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Año 3 N˚ 35 • OCTUBRE DE 2011 • Revista Mensual Gratuita, Culiacán, Sin., Mex.

OCTUBRE 2011

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REVISTA VIDA ETERNA OCTUBRE 2011

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Año 3 N˚ 35 • OCTUBRE DE 2011 • Revista Mensual Gratuita, Culiacán, Sin., Mex.

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

Y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador.

• Norberto Rafael Orozco Camacho, Director • Gerardo Daniel Orozco Alfaro, Director Comercial • María Del Carmen Alfaro Jiménez, Relaciones Públicas • Joszy Magnolia Orozco Alfaro, Coordinador Editorial • Diseño Editorial, Sergio Abitia Reyes • Colaboradores: Ilmo. Mons. Manuel Silva Rodríguez • Ing. Al-fonso Antonio Cruz Alvarez e Ing. Juan Carlos Aguirre, Web Site • Ada Patricia Villalaz . Vida Eterna Reserva de Derechos: 04-2009-111317530400-102. Anun-cios y publicaciones contáctenos en: [email protected] o [email protected] al Tel: 754-0750, Cel: 6671 024171 y 6671 034688 Nextel: 52*14*4777 y 52*14*55195. Si usted desea adquirir esta revista mensualmente en su hogar o comercio lo puede hacer por medio de un solo donativo, el cual será valido por los 12 meses del año favor de contactarnos. Si usted tiene un testimonio de fe y desea publicarlo, envíelo a nuestros correos electrónicos para analizarlo y publicarlo si así creemos conveniente. Impreso en los talleres de El Debate de Culiacán. Cada articulo es solo responsabilidad de quien lo escribe.

Directorio

El carpintero

Hay momentos en que...

Amorincondicional

Tómate tu tiempo

Evangelios

Para mí, Jesús es...

Querida Ruth

Paciencia yBondad

El alpinista

Señor, tú eres mi ayuda

Una vida mejor

La quietud vie-ne del Señor

He aprendido

Señor, dame la paz

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Lucas 1:47

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SUMARIO

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El Señor protege al que confía en él.

Salmo 91

Tú que habitas al amparo del Altísimo y re-sides a la sombra del Omnipotente, dile al Señor: «Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza». El te librará del lazo del cazador y del azote de la

desgracia; te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio.No temerás los miedos de la noche ni la flecha

disparada de día, ni la peste que avanza en las tinie-blas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil,

a tu derecha, tú estarás fuera de peligro: su lealtad será tu escudo y armadura. Basta que mires con tus ojos y verás cómo se le

paga al impío. Pero tú dices: «Mi amparo es el Señor», tú has

hecho del Altísimo tu asilo. La desgracia no te alcanzará ni la plaga se acercará

a tu tienda: pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus caminos. En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra; andarás sobre víboras y leones y pi-sarás cachorros y dragones.«Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues

mi Nombre conoció. Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia

estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda

ver mi salvación».

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

Señor, dame la paz, dame serenidad cuando este en medio de las tormentas y calma cuando este en las dificultades, serena mi alma y mi corazón, cuantas veces nos preocupamos por cosas que nos quitan la paz y an-damos desanimados, meditando o pensando en nuestro interior alguna situación que quizás nunca se presente, pero que nosotros lo hacemos realidad en nuestro pen-samiento y eso nos quita la paz.

Señor necesito de tu presencia en esos momentos que pierdo la paz, esa paz que solo tú sabes y puedes dar, para serenar y tranquilizar los corazones, esa paz que nos devuelve la confianza y nos hace ver una esperanza nueva, esa paz que ilumina nuestro interior y que la perdemos por una situación que nos preocupa, porque no la ponemos en tus manos, por eso perdemos la paz y toda esperanza en nuestro interior, Señor dame la paz, esa paz que solo viene de ti, la que ilumina los co-razones que están en tinieblas y consuela los corazones desesperados, la paz que llena el alma y el corazón de

confianza, reconocer siempre Señor que la fuerza y el poder vienen de ti y que solo por tu gracia podemos encontrar la paz.

Señor dame la paz, necesito calmar mi alma y mi corazón, que están corriendo descontrolados, deses-perados y sin esperanza, ayúdame a aquietar la mente, Señor dame tu paz, ayúdame a serenar mi corazón ne-cesito de tu paz, ayúdame a calmar mi alma, lléname de serenidad y fortalece mi espíritu, ilumina mi corazón y cólmame de paz, esa paz que solo tú puedes dar, esa paz que llena el alma e inunda el corazón, esa paz que da calma en medio de la tempestad, esa paz que hace que los pensamientos se acomoden y los problemas se tomen con toda calma, esa paz que todo lo puede, pero que solo tu Señor la puedes dar, Señor dame la paz.

Cuantas veces nuestros pensamientos viajan de un lugar a otro sin encontrar la paz, pensamos las cosas peores, la desesperación nos atrapa, la angustia nos do-mina, y quedamos encerrados en un círculo sin luz, sin

esperanza, estamos desconsolados, abatidos y refugia-dos en la depresión, eso solo hace que nuestros proble-mas sean como nudos que no se desatan, pero confío en ti Señor, en tu infinita bondad y en tu amor miseri-cordioso, por eso te pido la paz, para refugiarme en ti, para sentir que tu mano me sostiene y me levanta en estos momento que necesito serenar los pensamiento y aquietar el corazón, calmar el alma y animar mi vida, con una esperanza nueva y una paz interior que solo tu Señor me puedes dar, Señor dame tu paz y nunca la retires de mí, te lo pido con todo mi corazón, Señor danos la paz, hoy y siempre.

Señor, dame la paz

Fotos: Internet

Amo a los que me aman, los que me buscan me encuentran.Proverbios 8:17

Lo mejor siempre pasa en...

Por Rafael Orozco

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En un pequeño pueblo vivía un anciano con su hijo de 17 años. Un día, el único caballo blan-co con que trabajaba saltó la reja y se fue con varios caballos salvajes. La gente del pueblo mur-muraba: ¡Que desgracia la suya don Cipriano!

Y el, tranquilo contestaba: -Quizá una desgra-cia o quizá una bendición.

Días después, el caballo volvió junto a un her-moso caballo salvaje, y la gente saludaba al an-ciano diciéndole: -Quizá una desgracia o quizá una bendición.

A los pocos días, el hijo adolescente, mientras montaba el caballo salvaje para domarlo, fue de-rribado y se fracturo una pierna, a raíz de lo cual empezó a cojear, y la gente le decía al anciano: ¡Que desgracia la suya, buen hombre!

A lo que replicaba: -“Quizá una desgracia o quizá una bendición”.

Días después inicio la guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron llevados al frente de batalla, pero a su hijo no lo llevaron por su cojera, y toda la gente del pueblo saludaba al anciano y le co-mentaba: ¡Que bendición la suya, don Cipriano!

Y el, con su fe inquebrantable, contesto una vez mas diciendo:

-Sólo Dios lo sabe, quizá se una bendición o quizá sea una desgracia.

Efectivamente, sólo Dios sabe, Él nunca se equivoca. Por eso debemos agradecerle a Dios todo lo bueno y todo lo malo que nos sucede a lo largo de nuestra vida, porque todo tiene una razón de ser.

Y El jamás nos mandaría algo que no pudiése-mos soportar o superar a través de la fe y el amor a Dios.

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para re-tirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia.

Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirar-se. Ellos superarían esta etapa de laguna manera. El jefe sentía ver que su buen empleado de-jaba la compañía y le pidió que si podía construir una sola casa más, como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su tra-bajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortu-nada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero termi-nó su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal. -Esta es tu casa -dijo- es mi regalo para ti.

¡Qué tragedia! ¡Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera he-

cho de manera totalmente diferente. ¡Ahora tendría que vivir en la casa que construyó “no muy bien” que digamos!

Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos im-portantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro tra-

bajo. Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos he-cho diferente.

Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edifica-mos un techo.

Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si sólo la viven por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y digni-dad. Su vida ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones hechas hoy.

