Mons. Alfonso Uribe j. Jesus Es El Maestro

8/12/2019 Mons. Alfonso Uribe j. Jesus Es El Maestro

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JESUS ES EL MAESTRO

MONS. ALFONSO URIBE JARAMILLO


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PRESENTACION

Varios grupos de oracin han solicitado una corta publicacin acerca del SeorJess como Maestro divino que sirva para cursos de discipulado.

Para atender esta peticin se hace esta publicacin con la esperanza de quesea til a los miembros de la Renovacin espiritual para un mejor conocimientodel divino Maestro y de su doctrina evanglica.


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JESUS MAESTRO AYER, HOY Y SIEMPRE

El titulo que se da con ms frecuencia a Jess es el de Maestro.

59 veces en los Cuatro Evangelios16 veces en San Mateo15 veces en San Marcos20 veces en San Lucas y8 veces en San Juan.

La palabra discpulo la escuchamos 262 veces en los evangelios y en loshechos.

73 veces en San Mateo46 Veces en San Marcos37 veces en San Lucas78 veces en San Juan y28 veces en los Hechos.

Llaman Maestro a JESS tanto sus discpulos como los fariseos. El mismoJess se da este ttulo en la ltima cena. Despus del lavatorio de los pies lesdice: Me llamis Maestro y decs bien (Jn. 13,13) y aade: Si yo el Maestroos he lavado los pies (Jn. 13,14).

Uno es vuestro Maestro, el Cristo, dice a sus apstoles (Mt. 22,8).

Acerqumonos a Jess y con gran fe y amor digmosle Maestro mo yrecordemos siempre sus palabras: Vosotros, en cambio, no os dejis llamarRabbi, porque uno es vuestro Maestro (Mt. 23,8). uno solo es vuestropreceptor: Cristo (Mt. 23,10)

Digmosle siempre como Juan Y Andrs Maestro, donde habitas? (Jn. 1, 38)y quedmonos con El para siempre.

JESUS, MAESTRO DE ORACION

Estando El orando en cierto lugar, cuando termino le dijo uno de susdiscpulos: Maestro, ensearos a orar, como enseo Juan a sus discpulos. Elles dijo: Cuando oris decid:

Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada da nuestro pancotidiano, y perdnanos nuestros pecados, porque tambin nosotrosperdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentacin (LC.11,1-5).

En la redaccin de Mateo El Padre Nuestro tiene siete peticiones (6, 9-14)notemos que San Lucas nos dice como es un discpulo que despus de ver


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orar a JESS, lo llama Maestro y le pide que ensee a orar a l y a los demsdiscpulos.

Pero Jess, el Maestro, no se limita a ensear a orar a sus discpulos, sinoque, enseguida LES habla de la eficacia de la oracin, y les dice: YO os digo:

Pedid y se os dar; buscad y hallareis; llamad y se os abrir. Porque todo elque pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrir. Qu padrehay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da unaculebra; o, si pide un huevo, le da un escorpin? Si pues, vosotros, siendomalos, sabis dar cosas buenas a vuestros hijos! cunto ms el Padre delcielo dar el Espritu Santo a los que se lo pidan (Lc. 11, 9.14).

Notemos cmo San Mateo dice: Cunto ms vuestro Padre que est en loscielos dar cosas buenas a los que se las pidan (7,11) mientras que SanLucas dice que el Padre dar su Espritu Santo a los que se lo pidan. NuestroPadre celestial nos da muchas cosas buenas como respuesta a nuestra

oracin, pero el don mejor que nos hace es el de su Santo Espritu, y por lomismo, debemos pedirlo todos los das.

Pero en el campo de la oracin la mejor enseanza que el Maestro divino di asus discpulos fue la de su ejemplo.

Jess fue el hombre de oracin por antonomacia a lo largo de toda su vida yesto lo comprobaron los discpulos que estuvieron ms cerca de El

Jess est en oracin cuando recibe el Espritu Santo en el Jordn (Lc. 3, 21).

Pasa cuarenta das en el desierto dedicado a la oracin y al ayuno (Lc. 4, 1-

13).San Marcos nos dice: De madrugada, cuando todava estaba muy oscuro, selevant sali y fue a un lugar solitario donde se puso a orar (1,35) La vocacinde los Doce apstoles, estuvo precedida de una noche de oracin (Lc. 6,12)

San Mateo nos dice Despus de despedir a la gente, subi al monte a solaspara orar (14,23).

San Lucas nos dice que los discpulos estaban con l. Mientras oraba a solas(9,18).

Otras veces el Maestro invita a orar: L a mies es mucha y los obreros pocos.Rogad, pues, el Dueo de la Mies que enve obreros a su Mies (Mt. 9,13).

Vigilad y orar para que no caigis en tentacin (Lc. 22, 40)

Tambin les ensea cmo deben orar para no hacerlo como los fariseos.Cuando oris no seis como los hipcritas que gustan de orar en lassinagogas y en las esquinas de las plagas bien plantados para ser vistos de loshombres, en verdad os digo que ya reciben su paga. Tu en cambio, cuandohagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; as tulimosna quedar en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar (Mt. 6, 5-7). Y en la parbola del fariseo y del publicano nos muestra como laoracin que es oda por Dios es la que se hace con humildad (Lc. 18.9-15).


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MARTA Y MARIA

Yendo ellos de camino, entro en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lerecibi en su casa. Tena ella una hermana llamada MARA, que sentada a lospies del Seor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada enmuchos que haceres. Acercndose, pues dijo seor No te importa que mihermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues que me ayude. Le respondi elSeor: Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad depocas, o mejor, de una sola. Mara ha elegido la parte buena, que no le serquitada (lc. 10,38)

JESUS CORRIGE LAS EQUIVOCACIONES DE LOS DISCIPULOS

San Lucas nos narra que le presentaban tambin los nios pequeos para quelos tocara, y al verlo los discpulos, les rean. Ms Jess les llam, diciendo.

Dejad que los nios vengan a m y no se lo impidis; porque de los que soncomo estos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: El que no reciba el Reino deDios como nio, no entrar a l (18, 15-18).

Los discpulos se fastidian al ver que los nios se acercan a Jess, pero l lesdice: Dejad que vengan a m y se vale de esta oportunidad para manifestarcmo el requisito para entrar en el Reino, el hacerse nio. Tambin tendr quecorregir sus sentimientos de envidia y el deseo que tienen de ocupara losprimeros puestos en su Reino que lo imaginan temporal.

Ellos debern buscar primero el Reino de Dios y su justica. Nunca debern

ocupar los primeros puestos, y frente a su Seor sern los siervos que recibensus rdenes y las cumplen con amor y docilidad.

Jess corregir fuertemente a Pedro cuando este quiere apartarlo de la pasiny llamar insensatos y tardos para creer, a los dos discpulos de Emas.

Recordamos que el discipulado no consiste solamente en aprender lasenseanzas de JESS, sino tambin en adquirir sus criterios y en imitar suvida

NO OBRAN AISLADAMENTE

El discpulo del Maestro divino no debe ser una persona aislada de lacomunidad. Debe buscar la compaa de otros para actuar.

A los setenta y dos discpulos los enva Jess de dosen dos (LC. 10,1). Envaa dos de sus discpulos a que traigan el pollino (Lc. 19,29).

Enva a Pedro y a Juan para que preparen la Pascua (Lc. 22,8).

El Espritu crea en los discpulos la conciencia comunitaria y llega a realizar enquienes son dciles a su accin lo que hizo en la primera comunidad cristina,en la cual, todos tenan un solo corazn y un sola alma (Hch. 4,32).


