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Meteorología Colombiana W 10 pp . l-ll Marzo 2006 Bogotá, D.e. ISSN: 0124-6984 EL IMPACTO DE LA VARIABILIDAD CLIMÁTICA EN LOS íNDICES DE ABUNDANCIA RELATIVA DE LAS POBLACIONES DE MOSQUITOS EN SANCTI SpíRITUS, CUBA CLlMATE VARIABILlTV IMPACT ON RELATIVE ABUNDANCE INDICES OF MOSQUITO POPULATIONS IN SANCTI SpíRITUS, CUBA PAULO LÁZARO ORTlZ BUllÓ Centro del Clima del Instituto de Meteorología. Ciudad de La Habana, Cuba, [email protected] AUNA RIVERO VALENCIA Centro del Clima del Instituto de Meteorología. Ciudad de La Habana, Cuba, riverovalencia @yahoo.com CELIA MARIA PINA NAVARRO Centro Meteorológico Provincial de Sancti Spíritus ALlNA PÉREZ CARRERAS Unidad Nacional de Vigilancia y Lucha Antivectorial del Ministerio de Salud Pública (Minsa p) Ortiz, P., A. Rivero, C. Pina & A. Pérez. 2006: El impacto de la variabilidad climática en los índices de abundancia relativa de las pobla- ciones de mosquitos en Sancti Spíritus, Cuba. Meteorol. Colomb. 10: 1-11. ISSN 0124-6984. Bogotá, D. C. - Colombia. RESUMEN En el presente artículo se caracterizan los patrones estacionales de las pOblaciones de mosquitos en sus diferentes estadios usando los índices de abundancia relativa y se muestran las respuestas de los mismos a las variaciones del clima a partir de la utilización de índices climáticos complejos que simulan el comportamiento del clima y las variaciones en sus diferentes escalas temporales. Se muestra que la abundancia de las poblaciones de mosquitos varía tanto por las señales climáticas como por las geofísicas (la luz solar y el ciclo de la luna). Palabras clave: índice de densidad larvaria, índice climático, variabilidad climática, abundancia del mosquito. BSTRACT his article the seasonal patterns of the populations of mosquitoes in their different stages are characterized using the indices of "Sative abundance, and we also show their response to variations of the climate starting from complex climatic indices that simulate behavior of the climate and the variations in their different temporary scales. The study shows that abundance of the mosquito 'Lü¡JlJ lations varies in terms of both the climatic and the geophysical signa ls (the cycle of the moon). 'Y words: larval density index, climate index, climate variability, abundance of the mosquito.

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Meteorología Colombiana W 10 pp . l-ll Marzo 2006 Bogotá, D.e. ISSN: 0124-6984

EL IMPACTO DE LA VARIABILIDAD CLIMÁTICA EN LOS íNDICES DE ABUNDANCIA

RELATIVA DE LAS POBLACIONES DE MOSQUITOS EN SANCTI SpíRITUS, CUBA

CLlMATE VARIABILlTV IMPACT ON RELATIVE ABUNDANCE INDICES

OF MOSQUITO POPULATIONS IN SANCTI SpíRITUS, CUBA

PAULO LÁZARO ORTlZ BUllÓ Centro del Clima del Instituto de Meteorología. Ciudad de La Habana, Cuba, [email protected]

AUNA RIVERO VALENCIA

Centro del Clima del Instituto de Meteorología. Ciudad de La Habana, Cuba, [email protected]

CELIA MARIA PINA NAVARRO Centro Meteorológico Provincial de Sancti Spíritus

ALlNA PÉREZ CARRERAS Unidad Nacional de Vigilancia y Lucha Antivectorial del Mini sterio de Salud Pública (Minsap)

Ortiz, P., A. Rivero, C. Pina & A. Pérez. 2006: El impacto de la variabilidad climática en los índices de abundancia relativa de las pobla­

ciones de mosquitos en Sancti Spíritus, Cuba. Meteorol. Colomb. 10: 1-11. ISSN 0124-6984. Bogotá, D. C. - Colombia.

RESUMEN

En el presente artículo se caracterizan los patrones estacionales de las pOblaciones de mosquitos en sus diferentes estadios usando

los índices de abundancia relativa y se muestran las respuestas de los mismos a las variaciones del clima a partir de la utilización de

índices climáticos complejos que simulan el comportamiento del clima y las variaciones en sus diferentes escalas temporales. Se

muestra que la abundancia de las poblaciones de mosquitos varía tanto por las señales climáticas como por las geofísicas (la luz solar

y el ciclo de la luna).

