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Año 2, número 1 de El Mural
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El Mural Año 2, No 1. Marzo de 2011.
Iniciamos, con este número, nuestro segundo año de actividades. Para aquellos que no nos conocen, El Mural es un
periódico que publica columnas de opinión, notas ligeras y textos de corte literario. ¿Quién participa en El Mural?
Todos pueden escribir, sin distingo de raza, orientación política, religiosa, de género u origen. El único requisito es
tener ideas y buenos argumentos. !Salud, por un nuevo año!
!WIPITIIII!
Felicitaciones a todo el equipo
de “Corte Colombiano” Por: Adry Chica
Dentro de la programación del 51° Festival Internacional de Cine de
Cartagena, se celebraron los premios India Catalina, el pasado sába-
do 26 de febrero en el Centro de Convenciones. Una noche con lo
mejor de la televisión Colombiana, donde hicieron presencia actores,
productores, directores, estudiantes y público en general.
Como es “lógico”, el canal RCN se llevó la mayoría de los galardo-
nes, y teniendo en cuenta que es uno de los patrocinadores del Festi-
val de Cine, la premiación es su principal ventana para posicionar sus
producciones, aunque no siempre sean las mejores. Sin embargo, no
todos los ganadores fueron, como escuché por ahí: “rosca”.
Entre cinco nominados, el primer capítulo de la segunda temporada
de “Corte Colombiano”: “La informalidad”, se llevó la estatuilla de
Mejor Producción Universitaria. El episodio cuenta como Fabián
Páez, un reciclador, pasó de ser un trabajador informal sin ninguna
prestación social, a un empleado formal en una cooperativa de reci-
claje. Una historia sobre el deseo de salir adelante, de una lucha in-
cansable por mejorar la calidad de vida.
Esta producción para el Canal Universitario Nacional ZOOM, dirigi-
da por Adelaida Guerrero Bustillo, docente de la Universidad del
Norte, es una iniciativa del Centro de Producción Audiovisual y de la
Dirección de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la institu-
ción, con el objeto de dar a conocer los trabajos científicos e investi-
gativos de los docentes uninorteños.
No solo porque he visto el documental, sino porque conozco al equi-
po de esta producción, doy fe de que es una proyección de excelente
calidad y creatividad, pues el proceso consiste en tomar las investiga-
ciones y hacer de ellas un producto audiovisual interesante, en el cual
le ponen rostro al trabajo. Además es entretenida y con un gran tras-
fondo humano, que sirve como ejemplo para los futuros realizadores.
Luego de un arduo trabajo, con el premio, el equipo dijo haber senti-
do una gran emoción, y a pesar de que la directora indica que le ense-
ñaron que “los premios no significan nada”, es consiente que este re-
conocimiento es una motivación para seguir haciendo las cosas bien.
Por su parte, Alfredo Sabbagh, director del Centro de Producción Au-
diovisual expresó haberse sentido “del putas” cuando los nombraron,
señaló que “fue una sensación entre satisfacción y gratitud” por el
logro alcanzado, por todos los que creyeron, confiaron y trabajaron
con ellos.
Y el galardón también trae consigo una gran responsabilidad y com-
promiso para mantener los estándares de calidad. “Lo que viene aho-
ra es mejorar la rigurosidad y disciplina, y establecer convenios y
alianzas con canales nacionales para que Corte Colombiano se vea en
otras ventanas” expuso Sabbagh.
India Catalina para Uninorte… La primera de
Foto: de Carlos Cruz. Para ver la colección completa, visitar: http://www.almamagazine.com/entradas-carnaval_de_barranquilla-el_existencialismo_barranquillero
Banderilla
Daniel E. Aguilar R. (Editor)
Kell Pozo (La Cuchilla)
Andrés F. Arias (el Jáquer)
Grace Cepeda (la Tody)
Editores Asociados a este número.
Marta M. Barrios
(Coordinadora área de periodismo)
Carlos Arcila (Profesor periodismo)
Elías Saíd (Profesor periodismo)
Javier Franco (Profesor periodismo)
Colaboraron en este número
Carlos Cruz
Adriana Chica
Carlos Cordero
Jessica Lozano
Daniel Vargas
Daniel Valencia
Daniel Cueto
Santiago Castro
Nasha Meza
Eduar Barbosa
Gisselle Torres
Nictal Ope
Iván Patricio
EDITORIAL
Iniciamos este año Muraliando la vida compartida, como los
sueños y las criticas de este paraíso simbólico que es Colombia.
El mural arranca su primera edición en 2011 con la agenda casi
lista por cubrir y pajazos por contar.
Sobre la agenda cubriremos los siguientes hechos: Apellidos
de Familia, y con ella matamos tres pájaros de un solo tiro,
pues está claro que esta fuente cubre tres frentes de desarrollo:
la política, las concesiones y la farándula nacional, entiéndase
por este último, festividades como Carnavales, Reinado del Jo-
ropo, del Mar, de la Ciruela entre otros.
Y como la familia es el núcleo de la sociedad entonces por ahí
intuimos que para 2011 la Ley de Tierras tendrá de qué hablar
por sí sola. Pues no pondrá su granito de arena sino que se
vendrán los deslizamientos para que miles de familias, en este
país lisiado y discapacitado en instituciones, no solo sigan su-
friendo las inclemencias de un invierno cruel, fruto de nuestra
“armónica” relación con la naturaleza, sino de un Estado que
entre parte y parte no cede la parte que le corresponde al cam-
pesinado que bien sabe cultivar el Agro.
