22
1 HISTORIA UNIVERSAL Edad Contemporánea Volumen IV Antonio Fernández Catedrático de Historia Contemporánea De la Universidad Complutense de Madrid Vicens Vives Barcelona, 1996

FERNANDEZ.historia Contemporanea

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Hist. Cont

Citation preview

Page 1: FERNANDEZ.historia Contemporanea

1

HISTORIA UNIVERSAL

Edad Contemporánea

Volumen IV

Antonio Fernández Catedrático de Historia Contemporánea

De la Universidad Complutense de Madrid

Vicens Vives Barcelona, 1996

Page 2: FERNANDEZ.historia Contemporanea

2

INDICE

Capitulo 9: Iberoamerica en el siglo XIX Capitulo 35: Revolución y Populismo en Iberoamérica

Page 3: FERNANDEZ.historia Contemporanea

3

CAPITULO IX: IBEROAMERICA EN EL SIGLO XIX

1. LA INDEPENDENCIA 1. LAS CAUSAS DE LA EMANCIPACIÓN Con la emancipación de los territorios americanos durante el reinado de Femando VII, España deja de ser un imperio mundial y se reduce su papel internacional al de pequeña potencia, al tiempo que surge en el centro y sur de América una constelación de jóvenes naciones. El proceso ha sido interpretado de diferentes maneras: un episodio más de la revolución atlántica, que se inicia en la independencia de los Estados Unidos (Whitaker); aplicación en América de las ideas de la ilustración europea (Griffin); despegue natural de un continente, en un proceso determinado por la geografía -era impensable un estado moderno, con vías de comunicación, con un océano en medio- (Badía Malagrida); madurez histórica de unas provincias (Ricardo Levene), resultado de una situación concreta de la política internacional, en la que primero los ingleses y luego los franceses apoyan la separación (Analola Borges); guerra civil entre españoles (Pierre Chaunu). El tema ha suscitado una bibliografía riquísima, en la que durante más de un siglo predominaron los aspectos militares (estudios de Mariano Torrente, Bartolomé Mitre, etc.), después los diplomáticos y políticos (Levene, Ravignani, Belaúnde) y posteriormente los sociales y económicos (Mancisidor Ortiz, Pierre Vilar). A medida que los estudios han abierto nuevos enfoques, el tema en vez de aclararse se ha complicado, recientemente, Chaunu ha rechazado el esquema interpretativo tradicional -basado en los abusos de la administración española y en las influencias de la revolución norteamericana- por considerarlo imitado de la independencia de los Estados Unidos y ha propuesto un nuevo esquema más complejo, en el que se presta atención a los grupos sociales, de donde se deducen diferentes tipos de emancipación. Se ha hablado de causas internas, como la postergación de los criollos, y de causas externas, como el impacto de las revoluciones francesa y norteamericana. Nos limitamos a recoger tres tipos de raíces independentistas: intelectual, social y económica. Ideas de la Ilustración Los escritos de Feijoo, Campomanes y Jovellanos, por no necesitar traducción, se difundieron mucho más que los libros de Rousseau o Voltaire. Las actitudes intelectuales de crítica y libertad prendieron en una minoría, como se puede comprobar en los más prestigiosos periódicos hispanoamericanos, El Mercurio de México, La Gaceta de Lima, El Mercurio Peruano. En los años previos a la independencia aparecen infinidad de escritos en los que se afirma que el hombre nace libre y que los gobiernos que no están basados en el consentimiento popular son tiranías; el recuerdo de Rousseau, de Montesquieu y del texto independentista norteamericano es tan literal que hay que suponer que con cierta frecuencia se leían. Españoles y portugueses prohibieron la difusión de la literatura de los «filósofos», pero ha podido comprobarse que a finales del siglo XVIII eran muchos los americanos familiarizados con esta publicistica política. El escritor de Nueva Granada, Antonio Nariño, y el padre de la sublevación venezolana, Francisco de Miranda, fueron profundos conocedores del pensamiento de Montesquieu y Rousseau. El norteamericano Crane Brinton, en una obra ya clásica, Anatomía de la Revolución, ha precisado la importancia de los orígenes intelectuales en los procesos revolucionarios: «Las ideas forman siempre una parte de la situación prerrevolucionaria. Y no vayamos más lejos. Sin ideas no hay revolución. Pero esto no quiere decir que las ideas causen las revoluciones ... » Criollismo Un factor social parece jugar un papel más importante que el intelectual. En la sociedad colonial ocupaban el puesto protagonista los criollos, descendientes de españoles, blancos nacidos en América. Era una minoría rica e instruida, que controlaba el comercio y la industria, pero a la que el centralismo español mantenía apartada de la administración, ya que todos los cargos eran designados y enviados desde España. En los criollos se había formado una conciencia de grupo marginado que se hipervaloraba a sí mismo. La legislación, en algunos ámbitos, establecía diferencias entre «españoles europeos» «y españoles americanos»; de antagonismo nos habla el marqués de Varinas, Vaticinios de la pérdida de las Indias y Mano de Relox, y Jorge Juan y Antonio de Ulloa, Noticias secretas de América, quienes describen la separación en conventos y colegios. Régimen mercantil monopolista España monopolizaba el comercio con sus posesiones americanas, pero, según Celso Furtado, el escaso desarrollo industrial español le imposibilitaba para abastecer de productos manufacturados el mercado americano. La revolución industrial y la potencia marítima inglesa tendrían que haber derivado en un régimen de puertos abiertos, incompatible con el sistema monopolístico. El sistema comercial montado por España resultaba un anacronismo y un freno para el desarrollo del continente.

Page 4: FERNANDEZ.historia Contemporanea

4

Los signos de descontento se pueden percibir desde 1790, cuando, en Bogotá, Nariño traduce la Declaración de los derechos del hombre, pero es Trafalgar (1805), golpe de gracia para las comunicaciones españolas y dominio del mar para los ingleses, el acontecimiento que provoca, de hecho, la casi separación de la península y el continente americano. La Europa de las guerras napoleónicas, ávida de productos tropicales, no está dispuesta a asistir a una marginación de las Indias. En 1806 los ingleses conquistan por sorpresa Buenos Aires, que es reconquistada con una expedición desde Montevideo. La guerra de independencia intensifica en principio la comunicación con las Indias, gracias a la alianza inglesa; esta observación del profesor de Harvard, Donghi, invierte la teoría tradicional de que es la guerra la que interrumpe las comunicaciones con América. Sin embargo, los acontecimientos bélicos terminan impidiendo no sólo las comunicaciones, sino incluso el gobierno de América desde España, cuando los ejércitos franceses ocupan buena parte del suelo peninsular. Según un estudio de Analola Borges, Napoleón envió primero emisarios a Hispanoamérica para que fuera aceptado el cambio de dinastía pero al aparecer Juntas leales a Fernando VII cambió su proyecto y se limitó a estimular a los españoles de América hacia la independencia, presentándose como el libertador y distribuyendo por todo el continente agentes que prometían la libertad de comercio y de industria y la abolición de los monopolios. Sus frutos fueron más bien exiguos; la Junta de Caracas manifiesta que la situación de España es desesperada y que su fin es «salvar los restos de aquella noble y generosa Nación». 2. LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA En 1809 se producen varios movimientos criollos que derivan hacia la rebelión abierta mientras surgen Juntas de apoyo a Fernando VII. En 1810 los españoles pierden Andalucía; el único territorio controlado por los patriotas es Cádiz; ha caído en manos francesas Sevilla, sede de la Junta Central. La pérdida de Sevilla va a estimular la revolución colonial: Cabildos abiertos reemplazan en América a las autoridades peninsulares: Caracas en abril, Buenos Aires en mayo, Bogotá en julio, Santiago de Chile en septiembre, ven surgir órganos de gobierno independientes, dirigidos por las élites criollas, abogados, funcionarios, comerciantes. Sólo en Perú resiste el virrey Abascal. Los centros de la Independencia son México, Caracas y Buenos Aires. En el primero aparecen como base social del levantamiento los indios y mestizos y como dirigente el bajo clero con un programa de redención social, lo que despierta el recelo y el apartamiento de los criollos, muchos de ellos grandes hacendados. En Caracas dirige el alzamiento un sector intelectual del criollismo, cuya cabeza es Francisco de Miranda, pero no se suman los propietarios de cacao del litoral, que permanecen leales al rey. En Buenos Aires las diferencias sociales están más mitigadas y el criollismo ofrece un apoyo más compacto a la independencia. Aunque estos gobiernos locales actúan como independientes y mantienen agentes diplomáticos en el extranjero, no declaran formalmente la independencia hasta fecha tardía, en México en 1813, en el Río de la Plata en el congreso de Tucumán de 1816. La excepción fue Caracas (181l). El retraso se ha explicado por distintas circunstancias. Inglaterra era aliada de España en la lucha contra Napoleón y no parecía conveniente el enfrentamiento abierto con un aliado de la gran potencia industrial y marítima. En México los criollos recelaban del mal disciplinado ejército indio de Hidalgo. En el Río de la Plata surgieron discordias entre grupos, los partidarios del caudillo oriental Artigas y los más exaltados de Buenos Aires. En general la independencia era sólo una palabra con la que se demostraba el no reconocimiento de las autoridades españolas más que un pronunciamiento legal sobre la separación de la patria peninsular. La declaración de independencia de Caracas (5 de julio de 1811) no sólo es más temprana sino también más doctrinal. Las otras naciones hispánicas se limitan a consignar el hecho físico de la separación; la junta de Caracas aprovecha para dar a conocer su filosofía política, los ideales por los que lucha: «Los imprescriptibles derechos que tienen los pueblos para destruir todo pacto, convenio o asociación que no llena los fines para que fueron instituidos los gobiernos.» Más adelante se consigna el pleno poder de Venezuela: «Para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad de su pueblo.» En la declaración se recogen frases que recuerdan las de la independencia de los Estados Unidos. Es posible que Jefferson haya influido en los redactores de Caracas, pero más probablemente se recogen escritos del irlandés William Burke, cuya resonancia entre los patriotas venezolanos la sugiere el hecho de que antes de publicarse sus obras en libros se recogían en páginas sueltas en la Gaceta de Caracas. Expresiones de Burke, «el pueblo es en todos tiempos el verdadero y legítimo soberano», debieron de calar en el pensamiento de los intelectuales caraqueños e inspirar su formulación de la soberanía nacional. 3. DESARROLLO DE LA GUERRA INDEPENDENTISTA

Page 5: FERNANDEZ.historia Contemporanea

5

Durante la guerra contra Napoleón, España se encuentra imposibilitada para reforzar militarmente a sus gobernantes de los territorios americanos, puede considerarse esta etapa -1810, comienzo de la lucha abierta, 1814, retirada francesa de la península- como la primera de la independencia de Hispanoamérica. En México, el cura Hidalgo organiza en el norte un ejército de campesinos indios y mestizos; el movimiento ofrece un motivo de protesta social contra los grandes propietarios. Un ejército de 80.000 hombres se acerca a México, pero es derrotado por el general Trujillo. La retirada es fatal para Hidalgo. La sublevación campesina se continúa, ahora desde el Sur, por otro cura rural, Morelos, quien en 1812 elabora un programa revolucionario de división de la gran propiedad y supresión de las diferencias entre pobres y ricos. A la derrota de Morelos contribuye decisivamente la oposición que levantan frente a su programa los potentados criollos. En el Sur del continente encontramos dos posturas sociales diferentes. En el Río de la Plata se emancipa a los indios del tributo y se declara la igualdad jurídica de blancos, indios y mestizos; en julio de 1811 las tropas enviadas por el virrey del Perú vencen a las enviadas desde Buenos Aires en Huaqui. En la zona alejada de Buenos Aires se incorpora a los indios, pero en la zona más próxima, la Banda oriental, la postura de los criollos y su líder Artigas es más prudente en materia social. Nos encontrarnos por tanto con dos centros de resistencia antiespañola, cuya actitud frente a los indios es radicalmente diferente. Las concepciones políticas dentro de Buenos Aires son también opuestas: el coronel Saavedra piensa en una monarquía conservadora, Mariano Moreno en una República revolucionaria, como la francesa. Los morenistas son derrotados. Las divergencias en el programa social y las concepciones políticas contrapuestas frenan durante algún tiempo la actividad militar del Río de la Plata, hasta que aparece una figura de relieve, San Martín, que impulsará la actividad bélica. En Caracas se destaca como figura de la independencia Simón Bolívar, que desplaza pronto a Miranda. Los españoles se aprovechan de los conflictos sociales, desórdenes en las plantaciones y rebeliones de negros y mulatos en la isla Margarita y la costa de Cumaná, para sofocar militarmente el alzamiento. Bolívar se ve obligado a huir. Con el regreso de Fernando VII a España comienza la segunda fase de la independencia. En 1815 se envía desde la península la expedición de Morillo, que consigue el control desde Caracas a Nueva Granada, enlazando en el norte de la América meridional la costa atlántica y la pacífica; nada queda del alzamiento independentista en esta zona. Pero varios procesos confluyen a revigorizar la independencia: los realistas han de armar cada vez más soldados plebeyos y jefes criollos; ha pasado el tiempo en que sólo los españoles podían hacer carrera en el ejército; el gobierno británico no tiene que guardar ya una postura ambigua de prudencia ante su aliado y empieza a apoyar abiertamente a los sublevados; en España la restauración del absolutismo plantea demasiados problemas y divisiones entre los españoles. La marcha de los acontecimientos, la situación internacional y los problemas interiores de España favorecen a los insurgentes. En México un oficial criollo, Agustín de Iturbide, pacta el plan de Iguala (1821) por el que Fernando VII designaría a un infante español para el trono mexicano. Fernando no acepta este acuerdo, pero prácticamente México era ya independiente, con el apoyo de Guatemala, cuando Iturbide entra en la capital y se proclama emperador. Comienzan en esta segunda fase las grandes campañas de San Martín en el Sur y de Bolívar en el Norte. La campaña de los Andes de San Martln (1817, Chacabuco, Maipú) provoca la independencia del Perú, en la fase anterior el gran bastión realista. Bolívar, que sueña con una gran confederación de Estados en el norte, apoya su nuevo intento emancipador en dos premisas: desde el punto de vista social corta sus lazos con los grandes propietarios de Caracas y se apoya en el pueblo, y desde el punto de vista militar se desentiende del Litoral venezolano, que controla Morillo, y avanza hacia el sur, por los Andes (Boyacá). El alzamiento de Riego en la península deja otra vez aisladas a las fuerzas españolas en América. En 1821 la batalla de Carabobo abre a Bolívar las puertas de una Caracas desierta. La unión de las dos campañas de los Andes, la de Bolívar y la de San Martín, culmina diplomáticamente en la entrevista de Guayaquil, en julio de 1822. Comienza el último período, el hundimiento militar de España. En agosto de 1824 la batalla de Junín permite un gran avance del ejército de Bolívar. En diciembre, en un paraje aislado de los Andes, se da la última batalla; en Ayacucho, Sucre, lugarteniente de Bolívar, derrota al virrey La Serna. La guerra de la independencia de la América española ha terminado, aunque España tarda muchos años en reconocer a las jóvenes naciones.

