El Gusto por la misión - Castro Quiroga - Definitivo

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  • EL GUSTOPOR LAMISION

    TEXTODE MSONOLOGIAPARA SEMINARIOSY CASASDE FORMACION

    LUIS AUGUSTO CASTRO Q.PRESIDENTE DEMIS.CELAM

  • Consejo Episcopal Latinoamericano

    arre; sa. No.-l l8-31 - Apartado Areo 51086

    Santaf de Bogot' D.C. - Colombia

    Impreso por Grficas-Comi Ltda' Santaf de Bogot' D.C'

    tmpreso Ln Colombia - Printed in Colombia

    Abril de 1994

    Diserio y Diagramacin :

    Jess DadTrujillo Luu

    El gusto por la misin

    PRESENTACION

    Haciendo eco al llamado del Santo Padre para animar, formar yenar misioneros al murdo entero, el CELAM tis.le la satisfaccinde presantar este manual "El Gusto por la Misin", que dentrode la Coleccrn Pelal (Pastoral parala Evangelizacin Liberadorade Amrica Latina) llena el vaco existente de un texto bsico deMrsionologiapara los seminarios y Casas de Formacrn Religosadel Continente.

    Qere ser esta obra un instrumento para que todos los bautrzadoscrezcamos en nuestra conciencia misionera y, as podamos res-ponder cualificadamente al compromiso de anunciar el Evangelioa todos los pueblos del mrurdo.

    Cimentada en el conocrmtento y profi"urdizacln de la palabra deDios, esta obra nos presenta en trmrnos claros, sencillos y muypedaggcos el ser misionero, la esencia de la misin, y la idatidaddel cnstiano, a partir de su propia vocacin y del testimonio quedebe realizar en toda su da; se sita por tanto er la dinmrca dela Redemptons Mrssio y de las Conclusiones de la IV Conferencladel Episcopado Latinoamericano en Santo Domrngo.

    El autor, Monseor Lurs Augusto Castro Quiroga es un qramoradode la misin. Pertenece al Instituto de los Misroneros de laConsolat. y es Obispo-\4cano Apostlico de San Vicente -Puerto Leguizamo en Colombia Tambien es consultor de la

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  • Mons. Luis Augusto Caso euiroga

    Sagrada Congregacin para la Evangelizacin de los Pueblos yPresidente del Departamento de Misiones del CELAM. Se hadisnguido siempre por su fervor y entusiasmo misionero; susreflexiones han ayudado a promdizar t"cllogSca, espiritual ypastoralmurte la dimensin misionera de toda la lglesia. Por suexperiencia, es tm verdadero maestro de la Mlsionologa. En esteministerio verdaderamente eclesial ha sido un testigo audaz yvaliente; siempre ha buscado nuevos modos y nuevas expresioresparahacer llegar el Reino de Dios hasta los ambientes, territorios,culturas y personas quetodaa no conocen ni han experimentadoel Amor de Dios Padre, por medio de su Hijo Jesucristo.

    Estamos seguros de que esta obra va a servir efrcazmente en laarumacin y formacin de los misioneros que necesita hoy nuestraIglesia en Amrica Latina, empeada en la Nueva Evangelizacinal interior de ella mrsma y fuera de ella, demostrando as sumadurez al proyectarse ms all de sus propias fronteras.

    Ponemos en las manos de los formadores de sacerdotes yreligiosos de nuestro Continente y de todos los agentes depastoral, este valioso trabajo de Monseor Castro, con la cortezade que la Mrgen Mara "Estrella de la Evangelizacin", nosayudar a todos a asumir el compromiso misionero que ella aplenitud, ya que es consecuencia normal normal de nuestra fecristinana.

    Mons. Raymundo Damasceno AssisObispo Auxiliar de Brasilia

    Secretario General dcl CELAM

    Santaf de Bogot, febrero de 1994

    Elgusto por la misin

    PROLOGO

    EL GUSTO POR LA MISION. As se llama esta obra que te quiereconducir por los caminos de la misionologa.

    Pues s. La mrsin tiure que ver con el gusto. Este es un momentoespecial, no el ms importante, pero tampoco el menos. Son cincolos momentos de los cuales los dos primeros y los dos ltimos estnseparados por el gusto.

