56
Epístola a los Pisones Quinto Horacio Flaco Epístola a los Pisones del poeta Horacio, más conocida como Ars poetica, ha venido a ser uno de los sostenes del clasicismo en la literatura. Ensalza los modelos griegos como maestros y proporciona consejos técnicos a los poetas noveles. Frente a Aristóteles, Horacio adopta otro tono, ya que, a diferencia del filósofo, él mismo es un artista de la palabra y puede aportar su propia experiencia como creador. Características de la obra El texto cuenta con treinta apartados delimitados por los vocativos utilizados para llamar la atención de sus destinatarios, los Pisones. Valiéndose del símil o comparación ("Así como los árboles mudan la hoja al morir el año ...así también perecen con el tiempo las palabras antiguas..." VII), de la anécdota ("Un estatuario de cerca del Circo de Emilio ..." IV), de la metáfora ("El atleta que anhela llegar primero a la meta ... mucho tiempo se ejercitó de niño..."XXIX), y del argumento de autoridad ("Homero nos enseñó ..." VIII) concreta su intención didáctica. Con frecuencia sus versos han pasado a ser aforismos repetidos hasta la saciedad en las preceptivas, como "si no hay arte el miedo de un defecto nos hace caer en

Epístola a los Pisones

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Epístola a los Pisones

Epístola a los Pisones

Quinto Horacio Flaco

Epístola a los Pisones del poeta Horacio, más conocida como Ars poetica, ha venido a ser uno de los sostenes del clasicismo en la literatura. Ensalza los modelos griegos como maestros y proporciona consejos técnicos a los poetas noveles. Frente a Aristóteles, Horacio adopta otro tono, ya que, a diferencia del filósofo, él mismo es un artista de la palabra y puede aportar su propia experiencia como creador.

Características de la obra

El texto cuenta con treinta apartados delimitados por los vocativos utilizados para llamar la atención de sus destinatarios, los Pisones. Valiéndose del símil o comparación ("Así como los árboles mudan la hoja al morir el año ...así también perecen con el tiempo las palabras antiguas..." VII), de la anécdota ("Un estatuario de cerca del Circo de Emilio ..." IV), de la metáfora ("El atleta que anhela llegar primero a la meta ... mucho tiempo se ejercitó de niño..."XXIX), y del argumento de autoridad ("Homero nos enseñó ..." VIII) concreta su intención didáctica. Con frecuencia sus versos han pasado a ser aforismos repetidos hasta la saciedad en las preceptivas, como "si no hay arte el miedo de un defecto nos hace caer en otro peor", "mezclar lo útil con lo dulce", "de vez en cuando duerme el buen Homero", "el uso es más poderoso que los césares", "instruir deleitando", "como la pintura es la poesía", el "hircocervo" o monstruo compuesto de partes diferentes, etc...: todo esto es mentira

Page 2: Epístola a los Pisones

Unidad en el arte

Lo primero que aconseja en el arte es la unidad de conjunto en toda obra, el adecuado equilibrio y conexión entre las partes. El artista no debe desproporcionar una parte de forma que constituya más que las otras y debe subordinar esta al conjunto siempre; si bien hay libertad para escribir, "no ha de ser para poner en uno lo fiero con lo manso".

El artista debe guiarse por dos criterios: oportunidad y selección; escoger un asunto proporcionado a sus fuerzas y mejor, "empezar sin énfasis, modestamente" (tópico de la falsa modestia), pues, caen en ridículo los que anuncian cosas graves y acaban con fruslerías. Un asunto conocido puede volver a tratarse, pero no como un "servil copista".

El lenguaje [editar]

En cuanto al lenguaje, se permite el uso de voces y expresiones nuevas para ideas nuevas, como las voces derivadas del griego y latinizadas sin violencia, y considera lícito introducir "palabras selladas con el cuño del tiempo presente" siempre que se proceda con tiento. Por otra parte, ha de haber decoro, esto es, el lenguaje debe ser adecuado al estado de ánimo y a la condición de quien habla. Como dice Aristóteles, "se ha de considerar quién dice" las palabras.

El verso [editar]

Otro aspecto examinado es el verso. Aristóteles ya había expresado: "La naturaleza dictó el metro propio apto para las pláticas: el yambo"; Horacio, en coincidencia, dice que el yambo (una sílaba breve seguida de una larga) se acomoda más al diálogo y a la acción. Cree, además que cada verso tiene su carácter; por esto, conviene guardar el estilo adecuado, es decir, no emplear versos trágicos en un asunto cómico y viceversa. El dístico (pies desiguales) ha sido más utilizado en la epopeya. Los géneros ha de guardarse puros: la elegía es el poema triste que lamenta, la oda o himno el poema alegre que celebra, la sátira el poema indignado o festivo que critica.

Otros aspectos [editar]

En cuanto a los caracteres de los personajes, exhorta a seguir la tradición. Aquellos personajes conocidos se deben mantener con el carácter que históricamente han tenido y desde el principio al final de la obra. Como ejemplo, vale citar: Aquiles se presentará impetuoso, iracundo, infatigable. Es importante observar los rasgos propios y las costumbres de cada edad, a fin de no desatinar al dar el papel de viejo al joven, o lo inverso. "Fijaos bien en los modelos vivos de la sociedad, en las diversas costumbres...". una obra puede adolecer de

Page 3: Epístola a los Pisones

faltas de estilo; pero, si pinta bien las costumbres y con naturalidad, gustará al público.

Conmina a observar los gustos del público y guardar la moralidad no sacando a escena "cuadros que no son para ser vistos" por su crueldad o violencia, pues sólo producirán incredulidad o asco. Esos episodios se pueden dar a conocer "por medio de una narración patética".

Define claramente que el drama tendrá exactamente cinco actos (los tres clásicos de Aristóteles, exposición, nudo y delsenlace, unidos por otros dos que sirven de enlace), que no se introducirá dios alguno de manera trivial o frívola para resolver las obras (deus ex machina) y que sobre el escenario sólo habrá cuatro interlocutores. Aristóteles, mencionando a Sófocles, hablaba de tres. Horacio aclara que podrá haber en escena veinte actores, pero sólo hablarán tres y un cuarto lo hará en aparte.

Dedica varias palabras a la función del coro. Este es un actor y su función es recitar versos en los entreactos y amenizar con el canto y la música de flauta.

Horacio y el clasicismo

El clasicismo de Horacio está abiertamente expresado en el versículo XXIII: "Estudiad los modelos griegos; leedlos noche y día". Promueve, pues, la imitación de los modelos griegos más que la originalidad a la vez que una autocorrección o lima del estilo. Recomienda que el poeta debe someter juicio de algunos conocidos no aduladores aquello que escriba, y luego guardarlo nueve años, antes de volver sobre lo escrito y corregirlo con ese distanciamiento. "Condenad todo poema que no ha sido depurado por muchos días de corrección..." La Poesía es uno de los géneros que no admite mediocridad.

Por otra parte sentencia que "el principio y la fuente para escribir bien es tener juicio", el cual se extrae del estudio de los filósofos, en lo que hace al fondo de las cosas, y de la observación de los modelos vivos de la sociedad. Como Aristóteles, insiste en la necesidad de mostrar cosas verosímiles y tratar temas que sean útiles y agradables al público. "Instruid deleitando", "mezclar lo útil con lo agradable". "La sabiduría dictó en verso sus primeras enseñanzas" con esta frase comienza su reflexión sobre el valor de la poesía.

Tras mencionar a Anfión, Homero, Tirteo, determina como condiciones del poeta el temperamento y el arte, es decir, genio a la vez que estudio y cultivo.

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Ep%C3%ADstola_a_los_Pisones"

Page 4: Epístola a los Pisones

Categorías: Teoría literaria | Poéticas

Humano capiti cervicem pictor equinamiungere si velit et varias inducere plumasundique collatis membris, ut turpiter atrumdesinat in piscem mulier formosa superne,spectatum admissi risum teneatis, amici?Credite, Pisones, isti tabulae fore librumpersimilem, cuius velut aegri somnia vanaefingentur species, ut nec pes nec caput unireddatur formae. 'Pictoribus atque poetisquidlibet audendi semper fuit aequa potestas.'Scimus et hanc veniam petimusque damusque vicissim,sed non ut placidis coeant immitia, non utserpentes avibus geminentur, tigribus agni.Inceptis gravibus plerumque et magna professispurpureus, late qui splendeat, unus et alteradsuitur pannus, cum lucus et ara Dianaeet properantis aquae per amoenos ambitus agrosaut flamen Rhenum aut pluvius describitur arcus.Sed nunc non erat his locus. Et fortasse cupressumscis simulare: quid hoc, si fractis enatat exspesnavibus aere dato qui pingitur? Amphora coepitinstitui, currente rota cur urceus exit?Denique sit quod vis simplex dumtaxat et unum.Maxima pars vatum, pater et iuvenes patre digni,decipimur specie recti: brevis esse laboro,obscurus fio; sectantem levia nervideficiunt animique; professus grandia turget;serpit humi tutus nimium timidusque procellae.Qui variare cupit rem prodigialiter unam,delphinum silvis appingit, fluctibus aprum.In vitium ducit culpae fuga, si caret arte.Aemilium circa ludum faber imus et unguesexprimet et mollis imitabitur aere capillos,infelix operis summa, quia ponere totumnesciet. Hunc ego me, si quid componere curem,non magis esse velim, quam pravo vivere naso,spectandum nigris oculis nigroque capillo.Sumite materiam vestris, qui scribitis, aequamviribus, et versate diu quid ferre recusent,quid valeant umeri: cui lecta potenter erit res,nec facundia deseret hunc nec lucidus ordo.Ordinis haec virtus erit et venus, aut ego fallor,ut iam nunc dicat iam nunc debentia dici,pleraque differat et praesens in tempus omittat,hoc amet, hoc spernat promissi carminis auctor.In verbis etiam tenuis cautusque serendisdixeris egregie, notum si callida verbumreddiderit iunctura novum. Si forte necesse estindiciis monstrare recentibus abdita rerum,fingere cinctutis non exaudita Cethegiscontinget, dabiturque licentia sumpta pudenter.Et nova fictaque nuper habebunt verba fidem, siGraeco fonte cadent, parce detorta: quid autemCaecilio Plautoque dabit Romanus, ademptum

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

Page 5: Epístola a los Pisones

Vergilio Varioque? Ego cur acquirere paucasi possum invideor, cum lingua Catonis et Ennisermonem patrium ditaverit et nova rerumnomina protulerit? Licuit semperque licebitsignatum praesente nota producere nomen.Vt silvae foliis pronos mutantur in annos,prima cadunt, ita verborum vetus interit aetas,et iuvenum ritu florent modo nata vigentque.Debemur morti nos nostraque, sive receptusterra Neptunus classis Aquilonibus arcet,regis opus, sterilisve diu palus aptaque remisvicinas urbes alit et grave sentit aratrum;seu cursum mutavit iniquum frugibus amnis,doctus iter melius: mortalia facta peribunt,nedum sermonum stet honos et gratia vivax.Multa renascentur, quae iam cecidere, cadentquequae nunc sunt in honore vocabula, si volet usus,quem penes arbitrium est et ius et norma loquendi.Res gestae regumque ducumque et tristia bellaquo scribi possent numero monstravit Homerus.Versibus impariter iunctis querimonia primum,post etiam inclusa est voti sententia compos.Quis tamen exiguos elegos emiserit auctor,grammatici certant et adhuc sub iudice lis est.Archilochum proprio rabies armavit iambo;hunc socci cepere pedem grandesque cothurni,alternis aptum sermonibus, et popularesvincentem strepitus et natum rebus agendis.Musa dedit fidibus divos puerosque deorumet pugilem victorem et equum certamine primumet iuvenum curas et libera vina referre.Descriptas servare vices operumque colorescur ego si nequeo ignoroque poeta salutor?Cur nescire pudens prave quam discere malo?Versibus exponi tragicis res comica non volt.Indignatur item privatis ac prope soccodignis carminibus narrari cena Thyestae.Singula quaeque locum teneant sortita decentem.Interdum tamen et vocem comoedia tollit,iratusque Chremes tumido delitigat ore;et tragicus plerumque dolet sermone pedestriTelephus et Peleus, cum pauper et exsul uterqueproicit ampullas et sesquipedalia verba,si curat cor spectantis tetigisse querella.Non satis est pulchra esse poemata; dulcia sunto,et, quocumque volent, animum auditoris agunto.Vt ridentibus arrident, ita flentibus adsunthumani voltus: si vis me flere, dolendum estprimum ipsi tibi; tunc tua me infortunia laedent,Telephe vel Peleu; male si mandata loqueris,aut dormitabo aut ridebo. Tristia maestumvoltum verba decent, iratum plena minarum,ludentem lasciva, severum seria dictu.Format enim natura prius non intus ad omnemfortunarum habitum; iuvat aut impellit ad iram,aut ad humum maerore gravi deducit et angit;post effert animi motus interprete lingua.Si dicentis erunt fortunis absona dicta,Romani tollent equites peditesque cachinnum.Intererit multum divusne loquatur an heros,

55

60

65

70

75

80

85

90

95

100

105

110

Page 6: Epístola a los Pisones

maturusne senex an adhuc florente iuventafervidus, an matrona potens, an sedula nutrix,mercatorne vagus, cultorne virentis agelli,Colchus an Assyrius, Thebis nutritus an Argis.Aut famam sequere, aut sibi convenientia finge.Scriptor honoratum si forte reponis Achillem;impiger, iracundus, inexorabilis, aceriura neget sibi nata, nihil non arroget armis.Sit Medea ferox invictaque, flebilis Ino,perfidus Ixion, Io vaga, tristis Orestes.Si quid inexpertum scaenae committis et audespersonam formare novam, servetur ad imumqualis ab incepto processerit et sibi constet.Difficile est proprie communia dicere, tuquerectius Iliacum carmen deducis in actus,quam si proferres ignota indictaque primus.Publica materies privati iuris erit, sinon circa vilem patulumque moraberis orbem;nec verbum verbo curabis reddere fidusinterpres, nec desilies imitator in artum,unde pedem proferre pudor vetet aut operis lex.Nec sic incipies, ut scriptor cyclicus olim:'Fortunam Priami cantabo et nobile bellum.'Quid dignum tanto feret hic promissor hiatu?Parturient montes, nascetur ridiculus mus.Quanto rectius hic, qui nil molitur inepte:'Dic mihi Mura virum, captae post tempora Troiaequi mores hominum multorum vidit et urbes.'Non fumum ex fulgore, sed ex fumo dare lucemcogitat, ut speciosa dehinc miracula promat,Antiphaten Scyllamque et cum Cyclope Charybdim;nec reditum Diomedis ab interitu Meleagri,nec gemino bellum Troianum orditur ab ovo.Semper ad eventum festinat et in medias res,non secus ac notas, auditorem rapit, et quaedesperat tractata nitescere posse, relinquit;atque ita mentitur, sic veris falsa remiscet,primo ne medium, medio ne discrepet imum.Tu, quid ego et populus mecum desideret, audi.Si plausoris eges aulaea manentis et usquesessuri donec cantor 'Vos plaudite' dicat,aetatis cuiusque notandi sunt tibi mores,mobilibusque decor naturis dandus et annis.Reddere qui voces iam scit puer et pede certosignat humum, gestit paribus colludere, et iramcolligit ac ponit temere et mutatur in horas.Imberbus iuvenis, tandem custode remoto,gaudet equis canibusque et aprici gramine campi,cereus in vitium flecti, monitoribus asper,utilium tardus provisor, prodigus aeris,sublimis cupidusque et amata relinquere pernix.Conversis studiis aetas animusque virilisquaerit opes et amicitias, inservit honori,commisisse cavet quod mox mutare laboret.Multa senem circumveniunt incommoda, vel quodquaerit et inventis miser abstinet ac timet uti,vel quod res omnis timide gelideque ministrat,dilator, spe longus, iners, avidusque futuri,difficilis, querulus, laudator temporis actise puero, castigator censorque minorum.

