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Identidad_Estetica_17

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La Revista Cientifica de estética Meditrerranea Año 05 Nº 17 2011

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  • A Paso Firme

    En este nuevo nmero, el ltimo de 2011, te acercamos una vez ms interesantes artculos con calificada informacin cientfica, siempre con el objetivo claro de posicionarnos como el mejor medio grfico

    profesional del sector.

    En este ao hemos desarrollado diferentes cursos de gran acepta-cin profesional, a los que se suma el xito alcanzado una vez ms por nuestro Congreso Internacional Esttica Mediterrnea 2011, un punto de encuentro entre empresas y profesionales del sector que,

    por octavo ao consecutivo, cont con un marco multitudinario.

    Asimismo, estamos lanzando nuestro nuevo Portal EstticaMailing.com (www.esteticamailing.com) el cual se complementa con un ex-clusivo sistema de e-mailing marketing destinado a que las princi-pales empresas del rubro puedan acercarte informacin sobre sus novedades y productos, generando de este modo un vnculo perma-

    nente que te permitir estar siempre informado.

    Seguimos abriendo caminos, siempre en busca de propuestas de pri-mer nivel, porque creemos firmemente que el principal factor que hace que nos elijas, es la dedicacin y la seriedad con la que trabaja-

    mos da a da para vos.

    Cordialmente

    Lic. Eugenia LeivaDireccin General

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    Comunicate al 0351 - 4240943, o envianos un e-mail a: [email protected]

    *Promocin slo vlida para profesionales residentes en Argentina.

    es una publicacin cientfica trimestral que edita y distribuye

  • SUMARIO

    MUndO SpA > pg 14

    EL COnCEpTO SpALas claves para un buen inicio

    ESTTICA pROFESIOnAL > pg 10

    nUTRICOSMTICASu influencia en la salud capilar

    MEdICInA ESTTICA > pg 34

    TRATAMIEnTO dE LA ROSCEAEl lser pulsado como alternativa teraputica

    ESTTICA pROFESIOnAL > pg 6

    COSMTICA ORgnICAUn compromiso con el futuro

    Identidad Esttica es una publicacin trimestral edi-tada y distribuida por Esttica Mediterrnea. La edi-torial no se responsabiliza por los conceptos y opi-niones de los autores de los captulos, como as tampoco por el contenido de los avisos publicita-rios. La versin digital puede descargarse desde el sitio web: www. esteticamediterranea.com

    es una publicacin cientfica trimestral que edita y distribuye

    pg22

    STAFFdireccin general: Lic. Eugenia Leiva direccin Cientfica: Lic. Fernando Ficetti

    diseo Editorial: Lic. Renato Echegaray Colaboraron en esta edicin: Dra. Ramona Miguelina SnchezDr. Carlos W. CastellsDr. Ramn Oswaldo Sanabria OrtizDra. Paula Esteley

    Atencin al [email protected]

    Comercializacin: Esttica Mediterrnea((54) - 351 - 4240943 [email protected]

  • COSMTICA ORgnICA

    Un compromiso con el futuro

    l fenmeno orgnico est en todos los aspectos cotidia-nos de nuestra vida, dando lugar a una cultura, un modo de vida o un estilo que hace reverencia al consumo de pro-ductos diseados dentro de ambientes y factores contro-lables en su produccin para asegurar la orignalidad de sus componentes y la ausencia de sustancias que son con-sideradas perjudiciales, ya sea al medio ambiente o a la hu-manidad. Como ejemplo especial podemos mencionar el fenmeno de la gastronoma y la comida orgnica.

    El sector cosmtico no se queda detrs y ha denomina-do con diferentes nombres tales como cosmtica bio-or-gnica o ecolgica a este movimiento que representa una segmento minoritario de consumo en comparacin con la

    cosmtica convencional, pero que mantiene la tendencia de crecimiento por la razn de que los consumidores es-tn buscando productos cosmticos con una menor pro-porcin de sustancias qumicas, sobre todo aquellos que sufren de alguna alergia o sensibilidad en primer lugar y en segundo aquellos consumidores que adoptan lo org-nico como un concepto de vida, por conciencia de la pre-servacin del medio ambiente y el desarrollo sustentable, ya que estos cosmticos resultan una opcin respetuosa con el entorno en todo su proceso de produccin.

    debemos recordar que la cosmiatra y todas sus ramas, en especial la qumica cosmtica, tienen sus orgenes en lo natural y la extraccin, conservacin y utilidad de las par-

    E

  • Dra. Ramona Miguelina Snchez

    Farmacobioquimica-Cosmiatra

    Santiago, Repblica Dominicana

    [email protected]

    EL fEnMEnO ORgniCO ESt En tODOS LOS ASPECtOS COtiDiAnOS DE nUEStRA viDA, DAnDO LUgAR A UnA CULtURA, Un MODO DE viDA O Un EStiLO. COnOC En EStE ARtCU-LO SU RELACin COn LA ESttiCA.

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    tes de plantas o animales que contribuan de manera sim-ple al embellecimiento y acondicionamiento del ser hu-mano.

    La etimologa de la palabra orgnico significa que proce-de de rganos, es decir, que est relacionado con la vida; en oposicin a inorgnico, que sera el calificativo asig-nado a todo lo que carece de vida. Se les dio el nombre de orgnicos en el siglo XIX, por la creencia de que slo po-dran ser sintetizados por organismos vivos.

    La mayora de los compuestos orgnicos puros se produ-cen hoy de forma artificial, aunque un subconjunto impor-tante todava se extrae de fuentes naturales porque sera

    demasiado costosa su sntesis en laboratorio. En el caso de los productos destinados a la Esttica se deben cumplir ciertas reglas de juego para poder ser aceptados como or-gnicos, las mismas son:

    La primera de ellas es que todos sus productos se prue-ban, pero jams en animales, de tal modo que se previe-ne esa prctica, la cual no es en absoluto necesaria para el mundo de la cosmtica orgnica. Por otro lado, se debe cumplir un requisito fundamental, que es el no utilizar conservantes artificiales como los pa-rabenos o derivados del petrleo, considerados de riesgo para la salud de la piel, por lo que se evita su uso en la cos-mtica orgnica.

  • Una caracterstica notable es que carecen de aromas o colores aadidos, y de otros componentes sintticos. Deben cuidar el planeta, siendo los materiales usados en su embalaje reciclables o en su defecto biodegradables.

    Mencionar los componentes naturales ms utilizados en qumica cosmtica sera muy interesante, ya que podemos resumir que un sola planta puede suministar difentes pro-piedades de acuerdo a la parte utilizada.

    Como ejemplo podemos citar los aceites naturales como la rosa mosqueta, utilizada para difuminar cicatrices y pre-venir el envejecimiento de la piel; los jabones fabricados a mano mediante mtodos artesanales tambin han toma-do protagonismo, ya que son limpiadores delicados a base de azcar que no slo sirven para la higiene, sino tambin para la decoracin de los baos. para calmar las moles-tas irritaciones que surgen despus de la depilacin o del

    afeitado, nada mejor que aplicar hidratantes con aloe ve-ra, que darn sensacin de alivio a la piel.

