PROPUESTA PARA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE … · ante la amalgama de estructuras municipales y supramunicipales que la componen. Más de 2.200 municipios, 246 mancomunidades,

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PROPUESTA PARA LA ORDENACIÓN DEL

TERRITORIO DE CASTILLA Y LEÓN

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Consejo Territorial de UPyD en Castilla y León

Enero de 2013

Propuesta de Ordenación del Territorio de Castilla y León

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Índice

Página

1. Introducción 4

2. Un año de debate territorial en Castilla y León 6

3. Una reordenación más que necesaria 8

4. Micromunicipalismo y crisol institucional 12

5. Reducción arbitraria de concejales y defensa de las pedanías 15

6. Criterios de agrupación de los municipios 17

7. Relaciones entre los núcleos de población del mu nicipio 18

8. Competencias de los nuevos municipios 19

9. Financiación 20

10. Órganos locales y provinciales en Castilla y Le ón 21

10.1. Municipios 21

10.2. Mancomunidades 22

10.3. EATIM (Entidades de Ámbito Territorial Inferi or al Municipio) 23

11. Perspectiva económica 24

12. Conclusiones 27

PROPUESTA PARA LA PROVINCIA DE SORIA 31

Anexo I: Cuadro básico de las nuevas competencias d e los municipios 37

Anexo II: Propuesta de nuevos municipios tras su fu sión 39


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1. Introducción

La crisis internacional y el estallido de la burbuja inmobiliaria en España han dejado al descubierto que, durante años, se ha venido realizando una mala gestión de la política y de los recursos públicos en una visión cortoplacista destinada principalmente a la satisfacción de intereses de los propios partidos políticos entre los que se repartían cuotas de poder.

Durante décadas, ha sido evidente la necesidad de hacer profundas reformas en numerosos ámbitos de la estructura socioeconómica. Nuestro país debería haberse centrado en consolidar firmemente la mayor integración y la convergencia posibles que Europa precisa para desenvolverse con solvencia en el marco una economía global. En lugar de afrontar seriamente estas reformas, los partidos alternantes en el poder y sus socios nacionalistas se han aplicado en ocupar las instituciones y relajar todos los controles, degradando la calidad democrática y poniendo la administración a su servicio partidista y al de intereses afines. Las consecuencias de ese desgobierno son de todos conocidas: desempleo, endeudamiento (público y privado), crisis financiera (ruina de las Cajas de Ahorro), subidas de impuestos, bajada de salario, mayor desigualdad, peor prestación de servicios básicos como Educación, Sanidad o Justicia. En definitiva, recortes que han mermado la calidad de vida de los españoles.

El modelo territorial español es una de las reformas pendientes más largamente aplazadas. El retraso en la adopción de medidas modernizadoras en este sentido ha tenido sin duda alguna negativas consecuencias económicas y sociales al propiciar una mala gestión de los recursos públicos y también ha contribuido a acrecentar los desequilibrios territoriales.

La estructura del modelo territorial no cambia al mismo ritmo que se produce la evolución en la estructura socioeconómica, sino que va por detrás de la misma. En concreto, la organización provincial y municipal de España tiene su origen en el primer tercio del siglo XIX y respondía a una sociedad predominantemente rural y una economía agraria. El “minifundismo municipal” que tiene nuestro territorio nacional (muy en especial, Castilla y León) es una herencia de ese tiempo.

Con la implantación de las Comunidades Autónomas después de la Constitución de 1978, las Diputaciones Provinciales más propias de un estado centralizado, permanecen con un difícil encaje en el modelo territorial, siendo prácticamente su única justificación de permanencia, sobre todo en nuestra


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región, la propia existencia de municipios muy pequeños que no pueden afrontar sus competencias.

Ya en pleno siglo XXI, vemos con pesar que el modelo territorial no se ha ido adaptando a los tiempos y que hemos creado un modelo económicamente insostenible. La burocracia y el entramado normativo crecen sin control afectando al desarrollo económico. El mantenimiento de inercias políticas, la conservación de formas de hacer política clientelistas y caciquiles, la defensa de algunos privilegios, un conservadurismo social fomentado desde el poder por la exaltación emocional de lo propio y absurdas rivalidades localistas y provincianas, son causas principales para que se haya dejado sin afrontar esta reforma.

Cuando se proponen soluciones “imaginativas”, diferentes a lo que se lleva haciendo desde mitad del siglo pasado prácticamente en toda Europa, lo que se está tratando es aparentar cambiar algo para que el fondo no cambie nada, o lo que es peor, ya de cambiar algo aprovecharlo para incrementar las malas prácticas señaladas anteriormente y que seguirían siendo un lastre para nuestro progreso.


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2. Un año de debate territorial en Castilla y León

En el caso de Castilla y León, la región más extensa de España y una de las más envejecidas y despobladas, esta reordenación se vuelve perentoria ante la amalgama de estructuras municipales y supramunicipales que la componen. Más de 2.200 municipios, 246 mancomunidades, una Comarca, nueve Diputaciones Provinciales y una infinidad de empresas y fundaciones de carácter público forman el crisol institucional que pretende dar respuesta a los problemas de los castellanoleoneses. Sin embargo, lejos de conseguirlo, perpetúan un modelo de gestión ineficiente y clientelista con un coste estructural altísimo y que al dar una mala respuesta en la prestación de los servicios a los ciudadanos contribuyen en gran medida a la despoblación de muchas zonas de nuestra región.

Los distintos gobiernos regionales que hemos tenido han promovido en varias ocasiones el debate de la reordenación territorial, pero nunca se ha materializado ninguna de las conclusiones obtenidas – según nuestro punto de vista – porque emprender la fusión municipal iba a requerir mucho esfuerzo pedagógico y de recursos para incentivarla; porque hace falta coraje para afrontar el coste político que supone enfrentarse a inercias muy conservadoras y a determinados intereses localistas, y porque la atomización municipal hace que muchos municipios carezcan de verdadera autonomía y sean fáciles presas de los intereses partidistas que los controlan políticamente desde instituciones alejadas de los vecinos como es el caso de las Diputaciones Provinciales. Sin embargo ahora, deprisa y corriendo, se ve impelida por las exigencias internacionales de conseguir ahorros en los Gobiernos central y regional, pese al despilfarro de los años anteriores y sin tener en cuenta la prestación de servicios a los ciudadanos. No es el ahorro la principal guía que ha de tener la reordenación territorial, sino la mejor prestación de servicios a los ciudadanos; es la racionalización administrativa, es, para muchos municipios debidamente dimensionados, la posibilidad de tener autonomía política y económica efectiva, que los ciudadanos puedan controlar directa y democráticamente a quienes gestionan los recursos de su administración más cercana.

La Junta de Castilla y León, con la connivencia del principal partido de la oposición, ha lanzado una serie de propuestas que se aparta de los principios de eficacia y eficiencia demandados. En opinión de la formación magenta, reforzar las Diputaciones – aún en el caso de que se consiguiera eliminar su anomalía antidemocrática con treinta años de retraso –, mantener los municipios sin importar criterios de prestación de servicios y crear la Mancomunidad de Interés Comunitario (otra figura que se uniría al ya citado


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crisol institucional y cuyos gestores tampoco habrían sido elegidos por los ciudadanos) no sólo no evitan los solapamientos, si no que los aumentan dañando la claridad en la prestación de servicios públicos.

Otras organizaciones han lanzado también sus propios planteamientos de reordenación municipal con ciertos elementos interesantes como la ya citada supresión de las Diputaciones, pero persisten en la permanencia de ‘micromunicipios’ bajo la fórmula de la Comarca tradicional con lo que no evitan instituciones intermedias administrativo-politicas.