115

120

125

130

135

140

145

150

155

160

165

170

Page 7: Epístola a los Pisones

Multa ferunt anni venientes commoda secum;multa recedentes adimunt. Ne forte senilesmandentur iuveni partes pueroque viriles,semper in adiunctis aevoque morabimur aptis.Aut agitur res in scaenis, aut acta refertur.Segnius irritant animos demissa per auremquam quae sunt oculis subiecta fidelibus et quaeipse sibi tradit spectator. Non tamen intusdigna geri promes in scaenam, multaque tollesex oculis quae mox narret facundia praesens,ne pueros coram populo Medea trucidet,aut humana palam coquat exta nefarius Atreus,aut in avem Procne vertatur, Cadmus in anguem.Quodcumque ostendis mihi sic, incredulus odi.Neve minor neu sit quinto productior actufabula, quae posci volt et spectata reponi.Nec deus intersit, nisi dignus vindice nodusinciderit: nec quarta loqui persona laboret.Actoris partes chorus officiumque viriledefendat, neu quid medios intercinat actusquod non proposito conducat et haereat apte.Ille bonis faveatque et consilietur amice,et regat iratos et amet peccare timentes;ille dapes laudet mensae brevis, ille salubremiustitiam legesque et apertis otia portis;ille tegat commissa, deosque precetur et oretut redeat miseris, abeat fortuna superbis.Tibia non, ut nunc, orichalco vincta, tubaequeaemula, sed tenuis simplexque foramine paucoadspirare et adesse choris erat utilis, atquenondum spissa nimis complere sedilia flatu,quo sane populus numerabilis, utpote parvus,et frugi castusque verecundusque coibat.Postquam coepit agros extendere victor et urbeslatior amplecti murus vinoque diurnoplacari Genius festis impune diebus,accessit numerisque modisque licentia maior.Indoctus quid enim saperet liberque laborumrusticus, urbano confusus, turpis honesto?Sic priscae motumque et luxuriam addidit artitibicen traxitque vagus per pulpita vestem;sic etiam fidibus voces crevere severis,et tulit eloquium insolitum facundia praeceps,utiliumque sagax rerum et divina futurisortilegis non discrepuit sententia Delphis.Carmine qui tragico vilem certavit ob hircum,mox etiam agrestis Satyros nudavit, et asperincolumi gravitate iocum tentavit eo, quodillecebris erat et grata novitate morandusspectator, functusque sacris et potus et exlex.Verum ita risores, ita commendare dicacisconveniet Satyros, ita vertere seria ludo,ne quicqumque deus, quicumque adhibebitur heros,regali conspectus in auro nuper et ostro,migret in obscuras humili sermone tabernas,aut, dum vitat humum, nubes et inania captet.Effutire levis indigna tragoedia versus,ut festis matrona moveri iussa diebus,intererit Satyris paullum pudibunda protervis.Non ego inornata et dominantia nomina solum

175

180

185

190

195

200

205

210

215

220

225

230

Page 8: Epístola a los Pisones

verbaque, Pisones, Satyrorum scriptor amabo;nec sic enitar tragico differre colori,ut nihil intersit, Davusne loquatur et audaxPythias, emuncto lucrata Simone talentum,an custos famulusque dei Silenus alumni.Ex noto fictum carmen sequar, ut sibi quivissperet idem, sudet multum frustraque laboretausus idem: tantum series iuncturaque pollet,tantum de medio sumptis accedit honoris.Silvis deducti caveant, me iudice, Fauni,ne velut innati triviis ac paene forensesaut nimium teneris iuvenentur versibus unquam,aut immunda crepent ignominiosaque dicta.Offenduntur enim, quibus est equus et pater et res,nec si quid fricti ciceris probat et nucis emptor,aequis accipiunt animis donantve corona.Syllaba longa brevi subiecta vocatur iambus,pes citus; unde etiam trimetris accrescere iussitnomen iambeis, cum senos redderet ictus,primus ad extremum similis sibi: non ita pridem,tardior ut paullo graviorque veniret ad aures,spondeos stabilis in iura paterna recepitcommodus et patiens, non ut de sede secundacederet aut quarta socialiter. Hic et in Accinobilibus trimetris apparet rarus, et Enniin scaenam missos cum magno pondere versusaut operae celeris nimium curaque carentisaut ignoratae premit artis crimine turpi.Non quivis videt immodulata poemata iudex,et data Romanis venia est indigna poetis.Idcircone vager scribamque licenter, an omnesvisuros peccata putem mea, tutus et intraspem veniae cautus? Vitavi denique culpam,non laudem merui. Vos exemplaria Graecanocturna versate manu, versate diurna.At vestri proavi Plautinos et numeros etlaudavere sales, nimium patienter utrumque,ne dicam stulte, mirati, si modo ego et vosscimus inurbanum lepido seponere dicto,legitumumque sonum digitis callemus et aure.Ignotum tragicae genus invenisse Camenaedicitur et plaustris vexisse poemata Thespis,quae canerent agerentque peruncti faecibus ora.Post hunc, personae pallaeque repertor honestae,Aeschylus et modicis instravit pulpita tigniset docuit magnumque loqui nitique cothurno.Successit vetus his comoedia, non sine multalaude, sed in vitium libertas excidit et vimdignam lege regi: lex est accepta chorusqueturpiter obticuit sublato iure nocendi.Nil intentatum nostri liquere poetae;nec minimum meruere decus vestigia Graecaausi deserere et celebrare domestica facta,vel qui praetextas vel qui docuere togatas.Nec virtute foret clarisve potentius armisquam lingua Latium, si non offenderet unum-quemque poetarum limae labor et mora. Vos, oPompilius sanguis, carmen reprehendite, quod nonmulta dies et multa litura coercuit atqueperfectum decies non castigavit ad unguem.

235

240

245

250

255

260

265

270

275

280

285

290

Page 9: Epístola a los Pisones

Ingenium misera quia fortunatius artecredit et excludit sanos Helicone poetasDemocritus, bona pars non unguis ponere curat,non barbam; secreta petit loca, balnea vitat.Nanciscetur enim pretium nomenque poetae,si tribus Anticyris caput insanabile nunquamtonsori Licino commiserit. O ego laevus,qui purgor bilem sub verni temporis horam!Non alius faceret meliora poemata. Verumnil tanti est: ergo fungar vice cotis, acutumreddere quae ferrum valet, exsors ipsa secandi:munus et officium, nil scribens ipse, docebo,unde parentur opes, quid alat formetque poetam,quid deceat, quid non, quo virtus, quo ferat error.Scribendi recte sapere est et principium et fons.Rem tibi Socraticae poterunt ostendere chartae,verbaque provisam rem non invita sequentur.Qui didicit, patriae quid debeat et quid amicis,quo sit amore parens, quo frater amandus et hospes,quod sit conscripti, quod iudicis officium, quaepartes in bellum missi ducis, ille profectoreddere personae scit convenientia cuique.Respicere exemplar vitae morumque iubebodoctum imitatorem et vivas hinc ducere voces.Interdum speciosa locis morataque rectefabula nullius veneris, sine pondere et arte,valdius oblectat populum meliusque moraturquam versus inopes rerum nugaeque canorae.Graiis ingenium, Graiis dedit ore rotundoMusa loqui, praeter laudem nullius avaris.Romani pueri longis rationibus assemdiscunt in partes centum diducere. 'Dicatfilius Albini: Si de quincunce remota estuncia, quid superat? Poteras dixisse.' 'Triens.' 'Eu!rem poteris servare tuam! Redit uncia, quid fit?''Semis.' At haec animos aerugo et cura peculicum semel imbuerit, speramus carmina fingiposse linenda cedro et levi servanda cupresso?Aut prodesse volunt, aut delectare poetae,aut simul et iucunda et idonea dicere vitae.Quicquid praecipies, esto brevis, ut cito dictapercipiant animi dociles teneantque fideles.Omne supervacuum pleno de pectore manat.Ficta voluptatis causa sint proxima veris,ne quodcumque velit poscat sibi fabula credi,neu pransae Lamiae vivum puerum extrahat alvo.Centuriae seniorum agitant expertia frugis;celsi praetereunt austera poemata Ramnes:omne tulit punctum qui miscuit utile dulcilectorem delectando pariterque monendo.Hic meret aera liber Sosiis, hic et mare transitet longum noto scriptori prorogat aevum.Sunt delicta tamen quibus ignovisse velimus.Nam neque chorda sonum reddit, quem volut manus et mens,poscentique gravem persaepe remittit acutum,nec semper feriet, quodcumque minabitur arcus.Verum ubi plura nitent in carmine, non ego paucisoffendar maculis, quas aut incuria fudit,aut humana parum cavit natura. Quid ergo est?Vt scriptor si peccat idem librarius usque,

295

300

305

310

315

320

325

330

335

340

345

350

Page 10: Epístola a los Pisones

quamvis est monitus, venia caret, et citharoedusridetur chorda qui semper oberrat eadem,sic mihi, qui multum cessat, fit Choerilus ille,quem bis terve bonum cum risu miror; et idemindignor quandoque bonus dormitat Homerus.Verum operi longo fas est obrepere somnum.Vt pictura, poesis; erit quae, si propius stes,te capiat magis, et quaedam, si longius abstes.Haec amat obscurum; volet haec sub luce videri,iudicis argutum quae non formidat acumen;haec placuit semel, haec deciens repetita placebit.O maior iuvenum, quamvis et voce paternafingeris ad rectum et per te sapis, hoc tibi dictumtolle memor, certis medium et tolerabile rebusrecte concedi: consultus iuris et actorcausarum mediocris abest virtute disertiMessalae, nec scit quantum Cascellius Aulus,sed tamen in pretio est; mediocribus esse poetisnon homines, non di, non concessere columnae.Vt gratas inter mensas symphonia discorset crassum unguentum et Sardo cum melle papaveroffendunt, poterat duci quia cena sine istis:sic animis natum inventumque poema iuvandis,si paullum sumo decessit, vergit ad imum.Ludere qui nescit, campestribus abstinet armis,indoctusque pilae discive trochive quiescit,ne spissae risum tollant impune coronae;qui nescit versus, tamen audet fingere. 'Quidni?Liber et ingenuus, praesertim census equestremsummam nummorum, vitioque remotus ab omni.'Tu nihil invita dices faciesve Minerva;id tibi iudicium est, ea mens: si quid tamen olimscripseris, in Maeci descendat iudicis aureset patris et nostras, nonumque prematur in annum,membranis intus positis. Delere licebitquod non edideris; nescit vox missa reverti.Silvestris homines sacer interpresque deorumcaedibus et victu foedo deterruit Orpheus,dictus ob hoc lenire tigris rabidosque leones.Dictus et Amphion Thebanae conditor urbissaxa movere sono testudinis et prece blandaducere quo vellet. Fuit haec sapientia quondam,publica privatis secernere, sacra profanis,concubitu prohibere vago, dare iura maritis,oppida moliri, leges incidere ligno.Sic honor et nomen divinis vatibus atquecarminibus venit. Post hos insignis Homerustyrtaeusque mares animos in Martia bellaversibus exacuit; dictae per carmina sortes,et vitae monstrata via est; et gratia regumPieriis tentata modis, ludusque repertuset longorum operum finis: ne forte pudorisit tibi Musa lyrae sollers et cantor Apollo.Natura fieret laudabile carmen an artequaesitum est: ego nec studium sine divite vena,nec rude quid possit video ingenium; alterius sicaltera poscit opem res, et coniurat amice.Qui studet optatam cursu contingere metam,multa tulit fecitque puer, sudavit et alsit;abstinuit venere et vino. Qui Pythia cantat

355

360

365

370

375

380

385

390

395

400

405

410

Page 11: Epístola a los Pisones

tibicen, didicit prius extimuitque magistrum.Nunc satis est dixisse: 'Ego mira poemata pango;occupet extremum scabies; mihi turpe relinqui estet quod non didici sane nescire fateri.'Vt praeco ad merces turbam qui cogit emendas,adsentatores iubet ad lucrum ire poetadives agris, dives positis in faenore nummis.Si vero est unctum qui recte ponere possit,et spondere levi pro paupere, et eripere atrislitibus implicitum, mirabor, si sciet inter-noscere mendacem verumque beatus amicum.Tu seu donaris, seu quid donare voles cui,nolito ad versus tibi factos ducere plenumlaetitiae; clamabit enim 'pulchre! bene! recte!'pallescet super his; etiam stillabit amicisex oculis rorem, saliet, tundet pede terram.Vt qui conducti plorant in funere, dicuntet faciunt prope plura dolentibus ex animo, sicderisor vero plus laudatore movetur.Reges dicuntur multis urgere cululliset torquere mero quem perspexisse laborant,an sit amicitia dignus: si carmina condes,nunquam te fallant animi sub volpe latentes.Quintilio si quid recitares, 'Corrige sodeshoc,' aiebat, 'et hoc:' melius te posse negaresbis terque expertum frustra, delere iubebatet male tornatos incudi reddere versus.Si defendere delictum quam vertere malles,nullum ultra verbum aut operam insumebat inanem,quin sine rivali teque et tua solus amares.Vir bonus et prudens versus reprehendet inertes,culpabit duros, incomptis adlinet atrumtransverso calamo signum, ambitiosa recidetornamenta, parum claris lucem dare coget,arguet ambigue dictum, mutanda notabit,fiet Aristarchus, nec dicet, 'Cur ego amicumoffendam in nugis?' Hae nugae seria ducentin mala derisum semel exceptumque sinistre.Vt mala quem scabies aut morbus regius urget,aut fanaticus error et iracunda Diana,vesanum tetigisse timent fugiuntque poetamqui sapiunt, agitant pueri incautique sequuntur.Hic, dum sublimis versus ructatur et errat,si veluti merulis intentus decidit aucepsin puteum foveamve; licet 'Succurrite' longumclamet 'io cives,' non sit qui tollere curet.Si curet quis opem ferre et demittere funem,'Qui scis an prudens huc se proiecerit atqueservari nolit?' dicam, Siculique poetaenarrabo interitum. 'Deus immortalis haberidum cupit Empedocles, ardentem frigidus Aetnaminsiluit. Sit ius liceatque perire poetis.Invitum qui servat, idem facit occidenti.Nec semel hoc fecit, nec, si retractus erit, iamfiet homo et ponet famosae mortis amorem.Nec satis apparet, cur versus factitet; utrumminxerit in patrios cineres, an triste bidentalmoverit incestus: certe furit, ac velut ursusobiectos caveae valuit si frangere clatros,indoctum doctumque fugat recitator acerbus;

415

420

425

430

435

440

445

450

455

460

465

470

Page 12: Epístola a los Pisones

quem vero arripuit, tenet occiditque legendo,non missura cutem, nisi plena cruoris, hirudo.'

