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EXPERIENCIA DISCIPULAR Y PEDAGÓGICA DEL GRUPO DE CATEQUISTAS
DE LA PARROQUIA SAN ANTONIO DE PADUA DE TARQUI- HUILA
DESDE LA INTERPRETACIÓN DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
MARIA JANET SEVILLANO ANDRADE
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
VICERRECTORÍA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN TEÓLOGA
BOGOTÁ
2021
EXPERIENCIA DISCIPULAR Y PEDAGÓGICA DEL GRUPO DE CATEQUISTAS
DE LA PARROQUIA SAN ANTONIO DE PADUA DE TARQUI- HUILA
DESDE LA INTERPRETACIÓN DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
MARIA JANET SEVILLANO ANDRADE
ASESOR:
CARLOS PINTO LÓPEZ
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
VICERRECTORÍA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
BOGOTÁ
2021
3
NOTA DE ACEPTACIÓN
________________________________
________________________________
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________________________________
Firma del presidente del jurado
________________________________
Firma del jurado
________________________________
Firma del presidente del jurado
Bogotá, marzo 2021
DEDICATORIA
A Dios, quien me ha llamado a ser su discípula, a los catequistas de la parroquia de San
Antonio de Padua de Tarqui Huila, quienes fueron el objeto principal de este proyecto de
investigación, a las hermanas Carmelitas Misioneras de Tarqui Huila con quienes compartí vida
y misión durante el ciclo académico y específicamente en la elaboración del proyecto, a los
amigos quienes motivaron cada momento de esta ardua tarea, a mi familia quien me acompaño
en la distancia durante el tiempo de formación.
5
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a Dios, a mi comunidad de Carmelitas Misioneras, a mi familia, a los
docentes, administrativos y al asesor de la investigación Carlos Andrés Pinto de la universidad
Santo Tomas quienes aportaron a mi crecimiento humano, espiritual y profesional para lograr la
realización del estudio. A los amigos y personas que aportaron en la realización de este proyecto.
A todos eterna gratitud.
ADVERTENCIA DE LA UNIVERSIDAD
La Universidad no es responsable por los conceptos expresados en el presente trabajo.
7
CONTENIDO
TABLA DE ABREVIATURAS .................................................................................................. 8
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................... 9
CAPITULO 1: PRELIMINARES ............................................................................................. 10
1.1 Descripción del problema ................................................................................................ 10
1.2 Justificación ..................................................................................................................... 14
1.3 Contexto y sujetos de la investigación ............................................................................. 16
1.4 Los sujetos de la investigación ........................................................................................ 22
1.5 Sistema metodológico ...................................................................................................... 24
1.6 Estado de la cuestión ........................................................................................................ 31
CAPÍTULO 2: MARCO DE REFERENCIA ............................................................................ 35
2.1 Pedagógico: Pedagogía de la signicatividad como apuesta formativa para el discipulado
.................................................................................................................................................... 35
2.2 Teológico: Evangelio de san Lucas. El evangelista resalta las características de un
discípulo, el amor al prójimo, el servicio y la oración relación del discípulo con Dios. La
estructura del evangelio es el siguiente: en el cp 1, 1-4 encontramos el prólogo, del 1,5 al 2,55
aparece la infancia de Jesús, a partir del 3,1 al 4,13 hace referencia al comienzo de las
actividades de Jesús; del 4,14 al 9, 50 narra las actividades de Jesús en Galilea; del 9,51 al
19,29 habla del viaje a Jerusalén, posteriormente del 19,28 al 21,38 narra las actividades de
Jesús en Jerusalén y finalmente del 21,1 al 24,53 narra la pasión, resurrección y ascensión de
Jesús. ........................................................................................................................................... 39
2.3. Contexto: Grupo de catequistas de la Parroquia San Antonio de Padua Tarqui. ............ 52
CAPÍTULO 3: ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LA INFORMACIÓN........................ 53
BIBLIOGRAFIA ....................................................................................................................... 67
TABLA DE ABREVIATURAS
Mt: Mateo
Lc: Lucas.
Hch: Hechos de los apóstoles
Heb: Carta a los Hebreos
CELAM: Consejo Episcopal Latinoamericano
PSAP: Parroquia San Antonio de Padua.
MSNM: Metros sobre el nivel del mar
9
INTRODUCCIÓN
Desarrollar un trabajo investigativo implica partir de problemáticas que afecten el
desarrollo de procesos; por ende, se busca desarrollar iniciativas que respondan a las necesidades
de determinada población. Y a partir de los resultados presentar propuestas que pueden ser
efectivas para grupos similares. Así, a partir del trabajo con grupos parroquiales de catequesis, se
presentan múltiples factores que aquejan a esta población y que es necesario darle respuestas
desde el quehacer pedagógico de la teología.
En este sentido, el trabajo con los catequistas de la Parroquia San Antonio de Padua del
Municipio de Tarqui- Huila, permite desarrollar una estrategia de catequesis basada en la
experiencia de los discípulos de Jesús desde la perspectiva del evangelio de San Lucas. La
presente investigación aborda el discipulado desde los principios que se encuentran plasmados en
la obra lucana, analizado desde el grupo de catequistas de la Parroquia San Antonio de Padua del
municipio de Tarqui Huila.
La investigación se desarrolla en tres capítulos de la siguiente manera:
En el primer capítulo se aborda el problema a responder, los objetivos, la justificación y el
contexto de la investigación, que permitirá al lector ubicarse dentro del trabajo; el cual se hará
una idea de lo que se irá desarrollando. En el segundo capítulo, el lector se encuentra con el
marco de referencia donde se abordan tres categorías: Primero Pedagógico: Pedagogía de la
signicatividad como apuesta formativa para el discipulado. Segundo Teológico: Obra lucana y
tercero Contexto: Grupo de catequistas de la Parroquia San Antonio de Padua Tarqui. En el tercer
capítulo, se presentan las fases de recolección y análisis de datos: Experiencia discipular y
pedagógica de los catequistas de Tarqui a partir de una entrevista dirigida y grupo focal que
busca identificar cómo ha sido la formación recibida durante este tiempo que han prestado el
servicio como catequista; qué es lo que más valora de ser catequista, qué modelos inspiran su
labor como catequistas y para usted que es ser discípulo:
De igual forma se expresan algunos apartes desde la mirada lucana de la obra discipular
para el catequista de hoy en la Parroquia de San Antonio de Padua del municipio de Tarqui Huila.
Finamente se encuentran las conclusiones la bibliografía utilizada y los formatos de recolección
de datos.
CAPITULO 1: PRELIMINARES
1.1 Descripción del problema
En Colombia, que es un país mayoritariamente católico, se presentan las situaciones
contrarias a los valores cristianos que enuncia el documento de Aparecida (CELAM, 2007); en
consecuencia, de ello, la Iglesia Católica ha procurado brindar herramientas que permitan formar
a los agentes de la pastoral, se ha hecho cierto énfasis en la formación de los catequistas de
iniciación cristiana, específicamente de primera comunión y confirmación. La guía para los
Catequistas, dice que ―la vocación del catequista es específica, es decir, reservada a la catequesis,
y general, para colaborar en los servicios apostólicos que sirven para la edificación de la Iglesia y
para su crecimiento”. (Congragación para la evangelización de los pueblos N.2)
Es de anotar que la celebración y la experiencia comunitaria de los sacramentos no
abarca la totalidad de la vida cristiana; por ende, participar en la liturgia y otros actos de piedad
no es suficiente en la vivencia de la fe, por eso la acción evangelizadora debe ir mucho más allá,
esta debe propender por una experiencia del amor de Dios, donde la persona libre y
conscientemente experimente el gozo de creer, y se va configurando como discípulo de Cristo,
permitiéndose descubrir al Maestro y, pueda optar por Él, desde el estilo de vida concreto como
lo afirma el Concilio Vaticano II al hablar del papel de la evangelización en la iglesia de hoy.
11
En el mismo sentido, Pedrosa, hace referencia a la Gravissimum Educationis, al describir:
La Gravissimum Educationis describe la formación catequética de una manera muy
similar a como el decreto Ad gentes describe el catecumenado. Según esto, para el
Vaticano II la formación catequética se identifica con la descripción del catecumenado
primitivo. Y este «no es una mera exposición de dogmas y preceptos, sino formación y
noviciado convenientemente prolongado de la vida cristiana, con el que los discípulos se
unen a Cristo, su Maestro. Iníciense, pues, los catecúmenos convenientemente en el
misterio de salvación, en la práctica de las costumbres evangélicas, y en los ritos sagrados
que han de celebrarse en tiempos sucesivos, y sean introducidos en la vida de la fe, de la
liturgia y de la caridad del pueblo de Dios» (AG 14). (Pedrosa 2020,)
Buscando llegar al territorio en el cual se desarrolla la presente investigación, conviene
realizar un recorrido por la historia de esta jurisdicción eclesial desde sus principios
fundacionales y así poder ubicar el territorio que compete en la misma, de ahí que se empezará
con lo que fue la Diócesis del Tolima Grande, posteriormente la Diócesis de Garzón y finalizará
con la parroquia San Antonio de Padua (en adelante PSAP ) donde se encuentra la población con
quien se realizó el presente trabajo.
La Diócesis del Tolima Grande para el año 1900 presentaba un crecimiento significativo,
tanto en número de parroquias como de creyentes, por esta razón se consideró necesario la
división de esta jurisdicción eclesiástica, dando a conocer esta realidad a la Santa Sede,
obteniendo como respuesta el proceder a la división y el 20 de mayo de 1900, fueron creadas las
Diócesis de Garzón y de Ibagué, por decreto consistorial del Papa León XIII. (Jordán, 1960 p.
26). De acuerdo con Trujillo (2005)
La Diócesis de Garzón hace parte de la Provincia Eclesiástica de Ibagué, en la
actualidad cuenta con 62 parroquias, distribuidas en 22 de los 37 municipios que
conforman el departamento del Huila; organizadas en 6 Vicarías Foráneas. Garzón,
Gigante, Timaná, San Agustín, La Plata y Pitalito. Es importante mencionar que para
junio de 1997 se inicia en la Diócesis, con especial motivación del clero, el Proceso
Diocesano de Nueva Evangelización como el hecho culminante hacia el cambio de siglo y
de milenio, en la búsqueda de reavivar la fe y mejorar la experiencia de Cristo en el
pueblo creyente, como aporte en el Centenario de la Diócesis, cuya celebración tuvo lugar
el 20 de mayo de 2000. (p. 38)
A la Diócesis de Garzón pertenece la parroquia de San Antonio de Padua que fue creada por
decreto el 16 de octubre de 1799. Debido a su significativo crecimiento, el municipio de Tarqui
ha sido dividido en 5 parroquias, Rica Brisa, el Vergel, Maito, Quituro y San Antonio de Padua,
Esta última, por su ubicación dentro de la cabecera municipal, es el centro de referencia para las
otras parroquias en animación pastoral y vida cristina de fe. En dicha parroquia se puede percibir
que la gente manifiesta su fe a través de prácticas que prevalecen desde tiempos atrás, aprendidas
de sus mayores, frecuentan los sacramentos, participan en las celebraciones eucarísticas y otros
actos litúrgicos, de igual manera la religiosidad popular es grande se evidencia a través del rezo
frecuente de novenas tanto a los santos como a sus difuntos, el rezo del rosario, entre otras
prácticas.
En la Parroquia el proceso de la catequesis hace 20 años era bastante pobre, por ser el
territorio tan amplio y contar con un solo sacerdote era difícil poder atender toda la comunidad
parroquial de una manera periódica y mucho menos poder llevar procesos evangelizadores,
sencillamente se evidenciaba la sacra mentalización de los niños y jóvenes en las veredas para lo
cual en cada visita del párroco, una persona encargada realizaba con anterioridad una lista de los
niños y jóvenes que querían recibir los sacramentos y en la visita del sacerdote, en la celebración
eucarística se administraban de una manera masiva. (Osorio, 2018, comunicación personal)
Después de muchos años se asignaron catequistas a cada una de las veredas, eran las
personas mayores de las comunidades que contaban con el respeto de los habitantes; estas
personas no contaban con ningún tipo de formación. El segundo párroco, se empeñó en hacer una
sectorización de la parroquia para lo cual delegó catequistas no solo en las veredas sino también
en el casco urbano; estos compartían sus conocimientos cristianos, tal cual lo habían recibido de
sus padres y la poca formación de la iglesia, es decir más religiosidad popular que vivencia de fe
desde el evangelio.
13
A partir del año 2008 con la llegada de las hermanas Carmelitas misioneras empezaron a
formar la escuela de catequistas, buscando que estos pudieran compartir como comunidad
y recibir formación bíblica y pastoral, de forma que lo transmitido a los niños y jóvenes se
asemeje más a la experiencia de Cristo, bajo el carisma de ―Vayan y hagan discípulos
entre todos los pueblos.‖ propio de esta comunidad misionera; sin embargo, a pesar del
acompañamiento y formación aún se siente un vació en conocimientos tanto de biblia
como de herramientas pedagógicas en la formación de los niños y jóvenes que se confían
al catequista para la formación. (Tovar, 2018. Comunicación personal)
Teniendo en cuenta lo extenso del territorio a cubrir por la parroquia de San Antonio de Padua, y
que esta a su vez solo cuenta con un sacerdote, ha sido muy difícil llevar procesos de
evangelización, formación de grupos de laicos comprometidos y administración de la misma, el
sacerdote solo puede llegar una vez cada dos meses a cada una de las comunidades, sumado a la
falta de madurez cristiana de muchos fieles de los las veredas , es poco probable que se
constituyan procesos constantes y fuertes que permitan tener a Jesús vivo y cercano en cada
entorno particular.
Por la importancia que tiene la catequesis dentro de la Iglesia, es posible encontrar varios
documentos que hablan de ella; entre estos se pude hablar de: Directorio General para la
Catequesis (Congregación para el Clero,1997), Orientaciones comunes para la Catequesis en
Colombia (Conferencia Episcopal Colombiana, 2016) La catequesis en América Latina,
documento de aparecida ( CELAM, 2007) y el Concilio Vaticano II, estos dos últimos no se
dedican explícitamente a la catequesis pero hacen un aporte importante sobre ella.
A partir de la lectura de la realidad, y sabiendo que la catequesis debe llevar a los niños y
jóvenes a una experiencia personal con Jesucristo, que se convierta en una vivencia profunda de
fe y que permita entender el hecho de ser cristiano, es importante que los catequistas comprendan
y vivan la dimensión discipular para poder transmitirla a los destinatarios. Teniendo en cuenta lo
anteriormente mencionado, la presente investigación se pregunta ¿Cuáles son los principios
pedagógicos que subyacen a la labor discipular del grupo de catequistas de la Parroquia San
Antonio de Padua en Tarqui, a la luz de la obra lucana?
Como objetivo general se propone Identificar, en la obra lucana, la pedagogía, y la
significatividad en la comunicación del mensaje de Jesús en el contexto de la experiencia del
grupo de Catequistas de la Parroquia San Antonio de Padua. Para poder cumplir el objetivo
general se proponen tres objetivos específicos:
Identificar los aportes de la tradición lucana en la vivencia discipular.
Reconocer el componente pedagógico y la significatividad en el proceso de
comunicación del mensaje cristiano.
Proponer estrategias pedagógicas para la elaboración y desarrollo de la
catequesis en la PSAP.
1.2 Justificación
El discipulado se convierte para la Iglesia en la continuidad de llevar el mensaje de Cristo
a toda la tierra, es decir un amor supremo por Jesús maestro y formador, " Si alguien viene a mí y
no me ama más que a su padre y su madre, a su mujer y sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y
hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo". (Lc 14,26). En realidad, la parte difícil de este
pasaje es la expresión "y hasta su propia vida". EI amor propio es uno de los obstáculos más
persistentes para el discipulado. Mientras no se esté dispuesto a ofrecer voluntariamente la vida a
disposición de Cristo, no se estará en el lugar donde Él desea que el ser humano esté. La autora
Lucchetti Bingener presenta las luchas con las que se encuentra el discipulo, aquello que ante la
toma de la desición siente que fracasara, pero ante el abandono en aquel que lo llama lucha
contra estas adversidades y decide dar el paso.
Esta investigación invita al catequista de la PSAP a la reflexión personal y experiencial
del plan de Dios en su vida a través de su discipulado puesto al servicio de la formación de la fe
para los sacramentos; es decir, hay una entrega total al servicio o se hace a través de fracciones de
tiempo, ―Lo mismo cualquiera de ustedes: quien no renuncie a sus bienes no puede ser mi
15
discípulo.‖ (Lc 14,33). En este orden de ideas, esta investigación propicia un escenario ideal para
revisar desde aspectos globales y locales los procesos como se desarrolla el discipulado del
catequista, de forma que le permita al coordinador local de catequesis, realizar los ajustes acordes
a la realidad de la iglesia hoy, sin perder el norte de la fe fundamentada en Jesús modelo de amor
al Padre.
