301
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO FACHSE-ESCUELA DE POSTGRADO UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO ESCUELA DE POSTGRADO FACULTAD DE CIENCIAS HISTÒRICO SOCIALES Y EDUCACIÓN MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN MÓDULO I CURSO: FILOSOFÍA Y EPISTEMOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN COMPILADORES: Dr. BERNARDO COJAL LOLI Dra. ROSA GONZÁLES LLONTOP Dr. JOSÉ GÓMEZ CUMPA Dr. JULIO CÉSAR SEVILLA EXEBIO Dr. JOSÉ WILLIAM PÉREZ DELGADO LAMBAYEQUE – PERU PROGRAMA DE MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN MODULO I

filosofía módulo

Embed Size (px)

DESCRIPTION

123

Citation preview

UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLOFACHSE-ESCUELA DE POSTGRADO

UNIVERSIDAD NACIONAL

PEDRO RUIZ GALLO

ESCUELA DE POSTGRADO

FACULTAD DE CIENCIAS HISTRICO SOCIALES Y EDUCACIN

MAESTRA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIN

MDULO I

CURSO:FILOSOFA Y EPISTEMOLOGA DE LA EDUCACIN

COMPILADORES:Dr. BERNARDO COJAL LOLIDra. ROSA GONZLES LLONTOPDr. JOS GMEZ CUMPADr. JULIO CSAR SEVILLA EXEBIODr. JOS WILLIAM PREZ DELGADO

LAMBAYEQUE PERUUNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLOFACHSE-ESCUELA DE POSTGRADO

PROGRAMA DE MAESTRA EN CIENCIAS DE LA EDUCACINMODULO I

CURSO: FILOSOFA Y EPISTEMOLOGA DE LA EDUCACIN1. Procesa y analiza informacin, relativa a un problema pedaggico usando tcnicas propias del docente, preocupndose por estar bien informado, siendo riguroso2. Conoce y aplica los fundamentos filosficos y epistemolgicos en el anlisis de la problemtica educativa 3. Plantea problemas, busca permanentemente soluciones creativas, tiene vocacin por la innovacin, el cambio y la mejora continua en todos los mbitos de su actividad educativa.Acta en funcin de valores, comprometiendo las voluntades de sus colegas de trabajo, alumnos, colaboradores, generando una cultura educativa.

PROGRAMA DE MAESTRA EN CIENCIAS DE LA EDUCACINMODULO I: COMUNICACIN Y EPISTEMOLOGADOC. 01

CIENCIA Y FILOSOFA

WARTOFSKY W. Marx. [footnoteRef:1] [1: WARTOFSKY W. Marx. Ciencia y Filosofa. Introduccin, en Introduccin a la filosofa de la ciencia. Capitulo I. Alianza Editorial, Madrid, 1973.]

QU ENTENDEMOS POR CIENCIATodo el mundo sabe lo que es ciencia. Es decir, todo el mundo sabe lo que la ciencia hace: experimenta; descubre; mide y observa; inventa teoras que explican el cmo y el porqu de las cosas; inventa tcnicas y herramientas; propone y dispone, hace hiptesis y ensaya; hace preguntas a la naturaleza y obtiene respuestas; hace conjeturas, refuta, confirma o no confirma; separa lo verdadero de lo falso, donde queremos llegar, cmo hacer lo que queremos hacer. El cientfico es un hombre como cualquier otro, pero tambin un hombre distinto de los dems, pues sabe hacer todas estas cosas. Se le ha entrenado con rigor en una escuela seria de la que ha salid tenaz, seguro de s mismo y capaz. En l se han combinado el conocimiento de la teora y un mtodo mediante el cual sta se lleva a la prctica de modo eficaz. El cientfico, adems, disfruta del raro privilegio de utilizar su propia mente al practicar el excelso y solitario arte de pensar por s mismo. Sin embargo, pertenece a una comunidad universal que habla un lenguaje universa; se encuentra como en su cada en Boston, Tokio, Mosc, Estocolmo, Pekn, Buenos Aires, Nueva Delhi o Dakar. Pese a toda su individualidad, sus hallazgos, comunicaciones y descubrimientos se ven sometidos a escrutinio universal por sus colegas, quienes se encuentran por encima de toda barrera de inters personal, de toda actitud particularista en cuanto a gusto, orgullo y punto de vista nacional y, crtica y objetivamente, valoran lo nuevo y reconstruyendo lo viejo. En resumen, la ciencia constituye un gran xito y el cientfico es un hombre marcado por el xito. Es un hombre que sabe, y que sabe que sabe.Cabe ahora sealar una incierta irona en la forma en que describimos todo esto; incierta en el sentido de que cuesta trabajo negar que, de hecho, esto es lo que todo el mundo sabe que la ciencia es, pero tambin cuesta trabajo negar que cualquier cosa as de buena despierta sospechas: resulta difcil de admitir al pie de la letra tal seguridad divina de propsitos y mtodo, tal eminencia en las realizaciones; nos pone nerviosos, y dentro de nosotros se agitan rumores profundos de un antiguo sentido de hybris. Nos satisfacen por igual la perfeccin de la ciencia y los fallos que revela. La hazaa del cientfico merece nuestro ms profundo respeto; pero el que admita que hay cosas que no puede explicar, el que admita una incertidumbre radical en los fundamentos de su conocimiento o el que no acierte a explicar cientficamente algunas de las cosas que nos son familiares y todos comprendemos, nos proporciona cierto sentido de mortalidad comn, de condescendencia resignada, un sentimiento de propia reafirmacin en la vieja sabidura que ve en el cientfico, a fin de cuentas, un hombre imperfecto como el resto de nosotros.En la raz de nuestra ambivalencia se encuentra la sensacin de que, de algn modo, la ciencia ha pagado el precio por su xito al imponer una profunda divisin entre los intereses humanos y el comercio ordinario de los hombres, por una parte, y por otra, la confrontacin desnuda con una verdad ante la cual estos intereses palidecen y se hacen triviales. En los mitos ms antiguos, la adquisicin de un conocimiento de tan elevado orden como el que ahora representa la ciencia, llevaba aparejado el castigo de privacin de las comodidades de un cierto estado original de ignorancia feliz: fue una serpiente la que tent a Eva y, a travs de ella, a Adn; fue Mefistfeles quien compr el alma de Fausto. El cientfico ha sido presentado, en nuestra cultura popular, como un chiflado, un amoral o un ingenuo confiado. Parece como si percibisemos, en nuestra imagen del cientfico, cierto impulso radical y peligroso por inquirir, por descubrir, por abrir la cada de Pandora; y somos tmidos.(Fue la curiosidad, despus de todo, la que mat al gato). Adems, esta revelacin sin freno amenaza las reservas de todo lo que est oculto en nosotros mismos; nos encontramos internamente desgarrados entre el deseo de saber y el temor de llegar a saber, entre el deseo del poder que tales conocimientos llevan consigo y la repugnancia ante las aterradoras responsabilidades que tal poder impone sobre todos nosotros. Todo, nuestras instituciones sociales y culturales, nuestro sistema de enseanza, nuestra economa, todo ello revela la divisin; divisin que se expresa como la existente entre dos culturas, la cientfica y la humanstica, y nos encontramos atrapados entre lo que sabemos que la ciencia es la ms elevada realizacin de la cultura racional y humana- y lo que, al mismo tiempo, tememos que la ciencia haya llegado a ser un instrumento amoral e inhumano que se ha desarrollado hasta ms all del dominio humano, una mquina bestial y sin alma que devora todo cuanto encuentra a su paso.Pero aunque hay verdaderos problemas acerca del puesto que ocupa la ciencia en nuestra cultura, muchos de los temores, y tambin mucho de lo que se espera de la ciencia, se basan en la ignorancia. En el corazn de nuestra esperanza por una cultura humanstica, por una sociedad libre e ilustrada, hay una necesidad por comprender la ciencia; y es una necesidad tan grande para el cientfico como para el no cientfico. Una comprensin de este tipo va, sola, ms all de los mitos heredados, de las frases hechas y de las concepciones dogmticas y tradicionales: va ms all porque emprende un examen crtico y racional de los rasgos fundamentales de la ciencia, y no puede eliminar el misterio de la ciencia porque en la ciencia no hay misterios; nicamente hay lo que precisa ser comprendido y estudiado.Hay dos modos fundamentales de plantear la comprensin de la ciencia. Uno es el estudio de la ciencia misma, y constituye el objetivo declarado de nuestra educacin liberal el facilitar dicho estudio a lo largo del currculo, desde la escuela primaria hasta la universidad, se introduce al nio, en sus estudios, al conocimiento del mundo que le rodea, y estudia lo que se sabe acerca de la naturaleza, el mundo fsico, la vida, la sociedad. El nio tiende a representar lo que aprende en forma dramtica; universos discretos, unos poblados de dinosaurios, otros de estrellas en constelaciones que pueden dibujarse, otros de molculas en forma de pelotas de ping-pong, otros de maravillas visibles de la microestructura tales como las de los tejidos vegetales y animales. Percibe la forma que subyace a la apariencia en las estructuras esquelticas, en los modelos atmicos de una realidad visible de la que est probablemente formado el moblaje corriente de la tierra; se le introduce en los procesos y en sus formas y secuencias invariantes y comienza a reconocer la forma de las leyes y el alcance de las teoras; aprende a intervenir, experimentar, observar, anotar e informar acerca de lo que anota; se le ejemplifican y explican principios de tipo abstracto con demostraciones experimentales y su lenguaje va acogiendo da a da trminos tales como energa, fuerza, cromosoma, peso atmico, adaptacin y gravedad. Al mismo tiempo, las operaciones ordinarias de adicin y sustraccin se hacen ms abstractas y tericas conforme los hechos numricos sustituyen al contar intuitivo y las reglas sustituyen a la costumbre: entidades y operaciones abstractas tales como elevar al cuadrado un nmero. despejar x y demostrar un teorema, se unen a las imgenes anteriores y a las verdades palpables de observacin. Las matemticas se unen a la descripcin fsica y a las deducciones referentes a los hechos.Idealmente se requiere un espectro as de amplio de estudios cientficos como condicin mnima para ser considerado culto en la sociedad contempornea. Para cuando el estudiante ha terminado la enseanza media, ha adquirido un conocimiento bsico de la ciencia tan grande que tiende a ser pasado por alto slo porque se le considera elemental; y ha adquirido, adems, para bien o para mal, un esquema de conceptos medianamente completo dentro del cual los hechos, operaciones e ideas que ha aprendido se encuentran ordenados y comprendidos. En el estudio posterior de la ciencia se modificar y desarrollar este esquema, pero nunca se pondr en duda de modo bsico, ni se examinar como tema de investigacin cientfica en s, a menos que se emprenda un estudio que vaya ms all de las propias ciencias.Dicho estudio es el de los esquemas conceptuales de las ciencias. Est ntimamente relacionado con el estudio de las ciencias, porque es dentro de las ciencias donde tales esquemas operan; pero est igual de ntimamente relacionado con nuestro entendimiento no cientfico, con nuestras nociones corrientes acerca de cmo son las cosas, con lo que normalmente llamamos nuestro sentido comn.En la propia base de la ciencia se encuentra la huella de su continuidad histrica con la experiencia comn, con los modos comunes de comprensin y con los modos comunes de hablar y pensar, pues la ciencia no surgi a la existencia previamente desarrollada; se desarroll por crecimiento, por modificacin y por replanteamiento radical, codo con codo con la tradicin y con conceptos atrofiados. La ciencia ha creado lenguajes artificiales de gran rigor y elegancia, pero ha tenido que hacerlo hablando nuestros lenguajes naturales comunes y relacionando, mientras tanto, el mundo tal como est representado en nuestro lenguaje y percepcin corrientes con ese mundo de lenguaje y percepcin extraordinarios que el discurso pone de relieve.Lo que este discurso cientfico revela es una concepcin del mundo (o partes de l) que con frecuencia difiere radicalmente de nuestras concepciones ordinarias. El cientfico posee ojos, odos y manos como el resto de nosotros, pero lo que ve, oye y manipula viene dado por una visin ms ntima de las cosas, a menudo completamente diferente de la nuestra. Mientras que en el transcurso ordinario de las cosas nosotros percibimos y nos enfrentamos con el moblaje ordinario de la tierra mesas, sillas, estrellas, animales, lluvia y otros lenguajes como nosotros-, el cientfico los estudia en funcin de estructuras, de leyes, de relaciones (entre parte y parte y entre la parte y el todo), de origen y desarrollo, del cambio y sus secuencias ordenadas; lucha por reducir los toscos objetos y proceso de nuestro ambiente cotidiano a sus elementos y a las combinaciones de estos elementos. Su bsqueda conduce a la formulacin de conceptos por medio de los cuales queda expresada su diferente y cada vez mayor comprensin de las cosas, lo cual le permitir ordenar y comunicar los rasgos ms complejos de su anlisis. Conceptos tales como los de mesa, movimiento, posicin, tiempo, elemento qumico y estructura atmica, especie y adaptacin y sociedad y cultura, no son trozos y fragmentos de entendimiento aislado; antes bien, estn relacionados unos con otros, y con toda una red de conceptos, por medio de los cuales pueden a su vez comprenderse, para formar lo que podemos llamar un esquema o estructura conceptual. El trabajo del cientfico tanto su actividad terica como su investigacin y experimentacin prctica. Se ve guiado por dichos conceptos y se sistematiza mediante dichas estructuras conceptuales, de tal modo que lo que descubre aqu est relacionado con su entendimiento de lo que haya descubierto all, y se encuentra ligado a ello por la red de pensamientos e inferencias que proporciona el esquema conceptual.Podemos pues decir que los conceptos de la ciencia son las herramientas de trabajo del pensamiento cientfico; son los modos en que el cientfico ha aprendido a comprender los fenmenos complejos, a darse cuenta de sus relaciones mutuas y a representarlos en forma comunicable. Entre las cosas ms maravillosas que consideramos inventadas por la ciencia se encuentran sus conceptos, pues constituyen, de hecho, la elaborada instrumentacin y la alta tecnologa del pensamiento y del discurso cientfico.La genealoga de estos conceptos retrocede, no obstante, a las concepciones ordinarias del sentido comn, a los modos en que, caractersticamente, aprendemos a representar para nosotros mismos y para los dems, cmo son las cosas. Comprender la ciencia en su relacin con el sentido comn y encontrar as las races comunes de las ciencias y las humanidades, es llegar a una comprensin de la ciencia distinta de la que se alcanza estudiando las propias ciencias. Consideraremos tal comprensin como el objeto de la filosofa de la ciencia, y definiremos la tarea de esta ltima como el estudio sistemtico de los conceptos y esquemas conceptuales de las ciencias.Puesto que lo que aqu sostenemos es que tales esquemas conceptuales son los instrumentos del entendimiento cientfico, los modos segn los cuales el cientfico llega a comprender el mundo que investiga, podemos caracterizar la filosofa de la ciencia como tarea que tiene por objeto entender el entendimiento cientfico; y en la medida en que dichos esquemas conceptuales proporcionan la forma fundamental del pensamiento cientfico o su estructura bsica, el estudio de la filosofa de la ciencia puede caracterizarse como estudio de los fundamentos conceptuales del pensamiento cientfico. Tal caracterizacin es, por supuesto, incompleta, y los lmites de la filosofa de la ciencia quedan as establecidos, en el mejor de los casos, con vaguedad, como ocurre con los lmites entre la filosofa de la ciencia y las propias ciencias por una parte y, por otra, las disciplinas filosficas ms generales. Pero la sustancia y el contenido palpable de esta regin vagamente definida se irn exponiendo con detalles concretos conforme avancemos. Las zonas fronterizas nos interesarn no como divisiones a trazar, sino como ejemplos de la filosofa de la ciencia en cuanto segn la caracterizacin de Philipp Frank- puente entre las ciencias y las humanidades.La relacin entre ciencia y filosofa se refiere, por tanto, no slo a lo que la ciencia es o a cmo se produce el pensamiento cientfico, sino tambin a la relacin entre el pensamiento cientfico y otras clases de pensamiento el sentido comn, los estudios humansticos sobre la literatura y el arte y los extraordinarios modos de pensar del artista creador. As pues, la filosofa de la ciencia proporciona un enlace entre las dos culturas mediante el cual intenta relacionarlas de modo coherente: la filosofa no es otra cosa que una bsqueda consagrada a la coherencia, a la sntesis de lo que sabemos en un campo con lo que sabemos en otros. A veces. Este entusiasmo por la sntesis conduce a excesos; a sistemas fantsticos y unidades ilusorias de todo a la vez que se evaporan al ser sometidas a examen crtico y no son con frecuencia ms que expresiones de buena voluntad cientficamente iletrada o de esperanzas devotas de coherencia.No obstante, de la roca del anlisis filosfico riguroso y del cincel de los filsofos cientficos han salido grandes obras de sntesis. Una de dichas realizaciones fue la de Aristteles en el mundo antiguo; y, de un modo que ha dejado su huella en las ciencias contemporneas ms avanzadas, Platn y Demcrito construyeron sistemas de pensamiento que han producido un efecto profundo en los ms diversos campos de la investigacin humana. En nuestra propia poca han sido los filsofos naturales Einstein y Whitehead los que han intentado sntesis de la misma amplitud.Nuestra tarea, ms modesta, es la de intentar comprender, e incluso tratar de formular, las preguntas a las que tales sntesis tendran que responder.

