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Etología, 7:63-68 (1999) 63 La importancia de la etología en la conservación y manejo de las vicuñas Bibiana Vilá Departamento de Ciencias Básicas, Universidad Nacional de Luján, Rutas 5 y 7, 6700 Luján, Argentina, y Organización PROFAUNA, Argentina, y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, Argentina. [email protected] Recibido: 30 marzo 1999; aceptado: 18 mayo 1999. Resumen: En este trabajo se describen aspectos etológicos de las vicuñas. Las vicuñas tienen la fibra de origen animal mas fina del mundo y por lo tanto un alto valor económico. Después de estar en riesgo de extinción en la década del 60, sus números se han recuperado y los países con vicuñas planean distintos tipos de manejo. Se analiza la importancia del estudio del comportamiento para conservación y explotación de la especie. Se describen los tres tipos de manejo actual y se plantean sus ventajas y desventajas desde el punto de vista del comportamiento y ecología de la especie. Abstract: The importance of Ethology to conservation and managament of vicu- ñas. In this paper some ethological aspects of the vicuñas are described. Vicuñas fleece have the world finest animal fibre, so the species has high economical value. In the 60s vicuñas were in danger of extinction, now numbers are recovering and the countries with vicuñas are planning different kinds of management. The importance of ethological studies for conservation and exploitation of the species are analysed. Three actual types of management are described and their advantages and disadvantages from the behavioural and ecological points of view are raised. Key words: vicuñas, camelids, conservation, management, sustainable use. Introducción En Sudamérica la diversidad de mamíferos está repre- sentada principalmente por roedores y murciélagos, sien- do los camélidos silvestres, vicuñas ( Vicugna vicugna) y guanacos ( Lama guanicoe ), los ungulados más im- portantes de las extensas estepas subtropicales del con- tinente (Franklin, 1982). Las otras dos especies de camélidos sudamericanos, las llamas ( Lama lama) y alpacas ( Lama pacos) han sido domesticadas por las culturas preincaicas hace 5000 años (Wheeler, 1994). A diferencia de los guanacos que utilizan una gran variedad de ambientes desde el nivel del mar hasta los 4.000 metros de altura, las vicuñas están restringidas a los sistemas puneños y altoandinos entre los 3.000 y 5.000 metros de altura (Koford, 1957, Puig & Vilá, en pren- sa). Los guanacos tienen estructuras sociales más plás- ticas y variables como consecuencia de sus adaptaciones a diversos hábitats mientras que las vicuñas tienen una organización social relativamente constante. En este trabajo se describirán las adaptaciones etológicas de las vicuñas a condiciones ambientales ex- tremas y las relaciones entre las vicuñas y las socieda- des humanas, especialmente la situación actual de los proyectos de manejo. Finalmente, se discutirá la necesi- 1999 Sociedad Española de Etología c

La importancia de la etología en la conservación y manejo de las vicuñas

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  • Etologa, 7:63-68 (1999) 63

    La importancia de la etologa en la conservacin y manejode las vicuas

    Bibiana Vil

    Departamento de Ciencias Bsicas, Universidad Nacional de Lujn, Rutas 5 y 7, 6700 Lujn, Argentina,y Organizacin PROFAUNA, Argentina, y Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tecnolgicas, [email protected]

    Recibido: 30 marzo 1999; aceptado: 18 mayo 1999.

    Resumen: En este trabajo se describen aspectos etolgicos de las vicuas. Lasvicuas tienen la fibra de origen animal mas fina del mundo y por lo tanto un altovalor econmico. Despus de estar en riesgo de extincin en la dcada del 60, susnmeros se han recuperado y los pases con vicuas planean distintos tipos demanejo. Se analiza la importancia del estudio del comportamiento para conservaciny explotacin de la especie. Se describen los tres tipos de manejo actual y se planteansus ventajas y desventajas desde el punto de vista del comportamiento y ecologa dela especie.

    Abstract: The importance of Ethology to conservation and managament of vicu-as. In this paper some ethological aspects of the vicuas are described. Vicuasfleece have the world finest animal fibre, so the species has high economical value. Inthe 60s vicuas were in danger of extinction, now numbers are recovering and thecountries with vicuas are planning different kinds of management. The importanceof ethological studies for conservation and exploitation of the species are analysed.Three actual types of management are described and their advantages anddisadvantages from the behavioural and ecological points of view are raised.Key words: vicuas, camelids, conservation, management, sustainable use.