475

EPÍSTOLA A LOS PISONES

I

Si por capricho infeliz(1)

un pintor da en la rarezade unir a humana cabezade un caballo la cerviz,miembros de todas juntaralas especies de animalesy con plumas desigualesde aves mil las adornara,o bien el lienzo ostentasearriba mujer hermosaque en disforme y monstruosacola de pez rematase,¿podríais a duras penasla risa, amigos, contenersi alguien os invita a vertan estupendas figuras?Creedme, nobles Pisones,a este cuadro semejantefuera aquel libro eleganteen que su autor invencioneshacinase vanidosas,sueños de enferma cabeza,y forjase informe piezacon porciones caprichosassin enlace en sus extremos.Que a poetas y pintoresdispensa Apolo favoresde audacia ya lo sabemos,y esa licencia pedimosy mutuamente la damos,pero sí la limitamosa lo justo que exigimos.Que absurdo es mezclar los mansosanimales con los fieros;con los tigres, los corderos;con las serpientes, los gansos.

II

Algunas veces se hilvana (2)

en grave asunto ofreciendograndes cosas un remiendode brillantísima grana,como cuando se describede Diana el bosque y altar, (3)

o arroyo que a fecundarcorre al valle que recibesus claras aguas, o el Rino el Iris; mas si no sondel caso, ¿por qué menciónhacer de ellas?, ¿a qué fin?Sabrás pintar un ciprés, (4)

Page 13: Epístola a los Pisones

¿y qué, si se te ha encargadopor quien su dinero ha dadoque le pintes un baupréshecho pedazos, perdidasu embarcación fluctuando,y él con las olas luchandosin esperanzas de vida?Te propones fabricarun ánfora y con el piemueves la rueda. ¿Por quésalió un puchero al azar?En fin, si de asunto algunotratar quieres, ten presenteque sea solamentesencillo el asunto y uno.

III

¡Ilustre padre, hijos dignos (5)

de tal padre! Busca el arteperfecto la mayor partede los poetas. Benignosde todos tened clemencia,que, si ser breve procuroresulta que soy oscuro,nos engaña la apariencia.Hay quien el estilo tersoy limado escoge; fríocomo el hielo, de alma y bríodesnudo saca su verso;si lo magnífico emprende,dar suele en estilo hinchado.Otro quiere demasiadoseguro marchar y atiendesólo a su seguridadapeteciendo el esmero;se parece al marineroque teme la tempestady en la costa se guarecenavegando con recelo,va arrastrando por el sueloy al fin encalla y perece.El poeta que un sencilloasunto pretenda ansiosotrocar en maravillosoy de sorprendente brilloes el pintor baladíque pone con loca venaen el bosque una ballena,y en el mar, un jabalí.Si en el poeta no hay tinoquerrá en vano ser perfectoporque, huyendo de un defecto,encontrará un desatino.

IV

Será tal vez excelente

Page 14: Epístola a los Pisones

aquel escultor que arrimasu obrador junto a la Esgrimade Emilio; sobresaliente (6)

en sacar con perfecciónal vivo del bronce grave,uñas y pelo süave de una estatua en construcción;pero será desgraciadode la obra en el conjuntoporque, al formar el trasunto,del todo no habrá acertado.A tal artista, en verdad,parecerme no quisierasi a componer me pusiera.Como si la fealdadde mi nariz diera enojosy creyérame asaz bellopor ser negro mi cabello (7)

y por ser negros mis ojos.

V

Materia los que escribís (8)

proporcionada tomada vuestra fuerza y pesadla carga que recibís.Al que a su capacidadse limite y a su cienciano le faltará elocuenciani en el orden claridad.

VI

O me engaña la ilusión (9)

o están la belleza y graciade este orden en la eficaciade aprovechar la ocasiónoportuna para expresarla idea en dado momentoy aplazar el pensamientoadecuado a otro lugar,y también en escogerde la multitud que asaltade ideas la que hace falta,y la que no, repeler.

VII

En ordenar las palabras (10)

también previsor serás,con elegancia hablarássi con artificio labrasuna dicción bella y culta,y si vocablos comunesy muy conocidos unesy una voz nueva resulta.Si ideas desconocidases menester expresar,

Page 15: Epístola a los Pisones

será lícito inventaralgunas frases no oídas.Por Cetegos de la usanza (11)

antigua, tal concesiónse te otorga a condiciónque la tomes con templanza.Quedarán acreditadasestas palabras que en juegopusieres si son del griegosin violencia derivadas.¿Por qué algún romano incautoa Virgilio ha de negar,y a Vario, lo que otorgarle plugo a Cecilio y Plauto? (12)

Porque envidiosos tal vezme tilden de que enriquezcomi lengua, ¿ya no merezcopor ello gloria ni prez?Cuando Ennio, cuando Catón, (13)

con vocablos que inventaronel patrio idioma aumentaron,¿no se aplaude su invención?Alguna voz congrüentees lícito introducir,mas sellada ha de veniral timbre de uso corriente.Al declinar del otoñolas hojas del árbol huyen,pero otras sustituyenen primavera al retoño.Voces que fueron un díacon el tiempo así pereceny otras modernas florecencon vigor y lozanía.Muerte nos hace pavesasy, aunque den admiración,del hombre mortales sonhasta más grandes empresas, (14)

ya sea que al mar obligoa que inunde el arenalpara dar del Boreala las naves un abrigo,digna obra de un soberano,ya que en fecundo y amenojardín convierto el terrenoestéril, de lago insano,o el que antes al movimientoservía de inútil urca,ahora el arado surcay a ciudades da alimento.O del Tíber, los enfadossujetando en sus crecientes,doy salida a los torrentesque destruyen los sembrados.Pues si las obras humanasmás firmes perecerán,¿cuán durables seránlas palabras más galanas?

Page 16: Epístola a los Pisones

Muchas frases que algún díadejó el uso renovadasse verán, y desterradaslas que hoy gozan de valía,que apetece este homenajeal tiempo, juez competenteque es árbitro omnipotentey la norma del lenguaje. (15)

VIII

Homero enseñó las leyes (16)

del ritmo y de la cadencia,y a escribir con elocuencialas hazañas de los reyes,de los caudillos famosos,y las guerras tan funestasen versos fueron expuestasdesiguales, cadenciosos (17)

al principio, las acciones,quejumbrosos los lamentostristes que expresan acentosde duelo en los corazones.Metro igual posteriormentese empleó en las expansionesde alegría, en las funcionesde placer que el alma siente.Sobre quién pudo inventarlas famosas elegíashay cuestiones y porfías,y el pleito está por fallar.En el satírico tonoque yámbico llama el griego,Arquíloco prendió el fuego (18)

de su coraje y encono.Este tono fue adoptadoen las vulgares comedias,y en magníficas tragedias,por ser más acomodadopara el diálogo, y hacerque pronto llegue a calmarel bullicio popular,muy apto para poneren escena el movimientode las pasiones humanas.Una de las nueve hermanas,Calíope, mostró el inventodel verso lírico. Afluentes (19)

son su asunto, laudatoriasa los dioses y las gloriasde los héroes descendientesde la deidad, la mañeravictoria de un gladiador,y del corcel andadorlos triunfos en la carrera,de los mozos los cuidadosen sus amores, la orgíaen que reinan la alegría,

Page 17: Epístola a los Pisones

el vino y los desenfados.

IX

De cada especie de verso (20)

si no sé las propiedadesni puedo las variedadesguardar de estilo diverso,¿por qué la pasión me inquietay en qué razones me fundoal querer que todo el mundome considere poeta?¿Por qué la vergüenza me ligae ignorante ser prefieroa sujetarme al austeroestudio que me fatiga?Un asunto propiamentecómico nunca ha de serescrito en versos a fuerde tragedia, ni consientesu decencia, por ser estecaso trágico, narraren estilo familiarla horrible cena de Tiestes. (21)

En sus límites se parecada cual composición,guarde estilo en proporcióndel asunto que tocare.Algunas veces (no es fijo)la comedia se adelanta,el viejo Cremes levanta (22)

la voz y riñe a su hijo,colérico tono emplea,elevado y vigoroso,otras veces doloroso,bajo lenguaje deseala tragedia cuando sonTélefo y Peleo echados (23)

de sus reinos y abismadosen pobreza, a compasiónmover si quieren sus quejasdesechan huecas, pomposas,expresiones ampulosas,y las palabras complejas.No basta que los poemassean pulcros y elegantes,pues han de ser deleitantes.Buscad escogidos temasque muevan el corazóndel auditorio, en crecienteel interés siempre aumentehasta el final de la acción.Muestre el hombre en su semblantela risa con los que ríen,sus pupilas se deslíensi llora su semejante.Si quieres que llore, creoque tú debes llorar antes,

Page 18: Epístola a los Pisones

entonces esos crispantesinfortunios de Peleoy de Télefo, que al vivorepresentas, harán mellaen mi corazón con huellaque a mi dolor dé motivo.Si llegas a ejecutarsin sentimiento el papel,me hará tu falso oropelo reír o dormitar.Palabras tristes convienena triste semblante, airadasal enojado, sensatasal grave y serio, convienenal bufón las bocanadas.

X

Formó la naturalezaaptos nuestros corazones para recibir impresionesde placer o de tristeza.Ella nos da la alegríay a la ira nos conduce,nos aflige, nos produceangustia y melancolía.Todos estos movimientosdel alma la lengua explica,intérprete que publicafielmente los sentimientos,si acciones acomodadasno guarda el actor ni modos,nobles y plebeyos todosse reirán a carcajadas.Interesa a la decencia (24)

que del zafio en el lenguajeal del fino personajehaya mucha diferencia,y entre el hablar sosegadodel anciano, en su vigor,y el del joven en la florde su edad, arrebatado.Si es matrona distinguidala que habla o su confidente,si es mercader el dicente,que pasa toda la vidaen continuada ambulancia,o labrador que cultivasu campo en paz con activalabor y perseverancia.Diferencias hay marcadasentre el decir del crüelcolco, montaraz, y del (25)

asirio, de afeminadascostumbres; del que nacióen Tebas en la ignoranciaal que en la culta arroganciade Argólida se educó.

Page 19: Epístola a los Pisones

Carácter y condiciónde las personas si pintas,¡oh escritor!, dales las tintasde la común opinión,que de ellas siga la historia;si finges otras, que seacorrespondiente a la ideadel sujeto, no ilusoriatu ficción. Si por venturapones de nuevo en escenaal famoso Aquiles, llena (26)

tu comisión con bravura;hazle altivo, inexorable,colérico, pronto, osado,que diga que no se ha dictadopara él la ley y que el sableda razón al atrevido,y se alce con todo. Sea (27)

feroz y cruel Medea;débil Ino; fementidoIxión; Ío vague errante;y a Orestes, siempre agitadopor las Furias, sea negadoque repose un solo instante.Si a la escena traes pasajesno tratados todavíapor otros, con valentíacrea nuevos personajes,mas su carácter procuraque desde el principio al finse sostenga el mismo sinrebaja ni añadidura.Muy difícil es tratarcomo de propia invenciónasuntos que al vulgo sonfamiliares. Imitarun pasaje de la Iliada (28)

llevando un drama a la escena,lograrlo será buenaempresa, y más celebradaque el arrojarse atrevidopor alcanzar vana gloriaa dar a luz una historiaque nadie ha visto ni oído.

XI

De un asunto ya trillado (29)

por otros puede apropiarleun nuevo autor si en tratarleen un círculo menguado,franco a todos, no se fija,ni es traductor materialde ese mismo originalcuyos conceptos prolija,ni ya penetrar intentadonde no pueda salirsin las leyes infringir

Page 20: Epístola a los Pisones

del poema o sin afrenta.No empezará como hacíael Cíclico romancero (30)

de otros tiempos, que altaneroen el exordio decía:«Cantaré las aventuras (31)

de Priamo y a célebre guerra».¿Qué ofrecimientos encierratal promesa? ¿Qué armadurasdignas de tanta arroganciacubrirán el esqueletode ese ponderado fetoque anuncia con tal jactancia?¡De parto estarán los montesy nacerá un ratoncillo!¡Cuánto mejor, más sencillo,sin que al cielo te remontes,será que digas con juicio,cual hace el que mucho inventay en sus obras nunca intentasacar las cosas de quicio!«¡Oh musa! dime quién fue (32)

el héroe que vio costumbresdespués de Troya.» Aquí lumbresel autor, como se ve,al público no le da,y estar a oscuras parece,humo tan sólo le ofrecey poco a poco le vacon el humo entreteniendo;al pronto la luz enciende,le maravilla y sorprende,prodigios entretejiendo,cuando horribles en extremomonstruos su pluma destila,como Antifates, Escila, (33)

Caribdis y Polifemo.Ni el comienzo del procesocomo algún poeta inviertecontando desde la muertede Meleagro, el regresode Diomedes, ni se enreda (34)

cual otro en la lid de Troya,principiando su tramoyapor los dos huevos de Leda.Sino que apresura el punto (35)

por llegar al fin que anhelaen su narración, y vuelahacia el medio del asunto.Cual otro en esta linde,supone que sus oyentesya saben los precedentesy de otros hechos prescindeporque tal vez desconfíade lucirse en su manejo.Mezcla lo nuevo y lo viejocon ingeniosa porfía, lo que es verdadero sin

Page 21: Epístola a los Pisones

violencia a lo falso enlazay con arte en su obra trazael principio, el medio y el fin.

XII

Oye, autor, lo que exigimos (36)

el público y yo de ti,si deseas como asícon razón lo presumimos,que aplauda el espectadortus obras, que esté sentadohasta que el telón bajadopalmadas pida el cantor. (37)

Con cuidado observarástemperamentos y edades,costumbres y cualidades,y escrupuloso darása cada edad (desigualcon los años) convenientecarácter, y especialmenteal genio de cada cual.El niño que balbuceaalguna frase que ha oído,y afirmar su pie ha podidoen el suelo, ya deseajugar con sus iguales;y cuanto ve se le antojay sin motivo se enoja,o por causas bien trivialesa cada instante varía.Libre del ayo se veel bullicioso joven que es imberbe todavía;cifra todo su placeren caza, potros y perros,subir a los altos cerrosy por los campos correr;es blando como la cerapara el vicio, y huye lejosde aquel que le da consejossabios, y con él se alteradel bien previsor tardío,es pródigo del dinero,antojadizo, altanero,a impulso de su albedríoveleidoso marcha ciego;lo que ayer amó aborrece,lo que no quiso apetece,y veisle andar sin sosiego.Múdase la inclinacióncon el estudio y la edad,y el hombre en virilidadpiensa en buscar posición,riquezas, empleo, honores,y amigos tener anhela,precavido se desvelapor no incurrir en errores.