Una gigantesca inundación azotó a un pequeño pueblo ubicado a orillas del Río Mississippi. Una de las compuer-tas del río se había roto provocando la inundación, y se había previsto que otra compuerta se iba a romper en el lapso de una hora.

El propietario de una de las casas ubi-cada a orillas del río subió al techo debi-do a que el agua ya había cubierto gran parte de la zona.

El nivel del agua estaba aumentando, por lo que un bote de rescate se dirigió hacia la casa. El bote se acercó y los res-catistas le dijeron al hombre que otra compuerta iba a romperse y que el agua arrasaría con su casa, arrastrándolo ha-cia una muerte segura.

El hombre respondió que no necesita-ba ayuda porque creía en Dios y Él no permitiría tal cosa.

Veinte minutos más tarde, los resca-tistas regresaron a tratar de convencerlo para que suba al bote. Una vez más re-chazó su ayuda argumentando que Dios lo salvaría. Diez minutos después el bote regresó, los rescatistas dijeron que ésta sería la última oportunidad porque la compuerta estaba a punto de romperse. Le pidieron por última vez que subiera al bote. Pero él repitió nuevamente que creía en Dios y que Dios lo salvaría de esta desgracia.

Unos minutos después la compuerta se rompió, liberando gran cantidad de agua que arrasó con todo a su paso. El

hombre no sobrevivió.Cuando nuestro amigo llegó al cielo,

se detuvo en la puerta para entrar. Le dijo a los hombres que quería hablar con Dios. Cuando se encontró frente a frente con Dios, le preguntó:

-¿Qué pasó?, yo pensé que tú ibas a salvarme, ¿Por qué no me salvaste? Y Dios le respondió: -Traté de salvarte. Envié el bote tres veces.

EUn grupo de Jóvenes estaban reunidos deliberando sobre las circuns-tancias en las que el aborto podría ser permitido.

Su guía, al ver lo polarizada que estaba la discusión intervino diciendo: -Hace tiempo una mujer planteó el siguiente caso: Todos mis hijos manifiestan cierto retraso mental, mi marido es alcohóli-co y tengo problemas de salud, y ahora

estoy embarazada, ¿Debo abortar o no?De inmediato, los jóvenes empezaron

a polemizar sobre el caso, y al final el grupo quedó fuertemente dividido: los que apoyaban el aborto, quienes argu-mentaron que no era conveniente que la mujer corriera el riesgo de traer un ser anormal al mundo y era preferible conservar su salud en beneficio de toda su familia; y los que no, quienes soste-

nían que todo ser humano tiene dere-cho a la vida, por, más adversa y difícil que puedan resultar las circunstancias que lo rodea

El guía de los jóvenes, entonces con-testó: -Si esta mujer abortaba, hubiese asesinado a Beethoven, pues esa era pre-cisamente la circunstancia familiar en que este gigante de la música universal encontró al llegar a la vida.

Es como árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y tiene sufollaje siempre verde. Todo lo que él hace le resulta.

Beethoven

Bendiciones y desgracias

El carpintero

Oportunidad perdida

Salmo 1:3

1,2, 3. y 4- Jorge Amando Vázquez Rodríguez Vol. 1 De la metáfora a la metamorfosis Fotos: Internet

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Hay momentos en que somos tímidos para ex-presar el amor que sentimos, por temor a avergonzar a la otra persona o avergonzarnos nosotros mismos, dudamos de decir “Te quiero” y tratamos de comu-nicar la idea en otras palabras.

Decimos “Cuídate”, “No manejes rápido”, “Pórtate bien”. Pero realmente, estas son diferentes maneras de decir “te quiero”, “eres importante para mí”, “me importa lo que te suceda”, “No quiero que estés mal”.

A veces somos muy extraños. La única cosa que queremos decir y la única cosa que debemos decir, es

la única cosa que no decimos. Porque el sentimiento es real y la necesidad de decirlo es tan fuerte, usamos otras palabras y signos para decir lo que realmente queremos decir.

Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo, y la otra persona se siente ignorada y no querida.

Por ello, debemos ESCUCHAR EL AMOR en las palabras que las otras personas nos dicen.

Algunas veces las palabras explicitas son necesarias, pero con mayor frecuencia, la manera de decir las cosas es aún más importante.

Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera. Un abrazo o un beso impulsi-vos dicen “TE AMO”, aun cuando las palabras digan algo diferente. Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice “te quiero”.

A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel.A veces debemos mirar y escuchar muy atentamente

el amor que contienen.Pero muy frecuentemente está allí, debajo de la su-

perficie. Una madre puede regañar a su hijo constan-temente por sus notas o por no limpiar su cuarto.

El hijo puede escuchar solo el regaño, pero si escu-cha atentamente, escuchara el amor debajo del rega-ño. Su madre quiere que el haga lo correcto, que sea exitoso.

Desafortunadamente su preocupación y amor por su hijo emergen en su regaño. Pero también es amor.

Una hija regresa tarde a su casa, después de su per-miso, y su padre la confronta con palabras amargas.

La hija puede solo escuchar la ira, pero si escucha atentamente, escuchara el amor debajo de la ira.

“Estuve preocupado por ti” dice el padre, porque me importas y porque te quiero.

Eres importante para mí”. Hay momentos en que solo nos ponemos a oír lo

que nos dicen nuestros padres, lo verdaderamente importante es saber escuchar con atención y ser obe-dientes, porque lo que nos dicen lo dicen porque nos aman, porque somos importantes para ellos.

Porque la vida es solo un momento y es por eso que debemos detenernos para saber hacia dónde, cómo y porque vamos, si vamos bien o vamos mal, reflexio-nar un momento en nuestra vida haciendo un alto en el camino, ese momento puede cambiar nuestra vida, y puede iluminar nuestro destino.

Hay momentos en que...

Foto: Internet

El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que meama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. Juan 14:21

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A veces comenzamos a tenerle miedo a la vida, sin antes habernos trazado metas.

A veces criticamos la vida de los de-más, sin haber criticado la nuestra.

A veces envidiamos los logros de los demás, en vez de aprender de ellos.

A veces le pedimos ayuda de alguien, a pesar que no sabemos agradecer.

A veces creemos ser el mejor ami-go, sin saber realmente lo que es la Amistad.

A veces creemos ayudar a los de-más, a pesar que somos egoístas con nosotros mismos.

A veces nos conformamos con lo que tenemos, pudiendo ser mejo-res aún.

A veces queremos tener más po-der, sin conocer el poder del Amor.

A veces creemos saber todo, sin ha-ber leído algún libro.

A veces creemos haber triunfado, sin saber lo que es haber perdido.

A veces nos decepcionamos de las personas, sin antes haberlos conoci-

dos Bien.A veces nos preocupamos por ma-

ñana, sin saber que llegara.Cada uno de nosotros es un novato

de todo lo que comenzamos a des-cubrir.

Así como el mundo se nos presenta como una caja de Sorpresas, lo mis-mo sucede con las personas... Noso-tros creemos conocer a una persona (por lo que hace, lo que parece, lo que quiere). Pero en realidad lo que

debe interesarnos para conocer a esa persona es: AQUELLO QUE NO VEMOS.

DESCUBRIR: Sus metas en la vida, sus miedos, sus sueños.

DESCUBRIR: El Quien fue, él Quien es, el Quien será.

DESCUBRIR: Lo que buscan, lo que aprenden, lo que critican.

DESCUBRIR: Lo que sienten de sí mismos, de los demás y de la vida.

Aquello que no vemos, pero que es parte de la Esencia de cada uno. Comencemos por descubrir nues-tra esencia. Que nuestras metas y proyectos prosperen cada día, y que nunca dejemos de luchar, que lo que nuestro corazón desea se vuelva realidad, que seamos, sencillos, humildes y bondadosos, que encontremos la paz y la ale-

gría en todo lo que realicemos, que nuestros proyectos siempre tengan un camino con buena dirección que nos mantengamos firmes aun en los momentos mas adversos, la dificul-tad solo nos hará ser mas fuertes.

