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centro manufacturero del mundo, compra, logística de transportes) chay (té con leche muy azucarado). Respondl que no, pero daba igual, dista mexicano, pero se d'e¡ó arras- trar por el placer de describir el futu- ro de India y olvidó sus preguntas. Y cómo se emocionó cuando cité un famoso informe del banco interna- curiosidad de conocer a un perio- mayores 500 empresas de la bolsa Ies de contaminantes. Él no parecía sentirlo. Con sonrisa enorme, me raciones y la confianza que proyec-

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mit Bapat sería la imagenideal de una campaña de pro-

moción de India' experimentado,maduro y satisfecho, refleja en susmaneras y su discurso todas las aspi-raciones y la confianza que proyec-tan las clases altas, ei entusiasmo deser parte de un país que creen desti-nado a ser una de las estrellas másbrillantes del siglo xxr, la seguridadde que podrá hacerlo.

Figura de la televisión y laradio mumbaikares (Bombay cam-bió de nombre a Mumbai), Amitaceptó entrevistarse conmigo por lacuriosidad de conocer a un perio-dista mexicano, pero se d'e¡ó arras-trar por el placer de describir el futu-ro de India y olvidó sus preguntas. Ycómo se emocionó cuando cité unfamoso informe del banco interna-cional Goldman Sachs, que anticipaque la economía india crecerá en laspróximas cuatro décadas hasta colo-carse como la tercera del mundo,sólo después de las de China yEstados Unidos, y por delante de lade Japón.

Sentado frente a mí en la terra-za de un viejo café de Pune, unaciudad de cuatro millones de habitantes con una pujante industria desoftware, me preguntó si queríachay (té con leche muy azucarado).Respondl que no, pero daba igual,porque en India esa pregunta es

una fórmula de cortesía' todo elmundo bebe chay a menos que estéenojado. No se entiende que a unose le pueda estropear el paladar contanto dulce, y me resigné a beber loque me trajeron. Es preferible a

mantener en la boca el humo delos coches, sin afinación ni contro-Ies de contaminantes. Él no parecía

sentirlo. Con sonrisa enorme, memostraba los hoteles cercanos:"Sólo en esta avenida se abrieron 25

en 2005. Todos para hombres denegocios. Es el software".

Una compu propiaSi China se ha convertido en el grancentro manufacturero del mundo,India, que ya atrajo a 400 de lasmayores 500 empresas de la bolsade Nueva York, avanza rápidamentepara ser Ia capital de los servicios dela era de la información: desde pro-cesos de grandes empresas globales(operación de centros de llamadastelefónicas, gestión de órdenes decompra, logística de transportes)hasta desarrollos de grandes proyec-tos de investigación (gigantes far-macéuticos, del software y de laaviación, entre otros, han montadoenormes centros donde generansus innovaciones).

En principio, casi todas estasactividades quedan a cargo de sub-sidiarias de las multinacionales ode compañías locales tuteladas porIas extranjeras, pero en los últimosaños muchas han ganado autono-mía y generado mercados propios.

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Entre Ias 20 proveedo-ras de servicios de tec-

nologías de Ia infor-mación más grandesdel mundo, empresasindias ocupan lossitios 14, 16 y 17. La

economía está cre-ciendo a un ritmo sos-

tenido de entre 7 y 8

por ciento anual.Hay muchos de-

sacuerdos para explicarel origen del boom. AIos indios les gustadecir que al principiofue para darle una lec-

ción a EU: en 1987,

Washington puso mu-chas trabas para ven-derle una súpercompu-tadoraaDelhiydeplano Ie negó una se-

gunda. Pero para 1991

los ingenieros indioshabían creado la suya,que pusieron en elmercado a un preciocinco veces menor.

Se puede recono-cer tres elementosclave, sin embargo, elprimero fue que en los

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seguridad de que sussecretos industriales se-

rían protegidos, y unaenorme masa de manode obra calificada, creatr-\¡a. que habla inglés yque recibe salarios equi-rralentes a una fracciónde los que se pagan enios países industriaiiza-dos. Por e¡emplo, unprogramador gan.r entre400 y mll dólares rnen-suales en India, contraclnco o siete mil enEstados Unidos.

Los quecobran menos

"En cambio el gobiernode Fox ha estado reco¡-tando los presupuestospara Ia ciencia y las unr-versidades. ¿no es así?"

