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Revista Cultura y Droga Comité Editorial Jorge Ronderos Valderrama, Sociólogo. Mg. y Ms. Candidato a Phd. Director de la revista. Profesor Titular. Tulio Marulanda Mejía, Médico. Mg. Profesor Titular. Jorge Echeverri G., Filósofo Mg. Profesor universitario. Elmer Castaño R., Ingeniero Agrónomo. Candidato a Mg. en Filosofía. Consejo Internacional Josep María Fericgla, Phd. en Antropología. Presidente Societat de Etnopsicología Aplicada i Studis Cognitus, Sd’EA, de Barcelona, España. Constantino Manuel Torres. Phd. Artes. Profesor Titular Universidad Internacional de la Florida. USA. Jonathan Ott. Químico y etnobotánico. Investigador y escritor. Natural Products Company, USA. Danilo Antón. Phd. Investigador y escritor. Profesor Crefal, México. Manuel Villaescusa. Phd. Psicólogo e investigador. Miembro de la Sd’EA, Barcelona, España. Giorgio Samorini. Etnomicólogo. Director Revista Eleusis. Museo Cívico Di Rovereto, Italia. Departamento de Antropología y Sociología

Revista Cultura y Droga

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Revista Cultura y Droga

Comité Editorial

Jorge Ronderos Valderrama, Sociólogo. Mg. y Ms.Candidato a Phd. Director de la revista. Profesor Titular.

Tulio Marulanda Mejía, Médico. Mg. Profesor Titular.

Jorge Echeverri G., Filósofo Mg. Profesor universitario.

Elmer Castaño R., Ingeniero Agrónomo. Candidato aMg. en Filosofía.

Consejo Internacional

Josep María Fericgla, Phd. en Antropología. PresidenteSocietat de Etnopsicología Aplicada i Studis Cognitus,Sd’EA, de Barcelona, España.

Constantino Manuel Torres. Phd. Artes. Profesor TitularUniversidad Internacional de la Florida. USA.

Jonathan Ott. Químico y etnobotánico. Investigador yescritor. Natural Products Company, USA.

Danilo Antón. Phd. Investigador y escritor. ProfesorCrefal, México.

Manuel Villaescusa. Phd. Psicólogo e investigador.Miembro de la Sd’EA, Barcelona, España.

Giorgio Samorini. Etnomicólogo. Director RevistaEleusis. Museo Cívico Di Rovereto, Italia.

Departamento de Antropología y Sociología

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Universidad de CaldasVicerrectoría de Investigaciones y PostgradosFacultad de Ciencias Jurídicas y SocialesDepartamento de Antropología y SociologíaCarrera 23 No. 58-65 Piso 3o Sede PalograndeTeléfonos: 57-6. 8857912 / 8863913 Ext. 108 - 110Telefax: 57-6. 8810729 / 8855567 - A.A. 275Manizales - ColombiaCorreos electrónicos: [email protected]

[email protected] [email protected]

Cultura y Droga Año 8 No. 10. Enero-diciembre de 2003ISSN 0122-84-55Editor: Universidad de CaldasDirector: Jorge Ronderos V.

Carátula: Donna Torres, especialista en dibujo botánico.Obra: «Gifts from Pachamama» («Regalos de Pachamama»),acuarela, carboncillo, y grafito sobre papel. El hombre tabacoes un detalle. 2001. Autorizada por la artista.Contracarátula: Logosímbolo del Sd’EA, cedido especial-mente para esta edición. Autor: Marko Modic, pintor esloveno.Original pintado en 1992.

TRADUCTORES DE APOYO DE ABSTRAC: profesores deldepartamento de Lenguas y Literatura, Facultad de Artes yHumanidades de la Universidad de Caldas.

OLGA UMAÑA: Shamanisms, neo-shamanisms and the tra-ditional medicine of the Yagé in the coffee zone.

ELSA MARÍA CRUZ GARCÍA: Beatriz In Wonderland

JAHIR AGUIRRE: Consciousness of life

MARGARITA MARÍA LÓPEZ PINZÓN: Mdma (Ecstasy) UsesAnd Therapeutical Potentialities

OMAR ANDRÉS ATEHORTÚA: The Science Of Drugs

Diseño portada: Carlos Alberto ValenciaDiagramación: Andrea Betancourt GonzálezImpresión: Centro Editorial Universidad de Caldas

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Tiraje: 300 ejemplares

Precisiones

El editor de la revista hace las siguientes precisionessobre los artículos publicados por los autores:

1. Presentación bibliografías. La citación bibliográfica seha dejado al deseo del autor. Algunos tienen normasdiferentes al Instituto Colombiano de Normas Técnicas,ICONTEC: autor, titulo, ciudad/país, editorial, año, página.En algunos casos se unificaron.

2. Referencias bibliográficas. En algunos casos los autoressólo citan autor y año, sin número de página. Los

acogimos en esta forma.

Los conceptos y opiniones de los artículos son responsa-bilidad exclusiva de los autores.

Se autoriza la reproducción parcial o total, previa autoriza-ción escrita del director de la revista.

Se distribuye mediante canje, suscripción o adquisición.Suscripción dos números fuera del país: 20 dólares o 20 eurosSuscripción nacional dos números: $36.000.ooNúmero individual fuera del país: 11 dólares u 11 eurosNúmero individual en Colombia: $20.000.ooConsignaciones a Nombre de: Universidad de Caldas,Cultura y Droga Código G6FD001Banco de ColombiaCuenta: 070142807-80

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Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - Diciembre 2003

Sumario

Editorial. Investigación y Drogas 9

INVESTIGACIONES Y PRODUCCIÓN INTELECTUALESTADOS MODIFICADOS DE CONCIENCIA Y ENTEÓGENOS 17

Las experiencias activadoras de estructuras en el desarrolloindividual y de las sociedadesJosep Mª Fericgla M. 19

Manifestación arquetípicas con el consumo de yagéTulio Marulanda M. y Carolina Rico 43

Vamos a florecer los caminos, estéticas y estados modificadosde conciencia (EMC)Jorge Echeverri G. 65

Chamanismos, neochamanismos y la medicina tradicional delyagé en el Eje CafeteroJorge Ronderos V. 83

Cómeme o Bébeme: Relatos de estados alterados,Lewis Carroll y la experiencia psicodélica en el siglo XIXBeatriz Acevedo H. 119

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La scienza delle drogheGiorgio Samorini 127

ASPECTOS HISTÓRICOS, SOCIOPOLÍTICOS Y ECONÓMICOSDE LAS DROGAS 131

Minidosis de historia, educación, alcohol y tabacoMaría Mercedes Molina H. 133

Análisis económico del cultivo de la coca (erythroxylumcoca) en Colombia económico producción coca en eloriente de CaldasElmer Castaño, María Elena Bernal, Guillermo León Marín y

Carlos Julián Ramírez 141

Mamacoca y cocaína la aparente muerte del donMyriam Amparo Espinosa B., Magda Alicia Ahumada P.,

Alejandra Osejo V. 157

Hacia un cambio de paradigmas culturales, drogas, criminalidade ideologíaGuillermo Aníbal Gaërtner T. 175

Migraciones y micrográfico: el caso del Eje CafeteroWilliam Mejía O. y Germán Toro Z. 183

MDMA (éxtasis): usos y potencialidades terapéuticasJosé Carlos Bouso S. 211

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Efecto de la aplicación de glifosato en la flora y microfloraasociada a arvenses en el cultivo de café (Coffea arabiga l)en el municipio de Santa Rosa de Cabal, Departamento deRisaraldaFrancelina Grajales C., Sandra Milena García A.

y María Elena Bernal V. 225

ACTIVIDADES DEL GRUPO Y LA LÍNEA DE INVESTIGACIÓNCULTURA Y DROGA 255

Actividades e informaciones académicas 257

Reseña sobre la Maestria de Culturas y Droga para América LatinaMaría Elena Bernal V. 265

Talleres de capacitación sobre cultura y droga en los municipios deAguadas, Anserma, Chinchiná y La Dorada, departamento deCaldas – ColombiaMónica Liliana Ciro A. 273

Acercamiento a algunos aspectos ecológicos del borrachero enCaldasJuan Guillermo Bedoya P. 277

SECCIÓN DOCUMENTOS 279

¿Qué es y cómo actúa una droga psicoactiva?Karina Malpica 281

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SECCIÓN RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 295

Pueblos, drogas y serpientes; el espíritu de las plantas y elorigen de la culturaDanilo Antón 297

Animales que se drogan de Samorini GiorgioElmer Castaño R. 300

Boletín informativo BI (Butlleti Informatiu BI) de la Societatad’Etnopsicologia Aplica i Estudis Cognitius (Sd’EA)Jorge Ronderos V. 301

El culto de los antepasados Biery y la planta psicoactiva alan

(Alchornea floribundo) entre los Bantús del África OccidentalJorge Ronderos V. 304

Revista Cultura y DrogaOrientaciones y normas para los colaboradores 305

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Investigación y Drogas1

Para iniciar, tengamos presentes algunas definiciones del término dro-ga, tomadas de diccionarios, las cuales están sin comentarios.

Droga

1. C.f. Cualquier género de especies como inciensos, goma, benjuí y otras

varias especies aromáticas, simples o compuestas. También se com-

prenden en esta palabra otros varios géneros de cosas como maná,

xalapa, ruibarbo, bermellón, cardenilla, añil, X.C. LAT. Aromata, Arum. Vel

pharmacium, i. Recop. Lib 3. Tit 16. 1.2 “mandanos que se visiten las

drogas que los mercaderes venden por junto”. Pellic. Argen. Part.2 f. 94.

Hallaras quien no tema comer las más amargas drogas para conservar

la vida. 1. Diccionario de autoridades de la lengua castellana. siglo XVI.

2. Final del siglo XV. Palabra internacional de historia oscura que en caste-

llano parece procedente del norte, probablemente de Francia. El origen

último es incierto. Quizá sea primitivo la argucia “cosa de mala calidad”.

Siglo XV y proceda de la palabra última que significa “malo”(Bret. droug,

Gales Drwg, Irl. Droch) que se había aplicado a las sustancias químicas

y a las mercancías ultramarinas por el mal gusto de aquello y por des-

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. El comité editorial acogió la iniciativa de uno de sus miembros de tratar en los editoriales dela revista a futuro, diversos temas relacionados con las drogas. Iniciamos con Investigación

y Drogas y dejaremos abierto el espacio para futuras reflexiones, desde diversos ámbitos,temas, disciplinas y enfoques epistemológicos sobre las drogas.

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confianza con que el pueblo mira toda clase de Droga. 2. COROMINAS,

Joan. Breve diccionario etimología de la lengua castellana. gredos.

1973-1998. Pág. 221.

3. (del sup. ár. and. «hatrúka») 1 f. En sentido amplio, cualquier sustancia*

que se prepara y vende para cualquier finalidad: para usos industriales,

para pintar, para limpiar, etc. Particularmente, cualquier sustancia natural

o sintética que se emplea en medicina*; especialmente, las de acción

enérgica y las que se emplean para aliviar el dolor. 2. Estupefaciente. ∏

*Narcótico.

Alcaloide (de «álcali» y «-oide») m. Quím. Nombre que se da a unas

sustancias alcalinas extraídas de ciertos vegetales, algunas de las cua-

les se emplean en medicina y también como estupefaciente.

(MOLINERE, María. Diccionario de uso del español. 2000 )

4. Droga (del Arr. *hatrúka; literalmente ‘charlatanería’ ). F. Sustancia mine-

ral, vegetal o animal, que se emplea en la medicina, en la industria o en

las bellas artes.// 2. Sustancias o preparado medicamentosos de efecto

estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno.// RAE. Diccionario de

la lengua española. 2001.

La investigación en drogas en general es un campo amplio y complejo.De un lado implica relacionar los mundos vegetales y animales. Es decir lavida misma, en su biología y química. En algunos campos en botánica,cuando se trata de plantas y sus usos culturales. Cuando relacionamosdrogas y seres humanos, no podemos soslayar el mundo de las relacionessociales, de las prácticas asociados a los conocimientos. Hoy más quenunca cuando hablamos de drogas, necesariamente nos referimos a sereshumanos que las usan o las aplican, las producen o las comercializan.Múltiples pueden ser las preguntas. Indiquemos algunas que podrían ha-cerse desde diversas disciplinas, pero que necesariamente deben abor-darse multisciplinaria y holísticamente en la comprensión y explicacióninterdisciplinaria que exige el genérico fenómeno de las drogas. No tienenotro fin que ilustrar el tema.

¿Por qué, para qué y cómo consumen drogas los seres humanos? ¿Porqué, para qué y cómo las comercializan o las intercambian? ¿Por qué, paraqué y cómo las producen? ¿Por qué y con qué fines se han prohibido deter-

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minadas drogas y legalizadas otras, sin tener en cuenta los riesgos eincidencias en la salud humana? ¿Acaso las drogas legales son de menorriesgo que las ilegales, en la salud humana? ¿De qué manera la decisiónmoral de individuos mayores de edad y en uso de sus plenas facultadesmentales de consumir drogas ilegales, la legislación prohibitiva sobre dro-gas, podría estar vulnerando derechos plenos de la libertad humana con-sagrados en los derechos humanos? ¿Qué incidencia ha tenido la posturadominante del prohibicionismo de políticas intergubernamentales, en lajusticia social? ¿Acaso todos los criminalizados por drogas que pagan ohan pagado penas, son realmente victimarios, antes que víctimas? ¿Exis-ten bases científicamente planteadas para determinar que las drogas cons-tituyen la causa de que un individuo actúe de manera criminal? ¿O por elcontrario que determinadas drogas medicalizadas en sí mismas incidenen conductas positivas, altruistas y espirituales, para la cohesión y elbien social? ¿Acaso la conducta criminal o altruista, tendería a estar másdeterminada por ejemplo con características de personalidad, de condi-ciones sociales de vida o de episodios, que hacen parte de la biografía yconciencia de cada individuo? ¿Cómo ha incidido, antes que las drogas ensí, la vida familiar y social en la personalidad de los criminales o losaltruistas? ¿Y si éste fuera el caso, cuáles drogas? ¿En qué contexto ymetáfora cultural de sus significados? ¿Acaso en la tendencia del uso dedrogas, antes que el uso particular de una droga, predomina más la mez-cla y el poli consumo de drogas legales e ilegales? ¿Cómo determinar quela droga ilegal consumida es la causante de un determinado comporta-miento negativo y positivo en las relaciones e interacciones humanas? ¿Existen métodos científicos comprobados y seguros que puedan demos-trar esto? ¿O por el contrario son criterios morales o éticos los dominan-tes? ¿Cómo han incidido las drogas en los procesos de socialización enla construcción y deconstrucción de las culturas? ¿En la conciencia sub-jetiva de los individuos? ¿En determinados casos, antes que la mismadroga, algunos factores genéticos podrían haber contribuido en la conduc-ta criminal o bienhechora del ser humano? ¿Por qué y cómo, determina-das drogas inciden en el comportamiento y conducta humana de maneradiferenciada entre distintos individuos, pero también, en los mismos indivi-duos, en momentos emocionales y contextos socioculturales diferentes?¿Por qué y para qué algunos individuos usan drogas con fines de obtenermáximos resultados y potencialización psíquica y de ampliación de laconciencia? O también para potenciar energía muscular y elevar nivelesde satisfacción emocional? ¿Cómo incide en la conducta humana el uso

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de drogas orientado a obtener logros de alta competitividad y de éxitoprofesional, artístico o científico? ¿Qué relación tiene lo anterior e quéimplicaciones diferenciadas socialmente, cuando se trata de drogas le-gales e ilegales? ¿Por qué y cómo se determinaron histórica, socioculturaly económicamente que unas drogas fueran legales y otras ilegales? ¿Aquién beneficia la prohibición de determinadas drogas? ¿Por qué actual-mente se han prohibido drogas para determinadas sociedades, que sehan usado milenariamente por pueblos y culturas ancestrales con finesterapéuticos, religiosos y de clarividencia? ¿ Qué tipos de drogas de lasmedicinas indígenas tradicionales ofrecen alternativas de cura a pacien-tes con enfermedades consideradas por la medicina occidental comoincurables? ¿Cómo inciden determinadas drogas en el funcionamientocerebral? ¿Cómo actúan con mayor eficacia algunas drogas en el he-misferio izquierdo que en el derecho o viceversa y otras en la interco-nexión y equilibrio de los dos hemisferios y su incidencia en la conductahumana? ¿Qué importancia tiene hoy en Colombia investigar en drogas?¿Qué tipos de investigaciones deben hacerse? ¿Cuáles son las limita-ciones existentes para investigar en drogas? ¿A qué tipo de drogas nosreferimos? ¿Por qué existen drogas que culturalmente son consideradascomo bebidas asociadas a los alimentos? Caso el café por ejemplo o elchocolate.

Y en cuanto al término droga en si, ¿qué significados tiene hoy, se-gún sexo y clase social entre los jóvenes colombianos y de países occi-dentales? ¿Qué importancia tiene este significado en las actitudes yconductas? ¿Tiene el mismo significado para jóvenes - hombres y muje-res- recolectores de café o para estudiantes universitarios? ¿O para pro-fesionales y amas de casa? ¿O para padres de familia con niños o conadolescentes? ¿Cuáles son los principales iconos más significativos quehoy tienen algunas drogas? ¿Cuál es la relación entre algunas drogas ycostumbres tradicionales y otras con cambios generacionales? ¿Y paralos periodistas y los medios de comunicación, cuáles son los significa-dos dominantes de este término en la información que pretenden presen-tar como objetiva y desapasionada? ¿Cómo han incidido los medios decomunicación en Occidente, en determinados imaginarios y representa-ciones colectivas de las drogas; en sus usos y prácticas?

Responder a estos interrogantes, incluso en su formulación, ya plan-tea enfoques epistemológicos complejos y diversos en la investigación. Y

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según la precisión de las preguntas respecto a cómo investigar y quéinvestigar, nos conduce a campos disciplinarios diversos. El solo men-cionar el término “droga” como tema de investigación a finales del siglo XX ycomienzos del XXI, paradójicamente crea limitaciones, desde que el tema delprohibicionismo y las leyes contra algunas drogas, especialmente aquellasque actúan sobre el sistema nervioso central y que pueden ser consumidassin control medico. También inciden los precios bajos y la fácil accesibilidad alas drogas prohibidas, para los grupos de población de menores ingresos o fran-camente pobres y marginales. De otro lado, resultados de investigaciones einformes técnicos evidencian la peligrosidad de drogas legales consumidas demanera irresponsable y sin conocimiento, igualmente accesibles a cualquier gru-po de población. Dos casos: el viagra que causó en su primeros meses mayorcantidad de muertes y casos clínicos “sui géneris” de implicaciones personalesde tragicomedia. Y los inhalantes producidos con fines industriales (gasolina,pegantes, alcoholes etc.) cuyo impacto en la salud pública, especialmente demenores, hoy se considera dramático.

Así por ejemplo, se comenzó a colocar en la punta de mira delprohibicionismo a las plantas que contienen alcaloides y principios activosque actúan sobre el sistema nerviosos central, que pueden alterar el com-portamiento y la conciencia. Así se comenzó a prohibir la amapola, despuésel cáñamo, luego la coca y recientemente el kat. Curiosamente el tabacoigualmente fue prohibido en determinadas circunstancias históricas. Se con-virtieron en plantas perseguidas y sujetas a la extinción masiva. De igualmanera se convirtieron en plantas malditas y diabólicas a las que hay queexterminar y envenenar con otras drogas –como el glifosato que deteriora yaltera los ecosistemas en que se producen–, altamente poderosas y efica-ces, que las destruyen. Sin embargo se afirma por parte de las autoridades,que no perjudican la salud humana ni alteran los ecosistemas, no obstanteinvestigaciones serias y fundamentadas prueban lo contrario.

Esta es otra de las múltiples guerras que hoy contaminan el planeta ysupuestamente, como todas las guerras, pretende salvar la humanidad.¿Acaso la existencia de tales plantas, no se debe a la misma naturaleza ensu proceso evolutivo de vida? ¿Acaso no han cumplido su función biológi-ca y ecológica incluso en la evolución de la vida humana y en el desarrollode su inteligencia? De hecho todas estas plantas hacen parte de la vida yla historia humana, como también de otros animales y nexos con sus diver-sas especies vegetales.

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Cuando se pensaba que al fin la humanidad a través de la ciencia, desdeel siglo XIX abriría las luces del entendimiento humano, de todo aquello quetuviera que ver con la vida de los seres humanos y su entorno, este tema, elde las drogas, comenzó a ser restringido, comenzó a fortalecerse de maneradominante el oscurantismo con formas inquisidoras medioevales. En la medi-da en que se construyó un “imaginario de peligrosidad” en torno a las drogas,especialmente cuando se creó la relación causa efecto entre drogas y cri-men; investigar sobre ellas, adquirió progresivamente dimensiones de riesgopara los investigadores y científicos y con tales riesgos, se restringió el cam-po de su conocimiento en algunos casos.