Y aquí mismito terminando el párrafo anterior también agenda-
mos a Agro-ingreso Seguro que de él tenemos nuestro cable;
palabra por cierto de moda, ahora que parece que Wikileaks,
fuente de alta gama, halará la cuerda de las vidas políticas, pri-
vadas, públicas, denigrantes y tristes del poder y sus apodera-
dos.
Y si de cables se trata pues acá tenemos toda una rama: La Le-
gislativa, a ver si por fin se organiza y supera los lazos de fami-
lia, los viajes, las conferencias, las becas y toma conciencia de
que la simple transformación legal no resuelve los conflictos
porque necesitamos urgente una rama que tenga en cuenta la
redistribución de recursos como elemento fundamental.
¿Habrá acaso que someter a la rama a un análisis psiquiátrico,
como a los que tienen el lujo de recibir la justicia en otro país
por el autoengaño de una deuda que el Estado les generó? Pues
deberían las altas cortes declararse en QUIEBRA a ver si se
compone la cosa.
Sin dejarle la farándula solo a las familias, acá también volvere-
mos sobre las nuevas tendencias en camuflados y accesorios
como granadas, fusiles, ametralladoras, cuchillos y cortaúñas
en el tan sonado desfile de las Desmovilizaciones Falsas. Y
para no perder el tono de chisme por acá también tendremos
paseando a nuestra nueva Fiscal General de la Nación y su Vi-
cefiscal que tanto ha aparecido en los medios con sus pecas ro-
jas y sus lentes de nerd. Incluimos el rol de los nuevos Minis-
tros que han tomado gran relevancia en lo relacionado con este
gobierno que a diferencia del anterior parecen autónomos y no
jornaleros de finca grande.
Quedamos en vilo, como desde hace ya más de 4 años, con el
TLC y sus inconsistencias para la aprobación en los EE.UU. an-
tes, durante y después de Obama, si la Virgen nos ampara y el
Señor de los Milagros nos colabora.
Sobre los pajazos, siga usted a continuación, escoja y distinga
entre uno y otro a ver cuál es su paraíso simbólico y cual su
condición real.
!QUE SE ABRA EL MURAL!!
Desde hace un tiempo se ha empezado a generar
una masiva participación en temas políticos, so-
ciales y culturales del país, todos recogidos y
transformados en forma de opinión y publicados
en artículos en páginas como La Silla Vacia,
Razón Pública, El Malpensante, entre otras. Sin
embargo, ¿qué es lo que une a estos grandes me-
dios masivos de opinión en el país? Todos pro-
vienen del interior. Muy pocos se preguntan qué
pensamos u opinamos todos los que habitamos
esta bella región Caribe, cómo se viven y se
sienten los temas que afectan a diario al país des-
de nuestra perspectiva.
Por esta razón nace el Colectivo Caribe, una
página creada y pensada para todas aquellas per-
sonas que de cierta forma no encuentran los es-
pacios para expresar sus alegrías, tristezas, que-
jas, o simplemente para hacer escuchar –o leer,
por qué no- la voz de ésta parte del país.
En http://colectivocaribe.com, se podrán encon-
trar temas de interés social, cultural, político,
artístico y tecnológico, y además, nos podremos
programar teniendo en cuenta la oferta de even-
tos y convocatorias de nuestra región.
El Colectivo está conformado por diez estudian-
tes de diferentes campos, que muestran su tierra
juntos, buscando posicionar el sitio como un lu-
gar de consulta para todos los habitantes del Ca-
ribe y el resto del territorio nacional. Esto con el
fin de dar a conocer cómo se ve la ciudad, el
país, e incluso el mundo, desde la perspectiva de
los jóvenes y adultos que desean aportar hacia la
construcción de pensamiento y reflexión desde y
para las ciudades que componen el caribe colom-
biano.
La página está abierta a recibir la participación
de cualquier persona que desee aportar con su
conocimiento u opinión, haciéndolo en la forma
que mejor se amolde a sus gustos y cualidades:
artículos, cuentos, poemas, fotos y videos. Toda
expresión será bienvenida en el correo colectivo-
Los integrantes del Colectivo Caribe son:
- Daniel Cueto, estudiante de Relaciones Interna-
cionales.
- Eduar Barbosa, estudiante de Comunicación
Social.
Laura Camargo, egresada del programa de Dere-
cho de la Universidad del Norte.
- Luis Solano, egresado del programa de Dere-
cho de la Universidad del Norte.
- Sara Struss, estudiante de Sociología e Historia.
- Gisselle Muñoz, estudiante de Diseño Gráfico.
- Andrés Arias, estudiante de Comunicación So-
cial.
- Catherine Ortega, estudiante de Diseño Indus-
trial.
Súbete al Colectivo Caribe
Un buen periódico, supongo, es una nación hablando consigo mis-
ma. Arthur Miller
Las 916 sillas del salón central del Teatro
Amira de la Rosa estaban llenas, con
grandes expectativas y ansias, los asisten-
tes esperaban el inicio del que sería un
gran espectáculo. El largo telón rojo se
abrió lentamente, un sillón forrado con te-
la de leopardo estaba vacío entre Julián
Isaza y Antonio Morales, quienes dieron
paso a la tan esperada entrada de la Tigre-
sa del Oriente.
Entre gritos, chiflidos, piropos y aplausos fue recibida al escena-
rio. Con la personalidad que la caracteriza, entró con los brazos
arriba saludando a su público y entonando a capela su más cono-
cida canción “siempre hay un nuevo amanecer, mientras Dios te
da vida y salud, aprovecha para ser feliz”. En la oscuridad del
auditorio, solo se veían las pantallas encendidas de celulares y
cámaras que registraban lo acontecido.
