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RESULTADOS DE LA VII
ENCUESTA DE CARACTERIZACION
SOCIOECONOMICA NACIONAL
(CASEN 1998)
MIDEPLAN
GOBIERNO DE CHILEMINISTERIO DE
PLANIFICACIóN Y COOPERACiÓN
M-D.S.00
2m
MINISTERJO DE PLANIFICACJON y COOPERACIONDIVISION SOCIAL
Mli.l.nlO DEPLANJflCACION
y COuPERACION
BIBUOTECA
RESULTADOS DE LA VII ENCUESTA DE CARACTERJZACJONSOCIOECONOMICA NACIONAL (CASEN 1998)
DOCUMENTO N° 15PERFIL DE LA MUJER ADULTA MAYOR
Santiago de Chile, Agosto de 2000www.mideplan.c1
Presentación
A fines de 1998, el Ministerio de Planificación y Cooperación realizó la Séptima Encuesta
de Caracterización Socioeconómica (CASEN VII), representativa de todos los hogares del
país a nivel nacional, regional y por zona urbano rural.
Los principales objetivos de esta encuesta son conocer periódicamente la situación
socioeconómica de los hogares y de la población y evaluar el grado de focalización y el
impacto distributivo de los programas sociales de alcance nacional, contribuyendo al diseño
y evaluación de las políticas y programas sociales.
En este documento se hace una breve introducción a la situación de la mujer mayor en el
contexto internacional y luego se presentan los resultados del análisis de la información que
proporciona la CASEN sobre la situación de la mujer adulta mayor en Chile.
El presente trabajo pretende contribuir a priorizar el tema de la condición de vida de la
mujer adulta mayor y aportar insumas para el diseño de políticas y progranlas dirigidos a
este segmento etáreo que, según las proyecciones de población, irá en creciente aumento.
MIDEPLAN - Divisil:.o::-l!o:::c:f,.:ll¡-------------------------""I
2
Presentación
Indice
I INTRODUCCIÓN 6
1.1 La Mujer Mayor en un mundo que envejece 6
1.1.1 Mujer Mayor, preocupación internacional y política pública 6
1.1.2 Mujer Mayor y envejecimiento: la alerta demográfica 8
1.1.3 El envejecimiento de la población adulta mayor 10
1.1.4 Mujer Mayor y condiciones de vida 12
11 POBLACIÓN 16
III POBREZA 18
111.1 PAM pobre según zona de residencia 19
111.2 Mujeres adultas mayores pobres, zona de residencia y sub-grupos de edad 20
111.3 Comparación de la pobreza que afecta a hombres y mujeres mayores, segúnRegiones 22
IV ACTIVIDAD ECONÓMICA E INGRESO 25
V SALUD 27
V.I Las regiones 30
V.2 Tipos de atención médica 32
V.3 Consumo de medicamentos 33
VI EDUCACiÓN 34
VII LA MUJER MAYOR JEFA DE HOGAR 36
VII.I La Población Adulta Mayor Jefa de Hogar 37
3
MIDEPLAN - Divisi6n Socia:r---------------------~....,
vn.2 Distribu· n re I na1 de las jefaturas de hogar 38
VlII CO LU y RECOMENDACIONES 44
VII.) Conclusiones
VU.2 Recomendaciones a las políticas públicas
Anexos
44
45
48
Anexo I Ficha técnica de la Encuesta CASEN 1998 49
Anexo 2 Construcción de quintiles y deciles de ingreso autónomo per cápita 50de los hogares
Anexo 3 51
Cuadro 1 Edad media por zonas del mundo 51
Cuadro 2 Distribución de la PAM por sexo según región 51
Cuadro 3 Distribución de la PAM por zona de residencia, según tramos de 52edad y sexo
Cuadro 4 Distribución de la PAM por sexo según zona de residencia y linea 52de pobreza
Cuadro 5 Distribución de la PAM femenina por linea de pobreza según zona 53y tramos de edad
Cuadro 6 Población femenina por quintil de ingreso autónomo, según edad 53y sistema previsional de salud
Cuadro 7 Población femenina por zona, según grupos de edad y condición 54de alfabetismo
Cuadro 8 Promedio de años de estudio de la Población femenina por quintil 54de ingreso, según grupos de edad
Cuadro 9 Distribución de población jefa de hogar por sexo, según tramos de 55edad
4
Perfil de la mujer adulta mayor
PERFIL DE LA MUJER ADULTA MAYOR
5
MlDEPLAN - Divisi6n Socml
l. INTRODUCCiÓN
J. I La Mujer Mayor en un mundo que envejece.
l. 1.1 Mujer MayOl', preocupación internacional y politica pública.
El encuadre de referencia más general del presente documento se relaciona con los
esfuerzos desplegados por la sociedad chilena y, específicamente por el Estado chileno, en
los últimos diez años, para reconocer a la persona mayor como sujeto de las políticas
públicas.
Tal construcción ha implicado un largo proceso de acumulación y de concertación
de experiencias, así como de entrecmce de conocimientos provenientes de distintas
disciplinas, que ha culminado con el establecimiento de una Política Nacional para el
Adulto Mayor y un reacomodo del aparato institucional del Estado que se expresa en el
envio al Congreso de una ley que crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor. I
Conviene destacar a este respecto que, en lodo caso, las formulaciones existentes,
tanto a nivel diagnóstico como a nivel operatorio, no recogen de manera sistemática las
consideraciones de género, aunque esporádicamente puedan ser aludidas.
Más que Wla preocupación del contexto nacional, la situación de la mujer mayor, es
y ha sido, una preocupación del contexto internacional. Así, ya en 1982, en Viena, la
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, en su fillldacional PiaD de Acción sobre el
Envejecimiento, recomienda con fuerza atender las demandas de cuidado de la salud,
nutrición, participación social, seguridad social de las mujeres mayores. Con posterioridad,
I No es la intenci6n del:lllaf esle proceso. En lodo caso, y en relaci6n al reconocimiento del adulto mayorcomo sujeto de la política pública, existe una aprox.imación suscinla en el trabajo Adulto Mayor,Ciudadanía y Organización Social de la Corporación AÑOS, patrocinado por el Fondo de Estudios de lasPolíticas Públicas de la U. de Chile y editado por el Instituto de Normalización Previsional, Stgo, 1999,Capitnlo 1.
6
diversas reuniones de carácter mundial han insistido en ello. En 1994, el Plan de Acción de
la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo llama la atención, entre otras
materias, sobre los sistemas de seguridad social de las personas mayores que no se atienen,
por lo general, a principios de equidad entre generaciones ni entre sexos, pidiendo se tomen
medidas en este sentido, con especial énfasis en la situación de la mujer mayor. Luego --cn
1995, Beijing--, la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer,
amplía estas preocupaciones y se refiere especialmente a la necesidad de intervenciones
programadas para superar las condiciones de pobreza que debe soportar la mujer mayor-
apartados 52, 58 Y 101. Asimismo, en el marco preparatorio de Beijing + 5, solicita especial
alención para que la situación de la mujer adulta mayor sea incorporada a la Comisión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer.
En el contexto nacional, el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), en su Plan
de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1994-1999 (Santiago, 1994), dentro del
acápite dedicado a la salud, destina específicamente el objetivo 6.12 a las necesidades de
atcnción de salud de las mujeres mayores. En el resto de este documento en el quc se
revisan sistemáticamente diversos aspectos de la situación de la mujer -- laboral, cultural,
pobreza, participación social, productividad, sexualidad, entre las principales -- el criterio
de la edad no constituye una categoría discursiva específica y en esa misma medida, la
mujer mayor y su condición no están relevadas, aunque, en ocasiones, sean aludidas.
La mujer mayor tampoco constituye un sujeto especí fico dentro de la Política
Nacional para el Adulto Mayor2• No obstante ello y coherentemente con lo plantcado en
el Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres hay señales de que esto está
cambiando y que dentro de las necesidades de atención de salud de la mujer, la política
pública podría renovar su centro de intervención desde el eje de la salud materno-infantil
hacia un eje integral de consideración de las necesidades de salud de la mujer, priorizando,
entre olros, el eje de las etapas del ciclo vital de la mujer. De esta manera, en sus
orientaciones generales, el diseño de un Programa de Salud para la Mujer contempla
, Presidencia de la República. 1996
7
MTDEPLAN - División Social
cspecíficamente el área post-reproductiva que, por cierto, visibiliza las necesidades que en
la atención de la salud posee la mujer mayor.)
1. 1.2 Mujer mayor y envejecimiento: la alerta demográfica
Hay antecedentes más que suficientes dentro del campo del envejecimiento como
para señalar con propiedad la urgente necesidad de generar políticas públicas
específicamente diseñadas para las mujeres mayores.
Uno de ellos, el más elemental y el más perentorio, consiste en la comprobación
demográfica de que el equilibrio numérico entre mujeres y hombres se desestabiliza a
medida que los individuos envejecen.
La tendencia a la feminización de la vejez es universal. Las mujeres, en todo el
globo, viven más que los hombres. Son más longevas. Estimaciones de Naciones Unidas
para el año 2025 indican que por lo menos dos tercios de la población mundial mayor de 75
años serán mujeres. Actualmente, en América Latina, dentro del grupo de adultos mayores
(60 y más), el 45% son hombres y el 55% son mujeres (10 puntos porcentuales de
diferencia). En 25 años más, la diferencia entre hombres y mujeres será todavía mayor:
11,4 puntos porcentuales (44,3% y 55,7%, respectivamentet
Esta realidad también la recoge el indicador de la esperanza de vida al nacer. De
acuerdo a ello, en América Latina y el Caribe, en el período 1995-2000, los hombres podían
esperar vivir 67, I años y las mujeres 72,4 años. Para el período 2020-2025, las
proyecciones indican que la mujer podrá esperar vivir 77.7 años y los hombres 72.4 años.s
J A este respecto, ver, Ministerio de Salud, Programa Salud de la Mujer, Santiago, 1997, en especial, págs.23 y 24.• Citado en: Peláez y otros, "Perspectivas para un Envejecimiento saludable en América Latina y el Caribe",en; Encnentro Latinoamericano y Caribefio sobre las Per oDas de Edad, CEPAL, 1999, pág.ll.2.24., Id.
8
er e a mUjer adullJI mayor
Los indicadores aludidos, por cierto, no renejan la heterogeneidad de las estructuras etáreas
de los paises que componen la región, tipificadas desde el punto de vista demográfico en la
literatura especializada, en cuatro grupos, dependiendo del grado de transición demográfica
por el cual transiten: a) incipiente; b) moderada; c) plena transición; d) avanzada 6 Junto
con otros países de la región -- entre ellos Argentina, Cuba y Uruguay--, Chile forma parte
del gnlpo de transición demográfica avanzada. En este contexto, resulla interesante
aproximarse a las realidades demográficas y a las proyecciones de dos países del Cono Sur
situados en los extremos de la tipología recién descrita: Bolivia, por una parte, una nación
con un proceso de transición incipiente y Argentina, por otra, con un proceso avanzado de
transición demográfica.
