Marx Ahora: Clase Obrera

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Tanto partidarios como detractores delmarxismo siempre lo han relacionadocon la clase obrera. Para muchos estarelación —deseada y a menudo bastanteenfatizada por Marx y Engels— es precisamenteel sello que unifica todas suscorrientes.

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    Clase obrera (Arbeiterklasse)*A: Arbeiterklasse. F: classe ouvrire.

    I: working class. R: rabocij klass

    Tanto partidarios como detractores delmarxismo siempre lo han relacionadocon la clase obrera. Para muchos estarelacin deseada y a menudo bastanteenfatizada por Marx y Engels es pre-cisamente el sello que unifica todas suscorrientes. No ha aclarado el propioMarx que la obra de su vida, la Crticade la economa poltica (en adelanteCEP), tena mucho que agradecerle almovimiento independiente de la claseobrera en y contra el capitalismo y susportavoces? Y esta crtica, en la medi-da en que una clase es capaz de repre-sentarla, solo puede estar representadapor aquella clase cuya misin histricaes derrocar el rgimen de produccincapitalista y abolir definitivamente lasclases: el proletariado.1 (El capital I,Obras de Marx y Engels (Marx-EngelsWerke) [en adelante C I y MEW, res-pectivamente] 23, 22). Precisamente Elcapital ha sido elogiado como la Bi-blia de la clase obrera. Pero, qu su-cede si el anticapitalismo de la claseobrera histrica tiene que ver solo depasada con el socialismo cientfico delos marxistas?, qu sucede si la rela-cin histrica entre la clase obrera y elmarxismo est fundada en malentendi-dos de ambas partes?, qu sucede sila clase obrera, con sus histricas lu-chas de clases, fue tan exitosa a la lar-ga en el capitalismo, que estas luchasno han cambiado solamente su forma,

    sino tambin su contenido y propsi-to?, qu sucede si en la marcha deldesarrollo capitalista ella cambi com-pletamente, incluso se disolvi o logrun ascenso social de la situacin de lavida proletaria de entonces a la peque-oburguesa?, qu sucede si por el m-petu social-revolucionario, que segnla opinin de muchos socialistas, no solode los marxistas debe ser propio de estaclase, no tiene otra alternativa, puesto queesta clase obrera en su gran mayora seha podido arreglar cmodamente en lasrelaciones de produccin y de vida dela sociedad burguesa?

    Ya se lament el aburguesamientode la clase obrera a finales de siglo.Desde entonces se asumi frecuentementeel Adis al proletariado. La irona dela historia ha querido que precisamentela clase obrera de los antiguos pasessocialistas sea responsabilizada porlos intelectuales decepcionados por elfracaso del socialismo real existente.Se les debe tomar a mal que en sumayora hayan sufrido con el arduo ex-perimento socialista de la historia mo-derna, que hizo que cedieran a lastentaciones del capitalismo real exis-tente? El socialismo, como proyecto y

    * Del Diccionario histrico crtico de marxismo(Historisch-kritisches Wrterbuch des Marxismus)publicado por el Instituto para la Teora Crtica deBerlin (INKRIT).

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    A modelo social, otra vez est a la bs-queda de un sujeto histrico.1. Inicialmente Marx y Engels descu-brieron la clase obrera como la vieronsus contemporneos: como un cuartoestado, como plebe y proletariadoen el sentido de capa depauperada enla que se concentra toda miseria y queest a todas luces fuera de la sociedadburguesa. Al principio (1842) Marx serefiere a los obreros simplemente comolos pobres o la capa que () nadaposee (MEW, 1, 106), la capa del tra-bajo directo (Crtica de la filosofa delEstado de Hegel [en adelante KHS),MEW, 1, 284). l describe el pauperis-mo moderno precisamente como ne-cesidad del obrero, el cual enInglaterra, la tierra del pauperismo,no es parcial, sino universal, o sea,est presente tanto en la nuevas ciuda-des industriales, como en los distritosrurales (MEW 1, 395, 400 s.). Lo que al le interesa de este proletariado esla oposicin contra la sociedad de lapropiedad privada que en los ingleses,franceses y no menos tambin en losalemanes se manifiesta en las suble-vaciones de obreros. (Ibd. 404 y ss.).

    Engels, quien en 1842 an describe alos obreros como una masa que sufre eintenta olvidar su miseria en la bebiday en una religiosidad sin sentido (cf.MEW 1, 417 y ss., 432 pssim), escriberetrospectivamente en Manchester queha llegado a conocer la suerte echadaen el centro de la gran industria moder-na (MEW 36, 697) y la situacin delos obreros fabriles modernos por ex-periencia propia y no solo por las des-cripciones () de las relaciones

    proletarias de los autores ingleses yfranceses (por ejemplo de Barton 1817;Ellis 1821; Buret 1840; Villerm 1840).l concientiza que el modo de produc-cin capitalista y principalmente la in-dustria proletaria moderna produce(MEW 1, 454) una clase de despose-dos, de pobres absolutos, que sobrevi-ven econmicamente de da en da, quese reproducen impetuosamente, una cla-se que despus ya no se puede abolir;ya casi la mitad de todos los inglesespertenece a esta clase (MEW 1, 459).Del continente industrial, aunque pocodesarrollado, an no se conoce nada deestas nuevas, dilatadas clases de obre-ros fabriles y mucho menos hay allun movimiento obrero que indique quela clase de los obreros ha empezado atomar consciencia (MEW 1, 461). Perola miseria y la pobreza de las clasesobreras de la Inglaterra de hoy tiene unatrascendencia nacional e [] internacio-nal, ya que la revolucin industrialque acontece en Inglaterra conducir auna revolucin social (MEW 1, 555y ss. pssim).

    Marx, ante todo, se hizo inmediata-mente un concepto filosfico de la cla-se obrera desde su primer encuentro conel socialismo contemporneo: como unaclase universal tiene las caractersti-cas que Hegel atribuy a los funciona-rios pblicos. Para alcanzar el poder ellaprovocar la emancipacin general dela sociedad, porque en ella se concen-tran todas las carencias de la sociedad,de tal manera que su superacin apa-rece [como] la autoliberacin general(KHR, Crtica de la filosofa del dere-cho de Hegel, MEW 1, 388). Es unaclase de la sociedad burguesa, que no

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    es ninguna clase de la sociedad burgue-sa, que posee un carcter universalpor sus sufrimientos universales y queno reclama para s ningn derecho es-pecial, porque no se comete contra ellaningn desafuero especial, sino el des-afuero puro y simple.2 (Ibd., 390).

    Este concepto enftico de la claseobrera se refiere en cierto modo a unaclase lgica que tambin pudiera es-tar vaca. Es la clase imaginada que in-cuba el nuevo imperativo categricode echar por tierra todas las relacionesen las que el hombre es un ser humillado,sojuzgado, abandonado, desprecia-ble.3 (MEW 1, 385). Miseria, sufrimien-to, disolucin de todo orden y prdidade la dignidad humana son las caracte-rsticas que le interesaron a Marx de esteproletariado imaginado, sobre cuya realsituacin y rol en el modo de produc-cin capitalista l apenas sabe.