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JESUS, MAESTRO BONDADOSO

San Mateo escribi en su evangelio estas palabras de nuestro divino Maestroque muestran la infinita riqueza de su bondad y compasin venid a mi todosolos que estis fatigados y agobiados, y yo os aliviar. Tomad sobre vosotros

mi yugo y aprended que soy manso y humilde de corazn; y hallareis descansopara vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera (MT. 11,28-30).

Jess no es un Maestro frio que se limita a dar normas de perfeccin. El es labondad infinita que siente amor y compasin, y que ha puesto sobre susespaldas el peso de nuestras penas y fatigas. San Mateo nos dice: El (Jess)tom nuestras flaquezas y cargo con nuestras enfermedades (8; 17).

Cuando nosotros, sus discpulos, sintamos la fatiga y el agobio, acerqumonoscon toda confianza a nuestro Maestro que nos ha llamado y depositemos a suspies el fardo que nos oprime.

No temamos aceptar sus mandatos y exigencias que no son las de los doctoresde la ley. Su yugo es suave y su carga ligera. Y si tenemos alguna dificultadespecial para hacer lo que El nos ha ordenado, nos dar su gracia y la fuerzade su Espritu si se las pedimos con fe.

Y APRENDED DE M

NuestroMaestro divino prctico siempre y primero lo que ense y orden asus discpulos: Empez a hacer y a ensear.

El es Maestro y modelo de todas las virtudes. Pero nos invita especialmente aestudiar en El dos virtudes muy importantes: Aprended dem que soy manso yhumilde de corazn (MT. 11,29). El discpulo de JESS no puede ser violentoni orgulloso. Debe distinguirse, como su Maestro, por la bondad,mansedumbre, paciencia y humildad. Y cun difcil es practicar siempre estasdos virtudes!

No son los soberbios ni los violentos quienes poseen la tierra, sino los mansosy humildes (Cfr. Mt. 5,4) El que se humille ser ensalsado.

Nuestro Maestro practic siempre estas dos virtudes, peor lo hizo de maneraespecial durante su pasin dolorossima. Fue oprimido y El se humill y no

abri la boca. Como un cordero era llevado al degello, y como oveja que antelos que la trasquilan est muda, tampoco El abri la boca (Is. 53,7).

EL MAESTRO DEFIENDE A SUS DISCIPULOS

San Mateo nos hace el siguiente relato: En aquel tiempo cruzaba Jess unsbado por los sembrados. Y sus discpulos sintieron hambre y se pusieron aarrancar espigas y a comerlas. Al velo los fariseos, le dijeron: Mira, tusdiscpulos hacen lo que no es licito hacer en sbado., Pero El les dijo: Nohabis ledo lo que hizo David cuando sinti hambre l y los que leacompaaban, cmo entr en la casa de Dios y comieron los panes de la

presencia, que no le era licito comer a l, ni a sus compaeros, sino slo a lossacerdotes? Tampoco habis ledo e la ley que en da de sbado los


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sacerdotes, en el templo quebrantan el sbado sin incurrir en culpa? Pues yoos digo que hay aqu algo mayor que el templo. Si hubise aprendido lo quesignifica aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio, no condenaras a losque no tienen culpa. Porque el Hijo del hombres es el Seor del sbado (12, 1-9).

Antes esta acusacin que hacen los fariseos a los discpulos de Jess, Estesale en defensa de ellos y declara que no tienen culpa. No condenarais a losque no tienen culpa (12,7). El Maestro divino no permanece indiferente frentea ninguna de sus discpulos que muchas veces son atacados injustamente. Esun Maestro nico.

EL VERDADERO PARENTESCO DE JESUS

Leemos en el evangelio segn San Mateo: Todava estaba hablando a lamuchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera ytrataban de hablar con l. Alguien les dijo: Oye ah afuera estn tu madre y

tus hermanos que sean hablarte. Pero el respondi al que se lo deca: Quines mi madre y quines son mis hermanos? Y, extendiendo su mano hacia susdiscpulos, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumplala voluntad de mi Padre celestial, se es mi hermano, mi hermana y mi madre(12, 46-50).

Estas palabras del Maestro nos hablan de la vinculacin tan estrecha queexiste ente El y sus discpulos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen.,como dice San Lucas en el lugar paralelo a ste (8,21). Esta afirmacin deJess no es un desprecio a su madre y a sus parientes, sino todo lo contrario,ya que nadie escuch a Jess con tanta atencin y cumpli tan fielmente su

voluntad y las exigencias de sus enseanzas como Mara Santsima.

EL MAESTRO DA POR MEDIO DE LOS DISCIPULOS

El Evangelista San Marcos nos describe la primera multiplicacin de los panesen el Cap. 6,30-45. Nos dice cmo los discpulos preocupados por lo avanzadode la hora y por la gran muchedumbre que haba sido instruida extensamente(v. 34) piden a Jess que da despida para que vayan a las aldeas y pueblosdel contorno para que compren qu comer. El les dice: Dadles vosotros de

comer (v. 37).Ellos nos pueden sino dar el dato de los cinco panes y los dos peces que tieneun jovencito. El Maestro que tiene poder y compasin infinita multiplica estospocos panes y peces, pero hace que sus discpulos colaboren de dos maneras:1 Haced que se acomoden en grupos de unos cincuenta (Lc. 9,14) y 2 Losiba dando a los discpulos para que los fueran sirviendo a la gente (Lc. 9,16).

Los parti e iba dndolos a los discpulos, y los discpulos a la gente (Mt.15,36).

El Maestro quiere con frecuencia la colaboracin de sus discpulos cuando

comunica, como lo hace tambin ahora las riquezas de su amor y de suPalabra divina.


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Oh Seor, Maestro adorable!: T me das tu pan de vida para que yo lo de a mishermanos Yo no multiplic los panes y los peces. Reparto lo que t multiplica yme entregas para que lo d.

Soy tu pequeo cooperador; no en la multiplicacin, sino en la reparticin.

SANA EL MIEDO DE SUS DISCIPULOS

San Mateo nos dice que Jess, despus de multiplicar los panes Obligo A losdiscpulos a subirse a la barca y a ir por delante de l a la otra orilla, mientras ldespeda a la gente.

Despus de despedir a la gente, subi al monte a solas para orar; al atardecerestaba solo all. La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios;zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de lanoche vino El hacia ellos, caminando sobre el mar: Los discpulos, vindolecaminar sobre el mar, se turbaron y decan: Es un fantasma y de miedo sepusieron a gritar. Pero al instante les habl JESS diciendo: ! Animo que soyyo; no temis. Pedro le respondi: Seor, si eres t mndame ir donde t, sobrelas aguas. Ven!, le dijo. Baj Pedro de la barca y se puso a caminar sobre lasaguas, yendo hacia JESS. Pero viendo la violencia del viento, le entro miedoy como comenzar hundirse grito: Seor, Slvame!. Al punto Jess tendiendola mano, le agarr y le dice: Hombre de poca fe, Por qu dudaste? Subierona la barca y amain en viento. Y los que estaban en la barca se postraron ante

el diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios (14, 22-34).EXPLICA A LOS DISCIPULOS LO QUE NO HAN COMPRENDIDO

Varias veces los discpulos no comprenden la enseanza de Jess quefrecuentemente ensea por medio de parbolas.

Tomando Pedro la palabra le dijo. Explcanos la parbola (Mt. 15,15) y elMaestro atiende esta demanda.

Lo mismo hace cuando les explica el significado de la parbola del sembrador(Mt. 13,28).