Éticamente para la ciencia, ningún ámbito que sugiera la curiosidad ysea necesario para los avances del conocimiento científico, debiera estarrestringido para el bien de la humanidad y de la vida en el planeta. De allíque las investigaciones en campos como la biología, la genética, la físicanuclear o la cuántica, no se pueden limitar en sus desarrollos, por presumi-bles riesgos existentes, provenientes de sus hallazgos científicos; es decir,previendo un uso inadecuado en manos de perversas mentes, relaciona-das con formas de poder político-militar o económico, pudieran utilizarloscon fines inhumanos.

Sólo cuando ensayos experimentales puedan causar riesgo a la vida enel planeta, incluido desde luego la vida humana, tales ensayos debenrestringirse y su accionar debe incluso auto limitarse. Por ejemplo, la ex-plosión de bombas atómicas o manipulaciones genéticas de virus o molé-culas que pudieren ser incontrolables. Estos temores vienen progresiva-mente fortaleciéndose desde décadas atrás y cada vez con mayor tecnicis-mos virtuales a través de películas de ficción, que modulan potencialesrealidades. El cine y la televisión han contribuido a crear estos temorescolectivos e institucionales, asociados por ejemplo a poderes“extraterrestres” que amenazan la vida en el planeta.

Las drogas están y hacen parte de la naturaleza. Incluso las sintéticas,por ser elaboraciones humanas, de alguna manera adquieren característi-cas naturales en tanto la humanización de la vida tiene una base biológica.Las culturas humanas y sus dimensiones científicas o artísticas, inclusoreligiosas, tienen su base necesariamente en la biología y en la naturalezamisma. Muchas de sus estructuras químicas son análogas a las generadasendógenamente por los humanos y probablemente por otros mamíferos

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como de otras especies de aves, reptiles o peces. Las neurociencias cadadía aportan más conocimiento sobre el tema. Se sabe que tienen incidenciaen la misma mente humana, en su potencial creativo.

Cultura y droga es una unidad conceptual fundamentada en latransdisciplinariedad para una construcción interdisciplinaria, teórica yepistemológica para la comprensión y análisis científico de las prácticas yusos humanos de las drogas. Las drogas hacen parte de las culturas y lassociedades. Como se sabe las culturas y las sociedades han estructuradola fundamentación de muchos de sus procesos de socialización y repre-sentaciones culturales, en marcos rituales diversos, asociados a usos sa-grados o prácticas lúdicas, de sociabilidad, e imitación con diversas deter-minadas drogas. Solo ilustremos dos casos: 1) el alcohol, droga legal ymultifuncional propia de la tradición occidental que fuera ilegalizada en losEEUU a comienzos del siglo XX, durante una década. Sus resultados fue-ron nefastos para la democracia y la justicia. Hoy la prevención sobre suabuso es cada día de mayor prioridad. 2) Las plantas visionarias y curati-vas de las culturas ancestrales suramericanas que por miles de años sehan usado con fines rituales y medicinales y como bien de intercambiossociales. Caso la coca, el tabaco, y el chocolate. Plantas que generaron yhoy también producen, procesos de acumulación para los capitales quecontrolan su producción y comercialización. Las dos últimas, felizmentehasta el momento, no han sido prohibidas.

La revista Cultura y Droga es una revista académica y científica dedivulgación del Grupo de Investigaciones Cultura y Droga de la Universi-dad de Caldas y está, adscrita al Departamento de Antropología y Socio-logía. Tiene una periodicidad anual. El grupo ha sido reconocido en lasconvocatorias de Colciencias en 1998, 2000, 2002 y 2004. Con la apro-bación de la Maestría en Culturas y Droga para América Latina, en agos-to del 2004 por parte del Consejo Superior, el grupo aspira a darle conti-nuidad con mayor fundamentación y prospección a la investigación en eltema de las drogas y así proyectar la misión de la Universidad y aportarbases científicas en la compleja y diversa problemática política, económi-ca, social y cultural, asociada a las drogas. De otro lado, tenemos comometa en el corto plazo realizar el proceso de indexación de la revista y deesta manera visibilizar internacionalmente nuestra producción académi-ca y científica. Se trata de avanzar en conocimiento y en responsabilidadsocial con la vida.

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En este número,-que corresponde al número anual del 2003- esperamoscontribuir, como en los anteriores, con este propósito. Agradecemos a losinvestigadores que enviaron sus artículos que en este número publicamos.Invitamos a investigadores especializados e interesados sobre la temática dedrogas, a profesores y estudiantes con trabajos de pregrado o tesis depostgrado, tanto colombianos como extranjeros, que han realizado estudiossobre drogas, a presentar artículos o reseñas u otro tipo de escritos para elpróximo número y cuya temática central será las estéticas y las drogas,tema tratado en el 2004 por el taller de Cultura y Droga.

Jorge Ronderos Valderrama

Director

Universidad de Caldas, Septiembre de 2004Manizales, Colombia

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Las experiencias activadoras de

estructuras en el desarrollo individual

y de las sociedadesDr. Josep Mª Fericgla

Societat d’Etnopsicologia Aplicada i Estudis Cognitius

Resumen

Se plantean las bases teóricas e históricas de la etnopsicología, su re-lación con la antropología y los estudios de la cultura a partir de la condi-ción biológica del ser humano que vive en sociedad, destacando el campode las experiencias como escenarios de socialización y construcción decultura a partir de realidades mentales transculturales y transgeneracionales

que conforman la red básica de la vida de cada persona; concebidos estos

contenidos de forma abierta; constitutivos de la esencia de la vida psíquicade los humanos exponiéndose en el artículo como unidad de análisis delas investigaciones adelantadas por el autor, las experiencias en torno avivencias y experiencias activadoras de estructuras individuales en socie-dades, que permiten estados modificados de conciencia con la muerte,

Cultura y Droga

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orientadas en marcos académicos desde la propuesta epistemológica ymetodológica de etnopsicología con los talleres vivenciales de la propiamuerte que el autor ha dirigido y en el cual han participado cerca de dos milquinientas personas desde 1998.

Palabras claves: cultura, biología humana, conciencia, etnopsicología yantropología.

Abstract

Theoretical and historical bases of ethno-psychology are established.Also their relation with anthropology and studies of culture from the biologicalcondition of the human being that lives in society, standing out the field ofexperiences as culture socialization and construction scenarios from thetranscultural and transgenerational mental realities that make part of the

basic network in the life of each person, understanding contents openly

constitutive of the essence of the psychic life of humans exposed in thearticle as a unit for analysis of the investigations carried out by the author,the experiences around activating experiences of individual structures insocieties, which permit modified states of conscience about death, orientedin academic frameworks from the epistemological and methodologicalproposal of ethno-psychology with the experiential workshops of the deaththat the author has directed and in which around two thousand five hundredpeople have participated since 1998.

Key words: culture, human biology, conscience, ethno-psychology andanthropology.

I. Etnopsicología

Al hablar de etnopsicología suele ser adecuado realizar alguna aclara-ción previa referida a los propios límites de la disciplina, límites con fre-cuencia tan solo claros para los especialistas. A menudo se confunde laantropología psicológica, la psicología cultural, la etnopsicología y másactualmente se han añadido al cóctel las psicologías transpersonales.

Tratando de poner un mínimo orden –aunque sin querer ser exhausti-vo– se podría afirmar que la antropología psicológica nació en el siglo XIX

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como intento de comprender nuestra común dimensión humana. Su paterni-dad académica podría atribuirse a Franz Boas y sus discípulos, interesadoslectores del entonces naciente psicoanálisis freudiano (E. Sapir, R. Benedict,M. Mead y M. Herskovits). La antropología psicológica se interesa por estu-diar y elaborar teorías referidas al “espacio” en que surge el individuo comoagente activo en el campo de la cultura (no olvidemos que se trata de unarama de la antropología, por tanto el objeto central de estudio es la produc-ción cultural del ser humano). Este campo de la ciencia ha favorecido unalarga y fecunda producción especializada en la que destacan las discusionesentre antropología y psicoanálisis. Por ejemplo, B. Malinowski en 1929 negóel postulado freudiano de la universalidad de la dependencia edípica aportan-do sus análisis de campo entre los aborígenes de las islas Trobriand (1975 y1995). Recientemente, en cambio, M. Spiro (1992) reexaminó y analizó elmaterial trobrinadés de Malinowski concluyendo que, bien al contrario, revela-ba un acusado complejo de Edipo entre aquellos nativos. Discusiones teóri-cas y de campo como este ejemplo apuntado son las que enriquecen unadisciplina científica.

Por otro lado, los temas referidos a los procesos de socialización de losniños en relación a los valores culturales ha sido otro de los ámbitos favo-ritos y permanentes de investigación de la antropología psicológica. Y tan-to desde el punto de vista del psicoanálisis europeo, como del conductismonorteamericano. Ambas tendencias, así como otros campos del pensamientocientífico, consideran esencial el proceso de socialización en edades tem-pranas para explicar diversos aspectos del funcionamiento de la sociedadadulta y de la cultura. De ahí que tales estudios hayan sido abordadosdesde diferentes disciplinas aunque usen terminología diferente: en psico-logía se habla de control de impulsos, en sociología de adquisición de ro-les, en antropología de procesos de enculturación (para un análisis deta-llado de ello ver: Levine, 1977). De la antropología psicológica surgió loque se dio a conocer como cultura y personalidad, tendencia de antropolo-gía psicológica encabezada por A. Kardiner (1939), que atribuyó la casuísticade las personalidades básicas que se observan en cada grupo humano alas instituciones que genera la cultura. Recientemente ha habido vocescríticas a este modelo interpretativo pero sigue dando sus frutos.

Realizando un salto de medio siglo, se comprueba que algunos antropólogosactuales han criticado la antropología psicológica a causa de sus descripcio-nes de otras culturas siempre vistas a través de la lente psicológica,

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constriñendo así fenómenos humanos más amplios –por ejemplo, la univer-salidad de los ritos iniciáticos– a marcos reduccionistas occidentales. Asípor ejemplo, G. Obeyesekere (1990: XVII) señala cómo los antropólogos psi-cológicos tienden a entender formas simbólicas de explicación compleja, enfunción de su simple analogía con patrones psicopatológicos. Los mismo sepuede afirmar respecto a los Estados Modificados de Conciencia (EMC), seande carácter extático, de posesión, catártico o visionario por ingestión depsicotropos. La antropología psicológica, lo mismo que la mayoría de psico-logías, suele entenderlos como estados regresivos y patológicos, cuandodeben ser vistos como estados progresivos, que ayudan y empujan a la trans-formación de la personas hacia estadios de mayor salud, integración y adap-tación activa al medio y a los cambios. Contraponiéndose a análisis anterio-res de M. Spiro y de A. Kardiner, quienes interpretaban los agresivos ritosifaluk como una expresión simbólica de la hostilidad reprimida que original-mente iba dirigida contra el padre, G. Obeyesekere entendió que las activida-des rituales de las sacerdotisas extáticas de Sri Lanka estaban dotadas deuna sentido transformativo y progresivo que ayudaban a superar traumas pre-vios. Según este autor, estas sacerdotisas transforman un síntoma (patolo-gía) en un símbolo (salud) mediante la manipulación de símbolos religiosos(ibid, pág. 25). Lo mismo puede afirmarse respecto del uso de substanciaspsicoactivas como la iboga en los cultos buitistas africanos o como laayahuasca, cuyo uso ritualizado entre los pueblos indígenas amazónicosdebe ser entendido como estrategia de integración psicológica y de desa-rrollo existencial, como recurso adaptógeno y de creación cultural, no entanto que regresión patológica a estratos preverbales (para un análisisdetallado de ello: Fericgla, 2000 y 2002).

A pesar de la relación tan ambivalente que impregnó el tándem psico-logía-antropología durante un siglo, en la actualidad se observa una nue-va aproximación entre ambas ciencias. La antropología psicológica, des-de la última década del siglo XX hasta la actualidad, tiene consideracio-nes que antes formaban parte exclusiva de la agenda de los psicólogos:el estudio del yo (o de la construcción de la identidad), el análisis de lasemociones y los sentimientos (o las formas de reaccionar a los estímu-los externos), o el problema de la subjetividad en el trabajo de campo(que los psicólogos denominan proyecciones y transferencias). Esta ten-dencia psicologista está tiñendo una buena parte de la antropología devanguardia actual. Un botón de muestra lo tenemos en una de las últi-mas obras publicada de Clifford Geertz, Reflexiones antropológicas so-

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bre temas filosóficos (2002), cuyo contenido versa en gran parte sobreeste ámbito, dedicando un largo e interesante capítulo a Jerome Bruner y lapsicología cultural.

Por otro lado, tenemos un campo de investigación en alza desde laúltima mitad el siglo XX, me refiero a la psicología cultural. Si en losparágrafos anteriores se citan nombres de antropólogos que se acercarona lo psico desde la cultura, en este campo deben citarse psicólogos y psi-quiatras que descubren la importancia de la cultura en la formación de lopsíquico. Alguna de las aportaciones más interesantes de la psicologíacultural –y también haciendo aquí un repaso muy básico al campo en cues-tión– es el énfasis puesto en el hecho de que la narración es el hilo queconecta los acontecimientos en el tiempo, lo cual se halla en el núcleomismo de la construcción del pensamiento humano (véase la obra intere-santísima de BRUNER, 1995). Y, obviamente, la narración es un elementocultural. La representación de la experiencia en forma de narraciones pro-porciona una estructura que permite a los seres humanos interpretar susexperiencias y comprenderse mutuamente los unos a los otros. Como se-ñala J. Bruner, si no fuera por estas estructuras narrativizadas nos perde-ríamos en una oscuridad de experiencias caóticas y probablemente nohabríamos sobrevivido como especie (ibid, pág 56).

Un buen resumen de los contenidos actuales de la psicología culturalse puede hallar en la obra de Michael Cole, Psicología cultural (Cole, 1999).Hay también otras aportaciones a la psicología cultural que no suelenconsiderarse como tales –por meras causas escolásticas–, aunque sucontenido entra perfectamente dentro del territorio propio de esta discipli-na. Me refiero al trabajo realizado por algunos psicólogos junguianos quese han enfrentado al análisis psicológico de ciertos elementos culturalesde importancia universal. En este sentido, podría citarse la obra de LuigiZoja (Zoja, 2003), Drogas: adicción e iniciación, como un modelo de aná-lisis de los ritos iniciáticos y su importancia en el desarrollo psíquico des-de la óptica de la psicología de los arquetipos, obra que podría situarse enun lugar de honor dentro de la psicología antropológica o cultural. De he-cho, la relación entre antropología y psicología profunda viene de lejos, enabsoluto es monopolio de las modernas psicologías transpersonales. Laantropología de inicios del siglo XX había generado el concepto de “ideasprimordiales” o ideas elementales para referirse a lo que posteriormenteC.G. Jung denominó y formuló con mayor profundidad con la categoría de

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“arquetipos”. El primero que observó esta realidad psíquica universal fue eletnólogo alemán Adolf Bastian (1826-1905), considerado con frecuencia comoel padre de la etnografía. En su obra Der Mensch en el der Geschichte (El

hombre en la historia,1860, hoy inhallable en el mercado literario) propuso elconcepto de ideas elementales como un campo común a toda la humanidad,variando solo la fenomenología de la expresión. Estas ideas elementales semanifiestan en forma de las «ideas populares» propias de cada región, presa-giando ya con ello los kulturkreis, círculos culturales. La influencia de A.Bastian fue transmitida a la antropología americana a través de los trabajosde Franz Boas y sus discípulos, ya comentado en líneas anteriores. Conprioridad a A. Bastian, hallamos dos antropólogos clásicos de la escuela deE. Durkheim, H. Hubert y M. Mauss, que defendieron la existencia de verda-deras categorías universales de lo imaginario, también precursores de losarquetipos junguianos.

Finalmente, entramos en el campo propio de la etnopsicología. Estadisciplina nace a raíz de las fecundas críticas y la evolución realizada enlas anteriores ramas de la ciencia. La etnopsicología se centra en el estu-dio de lo que podríamos denominar “teorías indígenas” referidas a la es-tructura y dinámica de la psique. En este sentido, la etnopsicología es hijadirecta de las modernas etnociencias (véase Barfield, 2001:264 y ss.) y,como sus parientes, tiene un pie anclado en detallados análisis lingüísticosde categorías nativas para tratar de reconstruir el mundo y la racionalidadde otras culturas y otros pueblos. La etnopsicología intenta deshilvanar laforma en que otros pueblos piensan que piensan, y ordenan y reordenansus formas de pensar el mundo. Los etnopsicólogos centran la atención enlas narrativas que construyen los nativos para explicar sus mundos, ya quea través de las narraciones se revela la racionalidad subyacente a cadacosmovisión. Ahí se observa uno de los puentes que unen la psicologíacultural y la moderna etnopsicología, por ejemplo a través de la obra origi-nal de Roy d’Andrade y de su esfuerzo por formalizar las interpretacionesculturalmente construidas acerca de cómo trabaja la mente (D’Andrade,1987). Además de esta deuda con etnolingüistas y cognitivistas, laetnopsicología es clara ahijada de la línea original de F. Boas por un lado(en especial: Boas, 1992), de la antropología interpretativa encabezadapor C. Geertz por otro lado (1988 y 1994), de las recopilaciones de relatosque ponen de relieve las distintas categorías nativas de pensamiento (porejemplo: Kakar, 1993) y de los modernos trabajos sobre chamanismo yestados modificados de consciencia.

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La etnopsicología parte, entre otras, de la premisa de que los modelosculturales que se construyen y transmiten por vía de las narrativas de cadapueblo sirven de “intuiciones vitales” que guían y orientan la acción dirigida aconstruir el conocimiento y la experiencia ordinarios en cada mundo culturalparticular (Quinn y Holland, 1987:12). Cada cultura posee su propia manera,única e intraducible, de construir y experimentar el mundo; de ahí que lasteorías occidentales sobre la mente, las emociones y las psicoterapias handejado de ser válidas como fórmulas universales ya que no tienen más valorque las desarrolladas en otras culturas. De ahí también que sea necesariohoy más que nunca tratar de diferenciar entre el bagaje cultural y las cargasgenéticas en referencia a las funciones psíquicas, a sabiendas de lo inextri-cable de ambas dimensiones, de que el mundo interior y el mundo exteriordel ser humano se troquelan mutuamente sin que haya un punto claro defractura, al contrario. Ya pasó el tiempo de alimentar una lucha del biologismocontra el psicologismo, y del psicologismo contra el culturalismo; es tiempode crear un espacio sistémico desde el cual tratar de comprender la interrelaciónesencial que existe.

Hay una gran diferencia en las realidades psicológicas construidas porcada cultura a través de su historia, de su evolución como pueblo. No obs-tante, algunas de estas realidades son universales y dependen de nuestrapropia naturaleza humana (el valor de los episodios oníricos y de algunossímbolos específicos); otros factores son el resultado de cada cultura con-creta (lo que cada pueblo aplica de los sueños en conjunto). Así por ejem-plo, en tanto que unas sociedades desarrollan ciertos trastornos psicológi-cos (la “tusa” de los paisas andinos colombianos), otras desarrollan otrostrastornos (la bulimia de los occidentales) y no son comparables ni trata-bles bajo el mismo prisma, pero en todo el mundo se concibe la existenciade anomalías.

La mayor parte de lo que podríamos denominar psicologías no occiden-tales se basan en una ideación fluida de la realidad, a pesar de que cadaforma de manifestación concreta es concebida como un fenómeno particu-lar. Diríamos que cada chamán es un individuo peculiar y único que se dejaguiar por su propia intuición –capacidad que entrena constantemente– einventa sus prácticas diagnósticas y sus canciones y danzas curativas conrelación al fluir de cada instante. Esto se opone al psicólogo occidentalcuyas funciones y marco interpretativo está fijado por normas académicasy legales que dejan poco espacio a la invención individual.

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En este sentido, pues, la etnopsicología se ocupa tanto de tratar de des-cifrar los mapas que otras culturas elaboran de la realidad psíquica humana yla racionalidad subyacente a tales mapas (se denomine mitológica, animista,mágica, de los ancestros o como fuere), como de ordenar y entender lascategorías diagnósticas y sanadoras aplicadas a anomalías mentales, deacuerdo con aquellas realidades culturales nativas. Cada pueblo genera de-terminados trastornos y busca las soluciones adecuadas, aunque realmenteel proceso suele ocurrir al revés: cada cultura reconoce aquellas enfermeda-des que puede curar.