    Las algas tambin ocupan un papel protagnico, ya que son autosostenibles y autorrenovables debido a su fcil produccin y a las cualidades que aportan al mundo de la cosmtica.

    para concluir, el uso o promocin de la cosmtica orgnica depende en gran medida de la conciencia o estilo de vida del profesional de la esttica y de sus clientes, interactuan-do las necesidades de ambos. Si bien es un grupo reduci-do de personas el que interviene en este movimiento se debe destacar el crecimiento sostenido de esta tendencia, representado por clientes cautivos que ya no slo consu-men los productos conocidos, sino que se inclinan tam-bin por estas nuevas alternativas

  • nUTRICOSMTICA

    Su influencia en la salud capilar

    a nutricosmetica forma parte de la tendencia Beauty from Within y de la cual se han hecho eco marcas multi-nacionales de primer nivel, a tal punto que este ao se lle-var a cabo un congreso sobre este tema en pars, don-de se espera la presentacin de los nuevos lanzamientos en materia de belleza y nutricin. En efecto, las tenden-cias que marca una encuesta realizada por la consultora IpSOS sobre 21.623 adultos de 23 pases -incluida Argen-tina- muestran un claro aumento en la preferencia de las personas hacia los alimentos con efectos sobre la estti-ca (beauty foods) y los suplementos dietarios, siendo en la actualidad mayor el consumo de estos dos ltimos so-bre los cosmticos.

    El pronstico estadstico se muestra tan promisorio que se espera que este rubro produzca ventas cercanas a los 2,5 billones en 2012, lo que supone un crecimiento de casi el 100% respecto del 2007 y esto, lgicamente, ha desper-tado el inters de grandes compaas del rubro alimenti-cio y cosmtico. La gigante Unilever, por ejemplo, ha pre-sentado recientemente su producto dietario antiarrugas y nestle, en asociacin con Loreal, ha creado un producto que apunta a satisfacer la demanda de los consumidores, en afecciones definidas estratgicamente tales como las arrugas, celulitis, cada del cabello y otras.

    pero a la hora de valorar la eficacia de estos productos re-sulta imperioso buscar trabajos cientficos que demues-tren beneficios concretos que apoyen las promesas impl-citas en los mismos.

    Algunos de los productos ms buscados, luego de aque-llos destinados a disminuir la apariencia y aparicin de las arrugas, son los que tienen efecto sobre el cabello. En este segmento, tanto hombres como mujeres saben que gran parte de su esttica pasa por mantener el cabello suave, resistente y con un volumen aceptable. En el hombre las causas suelen ser en su gran mayora de origen hormonal (1), por lo que los tratamientos apuntan a un bloqueo de la 5-alfa-reductasa tipo 1, como estrategia para inhibir la excesiva conversin perifrica de testosterona en dihidro-

    L

    La nutricosmtica promete apor-tar nuevas soluciones con el uso de sustancias que inhiben la 5-al-fa-reductasa y que son totalmente

    libres de efectos indeseables

  • UnA tEnDEnCiA qUE CRECE A nivEL MUnDiAL y bASA SUS RESULtADOS En LA EfECtiviDAD DE LOS tRAtA-MiEntOS qUE SE APLiCAn DESDE EL

    intERiOR DEL ORgAniSMO.

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    testosterona (dHT). La existencia de frmacos como el Fi-nasteride ha demostrado mejoras significativas (2), lo que de alguna manera indica que el objetivo del tratamiento es el correcto, salvo por los efectos indeseables que se produ-cen al disminuir la dHT libre, como la falta de libido, disfun-cin erctil y otros (3).

    Estos efectos adversos motivan a los pacientes a abando-nar el tratamiento, siendo deseable la utilizacin de pro-ductos naturales y tcnicas no invasivas, por lo que las per-

    sonas valoran en justa medida todo avance en este sentido. La nutricosmtica promete aportar nuevas soluciones con el uso de sustancias que inhiben la 5-alfa-reductasa y que son totalmente libres de efectos indeseables, como es el caso del aminocido L-Lisina: Este aminocido ha sido es-tudiado concluyendo que dosis de 500mg/da pueden no solo inhibir la 5-alfa-reductasa y con ello disminuir o evi-tar la cada de cabello en los hombres, sino que las muje-res enroladas en el estudio evidenciaron un aumento en el grosor y volumen en el cabello (4).

    Dr. Carlos W. Castells

    Doctor en Medicina y Ciruga. Presidente de la Sociedad Argentina de Nutricin Clnica.

    buenos Aires, Argentina.

    [email protected]

  • Otros aminocidos, tambin se han mostrado tiles para mejorar el aspecto del cabello, por ejemplo la L-Cisteina y L-Metionina, ambos portadores de azufre indispensable para la sntesis de queratina alfa, que permiten mantener un cabello fuerte y resistente, en tanto que su deficiencia se asocia con tricodistrofia (5). Incluso en un modelo expe-rimental de alopecia inducida, la administracin de L-Cis-teina permitio revertir la misma, indicando una evidente relacin causa-efecto (6).

    pero no slo los aminocidos han sido implicados en el mantenimiento saludable del cabello y la alopecia. dos

    vitaminas del grupo B tienen una especial importancia al respecto, como la Biotina, que es cofactor de varias car-boxilasas y por esta va afecta la sntesis de cidos grasos, disminuyendo la seborrea (7), pero para que esto ocurra se requiere de la presencia de Cisteina necesaria para formar biocitina, lo que implica que ambos nutrientes resultan in-dispensables y actan de manera sinrgica. Un estudio publicado en The Lancet concluyo que la suplementacin con Biotina oral fue eficaz para revertir ciertos tipos de alo-pecia y evitar su progresin (8). Las dosis promedio de los estudios citados se sitan entre 2,5mg y 8mg/da.

    por su parte, es muy conocido el efecto del cido panto-tenico o vitamina B5 sobre la disminucin de las canas, aunque este popular efecto necesita de mayores estu-dios cientficos. Los pacientes que utilizan suplementos de pantotenato de Calcio refieren una menor aparicin de ca-nas y una progresiva restauracin del color (9,10).