Así, en el caso de Bolivia, la diferencia mujer/hombre en la Población Adulla Mayor
(PAM), hoy, señala 9.2 puntos porcentuales más de mujeres que de hombres (54,6% y
45,4% respectivamente)7 A nivel de población general, esta diferencia es de 0,6 puntos
porcentuales (50,3% de mujeres y 49,7% de hombres). En 50 años más --2050--, las
proyecciones indican que dentro de la PAM, los puntos porcentuales que separarán a
hombres y mujeres serán de 7,4. A nivel de población general, sin embargo, la cantidad de
hombres y mujeres estará repartida casi en mitades matemáticas (0,4 puntos porcentuales
más de hombres).
En el caso de Argentina, dentro de la PAM, las mujeres mayores superan hoya los
hombres mayores en 15 puntos porcentuales (57,5% y 42,5% respectivamente) , mientras
que esta diferencia a nivel de población general es de una mayoría de mujeres de 1,8 puntos
porcentual (50,9% de mujeres y 49, I% de hombres). A mediados del siglo XXI, el mayor
número de mujeres dentro de la PAM habrá disminuido proporcionalmente a una diferencia
de 11,8 puntos porcentuales. A nivel de población general, la diferencia pennanecerá
estable: 1,8 puntos porcentuales.
• Al respeclo consultar: Villa Miguel y Rivadeneira LUIS, "El proceso de envejecimiento de la Población" en:Encuentro Lolinoamericano y Caribeiio sobre las Personas de Edad, CEPAL, CELADE, Santiago deChile, 19997 En esle párrafo y en el siguiente se utiliza como fuente el Boletín Demográfico N" 62 de CEPAL-CELADENU,julio de 1998. llamado Amériea Latina: Proyecciones de Población 1970-2050 .Las cifras referidos al2000, por lo tanlo, resultan ser proyecciones.
9
J\.nDEPLAN - DivisiLn;:c;So:::c:fia:iI-------------------------,
En Chile, --país de transición avanzada también-- la situación es similar a la de
Argentina. En el presente año, al interior de la PAM, las mujeres muestran una presencia
13.8 puntos porcentuales mayor que la de los hombres (56,9% y 43,1% respectivamente) ,
mientras a nivel de población general esta mayoría sólo alcanza un punto porcentual
(50,5% de mujeres y 49,5% de hombres). Se espera que en el año 2050, la diferencia entre
hombres y mujeres mayores, proporcionalmente, sea menor: 10,2 puntos porcentuales y a
nivel de población general, desde 1 punto porcentual de mayoría de mujeres se haya bajado
a 0,4 puntos porcentuales8.
Al parecer, la feminización de la vejez es una constante que acompañará el
envejecimiento poblacional, cualquiera sea el punto del planeta del cual se trate.
I. 1.3 El envejecimiento de la población adulta mayor
La feminización de la vejez ocurre dentro de un marco de envejecimiento de la
población en el mundo que es acelerado y que se ha producido sin que lo hayamos
procesado convenientemente. El Gráfico l ilustra este fenómeno: a mayor edad, más alto el
grado de feminización.
• Nótese que en los tres casos de países titados, e independientemeole del eslado actual de sos respectivastransiciones demográficas -incipiente o avanzada- se parte con un "diferencial de feminización" de la PAMmoy alto para luego. hacia el 2050. mostrar una clara tendencia a hacer algo más suave este "diferencial".
lO
erlil e la mujer adulta mayor
Gráfico I
NO de Mujeres por cada cien hombres,según grupos de edad
III 450Ql
400~
l:lE 350o.t:: 300oo 250~ 200 8~
o150
Ba. 8III
100.,
El 8~
Ql50.S'
::;;
O 55-59 80-89 90-99 100+
Grupos de edad
Fuente: División de Población de Naciones UnIdas, World Popula/lon Prospects: The 1998 Rev;s;oll,!orthcom;lIg.
A continuación, algunos antecedentes más que dan cuenta de este envejecimiento
poblacional en América Latina:
• La edad media en América Latina aumentó desde 23,5 años en 1950 a 26,1 años en
1998 y las proyecciones para el mio 2050 indican que la edad media alcanzará a 37,8
años. 9
• En América Latina, mientras la población general crecerá en los próximos cincuenta
años, 1,6 veces --de 507.932.043 a 800.592.305 personas--Ia PAM, en el mismo período
lo hará 4,5 veces--desde 40.075.236 a 180.658.794 personas.
• A su vez, en el mismo periodo de tiempo, la población de 80 años y más, crecerá 7,5
veces. Pasará de 4.445.211 personas a 33. 656.056 personas.
• En Anexo ver Cuadro l "Edad media por zonas del mundo".
1I
I\flDEPLAN - Divisióo""'SO""Cl"'a1J""------------------------,
Como puede apreciarse, el envejecimiento poblacional en los próximos cincuenta años en
esta región del mundo es inquietante. En este contexto, Chile no lo hará más suavemente.
Así, la población general de Chile, entre el año 2000 y el 2050, crecerá 1,5 veces --desde
15.211.308 personas subirá a un universo de 22.215.171 personas-o Por su parte, la PAM lo
hará 3,4 veces --desde 1.550.283 a 5.228.663--y el tramo etáreo de 80 y más, 6 veces -
desde 198.780 a 1.195.151 personas--
Los antecedentes expuestos dejan una evidencia clara: la población mayor no sólo
aumentará significativamente en los próximos cincuenta años en Chile y en América
Latina, sino que además, dentro de la PAM, los segmentos etáreos que crecerán con mayor
velocidad son los más envejecidos: 80 y más. Dentro de este contexto es necesario
visualizar que esta población está y seguirá estando conformada mayoritariamente por
mujeres. 10
l. 1.4 Mujer Mayor y condiciones de vida
En general, en América Latina, las condiciones sociales, económicas y culturales de
las mllJeres mayores, comparadas con la de los hombres mayores, las ponen en una
situación de desventaja.
Este dato es la directa consecuencia de la estructura patriarcal de organización de las
sociedades latinoamericanas que afecta a las mujeres a lo largo de las diferentes etapas de
su ciclo vital: niñez, juventud, adultez: "la mayoría de los indicadores sobre calidad de
vida apuntan hacia la posición de subordinación de las mujeres en las sociedades de
América Latina y el Caribe y hacia la discriminación que enfrentan para acceder a los
servicios y ejercer plenamente sus derechos. Entre otros, las mujeres sufren un trato
discriminatorio en el mercado formal de trabajo, reciben un salario más bajo por trabajos
10 Al parecer, en el mundo, hacia el año 2010, se alcanzará una especie de cumbre en esla especie de"diferencial" de feminización de la población mayor. Asi, bacia ese años se calcula que entre los 60 y los 74años, habrá 86 hombres por cada 100 mujeres y en el tramo de los mayores de 75 añns 61 por cada cienmujeres. Al parecer, como ya se ha observado, hacia el 2050, este diferencial tiende a estancarse o adisminuir, a In menos en América Lalina.
12
equivalentes, se encuentran mayoritariamente dentro del mercado infornlal de trabajo que
les ofrece menor seguridad y bajos salarios, son víctimas de violencia tanto en la esfera
doméstica como en la pública y son discriminadas en el acceso a los sistemas de seguridad
social. Ninguna sociedad de la región puede enorgullecerse todavía por tratar a las mujeres
tan bien como a los hombres."
Obviamente, este estado de cosas fija los límites entre los cuales sucederá la adultez
mayor de las mujeres latinoamericanas, entre otros, el de la autovaloración: "muchas
mujeres encuentran dificultades para desarrollar autoimágenes positivas y una salud mental
adecuada. Este proceso comienza en la niñez que transcurre en muchas culturas entre niñas
que son menos valoradas que los niños y continúa en la vida posterior en la que al "trabajo
de cuidar" se le confiere un status mcnor y cs menos gratificado.,,11
Una de las consecuencias de lo recién aludido es que la mujer mayor en América
Latina vive en las fronteras de la pobreza o, de lleno, en la pobreza. Hay zonas caribeñas en
las que se estima, por ejemplo, que el 50% del total de las jefaturas de hogar es ejercida por
mujeres. Hay aquí también algo parecido a un proceso de feminización de las jefaturas de
hogar, fenómeno que crece en la medida que aumentan las familias monoparentales
cncabezadas por mujeres solteras, mujeres jóvenes o adultas mayores.
Pobreza también reOejada en los niveles de analfabetismo cuya tendencia es a su
multiplicación en la PAM -- y dentro de ella a concentrarse en la población femenina del
Inundo rural --, hecho entendible a partir del desuso de las prácticas de la lectura y de la
escritura. Al respecto, en A. Latina y el Caribe existe una gran disparidad en los
porcentajes de analfabetismo que exhiben las mujeres mayores: 68% en Bolivia; 67% en
Honduras; 41 % en México; 9% en Argentina, para tener algunos puntos de referencia.
" Ambas cilas textuales están tomadas del trabajo de Barbot-Coldevin, ¡oelle, "Jnequidades de género: lamayor vulnerabilidad de la mujer envejecida", en: Encuentro Latinoamericano y Caribeño sobre lasPersonas de Edad, CEPAL, CELADE, Santiago de Chile, 1999, pág. 111.2.2
13
MIDEPLAN - División Social
Cualquiera sea la realidad que se tome, el analfabetismo, como se sabe, constituye un
pasaje sin vuelta a la pobreza. 12
La vulnerabilidad de la mujer mayor en el contexto latinoamericano también posee
un sitio en las dificultades que encuentra para atender oportuna y eficazmente sus
demandas de salud. Los Estados no terminan de procesar adecuadamente el fenómeno de la
transición demográfica presente o ad portas y no consideran como sujeto especi fico de las
políticas públicas a la mujer mayor: ".. los programas dirigidos a la salud de la mujer siguen
teniendo prioridad para la mujer en edad reproductiva, creando un gran vacío en los
recursos dirigidos a la salud de la mujer después de la menopausia (FNUAP 1998)" .... "Las
políticas de salud reproductiva tienen que considerar de una manera diferenciada las
necesidades de las mujeres después de la menopausia y ver la inversión en salud para un
envejecimiento productivo como una extensión natural de las necesidades de la mujer
después de la etapa reproductiva" 13
La situación descrita posee un agravante: la viudez. De hecho, la viudez es una
condición a la cual pocas mujeres podrán escapar, de ser casadas. Obviamente, la viudez es
la condición derivada del hecho ya anotado de que las mujeres viven más que los hombres
y también por la influencia de patrones culturales que hacen que las mujeres se casen con
hombres mayores que ellas. Es interesante observar esta situación en la población adulta
mayor al interior de tres países con transiciones demográficas avanzadas:
Porcentaje
Argentina: 12% viudos / 46% viudas."