Este aspecto de la etnopsicología aplicada es de gran importancia en laactualidad dados los movimientos humanos provocados por el proceso demundialización de la economía capitalista. Por un lado, la etnopsicologíadota a las terapias occidentales de conocimientos relativos a la construc-ción del cosmos por parte de nativos de diferentes regiones del planeta, locual puede ser usado en términos aplicados a los diagnósticos clínicos. Asípor ejemplo, cuando un indígena amazónico dice oír voces en su interiorno debe ser inmediatamente tildado de esquizoide, ya que en su mundo esnormal –incluso deseado– escuchar las voces de los antepasados y de losespíritus que habitan el bosque tropical. (Ver, por ejemplo, el sugerente yriguroso trabajo del psicoanalista indio Sudhir Kakar, 1993, el cual hacereferencia a las voces que se escuchan dentro del propio sujeto desde lainterpretación de las diversas escuelas y religiosidades indias). En unainvestigación de campo realizada por quien suscribe y un equipo de dospsiquiatras, por aquel entonces del Hospital Clínic de Barcelona (Joan Obiolsy Jorge Atala), investigación realizada entre los indígenas shuar de la AltaAmazonía ecuatoriana, se puso de relieve que los test SRQ y, muy enespecial, el PERI de uso tan universal en occidente para el diagnósticopsiquiátrico, no son utilizables entre nativos sudamericanos.

Algunos de los ítems del cuestionario PERI peguntan al sujeto si oyevoces dentro de su cabeza, si alguna vez se ha sentido controlado porfuerzas exteriores inevitables o si siente que lo están persiguiendo. Lasrespuestas afirmativas son consideradas indicativas de tendencia a la psi-

1. El anunciado concreto de algunas de las nueve preguntas del PERI es: 1) “¿Alguna vez haescuchado voces y otros sonidos estando solo, cuando no había nadie cerca de Ud.?”; 4)“¿Ha visto Ud. personas o cosas que otros no podían ver cuando estaba solo?”; 7) “¿Hasentido Ud. alguna vez que le quitaban o le introducían pensamientos en la cabeza?”.

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cosis [1 ] ya que tales valores son tomados en Occidente como referente dealucinaciones auditivas o de delirio de persecución. Un índice importantede los nativos amazónicos entrevistados respondió afirmativamente(Fericgla, 2002), con lo cual puntuaron como un pueblo con una terribleprevalencia a sufrir trastornos graves. En cambio, el análisis de campodirecto realizado por los psiquiatras que formaban parte del equipo, tenien-do en cuenta los valores etnolingüísticos y culturales pertinentes, puso derelieve que este pueblo carece por completo de indicios de esquizofreniani de otros trastornos mentales profundos, como crisis psicóticas. Tras con-versar con decenas de nativos de posible diagnóstico esquizoide según eltest, tras aplicarles la Escala para la Evaluación de Síntomas Positivos(SAPS) y tras descartar otras posibles hipótesis (los shuar matan o dejanmorir en la selva a los enfermos mentales, debemos preguntar por embru-jados y no por enfermos, buscar otras categorías culturales bajo las quepudieran estar enclavados), el resultado provisional fue que ni siquieraexiste el 0.7% de esquizofrénicos. Este índice es el que la OMS presuponeque se da en referencia a esquizofrénicos sobre el total de la poblaciónmundial, más allá de valores culturales.

Los shuar, como otros muchos pueblos nativos de distintas regiones delplaneta, conciben la realidad conformada por diversos estratos, alguno vi-sible a simple vista y otros sólo perceptibles en sueños, bajo el efecto depsicotropos visionarios o durante estados extáticos especiales. Preguntara estas personas si alguna vez han escuchado voces estando solas escomo preguntárselo a alguien residente en Barcelona que escucha la radioen su apartamento cuando está solo, y diagnosticarlo de psicótico porqueescucha voces estando solo... ¡sin contar con la existencia de la radio!Preguntar a tales nativos si disfrutan de poderes especiales que otros notienen (ítem 5 del PERI) es poner en duda sus capacidades más preciadas,en especial si se trata de chamanes, de un buen cazador o de madresfecundas. Sería el equivalente en nuestras sociedades a preguntar a undoctor en arqueología, a un militar con abundantes medallas o a una mar-quesa de la vieja nobleza europea si creen tener algún título del que otroscarecen (y si responden afirmativamente ¡diagnosticarlos de dementes!).

Como se puede observar, este tipo de trabajos están lejos de los querealiza la antropología psicológica cuyo objetivo suele ser la búsqueda decategorías psicológicas occidentales en otras sociedades. Así por ejemplo,una revisión al índice de publicaciones de la norteamericana Society for

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Psychological Anthropology aporta artículos del estilo “Cultura y psicopatología:indicaciones para una antropología psiquiátrica” (Good, 1995), Depresión e

histeria o Psicología social (Ingham, 1996). La etnopsicología se hunde enlas raíces de los pueblos indígenas, sin tratar de analizarlos a priori con nues-tras herramientas conceptuales.

Por otro lado, la etnopsicología aporta a los estudios occidentales de lamente concepciones, conocimientos, formas de realidad y recursos tera-péuticos propios de otras culturas que, a menudo e incluso sin entenderselógicamente sus mecanismos de acción, pueden ser aplicados en el mun-do postindustrializado. Es el caso, por ejemplo, del uso de psicotropos enritos de paso, de la magia transgeneracional o de los estados catárticospropios de tantos ritos iniciáticos no occidentales. Dos ejemplos importan-tes y significativos de tales aportaciones:

a) El actual movimiento de psicoterapia sistémica popularizado por el ale-mán Bert Hellinger y conocido como terapia Primal, basada en la técni-ca de las constelaciones familiares, tiene una deuda con ciertas formasnativas de entender el papel de los ancestros y familiares en general.Hellinger, estuvo una década y media en calidad de misionero católicoentre el pueblo Zulú del grupo ngoni, que habitan Zululandia al este deSudáfrica. Esta gran etnia africana tiene muy presente a sus ancestrosen la cultura y los ritos; consideran que esté donde esté una persona,su familia siempre va con ella; se sobreentiende que nunca hay quedejar en ridículo a otra persona; los padres hacen valer su autoridadcon toda naturalidad y los hijos, con toda naturalidad, respetan a lospadres. Por medio de sus prácticas tradicionales interactúan con losancestros o les piden fuerza para vivir. Hellinger reconoce haber expe-rimentado la integración que le provocaba la música Zulú y el ritual den-tro de la masa. Aceptó haberse visto influido por la cultura zulú cuandofue desarrollando su técnica específica de constelaciones familiares.En realidad, la psicogenealogía que emerge en muchas prácticas y es-cuelas actuales de Occidente, está presente en innumerables tradicio-nes nativas, desde el chamanismo americano hasta los ritos de pose-sión africanos. Hellinger afirma no saber cómo actúan las dinámicasterapéuticas que acaecen al configurar las constelaciones familiares,pero que no hay duda sobre su eficacia. Para Hellinger, lo sorprendentees que los efectos de las constelaciones no provienen solamente de losvivos, sino también de los muertos que pueden haber sido olvidados

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hace mucho tiempo (Cfr. Hellinger, 2004:8). Ellos pueden establecer con-tacto durante una constelación familiar, en cuanto a que muestran lo quedebe ser corregido, y así los vivos pueden ser liberados de las consecuen-cias dañinas del pasado. Este mismo autor, pone de relieve que las cons-telaciones familiares nos permiten experimentar lo que entre los chamaneses conocido y determinado por sus imágenes rituales. Ambas manifes-taciones de lo humano, aunque en culturas distintas y bajo formas dife-rentes, van al encuentro de momentos decisivos, de experiencias útilespara el desarrollo humano. B. Hellinger es un psicoterapeuta empiristaque no se preocupa de la posible teoría que explicaría el mecanismos deacción, sino que ha afinado técnicas nativas adaptándolas al mundocultural occidental.

Tratar de explicar el gran desembarco de los antepasados en la psico-terapia actual, más allá del triangulo edípico padre-madre-bebé, implicarecurrir a trabajos etnopsicológicos para tener alguna pista que permitaactuar a nivel transgeneracional, a pesar de no entenderse la teoría nativa.Esta praxis surge de actos mágicos o chamánicos ajenos a nuestracosmovisión científica habitual, pero que tras una traducción adecuadaconsigue efectos equivalentes.

b) En segundo lugar cabe mencionar la ayahuasca, potente psicotropopanamazónico. La ayahuasca ha sido usada como recurso adaptógenodesde hace milenios por parte de los pueblos chamánicos amazónicosy andinos (Ott, 2000). Está siendo estudiada desde mediados del sigloXX por la etnopsicología y la psicofarmacología, y se está experimen-tando su aplicación en el ámbito de la psicoterapia y del desarrollo delos potenciales humanos. Esta pócima visionaria es usada por más desetenta grupos étnicos de la alta y baja Amazonía para “ver” las dimen-siones ocultas de la realidad exotérica (dónde se halla un objeto perdi-do) y esotérica (qué espíritu es el causante de la enfermedad de un“paciente” del chamán). A pesar de ello, esta división es mía: para unnativo amazónico no existe tal división entre nuestra ideación de la rea-lidad empírica externa y la realidad inmaterial o espiritual. Dado el des-conocimiento de los efectos de la ayahuasca sobre la mente humanaque hay en nuestras tradiciones culturales, la etnopsicología debe em-pezar por acogerse a la interpretación nativa de tales visiones y explo-siones de consciencia. Para ello es necesario disponer de un conoci-miento previo y profundo relativo a los ámbitos chamánicos donde es

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usada la ayahuasca y desde donde se generan las categorías culturalesindígenas sobre su uso e interpretación de los efectos. Los chamanesamazónicos hablan de espíritus y de poderes visibles bajo el efecto dela substancia visionaria (aenstri tsentsak entre los shuar), elementosque en nuestras culturas deben ser traducidos por “factores inconscien-tes”, con el riesgo extremo que supone tal “traducción” de proyectarcategorías etnocéntricas nuestras en lugar de realizar una descripciónde los contenidos mentales a que se refieren los shuar (para una discu-sión detallada de los problemas de traducción cultural del fenómenochamánico, ver: Fericgla 2000; información detallada del uso y efectosde la ayahuasca en: Fericgla 2002). A pesar de ello, la etnopsicologíaestá poniendo de relieve que lo que provoca la ayahuasca -a un ciertonivel comprensible para el pensamiento Occidental- es una disoluciónde las barreras mnésicas del mundo emocional del sujeto. Por tanto, esuna herramienta de gran utilidad en procesos de psicoterapia profunda.

También la psicología transpersonal se ocupa de tales estados de lamente desde una posición no patologizante, con la salvedad de que laetnopsicología abre puertas mucho mas amplias ya que entiende a la vezel papel del individuo en el control de su propia vida mental y el papel quela cultura juega sobre ello.

II. ¿Comenzar por lo psico -o por etno-?

La respuesta a la pregunta del título del capítulo es casi obvia: hay queinvestigar el traslúcido espacio común a lo cultural y a lo psicológico. Elprincipal campo común a lo cultural y lo psicológico son las experiencias. Ladimensión biológica del ser humano –y en ello incluyo lo somatoforme y lopsíquico– necesita desarrollarse acompañada de estructuras culturales di-námicas que engarcen los cambios fisiológicos en estructuras simbólicasque trasciendan el mero existir biológico, dando valores y sentido a la exis-tencia. Un ser humano no puede ser humano sin una cultura. Somos seresimprescindiblemente bioculturales. Los humanos nacemos siendo un enor-me saco de capacidades por desarrollar. Debemos esforzarnos para des-envolver tales potencialidades innatas y llegar a ser humanos. No puedeexistir un ser humano sin un idioma y un sistema de valores, sin una pautapara relacionarse con los demás... en definitiva sin una cultura. La psique yel cuerpo son una unidad condicionada por los valores culturales. Lo exter-

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no y lo interno en el ser humano se troquelan mutuamente. De ahí que nopueden existir patologías fuera de un marco cultural porque no existe unconocimiento exotérico fuera de alguna cultura concreta.

Este hecho nos da una incomparable capacidad adaptativa: cada per-sona debe adquirir las habilidades necesarias para existir, lo cual le permi-te seleccionar entre innumerables disposiciones y alimentar aquellas quemejor le servirán para vivir. No obstante, esto supone que cada ser huma-no, para sobrevivir, debe aprender de nuevo todo lo que al resto de anima-les les viene casi completamente dado en su carga genética. Aprendemostodo lo que rebasa los límites del saco de los instintos, aprendemos tam-bién las enfermedades (excluyendo algunas de víricas y bacterianas) y lostrastornos mentales aunque la mente consciente no se dé cuenta de cómoactúa el proceso.

Para desarrollar y formalizar nuestras abiertas capacidades biológicashacen falta experiencias. Cada experiencia que acaece en la vida de unapersona es un evento que condiciona su mundo interno pero, en tanto quesuceso externo, la experiencia es codificada por el individuo e interpretadapor su orden sistémico previo. Es decir, la experiencia física en sí mismasupone “relativamente poco” para el sujeto: todo depende de cómo el indi-viduo la codifique y concluya. De ahí que cada sociedad sufre las enferme-dades que puede diagnosticar y curar.

Las diversas sociedades clásicas sabían que ciertas experiencias sonmás profundas que otras, y que dejan una huella –engrama– que otrasexperiencias seguirán, acabando por consolidar un “camino biológico” oautomatismo cognitivo, emocional y conductual. Para que sean útiles en elproceso de desarrollo de los jóvenes, estas experiencias que generanengramas deben realizarse dentro de marcos culturalmente construidospara tal fin, lo que hasta la actualidad se han denominado ritos.

Así, una forma abierta de entender los ritos es en tanto que experienciasque la cultura va interponiendo a lo largo de la existencia de las personas paraayudarlas a formalizar sus cambios, incluso a veces para estimularlas, paraubicarlas en el mundo y para revitalizar su espacio cultural. Los ritos –no hayque confundirlos con las ceremonias– enseñan a las personas sus derechosy deberes en un momento, lugar y cultura determinados. Ordenan su mundoinconsciente tanto como el consciente. De ahí que diversas psicoterapias

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reciban la consideración de actos rituales: lo son en tanto que activanestructuras internas que ayudan a desarrollar al sujeto en sus capacida-des. Incluso se puede afirmar que los rituales iniciáticos cumplen connecesidades arquetípicas. Como hipótesis es sugerente pensar que lanaturaleza humana contiene el arquetipo de la iniciación, del “ir a algunaparte”, y cuando un marco cultural, como el Occidente actual, es incapazde satisfacer esta necesidad biológica la pulsión arquetípica busca cami-nos anómalos para su expresión y desarrollo (grupos violentos,drogadicciones y otros comportamientos compulsivos). Todo ello es obje-to de estudio de la etnopsicología ya que constituye el campo conjuntoentre la cultura y la mente.

Dicho lo anterior, cabe mencionar que existen una serie de intereses uni-versales del ser humano, realidades mentales transculturales ytransgeneracionales que conforman la red básica de la vida de cada per-sona. Podrían concebirse como contenidos de forma abierta que constitu-yen la esencia de la vida psíquica de los humanos. Justamente es paraacotarlos y darles sentido que cada sociedad ha desarrollado sus sucesosrituales, experiencias que propulsan y conducen la realización del indivi-duo hasta su fase madura y hasta el óbito, dándole una identidad, mostrán-dole unos fines existenciales y unos medios para llegar a ellos. También eneste caso se puede considerar campo de estudio de la etnopsicología.

Ejemplos de tales contenidos biológicos abiertos que delimitan la vidade cada persona más allá de la cultura pero que toman su forma a partir decada cultura específica son:

- el nacimiento,- la adquisición de un lenguaje codificado,- el amor (entendido como reconocimiento: amar es una forma de rela-

ción basada en reconocer al otro/a),- la muerte,- las seis emociones básicas y su imprescindible socialización,- el cuerpo y las diversas funciones corporales,- la relación con los padres y ancestros en general,- la relación con los hermanos y personas de la misma generación en

general,- la relación con los hijos y descendientes en general,- la relación con el entorno,

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- la sexualidad,- la construcción y mantenimiento de límites personales y de una identidad

o conjunto de ellas,- la necesidad de una integración psíquica,- la continuidad del yo o pervivencia de la existencia.

Para dar forma a cada uno de estos intereses, la humanidad ha desa-rrollado rituales o experiencias especialmente diseñadas que unen la di-mensión individual (psicológica) y la colectiva (cultural).

De ahí pues, que en lugar de hablar de ritos sea hoy más correcto pen-sar en términos dinámicos de Experiencias Activadoras de Estructuras (cuyoacrónimo es Exaces). La etnopsicología se centra en el estudio de cómocada cultura fija tales experiencias y da sentido a las estructuras mentalesque activan o conforman.

III. La muerte como experiencia activadorade estructuras internas y matriz de elementosculturales

Por otro lado, llenar la vida de sentido, algo que los humanos necesita-mos, exige experimentar la muerte en su potencial totalidad. Esto es lo quesucedía –y sucede– en los ritos iniciáticos de otras culturas donde los indi-viduos, a lo largo de su vida, atraviesan por una o varias experiencias delocura,2 o experiencias de cuasi muerte y regeneración que van jalonandosu existencia. De ahí la importancia incuestionable de los denominadosestados modificados de la consciencia para la etnopsicología.

Las técnicas para inducir controladamente tales estados catárticos,visionarios o de profunda disociación son diversas y conocidas desde losalbores de la humanidad. Para citar algunos recursos cogidos al vuelo, sepuede mencionar el consumo de potentes psicotropos dentro de marcosritualizados (diversos grupos indígenas norte y sudamericanos consumi-

2. Aunque la categoría “locura” es propiamente occidental: los ancianos shuar afirman queantes de la llegada de los blancos, allá por los años 1950, no había locos entre ellos, queesta “brujería” la trajeron los blancos y, hasta donde nuestras observaciones y análisis decampo permiten afirmar, ello es empíricamente cierto.

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dores de peyote, ayahuasca, brugmansias o sanpedro, o los africanos se-guidores del culto buiti consumidores de iboga). También se consiguen talesestados de consciencia disociada por medio de largas deprivaciones senso-riales (budismo zen, anacoretas del cristianismo medieval o ascetas hindúes),por medio de técnicas músico-mecánicas (como la música y la danza catárticade los gnawa marroquíes o la extática de los sufis giróvagos) o por medio deun control específico de la respiración (como las técnicas yóguicas dePranayama, el Kapalabhati o las respiraciones holorénica y holotrópica). Elfin parece ser siempre el mismo: tener una experiencia de la propia muerte,de llegar a los límites existenciales, como acicate para sanar, vivir con másintensidad, amplitud y presencia, como camino para trascender la enferme-dad y el miedo a la muerte corporal.3

Como se ha podido evaluar en diversos contextos, tras una experienciadel óbito correctamente dirigida se da un incremento de consciencia delpropio Ser, se desvelan sentidos de la vida más profundos y trascenden-tes, se toma más consciencia del ahora y el aquí reales, se consigue orde-nar los fines vitales con mayor claridad y firmeza, aumenta la autoestima yse gana en paz y serenidad personal. En definitiva, mejora substancialmenteeste complejo equilibrio que denominamos salud. De ahí que los ritosiniciáticos y demás formas culturalmente instituidas para enmarcar y darsentido a los cambios suelan contener en su núcleo una experiencia demuerte que permite la regeneración, siendo por ello sucesos sanadores endiversos sentidos. En definitiva se trata de experiencias activadoras deestructuras internas, Exaces en la nueva terminología.

Por otro lado, si un evento bloquea el desarrollo de alguno de los poten-ciales del sujeto se trata de un suceso bloqueante, lo que en términos psi-cológicos se denominaría una experiencia traumática. En este sentido, lavida de cada ser humano va tomando forma, llenándose de contenidos ydesarrollándose en relación directa a su transcurrir por experiencias

activadoras de estructuras (Exaces) y por experiencias bloqueantes. Laactivación de estructuras internas es un proceso indicativo de salud; la

3. Podríamos mencionar los “Talleres de integración vivencial de la propia muerte” comoexperimento de ritual contemporáneo y occidental. Por medio de la técnica de respiracionesholorénicas, desarrollada por el autor, los asistentes tienen una experiencia de muerte yregeneración. Sin poder acabar de explicar los mecanismos, tras los talleres se observanmejorías innegables y duraderas a diversos tipos de trastornos físicos y psíquicos. Porellos han pasado más de dos mil personas y se realizan principalmente en Barcelona.

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enfermedad, en cambio, es siempre una forma de bloqueo de determinadascapacidades funcionales.

De ahí pues que una forma de acercarse a la psicología dándole a lavez una dimensión transcultural, la forma de alimentar una verdaderaetnopsicología, sea estudiando en detalle tales experiencias constituyen-tes de cada ser humano. Las culturas enseñan a codificar las distintasexperiencias, incluyendo el dolor.

La consecuencia más habitual que tienen los sucesos bloqueantes sonlas promesas negativas que uno se hace a sí mismo: “¡no diré más lo quepienso aunque reviente porque los demás se burlan de mí y me sientopeor!”, “no permitiré que esto me suceda otra vez”, “no me entregaré másal amor, porque si después me dejan, sufro”. Este tipo de promesas jalonanel periodo infantil y juvenil, luego pasan al inconsciente y se olvidan, perosiguen actuando sobre el cuerpo, sobre la psique y en la forma de relacio-narse y construir el mundo, constituyendo una parte importante del guiónque luego sigue la vida de cada persona. El ser humano va perdiendo asícapacidad de adaptación y de experimentar la vida real a medida que vasumando autopromesas derivadas de sucesos bloqueantes, y se va ne-gando la propia capacidad de desarrollo.

