8/3/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 15 Enero 2012

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LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAOLA

Non praevalebunt

Ao XLIV, nmero 3 (2.246) Ciudad del Vaticano 15 de enero d

Ante el Cuerpo diplomtico Benedicto XVI denuncia la tragedia de los cristianos en muchos pases

Respeto a la viday a la libertad religiosa

Junto a la

comunidadinternacionalGI O VA N N I MARIA VIAN

No raramente se reprocha a dicto XVI atencin escasa e inpoca sensibilidad respectoescenarios y los problemas incionales. Pero nada ms lejosrealidad. Lo muestra una vesu discurso al Cuerpo diploco. Obviamente el Papa estodo el sucesor del apstol y la presencia de la Santa Seel mundo tiene un carcter pria y esencialmente religiosoembargo, precisamente porqObispo de Roma y su Igles

tn al servicio del Evangeliola familia humana, es alta sucin a los sucesos del mundo

Y mientras que, al comenao, Benedicto XVI agradecisualmente la presencia de lobajadores de tantos pasesgos, ante un Cuerpo diplomque se cuenta entre los ms nrosos y representativos del mha subrayado que, de por shecho recuerda la importantetribucin de la Iglesia catsu compromiso junto a la cnidad internacional. Concin y compromiso reconocon responsabilidad por mumos pases, tambin en locuentros personales de numjefes de Estado y de Gobiernel Pontfice: como, en 2011,ceremonias por la beatificaciJuan Pablo II y por el sexaganiversario de sacerdocio depio Benedicto XVI.

En la mirada al panorama dial que realmente est oscuridad all donde el hombreconoce ya su vnculo cC re a do r y a las graves y cupantes consecuencias de sis, el Papa ha unido al realisesperanza. Recordando que pre hay que tener presentemensin moral, tanto en econcomo en biotica: la vida huy la libertad religiosa deben tarse y promoverse, en el firmchazo de toda poltica qoriente a marginar el papel religin y del terrorismo mo

re l igi o sa me nt e .Por ltimo, es significativBenedicto XVI se haya exprsatisfecho de la visin cristianhombre que inspir a los pconstitucionales de Alemanicuantos fundaron la Europada y de los signos alentadoel mbito de la libertad relen diversos pases, entre loha citado a Italia. Repitiendla Santa Sede est en el mpara recordar la realidad deto. Que ha transformado el no del hombre de la corrupcla inmortalidad.

El Pontfice bautiza a diecisis bebs

La primera eleccin educativaDiecisis bebs recibieron el Bautis-mo de manos de Benedicto XVI eldomingo 8 de enero, en la CapillaSixtina. En su homila, el Papa expli-c que la comprometedora misin delos padres y padrinos de educar cris-tianamente a los nios es maravillosasi se la realiza en colaboracin conDios, que es el primer y verdaderoeducador de cada ser humano. En la

oracin de los fieles se rez por losnios que sufren a causa de malostratos, hambre y enfermedades.

PGINAS 5-6

En la tradicional audiencia de iniciode ao al Cuerpo diplomtico, el lu-nes 9 de enero, el Papa denunci latragedia de los cristianos asesinadosy privados de los derechos funda-mentales en muchos pases; pidirespeto a la vida y a la libertad reli-giosa; y a la vez conden el terroris-mo que util iza la religin comopretexto para eludir las reglas de lajusticia y del derecho.

Asimismo, el Pontfice asegurque la crisis internacional imponereflexionar sobre la dimensin ticade la existencia antes an que sobrelos mecanismos econmicos. Es ne-cesario reemprender con decisinnuestro camino a travs de nuevasformas de compromiso y nuevasreglas. Benedicto XVI apel a la co-munidad internacional y a los res-ponsables de las naciones, invocan-

do dilogo y reformas que asegu-ren a todos la posibilidad de vivirdignamente. Preocupan al Papa lasconsecuencias de la recesin mun-dial, que no slo golpea a familias yempresas, sino que tambin pone en jaque a las economas de los pasesms pobres y amenaza el futuro delos jvenes.

PGINAS 8-9

El Papa anuncia el consistorio

El 18 de febrero22 nuevos cardenales

PGINA 4

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pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 15 de enero de 2012, nm

Homila de Benedicto XVI en la misa de la solemnidad de la Epifana

Contagiados por la inquietud de Dios

SIGUEEN LAP

Queridos hermanos y hermanas:

La Epifana es una fiesta de laluz. Levntate, brilla, Jerusaln,que llega tu luz; la gloria del Seoramanece sobre ti! (Is 60, 1). Conestas palabras del profeta Isaas laIglesia describe el contenido de lafiesta. S, ha venido al mundo Aquelque es la luz verdadera, aquel quehace que los hombres sean luz. lles da el poder de ser hijos de Dios(cf. Jn 1, 9.12). Para la liturgia, el ca-mino de los Magos de Oriente esslo el comienzo de una gran proce-sin que contina a lo largo de todala historia. Con estos hombres co-mienza la peregrinacin de la huma-nidad hacia Jesucristo, hacia eseDios que naci en un establo, quemuri en la cruz y que, resucitado,est con nosotros todos los das has-ta el fin del mundo (cf. Mt 28, 20).La Iglesia lee la narracin del Evan-gelio de san Mateo junto con la vi-sin del profeta Isaas, que hemosescuchado en la primera lectura: el

estos personajes que, como los pri-meros de entre los paganos, encon-traron el camino hacia Cristo, pode-mos buscar tal vez algunas indica-ciones para la misin de los obispos,a pesar de las diferencias en las vo-caciones y en las tareas. Qu tipode hombres eran esos Magos? Losexpertos nos dicen que pertenecan ala gran tradicin astronmica que sehaba desarrollado en Mesopotamiaa lo largo de los siglos y que todavaera floreciente. Pero esta informacinno basta por s sola. Es probable

que hubiera muchos astrnomos enla antigua Babilonia, pero slo estospocos se encaminaron y siguieron laestrella que haban reconocido comola de la promesa, la cual mostraba elcamino hacia el verdadero Rey ySalvador. Podemos decir que eranhombres de ciencia, pero no slo enel sentido de que queran saber mu-chas cosas: queran algo ms. Que-ran saber cul es la importancia deser hombre. Posiblemente haban o-do hablar de la profeca del profeta

humildes: podemos ima-ginar las burlas que de-bieron de sufrir por en-caminarse hacia el Reyde los judos, enfrentn-dose por eso a grandes dificultades.No consideraban decisivo lo que al-gunos, incluso personas influyentese inteligentes, pudieran pensar o de-cir de ellos. Lo que les importabaera la verdad misma, no la opininde los hombres. Por eso afrontaronlas renuncias y fatigas de un camino

largo e inseguro. Su humilde valen-ta fue la que les permiti postrarseante un nio de familia pobre y des-cubrir en l al Rey prometido, cuyabsqueda y reconocimiento haba si-do el objetivo de su camino exteriore interior.

Queridos amigos, en todo estopodemos ver algunas caractersticasesenciales del ministerio episcopal.El obispo tambin debe ser un hom-bre de corazn inquieto, que no se

camino de estos hombres es s-lo un comienzo. Antes habanllegado los pastores, las almassencillas que estaban ms cercadel Dios que se hizo nio y quecon ms facilidad podan irall (cf. Lc 2, 15) hacia l y re-conocerlo como Seor. Ahora,en cambio, tambin se acercanlos sabios de este mundo. Vie-nen grandes y pequeos, reyesy siervos, hombres de todas lasculturas y de todos los pueblos.Los hombres de Oriente sonlos primeros; a travs de los si-glos los seguirn muchos ms.Despus de la gran visin deIsaas, la lectura tomada de lacarta a los Efesios expresa lomismo con sobriedad y senci-llez: tambin los gentiles soncoherederos (cf. Ef 3, 6). ElSalmo 2 lo haba formulado as:Te dar en herencia las nacio-nes, en posesin, los confines de latierra (Sal2, 8).

Los Magos de Oriente van delan-te. Inauguran el camino de los pue-blos hacia Cristo. Durante esta santamisa conferir la ordenacin episco-pal a dos sacerdotes, los consagrarpastores del pueblo de Dios. Segnlas palabras de Jess, ir delante delrebao pertenece a la misin delpastor (cf. Jn 10, 4). Por tanto, en

pagano Balan: Avanza la constela-cin de Jacob, y sube el cetro deIsrael (Nm 24, 17). Ellos profundi-zaron en esa promesa. Eran personascon un corazn inquieto, y no seconformaban con lo aparente o ha-

bitual. Eran hombres en busca de lapromesa, en busca de Dios. Y eranhombres vigilantes, capaces de perci-bir los signos de Dios, su lenguajecallado y perseverante. Pero erantambin hombres valientes y a la vez

conforme con las cosas habituales deeste mundo, sino que siga la inquie-tud del corazn que lo impulsa aacercarse interiormente cada vez msa Dios, a buscar su rostro, a cono-cerlo cada vez mejor para poder

amarlo cada vez ms. El obispo de-be ser tambin un hombre de cora-zn vigilante que perciba el lenguajecallado de Dios y sepa discernir loverdadero de lo aparente. El obispotambin debe estar lleno de una va-

liente humildad, sin importaque diga de l la opinin domte, y debe seguir como criteverdad de Dios, comprometipor ella: opportune imporDebe ser capaz de ir por delasealar el camino. Ha de ir polante siguiendo a Aquel que n

precedido a todos, porque es edadero Pastor, la verdadera ede la promesa: Jesucristo. Y dener la humildad de postrarseese Dios que, hacindose tan cto y sencillo, contradice la nede nuestro orgullo, que no ver a Dios tan cercano y tan po. Debe vivir la adoracin dede Dios hecho hombre, aquellaracin que siempre le muestnuevo el camino.

La liturgia de la ordenepiscopal recoge lo esenceste ministerio con ochoguntas dirigidas a los que ser consagrados, y que cozan siempre con la paVu l t i s ? queris?. Laguntas orientan a la volmostrndole el camino a sQuiero mencionar aqu mente slo algunas de lasbras clave de esa orienten las que se concreta lacabamos de reflexionar los Magos de la fiesta deLa misin de los obisp predicare Evangelium Cc u s t o d i re y d i r i g e re, pribus se misericordes praebindesinenter orare. El andel Evangelio de Jesucrispor delante y dirigir, cusel patrimonio sagrado detra fe, la misericordia y la

dad hacia los necesitados y lobres, en la que se refleja el amosericordioso de Dios por nosopor ltimo, la oracin constancaractersticas fundamentales dnisterio episcopal. La oracin

tante significa no perder nuncontacto con Dios; sentirlo sien la intimidad del corazn y sinundados por su luz. Slo

En la solemnidad de la Epifana, el Papa confirila ordenacin episcopal a los arzobispos Charles John

Brown, nuncio apostlico en Irlanda, y MarekSolczyski, nuncio apostlico en Georgia y Armenia.

La celebracin eucarstica tuvo lugar el viernes 6 de

enero por la maana en la baslica vaticana. Co-ordenantes, los cardinales Tarcisio Bertone, secretariode Estado, y William Joseph Levada, prefecto de laCongregacin para la doctrina de la fe. El cardenalMarc Ouellet, prefecto de la Congregacin para losobispos, present los dos candidatos al Pontfice

durante el rito de ordenacin. En la misa participaron veintiocho purpurados entre ellos Angelo Sodano, decano del Colegio cardenalicio ynumerosos arzobispos, obispos y prelados de la Curiaromana, como los arzobispos Becciu, sustituto de la

Secretara de Estado, y Mamberti, secretariopara las Relaciones con los Estados. Durante el rito,se dio el tradicional anuncio del da de Pascua, queeste ao ser el 8 de abril, y de otras festividadeslitrgicas vinculadas a la solemnidad de la

Resurreccin de Cristo.

