PARROQUIA DEL APOSTOL SAN JUDAS TADEO
RETIRO DE ANTORCHISTAS
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DESDE EL CIELOy
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DESDE EL CIELO UNA HERMOSA MAANA. (2) LA GUADALUPANA, LA
GUADALUPANA, LA GUADALUPANA BAJO AL TEPEYAC. Suplicante juntaba las
manos(2) y eran mexicanos (3) su porte y su faz. Su llegada llen de
alegra (2) de luz y armona (3) todo el Anhuac. Junto al monte
pasaba Juan Diego (2) y acercase luego (3) al or cantar.
A Juan Dieguito, la Virgen le dijo (2): Este cerro elijo (3)
para hacer mi altar. Y en la tilma, entre rosas pintadas (2) su
imagen amada (3) se dign dejar. Desde entonces para el mexicano (2)
ser guadalupano (3) es algo esencial. En sus penas se postra de
hinojos (2) y eleva sus ojos (3) hacia el Tepeyac.
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ANGELUZ. V= En el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu
Santo. R= Amen. El ngel vino de los cielos, Y a Mara le anuncio, El
gran misterio de los hombres Que a los cielos admiro. Virgen Madre
Seora Nuestra, Recordando la encarnacin, Te cantamos todos tus
hijos, Como estrella de salvacin. (Dios te salve Gloria al Padre)
V= Prstame Madre tus ojos, para con ellos mirar. R= Porque sin con
ellos veo, nunca volver a pecar. V= Prstame Madre tus labios, para
con ellos rezar. R= Porque sin con ellos rezo, Jess me podr
escuchar.
Yo soy la esclava del Seor, mi Dios, La virgen dijo al
contestar, Que se haga en m segn has dicho, y Cmplase en m tu
voluntad.y y y y y y
Virgen Madre Seora Nuestra, Recordando la encarnacin, y Te
cantamos todos tus hijos, y Como estrella de salvacin.y y y y y y
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(Dios te salve Gloria al Padre) V=Prstame Madre tu lengua, para
poder comulgar. R=Pues es tu lengua sin mancha y llena de santidad.
V=Prstame Madre tus brazos para poder trabajar. R=Pues as rendir mi
esfuerzo y valdr una eternidad.
El verbo para redimirnos, Tom su carne virginal, Se hizo hombre
entre los hombres y Librndonos de todo mal.y y y y y y
Virgen Madre Seora Nuestra, Recordando la encarnacin, y Te
cantamos todos tus hijos, y Como estrella de salvacin.y y
V=Prstame Madre tu manos, para poderlas abrir. y R=Y compartir
lo mejor que tengo, con el que venga a pedir. y V=Prstame Madre tu
manto para cubrir mi maldad. y R=Pues con l, lleno de estrellas, al
cielo he de llegar.
ORACION. y Derrama Seor tu gracia sobre nuestros corazones, para
que quienes hemos conocido por el anuncio del ngel, la encarnacin
de tu Hijo, lleguemos por los meritos de su pasin y cruz a la
gloria de su resurreccin. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.y
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LECTIO Oracin para antes de leer la Biblia TODOS: Seor Jess,
abre mis ojos y mis odos a tu Palabra. Que lea y escuche yo tu voz
y medite tus enseanzas. Despierta mi alma y mi inteligencia, para
que tu Palabra penetre en mi corazn y pueda yo saborearla y
comprenderla. Dame una gran fe en ti, para que tus palabras sean
para m otras tantas luces que me guen hacia ti por los caminos de
la justicia y de la verdad. Habla, Seor, que yo te escucho y deseo
poner en prctica tu doctrina, porque tus palabras son para m, vida,
gozo, paz y felicidad. Habla, Seor, t eres mi Seor y mi Maestro y
no escuchar a nadie sino a ti. Amn.
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CANTO: Tu Palabra me da vida
TU PALABRA ME DA VIDA, y CONFIO EN TI, SEOR. y TU PALABRA ES
ETERNA, y EN ELLA ESPERAR.y
Dichoso el que con vida intachable, y camina en la ley del Seor,
y dichoso el que guardando sus preceptos, y lo busca de todo
corazn.y
yCITA
BIBLICA: Lucas 1,39-56
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ORACIN AL ESPIRITU SANTO Espritu Santo, Espritu de sabidura, de
ciencia, del entendimiento, de consejo, llnanos, te rogamos, del
conocimiento de la Palabra de Dios, llnanos de toda sabidura e
inteligencia espiritual para poderla comprender en profundidad.