CONCEPTOS Y ESQUEMAS CONCEPTUALESPara exponerlo de un modo groseramente sencillo: el concepto de silla es lo que entendemos por silla. As, la silla que est frente a nosotros no es en s misma el concepto de silla, ni la inscripcin silla que aparece en esta pgina es tal concepto: la primera es un objeto fsico que, en general, tiene cuatro patas y se usa para sentarse, y la ltima es una inscripcin (en este caso de tinta en papel) que posee cuatro letras y pertenece al idioma espaol. El concepto silla es lo que entendemos que esta palabra quiere decir, en virtud de lo cual la empleamos para referirnos a objetos fsicos, como la silla que est frente a nosotros. Este sentido del significado de una palabra, de una expresin es, por tanto, distinto del objeto real al que la expresin denomina o describe. Pero es en virtud de que comprendemos que una expresin tal significa esto o aquello por lo que convendramos en si algo es una silla o no lo es.De este modo, tan pronto como empezamos y a emplear el lenguaje para comunicarnos, nuestra actividad se refiere a dichos significado y comprensin. El desarrollo y evolucin de nuestro pensamiento es, por tanto, un proceso de formacin de conceptos y de elaboracin de estructuras ms o menos sistemticas dentro de las cuales estos conceptos se relacionan entre s. Pero una vez que articulamos dichos conceptos podemos estudiar estos significados y su relaciones por s mismos; es decir, podemos reflexionar crticamente acerca de nuestra comprensin y estudiar no slo aquello a lo que nuestros conceptos se refieren, sino los propios conceptos. De este modo podemos empezar a analizar la relacin entre nuestra concepcin corriente de las cosas, de acuerdo con el sentido comn, y el entendimiento cientfico.Nuestros conceptos corrientes parecen ser, a primera vista, bastante concretos y prcticos. Quiz sea difcil aislarse y hacerse crticamente consciente de los conceptos ms corrientes, porque los damos por sentados: que yo era ms pequeo cuando era mucho ms joven (por usar uno de los ejemplos de G. E. Moore), o que la silla est entre la mesa y la pared, o que la noche sigue igual al da, no son el tipo de asunto en que uno emplee mucho tiempo en pensar; ni tampoco se queda uno perplejo de que los cuchillos corten, ni de que el agua est hmeda, ni de que el fuego queme. Sin embargo, todas estas cosas hubieron de aprenderse en algn momento, y nuestro entendimiento acerca de ellas hubo de ser establecido. Nuestros conceptos, aunque pertenezcan a esta o aquella cosa o situacin particular, se refieren normalmente a clases de cosas y tipos de situaciones; es decir, presentan una mayor o menor generalidad o campo de aplicacin y con frecuencia abarcan clases de cosas o establecen relaciones de sta o aquella con otras de su clase. El anlisis de este campo de aplicacin y dichas relaciones entre conceptos nos revela a menudo lo sistemticos que son nuestros esquemas conceptuales y los modos en que nuestra comprensin de un concepto se relaciona con nuestra comprensin de otros.Entre nuestros conceptos ms profundamente enraizados se encuentran los de mayor generalidad, de los que cabe decir que constituyen el esquema bsico de nuestro pensamiento. As, por ejemplo, tenemos los conceptos de dureza, de solidez, de dentro y fuera, de forma y de lugar y estar en un lugar, que son de gran generalidad y se aplican a muchas cosas de nuestra experiencia. Pero hay un concepto an ms general con el que stos estn relacionados ms o menos sistemticamente (tanto si nos damos cuenta consciente de ello como si no): el concepto de cosa. Tambin tenemos un concepto general acerca de cmo distintas cosas se relacionan unas con otras; por ejemplo, dos cosas distintas no pueden estar en el mismo lugar al mismo tiempo. Sin embargo, unas cosas pueden sustituir a otras, pueden entrar en contacto con otras, pueden estar prximas a o entre cosas; las cosas pueden cambiar y ser cambiadas. Al examinar cualquier concepto tan general como el de cosa se ve que est relacionado con otros igualmente generales a base de los cuales llegamos a explicar o a tomar conciencia de lo que queremos decir o lo que exactamente entendemos que una cosa sea. As, al concebir una cosa como situada en un lugar o en determinada relacin con otras cosas en sus lugares, acudimos al concepto general de espacio; es ms, al concebir cmo las cosas actan, se mueven y cambian en relacin con otras cosas, recurrimos al concepto general de tiempo. Y en nuestra concepcin bsica de las relaciones de las cosas entre s tomamos ciertas cosas como causa de otras, acudiendo al concepto general de causa y efecto o causalidad. Estos conceptos no son esotricos ni rebuscados, sino conceptos ordinarios de nuestro pensamiento corriente: representan el modo en que estructuramos en pensamiento el mundo de nuestra experiencia, y quieras que no, tanto si intentamos conscientemente ordenar estos conceptos como si no lo hacemos, se relacionan de un modo ms o menos sistemtico y dicho sistema de conceptos constituye el esquema comn dentro del cual nos entendemos unos con otros y a nosotros mismos. Tal esquema conceptual es, por consiguiente, el modo en que ordenamos racionalmente nuestro conocimiento; y en tanto en cuanto nuestro pensamiento y nuestro conocimiento se encuentran ntimamente ligados a nuestras creencias y acciones, sirve tambin para ordenar nuestras acciones y esperanzas.La ciencia ha alcanzado un rigor notable en su construccin de dicho esquema conceptual que va ms all de las necesidades ordinarias del sentido comn, del lenguaje comn y de la actividad comn; ha desarrollado el anlisis de sus conceptos de trabajo en un grado muy elevado, adoptando lenguajes especiales adecuados a sus temas de trabajo especiales, alcanzando la precisin adecuada a dichos temas y sometiendo dichos conceptos a constante crtica y contrastacin con los hechos de la experiencia. Pero los conceptos del trabajo cientfico son, con frecuencia, muy especializados y se desarrollan en dominios limitados: el cientfico ha sido capaz de aislar o abstraer ciertos rasgos del mundo para investigacin intensiva y ha adaptado sus conceptos a su uso especial. Pero cuando hace todo esto es un ser pensante como el resto de nosotros, y el esquema general de conceptos del sentido comn que ha adquirido sirve de soporte a su esquema conceptual especial; y a veces, lo que es suficientemente bueno para el sentido comn no lo es para el trabajo cientfico: los conceptos que el fsico tiene de lugar, cosa, duro y causa y efecto pueden haberse desarrollado, bajo el rigor de la crtica y experimentacin cientficas, hasta ser muy diferentes de nuestros conceptos de la vida diaria e incluso incompatibles con ellos. Sin embargo, el cientfico, y no en menor medida que nosotros, arrastra consigo la herencia del sentido comn, de la educacin comn y del lenguaje comn.En ocasiones, sus nuevos conceptos sustituyen a los viejos que tenamos nosotros o los modifican radicalmente, de tal modo que el sentido comn se ve transformado por la ciencia. Por ejemplo, nuestro concepto de localizacin espacial, de estar en un lugar, es a cualesquiera efectos prcticos, claro y adecuado: no podemos concebir por ejemplo, que haya algo que no est en algn lugar en un cierto instante, ni podramos concebir que algo est ms o menos en un lugar o que est en dos lugares al mismo tiempo. Sin embargo, examinando la cuestin podemos sacar a la luz aspectos problemticos acerca de lo que queremos decir, simplemente, que algo est en un lugar presupone una nocin clara acerca de las fronteras o lmites de una cosa y una idea clara en cuanto a que un lugar sea ste en vez de aqul. Nuestras concepciones ordinarias se ajustan bastante bien a la fsica clsica, que hizo explcitas estas nociones de posicin tomadas del sentido comn; sin embargo, tanto la fsica ms antigua de los griegos como la fsica cuntica contempornea ponen de manifiesto otros posibles conceptos de estar en un lugar, y la propia historia de la fsica clsica revela las dificultades que se encuentran para llegar a un concepto riguroso y sin problemas de la posicin o la localizacin. Por ejemplo, si uno concibe el mundo fsico como formado en ltimo extremo por diminutas partculas puntuales que se mueven en un espacio continuo y homogneo, poseen dichas partculas un dentro y un fuera?; si se hallan en movimiento constante, cabe hablar de tiempo o slo de un lugar a travs del cual se mueven, de tal modo que nunca se encuentran realmente ah, sino slo llegando a o marchndose de?, y puede concebirse que una de dichas partculas elementales llegue de un lugar a otro sin pasar a travs de los lugares intermedios? No puede, sencillamente, surgir en diferentes lugares den diferentes instantes sin realizar un recorrido? Tan extraas posibilidades conceptuales presionan seriamente sobre nuestro esquema de sentido comn, pero se encuentra entre las posibilidades conceptuales que la ciencia terica se ha visto obligada a considerar. Surge entonces el problema de si dicha explicacin del reino de lo muy pequeo es incompatible con nuestra experiencia ordinaria acerca de los objetos y entornos de tamao intermedio o de si puede demostrarse que ambos se relacionan de modo plausible. Anlogamente, el esquema conceptual que representaba la tierra como un gran cuerpo girando en el espacio, en una rbita alrededor del sol, ha parecido incompatible con la nocin, tomado en sentido comn, segn la cual la tierra estaba en reposo y todo lo dems se mova a su alrededor; y que el sol no sala realmente, como asemeja hacer, sino que girbamos dentro de su iluminacin, tambin pareca herir el sentido comn. Cuando tiene lugar una revolucin conceptual de este tipo, las tensiones entre nuestro punto de vista de las cosas, corriente hasta entonces, y el que la ciencia presenta llegan a ser muy graves, y se hace necesario replantear el sistema de conceptos.Lo mismo ocurre no slo entre ciencia y sentido comn, sino an dentro de la propia ciencia. Modernamente se produjo una de las ms agudas de dichas tensiones conceptuales cuando pareci que eran necesarias dos explicaciones posibles y aparentemente incompatibles del fenmeno de la luz (y de la radiacin electromagntica en general) para poder dar una descripcin completa de tales fenmenos: un punto de vista mantena que dicha radiacin es una onda o rayo continuo, y esta concepcin explica ciertos fenmenos experimentales; pero hay otros fenmenos que slo pueden explicarse si se concibe la luz como formada por partculas y posee, por tanto, estructura discontinua. El intento de formular una imagen fsica coherente que incorpore ambos puntos de vista ha ocupado muy seriamente a los fsicos tericos en los ltimos aos, e incluso ha persuadido a algunos de ellos a abandonar el intento de formular tal imagen coherente, considerndolo como un intento mal orientado.Pero existe una fuerte tendencia por obtener el conocimiento en forma de un todo, por integrar lo que sabemos aqu con lo que sabemos all; los cabos sueltos son desagradables tanto esttica como intelectualmente; el hombre desea no slo hacer, sino tambin comprender. El impulso hacia el anlisis filosfico en inters de la claridad conceptual y de la coherencia sistemtica est demasiado profundamente arraigado, en especial en el cientfico reflexivo, como para permitir que perduren las incoherencias conceptuales y el confucionismo. Hay un sentido sistemtico y una exigencia de claridad y unidad por parte de nuestro pensamiento que llegan hasta las races de nuestra actividad reflexiva y que pudieran muy bien llegar an ms dentro debido a la clase de organismo que somos y a la clase de mundo en que tenemos que sobrevivir; el entrenamiento y la prctica cientfica agudizan este sentido y esta exigencia. En cierto modo, pues el cientfico, cuando hace frente a los problemas filosficos que surgen en el esquema conceptual de la ciencia, promueve un tipo de actividad humana que va ms all de la actividad cientfica, hasta las propias races de nuestro ser: nuestro impulso por saber y comprender.

