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Nuevas pistas para la lengua Machaj Juyay de los Kallawaya (*) Xavier Albó Los intereses de Louis Girault dentro del mundo andino han sido múltiples: de la arqueología a la música, pasando por la botánica, salud, teji- dos, religión ... y la lengua, objeto de la presente publicación. Se trata preci- samente de la lengua andina que más incógnitas y desafíos nos plantea: el machaj juyay de los Kallawaya, los célebres médicos y herbolarios andinos, al norte de La Paz. Literalmente, machaj juyay puede glosarse " la lengua de la gente" -como runa simi en quechua o Jaqi aru en aymara- o "lengua de la familia" . Pero en este caso no · se trata ya de la lengua común. Los Kallawaya hablan ordinariamente quechua y muchos saben, además, aymara. El machaj juyay ya no ha llegado hasta nosotros como "lengua de la gente" , que se hable en el seno de la familia, sino más bien como una lengua ritual utilizada por los Kallawaya sólo durante el ejercicio de su profesión médica, sólo en ciertos contextos rituales. Ha pasado a ser una lengua que muchos consideran "se- creta" o "sagrada". (*) Versión ligeramente adaptada de la introducción al libro de Louis Girault sobre len- gua kallawaya, en vías de publicación en La Paz, UNICEF. No. 1, Julio 1989 259

Nuevas pistas para la lengua Machaj Juyay de los Kallawaya (*) · chua: kara, kkaso, kkejo, con el aymara. Girault basó sus comparaciones con Girault basó sus comparaciones con

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Nuevas pistas para la lengua Machaj Juyay

de los Kallawaya (*)

Xavier Albó

Los intereses de Louis Girault dentro del mundo andino han sido múltiples : de la arqueología a la música, pasando por la botánica, salud , teji­dos, religión ... y la lengua , objeto de la presente publicación. Se trata preci­samente de la lengua andina que más incógnitas y desafíos nos plantea : el machaj juyay de los Kallawaya, los célebres médicos y herbolarios andinos, al norte de La Paz.

Literalmente, machaj juyay puede glosarse " la lengua de la gente" -como runa simi en quechua o Jaqi aru en aymara - o "lengua de la familia" . Pero en este caso no ·se trata ya de la lengua común. Los Kallawaya hablan ordinariamente quechua y muchos saben, además, aymara. El machaj juyay ya no ha llegado hasta nosotros como "lengua de la gente" , que se hable en el seno de la familia, sino más bien como una lengua ritual utilizada por los Kallawaya sólo durante el ejercicio de su profesión médica, sólo en ciertos contextos rituales. Ha pasado a ser una lengua que muchos consideran "se­creta" o "sagrada".

(*) Versión ligeramente adaptada de la introducción al libro de Louis Girault sobre len­gua kallawaya, en vías de publicación en La Paz, UNICEF.

No. 1, Julio 1989 259

Artículos, Notas y Documentos ___________________ -'--

Por este motivo no resulta fácil el acceso a materiales en esta lengua y por eso mismo resulta tan valioso el abundante material que el malogrado Louis Girault, nuestro viejo amigo, logró recopilar durante sus varios años de investigaciones en la región.

Ahora este cúmulo de información, nueva y preciosa, se pone a dis­posición de un público más amplio gracias a la tenacidad de su esposa, Ana Girault, y de todos aquellos que han preparado y apoyado esta edición. Hay que agradecer, además, de una manera muy particular a los propios hablantes de la lengua que tantas horas pasaron junto a Girault confiándole su machaj juyay. Entre ellos destacan Sebastián Alvarez, su sobrino Sebastián Alvarez Arredondo -ambos fallecidos- y Lucas Ortiz.