A partir de esta, se busca descubrir la relevancia que tiene la catequesis para la Iglesia
Católica, y al mismo tiempo la necesidad de articular en un documento todas las directrices dadas
sobre el tema, focalizándolas sobre quienes deben hacerlas cumplir, en este caso, diócesis,
párrocos y catequistas; es decir, aunque hay libertad para la creatividad en el cómo, hay acuerdos
en el qué y para qué se enseña. Para Beltrán (2018) la catequesis dentro de la evangelización
cumple un papel fundamental, es la catequesis de iniciación cristiana la que lleva a la persona que
vaya creciendo en su identidad como cristiano y viva a conciencia su fe, de ahí que las parroquias
deben procurar una adecuada formación para sus catequistas; puesto que son ellos los que
permiten que este proceso dé frutos con la gracia de Dios. Para la catequesis, los medios para
transmitirla pueden cambiar, pero lo que nunca debe cambiar es lo esencial el mensaje de Dios
que se transmite a los catequizandos y por ende el fin de la misma llevarlos a una vivencia
profunda de la fe.
Los resultados de esta investigación serán utilizados para reorientar conforme a los
análisis obtenidos de la entrevista y grupo focal el proceso de formación de los formadores de la
catequesis de la parroquia San Antonio de Padua, la estructura sentimiento de discipulado desde
la mirada de la obra Lucana, de forma que se viva y se sienta desde la fe.
Esta investigación, acorde con la misión de la de la Universidad Santo Tomás, inspirada en el
pensamiento humanista y cristiano de Santo Tomás de Aquino, aporta elementos para profundizar
en la mirada integral de la evangelización, pues esta no debe ser una tarea exclusiva de los
consagrados, al contrario como con los primeros apóstoles este llamado es a todos y cada uno de
los cristianos, tal como lo muestra el proceso de formación que realizan los catequistas de la
parroquia de san Antonio de Padua del Municipio de Tarqui, por lo que genera elementos que
pueden inspirar investigaciones de carácter universitario donde se logren profundizar en
componentes teológicos, antropológicos y sociales de como aporta el catequista a la vida de fe.
Por otra parte pone de manifiesto cómo la Universidad a través de la investigación social
teológica ratifica su carácter humanístico y cercano, es decir poner la academia al servicio de
todos y cada uno de los ciudadanos, desde las distintas áreas del conocimiento, por lo que indican
este tipo de investigaciones y trabajos de campo a la universidad como el conocimiento esta para
aportar al desarrollo de la fe, aún más siendo esta una institución de carácter religioso enmarcado
en el catolicismo; de ahí la importancia de esta investigación para la universidad ya que va
preparando personas con criterios humanos cristianos, con habilidades y conocimientos que
desde la formación académica recibida los van poniendo al servicio de la comunidad y se va
haciendo un aporte significativo a los desafíos que la sociedad va planteando en la historia.
Mirando al programa de Licenciatura en Teología, a profundizar sobre elementos
significativos que permiten enriquecer los conocimientos y las vivencias teológicas, a través del
estudio la investigación, articulando experiencia, conocimiento, vida profesional y espiritual
que han permitido el crecimiento personal, profesional y espiritual dando respuestas a
necesidades que van surgiendo en la cotidianidad que permiten que a través de herramientas
pedagógicas se pueda transmitir el conocimiento adquirido durante el tiempo de formación,
procurando compartir los aprendizajes, ampliando significativamente los beneficiarios de la
formación recibida. Todo esto cobra importancia porque desde la licenciatura se van abriendo
nuevos caminos, la investigación brinda elementos aplicables en diversos campos laborales y
académicos y se práctica lo aprendido, a la vez que se continúa caminando y acompañando a
otras personas en su proceso de fe que los lleve a la configuración de su vida mirando a Jesucristo
como modelo.
Respondiendo a los desafíos que presenta el Concilio Vaticano II, donde la Revelación es el
centro de la Evangelización, que da sentido y respuesta a los problemas existenciales que se
plantea el hombre, dando una luz de esperanza, de aquí que por medio de los conocimientos
adquiridos, motiva a brindar una formación eficiente, sólida y lo más importante como lo hacía
Jesús , tocando la realidad de cada persona como individuo, escuchando sus historias, mirando su
cotidianidad , para que los Agentes Laicos puedan dar razón de la fe que profesan.
17
1.3 Contexto y sujetos de la investigación
La zona de influencia de la presente investigación es la Parroquia San Antonio de Padua del
municipio de Tarqui departamento del Huila, la cual tiene 20 veredas donde se desarrolla vida
pastoral, además de la zona urbana del municipio, es de destacar que la parroquia cuenta con
catequistas tanto de la zona urbana como rural. El municipio de Tarqui tiene una superficie de
311 kilómetros cuadrados, según datos tomados del Instituto Geográfico Agustín Codazzi. El
perímetro urbano de la población es de unos 60.000 metros cuadrados. Al norte limita con El
Pital, al sur con Altamira y Elías, al oriente con Garzón y Altamira y al occidente con Oporapa y
La Argentina. La población del municipio es de 19.000 habitantes.
Este Municipio, se encuentra sobre la Cordillera Central, presentando en este sector alturas
mayores de 2500 MSNM, y al suroeste tres cerros notables; a partir de las faldas de la serranía, el
terreno va haciéndose cada vez menos accidentado, hasta volverse completamente plano en las
proximidades del Rio Magdalena. Por la variedad de tierras, altas y bajas, Tarqui tiene tres
climas: caliente a la orilla del rio, templado en las faldas de la cordillera y frío en las cimas de las
más altas montañas. De ahí que se cultiven los más variados productos agrícolas: plátano, cacao,
café, caña de azúcar, maíz y arveja. La cabecera municipal está a una altura de 826 MSNM, tiene
una temperatura media de 25 °C. La mayoría de las veredas se encuentran a una mayor altura
sobre el nivel del mar, tienen una temperatura más suave en comparación con la de la cabecera
municipal y por ello gozan de un mejor clima. Los primeros pobladores que habitaron lo que hoy
es el municipio de Tarqui eran indígenas que pertenecían a la gran familia Páez y desde el la
lingüístico pertenece a la familia Chibcha, hubo influencia quechua y de ello es prueba valiosa la
existencia de muchos vocablos traídos del sur andino. No se conoce la fecha precisa de la
fundación del Municipio porque desde el año de 1756 existía ya el sitio del Hato, en donde ya
había un buen número de casas, residencia de familias que se habían agrupado en aquel lugar por
conveniencias sociales y económicas. En el año de 1778, se traslada la población a un nuevo
sitio; Tal vez por las crecientes del Río Magdalena, pues el sitio estaba casi al mismo nivel del
río, como también lo crudo y fuerte del clima.
La fundación del Hato, hoy Tarqui, en este sitio de la Manga Vieja, data del año de 1830.
Tarqui fue fundado en tres lugares distintos: la primera vez en lo que hoy es la vereda Florida y la
vereda la Ceiba, la segunda a orillas del Río Magdalena, y la tercera en el punto donde está
actualmente. La actividad económica predominante del Municipio de Tarqui, teniendo en cuenta
que el 77 % de la población vive en la zona rural, es la agricultura. Hay que tener en cuenta que
el comercio es poco, por falta de recursos financieros, debido a que su actividad se centraliza en
los días de mercado y cuando se celebran fiestas religiosas y patronales (Trujillo, 2005)
Tarqui posee grandes patrimonios culturales, entre ellos: la casa de la cultura, la banda de
músicos, el Centro Cultural de Artes, Oficios y Evangelización San Antonio de Padua, donde se
imparte educación para el trabajo y el desarrollo humano, cuya planta física es patrimonio
cultural del Departamento del Huila. Entre los atractivos turísticos del Municipio se destacan:
Caverna indígena. (Vereda La Esmeralda), y templo colonial. La educación aparece con la
fundación del Municipio, remontada hacia el año 1776, cuyos gestores eran los españoles, tanto
combatientes como religiosos, que visitaron el Municipio guiados por diferentes objetivos. La
educación secundaria llega en el año 1967 cuando un grupo de personas se reúnen preocupados
por la falta de una institución que alojara a los jóvenes una vez terminada la primaria y así
pudieran continuar sus estudios sin tener que salir del pueblo. En la actualidad se cuenta con una
institución educativa que alberga a más de 1500 estudiantes en sus cinco sedes y el colegio
Manuel de Jesús Iriarte Macías de carácter privado.
La fiesta patronal de San Antonio de Padua, se celebra con mucha solemnidad el 13 de
junio, las fiestas de San Juan y San Pedro se celebran tradicionalmente con el reinado municipal
del bambuco, antecedidas por desfiles de carrozas, encuentros musicales y de sanjuanero infantil,
de la tercera edad y rural. En el mes de noviembre se celebra la feria ganadera y agropecuaria.
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo presentan un tono especial, se canta la novena de aguinaldos
con la participación activa de todos los barrios. La víspera de año nuevo, la gente se reúne en el
parque principal a darle la bienvenida al nuevo año.
La historia de los pueblos en el país ha estado ligada a la tradición religiosa, que durante
mucho tiempo ha sido fuerza al lado del Estado. La Iglesia católica ha hecho un aporte
significativo a nivel moral y social, brindando educación, salud y bienestar a las comunidades, de
19
ahí que la historia de la Iglesia colombiana narre cómo las diferentes órdenes religiosas eran las
encargadas de los colegios, escuelas, hospitales y obras sociales.
Según el decreto consistorial, en las Diócesis extensas se presentan legitimas causas para
que se dividan y desmembren. El señor Obispo del Tolima, en la República de Colombia,
manifestó hace tiempo expresamente que su Diócesis era demasiado extensa, que era
imposible mantener la comunicación entre el pastor y los fieles, que no solo los separaban
las distancias, sino también los climas, que por estos motivos sería útil conveniente y
oportuno, el desmembrar y separar la parte septentrional de la misma Diócesis, erigir ese
territorio, así separado, en una nueva sede episcopal. Se decretó que se transfiriese el
honor de catedral a la ciudad de Garzón, y constituyó y erigió la iglesia parroquial de
dicha ciudad en la iglesia catedral y sede de la nueva Diócesis, que habría de llamarse de
Garzón bajo el título de la Concepción Inmaculada de la Virgen, con todos los derechos,
privilegios, prerrogativas y demás ventajas que poseen las iglesias catedrales de
Colombia. (Jordán, 1960, p. 315)
En la historia de la Iglesia al momento de la creación de jurisdicciones eclesiales es posible
darse cuenta que se abarcaban territorios bastante extensos los cuales con el pasar del tiempo se
hacían casi imposibles poderlos atender, debido a que iban creciendo significativamente tanto en
extensión como en número de fieles lo que impedía el contacto con ellos y mucho menos
permitía tener una evangelización adecuada, es lo que paso con la Diócesis del Tolima Grande ,
la cual el obispo de su tiempo dándose cuenta de dicho crecimiento no espera y solicita la
separación de la misma, dando como resultado la Diócesis de Garzón, esto permite que esta
porción de la iglesia sea atendida espiritualmente permitiendo a la vez poder llevar procesos
evangelizadores que lleven a sus fieles el crecimiento de su fe.
El 7 de abril de 1901 se da el Decreto de ejecución con determinación exacta de los
límites de las Diócesis de Garzón e Ibagué, que realiza el Delegado Apostólico Monseñor
Antonio Vico. Y en el año 1905, es creado el departamento del Huila, con los mismos
límites de la Diócesis. Así, la Diócesis ha ido formando su propia identidad e historia que
ha estado marcada por la labor pastoral de ocho Obispos; quienes como ―sucesores de los
apóstoles en virtud del Espíritu Santo que se les ha dado, han sido constituidos pastores de
esta porción de la Iglesia universal‖. (CEC.sf.sp)
Al crearse la Diócesis de Garzón empieza la historia de la misma, historia se puede contemplar
hasta el día de hoy , en la cual cada uno de los obispos que ha estado al frente, ha hecho su
aporte significativo para el crecimiento de la misma, el Seminario de la Diócesis ha formado un
número significativo de sacerdotes para el servicio de esta porción del pueblo de Dios, a la vez
para la misión ad gentes brindando apoyo a Diócesis más pequeñas que solicitan a está el apoyo
de parte de sacerdotes para otras jurisdicciones como también con formadores de futuros
sacerdotes tanto del país como del extranjero.
Se resalta la figura de sacerdotes que han dejado su sentir, como figura de la Diócesis, el
Siervo de Dios Monseñor Ismael Perdomo Borrero, nacido en la Parroquia de San
Antonio (Gigante), quien llegaría a ser arzobispo de Bogotá (1928-1950), lo mismo que la
vida del Beato Pedro María Ramírez Ramos, llamado popularmente el ―mártir de
Armero‖. La historia de la Diócesis no se comprendería sin el aporte definitivo del
Seminario Mayor, ―ambiente natural donde crecen y se desarrollan las vocaciones
sacerdotales‖ y donde se han formado la inmensa mayoría de los sacerdotes en estos 118
años de historia diocesana; quienes han trabajado al lado de los fieles para edificar la
Iglesia de Dios. (CEC.sf.sp)
En la Diócesis de Garzón se han formado sacerdotes que han entregado su vida a la
evangelización se hace memoria de los obispos que ha engendrado esta Iglesia diocesana
haciendo un aporte no solo a la evangelización local sino a la Iglesia en general, también se
resalta la figura del mártir de Armero el beato Pedro María Ramírez, lo cual demuestra el
compromiso que se ha gestado al interior de la Diócesis durante el tiempo de erección, como el
trabajo y el compromiso evangelizador ha ido llevando a diferentes hombre y en variados tiempo
a una entrega total de su vida, comprometiéndose no solo en la formación sino también en el
acompañamiento a los fieles a lo largo y ancho de su territorio, se destacan también los diversos
procesos que se han desarrollado a su interior para ir mejorando cada vez más y lograr un sentido
de pertenencia a la misma y con esa misma convicción un proceso de crecimiento y madurez en
su fe.
21
En junio de 1997 se inicia en la Diócesis, con especial motivación del clero, el Proceso
Diocesano de Nueva Evangelización como el hecho culminante hacia el cambio de siglo y
de milenio, y el mejor aporte en el Centenario de la Diócesis, cuya celebración tuvo lugar
el 20 de mayo de 2000, este acontecimiento reaviva el sentido de la vida como apóstoles
de Cristo en la nuevas y particulares realidades de cada uno. (CEC.sf.sp)
La parroquia San Antonio de Padua perteneciente a la vicaría San Andrés de la Diócesis,
de Garzón, Fue creada por decreto del 16 de octubre de 1799 su fiesta Patronal se celebra el 13 de
junio. Debido a su significativo crecimiento, el municipio de Tarqui ha sido dividido en 4
parroquias, Rica Brisa, el Vergel, Maito y San Antonio, Esta última por su ubicación es el centro
de referencia para las otras parroquias. La parroquia de Tarqui atiende 20 veredas aledañas, cada
una cuenta con capilla para las celebraciones religiosas, de igual manera el sacerdote celebra en
los diferentes barrios del casco urbano una vez a la semana. La parroquia trabaja de una manera
organizada en cabeza del párroco integrando de manera especial a los laicos, quienes tienen una
participación significativa en la tarea evangelizadora de la misma.
La parroquia, en los últimos años ha sentido el acompañamiento constante de los
sacerdotes que han sido nombrados párrocos, viviendo el proceso que cada uno ha implementado
en su tiempo de ejercicio pastoral. Se mencionan los últimos 4.
Padre Otoniel Rojas Correa quien fuera párroco durante 23 años (1985 -2008), Padre
Miguel Ángel Trujillo Luna párroco 6 años, se esforzó mucho por la sectorización de la
Parroquia para un mejor desempeño pastoral, procuró que en cada vereda hubiera un catequista,
por lo general la persona mayor quien le colaboraba en la preparación de los niños y jóvenes que
recibirían los sacramentos. Padre Jairo Cantillo 6 años de servicio, con él se intensifico la
formación de los laicos, primero con un estudio de la teología y la formación de líderes de la
nueva evangelización. En este tiempo se le empezó a dar participación a las veredas durante la
Eucaristía dominical, donde cada una era la encargada de animar la celebración cada 8 días,
generalmente los encargados de estas celebraciones resultaban siendo los catequistas de cada
vereda. Actualmente, el padre Norberto Orozco Salas, desde el 2014: con él se ha impulsado la
formación específicamente de los catequistas, desde el año 2008 ha estado al encargo de las
Hermanas Carmelitas Misioneras. La formación se hace procesual y se atiende a los catequistas
del pueblo y las veredas formando un solo grupo.
