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Reducción_Fenomenológica_San_Martín

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Fenomenología

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    ~acto de la tes18 doctoral realizada ba-jo la dlreccin del catedrtico Dr. D. Sergio RAbade Romeo y leida en Madrid el d[a 17 de mayo de 1972 con el tftulo: "El concepto de reduccin en la fenomenologia de Hw-serl" {Una introduccin a la fenomenologra de Husserl). E.I tribunal estaba compuesto por D. Angel Gnzlez .AlVa.rez, presidente ; .Q. Sergio Rbade Romeo, D. Jos Luis Pi-nillos y D. Juan Manuel Navarro Cordn, Vocales, y D. Pedro Ridruejo, secretario.

    La tes.Is obtuvo la calificacin SOBR~A LIEN'J:'E CUJ! LAUDE.

    ~rizada la publicacin en extr~w por la Jwita de Facultad con -~ al artculo 9.o. del Decreto eje 35 de junio de 1954 ("B . . o: del Estado" del 12 de julio). .....

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    Depsito legal: M. 10.319 - 1973

    Imprenta MOllNA. luna, 30 - Modrld~l3

    PRO LOG O

    El mtodo que Husserl emple para introducir a la feno-menologa .._,.tanto para s mismo como para we denj.-es el mtodo reductivo. La reduccin (R.) est a las pu~ de. la fenomenologa; de ella depende todo. En este trabajo nos hemos propuesto estudiar este mto(lo como introduc-cin a la fenomenologa de Husserl.

    {i:A R. trascendental es un concepto que se sit11a entre otros dos, a saber, entre la epoj y la R. intersub jetiva. Si epoj y R. fueran lo mismo, resultara diffcil hablar de reduccin intersubjetiva en el sentido que sta tiene en Husserl (H.). Ahora bien, la R. trascendental no slo no mpide la R. intersubjetiva, sino que la exige; de alli que R. y epoj ne> puedan ser identificadas.) Por eso queremos definir la . R. desde unas bases nuevas en la critica husser-liana, sobre todo teniendo eri . cuenta la relacin indlCada entre la R. trscendental y la R. intersubjetiva. Este nuevo intento, definir la R. fenomenolgica trascendental, no a p::,rtir de la epoj, sino en sf .rn\sma, por un lado, y por otro la justifi.c~cin' de la R. intersubjetiva como el legitimo 'des-arrollo de la R. . trascendental definen las coordenada!! de este trabajo .

    ~gn .esto, dividiremos este extracto en tres cap{tuloS; cada uno justificar una de las afirmaciones del conjunto

    . sistemtico de la tesis. En el primero probareJ.UOtl que Ja ..... 3

  • epoj no puede agotar la definicin de la R., porque es in capaz de cumplir la finalidad del mtodo reductivo. El se-gundo captulo presentar I mtodo reductivo en si mismo, probando que la R. es el descubrimiento del yo trascenden-tal y la noematizacin trascendental del mundo. El tercer captulo intentar mostrar que este sentido de la R. trascen-dental slo es realizable si la R. es ampliada a R. a la inter-lubjetividad.

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    CAPITULO PRIMERO

    &istos desde su significado etimolgico inme!tatattif!nte se anuncia una diferenda entre el carcter dinAmico:'. dl verbo 'reduc~re' y el carcter negativo de la epo,f; nllei:l tras que .. epj significa 'abstencin' o 'detenc~6!_].',. ~ .. L .es 'vuelta-a' ; K es fundamentalmente accin positiva; epoJ,

    aeci:ri -negativvEn las lenguas romnicas se ha dado .na nivel4lCi6n de ambos conceptos al absorber el carcter algo n,eg~tiyo del verbo 'reducere' su aspecto positivo.()IUlll!erl al . principio emple indistintamente ambas palabras; pero ya en el ao 1912 tiene en la mente una distincin, ~es la R. se .hace "mediante. ~-ePQj" (Mn. B II 19, pg. 4!J1 Este esquema, epoj por un lado y por otro R. posibilitada p

  • (~{:';' ; . . . /jl,:".fela ~ctitud natural ha de ser superada en fa actitud tras-tr!n~ntal. I,.a. teora, ~e los;niveles reflexiv~ .nas_...obllim. . ;,r t :f.Onuu- eada afirmacin segun su nivel, de modo que una .~:-~iBfmacl6n natural no~ puede ser tomada como vlida en :un t:; mvel trascendental sin un esclarecimiento del sentido tras-\ ~:r:id;ehtal posible de esa afirmacin. En las exposiciones de ~ Ja R tn pronto habla H. en sentido trascendental como ,"vuelv:e a empezar "de nuevo" en sentido natural; es tarea

    :'::del ~mentador reinterpretar las afirmaciones segn los di-. .' v~ niveles. En toda interpretacin se h;. de tener pre-.': ~ilt~ la 'ambivalencia fenomenolgica', el( doble valor. de ; .. ~~8 afirmaciones segn sean' entendidas en un nivel : natural o en un nivel 'trascendental. ,

    . ;i~~ .. :(.,::.La. fenonienologia trascend~ntal qi~re caracterizarse

    . . ~nio una superacin de la actitud P..-tural; es, pues, irn-.. }i(irtante indicar algunas caractersticas fundamentales de

    esta ;J.Ctit~d(La actit~~. il.~~~~- ~~!:~_.-_.\~mpre~. el. pre-supuesto del mundo; el mundo es Ja 'tesis: de la actitud ..na-tutai; .no "eri -l"sentliio ci'. 'qu-en-estaaClU\iiI el mundo sa 'puesto" pr el sujeto, sino de que el murido' est: pre'.'iJ.P}leS-.t~ ~~!Q~ .tom .4e pos~ma .y .en tdo ... 'jic~ de 1~.~c~iiud. natt,1ral;) por eso es el pre-juicio por excelericfa'.-Aliora bien,

    "'a"aclando sobr.e este 'prejuiio, la actividad cientfica in- . tmduce en esta actitud natural una importante diferencia, que antes estaba annima.1.J4._~~QC~~~n~ ... 9Yr~ _yQ_~

    __ 9-e es~ mundo_ ~ ... algo .?:"elagv.9_ al sujeto.; para conocer el . muni:i)"vercfii'dero hay que superar--sa ~apa : relativa al SU: . jeto . . La ciencia descubre la distinci.n, -:-::ilntes J.a.terite-.:- en-. tre l mundo~~Il:.sL~ e.l mun,

  • blema es la mundanidad del sujeto, la trascendencia con que el sujeto .se experimenta a et. mismo (Id. I, 107), la epoj trascendental es el ,>rimer intento de superar esta actitud poniendo entre parntesis esa trascendencia, o. eomo dice H., poniendo entre parnteiB la tesis de la .actitu~ ~: tura l.

    Para designar este acto emplea H . las palabras "absten-cin", "desconexin" y "puesta entre parntesis"; la ej>oj no es solamente 'abstencin' de emitir juicios (EPh. II, 337), no slo afecta a la esfera predicativa, sino que se refiere fundamentalmente a la esfera antepredicativa, al mundo mismo de mi experiencia inmedi8.ta. r;a

    4 e:PO] afecta a' 1a vda ~al normal (K. 151), e. d. al suelo ~ismo del juz.. ga-t('' la epoj es una .lbsten~i~:i? ... . d~ _l~ tesis (posicin) del

    . . mund~-- mediante. la Pll.~.S.~ entre parniesis de. la repre_sen--\~ia6n del mundo o mediante Ji deseonm6n de fa fuerza

    dOiica. que esa representadn llev criSigo; por na parte, pngo el mundo entre patettesis-y por oTra desconecto Ia fe en el mundo o la posicin del mundo. Husserl insiste en que por esa desconexin no pierdo nada, sino que todo lo

    ~no de~e un nuevo punto de . vista. Uno de los .,P.~!,gs

    .~?.ble~~tl~os de la epoj ser cmo compaginar la desco-neXin de todo con el mantenimiento de 10 desconectado

    entro del campo temtico. . .

    ~or la epoj se desconecta la "Weltgla1ube" (fe en .. e~ m,updo), la doxa del ,mundo; para llevarlo a cabo hay que desconectar el carcter dxico de. mi propia experienc~. de la experiencia de ni mismo; con esta deseo! 6n dejo de ser para m.1 "el valor de hombre mundano". Eti el rno-mepto en que desconecto la do:xa mundana del ho re, que-da fuera de juego la do:x:a humana del mundo; la do:x:a mun-

    -J dana pierde el carcter de mundana y, por tanto, de hu-mana, porque el hombre slo es tal en el mutido. J.,a epoj trascendental es la desconexin de la apercepcifi munda-

    8

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    na tpica de la actitud natural, o tambin, de la apercepcin humana, pues por ser humana es mundana (Mn. B I 5/XIII, pg. 5).