A menudo el guía espiritual ha-blaba a sus discípulos sobre el verda-dero amor, el que no se impone ni exige, el que está libre de actitudes egocéntricas, posesividad o apego.

Pero a nadie le es fácil siquiera comprender ese elevado tipo de amor que es más expansivo, altruista y libre. Tampoco los discípulos ter-minaban de entender qué era real-mente el amor incondicional, libre de ataduras y contaminaciones, om-niabarcante y desinteresado, basado en la benevolencia y la compasión, capaz de impregnar a todos los seres.

Ante la incapacidad de sus discí-pulos para terminar de comprender sus enseñanzas, el maestro les dijo: -Mañana haremos todos una larga excursión.

Pero antes de venir a buscarme, pa-sad por el florista y traed una rosa. Semejante solicitud dejó estupefac-tos a los discípulos, pero al amane-cer y antes de ir a buscar al precep-tor, compraron una fragante rosa.

Tras reunirse con el mentor, em-prendieron una larga caminata, has-

ta llegar a una zona desértica.El maestro les pidió: -Fijad la rosa

por el tallo en la arena del desierto. Extrañados, los discípulos así lo hi-cieron.

Entonces el mentor les preguntó:-Decidme, amados míos, ¿seguirá la rosa exhalando su aroma aunque nos retiremos y no haya nadie para olerlo? -Claro que sí, maestro -repu-sieron al unísono.

-Otra pregunta, queridos míos, ¿aunque no haya nadie para con-templarla, seguirá la rosa exhibien-do toda su hermosura?

-Por supuesto, maestro, seguirá ha-ciéndolo.

Y el preceptor aseveró: -Pues así es el verdadero amor. Se exhala aun-que no haya nadie para recogerlo e incluso aunque nadie quiera reco-gerlo.

Una persona sin entusiasmo es como un reloj sin cuerda. El entusiasmo es un ingrediente funda-mental para una personalidad de éxito, eficiente y competente.

Para volverte entusiasta respecto a un objetivo debes pensar en los frutos y beneficios que reporta dicho objetivo, más esforzado y empeñoso serás en alcanzarlos.

El entusiasmo proviene del interior del hombre: Brota en una mente positiva y crece con acciones positivas.

Para ser entusiasta..., ¡hay que actuar con entusias-mo!

“DIOS, TE DOY GRACIAS POR TENER FE”No es fácil ser entusiasta cuando muchas cosas me

salen mal cada día. Por eso te pido ayuda para empe-zar cada día con visión positiva y actitud entusiasta.

Si de pronto mi corazón se desalentara por algún fracaso por favor refuérzame con nuevas dosis de en-tusiasmo.

Amén

¿Alguna vez has observado a los niños jugando o escuchado las gotas de la lluvia al tocar el suelo?

¿Alguna vez has seguido el vuelo errado de una ma-riposa o contemplado el sol en un atardecer?

Debes detenerte.No bailes tan rápido, el tiempo es corto, la música

no durará.. Andas Tú... corriendo todos los días ? ¿Cuando preguntas a alguien cómo está?... escuchas lo que te contestan?

Cuando el día se acaba te acuestas en tu cama con las próximas cien cosas que tienes que hacer dando vueltas en tu cabeza?

Debes detenerte.-Alguna vez le has dicho a tu hijo, lo haremos ma-

ñana y en tu prisa... No ves la tristeza en su mirada?-Alguna vez has perdido contacto... dejando una

buena amistad morir porque nunca tuviste tiempo para llamar y decir “Hola”?

Cuando corres muy deprisa para llegar a algún lu-gar, te pierdes todo lo divertido del camino en llegar.

Cuando te preocupas y te apresuras durante el día es como un regalo sin abrir... que echas a la basura...

La vida no es una carrera....Tómalo más despacio, escucha la música... antes de

que se acabe la canción..

Aquello que no vemosManifiesta tu entusiamo

La vida no esuna carrera

Quiera Dios dar su gracia de día, y de noche a solas le cantaré, oraré al Dios de mi vida.Salmo 42:9

Fotos: Internet

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Tómate tu tiempo para pensar, porque ésta es la fuente del poder.

Tómate tu tiempo para leer, porque ésta es la base de la sabiduría.

Tómate tu tiempo para amar y ser amado, porque es un privilegio otorgado por Dios.

Tómate tu tiempo para ser amable, porque éste es el camino a la felicidad.

Tómate tu tiempo para reír, porque la risa es la música del alma.

Tómate tu tiempo para dar, porque el día es demasiado corto para ser egoísta.

La Madre Teresa resumió todo esto en una pequeña gran frase:

HAY QUE DAR HASTA QUE DUELA.

Tómate tutiempo

Vol. 9 De la razón a la imaginación Jorge Amando Vázquez Rodríguez Foto: Internet

Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres,pero la mayor de estas tres es el amor. 1 Corintios 13:13

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DOMINGO 23Mateo 22:34-40Cuando los fariseos supieron que Jesús ha-

bía hecho callar a los saduceos, se juntaron en torno a él. Uno de ellos, que era maestro de la Ley, trató de ponerlo a prueba con esta pre-gunta: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?». Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mis-mo. Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos.»

DOMINGO 30MATEO 23:1-12No imiten a los maestros de la LeyEntonces Jesús habló tanto para el pueblo

como para sus discípulos: «Los maestros de la Ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejó Moisés. Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten, porque ellos enseñan y no practican. Preparan pesadas car-gas, muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas. Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas lar-gas citas de la Ley que llevan en la frente y los largos flecos de su manto. Les gusta ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados en las sinagogas. Les agrada que los saluden en las plazas y que la gente los llame Maestro.

Lo que es ustedes, no se dejen llamar Maes-tro, porque no tienen más que un Maestro, y todos ustedes son hermanos. No llamen Padre a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre, el que está en el Cielo. Tampoco se dejen ustedes llamar Guía, porque ustedes no tienen más Guía que Cristo. El más grande en-tre ustedes se hará el servidor de todos. Porque el que se pone por encima, será humillado, y el que se rebaja, será puesto en alto.

DOMINGO 6 NOVIEMBREMATEO 25:1-13Parábola de las diez jóvenesEscuchen, pues, lo que pasará entonces en el

Reino de los Cielos. Diez jóvenes salieron con sus lámparas para salir al encuentro del novio. Cinco de ellas eran descuidadas y las otras cinco precavidas. Las descuidadas tomaron sus lám-paras como estaban, sin llevar más aceite con-sigo. Las precavidas, en cambio, junto con las lámparas, llevaron sus botellas de aceite. Como el novio se demoraba en llegar, se adormecieron todas y al fin se quedaron dormidas. A media-noche se oyó un grito: «¡Viene el novio, salgan a su encuentro!» Todas las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Entonces las des-

cuidadas dijeron a las precavidas: «Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.» Las precavidas dijeron: «No habría bastante para ustedes y para nosotras; vayan mejor a donde lo venden, y compren para ustedes.» Mientras fueron a comprar el aceite llegó el novio; las que estaban listas en-traron con él a la fiesta de las bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y llamaron: «Señor, Señor, ábrenos.» Pero él res-pondió: «En verdad se lo digo: no las conozco.» Por tanto, estén despiertos, porque no saben el día ni la hora.

DOMINGO 13 NOVIEMBREMATEO25:14-30Parábola de los talentosEscuchen también esto. Un hombre estaba

a punto de partir a tierras lejanas, y reunió a sus servidores para confiarles todas sus perte-nencias. Al primero le dio cinco talentos de oro, a otro le dio dos, y al tercero solamente uno, a cada cual según su capacidad. Después se marchó.