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ngelus en la solemnidad de la Epifana

La luz para orientar a la humanidad

Homila en la solemnidad de la Epifana

conoce personalmente a Dios puedeguiar a los dems hacia l. Sloquien gua a los hombres haciaDios, los lleva por el camino de lavida.

El corazn inquieto, del que he-mos hablado evocando a san Agus-tn, es el corazn que, en definitiva,

no se conforma con nada que no seaDios, convirtindose as en un cora-zn que ama. Nuestro corazn estinquieto hacia Dios y no deja de es-tarlo aun cuando hoy se busque, connarcticos muy eficaces, liberar alhombre de esta inquietud. Pero noslo estamos inquietos nosotros, losseres humanos, con relacin a Dios.El corazn de Dios est inquietocon relacin al hombre. Dios nosaguarda. Nos busca. Tampoco ldescansa hasta dar con nosotros. Elcorazn de Dios est inquieto, y poreso se ha puesto en camino hacianosotros, hacia Beln, hacia el Cal-

vario, desde Jerusaln a Galilea yhasta los confines de la tierra. Diosest inquieto por nosotros, buscapersonas que se dejen contagiar desu inquietud, de su pasin por noso-tros. Personas que lleven consigo esabsqueda que hay en su corazn y,al mismo tiempo, que dejen que sucorazn sea tocado por la bsquedade Dios por nosotros. Queridos ami-gos, esta era la misin de los Aps-toles: acoger la inquietud de Diospor el hombre y llevar a Dios mismoa los hombres. Y esta es vuestra mi-sin siguiendo las huellas de los Apstoles: dejaros tocar por la in-quietud de Dios, para que el deseode Dios por el hombre se satisfaga.

Los Magos siguieron la estrella. Atravs del lenguaje de la creacin en-contraron al Dios de la historia.Ciertamente, el lenguaje de la crea-cin no es suficiente por s mismo.Slo la Palabra de Dios, que encon-tramos en la Sagrada Escritura, lespoda mostrar definitivamente el ca-

mino. Creacin y Escritura, razn yfe han de estar juntas para conducir-nos al Dios vivo. Se ha discutidomucho sobre qu clase de estrellafue la que gui a los Magos. Sepiensa en una conjuncin de plane-tas; en una supernova, es decir, unade esas estrellas muy dbiles al prin-cipio pero que debido a una explo-sin interna produce durante untiempo un inmenso resplandor; en

un cometa, y as sucesivamente. Quelos cientficos sigan discutindolo.La gran estrella, la verdadera Super-nova que nos gua es Cristo mismo.l es, por decir lo as , la explosindel amor de Dios, que hace brillaren el mundo el enorme resplandorde su corazn. Y podemos aadir:los Magos de Oriente, de los quehabla el Evangelio de hoy, como ge-neralmente los santos, se han con-vertido ellos mismos poco a poco enconstelaciones de Dios, que nosmuestran el camino. En todas estaspersonas el contacto con la Palabrade Dios ha provocado, por decirlo

as, una explosin de luz, a travla cual el resplandor de Dios ina nuestro mundo y nos muestcamino. Los santos son estrellaDios, por las que nos dejamos hacia Aquel que anhela nuestroQueridos amigos, cuando habido vuestro s al sacerdocioministerio episcopal, habis segla estrella Jesucristo. Y ciertam

tambin han brillado para vosestrellas menores, que os han aydo a no perder el camino. En ltanas de los santos invocamos das esas estrellas de Dios, parabrillen siempre de nuevo para vtros y os muestren el camino. Aordenados obispos, estis llamadser vosotros mismos estrellas de para los hombres, a guiarlos ecamino hacia la verdadera Luzcia Cristo. Recemos, por tantoeste momento a todos los santora que podis cumplir siempre tra misin mostrando a los homla luz de Dios. Amn.

VIENEDE LAPGINA 2

Una luz para orientar el camino de la humanidadque hoy navega a vista. Es el significado de la

Epifana, como explic el Papa en el ngelus delviernes 6 de enero, en la plaza de San Pedro.

Queridos hermanos y hermanas:Hoy, en la solemnidad de la Epifana del Se-

or, he ordenado, en la baslica de San Pedro, ados nuevos obispos; por eso, perdonad el retraso.Esta fiesta de la Epifana es una fiesta muy anti-gua, que tiene su origen en el Oriente cristiano ypone de relieve el misterio de la manifestacin deJesucristo a todas las naciones, representadas porlos Magos que acudieron a adorar al Rey de los judos recin nacido en Beln, como narra elEvangelio de san Mateo (cf. 2, 1-12). La luz nue-va que se encendi en la noche de Navidad (cf.Prefacio de Navidad I ), hoy comienza a brillar so-bre el mundo, como sugiere la imagen de la estre-lla, un signo celestial que atrajo la atencin de losMagos y los gui en su viaje hacia Judea.

Todo el perodo de Navidad y de Epifana secaracteriza por el tema de la luz, vinculado al he-cho de que, en el hemisferio norte, despus delsolsticio de invierno, el da vuelve a alargarse conrespecto a la noche. Pero, ms all de su posicin

geogrfica, para todos los pueblos vale la palabrade Cristo: Yo soy la luz del mundo. El que mesigue no camina en tinieblas, sino que tendr laluz de la vida (Jn 8, 12). Jess es el sol que apa-reci en el horizonte de la humanidad para ilumi-

nar la existencia personal de cada uno de noso-tros y para guiarnos a todos juntos hacia la metade nuestra peregrinacin, hacia la tierra de la li-bertad y de la paz, en donde viviremos para siem-pre en plena comunin con Dios y entre noso-

t ro s .El anuncio de este misterio de salvacin fueconfiado por Cristo a su Iglesia. Ese misterio es-cribe san Pablo ha sido revelado ahora por elEspritu a sus santos apstoles y profetas: quetambin los gentiles son coherederos, miembrosdel mismo cuerpo y partcipes de la misma pro-mesa en Jesucristo, por el Evangelio (Ef3, 5-6).La invitacin que el profeta Isaas diriga a la ciu-dad santa Jerusaln se puede aplicar a la Iglesia:Levntate y resplandece, porque llega tu luz; lagloria del Seor amanece sobre ti! Las tinieblascubren la tierra; la oscuridad, los pueblos; perosobre ti amanecer el Seor y su gloria se ver so-bre ti (Is 60, 1-2). Es as, como dice el Profeta: elmundo, con todos sus recursos, no es capaz dedar a la humanidad la luz para orientarla en sucamino. Lo constatamos tambin en nuestrosdas: la civilizacin occidental parece haber perdi-do la orientacin, navega a vista. Pero la Iglesia,

gracias a la Palabra de Dios, ve a travs de estasnieblas. No posee soluciones tcnicas, pero tienela mirada dirigida a la meta, y ofrece la luz delEvangelio a todos los hombres de buena volun-tad, de cualquier nacin y cultura.

Esta es tambin la misin de los representpontificios ante los Estados y las Organizacinternacionales. Precisamente esta maana, cya dije, tuve la alegra de conferir la ordenaepiscopal a dos nuevos nuncios apostlicos. E

mendemos a la Virgen Mara su servicio y la evangelizadora de toda la Iglesia.

Despus de la plegaria mariana, el Santo Padreanunci que el prximo 18 de febrero se tendr uconsistorio para la creacin de veintids cardenalcomo publicamos en la pgina siguiente. Acontinuacin pronunci las siguientes palabras:

Queridos hermanos y hermanas:Me alegra dirigir mi ms cordial felicitaci

las Iglesias orientales que, segn el calendariliano, maana celebrarn la santa Navidad. cada familia y cada comunidad sea colmada luz y la paz de Cristo Salvador.

Recuerdo, adems, que la Epifana es tamla Jornada de la infancia misionera, promopor la Obra pontificia de la Santa Infanciaos de todo el mundo, reunidos en grupoforman en una sensibilidad misionera y sostinumerosos proyectos de solidaridad en favo

sus coetneos. Queridos nios y muchachosvuestro corazn est abierto al mundo, comcorazn de Jess, pero tambin estad atenquienes viven a vuestro lado, siempre dispuesechar una mano.

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Anuncio de Benedicto XVI con ocasin del ngelus en la solemnidad de la Epifana

El 18 de febrero 22 nuevos cardenalesEl viernes 6 de enero, solemnidad de la Epifana, al final del ngelus,el Santo Padre anunci un consistorio para la creacin de veintids nuevoscardenales y anticip sus nombres. Estas fueron sus palabras.

Introducidas por la Oficina para las celebraciones litrgicas y aprobadas por el Pontfice

Novedades para la creacin de cardenales

Ahora, con gran alegra, anuncioque el prximo 18 de febrero tendrun Consistorio en el cual crear 22nuevos miembros del Colegio carde-nalicio.

Como es sabido, los cardenalestienen la misin de ayudar al Suce-sor de Pedro en el desempeo de suministerio de confirmar a los herma-nos en la fe y de ser principio y fun-damento de la unidad y de la comu-nin de la Iglesia.

He aqu los nombres de los nue-vos purpurados:

1. Monseor FERNAND O FILONI,prefecto de la Congregacin para laevangelizacin de los pueblos.

2. Monseor MANUEL MONTEIRODE CA S T R O , penitenciario mayor.

3. Monseor SANTOS ABRIL Y

CASTELL, arcipreste de la baslicapapal de Santa Mara la Mayor.4. Monseor ANTONIO MARIA VE-

GLI, presidente del Consejo pontifi-cio para la pastoral de los emigran-tes e itinerantes.

5. Monseor GIUSEPPE BE R T E L L O,presidente de la Comisin pontificiapara el Estado de la Ciudad del Va-ticano y presidente de la Goberna-cin del mismo Estado.

6. Monseor FRANCESCO CO CCO-PA L M E R I O, presidente del Consejo

pontificio para los textos legislati-vos.7. Monseor JOO BRAZ DE AVIZ,

prefecto de la Congregacin para losinstitutos de vida consagrada y lassociedades de vida apostlica.

8. Monseor EDWIN FREDERICKO'BRIEN, pro gran Maestre de laOrden ecuestre del Santo Sepulcrode Jerusaln.

9. Monseor DOMENICO CALCAG-N O, presidente de la Administracindel patrimonio de la Sede apostli-ca.

10. Monseor GIUSEPPE VERSAL-

DI, presidente de la Prefectura paralos Asuntos econmicos de la SantaSede.

11. Su Beatitud GEORGE ALEN-CHERRY, arzobispo mayor de Erna-kulam Angamaly de los siro-malaba-res (India).

12. Monseor THOMAS CHRISTO-PHER COLLINS, arzobispo de Toron-to (Canad).

13. Monseor DOMINIK DU KA,O.P., arzobispo de Praga (RepblicaCheca).

14. Monseor WILLEM JACOBUSEIJK, arzobispo de Utrecht (PasesBajos).

15. Monseor GIUSEPPE BETORI,arzobispo de Florencia (Italia).

16. Monseor TIMOTHY MICHAELDOLAN, arzobispo de Nueva York(Estados Unidos).

17. Monseor RAINER MARIAWOELKI, arzobispo de Berln (Rep-blica federal de Alemania).

18. Monseor JOHN TONG HON,obispo de Hong Kong (RepblicaPopular China).

He decidido, adems, elevar a ladignidad cardenalicia a un veneradoprelado, que desempea su ministe-rio de pastor y padre de una Iglesia,y a tres benemritos eclesisticos,que se han distinguido por su com-promiso al servicio de la Iglesia.