El público estaba frente a una gran exponente del multiculturalis-
mo, una idea expandida en la posmodernidad, un término usado
para designar la coexistencia de varias culturas. Pero todos esta-
ban muy distraídos con el morbo que les producía la extravagan-
cia de una mujer que ha alborotado y cambiado de manera drásti-
ca el folclor de Perú. Tan distraídos como para darse cuenta de
eso.
Su excéntrica vestimenta fue ideal para la ocasión. Un traje dora-
do ceñido al cuerpo, tacones altos, guantes de leopardo y uñas
largas, brillante desde la punta de los pies hasta la peluca de des-
bordantes risos amarillos. Con su particular maullido de felina
“Grrr” comenzó el conversatorio…
En su diálogo con los entrevistadores, Judith Bustos, nombre real
de la cantautora, habló sobre su origen, su familia y su vida artís-
tica. Contó a los asistentes que orgullosamente nació en la selva
virgen de Iquitos, Perú, mientras su padre trabajaba en plantacio-
nes de caucho. Por esta razón se apodó “tigresa”, y recrea la Tec-
no-cumbia, con la cual busca dar a conocer sus tradiciones cultu-
rales. “La selva es parte de mí, por eso visto así, para resaltar de
donde vengo” expuso la tigresa.
Estos factores propios de su identidad, la han llevado a una cima
inesperada. Y entonces, la lucha por el reconocimiento a la dife-
rencia cultural, que inconscientemente defiende la tigresa, se ha
convertido en el pan de cada día en la mayoría de los países del
mundo. Esa muestra de diversidad cultural que cada artista impo-
ne a sus fans con canciones, moda y actitud.
Huyendo de la pobreza a los 7 años llegó a Lima con una tía,
donde posteriormente estudió y creo su propia familia. Entre 16
hermanos, esta ex maquilladora de televisión, inició su vida
artística a sus 57 años, y “sin querer” ha adquirido gran fama en
América Latina y algunas partes del mundo. Como ella misma
expresó “siempre había soñado con cantar, aunque no buscaba
fama. Un día un músico me dijo que mis canciones eran bonitas,
las grabamos y ahora a la gente les gustan”.
Los movimientos sociales, esa migración del campo a la ciudad
en búsqueda de una mejor calidad de vida, son comunes en todo
el mundo. No obstante, durante el show, también se evidenciaron
otros acontecimientos sociales y culturales determinantes para la
sociedad contemporánea. Un panorama casi oculto ante los es-
pectadores, quienes con risas y burlas lo demostraban.
En el marco del V Carnaval Internacional de las Artes, en el
evento que dio a conocer pormenores de la vida de la tigresa, no
podía faltar una muestra de su música. Durante la presentación
de su exitosa canción “Un nuevo amanecer”, que incluía su pe-
culiar baile presentado por cuatro bailarines, a los que ella mis-
ma llamó “tigrillos”, se dio el momento de mayor euforia dentro
y fuera del teatro, donde una pantalla también divertía a quienes
no pudieron ingresar al teatro y a los transeúntes.
Aunque criticada por muchos, esta polémica peruana de 66 años,
es llamada „la reina del youtube‟ por tener más de cinco millones
de entradas en sus videos. También goza de gran presencia en re-
des sociales como Facebook y Twitter, en el que tiene más de 28
mil seguidores, y para mantener al tanto a sus fans, creó un blog
oficial. Muchos cantantes se han declarado fanáticos de su músi-
ca, Juanes, Calle 13 y Andrés Calamaro hacen parte de esta nu-
merosa lista.
Esta expresión del multiculturalismo, sin duda, va de la mano
con los adelantos en las telecomunicaciones y la creación de la
internet. El uso de las redes sociales y de otros servicios que
ofrece la navegación web son, hoy en día, las plataformas virtua-
les donde millones de personas de todo el mundo se conectan pa-
ralelamente para hablar, subir fotos, expresar sus opiniones e in-
cluso hacer publicidad.
Así es como se ha creado un gran campo de intercambio de cos-
tumbres, tradiciones y formas de ver la vida. Y es precisamente
esta misma fusión de culturas la que ha llevado a la tigresa a ex-
plorar otros ritmos como el reggaetón y el rock.
Haciendo alusión al lema del Carnaval de las Artes, “el espectáculo
como reflexión”, más que la diversión, la gracia y hasta las críticas
que produce la Tigresa del Oriente, se puede presumir que es una dig-
na representante de los cambios contemporáneos que, tras los desa-
rrollos científicos y el trascurrir del tiempo, ha sufrido y seguirá su-
friendo la humanidad.
V Carnaval Internacional de las Artes. “La Tigresa del oriente, leona del Youtube”
De la selva a la civilización con un “Grrr” Por: Adriana Chica García
Foto: Santhy Castro. http://www.flickr.com/photos/santhycastro/
El Mural
A los lejos las filas se hacían interminables, la al-
garabía de la gente hacía notar que el evento esta-
ba a punto de empezar. El ruido de los carros y
buses transitando en la carrera 54 hacían un poco
más turbio el ambiente, la gente cansada buscaba
la manera de entrar. Yo, por los beneficios que
otorga ser periodista, pude entrar sin hacer las in-
terminables filas, pudiendo con tiempo acomodar
los equipos y empezar a trabajar.
Crítica a la crítica por Daniel Samper Ospina y Ernesto McCausland
decía el programa, del cual solo me importaba la hora de inicio para
empezar a trabajar, pero terminó atrapándome tanto que casi olvido que
estaba allí para trabajar.