Jamaica: 13% viudos / 38% viudas. IS
Chile: 5,5% viudos / 23% viudas. 16
Diferencia entre sexos
34 puntos porcentuales
25 puntos porcentuales
17,5 puntos porcentuales
12 Con el advenimiento en el mundo de la llamada "sociedad del conocimiento", se visualiza, que en pocosaños más, a este analfabetismo --analfabetismo de GUlemberg-- habrá que agregar otro indicador deanalfabetismo --el ciberanalafabetismo, cnestión que complejizará todavía más la situación de pobreza y demarginalización social de las personas mayores y, dentro de ellas, de las mujeres mayores"Peláez y otras, op.ei!. págs.II.2.7 y 11.2.814 U.S. Bureau ofthe Census, Intemational Statistical Programs Centerlnlernalional Data Base, Whashington D.C: Bureau orU,e Census, March 1997 en OPS 1998" Id.14
14
erfil de la rou er a ulla mayor
La viudez implica, en nuestro país, el hecho de una sobrevívencia que descansa en
buena medida sobre la base de un montepío cuyo monto, por otra parte, equívale a dos
tercios de la pensión que percibía el cónyuge jubilado, cuestión que constituye, como antes
se dijo, un pasaje seguro para la pobreza. Mujer mayor, viudez y pobreza suelen constituir
rasgos que conjugan una situación de alta vulnerabilidad.
Si a nivcl de la política pública permanecen abiertos muchos desafios en relación a las
demandas que plantea la PAM, parece lejana también la respuesta adecuada para las
necesidades dc ingreso que posee este segmento poblacional y dentro de él, la mujer mayor.
En la medida en que jubilar es hoy un rito legalmente obligatorio en todos los países de
la región y en la medida que jubilar implica una reducción del ingreso ímportante, la
estrechez económica se acentúa con la edad. Así, entre los 60 y los 69 años de edad, en
América Latina, un quinto de la PAM se mantiene económicamente activa, porcentaje que
cae al 7, I% en la PAM de 70 y más años de edad. Una vez más, analizada por sexo esta
misma realidad, se constata que sólo el 5,5% de las mujeres entre los 60 y los 69 años de
edad está económicamente activa, frente al 16,6% de los hombres en el mismo tranlO
eláreo. A partir de los 70 años de edad, el porcentaje de mujeres económicamente activas
desciende a un 1,8%, frente al 5,3 % de los hombres en ese grupo eláreon Por sub
estimados que pudieran encontrarse los datos referidos a la actividad económica de la mujer
mayor, producto de la invisibilización de su trabajo que muchas veces está adscrito al
mercado infomlal y/o al trabajo doméstico, no es dificil concluir que su acceso a un ingreso
propio es mucho más inalcanzable que para el hombre mayor y, lo quc es peor, como
consecuencia, su autonomía se ve seriamente afectada.
", Encuesta CASEN 199817 Porcentajes elaborados a partir de los datos contenidos en el trabajo ya cllado de Martlm Peláez y otros.p:ig.II.2.27
15
MIDEPLAN - División Soci
11. POBLACIÓN
En Chile la esperanza de vida al nacer es de 76 años (74 para los hombres y 78 para
las mujeres) y se proyecta un incremento en 2,5 años para los próximos 25 años. Los datos
del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) proyectados para el período 1995-2005 señalan
que el promedio en la esperanza de vida a los 60 años sería de 18,7 años para los hombres y
22,4 años para las mujeres, cifras que varían de una región a otra, manteniéndose siempre la
supremacía femenina.
Asimismo, la comparación por regiones constata que en la Región de Antofagasta se
produce la mayor diferencia respecto de la esperanza de vida a los 60 años entre hombres y
mujeres: 18,3 frente a 22,2 alios respectivamente. Es decir, las mujeres viven en promedio
4,8 años más que los hombres. 18
Por otra parte, las proyecciones indican que en los próximos veinticinco años, la
población de sesenta años y más sobrepasará los 4 millones de personas, siendo
significativamente mayor el aumento en la población mayor de 75 años, la cual se espera
alcallCe a 1 millón trescientas mil personas en el año 2025, lo que corresponderá al 32%
del total de adultos mayores.
Tal como se ha mencionado anteriormente, las cifras de la Encuesta CASEN
señalan que la PAM (1.529.136 personas) está constituida por un 56,7% de mujeres y un
43,3% de hombres, diferencia por sexos mayor que la existente en grupos de menor edad.
Esto concuerda con los parámetros mundiales en cuanto a que, a más avanzada edad, mayor
proporción de población femenina 19
En cuanto a la distribución por regiones2o, con excepción de las regIOnes de
Antofagasta (11) y de Aysén (XI), se mantiene la tendencia nacional, es decir, la población
""Chile y los Adullos Mayores: Impacto en la Sociedad del 2000" pp. 39. INE 199919 Actualmente se estima que por cada cien mujeres mayores de 60 años hay 76 hombres y,por sobre los 75 años la proporción es de 100 a 60. Id 1, pp. 27.lO Ver Anexo Cuadro 2
16
erfll e la mujer n uUa mayor
femenina supera a la masculina, destacando las regiones de Valparaiso (V) y Metropolitana,
en que las mujeres superan notoriamente a los hombres, tal como lo muestra el siguiente
gráfico.
Gráfico 2
Distribución de la PAM por reglones
60.0
SO.O
40.0
"~" JO.O~Q.
20.0
10.0
0.0,
T
Regiones
FlKnlc~ MIDEPLAN. EncuesLa CASEN 1998
La situación que señalan las cifras respecto de la distribución por sexo y tramo de
edad, según la zona donde viven los mayores muestra que en las zonas urbanas es notoria la
mayoría de población femenina, tanto en términos numéricos como porcentuales, en todos
los tramos de edad, destacando obviamente la brecha entre sexos en el tramo de 76 años y
más (37,6% de hombres y 62,4% de mujeres), por la mayor esperanza de vida de la mujer.
En las zonas rurales, los datos globales no dan cuenta de di ferencias signi ficativas
en cuanto a la proporción de hombres y mujeres, siendo levemente inferior la población
femenina en estas zonas. Por tranlOS de edad se podría relevar que el tamo intermedio (66
75 años) es el único que presenta una mayor proporción de mujeres: 51,4%.21, como es
posible observar en el gráfico siguiente.
11 Ver Anexo Cuadro 3
17
Gráfico 3.
PAM por zona y tramo de edad
70,0
60.0
50,0
"g 40,0e1l 30,0 -i5
11.
20.0
10,0
0,0O
~ O ~e e.. 2 .. 2€ €" "
60-65 66-75
I--elDmujer
1I~ I 1~76 Y+ I total
Fu<nl., MIDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
UI. POBREZA
De acuerdo a la información que proporciona la Encuesta CASEN de 1998, el 11 %
de los mayores de 60 años viven en condición de pobreza22, siendo proporcionalmente
mayor la pobreza en las zonas rurales que en las urbanas, y también constata que, en
lénninos absolutos, hay más mujeres que hombres pobres.
El análisis de la información respecto de la PAM pobre23 indica que las mujeres
mayores pobres (indigentes y pobres no indigentes) representan el 56,3% y los hombres en
igual condición el 43,7%. La brecha es más significativa en el caso de la población
indigente: 58% de mujeres mayores indigentes frente al 42% de los hombres,
22De acuerdo a las definiciones de la Encuesta CASEN, un hogar es pobre cuando su ingreso per cápita es inferior a 2veces el valor de una c:masta básica de alimentos, en la zona urbana y a 1,75 veces. en la zona rural. Un hogar seconsidera indigente cuando su ingreso pcr-c6pita es inferior al valor de una canasta básica de alimentos.V.lores de una canasta básica por persona <en pesos de noviembre dc 1998):En la zona urb3Jla: S 18.944En l. zona rural: S 14.5982J Ver Anexo Cuadro 4.
18
111.1 PAM pobre según zona de residencia
La infonnación desagregada por zona de residencia indica que, en las zonas
urbanas, las mujeres pobres representan un 57,7% del total de la PAM pobre urbana, frente
al 42,3% de los hombres en esa condición. Como cabría esperar, en la zona urbana, existe
un alto porcentaje de mujeres mayores indigentes, el que alcanza al 62,6% del total de los
adultos mayores indigentes de zonas urbanas.
Gráfico 4
Distribución de la PAM pobre de zonas urbanas
70.0 r--..62,.li-_-~7""""--Tr"-'
60,0
E 50,0e 40,0~ 30,0tr. 20,0
10,00.0 '
_Homb,;je Muler I
Indigente Pobre no Tolal pobresindigente urbanos
Fuente: MIDEPLAN. Encuesta CASEN 1998
En las zonas rurales las mujeres pobres (indigentes y pobres no indigentes) representan el
52,5% frente al 47,5% de los hombres en igual condición. En este subgrupo destaca el
porcentaje de mujeres pobres no indigentes, alcanzando el 54% respecto del 46% de los
hombres, según se observa en el siguiente gráfico.
19
MIDEPLAN· División SOCial
Gráfico S
Distribución de la PAM pobre de zonasrurales
Indigente
70,0 ,----------------,
60.0
50.0.!?~ 40,0
~ 30,0o.
20.0
10,0
0,0
Pobre no Total pobresIndigente rurales
Fuen'e: MIDEPLAN. Encuesta CASEN 1998
¡iHombrel
L_~__MUjer
111.2 Mujeres adultas mayores pobres, zona de residencia y sub-grupos de edad
Es interesante observar cómo se distribuye la pobreza que afecta a alrededor de
94.200 mujeres de 60 años y más, según subgmpos de edad y zona24. Tal como se ha
mencionado anteriormente, la mayor proporción de pobreza femenina en este gmpo etáreo
se encuentra en la zona rural, alcanzando un 17,6%, porcentaje que desagregado equivale a
un 4,5% de mujeres mayores indigentes y 13,1% de mujeres mayores pobres no indigentes.
Este valor indica que en comparación con las mujeres mayores pobres de zonas urbanas
(9,7%), las mujeres mayores pobres mrales son 7,9 puntos porcentuales más pobres que las
primeras; a ello contribuye fuertemente el porcentaje de indigencia de la mujer mral el cual,
comparativamente, dobla al de la mujer mayor indigente urbana (4,5% Y 2,2%
respectivamente). Esta diferencia puede apreciarse en el siguiente gráfico.
" Ver Anexo Cuadro 5
20
Perm de la mujer adulta mayor
Gráfico 6
PAM femenina pobre
181614
.~ 12~ 10~ 8o..