    En La sagrada familia an predominala concepcin filosfica del proletaria-do que no puede superar las condicio-nes de su existencia sin superar todaslas condiciones de vida inhumanas dela sociedad actual que se resumen ensu situacin.4 (MEW 2, 38). En Laideologa alemana (en adelante IA) seencuentran ambas por primera vez: hayreferencias a la nueva masa de obre-ros simples que son aislados del capi-tal y de otros medios de subsistencia,por lo que para ellos el trabajo ya norepresenta una fuente de vida segura,5(MEW 3, 36) y por el otro lado se hablasiempre de una clase obrera que real-mente se ha librado de todo el viejomundo y a la vez se le opone (60), quetiene que llevar todas las cargas de lasociedad, sin disfrutar de sus benefi-

    cios, que se ve forzada a salir de lasociedad en la oposicin ms rotunda atodas las otras clases (69), que ya nolleva a cabo ningn inters particular declase (75) y de la que parte la cons-ciencia y la necesidad de una revolu-cin profunda (69). En el Manifiesto(1847) Marx y Engels tambin intentancombinar expresiones sobre la situacinespecial de la nueva clase de los obre-ros modernos con expresiones sobreel papel histrico que ha tenido que ju-gar. No obstante se aade despus deun primer intento por Marx6 (Miseria,MEW 4, 175-182), un elemento que enlo sucesivo constituir un eslabn co-nector importante entre ambas: un bre-ve anlisis del proceso histrico en elcual los obreros se transforman de unsujeto colectivo capaz de actuar, en unaclase social, que puede y quiere diri-gir la lucha de clases organizada.7(MEW 4, 470-474).

    Aqu la representacin de la claseobrera an es, en lo analtico, comple-tamente inacabada: como personas queno viven sino a condicin de encon-trar trabajo, y lo encuentran nicamen-te mientras su trabajo acrecienta elcapital8 (MEW 4, 468). La explotacinno es un concepto analtico en el Mani-fiesto; para Marx y Engels es absoluta-mente incomprensible cmo es que ellaocurre en el modo de produccin capi-talista. La autoalienacin que toma deltrabajo en la fbrica moderna todo ca-rcter independiente y con ello todoestmulo para el obrero, el despotismodel rgimen fabril, el alargamiento dela jornada laboral y la intensificacin deltrabajo, el trabajo de la mujer y del nio:todo eso lo ven y lo ponen de relieve.9

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    A (Cf. 468 y ss.). El papel revolucionariodel proletariado ya no se justifica comoantes: las condiciones de vida de lavieja sociedad ya se han eliminado enlas condiciones de vida del proletaria-do, para los obreros modernos no haypropiedad, familia, ley, moral, nacin(472). Ellos no tienen posibilidad algu-na de asegurar su posicin social yaadquirida en la sociedad burguesa;ellos tiene que destruir todas las garan-tas y los seguros privados anteriores(Ibd.). Se manifiesta programticamen-te cul ser la obra principal de la vidade ambos jvenes autores: encontrar yaclarar terica y empricamente las con-diciones bajo las cuales la clase obreradebe dirigir su lucha de emancipacinen la sociedad burguesa (cf. 474 y ss.).En 1875 Marx vuelve a confirmar estatarea: como el desarrollo de la riquezasocial y de la productividad del trabajosocial siempre va en detrimento delobrero, los socialistas tendran que, envez de hacer locuciones generales,comprobar cmo es que finalmente seestablecen en la sociedad actual las con-diciones materiales, etc., que capacitanal obrero y lo obligan a romper esamaldicin histrica.10 (Gotha, MEW19, 17).

    2. El concepto de la clase obrera mo-derna. Qu es lo que Marx y Engelsentienden por clase obrera, en el senti-do moderno, despus de que se fami-liarizaron con las condiciones deexistencia de esta clase dentro del modode produccin capitalista?

    2.1 Ya en los economistas clsicosMarx encuentra un concepto claro dela clase de obreros moderna, as como

    de la oposicin clara que existe entrelos asalariados y los capitalistas (cf. porej. MEW 28, 504, 507). Para AdamSmith y Ricardo los obreros no son algodistinto que para Marx: una de las tresgrandes clases de la sociedad modernabasada en el modo de produccin capi-talista (MEW 25, 892; cf. 632) junto alos capitalistas y a los propietarios y enrelacin con ellos. El que los economis-tas polticos consideren, contrario a losfilntropos contemporneos, al prole-tariado, es decir, el obrero que sintener capital ni renta vive solamentepor su trabajo, y de un trabajo abstrac-to, unilateral.11 (Ms 44, MEW 40, 477)es el punto de partida conceptual el cualMarx a la vez comparte y no comparte,ya que l tambin considera importanteal obrero en su tiempo cesante, comopersona. (Ibd.). l no quiere abando-nar las reflexiones sobre su situacinde la vida como lo hicieron los econo-mistas de la justicia penal, los docto-res, la religin, las tablas estadsticas, lapoltica y la polica que arresta mendi-gos12 (ibd.), sino integrar el anlisis deesta situacin en la economa poltica.

    La economa dominante ve al obrerosolo como un animal de trabajo, comouna bestia estrictamente reducida a susnecesidades corporales.13 (Ibd. 478).La CEP tambin es el intento de llegara un concepto adecuado de la claseobrera moderna que sea superior a lasparcialidades imperantes hasta entoncespor un lado los lamentos sobre lasvctimas del pauperismo, por otro la re-duccin de los obreros a uno de losfactores de la produccin y quevalore debidamente la contradiccin desu situacin. Para los economistas cl-

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    sicos una gran parte de la lucha de cla-ses ocurre entre los capitalistas y lospropietarios, con los obreros como ter-ceros ajenos y vctimas. Para Marx losobreros modernos ya no son una clasepasiva, sufrida, un mero objeto de losaltibajos del mercado: el obrero debe() luchar no solo por sus vveresfsicos sino tambin por la posibilidadde poder trabajar en realidad (Ibd.,473). De ah que los obreros alcanzanun papel clave y su lucha contra los ca-pitalistas se convierte en el centro de losacontecimientos en todas las socieda-des modernas que se pueden incluir enla Revolucin industrial. Desde susprimeras lecturas de los economistasclsicos Marx llega a la conclusin deque la sociedad entera viene a dividir-se en dos clases: la de los propietarios yla de los obreros no propietarios.14(Ibd. 510).

    2.2 En El capital se describe la claseobrera especficamente como la moder-na clase de los obreros libres15 (MEW23, 185), como clase de los obrerosasalariados netos16 (ibd., 734) o clasede los obreros asalariados (MEW 24,39). El concepto analtico de la claseobrera es, por consiguiente, un conceptode la economa poltica y se refiere a laforma moderna del trabajo asalariado.Trabajo asalariado es un concepto derelacin, que describe una forma hist-rica especfica de relaciones de traba-jo. As tambin el concepto de la claseobrera, en el cual no se puede concebirsin la relacin con su polo opuesto, laclase de los capitalistas o los propieta-rios de los medios de produccin, queposeen exclusivamente los recursosproductivos de la sociedad, de manera

    que todo no-capitalista depende de po-nerse en contacto con ellos para su re-produccin. Como todas las clases dela sociedad burguesa, la de los capita-listas y la de los asalariados estn com-puestas formalmente de propietariosprivados independientes, que aparecenen las relaciones de intercambio en losmercados. De ah que ambos, capitalis-tas y asalariados, pueden escoger enprincipio con quin desean comerciar,pero no pueden evitar relacionarse unay otra vez con alguien de la otra clase,ya que cada categora de propietarioprivado dispone de lo que el otro nece-sita. De ah que se enfrentan como cla-se de los vendedores y clase de loscompradores en el mercado laboral17(cf. MEW 6, 400 s.; MEW 23, 181 y ss.).

