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8/17/2019 presunciones Garc+¡a Mull+¡n.pdf
1/6
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1. LAS PHESUNCIONES EN GE
NE HAI
1 1.INTHODUCClON
Dos circunstancias coadyuvantes justifi
can focalizar la atención en el instituto de
las presunciones en el derecho tributario ar
gentino: por un lado, el hecho de que proyec
tos últimamente examinados en reuniones de
carácter técnico hacen intensiva utilizaciÓn
de ese tipo de instrumento. Pero ademá.s
y
Dos caracterrsticas son comunes a todo
tipo de presunciones, cualquiera sea su clase:
por un lado, la estru
8/17/2019 presunciones Garc+¡a Mull+¡n.pdf
2/6
ac tos se o rientan en func ión de un imp li ci to
cálculo de p rob b il idades, y po r eso tocamos
timbre, en lugar de denunciar el hecho a la
poli cía. Para decir lo en forma mas técnica,
mientras el hecho inferente es cierto, el
hecho inferido es sólo probable, y lo es en
grado que depende de la corrección y gene-
ralidad de l a regla de exper ienci a que haya-
mos utilizado.
1,3.PRESUNCIONES HUMANAS Y
LEGALES
El ejemplo ut ilizado es cl aro para indi-
car hasta qué punto, aun en la vida diaria,
nos movemos con p resunc iones. Son las l la -
madas presunciones humanas homin¡ , utili-
zadas habitua lmente en nuestros juicios , para
orient ar nuest ra conducta, y claramente
contrapuestas a las presunciones legales, cu-
ya no ta ca racter (s ti ca es la de se r rea li zadas
po r e l leg islador , con todo e l poder v inculan -
te que a sus normas debe reconocerse.
a) Las presunciones humanas, en gene-
ral , valen lo que vale la regla de expe rienc ia
en que se fundan, y las ut il iz amos con mayo r
o menor cuidado, según sea la índole de la
acc ión que sobre el las hemos de basa r. Si las
usamos para actos s in mayor trascendenc ia
( por ejemplo: para decidir si saldr emos o no
con paraguas puede bastar un vistazo al
cielo) , l a regla de exper ienci a que de ello se
deriva puede ser suficiente.
Pero s i el se r humano que debe manejar
p resunc iones es un magist rado , y t iene que
hace rlo a e fectos de p ronunc ia r una senten -
cia, la magnit ud y trascendencia del acto a
dictar es tal que su manejo debe ser mucho
más p ruden te ; por eso en e l a rt . 163 del códi -
go p rocesal ci vi l y comercial sed ispone:
Las presunciones no estab lecidas por ley
constituirán prueba cuando se funden en
hechos reales y probados y, cuando por su
número precisión gravedad y concordancia
produ jeran convicción. según la naturaleza
del juicio, de conformidad con las reglasde
la sana cr tica .
Así , pues , e l prop io texto del cód igo pro-
cesal res tr inge a las presunc iones humanas
(las no establec idas por ley , dos principios
Nos refer imos, en p rime r lugar , al p rinci_
pio de que no cabe presumir presunc iones de
presunc iones pressumpto da pressumpto non
pressumere : él r ige exclus ivamen te pa ra las
humanas, y no ata para nada al legi slador,
que es l ibre de anudar presunciones, sin más
I (mi te que la razonab il idad , como genér ica
garantía constituci onal, según lo destaca
GARCIA BELSUNCE
( j.
El legislador, por su parte, es libre de
concatenar p resunciones , como lo hace , po r
ejemplo, el art . 47 de la ley de impuest o a las
ganancias , donde presume, primero, que todo
mutuo es oneroso y no gratuito; y, a conti-
nuación , p resume que el interés no es menor
que el fijado por el Banco de la Nación. Y e n
esto, rei teramos , no hay violación de p rinci -
pio alguno, pues l a norma del códi go proce-
sal rige para el j uez, per o no para el l egisla-
dor.
Del m ismo modo, tampoco es un pr inc i-
pio de todas las pr esunciones, y sí de las hu-
manas, la exigencia de que por su número,
precisión, gravedad y concordancia,
produz-
can convicc ión . Las p resunc iones legales ya
han convenc ido al leg is lador acerca de su ra -
zonab il idad o neces idad, y po r
eSO
el examen
sobre la precisión, gravedad y concordancia
de ellas no debe ser hecho por el j uez, pues
para él la conexión entre hecho inferente y
hecho infer ido se presenta como obl igator ia ,
s in per jui cio, se rei tera, de l l ím ite genér ico de
razonabilidad, como causa extr ema de in-
constitucionalidad.
b) Las
presunciones legales,
como queda
dicho, son las inst ituidas por el legislado r, es
dec ir , cuando esé l qu ien el ige e l hecho infe-
ren te , apela a su reg la de expe rienc ia (o a l f in
pr áctico que busca) y est ablece también el
hecho que debe infer irse.
En t al caso, salvo que se demuest re in-
const ituc ional/dad, estamos ante una imputa-
ci ón no sól o lógica, sino normativa, y como
tal debe cumpl irse. Queda para e l p lano p re-
jurídico el examen de normalidad que el le-
gi slador pudo llevar a cabo, u otr os moti vos
que lo inspiraron; lo cier to es que l a imput a-
ción plasmó en un mandato concreto, que
obl iga tanto a los particu lares, como también
a los órganos encargados de efectivizar el
mandato legal .
Las presunc iones estab lecidas por e l le-
gislado r pueden se r relat ivas o absolutas. El
fundamento de la d ivi sión radica en la inten-
sidad de l a relación que la l ey impone entre
hecho inferen te y hecho infer idé, que se t ra -
duce en un efecto p rocesa l: l as pr ime ras ad -
mi ten prueba en cont ra rio; las segundas, en
cambio, no.