6
42
OIndigentes Pobres no Tolal
indIgentes
• Urbano
CRural
hcnle MII>I'P¡ AN, i'ncuCSla CI\SFN 1995
Desde la perspectiva de los sub-tramos etáreos al interior de la población adulta
mayor, se observa que la mayor concentración de pobreza (indigentes y pobres no
indigcntes), en términos de porcentaje, se da cn las mujcres que integran el tramo de 60-65
años, alcanzando ésta a un 12% (3,6% indigentes y 8,4% pobres no indigentes). En las
zonas rurales, entre los 66 y 75 años sc encuentra la mayor proporción de indigencia (5,5%)
y también de mujeres pobres no indigentcs (14,3%), es decir, en cste subgrupo de mujeres,
casi el 20% está bajo la linea de pobreza. Cabe destacar que el porccntajc dc mujcres
mayores de 75 años pobres no indigentes dc zonas rurales (12,5%). dobla al porcentaje de
mujcres en igual condición de zonas urbanas (6,1%), según se aprccia cn el gráfico 7.
21
MIDEPLAN - División Social
Gráfico 7
PAM femenina pobre según tramo de edad y zona
16,0
14,0
12,0~Indigenle
"10,0
[lPobre no Igc:
8,0indigente
IIl5ll. 6.0 ,- .- 1-
LI LJ...I-
4,0
2,0
0,0
~5 66-75 76 Ymás
Urbano
'-
~5 66-75 76 Ymas
Rural
Fuenl': MIDEPLAN, EneueSl' CASEN 1998
In.3 Comparación de la pobreza que afecta a hombres y mujeres mayores según
regiones.
El análisis comparativo por regiones indica que en términos absolutos, la población
femenina adulta mayor pobre es superior a la masculina en todas las regiones, con
excepción de las regiones de Tarapacá (1) y Aysén (XI); sin embargo, en términos
porcentuales la pobreza de las mujeres es mayor que la de los hombres sólo en las regiones
de Antofagasta (Il), Atacama (UI), Los Lagos (X) y Metropolitana, destacando
especialmente la diferencia en la región de Atacama (IlI), con porcentajes que alcanzan al
16,2% y 12,6% respectivamente, es decir: 3,6 puntos porcentuales.
Cabe destacar que la región que presenta los más altos porcentajes de pobreza, en
los adultos mayores de ambos sexos, es la región del Maule (VII), alcanzando el 21,2% en
22
Perfil de la mujer adulta mayor
los hombres y )9,8% en las mujeres, seguida de la región de La Araucanía (IX), del Bío
Bío (VIII) y de Los Lagos (X), que también alcanzan altos porcentajes en relación a la
media nacional de pobreza para este grupo, que como ya ha sido mencionado, es del 11 %.
Según zona de residencia, comparativamente por sexo, se constatan mayores
porcentajes de pobreza femenina en las zonas urbanas de las regiones de Antofagasta (11),
Atacama (111), Coquimbo (fV), Valparaíso (V), O'Higgins (VI), Los Lagos (X) y
Metropolitana. En las zonas rurales, son las mujeres mayores de las regiones de Atacama
(111), Maule (VII) y Los Lagos (X) las que presentan porcentajes de pobreza más elevados
que los hombres de su mismo grupo de edad.
En el cuadro siguiente se puede observar con detalle esta situación.
MINISTERIO DE IPLANIFICACION
y COOP&RACION
BIJLIOTECA
23
MIDEPLAN - Divis 60 Sodlil
Dislribución de la PAM por zona y línea de pobreza, según región y SClO
<eo porceolaje)
Urbano Rural TotalReglón Sexo Pobre No pobre Pobre No pobre Pobre No pobre Total
hombre 7,2 82,9 0,6 9,3 7,7 92,3 100,0mujer 4,7 87,4 0,6 7,3 5,3 94,7 100,0
11 hombre 6,1 90,9 0,3 2,7 6,3 93,7 100,0mujer 6,5 90,7 0,2 2,6 6,7 93,3 100,0
11I hombre 11,6 75,6 1,0 11,8 12,6 87,4 100,0mujer 15,1 74,3 1,2 9,3 16,2 83,8 100,0
IV hombre 5,9 61,8 4,6 27,7 10,5 89,5 100,0mujer 6,9 61,2 3,8 28,1 10,6 89,4 100,0
V hombre 7,0 81,6 0,9 10,6 7,9 92,1 100,0mujer 7,1 85,7 0,5 6,6 7,7 92,3 100,0
VI hombre 5,5 49,3 5,0 40,1 10,5 89,5 100,0mujer 5,8 54,8 4,0 35,S 9,7 90,3 100,0
VII hombre 13,2 40,6 8,1 38,1 21,2 78,8 100,0mujer 11,4 48,2 8,4 32,0 19,8 80,2 100,0
VIII hombre 11,6 58,1 7,9 22,S 19,4 80,6 100,0mujer 11,0 66,S 7,3 15,1 18,3 81,7 100,0
IX hombre 12,4 39,4 8,6 39,6 21,0 79,0 100,0mujer 11,5 51,S 6,4 30,6 17,9 82,1 100,0
X hombro 10,2 47,3 5,6 36,8 15,8 84,2 100,0mujer 10,5 51,8 6,8 30,9 17,3 82,7 100,0
XI hombre 9,8 46,9 1,6 41,7 11,1 88,9 100,0mujer 7,3 59,0 0,4 33,3 7,5 92,5 100,0
XII hombre 5,5 88,0 0,2 6,3 5,7 94,3 100,0mujer 5,0 90,3 0,2 4,6 5,1 94,9 100.0
R.M hombre 5,2 91,0 0,2 3,6 5,4 94,6 100,0mujer 6,7 90,8 0,0 2,4 6,8 93,2 100,0
Total hombre 7,8 71,5 3,2 17,5 11,0 89,0 100,0mujer 8,2 76,3 2,7 12,8 10,9 89,1 100,0
Fuente: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
24
Perfil de la mujer adulta mayor
IV. ACTIVIDAD ECONOMICA E INGRESO
El análisis de las categorías ocupacionales por las que las mujeres mayores obtíenen
sus ingresos, pennite fijar la atención en el hecho de que la mayoría de ellas se desempciía
laboralmente como trabajadora por cuenta propía (40,4%) y su ingreso promedio es
superior a $ 200.000 mensuales ($221.593)25.
Por el contrarío, la mayoría de las mujeres menores de 60 años (66,2%) laboran
como empleada u obrera y su ingreso promedio mensual no supera los $200.000 mcnsualcs
($191.247).
La segunda actividad más común entre las mujeres mayores es la de empleada u
obrera (29,4%), oficio por el cual obtienen un íngreso mensual promedio de $189.446.
Entre las mujeres más jóvenes, en cambio, la segunda actividad laboral más común es la de
trabajadora por cuenta propia (15,4%), en cuyo ejercicio obtienen un ingreso promcdio
mensual de $250.543.
Hay que observar además que la tercera categoría ocupacional más uumerosa entre
las mujeres ocupadas, sin distinción de edad, es la de servicio doméstico, actividad por la
cual se obtienen alrededor de $82.000 mensuales promcdio, sin quc la variable edad
intervenga mayonnente.
A este respecto es interesante anotar también que aparentemcutc se apunta un
cambio entre las trabajadoras más jóvenes, a no desempeñarse como trabajadora doméstica
con la misma frecuencía que lo hacen las trabajadoras mayores. Así. micntras cn esta
actividad se inscribe el 15,4% de las mujeres menores de 60 años, las mujeres mayorcs 10
hacen en un 21,7%.
,. Pesos de noviembre de 1998
25
MrDEPLAN - Divisl n Social
Por otra parte, en ambos segmentos etáreos, los más altos ingresos se obtienen
dentro del desempeño de la categoría ocupacional de empleador o patrón, actividad
desarrollada por el 2,7% de las mujeres ocupadas menores de 60 años y por el 8,5% de las
mujeres ocupadas mayores de 60 años.
Promedio de ingreso de la ocupación principal de la población femenina por grupo de edad,
según categoría ocupacional
No obstante las observaciones precedentes, queda en evidencia también que en las
dos categorías ocupacionales con mayor independencia - patrón o empleador y trabajador
por cuenta propia - las mujeres más jóvenes ganan más que las adultas mayores, situación
que también ocurre comparando los ingresos de ambos grupos de edad en las olras
categorias, pero cuyas diferencias no son significativas. El gráfico 8 ilustra esta situación.
26
Perfil de la mujer adulta mayor
Gráfico 8
Promedio de Ingreso mensual de la ocupación principalpor categoría ocupacional, según grupos de edad
e
".Q
1Q.
1.100.000
1.000.000
900.000
800.000
700.000
600.000
500.000
400.000
300.000
200.000
100.000
O IJIJ
.15-59
OGO y mils
V. SALUD
Calegorla ocupaCIonal
fuenlt' MIDEPI,AN.l-ncues13 CASEN 1998(.) Corresponde a pesos de novlemb~ de 1998
A partir de 1999, el Ministerio de Salud ha comenzado a operar un programa de
atención de salud específicamente diseñado para los adultos mayores26 Este hecho es un
verdadero avance en la necesidad de considerar la variable envejecimiento de la población
dentro de la concepción y de la implementación de las políticas públicas.27
"MIDEPLAN, Baiance EconómIco y Social. 1990-1999. SantIago. 1999, págs. 123-124J1 En todo caso, lo que el Estado invierte en Chale en salud está leJOS de la mversJón que hacen en esta 11115m3
área los paises más desarrollados. Así, mientras en Estados Umdos y Japón, las dos más grandes economias<Iel mundo, se destinan a programas de salud el 6.6% y el 5.7% del PIB respectivo, en nuestro país estaII,versión sólo alcanza al 2.5% del PIB nacional (Peláez y olras, op.cit. , pág. 11.2.23.)
27
I\fIDEPLAN - Djvisir.n;;"'I'o~c:'ia::;Ir-----"""----------------"'--""
Como ya ha sido señalado en la introducción de este documento, esto, sin embargo,
no implica que dentro de este programa de salud se esté operando con la variable género.
Todavía el diseño de las políticas públicas destinadas a las mujeres llegan hasta el período
reproductivo de las mujeres. Post-ciclo reproductivo, la política pública aparece difusa -
con la excepción ya aludida al comienzo de este documento-o, pese a que los pocos datos
diagnósticos existentes y las aproximaciones al tema de la comunidad internacional, hablan
de la necesidad de adoptar programas que vayan directamente destinados a las mujeres
mayores, también en salud.
De acuerdo a lo registrado por la Encuesta CASEN28 que se analiza, las demandas
de atención de salud de las mujeres mayores están dirigidas mayoritariamente al aparato de
salud estatal.29 De hecho, el 79,3% de las mujeres mayores se atiende en el sistema público
de salud --las mujeres menores de 60 años, lo hacen en una proporción menor, pero
significativa: 62,1 %
Esta observación, por grupos etáreos, sugiere, además, la tendencia de que a mayor
edad, mayor dependencia del sistema público de salud. Así, tal como lo muestra el gráfico
9, la proporción de mujeres menores de 60 alios que se atiende por el sistema privado de
salud --ISAPRES--es más de tres veces que la del grupo de mujeres de 60 años y más:
24,6% frenle al 7,4%. respectivamente.