LAS DISCIPLINAS FILOSFICAS: METAFSICA, EPISTEMOLOGA, LGICAPara empezar este estudio caracterizaremos brevemente tres disciplinas filosficas principales y su importancia con respecto a la ciencia. Entre las preguntas fundamentales que pueden hacerse se encuentran las siguientes: 1. Qu existe y cul es la naturaleza o estructura de lo que existe?, 2). Cmo podemos conocer las cosas que existen y cmo justificamos nuestras pretensiones de conocimiento?, 3) Cmo se relacionan los conceptos entre s? Qu es una inferencia vlida y razonamiento correcto? Qu es la verdad? La filosofa se ha ocupado de estas preguntas de diversas maneras bajo los epgrafes generales de 1) metafsica, 2) epistemologa y 3) Lgica. Lo que viene a continuacin no puede servir ms que de caracterizacin de lo ms escueto, pues los rasgos que dan cuerpo y vida a estos esqueletos filosficos slo aparecern cuando se vean en el contexto de la estructura conceptual de la propia ciencia.

LA METAFSICALa fuerza motriz del pensamiento metafsico en sus formas tanto clsica como moderna, ha sido el intento de mirar las cosas como un todo, de presentar un cuadro o esquema unificado dentro del cual la amplia diversidad de cosas de nuestra experiencia pudiera explicarse sobre la base de algunos principios universales o como manifestaciones de alguna sustancia o proceso universal. As, los mismsimos orgenes de la filosofa y de la ciencia en las colonias griegas de Jonia en el siglo sexto antes de J.C., surgieron de la especulacin fsica acerca de cmo haba llegado a existir la multiplicidad de cosas y tipos de la naturaleza a partir de alguna sustancia primaria o a partir de alguna actividad o movimiento primario. Estas explicaciones a base de algn principio unitario se referan a la aparicin del mundo natural y, como tales, representaban una forma precientfica y especulativa de cosmogona que derivaba en gran parte de relatos mticos y religiosos de creacin, pero difera netamente de ellos en su intento de dar una explicacin basndose en fuerzas naturales e impersonales en lugar de hacerlo en personificaciones sobrenaturales de dioses y espritus.El corolario de esta cosmogona especulativa es la especulacin cosmolgica acerca de la estructura del mundo, que se hace preguntas tales como: De qu estn hechas todas las cosas?, cmo puede explicarse la diversidad de cosas a base de transformaciones de una sustancia inicial y elemental o a base de unos pocos de dichos elementos ejemplos tpicos el aire, la tierra, el fuego y el agua-, o considerndolas constituidas por combinaciones de fragmentos de sustancia elemental?. Debiera quedar claro con esto que la metafsica ms antigua ya bosqueja el tipo de problemas que posteriormente pasan a ser tpicos de la fsica y de la qumica es decir, problemas referentes a la estructura de la materia-.Con Platn y Aristteles la especulacin fsica primitiva o filosofa natural se convierte en un anlisis explcito de los propios principios de explicacin es decir, en un estado acerca de qu es lo que uno pide cuando tales explicaciones unitarias y universales: el problema acerca de lo existente se transforma en problema acerca de los principios racionales por medio de los cuales la mltiple complejidad de las cosas conocidas y experimentadas puede ser comprendida. Por principios racionales entenda los metafsicos griegos algo como lo que hemos caracterizado diciendo que son los conceptos ms generales, en funcin de los cuales podra comprenderse cualquier cosa. Cualquier cosa deja posiblemente abierto el problema en cuanto a qu cosas particulares pueden escogerse como objetos de entendimiento; pero he aqu la peculiaridad y la fuerza de la metafsica; la suposicin implcita de que cualquier cosa del universo posee rasgos que comparte con todas las dems cosas. Hay pues rasgos universales de todo cuanto existe, o principios universales paRa comprender la existencia, que constituyen el tema fundamental del pensamiento crtico, reflexivo, que podra por tanto denominarse filosofa primera o primaria.Y as, Aristteles concibi este tema como ciencia de los primeros principios y se refiri a l como a la ciencia del Ser en s es decir, no como ciencias particulares de esta o aquella forma, aspecto o divisin del Ser, tal como la biologa, la fsica, la psicologa o la poltica (acerca de las cuales escribi tratados distintos), sino acerca de los supuestos o principios ltimos, en funcin de los cuales cualquiera de las otras ciencias podra estudiarse y ser comprendida racionalmente.La historia de la metafsica es la historia de la crtica de conceptos de dicha ndole universal o general, y de los intentos para formular sistemas de tales conceptos, en los que las relaciones entre ellos seran explcitas y obedeceran a cnones de consistencia y coherencia lgicas. Podramos resumir esto definiendo la metafsica como aquella tarea en el campo de la formulacin y anlisis de conceptos que se compromete a un examen crtico y sistemtico de los principios del Ser y del origen y estructura de lo existente.Ahora bien, salvo por su extrema generalidad y vaguedad cuando se expresa de esta forma, tal podra muy bien ser una definicin amplia de la tarea de la ciencia. Una crtica clsica a la metafsica es que expresa sus preguntas de tal forma que slo pueden contestarse mediante la ms pura especulacin, sin prueba o justificacin alguna derivada de una investigacin cientfica concreta y emprica.Una versin ms generosa de esta crtica es aquella segn la cual los problemas de la metafsica se mantienen dentro de un plano meramente especulativo, hasta que puede replantearse en forma de problemas cientficos, que cabe contestar por medio de una investigacin palpable, experimental y, por tanto, contrastable por medios cientficos. Pero hay otro punto de vista que considera dicho pensamiento sistemtico, crtico y especulativo como parte de la ciencia: concretamente, como la parte que desempea el papel de esquema conceptual ms general dentro del cual se formulan las hiptesis y teoras cientficas. La metafsica sirve, pues, de fuente de ideas, de gua para la sistematizacin de las diferentes partes del pensamiento cientfico. Las caractersticas omnipresentes en la actitud del cientfico, tales como la nocin de que la naturaleza es uniforme, de que las leyes cientficas no son locales o de que se cumplen igualmente en todas partes del universo, que nada surge de la nada (la formulacin ms antigua de los llamados principios de conservacin), o que nada ocurre sin una causa todas estas nociones, aunque no constituyen por s mismas el tipo de cosa cuya verdad pueda comprobarse experimentalmente son, no obstante, ideas subyacentes reguladoras o heursticas de la ciencia; es decir, constituyen para el cientfico la visin bsica del mundo, la estructura profunda de su modo de pensar, y constituyen sus (quiz no expresas) creencias acerca de la naturaleza de las cosas. Como tales, estas ideas metafsicas regulan o guan al cientfico con respecto a las clases de cosas que l considerar como importantes o plausibles. El que critique este punto de vista tan poco prevenido con respecto a la metafsica sostendr que, en lugar de guiar al cientfico, tales vestigios de imaginacin mtica y potica le extravan y, an peor, que aprisionan su pensamiento dentro de esquemas rgidos y dogmticos.En resumen, los tipos de preguntas que importan a la metafsica pueden clasificarse y denominarse como sigue: Si la pregunta se refiere a la estructura de lo existente, al modo en que las cosas se encuentran dispuestas en el mundo, hablaremos de cosmologa o metafsica estructural. Si preguntamos acerca del origen de las cosas, de cmo o por qu existen, hablaremos de cosmogona.Esta disciplina se ocupa de los problemas referentes al o de las caracterizaciones del- origen de las cosas en funcin, de algn principio, fundamento, causa o propsito originador desde un punto de vista clsico. Si lo que preguntamos es qu tipo de sustancia o qu clase de entidades constituyen esta estructura o tienen este origen, es decir, si preguntamos qu existe con relacin a ciertas caracterizaciones ltimas de la existencia por ejemplo, podemos decir todo es materia en movimiento, todo est formado por paquetes discretos de energa o todo es un objeto fsico o una idea no fsica en alguna mente- entonces a este estudio de lo existente le daremos el nombre de ontologa. Podemos, por otra parte, hacer un tipo muy distinto de pregunta no acerca de la estructura u origen de las cosas ni acerca de lo existente, sino acerca de lo que este o aquel sistema de pensamiento o lenguaje afirma, u opina que ocurre, con respecto a tales preguntas. Podemos por tanto dar una descripcin de las creencias o posturas metafsicas de algn grupo de personas o de alguna comunidad que comparte creencias y significados y, de este modo, ocuparnos no de lo existente, sino de lo que este grupo dice que existe; a esto puede llamrsele metafsica descriptiva.

LA EPISTEMOLOGALa ciencia es un modo de conocer el mundo y tambin un cuerpo de conocimiento. Cabe caracterizarla en funcin de un proceso de investigacin, de una bsqueda de la verdad, y es posible caracterizarla tambin como la estructura o cuerpo formado por la acumulacin de las verdades fundadas, o presuntas verdades, que tal bsqueda haya originado. Surge ahora una serie de preguntas bsicas referentes al status de dichos conocimientos y presunciones de conocimiento: qu quiere decir que uno sabe o que tiene razones para creer esto o aquello?, por qu medios se adquiere dicho conocimiento?, qu relacin guarda el pensamiento con dicha percepcin, qu papel desempea la deduccin en la gnesis de presuntos conocimientos?; en una alternativa entre presuntos conocimientos que sean incompatibles, cmo se elige?, y qu sirve para garantizar o justificar las creencias, por una parte y, por otra, para desecharlas o combatirlas?.El anlisis de estas preguntas recibe el nombre de epistemologa o teora del conocimiento, y su importancia con respecto al quehacer cientfico debiera estar clara en lneas generales, porque la propia ciencia es tanto un medio de conocimiento como un cuerpo de presuntos conocimientos. La importancia especfica de la epistemologa con respecto a la filosofa de la ciencia se refiere a los instrumentos para la adquisicin y convalidacin del conocimiento cientfico, a los aspectos especiales que presentan los medios de que el cientfico se vale para llegar a conocer. As, por ejemplo, el papel de la observacin y el experimento, de la descripcin y la clasificacin, el papel de la inferencia o razonamiento en la ciencia, la naturaleza de las hiptesis y el papel de los modelos, leyes y teoras, las condiciones y la caracterizacin del descubrimiento cientfico, todo esto se refiere a los medios por los que se adquiere y establece el conocimiento cientfico y tambin a los medios por los cuales algunos de los presuntos hallazgos de la ciencia pueden ensayarse, refutarse y descartarse de modo crtico. La bsqueda de la verdad entraa tambin la eliminacin de la falsedad. En este sentido, la ciencia es un quehacer crtico, no dogmtico, que somete todos sus supuestos a ensayo y crtica. Concebidas de modo amplio, las condiciones para originar y poner a prueba los presuntos conocimientos de la ciencia caen dentro del mbito de la epistemologa de la ciencia. Y en este sentido nuestro principal inters en esta obra, que es la metodologa de la ciencia, puede calificarse de inters epistemolgico.