    Introduccin

    En Sudamrica la diversidad de mamferos est repre-sentada principalmente por roedores y murcilagos, sien-do los camlidos silvestres, vicuas (Vicugna vicugna)y guanacos (Lama guanicoe), los ungulados ms im-portantes de las extensas estepas subtropicales del con-tinente (Franklin, 1982). Las otras dos especies decamlidos sudamericanos, las llamas (Lama lama) yalpacas (Lama pacos) han sido domesticadas por lasculturas preincaicas hace 5000 aos (Wheeler, 1994).

    A diferencia de los guanacos que utilizan unagran variedad de ambientes desde el nivel del mar hasta

    los 4.000 metros de altura, las vicuas estn restringidasa los sistemas puneos y altoandinos entre los 3.000 y5.000 metros de altura (Koford, 1957, Puig & Vil, en pren-sa). Los guanacos tienen estructuras sociales ms pls-ticas y variables como consecuencia de sus adaptacionesa diversos hbitats mientras que las vicuas tienen unaorganizacin social relativamente constante.

    En este trabajo se describirn las adaptacionesetolgicas de las vicuas a condiciones ambientales ex-tremas y las relaciones entre las vicuas y las socieda-des humanas, especialmente la situacin actual de losproyectos de manejo. Finalmente, se discutir la necesi-

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    dad de contar con un conocimiento cientfico del com-portamiento de las vicuas para el xito de su conserva-cin y uso sostenido.

    Adaptaciones etolgicas de la vicua alambiente puneo

    La Puna es una planicie de altura, seca (con lluviasestacionales de aproximadamente 300 mm anuales) y fra.La vegetacin se describe principalmente como una es-tepa xerfila y presenta fenotipos adaptados a condicio-nes extremas de sequa, alta diafanidad, fro y viento.Estas adaptaciones de la vegetacin inciden en sus ca-ractersticas de digestibilidad para los ungulados de lazona. Las vicuas poseen adaptaciones fisiolgicas yetolgicas asociadas al uso de este tipo de vegetacin yse considera que realizan un pastoreo de bajo impactosi se las compara con el ganado introducido. Algunas deestas adaptaciones son las siguientes. Las vicuas noarrancan el pasto sino que lo cortan con los incisivossuperiores, los cuales tienen crecimiento continuo y unacapa de esmalte del lado labial que los mantiene afilados.Esto permite aprovechar pastos muy cortos y partesbasales fuera del alcance de otros ungulados (Hofmannet al., 1983). Tambin pueden realizar una seleccin msfina de partes de las plantas porque tienen labios hendi-dos que le permiten mayor manipulacin del vegetal. Elalimento permanece ms tiempo en el estmago permi-tiendo una fermentacin ms prolongada y una mejorabsorcin (Hofmann et al., 1983). Anatmicamente, laspatas de las vicuas terminan en yemas blandas quecubren la tercera y cuarta falanges, que permiten un ca-minar seguro sobre las superficies rocosas y no originadestruccin del suelo delgado. Tambin tienen mayorafinidad con el oxgeno y mayor funcin tisular a meno-res presiones parciales de oxgeno.

    A diferencia de los otros camellos, las vicuasdeben beber agua con frecuencia, normalmente todoslos das (Koford, 1957; Franklin, 1982; Bosch &Svendsen, 1987). Los patrones de uso del espacio y lospatrones diarios de actividad estn condicionados a laobtencin de este recurso. En dos estudios realizadosen poblaciones argentinas se ha observado que las vi-cuas realizan desplazamientos diarios desde zonas derefugio o pastoreo en los cerros hasta los cuerpos deagua (Vil & Roig, 1992; Vil & Cassini, 1993). Tambinse observan cambios estacionales en los presupuestosde tiempo asignados a diferentes actividades. En vera-no, que es la nica estacin con lluvias y por lo tanto elperodo con mejores condiciones de la vegetacin, lasvicuas pasan menos tiempo alimentndose y ms tiem-po en otras actividades, probablemente porque satisfa-cen ms rpidamente sus requerimientos diarios denutrientes que en las otras estaciones el ao (Vil &Cassini, 1993).