Aclaremos que la pos ib il idad de prueba
en cont rar io se refiere a la inferencia en sí,
pero no al tera que, en ambos casos , e l hecho
que da or igen a la presunción deba ser objeto
de prueba inequívoca. y esto se da, aun
cuando e l leg isl do r e fectúe una concatena -
ción de presunciones, como en e l c itado a rt .
47de la ley de impues to a las gananc ias: pre-
sume un i nterés de tasa no i nferior a la apli-
cada por el Banco de l a Naci ón, por que hay
una previa presunc ión de onerosidad, pero en
todo caso la existenc ia de un prés tamo debe
ser cierta.
Además, podemos preguntamos: ¿esme-
ramente procesal el efecto de las presun-
ciones/
Pa ra qu ienes hayan hecho un dogma de
la di fer encia entre derecho sust antivo y de-
recho forma l, como compa rt im ien tos estan -
cos , puede ser di fí ci l acep ta r la existencia de
un ins ti tu to que , según sus concretas ca rac -
terísticas, opere en un campo u otro, pero
eso es lo exhibido por la rea lidad .
Cuando la p resunc ión es relat iva , opera
solamente una inversión de la carga de la
prueba; el legislador supone que si empre
ocurre lo que él considera normal, pero si
ocurr ió lo anormal , podrá ser probado en el
caso y caerá la presunc ión. Suefecto serefle-
ja solamente en la carga de la prueba, y en
cierto sentido ayuda al juez para su razona-
miento. Pero bastará probar que un préstamo
esg ratui to , o que, siendo oneroso, es de tasa
i nferior a l a normal, para que la pr esunción
ceda.
En l a presunci ón absoluta, en cambio,
existe mayor intens idad de la inferenc ia, po r
cuan to el la no admi te. prueba en con trar io .
La relac ión ent re hecho inferen te y hecho in-
fer ido , que sabemos meramente p robable, es
Cierto razonamiento, en ia abSOll1 ta se io Im-
pone, s in a lternativa, lo cual s igni fica rempla-
zarlo.
Esde destaca r que las p resunc iones ab -
solutas a lgunas veces se mueven por
cánoR
nes de norma lidad , y o tras veces se apa rtan
totalment e de el los. Esto da pie para que al-
guna doct rina d ist inga ent re absolutas pro-
piamente dichas
y
ficciones
). Las primeras
tendrían su respaldo lóg ico en reglas de expe-
r iencia, y la no admisib. ilidad de prueba en
contr a serí a un recaudo del legislador para
reforza r su e fecto. En la f icción , en cambio,
la conexión en tre hechos, estatuida por e l le-
g is lador, se despreocuparía por todo parale-
l ismo con la rea lidad, y configuraría estricta-
mente una
mentira técnica.
Ejemplo de ello
lo dan algunas leg is laciones tributarias que, a
efectos de considerar la condición de sol tero,
casado o v iudo del sujeto pasivo, d isponen
pa ra e llo atene rse exclus ivamente al es tado
civil de éste en el último día del ano: adop-
tan la ficción de que ése ha sido su estado
duran te todo el ejerci cio. Es también e l caso ,
a nuestro ¡uicio, de la personificación de la
suces ión ind iv isa en la leg is lación tributaria
argentina.
Si b ien la d is tinc ión entre presunc iones
absolutas propiamente dichas y ficciones pa-
rece c lara en teoría para los casos extremos,
puede presentar también c iertas zonas grises;
además, es de escaso interés práctico, porque
de todos modos ambas categorías comparten
l a caracteristica de establ ecer una inel uc-
table conex ión en tre hechos , por impe rio de
la ley .
Si las presunc iones relat ivas son s imple-
mente procesales, es mucho más discutible
predi car lo mismo de las absolutas. Parece
c la ro que la l igazón necesar ia e~t re hechos
que provoca la presunc ión absoluta, apare ja
un dis locamiento en la generac ión de efectos
jurídicos, del hecho inferido al hecho
inferente.
Cuando aparentemente la ley estab lece
un t ributo ref eri do al hecho Z pero a conti -
nuación prevé que, dado· el hecho x, debe
presumirse absolutamente el hecho Z en pu-
r idad los e fec tos no dimanan de éste, s ino de
aqué l, que p ermi te p resumi r/o. Esel caso , en
(1) CARelA S flSUNCE, HORACIO A.:
Temasde derecho tributario, Abeledo Pe,rrot, Buenos Aires,
1 98 2, p ág, 12 5.
490
-
Derecho Fi.,ca{· TomoXXXVlff
(2) PEREZ DE AVA LA, ¡OSE L.: Lasf icc iones en el derecho tributario, Editorial de Derecho Financiero, Madrid, 1970.
Tomo XXXVI II · Derecho f igal
-
. 91
8/17/2019 presunciones Garc+¡a Mull+¡n.pdf
3/6
este u lt Ima . . :) Imtlar razonamiento conduce a
sostener que la frontera entre impuestos a las
rentas y a los capitales resu lta po r lo menos
borrosa y discutible, cuando intervienen pre '
sunciones absolutas.
Creemos que lo apuntado es suf ic iente,
en términos generales , para relat iv izar la d is -
t in ción ent re normas sustant ivas y de p roce-
dimient o, y par a no consider ar como mero
aspecto pr ocesal el permitir o no la pr ueba
en contrario. Sustancia y procedimiento se
hal lan muchas veces en trelazados en forma
compleja. A t ítulo de ejerci cio, supóngase
que agregamos la f ra'se salvo prueba en
contrario a alguna de las presunc iones sobre
fuente de ganancias, y se advertirá que el
efecto excede lo procesal, por implicar un
cambio sustantivo en la estructura del im-
puesto.