    (una vez que sabemos qu entiende H. por epoj, pase-mo~ a probar la tesis fundamental de este primer capitulo? a .saber, que la epoj no nos saca -de_~ .a

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    ' f ver~I. sin embargb, .. H~s~ii .se . pregunta pol" el . "residuo" : d.:Jt!,-~~.t. ~ .'~queHo a T~ _ q#e. !i e puooeapneat la epo~; postufilndo una epj universal, pide o supone-una

    limitacin en ella (cfr. Id. 1, 69; EPh. 11, 69; C. M. 58), pues lgicamE!nte me ha de quedar alg~ sobre. lo que poder juzgar. El pI'QPlema planteado inmediatamente despu$ de la epoj es .. cro-pu~-ga:nar un tem si Permanezco en

    .la .epoj" (Mn. B I 5iVIn.-nr.-'Si .. e mundo en '8Ccae a la apoj, es_ lgico pensar que no pertenece. .l tema de Ja fenomenolOgia.. Se nos podra deCir que en efecto el mun

  • ( Mas,, !ll._ _ _g_~ei:t:~os co~prem,ier la e~j, hemos.-.de ... re-curr.tr necesariamen.te . al c~m.~.P.~. de. neutralizacin; pero ste es un concepto o acto en la actitud natural, que n.a sido definida como la viven.!.a dxica en un mundo. En la neu-tralizacn rompo con esta vivencia dxica, qedndome slo con mi representacin del mundo.:)E:n esta actitud pierdo el mundo en si, los caracteres de ser de mi represen-tacin; la neutrali7.aci6n llevada a cabo.de este modo tiene como fundrttento el postulado. natural -de que .frente al mundo real, que existe fuera de mf -no en sentiQ.1:> me-ramente espacial-, yo tengo UIJl.. representadn del mundo, la cual puede ser neutralizada{,. La existencia del mundo e~ un concepto ~e con~i~~t:ll:l _!_a._-p
  • Aqu no podemos exponer los diversos presupuestos so-bre los que se asienta la crtica husserliana de la experien-cia; nos hemos de limita\" a proba1r que el nivel de esta cr-tica es esencialmente unnivel na1tural. La critica de la ex-periencia es desarrollada para p1rovocar la superacin de la actitud natural y con ello el paso a la trascendental; puesto que en la fenomenologa no se dan otras actitudes, su ni ver ha de ser natural ; esto parece evidente, pero interesa probar con claridad por qu es natural, mostrar que la cri-tica de la experiencia se basa en el mismo esquema concep-tual que ha sido definido como el esquema de la actitud natural.

    J Decir que el mundo puede no existir o que su existencia

    fctica es compatible con la posibilidad apodctica de la no existencia es una afirmacin totalmente dentro de la actitud natural, lo cual significa que no puede ser pensada trascen-

    uentalmente. El pensamiento bsico que est operando tanto n la critica de la experiencia como en la misma epoj s la tra.Scendencia del mundo en el sentido de indepen-iente de la conciencia ; en ese esquema se introduce la critica; la existencia independiente:! de ese mundo la s por mi experiencia ... ; ese mundo se me muestra en la critica como presuntivo; si he de poder fundar una ciencia estricta, tengo que practicar epoj de ese mundo que slo es presun-tivo ;(}oda Ja crfticaise hace respecto al concepto de mundo independiente, pero no s tal que demuestre que un mundo independiente es absurdo, sino slo que ese mundo no es apodctico; la critica de la experi.encia no tiene fuerv.a su-ficiente para superar la actitud natural; slo declara pro-blemtico -presuntivo- uno de los miembros de.la actitud natural, por decirlo de alguna foJ!"Jlla, mientras el otro, la subjetividad queda como cierto.Jne hecho el 1"8U!tado d~ Ja critica de la experiencia, la constatacin de la presunti-vidad del mundo, es fundamentar exclusivamente una acti-tud escptica,_ que como tal en nadl.a difiere de otros escepti-

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    .. .

    cismos. La crtica de la experiencia y su resultad.o, la epoj, slo son comprensibles dentro de la conceptualidad natural.

    .uestra interpretacin encuentra un apoyo en la obje-cin que ve H. en el hecho de la locura. La crtica de la experiencia se basa exclusivamente, por lo menos principal-mente, en la posibilidad de un desarreglo de la corriente de las vivencias de la conciencia; si esa corriente se estropeara, no existida la unidad que llamamos mundo; nadie pued~ negar esa posibilidad, pero lo nico que eso significa es que nos podemos volver locos (EPh. II, 55 ss.) y en ningn caso se podra sacar conclusin alguna para el mundo mismo. En "Erst.e Ph.ilosophie'' responde H. que la dificultad suponed-ya la existencia del mundo y de los otros respecto a los cuales yo me habra vuelto locolJ~tnda. mi corriente.. vi-y~cial . .!le ~~~na, tam~o existirian los otros. La posi-bilidad de{fa locura es una posibilidauede ser que la estructura de rrii vida conscente se distorsione; entonces no tendra la posibilidad de dacin del mundo, lo cual empero no signi-fica que el mundo no exista. Otra posibilidad es que el des-arreglo destruyera hasta tal punto el mundo que ste se nos mostrara como una apariencia, como ocurre con fre-cuencia en el caso de percepciones conQfetas; en el texto d "Erst~ Philosophie" se juega slo con e'ata posibilidad; mas, la primera, desarreglo fctico de mi conciencia, supone una correccin esencial a la postura de "Erste Philosqphie'', pues nos muestra el esquema conceptual de la crtica de la ex-periencia. La posibilidad del desarreglo fctico de mi expe-riencia con la consiguiente prdida de la unidad del mundo, no excluye que vuelva a arreglarse, con lo cual el periodo d~

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  • desarreglo seria un periodo de locura y los retazos de .mun-do que hubieran aparecido en l una "apariencia emprica" (EPh. II, 392). Esto sig:oifica que toda desarmonfa de mis vivencias puede ser eon~derada como una . desarmona fc-tica que en nada toca al .ser del mundo. Mi- representacin del mundo puede estropearse, pero no por ello desaparece el mi.mdo en s. Lo que H. llama apariencia empirlca ser una falsa representadn del mu11do ; con el arreglo de. la estructura de la conciencia volverla a formarse la correcta representacin del mundo. Esta objecin nos muestra de manera ms convincente que cualquier otra cul es el ef. quema conceptual de la crtica de la experiencia y coruie-cuentemente de la epoj.

    La epoj se nos presenta como el primer intento de SU perar la actitud natural, por eso es lgico qu opere con

    Ja conceptualidad propia a esa actitud. A mi modo de ver, l apenas se ha dado importancia a esta necesidad que la

    epoj y la crtica de la experiencia mundana tienen -de ser expuestas en conceptualidad natural; sm .embargQ, PO deja de ser 'peligroso que el camino hacia la actitud trascen-dental haya de ser abierto ~iante .. conceptQS naturatei> .. Este peligro que nosotros en conciencia de forma absoluta frelllte al mundo. Esta posicin ha de ser entendida dentro de la conceptualidad de la epoj, de ah{. que toda la situacin - -'tanto lo negativo de ella como 10 positivo- sea metdica. Husserl insiste en nu-merosas ocasiones sobre este ca1rcter metdico de la epo-

    :.

    j {1); Este earcter metdico consiste en llev~rnos a un punt en et cual sabemos por dnde hemos de seguir para practicar la R., para pasar a la1 actitud trascendental.- La , epoj no aclara nada (K. 260), pero nos lleva a las puertas de la actitud fenomenolgica t1raseendental. Con la epoj practicamos . necesariamente u~l reduccin, a saber la re-duccin a mis vivencias o a mi vida de conciencia. Con ella

    consigo la subjetividad y el fenmeno del mundo; pero el esquema conceptual natural hace: que el fenmeno del mun-

    (1) C!r. Id. l. H-4 ; 152; 394; E>h .. ll, 83; 497; 499; PV~ Ha. 1, 8.

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  • do slo sea comprendido en oposicin al mundo. real, de ah su carcter limitativo. La reduccin impllcita en Ia epoj no puede menos de.ser una redu~n limitativa por la cual consigo no lo trascindental sino slo- mi subjeti~idad con su nema, el fenmeno del mundo. Quedarse ah sera n? superar el nivel reflexivo psicolgico; afirmar de este nivel la trascendentalidad sin ninguna otra operacin sera caer en el psicologismo trascendental. La R. trascendental ha de consistir en el descubrimiento de lo autnticamente trascendental; esto lo conseguiremos profundizando en el cambio operado por la epoj (cfr. K. lin. 31-34 de pg. 172).