A finales de agosto del pasado año 2012, Unión, Progreso y Democracia en Castilla y León presentó en Valladolid una “Propuesta Básica para la Ordenación del Territorio”. En esos momentos se estaba llevando a cabo la presentación de alegaciones de la Mesa del Territorio de Castilla y León que había empezado a rodar a principios de octubre de 2011 y de la que UPyD fue excluida tanto de la propia mesa como de los grupos de trabajo que se formaron con posterioridad pese a ser la tercera fuerza política regional en número de votos en las últimas elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 y la cuarta, en las elecciones municipales de mayo de ese año.

En estos meses, el Gobierno regional ha cambiado su proyecto presionado por los alcaldes de su propio partido, en lugar de de buscar un modelo que asegure la calidad en los servicios a los ciudadanos y que evite instituciones de escasa o nula legitimidad democrática emborronen la gestión pública.

Como se verá más adelante, esta propuesta busca conciliar las estructuras que le son familiares a los ciudadanos con el municipio como pilar básico, eliminando las Diputaciones Provinciales y otras estructuras paralelas; ordenando los municipios no en función del número de habitantes, sino de sus necesidades, sin otro fin que acercar la política local a los castellanoleoneses y hacerles partícipes del gobierno en el que viven y trabajan; huyendo de propuestas extravagantes de reducción de concejales que poco o nada tienen que ver con la economía y mucho con la arbitrariedad y el escaso respeto a la voluntad de los ciudadanos, lo que conlleva una rebaja de la calidad de nuestra democracia.

La justificación económica no puede servir para recortar calidad democrática. Los ahorros y las economías deben ser el resultado de la correcta aplicación de sistemas eficaces de gestión que hayan sido desarrollados sobre la base de garantizar la legitimidad de los órganos de gobierno respetando la voluntad de los ciudadanos.

En este documento, se presenta la aplicación de dicha propuesta en las nueves provincias de Castilla y León. No se trata de un planteamiento cerrado


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y exhaustivo. Por ejemplo, podría darse el caso de que algún núcleo de población incluido en uno de los nuevos municipios fusionados estuviera, por distintas causas, mejor encuadrado en otro contiguo que incluso no tendría por qué pertenecer a la misma provincia. Se ha partido de las comarcas tradicionales de cada provincia para hacer esta propuesta, pero no son las razones identitarias la principal motivación de la misma. Tampoco presume de ser un planteamiento novedoso en sus bases de partida, habiendo sido ya considerado como una posibilidad en los debates que se dieron en Francia en periodo revolucionario, como también fue planteado en España por diversos autores a mediados de los años sesenta del siglo XIX. Lo que sí creemos es que puede sentar las bases para mejorar la gestión del territorio en el siglo XXI.

3. Una reordenación más que necesaria

Castilla y León cuenta con una población que supera los 2,5 millones de personas y alberga a 2.248 municipios, el 25% del total de los municipios en España. Una rápida división nos diría que el tamaño medio de los municipios de la región se encuentra en los 1.139 habitantes por municipio. Si bien este dato pudiera parecer razonable a primera vista, la realidad es bien distinta. Si queremos aproximarnos más a la realidad hay que tener en cuenta que, de esos 2.558.563 castellanoleoneses, más de la mitad – el 50,4% – habitan en quince municipios (las nueve capitales de provincia y seis municipios de más de 20.000 habitantes), siendo el de mayor tamaño Valladolid, con 316.000 habitantes.

En la región, la superficie media de cada municipio es una de las más bajas de España: 42 Km2, frente a, por ejemplo, los 250 Km2 de media en la Región de Murcia. Más del ochenta por ciento de los municipios castellanoleoneses poseen una extensión inferior a la media española (62 Km2). El municipio cuyo término municipal es más grande en España es Cáceres que con 1.750,33 Km2 tiene casi tanta superficie como toda la provincia de Guipúzcoa, 1.900 Km2, en la que existen 88 municipios.

Asimismo, más del 97% de sus municipios – 2.221 – tienen una población menor de 5.000 habitantes, más de la cuarta parte de ellos tiene menos de 100 habitantes y casi dos tercios de los municipios tienen una densidad inferior a 9 habitantes/km2.

Asimismo, casi un quinto de la población (18,88%) se concentra en municipios de menos de mil habitantes y más del uno por ciento (1.31%) en municipios de menos de cien habitantes. Por otra parte, el setenta y cuatro por ciento de la población (73,99%) se encuentra en los municipios de más de dos


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mil habitantes (2.001-20.000 el 23,24% y 20.001-500.000 el 50,67%), el veintiséis por ciento restante se agrupa en municipios de menos de dos mil habitantes (más de 101- 2000 habitantes). En las provincias de Valladolid, León, Burgos y Salamanca se encuentra más del 68% de la población castellanoleonesa, siendo la capital del Pisuerga el principal núcleo de población con más de 310.000 habitantes.

Desglosados estos 2.189 municipios menores de 5.000 habitantes:

Esta situación de ‘inframunicipalismo’ hace que los municipios no puedan prestar por si mismos numerosos servicios, lo que trae consigo la aparición de entes intermedios (expresión de la inviabilidad del modelo actual), como las mancomunidades y el intento de justificación de la existencia de las Diputaciones Provinciales. Los servicios, así prestados, no siempre se ofrecen de forma correcta y provocan unos importantes costes de ineficiencia derivados del número de los intervinientes en los mismos y de sus intereses personales.

En toda esta justificación no podemos olvidar el aspecto económico, la multiplicidad de “entes”, de políticos y de gestores supone un incremento


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sustancial del gasto, y esto no sólo por los salarios que estos perciben si no por los costes de las estructuras que se crean a su alrededor, que duplican competencias y puestos de trabajo aumentando la ineficiencia de la gestión, la calidad y el coste del servicio que debe recibir el ciudadano. Todo esto que, si bien no pasa desapercibido nunca, algunos dan por bueno en tiempos de bonanza económica, ante una crisis económica aparece para todos como insostenible.

Si bien es cierto que los factores económicos son importantes, no lo son menos los criterios de representación democrática. Vivir en democracia tiene unos costes, tanto intelectuales como económicos, mayores que los de vivir en un régimen dictatorial y los españoles los hemos asumido. Esta aceptación no puede suponer bajo ningún concepto ni un aumento desmesurado de los órganos de gestión, puestos de libre designación y similares (y como consecuencia de los costes) en función del capricho del gobernante de turno, ni un recorte de cargos electos que quiebre el principio de representatividad de la voluntad de los ciudadanos en las instituciones políticas. Ambas cosas no hacen más que camuflar, de una u otra forma, una vulneración del sistema democrático por el que hemos decidido regirnos.

Partiendo de la premisa de resolver los problemas descritos anteriormente, UPyD ha desarrollado una propuesta de ordenación del territorio para Castilla y León que tiene los siguientes objetivos:

1. Aproximar la administración al ciudadano :

� Como premisa básica, tiene que existir una administración, digna de tal nombre, que sea capaz de realizar las tareas asignadas como pueden ser: elaborar un presupuesto anual, llevar una contabilidad compleja (ininteligible para la mayoría de los responsables políticos), efectuar una liquidación: Cuentas generales (recordemos que el 65% de la entidades locales de Castilla y León no entregan sus cuentas en plazo para su fiscalización por el Consejo de Cuentas), realizar estadísticas varias, llevar un Padrón Municipal de habitantes o múltiples padrones fiscales, aplicar tasas y tarifas diferentes, realizar y gestionar un planeamiento urbanístico propio, etc.

� Una vez se cuente con una administración eficaz y eficiente, ésta ha de ser transparente para que el ciudadano pueda acceder a la información.

� El tiempo en recorrer las distancias físicas en el siglo XXI no es el mismo que hace dos siglos (aunque existan en la Comunidad zonas con infraestructuras viarias que pueden desmentir esa


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afirmación) y los trámites administrativos son casi en su totalidad perfectamente realizables por medios telemáticos (aunque también subsistan zonas geográficas de sombra de cobertura en todo tipo de tecnologías y a pesar que por el envejecimiento de la población abunde todavía el analfabetismo digital). Los inconvenientes que pudieran presentarse podrían evitarse con soluciones que sin duda sería más eficientes, como, por ejemplo, organización de servicios bajo demanda).