Del m ismo modo, existen en ma ter ia t ri -
butaria algunas presunciones que son absolu-
tas tan to pa ra e l cont ribuyente como para la
admin is trac ión, por cuanto corresponde con-
s iderar las integrando la estructura misma del
impuesto. Pero también exi sten otras, que
son de uti lización facul ta tiva por e l contr ibu-
yente, pe ro que una vez e jercida la opción se
imponen, s in pos ib il idad de prueba en contra-
rio por la otra parte.
11.PRESUNCIONES EN EL DE-
RECHO TRIBUTARIO AR-
GENTINO.
El derecho tributario está rea lmente p la-
gado de p resunciones ( ') . En la Argent ina han
estado presentes desde bastante antes de la,
modificación a la ley 11.683, hecha por la
21.858, pese a que fue ésta la que tr ajo el te-
ma al p lano ostensible de atenc ión.
Aun cuando en los párrafos precedentes
hemos buscado de libe radamente e jemplos
tributarios , más que la consideración particu-
lar de todas y cada una de las p resunciones
existentes, interesa su análisis general , tanto
2.1. PARTICULARIDADES TRIBUTA-
RIAS DE LAS CLASIFICACIONES
COMENTADAS
a) En teo ría, la dist in ción ent re presun-
ciones humanas y legales es tajan te y clara
según surjan o no de la voluntad del legisl a:
dar.
Pero en materia tributaria parecería asis-
t ir se a la apar ic ión de una tercera ca tegor ía:
las podríamos denominar presunciones dele-
gadas al tenor del arl. 7° de la ley 11.683,
que facu lta al Di rec tor General para impartir
normas generales obligatorias sobre prome-
dios coeficientes y demás indices que sirven
de base para estimar de oficio la materia im
ponible
Esos
coefici ent es o índices no son ot ra
cosa que una cuanti ficación numéri .ca de
presunc iones, y desde el punto de v is ta juríd i-
co su si tuación es intermedia, po r cuan to su
fuente de producción lo es la Dirección,
m ient ras que su fuen te de va lidez estar ía en
la de legac ión a que se ha hecho referencia.
E l tema es, a l presente, de interés sola-
mente teórico, porque hasta donde sabemos,
en los últimos cuarenta anos la DGI no ha
hecho uso de esa facul tad con carácter gene-
ral y obl igator io , pero podría reactuaJizarse
en cualquier momento.
Ante la even tua lidad de que es ta facu l-
tad seejerciera, convendria recordar que la ju-
r isprudencia y doctr ina argentinas han acota-
do bastante pro li jamente e l a lcance y sentido
de la po tes tad reglamen tar ia. delegada , y en
espec ia l la v iabi lidad jur ld ica ae los reg lamen-
tos delegados, así como los l im ites a a tr ibui r
a l propio ar l. 7° ci tado . Como resumen de un
tema cuyo t ra tamiento globa l nos l levar ía de -
masiado lejos , puede afi rmarse que, en princ i-
p io , esos coeficientes e índ ices revesti rian so-
lamente el carácter de p resunción relat iva ,
po r e l ano tado e fec to sustan ti vo que involu-
crarian en caso de plantearse como absolutas ,
acto voluntario del sujeto paSlvo,poSrertor a i
hecho imponlble. pueden presentarse presun-
c iones que rec ién entonces adquieren cará
ter absoluto.
Es el caso, a nuest ro entender , de la de-
ducción de gastos presuntos (ar l. 78, ley del im-
puesto a las ganancias), que reviste carácter ab-
soluto para la admin is trac ión, pues no podria
producir prueba en el sentido deque los gastos
reales fueron meno res , pe ro cuyo funciona -
miento opera sólo s i e l contr ibuyente resuelve
acogerse a esa deducción estándar.
Parecería que en tal supuesto habría que
dis tinguir dos momentos: sería facul ta tiva,
para una de l as par tes, la apli cación mi sma
de la presunc ión; de ail l en más, e lla operaría
con igua l ef icacia abso luta para ambas.
Enéste, como en gene ral en todos los ca -
sos en que secontempla la pos ib il idad de ejer-
cer una opc ión (recuérdese el antecedente del
a juste impos it ivo por inf lación), nos encontra-
mos con actos de vo lun tad poster io res al he-
cho imponible, pero que ej ercen directa in-
f luencia sobre laex is tenc ia y cuant la de laobli -
gación t ribu tar ia, lo cual , a la luz de la doc tr i-
na dominante, no puede s ino causar c ierta per-
plejidad.
c l Una tercera particu laridad que seda en
el campo t ributario es la presencia de lo que
podr(amos denominar presunciones legales in-
completas entendiendo por tales las manifesta-
c iones leg is la tivas en las que sólo se incluye, o
e l .hecho a ser infer ido, o el hecho inferente,
fal tando s in embargo el otro término del juicio
lógico.
Esésta, en def in it iva, o tra s ituación inter-
media entre presunc iones humanas y legales ,
porque el leg islado r ha hab lado, pe ro s in es -
tablecer la presunción en todos sus elementos.
Ejemplo de hecho infer ido , sin hecho in-
ferente: el art 38 de la l ey del impuest o a las
ganancias, al establecer que cuando la Direc-
ción presuma que las salidas no documenta-
das han sido efectuadas para adquirir bienes
no seexige e l ingreso de l 45
previsto en el
artrculo anterior.
¡Qué característica corresponde asignar
a esas inferencias?
Si aceptamos como tajante la d icotomía
presunciones legales vs humanas concluire-
mos que la forma incompleta hace que no cal i-
f iquen como legales y que por ende correspon-
de tra tarlas como presunc iones humanas, so
me tidas a los cánones de l ci tado a rto163 de
código procesal civil y comercial.