    . Con esto creemos suficientemente probada nuestra aser-cin, que 1~ apoj no puede agotar el concepto de R., puesto que sta tiene como funcin principal la superacin de la actitud natural, lo. cual la epoj, dada su conceptualidad na-tural, no es capaz de llevar a cabo; es, sin embargo, una etapa necesaria teniendo . en cuenta sobre todo la situacin histrica de Husserl. ..

    . 18

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    CAPITULO II

    LA REDUCCIN TRASCENDENTAL

    En este segundo captulo nos proponemos exponer el sentido que Husserl da a la R. como mtodo de introduccin a aquel nivel de estricta cientificidad que l buscaba. Husserl emprende la R. en orden a una conciencia totalmente fun-dada (EPh. II, 472), que sea la "ciencia fundamental de la filosofa" (Id. 1, 3). La R. ha de ser vista en el contexto de fundamentacin ltima, pues es la garanta de estricta clen-tlflcidad (EPh. Il, 362). En este sentido es comprensible que para H. todo dependa de la R. (cfr. K. 254, lin. 8-10) y que ignorarla sea suprimir el sentido mismo de la feno-menologfa (NW. Ha. V, 155).

    . . En la reflexin iniciada en orden a esta cientificidad el prime!" intento lo hemos encontrado en la epoj. La R. se nos presenta inicialmente como epoj; ms sta nos ha de-jado pendientes dos problemas; la epoj no puede cumplir la funcin que se le haba asignado al principio porque no puede fundamentar una ciencia universal, ya que ne

  • posicin ~u~I de lo dejado y lo que queda (residuo); si p~es H . ms1ste ~n que por la epoj nada se pierde,. es que piensa en la epoJ algo mcw que la estricta epoj algo que la concep~~alidad de la epoJ no puede expresat; ~se algo es la reducc10n; sta, en sus. relaciones con la epoj, puede ser abordada como aquella operacin por la cual superamos la limitacin que la epoj lleva consigo; cuando entendamos por qu con la eonsideracin fenomenolgica nada se pierde (Mn. B II 19, pg. 67 ;, Id. 119, etc.), entonces comprende-remos qu es la R. trascendental. Esta comprensin ha de aleanzar precisamente a la trascendentaiidad de la R.; lo cual significa que no puede ser explicada con el modelo con-ceptual de la epoj; sta sola no puede dar razn de esa trascendentaldad, de a h que una reduccin entendida desde o como epoj no sirva para fundamentar la cienCia fenome~ nolgca trascendental.

    Antes de pasar a desarrollar la. R. vanios a presentar c4atro textos que, a mi modo de ver, .han de ser considera-dos como textos claves en este puntO :i.que, si hubier~ sido comentados en sentido prcticamente literal, hubiera:ti hecho cambiar: la mayor parte de las interpr!3tadones de la R. ; el hecho de presentarlos aqu se debe a que consideramos_. que nuestra interpretacin se basa exclusivamente en la bra de Husserl. Los dos primeros textos se refieren a la relacin de la epoj y la reduccin; el tercero nos da la funin . fun. damental de la R., mientras que l cuarto nos dice en qu ~nsiste ese mtbdo. Una vez transcritos y comentads bre-vemente estos textos, nuestra tarea ser sacar las conse-cuencias de la comprensin que. se da en ellos. Primer texto:

    "La pregunta retrospectiva (R'ilckfrage} n08 lleVll en prt. mer lugar (zunAcbst) al eer y a la vida subjetiva universal, que, en cuanto preclentfflca, est ya presupuesta en todateo-

    .

    ..

    rfa, y partiendo de il..lU: -y ste es el "" mda decisi1JO-B la subj~vlded trascendental como. fuente de todoa los sen-tldoa y verificacin del ser."

    (NW. Ha. V. ~ 139) (1)

    En este texto se indica cul e!s la marcha del mtodo fenomenolgico; en la btsqueda dE? los orgenes de todo ser y de todo conocimiento, fo primer.o que encontramos es la

    ,. forma de dacin de lo real, es decir, mi representacin del mundo ; la tematizacin del fenmeno del mundo junto con la vid;r que presupone es el resultado de la epoj; pero eso no es lo decisivo; lo fundame:ntal es pasar de ahf a la subjetividad trascendental. Lo dec:isivo en el mtodo feno-hienolgico e8 exclusivamente captar la trosceru.lentalidald de lo subjetivo; con ello se superar la limitacin de la epoj, pues lo conseguido ser la subjetividad trascenden-tal como fuente, no ya del fenmeno del ser o del fenmeno dei mundo, sino del mismo ser y del mismo mundo.

    Segundo te;z;to:

    "Si s~ ha llegado tan lejos en1 el cambio de actitud de la epoj que .se vea _ lo. ruramente subjetivo en au conjunto pro-pio, puro y cerrado en si como intenclonalidad, y despus como funcin formadora del sentido de iter . : "

    (K. pAg . 172}

    ' . :Est~ texto, que hemos mutlado -el rei;to no tiene im-pOrtancia para nosotros-, nos. den1uestra que la primera de la.S. dos etapas . t:oencionadas anteiiormente se refiere a la

    , (1) En la traduccin espaola de Ideen se ha i>erd!do el matiz te?Jip0ral de l8 pillabra "~unlchet" y ha sidO 11u.atitUlda par un 111attz principlal-: "Esta manera de preguntar conduce aftte todo ... ". Las tres ~eras . plabras tampoco traducen la alemana ''R1lck trage", .que en Husserl indica la. forma del preguntar trascendental. Para lil trad. cCr. Ideas ... pg. 373. .

    21 .

  • epoj; de nuevo tenemos los dos niveles fundattlentales de la fenomenologia, primero la tematizacln de lo subjetivo, que se inaugura en el cambio de a~Utud "de la epoj y en segi,mdo lugar el nivel tr~endental; caracteriza.do por el hecho de que lo subjetivo es constitutivo de todo sentido de ser. La epoj nos da lo subjetivo, cuya caractetfstica fun-damental es la intenCionalidad; el segundo palo consiste en el descubrimiento de la trascendentalidad de lo subjetivo.

    Tercer tezw:

    .. La pregunta que nos mueve internamente, qu puedo y qu debo aceptar como lo prbnero vlido, dlr1ge nuestra liten cln necesariamente hacia la subjetividad trascendental, de forma que el mtodo se convierte 'eo lpao'. eri el mftodo de la reduccin trascendental."

    (EPh. U, pq. 1M) . .

    La pregunta que nos mueve y qu~ no es otra qe la pre- . gunta traScendental _,Ja R

    jetivldad tr,uetndntal (tamblm decimos a la intenubJetl-!vided)". . .

    (liln. B 1 r,v. pg. 17 .)

    .La epoj~ ha de fJer llevada a reduccin trascendental me-diante la .. R. del y0. mundan~ a fen:meno trascendental; sin embargo, no nS ~ce por qu el. yo descubierto PQf la epoj . o P,qr q.u .Ja vi~ ~bjetiva puesta .en la epoj son . trascen- . dentale. l,A R. co~iste .en descubrir en cada yo . humano, en cda homb~, su yo iraecerident1d, e11 fo cual el acento no recae en ei yo, gino en la trascendentalidad.

    23

  • Esta seleccin de textos creemos que nos da una p~mpresin 'de Jas estructuras de la R. ; cqn ellos se. ha nom-brado todos sus aspectos. ~Quiz conve.nga . insistir en los puntos mencionados para pasar luego a considerar el des-arrollo general en detalle. La R. se hace siempre a partir de la epoj, es decir, a partir de_ la vida subjetiva deeeublerta en la epoj y se presenta como el descubrimiento de la trascendentalidad de esa vida subjetiva. La trascendentali-dad consiste en ser funcin fcm.tal de todo sentido de ser. Este descubrimient se hace a partir del 'hombre munda-no', descubriendo en la subjetividad mundana la subjetivi-Q.ad trascendental.

    Ahora estamos ya en disposicin de presentar el concep.-to de R. en forma de tesis: la reduccin trascendental ha de ser v:ista principalmente como la superacin de la limita-cin que afecta a la epoj, es decir, mediante la superacin del concepto limitado de fenmeno, de modo que el f~n:meno obtenido. por la epoj 8e convierta en ~e:ri.6meno . traB:- . cendental. En esta superacin 9 conve~iti del fen6mep.o psicolgico en fenmeno trascendental; . se ha de descubl:r< el yo trascendental a partir del yo mundano fenomnico. que se destaca en la epoj. La clave para obtener la eonversi6I:t del .fenmeno 'mundo' . en fenmeno trascendental, Y -por tan~ la subjetividad flll tr~scendental, es la puesta en.juego de la. correlaci6n intencianai universal. Esto. io . formulamos diciendo que la R. trascendental se lleva a cabo mediante la noematizaci6n trascendental del mundo po$ibilitada por. la estructura intencional de la conciencia.