El que recibió cinco talentos negoció en segui-da con el dinero y ganó otros cinco. El que reci-bió dos hizo otro tanto, y ganó otros dos. Pero el que recibió uno cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su patrón. Después de mucho tiempo vino el señor de esos servidores y les pidió cuentas. El que había recibido cinco talentos le presentó otros cinco más, diciéndo-le: «Señor, tú me entregaste cinco talentos, pero aquí están otros cinco más que gané con ellos.» El patrón le contestó: «Muy bien, servidor bue-no y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón.» Vino después el que recibió dos, y dijo: «Señor, tú me entregaste dos talentos, pero aquí tienes otros dos más que gané con ellos.» El patrón le dijo: «Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón». Por último vino el que había recibido un solo talento y dijo: «Señor, yo sabía que eres un hombre exi-gente, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has invertido. Por eso yo tuve miedo y escondí en la tierra tu dinero. Aquí tie-nes lo que es tuyo.» Pero su patrón le contestó: «¡Servidor malo y perezoso! Si sabías que cose-cho donde no he sembrado y recojo donde no he invertido, debías haber colocado mi dinero en el banco. A mi regreso yo lo habría recupera-do con los intereses. 28 Quítenle, pues, el talen-to y entréguenselo al que tiene diez. Porque al que produce se le dará y tendrá en abundancia, pero al que no produce se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese servidor inútil, échenlo a la oscuridad de afuera: allí será el llorar y el rechi-nar de dientes.

DOMINGO 23XXX DEL TIEMPO ORDINARIO Lecturas: Ex 22, 20-26; Sal 17; 1 Tes 1,

5-10; E. Mt 22, 34-40 Oficio: Dominical DIA MUNDIAL DE LAS MISIONES LECTURAS. Zac 8, 20-23; Sal 66; Rom

10, 9-18; E. Mc 16, 15-20 Las discusiones sobre el primer manda-

miento eran muy vivas, aunque constaba en la ley el importante precepto del amor a Dios y al prójimo. La sinagoga había de-ducido 613 preceptos (entre mandamien-tos y prohibiciones), unos «ligeros» y otros «graves». Había quienes defendían como primer mandamiento la observancia del sábado, el rechazo del culto a los ídolos y la fórmula del «Hillel», hoy refrán popular: «lo que no quieras para ti no lo quieras para otro».

En suma, los dos mandamientos no se pueden separar: son iguales en importan-cia, aunque no en contenido. El amara Dios implica el amoral prójimo, que no siempre es el cercano, sino el desvalido. Sólo amando al prójimo estamos seguros de amar a Dios.

-¿Qué mandamiento nos mueve en el fondo?

-¿Cómo entendemos al prójimo? GUAD Onomástico del Emmo. Sr. Car-

denal D. JUAN SANDOVAL IÑIGUEZ: ¡Felicidades! ¡Oremos por él!

DOMINGO 30 XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: pr. “Gloria”, “Credo”; pf. Domini-

cal I-X Lecturas: Mal 1, 14--2,2.8-10; Sal 130; 1 Tes 2, 7-9.13; E. Mt 23, 1-12 Oficio: de la Solemnidad S. Mateo dedica el capítulo 23 a desen-

mascararla doctrina de los letrados y fari-seos, incompatible con el régimen cristia-no. El calificativo “fariseo” ha llegado hasta nosotros como sinónimo de “hipócrita”. Para San Mateo, el fariseísmo fue mortal enemigo de Jesús. En todo caso, el pro-totipo de los escribas/fariseos (o pseudo-cristianos) que se desprende del Evangelio de este domingo, tiene estos rasgos: sientan cátedra o ejercen un magisterio con la con-vicción de tener la última palabra, y que se la han secuestrado a Dios; exigen a los otros lo que ellos no cumplen; y, en el fondo, di-cen y no hacen.

Por el contrario, los discípulos han de ser siempre hermanos, hijos de Dios y servi-dores mutuos, caracterizados por lo que hacen, no por sólo por lo que dicen.

-¿En qué aspectos somos escribas/fariseos según el Evangelio?

-¿Qué debemos hacer para ser mejores discípulos?

DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE

XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: pro “Gloria”, “Credo”; pf. Domi-

nical I-X Lecturas: Sb 6,12-16; Sal 62; 1 Tes 4, 13-18 o breve; 1 Tes 4, 13-14; E. Mt 25,1-13

La parábola de las diez jóvenes se apoya en el símbolo de una boda, en sus prepa-rativos y cortejo, en la iluminación del ca-mino con lámparas. El novio es Cristo, y la narración hace hincapié en la preparación de su venida.

Se hace ver en la parábola el contraste en-tre las respectivas actitudes de las jóvenes descuidadas y las sensatas. Las descuidadas conocen el mensaje, pero no lo ponen en práctica; se quedan en la palabra. En cam-bio, las sensatas lo llevan a cabo en la vida; son coherentes. Lo decisivo es la puesta en práctica y el estar preparados o dispuestos. Completan el relato dos aspectos com-plementarios: el retraso del novio, como si Dios estuviese ausente, y el sueño que produce la espera en unas y otras, ocupadas todas en las cosas de la vida, aunque no del mismo modo.

-¿Por qué razones somos frecuentemente descuidados?

-¿Nos dormimos en la espera de la llegada del reino y del Señor?

DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE

XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: pro “Gloria”, “Credo”; pf. Domi-

nical I-X Lecturas: Pr31, 10-13.19-20.30-31; Sal

127; 1 Tes 5, 1-6; E. Mt 25, 14-30 o Mt 25,14-15.19-21

Oficio: Dominical Para San Mateo, la vigilancia no es una

mera actitud moral o espiritual; es una fe, una fidelidad. Jesús inculca a sus discípulos que sean fieles. Por eso les previene de una infidelidad por mala conducta, por impre-visión o por pereza.

La parábola de los talentos va dirigida a los discípulos sobre su conducta y pensa-miento de los fariseos -obsesionados por el legalismo de la norma- y de los escribas -ca-racterizados por su palabrería-. Todos ellos temen a Dios y cumplen sus deberes con la justicia legal, pero esto es insuficiente. Se quejan del proceder del Señor. Los discípu-los, en cambio, han de entender a Dios por el modo de actuar de Jesús. Se les invita a ser responsables.

-¿Nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos?

-¿En qué empleamos nuestros talentos?

1. Agenda Litúrgica 2011 Fotos: Internet

Por nuestra parte, hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él.Dios es amor: el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

1 Juan 4:16

EVANGELIOSLitúrgias

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

Cuando el amor alcanza en nosotros su perfección, miramos con confianzaal día del juicio, porque ya somos en este mundo como es El. 1 juan 4:17

www.motivaciones.org Fotos: Internet

¡Él es el primero y último, el principio y el final! ¡Él es el guardián de la Creación y el Creador de todos! Él es el arquitecto del universo y el gerente de todos los tiempos.

Él siempre fue, Él siempre es, y Él siempre será...¡Firme, inalterable, invicto, y nunca derrotado! ¡Él fue golpeado y trajo la sanidad! ¡Él fue horadado y alivió el dolor! ¡Él fue perseguido y trajo la libertad! ¡Él estaba muerto y trajo la vida! ¡Él ha subido y ha traído el poder! ¡Él reina y trae Paz!

El mundo no puede entenderlo, los ejércitos no pue-den derrotarlo, las escuelas no pueden explicarlo, y los líderes no pueden ignorarlo.

Herodes no podría matarlo, Los fariseos no podrían confundirlo, y ¡las personas no podrían sostenerlo!

Nerón no podría aplastarlo, Hitler no podría impo-nerle silencio, La Nueva Era no puede reempla-zarlo, y ¡Donahue no puede explicarlo!

Él es luz, amor, lon-gevidad, y Señor. Él es bondad, apacibilidad, y Dios.

Él es santo, virtuoso, majestuoso, poderoso, y puro.

Sus caminos son co-rrectos, su palabra es eterna, su testamento es inmutable, y su mente está en mí.

Él es mi Redentor, Él es mi Salvador, Él es mi guía, y ¡Él es mi paz! Él es mi Ale-gría, Él es mi consuelo, Él es mi Señor, y ¡Él gobierna mi vida!

Yo lo sirvo porque su ligadura es el amor, su carga es ligera, y su meta para mí es la vida abundante.