    Los dos pdmeros son el recibir y el responder. En el primermomento quisiera despertar tu curiosidad rrusionera y tu recep-tidad para dejarte empapar del agua saludable de la ciencia de lamisin. Los diez captulos de estetexto tienen esa finalidad. Pero setrata deque recibas activamorte, estoes, buscando deresponder seaa ruvel existencial como tambin didctico y apostlico, a losdesafios que te plantea la obra.

    Recibir y responder son las dos premisas para que empieces a senti rel gusto por la misin. Y hasta ah quiero llegar yo. Pero t no.Tienes por delante otros dos momentos que no dependen de laspginas de un libro sino de la valenta de tu corazn.

    Del gusto tianes que pasar a la valoracin, esto es. tienes que pasarde acoger la actidad misionera porque te gusta a acogerla porquehas descubierto que es uT importante valor en tu da. El solo gusto

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  • Mons. Luis Augusto Castro Quiroga

    note sera sucientepara enfrentar con fidelidadlas exigencias delmandato del Seor, los sacrificios, el desapego ytodo lo que implicauna da al servicio de la misin. Se necesita que la misin ser unvalor, esto es, un bien con el que ests dispuesto a comprometerte.

    Momento importante este de valorar pero no es el ms importante.Hayotro decisivo yquepuedellamarse caraeizar. Es el momentoen que la misin va tomando todo tu ser, va volndose came de tucrme y sangre de tu sangre, va imprqnando toda tu identidad. Eneste punto, podras decir siguiendo a Pablo: Vivo yo, pero no yo, esel Cristo enado que ve en m.

    Es la incorporacin de la mi sin en tu da, es I a identifi cacin plenacon el valor misionero, es la asimilacin completa de ese valor en tumanera de ser asi que se refleja no solo eri tus gustos sino tambinen tus actitudes, en tu manera habitual de ver, de juz.gar y de actuar.

    Despertar en ti el gusto por la misin es entonces llevarte hasta lamitad del camino. De ah para adelante la responsabilidad es todatuya pero ayudado por los hermanos y sobretodo por la gracia delSerlor. Es El quien forma misioneros, quien despierta valores,quien, con su Espritu, artista estupendo, modela en ti Ia figura deCristo el enado del Padre.

    El texto est destinado a los seminarios mayores y a las casas deformacin.

    Ser que se necesita? Una encuesta realizada hace uros meses, anivel latinoamericano, sobre la enseanza de la misionologa en losseminarios, dio unos resultados poco alentadores:

    A la pregr.nta: La formacin misionera en los seminarios es:

    RechazadaAusenteImplicita

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    Elgusto por Ia misin

    ExplicitaOtros

    La respuesta fue.Rechazada:Ausente:

    ImplcitaExplcitaOtros

    0,00 %31,21%56.25 %6.2s %6.25 %

    Solamente el 6,25oA de los paises encuestados tiene en sus semina-rios ura formacin misionera explcita. Es elevado el nmero depaises latinoamericanos que responde que esa fomacin estausante y elevado tambin el nmero de los que dicen que se imparteesa formacin en forma implicita, lo que pueda quedar or algo tangornco que poco impacto puedetarer para despertar el gusto porla misin.

    A la pregurta: el concepto teolgco de la misin ad gentes es ensu pais:

    Muy claroClaro pero restringtdoConfundido con sus manifestacionesConfuso

    la respuesta fue:

    Muy claro: 12,50%Claro pero restnngdo 31,25%Confurdido con sus manifestaciones 31,25%Confuso 25.00%

    Entre quiures confunden la misin ad gortes con alguna de susmanifestaciones (por ejemplo con la colecta anual o con losindgenas etc) y los que tienen un concepto confuso se pasaamphamurte del 50% de los paises de Amnca Latina.

  • Mons. Luis Augusto Castro Quiroga

    Estos sencillos datos, nos muestran la necesidad de que haya ms

    y mejor formacin misionera del pueblo de Dios y por tanto ms y

    -"o, fo.macin misionera de los sacerdotei, rellgiosos y laicos

    comprometidos en Amnca Latina'

    Estos datos nos ayudan a comprander de inmedrato el por qu del

    inters del Celam en colocar entre sus textos para la enseanza de

    la teologia en los seminarios trn texto de rrusronologia'

    Me solicit estatareaque con gusto, como Presidente del DEMIS-

    CELAM, acog como parte de mi colaboracin con el departamento

    de Misiones.