Palabras clave: índice de densidad larvaria, índice climático, variabilidad climática, abundancia del mosquito.

BSTRACT

his article the seasonal patterns of the populations of mosquitoes in their different stages are characterized using the indices of

"Sative abundance, and we also show their response to variations of the climate starting from complex climatic indices that simu late

behavior of the climate and the variations in their different temporary scales. The study shows that abundance of the mosquito

'Lü¡JlJ lations varies in terms of both the climatic and the geophysical signa ls (the cycle of the moon).

'Y words: larval density index, clima te index, climate variability, abundance of the mosquito.

2 METEOROLOGiA COLOMBIANA W 10 - MARZO 200 6 1 11

I NTRO DUCCi ÓN

Los mosquitos son artrópodos de importancia médica,

poiquilotermos, y su desarrollo, mortalidad, dinámica,

abundancia y distribución geográfica están relaciona­

dos con el clima (Cook, 1992; Patz et ál., 1996; McMichel,

1994; Stone, 1995; Martens et ál., 1995; Le Guenno, 1997).

Muestran una periodicidad de actividad e inact ividad

correlacionadas con los ciclos de la intensidad de la luz,

la temperatura y la humedad relati va (Clements, 1999).

Todas estas variables influyen en el comportamiento de

los mosquitos, alterando su ciclo de vida, tanto en sus es­

tadios larvarios como en adultos.

Las densidades (abundancias) de las poblaciones de

mosquitos se relacionan con muchos factores, algunos

de los cuales son suficientemente bien conocidos, mien­

tras otros no se entienden aún y sus efectos no han sido

comprobados. Por un lado están la tasa de reproducción

(prod ucción de los criaderos) y la tasa de mortalidad, que

son fundament ;:¡ les, y determinan si una población se

incrementa, disminuye o permanece estable, y por otro

lado están las variaciones del medio físico, como las cli­

máticas, que también afectan la densidad, distribución y

comportamiento de estas poblaciones.

Por tanto, el cl ima puede desempeñar un papel impor­

tante en cuanto a la distribución y abundancia de estos

insectos tr nsmisores de enfermedades; por ello es pro­

bable que las variaciones y el cambio del clima afecten

sensiblemente la extensión geográfica y distribución de

las enfermedades.

Los recientes avances científicos y tecnológicos brindan

la oportunidad de incorporar la capacidad de las predic­

ciones climáticas a los programas de salud, con vistas a

reducir los impactos de los brotes epidémicos (Ortiz et ál.,

2000). Cuba, país tropical, no está exento de las variacio­

nes ocurridas en el clima. Las fluctuaciones en las tempo­

radas lluviosas y poco lluviosas que se han venido obser­

va ndo en los últimos decenios, han ocasionado cambios

en el comportamiento de los vectores. Sus patrones esta­

cionales se han visto modificados, al verse afectadas las

condiciones en los reservorios, lo que hace que se amplíe

su nivel de ad aptabilidad.

De acuerdo con las ideas anteriormente expuestas y co­

nociendo la existencia de estudios acerca de los efectos

de la variabilidad climática sobre la Tierra y sus ecosis­

temas, nos planteamos en el siguiente trabajo mostrar

las señales de las va riaciones climáticas y geofísicas que

afectan a las poblaciones de mosquitos en Cuba, con

énfasis en un estudio de caso realizado en el municipio

Sancti Spiritus.

MATERIALES Y MÉTODOS

Diseñ o y ba ses de datos

Nuestro estudio se diseñó mediante un análisis retros­

pectivo de corte transversal tomando como base tres

tipos de información: una, referida a las variaciones del

clima descritas por los índices climáticos complejos IBu.c

e IB (Ort iz, 2004 y 2006) en la estación de la ciudad de 2tc

Sancti Spíritus; la segunda, relativa a la densidad larvar ia

y densidad de picadas/ horas, registrada en el Laborator io

de Entomología Médica de la Unidad Municipal de Vigi­

lancia y Lucha Anti vectorial de Sancti Spíritus, y la tercera

y última, referida al número de focos mensuales de Ae­

des aegypti en el período enero de 1994 a diciembre de

2005.

El cálculo de los índices de densidades está dado por las

expresiones siguientes.

índice de densidad de larvas (DL): DL = l\'~F (1)

donde: L: número de larvas colectadas, N: número de cu­

charonazos, F: fracción del área del cucharón (0,01 para

un cucharón de 10 cm de diámetro).