    BIBLIOgRAFA: 1. Rushton dH. nutritional factors and hair loss. Clin. Exp. dermatol. 2002 Jul;27(5):396404. | 2. Rossi A, Cantisani C, Scar-n M, Trucchia A, Fortuna MC, Calvieri S. Finasteride, 1 mg daily administration on male androgenetic alopecia in different age groups: 10-year follow-up. dermatol Ther. 2011 Jul;24(4):45561 | 3. Irwig MS, Kolukula S. persistent sexual side effects of finasteride for male pat-tern hair loss. J Sex Med. 2011 Jun;8(6):174753 | 4. Rushton dH, norris MJ, dover R, Busuttil n. Causes of hair loss and the developments in hair rejuvenation. Int J Cosmet Sci. 2002 Feb;24(1):1723 | 5. Khumalo np, Stone J, gumedze F, Mcgrath E, ngwanya MR, de Berker d. Re-laxers damage hair: evidence from amino acid analysis. J. Am. Acad. dermatol. 2010 Mar;62(3):4028 | 6. dAgostini F, Fiallo p, pennisi TM, de Flora S. Chemoprevention of smoke-induced alopecia in mice by oral administration of L-cystine and vitamin B6. J. dermatol. Sci. 2007 Jun;46(3):18998 | 7. Brenner S, Horwitz C. possible nutrient mediators in psoriasis and seborrheic dermatitis. II. nutrient mediators: essen-tial fatty acids; vitamins A, E and d; vitamins B1, B2, B6, niacin and biotin; vitamin C selenium; zinc; iron. World Rev nutr diet. 1988;55:16582 | 8. Charles B, Hosking g, green A, pollitt R, Bartlett K, Taitz L. BIOTIn-RESpOnSIVE ALOpECIA And dEVELOpMEnTAL REgRESSIOn. The Lancet. 1979 Jul 21;314(8134):11820 | 9. KERLAn I, HERWICK Rp. CALCIUM pAnTOTHEnATE FOR HUMAn ACHROMOTRICHIA. Journal of the American Medical Association. 1943 Oct 16;123(7):3913 | 10. Brandaleone H, Main E, Steele JM. Effect of Calcium pantothenate and para-Aminobenzoic Acid on the gray Hair of Humans. proceedings of the Society for Experimental Biology and Medicine. Society for Expe-rimental Biology and Medicine (new York, n.Y.). 1943 May 1;53(1):479.

    Los pacientes que utilizan suple-mentos de pantotenato de Calcio refieren una menor aparicin de canas y una progresiva restaura-

    cin del color

    Como puede observarse, existen muchos nutrientes que pueden influenciar la salud capilar de manera ms o me-nos directa, pero el pelo, al igual que la piel, reflejan fre-cuentemente el estado nutricional del organismo. Al res-pecto una deficiencia de hierro, vitamina C o cido flico pueden provocar bajos niveles de ferritina, lo que precipi-ta cada del cabello y tricodistrofia, que pueden revertirse con la suplementacin adecuada con hierro (1).

    Los nuevos nutricosmticos dirigidos a la salud capilar po-seen algunos o varios de estos nutrientes y por lo general, a diferencia de los productos que ya existan en el merca-do dirigidos a estos usos, sus dosis son mucho mayores e intentan cumplir con lo recomendado en los estudios cl-nicos, aunque todo esto vaya en detrimento de su precio, debido al costo creciente de las vitaminas y aminocidos, pero a juzgar por los estudios de mercado mencionados, el paciente comienza a valorar ms los resultados y la efec-tividad por sobre el costo de los tratamientos

  • EL COnCEpTO SpA

    Las claves para un buen inicio

    o es suficiente tener un jacuzzi y un sauna, por ejemplo, o una ducha y un bao turco para que un lugar se consi-dere spa, la condicin necesaria para que un spa sea con-siderado como tal es la capacidad de poder realizar tra-tamientos con agua, por lo que debe tener cierto tipo de instalaciones que posibiliten este objetivo. dentro de las instalaciones que se consideran necesarias se incluyen es-pacios de calor (sauna finlandesa y un bao turco), zona de fro (ducha contraste), rea de hidromasaje y tonifica-cin y una ducha de esencias. dentro de ellas, tambin un rea dedicada al descanso y a la relacin que forme par-te del circuito total de las actividades del spa. Se consi-dera fundamental una filosofa propia, el principio que le da carcter e identidad al spa, esto es, el concepto que sir-ve de base para la atencin a los usuarios, ese pblico in-teresado cada vez ms en el agua como elemento de rela-jacin, de esttica y de salud; complementado con todo lo que la esttica moderna hoy ofrece en tratamientos fa-ciales y corporales, con la ltima aparatologa de punta. Asimismo, hoy la filosofa spa se ha integrado muy bien a mltiples ofrecimientos que las terapias alternativas pro-ponen, dentro de ellas la acupuntura, reflexologa, auricu-loterapia, magnetoterapia y todos los procedimientos im-portantes en el post operatorio de las cirugas Estticas.

    EL pERSOnAL dEL SpA

    El segundo paso son los servicios y el personal. Los pri-meros estarn basados en las instalaciones y en la filoso-fa que da personalidad al lugar, y se irn adecuando a la demanda del pblico objetivo. El personal depende de las necesidades de cada lugar, de su tamao y de la atencin que se quiera (y se pueda) ofrecer. Se necesita un director o gerente con conocimientos tanto de la especialidad del negocio como de la gestin y del marketing. debe haber un supervisor de recepcin encargado de la coordinacin y de vender la idea spa a nuevos clientes y un supervisor de terapias que deber coordinar al personal que aplica los tratamientos, vigilar su entrenamiento, llevar a cabo el control de calidad y revisar la atencin al cliente. pue-

    n

    Hoy la filosofa spa se ha integrado muy bien a mltiples ofrecimien-tos que las terapias alternativas proponen.

  • LA COnDiCin nECESARiA PARA qUE Un SPA SEA COnSiDERADO CO-MO tAL ES LA CAPACiDAD DE PODER REALizAR En L tRAtAMiEntOS COn AgUA, POR LO qUE DEbE tEnER inS-tALACiOnES y UnA POLtiCA qUE

    POSibiLitEn EStE ObjEtivO.

    Dr. Ramn Oswaldo Sanabria Ortiz

    Especialista en Medicina Esttica y Alterna-tiva. Fundador de la Escuela Colombiana para la Salud y la Esttica Santa Marta, Colombia.

    [email protected]

    de haber un supervisor de gimnasio -si lo hay-, encargado del asesoramiento al pblico en cuanto a ejercicio y que debe estar plenamente integrado en el rango de los trata-mientos spa; asimismo habr terapeutas calificados, fisio-terapeutas que velarn por la rehabilitacin y salud de los pacientes-clientes, tcnicos, recepcionistas y monitores, adems del personal de mantenimiento.

    LA gESTIn

    Una vez construido el spa desde los cimientos hasta la apertura, entramos de lleno en el proceso de operacin. Un lugar en el que se manejan tantas variables (personal de trabajo, clientes, tratamientos, productos, citas, mar-keting, infraestructura y mantenimiento, higiene, salubri-dad, etc.) exige protocolos de actuacin muy particulares y especficos. El desarrollo de la gestin spa debe enfocar-se siempre hacia el servicio al cliente. Los expertos en el negocio hacen, si embargo, hincapi en dirigirlo desde el punto de vista de la rentabilidad. Esta es labor del director y de los comerciantes, cuando los hay. debern incremen-tar las ventas con la captacin de nuevos clientes, con la propuesta de ofertas a los clientes actuales, con la reduc-cin de costos, el control de los productos, la cantidad de productos especificada, de forma medible. Es conveniente no dejar nada al azar en un negocio en el que fcilmente se dilatan los objetivos, tanto de inversin como de aten-cin al cliente.

    FRAnqUICIAS Y OTRAS MOdALIdAdES

    El rgimen de franquicia se ha puesto de moda en el ne-gocio del spa.