Page 22: Epístola a los Pisones

Mucho afán, muchos disgustos,afligen a la vejez,ya porque busca tal vezriquezas y no sin sustos,o porque, después de hallarlas,el miserable avarientolas guarda y no tiene alientopara ver de utilizarlas.Y calcula con frialdady de todos desconfía,dilata para otro díade obrar la oportunidadque espera más adelante.Tímido y flojo en la acción,se complace con la ilusiónde un porvenir más brillante.Lleno de dificultades,quejoso, de mal humor,es perpetuo elogiadorde las pasadas edades.Sus juveniles retozosrefiere frecuentemente,es censor de lo presentey martillo de los mozos.Ventajas nos dan los añosa medida que crecemosy, después que decaemosen ellos, son más los daños.En este espejo miradal repartir el papel,dando a cada uno aquelque corresponde a su edad.

XIII

Paso a la escena, ha venido (38)

el actor a ejecutar,o sólo viene a contarcomo lance sucedido.No todo a las tablas puedesalir por no ser su centro;hay algo que es justo dentrode bastidores se quededebido al espectador,cuyos ojos no han de herirhechos que pueda suplirla narración del actor.Medea despedazandoa sus hijos horroriza,y los cabellos erizacarnes humanas asandover al vengativo Atreo; (39)

Procne, ave; Cadmo, serpiente;lo que así se representeme repugna y no lo creo.

XIV

Page 23: Epístola a los Pisones

Cinco actos (ni pon ni quita)haya tu drama en función.Si quieres su ejecuciónpida el pueblo se repita.

XV

Introducir harás maldeidad alguna en escena,esa licencia no suenapor no ser muy natural.Mas se tolera si el casoes tan arduo y paliagudoque, sin cortar así el nudo,no puedas salir del paso. (40)

XVI

Aunque bien permite el artemuchos actores, es hartoque hablen tres y calle el cuarto,o si habla sea en aparte.

XVII

Cante el coro cual si fuere (41)

un solo actor y no entoneentre actos lo que se oponeal drama que se estuviererepresentando. En sus cantosenseñe a favoreceral probo, a fortalecerel espíritu con santosconsejos de la amistad,al colérico templanza,al que teme la asechanzadel mal obrar, la bondad.Alabe la temperanciade mesa frugal, propiciaa la salud; la justiciay de la ley la observancia.El bien y la prosperidadde la paz que deja abiertasde las ciudades las puertascon dulce tranquilidad.Haga a los dioses discretosvotos que al mísero abonencon fortuna y abandonena los soberbios e inquietos.

XVIII

La flauta con tanta pompa (42)

cual hoy no se usó en lo antiguo,que fue de tamaño exiguoy émula es hoy de la trompa,y tiene cercos doradosy con estrépito chilla.

Page 24: Epístola a los Pisones

Entonces corta, sencilla,con pocos puntos marcados,los coros acompañabay sus voces sostenía.Con los sonidos suplíala escasez que se notabadel público. Pocas gentesdentro del teatro y fuera,y era cosa harto hacederacontarse los concurrentes.Luego que el pueblo extendiósu dominio por la tierracon las conquistas y guerray victorias que alcanzóengrandeció la ciudad.Se dio a beber y a la holganza,a las fiestas y a la danzaen completa libertad.La música y poesíatomaron mayor licencia,¿y qué juicio y qué prudenciaen tal situación cabíaen rústicos ignorantes,labriegos desocupadosde sus faenas, mezcladoscon corteses y galantesciudadanos, confundidascon la gente asaz groserade todo punto y maneralas personas distinguidas?Así el flautista añadióal arte antiguo y sencillolos movimientos y el brillodel lujo que desplegó,y superfluos y costososadornos empezó a usar,y en las tablas a arrastrar (43)

sus vestidos primorosos.De la lira se aumentaron (44)

las cuerdas. Voces severasy propias a las esferasde hinchado estilo se alzaron.Y el coro, cuya misiónantes era describirlo útil y el porveniranunciar con previsión,compararse pueden sólosus sentencias indigestasa las oscuras respuestasdel oráculo de Apolo. (45)

XIX

El trágico que con brío (46)

en concurso literariodisputó con su contrario,y ganó el macho cabrío,introdujo en el proscenio

Page 25: Epístola a los Pisones

a los sátiros desnudos, (47)

que con mordaces y agudoschistes y golpes de genioexcitan la hilaridadsin causar detrimentoal fondo del argumentoque requiere seriedad.Y lo nuevo fue precisointroducir, ciertamentese inventó lo sorprendente,para atraer al remisoespectador que retornadel sacrificio bebidoy trastornando el sentido,incapaz de ley ni forma.Si es útil introduciresos fisgones y mordacessátiros siempre locuaces,también conveniente es irde lo serio a lo jocosocon pulso, de tal maneraque dios, héroe o cualquiera (48)

otro ser majestuosoque en la escena se presentede grana vestido y oro,prescindiendo del decoro,no vaya a entrar de repenteen viles tiendas hablandoen chabacano lenguajeque desdiga de su trajey carácter o, evitandoestilo humilde y abyecto,se remonte a las estrellascon frases que entienden ellas,cayendo en otro defecto.Versos frívolos, chistosos,rechaza la majestadde la tragedia. Es verdadque estará entre licenciosossátiros, pero modestay encogida como honradamatrona que es obligadaa bailar en una fiesta.

XX

Autor de sátiras yo, (49)

no me agradara, ¡oh Pisones!,echar mano de expresionesdesaliñadas y node palabras usaríaque expliquen las cosas claro,aunque tampoco tan raroen mis empeños seríaque no hiciera diferenciaentre el hablar mesuradode un Dabo y el descocado (50)

de una Pitias sin decencia

Page 26: Epístola a los Pisones

que, con su cinismo, fueal viejo Simón tentandoy del incauto burlandola confianza y la feun talento le quitó;o el de un Sileno, primero (51)

ayo, después compañerodel dios Baco, a quien crió.Sacaría la ficción (52)

del satírico poema,de algún conocido temade la más trivial acción,la daría novedadhaciéndolo de maneraque creyéndose cualquiera(al ver tal facilidad)capaz, lo mismo que yo,pusiere a la empresa manoy al fin se afanase en vano,por más que mucho sudó.Tanta es la fuerza y primordel ingenio cuando enlazabien los asuntos que trazaque aun vulgares dan honor.

XXI

Suele el poeta poner (53)

en boca del fauno agrestetiernos versos, como si éstefuera hombre culto. Ha de sercauto en esto y evitarque los faunos se propasena decir cosas que abrasenel pudor, y hagan bajarla cabeza al hombre honrado.La gentecilla soez,que se regala con nuezy con garbanzo tostado,es la que aplaude y abona,lo que disgusta a los buenos,lo que jamás, y es lo menos,merecerá una corona.

XXII

El yambo, rápido pie (54)

de dos sílabas compuesto,breve toma el primer puesto,largo el segundo; aunque déseis golpes, trímetro llamaal verso yámbico el uso,que de trímetros dispusoconstase toda su trama.Después cedió su porfíaa fin de dar al oídomás agradable sonidoy cadenciosa armonía;

Page 27: Epístola a los Pisones

a impulso de este deseotoleró pudiese entraren el paterno solarcon yambos el espondeo.Y, de sus derechos hartocuidadoso, todo no dio,porque el yambo reservólos puestos segundo y cuarto.Pero en los nobles de Accio (55)

y Ennio trimetros es rarala vez en que se deparaa los yambos un espacio.

XXIII

En los dramas de importancia, (56)

si abundan los espondeos,se hacen sus autores reosde incuria, prisa o ignorancia.No en todos para juzgarhay cabal inteligencia,para ver si con cadencia (57)

de esta licencia abusófalto de cuidado y tino,y el verso está en su lugar.Algún poeta latinoen él estragos causó.¿Acaso yo no divagoal dejar correr mi plumay aquello mismo que en sumacensuro en otros no hago?¿De la indulgencia me alientapor ventura la esperanzaque, aunque mi falta alcanzatodo el mundo, echo la cuentadel generoso perdónde que me juzgue benigno?En verdad no seré dignode realizar mi ilusión,aunque evite la censura.Ved, Pisones, noche y día,del griego con calma fríalos modelos de cultura.Si los versos aplaudieronnuestros padres mucho a Plauto, (58)

y sus gracias, no con muy cautocriterio ellos procedieron.Por no decir neciamentesi vosotros, como yo,lo que es chiste y lo que nodistinguimos claramente,y sabemos el sonidojuzgar del verso y su gracia,y por los dedos la eficaciadel número bien medido.Tespis dicen que inventara (59)

la tragedia. A sus actorescantantes, declamadores,

Page 28: Epístola a los Pisones

en ambulancia llevarapor los pueblos en carretas.Esquilo posteriormente (60)

les dio el coturno imponente,los disfrazó con caretas,completó el traje talar,dio su papel adecuadoa cada actor, un tabladohizo para declamar.De sus dramas mejorócon el diálogo el estiloy, después de muerto Esquilo,la comedia sucedió; (61)

con aplausos recibida,no tardó en degeneraren licencia al penetrardel ciudadano en la vida.La ley cortó los progresosde la audacia y calló el coro;no atacaron ya al decorode personas y sucesos.La senda griega dejaronnuestros poetas, y todosescribiendo en varios modohonra mayor alcanzaron,y cada cual a su turnose dedicó a celebrarasuntos del patrio hogarpropios del zueco y coturno.Por armas y valentíaen el campo de victoriano adquirieron mayor gloriaque alcanzó su poesía.Fuera el Lacio poderosopor su idioma si el autor,solicito en su labor,esmerado y cuidadoso,todas las faltas limaraque hubiera en sus producciones.Vosotros, ¡nobles Pisones!, (62)

de Numa sangre preclara,condenad sin indulgencialas obras que no ha pulidoy diez veces corregidoel bruñidor con paciencia.Sólo dio al ingenio parteDemócrito y de Helicón, (63)

a los de sana razónno les admitió en el arte.En tener uñas crecidashay hombres que se deleitan,y la barba no se afeitan,y andan solos y a escondidas,esquivos, de trato huraño,rechazan la compañía,gozan en la porquería,no usando jamás el baño.Poëta se llama ufano

Page 29: Epístola a los Pisones

quien no pone a la tijerade Licino su mollera, (64)

quien no curó anticirano. (65)

Purgándome (¡cosa rara!)en primavera, ¿soy yonecio en hacer versos no?¿Entonces quién me igualara?Mas a ese precio no quiero.Seré piedra de afilarque aguza y hace cortar,no cortando ella, al acero.Sin escribir obra alguna (66)

al poeta he de decirde qué mina han de salirlos tesoros que reúna,y lo que daña de ciertoenseñaré al escritor,a donde lleva el errory do conduce el acierto.

XXIV

Buen juicio, sabiduría, (67)

es el primer requisitodel autor de un gran escritoque aspira a la nombradía.De Sócrates en las cartashallarás copias de ideas;cuando en ellas fuerte seas,palabras te vendrán hartas.Quien conoce los deberesque hacia la patria nos ligan,los que al padre nos obligan,al hermano y a los seresque une el vinculo sagrado,del deudo, de la amistady la dulce hospitalidad,el que también ha estudiadolas altas obligacionesdel senador y del juez,del general, a la vezlas importantes funciones,éste sabrá ciertamentedar a cada personajeel carácter y lenguajeque le es propio y conveniente.Quien docto quiere imitarnaturaleza, no olvidaen las costumbres y vidade los hombres estudiar.Saldrá así su producciónexacta, clara y hermosa,y dar podrá a cada cosala verdadera expresión.Carecer suele una piezade arte, de gracia y vigor,pero, si pinta con rigorcaracteres y endereza

Page 30: Epístola a los Pisones

las costumbres con sentenciasmorales, al pueblo agradamás que dicción esmeradacon armónicas cadencias.

XXV

Dio a los griegos el Parnaso (68)

mucho ingenio, perfecciónen el hablar, y ambiciónde gloria con don no escaso.Cifra toda su virtuden dividir la unidaddel as con toda igualdad (69)

la romana juventud.«Si de onzas cinco, una bajo,¿dime tú, el hijo de Albino, (70)

que resta? —Un tercio. —Bien vinotu respuesta. Pon debajode las cinco una que añades.¿Cuanto suma? —Media libra.—Mozo eres de buena fibra,¿gobernar tus heredadespuedes ya?» Mas si ambición,y esta ansiedad y carcomade juntar peculio asoma,llena el alma de infección,¿esperaremos despuéshacer versos esmerados, (71)

dignos de ser conservadosen armarios de ciprés?

XXVI

O enseñanza o deleite se prometen (72)

los que escriben en verso, o las dos cosasa la vez, en las obras que acometen.Sé breve en lo que enseñes. Provechosastus lecciones serán, que de este modopercibirlas podrá luego la mentey conservarlo la memoria todocon más fidelidad y fácilmente,y da al espíritu alimento sano.El líquido que cae en vaso llenointentar contenerlo será vano,rebosa por superfluo de su seno.Caprichosas ficciones, cuando inventa (73)

ingeniosa la fábula, han de ser (74)

sucesos verosímiles, que sientael pueblo que han podido suceder.No hará salir de la espantosa entrañade las Lamias a un niño palpitante (75)

que vivo se tragaron. Fuera extrañay absurda la invención, y repugnante.Ideas que no dan utilidadlas desprecia el anciano, y altanero (76)

el joven, en su necia vanidad,el estudio rechaza si es austero;

Page 31: Epístola a los Pisones

en cambio, los sufragios siempre gana (77)

quien docto con provecho útiles floresenlazando sus versos engalanay deleita instruyendo a los lectores.Ved aquí el libro que, a los Sosias, puro (78)

lucro dará. Tal vez cruce los maresel nombre de su autor. Mas no aseguroque al libro no le manchen los lunares.La crítica sañuda nunca muerda,es preciso indulgente perdonar.Si pulsamos la cítara, la cuerdalas notas siempre iguales no ha de dar,aunque pidan armónico sonidoy dulzura la mano; y pensamiento,cual dardo que es del arco despedido,hiere una vez el blanco, mas no ciento.La gloria algunas manchas no oscurecencuando una producción tiene bellezas;nuestras obras humanas adolecen,por perfectas que sean, de flaquezas.¿Qué regla, pues, fijar? ¿Cuál se diríade un copista de libros que, advertido,reincidiera en sus faltas? No tendríaperdón; ni el tañedor que sin oído,las cuerdas al pulsar de su instrumento,la risa excita de la concurrencia.Así el poeta que su pensamientono expresa con armónica prudencia.Querilo nuevo para mí sería (79)

si acertara al azar, ¡y qué admiradode su casualidad yo me reiría!También en ocasiones siento enfadosiempre que veo lo que ver no quiero.No poderlo evitar me causa enojos,que suele dormitar el gran Homero,si bien que el escritor cierre los ojos,envuelto alguna vez en denso velo,su falta en largas obras se perdone;cansado de estudiar en su desvelo,un instante a Morfeo se abandone.Las obras de la dulce poesíase parecen bastante a la pintura,una ostenta su gracia en claro día,sin que tema el rigor de la censura,cual de ellas con escasa luz agrada,alguna encantará por vez primera,ésta más si de cerca es contempladay aquélla veces mil que se la viera.