Ellos son:1. Su Beatitud LUCIAN MUR

arzobispo mayor de Fgra yIulia de los rumanos (Rumana

2. Monseor JULIEN RIES, dote de la dicesis de Namur yfesor emrito de historia de lagiones de la Universidad catlLovaina.

3. Padre PROSPER GRECH,profesor emrito de varias Undades romanas y consultor Congregacin para la doctrinafe.

4. Padre KARL BECKER, S.J., sor emrito de la Pontificia Undad Gregoriana, consultor Congregacin para la doctrinafe.

Los nuevos cardenales provde varias partes del mundo,habis escuchado, y desempeversos ministerios al servicioSanta Sede o en contacto d

con los fieles como padres y pade Iglesias particulares.Quiero invitar a todos a reza

los nuevos elegidos, pidiendotercesin de la Bienaventuradgen Mara, Madre de la Iglesiade que sepan testimoniar siempamor a Cristo y a su Iglesia colenta y entrega.

Novedades en los consistorios ordi-narios pblicos para la creacin denuevos cardenales. El rito en vigorhasta hoy ha sido revisado y simpli-ficado, con la aprobacin del SantoPadre Benedicto XVI: fundamental-mente, se unifican los tres momen-tos, es decir, la imposicin del cape-lo, la entrega del anillo cardenalicioy la asignacin del ttulo o de la dia-cona; cambian las oraciones colectay conclusiva; y asume una formams breve la proclamacin de la Pa-labra de Dios.

Conviene advertir como explicala Oficina para las celebraciones li-trgicas del Sumo Pontfice que lareforma litrgica impulsada por elconcilio Vaticano II afect tambin a

los ritos consistoriales de la imposi-cin del capelo y la asignacin delttulo a los nuevos purpurados, yque el texto renovado de la celebra-cin, publicado en Notitiae 5,1969, pp. 289-291, lo us por prime-ra vez Pablo VI en abril de 1969.

El criterio principal por el que serigi la redaccin del nuevo ritualfue la insercin en un mbito litrgi-co de algo que de por s propiamen-te no formaba parte d e l: la crea-cin de nuevos cardenales deba si-tuarse en un contexto de oracin,pero evitando al mismo tiempo cual-quier elemento que pudiera dar la

idea de un sacramento del cardena-lato. De hecho, el consistorio hist-ricamente nunca se consider un ritolitrgico, sino una reunin del Papacon los cardenales en relacin con elgobierno de la Iglesia y, por lo tan-to, expresin del munus regendi, nodel munus sanctificandi.

As pues, teniendo presentes esosaspectos de la historia pasada y re-ciente, en una lnea de continuidadcon la actual forma del consistorio yde sus elementos principales, se revi-s y simplific la praxis vigente. An-te todo se toman del rito de 1969 laoracin colecta y la oracin conclusi-va, porque son muy ricas en conteni-do y proceden de la gran tradicineucolgica romana. De hecho, las

dos oraciones hablan explcitamentede los poderes confiados por el Se-or a la Iglesia, especialmente el dePedro: el Pontfice reza tambin demodo directo por s mismo, paracumplir bien su misin. En la ora-cin colecta, que procede del Ve ro -nense, el llamado S a c ra m e n t a r i u m

Leonianum, una de las fuentes msantiguas de la eucologa romana setrata de la colecta para el aniversariode la ordenacin episcopal del Obis-po de Roma (Mense septembris, innatale episcoporum, V alia missa. nn.989 y 993; Corpus Orationum, n.2301) el Santo Padre dice: Ore-

mus. Domine Deus, Pater gloriaefons honorum, qui licet Ecclesiamtuam toto orbe diffusam largitatemunerum ditare non desinis, sedemtamen beati Apostoli tui Petri tantopropensius intueris, quanto subli-mius esse voluisti: da mihi famulotuo providentiae tuae dispositionibusexhibere congruenter officium; cer-tus te universis Ecclesiis collaturumquidquid illi praestiteris, quam cun-cta respiciunt. Per Dominum nos-trum Iesum Christum, Filium tuum,qui tecum vivit et regnat in unitateSpiritus Sancti, Deus, per omniascula sculorum.

En la oracin conclusiva, tambintomada en 1969 del Ve ro n e n s e en es-te caso, sin embargo, se trata de otracolecta para el aniversario de la or-

denacin episcopal del Obispo deRoma (Mense septembris, in nataleepiscoporum, V alia missa, alia col-lecta, n. 992; Corpus Orationum, n.1198) el Papa reza as: Deus cuiusuniversae viae misericordia est sem-per et veritas, operis tui dona prose-quere; et quod possibilitas non ha-bet fragilitatis humanae, tuis benefi-ciis miseratus impende; ut hi famulitui, Ecclesiae tuae iugiter servienteset fidei integritate fundati, et mentisluceant puritate conspicui. PerChristum Dominum nostrum.

Tambin la proclamacin de laPalabra de Dios asume de nuevo la

forma ms breve, propia del r1969, slo con el pasaje evan(Mc 10, 32-45), que es la mismlos dos rituales. Por ltimo,mismo rito se integra la entreganillo cardenalicio, mientras qutes de la reforma de 1969 la imcin del capelo rojo se realizael consistorio pblico, seguido secreto, en el que tenan lugar

bin la entrega del anillo y la acin de la iglesia titular o de lcona. De hecho, hoy ya noesa distincin entre consistoriblico y secreto, y en consecuensulta ms coherente incluir mismo rito los tres momentos ficativos de la creacin de los ncardenales. Se conserva, en cala concelebracin del Papa conuevos cardenales en la misa dsiguiente, que comienza con llabras de saludo y de gratitud qprimero de los purpurados dirPontfice en nombre de tododems.

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nmero 3, domingo 15 de enero de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

En la fiesta del Bautismo del Seor, el Papa administra el sacramento a diecisis bebs

La primera eleccin educativaSeis nias y diez nios de todos losdos son hermanas gemelas recibieron

sacramento del Bautismo de manos dBenedicto XVI el domingo 8 de enero,la maana, en la Capilla Sixtina,

acompaados de sus padres, madrinapadrinos, y algunos parientes. El Pappresidi la santa misa publicamos shomila, concelebrada por los arzobidel Blanco Prieto, limosnero pontificioSuriani, delegado para las representa

pontificias. En la oracin de los fielesrog por los nios que sufren a causmalos tratos, de hambre y deenfermedades, pidiendo al Seor que

suscite hombres y mujeres capaces dinclinarse hacia ellos con caridadincansable.

La nueva fuente bautismalEn esta ocasin se utilizuna nueva fuente bautismal,cuya realizacin encarg laOficina para lascelebraciones litrgicas delSumo Pontfice al telogoSalvatore Vitiello y alarquitecto Alberto Cicerone.En ella destacan lossmbolos bblicos ycristolgicos propios de lafuente bautismal: el rbol(cf. Ap 22, 2), la roca (Dt32,4) y el sol (Lc1, 78). Elolivo, de bronce, hunde susraces en una roca de losApeninos, en la que estengarzada una piedra del roJordn, don de la Custodiade Tierra Santa. Entre lasramas destaca la imagen delsol que sale, representadapor una esfera de oro,divisible en dos hemisferios:el superior cubre la fuente;el inferior, fijado al rbol,representa la verdadera pilabautismal; en su interiortiene forma de concha. SIGUEEN LAP

Queridos hermanos y hermanas:

Es siempre una alegra celebrar es-ta santa misa con los bautizos de losnios, en la fiesta del Bautismo delSeor. Os saludo a todos con afecto,

queridos padres, padrinos y madri-nas, y a todos vosotros, familiares yamigos. Habis venido lo habisdicho en voz alta para que vuestroshijos recin nacidos reciban el donde la gracia de Dios, la semilla de lavida eterna. Vosotros, los padres, lohabis querido. Habis pensado enel bautismo incluso antes de quevuestro nio o vuestra nia fuera da-do a luz. Vuestra responsabilidad depadres cristianos os hizo pensar en-seguida en el sacramento que marcala entrada en la vida divina, en lacomunidad de la Iglesia. Podemosdecir que esta ha sido vuestra prime-ra eleccin educativa como testigosde la fe respecto a vuestros hijos: laeleccin es fundamental!

La misin de los padres, ayudados

por el padrino y la madrina, es edu-car al hijo o la hija. Educar es com-prometedor; a veces es arduo paranuestras capacidades humanas, siem-pre limitadas. Pero educar se con-vierte en una maravillosa misin sise la realiza en colaboracin conDios, que es el primer y verdaderoeducador de cada ser humano.

En la primera lectura que hemosescuchado, tomada del libro del pro-feta Isaas, Dios se dirige a su pue-blo precisamente como un educador. Advierte a los israelitas del peligrode buscar calmar su sed y su hambreen las fuentes equivocadas: Porqu dice gastar dinero en lo queno alimenta, y el salario en lo queno da hartura? (Is 55, 2). Diosquiere darnos cosas buenas para be-ber y comer, cosas que nos benefi-

cien; mientras que a veces nosotrosusamos mal nuestros recursos, los

el profeta Isaas, hemos respondidocon el estribillo del Salmo: Sacare-mos agua con gozo de las fuentes de

la salvacin. Como personas adul-tas, nos hemos comprometido a acu-

dir a las fuentes buenas, por nuestrobien y el de aquellos que han sidoconfiados a nuestra responsabilidad,

en especial vosotros, queridos pa-dres, padrinos y madrinas, por elbien de estos nios. Y cules sonlas fuentes de la salvacin? Son laPalabra de Dios y los sacramentos.Los adultos son los primeros que de-ben alimentarse de estas fuentes, pa-ra poder guiar a los ms jvenes ensu crecimiento. Los padres debendar mucho, pero para poder dar ne-cesitan a su vez recibir; de lo contra-rio, se vacan, se secan. Los padresno son la fuente, como tampoco no-sotros los sacerdotes somos la fuen-te: somos ms bien como canales, atravs de los cuales debe pasar la sa-via vital del amor de Dios. Si nosseparamos de la fuente, seremos losprimeros en resentirnos negativa-mente y ya no seremos capaces deeducar a otros. Por esto nos hemoscomprometido diciendo: Sacaremosagua con gozo de las fuentes de lasalvacin.

Pasemos ahora a la segunda lectu-ra y al Evangelio. Nos dicen que laprimera y principal educacin se damediante el testimonio. El Evangelionos habla de Juan el Bautista. Juanfue un gran educador de sus disc-pulos, porque los condujo al en-cuentro con Jess, del cual dio testi-monio. No se exalt a s mismo, noquiso tener a sus discpulos vincula-dos a s mismo. Y sin embargo Juanera un gran profeta, y su fama eramuy grande. Cuando lleg Jess, re-

trocedi y lo seal: Detrs viene el que es ms fuerte queYo os he bautizado con agua

l os bautizar con Espritu S(Mc 1, 7-8). El verdadero eduno vincula a las personas a s, posesivo. Quiere que su hijo,discpulo, aprenda a conocer ldad, y entable con ella una repersonal. El educador cumple ber a fondo, mantiene una preatenta y fiel; pero su objetivo eel educando escuche la voz verdad que habla a su coraznsiga en un camino personal.