LA LGICAParte de lo que sabemos o creemos saber parece directo, inmediato, cierto de modo intuitivo, evidente por s mismo e incontrovertible. Las sensaciones o impresiones de dolor o hambre, las convicciones que se refieren a la propia identidad, la creencia de que la misma cosa no puede estar en dos lugares diferentes al mismo tiempo o de que el todo es mayor que cualquiera de sus partes, as como la creencia de que si una proposicin es cierta no puede ser falsa al mismo tiempo y en el mismo sentido, todo ello parece constituir materia cierta ya sea de los sentidos, de la impresin, de la creencia o, como a veces se dice, certidumbres de pensamiento o de razn.Sin embargo, gran parte de nuestro conocimiento, o quiz la mayor parte de l, es conocimiento indirecto o mediato o conocimiento por inferencia. En tanto en cuanto a esta ltima pasa de una proposicin que se toma como premisa a otra que, segn decimos, se sigue de ella como la conclusin de un argumento, el paso2 que as damos constituye lo que normalmente llamamos razonamiento (o lo que en terminologa ms antigua se llamaba raciocinio). Puede decirse, en verdad, que hacemos nuestros propios razonamientos internos, como cuando decimos que pensamos algo hasta llegar a una conclusin; pero gran parte de nuestros razonamientos adoptan forma externa o pblica, y nuestros procedimientos de inferencia se manifiestan en cierto lenguaje: damos razones, discutimos, mostramos, probamos y demostramos de tal modo que suponemos que cualquier otra persona razonable (o racional) debiera llegar a las mismas conclusiones a las que nosotros hemos llegado dadas las mismas premisas y las mismas reglas para pasar de las premisas a las conclusiones. Esta deduccin articulada y explcita se encarna, por consiguiente, en un lenguaje, y este lenguaje es pblico y comn en el sentido de que las idiosincrasias y ambigedades se encuentran delimitadas, de tal modo que una comunidad de personas que hable dicho lenguaje comparte rasgos del lenguaje en comn y puede comunicarse mediante l. Podemos entonces hablar de un universo de discurso, del que dicho lenguaje constituye un ejemplo, y, dentro de tal universo, de la universalidad de las reglas para la formacin de expresiones adecuadas, gramaticales, y para la inferencia correcta.La esperanza en un lenguaje as de ideal y universal en el que todos los seres o miembros racionales de la comunidad de discurso compartiran reglas comunes y compromisos comunes, en cuanto a la validez de las deducciones hechas de acuerdo con estas reglas, parece una esperanza por llegar a una comunidad racional ideal.Habra acuerdo universal, probablemente, respecto a las conclusiones que cualquiera alcanzase mediante procedimientos de deduccin correctos o vlidos; y a la aceptacin comn de la verdad de las premisas de cualquiera de dichos argumentos seguira la aceptacin comn de la verdad de las conclusiones. La historia de la lgica est llena de visiones as de amplias de la racionalidad ideal. Leibniz la concibi como mathesis universalis, una matemtica universal que resolvera todos los argumentos de modo inequvoco y por aceptacin comn de las reglas del juego.Una esperanza ms modesta es la de que el anlisis de la deduccin adecuada o correcta conduzca a una aclaracin de nuestros conocimientos, a una articulacin clara de las razones y argumentos por medio de los cuales justificamos nuestras creencias. Esto corresponde, por tanto, a una ciencia o teora racional de la deduccin, ciencia que se califica a veces de ciencia formal porque se ocupa no del contenido de este o aquel argumento, sino de la forma del argumento o de la forma de la inferencia.Una parte de la lgica, es pues, el anlisis de las formas de la inferencia correcta; otra, relacionada con ella, se ocupa de la definicin, o sea de precisar los significados y mostrar cmo unos conceptos se relacionan con otros o de cmo un concepto se define en funcin de otro. Esta ltima labora es la de establecer, de hecho, ese lenguaje comn que la comunidad ideal de discurso comparte, y eliminar o delimitar vaguedad y ambigedad. Aparte de esto, el empleo de sistemas formales en las ciencias introduce una importante cuestin filosfica: qu relacin hay entre la lgica y la realidad, entre la forma de la inferencia, de la prueba y la demostracin, y la verdad de las cosas? Dicho de otro modo, esto plantea el problema de cul es la relacin que hay entre un sistema lingstico, sistema de conceptos o modelo terico de las ciencias, y aquellas cosas externas al lenguaje a las que se refiere tal sistema o modelo.Puede apreciarse la importancia de este problema cuando se suscita con respecto al llamado lenguaje universal de la ciencia, las matemticas. Las matemticas pueden considerarse como un sistema formal de inferencia (o un conjunto de tales sistemas) que trabajan con entidades abstractas y operaciones abstractas entre las mismas. Ahora bien, se puede tomar dicho sistema como representacin abstracta de las operaciones concretas de contar, reunir, disponer conjuntos de cosas en algn orden con respecto a propiedades tales como tamao o cantidad; el sistema formal puede entonces tomarse como la representacin ms abstracta o general de dichas propiedades y relaciones en el mundo real, representacin que nos proporcionar el modo ms econmico y sistemtico de referirnos a ellas. Las matemticas, sin embargo, pueden tambin considerarse como un sistema de deduccin no interpretado, en el sentido de que sus trminos no se toman como representativos de nada en absoluto fuera del propio sistema, y el propio sistema se considera como construccin puramente formal o ideal. En la filosofa de las matemticas hay muchos problemas difciles y distintos enfoques posibles referentes a tales sistemas formales de los que no podemos empezar a ocuparnos aqu, pero se plantea la pregunta de cmo es que las deducciones de un sistema formal, por ejemplo de la aritmtica o de la geometra, encuentran aplicacin en el mundo real en las relaciones entre las propiedades fsicas de las cosas: cmo pueden plasmarse las relaciones numricas de un sistema deductivo formal en las operaciones fsicas de medida, es decir, cmo se asignan los nmeros?, qu correspondencia hay, si la hay, entre el formalismo de las matemticas o los procedimientos deductivos de la lgica, y los hechos de la ciencia que se expresan o sistematizan de esta forma? Surgen multitud de preguntas referentes al status del conocimiento que adquirimos por medio de la inferencia. Cuando la descripcin matemtica del mundo fsico se encontraba en el apogeo de su xito, en el siglo XVII, Spinoza pudo expresar la correspondencia entre pensamientos y cosas en forma de identidad. El orden y la relacin entre los pensamientos es el orden y la relacin entre las cosas; pues nuestra representacin conceptual racional del mundo correspondera a cmo el mundo es, porque la razn, que se manifiesta como caso particular en el razonamiento matemtico, sera a su vez una manifestacin de la propia estructura del mundo. Esta conviccin de que el mundo se encuentra racional y matemticamente ordenado es del tipo que anteriormente hemos considerado como metafsico, y la filosofa de la lgica roza con frecuencia tales conceptos metafsicos. Es ms, en la medida en que el anlisis lgico de la inferencia y de la definicin atae al status y a la validez de presuntos conocimientos formulados por medio de la inferencia, dicho anlisis atae tambin a las cuestiones epistemolgicas que hemos planteado y, en especial, al problema de la verdad.Quiz la pregunta filosfica fundamental que pueda hacerse acerca de la lgica si se concibe sta como ciencia de la inferencia vlida y de la definicin precisa de los trminos empleados en la inferencia, sea la pregunta referente a qu quiere decir que alfo sea una inferencia correcta o vlida o una definicin adecuada. Pues esto alude a las normas o criterios de la propia lgica y al status de sus reglas. Son convenciones adoptadas porque s, simples postulados que podamos modificar a voluntad?, derivan del carcter y estructura de los propios lenguajes naturales, de las propias condiciones de comunicacin?; se justifican las reglas, sencillamente, como instrumentos que nos ayudan a llegar a donde queremos llegar y, por consiguiente, como un buen medio de transporte o como billetes de inferencia entre las estaciones de paso del pensamiento cientfico?; o reflejan de hecho el orden de la realidad misma y nos dan, por tanto, una representacin veraz de su estructura bsica?.En este bosquejo preliminar no podemos sino plantear preguntas como stas con objeto de caracterizar los problemas tpicos y las lneas divisorias generales entre la lgica, la metafsica y la epistemologa. Entre estas disciplinas no hay una solucin de continuidad clara, sino que son disciplinas filosficas emparentadas que se solapan en muchos puntos. Por ejemplo, si consideramos estas preguntas desde un punto de vista ms amplio, queda claro que ciertos conceptos fundamentales de la ciencia son conceptos lgicos, que algunos de estos conceptos lgicos se refieren a problemas epistemolgicos acerca de la naturaleza y justificacin de nuestro conocimiento y que incluso algunos de estos problemas lgico-epistemolgicos se refieren directamente a problemas metafsicos. Conceptos tales como los de necesidad, posibilidad, probabilidad, existencia, identidad; otros como los de clase, individuo, elemento, conjunto clase-miembro, orden, sustancia-atributo, cosa-propiedad, gnero-especie, esencia-accidente y relaciones lgico-lingsticas tales como nombrar, referirse, abstraer, designar y significar, desempean un papel en la crtica y en la formacin de conceptos en las ciencias.Estas tres disciplinas de la filosofa, relacionadas entre s, poseen una rica historia de investigacin crtica rigurosa. Las tres han influido profundamente en la historia de la ciencia y, a su vez, se han visto profundamente afectadas por sta. La comprensin plena de la ciencia que la filosofa cientfica pretende alcanzar, se apoya en y se gua por lo que se ha conseguido en estas disciplinas; y esperamos que, por su parte, contribuya a ellas con su investigacin acerca de los fundamentos conceptuales del pensamiento cientfico.

