Corazones hacen que me crea ser el misionero más feliz del mundo.” (Carta nr. 243, a su hermano P. Pánfilo. Molokai, 9 noviembre 1887) 61 Pues bien, mi reverendo padre, ya no hay duda ninguna para mí, estoy leproso; ¡bendito sea Dios!, no me compadezca demasiado; estoy perfectamente resignado a mi suerte. (Carta nr. 201, Extracto de una carta al P.Leonor Fouesnel) 62 Cantata, Chile, “Nosotros los leprosos”, Esteban Gomucio, sscc y Alex Vigueras, sscc 63 … Sus mayores sufrimientos no provinieron de su enfermedad física de la lepra: su sufrimiento interior fue mucho más doloroso. Encontró muy difícil soportar la soledad de su situación, aunque poco a poco, pudo ser capaz de transformar la experiencia sicológica de soledad con el Señor, profundizando así su unión con Él en la oración y meditación, especialmente en la adoración ante el Santísimo Sacramento. (El Camino de Damián, Edouard Brion) 64 Me resigno, sin embargo, a la divina Providencia y encuentro mi consuelo en mi único compañero que no me abandona, quiero decir nuestro divino Salvador en la santa eucaristía. (Carta nr. 205, a su hermano Pánfilo, Kalawao, Molokai, 26 noviembre 1885) 65 En su tiempo Jesús fue más marginado que los mismos leprosos: incomprendido por parte de los sabios, envidiado por las autoridades, traicionado por Judas, negado por Pedro, abandonado por el pueblo, condenado por Poncio Pilato… (de la obra completa) 66 Espero que, gracias a las numerosas oraciones, nuestro Señor me concederá las gracias necesarias para llevar mi cruz tras él, hasta nuestro Gólgota particular de Kalawao. Hasta el presente mi salud me permite seguir trabajando como de costumbre.” (Carta nr. 210, a Sor Marie-Gabrielle, Kalawao, 25 marzo 1886). En esta esperanza he aceptado esta enfermedad como mi cruz especial; trato de llevarla como Simón Cirineo, siguiendo las huellas de nuestro divino Maestro… (Carta nr. 243, a su hermano P. Pánfilo. Molokai, 9 noviembre 1887) 67 Estoy muy contento de poder seguir dándome a los leprosos y no tengo otro deseo en este mundo. [Pero] no les puedo decir por cuánto tiempo estaré aquí. Espero que esto sea para toda la vida. (Carta nr. 140, a su Familia. Kalawao, Molokai, 30-31 Enero 1880) 68 “No serán la enfermedad y los sufrimientos los que me descorazonarán, a buen seguro. Hasta este momento me siento feliz y contento, y si me dieran a escoger la posibilidad de salir de aquí curado, respondería sin dudarlo: "Me quedo para toda la vida con mis leprosos".” (Carta nr. 213, al P. Alberto Montiton, Kalawao, Mayo 1886) 69 Romanos 8, 38; Cantata, Chile, “Nosotros los leprosos”, Esteban Gomucio, sscc y Alex Vigueras, sscc 70 Si realmente estoy atacado por esta terrible enfermedad, hay que reconocer claramente que esto es la muerte acercándose paso a paso. Sin preocuparme demasiado de mi cuerpo, sí que me preocupa sobre todo mi alma, (Carta nr. 198, a Mgr. H. Köckemann, Kalawao, 25 de febrero 1885) 71 Si realmente estoy atacado por esta terrible enfermedad, hay que reconocer claramente que esto es la muerte acercándose paso a paso… (Carta nr. 198, a Mgr. H. Köckemann, Kalawao, 25 de febrero 1885) 72 Vive con los dos ojos abiertos, con el uno observa tu realidad, tu entorno; pero con el otro apunta al cielo y la esperanza te dará fuerzas para vivir y renovar tu mundo (de la obra completa). Dirija todos sus deseos hacia el cielo y trabaje con grande ánimo para conseguir una morada eterna … (Carta nr. 118, a su Familia,. Molokai, Abril 1877) 73 Recuerde a menudo que esto no es mas que un destierro, y que aquellos que mueren en el Señor son más felices que usted y que yo aquí abajo. A veces envidio a mis pobres hijos enfermos, cuando les administro los últimos sacramentos y cuando los entierro… (Carta nr. 114, a su Familia, Kalawao, Molokai, 15 Marzo 1876) 74 Acabo de enterrar a uno de mis mejores cristianos… Su muerte fue realmente edificante, ¡cómo deseaba ver el cielo! ¡Cómo se reflejaba en su rostro su fe y su amor, cuando veía que llegaba el Señor, que yo le traía como Viático! (Carta nr. 103, a su hermano P. Pánfilo. Molokai, 8 Diciembre 1874) 75 La santa Virgen… sabe mejor que yo lo que puede abreviar mi camino hacia el cielo… (Carta nr. 241, publicada en el ‘Empire’ (Canadá), Kalawao, Molokai, 8 nov. 1887). Me parece que esta enfermedad abreviará un poco y hasta hará más estrecho el camino que me conducirá a nuestra querida patria. (Carta nr. 243, a su hermano P. Pánfilo. Molokai, 9 noviembre 1887) 76 Oración 77 Oración 78 Espero que muchos de entre ellos, purificados de la lepra del alma, vayan a presentarse delante de su tribunal en estado de entrar en la sociedad de los bienaventurados. (Carta nr. 84, al M.R.P. Marcelino Bousquet. Molokai, Leprosería, Agosto 1873) 79 Sin preocuparme demasiado de mi cuerpo, sí que me preocupa sobre todo mi alma, (Carta nr. 198, a Mgr. H. Köckemann, Kalawao, 25 de febrero 1885) 80 La enfermedad, que es, después de todo, un agente del que se sirve la Providencia para despegar el corazón de todo afecto terreno, y animar al mismo tiempo el deseo del alma cristiana por estar unida, cuanto antes mejor, a aquel que es su única vida.” (Carta nr. 277, a Edward Clifford, Kalawao, 28 febrero 1889) 81 Yo soy la vida verdadera y mi Padre es el viñador. Si uno de mis sarmientos no da fruto, lo corta… (Jn 15, 1) 82 Cantata, Chile, “Nosotros los leprosos”, Esteban Gomucio, sscc y Alex Vigueras, sscc. 83 El mal redimido en Cristo funciona como la vacuna. El mismo virus, inoculado en cantidades mínimas, provoca las defensas del cuerpo y cura la enfermedad. La cruz de la lepra, en Cristo, se vuelve instrumento para renovarnos en profundidad (de la obra completa).