Volvamos ahora al testimonila segunda lectura, el apsto Juan escribe: El Espritu esda testimonio (1 Jn 5, 6). Se ral Espritu Santo, al EspritDios, que da testimonio deatestiguando que es el CrisHijo de Dios. Esto se ve tambla escena del bautismo en el r

dn: el Espritu Santo desciendbre Jess como una paloma pavelar que l es el Hijo UnigniPadre eterno (cf. Mc1, 10). Tamen su Evangelio, san Juan sueste aspecto, all donde Jess los discpulos: Cuando venParclito, que os enviar desPadre, el Espritu de la verdadprocede del Padre, l dar tenio de m; y tambin vosotros testimonio, porque desde el ppio estis conmigo (Jn 15, 2Para nosotros esto es confortan

usamos para cosas que no sir-ven o que, incluso, son noci-vas. Dios quiere darnos sobretodo a s mismo y su Palabra:sabe que, alejndonos de l,muy pronto nos encontrare-

mos en dificultades, como elhijo prdigo de la parbola,y sobre todo perderemosnuestra dignidad humana. Ypor esto nos asegura que les misericordia infinita, quesus pensamientos y sus cami-nos no son como los nuestrospara suerte nuestra! y quesiempre podemos volver a l,a la casa del Padre. Nos ase-gura, adems, que si acoge-mos su Palabra, esta traerbuenos frutos a nuestra vida,como la l luvia que riega latierra (cf. Is 55, 10-11).

A esta palabra que el Se-or nos ha dirigido mediante

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pgina 6 LOSSERVATORE ROMANO domingo 15 de enero de 2012, nm

Benedicto XVI en el ngelus en la plaza de San Pedro el domingo 8 de enero

Cada uno de nosotros es amado por Dio

La primera eleccin educativaVIENEDE LAPGINA 5

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy celebramos la fiesta del Bau-tismo del Seor. Esta maana heconferido el sacramento del Bautis-

mo a diecisis nios, y por este mo-tivo quiero proponer una breve refle-xin sobre el hecho de que somoshijos de Dios. Ahora bien, ante todopartamos del hecho de que somossimplemente hijos: esta es la condi-cin fundamental, comn a todos.No todos somos padres, pero cierta-

mente todos somos hijos. Venir almundo nunca es una decisin perso-nal, no se nos pregunta antes si que-remos nacer. Pero, durante la vida,podemos madurar una actitud libre

con respecto a la vida misma: pode-mos acogerla como un don y, encierto sentido, llegar a ser lo queya somos: llegar a ser hijos. Este pa-so marca un viraje de madurez ennuestro ser y en la relacin connuestros padres, que nos impulsa ala gratitud. Es un paso que nos hace

el compromiso de educar en la fe, porque sabemos queno estamos solos y que nuestro testimonio est sosteni-do por el Espritu Santo.

Es muy importante para vosotros, padres, y tambinpara los padrinos y las madrinas, creer fuertemente enla presencia y en la accin del Espritu Santo, invocar-lo y acogerlo en vosotros, mediante la oracin y los sa-cramentos. De hecho, es l quien ilumina la mente,caldea el corazn del educador para que sepa transmi-

tir el conocimiento y el amor de Jess. La oracin esla primera condicin para educar, porque orando nosponemos en disposicin de dejar a Dios la iniciativa,de confiarle los hijos, a los que conoce antes y mejorque nosotros, y sabe perfectamente cul es su verdade-ro bien. Y, al mismo tiempo, cuando oramos nos po-nemos a la escucha de las inspiraciones de Dios parahacer bien nuestra parte, que en cualquier caso nos co-rresponde y debemos realizar. Los sacramentos, espe-cialmente la Eucarista y la Penitencia, nos permitenrealizar la accin educativa en unin con Cristo, en co-munin con l y renovados continuamente por su per-

miento. San Juan dice: A culo recibieron, les dio poder dhijos de Dios (Jn 1, 12). Estesentido del sacramento del Bmo; el Bautismo es este nuevomiento, que precede a nuestro Con nuestra fe podemos salir cuentro de Cristo, pero slo mo puede hacernos cristianos a esta voluntad nuestra, a este nuestro, la respuesta, la dignidpoder de llegar a ser hijos deque por nosotros mismos nomos.

Queridos amigos, este domdel Bautismo del Seor conclutiempo de Navidad. Demos ga Dios por este gran misterio, qfuente de regeneracin para lasia y para todo el mundo. D

hizo hijo del hombre, para qhombre llegara a ser hijo de Renovemos, por tanto, la alegser hijos: como hombres ycristianos; nacidos y re n a c i d o snueva existencia divina. Nacidoel amor de un padre y de undre, y renacidos por el amDios, mediante el Bautismo. Virgen Mara, Madre de Cristotodos los que creen en l, pidque nos ayude a vivir realmenmo hijos de Dios, no de palano slo de palabra, sino conSan Juan escribe tambin: Esu mandamiento: que creamosnombre de su Hijo, Jesucristo,nos amemos unos a otros, talnos lo mand (1 Jn 3, 23).

Despus del ngelus el Santo Pa

salud a los peregrinos en variaslenguas. En espaol dijo:

Celebramos hoy la fiesta detismo del Seor en el Jordn,que se revela el misterio del bautismo del agua y del Espritexhorto a hacer memoria del dque fuimos iluminados sacrammente en Cristo y comennuestra existencia como hijoDios. Que el compromiso mando entonces y la fe que procmos, no dejen de resonar entros corazones y nuestras voceschas gracias.

dn. La oracin y los sacramen-tos nos obtienen aquella luz deverdad gracias a la cual pode-mos ser al mismo tiempo sua-ves y fuertes, usar dulzura y fir-meza, callar y hablar en el mo-

mento adecuado, reprender ycorregir de modo justo.Queridos amigos, invoque-

mos, por tanto, todos juntos alEspritu Santo para que des-cienda en abundancia sobre es-tos nios, los consagre a ima-gen de Jesucristo y los acompa-e siempre en el camino de suvida. Los confiamos a la guamaterna de Mara santsima,para que crezcan en edad, sabi-dura y gracia y se conviertanen verdaderos cristianos, testi-gos fieles y gozosos del amorde Dios. Amn.

capaces de ser, tambin nosotros, pa-dres, no biolgica sino moralmente.

Del mismo modo, con respecto aDios todos somos hijos. Dios est enel origen de la existencia de todacriatura, y es Padre de modo singu-lar de cada ser humano: con l ocon ella tiene una relacin nica,personal. Cada uno de nosotros esquerido, es amado por Dios. Y tam-bin en esta relacin con Dios pode-mos, por decirlo as, renacer, esdecir, llegar a ser lo que somos. Estoacontece mediante la fe, medianteun s profundo y personal a Dioscomo origen y fundamento de nues-tra existencia. Con este s yo aco- jo la vida como don del Padre queest en el cielo, un Padre a quien noveo, pero en el cual creo y a quiensiento en lo ms profundo del cora-zn, que es Padre mo y de todosmis hermanos en la humanidad, unPadre inmensamente bueno y fiel.En qu se basa esta fe en Dios Pa-dre? Se basa en Jesucristo: su perso-na y su historia nos revelan al Padre,nos lo dan a conocer, en la medidade lo posible, en este mundo. Creerque Jess es el Cristo, el Hijo deDios, permite renacer de lo alto,es decir, de Dios, que es Amor (cf.

Jn 3, 3). Y tengamos presente, unavez ms, que nadie se hace a s mis-mo hombre: nacimos sin haber he-cho nada nosotros; el pasivo de ha-ber nacido precede al activo de nues-tro hacer. Lo mismo sucede en el ni-vel de ser cristianos: nadie puede ha-cerse cristiano slo por su propia vo-luntad; tambin el ser cristiano es undon que precede a nuestro hacer:debemos renacer con un nuevo naci-

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Confiadas por Benedicto XVI para el ao 2012

Intenciones del Apostoladode la Oracin

Representaciones pontificiasEl Santo Padre ha nombrado nun-cio apostlico en Argentina a mon-seor EMIL PAU L TSCHERRIG, arzo-bispo titular de Voli, hasta ahoranuncio apostlico en Suecia, Dina-marca, Finlandia, Islandia y Norue-ga.

Emil Paul Tscherrig naci en Un-terems, dicesis de Sion (Suiza), el3 de febrero de 1947. Recibi la or-denacin sacerdotal el 11 de abril de1974. Entr en el servicio diplomti-co de la Santa Sede el 1 de abril de1978. Juan Pablo II lo nombr arzo-bispo titular de Voli y nuncio apos-tlico en Burundi el 4 de mayo de

1996; recibi la ordenacin episco-pal el 27 de junio de dicho ao. ElSanto Padre lo nombr, posterior-mente, nuncio apostlico en Trini-dad y Tobago, Bahamas, Dominica, Jamaica, Granada, Repblica coo-perativa de Guyana, San Vicente yGranadinas, y Santa Luca, y dele-gado apostlico en las Antillas el 8de julio de 2000; nuncio apostlicoen Antigua y Barbuda, Barbados yRepblica de Suriname el 20 deenero de 2001; y nuncio apostlicoen Saint Kitts y Nevis el 1 de juniode 2001. El 22 de mayo de 2004 lotraslad a la representacin pontifi-

cia de Corea, nombrndolo napostlico en dicha nacin, de junio sucesivo lo nombrbin representante pontificMongolia. Benedicto XVI lo nnuncio apostlico en Suecia, marca, Finlandia, Islandia y Nga el 26 de enero de 2008.

Curia romanaEl Santo Padre ha aceptado la re-nuncia al cargo de penitenciariomayor que el cardenal FO R T U N AT OBALDELLI le haba presentado porlmite de edad, y ha llamado a suce-derle en el mismo cargo a monseorMANUEL MONTEIRO DE CA S T R O ,arzobispo titular de Benevento, has-ta ahora secretario de la Congrega-

cin para los obispos.Fortunato Baldelli naci en Val-

fabbrica, dicesis de Ass-NoceraUmbra-Gualdo Tadino (Italia), el 6de agosto de 1935. Recibi la orde-nacin sacerdotal el 18 de marzo de1961. Entr en el servicio diplomti-co de la Santa Sede en 1966. JuanPablo II lo nombr arzobispo titularde Bevagna y delegado apostlicoen Angola el 12 de febrero de 1983;recibi la ordenacin episcopal el 23de abril de dicho ao. El Santo Pa-dre lo nombr tambin pro-nuncioapostlico en Santo Tom y Prnci-pe el 4 de mayo de 1985; lo nombnuncio apostlico en la RepblicaDominicana y delegado apostlicoen Puerto Rico el 20 de abril de1991; pas a ser nuncio apostlico

en Per el 23 de abril del ao 1994,y representante pontificio en Fran-cia el 19 de junio de 1999. Benedic-to XVI lo nombr penitenciario ma-yor el 2 de junio de 2009; y lo crecardenal, de la diacona de San An-selmo en el Aventino, en el consis-torio del 20 de noviembre de 2010.

Manuel Monteiro de Castro na-ci en Santa Eufemia, archidicesisde Braga (Portugal), el 29 de marzode 1938. Recibi la ordenacin sa-cerdotal el 9 de julio de 1961. Entren el servicio diplomtico de laSanta Sede en 1967. Juan Pablo IIlo nombr arzobispo titular de Be-nevento y pro-nuncio apostlico enTrinidad y Tobago, Bahamas, Bar-bados, Belice, Dominica, Jamaica y

Santa Luca, y delegado apoen las Antillas el 16 de febr1985; recibi la ordenacin epal el 23 de marzo sucesivo. Eto Padre lo nombr, ademnuncio apostlico en Granadde abril de 1985, y en AntiBarbuda el 25 de abril de 19mismo Papa lo nombr

apostlico en El Salvador Honduras el 21 de agosto denuncio apostlico en Sudfricmibia y Suazilandia, y deapostlico en Botsuana y Leso2 de febrero de 1998; nunciotlico en Lesotho el 7 de ma1998; y nuncio apostlico ena y en el Principado de And1 de marzo de 2000. Benediclo nombr, adems, observadmanente de la Santa Sede aOMT el 7 de diciembre de 200nombr secretario de la Concin para los obispos el 3 dde 2009.