Girault no fue el primero en ocuparse del tema, pero pocos son sus precursores. En 1954, Luis Soria Lens publicó un primer vocabulario, limi­tado a tres páginas, de esta lengua que, según sus informantes -Néstor Mag­nani (Mamani) y Vicente Arredondo (Moroq'o)-, se llamaba "pohena" (pukina). En 1968, Oblitas le dedicó todo un libro, El idioma secreto de los incas, cuyo cuerpo principal (págs. 4 7-149) es un amplio diccionario. Lamen­tablemente sólo incluye un alfabeto del castellano al kallawaya y no llega a enmarcarse aún en las normas de la lingüística científica, pero su obra había constituido hasta ahora la principal sistematización de la lengua. El es tam­bién quien nos transmitió el dato de la denominación local de la lengua como "Machaj-Juyay". Finalmente, el propio Girault (1974) menciona un tercer vocabulario , hasta ahora inédito , recopilado por Carlos Ponce Sanginés.

La gramática ha sido aún menos estudiada. Aunque Oblitas esbozó algún análisis gramatical preliminar, el primer y único estudio realizado den­tro de los cánones de la lingüística moderna es el artículo de Louisa Stark (1972).

El conocido lingüista Alfredo Torero, especialista en la lengua pukina de la época colonial temprana (Torero 1965 ), recientemente ha realizado nuevos estudios históricos de la evolución y relaciones de las lenguas altiplá­nicas, incluyendo en ellos la comparación de nuestra lengua kallawaya con las demás, particularmente con el pukina, que resulta ser la más cercana al nivel léxico. Para ello utilizó cabalmente parte del que Torero (1987: 330) llamó "rico material inédito" de Louis Girault.

Los elogios de este esclarecido investigador, recordados también en el texto de Thierry Saignes para este mismo volumen que comentamos, son la mejor carta de presentación para este nuevo libro de Girault. Torero sólo llegó a ver parte de los manuscritos: sólo habla de 65 páginas y de "vocabula­rios especializados". Su entusiasmo será aún mayor al ver un léxico con más de 4000 voces y acepciones!

No es posible entrar aquí en el complejo panorama de los orígenes de esta singular y medio oculta lengua que ha sido llamada "pohena"-pukina, "callahuaya" -kallawaya-qullawaya, machaj juyay, "la lengua de la gente, de la familia" o también, según el célebre político y médico kallawaya Anto-

260 Revista Andina, Año 7

------------------------ Albó: Nuevas pistas

nio Alvarez Mamani, machaj waya, término que no sabemos traducir (Rana­boldo l 987).

El ya mencionado comentario del historiador Thierry Saignes nos ubica en la problemática, de acuerdo a las tendencias interpretativas más re­cientes, y nos empieza a abrir el abanico de preguntas con que podemos aproximarnos a analizar el material que Louis Girault recogió de sus amigos kallawayas. Me limitaré a añadir sólo algunos datos complementarios que fa­ciliten al lector la interpretación lingüística del material ahora publicado.

Como punto de partida, no debe olvidarse que se trata de materiales de trabajo que el autor aún no tenía elaborados para ser publicados, sino para su propio uso en otras investigaciones. Este hecho no limita su valor, más bien muestra la acuciosidad con que Girault trabajaba. Pero debe ser tenido en cuenta para interpretar su significado: son apuntes, no resultados finales. Por sus características tan pioneras y la escasez de estudios comparables, no ha­bría tenido sentido intentar sustituir a Louis Girault para completar sin él aquel trabajo iniciado, pero que nunca había podido ser culminado por él.

La gran riqueza del presente material es al nivel léxico. Los pequeños apuntes gramaticales que se incluyen al final no llegaron al mismo nivel de elaboración, pero resultan menos necesarios, pues nos bastan para confirmar algo en que todos los analistas coinciden: el actual machaj juyay ha asumido casi enteramente la fonología y gramática del quechua.

