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     _   . . . • • .- ._ - -EL INSTITUTO DE DESARROLLO ECONOMICO y SOCIAL es una Institución dedicadaa promover el análisis y estudio objetivo de la problemática de América t.atina entodos sus aspectos: económico. social, histórico   y   polltica. Especialistas en estost"mas, profesores, universitarios, profesionales y estudiantes del pats como tam-bién técnicos de todo el mundo, y en especial de América Latina, se han vinculadoa nuestra Institución, colaborando en actividades regulares como conferencias,'debates. mesas redondas, Información especializada, etcétera. Además, trimes-tralmente publica DESARROLLO ECONOMICO -Revista de Ciencias Sociales-.En el seno del Instituto se forman grupos de trabajo en tomo del análisis d9diversos temas dentro de las disciplinas seftaladas.

    1

    ¡ D e s a r r o l l o   E c o n ó m i c tRevista de   Ciencias. Socialel

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    Revista de Ciencias Sociales

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    Director: Torcuato S. DI Tella

    Julio Berllnskl

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    Jorge Roulet

    Critica de Ubros (coordinadores):Enrique Amadasl, Eugenio Kvaternlk,

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    Seco de RedacelOn: Getulio Stelnbach

    Los trabajos, colaboraciones, etc., deben•remitirse a: Sr. Director de Desarrollo Eco-nómico. Instituto de Desarrollo Económico

    y Social. GQemes 3950 (Tel. 71,6197),Buenos Aires, Argentina.

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    Secretario: Juan Sourroullle

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     Adolfo CanltrotOsear Comblit

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     Aldo Ferrer 

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    Marcos Kaplan

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     Alberto Petrecolla

    Jorge F. Sábato

    Javier Villa nueva

    3 Jorge G. Fador  y   Arturo A. O'Connell;

    ,La Argentina y la economia atlántica en la  Jmera mitad del siglo XX.   I

    67 Simón Schwarlzman

    E':l~res~rios y politica en el proceso de indutnahzacrón. Argentina, Brasil, Australia.

    91 Rafael Braun

    Reflexión poiltica y pasión humana en el reailsmde Maquiavelo.

    113 Amilcar Herrera

    Los determinantes sociales de la poJltica cief t!fica en América rLatina.   I

    135 Federico HerscheJ   I

    ~roblemas de polltica tributaria en América .LatIRa: Análisis critico de la Tercera ConferencioInteramericana sobre Tributación.   1

    P.ROOlJCTO E INGRESO

    169 Richard Stone

    Un sistema de matrices sociales.

     Argentina América latina   y  AfrlcaV1aa6rea Comlln•

    D e s a r r o l l o E c o n ó m i c oRnllla   de Ciencias Sociales

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    NOTAS Y COMENTARIOS

    199 'Andre Gunder Frank

    .La dependencia ha muerto. Viva la dependenciay la lucha de clases (Una respuesta a críticos)l

    221 Peter Snow   ¡

    ~a base d~ clase de los partidos pqilticos argen.:tIRos. Critrca de una critica. I

     ABRll.JUNIO DE 1973

    Para suscripciones, pedidos. corres.pondencia, Informaciones, etcétera,dirigirse a:

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    CRITICA DE .liBROS

    227 Proyecto nacional. Razón y diseno. Angel MontiE,d.lPaidós, es. As" 1972 (Ricardo Murtagh). .

    230   ~pulismo.   Sus significados y caracterfsticas na-cionales. Ghita lonescu y 'Ernest Gellner (comp.).

     Amor ror tu Ed., Bs. As., 1970 (Torc uato S DiTella). .

    233   El prfncipe moderno y la voluntad nacional-popu,lar. Antonio Gramsci. IEd. f l 'uentealsina Bs As1972 (Mario Krieger). ' . .•

    2 36 L as   lu~hascampesinas del siglo XX. Eric R. Wolf.

    Ed. Siglo XXI,   ~éxico   1 9 72 ( Ed u ar d o P A r  ehettl). . ' . •

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    LA ARGENTINA Y LA ECONOMIA ATLANTICAEN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO  XX'

    JORGE G. FODOR y .ARTIJROA. OlCONNEu.

    A. El esquema de las relaciones económicas internacionalesde la Argentina

    1. EL TRIÁNGULOARGENTINA-GRAN BRETA~A-EsTADOS UNIDOS

    La Argentina ocupaba una posición extremadamente peculiar,casi. podrlamos decir única para una república latinoamericana,en el mapa de la economlamundial durante la primera mitad delsiglo xx. Es esta posición caracteristica la que describiremos acontinuación.

    a)   EltrW.ngulo comercial

    Gran Bretaña y en menor medida ciertas naciones de Europacontinental han proporcionado a partir de la segunda mitad delsiglo  X IX   un inmenso mercado para productos alimenticios al res-to del mundo, asl como los medios para transportarlos desde tie-rras lejanas. Esta, por supuesto, fue la fuerza impulsora detrásde la extraordinaria expansión, de fines del siglo pasado y prin-cipios del presente, de las actividades agrlcolas y ganaderas dezona templada de la Argentina, asl comotambién de las de Amé-rica del Norte y Oceania. Gran Bretaña, en particular, se convir-tió en el mayor mercado mundial de productos alimenticios. Por'lo tanto, no resulta sorprendente que desde principios de este siglo,al originarse en la Argentina un significativo exce(lenteexportablede carne y cereales, Gran Bretaña se constituyera en su principaLcliente, posición que conservarla durante todo el periodo quenos ocupa.

    Los Estados Unidos, por otra parte, se convirtieron en im- portantes exportad~res de manufacturas a cOlllienzosdel siglo xx.

    o 'Este .trabajo fue presentado en   lC1   Congreso organizado en 1'9702por la

    Socicty for Latin American Studies, de la Universidad de Sussex.

    .   . .

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    4JORGE FODOR   y   ARTURO O'CONNELL   LA AllCENTINA   y   LA EOON'OMIA ATLANTICA   5

    Su producción era de un tipo particularmente adecuado para elmercado argentino. En primer lugar, debido a las similitudes geo-gráficas y económicas entre el oeste medio norteamericano y la

     pampa. En segundo lugar, debido a que los Estados Unidos hablanlogrado una ventaja inicial en la producción de maquinaria parael reemplazo de mano de obra, asl como de bienes de consumoo()pulentomasivo que hallaban un mercado propicio en una Argen-tina cada vez más próspera   1.   Naturalmente, entonces, los Esta--dos Unidos crearon serias brechas en el dominio británico del-comerciode importación del pals. La consecuencia de este cambioen el origen de las importaciones fue una dilución del nexo casi

     bilateral que ligaba a la Argentina con Gran Bretaña en los años previos a la !Primera Guerra Mundial.

    Los Estados Unidos, sin embargo, continuaron siendo simul-táneamente productores importantes de los mismos rubros de laagricultura que constitulan la casi totalidad de las exportaciones.argentinas. Como consecuencia, las exportaciones de la Argentinaa los Estados Unidos no se incrementaron en la misma medidaque sus importaciones desde ese pals.

    El nexo Gran Bretaña-Argentina no fue reemplazado, por lotanto, por un nuevo bilateralismo Estados Unidos-Argentina sino por un triángulo comercial entre los tres paises.

    Además, a lo largo de este triángulo las corrientes comercia-les tendieron a adquirir un sentido netamente unidireccional. Visto,desde el ángulo argentino, a lo largo de un lado los productos sediriglan predominantemente hacia Gran Bretaña, mientras que:a lo largo del otro se diriglan desde los Estados Unidos hacia laArgentina. En el caso de ambos lados, las corrientes de sentidoinverso eran de una magnitud mucho menor~.

    Más aún, no era posible la transformación de las corrientes:unidireccionales en corrientes en ambos sentidos para ninguno de:

    los dos lados argentinos del triángulo; a la largo del lado Argen-tina-Estados Unidos debido a la resistencia norteamericana enaceptar productos argentinos competitivos con su propia produc-ción, y a lo largo del lado Gran Bretaña-Argentina debido al fra-caso de la industria británica en satisfacer las nuevas demandasdel mercado argentino   8.

    También a lo largo del lado Estados Unidos-Gran Bretañadel triángulo el comercio era fuerte y crecientemente unidireccio-nal. Los Estados Unidos no solamente hablan desarrollado un nue-vo comercio de exportación de manufacturas sino que además con-

    servaron en gran medida su mercado de productos primarios enEuropa. En efecto, en el perlado de entreguerra los Estados Unidosvendieron a Gran Bretaña tres veces más que lo quele compraron'.

    El triángulo Argentina-Gran Bretaña-Estados Unidos, por lo tanto, no implicaba una equilibrada compensación trilateral.Al contrario, la Argentina, al vender a Gran Bretaña   y   comprar

    en Estados Unidos, agravaba a través del Atlántico Sur la situa-ción que prevalecia a través del Atlántico Norte, es decir, la ten-dencia de Gran Bretaña a tener un déficit comercial -y muy

    importante- con los Estados Unidos '.

     b)   El triángulo   1tOIlIiero

    Un comercio unilateral como el de la Argentina ,implica, por supuesto, embarques en un solo sentido. Y, como en el caso de lossaldos comerciales, no exisUa ninguna compensación triangular obvia para estos embarques, dado que los envlos se efectuaban

    s   A pesar de las aparentes semejanzas Uruguay -justo en la otra margendel Rlo de la Plata- estaba en una posición muy diferente. Si bien la ca.rnelepermitió entrar en el mercado británico, los Estados Unidos constitufan ~ mer-cado mAsimportante para la Banda Oriental debido a la continuación de la Impor-tancia de la lana entre sus exportaciones. La posición ele los países productores

    .tropicales era, también, algo menos inflexible. Aunque sus exportaciones se dirigian

    esencialmente a los Estados Unidos, tenían además un mercado considerable enGran Bretaña.

    • !bid., pág.   1 1 1 .

    5   Los paises de producción tropical, en cambio, debido a. su saldo comer-cial positivo con los Estados Unidos, fueron de gran ayuda para Gran Bretañaen la solución de su .escasez de dólares. La posici6n de la Argentina en la eco-nomia mundial constituye un ejemplo extremo de 10 que fuera cierto para el con-

     junto de los "países de reciente colonizaci6n" -según la terminología de FolkeHilgerdt- y, en particular, bastante similar a la de Canadá en el Atlántico Norte.!bid., pág', 76.83.