El comentario. en nn.rvisita que hice un mesantes de conocer a AmitBapat, me tomó despre-venido. Normalmente.en India debo explicarcon calma que Médcoestá en América, que noes parte de EU y que

años 50, el gobierno se propusocombatir la dependencia tecnológi-ca y creó por todo el país ios famo-sos Institutos Indios de Tecnología(llT); en 1991, el entonces ministrode Finanzas y hoy primer ministro,Manmohan Singh, impulsó refor-mas para abrir la economía a lainversión extranjera y garantizar eI

respeto a la propiedad intelectual;en paralelo, los avances en las

comunicaciones permitieron quemuchas actividades de las empre-sas pudieran realizarse muy lejosde sus países de origen.

EI resultado fue que al llegar elnuevo milenio, Ias grandes compañias interesadas en reducir costos se

encontraron en posibilidades demover gran pafte de sus operacionesa sitios más baratos. Y en Indiaencontraron facilidades de inversión.

hablamos español. Pero mr interlocu-tor, el doctor Siddhivinayak Kumar,es directivo de un centro de relacio-

nes internacionales de Nueva Delhi ytiene contacto con ciendficos mexi-canos que le han hablado de sudesesperación con un gobierno "que

tiene ingresos fabulosos por los altosprecios del petróleo, pero quierematar de hambre a la invesügación",Ie han dicho.

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Salimos a pasear por el barrio.Las avenldas son muy anchas, lascasas enormes, no hay vendedoresanbulantes y las cosas están más omenos limpias. No parece India. Eldoctor l(umar prefiere no opinarsobre México porque no io conocebien, pero enfatiza que el enfoqueindio es competir con costo y calrdad de mano de obra, y a largoplazo sólo con calidad.

Otros países se limitan a ofre-cer trabajadores malpagados. "Y nosé si el goblerno mexicano se dlocuenta de que ése no es el camino,pues ya se sabe que si los latinoa-mericanos pueden exprirnil sumano de obra, bajar los sueidos yreducir los derechos laborales. lospaíses del Sudeste de Asia siemprepodrán más: son más pobres, notienen una cultura democrática nisindical, cobran menos .

India, en cambio, es igualmen-te pobre, pero la democracla estáarraigada y el sindicaiismo es fuerte.'Ahora podemos competir con sala-

rlos bajos, pero no por mucho tiem-po", dice l(umar. "Tailandia Indo-nesia y otros países de la regióndejaron pasar el boom s\n invertlr encapital humano. Nuestra apuesta es

que los trabajadores indios ganenmejor, que vivan y se alimentenbien, que consuman por placer, nopor hambre. Queremos una manode obra capacitada que genere tecno-logía de punta y, además, que puedacolnprar 1o que producunos: necesi-tamos un gran mercado interno".

No obstante, el optimismo de AmitBapat, la r¡isión del doctor l(umar,

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los grandes edrficios r-rlt¡amoder-nos de los parques industriales ylos escasos fraccronamientos delurjo donde vir,en los señores de lastecnolo-qías de la información, cho-can con Ia realidad indi¿.

La moderna Nuer¡a Delhi es

una ciudad encerrada en otra, lavieja Delhi, donde uno da un saltoal pasado' hay calles del centro queparecen una estampa de fines delsiglo xrx, con telarañas de cablescolgando en las calles, genternoviéndose en ciclorickshaws (tii-cicios-taxi con asiento de pasajeros)

)/ un ambiente casi de color sepia,ce-,rno las postales antiguas.

Mumbai, la capital económi-ca. es una monstruosidad de 17

rlillones de irabitantes dondernás de la mltad de ellos vive enasentamientos irregulares o en lacalle, cada noche, clentos de milesde farnilias se recuestan a dormiren las banquetas o sobre el pasovehrcular. Ahí hacen literahnentetodo: con agua de alcantarilla, se

asean, comen, lavan los pocostrastes y la envejecida ropa, y 1o

que incluso disgusta imaginar. AIa r¡ista del que por accidente omorbo esté mirando.