HAY PROBLEMAS FILOSFICOS EN LA CIENCIA?Tras lo anteriormente dicho puede resultar paradjico aadir que uno de los problemas bsicos de la filosofa de la ciencia es si existen problemas filosficos en la ciencia. Se puede argir, por ejemplo, que aunque los problemas referentes a la ontologa, la epistemologa o la lgica surgen del pensamiento cientfico, no son de por s problemas cientficos y no les corresponde ser resueltos por los mtodos de la ciencia. Por otra parte se puede mantener que todos los problemas cientficos o suposiciones filosficos que, de este modo, constituyen los fundamentos del propio pensamiento cientfico; o por lo menos, cabe mantener que la ciencia ayuda a resolver lo que antes se consideraba eran problemas netamente filosficos traduciendo dichos problemas perennes, y perennemente irresolubles, en problemas cientficos buenos, claros y solventables.Se insina aqu, por s sola, una distincin entre los diferentes tipos de problemas de la ciencia: hay unos de los que el cientfico se ocupa en cuanto cientfico que trabaja en su campo particular, como, por ejemplo, los de cul es el peso especfico del molibdeno, cules son los compuestos de mercurio o qu es lo que explica el extrao comportamiento del mercurio o qu es lo que explica el extrao comportamiento de los superconductores. Ninguno de estos problemas implica alguno de los normalmente llamados filosficos: parece ms bien preguntas que exigen respuestas directas y concretas. Pero evidentemente hay problemas de otro tipo, aunque relacionados con stos, que parecen de un carcter terico ms amplio, como, por ejemplo, los de cul es la estructura ltima de la materia, de si puede explicarse el origen de la vida estrictamente a base de interacciones fisicoqumicas, o de cmo ha de describirse la luz, si como onda, como partcula, como combinacin de estas dos o de algn modo totalmente distinto. Tales problemas parecen referirse al modo en que las cosas estn dispuestas en ltimo extremo, a lo que cabe denominar existente y a cmo ha de concebirse la naturaleza. Hay tambin otros que hacen referencia al juicio cientfico: qu es lo que se considera como experimento adecuado?, de qu manera permiten los datos experimentales confirmar o desechar una hiptesis?, cmo actan las leyes de la ciencia en la deduccin y la prediccin cientficas?. En esta gama de problemas surgen cuestiones acerca de la naturaleza y la validez del conocimiento cientfico. Hay todava otra clase de problemas referentes a la sistematizacin formal de un campo de investigacin (por ejemplo, la tabla peridica de los elementos, la forma matricial de la mecnica ondulatoria o los esquemas de clasificacin en familias, gneros y especies en botnica y zoologa). Y hay la sistematizacin formal an ms compleja cuando se relacionan dos o ms campos de investigacin mediante una explicacin o modelo formal unificado, como, por ejemplo, la teora electromagntica o la relacin entre ptica geomtrica y mecnica cuntica. Los problemas que aqu se plantean se refieren a la estructura formal o lgica de las teoras cientficas.Ahora bien, si algo parece residir en la ciencia son estos aspectos del pensamiento cientfico. Pues aunque el cientfico que trabaja en problemas abstractos, como terico dentro de su ciencia se enfrenta con ellos, como conjunto de problemas a resolver de modo concreto con su investigacin, y de este modo constituyen, en su encarnacin prctica, la materia cotidiana de la investigacin cientfica.Pero si uno examina este tipo de problemas en su forma general, como problemas referentes a lo existente, a la adquisicin y justificacin del pensamiento cientfico y a la estructura lgica de la ciencia e ndole de la inferencia cientfica, pueden parecer anlogos a los problemas filosficos caractersticos anteriormente discutidos. En la medida en que dichos problemas se tratan no simplemente en los contextos concretos de la prctica cientfica real, sino que se abstraen para reflexionar acerca de la naturaleza del conocimiento cientfico, ya no son en lo sucesivo problemas que se encuentran en la ciencia, sino problemas acerca de la ciencia. Dichos de otro modo, no son tanto cuestiones de teora cientfica como referentes a una teora de la ciencia.Una teora de la ciencia que se ocupe de los problemas sustantivos y metodolgicos que surgen en la ciencia puede, en verdad, encontrarse fuera de la prctica cotidiana de la ciencia, pero se encuentra entrelazada con la propia manera que el cientfico tiene de considerar su trabajo y su universo. El cientfico, como el resto de nosotros, arrastra consigo a su trabajo, la herencia de sentido coherencia incoada de formulaciones metafsicas, epistemolgicas y lgicas que se han ido embebiendo en su ciencia a lo largo de su desarrollo histrico. Puede muy bien darse el caso de que esta herencia no crtica y no criticada le entorpezca con dogmas ocultos y no reconocidos como tales, y puede muy bien ocurrir que las formas de pensamiento as adquiridas desempeen tambin una funcin heurstica, guiando la imaginacin cientfica por los caminos no explorados y poco comprendidos del descubrimiento. En momentos cruciales ocurre a veces que, para que avance una ciencia y para replantear sus ideas fundamentales, se hace necesaria la reflexin acerca de dichos problemas de mtodo y sustancia o la crtica reflexiva de los conceptos de la ciencia; en tales ocasiones el trabajador cientfico puede muy bien convertirse en filsofo de la ciencia.Puede ser muy malo si es filosficamente ingenuo o no crtico, o puede alcanzar la distincin filosfica de un Descartes, un Newton, un Leibniz, un Planck o un Einstein, todos los cuales ayudaron a reestructurar no slo los esquemas conceptuales de la ciencia, sino tambin los conceptos fundamentales de la filosofa.El problema acerca de si hay problemas filosficos en la ciencia nos lleva as a caracterizar la ciencia, a reflexionar acerca de la naturaleza de los problemas cientficos lo que equivale a decir que se trata de un problema filosfico- No posee respuesta sencilla, pero nos conduce, para empezar, a anlisis, razones y argumentos, esa dialctica crtica que es la savia de la filosofa.En el transcurso de este estudio clasificaremos los problemas caractersticos acerca de la ciencia en dos grandes grupos:1) Aquella investigacin cientfica. 2) Aquellos que tienen que ver con visin del mundo cientfico, dentro de cuyo esquema l pone en prctica dichos procedimientos. A los primeros los denominaremos problemas metodolgico, y a los segundos problemas sustantivos. Los primeros se ocuparn de conceptos y prcticas de la ciencia, tales como la observacin, la medida, la hiptesis y el experimento, la confirmacin y la no confirmacin, la induccin y la probabilidad, las formas de inferencia cientfica, la naturaleza general de los sistemas formales y sus interpretaciones empricas o descriptivas como representaciones de los hechos y como instrumentos de investigacin. Despus examinaremos estructuras y formas tpicas de explicacin cientfica y la naturaleza de las leyes y teoras de la ciencia, pues la discusin acerca de la funcin de las leyes y la teoras de la ciencia, pues la discusin acerca de la funcin de las leyes y las teoras plantea problemas sustantivos referentes a los conceptos de legitimidad y causalidad y al status de las entidades tericas. Esto nos lleva a considerar aquellos conceptos fundamentales que bosquejan los esquemas dentro de los cuales transcurre la investigacin cientfica y que con frecuencia afectan tambin a las consideraciones metodolgicas; los conceptos de espacio, tiempo y materia, de vida, de relacin entre lo mental y lo fsico, de mente y comportamiento y, finalmente de sociedad e historia.El objetivo de este estudio no es considerar simplemente, uno tras otro, los diversos problemas y temas de la filosofa de la ciencia, sino llegar, en el curso de estas consideraciones, a una comprensin humanstica de las ciencias y del quehacer cientfico. De lo que dicha comprensin humanstica implique nos ocuparemos explcitamente en la seccin final de este libro, pero el contexto de dicha comprensin nos interesar desde el principio antes de enfrentarnos con las cuestiones de mtodo y sustancia que caracterizan a la ciencia contempornea, pues estas cuestiones no aparecen de pronto, del mismo modo que la ciencia no apareci de pronto.Las races que tiene en el entendimiento comn, en los mtodos ordinarios de conocer y en las actividades humanas fundamentales son ndices del humanismo de la ciencia y no en un sentido vagamente tico, sino en el sentido prctico de la ciencia como quehacer netamente humano. As pues, en los captulos siguientes nos ocuparemos de la gnesis de la ciencia y sus fundamentos en la actividad humana ordinaria, en la percepcin, en el sentido comn y en los modos pre-cientficos de conocer, de todos los cuales surgi la ciencia.