índice de densidad promedio de picadas/ horas (DPH):

DPH - ~~ '60 (2)- T

donde, N: total de mosquitos capturados; t: Tiempo de

captura empleado, expresado en minutos.

[ O RTIZ ET AL.: EL IMPACTO DE LA VARIABILIDAD CLlMATlCA EN LOS iNDICES DE ABUNDANCIA RELATIVA 3]

Análisis estadístico

Para el estudio se implementó el análisis de series de

tiempo, que nos permitió identificar las diferentes seña­

les de la variabilidad climática, así como describir los efec­

tos de esta sobre cada uno de los indicadores utilizando

la función de autocorrelación y autocorrelación cruzada,

y la descomposición de las series de tiempo en sus dife­

rentes señales (Wei, 1990). Los análisis exploratorios de

datos y el análisis de Funciones Ortogonales Empíricas

(FOE) se introdujeron con el objetivo de describir las con­

tribuciones de cada índice al patrón de variación de las

poblaciones del vector y clasificar los meses de mayor o

menor riesgo.

Toda la información se procesó con los sistemas estadís­

ticos profesionales S-Plus 2000 y Eviews 4.1; se realizaron

los análisis de series de tiempo para la determinación

de las diferentes señales de variación estacional e inte­

ranual.

RESULTADOS y DISCUSiÓN

Las poblaciones larvales en conjunto presentan una mar­

cada fluctuación en correspondencia con las variaciones

intraestacionales del clima descritas mediante el índice

bioclimático IB (Figura 1); se nota que la densidadUL

larvaria (DU se mantiene alta durante todo el año, por

encima de 20 larvas/ m 2, con tres máximos relativos en los

meses de febrero, abril y diciembre, seguidos de decreci­

mientos asociados a la temporada lluviosa.

Luego de esta caída, la DL tiene un ligero pico en julio,

el cual se corresponde con el mínimo estival del año en

el que se produce una disminución de los días con lluvia,

lo que ocasiona la conservación de los sitios de cría en

calidad y cantidad, con el consecuente aumento de este

índice.

A partir del mes de octubre comienza un franco ascenso

que culmina en el mes de febrero asociado a condiciones

menos húmedas y cálidas, con un patrón de precipitacio­

nes diferente al del verano tanto por su intensidad como

por su frecuencia. Estas condiciones resultan favorables y

facilitan la permanencia de los lugares para la oviposición

y, entonces, el aumento en la abundancia de larvas.

En el estudio, las zanjas constituyeron los criaderos más

frecuentes y a los que menos afectó la sequía, ya que su

corriente es alimentada permanentemente por desagües

de albañales residenciales, favoreciendo la producción

de larvas mosquitos, específicamente de Cu/ex quinque­

fasciatus, especie mejor adaptada a estas condiciones

de hábitat, por lo que su alta abundancia repercute en la

densidad larvaria total.

En general, se observa que la población varía durante

todo el año, por lo que no cabe duda que la marcada

estacionalidad se vincula con las condiciones climáticas

de la región. Es decir, el patrón estacional de la densidad

larvaria está determinado significativamente por el pa­

trón descrito mediante el índice IB . Luego, cualquier LLe

anomalía que se presente en el ritmo estacional se refle­

jará en menor o mayor medida en el comportamiento y

distribución de la densidad larvaria.

Por su parte, la densidad de picadas (DPH) se representa

y explica mejor por las variaciones del !Bu.C' que agru­

pa a los principales elementos que actúan como facto­

res limitantes (en igual sentido la humedad relativa, y de

manera inversa, la insolación, la oscilación térmica y la

temperatura máxima).

260 . . ~ ~.~ 00 Ill " , ' Q 240 ..... ... o- DL - eJ ··· 3,0 ro 220 2,5 ~ 2,0 ~ ~ 200 o 1,5 = "2 180 1,0 ~ o ~5 TI

hl 160 0,0 ro üí 140 -0 ,5 g" -10 'u e 120 -ú 11l ro 100 -2,0 ~ a. -2 5 u ~ 80 .... , 0 -ú 1il0

o 60 ·3,5 LL

- .u -4 o ~ 40 o ' . '. , ii: .... .EL -ú

20 'c -5,0 f "lE . FEB. MAR J\9R M.AV JUN. ,;Ul. AGO. SEP. OCT. NOV. DIC .

FIGURA 1, Marcha estacional de la densidad larvaria en función de las condiciones climáticas

descritas por el IB¡ ,I.<

14 11 METEOROLOGíA COLOMBIANA N" 10 - MARZO 2006 1

180 ~-------------~---, 2,5

160 .