    Las vicuas son territoriales y su organizacinsocial se basa en grupos familiares mantenidos durantetodo el ao (Franklin, 1982). Tambin forman grupos deanimales solteros cuya distribucin es muy variable sien-do comunes las fusiones y fisiones de los mismos. El

    nmero medio de animales por grupo familiar es cons-tante cuando se comparan diversas poblaciones inclusi-ve de distintas subespecies, siendo de un macho, tres acuatro hembras y dos cras (Vil & Cassini, 1994). Estafalta de variabilidad en la estructura social probablemen-te refleje una adaptacin a las condiciones extremas devida de la vicua. El sistema de apareamiento de estosanimales tiene componentes mixtos de poliginia de de-fensa de recursos y defensa de harn ya que los machosdelimitan y defienden un rea pero tambin arrean sushembras hacia el territorio cuando se alejan (Vil &Cassini, 1994).

    La baja calidad y cantidad de vegetacin determi-na que las vicuas pasen la mayor parte del tiempo acti-vo buscando alimento. Esta situacin es ms extrema enlas hembras que deben gestar y amamantar a sus crassimultneamente y que usan entre el 70% y el 90% deltiempo en alimentacin (Menard, 1982; Vil & Cassini,1994). En el caso de los machos territoriales, adems delos riesgos asociados a la luchas territoriales (Vil, 1992a),tienen costos derivados del tiempo que asignan a la de-fensa de las hembras y de sus territorios. Vil & Cassini(1994) encontraron una relacin inversa entre el tiempodedicado a la alimentacin por parte de los machos terri-toriales y el nmero de hembras de sus gruposreproductores, lo que sugiere que los machos toleranmayores costos de la reproduccin cuando la expectati-va de obtener beneficios es mayor.

    Otra posible respuesta adaptativa de las vicuasa condiciones de vida extrema es la falta de dimorfismosexual. El dimorfismo sexual es comn en unguladospolignicos (Clutton-Brock et al., 1982). La intensa com-petencia intra-sexual en los machos y la territorialidadnos haran esperar la existencia de dimorfismo sexual enlas vicuas. Sin embargo, las formas frecuentes de di-morfismo, como mayor tamao o las cuernas, tienen uncosto energtico que requiere que los machos obtenganmayores recursos alimentarios (Byers & Kitchen, 1988;Clutton-Brock et al., 1982). El ambiente de la vicua nopermitira satisfacer esa demanda extra de recursos ne-cesaria para la evolucin del dimorfismo. Es interesanteque la falta de dimorfismo no es exclusiva de las vicuassino que es una caracterstica taxonmica que incluye alas formas fsiles de camellos, siendo los camlidos ungrupo adaptado a la vida en condiciones ambientalesextremas.

    Otro aspecto fundamental del comportamiento delas vicuas es el de la relacin materno-filial. Las hem-bras cuidan y amamantan a una cra mientras estngestando la cra del ao siguiente. En un ambiente hostilcomo el de la Puna, se espera que las hembras hagan uncuidado balance entre la inversin que realizan en la craya nacida y en la cra que est por nacer. Debido a la malacalidad del alimento, la nica forma de acumular energaen forma de reservas de grasa es permaneciendo la ma-yor cantidad posible de tiempo alimentndose. Por lotanto, el tiempo dedicado al cuidado de la cra actualprobablemente signifique recursos restados a las crasfuturas. Bajo estas condiciones, se espera que se esta-blezca un conflicto entre la cra y la madre ya que, mien-tras la cra demanda la mxima inversin por parte de lamadre, la hembra debe regular sus recursos en funcin

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    de la expectativa de las cras futuras. Este conflicto fuepostulado tericamente por Trivers (1974) y estudiadoen una diversidad de especies. Vil (1992b, 1994) estudila relacin materno-filial en la vicua y encontr eviden-cias de la existencia de este fenmeno.

    Las vicuas y su situacin de conservaciny de manejo

    La mayora de los pueblos pre-conquista utilizaron a loscamlidos intensamente. Vicuas y guanacos sostuvie-ron a las poblaciones humanas puneas y pre-puneasdesde el asentamiento temprano de los cazadores-recolectores. Luego se incorporaron los camlidos do-msticos. La conquista inici un proceso de disminucindrstica en el nmero de camlidos domsticos y tam-bin de vicuas. Esta disminucin poblacional se man-tuvo, generando mltiples extinciones locales, as comopoblaciones mnimas en muchas reas hasta la dcadadel sesenta. Cuando la especie estaba en franco peligrode extincin, se tomaron importantes medidas de protec-cin con legislacin internacional, nacional y regional.Consecuentemente los nmeros de animales comenza-ron a aumentar.