JESUS MAESTRO Y PEDAGOGO ADMIRABLE

El siguiente pasaje de san Mateo nos muestra la gran pedagoga del divinoMaestro para que sus discpulos, que no son muy despierto intelectualmente,pueden aprender una leccin muy importante; cmo deben guardarse de ladoctrina de los fariseos y saduceos que era contraria a la que El les enseaba.Los discpulos, al pasar a la otra orilla, se haban olvidado de tomar panes.Jess les dijo: Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos ysaduceos. Ellos hablaban entre s diciendo: Es que no hemos trado panes.

Ms Jess, dndose cuenta dijo: Hombres de poca fe, Por qu estis

hablando entre vosotros de que no tenis panes? An no comprendis ni osacordis de los cinco panes de los cinco mil hombres, y cuantos canastos


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recogisteis? Ni los siete pares de los cuatro mil, y cuantas espuertasrecogisteis? Cmo no entendis que no me refera a los panes? Guardaos, si,de la levadura de los fariseos y saduceos. Entonces comprendieron que nohaba querido decir que se guardasen de la levadura de los panes, sino de ladoctrina de los fariseos y saduceos (16, 5-13).

Este pasaje nos ensea cmo nosotros debemos ser muy claros y sencillos yponemos a la altura de la capacidad de los oyentes cuando les comunicamos ladoctrina del Maestro divino.

NO JUZGUEIS Y NO SEREIS JUZGADO

Esta norma, la de no juzgar a los dems, ocupa un lugar muy importante en ladoctrina de nuestro divino Maestro. Quin de nosotros pasa un da sin juzgar alos dems?.

No es este uno de nuestros defectos principales?

No emitimos juicios temerarios y no los manifestamos con lamentableprecipitud?

No nos equivocamos a cada paso cuando juzgamos si fundamento laconducta ajena?

El Seor deca a los judos: No juzguis segn las apariencias. Juzgad conjuicio recto (Jn. 7,24). Norma Sapientsima que si fuese practicada pornosotros evitara muchas equivocaciones y perjuicios a los hermanos.

Vosotros juzgis segn la carne (Jn. 8,15), les deca tambin Jess. Estas

palabras valen tambin para nosotros.

San Mateo expresa la enseanza de Jess sobre este punto de una manerams completa: No juzguis para que no seis juzgados. Porque con el juiciocon que juzguis seris juzgados, y con la medida con que midis se osmedir a vosotros. Cmo es que miras la brizna que hay en el ojo de tuhermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo O cmo vas a decir a tuhermano: deja que te saque esta brizna del ojo, teniendo t la viga en el tuyo?Hipcrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrs ver para sacar labrizna del ojo de tu hermano (Mt. 7,1-6).

Cunta necesidad tenemos de profundizar en esta doctrina y cmo debemosesforzarnos por practicarla!.

LA REGLA DE ORO

EL Maestro di A sus discpulos esta regla, llamada con razn, de oro y quecabe muy bien en este lugar: Por tanto, todo cuanto querris que os hagan loshombres, hacdselo tambin vosotros; porque esa es la ley y los profetas (Mt.7,12).

DAD Y SE OS DARA

El Maestro nos da otra norma muy importante: Dad y se os dar: una medidabuena, apretada; remecida hasta rebosar, pondrn en el halda de vuestro


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vestido. Porque con la medida con que midis se os medir a vosotros (Lc.6,38). Darse y dar con alegra debe ser la consigna del discpulo que desea deveras imitar a su Maestro que nos am y se entreg a la muerte por nosotros.

Compartir con alegra toda suerte de bienes, tanto espirituales como

materiales, debe ser siempre nuestra preocupacin.Y cmo cambiara la situacin si procediramos siempre conforme a la doctrinay al ejemplo de Jess.

Pero al dar, es preciso seguir la norma de San Pablo: Cada cual d segn eldictamen de su corazn, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que dacon alegra. Y poderoso es Dios para colmarlos de toda gracia a fin de queteniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengis aun sobrante para todaobra buena (II Cor. 9.7-10), Demos con generosidad y recibiremos del Seorcon abundancia. Demos con alegra y seremos amados por Dios.

Y si queremos ser felices: demos, porque el Seor dijo: Hay ms alegra endar que en recibir (Hch. 20,35).

Cambiemos el egosmo por la generosidad y veremos cmo cambia lasituacin del mundo.

NADIE PUEDE SERVIR A DOS SEORES

El discpulo debe seguir y servir a su nico Seor, su Maestro adorable.

Pero con frecuencia se presentan los dolos que quieren dominarlo yenseorearse de l. Uno de los principales y que ms esclavos tiene es el

dinero. Por eso el Maestro da a sus discpulos esta importante enseanza:Nadie puede servir a dos seores porque aborrecer al uno y amara al otro.Nadie puede servir a Dios y al dinero (Mt. 6,24).

ABANDONO EN L A PROVIDENCIA

Para que no busquemos el dinero como solucin de problemas presentes yfuturos, y lleguemos a ser, poco a poco sus esclavos, el Maestro nos da estaleccin importantsima para toda vida y nos muestra la riqueza infinita de laProvidencia paternal de nuestro Dios. Meditemos con amor esas palabras delMaestro Divino Por esos os digo: No andis preocupados por vuestra vida,

que comeris, ni por vuestro cuerpo, con que os vestiris. No vale ms lavida que el alimento, y el cuerpo ms que el vestido? Mirad las aves del cielo:no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial lasalimenta. No valis vosotros ms que ellas?. Por lo dems Quin devosotros puede, por ms que se preocupe, aadir un solo codo a la medida desu vida? Y del vestido, Por qu preocupamos?. Observad los lirios del campo,como crecen, no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomn, en todasu gloria, se visit como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoyes y maana se echa al horno, Dios as la viste, no lo har mucho ms convosotros, hombres de poca fe? No andis, pues, preocupados diciendo: Quvamos a comer?. Con que vamos a vestirnos? que por todas esas cosas se

afanan los gentiles, pues ya sabe vuestro padre celestial que tenis necesidadde todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os


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darn por aadidura. As que no os preocupis del maana: El maana sepreocupara de s mismo. Cada da tiene bastante su propio mal (Mt. 6,25.34).

LOS DOS CAMINOS

El discpulo de Jess debe aprender que su doctrina es muy exigente y alseguirle, es precios recorrer un camino estrecho de abnegacin,renunciamiento y generosidad. Jess no transita la va del placer y del pecadoy el discpulo deber ir en pos de l.

Por eso el Maestro nos muestra los dos caminos para que escojamos, y osdice: Entrad por la entrada estrecha, porque ancha es la entrada y espaciosoel camino que lleva a la perdicin y son muchos los que entran por ella; mas,qu estrecha la entrada y qu angosto el camino que lleva a la vida! Pocosson los que la encuentran (Mt. 7, 13-15).

POR SU FRUTOS LOS CONOCEREIS

El discpulo de Jess esta siempre expuesto al peligro del engao de los falsosprofetas. Siempre oir doctrinas falsas propagadas por todos los medios. Lacizaa del error en medio del trigo de la verdad.

Por eso nos dice: Guardaos de los falso profetas, que vienen a vosotros condisfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces Por sus frutos losconoceris. Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?As, todo rbol bueno da frutos buenos, pero el rbol malo da frutos malos. Unrbol bueno no puede producir frutos malos, ni un rbol malo producir frutosbuenos. Todo rbol que no da buenos frutos, es cortado y arrojado al fuego.