A donde quiera que uno vaya,hay rios de gentc. Uno no se imagi-na de dónde sale tanta. La basuraes una parte dominante del paisa-je. Todos los ríos están muy conta-minados, pero la -u,ente sin recursosno tiene otra alternativa que beberde eilos y seguirlos ensr-rcrando. La

tercera parte de la población es

analfabetaEste país no puede entender-

se sin su religiosidad. Adernás de

muchos cultos tribales, hay cincograndes doctrinas (lslam, cristia-nismo, jainismo, budismo e hrn-duismo), pero Lln E0 por ciento es

hinduista. Esta religión que puededir¡inizar todo (tiene 100 millonesde dioses) tambiéri facilita quc- lagente sea profundamente supers-ticiosa y que la mendicidad disfra-zada de religión sea fomentadaUna de sus creencias básicas es

que al morir, uno reencarna enalgo mejor o peor, de acuerdo a sucomportaniento en la vida pasa-

da. En consecuencla, en esta vidauno tiene 1o que se ganó y notiene derecho a aspirar a algomejor, es su destino.

Éste es el orrgen de las castasque plagan la sociedad india y queobligan a los pobres y a las mujeresa resignarse a su marginaclón.Aunque el gobierno indio trata dedesmontar este sistema y en algu-nas partes se ha debilitado, en lamayor parte del país srgue \/igente.

Pude encontrar este atraso.caos y conservadunsmo religioso encasi todo el país durante los tres

meses en que lo recorrí. Incluso enel aeropuerto de Bangalore, la ciu-dad en-rblemática del "milagro" tec-

nológico indio, observé que siguenhaciendo obras con albañiles quetrabajan sin herramientas ni equi-pos de protección, y que la grava y elcemento no son trasladados enmodernos minitractores, slno en lacabeza de las mujeres.

Hablé con muchos indios edu-cados, ingenteros, actores (lndia es

el mayor productor de películas delmundo) y periodistas, pero me diola impresión de qr-re están tan

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.ursrosos de ver hecha realidad laprouresa de la India-potencia mun-dial que no quieren darse cuentade sus terribles y dramáticos atra-sos, de que las proyecclones esta-

dísticas a veces no coinciden con loque ocurre en la calle, de que no se

ve nada claro cómo se armonizarála velocidad cibernética de Ia narizde India con el estancamientomedieval del resto de su cuerpo.Aunque lo prediga Goldman Sachs.

"No vean tanta tele"Quise hacer un experimento.Tenía enfrente a Amlt Bapat en surelajada pose de conductor de TV.Sin avisar, le recité un par de cifraspara ver su reacción: sólo uno decada 700 aspirantes logra entrar aestudiar en los IIT; cada año egre-

san 350 mil nuevos ingenieros yapenas la décima parte consigueempleo; Infosys, uno de los gigan-tes indios del software, recibió 1.1

millones de solicitudes para sólo20,000 puestos de trabajo disponi-bles. Bapat escuchó sin hacer nada.

Le dile que el alcance del fenó-meno indio de las TI era pequeñocomparado con el país, que lasindustrias de software, investigacióny subcontratación de procesos sólogeneraron 3 por ciento del PIB nacio-nal en 2005: Que se concentran enlas siete ciudades más grandes deun país que es 70 por ciento rural:que emplearon a un millón de per-sonas y que acaso habrán creado tres

millones de trabajos lndirectos, enconjunto apenas I por ciento de lapoblación en edad de laborar (400

millones). "Será el doble en 2010',dijo mirando su taza de chay.

Indiqué que eso sigue siendoinsuficiente. En los últimos cincoaños, India creció en 120 millonesde habitantes. 'Así ha sido siem-

pre, ¿verdad?", le dijo al meseromientras pagaba la cuenta.

La población de India, más demll 100 millones de habitantes,tampoco lo asustó. "Yo creo que se

va a estabilizar entre mil ó00 y mil000 millones. eso no es ningunapesadilla" estimó dedicándomeuna de sus r.nás paternales sonrisasde pantalla. India tiene un territo-rio de 1.2 millones de kilómetroscuadrados, no es ni el doble deMéxico. Tener en nuestro país 1a

misma densidad demográfica queIndla signlficaría que hubiera ó87

mÍllones de mexicanos (la "estabi-

Iización" que é1 mencionó seríaequrvalente en México a entre mily mil 187 millones de habltantes).

Amit tenía pnsa para irse a unprograma nocturno, pero insistí endecirle que los problemas de Indlaestán ligados a Ia sobrepoblación, quetener una situación así sería la locurapara nosotros: "Eso es Io que les dicena ustedes los estadounidenses por-que quieren que sean pocos", soltó alsalir. "Ya no vean tanta tele".

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