    De acuerdo a los criterios actuales de la Uninpara la Conservacin de la Naturaleza (IUCN, 1996), elstatus presente de la vicua es de bajo riesgo depen-diente de conservacin (Lower risk: ConservationDependent). Se ha estimado que si los esfuerzos deconservacin cesaran, la especie estara amenazada enmenos de cinco aos (IUCN, 1996).

    La Convencin Internacional de Trfico de Espe-cies Amenazadas (CITES) ubica las vicuas en el apn-dice I (con prohibicin total de uso) o en el apndice II(con un uso restringido) dependiendo de la situacin delas poblaciones y de las presiones polticas que recibe.En Per (con mas de 100.000 animales) todas las vicuasestn en el apndice II. En Chile las vicuas de la Reser-va Nacional Las Vicuas y la unidad de ManejoCoquena estn en el apndice II y el resto en el I. EnBolivia el 30% de sus vicuas estn en el apndice II (lasde la reserva Ulla-ulla y otras poblaciones) y en Argen-tina las vicuas de Jujuy y las de los criaderos estn enel apndice II, mientras que las que habitan las demsprovincias estn en el apndice I.

    Las vicuas son de las siete especies selecciona-das por la FAO como claves para el desarrollo rural deAmrica Latina (las otras son guanacos, capibaras,coipos, iguanas, caimanes y tortugas de ro). El alto va-lor de la fibra de vicua y las poblaciones recuperndo-se abren el panorama para la utilizacin del recurso. Sinembargo este manejo debe hacerse con criterios realesde sustentabilidad.

    Existe cierta confusin en el uso del trmino sus-tentable o sostenido (Care for the Wild, 1998) ya quemuchas veces se aplica a explotaciones econmicas queno demuestran garantas de serlo (Taylor & Dunstone,1994). Es por eso que la IUCN ha definido parmetrospara analizar la sustentabilidad de diversos usos de losrecursos naturales a travs de su Iniciativa de Uso Sus-

    tentable (Puig, 1998). Se define como uso sostenido deun recuso natural a la utilizacin realizada a una tasa talque no comprometa su capacidad de renovacin o seaque no peligre el recurso en el futuro. A su vez el usosostenido implica la utilizacin del recurso por los po-bladores locales en el manejo y obtencin de beneficiosdel mismo comprometiendo en este caso al campesinopuneo en la proteccin de las vicuas y generando undesarrollo sostenido del rea. Tambin cualquier pro-yecto de uso sostenido debe tener seguimientos, eva-luaciones y diagnsticos peridicos.

    La conservacin de las vicuas en reasprotegidas y papel de la etologa

    Se ha diagnosticado que los factores que ms inciden enla retraccin poblacional de mamferos son la destruc-cin de hbitats y la caza furtiva. Ambos factores seevitan en reservas bien vigiladas. Cada vez quedan me-nos reservas de conservacin estricta de vicuas ya quegrandes reas han pasado al apendice II de CITES. Mu-chas de estas reservas ubicadas en las provinciaspuneas y altoandinas ocupan varios cientos de milesde hectreas, inclusive las hay de un milln de hect-reas. Este tamao impresiona, pero una de las primeraspreguntas que la eto-ecologa responde es: Cuntas deesas hectreas son realmente hbitat para las vicuas? obien, Cul es el uso del ambiente que realizan los anima-les? Dnde estn y porqu? Es esto constante en eltiempo? En cules escalas de tiempo, circadianas,estacionales? Qu requisitos tienen las poblacionespara reproducirse y vivir?

    En el captulo anterior, he descrito que las vicu-as son pastoreadoras y bebedoras obligadas. Se hademostrado que los cuerpos de agua son determinantespara su distribucin y normalmente no se encuentran ams de 1.6 km del agua (Koford, 1957; Franklin, 1982; Vil& Roig, 1991; Renaudeau dArc, 1997). Los cuerpos deagua no slo sirven de sitios de bebida sino que sonimportantes fuentes de alimento. Las zonas bajas aso-ciadas a arroyos y lagunas son los nicos sitios en laPuna con suelos cargados de humedad que permiten elcrecimiento de vegetacin de buena calidad nutricional.Son las denominadas vegas o bofedales. Las vicuasmuestran preferencias por la vegetacin en este tipo deambiente (Renaudeau dArc et al., datos sin publicar)Lamentablemente, el acceso a los cuerpos de agua y alas vegas est expuesto al disturbio de los pastores consus animales domsticos. Los estudios etolgicos indi-can que esta competencia con el ganado domstico de-termina alteraciones de la conducta y deterioro de lacalidad de la dieta de la vicua.