28 Ver Anexo Cuadro 6.,. En la medida en que en nuestro país, la salud se ha prívatizado, la evidencia de que los adultos mayores noson rentables se ha develado con crudeza. De hecho, las ISAPRES se han demorado más de quince años enabrir planes de atención de salud para personas mayores. No obstante, es el Estado quien ha debido y deberágarantizar los mínimos de una atención de salud para las mUjeres y los hombres mayores. Las cifras de laEncuesta CASEN que se analizan reflejan esta situación que no es más que otra cara de la pobreza. Losanlecedentes existentes indican que este fenómeno se repite en otros paises lalinoamerieanos: la ausencia depareja --la viudez--de la mujer mayor, "sumada a una menor incorporación femenina al mercado de trabajo, labaja cobertura de la seguridad social y las Inrutaciones que los sistemas de pensiones establecen para lossobrevivienles, llevan a que gran parte de las adullas mayores vivan cerca o debajo de la linea de pobreza."(Peláez y otras, op.eil., pág. 11.2.13)
28
Perfil de la mujer adulta mayor
Gráfico 9
Población femenina según sistema provisionaldo salud
90
80
70
Q> 60·roe 50Q>~ 40o
el. 30
20
10
O
• Menos de 59
CJ 60 ai'ios y mas
Isapre S Público
I-uenl( MIOFrl "N. Fncucsta (I\S('N IQQR
La relación existente entre vulnerabilidad socioeconómicaldependencia del sistema
público de salud y su inverso -- a mayores recursos económicos, menor dependencia-- se
refuerza si ahora se considera la distribución de los ingresos de las mujeres y su adscripción
a uno o a otro sistema de atención en salud. Asi, Independientemente de la edad de la
mujer, resalta con nitidez que a menor ingreso, mayor dependencia del sistema público de
atención de la salud. El fenómeno simétricamente opuesto es claramente observable
también: a mayor ingreso, mayor utilización del recurso privado de atención de la salud -
ISAPRE, atención particular--. tal como se presenta en el siguiente gráfico.
29
MIDEPLAN - División Soc al------------------~----,
Gráfico 10.
Adscripción al Sistema Público de Salud
100.0 r----------,90,080.070,0
.~ 60.0C., 50,0~o 40,0
Q.30.020,0
10.00,0
11 111 IV V
Quintil de Ingreso
Fuente MIDEPLAN. Encuesta CASEN 1998
V.I Las regiones
• Menos de 59años
1°60 años y másl
En sólo cinco de las trece regiones en que se divide el país, la media regional de
adscripción de la mujer mayor al sistema público de atención en salud, es inferior a la
media nacional de este grupo, que alcanza al 79,3%.
Estas son:
• la de Tarapacá (l) (79,1%); la de Antofagasta (U) (76,6 %); la de Valparaiso (V)
(78,2%); la xrr (74,7 %) Y la Región Metropolitana (73,9%). En todas las
restantes regiones, esta condición de afiliada al sistema público es mayor a la
media nacional de este grupo.
Por otra parte, hay regiones en las que la afiliación al sistema público de atención en
salud supera significativamente la media nacional--alrededor de 10 puntos porcentuales-o.
30
Perfil de la mujer adulta mayur
Sc da este caso en las Regiones:
• de Atacama (III) (87, I%); de Coquimbo (IV) (89,5%); del Maule (VII) (86,8%).
A su vez, los porcentajcs de adscripción a los mecanismos de atención de salud
privados son superiores a la media nacional en varias regioncs:
• En el caso de las ISAPRES, cuya media nacional es de 7,3%, las regioncs que
supcran esta mcdia son: la de Antofagasta (11) (8,1 %) Y la Región
Metropolitana (11,4%);
• La atención particular, por su parte, cuya media nacional es de 6,2%, es
sobrepasada en las regiones: de Tarapacá (1) (7,3%); de O'Higgins (VI) (6,6%);
dc Los Lagos (Xl (10,7%); de Aysén (XI) (8,9%); de MagaJlanes (XII) (8,7%)
Y Región Metropolitana (7,0%),
Distribución de la PA 1 femenina por sistema prcvisional de salud, según región
(en porcentaje)
Reglón s.Publlca FF.AA. IsApRE PartIcular Otro No sabe Total
I 79,1 9,2 4,2 7,3 0,1 0,1 100,0
11 76,6 3,0 8,1 5,5 1,0 5,7 100,0
111 87,1 1,7 7,1 2,1 1,6 0,4 100,0
IV 89,5 1,5 3,6 4,7 0,0 0,7 100,0
V 78,2 10,2 5,1 5,2 0,4 0,8 100,0
VI 84,6 3,6 4,7 6,6 0,1 0,5 100,0
VII 86,8 2,2 4,0 5,3 1,5 0,2 100,0
VIII 85,7 6,3 4,2 2,7 0,4 0,7 100,0
IX 84,9 3,4 3,7 7,3 0,1 0,6 100,0
X 81,4 2,5 4,2 10,7 0,7 0,4 100,0
XI 81,1 4,9 4,3 8,9 0,9 0,0 100,0
XII 74,7 8,8 3,0 8,7 4,2 0,6 100,0
R.M, 73,9 6,3 11,4 7,0 0,4 1,0 100,0
Total 79,3 5,7 7,3 6,2 0,5 0,9 100,0
Fuente: MtDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
31
MIDEPLAN-
V.2 Tipos de atención médica
Una primera constatación a este respecto es que las mujeres mayores utilizan con
más frecuencia que las generaciones más jóvenes casi la totalidad de las prestaciones de
salud desagregadas en la encuesta, con las únicas excepciones de la hospitalización, la
atención dental y la consulta de urgencia.
Por cierto, la consulta médica -control preventivo, por enfemledad o accidente y de
especialidad-- es lejos el servicio de atención de salud más requerido; estas prestaciones
representan el 63% de las demandas de salud de la población mayor femenina y el 51,3%
de la población femenina menor de 60 años.
Cabe destacar que, comparativamente por grupos de edad, la atención dental es la
prestación que presenta mayor diferencia de demanda: un 8,6% entre las mujeres mayores
frente a un 23% de demanda en las menores de 59 años. El siguiente cuadro ilustra esta
situación.
Población Femenina por grnpo de edad. según lipo de
atención recibida en los últimos tres meses
<ell porcentaje)
Tipo de Prestación 0- 59 60 y más
Control Preventivo 21,9 25,7Consulta Enf. 6 Accidente 20,0 24,9Consulta Especialidad 9,4 12,4Consulta Urgencia 6,9 5,7Atención Dental 23,0 8,6Exámenes Laboratorio 7,9 11,6
Rayos X 6 Ecografía 5,9 6,0Intervenci6n Quirúrgica 1,7 1,8Hospitalizaci6n 3,3 3,3Total 100,0 100,0
Fuente: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
32
Perfil de la mujer adulta mayor
Y.3 Consumo de medicamentos
Una de las percepciones generalizadas de la mujer mayor --y del hombre mayor-- es
la de que se (rata de una persona con un alto nivel de consumo de medicamentos. En
verdad, la comparación de cuántas consultas médicas culminan con una receta
medicamentosa en poblaciones femeninas adultas mayores y en otras que no lo son,
confinnan esta percepción: entre las mujeres de 60 y más, prácticamente el 90% --89,8%-
de las consultas son acompañadas por una receta, frente al 54,9% de las consultas de
mujeres menores de 60 años.
Asimismo. es interesante observar que en la mitad de los casos de consumo de
medicamentos por parte de las mujcres mayores --49,9%--, su costo en pesos es cero,
porcentaje nítidamente superior al de las mujeres menores de 60 años: 25,6%.
Población por IiCXO y ~rupo de edad, según acceso fI medicamentos en control preventivo de salud(m porcentaje)
Adquisición de Hombre Mujer
medicamentos 0·59 60 Y más Total O-59 60 ymás Total
Sí, reCibió todos gratis 21.1 49.1 25,4 25,6 49,9 30,6
Si, algunos gratis. olros comprados 3,7 7,4 4,3 4,0 9,7 5,2
51. algunos gratis. olros no pudo comprar 0.7 0,8 0.7 0,9 0,9 0,9
SI. compró todos 20,S 22,2 20,7 21,0 24,4 21,7
Si, compró algunos 1,4 4.7 1,9 1,8 3,6 2,1
No pudo comprar ninguno 0,5 0,3 0,5 0,5 0,3 0,5
No le recetaron 50,S 13,8 44,9 45,1 10,2 37,9
Stn datos 1,6 1.7 1,6 1.1 1,0 1,1
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuenle' MIDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
33
MIDEPLAN - División Soelal
VI. EDUCACIÓN
Según la Encuesta CASEN de 1998, los adultos mayores analfabetos alcanzan al
15% de ese grupo, cifra tres veces mayor que el porcentaje nacional (4,6%). Por regiones,
los porcentajes de población mayor analfabeta oscilan entre un 4,3% en la región de
Antofagasta (11) y un 33,4% en la región del Maule (VII). Según sexo, las mujeres adultas
mayores analfabetas son el 15,6% frente el 14,1 % de los hombres en igual condiciónJO
Así como se dan diferencias entre sexos, que caracterizan la situación desventajosa
en que se encuentra la mujer adulta mayor, también es ilustrativo señalar las diferencías al
interior de la población femenina nacional, comparando a las mujeres de 60 años y más y a
las menores de 60 añosJ1• Aquí resalta nuevamente la situación de desmedro educacional de
la mujer adulta mayor con un 15,6% de analfabetas en relación a un 2,9% en las menores
de 60 años en igual condición. Cabe destacar que el porcentaje de mujeres mayores que no
leen ni escriben en las zonas rurales, alcanza a un 42%, como lo señala el gráfico siguiente.
Gráfico 1I
MuIeres analfabetas según zona de. residencia
45.0 42.0
40,0
35.0
., 30.0:N 25,0 .15-59anosc:.,o 20,0 15.6 060 Yrnás~
oQ.
15.0
dJ10.6
10.0 j ~5,0 2,
0,0 L --.--Urbano Rural Tolal
Fuente: MIDEPLAN, Encuesla CASEN 1998
JO CASEN 1998. Doc ·10 MIDEPLA 1999.JI Ver Anexo Cuadro 7
34
Perfil de la mujer adulta mayor
El promedio de años de estudio de una adulta mayor a nivel nacional es de 6 años,
pero al interior del grupo las cifras son heterogéneas, en especial si se analiza la
información por quintil de ingresoJ2. Las tres quintas partes de esta población no llega a
tener tres años de estudio en las zonas rurales (2,8 años en promedio) e incluso, en los
estratos económicos más altos (IV y V quintil) no han llegado a aprobar 6° básico; en las
zonas urbanas la situación es relativamente mejor ya que, en los tres quintiles de más bajos
ingresos, las mujeres mayores han tenido 5 años de estudios como promedio.