As que por su frutos los conoceris (Mt. 7, 15-21).La doctrina celestial que nos comunica Jess esta llamada a fructificarmediante una vida que imite la suya. Es una semilla fecunda que El siembra ennosotros, pero que puede correr distinta suerte, segn la clase de lugar dondecaiga. El Maestro lo expres muy bien cuando explico a sus discpulos laparbola de la semilla. Vosotros, pues, escuchad la parbola del sembrador.Sucede a todo el que oye la Palabra del reino y no comprende, que viene elMaligno y arrebata lo sembrado en su corazn: ste es el que fue sembrado alo largo del camino. El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la palabra,y al punto la recibe con alegra; pero no tiene raz en s mismo. Sino que es

inconstante y cuando se presenta una tribulacin o persecucin por causa de lapalabra, sucumbe enseguida. El que fue sembrado ente los abrojos, es el queoye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seduccin de lasriquezas ahogan la palaba, y queda sin fruto. Pero el que fue sembrado entierra buena, es el que oye la palabra y la comprende: ste s que da fruto yproduce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta (MT. 13, 18-24).

LOS VERDADEROS DISCIPULOS

No basta, pues, recibir la enseanza del Maestro, es preciso vivirla y actuarconforme a sus exigencias. Por eso nos dice el Maestro: No todo el que mediga: Seor, Seor, entrar en el Reino de los Cielos, sino el que haga lavoluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirn aquel da: Seor, Seor, noprofetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu


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nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declarar: Jams os conoc;apartaos de m, agentes de iniquidad. As, pues todo el que oiga estas palabrasmas y las ponga en prctica, ser como el hombre prudente que edific sucasa sobre roca: cay la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, yembistieron sobre aquella casa; pero ella no cay, porque estaba cimentada

sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mas y no las ponga en prctica,ser como el hombre insensato que edific su casa sobre arena: Cay la lluvia,vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa ycay, y fue grande su ruina (Mt. 7, 21-28).

SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO

El discpulo que aprende y vive la enseanza de su Maestro cumple una misinimportantsima en medio del mundo: lo ilumina y lo libra de la corrupcin.

Vosotros sois la sal de la tierra. Ms si la sal se desvirta con qu se lasalar? Ya no sirve para nada, ms que para ser tirada afuera y pisoteada por

los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudadsituada en la cima de un monte. NI tampoco se enciende una lmpara y laponen debajo del celemn, sino sobre el candelero, para que alumbre a todoslos que estn en la casa. Brille as vuestra luz delante de los hombres, paraque vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que est en loscielos (Mt. 5,13-17).

FELICIDAD DE LOS DISCIPULOS DE JESUS

Jess, el Maestro, es la fuente de la verdadera felicidad.

Todo discpulo que sigue fielmente a este Maestro divino va encontrando la pazy la autentica y profunda felicidad, hasta llegar a conseguir elgozo pleno (Jn.16, 24). Pero es preciso buscar la felicidad donde JESS dice que existe, y nodonde el mundo cree que est. Los criterios de Cristo y los del mundo sonopuestos. Por ejemplo: Cristo dice: Felices los pobres de espritu. El mundo, encambio pregona: felices los que consiguen riquezas.

Solamente con la luz del Espritu Santo podemos descubrir la verdad de lasenseanzas de Jess y aceptar su programa de felicidad.

Quienes son los felices segn el Evangelio del Seor? Leamos susbienaventuranzas.Viendo la muchedumbre, subi al monte, se sent y sus discpulos se leacercaron. Y tomandoLa palabra les enseaba diciendo: Bienaventurados los pobres de esprituporque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurado los mansos, porqueellos poseern en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porqueellos sern consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed dejusticia, porque ellos sern saciados, bienaventurados los misericordiosos,porque ellos alcanzarn misericordia. Bienaventurados los limpios de corazn,porque ellos vern a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz,

porque ellos sern llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidospor causa de la justicia porque de ellos es el reino de los cielos.


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Bienaventurados seris cuando os injurien, y os persigan y digan con mentiratoda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porquevuestra recompensa ser grande en los cielos; pues de la misma manerapersiguieron a los profetas anteriores a vosotros (Mt 5, 1-13).

Te preguntas: Has hallado a un rico, apegado a sus riquezas,verdaderamente feliz?Has visto a hombres violentos, lujuriosos, egostas, injustos o perseguidoresque sean felices? Y dime: Dnde has encontrado a personas felices? Yquines son ellas. Son verdaderas o no las enseanzas del Maestro divinorespecto a la felicidad? Hagamos la gran afirmacin. Solamente esverdaderamente feliz el discpulo que ha encontrado a Jess, le ha entregadosu vida y va en pos de l.

El discpulo tiene inevitablemente horas de dolor y tendr que vivir situacionesde verdadera pasin. Pero cuan diferente es el sufrimiento cuando uno est

con Jess y recibe de El la fuerza y el consuelo. Tienen entonces cabalcumplimiento sus palabras: Vuestra tristeza se convertir en gozo (Jn. 16,20).

Tambin vosotros estis tristes ahora, pero volver a veros y se alegrarvuestro corazn y nadie os podr quitar vuestra alegra. Pedid y recibiris paraque vuestro gozo sea colmado (Jn. 16,22-25). Este es el mensaje de felicidadms importante que ha odo el hombre en toda la historia de la humanidad. Ycun poca importancia se le ha dado.

Sabemos tambin que la fuente de la verdadera felicidad es la paz profunda yestable. Y ste es el regalo que comunica el Maestro a sus discpulos:

Mi paz os dejo, mi paz os doy, pero no os la doy como la da el mundo (Jn.14,27). El da de su Resurreccin se present Jess en medio de susdiscpulos y les dijo: Lapaz con vosotros. Dicho esto les mostro las manos yel costado. Los discpulos se alegraron al ver al Seor. Jess repiti: Lapazcon vosotros (Jn. 20,19.22).

Si quieres ser verdaderamente feliz hazte discpulos de Jess que tantas veceste ha llamado.

LAS EXIGENCIAS DEL DISCIPULADOJess es un Maestro exigente; por eso son muchos los que no quieren ser susdiscpulos.Exige en verdad y mucho este Maestro divino, pero da la luz para que podamoscomprender el por que de estas exigencias y nos regala la fuerza de su Espritupara que podamos llenarlas.

No temis es la frase que Jess repite a sus discpulos Animo: Yo hevencido al mundo, nos dice tambin ahora (Jn. 16,33).


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1 Exigencia: Creer en El.En el captulo 14 de San Juan dice el Seor a sus discpulos No se turbevuestro corazn. Creis en Dios, creed tambin en mi (Jn. 14,1). Y aade: Osaseguro: El que cae en m, har el tambin las obras que yo hago y, harmayores an (Jn. 14,12).

La fe en Jess debe ser firme e inquebrantable como acepte todas susenseanzas y que lo acepte a El cmo Seor y nico Salvador. Es la adhesina la doctrina y a la Persona del maestro. Esta fe no fue la que CRISTOencontr en sus discpulos. Tiene que llamarlos: Hombres de poca fe.Hombre de poca fe porque, has dudado tiene que decirle a Pedro (Mt. 14,31).

Donde esta vuestra fe? (Lc. 8,25), tiene que decir a sus discpulos cuandocalma la tempestad. El discpulo que tenga fe grande en el amor, el poder y lafidelidad de su Maestro dar mucho fruto. Por eso todos los discpulos debenhacer al Seor al suplica que le hicieron los primeros: Aumntanos lafe.

2 Exigencia: el amor fraternoLa mayor exigencia del Maestro es el amor fraterno con que deben amarsesus discpulos. Escuchemos sus palabras pronunciadas en la ltima Cena. Osdoy un Mandamiento nuevo: Que os amis los unos a los otros. Que como yoos he amado, as os amis tambin los unos a los otros. En esto conocerntodos que sois discpulos mos: Si os amis los unos a los otros (Jn. 13, 34 -36). Este precepto que exista ya desde el Antiguo Testamento es nuevo por laperfeccin a que Jess lo eleva (como yo os he amado)y porque constituyela seal distintiva de los tiempos nuevos que empezaron con la pascua deJess.