Cada cultura ha desarrollado diversas técnicas para librarse de estaspromesas negativas y para ayudar a los individuos a proseguir su caminode desarrollo individual (técnicas chamánicas, meditativas, farmacológicasy demás). Es decir, cada cultura se transmite –en parte– a través del con-junto de Exaces y de sucesos bloqueantes que conforman la vida de laspersonas y que les otorgan sentido e identidad. De ahí que también estodeba ser tomado como objeto de estudio de la etnopsicología.

La etnopsicología aplicada está recién empezando a aprovechar algu-nos de estos métodos culturalmente ajenos para usarlos en beneficiopropio. Por ejemplo, el ya mencionado trabajo con constelaciones fami-

liares desarrollado por Bert Hellinger (inspirado en ciertos ritos del Áfricanegra), el aprovechamiento de técnicas orientales de meditación comométodo terapéutico (difundido por los líderes de la Gestalt actual), lastécnicas de psicosíntesis de Salvador Roquet (inspiradas en ritos extáticosde grupos amerindios mesoamericanos) o el trabajo de autodescubri-miento y de resolución de conflictos compulsivos usando la ayahuasca y

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determinadas Exaces (desarrollado por quien suscribe y un equipo decolaboradores).

La psicología y la antropología contemporáneas harían bien en fijar más suatención en el juego sistémico que mantienen las experiencias activadoras deestructuras, o Exaces, y las experiencias bloqueantes como hitos que determi-nan el campo en el que va a transcurrir la existencia de toda persona y de todocolectivo. La institucionalización de tales experiencias en forma de ritos implicaque van pasando de una generación a la siguiente, construyendo así un ethos

y un eidos propio de cada pueblo. Cuando una sociedad carece de Exaces

adecuadamente construidas e institucionalizadas se generan determinados tras-tornos y comportamientos directamente relacionados con ello, como sucedeen la actualidad de Occidente. Este es el punto en que lo colectivo y lo indivi-dual se unen de forma inextricable, formando una red propiamente objeto de laetnopsicología.

IV. Etnopsicología, metodología y estados modificadosde conciencia

Como se ha venido mencionando en líneas anteriores, uno de los ámbi-tos de trabajo de la etnopsicología que ha resultado más fecundo para laciencia y las psicoterapias es el análisis de los EMC, tanto desde su dimen-sión psíquica como desde su dimensión ritual, simbólica y cultural. El aná-lisis etnopsicológico pone en jaque mate definitivo la creencia de que nuestroestado ordinario de consciencia es universal y natural, y el hecho de creeren la exclusividad de la naturaleza constructiva de nuestro estado ordina-rio de conciencia (Tart, 1994:17 a 61).

Insisto en que cada cultura escoge selectivamente ciertas experienciasque llenan la consciencia y las modela a través del proceso de socializa-ción. Lo que denominamos “estado ordinario de consciencia” no es másque una manera semiarbitraria de estructurar la consciencia, que facilitaciertas capacidades adaptativas específicas e inhibe el desarrollo de otraspotencialidades de la mente humana. La relevancia del estudio etno-psicológico de los EMC se centra en la posibilidad que abre esta disciplinapara comprender los potenciales que brindan los diversos estados de cons-ciencia. Gracias a la etnopsicología se hacen posibles –dentro de una cier-ta óptica cultural propia– aquellas experiencias extáticas, catárticas, visio-

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narias, intuitivas, de atemporalidad y demás que hasta ahora eran territorioexclusivo de las religiones extáticas, los misticismos y los chamanismos.

Lo que asombra en un análisis intercultural diacrónico y sincrónico (dentrodel cual insertar también nuestra misma cultura), no es la presencia, sino laausencia de formas “oficiales” de modificación de la consciencia en nuestrassociedades. Y esto asombra aún más por la manera en que ha sidosistemáticamente ignorado por psiquiatras y psicoanalistas. La modificaciónritual de la consciencia es una experiencia presente en el noventa por cientode las sociedades humanas (Bourguignon, 1986), debe ser considerada comoparte de la herencia psicobiológica y considerada una de las necesidadesbásicas del ser humano. (Wittgenstein, 1992).

De ahí que el hecho de situar los EMC como objeto central de estudiode la etnopsicología no es una nueva forma camuflada de reducirse a “unterreno transpersonal” sino que, al contrario, implica abrir extensos cam-pos de investigación empírica y aplicada justo allí donde actúa de formainextricablemente unida lo que denominaríamos espacio subjetivo indivi-dual y espacio colectivo cultural.

En este sentido, mientras que el estudio de la consciencia y el recono-cimiento del valor terapéutico de los EMC es, en el ámbito de la psicolo-gía occidental, un hecho de historia reciente, las religiones extáticas, loschamanismos y la mayoría de pueblos indígenas ritualizan terapéuticamentelos EMC desde hace miles de años (PETERS, 1981). Este hecho resultaevidente, por ejemplo, por medio de la simple observación de la riquezaterminológica que tienen las culturas tradicionales en referencia a los esta-dos modificados de consciencia, y más aun si la contrastamos con la limi-tada terminología científica referida a ello. También resulta significativo elelevado y complejo nivel de elaboración y refinamiento de las técnicas nati-vas para inducir EMC, en contraste con las cuales las metodologías occi-dentales como la hipnosis resultan completamente rudimentarias. Entre losshuar, para citar una ilustración concreta, la técnica para cocinar la ayahuasca–natémª en su terminología– es el más complejo y largo de todos sus mé-todos de cocinado, incluyendo la elaboración de alimentos y el cocido delos cacharros de terracota.

Tales conocimientos pueden revelar la gran importancia que tiene el desa-rrollo de modelos terapéuticos integrados, como son los trabajos de Nathan

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en Francia (Nathan, 1990), de Collomb en Dakar, de Lambo en Nigeria, deCoppo en Mali (Coppo, 1988), o los tratamientos protocolizados para el usode la ayahuasca y otros psicotropos como medios para abrir y/o generardimensiones de la mente que por otros caminos habituales en Occidenteresultan impracticables o de difícil construcción. Estos enfoques y los tra-bajos derivados de ello son verdaderos talleres experimentales deetnopsicología.4

Por otro lado, y desde una perspectiva más amplia, se abre la posibili-dad de un enfoque experiencial en el estudio etnopsicológico de los EMC,camino que configura la etnopsicología como una ciencia específica conmetodologías propias de investigación. Esta perspectiva subjetivista, am-pliamente explorada en meditación, sólo recientemente ha producido algu-nos ejemplos en etnopsicología y etnobotánica al exigir el autoensayo y laautoobservación como método para elaborar conocimientos sistemáticos yútiles en nuestro campo. El problema con respecto a este enfoquemetodológico –muy criticado por el neopositivismo– es el que concierne ala evaluación de la cualidad del conocimiento derivado de la autoobservacióndurante las sesiones experienciales.

Esta dimensión subjetiva que en el pasado, y a causa de una extremaobsesión por la objetividad, la antropología y la psicología han vivido demanera problemática, parece que va encontrando una mayor aceptaciónacadémica en virtud de la “imprescindibilidad epistemológica de la rein-tegración del observador” (Speziale, 1994). Ésta es una condición queahora la etnopsicología comparte con las otras ramas del pensamientocientífico. Es más, el reconocimiento de las propias construcciones de larealidad y del hecho de que cada proceso de observación es, a la vez, unproceso de construcción de la realidad observada, resulta ser un estilode pensamiento más maduro que la circularidad viciosa de una metodo-logía objetiva que, en realidad, da por descontado lo que tiene que de-mostrar.

4. Anualmente organizamos en Barcelona un seminario teórico-práctico de formación sobreEMC, desarrollo personal y psicoterapia. Probablemente sea el único en mundo occidentalpor el enfoque formativo científico que ofrece. La mayoría de psicoterapeutas que asistendescubren los potenciales curativos de los EMC y las formas de trabajar con ello una vezdespojados de exotismos y adaptadas las técnicas a nuestras formas y estilo cultural. Puedehallarse información en la web de la Societat d’Etnopsicologia Aplicada i Estudis Cognitius

(www.etnopsico.org).

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Por otro lado, el sentido de un enfoque experiencial o vivencial de la inves-tigación etnopsicológica no consiste en caricaturizar al chamán y dar un es-quema de sus formas de acción (como sucede hoy con tanta frecuencia; verFericgla, 2000). Debe aceptarse y comprenderse que en la base de los méto-dos tradicionales para inducir EMC, hay unas técnicas psicofisiológicas cor-porales muy precisas, transmitidas por las tradiciones nativas que no puedenser obviadas ni consideradas como parte de supersticiones indígenas. Al con-trario, es a través de un meticuloso trabajo de análisis de los términos ytécnicas psicofisiológicas nativas referidos al cuerpo que la etnopsicologíapuede abrirse a un enfoque experiencial de la fenomenología antropológica delos EMC. La dimensión práctica, de experiencia directa de los fenómenosmentales e internos del ser humano, es un método que debe valorarse apesar de los peligros de proyección de las realidades internas del propioobservador. Tal postura permite recuperar una dimensión perdida, caracterís-tica fundamental y diferencial de la etnopsicología frente a otras disciplinascientíficas.

Nuestra cultura se ha afirmado como moderna a base de “normalizar laconsciencia” por el camino de unificarla dentro de un espacio formal y arbi-trariamente delimitado y creado por los intereses positivistas del materia-lismo. Abrirse a la vivencia experiencial como método de trabajo se con-vierte en una manera de acoger de nuevo aquello que en nosotros ha sidoculturalmente mutilado; de recuperar las dimensiones existenciales, incons-cientes y extáticas cuya importancia ha puesto de relieve desde la etnolo-gía hasta la historia de las religiones del mundo clásico. Fenómenos actua-les como el tarantismo italiano, el desaforado consumo de drogas estimu-lantes o la búsqueda de la experiencia extática nos refrescan la memoria apropósito de nuestra herencia histórica y biológica.

Esta propuesta dirigida a la etnopsicología no camina en el sentido de ac-tualizar regresiones arcaicas compensatorias, sino que se dirige hacia laposibilidad de elaborar un conocimiento más realista y amplio de los poten-ciales efectivos de nuestra consciencia. El trance no es una simple curiosi-dad etnológica ni un fenómeno marginal que sobrevive en algunas socieda-des del tercer mundo, sino que el trance es un modo de “ser en el cuerpo”(Lapassade, 1980). Una revisión de la historia del ser humano pone de relie-ve que las religiones extáticas derivadas de los chamanismos arcaicos cons-tituyen la primera forma estructurada que ofrece un contenido simbólico yteórico para acercarse al sufrimiento psíquico (Fericgla, 1998). También es

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en el seno de las religiones extáticas y de los chamanismos donde en la máslejana antigüedad se desarrolló un repertorio de técnicas precisas usandode forma terapéutica los EMC para la curación y para el desarrollo de po-tencialidades humanos latentes (en especial la intuición), técnicas organi-zadas sobre la base de una dimensión ecológica (Fericgla, 2000).

Finalmente y como conclusión de todo lo anterior, puede afirmarse queel estudio etnopsicológico de los EMC, incluyendo las religiones extáticas,debe abrirse a una dimensión práctica y de experiencia vivencial, aportan-do así conocimientos y también métodos útiles a otros campos del pensa-miento científico. Si se acepta la centralidad de las formas y procesos de laconsciencia en la construcción del mundo, y la importancia de cada culturaen el desarrollo de formas específicas de consciencia, se hace énfasis enla importancia de la etnopsicología para la etnología y la psicología, ya querestituye la riqueza de las múltiples manifestaciones de la consciencia des-de una perspectiva más amplia que la psicológica, trascendiendo amplia-mente las fronteras de la mera disciplina.

La etnopsicología es particularmente significativa para el actual ser hu-mano posmoderno y para su desarrollo integral. Ofrece la posibilidad derecuperar aquella dimensión de la experiencia humana que debe ser con-siderada como tendencia natural a experimentar las múltiples formas deconsciencia y la universal aspiración a trascender los confines en que laaculturación ha fragmentado vida.

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Resumen

Las “revelaciones” alcanzadas en las experiencias con yagé y otrosenteógenos suelen ser “representaciones” mentales cargadas de imá-genes. Se ha buscado comprender el valor que puedan tener para la

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Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

Manifestaciones arquetípicas con el

consumo de yagé1

Tulio Marulanda Mejía

Diana Carolina Rico2

1. Este artículo hace parte de la tesis de Maestría de los autores, realizado con un grupo deprofesores y estudiantes universitarios, aquí referidos como la “unidad de trabajo”;consumidores urbanos de yagé de quienes se obtuvieron los relatos y las entrevistas, delas cuales se citan algunas experiencias y con base en estas, se hace este análisis quetrata de darles un soporte teórico. Para quienes no están familiarizados se aclara que eltérmino enteógeno hace referencia a un cierto grupo de sustancias psicoactivas visiona-rias, de las cuales hace parte el yagé, tradicionalmente usadas por diversas culturasprimitivas y hoy por grupos de poblaciones urbanas en diversos países del mundo.

2. Médico. Profesor titular del departamento de ciencias básicas de la Universidad de Caldas.Psicóloga. Coautores

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vida psíquica de la persona que las experimenta, las imágenes represen-tadas mentalmente bajo el efecto de las sustancias enteogénicas.Para ello se ha considerado que ellas son imágenes arquetípicas

puesto que a las formas o representaciones de un arquetipo en laconciencia se les conoce como imágenes arquetípicas y se les con-sidera como tales por cuanto son pautas o motivos universales

provenientes del inconsciente colectivo” que Jung observó e in-vestigó durante años. Se parte entonces del supuesto de que loque emerge o irrumpe durante la experiencia con enteógenos soncontenidos del inconsciente colectivo, habida cuenta de la simili-tud que guardan estas imágenes o visiones, con las reportadas porotros grupos que han tenido experiencias del mismo tipo, en con-textos y lugares completamente distintos.

Palabras claves: enteógenos, yagé, arquetipos, inconsciente co-lectivo.

Abstract

The “revelations” reached in the experiences with yagé and otherentheogenes use to be mental “representations” charged with images.It has been sought to understand the value that they may have, for thepsychic life of the people that experiment them, the images representedmentally under the effect of entheogenic substances. For this, it hasbeen considered that they are “archetypal images since forms orrepresentations of a conscience archetype are known as ‘archetypalimages’ and are considered as such since they are ‘universal guidelinesor motives born from the collective unconscious’” that Jung observedand researched for years. It is started from the assumption that whatemerges or bursts during the experience with enteogens are contentsof the collective unconscious, given the similarity that these images orvisions share, with those reported by other groups that have hadexperiences of the same kind, in contexts and places which arecompletely different.

Key words: enteogens, yagé, archetypes, collective unconscious.

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Fundamentos conceptuales y algunos testimonios

Quien ha perdido los símbolos y no puede contentarse con sustitutos,se encuentra hoy en una situación difícil. Nuestro interés por lo inconsciente

se ha convertido para nosotros en un problema vital.Nos va en ello nuestro ser o no ser espiritual.

(Jung, 1970, p. 21 y 29)

“Durante miles de años la gente ha estado intentando comprender susrelaciones con el resto del universo” y pese a los portentosos avances dela ciencia moderna y tal vez porque “por diversas razones muchos filósofosson reacios hoy en día a abordar tan grandes problemas”,(Searle, 2001, p.17) continúa el hombre contemporáneo recurriendo a todo tipo de expe-riencias en procura de una mejor comprensión de aquellos enigmas quepor siempre lo desvelan. La globalización del conocimiento ha puesto nue-vamente al alcance de muchas personas sustancias psicoactivas(enteógenos) que, por milenios y en casi todas las culturas de la tierra,permitieron a chamanes, pitonisas, augures, sibilas, adivinadores, sacer-dotes y sacerdotisas, servir de puente o de mensajeros entre los dioses ylos hombres y revelar, mediante oráculos, los insondables misterios deldestino, lo que hay detrás de la vida y de la muerte.

Como en los sueños, las “revelaciones” alcanzadas en este tipo de ex-periencias suelen ser “representaciones” mentales cargadas de imágenes.Como lo afirma De la Vega (1995, p. 213)

“nuestra experiencia cognitiva nos revela que pensamos con palabras e

imágenes mentales [...] más o menos vivas, especialmente de tipo visual”;

se trata pues, en palabras del mismo autor, “de un hecho experimental

frecuente cuya ‘realidad’ fenomenológica nadie discute”, pero cuyo rango

de ‘constructo’ científico no resulta tan obvio. Se pregunta por ello si “pode-

mos considerar las imágenes como formas de representación mental con

propiedades funcionales específicas” o si son tan sólo “epifenómenos o

subproductos de la conciencia que no tienen valor funcional alguno”.

Luego de discutir algunos aspectos relacionados con la funcionalidad delas imágenes, De la Vega (1995, p. 216) concluye que “las imágenes son unformato representacional decisivo para algunos procesos de resolución deproblemas; (su) carácter dinámico y flexible las hace un instrumento idóneopara generar modelos espaciales que pueden dar lugar a auténticos descubri-

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mientos”: en el caso de Einstein, que el citado autor refiere, la elaboraciónmatemática de la teoría de la relatividad fue posterior a la visualización de símismo viajando a la velocidad de la luz y a la “observación” mental de un rayode luz; el famoso químico Kekulé pudo descifrar la estructura del bencenogracias a las imágenes experimentadas en un sueño; Watson, quien descu-briera la estructura helicoidal del ADN manifestó igualmente “haber empleadoimágenes mentales” para formular su modelo.

Existen pues dos formatos representacionales, el formato verbal y elde las imágenes, que tienen estrechas conexiones funcionales, puestanto los estímulos auditivos como los estímulos visuales pueden sercodificados como imágenes o como palabras. De que ello es así puededar buena cuenta lo relatado por Ingmar Bergman, el reconocido directorde cine, para quien la música abría “percepciones y experiencias siem-pre nuevas de la realidad”, sirviéndole así de inspiración para famosaspelículas como Winter Light. Escuchando la Sinfonía de los Salmos deStravinsky tuvo la visión de un hombre del siglo XIX que, luego de entrarsolo en una iglesia acercarse al altar, se enfrenta a la imagen de Cristo yle dice: “me quedaré aquí hasta que pueda ver a Dios, hasta que Diosvenga a mí.” A raíz de esta visión concibió la película que se convirtió,como otras suyas, “en el vehículo para trabajar dentro de las profundida-des de sí mismo” (Ira Progoff. En: Watts, 1997, p. 179).

Decía Bergman, refiriéndose a su portentosa obra cinematográfica: “todolo he visto o escuchado dentro [...] y luego he usado la realidad”. Y Progoff,refiriéndose a estas experiencias o imágenes, que atraviesan la dimen-sión simbólica de la psique, afirma: “pueden tener lugar cuando la personaestá durmiendo; pueden producirse en el estado crepuscular entre el sue-ño y la vigilia y pueden darse en el estado de vigilia cuando estamostrabajando.” Y se dan de una manera insoslayable, como un torrente in-contenible y con una presencia abrumadora, en las experienciasenteogénicas.

Las imágenes por su parte “no surgen como unidades formadas intoto, sino que se generan o construyen como una serie de fragmentosque se integran secuencialmente” (De la Vega, 1995. p. 221-222). Sibien es cierto que en la vida cotidiana no se tiene conciencia clara deesto, en las experiencias enteogénicas suele suceder que la apariciónde imágenes más elaboradas va precedida de la visión de colores o figu-

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ras geométricas que giran vertiginosamente y que tienen la apariencia de“fractales” o “mandalas” o “imágenes caleidoscópicas” que, al organizarse,permiten ahí si la visión clara de imágenes –como animales, plantas, perso-nas, paisajes, etc– plenas de significado para quien las experimenta. Vea-mos algunos testimonios de la “unidad de trabajo” (TUT):

– “La gama de colores que observé inicialmente [se fue tornando] como

figuras indígenas hechas en colores vivos”.

– “Siempre me sucede que luego de ver imágenes caleidoscópicas, figu-

ras geométricas y colores puros que giran a gran velocidad, especies de

mandalas pero en movimiento, como fractales de luz, se van organizando

imágenes cuya visión impresiona por su claridad y nitidez y que pueden ser

la imagen del sol o de un árbol inmenso o de una pradera o de serpientes

o de aborígenes”.

Este fenómeno, como otros que se van a considerar, guarda una inquie-tante similitud con los fenómenos considerados en física bajo la denomina-ción de “estructuras disipativas”, intuición de Ilia Prigogine que se ha apli-cado al desarrollo urbano, a las fluctuaciones del mercado financiero, a loscambios sociales y, en psicología, a la emergencia súbita de estados alte-rados de consciencia. “El paradigma de Prigogine propone que, las fluc-tuaciones, llevan a niveles más altos de complejidad” y aunque su concep-to de fluctuación sugiere la idea “del puro azar, del caos primigenio, delorden que aparece espontánea e inexplicablemente”, otros estudiosos dela física cuántica como David Bohm no ven estas fluctuaciones como unproceso aleatorio sino como la expresión de un orden dimensional máselevado y oculto (Briggs, J.P., Peat, F.D., 1996, p. 221-223).

