I. E. S

. León Felipe – Benavente

Año IX ~ Nº 1 ~ Octub re -D i c i embre , 2008 [ # 8 8 ] La Mandr agora

I. E. S. León Felipe – Benavente

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Año IX ~ Nº 1 ~ Octub re -D i c i embre , 2008 [ # 8 8 ]

Que un certa-men de t e a t r o para afi-c i o n a -dos dure d o c e años y tenga la s a l u d que tie-ne el de

Benaven-te, significa que el teatro por suerte no está en crisis. Al me-nos el teatro como afición, como ocio, como libre activi-dad creativa en la que se juega a ser otro, lo que es una de las formas más

antiguas de comu-nicación y de cono-

cimiento. Y eso que el cine es un competidor duro, y aún más el fútbol televisado; sin embargo, en Benavente los cines sólo se abren de vez en cuando gracias al empeño de los aficionados, y el fútbol no vive su mejor momento.

Por el contrario, el certamen de teatro recibe todos los años más de cien solicitudes de participación. Hay cantidad y calidad en las obras pre-sentadas. El trabajo −ni poco ni fácil− de selección corre a cargo del grupo Intercazia, cuyos integrantes ven to-das y cada una de las obras. Gracias a su buen hacer el nombre de Benavente está asociado en el ámbito del teatro aficionado a un festival de prestigio. Por eso hay tantos grupos deseando

par-t i c i -

par en él.

El públi-co benaventano −y

es algo que reconocen todos los entrevistados−, es

cálido y entendido, puede que no sea muy sofisticado, pero sabe

apreciar el trabajo de los actores y se entrega a las obras con pasión, tal vez por ello tiene la costumbre (según al-gunos, fea costumbre) de aplaudir al final de algunas escenas cuando a su juicio los actores han estado particu-larmente bien. Es un público inclina-do a la comedia, al que le gusta reír −¿y a quién no?− aunque también 'disfruta' cuando el drama se pone a herir personajes o a derribarlos cruelmente dejando un sabor amargo en el cielo de la boca y mariposas mo-ribundas en la boca del estómago. Es un público con mucha afición.

Este año, el Certamen ha contado con dramas intensos −Calígula, Hija de nadie−, dramas sobrios −El Oka-pi, Gaviotas subterráneas−, comedias ligeras −Julieta tiene un desliz−, co-medias en verso −El Pendón Corona-do−, ha sido visitado por los clásicos (Molière, Shakespeare, Lope de Vega) para que hablen del teatro de siem-pre, ese que no muere nunca −Los in-mortales− y hasta ha tenido un musi-cal −Jimmy Pelostristes− para cerrar la fase de concurso despreocupados de la crisis, pues "quien canta su mal espanta". (Cuando escribo esto aún no se saben los premiados, pero el nivel ha sido realmente alto y todos los grupos son dignos de recibir al-gún premio.)

Desde luego que este certamen presenta variedad, calidad e inago-table afición. Ha habido teatro para todos los gustos. Y en Benavente los hay diversos, como en todos los si-tios. Qué suerte poder ver lo mejor que en el ámbito del teatro de aficio-nados se hace por esos mundos de Dios −quiero decir España. No hay forma de abarcar el teatro actual en un sólo concepto o tendencia. Si algo le caracteriza es su multiplicidad, su variedad apabullante; te sorprende más que el previsible 'séptimo arte'. El cine de hoy está atado en exceso

a la rentabilidad, es una industria con mucho dinero, sí, pero escaso de ideas, y cuando las halla, copián-dolas a la realidad, a la literatura o echando mano de los efectos especia-les, las explota hasta la saciedad en sagas interminables y repetidas. El teatro es mucho más libre, y no diga-mos ya el teatro de aficionados: puro aire que se cuela por donde quiere y cuando quiere. Busquen otros los focos de los oscars y las frías estre-llas del Paseo de la Fama, quédese el teatro con el mero aplauso de un pú-blico no escaso, acogedor, buscador de lo vivo y único en cada represen-tación, de la magia que surge cuan-do un hombre, una mujer, se suben, palpitantes, a un escenario y hablan y actúan como si fueran otros. Los ac-tores están tocados de un don divino. Verlos reír, llorar, sudar allí mismo, a pocos metros de ti, estremece real-mente. Definitivamente, no es cine. El cine pertenece de lleno al "país de la técnica en el que la visión de la rea-lidad inmediata se ha convertido en una flor imposible". En él sólo puedes ver lo que el director quiere que veas: dirige tu mirada como a un niño se le dirige la vida. Hay muy buenas pelí-culas, ¡quién lo duda!, sólo digo que hoy la función social del cine no es la de despertar el pensamiento pro-pio, sino la de ahormarnos el modo de mirar, globalizando o localizando (lo mismo da a efectos ideológicos) modelos estético-éticos. El teatro, por el contrario, nos permite salir de esa minoría de edad porque deja mirar donde y como nos dé la gana, con autonomía; todo el escenario es nuestro campo perceptivo y en ese espacio podemos al fin, parafrasean-do a Kant, "Videre aude", aprender a ver por nosotros mismos. ¡Un lugar al fin para la verdadera ilustración!

Es una suerte tener en Benavente un certamen como este. Pero las co-sas no caen sin más del cielo, alguien/algo debe hacerlas "caer". La fuerza de la gravedad que atrae la manzana escénica al suelo de esta villa no es otra que ese grupo de amigos, aficio-nados donde los haya al simple juego de ser otros sin dejar de ser ellos mis-mos, que tiene por nombre INTERCA-ZIA.- ●

SALUSTIANO FERNÁNDEZ

El XII CERTAMEN

NACIONAL DE TEATRO

PARA AFICIONADOS

«CIUDAD DE BENAVENTE»

TEATRO

Del 4 de octubre al 1 de noviembre 2008