    Tienes, entonces en tus manos esta obra Pero cuidado' No es trt

    libro, es solo medio libro. Mal quedaras si telimitaras simplemarte

    a asimllar algunos contenidos del mlsmo'

    El otro medio libro est sugendo en las actidades didcticas y

    apostlicas que te orse arntanto y ms de la nusin de cuanto las

    "r""r", pgtnas de esta obra lo puedor hacer' Por eso, no te limites

    u upr*d"Jo que dice el libro sino a actuar lo que el mismo strgiereen sus diversos captulos.

    Y que estos contenidos y las actidades que has de desarrolla'

    terminen por despertar en ti un inmenso y apasionado gusto por la

    misrn rniversal, esto es, por la misin ad gortes' As contribuyas

    a que este nuestro continente pueda en verdad ser llamado' como se

    augur en Santo Domingo, Latinoamnca misionera'

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    Elgusto por la misin

    INTRODUGCION:QUE ES MISIONOLOGIA

    1. LA MAMA DE LA TEOLOGIA

    El titulo no es muy eleflante pero la verdad es muy clara. La mrsines la madre de la teologa. La afrrmacin ya sostenida hace ulosochenta aos por Martin Kahler es reiterada hoy por lr;;;contempornea.

    s e trata ahora de expli car qu se enti ende con esa aseveraci n de q uela misin es la mam de ia teologa.

    Los apstoles fueron enados a evangerizar. El encuentro misio-nero deellos ydeotros discpulos con el mundolos obligateonzar,a escribir, a desarrollar una teologia.

    "Los escntres del Nuevo Testamento no eran acadmicos quedisponan de tiempo libre para consqgurr pruebas antes a" por"i."a escri bi r Ms bien, elr os escn bieron en ei contexto de "sitcionesde emergencia" de una tglesia que dado su encuentro misionero conel murdo se o obliga da a teologzar,,l

    IIloseh- I)avicl -l ransfomrirg Mission Orbis. New.york.199l, p.I6

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  • Mons. Luis Augusto Castro Quiroga

    La teologa naci entonces en forma de mrsionologa. La misio-nologa es pues hija de la misin y mam de la teologa.

    Fue una mrsionologa condicionada por las circwtstancias en que

    cada ruro de los escritores realizaba la misin y de all la sorprur-

    dente variedad de siones n tomo a la misin y por ende demisionologias que aparecen en el Nuevo Testamento.

    2. DE ADJETIVO A SUSTANTIVO Y VCEVERSA

    Al principro no hubo ura teologia de la misin sino ms bien unateologia misionera. Era una teologa con adjetivo misionero.

    Posteriormente, cuando la misin se empez a concebir comoresponsabilidad circunscrita a algunos especializados, entonces se

    enfatizolateologa de la misin, siendo sta sustantivo que indrcaba

    una tarea particular.

    Pero entonces se o la necesidad de volver a la misin como adje'tivo y no solo se consider que habia que refenrse a rura Iglesiatoda ella misionera pues la mlsin es esencia de la Iglesia sinotambin a una teologa toda ella misionera.

    Pero entonces, si toda la teologia es misionera, al hablar una vez

    ms de mrsionologa no se est introduciendo otra vez una brecha

    entre mrsin y teologa hacier,do que aqulla sea objao solo de tursegmorto de sta?

    No hay peligro. Hoy es clara la conciencia de que sin misin no hay

    teologia. Nrngr.rna teologa sera tal si prescindiera de la dimensinmisionera.

    Dice Bosch que "estamos necesitando ura agorda misionolgcapara la leologa antes que una agenda teolgica para la rrusin'

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    Elgusto por la misin

    Porque la teologa rectamente entendida, no tiene otra razn de serque el acompaar crticamente la missio Dei. Entonces, la misindebera ser el tema de lateologa (...) Notiene sentido quelateologase ocupe de la actidad misionera solo cuando considere que elloes conveniente, ms bi.en el caso es que la misin es el sujeo del quedebe ocuparse la teologa. Para la teologa es wr asunto de da omuerte el que est en contacto directo con la misin y con laactidad misionera."2

    3. LA MISIONOLOGIA, UNA DISCIPLNA SNOPTICA

    La afirmacin anterior podra llevar a conclusiones eqvocadascomo la de la inutilidad de la misionologa. Paralelamer..e a comose sostiene erradamorte que "si todo es misin, nada es misin,,, asitambin se puede decir: "si toda la teologa es misionera, no haynecesidad de la misionologa".

    La misionologa es la disciplina sinptica dentro del enorme arcode la teologa.