Yo lo sigo porque Él es la sabiduría del sabio, El po-der del poderoso, El anciano de días, el gobernante de gobernantes, El líder de líderes, el inspector de los ven-cedores, y El Señor soberano de todos que eran y son

y serán.Y si eso te parece impresionante, prueba esto (con-

fiésalo): ¡Su meta es una relación contigo! Él nunca te dejará, nunca te desamparará, nunca te desencamina-rá, nunca se olvidará de tí, nunca te pasará por alto, y ¡Nunca cancelará tu cita en su libro de citas!

¡Cuando yo caigo, Él me alza! ¡Cuando yo fallo, Él me perdona! ¡Cuando yo soy débil, Él es fuerte! ¡Cuando yo estoy perdido, Él es el camino! ¡Cuando yo tengo miedo, Él es mi valor! ¡Cuando yo tropiezo, Él me sos-tiene! ¡Cuando yo me hiero, Él me sana! ¡Cuando yo estoy roto, Él me remienda! ¡Cuando yo soy ciego, Él me lleva! ¡Cuando yo tengo hambre, Él me alimenta!

¡Cuando yo enfrento las pruebas, Él está conmigo! ¡Cuando yo enfrento la persecución, Él me escuda! ¡Cuando yo enfrento los problemas, Él me conforta!

¡Cuando yo enfrento la pérdida, Él me mantie-ne! ¡Cuando yo enfrento la muerte, Él me lleva a casa! Él es todo para to-dos, por todas partes, cada vez, y en cada ma-nera. Él es Dios, Él es fiel.

¡Yo soy suyo, y Él es mío! mi padre en el cielo al padre de este mundo puede fustigar. Así, si estás preguntándote que por qué yo me siento tan seguro, entiende esto...

Él lo dijo y eso lo esta-blece. Dios está en el mando, yo estoy en su lado, y eso significa que todo está bien con mi alma. ¡Todos los días es una bendición porque DIOS es real!

Sí, yo amo a Jesús. Él es mi fuente de existencia y mi Salvador. Él me guarda funcionando cada uno y todos los días. Sin Él, yo no sería nada.

Sin Él, yo no soy nada; más con Él yo puedo hacer to-das las cosas. Todo lo puedo en aquel que me fortalece..

Filipenses 4:13

Para mí Jesús es...

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios.Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 1 Juan 4:7

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Un lunes por la mañana Ruth fue a su buzón de correo y sólo había una carta. Ella la tomó y la miró antes de abrirla, y notó que no tenía estampillas ni sello del correo. Sólo su nombre y dirección.

Ella leyó: “Querida Ruth: Voy a es-tar en tu barrio hoy lunes en la tarde y quisiera verte. Te quiere siempre, Jesús” Sus manos temblaban mientras colo-caba la carta en la mesa ¿Por qué Dios querrá visitarme si no soy nadie especial? Estaba feliz, pero recordó que no tenía nada que ofrecerle, pensando en eso, fue a su alacena y la encontró vacía. -¡No!, no tengo nada que ofrecerle a Jesús. Ten-go que ir al supermercado y comprar algo para la cena. Ella tomó su carte-ra que contenía un billete de $50.00. -Bueno, puedo comprar pan y embutidos por lo menos -pensó en voz alta mien-tras se ponía su abrigo y cerró la puerta. Compró una barra de pan francés, media libra de jamón de pavo y un cartón de leche, lo que le dejó con tan sólo $5.00 Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su humilde compra bajo el brazo. -Señorita, por favor, ¿Puede ayudarnos? Ruth había estado tan sumergida en sus planes para la cena que no había notado dos figuras acurrucadas en la acera.

Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos. -Mire señorita, no tengo trabajo y mi esposa y yo hemos esta-do viviendo en las calles, nos estamos congelando y tenemos mucha hambre y si usted nos pudiera ayudar se lo agradece-ríamos mucho.

Ruth los miró. Ellos estaban sucios y mal olientes, entonces pensó que si ellos en verdad quisieran tra-

bajar ya habrían conseguido algo. Entonces les dijo: Señor, me gustaría ayudarlas, pero soy pobre también. Todo lo que tengo es un poco de pan y jamón, tendré un invitado

especial a cenar esta noche y pensaba dar-le esto de comer.

Está bien, comprendo. Gracias de to-das maneras dijeron. El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y se fueron rumbo al callejón. Ella los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su cora-zón; entonces los llamó. –Señor, espere.

La pareja se detuvo, mientras ella corría hacia ellos. Por qué no toman esta comi-da, puedo servirle otra cosa a mi invitado -dijo ella mientras le entregada la bolsa del supermercado-.

-Gracias. Muchas gracias señorita. Sí, gracias le dijo la mujer. Y Ruth pudo

ver que estaba temblando de frío. -Sabe, tengo otro abrigo en casa, tome éste -le dijo mientras se lo ponía sobre los hombros. Ella regresó a casa sonriendo y sin su abrigo ni comida que ofrecer a su in-

vitado. Estaba feliz por haber ayudado a esa pareja, pero se iba desanimando a medida que se acercaba a la puerta de su casa, pensando que no tenía nada que ofrecer al Señor Jesús. Cuando metió la llave en la cerradura notó otro sobre en su buzón.

Qué raro. Usualmente, el cartero no viene dos veces el mis-mo día, -pensó mientras tomaba el sobre y lo abría-:

“Querida Ruth: Fue muy agradable verte de nuevo. Gracias por la comida y gracias también por el hermoso abrigo que me regalaste. Por cuanto lo hiciste a uno de mis pequeñitos, a mí me lo hiciste. Te quiere siempre, Jesús”.

Al principio veía a Dios como el que me observaba, como un juez que llevaba cuenta de lo que hacia mal, como para ver si merecía el cielo o el in-fierno cuando muriera.

Era como un presidente, reconocía su foto cuando la veía, pero realmente no lo conocía.

Pero luego reconocí a mi Poder su-perior, parecía como si la vida un viaje en bicicleta, pero era una bici de dos, y note que Dios viajaba atrás y me ayu-daba a pedalear. No sé cuándo sucedió, no me di cuenta cuándo fue que Él su-girió que cambiáramos de lugares, pero mi vida no ha sido la misma desde en-tonces… cuando yo tenia el control, yo sabia a donde iba, era un tanto aburrido pero predecible.

Era la distancia mas corta entre dos puntos. Pero cuándo Él tomo el lideraz-go, las cosas cambiaron asombrosamen-

te, y para bien. Él conocía otros cami-nos, caminos diferentes, hermosos, por las montañas, a través de lugares con paisajes, y velocidades increíbles.

Lo único que podía hacer era soste-nerme, aunque pareciera una locura, Él sólo me decía: -Pedalea.

Me preocupaba y ansiosamente le pre-guntaba: ¿A dónde me llevas?

Él sólo sonreía y no me contestaba, así que comencé a confiar en Él.

Me olvide de mi aburrida vida y co-mencé una aventura, y cuando yo decía “estoy asustada”, Él se inclinaba un poco para atrás y tocaba mi mano.

El me llevo a conocer gente con do-nes, dones de sanidad y aceptación, de gozo. Ellos me dieron esos dones para llevarlos en mi viaje. Nuestro viaje, de Dios y mío.

Y allá íbamos otra vez.Él me dijo: -Comparte esos dones, da-

los a la gente, con sobrepeso, mucho eso extra. Y así lo hice, a la gente que cono-cimos; encontré que en el dar yo recibía y mi carga era ligera.

No confíe mucho en Él al principio, en darle control de mi vida, pensé que la echaría a perder, pero Él conocía co-sas que yo no acerca de andar en bici: “secretos”.

Él sabía cómo doblar para dar vueltas cerradas, brincar para librar obstáculos llenos de piedras, inclusive, volar para evitar horribles caminos.

Y ahora estoy aprendiendo a callar y pedalear por los más extraños lugares, y estoy aprendiendo a disfrutar de la vista y de la suave brisa en mi cara y sobre todo de la increíble y deliciosa compa-ñía de mi Dios.