2. Ofrecer más y mejores servicios, en mejores condici ones y a menor coste de lo que se hace hoy en día (en el caso de que efectivamente se estén prestando dichos servicios).

3. Crear municipios con un tamaño tal que les permitan tener y ejercer de forma efectiva y real todas las competencias y s ervicios que necesita el ciudadano en el desarrollo de su vida cotidiana y puedan desarrollarlos de la manera más eficiente posible. El ejercicio de la autonomía se plasma en la gestión directa de sus competencias y en la prestación de servicios cuya calidad es evaluada por los ciudadanos que podrán exigir directamente responsabilidades políticas a sus representantes municipales.

4. Que el tamaño y la composición de las corporaciones locales refleje de la manera más fiel posible la voluntad expresada en las urnas por los ciudadanos. La reducción lineal de ediles, que anuncia el gobierno, atenta contra los principios de representatividad y pluralismo político.

5. Simplificar la administración:

� Eliminando todo tipo de duplicidades con un claro reparto competencial en los tres niveles administrativos: el local, el autonómico y el nacional;

� Eliminando órganos intermedios de gestión política no elegidos por los ciudadanos, dejando únicamente los tres niveles de gestión citados.

6. Facilitar el desarrollo económico de los municipios y favorecer la fijación de población en las zonas rurales. La modernización de la Administración Local requiere que no sean sólo entidades prestadoras de servicios, sino organizaciones estratégicas capaces de establecer un marco, dentro de su ámbito competencial y en colaboración con las Administraciones Autonómica y Estatal, para el desarrollo socioeconómico con carácter global y con criterios de sostenibilidad. Con el tamaño de la inmensa mayoría de los municipios de nuestra


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Comunidad no solo no es viable desarrollar una planificación estratégica, sino que incluso carecería de sentido.

7. Reducir de forma drástica los costes de gestión de la Administración.

8. Las consecuencias negativas del elevado número de municipios, en cuanto a la multiplicación del gasto, no sólo afectan al ámbito interno, sino que repercuten también de modo directo en otros ámbitos, en concreto, en todos aquellos organismos de apoyo, tutela o de competencias concurrentes con el ayuntamiento. Para las Administraciones Estatal y Autonómica no es lo mismo relacionarse con 2.248 ayuntamientos que con 77. La infraestructura en medios y personal que se requiere para las numerosas relaciones interadministrativas conlleva una multiplicación del gasto a veces en la misma proporción. Y no sólo en gasto, sino en eficacia.


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4. Micromunicipalismo y crisol institucional

Las mayores dificultades que encuentra el legislador a la hora de reordenar no sólo el territorio de Castilla y León, sino todo el de toda España, son, por un lado, la planta municipal y, por otro, los numerosos escalones administrativos que tiene que sortear el ciudadano en su acceso a los servicios básicos que le corresponden por ley. Con el fin de arrojar luz sobre este asunto, se va a dar paso a un breve análisis de estos dos elementos definitorios de la política local y regional.

En primer lugar, la planta municipal española destaca por su estructura parroquial, heredera de la Constitución de 1812 y que se implantó de forma definitiva con la reforma de 1845, en la que se exigió la presencia de 30 vecinos – algo más de 100 habitantes – como condición necesaria para mantener el Ayuntamiento. Desde entonces, las localidades españolas han quedado inalteradas, con la excepción de las grandes ciudades que han llegado a absorber a los municipios de su área metropolitana. Incluso se puede afirmar que la tendencia ha sido mucho mayor hacia la segregación que a la fusión.

Este hecho ha dado lugar a que en una región de gran extensión como Castilla y León, prolifere una miríada de pequeños municipios, con una población envejecida que decrece cada año y que cuenta con pocos incentivos económicos para asegurar su permanencia, pero que mantienen un Ayuntamiento propio que genera gastos administrativos (censos, recogida de impuestos, pagos a los concejales por asistencia a los plenos, mantenimiento de instalaciones, etc.), con un personal funcionario intermitente y carente de la población suficiente como para poder aplicar economías de escala que reduzcan su coste.

Asimismo, esta cercanía y falta de elementos de control ha dado lugar en muchos casos a la aparición de comportamientos clientelares y corruptos. Lo que en los primeros años de la etapa democrática resultó una ventaja – administraciones cercanas que solventaran las numerosas carencias en infraestructuras, servicios y equipamientos básicos en el mundo rural – ahora se ha convertido en una vulneración de la transparencia pública y, en el peor de los casos, de la Justicia.

El otro gran reto para llevar a cabo la reordenación del territorio proviene de la gran cantidad de administraciones en pugna – locales, regionales y el Estado central – y sin unas competencias claramente definidas. Con la Constitución de 1978 y la creación de las Comunidades Autónomas, las nuevas instituciones convivieron con otras estructuras anteriores como las


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Diputaciones provinciales. Sin embargo, este proceso aún no se ha cerrado y cada administración pugna por la gestión de los recursos.

De este modo, en Castilla y León existen cinco niveles administrativos: El Estado central, la Comunidad Autónoma, la Diputación Provincial, la Mancomunidad, Comarca o Comunidad de Villa y Tierra, y, por último, el municipio. Esta administración en cascada genera una enorme burocracia y un gran desconcierto entre los ciudadanos, ya que las competencias “son ejercidas por todos”.

La primera causa de esta atribución competencial es la deficiencia en la prestación de servicios por parte de muchos municipios (pequeño tamaño, poco personal cualificado, etc.). No obstante, las duplicidades también aparecen por la atribución compartida de algunos ámbitos, como la Educación Infantil (gestionada por los Ayuntamientos y financiado por las Diputaciones y el Gobierno regional) o el desarrollo económico y social (que la Junta hace a través del ECyL; las Diputaciones, a través de los Planes Provinciales, y las localidades con más de 20.000 habitantes a través de las Agencias de Desarrollo Local).

El caso más evidente de duplicidades lo encontramos en las Diputaciones Provinciales. Surgidas al calor de la Constitución de Cádiz (art. 325), estos órganos se justificaban como una herramienta del Estado para su organización y para llevar a cabo su actividad. La constitución de 1978, en su art. 141, dispone que “el gobierno y la Administración autónoma de las provincias corresponde a las Diputaciones u otras Corporaciones de carácter representativo”, aunque no se especifican sus competencias.

Siete años después, la Ley de Bases de Régimen Local les atribuyó el desarrollo de la provincia, aunque no dice en qué ámbitos, ni les otorga recursos económicos propios – actúan como intermediarias entre los Gobiernos regional y nacional, y el municipio; lo que genera intensas redes clientelares en las que prima el partidismo– y no tienen un carácter democrático.

En su última propuesta, el Gobierno regional parece inclinarse por la elección de los diputados provinciales por medio de sufragio directo. La resolución de esta anomalía, de producirse y que llega con treinta años de retraso, no valida la existencia de un órgano sin competencias y sin capacidad de financiación que debería desaparecer y no suponer un mayor gasto a los ciudadanos.

Por otra parte, y como consecuencia de la incapacidad de los gobiernos locales de prestar servicios a sus ciudadanos, éstos se han agrupado de forma voluntaria en torno a órganos supramunicipales: Mancomunidades y Consorcios. Los principales fines de estas instituciones son el tratamiento de


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Residuos Sólidos Urbanos (RSU), la conservación, mejora y señalización de las vías públicas, los servicios de mantenimiento, limpieza y abastecimientos de aguas, y la puesta en marcha de actividades culturales. Sin embargo, mancomunidades y consorcios adolecen de los mismos problemas que las Diputaciones provinciales pues no son órganos de representación democrática, carecen de atribuciones, perciben fondos a través de los Ayuntamientos, añaden un nivel más de burocratización y favorecen el clientelismo.