    ~ efectuacin de la R. incluye el desarrollo de .tres puntos; en primer lugar conviene m~ncionar e.l descubri-niientQ dei yo trascendental, pes .en definitiva de. eso ae trata. La trascendentalidad del yo slo se da, si el mundo .es convertido en fenmeno trascendental o .en nema . trascen-dental; slo descubriremos la trascendentalidad dei yo por

    24

    ....... .. ...

    ' ''.

    .' .

    'lar noematizacin trascendental del mundo. E1 tercer punto eonsistir en dar la estructura que subyace a la noemati:.. mcln y que no es otra que el Apriori de correlacin entre

    . . :ia. conciencia y el mundo. Cada uno de estos puntos ha Cie 8er desarrollado en orden a comprender su mutua inter-~nexin.

    .. La co-nseuci6n del yo trascendental

    La pregunta decisiva de la R. es cmo se consigue el yo .trascendental, cmo se da "la subida al yo trascendental"

    l (Mn. B I 5/VI, V{lg .. 8). No se trata de descubrir el yo, sino ' la trascendentalidad del yo mundano. En la epoj temat,iza-mos la dacin del mundo quedndonos exclusivame.nte con la representacin del mundo o el fenmeno psicolgico. El honibre tambin pertenece al mundo, se conoce a s mismo como parte del mundo ; en este sentido tambin el hombre se convierte en su propio fenmeno psicolgico ; en 1a re-flexin psicolgica tenemos, pu,es, por un . lado 71 ' yo que 'l'efl~ona, sujeto de la reflexin psicolgica y por otra el yo natural 1a reflexin se convertir en reflexin trascenden-tal cua~do lo descubierto en ellii sea lo trascendental. El yo psicolgico reflexivo descubre que el yo natural est en . el mundo, pero_ que a Ja vez lleva una vida ~n: la que se da el tnundo ; la refleJr;in ~icol~gica descubre ~n el yo natural un doble nivel: un yo .al que se da el mundo -, un yo .que est en. el mundo ; a partir de esta diferencia del hombre de Ja .actitud natural hemos de descubrir el yo trascenden-tal, que se presenta ..:........hablando en la . perspectiva de la ~poj- oomo el ~residuo trascendental del yo mup.dano" (Mn. B I 5/V, ' pg. 21) . En este residuo .podren::JOS ver la trascendentalidad del yo s9lo capdo hayamos visto el al-

    .. canee' universal de la correlacin iiit~ncional. Cuando el yo refle.xivq. baya desliberto en el yo natural o en I~ ~ida sub-jetiva -mundana el yo trascendental, la refl~xin del yo re-flexivo ser .. una reflexin trascendental.

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    t

  • Es de suma importancia en este eontexto tener en cuenta los dos sentidos de la palabra trascendental -sentidos am-bos propios tambin de ~t-; pr un lado tenemos Jo trascendental como fuente trascendental del conocimiento o de cualquier efectuacin de la subjetividad; lo podramos denominar lo trascendental subjetual; por otro lado, io tras-cendental como conocimiento de lo trascendental subjetual, romo conocimiento de la vida subjetual trascendental. Deir conocer estos dos niveles de trascendentalidad es desconocer las estructuras de todo mtodo trascendental en general y particularmente, en el caso que nos interesa, desconocer el

    . sentido mismo de la reflexin fenomenolgica trascendental, lo cu.al lleva a su vez una insalvable oscuridad en los trmi-nos de 'constitucin' y 'anlisis intencional'. El mtodo tra&-cerident.al no es trascendental por una determinada visin de las relaciones de conciencia entre sta y su objeto, sino exclusivamente porque descubre lo trascendental.

    .. En la reflexin trascendental fenomenolgica el yo que reflexiona descubre un yo trascendental; eI yo para el e\ial existe el mundo, en el cual a su vei :l mismo eX:iste como. mundano. Por ese descubirimiento el yo trascendental sale de su olvido, pues antes de la reflxin no se vea ms ~ue como mundano. La vida trascendental del yo, en la cual, como veremos; surge el mundo cmo correlato ti"ascndeh-tal se olvida de s misma mediante un vestirse en un .as:-pecto mundano (EPh. II , .77);. al verse como mundano deja de verse como trascendental, viviendo asi en. la llamada ac-titud nati:al en la cual vive en sus propias efectuaciones (>Ividado de ~f mismo. La R. trascendental deseubre el yo trascendental olvidado en el hombre y considera . a : ~ tll-tino como un fenmenq del yo trascendental.

    . : La R. del yo a . yo trscendenta1 se hace ~~te mediante la puesta en juego de tres YOS, teorfa que habi-tualm.::nte suele ser desp~ciada sin tener en cuenta que no

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    entendei'la es no entender qu significa la mayor parte de los conceptos que emplea Hu8Serl: Reduccin trascendental, tonstituci6n, anlisis intencional, experiencia y vida tras-cendental. En toda reflexin se da una divisin del yo; por u'n lado tenemos un yo directo, por otro el yo reflejo ; si la reflexin ha de ser trascendental hemos de recurrir a un nuevo yo; . sin esta triJ)"le divisin estaramos en una refle-xin natural, a lo sumo psicolgica.

    : Los tres YOS puestos en juego de foI'Illll esencial al con-cepto de reduccin son: primero, el yo que reflexiona; cuan-do por la R. descubre el yo trascendental ese yo reflexivo se convierte en yo trascendental fenomenolgico -4as pht-nomenologisierende I ch,-. (Epl;l. n, 440). Segundo, el yo trascendental descubierto por la reflexin a partir del yo mundano natural Tercero, el yo natural mundano, en el cual se descubre ei yo trascendental. Esta . triple estructura del yo es la nica explicacin posible de la reduccin. Esta es la insta1,1racin de la experiencia trascendental fenomeno-igica. E11 toda experiencia tenemos el yo que e:q>erimenta y lo ~rimentado en o por el yo. Si'.la experiencia es re flexiva en sentido propio, el que t~xperimertta es el yo que ~ha convertido en yo reflexivo; e1l reflexivo dirige su aten-Cin o St,t. mirada a s mismo; lo e:q>erimentado es el yo ob-~rv~do por el yo reflexivo; el ol>jE1o de iji reflexin natliral e~ aigo dado en un sentido.natural, es decir, una: efectuacin ci :ini yo natural. Para que la expE!rlencia sea. trascendental, lo ex)erimentado ha de ser trascende.rital. Como. toda . expe-r:i,encUi, .la . ~el}dental tamb{n puede ser. directa o refie-]a'i 1~ expedencla tra1eend~ta.r refleja es la .e!CJ>eriencia 't'sceridentalfenomenolgjca, por la cual es experimentado ef i. ttaseP.dental con ~u experiencia trascendentar

  • jtividad constituyente. La experiencia es trascendental si es constuyente. La vida trascendental del yo es coDBtittr. cln del mundo. Esa vida no se conoce antes de la R. en su trascendentalidad, por eiio es la R. absolutamente necesa ria. Estas consideraciones ltimas son consecuencia de Ja distincin fundamental de los dos niveles de trascendenta-lidad antes mencionados (1). La ~. trascendental es el des ' cubrimiento de la subjetividad trascendental, que, una vez descubierta, ha de ser sometida al anlisis intencional ; de ahl que la fenomenologia fundada por la R. trascendental sea ciencia de la subjetividad trascendental, de forma que "tematiza el yo de la actitud natural en su pureza trascen-dental" (EPh. II, 428).

    La Mematizaci&n trasce'Ttdental del mundo

    Hemos hablado de la consecucin del yo trascendental insistiendo en la estructura a partir de Ja cual se ha de des--cubrir la trascendentalidad del yo; pero an no hemos visto cmo y por qu el yo se convierte en ~rascndental. El ver-dadero ndeo del descubrimiento de la trascendentalidad del yo llevado a cabo por la R. consiste en ver que todo el mundo pertenece como nema a la subjetividad. Esto es lo que llamamos la noematizacin trascendental del mundo; el mundo se ha de convertir en el fenmeno trascendental 'mundo'. Pensando con una de las frmulas fenomenolgi:- cas ms conocidas, "ego co!Ji,to cQ(litOJtwm", habra ,ue decir que el sentido trascendental del ego slo lo ca,ptaremos cuan~ do descubramos el sentido .trascend.ental del cogitatum .. Ent esa frmula , nos dice H ., todos los elementos contienen "men cion~s mundanas: (Mn. B i S/XIII, pg: 16). Cada elemento ha de ser llevado a su contenidO' trascendental.

    (1) Cfr. algunos textos sobre la ~iple estructura de Ja: reflexlr11 fenomenolgica: EPh. II, 417; 440; C.K. 65; P.V .. Ha. l , 16.