Todo empezó mientras ubicaba el trípode. Daniel junto a Ernesto sol-
taban una carcajada sobre algo que no escuché pero que hacía que el
resto del teatro riera con ellos, segundos más tarde ubicando la cámara
sobre el trípode volvió a pasar lo mismo, y decidí escuchar con más
atención lo que estaban diciendo y que hacía tan cómica y divertida
aquella conversación.
Y la gente cree que yo soy quien escojo las modelos y las acompaño a
las sesiones de fotos y hasta las ayudo a destaparse, para mi desgra-
cia no es así – decía Daniel- mientras Ernesto reía entre copas de vino
y vasos de agua, ubicados sobre la mesa que los separaba en medio del
escenario del Teatro Amira De la Rosa. Los asistentes disfrutaban de
esta tertulia que parecía hasta ese momento una conversación entre
amigos en cualquier bar del país.
Cada vez más me alejaba de la cámara y buscaba entre la multitud un
lugar para sentarme a escuchar con más calma, luego de varios minutos
logré encontrar un puesto relativamente cercano al punto fijo que esta-
ba bajo mi cargo, a mi lado un señor con aspecto serio, ojos profundos
y el ceño algo fruncido que parecían contrastar con las risas y carcaja-
das que se vivían en el lugar.
En Colombia es muy fácil hacer critica, decía Daniel, es un país pinto-
resco donde Yidis se esconde en un salón del palacio presidencial con
el ex presidente Uribe y al no aguantar las ganas de orinar le figura
hacer su necesidad en una maseta, esas son situaciones que hacen fácil
nuestro trabajo, añade. Mientras, mi vecino de asiento suelta su carca-
jada, fuerte y prolongada, que me hace cambiar la primera impresión
que tuve de él.
Ernesto en su mejor papel de “mamador de gallo” continua hablando
de la obra de Daniel como crítico y director de la revista SOHO, con su
espalda separada de la silla como en posición atenta y Daniel relajado,
recostado a la silla y tomando intercaladamente casi que por cada inter-
vención un vaso de agua, dice que su trabajo en cuanto a la crítica y la
sátira como género debería tener un poco de más valor para que de esta
forma jóvenes se acerquen cada vez más a él.
Finalmente termina el conversatorio y la gente se retira como si saliese
de un stand comedy, lo cual no estuvo muy alejado de la realidad,
mientras que yo por mi parte corro hasta el punto fijo a ver si aún la
cámara está en su lugar o si posiblemente el público se la habían lleva-
do por delante.
De la cámara al sillón Por: Carlos Andrés Cordero Peña
Juan Gossaín, primo pobre de la
literatura Por Jessica Lozano Monsalve
Juan Gossaín entró con un pantalón blanco, alpar-
gatas blancas y una guayabera azul claro. El joven
que lo entrevistaba traía jeans y una camisa man-
ga larga de cuadros. No creía que fuera capaz de
sobrellevar la entrevista…no es fácil dirigirse a un
personaje como Gossaín. Produce algo de miedo.
Yo en su lugar no hubiera podido estar tranquila
pendiente de no hacer comentarios que me hicie-
ran quedar como primípara. Nunca pasó con
Paul.
Gossaín mientras respondía las preguntas, halaba su pantalón, estiraba las
piernas y las dejaba en el aire…“Las casualidades no existen” afirmó. Me
encontraba en la parte de arriba del teatro mientras que algún hombre que
estaba en el primer piso gritó “sí existen”. Gossaín alzó la mirada y dijo
“menos mal que está oscuro”. Se escucharon las risas de los asistentes, en-
tre esas la mía.
Paul preguntó cómo había iniciado en el periodismo y Gossaín habló so-
bre su infancia en Cartagena. Dijo que se encontraba al frente del mercado
cuando éste explotó. Intentaba con sus manos explicar la explosión, hacía
gestos de levantarse de la silla pero solo se puso de pie cuando se retiró
del auditorio. Alzaba la voz mientras contaba, en tono jocoso, que su his-
toria había sido publicada.
Con una botella de Old Parr continuaba contando sus anécdotas. Mientras
Gossaín hablaba Paul recibió una nota que le entregó un hombre vestido
de Cumbiambero…Gossaín notó la intromisión y agarró la nota y la leyó
en voz alta: “Corre tu silla hacia adelante”… la gente se reía y Paul tapó
su rostro con las manos ocultando su risa. Los vasos no tenían hielo y de
inmediato Gossaín los pidió, dijo que no seguiría contando si no tenía hie-
lo para su trago. Al cabo de unos segundo había en la mesa dos vasos con
hielo.
“La crónica no es más que la prima pobre de la literatura” dijo Gossaín.
Explicaba que la crónica aunque buscaba informar también utilizaba as-
pectos literarios que ayudaban a expresar mejor una realidad vista por el
periodista y que la literatura, como ejemplo la novela, aunque es ficción
siempre parte de un hecho real y de allí se despliega la imaginación. “La
crónica habla de personas, la novela de personajes; que no es lo mismo”.
Gossaín dijo que Barranquilla es una ciudad llena de muchas historias que
contar y que mientras estuvo trabajando acá no tuvo problema para encon-
trarlas, el problema lo tuvo al elegir la mejor para publicarla.