Unión Progreso y Democracia en Castilla y León apuesta por un municipalismo sin complejos , con municipios fuertes en competencias y en población, que les permitan ser agentes de cambio dinámicos en los ámbitos económico y social. Estos nuevos municipios acabarían con la razón de ser de Diputaciones Provinciales y Mancomunidades, y po r ello propone su eliminación . Este hecho, además de aligerar la burocracia administrativa, permitiría un importante ahorro en costes estructurales de estas instituciones obsoletas.

5. Reducción arbitraria de concejales y defensa de las pedanías

El desprestigio de “los políticos” que se viene haciendo patente en las encuestas de opinión ha servido para que circulen unas cifras disparatadas sobre el número de políticos que hay en España. Primero habría que definir claramente quienes son políticos y luego habría que realizar un censo para tener un conocimiento certero de lo que hablamos para posteriormente hacer un análisis cuantitativo y cualitativo de su distribución y de sus funciones. Sin embargo, es cierto que la percepción que podemos tener cualquiera de nosotros fruto de observar ciertas instituciones próximas y ciertos comportamientos, nos hace tener prácticamente a todos la intuición de que sí que hay un excesivo número de cargos políticos. Por lo tanto, medidas que reduzcan los mismos, en principio serán bien recibidas por los ciudadanos.

Hace pocos meses el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció su disposición a acometer una reducción lineal de concejales de un 30%. Se dio un porcentaje de un 30% pero sospechamos que igual se podía haber planteado un 25 como un 40 o cualquier otra cantidad ya que no se dio ninguna razón para justificar la cifra de dicha reducción. Lo que si está claro, es que la medida resulta muy popular, o mejor dicho, en este caso, populista, y esa parece ser en principio su principal razón de ser.


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El caso es que, a poco que se analiza la misma, se ponen en evidencia sus efectos perversos. Reducir de forma lineal concejales en los ayuntamientos produce irremediablemente una menor representatividad y por lo tanto constituye un ataque contra el pluralismo político. Los beneficiados serían las fuerzas hegemónicas de cada municipio, en general el bipartidismo. Se abundaría en la falta de control de la oposición y una menor exigencia de transparencia y redundaría en una pérdida de eficiencia. También, la reducción lineal de concejales afectaría a aquellos que no cobran o que lo hacen en menor medida, por lo que la excusa de ahorro resulta claramente falaz.

Por fortuna, esta medida, además de populista y caciquil, ha recibido prácticamente el rechazo unánime de todas las fuerzas políticas. Unión Progreso y Democracia lo ha tenido claro desde un principio y se ha opuesto a la misma en todas aquellas instituciones donde tiene presencia. Entonces ¿cómo se explica que ahora propongamos una reforma que reduce en mucha mayor medida el número de concejales? ¿Dónde está la coherencia de UPyD? Pues en que UPyD no propone reducir concejales sino fusiones de municipios, y es a consecuencia de estas fusiones por lo que se reduce el número de concejales. Los nuevos consistorios resultantes de las fusiones de ayuntamientos mantienen los principios democráticos de proporcionalidad y pluralismo político. Las razones de la realizar fusiones municipales son de índole económica, organizativa y sobre todo para prestar mejores servicios a los ciudadanos.

También hemos defendido el mantenimiento de las pedanías muy extendidas en algunas provincias de Castilla y León y de las entidades locales menores y esto, algunos lo ven contradictorio con las fusiones municipales. Al contrario, son modelos aplicables en casos como los núcleos pequeños de población donde deje de radicar físicamente el ayuntamiento donde puede ser conveniente para los vecinos que haya personas que, de forma altruista, como ahora hacen muchos concejales de los pequeños ayuntamientos, se ocupen de ciertos asuntos comunitarios. Por lo tanto, nuestra propuesta no va dirigida contra personas que pueden estar realizando una valiosa labor y que difícilmente en muchos casos pueden ser consideradas como lo que vulgarmente se entiende como “políticos”. Son otros los que se empeñan por interés partidista en tener bajo su control a ciertas personas en los pueblos (cuanto menos autonomía municipal, mejor para ello) que, a cambio de destinar algunas cantidades de los presupuestos provinciales que se manejan desde las Diputaciones o incluso favores de tipo personal obtienen como contrapartida que estas personas ejerzan un control político de los votos. En definitiva, caciquismo.


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6. Criterios de agrupación de los municipios

Además de tener en cuenta el número mínimo deseable de habitantes, hay una serie de criterios que hay que tratar de conjugar a la hora de decidir qué municipios se asocian para formar uno de mayor entidad. Estos criterios nacen de la necesidad de perturbar lo mínimo posible el normal desarrollo de la actividad que se desarrolla normalmente y reforzar las relaciones económicas, de gestión y humanas existentes entre los actuales municipios.

Los criterios tenidos en cuenta por UPyD para la confección de la propuesta de reordenación territorial son:

• Proximidad geográfica: La gestión conjunta de núcleos urbanos próximos mejora la eficiencia respecto a una gestión individual y permite acercar al ciudadano una mayor cantidad de servicios y prestar estos en mejores condiciones.

• Actuales áreas de servicios: Evita que los ciudadanos tengan que cambiar de hábitos y facilita la adaptación al nuevo modelo.

• Centros sanitarios: Evita que los ciudadanos tengan que cambiar de hábitos y facilita la adaptación al nuevo modelo.

• Zonas de escolarización: Evita que los ciudadanos tengan que cambiar de hábitos y facilita la adaptación al nuevo modelo.

• Mancomunidades existentes: Mantiene las relaciones existentes en la prestación de determinados servicios y hace que la desaparición de la mancomunidad no suponga ningún perjuicio para el ciudadano.

• Vías de comunicación: Los tiempos de desplazamiento entre los distintos núcleos urbanos de un municipio debe ser el menor posible, de forma que el tiempo de acceso que un ciudadano a un servicio que debe prestar su ayuntamiento sea inferior a los treinta minutos.

• Relaciones comerciales: La agrupación de municipios, que ya mantienen relaciones comerciales importantes, refuerza éstas y simplifica los trámites de gestión, lo que redunda en una mejora de la gestión y en una mayor competitividad.


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• Dificultades orográficas: Principalmente en zonas de montaña.

• Valores medioambientales y paisajísticos: Por ejemplo la presencia de Parques Nacionales o Regionales, Reservas de Caza, etc.

Naturalmente, no ha sido posible aplicar todos los criterios a todos los municipios, si bien se ha intentado utilizar el mayor número de ellos. En todo caso, se ha procurado que los municipios resultantes en esta propuesta ronden los 10.000 habitantes y así puedan asumir competencias y servicios de municipios de este tamaño con la independencia económica correspondiente.

7. Relaciones entre los núcleos de población del municipio

La aplicación de los criterios expuestos anteriormente a la hora de configurar la estructura municipal va a tener como consecuencia una reducción drástica del número de ayuntamientos: Éstos van a ser de mayor tamaño, van a contar con varios núcleos de población y van a tener que ejercer mayores competencias que los actuales.

Todos los núcleos de población del nuevo municipio mantendrán su nombre, sus costumbres y tradiciones y sus fiestas, así como los edificios de los actuales ayuntamientos en los que podrán ser utilizados para otros usos, incluso de uso administrativo si así se estableciese.

La sede de la corporación se ha fijado en uno de los núcleos principales que componen el municipio, y para su selección se han tenido en cuenta los criterios de población y facilidad de acceso desde el resto de los municipios.

Los núcleos de población que dejaran de ser ayuntamientos podrían

pasar a ser Entidades Locales Menores o pedanías (en todo caso, Entidades de Ámbito Territorial Inferior al Municipio - ETAIM). Aquellos núcleos que no se constituyeran como pedanías, el Ayuntamiento podría designar de entre los miembros de la corporación un Concejal Delegado que se encargara de la comunicación entre los distintos núcleos de población que se le asignaran y la corporación, así como de realizar el seguimiento de las directrices de actuación marcadas por la corporación de la municipalidad.