    La relacin de intercambio entre losparticulares que pertenecen a las dosclases de propietarios privados facilitany ocultan una relacin de dependenciaque de nuevo reproduce una relacinde explotacin, y que Marx quiere des-cifrar en El capital. El que un propieta-rio privado pueda explotar regularmentea otros a continuacin del intercambioen el mercado laboral explica por qual final de este proceso uno es ms ricoy el otro es, en el mejor de lo casos, tanrico o pobre como era antes: ha podidoconservar su nica posesin, su fuerzade trabajo aislada, individual (MEW 23,352) y debe renovarse para buscar uncomprador de la clase de los dueos delos medios de produccin. De esta clasede los compradores depende cada asa-lariado, aunque ningn asalariado per-tenece a un nico capitalista y cada unoconserva la libertad de cambiar de pa-trones individuales (cf. MEW 6, 401;

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    A MEW 23, 599, 603). Desde el puntode vista social, concluye Marx que laclase obrera an fuera del proceso di-recto de trabajo, es atributo del capital,ni ms ni menos que los instrumentosinanimados.18 (MEW 23, 598).

    Ya en el Manifiesto Marx y Engelsdiferencian entre la situacin del asala-riado aislado y las condiciones de supropia clase (MEW 4, 473). En El ca-pital el obrero aislado, el obrero comovendedor libre de su fuerza de traba-jo es diferenciado de la clase obrera(MEW 23, 316). Son considerados cla-se capitalista y clase obrera en vez decapitalista aislado y obrero aislado19(593; cf. 597), entonces, ambos sonconsiderados magnitudes de grupoigual que la variable capital como com-ponente del capital total social, el ingre-so total (ingreso de salario) de todos losasalariados en un perodo, la demandatotal que pueden ejercer todos los asa-lariados sobre el mercado de los bienesde consumo, y los efectos que talesmagnitudes de grupo pueden ejercersobre otras, por ejemplo, el nivel de pre-cio del mercado o la taza de beneficiopromedio para todos los capitalistas.(Cf. MEW 16, 107, 115; MEW 23, 597y ss., 671; MEW 24, 370 y ss. 408 y ss.,437 y ss. pssim; MEW 25, 198).

    2.3 Marx y Engels tambin se refie-ren con clase obrera a una clase espe-cial dentro de la estructura de lasociedad burguesa, la capa ms bajade la sociedad actual (Manifiesto,MEW 4, 473) y entienden con esto unfenmeno poltico: La clase obrera dela Inglaterra del siglo XIX estaba siendoprivilegiada de manera negativa en undoble sentido, descartando el derecho

    al voto y descartando cualquier tipo deapoyo a los pobres, ella no puede niparticipar, ni exigir en el Estado (cf.Polanyi, 1977, 213). En muchas regio-nes y ciudades de Alemania la claseobrera se excluye del derecho civil, osea, se reduce al status de ciudadanosde segunda clase. (Cf. Zwahr 1978,120). Al mismo tiempo es al menosen Inglaterra y Francia una clase muyactiva polticamente que cuenta con unsinnmero de asociaciones, sociedadesy, no por ltimo, tambin organizacio-nes polticas. Marx y Engels se diferen-cian de todos los socialistas anteriores(y muchos de los posteriores) por con-siderar a la clase obrera como la clasegobernante y tambin polticamentedominante del futuro, y eso hasta unpunto en el cual sus miembros sean ex-cluidos en su mayor parte de toda polti-ca. A su concepto de clase obrera tambinpertenecen la represin poltica y social,an cuando esta no concierne solamen-te a los obreros. (Cf. MEW 4, 312).

    2.4 Marx y Engels delimitan la claseobrera tanto hacia arriba como haciaabajo. Hacia arriba se desenvuelve lafrontera (terica y prctica) con la clasemedia, que puede ser cruzada por losobreros aislados, en caso que puedanconstituir un determinado capital con susalario o puedan encontrar un presta-mista que les posibilite dar el salto a laindependencia, y con ello, por reglageneral, a la empresa familiar y a laautoexplotacin organizada. Algunoslogran el ascenso a la pequea burgue-sa. Marx se remite a los criados o laclase de la servidumbre, los asalaria-dos directos de los capitalistas ociosos(MEW 24, 481; Grundrisse [en adelan-

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    te Gr], 305), de los cuales continuamen-te se nutre una parte nueva de la peque-a burguesa (MEW 26.1, 172), ya queellos pueden ahorrar algo de su salario,que de cualquier forma es exuberante,pues est adecuado a las necesidadesde representacin del poder.

    Del mismo modo se desarrolla haciaabajo una marcada frontera con el lum-penproletariado, vista como unamasa de existencias parasitarias, quevive a costas de la nacin obrera.(MEW 8, 161). El ladrn, el estafador,el mendigo y el hombre sin trabajo; elhombre que se muere de hambre, des-graciado y criminal20 (Ms 44, MEW 40,523) ya no posee la reproduccin nor-mal del obrero (Gr, MEW 42, 510), caefuera de las relaciones de dependenciaal capital y es una carga para la socie-dad. Este proceso de degradacinocurre permanentemente en las zonasperifricas del ejrcito industrial de re-serva. Antes de la cada definitiva en ellumpenproletariado, el obrero acaba enel pauperismo. Ya en 1845/46 Marxy Engels definen as el ltimo nivel alque se hunde sin resistencia por la pre-sin de la burguesa aquellos que hanllegado a proletarios. Los obreros seconvierten en depauperados (cf. IA,MEW 3, 183) solo si son privados detodas las posibilidades de existenciaproletarias normales y de toda ener-ga. En el primer tomo de El capitalMarx describe el pauperismo de mane-ra parecida, como el peso muerto, lacapa ms baja del ejrcito industrial dereserva o la capa de Lzaros de la cla-se obrera. (MEW 23, 673).

    2.5 Marx y Engels tienen un concep-to de la clase obrera amplio y uno re-

    ducido. De manera general su concep-to de proletariado es evidentementems reducido que el de la clase obrera.En el polo opuesto se encuentra el con-cepto de Marx de la burguesa, queen sentido ms abarcador alcanza des-de distinguidos rentistas y propietariosde bonos del gobierno () hasta peque-os dueos de tiendas y asistentes deabogados (MEW 10, 648) y que es msamplio que su concepto econmico dela clase de los capitalistas. Por otra par-te, la gran clase asalariada sin propie-dades (MEW 22, 209) comprende atodos los que viven en la dependenciasalarial permanente del capitalismo, sinimportar qu capitalista o tipo de capi-tal compre o use su fuerza de trabajo,ni de qu manera esta sea explotada.Hay varias posibilidades establecidaspor Marx de limitar este amplio concep-to: se puede limitar el concepto econ-mico de la clase obrera al grupo de losproductores reales de plusvalor o asa-lariados productivos, o sea, a los asala-riados que son explotados en el modocapitalista especfico y que se produceny utilizan como capital nico (cf. la alu-sin MEW 23, 642 s.); se puede aproxi-mar la extensin del concepto de la claseobrera al del proletariado y entoncesexcluir a aquellos asalariados que pre-sunta o verdaderamente estn de partedel capital como miembros de la jerar-qua empresarial, o se puede restringira los obreros industriales o fabriles, queson los nicos que experimentan encarne propia los mtodos de produc-cin capitalista especficos.