Hay con todo un elemento gramatical que merecerá ser analizado con cierto cuidado. Girault no dedica un estudio específico a la fonología. Su material presenta incluso cierta dificultad interpretativa en este punto por no haber sido transcrito con un alfabeto plenamente fonémico. La escritura adoptada no expresa, por ejemplo, el contraste velar-postvelar /k, q/ típico de las tres lenguas andinas manejadas por los Kallawaya. Iviuestra, por otra parte, otras singularidades, como el prefijo negativo u' y otras varias combi­naciones con apóstrofe, no propias del quechua, cuya pronunciación real convendrá cotejar. Por suerte, para interpretarlo adecuadamente, contamos con la cinta grabada que se adjunta a la publicación y con el análisis fonoló­gico más sistemático realizado independientemente por Stark (1972), el cual incluye, por ejemplo, la existencia de una doble serie (corta y larga) de cinco vocales.

Concentrándonos en el léxico, que es el aporte principal de este volu­men, el punto que indudablemente llamará más la atención de los especialis­tas es su comparación con las demás lenguas del contorno, muy particular­mente con el ahora perdido pukina.

En sus concordancias, Girault ya nos presenta listas tentativas de raí­ces comunes entre la lengua particular de los Kallawayas y las demás. Se trata de listas que sin duda irán ampliándose a medida que el material se analice con mayor cuidado. En un repaso muy superficial he encontrado otras mu­chas coincidencias, tanto con el aymara como con el quechua. Por ejemplo, en la compleja letra k: kaina, karpa, korpacha, kkuchu, khon, con el que-

No. 1, Julio 1989 261

Artículos, Notas y Documentos--------------------

chua: kara, kkaso, kkejo, con el aymara. Girault basó sus comparaciones con d quechua sobre todo en el diccionario cusqueño ele Jorge Lira ; ahora hay otros varios diccionarios, tanto del lado boliviano como del peruano. que pueden ampliar más el horizonte.

Llama la atención, en cambio , que la lista presentada por Girault so­bre coincidencias del kallawaya (o pohena) con el pukina colonial sea tan re­ducida , cuando -según Torero- el 41 o/o del total de palabras rescatadas de -:sa lengua hoy perdida aparecen en alguna medida en el actual kallawaya. Nuevamente. un análisis más detallado a partir de materiales publicados más recientemente ampliará sin duda la lista actual con nuevas coincidencias. Por ejemplo , mientras Girault registra sólo una raíz común en la letra A, Torero (1987 : 364-365), que tuvo mejor acceso a materiales pukina, llega a detectar ocho en la misma letra. O también al revés: analizando sólo las dos primeras letras del vocabulario de Girault, he encontrado otras cuatro coincidencias con el vocabulario de Torero, que habían pasado inadvertidas a éste : attay, chaque, chani, checa. La existencia de esta nueva recopilación del machaj juyay kallawaya y de otras para el pukina, como la citada de Torero y otra boliviana de Aguiló (1987), nos brindan por ambos lados nuevos instrumen­tos de análisis.

Con relación a la lengua uru , que desde el principio de la colonia has­ta hoy ha sido llamada también "pukina". creemos que el presente texto de Girault refuerza la tesis , recientemente defendida por Torero. de que no tie­ne mucho que ver con el pukina de Oré o con el kallawaya .

Pero el punto quizás más intrigante es que sigue quedando un amplio residuo que no puede reducirse ni al aymara ni al quechua -hoy tan presen­tes en la lengua kallawaya- ni al uru. ni tampoco al viejo pukina. Ahí está el gran desafío para los especialistas.

Para interpretar este hecho hay que añadir tres elementos más, que lo hacen aún más complicado: a) El machaj juyay de los kallawayas actuales -a diferencia del quechua

y aymara- tiene nombres específicos para muchos objetos y anima­les de origen claramente español.

b) Las áreas semánticas en que hay menos préstamos de las otras lenguas conocidas son precisamente las que tienen que ver con el cuerpo hu­mano y , en general , el ámbito de la salud.

c) La comparación entre los términos usados por Oblitas y los que aho­ra presentamos de Girault muestran aún nuevas discrepancias. Estos hechos nos llevan a buscar otras dos pistas de investigación: La primera es la de nuevos parentescos y contactos entre la lengua de

estos médicos ambulantes y otras más o menos distantes en el tiempo y el espacio, en los Andes o en la selva . Esta pista es probablemente más fecunda en todo lo relativo a la salud y nos podría dar nueva luz tanto sobre los orí­genes históricos como sobre las andanzas de estos médicos itinerantes.