Desde la perspectiva de Prigogine y a juzgar por las imágenes emer-gentes en la consciencia, bajo su efecto, los enteógenos inducirían en laconsciencia ordinaria un estado caótico, una fluctuación que, aleatoria,súbita e inexplicablemente le permitiría alcanzar un mayor nivel de comple-jidad, manifiesto en la visón de imágenes más organizadas y elaboradas,tal como se relató en párrafos anteriores. Pero desde la otra perspectiva, ladel paradigma de Bohm, lo que estos relatos hacen presumir es que losenteógenos podrían permitir la expresión o manifestación de ese ordendimensional más elevado, que ordinariamente se encuentra oculto en laconsciencia. Y es en este sentido que algunas conclusiones de este traba-jo se van a orientar.

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Pero, por ahora, interesa más comprender el valor que puedan tener, parala vida psíquica de la persona que las experimenta, las imágenes representa-das mentalmente bajo el efecto de las sustancias enteogénicas. Para ello ypor lo que a continuación se discute, vamos a considerar que ellas son “imá-genes arquetípicas”.

A las formas o representaciones de un arquetipo en la conciencia se lesconoce como “imágenes arquetípicas” y se les considera como tales porcuanto son “pautas o motivos universales, provenientes del inconsciente co-lectivo” que Jung observó e investigó durante años en sueños, fanta-sías, visiones y delirios de los insanos (Sharp, 1997, p. 95). Por cuantoalgunos tipos de imágenes representadas por los sujetos de la unidad detrabajo aparecen y se repiten como constantes o “motivos” dentro del gru-po, se han reunido en una tendencia que hemos denominado imágenes

arquetípicas, partiendo del supuesto de que lo que emerge o irrumpe du-rante la experiencia con enteógenos son contenidos del inconsciente co-lectivo, habida cuenta de la similitud que guardan estas imágenes o visio-nes, con las reportadas por otros grupos que han tenido experiencias delmismo tipo, en contextos y lugares completamente distintos.

Como lo refieren Furst (1976, p. 102), Naranjo (1973, p. 153-155),Schultes, Hoffman (1982, p.148) y Rugdley (1999, p. 169-170), entre otrosautores, las imágenes representadas bajo el efecto de enteógenos suelenser de colores brillantes, de animales como serpientes y otros reptiles, dejaguares y otros felinos, de pájaros, demonios, ciudades lejanas y perso-nas que se encuentran en otros lugares, de la propia muerte, de antepasa-dos o ancestros y muy especialmente de figuras geométricas en movimien-tos caleidoscópicos; respecto a las cuales y para enfatizar el hecho de lasimilitud de las visiones en diferentes contextos y culturas, vale la penatraer a colación una cita de Reichel-Dolmatoff (1972: 110-111) en la que serefiere a los motivos abstractos que “recurren constantemente bajo la in-fluencia de la bebida psiquedélica (yajé)”, estado en el que, según esteautor, “el individuo proyecta su memoria cultural en la vacilante pantalla decolores y formas”:

Resulta asombroso advertir con que frecuencia los diseños con motivos

(geométricos) aparecen en los petroglifos y pictografías de las regiones y

zonas más alejadas. No sería difícil encontrar paralelos de estos motivos

en otros artefactos históricos como son las decoraciones de cerámica o las

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piedras talladas, en las culturas indígenas antiguas. Se podría argüir que

estamos tratando con motivos tan elementales que éstos podrían haberse

desarrollado independientemente en cualquier sitio y época.

Probablemente la explicación no sea lo elemental del motivo, pues elmismo autor más adelante se pregunta: “¿Pero en verdad son tan elemen-tales?” Antes de Dolmatoff, ya desde los años veinte (Furst, 1976, p. 112),diferentes investigadores habían reconocido que estas sustancias tiendena producir similares imágenes geométricas o abstractas; para explicar esto,con base en investigaciones adelantadas en la Universidad de California,se ha invocado una base orgánica. Puesto que, según Jung, los arquetipos“se heredan con la estructura cerebral” (Sharp, 1997, p. 26), sin reñir conuna explicación orgánica o bioquímica de la universalidad de estos fenó-menos, una mejor explicación parece ser la de atribuir a estos motivos elvalor de imágenes arquetípicas, tal como se ha hecho con las siguientespautas o motivos encontrados en los relatos y las entrevistas, origen deeste trabajo:

1. Monstruos, seres de la noche y personajes míticos:

- “Lo vi adentro como un monstruo [...]. En esta última experiencia, tuvemuchísimas visiones de seres de la noche y seres muy, como muy pa-vorosos, pero no me producían miedo [...].”

- “Pero una noche pues, yo, no, de traviesa, me fui para los árboles ycuando iba llegando me salieron unos personajes. Se asomaron y eranmuy bellos, eran como hadas, entonces yo empecé a acercarme; meencuentro como con unos personajes que salían detrás de los arbolitosy eran como los que vivían ahí”.

- “El árbol, ya viejo, un árbol que hay allí atrás, en algún momento sevolvió una cosa más tenebrosa, se llenó de vampiros y diablos senta-dos en el árbol y yo decía, ¡pero que es esto! Y no podía parar de veresas cosas.”

- “Allí sentí la presencia de un hombrecillo, que hacia parte de mi, conaspecto de gnomo”

- “Figuras geométricas, colores, música y un gnomo organizaban y lim-piaban mi entorno, arrullándome con una actitud de mimos y contem-plación.”

- “Vi en una planta un personaje parecido a un Elfo, no se si era el ele-mental de la planta o que, tenia cachitos y era pequeñito.”

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- “Me sentía como en la lámpara de Aladino; yo tenía un ropaje árabe y losobjetos que me rodeaban en el entorno guardaban concordancia con elestilo árabe.”

- –“De entrada vi unos azules muy lindos con un heroecito pequeño comoSancucay, un súper héroe de tiras cómicas”

- “Cuando empecé el viaje fue como si estuviese montada en una gran al-fombra con forma de arco iris, que se movía como una montaña rusa perono en curvas sino en subida, era rápido con una sensación de placidez.”

2. Animales:

2.1. Águilas y tigres

- “Vi águilas. Fui un águila; mejor dicho, esta semana [...]. No, águila [...]Pensé en tigre y todo, pero no! De serlo, de sentirlo, como un águila”.

- “Vi tigres”.- “También tuve visiones del águila”.- “Se le salen los dientes y se vuelven como garras, digo como fauces

así, se le salen los colmillos [...] felinos [...] felinos así, o también diga-mos, las formas, que son especies de garras.”

2.2. Serpientes

- “Lo más recurrente en mi son las visiones de serpientes.”- “He visto serpientes”.- “He visto tigres y también he visto serpientes.”- “He visto también una que has de cuenta como la huella digital, como

unas huellas digitales que se enroscan así que se van y que se van y sedevuelven, así, que uno podría decir que son análogas como una cule-bra por ejemplo [...] en movimientos circulares.”

- “Culebras, siempre veo culebras. La primera vez vi muchas culebras, aveces acostado y con el sabor éste del yagé, empiezo a mover la len-gua, como a tratar de limpiarme ese sabor tan maluco y me siento yacomo si fuera la cabeza de una culebra.”

- “Pues eran como culebras, pasaban rápido, y eran muchas cosas juntasy sí eran como animales.”

- “Vi las siguientes imágenes: culebras, gusanos, mándalas de colores,figuras caleidoscópicas y una ciudad cristalina.”

- “Yo conecté con una serpiente que me recorría el cuerpo.”

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2.3. Aves

- “Yo vi como una especie como de búho y para mí fue bellísimo, porque esebúho como que me habló muchas cosas y fue un momento duro, difícil, queera como de limpieza, cierto. Pero en el momento en que ya se acabó esasensación desagradable, que fue hasta de dolor físico, empezó a transfor-marse como en una flor de loto y ya desapareció toda la sensación de fatiga.”

- “Estaba en medio de la naturaleza, podía ver y oír a los pájaros”

2.4 Ratas

- “He visto [...] una vez me hice una pregunta de que quería limpiar miinconsciente y vi una rata que salía corriendo.”

2.5 Hormigas y cucarachas

- “He visto hormigas, cucarachas”.

3. Naturaleza

3.1 Selva

- “Veo como selva, pero no en específico, es que es como muy etéreo ycomo muy, pues, o a veces que me fijo en el árbol que está al frente,pues, porque entonces hay un árbol ahí. Me fijo en el árbol o en lasábila. Se que ahí está la sábila, pues, porque había mucha. Se quehay, cuando me voy para la parte de afuera, veo las orquídeas y todo.”

- “He visto Imágenes de selva”.

3.2 Árboles

- “He visto árboles inmensos cuya corteza era similar a una inmensa ser-piente”.

- “He visto plantas como de [...] árboles.”

3.3 Plantas y flores

- “Pero también me he visto como si fuera muy vegetal, como si yo fueraun vegetal [...]. Sí, una flor, sí, una planta también”.

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- “Pero en el momento en que ya se acabó esa sensación desagradable,que fue hasta de dolor físico, empezó a transformarse como en una florde loto y ya desapareció toda la sensación de fatiga.”

- “Luego vi como plantas de sábila que en su centro eran de color rosadouna y otra, y otra planta de sábila con colores muy vivos.”

- “Estaba viendo frente a mi una hoja grande, hermosa, verdísima, y unagota de agua que rodaba muy lentamente, por ella brillaba como unalágrima diminuta y preciosa, justo en el preciso instante en el que seprecipitaba hacia abajo, hacia un lago.”

- “A mí el yagé me prendió con los ojos abiertos y yo vi que una plantaque tengo se volteo y yo entré por el foco de esa planta; así empezó miviaje.”

- “Las hojas de las plantas empezaron a formar figuras geométricas y unade ellas me saco la lengua. Luego abrí los ojos y me adentré en unadimensión de geometría y espacio en un hueco del cielo.”

4. Ritos

- “Esta semana vi como un ritual en el que yo hacía parte. Pero era comoun ritual indígena.”

- “Muchas veces me vi como en cuevas, con otros, como en ceremoniasde fuego, con tambores y pues, ahí me veía, si, veía como si [...] Sentíacomo que yo estaba viajando al pasado [...] en el paleolítico pues... yque estaba, pues y que en algún momento de mi vida había estado ahípues, en una cueva, con otros, sí, con fuego, pero siempre como muyconectada al ritual, a la ceremonia y todo eso.”

- “Entonces yo hablaba, porque me llevaron a un lugar que era totalmen-te dorado, y empezaron a sonar flautas, tambores y yo, no, eran unossonidos muy hermosos y unos colores así muy brillantes y me mostra-ban la sabiduría como piedras preciosas, brillaban muchísimo y eranverdes, amarillas, pero eran como piedras preciosas.”

- “Vi un chamán danzando.”

5. Fractales, figuras caleidoscópicas, figuras geométricas y colores

- “Empecé a ver como figuras oscuras como fractales.[...] Y además mevibraba, me vibraba la vista y me vibraba el oído. Lo que escuchabaeran vibraciones.

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- “Esas figuras geométricas pues, están muy llenas de colores siempre yson muy cambiantes. Solamente una vez, recuerdo, que las figurasgeométricas eran unas caras de personas, pero geométricas. O sea, nocomo los rasgos de las personas sino como muy cuadradas.”

- “Vi imágenes caleidoscópicas, cual figuras de fractales pero que gira-ban a gran velocidad, o cual ¿cómo se llaman estos? Entre los hindúestienen mucho eso los [...] mandalas [...] mandalas, cual mandalas, perosiempre en movimiento de luz.”

- “Vi figuras como de caleidoscopio.”- “Yo casi siempre lo que veo es como un caleidoscopio; cuando estoy,

parto de imágenes que están en estos viajes como luces de colores quese van transformando y se modifican, muy bellas. ¿Cómo se llaman las,estas cosas de colores que se cuelga la gente? Son unas piedras decolores: ¡Marrocos! Yo veo marrocos [...]. Cuando yo veo el marroco ycierro los ojos, son esos colores que se modifican y cambian de color,cambian de figuras, pero es básicamente como si yo tuviera uncaleidoscopio, lleno de tajaditas de marrocos.”

- “Las imágenes son muy variadas, por ejemplo hay unas que son comorectangulares o cuadradas pero siempre muy “zoomórficas” digámosloasí, que varían a veces en tamaños y en formas ondulantes, no, porquea veces parecen como si fueran redes y a veces como que toda la redse mueve y es de colores, por ejemplo, a veces amarillos, rojos, amari-llos dorados y rojos. Azules muy fuertes. Otras veces son verdes y ama-rillos sobre oscuros y sobre negros.”

- “Todo el viaje fue en mi interior porque mantuve los ojos cerrados, veíaescenarios flotantes y figuras flexibles con el color del yagé, como ama-rillo oscuro.”

- “Bueno yo empecé con una visión de colores, de figuras geométricasmuy cósmicas.”

- “Tuve muchas imágenes; tuve unas imágenes geométricas, circulares,que nunca había visto, no cuadradas como las otras veces, con algunoscolores como entre rosado, verde, y creo que amarillo también. Imáge-nes caleidoscópicas en formas de figuras y colores que se van movien-do armónicamente, mientras cambian sus relaciones espaciales y ensus configuraciones.”

- “Vi mucho color blanco.”- “Veo al principio mucho color rojo, fucsia, y cuando estoy muy mareado

veo más y más colores que van llegando, que me quieren marear; comoa propósito lo están haciendo.”

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- “Estos colores fueron identificándose, adoptando figuras geométricas consu respectivo ritmo musical.”

6. Ancestros

- “Ahí me estaba mostrando toda la familia de él, que ellos eran toda lafamilia de él y eran puros ancestros, eran hermosos, todos eran indíge-nas, todos eran de cabello larguísimo, claro que unos no, pero la mayo-ría si eran de cabello largo.”

- “Siempre ha sido el mismo tipo de experiencia, muy parecido, con elmismo tipo de imágenes, las sombras que se vean por ahí se me vanpareciendo como imágenes de indígenas, o máscaras indígenas.”

- “He visto mujeres y lo que más me acuerdo de haber visto personas,es una hilera interminable de mujeres que arrancan desde mi ladoizquierdo, todas mirando hacia el frente, hacia donde yo mismo estoymirando, en medio de una pradera inmensa y sumamente linda y esahilera de mujeres –todas muy hermosas hasta donde se pierde la vis-ta– van adquiriendo unos rasgos cada vez más primitivos a medidaque se alejan. La primera que veo es muy indígena, tiene unos rasgosmuy indígenas; la que sigue es una indígena, pero como un poquitomás ancestral y así sucesivamente, sin llegar a tener rasgos “simiescos”o como de “australopitecos” todavía, pero si como que van encontran-do un estado anterior, de tal manera que cada ser se ubica en unaedad pretérita, en una edad pasada; es un antepasado más remoto,como yo lo veo. Y son todas mujeres. Cuando yo tuve esa visión tuvela plena certeza de que lo que yo estaba viendo era toda mi herenciafilogenética que se remontaba por esa pradera hasta donde se perdíala vista.”

- “He visto indígenas, figuras así como árabes, como las que hay en las,en... las telitas hindúes.”

- “Sí, una noche me vi como una “chamana”, cierto, me veía más rara...Porque estaba con “esa cosita”, con la “Guaida”, no y yo ¡Huy!, me veíaasí como chiquitica cierto y como una indígena de por allá como deBoyacá, como con una falda así larga y me vi yo ahí [...]”

- “En las últimas tomas siempre he visto ancestros, siempre. Y llegaroncuatro ancestros y se hicieron al lado del yagé y eran superviejitos, yeran de cabello largo, largísimo el cabello, pero los rasgos si eran muyorientales.”

- “Ah, bueno, veo indios.”

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- “Vi figuras muy definidas, pero que yo no sabría describirlas, que sí erandefinidas, pero eran más bien como, a ver... Yo después me puse a pensary eran figuras como egipcias, algunas figuras egipcias.”

- “La primera vez vi como, al entrar en ese plano, la gente que estaba ahíal lado mío, los vi como si todos se convirtieran en, como en orientales.Todos unos monjes, como budistas, pero además había budistas, hin-dúes, había de todo, todos ahí sentados acompañándonos.”

- “Vi un rostro indígena mirando a la derecha, me mira, veo sólo su cara.”- “Toda la gama de colores que observé inicialmente como figuras indíge-

nas hechas en colores vivos y en fique.”- “Observé como al lado de Pepe hay un señor alto, moreno, macizo que

frecuentemente se pone una camisa de color amarillo quemado y pan-talón café claro; este señor lo instruye en la lectura del tabaco es unapersona oscura poco recomendable.”

- “Siempre ha sido el mismo tipo de experiencia, muy parecido, con elmismo tipo de imágenes, las sombras que se vean por ahí se me vanpareciendo como imágenes de indígenas, o máscaras indígenas.”

7. Muerte

- “Hasta he visto mi muerte. He visto el momento de mi muerte.”- “Oye, miraba para el cielo y veía la muerte que llevaba así como un

perro aquí colgando y yo lo veía.”

8. Ciudades, construcciones, habitaciones, dormitorios

- “Vi una ciudad post-moderna en materiales sintéticos, donde primaban sobretodo el blanco y el negro, con un escenario armónico de figuras geométricas.”

- “Cuando miré hacia fuera, tuve la visión de que estábamos en un cam-pamento árabe.”

- “En ese momento [...] estaba en una especie de catedral o bibliotecaantigua estudiando unos libros muy interesantes.”

- “Estaba cómodamente sentada frente a una mesa enorme labrada; elambiente era maravilloso, con un atardecer que se colaba por las vi-drieras antiguas y se convierten poco a poco en cantos gregorianosacordes con la biblioteca-templo.”

- “Después entro en un viaje futurista en una nave y que la nave no sepiloteaba normal sino en una esfera y sólo funcionaba con la sensibili-dad y el sentido de mi mano.”

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- “Yo llegué, era una puerta inmensa de guadua, que era una puerta que yono la he visto en ninguna parte. La puerta quería abrirse pero no se abría yfue cuando yo escuché que me decían, si entras por esa puerta no puedesregresar y, no es tu momento.”

Si como lo anota Jung, “el arquetipo representa esencialmente un con-tenido inconsciente, que al conciencializarse y ser percibido cambia deacuerdo con cada consciencia individual en que surge”, bien llamativo espues el hecho de que las visiones o representaciones mentales que susci-ta el uso de estas sustancias guarde una semejanza tal en grupos concondiciones socio-culturales y ambientales tan distintas, como pueden ser,las de un grupo indígena del Amazonas y las de un grupo de profesionalesuniversitarios que, como cosa sorprendente, con una frecuencia inusitada,ver figuras o imágenes indígenas.

Furst (1976, p. 112) al reflexionar sobre la incógnita que suscita el queno sólo las imágenes geométricas sino los motivos figurativos como ser-pientes, grandes felinos, pájaros y otros animales predominen en lascosmologías, los mitos y el arte prehispánico en muchas culturas, a la vezque aparecen en experiencias que antropólogos y otras personas (comolas de nuestra unidad de trabajo) han tenido con estas sustancias, no pue-de dejar de pensar:

“¿O en verdad serán arquetipos, enclavados profundamente en lo incons-

ciente desde épocas antiquísimas, que son activados, quizás, por estímu-

los bioquímicos? ¿Existen, entonces, explicaciones biopsicológicas más

que histórico culturales para los paralelos entre el antiguo arte chino ritual y

el complejo simbólico felino-reptilineo-avícola del nuevo mundo?”

El que Albert Hoffman, un investigador farmacológico de uno de los másimportantes laboratorios del mundo (Sandoz), al igual que un analfabetode los montes Mackenzie en Canadá pueda “experimentar visiones extra-ñamente parejas a los relatos de un místico medieval europeo o de unsantón hindú contemporáneo” (Escohotado, 1999, p.51) nos pone frente auna realidad difícilmente explicada pero que puede ser comprendida en elmarco de las teorías del inconsciente colectivo y sus contenidosarquetípicos, entendidos estos como unos patrones o estructuras funda-mentales de la mente que, aunque ocultos, funcionan de un modo creador.Así como el lenguaje tiene una estructura interna, es gobernado por la

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sintaxis y la semántica, es el producto de una competencia innata universal ya la vez permite actos tan libres como la creación literaria, así la psiquetendría estas estructuras profundas (Peat, 1989, p. 115), universales e in-natas que igualmente posibilitarían, amén de las similitudes o semejanzaentre ciertas experiencias visionarias, la toma de decisiones, los cambiosde actitud, la creación artística, es decir, el ejercicio creador del libre albe-drío, como producto de la permanente comunicación entre estas estructu-ras internas y la consciencia.