La parroquia, cumpliendo su plan pastoral, cuyo objetivo es atender la totalidad de la
comunidad, brindando formación y acompañamiento a los agentes de pastoral y acompañar a los
jóvenes y niños en edades para recibir los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación;
trabajando el liderazgo de los catequistas del pueblo y las veredas, brindándoles formación
integral para que acompañen a los catequizandos en el tiempo correspondiente, para que no se
quede en la sacramentalización sino que niños y jóvenes vivan una experiencia de fe, que sea
capaz de trascender en su vida y a la vez los lleve a un compromiso en su comunidad parroquial.
Se está trabajando desde las orientaciones comunes para la catequesis en Colombia, que permita
llevar a la comunidad a la formación en la iniciación cristiana, donde se haga una verdadera
experiencia de fe y no una pobre y fragmentada evangelización.
1.4 Los sujetos de la investigación
La investigación se realiza en la parroquia San Antonio de Padua con un grupo de 10
catequistas, 7 mujeres y 3 hombres; 6 son de la zona urbana y 4 de la zona rural; 8 casados, 2 son
solteros; en cuento a la formación académica 6 son bachilleres, 3 hicieron solo la primaria y solo
1 tiene una carrera universitaria. Los catequistas realizan los encuentros en sus casas cada 8 días;
una vez al mes se tiene una catequesis general para todos los grupos. Cada catequista acompaña
un grupo de 10 niños máximo.
El grupo de catequistas ha vivido un proceso significativo. Revisando la historia se pudo
encontrar que hace 20 años había grupo de catequistas debido a que los padres de familia o
mejor las madres eran las que preparaban a sus hijos y a los vecinos para los sacramentos de
bautismo, primera comunión y confirmación. Esta preparación tenía una periodicidad de 4 meses
entre agosto y diciembre, el catequista se preocupaba por que el niño o el joven aprendiera los
sacramentos, mandamientos y las oraciones básicas, este proceso se vivió 23 años, tiempo que
permaneció el primer párroco.
23
A partir del año 2007 en las veredas se continuaba trabajando de la misma manera, pero
en el pueblo se empezó a perfilar el grupo de catequistas, estos empezaron a trabajar en los
diferentes barrios, buscando a los niños y jóvenes que quisieran recibir los sacramentos, este
proceso era acompañado por las hermanas de San Antonio de Padua quienes hacían presencia en
ese momento en la parroquia. Los catequistas preparaban cada uno en su casa y las hermanas el
sábado les brindaban el acompañamiento individual. En la voz de Flor Stela Tovar, catequista
desde 1998 (Tovar, 2018. comunicación personal)
En 2008 los catequistas se organizan ya como grupo bajo la asesoría de las hermanas
carmelitas Misioneras quienes llegan al municipio; ellas, de la mano del párroco organizan el
grupo de catequistas no solo en el pueblo, sino que se vinculan también los de las veredas,
brindando talleres de formación humana, cristiana y herramientas pedagógicas para cualificar la
catequesis.
En el año 2010 se organiza una escuela de teología con la aprobación de la Diócesis,
apoyada por los seminaristas y diáconos que realizaban su experiencia pastoral en la parroquia, se
ofrece un diplomado para formación de catequistas con duración de dos años, en encuentros
mensuales, se fue capacitando al grupo de 35 Catequistas el cual fue acogido con mucha
responsabilidad obteniendo esta formación que les ha servido hasta hoy que continúan
vinculados a la parroquia, recibían elementos de biblia, sacramentos, liturgia, pedagogía entre
otras áreas. Hna. Graciela López C.M. 2010 Profesora (López, 2018. Comunicación personal)
En 2014 llega el padre Norberto Orozco Salas actual párroco; con él,
el proceso se va consolidando, la formación es una vez al mes, se está enfatizando en los temas
bíblicos, doctrina social de la iglesia y elementos pedagógicos para poder transmitir
adecuadamente el mensaje, en los grupos de catequesis se procura llevar a los niños y jóvenes a
una experiencia de vida, más que aprender conceptos y doctrina, que ellos puedan descubrir a un
Jesús amigo y cercano. De esta manera la catequesis y los sacramentos no se queden en un rito,
sino que los lleve a descubrir y conocer a Jesús desde el amor y no el miedo y vivir en adelante
como cristianos discípulos misioneros.
Con el grupo se planean las actividades para el año y constantemente se está en
comunicación, revisando que se realizan, además de los espacios formativos, se cuenta con
retiros espirituales, convivencias y celebraciones de la vida. El grupo se caracteriza por su
esfuerzo en vivir plenamente este servicio. Asumen que han sido escogidos por Dios para vivir su
consagración bautismal, entre ellos se complementan y se ayudan. Procuran vivir los
sacramentos, valores como la responsabilidad, el dialogo, el trabajo el equipo, la piedad y en lo
posible ser testimonio creíble para los niños y jóvenes que se les ha encomendado en su tarea
evangelizadora.
Con este proyecto se busca que los catequistas vivan como discípulos misioneros a través del
contacto y estudio de la Sagrada Escritura iluminados por la tradición lucana especialmente y
aprendan a utilizar herramientas que los lleve a compartir los objetivos propuestos en iniciación
cristiana, donde los niños y jóvenes vivan con agrado y responsabilidad su proceso de
preparación para vivir su fe.
1.5 Sistema metodológico
1.5.1 Enfoque y diseño de la investigación.
El paradigma cualitativo, permite estar contacto con la investigación, desde este proceso
se pude llegar al problema a investigar, conociendo el por qué, cómo y dónde se realiza dicha
investigación y hacia dónde van dirigidos los resultados de la misma. Teniendo esto, se pretende
centrar la atención en la experiencia vital de los catequistas (10) de la parroquia San Antonio de
Padua de Tarqui, para indagar y comprender lo que sucede con este grupo de (catequistas), la
manera en que ellos viven y comprenden su ser de discípulos y partiendo de ahí como la
transmiten a los niños y jóvenes que acompañan; esto mediante el contacto, la reflexión, la
escucha, el dialogo y la observación en la realización de su tarea evangelizadora.
Con este paradigma se procurará que no se escapen datos obtenidos durante el proceso de
recolección de información, más bien poder aprovechar todos los elementos brindados por los
catequistas a través de los diversos momentos que permiten el encuentro y el contacto con ellos.
La perspectiva hermenéutica es apropiada para el proyecto, desde la interpretación lleva a
comprender como los catequistas de la parroquia de San Antonio de Padua de Tarqui, viven su
experiencia discipular y a la par ellos son capaces de transmitirla a los niños y jóvenes que tienen
a cargo en la catequesis parroquial. De los resultados de esta investigación se pretende realizar un
25
aporte significativo a la parroquia buscando que la vida espiritual de estos niños y jóvenes no siga
fragmentada, más bien llevarlos a vivir un proceso en la fe. Permitirá descubrir e interpretar la
formación de los catequistas y la manera en que se realiza la catequesis pre sacramental, algunos
elementos significativos en la formación catequética, partiendo de reflexiones y análisis
significativo que lleven a una consolidación y posible aporte en la formación de estos, teniendo
en cuenta los aportes y las experiencias que ellos mismos comparten de la manera en que han
venido realizando su actividad pastoral hasta esta el momento.
Para responder a la pregunta ¿Cuáles son los principios pedagógicos que subyacen a la
labor discipular del grupo de catequistas de la Parroquia San Antonio de Padua en Tarqui, desde
la obra lucana? se puede decir que esta es de carácter narrativo dado que se basa en la lógica del
proceso pedagógico revisando desde lo particular a lo general del proceso de catequesis en la
PSAP de Tarqui.
La investigación narrativa es, actualmente, un lugar de encuentro o intersección entre
diversas ciencias sociales, lo que la configura como transversal a dichos campos
disciplinares, un ―género confuso‖, como reclamaba Geertz. Así incluye elementos
derivados de la teoría lingüística/literaria, historia (historia oral e historia de vida),
antropología (narrativa), psicología (ciclos de vida, psicología moral, psicología
narrativa), la filosofía hermenéutica, etc.; por ejemplo, en filosofía ha tenido un amplio
tratamiento en la narrativita en Paul Ricoeur, así como de otros filósofos comunitaristas
que han reivindicado la narrativa en la constitución de la identidad, o en el campo del
desarrollo y educación moral. (Bolívar, A., & Porta, L, 2010, p.203)
Este tipo de investigación, como es presentado por (Bolívar, A., & Porta, L. 2010) , es
propicio para este proyecto en cuanto que, la familiaridad con el grupo de catequistas permite que
los diálogos y la interacción con ellos facilite el acercamiento a la realidad y poder obtener datos
significativos de primera mano, permitiendo que la información que se obtenga sea veraz y
significativa, de manera individual y grupal lo cual es apropiado para la investigación narrativa,
esto arrojara elementos significativos a la hora de tabular la información permitiendo que no se
escapen elementos relevante en la viva del grupo de los catequistas.
La documentación narrativa de prácticas escolares es una modalidad de indagación y
acción pedagógicas orientadas a reconstruir, tomar públicamente disponibles e interpretar
los sentidos y significaciones que los docentes producen y ponen en juego cuando
escriben, leen, reflexionan y conversan entre colegas acerca de sus propias experiencias
educativa. (Suarez, 2007, p. 85).
Desde la definición que hace Suarez, la documentación narrativa permite al investigador
indagar y reconstruir elementos significativos que serán tenidos en cuenta en la puesta en marcha
del proyecto, cobra gran importancia la interacción que se pueda realizar con otros investigadores
cuyos intereses estén afines, lo cual proporcionara elementos relevantes que posiblemente no se
habían mencionado anteriormente, esto dará al trabajo una mirada mucho más amplia y general.
La interacción en este caso con los catequistas lleva a poner en práctica todos los sentidos
a la hora de realizar los encuentros formativos y las demás actividades complementarias, a la vez
que ellos también ponen en práctica esta interacción en el momento de compartir con los niños y
jóvenes de la catequesis, el saber escucharlos atentamente cuando se expresan, el mirarlos
prestando atención , el sonreír para permitir que estos entren en confianza; esta puesta en juego
de los sentidos permite que el dialogo sea muchos más fluido y que puedan expresar con
naturalidad lo que están viviendo.
Inspirada e informada en los aportes teóricos y metodológicos de la investigación
interpretativa y narrativa en ciencias sociales, y estructurada a partir del establecimiento
de relaciones más horizontales y colaborativas entre investigadores y docentes, esta
estrategia de indagación-acción pedagógica pretende describir densamente los mundos
escolares, las prácticas educativas que en ellos tiene lugar, los sujetos que los habitan y las
hacen, y las comprensiones que elaboran y recrean los educadores para dar cuenta de
ellos. Su propósito es generar lecturas dinámicas y productivas sobre las experiencias y
relaciones pedagógicas que se llevan a cabo en situaciones institucionales, geográficas e
históricamente localizadas. (Suárez, 2007 p. 71)
Para Suarez, las prácticas educativas cobran una singular importancia, llevan a grandes
diálogos a diversos investigadores, aplicados a los catequistas de la Parroquia San Antonio de
Padua de Tarqui las prácticas de ellos se convierte en una constante ya que para ellos la
realización de la catequesis es una práctica en la acción, lo cual les implica estar en constante
formación y diálogos con otros catequista para que la realización de la catequesis sea acorde con
27
la evangelización que se quiere impartir siguiendo los criterios y principio que desde la
Conferencia episcopal se viene trabajando en el país.
En la investigación cualitativa tanto la investigadora como el investigador son un
instrumento más en el proceso. Una investigación cualitativa exige relaciones estrechas
entre la investigadora y el investigador con las y los sujetos y con los fenómenos
estudiados, para llegar a los fines que se propone. (Gurdian Fernandez, 2007 p184)
Es importante destacar que este elemento que resalta Fernández, la relación entre el
investigador y los sujetos es acorde con la propuesta que se realiza con los catequistas de Tarqui,
existe esta relación que facilita enormemente el poder adentrarse a detalles realmente
significativos que este grupo ha vivido, esta relación además permite un contacto directo y una
información más precisa.
Todas estas transcripciones ya sean escritas, audio grabadas o video-grabadas son los
"datos crudos", característicos de las investigaciones netamente empíricas. La condición
más importante es que sean recogidos como narrativas abiertas, de tal forma que no se
trata de programar ni las respuestas, ni las observaciones, ni los registros. Esto quiere
decir que no se trata de encasillarlos en categorías previamente determinadas, como, por
ejemplo, lo hacen los cuestionarios, las encuestas, las escalas y aún algunas modalidades
de entrevistas. (Gurdian Fernandez, 2007, p. 227)
Estos datos crudos recogidos durante la investigación gracias a las relaciones entre el
investigador y los sujetos investigados permiten una fidelidad a la información brindada por los
catequistas en su totalidad poner en la vos de cada uno de ellos que expresan desde la
espontaneidad y libertad, consignar la información detallada por los participantes, no obviar la
profundidad que se transmite en la comunicación no pretender adornar o mejorar la
información, esto dará veracidad a la investigación.
La hermenéutica es un método perspectiva general de comprensión y la interpretación es
el modo natural de conocer de los seres humanos. La hermenéutica tiene como misión
descubrir los significados de las cosas, interpretar lo mejor posible las palabras, los
escritos, los textos y los gestos, así como cualquier acto u obra, pero conservando su
singularidad en el contexto del que forma parte. Los teóricos más representativos de la
hermenéutica fueron: Dilthey quien afirmó ―toda expresión de la vida humana es objeto
natural de la interpretación hermenéutica‖; la hermenéutica es ―el proceso por medio del
cual conocemos la vida psíquica con la ayuda de los signos sensibles que son su
manifestación‖; ―comprender es transportarse a otra vida‖ y convirtió a la hermenéutica
en un método general de la comprensión. (Gurdian Fernandez, 2007, p. 147)
Desde la perspectiva de la autora, es aplicable a la vivencia de los catequistas en cuento al
conocimiento y los medios sensibles, en la práctica de la catequesis es fundamental poder afinar
los sentidos para llegar a comprender la realidad de las personas con las cuales se comparte, si un
catequista no logra interactuar debidamente con los catequizando y entrar en comunicación con
ellos a través de lo sensibles es muy difícil que estos puedan vincularse y abrirse para compartir
desde la propia vida, quedándose en un proceso superficial sin llegar a una comprensión real de
lo que el niño o el joven vive.
Heidegger sostuvo que el ―ser humano es ser interpretativo‖; que ―la verdadera
naturaleza de la realidad humana es ―interpretativa‖, en consecuencia: la interpretación es
el modo natural de los seres humanos, no un instrumento para adquirir conocimientos.
Gadamer afirmó que nunca podremos tener un conocimiento objetivo del significado de
un texto o de cualquier otra expresión de la vida psíquica, ya que siempre estaremos
influidos por nuestra condición de seres históricos: con nuestros valores, normas y estilos
de pensamiento y de vida, nunca tendremos conocimiento objetivo del significado de un
texto o de cualquier otra cosa. (Gurdian Fernandez, 2007, p. 148)
Los seres humanos realizan la interpretación de los diferentes sucesos que tienen lugar no
solo en sus vidas, sino en la sociedad y el mundo entero, el hombre busca comprender el
significado de tal situación lo cual lo lleva siempre preguntarse porque se dan estos
acontecimientos, esto no con el afán de conocer unos datos cronológicos o bibliográficos
simplemente sino para poder descubrir el sentido que tienen y cuál es la aplicación o el
significado en la vida personal o comunitaria donde está aconteciendo, esto no solo a lo narrativo
de la misma manera se aplica a un texto escrito siempre busca conocer y aterrizar su contenido,
29
de ahí que los investigadores en la cotidianidad están interpretando para llegar a aterrizar su
investigación.
1.5.2 Técnicas e instrumentos de recolección de información.
1.5.2.1 La observación.
Observación participante: La expresión observación participante se refiere a la
introducción de la investigación en el escenario de estudio, funcionando éste como instrumento
de recogida de datos. En palabras de Taylor y Bogdan (l986)"involucra la interacción social entre
el investigador y los informantes en el medio de los últimos, y durante la cual se recogen los
datos de modo natural y no intrusivo". (Munarriz, 1992, p. 110)
En concordancia con lo anterior es importante rescatar que dada la interacción con el
grupo de catequistas de la parroquia esta es una técnica fundamental para esta investigación, dado
que permite entrar en interacción sin ser intrusivos en su labor y quehacer desde la
evangelización y pastoral discipular con sus catequizando.
