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Dirección Profética de la Misión

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Un libro del misionero José Alfredo Ruiz Vega acerca de la Dirección Profética y la Dirección Intuitiva como componentes de un Método de Lectura al que llama el autor Narrativa Visionaria.

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  • Introduccin

    Cuando haba escrito algunos folios de este trabajo, me vi tentado a cambiar su ttulo por uno que pareciera ms llamativo para los lectores ordinarios de cualquier clase de literatura; pero debo confesar que tuve tal estorbo al hacerlo, que cre que era Dios quien me lo impeda, pues en otras palabras, algo inexplicable me sucedi, y fue que el procesador de textos no me obedeca, y no pude en ninguna manera disear la nueva portada. Era como si el procesador se hubiera vuelto literalmente loco, hasta que sent aquello que bien puede llamarsesndrome de impaciencia ciberntica, eso que da cuando no te responde algn programa o el equipo adecuadamente, y resulta que termin enojado con la mquina a punto de darme un dolor de cabeza, vaya, curiosa patologa moderna! As volv al primer diseo, curiosamente sin tener ninguna complicacin. Prescindira de la Informtica, de la Ofimtica y de la Red, si no ahorraran tanto trabajo a la indagacin.

    El segundo diseo tena de ttulo algo as como El Mtodo segn la Literatura Visionaria, y pretenda con esto resaltar la idea de que cualquier literatura sin una utilidad prctica, est esencialmente incompleta, ya que debera, en este mismo sentido prctico, permitir deducir desde la narracin de las experiencias, una especie de esquema o Mtodo para dar luz en el camino, para dar un buen sentido de direccin; aplicndose esto como una gua en diversas circunstancias de la existencia, buscando con ella la mejor direccin a seguir o el mejor sentido de actuacin para un determinado propsito, justo como lo hace la Palabra de Dios, no solamente para dar sentido a toda nuestra existencia, sino tambin en circunstancias propias de cada vida. (salmos 119:105). De esta utilidad de las Escrituras, surge la idea de hallar el Mtodo como idea del camino a seguir; perotambin, el lector se encontrar con otros conceptos similares, como lo son: El Mtodo de Lectura , que se refiere al estilo literario utilizado; y el Mtodo Deductivo, por el que se obtiene elementos de direccin.

    Pero en vistas de lo que pretenda hacer en este escrito, debo decir que hubo una cuestin que se transformaba en un asunto de conciencia en mi alma, y era sobre si mis ideas podran tener un sustento bblico, y no era esa clase de sentimiento antiguo, de estrechez de la conciencia farisaica, que solamente divide el mundo entre lo profano y lo sagrado, como el que dice: no toques eso, porque te contaminas; no en vano el apstol Pablo dira, que nos fuera necesario salir de este mundo; y aunque en los tiempos que corren se exige por la sociedad un

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  • dilogo con lo religioso basado principalmente en la buena convivencia con el prximo y en el respeto a las leyes y a las dems creencias, an as, quise ver si haba un sustento bblico a las ideas aqu expuestas. Y encontr varias respuestas, pero una fue la que ms se me acomod, por la idea de estar preparados, esto es, de prepararse de alguna manera, para dar respuesta sobre nuestra esperanza a quien lo demande de nosotros (1Pedro 3:15); por lo cual reflexionaba, que si en cuanto a la Literatura Universal se nos preguntase: Qu valor literario poseen las Sagradas Escrituras?, la pregunta me obligaba como escritor a prepararme para argumentar su valor literario, aunque sin excepcin, todos los cristianos sabemos que su valor trasciende al valor de los diamantes.

    As, aseguro que todo el proceso que aqu estoy exponiendo, est inspirado en reflexiones hechas en base al libro ms antiguo de todos, que conocemos como la Biblia. Este viejo libro que hace sabio al sencillo; que revolucion la religiosidad por el concepto de un solo Dios, nico e indivisible; que ha sido fuente antigua de la Jurisprudencia, de la Historia, de la Arqueologa y otras disciplinas; pero mayormente, la que puede traer paz y salvacin a las almas; la que por esto mismo y por otras inconmensurables razones, es el libro ms prctico de todos.

    Este magnnimo libro del que hablo, es la Palabra de Dios, y su utilidad superlativa, segn el propsito de este escrito, y como lo demanda la Narrativa, su utilidad literaria, adems de su innegable valor espiritual, radica en que es fuente de dos tipos de direccin, la Direccin Intuitiva y La Direccin Proftica.En todos los casos, el primer tipo de direccin, surge de la narracin de las experiencias de acuerdo a la Narrativa Visionaria, de la que se deducen observaciones, principios comunes y recomendaciones, que son los elementos dedireccin; el segundo tipo, surge de la narracin de experiencias sobrenaturales, tambin de acuerdo a ese estilo de Narrativa, de la que se deducen solo principios esenciales de direccin proftica, para la conformacin de un Profetismo sistemtico, es decir, que sistematiza las experiencias.

    Dir alguno: Qu necesidad se tiene, cuando con el simple leer, la cosa se entiende; pero, ante la necesidad de generalizar un principio que opere en referencia a toda clase de literatura, veremos que para lograr la buena direccin se requiere del Mtodo (del griego odos), vocablo que significa precisamente el camino o el procedimiento a seguir para alcanzar un fin, y enseguida quiero explicar esto que parece una redundancia de trminos,

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  • mencionando primero que aqu se encontrarn en la lectura de este trabajo, dos cosas que discurren como dos hilos de agua que dan alegra al paisaje, y son la deduccin y la induccin como Mtodos. Y para facilitarme yo mismo su diferenciacin, tengo una mxima que me ha ayudado en tal empresa:

    Le dice la memoria a la inspiracin, Qu difcil es amiga, hallar una palabra dentro de la sopa de letras! Es que no hay que hallarla amiga responde la inspiracin, hay que componerla en tu imaginacin y despus simplemente retenerla para tu instruccin; pero no toques la sopa contina la inspiracin, porque siempre quedar en lo mismo cualquier revolucin. Esto ltimo, es dichopara deducir en relacin a la tica de la Narrativa Visionaria, el principio de que se puede investigar sin alterar el trabajo de otros. De aqu surge la mxima de que la composicin viene por inspiracin e induccin; y lo instructivo, por el Mtodo deductivo, que son las herramientas de esta clase de Narrativa.

    La importancia del Mtodo

    La idea aqu es que todo lector, por ejemplo, del gnero Narrativo, debe encontrar un camino a seguir en cuanto a la manera de actuar, afectndose con ello, total o parcialmente y de manera positiva, sus actitudes; y entonces puede decirse que ese lector ha encontrado algo parecido a un Mtodo de lectura, que incluso afecta la forma de la redaccin. La idea ms prxima a esto, es describir las experiencias mediante una re-lectura de las mismas buscando percibir en ellas la secuencia de pasos, como una luz en el camino, que le permita percibir la buena actitud o para hallar la buena direccin en una determinada circunstancia. Esta cualidad la tiene el estilo literario de una Narrativa diferente:la Narrativa Visionaria, a la que llamo sencillamente, el Mtodo de Lectura.

    Y en este trabajo literario precisamente es mi intencin, en principio y en pos de la imparcialidad, primero abordar aunque sea en un ligero destello, el Mtodo como gua de acciones en el terreno cotidiano; y, tambin, dada mi investidura como religioso, exponer el enfoque del Mtodo como gua de acciones puntualesde la vida religiosa. Puede apreciarse ahora, que el Mtodo se encuentra a lo largo de todo este trabajo, como figura metafrica oculta en las experiencias narradas.

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  • Lo que estar tratando en este escrito, en relacin a la delimitacin del mismo,es el Mtodo Restringido, ya que el Mtodo se restringe para usarse solamente en relacin a las experiencias narradas, en cmo se leen stas. El Mtodo, en su uso ampliado, tendra que ver con las reglas, la normas generales de convivencia y con los valores; y cuando alude a estos elementos, en cmo se leen, entonces hablamos del Mtodo General. El Mtodo en su uso restringido tiene que ver con momentos vitales, o lo que es igualmente dicho, tiene que ver con alguna situacin existencial especifica de los individuos, conocida como experiencia o actitud.

    La esencia del Mtodo es su estructura narrativa, pero el Mtodo no es cualquier manera de narrar las cosas, el Mtodo aqu usado es una combinacin del Gnero Literario llamado Narrativa, (el que expone todo tipode relatos en prosa ms que en verso) pero que al inspirar un Mtodo, tiene una secuencia de pasos como manera de hacer las cosas para llegar a un fin, o para llegar a consumar una misin .

    De esta fusin, en la que se confunde el Mtodo para consumar una misin, confundindose con el Gnero Literario, surge el estilo literario que he llamado Narrativa Visionaria, que narra todo tipo de experiencias para la Buena Direccin; pues permite, como un camino trazado, llevarnos a consumar una misin. Aqu la misin es interpretada como aquel trabajo especfico que debe hacerse en una situacin particular o especfica, perfeccionando la experiencia vivida. Es visionaria porque obtiene por deduccin principios para mejorar la experiencia, que perduran a largo plazo.

    La vitalidad o dinamismo del Mtodo en su uso restringido radica en su pragmatismo, obtenindose as principios especficos para la actitud o para la accin circunstancial, es decir, para la misin; en cambio la regla o la norma que es la que tiene que ver con el Mtodo General, es la figura jurdica de uso comn, como acto administrativo que genera obligaciones y derechos; pero es el Mtodo en su uso ampliado el que permite ver a la Norma, en un uso generalizado o abstracto, como un procedimiento de pasos que permiten la redistribucin de un Beneficio Social, y ste ltimo estara condicionado por una actitud o condicin moral que puede identificarse como aquella buena o mala moral que nos rige, que afecta todo el trayecto de la vida o de la existencia, y que tiene la capacidad de llevarnos a un buen fin social, o a la

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  • decadencia y al ocaso social. El Mtodo General tendra as relacin con la vida en sociedad, en cmo leemos la realidad social.

    Por esto, para los cristianos la Biblia es la Palabra de Dios; es nuestra regla general de fe y conducta, esto desde la perspectiva del Mtodo General aplicado a la vida religiosa, pero tambin nos regula cualquier otra buena determinacin que emane de las Leyes democrticas; en cambio segn el Mtodo general, aplicado al terreno social, la norma general o abstracta llega a ser una figura que tiene relacin con el Estado de Derecho.

    Por otra parte, un aspecto relacionado con el procedimiento que nos lleva al desempeo defectivo de una misin, es el fracaso. Si alguien quisiera saber la razn de por qu un candidato a las elecciones pudiese fracasar, creo que un elemento determinante sera porque le pudiese faltar un mtodo de direccin, al menos de Direccin Intuitiva.