Page 6: FERNANDEZ.historia Contemporanea

6

CAPITULO XXXV: REVOLUCIÓN Y POPULISMO EN IBEROAMERICA 1. RAÍZ DE LAS REVOLUCIONES: PROBLEMAS ESTRUCTURALES La antigua América española y Brasil, espacio geopolítico al que ha terminado aplicándose el término poco apropiado de América latina, constituye en el mundo actual una de las áreas más dramáticas de subdesarrollo, y en cuanto tal debe incluirse en cualquier estudio sobre el Tercer Mundo; no vamos, sin embargo, a atender ahora las dimensiones de su atraso sino en la medida en que ha incidido en procesos políticos profundamente originales, algunos, como el populismo, de problemático encasillamiento cuando se les contempla con los cuadros teóricos de la historia europea. Se podría hablar de independencia ficticia, puesto que la soberanía que alcanzan en el siglo XIX las jóvenes naciones del centro y sur del continente americano no encuentra correspondencia en el plano económico, en el cual la sumisión a EEUU es cada vez más intensa, y ha derivado inevitablemente en limitaciones de la soberanía política; por otra parte, los desequilibrios económicos generados por su peculiar historia nos presentan un panorama de oligarquías que tratan de perpetuarlos y se resisten a cualquier cambio. Celso Furtado analiza las formas de dependencia externa e interna, que podrían resumirse en intereses norteamericanos y oligarquías dentro de cada nación. Para romper una estructura constrictiva se han realizado intentos de diverso alcance, aunque nuestro análisis se reducirá a cinco: México, Argentina, Cuba, Chile y Nicaragua. La mayoría de los movimientos revolucionarios o pretendidamente revolucionarios se enmarcan cronológicamente en el mundo de posguerra, pero es precisa una referencia general que ha de remontarse un poco más en el tiempo, y con mayor razón incluyendo el caso de México, que inaugura su revolución a principios de siglo. Dos acontecimientos han incidido en este proceso de dependencia creciente, la crisis de 1929 y la II Guerra Mundial. La gran depresión afectó con particular severidad a las naciones del sur, cuya economía se basa en un producto; la baja del estaño en un 30 % hundió a Bolivia, la del grano, lana y carne a Argentina, la del cobre a Chile, la del azúcar a Cuba. No disminuyeron en la misma proporción los precios de los bienes importados, de donde se desprende un deterioro de la relación de intercambio; la capacidad de importación de estos países, y principalmente de Bolivia y Chile, se contrajo en porcentajes significativos. Se intentó en ese momento un proceso de sustitución de importaciones, lo que constituía la verdadera salida, tratando de producir lo que antes se importaba, pero la industrialización requiere un aparato financiero, y éste en esos años de desajustes sólo podía proporcionarlo Estados Unidos; así pues, el dominio financiero inglés, indiscutible hasta la Primera Guerra Mundial, es sustituido en los años 30 por el dominio americano. y en consecuencia se desarrollan los bienes mineros y de la agricultura tropical (Cuba, Perú, Venezuela) y menos, relativamente, los de la agricultura de zonas templadas (Argentina, Uruguay), que habían desempeñado un papel más importante en las importaciones británicas. Por tanto, se produce tras la crisis del 29 un proceso de industrialización en América latina, pero que provoca la dependencia financiera de Estados Unidos y la depresión de algunos sectores agrícolas. La Segunda Guerra Mundial supuso en principio una gran oportunidad al dificultar el mantenimiento de las relaciones de dominio de los Estados Unidos. Así las inversiones se cubrieron con capitales nacionales, acumulados por el aumento de precio de los bienes agrícolas y mineros durante el conflicto; se reduce otra vez la importación de bienes industriales y se aminora o liquida la deuda con el extranjero. Pero pasada la coyuntura favorable se puede percibir el agravamiento de algunos problemas. La agricultura se ha convertido definitivamente en un sector deprimido con la consiguiente proletarización de las masas campesinas; la renta generada en el sector agrícola se canaliza hacia la industria; la población, que aumenta con tasas muy superiores alas europeas, arroja sobre las ciudades parte de sus efectivos rurales, y se producen fenómenos tan característicos de la actual América latina como el crecimiento urbano vertiginoso, el hacinamiento en los perímetros suburbanos en las condiciones precarias del barraquismo -en 1950 se calcula que el 20% de la población de las grandes ciudades vive en estas condiciones-, y la agudización de los desequilibrios en el campo, donde millones de campesinos viven en condiciones de miseria extrema y unas docenas de familias latifundistas pose- en un alto porcentaje de la propiedad. Los problemas son los mismos, pero se crispan a partir de 1950. Los intentos reformistas de las décadas anteriores son menos decididos, menos rupturistas con las estructuras. Carmagnani los ordena en tres grupos: a) reformismo populista, con apelación de un dirigente al pueblo para obtener unas modificaciones mínimas; es el caso del régimen peronista en Argentina y el de Gertulio Vargas en Brasil; b). reformismo legalista, intentado por algún parlamento, por acuerdo de sus fuerzas políticas; lo intenta Chile tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de 1938; c) reformismo revolucionario, en el que es inevitable un enfrentamiento con la oligarquía, caso de Bolivia; en este modelo la movilización popular no se hace de forma genérica, sino mediante organizaciones, como el Movimiento Nacional Revolucionario -con intelectuales desengañados tras la derrota del Chaco- y los obreros del estaño. A partir de 1950 la tasa de desarrollo suramericano disminuye mientras se mantienen las tasas demográficas, lo cual provoca efectos muy graves:

Page 7: FERNANDEZ.historia Contemporanea

7

-Penetración del capital americano. Con el déficit del comercio exterior, los latinoamericanos han de recurrir a préstamos, lo que facilita la irrupción de las finanzas norteamericanas en nuevos sectores; la industria pasa a ser otro sector dependiente. -Aumento espectacular de los efectivos del proletariado urbano, que se convierte en el más numeroso de la clase obrera. Erradicado de sus bases rurales y sin integrarse en sus metas urbanas, este grupo posibilita el reforzamiento de las posiciones políticas de extrema izquierda, pero sorprendentemente también de las de extrema derecha, al carecer de conciencia política y escuchar cualquier llamada a la revisión del orden existente. Veremos la importancia que esta postura ambigua tiene en el desarrollo del peronismo. -Conexión de los intereses de la oligarquía interior con las finanzas internacionales. Los Estados Unidos mirarán como peligrosos durante la guerra fría todos los movimientos reivindicativos en cualquier nación del Sur. En relación con la agudización de los problemas ha de verse la de los intentos por modificar las estructuras latinoamericanas; en la posguerra se viven los grandes ensayos revolucionarios, como en Cuba y Chile; o se incorporan en alguna nación las fuerzas armadas al convencimiento de la necesidad del cambio, como ocurre en Perú, donde protagonizan ensayos populistas. En resumen, la industrialización ha producido fenómenos depresivos y no ha propiciado un desarrollo auténtico; el único camino para afrontar los desequilibrios de América latina pasa inexorablemente por el choque con los intereses oligárquicos dentro de cada nación y con los norteamericanos en el ámbito internacional; la alianza natural oligarquías-Estados Unidos ha agravado los problemas y radicalizado los intentos de transformación. 2. PANORÁMICA DE PROBLEMAS En este continente de graves problemas, que constituyen el marco en e que deben estudiarse los movimientos políticos, algunos destacan por sus dimensiones generales. Veámoslos de forma sucinta. a) Problema agrario Insistimos, la agricultura se ha deprimido con la industrialización y se ha acusado más la estructura de grandes propiedades; el tema de la reforma agraria constituye, por tanto, capitulo insoslayable en cualquier programa renovador; de ella hablan economistas, sociólogos, políticos. El CillA (Comité interamericano para el desarrollo agrícola) ha promovido bastantes informes. Según sus datos, en 1960 sobreviven 10 millones de familias rurales muy pobres; en 1970 son aproximadamente .15 millones las que se encuentran en ese nivel. En 1954 en Chile el 87 % de los agricultores obtiene el 34% de los ingresos, y se calcula que un minifundista tendría que trabajar 26 años para ganar el promedio de un año de un gran agricultor (CillA. Informe de Chile). Los ingresos bajos nos sitúan en una geografía plenamente tercer- mundista. En el altiplano de Guatemala el minifundista, que se encuentra en mejor situación que el campesino sin tierras, obtiene 324 quetzales al año en una familia de seis miembros, lo que supone 4,5 dólares per cápita al mes (CillA. Informe de Guatemala). La ley que impulsó en 1952 Jacobo Arbenz, bastante moderada, disponía la expropiación de las grandes propiedades, a las que se indemnizaba con bonos a largo plazo; el experimento fue cortado por la invasión de castillo Armas, dirigido por Washington, en ese momento intérprete de los intereses del primer propietario de Guatemala, la compaña norteamericana United Fruit Company. Con el aumento rápido de la población se ha provocado una disminución del tamaño de las propiedades, con lo cual el problema se complica y agrava. En consecuencia, es inevitable el desplazamiento de población, los movimientos periódicos de mano de obra. En Guate- mala 300.000 personas descienden del altiplano a las regiones costeras para la cosecha de café; el algodón y el azúcar provocan también flujos estacionales de mano de obra; existen «migrantes profesionales», quienes, desplazándose constantemente, carecen de vivienda fija. Feder asegura que esta marcha silenciosa constituye el mayor movimiento migratorio de la historia. En los latifundios perviven comportamientos sociales feudales, «el latifundismo es un sistema de poder» (Feder); el hacendado es el comandante supremo, inaccesible, ya que el campesino se entiende con un administrador. El latifundista posee policía privada, recurre a los castigos corporales, y si es preciso al crimen (Informe de Manoel Correia de Andrade: A teITa e o home no Nordeste); el trabajador endeudado puede ser encerrado en prisiones privadas. Estos datos, del Brasil, se repiten con modificaciones en otras naciones. Según el CillA el sistema de concertaje está generalizado; con él el campesino recibe préstamos o se considera anticipo los alimentos y bebidas, y ha de trabajar luego casi gratuitamente. Las dos formas extremas, latifundio-minifundio, caracterizan las estructuras de la propiedad. Los contrastes en la repartición de tierras son llamativos. En Paraguay las propiedades de más de 100.000 hectáreas cubren el 43 % del suelo cultivado de la nación. Algunas haciendas son en realidad inmensos dominios, así en Bolivia «El Carmen» abarca más de dos millones de hectáreas, la hacienda «Alto Paraguay» de Santa Cruz, cerca de millón y medio. Las familias que son a un tiempo terratenientes y empresarios industriales llegan a disponer de una influencia que en Estados Unidos y Europa sólo puede soñar una poderosa sociedad anónima. La familia Gildemeister -a la que Malpica sitúa entre «los dueños del Perú»- poseía 135.000 hectáreas de tierra en la costa. 300.000 hectáreas en el interior, el control de una compañía