1.5.2.2 entrevista no estandarizada
La entrevista no estructurada tiene como rasgo significativo el de no preestablecer preguntas ni
estructurar guiones, sino abordar los temas de interés para el investigador desde un
elemento disparador de modo espontáneo y abierto, para que el entrevistado pueda
explayarse libremente y mantener la conversación desde sus propios intereses. Puede
ocurrir que, en el diálogo, el informante tome caminos poco conectados con el tema de
interés del investigador, por lo que se deberán buscar las estrategias que permitan retomar
los carriles de la conversación, sin que ello sea perturbador o signifique una situación de
incomodidad para los sujetos. (Scettini,P. & Cortazzo,I. (2016). Tecnicas y estrategias en
la investigación cualitativa.Edulp p.23)
La entrevista es una de las formas de recoger información en una investigación, permite
acceder a la información detallada y precisa, sin omitir detalles, fechas, lugares y
acontecimientos, a través del dialogo personal y en ocasiones grupales; estos datos obtenidos se
tendrán en cuenta a la hora de la sistematización total de la información para ser fiel a los
sentimientos y opiniones de las personas que las suministren.
La información recogida llevara a descubrir donde se encuentra la falla que se ha ido
viviendo a la hora de la transmisión de las catequesis de los niños y jóvenes y en la falta de
conciencia de los catequistas en la vivencia de su fe en su camino discipular.
La entrevista no estandarizada permitirá que la información recibida sea espontanea,
permite interactuar más con las personas entrevistadas, llevándolos a que tomen la iniciativa y
revelen datos que pueden ser de gran importancia en la elaboración del proyecto y en la propuesta
que se busca hacer a la parroquia.
1.5.2.3 Grupo focal
Se utilizará también el grupo focal que permitirá reconstruir un relato común, que saldrá
del dialogo con el grupo de catequistas, donde se conocerá a nivel grupal las experiencias que se
han llegado a vivenciar durante el tiempo que cada uno lleva realizando esta pastoral, el resultado
de este grupo brindará pautas concretas que serán confrontadas con los resultados de las
entrevistas realizadas personalmente. De esta manera se podrán tener algunos elementos y
detalles claves que posiblemente en dialogo personal no han sido abordados y que pueden ser
relevantes a la hora de la sistematización de la información.
El grupo focal, siguiendo a Martínez es una modalidad de los grupos de discusión que se
caracteriza por centralizar - focalizar- su atención e interés en un tema específico de la
investigación, es decir, es una temática que es propio (se desprende) del tema central de
estudio. Es de ―discusión‖ porque realiza su trabajo de búsqueda mediante la interacción
discursiva y la comparación o contraste de las opiniones de las y los miembros del grupo.
Su fundamentación epistemológica radica en esencia en el principio de
complementariedad que subraya la incapacidad humana de agotar la realidad con una sola
perspectiva o punto de vista, con un solo enfoque o abordaje. Es decir, la descripción más
rica de esa realidad física o humana- se lograr al integrar en un todo coherente y lógico los
aportes de diferentes personas, dimensiones, abordajes, enfoques, en otras palabras, de
diversos puntos de vista. Según Miguel Martínez Miguélez. (Guardian Fernandez, 2007,
p. 214)
31
1.5.2.4 Análisis de los resultados
Se parte por definir el término «triangulación» desde la visión de varios autores como
Denzin y Lincoln (1990), quien la define como: «la aplicación y combinación de varias
metodologías de la investigación en el estudio de un mismo fenómeno» (p. 297). Donde es claro
que se tiene en cuenta varios puntos de vista sobre la misma realidad para conseguir así una
comprensión completa del fenómeno estudiado.
También es entendida como «Técnica de confrontación y herramienta de comparación de
diferentes tipos de análisis de datos (triangulación analítica) con un mismo objetivo puede
contribuir a validar un estudio de encuesta y potenciar las conclusiones que de él se derivan»
(Rodríguez, Pozo & Gutiérrez, 2006, p.1). Es importante resaltar que este proceso no solo
permite la recolección de información, sino la confrontación de la misma.
Como bien lo expone Donolo (2009) «requiere de conocimiento, de tiempo y de recursos
para implementarla y luego de gran agudeza para interpretar los resultados en las variadas y a
veces contradictorias maneras en que se presentan» (p.3). Existen diversas posibilidades a la hora
de triangular, entre ellas, podemos destacar la triangulación de datos, triangulación de
investigador, triangulación teórica, la triangulación metodológica, la triangulación múltiple.
Triangulación de datos: hace referencia a la utilización de diferentes estrategias y
fuentes de información sobre una recogida de datos permite contrastar la información recabada.
La triangulación de datos puede ser:
a) temporal: son datos recogidos en distintas fechas para comprobar si los resultados son
constantes;
b) espacial: los datos recogidos se hacen en distintos lugares para comprobar
coincidencias;
c) personal: diferente muestra de sujetos. (Aguilar S &Barroso,J. p. 74)
Para analizar los datos recogidos durante las entrevistas se utilizará la triangulación de la
información, especialmente la triangulación de datos, que permitirá analizar los datos recogidos
durante el tiempo de la investigación, lo que permitirá verificar la veracidad de los datos,
recogidos en diferentes fechas. De esta manera se logrará una certeza a la hora de plasmar las
conclusiones a las que se logre llegar al finalizar el proyecto.
1.6 Estado de la cuestión
Para hablar de discipulado es necesario remitirse al texto de Lc 6, 12-19. Donde se
presenta el llamado de Jesús a sus discípulos, estos son llamados por nombre propio, lo cual pone
en evidencia que el llamado al discipulado es concreto y personal, además son llamados
primeramente para estar con Él viviendo la experiencia de la oración y luego con una misión
específica, son enviados a predicar. Este hecho primordial para la interpretación cristiana del
seguimiento invita a una reflexión del sentido del discipulado evangélico (DV 7). Los discípulos
de Jesús no forman parte de una escuela al estilo de los discípulos de las escuelas rabínicas.
Otro elemento, en cuanto al discipulado, es que varios textos de seguimiento en el
evangelio se han circunscrito desde un carácter de consagración exclusiva en la vida
religiosa o sacerdotal a lo largo de la historia. Esto ha derivado en que la mayoría de los
cristianos comprometidos con el Evangelio se han desentendido y han sido relegados del
llamado, generando en ellos una actitud pasiva frente al destino y misión de la Iglesia;
incluso durante la edad media y hasta mitad del siglo XX fueron considerados como
cristianos de segunda clase, siendo un privilegio ser sacerdote o religioso/a. Rodríguez
Moreno M. B., (2017, p 280)
Siguiendo el contexto de Rodriguez Moreno M. B., (2017, p. 305) Cuando han sido
elegidos y toman la decisión de hacerse discípulos, los evangelios señalan que este «discipulado
se hace desde abajo» y, a la luz de Lc 8,1-3, realmente es evidente esa opción, sin pretender
descontextualizar a Jesús de su tiempo, de su época y de su profesión de fe como judío. Lucas va
mostrando que son las mujeres quienes acompañan a Jesús desde Galilea Lc 23,49.55 y, entre los
excluidos y vulnerados de la época, parece que fueron quienes más disposición tuvieron para
acoger su propuesta, no obstante, la elección de Dios es por todos.
33
Es así, como se puede decir que los discípulos de hoy, son, entre otros, los catequistas que
en conjunto con el clero y los consagrados se convierten en los encargados de esparcir la Palabra,
la fe y la doctrina de la iglesia entendiendo sus particularidades y formas de cada contexto, es
decir una iglesia universal que entiende la razón local de su existencia.
De acuerdo con lo anterior, Ratzinger, afirma:
se pueden fijar precisiones sobre las palabras de Jesús: «Rueguen al dueño de los campos
que envíe trabajadores para su cosecha» (Mt 9,38): a quienes trabajan en la cosecha de
Dios no se les puede escoger simplemente como un patrón busca a sus obreros; siempre
deben ser pedidos a Dios y elegidos por Él mismo para este servicio. Este carácter
teológico se refuerza aún más cuando el texto de Marcos dice: «Llamó a los que quiso».
Uno no puede hacerse discípulo por sí mismo, sino que es el resultado de una elección,
una decisión de la voluntad del Señor basada, a su vez, en su unidad de voluntad con el
Padre. (Ratzinger, 2007, p. 200).
La Parroquia de Tarqui SAP atiende 20 veredas aledañas, cada una cuenta con capilla
para las celebraciones religiosas, de igual manera el sacerdote celebra la eucaristía en los
diferentes barrios del casco urbano una vez a la semana, esto dentro del plan de estar cerca al
rebaño llevando la Buena Nueva, es la invitación del Sumo Pontífice Francisco, salir de la zona
de confort e ir a la periferia a mostrar a Jesús cercano, sin duda este trabajo no es solo
desarrollado por el párroco, en el intervienen los catequistas de la parroquia como grupo de
apoyo para la construcción y solidificación de la fe en el territorio, es decir es Dios en su plan
salvífico que llama a los que quiere para apoyar la misión del que se postra siendo nada y se
levanta sacerdote.
Tienen que estar con Él para conocerlo, para tener ese conocimiento de Él que las
«gentes» no podían alcanzar porque lo veían desde el exterior y lo tenían por un
profeta, un gran personaje de la historia de las religiones, pero sin percibir su carácter
único (cf. Mt 16, 13s). Los Doce tienen que estar con Él para conocer a Jesús en su ser
uno con el Padre y así poder ser testigos de su misterio. Tenían que haber estado con Él
—como dirá Pedro antes de la elección de Matías— cuando «el Señor Jesús estuvo con
nosotros» (cf. Hch 1, 8.21). Se podría decir que tienen que pasar de la comunión
exterior con Jesús a la interior. Pero al mismo tiempo están ahí para ser los enviados de
Jesús —«Apóstoles», precisamente—, los que llevan su mensaje al mundo, primero a
las ovejas descarriadas de la casa de Israel, pero luego «hasta los confines de la tierra».
Estar con Jesús y ser enviados parece a primera vista excluirse recíprocamente, pero
ambos aspectos están íntimamente unidos. (Ratzinger, 2007, p. 203)
Lo que se interpreta en el compromiso de seguimiento de entrega en la formación de
los sacramentos de iniciación de la vida cristina que se entendía en un principio era obligación
del consagrado, hoy es un acto realizado por voluntad de quien responde al llamado de seguir
y formar al ejemplo de los primeros discípulos, en un proceso de acompañar, caminar y
contagiar la fe. Es la misión para los cuales los catequistas de Tarqui experimentan al
realizarla con entusiasmo, alegría, responsabilidad y entrega; ellos conscientes de su
consagración bautismal se entregan cada día desde la cotidianidad personal al cuidado de la fe
de estas personas que se les ha confiado.
35
CAPÍTULO 2: MARCO DE REFERENCIA
El marco de referencia de este proyecto se divide en tres categorías, la primera lo
pedagógico y significatividad que comprende la didáctica, las herramientas didácticas y el
aprendizaje significativo; la segunda lo teológico que desde la obra lucana se abarca el
discipulado, la diaconía y la martirya y la tercera el contexto que es el grupo de catequistas de la
parroquia San Antonio de Padua de Tarqui, desde la perspectiva del ser, que hacer y formación
del catequista.
Por lo regular y en el imaginario colectivo se cree que la formación para los sacramentos
consiste en aprender una serie de oraciones y rezos, en realidad como cualquier otro proceso de
formación de enseñanza – aprendizaje este requiere de herramientas pedagógicas, didácticas de
forma que allá una experiencia significativa del mismo
Desde principios de Iglesia, se tiene la concepción de que Dios educa, enseña y guía, pero
para el creyente de hoy como el de aquel momento, se pregunta y como educa Dios, como lo
hace que métodos utiliza y la respuesta en aquel entones y que sigue siendo la misma, es
teológica, Dios educa a través de la revelación, es decir en la capacidad de descubrirlo en la
creación y en la historia particular de cada uno, que termina escrita en una historia de amor en la
persona de Jesús. Y esta muestra su pedagogía en una historia de amor particular, en un dialogo
de amigos que los acerca al creador de la creación.
2.1 Pedagógico: Pedagogía de la signicatividad como apuesta formativa para el discipulado
2.1.1 Didáctica
Para comprender la didáctica se parte de la definición que hacer (Sánchez, 2008), quien
presenta la didáctica como una necesidad de hacer efectivo y sistemático el proceso de comunicar
los conocimientos, las habilidades y los valores culturales propios de cada cultura a los
individuos más jóvenes (p.55). Esto es aplicable al proceso evangelizador directamente en la
catequesis, es necesario poder comunicar adecuadamente el mensaje de Jesús que se quiere que
los niños y jóvenes adhieran a su proceso de crecimiento en la fe; es indispensable separar la
didáctica que se utiliza en la escuela es muy diferente a la de la catequesis, en esta última se
quiere llevar a la persona a un proceso de conversión y conocimiento de Jesús a través del
evangelio, lo ideal es que con anterioridad el catequista busque y se apropie del texto bíblico que
tenga relación con el tema que se va a tratar en la catequesis.
A la hora de desarrollar la catequesis, el catequista debe, en primer lugar asimilar el
contenido que luego compartirá con los niños y jóvenes además de utilizar una serie de
herramientas didácticas que le permita a los destinatarios comprender y asimilar para la vida el
contenido recibido, el catequista debe tener por lo menos un conocimiento mínimo y manejo de
la palabra de Dios, pues esta será la herramienta más importante utilizada en la catequesis, esto
permitirá que pueda contextualizar el texto bíblico.
Esta intervención de la Biblia en el corazón del proceso secuencial-didáctico en la
catequesis es clave, porque ―la comunicación de la fe es un acontecimiento de gracia, realizado
por el encuentro de la Palabra de Dios con la experiencia de la persona, que se expresa a través de
los signos sensibles y finalmente se abre al ministerio‖ (Congregación para el clero, 2005 n. 150)
El catequista en su proceso de formación comprende que la catequesis no es un especio de
esparcimiento, por eso no se debe reducir a juegos o dinámicas, el encuentro debe mantener un
clima sereno, cómodo, acogedor el cual permita que el contenido pueda llegar a la persona que lo
recibe, en este proceso se debe guiar al grupo desde una dinámica experiencial, que sea aplicado
a la vida de cada uno. El acompañante se interesa por la vida de los catequizandos, con esto
comprenderá que cada persona a la que se acerca es terreno sagrado y por ende merece respeto,
partiendo de este conocimiento personal puede ir perfilando la catequesis y llevando a cada uno a
confrontar ciertas realidades existenciales con su propio proceso vital; en la catequesis no hay
espacio para la improvisación, cada encuentro debe ser preparado con anterioridad, teniendo el
tiempo necesario para orar, buscar el texto bíblico acorde, fotografías, videos, canciones,
narraciones etc., que permitan cumplir el objetivo del encuentro y en el cual la fe se una a la
vida.
Como herramienta fundamental de didáctica de la Iglesia Católica en el mundo se puede
hablar del proceso de catequesis y la evangelización, siendo estos la forma como la iglesia lleva a
cada rincón donde hace presencia el desarrollar su trabajo doctrinal, social, dogmático y de
evangelización. El proceso didáctico parte de un estudio antropológico de las realidades
particulares de cada territorio, su desarrollo económico, político y social en este orden de idea la
37
evangelización y la catequesis estarán orientadas en ese sentido. Para hablar de didáctica dentro
de la iglesia se debe entender la finalidad de la misma que no es más que educar el sentir
religioso del hombre, la pedagogía de la iglesia en su proceso de evangelizador y catequético se
divide en varias etapas, se abordan en este capítulo algunos aspectos importantes para tener en
cuenta.
Pedagogía realista encontramos que es un elemento didáctico donde Dios que el agente
activo actúa y trabaja en cada sujeto concreto que tienen que ser pasivos a la escucha y
actuación de la pedagogía de Dios, bajo sus circunstancias. Por ejemplo, en los casos de
los niños, son personas sujetas primordiales del amor de Dios por ellos
independientemente de sus circunstancias y que por lo tanto los educadores tendrán que
tener en cuenta estos rasgos para poder educar con sentido y en una perspectiva
antropológica cristiana. (Pabón, 2015, p. 36)
En concordancia con lo anterior la pedagogía dentro del proceso de fe, está basada en una
experiencia de encuentro con Dios creador, amor y padre, en especial en los niños como lo
menciona Pabón, es decir no una simple charla entre el catequista y su catequizado o un sermón
entre el sacerdote y su comunidad parroquial, la pedagogía de la enseñanza de Dios, es y será una
realidad particular de cada uno, sin duda esta experiencia individual influencia en otros, ejemplo
los padres en sus hijos como trasmisores de la fe.
2.1.2. Aprendizaje significativo
Desde la Perspectiva ausubeliana: ―El aprendizaje significativo es el proceso según el cual
se relaciona un nuevo conocimiento o información con la estructura cognitiva del que aprende de
forma no arbitraria y sustantiva o no literal‖. (Rodríguez, 2004 p 5)
Es decir, desde la mirada de aprendizaje significado este se construye de forma evolutiva,
lo que lleva a una experiencia de crecimiento y vivencia del aula, la catequesis es entonces la
evolución de la presencia de Cristo en la vida del cristiano, en donde adquiere sentido el
contenido de lo enseñado por el catequista a quien prepara para este encuentro.