    La sinopsis est relacionada con la sintesis, con la reduccin de lamultiplicidad a la unidad, a la totalidad, a la armonia, a laconciliacin.

    Lo que la teologa tiure que desarrollar en una multiplicidad detemas, la misionologia lo urrifica ur la profi.rndizacin de la nusin.Toda teologia est presurte en la misionologa y la misionologa encierto modo esta presente en toda la teologa.

    Pero, podemos una vez ms preguntamos: Una ciencia que essinptica, que tiene una funcin de sntesis, no pierde todo inters,toda novedad, todo atraivo?

    l

    I

    z llosch l).- o. c.. p..19:l

    t5

  • Mons. Luis Augusto Castro Quiroga

    4. LA MISIONOLOGIA, LA CIENCIA DE LA SORPRESA

    A la pregurta anterior hay que responder que la misionologa tiene

    una firncin parecida a la que correspondi a los dos pioneros Caleb

    y Josu al penetrar en la tierra desconocida y regresar con uninmenso racimo de uvas, emblema de novedad, signo de fectrndidad

    y causa de admlracin.

    La misionologa es la ciencia de la sorpresa. Como anota lllich: "La

    misionologa es el estudio del nacinuento de la tglesia dentro denuevos pueblos; el nacimiento de la Iglesia ms all de sus fronteras

    sociales; ms all de las barreras lingisticas dentro de las que se

    siente en su casa; ms all de las imgenes poicas o'r las que ha

    enseado a sus tujos. La misionologa, por tanto, es el estudio de la

    Iglesia desde el ngulo de la sorpresa"3

    Dado que el Espiritu acta donde y como quiere, penetra en todolugr, llena I atierra,su accin atravs dela misingolera continuasy marallosas sorpresas. La misionologa es el estudio de losorprendente de la Iglesia or su irrupcin en el mu:rdo.

    La sorpresa es el resultado de la accin misionera del Espntu, de

    ese Espntu cuya predileccin es lo inesperado. La misionologa se

    construye admirando ms que elucubrando.

    6. LA MISONOLOGIA, DISCIPLINA TEOLOGICA

    Pero todo esto no ir contra la nusionologa en el sentido de que

    pareciera que ella no fuese ura verdadera y fturdamentada discipli-na teolgica?

    Karl Mller, nos ofrece concisamente algunas tesis con las querefuerza la realidad de la misionologia como disciplina teolgica.

    I Citado por Bosclr. D., o. c., p.493)

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    l

    I

    Elgusto por la misin

    "a)La misionologa se muestra como disciplina teol(gica al hacerque la "dimensin" misionera de la fe sea su objeo nrs importantey el criterio principal de su trabajo: La misin como la causa deDos, puesta en marctra por Dios mismo y queha de ser conducidapor l hasta la consumacin en el Reino escatolgico de Dios.(...)

    b) La misionologa se muestra como disciplina teolqgica si, dantrodel mbito total de la teologa se orienta hacia la referenciadimensional a la missio Dei, sobrepasando con mucho los lmites dela mision operacional en el sentido tradicional. Con esto se le niqade,finitivamente a la misionologa que reclame para s el factormisionero como una especie de "disciplina arcani" y procureconservarla como su propiedad privada. Se leniega igualmente quepretenda transformar en misionologa a toda la teologa, presentn-dose as como la disciplina docisiva de integracin, pero sin poderre,alizar jams tal pretensin. Tan solo en el marco de colaboracincon las dems disciplinas teol(gicas, la misionologa podr esperaradquirir certidumbre de su propia crusa.

    c) La misionologa se muestra como disciplina teolgica, por todolo que acaba de decirse, cuando tiene conciencia detener que echarmano de las dems disciplinas teolgicas yhace uso dela ayuda queesas disciplinas le prestan.

    d) Finalmente, la mi sionolog a se muesff a como di sciplina teolgicapor el hecho de considera como objeto de sus trabajos cientficos lafaceta operacional de la misin: no como un "hobby" (o aficin) alque se pudierarenunciar, sino, por decirlo as, como aquellafacetadela mis sio Dei que mira haci a la Iglesi a y haci a su responsabili dad conrespecto al mundo. Segu, esto, a la misionologa le correspondeprimeramente la funcin de acompariar crticamente a la obra y a lareahzasin de la misin mundial, an en el caso de que la misininstitucional no desee que le presten este seryicio."4

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    Miilla, Kul, Teologa d la Misirr Ed. Grudlrrye, Bunos Aires,lgEt, pp.27-29