Gráfico 12
Promedio de años de estudio de la PAM femeninasegún quintll de ingreso
.2u:oüíalal
U
'"ooc:rooUalEea.
11,0 ,..--------------,
10.0
9.08,0
7,0
6,0
5,0
4,0
3,0
2,0
1,0
0,0
.Urbana
DRural
11 111 IV V
Quinlil de ingreso autónomo
Fuenle MIIJFI'LAN.lncueSI3 C'AS".N 1998
Sin duda, el nivel educativo es una variable que cnlza diferentes aspectos que
inciden en la calidad de vida de los adultos mayores. Es así como la falta de posibilidades
12 Ver Anexo Cuadro 8
35
MIDEPLAN • División Social
para educarse a lo largo de sus vidas, entre otras limitaciones les ha dificultado el acceso al
mercado formal de trabajo y a la opción de destinar parte de los ingresos para construir una
jubilación digna.
En el caso particular de las mujeres, la situación es más desventajosa ya que además
de lo limitado de sus estudios, han dedicado la mayor parte de sus vidas al cuidado de la
fanlilia y por tanto no cuentan con ingresos propios, cuestión que se toma más dramática en
los estados de viudez.
VII. LA MUJER MAYOR JEFA DE HOGAR.
Situación, función y aportes de la mujer mayor a la sociedad constituyen aspectos
invisibilizados de la existencia cotidiana de las mujeres mayores. Uno de éstos, tal vez el
más invisible, es su condición de jefa de bogar hasta edades muy avanzadas.
Ciertamente este rasgo, de manera necesaria, debe contextualizarse al interior del
cambio bastante significativo que ha experimentado y sigue experimentando, tanto el rol
como las funciones sociales que las mujeres desempeñan en las sociedades
latinoamericanas, durante los últimos sesenta o setenta años: creciente presencia en la
educación y en la fuerza de trabajo, plena ciudadanía, aceptación social, para su
participación en la política y en posiciones de decisión, márgenes significativos de vida
sexual más libre, por nombrar puntos de referencia importantes. Un reflejo de esta situación
es la cantidad de jefaturas de hogar ejercidas por mujeres: "En la mayoria de los países de
la región, a lo menos una de cada cinco jefaturas de hogar está encabezada por una mujer;
en el Caribe, algwlas estimaciones incluso llegan hasta un porcentaje tan alto como el 50%
de las jefaturas de hogar" ,33
En Chile, de acuerdo a los datos de la Encuesta CASEN 98, del total de jefaturas de
JJ (Pcláez y olras, Op.c;l .. pág. 111.2.3)
36
Perfil de la mujer adulta mayor
hogar ejercidas en el país, que alcanzan a 3.742.683 (hombres y mujeres mayores de 15
años), 349.270 de ellas son ejercidas por mujeres mayores: el 9,3%. Es decir, de cada cien
jefaturas de hogar, casi diez son ejercidas por mujeres mayores. La participación de la
población mayor en el conjunto de las jefaturas de hogar, por otra parte, corresponde casi a
un cuarto del tolal de la jefaturas de hogar: 24,9%J4
VII. t La Población Adulta Mayor Jefa de Hogar
Dentro de este sub-conjunto, --Población Adulta Mayor con jefaturas de hogar--,
las mujeres mayores jefas de hogar representan el 37,5% de ese universo.
El análisis de las jefaturas de hogar ejercidas por mayores según sexo y tramos
eláreos evidencia que a medida que los hombres mayores jefes de hogar envejecen y
mueren, obviamente, su peso relativo en el conjunto de las jefaturas de hogar, decrece. De
esle modo, de cada 100 hombres mayores jefes de hogar, 69 están entre los 60 y los 65 años
de edad. Esta cifra baja a 62 (62,1) en el grupo comprendido entre los 66 y los 75 años de
edad, para descender todavia más, hasta 53, en el tramo de 76 y más años de edad.
Por el contrario, con las mujeres sucede el fenómeno inverso. Es decir, a mayor
edad de la mujer envejecida, mayor peso relativo tiene en las jefaturas de hogar, logrando
su porcentaje más alto en el grupo de 76 y más años de edad: el 46,6%.
En ténninos de las diferencias porcentuales de ejercicio de jefaturas de hogar entre
los hombres y las mujeres mayores se evidencia que, entre los 60 y los 65 años de edad, hay
38 puntos porcentuales más de hombres mayores jefes de hogar que de Illujeres jefas de
hogar; 24,2 puntos porcentuales entre los 66 y los 75 años de edad y sólo 6.8 puntos en el
grupo de 76 y más años de edad, como lo demuestra el siguiente gráfico.
'ol Ver Anexo Cuadro 9
37
MIDEPLAN - División S;;:OCl;:·::r·-----------------------~
Gráfico 13
PAM Jefa de hogar por sexo
30,0
20,0 j10,0 J0,0
90.0 I 82.0
80,0 170,0
CD 60,0
~ 50,0
~ 40.0~
15-59 60-65
62,1
66-75 76 Ymás
Tramos de edad
Futnte~ MIDEPLAN, EncueSla CASEN 1998
La descripción de estas proporcionalidades permite relevar la importancia
significativa de la mujer mayor en el funcionamiento social, marcando una tendencia que
no puede pasar desapercibida para el diseño de políticas públicas. Así, tal como se ilustra
en el siguiente gráfico, sólo el 10,8 % del total de las mujeres situadas entre los 15 y los 59
años se desempeñan como jefas de hogar, porcentaje casi cuatro veces inferior al de la
mujcr de 60 años y más que ejerce como jefa de hogar (40, 2%).
Gráfico 14Mujeres jefas de hogar según grnpo de edad
Mujares do 60 aftos y más(porcentaje de Jeras de hogar)
Mujer•• de 15 a 58 anos(porcentaje de Jefas de hogar)
10.8%
..Fuente- MIDEPlAN. Encuesta CASEN 1998
38
Perfil dt la mujer adulta mayor
VI1.2 Distribución "cgional de las jefaturas de bogar
• Jefaturas femeninas por ~ruJlos de edad
El análisis muestra que del total de mujeres jefas de hogar del país, el 40,9% de
éstas son mayorcs dc 60 aíios frcnte al 59,1 % de las mujeres entre 15 y 59 aíios en igual
condIción.
Por olra parte, ocho rcglOnes superan a la media porcentual antes mencionada
(40,9%), dcstacando entrc ellas las regioncs: de Los Lagos (X) (47,5%), del Maule (VII)
(46.7%) Ydc la Araucanía (IX) (45%).
En números absolutos, no obslante, las regiones con mayor número de mujeres
adultas mayores jefas de hogar son: V (41.136 mujeres), VIII (45.164 mujeres) y R.M.
(146.624 mujercs).
El siguiente cuadro pellllilC visualizar csta situación
Mujeres jeras de hogar por grupos de edad, según región
Región 15·59 60 Ymás TOTALn % n % n %
I 14.703 71.6 5.820 28,4 20.523 100.011 15.050 74.8 5.058 25.2 20.108 100.0\11 8.347 65.4 4.421 34.6 12.768 100.0IV 17.116 55.5 13706 44.5 30.822 100.0V 55124 57.3 41.136 42.7 96.260 100.0VI 21.224 57.0 15.995 43.0 37.219 100.0VII 24.734 53.3 21.635 46.7 46.369 100.0VIII 56.310 55.5 45.164 44.5 101.474 100.0IX 25.211 55.0 20.619 45.0 45.830 100.0X 25.461 52.5 23.067 47.5 48.528 100.0XI 2.323 64.9 1.259 35.1 3.582 100.0XII 6751 58.6 4.766 41,4 11.517 100,0R.M. 232.606 61.3 146.624 38.7 379.230 100.0TOTAL 504.960 59.1 349.270 40,9 854.230 100,0
Fuente' MIDEPLAN. Encuesla CASEN 1998
39
MIDEPLAN - D1v'·T.is:T.i6"'n"""0,.;clC<al.-------.......-~---..,.... .....---------.
• Jefaturas de adultos mayores según sexo
Ahora, en otro contraste dentro de este mismo eje, en relación con las jefaturas de
hogar ejercidas por hombres mayores, su distribución regional muestra que sólo en cuatro
regiones se concentra el 68,1% del total de las jefaturas de hogar ejercida por mujeres
mayores.
Estas regiones coinciden con aquellas en que el promedio por región de jefaturas de
hogar ejercidas por mujeres mayores, es superior al promedio nacional de jefas de hogar
adultas mayores (37,5%). Estas son: Valparaíso (V) (38,0%), Bio Bio (VITI) (38,0 %),
Magallanes (XH) (39,7 %), Región Metropolitana (40,7%).
Distribución dc la PAM jefa de hogar por sexo, según región
Reglón Hombre Mujer Totaln % n 'lo n %
I 11606 66,6 5820 33,4 17426 100,011 16626 76,9 5056 23,1 21664 100,0
111 9569 66,4 4421 31,6 13990 100,0IV 26966 66,3 13706 33,7 40672 100,0V 67077 62,0 41136 36,0 106213 100,0VI 33570 67,7 15995 32,3 49565 100,0VII 40106 65,0 21635 35,0 61743 100,0VIII 73632 62,0 45164 36,0 116996 100,0IX 37596 64,6 20619 35,4 58215 100,0X 41575 64,3 23067 35,7 64642 100,0XI 3416 73,1 1259 26,9 4675 100,0XII 7246 60,3 4766 39,7 12012 100,0
R.M. 213741 59,3 146624 40,7 360365 100,0Total 583128 62,5 349270 37,5 93..398 100,0
Fuente: MIDEPLAN, EnQJesla CASEN 1998
40
Perfil de la mujer adulta mayor
• Jefaturas de mujeres adultas mayores según quintil de ingreso
Las regiones que concentran al mayor porcentaje relativo de mujeres mayores jefas
de hogar situadas en los dos primeros quintiles de ingresos, es decir en el 40% más pobre
de los hogares. son: Araucanía (IX) (55,5%), Los Lagos (X ) (53,4%) Y Bio Bio (VIII)
(51.0%).
Asimismo, el 61 % de las mujeres mayores jefas de hogar ubicadas denlro de los dos
primeros quintiles de ingreso se concentran en cuatro regiones: la de Valparaiso (V), la del
Bio Bio VIII, la de Los Lagos (X) y la Región Metropolitana.
Estos antecedentes resultan relevanles de ser considerados por cualqUier programa
de apoyo a este grupo.