Siguiendo estas premisas Viera (2003), a partir de la teoría de aprendizaje significativo de
Ausubel distingue 3 tipos fundamentales de aprendizaje significativo
Aprendizaje representacional: tipo básico de aprendizaje significativo. En él se asignan
significados a determinados símbolos (palabras) se identifican los símbolos con sus referentes
(objetos, eventos, conceptos). Aprendizaje de conceptos: los conceptos representan
regularidades de eventos u objetos, y son representados también por símbolos particulares o
categorías y representan abstracciones de atributos esenciales de los referentes. Aprendizaje
proposicional: la tarea no es aprender significativamente lo que representan las palabras aisladas
o combinadas sino aprender lo que significan las ideas expresadas en una proposición, las cuales
a su vez constituyen un concepto. En este tipo de aprendizaje la tarea no es aprender un
significado aislado de los diferentes conceptos que constituyen una proposición, sino el
significado de ella como un todo. (Viera Torres, Trilce, 2003, p 36)
A nivel parroquial, el grupo de catequistas de la PSAP busca que los niños y jóvenes
puedan tener un aprendizaje significativo a través de la catequesis pre sacramental, para que en su
vida vayan generando una experiencia del encuentro con la persona de Jesucristo, Como símbolo
representacional de lo que significa ser cristiano, de esta forma se les permita un crecimiento en
su vida de fe, que ellos puedan manifestarlo y no por el contrario que este mismo proceso, es
decir un proceso de conceptos aprendidos en la catequesis, y se vivan una vez el momento de la
celebración de forma que se convierten en un proceso proporcional, es decir va más allá de los
conceptos aprendidos si no las ideas de la pedagogía del amor expresada líneas arriba. La
catequesis transmite el mensaje de la instauración del Reino de Dios, el cual es central en la
predicación de Jesús; esto tiene como consecuencia la liberación, introducir a la comunión con el
Padre, la filiación divina y la promesa de la vida eterna.
La catequesis es una educación en la fe de los niños, de los jóvenes y adultos, que
comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de
modo orgánico y sistemático con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana"
(prólogo del catecismo de la iglesia católica n. 5)
Según lo anterior el proceso de aprendizaje significativo no solo es del catequista al
catequizado, es también y conforme un proceso proporcional que los catequistas puedan a través
de formación interna superar el concepto teórico de la escritura para transmitir el Evangelio a los
39
que desean seguir a Jesucristo, para que sea lo más apto posible al comunicar el mensaje del
evangelio. Menciona que cualquier actividad pastoral para cuyo desempeño no se disponga de
personas dotadas de una verdadera formación y preparación, necesariamente está destinada al
fracaso. Es responsabilidad de las iglesias particulares brindar la adecuada formación a los
catequistas, así como brindarles atención personal y espiritual y coordinarlos con los demás
agentes de pastoral en las comunidades cristianas, para que la acción evangelizadora sea
coherente.
Está formación debe guardar unos criterios el primero de ellos es formar catequistas para
las necesidades evangelizadoras de este momento histórico con sus valores, sus desafíos y
sus sombras; otro es que fomente su identidad de maestros, educadores, testigos; y fundir
el sentido social y eclesial en la formación. (Carvajal, 1999, p. 88)
Con estos criterios los cateuistas viven con sentido de pertenencia a la tarea que realizan
en la formación en la fe de, ellos como catequistas valoran la misiòn que realizan además
procuran recibir y aprovechar de la mejor manera la formación que las parroquias les brinda, esto
les permite vivir mas coherentemente su tarea evangelizadora.
2.2 Teológico: Evangelio de san Lucas. El evangelista resalta las características de un
discípulo, el amor al prójimo, el servicio y la oración relación del discípulo con Dios. La
estructura del evangelio es el siguiente: en el cp 1, 1-4 encontramos el prólogo, del 1,5 al 2,55
aparece la infancia de Jesús, a partir del 3,1 al 4,13 hace referencia al comienzo de las actividades
de Jesús; del 4,14 al 9, 50 narra las actividades de Jesús en Galilea; del 9,51 al 19,29 habla del
viaje a Jerusalén, posteriormente del 19,28 al 21,38 narra las actividades de Jesús en Jerusalén y
finalmente del 21,1 al 24,53 narra la pasión, resurrección y ascensión de Jesús.
2.2.1 Discipulado.
El discípulo debe estar presto después de un encuentro personal con Jesucristo, a dejarse
enviar, este en ocasiones no es a otros espacios lejanos como se puede entender en lo cotidiano,
sino que puede ser a los que están más cerca de su persona, es decir su prójimo, para vivir él
envió el discípulo debe cumplir unas características que son inherentes a su misión: la oración, la
disponibilidad, el servicio, el silencio, entre otros. El discípulo es una persona que ha
experimentado de forma particular en su camino de fe, un llamado de Jesús para estar con Él y
luego ser enviado a comunicar el Reino de Dios.
El discípulo ha recibido una llamada personal, y es radical como lo deja ver el evangelio
de Lc en el capítulo 5, 1 ss. Los discípulos dejándolo todo son capaces de seguirlo. Esto deja ver
cómo inmediatamente la persona toma una decisión y comienza su camino discipular. El
evangelista permite comprender que el llamado de Jesús en este caso no es individual destaca la
importancia del grupo, su mensaje va dirigido a varias personas, se puede observar que había
mucha gente que estaba agolpada para escuchar las enseñanzas de Jesús, es así como la vocación
del discípulo lleva consigo la misión de comunicar la palabra, lo cual requiere una pedagogía
adecuada, metodología que se aprende del mismo Jesús, como se entiende en el evangelio, se
constata viéndolo enseñar desde la barca lo que permite que el mensaje pueda llegar a todos
aquellos que lo están escuchando y no a unos pocos. En Lc 11, 1 ss el autor sagrado sigue
mostrando como la pedagogía de Jesús es evidente a los ojos de los demás, ―Señor enséñanos a
orar‖ es la petición de uno de los discípulos después que Jesús termina de orar. Un discípulo debe
buscar momentos de intimidad con el Padre, momentos de silencio y soledad que lo fortalecen en
la misión, a la vez que la experiencia se debe reflejar a los demás convirtiéndose así en
testimonio para otros. En el capítulo séptimo nuevamente se muestra cómo la pedagogía de Jesús
es atrayente a los ojos de sus seguidores en este episodio con el centurión que le pide curar a su
criado, Jesus desde la cercanía, gestos y palabras actúa, con lo cual demuestra el interés por la
persona.
Los discípulos pueden experimentar el sentirse llamados y enviados a la vez que se puede
destacar la colaboración en el campo discipular, lo extraemos del ejemplo de Santiago y Juan
quienes a la vez se vuelven compañeros de Simón Mt 4, 18,20 .
Es de resaltar que el discípulo no siempre responde positivamente a la primera llamada
del Maestro, detrás de la llamada se pueden experimentar diferentes sentimientos como el miedo,
que no permite dar una respuesta inmediatamente, como en el caso de Pedro ante el
descubrimiento de la divinidad lanza la frase ―apártate de mí Señor que soy un pecador‖ Lc 5,8.
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Lo que nuevamente deja constatar que el llamado es a humanos, es decir con pecados y virtudes,
con nombres y rostros concretos, en los cuales se va viviendo un proceso de identificación con el
maestro que los lleve a dejarlo todo y seguirlo a ejemplo de los primeros discípulos.
En el discipulado es esencial mencionar que, dentro de los seguidores de Jesús, se pueden
encontrar tres grupos: 1) la multitud que lo seguía atraída por su praxis y enseñanza; estos
eran los más lejanos; 2) un grupo intermedio, formado por quienes permanecían en sus
casas, pero que acogían a Jesús y sus discípulos, y les colaboraban en la misión itinerante;
3) los discípulos que estaban más cerca de Jesús, le acompañaban en su misión de llevar
la buena noticia del Reino a todos. La memoria del discipulado se hace desde la definición
de la identidad y está naturalmente unida a la imagen de Jesús. ( Rodriguez Moreno &
Rodriguez Moreno y Vazquez, 2017p 287)
A partir del texto anterior se evidencia que el seguimiento de Jesús no todos los discípulos
cuentan con la misma disposición, hay unos que miran desde las periferias y se quedan en la
multitud, otros que desde sus quehaceres prestan servicios puntuales y los que caminan con Él y
se comprometen con la obra. Pero todos de una u otra manera gozan de la condición de
discípulos. El discípulo para configurarse con Cristo que es el objetivo central, debe forjar una
identidad que le permita ser reconocido como tal, que los demás puedan descubrir que él es un
discípulo llamado y enviado.
La categoría discípulo es otorgada generalmente a los seguidores de Jesús, de manera
concreta a los varones, sin desconocer que los evangelios también la abordan en
perspectiva genérica, es decir, considerando un grupo amplio en el contexto (Lc 10,1-12).
El término discípulo no se remonta a la tradición veterotestamentaria haciéndolo más
interesante, ya que el uso dado por los autores de los evangelios no tiene una referencia en
el Antiguo Testamento. Autores como John Meier señalan que la palabra Discípulo, no se
puede encontrar en la Biblia Hebrea. (Rodriguez Moreno & Rodriguez Moreno y
Vazquez, 2017 p 288)
En el evangelio de Lc permite hacer un recorrido sobre el llamado, sobre el discipulado
que evidencia que para poder serlo hay que ser convocado; no se es discípulo por iniciativa
propia, siempre la iniciativa la toma Jesús. E 2,27 Jesús vio a Levi un hombre, un recaudador,
una persona con identidad concreta, realizando una actividad específica y le hace una invitación
puntual ‗sígueme‘ este ante el llamado asume también un compromiso; le devolveré al que le
haya quitado y repartiré la mitad de mis bienes, la persona que recibe la invitación de Jesús y
responde a este llamado no queda igual, en esencia el ser convocado genera cambios en su vida y
asume compromisos que lo lleven de demostrarse ante los otros y a si mismo que el encuentro
con Jesús, transformo su vida.
La invitación lleva consigo un seguimiento un caminar, se entiende como un proceso de
formación como lo denota Lc 8,1. A continuación, fue recorriendo ciudades y pueblos
proclamando la Buena Noticia del reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres...,
es decir para proclamar la buena noticia se requiere que se siga de forma concreta al maestro para
recibir de este la pedagogía y la didáctica de la trasmisión de la noticia del reino del amor.
Ahora bien, caminar con Jesús no significa que todo está resuelto, que no hay problemas
ni dificultades, Lc. 8, 22 Uno de aquellos días subió él a una barca con los discípulos y les dijo:
Vamos a cruzar a la otra orilla del lago. Zarparon y, mientras navegaban, él se quedó
dormido…se ven a unos discípulos que ante la dificultad entran en miedo y aunque van con el
Maestro en la misma barca no son capaces de descubrirlo, necesitan que Jesús nuevamente les
reafirme su presencia en medio de ellos. Muchas veces el discípulo ante su tarea evangelizadora
siente que Jesús no está con él o lo siente dormido como en el caso de la barca; sin embargo,
Jesús ante el llamado de sus discípulos no se hace esperar y sale al encuentro de ellos. El
discípulo necesita estar atento para no dejar que las contrariedades de la vida le oscurezcan la
presencia de Jesús, de tal manera que no crea que va solo en la barca, abandonado a su suerte. Y
cuando esto llegue a suceder en su experiencia de Cristo poder estar atento y clamar como los
primeros discípulos Señor sálvanos.
43
El responder al llamado tiene una misión implícita, en Lc. 9,1 ss. Convocó a los Doce y
les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades. Y los envió a
proclamar el Reino de Dios y a sanar [enfermos]. Les dijo: No lleven nada para el camino: ni
bastón ni alforja, ni pan ni dinero, ni dos túnicas…La misión del discípulo es proclamar el Reino
de Dios, para esto es llamado, Jesús lo invita a no llevar nada para el camino, es decir le indica
que Él sea su única seguridad y es decir lo esencial en este caminar no es nada más que Jesús
maestro, para así no apartar su mirada de Él, y ponerla en objetos o situaciones que le quitan la
paz que solo Jesús da.
Los documentos de la Iglesia Católica en cuanto al discipulado ponen en contexto que la
evangelización es para todos los pueblos como lo narra el evangelio y que no es propiedad de
ninguna persona.
Sin embargo, a pensar de esta narrativa, ―varios textos de seguimiento en el
evangelio se han circunscrito desde un carácter de consagración exclusiva en la vida
religiosa o sacerdotal a lo largo de la historia. Esto ha derivado en que la mayoría de los
cristianos comprometidos con el evangelio se han desentendido y han sido relegados del
llamado, generando en ellos una actitud pasiva frente al destino y misión de la iglesia;
incluso durante la edad media y mitad del siglo XX fueron considerados como cristianos
de segunda clase, siendo un privilegio ser sacerdote o religioso/a”. ( Rodriguez Moreno &
Rodriguez Moreno y Vazquez, 2017, p. 277)
Más por el sacramento del bautismo se recibe la consagración como hijo de Dios, dentro
del contexto meramente eclesial, además como sacerdote, profeta y rey. Condición suficiente
para que la persona por el hecho de ser bautizado pueda realizar la evangelización, sabiendo que
el este sacramento se recibe tal dignidad. La misión o el discipulado se ha entendido en muchas
ocasiones como reservada a ciertos estilos concretos de vida (sacerdotal o religiosa, pero se sabe
que no es así, lo que ha ocasionado que muchas personas se sientan excluidos de la iglesia y no
hacer parte activa de la misma, cuando el llamado es para todos y ningún estilo de vida es más
importante que otros, simplemente cada uno vive el llamado de una manera diferente, es decir
una experiencia única y particular de fe, puesta en común.
2.2 Diaconía
Para entender la diaconía como la capacidad de servicio dentro de la comunidad eclesial,
debemos ir al texto bíblico en los hechos de los apóstoles donde se puede percibir la elección de
los 7 diáconos en Hch 7, 6 ss. Esta se realiza para que estos cristianos de una manera específica
se dediquen al cuidado de las viudas y poder de esta manera atender sus necesidades, también en
la historia de la iglesia se puede comprender la misión constante que la mujer ha desempañado
dentro de la misma, prestando sus servicios en los diferentes ámbitos en los que se les permite
desempeñarse ; se puede hablar de igual manera de la diaconía de Jesús quien durante su vida
pública se dedicó a servir, basta con leer los evangelios y descubrir esta acción particular en
función de hacer el bien a los demás.
En ese proceso de conocer, analizar y catalogar el contexto, es particularmente importante
favorecer un espacio para las perspectivas de las mujeres y la gente joven. La diaconía
solo puede responder a su llamado, desempeñando una función activa hacia un futuro
mejor, e iniciar procesos de transformación, cuando se respetan los dones y talentos, la
dignidad humana y la experiencia cotidiana de cada persona. Toda persona debería tener
la oportunidad no solo de narrar su historia, sino también de que otras la escuchen y
valoren. Solo entonces, podrán tomar parte activa en determinar un futuro mejor, e iniciar
procesos de transformación. Por ser acción-basada en la fe, la diaconía conecta la lectura
del contexto con la lectura de las Sagradas Escrituras. (Federación Luterana Mundial,
2009, p. 13)
Desde este contexto se puede expresar con el autor como la diaconía es una preparación de la
persona de manera significativa para el servicio, pero no un servicio como actividad o activismo
sino un servicio que lleve al que se le está prestando la ayuda, a una experiencia de liberación, de
transformación de encontrarse consigo mismo. Desde la diaconía se busca llevar a cada
individuo a descubrir el valor de su persona y su dignidad apreciando lo que es y siente, a la vez
que marca una pauta en la relación que se pueda tener con otras personas.
Entender el proceso horizontal de diaconía requiere leer y tener presente lo siguiente ―La
dimensión horizontal es igualmente fundamental para la diaconía. Sin ella, la diaconía
perdería su arraigo en la vida real y ya no sería una respuesta a los problemas de la
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sociedad. Si esto ocurriera, la diaconía se habría espiritualizado y estaría demasiado
limitada por su marco teológico y eclesial. Así pues, la diaconía debe ser dialéctica de tal
forma que comunique las perspectivas vertical y horizontal. Esto significa que la reflexión
sobre la diaconía tiene que ser interdisciplinaria, y tener en cuenta los aportes de las
ciencias teológicas y sociales‖. (Federación Luterana Mundial, 2009, p. 30)
A partir de lo anterior se puede anotar que la diaconía no se puede verse de una forma
plana es decir es un proceso transversal a la vida pastoral y de servicio para todos los miembros
de una comunidad en particular, para ellos debemos tener presente que este servicio diaconal no
es lo que conocemos como una ONG o una obra social de asistencialismo, este servicio va más
allá, ya que la diaconía por medio del servicio que se brinda, lo que busca es involucrarse con la
realidad espiritual y social de cada individuo y despertar en él mismo el valor de lo divino-
humano.