XXVII

¡Oh Pisón, el mayor de tus hermanos!, (80)

tú en el buen gusto con lecciones sabiasque tu padre te dio bien instruido,tú que a fuerza de estudio tienes clarasnociones de las ciencias, este avisoretén en tu memoria. Hay toleranciacon la mediocridad y justamente

Page 32: Epístola a los Pisones

en ciertas facultades. De la famade los talentos y elocuencia insigneque enaltecen el nombre de Mesala, (81)

de las graves sentencias que en el foroal docto Aulo Cascelio dan la palma, (82)

oradores habrá y jurisconsultosque muy lejos estén, a gran distancia,y el mundo sin embargo los estima.Pero no sufrirán con fría calmalos dioses, ni los hombres, ni los postes, (83)

en los poetas producción mediana.Así como una orquesta desacordeen soberbio banquete desagrada,y ofenden al sentido los perfumesde muy subido olor, y las mezcladascon la miel de Cerdeña adormideras, (84)

porque puede sin estas circunstanciasel placer de la mesa prolongarse,de la misma manera la elevada,majestuosa y grave poesíaque el ánimo recrea, si se apartapoco que sea del supremo gradode perfección sublime a que la llamasu nacimiento, al punto decayendoa la tierra se abate, al lodo baja.De los juegos marciales se desvía (85)

quien diestro no maneja todas armas;quien no sabe jugar a la pelota,al disco o bien al círculo se guardadel juego, procurando no se ríade su torpeza o necedad menguadala bulliciosa turba de mirones.¿Y hay quien, poco aprensivo, su ignoranciano advierte y se pone a escribir versossin saber? ¿Por qué no? ¿Qué me hace faltasi ingenuo y libre soy, y en censo inscritocon una cuota en suficiente escalapara ser caballero, y nadie ha visto (86)

defectos que poderme echar en cara?

XXVIII

Discreto eres, Pisón, tan entendido (87)

que nada escribirás, casi lo juro,contra tu inclinación y buen sentido,no obstante puedes verte en el apurode tener que escribir en poesía,y entonces caminar debes seguro,sometiendo tus obras a la fríaanálisis, de crítica severa,de Mecio, de tu padre y de la mía. (88)

Las podrás corregir mientras no hubierala lengua tus escritos publicado,metidos en secreta papelera,palabra que una vez se haya soltadono puede recogerse. El gran Orfeo, (89)

poeta y fiel intérprete sagradode los dioses, logró con el gorjeo

Page 33: Epístola a los Pisones

de su canto y los ecos de su liraseparar a los hombres del deseo (90)

crüel del homicidio y la feroz ira,del uso de asquerosos alimentosy cruda sangre que el horror inspira;porque así colocaba los cimientosde la cultura y al salvaje adustocivilizaba, se forjaron cuentosde que su brazo con poder robustolos tigres amansaba, y los leonesy esclavos los hacía de su gusto.De Anfión igual se cuenta que, a los sones (91)

süaves de su cítara y su canto,de Tebas levantó los torreones.Los peñascos movía y, con espantode las gentes, montañas allanaballevándolas al valle por encanto.De los vates antiguos descansaba (92)

la ciencia en el saber que distinguíado el público interés se limitaba,y a la privada utilidad cedía.Lo sacro y lo profano separandoconcúbitos fugaces impedía,el consorcio legítimo amparando.De este modo fundaban las ciudades,sus leyes sabiamente promulgando,transmitidas después a las edadesmás remotas grabadas en madera;y los vates, mirados cual deidadesbenéficas, lo son de esta manera,y crédito inmortal así adquirieronsus versos que aún el público venera.Tras la edad fabulosa, florecieron (93)

Homero, insigne, y Tirteo, gloriosos.Los dos la poesía enriquecieroncantando las hazañas de animososvarones en sus versos celebrados,respuestas de los oráculos famososen verso prodigaron, reveladosen verso al hombre fueron los secretospor natura en su seno custodiados.El favor de los reyes más inquietos (94 y 95)

los vates mayormente esclarecidoslograron con sus cánticos discretos.Y con versos, en fin, entretenidosdisfruta el hombre de placer honesto,después de sus afanes concluidos.Y no a tu dignidad juzgues opuesto,que no padecerá ningún desdoro,tomar entre las musas noble puesto,que Apolo rige su luciente coro,diestras manejan la sonante lira,dan alivio al dolor, consuelo al lloro.El poema que al mundo más admira,¿es del ingenio natural efecto,o del arte y estudio que le inspira?Cuestión controvertida que el defectoque tiene de encontradas opiniones

Page 34: Epístola a los Pisones

concíliase en acuerdo muy perfecto.El arte nada puede si filonesno hay de imaginación, rica, fecunda;y el ingenio es estéril si en nocionesexactas de las ciencias él no abunda.Ayúdese el ingenio con el artey en el cultivo de los dos refundasu gloria el escritor, y no se apartedel estudio continuo que al Parnasoguía, do Apolo su favor reparte.El luchador de oficio que al acasono fía el resultado en la carrera,desde la infancia se prepara al paso,sujetándose a dura y muy severadisciplina; sus miembros ejercitacon esfuerzos penosos y no alterasu régimen de vida; necesitahuir de los placeres y del vino.Ni frío ni calor ni lluvia evita (96)

el flautista que tañe en el divinocántico pitio; se ensayó primero,eligió un preceptor que le previnode su difícil arte el buen sendero.Mas hoy basta decir: «Versos compongo.¡Desdichado quien quédese el postrero! (97)

Vergonzoso me fuera si no pongolos medios de evitar que en el olvidome quede confesando (a tal me expongo)que ignoro lo que nunca he aprendido».

XXIX

Aquel poeta que en hacienda y oro (98)

colocado a interés rico se ostenta,que en los salones de su casa admitede aduladores viles un enjambreque sus versos alaben esperandolucrar con sus aplausos, se pareceal buhonero que publica a gritoslas mercancías que a la venta saca.Si espléndido convite perfumadopudiese dar y garantir a un pobre,mala cabeza de quien nadie fía,o bien sacarle de enredosos pleitosen que su terquedad le metió necio,me causaría admiración no poca,si con tanto poder tiene la dichade distinguir a su sincero amigodel falso y lisonjero. Si un regalotuvieres intención de hacer a un hombre,o ya lo hubieses hecho, evita muchode citarle a escuchar y a que censuretus versos, porque lleno de alegríaal pronto exclamará: «¡Lindo! ¡Admirable!...».Mudará de color, maravillado, sus ojos verterán lágrimas tiernas,brincará con sus pies hundiendo el suelo,así como alquiladas plañideras (99)

Page 35: Epístola a los Pisones

afectan el dolor en funeralescon cantos y ademanes lastimososque no sienten los pechos afligidos.Del mismo modo hará algún lisonjeroque se burla de ti, finge entusiasmoy se conmueve más que quien alabasinceramente. Dicen que los reyes (100)

agobian al dichoso favoritoque brindan a su mesa con enormescopas de vino si explorar deseansi es digno de obtener su confianza.Si versos compusieres, no te engañeastuto adulador con piel de zorradisfrazado. Quintilio, cuando alguno (101)

sus versos recitaba, le decía: «Esto corrige, y esto»; respondiendoque era imposible, que intentado en vanodos, tres veces y más lo hubiera, y nuncamejor lo pudo hacer. El buen amigomandábale borrar los imperfectostachados versos y volver al yunque.Si el hombre persistía en sus errores,sin querer corregirlos le dejabaque él solo sin rival a sí se amasey a sus obras también. Un varón docto,sincero, el verso lánguido censura,el áspero condena y que mal suenacon negro lápiz raya, tacha y borrael que observa sin gracia y sin aliño.Cercena lo superfluo; a que se aclarelo que es oscuro obliga, y hace cargode expresiones equívocas; adviertelo que debe mudarse y al fin llegaa ser un Aristarco. Y él no dice, (102)

cual otros: «¿Por que yo por bagatelasdisgustaré a mi amigo?». Pues talespequeñeces, sin duda, perjudicana ese tu amigo que a la burla exponesde los que sin piedad después lo juzgan.De la misma manera que me apartode un hombre acometido de la lepra,de la ictericia, fanatismo o rabia, (103)

así los cuerdos temerosos huyende un mal poeta y mozuelos sólodel peligro inconscientes le rodean,si el tal, de vanidad hinchado, erranteva de aquí para allá como el que mirlosavizorando está, mientras vomitasus enfáticos versos, y en profundoy negro pozo cae; aun cuando grite:«¡Socorro ciudadanos!», nadie vayaa sacarle de allí. Si por venturaalguien compadecido pretendiereayudarle a salir, yo le diría:«¿Tú sabes si él aquí se echó de intentoy no quiere salvarse?». Aprovechandola ocasión, ciertamente le contarael trágico desastre de Empedocles, (104)

poeta siciliano. Pasar quisopor un dios inmortal; de entre las gentes

Page 36: Epístola a los Pisones

despareciendo impávido arrojósedel Etna ardiente en el profundo cráter.Serán en cualquier hora los poetasmuy dueños de matarse,conservarles la vida que rehúsanequivale a matarlos. Ni por esocuerdos se harían, ni el deseo vivode conseguir los lauros de la famacon tan célebre muerte dejarían.No se sabe por qué componen versos,tal vez en pena sea que el sepulcropaterno con escarnio profanaron (105)

o de intención sacrílega su manoarrancó impía la señal del sitiodonde un rayo cayó. Lo cierto es sólo (106)

que entregados se encuentran a las Furiasy, como el oso que romper las rejasde su jaula ha podido, hacen que corraespantada la gente. Así alejandova a doctos e ignorantes el acerbopoeta, insoportable, que pretendesus versos recitar. Al que ha cogidoforzándole a escucharlos le asesina, cual sanguijuela que en la piel se clavay hasta henchirse de sangre no la suelta. 

Notas de la traductora

(1) En este pasaje enseña el autor que debe guardarse uniformidad en todo poema o escrito desde el principio al fin de manera que todas sus partes tengan entre sí tal conveniencia y unión que formen un todo. Explica este precepto común a todas las artes que imitan la naturaleza con el símil del caprichoso pintor que se toma la libertad de fingir monstruos. Tanto el pintor como el poeta pueden dar libre rienda a su fantasía; pero esta libertad es como todas las libertades que se llaman naturales, que no da facultad ilimitada para hacer creaciones de la imaginación que repugnen a la naturaleza. En la homogeneidad, en la trabazón de sus partes armónicas y proporción, con exclusión de adornos inoportunos, es en lo que consiste el mérito de un poema y de otra obra cualquiera.(2) Recomienda Horacio que se eviten descripciones inoportunas, que no son sino divagaciones. El poema debe ser sencillo y uno porque todo compuesto artificial, a sí como el natural, ha de constar de las unidades de naturaleza, objeto, proporción y fin. Las digresiones, cuando no vienen al caso, lejos de ser adornos que hermosean las obras, son lunares que las afean. (3) Diana, diosa del paganismo, lo era de la caza. Hija de Júpiter y de Latona, y hermana de Apolo. Se la representa en traje ligero, una media luna en la cabeza, la aljaba a la espalda y el arco en la mano. Había un bosque con un lago y en aquél un altar consagrado a esta deidad en Aricia, lugarcillo no muy distante de Roma, cerca de la vía Apia.   El Rin era famoso en tiempo de Horacio por las victorias que César Augusto alcanzó en sus márgenes contra los bárbaros. (4) El ciprés se tenía entre los antiguos por un árbol funesto que sólo se usaba en los funerales. Los que habían padecido un naufragio hacían pintar su desgracia en una tabla que consagraban al dios a quien creían deber su salvación, o la llevaban colgada al cuello para sacar limosna y provocar la compasión pública.(5) Escoger el justo medio entre los extremos, no fiarse de apariencias, obrar con acierto dentro de los limites precisos de lo recto, observar la brevedad, elegancia, majestad, fuego y variedad, sin ser oscuro, hinchado ni extravagante, es lo que constituye el arte del hombre y lo que inculca el autor en este pasaje. (6) «Junto a la Esgrima de Emilio». El maestro de esgrima Emilio Lentulo enseñaba a los gladiadores en su escuela. Después puso Polícletes unos baños públicos en el sitio que ocupaba aquel establecimiento.(7) «Y por ser negros mis ojos». Entre los romanos sólo eran recomendables por su hermosura los ojos y cabello negros.(8) Este precepto es el que deben tener presente con mayor cuidado todos los escritores. Este párrafo contiene una metáfora tomada de lo que acostumbran hacer los mozos de carga, que antes de tomarla al hombro, la tantean y miran si el peso corresponde a sus fuerzas.(9) «O me engaña la ilusión». Se trata del método y orden que debe guardarse al elegir y disponer todas las partes del poema o composición poética. Aconseja el autor no se guarde en esta clase de producciones el orden cronológico de los tiempos, como hacen los historiadores, sino el de la naturaleza. Esto es bastante difícil, pero se hace perceptible observando el orden poético que guarda Virgilio en su Eneida. No dice desde luego quien es Eneas, lo que ha hecho, de dónde viene y qué pretende. En el instante de su partida de Sicilia hacia Italia, se levanta una tempestad que lo arroja desde las costas de África a Cartago. El poeta se aprovecha de esta ocasión y hace que el mismo Eneas, con el pretexto de distraer a Dido, reina de Cartago, refiera todo lo que pasó antes de su partida de Sicilia.(10) «En ordenar las palabras». Mucho cuidado con la elocución. Con prudencia y tino se han de formar las palabras nuevas, que en tanto quedan acreditadas en cuanto las acepte el uso, árbitro del lenguaje. El sello que

Page 37: Epístola a los Pisones

deben tener las palabras nuevas para su legítima introducción es la analogía y la semejanza con otras voces usadas, el consentimiento de los doctos, las costumbres del pueblo y uso corriente. De paso el autor comete una digresión, elogiando las magníficas obras del Imperio de Augusto. Sin duda por lisonjear al príncipe, incurre en el defecto que censuró en el párrafo que encierra «Algunas veces se hilvana»; porque para decir que las palabras usuales perecerán con el tiempo como perecen los más grandes monumentos y empresas de los hombres, porque todo lo que el hombre crea es pasajero y mortal, y que otras más grandes y magníficas obras las sustituirán, que la imaginación no acierta a concebirlas, para decir sencillamente que el hombre y sus obras son mortales, no se necesitan digresiones; pero no todas son inoportunas y, si se suprimen de una producción poética, se priva al escritor de un gran elemento de brillantez, de imaginación y gracia.   Este pasaje de la Epístola de Horacio que está en los tres versos:

   In verbis etiam tenuis cautusque serendis   dixeris egregie, notum si callida verbum   reddiderit iunctura novum

ha dado mucho que pensar a los traductores al interpretar el pensamiento del autor por ser oscuro. El señor Mínguez traduce en prosa estos versos. «En unir unas palabras con otras, conviene también ser parco y muy mirado: habrás hablado muy bien y elegantemente si, de la diestra e ingeniosa unión de dos vocablos comunes y conocidos, te resultase una voz nueva.»