    En resumen, el Mtodo tiene dos enfoques, uno restringido y otro general o ampliado. Por ahora, hasta en tanto no exponga detalladamente a los lectores el Mtodo General, es fcil confundirse entre uno y otro. Por ejemplo, en el caso de su uso ampliado, el fracaso visto como la decadencia o el ocaso social, se presentara no solamente por carecer de dicho Mtodo, sino tambin, una vez encontrado, el fracaso deviene posiblemente porque el Mtodo no concuerda conlas normas generales que rigen la conducta; ya que si se tiene el Mtodo pero no la norma, el resultado es que el direccionamiento de nuestra actitud para ciertas circunstancias puede resultar errtico; o tambin, retomando el asunto de fracasodel poltico X, ste pudiese fracasar porque su Mtodo, hablando aqu del Mtodo restringido, se ha desfasado, debido a que posiblemente el juego de actitudes de su posible electorado ha cambiado, y su misin resultar infructfera.

    Tambin el fracaso viene cuando se tiene solamente la norma, pero no el Mtodo hablando aqu del Mtodo general, y sta es la causa del fracaso en cuanto a la buena direccin, por ejemplo, de la conducta religiosa; por lo cual, Jess recomendaba que sus discpulos recibieran la enseanza de los fariseos, pero que no hicieran sus actos, porque dicen y no hacen, pues stos no seguan una regla general de conducta, la que les otorgaba la Tor o Ley de Dios. En conclusin, vemos que el decir y el hacer lo que una norma percibida como benfica nos indica, no solamente es la esencia de la conducta religiosa, sino de la conducta que tiene que ver con cualquier clase de compromiso o

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  • servicio en la sociedad. La norma es usada en este ltimo caso en su significado literal o usual, y como es un tema que en el Mtodo General se relaciona con la Moral, no corresponde desarrollarlo aqu.

    Sin embargo, por lo dicho sobre la norma, el Mtodo va ms all de su definicin al referirse, al Mtodo General, como la forma en la que leemos nuestra realidad, y a la forma en que percibimos que nuestros principios morales o nuestras normas generales de convivencia afectan la vida cotidiana en sociedad; inclusive la percepcin de nuestro destino final como sociedad que se dirige al ocaso, es vista en el enfoque general del Mtodo como una especie de mal necesario, a fin de generar una mejor sociedad, con mejores normas. Profundizando un poco ms, digo que El Mtodo General, en realidad es otro Mtodo de lectura de nuestra realidad, por el que se vierten elementos del lenguaje que afectan la percepcin de nuestra realidad social, en relacin a las normas de convivencia generales, y requiere de otro enfoque del Genero Narrativo.

    Acerca de la composicin del Mtodo.

    Nuestro inters por ahora es Cmo se halla al Mtodo, en su forma restringida?, y la manera ms sencilla que tengo para explicarlo es mencionar que si una persona es capaz de elaborar una narracin, es decir, que si es capaz de describir de manera literaria sus experiencias, sus emociones o sus pensamientos, entonces el siguiente paso es poder deducir de estas cosas algn buen principio de direccin para su comportamiento o para sus acciones, en una determinada circunstancia de su existencia. En realidad esta idea, la de una direccin que se logra de manera intuitiva, la pude apreciar en un sencillo smil que se halla en la teologa del apstol Santiago, del cual desarrollo el primer ejemplo de cmo usar el Mtodo Restringido, para una Direccin Intuitiva. Pero antes, debemos ver la composicin del Mtodo.

    Todo Mtodo tiene una secuencia de pasos para hacer alguna cosa, el Mtodo, como aqu es usado, no es la excepcin. El Mtodo Restringido tiene la siguientesecuencia, la cual es modificada segn la capacidad de percepcin.

    1.-Primero es describir la experiencia original, la que reproduciremos despus segn la Narrativa Visionaria, mediante una forma de expresin como pueden ser la prosa o el verso. Se trata de inspirarse siempre en los mismos hechos, en la

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  • realidad propia, para especificar la experiencia, que adems estara descrita literalmente o implcitamente en la idea central del texto.

    2.- Se elabora una composicin narrativa desde nuestra vivencia, que nos permita re-leer a sta como experiencia enriquecida, introduciendo diversos elementos circunstanciales. Esta es la razn por la que debe usarse el Mtodo, porque solamente as se tendra el cuidado de pensar qu elementos son determinativos o causales, y que a la vez sean enriquecedores de la estructura gramatical; esto permite, por ejemplo, que se puedan dejar ver los elementos tcnicos como elementos causales de una determinada condicin. Un requisito de la Narrativa Visionaria es precisamente integrar en ella elementos tcnicos bien argumentados.

    3.-El siguiente paso es implementar una estrategia para deducir de la narracin, los principios operativos, las recomendaciones u observaciones que pueden traer el cambio de una determinada condicin, y que pueda generalizarse a otros ambientes.

    Estrategias hay varias, por ejemplo: la inspiracin personal, grupos de trabajo, investigacin documental, la bsqueda de ambientes inspiradores, la bsqueda de lo espiritual, el nombramiento de un mentor.

    Como estrategia adicional, creo que conviene realizar este proceso mediante un equipo de colaboradores, por lo productivo de la lluvia de ideas.

    De igual manera, conviene elegir el perfil de los redactores de la Narrativa, ya que todo escritor plasma en sus trabajos su cosmovisin que es su modo de ver las cosas, inclusive sus valores para la vida.

    4.-El resultado final es el enriquecimiento de la experiencia, es decir, para evitar el fracaso.

    En el ejemplo a desarrollar, el olvido es un smil que nos debe hacer pensar en por qu no se cumple el deber o la misin. En otro ejemplo veremos el olvido como una sicopatologa.

    Primero se expone el texto que puede representar a varias experiencias o situaciones de fracaso reales:

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  • Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues despus de mirarse a s mismo e irse, inmediatamente se olvida de qu clase de persona es. (Santiago 1:23-24).

    La interpretacin inmediata del texto es el fracaso espiritual por no atesorar la doctrina; pero adems se percibe que el pasaje indica lo que puede llevarnos al fracaso de cualquier misin, como experiencia de cualquier individuo, por el olvido o por un mal aprendizaje de las buenas enseanzas de la vida. Se trata de dar respuesta a una pregunta importante: Cmo evitaramos el fracaso de nuestra misin?, pues el fracaso es una experiencia, por cierto bastante amarga.

    Luego se hace una redaccin con estilo, que permita la re-lectura de la experiencia, segn el Mtodo. Para esto he hecho una breve investigacin documental sobre la experiencia del fracaso, que estara representada en el tema:Factores que impediran el fracaso de una misin. Estos factores estaran escondidos en la misma narracin.

    Mi narracin en prosa es la siguiente:

    Como no importndole los obstculos del camino, discurre el Progreso de la Vida como ro. Baja por los valles, arrastra las rocas, esos gigantes aparentemente inconmovibles; cualquier, piedra pequea, cualquier pesada roca, luchan en vano ante la persistente corriente de sus aguas imbatibles. No debera ser as el esfuerzo mo?

    Una piedra he encontrado en mi camino, le llamo conformismo. Cuan atrevidoenemigo mo! pues ha desviado muchas aguas para que no lleguen a su destino.

    Pesada roca es el tiempo en mi travesa. Qu tienes contra m oh roca imponente?, le digo. Mas me dice: dos sentimientos hay conmigo, el de amigo, oel de enemigo. Y tambin me dice: yo te mido con lapsos de mi esencia; haz puestu mismo que las cosas sucedan ahora, hoy, ya mismo; pues otras medidas tengo para mis enemigos.

    Que temible obstculo rocoso veo a mi paso!, me dice que se llama miedo. Le increpo con la historia de los nios, y le digo: Cuan cierto son los cuentos sobre los gigantes, no porque existieran, sino porque fueron vencidos!

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  • Y por ltimo, el fracaso; Le veo cuan piedra profundamente arraigada en el cieno, bajo mi corriente, en el ro! Mil veces he pasado por el mismo sitio y ah est, susurrndome sabidura. Para orle, simplemente le pregunto: Qu aprender de ti hoy, tutor mo?

    Autor: Jos A. Ruiz V.

    Mediante una anlisis a conciencia de cualquier narracin se podrn obtener las observaciones, los principios, y las recomendaciones. Una observacin es que el enfoque de esta narracin es reduccionista, ya que sin duda faltan muchos ms factores determinantes del fracaso, sin embargo es correcta su delimitacin como caso de estudio. Tambin puedo percibir el principio esencial, de que no hay factor de riesgo de la misin que no se pueda poner bajo control.

    Hay tambin ciertas recomendaciones:

    1.- Si consideramos que el miedo es una reaccin natural a lo desconocido, debera dotarse de todos los medios y recursos de informacin posibles.

    2.- Si el conformismo es un mal mayor en una organizacin, debera existir un buen sistema de estmulos a los logros personales.

    3.- El factor tiempo es la esencia de los buenos planes, que deben ser a corto, mediano y largo plazo.

    4.- No existe el fracaso si hay manera de registrar las experiencias. En pases desarrollados como Espaa se habla mucho de la Memoria Histrica.

    El olvido, como una accin involuntaria de la conciencia para esconder en elinconsciente un recuerdo o un aprendizaje, es tambin un tema merecedor de que lo abordemos. De los mejores ejemplos a este respecto, los hall en la Psicologa de Sigmund Freud, en su obra sobre Psicopatologa de la Vida Cotidiana, en lo referente a los olvidos (pgs. 4-21), en donde se percibe una aproximacin al Mtodo, aunque no son sus interlocutores los que escriben literalmente sus experiencias, pues sera lo ideal, sino el psiclogo. An as es clara la deduccin de principios para una actuacin o un dilogo con el mnimo de olvidos.

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  • Bsicamente en el caso de la Direccin Intuitiva, se deducen otros principios queafectan la estructura del lenguaje en determinadas circunstancias, por ejemplo, son dos principios de direccin el usar o no usar los componentes mnimos de lapalabra, conocidos como lexemas y morfemas, asocindolos o no, a diferentes familias de palabras que nos han causado una mala impresin o disgusto, ya que seguramente nos harn olvidar, o recordar, algn detalle importante en cualquier clase de discurso. De cualquier forma, el primer ejemplo y este ltimoson ejemplos simplificados del Mtodo que se conoce como Mtodo Deductivo, y tienen que ver con el tipo de Direccin Intuitiva por narrar experiencias comunes.

    Una vez entendidos, aunque sea en una forma muy estrecha, los significados del Mtodo como concepto referencial, en ambas de sus acepciones, restringida y generalizada, as profundizremos en los dos tipos de direccin echando mano de las herramientas de la Narrativa Visionaria.

    Lo que es la Direccin Proftica

    Cualquier forma de expresar los hechos relevantes por ejemplo, en el ministerio de las misiones, ya en el rea religiosa, estara incompleta si no comienza con traerse a la memoria que es Dios, por medio de su Santo Espritu, quien ha intervenido en aquellas ocasiones decisivas de la mision; me refiero a los momentos vitales de este ministerio, como son: El llamado especfico como misionero, la eleccin del lugar o de los lugares en los que llevaremos a cabo esta vocacin, entre otras experiencias.