Es decir, debe buscar un ejemplo del modelo de diaconía de Cristo, servir mas no ser
servido, partiendo de entender la diaconía de Cristo como lo que da consistencia a la
alianza, que le da un rostro y que hace que ella tome cuerpo. Por lo tanto, el término
diaconía se carga con toda la historia de la revelación. Desde aquí, un contrasentido
común este puesto al lado: el que entiende la "diaconía" como un toque decorativo, una
especie de empaque que adorna la misión de Cristo, pero sin jugar un papel decisivo. A ir
en esa dirección, se reduce la diaconía a una incitación a la dedicación que en sí mismo no
dice nada de Dios. Se olvida lo que ella expresa en primer lugar: el propósito de Dios para
lograr a conectarse con la humanidad. (Grieu, 2015 p. 3)
Siguiendo con (Grieu, 2015) Vale la pena volver a examinar algunas de las características
de esta Alianza, como se puede interpretar en la Biblia. "Yo seré su Dios, ustedes serán mi
pueblo", es su fórmula central. Es un vínculo en el cual el uno se involucra tanto hacia el otro,
que su propia identidad se carga del otro. En este sentido, la Alianza se distingue de un contrato,
donde nos comprometemos solo por intercambiar prestaciones.
Busca entonces esta alianza de entender la diaconía de Jesús es decir ―las raíces de la
práctica diaconal se remontan a los tiempos del Nuevo Testamento. Las prácticas del
compartir de los recursos y el cuidado de las personas en situación de necesidad, tanto
dentro como fuera de la comunidad de creyentes, ha sido siempre considerada como parte
integrante del discipulado y la misión cristianas‖. (Federación Luterana Mundial, 2009, p.
37)
Pero que busca la diaconía, cuál es camino y el fin del servicio, en realidad es servir o ser
servido, el mismo Cristo lo dejo muy claro cuando dijo que "de la misma manera que el Hijo del
hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»"
(Mateo, 20, 28), aquí encontramos la doble dimensión de la diaconía y es servir y dar l vida por la
persona a quien se sirve.
Existe una unión inseparable entre la palabra y la diaconía. El objetivo último y absoluto
de ambas es el Reino. La palabra lo anuncia, invita a aceptarlo y a comprometerse en su
realización; la diaconía lo hace, realizando especialmente su dimensión de fraternidad
mediante el servicio a los demás, a la solidaridad con los pobres y marginados, la
promoción integral, el compromiso por la justicia y la paz, la defensa de los derechos
humanos y la acción transformadora del mundo. La unión que hay entre palabra y
diaconía no las confunde. La Palabra anuncia el Reino y denuncia las situaciones que lo
contradicen; la diaconía, en cambio, no son palabras que iluminen, guíen o estimulen, sino
hechos, prácticas, encaminados a cambiar la realidad y a hacer un mundo más acorde con
el ideal del Reino. La diaconía tiene necesidad de la palabra y la palabra de la diaconía,
porque el Evangelio no es para ser ―dicho‖, sino para ser ―hecho‖, pero, si no se da a
conocer, no puede ser hecho. (Antonio Vidales, 1985, p. 2)
El catequista está llamado a vivir la diaconía como dimensión de servicio, mirando en el otros el
rostro sufriente de Cristo, saliendo al encuentro del hermano que está solo, que necesita
compañía, consuelo, acogida, escucha, el evangelizador debe tomar la delantera y poder descubrir
la necesidad del hermano, acudiendo a su ayuda cuando sean necesario y pertinente. La diaconía
se debe vivir desde la palabra, es un conjunto, no se debe confundir el servicio diaconal con una
serie de acciones sueltas que más que servir a la otra persona puede ser que se busque
personalmente, para satisfacer el ego personal y no atendiendo verdaderamente la necesidad del
hermano.
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Un texto de San Juan Pablo II relaciona la Encarnación, citando también la carta a los
Filipenses, con la Eucaristía y con el ser mismo de Dios: Contemplemos, pues, a Jesús en
el gesto del lavatorio de los pies que parece darnos la clave para comprender su propio ser
y su misión, su vida y su muerte. El gesto de Jesús indica un amor completo, en el
contexto de la institución de la Eucaristía y en la clara perspectiva de su pasión y muerte.
Un gesto que revela el sentido de la Encarnación y, más aún, de la esencia misma de Dios.
Dios es amor y por eso ha asumido la condición de siervo: Dios se pone al servicio del
hombre para llevar al hombre a la plena comunión con Él (Casas,A.2015. , 2015 p 6)
Es así como se entiende entonces que el diaconado desde el ejemplo mismo de Jesús es
una revolución por el servicio a los otros, es la capacidad de entender que el servir sin interés es
la más grande y pura de las acciones que se puede hacer por el otro, para esto es necesario que
quien está sirviendo se baje al nivel del hermano y siendo uno con él, pueda ser un verdadero
anunciador y servidor con palabras y hechos; como se encuentra en la carta a los filipenses 2, 5-7
―Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús, quien, a pesar de su condición divina no hizo
alarde de ser igual a Dios, sino que se vació de sí y tomó la condición de esclavo, haciéndose
semejante a los hombres. Y mostrándose en figura humana se humilló, se hizo obediente hasta la
muerte, y una muerte en cruz‖. Jesús no renunció a su condición de Dios y tomo la condición
nuestra, así como se bajó para lavar los pies a los suyos, no se entiende la diaconía sirviendo
desde arriba, hace que pierda la esencia misma que es la humildad.
En este orden de ideas a partir del aval del Nuevo Testamento y del magisterio del papa
Ratzinger, expresa que la diaconía es una dimensión de la vida eclesial tan importante y vital
como la liturgia, la evangelización y la comunión. Sin embargo, en estos ―nuevos movimientos
eclesiales‖ sólo parece descollar la preocupación por la liturgia –ritualismo intimista
desencarnado de la realidad– y las formas externas que más evocan un régimen de cristiandad
medieval antes que un verdadero retorno a la Iglesia de Cristo. (Córdova, p. 89)
Es decir, en el proceso de transformación de la sociedad y con ella de la Iglesia misma
se ha perdido la diaconía como esencia propia, pues se quedó en la más minina expresión
litúrgica es decir la magia de ello y no la esencia del servicio a los pobres, a los desfavorecidos
tal como lo propone la revolución del Cristo de la cruz, cabe resaltar y recordar el capítulo 25
del evangelio de san Mateo cuando nos presenta seis momentos para vivir la diaconía
desacomodándonos y haciendo que cada individuo salga de sí, cuando el evangelista pone en
labios de Jesús, tuve hambre, sed, desnudo, forastero, enfermo y en la cárcel y me asistieron
en pocas palabras, esto muestra que la liturgia debe ir de la mano con las obras, o simplemente
podemos caer en un ritualismo sin sentido y egocéntrico, donde incluso desplazamos el
misterio de Dios por la soberbia del hombre de ocupar siempre el primer lugar.
La diaconía está íntimamente relacionada al concepto del servicio. El término del
griego literalmente se traduce por "servir a la mesa". Por su parte, la cultura judía, que había
adoptado la misma noción, cuando vino Jesús consideraba la diaconía como servicio
doméstico, semejante a quienes servían en las bodas de Caná ver Juan 2,5. En Hechos 6, 1- 7,
se eligen siete diáconos para atender las necesidades de las viudas, mientras los apóstoles
realizaban sus tareas específicas. Esta acotación pareciera imprimirle a la diaconía un rol
supletorio y secundario a la tarea principal (la de los apóstoles) sin embargo no es así. En la
práctica de la primera comunidad cristiana, la diaconía va más allá que el simple servicio a las
mesas de la ración diaria para satisfacer las necesidades de las viudas. Diaconía es el servicio
social de un cristiano a los demás: Los apóstoles de Jesús y sus discípulos muy pronto
aprendieron el significado diaconal de su Maestro. Jesús usó la diaconía para enfocar su
propuesta de servicio hacía los demás. Jesús se presentó como servidor, es decir como diácono
ante los demás (Mateo 20,28). Jesús además de incluir el concepto de diaconía en toda su
labor ministerial, él mismo aceptó la diakonía en su vida, para cumplir su misión (Lucas
22,27). Y especialmente en Lucas 4,18ss. El lavado de pies también es una muestra clara del
carácter diaconal que Jesús quiere darle a su misión ver Juan 13,15-17. (Bruno, 2017).
Martyria
En el trabajo investigativo de Abelllo , define el termino martyria proviene de los
vocablos griegos, el mártir (el martirio) supone la capacidad de dar testimonio, y ese
testimonio determina la capacidad de ser testigo movido por la experiencia de Dios.
Pero este testimonio debe tener un carácter de verdad. En el caso de los apóstoles, el
testimonio de verdad es ser testigos de la vida, pasión y resurrección de Cristo. No es
sólo el anuncio del nombre de Cristo, es Él mismo quien invita a vivir la experiencia
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de Jesús y de su unidad con el Padre, como se encuentra en el Evangelio de Juan.
(Abello R,S, J, 2010, p. 14)
Es de aclarar aquí que el mártir no es solamente, quien muere de una forma cruel, como bien
conocemos en los relatos del martirologio romano, sino, que el martir es aquel que entrega toda
su vida al servicio de Cristo, llevando el anuncio de la buena nueva a todos los rincones de la
tierra, siendo evangelizadores a tiempo y a destiempo, en medio de un mundo materialista y cada
vez más repelentes al mensaje del amor y la misericordia.
La palabra ―mártir‖ significa ―testigo‖ en griego y seguir a Cristo necesariamente conduce
al testimonio (Hch 1, 8; Heb 12, 1). Ya nuestro bautismo invita a donar nuestra propia
vida, desgastándola diariamente en respuesta a nuestras obligaciones laborales, familiares,
comunitarias, como expresión misma del seguimiento de Jesús. Nunca sabemos si acaso
tengamos que llegar hasta el extremo de derramar nuestra sangre por el Evangelio (Heb
12,2-4). Los mártires han dado sin embargo ese testimonio supremo. Ignacio de Antioquía
de ninguna manera permitió que los cristianos de Roma, por benevolencia, le arrebataran
la gloria de ―imitar la pasión de su Dios‖. En este antiguo obispo de la época
inmediatamente posterior a los apóstoles contemplamos un magnífico ejemplo de
seguimiento de Cristo hasta las últimas consecuencias. (Arguello, 2006, p. 133)
¿Es en realidad el martirio el camino a la salvación? ¿puede el martirio liberar la carga de los
pesos propios de la culpa? son preguntas que cada seguidor e imitador de Cristo se puede hacer,
pero sabemos que la salvación es un don gratuito de Dios y como bien sabemos mártir es aquel
que da testimonio de Cristo con palabras y hechos, esto debe llevar a la persona a dar un
testimonio de vida coherente con lo que proclama con sus labios, y el liberar la carga de los pesos
de la propia culpa, es algo que cada uno debe hacerse responsable de su actuar frente a las
exigencias del evangelio, a lo que podemos decir, que el martirio es un medio pero no el fin del
cristiano como lo ha expresado el Papa Francisco (Catequesis 12.12.2019) en palabras del
Pontífice ―el martirio es el aire de la vida de un cristiano‖.
El testimonio de Jesús se ha manifestado a través de palabras y hechos, no como una
doctrina filosófica o moral, sino como acontecimientos y predicación. La transmisión de
hechos históricos, y entre ellos el hecho de la enseñanza, solamente puede tener lugar por
medio de testigos. Una doctrina o un saber requieren maestros para transmitirlos; pero
unos hechos sólo pueden ser conocidos a través de testigos. Eso es lo que realizan los
apóstoles cuando dan testimonio de su intimidad con Cristo. «No podemos nosotros dejar
de hablar de lo que hemos visto y oído», afirman Pedro y Juan ante el Sanedrín (Hch 4,
20). De ese modo, el testimonio se muestra como la forma necesaria en la que se
administra la revelación: Cristo es testigo del misterio de Dios, los Apóstoles, y con ellos
la Iglesia, son testigos de Cristo; los cristianos son testigos con su vida de la acción de
Dios y de su poder. (Urbina, 2002, p. 157).
Es decir, compartir la carga de cristo va más allá de ofrecer la vida por la evangelización,
es más, es dar la vida hasta la muerte, pero está muerte está íntimamente relacionada con morir a
la indiferencia ante el dolor del hermano, el hambre del mundo, la desigualdad social, es entonces
a esta la muerte a la que llama el señor, debe ser este el martirio visto desde los ojos de la justicia
del amor.
El mártir sabe que no puede apoyarse en sus propias fuerzas, pues se encontraría
totalmente indefenso e impotente en las manos de sus enemigos. Debe permanecer
siempre consciente de su propia fragilidad y debilidad y no dejarse nunca llevar por la
vana soberbia y ostentación, ni reclamar como suya la gloria de su confesión o martirio,
porque ésta, en realidad, pertenece sólo a Cristo... Esta unión, que se establece cuando el
cristiano recibe dignamente el sacramento de la Sagrada Eucaristía, continúa actuando en
el mártir de una manera misteriosa, dándole la fuerza que precisa cuando se debate ante
los tribunales o cuando padece los tormentos por confesar su fe... Villoslada, P. E. (1988).
p. 143)
La eucaristía es el signo palpable y tangible del misterio del martirio, donde por fe
reconocemos y vivimos el memorial de la entrega total de Cristo por amor a todos los
hombres, es una realidad antropológica, donde converge la divinidad con la humanidad, Dios
que se entrega hecho hombre para salvar al hombre llamado por Dios a participar de una
misión divina.
Busca entonces el mártir imitar al ejemplo de mártir por excelencia Jesús, Durante su
vida temporal, Jesucristo es mártir permanente de Dios en el mundo. Él es «el Testigo
(mártir) veraz y fidedigno» (Ap 1,5; 3,14). Él es mártir no solo en cuanto testigo
continúo de la verdad de Dios, es decir, como profeta, sino también lo es durante toda
51
su vida en el sentido doloroso que este término tiene en la tradición cristiana. En
efecto, durante toda su vida en la tierra, Cristo avanza consciente, libre y
amorosamente hacia la Cruz. Toda su vida es, pues, un grandioso vía crucis, que se
consuma en el Calvario, en la Cruz sagrada. Esta condición martirial y dolorosa de
Jesucristo siempre ha sido conocida por los santos, que son quienes mejor lo han
comprendido. (1Cor 15,31). (Iraburu, 2003 pg.)
El mártir se compenetra tanto con la persona de Jesús, que incluso siente en su propia
carne el dolor de Cristo y la necesidad de hacer más por dar a conocer el tesoro que él encontró y
que como buen cristiano no quiere dejarlo solo para él, sino compartir su alegría con todos.
En este sentido El testimonio es una palabra particular, aquella con la que el testigo
refiere lo que ha visto y oído. El testigo puede informar sobre sucesos, personas,
hechos en los que ha participado o con los que se ha relacionado. La base del
testimonio no puede ser otra que la experiencia inmediata del testigo de aquello que él
puede atestiguar. (Urbina, 2002, p. 155)
Quien se ha encontrado con la persona de Jesús, como dice la canción misionera, tengo
que gritar, tengo que arriesgar, se vuelve una necesidad para el mártir no quedarse como perro
mudo, sino que conociendo las consecuencias no se deja llenar de respetos humanos, sino que
da testimonio con su propia vida de la verdad del evangelio y como profeta, anuncia y
denuncia con los ojos y los labios de Cristo.
Propio del mártir cristiano no es únicamente su testimonio, sino también su fidelidad a la
nueva y definitiva Alianza. Hoy podríamos emplear la expresión deportiva ―¡a muerte!‖ –
Referida a la entrega total de deportista al juego para vencer- para expresar la entrega del
creyente, del mártir a la Alianza: ¡sin ningún tipo de reservas! El pecado sería –en esta
metáfora- el adversario que intenta derrotarnos con su energía negativa-, es decir, que nos
seduce para romper la Alianza y quebrantar el mandamiento principal de ella: ―Amarás‖.
(Rey 2017, p. 9)
Que el testimonio de hermanos y hermanas dispersos en tierras de misión, sea un grito de
renovación y acto de conciencia para mirar la realidad del cristianismo que estoy viviendo, si
cada día estoy muriendo por Cristo y su Reino, o simplemente estoy cómodo en mis falsas
seguridades; el ser mártir en este siglo XXI nos debe llevar a buscar ser coherentes con los que
decimos y hacemos, en medio de una sociedad anclada en los bienes materiales y en un
egocentrismo que desdibuja el rostro de Cristo manso y humilde de corazón.