~ 140o ·u ro 120 ..Vi

e'" .~ 100 10 a. Oi 80 " Si ro 60 >

40

L _ _ _ _______ -,--____---.J -2.5 20

2,0

1,5

1,0

0,5 al

0,0 ~

-1,0

-1,5

.... . -2 ,0

ENE FE8 MAR ASR. MAY JUN. JUL. AGO SEP. OCT NOV. DIC

FIGURA 2. Ma rch a estacional de la densidad de picadas horas en función de las condiciones climáticas de scr itas por el IB ., ' u

Al comparar la marcha anual del clima descrita por el índi­

ce bioclimático IB . ~ , con la DPH (Figura 2), se constata

la correspondencia de las variaciones del clima con este

índice de abundancia relativa y se deja identificada la in­

fluencia estacional sobre el com portamiento de la den­

sidad. Se observa que los valores máximos de capturas

se dan en el mes de junio (verano), cuando se combinan

condiciones de mucho calor y escasas precipitaciones,

seguidas de altas temperaturas y presencia de lluvias. Al

comienzo de la estación lluviosa se observan sorpren­

dentes aumentos del número de vectores. Gibson (1978)

encontró que en los países tropicales a menudo se ha

observado que precipitaciones por encima de los prome­

dios se asocian con el incremento de las densidades de

mosquitos.

Seguidamente, a pesar de la abundancia de mosquitos

adultos en este período, ocurre una declinación en el rit­

mo de crecimiento de las poblaciones desde julio hasta oc­

tubre, en correspondencia con la temporada lluviosa, en

la cual no se dan los requerimientos físicos efectivos para

su ambiente óptimo y para la realización de sus procesos

vitales, puesto que las precipitaciones constituyen uno de

los factores que más afectan la supervivencia de las larvas

e influyen en la densidad de los mosquitos adultos.

Muchas de las funciones fi siológicas de los artrópodos

vectores están sujetas a las temperaturas óptimas y al­

gú n camb io en ellas podría afectar gra ndemente su su­

pervivencia . Resulta interesa ntE' destaca r que el aumento

I~ro::kc¡(r E'n el mes de noviembre coi ncide con las ten­

dencias del clima en los últimos años, con un comienzo

tardío de la temporada poco lluviosa, lo que es equiva­

lente a una expansión del período más cálido y lluvioso.

Es decir, el mes de noviembre presenta manifestaciones

muy similares a las de octubre, anomalía que se asocia

con cambios en la circulación atmosférica y con el débil

gradiente de los vientos de componente este para esa

época del año, lo que repercute en las poblaciones de

mosquitos.

A continuación ocurre un descenso de la abundancia

de mosquitos adultos desde el mes de diciembre hasta

febrero, favorecido por las condiciones climáticas inver­

nales; esto obedece a que la tasa de eclosión es significa­

tivamente menor durante la estación fría. La irrupción de

la abundancia de mosquitos adultos se produce nueva­

mente con la llegada de la temporada lluviosa.

Estos resultados concuerdan con los trabajos de Bouma

(1995) realizados para la zona tropical, en los que se re­

fiere a que la temperatura afecta la dinámica de la pobla­

ción de vectores (longevidad y densidad de picadas), y

posiblemente también la duración del ciclo del parásito

productor de la malaria. Asimismo, cuando las cond icio­

nes climáticas son extremadamente cálidas y húmedas.

se modifican las condiciones de los criaderos, acompaña­

das de cambios en la flora, lo que favorece a las nuevas

crías de especies de anófeles. Al mismo tiempo la fasE

larvaria del mosquito se acorta, por lo que el número de

mosquitos adultos puede incrementarse.

Otro elemento a considerar en el tiempo de mayor DP

es la asociación de los altos índices estacionales con las

condiciones climáticas descritas por el índice climáticc

para los meses lluviosos, que corresponden con un ma­

yor número de días con lluvia y por ende una mayor nu­

bosidad, desde el inicio de la tarde y hasta el anochecer.

Esto trae consigo una disminución de la luminosidad y

del fotoperíodo (horas-luz). En Sancti Spiritus las horas­

luz se enmarcan entre 6,9 y 7,9 horas (Campos, 2001 ), lo

cual crea las condiciones para que se adelante el comien­

zo de la actividad de vuelo y la búsqueda de las fuentes

de alimento de las especies crepusculares (Clements,

1999). Ello provoca un aumento de la abundancia de

mosquitos y de los riesgos de transmisión de en fermeda ­

des o la producción de molestias a la población debido a

las picadas.