PAM remenina jera de hogar por quintil de ingreso, según regiólI
(en poreelltaje)
Región Quintil do ingroso autónomo
11 11I IV V Total
I 2,2 34,5 26,5 12.3 24,6 100,0
11 6,7 32,6 32,9 18.6 9,2 100,0
11I 34,3 16,2 21,8 12,6 15,0 100,0
IV 18,2 24,5 33,2 13,9 10,2 100,0
V 9,9 19,8 28,8 22,4 19,2 100,0
VI 17,7 25,5 31,8 16,7 8,3 100,0
VII 24,6 18,4 33,6 17,1 6,3 100,0
VIII 27,6 23,5 23,8 12.4 12,7 100,0
IX 28,6 26,9 19,2 10,7 14,6 100,0
X 35,2 18,2 23,7 14.4 8,4 100.0XI 19,4 14,8 16,1 29,7 20,0 100,0
XII 5,8 23,3 33,3 16.4 21,2 100,0
R.M. 11,7 14,5 24,7 21,6 27,6 100,0
Total 17,4 19,1 26,1 18,2 19,2 100,0
Fuenle: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
41
I\UDEP!iPlr;¡j'""-n'=u:;r=:r.:r---------------------...,
• Jefas de hogar mayores y vivienda
Las mUjeres mayores jefas de hogar, por otra parte, no suelen vivir solas. La
condición mayoritaria es la de compartir el hogar con otros, Así, mientras el 27% de las
mujeres mayores jefas de hogar viven solas, el 73% de ellas vive con alguien más. De
hecho, la cantidad de jefas de hogar mayores que presiden hogares con cuatro o más
personas es alta: el 40,6% de las mujeres entre 60 y 66 años de edad; el 31,5% de las que
están entre los 67 y los 75 años de edad y el 28,2% de las de 76 y más años de edad.
PAM femenina jefa de hogar, propietaria de la vivienda que ocupa
según número de personas que viven en el hogar
(en porcentaje)
NO de pers.en el hogar 60 -66
Tramos de edad67 -75 76 ymás Total
1234
5ymásTotal
16,423,619,413,327,4
100,0
30,024,314,312,319,2
100,0
35,822,S13,410,717,5
100,0
27,023,S15,812,221,S
100,0
Fuente: MIDEPLAN, EnC<Jesla CASEN 1998
Contrastando esta situación con las mujeres jefas de hogar menores de 60 años,
éstas son propietarias en una menor proporción que las jefas de hogar más envejecidas: de
42
Pe iJ de la mujer adu la mayor
cada cien, 46 (46,4%) y, en consecuencia, la proporción de jefas de hogar que arriendan la
propiedad en la cual viven es mayor: 21 de cada cien, (21,2%).
Jefas de hogar por grupo de edad, según situación de la vivienda(en porcentaje)
Situación de la vivienda 15·59 años 60 y mas años Totalque ocupa
Propia pagada 46,4 78.1 59,4
Propia pagándose 17,6 4,9 12,4Conjunta pagada 2,4 2,7 2,5
Conjunta pagándose 0,3 0,1 0,2
Arrendada 21,2 5,9 15,0
Cedida por Servicios 1,1 0,6 0,9
Cedida por familiar u olro 9,9 6,9 8,7
Usufructo 0,6 0,6 0,6
Ocupación irregular 0,4 0,1 0,3Total 100,0 100,0 100,0
Fuenle: MIDEPLAN, Encuesla CASEN 1998
43
MIDEPLAN - Divisl n SoCliíl
VIII. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
VIII.I Conclusiones
De la revisión de los dalos desagregados por sexo y grupos etáreos al interior de la
PAM contenidos en la Encuesta CASEN 1998, así como de otros antecedentes que el
presente estudio ha revisado, emerge un cierto número de constataciones que vale la pena
relevar, por los desafíos que le imponen al diseño e implementación de políticas públicas:
a) Chile forma parte del conjunto de países latinoamericanos que evidencian un
proceso de transición demográfica avanzado y, al igual que en otros puntos del
planeta en los que existen países en esta condición, el envejecimiento de la
población es sinónimo de feminización de la misma. Como se ha señalado
anterionnente, la relación es de 100 mujeres de 60 años y más por 76 hombres de 60
años y más. Después de los 75 años de edad, la relación es de 100 a 60.
b) En los próximos años, los adultos mayores pertenecientes al tramo etáreo de 75 alios
y más se multiplicarán velozmente, como ningún otro grupo etáreo. Así, si hoy este
grupo de edad representa el 26% de la PAM , en 25 años más representará el 32%.
c) El mayor envejecimiento de la población chilena y su consecuencia más inmediata y
evidente, el aumento del número de mujeres mayores, constituyen rasgos
insoslayables de la sociedad chilena del siglo XXl Por lo mismo, estos rasgos
necesitan ser percibidos como puntos de referencia transversales cuando se piense el
desarrollo y específicos a la hora de formular y llevar a cabo políticas públicas, en
particular políticas sociales.
d) Las evidencias existentes, en gran parte resaltadas en el presente estudio, revelan
también una serie de vulnerabilidades que afectan a las mujeres mayores, entre
44
erfiJ de la mujer adulta mayor
ellas, su precario nivel de educación fOll1lal (alto analfabctismo y bajos promedios
dc años de estudio), su dependencia del aparato público para su atención en salud,
sus niveles de pobreza y sus responsabilidades como jefas de hogar.
e) Las situaciones de vida hcterogéneas de las mUjeres mayores que dependen de
variables territoriales, también quedan aqui cn evidencia. Por una parte, está la
constatación de que la nlujer mayor está concentrada en las zonas urbanas del país,
pero, a su vez, que la vulnerabilidad de la lTIujer mayor, es más aguda en las zonas
rurales que en las urbanas, cuestión que hace imperativo la diversificación de la
politica social dirigida al grupo prioritario adulto mayor, considerando en su
interior, las necesidades espccíficas de las mujeres mayores urbanas y rurales.
VIII.2 Recomendaciones a las políticas públícas
De lo expuesto, emerge la neccsidad de coordinar simultáneamente a los diferentes
sectores del Estado, a los distintos niveles de la administración (local, regional y central), a
fin de diseñar, impulsar e implcmentar una cstrategia dc enfrentamiento de las demandas
que surgen del fenómeno de la profundización del envejecimiento poblacional, de la
feminización creciente de la PAM cn los próximos años y de la situación cspecífica de las
mujeres mayores. En este sentido se visualizan las siguientes direcciones de intervención:
a) Impulso, discño y concertación de un conjunto de intervenciones cuyo sujeto
de atención sea la mujer mayor rural.
En el sector salud, destaca la nccesidad de retomar las orientaciones contenidas
en el documento del Ministerio de Salud del año 1997 "Programa Salud Mujer".
citado al principio de este estudio, para reaclualizarlo y promover en el contexto de
los gobiemos regionales, programas pilotos de cuidado y de recuperación de la
45
MIDEPLAN - Divls nOCla!
salud. Un especial énfasis debiera ponerse en la salud bucal y en el trabajo
comunitario en salud que permita crear o reforzar el trabajo en red, para la
atención y cuidado de las adultas mayores.
Desde el punto de vista del área del trabajo, es imprescindible diseñar e
impulsar, central y regionalmente, una oferta focalizada de servicios y de apoyo a
las mujeres jefas de hogar mayores. Como un paso previo a una oferta
programática específica, habría que impulsar regionalmente la necesidad de
levantar perfiles de las necesidades particulares que presenta el hecho de ser mujer
mayor jefa de hogar en zonas rurales.
Del mIsmo modo, prevIa investigación más afinada de los intereses de las
mujeres mayores rurales, se requieren programas de capacitación --incluida la
alfabetización y la posibilidad de continuar los estudios formales del ciclo básico o
medio-- especialmente planeados para elevar la preparación de la mujer mayor en
áreas vinculadas a su entorno, como por ejemplo incursionar por la vía del impulso
de microempresas agrarias integradas por mujeres mayores que les permita
aprovechar su experiencia de cultura campesina, facilitando la integración a su
medio ambiente.
Desde un punto de vista estratégico esto implica movilizar la capacidad de los
gobiernos regionales para iniciar el proceso de la creación de planes regionales
rurales destinados a los adultos mayores de zonas rurales con perspectiva de
género.
b) Impulso y diseño de un conjunto de intervenciones en las áreas de salud,
educación, participación, trabajo y recreación cuyas destinatarias sean las mujeres
mayores de, a lo menos, tres regiones: Valparaíso (V), Bío Bío (Vil!) y Región
Metropolitana; en estas regiones se concentra el 66% de la PAM femenina del
país.
46
Perfil de la mujer adulta mayor
Dos ejes operativos debieran orientar la oferta de programas y servIcIos que se
visualizan en relación a la mujer mayor urbana. Por una parte. programas destinados a
mujeres mayores autovalentes que incluyan capacitación para la integración social --con
especial énfasis en sus dcrechos--. actividades de autocuidado de la salud. capacitación
técnica. recreación, apoyo a la mujcr mayor jcfa de hogar ya la mujer mayor viuda.
Asimismo se visuali/a la necesidad de apoyarse en la experiencia de vida dc las
mujeres mayores para articular programas o actividades intergeneracionales en que puedan
illleractuar con jóvencs y nll10S desde de su particular condición.
Por otra partc. un cJc dc sCr\ Icios y programas destinados a la mujer mayor frágil,
scnll\ alcntc o no valentc que debIera considerar cstrategias de apoyo familiar, asumir los
hilos pendicntes de los mccanismos y ofenas vIgentes dc internación de adullos mayores en
establccimicntos de larga estadía y programas de ayudas técnicas así como de capacitación
dc recursos humanos de apoyo. adecuados.
Finahnente. Insistir en el hecho de que el Estado tiene la obligación de asumir los
retos que le presenta una modernidad que ha logrado prolongar la vida y que pone en el
escenario la presencia cada "el más masiva de la mujer mayor. En este desal1o, como un
primer piso estratégico. el Estado debiera buscar y motivar de manera sistemática la
colaboración y la asociatividad con los llamados segundo y tercer sector del desarrollo. Con
los primcros. es necesario hacer los esfuer/os necesarios para renovar la l1lantropía. Con
los segundos es necesario coordinar y apoyar sus acciones asi como asoeiarlos a las tareas
de diseiio y ejecución de programas.
47
Anexos
48
Anexo 1
Ficha técnica dc la Encuesta CASEN 1998
Universo
La cncuesta represcnta a la población que habita en hogarcs particulares dcl pais,
excluycndo las zonas de difícil acceso.
Diseño Muestral
El tipo de muestreo utilizado es:
• Estratifícado: La cstratifícaciónutilizada cs de tipo geoGráfico. El país se dividió en 355
estratos, entendiéndose como tal a la conjunción de división político administrativa
(comuna o agrupación de comunas) y área geográfica (urbana o rural).