    Sin embargo, en virtud del desarrollo de la literatura o de la cultura en general, debido a la proliferacin de diversas corrientes literarias, un asunto importante alrememorar tales experiencias, es la forma de narrarlas por escrito, de tal modo que las ideas expresadas, respecto a alguna vivencia sobrenatural, no se mal interpreten, por ejemplo, como un surrealismo; este ltimo es un movimiento literario francs que tiene que ver con imgenes creadas y mezcladas al azar en el subconsciente, que se mueven entre la obsesin y la paranoia.

    Lo anterior no se aplica en el caso del Profetismo, el cual puede expresarse comoun movimiento tanto histrico como literario, debido a que es narrativo de las experiencias sobrenaturales de los profetas, ya que narra diversas revelaciones

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  • dadas por sueos en la forma de imgenes o representaciones diversas, las cualesno son ni de la conciencia, ni del subconsciente del hombre, sino que son dadas por el Espritu de Dios (Nmeros 12:6-8); por lo cual, lo que ms acertadamente puedo decir, respecto a la forma de la corriente literaria aqu utilizada para la exposicin de mis experiencias personales en cuanto al Profetismo, es simplemente el concepto ya presentado como Narrativa Visionaria, que no deja de ser un movimiento literario con fundamentos antiguos, dado que su origen se inspira en la obra narrativa de las experiencias individuales de los profetas de la Biblia, encajndose dentro de la corriente de Literatura Sacra.

    Cuando se pretende incrustar un nuevo movimiento literario, como lo es la Narrativa Visionaria, que se enriquece ahora con la narracin de experiencias sobrenaturales, no se puede ignorar que en realidad surge como la idea regenerada de otras corrientes literarias que le precedan. Como el sabio rey Salomn dijera: Nada hay nuevo bajo el sol.

    Y la semejanza estara en el manejo de imgenes literarias, comn a otras corrientes literarias. Especialmente, tiene vinculacin en lo referente a las nuevastendencias de la Narrativa en general, que divide las producciones literarias en dos vertientes principales comnmente conocidas, las cuales son la fantasa y el realismo. Se puede ubicar a la Narrativa Visionaria, como estilo, en un punto de inflexin en el que el lector comn no distinga dnde comienza lo imaginario que no es propiamente la fantasa infantil sino la imagen literaria en s, facilitadapor los sueos, o dnde se aprecia un leve destello de realismo. No el Realismocomo tendencia bien definida, porque ste corresponde al Mtodo General , todavez que crea una especie de cosmovisin; de cmo se aprecia el mundo desde una perspectiva proftica en la que se ve a la sociedad vinculada a normas por medio de la construccin de ciertas herramientas analticas; y en la que medianteel lenguaje literario, se crea otro estilo de Narrativa que plantea un desarrollo errtico de la humanidad, dirigindose ella misma al ocaso o extincin. Le llamoen base a lo dicho, Narrativa Deconstructiva, que aunque se basa en la realidad, no pretende reproducirla con exactitud. Me refiero una vez ms a este asunto, porque creo que la Narrativa Visionaria es la base para entender la Narrativa Deconstructiva.

    En cambio, la Narrativa Visionaria como gnero, surge como una idea contextualizada dentro del Gnero literario pico, que es el Gnero en el que los eruditos comunes suelen colocar a la literatura proftica y en general a todo el

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  • contenido de la Biblia; y ante esta postura, lo primero que todo buen cristiano debe hacer, es respetar esta opinin; pero en mi caso, no dejar de sostener la idea de que el Profetismo es un movimiento literario diametralmente opuesto, por ejemplo al Surrealismo, debido a que ste ltimo tiene que ver con imgenesmentales preconcebidas; en cambio, la Narrativa Visionaria tiene que ver con el pensamiento inspirado o revelado. Afirmar algo as, equivale a darle un enfoque literario al Profetismo, lo cual sonara como un disparate en los pases de escasa libertad de pensamiento, pero no en Europa, donde adems veo que se requiere de la difusin de esta clase de escritos.

    En relacin a lo anterior, cabe destacar que no solamente Europa ha sido la cuna de muchas nuevas tendencias del pensamiento, sino tambin de diversas tendencias de la literatura; y en la cuestin de la Narrativa, lo comn entre sus diversas corrientes ha sido el manejo de las ideas, los relatos, las crnicas o las imgenes mentales, sin importar que todos stos elementos sean reales o fantsticos, ya que lo importante es que, como resultado final, permitan interpretar, estructurar y organizar la vida cotidiana; es decir, que permitan encontrar una secuencia o camino por el cual ir, lo que aqu denomino una direccin.

    As, en cuanto a las corrientes comnmente halladas en la Narrativa, su fin es obtenerse de ellas una Direccin Intuitiva; mientras que con la Narrativa Visionaria, se obtiene, adems, una Direccin Proftica.

    Hay quien juzga equivocadamente al Profetismo cuando lo que se dice parece que nada tiene que ver con el pensamiento revelado, y tiende a negar la existencia de lo proftico. Sin embargo, como buenos cristianos que pregonamosser en las sociedades occidentales, debemos reconocer que negar la existencia del Profetismo, es negar la veracidad de la Biblia como libro inspirado por Dios, el cual declara tcitamente la existencia de revelaciones entregadas a diferentes hombres en diferentes pocas, quienes coincidieron en una misma lnea de revelacin bblica, revelacin que se colocaba, no solamente en el mbito de la direccin proftica de la misin, sino ms ampliamente, para la salvacin de la humanidad ( Gnesis 3:15).

    En cambio, la revelacin de destruccin de sociedades antiguas, siempre fue preventiva, de advertencia de un fin que vendra como consecuencia de que los hombres hacan mal las cosas para su propio perjuicio, si no ordenaban sus

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  • vidas; y entonces Dios revelaba primeramente juicio a las conciencias de los hombres, antes de en ltima instancia traer su ocaso ( Gnesis 6:3-8).

    Aunado a lo anterior, debera comprenderse que, hablar de la Direccin Proftica de la Misin, no es nada nuevo si se traen a nuestra memoria las experiencias de aquellos grandes adalides de la fe y de las misiones, que tenan visiones o sueos, del tipo de imgenes no motivadas por alguna obsesin o experiencia previas, sino como dije, por revelaciones de Dios; pues es innegable que estos hombres eran as conducidos, a la semejanza de misioneros de Dios enviados a otras tierras, desde la edad temprana en que se echaban los primeros cimientos de esta vocacin; esto es, desde el tiempo de Abraham o desde el tiempo de Jos el sonador, hasta las experiencias, en este mismo campo, de la mayora de los profetas Vetero-Testamentarios, quienes se movan por diferentesregiones, llevando la Palabra de Jehov.

    Y, en el mismo sentido de lo dicho arriba para los antiguos profetas, se podra hacer mencin de otros personajes de la Era Cristiana, como el apstol Pablo o Juan el Telogo. Aunque, por otra parte, debemos ser conscientes de que nos encontramos en un tiempo de mucho escepticismo o quizs de mucha incredulidad, a tal grado que muchos de quienes se dicen ser creyentes de la fe, juzgan imposibles las experiencias sobrenaturales. La experiencia del apstol Pablo, en esos ambientes escpticos, parecera una locura, como quizs lo pareca en su momento, cuando dijo:

    Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce aos (si dentro del cuerpo no lo s o fuera del cuerpo no lo s, Dios lo sabe), que el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo... Que fue arrebatado al paraso donde oy palabras inefables que no le es dado al hombre expresar (2 Corintios 12:2, 4); aunque aqu no tengo la intencin de hablar ms sobre esta clase de experiencia, veo la semejanza de quecualquier hecho sobrenatural es difcilmente aceptado hoy en da.

    Sin embargo, aunque aqu estoy narrando mis experiencias, esto no me impide expresar las ideas en la forma de narraciones, para extraer de ellas ciertos principios bsicos a favor de un Profetismo un tanto ms metdico, lo cual es ya una utilidad prctica de esta obra narrativa, si es que cabe decir esta expresin.

    A manera de ejemplo sobre la forma en que estar introduciendo tales principios,debo manifestar que la guianza de Dios en la modalidad de una Direccin Proftica es un hecho que no se da de manera aislada o particular, sino que

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  • sucede en relacin con el cuerpo ministerial en su conjunto, pues el misionero esun ministro enviado por otros para cumplir su misin. En este sentido, vemos en Pablo el tipo de llamado que se le hace por el Espritu Santo en Antioqua, para desempear su trabajo como misionero, llamado que se realiza en la colectividadde esa congregacin; donde, adems de los ministerios que ah se mencionan, se infiere que exista un ministerio de envo, que al igual que el resto de ministeriosera influenciado por el mismo Espritu (Hechos 13:1-3). Por esta misma razn, las Sagradas Escrituras afirman que la Iglesia es un solo cuerpo cuyos miembros necesitan unos de otros; por lo que respecto al Profetismo, es importante tomar en consideracin este principio de cooperacin o unidad.

    Otra cuestin importante es acerca de quin o cul es el perfil de quien puede ser direccionado profticamente y, en esto, sabemos que Dios no hace acepcin de personas si se le pide con sinceridad este tipo de guianza. Pero una cosa que cabe aqu decir, si es que se puede tratar como un asunto de instruccin, es considerar lo que algunos textos de profeca sugieren, y es sobre la importancia de instruir a los discpulos en cmo escuchar la voz del Espritu para ser guiados,o cmo activar el don de profeca para la buena direccin.

    A juzgar verdad, cuando lea en textos de algunos autores acerca de la experiencia de escuchar la voz de Dios, o de recibir revelaciones o visiones, me pareca una cosa extraa, como de que era simplemente una suposicin de algunos hermanos; y tuvieron que pasar algunos aos para yo mismo darle la debida importancia al tema, y esto se fue dando cuando empec a tener diversas experiencias que me hicieron pensar en el ministerio de la Direccin Proftica, alcual defino como la bsqueda de la guianza de Dios para mantenerse en la buena direccin por medio de revelacin; y esta idea me vino en la medida en que yo tomaba conciencia de que el mismo Dios que nos llama para adoptarnos como hijos suyos, que es el mismo que sigue a nuestro lado todos los das hasta el fin, tambin sigue a nuestro lado para varios fines, pero especialmente para guiarnos, mayormente una vez que hemos sido instalados cada quien en su respectivo ministerio, por nuestros superiores. Dios utiliza diferentes formas para guiarnos.

    Con reflexiones como la anterior pude comprender que la posibilidad de comunicarse con Dios, o l con nosotros, siempre estara a la orden del da, aunque la Direccin Proftica incluye esta forma y otras adicionales.

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  • Es as como he llegado a considerar que esta verdad, de que Dios gua a sus hijosno solamente por las Escrituras, sino por otras formas que se sujetan a dichas Escrituras, por ejemplo por un dilogo vivo y acorde a las circunstancias actuales, esta verdad es fundamental en el discipulado orientado a las misiones.