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84 Mateo 11, 30 85 El mal es siempre condenable sin embargo, con el poder del amor de Dios, puede indirectamente inducir al bien (de la obra completa). 86 Son tus hermanos leprosos los que te urgen a superarte, que te estimulan a desplegar todo tu espíritu de servicio, todo tu potencial de compasión (de la obra completa). 87 Convencido como estoy de que es su santa voluntad que yo muera de la misma manera y de la misma enfermedad que mis compañeros de aflicción. (Carta nr. 274, al Rev. B.H. Chapman, 1889?) 88 Como ya sabes, hace tiempo que la divina Providencia me escogió para convertirme en víctima de esta nuestra repugnante enfermedad. (Carta nr. 243, a su hermano P. Pánfilo. Molokai, 9 noviembre 1887) 89 Así aprenderé a sentir como ustedes (de la obra completa)… 90 Los científicos hasta aquí solo han descubierto la causa de nuestro mal90, un bacilo o sea un cierto tipo de bacteria, precisamente el año de mi llegada a Molokai, pero no tienen los remedios, quizás haya que esperar un siglo más (de la obra completa). 90 El año de 1873, el médico noruego Hansen descubrió el bacilo productor de la lepra. 91 Dios sabe lo que más conviene a mi santificación y con este convencimiento digo todos los días: "Hágase tu voluntad". (Carta nr. 202, a Charles Warren StoddarDamián Kalawao, Molokai, 5 octubre 1885). En fin, estoy siempre feliz y contento; no deseo otra cosa, que se cumpla la voluntad de Dios.” (Carta nr. 275, a su hermano Pánfilo. Kalawao, 12 febrero 1889) 92 Cf. Charles de Foucauld 93 En una carta del 24 de julio de 1889, el Hno Santiago ya se vio obligado a escribir a Clifford: “Después de la muerte de nuestro querido santo leproso, el buen estado anterior de las cosas ha sido completamente trastornado… Como el saludable temor al P. Damián desapareció, la embriaguez se ha hecho general entre la gente joven… la destilación ilegal de licor, limitada por el celo y la fuerza de voluntad del P. Damián se ha convertido en una práctica general. En este momento, tres hombres bien armados se han hecho fuertes en una casa: rehúsan someterse a una condena a tres meses de trabajos forzados, por destilación clandestina… “ La autoridad de Damián, apoyada en verdadero amor, casi siempre había bastado para hacer reinar el orden y la tranquilidad en la leprosería. (P. Damián, el Apóstol de Molokai, 1964, p. 226, Esteban Debroey, Desclée de Brouwer, Bilbao)