    2.6 El concepto de la clase obrera es,para Marx y Engels un concepto deter-minado especfico histrico: este tipo de

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    A clase trabajadora no ha existido siem-pre, surgi en condiciones determina-das y se encuentra en una situacin queno se puede comparar con la que seconoce de los proletarios de tiemposanteriores. Marx cita a Sismondi (tu-des sur lconomie politique, 1837) dn-dole la razn: el proletariado romanovivi a costa de la sociedad, mientrasque la sociedad moderna vive a costadel proletariado. (MEW 16, 359; MEW23, 621). Tambin en Max Weber se en-cuentra un concepto histrico-especfi-co de la clase obrera moderna que ladiferencia del proletariado antiguo: estefue un proletariado-consumidor, unmontn de pequeoburgueses descla-sados, y no como actualmente, una cla-se obrera que lleva la produccin sobresus hombros. (1909, 6). Engels tam-bin destaca este punto en 1886: en elcaso de los proletarios libres de laAntigedad se trataba esencialmente delos no trabajadores, sino lumpenpro-letarios, quienes existan no solo singanancias, sino incluso con prdidaspara la sociedad y de ah, sin poder ra-dical; los proletarios modernos son unaclase trabajadora, en cuyo trabajo sebasa de forma siempre creciente la so-ciedad actual, que no puede arreglr-selas sin ella. (MEW 21, 497).

    3. De dnde viene la clase obreramoderna? Las condiciones econmi-cas transformaron () a la masa de lapoblacin del pas en trabajadores.21escribe Marx en 1847 (Miseria, MEW 4,180). Este proceso histrico de trans-formacin ocurre en fases; de ningunamanera ha terminado cuando existen losprimeros obreros nacidos, que crecen

    en familias de asalariados y sern asa-lariados de por vida. El cmo, bajo qucondiciones y, por lo tanto, con culescostumbres y exigencias de vida se haformado la clase de los obreros libres22(C I, MEW 23, 185), es importante parael nivel normal hacia el cual se mue-ven los sueldos, pero tambin para elpapel poltico y social que puede jugarla clase obrera en la sociedad burguesade un pas.

    Marx describe en general el movi-miento histrico que produce la claseobrera moderna como un doble procesode expropiacin: por una parte los obre-ros son liberados de la servidumbre yla coaccin gremial y por otro, sondespojados de todos sus medios deproduccin y de todas las garantas devida que las viejas instituciones feuda-les les aseguraban.23 (MEW 23, 743;cf. MEW 25, 892). Esta doble expropia-cin es el resultado variado de interven-ciones y decisiones ejercidas medianteel poder estatal, o sea, poltico, las cua-les revolucionan completamente los de-rechos de propiedad individuales ycolectivos disponibles con vistas a me-dios de subsistencia y produccin. ParaMarx, el ejemplo principal de este pro-ceso lo constituyen los enclosure move-ments (movimientos de cercamiento) enInglaterra, que en los siglos XVI y XVIIItransformaron las tierras (de labranza) enpastos para la cra de ganado y a campe-sinos y semiarrendatarios en obreros li-bres sin tierra de facto en vagabundosy mendigos (cf. MEW 23, 744 y ss.;para discusin cf. Dobb 1967, Polanyi1977, marzo 1976).

    Entonces es que comienza el siguien-te proceso de la formacin de clases en

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    el cual la masa de los que han conver-tido en desposedos y la poblacin quese ha vuelto libre es transformada enasalariados libres. Los libres despo-sedos primero se deben acostumbrar,mediante la disciplina y el poder es-tatal organizado, al trabajo asalariado yla existencia () de simples obreros.(Gr, 655; MEW 42, 661). El despose-do es ms propenso a convertirse envagabundo, ladrn y mendigo, que enobrero. (Ibd., 624; 631, 661) Mien-tras el modo de produccin capitalistaan no domine se requiere, del poderestatal para convertir a los desposedosen obreros para condiciones favorablesdel capital. (Ibd.). Pero no basta tam-poco con obligar a estos a vendersevoluntariamente: educacin, tradi-cin, costumbre es, en primer lugar,lo que hace de ellos una clase obrera,que () se somete a las exigencias deeste rgimen de produccin como a lasms lgicas leyes naturales.24 (C I,MEW 23, 765).

    La clase obrera moderna surgi dedistintas fuentes: tanto del lumpencomo de posiciones ms altas, tanto delos desarraigados y desclasados de to-das las clases de la sociedad feudalcomo de los soldados (licenciados) y lapoblacin flotante, de los campesinosexcedentes que se vuelven peones ycriadas; de los jornaleros ambulantesque no logran consolidarse como maes-tros independientes en su propio oficio.Ser asalariado no es de manera algunauna posicin social reconocida, sinoms bien una salida (temporal) que anle queda a los fracasos de personas olos pobres de todas las clases (cf. IA,MEW 3, 24, 183; MEW 23, 761 y ss.).

    En la sociedad de clases burguesa con-tina la ruina. Distinto a como sucedeen sociedades estables, en las socieda-des de clases nadie tiene una posicinsocial segura. El descenso social esun peligro real para todos los miembrosde las clases poseedoras. La masa re-sultante de la disolucin de la clasemedia25 (KHR, MEW 1, 390 y ss.), lospequeos industriales, pequeos co-merciantes y rentistas, artesanos ycampesinos () caen gradualmente enlas filas del proletariado.26 (MEW 4,469; cf. MEW 6, 422). Las clases altas,educadas, tambin pierden su status es-pecial. En el Manifiesto Marx y Engelscalifican el proceso de la degradaciny proletarizacin de estas clases debidoa la burguesa como si este hubieseterminado (a pesar de que acaba de em-pezar): Al mdico, al jurisconsulto, alsacerdote, al poeta, al hombre de cien-cia, los ha convertido en sus servidoresasalariados.27 (MEW 4, 465).

    La Revolucin Industrial funcionacomo catalizador de este proceso: por unlado transfiere permanentemente nuevoselementos constitutivos a la clase obre-ra y por el otro cambia profundamenteel carcter de la clase obrera.