    De igual manera, he constatado, como otro principio del Profetismo sistemtico, que las revelaciones nunca pueden contradecir las declaraciones de la Biblia, sino que deben siempre ser concordantes con ella, manteniendo un mismo sentido de interpretacin.

    Lo anterior no descarta que se puedan seguir ejerciendo los elementos humanos y organizativos de la misin, como la supervisin, los apoyos misioneros, la ayuda econmica o la capacitacin en diversos grados, dado que todo ello debe estar inmerso en el mismo mover de Dios, pues or la voz de Dios no implica desor la voz de los hombres, y Dios nos gua tambin por medio de otros hombres (Hechos 9:6).

    En el mismo sentido que lo dicho arriba, se entiende que los actos o las decisiones de nuestros superiores deben darse conforme a la direccin que Dios quiere dar, siempre fungiendo como facilitadores de las cosas que hagan progresar la Misionologa en todo su conjunto, facilitando los espacios de desarrollo para las reas arriba mencionadas.

    Similar a lo dicho arriba, se encuentra precisamente el rea proftica la que, segn mi apreciacin, ha alcanzado un desarrollo notable al interior de nuestra iglesia, debido a que se le han abierto amplios espacios de participacin; pero an as creo que debera llegar al grado de alcanzar la calificacin de un Profetismo Sistemtico o de una Teora Proftica propia, y aunque este ltimo asunto lo trato con mayores detalles en el otro estudio que he anunciado, cre conveniente plantearlo ahora, para as poder mencionar que el estudio organizado de nuestras experiencias es lo que nos permitir confeccionar las bases o los principios tericos para un Profetismo sistemtico, y que otorgue as una efectiva Direccin Proftica, como pretendo ilustrarlo aqu.

    Lo que el lector encontrar aqu, por lo dicho, no es un mtodo de cmo hacer profeca, pero espero que esta secuencia de experiencias permita, como lo he dicho, deducir algunos principios muy sencillos para ese Profetismo sistemtico que se debe cultivar. Ms all de la valoracin positiva o negativa de estas cosas,considero que estas experiencias en ltima instancia son el reflejo de un fiel

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  • testimonio de lo que he recibido de parte de Dios en mi andar en el ministerio, especialmente como misionero.

    Por otra parte, no debera verse el Profetismo como si fuera un nivel inaccesible, incluso para los feligreses comunes; pues puedo asegurar, segn lo poco que percibo sobre estas cuestiones, que generalmente las revelaciones vienen inesperadamente a la vida de los hijos de Dios, as como cualquier otro don. Incluso, muchas veces en mi corta existencia, he experimentado la guianza o la direccin de Dios cuando aparentemente yo no saba el camino a seguir en alguna situacin vital del ministerio misionero, y al final, al llegar al trmino de las cosas, descubra que Dios me haba guiado. Creo que en esto entra la fe en la Palabra de Dios, que nos da la seguridad a todos sobre esta guianza, como as lo deja ver la Escritura que dice:

    Porque todos los que son guiados por el Espritu de Dios, los tales son hijos de Dios (Romanos 8:14). Y como estoy seguro de que Dios nos gua tambin por sueos, corresponde hablar sobre ellos enseguida.

    Poema del Quitador de sueos

    De dnde vienes, Quitador de Sueos?, el de las caras mil Vienes de quitar los sueos, cuando por ms que lo intentaste an estn ah?; si quieres quitarmelos mos, solo djeme el ms pequeo: el sueo de alcanzar mis sueos. Pues no tengo solo uno, sino mil.

    Mxima: De cualquier manera que alguien intente detener la realizacin de los sueos, le sugiero que no lo haga, porque es como querer contener con las manos, las aguas de un gran venero.

    Autor: Jos A. Ruiz V.

    La narracin de experiencias de Direccin Proftica

    En la primavera de 1997, suba yo por las escaleras que conducen a la casa pastoral de la Primera Iglesia de Jurez, que era la residencia del Obispo, el Hno Joel Mireles, y sede ordinaria de los cursos para aspirantes al Diaconado y al Ministerio. Ah me esperaba el Comit Examinador de los candidatos al ministerio, los cuales ramos llamados uno por uno para responder a aquellas

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  • preguntas que, a juicio del comit, nos habilitaban para desempear la vocacin de Pastor, probando as la efectividad de nuestro aprendizaje en los diversos seminarios eclesiales.

    Ese da y habiendo aprobado aquel difcil examen, degustara de la responsabilidad de ejercer la pastoral, ya que se me haba asignado, por determinacin del Obispo del Distrito, con la anuencia del Obispo presidente Nacional, el Rev. Mauro Ruvalcaba Ruiz quien se encontraba en un habitculo anexo a todo el conjunto del edificio eclesial, por motivo de presidir la Convencin anual del Distrito, por decisin de ellos, se me asignaba una pequea iglesia en el pueblo de Praxedis, en el Valle de Jurez.

    No falt alguien que en ese agradable momento de aquel da, justo despus de aquel examen, me increpara cuestionndome con aspereza sobre mi eleccin como pastor, pues ese alguien me refiri palabras un tanto despreciativas, diciendo que lo que haba sucedido, es que yo tena muy buenos padrinos y mepreguntaba esta persona con cierto tono sarcstico: Cunto pagaste por el puesto?.

    Lo que me estaba sucediendo en ese momento, era una de esas situaciones de la vida ministerial en la que no se sabe si es Dios o es el diablo quien viene a probarnos para ver que respuesta daremos, pero agradezco al Seor que no me dominara en ese momento el enojo o una mala respuesta, sino que alzando mi mano derecha al cielo y sealando arriba con mi dedo ndice, le dije a aquella persona all, all arriba mi hermano, est mi Padrino, l ya pag la suma, y mealej dejndole ah. No era la primera vez que era maltratado por alguno de mis correligionarios.

    No tard tiempo en que fluyera la revelacin para confirmar el rumbo que se me haba asignado, cuando, sin previamente haber conocido la composicin social de aquella primera congregacin que yo recibira, y en una revelacin por sueosdada a mi esposa, Dios nos haba mostrado una poblacin en la cual algunas personas ancianas y enfermas nos llamaban, para que entrramos a sus casas, y algunos de ellos decan que vengan Ruth y Alfredo a ayudarnos.

    La revelacin dada a mi esposa era una manera en la que Dios me estaba confirmando el rumbo correcto. Pude ver que esa revelacin tena similitud con la visin del apstol Pablo, sobre aquel varn Macedonia que le deca en la

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  • visin: Pasa a Macedonia y aydanos (hechos 16:9). Por esto creo que la comprobacin por fuentes bblicas de algn antecedente proftico es precisamente un principio bsico del Profetismo.

    Praxedis G. Guerrero, la regin a la que nos haban enviado, es tambin uno de los 67 municipios en que se divide el Estado mexicano de Chihuahua. Est cercade Cd. Jurez y, por ende, cerca de la frontera con Estados Unidos de Norteamrica; y ha llegado a sostener una poblacin poco superior a los 3000 habitantes, por lo que es una comarca agrcola pequea.

    Ah, en esa pequea comarca, la revelacin que haba recibido mi esposa estaba confirmndose cuando comprobamos que en esa congregacin haba muchos viejitos, gente de edad avanzada, que eran muy buenos hermanos; pero faltaba por confirmarse el llamado que segn la visin se refera a ancianos no convertidos, de modo que el siguiente paso fue estar saliendo por las calles de ese pueblo a evangelizar. Yo empezaba a comprender que era necesario ponerse en accin, por fe, para buscar la realizacin de aquella revelacin. Esto constituye un principio fundamental del Profetismo, de que se requiere la fe parael cumplimiento de toda visin proftica.

    Fue as como llegamos, primero, a la casa de una anciana de nombre Mara, que adems estaba invlida y enferma de una especie de erupciones cutneas, como granos muy abultados que ella tena por todo su cuerpo; y estuvimos por espacio de tres meses atendindole y evangelizndole. Una hermana de la congregacin, y mi esposa, la baaban casi a diario, pues no poda caminar; y asestuvimos en esa tarea, hasta que se bautiz, para que lamentablemente, poco despus falleciera, aunque ya haba arrebatado el Reino de Dios. Recuerdo que en su velorio, estaba una hermana de ella en la carne, que era de confesin evanglica, y que estaba lamentndose de que su hermana, hubiese fallecido sinconocer al Seor Jesucristo; pero se alegr, al saber que su hermana haba fallecido habiendo caminado en la fe del Seor.

    Entiendo que nunca faltar una mente crtica de las cosas, en el sentido que algunos creen, de que una gran revelacin debera desembocar en un gran resultado, pero recordemos que Elas fue enviado por revelacin a donde solamente se encontraban una viuda y su hijo, para que los bendijera el profeta (1 reyes 17:8-9). Esto demuestra que tambin debemos esperar una revelacin para un evangelismo personalizado, como tambin la recibi Felipe respecto al Eunuco (Hechos 8:26-27). Esto en trminos del Profetismo, me hizo comprender

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  • otro principio fundamental: que es el Seor quien disea la dimensin o el alcance de cada visin.

    Con la mujer del pueblo, que se llamaba Maria, tuvimos el trabajo de luchar contra lo que le enseaban algunas personas de otra religin, las que tambin la visitaban para alejarla de la fe acerca de que Jesucristo es el nico Salvador y Seor; pero finalmente Mara se convenci al percatarse ella misma de que, si colocaba dentro de su casa alguna imagen, incluso de las que llaman en esa zona imagen bendita, su enfermedad empeoraba. El nfasis, por lo tanto, de nuestra enseanza para ella fue insistir en la inutilidad de adorar las imgenes, e hicimosque memorizara un solo versculo de las Escrituras, y lo hizo ella tan bien que al poco tiempo lo declaraba con mucha fe, diciendo: Yo tengo solamente una fe, un Seor y un bautismo (Efesios 4:5) y este fue su dicho hasta la muerte.

    Poco despus de aquella primera experiencia, conocimos a otra persona a quien prefiero llamarle por esta ocasin, Lola la cual estaba postrada en cama, tambin mujer anciana; y ella, al preguntar nosotros desde afuera si haba alguien en casa, responda con una vocecita apenas audible, invitndonos a pasar: Pasen, pasen por favor.

    El ambiente en el interior de la casa era impresionante, estando esta mujer postrada en su cama con toda su habitacin desordenada; pero lo ms lamentableera su enfermedad, que segn nos dijo ella, padeca desde haca 12 aos, y era unsangrado en sus piernas que le supuraba por los poros de la piel, adems de que tampoco poda caminar.

    Fue desde ese primer da que Dios estara fortalecindola. La primera accin fue retirarle algunos amuletos en forma de pirmide que tena ella a su lado derecho,y algunas imgenes que su hijo, un profesor de primaria, le haba colocado en su habitacin, haciendo nosotros todo con el consentimiento de ella, ya que le habamos hecho ver que esos fetiches son un estorbo para la oracin y para la sanidad fsica, pues tuvimos muchas experiencias similares a esta, en la que al sacar o destituir los dolos, los demonios de enfermedad se iban.