En una ocasión no tenía una historia interesante y sus compañeros tampo-
co. Sin embargo, uno de los periodistas tenía una noticia sobre un robo en
un pequeño local de la ciudad y Gossaín le dijo: “Lo único bueno que tie-
ne tu historia es el título: En un dos por tres cuatro roban el cinco y seis”
“Cotidianidad, no muy cotidiana.” Texto y Foto por Daniel Vargas Cárdenas
Segundo sábado del mes de Febrero, eran eso de las
8 de la mañana cuando mi grupo de trabajo y yo nos
dirigíamos hacia lo que era antes conocido como la
Intendencia Fluvial de Barranquilla, con el fin de
retratar la cotidianidad de un sitio que es olvidado
por muchos “el caño de la auyama.”
Nuestro objetivo era capturar la gran variedad de
embarcaciones que se encuentran allí, y al mismo
tiempo mostrar un poco la rutina de las personas
que se desenvuelven en dicho entorno; pero al lle-
gar todas nuestras ideas o hipótesis planteadas sobre
lo que encontraríamos se desvanecieron. Pensába-
mos que al estar en las afueras de un barrio como
Barlovento, considerado peligroso, el ambiente iba
a ser totalmente hostil, pero nos encontramos con
un grupo de personas muy amables que estaban dis-
puestas a colaborar con nuestra causa, y muchos
dirán que hasta ahora esta historia no tiene nada re-
almente sorprendente o una razón por la cual se los
esté contando. Sin embargo, todo da un giro con-
tundente cuando las personas de la zona empiezan a
gritar “ahí va el buzo, ya va para el caño otra vez”
es ahí cuando nuestra atención se fija totalmente en
un personaje moreno de baja estatura y con aproxi-
madamente 45 0 50 años de edad, que iba caminan-
do hacía el caño para sumergirse en él. De inme-
diato nuestra reacción fue acercarnos e intentar una
conversación para saber qué era lo que realmente
iba a hacer; nos sorprendió a todos los del grupo la
amabilidad del “buzo” para contarnos su historia y
de paso mostrarnos un poco de lo que es su diario
vivir.
Mientras él sacaba de una bolsa que traía en su ma-
no unos ingredientes para armar un “porrito” nos
contaba que los malos vicios vienen desde la casa,
que es mejor nunca probar las drogas para no joder-
nos la vida y que él se metía en ese caño que consi-
deraba su casa, para buscar hierro o cualquier tipo
de objeto de “valor” para venderlo y comprar ropa
usada o lo que consumía.
Entonces, al final del día la reflexión es que La co-
tidianidad es algo invisible que depende de deci-
siones que por muy “insignificantes” que parezcan
pueden darle a la vida un giro inesperado.
Mientras caminaba por las calles de mi
ciudad, en uno de esas escuelas de baile
famosas cerca al Parque de la Electrifi-
cadora vi a través de la reja cómo una
niña pequeña, de no más de seis años,
lloraba mientras corría hacia su niñera
y le decía que el disfraz no le “entraba”.
¿Será que una niña tan pequeña está
preocupada porque su cuerpo no cum-
ple con el estereotipo de mujer perfecta
que poco a poco nos hemos ido imagi-
nando en esta ciudad?
En una sociedad tan Caribe como la
nuestra hacer eso significaría perder
nuestra cosmovisión, nuestro capital
cultural y además, perder eso por lo
que somos reconocidos: la belleza de
nuestras mujeres.
Recuerdo entonces los primeros videos
de Shakira, cuando aún siendo gordita
no ocultaba en sus videos ese rasgo
físico de la mujer Caribe que hipnotiza,
que enamora y que en lo personal me
atrae más que cualquier otra cosa.
El cuerpo de la mujer Caribe de por sí
ya es diferente a la de cualquier otra
mujer del mundo. Es un legado africa-
no que sale a flote tan pronto suenan
tambores, flautas y trompetas. Movien-
do los pies, llevando el ritmo.
Es difícil entender a una mujer que se
mira al espejo que desea adelgazar y va
señalando su barriga, sus piernas, sus
caderas y a medida que lo va haciendo
recuerda cosa que comió y cada vez
que dejó de caminar o de ir al gimnasio.
Y los hombres no notamos la diferen-
cia. Ellas si lo hacen, desconociendo
incluso que muchas veces preferimos
“tener de dónde agarrar”.
Sin embargo tampoco es la idea desme-
ritar la figura delgada de las mujeres,
pero si es sentar una voz de protesta, a
todas aquellas que sólo piensan en adel-
gazar, cuando desconocen todo el valor
cultural y ancestral de su cuerpo, los
cuales para muchos hombres, entre
ellos yo, es sinónimo de perfección.
Las caderas de la mujer Caribe no
mienten, en ellas se puede observar la
riqueza física hecha monumento en su
cuerpo. Por más flacas, rellenitas o gor-
ditas que sean, a donde vayan serán re-
conocidas porque su sola figura se des-
tacará
Entiendo que es difícil contemplar en
un espejo algo que no desean ser. Pero
tampoco es para generar dentro de la
sociedad el establecimiento de ciertas
normas y conductas que prácticamente
obligan a que las actuales y futuras ge-
neraciones luzcan delgadas, generando
trastornos alimenticios que ni para qué
mencionar.
Alguna vez alguien me dijo que si ven
por la calle un flaco y una gordita jun-
tos se burlaran de ellos, diciendo que
allí van el uno más el cero (1+0) pero
analizando mejor la situación, creo que
prefiero que hablen de mí como un diez
y no como un uno, solitario, que no se
contenta con nada, exigente a la hora de
escoger a su pareja. Con una visión
centrada a preferir mujeres delgadas, no
se consigue nada con eso.