Page 8: FERNANDEZ.historia Contemporanea

8

naviera, uno de los diarios más influyentes de Lima, una compañía de seguros, una empresa distribuidora de productos petrolíferos, dos sociedades pesqueras e inversiones en Chile, Brasil y Alemania. En Bolivia se decía en los años 30 que el presidente de la República era el lugarteniente de la familia Patiño. b) Carencias básicas La América latina debe incluirse en lo que Josué de Castro llamó geografía del hambre, con notas características de déficit calórico en la alimentación, infraviviendas (chozas sin ventanas, favelas), hacinamiento, falta de agua e higiene, mortalidad prematura. En el tema anterior nos hemos referido a estas cuestiones. c) Analfabetismo Quizá constituya la de la educación la gran carencia, en cuanto que sólo superándola se podrá afrontar decididamente la lucha por la salud la higiene, la vivienda, etc. El 50 % de los latinoamericanos son analfabetos», escribe Robert Kennedy en sus demandas de incremento de ayuda al sur del continente, millones de niños y adultos se encuentran desprovistos de toda educación. La UNESCO ha promovido o participado en campañas internacionales. En la conferencia de Santiago de Chile, en marzo de 1962, en la que intervienen UNESCO, CEPAL, OEA, OIT y FAO, se definen los objetivos, y el primero es el aumento de la matricula escolar. En la conferencia de Buenos Aires, en 1966, René Maheu, director general de la UNESCO, afirma que a pesar de los progresos en los países mas densamente poblados el censo de analfabetos alcanza el 40 % de la población. Campañas especiales de educación de adultos, mediante la radio, y de escolarización infantil intensiva, como la que se organizó en Ecuador, primer país, y en Venezuela, han aminorado un tanto las dimensiones del problema, y señalado los procedimientos que se deben seguir, aunque persista la in- suficiencia de los fondos. d) Crecimiento demográfico acelerado Iberoamérica estaba poblada en 1978 por 344 millones de habitantes. La tasa de crecimiento de la población ha pasado de 1 ,8% entre 1920- 1930, a 2,2 entre 1940-1950, 2, 7% en la década de los cincuenta y 3% en la de los sesenta. Esto significa que la población se ha doblado después de la Segunda Guerra Mundial y volverá a hacerlo hasta el año 2000. Mientras descienden las altísimas tasas de mortalidad no se produce la contracción paralela de las de natalidad, salvo en zonas donde presiones políticas la han conseguido, tal es el caso de Puerto Rico, donde se ha pasado de un 45 %o en 1945 a un 25 %o en 1968. Pero el atraso, la mentalidad, la influencia de la Iglesia, el peso de la tradición, impiden que se pueda cortar la explosión demográfica por la vía única. la de la disminución de los nacimientos. 3. PROCESO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA En los dos últimos decenios del siglo XIX. México, bajo las presidencias de Porfirio Díaz, experimenta una prodigiosa expansión económica, hasta el punto de que se habla del Meiji mexicano; los nuevos filones argentiferos de Baja California, Sonora, Chihuahua y Durango, la industria textil, la metalurgia de Monterrey, el petróleo del Golfo, la expansión de los ferrocarriles, que rebasan en 1910 los 20.000 km de líneas, constituyen sus capítulos; pero, por otra parte, la preeminencia que se otorga a la propiedad privada a costa de la colectiva provoca fuertes tensiones sociales, especialmente en el campo. Según la ley de 15 de diciembre de 1883, los colonos pueden denunciar tierras vírgenes y constituir compañías agrícolas, y tras la firma de un contrato con el Estado recibir un tercio de las tierras denunciadas y opciones sobre el resto hasta el límite de 2.500 hectáreas. Esta ley, concebida para atracción de inmigrantes, tuvo repercusiones decisivas en el mundo campesino. Las comunidades aldeanas no poseían títulos, y en consecuencia se vieron obligadas a declarar sus tierras de labor como tierras vírgenes para percibir un tercio, pero carecían de dinero para adquirir los otros dos tercios, de ahí que la ley derivara en un instrumento legal que convertía a los indios en presa de los especuladores. Por otra parte no se cumplía el límite de las 2.500 hectáreas, y se fundaron compañías con diferentes nombres y los mismos accionistas, que podían acumular propiedades. En 1893 una nueva ley suprimió cualquier traba, el límite de las 2.500 hectáreas entre otras, mientras declaraba que las tierras sin titulo privado eran consideradas vírgenes; muchas comunidades de indios se vieron de pronto arrojadas de sus tierras. y se formaron propiedades inmensas; el magnate de la prensa de Estados Unidos. Hearst, poseía gran parte del Estado de Chihuahua. Vera Estanol dice que los latifundios no se median por hectáreas, se delimitaban con paralelos y meridianos. Según Mc- BÍide, en 1910 hay 11 haciendas con 100.000 hectáreas cada una, 300 con 10.000. 8.000 con más de 1.000 hectáreas. Otro cálculo habla de 470.000 propietarios y 14 millones de labriegos sin propiedad. El grito de rebeldía es «tierra y libertad., otras veces «tierra y escuelas., más tarde «tierra y caminos” pero siempre tierra (Maddox). La insurrección contra Porfirio Díaz en 1910 es apoyada por líderes campesinos (Zapata, Orozco, Pancho Villa), y en el plan de San Luis de Potosí el nuevo dirigente, Madero, se compromete a la restitución de las tierras despojadas. Emiliano Zapata publica en noviembre de 1911 el plan de Ayala, que prevé la restitución de tierras, bosques yaguas, el derecho de los campesinos a defender sus propiedades con las armas y la entrega de los usurpadores de propiedad a los tribunales; al año siguiente efectúa la primera restitución de ejidos (propiedades comunales), se ocupan haciendas, y ante la reacción de los hacendados, se multiplican partidas guerrilleras. Desde que Madero ha entrado en México (junio de 1911), se ha

Page 9: FERNANDEZ.historia Contemporanea

9

podido comprobar la división de las fuerzas que han derribado a Porfirio Díaz; mientras Madero desea instaurar la democracia y hacer una revolución política. Zapata y Pancho Villa desean transformar las estructuras económicas y sociales del país. La guerra civil se reenciende y, aunque Madero cae, los campesinos de Villa y Zapata no pueden imponerse a los moderados, dirigidos por Carranza. a quien apoyan los Estados Unidos. En 1916 se convoca una Asamblea constituyente en Querétaro. El artículo 27 del nuevo código prevé la restitución de tierras abusivamente expropiadas, apoyo a la pequeña propiedad y fraccionamiento de los latifundios, para los que se ponen límites de extensión bastante bajos. Los sucesivos presidentes que encabezan la Administración después de la Constitución de 1917, Carranza, Obregón, Calles, limitan el alcance de las reformas. No se puede hablar de verdadera revolución hasta el ascenso de Cárdenas a la presidencia (1934-1940). Cárdenas dio nuevo impulso a la reforma agraria acelerando la entrega de tierras a los campesinos (5 millones de hectáreas en 1937, el año máximo), multiplicó las nacionalizaciones con el objetivo de eliminar la dependencia exterior, y en marzo de 1938 nacionalizó la industria del petróleo. A partir de 1940 los sucesores de Cárdenas volvieron a frenar las medidas de reforma y acentuaron la dependencia mexicana del capital exterior. Miguel Alemán incluso inició una contrarreforma agraria, modificando los parágrafos X, XIV y XV de la Constitución, para declarar propiedad pequeña la que no pasaba de 100 hectáreas húmedas o regadas. En el plano político se pueden entrever titubeos en el proceso revolucionario. El Presidente de la República es elegido dentro del partido en el poder, que a partir de 1946 se llama Partido Revolucionario Institucional; un aparente liberalismo impregna el modelo, pero no existe pluralismo y cualquier movimiento subversivo es duramente reprimido; así se actúa con los estudiantes que se movilizan en 1968, antes de los Juegos Olímpicos. La presidencia de Luis Echeverría (1970-1975) supuso otro momento de reformas, pero la capacidad de vuelta atrás no es menor que la de avance, de ahí que se hable de "revolución interrumpida" Las reformas no terminadas y las fases de involución se perciben en un balance de la revolución mexicana. Incorporada a la Constitución de 1917 la reforma agraria, el artículo 22 decide la nacionalización de la tierra, pero también la posibilidad de «transmitir a particulares el poder sobre las tierras y aguas, constituyendo así la propiedad privada». Creación peculiar es el ejido, tierras que se otorgan colectivamente a comunidades campesinas, pero explotadas individualmente tras un reparto de parcelas; el Estado conserva la propiedad eminente y avala la financiación de los primeros gastos. Entre 1915 y 1934, se reparten 10 millones de hectáreas, bajo la presidencia de Cárdenas 18 millones más. En 1940 las tierras repartidas representan el 49% de la tierra cultivada. En 1971 se votó una nueva ley y se iniciaron nuevos repartos. No se puede afirmar que no haya habido transformaciones, y grandes, en el campo mexicano, pero han subsistido zonas de marginación campesina. Las reformas sociales han sido intensas, pero insuficientes. Se han creado hospitales, limitado la jornada de trabajo, instaurado el derecho de huelga. Sin embargo, México continúa siendo una nación tercermundista, a pesar de sus riquezas naturales, como se desprende de los datos de Albert Meister: -un rural de más de seis años sobre dos es analfabeto -un urbano de más de seis años sobre cuatro es analfabeto -un habitante de cada tres no consume pan de trigo; -un habitante de cada cuatro no consume pescado, carne, leche ni huevo! -cuatro habitantes de cada diez no disponen de calzado, o tan solo de un par de sandalias indígenas; -cuatro de cada diez niños entre los seis y los catorce años no están escolarizados. El Estado controla sectores importantes de la industria, pero se encuentra con dificultades, financieras y técnicas, para explotar sus propias riquezas. En 1973 la sociedad estatal PEMEX ha descubierto inmensos yacimientos de petróleo y gas. Los programas de nacionalización no han impedido la dependencia de los Estados Unidos. El informe del Banco de México en 1960 calculaba que la nación había perdido 62 millones de dólares por utilidades de empresas norteamericanas. La balanza de pagos muestra el déficit resultante de la baja de precios en el mercado internacional de los productos mexicanos mientras se incrementan los que percibe de Estados Unidos; en 1959 el saldo negativo fue para México de 305 millones de dólares (Foreign Commerce Weekly). La revolución no ha sacado a México de su atraso y de su dependencia exterior. 4. EL POPULISMO. EL MODELO PERONISTA EN ARGENTINA De los fenómenos políticos característicos de la América latina en el siglo XX, el populismo es el más intensamente estudiado. En libros de historia, tratados políticos, artículos de prensa, se habla del varguismo en Brasil, velasquismo en Ecuador, aprismo en Perú, cardenismo en México, comprendidos todos dentro del denominador común de populismo, cuyo modelo intenta asimismo aplicarse a Arbenz en Guatemala, Ibáñez en Chile, Paz Estenssoro y Siles Zuazo en Bolivia, Velasco Alvarado en Perú. Quizá Perón represente el ejemplo más interesante y más puro, con todas sus

Page 10: FERNANDEZ.historia Contemporanea

10

ambigüedades, que son en definitiva las propias del modelo populista. Alan Angell ha señalado como notas de este modelo: - Base popular; se apela al pueblo para propiciar la transformación, pero no se le permite organizarse en partidos políticos, sino que simplemente se encuadra en sindicatos, prestos a responder a la llamada del nacionalismo demagógico. - Carencia de doctrina precisa; el populismo se basa en un estado de entusiasmo colectivo provocado por el objetivo sencillo de la justicia redistributiva. El populismo es una ideología de rebelión contra el sistema, pero resulta difícilmente encajable en la dialéctica derecha-izquierda, ya que no propone ningún modelo social para el momento en que se implante la justicia Nacionalismo; la movilización popular se consigue apelando a sentimientos de rechazo de lo yanqui, lo inglés o simplemente lo foráneo. Los líderes populistas devolverán las riquezas expoliadas al pueblo. -Líder carismático; Perón en Argentina, Gertulio Vargas en Brasil, Haya de la Torre en Perú, personifican en su momento los salvadores de la patria. Liderazgo de clases medias y altas. Aunque se apela al pueblo, como los descamisados, de Perón, los movimientos populares estarán en todo momento controlados; el pueblo es concebido como un conjunto amorfo, desclasado, su papel es por tanto bien diferente al que le atribuye la ideología socialista. El populismo ofrece bastantes notas cotejables con las del fascismo, en cuanto a la exaltación carismática del líder, la movilización apolítica del pueblo, el nacionalismo exultante, la tensión emocional con que se predica la transformación, la falta de modelo claro (económico en particular}. Sin embargo, mientras el fascismo aparece como un modelo involutivo en sociedades desarrolladas, con herencia liberal, el populismo puede presentarse y ser un modelo progresivo en sociedades subdesarrolladas, que carecen de tradición política democrática. Para un analista europeo las contradicciones podrían resumirse en que mientras por una parte incorpora a las masas marginadas a la vida económica, cultural y política, por otra niega valores básicos de la democracia representativa, como libertades civiles o pluralismo ideológico auténtico. Puesto que el partido por excelencia se concibe como interclasista o policlasista, no será un partido obrero o burgués sino una especie de movimiento en el que se intenta integrar al proletariado urbano, campesinado, proletariado suburbano, clases medias, inteligencia, sectores progresistas de las clases altas. A diferencia del fascismo no procede de tensiones irresolubles entre burguesía y proletariado, sino de tensiones internas de la burguesía nacional; el sector más progresivo, que busca y necesita el cambio, la modernización de las estructuras, apela a la masa popular. La ambigüedad de una ideología, que puede desembocar en una situación parlamentaria o simplemente en un modelo bonapartista, con un dictador, ha sido resaltada por Carmagnani al hablar del régimen peronista: .También pasando por encima del Parlamento el populismo peronista apeló directamente a las masas, y de este modo las concentraciones y los referendos diligentemente maniobrados de manera paternalista por el régimen adquirieron mayor fuerza que el Parlamento, el cual quedó reducido ano ser más que el brazo legislativo del propio régimen. El segundo elemento básico del régimen peronista fueron los muchos elementos nacionalistas, de tipo irracional, y fueron precisamente estos elementos los que lo asimilaron al fascismo y al nazismo. El propio Perón reconoció que su estancia en Italia en tiempos del, fascismo le sirvió de escuela.» Las dificultades de las hipótesis explicativas que se han dado sobre el peronismo, que ofrece notas similares a las del fascismo pero también rasgos claramente diferenciados, proceden, a nuestro juicio, de intentar aplicar esquemas europeos extraídos de países industrializados a un país cuya formación y estructura es diferente. Las raíces del fascismo, guerra y crisis económica, no pueden aplicarse sin forzar los hechos a Argentina, aunque en contraposición encontremos notas autoritarias de apariencia fascista (jefe, movilización de masas, irracionalismo). En otro sentido el apoyo obrero que tuvo este régimen no proletario rompe con un supuesto tópico; el modelo clásico afirma que los trabajadores industriales, inspirándose en postulados de clase, con una ideología de izquierdas, intentan una revolución social. El apoyo obrero a Vargas en Brasil o a Perón en Argentina aparece como una desviación de ese modelo. En conjunto se han dado dos tipos de explicaciones a esta paradoja del apoyo obrero al Estado no obrero. 1° explicación. Industrialización tardía. Esto provoca un corte en la clase obrera; los sectores «viejos, de origen europeo, presentan tendencia a la organización en sindicatos con disciplina y reivindicaciones precisas; los «nuevos», de origen rural, desplazados y desclasados, se encuentran disponibles para su manipulación por una élite. Según esta hipótesis, estos trabajadores de nuevo cuño, el llamado subproletariado urbano, se caracterizarían por su búsqueda individual de ventajas económicas, por su sentimiento de pertenencia a un grupo primario (como la región de procedencia) antes que por vínculos de solidaridad de clase, por su conciencia social simplificadora en términos de pobres y ricos; Esta separación del proletariado, o mejor todavía la importancia que tiene este subproletariado en las zonas marginales de las concentraciones urbanas de América latina, ha sido puesta de relieve en buena parte de la literatura sociológica y política (así Alain Touraine y Gino Germani: América del Sur, un proletariado nuevo). La gran ciudad destruiría las raíces tradicionales sin permitirles encontrar aún nuevos anclajes normativos. Pero esta explicación no es