3 Exigencia: Desprendimiento totalEn los textos siguientes nos habla el Maestro de la necesidad que tiene el

discpulo de desprenderse de todo lo que impida una dependencia total yconstante de l. Es preciso entender su verdadero contenido para nodesorientarnos al querer llevarlas a la prctica.

Si alguno viene donde mi y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sushijos, a sus hermanos, y hasta su propia vida no puede ser discpulo mo (Lc.14,26).

Estas palabras no pueden tomarse literalmente, pues sabemos que elmandamiento primero es el del amor y que el odio a las personas nunca puedeser actitud cristiana.

Lo que quiere decir JESS aqu es que debemos renunciar toda Persona queimpida que le sigamos o que pueda apartanos de l.

El discpulo de Jess tiene que ser muy buen Hijo. Muy buen padre, muy buenhermano y debe hacer por ellos cuando este a su alcance, pero es JESSquien debe ocupar el primer puesto en su corazn. Si alguien quiere

interponerse entre el Maestro y su discpulo, tiene que ser rechazado por este.


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En este sentido deben ser comprendidas estas otras exigencias del Seor: Sialguno quiere venir en pos de m, niguese a s mismo., tome su cruz cada da,y sgame. Porque quien quiera salvar su vida le perder; pero quien pierda suvida por m, se la salvar. Pues de qu le sirve al hombre haber ganado elmundo entero, si l mismo se pierde o se arruina?. Porque quien se

avergence de mi y de mis palabras, de se se avergonzar. El hijo delhombre, cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santosngeles (Lc. 9, 23-27).

Jess debe ser el tesoro de valor infinito que busquemos siempre y por cuyaadquisicin debemos entregarlo todo. Por eso nos dice: Cualquiera devosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discpulo mo (Lc.14,33). Renunciar a los bines no significa aqu salir de ellos y quedarse en lainopia. Significa que todo pertenece al Seor y que nosotros debemosadministrarlos bien para dar buena cuenta en el momento del juicio No somosseores sino administradores de los bienes.

El discpulo de JESS debe desprenderse de todo lo que no necesite y darlo alhermano pobre.

No puede apegarse a nada porque El Maestro exige un desprendimiento total.Ojala con frecuencia nos preguntemos si poseemos bines que no necesitamospara que obremos con ellos de acuerdo con las exigencias del Maestro.

4 Exigencia: Niguese a s mismo

Si alguno quiere venir en pos de mi, niguese a s mismo, tome su cruz cadada y sgame (Lc. 9,23). Esta exigencia de Jess es una de las ms difcilesporque hay que empezar por decir no, a las tendencias naturales que quierenapartarnos del Maestro. Se requiere tambin tomar la cruz, cada da, es decir,cumplir la voluntad de Dios sobre nosotros, soportar las dificultades ycontradicciones y acepta las exigencias que nos imponga el deber de cada da.

Muchos creen falsamente que cuando el discpulo decide seguir a su Maestrose condena, por eso a toda suerte de penas, y que la vida se convierteautomticamente en un Calvario insoportable. Nada ms o alejado de laverdad que tal creencia.

El que est- con JESS disfruta de su amor que es infinito. Su amistad nopuede compararse con ninguna otra. Esta este Maestro amadsimo adisposicin de sus discpulos y siempre pronto a recibirlos, orlos, consolarlos yfortalecernos co el poder infinito de su Santo Espritu. Pidamos la gracia deconfiar siempre en el amor, en la misericordia, en el poder y en la fidelidad denuestro Maestro para que no temamos marchar siempre en pos de l.

OTRAS EXIGENCIAS

San Lucas trae en su Evangelio otras exigencias que deben ser interpretadas

debidamente y no en sentido literal y fundamentalista. Oigmoslas:


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Mientras iban caminando uno le dijo: Te seguir donde quiera que vayas.Jess le dijo: Las zonas tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el hijodel hombre no tiene donde reclinar la cabeza.

A otro dijo: Sgueme. El respondi: Djame ir primero a enterrar a mi padre.Le respondi: deja que los muertos entierren a sus muertos, t vete a anunciarel reino de Dios. Tambin otro le dijo: TE seguir, Seor, pero djame antesdespedirme de los de mi casa. Le dijo Jess: Nadie que pone la mano en elarado y mira hacia atrs es apto para el reino de Dios (9,57).

El Mensaje del Maestro es muy claro. EL es tan pobre que no tiene dondereclinar la cabeza, y por lo tanto, el discpulo no puede esperar de El riquezasni ventajas temporales. Su reino no es de este mundo, como se lo dice aPilato.

La suprema preocupacin del discpulo debe ser la de anunciar al reino de Diosy no debe dejarse copar por pequeas preocupaciones sociales o anfamiliares. Es preciso seguir al Maestro con decisin y no posponer la entregaal reino.

Nunca debemos mirar lo que dejamos atrs cuando nos decidimos por JESS.Nuestros ojos deben estar siempre fijos en El y en la misin que nos confa.Digamos con el Salmista: Hacia t tengo los ojos levantados. Como los ojos deuna sierva, en las manos de su Seora, as nuestros ojos en Yahveh nuestroDios (Sl. 123).

LA FAMILIA ESPIRITUAL DE JESUS

San Mateo lo mismo que San Marcos y san Lucas nos narran lo siguiente:Todava estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sushermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con l. Alguien le dijo:Oye! Ah fuera estn tu madre y tus hermanos que desean hablarte. Pero Elrespondi al que se lo deca: Quin es mi madre y quienes son mishermanos? y, extendiendo su mano hacia sus discpulos, dijo: Estos son mimadre y mis hermanos. Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padrecelestial, se es mi hermano, mi hermana y mi madre (Mt. 12,46-50).

Quien lea superficialmente este relato puede quedar con la falsa impresin deque en ese momento Jess fue duro y desatento con su madre y con susprimos hermanos, sin descubrir el profundo contenido que encierra. Aqu elSeor se vale del anuncio que el Seor que le hacen de la llegada de suMadre y de sus parientes segn la carne para hablar a sus discpulos delparentesco espiritual que se crea entre l y los que lo siguen. Los lazos delparentesco carnal quedan propuestos a los del parentesco espiritual.

Ella ha sido la primera y la mejor discpula de Jess, Su Hijo y su Maestrodivino.


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LA EUCARISTIA BANQUETE FAMILIAR

La nueva familia de JESS se sienta entorno a una mesa en la cual El nos dasu Cuerpo en comida y su Sangre en bebida. En la Sagrada Eucarista, elMaestro se convierte en verdadero pan de vida, de tal manera que quien come

su carne y bebe su sangre mora en El y Jess en l.

Los discpulos deben meditar con frecuencia en estas palabras del Seor: Yosoy el pan de vida. Vuestros padres comieron el man en el desierto ymurieron; ste es el pan que baja del cielo, para que quien la coma no muera.Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivir parasiempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.Discutan entre si los judos y decan: Cmo puede este darnos a comer sucarne? Jess le dijo: En verdad, en verdad os digo: si no comis la carne delHijo del hombre, y no bebeos su sangre, no tendris vida en vosotros. El quecome mi carne y bebe mi sangre, permanece en m, y yo en l. Lo mismo que

el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, tambin el que mecoma vivir por m. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieronvuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivir para siempre (Jn.6,48-59).

Y estas palabras de san Lucas: Cuando lleg la hora, se puso a la mesa conlos apstoles; y les dijo. Con ansia he deseado comer esta pascua convosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeris ms hastaque halle su cumplimiento En el Reino de dios. Y recibiendo una copa, dada lasgracias, dijo: Tomad esto y repartidlo una copa, dadas las gracias, dijo: Tomadesto y repartidlo entre vosotros porque os digo que, a partir de este momento,no beber del producto de la vid hasta que llegue el Reino DE Dios. Tomluego pan y dadas las gracias, lo parti y se lo dio diciendo: este es mi cuerpoque es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mo. De igual modo,despus de cenar, la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza en misangre, que es derramada por vosotros (Lc. 22, 14-21).