    El conocimiento de parmetros bsicos de con-ducta y organizacin social tambin puede ser aplicadoa determinar la existencia de furtivismo o disturbios enreservas. Un ejemplo de esto es el diagnosticado en lareserva Laguna Brava en La Rioja (Vil, 1995). En unavisita a la misma se pudo observar que las distancias defuga de las vicuas eran mucho mayores que en las po-blaciones conocidas, el comportamiento de alerta ms

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    frecuente inclusive en hembras y el porcentaje de crasmenor que el esperado. Tambin se encontraban reasmuy propicias para vicuas (como la vega de Pastillos)sin animales pastoreando en las mismas. Las alteracio-nes eran mayores que las debidas a furtivismo. Sumadoa esto se observaban marcas en las laderas de los pe-queos cerros de la reserva y en las planicies. Con va-rios cuestionarios a pobladores cercanos a la reserva sesupo que la misma se utilizaba para moto-cross a campotravs pese a ser una actividad prohibida en la reserva.Esto explicaba la alteracin del comportamiento obser-vado que fue la primera pista para indagar y evaluar loque estaba ocurriendo en ese rea. Es fundamental parala conservacin de vicuas tener reservas protegidasdel furtivismo, por lo que tal vez sea mejor proteger mseficientemente zonas pequeas pero con hbitat propi-cio para la especie.

    El manejo de la vicua y el papel de laetologa

    Como se expuso anteriormente, son tiempos en los cua-les la mayora de las provincias y pases que poseenvicuas se plantean su uso econmico. Las consecuen-cias etolgicas del manejo dependen fundamentalmentede los distintos estilos de manejo que se empleen. Seanalizarn aqu los tres modelos en ejecucin.

    1) Modelo de semi-cautiverio: Existen casi 100.000vicuas en Per en propiedad y usufructo de ms de1.000 comunidades campesinas organizadas. El manejoque se promueve desde el estado es mantener estos ani-males en corrales permanentes de 1000 hectreas (Ho-ces, en prensa) dejando en silvestra aproximadamenteel 3% de la poblacin. Si bien el tamao de los corrales esconsiderable, desde el punto de vista etolgico, se ge-neran al menos dos problemas importantes. El primeroes la falta de posibilidades de dispersin de los animalesy los problemas de consanguinidad que se pueden ge-nerar. El segundo es la dinmica social de las tropas desolteros. Los animales solteros cumplen un papel funda-mental en la estructura reproductora de las vicuas yaque son una de las mayores presiones de seleccinque deben enfrentar los machos territoriales. De maneraindirecta los solteros estn permanentemente poniendoa prueba las habilidades y fortaleza de los machos fami-liares y por lo tanto el flujo de genes en la poblacin. Losmachos solteros muchas veces son agredidos y esca-pan a gran distancia de las zonas de los grupos familia-res, estando ausentes a veces por varios das. Estaposibilidad es inexistente en los corrales y los disturbiosagresivos generados con la presencia de solteros queno pueden escapar debe ser tenida en cuenta. Cuandoespecialistas peruanos son consultados al respectomuchas veces sugieren una saca de machos y dejar un20% en los corrales. Esto debilitara completamente laestructura social e inclusive podra generar agresividadde machos territoriales con sus hembras. A su vez signi-ficara la existencia de seleccin artificial y por lo tantolas vicuas perderan su cualidad de silvestres.

    2) Modelo de criaderos: En este modelo se propi-cia la creacin de criaderos privados an en zonas de