I ORTIZ ET ÁL.: EL IMPACTO DE LA VARIABILIDAD CLIMÁTICA EN LOS íNDICES DE ABUNDANCIA RELATIVA 11 51

Es necesario destacar la importancia de contar con un

índice climático que permita representar el clima de las

distintas regiones estudiadas, y así describir las tenden­

cias y variaciones observadas dada su gran sensibilidad

para recoger las características climáticas locales, y res­

ponder al cambio de los elementos de entrada al mismo.

Otra ventaja que se logra con este proceder es la descom­

posición de las series de datos, de manera que se cuente

con las principales señales presentes en ellas, además de

permitir el contraste entre el clima y sus efectos sobre

los índices de abundancia relativa de las poblaciones de

mosquitos.

El aspecto más interesante de la asociación entre los ín­

dices de abundancia relativa y las condiciones climáticas

en Sancti Spiritus es la alta significación de los vínculos

encontrados entre ellos, ya que tanto la densidad larvaria

como la densidad de picada por hora tienen una buena

representación en las dos primeras componentes o fac­

tores, con un vector de carga de (0,43, 0,46) respectiva­

mente, lo cual confirma la clara influencia del clima en su

comportamiento.

La proyección en el plano de los individuos sobre los ejes,

como resultado de las calificaciones de los dos índices cli­

máticos (Figura 3), indica que el método de ACP emplea­

do recoge el comportamiento estacional de cada mes,

además de las anomalías relacionadas con la variabilidad

climática mensual en la zona. De esta manera, se definen

tres áreas fundamentales en el gráfico: la A corresponde

a los meses de temporada poco lluviosa (extremo supe­

rior derecho), en la B se aprecian meses de transición del

invierno al verano y la C se refiere al verano (extremo infe­

rior izquierdo). Esto se corresponde con la interpretación

dada a los índices.

Un elemento importante en esta proyección son las po­

siciones que adoptan los meses en que se han reportado

anomalías de consideración en densidad larvaria (DL) y

DPH, asociadas con eventos extremos de la variabilidad

climática mensual. Se puede observar que en el mes de

junio de 1999 se presentaron anomalías en las tempe­

raturas con un aumento entre 0,5 y 1,0 oc, acompañado

de un gran déficit en los acumulados de lluvia durante

los meses de abril a junio en Sancti Spíritus. Diciembre

de 2000 fue el más lluvioso desde 1941, asimismo tuvo

una frecuencia de entrada de frentes fríos de 6, superior

a la media histórica; y más recientemente se tiene el mes

de junio de 2001, que ha sido uno de los menos lluviosos

desde que se tienen registros, con valores de anomalías

en la temperatura por encima de 0,7 oc, con respecto a

su comportamiento histórico, con amplios contrastes. A

todo esto se añadió la circulación de vientos de compo­

nente sur no propios de la temporada. Cada uno de estos

meses presenta una ubicación fuera de los grupos donde

debían situarse, reafirmando gráficamente la magnitud

de las anomalías climáticas registradas.

Para la densidad larvaria, sus mayores variaciones se ob­

servan en la temporada poco lluviosa y en los meses de

transición, lo que coincide con las temporadas climáticas

donde se dan los mayores contrastes en las variables (Fi­

gura 4). Las temperaturas se presentan dentro del ámbi­

to de efectivo para la realización de la reproducción y la

oviposición; esto coincide con varios autores que refie­

ren rangos de temperatura de 17 a 29 oC (Marquetti et ál.

1986; Clements, 1999) para el desarrollo larval.

La sequía intensa ocasiona la eliminación de muchos cria­

deros y por ende disminuirá la disponibilidad del hábitat

adecuado para que el vector ovoposite y se desarrolle.

Sin embargo, una temporada lluviosa normal garantiza la

existencia de depósitos apropiados para la reproducción

del vector. No obstante, aunque parezca contradictorio,

una ausencia prolongada de lluvia facilita el estableci­

miento de otros criaderos en las orillas de los ríos, lagunas,

etc., como consecuencia de la pérdida de los caudales, fa­

cilitando así la formación de charcas que son rápidamente

colonizadas (Wijesundera, 1988; Bouma, 1994).

Este comportamiento contrasta con los meses de la tem­

porada lluviosa en que prácticamente la variación de la

densidad larvaria es constante y muy pequeña, puesto

que el régimen de lluvia condiciona la producción y ta­

maño de los criaderos. Sin embargo, un exceso de llu­

via hace que se desborden los criaderos, provocando la

muerte de las fases inmaduras, por arrastres o por acción

mecánica, e incidiendo en la disminución de las larvas.