    1 Véase R. V~ON.   "1ntemational Investment and Intemational Trade in theProduct Cycle", en   Quarterly Joumal   of   Econornlc8.   febrero de   : ] '9 8 T .   Se encontra-rá en este articulo una consideración cuidadosa del argumento de la ventaja cOm-

    parativa de que gaza el país más rico a medida. que otros paises prosperan.

    l a .   La Argentinano fue, de ninguna manera..el único entre los países produc-

    tores primarios que desarroll6 un importante comercio exterior a tres puntas. I.m-exportadoresde productos tropicales -en Sudamérica. por ejemplo Brasil- fuerontambién socios de una ralaclón triangularcon los Estados Unidos y Gran Bretafia.Pero en su caso la dirección del flujo comercial fue precisamente la opuesta, Elprincipal mercado"de productos tropicales estapa en los Estados Unidos, pese a

    que muchos de los paises en cuesti6n eran políticamente dependientes de Gran'Bretañay de otras potencias europeas. Y, por otra parte, Gro.nBretaña poseyó, ccmrespecto a ellos, un excedente czportable bastantlegrande: En LEACUEOF NAndNs

    The NetWOl'k uf World Trade,   Ginebm, !942, ,e.halliu1l un anAlisisgeneral de I~

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    6   JORGE FODOR   y ARnmO   O'CONNELL   LA ARGENTINA Y LA   ECON'OMlA ATLANTICA  7

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     predominantemente hacia Gran Bretaña tanto en el caso de losEstados Unidos como en el de la Argentina   0.

    La disponibilidad de carga de retorno es, naturalmente, un fac-tor de importancia en la determinación delnivel de los fletes. Comoresultado de la unilateralidad de los embarques -y de la ausen-cia de una compensación triangular-, los exportadores nórtea-mericanos se encontraban, entonces, en desventaja frente a losexportadores británicos. La unilateralidad del comercio se viomoderada, por lo tanto, por sus consecuencias sobre los fletesmaritimos; al menos, a lo largo de uno de los lados del triángulo   7.1

    Una excepción de lo antedicho tuvo lugar durante ambasguerras mundiales. A la falta de capacidad de abastecimiento seagregó en esos periodos una combinación de escasez de buquesy de amenaza proveniente de la presencia de submarinos, situaciónque colocaba en desventaja a los paises del continente europeo   Y

    a Gran Bretaña.

    Sin embargo, el transporte maritimo hacia y desde la Argen-tina contribuia de otra manera, mucho más decisiva, a compensar el déficit comercial de Gran Bretaña a través del Atlántico. A

    G   En el Atlántico Sur, sin embargo, la unilateralidad inversa del comercio del

    Brasil -que por sí mismo implicaba una pauta coherente de embarques entre tres

     puntos dotada de un solo sentido-- contribuy6 en parte a compensar el incom- patible lrié.ngulonaviero de la Argentina. Por ejemplo, los barcos que regresaban .

    a los Estados Unidos'desde el Río de la PInta, en principio sin carga, podian ir en lastre hasta Santos, para allí recoger la abundante carga disponible para ese

    destino. Véase UNITEDSTATES, HeusE OF REPRESENTATlVES, Repon   on  Trate   Con-

    diHon3  in Argentina, Paraguay and Uruguay.   :Wáshington,r 1906, págs.   20-33,   con-

    feccionado por '"L.   HUTCl-DSóN.7  Esto se vio acentuado por el hecho de que el volumen de las exportaciones

    argentinas -casi todas muy voluminosas- excedía en mucho el de las importa-ciones; los promedios anuales pam el quinquenio 19Z5-1~ fueron: exportaciones

    .1'5,0   millones de toneladas, e importaciones   1"1,6 '   millones (~éase REPúBUCA

    ARG~A, DIRBCCl~ NACIONAL   DEESTADfsnCASy CENsos, Anuario de   Comercio

     Exterior 1940,   Buenos Aires, 19411). Como consecuencia, las cargas de Europa

    destinadas al Rfo de la Plata eran tratadas casi como lastre. Por ejemplo, en 1924,mientras que por el transporte de una tonelada de trigo entre Europa y el Rio

    de la Plata se pagaba   'f25   chelines, la hulla era transportada a una tasa de sólo.13 chelines la tonelada para el viaje de retorno (véase   The Times,   4 de agosto

    de 1925).La baratura de las tasas aplicadas a los cargamentos desde Europa al Río

    de lo. Plata no sólo colocaba a los exportadores norteamericanos en posición des-

    ventajosa sino que hacia las cosas muy difíciles para los productores argentinos

    de bienes competitivos; éste era por ejemplo el caso del combustible producidointernamente, nente al carbón importado, predominantemente de South Wales.Adem6.s,las altas tasas internas de transporte por ferrocarril determinaban que

    .el productor británico estuviese más cerca del mercado de Buenos Aires que el

     productor argentino no pampeano.

    I

    . i

    saber, gran parte de esa actividad estaba en manos de compañias británicas, cuyas ganancias -deducidos los gastos en puertos ex-tranjero5- podian contraponerse al exceso de importaciones de

    Gran Bretaña o.

    cl   El 'triá-ngulo de las transacciones de ca,pital

     No sólo el comercio y los embarques se habian vuelto .trian-guiares. Asi como la superioridad industrial de los Estados Uni.dos habia destruido el comercio de tipo casi bilateral entre GranBretaña y la Argentina, su consiguiente superioridad en las ex-

     portaciones de capital destruyó el carácter cerrado de las corrientesanglo-argentinas de capitales y servicios financieros. Una cosava unida a la otra y, en realidad, se podria decir que fueron lasdiferencias en la capacidad de exportar capitales las que condu-

     jeron a los diferentes resultados de las exportaciones.Ya antes de la Primera Guerra Mundial los Estados Unidos

    se habían convertido en inversores en la Argentina y, de acuerdocon su nuevo papel mundial, llegaron a ser el principal iliversor después de la guerra. El mercado de capital de Londres, en cam-

     bio, quedó casi completamente agotado como consecuencia de los

     problemas de balanza de pagos de Gran Bretaña". . No obstante, las tenencias de capital británico en la Argen-

    tina siguieron siendo importantes hasta fines de la Segunqa Gue-rra Mundial   10•  Estas tenencias, combinadas con las de  otras   na-ciones, generaron una importante corriente de intereses, benefi-ciosy amortizaciones ". En realidad, para la Argentina la corrien-

    8   Un cllculo detallado, para 11.924',demostró que sólo sobre el transporte de

    carga los barcos británicos ganaron -en términos netos- casi 15 millones de libras

    con el comercio argentino. La significación de esta cifra puede apreciarse mejor si se la conhonta oon el total de las ventas británicas de rncrcaderia!a la Argentina,

    que alcanzó los iZ4' millones de libras para ese mismo año.   !bíd.D   De las inversiones extranjeras en la Argentina m6.s del 80 por ciento eran

    de origen brlt6.nicoen  J1900,   pero en 1949 solamente representaron el  ! J .9  por ciento.

    A lo largo del mismo período la participaci6n de los Estados Unidos babia crecido

    desde cero a   lm   2S por ciento (véase CEPAL,   El desa1Tollo econ6mico de la Argentina,   E/eN. 12/4I29/Add. 4, Apéndice Estadistico,' cuodro !l, pág. 2S8) .

    Durante la década del 20, de gran importancia para la exportación de capital,

    de un flujo calculado de   J.OW   núllones de pesos oro, sólo ~ millones fueron

    de origen británico. mientras que los 750 restantes provinieron de Jos EstadosUnidos (véase V. L. ,PHEt.Ps,The intematlonal economía pasitian of Argentina,

    Londres, 1938¡ cuodro XXVII, pág. 190).10  Representaba aún en esa época más de la mitad del total de las inver-

    siones extranjeras (véase CEPAL, ob. cit.. loe. cit.)..11 "Antes de promediar el siglo XIXninguna nación mantenla con otra extran-

     jera deudas de un monto considerable, salvo tributos tales como los que fueron

    exigidos bajo la compulsión de una real ocupación por la fuerza y, en alguna .~

    (

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    £.   .'.,-', ,"o '

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    u"Se dice, por supuesto. que el comercio sigue a la bandera, pero~nosotrosencontramos que actualmente el comercio sigue a las talegas., .•••baron d'Em..w-CER   (duefio de La Forestal), frase reproducida en el   Joumal al the RoyallnstUutoot   IntematlofuJl   Affaí1SJ   Londres, marzo de   '1930.

    16  En este como en otros casos hemos obviado subrayar las limitaciones delas cifras empleadas. por ser éstas bien conocidas. Resulta dudoso no obstante quesu inexactitud pueda distorsionar el cuadro global.

    En el mismo perlodo :1921'-1930.cuando el "desfavorable balance comercial"de Inglaterra con la Argentina alcanzó uno de sus picos. los servicios financieros

    representaron más del 15 por ciento de ese dcsequUibrio. La entrada de nuevOcapital btib\nico redujo. sin embargo.   ]a   proporción del déficit cubiertIÍ por lastransacciones de capital (ibíd.). . "

    18 En el período ,19Z1~1930.alrededor de la mitad del excedenbe dcl inter-cambio comercial fue cubierto por exportaciones netas de capital (ibld.).

    17  "Las relaciones comerciales entre los grupos [de paises] están regidas principalmente por la transferencia de pagos por servicios de deudas y d~videndosdesde los trópicos y las regiones de reciente colonizacióndel cinturón de clima tem. pIado... hacia los países europeos acreedores., ,"   (LEACUE OF NATIONS,   ob. cit.• pág, 77').   Y •••..   l~ exportaciones de capital de los Estados Unidos duranbelos diez años que siguieron a la guerra (la Primera Cuerra Mundial) reforzaronel sistema de comercio multilateral. encubriendo. quizás. los desajustes que hablanrurgido" (ibld., p~g. 81). .

    i

    LA ARGENTINA Y LA ECON'OM1A ATLANTICA   ,9 j~ Jcorrientes en el triángulo comercíal; es decir, las eXPOrtáCiOne~'!:"Jde capital determinaban las exportaciones de manufacturas ,(' :Empero, retroactivamente.   BU B   movimientos compensaron hastacierto punto la dirección opuesta del comercio.

    Más específicamente, en el caso de Gran Bretaña las corrien.tes de capital provenientes de la Argentina le permitieron saldar 

    gran parte de su "balanza comercial desfavorable" -reiterada-mente mencionada por los intereses británicos en la Argentina,-con ese país"'. En el caso de los Estados Unidos, la corriente netade capital hacia la Argentina representó -por otra parte- unaporte para compensar   BU  excedente comercial   16•

    Tanto en el caso de los Estados Unidos como en el de GranBretaña, la relación inversa establecida entre el triángulo comer-cial y el triángulo financiero argentino estaba bastante de acuerdocon el sistema mundial de transacciones económicas, Este puede

     básicamente interpretarse como un sistema para la transferenciadel. excedente a las naciones exportadoras de capitaL En' él, losEstados Unidos, exportadores llinmaduros" de capital, estabanaún jugando un papel fundamentalmente compensatorío, al gene.rar una salida neta de capital  P,   ¡

    Para sintetizar, la Argentina, como un elemento de la :red detransacciones económicas internacionales, estaba ubicada' en elAtlántico, entre los Estados Unidos y Gran Bretaña, más bíenque en el continente sudamericano. ~

    JORGE FODOR.Y ARTURO O'CONNELL

    época, como los que fueron exigidos por pnncipes ausentistas bajo el régimen delfeudalismo. Es verdad que la necesidad del capitalismo europeo de hallar unasalida en el Nuevo Mundo ha conducido durante los últimos cincuenta años. yaún hoy en una escala relativamente modesta, a países tales como la Argentina,a   deber   una   suma anual a   un   pals europeo como es   InglatCfTo"   (J.   M.   KEnms,The Económic Consequences of the PeaceJ  Londres, 1919. pllg. 263; el subrayadoes nuestro).