    Segn ste, la compaa duea de la marca respalda a quien quiere montar el negocio dndole el know-how y enseando el sistema de trabajo y de gestin, a cambio de que quien abre el nuevo spa lleve su marca o nombre. Exis-ten tambin contratos de asesoras en que cadenas espe-

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    Se necesita un director o gerente con conocimientos tanto de la es-pecialidad del negocio como de la gestin y del marketing.

  • cializadas en el negocio dan asesoramiento a centros in-dependientes. La asesora puede ser a distintos niveles, desde la construccin del lugar hasta la estrategia de mar-keting, pasando por la formacin y la seleccin del perso-nal, la gestin propiamente dicha o, incluso, el manteni-miento de las instalaciones.

    Otro sistema puede ser el de gestin directa en el que la marca abre sus propios centros de hidroterapia en hote-les, clubes, o gimnasios. En estos casos las posibilidades de gestin dependen del tipo de contrato. Una opcin es el contrato de alquiler en el que la franquicia entrega el ne-gocio entregando una parte fija de los ingresos obtenido, ms una variable en funcin de los beneficios. Otra ges-tin es el contrato de gestin en la cual la marca percibira una cantidad fija por la gestin del negocio siendo los be-neficios de este para su propietario.

    Cualquiera que sea el rgimen de gestin del negocio spa, ste exige una actuacin multidisciplinaria que conjuga el quehacer de profesionales de distintas reas, que van des-de arquitectura e interiorismo hasta la medicina, el marke-ting y la fisioterapia.

    Calidez en el ambiente, tranquilidad, y sobre todo relaja-cin parece justo adjudicar todas estas condiciones a los spa, en una pureza del ambiente que debe ir mas all de lo meramente higinico.El spa debe de ser amplio, ar-mnico, con lneas perfectamente definidas, con colores y materiales que faciliten la relajacin an antes de la apli-cacin de cualquier tratamiento. El minimalismo -tan de moda en los ltimos tiempos, en parte debido al acerca-miento del mundo occidental al oriental- engrana perfec-tamente con esos los objetivos de la vida del spa. En Lati-noamrica juegan importante papel las decoraciones que incluyen elementos artesanales, los que inspiran relaja-cin y pureza a los procedimientos.

    Como sencilla es el agua debe ser todo lo que lo rodean. Como claro es indefinido su color, deberan serlo los es-pacios en los que ella impera. Colores suaves en los am-bientes, iluminacin indirecta en tonos clidos, elementos decorativos imperceptibles y casi camuflados, y materia-les placenteros al tacto. He ah las reglas de base para el in-teriorismo de un spa, independientemente de si est ubi-cado en la ciudad o alejado en un resort de lujo, la filosofa parece responder al tan nombrado estilo zen de nuestros das, cuya esencia es la armona de nuestro ambiente para lograr el equilibrio espiritual.

    BALAnCE

    En la bsqueda de ese equilibrio espiritual, adems de las formas, est el sentido sencillo de las cosas. Ese que las ha-ce efectivas. Un spa es el ejemplo perfecto. En este espa-cio se debe equilibrar la decoracin con las distribuciones, los espacios ldicos y de terapias, los condicionantes tc-nicos, todos en su justa medida. La distribucin est ligada a la secuencia de actividad o, en otras palabras, a la posibi-lidad de hacer circuito en forma organizada. El factor tc-nico tiene que ver con acabados y buen montaje. Los ex-

    El spa debe ser el lugar para lograr calma y equilibrio, no slo a nivel corporal. por ello, todos sus am-bientes deben ser cuidadosamen-te estudiados.

  • pertos de las empresas constructoras de spas afirman que se debe hacer una bsqueda exhaustiva de materiales, se debe crear o prescindir de volmenes emergentes, jugar con las alturas y morfologas de los falsos techos e integrar la luz de un modo u otro. por su parte, la higiene es una exigencia por dems comprensible en zonas que tienen que ver con el agua, cualquiera que sea su propsito.

    Se trata de lograr un equilibrio que procure calma. Hay que tener en cuenta que el spa es el lugar del cuerpo hu-mano, de la intimidad fsica a travs de una bata. para mu-chos, este despojarse resulta algo incmodo. Entonces, si el entorno no ayuda, no hay equilibrio interior posible.

    El spa como mundo de sensaciones es proclive al desarro-llo de las primeras, las que se producen al contacto con la piel. pero antes est el contacto visual que debe generar ideas de homogeneidad, sin cambios bruscos de planos o rupturas de ambientes. Los aspectos de instalacin deben estar enmarcados por el diseo pero sin arriesgar la segu-ridad, una condicin que nunca debe ser librada al azar. Las zonas hmedas exigen especial atencin en cuanto a acabados. pavimentos antideslizantes, tarimas revestidas, maderas resistentes a la humedad o mosaicos son consi-deraciones que van mas all del interiorismo y que de nin-guna manera deben ser olvidadas.

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  • Tendremos tanta seguridad y placer sensorial como lo que sentiremos al establecer relacin con el espacio en el que nos encontremos.

    pROpSITOS

    El interiorismo de un spa est ntimamente relacionado con el entorno del mismo. Aspectos como la posibilidad de circuito en un spa urbano, las zonas exclusivas en un spa de hotel o la arquitectura que permite admirar el en-torno de un resort, particularizan el estilo del lugar (estilo que, en todo caso, debe ir enfocado al propsito de relaja-cin y calma, slo logrado con el equilibrio entre espacios, colores y ambientes). disear y decorar un spa es definir el sentido de la relajacin.

    En los spas de ciudad el comn denominador es la utiliza-cin de las propiedades fsicas del agua, ya que su qumi-ca es muy variable entre diferentes localizaciones urbanas. no trata pues, el spa urbano, de suplantar el rol de los bal-nearios, sino que tiene como principal caracterstica la ac-cesibilidad, gracias a su ubicacin y a la posibilidad de la brevedad y repeticin de un tratamiento, asegurando as su continuidad. Estos centros ofrecen una va para la rela-jacin, para el alivio de dolores crnicos y para la imple-mentacin de hbitos de salud en el contexto de la agen-da cotidiana de personas que lo precisan en ese instante o que no desean ni pueden desplazarse a instalaciones ms alejadas de la ciudad. Las propiedades teraputicas del agua como agente fsico se establecen fundamentalmen-te mediante la presin local y su efecto de masaje (chorros, jacuzzi, tinas) como as tambin a travs de la vaporizacin de la piel y de la mucosa de las vas respiratorias. Tambin por el efecto de disminucin del peso corporal al sumer-girse en una piscina o en un tanque de flotacin, posibili-tando la rehabilitacin o el ejercicio de grupos musculares y articulaciones con una reduccin del stress dinmico, o usando como agente principal la modificacin de la tem-peratura local corporal mediante variaciones en la tempe-ratura del agua utilizada.