Page 11: FERNANDEZ.historia Contemporanea

11

fácilmente aplicable al modelo peronista, en cuanto que éste no se limita a apelar a los obreros desclasados, sino que los organiza en un vasto movimiento sindical. 2° explicación (Murmis y Portantiero). La división no está en la clase obrera, sino en la clase capitalista. Las antiguas clases propietarias, oligarquía ganadera y propietarios industriales, son inmovilistas. Las nuevas clases propietarias, a partir de la guerra, se enriquecen velozmente en una serie de industrias subsidiarias del proceso bélico. Al mismo tiempo empujan para encontrar un hueco en las estructuras de poder. La palanca va a ser un movimiento interclasista, que aglutina a estas clases con los sindicatos obreros, que apoyan el golpe militar de junio de 1943, el que colocará a Perón en la cartera de Trabajo, y posteriormente apoyarán incondicionalmente a Perón para la presidencia de la República. El peronismo, según Murmis y Portantiero, seria por tanto un movimiento interclasista, que estaría propiciado por diversas circunstancias: -la nueva industria sólo se puede desarrollar sobre la base de la ampliación del mercado interno; se concibe a los obreros en función de consumidores: -necesidad de legitimación política de la élite estructurada alrededor del movimiento militar de junio de 1943. Al no encontrar otros apoyos tuvo que movilizar las clases populares; -coincidencia de la satisfacción de las reivindicaciones obreras con el proyecto de desarrollo económico de un sector propietario. Podríamos añadir, finalmente, un argumento sociológico a favor de la segunda hipótesis; sólo la quinta parte de los obreros que apoyan el peronismo procede de zona rural, que es precisamente el argumento base (ruralismo, falta de organización, desarraigo en la ciudad) de la primera explicación. 5. ITINERARIO DEL PERONISMO El golpe de Estado de junio de 1943 sitúa a Perón en la estratégica cartera de Trabajo. Dentro de la Junta que gobierna el país se distingue un grupo opuesto a la colaboración con las potencias del Eje (Ramírez) y otro que desea mantenerla (Farrell, coronel Perón); el primero es desplazado, pero al acabar la guerra el embajador norteamericano Braden consigue eliminar a los que se han comprometido en exceso con el nazismo. En octubre de 1945 Perón es detenido; su discurso de despedida, por radio, fue interpretado por los sindicatos obreros como una llamada a la lucha. La C.G.T. convoca huelga general para el 18 de octubre, pero la víspera, masas de ciudadanos exasperados recorren las avenidas de Buenos Aires y se concentran en torno al edificio del gobierno, la Casa Rosada. A medianoche Perón aparece, la muchedumbre le vitorea. Beam afirma que esa noche se ha sellado la alianza entre el líder y su pueblo, apoyada en la obra que Perón había realizado en la secretaría de Trabajo (disminución de horarios, aumento de salarios). En las elecciones presidenciales de febrero de 1946 Perón presenta un programa quinquenal, en el que se habla de reforma agraria y autarquía; el embajador Braden elabora un libro azul, en el que denuncia a Perón como filonazi... fue una imprudencia, el eslogan de los peronistas se resume en «votar por Braden o por Perón», y ante este dilema no es extraño que triunfe Perón, que intensifica sus denuncias contra el imperialismo norteamericano. Perón se apodera del aparato del Estado colocando a sus hombres en los lugares estratégicos. En 1949 modifica la Constitución; que convierte al Presidente en un magistrado de poderes ilimitados y al Congreso en una simple Cámara de registro de temas. Un partido disciplinado ayuda al presidente; los periódicos y la radio son controlados, los opositores vigilados o condenados al exilio. Perón, con ayuda de su esposa Eva, desea instaurar un nuevo régimen que denomina justicialismo, inspirado externamente en el fascismo italiano, con una rama política, un sindicato (C.G.T.), una organización femenina y un movimiento de juventudes. Si releemos los discursos de Perón, es difícil ordenar ideas que puedan definir el movimiento que funda. En el Congreso General Constituyente del Partido Peronista, en diciembre de 1947, pronuncia párrafos tan poco esclarecedores como éste: «Se encaró en la única forma en que podía encararse una reforma social; no por el método ideal, porque todavía estaríamos planeando cómo debíamos realizarla, sino por el método real de lo que era necesario hacer y poniéndose a realizarlo inmediatamente, única manera de poner al día, sin pérdida de tiempo, el problema de la justicia social en nuestra tierra», y así páginas y páginas encareciendo el sentido práctico frente a la teoría, al aparato intelectual. El sentido de la camaradería pone límites a la pretendida justicia distributiva para el pueblo: «Para un justicialista no puede haber nada mejor que "otro justicialista" (Las veinte verdades del Justicialismo, octubre de 1950). Algún axioma del justicialismo encierra un paladino rechazo de .la política, de corte cuasifascista: «El justicialismo es esencialmente popular .Todo círculo político es antipopular, y por lo tanto no es justicialista.» La vaguedad se da la mano con el autoritarismo paternalista, quizá porque éste no puede fundamentarse sino en aquélla. La política social, inspirada por Eva Perón, se centra en medidas sociales que no impliquen reformas de estructuras, como reconocimiento legal de los sindicatos, aumento de salarios, viviendas familiares; en sus memorias, La razón de mi vida, explica sus objetivos entonos lastimeros, de nulo valor intelectual: «podía endulzar sus penas y secar sus lágrimas». En el orden económico un programa de nacionalizaciones coloca sectores básicos bajo el control del Estado; en 1946 se

Page 12: FERNANDEZ.historia Contemporanea

12

nacionaliza el Banco Central y se crea el Instituto Argentina para la Promoción del (comercio; al mismo tiempo se obliga a algunas compañías extranjeras a vender acciones al Estado, en el momento en que éste dispone de los beneficios que ha acumulado durante la guerra. A partir de 1950 las dificultades económicas crecen y Perón comienza a cambiar su programa. Así la misión Cereijo consiguió fondos por 100 millones de dólares, que Perón llamó,”crédito" para no contradecir su máxima, antes de tomar un préstamo me corto las manos». Las cosechas catastróficas, por la sequía, de 1951. y 1952, provocan el déficit de la balanza comercial y una inflación galopante; Perón debe adoptar medidas de austeridad que descontentan a los sindicatos. La muerte de su esposa Eva, en julio de 1952; constituye otro golpe para la popularidad del presidente. La campaña contra la Iglesia en 1954 señala el momento critico del régimen, cuando la Santa Sede. replica con la excomunión del mandatario argentino. El giro de la política peronista en 1955 es difícil de comprender por sus seguidores. En marzo firma un contrato con la Standard Gil por el que le entrega la explotación de casi 50.000 km cuadrados de territorio argentino, exención de impuestos a la refinería; y, lo más sorprendente en un viejo nacionalista, el privilegio de la extraterritorialidad en el ámbito geográfico en el que la empresa yanqui desarrolla sus prospecciones y explotaciones. Un golpe de Estado del ejército en junio de 1955 es abortado. En la oposición se encuentra además el sector izquierdista del peronismo y los radicales dirigidos por Arturo Frondizi. Sólo el sindicato constituye una fuerza de apoyo al régimen. Perón intenta reeditar el movimiento de octubre de 1945; notifica su dimisión, habla por radio, la C.G.T. anuncia la huelga general y la formación de milicias obreras. El 16 de septiembre los militares creen que ha llegado el momento idóneo para la insurrección y precipitan las operaciones; el general Leonardiy el almirante Rojas consiguen destituir a Perón. El régimen militar se consagra a depurar la administración expulsando a los peronistas de sus cuadros; el partido justicialista es prohibido, pero los sindicatos resisten. El resto de la historia argentina, que aquí no nos interesa explicitar, se resume en la confrontación entre sectores deseosos de reforma en tomo a los radicales, un grupo de militares conservadores y los nostálgicos del peronismo, cuya fuerza exclusiva son los sindicatos. Tras la presidencia de Frondizi los militares recuperan el poder en 1966; una potente guerrilla urbana, los Montoneros, canaliza la protesta de quienes reclaman reformas sociales. Cuando en marzo de 1973 el general Lanusse convoca elecciones, los peronistas consiguen el triunfo de su candidato Héctor Cámpora y con él comienza una serie de episodios rocambolescos; el regreso del líder, que se encuentra exiliado en España, el triunfo de Perón en nuevas elecciones, el nombramiento de su esposa Isabel para la vicepresidencia. En julio de 1974 Perón fallece, a consecuencia de una crisis cardíaca, y deja como herencia un país en caos, sin cabeza, sin posibilidad de futuro. La identificación del pueblo con un líder tan huérfano de auténticas virtudes de conductor histórico, la ambigüedad de sus programas, el fracaso de sus reformas, delinean un panorama en el que la lógica no encuentra excesivo sitio. En cualquier caso: al margen del juicio definitivo que a loS historiadores merezca la personalidad de Juan Domingo Perón, lo que ya puede ser afirmado es su fracaso; el caos se ha convertido en una constante de la Argentina de posguerra. 6. LOS TRIUNVIRATOS MILITARES La historia argentina posterior a 1955 bien podría ser el ejemplo del caos político. Para intentar ver claro en la maraña de acontecimientos debemos tener en cuenta que se disputan el poder tres grupos: el reformista en tomo al partido radical, que intentará una gestión democrática; el peronismo, con su bagaje populista, que tiene en los sindicatos su instrumento de actuación social; un grupo del ejército, de claros perfiles de fascismo castrense. Los radicales protagonizaron los intentos civilistas, en las presidencias de Frondizi e Ilia. Pero los sectores filofascistas del ejército sometieron a estrecha vigilancia el poder civil y apenas le dejaron gobernar. Los militares se dividieron entre «legalistas», inclinados a controlar al ejecutivo manteniendo una apariencia de legalidad, y los «gorilas», partidarios de la asunción del poder por el ejército. Una potente guerrilla urbana, los «montoneros», intentó sembrar las bases para una revolución popular, pero en realidad proporcionó a los militares el argumento para gobernar con mano dura. En 1973 un militar legalista, Lanusse, convocó elecciones para que Argentina encontrara de nuevo una vía democrática. Los peronistas consiguieron el triunfo para Héctor Cámpora, un «tapado» de Perón, quien retornó de su exilio en España y tras la renuncia de su acólito fue elegido presidente de la República. La serie de maniobras rocambolescas culminó con la designación por Perón de su nueva esposa, Isabel, como vicepresidenta, en una reedición busca del protagonismo político de «Evita». Al fallecer Juan Domingo Perón en julio de 1974 se encontró al frente de los destinos del Estado una mujer inexperta y propensa a la histeria. Finalmente, tras un periodo caótico, los duros del ejército dieron un golpe de Estado, de consecuencias insospechadas para la sociedad argentina. Porque entre 1976 y 1982 las Juntas Militares, formadas por los tres jefes de las tres armas, sumieron al país andino en una dictadura sombría. Al frente de estos triunviratos se pusieron sucesivamente los generales Videla, Viola y Galtieri. Con el pretexto de la lucha contra la subversión las tres Juntas emprendieron una guerra sucia