DOC: 02EPISTEMOLOGACarlos M. Ruiz P.

Algunas implicaciones de carcter epistemolgicas y metodolgicas de los paradigmas emprico-analticos y fenomenolgicos en el contexto investigativo venezolano.A manera de prlogo.... Mediante el presente estudio intentamos presentar un anlisis crtico de ciertas consideraciones en torno a la forma como ha venido desarrollando el proceso investigativo en algunos de los centros de postgrado con los cuales he tomado contacto, bien sea como estudiante, docente o asistente en los procesos de investigacin. El trabajo recoge algunas experiencias empricas en torno a la situacin en estudio adems de revisar algunos materiales que de que le dan un marco conceptual al mismo. Es evidente que al leer los materiales necesitamos reflexionar en torno a la forma como se ha adoptado la investigacin, su carcter intensamente pragmtico, inserto en la mayora de los casos en el empirismo, realizando una serie de consideraciones sujetas al fatualismo atomicismo (Tellez, 1996) es decir el uso de dimensiones controlables y medibles que imposibilitan llegar a soluciones conceptuales acordes con los problemas tericos y metodolgicos planteados, el uso y abuso de los esquemas descriptivos en la investigacin, desdeando de alguna forma el proceso de generacin o reelaboracin de teoras como un aspecto fundamental en la generacin del conocimiento Tal y como se ha planteado en un reiteradas ocasiones la educacin de postgrado emerge en el marco de procesos globales acelerados necesarios en la produccin de conocimiento derivado de una complejidad cada vez mayor en las transformaciones tecnolgicas, industriales y sociales que impactan de una forma cada vez mayor en las polticas educativas. En nuestro pas ha tenido, por estas razones, que vincularse a estos cambios como parte de un proceso de adaptacin a los grandes esfuerzos que en esta materia han tenido lugar en el contexto internacional. En Venezuela a partir de la dcada de los 70 cuando el movimiento educativo entra en una expansin intempestiva de la Educacin Superior y por ende de la educacin de postgrado, teniendo que entrar en sintona con entes de carcter nacional e internacionales a los fines de actualizar una serie de prcticas destinadas modernizar un servicio educativo en esta materia eminentemente tradicionalista y escolstico enmarcada en consideraciones empirista.El proceso de investigacin aparece ligado al marco de la hegemona de tradiciones e ideologas de carcter liberal para las cuales la educacin es un instrumento de democratizacin social, donde esta ltima depende de las posiciones sociales que permite el acceso a las carreras profesionales Al respecto nos dice Casanova (1986) "Es por ello que una perspectiva analtica puede ser la especificacin de estas tendencias en trminos de las influencias que ciertos actores ejercen sobre la dinmica de las demandas y la seleccin de objetivos y opciones programticas (p54)". Es por esta razn, acota el autor consultado, que la tendencia emprico-analtica cobra una influencia cada vez mayor en el contexto investigacional aportado de los estudios de postgrado a los fines de formular lneas y temas en lo referido a la significacin sociolgica de ciertos elementos ya inmersos en la poltica de estado en relacin con: la situacin de los procesos educacionales en cuanto a prcticas docentes, innovaciones, la posibilidad de generar modos creativos cientficos-tecnolgicos y culturales socialmente relevantes, si se toma en cuenta la capacidad real para incentivar procesos de produccin de investigacin. El movimiento de los estudios de postgrado en ciencias sociales en el contexto educacional venezolano, ha evolucionado en el marco de un conjunto de premisas tales como la democratizacin del saber y la seleccin de talentos; la educacin de postgrado dentro de las universidades en centros de investigacin y de docencia. La descentralizacin poltica y financiera de gestin. La enseanza separada de la gestin de pre-grado; investigacin con pertinencia local, la investigacin universalista, el cientificismo desarrollista, entre otros (Ruiz et.al., 1990) Esta situacin afianza de una manera ms fehaciente la presencia de una perspectiva de carcter emprico analista cuyo anlisis profundizaremos en los prximos prrafos de este trabajo.

CONSIDERACIONES TERICO-CONCEPTUALES DE LAS CIENCIAS EMPRICO-ANALTICASHabermas (1971), en su anlisis acerca de los intereses constitutivos considera que el conocimiento se origina y en los intereses humanos y en los medios de organizacin social. Describe asimismo, los intereses humanos en trminos del control tcnico y la emancipacin relacionada con los medios sociales de trabajo. La asociacin respectiva de los intereses humanos y los medios sociales origina un tipo especfico de conocimiento y un medio especfico de conocer, o metodologa cientfica. El autor se manifiesta desde una posicin en que el conocimiento tiene races histricas y sociales, y est sujeto a los intereses. Para explicar la relacin entre el conocimiento y actividad humana, desarroll la teora de los intereses constitutivos de conocimiento. Debido a que el conocimiento tiene su gnesis en las estructuras sociales pasadas y existentes, slo puede comprenderse en relacin con los problemas que la humanidad ha encontrado y sigue encontrando en la supervivencia. En este orden de ideas plantea Habermas que los intereses constitutivos del conocimiento pueden definirse exclusivamente en funcin de los problemas de la preservacin de la vida, constituidos objetivamente y que han sido resueltos por la forma de existencia cultural como tal. Asimismo contempla los intereses constitutivos de conocimiento como los medios a travs de los cuales organizamos la experiencia diaria, en efecto, nuestros intereses organizan nuestra percepcin y conocimiento de la realidad en forma estructurada. Cada uno de nuestros intereses cognoscitivos discretos sobre el control de la naturaleza, la armona social y el crecimiento del individuo responde a un problema diferente en la experiencia humana. En la conceptualizacin de Habermas se establece que los distintos intereses humanos exigen formas de conocimiento diferentes que requieren de metodologas cientficas distintas (procesos del saber) basados en formas de racionalidad diferente pero internamente coherentes. Para Habermas la racionalidad tiene menos que ver con la posesin de conocimiento, que con la forma en que los sujetos que hablan y actan adquieren y utilizan el conocimiento. Cada mtodo cientfico es un proceso racional y vlido para conocer dentro de su dominio el conocimiento. La idea esencial es la inconveniencia de someter todas las formas de saber humano a una sola forma de metodologa o racionalidad. En particular Habermas critica la aplicacin de la orientacin tecnolgica de las ciencias naturales (positivismo); o la aplicacin de la orientacin subjetiva hermenutica (fenomenologa) como criterios exclusivos para determinar la validez de todas las formas de conocimiento. Situacin esta que ha ocupado gran parte del panorama investigativo de nuestras universidades. Por su parte Carr y Kemmis (1986), consideran la interpretacin que hace Habermas de los intereses, el conocimiento y la ciencia, como un intento de identificar la importancia y los lmites de las explicaciones empricas y causal hermenutico-interpretativa.sobre la base de la descripcin que hace Habermas de la ciencia social crtica dirigida a trascender los lmites del saber inherentes a las ciencias naturales e interpretativas. Estos autores proyectan una ciencia de la educacin crtica. Es as como Habermas a su vez, plantea una alternativa interesante en el contexto de los Intereses constitutivos como lo son los intereses tcnicos de la gente, que se reflejan en la necesidad de controlar y de manipular el ambiente externo para satisfacer sus necesidades de abrigo, alimento, etc. Estos intereses, expresados a travs del medio de trabajo se concentran en la produccin material necesaria para nuestra existencia. La racionalidad que integra los intereses tcnicos, el trabajo y la ciencia emprico-analtica es una racionalidad instrumental referida a la manipulacin y el control del ambiente; la prediccin de eventos fsicos y sociales observables; la realidad basada en el conocimiento emprico y gobernado por reglas tcnicas; y los criterios de control efectivo de la realidad Desde esta perspectiva, las acciones racionales son intervenciones orientadas en funcin de los objetivos y controladas por retroalimentacin en un mundo supuestamente objetivo. Habermas hace la crtica de que la racionalidad instrumental inherente a este tipo de inters constitutivo de conocimiento, ha llegado a ser una ideologa extendida. Es ideologa cuando se aplica la realidad instrumental sin comprobacin vlida como criterio para todas las formas y dominios del conocimiento. El resultado final es la reduccin de los asuntos morales y estticos, educativos y polticos a problemas tcnicos: el por qu y el qu se reducen al cmo. Las ciencias emprico-analticas o naturales, son las metodologas cientficas que producen, en una forma tcnica, el conocimiento til. El nfasis en la prediccin y el control de los procesos objetivos se relacionan directamente con los intereses tcnicos. La base filosfica de esta forma de conocimiento es el positivismo. En esta corriente se afirma que slo puede establecerse el conocimiento vlido en referencia a la realidad externa, experimentada por los sentidos. Este enfoque se basa en la presuncin ontolgica del mundo objetivo, como la suma total de lo que es, el caso, y clarifica las condiciones de la conducta racional en esta base. Las ciencias emprico-analticas se basan en ideales de explicacin, prediccin y control. En este enfoque la accin individual no es resultado de una conciencia reflexiva subjetiva., en vez de ello, la accin individual siempre se observa como algo gobernado por las leyes funcionales invariables que operan fuera del control personal de los actores individuales (Carr, y Kemmis 1986).