    Nos dijo ella, al grupo de hermanos que acudimos a su casa, que ya antes haba estado en nuestra congregacin algunos aos atrs, un poco de tiempo durante un pastorado anterior, pero que se haba retirado debido a su enfermedad; y que cada da nos lo refiri con mucho sentimiento, ella le peda a Dios que enviaraalgn cuervo, o sea, a algn hijo de Dios o algn cristiano a su casa pues as

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  • se les dice a los cristianos identificndolos como seguidores de Cristo, por lo que ella clamaba a Dios para que le enviara un buen cristiano, para que le hablara ms de Jesucristo.

    Desde el primer da, con las oraciones, ella dej de sangrar; y despus de algunos das, al ver nosotros que haba crecido mucho en el conocimiento de la Palabra, nos planteamos el dilema de cmo solicitar el permiso de su hijo para bautizarla, dado que l era un profesor de escuela y aunque era un ferviente catlico, le faltaba el conocimiento sobre la forma correcta del bautismo, segn la Biblia. No es necesario aqu explicar mucho sobre este bautismo que solemos aplicar a las almas, cuando se sobrentiende la ausencia de causas justificadas para el bautismo catlico, ya que un infante no tiene pecados que le condenen, y tampoco tiene un razonamiento maduro de las cosas.

    Una revelacin por sueos me ayudara a proseguir en la direccin correcta respecto al paso siguiente que deberamos hacer. Recuerdo que un da tuve un sueo, y era que me encontraba hablando precisamente con el hijo de esta seora, ciertas palabras que luego hablara realmente con l. Dios me estaba dando las palabras que se requeran para esa situacin, mostrndome previamente el sentido de un dilogo que podra yo argir.

    As, convencido en mis adentros de que algo maravilloso ocurrira debido a la revelacin de aquel dilogo, fuimos un da entre semana a visitar a Lola, y su hijo estaba all.

    Por otra parte consideraba un asunto de extrema urgencia poder bautizar a esta anciana, pues senta muy cerca su deceso, y creo que en verdad estbamos en una batalla por aquella alma, luchando contra principados y potestades del infierno.

    En esa regin incluso llegamos a orar por personas perturbadas por demonios de brujera, y tambin por algunas personas esclavas del alcoholismo y del tabaco, casi siempre ancianas; as como por enfermos de diversa clase, los cuales para lagloria de Dios siempre fueron sanados y liberados por Su poder.

    Comenc por pedirle al hijo de Lola un poco de tiempo para hablar a solas con l. Luego le estaba solicitando amablemente que nos permitiera llevar a Lola a nuestro culto, pero me discuta que ella no era una persona normal, sino un poco deficiente mentalmente; que a cualquier persona que la invitara a algn lugar, le

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  • dira que s; que por ese motivo no permita a gente religiosa que estuviesen invitando a su mam a sus reuniones. Esto argumentaba su hijo; pero en realidad, en el tiempo que estuvimos congeniando con Lola, siempre se comport como una persona normal o muy cuerda en sus juicios de valor.

    Le contest, de acuerdo a aquella forma de dilogo, diciendo:

    Mire Profesor, no ignoro el estado de su madre, acerca de todas esas cosas que Ud. me refiere, sobre el estado de salud de ella; pero por la misma razn, lequisiera preguntar, Qu es lo que hara si Ud. fuera el enfermo?

    Porque prosegu hablando cuando una persona sabe que le queda poco tiempo de vida, o que es de edad muy avanzada, esa persona enfrenta en su alma muchas cosas, muchos recuerdos de lo que hizo mal o bien, as como la duda de si realmente existe el cielo o el infierno, y quiere ordenar su vida; pero sobre todo, quiere buscar a Dios a su manera, porque quiere morir con la conciencia tranquila.

    Adems continu argumentndole, Ud. no puede imaginarse a plenitud lo queuna persona siente cuando se va a la otra vida con la conciencia intranquila, y lo nico que puedo asegurarle es que su sufrimiento es mucho mayor, porque siente, adems del dolor fsico, el dolor del alma; ese dolor de no haber podido arreglar su vida ante el Seor, o ante los hombres, y creo que Ud. no quiere eso para su madre...

    Le di gracias al Seor porque aquella persona habra su corazn a esas palabras, y porque segn estaba yo percibiendo esa situacin, Dios estaba tratando con el alma del hijo, ya que de alguna manera sas palabras eran tambin para l. Al final nos permiti llevar a Lola unas dos horas para el culto del domingo, en cuyo da le suministramos el bautismo, como ella misma nos lo haba solicitado. Al mes, Lola falleca yndose al paraso de Dios.

    La afirmacin de que hay un paraso de Dios no es una ocurrencia de la mente ms fantasiosa, como pueda alguien objetar a la Escritura. Hasta donde s, segnel entendimiento que creo que he recibido del cielo, ya que solamente es Dios quien nos revela por el Espritu las cosas eternas, y por esto puedo entender que cuando una persona muere, instantneamente su alma va al cielo, si es un hijo deDios; pero va inmediatamente al infierno si muri siendo pecador, mas el cuerpode cualquier clase de persona queda inerte en la tierra y sin vida alguna.

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  • Menciono lo anterior porque he entendido que otro principio del Profetismo sistemtico, es al que defino como el principio de trascendencia de las revelaciones; pues hay revelaciones de las cosas invisibles y eternas, por ejemplo, cosas relacionadas al cielo o al infierno respectivamente; como tambinhay revelaciones de las cosas temporales y terrenas, y estas ltimas son generalmente sobre eventos o personas; por esto, he entendido que el pensamiento revelado sobre estas cosas, trasciende el tiempo normal, que en griego es Kronos, y trasciende tambin las distancias, tanto geogrficas como delCosmos, o cosmolgicas, y tambin trasciende las barreras fsicas.

    Precisamente, como un ejemplo de la primera categora de revelaciones, puedo mencionar que he tenido diversas revelaciones relacionadas al destino eterno. Una de ellas fue precisamente sobre aquella primera anciana, de nombre Mara, a quien traigo a colacin ahora en relacin a lo que estoy diciendo. Poco despusde su muerte, en un sueo, Dios me revelaba algo que hasta entonces yo mismo ignoraba, y es la circunstancia de que all en el paraso las almas de los creyentes se ocupan en adorar al Seor, pues salen de sus moradas para ir a algn lugar con ese fin.

    En dicha revelacin vea que esta hermana caminaba por un jardn precioso, con mucho nimo, y caminando como si nunca hubiese estado postrada en cama, para ir a adorar al Seor; vea yo su cara sonriente; se le apreciaba a ella como llena de un gozo inefable, vestida de blanco, con un velo sobre su cabeza, y sin ningn vestigio de aquella rara enfermedad que tena en vida, pues su cara se vea limpia y sin arrugas, la vea muy rejuvenecida. Una conclusin importante sobre esta revelacin, es que ante la dimensin de su significado, digo que vale la pena que los creyentes nos guardemos puros hasta el fin, siendo fieles hasta la muerte, pues grandes son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.

    Lo opuesto tambin es revelado, es decir cosas espirituales como lo son las moradas eternas de condenacin, las que se encuentran en el infierno. Conoc a una persona en vida, a un anciano a quien llegu a apreciar con una gran estima, como del cario de un hijo a su padre. Recuerdo que muchas veces intent que esta persona entendiera la verdad del Evangelio, pero siempre fue muy renuente, ya que deca que todas las religiones eran iguales, que lo importante era creer en Dios; deca que le era mejor estar en una religin que permitiera cualquier formade creencia, como lo es la Masonera.

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  • Pasaron algunos aos, y aquella persona se enferm a tal grado que luego muri. Algn tiempo despus, tuve una revelacin sobre la condicin de esta persona en la eternidad. Vea que en algn lugar en las profundidades de la tierraestaba algo as como una gran cavidad subterrnea, bastante obscura, aunque en esa oscuridad de alguna manera poda ver yo las cosas; y lo que percib fue para m una visin aterradora de la miserable condicin de las almas en ese lugar de tormentos: Esta persona estaba sobre una gran saliente rocosa, y le miraba que estaba completamente desnudo; pareca tener una especie de cadena con un extremo atado a uno de sus pies y el otro extremo atado en algn punto de esa roca. Le miraba a l sediento, tanto que sacaba su lengua para remojar sus labios,y pareca que intentaba tambin hacer saliva en su boca pretendiendo saciar de esta manera su sed.

    Fue algo verdaderamente impresionante, y aun me duele recordarlo. Pero la Sagrada Escritura declara que ese lugar de tormentos, conocido como el infierno,es real; y no existe un lugar intermedio como lo ensea la religin tradicionalista; y nosotros sabemos que es ah donde termina el camino del pecador, y aunque el infierno fue creado para castigar a Satans y sus ngeles, todo ser debe ir all como pago a una existencia llena de pecado. Por esa razn Dios ensea en su Palabra que l no se complace en la muerte del pecador, sino en que se aparte de sus caminos y viva (Ezequiel 18:23). Amn.

    Pasaron 21 meses y toda al congregacin de Praxedis estaba inmersa en un ambiente de avivamiento espiritual, celebrando algunos bautismos y gozndonosen el Espritu en gran manera; as como construyendo el nuevo templo, para lo cual incluso las hermanas organizaban algunas ventas de tamales, esa deliciosa comida mexicana. Cuando entonces, comprob una vez ms que Dios segua marcando una direccin a mi vida, por medio de otra revelacin.

    No imaginaba ni siquiera en lo ms mnimo que pudiera haber la posibilidad de un cambio pastoral pensado para m ya que, de acuerdo a mi parecer, tena muy poco tiempo en la localidad de Praxedis. Sin embargo Dios tena otro plan y todas las circunstancias se estaban dando en ese sentido, lo cual ignoraba plenamente.

    Recuerdo una revelacin en la que vea una construccin que tena la forma de un grande local del tipo de las naves industriales; pero su cubierta de lminas de metal no estaba totalmente acabada y estaba totalmente en bruto, sin arreglos de fachada, ni del piso; de modo que tena una grande rea descubierta de casi tres

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  • cuartas partes del total del techo. Ah en el interior de ese local, vea a dos o tres seres de gran tamao, los cuales a semejanza de bestias de tiro o de carga, marchaban a lo largo de esa edificacin al unsono atados con una especie de yugo, y arrastraban lo que me pareca que era un tipo de arns que llegaba hasta la altura de las lminas. Al ser tan grandes estas criaturas, a duras penas se movan en el interior, de modo que con unos pocos pasos recorran lo largo del local. Entend con esto que el lenguaje proftico poda representarse, aun en este tiempo de modernidad, mediante simbolismos o figuras, a la usanza antigua; yo lo conoca precisamente por los escritos profticos de Daniel, Ezequiel, etc., pero no lo haba experimentado en m. La Sagrada Escritura me hizo corroborar su existencia (Nmeros 12:6-8).