Page 13: FERNANDEZ.historia Contemporanea

13

contra el pueblo argentino, pero la más cruel y la que mayor número de violaciones de los derechos humanos acumuló fue la primera, la presidida por el «iluminado» Videla. Si en el orden internacional la gestión de los triunviros ofrece algún episodio de interés, como el laudo con Chile, con el Papa de mediador, para delimitar las fronteras en los estrechos interoceánicos, en el interior prácticamente todo se redujo a la proclamación del estado de sitio ya la persecución incontrolada de todo sospechoso de subversión. El Informe Sábato, elaborado tras el regreso a la democracia en 1982, documenta 1.500 casos de torturas, pero los cálculos más aceptados cifran en 30.000 los argentinos desaparecidos, incluidos los niños que fueron arrebatados a sus familias para ser entregados a seguidores del régimen, y los miles de hombres arrojados desde avionetas al mar .Este régimen de oprobio supuso la transferencia al continente americano de los métodos de represión que otros regímenes totalitarios habían ensayado en Europa. En esa noche de los derechos sólo las valerosas madres de la Plaza de Mayo, que semanalmente desfilaban en silencio para reclamar la aparición de sus deudos, mantuvieron encendida la resistencia civil a la opresión. En el plano económico se práctico una política ultraliberal, en la cual se demostrarían posteriormente toda suerte de irregularidades. Una empresa exterior desafortunada, la guerra de las Malvinas, emprendida por Galtieri para recuperar la soberanía de las islas que los ingleses llaman Falkland, supuso para el pueblo argentino el principio de la liberación. Las Juntas no pudieron mantenerse tras una derrota en una, guerra mal preparada y dirigida. 7. RETORNO DE ARGENTINA A LA DEMOCRACIA En la Argentina posterior al episodio infausto de las Malvinas sigue desarrollándose el juego entre tres fuerzas: militares, golpistas, radicales y peronistas. En las primeras elecciones triunfó el radical Raúl Alfonsín, que prometió castigar los delitos de las Juntas y efectivamente anuló en la primera de sus medidas gubernamentales el decreto con que se habían autoamnistiado. Alfonsín poseía probablemente la talla política necesaria para reconducir la historia argentina, pero no pudo con sus oponentes: la continua amenaza del golpe militar y el activismo de los sindicatos peronistas, que convocaron una y otra vez huelgas generales, hundiendo cada vez más la economía. Dos de sus proyectos, uno realizado y frustrado el otro, se convertirían en dos fracasos. Para frenar la hiperinflación, enfermedad mortal de la economía argentina, en sustitución del peso creó una nueva moneda, el austral, pero en poco tiempo se vio en la misma situación moribunda de su antecesora. Para equilibrar un país demográficamente concentrado en torno a Buenos Aires y las regiones del norte, proyectó el traslado de la capital a las regiones semidesiertas del sur. Pero el país no podía sostener un proyecto tan costoso, y se desistió. No obstante, Alfonsín pasará a la historia argentina por su coraje, al someter a proceso y encarcelar a los miembros de las Juntas Militares. Aunque esta decisión dividiría a la opinión y le obligaría a sucesivas claudicaciones, procesalmente pudo demostrarse el carácter genocida que había tenido la represión. El fracaso económico llevó de nuevo al peronismo al poder en las elecciones de 1989, representado por una figura del neoperonismo, Menem, que ha intentado equilibrar la economía con recetas neoliberales, desnacionalizar empresas y alejar la hipoteca militar con una serie de claudicaciones, la más seria la amnistía para los triunviros encarcelados por Alfonsín. Los viejos demonios, y entre, ellos el más amenazador, el retorno del golpismo militar, no parecen haberse erradicado de la política argentina. 8. LA REVOLUCIÓN DE CASTRO EN CUBA La revolución que triunfa en Cuba en enero de 1959, tras un período de acción armada relativamente corto, supone una ruptura profunda en la historia de Cuba y en particular en la relación de la isla con los Estados Unidos. ¿Cuáles son las raíces de este acontecimiento, singular si se contempla a escala del continente americano? Aglutinando el conjunto de problemas que explican el movimiento castrista, podríamos distinguir dos grupos: en el orden político una dictadura oprobiosa, en el económico la dependencia de la riqueza de la isla de empresas norteamericanas. a) Dictadura de Batista La historia de Cuba en este siglo es la de una serie de regímenes dictatoriales que no tuvieron excesivos remilgos a la hora de eliminar cualquier forma de oposición; Machado en los años 20 y Batista en los 30 a 50 constituyen los dos ejemplos más claros de permanencia en el poder por medio de la corrupción. Batista, que encabeza la revolución de los sargentos de septiembre de 1933, es el hombre fuerte de Cuba desde ese momento, presidente desde 1940, y tras una etapa de ostracismo otra vez supremo magistrado en 1952. El sostén de este hombre ansioso de poder son los Estados Unidos, cuyo intervencionismo invoca la enmienda Platt de 1902, por la que se limita la soberanía cubana con la posibilidad de intervención de Washington cuando estén en juego en la isla intereses norteamericanos. Los problemas de Cuba bajo la mano férrea de Batista llegaron a ser realmente graves; sirva de ejemplo el porcentaje de analfabetos, el 22,5 % en 1943, el 23,5% en 1953, porcentajes bastante bajos en comparación con otras naciones latinoamericanas, pero que aumentan en vez de disminuir porque no se cumple la Constitución de 1940, que proclama la obligatoriedad de la asistencia a la escuela a los niños entre los seis y los catorce años b) Economía dominada

Page 14: FERNANDEZ.historia Contemporanea

14

El azúcar es el sector clave, ocupa la mitad de los trabajadores de la isla y constituye el 80% del valor de la exportación. Su producción está en manos de grandes sociedades; entre ellas 13 norteamericanas explotan casi la mitad de la producción aunque su influencia es mayor porque el mercado básico es el de los Estados Unidos- y fijan el precio mediante el sistema de tarifas preferenciales. Empresas norteamericanas controlan asimismo otros sectores de la vida cubana, el 90 % de los servicios telefónicos y de electricidad, el 50% de los ferrocarriles, la cuarta parte de los depósitos bancarios, la industria del níquel, la explotación del turismo (Isla de los Pinos), la construcción y el juego (con procedimientos mafiosos) en La Habana. Los norteamericanos intentaban perpetuar un orden de cosas insostenible, identificando sus intereses con los de Batista. El libro blanco que editó el Departamento de Estado en 1961 para informar a Kennedy lo reconocía, en unas líneas que podría haber firmado Fidel Castro o el «Che» Guevara, pero que, repetimos, se deben al departamento norteamericano: «El carácter del régimen de Batista en Cuba había convertido en casi inevitable una reacción popular violenta. La rapacidad de los dirigentes, la corrupción del gobierno, la brutalidad de la policía, la indiferencia del régimen a las necesidades del pueblo en el dominio de la educación, medicina, alojamiento, justicia social y progreso económico, todo, en Cuba como en otros países, constituía una invitación abierta a la revolución.» Los asaltos a los cuarteles Moncada y Bayamo en julio de 1953 señalan una oposición creciente que comienza a adoptar forma armada. La represión es durísima. Los hermanos Castro y el conjunto de revolucionarios detenidos son condenados a penas largas, pero la amnistía de 1955 les permite exiliarse a México, donde entablan contacto con el revolucionario argentino Ernesto Guevara. Desde México se prepara el regreso a la isla, que se produce en diciembre de 1956, en un pequeño barco, el Granma. Los dirigentes revolucionarios organizan el primer centro de resistencia en las regiones casi inaccesibles de Sierra Maestra. Desde este momento hasta el triunfo en enero de 1959 los acontecimientos se suceden de prisa, y de forma alógica, a pesar de las explicaciones muy claras que «Che» Guevara ha dado sobre la marcha militar de la revolución. En los inicios el periodista del The New York Times Herbert Matthews entrevista a Castro en la sierra, y éste se queja de que carece de todo: de hombres, de armas, de dinero. ¿Cuál fue el secreto del éxito? Una vez más se comprueban los resortes de una revolución, popular. Fidel Castro se apoya en los campesinos y llega a ser invencible en algunas zonas; por otra parte conecta con las formas de resistencia urbana, como el ataque al Palacio Presidencial por el Directorio Estudiantil; los sabotajes se intensifican, las armas norteamericanas del ejército pasan con facilidad a manos de los guerrilleros. En definitiva, se repite el fenómeno de la guerra civil china, cuando las armas que recibe Chang Kaishek terminan en manos del ejército comunista de Mao. Las crueles represiones de Batista contribuyeron a disminuir los apoyos norteamericanos. El establecimiento de un segundo frente, el Che Guevara en el centro de la isla y Raúl Castro en la Costa norte, supuso para el ejército de Batista. Desmoralizado, una prueba insuperable, y el día I de enero de 1959 Fidel Castro entra en Santiago y el 810 hace triunfalmente en la capital. La Habana. Hugh Thomas, en su monumental obra sobre Cuba, destaca dos fases en la revolución castrista, la primera seria democrática -es decir, pluralista-, la segunda totalitaria -con un solo partido-. Quizá sea más acertado hablar de evolución constante hacia posiciones radicales antes que de dos fases. Se ha insistido en que Castro no era comunista en 1959 y que sólo la presión de los Estados Unidos le inclinó a adoptar posiciones totalitarias; a nuestro juicio es una cuestión no concluida, sobre la que ha de indagarse. Ciertamente los Estados Unidos constituyen un factor de primer orden en el desarrollo del proceso revolucionario, pero las lecturas universitarias de Fidel son marxistas, y su discurso de defensa en el juicio por el asalto al cuartel de Moncada define unos objetivos que no difieren de los que sostendrá en el poder. Es verdad que en abril de 1959, durante su viaje a los Estados Unidos, exclama en Nueva York: «no somos comunistas", pero en esas semanas se suspenden los partidos políticos, se retrasan las elecciones, se multiplican los juicios -utilizando estadios deportivos para los consejos de guerra-. Y la depuración no se limita a los colaboradores de Batista, pronto llega su turno a los liberales; el caso Llaca, abogado secuestrado en La Habana al que la Audiencia y luego el Tribunal Supremo ordenaron poner en libertad, produjo una confrontación entre Castro, y los jueces. La reforma agraria definiría, por su trascendencia, la orientación del régimen. El primer texto, de mayo de 1959, es de signo reformista; establece límites muy altos para fijar el umbral de la expropiación (400 hectáreas) y prevé la indemnización a los antiguos propietarios. La tierra debería ser distribuida en lotes individuales a los campesinos sin propiedad. A pesar de su moderación, el choque con las grandes compañías azucareras norteamericanas era inevitable. Parte de la prensa estadounidense acusa a Castro de amenazar intereses vitales de los Estados Unidos, y en Florida se monta una red de recepción de exiliados y se prepara una posible operación de desembarco. En 1960 Eisenhower ordena reducir la cuota de azúcar. En agosto de este año se da nueva forma a la reforma agraria; René Dumont estima que el ideal para Cuba hubiera sido la cooperativa, a la manera china, pero el .Che» rechazaba esta fórmula, y se prefirió combinar la parcela familiar y la granja estatal, promovida por el INRA; Dumont critica este estatalismo, que implicó la subida de los salarios agrarios pero no la producción. y sangría de divisas y exceso de burocracia, entre otros efectos inmediatos. En 1963 se vota una ley nueva de reforma agraria, que prevé la nacionalización de todas las propiedades de