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8. Competencias de los nuevos municipios

Dado que el objetivo primordial de esta reordenación es acercar la gestión al ciudadano y prestarle de la manera más próxima posible más y mejores servicios, en primera instancia, los nuevos municipios creados a partir de esta reordenación territorial, tendrían como mínimo las mismas competencias que la Ley de Bases de Régimen Local otorga a los municipios de más de 5.000 habitantes, pudiendo asumir aquellas competencias de municipios de más de 20.000, 50.000 habitantes si es su caso.

La drástica reducción de ayuntamientos y las competencias que estos asumen reduce de una manera considerable las funciones de la Diputación Provincial, que deberá adaptarse (en tanto no se produzca su desaparición total) a esta nueva situación tanto desde el punto de vista del personal como del presupuestario.

Pasada una primera fase de asunción y desarrollo de competencias, se entraría en una segunda en la que las competencias que quedasen en la Diputación se repartirían entre los ayuntamientos y la Comunidad Autónoma, de forma que pudiera procederse a su reforma o anulación sin ningún tipo de perjuicio ni para el buen funcionamiento del resto de las instituciones, ni para los ciudadanos.

En el ANEXO I: Cuadro básico de competencias de los nuevos municipios, se detallan las competencias de los nuevos municipios y aquellas que comparten con o en las que colaboran el Gobierno regional.


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9. Financiación

Tradicionalmente, la financiación ha sido un “talón de Aquiles” de las entidades locales. La falta de una buena ley de financiación de haciendas locales y las ansias de los municipios, sobre todo de los pequeños, de acaparar competencias que no les eran propias con el único objetivo de ganar “peso político”, han hecho que se busquen fuentes de financiación impropias (urbanismo) y que se desarrollasen mal las competencias de los ayuntamientos, con el correspondiente perjuicio para los ciudadanos.

Con el modelo territorial que propone UPyD, una gran parte de estos problemas desaparecen ya que no quedan municipios pequeños, y los nuevos ayuntamientos tienen más competencias que los anteriores y más posibilidades de financiación, vía impuestos porque tienen mayor población y vía transferencias porque reciben parte de las competencias de las Diputaciones con el consiguiente aumento de la dotación presupuestaria. Además, hay que tener en cuenta que las estructuras de gestión estarán más optimizadas y serán menos costosas. Todo esto quedará correctamente reflejado en una nueva Ley de Reguladora de Haciendas Locales.

Si queremos hacer constar las dificultades que entraña la prestación de servicios por las especiales características de algunos de los nuevos municipios resultantes (despoblación, dispersión, extensión geográfica, orografía, etc), puede que sean necesarios unos fondos que les asignen una mayor financiación desde un punto de vista de la solidaridad interterritorial con el fin de garantizar lo mejor posible el principio de igualdad.

No obstante, es preciso recordar que la Ordenación Territorial no puede ser por sí misma la panacea que resuelva las desigualdades territoriales y de desarrollo económico, pero sí estamos convencidos que es una buena base de partida para empezar a lograrlo. Toda racionalización y eficiencia redundará en el conjunto de la sociedad vía mejores servicios prestados a menor coste, y sentará las bases para un mejor desarrollo económico.


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10. Órganos locales y provinciales en Castilla y Le ón

10.1 Municipios

Como hemos dicho, en Castilla y León se concentra más de la cuarta parte de los municipios de España. Más del ochenta por ciento de sus municipios tienen una extensión territorial inferior a la media de los municipios españoles (62 Km2). Más del noventa y siete por ciento de sus municipios tienen una población inferior a 5.000 habitantes, más de la cuarta parte de ellos tiene menos de 100 habitantes y casi dos tercios de los municipios tienen una densidad inferior a 9 hab/km2.

Más del dieciocho por ciento de la población (18,88%) se concentra en municipios de menos de mil habitantes y más del uno por ciento (1.31%) en municipios de menos de cien habitantes. Por otra parte, el setenta y cuatro por ciento de la población (73,99%) se encuentra en los municipios de más de dos mil habitantes (2.001-20.000 el 23,24% y 20.001-500.000 el 50,67%), el veintiséis por ciento restante se agrupa en municipios de menos de dos mil habitantes (más de 101- 2.000 habitantes). En las provincias de Valladolid, León, Burgos y Salamanca se encuentra más del sesenta y ocho por ciento de la población castellanoleonesa.

TotalMenos de 101de 101 a 500

De 501 a 1.000de 1.001 a 2.000De 2.001 a 3.000De 3.001 a 5.000

De 5.001 a 10.000de 10.001 a 20.000De 20.001 a 30.000De 30.001 a 50.000

De 50.001 a 100.000de 100.001 a 500.000

Más de 500.000

0 500 1000 1500 2000 2500

2248558

1154265

1364234341024540

Distribución de municipios por población


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Este territorio fragmentado en múltiples unidades administrativas de escasa o nula operatividad conduce a que los ciudadanos se encuentren desasistidos como sujetos pasivos de los servicios que la administración local viene obligada a prestar conforme a nuestro Ordenamiento Jurídico. Los responsables políticos se ven incapaces de afrontar el problema que se escapa de su competencia, lo que impide prestar servicios a una escala adecuada, genera desigualdades entre los ciudadanos y es fuente de corrupción.

10.2 Mancomunidades

En Castilla y León existen 246 mancomunidades cuyo número por provincia oscila entre las 17 de Zamora y Soria, y las 40 constituidas en León. Una cifra que a todas luces es elevada, como elevado es el número de municipios asociados: en siete provincias supone más del 90% de las localidades. Sin embargo, este porcentaje no se corresponde con la población mancomunada, ya que las capitales de provincia – los municipios de mayor tamaño y población – no suele formar parte de ninguna mancomunidad.

Estas mancomunidades han nacido de la necesidad de gestionar de forma colectiva algún servicio que debe prestarse en varios municipios geográficamente próximos. Sus fines más frecuentes corresponden a la Recogida y tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), la prevención y extinción de incendios, el abastecimiento de aguas o las actividades culturales.

Los fines más comunes de las mismas son:

• Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU).

• Conservación, mejora y señalización de vías públicas.

• Servicios de mantenimiento, limpieza y abastecimiento de agua.

• Actividades culturales.

El número de municipios asociados es muy elevado, pero no así la población mancomunada, debido a que, ya que suelen estar formadas mayoritariamente por municipios de escasa población.

La última propuesta del Gobierno Central en cuanto a estas agrupaciones pone de manifiesto la contrariedad entre administraciones del mismo color político y la falta de un criterio común dentro del seno de un mismo partido ya


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que mientras la Junta pretende mantener mancomunidades, desde instancias nacionales se habla de suprimir estos órganos.

Con la propuesta de ordenación territorial que hace UPyD, estos “entes” pasan a ser innecesarios, ya que lo municipios que nacen de esta reordenación agrupan más población y capacidad de gestión que la de las mancomunidades, con lo que pueden asumir sin mayor problema y con garantías de mejores resultados las labores encomendadas a estas. Por tanto, proponemos la supresión de las mancomunidades.

10.3 EATIM (Entidades de Ámbito Territorial Inferio r al Municipio)

En Castilla y León, reciben el nombre de entidades menores y existen casi

tantas como municipios: 2.233. Las provincias de León, Burgos y Palencia aglutinan el mayor número de EATIM con 1.234, 654 y 226, respectivamente. En las otras seis su presencia su presencia es testimonial, con la excepción de Soria, con 56.

La propuesta de reordenación territorial que presenta UPyD incluye un lugar destacado a estos pequeños municipios, ya que pasarían a ser un núcleo urbano más sin mayor distinción del resto de los que integran el nuevo municipio. Es por ello, que la formación magenta ha defendido públicamente la existencia de pedanías y otras entidades locales menores, como representación democrática de los núcleos de población más pequeños.