Jung dedicó gran parte de su vida al estudio del inconsciente colecti-vo, sus patrones y energías. Además de una experiencia con un pacien-te esquizofrénico, quien le relató una visión que era idéntica a un ritogriego antiguo y a otras leyendas y pinturas, lo motivó a ello un sueñoque tuvo en el que bajó del tercer piso de su casa al segundo y encontrólas habitaciones amobladas al estilo del siglo XVIII; luego descubrió quela planta baja estaba decorada como una casa del siglo XVI; y abajo enel sótano tras levantar una piedra cuadrada, con un anillo, encontró unacueva llena de cerámicas prehistóricas y antiguos cráneos humanos.Para Jung este sueño, en el que tuvo una ilustración gráfica de la estruc-tura del inconsciente, “representaba la historia de la conciencia europeadesde sus orígenes neolíticos” y lo llevó a pensar que “así como el cere-bro físico contiene vestigios anatómicos de sus orígenes evolutivos, lamente misma, tal como indicaba el sueño, contiene ocultos recuerdosprimitivos de su pasado remoto”:

A lo largo de las décadas siguientes, Jung reunió manuscritos de la edad

media, textos gnósticos y obras clásicas de la China, India y el Tibet. Ana-

lizó los sueños y fantasías de sus pacientes y viajó al África y a la India para

escuchar sueños, mitos y leyendas de su fuente. Una y otra vez, descubrió

que salían a la superficie sueños, imágenes y mitos similares en zonas

remotas del mundo y en culturas y períodos históricos muy distintos (Peat,

1987, p. 120-121-122).

Para Jung la esencia de este inconsciente colectivo, común a toda lahumanidad, está en el significado de sus arquetipos, aquellos patrones ysimetrías dinámicas que mantienen su estructura interna; la estructura dela mente es el resultado de la acción dinámica de los arquetipos, que no sepueden observar directamente, pero que dejan sus huellas en la mente yproyectan sus sombras a través de imágenes, sueños, mitos, leyendas y

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otros acontecimientos que entran en la conciencia, trayendo consigo el sen-tido de lo universal: “He elegido la expresión ‘colectivo’ porque este incons-ciente no es de naturaleza individual sino universal, es decir, que en contrastecon la psique individual tiene contenidos y modos de comportamiento queson, cum grano salis, los mismos en todas partes y en todos los individuos”(Jung, 1997, p.10).

Así las cosas, en las experiencias relatadas por las personas de nues-tro grupo de estudio, no sólo afloraron contenidos del inconsciente perso-nal, como se evidencia en un gran número de expresiones que han sidoconsideradas en otro capítulo; también irrumpieron contenidos del incons-ciente colectivo que se manifestaron como figuras o imágenes arquetípicas,corroborándose que “así como los contenidos conscientes pueden desva-necerse en el inconsciente, hay contenidos nuevos, los cuales jamás fue-ron conscientes, que pueden surgir de él” (Jung C.G., Von Franz M.L.,Henderson J.L., Jacobi J., 1997, p. 34).

Resignificación de la identidad a partir de laelaboración de las imágenes arquetípicas:

Los apartes de los relatos citados nos permiten pensar, con los autoresreferidos, que hay un denominador común en los imaginarios de todas lasculturas, que se hace manifiesto con el consumo de enteógenos, comoimágenes arquetípicas que surgen de los contenidos arcaicos del incons-ciente colectivo, estrato de la mente que se encuentra más profundo que elinconsciente personal y que “no se origina en la experiencia (...) sino quees innato, (...) no es de naturaleza individual sino universal (...) y constitu-ye así un fundamento anímico de naturaleza suprapersonal existente entodo hombre”. (Jung, 1970, p. 10)

Al manifestarse estos contenidos inconscientes o arquetipos, por efectode los enteógenos, no solo cambian con cada consciencia individual sinoque generan en cada una de ellas un proceso de asimilación y adaptaciónque necesariamente ha de producir cambios en la forma como los indivi-duos se representan el mundo y en la forma como se relacionan con él, esdecir, cambios en su identidad, lo que se hizo evidente en las entrevistasrealizadas con los sujetos de la unidad de trabajo, tal como se analiza en elcapítulo tres.

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Y es que, al igual que al primitivo, a quien al decir de Jung “poco le importauna explicación objetiva de las cosas que percibe”, a los sujetos de nuestraunidad de trabajo poco les importa la explicación científica o mecanicista-reduccionista de sus experiencias pues lo que sienten es (en palabras deJung) “un impulso invencible que los lleva a asimilar al acontecer psíquicotodas las experiencias sensoriales”.

La adaptación a su vez, implica un proceso de negociación de significa-dos y de resignificación de los mismos, de tal modo que no se vea amena-zada la estructura personal ni los principios de vida, lo cual sólo es posiblesi el sujeto posee cierto grado de conocimiento de sí mismo, puesto que enla medida en que se conozca y se reconozca, podrá dirigir sus propiastransformaciones, hacia sus particulares sentidos de vida.

Bien distinto este acontecer a aquel en el cual el sujeto no logra despertaren él una auténtica respuesta de compromiso y de creencia, ante las formasmitológicas oficiales presentadas en forma de ritos. Según Campbell, (Watts,1997, p. 134) lo normal para él es aparentar llevando una vida falsa, sentirseinadecuado, hacer ver que se cree, esforzarse en creer y vivir imitando aotros. Por esta vía autoritaria, el autor se pregunta: “¿A quién llegarán estasformas? ¿Se sentirá conmovido por ellas para tener una experiencia propia?¿Por qué suerte de magia puede una experiencia personal ser comunicada a otrapersona? ¿Quién va a escuchar, especialmente en un mundo en el que todossólo están sintonizados con clichés autorizados y muchos escasamente sabránlo que es una experiencia interior?.”

Una gran importancia adquiere entonces, para este individuo que habi-ta las urbes modernas, el acceso a una “experiencia directa”. Y es que, esacreciente pobreza de símbolos de la civilización occidental contemporánea–que para Jung tiene un sentido y una consecuencia interna- esa evolu-ción de la conciencia por un mundo puramente material, en un universomecanicista, ajena a la trascendencia, empobrecida de imágenesarquetípicas, cada vez más antropocéntrica, más adoradora del cuerpo,más poblada de las imágenes del consumo mercantil, es una consecuen-cia directa de la creciente incomunicación con el inconsciente y sus ma-nifestaciones arquetípicas, en una sociedad en la que ya ni los sueñosconstituyen camino hacia las profundidades de la mente, por cuanto lanoche, poblada de luces de neón, sonidos radiofónicos y trepidar de má-quinas, no puede ya incubar estos vitales senderos oníricos:

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Quien ha perdido los símbolos históricos y no puede contentarse con

sustitutos, encuéntrase hoy en una situación difícil: ante él se abre la

nada, frente a la cual el hombre aparta el rostro con miedo. Peor todavía,

el vacío se llena con absurdas ideas políticas y sociales, todas ellas

espiritualmente desiertas. (...) Nuestro intelecto ha hecho conquistas

tremendas, pero al mismo tiempo nuestra casa espiritual se ha desmoro-

nado. (...) El intelecto se apoderó del trono que antes ocupaba el espíritu;

(...) el terrenal intelecto que es una espada o un martillo del hombre y no

un creador de mundos espirituales. (Jung, 1970. P. 21-22)

Durante siglos la civilización occidental se esforzó por fortalecer la con-ciencia mediante la imposición de dogmas, ritos, figuras sagradas y repre-sentaciones colectivas que, ante la prohibición del contacto o la “experien-cia directa” se constituyeron en “diques o muros levantados contra los pe-ligros del inconsciente” (Jung, 1970). En el proceso de desarrollo iniciadocon la modernidad se fue instaurando “una separación de los sistemaspsíquicos, que impulsa a la consciencia a adoptar una actitud defensivafrente al inconsciente y promueve también la formación de un canon cultu-ral, que suele estar más orientado hacia la estabilidad de la conscienciaque hacia los fenómenos transformativos de la conmoción.” (Newman, 1997,p. 27) Y esto es así porque, según este autor, el hombre moderno ha creídoque las únicas transformaciones decisivas son aquellas que se producenen la consciencia y afectan tan sólo una parte de la personalidad, mientrasque la psicología profunda ha enseñado que los cambios que no se danjunto con cambios de la parte inconsciente de la personalidad resultan pocoeficaces.

Empobrecido de símbolos –como consecuencia del desarrollo y por lapérdida de contacto con el inconsciente (Jung, 1970, p.20)- pero todavíainteresado en comprender mejor sus relaciones con el resto del universo,con el redescubrimiento de estas sustancias psicoactivas se le ha abiertoal hombre contemporáneo, como a los sujetos de nuestra unidad de traba-jo, la posibilidad de recurrir a un tipo de experiencia que, durante milenios,llevó al hombre a un contacto directo con sus contenidos inconscientes. Dela mano del chamán, en un contexto cultural bien definido, la exposición aestos “fenómenos transformativos de la conmoción” le permitieron, no solorealizar de manera efectiva los cambios de personalidad y de identidadque demandaban los ritos de iniciación y de paso, sino también asimilarmejor los propios mitos originarios y los contenidos de su cultura, para

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lograr así una mejor comprensión de sí mismo y de aquellos enigmas que porsiempre lo ocuparon.

Los enteógenos pues, como expansores de la conciencia, han dadocabida nuevamente, en los tiempos recientes, a una “experiencia directa”que, al permitir la irrupción de contenidos arquetípicos, favorecen el rena-cimiento de un profundo y renovado sentido de trascendencia y la creaciónde nuevos y ricos mundos espirituales, tal como quedó registrado en unsinnúmero de expresiones consignadas en los relatos y entrevistas de lossujetos de la unidad de trabajo.

Y es que “cuando se consigue conectar con una imagen originaria, conuna realidad arquetípica, se suscita una transformación que se caracterizapor su productividad”; y es así porque las representaciones inconscientestienen un efecto constructivo, imprimen una nueva orientación a la perso-nalidad, guían a la vida psíquica hacia la progresión y permiten que elindividuo llegue a ser productivo. (Newman 1997, p. 27) Tal y como ocurrecon los sueños en el modelo junguiano que, a diferencia del freudiano, nose entienden como síntomas de una enfermedad sino como visiones o imá-genes con sentido, las visiones producidas por los enteógenos –sueños enplena vigilia- también pueden “representar la salud y la totalidad, (...) indi-car un futuro drama vocacional, una pista para una próxima acción-tramaque superará los conflictos personales del presente”. (Watts A., Campbell,J., Progoff, Ira., May, R., Wilder, A., Miller, D.L. y otros 1997, p. 33)

Si se acepta que, mediante la irrupción de las imágenes, lo que era in-consciente se ha vuelto consciente y se adopta el enfoque jungiano de que,como los sueños, estas son imágenes de la totalidad, lo que el sujeto quevive estas experiencias debe hacer es utilizar estas imágenes para la futurarealización de su significado, puesto que “la imagen del significado de lavida humana descubierto en los patrones inconscientes (...) se convierte enun modo de completar los patrones de conducta consciente, de otro modoincompletos y compulsivos”. (Miller D.L., en Watts, A. Et. Al. 1997, p.34)

Una vez superada la experiencia enteogénica, salido ya del vertiginosocaudal de imágenes arquetípicas, percepciones, sentimientos, emociones,pensamientos, podría decirse, en propias palabras de Jung y para enmar-car lo que podría ser el comienzo de la resignificación de la identidad o dela adopción de un nuevo significado para la propia vida, que:

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Poco a poco se van levantando diques contra el caudal del caos; porque

lo que tiene sentido se separa de lo sin sentido y al dejar de identificarse

sentido y sin sentido la fuerza del caos se debilita y el sentido queda

dotado con la fuerza del sentido y el sin sentido con la fuerza del sin

sentido. Surge entonces un nuevo cosmos. (...) Si discute con el ánima la

caótica arbitrariedad de ésta le da ocasión para sospechar un nuevo

orden secreto, para intuir más allá de ella misma, un designio, un significa-

do o una intención. (...) En realidad, quien pasa por este trance no cuenta

con una fría reflexión ni tampoco con la ayuda de ciencia o filosofía alguna

y la doctrina tradicional religiosa auxilia sólo muy limitadamente; uno está

envuelto y enredado en el vivir sin objetivo y el juicio con todas sus

categorías se muestra impotente. La interpretación humana falla, pues ha

surgido una situación vital turbulenta, a la que ninguna dotación de sentido

se adecua. Es un momento de derrumbe (...) No es una renuncia artificio-

samente querida a la propia capacidad sino impuesta por la naturaleza.

(...) Cuando todos los apoyos y muletas se han roto, y ya no hay detrás de

uno seguridad alguna que ofrezca protección, sólo entonces se da la

posibilidad de tener la vivencia de un arquetipo” (Jung, 1970, p. 37-38-39).

No en vano encuentra Naranjo (1973, p. 155), en el estudio de expe-riencias con sustancias enteogénicas en grupos no indígenas, que esarápida inmersión de la mente en las áreas del incosnciente y sus arqueti-pos, produce algo similar a lo que ha sido la esencia de los ritos de inicia-ción en muchas culturas, y representa la ocasión en la que se es puesto encontacto con los símbolos, los mitos y las obras de arte que sumarian ellegado espiritual de la experiencia colectiva de la cultura.

Se podría entonces decir, en consonancia con este mismo autor, quepor cuanto la actitud hacia el mundo que se expresa en tales experienciasha sido considerada de gran importancia para la madurez y para el ordende la vida de la comunidad, éstas se han transmitido y se perpetúan reve-rentemente y son objeto de fiestas y rituales en los que la gente renueva sucontacto y su conciencia de un dominio de la existencia, “que es irrelevan-te en la vida práctica, pero crucial en la cuestión del significado de la vida.”

Y para concluir, esta oportuna cita de Hooper (Watts, 1997, p. 102):

En esta época tan inverosímil (un momento de hecho en que lo mitológico

suele rechazarse) estamos experimentando una renovación de la con-

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ciencia del mito en la literatura; en ésta época, la más positivista y

científica, estamos consumidos por un interés en el significado e inten-

ción de los sueños; en esta era, la más anunciada como empírica y

racional estamos cada vez más preocupados por la imaginación; y en

esta era de la nietzcheana y teológica muerte de Dios, estamos experi-

mentando un renacimiento de lo numinoso. Estas renovaciones están

apareciendo en formas extrañas y simples, pero ya sean lo primero o lo

segundo, es esencial destacar que contienen una diferencia.

Es bueno aclarar aquí que no era el objetivo de este trabajo el detener-nos en la interpretación de estas imágenes, entre otras cosas porque, comolo anota Campbell (1997, p. 146) una “imagen arquetípica (...) no ha dedesecharse con las definiciones arcaicas de su significado. Al contrario,tales imágenes, -que, de un modo mágico alcanzan y despiertan inmedia-tamente centros de la vida en nuestro interior- han de conservarse, trashaber sido limpiadas de sus significados, para volverlas a experimentar(no a reinterpretar) como arte.” O como poder creativo, para generar proce-sos de transformación. Y es que, al decir de este autor, las imágenes quesurgen de las visiones que provienen del inconsciente colectivo no se pue-den interpretar a través de asociaciones, recuerdos y reflexiones persona-les, como se puede hacer con las que provienen del inconsciente personal.

Se partió entonces de la aceptación de que los arquetipos no son “me-ros vestigios irracionales del pensamiento arcaico, sino algo fundamentalpara la estructuración de la vida humana” y con base en ello se trató deestablecer la importancia que las experiencias enteogénicas pueden tener,para los sujetos de la unidad de trabajo, en el entendido de que las imáge-nes que irrumpieron en sus visiones, son expresión de los contenidosarquetípicos del inconsciente colectivo.

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Vamos a florecer los caminos

Estéticas y Estados Modificados de

Conciencia (EMC)Jorge Echeverri González1

Resumen

La conciencia es un proceso emergente de la vida que permite a losorganismos adaptarse al medio. La conciencia humana es un procesocomplejo de simbolización intencional que en Occidente se ha reducidoa la conciencia racional que desprecia la sensibilidad y la emocionalidad.La conciencia es una red intrincada de relaciones que configuran el sen-tido del mundo por medio de los imaginarios. Los EMC plantean los pro-cesos de la conciencia ampliada, que supera las preguntas del “por qué”para plantearse las del “para qué”. En este contexto, la experiencia esté-tica se presenta en el emerger EMC. La mayoría de las sociedades uti-

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. Filósofo y pedagogo. Magíster. Fundador e integrante Taller Permanente Cultura y Droga.

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lizan EMC, los cuales se ejemplifican desde el chamanismo, la experien-cia extática y los estados producidos con ayuda de enteógenos.

Palabras claves: conciencia, estética, chamanismos, éxtasis, estadosmodificados de conciencia.

En una entrevista publicada en la revista Visión Chamánica, AnthonyHerman2 dice que: “[…] dos frases que vienen del contexto tradicionaldel norte del Perú encierran la sabiduría del San Pedro. Una es: “¡Vamos

levantando, vamos levantando!”. Aquí está presente la visión de que elSan Pedro te pone de pié, te fortalece, te hace enfrentar las cosas. Tienemucho que ver con la fuerza que viene del cactus. La otra que siempreusan es: “Vamos a florecer los caminos!”. “Florecimiento de las posibili-dades, cómo desarrollar un trabajo, una relación, cómo hacerla florecer.La metáfora es buena: las plantas nacen para florecer y nosotros debe-ríamos proceder de la misma manera, levantando y floreciendo”.

Establecer la relación entre estéticas y estados modificados de con-ciencia puede llevarnos a algo parecido: “vamos levantando, vamos le-vantando”, y en este proceso vamos a florecer nuevas relaciones, nuevassituaciones, vamos a florecer nuevas formas de ver el mundo y la vida.Tal vez por este camino nos reconciliemos con este mundo en que vivi-mos, con la vida, con los otros y finalmente con nosotros mismos.

El concepto de conciencia

El diccionario Vox trae dos acepciones para la palabra “conciencia”:

1. “Conocimiento que el espíritu humano tiene de su propia existencia, desus estados y de sus actos”.

2. “Propiedad del espíritu humano de formular juicios normativos espontá-neos e inmediatos sobre bondad o maldad de ciertos actos individualesdeterminados”.

2. Experto en el Cactus San Pedro, en entrevista que aparece en http://www.visionchamanica.com/. El cactus San Pedro —Wachuma (Trichocereus pachanoi)—es un enteógeno cuyo principio activo es la mescalina, de uso tradicional en los andes perua-nos, ecuatorianos y del sur de Colombia.

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El diccionario de la Real Academia Española (DRAE) es más amplio y traecinco acepciones. La segunda define la conciencia como “conocimiento inte-rior del bien y del mal” y coincide con la segunda del diccionario Vox. Estaacepción implica un juicio moral espontáneo de los propios actos, como cuan-do decimos que se actúa en conciencia, nos remuerde la conciencia, quealguien no tiene o no se tiene conciencia. También coincide con expresionescomo objeción de conciencia y examen de conciencia. En esta conferencia novamos a considerar este aspecto de la conciencia como un juicio moral.

Nos queda la otra acepción del diccionario Vox, la que tiene que ver conel conocimiento y que el DRAE explana en cuatro. Veámoslas una por una:“Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esencia-les y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta”. Básica-mente es la misma primera del diccionario Vox, pero con connotacionesdinámicas. El espíritu humano tiene conocimiento de sí mismo, se recono-ce, en sus estados, en sus atributos, pero también en todas las modifica-ciones que experimenta en sí mismo. Este conocimiento implica que laconciencia no es un estado, sino un proceso, y aquí tenemos el primerproblema para dilucidar el concepto de estados modificados de concien-cia, porque si el proceso de conocerse o reconocerse es dinámico, enton-ces decir estados modificados de conciencia parece redundancia y podría-mos hablar sólo de conciencias varias o diversos tipos de conciencia.

La cuarta acepción del DRAE nos da una connotación adicional: la con-ciencia es una “actividad mental a la que sólo puede tener acceso el propiosujeto”. La conciencia es una actividad íntima, personal e intransferible.Podemos tener acercamientos a la conciencia de otros, y la comunicaciónpor el lenguaje nos puede dar aproximaciones, pero la conciencia final-mente es una experiencia personal de la que sólo puede dar cuenta cadauno. Las acepciones tercera y quinta son interesantes en nuestro casoporque nos permiten acercarnos al tema que estamos tratando: concienciacomo “conocimiento reflexivo de las cosas” y más preciso, como conceptopsicológico, “acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en elmundo”. Según estas acepciones, la conciencia es el proceso que permitela mediación entre mi propio ser y el entorno, las “cosas”, aquello que mees externo. Desde esta perspectiva, la conciencia es un acto de conoci-miento que nos permite actuar en el mundo. Somos o estamos conscientescuando podemos interactuar y cuando perdemos esta capacidad no somosconscientes o no estamos conscientes.

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El proceso de conciencia humana es una emergencia del proceso cognitivocomún a todos los seres vivos3 que en los diversos niveles de la vida semanifiesta como un proceso de transmisión de información por el cual losorganismos se adaptan continuamente al medio, aun en situaciones desco-nocidas. Este proceso emergente adquiere cada vez mayor complejidad has-ta llegar a la intencionalidad, la simbolización y la autoconciencia de losanimales superiores, complejidad que logra su máximo grado de desarrolloactual en el ser humano. Con la autoconciencia también somos conscientesde nosotros mismos y de nuestro mundo interior, somos conscientes de quesomos conscientes. Lo más probable es que este proceso no se haya dete-nido y podemos postular que puede haber estados de conciencia que noconocemos, ya sea porque no existen aún, ya sea porque no somos cons-cientes de ellos.