METEOR OL OG f A COLO M BIA NA W 10 - M A RZO 2 00 6 1

'OIC 2000

, Zonas favora bles para el aumento de la densidad larvaria

IB2

, 'NOV 1999 ' DIC 1995

3,0

NOV 1996 , DIC 1999 ENE 1998 'ENE 1996

DIC 1998 'OIC 1996 ' ü CT 1999 DIC 1997 • ENE 2000

1,5 , OCT1996 'NOV 1997 ' OCT199S' ,OIC 1994'ENE1999

, JUN 1995 , , OCT 2000, NOV 1998' NOV 2000 ENE 1995 • JUN 2000 : '..MAR 1996 ' ' FES 2000

SEP 1998 'NOV 1994 , MAR 1998 '

O rSEP 1 9~~~~ -1~:?,,~:P~:~~'9~~-~: ::~-----L ---- - - -- - - -- ~ ~~~_1 ??~______ __ __ IB1- - - - - .. -F!EI' B 1996 • • FEB1 997 ,I

SEP 2000' AG O 1995 JUN 1994 I MAR 1995 , ." OCT 1997 FEB 1994

AGO 1998 ' J.UL 1995, MAY 1999 ' MAR 1997 ' MAR 2000 • AGO 1997 ,~ UL 1996 , : MAy 2000 ' MAR 1999

-1,5 JUl ',997

, JUL 1994 • ABR 2000

'MAR 1994

Zona para el aumento de las plcadas 1998 MAY' 1995 ' ABR 1996J UN~____~__________~~~____~__________-+______-"BR1 99ll-________~

-3,0 -1 ,5 o 1,5 3,0 4,5

FIGURA 3. Ordena mi ento por meses de los índices ecológico s, densidad larvaria y densidad de picadas por horas en

función de los fac t or es IBt, 1,s, 1 Bt,2 , s que describen la acción conjunta de los factores limitativos. Período 1994­

2000.

La rva/m2 Valor IB t,1,e

6800 r-------------------------------------------------~ 750 . . .. . . . ... .... . .... .. , •••••• . .• . '111' . • ..•. .. . , . . . . . .... . . .... .... •... . .• .. . .. .

700 . . ... .• . . .. . .... ..... . . . .. ... .... .. , .. .... .. .... . ......... ...... . 4650

600

550 2 500

450

400 O

350 300 I Max-Min.•• ••• ; .••:.::. ··········· ··· ······0·:··:· ····· ··· ·········· ··· -2 D Dl250

e Mediana

150

200 o Outliers

-4 • Extremos

I Max-M in ··I· ··· ······· ···~· · ······ :·· ·· · ···· · .·:· · ···· ··: :·: : ..

1~~ : :W::::: :: . :: :::.::W :: :: : : :: :::: : ::~:: : :::::: : :: -6 D IBt,l, e

Poco lluviosa Tran sito Lluviosa '" Mediana

Tem porada

FIGURA 4. Diagrama de cajas y bigotes donde se muestra la variación intra-estacional del comportamiento de la DL

por temporada

I ORTlZ El AL .: EL I MP ACTO DE LA VARIABILIDAD CLIMÁTICA EN LOS íNDICES DE ABUNDANCIA RELATIVA 11 71

En la temporada lluviosa, el comportamiento de las las mínimas es pequeña, las precipitaciones y el número

poblaciones adultas de los mosquitos presentó las ma­ de días con lluvias aumentan; asimismo, los valores de la

yores variaciones (valores positivos del IBI. I C)' dadas humedad relativa presentan poca variación y la veloci­

porque las condiciones climáticas son favorables para dad del viento es más débil. Todos estos factores físicos

el aumento de la proliferación del vector, debido a que limitan la densidad de adultos, en la temporada en que

esta época del año en general es menos contrastante se produce la mayor abundancia de mosquitos adultos;

que la temporada poco lluviosa en la región de estudio coincide con otros estudios que refieren aumento de las

(valores del IBI.:I.C bajos) (Figura 5), y se caracteriza por: poblaciones adultas en esta etapa (Reinert, 1989; Reiter,

las temperaturas altas, la oscilación entre las máximas y 1998; Clements, 1999).