EL PARADIGMA EMPRICO-ANALTICO EN LA INVESTIGACIONES DE POSTGRADO El propsito del saber emprico analtico es descubrir regularidades similares a leyes para aplicarlas a la praxis educativa y mejorar la eficiencia. Describe el centro de esta perspectiva de la siguiente manera: Sobre la parte no subjetiva (observable) el objeto de la metodologa de la conducta humana, el objetivo de la metodologa de la ciencia de la conducta es descubrir las causas y efectos empricos que gobiernan y explican la conducta, y la organizan en enunciados de hechos similares a leyes sujetos a verificacin por observaciones objetivas. Estos son hechos que han servido de marco a la generacin de un conocimiento muchas veces no sustentado desde una perspectiva crtica y terica- Coincidiendo en este planteamiento con el de Tellez (1996) para quien el reconocimiento del papel de la teora en la investigacin se ha generalizado de un modo tal que continua vigente la ausencia de toda preocupacin por los supuestos epistemolgicos fundamentales de la teora y de las modalidades de efectuacin de las prcticas investigativas; ausencia que suele adoptar la forma de rechazo a lo que se consideraron discusiones estriles y/o la del entendimiento del papel de la teora en la investigacin como mera aplicacin de teoras dadas. En cualquier caso, las consecuencias son las mismas: la aceptacin acrtica de teoras y, como correlato, la imposibilidad de que la investigacin se oriente a la modificacin de los conocimientos existentes y, menos, a la emergencia de nuevas construcciones tericas, lo cual comporta, simultneamente, la idea y prctica de asumir las teoras como no analizables, como sistemas no susceptibles de ser interrogados y cuestionados con relacin a sus criterios y pretensiones de verdad. Otras de las razones que analiza la autora atae al reconocimiento del carcter insoslayable de la reflexin epistemolgica en el proceso mismo de las prcticas investigativas pues, si toda prctica investigativa comporta la adopcin de determinados enfoques tericos, tal adopcin presupone -reconzcase o no la de los criterios epistemolgicos que fundan y definen la naturaleza y alcance de dichos enfoques en tantos modos de entendimiento terico de los social. El desconocimiento del estatuto epistemolgico que rige todo discurso terico no deja de tener efectos en el proceso y resultados de la investigacin, efectos traducidos en las inconsistencias terico - metodolgicas que recorren desde el planteamiento del campo problemtico objeto de investigacin hasta la sistematizacin expositiva de los resultados. El relativo control de estos efectos reclama del investigador una definicin respecto de problemas claves que son de ndole epistemolgica, entre ellos: (a) La concepcin de lo real social y sus implicaciones en la investigacin de particulares procesos sociales. Concepcin que comporta la relativa a las relaciones de interdependencia entre los distintos niveles de estructuracin de tales procesos, y, as, la exigencia de categoras de anlisis que posibiliten la construccin terica como puesta en evidencia de la red de determinaciones de los fenmenos construidos como objetos de conocimiento; (b) Los vnculos entre teora e investigacin de lo social, las orientaciones ideolgicas y la direccionalidad de las prcticas sociales en las que busca intervenir; (c) La concepcin del proceso de conocimiento de lo social, en la que se sitan cuestiones tales como: los modos de proceder a la delimitacin o "recorte" de los problemas - objetos de investigacin y su dependencia respecto de los modos de concebir la constitucin de los procesos especficos en el seno de la totalidad social de los que forman parte; las formas de concebir y efectuar procedimientos de anlisis y sntesis; la relacin teora - mtodos y, en su contexto, el alcance de las teoras que suelen ser aceptadas o rechazadas en la efectuacin de las prcticas investigativas. Desde la perspectiva instrumental, la enseanza se convierte en un manejo de fines y medios estandarizados; el aprendizaje se convierte en el consumo de paquetes preparados de porciones de informacin y partes de habilidades. El xito se manifiesta cuando los docentes y los estudiantes se desempean como se les ha dirigido. Con el xito del estudiante como objetivo el enfoque instrumental se concentra en herramientas, recursos, ambientes, tcnicas. Los docentes y los estudiantes como medios para aqul fin determinado. Los sistemas educativos se contemplan como un sistema de entrada y salida., donde ingresan recursos y materia prima por un extremo, y por el otro sale un producto terminado, un estudiante educado exitoso. Dentro de este sistema de entrada, los problemas educacionales se consideran bloqueos causados por conductas inadecuadas del docente, las insuficiencias del estudiante, o bien, el dficit de recursos. En cuanto a la crtica del uso de la racionalidad instrumental, Habermas (1971-1984) se basa en dos lneas de argumentacin. La primera critica del uso de la racionalidad instrumental, a pesar de sus limitaciones, como criterio para todas las formas de conocimiento. La racionalidad instrumental rechaza categricamente que los valores pueden determinarse racionalmente, aunque ella misma se basa en la presuposicin de valores de efectividad y eficiencia. El segundo argumento se concentra en la universalidad real de las relaciones similares a leyes reportadas. Habermas hace la distincin entre relaciones de causa efectos invariables que siempre sern verdaderas en todas las situaciones, y las relaciones causa efecto que existen debido a los factores y condiciones sociales que pueden cambiar Es as como en este paradigma la accin social consiste en: la realizacin de enunciados que se justifican desde el punto de vista objetivo, la actuacin eficiente y el aprendizaje de los errores pasados. El razonamiento instrumental, que niega que los valores puedan analizarse racionalmente dentro de su marco racional., no puede identificar qu valores deben o no, perseguirse. Fisher (1980), argumenta que el mejor curso de accin no es el curso ms eficiente y efectivo para alcanzar los fines deseados. El mejor curso de accin es el que est respaldado por las mejores razones. Esto es particularmente cierto en la educacin. Las decisiones en educacin son simplemente instrumentales; se realizan en medio de antecedentes de intereses polticos, profesionales y pblicos, donde podra no permitirse el curso de la accin ms eficiente.Otro aspecto necesario considerar en el contexto del uso de la perspectiva emprico-analtica en las investigaciones acometidas por nuestras universidades lo constituye el hecho que Tellez (1996) considera como el fatualismo y atomicismo de acuerdo con las reglas del cientificismo, que en esta corriente se estructuran de una particular manera: la de delimitar/configurar los campos de investigacin como entidades observables, susceptibles de ser traducidas en dimensiones controlables y medibles. De esta manera, el ajuste de prcticas investigativas a tales reglas impide que aquellas rebasen la capacidad de controlar y medir de acuerdo a los procedimientos e instrumentos metodolgicos que estn al alcance del investigador. Los criterios de cientificidad y su expresin en la exigencia de manipulabilidad de los "objetos" dan lugar a la necesidad de adecuarlos a los requerimientos del mtodo, ms estrictamente, a los requerimientos tecno-metodolgicos con los que aquel suele identificarse. Sobre la base de lo planteado cabe subrayar que, en y desde la epistemologa emprico - analtica, lo que se enuncia como objeto de investigacin, supuestamente "extrado de la realidad", es ya, de por si, un mtodo delimitado, "recortado", configurado a la medida de los requerimientos de cientificidad aceptados sin discusin. Los objetos enunciados incorporan su entendimiento tal y como tienen que ser: objetos con arreglo a dichos requerimientos y a los procedimientos tcnico - metodolgicos correspondientes. Los objetos de investigacin son susceptibles de ser tratados cientficamente s y slo s admiten su adecuacin a los cnones emprico-naturalistas de cientificidad: la observacin controlada, el cotejo controlado de hiptesis a los efectos de su verificacin emprica; cnones que aparecen y se asumen como supuestos sin discusin, pero que fundan la configuracin de los objetos en tanto objetos que permiten un "tratamiento cientfico"; es decir, que sean controlables, medibles. Es as como delimitados y/o configurados, los objetos de investigacin disuelven todo vnculo con su construccin terica y metdica, pues tal delimitacin y configuracin suelen darse como operaciones que nada tienen que ver con dicha construccin, lo cual tiene dos consecuencias fundamentales: (a) convertir estas operaciones en aplicacin experimental de hiptesis o teoras aceptadas como cientficas, sin discusin; (b) soslayar todo campo problemtico de investigacin que no responda a la condicin de ser "cientficamente tratable", en los trminos que ya hemos referido. Es con relacin al modo metodologista de delimitar/configurar los problemas de investigacin donde cabe situar el carcter factualista/objetivista y atomista de las tendencias tericas e investigativas en las que se despliega el paradigma emprico - analtico que las funda. El carcter factualista/ objetivista se estructura como efectuacin del supuesto segn el cual "la" ciencia se ocupa de particulares dados en tanto que observables; dados, bien en el momento de las observaciones fcticas o experimentales, bien en el momento del control/verificacin de hiptesis y teoras. En este supuesto arraiga el entendimiento del discurso cientfico-social como discurso que, referido a lo que es en cuanto observables, ha sido empricamente contrastado y comprobado, o es empricamente contrastable y comprobable. Y, con ello, la consideracin de dicho discurso como opuesto al discurso valorativo; oposicin en la que se sita la exigencia de excluir todo valor y todo juicio de valor. Al factualismo/objetivismo responde, tambin, el predominio de procedimientos analticos, consustancial al propsito que le es asignado a la investigacin social: el logro de conocimientos relativos a conexiones causales de orden funcional. Tal privilegio comporta la anulacin de la sntesis como reconstruccin terica de la complejidad constitutiva de los fenmenos sociales y, con ello, la restriccin de la actividad investigativa al estudio de "variables" y al establecimiento de relaciones de causalidad funcional entre ellas; variables que se definen sin vnculo alguno con categoras de anlisis y que ocupan el lugar de estas en el estudio de lo real social. De tal manera, el anlisis deviene atomismo, propio de una concepcin para la cual los objetos de investigacin no son slo objetos dados sino, ms estrictamente, dados atomsticamente, objetos en s, total y absolutamente descontextualizados respecto de las redes de relaciones sociales y a la generacin de un conocimiento globalizante de la situacin problemtica planteada En los lmites de tal concepcin, finaliza la autora, est presente en enfoques tericos y en prcticas investigativas, los hechos observables como "hechos en si" constituyen la realidad bsica y ltima de lo existente y de su conocimiento; de all que sean estos lmites los que, de manera simultnea, determinen el no lugar para las categoras de anlisis indisociables de la construccin terica dirigida a la evidenciacin de la red de determinaciones sociales que estructuran mbitos particulares de lo real social. EL PAPEL DOMINANTE DE LA TEORA EN EL PROCESO DE INVESTIGACINPara Castell (1981), la perspectiva empirista tradicional dentro de la cual la teora resulta de una interpretacin a partir del anlisis de datos coleccionados sin un bagaje intelectual, est fundada en la afirmacin de la neutralidad de los datos, sobre su existencia objetiva y no pidiendo ms que un proceso de puesta en relacin a fin de organizar la materia prima de esta realidad social directamente captada. Es normal que siendo la "teora" el resultado de una secuencia tcnica que va de los datos al anlisis lgico o estadstico, pueda estar fuera del proceso mismo y que la diversidad del cuadro terico no implique variaciones sustanciales de los procedimientos de investigacin. Ahora bien, es esta neutralidad terica de los datos la que es enteramente puesta en juicio a medida que se profundiza en la investigacin metodolgica. Un primer nivel de critica, analiza el autor, podra ser que la recopilacin de datos descansa siempre sobre la previa clasificacin de estos datos, ya sea conforme a las categoras ad hoc segn los propsitos de la investigacin, o bien a los trminos de la prctica administrativa, o ms generalmente del lenguaje corriente. Sin una reelaboracin terica se hace imposible controlar los efectos de los datos codificados a partir de los resultados de la investigacin Surge el planteamiento del empirismo lgico que no hay en la ciencia demostracin de la verdad de una proposicin, sino de su no falsedad, de la no contradiccin entre proposicin terica y experiencia actual realizada. Si esto es as, est claro que la inferencia causal en sociologa no puede partir de hechos sino ir hacia ellos, poniendo a prueba una cierta hiptesis y en consecuencia un contenido terico determinado, siguiendo la lgica de los test estadsticos. El argumento decisivo es, sin embargo el que toca la lgica misma del anlisis causal. Toda relacin a establecer en un sistema de variables se apoya sobre la hiptesis, es decir, la distribucin al azar de los efectos de las variables no estudiadas en las variables tomadas en consideracin y sus relaciones. Esta autonoma de un sistema de relaciones empricamente establecido es arbitraria, a menos que esta delimitacin est tericamente justificada, es decir, que la eleccin de las variables internas al sistema observado y las hiptesis relativas a las variables externas al sistema implican necesariamente una teora sustantiva que da un sentido a las operaciones efectuadas. En este orden de ideas Tellez (1996) acota que no es que se pretende afirmar que stos sean los nicos problemas susceptibles de ser considerados; sin embargo, dentro del campo de los posibles problemas no deben ser eludidos en tantas cuestiones epistemolgicas actuantes en las tenencias tericas e investigativas en torno a lo social. Acotar los trminos en que dichos problemas son planteados en y desde las opciones epistemolgicas en debate, permite advertir el alcance de las divergencias o convergencias entre dichas tendencias. Al respecto es necesario considerar: (a) el estado actual de la teora e investigacin social, caracterizado por una profunda crisis de fundamentacin tiene, entre sus fuentes primordiales, la adopcin acrtica y la presencia hegemnica de la epistemologa emprico - analtica, una opcin que en su despliegue efectivo como epistemologa fundantes de teoras y prcticas investigativas no slo fijo prescripciones relativas al "autntico conocimiento cientfico" sino tambin, en ellas y con ellas, determinadas proscripciones. En efecto, teoras e investigaciones realizadas bajo la ntima conviccin de que la ciencia consiste en la adquisicin y ampliacin de conocimientos autofundados, autoconfirmados, se prohiben interrogar sus criterios de fundamentacin - los que fundan su estatuto epistemolgico -, su inscripcin histrico social, sus implicaciones tico - polticas; se prohiben, para decirlo con las palabras de Edgar Morin, "pensar los pensamientos", "teorizar las teoras", "concebir los conceptos". Por ello, sigue siendo necesaria la tarea dirigida a evidenciar los lmites que tal posicin epistemolgica ha impuesto al conocimiento de los social, a esta tarea intenta contribuir nuestra reflexin.