    Hay otros tratamientos o filosofas de tratamientos que no tienen como base estrictamente el agua, pero que se han asociado de forma natural a ella. Son los masajes de di-versos tipos (drenaje linftico, acupresin, masaje suizo, masaje tailands, shiatsu, lomi-lomi), la reflexologa, el yo-ga, la aromaterapia, el ayurveda, tcnica pilates, tcnica de Alexander, fototerapia, fitoterapia, parafangoterapia, acu-puntura, laserterapia, y un largo etctera.

    La supervisin mdica en el spa es vital, ya que garantiza la correcta aplicacin de los tratamientos de hidroterapia que all se aplican. El estado de bienestar es el resultado de la armona entre los distintos elementos que constitu-yen el ser humano: el ambiente, la salud fsica, la espiritua-lidad y las emociones.

    Es aqu donde radica la importancia de la revisin o super-visin de un mdico que conozca los efectos fisiolgicos de las diferentes modalidades teraputicas y que las ajus-

    La supervisin mdica en el spa es vital, ya que garantiza la correcta aplicacin de los tratamientos de hidroterapia que all se aplican. El estado de bienestar es el resulta-do de la armona entre los distin-tos elementos que constituyen al ser humano: el ambiente, la salud fsica, la espiritualidad y las emo-ciones.

  • te a las necesidades especficas de quienes acuden al spa, ya que existe un grupo de pacientes que requieren espe-cial atencin mdica y de otras ramas de la salud. La pre-sencia y el acceso directo a un mdico en un centro spa se evidencian de forma especial en estos grupos de pacien-tes, pero tambin en muchas otras situaciones.

    Los profesionales de la medicina en todas sus ramas, so-mos cada vez ms conscientes de la necesidad de un enfo-que histrico de nuestra actividad. Tratamos de poner en prctica la teora que menciona que el bienestar es el re-sultado de la armona entre todos los elementos que cons-tituyen el ser humano: el ambiente, la salud fsica, la espiri-tualidad y las emociones.

    El aporte del mdico en el spa no slo valora, indica y su-pervisa el tratamiento del paciente, sino que sirve de vin-culo y armonizador entre tratamientos recibidos fuera y dentro del centro. Es la mejor forma de magnificar el ejer-cicio de la esteticista, pues son terapeutas altamente califi-cadas para desempearse eficientemente en los Spa, y no se trata de limitar sus actividades sino de profesionalizar su trabajo, capacitarse cada da mas para poder ocupar su lugar con seguridad.

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  • InFORMAR E InFORMATIzAR

    El sector del termalismo en Latinoamrica est creciendo a un ritmo vertiginoso. desde centros de da, spas urba-nos, centros de talasoterapia o centros termales hasta cen-tros asociados a hoteles o a campos de golf, actualmente es posible elegir entre una variada y amplia oferta. Esta in-teresante perspectiva de futuro exige mayor profesionali-zacin de todo el sector, mayor control en la gestin de los centros y una mayor personalizacin de los mismos para hacer frente a la competencia. Esto significa que debemos ser capaces de diferenciar nuestra oferta. El conocimien-to permitir disponer de la informacin necesaria para po-der tomar decisiones de negocios de manera rpida, y pa-ra anticiparse al mercado y a las demandas de los clientes. En la actualidad existen soluciones informticas (progra-mas de gestin) que facilitan ese trabajo y que permiten disponer de manera automtica e instantnea cualquier informacin que sea necesaria, o lo que es an ms impor-tante, permiten reaccionar de manera inmediata posibili-tando la toma de decisiones con criterio analtico.

    Un sistema de gestin proporcionar la foto real del ne-gocio al instante, la productividad de las cabinas, el rendi-miento del personal, el nmero de tratamientos, el stock de productos, las nominas o cualquier otra informacin que necesitemos obtener a nuestra medida. El proceso se puede realizar de manera manual, pero disponer de todos lo datos centralizados en un sistema informtico permite un anlisis mucho ms flexible, eficaz y rpido de los da-tos del negocio. no importa si es un centro incipiente, de-be tener la proyeccin hacia un gran centro, organizado desde el comienzo.

    gESTIn dEL SpA: ES nECESARIO Un pROgRAMA?

    Es muy fcil valorar si es necesario un sistema de gestin o no: en primera instancia debe plantearse cualquier pre-gunta relacionada con algn aspecto del negocio: qu tratamiento ha sido ms demandado? quin ha sido el terapeuta ms solicitado? Cundo fue la ltima vez que vino un cliente determinado a realizarse un tratamiento? Se hace siempre el mismo tratamiento? Cunta cantidad de producto se ha utilizado?.

    El segundo paso para decidir es calcular el tiempo que se tarda en recopilar los datos necesarios para responder y calcular el tiempo necesario para realizar un anlisis. Com-pare el tiempo total de respuesta con su necesidad de co-nocer su negocio y de tomar decisiones con criterio de forma inmediata. piense tambin en situaciones que se hayan producido por no tener la informacin ordenada; las reservas que se hayan perdido por no tener un adecua-do sistema de optimizacin de las mismas, las horas de ba-ja ocupacin por no disponer de un sistema de gestin de clientes, las promociones de las cuales no se tienen datos para saber si funcionan o no ahora usted ya puede decir si es necesario un sistema de gestin

  • TRATAMIEnTO dE LA ROSCEAEl lser pulsado como alternativa teraputica

    InTROdUCCIn

    La roscea es un es una enfermedad inflamatoria crni-ca que afecta selectivamente a la parte central de la cara (mejillas, nariz, frente y mentn), aunque se puede encon-trar en otros sitios. Se caracteriza por una rubefaccin de fondo que avanza hasta un eritema persistente y telan-giectasias. Superpuesto a este eritema hay una erupcin de ppulas inflamatorias, pstulas y quistes, asociada con hiperplasia progresiva de las glndulas sebceas y engro-samiento de la piel. Se manifiesta por brotes inflamatorios repetidos, que con el correr del tiempo se acompaa de agrandamiento progresivo de las glndulas sebceas (1,2).

    EpIdEMIOLOgA

    Es ms frecuente en las mujeres, pero ms severa en hom-bres. La mayora de los casos se presenta entre los 30 y los 50 aos. Ms comn en personas con piel y ojos claros. Se ha descripto un predominio de los brotes en los cambios estacionales, especialmente en primavera (1,3).

    ETIOpATOgEnIA

    La etiologa y patogenia no son conocidas en su totalidad, pero existen una serie de factores relacionados con la en-fermedad: Factores genticos Factores vasculares Mediadores farmacolgicos Factores psicolgicos Alteraciones digestivas Factores ambientales Alteraciones de tipo inmunolgico Infecciones y parasitasiones Demodex folliculorum Helicobacter pylori

    Adems existen una serie de desencadenantes de esta en-fermedad, que pueden desempear cierto papel, entre los que podemos citar: Migraa Dermatitis seborreica Alcoholismo Tabaquismo Tratamiento con esteroides

    Considerando la diferente valoracin de los posibles fac-tores etiolgicos conocidos, es evidente que no existe un consenso general a la hora de proponer una interpreta-cin de los mecanismos patognicos implicados en la ro-scea.