    En ese tiempo, sucedi el lamentable deceso de un pastor de una de las iglesiasapostlicas de Cd. Jurez, concretamente fue el pastor de la iglesia signada con el nmero 17, un hermano ministro, de apellido Arras.

    Recuerdo que no pude asistir a su funeral; aunque el da que celebraban su culto fnebre estaba yo transitando en coche por el camino que va a Praxedis, el mismo que discurre frente a la iglesia nmero 6, donde estaban realizando este servicio varios hermanos y algunos pastores; y no acud, lo digo con sinceridad, debido a que el acontecimiento se haba presentado tan sbitamente que no habra podido avisar a mi congregacin si hubiera tenido que ausentarme de la actividad programada para ese da; pero, adems hubo un pensamiento que me asalt: de que pudiesen mis compaeros del ministerio sugerirme solicitarle al Obispo que ocupara yo como pastor esa congregacin de la iglesia 17.

    Tal sospecha era como si Dios me la hiciera sentir; y para m, que tena poco tiempo en el pastorado, era algo impensable, ya que efectivamente tena mucho por hacer an en la pequea congregacin de Praxedis. Inclusive, en cierta forma, a la semejanza de Jons, me esconda porque quera eludir cualquier cuestin sobre el asunto, y el da de la reunin general de pastores, llegu intencionalmente algo tarde, para evitar que me hablaran acerca de ello. Sin embargo, no pude evitar mi traslado a la iglesia 17, pues al sugerrmelo el propioHno. Obispo, tampoco poda desobedecerle.

    Lo que haba en esta iglesia nm. 17 de Cd. Jurez me permiti corroborar aquella visin que tuve en aqul sueo que antes coment, detalle tras detalle, y quiero ahora mencionarlos, ya que los smbolos o imgenes deben adems ser interpretados pero tambin corroborados con la realidad a la que aluden.

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  • Me encontr que la iglesia estaba en construccin, y que la colocacin del techo de lminas estaba incompleta, avanzada hasta una cuarta parte del total, aproximadamente, y la misma parte cubierta estaba justo en la orientacin que haba yo soado, segn la cartografa geogrfica de esa zona. Creo que el nmero de los seres que vi, representaban los aos en los que se terminara la edificacin, hasta su dedicacin como templo y la marcha forzada de estos seres,representaba algunos problemas de la iglesia y de liderazgos que haba entre los miembros, que representaban ciertas complicaciones que detenan el proceso de construccin. Esto era sin duda la confirmacin de las buenas decisiones tomadas por mis superiores en el distrito, y pude comprobar que yo estaba en el camino correcto, que segua en la Buena Direccin conforme a los propsitos divinos.

    Respecto al lenguaje proftico por simbolismos, el principio relacionado con esta vivencia, es que la interpretacin de los mismos debe tomarse como una segunda etapa de esta experiencia. Al recibir una visin o un sueo con figuras, en lo personal o desde mi parecer creo que lo normal es buscar su interpretacin en oracin, o esperar hasta recibir la certeza de que est relacionada con alguna situacin real, antes de aventurarse a dar una interpretacin prematura; aunque tambin puede ser interpretada por otros intrpretes.

    Ante lo complejo de la interpretaciones, es mejor en principio emplear trminoscomo he recibido esta visin, y exponerla en su totalidad, antes de dar su interpretacin; aunque creo que es mejor escribirla, junto con nuestra interpretacin y leerla luego textualmente, sin dejar de mencionar cosas como yo entiendo con esto que...

    Aunado a lo dicho, he comprendido que ninguna visin, por lo general, y en lo que a m respecta, es similar a otra, excepto si la suea repetidamente la misma persona; e inclusive esto se demuestra por la Biblia, ya que ningn profeta tuvo una misma visin que otro haya tenido, repitindose exactamente la misma escena en sus mismos elementos, aunque en realidad pueden coincidir en su interpretacin dos o ms visiones diferentes. Sin embargo, sera complicado el proceso de comprobacin.

    Recuerdo que un apreciado hermano y compaero del ministerio, el Rev. Daniel Acosta, enferm de un cncer muy agresivo. Pude verle personalmente despus de su intervencin quirrgica, estando l en una seccin de la clnica en la que fue intervenido, y estaba recostado en una camilla para su recuperacin de

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  • la anestesia. Y sus familia, comentaba que este hermano haba tenido una visin en la que hablaba con un ngel, no supe si antes o despus de la operacin.

    Lo cierto es que Dios me haba mostrado en un sueo, lo que interpret como un desenlace trgico de su enfermedad. Recuerdo que tuve una visin por medio de ese sueo, en el cual me encontraba frente a un coro de una iglesia, y que alguiende ese grupo me preguntaba que cul canto podran entonar en ese coro, y entonces le facilit un canto que en un portafolio o maletn estaba marcado con los nmeros 3 y 4, como si estuviera duplicado, el cual dice: ... l me levantar,l me levantar... l me levantara, en sus manos me sostendr... l me levantar,as dice el Seor.

    Debo decir que la circunstancia por la que recibira dicha revelacin estaba delinendose por el inters de muchas iglesias, de que al hermano Dios lo sanara; y esos das de su enfermedad tambin mi familia oraba y ayunaba. Por locual, yo estara recibiendo la interpretacin de ambas visiones, ya que slo tenan el significado de que el hermano, lamentablemente respecto a quienes junto con su familia lo aprecibamos, al poco tiempo fallecera. El da 3 de aquelmes superara la operacin, y el da 4, fallecera; es decir, fue doblemente levantado para irse al cielo, habindolo tomado en sus brazos el Seor mismo.

    Yo daba testimonio a algunos hermanos de la iglesia 17 el da 2 de ese mes, declarando la interpretacin que Dios me daba, antes de suceder los hechos. De esto di testimonio en su culto fnebre. El sentido de Direccin Proftica hacia sudeceso, desde un inicio se impona con la visin del ngel, como seal de su partida, pues encontr un parecido con el tiempo de la despedida del Seor, cuando le confortaba un ngel (Lucas 22:43). Sin embargo, no se puede sacar de esto una especie de regla, de que as suceder con cualquier otra persona, pues insistir siempre en la individualidad de las revelaciones.

    Otro asunto es la visin que se da en partes, dndose en diferentes tiempos, incluso en periodos anuales; visiones que como piezas de un rompecabezas, se entiende su forma o se percibe su significado despus de mucho tiempo. Todas estas afirmaciones pueden constatarse en la Biblia pero quizs puede haber alguna excepcin a ellas.

    Retomando el tema de la iglesia 17, mi inters en esta nueva congregacin era por la bsqueda de experiencias en el Espritu, buscando siempre que los miembros de la iglesia experimentarn el bautismo en el Espritu Santo; y

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  • realmente toda la congregacin vivimos fantsticas experiencias de avivamiento,de sanidades y de liberaciones de malos espritus en diversas personas por las que orbamos, lo que nos trajo un buen crecimiento, que decay luego por la salida de la ciudad de un buen nmero de hermanos que se iban a otras regiones; pero siempre por los nuevos convertidos se mantena un nmero casi constante en la membresa.

    En esta preciosa etapa de mi ministerio, llegu a comprender que Dios me estaballevando a ms profundidad con las experiencias espirituales ms maravillosas. Entend que la finalidad de esto era para que llegara a comprender el principio ms importante del Profetismo sistemtico, de que no hay revelacin si no se vive la vida en el Espritu, y Dios me estaba llevando a ese terreno mediante diversas experiencias.

    Una de las experiencias sobresalientes por su dimensin sobrenatural, es la quevivimos en uno de los cultos o reuniones de la iglesia 17, en el nuevo templo queya para ese tiempo habamos acondicionado cabalmente. Ese da se desat una fuerte tormenta a la hora del culto, por la tarde. Pareca que el techo se vena abajo por el fuerte viento, pero la iglesia segua entregada en su adoracin a Jess, en el Espritu. Yo sola presidir tambin con cnticos ese momento de avivamiento en el altar, antes del sermn.

    Lo que estaba a punto de suceder en ese momento, me hara ver que nuestro Seor Jesucristo, que es el Dios de la Eternidad, todava hoy puede demostrar su poder sobre las fuerzas naturales, como lo hizo cuando calm la tempestad en el mar de Galilea, yendo l de travesa con sus discpulos (Marcos 4:35-41).

    Lo curioso es que nadie, o al menos yo no escuchaba a nadie, pedir en oracin para que cesara aquella tempestad, y yo tampoco lo ped. Lo maravilloso que pas es que La tempestad arreciaba con relmpagos y truenos, en la medida en que la iglesia alzaba sus voces en adoracin y en manifestacin de las lenguas del Espritu; y la tempestad menguaba, cuando nuestras voces iban en descenso!,y as repetidas veces.

    Pude corroborar este milagro con algunos pocos hermanos que lo percibieron, incluida mi esposa. De aquello me qued tal impresin que no ceso de reconocerel poder de Cristo. Cun maravillosa la gloria de Jesucristo, que no solamente calma las tempestades, sino que las hace cantar al ritmo de su Espritu Santo! Ms mayor anhelo de Dios es que la vida de sus hijos pueda moverse con ese

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  • santsimo son! Cun glorioso es que la oracin de un pueblo santo, pueda hacer estremecer el cielo! Gloria a Dios, Aleluya!

    Las otras maravillas a las que me refiero, sucedieron a partir de aquella experiencia de la tormenta, en variadas ocasiones. Algunas de las primeras experiencias en este sentido sucedieron cuando iba conduciendo en el coche, porlas calles de Ciudad Jurez, especialmente cuando iba mi esposa conmigo. Varias veces pudimos ver caer gotas de agua del cielo sobre el cristal del parabrisas, Sin que se mirara llover o que hubiera nubes! Otras veces en el domicilio de nuestro hogar haba nubes, Pero solo descargaban agua sobre nuestra casa!

    Lo dicho justo arriba, lo he sacado a colacin por otro asunto que se requiere para el buen Profetismo, y es sobre el carcter que debemos ejercitar. De modo que es fcil percibir que Dios requiere vasos santos y siervos humildes, que obedezcan las demandas del amor de Dios. Esto y ms debemos cultivar, hasta revestir al Profetismo sistemtico, de una tica fundada en valores eternos. Por lo cual, como conclusin de lo dicho hasta ahora, la Vida en el Espritu y una tica fundada en los valores eternos de la Palabra de Dios, son los dos pilares fundamentales del buen Profetismo No se cmo es que los ngeles cados pudieron llegar a envanecerse habiendo antes recibido, todos y cada uno de ellos,el incondicional amor de Dios!

    Especialmente, la humildad como valor tico, lo tuve que aprender en una experiencia espiritual que quiero compartir. Sucedi en una campaa de sanidad celebrada en la iglesia nmero 6 de Cd. Jurez.