Valor 1B¡,2,C m/h

----~~=_l,524

4 .... ...21

3 18

o 2 15

:::r Máx-Min12

O DPH O9

O Mediana

o Outliers6 -1

• Extremos 3 -2 :::r Máx-Min

~ IBt ,2,C O -3

• MedianaPoco Lluviosa Tránsito Lluviosa

Temporada

FI GURA 5. Diagrama de cajas y bigotes donde se muestran las variaciones intra-estacionales de la Densidad de

Pi cadas/hora (DPH) de acuerdo a la temporada.

l os índices de supervivencia de los adultos se relacionan

estrechamente con la temperatura y la humedad relativa.

En situaciones ambientales extremas el índice de super­

vivencia puede aumentar mucho (OMS, 1972).

Con estos resultados, no cabe duda que las anomalías

descritas por los índices IBt, 1 ,C e IBt,2,C, atribuidas a la

lluvia, vistas desde sus totales y de la cantidad de días con

lluvia, así como la humedad y la radiación solar, influyen

sobre la densidad y longevidad de las poblaciones de los

lectores y sobre los criaderos.

En la Figura 6 se muestran las variaciones de la densidad

de mosquitos capturados por horas-hombres durante el

ciclo de la luna; en la fase de cuarto creciente presentaron

m ayores variaciones. Se observa que hubo capturas du­

rante las cuatros fases, lo que coincide con estudios rea­

lizados por Davies (1975) en Trinidad y Tobago con Cu/ex

portersi y Cu/ex taenopius.

Estas variaciones pueden estar dadas porque los horarios

de capturas establecidos van desde el atardecer hasta

las primeras horas de la noche, en los cuales se colecta­

ron especies diurnas, crepusculares y nocturnas, ya que

muestran distintos comportamientos en el comienzo del

vuelo. Clements (1999) estudió el efecto del tiempo de

aparición de la luna en el horizonte sobre el tiempo de

comienzo en la actividad de vuelo de especies crepuscu­

lares y nocturnas en la Florida; la mayor actividad corres­

pondió al período del crepúsculo. Hay que agregar que

para el inicio de esta actividad se necesita determinado

umbral de intensidad luminosa influida por la cobertura

la METEOROLOGIA COLOMBIANA W 10- MARZO 2006 111

a partir de la informacion semanal para el período ( 1998-200)

9

I ::::r::: ±Std. Dev ¡[] Media

8

7

6

5

I []

I I I I II l [] []

[]

4

3

2

o

-1 L.Llena C.Creciente C.Menguante L.Nueva

FIGURA 6. Diagrama de cajas y bigotes donde se muestra para el comportamiento de la DPH según las fases de la

luna a partir de la información semanal para el período 1994 -2004.

que forman las nubes. También reportó que en las no­

ches en que la luna se oscureció por la nubosidad, hubo

más brillantez que en noches si n luna, por lo que se inhi­

bió la actividad de los mosquitos.

La luna puede prolongar la actividad de vuelo de las es­

pecies crepusculares; el tiempo y la intensidad de su luz

influyen en la expresión de la actividad rítmica nocturna,

cuyos niveles se correlacionan positivamente con la luz

de la luna (Clements, 1999).

Todos los mosquitos muestran periodicidad de actividad

e inactividad, en correspondencia con los ciclos diarios

de luz, temperatura y humedad. Esta periodicidad es re­

gulada por marca pasos que están entrenados por los ci­

clos de luz y oscuridad . La longitud del día actúa a través

de receptores sensibles, que accionan a su vez uno o más

sistemas adosados de hormonas y enzimas, las cuales

producen las respuestas fisiológicas o de comportamien­

to. Hay evidencias experimentales de que el ritmo circa­

diano está involucrado con el tiempo de actividad de los

mosquitos (Clements, 1999).

Variación temporal y espacial del número

de focos de Aedes aegypti

Según la Figura 7, el número de focos presenta una mar­

cada variación estacional; el período comprendido entre

agosto y noviembre históricamente muestra la mayor in­

cidencia de focos, con el pico máximo en los meses de oc­

tubre y noviembre. Corresponde a los años 1999,2000 Y

2001, de manera ascendente, el máximo de aparición de

focos del vector, por lo que octubre de 2001 se convierte

en el mes de mayor reporte de la serie, y coincide con

el ACME (p ico máximo) del brote epidémico de dengue

ocurrido en Ciudad de la Habana. Las acciones integrales

emergentes llevadas a cabo hicieron posible a comienzos

de 2002 abortar la transmisión y eliminar así la enferme­

dad en el país.