Page 15: FERNANDEZ.historia Contemporanea

15

más de 67 hectáreas, la creación de granjas estatales, que llegan a ocupar el 70 % de la superficie, y se fijan objetivos de producción ambiciosos (10 millones de toneladas para la cosecha de azúcar de 1970). En conjunto podríamos destacar capítulos de la revolución castrista: -Supresión de instituciones de la Cuba capitalista. En esta línea hay que citar el control de la prensa, con la desaparición de diarios libres, la campaña contra la Iglesia, la expropiación de las grandes compañías del petróleo y el azúcar , la de la Telefónica y Electricidad, el control de la Universidad. -Creación de instrumentos de la revolución socialista. Así los Comités de defensa de la revolución, los planes quinquenales en la industria, el control de las editoriales, la politización de la Justicia -con la marcha de la mayoría de los miembros del Tribunal Supremo-. La «nueva justicia» supone supresión de habeas corpus, tribunales y audiencias populares, campos de rehabilitación. -Progreso económico. Preocupación del régimen ha sido la diversificación para romper el monopolio azucarero. Con esta finalidad se han introducido nuevas razas bovinas, y ampliado las plantaciones de café. Una red de hospitales y campañas rápidas de alfabetización señalan dos preocupaciones del gobierno. -Un peculiar modelo político. Se ha aprobado una Constitución en 1976. El Partido Comunista, resultante de la fusión de las fuerzas que hicieron la revolución, se concibe como .la fuerza dirigente de la sociedad y el Estado». El ejército, modernizado con la ayuda soviética, ha alcanzado niveles notables de capacidad, como se ha comprobado por alguna intervención exterior (en Angola, en Etiopía). La ubicación de Cuba en la órbita soviética es en definitiva una posición defensiva frente al dueño tradicional, Estados Unidos. Las instituciones, Presidente, Consejo de ministros, delegados del poder central en provincias, señalan diferencias esenciales con respecto a los modelos habituales de Occidente. Sin parlamento, sin elecciones, para los críticos del régimen Cuba es una dictadura; para sus apologistas se trata de un régimen de democracia directa, que se apoya en el carisma de su dirigente máximo, Fidel Castro, y en el ejercicio directo de la soberanía por el pueblo a través de Asambleas. En todo caso para comprenderlo ha de tomarse como referencia el régimen soviético antes que el liberal occidental, aunque no se haya producido en la isla del Caribe un calco estricto del modelo ruso. 9. EL COBRE CHILENO La revolución que protagoniza Salvador Allende en Chile constituye un caso todavía más singular que la fidelista cubana. Se trata de una revolución decapitada, que no tuvo tiempo de convertir en reales sus programas teóricos. Pero no estriba en su desenlace, un tanto frecuente en lberoamérica, su originalidad, sino en la forma de acceso al poder. Mientras Fidel conquista el poder tras un proceso armado, lo mismo que el bolchevismo en Rusia o el maoísmo en China, Allende arriba a la presidencia chilena por el juego respetuoso de la democracia pluralista, tras los resultados de una convocatoria electoral. Se trata del primer caso de revolución sin guerra, de revolución por medio de las urnas. Por otra parte, si en Cuba era el azúcar el símbolo de la presencia de intereses internacionales hostiles a cualquier experiencia revolucionaria, en Chile es el cobre el que convoca estas instancias de dominio. Por muchas razones la experiencia chilena merece un análisis, y éste ha de partir del cobre, eje de la historia chilena desde el siglo XIX, desde el momento en que sustituyo al salitre como producto clave para la economía occidental. El primer problema que se presenta en la cuestión del cobre es la usurpación de sus beneficios por las compañías explotadoras. Al estallar la Segunda Guerra Mundial el cobre aumenta su valor de mineral estratégico, su precio se eleva una vez transformado pero se mantiene en su fase de extracción, es decir, mientras Chile recibe la misma cantidad por su riqueza minera, las compañías, norteamericanas incrementan sustancialmente su rentabilidad. Entre 1940 y 1944 los Estados Unidos prestan a Chile 33 millones de dólares, cifra inferior a los beneficios de una sola compañía, la Braden Cooper, durante el período. En los años 1943 y 1944, por urgencias bélicas, se incrementa la producción hasta rebasar ampliamente el medio millón de toneladas, pero no se reflejó el aumento de la producción en el de la recaudación porque los Estados Unidos, sin consultar, siquiera con el gobierno de Santiago, fijaron unilateralmente el precio en 11, 5 centavos la libra, para impedir presiones especulativas -se decía'-, mientras en Estados Unidos se vendía a 27 centavos. La pérdida del Estado chileno durante este período se calcula en 500 millones de dólares. Al estallar la guerra de Corea mientras el níquel y otros metales elevaban, su precio, Estados Unidos fijó un tope de 24,5 centavos para el cobre, con lo que la nación perdió otros 300 millones de dólares. El presidente Ibáñez intenta en l952 una medida tímidamente nacionalista; el Banco de Chile compra a las compañías extranjeras el cobre al precio que han fijado los Estados unidos y lo revende en el mercado mundial; ¡¡>ero con el final del conflicto Washington lanzó grandes stocks a los circuitos comerciales y produjo el hundimiento de los precios. En Chile se acumuló un excedente de 130.000 toneladas, que posteriormente se revendió a bajo precio a los Estados Unidos. Este fracaso explica la ley llamada del .Nuevo Tratado., de mayo de 1955, que exime a las compañías de tasas y derechos de aduana, mientras los políticos

Page 16: FERNANDEZ.historia Contemporanea

16

reformistas comprenden que en el cobre estriba la única posibilidad de autofinanciación chilena de reforma agraria o de industrialización. En, la campaña presidencial del año 1964 triunfa el candidato demócrata cristiano Frei, con su programa de .Revolución en la libertad., sobre el socialista Allende, por el apoyo financiero que recibe de Estados Unidos y partidos socialdemócratas europeos, y por el de la Iglesia, que hace escorar los resultados jugando con la tendencia del voto femenino, más influenciable desde instancias eclesiales. Frei realizó un programa tímido de reforma agraria y de desarrollo industrial. Pero en este momento nos interesa reparar en lo que se llamó chilenización del cobre. Ya en la campaña electoral. Freí habla de «chilenización» y Allende de nacionalización», A partir de 1967 se iniciaron las negociaciones con las compañías para la compra del 51% de las acciones, porcentaje que permitiría, en opinión de Frei, el control sobre la minería del cobre. La Anaconda, a través de filiales, explotaba las minas de «Chuquicamata» y «El Salvador», y .El Teniente», la mayor mina subterránea de cobre del mundo, era explotada por la Kennecott y su filial la Braden. Las sociedades se mostraron en principio reacias a desprenderse de sus acciones, pero ante la posibilidad del triunfo de un nacionalista en 1970 se decidieron a intentar sacar provecho de la transferencia. Así se formaron nuevas compañías mixtas que multiplicaron los beneficios de los capitales norteamericanos. Para explotar .El Teniente» se creó una sociedad mixta, el gobierno chileno compró el 51% de las acciones a la Kennecott, por las que pagaría 80 millones de dólares, la cual prestaría a su vez esta suma a la nueva sociedad, que la reembolsaría en quince años. La primera partida contable asombrosa es el valor de las instalaciones, que en 1963 se fijaron en 65 millones de dólares; al pagar el Estado 80 por el 51 %, suponía que le reconocía un valor de 160 millones, y por añadidura que se aceptaba con toda tranquilidad el fraude fiscal que la compañía había estado realizando. La venta del paquete de acciones iba acompañada de exenciones fiscales y de préstamos del Estado chileno a la nueva compañía mixta, lo que hizo subir el valor de las acciones. De manera tal que la acumulación de la serie de ventajas multiplicó los beneficios de la sociedad norteamericana. Cuando Allende anunció la nacionalización utilizó este argumento: en .El Teniente», la compañía, con el 49 % de las acciones, ha tenido tres veces más utilidades que cuando controlaba el 100 %. Las cláusulas que el Estado chileno de la democracia cristiana firmó con las filiales de La Anaconda para la compra del 51 % de las acciones de las minas “Potrerillos”, “El Salvador” y “Chuquicamata” suponía pagar en 21 años más de diez mil millones de dólares por unas instalaciones e inversiones que apenas alcanzaban el tercio de este valor. Por otra parte la explotación consuntiva a que se entregaron las compañías durante el periodo de la operación derivó en que el Estado chileno recibió las minas en muy mal estado: Catherine Lamour habla de «verdadera política de pillaje». Se explica que la izquierda introdujera en sus programas electorales el principio de la expropiación sin indemnización». A las elecciones de 1970 se presenta una coalición denominada Unidad Popular, cuyo candidato va a ser Salvador Allende. Suponía la unión de tres partidos, el socialista, el comunista y el socialdemócrata, con apoyo del radical y de algunas organizaciones sindicales, coalición que intentaba expresar los intereses del proletariado, el campesinado, la pequeña y mediana burguesía urbana, industrial y comercial, los artesanos y trabajadores independientes semiproletarizados, y las profesiones liberales, funcionarios y estudiantes. Se pretende una movilización nacional de envergadura. Allende obtiene más votos populares que el candidato de la derecha, Alessandri, entre otras razones porque un sector disidente de la democracia cristiana, que ha formado el MAPU, ha presentado otro candidato, Radorniro Tomic. El programa de Unidad Popular postulaba la nacionalización de minas, bancos, monopolios, sectores de base, la profundización de la reforma agraria, un vasto programa social y política exterior independiente. Ninguno de los tres candidatos ha obtenido mayoría suficiente y ha de ser el Congreso el que designe presidente. A pesar de las presiones americanas (maniobras de la CIA y de las multinacionales como la ITT) y de las amenazas de golpe de Estado militar (con el asesinato del general Schneider, cuando rehúsa entrar en el complot), el Congreso elige a Allende, con los votos de Tomic a su favor. 10. LA GESTIÓN DE ALLENDE y SU DESENLACE El gobierno de Allende se encuentra con una situación económica crítica, con un presupuesto altamente deficitario y una deuda exterior de más de dos mil millones de dólares. Las primeras medidas son económicas, orientadas a frenar la inflación ya bloquear el precio de los alimentos básicos del consumo popular .Los programas a largo plazo se financiarían con las rentas del cobre exportado que, por primera vez, ingresan en las arcas del Estado. Resaltemos algunos puntos de la obra de Allende y el gobierno de Unión Popular. Profundización de la reforma agraria Todos los proyectos de ley de Allende se enfrentan a un Congreso hostil, en el que no cuenta con escaños suficientes; ha de demostrar en cada punto que no conculca la Constitución o alguna ley anterior. En consecuencia, la reforma agraria se desarrolla de manera muy cauta, esgrimiendo el criterio de la baja rentabilidad de las parcelas pequeñas de asentamiento que había previsto Frei. Es preferible concentrar parcelas y organizar con un servicio de maquinaria agrícola formas de

Page 17: FERNANDEZ.historia Contemporanea

17

explotación semicolectiva. Por otra parte se rebaja el límite de 80 hectáreas de tierra buena de regadío que había fijado Frei para actuar sobre un latifundio. A partir de julio de 1971 se crean centros de reforma agraria, de trabajo colectivo, invocando que se trata de la aplicación de la ley Frei, cuando habla de, otras formas de organización». El ministro de Agricultura Jacques Chonchol afirma que el objetivo es asignar, después del período transitorio, la tierra a los campesinos»...Forma general: propiedad cooperativa de los terrenos de producción; la casa y el huerto familiar... los centros de producción, como los centros de demostración... eso queda en manos del Estado.» En definitiva se intenta consolidar la dimensión familiar de la propiedad agraria, potenciar su vertiente colectiva y adscribir al Estado a tareas de promoción en centros piloto, sin que esta función signifique la estatificación de la tierra. A finales de 1972 el 50 % de las tierras cultivables ha sido redistribuido y los latifundistas han perdido su capacidad de control. Nacionalización del cobre Mientras en el caso de la reforma agraria se utiliza una ley ya existente en la cuestión del cobre era precisa la votación de una nueva disposición legal. Los datos que esgrime Allende sobre su necesidad son apabullantes: los cuatro grandes monopolios han obtenido por la exportación de la riqueza nacional cuprífera en 60 años 10.800 millones de dólares, el equivalente al valor del patrimonio nacional constituido a lo largo de 400 años de esfuerzos, desde que llegaron los conquistadores. El proyecto de ley establece que el pago de las indemnizaciones se calculará previa la deducción del valor inicial de las instalaciones, las amortizaciones, las compensaciones y multas por beneficios excesivos. La postura era «pagar indemnización si corresponde y no pagarla si no corresponde», sostenida por el Partido Comunista, mientras que los socialistas propugnaban la nacionalización sin indemnización. En principio las compañías confiaban en que Allende no se enfrentaría directamente con los Estados Unidos. La sorpresa fue total. Mientras La Anaconda y la Kennecott estimaban el valor de sus inversiones en Chile en 550 millones de dólares. Salvador Allende anunció, en septiembre de 1971, que un total de 774 millones de dólares era el monto de los «beneficios excesivos» realizados por estas dos compañías durante los últimos quince años, cantidad que sería deducida de la indemnización fijada por el Controlador de la República. En conclusión, efectuado el cálculo del valor de las minas de «Chuquicamata», «El Salvador» y «El Teniente», ninguna de las compañías explotadoras tendría derecho a indemnización alguna. Se llegaba ala posición del Partido Socialista, pero tras un estudio técnico, no por simple proposición revolucionaria. A mediados de octubre de 1971 el Controlador General de la República dio su veredicto definitivo; teniendo en cuenta el mal estado de las tres grandes minas, La Anaconda debía al Estado chileno 78 millones de dólares y la Kennecott 310 millones. Por el contrario, en las minas recientes, «Exótica» y «Andina». en las que no ha habido fuga de beneficios excesivos, el Estado adeuda lO millones de dólares a La Anaconda y 18 a Cerro Corporation. Aunque las divisas no eran inmediatamente movilizables, se calculaba que el cobre dejaría al Estado unos beneficios adicionales de 100 millones de dólares, lo que significaba la posibilidad de construir 30.000 casas, o locales escolares para medio millón de niños, o la compra de 80.000 tractores para la reforma agraria, o doblar el salario de 45.000 obreros. Intervención del gobierno en la industria textil y pesqueras En la industria textil la empresa Yarur, que tenia inversiones en otros sectores, controlaba gran parte de la producción; el 26,9 % de sus acciones pertenecía a la Chase Manhattan. Apoyándose en una ley que no había sido derogada, de 1932, el gobierno demostró el incumplimiento de sus obligaciones por parte de la empresa, como el no suministro de telas baratas al hospital de la Universidad Católica; aunque el Controlador, cargo inamovible que puede devolver al Ejecutivo para su reconsideración cualquier disposición, inicialmente frenó la incautación de la empresa, mientras los obreros la ocupaban, tras una revisión a fondo declaró la legalidad de la operación y la empresa comenzó a ser dirigida por los obreros en régimen de autogestión. Lo mismo se hizo con otros centros textiles que el Estado intervino: Sumar, Lanera, Austral, Oveja, Tomé, etc., cuya: producción aumentó tras la nacionalización. Por el contrario, en la industria pesquera la rápida reacción de la patronal obligó al. Estado, para no perturbar el abastecimiento de un artículo de la dieta popular, a devolver la gestión de las grandes empresas a los propietarios. Estatificación de los grandes bancos En diciembre de 1970 el gobierno anunció su proyecto de nacionalización de la banca privada, en el cual, con el fin de no lesionar los intereses de los pequeños accionistas, se disponía la compra de las acciones a un precio ligeramente superior al de su cotización en bolsa durante el último semestre. El proyecto no llegó a ser presentado al Congreso; al mismo tiempo el gobierno intervenía los bancos que podían ser acusados de irregularidades y malversaciones; así el, Crédito e Inversiones» de la familia Yarur, el “Continental”, el “Edwards”, En septiembre de 1971 el presidente del Banco Central declara a la prensa que el Estado detenta el 57,2% de las acciones de la banca privada, con excepción del Banco de Chile, donde sólo controla el 45 %, La nacionalización de la banca se ha realizado por procedimientos estrictamente financieros, con una mezcla de presión y compra, sin necesidad de recurrir a elaborar una ley de nacionalización, que difícilmente habría pasado el listón del Congreso. Era imposible acometer un programa de esta envergadura sin suscitar tensiones. Por la izquierda los grupos obreros impacientes, espoleados por las consignas del movimiento de extrema izquierda M.I.R., ocuparon tierras o multiplicaron