Espritu Santo, tenemos necesidad de ti, el nico que continuamente
modela en nosotros la figura y la forma de Jess.Y nos dirigimos a
ti, Mara, Madre de Jess y de la Iglesia, que has vivido la
presencia desbordante del Espritu Santo, que has experimentado la
potencia de su fuerza en ti, que las has visto obrar en tu Hijo
Jess desde el seno materno, abre nuestro corazn y nuestra mente
para que seamos dciles a la escucha de la Palabra de Dios. Amn.
yMEDITATIO
Qu me dice el texto?
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ORATIOSalmo 44 GUA: El salmo, en esta segunda parte, glorifica a
la reina. En la liturgia de hoy estos versculos son aplicados a
Mara y celebran su belleza y grandeza. R: Ya entra la princesa
bellsima. Me brota del corazn un poema bello, recito mis versos a
un rey; mi lengua es gil pluma de escribano. R: Eres el ms bello de
los hombres, en tus labios se derrama la gracia, el Seor te bendice
eternamente. R: Cete al flanco la espada, valiente: es tu gala y tu
orgullo; cabalga victorioso por la verdad y la justicia, tu diestra
te ensee a realizar proezas. Tus flechas son agudas, los pueblos se
te rinden, se acobardan los enemigos del rey. R:
y y y y y y y y y y y y y y y y y y y
Tu trono, oh Dios, permanece para siempre, cetro de rectitud es
tu cetro real; has amado la justicia y odiado la impiedad: por eso
el Seor, tu Dios, te ha ungido con aceite de jbilo entre todos tus
compaeros. R: A mirra, loe y acacia huelen tus vestidos, desde los
palacios de marfiles te deleitan las arpas. Hijas de reyes salen a
tu encuentro, de pie a tu derecha est la reina, enjoyada con oro de
Ofir. R: Escucha, hija, mira: inclina el odo, olvida tu pueblo y la
casa paterna; prendado est el rey de tu belleza: pstrate ante l,
que l es tu seor. La ciudad de Tiro viene con regalos, los pueblos
ms ricos buscan tu favor. R:
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Ya entra la princesa, bellsima, vestida de perlas y brocado; la
llevan ante el rey, con squito de vrgenes, la siguen sus compaeras:
las traen entre alegra y algazara, van entrando en el palacio real.
R: A cambio de tus padres, tendrs hijos, que nombrars prncipes por
toda la tierra. R: Quiero hacer memorable tu nombre por
generaciones y generaciones, y los pueblos te alabarn por los
siglos de los siglos. R:
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ORACIN: En la casa de Isabel, tu prima, sintindote acogida y
comprendida en tu ntimo secreto, prorrumpiste en un himno de
alabanza del corazn, hablando de Dios, de ti en relacin con l y de
la inaudita aventura ya comenzada de ser madre de Cristo y de todos
nosotros, pueblo santo de Dios. Ensanos a dar un ritmo de esperanza
y gritos de gozos a nuestras plegarias, a veces estropeada por
amargos lloros y mezcladas de tristeza casi obligatoriamente. El
Evangelio nos habla de ti, Mara, y de Isabel; ambas custodiaban en
el corazn algo, que no probaban o no querais manifestar a nadie.
Cada una se sinti sin embargo comprendida por la otra en aquel da
de la visitacin y tuvieron palabras y plegarias de fiesta. Su
encuentro se convirti en liturgia de accin de gracias y de alabanza
al Dios inefable. T, mujer del gozo profundo, cantaste el
Magnificat, sobrecogida y asombrada por todo lo que el Seor estaba
obrando en la humilde sierva. Maginificat es el grito, la explosin
de gozo, que resuena dentro de cada uno de nosotros, cuando se
siente comprendido y acogido. Amn.
CONTEMPLATIO-ACTIO y La Virgen Mara, templo del Espritu Santo,
ha acogido con fe la Palabra del Seor y se ha entregado
completamente al poder del Amor. Por este motivo se ha convertido
en imagen de la interioridad, o sea toda recogida bajo la mirada de
Dios y abandonada a la potencia del Altsimo. Mara no habla de s,
para que todo en ella pueda hablar de las maravillas del Seor en su
vida. y Qu nos falta en nuestra vida para ser antorchistas
autnticos? y Qu estamos dispuestos hacer?y