En la Mesa Eucarstica se nutren los discpulos con el Pan de vida y se unenentre s con este vnculo de amor supremo.

MI DOCTRINA NO ES MIA

Jess es el mejor Maestro porque la doctrina que enseo no la aprendi enninguna escuela humana sino que la recibi de su Padre Celestial. San Juannos relata como un da subi Jess al templo y se puso a ensear. Los judosasombrados decan: Cmo entiende de letras sin haber estudiado? Jess lerespondi: Mi doctrina no es ma sino del que me ha enviado. El que quieracumplir su voluntad, vers mi doctrina es de Dios (Jn. 7, 14-18).

Con razn las gentes, desde el comienzo de la predicacin de JESS,quedaron asombrados de su doctrina porque les enseaba como quien tieneautoridad y no como los escribas (Mc. 1,22). Y el mismo Evangelista anota

poco despus: Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban


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unos a otros: Qu es esto? Una doctrina nueva, expuesta con autoridad (Mc.1,27).

Tambin san Mateo expresa este mismo sentimiento de las multitudes frente alas enseanzas del Maestro: Y sucedi que cuando acab Jess estos

discursos, la gente qued asombrada de su doctrina, porque les enseabacomo quien tiene autoridad, y no como los escribas (7,28).

Los discpulos de Jess son los ms afortunados porque tenemos un maestrodivino que con autoridad nos ensea la doctrina divina que ha recibido delPadre.

Jams un hombre ha hablado como este hombre, dijeron los guardias a lossumos sacerdotes cuando estos les preguntaron por qu no le haba trado (Jn.7, 46). Lo mismo decimos todos los que escuchamos las enseanzas denuestro Maestro divino.

EL PADRE, CENTRO DE SU ENSEANZA

Jess, el Hijo del Padre, vino para llevarlos al Padre.

Su vida estuvo siempre centrada en el Padre y no tuvo otra finalidad que sugloria y el cumplimiento de su voluntad.

Siempre estuvo en las cosas de su Padre (Lc. 2,49) y este Padre dijorefirindose a Jess: T eres mi Hijo amado; en Ti me complazco (Lc. 1,32), ydurante la transfiguracin, los tres discpulos oirn las mismas palabras delPadre, pero con esta adicin: Escuchadle (Mt. 17,5). Sualimento fue hacer lavoluntad del Padre que lo haba enviado y llevar a cabo su obra (Jn. 4,34). Yohonro al Padre (JN. 8,49), fue el lema de su vida.

Y siempre quiso hacer su voluntad y no la propia.

Hablo con alegra filial de la Providencia amorossima de Su padre y delabandono que debemos tener en ella (Ver Mt. 6,25-31 y Lc. 12, 22-31).

Cuando le pidieron sus discpulos que les ensear a orar, compuso el

Padrenuestro.Fue obediente a su Padre hasta la muerte y muerte de Cruz (Fil. 3) y susltimas palabras fueron: Padre! En tus manos encomiendo mi espritu (Lc.23,46). Y nos dio la gran leccin: Nadie viene al padre sino por mi Y Yo soyel camino, la verdad y la vida (Jn. 14,6).

RECIBID EL ESPIRITU SANTO

El discpulo no podr conocer a su Maestro ni su doctrina y menos an,seguirle siempre, si no recibe la uncin del Espritu Santo, cuya accin es

insustituible.


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Jess que estuvo lleno del Espritu y que se dejo siempre conducir por l (LC.4,1 y 14), prometi a sus discpulos este don infinito del Santo Espritu ycumpli su promesa el da mismo de su resurreccin y en Pentecosts.

Meditemos estos textos: Si me amis, guardareis mis mandamientos; y yo

pedir al Padre y os dar otro Parclito, para que este con vosotros parasiempre, el Espritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no leve ni le conoce. Pero vosotros le conocis porque mora con vosotros (JN. 14,15-18) , Pero EL parclito el Espritu Santo, que el Padre enviara en minombre, os los enseara todo y os recordara todo lo que yo os he dicho (Jn.14,26). Me han odiado sin motivo. Cuando venga el Parclito, que yo osenviare junto al Padre, el Espritu de la verdad, que procede del Padre, el dartestimonio de MI (Jn. 15,26). Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yome vaya; porque si no me voy, no vendr a vosotros el Parclito; pero si mevoy, os lo enviare; y cuando l venga convencer al mundo en lo referente alpecado, en lo referente a la justicia, porque me voy al Padre y all no me

veris; en lo referente al juicio, porque el Prncipe de este mundo est juzgado.Mucho tengo todava que deciros, pero ahora no podis con ello. Cuandovenga l, el Espritu de la verdad, os guiara hasta la verdad completa; pues nohablar por su cuenta, sino que hablar lo que oiga yos anunciar lo que ha devenir. El me dar gloria, porque recibir de lo mo y os lo anunciar a vosotros.Todo lo que tiene el Padre es mo. Por eso he dicho: Recibir de lo mo os loanunciar a vosotros (Jn. 16, 7-16).

Y durante la ltima comida que tuvo con los apstoles les mand que no seausentasen de Jerusaln, sino que aguardasen la Promesa del Padre quehaban odo de El: Que Juan bautiz con agua, pero que ellos seranbautizados en el Espritu Santo dentro de pocos das.(Hch. 1,4-6).

Iban a recibir la fuerza del Espritu Santo para ser sus testigos en Jerusaln,en Judea y en Samaria y hasta los confines de la tierra (Hch. 1,8).

Obedecieron el mandato de JESS, permanecieron unnimes en la oracin ecompaa de Mara, la Madre DE Jess (HCH. 1,14) y el da de Pentecostsquedaron todos llenos del Espritu Santo (Hch. 2,4).

Y ellos salieron a predicar por todas partes colaborando el Seor con ellos yconfirmando la Palabra con las seales que la acompaaban (Mc. 16,20).

CONDICIONES PARA SEGUIR A JESUS

Discpulo de Jess no es aquel que se acerca movido por la curiosidad para orsus enseanzas. El verdadero discpulo tiene que acompaarlo siempre y atodas partes, y esto es difcil porque las condiciones que exige Cristo sonduras.

Entonces dijo Jess a sus discpulos: Si alguno quiere venir en pos de mi,

niguese a s mismo, tome su cruz y sgame.


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Por quien quiera salvar su vida, la perder, pero quien pierda su vida por m, laencontrar. Pues de qu le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruinasu vida? I qu puede dar el hombre a cambio de su vida? (Mt. 16,24-27).

San Marcos aade otra condicin: No avergonzarse del Maestro y de sus

palabras (8,38).

LA DOCTRINA DE JESUS

El divino Maestro no ense a sus discpulos una serie de conocimientostericos, sino una doctrina de vida cristiana.

Sus enseanzas son normas de vida para ser cada da mejores y tender a laperfeccin y santidad a la cual nos ha llamado.

La sntesis de esta doctrina de Jess la encontraremos principalmente en los

captulos V, VI Y VII de San Mateo y en el Cap. VI de San Lucas. En elevangelio de San Juan encontramos otro cuerpo doctrinal que veremosdespus.

PERDONAR DE CORAZN

En san Lucas encontramos este texto:Perdonad y seris perdonados (6,37) yen San Mateo: Que si vosotros perdonis a los hombres sus ofensas, osperdonar tambin a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonis alos hombres, tampoco vuestro Padre celestial perdonar vuestras ofensas(6,14).