El Santo Padre ha nombradotario de la Congregacin paobispos a monseor LORENZODISSERI, arzobispo titular de D

ziana, hasta ahora nuncio apco en Brasil.

Lorenzo Baldisseri naci ega, archidicesis de Pisa (Ita29 de septiembre de 1940. Rla ordenacin sacerdotal el 29nio de 1963. Entr en el serviplomtico de la Santa Sede ediciembre de 1973. Juan Pablnombr arzobispo titular de Dziana y nuncio apostlico enel 15 de enero de 1992; recibidenacin episcopal el 7 de sucesivo. El mismo Papa lo tra la nunciatura apostlica enguay el 6 de abril de 1995, y adia y Nepal el 19 de junio dy lo nombr nuncio apostlBrasil el 12 de noviembre de 2

Nombramientp ontificios

El Santo Padre ha nomconsultor de la Congregacira la doctrina de la fe alSERGE THOMAS BO N I N O, Ocretario general de la Coteolgica internacional.

El Papa ha nombrado conres de la Prefectura paasuntos econmicos de la Sede a las siguientes perdoctor FABIO MARENDA, apdor PA S Q UA L E DAG O S T I N Otor GIANLUCA PIREDDA, yra MARIA RI TA SANGUIGNI

ENERO

GeneralPara que las vctimas de desastres

naturales reciban el alivio espiritualy material necesario para reconstruirsu vida.

MisioneraPara que el compromiso de los

crist ianos en favor de la paz seaocasin para dar testimonio delnombre de Cristo a todas las perso-nas de buena voluntad.

FEBRERO

GeneralPara que todos los pueblos ten-

gan pleno acceso al agua y a los re-cursos necesarios para su sustentocotidiano.

MisioneraPara que el Seor sostenga el es-

fuerzo de los trabajadores de la sa-

lud en su servicio a los enfermos yancianos de las regiones ms po-b re s.

MARZO

GeneralPara que en todo el mundo se re-

conozca adecuadamente la contri-bucin de la mujer al desarrollo dela sociedad.

MisioneraPara que el Espritu Santo conce-

da perseverancia a cuantos son dis-criminados, perseguidos y asesina-dos por el nombre de Cristo, espe-cialmente en Asia.

ABRIL

GeneralPara que muchos jvenes sepan

acoger la llamada de Cristo a se-guirlo en el sacerdocio y en la vidare l igi os a .

MisioneraPara que Cristo resucitado sea

signo de segura esperanza para loshombres y mujeres del continenteafricano.

MAY O

GeneralPara que se promuevan en la so-

ciedad las iniciativas que defiendeny refuerzan el papel de la familia.

MisioneraPara que Mara, Reina del mun-

do y Estrella de la evangelizacin,acompae a todos los misioneros enel anuncio de su Hijo Jess.

JUNIO

GeneralPara que los creyentes sepan re-

conocer en la Eucarista la presenciaviva del Resucitado, que les acom-paa en la vida cotidiana.

MisioneraPara que los cristianos en Europa

redescubran su propia identidad y

participen con mayor empeo en elanuncio del Evangelio.

JULIO

GeneralPara que todos tengan trabajo ylo puedan desempear en condicio-nes de estabilidad y seguridad.

MisioneraPara que los voluntarios cristia-

nos presentes en territorios de mi-sin sepan dar testimonio de la cari-dad de Cristo.

AGOSTO

GeneralPara que los encarcelados sean

tratados con justicia y con respetode su dignidad humana.

MisioneraPara que los jvenes, llamados al

seguimiento de Cristo, proclamen y

den testimonio del Evangelio hastalos confines de la tierra.

SEPTIEMBRE

GeneralPara que los polticos acten

siempre con honradez, integridad yamor a la verdad.

MisioneraPara que aumente en las comuni-

dades cristianas la disponibilidad alenvo de misioneros, sacerdotes ylaicos, y de recursos concretos a lasIglesias ms pobres.

OCTUBRE

GeneralPor el desarrollo y progreso de la

nueva evangelizacin en los pasesde antigua cristiandad.

MisioneraPara que la celebracin de la Jor-

nada mundial de las misiones seaocasin de un renovado compromi-so misionero.

NOVIEMBRE

GeneralPara que los obispos, los sacerdo-

tes y todos los ministros del Evan-gelio den valiente testimonio de fi-delidad al Seor crucificado y resu-citado.

MisioneraPara que la Iglesia peregrina en

la tierra resplandezca como luz de

las naciones.

DICIEMBRE

GeneralPara que los emigrantes sean aco-

gidos en todo el mundo con gene-rosidad y amor autntico, especial-mente por las comunidades cristia-nas.

MisioneraPara que Cristo se revele a toda

la humanidad con la luz que emanade Beln y se refleja en el rostro dela Iglesia.

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En la audiencia al Cuerpo diplomtico el Papa denuncia la tragedia de los cristianos asesinados y privados de los derechos

Respeto a la vida y a la libertad reLa crisis impone reflexionar sobre la dimensin tica de la existencia antes an que sobre los meca

Apertura a la vida, defensa de la familia,respeto a la libertad religiosa: son las

piedras angulares de la obra educativaque seal el Papa a los miembros delCuerpo diplomtico acreditado ante laSanta Sede durante la tradicionalaudiencia de inicio de ao, celebrada en lamaana del lunes 9 de enero en la sala

Regia del palacio apostlico. Publicamosel discurso que pronunci Benedicto XVI.

Excelencias, seoras y seores:

Siempre es un placer recibirles, dis-tinguidos miembros del Cuerpo diplo-mtico acreditado ante la Santa Sede,en el marco esplndido de esta sala Re-

Gobierno, as como con las distingui-das representaciones de vuestras nacio-

nes que participaron en la ceremoniade beatificacin de mi amado predece-sor, el Papa Juan Pablo II. Representa-ciones de vuestros pases han tenido laamabilidad de estar tambin presentescon ocasin del 60 aniversario de miordenacin sacerdotal. A todos ellos,as como a los que he encontrado enmis viajes apostlicos a Croacia, SanMarino, Espaa, Alemania y Benn, re-nuevo mi agradecimiento por la delica-deza que me manifestaron. Adems, di-rijo un recuerdo especial a los pases de Amrica Latina y del Caribe que en2011 han celebrado el bicentenario de

momento actual est marcado lamenta-blemente por un profundo malestar y

por diversas crisis: econmicas, polti-cas y sociales, que son su expresindramtica.

En este sentido, no puedo dejar demencionar ante todo las graves y preo-cupantes consecuencias de la crisis eco-nmica y financiera mundial. Esta noslo ha golpeado a las familias y em-presas de los pases econmicamentems avanzados, en los que ha tenido suorigen, creando una situacin en la quemuchos, sobre todo jvenes, se hansentido desorientados y frustrados ensus aspiraciones de un futuro sereno, si-no que ha marcado tambin profunda-

una gran preocupacincin de los pases que

tensiones y violencias, eria, en la que espero semente fin al derramamiese inicie un dilogo fruactores polticos, favoresencia de observadores En Tierra Santa, dondentre palestinos e israeen el equilibrio de tododio, es necesario que lde estos dos pueblos anes valerosas y clarividela paz. He sabido con acias a una iniciativa delnia, el dilogo se ha reque contine hasta que paz duradera, que garade los dos pueblos a vdad y en Estados soberunas fronteras definidainternacionalmente. La ternacional, por su partlar su propia creatividavas de promocin de espaz, respetando los departe. Sigo tambin cola marcha de los aconIrak, deplorando los atecausado recientemente numerosas vidas humasus autoridades a prosegpor el camino de una pcin nacional.

El beato Juan Pablo Iel camino de la paz esmino de los jvenes1, yla juventud de las naciciedad, la juventud dede toda la humanidadpues, nos llevan a considad sus requerimientos ticia y paz. Por esta razcado el Mensaje anual

cin de la Jornada muntitulado Educar a los jcia y la paz. La educaccrucial para todas las gque de ella depende tanrrollo de cada persona de toda la sociedad. Popresenta una tarea de pestos tiempos difciles y ms de un objetivo clarlos jvenes conozcan realidad y por tanto la cacin necesita de l u g a

su independencia. El 12 de diciembrepasado, han querido subrayar su vncu-lo con la Iglesia catlica y con el Suce-sor del Prncipe de los Apstoles parti-cipando con distinguidas representacio-nes de la comunidad eclesial y de auto-ridades institucionales en la solemnecelebracin en la baslica de San Pedro,durante la cual anunci mi intencin deviajar prximamente a Mxico y Cuba.Deseo en fin saludar a Sudn del Surque, en el pasado mes de julio, se haconstituido como Estado soberano. Mealegro de que este paso se haya dadode modo pacfico. Por desgracia, en losltimos meses se han sucedido tensio-nes y enfrentamientos, y deseo que to-dos unan sus esfuerzos para que las po-blaciones de Sudn y Sudn del Sur al-cancen un perodo de paz, libertad y

d e s a r ro l l o .Seoras y seores embajadores, el

encuentro de hoy se desarrolla tradicio-nalmente al final de las fiestas de Navi-dad, en las que la Iglesia celebra la ve-nida del Salvador. l viene en la oscu-ridad de la noche y, por tanto, su pre-sencia es fuente inmediata de luz y ale-gra (cf. Lc 2, 9-10). Verdaderamente,all donde no resplandece la luz divinael mundo est en sombras. Realmente,el mundo est en la oscuridad all don-de el hombre no reconoce ya su vncu-lo con el Creador, poniendo en peligroasimismo su relacin con las demscriaturas y con la creacin misma. El

fren la pobreza y el desempleo y temenla falta de expectativas seguras, hanpuesto en marcha lo que se ha conver-tido en un vasto movimiento de reivin-dicacin de reformas y de participacinms activa en la vida poltica y social.En este momento es difcil trazar unbalance definitivo de los sucesos recien-tes y comprender cules sern sus con-secuencias para el equilibrio de la re-gin. A pesar del optimismo inicial, seabre paso el reconocimiento de las difi-cultades de este momento de transiciny cambio, y me parece evidente que elmodo adecuado de continuar el caminoemprendido pasa por el reconocimientode la dignidad inalienable de toda per-sona humana y de sus derechos funda-mentales. El respeto de la persona debeestar en el centro de las instituciones yde las leyes, debe contribuir a acabarcon la violencia y prevenir el riesgo deque la debida atencin a las demandasde los ciudadanos y la necesaria solida-ridad social se transformen en merosinstrumentos para conservar o conquis-tar el poder. Invito a la comunidad in-ternacional a dialogar con los actoresde los procesos en marcha, en el respe-to de los pueblos y siendo conscientesde que la construccin de sociedadesestables y reconciliadas, que se oponena toda discriminacin injusta, en parti-cular de orden religioso, constituye unhorizonte que es ms amplio y va msall de las simples elecciones. Siento

educacin, la sanidad y la asistencia.Los Acuerdos firmados en 2011 con Azerbaiyn, Montenegro y Mozambi-que son signos de la cooperacin entrela Iglesia catlica y los Estados. El pri-mero ya ha sido ratificado; deseo quepronto suceda lo mismo con los otrosdos y que se concluyan los que se estnnegociando. Asimismo, la Santa Sededesea entablar un dilogo fructfero conlos Organismos internacionales y regio-nales, sealando a este respecto con sa-tisfaccin que los pases miembros dela Asociacin de naciones del sudesteasitico (ASEAN ) han acogido el nom-bramiento de un nuncio apostlicoacreditado ante esa organizacin. Nopuedo dejar de mencionar que, al me-nos desde el pasado diciembre, la SantaSede ha reforzado su larga colabora-

cin con la Organizacin internacionalpara las migraciones, convirtindose enmiembro de pleno derecho. Se trata deun testimonio del compromiso de laSanta Sede y de la Iglesia catlica, jun-to a la comunidad internacional, en labsqueda de soluciones adecuadas a es-te fenmeno que presenta mltiples as-pectos, desde la proteccin de la digni-dad de las personas hasta la solicitudpor el bien comn de las comunidadesque los reciben y de aquellas de dondep ro v i e n e n .