Este evento entomo-epidemiológico estuvo enmarcado

en un período de condiciones climáticas anómalas e higié­

nico-sanitarias desfavorables, las cuales fueron propicias

para la proliferación del número de focos a niveles extre­

madamente altos en algunas zonas del territorio nacional.

----

[ ORTIZ ET AL. : EL IMPACTO DE LA VARIABILIDAD CLlMATlCA EN LOS I N D I CES DE ABUNDANCIA RELATIVA 9]

En la Figura 8 se evidencia una clara variación espacial

con una tendencia del vector a aumentar en las áreas más

urbanizadas del país, en correspondencia con su ecolo­

gía; en las misma s hay carencia de agua, predominio de

tanques altos y bajos en mal estado o sin tapas, presencia

de microvertederos, etc. Al presentarse condiciones tan­

to muy cálidas y lluviosas, como de sequías intensas, se

propicia por diferentes razones el aumento de los sitios

potenciales de cría, los que rápidamente son colonizados

por el vector.

12

11

10

162 412 662 913 1163 1414 1664 1915 2165 2416

í 997 1998 1999 2000 2001 2002 above

Años

FIGURA 7. Variación estacional del indicador número de

focos de Aedes aegypti.

Preidiction_hotspot

.\

0 - 137 .61 137 .61 · 322.11 322.11 - 611 .99 611 .99 - 1 ~ 1626

',00 ,0; 2J'J KI~atn:a

IGURA 8. Variación espacial del comportamiento del

úmero de focos del Aedes aegypti. Período 1997-2002

'rCn la Isla de la Juventud, aunque se presenta el vector, los

dices del número de focos no constituyen riesgos para

- aparición de epidemias como en el caso de Ciudad de

Habana y Santiago de Cuba, lo cual puede deberse, en­

e otros factores, a las condiciones higién ico-san itarias

y climáticas de la zona, que no resultan tan favorables

para la presencia de los vectores, los cuales pudieran ser

elementos a tener en cuenta en la baja diseminación del

virus.

Otra característica peculiar de la Isla de la Juventud es la

existencia de valores elevados de nubosidad debido a la

presencia de los mares circundantes; en esta región, ade­

más, son más significativas las pérdidas de radiación so­

lar incidente. Por otra parte, los valores de la temperatura

media del aire y de la humedad relativa media son altos,

aunque de manera general en todo el país no existe una

gran variación en cuanto a la humedad relativa.

Otro rasgo d istintivo lo constituye el régimen de vien­

tos, pues aunque sobre Cuba inciden los alisios con di­

rección predominante del Nordeste al Este, hay algunas

diferencias en la región occidental del país, donde está

enmarcado el municipio especial Isla de la Juventud, con

existencia de vientos del Sudeste. Esto resulta importan­

te comparado con la frecuencia de vientos de esta direc­

ción en otras partes del territorio nacional.

La s precipitaciones muestran un comportamiento simi­

lar al resto del territorio nacional (aumentan de las costas

hacia el interior de la isla). Las zonas interiores son más

húmedas, (1.700-1 .800 mm promedio anual), mientras

que en el norte del territorio el promedio no sobrepasa

los 1.400-1.500 mm, y son muy inferiores en la costa sur

(Lecha, Paz y Lapinel, 1994).

CONCLUSIONES

Se evidencia, a partir del análisis del comportamiento de

los índices, que las poblaciones de vectores presentan

una marcada variación estacional e interanual, la cual se

asociada a las variaciones del clima en el área de estudio,

por lo que cambios y nuevas tendencias en estas provo­

carán un impacto en el comportamiento de las poblacio­

nes del vector, que pueden disminuir o aumentar según

sea la amplitud de las variaciones.

Se corrobora con este estudio que el comportamiento de

las poblaciones de vectores tanto en sus estadios larva­

rios como en adultos está modulado por las variaciones

del clima y los elementos geofísicos, luego cualquier va­

METEOROLOGfA COLOMBIANA W 10- MARZO 2006 111

riación en estos provocará afectación en la dinámica de

la población de vectores (longevidad y densidad de pi­

cadas).

Los índices climáticos que se utilizaron resultan adecua­

dos para describir la inAuencia del clima sobre la densi ­

dad y longevidad de las poblaciones de los vectores, así

como sobre la cantidad y calidad de los criaderos.

Se comprobó por último que el ciclo de la luna juega un

rol importante en la actividad de vuelo, pues puede pro­

longarlo en las especies crepusculares; se evidencia que

el tiempo y la intensidad de su luz tienen influencia en la

expresión de la actividad rítmica nocturna, resultados que

corroboran lo planteado por autores como Clements.

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