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    La pregunta decisiva de la R. es "cmo se da esta efec tuacin de una ?educcin 'del' mundo al fenmeno trascen-dental 'mundo' y con ello a su correlato, a la subjetividad trascendental en y a partir de cuya vida de conciencia el mundo que tenemos sencilla y naturalmente en validez saca y ya siempre ha sacado, aun antes de toda ciencia, todo. su contenido y su valor de ser" (K. 15.5). En esta pregunta decisiva tenemos en primer lugar la pregunta por la R. del mundo a fenmeno trascendental; con esa R. se nos da la trascendentalidad del yo; en tercer lugar, se indica el tr-mino de la R. o, si se quiere, la caracterstica de la traseen-dentalidad, la refacin trascendental del mundo a la con-ciencia, por la cual el mundo es trascendental.

    Cmo consigo esa R. del mundo a fenmeno trascen-dental? Husserl mismo nos da la respuesta: . "si con la con-secucin del yo he obtenido simultneamente claridad en que todo lo que existe para m (est para m 'ah'), es decir, todo el mundo en el que yo acto y por el cual yo me dejo determinar (bestimmen) est ah para m slo como obje-tividad intenciooal de mi eZ'[Jeriencia" (EPh. 11, 497). lAl consideracin trascendental del nema consiste en ver que todo lo que es, ea mi objeto, mi correlato, no slo en cuan-to a que es tal cosa sino en general en cunto a que es. Por< eso puede decir H. qe "mirar mi vida es entonces a la vez en un cambio cottelativo mirar el mundo" (EPh. II, 157). Conviene detenerse un pcico en este punto fundamental.

    Sabemos que .la caracterstica principal de la actitud na tpral consiste en I.a diferencia entre el mundo y I represenl . tacin que 'y:o 'tengo del mundo. Esta diferencia pqsib'lita .1~ actitud cientfc y la ps,ic()lgica, i .. tambin. la epoj opera con la m.tsma conceptualidad. TC>do. acaece CQJJ.!Q . . ![ la.xe-presentacin qel mundo fuera una representacitm o ' ,inter-pretadn .de un mundo que yo tengo ya de antemano. Pem que el mundo se nos da en la representacin del mundo

  • significa que esta representacin nos da tanto el mundo en cuanto a su ser como en cuanto a su forma de ser. La re-presentacin del mundo no es una inteirpretacin poSterior del mundo que ya tUviramost de antemano, pero, por Mi decirlo~ vaco: "No tenemos primero . un mundo exstent~ Y despus un conocimiento de l" (E~. 11, 384), nos dice Husserl.

    El nema -la representacin o el fe1rimeno-- es .. el con-junto de caracteres tal como yo 1o tengo 1~n su da~n actual; Con la reduccin limitativa consecuente a la epoJ he toma do en la reflexin psicolgica o en la fenomenologfa neutra el mundo como pura. mencin univer:sal (C,M. 91).; mas, dentro de esta mencin, tenemos tanto lo que menciona el ser del mundo como lo que menciona la forma de ser del mundo, tanto los correlatos de 'ser asi' como los correlatos de 'ser' ambos correlatos pertenecen BLl nema. El nema del rn~do incluye, como una de sus c:aractensticas funda mentales, el sentido de realidad; por eso ya en .1912 dice Husserl que, a pesar de la apariencia de! babel' desconectado d~ la investigacin fenomenolgica "los . problemas de la po-sibilidad del conocimiento de lo real" (Mn. B II 19, pg: 102), lo real entra en la investigacin fenome11tolgica porque tam-bin. el carcter de realidad "nos sur~e como correlato en nuestra esfera". (Mn .. cit.), con lo cual el mundo como rea~ lidad entra en el nema trascendental!; el mundo no h.4. desaparecido sino que es considerado desde el l~pr donde tiene un sentido; el mundo es descubierto como ~orrelaw de la subjetividad "que le da sentido ((y)) por cuyo valor 'es' en general" (K. 155), por eso "el mundo espacio-tempMal entero ... es un mMO ser intencional'' (Id. I, 117). El m:undo se ha convertido en un ser totalmente :relativo a la concien-cia respecto a la cual es un sinsentido afirmar un .'en sf' in-dependiente, ya que ta~biri ste ha de ser irre~~~able:mente un sentido constituido . como tal en mi sub3et1vidad. de ah que con la R. lleguemos al ve:rdadero ser objetivo

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    (EPh. U, 429), con lo cual puedo decir de nuevo que estoy en Ja realidad, pero en una realidad trascendental. Por la reduccin trascendental el yo fenomenolgico cae en la cueu. ta de que "todo lo expresable en la actitud natural, es de-cir, sus daciones, sacan su donacin de sentido en la con-ciencia pura de la actitud natural; entre ellas tambin el ser objeto, el 'ser en s' en frente de la experiencia momen-tnea real... no menos la caracterstica de realidad verda-dera" (EPh. II 428). La R. fenomenolgica. trascendental pone, por tanto, a nuestro alcance el mundo, el cual por convertirse en correlato no pierde nada de su ser, puesto que su mismo ser es correlato (EPh. 11, 429).

    La correlaci6n futn.dt;mlental

    En el segundo texto de los incluidos al principio de este captulo se hace mencin expresa de la intencionalidad. Al-gn conocedor de H. podra decirnos que el presupuesto de todo lo desarrollado es el carcter intencional , de la con ciencia; sin embargo. la intencionalidad fue afirmada tam-bin. por Brentano, mas. ello no cambi, seg6n H . nada esen~ cial (F.T.L. 231). Es claro que la R. est posibilitada por la ntencionalidad de la vida subjetiva, pero a su vez es la R. la que de$Cubre el verdadero carcter de la intencionalidad. En la R.: se trata de tomar en serio este carcter intencional de Ja conciencia (B 11 19, pg. 69). Toda conciencia es con:-clencia-de .. 4 . psicologa . de Brentano . oper slo con ese

    principio; .Husserl aade. otro. fundamental, que suele pasar desapercibido;. si toda conciencia es concjencia-de, todo ob-jeto que sed~ a una conciencia lo ha de .ser en una con-eiencia-.de, todo objeto ha de pasar, por asi decirlo, por la in~ncionalidad. Husserl no super a Breritano por admitir la intelicionatidad de la conciencia, sino por admitir el aprio-ri de correlacin intencimwl wniversal; el descubrimiento de este api-iori le conmovi tanto, nos cuenta Husserl, que toda su vida posterior consisti en desarrollar ese descubri-

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  • miento inicial (K. 16.9, nota). La R. fenomenolgica tra. cendental slo es pensable sobre el supuesto del apriori de correlacin intencional: ~

    Pero tampoco se ha de pensar que el descubrimiento de este apriori sea sin ms la reduccin; Husserl desubri ese apriori hacia 1898, mientras que la reduccin slo hacia 1905; esta es la que dese.ubre el verdadero sentido del apriori de correlacin al entenderlo en Su dimensin ~ oendental; por ella vemos que no puede . haber absoluta-mente nada que no se d en la re ladn intenciobal; que todo objeto es trmino de una intencionalldad. Esta inten-cionalidad ser trascendental slo si es descubierta como constitutiva, si significa . "fuente de todo sentido y . verifica-cin de ser" o tambin "funcin formadora de todo sentido", como veamos en los textos preparatorios. Intenclonalidad en sentido trascendental no es conciencia-de, ni siquiera "intencln implicativa", sino s~lo y exclusivaI1lente "fu.'111-

    . gierende In.tentionaiitiit" en el sentido de formadora de sen-tido o constitutiva de tocio sentido de sr. CUalquera de los otros dos significados de la intendonalidad admiten una interpretacin natural, a cuya base est la nocin de rrlurtd(} no-intencional. La tematizacin :era del, apriori de corre,-lacin no puede admitir un mundo no inte~cional, ni tain-poco una intencionalidad receptiva, pues en ninguno de los dos casos se toma en serio la dimen8i6n universalr del aprio:-ri. Segn la intencionaliciad receptiva tenemos por un lado la conciencia dotada de intencionalidad y por otro el mundo en s no intencional ; por medio de la intencionalldad llega-ramos al mundo real; esta intencionalid'ad receptiva in-Cluye necesariamente objetos o elementos no intencionales, con lo cal no se respeta el ~priori de. correlacin. La si-tuacin aportica de la apoj y de la psicofoga consiste eri definitiva en no radicalizar el aprori de correlacin. La R. trascendental, que es el descubrimiento del yo trascenden-tal a partir del yo mundano, consiste en la noematrzacin

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    trascendental del mundo basado en una toma de conciencia 4e( 'a priori de correlacin.