A lo largo del ao que acaba de ter-minar me he encontrado personalmentecon numerosos jefes de Estado y de

gia, para expresarles personal-mente mi ferviente felicitacinpor el ao que hemos empezado. Ante todo agradezco a vuestrodecano, el embajador AlejandroValladares Lanza, as como al vi-cedecano, el embajador Jean-Claude Michel, las diferentes pa-labras con las que se han hechointrpretes de vuestros sentimien-tos, al mismo tiempo que saludode manera especial a todos losque participan por primera vez eneste encuentro. A travs de voso-tros, extiendo mi felicitacin a to-das las naciones que representis,y con las que la Santa Sede man-tiene relaciones diplomticas. Elao pasado tuvimos la alegra deque Malasia se uniera a esta co-munidad. El dilogo que mante-nis con la Santa Sede favorece elintercambio de impresiones y deinformacin, as como la colabo-racin en los mbitos de carcterbilateral o multilateral de particu-lar inters. Vuestra presencia hoynos recuerda la importante contri-

bucin de la Iglesia en vuestrassociedades, en sectores como la

mente la vida de los pases envas de desarrollo. No nos debe-mos desanimar sino reemprendercon decisin nuestro camino, connuevas formas de compromiso.La crisis puede y debe ser un aci-cate para reflexionar sobre la exis-tencia humana y la importanciade su dimensin tica, antes quesobre los mecanismos que gobier-nan la vida econmica: no slopara intentar frenar las prdidasindividuales o las de las econo-mas nacionales, sino para darnuevas reglas que aseguren a to-dos la posibilidad de vivir digna-mente y desarrollar sus propiascapacidades en bien de toda lacomunidad.

A continuacin deseo recordarque los efectos de la situacin ac-tual de incertidumbre afectan demodo particular a los jvenes. Sumalestar ha sido la causa de losfermentos que en los ltimos me-ses han golpeado, a veces dura-mente, diversas regiones. Me re-fiero sobre todo a frica del Nor-

te y a Oriente Medio, donde los jvenes que, entre otras cosas, su-

es lafamilia, fundada sel matrimonio entre hombre y una mujer. Ntrata de una simple concin social, sino ms de la clula fundamentatoda la sociedad. Coguientemente, las polque suponen un ataquefamilia amenazan la ddad humana y el porvmismo de la humanidadmarco familiar es fumental en el itinerariocativo y para el desarde los individuos y los Edos; por tanto, se necepolticas que valoricen yvorezcan la cohesin sy el dilogo. En la familpersona se abre al muna la vida y, como tuve sin de recordar en mi a Croacia, la aperturavida es signo de apertu

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uchos pases

a

n prenatal del sexo.De forma ms genrica, y mirandobre todo al mundo occidental, estoynvencido de que las medidas legisla-

vas que tantas veces no slo permitenno que favorecen el aborto, ya sea porotivos de conveniencia o por razonesdicas discutibles, se oponen a la

ducacin de los jvenes y por tanto alturo de la humanidad.Continuando con nuestra reflexin,

n papel igualmente esencial para elesarrollo de la persona corresponde as instituciones educativas. Ellas son lasimeras instancias que colaboran confamilia, y para desempear adecua-

amente esta tarea propia, sus objetivosan de coincidir con los de la realidadmiliar. Es necesario realizar polticase formacin que hagan accesible a to-os la educacin escolar y que, ademse promover el desarrollo cognitivo depersona, se haga cargo del crecimien-armonioso de la personalidad, inclu-ndo su apertura al Transcendente. Lalesia catlica se ha mostrado siempre

articularmente activa en el rea de lasstituciones escolares y acadmicas,evando a cabo una apreciable labor al

do de las instituciones estatales. De-o, por tanto, que esta contribucina reconocida y valorada tambin pors legislaciones nacionales.

A este respecto, se comprende quena labor educativa eficaz requieraualmente el respeto de la libertad reli-osa. Esta se caracteriza por una di-ensin individual, as como por unamensin colectiva y una dimensinstitucional. Se trata del primer dere-

ho del hombre, porque expresa la rea-dad ms fundamental de la persona.

Este derecho, con demasiada frecuenciay por distintos motivos, se sigue limi-tando y violando. Al tratar este temano puedo dejar de honrar la memoriadel ministro pakistan Shahbaz Bhatti,cuyo combate infatigable por los dere-chos de las minoras culmin con sutrgica muerte. Desgraciadamente no se

trata de un caso aislado. En muchospases, los cristianos son privados desus derechos fundamentales y margina-dos de la vida pblica; en otros sufrenataques violentos contra sus iglesias ysus casas. A veces son obligados aabandonar los pases que han contri-buido a edificar, a causa de continuastensiones y de polticas que frecuente-mente los relegan a meros espectadoressecundarios de la vida nacional. Enotras partes del mundo, se constatanpolticas orientadas a marginar el papelde la religin en la vida social, como sifuera causa de intolerancia, en lugar decontribuir de modo apreciable a la edu-cacin en el respeto de la dignidad hu-mana, la justicia y la paz. Asimismo, elterrorismo con motivaciones religiosasse ha cobrado tambin el pasado aonumerosas vctimas, sobre todo en Asiay frica, y por esto, como record en

Ass, los responsables religiosos debenrepetir con fuerza y firmeza que estano es la verdadera naturaleza de la reli-gin. Es ms bien su deformacin ycontribuye a su destruccin4. La reli-gin no puede ser utilizada como pre-texto para eludir las reglas de la justiciay del derecho en favor del bien queella misma persigue. A este respecto,me satisface recordar, como hice en mipas natal, que la visin cristiana delhombre ha sido una verdadera fuerzainspiradora para los padres constitucio-

nales de Alemania, como lo fue tam-bin para los padres fundadores de laEuropa unida. Quisiera mencionar tam-bin algunos signos alentadores en elmbito de la libertad religiosa. Me re-fiero a la modificacin legislativa gra-cias a la cual la personalidad jurdicapblica de las minoras religiosas ha si-

do reconocida en Georgia; pienso tam-bin en la sentencia del Tribunal euro-peo de los derechos humanos a favorde la presencia del crucifijo en las aulasde las escuelas italianas. Y justamentedeseo recordar de modo particular aItalia, en la conclusin del 150 aniver-sario de su unificacin poltica. Las re-laciones entre la Santa Sede y el Estadoitaliano han atravesado momentos dif-ciles despus de la unificacin. Con eltranscurso del tiempo, sin embargo, haprevalecido la concordia y la voluntadrecproca de cooperar, cada uno en supropio mbito, para favorecer el biencomn. Espero que Italia siga apostan-do por una relacin equilibrada entre laIglesia y el Estado, constituyendo asun ejemplo que las otras naciones pue-dan mirar con respeto e inters.

En el continente africano, que he vi-

sitado de nuevo en mi reciente viaje aBenn, es esencial que la colaboracinentre las comunidades cristianas y losgobiernos permita abrir un camino dejusticia, paz y reconciliacin, donde losmiembros de todas las etnias y religio-nes sean respetados. Es doloroso cons-tatar que, en distintos pases del conti-nente, este objetivo est todava muylejano. Me refiero de modo particularal aumento de la violencia en Nigeria,como nos lo han recordado los atenta-dos cometidos contra algunas iglesias

lgicos como el de la central nuFukushima, en Japn. La salvdel medio ambiente, la sinergialucha contra la pobreza y el cammtico constituyen mbitos imppara la promocin del desarrollono integral. Por consiguienteque despus de la 17 sesin de

ferencia de los Estados miembroConvencin marco de las NUnidas sobre el cambio climtise ha concluido recientemente eban, la comunidad internacionauna autntica familia de naciopor tanto, con un gran sentidodaridad y responsabilidad hacianeraciones presentes y futuras,pare para la Conferencia de lasnes Unidas sobre el desarrollo ble (Ro + 20).

Excelencias, seoras y seorescimiento del Prncipe de la paz sea que la vida no termina en lque su destino no es la corrupcno la inmortalidad. Cristo hapara que los hombres tengan vida abundante (cf. Jn 10, 10)cuando el futuro es cierto comdad positiva, se hace llevadero t

el presente5. Animada por lade la fe, la Santa Sede sigue ofrsu aportacin a la comunidad cional, segn la doble intencinconcilio Vaticano II del que ese celebra el 50 aniversario hado claramente: proclamar lavocacin del hombre y la divinaque en l est presente, y ofrecenero humano una sincera colabpara lograr la fraternidad univerresponda a esa vocacin6. En esr itu, os renuevo a todos, a losbros de vuestras familias y a vcolaboradores mis felicitacioncordiales por el nuevo ao.

Gracias por vuestra atencin.

1 JUA N PA B L O II, Carta ap. Amici, 31 de marzo de 1985, n.

2 Ib., n. 1.3 Homila en la santa misa conde la Jornada nacional de las catlicas croatas, Zagreb, 5 de ju2011: LOsservatore Romano, edilengua espaola, 12 de junio de 6.4 Intervencin para la Jornada xin, dilogo y oracin por la p

justicia en el mundo, Ass, 27 de de 2011: LOsservatore Romano, en lengua espaola, 30 de oct2011, p. 3.5 Spe salvi, n. 2.6 Cf. Gaudium et spes, n. 3.

en el tiempo de Navidad, alas secuelas de la guerra ci-vil en Costa de Marfil, a lapersistente inestabilidad dela regin de los GrandesLagos y a la urgencia huma-nitaria en los pases delCuerno del frica. Pido una

vez ms a la comunidad in-ternacional su ayuda solcitapara encontrar una solucina la crisis que despus detantos aos perdura en So-malia.

Por ltimo, quiero hacerhincapi en que una educa-cin correctamente entendi-da debe favorecer el re s p e t oa la creacin. No se puedenolvidar las graves calamida-des naturales que, a lo largode 2011, han afectado a dis-tintas regiones del Sudesteasitico y los desastres eco-

t u ro 3. En este con-xto de apertura a la

da, he recibido contisfaccin la reciententencia del Tribunale justicia de lanin Europea, queohbe patentar losocedimientos queilicen clulas madre

mbrionarias huma-as, as como la reso-cin de la Asamblea

arlamentaria delonsejo de Europa,ue condena la selec-

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Colegio episcopalRENUNCIAS:

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la archidicesisde Puerto Espaa (Trinidad y Toba-go) que monseor ED WA R D JOSEPHGILBERT, C.S S.R., le haba presentadoen conformidad con el canon 401 1del Cdigo de derecho cannico.

Le sucede en el gobierno pastoral dela archidicesis el coadjutor, monse-or JOSEPH HARRIS, C.S.SP.

Edward Joseph Gilbert, C.S S.R.,naci en Brooklyn (Estados Unidos)el 26 de diciembre de 1936. Recibila ordenacin sacerdotal el 21 de ju-nio de 1964. Juan Pablo II lo nom-br obispo de Roseau (Dominica) el1 de julio de 1994; recibi la ordena-cin episcopal el 7 de septiembre su-cesivo. El mismo Papa lo promovia arzobispo metropolitano de PuertoEspaa el 13 de marzo de 2001.