    Kieynescontinúa sugiriendo que "su carga sobre los paises que debian pagar no ha sido hasta ahora opresiva" (ibid.• pág. 263), Pero resulta dificü aceptar laopinión de KeYoeSal respecto. Las remesas financieras representaron. en 1914y en 119'29.   el 34 y el ~ por ciento. respectivamente. de los ingresos de divisasde la Argentina. En 1933j bajo el impacto de la Gran Depresión. esta proporciónse elevó hasta.el 38 por ciento (CEPAL. ob, cit.. Apéndice &tadistico. cuadro 18, pág, 293). Más aún. en el quinquenio relativamente favorable de 1925--1929,lasalida neta de capital representó alrededor 'del S por ciento del ingreso nacional(ibid" tomo l. cuadro   2 1 4 ')   y el servicio de la deuda externa pública absorbió

    del   115  al 20 por ciento de los ingresos fiscales (PHJn.ps~00,   cit.. cuadro XIX. p~g. lQ9).1~Es ampliamente reconocido que luego de la Gran Depresión   Y .   particular-

    mente. durante la Segunda Guerra Mundial se dio un retiro del capital invertidoen los países productores primarios, Pero resulta interesante señalar que ya antesde la Cran Depresión -y aun' antes de la Primera Guerra Mundial- la tan alar-deada "contribución del capital extranjero" fue, hablando OOnprecisión aritmética,totalmente negativa. En efecto. la salida acumulada neta de capital de la Argen-tina en el período   19OQ.JlQ29   fue de alrededor de 4.500 millo\lcs de dólares (a precios en dólares de 1950). CEPAL. ob. cito. tomo  J .,  cuadros 16' y 24, .

    13  En el periodo .19'21-1930hubo una entrada neta de capital estadounidensede   iS 2 9   millones de pesos oro, mient::rasque se registró una salida neta baciaLondres de 74'6 millonesde pesos oro. (Pm:x..Ps.ob. cit., cuadro'XXVII. pág. 190).

    d)   El funcionamiento del sistema triangular 

    Este otro triángulo -el de las transacciones de capítal- fue,desde cierto punto de vista, la razón de la unilateralidad de las

    e serVICIOSfinancieros   hacia el exterior    era   mucho   mayor u a de' capital recibido !lesde el exterior, Es posible que lasmpresas extranjeras hayan contribuido en diversas formas alesarrollo de la Argentina   pero,   por cierto, no co:ntribuyeron con

    u 010 centavo de capital durante la primera mitad del siglo'f:Este fue, más precisamente, el caso de Gran Bretaña durante

    la década relativamente normal del veinte. En ese período, la con.ribución neta de capital de los Estados Unídos fue positiva, De

    mánera que míentras nuevos capitales se desplazaban desde. tieva York a Buenos Aíres -y a Londres-, los servícios finan.

    .:tifron se dirigían predomínantemente de Buenos Aires a Gran.? ' Bretaña. Esas corrientes unidireccionales constituían el trián-

    .'!t  gulo de transaccíones de capítal Argentina-Gran Bretaña.Estados-~~:'-Unidos:13• •..:,,;.

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    a)   La "relación espC

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    12, JORGE FODOR Y ARTURO O'CONNELL   LA ARCENTINA   y   LA ECONOMJA ATLANTICA   13

    Los frigoríficos, a su vez, reforzaron indirectamente el altogrado de concentración de la producción en este ramo de la acti-vidad económica, ya implicito en el alto grado de concentraciónde:la propiedad de la tierra, Su politica era no acudir a las feriasy mercados de concentración sino comprar directamente en estan-ciás a los productores que tuviesen ganado en la cantidad y gradode' refinamiento adecuados para asegurar un abastecimiento re-gular de novillos de alta calidad para ser exportados como carne

    enfriada   22:.Los productores más grandes y técnicamente más progresis-

    tas se especializaron, por   ]0   tanto, en esta parte del ramo, que procuraba para su ganado precios más altos que Jos de mercadoabierto. De este modo estos productores entraban en una lucrativasociedad con los frigorificos. Pero, al mismo tiempo, se compro-metian irreversiblemente con estos últimos y con un producto que,debido a su precio y a su gusto, tenia mercado sólo en GranBretaña"'.

    La sociedad invemador-frigorifico no estaba, además, des- provista de conflictos, El "pool" no sólono redundaba en un amor-tiguamiento de las inestabilidades del mercado sino que su fun-cionamiento permitia preservar las ganancias de los frigorificos,trasladando a los productores cualquier caída de los precios".¡Para defenderse de la forma de operar de este sistema los pro-ductores trataron de superar su debilidad a través de la accióngubernamental. Fue en vano; las leyes no se aplicaban y los re-glamentos eran burlados. No cabían dudas sobre cuál 'era el socio

     principal en el comercio de exportació;' de carne oo.

    22 Se ha estimado que en 1191:4entre el 50 y el 60 por ciento de la tierra,y el 96 por ciento de la producción de ganado correspondía a haciendas de más

    de   i):.()(X)   hectAreas.Para épocas posteriores se ha sostenido que 750 criadores -so-

    bre un total de más de   6.000-   controlaban el 00: por ciento de los terneros decalidad. Véase   Edición Rural,   6 de febrero de 1939, citado por P.   H. SMITBJ en

     PolUics and beef In Argentina,   Nueva York y Londres, 1969, pllgs. 4547.a3 ••••.   hemos adaptado nuestro ganado a los gustos del consumidor de Gran

    Bretaña". Ingeniero Lms   Dt1RAu,   presidente de la Sociedad Rural Argentina, di-

    rigiéndose a la Cámara de Comercio Británica en noviembre de J92.7, Buenos Air es Hc rald J    10 de noviembre de lQZ7.

    : :2>i  Véase   UNn'ED   : I (mCOOM ,   BoARD   OF   TRADF..   Repon of   the Jajnt Committeeoj ~nqufry   inta the,Anglo-Argentine Meat Tf'ooe,  Londres, 1938. particularmentepágs. 56 y 63, donde se hallaré.materlal para elaborar este punto.

    1   2:6   Sirve de prueba el destino de la ley contra los trust de 1919, la ley deprecios ml.nimosde 1923 e inclusive la ley de carnes de 1933. Si se tiene interésen un análisis de estos y otros episodios de la poHtica de la industria de la carnevéase   SMITH,   ob. cit.

    La alianza invemador-mgorlfico fue también desafiada por los otros produc-tores de ganado. Estos últimos exigían un sistema de clasificación  qu~pusiera

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    Pero aparte de estas luchas internas por la. división de lasganancias derivadas del comercio de la carne, ambas partes dela industria -los frigorificos y los productores de ganado- com-

     partían un interés común supremo: la preservación del mercado británico, del cual dependía toda su prosperidad.

    La Argentina en su conjunto dependía sólo en una mínima parte de los mercados británicos de carne enfriada. Constituyeun tributo de formidable poder polltico de la cIase terrateniente

    que la dependencia de éstos del mercado de carnes británico fueseinterpretada por gobiernos sucesivos, de tendencias asaz diferen-tes, como la dependencia de la Nación Argentina de la suerteeconómica de Gran Bretañá. Y, asimismo, que mucho después dehaber dejado de ser un camino para la expansión del país, elcomercio de carne enfriada hubiese sido identificado con el interésnacional ~.

    La dependencia de la Argentina con respecto a Gran Bretañaera, por lo tanto, principalmente la dependencia de los grandes

     productores de ganado del mercado de carnes británico.¿  Qué grupos sociales británicos fueron afectados por su de-

     pendencia del abastecimiento de carne argentina? La carne en-friada, por su baratura, se había convertido en un articulo habitual

    en la dieta de la clase trabajadora británica. Elevaba su nivel devida y al mismo tiempo contribuía a contener las presiones sala-riales que podrían haber agravado la competitividad del capita-lismo británico. Se podía esperar, por 'consiguiente, que el PartidoLaborista y los financistas e industriales con intereses interna-cionales propugnaran por la institución de medidas favorables para los productores argentinos. Lo mismo hubiese sido válido para los politicos de convicciones libreempresistas; estos últimos,sin embargo, se convirtieron en los exponentes de una especie enextinción al toparse la economía británica con serios problemasen sus relaciones con el exterior   \2 l7 .

    fin   al favoritismo de los frigorlficos y la creación de un frigorífico controlado por

    los productores que pudiese regular efectivamente el mercado. El éxito solamentelos acompañó  8¡   comienzos de la década de' 40, cuando el mercado britAnicoqued6asegurado por los contratos del gobierno concertados ante los requerimientos dela guerra. .

    128   "El gobierno de Gran Bretaña, reoonociendo plenamente la importancia.

    de la industria de la carne congelada para la vida económica de la Argentina... ";véase el artículo   1 ' Q   del pacto concertado entre los gobiernos de Gran Bretaña yde la Argentina con respecto   a l    Tráfico y Comercio con Protocolo (Pacto Roca-Runciman), Londres, l' de mayo de 1933 (Cmd, 4'JlO), Londres, .1933.

    l21'   Bajo el impacto de la Depresi6n, la baja en los precios de los alimentosen Gran Bretaña reducirla la importancia. de esta observaci6n. Pero .vllase, no

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    14 JOBCE FODOR   y   ARTURO O'CONNELL   LA ARGENTINA Y LA ECONOMIA ATLANTlCA   15

    . Por otra parte, la carne de bovino argentina competía indi-rectamente.con la producción británica y la del Imperio' por .con-siguiente, reducla el ingreso de los granjeros y hacend;dos tantode Gran Bretaña como de los Dominios. No es sorprendente, en-tonces, que la oligarquia argentina se encontrara en una situacióncontradictoria en sus simpatlas politicas. Su simpatía natural por el Partido Conservador británico se veia algo atemperada por la

    campaña de este partido en favor de la protección de la produccióninterna: y  del Imperio. Muy a su-pesar, la "relaci6n especial" entre

    . Gran Bretaña y la Argentina pasó a depender -al menos en loq~e respecta a la carne-- de que el Partido Liberal o, lo que eraaun peor, el Partido Laborista estuvieran en el gobierno".

    "El segundo aspecto (de la relación complementaria entreGran Bretaña y la Argentina) -dice el ya citado Informe D'Aber-non- es. la inversión de capital inglés en préstamos públicos,f~rrocarrlles y otros servicios públicos, buques, colonización detierras, bancos y seguros, frigorlficos y en este último tiempoindustria local"   tz .9 .