2.3. Contexto: Grupo de catequistas de la Parroquia San Antonio de Padua Tarqui.
La formación trata de capacitar a los catequistas para transmitir el Evangelio a los que
desean seguir a Jesucristo, para que sea lo más apto posible al comunicar el mensaje evangélico.
La catequesis para América latina menciona que cualquier actividad pastoral para cuyo
desempeño no se disponga de personas dotadas de una verdadera formación y preparación,
necesariamente está destinada al fracaso.
Es responsabilidad de las iglesias particulares brindar la adecuada formación a los
catequistas, así como brindarles atención personal y espiritual y coordinarlos con los
demás agentes de pastoral en las comunidades cristianas, para que la acción
evangelizadora sea coherente. Está formación debe guardar unos criterios el primero de
ellos es formar catequistas para las necesidades evangelizadoras de este momento
histórico con sus valores, sus desafíos y sus sombras; otro es que fomente su identidad de
maestros, educadores, testigos; y fundir el sentido social y eclesial en la formación.
(Hoyos, 1997, p. 123)
Es importante que los agentes de pastoral, de una manera particular los catequistas reciban una
formación adecuada para poder cualificarse y atender adecuadamenta a los niños y jovenes que
tienen a su cargo en la catequesis, es muy dificil poder ofrecer algo a alguien de lo cual no se
tiene conocimiento, no se puede dar algoque no se tienen, una persona puede tener muchas ganas
de dar catequesis, pero si no tiene unos conocimientos basicos de como preparar una catequesis y
unos contenidos basicos es imposible acompañar losprocesos de fe de estas personas, de ahí que
las parroquias deben invertir tiempo y recurso en brindar una buena formación a los catequistas,
recordando que en ellos esta la vida espiritual de estos niños y jovenes que empiezan su proceso
de iniciación cristiana.
Las dimensiones de la formación: el ser, el saber, el saber hacer. La formación de
los catequistas comprende varias dimensiones. La más profunda hace referencia al
ser del catequista, a su dimensión humana y cristiana. La formación, en efecto, le
53
ha de ayudar a madurar, ante todo, como persona, como creyente y como apóstol.
Después está lo que el catequista debe saber para desempeñar bien su tarea. Esta
dimensión, penetrada de la doble fidelidad al mensaje y a la persona humana,
requiere que el catequista conozca bien el mensaje que transmite y, al mismo
tiempo, al destinatario que lo recibe y al contexto social en que vive. Finalmente,
está la dimensión del saber hacer, ya que la catequesis es un acto de comunicación.
La formación tiende a hacer del catequista un educador del hombre y de la vida del
hombre. (Hoyos, 1997, p. 125)
La vida del catequista no es frangmentada, es una integralidad que lo lleva a ser coherente
entre el ser y el hacer. Este empeñado en su formación constinua debe procurar recibir
aprendizajes significativos que a través de las parroquias se le van ofreciendo,para que su
actividad pastoral sea en la cotidianidad acorde a las exigencias y a la realidad de hoy. Para los
niños y jovenes catequizandos los catequistas se convierten en referente de su vida cristiana, de
ahí que se le pide al catequista que procura una integralidad de vida que el niño y jovene al
mirarlos queden convenciados de su estilo de vida, que su testimonio los convenza para que no
los miren erroneamente como un profesor sino como un acompañanate que camina con ellos en
su acercamiento a Jesús desde la catequesis.
CAPÍTULO 3: ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LA INFORMACIÓN
En este apartado se presentan los resultados de las técnicas de investigación aplicadas
para el desarrollo de esta investigación, enfocadas desde la pedagogía, el discipulado y el grupo
de catequistas, los cuales haciendo un trabajo constante desde su quehacer como evangelizadores
y mirando el capítulo 13, 18-20 se pueden comparar con la semilla de mostaza que aun siendo
muy pequeña llega a crecer tanto que anida hasta los pájaros; de la misma manera se parecen a la
levadura que fermentan toda la masa, ellos desde su sencillez, mor a lo que hacen, su silencio,
oración y servicio están sembrando la semilla en estas tierras fértiles con su trabajo y dedicación,
reconociéndose como instrumentos en la tarea evangelizadora, dejando que el Reino de Dios siga
creciendo y fortaleciéndose en este lugar.
De acuerdo a lo anterior se desarrollan entrevistas a los catequistas obteniendo los
resultados que a continuación se presentan plasmados en las tres categorías.
Didáctica: Del dialogo y las encuestas aplicadas a los catequistas sobre la formación
recibida ellos expresaron que ha sido significativa, han podido evidenciar el cambio desde hace
unos años atrás cuando se daba la catequesis sin formación alguna, la parroquia era demasiado
grande y no se podían reunirlos como catequistas, cada uno desde su vereda o barrio, compartía a
los niños y jóvenes lo que creía era lo necesario para recibir los sacramentos. No se contaba con
herramientas didácticas que permitieran la comprensión de la catequesis; no contaban con alguien
que acompañara el proceso, cada catequista por sus propios medios buscaba los recursos que
creía apropiado para desarrollar las actividades. A partir de 2008 donde se da una organización
significativa a la catequesis, en la cual se viven los encuentros de catequistas, se comparten
conocimientos y brindan herramientas pedagógicas y capacitación en diversas áreas para poder
desarrollar la catequesis y acompañar mejor a los niños, jóvenes y la proyección a las familias.
Los catequistas a partir de esta realidad vivida están de acuerdo con lo que plantea el
directorio general para la catequesis en el n. 148.
En la dimensión del saber hacer, el catequista es capacitado para crecer como
educador y comunicador. El catequista es un educador que facilita la maduración
de la fe que el catecúmeno o catequizando realiza con la ayuda del Espíritu Santo.
Lo primero que hay que tener en cuenta en este decisivo aspecto de la formación
es respetar la pedagogía original de la fe. El catequista, reconociendo que su
interlocutor es un sujeto activo en el cual la gracia de Dios actúa dinámicamente,
se presentara como un facilitador respetuoso de una experiencia de fe de la cual él
no es el protagonista. (DGC n. 148 2014).
Partiendo de lo anterior, los catequistas deben reconocer en su tarea evangelizadora que ellos
son agentes de la evangelización, instrumentos de Dios, por lo tanto, no deben pretender creer o
sentirse con más ventajas o beneficios que los catequizandos, por el contrario, necesitan trabajar
la humildad entre otras cualidades. El catequista debe estar en continua formación para que su
quehacer como acompañante en la fe vaya mejorando cada vez más, nunca deben olvidar que las
catequizandos que tiene bajo su responsabilidad son personas humanas y como tal merecen
respeto, acogida y amor.
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Discipulado: a partir de la experiencia vivida los catequistas afirman que el discípulo es una
persona que se ha encontrado con Jesús y una vez encontrado con El su vida se transforma, ya
no vuelve a ser igual, busca la manera de cumplir con ese mandato recibido de ir y hacer
discípulos a todas las naciones dejando de contar lo que han visto y oído (hch 4, 21) Los
catequistas reconocen que para ser discípulos lo primero es sentir el llamado de Dios, después de
descubrirlo se pone a los pies del Maestro y posteriormente es enviado a vivir la misión de igual
manera sigue los pasos de Jesús y lucha por seguir sus enseñanzas de amor, se encuentra con El
en lo cotidiano de la vida y se preocupa por darlo a conocer a los demás. Ser discípulo además de
recibir un llamado de Dios a servir a los otros, es comprometerse a vivir la misión que descubren
que Dios les encomienda, no solo en momentos puntuales como la catequesis sino
cotidianamente, que los demás puedan descubrir que Dios ha tocado su vida.
Desde de la definición que dieron los catequistas y lo que nos presenta Bingemer sobre el
discipulado.
Los elementos distintivos de la identidad del discípulo cristiano son, por tanto,
ante todo, la escucha a la llamada de Jesús, la respuesta creyente y amorosa, la
vinculación a una comunidad de fieles y la misión que la comunión de vida y
destino con Jesús le va a llevar a desempeñar. La verificación de la autenticidad
del discipulado podrá ser percibida en los frutos que de ahí broten. (Bingemer,
2005, p 573)
Se puede percibir que los catequistas desde su experiencia de servicio van integrando a su ser
lo que es un discípulo, ellos desempeñan hace mucho tiempo la misión , aun sin saber desde los
inicios la complejidad de los que vienen viviendo, pero en la práctica han experimentado en
primer lugar un llamado de Jesús, ellos son conscientes que son catequistas no por decisión
personal , ellos expresan el haber experimentado un llamado de Dios a vivir esta misión concreta
a ser catequistas, a través de su párroco, de una religiosa, otros a través de acontecimientos
significativos en su familia.
Los catequistas reconocen que la misión es para vivirla en un lugar concreto en este caso
dentro de la Iglesia, no se hacen catequistas por intereses personales, se es catequista discípulos
de Jesús para ponerse al servicio de una comunidad.
Yo soy Catequista de la vereda las Nieves. Hace solo 5 años vivía muy triste después de la
perdida de mi niña en un accidente hace más de 10 años, el día antes de recibir su primera
comunión, desde ese día mi vida cambio, solo lloraba al recordar a mi niña, mi esposo
vivía muy pendiente de mí y aunque bajábamos a la Santa Misa todos los domingos
sentía mucha tristeza, quería encontrar algo en que distraerme y que me diera nuevamente
sentido a mi vida, cuando la hermanita Janet me pide que le colabore en la catequesis en
la vereda porque el catequista estaba pasando también por un momento difícil de la
pérdida de un hijo, sentí mucho alegría y sentí que Dios me llamaba, aunque lo primero
que dije y como hago yo para preparar a los niños recibiendo por respuesta nosotros la
vamos a preparar. Desde ese día siento que mi vida cambio y que tomo un nuevo rumbo,
ahora dedico parte de mi tiempo a catequizar a los niños de primera comunión lo cual me
hace muy feliz, también porque comparto cada mes con los otros catequistas y me gusta
participar de las actividades que se organizan constante de la catequesis, mi vida está
cambiando, siento que Dios me está llenando y me está dando otra oportunidad. (Torres,
2019, comunicación personal).
Yo vivía tranquila trabajaba en la administración municipal en la parte de pagaduría,
prestaba mi servicio lo mejor que podía, en la comunidad parroquial siempre me pedían
servicios y trabajos pastorales en los cuales participaba, pero nunca podía comulgar por
qué no era casada, esto me dolía mucho. Empecé a pedirle a Dios que si quería que le
sirviera mejor me permitiera arreglar mi vida, se lo pedí con tanta fe que un día el párroco
me dijo que nos impedía casarnos, fue así como lo empezamos a pensar y decidimos dar
el paso, después de varios meces de preparación y de 15 años de unión libre nos pudimos
casar, esa ha sido la bendición más grande de mi vida¸ días después del matrimonio el
padre me mandó llamar después de la Eucaristía y me pidió que le colaborara en la
catequesis fue para mí sentir que Dios así como me hizo el milagro de la bendición de mi
hogar, ahora me llama a colaborar en la misión de la iglesia a prestar este servicio
pastoral, es por eso que hace 4 años presto mi servicio colaborando como coordinadora de
la catequesis al lado de las hermanas Carmelitas Misioneras, quienes tanto bien hacen a
nuestra comunidad parroquial y agradecida con Dios de poder ver crecer año tras año a
57
los niños y jóvenes que se preparan y reciben los sacramentos. (Torres, 2019
Comunicación personal)
De acuerdo al testimonio de esta catequista ponemos evidenciar como Dios llama de diversas
maneras a colaborar en la extensión de su reino, este llamado es a personas concretas y con una
misión concreta, sin importar la condición personal Dios pone su mirada en los que él quiere, nos
muestra con este ejemplo que aunque el llamado Dios tienen la iniciativa y llama a los que
quiere, la persona que es llamada debe disponerse y dar una respuesta clara y oportuna al
seguimiento de Jesús, el testimonio de esta catequista evidencia que después del encuentro con
Cristo las persona no queda igual, su vida se transforma a la vez que este mismo encuentro lleva
no solo a una respuesta concreta sino también adquiere un compromiso de vida.
Respecto al discipulado que establece Jesús se pueden concretar algunas características
en su configuración: 1) que se forma en ambientes no religiosos y la respuesta al llamado
se da entre los excluidos de la institución religiosa judía, en medio de los pobres y
trabajadores, por ejemplo, Lc 5,1-11; 2) el discipulado que Jesús estableció iba más allá
de solo vivir con el maestro, aprendiendo de él y repitiendo después lo aprendido; este
exigía la negación de sí mismo y la capacidad de afrontar la adversidad y el peligro que el
seguimiento implicaba, de ahí que el discípulo debía ser como el maestro, ser capaz de
arrostrar la adversidad y el sufrimiento con entereza Lc 9,23-26; 3. (Rodríguez Moreno,
2017 p 298)
Rodríguez Morenos desde la anterior definición trata elementos significativos que se
dejan entrever en la experiencia discipular de los catequistas de Tarqui, a estos los encontramos
en ambientes populares no específicamente desde un ambiente religioso tradicionalmente, por el
contrario, muchos han experimentado el llamado viviendo situaciones confusas y difíciles en su
vida, esto muestra que para Jesús no existe la exclusión, por el contrario, El acoge a todos. (Yo
nunca pensé que podía ayudar a los demás, viviendo donde vivo, pero siento que Dios desde mi
pobreza me ha llamado y poco a poco yo he podido capacitarme y poder ser catequista aquí en mi
vereda. (Voz de un catequista de la zona rural). En cuanto a la negación de sí mismos queda en
evidencia desde la encuesta, el dialogo y la experiencia con los catequistas, las dificultades a las
cuales los catequistas de Tarqui se ven enfrentados a la hora de la evangelización, partiendo de
dificultades como no tener un lugar apropiado para dar la catequesis, tener a su propia familia en
contra, experimentar miedo, temor, desesperanza en algún momento. Al final estos mismos
elementos dan fuerzas a la hora de comprometerse más en esta misión evangelizadora.
Los catequistas de la Parroquia san Antonio de Padua del municipio de Tarqui, son un
grupo de hombres y mujeres sencillos que se comprometen con la labor evangelizadora a través
de la catequesis parroquial, acompañando a niños y jóvenes de la parroquia, en su proceso de fe,
procurando que la vivencia de la catequesis que se realiza una vez a la semana no se quede en el
encuentro, sino que pueda tener una repercusión en la familia de los catequizando. Los
catequistas conscientes del llamado recibido, ofrecen su tiempo y espacio para una cualificación
de la catequesis; asisten a los encuentros periódicos, a las convivencias, retiros y demás
actividades programadas, ponen en práctica los conocimientos adquiridos en la formación,
utilizan las herramientas pedagógicas aprendidas, comparten como grupo enriqueciéndose con las
experiencias de los demás y buscan ayuda cuando lo consideran necesario. En el grupo se
manifiestan valores tales como la hermandad, oración fraternidad, solidaridad, sacrificio,
colaboración, se celebran fiestas y acontecimientos parroquiales, a la vez se celebra la vida de
cada uno aprovechando estos momentos para acrecentar los lazos de comunión. Lo anterior va en
consonancia con el DGC 218.
La comunidad cristiana es el sujeto principal de la catequesis. Por esta razón, la
pedagogía de la catequesis debe dirigir todos los esfuerzos para hacer comprender la importancia
de la comunidad como un espacio fundamental para el crecimiento personal. La forma
comunitaria es también visible en la dinámica del grupo, un lugar concreto para vivir ≪nuevas
relaciones generadas por Jesucristo≫, que pueden ≪transformarse en una verdadera experiencia
de fraternidad≫ El cuidado de las relaciones grupales tiene un significado pedagógico: desarrolla
el sentido de pertenencia eclesial y ayuda al crecimiento de la fe. (Congregación para el Clero,
2020 n. 218)
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La formación es un proceso de suma importancia, el cual permite a la persona prepararse
para llevar a cabo de la mejor manera su tarea propuesta en la vida, esta puede ser en varios
ámbitos, no es ajena la formación para realizar una misión encomendada, es el caso de los
catequistas de la parroquia San Antonio de Padua de Tarqui, ellos progresivamente van
recibiendo formación en diferentes aspectos para poder de cierta manera dar razón de la
esperanza que profesan como lo afirma san Pedro; en este caso para acompañar a los niños y
jóvenes en el proceso de crecimiento en la fe a través de la catequesis pre sacramental.
Durante el desarrollo del proyecto se fue dando respuesta a la pregunta planteada ¿Cuáles son los
principios pedagógicos que subyacen a la labor discipular del grupo de catequistas de la
Parroquia San Antonio de Padua en Tarqui, a la luz de la obra lucana? Teniendo en cuenta el
objetivo general: Identificar en la obra lucana, la pedagogía y la significatividad en la
comunicación del mensaje de Jesús en el contexto de la experiencia en el grupo de Catequistas de
la Parroquia San Antonio de Padua.
