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La heroína gótica Sus acciones se restringían a casi por completo a protegerse del acoso sexual del héroe villano, sin otra solución que esperar que el héroe la salvara de semejantes atrocidades. Su función en este estado primigenio de la novela gótica es pasiva, de manifiesta inferioridad ante el poder masculino Female gothic es un término acuñado por Julian Fleenor (1983) para situar el papel de la mujer en el gótico. Otros estudios importantes son Desire and Domestic Fiction: A Political History of the Novel 1987 de Nancy Armstrong y Romanticism and Gender 1993 de Ann Mellor. La heroína es un personaje que decide sus actos o al menos dirige sus esfuerzos en ese sentido. Su actitud es menos pasiva en dos sentidos: frente a los designios paternos, al oponerse a los matrimonios preacordados por los padres, lo que resulta en un enclasutramiento monacal o reclusión en el castillo , y frente al acoso sexual del héroe-villano. Son mujeres que enfrentan al poder masculino tradicional, lo que les acarrea graves consecuencias personales. Persecución de la heroína con fines sexuales, que es víctima de las pasiones desatadas del villano gótico. Se produce una persecución a través de pasadizos secretos y subterráneos, siendo capturada por lo general ella misma, o en su defecto otra víctima, como sucede en el castillo de Otranto, en donde Manfred, señor todopoderoso, asesina a su hija e intenta violar a su futura nuera. La temática sexual se amolda diacrónica y paralelamente a la evolución de la ficción gótica. En la evolución de la novela gótica desde lo histórico y sobrenatural al terror, el sexo pasa de ser un elemento implícito ficcional en su primera fase a hacerse totalmente explícito en el terror-gótico de The Monk, con su descripción detallada de aberrantes actos sexuales y violaciones, asociados desde la perspectiva protestante al catolicismo como religión corrupta. El sexo es explorado desde la represion puritana protestante y puritana del pueblo llano en todas sus vertientes.

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La heroína gótica

Sus acciones se restringían a casi por completo a protegerse del acoso sexual del héroe villano, sin otra solución que esperar que el héroe la salvara de semejantes atrocidades. Su función en este estado primigenio de la novela gótica es pasiva, de manifiesta inferioridad ante el poder masculino

Female gothic es un término acuñado por Julian Fleenor (1983) para situar el papel de la mujer en el gótico. Otros estudios importantes son Desire and Domestic Fiction: A Political History of the Novel 1987 de Nancy Armstrong y Romanticism and Gender 1993 de Ann Mellor.

La heroína es un personaje que decide sus actos o al menos dirige sus esfuerzos en ese sentido. Su actitud es menos pasiva en dos sentidos: frente a los designios paternos, al oponerse a los matrimonios preacordados por los padres, lo que resulta en un enclasutramiento monacal o reclusión en el castillo , y frente al acoso sexual del héroe-villano. Son mujeres que enfrentan al poder masculino tradicional, lo que les acarrea graves consecuencias personales.

Persecución de la heroína con fines sexuales, que es víctima de las pasiones desatadas del villano gótico. Se produce una persecución a través de pasadizos secretos y subterráneos, siendo capturada por lo general ella misma, o en su defecto otra víctima, como sucede en el castillo de Otranto, en donde Manfred, señor todopoderoso, asesina a su hija e intenta violar a su futura nuera.

La temática sexual se amolda diacrónica y paralelamente a la evolución de la ficción gótica. En la evolución de la novela gótica desde lo histórico y sobrenatural al terror, el sexo pasa de ser un elemento implícito ficcional en su primera fase a hacerse totalmente explícito en el terror-gótico de The Monk, con su descripción detallada de aberrantes actos sexuales y violaciones, asociados desde la perspectiva protestante al catolicismo como religión corrupta. El sexo es explorado desde la represion puritana protestante y puritana del pueblo llano en todas sus vertientes.Se presentan temas como el incesto, el erotismo y la pasión femenina desenfrenada

Descalificación del otro, de lo diferente producir miedo, terror, horror en el lector se recurre a la otredad del enemigo

Frankenstein; or the Modern Prometheus, de Mary Shelley, se adentra en el mundo del gótico femenino (terminología de Ellen Moers), que volverá a analizarse en parte con las obras de George Eliot. La literatura gótica se manifestó como una resistencia nostálgica ante la visión de una realidad cruel e injustificable, y en sus inicios fue empleada por muchas mujeres escritoras, que encontraban en los claustrofóbicos castillos un reflejo de su propio enclaustramiento social.

Es interesante observar, por otra parte, cómo aumentó el número de mujeres entre los lectores, tanto en la Antigüedad, como en el siglo XVIII. Sin duda, el público femenino determinó en gran medida la evolución de la novela como género, condicionando, por ejemplo, la comercialización de ciertos contenidos, donde la mujer tenía, muy frecuentemente, un papel protagonista. Altheim así lo afirma en lo que respecta a la Antigüedad: “la feminidad proporciona una mayoría de lectores, y aunque esto no se deje

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demostrar cuantitativamente, definen sin embargo tendencias femeninas y un gusto femenino la posición de la novela” (Altheim, citado en Gual, 1988: 58). También en el siglo XVIII las mujeres se fueron familiarizando poco a poco con la novela, aprovechando que, por sus características de género secundario y sin importancia, éste fue el único tipo de narración que les estaba socialmente permitido leer; el contenido de las novelas, asimismo, también se hizo más femenino: “while many of the nobility and gentry continued their cultural regress from the Elizabethan courtier to Arnold’s ‘Barbarians’, there was a parallel tendency for literature to become a primarly feminine pursuit”24 (Watt, 1995: 43). Por tanto, aunque diferentes, parece que tanto la novela helenística como la deciochesca tuvieron los mismos efectos en el público, y ambas se vieron particularmente influidas por una estética femenina.

ilustra la dominación a la que son sometidas las mujeres en una sociedad patriarcal, ante la que finalmente deben doblegarse; Midas trata sobre la separación entre esfera pública-masculina y esfera privada-femenina, que limitaba el desarrollo personal a un ámbito de acción concreto.