EL ENFOQUE FENOMENOLGICO COMO UN PARADIGMA EN EL CONTEXTO INVESTIGATIVOUn aspecto a considerar en esta discusin relativa a la investigacin, es el surgimiento de algunas "nuevas" problemticas es la aparicin en nuestro contexto educacional de la fenomenologa lo que se observa cuando se analizan distintos autores surge la necesidad de emprender nuevos derroteros epistemolgicos, es decir, existen algunos elementos que necesitan ser revisados, a pesar que para algunos autores la fenomenologa es un pensamiento de comienzos de siglo, incluso muchos de sus elementos pueden estar dentro de la filosofa de los griegos. La emergencia de la fenomenologa es de data reciente, la dcada de los '60 y esta emergencia de un pensamiento fenomenolgico ha sido contextualizada en los siguientes trminos: en primer trmino el surgimiento de algunas nuevas problemticas -la famosa crisis de los nuevos paradigmas-. Ese primer teln de fondo sobre el cual podemos colocar la emergencia de este pensamiento se basa ante las carencias de los paradigmas dominantes, tanto en filosofa como en las ciencias sociales en general. stas tenan que ver ms con posiciones sistmicas o sistemolgicas, en las cuales la problemtica an en el pensamiento ms fuerte de corte estructural existe un tratamiento hacia los actores. El problema del auge de la fenomenologa se encuadra, como acotamos dentro de esa crisis de los paradigmas, aquellos enfoques de corte sistmico en los que el sujeto no estaba presente es reinvindicado por investigaciones de corte fenomenolgico en donde el sujeto parece recibir ms atencin como parte integradora del medio a investigar. Una segunda posicin es que las corrientes interpretativas aparecen por primera vez como una circunstancia investigable, son enfoques que privilegian al sistema social a las estructuras en donde el ngulo hermenutico o fenomenolgico se sita desde la perspectiva del autor. En sus inicios estas corrientes fueron acusadas de idealistas, metafsicas e individualistas no se reconocan la verdadera importancia que tena estos enfoques como una perspectiva diferente. Un tercer elemento es que parece estar claro es cmo ciertas orientaciones postmodernas que cancelan la historicidad de la praxis humana, tales como la "muerte del sujeto", la "muerte de la historia" y de las grandes concepciones, de los grandes metarrelatos de Lyotard. Todo esto hace pensar que otra vez el actor aparezca en un primer plano del contexto investigativo. El contexto investigativo fenomenolgico tiene un asidero importante como elemento contextualizante en las demandas del pensamiento social por una crisis general de la accin social que situ de manera correcta los problemas de la vida cotidiana y los nuevos procesos de estructuracin social, es decir, un enfoque que vaya ms all de los actores. Una teora general de la accin en donde los actores aparezcan histricamente constituidos, no como un dato, sino que la necesidad de la vida cotidiana sea repensada fuera de un esquema alienante, como una posibilidad de emancipacin a travs de esa vida cotidiana. Es decir, que lo cotidiano por necesidad est condenado a legitimar el orden social; por lo vivido: la experiencia vivida termina siendo no ms que vivir en el sistema, dentro de la lgica del propio sistema. Esa concepcin de la vida cotidiana tiene que ser vista desde otra perspectiva y ello implica una teora ms amplia de la accin social.

ALGUNOS PROBLEMAS QUE SURGEN DE LA CONTEXTUALIZACIN DE LA FENOMENLOGAEl primer problema es la accin social y los actores sociales. Debe entenderse la sociedad, la actividad y el comportamiento de los hombres en sociedad que sigue una lnea de accin. Pero sta no es la nica forma de actuacin, entendida a travs de la praxis. Se pens que la praxis era nada ms aquella que tena un sentido histrico o que tena un sentido transformador. Cuando se habla de conductas o de comportamientos repetidos o reiterados se sale de la esfera de la praxis. Es decir la praxis entendida como un contenido mesinico con un criterio historicista que con un contenido de lo cotidiano; lo cual llev necesariamente a reflexionar sobre la praxis. Otro problema que surge, es de cmo entender a los actores Cmo separar a los actores, de individuos de personas, del sujeto? Cuando nos referimos a conjuntos sociales; es decir, los trabajadores como actores sociales del proceso de produccin en una sociedad determinada valdra la pena preguntarse Qu carcter tiene el actor? Cmo es su papel frente a la sociedad? Qu papel cumple en una determinada coyuntura social? El actor debe tener una competencia para actuar socialmente y adems deber tener flexibilidad para actuar, o como traducen las teoras neoliberales que sea racionalmente capaz de actuar en la lgica de sus propios fines y que busque los medios que le sean competentes para lograrlos. El actor se dimensiona o se sobredimensiona en funcin de as situaciones y contextos que le tocan vivir. Es necesario reflexionar sobre si el acto y accin es lo mismo es decir, si la accin no puede generarnos actos que no estaban previstos por ejemplo: lo que uno llama efectos perversos. Hay tod