Hoy prefiero ser un diez o un once en la
calle, pero sabiendo que estoy rodeado
de una riqueza física que hace de la
mujer Caribe una figura con un legado
cultural lleno de tradiciones y costum-
bres, que las hacen ser únicas, que las
hacen ser perfectas.
Sus caderas no mienten Por Daniel Cueto
http://elpuntoblog.wordpress.com/
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Por supuesto, no olvide que nos
puede seguir por Facebook y por
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gar las ediciones en PDF en:
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El periodismo es libre o es una farsa.
Rodolfo Walsh
El Mural “Piero para rato”
Por Gisselle Torres
“Son los paisanos
más lindos del mun-
do”, dijo Piero, y la
gente aplaudió tan
fuerte como pudo, nin-
guno de los presentes
se quedó sentado en su
silla, gritos de alegría
estallaron.
Fue una presentación cargada de mucho sen-
timiento.
El viernes 18 de febrero, el Teatro Amira de
la Rosa fue el lugar en el que muchos de los
barranquilleros presenciaron la actuación del
cantautor argentino Piero.
Nos reímos y conmocionamos, volvimos a
ser niños. Piero nos pidió que lo hiciéramos
cuando comenzó a cantar la canción “La
Creación”, levantándose de su silla y
acercándose un poco hacia nosotros al ento-
narla.
Darío Fernando Patiño, quién condujo la en-
trevista, le hacía preguntas de su vida que lle-
vaban a que Piero cantara sus canciones.
Cuando no lo hacía, se escuchaba del público
un grito que decía “cántala” “cántala”.
Por lo que nos complació con canciones co-
mo “Llegando, llegaste”, “Yo soy”, “Todos
los días”, “Mi Viejo”, entre otras.
La bandera de Colombia también estuvo pre-
sente en el teatro. En la parte alta, un grupo
de personas que gritaba más de lo normal la
tenía agarrada en sus manos y la movía cons-
tantemente. El sentido de pertenencia se hizo
evidente.
Fue una presentación para todos, tanto para
los adultos y jóvenes, que crecieron con este
ídolo en sus cabezas por sus padres y abue-
los.
Con su nuevo disco llamado América, nos
sentimos contentos porque sabemos que tene-
mos a Piero para más rato.
El Idioma está de Luto
Por: Iván Patricio
Si tuviera que definir mi país en una pala-
bra, sería: “diversidad”.
Colombia es una nación heterogénea desde
muchos puntos de vista. En el plano físico,
por ejemplo, posee todos los pisos térmicos
e infinidad de paisajes. No en vano es el
país con la segunda mayor biodiversidad
del planeta.
Así mismo y desde un punto de vista antro-
pológico, somos una nación variopinta, po-
blada por multitud de razas en la que conviven costumbres, folklo-
res y hábitos gastronómicos de todo tipo.
Pero si existe una característica común a todos los colombianos es
que, a nivel internacional, gozamos de muchos convencionalismos
o “famas1”. Basta con presentarse como colombiano frente a inter-
locutores de otras latitudes para comprobarlo.
A pesar de que por un lado tenemos fama de fiesteros e impuntua-
les, también son mundialmente reconocidos nuestros profesionales
por su idoneidad y formalidad. Es el caso de las y los médicos.
Que decir de la desafortunada fama que durante décadas nos ha
relacionado con el narcotráfico y la violencia. Hay delincuentes
nacidos en el territorio nacional que han alcanzado señalamiento
mundial. Sin embargo, hay muchos de nuestros artistas y científi-
cos que juegan un papel fundamental en la reconstrucción del con-
cepto que tienen los demás hacia los colombianos.
Es importante comprender que estos prejuicios determinan, en
mayor o menor grado, la calidad de nuestra relación con el entor-
no social. Y por lo tanto nuestro comportamiento constituye una
carta de presentación no sólo personal sino de todos nuestros com-
patriotas.
En este sentido, son aquellas personas cuya imagen pertenece al
dominio público, quienes acarrean una mayor responsabilidad, ya
que sus actos e intervenciones son rápidamente divulgados a la
opinión pública. Convirtiéndolos de manera intrínseca en embaja-
dores de nuestra cultura y buen nombre.
Cuando se le pregunta a personas extranjeras que han visitado Co-
lombia: ¿Qué es lo que más les ha gustado? En la mayoría de los
casos la respuesta es la misma: La gente.
Tenemos fama de ser simpáticos, hospitalarios y elocuentes. Ca-
racterísticas que están estrechamente ligadas a una fluidez verbal
y un dominio del léxico que destacan entre resto de los hispano-
parlantes. Entre todos los convencionalismos de los que somos
objeto, existe uno que personalmente me enorgullece: Los colom-
bianos y colombianas tenemos fama de hablar de una manera co-
rrecta2 el castellano.
Por este motivo que me veo moralmente forzado a manifestar mi
preocupación por un hecho en particular ocurrido recientemente.
Se trata de la publicación del nuevo disco del músico colombiano
Juan Esteban Vásquez, conocido con el nombre artístico de
“Juanes”.
Dicho sea, en primera instancia, que siento un profundo respeto
por la trayectoria profesional de este joven baluarte de la cultura
nacional. Quien a través de más de 20 años en los escenarios a lo-
grado reunir una importante cantidad de premios y reconocimien-
tos entre los que encontramos 19 premios Grammy Latinos, 9 pre-
mios MTV y otros tantos galardones que avalan su carrera como
una de las más brillantes y “meteóricas” carreras jamás consegui-
da por un músico colombiano en el ámbito del “Pop-Rock3” en es-
pañol a nivel internacional.