    4. La situacin de la clase obrera. Ellibro de Engels, escrito entre 1844 y 1845a continuacin de una estancia de casidos aos en Inglaterra y por experien-cia propia y fuentes autnticas, comoest escrito en el subttulo de la edicinde 1845, es uno de los primeros estu-dios piloto de la nueva sociologa. En-gels tiene un concepto realmenteamplio de situacin: no solo se inclu-yen en ella los salarios, los horarios la-

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    A borales y las condiciones de trabajo enla empresa; sino tambin la alimenta-cin, el estado de salud, las condicionesde vida, la vestimenta, las relacionesfamiliares, el comportamiento en el ho-rario extralaboral, el nivel de educa-cin, las costumbres y los conceptosmorales. l no tiene miedo de exponerel carcter social del obrero modernocon sus aciertos y desaciertos. Sin du-das esto es importante en un tiempo enel que precisamente en la literaturacientfica prevalece la opinin de quelos obreros (fabriles) son una especiede salvajes, una raza inferior y a to-das luces una clase peligrosa (por ej.Buret 1840), de la que proceden no sololos borrachos, jugadores y rameras, sinoprincipalmente los delincuentes. En Elcapital la situacin de la clase obreraconstituye un tema importante (cf. C Icap. 13, 23); el cual tambin en Ingla-terra es prcticamente un material des-conocido sobre las relaciones de losobreros en casi todos los sectores in-dustriales (son referidas en los infor-mes de las comisiones investigadorasparlamentarias publicadas en los llama-dos Libros azules), como pone de re-lieve Engels, aqu es proclamado porprimera vez. (MEW 16, 365).

    Marx y Engels encontraron en los eco-nomistas clsicos opiniones ya clarassobre las suertes que puede tener la cla-se obrera en la marcha del desarrollocapitalista. Adam Smith opina que lanueva clase de los obreros (manufactu-reros) mejorarn su situacin materialy empeorarn la inmaterial en el cursodel desarrollo capitalista: los salariosreales aumentarn, los obreros sernrelativamente adinerados; al mismo

    tiempo se convertirn en una masa em-botada, aptica e ignorante que ya noser capaz de defender a la patria. Am-bas estn en contradiccin con la opi-nin de Marx, que cree que en el cursodel desarrollo capitalista la situacin dela clase obrera ms bien empeorar envez de mejorar, pero al mismo tiemposer ms consciente de s misma, estarmejor organizada, ser ms combativay ms exitosa en la lucha poltica. Encambio, l comparte la opinin de Smithde que a los obreros modernos no lesimportar mucho la nacin, aunque nosu preocupacin por esta falta de pa-triotismo. l ve plenamente el peligrode que el obrero, en la marcha del de-sarrollo capitalista, pueda degradarse auna masa indistinta de diablos arruina-dos y pobres, a los cuales ya no ayu-da ninguna salvacin (MEW 16, 151),cuando ya no puedan oponer ningunaresistencia a las tendencias inmanentesdel modo de produccin capitalista decontinuar deteriorando permanentemen-te sus salarios y condiciones de trabajo.

    En el captulo XXIII de El Capital I,Marx formula la ley general, absolu-ta, de la acumulacin capitalista(MEW 23, 674). Se refiere en efecto aldesarrollo a largo plazo de la situacinde la clase obrera y es formulada, comotodas las leyes generales, con una re-serva explcita: es modificada en suaplicacin por una serie de circunstan-cias. (Ibd.). Realmente Marx da dosformulaciones que se complementanmutuamente, de las cuales la primera serefiere al ejrcito industrial de reser-va y la segunda a la situacin de losobreros ocupados. Siendo ms exactosaparece al mismo tiempo una tercera

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    declaracin de ley que se refiere al au-mento del pauperismo.

    La primera parte de la ley significa:en la medida en que se acumula el ca-pital crece la clase obrera absoluta y almismo tiempo crece proporcionalmen-te la masa del ejrcito industrial de re-serva. (MEW 23, 673). Mientras mayores este ejrcito industrial de reserva demanera absoluta y en relacin con elejrcito obrero en activo, mayor es lamiseria que afecta a los distintos com-ponentes del ejrcito de reserva (673 yss.). Marx no afirma que tengan queempeorarse absolutamente las condicio-nes de vida de los desocupados y ocu-pados a medias en el curso deldesarrollo capitalista; sin embargo diceque tendra que haber permanentemen-te ms obreros que se encuentren en estasituacin precaria y miserable, ancuando deba mejorarse la situacin dela clase obrera en total (e incluso la delejrcito industrial de reserva o gruposdeterminados de ocupados a medias odesocupados).

    La segunda parte significa que en lamedida en que se acumule el capital,aumentar la miseria de capas cada vezms extensas del ejrcito obrero en ac-tivo. (MEW 23, 674). Mientras ms seacumule el capital, ms intensivos yextensivos sern los mtodos de pro-duccin capitalistas especficos, sobretodo aplicado a la produccin del plus-valor relativo. De ah que las condi-ciones de existencia se tornenprecarias para todos los obreros quelogran la venta y reventa de su fuerzade trabajo; aumenta el riesgo de desem-pleo y por eso crece la inseguridadde su existencia, que Engels destaca

    como rasgo caracterstico de la situacinde la vida proletaria (Situacin, MEW 2,344). Al mismo tiempo, la masa de obre-ros llega a sentir que en el modo de pro-duccin capitalista todos los avancesproductivos son obtenidos a costa delobrero individual. Por lo menos es v-lido para el trabajo organizado en serieen la gran industria, que cada vez esms duro ms intenso y agotadory ms montono, ms vaco de conte-nido y menos exigente intelectualmen-te; el que las condiciones de trabajoempeoran (por ej. con vistas al ruido,calor, polvo, mal olor, peligro de acci-dente), que la vigilancia y el controldurante el trabajo se vuelven ms in-tensivos y sistemticos, que aumenta lajornada laboral, que aumenta el trabajode la mujer y del nio. De ah que tie-ne que empeorar la situacin del obre-ro, cualquiera que sea su retribucin, yasea esta alta o baja.28 (MEW 23, 675).Este empeoramiento de su situacin dela vida en la marcha de la acumulacincapitalista tambin es formulado inde-pendientemente de la altura del sala-rio, l tambin tendra que producirsede salarios de dinero y salarios realesascendentes.

    Mientras mayor es el ejrcito indus-trial de reserva, tanto ms en tercer lu-gar el pauperismo, el asilo de invlidosdel ejrcito obrero en activo (MEW 23,673 y ss.). Por otro lado est claro queel crecimiento de esta capa de pobresque ya no se pueden considerar a smismos una mercanca fuerza de tra-bajo competitiva, presiona hacia aba-jo la situacin de la vida de toda la claseobrera, aun cuando estos depauperadosya no jueguen ningn papel en el mer-

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    A cado laboral y por tanto ya no puedaninfluir ms en el nivel salarial general.Este tambin es el sentido de la primeraversin, an muy general, de la ten-dencia de depauperacin en el Mani-fiesto: el obrero moderno se hundecada vez ms profundo bajo las con-diciones de su propia clase, se convier-te en un depauperado, porque ya no sepuede seguir reproduciendo comoobrero asalariado. La clase capitalistaes incapaz de gobernar porque ha per-mitido que los obreros, en un nmerocreciente de poblacin absoluto y relati-vo, se hundan en una situacin comoMarx y Engels aparentemente supo-nen en la que ella lo tiene que ali-mentar, en vez de ser alimentada porl.29 (MEW 4, 473).

    Marx resume todos los enunciadosfragmentados de su ley en la frmulaque tiene a la acumulacin del capi-tal o riqueza por una parte y la acu-mulacin de miseria, suplicios detrabajo, esclavitud, despotismo, igno-rancia, embrutecimiento y degradacinmoral en el polo opuesto, los cuales secorresponden a los lados de la claseobrera (MEW, 23, 675). La enumera-cin muestra que aqu l est pensandoen el amplio concepto de situacin dela clase obrera acuado por Engels. Elcmo esta ley general, que se acepta enla historia del socialismo y de la econo-ma poltica como la teora de la de-pauperacin, se lleva a cabo en eldesarrollo del capitalismo y si lo hace,es una controversia entre seguidores ydetractores del parecer marxista (quepor lo general se puede interpretar en elsentido de un hundimiento absoluto y alargo plazo de los salarios reales).