• Por Conglomcrados: En el área urbana están constituidos por los sectores de
cmpadronamiento censal yen el área rural como un conjunto de viviendas próximas.
• Probabilístico: En cada conglomcrado se seleccionan sectores censales con probabilidad
proporcional al tamaño de éste, medido por el número de viviendas. Las viviendas a
encuestar se eligen dentro de cada sector seleccionado.
Tamaño de la muesh'a
Se encuestaron 48.107 hogares, 33.714 en la zona urbana y 14.393 en la zona mral.
El error mucstral a nivel nacional es alrededor de 0,3% y el máxímo error a nivel dc región
y zona es dc 5%.
Fecha dcllevantamicnto de la encuesta
Entrc el 14 de noviembre y cl 20 de diciembre de 1998.
49
MIDEPLAN - División Social
Anexo 2
COllstruccióu de quintiles y deciles de ingreso autónomo per cápita de los hogares
Los quintiles de ingreso se refieren a la clasificación del total de los hogares en cinco
tramos de igual tamaño, mutuamente excluyentes entre sí y con un orden ascendente según
los ingresos que representan.
Cada quintil clasifica a un 20% del total de hogares a nivel nacional, de fonna tal que el
primer quintil incluye al 20% de menores ingresos y el quinto quintil, al 20 % de mayores
IIlgresos.
La c1asi ficación en detenninado quintil queda detenninada por el ingreso autónomo per
cápita que reciba el hogar en cuestión. Este monto se obtiene de la suma de todos los
ingresos autónomos que reciben las personas que habitan en ese hogar dividido por el
número de integrantes del hogar.
Para obtener los quintiles de ingreso, los hogares se ordenan en una lista ascendente de
acuerdo con sus ingresos autónomos per cápita. En seguida se divide el total de los hogares
en 5 gnlpos de igual tamaño conteniendo cada uno el 20% de los hogares.
Los montos correspondientes al primer y último hogar del quintil definen el límite mínimo
y máximo del ingreso autónomo per cápila del quintil.
Para la construcción de los deciles se utiliza el mismo procedimiento clasificando a loshogares en 10 tramos iguales.
50
Perm de la mujer adulta mayo l'
Anexo 3
Cuadro IEdad media por zonas del mundo
(proyecciones)
Edad medIa (anos)1950 1998 2050
Total mundo 23.5 26.1 37.8Regiones más desarrolladas 28.6 36.8 45.6Regiones menos desarrolladas 21.3 23.9 36.7Africa 18.7 18.3 30.7Asia 21.9 25.6 39.3Europa 29.2 37.1 47.4América Latina y Caribe 20.1 23.9 37.8América del Norte 29.8 35.2 42.1Oceania 27.9 30.7 39.3
Fuente: División de Población de Naciones Unidas, Proyecciones de Población Mundial. Revisión 1998.
Cuadro 2Distribución de la PAM por sexo según región
Reglon Hombre MUjer lolaln % n % n %
I 13.301 48.3 14.255 51.7 27.556 100.011 18.661 50.6 18.253 49,4 36.914 100.0111 10.841 46,1 12.684 53,9 23.525 100,0IV 30.494 49,1 31.603 50,9 62.097 100,0V 76.877 42,1 105.661 57,9 182.638 100,0VI 38.153 47.8 41.671 52,2 79.924 100.0VII 44.767 46.1 52.428 53.9 97.295 100,0VIII 84.836 43,8 108.806 56,2 193.742 100.0IX 41.857 44,0 53.184 56,0 95.141 100.0X 46,311 44.9 56.864 55,1 103.275 100.0XI 3.812 51,8 3.543 48,2 7.355 100,0XII 8.504 45.1 10.360 54,9 18.964 100,0
R.M. 244.038 40.6 357.372 59,4 601.510 100.0TOTAL 662.452 43,3 866.684 56,7 1.529.936 100,0
Fuente: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
51
I\flDEPLAN - División Social
Cuadro3Distribución de la PAM por zona de residencia, segúnlramos de edad y sexo
Edad Sexo Urbana Ruraln '/o n '/o
60 - 65 hombre 198.057 43,8 50.827 52,6mujer 254.259 56,2 45.719 47,4total 452.316 100,0 96.546 100.0
66 - 75 hombre 223.269 42,2 52.591 48.1mujer 305.697 57,8 56.713 51,9tolal 528.966 100,0 109.304 100.0
76 Y más hombre 104.191 37,6 33.517 51,4mujer 172.640 62,4 31.656 48,6lolal 276.831 100.0 65.173 100.0
Tolal hombre 525.517 41,8 136.935 50,5mujer 732.596 58,2 134.088 49.5lolal 1.258.113 100,0 271.023 100,0
Fuente' MJOEPLAN, Encuesta CASEN 1998
Cuadro 4Distribución de la PAM por sexo, según zOlla de residencia y IIl1ea de pobreza
Zona Hombre MUjer , olal
n % n % n %
Urbana
Indigente 9.451 37,4 15.828 62,6 25.279 100,0Pobre no indigente 42.347 43,6 54.819 56,4 97.166 100,0Tolal pobres urbanos 51.798 42,3 70.647 57,7 122.445 100,0
Rural
Indigente 6.362 51,5 5.985 48,5 12.347 100,0Pobre no indigenle 14.978 46.0 17.562 54,0 32.540 100,0Tolal pobres rural 21.340 47,5 23.547 52,5 44.887 100,0
Tolal PAMIndigente 15.813 42,0 21.813 58,0 37.626 100,0Pobre no indigente 57.325 44,2 72.381 55,8 129.706 100,0Total pobres PAM 73.138 43,7 94.194 56,3 167.332 100,0
Fuente: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 1998
Se e.duye el servido doméstico puertas adentro y su núdeo familiar.
52
Perfil de la mujer adulta mayor
Cuadro SDislribución de la PAM femenina por linea de pobreza. según zona y Iramos de edad
Zona Edad Ind,genle Pobre no Ind,gente No Pobre Totaln '/o n '/o n '/o n O/,
60-65 8.407 3,3 19.346 7,7 224.165 89,0 251.918 100.0Urbano 66-75 5.282 1.7 24.989 8.2 274.535 90.1 304.806 100.0
76 Ymás 2.139 1,2 10.484 6,1 159.923 92.7 172.546 100.0Total 15.828 2,2 54.819 7,5 658.623 90,3 729.270 100,0
60-65 2.456 0.3 5.518 12,1 37.745 82,6 45.719 100.0Rural 66-75 3.139 5,5 8.087 14.3 45.472 80.2 56.698 100.0
76 Ymás 390 1,2 3.957 12,5 27.309 86.3 31.656 100.0Total 5.985 4,5 17.562 13,1 110.526 82,4 134.073 100,0
60-65 10863 3.6 24.864 8,4 261.910 88,0 297.637 100.0Total 66-75 8.421 2.3 33.076 9,1 320007 88,S 361.504 100,0
76 Ymás 2.529 1,2 14.441 7,1 187.232 91,7 204.202 100,0Total 21.813 2,5 72.381 8,4 769.149 89,1 863.343 100,0
Fuente MIDEPLAN. Encuesla CASEN 1998
Se excluye el servicio domésUco puertas adentro y su nüdeo ramlhar
Cuadro 6Población femenina por quintil de ingreso autónomo. según edad y sistema previsional de salud
(en porcelllaje)
Qumlli de IngresoEd.d Sistema 11 111 IV V Tol.1
Público 87.4 74.6 62.1 45.9 23.1 62,1Menor de 59 FF.AA. 0.4 1.6 3,3 4,8 3,7 2,5
ISAPRE 4.1 13.7 23,3 35.6 61.1 24,6Particular 7.4 9.2 10.0 12,4 11.1 9.8
Otro 0.2 0.3 0.2 0,3 0,5 0.3No sabe 0,4 0,6 1.1 0.9 0.6 0,7
Tolal 100.0 100,0 100,0 100,0 100.0 100,0
11 111 IV V Tol.1
Público 90.0 89,7 87.3 77,1 53.2 79.360 afios y más FF.AA. 1.3 1.7 2.9 8.0 14.4 5.8
ISAPRE 1.4 1.9 2.7 7.5 22,9 7,4Particular 5.6 5.1 5,4 6.5 8.4 6,2
Olro 1.0 0,7 0,4 0.4 0.3 0,5No sabe 0.8 0.9 1.3 0.5 0.9 0.9
Total 100,0 100.0 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente MIDEPlAN Encuesta CASEN 199B
Se exctuye el SefVlCK> doméshco poel1as adentro
MIDEPLAN - División Social
Cuadro 7Población femenina por zona, según grupos de edad y condición de aIrabelismo
Edad Lee y Uitiana Rural lotalescribe n "1, n "1, n '/o
15 - 59 51 3.987.739 98,0 551.703 91,4 4.539.442 97,1No 81.876 2,0 51.708 8,6 133.584 2,9
Sin dato 452 0,0 16 0,0 468 0,0Total 4.070.067 100,0 603.427 100.0 4.673.494 100,0
60 ymás 51 653.370 89,2 77.794 58,0 731.164 84,4No 78.989 10,8 56.294 42,0 135.283 15,6
Sin dala 237 0,0 O 0,0 237 0,0Total 732.596 100,0 134.088 100,0 866.684 100,0
Fuente MIDEPlAN. Encuesta CASEN 1998
Cuadro 8Promedio de años de esludio de la población femenina por quinlil de ingreso,
según grupos de edad<en porcenlaje)
Qum61 de mgreso autonomoEdad Zona 11 111 IV V Tolal
Urbana 8,4 9,5 10,2 11,4 13,5 10,615 - 59 Rural 6,6 7,3 7,8 8,9 10,8 7,3
Total 7,9 9,1 10 11,3 13,4 10,2
Urbana 4,6 4,8 5,5 7,0 10,0 6,660 Ymás Rural 2,1 2,4 2,8 4,3 5,9 2,8
Total 3,6 4,3 5,1 6,8 9,9 6,0
Fuente~ MIDEPlAN. Encuesta CASEN 1998
Se exduye el seMcio doméstico puertas adentro
54
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erfil de la mujer adulta mayor
Cuadro 9Distribución de la población jera de hogar por sexo, según tramos de edad
Edad Hombre MUjer rolaln % n "l. n "l.
15-59 2.305.325 82,0 504.960 18,0 2.810.285 100,060-65 224.073 69,0 100.790 31,0 324.863 100,066-75 248.219 62,1 151.716 37,9 399.935 100,0
76 ymás 110.836 53,4 96.764 46,6 207.600 100,0TOTAL 2.888.453 77,2 854.230 22,8 3.742.683 100,0
Fuente: MIDEPLAN. Encuesta CASEN 1998
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GOBIERNO DE CHILEMJNISIlRJO DE
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