    Ya hemos mencionado la importancia corriente de interesesbeneficios y amortizaciones a que dieron lugar esas grandes   inver~

    siones británicas en la Argentina.   y   cómo, según el mismo In-forme, " ... el exceso de envlos argentinos hacia Gran Bretaña es

     principalmente obra del capital inglés. .. al proporcionar los me-dios por los cuales Gran Bretaña puede pagar por ellos" '0 .

    En realidad, las tres cuartas partes de esta corriente"--al-rededor de 15 millones de libras anuales en la década del veinte--

    obstante~los temores acerca de los posibles efectos de una interrupción del abas-tecimiento argentinomanifestados, pO r  ejempfo. por el  Flnancial Times (21/8/19'36).

    La preservación de una fuente barata de abastecimiento bajo control monop-sónico podría explicar ]a indiferencia británica hacia la prohibición estadounidensecontra ]a came argentina. Véase, por cjc,mplo, lo que   The Economlst   deda alrespecto: "Si los Estados Unidos importasen en una escala sustancial, se   produ~cma una revolución en el mercado de carnes argentino, que en la actualidad se

    haBa obligado a aceptar los precios británicos por su dependencia del mercadode carnes británico" (Suplemento Argentino,  1 1 '4 '; 1 1 2 /1 9 '2 9 ).

    28  "La calda en 199J3del gobierno conservador... fue en general popular,aun entre aquellos que sosten.lanlas opiniones más   moderadas~puesto que implicóel abandono... de una polltica que parec1a ser lesiva para el interés argentino"Alston a Chamberlain. Argentine Republic,   Annual Report,   1 9 2 4 1 ,   FO   Jll~l6604:Existen muy pocas dudas con respecto a la identidad de quienes se dice quesostenían '1as opiniones más moderadas".

    l2S U. K.,   ])EPA.RT.umNT OF   OVERSEAS   ThADE,   ob. cit., pág. 13. El párrafocitado continúa con una estimación de las inversiones británicas en la Argentinaentre 000 y   t iO O   millones de libras esterlinas.

    80   !bid., pág. 1.3.

    se debió a las remesas de los ferrocarriles de propiedad británica.Además las compañias ferroviarias, que por la ley Mitre' hablansido liberadas de impuestos en la Argentina, con excepción del3 por ciento de las entradas netas que debia ser gastado enca-minas que condujeran a las estaciones,   u ...   pagan el impuesto británico a los réditos... lo cual causa resentimiento en la Ar-gentina, puesto que si no tuvieran que abonar ningún impuesto

    quedaría (en el caso de los ferrocarriles) más dinero para ser gastado en las lineas o para permitir una reducción en los fletesy   pasajes"  31.

    • Varios factores eran de importancia directa en la determi-nación de las ganancias de los ferrocarriles que, a su vez, dabanorigen a esa corriente de remesas ya mencionada (cabe destacar la asombrosa similitud entre su volumen y la cantidad de es-terlinas derivadas de la venta de carne enfriada). Dejando delado las circunstancias climáticas -

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    ferrocarriles y los productores rurales. Mientras las compañiasse beneficiaban con la valorización del peso, los ingresos de losproductores se incrementaban con su devaluación. Pero en esteaspecto las compañlas tenlan un poderoso aliado en los ministrosde Hacienda, pues el servicio en pesos de la deuda externa guber-namental era disminuido con la valorización del peso   u.

    Sin embargo, las quejas argentinas contra los ferrocarriles

     británicos no se referlan sólo a las ganancias de éstos. Los pre-cios del material ferroviario británico eran mucho más altos quelos que ofreclan las empresas norteamericanas, belgas y alemanas.

    .Pero las compañlas británicas hablan formulado una politica decomprar siempre en Gran Bretaña   38.

    Esta politica seguida por las compañlas británicas -no res-tringida a las empresas ferroviarias ni a las firmas de esa na-cionalidad- no se debla sólo a su celo patriótico. Existlan im-

     portantes lazos entre los directores de los ferrocarriles británicosy los directores. de las firmas de carbón y material ferroviario,asi como tambIén de las empresas de ingenieria. ,La polltica"compre en Inglaterra" no estaba desprovista de conveniencia para los directores, aun si ello iba en detrimento de la Argentina

    y   de   ]08  accionistas   84.  No asombra, por consiguiente, que un terciodel carbón exportado de South Wales viniese a la Argentina yque nuestro pais fuera el mayor mercado fuera del Imperio parael material ferroviario   86.

    Los ferrocarriles británicos, comofuente de ganancias y como

    8'2   Estamos hablando, por supuesto, de la determinación de las verdaderasgananci~. Con respecto a las ganancias contables, la ley Mitre de 1907 prescribfaun límite máximo a su tasa. De manera que las comparnas recurrieron a losprocedimiento normales-abultamiento de costos de abastecimiento, expansión inne-cesaria de reservas, etcétcra- para evitar alcanzar dicho límite.

    88   "Cada máquina, cada chasis. cada milla de riel, cada tonelada de com-

    ~tible es encarg~. ~~ui.lOo?   ven~jal"SIR MALOOLM RODERTSON,   en "Argen-Une and Great Bntam • una disertaCIónpronunciada ante el cuerpo central delInstitute of Hispanic Studies, el   1'2   de mano de   1935   en Liverpool lnstitute oP

    Hispanic Studies, 1935. " .. ' 'Y   en la Argentina cUas son criticados por hacerlo asto pues el material bri-

    támeo. " es más caro que el continental y la gente se queja de que esto ocasionap,asajes y fletes mAs elevados", Sm   MALCX>LM ROBERTSd;-l,   "The economic rela-bons between Great Britain and the Argentine Republic",  Journal of the   RlIFmarzo de   11930, •

    84   Si se tiene interés en un análisis de estas relaciones, véase   UNlTED STATES.FEDERAL TRADE CoUMlSSION'.   Report on Cooperation in American Export Tl'atUJ 

    Washington: 1916, princlp~.hnentc las págs.   '/Z.14,   172.177, 333-341 y   m s.m :Véase también G.  J .   EDER:,   Currenttrends in the internationaltrade of Argentina"lntemational ConclllatlonJ   junio de :1931. '

    8l:i   Véase   LoRD   KYLSANT,   discurso publicado en   The Tlm& (.13/6/1929).

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    mercado cautivo para los productos provenientes de algunas delas industrias flaqueantes de Gran Bretaña, eran la columna ver-tebral de la posición británica en la Argentina ". Desafortunada-mente para sus intereses. primero la competencia de los Ferroca.rriles del Estado y luego del transporte carretero corroerian tal~stado de cosas. .. Muchos de los productos británicos gozaban en el mercado

    argentino de una posición en la cual no tenian que competir. 87Ello explica en gran parte por qué fue un mercado tan importante'Precisamente para las industrias británicas más flaqueantes. Laindustria británica no sólo se habia refugiado en el Imperio sino

    también en una Argentina prisionera.Existió un mercado para bienes británicos que no pudo ser 

    -controlado como aquellos que se encontraban en manos de compa-ñías británicas: el mercado textil. Aunque la influencia de algunasfirmas comerciales británicas era significativa. no podían evitarque se comprase en mercados más baratos. Pero además, a medida-que se desarrolla una industria local, el mantenimiento de estemercado hubiera significado entrar en conflicto directo con ungrupo de empresarios que era cada vez más poderoso. Las 'pers-'pectivas a largo plazo de este mercado no eran favorables para

    'Lancashire.El comercio entre Gran Bretaña y la Argentina, pese a todas

    las declaraciones de liberalismo económico, se practicaba   P e inci-'Palmente--en ambas direcciones- bajo la forma de transacciones'Internas' de compañias multinacionales o grupos de firmas aso-

    -ciadas que operaban en los dos paises.Para resumir, considerada desde la perspectiva argentina, la

    .'relación especial" entre Gran Bretaña y la Argentina era funda-mentalmente una cuestión de carne enfriada junto con los inte-reses de las firmas a ella vinculadas y de la oligarquia terrate-niente. Considerada 'desde la perspectiva británica en tiempo de paz, se trataba principalmente de los ferrocarriles y de su ,signi-

    ficado como mercado cautivo y fuente de poder financiero.

    Cambios en las relaciones centro-periferia, desplazamienios de'Poder entre los centros y presiones locales llevarian a que tantola carne comolos ferrocarriles dejaran de ser fuerzas de desarrollo.

    80 ••...   la venta de los ferrocarriles seria equivalente a la condena 'de una

    .secci6n determinada de nuestras más vitales y caracteristicas industrias a la ocio-sidad ... La base establecida, el esquema estructural de las relaciones econ6micas-anglo-argentinas seria destruido". The   Times. '8 de agosto de 1929.

    87   "Por  10   menos la mitad' de eUos está constituido por negocios protegidos-de compras en provecho de los propios intereses británicos... ", E,   CUE:RM.ONT,.en   The Times,   2 de febrero de 1930.

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    JORCE FODOR   y   AnTURO O'OONNELL   LA. ARGE~"TINA Y   L A E CONOMJ A ATL ANTlCA .   1 9

     b)   La vincultuJi6n de los Estados Unidos con la Argentina

    En   1925   los Estados Unidos se convirtieron en el principalproveedor de la   Argentina;   conservaron esa   primacia   hasta laDepresión. Esta vez parecla que tal posición habla sido alcanzadasobre la base de tendencias de largo plazo y no, como durante laPrimera Guerra Mundial, debido a las dificultades en obtener abastecimientos en Europa y transporte maritimo desde a11!.

    El principal producto de las exportaciones norteamericanas ala Argentina eran automotores, y muchos de los otros articulosimportantes que constitulan este comercio estaban subordinadosa éste, como en el caso de los neumáticos, de las cámaras  y  de losderivados del petróleo. Argentina se habla convertido para losEstados Unidos en el tercer mercado de automóviles en el mundo.

    Otra exportación de peso eran los camiones. O sea que impli.cito en la exportación norteamericana de automotores a la Argen-tina existla un desafio al dominio de los ferrocarriles sobre eltransporte de larga distancia y al predominio de los tranvlas enel transporte urbano. De manera que aunque estas exportacionesno aparecían como directamente competitivas con las exportacio-nes británicas, esto era así sólo en apariencia.

    Estas exportaciones norteamericanas se caracterizaban, ade..

    más, por el hecho de que estaban destinadas a expandirse mientra&la Argentina prosperase. Pero, por otra parte, y por su mismaalta elasticidad-ingreso, serian mucho más vulnerables a las crisis.

    . Habla otros articulos muy importantes entre las exportacionesestadounidenses a la Argentina; uno de ellos era la maquinariaagrfcola e implementos. Su futuro dependla de ciertas tendenciasespecificas actuantes en las áreas rurales argentinas. La crisisganadera del periodo posterior a la Primera Guerra creó un movi-mIento de abandono de la producción de ese sector en beneficiodel cultivo de cereales. Y la creciente prosperidad de la Argentinaexigia instrumentos que pudiesen ,'eemplazar la mano de obra.Era de estas fuerzas que dependla la expansión ulterior de la ma-

    .quinaria agrlcola. En. realidad, tanto el transporte automotor 

    --con su paralelo desarrollo   caminero-   como la maquinaria   agrí-cola dependian más bien de una Argentina de granjeros antes quede la Argentina de los hacendados.