La segunda tiene que ver con la actual función ritual y sagrada del

262 Revista Andina, Año 7

-------"-------------------.. Albó: Nuevas pistas

machaj juyay. La existencia de vocablos propios para objetos de claro origen español nos lleva a plantear esta pista. Sabido es, por ejemplo, que en aymara hay una serie de objetos que reciben un nuevo nombre en el contexto ritual. La cebada, por ejemplo, ya no es siwara -préstamo del español, como el pro­ducto mismo- sino pbisqa qunqur tutu "grano de cinco rodillas", en unos lugares, o llust 'a tutu "grano resbaloso" , en otros. No debe olvidarse tampo­co que en contextos rituales, desde el tiempo de los apóstoles hasta épocas contemporáneas y en lugares muy cercanos, no es raro el fenómeno de la glosolalia; es decir, hablar en lenguas desconocidas, vinculadas o no a otras lenguas reales. Pensemos, por ejemplo, en los actuales cultos pentecostales incluso en sectores rurales andinos. ¿ Ocurrirá algo de todo esto también en­tre los Kallawaya?

Si este carácter ritual combina la conservación de lenguas hoy perdi­das -como el latín en la liturgia romana- con ciertos márgenes de creativi­dad ritual, se explicarían más fácilmente las variaciones locales y evoluciones en breves períodos de tiempo, detectables, por ejemplo, al comparar textos tan cercanos como los de Oblitas y Girault . Pero no afirmo. Sólo señalo una posible pista a ser investigada.

Para concluir ilustraré estos últimos puntos con tres textos paralelos. Girault nos entrega una versión kallawaya del Padrenuestro que tiene puntos de contacto, pero también notables diferencias con la versión de Oblitas y con la pukina de Oré , esta última reestructurada según la interpretación pro­puesta por Aguiló ( 1987 : 63-64 ). Este intento de comparación estadística es aún muy preliminar y sujeto a revisiones, pero puede servir de estímulo para análisis más profundos y, ciertamente, para mostrar la importancia de apor­tes tan nuevos como el del nuevo libro de Louis Girault.

No. 1, Julio 1989

Xavier Albó Casilla 283

La Paz, Bolivia

263

Artículos, Notas y Documentos _____________________ _

AGUILO, Federico 1987

GIRAULT, Louis

BIBLIOGRAFIA

Uru y puquina. IESE-Portales. Cochabamba.

1974 "La cultura kallawaya". Trabajo presentado a la mesa redonda sobre expresiones de la cultura boliviana durante el período 1925-1975. Incluido en : Girault, Louis. 1987. Kallawaya. Cu­randeros itinerantes de los Andes. Investigación sobre prácticas medicinales y mágicas. UNICEF-OPS-OMS. La Paz, pp. 23-34.

OBLITAS POBLETE, Enrique 1968 El idioma secreto de los incas. Los Amigos del Libro. La Paz.

ORE, Luis Gerónimo de 1607 Rituale seu manuale peruanum. Nápoles. (Sus extractos pukina

han sido reproducidos también, entre otros, en Daniel G. Brin­ton, "Observaciones sobre la lengua puquina del Perú", Bole­tín de la Sociedad Geográfica de La Paz, 47: 65-85, 1988; y en Raoul de la Grassesire. Langue Puquina, textes Puquina conte­nues dans le Rituale seu Manuale Peruanum de Gerónimo de Oré, publié a Naples en 1607. Leipzig, 1894).