11. Perspectiva económica

Actualmente, el gasto que tienen asignado el total de las Administraciones Locales representa un 19,5% del gasto total del Estado, con un presupuesto de 3.506 millones de euros en Castilla y León. Pese a ello, las Administraciones Locales suelen ser en su mayoría estructuras que manejan presupuestos pequeños (con excepción de las grandes ciudades), dada la recaudación que tienen y en la mayoría de las ocasiones quieren hacer frente a inversiones que no pueden financiar de ninguna de las maneras, teniendo que suplir esa carencia las Diputaciones Provinciales.

Esta situación es insostenible y se hace imprescindible replantearse los servicios para los cuales es necesario una superficie suficiente y una determinada población y, a continuación, llevar a cabo una correcta planificación del mapa municipal para así actuar eficientemente optimizando los


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recursos, de forma que la población en lugar de ver reducidos sus servicios los vea incrementados y todo ello, sin perder el arraigo hacia su población.

Cada Administración tiene que centrarse en la prestación eficaz de sus propios servicios de carácter básico – no los que son responsabilidad de otras administraciones – para lo cual se deben replantear todas las competencias a nivel estatal, autonómico y local de forma que los servicios públicos queden cubiertos sin duplicidades, racionalizando progresivamente los servicios de carácter voluntario que no se financian por sí mismos.

Cualquier medida adoptada en la línea de mejorar la eficiencia de las actuaciones de la Administración debería partir de unos indicadores que permitan comparar los resultados obtenidos y medios empleados. Así, si consideramos la eficiencia como la relación entre los recursos que gasta la Administración en su propio funcionamiento frente a los recursos que gestiona, podemos medirla desde una doble perspectiva: Gastos de personal (funcionario y laboral) empleado en la Administración, recogido en el Capítulo I de los presupuestos, y gastos de funcionamiento de la propia Administración, captados en buena medida en el Capítulo II (gastos corrientes).

En general, para analizar el sobrecoste resultante del tamaño de los municipios, y para determinar si existe o no una mínima escala eficiente para la provisión de servicios municipales, se ha analizado la relación entre la población y los recursos municipales (ingresos más el gasto de las Diputaciones) en detalle.

Por otra parte, no existe una regla de reparto de los presupuestos de las Diputaciones a los municipios españoles. A pesar de ello, la que se aplica parece una aproximación razonable, que capta grosso modo la realidad castellanoleonesa: Un reparto proporcional a la población de cada municipio a la que se asigna adicionalmente el 70% de los recursos de las Diputaciones a los municipios con menos de 5.000 habitantes.

De este modo, se han realizado dos estimaciones de ahorro. En primer lugar, el criterio seguido en este estudio consiste en calcular el coste por habitante a partir de los capítulos I y II (gastos de personal y de funcionamiento) de los presupuestos de Diputaciones y Ayuntamientos y estimar el ahorro producido a partir del nuevo coste por habitante que se decrementaría por el menor dinero que sería preciso destinar por parte de las Diputaciones (que desaparecerían) a los nuevos municipios fusionados.

Por otra parte, se aplica un segundo criterio de medida basado en técnicas de benchmarking. Para ello, se normaliza el gasto en los capítulos I y II, dividiéndolo por la población, para los 10 mayores municipios de cada


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provincia y se hace la comparación sobre la media de los tres mejores (esto es, aquellos que menor gasto por habitante tienen).

Finalmente, se realiza la media de ahorro entre ambos criterios y obtenemos los siguientes valores:

Provincia Ahorro (M€)

Ávila 20,74 Burgos 34,01 León 81,65 Palencia 18,42 Salamanca 65,57 Segovia 24,60 Soria 15,10 Valladolid 38,82 Zamora 10,97 TOTAL 309,87

Es decir, aplicando los criterios de eficiencia derivados de la fusión de municipios de Castilla y León recogidos en esta propuesta podrían ahorrarse cada año la nada despreciable cifra de 310 millones de € sólo en los capítulos de gastos de personal y gastos corrientes de Ayuntamientos y Diputaciones. Esto supone un ahorro estructural de más de un 15 % sobre los 2.000 millones de € destinados actualmente a esos gastos por Ayuntamientos y Diputaciones. Veremos con detalle el ahorro estimado en cada provincia en los apartados correspondientes a cada provincia.

Además de este ahorro estimado, se producirían otros de difícil cuantificación atribuibles a los siguientes conceptos: • Sólo el ahorro en salarios y dietas de los 227 diputados provinciales, que no

del personal funcionario que sería redistribuido a ayuntamientos y a la Junta de Castilla y León, sería superior a los 20 millones de euros todos los años. Considerando sus asesores y personal de confianza esta cifra se incrementaría considerablemente.

• La reducción del número de concejales en 11.854 implicaría un ahorro

significativo pues aunque la mayoría de ellos no tienen sueldo asignado, los importes de las retribuciones por asistencia a plenos, consejos, dietas, etc sí llegan a ser relevantes. Aquí presentamos el cuadro resumen de ahorro de concejales por provincias:


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Provincia Concejales

actuales Concejales fusionados

Diferencia

Ávila 1.380 166 -1.214 Burgos 1.900 162 -1.738 León 1.693 194 -1.499 Palencia 1.043 134 -909 Salamanca 2.168 189 -1.979 Segovia 1.187 136 -1.050 Soria 831 96 -735 Valladolid 1.437 152 -1.285 Zamora 1.580 136 -1.444 TOTAL: 13.219 1.365 -11.854

• Supresión de empresas y fundaciones redundantes.

• Reducción del número de empleados públicos.

• Supresión de coches oficiales, dietas, representaciones en la capital provincial etc.

• Liberación de inmuebles (podrían venderse).

Los resultados que hemos presentado deben verse como estrictamente preliminares, como una primera aproximación a un problema que no ha recibido la atención que se merece. Nuestro análisis debe verse como un primer paso, necesariamente impreciso, por no disponer de la información completa puesto que ésta no se facilita al ciudadano. Quienes pueden realizar este estudio con precisión son el Estado y las entidades locales que albergan los medios e información para hacerlo. Confiemos que este estudio provoque a las instituciones competentes la inquietud intelectual para revisar y profundizar nuestras conclusiones.


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12. Conclusiones

Situación actual:

Extensión: 94.224 km2

Población: 2.558.483 habitantes (2011)

Densidad de población: 27,15 hab/km2

DATOS DE ENTIDADES LOCALES

Municipios: 2.248 EATIM: 2.233 Mancomunidades: 246

Comunidades de Villa y Tierra: 18 Comarcas: 1 Diputaciones : 9


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La propuesta de UPyD:

Municipios: 77 EATIM: 4.404 Mancomunidades: 0

Comunidades de Villa y Tierra: 0 Comarcas: 0 Diputaciones : 0

Tablas resumen de reducción de municipios y concejales:

Provincia Municipios actuales

Municipios tras fusión

Diferencia Diferencia %

Concejales actuales

Concejales tras fusión

Diferencia Diferencia %

Ávila 248 10 -238 -96% 1.380 166 -1.214 -88%

Burgos 371 8 -363 -98% 1.900 162 -1.738 -91%

León 211 10 -201 -95% 1.693 194 -1.499 -89%

Palencia 191 8 -183 -96% 1.043 134 -909 -87%

Salamanca 363 11 -352 -97% 2.168 189 -1.979 -91%

Segovia 209 8 -201 -96% 1.187 136 -1.051 -88%

Soria 183 6 -177 -97% 831 96 -735 -88%

Valladolid 225 8 -217 -96% 1.437 152 -1.285 -89%

Zamora 248 8 -240 -97% 1.580 136 -1.444 -91% TOTAL: 2.248 77 -2.171 -97% 13.219 1.365 -11.854 -90%


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La propuesta conlleva una reducción de los municipios en 2.171 (un 97%) y de los concejales en 11.854 (un 90%).