    Otro de los productos incluidos entre las exportaciones esta-dounidenses a la Argentina revelaba unacomplementariedad mu-cho más importante y de largo alcance. Los Estados Unidos expor-taban maquinarias para las industrias textil y del calzado, alcontrario de Gran Bretaña, que se ocupaba activamente de la ventade los productos terminados en el mercado argentino. Por lo tanto,

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    11

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    con el desarrollo de la industria local, como consecu~ncia de laexiBtencia de tendencias de largo plazo y de las presIOnes de lacrisis y de la guerra, los EstadoB Unidos BeubIcarían en una lln:ade exportaciones con futuro, mientras que laB de Gran Bretanaestaban condenadas a declinar. _  

    Las empresaB norteamericanas hablan puesto mucho empenoen superar el obstáculo planteado por los crecientes ara~celes adua-

    neros argentinos para algunos articulos mediant: el SImple.~~~:~

    diente de establecer sucursales en el palB. La mversIón dI d norteamericana -para el mercado local-, que ha?la comenza .oa principios de siglo con el esU¡.blecimiento d.  fábricas de máq,Ul-nas para hacer calzado y de máquinas de coser, se desarrollo aritmo muy rápido en una serie de actividades e~ la. Argentma.AlgunoB de los campos elegidos fueron el de la fabricaCIón de auto-móviles (se instalaron las dos empresas más importantes), el de productos farmacéuticos y de perfumerla, de ascensores, de ce-mento -otra vez conectado con los automotores por la con.~truc-ci6n de   carretera~   y, por supuesto, en esta misma dlrecclOD, el

    del petróleo. . . . to d  El acrecentamiento del comercio y el estableclmlen e su:ur-

    sales fueron seguidos por los bancos   y   el transporte marítImo.

    Hacia fin de la década del veinte la Argentina se.habla convertId.oen el sexto mercado mundial para las   exporta.c~ones  nort:eam.en-canas. No obstante, algunos factores de debIlIdad contmuabanexistiendo en la posición norteamericana en este mercado.

    El primero: el dominio del capital b:i~n.ico sobre las gran-. des compañlas de servicios públicos, que slg~lflcaba -como. se se-

    ñaló- la exclusión casi total de las exportacIOnes norteamer~canas para esta actividad. Este obstáculo para una ulterIOr extensIón d~la influencia de los Estados Unidos fue salvado fáCIlmente. Se usoel mayor poder financiero de Nueva York para apoderar~e de lasdebilitadas empresas británicas. En   1927   y   1928   el ~pltal n~r-teamericano logró apoderarBe de los intere~es eléct~lcos de laAtlas en la Argentina y también de la compañIa telefómca. Cuando

    en   1929   se difundieron rumores de que estaba por apoderarse dela Compañia Primitiva de Gas e inclusive de alguno de Jos ferro-carriles británicos, el pánico cundió en 'Londres. Fhlal.me~te laamenaza no se materializó" pero las compañías ferrovlarla.s   n~tro-dujeron cambios en sus estatutos, de manera que los acclOmstasque no fuesen ingleses o argentinos no pudieran controlar las

    direcciones.   S8

    :18   Con respecto n los gestiones relacionadns con este   episodi~.en   ~l ~unl. . b 'Ié   '00   actúan al unisono con lns companias bntámcnslos gobIernos argentmo y n m

    .

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    20JORGE FODOR   y   ARTURO O'CONNELL   LA ARGENTINA.Y LA ECONOMIA ATLANTICA'

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    El segundo elemento de debilidad 1 . , 'cana en la Argentina fue la impo 'bTd e~ da posIcIón ~orteameri-de influencia a nin ~   s~ 1 1   a   e poner baJo su esferaobstáculomucho má;~~rf:u~~ socI~1signifi';"tivo., y este ,fue unmente de los alto á q el primero, El.o derIvaba prmcipal-

    s grav menes a la im ta" d  productos agropecuarios a lo cual enp~r clOn

    d e carne y otros

    gerada, se añadió el   emb~r '.   e caso e la carne refrí-en los Estados U 'd gO;¡-MáSaun, el proteccionismo agrícola

    n I o s n o 8 0 o n o   día'   ó'con el empeorarnient .. rnmuy   SIDO   que se agravó

    los efectos de la Dep~e~i~~~POSICIónde sus agricultores debido a

    , Posteriormente a la crisis los E tad 'superar su débil '.. ,s os Umdos trataron dela compra de m~~~IClOn. proporcIOnandopréstamos oficiales paraobstáculo' las marIa en su mercado. Pero allí surgió otro

    el gobier~o dee;::;r~~~:d:or~a~ericanas ejercerían presión sobreArgentina no f e s m os para que esos préstamos a laactividades. u fan gastados en rubros competitivos con sus

    B.   El   triá~gulo Argentina-Gran Bretaña-Estados U'd 1econom¡a mundial   1 DI   os   y   a

     Nuev~~t;;.:~~~o :~~~~~;oone~taba ~jos de ser un sistema estático.

    d~d,a algo cercano a su   ruPt~r~rOe:~~r~~;:.:~nd~~jero.n,en reali-

     problemático renacimiento en la 'década del ttremta, y a su, Los factores u .. cuaren a. .

    dé una interacción\=s~:~~~n:~~n 1:~oScambi~s actuaron a travésargentino y la totalidad del .Pt1

    ay peculIar e~tre. el triángulo

    fuerzas impulsoras presente   ~lS  rna centro.perlferla. Pero lasiniportantes transfo . s ras es,osfactores fueron algunas

    . nnaClOnes en   el   SIstema centro.periferia.

    1.. EL TRIÁNGULO Y EL SISTEMA CENTRO-PERIFERIA

    . Por razones geográficas y econ' ,razones politicas_ a cada país c omlcas -a veces también por un modelo particular de inte r . ?rresponde, en una época dada,modeloestá def' 'd g aClOnen la economíamundial. Este

    1m o por el patrón de su ' . bienes y servicios y de sus tr ,comercIO mternacional de

     N6sotros acabamos de ver un c~~~~c~:odnelste~ácuenta de c~pital.. e rl ngulo argentmo.

    de ferrocarriles, se puede consulta F0371/A4H13/ A4282/A47Sl/52/2-1929 ; b" I A3329/A3502/ A3i52/ A3967/ A3968

    , y aro len a carpeta   F0l18'/619~1929.

    Las economías dependientes o periféricas tales como la de laArgentina son incorporadas. sin embargo, en una economía mun.

    dial, cuya conformación está determinada casi exclusivamente por los modelos de integración de las economias dominantes o centra-les," Durante la mayor parte del siglo XIX,por ejemplo, la eco-nomía internacional básicamente había sido conformada por laeconomía británica y por su modeloespecífico de integración inter-nacional en ese momento: el modelo   uclásico" de las relaciones

    económicas internacionales. Al menos eso fue lo que ocurrió con la periferia y especialmente con los "países de reciente colonización".

    Además, el modelo de integración de una economia perifé-rica no es generalmente una adaptación al esquema de la economia

    mundial tal como es determinado por todos los centros en su con- junto, Los modelosde integración de los diversos centros difieren,y el modelo de integración de cada pais periférico está restringidoal que le determine el centro específico dentro de cuya esfera deinfluencia se halle. Asi, por ejemplo, en las postrimerias del siglo •XIX,a una Gran Bretaña ávida de importar alimentos le corres-

     pondió una Argentina que encontró en la expansión de la industriaganadera el principal camino para la acumulación de capital.

    Aunque existe un grado importante de inercia una vez esta-

    blecido un sistema particular de relaciones centro.periferia, esteú:timo de ninguna manera es inalterable. En cada centro tomadoaisladamente, en las relaciones entre los distintos centros --quepueden incluir el surgimiento de uno nuevo-- y en   SUB   relacionescon la 'periferia se producen cambios casi constantemente al ser

    desechados viejos patrones para dar lugar a un desarrollo mayor,El triángulo argentino no fue una excepcióna esa regla.

    De lo anterior se deducen dos conclusiones. Primero, que el país periférico estará sujeto a transformaciones sucesivas paraacomodarse a un nuevo modelo de integración en la economía mun-

    dial a medida que las economías centrales en conjunto y sus patro-nes de relaciones con la periferia cambian. El cambio   y   el crecL..,

    miento, por supuesto muy irregulares, no son, pues, incompatibles.

    con la persistencia de una condición periférica. Por el contrario,

    cuanto más un país está a merced de fuerzas externas a si mismo,más cambios pueden esperarse en él.

    Segundo, ,que el pais periférico estará sujeto a transforma-ciones significativas cuando se den desplazamientos en el pesorelativ~ y en las esferas de influencia de los diferentes centros,

    RD   "La distinción entre las economías dominantes y las dependientes es vital

    -en una visión dinámica de las relaciones econ6micas internacionales", R. Nuro:sF.,

     Pat terf 1$ of Tra de and De ve!o pme nt,   Oxford, 1962. págs. 26-27.

    • •

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    22   JORGE FODOn y ARTURO O'CONNELL   LA ARGENTINA Y LA ECONOMIA ATI..ANTICA'  23

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    cada uno de los cuales está dotado de un modelo específico deintegración en la economía mundial,

    Esas dos fuerzas de cambio, digamos externas, de la perife-~iase mezclarán entre si   y,   por lo tanto, lo que a veces puede ser

    mterpretado desde la perspectiva específica de un país, como unaconsecuenci~de un cambio global en las relaciones centro-periferia, puede ser solo efecto de un desplazamiento en la esfera de influen-

    cia en la cual esté ubicado el país. Este es especialmente el casode los países periféricos que lejos de estar en una vinculaciónbilateral con uno solo de los centros, se ubican, en cambio, en un

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    2. TRANSFORMACIONES EN EL SISTEMA CENTRO-PERIFERIA

    y/o de un drástico desplazamiento desde la esfera de influencia britá,;ica a la de los Estados Unidos. Este último desplazamiento, por cIerto, tuvo como consecuencia final la liquidación del trián"gulo argentino.   ~o

    Por lo tanto se hace muy necesario un examen cuidadosotantode esos cambios globales en las relaciones centro.periferia como delos producidos en los centros.

    ~o Sin embargo, en. la década de   : 1960   otro triángulo había sido creado, peroesta vez   COn   I'aComunidad Econ6mica Europea desempeñando ---al menos desdela perspectiva comercial- el   anti~o   papel de Cran Bretaña

    41   "En el proceso hist6rico real puede observarse un d'esfaslljeen el ritmo

    ~eldesarrollo capitalista en la industria y la agricultura. o sea, un desarrollo des-Igual de las índusbias exuactivas y manufactureros. Apenas la primera alcanzael nivel   t~cnoI6gicode la   se~da,   ello da como consecuencia una sobreproduc-cl6n cr6mca en este sector... ; véase CYORCYCONCOL."On the Transformation

    oE   ~e Capitalism World Economy". en   Studie8   in   IntematwTUll   E conom iCJ   Hun-ganan Academy of Scienccs. Institute of Economics, Budapest,  1 1 9 0 0 . • .