    Con esto creemos suficientemente. dilucidado el sentido. del mtodo reductivo en la fenomenologa de Husserl, . de ese concepto que Eugen Fink llama el "Desiderat" de la fenomenologi;a. lgualmente se ha podido comprender que el concepto de R. es imprescindible para la fenomenologa y para comprender la mayor parte de las estructuras de la filosofia de Husserl ; de ah que no pueda extraar que ste, habiendo descubierto la R. haca el ao 1905, reflexo-riara sobre ella hasta su misma muerte treinta y tres afios

    despus.

    En este pequeo trabajo hemos de prescindir de dos conceptos de R. que se dan ya en la esfera tras~endental_; nos referimos a la R. como 'A.bba:ul, R. de los diversos m-veles que integran un n6ema o una vivencia determinada, y a la R. apodctica. Nos tenemos que limitar a mencionar-los; la fenomenologa quiere ser ciencia estricta; slo con-seguir esto, si llegamos a perfecta claridad cientifica sobre el valr de la experiencia fenomenolgica trascendental, es decir, si es capaz de re~ponder de s misma ~orno mtodo de conocimiento reflexivo trascendental (Selbstverantwor-tung); la fenomenologa ha de exigir claridad sobre la "Trag-weite" o alcance del mtodo ; la . experiencia fenomenolgica ha de ser sometida a una crtica universal. Husserl ha pro-metido varias veces esta crtica, pero no parece que la haya evado a cabo (cfi. C.M. 63, 07, 177; EPh. ll, 80). En orden a ella se habla de una R. apodctica, que ha de ser practicada mediante otra, que tambin tiene sentido independiente-mente de la ap.

  • lato . es el mundo. La R. como .Abboo. es el mismo an61fsis intencional de la vida tra8cendental, el . cual va retrocedien-do a niveles cada vez m~profundos en cuanto a su consti-. tucin en la vida subjetiv. Husserl habla de R. apodctica por encima de la R. trascendental porque la fenomenologta quiere ser una ciencia estricta. Pero este punto no ll08 in-teresa, sobre todo. pensando que quiz an no hemos tel'Jlli-nado con la reduccin trascendental y entonces mal podria mos aplicar ya la critica trascendental, si todava no esta-m0s verdaderamente en el terreno trascendental; por otra parte, es indudable que las estructuras descubiertas han de determinar el tipo de crtica a que ha de ser sometido lo trascendental.

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    CAPITULO III

    LA REDUCCIN INTERSOBJETl"VA

    En e:ste capitulo queremos abordar un punto fundamen-tal dentro de nuestra interpretacin de la R.; de ah que no pueda 1ser

  • subjetiva estaba requerida en el sentido mismo que Husserl dio a la R. trascendental; .antes de la redaccin de Ideen 1 en 1912 Husserl tenia ya., conciencia de este problema, si bien esa conciencia era aportica, debido fundamentalmente a qe muchas veces no lograba separar la R. de su com-prensin en la conceptualidad de la epoj. Este problema es especialmente claro en la citada obra de 1913. Puesto que este punto es sumamente dificil y controvertido, procura-remos la mayor claridad posible.

    La R. trascendental nos ha dado el yo trascendental; Bte slo puede ser definido en su trascendentalidad, si su correlato, el mundo, es entendido trascendentalmente; esto sigriifi~ que ia R. po:r la noematizacin traseendental del mundo ha de superar la conceptualidad natural, o, ppdeinoe deCir con palabras de Husserl, que ha de superar la tensin q~e existe entre la representacin del: mUndo y el mundo.

    Sin embargo, eri cuanto aparecen !'os otros en nuestro mbito temtico, vuelve a surgli esa tensin, con lo .cual la conceptuhlidad de la actitud ntural planea de nuevo S

  • Para conseguir esto propone Husserl lo que ya por los aos 1915 llam "experimento solipsista" (Id. II, pg. 81); mediante el cual se quierfi conseguir un mundo totalmente relativo a mi subjetividad, un mundo exclusivamente mio; de ah que ese intento sea la autntica fundacin del solip-sismo, pues el anterior slo era aparente. Este intento lo tematiza posteriormente como una nueva reduccin, a la que llama "reduccin primordial"; con esta nueva reduc-cin consigo un mundo que ya no es relativo a los dems; este mundo es el 'mundo de mi esfera de pertenencia'. Eli interesante subrayar el sentido limitativo que. tiene esta reduccin, pues por ella 'me reduzco' a ~ vida de canden-cia prescindiendo de toda aquella efectuacin que n.o- pueda ser explicada desde mi propia y sola subjetividad; asf con-sigo un yo realmente trascendental con su correlato, el mun-do, total y exclusivamente correlato de ese yo. Esta re-duccin ha de empezar por una epoj de aquellos elemen-tos del mundo que no estn constituidos en mi subjetividad o .. intencionalidad, es decir, que no son trascendentales de mi yo trascendental. La R. a la eafera de pertenencia es emprendida eomo Ua"l mtodo para lf:mpiar aquello que por la R. trascendental or la R. trascendental el mundo se ha convertido en nema trascendental (por lo menos programticamente); en el mundo estn incluidos tan~ mi yo mundano como los otros; segn eso, teQrica-ment.e ambos 9eberan habers.e convertido en ienmenos tra$Cendentales, unidades de ~ntdo . que . han de ser expli-cadas eri un . apli!Ps intencional constitutivo. De Ja R. a D.~ yo u:as
  • pliacin de la reduccin? La apora de la R.. intersuJ>jetiva se da en el momento que, ci:>mo consecu~cla de .. uh...deter~ minado enfoque. de la R. ttascendental, se. elige. como punto d~ a.~lisis -el yO, en el cual se ha de elucidar toda interici~ nalidad, pero . por otro I!io ~l ~is intencional de los ~tros es tal que P.Q.!:.,Lae consigu~: eJ .. Ye.rnHusserl habla de tal modo de la R. intersubjetiva que tenemos textos suficientes que nos incli.can qu es la R. in-tersubjetiva. La apora mencionada no ha de ser decidida hasta que los diversos textos husserlianos sobre la intersub-jetividad hayan sido presentados y comentados.

    Vamos a comenzar, como con ia ~. trascendental citan-do algunos textos claves orientador~ . de nuestra . b{tei-pre-tacin, para despus intentar sacar. ~. Crtscuencias o. co-mentar l8s estructuras indicadas en ellos: . . . .

    Husserl usa dos grupos fundament.les de expresi,!ies para esta R.; en una serie de textOs $e la relaciona eon 1a teora de la "E'infhlwng'' o 00n Ja experiencia del otro; tenernos adems otro conjunto de teXi0$ IS' eoiicreto&- h los que se nos da una orientacin respecto a qu e1;1 la R. a la intersubjetividad tra8cendental. HW!Sert estudia su "teora .de la intersubjetividad trascendental" como "un~ ampliacin de la reduccin fenomenolgica a '1~ intersubje-tividad . mondica". En el semestre . de invierno d t~/tt ttiv-0 . un curso sobre "problemas fundamentales de la fenO.. menologfa" ;i al texto de este curso se refiere Husserl Criti cando la R. a la subjetividad individual, error que supera en ese curso mediante la ampliacin de la R. a R. a. la inter-subjetividad (cfr. E.Ph. II, 433).

    . . - . ~

    [:;:: . En las Meditacies cartesiatuJ seguimos una ampliacin de la subjetividad trascendental ~:.: . ' ~- intennibjetividad; es, pues, una R. en el sentido que hemos t Visto que tiene sta en Husserl. ..

    "1>-

    t. . .Otro grupo de textos~ se refiere a cmo entender esta ))';.reduccin. LOs dos fundamentales estn tomados del "Nach-!; wort". Si se hubieril. meditado en el sentido de estos textos,

    el cual rEisttlta:.un tanto enigmtico teniendo en cuenta sobre todo la interpr~ta.

    menologfa misma.

    . El se:ntid de . ia R. fenomenolgica trascendental sera ~te.nido cuand,o .la experiencia del otro en mi campo -apa~

    . rente.menLt.e tr.ajiee.ndental-- sea -llevada a su contenido . trils-

    .ceridentall :' "Tb4o. eSw. slo cobra su pleno sentido. cuando el de~~J:>rirniento del yo tra8ceildntal ha ido tan lejos que la '~pei;ien

  • (NW. Ha. V, pg." 153) (1). Con la R. hemos con8egukfu el campe) de la experiencia trascendental, que ha de ser elu-cidado junto. con tas las implicadones que se: d$1 en t Una de las experiencia; que hay qu . elucidar es la ex-. periencia de los otros; realizado ese anlisis vemos qne esa . experiencia implica otro. yo, que ha de ser enten~ .en sentido trascendeptal, con. }o que esa elucidacin .se. con: vierte en una verdadera reduccin que .amplia :la sub~~ tividad trascendental conseguida en la primera redu~in:

    .Timto a este texto que pootJa ampliar Ja R. desde den-tro del campo trascendental. como si ste estuviera ya oori-~guido, tenemos otro muy signi.~cativo y que no nos habla !le R. en 1a experiencia que yo teng de los troa; sino de. R. . "del ser humano en coexistencia mundana a la int'er-~tibjetividad trascendental" . ag. uso, nota 2). Este texto es muy importante, pues con l podemos esta:. blecer una serie de equivalentes dignos de ser tenidos en cuenta. En primer lugar sabemos que l "teo$/ t~~den~. de la E_i;iifrhlu:ng" es R. . a ~ inte.~~bjeti~ldad y~ t:trtttO ampliac1on de la R. trascendental. fenot.Jlol~~. Esto misino es superar. la tensin tpica de Ja acatiid J)il-. tural y adems desarrollar las experiencias del . ()'. '!$lita conseguir su contenido trascendental. En ltimo JPr, .. todo' eo equivale a .la R. del hombre, en su exis~ncl.a $d~i8l, :,a la. intersubjetividad. .. . :" '. ' . , . '" .