   El señor Martínez de la Rosa tradujo:

   Coordinar con acierto las palabras,   arte pide y esmero y al estilo,    lustre y gracia darás si las enlazas    con tan astuta unión que como nuevas   resplandezcan las voces más comunes.

   El señor Burgos:

   En usar voces nuevas cauto sea,    pero se mirará como una gala    que de palabras conocidas forme    con tino y discreción nuevas palabras.

   Luego, no satisfecho de esta traducción, en una de las notas a su obra que publica en 1844, dice que también puede traducirse este pasaje por:

   Elegante será si cauto y diestro   en la colocación de las palabras,   por un hábil ensamble nuevas hace   las que todas reputan ordinarias.

   Gómez Hermosilla, en su Arte de hablar en prosa y verso, traduce el dixeris egregie por:

   Hablarás bien si artificioso enlace   nuevas hiciese las antiguas voces.

   Parece que la dificultad está en la significación de la voz serendis y el callida iunctura. Según una nota del señor Mínguez al precepto VII, de la voz serendis unos dicen que viene del verbo sero, serui, sertum, que significa juntar, atar unas cosas con otras, ¡rlas poniendo a continuación, y otros que viene de sero, seri, satum, que significa sembrar, ingerir, hacer, nacer, etc. «Ya venga del uno, ya del otro verbo —dice el padre Mínguez—, aquí trata Horacio de la invención y unión de unas voces con otras.» Esto puede suceder de tres modos: o por medio de dos palabras usadas formar una nueva, como velivolus, de velum y bolo; o sin unión inventándolas de nuevo, como hicieron los latinos con la voz gemina, no teniendo otra propia para significar la yema o botón que brota en las vides y árboles; o, finalmente, haciendo pasar a la lengua latina alguna voz griega, como periscelis, para significar la liga que ciñe la media en la pierna.   Metastasio opina que la voz serendis viene del verbo sero, serui, sertum, que significa atar, y que callida iunctura significa la artificiosa colocación de las palabras enteras que adquieren novedad, fuerza y esplendor por el artificio con que están colocadas unas detrás de otras.   Yo creo que en este pasaje no sólo habló Horacio de la invención de nuevas palabras, sobre lo que recomendó la mayor cautela y ser parco, sino también de la combinación artística de las ya usadas y conocidas, que las da novedad, resulta la dicción elegante, y, por lo tanto, que en mi traducción me aproximo al espíritu del autor y expreso con mayor claridad que aquellos señores traductores la idea en las dos redondillas que he escrito.

En ordenar las palabras .......... (In verbis serendis) también previsor serás ........... (etiam tenuis) con elegancia hablarás ........... (dixeris egregie) si con artificio labras ............... una dicción bella y culta ......... (si iunctura callida)y si vocablos comunes ...........y muy conocidos unes ............ (notum verbum) y una voz nueva resulta .......... (reddiderit novum)

   Encerrada en la estrechez de dos redondillas, teniendo que buscar consonantes, ¿podría traducirse con menos palabras, frases y epítetos este pasaje oscurísimo de Horacio, en que los comentaristas disputan si quiere decir esto o lo otro, y unos traducen en un sentido y otros en otro diverso su intención?(11) «Cetegos» se expresa aquí por los antiguos. M. Cornelio Cetego, que vivió en tiempo de la segunda guerra púnica, fue cónsul en 549.(12) Virgilio, príncipe de los poetas épicos latinos, vivió en tiempo de Augusto. Escribió la Eneida. Vario, célebre

Page 38: Epístola a los Pisones

poeta contemporáneo de Horacio y Virgilio, revisó la Eneida de éste por orden de Augusto.   Cecilio Estacio era de la Insubria, hoy Milanesado; fue uno de los más célebres poetas cómicos de su tiempo y murió en 336, un año después que Ennio. Plauto fue también poeta cómico, natural de Sarsina en la Umbría.(13) Ennio, el primer poeta latino que empleó los versos épicos y trató la epopeya entre los romanos. Catón el censor, célebre por su prudencia y rigidez de costumbres, fue el primero que usó, según dicen, la voz tempesticum.(14) «Ya sea que al mar obligo». En el año 717 de la fundación de Roma, Agripa, por orden de Augusto, hizo que se comunicasen los lagos Averno y Lucrino, y construyó allí una dársena llamada Portus Julius en honor de aquel príncipe. También hizo desecar la laguna Pontina, en el Lacio, por medio de un canal de quince millas por donde desaguaba en el mar. El terreno desecado fue cultivado y mantenía a las ciudades vecinas, que eran Secia, Priverno y Terracina. También mandó Augusto encauzar el Tíber y construir diques para contener sus avenidas, que inundaban el Velabro y los campos.(15) «Y la norma del lenguaje». Este uso que establece a su antojo las leyes y reglas del lenguaje sólo está entre aquellos que han sido bien educados y que siempre han vivido en lugares por donde corre el lenguaje más puro entre buenos escritores.(16) Homero, príncipe de los poetas griegos que compuso dos poemas épicos, la Ilíada y la Odisea, escogió el verso hexámetro pitio.   Los latinos entendían por número unas veces lo que se llama pie, otras lo que medida o ritmo, y lo que se llama cadencia o caída de la frase. En este pasaje enseña el autor en qué metro debe ser tratado cada argumento, y hace mención de cuatro géneros de versos: heroico, que inventó Homero; elegíaco, cuyo autor es incierto; yámbico, su invención se atribuye a Arquíloco; y lírico, que se dice inventado por Orfeo instruido por su madre Calíope, una de las nueve musas. Los pies del verso hexámetro o heroico son el espondeo y el dáctilo; pero no todo verso hexámetro es heroico porque, para serlo, además de ser sonoro y numeroso, debe contar acciones heroicas. Por esta razón los versos del texto latino de Horacio en esta su Arte Poética son hexámetros, pero no heroicos.(17) «En versos fueron expuestas desiguales». Esto es, en hexámetros de seis pies y en pentámetros de cinco.(18) Arquíloco, poeta griego, empleó con acierto el verso yambo en las sátiras que compuso contra sus enemigos, principalmente contra Licambes. Los griegos llamaban yambos lo que nosotros sátiras.(19) Orfeo, primer poeta lírico: le imitaron Píndaro, Alceo, Safo, Anacreonte y después Horacio.   Hay odas heroicas, como las de Píndaro, odas de los galanes y odas báquicas (libera vina referre).(20) Aquí trata el autor del estilo de cada composición, decoro que debe guardarse en el lenguaje, y que con éste y con la acción deben moverse los afectos. Lo ilustra con varios ejemplos.(21) Tiestes, hijo de Pélope, comió los miembros de su propio hijo en un convite que le dio su hermano Atreo. En este pasaje de Horacio se toma por cualquier asunto trágico.(22) Cremes es un viejo que introduce Terencio en sus comedias. La comedia no debe subir jamás hasta el tono heroico. La tragedia tampoco descenderá al cómico. El estilo bajo y abatido de la desconsolada Fedra siempre es de una reina que gime.(23) Télefo, hijo de Hércules y rey de Misia, y Peleo, padre de Aquiles, siendo ambos echados de sus reinos, se vieron en la necesidad de mendigar el socorro de los príncipes de la Grecia, y sirvieron de asunto a Eurípides para dos tragedias.(24) Decoro en el carácter de los personajes del poema, en los que deben considerarse cuatro circunstancias: fortuna o estado, edad, profesión o género de vida, y país o nacimiento.    En unos textos latinos se lee: Intererit multum divusne loquatar an heros. Y en otros se lee: Intererit multum davusne loquatur an heros. El señor Burgos escribe en el resto de su obra davus, y traduce: «Distinguir, pues, importa si el que habla es héroe o esclavo». El padre Mínguez escribe divus y traduce: «Debe haber gran diferencia entre el lenguaje de un dios y el de un héroe». Conocida como es la idea del autor, es indiferente que el texto diga divus o davus. Cuanto mas elevada sea la persona, es de suponer que ha de producirse con palabras y modales más finos y más delicados que una de baja esfera.(25) La Asiria y la Cólquide eran dos grandes provincias de Asia.    Tebas era la capital de la Boecia y Argos la de la Argólide en el Peloponeso.   Los pueblos de la Cólquide eran montaraces y crueles. Los asirios, delicados y afeminados. Los tebanos, toscos e ignorantes; los de Argos, cultos y arrogantes.(26) Aquiles, hijo de Peleo, famoso en la guerra de Troya, de quien se refieren aventuras.(27) La fábula supone que Medea fue una hechicera que casó con Jasón, a quien ella siguió a la Grecia. Para detener a su padre, que la iba persiguiendo, sembró por el camino los miembros de su hermano Apsirto, dio veneno a su padre, a la hija de Jasón y mató a dos hijos que tuvo de éste y después se escapó por los aires sobre un carro tirado por dos dragones.   Ino, hija de Cadmo y Hermíone, se imaginó que era leona y mató a sus dos hijos. Reconoció su yerro y llevada por su dolor se arrojó al mar. Fue asunto que trató Eurípides.   Ixión, rey de Tesalia, en un convite mató a traición a su suegro, asunto que trataron Esquilo y Eurípides.   Ío, trasformada en vaca, fue perseguida por Juno, que la envió un tábano que la hizo andar errante por diversos países, asunto tratado por Esquilo.   Orestes, habiendo muerto a su madre por vengar la muerte de su padre Agamenón, quedó por largo tiempo agitado de las Furias.(28) La Ilíada es el famoso poema que escribió el padre de los poetas, Homero. También escribió la Odisea, otro poema. De éstos y de la Tebaida es de donde todos pueden tomar asunto de tragedia. Así lo hizo don Francisco Martínez de la Rosa en su famoso Edipo.(29) «Un asunto ya trillado por otros». En asuntos ya tratados por otros, al imitarles se ha de cuidar de no tomar el hilo de la fábula. Deben ponerse nuevos pensamientos y una locución enteramente distinta de la de aquéllos, procurando evitar frases hinchadas y arrogantes.(30) «El Cíclico». Este nombre viene del griego xuclos, «círculo»; y significa o un poeta que sigue el orden metódico de una historia o fábula, o el que pone seguidamente en verso la vida de un héroe, como Nono en sus Dionisíacas; o bien sea uno de aquellos poetas que iban a las esquinas o corrillos a recitar sus versos; o finalmente un poeta que sacaba sus versos del libro Cíclico, o sea, Epicus cyclus, que contenía la serie de todas las fábulas hasta la vuelta de Ulises a su patria. Créese que el autor de este libro era Stasimo, quien lo es de la pequeña Ilíada, y sigue el orden de los tiempos desde el nacimiento de Príamo hasta su muerte.(31) «Cantaré las aventuras...». Así empieza la pequeña Ilíada, a cuyo autor, que se cree Stasimo, critica Horacio.(32) «Dime, oh musa, el héroe que...». Éste es el principio de la Odisea o de las aventuras de Ulises, cuya obra elogia Horacio, como todo lo que es de Homero.(33) Antífates, rey de los lestrigones, pueblos crueles, que devoraron a muchos compañeros de Ulises.