Eso equivaldría, estrictamente, a conside
rar no escri tas las c itas en bastard il la , a enten
der que el leg is lador gastó inúti lmente sut iem
po o que dijo cosas s in n ingún efecto junoiCo
totalmen te obvias, lo cual , a nuest ro modo d
ver, no es buena pauta interpretativa.
Creemos que la espec ia l mención de uno
de los términos de la p resunción indica la vo
luntad legal de c ierta f lexibi lidad en la aprec ia
c ión del e lemento fal tante, y que ése esel sen
t ido de la menc ión legal .
En el caso de las sal idas no documen ta-
das , e l leg is lador pudo haber d icho que e l im
puesto del 45 no corresponde cuando
contribuyente pruebe que han sido aplicadas
la compra de bienes Enta l caso, la prueba pre
suncional habr(a s ido también admit ida, en lo
términos del ar to 163. Pero si util izó el gir
cuando la Dirección presuma parece lógic
pensa r que lo hizo para marcar una especi
amplit ud en l a apreciación de hechos ind
darios, que puedan l levar a esa conclus ión.
Otro tanto cabe pensar de la mención
de ciertos indicios; a nuestro entender, su i
c lusión expresa trasunta una espec ia l cal if
cac ión por e l legislador de su vi rtua lidad i
feren te, por cuan to se los juzga par ti cu lar
mente aptos para fundar, en cual qui era d
ellos, conclusiones presuncionales.
Las presunciones emergentes de esos in
cios expresamente mencionados, se nos prese
tan así en una categoría i ntermedia; por
hecho de su mención, no son enteramente a
milables a las demás presunciones humanas,
las que es pos ib le exigir p lura lidad, precisió
gravedad y concordancia.
(3) Paraun e jemplo en I ta li a, ver
GI N A. M1CHELLI,
Las presunciones yel f raude a l a l ey en Bo le t{ n de l a
Del
285, s -
tiembre 1977, pág. 279.
.;.92 -
Derecho f ¡SCdl· fomo XX \Vll f
( 4) V éa se s ob re el t em a g en er al .
GIULIANI
FONROUCE y
N VI,RRINE, Procedimiento tributario
3 a. e d, pá g. 1 7; J os e
M R 1A M
TlN, Facultades reglamentarias de la Dirección Cenerallmpositiva Impuestos, XXXIX; el Dictamen del O.A.T.J. 24/79 (Bole
de la
Del
314, febrero 1980, pág. 155) en su parte int roductoria .
TomoXXXVIII· Derecho Fiscal-
8/17/2019 presunciones Garc+¡a Mull+¡n.pdf
4/6
{S) Esespecialmente interesante la uti lización que de esos términos hace
PAUlO
oe
BARROS CIIRVALHO
T eo rfa d a n or ma
tributaria Ed. l ae l, S ao P au Jo , 1 97 4.
(6) A presunciones endonormativas esque básicamente serefiere
S MN Z D E B UI AN OA
en su conferencia
L05
métodos de
determinación de lasbases ímponibles y su proyección sobre laestructura del sistema tributario (Madrid, 1970), resumida
por DINQ IARACH en su ardculo P resu nc io nes leg ales en la d eter mina ción imp os t iva en La Información. t. XXXVII, pág. 889.
)
Por otra par te, a l ser incompletas, carecen
del respa ldo de razonab il idad concreta del l e
g is lador, de modo que el razonamiento implíci
t o en la i nferencia deberá estar sujeto a lacon
val idac ión de su adecuac ión a lo que , en cada
caso, pue da considerarse la regla normal de
experiencia.
2,2. PRESUNCIONES ENDONORMA
TIVAS y PERINORMATIVAS
No. es ésta, est rictamente, una clasi fica
ción excl usiva del ámbito tr ibutario, pe ro s í
de esp ecial importa ncia en él.
Es innecesar io adher ir enteramen te a la
teo rí a ego lógi ca de CARLOS COSSIO, para po
der u ti li za r su d is ti nc ión termino lógi ca ent re
endonorma y perinorma, que ha trascendido
ampliamente las f ronteras nacionales ( ') .
La primera ser ía la encargada de estable.
cer
el mandato,
la
conducta a segui r por e l su
j eto; l a segunda tomar ía como h ipótes is e l i n
cumpl imiento de la anter ior, y prevería las con
secuenc ias de e ll o. Enbuena med ida, l o que ha
con tr ibui do a la d if us ión de esta termino logía
es que la dicotomía
n or ma p ri ma ri a- no rm a s e
cundaria, a partir de KElSEN, ha deja do de ser
inequívoca y origina confusiones que conviene
evitar,
Sin ser exclusivamente t ributaria (porque
el concepto de pa reja norma tiva, o de norma
compleja, opera en todo el campo del de
recho ), i nt eresa sena la r su apl icac ión en t ri
butac ión, que juzgamos espec ia lmen te rel e
vante.
Presunciones tributarias endonormativas
son, entonces, las previstas para el funciona
miento normal del t ributo; están insertas en
la estruc tura de éste, por ope rar en su endo.
norma. Perinormativas, en cambi o, so n las
presunciones previstas para el caso de disfun
ción de la endonorma, para la hipótes is pa
toló gica en que, por no haberse cumplido el
manda to , ent ra a funcionar l a per inorma , cu.
ya estructura integran,
L as presunciones e ndonormativas son
abundantes en el derecho tributario argentino;
a s imple t ítulo enunciativo pueden mencionar
se las rel ac ionadas con e l concepto de fuente
a rgen ti na de las ganancias , o con e l valor loca_
ti v a de bienes ( art. 42), o con ciertas de duc_
c iones para l lega r a l concepto de ganancia ne
ta (ar t. 86) ,etc. Enel impuesto sobre los capita_
les existen presunciones en cuanto a ubicación
permanen te de bien es en el extranjero. E n el
impuesto sobre el pat rimonio neto podría men
c ionarse la del arto14, segundo párrafo, o inc lu_
so la del arto 6 ° referida al valor de los objetos
personales y del hogar . Una uti lización todavía
más intensa de presunciones endonormativas
es normal en e l impuesto a las herencias ( tr as
m is ión g ra tu it a de b ienes) , aunque no cor res_
ponda refer ir se a e ll as por no estar v igen te e l
tributo.