Y cuando estoy seguro de que ya no puedo más, Él solo sonríe y me dice: -PEDALEA.

Hace tiempo, al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada telefónica de un querido amigo. Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue: -¿Cómo estás? y sin saber por qué, le contesté. Me siento muy solo.

-¿Quieres que platiquemos...? -me dijo él-. A lo cual le res-pondí que sí y me dijo: -¿Quieres que vaya a tu casa? -y res-pondí que sí-.

Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta.

Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi ex-novia, de mis deudas, y él atento siem-pre me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba totalmente can-sado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía, sobre todo que me escuchara, que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy a gusto y cuando Él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: -Bueno pues me retiro; tengo que ir a trabajar. Yo me sorprendí y le dije: -Pero, ¿Por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar? Mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche.

Él sonrió y me dijo: -No hay problema para eso estamos los amigos. Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así. Lo acompañé a la puerta de mi casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos: -Oye amigo, y después de todo esto, ¿Por qué llamaste anoche tan tarde?

El regresó y me dijo en voz baja. –Es que te quería dar una noticia... Le pregunté: -¿Qué pasó? y me dijo ...

-Fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y sólo me queda esperar.

Yo me quedé mudo... Él me sonrió y me dijo: -Que tengas un buen día amigo, se dio la vuelta y se fue. Pasó un buen rato para que asimilara la situación y me

preguntaba una y otra vez ¿Por qué cuando él me pregunta: ‘¿Cómo estás?’ Me olvidé de él y sólo hable de mí? ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación? Esto es increíble.

Desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser más crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida.

Ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero, por ejemplo él, mi amigo... Todavía vive y procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y platicamos, sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi amigo.

PD: Les deseo que tengan un hermoso día y recuerden: “El que no vive para servir. No sirve para vivir. .. “.

La vida es como una escala, si miras hacia arriba siempre serás el último de la fila pero si miras hacia abajo verás que hay mu-cha gente que quisiera estar en tu lugar.

Querida Ruth

Paseando en bicicleta con Dios

Amigos

Jorge Amando Vázquez Rodríguez Vol. 1 De la metáfora a la metamorfosis Foto: Internet

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

La paciencia y la bondad son de las dos grandes vir-tudes que deberíamos de tener, ser pacientes y bonda-dosos solo nos lleva a un camino que es el amor, porque con esas virtudes somos más caritativos, tenemos más alegría y nos encontramos en paz, comprendemos a los demás, nos interesa y nos importa lo que les sucede y lo que les pasa, ser pacientes y bondadosos es importante en nuestra vida porque es un camino para encontrar la paz y el amor.

Los que mantienen la paciencia se mantienen serenos y tranquilos siempre con-fían en el Se-ñor, no andan desesperados ni preocupa-dos siempre están prestos a escuchar y a ayudar, entienden y comprenden a sus semejan-tes, se ponen en sus zapatos para entender-los mejor, se preocupan por tender la ayu-da por cons-truir puentes de paz y de bondad, se interesan en todo lo que te sucede , todo lo que te pasa, todo lo que te duele.

La paciencia y la bondad siempre debemos llevarlas con nosotros en nuestro corazón, nunca se deben de separar una es tan importante como la otra, yo puedo ser paciente pero sino tengo bondad no te diré palabras que lleguen a tu corazón llenas de amor, te escuchare pero no te entenderé, mucho menos comprenderte, la bondad es amor, es una parte de nuestro corazón que

debe de ser utilizada constantemente pero en realidad vemos con tristeza que se utiliza muy pocas veces.

Este es el momento de practicar con nuestros semejan-tes la paciencia y la bondad, es entender y comprender a los demás en amor como Jesús te ama a ti, solo con paciencia y con bondad, podemos mitigar la sed del desconsolado, del que se encuentra en alguna preocu-pación o problema, solo dando es como se recibe.

Entre más paciente sea y más bondadoso más crecerás como un árbol fuerte y bien plantado, aunque los vien-

tos huracanados de los problemas y dificultades soplen con toda su fuer-za, no te moverás para nada, te man-tendrás firme, te sostendrás aun en medio de las tem-pestades, aun en medio de las difi-cultades, porque eso te fortalecerán más y te ayudaran a encontrar la paz.

La paciencia y la bondad deben permanecer ata-das en tu corazón, trata a los demás

como te gustaría que te trataran a ti, nunca hagas algo que no te guste que te hicieran a ti, se comprensivo, caritativo, atento, sincero y humilde de corazón.

Se paciente y bondadoso y el Señor iluminara tu exis-tencia, te renovara y te hará volar como águila en total libertad, ser paciente y bondadoso te hará ser mejor persona, mejor esposo, mejor hijo, mejor padre, mejor hermano, ser paciente y bondadoso hará crecer en tu interior un espíritu firme, porque le Señor Jesús te col-mara de bendiciones.

Paciencia y Bondad

Foto: Internet

El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor.1 Juan 4:8

Por Rafael Orozco

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo únicoa este mundo para que tengamos vida por medio de él.

Jorge Amando Vázquez Rodríguez Vol. 1 De la metáfora a la metamorfosis Foto: Internet

1 Juan 4:9

La semana pasada llevé a mis niños a comer a un restaurante. Mi hijo de seis años me preguntó si podía bendecir la mesa antes de comer lo que nos habían traí-do. Mientras inclinamos nuestras cabezas, y plegamos nuestras manos, mi niño dijo:

“Dios es bueno, Dios es grande. Te doy gracias por los alimentos que vamos a comer y te agradecería aún más si es que mamá nos da helado como postre. Y que haya libertad y justicia para todos. Amén”.

Junto con algunas risas que provenían de las mesas de a lado, escuché a una mujer decir:

-Eso es lo malo de este país. Los niños de hoy ni siquiera saben cómo rezar. Preguntarle a Dios por un helado. ¡Qué tontería!

Al escuchar tan duro comentario, mi hijo rompió a llorar y me preguntó si es que había hecho algo malo y si Dios estaría molesto con él. Lo abracé y le sequé sus lágrimas diciéndole que había hecho un magnífico trabajo y que Dios de ninguna manera estaría molesto con él.

Tan pronto acabé de decir estas palabras cuando un anciano se aproximó a nuestra mesa. Le hizo un pe-queño guiño a mi hijo, se agachó a su costado y le dijo: -Estoy seguro que Dios pensó que fue muy buena tu oración.

-¿En verdad? -respondió mi hijo- -Totalmente seguro. Luego en susurros le dijo:

-Es lamentable que ella -señalan-do a la mujer con el dedo- nunca le pida a Dios por un helado. A veces, un poco de helado es bueno para las almas.

Naturalmente compré helados para mis niños para el postre. Luego de terminar su helado, mi hijo se que-dó un poco pensativo e hizo algo que nunca olvidaré por el resto de mi

vida. Sirvió un poco de helado en uno de los platos que había sobre la mesa y sin pronunciar ni una sola palabra caminó por el restaurante y se paró frente a la señora. Con una gran sonrisa él le dijo:

-Esto es para Ud., a veces, el helado es bueno para las almas y la mía ya tuvo suficiente.

El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.

A los 40 años, sus uñas están apre-tadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimen-ta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas. ¡Volar se hace ya tan difícil!

Entonces, el águila tiene solamen-te dos alternativas: morir o enfren-tar un dolorido proceso de renova-ción que durará 150 días.

Ese proceso consiste en volar hacia

lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un pare-dón, en donde no tenga la necesi-dad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a gol-pear su pico en la pared hasta conse-guir arrancarlo, luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.

Cuando las nuevas uñas comien-zan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de cinco meses, sale para su vuelo de renova-ción y a vivir 30 años más.

En nuestra vida, muchas veces te-nemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vue-

lo de victoria, debemos desprende-mos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae

En cierta ocasión, un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, el cual ganaba el concurso al mejor producto año tras año. El agricultor confesó que se debía a que compartía su se-milla con los vecinos.

¿Por qué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año?- pregunto el reportero-.