Joseph Harris, C.S.SP., naci enTrinidad el 19 de marzo de 1942. Re-cibi la ordenacin sacerdotal el 14de julio de 1968. Benedicto XVI lonombr arzobispo coadjutor de

Puerto Espaa el 8 de julio de 2011;recibi la ordenacin episcopal el 14de septiembre del mismo ao.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la archidicesisde Natal (Brasil) que monseor MA-TIAS PAT R C I O DE MACD O le habapresentado en conformidad con elcanon 401 1 del Cdigo de dere-cho cannico.

Matias Patrcio de Macdo nacien Santana do Matos, archidicesisde Natal, el 14 de abril de 1936. Re-cibi la ordenacin sacerdotal el 14de julio de 1963. Juan Pablo II lonombr obispo de Cajazeiras el 12de julio de 1990; recibi la ordena-cin episcopal el 21 de octubre delmismo ao. El Santo Padre lo nom-

br obispo coadjutor de CampinaGrande el 12 de julio de 2000; pasa ser obispo residencial de dicha se-de el 29 de agosto de 2001; y lo pro-movi a arzobispo de Natal el 26 denoviembre de 2003.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la archidicesisde Czstochowa (Polonia) que mon-seor STA N I S AW NO WA K le habapresentado en conformidad con elcanon 401 1 del Cdigo de dere-cho cannico.

Stanisaw Nowak naci en Jezior-zany, archidicesis de Cracovia, el 11de julio de 1935. Recibi la ordena-cin sacerdotal el 22 de junio de1958. Juan Pablo II lo nombr obis-po de Czstochowa el 26 de octubrede 1984; recibi la ordenacin epis-

copal el 25 de noviembre sucesivo.El mismo Papa elev dicha sede alrango de archidicesis y lo promovia arzobispo el 25 de marzo de 1992.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deNyahururu (Kenia) que monseorLUIGI PAIARO le haba presentadoen conformidad con el canon 401 1del Cdigo de derecho cannico.

Luigi Paiaro naci en Padua (Ita-lia) el 8 de septiembre de 1934. Reci-bi la ordenacin sacerdotal el 12 de julio de 1959. Juan Pablo II lo nom-

br obispo de Nyahururu el 5 de di-ciembre de 2002; recibi la ordena-cin episcopal el 25 de marzo de2003.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deSibu (Malasia) que monseor DOMI-NIC SU HAW CHIU le haba presen-

tado en conformidad con el canon401 2 del Cdigo de derecho ca-nnico.

Dominic Su Haw Chiu naci enSibu el 29 de mayo de 1939. Recibila ordenacin sacerdotal el 4 de di-ciembre de 1969. Juan Pablo II lonombr obispo de Sibu el 22 de di-ciembre de 1986; recibi la ordena-cin episcopal el 6 de enero de 1987.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deCachoeira do Sul (Brasil) que mon-seor IRINEU S LV I O WILGES, O.F.M.,le haba presentado en conformidadcon el canon 401 1 del Cdigo dederecho cannico.

Irineu Slvio Wilges, O.F.M., nacien Pinheiral, dicesis de Santa Cruzdo Sul, el 3 de octubre de 1936. Re-cibi la ordenacin sacerdotal el 15de julio de 1962. Juan Pablo II lonombr obispo de Cachoeira do Sulel 14 de junio de 2000; recibi la or-denacin episcopal el 12 de agostodel mismo ao.

EL PA PA HA NOMBRAD O :

Arzobispo metropolitano de Natal(Brasil) a monseor JAIME VIEIRARO CHA, hasta ahora obispo de Cam-pina Grande.

Jaime Vieira Rocha naci en Tan-gar, archidicesis de Natal, el 30 demarzo de 1947. Recibi la ordena-cin sacerdotal el 1 de febrero de1975. Juan Pablo II lo nombr obis-

po de Caic el 29 de noviembre de1995; recibi la ordenacin episcopalel 6 de enero de 1996. El mismo Pa-pa lo nombr obispo de CampinaGrande el 16 de febrero de 2005.

Arzobispo de Czstochowa (Polo-nia) a monseor WACAW DE P O,hasta ahora obispo de Zamo-Lu-b a c z w.

Wa c aw Depo naci enSzydowiec, dicesis de Sandomierz,el 27 de septiembre de 1953. Recibila ordenacin sacerdotal el 3 de ju-nio de 1978. Benedicto XVI lo nom-br obispo de la dicesis de Za-mo-Lubaczw el 5 de agosto de2006; recibi la ordenacin episco-pal el 9 de septiembre sucesivo.

Obispo de Nyahururu (Kenia) amonseor JOSEPH MBATIA.

Joseph Mbatia naci en Itabua,dicesis de Embu, el 10 de mayo de1961. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 18 de febrero de 1989. En suministerio ha desempeado los si-guientes cargos: vicario parroquial,prroco, ecnomo diocesano y, des-de 2005, vicario general de la dice-sis de Nyahururu.

Obispo de Sibu (Malasia) a mon-seor JOSEPH HII TECK KWONG,hasta ahora obispo titular de Castel

mediano y auxiliar de Sibu. Joseph Hii Teck Kwong naci en

Sibu el 25 de junio de 1965. Recibila ordenacin sacerdotal el 25 demarzo de 1993. Benedicto XVI lonombr obispo titular de Castel me-diano y auxiliar de Sibu el 25 deenero de 2008; recibi la ordenacinepiscopal el 1 de mayo sucesivo.

Obispo de Cachoeira do Sul (Bra-sil) a monseor REMDIO J. BOHN,hasta ahora obispo titular de Uchimaggiore y auxiliar de la archidice-sis de Porto Alegre.

Remdio J. Bohn naci en Feliz,dicesis de Montenegro, el 21 demayo de 1950. Recibi la ordenacinsacerdotal el 29 de noviembre de1975. Benedicto XVI lo nombr obis-

po titular de Uchi maggiore y auxi-liar de la archidicesis de Porto Ale-gre el 18 de enero de 2006; recibi laordenacin episcopal el 17 de marzodel mismo ao.

Obispo de Diamantino (Bramonseor VI TA L CHITOLINA,hasta ahora obispo-preladoprelatura territorial de Paranati

Vital Chitolina, S.C.I., nacTuparendi, dicesis de Santolo, el 3 de enero de 1954. Reciordenacin sacerdotal el 16 d

ciembre de 1984. Juan PabloI

crear la nueva prelatura territorParanatinga, lo nombr obisplado de la nueva circunscreclesistica el 23 de diciemb1997; recibi la ordenacin epiel 19 de abril de 1998.

Lutos en el episcopadoMonseor JOHN JUKES, O.F.M.CONV., obispo titular de Strathearny auxiliar emrito de Southwark(Inglaterra), falleci el 21 de no-viembre de 2011. Haba nacido enEltham, archidicesis de Sout-hwark, el 7 de agosto de 1923. Erasacerdote desde el 19 de julio de1952. Juan Pablo II lo nombr obis-

po titular de Strathearn y auxiliarde Southwark el 20 de diciembrede 1979; recibi la ordenacin epis-copal el 30 de enero de 1980. Re-nunci a la funcin de auxiliar el 11de diciembre de 1998.

Monseor THOMAS CA J E TA N KEL-LY, O.P., arzobispo emrito deLouisville (Estados Unidos), falle-ci el 14 de diciembre de 2011. Ha-ba nacido en Rochester el 14 de ju-lio de 1931. Era sacerdote desde el 5de junio de 1958. Pablo VI lo nom-br obispo titular de Tusuro y auxi-liar del arzobispo de Washington el

2 de julio de 1977; recibi la orde-nacin episcopal el 15 de agosto su-cesivo. Juan Pablo II lo promovi aarzobispo de Louisville el 28 de di-ciembre de 1981. Renunci al go-bierno pastoral de dicha sede el 12de junio de 2007.

Monseor MARK FRANCIS

SCHMITT, obispo emrito de Mar-quette (Estados Unidos), falleci el14 de diciembre de 2011. Haba na-cido en Algoma, dicesis de GreenBay, el 14 de febrero de 1923. Erasacerdote desde el 22 de mayo de1948. Pablo VI lo nombr obispo ti-tular de Ceanannus Mr y auxiliardel obispo de Green Bay el 30 deabril de 1970; recibi la ordenacinepiscopal el 24 de junio de dichoao. El Santo Padre lo nombrobispo residencial de Marquette el15 de marzo de 1978. Renunci algobierno pastoral de la dicesis deMarquette el 6 de octubre de 1992.

Monseor FRANCIS BRAGS.J., obispo emrito de Baroddia), falleci el 21 de diciemb2011. Haba nacido en Bomb29 de enero de 1922. Era sacedesde el 21 de noviembre de Juan Pablo II lo nombr obisBaroda el 27 de abril de 1987bi la ordenacin episcopal el

junio del mismo ao. Renungobierno pastoral de la diceBaroda el 29 de agosto de 1997

Monseor THOMAS A. FINNobispo emrito de Killala (Irlfalleci el 25 de diciembre deHaba nacido en Castlerea, dide Elphin, el 26 de agosto deEra sacerdote desde el 17 dede 1951. Juan Pablo II lo noobispo de Killala el 3 de ma1987; recibi la ordenacin epal el 12 de julio de dicho anunci al gobierno pastoral dlala el 19 de febrero de 2002.

Audienciasp ontificias

EL SANTO PADREHA RECIBID O EN AU D I E N C I A:

Sbado 7 de enero

Al cardenal Agostino Vvicario general para la diceRoma.

Al cardenal Leonardo Sprefecto de la Congregacinlas Iglesias orientales.

A monseor Charles Brown, arzobispo titular deleya, nuncio apostlico en Ircon sus familiares.

A monseor Marek Solcki, arzobispo titular de CesaMauritania, nuncio apostliGeorgia y en Armenia, con smi li ares .

Martes, da 10

Al cardenal Joachim Marzobispo de Colonia (RepFederal de Alemania).

Mircoles, da 11

A monseor Gerhard LuMller, obispo de Ratisbonapblica Federal de Alemania)

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Nota de la Congregacin para la doctrina de la fe

Indicaciones pastoralespara el Ao de la fe

Intro duccinCon la Carta apostlica Porta fidei,del 11 de octubre de 2011, el Santo

Padre Benedicto XVI ha proclamadoun Ao de la fe, que comenzar el 11de octubre de 2012, en el quincuag-simo aniversari o de la apertura delconcilio ecumnico Vaticano II, yconcluir el 24 de noviembre de2013, solemnidad de Nuestro SeorJesucristo, Rey del Universo.

Ese ao ser una ocasin propiciapara que todos los fieles compren-dan con mayor profundidad que elfundamento de la fe cristiana es elencuentro con un acontecimiento,con una Persona, que da un nuevohorizonte a la vida y, con ello, unaorientacin decisiva1. Fundada enel encuentro con Jesucristo resucita-do, la fe podr ser redescubierta in-tegralmente y en todo su esplendor.Tambin en nuestros das la fe esun don que hay que volver a descu-brir, cultivar y testimoniar, para queel Seor nos conceda a todos lagracia de vivir la belleza y la alegrade ser cristianos2.

El comienzo del Ao de la fe coin-cide con el recuerdo agradecido dedos grandes eventos que han marca-do el rostro de la Iglesia de nuestrosdas: los cincuenta aos pasados des-de la apertura del concilio VaticanoII por voluntad del beato Juan XXIII(11 de octubre de 1962) y los veinteaos desde la promulgacin del Ca-tecismo de la Iglesia catlica, legado ala Iglesia por el beato Juan Pablo II(11 de octubre de 1992).