    (1) La traduccin " espafiola, ade~ de ser .oscura, olvida ei carcter fundament.al del texto, que en ah!inib\ tndtca Ja neeea.idad . ~ qu~ la exiierten,cta de loe otros tM!ll c.On~t~ en.expetleftcla traiscendental,, es decir, no se trata de q,e ''r~ tainbin ,l'.e(iu~!da a la experiencia trascendental" en general~ . slno: de que de "eA experiencia . de los otros se $8que .su oontenldo. eepectal : ~tal. lo cual .es decir muchn ?Ma . .Si fuer.a "ttduclr a Ja' '.e'J:i>triencia tta.11cende1;1ia.l" Podrla Jndicar a ini. experiencia. ti-uoeridental', mientras que el contenido tra11CeDdental es e hecho' de que ah1 est dado otro yo trascendental (cfr: Ideag, pdg. 387).

    .. : ..

    :Es , nteresan,te insistir en una diferencia de matiz. en . dos textos citados, pues. quiz considerar no sin tener

    ,~_:,fi cuen~ el ot1"9, dado que para Husserl amboe son equiva-~Jeptes, pudo motivar el olvido de que se trata realmente

    ',:C:)'e una R. a la intersubjetividad. La R. como consecucin ,;;~\del yo trascendental, es. t. del hombre al yo tr~scendental a ~~;, partir de mi yo mundano; la experiencia del yo trascen-:,; . ~ntal es de nuevo el tema de estudio; entre esta& experien-:~ cias tengo las de los otros que han de ser llevadas a su .; contenido trascendental; pues bien, miestras' en er .Primer

    texto de este segundo grupo se parte de un yo mundano que empieza aislndose por la epoj y que as llega en Ja R. primordial a 8er un "solu.s ipse'', aunque abstracto, en el segundo t&xto se parte de un yo social. As como el yo conseguido en la R. no es un yo sin mundo, porque et yo mundano estaba en el mundo, as el yo trascendental no puede ser un . yo aislado porque la R. ha de ser hecha a partir del yo mundano social. La dificultad aportici de la . R. intersubjetiva. proviene de que la R. ha sido intro-ducida por la epoj cartesiana, -es decir, por la critlea na-tura.! de la experie;.t).ci~.; entonces se pJantea la nece$iad stel. yo ais.la4o y solitario; pero hay que tener en cuenta

    . qtie . laV:i~ del yo tiascendental es la misma que la del yo i;nun~o, slo que con los .irminos il\vertidos, es decir,

    ... ~~tfas. que .el Y.. mundano cree que todo tiene una rea-J~~d : in.{.lepen

  • . La R., sin embargo, no es llevada desde la relacin mun-_. do--yo a la relacin y-mundo, sino desde la relacin mund-

    nosotros a la relacin no~t.foe.mundo; . lo que se reduce a intersubjetividad es Ja hilmanidad en .su "coexistencia". Creemos que esta concepein es la que se ~ abriendo paso a travs de los aos de Husserl, basta ver que la R. inter-subjetiva es la nica que .nos da el sentido pleno de la R. fenomenolgica trascendental.

    Pero pasemos a ver la R intersubjetiva en st: misma.-E~pecemos en primer lugar por el ~obl~in..a de la epoj e~ .

    19.!. ott.,pp. La fundamentacin que Husserl hace de la epcij . en la critica cartesiana de la experiencia la aplica expresa- mente al problema de los otros; si esta aplicacin era ya peligrosa para el sentido 'mundo' porque inclua un con-cepto natural, al mantener Ja independencia del mundo~ aun-que slo sea presuntiva, es mucho ms peligrosa en el pro-blema de los otros, pues dificulta realmente el desarrollo de la R. intersubjetiva (1). El. resultado de esa apficacin es la abStencin de toda posicin ingenua del otro (C.M . . 126).

    . La ~poj es un impedime11to .. r.eal ~r,a la R. in,tersu~ tiva ; s1 para la R. trascendental era un medio; ciertam@te metdico, para la R. a la intersubjetividad es un grave obB-tculo. La R. consiste en la noematizacin trascendental del mundo o en la relativizacin del mundo a la subjetiVi-dad. El mundo es puesto romo correlato de 'la conieitda traecendntal; mientras no considere a los otros no surge problema alguno; pero con lo __ ~tros se . pr9pJematiza..Jo: ch~so la R. perque . ..el m\i.ndo pierde 8u relatividad a mf; a!iora hay que decidir de qu tipo es la conciencia d.Ii>s

  • natural el otro est en igualdad de conalcJonJ respectO ' a m; si yo soy . hombre, soy "un" hombre ~ndental pasado que viva annimamente en mi yo mun~-~; >~ no jasado: ASl
  • venc~ intencional conocida por el nombre de representifica~ ~i~n. mttafectiva a .. d."tal tipo q-e _ doemu~$tra que la yida ttnplicada en esa vivencia nq es slo "mi sistema vivencial , d~ una iritiafeccin real o- 1'09ible", s:ino que implica para s@r'"'tal vivenc~a . .. ~ .. '~n $.~ema .. oonst.itutivo ampliado"' (EPh. II, 435), el cual colabora conmigo en la constitucin ~el mundo; el psiquismo del otto nos reenva, par lo tanto, . a un yo ttascendental que es ajeno al mo" (F. T. L. 212).

    El tercer aspecto en el que se ha de considerar la R. inter-~~jetiva consiste en verla como cone:ecucin de. una sUbje.-~!~~ad trascendental en toda la amplitud de sus horizontes. La reduccin tra8cendental es la R. de mi yo mund~no . a mi yo t~~endental. La identidad de ambos (1) exige ~que la esenc1ahdad de uno ha de ser mantenida en el otro en el sentido de que lo caracterfstico del yo en cuanto yo ha de ser traspasado a la esfera. trascendental, aunque ciertamente ~n sentido trascendental ; asi como el yo mund$no e& mun-dano, tamP.in el yo trascendental ha: de serlo, aunque e'n

    la forma de la trascendentalidad, es decir, en cuanto: tod su vida es experimentar un .mundo en fa. forma de la oolls:. titucin (Mn. B I 5iVi, pg. 51; el yo . trascendental r.uBn~ Hene su horizonte mundano ce>mo Ulna caraeteritt~ esen-c}~; .. tambin. es teml??r~l, ~ro no y'a a6J9_~n~ Ia_.fo_rma d~ constituir el tiempo obJet1vo, sino en E1u mtsma esencialidad el set subjetivo en .sentido natural es en Canto subjetiv~ ~mporal, luego tambin lo lt de ser el yo .tra.sceilderita~ ; ciertamente se ha de con.seguir las implicaciones de Ja 'tcmna de se_r temporal -.el yo pasado y el ye> futuro:..-. por la a en el recuerdo, pero eso no signif.j~a que en alg'(n momento el Y? trascendental dejara de. Ser temporal, slo que la 'R. era limitada. Con la R" en l~ fa~tasfa consigo o.iro horizonte de la subjetivi(jad mundana, la Sllbjetividad netral, que

    . (1). Cfr. Mn. B 1 5/XI. pg. j}; B r.'5jXIII, pg. 4, y K .m 1, 2325.

    nos ~ice que la ~- subjetivdad 'neutraliza', es decir, que tiene un modo de despresentificarse neutralmente per d,i~ndo. la rigidez de la presencialidad, de manera diversa a (QplO lo hacen 1as CO~as, cuya rigidez ntica es la nlisrna en .~1 ~do que en el presente. ~ntto de estas despresentifi-cac1one1 la memoria mantiene la estructura objetiva del mundo presente; la. fantasa, en cambio, se beneficia de esa prdida de rigidez.