La importancia y diferenciación de esta complejidad emergente llevó alos pensadores modernos de occidente a darle un estatuto especial, has-ta el punto de que la autoconciencia del pensamiento (“yo pienso” enten-dido como “yo soy consciente de que pienso”) definió el estatuto induda-ble de la realidad (el “pienso luego existo”, cogito, ergo sum de Descartesen que se funda toda la filosofía moderna de Occidente). El cogito, ergo

sum adquirió tal importancia que determinó la relación del ser humanocon el entorno y consigo mismo en términos de dualidad: existe una con-ciencia de la cosa externa, y según esta teoría, existe una conciencia dela interioridad, el objeto y el sujeto, sujeto que conoce un objeto externoa sí mismo, como dos realidades independientes. La racionalidad deriva-da del principio cartesiano se constituyó en el referente de la verdad y lavalidez del conocimiento. Desde entonces se separó el espíritu de lamateria, la mente del cuerpo. Como consecuencia se despreció la sensibi-lidad, se ignoró la emocionalidad y se desvalorizó la intuición y la imagi-nación por considerarlas irracionales. La conciencia se redujo a la inter-pretación racional que da cuenta del mundo, del ser humano y de susrelaciones en términos de proposiciones lógicas, ojalá traducidas a ex-presiones matemáticas. Cualquier otra forma de interactuar con el mun-do se consideró primitiva, atrasada, infantil, poco desarrollada, ingenuao producto de la locura. Se llegó a hacer coincidir la conciencia con lareflexión racional y el sentido del ser humano con su actividad ra-cionalizadora.

3. Es la propuesta de la llamada «Teoría de Santiago», de Maturana y Varela (1972 y 1980).

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Conciencia y estética

Llegados a este punto podemos empezar a relacionar el concepto deconciencia con el de estética. Un buen sector de la racionalidad modernaredujo la estética a la reflexión sobre la producción artística y al análisis desus productos mismos, las obras de arte, hasta convertirse en reflexionesrelativas a lo bello y a su esencia4 siguiendo a Baumgarten5 y Kant6 , pen-sadores que introdujeron el término y lo reservaron con este sentido. Cuan-do en el siglo XX se introduce la crítica al reduccionismo racionalista serescata el sentido originario de estética que proviene del griego áßóèçóéò,que significa sensación y que se refiere en sentido ampliado a las relacio-nes sensibles del ser humano con su entorno y consigo mismo. Se llega asíal concepto de estéticas expandidas para referirse al conocimiento y a laconciencia que se obtiene por medio de las percepciones de los cinco sen-tidos tradicionales, pero también a la propio percepción o conciencia inter-na, de la cual la racionalidad es apenas una parcela, e incluye las emocio-nes, las pasiones, la intuición y los fenómenos irracionales, incluida la lo-cura y el sueño.

La conciencia se construye a partir de la constelación de sensacionesque se cargan de intencionalidad y sentido, hasta conjugarlas en conjuntossimbólicos. Se constituye así, la cultura que es el marco de referencia parala interrelación con el mundo y con el yo. La conciencia es entonces elentramado, la red intrincada de relaciones que configuran un sentido delmundo y del yo en el mundo. Esta red de relaciones está ligada en losanimales superiores a la comunicación por medio del lenguaje, no sólo ellenguaje gráfico de los signos lingüísticos, sino también por las imágenes yla constelación de imágenes en conjuntos de sentido, con carga simbólicaque podemos llamar imaginarios, y de los cuales son ejemplos acabadoslos mitos, la religión y los rituales en que se traducen y concretan los mitosy la religión. Esta interrelación, que se basa en la comunicación es decarácter emocional y responde a la concepción sistémica y holística de lavida. Es decir, es una comunicación que interrelaciona la totalidad de lavida con la totalidad del universo, de sus energías y estímulos. En este proce-

4. Ver por ejemplo el artículo Estética de AVILÉS, Juan Gregorio, 1997. En: el Diccionario de

Pensamiento Contemporáneo. Madrid: Editorial San Pablo5. BAUMGARTEN. Reflexiones acerca del texto poético, 1735 y Aesthetica, 1750.6. KANY, I. Crítica de la Facultad de Juzgar, 1750.

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so el cerebro es apenas uno de los instrumentos de acción, pues tambiénse establecen relaciones en el organismo mismo y del organismo con elmundo por medio de los sistemas inmunológico, endocrino y nervioso au-tónomo, tan importantes para la adaptación al entorno como el cerebromismo. El territorio cognitivo está compuesto, entonces, por ese conjuntoorgánico de los sistemas nervioso central, inmunológico, endocrino y ner-vioso autónomo. Es decir, se conoce por todo el cuerpo entendido comototalidad indivisible que incluye también la mente y del cual el procesoracional es apenas una parte. También se amplia el concepto de inteligen-cia, como la capacidad del organismo para identificar los estímulos y so-lucionar los problemas de adaptación al entorno. La cultura occidental alreducir la conciencia a la actividad racional, dejó por fuera el conocimientocomo totalidad. Muchos de los aspectos relegados siguen actuando einfluyendo en nuestro comportamiento desde inconsciente y el subcons-ciente. No se desconoce la importancia de la racionalidad y los frutosmaravillosos de adaptación para el ser humano que ha significado la pro-ducción tecnológica y científica, sino que se considera apenas como unade sus posibilidades. Y no tal vez la principal cuando se refiere al desarro-llo de la autoconciencia.

La racionalidad supone que en nuestros actos respondemos deter-minísticamente, en una relación de causa-efecto, a los estímulos del entorno.En la concepción holística se entiende que esa respuesta es un procesocomplejo de tipo rizomático en que intervienen, junto con el estímulo, el con-texto concreto, el contexto intangible o cultura y el patrón de organización delser vivo, en una interacción no lineal con la realidad, todo transido por unpermanente flujo de información procesada por el cuerpo todo y no solo por elcerebro. Allí están presentes las ideas y conceptos, las emociones y losmovimientos y sensaciones del cuerpo integrados en una completa coreogra-fía, entrelazados con el contexto social. En este entramado literalmente seconstruye mundo, que al ser percibido, se constituye en conciencia y la con-ciencia de esa percepción es la autoconciencia.

Desde esta perspectiva podemos considerar que la conciencia se mani-fiesta de múltiples maneras, primero como un estado ordinario y luego enmúltiples modificaciones en el proceso, que llamamos estados modifica-dos de conciencia. El estado ordinario o cotidiano de conciencia es unpatrón de funcionamiento característico para el comportamiento creado porel proceso de aculturación o de socialización, es el territorio cognitivo propio

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seleccionado por el contexto que está en función de la cultura. En nuestracultura occidental el estado cotidiano de conciencia trata de respondersecontinuamente “el porqué” y establecer relaciones lineales de causa efecto.Una pequeña variante podría darse si se reemplaza la pregunta del “por qué”por la pregunta del “para qué”. En otras culturas el patrón de comportamien-to puede responder a patrones sincrónicos, que responderían a preguntaselípticas del tipo: ¿este fenómeno con qué otros fenómenos gusta estar opasar? Hagamos el ensayo de cambiar el tipo de preguntas para cualquiersituación, aun la más corriente y podemos percibir el cambio de patrón. Porejemplo, con el fenómeno del amanecer y del sol: preguntarnos “por quévemos salir el sol” nos da acceso a respuestas de tipo científico racionalrelacionadas con órbitas celestes, movimientos y tal vez leyes físicas oastronómicas. “Para qué vemos salir el sol”, por su parte, puede darnosrespuestas relacionadas con estados emocionales, míticos o religiosos.Preguntarnos: “el fenómeno de ver salir el sol, con qué otros fenómenosgustar estar o pasar”, puede evocarnos o propiciarnos situaciones psíqui-cas diversas, desde elementales y simples hasta profundamente arquetípicas,de tipo holístico o integrador.

Estado(s) Modificado(s) de Conciencia (EMC)

En este sentido no se puede definir universalmente qué es un estadoordinario de conciencia, por esa razón de estar en función de la culturapropia, los contextos y el patrón de organización y por lo tanto, tampocoqué es un EMC. En Occidente el estado de soñar, la actividad onírica, esun estado alterado de conciencia, en tanto que en otras culturas la activi-dad onírica puede formar parte de la conciencia ordinaria. Pero aún enuna misma cultura el estado ordinario puede ser diferente si el patrón deorganización interna está regido principalmente por el cerebro izquierdoy por tanto por la racionalidad, la inteligencia lógica y el pensamientolineal, o por el cerebro derecho y por tanto por la intuición, la inteligenciaemocional y el pensamiento lateral. En términos generales podemosaproximarnos un poco cuando decimos que en el estado ordinario deconciencia la mente percibe y actúa según los patrones de entrenamientocultural, y un EMC se da cuando se rompe este patrón y se descubre elmundo de manera diferente a la que uno creía, en particular si se abrenfronteras emocionales al conocimiento y a la interrelación con el mundo,con otros y con nosotros mismos y se desencadenan pulsiones que noutilizamos en la cotidianidad.

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Las sociedades tienen amplia tendencia a buscar los EMC, tal vezOccidente sea la excepción, aunque también entre nosotros hay momen-tos: tal es el juego de adolescentes en que se corta la respiración por unabrazo intenso. Cada vez que se altera el patrón de comportamiento acti-vado por nuestra cultura, podemos decir que entramos en EMC. AlgunosEMC no los percibimos como tales. Cuando nos metemos de lleno en unapelícula, por ejemplo, estamos percibiendo la realidad mediados por eltorrente de imágenes. Los criterios para identificar un EMC son por lomenos dos:

1. Desorganización o desestructuración del patrón cultural de nuestra re-lación con el mundo

2. Un proceso físico psicológico de reorganización o reestructuración delestado de conciencia.

Con estos criterios podemos clasificar como EMC muchas situacio-nes que vivimos a diario: la actividad onírica, el orgasmo, el momento dela creación artística, el disfrute de la creación artística (una música quenos impacte, o un cuadro, escultura, obra arquitectónica), relacionesespeciales con un paisaje, un amanecer o atardecer, el trance estático,la vivencia mística, el silencio de la meditación yoga, la apoteosis en lapráctica de un deporte o una actividad física, el ethos pasional, intensaira, la embriaguez (por alguna de las muchas sustancias embriagantes,no sólo el alcohol, aunque también), el ensueño y la fantasía.7 Todastienen como característica un tipo de pulsión, que es una manifestaciónemocional, generalmente surgida del inconsciente. Y hemos dejado parala conciencia la actividad racional que funciona preformativamente; esdecir, dictando normas. Estos dos polos, el racional y el emocional acos-tumbramos tenerlos separados, polarizados, en segmentos extremosopuestos de nuestra actividad. Nuestra cultura nos ha imbuido la creen-cia de que los estados emocionales deben estar controlados por la ra-cionalidad como ejercicio propio del ser humano, pues las pulsiones, sedice, obedecen al instinto y son fuerzas ciegas. Y el hombre está hecho

7. “Dormir y soñar, la hipnosis, la anestesia general, la meditación, el trance, la catarsis y eléxtasis, el delirio, la psicosis y los distintos efectos de los diversos psicótropos, todo ello sonestados modificados de conciencia. Así pues, un EMC es simplemente un estado de laconciencia cuyas variables predominantes salen de los estándares estadísticos de una co-lectividad.” (Fericgla, 2002. p.301).

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para superar el instinto. Mi hipótesis actual es que el desarrollo armóni-co del ser humano pasa por la integración en un plano superior de estosdos polos, y esta integración es estética, en el sentido en que lo heseñalado antes; es decir, pasa por el conocimiento de toda la realidad,por el estar situado en el mundo, haciendo parte del mundo, integraciónestética que se logra por medio del cuerpo. No se desprecia la razón,sino que se integra.

La búsqueda intencional de EMC parte, entonces, de alguna activi-dad, situación o circunstancia que deconstruya la personalidad actual,aferrada a lo preformativo de la norma, incluso por la deconstrucción delyo, de la personalidad estructurada por la cultura habitual. Pero no pue-de quedarse en el caos que se genera, sino que debe poder integrarseen una unidad diferente, ni superior, ni inferior, sino diferente. Y los puebloslo han buscado de muchas maneras, todas ellas con características estéti-cas. Las prácticas chamánicas, uno de los fenómenos antropológicos másextendidos, tienen algunos elementos comunes para lograr esa deconstruccióny su posterior integración en una unidad distinta. Los sonidos repetitivos ycantos salmodiados (los mantras son una buena expresión), los tambores, eluso de sustancias psicotrópicas que desintegran la conciencia habitual ydespiertan el cuerpo a sensaciones aletargadas, son algunos ejemplos. Losmitos integradores y las religiones originales, que parten de la derrota perso-nal (desintegración del ego) frente al dios poderoso, son continuación de es-tas prácticas. En este proceso cumplen un papel importante los ritos.

Los ritos son un esfuerzo por acercar los dos polos, emocional yracional. Aunque los ritos estén altamente normatizados, codificados,por su esencia, también están construidos para permitir la expresiónemocional. El rito empieza con un período o circunstancia de alejamien-to de lo cotidiano, de ruptura con lo habitual, continúa con la construc-ción de un espacio y tiempos liminares, marginales, para desembocaren una reinserción social en otro plano. Esa es la característica de losritos de paso, que se han perdido en Occidente. El individuo que va apasar por el rito es alejado de su papel hasta entonces normal en sugrupo social, (FERICGLA J.M:1999). El joven varón que va a ingresar almundo adulto, es segregado de la placidez de la infancia y se le sometea pruebas, a veces heroicas en algunas sociedades y en las cuales tieneque ganarse el derecho a ser adulto. De forma análoga la niña rompe consu cotidianidad cuando va a ingresar a la categoría de mujer. Hay un

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período liminar al margen, en que se realizan prácticas diferentes a las habi-tuales, pasado el cual se produce la reinserción al grupo social pero en algoha cambiado sus derechos y sus deberes. El rito marca los ritmos de la vida,del nacimiento, del paso de la infancia a la juventud, de la juventud a la adultez,de los plenos derechos y deberes de adulto en la sociedad, y finalmente de lamuerte. Cada individuo construye su realidad social de relaciones y adapta-ciones pero necesita pistas que le permitan la identificación, la construcciónde identidad social. La realidad no nos hace hombres ni mujeres y es en losritos donde construimos nuestra masculinidad o feminidad. Los ritos tambiénmarcan los límites. La cultura de Occidente en su etapa de modernidad haterminado despreciando los ritos y las integraciones sociales se dan de for-ma desordenada, se pierden los límites, lo que ha conducido que nuestrasociedad sea una sociedad enferma, esquizofrénica. Mi hipótesis es que losEMC posibilitan la integración de la ruptura o desintegración que implica laesquizofrenia de la cultura de Occidente.

Ejemplos notables de EMC

Hemos dicho que la mayoría de las sociedades recurre a algún tipo deEMC para lograr la integración interior y la unidad con el entorno y el universo.Vemos algunos ejemplos:

Los chamanismos

La esencia del chamanismo está en la práctica de ritos o actividadesque conducen a EMC. Los chamanismos son el primer y casi universal“intento organizado de la humanidad para dar sentido a la existencia ypara dar respuestas a los grandes interrogantes sobre la vida, el dolor yla muerte” (Fericgla, 2001). En estas situaciones límite, que ponen aprueba el patrón ordinario con que nos enfrentamos al entorno y a la vidatoda, necesitamos recurrir a experiencias que trascienden el modo ordi-nario de conciencia, a EMC, y en estos estados enfrentamos las situa-ciones límite desde la perspectiva emocional y sensible, vale de nuevodecir, como una reacción estética, que no puede ser explicada con larazón. El chamanismo recurre a símbolos, cánticos, territorios sagradosy ritos, a veces con uso de plantas que consideran sagradas y que ahoraclasificamos como enteogénicas. En los chamanismos la desestruc-turación del patrón cultural de nuestra relación con el mundo se da por el ingre-

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so a los mundos oscuros o al mundo de los demonios o de las fuerzas desco-nocidas a las que tiene que enfrentar el chamán. El subsiguiente proceso dereorganización o reestructuración del estado de conciencia se da por la adqui-sición de poderes que -según el chamán- le son concedidos por los espíritusprotectores de la naturaleza de los cuales el chamán se apropia. Con esospoderes, el chamán conduce a su grupo social a los EMC que les permitenintegrar desde otra perspectiva su mundo y en especial las situaciones que nose pueden entender o enfrentar en los estados ordinarios de conciencia.

Los EMC chamánicos -sea que se usen enteógenos o no- expanden laconciencia y permiten percibir sensaciones y relaciones que no se perci-ben de ordinario. A partir de las emociones se reorienta el tiempo y elespacio, se reorganizan las relaciones y se actúa desde las emociones.Un buen ejemplo de cómo se actúa desde las emociones nos lo transmitíaWilliam Torres8 en una reciente sesión de ayahuasca. Según Torres elabuelo Oscar Román, chamán uitoto de la gente enókayi, que habita en lacomunidad de Araracuara en el curso medio del río Caquetá, Colombia,afirma que hay cinco enfermedades tenebrosas que impiden aprender asaber y aprender a vivir y que, por tanto, son el origen de todas las demásenfermedades conocidas. Según Torres, este anciano insiste en la nece-sidad de que los chamanes se cuiden de ellas para que no les afecte laexistencia y no contaminen a los demás: la tristeza, el miedo, la rabia, lapereza y la envidia. Oscar Román afirma que estas fuerzas de anormali-dad existen en el universo y que pueden afectar el cuerpo en cualquiermomento, pudiendo contagiar a otros voluntaria o involuntariamente hastala epidemia. De ellas nacen todas las demás enfermedades. Es un mane-jo emocional de estas enfermedades que son enfermedades de relaciónsocial, y que, por consiguiente, su control nos permite vivir en armonía. Esuna forma de estetizar las relaciones y la vida, como lo indica el título delartículo de Torres, Chamanismo, estética de la existencia. Este tipo demetáfora de la enfermedad y de su tratamiento cambia el énfasis del “co-nócete a ti mismo”, propio de la relación racional occidental, por el de“cuídate a ti mismo” que implica colocar el cuerpo humano todo al serviciodel equilibrio emocional, que activa una “estética de la existencia”, unethos o pasión de la vida y por la vida (Torres, 2000).

8. En el texto original el autor hace referencia a los planteamientos hechos por Fericgla en eltaller Cultura y Droga en uno de sus seminario. ver Revista Cultura y Droga N° 9 2002: 315.Nota del editor.

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Fericgla (2001) identifica seis factores comunes en estos EMCchamánicos. Apenas los voy a enumerar:9

1. Los chamanes actúan a partir de las emociones. Trabajan las emocionescomo la matriz sobre la que se mueve la vida, y menciona por lo menosseis patrones de comportamiento emocional: rabia o ira, miedo, tristeza,éxtasis místico, el orgasmo y el gozo de vivir -que incluye la alegría-(Fericgla, 2001a).

2. El chamanismo trabaja de dentro hacia fuera, de la subjetividad a laobjetividad, con una orientación en contravía a la lógica racional occi-dental.

3. La conciencia dialógica. Nuestro estado de conciencia se enfoca haciaun solo punto, en tanto que el chamán se desenfoca para percibir latotalidad.

4. La conciencia holorénica o estado de la mente que busca la totalidad sesí misma y de sí misma en el cosmos.

5. Conciencia procesual abierta a un cosmos que está en constante movi-miento y cambio.

6. Conciencia social basada en la relación de ayuda, que lo identifica consu grupo social.

La experiencia extática

Uno de los patrones de comportamiento emocional que mencionaFericgla es el del éxtasis místico. Para Eliade (2001) el chamán es el granmaestro del éxtasis y en sus prácticas la experiencia extática es la expe-riencia por excelencia, y por tanto define el chamanismo como la técnicadel éxtasis. La experiencia estática conduce a una readecuación, a unreordenamiento de las relaciones del ser humano con el universo, con sumundo inmediato. En la experiencia extática se recupera una unidad quese ha perdido, unidad de sí mismo, unidad con los otros y con las fuerzasdel universo.

La experiencia extática está relacionada con la aparición de fenómenosestéticos de tipo artístico. Recientes investigaciones asocian el arte rupes-tre con los éxtasis chamánicos probablemente propiciados por alguna sus-

9. Antropólogo, ahora chamán en ejercicio, en su maloca cerca de Pasto, bautizado por su“abuelo” indígena como Kajuyali Tsaman. Puede leerse en Torres, 2000.