  • Dra. Paula Esteley

    Crdoba, Argentina.

    [email protected]

    LA ROSCEA ES UnA EnfERMEDAD in-fLAMAtORiA CRniCA CARACtERizA-DA POR RUbEfACCin qUE AvAnzA HAStA ERitEMA y tELAngiECtASiAS. PRESEntAMOS UnA OPCin PARA SU

    tRAtAMiEntO DERMAtOLgiCO.

    AnORMALIdAdES VASCULARES

    El rubor facial es la primera anormalidad que se presenta y juega un rol muy importante en la patognesis, ya que predispone a la roscea de manera recurrente.

    El mecanismo responsable de la rubefaccin es desconoci-do; se incluyen factores anatmicos, vasculares, humorales, dependientes del sistema nervioso. Los factores humora-les hacen referencia a niveles aumentados de catecolami-nas y bradicinina derivada de la mucosa gstrica, por ac-cin de diferentes comidas y bebidas. Se ha evaluado la accin local de agentes vasoactivos para inducir rubefac-cin en pacientes con roscea y controles, sin encontrarse mayores diferencias. Estos resultados no excluyen la posi-bilidad de que exista algn factor humoral an no detec-tado que induzca vasodilatacin en pacientes con roscea (4). Los neuropptidos como endorfinas y encefalinas, es-tn implicados como posibles mediadores de la rubefac-cin en la roscea. El papel de la gastrina y del pptido in-testinal vasoactivo (VIp) an no est definido.

    Otro mecanismo que puede producir vasodilatacin es el control del tono vascular por el sistema nervioso. La vas-culatura cutnea facial podra responder de manera dife-rente a los agentes que actan en el msculo liso vascular de otras reas.

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    Cuando se ingieren bebidas calientes, la temperatura en la cavidad oral se incrementa y aumenta la temperatura de la sangre que drena el tejido circundante mediante un meca-nismo de contracorriente que lleva a la produccin de re-flejos termorreguladores. El mecanismo de contracorrien-te e intercambio de calor se realiza a travs de las venas yugulares que estn dispuestas en paralelo a la arteria ca-rtida comn, produciendo una transferencia de calor de la sangre venosa a la arterial, lo que llevara a un incremen-to de la temperatura del hipotlamo anterior y a un reflejo de vasodilatacin en el rostro.

    Finalmente, los cambios vasculares tambin se ven afecta-dos por factores psicolgicos(4).

  • dEMOdEX FOLLICULORUM

    La presencia de demodex folliculorum es mucho ms fre-cuente en los pacientes con roscea que en los grupos con-trol. probablemente, las alteraciones precoces en el tejido vascular y en el conectivo creen un ambiente favorable pa-ra la proliferacin del caro. Es posible que el demodex fo-lliculorum sea un importante cofactor, especialmente en la roscea ppulo pustulosa (en la que se supone que exis-te una reaccin retardada de hipersensibilidad), porque parece tener un papel importante en la reaccin inflama-toria, ya sea sta patognica o no. Tampoco se ha cons-tatado en todos los pacientes la presencia del demodex folliculorum y se sabe adems que los signos de recupe-racin de la roscea con la administracin oral de teracicli-nas o con pomada de azufre no afectan a la poblacin de demodex. Algunos autores explican la mejora clnica tras tratamiento con permetrina tpica por el efecto acaricida de esta sustancia y otros observan que la aparicin de una dermatitis rosaceiforme descrita tras la aplicacin de algu-nos inmunomoduladores tpicos, estara en relacin con la infestacin por demodex.

    HELICOBACTER pYLORI

    Evidentemente no se conoce tampoco el posible papel etiopatognico que puede representar la infeccin por H. pylori en la roscea.

    p. Hergueta, J.M. Rojo, p. gancedo, J.M. Herreras estudia-ron 63 pacientes con roscea. Todos ellos, con serologa para H pylori positiva. Seleccionaron 37 para estudio di-gestivo y erradicacin de H pylori y 26 pacientes contro-les en los que no se erradic la infeccin. de los pacientes erradicados comprobaron mejora clnica en el 76% de los pacientes con roscea, constatndose que esta mejora no se objetiva en el grupo control(5).

    dIAgnSTICO

    El diagnstico es realizado en forma clnica. La roscea se diferencia del acn por la edad de presentacin, la presen-cia de un componente vascular (ruborizarse), y la falta de comedones (puntos negros y blancos).

    CLnICA

    La presentacin de la roscea es muy variable de unos pa-cientes a otros y en un mismo enfermo a lo largo de la evo-lucin del proceso. por motivos didcticos y teraputicos se clasifica en estadios y grados, cuya secuencia no es obli-gatoria y la mayora de pacientes no completan el curso de la enfermedad. Segn el estadio, la roscea puede cla-sificarse de I a IV (3).

    ESTAdIOS

    Estadio i: Eritema episdico (ditesis roscea): calor repen-tino acompaado de enrojecimiento de la zona central de la cara y menos frecuentemente del cuello y escote, des-encadenado por mltiples estmulos como radiacin ul-travioleta, estrs, ingesta de comidas y bebidas calientes, especias, alcohol, aplicacin de cosmticos o medicamen-tos tpicos, cambios bruscos de temperatura.

    Estadio ii: El enrojecimiento deja de ser episdico para pasar a ser persistente, durante horas o das la piel se tor-na ms sensible y puede picar o arder despus de la co-

    El tratamiento debe ser precoz para evitar la evolucin a formas ms avanzadas y ms difciles de controlar. Cada estadio clnico necesita un determinado tipo de tratamiento, y ste requiere de un tiempo considerable para resultar efectivo

  • locacin de algunos productos cosmticos o maquillajes. Comienzan a aparecer las dilataciones vasculares (telan-giectasias) en la nariz, los pliegues nasolabiales, mejillas y glabela.

    Estadio iii: Se caracteriza por eritema profundo persisten-te, telangiectasias densas con racimos vasculares, ppu-las y pstulas caractersticas de esta etapa que persisten durante semanas, ndulos y edema variable en placas. no deja cicatriz. Las lesiones pueden extenderse por toda la cara y el cuero cabelludo.

    Estadio iv: La evolucin de la enfermedad lleva a presen-tar grandes ndulos, infiltraciones forunculoides e hiper-plasia tisular dando como resultado un engrosamiento irregular de la piel en particular en nariz y mejillas y con menor frecuencia, en mentn, frente y orejas. El contor-no facial se toma grueso e irregular y ocurre de forma gra-dual. Los pacientes se van acostumbrando a su nueva for-ma y notan sus cambios cuando ven sus fotos antiguas. Finalmente, el paciente presenta la piel edematosa y en-grosada con grandes poros que se asemeja a la piel de na-ranja. Estos rasgos se deben a la infiltracin inflamatoria, la hipertrofia del tejido conectivo con masas de depsito de colgeno, la hiperplasia difusa de las glndulas sebceas y el crecimiento excesivo de las mismas que forman mlti-ples ppulas umbilicadas amarillentas.