Vera usted, señor –dijo el agricultor- el viento lleva el polen del maíz maduro, de un sembradío a otro. Si mis

vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la poli-nización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío. Si voy a sembrar buen maíz, debe ayudar a que mi vecino también lo haga.

Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que los otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bien-estar de todos.

Un poco de helado para el alma

La sabiduría del águila

Compartiendo la mejor cosecha

Cuentan que un alpinista se preparó durante varios años para conquistar el Aconcagua. Su des-esperación por la proeza era tal que, conociendo todos los riesgos, inició su travesía sin compañeros, en busca de la gloria sólo para él.

Empezó a subir y el día fue avanzando, se fue haciendo tarde y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo para llegar a la cima ese mismo día. Pronto oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña y ya no se podía ver absolutamente nada.

Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Su-biendo por un acantilado, a unos cien metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires.

Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y tenía la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo... y en esos angustiantes momen-tos, pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida, pensaba que iba a mo-rir, pero de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos.

Como todo alpinista experimentado, había clava-do estacas de seguridad con candados a una larguí-sima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires sin ver absolutamente nada en medio de la terrible oscuridad, no le quedó más que gritar: -Ayúdame Dios mío, ayúdame Dios mío!

De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó: -¿Qué quieres que haga? Él respondió: -Sálvame, Dios mío. Dios le preguntó: -¿Realmen-te crees que yo te puedo salvar? -Por supuesto, Dios mío -respondió- -Entonces, corta la cuerda que te sostiene -dijo Dios-.

Siguió un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y se puso a pensar sobre la propuesta de Dios...

Al día siguiente, el equipo de rescate que llegó en su búsqueda, lo encontró muerto, congelado, aga-rrado con fuerza, con las dos manos a la cuerda, colgado a sólo DOS METROS DEL SUELO...

El alpinista no fue capaz de cortar la cuerda y sim-plemente, confiar en Dios.

El alpinista

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

En esto está el amor: no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primeroy envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados.

1 Juan 4:10

Fotos: Internet

Señor ayúdame, a ser paciente y bondadoso con todos los que me rodean.

Señor ayúdame, a no juzgar mi vida por lo que me suceda en un día.

Señor ayúdame, a aceptarme tal cual soy.

Señor ayúdame, a cambiar yo an-tes de tratar de cambiar a los demás.

Señor ayúda-me, a que en mis momen-tos de angustia y amargura, recuerde tu nombre y lo alabe por po-nerme a prue-ba.

Señor ayú-dame, que a la hora de pedir-te, tenga más fe que el día anterior.

Señor ayúda-me, que al en-contrarme en crisis, te pida de la mejor forma la luz para encontrar la solución.

Señor ayúdame, a recordar que en el desaliento, tú eres el consuelo y el impulso para seguir viviendo en medio de injusticias y sinsabores.

Señor ayúdame, a llevar una bue-

na relación en comunidad con mis semejantes.

Señor ayúdame, a dar amor en vez de odio, ayudar y no hundir, a ten-der la mano y no a empujar.

Señor ayúdame, a perdonar y no juzgar, a ser caritativo y no avaro.

Señor ayúdame, a mantener la amistad a la enemistad, la unión y

no la desunión.Señor ayúdame, a conservar la paz

y no la guerra. Señor ayúdame, que en los mo-

mentos más controversiales de mi vida, tenga paciencia y esperanza.

Señor ayúdame, a dar ánimo a los demás y no a desanimarlos.

Señor ayúdame, a ser humilde como tu hijo y aceptar con fortaleza tu voluntad.

Señor ayúdame, a encontrar la paz, la fe y la esperanza dentro de tu corazón y que la llama de tu amor siempre este encendida.

Señor ayúda-me, a ser un mejor hom-bre, mejor hijo, mejor esposo, mejor papá, mejor amigo.

Señor ayúda-me, a recordar que tú siem-pre estás en mi corazón y que me acom-pañas en todo tiempo y mo-mento.

Señor ayúda-me, a recordar que tú y yo juntos, todo lo podemos resolver.

Señor ayúda-me, a recordar

que tú eres mi salvador, mi muralla y mi fortaleza.

Señor ayúdame, a confiar siempre en ti y saber que tú eres mi luz y salvación.

Señor, tú eres mi ayuda

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Pág 14 Vida Eterna

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Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos mutuamente. 1 Juan 4:11

1. - motiaciones.org 2.- Vol. 1 Jorge Amando Vázquez Rodríguez De la metáfora a la metamorfosis 12 Fotos Internet

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor: después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro... Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficien-temente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son ado-lescentes (difíciles de tratar). Ciertamente seremos más felices cuando salgan se esta etapa. Nos decimos que nuestra vida estará comple-ta cuando a nuestro esposo/a le vaya me-jor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados...

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA. Si no es ahora... cuando? Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas.

Una de mis frases favoritas es de Alfred D. Souza, El dijo: - “Por largo tiempo parecía para mí que la vida

estaba a punto de comenzar La vida de verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar. Entonces la vida comen-zaría. Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran MI VIDA.”

Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad. La feli-cidad “es el camino”. Así que, atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo compartiste con ALGUIEN ESPECIAL, lo suficientemen-te especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie...

Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que vuelvas a la escuela, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tengas hijos, hasta que tus hi-jos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la maña-

na, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invier-no... o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que ESTE para ser feliz... la felicidad es un trayecto, no un Destino.

Camino a la iglesia, un joven estudiante fue sorprendido por la presencia de un mendigo. Sin em-bargo, como buen cristiano, el es-tudiante intentó consolar al pobre hombre diciéndole:

-Que Dios te dé un buen día. Ante esto el mendigo replicó:

-Hasta el momento, nun-ca he tenido un mal día. Entonces, el joven le dijo: -¡Que Dios te dé buena suerte!

-Hasta ahora, no he tenido mala suerte, -respondió el mendigo-.

-Bueno -continuó el joven- que Dios te dé la felicidad. -No he sido infeliz hasta el mo-mento, -dijo el hombre- El escolar entonces le preguntó al mendigo: -¿Me puedes explicar lo que acabas de decirme? Y el mendigo contestó:

Con gusto. Tú me deseaste un buen día, pero todavía no he teni-do un día malo, pues cuando tengo hambre o frío rezo al Padre Celes-tial. Tú deseaste que Dios me dé buena suerte; sin embargo, hasta el

momento no he tenido mala suerte debido a que vivo con Dios y siem-pre supe que todo lo que Él hace por mí es siempre lo mejor.

Cualquier cosa que Dios me dé, sea ésta agradable o desagradable, la acepto con mucha alegría. Esa es la razón por la que nunca he tenido mala suerte.

Finalmente, tú deseaste que Dios

me haga feliz. A que ahora, pues todo lo que de-

seo es seguir el plan que Dios tiene para mí.

He seguido el plan de Dios con toda la fidelidad posible, que cual-quier cosa que Dios quiera para mí, yo también lo quiero. Es por ello que nunca he sido más feliz en mi vida que ahora.

Una vida mejor

Libre

Una mañana gris en una ciudad norteña. El autobús lleno de trabajadores y estudiantes. Los pasajeros están sentados, uno al lado del otro, enfundados en sus abrigos invernales, adormilados por el sonsonete del motor y el calor de la calefacción. Ninguno habla. Se ven a diario, pero prefieren esconderse detrás de los periódicos.

Una voz exclama de improviso:-¡Atención, atención! Se oye ruido de periódicos y las

cabezas asoman.-Les habla el conductor. Silencio. Todos miran la cabe-

za del conductor. Su voz es autoritaria.-Guarden todo el mundo los periódicos.. Los periódi-

cos se bajan unos centímetros más.- Ahora giren la cabeza y miren a la persona que está

sentada a nuestro lado. Sorprendentemente obedece todo el mundo. Alguno sonríe.

- Ahora repitan conmigo, continua el conductor, ¡Bue-nos días, vecino de al lado!