Personalmente prefiero su etapa inicial como líder de la banda de
metal “Ekhymosis”. Pero comprendo que si pretendió subsistir de
su profesión debió, en determinado momento, ceder a los estánda-
res establecidos por la industria discográfica, para conseguir que
los beneficios de su actividad representen un negocio lucrativo. Es
decir: ceder a la mercantilización de su producto.
Esto explica, quizás, la metamorfosis experimentada por Juan Es-
teban como músico, quien a través de los años ha modificado su
estilo desde el trash-metal de Ekhymosis a la tecno-carranga que
actualmente comercializa Juanes.
Seguramente este proceso de acercamiento a las masas explique la
desafortunada elección del título de su último disco, bautizado con
el nombre de “Parce”. Y es que por desgracia los records de ven-
tas no están necesariamente ligados a la calidad de un producto
musical. Es más, generalmente sucede al contrario, si no fuera así
¿Cómo podemos entender que se vendan muchos más discos de
Daddy Yankee que del mismísimo Keith Jarrett?
Estoy convencido de que los asesores y ejecutivos que intervinie-
ron en la producción, lanzamiento y comercialización de este dis-
co, al seleccionar el nombre de su nuevo producto apostaron por
un acercamiento directo hacia su público objetivo o target. Ya
que, como todos sabemos, la palabra “parce” está ampliamente di-
fundida en nuestra jerga popular.
Un acierto publicitario que sin duda les representará el éxito fi-
nanciero, eso sí, a costa de una gran pérdida en la divulgación de
nuestro idioma y un paso atrás en la promoción de nuestra fama
de buenos oradores.
Mala hora para nuestro idioma, aquella en la que a los grandes es-
tudiosos del marketing se les ocurrió vender su producto a toda
costa. A este paso, es posible que algún día leamos en las vallas
publicitarias expresiones como: “llave”, “sisas” o “pirovo”, recla-
mando la patriótica atención de la gran masa consumista.
1. Los convencionalismos intervienen de manera muy importante
en la elaboración de nuestra impresión sobre un sujeto, por ejem-
plo un bar puede tener fama de peligroso, los habitantes de una
ciudad fama de avariciosos o las mujeres rubias fama de tontas,
cosa que no necesariamente refleja la realidad, las famas son en
esencia prejuicios.
2. No es mi intención entrar a debatir lo que es o no correcto en el
idioma castellano, ya que esta es una labor que corresponde a los
especialistas de las veintidós Academias de la Lengua Española.
No obstante, como usuario y amante del idioma español en todas
sus manifestaciones: aprecio su utilización adecuada y libre de je-
rigonza.
3. Los términos “Pop” y “Rock” están sujetos a infinidad de inter-
pretaciones. Mucho más desde que el Jazz incursionó en los rit-
mos y estilos alrededor del mundo. Resulta muy difícil catalogar
un tema musical dentro de un genero sin incurrir en errores de in-
terpretación.
A mi entender para catalogar un tema de manera más o menos
acertada dentro de un genero debemos tener en cuenta muchas va-
riables, como son: el compás, los instrumentos utilizados, el desa-
rrollo armónico y melódico y otros tantos aspectos que ahora no
vienen al caso. Dicho de otra forma, una ranchera que es ejecutada
por una banda de Rock (Batería, Bajo eléctrico, guitarras eléctri-
cas y voz) no necesariamente es un tema de Rock o Pop-Rock. En
cualquier caso se trataría de una Ranchera eléctrica, Electro-
ranchera o si se quiere Tecno-ranchera.
Minúscula
Por : Eduar Barbosa
Un dedo señalando el horizonte
y con él un cerrar de ojos que apaga el
mundo para que te vayas
Si regresas hazlo
en forma de hormiga
para matarte sin verte
ni escucharte
para que tu sombra sea minúscula
y no me asuste por las noches.
Que te ahogues en el café de la maña-
na
y si puedes
en el de la tarde,
que cuando lave esas memorias
estés un tanto inconsciente
pero aún lúcida,
para que te despidas de tus patas,
para que des vueltas en círculos
para que tu muerte llegue lenta
en el torrente del olvido.
Percepción Por Nictal Ope
Llenos los vasos sin fondo, ahogado en la-
gunas mentales que no son mías, rostro sin
semblante, colmado de tanta nada. Cansado
de atardeceres rojizos que se convierten en
un algo que ya no quiero. Sangran los fo-
lios, sudan las manos del creativo, plasmada
la idea aguda, en un tono grave, de palabras
esdrújulas. Juegan las letras, el mundo gira
al revés, si es que acaso alguna vez tuvo un
derecho; se arraiga el cultivo de luz en este
valle sombrío, dichosos los que ven crecer
el encanto entre la mierda, porque conmue-
ve más un oasis en el desierto que una selva
umbrófila. Perecen ideas, viajan a poblar
tranquilas el vacío. Rocío sosegado que nos
enternece, mientras cruda la vida nos desli-
za hasta el declive. Se extravían los gestos,
sucumben los rostros, sin dejar rastros, sin
dejar restos.
La obra de Rogelio Naranjo es pieza funda-
mental para conocer la historia de México en
las últimas cuatro décadas. Su gran sentido
crítico sobre la realidad, sobre todo en políti-
ca, lo convierten en un caricaturista que pese
a tratar temas delicados no deja de lado ese
humor picaresco que lo caracterizó desde que
decidió, en 1968, dedicarse a la caricatura
como medio alternativo para hacer periodis-
mo de opinión. Capaz de bajar del pedestal a
cualquier presidente, Naranjo combina su ta-
lento para dibujar con agudo sentido reflexi-
vo y crítico, que lo transforman en “héroe”
para los mexicanos, ya que siempre está en
búsqueda de señalar y ridiculizar la negligen-
cia y la corrupción.