    VARIAnTES dE LA ROSCEA

    stas son frecuentemente mal diagnosticadas y pasadas por alto. dentro de ellas se encuentran:

    Edema persistente de la roscea, en el que se presenta edema duro de las reas afectadas sobre el fondo de una inflamacin crnica.

    Roscea con compromiso oftlmico: es bastante fre-cuente, puede manifestarse sin lesiones simultneas en el resto de la cara. La persona afectada puede tener des-de sensacin de sequedad u ojos cansados, blefaritis, con-juntivitis, iritis e iridociclitis, queratitis hasta edema, lagri-meo, dolor, visin borrosa, fotofobia, orzuelos y chalazin. Se piensa que se debe a que la afectacin de las glndulas de meibomio provoca una disminucin de los lpidos de la pelcula lagrimal, con lo que se aumenta la evaporacin de la lgrima y el ojo se irrita con mucha ms facilidad. Todos los pacientes con roscea progresiva deben ser valorados por un oftalmlogo.

    La roscea presenta un curso evolutivo crnico, con fases de recuperacin y empeoramiento a lo largo de los aos.

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    variante lupoide y granulomatosa: ppulas y ndulos amarillentos, que asientan sobre la piel engrosada y difu-samente enrojecida de los prpados inferiores. Su evolu-cin es crnica y sin remisiones que requiere la realizacin de un diagnstico diferencial con otros procesos, en oca-siones mediante una biopsia cutnea (3).

    Roscea por esteroides: es importante destacar que la aplicacin de corticoides tpicos en la cara para tratar otras patologas puede inducir o agravar la roscea y su suspensin puede provocar un fenmeno de rebote que condiciona un empeoramiento importante del aspecto. Se presenta adelgazamiento de la piel, aumento de las telan-giectasias y eritema; luego, aparecen lesiones ppulo pus-tulosas, ndulos y en ocasiones, comedones secundarios.

    fimas: en un estadio final se puede llegar a observar la roscea fimatosa, que es ms frecuente en los hombres y en la que existe un exceso de crecimiento de las glndu-las sebceas con una fibrosis progresiva. Esto da lugar a un aspecto grumoso de la nariz, que es donde ms fre-cuentemente aparece (rinofima), pero tambin se puede observar en la barbilla, frente, mejillas y pabellones auri-culares.

    EVOLUCIn

    La roscea presenta un curso evolutivo crnico, con fases de recuperacin y empeoramiento a lo largo de los aos. Se ha descrito un incremento de la incidencia de carcino-mas sobre las lesiones de rinofima, sobre todo carcinomas basocelulares, por lo que es conveniente un seguimiento para no pasar por alto este tipo de lesiones en sus fases iniciales (2).

  • dIAgnSTICO Y dIAgnSTICO dIFEREnCIAL

    La roscea debe ser distinguida en primer trmino del ac-n vulgar y de la dermatitis seborreica. Las caractersticas distintivas que la diferencian de la acn vulgar son la fal-ta de comedones, su comienzo en el adulto y una distribu-cin facial ms limitada.

    La dermatitis seborreica se caracteriza por eritema y des-camacin, limitados al rea del pliegue nasolabial y care-cen de las ppulas y pstulas inflamatorias tpicas del acn vulgar y de la roscea.

    de mayor relevancia es la diferenciacin de causas sist-micas que producen sntomas similares: lupus eritemato-so y sndrome carcinoide maligno. Los pacientes que no responden al tratamiento deben ser estudiados con prue-bas para anticuerpos para descartar una colagenopata.

    TRATAMIEnTO

    El tratamiento debe ser precoz para evitar la evolucin a formas ms avanzadas y ms difciles de controlar. Cada es-tadio clnico necesita un determinado tipo de tratamiento, y ste requiere un tiempo considerable para resultar efec-tivo, que suele ser de semanas o meses. Es importante que el paciente sea consciente de ello para evitar abandonos tempranos del tratamiento o la utilizacin de otras medi-das que puedan perjudicarlo.

    El objetivo teraputico es la supresin de los signos y sn-tomas y el mantenimiento de la remisin.

    La mejora en la roscea se logra con el trabajo en equipo entre el mdico y el paciente; comprende el uso de medi-camentos y el seguimiento de medidas generales. Se de-ben evitar factores desencadenantes como la ingesta de l-quidos calientes, comidas picantes, embutidos, chocolate,

    bebidas alcohlicas, exposicin a temperaturas extremas, exposicin excesiva y prolongada al sol y a la cama solar, el estrs emocional y agentes que provocan irritacin lo-cal, como jabones, limpiadores con alcohol, astringentes, abrasivos, cosmticos y perfumes. Enfatizar el uso de pro-tectores solares qumicos (pantallas), los cuales se deben aplicar media hora antes de la probable exposicin al sol inclusive durante das nublados y de proteccin fsica con gorras y sombreros de ala ancha.

    AnTIBITICOS

    probablemente producen un efecto inhibitorio en la qui-miotaxis de las clulas inflamatorias y un efecto directo en el endotelio vascular (11,4). El efecto antiinflamatorio de las tetraciclinas se debe a su accin sobre el complemento y las concentraciones teraputicas sanguneas de tetracicli-nas de 1-10 microgramos inhiben la quimiotaxis de neu-trfilos y disminuyen la capacidad fagoctica de los leuco-citos. Se pueden utilizar en forma tpica la eritromicina, clindamicina y tetraciclinas.

    Wilkin y colaboradores realizaron un estudio clnico con-trolado, doble ciego, para evaluar el tratamiento con clin-damicina tpica vs. tetraciclina oral. La clindamicina pro-dujo un efecto clnico favorable en el tratamiento de la roscea, similar al de las tetraciclinas orales.

    La roscea, en general, responde muy bien a los antibiti-cos orales. La tetracic1ina, doxiciclina y la minociclina han resultado ser efectivas en el tratamiento de la forma papu-lopustulosa y tambin, en la reduccin del eritema. Es im-portante iniciar con dosis de 1-1,5g de tetraciclina diaria. La minociclina y doxiciclina se pueden dosificar entre 100 y 200 mg al da. Una vez que se haya controlado la fase pa-pulopustulosa, se requiere de una dosis de mantenimien-to de 250-500 mg de tetraciclina o 50 mg de minociclina. En el caso de intolerancia a las tetraciclinas o cuando es-t contraindicado su uso (nios menores de 11 aos o em-barazadas) se puede utilizar eritromicina. La claritromicina tambin se puede considerar efectiva en la roscea, ade-ms, con pocos efectos adversos y a dosis bajas (250 mg dos veces al da).

    Tambin se ha usado el metronidazol ya que es un agente antibacteriano y antiparasitario. Tiene accin antiinflama-toria al inhibir la quimiotaxis de leucocitos y suprime al-gunos aspectos de la inmunidad celular. Al 0,75% y 1,0%

    La mejora en la roscea se logra con el trabajo en equipo entre el mdico y el paciente; comprende el uso de medicamentos y el seguimiento de medidas generales

  • reduce el nmero de lesiones inflamatorias de la roscea y mantiene la remisin de la roscea inducida por el uso de tetraciclinas orales y metronidazol oral. Los efectos ad-versos del metronidazol tpico son prurito y quemadura y la forma oral puede producir neuropata perifrica y efec-to antabuse.