Tabla resumen ahorro económico:

Provincia Ahorro (M€)

Ávila 20,74 Burgos 34,01 León 81,65 Palencia 18,42 Salamanca 65,57 Segovia 24,60 Soria 15,10 Valladolid 38,82 Zamora 10,97 TOTAL 309,87


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Ventajas de la propuesta de UPyD

Las ventajas en estos planteamientos de fusión municipal son evidentes:

• Los municipios pequeños tendrían acceso a servicios que actualmente no tienen o son altamente deficitarios si los llevan a cabo.

• Se conseguirá una auténtica y efectiva autonomía local, en la actualidad, subsidiaria de entes no elegidos democráticamente como las Diputaciones o las mancomunidades y, lo que es peor, de necesidades de financiación que conllevan condiciones que la impiden.

• La atribución de competencias de los entes locales estará acompañada de la suficiencia financiera para atenderlas.

• Se reduciría la estructura de empleados públicos a cargo de las administraciones locales ajustándose a las necesidades reales con criterios de eficiencia. Si bien el personal funcionario sería reasignado a los nuevos municipios producto de la agregación, se limitaría enormemente el lastre que soportan las entidades locales.

• El recorte de gasto estimado, una vez llevada a cabo esta integración podría alcanzar los 310 millones de euros sin muchas dificultades dado que se adelgazaría sustancialmente en todos los recursos duplicados:

o Sería innecesaria la existencia de las Diputaciones, un órgano político no elegido directamente por la ciudadanía, cuyas competencias podrán desarrollarse en función de su naturaleza desde las delegaciones provinciales de la Junta de Castilla y León o los municipios.

o Sólo el ahorro en salarios de los 227 diputados provinciales, que no del personal funcionario que sería redistribuido a Ayuntamientos y Junta de Castilla y León, sería superior a los 20 millones de euros. Considerando sus asesores y personal de confianza esta cifra se incrementaría considerablemente. Asimismo, se podrían suprimir coches oficiales, dietas, representaciones en la capital provincial etc así como la liberación de inmuebles (podrían venderse).

• Los nuevos municipios fusionados recuperarían las figuras del Secretario Municipal y de Interventor que no existen en los municipios pequeños y que son auténticos garantes de la legalidad, sobre todo si adicionalmente se aprobara la medida propuesta por UPyD de que los


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mismos no fueran ratificados y /o aprobados por el alcalde y su sueldo tampoco dependiera de éstos, sino establecido a nivel estatal de forma objetiva.

• En municipios más grandes se facilitaría la transparencia informativa, lo que conllevaría una reducción de los niveles de corrupción amparada por la opacidad de la gestión municipal de los municipios pequeños.

• La reducción del número de concejales en 11.854 implicaría un ahorro significativo pues, aunque la mayoría de ellos no tienen sueldo asignado, los importes de las retribuciones por asistencia a plenos, consejos, dietas, etc. si llegan a ser relevantes.

• Por el contrario, con municipios más grandes, un mayor número de concejales podrían tener sueldo asignado y con ello una dedicación real a la actividad política, lo que facilitaría enormemente las labores de control político que pueden ejercer los partidos de la oposición, acabando con la impunidad actual ante la corrupción de muchos gobiernos municipales. Se dificultarían los desmanes que se llevan a cabo actualmente en áreas como urbanismo, concesiones municipales a dedo, contrataciones de afines, etc.

Lógicamente, esta estructura sólo es favorable para la sociedad y las cuentas públicas porque los partidos políticos pierden base de afiliados, representantes y poder de actuación política en todos los frentes. La base de su red clientelar se desmantelaría en un 90%.

Por ello, los partidos políticos, tal y como están concebidos ahora, son los únicos que perderán con esta medida, no los ciudadanos, y por lo tanto serán ellos los que más ferozmente se opondrán a la misma, utilizando todo tipo de argumentos, tergiversando, ocultando la realidad, y no titubearán a utilizar, salvando las distancias, los mismos argumentos sentimentales e identitarios que los nacionalistas hoy esgrimen por la independencia.

En conclusión, es evidente que los municipios castellanoleoneses deben contar con población, riqueza y superficie suficiente, para poder sostener los servicios públicos necesarios, con una eficaz planificación, que garantice el establecimiento de los servicios mínimos obligatorios y que permitan una gestión eficaz de los mismos. No debemos mantener la existencia de municipios que son incapaces de prestarlos.


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PROPUESTA PARA LA ORDENACIÓN DEL

TERRITORIO DE CASTILLA Y LEÓN EN LA

PROVINCIA DE SORIA

___________________________________________________________

Consejo Territorial de UPyD en Castilla y León


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SORIA

Extensión: 10.303 km2.

Población: 95.223 habitantes.

Densidad de población: 9,23 hab/km2.

La provincia de Soria es una de las más envejecidas y despobladas de Castilla y León. Cuenta con 95.223 habitantes para una extensión de 10.303 km2, convirtiéndola en la provincia más ‘vacía’ de España. Tanto es así, que el porcentaje de municipios con una densidad de población por debajo de los 9 hab/km2 supone el 87,43% del total. También existen 56 EATIM dispersas en el territorio soriano. La altitud, el clima extremo, el envejecimiento de la población y las grandes distancias provocan unos servicios de poca calidad, cuyo éxito se basa más en el sacrificio de trabajadores públicos y ciudadanos que en los medios destinados. Muchos servicios los ofrecen las 13 mancomunidades que operan en la provincia.

DATOS DE ENTIDADES LOCALES

Municipios: 183 EATIM: 56 Mancomunidades: 13

Enclaves: Soria no tiene enclaves dentro ni fuera del territorio de la provincia.


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LA PROPUESTA DE UPyD

Nuevos municipios: 1) Burgo de Osma; 2) San Leonardo de Yagüe; 3) San Pedro Manrique; 4) Ólvega; 5) Almazán, y 6) Soria.

La propuesta de ordenación municipal de Unión Progreso y Democracia transforma los 183 Ayuntamientos en seis nuevos municipios: Almazán, Burgo de Osma, Ólvega, San Leonardo de Yagüe, Soria y San Pedro Manrique. No obstante, la composición de estos nuevos municipios puede variar en función de las localidades limítrofes, aunque esta primera aproximación es la que se obtiene de la aplicación de los principios de eficacia y eficiencia antes mencionados.

La capital de la provincia es el municipio de mayor tamaño al aglutinar otras localidades de su alfoz como Golmayo. En total, el Ayuntamiento de Soria estaría compuesta por 16 pueblos y alcanzaría una población de 45.397 habitantes. De los otros cinco municipios, sólo tres superarían los 10.000 habitantes: Ólvega, Burgo de Osma y Almazán, con 12.245, 11.271 y 11.198 habitantes, respectivamente. El menor número de vecinos recaería en San Pedro Manrique, con 4.015.

Las Entidades de Ámbito Territorial Inferior al Municipio (EATIM) suponen un número considerable en la provincia de Soria, aunque no llega a los centenares de León, Burgos y Palencia. Las 56 pedanías de la provincia se integrarían en los seis nuevos municipios, aunque su representatividad, así


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como las de las localidades fusionadas se mantendría con la figura del concejal delegado dentro de la Corporación Municipal.

Provincia de Soria Población Extensión Mancomunida des (habitantes) Total de municipios actuales (2012) 183 95.223 10.303 13 Total de nuevos municipios 6 95.223 10.303 0 Diferencia o variación - 177 0 0,00 - 13

El menor número de Consistorios y el fortalecimiento de los nuevos municipios permitirían a las Diputaciones Provinciales y a las mancomunidades ‘descansar’ de sus tareas y supondría un importante ahorro económico para los ciudadanos. Por ello, la institución provincial y las 13 mancomunidades que operan en el territorio soriano desaparecerían. La Diputaciones, además, repartirían sus competencias entre la Junta de Castilla y León y los nuevos Ayuntamientos, por lo que serían los municipios – democráticos, cercanos y controlados por sus vecinos – quienes llevasen las riendas de la política local.