Page 18: FERNANDEZ.historia Contemporanea

18

las huelgas. Las dificultades de abastecimiento generaron preocupación popular. Pero el enemigo del programa de Allende estaba en la derecha, que movilizó todos sus resortes para derribar al Presidente, contando para ello con la subvención ilimitada de los Estados Unidos y de algunas empresas norteamericanas (en particular la ITf. cuya intervención está perfectamente documentada). Las manifestaciones en las calles, como la de las cacerolas vacías, organizada por las mujeres de la Democracia Cristiana (diciembre de 1971), los atentados, las huelgas patronales, como la de los camioneros, financiada desde los Estados Unidos, que consiguió el desabastecimiento del país, crearon un ambiente de caos. Al mismo tiempo se negaban a Chile los créditos bancarios que precisaba. El ambiente de cerco ha sido documentado en el intenso filme de Patricio Guzmán, La batalla de Chile. La lucha de un pueblo sin armas (1975). La derecha confiaba obtener suficiente número de escaños en el Parlamento en las elecciones de marzo de 1973 como para promover la destitución del Presidente. Al no ser así comenzó a ocupar posiciones dentro del Ejército por medio de generales golpistas. El general Prats, comandante en jefe del Ejército, hombre legalista que deseaba situar a las fuerzas armadas en la posición de brazo defensor de la Constitución, fue obligado a dimitir, y en su lugar Allende tuvo que colocar al general Pinochet. Unas semanas después, el 11 de septiembre, el Ejército, dirigido por Pinochet, asalta el Palacio de la Moneda, sede del gobierno. Allende muere defendiendo su puesto, de manera simbólica, y dejando como último testimonio unas líneas dirigidas a los trabajadores de Chile: «Tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse, Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano no que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre, libre para construir una sociedad mejor. " Es el testamento de la revolución chilena. El 11 de septiembre de 1973 en Chile triunfa un golpe de signo fascista. El fascismo puro, sin las notas de preocupación popular o de justicia distributiva del populismo, se ha instalado en un país del sur del continente. 11. CHILE BAJO PINOCHET El golpe de septiembre de 1973 supone la introducción de un régimen anómalo en la historia chilena, por su origen en un hecho de fuerza pero todavía más por la exaltación de sus dirigentes en la anulación de las libertades democráticas bajo el pretexto de arrancar de raíz el marxismo, etiqueta que se adjudicó a todos los enemigos políticos. Uno de los triunviros del 73, el jefe de la aviación Gustavo Leigh, declaró como principio programático: “el marxismo será extirpado hasta las últimas consecuencias”. Las consecuencias últimas, en el tiempo inmediato, fueron los campos de concentración y los centros de exterminio. En un país que no ha recuperado la posibilidad de investigar y de expresar libremente los resultados de las investigaciones es imposible hacer un balance similar al que la Comisión Sábato realizó en Argentina, pero algunos cálculos establecen la cifra de 15.000 muertos en las primeras semanas, además de un número indeterminado de desaparecidos. Aunque las cifras de la represión exijan en su día una contabilización documental, lo cierto es que se pudo comprobar en los días siguientes al golpe la presencia de miles de refugiados en las embajadas, afluencia que provocó conflictos del gobierno militar con los de Suecia, Francia, Venezuela, Italia y Bélgica, entre otros. El éxodo provocado por la persecución se ha cifrado en un millón de personas, alrededor de un 10% de una población que no excedía los diez millones de habitantes. La reclusión de los seguidores de Allende fue la primera preocupación del nuevo régimen, que hizo del Estadio Nacional chileno un campo de concentración de detenidos hacinados. En octubre de 1973 el gobierno formuló una Declaración de Principios que otorgaba todos los poderes a la Junta Militar, un triunvirato formado por los jefes de las tres armas: Pinochet (Ejército), almirante Merino (Armada), Leigh (Aviación). En la Declaración se proponía reeducar al pueblo: «es imperativo cambiar la mentalidad de los chilenos». Hasta 1974 la represión fue sistemática y su instrumento las Fuerzas Armadas. Aunque las relaciones con los Estados Unidos fueron normales, organismos internacionales denunciaron las torturas y dentro de Chile la Iglesia católica, encabezada por el arzobispo de Santiago, cardenal Silva Henríquez, a diferencia de las posiciones que la jerarquía argentina había adoptado ante los regímenes militares, denunció desde el primer momento las prácticas de conculcación de los derechos humanos. Desde mediados de 1974, la represión fue selectiva y corrió a cargo de la nueva policía política, la DINA, organizada con la ayuda del nazi Walter Rathenau. El brazo represivo no se detuvo en las fronteras nacionales; en Buenos Aires fue asesinado el general Prats y en los Estados Unidos el opositor; Orlando Letelier, asesinato éste en el que intervinieron funcionarios del régimen, sometidos a juicio y condenados ante la presión norteamericana pero pronto indultados. En 1974 se aprobó el Estatuto de la Junta Militar que personificaba la cúspide del poder ejecutivo en Pinochet, desde ese momento presidente de la nación y no sólo presidente de la Junta. La concentración de poder en el supremo mandatario y el culto a la personalidad derivan en la escasez de menciones en la prensa oficial a los otros dos junteros. El general intentó legitimar su poder omnímodo mediante plebiscitos. El de 1980 desembocó en la Constitución de 1981, que reforzaba los poderes presidenciales que no se aplicó en otros puntos, pues no se convocaron elecciones ni se

Page 19: FERNANDEZ.historia Contemporanea

19

constituyó el Congreso, cuya actividad fue reemplazada por la de Comisiones legislativas. En 1988 convocó Pinochet otro plebiscito para perpetuar su mandato, pero la unión de todas las fuerzas políticas consiguió el triunfo del "no". A pesar de la derrota refrendaría el dictador retuvo el poder hasta las elecciones de marzo de 1990, que supusieron el retorno de la democracia y la investidura de Patricio Aylwin como presidente. Aylwin se propuso una política de reconciliación. Pero Pinochet retiene el mando de las fuerzas armadas. Se trata, por tanto, de una democracia vigilada, que en su gestión no puede rebasar determinados límites en la crítica o investigaciones sobre el período anterior. Chile configura así otro modelo inestable entre la libertad y la incertidumbre. 12. NICARAGUA. LA REVOLUCIÓN SANDINISTA El derribo del poder de la dinastía Somoza en julio de 1979 supuso el fin de un largo proceso revolucionario iniciado en 1925 por el general liberal Augusto César Sandino. En ese año Sandino, movido por el ideal nacionalista de emancipar a su patria de la tutela económica norteamericana, inició a partir de su bastión del noroeste, en la frontera con Honduras, una lucha de guerrillas acompañada de la colectivización de las tierras en las áreas que controlaba. La respuesta fue el regreso de los norteamericanos y la conversión de Anastasio Somoza en jefe de la Guardia Nacional, quien tras el asesinato de Sandino a principios de 1934 comenzó una larga y cruel dictadura, prolongada luego por sus hijos Luis y Anastasio “Tachito”). Cuarenta y cinco años después de su muerte, los seguidores de Sandino capitalizaban la revuelta asomocista y pasaban a controlar el poder. El proceso ofrece notas completamente diferentes a los examinados hasta ahora. La interpretación norteamericana de isandimismo convierte en una revolución marxista leninista que ha colocado otra cabeza de puente, la “segunda Cuba”, en América Central, tesis sostenida con particular denuedo por Jeanne Kirpatrick, representante de los Estados Unidos en las Naciones Unidas. Frente a esta versión de capitulo de la guerra fría, otros estudios, como los de Thomas A. Walker y J. A. Booth, la entienden como una lucha por la independencia, un movimiento nacionalista. Orígenes y tendencias del sandinismo Resulta difícil entender el movimiento sandinista si no se examina el estatuto neocolonial de Nicaragua a partir de principios de siglo. Desde 1912, con la presencia de los marines para garantizar los beneficios de los capitales americanos, se había convertido virtualmente en un protectorado. Sandino, en su Manifiesto a los pueblos de la Tierra, había señalado como principal enemigo de Nicaragua a los banqueros de Wall Street apoyados por la Casa Blanca: «Por cada mil dólares invertidos en mi país por los banqueros yanquis, un nicaragüense ha muerto». Esta presencia económico:.militar encontró un colaborador en la familia Somoza, que llegó a controlar el 60 por cien de la economía nicaragüense. Entre las compañías norteamericanas y treinta familias nicaragüenses se repartían los beneficios de la explotación del azúcar, la leche, la prensa y los Bancos. Del entendimiento Casa Blanca-Somoza derivó la conversión de Nicaragua en una plataforma político-militar norteamericana. En 1948, las fuerzas armadas nicaragüenses intervinieron en Costa Rica a petición de Washington y en 1954 colaboraron en la intervención norteamericana contra Jacobo Arbenz en Guatemala; posteriormente se ofrecieron bases para expediciones contra Castro y se anunció el envío de contingentes de la Guardia Nacional a Vietnam. Siguiendo textos de Sandino, los sandinistas hicieron de la lucha contra el monopolio extranjero y la explotación de la oligarquía propia su bandera. A mediados de los años cincuenta el movimiento caló en las universidades, especialmente en la célula que organizó uno de sus teóricos, Fonseca, en la de León, y con la incorporación de Tomás Borge al movimiento. En los escritos teóricos y en las tácticas políticas se pueden distinguir dentro del sandinismo tres tendencias: a) Izquierdista (Jaime Wheelock, Carlos Núñez y Fonseca). Siguiendo el modelo de la revolución soviética, que Fonseca estudió en dos viajes ala URSS, y adaptando sus pautas a la lucha por la emancipación de una situación neocolonial (neomarxismo), sostiene que las masas urbanas realizarán la revolución que ha de derribar a Somoza. b) Centrista (Tomás Borge, Bayardo Arce). Proyecta una prolongada guerra de liberación apoyada en el campesinado y la gradual liberación del territorio. Borge promete que en el proceso se respetarán las formas democráticas de libertad de prensa y abolición de la tortura. c) Moderada o «tercerista) (Daniel Ortega, Humberto Ortega, Edén Pastora). Postula necesidad del entendimiento con la burguesía liberal en el movimiento insurreccional y la fase constituyente del régimen revolucionario. El mecanismo de lucha constará de actos espectaculares que propicien el alzamiento popular. Levantamiento popular contra Somoza Aunque las tres tendencias convivieron en todo momento sin excesivas tensiones, terminó preponderando la moderada con sus tesis de apoyo en la burguesía y la práctica de actos espectaculares como desencadenante de la insurrección popular , táctica puesta en práctica en el asalto de Edén Pastora "Comandante Cero." al Palacio Nacional. A la conclusión de que era necesario un levantamiento general para expulsar a Somoza se llegó después de haber estudiado otras estrategias: la denominada del «foco» propugnaba la irradiación a partir de un área, siguiendo el modelo cubano de Sierra Maestra; la de la guerra popular prolongada estaba influida por Giap y la guerra de Vietnam y requería la