Las voces son tímidas, un poco turbadas, pero después la barrera cae. Muchos se dan la mano. Los estudiantes se abrazan. El autobús está repleto de conversaciones. Así, nuestra vida pasa sin darnos cuenta quien está de nuestro lado, ni sabemos si algo les preocupa, no les pre-guntamos, nos subimos y bajamos del autobús como si nada sucediera, rompamos las barreras que tenemos en frente y seamos más sencillos y humildes de corazón, no cuesta nada entregar una amable sonrisa y un saludo al vecino de al lado, tratemos a los demás como quisiéra-mos que nos traten a nosotros, un saludo, un abrazo, una sonrisa, dicen más que mil palabras.

En el silencio de la noche...ahí está DiosEn el bullicio de la ciudad...ahí está DiosEn la profundidad del océano...ahí está DiosEn lo más alto del cielo...ahí está DiosEn tus tristezas y penas...ahí está DiosEn tus alegrías y gozos...ahí está DiosCuando duermes...ahí está DiosCuando estás despierto...ahí está DiosEn la intimidad de tu hogar...ahí está DiosEn el ajetreo de tu trabajo...ahí está DiosEn los lugares más pobres...ahí está DiosEn los mejores hoteles y mansiones...ahí está DiosEn los corazones de aquellos que creen en El...ahí está Dios.En los corazones de quienes no creen en El...ahí está Dios.

El autobus

¿Dónde está Dios?

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Pág 15Vida Eterna

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

A Dios no lo ha visto nadie jamás; pero si nos amamos unos a otros,Dios está entre nosotros y su amor ha llegado a su plenitud en nosotros.

1 juan 4:12

El fruto de la justicia será la paz, la justicia traerá tranquilidad y seguridad perpetua.

Enséñenme, indíquenme dónde está mi falta, que yo me callaré; El Señor combatirá a favor de ustedes sin que us-tedes tengan que hacer nada”. Pues así dice el Señor, el Santo de Israel: Se sal-varán si se convierten y se calman: pues en la confianza y la calma está su fuerza. Pero no quisieron actuar así.

Aplaco y modero mis deseos: estoy como un niño en brazos de su madre.

Me digo: El Señor es mi herencia, por eso espero en él.

El Señor es bueno para quien confía en él, para quien lo busca. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor.

Descansa en el Señor y espera en él; que no te haga perder la paz el que prospera con la intriga.

Sino por el interior, el del corazón hu-mano, el adorno imperecedero de un es-píritu apacible y sereno.

Esa es la verdadera belleza a los ojos de Dios.Sepan que el Señor me ha mostra-do su amor.

El Señor me escucha cuando lo invoco. Me acuesto tranquilo y en seguida me

duermo, porque solo tú, Señor, me ha-ces descansar en paz.

El Señor es mi pastor, nada me falta. En prados de hierba fresca me hace des-cansar, me conduce junto a aguas tran-quilas, y renueva mis fuerzas. Me guía por la senda del bien, haciendo honor a su nombre.

Vengan a mi todos los que están fatiga-dos y agobiados, y yo los aliviaré. Car-guen con mi yugo y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y encontraran descanso para sus vidas. Porque mi yugo es suave y mi carga li-gera.

Isaías 32:17, Job 6:24, Éxodo 14:14, Isaías 30:15, Salmo 131:2, Lamenta-ciones 3:24-26, Salmo 37:7, 1 Pedro 3:4, Salmo 4:4, Salmo 4:9, salmo 23.1-3, Mateo 11:28-30.

La quietud viene del Señor

Textos Bíblia de América Fotos: Internet

Por Rafael Orozco

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Culiacán, Sinaloa, México, Octubre de 2011.

Con este ejemplo les he enseñado claramente que deben trabajar duro para ayudar a los débiles.Recuerden las palabras del Señor Jesús: «Hay mayor felicidad en dar que en recibir.» Hechos 20:35

Fotos: Internet

He aprendido He aprendido...que no debes

compararte a ti mismo con lo mejor que los otros pueden hacer.

He aprendido...que en un instante puedes hacer algo que hará doler tu corazón el resto de tu vida.

He aprendido...que me está toman-do mucho tiempo llegar a ser la perso-na que quiero ser.

He aprendido...que siempre debes despedirte de los seres queridos con palabras amorosas, porque puede ser la última vez que los veas.... que siem-pre puedo seguir adelante mucho des-pués de que pensaba que ya no podía.

He aprendido...que somos respon-sables por lo que hacemos, no importa cómo nos sintamos que, o controlas tu actitud, o ésta te controla a ti.

He aprendido...que no importa qué calurosa e intensa sea una relación al principio, la pasión disminuye y es mejor que haya algo que tome su lu-gar.

He aprendido...que los héroes son personas que hacen lo que se debe hacer y cuando es necesario hacerlo, independientemente de las conse-cuencias.

He aprendido...que el dinero es un medio pésimo para mantenerse arriba.

He aprendido...que mi mejor ami-go y yo podemos estar haciendo algo o haciendo nada, y sin embargo la pa-samos muy bien.

He aprendido...que a veces aque-llos que esperas que te den la patada cuando estás pasando una mala racha, son los que te ayudan para que te re-cuperes.

He aprendido...que a veces cuando estoy enojado tengo el derecho de es-tar enojado, pero no el derecho de ser

cruel.He aprendido...que la verdadera

amistad continua creciendo, incluso a pesar de las distancias más grandes. Lo mismo se aplica al amor verdadero.

He aprendido...que sólo porque al-guien no te quiera de la forma que de-seas, eso no significa que esa persona no te quiera de la mejor forma de que es capaz de quererte.

He aprendido...que la madurez tie-ne mucho que ver con las clases de experiencias que has tenido y con lo que has aprendido de ellas, y poco con la cantidad de cumpleaños que has ce-lebrado.

He aprendido...que nunca debes decirle a un niño que sus sueños son irrealizables o desproporcionados. Po-cas cosas son tan humillantes como esa, y que tragedia sería si llegaran a creerlo.

He aprendido...que mi familia no estará siempre disponible para mí. Puede parecer extraño o divertido, pero personas no emparentadas con-migo pueden preocuparse por mí, amarme y enseñarme a confiar en la gente de nuevo. Las familias no son biológicas.

He aprendido...que independiente-mente de lo bueno que sea un amigo, habrá momentos en que me hiera y deberé perdonarlo por eso.

He aprendido...que no siempre bas-tará con ser perdonado por los demás. A veces será necesario aprender a per-donarme a mí mismo.

He aprendido...que no importa cuán roto esté tu corazón, el mundo no se detendrá para consolarte.

He aprendido...que nuestros ante-cedentes y circunstancias pueden ha-

ber influenciado lo que somos, pero somos responsables por lo que llegue-mos a ser.

He aprendido...que el hecho de que dos personas discutan no significa que no se amen. Pero el que no discutan tampoco significa que sí se amen.

He aprendido...que no tenemos que cambiar de amigos si llegamos a en-tender que los amigos cambian.

He aprendido...que no deberías es-forzarte tanto para descubrir un secre-to.

Podría cambiar tu vida para siempre.He aprendido...que dos personas

pueden estar viendo la misma cosa y ver algo totalmente diferente.

He aprendido...que no importa cuánto trates de proteger a tus hijos, ellos eventualmente se lastimarán y te verás lastimado en el proceso.

He aprendido...que tu vida puede ser cambiada en cosa de horas por personas que ni siquiera te conocen.

He aprendido...que aun cuando pienses que ya no tienes nada más que dar, si un amigo te pide ayuda, encon-trarás la fuerza para hacerlo.

He aprendido...que los títulos en una pared no te hacen un ser humano decente.

He aprendido...que las personas que más te importan en la vida, son alejadas de ti demasiado pronto.

He aprendido...que es difícil marcar el límite entre ser amable para no herir los sentimientos de la gente, y defen-der aquello en lo que crees.

Recuerda que...La vida es un apren-dizaje constante.

He aprendido...Que uno no termi-na nunca de aprender, la enseñanza es constante y el aprendizaje diario.

Galerías ilumina tus días