    . La produeci6n de bienes primarios se increment6 entre   1850   y   1913   a un

    rItmo de más del ~ por ciento anual. Se estima que la productividad por hombreocupado en la agncultura, en los Estados Unidos. habria experimentado un in-cremento del 1,5 por ciento nnual, ligeramente mayor que el correspondiente  l\

    J a   industria manufacturera; véase W, A. LEwIs.  Economic   Suroey•. 1919.1939.Londres, 1965,   pág.   191.

    a)   Dos transformaciones básicas en las relaciones centro-periferia

    Casi simultáneamente con el surgimiento del triángulo argen-tino se produjeron dos cambios decisivos en la economía mundial.

    En primer lugar, se generó un exceso de oferta de alimentosy materias primas agrlcolas. Este excedente de bienes agrícolas-yen realidad de todos los productos primarios si excluimos el

     petróleo- se debió a la acción combinada de fuerzas actuantestras la oferta y la demanda.

    En cuanto a la oferta, la expansión de la agricultura comer-cial en el perlado previo a la Primera Guerra Mundial estuvoacompañada por formidables mejoras tecnológicas que hablan acen-tuado los efectos del cultivo de nuevas tierras. El capital se hablaencaminado .hacia las regiones especializadas en la producción agri-cola, extendIendo a ellas la revolución ya dada en la industria . .,

    ;En el caso de los alimentos, la Primera Guerra Mundial por sí mlsma --con, la desorganización consiguiente de la producciónen Europa- impulsó aún más la expansión de la producción en

    25LA ARGENTINA Y LA ECONOhílA   ATLANTICA'

    42   En cuanto al trigo, en los Estados Unidos, Canadá, la. Argenti~~y Aus-

    tralia el área bajo cultivo se increment6 entre 192'4 y 1928 a 4ti millones dehectá~eas   ~D  comparaci6n con las 32 millones de hectáreas correspondientes alquinquen'io   1909/19'13;   véase   LEACUE OF  NA'I1~s,   The   COllTse   and Phases 01

     the World    Economic   Depression,   Cinebr8~ 1931,   pág,   40.48   El proteccionismo agricola tuvo un tempmno com~nzoen la Europa con-

    tinental. En Francia el arancel Mélinc de :1892 habia mcrementado los   ~ravá-menes sobre los productos agrlcolas en un 25 por ciento   s~breel promediO.e~Alemania los gravámencs fueron elevados en   1 1 9 0 2   y en Itaha en ,18'87.Los p.n-

    meros dos paises impusieron restricciones adicionares en la década. del 20   -I~-c1uida..una cuota contra la carne en el caso de Alemania- e. I.taha empr~d16la "batalla del h"igo"en   :19Z5.   En los Estados Unidos las pohhcas comerCiales

    respecto de los productos de la agricultura -como dc todos los demás- ~   h~bh'IDsido precisamente liberales desde la Guerra Civil. Pero duran,te los. anos,m~le-diatamente anteriores a la. Primera Cuerra Mundial. hubo CIerta hberahzo'\Cl6nque culmin6 -bajo el gobierno de Wilson- en el arancel Underwood de 1913,

    que prescribla un gravamen s610 sobre el lino. No obsta.nte,.en 1921, fue pro-

    mulgada la ley de Aranoel de Emergencia y más tarde consolIdada en el arancelFordney-McCumber de 1002; ambas establecían pesados grnvámenes  sob~elosproductOs agrícolas. De alguna manera respondían al retorno de los repub!lcanos

    al poder,- pero la principal fuerza actuante fue el dermmbe d.e  l~sprecIOS.~l

    proteccionismo fue además impulsado ulteriormente por la   aphcacl~.n ~~   P;,OhI-bicione.

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    .•8   En Gran Bretaña el proteCCionismo fue inaugurado durante In Primeraquerra Mundial con la ley McKcnna de 191'5, que impuso un gravamen del 33 1/3por ciento sobre artículos que fueron considerados de lujo (autos particulares,relojes pulsera y de pie. etcétera). Estos gravámenes, sin embargo, fueron mante.nidos después de la guerrn. cuando además se promulgó la ley de Salvaguardiade Industrias   (Sa¡eguardlng of   Industries   Act)   y l a l ey   de   Anilinas (Restriccióna las Importaciones). La industria de la remotacha también fue protegida rm laspÓstrimerfas de la década del veinte. Empero, en   1 1930 , '   en total sólo el   11 7   porciento de las importaciones británicas pAgaban gravamen', incluidos impuestos noproteccionistas; la agitación por medidas protcccionistas no se materializó cn algo

    más amplio aun bajo el gobierno conservador, que cstaba ya compromctido porsu   programa a incrementar la protección. Et gobicrno laborista elegido en   ,1929trató frenéticamente de llegar a una tregua internacional de gavámenes sin muchoexito. Con el advenimiento de la Depresión y   COn   el nuevo gobierno nocional encl ¡J?oder, fucron promulgadas en noviembre de   ,1931,   la ley de importaciones inu..sml.les   (Abnormal lmpOr'lations Act).   y en febrero de   1932,   la ley de derechos deimportaCión   (Impon Duties Act),   que estipulaban un aumento generol de losgravámenes, salvo para determinadas materias primas y alimentos. Véase "Commer.cial policy", cap. 4 de   British Economíc Forelgn Policy.   de   J .   H. RJCHARDsoN.Londres, 1936.

    b)   Cambios en las relaciones entre los centros

    De los cambios en las relaciones entre los centros ocurridosen el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial, el más sig-nificativo fue el ascenso de los Estados' Unidos a la cima de laescala y el consiguiente desplazamiento de peso relativo desde GranBretaña a través del Atlántico Norte. En realidad, las dos trans-formaciones básicas de la relación centro-periferia que se acabade examinar fueron en alguna medida una consecuencia de este

    otro cambio. Pero existieron otras consecuencias.Primero: los Estados Unidos eran un país de altos gravámenes

    La ley FordneY-McCumber de  1922  y la ley HawJey-Smoot de 1930-cuyo análisis comenzó en 1928,   bastante antes de la crisis_ ase-guraron que ello continuara siendo así luego de la Primera GuerraMundial. Para los otros centros, la combinación de la capacidad 

    ,competitiva de unos Estados Unidos más recientemente industria-lizados y de sus altos gravámenes ejerció una intolerable presiónsobre su propia capacidad de exportar. Ellos también recurrieron,

     por consiguiente. al proteccionismo industrial. ••

    Segundo: el proteccionismo de Gran Bretaña y de otros cen-tros, tales como Alemania, fue acompañado de la promoción de

     pollticas discriminatorias. Gran Bretaña empleó su poder de ne-

    gociación en tanto mercado mundial dominante para productos primarios --

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    30

    r;s Véase la negativa de los Estados Unidos a aprobar el acuerdo de   r '936   I-_.,.".~-" ,,",,,,,"'."-"_.-~~. j

    II

    3 1

    que a su vez fue puesto al servicio de la discriminación. Fue aslcomo surgió el área de la libra esterlina, comotambién los acuer-dos de pagos que prescriblan una asignación preferencial de la~

    ~~   .   \Una vez más los norteamericanos --quienes si algo te'nian

    era excedente en la balanza de pagos Y una creciente acumuladónde oro en sus reservas- tornaron la iniciativa para eJimin.:hla

    manipulación de la moneda y la discriminación en los c.ambios.El éxito coronó sus esfuerzos sólo luego de la Segunda GuerraMundial, mediante la adopción de las paridades fijas del sistemadel Fondo Monetario Internacional -

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    32 ••   , JORGE FODOR   y   ARTURO O'CONNELL

    LA ARGENTINA Y LA ECONOMIA ATLANTICA .   33

    ~uraban un de~astre. La carne, los cereales y las exportaciones delmo habían dejado de ser un camino de expansión económica

    Para Gran Bretaña, la Argentina -siempre deudora p~ndo-noro~a:-se convertía en un socio menos interesante a medida quela CrI~lS..agrlcola y la competencia de los automotores socavaban]a  pOSl.ClOTI   de los ferrocarriles y, consecuentemente, reducian su potenClal como fuente de beneficios y como mercado obligado de

    ~xportacl.~nes. En el mismo sentido influían las restricciones a laImpor!",clOn-en parte adoptadas para poder hacer frente a losser~lclOs de l~sinversiones británicas   y.   de otros origenes-, quehablan conducl.d?al desarrollo de una industria local, la cual ame-nazaba las posIcIOnesde las exportaciones textiles británicas.

    . La transforInación de la economía mundial, por lo tanto, con-dUJOfmal~ente a una posición en la cual tanto desde la perspec-

    tIva   argentlna   corno   de la británica la   Hrelación   especial"   era unestorbo para un ulterior desarrollo o al menos había dejado deser la clave para ello.

    .' Sin embargo, los sistemas de re!aciones económicas interna-

    elOnales   -ysu esquema de relaciones sociales transnacionales-

    a~nqu~susceptibles de modificaciones, no mueren fácilmente.   L~

     blstorIa de las relaciOl;esanglo-argentinas en las dos décadas pos-te~lOre~a 1925 está sIgnada por el intento de recuperar la pree-mmen~la para la mOrIbunda relación especial Argentina-GranBretana.

    ,c .   El intento de instauración de un bilateralismo anglo-argentinoformal   l'

    1.  PRÓLOGO: "COMPRAR A QUIEN NOS OOMPRA" Y LOS ACUERDOSANGLO-ARGENTINOS DE   1929

    .. Para los gan~deros la década del veinte no podría haber te-mdo un peor   comIenzo.   Los precios se derrumbaron al acomodar-se el mercado a la demanda de épocas de paz, y también, a los

    .efectos d~ un acrecentado proteccionismo agrico)a en la mayoriade los paIses. Lentamente llegaron a la conclusión de que no po-dian dar más por sentada la existencia de un mercado para su.carne   54..

    ""LS"dd , a o Cie a Rural Arg entina ha entendido que ha lleg ado el   t:~lqueremos salvar   n~estrari~ueza,de preocuparnos no sólo de   produci~~~~n;~

    ender lo que prodUCImos... ,   Anales de la Sociedad Rural   Argentino, 1/1/1921.