Ms adelante hallamos en el mismo San Mateo cmo el perdn al enemigodebe ser de corazn. Esto mismo har con vosotros mi Padre celestial si noperdonis de corazn cada uno a vuestro hermano (18,35). El Maestro nosdio ejemplo cuando en la cruz perdon de corazn a sus verdugos y dijo a suPadre: Perdnales porque no saben lo que hacen (Lc. 23,34).

AMAR AL ENEMIGO

La doctrina y las exigencias de Jess respecto al perdn de las injurias van

hasta el amor al enemigo. Algo verdaderamente sorprendente para quienconozca las enseanzas de Jess:

No se trata de un perdn cualquiera, sino de un amor perfecto que nosasemeje al Padre que nos ama, a pesar de nuestros pecados.

Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen paraque seis hijos de vuestro Padre celestial que hace salir su sol sobre buenos ymalos, y llover sobre justos e injustos. (Mt. 5,45). Vosotros, pues, sedperfectos como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt. 5,48).

Alguien dir al or estas palabras: Esto es imposible, Cmo puedo amar aquien me ha ofendido?. En verdad, es imposible amar al enemigo con nuestras


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fuerzas naturales, pero podemos hacerlo con el amor que el Espritu Santoderrama en nuestros corazones.

Se trata de amar al enemigo con el amor de Dios que nos da su espritu.

San Lucas expresa as la doctrina del Seor acerca del amor a los enemigos:Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecida a losque os maldigan, rogad por los que os maltraten:

Al que te hiera una mejilla, presntale tambin la otra; y al que te quite elmanto, no le niegues la tnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo suyo,no se lo reclames. y lo queris que os hagan los hombres, hacdselo vosotrosigualmente. Si amis a los que os aman Qu merito tenis? Pues tambin lospecadores aman a los que les aman. SI hacis bien al os que os lo hacen avosotros Qu merito tenis? Tambin los pecadores hacen otro tanto! Siprestis a aquellos de quienes esperis recibir, Qu merito tenis? Tambin

los pecadores prestan a los pecadores para recibirlo correspondiente. Msbien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada acambio, y vuestra recompensa ser grande, y seris hijos del Altsimo, porquel es bueno con los ingratos y los perversos (Lc. 6, 29-36).

En este evangelio la doctrina acerca del amor a os enemigos es ms extensa yrica. Ojala no nos contentemos con esta lectura. Reflexionemos sobre cadauna de sus palabras y pidamos la gracia de llevarla a la prctica.

SED MISERICORDIOSOS.

El discpulo debe ser misericordioso como el Padre celestial es misericordioso(LC. 6,36). Dios es llamado por San Pablo: Padre de las misericordias (II Cor.l 1,3). SUS hijos debemos aprender de l esta virtud profundamente cristiana yprocurar practicarla.

En el libro del xodo hallamos la hermosa definicin que Dios da de s mismo:Yahveh pas delante de Moiss y exclam: Yahveh, Dios misericordioso yclemente, tardo a la clera y rico en bondad, que mantiene su amor por milgeneraciones (34, 6-8).

Misericordia es poner el corazn en la miseria; es padecer con el otro y hacerdespus lo que este a nuestro alcance para ayudarle en su necesidadconcreta, tal como lo hizo el Buen samaritano con el que encontr en elcamino.

El discpulo que quiere conocer un poco la misericordia infinita del Padre debemeditar las tres parbolas de la misericordia divina que trae San Lucas en elCapitulo XV de su Evangelio.

Tengamos presente las palabras del Seor: Habr un juicio sin misericordiapara quien no tenga misericordia.

El gran Mandamiento y la parbola del Buen Samaritano (LC. 10,25).


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Se levant un legista, y dijo para ponerle a prueba: Maestro, que he de hacerpara tener en herencia vida eterna? l le dijo: Qu est escrito en la ley?Cmo lees? Respondi: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, contoda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prjimo como a

ti mismo. Dijole entonces: Bien has respondido: haz eso y vivirs.

Pero el, queriendo justificarse, dijo a JESS: y Quin es m prjimo? JESSrespondi: Bajaba un hombre de Jerusaln a Jeric y cay en manos desaltadores, que despus de despojarle y golpearle, se fueron dejndolo mediomuerto. Casualmente bajaba por aquel camino un sacerdote, y al verlo, dio unrodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vi y dio unrodeo. Pero un samaritano que iba de camino llego junto a l y al verlo tuvocompasin, y acercndose, vend sus heridas, echando en ellas aceite y vino;y montadle sobre su propia cabalgadura, le llevo a una posada y cuido de l.Al da siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: Cuida

de l y, si gastas algo ms te lo pagare cuando vuelva. Quin de estos tres teparece que fue prjimo del que cay en manos de los salteadores? El dijo: Elque practico la misericordia con l. Dijole Jess: Vete y haz tu lo mismo (Lc.10, 25-38).

Juan Pablo II ha hecho una profunda exposicin sobre esta parbola en suCarta Apostlica sobre el valor cristiano del sufrimiento. All nos muestra lastres actitudes que debe tener el discpulo de JESS, que debe ser prjimo dequien sufre y requiere su ayuda.

1. No puede pasar de largo cuando encuentra a un herido de cuerpo o dealma.

2. Deben compadecerse de l; es decir, debe sufrir con l, y3. debe hacer cuanto est a su alcance para prestarle la ayuda que le sea

posible.

Cuando tengamos una Iglesia que sea Buena samaritana cambiar mucho lasituacin del mundo.

San Lucas distingue dos momentos:1. La eleccin de los Doce (6,12 y s).

2. La misin de los Doce (Cap. 9).Convocando a los Doce (Apstoles) les di poder y autoridad sobre todos losdemonios y para curar enfermedades sobre todos los demonios y para curarenfermedades y los envi a proclamar el Reino de Dio y a curar.

Es muy importante tener en cuenta que el primer objetivo de esta Misin de losDoce es proclamar el Reino de Dios.

Tambin debe curar a los enfermos y liberar a los oprimidos por los demonios.San Mateo escribe: Id proclamando que el Reino de los Cielos esta cerca.

Sanad enfermos, resucitad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos,expulsar demonios (Mt. 10,7).


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Pero este ministerio deben realizarlo gratuitamente: De gracia lo recibisteis;dadlo de gracias (10,8).

Todos los discpulos de Jess formamos su Pueblo mesinico que lo tiene a El

por cabeza, y en el cual instituyo diversos ministerios, ordenados al ben detodo el cuerpo, es decir, la iglesia, como lo ensea el Concilio Vaticano II (L. G.No. 18).

ACEPTAR SU DOCTRINA SOBRE LA CRUZ

Lejos de ti, Seor (Mt. 16,22).

Lo ms difcil para los discpulos de JESS es aprender a aceptar su doctrinasobre la cruz.

Cuando Jess manifest por primera vez a sus discpulos que El deba ir aJerusaln y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y losescribas, y ser matado y resucitar al tercer da. Tomndole aparte Pedro sepuso a reprenderle diciendo: Lejos de t; Seor! De ningn modo te sucedereso! Pero El, volvindose dijo a Pedro: Qutate de m vista, Satans!Escndalo eres para m, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino losde los hombres! (16,21-24).

Es difcil encontrar un cambio tan grande en la mentalidad de una persona yen un lapso tan corto de tiempo como el que vemos aqu en Pedro.

Poco despus de proclamar la divinidad de Jess y de ser alabado por El,ahora es llamado Satans por el mismo Cristo.

Que fue lo que produjo este cambio? La doctrina de la cruz que escuch porprimera vez, y que solamente comprendera despus.