    donde no es oriunda la vicua (ej. zonas cercanas a lacapital provincial de Catamarca, Argentina). Los dueosde los criaderos pueden no ser pobladores locales y losbeneficios econmicos son para quienes han realizadola inversin de capital en infraestructura. Desde el puntode vista biolgico los cambios de los animales debidosal manejo intensivo seran irreversibles. En los criaderosse castran y separan machos solteros (Rebuffi, 1993)alterando en consecuencia la organizacin social de laespecie. Esto se suma a los problemas sanitarios (sarna,actinomicosis, queratoconjuntivitis) que se aumentanpor la cercana de los animales en criaderos y que gene-ran necesidad de tcnicos en sanidad. Los animales es-tn sometidos a manejo intensivo con amansamiento ycontrol de los machos reproductores en un modelo deexplotacin comercial pecuario. Este modelo de explota-cin conlleva un proceso de domesticacin, siendo deconsenso internacional que no se debe propiciar la pr-dida de silvestra. Esto es especialmente aplicable al casode la vicua ya que cabe recordar que ya existen dosespecies domsticas de camlidos, la llama y la alpaca,que resultaron de procesos de seleccin artificial de lavicua y el guanaco. Por lo tanto, a largo plazo parecems razonable utilizar en forma sostenida las especies yadomesticadas en lugar de volver a comenzar el procesode domesticacin de los camlidos silvestres.

    3) Modelo de uso de poblaciones silvestres: Estemodelo se basa en el seguimiento de poblaciones silves-tres y esquilas peridicas con suelta inmediata. Estemodelo se inici en Chile en 1975 (Torres, 1987) y re-cientemente ha incorporado estudios de bienestar ani-mal para redisear tcnicas de menor estrs de capturay esquila (Bonacic, 1996). Es el modelo que planifica in-corporar Bolivia con manejo comunal de las poblacionesde vicuas (Rendn Burgos, 1998). Si bien los trabajosde bienestar animal son importantes en cualquier siste-ma de manejo, es en estos casos de silvestra donde sonms importantes. Se ha trabajado intensamente en lasmediciones fisiolgicas de indicadores de estrs y sehan diseado nuevos mtodos de captura y esquila(Bonacic, 1996).

    Existen trabajos de anlisis de estrs de captura yesquila que han logrado disminuir las altas tasas de mor-talidad iniciales (de ms del 13%). En un seguimientoluego de la esquila de 81 individuos, Galaz & Bonacic(en prensa) describen que el 100% de los grupos familia-res sometidos a captura presentaban variacin en la com-posicin y tamao de su estructura grupal. Estos estudiosdeberan mantenerse en largos plazos para analizar susconsecuencias reproductoras. El papel de los etlogoses fundamental en la evaluacin de estos indicadores deestrs y en el diseo de nuevas tcnicas que disminu-yan ese estrs. Pero el manejo de especies silvestres noslo tiene consecuencias inmediatas sobre la conductasino que puede generar modificaciones a largo plazo, yaque el uso de estas tcnicas representa una presin deseleccin artificial. Por ejemplo, es de esperar que losmiembros de los grupos de solteros sean ms difciles decapturar por la dinmica tpica de sus grupos y que alestar una parte de la poblacin (los grupos familiares)sometidas a esquila y otra (los solteros) no, la tendenciasera aumentar el nmero de animales en las tropas de

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    solteros y disminuir el nmero de animales en las fami-lias. De cualquier manera este sistema es el que tienems probabilidades de entrar dentro de las definicionesde sustentabilidad por lo menos en sus aspectos biol-gicos. Actualmente en Chile ya existe mucha presin porlos criaderos privados y el traslado de animales fuera desu hbitat.

    Conclusiones

    La vicua es un mamfero maravillosamente adaptado alas condiciones extremas de la Puna, una regin nica deLatinoamrica. La calidad exquisita de su fibra determinuna enorme presin de caza que llev a la especie alborde de la extincin. Luego de apropiadas medidasconservacionistas, se logr la recuperacin de algunaspoblaciones. En los ltimos aos, se impuso mundial-mente el concepto de uso sostenido de la fauna, lo queestimul el desarrollo de proyectos de explotacin de lavicua. Estos proyectos estn lejos de haber demostra-do su carcter de sostenibilidad (quizs la nica excep-cin sea el de la reserva Los Andes en Chile). En estarevisin he intentado sealar aquellos aspectos en losque los etlogos pueden colaborar en la conservacin ymanejo de esta especie. El papel de la etologa abarcadesde aportes a las tcnicas de seguimiento peridicohasta criterios para la seleccin de la mejor estrategia demanejo en un sitio determinado.

    Terminar este captulo con una reflexin: cual-quiera que sea el modelo de manejo que se use, en algnlugar las vicuas deben seguir viviendo en silvestra,conservadas y dejando a las presiones de seleccin na-tural seguir operando. La naturaleza model estos bell-simos animales con su fibra de tan alta calidad. Slo unapostura antropocntrica y poco tica puede creerse ca-paz de producir un producto mejor.

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