    Ese da concurrieron ah muchos hermanos y estbamos todos los pastores de esePresbiterio. Entonces tuve una visin en mi pensamiento, aunque despierto. Fue una escena inmediata, que se me cruzaba en la mente como un rayo, y en esa visin me vea a m mismo tocando a los enfermos y stos sanndose de diversasenfermedades, pero se me mostraba un detalle que hasta ese instante no comprenda, ya que vea que con el toque de mi mano se caan al suelo, al invocar las palabras Tcalo Seor, tanto a inconversos como a creyentes; todo esto se me haba presentado en un instante en esta visin, y adems senta una extraa certeza de que as sucedera.

    Ya antes haba tenido alguna revelacin sobre ese fenmeno de que no solamente los enfermos caan al suelo al tocarlos, sino tambin los creyentes.

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  • Pero en ese tiempo muchos pastores, vean con escepticismo este tipo de sucesos. Llegu a ver en sueos a pastores que al experimentar esto, terminaban como dudando, o extraados de ello, como preguntndose qu utilidad tendra aquello.

    Y yo mismo tambin tena sas cuestiones interrogativas, y pensando as, quise hacer un experimento espiritual con varios de los hermanos que estaban formndose en lnea para que los pastores orsemos por ellos. Entre tanto, mi visin resultaba cierta, pues la comprobaba a lo largo de esa campaa; pues me suceda ese fenmeno espiritual al que califico ahora como un don especial de sanidad, ya que a toda persona que tocaba con mi mano, e invocando aqullas palabras, caan al suelo, en donde continubamos ministrndoles en oracin paraevitarles la perturbacin de algn demonio.

    Fue entonces, que en un momento de la campaa, tuve la idea de comprobar la intensidad de ese don, siendo este un pensamiento que desagradaba a Dios, comocuando David fue tentado por el diablo para censar al pueblo. Le haba dicho a mi esposa que se fuera hasta la ltima persona de la fila, y que contara el nmerode personas que se caan atrs, y cuntas permanecan en pie.

    Pero lo que pas es que ese don dej de actuar en m ya casi al trmino de aquella actividad, pues de aquella cola de personas nadie caa a la manera que previamente haba acontecido en esa campaa; y yo clamaba al Seor en los das siguientes para que lo volviera a m, mas no reciba respuesta!

    El Seor guardaba silencio, y yo me senta terriblemente mal ante l, derramando un llanto amargo en mis splicas, por causa de esa imprudencia. Haba violentado aquella tica que el Seor me demandaba; sent que yo haba actuado fuera del amor de Dios, sin humildad. Pero pasado un tiempo, Dios enviara respuesta sobre este percance a mi esposa, en revelaciones en sueos, sin que yo le hubiese comentado a ella aquel profundo pesar de mi alma, aunque ella conoca el incidente.

    Dios le dijo a ella: Yo soy el Seor de los dones, y mis dones no son para ser investigados sobre cmo operan o por qu operan de un modo u otro. Lo importante para m fue haber recibido respuesta de Dios. No importaba que fueraun no, o que fuera un s, lo importante era la respuesta. Sin embargo todava pasara por otras experiencias que haran madurar mi carcter; por lo cual, por

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  • medio de esas experiencias, llegu a comprender que el carcter de un visionarioes un proceso, no es un hecho puntual.

    En otra ocasin, cuando entonces varios pastores estaban procurando los donesde sanidades y milagros en sus congregaciones, quise buscar la modalidad de sanidades sin tocar al enfermo, sino solamente por la palabra dicha con fe en oracin. Recordemos que el centurin le dijo al Seor, mas di la palabra y mi siervo ser sano (Lucas 7:7). Menciono este pasaje porque tena yo muy presente la pasada experiencia de aquella campaa, pero para ese entonces ya haba entendido la importancia de sujetar nuestras actuaciones a la luz de la Sagrada Biblia. Comprend que podemos investigar todo sobre los dones, siempre y cuando sea a la luz de la sola Escritura.

    Una experiencia ms me aconteci en un culto o servicio ordinario, estando en se entonces ya como pastor en otra iglesia, la nmero 14; donde sucedi que pasaron algunos hermanos enfermos al frente, al altar, ese lugar donde sabemos que Dios trabaja por la fe, sin necesidad de hacer rezos a ningn tipo de imgenes, ni ejerciendo algn tipo de ritual; simplemente mediante la oracin a la manera en que la hacemos los evanglicos. Recuerdo que mi oracin era algo as como Enva palabra de sanidad Seor, sana los enfermos, tcalos ahora, en el nombre de Jess de Nazaret!, as de esta manera y con otras muchas palabras oraba desde el plpito, sin bajar a la zona del altar, esperando por fe los milagros.

    Entonces sucedi que un hermano que estaba orando de rodillas, se levant para dar testimonio despus de que termin la sesin de oracin, ya que es importantepermitir este espacio a los feligreses; se puso en pie diciendo: Hermanos quiero preguntar si alguien estaba aqu orando por los enfermos en el altar, porque yo sque no fue el pastor el que estaba aqu, pues yo saba que l estuvo todo el tiempo detrs del plpito; lo digo porque alguien puso su mano sobre mi hombro..., y entonces aquel hermano comenz a sollozar diciendo: Porque cuando sent esa mano, desapareci al instante un fuerte dolor que yo tena en miespalda, y ahora ya no lo tengo, y este hermano, con muchas ms palabras daba gloria a Dios por su milagro, Despertndose en la reunin un impresionante coro de glorificacin y exaltacin al precioso nombre de Jesucristo!

    Realmente cuando acontece el hecho sobrenatural que esperbamos recibir departe de Dios, crece la seguridad en la fe; pero tambin, y no lo digo por nadiesino por m, suele aflorar de una manera sutil un ligero atisbo del hombre

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  • natural, en la forma de alguna especie de sentimiento de satisfaccin, del que debemos estar alerta, de tal manera que lo canalicemos al contexto de la Palabra.

    Por esto entend que Pablo lleg a decir que el que se glora, glorese en el Seor. Lo sucedido en esta otra congregacin, lo llegu a tener como un grande testimonio en el pedestal de mi admiracin de las grandes obras de Dios, y creo que era justo sentirlo as. Porque a la verdad, en qu otra cosa nos podemos gozar los ministros? Hemos participado en seminarios, nos hemos realizado en reas similares a las de la realizacin de profesionales o profesionistas laicos.

    Podemos ser ingenieros, mdicos, psiclogo, entre otros, y recibir todo el cario o los honores departe de quienes nos aprecian; pero si un ministro de Dios no se realiza mayormente con las experiencias sobrenaturales de la fe, entonces creo que tenemos un serio problema!. Porque qu penoso es poder decir : Tengo plata, tengo oro, tengo honores, tengo ttulos, tengo comodidad!, pero no poder decir al enfermo: Se sano en el nombre de Jess; o al pobre, Levntate con fe de tu miseria!; o al desanimado, Levntate y anda con valor la vida!

    Testifico, dando primero la Gloria a Dios, que desde el tiempo en que estuve en Praxedis, hasta todo el tiempo vivido en las iglesias 17 y 14, llegu a realizarme bastante en el terreno sobrenatural y en diferentes oficios eclesiales, pero que an as la formacin de mi carcter conforme al estilo de Dios, estaba amedio camino. Todava tendra que vivir otra difcil experiencia que Dios me reservaba, y que me hara ver que es el Seor quien tiene el control total de las cosas. Entend que no debemos intentar mover al Espritu como si de empresa posible se tratase; ms bien l debe movernos como quiera.

    En una campaa de sanidad de todo mi presbiterio, emplee el modo de no tocarlos enfermos, confindome de que el procedimiento funcionara. Hice que pasaran a pedir la sanidad los enfermos ah presentes. Despus de la oracin, nadie quiso pasar a testificar; y as dejara el plpito a otro hermano, que creyendo que algo faltaba, volvi a intentar llamar a la gente, insinuando que no supe hacerlo bien, pero pocos pasaron. Al tener que volver a la plataforma para despedir a la gente con la oracin de despedida, me apesadumbr casi al punto de derramar mis lgrimas; aunque sin yo saberlo, estaba recibiendo otra buena leccin para mi ministerio. Al estar orando, casi involuntariamente tom mi Biblia, abrindola en un pasaje del que luego al abrir los ojos, mir que deca:

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  • Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expuls a los espritus con su palabra, y san a todos los que estaban enfermos (Mateo 8:16).

    Dios haba obrado y l quera que los testimonios se dieran en las iglesias por parte de cada hermano sanado! Y as aconteci, ya que algunos pastores me lo informaron; claro, despus de cierto tiempo en el que yo haba estado afligido por una especie de sentimientos encontrados. Pero aprend la leccin.

    Un motivo de gozo en el Espritu fue la ocasin en la que se program por parte del Presbiterio una visita para hacer evangelismo en los campos que la iglesia tena en otros pueblos cercanos a Cd. Jurez. Fui designado como encargado del grupo de pastores que iramos a uno de esos pueblos, lo cual acept con gusto.

    Un da antes, el Seor me dara una revelacin sobre las potestades demonacas que operaban en ese lugar, y consista en una visin por simbolismos. Vea un templecito al lado de una casa pastoral, ambas construcciones un poco antiguas. En el templo estaban colocadas varias bancas de madera, de esas bancas sencillas que no tienen respaldo para las espaldas.

    Entonces entrando yo, segn la visin, al interior de ese local, traa en mis manos un equipo especial de limpieza, que era una especie de escoba o cepillo que al extenderlo con mis manos hacia adelante, hacia la zona pequea del altar, entonces se levantaba de ah una especie de polvo un tanto etreo, como de una presencia espiritual que no permita estar ah adorando, mas no comentara a nadie la visin que haba recibido, sino hasta haber constatado en aquel lugar su significado. Recordemos la advertencia que haca ms atrs, sobre las visiones con simbolismos, de que su interpretacin debe hacerse como en una segunda etapa despus de su recepcin; as como tambin advert, que tal vez muchas visiones requieran de mucho tiempo antes de entender su significado (Daniel 12:8-9).

    Llegamos a ese lugar, y justamente pude comprobar que la visin estaba resultando verdadera, al coincidir que el templo y la casa tenan la misma disposicin, as como las bancas y el altar, tal y como lo haba visto en aquella revelacin. Tambin la hermana, esposa del evangelista de ese lugar, nos deca que ah en el altar se senta una sensacin mala, de estorbo a la oracin, y no se senta la libertad de adorar a Dios en el Espritu.

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  • Por otra parte, el hermano nos deca un poco desanimado, que la gente de ese lugar no quera recibir el Evangelio, que haban antes salido a invitar gente, pero nadie atenda al llamado. Aunque en ese momento su esposa le record un sueo, sobre una revelacin que l mismo haba tenido la noche anterior a nuestra llegada, de que vendra un grupo de pastores para estar con ellos, es decirde visita por algunos das, y que haba visto que con ese grupo, es decir nosotros,venan muchos ngeles custodindonos.