I nteg ran también esta categor ía de p re
sunciones endonormativas, las contenidas en
los llamados regimenes para pequellos contri
buventes, que muchos países t ienen estab le
cido para contemplar el p roblema represen_
tado por la masa de s ujetos pasivos de redu-
cida dimensión económica. -
S in ent ra r en mayores detal les, debe ser
sena lado que en todos esos, .casos e l l eg is la
dor quiere que el impuesto se cumpla nor
malmente aplicando la presunción, o exis
tien do la facultad del con tribuyente de apli
caria, si se concede dependiendo de su op
ción. Dicho de otra forma: la presunción, a
veces , esob li ga to ri a, y o tras facul ta ti va para
e l con tr ibuyen te , pero en todo caso const it u
ye un derecho suyo, en el curso normal pre
v is to para e l f uncionamiento del t ri bu to .
EI uso de estas presunciones endonorma
t ivas (que pueden ser rel at ivas o absolutas ),
puede estar j us ti fi cado por d iversas razones :
impedir la evasió n, e vitar debates sobre a s
pec tos de d if íc il p rueba, o s im¡: ¡l if icar e l cum
plimiento t ributario de masas de contr ibuyen
tes cuyo nivel económico y cu ltural se consi
dera i ncompa ti bl e con la obl igac ión de l leva r
registros contables minuciosos.
Sin perjuicio de su justificación, debe
destacars e que, e specialmente cuando esa
c lase de p resunc iones rev is te carác te r de ab
soluta, puede ten er por efecto un cambio en
el h echo imponi ble previsto para el tributo ,
porque en tal caso los e fectos j ur íd icos pasan
a deriva r del hecho inferen te, y no del hech o
inferido supra, § 1,4). Más específicamente,
debe senalarse que cuando se presume la
renta o las ventas a partir de cie'rtos ndices
obietivos, en puridad el tributo pasa a recaer
sobre esos índices objetivos, y no sobre la
renta o las ventas, lo cual puede provocar
crí ticas basadas en los princ ip ios de igualdad
y capac idad con tr ibut ivas , espec ia lmen te s i
este último t iene l'xpli citación de d erecho
positivo, como sucede e E spaña y otros
países 0 .
En la Argentina, la trib utación local del
impuesto sobre los ingresos brutos tiene
ejemplos bastante afines, que puede ser úti l in
sertar aquí. Dicho impuesto contempla normal
mente tanto impuestos mínimos como impues
tos fijos. Los primeros reposan en una presun
c ión legal que essólo rel at iva f rente a la admi
nistración: existiendo actividad onerosa, el con
t ri buyente no puede p roba r un impuesto i nfe
rior al mínimo, pero la autorid ad, si entiend e
que la base e fect iva fue mayor , puede exigi r e l
impuesto resul tante. En cambio, los impuestos
f¡ios par ten de una presunción que es absoluta
para todos , porque en rea li dad se despreocu
pan de los i ng resos b ru tos como base impon i
b le , para a tender o tros parámet ros (po r e jem
p lo : impuesto f ij o sob re cada unidad a fectada
a taxímetro, en la Capital Federal ).
Estas presunciones endonormativas son
de g ran impor tanc ia , y nuest ro úni co p ropósi
to es ide ntificarlas como formand o parte d e
una ca tegoría bie n definida. No es de l c aso
ha cer aquí un e studio en prof undidad de l te
ma, aunque podr(a resu ltar fértil p ara anali
zar su extensión , sus carac te rf st icas , y para
fo rmar j uicio sob re el punto de equ ilibrio q ue
inten tan a lcanza r ent re l os valores de justicia
y simplicidad, que seencuen tran s iempre en
una tensa relac ión.
111.LAS PRESUNCIONES PERI
NORMA TIV AS TRIBUT ARIAS
3 .1 .RAZON DE SER
Los impuestos t ienen establecidas distin
tas modalidades de cumplimie nto. Para po
ner
ejemplos
extremos
y simples, e l impuesto
a los automotores se liquida por la admi
n is tr ac ión, sob re la base de datos que posee ,
y sim plemente se pone al cobro; el impues to
a las ganancias. en cambio, es objeto de
declaración iurada
por e l conÚibuyente, por
que involuc ra hechos que sólo é l está en con
dic iones de conocer . Entre ambos extremos
existen múltiples esquemas intermedios.
Para' quienes acepten una terminante d i
visión e ntre de recho tributario su stantivo y
derecho t ributario adminis trat ivo, la diferen
cia en los modos de cumpl imiento carecerá
de impor tanc ia , por refer ir se a aspec tos adje
t ivos y no sus tanc ia les; por nuest ra par te , no
estando convenc idos de que la d if erencia sea
tan tajante como la plantea la doctrina ale
mana, y recog iéndola, l a doc tr ina nac iona l,
aun s in poder o frecer una const rucc ión a lt er
nat iva c reemos que la i ncomun icac ión ent re
ambos planos no es total, y que el esquema
de cumplimiento puede tener influencia
sobre la obl igación t ributa~ia.