Nuevos municipios Población Superficie Densidad Concejales 1 Almazán 11.198 2.047,39 3,60 17 2 Burgo de Osma 11.271 1734,9 3,72 17 3 Ólvega 12.245 2319,79 4,02 17 4 San Leonardo de Yagüe 9.064 707,7 16,62 13 5 Soria 45.397 1408,37 12,72 21 6 San Pedro Manrique 4.015 1317,73 3,24 11

Para calcular el impacto económico, acudimos a los dos métodos de estimación de ahorro descritos en el apartado 11. Así, aplicando el primer método que compara el coste por habitante, de los capítulos I y II del presupuesto (gastos de personal y corrientes) de los municipios de más de 5.000 habitantes respecto a los de menos y aplica una regla 30-70 en cuanto a la distribución de los gastos de la Diputación provincial, obtenemos un ahorro de 13,82 Millones de €.

Concepto Total (Millones de €)

€ / habitante

Presupuesto Cap I y II Aytos 67,62 710,15 Aytos > 5000 hab 35,72 699,08 Aytos < 5000 hab 31,91 722,96 Presupuesto Cap I y II Diputación 28,96 Aytos > 5000 hab 8,69 170,07 Aytos < 5000 hab 20,27 459,38 Coste total 99,53 Aytos > 5000 hab 64,68 869,14 Aytos < 5000 hab 40,60 1182,34 Ahorro 13,82 313,20


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Ahora bien, usando el segundo método de estimación que utiliza técnicas de benchmarking, seleccionando los 3 mejores municipios de entre los tres mayores de la provincia, obtenemos un ahorro total de 16,38 Millones de €.

Municipio Coste

Ayto/hab Coste

Dip/hab Coste

Total/Hab 1. Soria 700,71 € 170,07 € 870,78 €

2. Almazán 848,01 € 170,07 € 1.018,08 €

3. Burgo de Osma 518,67 € 170,07 € 688,74 €

4. Ólvega 656,65 € 459,38 € 1.116,03 €

5. San Esteban Gormaz 507,92 € 459,38 € 967,30 €

6. Ágreda 725,35 € 459,38 € 1.184,73 €

7. San Leonardo Yagüe 560,20 € 459,38 € 1.019,58 €

8. Golmayo 700,71 € 459,38 € 1.160,09 €

9. Covaleda 600,91 € 459,38 € 1.060,29 €

10. Arcos de Jalón 595,70 € 459,38 € 1.055,08 €

Media de las 3 mejores 842,27 €


€ / habitante

Coste 96,58 1014,30 € Ahorro 16,38 172,03 €

De modo que el ahorro estimado medio de ambos métodos sería cada año de 15,10 Millones de euros lo que supondría una reducción estructural de casi el 17 % en las partidas de gastos de personal y gastos corrientes.


%

Ahorro Medio (método 1 + método 2 / 2 ) 15,10 16,96 % Asimismo, también se daría una importante reducción de costes al

disminuir el número de representantes públicos. Pese a que muchos alcaldes y concejales no cobren y hagan actividades que van desde la celebración de plenos hasta el mantenimiento del alumbrado o de la red de aguas, sí que reciben una pequeña paga por comisiones y plenos, así como otras dietas y gastos de representación. La propuesta de UPyD no quiere maltratar a estos representantes públicos. Al contrario, se pretende profesionalizar la labor diaria – mantenimiento y administación – con la inclusión de personal funcionario y reducir, sin ninguna merma de la representatividad política, el número de concejales. Pasando de 831 a 96, siendo la capital la que más ediles tendría con 21.


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Provincia de Soria Municipios Mancomunidades Concejales

y alcaldes

Total de Municipios actuales (2012)

183 13 831

Total de nuevos Municipios

6 0 96

Diferencia o variación

-176 -13 - 735


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ANEXO I:

Cuadro básico de competencias de los nuevos municipios


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ANEXO II:

Propuesta de Nuevos Municipios tras su fusión


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La propuesta de ordenación territorial de UPyD para Castilla y León, supone el paso de los 2.248 municipios actuales a 77, de modo que la relación de municipios que se asociarían sería la siguiente:


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PROVINCIA DE SORIA

Población Nuevo municipio

(habitantes)

Municipios agrupados Concejales

Almazán 11.198 29 17

Adradas Frechilla de Almazán Soliedra Arcos de Jalón

Alentisque Maján Taroda Baraona

Almazán Matamala de Almazán Velamazán Medinaceli

Barca Momblona Velilla de los Ajos Miño de Medinaceli

Borjabad Morón de Almazán Viana de Duero Santa María de Huerta

Caltojar Nepas Alcubilla de las Peñas Villasayas

Coscurita Nolay Alpanseque Yelo

Escobosa de Almazán

Burgo de Osma 11.271 20 17

Alcubilla de Avellaneda Espejón Liceras San Esteban de Gormaz

Burgo de Osma-Ciudad de Osma Fresno de Caracena Miño de San Esteban Santa María de las Hoyas

Carrascosa de Abajo Fuentearmegil Montejo de Tiermes Ucero

Castillejo de Robledo Fuentecambrón Nafría de Ucero Valdemaluque

Espeja de San Marcelino Langa de Duero Recuerda Villanueva de Gormaz

San Pedro Manrique 4015 34 11

Aldealices Royo, El Rollamienta Valdegeña

Almarza Estepa de San Juan San Felices Valdelagua del Cerro

Arévalo de la Sierra Fuentes de Magaña San Pedro Manrique Valdeprado

Carrascosa de la Sierra Fuentestrún Santa Cruz de Yanguas Valtajeros

Castilfrío de la Sierra Póveda de Soria, La Sotillo del Rincón Villar del Ala

Ausejo de la Sierra Aldehuelas, Las Suellacabras Villar del Río

Castilruiz Magaña Trévago Vizmanos

Cerbón Oncala Valdeavellano de Tera Yanguas

Cigudosa Rebollar

Ólvega 12.245 54 17

Alconaba Cabrejas del Campo Monteagudo de las Vicarías Torrubia de Soria

Aldealafuente Candilichera Narros Villar del Campo

Aldealpozo Cañamaque Pinilla del Campo Villaseca de Arciel

Aldealseñor Carabantes Pinilla del Campo Ágreda

Aldehuela de Periáñez Cihuela Portillo de Soria Beratón

Aliud Ciria Pozalmuro Borobia

Almajano Cirujales del Río Quiñonería Cueva de Ágreda

Almaluez Deza Renieblas Dévanos

Almazul Fuentecantos Reznos Matalebreras

Almenar de Soria Fuentelmonge Santa María de Huerta Noviercas


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Arancón Fuentelsaz de Soria Serón de Nágima Ólvega

Bliecos Gómara Tajahuerce Vozmediano

Buberos Hinojosa del Campo Tejado

Buitrago Losilla, La Torlengua

Soria 45397 16 21

Blacos Garray Rábanos, Los Torreblacos

Calatañazor Golmayo Rioseco de Soria Valdenebro

Cidones Gormaz Soria Velilla de la Sierra

Cubo de la Solana Quintana Redonda Tardelcuende Villaciervos

San Leonardo de Yagüe 9064 16 13

Abejar Cubilla Muriel de la Fuente San Leonardo de Yagüe

Cabrejas del Pinar Duruelo de la Sierra Muriel Viejo Talveila

Casarejos Herrera de Soria Navaleno Vadillo

Covaleda Momblona Salduero Vinuesa

Provincia de SORIA 84.126 153 13


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PROPUESTA PARA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE … · ante la amalgama de estructuras municipales y supramunicipales que la componen. Más de 2.200 municipios, 246 mancomunidades,