    En todo caso, Marx sostuvo que la in-vestigacin de la situacin de los obre-ros en los distintos pases capitalistas esuna tarea permanente para los socialis-tas de todas las ideologas. Su proyectode reunir los elementos para una esta-dstica de la clase obrera (MEW 16,191) en el marco de la Asociacin Inter-nacional de los Trabajadores (AIT) nun-ca se materializ, sin embargo muestra,as como los informes de la situacin dela clase obrera en Europa e Inglaterraredactados por Engels en 1878 y 1885(cf. MEW 19, 119 y ss.; MEW 21 191 yss.) que l considera los conocimientosexactos de la situacin de la clase obreraen los distintos pases como la base paracualquier poltica socialista que considereseriamente a la clase obrera como suje-to histrico de una revolucin polticay social, contrario a los socialistas con-temporneos que la consideran, antes quecomo a pupilos del socialismo, como elsimple pueblo de a pie.

    5. Cmo es que los obreros se convier-ten en clase (social)? Al principio losobreros son una masa de personascuyas condiciones de existencia eco-nmicas, su modo de vida, sus inte-reses y su educacin se oponen a lasde las otras clases de la sociedad bur-guesa (18 Brumario, MEW 8, 198) acausa de una situacin comn, intere-ses comunes (Miseria, MEW 4, 181).Con ello esta masa ya [es] una clasecontra el capital, pero an no es para smisma. (MEW 4, 181). Solo en el cur-so de las luchas econmicas y polti-cas, en las que se genera entre ellos laigualdad de sus intereses, un puntoen comn, una conexin ms all

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    de lo local (nacional) y una organiza-cin poltica (MEW 8, 198), es que estamasa se junta, se constituye como unaclase para s misma.30 (MEW 4, 181).

    Con ello, Marx plante el tema paramuchas investigaciones posteriores:Cmo es que los obreros asalariadosmodernos se convierten (con una fr-mula no acuada por l) de una claseen s en una clase para s? En 1847l lo formula como tema para una in-vestigacin histrica: el cmo el prole-tariado se constituye como clase, suconstitucin como clase es anlogo ainvestigar en las distintas etapas his-tricas31 (MEW 4, 181) el proceso deformacin de la burguesa. Los socia-listas cientficos han rendido cuentascon precisin de las huelgas, coalicio-nes y otras formas bajo las cuales losproletarios han implementado su orga-nizacin como clase ante nuestrosojos.32 (Ibd.).

    Principalmente el historiador E. P.Thompson (1963) ha revitalizado esteviejo tema. l expone que alrededor de1830 en Inglaterra hay, en efecto, unaclase obrera capaz de la accin colecti-va, que tiene intereses comunes e in-equvocos dirigidos contra losempleadores (employers), dispone deuna densa red de relaciones sociales einstituciones sociales especiales y po-see planteamientos de un sistema devalores y de normas comunes. Esta nue-va clase es el producto de un procesode aprendizaje histrico, que Thomp-son describe para el perodo entre 1780hasta 1832 y en el que hay dos elemen-tos que juegan el papel principal: losobreros crean un sinnmero de socie-dades y clubes locales que estn rela-

    cionados y organizan una working classcommunity eficaz tanto local como msall de lo local, la cual caracteriza suvida cotidiana. Al mismo tiempo expe-rimentan con formas de accin y resis-tencia y de esta manera hallan las armasde los dbiles las cuales pueden usarexitosamente.

    Hobsbawm (1984, 204, 206 y ss.) haargumentado que el proceso de la for-macin de clases nunca termina, sinoque debe ser considerado como un pro-ceso permanente, que de ninguna ma-nera transcurre de forma lineal: puedeser interrumpido. Puede ser invertidouna clase puede retroceder absoluta-mente a una masa ms o menos amorfay volver a perder su identidad colectiva.Y una clase obrera, una vez constitui-da, puede desarrollarse conveniente-mente y cambiar su aspecto: la claseobrera inglesa de alrededor de 1880 noes la misma clase que la de 1830. Eneste lapso ella primero se vuelve en unaclase predominantemente industrial ofabril; juegan un creciente papel nue-vos grupos de obreros como los ferro-viarios y mineros; surgen nuevasindustrias en las cuales, distinto a comoera en la industria textil, dominante portanto tiempo, ya no predominan lasmujeres, sino que trabajan los hombres;el trabajo infantil se reduce en ms dela mitad la clase obrera inglesa se tor-na industrial, masculina, adulta. Al mis-mo tiempo se desarrolla un estilo de vidaproletario (acaso con el ftbol comodeporte proletario especfico) con uncdigo de honor propio en oposicin ala clase media.

    Vester (1971), avanza metdicamen-te en el intento de examinar el proceso

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    A de la formacin de clases en los obre-ros asalariados modernos como unaconsecuencia de los ciclos de aprendi-zaje en los cuales las experiencias se tie-nen y se transforman colectivamente. Entiempos ms recientes, el proceso de laformacin de clases se examina a fon-do de forma histrico-comparativa (cf.Katznelson/Zolberg 1986).

    6. La estructura de la clase obrera. Yaen 1845 Engels diferencia entre unaserie de grandes secciones o clasesde la clase obrera: los obreros indus-triales, los obreros en la minera y losobreros en la agricultura (Situacin,MEW 2, 253 y ss.). l diferencia entrelos obreros industriales a los obrerosfabriles en sentido especfico de losobreros asalariados que son emplea-dos por pequeos maestros artesanos oen las industrias caseras (trabajo a do-micilio) de organizacin capitalista(cf. 253, 360 y ss., 408 y ss.). Al mis-mo tiempo ve las diferencias que exis-ten entre la situacin de la vida de losobreros en las grandes ciudades y losque estn en el campo (256 y ss., 473y ss.); l expone detalladamente las di-ferencias y tensiones entre los obrerosingleses nativos y los inmigrantes irlan-deses, quienes constituyen la capa msbaja de la poblacin en todos los gran-des distritos industriales metropolitanos(320 y ss.).

    Marx expresa en El capital un con-cepto claro de la estructura de la claseobrera moderna, tambin de los cam-bios que ella sufre en la marcha de laindustrializacin: l comienza con eldivorcio de los obreros en hbiles ytorpes producidos por los perodos de

    manufactura.33 (MEW 23, 371). En ellugar de la jerarqua, en la gran in-dustria se presentan los artesanos espe-cializados los cuales distinguen lamanufactura, el divorcio esencial en-tre operadores de mquina y los sim-ples peones, entre los cuales tiene lugarun intercambio permanente que aumen-ta en la medida en que disminuyen laimportancia de la habilidad de detalley la especializacin de por vida y seacaba la necesidad de que se eduquepara trabajar exclusivamente en lasmquinas a una clase especial de obre-ros.34 (444). Esta estructura cambiamediante la diferenciacin progresivadel obrero fabril, a otro mediante el quela gran industria acaba con toda clasede formas preindustriales de trabajo y deempresa y siempre avanza hacia otrasramas de produccin donde diezma elnmero de los obreros no fabriles.