Así, en los impuestos p or d ec la ra ci ón i u-
rada,
l a inici¡¡t iva de cumplimien to es atrio
buida por la ley al contribuyente , tanto por el
alto contenid o cívico, de autoimpo sición,
que esos tributos comportan, com.o por el
hecho de qu e es el único esquema p osible,
por el número de su jetos pasivo s y la índ ole
de los datos de hecho que son relevantes. y
el papel de la administración, además de fa
cilitar ese cum plimiento, es de control a pos
teriori; debe esperar a que e l con tr ibuyen te
cumpla, y luego verificar que lo ha hecho
correctamente, a cuyo efecto la declaración,
en tanto esté respaldada por los comproban
tes exigi bl es , goza de p resunc ión de verac i
dad,
Esta distribución de cometidos, impuesta
por tal modalidad de cumplimien to, apareja
tan to un p roblema c rono lógi co como de pos i
b il idades de ave ri guac ión. En cuanto a lo p ri
mero, s i t odo e l con trol estuv ie ra pos te rgado
has ta l a fecha de p resentac ión de la dec la ra
ción, la ad ministración se abocaría a una re
const rucc ión h is tó ri ca , a una b ús qu ed a d el
t ie mp o p er di do ,
casi imposi ble, Para con'
templar este aspecto, las normas exigen que, s i
multáneamente con su gestión, el contribuyen
te vaya dejando rastros ostensibles de su opera
t or ia : que se inscr iba en reg is tr os , que emi ta
comprobantes, que los incorpore a sus registros
contables, etc. Son todos hechos exteriores, pe
ro de d irec ta rel evancia y su con trol concomi -
. /9 4 - Derecho Fi sc dl - To mo XXXVIII
T om o X X XV II I· D er ec ho F is ca /- 4 95
8/17/2019 presunciones Garc+¡a Mull+¡n.pdf
5/6
do que no dan cer teza, const ituye una con
tradicción en sL
La probabi li dad surge de una regla de
experiencia, de una apreciación de la
norma
lidad del curso de los acontecimientos.
Y de
bemos senalar que no es éste el único caso
en que el, derecho, en atención a su fin
práctico,.recurre a este elemento. El derecho
penal, según el código de la materia, maneja
conceptos tales como necesidad racional del
medio emp/~do (ar t. 34, inc . 6, apar to bJ);
quien
con el fin de cometer un delito d eter
minado comienza su ejecución, pero no lo
consuma por circunstancias ajenas a su va. .
luntad .
(art. 42);
sre/ delito fuera imposible.
(arts. 42 'y 44);
auxilio
o
cooperación sin los
cuales
no
habria podido cometerse .
(art. 45).
Cada uno de estos conceptos implica una
tácita apelación a una regla de experiencia
respecto de cómo hubiera sido el curso natu
ral de una acción, si no sehubiera interpues·
to cierto elemento.
b) En estas presunciones tributarías, la
regla de experiencia a la que corresponde re·
montarse a parti r del hecho inferente, es de
naturaleza económica, porque sevincula con
lo que puede considerarse la normalidad del
comportamiento empresario.
Espor esoque esta área ese5encialmen~
te interdiscip linaria, de economistas y juris
tas, los primeros para ind icar, según sus co
nocimientos microeconómicos, cuál es la si
tuación normal que se refleja en el hecho
constatado. Sobre la basede ello sedetermi
nará, endefinitiva, la
razonabilidad
de la pre
sunción.
Pero a este respecto esimportante sena
lar que mientras la razonabil idad de la admi
n istración, cuando api ica presunciones hu
manas, es siempre revisable por los tribuna
les, que pueden compartir O no sucriterio, es
ta situación no se da cuando apl ica pr< 'sun.
ciones legales, sin perjuicio del requerimien
to de la razonabilidad, como garantia consti
tucional genérica.
Existen puntos opinables en la materia.
Por ejemplo: respecto del incremento del
10 en los aumentos de patrimonio detecta·
dos (art. 25, inc. eJ, ley 11.683), prestigiosos
TomoXXXVIII· Derecho Fiscal - 491
(10) HENSfl. LBERT:
Dlritto tributario,
t raducc ión a l i ta li ano de D INO IARACH, G lu ff ré , M Il ano. 1956, pág . 242 .
al Lo precedente informa sobre la prin
cipal caracter(stica de estas presunciones pe-
3.2. CARACTERISTICAS
~_.
tre,determinación cierta y presuntiva, estable
cido por el legislador argentino,
La determinación presuntiva es también
llamada (art. 25, ley 11.683)
estimación,
y es
esta palabra laque da lac lave de cómo y por
qué se insertan las presunciones perinormati
vas en el esquema de la determinación de
oficio.
Estamos ante un caso en que la certeza
no es pos ible, y no lo es porque el cont ribu
yente haomit ido sudeber primario de narrar
verazmente algo que solamerte él conoce en
su plenitud; en esas condiciones, el legislador
renuncia a la pretensión de certeza, y se con
forma con la probabilidad.