    Su única esperanza parecía residir en la posibilidad de unaapertura del mercado de los Estados Unidos, aunque debía supe-rarse un alto gravamen a la importación. Sin embargo, a fines desetiembre de 1926fue promulgada la orden 297 del United StatesBureau of Animal Industry que comenzaba a regir desde elpri-mero de enero de 1927. Esta orden prohibía la entrada de carnefresca o refrigerada proveniente de regiones de las que era sabido

    que estaban afectadas por la aftosa. El desplazamiento de las,ven-tas de carne al mercado de los Estados Unidos quedaba fuera de

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    58   La proposici6n aprobada por el Congreso fue "... aconsejando la denuncia

    de los tratados comerciales, con el objeto de quedar en l ibertad de acci6n para

    llegar a acuerdos reciprocos que tuvieren cn cuenta el máximo de ventaja en el

    comercio -en cantidad   y   en precios-   y   que pcrmitiese conferir favores especiales

    a determinados paises". Pagés, a su vez, dijo que los nuevos tratados deberían

    "proporcionar un tratamiento discriminatorio contra los paises que restringieran el

    acceso de las exportaciones argentinas y que hablan desarrollado una balanza

    comercial extremadamente favorable", Véase   Anales de la Sociedad   Rural   Argentina,15   de septiembre de   1926.   En realidad, los Estados Unidos no tenian con la

    Argentina un tratado incondicional de "nación más favorecida", de manera que

    podrla haberse hallado fácilmente una forma de discriminaci6n en contra de los

    productos norteamericanos. Para una historia de los intentos norteamericanos de

    firmar un nuevo tratado que incluyera una cláusula incondicional de naci6n mé,sr.

    favorecida, de acuerdo con la nueva política adoptada a principios de la década

    del veinte, ver NA, DS, ya citado.59  Pese a los fervientes deseos de la Argentina de elevar las representaciones

    diplomáticas con Cran Bretaña al nivel de embajada, esto se logró recién en julio

    de   192.7,   Mientras tanto la opinión pública del pals y sus autoridades se vieron

    agraviarlas ("fue considerado como una bofetada", dice el ministro británico en

    su Wurme Anual para J.9re; ver A450/450/2 en   F.0.37'l/11959-1'927)   por las

    expresiones vertidas el 8 de marzo de 1926 en la Cá.mara de los Comunes por un

    representante del gobierno de Su Majestad británica: "Pienso que e' principio

    general que debe seguirse en estos casos (elevación de la representación en In

    Argentina al nivel de embajada) es que el pais en cuestión juegue un papel des.

    eoUante en los asuntos internacionales más bien que el que posee importanci:'l

    comercia]".

    Pero aun cuando esas consecuencias no fueran subrayadas.los productores argentinos de ganado para exportación si com-

     prendieron rápidamente qué era lo más conveniente para su in-

    terés privado.A comienzos de   1926,   en el Congreso de Ganaderos del Rio

    de la PIata se aprobaba la moción de que se revieran los tratadOR comerciales en los cuales participaba la Argentina, para eliminar las cláusulas de Hnación más favorecida" y garantizara recipro-

    cidad a los buenos clientes. Además, pocos meses más tarde el presidente de la Sociedad Rural Argentina, pedro 'ro Pagés, pu- blicaba un articulo en Anal.es   bajo.el titu:o "Tratados de comercio".En él se criticaban las cláusulas de "nación más favorecida" y sesugeria que debian ser reemplazadas por cláusulas de la "naciónque más nos favorece". Además se amenazaba indirectamente a

    los Estados Unidos con una po.itica de importaciones discrimina-

    toria en contra de sus productos ".Sin embargo recaeria sobre los hombros del nuevo ministro

     británico -Sir MalcolmRobertson- la tarea de crear la consigna bajo la cual fue emprendida la campaña para obtener un trata.miento preferencial para Gran Bretaña"'. Apoyándose en el re-sentimiento creado entre los ganaderos argentinos por la prohi-

    34JORGE FODOR   y   ARTURO O'CONNELL.

    obviamente esencial para lcado inglés. os ganaderos mantener abierto el mer-

    Simultáneamente entre lo . ttina cundia la alarma 'acerca desl~ni:~se~óbritánicos en la Argen-.en este mercado. Los exportadores noUS!n de.los Estados Unidos.han vendiendo con éxito   "nue   rteamerlcanos no s610 esta-

    to. vos productos" to. .

    ra s eléctrICOSy maquinarias' -su movlles, apa-miento financiero de las grande-' smo que por medio del copa_oamenazaban, también sus fe : empresas de propiedad británica

    los productores britán'icos vei:n :: comerciales. Además de esto,madamente importante y c . tecaparsede sus manos el extre-debidoa su incapacidad par:~~len   t.   mercado del sector públicomericanos y con otros produ t mpe Ir con los productores norlea~Este fue en especial el caso ~e° r :  s europeos en materia de precios.estado que, debido a la const~ s ~~mp~asde los ferrocarriles delestaban adquiriendo cierta . UCCIn VIgorosa de nuevas lineas

     propiedad británica cuya e:::'P°:tóancia frente a las compañias d~F to ' enSI n permanecia estancada

    ue en nces que comen ó tT .mento de la "balanza come ~ la

    d u I Izarse profusamente el argu-

    los intereses británicos en I:c~r es~~vorabl.e':.Representantes deque el pais del Plata tenia lb/en .ma repItIeron una y otra veza revertir su abultado défi~tOe~gaclón de ~yudar a Gran Bretaña

    se.sugeria que al hacerlo asi la ;; com.erclOcon el pais. Además,mIsma, pues el consiguiente gentma Be haría un favor a s[

     británico permitiria realiza/~m~nto de la prosperidad del pueblola Argentina ". en as mayores de lo producido por 

    El hecho de que la ma or comercial" fuera sólo la c!nt parte de la "desfavorable balanzaa Gran Bretaña no era men ~apadrtede las remesas financieras

    d   Clona o Com ta

    na o que al comprar en el d' o mpoco fue mencio-. f merca o más ca

     p.~ra omentar las compras británic ro -SupuestamenteclOnargentina se pondria en la 't as..de carne_ toda la pobla-subSIdioa Gran Bretan-a  y   SI uaClOnde pagar un gigantesco'

    . que -en la d'd   pras llegasen realmente a mate .   r    me I a en que esas com-i~ía a parar a los bolsillos de 10~laIza~se-:- parte de ese subsidio

    flcos que operaban en el come . ~an es mv~~nadores y frigorí-relO e exportaclOn argentino.

    67   Pa ..ra una enunCIaCión  temprana   del   ar

    de   U ?   corresponsal especial del   The Times gumento ~e puede consultar el articulop rí n: lp e d e Ca le s, p u bl ic ad o e n su d " c on m ot iv o d e l a p ri me ra v is it a d elque la prosperidad-argentina   " e s tl i .  e   lC I6 D

    ddel 4' de agosto de . 1925 AlIf se dice

    :retaña de absorber y pagar su ;~ :: n ~ ;o D?,table ligada a la   habilidad   de   Grane las exportaciones británicas a sus  U CC l D . . ,   y que dicha habilidad "depende

    '¡anancias del capital británico alll inv   n:.:erd~dos   ( lo s d e l a A rg en ti na ) y d e l ascr..• o.

    LA ARGENTINA Y LA ECONbMJA An..ANTICA   35

    ", <

    ' . . ~J,

    36

    JORGE FODOR O '

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    21/36

    o r o   Ver en   DUHAlJ,   ob. cit., Jos discursos pronunciados en Estados Unidos.

    GG   Al menos esto es lo que se pensaba en los círculos oficiales de Gran Bre.

    taña. Véase, por ejemplo,   10   siguiente: "Debo agregar que tenemos ahora nuestrA

    oportunidnd (de emplear en favor de Cran Bretaña la campaña de •Comprar a

    quien nos compra_) y durante los próximos dos años, mientras se encuentre en

    el poder el actual gobierno amistoso. Después mucho depende del hecho que

     nuestro   antiguo   enemigo Yrlgoyen   vuelva o .no",   Sm   VICTOR WELLESLEY,   jefe del

    Americ.'ln Department dcl Foreign Office, en F.O.37.1 AIOll/101'l/2, del 17/2/19.:!7.

    El submyndo es nuestro, .

    Alvear incluyó además una referencia indirecta a las políticasrecientemente defendidas, en su discurso de apertura del Congresode 1927.

    La Sociedad Rural fue, por supuesto, el propagandista másactivo de todos. Duhau viajó a los Estados Unidos, primero, yluego a Gran Bretaña para defender la reciprocidad y fustigar el proteccionismo agrario ". La Unión Industrial Argentina tam-bién apoyó el concepto de "reciprocidad", pero como representante

    de los intereses de los productores locales, solicitó que en lugar de otorgar reducciones en los gravámenes a Gran Bretaña era

     preferible elevarlos en contra, pQr ejemplo, de los Estados Unidos.Esa forma de tratamiento preferencial para Gran Bretaña noreducirla Jas débiles barreras aduaneras que Jes hablan permitidoa ellos expandir sus actividades.

    Que los ganaderos hayan hecho propaganda a favor deuntratamiento preferencial de los productos británicos dificilmente

     puede sorprender, dada su posición de dependencia del mercado británico. Tampoco puede constituir una sorpresa que la Cámarade Comercio Británica haya apoyado la campaña para fomentar una exposición británica en Buenos Aires (la SociedadRural ofre-ció por su cuenta sus terrenos de exhibición de Palermo como

    sitio para la exposición). Pero lo inesperado ocurrió con la incor- poración a la campaña de un nuevo participante: Yrigoyen,el presidente elegido en   1928.

    Como líder del ala de orientación popular del Partido Radical,Yrigoyen fue un enemigo declarado del   IIrégimen" 1como él de-nominaba al gobierno oligárquico en la Argentina. Pese a SUaqui-escencia frente al préstamo del trigo en   1917   -por el cual laArgentina, país neutral, habla financiado las compras de trigode Francia y Gran Bretaña-, era también considerado antibri-tánico oo.Sus partidarios en el Senado, sin embargo, presentaron-poco antes de la asunción del mando- un proyecto que en la

     práctica hubiera concedido tratamiento preferencial a Gran Bre-

    ,,   ., ' 1, .  ,

    ,,   ;

    JORGE FODOR    y ~O '. . O CONNELL

     blclón estadounidense sobre Jreunión de Ja Cámara Britáa ~arne, Sir Ma!Colmseñaló --en una

    ~al~nza comercial desfavorab~I,~acode1Comercio;- Ja "importanteIClendo: "ICómprennos que nos n a Argentma 60.y prosiguió

    deb~ ser el consejo de cada uno ;tros podremos comprarles',   eseen Interés de ambos" .'. e nuestros países hacia el otro,

    'La consigna --en una ."Comprar a quien nos   compr:~~sI6nligeramente distorsionada:

    ~e.nte P?r la Sociedad Rural Argent~ue ~d?Ptada casi inmediata_ ~ IngeDlero Luis Duhau D d f bIna aJo su nuevo presidente

    Impresa en la cubierta d~ c:~a e ,e rero de   1927   en adelante fu~dad, llamado  Anales   0'   numero del periódico de Ja S .