Segn las palabras del Papa JuanXXIII, el Concilio quiso transmitir

pura e ntegra, la doctrina, sin ate-nuaciones ni deformaciones com-prometindose a que esta doctrina,

cierta e inmutable, que debe ser fiel-mente respetada, sea profundizada ypresentada de manera que corres-ponda a las exigencias de nuestrotiemp o3. En este sentido, continasiendo de crucial importancia la afir-macin inicial de la ConstitucindogmticaLumen gentium: Cristo esla luz de los pueblos. Por ello estesacrosanto Concilio, reunido en elEspritu Santo, desea ardientementeiluminar a todos los hombres, anun-ciando el Evangelio a toda criatura(cf. Mc 16, 15) con la claridad deCristo, que resplandece sobre la fazde la Iglesia4. Desde la luz de Cris-to que purifica, ilumina y santificaen la celebracin de la sagrada litur-gia (cf. Constitucin S a c ro s a n c t u mConcilium ), y con su palabra divina(cf. Constitucin dogmtica Dei Ver-bum ) el Concilio ha querido ahondaren la naturaleza ntima de la Iglesia(cf. Constitucin dogmtica Lumen

gentium ) y su relacin con el mundocontemporneo (cf. Constitucinpastoral Gaudium et spes). Alrededorde sus cuatro Constituciones, verda-deros pilares del Concilio, se agru-pan las Declaraciones y Decretos,que abordan algunos de los princi-pales desafos de nuestro tiempo.

Despus del Concilio, la Iglesiaha trabajado para que sus ricas ense-anzas sean recibidas y aplicadas encontinuidad con toda la Tradicin ybajo la gua segura del Magisterio.Para facilitar la correcta recepcindel Concilio, los Sumos Pontficeshan convocado reiteradamente el S-

nodo de los obispos5, instituido porel siervo de Dios Pablo VI en 1965,proponiendo a la Iglesia directrices

claras a travs de las diversas Exhor-taciones apostlicas postsinodales.La prxima Asamblea general delSnodo de los obispos, en octubrede 2012, tendr como tema: La nue-va evangelizacin para la transmisinde la fe cristiana.

Desde el comienzo de su pontifi-cado, el Papa Benedicto XVI se hacomprometido firmemente a procu-rar una correcta comprensin delConcilio, rechazando como errneala llamada hermenutica de la dis-continuidad y de la ruptura, y pro-moviendo la que l mismo ha llama-do hermenutica de la reforma,de la renovacin dentro de la conti-nuidad del nico sujeto-Iglesia, que

el Seor nos ha dado; es un sque crece en el tiempo y se deslla, pero permaneciendo siemp

mismo, nico sujeto del pueblDios en camino6.El Catecismo de la Iglesia cat

colocndose en esta lnea, por udo se presenta como un autfruto del concilio Vaticano IIpor otro intenta favorecer su ada. El Snodo extraordinario dobispos de 1985, convocado consin del vigsimo aniversario dclausura del concilio Vaticanopara hacer un balance de su rcin, sugiri la preparacin deCatecismo para ofrecer al pueblDios un compendio de toda latrina catlica y un texto de refcia segura para los catecismos les. El Papa Juan Pablo II aceptta propuesta como un deseo de ponder plenamente a una neces

real de la Iglesia universal y las sias particulares8. Redactado enlaboracin con todo el episcode la Iglesia catlica, este Catemanifiesta de verdad una csinfona de la fe9.

El Catecismo presenta lo nuelo viejo (cf. Mt 13, 52), dado qfe es siempre la misma y, a la vefuente de luces siempre nuevas. responder a esa doble exigencCatecismo de la Iglesia catlica,una parte, toma la estructura gua, tradicional, ya utilizada pcatecismo de san Po V, articulel contenido en cuatro partes: C

sagrada liturgia, con los sacramen primer lugar; el obrar cristexpuesto a partir del Declogpor ltimo, la oracin cristiana. todo, al mismo tiempo, el conte

se expresa a menudo de un mnuevo, para responder a los rrogantes de nuestra poca10. Catecismo es un instrumento vy legtimo al servicio de la comueclesial, y una regla segura paenseanza de la fe11. All se hlos contenidos fundamentales fe, sintetizados sistemtica y orcamente. En efecto, en l se ponmanifiesto la riqueza de la enseza que la Iglesia ha recibido, cdiado y ofrecido en sus dos milde historia. Desde la Sagrada E

SIGUE ENLA PG

Con humilde valenta

Cristo Pantocrtor (Catedral de Monreale, Sicilia)

GI O VA N N I MARIA VIAN

Pocos meses despus de la conclusin del Vaticano II,fue Pablo VI el Papa que lo confirm y con respetuo-sa firmeza gui e inici su aplicacin en tiempos difci-les quien quiso un Ao de la fe en el decimosptimocentenario del martirio de los apstoles Pedro y Pablo,ao que se concluy el 30 de junio de 1968 con el C re -

a la fe, de la que dio nuevo testimonio y nuevo es-plendor.

Como subraya la nota de la Congregacin para ladoctrina de la fe, en el centro de este nuevo ao con-vocado por el Papa no est, ciertamente, una ideolo-ga, sino el encuentro con el Dios amigo de los hom-bres que se mostr a los pastores y a los Magos tancercano y tan pequeo, dijo Benedicto XVI en la ho-

do del pueblo de Dios. En efecto,si bien el Concilio no trata ex-presamente de la fe, habla deella en cada pgina, reconocesu carcter vital y sobrenatural,la supone ntegra y fuerte, yconstruye sobre ella sus doctri-nas, explic el 8 de marzo de1967 el Papa Montini.

La misma conviccin ha im-pulsado a Benedicto XVIquien como joven telogo vi-vi el Vaticano II en primerap ersona a convocar una cele-bracin anloga en el quincua-gsimo aniversario de su inicioy veinte aos despus de lapromulgacin del catecismoque es fruto del Concilio.

Su objetivo esencial es elmismo que orient a Pablo VI,esto es, darse cuenta de la im-portancia esencial que el Conci-lio, coherente con la tradicindoctrinal de la Iglesia, atribuye

mila de la Epifana. Pero parahallar la verdadera luz delmundo una luz que puedetransformar a cada ser humano,mujer u hombre, en luz es ne-cesario emprender el mismoviaje de los sabios llegados deOriente que queran sabercul es la importancia de ser

h om bre.Y al describir a los Magos,hombres valientes y a la vezhumildes, el Papa ha habladoen realidad de su bsquedap ersonal.

Una bsqueda con una in-quietud del corazn que im-pulsa hacia Dios que ha pre-sentado como ejemplar: paralos obispos a quienes haba or-denado y para los cardenalesque crear, pero en definitivapara cada ser humano, creyenteo no creyente.

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tura a los Padres de la Iglesia, de los

maestros de teologa a los santos detodos los siglos, el Catecismo o f re c euna memoria permanente de los di-ferentes modos en que la Iglesia hameditado sobre la fe y ha progresa-do en la doctrina, para dar certeza alos creyentes en su vida de fe12.

El Ao de la fe desea contribuir auna renovada conversin al SeorJess y al redescubrimiento de la fe,de modo que todos los miembros dela Iglesia sean para el mundo actualtestigos gozosos y convincentes delSeor resucitado, capaces de sealarla puerta de la fe a tantos que es-tn en bsqueda de la verdad. Estapuerta abre los ojos del hombrepara ver a Jesucristo presente entrenosotros todos los das hasta el findel mundo (Mt 28, 20). l nos en-sea cmo el arte del vivir se

aprende en una relacin intensacon l13. Con su amor, Jesucristoatrae hacia s a los hombres de cadageneracin: en todo tiempo, convocaa la Iglesia y le confa el anuncio delEvangelio, con un mandato que essiempre nuevo. Por eso, tambinhoy es necesario un compromisoeclesial ms convencido en favor deuna nueva evangelizacin para re-descubrir la alegra de creer y volvera encontrar el entusiasmo de comu-nicar la fe14.

Por encargo del Papa BenedictoXVI15, la Congregacin para la doc-trina de la fe, de acuerdo con los di-casterios competentes de la SantaSede y con la contribucin de la Co-misin para la preparacin del Ao dela fe16, ha escrito esta Nota con indi-caciones para vivir este tiempo degracia, las cuales no excluyen otraspropuestas que el Espritu Santoquiera suscitar entre los pastores yfieles de distintas partes del mundo.

Indicaciones

S en quin he puesto mi con-fianza (2 Tm 1, 12): estas palabrasde san Pablo nos ayudan a compren-der que la fe es ante todo una ad-hesin personal del hombre a Dios; esal mismo tiempo e inseparablementeel asentimiento libre a toda la verdad

que Dios ha revelado1 7. La fe comoconfianza personal en el Seor y lafe que profesamos en el Credo son

inseparables, se evocan y exigen mu-tuamente. Hay un fuerte vnculo en-tre la fe vivida y sus contenidos: lafe de los testigos y confesores estambin la fe de los apstoles y doc-tores de la Iglesia.

En este sentido, las siguientes in-dicaciones para el Ao de la fetienenel objetivo de favorecer el encuentrocon Cristo a travs de testigos autn-ticos de la fe y aumentar el conoci-miento de sus contenidos. Se tratade propuestas que tienen la inten-cin de solicitar una respuesta ecle-sial ante la invitacin del Santo Pa-dre, para vivir en plenitud este aocomo un especial tiempo de gra-cia18. El redescubrimiento gozosode la fe tambin ayudar a consoli-dar la unidad y la comunin entrelas distintas realidades que confor-

man la gran familia de la Iglesia.

I. En el mbitode Iglesia universal

1. El principal evento al comienzodel Ao de la feser la XIII Asambleageneral ordinaria del Snodo de losobispos, convocada por el Papa Be-nedicto XVI para el mes de octubrede 2012 y dedicada al tema de Lanueva evangelizacin para la transmi-

sin de la fe cristiana. Durante el S-nodo, el 11 de octubre de 2012 ten-dr lugar una solemne celebracinpara dar inicio al Ao de la fe, en re-cuerdo del quincuagsimo aniversa-rio de la apertura del concilio Vati-cano II.

2. En el Ao de la fehay que alen-

tar las peregrinaciones de los fieles ala Sede de Pedro, para profesar la feen Dios Padre, Hijo y Espritu San-to, unindose a aquel que hoy estllamado a confirmar en la fe a sushermanos (cf. Lc 22, 32). Ser im-portante tambin fomentar las pere-grinaciones a Tierra Santa, el lugarque tuvo la primicia de conocer aJess, el Salvador, y a Mara, su ma-d re .

3. Durante este Ao ser til invi-tar a los fieles a dirigirse con parti-cular devocin a Mara, imagen dela Iglesia, que rene en s y refleja

en cierto modo las supremas verda-des de la fe19. Por lo tanto, se de-bera alentar toda iniciativa que ayu-

de a los fieles a reconocer el papelespecial de Mara en el misterio dela salvacin, a amarla filialmente y aimitar su fe y virtud. Para ello sermuy conveniente organizar peregri-naciones, celebraciones y encuentrosen los principales santuarios.

4. La prxima Jornada mundialde la juventud de Ro de Janeiro, en julio de 2013, ofrecer a los jvenesuna ocasin privilegiada para experi-mentar el gozo que proviene de la feen el Seor Jess y de la comunincon el Santo Padre, en la gran fami-lia de la Iglesia.

5. Al respecto, sera conveniente larealizacin de simposios, congresos yreuniones de gran escala, incluso anivel internacion