    La clase obrera de la era industrial estcompuesta de obreros fabriles, obrerosmanufactureros, artesanos y obreros dela industria casera (trabajo a domicilio).Los primeros tres grupos estn concen-trados espacialmente y se encuentranbajo el mando directo del capital, el l-timo grupo vive en las ciudades, estdispersado en el campo y es comanda-do solo muy indirectamente por el ca-pital. (Cf. MEW 23, 485 y ss). Estosgrupos se diferencian por el grado y laforma de la explotacin (desvergon-zada tanto en la industria casera comoen la manufactura y la fbrica) y por laintensidad de la competencia laboral(la cual en la industria casera alcanzanecesariamente su mximo. (Cf. 486).A ello se suman los grandes grupos deobreros agrcolas, los obreros asalaria-

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    dos comerciales (en el comercio y elcrdito) y finalmente la clase sirvien-te con sus diversas subdivisiones deayudantes domsticos, lacayos, etc.Teniendo en cuenta el tipo y altura desu remuneracin y la regularidad de suocupacin, Marx distingue adems en-tre distintas capas de la clase obrera(ibd., 666) y ve tales diferencias decapas tanto en el ejrcito en activoentre las capas peor pagadas o demejor pagadas como tambin en elejrcito industrial de reserva. (Cf. 670 yss., 684, 697).

    Adems de la pregunta de cun ho-mognea o heterognea es la clase obre-ra de un pas; o del viejo u otra vez actualproblema de la subclase (el subpro-letariado) de los obreros inmigrantes,ejemplificado por Marx con los obre-ros irlandeses y de la clase obrera divi-dida en Inglaterra por ellos en doscampos hostiles (MEW 32, 668 y ss.;cf. MEW 16, 388 y ss., 416 y ss.); siem-pre ha sido debatida la marginacin dela clase obrera autntica, o bien lamarginacin del proletariado no autn-tico, debate que se vuelve ms enco-nado mientras mayor es la participacinde los asalariados (los dependientes)en la poblacin obrera en todos los pa-ses capitalistas desarrollados. La pre-gunta de cul obrero asalariado debecontarse dentro de la clase obrera y culno, est unida a la misin histricaque le fue atribuida (no solo) en la tra-dicin marxista.

    7. La clase obrera como sujeto revolu-cionario? Ya en 1847 Marx se vuelvecontra aquellos socialistas que quierenver solo la miseria en la miseria (Mi-

    seria, MEW 4, 143), sin ver en ello ellado revolucionario derrocador quearroja por la borda a la sociedad vieja.(Ibd.; cf. MEW 16, 28 y ss.). Sobre estose basa la carga normativa que ha mante-nido el concepto de clase obrera me-jor: el concepto de proletariado en latradicin marxista y al que fundamen-talmente hay que agradecerle el que esteconcepto haya jugado un gran papel enla poltica moderna, como frmulamovilizadora y legitimadora para unagran parte del movimiento obrero enmuchos pases. No obstante, la tesis dela profesin histrica de la clase obre-ra es precisamente un elemento de lateora socialista que Marx y Engels tie-nen en comn con muchos socialistascontemporneos y posteriores. (Cf .Proudhon 1865).

    En los estatutos de la AIT (1864) re-dactados por Marx aparece en primerlugar el principio de que la emancipa-cin de la clase obrera debe ser con-quistada por la propia clase obrera.35(MEW 16, 14; MEW 17, 440). El quelo pusieran en dudas dentro del partidoobrero fue motivo de divorcio polticopara Marx y Engels: No podemos, porconsiguiente, marchar con unos hom-bres que declaran abiertamente que losobreros son demasiado incultos paraemanciparse ellos mismos, por lo quetienen que ser liberados desde arriba,por los filntropos de la gran burguesay de la pequea burguesa.36 (MEW 19,165). Uno se puede imaginar fcilmentesu reaccin al dogma fundamental dela teora del partido Leninista (que pre-cisamente gira en torno a este punto dela incapacidad del obrero para la auto-liberacin).

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    A El objetivo del movimiento de clasesproletario ocasiona grandes dificultades.La emancipacin es una en el senti-do de la liberacin de todo tipo de for-mas de represin, de discriminacin, deexplotacin. Pero, por qu los obrerosasalariados modernos como clase tienenque desarrollar un inters duradero enuna revolucin y una transicin a unmodo de produccin no capitalista?Por qu tienen que convertirse en unaclase revolucionaria y por qu tieneque buscar su salvacin precisamenteen el socialismo o el comunismo?Seguro ellos tendran, en el sentido dela descripcin que Marx y Engels dande la situacin de la vida dentro de lasociedad burguesa, todos los motivos yun derecho moral a la revuelta radical.Pero su inters directo debera estar di-rigido a escapar de todas las formas es-peciales de represin y a hacer susituacin ms soportable.

    Una y otra vez Marx y Engels se es-fuerzan en fundamentar el porqu losobreros no solamente tienen que suble-varse, sino que tambin tienen que pa-sar a una revolucin social. Al final deEl capital I, Marx indica la tendenciahistrica de la acumulacin capitalista,en la que no solamente crece la masade la miseria, la opresin, de la servi-dumbre, de la degeneracin, de la ex-plotacin, sino tambin la rebelda dela clase obrera, cada vez ms numerosay ms disciplinada, mas unida y ms or-ganizada por el mecanismo del mismoproceso capitalista de produccin.37(MEW 23, 790 y ss.). Esta lleva, conla necesidad de un proceso natural, ala negacin de la negacin, a la diso-lucin de la propiedad privada capita-

    lista y con ello a la del modo de pro-duccin capitalista, l contina y remi-te al pasaje en el Manifiesto sobre elproletariado como nica clase real-mente revolucionaria (ibd., 791).

    Este texto fue criticado tempranamen-te como hegeliano, as en 1873 porDhring. En su rplica, Engels sostieneque esto era solo el resumen de una prue-ba histrica de que el modo de pro-duccin capitalista () ha producido lasmismas condiciones materiales por lascuales ser destruido.38 (Anti-Dhring,MEW 20, 124). Despus de que Marxprob que el proceso de cambio radicaly la superacin del modo de produccincapitalista en parte de hecho ha ocurri-do, en parte an tiene que ocurrir, lodescribe otra vez como un proceso quese lleva a cabo segn una ley dialcti-ca determinada y para ello utiliza con-ceptos de la lgica dialctica sinatribuirle fuerza probatoria alguna al usodel idioma. (Ibd., 125). Sin embargo,contina siendo ms que problemticoquerer probar histricamente por ade-lantado un proceso de tal dimensin.