LOS SETENTA Y DOS DISCIPULOS

San Lucas nos habla en el Cap. 10 de un grupo de setenta y dos (setenta dicen

otros) discpulos a los que envi delante de si de dos en dos, a todas lasciudades y sitios por donde haba de pasar(10,1-3) La misin de estos setentadiscpulos es muy concreta, la de ser sus precursores espirituales. Anunciarque pronto pasar por por all el Maestro, y preparar los nimos para quereciban la gracia de la presencia de Jess en medio de ellos.

Tambin reciben el poder de curar a los enfermos (v.9). y su encargo principales decir, que el Reino de Dios (Jess Salvador) est cerca de vosotros(10,10).

Regresaron los setenta y dos alegres, diciendo: Seor, hasta los demonios se

nos someten en tu nombre. El les dijo: Yo vea a Satans caer del cielo comoun rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y


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sobre todo poder del enemigo. Y nada os podr hacer dao; pero no osalegris de que los espritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombresestn escritos en los cielos (Lc. 10, 17-21).

PRIVILEGIO DE LOS DISCIPULOS

Volvindose a los discpulos, les dijo aparte: Dichosos los ojos que ven lo queveis!. Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo quevosotros veis, pero no lo vieron, y or lo que vosotros os , pero no lo oyeron(LC. 10, 23-25). El privilegio del discpulo de JESUS en todos los tiempos es elde esta cerca de este maestro divino y poder escuchar sus palabras y admirartodo lo que l hace para comunicarnos su amor y su salvacin integral. Pero suprincipal beneficio es el de llegar a ser su amigo y su confidente (Jn. 15,15).

VOCACION DE LOS PRIMEROS DISCIPULOS.

San Juan nos describe as en su Evangelio la vocacin de los primerosdiscpulos: Al da siguiente, Juan se encontraba de nuevo all con dos de susdiscpulos. Fijndose en Jess que pasaba, dice: He ah el cordero de Dios..Los dos discpulos le oyeron hablar as y siguieron a Jess. Jess se volvi yal ver que le seguan les dice Qu buscis? Ellos les respondieron: Rabbi quequiere decir Maestro. Dnde vives? Les respondi: Venid y lo veris. Fueronpues, vieron dnde viva y se quedaron con El que da. Era ms o menos lahora dcima.

Andrs el hermano de Simn Pedro, era uno de los que haban odo a Juan yhaban seguido a JESS. Este se encuentra primeramente con su hermanoSimn y le dice: Hemos encontrado al Mesas que quiere decir, Cristo-. Y lellev donde Jess, Jess, fijando su mirada en l, le dijo: Tu eres Simn, el hijode Juan, t te llamars Cefas- que quiere decir, Piedra.

Al da siguiente, Jess quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y ledice: Sgueme. Felipe y le dice: Sgueme. Felipe era de Betsaida, de la ciudadde Andrs y Pedro.

Felipe se encuentra con Natanael y le dice: Ese del que escribi Moiss en laley, y tambin los profetas, lo hemos encontrado: Jess el hijo de Jos`, el de

Nazaret. Le respondi Natanael. De Nazaret puede haber cosa buena? Ledice Felipe: Ven y lo vers. Vio Jess que se acercaba Natanael y dijo de l:Ah tenis a un israelita de verdad, en quien no hay engao. Le dice Natanael:de qu me conoces?. Le respondi Jess: Antes de que FELIPE te llamara,cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Le respondi Natanael: Rabbi, tuere el Hijo de Dios, Tu eres el Rey de Israel (Jn. 1, 35-49).

San Mateo nos describe as la de los cuatro primero discpulos: Cam inandopor la rivera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simn, llamado PEDRO,Ysu hermano Andrs, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y lesdice: Venid conmigo, y os hare pescadores de hombrees. Y ellos al instante,

dejando las redes, le siguieron.


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Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y suhermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando susredes, y los llam. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, lesiguieron (MT. 9, 9-14)

En todos estos pasajes vemos la autoridad que tiene este Maestro divino parallamar a su servicio y seguimiento: Ven, sgueme, y la generosidad de estoshombres para recibir esta vocacin y abrazarla y seguirla sin dilacin, nidudas.

Jess pondr la prontitud para seguirlo como una de sus principalesexigencias.

LOS DISCIPULOS Y LOS DOCE

San Lucas nos dice: Por aquellos das se fue al monte a orar y se pas la

noche en la oracin de Dios. Cuando se hizo de da, llam a sus discpulos, yeligi doce de entre ellos, a los que llama tambin Apstoles. A Simn a quienllam Pedro, y a su hermano Andrs (Lc. 6,12-17).

Despus agrega: Bajando con ellos (los Doce) se detuvo en un paraje llano;haba una gran cantidad de discpulos suyos y gran muchedumbre de pueblo,de toda Judea, de Jerusaln, de Tiro y de Sidn, que haban venido para orley ser curados de sus enfermedades (LC: 6, 17-19).

Vemos aqu tres grupos de personas en torno a Cristo.

1. Los Doce Apstoles.2. La multitud de discpulos.3. La muchedumbre de pueblo que ha venido para or a Jess y recibir de

El la sanacin corporal.Los Doce son discpulos a quien eligi y llamo tambin Apstoles.

Para que eligi a estos Doce?San Marcos nos da la respuesta: Instituy a Doce para que estuvieran con El ypara enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios (Mc. 3,14-16).y sanar toda enfermedad y dolencia (Mt. 10, 1). Esta eleccin la hizo

libremente: Subi al monte y llamo a los que El quiso; y vinieron donde El(MC. 3,13).

Pero, que significa ser discpulo de Jess? Significa recibir sus enseanzas,acogerlas y que den fruto (Mc. 4, 20).

Pero esto no basta. El discpulo debe acompaar a su Maestro para recibir sudoctrina y, principalmente, para ver como acta e imitarlo. Ven y sguemeson las palabras que emplea Jess para llamar a sus discpulos. Por eso eldiscpulo tiene que correr la suerte de su maestro y participar de su misterioPascual que es muerte y resurreccin. Ya que sufrimos con Cristo para ser

tambin glorificados con El (Rm. 8, 17).


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INDICE

Presentacin 2

Jess, Maestro ayer, hoy y siempre 3

Jess, Maestro de oracin.. 3

Marta y Mara. 4

Jess corrige las equivocaciones de los discpulos.. 5

No obran aisladamente5..

Jess Maestro bondadoso.. 5

Y aprended de m.. 6

El Maestro defiende a sus discpulos6.

El verdadero parentesco de Jess 7

El Maestro da por medio de los discpulos. 7

Explica a los discpulos lo que no han Comprendido 8

Jess Maestro y pedagogo admirable 8

No juzguis y no serisjuzgados.9

La regla de oro..9

Dad y se os dar 9

Nadie puede servir a dos seores.10

Abandono en la providencia..10

Los dos caminos..10


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Por sus frutos los conoceris..11

Los verdaderos discpulos..11.

Sal de la tierra y luz del mundo.12

Felicidad de los discpulos de Jess.. ..12

Las exigencias del discipulado 13

..

Otras exigencias15

La familia espiritual de Jess .16

La eucarista banquete familiar 16

Mi doctrina no es ma. 17

El padre, centro de su enseanza 18

Recibid el Espritu Santo.. 18

Condiciones para seguir a Jess19

La doctrina de Jess 19.

Perdonar de corazn 20Amar al Enemigo. 20

Aceptar su doctrina sobre la cruz22

Los setenta y dos discpulos 22

Privilegio de los discpulos 23..

Vocacin de los primeros discpulos 24

Los discpulos y los doce 25

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Mons. Alfonso Uribe j. Jesus Es El Maestro