    Las circunstancias me estaban forzando a m mismo para adentrarme poco a poco en el crecimiento espiritual, que es un asunto que trato posteriormente, segn el slabo de Pedro el apstol, es decir, sus recomendaciones mostradas ms adelante.

    Pude percibir que las necesidades inmediatas en ese lugar, especialmente de los hermanos, eran sobre el ejercicio efectivo de las virtudes espirituales, pero conjugadas con el conocimiento de las tcnicas de evangelismo.

    Recuerdo, que en aquel da, ense al grupo una estrategia que Dios me enseaba, antes de que algunos escritores cristianos la esbozaran varios aos msadelante, lo que luego se llamara red de amistad. Enseaba que no debera causar preocupacin que la gente no convertida no acudiera al templo de inmediato, sino saliramos a las calles casa por casa, pensando que lo importanteera ganarlos como amigos; que fusemos nosotros los que acudisemos a sus casas, que primero nos tuvieran confianza; que si era necesario ayudar en alguna labor, nos ofreciramos liberalmente.

    Tambin les ense que deberamos hacer una lista de las personas ganadas como amigos, para orar e interceder por ellas; esta era mi prctica habitual cuando era dicono en la iglesia nmero 15.

    Pude apreciar que el estado de nimo cambiaba favorablemente por la enseanza. Y yo me mova en una especie de Direccin Intuitiva, combinada conla Direccin Proftica, aunque an no tena idea alguna sobre estos trminos. Aunque la Direccin Proftica estaba siendo marcada por las visiones a que he hecho mencin, la del evangelista, la ma y otra ms que recibira otro hermano, en una de las actividades que organizaramos ah, a quien se le haba revelado la clase de espritu que haba all. Al final de nuestra estancia, efectivamente tendramos una lista de ms de 20 personas, por las que estaramos orando, la cual present a su tiempo para su intercesin en la reunin de pastores.

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  • Ahora s, que de acuerdo a una Direccin Intuitiva, y esto lo digo para ilustrar una vez ms este procedimiento, si hubiese escrito aquel primer da la narracin de lo que me decan los hermanos, sera, por ejemplo, de esta manera:

    Poema sobre la Angustia del Evangelista.

    Llegamos a aquella localidad al medioda, y pareca un da agradable, pues ah no esperbamos complicaciones de ningn tipo para nuestra labor; salvo el desaliento de aquellos evangelistas pues vimos su nimo inestable, de quienes ese da pronto estaramos escuchando alguna queja, algn dolor.

    Era aquella angustia que deviene a todo buen obrero de Dios, cuando la tierra sembrada con ahnco su fruto no ha rendido, ...Para qu esforzarse deca aquel buen obrero, cuando tanto hemos recorrido! ... Es que no funciona la estrategia de los mensajeros yendo dos?

    Lo anterior, que es una narrativa en verso, representa la primera operacin que debe hacerse en el proceso de Direccin Intuitiva. Se trata de expresar hechos reales, como antes dije, introduciendo elementos circunstanciales; para esto debeusarse el estilo literario, porque solamente as se tendra el cuidado de pensar quelementos son determinativos o causales, y que a la vez sean enriquecedores de la estructura gramatical; en este caso, se dejan ver los elementos tcnicos como elementos causales de una determinada condicin.

    El siguiente paso, ya conocido, es implementar una estrategia para deducir de la Narracin, los principios operativos, las recomendaciones u observaciones que pueden traer el cambio de esa determinada condicin, y que puedan generalizarse a otros ambientes. Estrategias hay varias, y ya las mencion antes: grupos de trabajo, investigacin documental, la bsqueda de ambientes inspiradores, la bsqueda de lo espiritual, el nombramiento de un mentor.

    Recordemos que, como mejor estrategia, conviene realizar este proceso mediante un equipo de colaboradores, por lo productivo de la lluvia de ideas. De igual manera, conviene elegir el perfil de los redactores de la Narrativa, ya que todo escritor plasma en sus trabajos su cosmovisin, que es su modo de ver las cosas, inclusive sus valores para la vida.

    Cules seran algunas de las implicaciones que se desprenden, digamos de manera deductiva, en el caso anterior?

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  • Pues la primera de ellas es la observacin de que cuando el Seor orden ir de dos en dos a evangelizar, en realidad estaba enviando a un equipo de varios colaboradores, los cuales dividiran el trabajo de dos en dos. Los principios obtenidos, a mi parecer son dos: Que la divisin del trabajo traer mejores resultados, y realizar siempre todo trabajo en equipo; y la recomendacin es que al menos haya dos parejas que, integrando un equipo muy unido, se dividanel trabajo. Observemos que todo esto puede generalizarse para cualquier campo o misin.

    Sobre la importancia del crecimiento espiritual

    Era motivo de realizacin recibir las visiones de Dios, como dones maravillosos del cielo, aunque aun me faltaba un mejor entendimiento de ello. Hubo en mi vida experiencias gloriosas, y no niego tenerlas aun, pero en aquellos tiempos, el grado de mi progreso espiritual estaba escaso, porque aun no viva el proceso indicado por el apstol Pedro, en su segunda Epstola captulo primero, que es una especie de slabo del crecimiento espiritual, lo cual transcribo enseguida despus de mencionar que pretenda copiar solamente una parte de dicho captulo, pero el Espritu me oblig por as decirlo, a transcribirlo todo; pues igualmente, como me suceda al iniciar este escrito, el procesador de textos no me responda sino para copiarlo cabalmente; y al meditarlo, vi que ofreca un panorama completo de la temtica que aqu se ha venido discurriendo desde el principio. El texto dice:

    1Simn Pedro, siervo y apstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe comola nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo: 2Gracia y paz les sean multiplicadas a ustedes en el conocimiento de Dios y de Jess nuestro Seor.

    3Pues Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aqul que nos llam por Su gloria y excelencia. 4Por ellas El nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a ser partcipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupcin que hay en el mundo por causa de los malos deseos.

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  • 5Por esta razn tambin, obrando con toda diligencia, aadan a su fe, virtud, y a la virtud, conocimiento; 6al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, 7a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor. 8Pues estas virtudes, al estar en ustedes y al abundar, no los dejarn ociosos (ser intiles) ni estriles en el verdadero conocimiento de nuestro Seor Jesucristo. 9Porque el que carece de estas virtudes es ciego o cortode vista, habiendo olvidado la purificacin de sus pecados pasados. 10As que, hermanos, sean cada vez ms diligentes para hacer firme su llamado y eleccin de parte de Dios. Porque mientras hagan (practiquen) estas cosas nunca caern. 11Pues de esta manera les ser concedida ampliamente la entrada al reino eterno de nuestro Seor y Salvador Jesucristo.

    12Por tanto, siempre estar listo para recordarles estas cosas, aunque ustedes ya las saben y han sido confirmados en la verdad que est presente en ustedes . 13Tambin considero justo, mientras est en este cuerpo (en esta morada), estimularlos recordndoles estas cosas, 14sabiendo que mi separacin del cuerpoterrenal es inminente, tal como me lo ha declarado nuestro Seor Jesucristo. 15Adems, yo procurar con diligencia, que en todo tiempo, despus de mi partida, ustedes puedan recordar estas cosas.

    16Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Seor Jesucristo, no seguimos fbulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad. 17Pues cuando El recibi honor y gloria de Dios Padre, la Majestuosa Gloria Le hizo esta declaracin: "Este es Mi Hijo amado en quien Me he complacido." 18Nosotros mismos escuchamos esta declaracin, hecha desde el cielo cuando estbamos con El en el monte santo.

    19Y as tenemos la palabra proftica ms segura, a la cual ustedes hacen bien en prestar atencin como a una lmpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el da despunte y el lucero de la maana aparezca en sus corazones. 20Pero ante todo sepan esto, que ninguna profeca de la Escritura es asunto de interpretacin personal, 21pues ninguna profeca fue dada jams por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espritu Santo hablaron de parte de Dios. (Primera Carta del apstol Pedro 1:1-21).

    Mediante este pasaje Dios me instruy en la leccin ms importante del crecimiento espiritual, que se refiere a que dicho crecimiento nos lleva a un modo de vida, que es la piedad, como forma constante de adoracin solo al Seor Jess, el Cristo; forma de vida que se lleva solamente en la comunidad de

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  • creyentes que est unida por el amor. Igualmente de importante es que el Profetismo deseche toda fbula o invencin, tenindose el cuidado de investigar antes todo asunto, como es la idea que he seguido en todo este escrito, Dios lo sabe. Constatndose toda visin mediante la Palabra. Esto tiene la consecuencia de que ninguno es exaltado en sus virtudes por encima de los dems creyentes, pues todos somos un solo cuerpo y tambin hay cosas grandes y ocultas del cieloque no se pueden soportar o recibir cuando no se es maduro, o cuando se es un nefito (Juan 16:12). Y esto refleja un enfoque ms de aquel principio que mencion, de la vida en el Espritu, en el sentido de que el Profetismo sistemtico, o la Teora Proftica, requiere una madurez espiritual consolidada.

    Entend por el pasaje escritural anterior, que esa separacin del cuerpo a la que hace alusin el apstol, podra representar para nosotros hoy en da, precisamente la mortificacin de la carne en el sentido de no permitir que predomine el hombre natural, invitndonos a que nos despojemos del viejo hombre que se corrompe segn los deseos engaosos, o segn su imaginacin; que hagamos morir la vieja naturaleza, en el sentido, de una separacin espiritualde las tentaciones del mundo y de toda falsedad.

    Sin embargo, Dios establece tambin, segn mi apreciacin, una especie de lneade comunicacin con sus hijos, que en el sentido de las revelaciones, stas son adaptadas a una especie de cdigo de comunicacin que al repetirse de diversas maneras, luego es fcil percibir su significado para quien recibe esa serie de revelaciones, porque van en el mismo sentido, como veremos en el caso del patriarca Jos; pero toda revelacin debe tener un respaldo en la palabra proftica ms segura, que es la Biblia. Por ejemplo, en mi caso, he conocido diversas revelaciones por parte de otras personas, que eran visiones referentes a m mismo. Mayormente estas le han sido otorgadas a mi esposa, mi fiel compaera en la milicia y en las tribulaciones.

    En diversas visiones, ella me haba visto que yo haba muerto, esto en el tiempo de mi pastorado en la iglesia nm. 14. Una de esas visiones fue en la que ella memiraba literalmente dentro de una caja mortuoria; y por supuesto, cuando no se entiende la lnea de revelacin que Dios quiere imprimir en nuestra vida, cualquiera se preocupara o se atemorizara. Pues por ejemplo, a ella se le haba revelado en un tiempo atrs todo el proceso de la enfermedad de su padre, hasta las mismas circunstancias de su muerte.

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  • Luego, en otra ocasin, tambin ella recibi revelacin, en una oracin que hicimos en una