    L' OCle-. a representación oficial d    I

    tIna comprendió muy rá' e os Estados Unidos en la A' cimientos y decidió reco~~~amente. el significado de estos ac~;~~~

    de Jas pollticas de importac~'::" re:~eradamente una liberalizaciónganaderos argentinos   oa   a In de recobrar el apoyO de 1

    A . .   MDlvelpolltico la cam aña .

    sultado~. Una serie de proye~o tambIén comenzaba a rendir re-Ar,!,e~tInOdesde fines de   1926

    sfu;:on presentados en el .congreso

    revISIón general de los tratado: Ines ~e   1928   demandando una?tor gar  tratamiento preferenci 1comercIales argentinos a fin dea a~op~ión de gravámenes a para G.r an Bretaña o exigiendo

    restrIngIeran el acceso de p ded 

    represaha contra Jos países quero lletas argentin O.   E

    ' 00  Vé os . J presidentea se l In nr tí cu lo b

    del .19/11/.1926   "S'   so re su discurso en   Tite R 'mentó el   ~mbojado~~lg:node nuestros rivales   estuvjerae::I~u01 tlle River Plate,

    ~=t~o s:n  presen~nnlas ~ s ~ ~ ~ ~ ~ = sv::d~~m~~ounahorquiJIae~~kOS~;:n~~01   Ibídposeslón solamente   d e l "   mercado de   ho.qde'llgu.~ar   para gran orgullo~ . .Ulas.

    - E n D in am ar ca e n ca b "pre más n Jn lat   "'f    ro lO, se lanzó Una cam   a~

    08   Ver l   eTrha ue Ja COnsigna utilizada p na más dl.'sembozada: "Com-3B   CSpac o de Bueno A'   N .

    . En CU nn to a l c on fJ ic t s Ir cs   (>   199 del 10/11/1927   NY los de sus agriculto o entre los intereses exportadores d'   A. DS, 633,1112/ n lle vo a gr eg ad o r ~ v e r e l esc án da lo p ro vo ca d . e lo s E st ad os U ni do se l q u e s e   reco ~merclal   - Al ex an de r V . O ye - , ~ P OI Jo s d ec la ra ci on es d el

    nocm el cará t en   L . .u   Prensa   d I   3/2/c :u ne s a rg en ti na s E nt t iC e r p ro te CC io ni st a de la pr oh 'b ' ' 6 ' e 1 92 8, e n

    " Para   lIn   nnáiisis   ¡~~eo:~sen   NA, DS,  63'5.1'11/10_112.IC1 n sanitaria sobre   Jn~The Dritish C. punto de vista norte .29/5/1929 "sampuJgn ngninst American Trade   am

    deencano de )n situación   V('T'

    '. y ome Com .' an apitar'   h .1   rican Tl'nde nnd C. ments on Propaganda from V.   ID   t e Argentinc"

    i  2.::117/'1929, dcl   có:~~~alin the Argentine and'POSsible  ~ ~ :ili ~ o U l'~ e sngninst   Ame:y 40, respectivamente general Ceorge   S.   Messersmith en   N~ °DSCom~ating  it",

    04   Ver   po- e"   I ' •   63.:>.4117/37, • j 'Cm p o   el   d

    mulada en diciembre del' .   proy~to   el    diputado José Hcribe ..edición del 26/.I211928) mismo Ano y la reaCCión favorabl d ¿rto Martmez for-, . e e   a Nacl6n   (en su

    LA ARGÉNTINA Y LA   ECO~~MIA   ATLhXTlCA   37

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    22/36

    Oí   El proyecto presentado el 30 de septiembre por Diego Luis Molinari cas-tigaba las importaciones provenientes de paises proteccionistas con respecto a los

     productos argentinos. Ver   The Revlew of the River PlateJ

      del   28n/192'84 y loscomentarios del embajador británico, en F.O.~71 A5865/639/2 así como en F.O.31.1.AB898/859/2,   como indicadores del cambio de opinión británico respecto aYrigoyen. Sir Malcolm RobertsoDse deshizo en elogios del nuevo presidente ("ungmn patriota"). en su discurso ante la delegación de los parlamentarios británicosinvitados por la Sociedad Rural.

    68   Ver el informe del ahora embajador Malcolm Robertson acerca de estaconversación en A409/52i/2--1929,del F.O.37l. Por cierto que Yrigoyen posterior-mente -en su mensaje al Congreso de presentación del Convenio con Inglaterra-asignó la iniciativa al gobierno inglés (ver Congreso Nacional, COOnarade Dipu.tados, Reunión núm, 61, 12..13/12/1929), En ese mismo informe el embajador 

    escribe que, según Mo!inari. Yrigoyen había quedado profundamente impresio-nado por su campaña y que "... todo lo que deseaba era ayudarnos lo más que

     pudiera",

    60   Para una visión británica de la iniciativa de Yrigoyen coincidente connuestra interpretación ver el informe del embajador del   J.6/5/19'29,   en F.O.3'TilA 'Y iJfJ1   /52/2, y la opinión de CHAlGrE-un alto funcionario del Foreign Office-

    según la que: "Yrigoycn está tratando de usamos disimuladamente en su juegocontra los norteamericanos" (F.O.371 A4038/3931/51),

    Esta versión de los acontecimientos recibe confinnación de fuentes norteame-ricanas. Ver el análisis que el gerente del Banco de Boston le suministra al encar-gado de negOCiosestadounidense  -el el ya citado despacho nO 199 del 10/11/192.7- acerca de los ejes del conflicto Argentina-Estados Unidos.

    taña ". Y, además, a fines de 1928, el propio Yrigoyen envió auno' de sus más intimos amigos polfticos, el senador Molinari,a ver al embajador británico para decirle que una misión econó-mica británica seria bienvenida al pais 68,

    El nacionalista y antioligárquico Yrigoyen se habia vuelto, al parecer, probritánico, En realidad, era el temor al dominio nor-teamericano lo que lo habia llevado a esta nueva posición, En

    efecto, la critica al intervencionismo yanqui en América Latinahabia constituido una constante de su politica exterior. Y, en esemomento en el que las empresas norteamericanas estaban apo-derándose de grandes firmas británicas en la Argentina, Yrigoyencomenzóa temer que también el pais pudiera ser esclavizado por el imperialismo del dólar. La oligarquía ganadera -agraviada

     por el proteccionismo estadounidense y temerosa de la instaura-ción de la Rreferencia Imperial- y el populismonacionalista "":"te-meroso del poder del dólar- habian, asi, resultado concordandoen una posicióncomún en el campo de la polftica comercial, aunquecontinuaran siendo acres enemigos en el ámbito de la polftica in-terna. La iniciativa de Yrigoyen, además, coincidió con la decepciónfinal causada por la falta de beneficios tangibles resultantes dela visita de Hoover, el presidente electo de los Estados Unidos,en diciembre de '1928 ".

    /   .. b t t poco santa fue la con-

    , El resultado de esta ahanza as a~~s Reciprocosentre Gran.clusióndel Conveniode ComercIOy.Cdrédmo Tratado D'Abernon-

    - A fna más conoCl o co , tBretana   Y   rgen l - tT'   1'0   Se firmaron, además, o roS,y el Acuerdo de l~ Seda A~s IC~~mo'el que otorgaba a los pro-convenios menos Importan, .   1   d gran magnitud ,para

    .' 'rden especIa e. ',ductores bfltámcos una o nes estatales y, :tam-la fabricación de .rieles par\ lo~ fe~:r:~:r;referencial en el área

     bién, los comp.r0~"sOSde un ra amle   ( " : . 1,delas obras pubhcas. 'f "palmente sugerido por el go-

    El Tratado D'Abernon ue pflnCl   1   gerente de los1 bierno ar~entino -más ~sp:~i:l~~~::~nf:~c:Ptado por los ne'Ferrocarflles del Estado ,p t ente se trataba de un

     b   'tá'   11   Aunque aparen em .gociadores n nlco~. te' 1 f   rroviario británico por 'carne,convenio de true.que de m:

    t  ~,aunearreglomuy poco equitativo",

    .y cereales argentinos, cona   1~ a ,

    • 39LA ARGENTINA   y, LA. ECONOM:.lA A'TLANTlCA

    1 abiemo británico aceptara la inicia-70   Ambos fueron firmados lucgo que ~ g d    t   de -.1929a la Argentina.

    , . 'óo a fmes e agos o . 'ótiva de YrigoyenY cnV19.rB.u~   mISl   b'erno británico al envio de la   mlS)   nPara las razones que condu)er~/:l ••~~ lesencia la Misión es una iniciativa paraD'Abcrnon ver  F.0..371   Al914/ '. ••   "L '.gentina es uno de los   pOCOS

    I   ',norteamericana.   a.fU   1 . d    t',.contrarrestrar la compe enCl d vital importancia para a   10  us nmercados del mundo que se expande y es e

    ,británica", . ' óo fue hecho simultáneamente en Londres yEl anuncio del env[o de la   ~ISl   tes Yrigoyenle expresara en una entre.

    Buenos Aires el ~ de m~yo, no SInq~;:ntaba de no poder hablar ingl~, perovista concedida al embajador ~ue se.á .   n Buenos Aires cada semana. Ver 

    .que "le gustarla ycr una ~ISlón br~et:/~/ll929. en F.OZll   A$frT/52/2.   LaRobcrtson a A. Chamberlam, car~ un representante de los intereses te~-

    'misión estaba presidida por lord D A~elr.n°n, omenlo además' se decidió inclUir t \'   'cos' a u hmo ro , •   H   d t it es y ot ro de l os me a urgl . I b ' tá 'cos en la Ar gent ina: ownr-

    "Unapersona conectada con los ferrr;~ ~ C ~   ~l ahora miembro del directorio

    Williams, que habia sido geren~te el II . ~r ~ Buenos Aires le fueron ofrecidas a.en Londres de la misma companla, A eg ue redujo cierto embarazo en l~sla misión oficinas en la Casa. Rosada,   10   q I P sólo una la del subsecretano

     b  .  á'   ' termInaron por acep ar •.representantes nt mcOS,

    -del Interior, , ld -el secretario de la misión- del   29/8/19~9,71   Ver memorándum de ~ISWOU Cl -el administrador de los Ferrocamles

    .en F.O.118/62:1. AlUse menciona que ~ps formular un plan, de modo que las

    del Estado- había estado tratando dd e ... tinos pudieran efectuarse"en Ingla-'1 del Esta o argen d' 'd  compr as de l os Fer rocam es I d borr ador de acuerdo I scut t o

    terra.•.. Ver también en F.O.'ll8/51'6 e te~~~nt: U:neral del F.C.C.A.-. el 31 d~

    Por la misión con Claps e lturbe -el d g

    1 egrdopublicado al terminar la ml-• t   'gual al texto e acu '. '1

    agosto; es prácttcamen el. ueden consultnr asimismo l'osmensaJes.tu er-sión su estadía en Buenos Aires~Se p ese m:"mo documento; alli Yngoyen

    Y. DAbernon en ..., ...cambiados' entre ngoyen Y . ocas que nosotros hablamos propuestO.habla del". , .principio de coml\as¿~~:iO se conceden redprocamente. m.o   100

    7.2   Por los articulas 1 Y'2 e 1'- "o por parte de la Argentma- Ylad materia n:rroVlan - _  

    millones'Para la compra e d 1   i   or parte de Cran Bretana..de cereales y otros productos e pa s, p

    ! ~