    Tambin en El capital el papel revo-lucionario de la clase obrera continasiendo una hiptesis que histricamen-te tiene un buen sentido: dado que lascontradicciones que son inmanentes almodo de produccin capitalista no semueven o sea, no se superan precisa-mente por s mismas o incluso por unalgica dialctica, es plausible enco-mendar el papel de adversario ms im-portante de la burguesa, a la clase quems tiene que sufrir bajo ella, la cual escapaz de una gran accin colectiva. Noobstante Marx se las arregla con uncomo si histrico cuando se trata

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    sobre el contenido y objetivo de estaaccin: La clase obrera sabe, escribeen 1871, en lo que se compromete conesta accin y lo que le queda por delan-te en ella (Guerra Civil, MEW 17, 546y ss., 343), an cuando la clase obreraemprica, especialmente los comunerosrebeldes, no lo sospechen demasiado.Este artificio hasta puede disculparse,porque Marx escribe ah un texto en de-fensa de la comuna calumniada en to-das partes. Pero el autor de El capitalya no puede escribir, como en 1844:No se trata de que lo que este o aquelproletario o incluso todo el proletaria-do se proponga como meta por el mo-mento. Se trata de lo que es y lo queestar forzado a hacer histricamenteconforme con este ser. (La sagradafamilia, MEW 2, 38). Como poltico,Marx debe poner a prueba el tener siem-pre que hacer frente a la opinin mo-mentnea del proletariado (MEW 8,600); como economista poltico sabeque la situacin de la vida de la claseobrera en el capitalismo es absoluta-mente contradictoria y las relacioneseconmicas se encuentran llenas demistificaciones.

    8. Desiderata y preguntas abiertas. Yaen la primera generacin despus deMarx, se produce pblicamente la dis-cusin sobre el desarrollo y las pers-pectivas de futuro de la clase obrera.La llamada discusin del revisionismotambin gira en torno precisamente ala interrogante de cmo ha cambiadola situacin de la clase obrera en los pa-ses capitalistas ms importantes, ya seapara mejorar o para empeorar, y culesconclusiones se deben o tienen que sa-

    car de ello. En vida de Marx se puso endudas la tesis de su misin histricay hoy se refuta desde todos los puntosde vista. El llamamiento al Adis alproletariado (Gorz, 1980) no es vli-do para la clase obrera verdadera, sinopara aquella que considera el proleta-riado revolucionario como un mito.Pero, hay una clase obrera en los pa-ses del capitalismo suavizado de esta-do de bienestar, altamente desarrollado,organizado y democrtico? Existe enel sentido de clase para s poltica-mente organizada, consciente; siemprepresuponiendo que esta ha existido al-guna vez? Estas interrogantes tambinmueven los nimos desde hace tiempo.

    Una de los mayores descuidos de latradicin marxista se refiere paradjica-mente a lo que Marx llam la econo-ma poltica de la clase obrera (MEW 16,11): sin tener en cuenta las pocas excep-ciones (cf. por ej. Rhle, 1970, 1977),los marxistas se han interesado poco porla segunda o tercera economa de losobreros, su especial modo de reproduc-cin en el contexto de una economade mercado capitalista. Si bien la repro-duccin de la mercanca fuerza de tra-bajo se puede describir con una frmulade circulacin, en el mercado laboral yel mercado de mercancas (seccin bie-nes de consumo) se forman las estacio-nes principales:

    MFT V, V MBCC MFT MFT VPero esa es solo una parte de la histo-

    ria de cmo sobreviven los obreros enel capitalismo, y cmo cambia su modode (sobre)vivir en la marcha del desarro-llo capitalista. An si descontamos lasactividades laborales secundarias comopequeo agricultor o artesano y todas

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    A las formas (humildes) de la economade subsistencia de la produccin di-recta de valor de uso para el sustentopersonal, la frmula antes expuesta decirculacin para la reproduccin de lamercanca fuerza de trabajo mediantemercancas solo nos aclara una partede lo que constituye el proceso de re-produccin de la clase obrera como cla-se. Vivir del salario no es fcil. El papelprincipal aqu no lo juega solamente laaltura del salario, sino sobre todo la in-seguridad de la situacin de la vida delobrero asalariado moderno que perma-nece dependiente de por vida de un suel-do oscilante e irregular: Cmo puedeser construida una vida humana conel salario semanal?, cmo puede serconstruida una familia con contratossalariales siempre rescindibles, que nun-ca es seguro que cierren?, preguntaKarl Renner (1953, 164).

    Sobre el cmo, se puede aprender algode las investigaciones histricas: la eco-noma de la clase obrera abarca un sin-nmero de formas de reproduccin,formas de produccin e intercambio

    institucionales especiales, formas decrdito y de ahorro, formas de comer-cio y de seguro al lmite; o sea, en losnichos de la economa de mercado ca-pitalista que a menudo supera las fron-teras de una mera economa domsticaprivada (cf. por ej. Stedman-Jones, 1971;Jonson, 1985; Lebowitz, 1992). Ellacambia considerablemente en la marchadel desarrollo capitalista; a menudo losinventos econmicos de la clase obre-ra (como por ej. el seguro social y lastiendas de autoservicio) tienen una in-fluencia que marca y actan como mo-delo para la primera economa mercantilcapitalista.

    Aglietta (1979) y otros defensores dela escuela de la Regulacin han pro-puesto tomar, como criterio para unaperiodizacin de la historia del capitalis-mo, precisamente un aspecto descuidadohasta ahora: los cambios estructuralesen las formas de la dependencia de sa-lario y con ello de la situacin de la cla-se obrera en el capitalismo. Su conceptode fordismo est dirigido precisamen-te hacia ello.

    MICHAEL KRTKETraducido del alemn por:

    NOELIA PEA ROJAS

    Notas

    4 [En espaol: Carlos Marx y Federico Engels: La

    sagrada familia o Crtica de la critica crtica contraBruno Bauer y Cia., Editora Poltica, La Habana,1963].5 [En espaol: Marx-Engels: La ideologa alemana,

    Edicin Revolucionaria, La Habana, 1966, p. 36].6 [En espaol: Carlos Marx: Miseria de la filosofa,

    Editora Poltica, La Habana, 1963, p. 165].7 [En espaol: Ibdem, pp. 40-44].

    1 [En espaol: Carlos Marx: El capital, Prlogo a la

    segunda edicin, Tomo Primero, Ediciones Vence-remos, La Habana, 1965, p. XXVIII].2 [En espaol: Carlos Marx: En torno a la crtica de

    la filosofa del derecho de Hegel. Introduccin, enCarlos Marx-Federico Engels: La sagrada familiay otros escritos, Editorial Grijalbo S. A., Mxico,D. F., 1959, p. 14].3 [En espaol: Ibdem, p. 10].

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    8 [En espaol: Marx-Engels: Manifiesto comunis-

    ta, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975,pp. 32-33].9 [En espaol: Ibdem, p. 33].

    10 [En espaol: Carlos Marx: Crtica al Programa de

    Gotha, en Marx-Engels: Obras escogidas, t. 3,Editorial Progreso, Mosc, 1974, p. 11].11

    [En espaol: Carlos Marx: Manuscritos econmi-cos y filosficos de 1844, Editora Poltica, La Haba-na, 1965, p. 30].12

    [En espaol: Ibdem, p. 30].13

    [En espaol: Ibdem, p. 32].14

    [En espaol: Ibdem, p. 69].15

    [En espaol: Carlos Marx: El capital, Tomo Pri-mero, ed. cit., p. 131].16

    [En espaol: Ibdem, t. II, p. 677].17

    [En espaol: Ibdem, Tomo Primero, p. 129 y ss].18

    [En espaol: Ibdem, p. 570].19

    [En espaol: Ibdem, p. 131].20

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