Page 20: FERNANDEZ.historia Contemporanea

20

incorporación masiva de los campesinos a la lucha armada. Los moderados creían que tanto una como otra provocarían la intervención norteamericana. Que sólo un alzamiento general del pueblo podría tener éxito. La incorporación de algunos cristianos, como el sacerdote y poeta Ernesto Cardenal, a la revolución terminó de definirla como un movimiento popular. El asesinato en enero de 1978 de Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa y cabeza del Partido Conservador, culminó un periodo de represión del régimen y fue la señal para la reacción popular contra la dictadura. En febrero se produjo un levantamiento en Manimbó, un barrio de Masa- ya, que fue reprimido con tanques y helicópteros. En respuesta, la huelga general supuso el ensayo de la movilización. En agosto, otra insurrección popular de mayor envergadura tuvo lugar en Matagalpa; Samoza replicó utilizando el material norteamericano y desoyendo las llamadas del presidente Carter a la moderación. Por entonces se habían formado miles de Comités de Defensa Civil y en septiembre se inició la insurrección general. Samoza recurrió a quemar barrios enteros con napalm ya los bombardeos aéreos de las ciudades así Como a las ejecuciones sumarias masivas. Pero el levantamiento se extendía y encontró un centro de resistencia en León, segunda ciudad del país. El 9 de julio de 1979 Samoza huía a Paraguay, donde encontraría asilo y seria asesinado más tarde en un atentado. El régimen sandinista El régimen revolucionario se inició con una fase moderada. Un gobierno de coalición de todas las fuerzas antisomocistas procedió a la incautación de las propiedades de la familia Somoza, pero proclamó su respeto por los restantes propietarios. Pocos meses duró estafase de armonía. En abril de 1980 se producía la ruptura entre los sandinistas y los líderes liberales y se iniciaba una experiencia revolucionaria de horizontes nuevos. Para entender este giro han de tenerse en cuenta dos parámetros: los graves problemas interiores y la presión norteamericana. De los problemas internos, el más grave era la deuda exterior creciente, una herencia de la dictadura. Ascendía en 1981 a 1,6 billones de dólares; el gobierno destinó al pago 121 millones en 1981 y 154 millones en 1982, considerando que una cantidad superior hipotecaria sus programas, pero por la altura de los intereses y nuevos préstamos en junio de 1983 había, ascendido el total a 3,34 billones. Con ese terrible corsé resultaba imposible cualquier programa de saneamiento de la economía. La presión de las masas populares, impacientes por recuperarse tras tantos años de tiranía, se convirtió en el segundo problema. En febrero de 1980, 30.000 trabajadores de granjas y campesinos, furiosos por la devolución de propiedades, marcharon sobre Managua y ocuparon la plaza de la Revolución. En esta situación de efervescencia social y de crisis económica Daniel Ortega, convertido en cabeza del gobierno, afirmó que habrían de aplazarse las elecciones de 1985. Así se produjo la ruptura con los liberales, aunque el motivo esgrimido fue más concreto. En el mes de abril de 1980 los líderes sandinistas anunciaron que en el Consejo de Estado se crearían nuevos asientos para líderes de organizaciones populares, lo que situaba a los liberales en minoría. El diario La Prensa comenzó a criticar a los sandinistas; Violeta Barrios, viuda de Pedro Joaquín Chamorro, abandonó su puesto en el Consejo, y el industrial liberal Alfonso Robelo se convirtió en caudillo de la reacción de la burguesía. El gobierno monopolizado por los sandinistas acometió como programa inesquivable una reforma agraria, espoleada por la presión popular. Inicialmente se redujo a la colectivización de granjas, en las que trabajaban jóvenes voluntarios llegados de las ciudades en los fines de semana. Los sandinistas pensaban que era preciso sanear antes que confiscar, porque las fincas ruinosas abandonadas por sus propietarios no debían ser masivamente incorpora- das a los trabajos de las brigadas de voluntarios. En julio de 1981, Daniel Ortega propuso el texto de la reforma agraria, consistente en la confiscación y redistribución de las tierras abandonadas, estableciendo granjas de 35 hectáreas en la costa del Pacífico y de 70 hectáreas en las restantes regiones. La movilización social de la mujer, implantando la igualdad dentro de la familia y en el trabajo, el apoyo legal y sanitario al control de nacimientos, fueron algunos de los programas de la muy escasa actividad social y legal de los sandinistas. No podían intentar otra cosa; todas las energías hubieron de volcarse inmediatamente hacia la guerra civil, y aquí nos encontramos con el segundo parámetro: la presión norteamericana. Guerra civil, Intervención norteamericana Los dos centros de resistencia a los sandinistas al principio se resumieron en una cierta presión militar de los antiguos guardias somocistas en la frontera de Honduras y el sabotaje económico de la burguesía en el interior. Ambos esperaban apoyo norteamericano, pero la administración Carter prefirió adoptar una actitud de espera y de ayuda económica al pueblo nicaragüense. Con la llegada de Reagan a la Casa Blanca se produjo un cambio total. Para la administración republicana el derribo del régimen sandinista se convirtió más que en un objetivo en una obsesión. Se lo acusó de ayudar a la guerrilla salvadoreña y por tanto de constituir una cabeza de puente para la expansión de la revolución en América Central. Ya continuación de recibir ayuda de la Unión Soviética y de convertirse en un peón de la guerra fría, una quinta columna soviética en el continente americano. Así comenzó con Reagan, desde los primeros meses de 1981, la ayuda a la

Page 21: FERNANDEZ.historia Contemporanea

21

"Contra", alianza de dos antiguos rivales, los somocistas y los liberales desengañados del régimen sandinista. Su santuario fue la zona fronteriza de Honduras; su fuente de financiación y armamento, la Casa Blanca. La intervención norteamericana por medio de la “Contra” provocó tres efectos importantes: el endurecimiento del régimen sandinista, que declaró el estado de emergencia nacional y ha vivido durante años en una situación de excepción; la ruina de Nicaragua, que ha debido orientar su escasa producción hacia los gastos bélicos, y el aumento de la tensión internacional. En su intervención obsesiva, los Estados Unidos quebrantaron incluso el derecho internacional, al colocar minas en los puertos nicaragüenses y resistirse a aceptar la jurisdicción del Tribunal Internacional de La Haya. Los intentos de las naciones del área por encontrar un camino para acabar con la guerra civil, promovidos por el presidente de Costa Rica, áscar Arias, encontraron en todo momento la desconfianza de los Estados Unidos. En este complejo proceso se entremezclaron los problemas específicos del continente latinoamericano con fórmulas de la guerra fría. El final del régimen sandinista ha resultado tan atípico como su trayectoria. Convocadas elecciones en febrero de 1990, ante la sorpresa general, sobre todo la de Washington, resultó derrotado. Una coalición de catorce partidos (UNO, Unión Nacional de Oposición), aprovechando el cansancio de un pueblo abrumado por la guerra civil, obtuvo 51 de los 92 escaños de la Asamblea Nacional y llevó a la presidencia a la liberal Violeta Chamorro, si bien los sandinistas retuvieron su condición de partido con mayor número de diputados y el control de las fuerzas armadas, además del mantenimiento de su fuerza sindical. Un nuevo periodo se ha abierto en la conturbada nación centroamericana. Los Estados Unidos han levantado el embargo, la guerra civil se ha apagado y la .Contra, se ha desmovilizado. Aunque los problemas del subdesarrollo permanecen como un rescoldo.

DOCUMENTOS 1. CARTA-TESTAMENTO DE GETULIO VARGAS (DEJADA EL DÍA DE SU MUERTE. 24 DE AGOSTO DE 1954) Búsquense los elementos del populismo a través de este testamento: apelación insistente al pueblo, lucha contra intereses internacionales exaltando sentimientos nacionalistas, esfuerzos por desplazar a la oligarquía tradicional, etcétera. Conviene analizar el lenguaje, las expresiones, cargadas de emotividad. Una vez más las fuerzas y los intereses contrarios al pueblo se han unido y se han desencadenado sobre mí. No me acusan: me insultan; no me combaten: me calumnian: y no me conceden el derecho de defenderme. Necesitan ahogar mi voz e impedir mi acción, para que no siga defendiendo, como siempre he defendido, al pueblo y principalmente a los humildes. Sigo el destino que me ha sido impuesto. Después de décadas de dominio y de expoliación de los grupos económicos y financieros internacionales, me erigí en jefe de una revolución y vencí. Inicié la tarea de liberación e instauré el régimen de libertad social. Hube de renunciar. Puse el gobierno en manos del pueblo. Una campaña subterránea de los grupos internacionales se alió a grupos nacionales rebelados contra el régimen de garantía del trabajo. La ley sobre beneficios excesivos fue rechazada por el Congreso. Contra la justeza de la revisión del salario mínimo se desencadenaron los odios. Quise crear una libertad nacional potenciando nuestras riquezas a través de Petrobrás, y apenas ésta comenzó a funcionar aumentó la ola de agitaciones. Electrobrás fue obstaculizada hasta la desesperación. No quieren que el trabajador sea libre. No quieren que el pueblo sea independiente. Asumí el gobierno cuando la espiral inflacionista destruía los frutos del trabajo. Los beneficios de las empresas extranjeras alcanzaban hasta el 500% anual. En las declaraciones de valores de lo que importábamos existían fraudes comprobados de más de 100 millones de dólares al año. Llegó la crisis del café y nuestro principal producto se devaluó. Intentamos defender su precio y la respuesta fue una violenta presión sobre nuestra economía, hasta que se nos obligó a ceder. He luchado mes tras mes, día tras dia, hora tras hora, resistiéndome a una presión constante, incesante, soportándolo todo en silencio, olvidándolo todo, renunciando a mí mismo para defender al pueblo, que ahora queda desamparado. Nada más os puedo dar, a no ser mi sangre. Si las aves de rapiña quieren la sangre de alguien, quieren continuar desangrando al pueblo brasileño, yo ofrezco mi vida en holocausto. Elijo este camino para quedarme siempre con vosotros. Cuando os humillaren, sentiréis mi alma sufriendo a vuestro lado. Cuando el hambre llamare a vuestra puerta, sentiréis en vuestro pecho la energía para luchar por vosotros y por vuestros hijos. Cuando os vilipendiaren, sentiréis en el pensamiento la fuerza para reaccionar .Mi sacrificio os mantendrá unidos y mi nombre será vuestra bandera de combate. Cada gota de mi sangre será una llama inmortal en vuestra conciencia y mantendrá una vibración sagrada para la resistencia. Al odio respondo con el perdón. Ya quienes piensan que me han derrotado les respondo con mi victoria. Era esclavo del pueblo y hoy me libero para la vida eterna. Pero este pueblo del que he sido esclavo ya jamás será esclavo de nadie. Mi sacrificio permanecerá para siempre en su alma, y mi sangre será el precio de su rescate. Luché contra la expoliación de Brasil. Luché contra la expoliación del pueblo. He luchado a pecho descubierto. El odio, las infamias, la calumnia, no abatirán mi ánimo. Os he dado mi vida. Ahora os ofrezco mi muerte. Nada recibo. Serenamente doy el primer paso por el camino de la eternidad y salgo de la vida para entrar en la Historia.

Page 22: FERNANDEZ.historia Contemporanea

22

En CARMAGNAM: América latina págs. 91-92. 2. DISCURSO DE SALVADOR ALLENDE SOBRE LOS PROBLEMAS DE CHILE Es el discurso de inauguración del XIV período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina. Santiago. 27 de abril de 1971. Anotar ordenadamente: problemas de Chile y América latina, cifras para medir estos problemas, dominio extranjero en el orden económico y en el orden ecológico, medidas de reforma necesarias. Contrástese la grave dimensión del problema con la moderación del propósito nacionalizador (último párrafo). Comentar y valorar el contenido del discurso. .Más del 30 por 100 de nuestra población es analfabeta: Ochenta millones de personas. Once por ciento de la fuerza de trabajo está totalmente desocupada: Nueve millones de cesantes. Veintiocho por ciento de la mano de obra está subempleada: Setenta y cinco millones de trabajadores contribuyen en mínimo grado al desarrollo de la región. Cada persona consume en promedio unas 2.500 calorías diarias contra más de 3.000 en los países desarrollados. 65 gramos de proteína al día (cuando se come) contra más de 100 gramos en los países europeos. Es la desnutrición, el hambre crónica, el marasmo y el daño cerebral irreparable. Año tras año los inversionistas extranjeros han obtenido utilidades mucho mayores que el monto colocado. Desde 1962 las ganancias retiradas de América Latina exceden las inversiones en más de mil millones de dólares. Desde mediados de la década de los 60 nuestros pagos por servicios de deudas suman más que los nuevos préstamos. La deuda externa de nuestro continente alcanza cifras astronómicas, y cada vez es más grande la distancia entre los países industrializados y los países en vías de desarrollo. Algunas naciones pueden mostrar un crecimiento transitorio, pero éste quedó restringido al sector moderno de la economía, sin irradiar al resto del sistema; al mismo tiempo es bien sabido que el ingreso aumentado ha ido desproporcionadamente a manos de unos pocos, y por eso las tasas de crecimiento esporádico no reflejan una expansión orgánica de las economías. La mala distribución del ingreso y la dependencia económica y tecnológica han marchado juntas bajo el modelo tradicional, y con ellas ha coexistido el fenómeno del marginalismo, la exclusión de grandes masas populares, de millones de personas, de toda participación en la colectividad. Bástenos Tecordar que se asegura que más de 15 millones de latinoamericanos ni siquiera conocen la moneda como medio de intercambio. Esta es la expresión concreta y viva del patrón histórico de nuestro continente. Mientras tanto, se sigue permitiendo que un reducido número sea dueño de las tierras, de las fábricas, de las minas, y ejerzan un poder político incuestionable. (...) Sólo con cambios estructurales de fondo como la Reforma Agraria, la nacionalización de las riquezas básicas y de la Banca, la reforma de las instituciones políticas, la reestructuración industrial, se logrará captar y movilizar mejor los excedentes económicos orientándolos hacia un desarrollo planificado para satisfacer las necesidades básicas de toda la población. Es con medidas de esta magnitud que podremos terminar con el estancamiento, la miseria y la violenta dependencia. '", El imperativo de cambiar las estructuras económicas nos ha sido impuesto por condiciones objetivas. Chile gasta más de doscientos millones de dólares anuales en importar alimentos, si no varia sustancialmente la agricultura hacia fines de este siglo deberemos importar más de mil millones, a pesar de tener tierras, agua y recursos agropecuarios suficientes. Por otra parte, el país ha sufrido el drenaje ininterrumpido de sus riquezas básicas entregadas al capital extranjero: entre 1910 y 1970 han salido en forma de remesas de utilidades y servicios diversos no menos de 2.850 millones de dólares. Un millón trescientos mil dólares salen de este país todos los días. Es el salario diario de un millón de obreros. Nuestro Gobierno ha elegido un camino propio. Se trata de un camino de transformaciones que deben desembocar en una nueva economía. Es un camino para llegar al socialismo que aprovecha nuestras mejores tradiciones, enriqueciéndolas con la energía creadora de un pueblo resuelto a liberarse. Es necesario nacionalizar. La nacionalización será conquistada en conformidad con nuestro sistema legal, en uso de nuestra soberanía y de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas. Los intereses de los pueblos están por sobre los particulares. No son sanciones injustas y arbitrarias, no es con la amenaza de la fuerza que se detiene el avance de los pueblos. Reclamamos el respeto a la autodeterminación y la plena vigencia de la no intervención. La dignidad de las naciones no se mide por el ingreso per cápita. Salvador ALLENDE: La vía chilena hacia el socialismo, págs. 62-64