“Me di cuenta que podía crear conciencia co-
lectiva si la crítica iba bien enfocada a cons-
truir, y mostrar la verdad”. Confesó que tuvo
primero intensiones de ser pintor, pero que
vio en la caricatura una manera de tener acti-
vidad política activa. Desde niño salió a relu-
cir ese brillante talento para el arte plástico
del dibujo, aquel que comenzó con simples
caricaturas al estilo cómic, hasta llegar al
punto de convertirse en uno de los mejores
de su profesión. “Pensé que podía tener éxito
al vender mis historietas a grandes periódi-
cos”, pero no tuvo el gran chance de que fue-
se publicado. Fracaso que también vivió al
intentar vender un par de cuadros suyos en
galerías de arte. Fue en la década de los se-
senta donde en el diario El Día le publicaron
su primer trabajo caricaturesco, “me gusto
mucho ver mi trabajo publicado, tanto que
hasta el sol de hoy sigo en esto”. A lo largo
de su carrera ha criticado a funcionarios de
todas las ramas y divisiones del poder públi-
co, aunque Naranjo recuerda que “no hubo
presidente que no se haya enojado conmigo”,
refiriéndose a los dibujos burlescos que saca-
ron de juicio a varios mandatarios mexica-
nos, “simplemente tienen que aguantarse la
rabia que les da”.
Es muy respetado por su capacidad de hacer
pensar más allá de lo obvio que se ve en el
día a día, siendo capaz de ganarse gran canti-
dad de seguidores como de detractores,
“nosotros los caricaturistas sabemos siempre
quienes son nuestros enemigos, sabemos que
no nos pueden contestar con la misma mone-
da”, tranquilidad que refleja al saber que su
trabajo no tiene como fin provocar, sino criti-
car y construir, pese a que acepta que en la
mayoría de los casos ridiculiza a sus objeti-
vos.
No recuerda mucho sobre la primera vez que
fue entrevistado, “la verdad empecé a llamar
la atención de mucha gente en los años se-
senta, me preguntaban a diario datos y opi-
niones”, afirmando que desde esa época se
empezó a forjar como el personaje influyen-
te y con gran popularidad que es, caracteri-
zado ante todo por defender a la gente, me-
diante sus caricaturas, de los gobiernos co-
rruptos mexicanos, y con tanto orgullo que,
afirma: “me consideran uno de los Robin
Hood de México”.
“Me consideran uno de los Robin Hood de México” Rogelio Naranjo
Por Daniel Valencia Castaño.
¡Código azul! ¡Código azul! ¡Nasha se nos fue! Hora de muerte
4:00 pm, fue lo que pensé en mitad de la película. Caden Cotard
me había envuelto en su telaraña depresiva y egoísta, así como lo
había hecho con Hazel, Claire, Sammy, Tammy y todos cuantos
convivían con él. Ya no me pertenecía. No supe en qué momento
su autoconmiseración me había hecho sentir lo que segurante él
sentía cada vez que revivía su miserable vida. Declaré abiertamente
–en facebook- que odiaba esa película.
El espíritu de los comunicadores del futuro me hizo recordar que
uno sólo puede ser engañado, cuando se deja engañar. En esa pelí-
cula había más cosas que ver aparte de las que mis sentidos sin
ningún esfuerzo percibían. Se suponía que al estudiar comunica-
ción social recibía el antídoto contra el engaño mediático. Así, que
me puse la camiseta de comunicadora y dejé a un lado todo prejui-
cio y me dispuse a apreciar la película que como realizadora me
gustaba, pero como persona me causaba repulsión.
Toma II: No está tan mal. Un dilema: Me gustaba pero no me gus-
taba, cómo explicarle a alguien lo que Synecdoche me inspiraba.
Este film presenta más allá de lo que el lenguaje pueda decir, sim-
bologías que apoyaban o contradecían lo que cada personaje quería
expresar, sus acciones hablaban tan fuerte que no me dejaban
escuchar sus palabras, lo que hacía que tuviera esforzarme un
poco más.
De esa misma contradicción estaba siendo víctima. Con cada se-
gundo que pasaba me sentía más identificada con el film, con esa
necedad del ser humano de no desprenderse del pasado, de recordar
un momento de la vida en que nos equivocamos cada segundo co-
mo si no hubiera un mañana, anulando a lo demás, sin concebir la
posibilidad de levantarnos y volver a empezar.
Aunque el director y guionista Charlie Kauffman aprovecha para
contar su propia experiencia, es una crítica a la fatuidad y la sim-
pleza con la que a veces incurrimos al no buscar ayuda cuando te-
nemos problemas o al no tener confianza en nosotros, olvidando
que cuando la noche se hace más intensa es porque está pronto el
amanecer.
El excelente guión y las buenas actuaciones, hacen que esta pelícu-
la sea un éxito cinematográfico, recomendada a todos los que le
gusta el cine con contenido profundo y a todos lo que desean
aprender a degustar de una buena cinta.
Después de todo sobreviví, y tuve que reconocer que Synecdoche
rompe más que la cuarta pared, rompe la ignorancia de los que to-
davía nos falta mucho por aprender.
¡Synecdoche al descubierto! Por: Nasha Meza
Fuente de Foto: http://cinemarama.files.wordpress.com
Ilustración de NARANJO.
Fin
Envíenos sus escritos a:
El periodismo es el tejido de mentiras
más complejo que jamás se haya in-ventado. Kurt Tucholsky