    { De igual modo la R. en las experiencias del otro no' ha ;- de ser vista slo como R. del otro a su yo trascendental, sino S. romo R. de mi ser social (K. 256), a mi ser social trascen.. .' dental. Que ste es el sentido que H . da a la R. intersubje-:;-. tiva se ve en que tambin desde el punto de vista trascen-;,: dental soy "un" yo trascendental entre .Jos otros yos tras-0; cendentales (K. 188). El horizonte social que pertenece esen-. '. cialmente al hombre no se .ha de perder en la R., sino que .. , ha de ser llevado a la trascendentalidad. Por eso Husserl { ~do definir la R. intersubjetiva como "reduccin del ser ~{li';l~ilo en su coexistencia- mundana a la intersubjetividad \ trascendental". >;. ,

    '.2.f . ... / ' . Se ns podrfa decir quizs que en ei conjunto uyo murr !:'. ;~no'' la mundanidad pertenece al djetivo ~mundano" mien-f'~u que en el ~njunto "yo temporai" la temporalid~d per-

  • este carcter del yo a la trascendentalidad en la forma de la int.ersubjetividad. Esto tambin se pocl.ria deducir del carc-ter vivencia}. de las repres4ntficaciones. el cual supone que el yo actual participa de aquel horizonte caracterstico abiel--: .t~ por cad.a representificacin. Si el xecuerdo pone 1a subje-:. tividad pasada, es que el yo actual tiene en s mismo el horizonte de pasado; la posibilidad de una imaginacin con-creta presupone la posibilidad de neutralizacin de la sui,:. jetividad, que la subjetividad se despresentica --110 slo retentivamente como para el recuerdo-, sino tamblen neu-tralmente. Del mismo modo la . representificacin del otro supone que el yo est ya constituido socialmente. (cfr. para todo esto K. 188 y 256).

    La V meditacin cartesiana expone las reflexiones de H. sobre la relacin entre el yo y la nt.ersubjetividad. El anlisis de Jos aspectos indicados en estJl obra nos va a obli-gar a precisar un poco el concepto de trascendental en Ja obra de Husserl. El hecho de que en la V meditacin no se hable de forma explcita de la. R. ~ntersubjetiva es -a mi modo de ver- lo que ms ha desorientado a la. opinin filo-sfica respecto a. Husserl, aunque, a decir verdad; de lo anteriormente afirmado en la pgina 69 de las Carte~ni.sche Meditationen se puede deducir que toda la V meditacin es "un desarrollo de fa R. segn su propio sentido". Pe hecho se mezclan en el conjunto de 1a meditacin una seri~ de problemas que conviene distinguir; el que adquiere ma-yor amplitud es el de la constitucin del otro como sujeto psicoffsico a partir de mi esfera primordial; puesto que esta esfera me pertenece de forma esencial y. exclusiva, se ha pensado que el problema de los otros es un problema mera~ mente constitutivo, y en tal medida que hasta nuestros das nunca han Sido considerados los otros desde su implicacin en la reduce.in.

    Uno de los problemas fundamentales de la V meditacin es el anlisis de Ja 'sociacin' de las mnadas, es ~eeir, el

    .so

    ) ;~isis del contenido del horizonte social trascendental e~ iX~ surgir a partir de la experiencia del cuerpo del otro. Pues-[.~#l: que los pasajes son decisivos, conviene insistir en ellos. \.'M1: R. primordial nos ha dado mi yo trascendental y mi ~;~undo. primordial, que puesto que pertenece slo a mi sub

    . ,.~:~tividad no es objetivo; en este mundo primordial aparecen 1\JO,s cuerpos de los otros, asi como mi propio cuerpo, que ,;fqrigj.nalmente es unidad psicofisica. En el momento que el }~tro, por su emparejamiento con mi propia experiencia, es

    ,~;, dado como otro psicofsico, ya no puede estar en mi esfera ;)';\de pertenencia. Pero no es esto lo que interesa en ese mo-, ~~nto a Husserl, porque lo que quiere es elucidar cmo se

    . establece la comunidad de los yos. Aqu encontramos cierta oscuridad, pues H. pasa sin ms del otro como hombre psico-ffsico, cuya constitucin ha sido analizada anteriormente, a una consideracin trascendental de los otros, es decir, pasa de . considerar el horizonte social como correlato, a nivel de fenmenos, a considerarlos como otros sujetos con los cuales coexisto. Ahora bien, sabemos que pasar del hombre o del yo mundano al yo trascendental es practicar la R. tras-eendentaL La exposicin de la V meditacin descuida este aspecto reductivo totalmente, mientras que H: habla tanto .

    .de la sociadn que se establece "ms concreta y radicalmente entre mi yo mondico y el suyo" (C. M. 149) -y por lo que

    dice un' poco ms adelante s.abem~ que mnada equivale ayo trascendental (cfr. C. M. lW)- como de la sociacin de los cuerpos. Por la responaabilldad constitutiva que H. quiere dar a la intersubjetividad, la sociacin ha de ser tra~

    . cendental, los unidos en la Sociacin han de ser el yo tras-. cendental y los otros trascendentales.

    . r $ir\ embargo -Y ste es el putto de

  • en Ja forma de la comunidad y que es fundamento de todas las dems com~ intersub}etiv" (C. M. 149)'. F&o sig'nifica que la forma de ser social ~el hombre, de mi yo psicoffslco y del otro en su corporalidad es la sociaciti fun-damental. Puesto que Ja: sociedad trascendental es Ja nlca capaz de explicar .........() de constituir- la objetividad del mun-do y esta sociedad trascendental estA basada en la sociedad corporal, todo el peso de lo trascendental constitutivo recae en (iltimo lugar sobre lo que aparentemente no es conSide-rado como trascendental subjetivo, sino como algo meramente pscofisico. La soclacin necesaria para la oonstitucln tras-cendental no se realiza en un nivel de sujeto, sino de lo constituido ;1 no es llevada a cabo dlrectatitente por mi yo trascendental y el otro trascendental, sino por mi yo psiCO:-ffstco y el del otro.

    Con todo esto 8e introduce una :tnodificln fundamental en el sentido de lo trascendental, de modo que l R. intenrub-jtiva es algo que afecta esencilmeJ,\tE!. a la fenom~nolog'fa trascendental. El hecho de que ~1 yo eit saciado hace que pueda responder del mundo entero como correlato de Ja intersubjetividad (C. M. 137;: Id. III, li; Ha: IX, 294). A.s mediante 18 R. a la intersubjetiVidd CQnsigo el autntici> nivel trascendental. Yo trascendental .:...en llU trascendentali-dad- no quiere decir .. 'yo mismo como trascendental ... , sino a la vez : los otros sujetos que se p(jnen de man.mesto tras-cendentalmente en mi vida trascendental 'dentro de la .coniu-

    . .. nidad trascendental del nosotros que tambin 8e manlfieBta ... (NW. Ha~ V, 153). Pero el triunf

  • 006). Tu1mbtn yo me presente> en esa . duplicidad. :r..O tra&-cendent'!ll slo existe como trascendental en cuanto ti~ne n exterior.

    . ' . . La R. a la intersubjeftvidad . hace que . el mundo aea rela

    tivo a la intersubjetividad, pero que sta est a Ja. vez nece:-sariamente en el mundo, en el cual hasta la misma R ha de ~ener su localizacin (Mn. B 1 5/XIII, pg. 15). Lo trascen-dentai no es una quimera abstracta en el sentido de algo ideal. Lo trascendental es la vida mis~ ~e la subjetividad, que necesariamente ha de estar en el mundo, que se ha de expresar en ef mundo y cuyo sentido en cuanto trascenden-tal es ell estar objetivado y mundanizado, sin dejar de ser trascendental.

    Con esto hemos llegado al tmino de nuestra reflexin sobre la reflexin fenomenolgica; hemos llegado a un mun-do fenomnico fundante en el cual domina una subjetividad que instaura un sentido; el mundo es ese sentido instaurado~ Fuera de ser el campo de despli_ege de- la sociedad es una nada. El espfritu aparece como iniers.ubjetividad. Slo a par-tir qe ella podemos hablar de ct1tica ~el muildQ y de! con0:-cimiento ;1 de ah la importanca de la elucidacin . de los "fenmenos" en los que la intersubjetividad se manifiesta, diramos, los fenmenos de '1a presencia humana". Los fen~ menos o:riginarios ~e e~ mundo fundante son los temas de la fenon:tenologa, teniendo eri cuenta que cori Ja R. hemos Uegado a un mundo originario ya, constituido de siempre, en el cual unas coo~enadas _espaciales, temporales y socia-les absorben todo intento de super;-las, pero que a la vez slo tien.en un sentido en cuanto se. da u,na subjetividad situada Em ellas.

    RF1RF2RF3RF4RF5RF6RF7RF8RF9RF10RF11RF12RF13RF14RF15RF16RF17RF18RF19RF20RF21RF22RF23RF24RF25RF26RF27RF28