94 Algunos dudábamos de ti, de tu Dios y de su enviado Jesucristo (de la obra completa). 95 Decía Pascal: «Sólo creo en los testigos que se hacen matar» . Pablo VI observa que «el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros o si escucha a los maestros es porque son testigos». 96 1 Corintios 13, 1 97 Job 42,5 98 Juan 6,68 99 Cf. Colosenses 1, 24 100 Rut contestó: –¡No me pidas que te deje y me separe de ti! Iré a donde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí quiero ser enterrada. (Rut 1, 16-17) 101 Juan 12, 24 102 No os sorprendáis demasiado, ni tampoco sufráis mucho, al saber que uno de vuestros hijos espirituales está condecorado no sólo con la real cruz de la Orden de Kalakaua102, sino también con la cruz un poco más pesada y menos honrosa de la lepra, con la que nuestro divino Salvador ha permitido que esté estigmatizado. (Carta nr. 218, al Rvmo. P. Marcelino Bousquet, Kalawao, Molokai, 26 agosto 1886) 103 Galatas 6, 14 104 Solo pongo mi orgullo en ser un nuevo Cirineo (de la obra completa). “ESTOY LEPROSO, BENDITO SEA DIOS”, Quito, 2009 Congregación de los Sagrados Corazones Casa Parroquial de la Iglesia de San Carlos, Calle Bernardo de León y Carcelén y Prolongación de la Vaca de Castro, Barrio San Carlos Apartado 17-09-07341, QUITO-ECUADOR T. 593 [0]2 2292 515, 593 [0]2 2599 692 P. Emmanuel de Bézenac, sscc, [email protected]

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Esta obra de teatro ESTOY LEPROSO, BENDITO SEA DIOS, aporte de la Congregación de los Sagrados Corazones (Ecuador), puede servir tanto para la lectura personal como grupal. Sin embargo está destinada ante todo a la representación (teatro, película o montaje audiovisual) y persigue los objetivos que siguen:

- hacer sentir lo que sintió el Padre Damián de Veuster, sscc, cuando descubrió que la lepra sin lugar a dudas había infiltrado su cuerpo;

- tratar de revivir sus primeras impresiones, su drama interior, su primera reacción de rebeldía;

- averiguar cómo, muy rápidamente, logró darle sentido a la cruz; y que ésta fue para él purificadora y se convirtió paradójica y extrañamente en una fuente de gozo, porque él la recibió y asumió como un don, como una oportunidad;

- descubrir cómo esta escalofriante prueba, que él vivió en unión con la cruz de Cristo, se volvió fecunda no solo para él sino para sus hermanos leprosos, pues Dios tiene poder para convertir el bien en mal. Su lepra, libremente asumida, fecundó su ministerio;

- permitir a los lectores y espectadores hacer el aprendizaje de las “bienaventuranzas”.

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Damián descubre que es leproso · 2020. 3. 17. · DAMIÁN DE VEUSTER, 1840-1889, Apóstol de los leprosos y Heroe de la caridad en Molokai, Hawai Beatificado el 4 de junio 1995