Dice al respecto HENSEL:
La incer tidumbre deun ' «non l ique t» , que
ocurre en un proceso c iv il
o
penal , «por fal ta
d e p rueb a» no ex is te e n el p roc edimient o t ri
butario. El obUsado
no
debe quedar exento s i
l a a ut ori dad n o es tl i en c ond ici one s de «pr o
bar» los hechos que fundan supretensión ; e lla
no puede determinar «cero peso» si por
ejemplo establece:
X
ha verdaderamente reali
zado operaciones de cambio, para la med ida
de las cua les, s in embargo , carecemos de todo
pun to de a poy o, La a dmini st rac ión t ie ne, an
t es bien, el der ech o y el d eb er de t ras for mar
t od a «ince rt id umb re» qu e ' i nc umb a a su pr e
tensión como tal ,
o a
s u m edida, e n un a v er
dad procesal
(==
máximaprobabilidad posible)
mediante la estimación
(10),
Suscribimos plenamente estos concep·
tos, con la única salvedad que, a nuestro
juicio, si hay incertidumbre sobre la preten
sión en si, y no yasobre sumedida, ese punto
debe ser despejado por otros medios. En su
apl icación más concreta, d ir iamos que la es·
t imación debe basarse en la prueba inexcu
sable de que el contribuyente no 'declaró, o
no fue tot al y absolutamente veraz, y que
eso debe probarse más allá de toda duda, s i
los registros son llevados en forma correcta.
·,c,.•..,uv.;o
~l~''-'
;: ~ ;; ,. ,c.-. . ..• ..:,-. .jÚ::f)CJa
y magni tud de aquél la
(art. 23, ley 11.683).
Autorizadas opiniones
C~)
sostienen que la
diferencia entre determinación sobre baseder.
ta y presunta tuvo importancia antes, por su
reflejo procesal, pero que actualmente ella no
es tan marcada. Lo creemos válido referido al
procedimiento, pero no con respectoal acto en
si.Como actos
determinación directa
y
presun
tiva o estimativa responden a procesosmenta.•
les di ferentes . y cada uno de el los t iene un
ámbito propio.
Ladeterminación directa corresponde can
clara prioridad, cuando no hay discusión sobre
los hechosy si sobre el derecho, y cuando ios
elementos conocidos por la administración dan
un conocimiento cierto de la materia imp,
nible. No hay, a nuestro juicio, discrecionalidad
para elegir una u otra v{a.
Silos hechos no sonobjeto de discusión,y
en cambio se plantea la procedencia jur(dica,
de una deducción, o s i c ier to t ipo de Ingreso
cae o nodentro del ámbito gravado, la preemi
nencia de la determinación directa nos parece.
indudable. Del mismo modo, y no obstante lo
dispuesto por ei arto16 del dto. 1.397/79,regla
mentario de la ley 11.683, las diferencias de in
ventario que respondan a problemas de simple
valuación, pero que no reflejen diferencias frsi
cas, no justifican presunción alguna, y si sólo
determinación sobre base cierta, porque la dis
cusión versará, no sobre hechos, sino sobre
métodos de valuación admisibles. Claro está
que la diferencia de inventario puede respon
der a un
corte
de las existencias, pero en tal ca
so lo relevante quizá seasólo la diferencia frsi
ca, y no necesariamente la de valuación.
El campo de la determinación presuntiva
se ab re entonces más al lá del
conocimiento
cierto, sobre la basede los
elementos conoci
dos por la administración; creemos que el es
quema legal no obliga a ninguna actividad in
vestigadora especial de la administración dirigi
da a agotar las posibilidades de hacer una d••.
terminación cierta. Como contrapartida, ella
. .. /0
más importante en lasanción o «es-
p eci fi ca r ea cc ión d el d er ec ho a nt e la viol a
ción de un deber jurfdico» no es el casti go,
s ino la a pl icac ió n f or zada de l p biet o de l de-
recho; vale decir, el cumplimiento
o
ejecu-
ción coactiva del deber no cumplido e).
Ese cumpl imiento forzado se explici ta
mediante el acto de determinación de oficio.
Sin que corresponda ent rar ahora en tema
que merece desarro llo más profundo, baste
decir que tal determinación constituye, en el
derecho argentino, un acto administrativo ('),
de indole perinormativa (para el caso de fun
cionamiento patológ ico de la endonorma),
por el cual la administración remplaza,susti
tuye o recti fica la declaración del contribu
yente, cuantif ica sudeuda y constituye por si
un t itulo jurid ico abstracto que, enalgún mo
mento del contencioso que se plantee, per
mitirá el cobro coactivo correspondiente.
La ley, siguiendo un vicio común, utiliza
la misma denominación para referirse tanto
al procedimiento que culmina con cierto ac
to, Como al acto en sí, pero eso no es un
obstáculo. haciendo las debidas precisiones.
Lo cierto esque ese acto puede revesti r,
según los hechos en que sefunde, dos moda-
(7) COROlllO. ACUSTlN: Introducción al derecho administrativo, 2a. ed. Abe ledc rPer ro t. pá¡ . 70. En l ¡uaJ s en ti do , CER LDO
TALIB , Hipótesis de incidencia tributar/a, tr ad. Fu nda ci ón d e Cu ltu ra Uni ver si ta ri a, Mo nt evI de o, p á¡ s. 4 0/4 1,
( 8) En co nt ra , O INO J ARACH, q ui en so sti en e la na tu ra le za j ur is dI cci ona l d e est e a ct o e n con oci do s tr aba jo s, e l úl timo d e
los cuales lo es
Eljuez administrativo. Observaciones de derecho comparado, en
La I nf ormaci ón , agost o 1984, plf,a:. 213, así
como NORBERTOCOOOY,
Consideraciones sobre la autonomla del derecho tributario,
La Información, t. XLVI, pál il . 17, Enfavor
del c ar ác te r adm in ls tr at iv o del a ct o de det ermi naci ón , C IULI AN I FONROUCE, Derecho financiero, Depalma , 1970, p íl il . 5 05 ; IOSE
MARIA MARTlN,
Principios del derecho tributario argentino,
páS. 261. etcétera.
(9) JARACH.OINO:
Cursosuperior de derecho tributario,
~ág, 412, Y en el art(culo citado en nota (6),
Además. existe un problema de posibili
dades de averiguación, que deriva tanto del
número de contribuyentes a controlar (éstos
son impuestos masivos) , como de que los
hechos relevantes, normalmente, sólo 105 co
noce el sujeto pasivo.