RANABOLDO, Claudia 1987 El camino perdido. Chinkasqa ñan. Annat thaki. Biografía del

264 Revista Andina, Año 7

__________________________ Albó: Nuevas pistas

SAIGNES, Thierry . en prensa

SORIA LENS, Luis 1951

ST ARK, Louisa 1972

TORERO, Alfredo 1965

1987

No. 1, Julio 1989

líder campesino kállawaya Antonio Alvarez Mamani. SEMT A. La Paz .

"Presentación del vocabulario kallawaya de Louis Girault". En: Louis Girault, Vocabulario de la lengua kallawaya. UNI­CEF. La Paz. (Título aproximado).

"Pequeño vocabulario callawaya", Boletín de la Sociedad Geográfica de La Paz, 71-72 : 3 2-3 5.

"Machaj-Juyai : Secret language of the Callahuayas", Papers in Andean Linguistics, 1, 2 : 199-228. Madison, Wisconsin .

La Puquina. La troisieme langue générale du Pérou. Tesis doc­toral inédita. Universidad de París.

"Lenguas y pueblos altiplánicos en torno al siglo XVI", Revis­ta Andina, 5, 2: 329-406. Cusco. (Incluye debate).

265

Artículos, Notas y Documentos _____________________ _

ANEXO

PUKINA (Oré; Aguiló 1987: 63-4) KALLAWAYA (Girault)(l)

l. Señ yquí,

2.

3.

4.

s.

6.

7.

hanigo pacas cunana ascheno, po mana upallisuhanta.

Po capaca aschano señ guta huachunta.

Po hatano callacaso hanta, quiguri hanigo pacasna che cahu canuacasna hamp. (checa huca pacasna hamp)

Kaa gamenque chechesuma señ guta camen señ tanta.

Señ hochaghe pampache sumao, quiguri señ gu ta huchachasqueno gu ta pampachaganch cagu.

Ama ehe acrosuma huchaguta señ hotonsna.

Enehata entonana quispina suman.

Amén.

266

(b) (a)

(b) (a)

(b} (a) (b) (a)

l. lkilii -janawinpichu achachanki,

miniyki wakanajaska achachun tellu yachij nuki.

2. Achay ttekekuma kuchamuchun.

3. ??? achachun .Jgstus pakaspi, janawinpichu.

4. Kamana kaalaka yapaskata.

5. Jeka wacha* juchaykunas khi'ichainachu ikupiachakuna ki'ijka chichiku miika.

6. U'wakanajaichu janawinpichu (b) warinajanaikuta khiipipaj .

7. Jicha jankkumanatapaj - iktaray wacha.

J ikupuni achachun.

* jeka wacha puede corresponder a la se­cuencia 4. Ver versión de Oblitas.

Revista Andina, Año 7

------------------------- Albó: Nuevas pistas

KALLAWA Y A (Oblitas 1968: 33 )(2)

l. Igu illicu janajpachapi achachcanqui miniiqui khatasqa achachun.

2. Khatasniiqui pichiikuman wayamuchun.

3. Khatasqaiqui achachun kh istu pacha pi janajpachapi.

4. Qaman khoolos yayasqata jeqawaicu.

S. Juchaicuta warinajawaicu khichainatachu warinajachiycu miita

6. Ukhataichu janawin (b) warinaj anaicu ta

7. Khii j ancucunatapas ictarcollawaicu.

J icupuni achachum.

CASTELLANO

l. Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

2. Venga tu reino.

3. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.

4. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy .

S. Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

6. No nos dejes caer en la tentación.

7. Mas líbranos del mal.

Amén. (Así sea).

(POSIBLES) RELACIONES CON OTRAS LENGUAS

Pukina Kallawaya( 1) Kallawaya(2)

quechua radicales 10 8 4 2 17 20

aymara radicales 6 (comunes con Q) 4 (id) 2 (id) sufijos 1 2 1

pukina-Oré radicales 4 s

No. 1, Julio 1989

(a) (b)

( a) (b)

(a) (b) (a) (b)

267