Page 39: Epístola a los Pisones

   Escila y Caribdis, dos escollos; que la fábula fingía que eran dos monstruos terribles en el estrecho de Sicilia que se tragaban los navíos; que Escila había sido hija de Forco, convertida por Circe en un monstruo rodeado de perros; y que Caribdis era una mujer que, por haber hurtado los bueyes a Hércules, herida por un rayo, quedó convertida en monstruo que todo se lo tragaba.   Polifemo, el que devoró en Sicilia seis compañeros de Ulises, y éste le sacó un ojo. Virgilio cuenta su historia en el libro III de la Eneida.(34) «Diomedes». Este pasaje es una crítica a Antímaco, autor de un poema sobre la vuelta de Diomedes, tío del héroe.   Leda, mujer de Tindáreo, rey de Laconia, puso dos huevos; de uno salieron Cástor y Clitemnestra; del otro, Pólux y Elena, que fue la causa de la guerra de Troya. El autor de la pequeña llíada comienza su poema por los dos huevos de Leda y le critica Horacio.(35) En este pasaje alaba a Virgilio, que principia su Eneida desde el último de los siete años que Eneas anduvo recorriendo los mares.(36) «Oye autor lo que exigimos». En este precepto aconseja que se dé a cada personaje el carácter que le corresponda según su edad y las costumbres de cada época, que es lo que se llama ponerse en carácter. Describe con este motivo las pasiones del hombre en su niñez, juventud, edad varonil y vejez.(37) El cantor era una persona del coro que, concluida la representación de la pieza, decía al público: «Plaudite abite».(38) Preceptúa el decoro que ha de guardarse en lo que es representable en el teatro. No obstante que la representación es más eficaz para mover los ánimos, no deben exponerse las cosas crueles, malas, imposibles y obscenas, bastando referirlas.   La palabra escena en su origen significa un tablado cubierto de ramas de árboles sobre el que se colocaban los actores a representar, pero después significó el lugar de la acción y también las diferentes partes en que se divide un acto.(39) Atreo, para vengarse de su hermano Tiestes, degolló los hijos que éste había tenido de Aérope y se los sirvió en un convite, atentado que, según los poetas, de horror y espanto hizo retroceder al Sol.   Procne degolló a su hijo Itis y se lo dio de comer a su marido Tereo; después fue convertida en golondrina.   Cadmo, fundador de Tebas, consumido por la vejez, fue convertido en serpiente en Enela, ciudad de Iliria.(40) «No puedas salir del paso». Entonces se acostumbraba a hacer que apareciese alguna deidad en una máquina. En nuestras actuales costumbres sería ridículo un desenlace de esta especie en una pieza dramática. Sólo es tolerable en las comedias que llaman de magia.(41) El coro de los antiguos tenía parte en la acción que se representaba. La primera persona del coro, llamada corifeo, hablaba en los actos por todos los otros.(42) La flauta en lo antiguo era de hueso, o de canilla de algún animal, y también de boj, de saúco y aun de caña; tenía cuatro agujeros, y era de una pieza; pero después se hizo de muchas piezas unidas, remataba en labio como la trompeta, y la aumentaron los agujeros. «Guarnecida de oricalco», dice Horacio que se usaba en su tiempo la flauta. El oricalco era una mezcla de metales preciosos, que no conocemos ahora. En este pasaje se toma por cualquiera metal dorado.(43) Pulpitum se llamaba el lugar elevado de la escena donde estaban los representantes.(44) La lira era al principio de tres cuerdas; Orfeo le añadió una; después se la añadieron otras hasta diez.(45) El oráculo de Apolo estaba en Delfos, ciudad de la Fócide donde había un templo dedicado a aquella deidad, famoso por sus oráculos aunque todas sus respuestas siempre fueron ambiguas.(46) En este precepto explica el autor como se debe guardar decoro en las sátiras. Refiere su origen y la diferencia que hay entre la sátira y la tragedia, atribuyendo a aquélla la libertad licenciosa de las sentencias y a ésta la gravedad y pundonor. La poesía dramática, en sus principios, era un compuesto de trágico y cómico. Consistía la acción en la aventura de algún héroe y el coro que se componía de sátiros y decía jocosidades ingeniosas.   Los trágicos de Grecia disputaban entre sí públicamente y aquel cuya obra merecía mejor aceptación lograba en premio un macho cabrío, víctima ordinaria de Baco. Otros dicen que este premio consistía en un pellejo de macho cabrío, lleno de vino. Prasinas, sucesor de Tespis, fue el primero que dio dramas satíricos.(47) Como la representación se figuraba en las selvas, salía un coro compuesto de sátiros, esto es, los representantes que lo formaban se disfrazaban con caras barbas y pies de macho cabrío. En las comedias de figurón, el arlequín o gracioso, con su vestido de botarga, sus ademanes, estilo, chistes y hasta tono de voz, remeda en algún modo a los sátiros.(48) Un héroe trágico, como Ulises, conserva en escena su gravedad, aunque tenga delante un sátiro desnudo que hace reír y divierte a la plebe. Ulises habla con seriedad y decencia, y el sátiro responde con bufonadas en El cíclope de Eurípides.(49) «Autor de sátiras yo». En las sátiras debe guardarse el decoro debido a las personas y darse a cada cual el lenguaje que le corresponde. Aconseja se abstenga el poeta de las palabras que explican las cosas sencillamente sin rebozo alguno y, especialmente, de las obscenas. Según algunos, las sátiras dramáticas desenvueltas derivan su nombre de satyrus o sátiro; y las finas y delicadas de Horacio y Juvenal, de satural, azafate o plato lleno de toda especie de frutas escogidas.(50) Dabo, Pitias y Simón son personajes cómicos de Terencio y otros.(51) En las sátiras dramáticas el coro era gobernado por un sileno. A éste se le representaba como un viejo lleno de arrugas, calvo, chato, con barba larga y una gran taza colgada del cinto como de prevención para beber a cualquiera hora. Dicen que un sileno fue el que crió y educó al dios Baco.(52) «Sacaría la ficción». En estos versos describe Horacio la difícil facilidad que engaña al que cree que puede hacer otro tanto como ve y, al ponerse a ejecutarlo, por mucho que se afana y suda, no puede conseguirlo.(53) Que se eviten la demasiada urbanidad y la demasiada grosería en las expresiones de los sátiros introducidos en la escena.   Los griegos llamaban sátiros a los faunos.(54) Al tratar del verso yámbico, advierte el autor que se cuide de no colocar el espondeo en los pies pares. Define el pie yambo y dice por qué los yámbicos senarios se llaman trímetros. Después distingue dos géneros de versos yámbicos: el antiguo, que consta solo de versos yambos; y el nuevo, que admite al espondeo en los pies impares. Cita a los poetas que rara vez usaron el yambo puro en sus trímetros.   El pie yambo consta de una sílaba breve y otra larga; opuesto al troqueo, que tiene una larga y otra breve.   Verso trímetro se llama aquel que tiene tres medidas. Hexámetro el que tiene seis. El pie yambo no hace solamente una medida o metro como otros pies, sino que dos pies yambos se cuentan por una sola medida.   Cuando el verso era de puros yambos, aunque tuviese seis pies, se hacía entrar a cada uno de ellos en una medida o compás, el uno para lo elevado y el otro para el golpeo armonioso. Por esta razón, unas veces se llamaban senarios y otras trímetros, según las medidas o compases que se guardaban con los dedos o los pies.

Page 40: Epístola a los Pisones

Ejemplo con seis medidas:   Beat-tus il-lequi-procul nego-tiis.   Ídem con tres medidas:   Beatus il-lequi-procul negotiis.(55) Horacio censura a Accio y Ennio por haber puesto en sus versos demasiados espondeos.(56) Indica que el descuido e ignorancia del arte han sido causa de haberse introducido el espondeo fuera de tiempo y sazón en el verso yámbico, sobre lo que se dice que se ha tenido demasiada condescendencia con los poetas latinos, pues no todos advierten el defecto. Aconseja que se guarden de semejante licencia, que no es digna de alabanza, y que se imite el cuidado de los griegos en este punto.(57) O si los versos no tienen su medida propia y el número de tiempos que les señala la regla; porque un número y una medida convienen a unos poemas, y otros a otros. Para denotar la aceleración y la prisa son más del caso los dáctilos y, para la lentitud, los espondeos.(58) Horacio no censura en este pasaje ni el lenguaje ni la invención cómica de Plauto, sino aquellas jocosidades que, por lo regular, degeneran en bufonadas sin gracia alguna y su versificación, en la que el número de espondeos y dáctilos que empleó echó a perder el movimiento y armonía del verso.   Con los dedos denotaban los antiguos el tiempo o intervalo de los pies métricos y aquéllos eran los jueces del ritmo o medida. El oído juzgaba del sonido y modulación de los versos.(59) Tespis floreció en tiempo de Solón; pero ya antes de él se encuentra algún principio de tragedia en que todo un coro cantaba las alabanzas de Baco. Mas, para dar tiempo a que el coro descansase y tomase aliento, añadió Tespis un actor que recitaba las aventuras de algún héroe.   Esquilo, poeta también griego, reformó el teatro. Introdujo en la tragedia el diálogo, por lo que en lo sucesivo se reputó el coro como accesorio de la tragedia. Su estilo es magnífico, elevado, vehemente, y su expresión, terrible.(60) Estas máscaras de teatro eran carátulas en que se pintaban unos rostros, según la edad, carácter y papel de la persona que representaba cada actor.   El coturno era un borceguí con tacones altos, calzado propio de la tragedia.(61) Hubo tres géneros de comedia: antigua, media y nueva. La antigua, como nacida de la sátira, no usaba de rebozo alguno, sino que llamaba a las personas por sus nombres propios y sacaba al teatro los defectos de todos, ya sujetos principales, ya magistrados. Sócrates fue representado por su propio nombre en Las nubes de Aristófanes.   Viose de este género de comedia en tiempo de la guerra del Peloponeso. Lámaco, general de los atenienses, la reformó en el año 350 de la fundación de Roma, y de aquí provino la comedia nueva, en que los nombres eran fingidos, pero los asuntos reales y verdaderos. Una nueva ley lo prohibió y desde entonces nombres y acciones fueron fingidos. Tales son las comedias de Menandro, Plauto, Terencio y las nuestras.(62) Los Pisones eran de la casa Calpurnia, que pretendía descender de Calpe, hijo de Numa Pompilio, segundo rey de Roma.(63) Demócrito, filósofo de Abdera, que se divertía con las locuras de los hombres.   El Helicón o el Parnaso es un monte de Beocia consagrado a las musas, en el cual estaban edificados la ciudad y templo de Delfos.   En el soneto de Moratín «Las Musas» se compendian los nombres y oficios de cada una de las nueve hermanas.(64) Licino era un famoso barbero de Roma que juntó gran caudal. Dicen que César lo hizo senador por el odio que tuvo aquél a Pompeyo.(65) Se decía que el eléboro tiene virtud para curar la locura.   Se le traía de Anticira, una isla del archipiélago. Comúnmente se ponen dos islas de este nombre; pero Horacio dice que, aunque hubiere tres, no bastaría todo el eléboro que produjesen a curar la locura de los poetas que va describiendo.(66) «Al poeta he de decir». Horacio pone en este y demás versos de todo el párrafo una especie de preludio de los preceptos generales que va a exponer seguidamente, satirizando a aquellos escritores extravagantes en su vestido, trato y costumbres, que piensan que la verdadera erudición y doctrina consiste en distinguirse así de los demás, e interpreta las palabras de Demócrito en distinto sentido que éste quiso significar.(67) El poeta necesita un gran caudal de ciencia, caudal que debe tomar de los libros y escritos de los filósofos y de los historiadores, y poseer extensos conocimientos en todos los ramos del saber humano. Debe tener gran discernimiento para distinguir lo verdadero, lo justo, lo bueno y bello, y estar dotado de un exquisito gusto.(68) «Dio a los griegos el Parnaso». Alaba a los griegos por su afición a la poesía y vitupera a los romanos, que sólo ejercitaban a sus hijos en la aritmética, y dice que el que ha de ser ilustre poeta se ha de ejercitar desde niño en hacer versos.   El Parnaso se toma en este pasaje por la reunión o colectividad de las musas. (Véase la nota 64.) (69) El as romano valía una libra y se dividía en doce onzas. Semis era la mitad del as, o seis onzas. Triens la tercera parte, o cuatro onzas. Sextans la sexta parte, o dos onzas. Quadrans, tres onzas. Septunx, siete onzas. Bes o bessis, ocho onzas. Dodrans, nueve onzas. Destaux, diez onzas. Deunx, once onzas.(70) Albino fue un célebre usurero de Roma.(71) Para conservar los libros, los antiguos solían frotarlos con el jugo o aceite del cedro, y los encerraban en cajones de ciprés, porque estas dos maderas son incorruptibles que preservan de la polilla.(72) Distribúyense las obras en tres clases, según el fin que se proponen. O instruyen, o agradan, o realizan uno y otro. Estas últimas son las mejores, las que inmortalizan el nombre de su autor. El que enseña debe ser breve y claro para que el que aprende perciba pronto y lo retenga fielmente en la memoria.(73) En este pasaje enseña el autor que lo que refiera el poeta ha de ser verosímil, pues la inverosimilitud de un suceso ni instruye ni deleita ni interesa. Corrobora su precepto de dar preferencia a las obras que unen lo útil con lo agradable y compara la poesía con la pintura, pues una y otra imitan la naturaleza, y según ella forman sus imágenes. La poesía es una pintura que habla, la pintura una poesía muda.(74) Se entiende aquí por fábula la acción que constituye el principal asunto del poema.(75) Las Lamias, según creía el vulgo, eran fantasmas o duendes que, bajo la figura de mujeres, andaban de noche y chupaban la sangre de los niños o se los tragaban.(76) «Los ancianos». Seniores llama el autor en este perído a los senadores por su edad y dignidad. Como cada tribu estaba dividida en centurias, se puede entender que alude a las de los ancianos.   Los caballeros romanos estaban divididos en tres tribus, a saber: ramnenses, titienses y lúceres, llamados así por Rómulo, Tito Tacio, rey de los sabinos, y Lucurno, rey etrusco, ambos aliados de Rómulo.(77) En los comicios o juntas para las elecciones, cada elector ponía un punto al fin del nombre del candidato en las tablas que había para este efecto.(78) Los Sosias eran dos famosos libreros de Roma.(79) Hubo en Roma dos poetas Querilos. El primero en el año 266 de Roma cantó la victoria de los atenienses