Se puede concluir que el acompañamiento realizando a los catequistas es un trabajo que
va haciendo caminos en la evangelización de la parroquia de Tarqui, es un proceso evidenciado
por la comunidad parroquial y valorado por el grupo de catequistas, los niños, jóvenes y padres
de familia, esto no solo en la realización de la catequesis sino a través de la experiencia que se ha
vivido dentro del proceso como grupo organizado. La valoración por la organización como
grupo, el reconocimiento de la comunidad al interior de la parroquia, el no dedicarse solo a la
sacra mentalización, sino que va brindando espacios de crecimiento humano, espiritual,
pedagógico para seguir caminando en lo que están realizando. A la vez el acompañamiento
recibido por parte de las hermanas Carmelitas Misionera es para ellos muy significativo, les ha
permitido crecer en identidad, sentido de pertenencia a la parroquia y van afianzando su vivencia
discipular.
A lo largo de la investigación se pudo probar que hay muchos autores que han escrito
sobre la vivencia discipular tema que se abordó en este trabajo, las características y exigencias de
un discípulo, así como las consecuencias de una vida en coherencia entre lo que se aprende en
teoría y lo que se vive en la práctica. A través de la confrontación con estos autores y con
algunos documentos eclesiales fue significativo ir descubriendo como el papel del catequista
como discípulo debe ser una tarea cualificada no solo intelectualmente también poseer unas
cualidades que permitan al discípulo sentirse en camino, en constante formación y en
comunicación con los catequizandos para que el mensaje que se transmite sea eficaz y llegue a
penetrar la vida y el corazón de los destinatarios , para que en ellos lo recibido no quede
infecundo sino que pueda dar fruto.
Sin embargo es de destacar que el hecho de que existan documentos eclesiales y muchos
autores hayan aportado sobre el tema y el mismo evangelio lo destaca sin embargo a través de
las encuestas realizadas y del grupo focal se pudo percibir que en el grupo de catequistas de la
parroquia San Antonio de Tarqui hay aún muchos vacíos en cuento a la formación bíblica y
herramientas pedagógicas que permitan la realización de la catequesis de una manera más
convincente para los destinatarios de la misión, lo que sí se puede afirmar que ellos son hombres
y mujeres que han sentido el llamado de Dios a servir en su parroquia y tomando en serio este
llamado han decidido corresponder dedicando parte de su tiempo y especio a la evangelización
de los niños y jóvenes; abiertos a la novedad, al cambio y acogiendo sugerencias para ir
creciendo cada vez más como personas y como grupo conformado, sintiendo con más fuerza
que son discípulos y como tal su vida debe ser una expresión convencida de lo que son y creen.
Al explorar la formación que han recibido los catequistas , teniendo en cuenta que varios
llevan muchos años en esta tarea evangelizadora se pudo patentizar que hay muchos vacíos en su
formación, debido al poco acompañamiento que estos han tenido como tal, desde el dialogo con
ellos nos pudimos dar cuenta que durante mucho tiempo la catequesis fue una tarea asignada más
que voluntaria, la mayoría gente sencilla, humilde que gozaban del reconocimiento de la gente
de sus veredas , pueblo y como tal le confiaban la catequesis de sus hijos, así se vivió durante
mucho tiempo, sin embargo ellos mismos ahora expresan que no se necesita solo una designación
de un párroco o una religiosa sino que es algo más a consciencia personal, de mucha
responsabilidad y convicción la cual exige esfuerzo, formación, constancia, dedicación y sobre
todo una profunda experiencia de Dios para vivirlo desde la fe.
Esto lleva a analizar cómo se realiza la catequesis en esta parroquia la calidad en la
formación la manera que los catequistas asimilan el ser discípulos en su propia vida para poder
61
llevar a otros a que se sientan ellos también discípulos, ya que una persona puede trasmitir lo que
experimenta, si se siente verdaderamente convencido de los que está anunciando.
La formación que reciben los catequistas en este momento es significativa, a cargo de la
asesora parroquial es sistemática una vez al mes y esporádicamente participan de encuentros
organizados por la Diócesis, estos siendo de manera muy general; de ahí la responsabilidad para
brindarles oportunamente elementos significativos y herramientas que puedan aplicar en lo
cotidiano de su tarea evangelizadora. Esta realidad apunta a que se revise constantemente la
temática planeada a desarrollar cada año y procurar ir profundizando en aquellos vacíos que son
más fuertes dentro del grupo de los catequistas.
Los catequistas en su cotidianidad van reflejando el amor y el compromiso que sienten
por la evangelización, el deseo de ser cada día mejores y de ir cualificando el servicio que prestan
a la iglesia a través de la catequesis, ellos son conscientes de que su vida debe ser un reflejo de
Dios a la comunidad y que con su testimonio de vida también están evangelizando, sin embargo
reconocen que su vida no es perfecta y que deben ir con la gracia de Dios mejorando, a través de
la formación humana, cristiana y pedagógica que van recibiendo, van avanzando en el camino
de configuración con Jesús y mostrando a los niños y jóvenes a un Jesús humano, cercano,
comprensivo que ama, y perdona.
En dialogo con los catequistas quedo claro que reconocen que la misión que realizan es
una tarea evangelizadora, no es un trabajo remunerado ni tampoco es un voluntariado, ellos
consientes y libres van haciendo vida las palabras del evangelio de dar gratis lo que han recibido
gratis, esta es la certeza que tienen y lo que hace que este servicio tenga sentido desde el
evangelio, un sentido cristiano lo que fundamente su labor como catequistas, que los motiva a
continuar formándose para poder brindar un acompañamiento cada vez mejor a los niños y
jóvenes que se les ha confiado, esto es para ellos el fundamento, la fuerza, el motor dinamizador
para corresponder al llamado de Dios y cooperar en la tarea evangelizadora de la iglesia.
Para la mayoría de los catequistas como quedo evidenciado en la interpretación de la
información la formación que han recibido durante el tiempo que prestan su tarea como
evangelizadores aunque ha sido poca pero ellos enfatizan en que ha sido muy significativa y que
gracias a esta han podido mejorar a la hora de brindar la catequesis a los niños y jóvenes
catequizandos, a la vez que las herramientas pedagógicas que han conocido en la formación
aseguran ellos les ha facilitado la vida y ha permitido que el contenido de la catequesis pueda ser
asimilado de una manera más apropiado por los niños y jóvenes pues el mensaje llega de una
manera directo y las dinámicas y los recursos permiten que sea más atrayente para los
destinatarios vinculándose más fácilmente y generando compromisos de vida en cada uno de
ellos.
Los catequistas valoran significativamente el poder hacer parte de la formación en la fe de
los niños y jóvenes confiados en la catequesis y experimentan gratitud cuando termina la
catequesis el ver a los niños y jóvenes que estuvieron con ellos en la catequesis verlos vivir los
sacramentos de manera especial gozan al verlos comulgar y confesarse, sientes alegría al ver que
los que aprendieron durante la catequesis fue para la vida y no solo para el momento de la
preparación, pues en otro tiempo esto que ahora los alegra fue motivo de tristeza y preocupación
para ellos mismos debido a que después de la realización de los sacramentos por primera vez no
los volvían a mirar en las celebraciones litúrgicas.
En cuento a la vivencia de la diaconía lo cual no es un servicio como activismo sino un
servicio de prestar atención a las necesidades del hermano ayudándole a sobrellevar sus
necesidades, los catequistas han vivido esta categoría desde una convicción significativa de un
servicio desinteresado desde lo que realizan, preocupándose por la vida no solo espiritual sino
también personal de los jóvenes y niños a su cargo en la catequesis, de ahí que no contentos solo
con la catequesis cada ocho días se desplazan durante la semana a las casas de los destinatarios
para conocer su realidad, acercarse a sus familias y poder conocer de primera mano lo que
viven, esto les da un sentido de pertenencia y les permite acompañarlos mejor, como ellos
mismos expresan que solo pueden acompañar cuando conocen sus realidades, de lo contrario se
está evangelizando desde supuestos imaginarios y así la evangelización carece de sentido y de
realismo. Sabiendo que la verdadera diaconía debe llevar al que presta el servicio a involucrarse
con la persona a la cual se le presta la ayuda de manera que la lleve a descubrir desde lo humano
y lo espiritual a un Cristo verdaderamente cercano.
Para asimilar la martyria se parte, diciendo como se desarrolló en el trabajo que el
mártir no es solo aquel que pierde la vida de una manera trágica por la causa de Jesús sino que ser
mártir es poder dar testimonio, en este sentido los catequistas de la parroquia de Tarqui han
asimilado esta dimensión de la martyria en su vida dando un testimonio de lo que Dios va
63
realizando con ellos desde la vida cotidiana, desde el sentirse llamados a colaborar en su reino a
través de un servicio dentro de la comunidad parroquial como lo es el ser catequistas, apostolado
que requiere que con su propia vida le hablen a los niños y jóvenes de la obra que Dios realiza
en ellos, esta vivencia también les ha permitido poder ser testigos en sus propias familias donde
han expresado que han encontrado dificultad para poder realizar la pastoral, muchas veces sus
esposos e hijos se han opuesto a que ellos realicen la catequesis, situación que es significativa
porque en ocasiones se ha encontrado que ante tanta negativa de las familias pero al ver la
convicción y el compromiso en la pastoral la familia que antes era el obstáculo terminen siendo
colaboradores en su hogar en esta tarea evangelizadora.
Es de destacar que este proceso vivido con los catequistas de la parroquia de San Antonio
de Padua se realizó durante tres años, en los cuales se pudo hacer seguimiento al catequista, a la
formación recibida, a la manera de dar la catequesis y a la aplicación de las herramientas
recibidas.
Se puede concluir que durante este tiempo se realizaron algunos cambios significativos en
la catequesis parroquial: se aumentó el número de catequistas, el número de niños/jóvenes por
catequistas no superó los 10 catequizandos, los encuentros no se realizaron a nivel general en
la parroquia, cada uno lo realizaba en su casa, se fue caminado progresivamente en el cambio de
lenguaje de clases a encuentros, de profesor a catequista acompañante, la evaluación cuantitativa
no se volvió a realizar por el contrario a medida que el proceso avanzaba el catequista iba
descubriendo los vacíos que los niños y jóvenes y se fueron reforzando, sumado a estos en los
encuentros formativos los catequistas tuvieron participación profundizando un tema para
compartirlo con el resto del grupo, también se implementó un sábado de cada mes una
catequesis especial tanto para primera comunión como para confirmación, en la cual la
coordinadora general profundizaba en un tema específicamente propio de cada sacramento,
donde se le enseñaba al niño a los jóvenes a vivir cierto sacramento; con los padres de familia
cada dos meses se tenía un encuentro en el cual se les brindaba elementos significativos para el
acompañamiento en la fe de sus hijos, algunos elementos trabajados con ellos durante la
catequesis para que se pudiera complementar desde el hogar el proceso; los retiros y convivencia
se realizaron no solo en la zona urbana sino también en la zona rural, descentralizando de esta
manera la permanencia del grupo solo en el pueblo. Este proceso dio a la catequesis un cambio
significativo que fue valorado por los padres de familia y por la comunidad en general.
Se puede entonces, decir que los temas desarrollados durante esta investigación son temas
de una importancia significativa en la vida cristiana, por lo tanto, no se pueden agotar, pero si se
pueden profundizar con diferentes grupos pastorales de manera especial con los catequistas,
permiten ahondar y cualificar el papel de un agente evangelizador a la vez que permite una
proyección pastoral en la comunidad parroquial.
La experiencia del evangelista San Lucas trasmitida durante toda la obra que lleva su
nombre, nos deja ver con claridad, las características de un catequista, nos presenta primero la
imagen de Zacarías un sacerdote anciano que no tenía hijos, y como al aparecer el Ángel se llenó
de temor y dudo de las palabras del mismo, con esto se puede concluir como algunos catequistas
con el paso de los años, se vuelven ya indiferentes a la actualización y formación en la catequesis.
Siguiendo con San Lucas, luego se muestra la imagen de una joven humilde llamada
María oriunda de Nazareth, y al aparecerse el Ángel, ella se turba sí, pero cree en la palabra que
le dice, esto lo podemos ver reflejado en los jóvenes catequistas, los cuales inician con mucho
entusiasmo y sedientos de Dios y con el deseo de servir en la misión de la trasmisión de la fe.
Al seguir mirando aparecen las características de un catequista desde el evangelio de San
Lucas, y es que deben ser hombres y mujeres con entrañas de misericordia. La misericordia debe
estar presente en todo el ser y hacer de una persona, es de aquí que llegamos a concluir que un
catequista sin misericordia, es una persona vacía, pues la misericordia nos llena del conocimiento
divino. La parábola del padre misericordioso, es un claro ejemplo de lo que debe hacer un agente
de catequesis, con los niños, jóvenes y adultos que dejan de asistir a los encuentros de formación
en la fe, salir al encuentro y recibirlos con alegría y gozo, siendo así el rostro misericordioso de
Jesús, esto se consigue siempre y cuando, se brinde una verdadera formación psicoespiritual,
donde cada uno de los agentes de la pastoral catequética, se tomen enserio la misión por la cual
ha sido llamados.
Pero para hacer que todo esto se dé, es de suma importancia que los receptores de la
formación aprendan el Shemá Israel, ya que, si el receptor es una persona insensible a la escucha,
es muy difícil que los procesos se den de manera correcta, ya que la escucha es la base de toda
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formación. De aquí que un buen catequista, es excelente en la escucha, no solo de la Palabra de
Dios y los diferentes documentos doctrinales, sino también sensible para aprender a escuchar a
los catequizados, teniendo presente que la escucha no es solo de palabras, sino también de gestos
que se muestran por los sentimientos que se manifiestan en emociones.
Es posible concluir, que el camino de la formación de nuestros catequistas es tarea de
todos, ya que los bautizados son catequistas, llamados y enviados a anunciar lo que recibieron,
debemos hacer que el pueblo de Dios, tome responsabilidad en esta dimensión tan importante en
los procesos catecúmenos, para que verdaderamente seamos cristianos comprometidos y no de
compromisos.
Respecto a esto último, se concluye que depende de una buena formación, humana,
espiritual, intelectual, fraterna y misionera para tener cristianos comprometidos por el Reino de
los Cielos. Para no quedarse simplemente en el Rito, que si bien es cierto es parte fundamental de
la expresión de lo que se cree, se debe trascender, pasando del dicho al hecho, esto se ve reflejado
en el evangelio de San Mateo en el capítulo 25, 35-40 cuando hace toda una descripción de las
seis llamadas obras de misericordia. Esto es lo que se busca, que cada cristiano católico, por
medio de la formación catequética se responsabilice en la misión evangelizadora y
transformadora, dando a los que sufren no solo el mensaje de amor y esperanza de Cristo, sino
también sensibilizando, para socorrer las necesidades materiales y espirituales de nuestros
hermanos.
¿Cómo se logra esto?; siendo constantes recordando lo que nos dice el evangelio. "Padre
esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo"
(Jn 17,3). "
Al finalizar este trabajo se puede recomendar lo siguiente
Promover un mayor número de catequistas de forma que la formación pre sacramental se
haga cada vez más personalizada en pro de la vivencia personal de fe de cada uno.
Seguir profundizando en la vivencia del discipulado de los catequistas, para que puedan
llevar a sus destinatarios a vivir su discipulado
Vivir la martirya como la entrega total, en el sentido de amar hasta que duela y cuando
duela amar mucho más, como lo expresa Santa Madre Teresa de Calcuta, pues no es dar la vida
sin sentido, es amando al hermano como se comprende el proceso de mártir, es ser antes que
cristianos seres humanos que duele y siente el dolor del hermano.
Es indiscutible como el aprendizaje significativo en la catequesis desde la mirada de
Ausubel, puede hacer grandes aportes, pues no se pretende con este enseñar a memorizar si no a
vivir una experiencia de aprendizajes para la vida, en esencia eso debe ser el proceso catequético
un primer paso de formación para el encuentro permanente y personal con el que hace que
nuestra vida de fe tenga significado.
Que los catequistas se reconozcan que están en camino y que tienen necesidad
constante de formación.
Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura
bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada.
Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, se hace cercano del hombre: le llama y le ayuda a
buscarle, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que
el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Para lograrlo, llegada la plenitud
de los tiempos, envió a su Hijo como Redentor y Salvador. En Él y por Él, llama a los
hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su
vida bienaventurada. (Prologo del Catecismo de la iglesia Catolica n 1)
Le llama y le ayuda a buscarle, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas, esta
es la misión de cada catequista, apropiarse de esta realidad y asumiéndola, trasmitirla en
medio de su catequesis.
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