En consecuencia, la endonorma tributa
ria contempla la h ipótesis (que supone nor
mal ) del cumpl imiento t ributar io. y la per i
norma se encarga. no sólo de establecer la
pena. sino también. y fundamentalmente. de
instituir la principal consecuencia del incum
plimiento. que es el cumpl imiento forzado.
Es út il recordar que el concepto de
sanción
excede en mucho al de pena; como dice GOR
DILLO,
4 96 -
Derecho Fiscal· Tomo XXXVIII
8/17/2019 presunciones Garc+¡a Mull+¡n.pdf
6/6
( 11 ) J AR • .• •CH, DINO: e n a rtr cu Jo ci tad o e n n ot a ( 6) . ROB~RTO o. FREYTES Reforma de la ley 11,683 por la ley 21,858 en DERECHO
FISCAL,XXVIII,2':J1),no afirma expUcitamente el carácter s a dona ta rio del incremento de/10 , pe ro s{ de que las diferencias
de inventario, a efectos delIVA, no den· derecho a crédito. También en ese caso podr{a haber una presunción implfclta de
que , s i s e t ra ta d e p ro c:esos de fabricación, el crédito se invocó de . todos modos , y de que , s i fu e reven ta , s e compró sin fac.
tura.
TomoXXXVlfI- Derecho Fiscal -199
Ce~dl ue la CrueOd·.¡JreVJSJ0rl Lle Id
evasión, o senci llez en la admin istración y en
el cumpl imiento dei tributo, cuando ellas in
volucran reg{menes para pequeños contribu
yentes,
Que procuran ser simplificados.
Suidoneidad, por lo tanto, debe ser juz
gada en func ión .dei objet ivo buscado, te
niendo presente que son aptas para alcan
zarlo , pero que igualmente comportan ries
gos. Esos riesgos normalmente. se relacionan
con la distorsión que pueden introducir en la
estructura misma del tributo en el cual se in
sertan, alterando sea su hecho imponible, sea
su base de cálculo, sus efectos económicos,
etc. Todo ello ponderado en función de la di
mensión dei estrato que abarquen, en térmi
nOs de sujetos alcanzados y su significación
económ ica y tributaria.
Las presunciones perinormativas, por su
parte, suponen ya un mal funcionamiento del
esquema de cumplimiento previsto, y secon
forman con restablecer lo probable cuando
el cont ribuyente, que es el único que sabe
con certeza cómo fueron las cosas, incumple
el deber de veracidad que está en la basede
todo el sistema de autodeclaración.
Enuno y ot ro caso las presunc iones nO
pueden calificarse de instrumentos óptimos;
en la mayoría de los casos, su mayor justi fi
cac ión se adv ier te cuando se las compara
con las otras soluciones alternativas.
Si , para usar la expres ión de
CORDILlO
(13), la situación actual secaracteriza por una
importante disociación entre el sistema y el
parasistema normativo, evidente en muchos
órdenes y especialmente en el tributario, cre
emos que aquí las presunciones pueden tener
aplicación coyuntural pero fecunda.
Las presunciones endonormatlvas, espe
cialmente dentro de un régimen para pe
quenos contribuyentes, pueden ayudar a que
el sistema legal tributario seacerque un poco
a la real idad constituida por centenares de
miles de operadores económicos de reducido
nivel . Las perinormativas, a suvez, con ajus
tes técnicos necesarios, pueden, mediante
una ap li cac ión ági l, i nduc ir un cambio en el
parasistema, para que gradualmente muchos
vayan cumpl iendo, cada vez más y mejor, en
un proceso que se retroalimente.
Se ha buscado en este trabajo presentar
algunos conceptos básicos sobre el instituto
de las presunciones en el derecho en general,
como punto de partida para la consideración
que ellas reciben en el derecho tributario.
Se ha visto, as{ , que ellas comprenden
distintas categorías y subcategorlas, y que su
no diferenciación puede apare jar indebida
aplicación general de principios que sólo son
válidos en un sector de las presunciones.
Al centrar la atención en las presun
ciones tributarias, hemos senalado algunas
particu laridades que ellas comportan, tales
como la pos ibi li dad de que resu lten de una
delegac ión legislat iva, o que estén enun
ciadas en forma incompleta. Independiente
mente de que se afirme o niegue la auto
nomia del derecho tributario, las referidas
son normas v igentes , que requieren su in ·
tegración armónica con el resto del ordena
miento.
Finalmente, hemos dirigido la atención
hacia la distinción entre presunciones endo
normativas y perinormativas, o, si se quiere,
normales
y
para la determinación de oficio
respectivamente. Y ello porque si bien ambas
implican la uti lización del mismo instrumen
tal lóg ico, su razón de ser y su justi ficación
en el ordenamiento obedecen a causas dife
rentes,
Las presunciones endonormativas res
ponden a varias causas: conformación de la
(1 2) Vé ase n ot a ( 10 ).
(13) caRDILLO. ACUST1N:El paraslstema jurfdico administrativo e n Tr lb ut ac ión , Re púb li ca Dom in ica na, e ner o- mar zo d e
1964, pág. 45..
IV. RECAPITULACION
E st a ob li gac ió n no l e i nc um be a f a a ut o·
ridad sólo porque ella debe tutelar los intere
ses fiscales del Estado; la igualdad de laapli
cación de las leyes de impuesto, que consti
tuye su deber, exige en cambio que aquel
que sea negligente con sus obligaciones de
colaboración,
o
incluso remiso, no disfrute
con su comportamiento de ninguna ventaja
f rente a l c iudadano que toma en ser io sus
obligaciones tributarias
(12).
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