Page 41: Epístola a los Pisones

contra Jerjes y recibió un escudo de oro por cada verso. El segundo es de quien habla Horacio.(80) «Oh Pisón, el mayor de tus hermanos». El que no sobresalga en poesía renuncie voluntariamente al nombre de poeta. En todas las facultades es admisible la medianía; a un poeta no le es lícito ser mediano. Se queja el autor de los que, ignorando o despreciando las reglas del arte poético, se atreven a componer versos. Mucho de esto hay en el día, donde el abuso es extremado y mas se advierte con notorio perjuicio de la sociedad en la política. Todos se creen hombres de Estado y todos se meten a escritores y periodistas. No hay otro remedio que volver a los estudios clásicos e imprimir su gusto en el ánimo de la juventud, ya que desgraciadamente la presente generación está maleada.(81) Mesala fue un gran orador político e hijo de otro orador célebre, Mesala Corvino.(82) Aulo Cascelio fue un celebre jurisconsulto.(83) «Los postes». Puede significar las columnas, que resonaban cuando los poetas recitaban sus versos y como que gemían cuando eran malos; o los postes donde los libreros ponían los carteles de anuncio. Los mismos poetas los fijaban anunciando al público el día, hora y lugar en que recitarían sus versos.(84) La miel de Cerdeña es mala; con ella y con semilla de adormideras se hacía un plato de postre en las mesas vulgares.(85) El Campo Martio era una llanura de Roma entre el Tíber y los montes Citorio, Quirinal y Capitolino, a cuyo sitio concurrían los jóvenes a ejercitarse en todo género de juegos gimnásticos y guerreros.(86) Para ser caballero se necesitaba poseer un caudal por valor de cuatrocientos mil sestercios, que equivale a más de 320 mil reales vellón de nuestra moneda.(87) Encarga el autor al mayor de los Pisones que, demasiado fiado en la bondad de su ingenio y talento, no publique antes de tiempo alguna obra si acaso la compusiese; sino que la retenga por largo tiempo, porque así podrá corregirla y porque no se puede recobrar la fama una vez perdida. Refiere cómo usaron de la poesía los filósofos y sabios antiguos; y, haciendo elogios del arte, demuestra que honra al sujeto que se dedica a ella.(88) Mecio Tarpa, gran crítico, era uno de los principales jueces puestos para examinar las obras de elocuencia y poesía que se leían públicamente en la Biblioteca Palatina.(89) Orfeo, hijo de Apolo y de Calíope, gran poeta y músico, es llamado intérprete de los dioses por haber compuesto himnos en su honra y enseñado a los hombres las ceremonias de la religión.(90) Los hombres en estado salvaje se alimentaban de bellotas, de carne cruda y sangre que bebían.(91) A Anfión se le supone hijo de Júpiter y de Antíope. Creíase que había edificado las murallas de Tebas al son de su lira.(92) Los poetas enseñaron a los hombres la filosofía, la religión, la moral, la política y a vivir en sociedad.(93) Después de la primera edad de Orfeo y Anfión, florecieron Homero y Tirteo. Este poeta griego vivió setecientos años aproximadamente antes que J. C. Era tuerto, contrahecho y pequeño de estatura; hallábase de maestro de escuela en Atenas. Los lacedemonios, que sostenían una guerra con los mesenios, por inspiración del oráculo de Apolo, con quien consultaron, pidieron un general a los atenienses. Éstos por burla les dieron a Tirteo. Puesto a la cabeza de los lacedemonios, compuso unos versos con los que animó de tal modo el entusiasmo de los soldados que alcanzaron una completa victoria contra sus enemigos los mesenios. Otros dicen que inventó una trompeta con cuyo sonido los aterró.(94 y 95) Muchos de los grandes poetas lograron por sus versos el favor de reyes y emperadores; por eso aconseja Horacio a los Pisones que no se avergüencen de cultivar un arte que profesaron Apolo y las musas. Al tratar la cuestión de las causas eficientes de la poesía, naturaleza y arte, responde que deben estar unidos, pues nada vale el ingenio sin el arte ni éste sin aquél. Sin estudios preparatorios ninguno puede ser buen poeta, como sin ensayos y sin maestros nadie sería buen luchador ni buen músico.(96) Los cánticos píticos o Carmina pythia eran himnos en loor de Apolo Pitio que se cantaban en las fiestas celebradas en su honor, instituidas para conmemorar la victoria de aquel dios contra la serpiente Pitón. Según otros, eran los cánticos que se entonaban en ciertas comedias, donde un flautista llamado pythales tocaba solo e imitaba el cántico pítico que el coro acababa de cantar a voces.(97) «Mala sarna coja el último». Era proverbio de los muchachos para animar a correr al que se iba quedando atrás en la carrera.(98) «Aquel poeta que en hacienda y oro». En este precepto aconseja el autor humildad a los poetas y escritores, porque lo que se dice de poetas es igualmente aplicable a todos los que escriben para deleitar y enseñar. Que busquen buenos censores para sus obras, que ni teman ni esperen. Amplifica sus ideas con símiles muy adecuados. Explica los deberes de un imparcial, sabio y prudente corrector: que quite lo inútil y superfluo; que añada lo que falta para dar claridad al concepto; que haga variación mejorando en algunas expresiones y conceptos; y que dé a los versos una colocación más suave y armoniosa. Es lo que enseña el autor que un desinteresado censor debe decir al que le presente su obra a la censura. Además vitupera a los que hacen versos sólo por hacerlos sin cuidarse de lo que pide su género, su asunto y el objeto que expresan, y concluye con una magnífica alegoría en que dibuja a un poeta que hace versos, los muestra a otros y no quiere ser criticado ni corregido.   «Los censores prudentes (qui sapiunt) se guardan muy bien de poner mano en sus versos (tetigisse timent); sólo los necios y los que nos entienden los oyen y critican. Agitant pueri incautique sequuntur, pues si un poeta de esta especie cae en un error o absurdo (imputeum), por más que clame: amigos míos ayudadme con vuestros consejos (sucurrite), no le deis ya el menor aviso (non sit qui tollere curet). De intento ha querido cometer necedades (prudens se dejecit); nada le digan, dejadle que se pierda por su gusto (liceat perire poetis); no os leyó sus versos sino para que le alabaseis; si os pilló y os tiene asidos, no os dejaría hasta tanto que se haya hinchado de alabanzas». Así explica monseñor Batteux este pasaje.(99) Las costumbres de las plañideras que los romanos llamaban praeficae todavía se observan en algunos lugares de Andalucía.(100) Los reyes de Persia, según dicen o, por mejor decir, los tiranos suspicaces, son los que acostumbran a abusar de sus convidados haciendo que se embriaguen, porque el vino hace decir todo lo que se sabe.(101) Quintilio Varo, natural de Cremona, gran poeta, amigo de Virgilio y Horacio. Cuando éste escribió su Epístola a los Pisones ya había muerto.(102) Aristarco fue un gramático de Alejandría, discípulo de Aristófanes y maestro de los hijos de Ptolomeo Filometor, rey de Egipto. Según Cicerón y Eliano, su crítica era tan fina y segura que distinguía en Homero los versos espurios de los que eran genuinos de este poeta. De aquí provino dar el nombre de Aristarco a todo crítico juicioso, como el de Zoilo para calificar a un censor injusto y maldiciente.(103) Los latinos llamaban a la ictericia morbus regius. Los fanáticos propiamente eran los sacerdotes de Belona, que al pronunciar sus oráculos hacían mil extremos, visajes y locuras. La voz de fanáticos viene de fanum, el templo. Llaman lunáticos a los que padecen alguna monomanía periódica, cuya enfermedad dicen que crece y mengua con la luna. La atribuían los antiguos a la cólera de Diana y por eso decían «Iracunda Diana».

Page 42: Epístola a los Pisones

(104) Cuentan que Empédocles, poeta de Agrigento en Sicilia y médico, se precipitó en las llamas del monte Etna para hacer creer que había sido arrebatado y colocado entre los dioses, pero que las llamas del volcán arrojaron después una de sus chinelas de bronce y se descubrió así la locura y temeridad del extravagante filósofo. Otros refieren distinta historia de este hombre, que también fue político y se mezcló en revoluciones en su país.(105) Entre los antiguos no había cosa de mayor veneración que los sepulcros.(106) Había la costumbre de poner una señal en el paraje en que caía un rayo o centella. La llamaban bidental.Purificaban los arúspices por el sacrificio de una oveja, llamada bidens, aquel sitio; y los que le profanaban o quitaban aquella señal, que consistía en estacas o piedras puestas alrededor, eran considerados como impíos.

(Or) Q. HORATIUS FLACCUS, Satires. Odes et épodes. Épîtres: Texte et traduction, edición y traducción de François VILLENEUVE, París: Société d'édition "Les Belles Lettres", 1927-1934.(Tr) HORACIO, Arte poética, traducida del original latino por Dolores Gortázar, Madrid: Imprenta Moderna, 1901. Obra premiada en los Juegos Florales que se celebraron en León cuando la conmemoración del VI centenario de Guzmán el Bueno.

PoéticaDe Wikipedia, la enciclopedia libre

Saltar a navegación, búsqueda

Se designa poética a la ciencia nomotética cuyo objeto de estudio son las artes, y la literatura. Para Igor Stravinski, la poética es un estudio de la obra que va a realizarse, es un hacer del orden. Para Algirdas Julius Greimas, la poética designa el estudio de la poesía como la teoría general de las obras literarias (Greimas y Courtes, Semiótica, "Poética", Diccionario razonado de la teoría del lenguaje, 309). Para Tzvetan Todorov, la poética es una ciencia que estudia el discurso literario; apunta a una reflexión científica sobre la literatura, ubicándose no en el conjunto de hechos empíricos que determinan las obras literarias, sino en el discurso literario. Asume que la obra literaria es una estructura abstracta posible, en la cual existe constantes discursivas que pueden ser estudiadas por un estudio científico.

Como disciplina propia del discurso literario, la poética tiene un objeto propio, la literatura, en la cual se diferenciará formalmente con otro tipo de discursos, como la

Page 43: Epístola a los Pisones

lingüística, la sociología, la estética. Esto se debe a que el lenguaje de la literatura se diferencia de los otros lenguajes porque está constituido por un código poético. No obstante se puede apoyar en las otras ciencias en la medida que el lenguaje forme parte del objeto. Tales como las disciplinas que traten del discurso. La poética, según Todorov, se definirá necesariamente en dos extremos, desde lo muy particular, y lo demasiado general. Esto implica que una generalización por medio del discurso, no debe ser inflexible, sino que debe atenerse a la descripción de lo específico y de lo singular (31). Esto significa que se debe teorizar más que apelar una metodología estricta. Como ciencia que se está haciendo, La poética de Todorov es una propuesta para el estudio del discurso literario, por lo tanto, apenas enuncia las bases de la poética. para luego entrar en el análisis del texto literario.

También se le designa poética al estudio de un autor que hace sobre sus obras.

Tabla de contenidos

[ocultar] 1 Poética de Aristóteles 2 Ars Poetica de Horacio 3 El Arte Poética de Boileau 4 Poética de Hegel 5 Primer curso de Poética de Paul Valéry 6 Poéticas de las literaturas hispánicas 7 Poética musical 8 Otras Poéticas 9 Reflexión de su obra en textos literarios 10 Bibliografía

11 Enlaces externos

Poética de Aristóteles [editar]

Artículo principal: Poética (Aristóteles)

La Poética de Aristóteles fue escrita en el siglo IV adC, entre la fundación de su escuela en Atenas, en el 335 adC, y su partida definitiva de la ciudad, en el 323 adC un año antes de su muerte. Su tema principal es la reflexión estética a través de la caracterización y descripción de la tragedia. Originalmente la obra estaba compuesta de dos partes: un primer libro sobre la tragedia y la epopeya y un segundo sobre la comedia y la poesía yámbica que se perdió, aparentemente durante la Edad Media, y del que nada se conoce.

Básicamente, la obra consta de un trabajo de definición y caracterización de la tragedia y otras artes imitativas. Junto a estas consideraciones aparecen otras, menos desarrolladas, acerca de la Historia y su comparación con la poesía (las artes en general), consideraciones lingüísticas y otras sobre la mímesis.

Ars Poetica de Horacio [editar]

Page 44: Epístola a los Pisones

Artículo principal: Epístola a los Pisones

La Epístola a los Pisones del poeta Horacio, más conocida como Ars poetica, ha venido a ser uno de los sostenes del clasicismo en la literatura. Ensalza los modelos griegos como maestros y proporciona consejos técnicos a los poetas noveles. Frente a Aristóteles, Horacio adopta otro tono, ya que, a diferencia del filósofo, él mismo es un artista de la palabra y puede aportar su propia experiencia como creador. El texto cuenta con treinta apartados delimitados por los vocativos utilizados para llamar la atención de sus destinatarios, los Pisones. Valiéndose del símil o comparación ("Así como los árboles mudan la hoja al morir el año ...así también perecen con el tiempo las palabras antiguas..." VII), de la anécdota ("Un estatuario de cerca del Circo de Emilio ..." IV), de la metáfora ("El atleta que anhela llegar primero a la meta ... mucho tiempo se ejercitó de niño..."XXIX), y del argumento de autoridad ("Homero nos enseñó ..." VIII) concreta su intención didáctica.

El Arte Poética de Boileau [editar]

Boileau es normativo al cimentar las bases según la tradición establecida por Horacio. Es importante leer a Horacio para comprender la poética de Boileau.

Poética de Hegel [editar]

Búsqueda de la subjetividad manifestada en la historia.

Primer curso de Poética de Paul Valéry [editar]

Artículo principal: Poética de Valéry

En el año de 1937 en la Lección inaugural del curso de Poética en el College de France, Paul Valéry dicta la primera lección del curso de Poética. Su problema a resolver: revalorar la poética no como una alicante de reglas formales fijas en la cual se determinaba cómo se debía hacer arte. Sino en pensarlo como un hacer “El hacer, el poiein del que me quiero ocupar, es aquel que se acaba en alguna obra y que llegaré pronto a limitar a ese género de obras que se ha dado en llamar obras del espíritu” (Válery, 108). Este hacer que está en el uso de su espíritu, y que emplea todos lo medios físicos para llegar al mismo acto que hace y es hecha, sin limitarse en las propias reglas, será el objeto de estudio en la creación.

Poéticas de las literaturas hispánicas [editar]

Las poéticas españolas más antiguas que se conocen datan de época de los trovadores y se limitan más bien a ser tratados de métrica que estudios de Estética. Se conserva un Arte de trovar de Enrique de Villena y también la Gaya de Segovia o Silva copiosísima de consonantes para alivio de trovadores. Más importancia tiene la Carta proemio al Condestable don Pedro de Portugal de don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, que antecedía a su Cancionero, donde se vuelve al concepto de mímesis o

Page 45: Epístola a los Pisones

imitación aristotélico, transmitido por Horacio como ut pictura poesis (como la pintura es la poesía), definiéndola así: "¿Qué cosa es poesía (que en nuestra vulgar 'gaya sçiençia' llamamos) sinon un fingimiento de cosas útiles, cubiertas o veladas con muy fermosa cobertura, compuestas, distinguidas e scandidas por cierto cuento, pesso e medida?", discusión ésta que será enriquecida en pleno siglo XX por un gran número de académicos y artístas baste recordar la frase de Paul Claudel "el ojo escucha". En el Arte de Trovar de Juan del Encina se empieza también a advertir el influjo italiano y alguna reminiscencia clásica, si bien todavía perduran restos de teorías provenzales.

En el Renacimiento Garcilaso de la Vega afirma que la expresión ha de ser transparente y selecta: "Más a las veces son mejor oídos / el puro ingenio y lengua casi muda / testigos limpios de ánimo inocente / que la curiosidad del elocuente". El humanista valenciano Juan Luis Vives escribió una Retórica que incluye un tratado de poética, donde afirma que el arte debe ser pintura de la verdad, y no admite que el tema de las composiciones poéticas atente contra la moral. Fundamentalmente son tratados de versificación las poéticas compuestas por Miguel Sánchez de Lima, Juan Díaz Rengifo, Jerónimo Mondragón y Luis Alfonso de Carvallo, si bien este último defendía el nuevo concepto teatral de Lope de Vega. Muy influyentes en España fueron los tratadistas aristotélicos italianos del Renacimiento, Ludovico Castelvetro y Francesco Robortello, aparte de Minturno y Escalígero. Preceptistas aristotélicos españoles fueron Alonso López, el Pinciano, Cascales y González de Salas. Un lugar aparte lo ocupa, esta vez como preceptistas, Félix Lope de Vega Carpio con su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609), que ofrecía una fórmula dramática nueva y barroca opuesta a la aristotélica.

Poética musical [editar]

Otras Poéticas [editar]

Arte Poéticade Minturno (1563). Laokoon, de Lessing (1776). Sobre lo sublime de Longino. Poetices libre septem de Julio César Escalígero (1561). Arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega (1609). Discurso del Arte de Tasso (1587). Ensayo de un arte poética crítica de J. C. Gottsched (1730). Hölderlin y la esencia de la poesía de Heidegger.

Reflexión de su obra en textos literarios [editar]

Arthur Rimbaud: Carta al vidente, Alquimia del verbo Baudelaire: Bendición José Lezama Lima: Introducción a la EsferaImagen Octavio Paz: Jorge Luis Borges: Ars Poetica

Bibliografía [editar]

Page 46: Epístola a los Pisones

Dolezel, Lubomir. Estudios de Poética y Teoría de la Ficción. Traducción Joaquín Martínez Lorente. Murcia: Universidad de Murcia. Servicio de Publicaciones, 1999.

Tzonis, A. et al., El clasicismo en arquitectura. La poética del orden. Barcelona: Hermann Blume, 1984.

Stravinski, Igor: Poética Musical, Madrid: Taurus, 1989. Greimas. Y Courtes. Semiótica: diccionario razonado de la teoria del lenguaje.

Versión española de Enrique Ballon Aguirre y Hermis Campodónico Carrión. Madrid: Gredos, 1979.

Valéry, Paul. Teoría Poética y estética. Madrid: La balsa de la Medusa, 1998. V.V.A.A. Poéticas: Aristóteles, Horacio, Boileau. Madrid: Editora Nacional,

1984 Todorov, Tarzan. ¿Qué es el estructuralismo? Poética. Buenos Aires: Losada,

1975.