    ISOTRETInOnA

    El uso de Isotretinona resulta til en todas las formas gra-ves de roscea o resistentes al tratamiento, fimas y otras variantes. Se usan dosis similares a las usadas en el acn. La roscea ocular se puede complicar por resequedad del ojo y exacerbacin de la blefaritis.

    OTRAS MEdICACIOnES

    El propanolol podra ser til en el manejo de la rubefac-cin de la roscea, pero no existen estudios clnicos que soporten su uso.

    VITAMInA K

    Tambin llamada fitonadiona o fitomenadiona es una vi-tamina amarillenta, liposoluble, relativamente viscosa e inolora, necesaria para la sntesis de la protrombina (factor II) y los factores de coagulacin VII, IX, X.

    Los estudios de los dres. Elson, Rojas, Cesarini, Adam y Bo-vie, indican la inocuidad de la vitamina K por va tpica (7).A partir del ao 1994, el dr. Melvin inicia su estudio con Vi-tamina K tpica en el tratamiento de ojeras comprobando su capacidad en la reabsorcin de los depsitos subcut-neos de sangre y en la reduccin en el calibre y nmero de pequeos vasos, lo cual se traduca en mejoramiento los hematomas traumticos, reduccin del eritema y telan-giectasias de la roscea (8).

    Jean-pal Marty (ABEdEp, Julio de 2000, pars) enfatiza que la vitamina K se absorbe rpidamente cuando es suminis-trada por va oral y al margen de su distribucin muscular y heptica presenta un particular trofismo cutneo y eli-minacin renal. por lo tanto, es lgico pensar que adems de sus principales indicaciones, existen tambin otras ms concretas en dermatologa y cosmetologa.

    La roscea, en general, responde muy bien a los antibiticos orales. La tetraciclina, doxiciclina y la minociclina han resultado ser efectivas en el tratamiento de la forma papulopustulosa y tambin en la reduccin del eritema.

    Es indispensable que la vitamina K vaya integrada en un excipiente que le permita cruzar la barrera cutnea y al-canzar intacta y con suficiente concentracin la dermis pa-pilar y reticular, ya que all es donde estn situados los va-sos sanguneos de la piel. por tanto, el papel del excipiente es fundamental.

    La utilizacin de vitamina K1 al 3% (2 veces por da) brin-da excelentes resultados, no slo en roscea eritematosa, tambin en ppulo pustulosa combinada con antibitico va oral y como tratamiento domiciliario permanente en pacientes que realizan sesiones mensuales de lser de pul-so largo.

    CIRUgA

    Las telangiectasias se pueden manejar con electrocoagu-lacin, lser de argn, de Co2 y nd Yag (5,6). En el Rinofima puede realizarse tratamiento quirrgico o con lseres pul-sados, argn y co2, siendo sus resultados muy exitosos (9).

  • Fueron tratados 21 pacientes en diferentes etapas. Las se-siones se realizaron con lser de nd Yag, aplicacin previa y simultnea de aire fro de toda la zona a tratar. duracin de la sesin 15 a 25 minutos.

    Estadio II: la oclusin de las telangiectasias, y la estimula-cin del colgeno mejora la textura de la piel y disminuye el edema producido por la lesin vascular.

    Estadio III: aprovechamos la penetracin y propiedades bactericidas de esta longitud de onda para eliminar el agente causante de las ppulas y pstulas (Helicobacter pylori, demodex Folliculorum)

    Etapa IV: tratamos telangiectasias, ppulas, pstulas pro-ducindose desde la primera sesin cambios importantes en el volumen de los fimas.

    de los 21 pacientes 7 se encontraban en estadio I, se les realizaron hasta la fecha 2 sesiones con un intervalo de un mes entre sesin obteniendo resultados estticos satisfac-torios en el 100 % de los pacientes. En el estadio II se obtu-vo la remisin total de las pstulas en el 75% de los 12 pa-cientes entre los l0 a 30 das de realizada la primera sesin disminuyendo significativamente en el 25% restante. Lue-go de la segunda sesin la remisin fue total, en todos los pacientes, con escasas recidivas postulares.

    Los dos pacientes con rinofinas lograron remisin de las pstulas y disminucin importante de las telangiectasias y del volumen de la zona tratada, despus de la realizacin de la 4 sesin.

    Es importante destacar que todos los pacientes realizan tratamiento domiciliario con vitamina K1 al 3% en crema, dos veces al da y proteccin solar.

    En general se necesitan 2 a 4 sesiones con intervalo de 4 semanas para lograr los mejores resultados.

    COnCLUSIn

    La roscea es un trastorno inflamatorio crnico que afecta preferentemente a la regin centrofacial. Su etiopatogenia es desconocida, aunque se han implicado varios factores y fenmenos locales. Sus manifestaciones clnicas son varia-das y presenta distintos estadios de acuerdo con el com-promiso y cronicidad. para el entendimiento total de esta entidad, se necesitan todava ms estudios que aclaren las hiptesis propuestas; de esta manera, se podrn adicionar otras opciones teraputicas en el futuro.

    El lser pulsado nd. YAg es una alternativa teraputica muy aconsejable en los estadios que presentan telangiec-tasias. Como resultado de la obliteracin lser se mejora significativamente el eritema y en estadios avanzados dis-minuyen los fimas. El efecto esterilizante del lser mejora los estadios que presentan ppulas y pstulas

    BIBLIOgRAFA:1. Fitzpatrick TB. dermatologa en medicina general. 1997 | 2. Bondi / Jegasothy / Lazarus. dermatologa diagnstico y tras-tamiento. primera edicin, 1993 | 3. Rook. Text book ofd ermatology | 4. vila M. Roscea. Tema de revisin. Bogot: Centro dermatolgico Federico Lleras Acosta, 1994 | 5. Infeccin por Helicobacter pylori y patologa extradigestiva p. Hergueta, J.M. Rojo, p. gancedo, J.M. Herre-ras. Anales. Vol. 21, Suplemento 2 | 6. Cosmiatria II. Vigliolia y Rubn. Segunda edicin, 1991 | 7. Revista de Medicina Esttica. n 2. Vitami-na K tpica. Internet | 8. Revista Concepto Esttico. n 7. Vitamina K1: opcin teraputica para la roscea eritematosa. dra. graciela Ferraro | 9. Laser en dermatologa y dermocosmtica. J.L Cisneros Vela y F. Camacho Martnez | 10. Tratamiento con lser de Co2 de lesiones cut-neas benignas. dr Miguel Angel Muoz perez. XXXII Congreso nacional de dermatologa y Venerologa. 3 al 5 de Junio. Sevilla | 11. Cama-cho F. Acn. Erupciones acneiformes. Roscea. Armijo M, Camacho F, editores. Tratado de dermatologa. Madrid: grupo Aula Mdica, S.A., 1998; 241-245.

    nUESTRA EXpERIEnCIA COn LSER dE nd YAg