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tancia o práctica que conduce al trance, como nos lo señaló Jonathan Ott ensu conferencia pasada en este mismo taller.10 También los primeros cantosépicos y la lírica originaria de todos los pueblos están asociados a la expe-riencia extática. Tal vez el caso que más ha influido en la cultura de Occiden-te sea el de los misterios eleusinos, en los que parece se usaba un enteógenoque Wasson (1995) y sus colaboradores identifican con un tipo de hongospsilocíbicos. Los misterios eleusinos están asociados al origen de los mitosgriegos y a su filosofía. Es casi seguro que Platón asistió a sesiones de losmisterios eleusinos y su mito de la caverna es un ejemplo de interpretacióndesde un EMC.

La experiencia extática chamánica evolucionó hacia el trance místico,el éxtasis místico conocido en todas las religiones. Tal vez el fenómenomás representativo esté en el Budismo. Gotama Siddartha el Buda,11 bus-có observar con atención y ecuanimidad total la conciencia humana a tra-vés de su propia conciencia. A partir de dicha observación de su propiointerior construyó un modelo de la mente vista como un proceso que inclu-ye cuatro funciones principales:

- conciencia (viñana): la parte receptora de la mente que se limita a regis-trar la ocurrencia de las cosas

- percepción (saña): la parte evaluadora que juzga el hecho ocurrido,clasificándolo y juzgándolo como positivo o negativo

- sensación (vedana): la parte que genera una sensación corporal agrada-ble o desagradable de acuerdo al resultado de la evaluación del hecho

- reacción (sankhara): la parte que reacciona con aversión o apego enfunción de la sensación

La lógica de Occidente sólo le reconoce validez a las dos primeras funcio-nes. Las otras dos coinciden con lo que he planteado como “estéticas expan-didas” pues responden a la reacción de la sensibilidad y determinan mi ac-ción de manera notable que con frecuencia no es consciente. Por ejemplo, sial oído llega el sonido producido por las palabras “¡Eres un inútil!”, inmediata-mente la conciencia registra el hecho, la percepción clasifica las palabrascomo algo negativo y experimentamos una sensación corporal desagradableque nos hace reaccionar produciendo un sankhara de aversión contra lo que

10. Taller Cultura y Droga11. Para este ejemplo me baso en http://www.mind-surf.net/portal.htm

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estamos escuchando, pues deseamos que se detenga el estímulo que nosdesagrada. Por el contrario, si escuchamos un halago que la percepción eva-lúe como algo positivo, experimentamos una sensación corporal agradable ygeneramos un sankhara de agrado deseando más del estímulo que nos pro-duce placer. Este es el principio de la experiencia estética amplia. Esta expe-riencia vale con todos los sentidos, y no funciona con ningún sentido aislado,pues es una reacción de la totalidad del cuerpo que a su vez corporeiza mi yoíntegro. Desde el sentido del olfato lo podemos ver ejemplificado en la novelaEl Perfume de Patrick Süskind.

La experiencia mística destruye el patrón de comportamiento ordinario, alque considera una ilusión, y sitúa al místico en trance en un éxtasis en quese le revela una sensación de plenitud, amor, paz y unidad con la naturaleza,con la humanidad o con el todo. Durante la misma, pueden tener lugar algu-nas visiones literales, arquetípicas o simbólicas que se traducen en el len-guaje en la construcción de mitos y religiones. Casi cualquier persona puedellegar a una experiencia mística, algunos de manera espontánea, otros bus-cándola deliberadamente. En el primer caso se engloban las experienciasparanormales, tanto de personas ordinarias como de aquellos que hemosllamado santos, médiums, clarividentes, canales, etcetera. Estas vivenciasmísticas espontáneas pueden suscitarse bajo cualquier tipo de condicionesinesperadas o en virtud de accidentes, operaciones o estados de enfermedadcasi fatales que se denominan genéricamente Experiencias Cercanas a laMuerte (ECM). En el caso de las prácticas deliberadas, el común denomi-nador es la inducción de modificaciones en nuestro estado ordinario deconciencia a través de técnicas de meditación, ayunos prolongados, respi-ración holotrópica o ingestión de plantas o sustancias psicoactivas, estoes, capaces de alterar el Sistema Nervioso Central (SNC). No es el propósi-to aquí detallar este tipo de experiencias, pero para quien esté interesado lepuedo sugerir el libro de Sophy Burnham, El viaje hacia el éxtasis: el poder

transformador de la experiencia mística,12 o el libro clásico y más cercano anuestro espíritu científico de William James: Variedades de la experiencia

religiosa.

La característica común de la experiencia mística es el descubrimientode la divinidad dentro de sí mismo en un tipo de conciencia expandida, ode EMC profundo, al que se llega por prácticas de meditación con mu-

12. Madrid: EDAF, 1999.

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cha disciplina, rigor y tiempo. La característica de esta meditación es la deacallar la mente de los pensamientos ordinarios para que surja el estado dedivinidad desde dentro, estado que no lo puede dar nadie, pues cada unodebe encontrarlo por sí mismo, como se ejemplifica en la anécdota conBuda. Alguna vez le preguntaron a Gotama Siddartha el Buda: “—¿ExisteDios?— No voy a contestarte respondió, pero si quieres, puedo enseñartecómo descubrirlo por ti mismo. Y le entregó a su interlocutor el don de lameditación”.

Enteógenos

Las experiencias extáticas místicas pueden ser ejemplos muy lejanospara nosotros. Por fortuna, en la segunda mitad del siglo XX encontramosuna forma de llegar a las experiencias extáticas digámoslo, por la vía rápi-da, con el uso de enteógenos. Es ilustrativo traer a cuento la experienciade una investigadora, de la cual se han citado trabajos en este taller:13 KarinaMalpica.

“Inicialmente concebí la idea de crear Mind-Surf -su portal en internet-

durante una sesión de ayahuasca. En esos momentos estaba muy con-

fundida porque llevaba casi 10 años haciendo una investigación sobre

las distintas drogas psicoactivas y acababa de perder la orientación y el

impulso necesarios para concluirla y pensaba que si abandonaba el

proyecto habría desperdiciado todo ese tiempo para nada. Así es que

durante la sesión entré en contacto con mis guías y les pedí consejo.

Ellos me dijeron que por el momento dejara a un lado la investigación y me

concentrara en establecer primero el mensaje y la meta hacia donde

quería encausar a los lectores de mi investigación y que una vez que

tuviera estas cuestiones aclaradas, todo fluiría de nuevo para que final-

mente pudiera terminar mi investigación. Mis guías me instaron a utilizar

los conocimientos que adquirí cuando acompañé a una amiga a un curso

de mercadotecnia para identificar mi ‘nicho de mercado’, los medios de

comunicación a los que tenía acceso este sector y los códigos

referenciales que captarían su atención y le transmitirían mejor mi men-

saje. Pensé que este ‘nicho’ eran los jóvenes usuarios de sustancias

psicoactivas que tienen aspiraciones espirituales no asumidas y por

eso se sienten atraídos hacia las formas de alteración de la conciencia

13. Taller Cultura y Droga.

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que producen las plantas y sustancias psicoactivas. Mi intención era

acortarles el camino brindándoles información que les resultara útil para

asumir conscientemente su búsqueda espiritual y evitar los peligros de

la adicción a las drogas. Entonces pensé que internet era el mejor canal

de comunicación para llegar a ellos y decidí tomar como referentes los

códigos que utiliza la primera parte de la película The Matrix para pre-

sentar esta información gratuitamente en internet. Una noche me dormí

pensando cómo hacer todo esto de la manera más artística, divertida y

eficiente posible y desperté con la imagen mental del portal. De inmediato

supe que cada una de las puertas de este juego iniciático albergaría

información básica acerca de los distintos maestros a través de los

cuales me había sido posible adentrarme en el autoconocimeinto, así

como referencias bibliográficas para seguir profundizando en la sabidu-

ría que nos comparte cada uno de ellos. Simbólicamente, entrar a estas

puertas representaría la entrada o iniciación al conocimiento espiritual

que contendría ese portal. Decidí llamarlo Mind-Surf porque siempre he

concebido la mente como un mar y el equilibrio que nos lleva al bienestar

total como la habilidad de surfear entre las olas del pensamiento.”14

Que un chamán o taita del Amazonas tome decisiones en una sesión deayahuasca forma parte de su cultura tradicional, pero que una investigadoraformal de Occidente utilice el mismo proceso para orientar su vida, nos ejemplificacómo las sustancias modificadoras de conciencia pueden incorporarse en nues-tra vida y de alguna manera estetizarla. Estetizar la vida en este sentido, esgenerar nuevas formas de establecer relaciones con nuestro entorno, nuestromundo, desde la perspectiva emocional, sensible. La experiencia de Malpicanos conduce de nuevo al principio: “vamos levantando, vamos levantando” y deeste modo “Vamos a florecer los caminos!”.

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14. MALPICA, Karina. Mind-Surt. En: http://www.mind-sur.net/

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Chamanismos, neochamanismos y la

medicina tradicional del yagé1 en el

eje cafetero2

Jorge Ronderos Valderrama

Profesor titular. Universidad de Caldas3

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. La palabra yagé o yajé en los textos científicos y botánicos la escriben de la misma forma. Conj o g. En mi caso la escribo con g. La pronunciación yagué es bastante usual en diferentesregiones del país, entre ellas en el Sibundoy, la tierra camëntsa, Alto Putumayo. En dicciona-rios del uso del español y de la RAE aparece el término ayahuasca, que por cierto es másusada que yagé en Nariño, al sur de Colombia. Igual su uso en Europa y se define así:

Ayahuasca. (Del quichua aya, muerto, y huasca, cuerda).f. Ecuad. yPerú. Liana de la selvade cuyas hojas se prepara un brebaje de efectos alucinógenos, empleado por chamanescon fines curativos Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 MicrosoftCorporation. Reservados todos los derechos.

2. Artículo basado en avances de la tesis doctoral que adelanta el autor en la Universidad deSevilla de España, en Antropología e Historia Identidad y relaciones interétnicas en Améri-

ca, pasado y presente, con el apoyo de la Universidad de Caldas. Recomiendo mis dosartículos anteriores relacionados con el tema Neochamanismo en los Andes Colombiano,

aproximación a un Caso: Manizales y el Eje Cafetero 2001 y Chamanimos y

neochamanismos urbanos: la presencia cultural del yagé en el Eje Cafetero, 2002; esteúltimo, conjunto con Segundo Tercero Iglesias.

3. Adscrito al departamento de Antropología y Sociología. Director Grupo de investigacio-nes Cultura y Droga, reconocido por Colciencias.

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Resumen

En este artículo se plantean de manera ilustrativa algunos elementosteóricos tanto antropológicos como sociológicos sobre chamanismos,neochamanismos y la medicina tradicional del yagé en el Eje Cafetero. Enlo fundamental se plantean las bases conceptuales desarrolladas en nues-tro propio proceso de investigación y otras, de fuentes diversas, especial-mente de la antropología, incorporadas en el marco de la relación entre lamedicina tradicional del yagé, la salud y la enfermedad y su relación con laespiritualidad y formas neoreligiosas contemporáneas. Se contextualiza elmarco cultural de tensiones de la medicina tradicional chamánica con laalopática. Se describe la presencia cultural del yagé a través de las cere-monias y las relaciones e interacciones entre grupos y redes “yageceras”del Eje Cafetero -especialmente Manizales- con la el pueblo Camëntsa delValle del Sibundoy, destacándose la presencia de estudiantes universita-rios indígenas y las características de los chamanes o taitas, que hacenpresencia en la región. La descripción se ilustra con base en relatos toma-dos en el trabajo de campo entre el 2003 y 2004.

Palabras claves: yagé, chamanismos, neochamanismos, espiritualidades,religiosidad, medicina occidental, medicina tradicional.

Abstract

Some theoretical elements, both anthropological and sociological, onshamanisms, neo-shamanisms and the traditional medicine of the yagé in thecoffee zone are considered. This work deals with the conceptual basesdeveloped by the author and some other diverse sources especially thoseconcerning anthropology. Such sources are incorporated within the relationshipframework between the traditional medicine of the yagé in the coffee zone,health and disease conditions and their connection with spirituality andcontemporary neo-religions trends. The cultural framework of tensions of thetraditional shamanic medicine with allopathic medicine is contextualized.Furthermore, the cultural presence of the yagé is described through ceremoniesand the relations and interactions between yagé producers and networks –especially in Manizales- and the Camëntsa village in Valle del Sibundoy throughshamans and taitas that inhabit these regions. The description and interpretationis illustrated based upon narrations taken from the field work between 2003and 2004.

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Key words: Yagé, Shamanisms, neo-shamanisms, spiritualities, health,natural medicine native, medicine.

A manera de introducción

Resulta de interés en la región, no obstante el dominio de la medicinaalopática, fundamentado en una tradición relevante con facultades y pro-gramas de medicina universitarios,4 con una oferta de especialistas médi-cos de alta categoría y reconocimiento, el que se venga ampliando progresi-vamente el campo de las medicinas alternativas, homeopáticas, bioenergistas,naturistas, algunas de ellas que incorporan enfoques tradicionales chamánicosy/o neochamánicos. También se evidencia la presencia de médicos tradicio-nales indígenas, especialmente Kamentsas e Ingas, que en el marco de susexpresiones y saberes ancestrales vienen visitando la región desde finales delos 80, generando así, una expresión particular con la medicina del yagé, a lacual asisten grupos poblacionales de diversa condición social y de género,pero de un nivel educativo universitario y profesional.

Un indicativo de estos fenómenos es el crecimiento de tiendas naturistasque ofrecen las más diversas drogas5 (Ronderos, 1994:103) y la ofertacada vez más amplia de programas educativos que se promueven en algu-nos de estos establecimientos, con especialistas que están de “correría”por la región (Ronderos, 2001. La oferta de programas radiales de medici-nas alternativas es igualmente indicativa. También existe una tradición de

4. La antigua Facultad de Medicina y hoy Facultad de Ciencias para la Salud de la Universidad deCaldas en Manizales es la decanatura con más de 50 años de tradición y de gran reconocimientoinstitucional nacional e internacionalmente. Pero hoy existen otros programas de reconocimientoacadémico como el de la Universidad Tecnológica de Pereira UTP y la del Quindío en Armenia,todas entidades públicas. Pero también hay ofertas de universidades privadas como la de Manizales;a esto habría que agregar, los programas de enfermería en las mismas universidades, escuelas deformación de auxiliares, todas por supuesto complementarios a esta oferta académica y científica.Además las ofertas de postgrado en especializaciones. Ello es un indicativo del potencial médico yde la oferta de la medicina alopática de la región, para la región y el país.

5. El termino droga es complejo en su historia y usos semánticos e incluso sintácticos.Resulta vago y equívoco. María Molinere lo defines así: droga (del sup. ár. and. «hatrúka»).1 f. En sentido amplio, cualquier *sustancia que se prepara y vende para cualquierfinalidad: para usos industriales, para pintar, para limpiar, etc. Particularmente, cualquiersustancia natural o sintética que se emplea en *medicina; especialmente, las de acciónenérgica y las que se emplean para aliviar el dolor.

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yerbatería parcialmente asociada a expresiones espiritistas y de brujeríapopular, unas relativamente ortodoxas con tradiciones familiares (las “re-cetas con yerbas medicinales de las abuelas” como se dice) y otrasneoreligiosas y alternativas. De manera especial los chamanismos yneochamanismos, que ocupan nuestro interés en este artículo.

¿A qué se debe este fenómeno? ¿Qué aspectos culturales propios dela región, de sus tradiciones religiosas, lo dinamizan en el marco actualde la globalización? ¿Qué papel juegan los conflictos de identidades enrelación con la salud y la enfermedad, la vida y la muerte y las formassimbólicas de neo-espiritualidades? ¿Cómo se manifiesta el fenómenode los chamanismos y neochamanismos contemporáneos en el Eje Ca-fetero? Estos interrogantes orientan estas reflexiones y hallazgos, ex-puestos, con base en resultados de la investigación que adelanto.

Chamanismos y Neochamanismos6

De hecho, el fenómeno de los chamanismos en el mundo “está de moda”(Fericgla, 2000:7) como lo evidencian diversos trabajos antropológicos sobreel tema, pero especialmente por la existencia de un “mercado de creen-cias” con diversas formas de expresión artísticas, científicas, neoreligiosasy demás, expresadas en productos comerciales, por supuesto que turísti-cos, editoriales, cine, televisión, en torno a la preocupación de la salud ybúsquedas de espiritualidad en donde el cuerpo y la mente configuran elterritorio, con formas culturales de territorialidades mimetizadas (Ronderos,2001:9).7

6. Ahora y provisionalmente uso los plurales, si bien en mi primer articulo utilicé el singular.Me apoyo en los argumento de Fericgla. El chamanismo y el neochamanismo, tienen unaraíz y un eje en sus relaciones: el chamán. Cada chamán construye su mundo relacionalchamánico con base en el misterio, sus conocimientos, en su capacidad de poder cura-tivo. Desde este punto de vista no podría afirmarse la existencia de un chamanismo o un

neochamanismo. La discusión y análisis entre chamanismos y neochamanismos es untema que en este escrito no se aborda. Es complejo y ha sido ya tratado de manerapolémica por diversos investigadores. Aquí se menciona de esta forma por su necesariaimbricación e interacción cultural entre el conocimiento ancestral y sus adaptaciones a lavida urbana contemporánea. Remito a FERICGLA J.M. Los chamanismos a revisión.

7. Ver RONDEROS V. Jorge. Mimetismo cultural, divertimentos y drogas. En: Revista Cultu-ra y Droga, 2001 No. 6.

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Nuestro autor de marras, precisa lo siguiente:

También cabe añadir que si tanto interés despierta actualmente toda

investigación sobre el chamanismo clásico se debe a que, en térmi-

nos generales, se sitúa en un ámbito de vivencias probablemente

común a toda la humanidad. Se trata de técnicas que, según muchos

investigadores entre los que me cuento, favorecen el contacto direc-

to con lo que llamamos sobrenatural, lo númico, con el oscuro misterio

que en último término arrastra consigo el ser humano y de donde

puede sacar alguna idea sobre su propio lugar en el mundo, a nivel

individual y social, y al mismo tiempo el chamanismo se proyecta en

estrategias concretas que facilitan la adaptación activa del ser hu-

mano a los cambios que se producen en su entorno o que él mismo

genera. En este sentido, las prácticas chamánicas se resuelven ha-

bitualmente como fuente de revelación interior en respuesta a los

grandes interrogantes pragmáticos (el origen de la enfermedad y el

dolor, cuál será el porvenir) a través de los estados disociados de la

mente inducidos por el consumo de drogas enteógenas, por trances

rítmicos o de otro origen, y con ello se convierte históricamente en el

primer sistema humano organizado para buscar el equilibrio psíquico

y físico: de nuevo estamos tratando con categorías de validez uni-

versal (Fericgla. 1).

Para definir chamanismos y neochamanismos necesariamente tenemosque referirnos al sujeto que hace posible y realiza el conjunto de actividadesy prácticas chamanísticas: el chamán y/o el neochamán. Es necesaria-mente un hecho producto de las actividades y acciones de los chamanescon un grupo de individuos (ancestralmente una comunidad étnica o gruposy/o comunidades urbanas) que participan en las ceremonias y dan origen ydesarrollan el chamanismo o el neochamanismo. Es necesaria una comuni-

dad de sentido8 en el hecho chamánico o neochamánico. Es extensa laliteratura sobre el tema. La antropología y la historia han aportado conoci-miento suficiente y por supuesto jamás finalizado. En fin, la ciencia escumulativa. Desde el clásico Eliade hasta los trabajos más recientes. Yaún antes por supuesto. También las corrientes y movimientos propiamenteneochamánicos igualmente lo han hecho a través de sus intelectuales einvestigadores.

8. En términos weberianos para la acción social.

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En un trabajo anterior definíamos así chamanismo:

“El chamanismo, una técnica arcaica del éxtasis, (Elíade M.) que pare-

ciera renacer con inusitado vigor e interés en contextos urbanos con-

temporáneos en Occidente, prueba de ello es la cantidad de seres hu-

manos que se acercan a tener experiencias, cercanas al chamanismo”

(Ronderos, 2001).

Es una definición reducida e imprecisa. Ahora, en términos culturales ladefinición desde las bases mismas del conocimiento chamánico, en términosepistemológicos, es necesariamente más adecuada y correcta, a mi juicio,definir chamanismos antes que chamanismo. Al respecto el Fericgla precisa:

Podríamos acordar con el investigador contemporáneo Ake Hultkrantz(1),

que el chamán es un individuo visionario inspirado y entrenado en decodificar

su imaginería mental, que en nombre de la colectividad a la que sirve y con

la ayuda de sus espíritus aliados o guardianes, entra en un trance profundo

o estado modificado de la mente sin perder la conciencia despierta de lo que

está viviendo; durante la disociación mental(2), su ego soñador establece

relaciones con entidades que el chamán vivencia como de carácter inmate-

rial y puede, hasta cierto punto que depende de su propio poder personal,

modificar el orden del cosmos invisible de acuerdo a su interés o al de su

colectividad. Habitualmente el chamán consume substancias enteógenas(3)

o mantiene ritmos percusivos principalmente ternarios- para inducirse la

disociación mental que lo caracteriza (Fericgla, 1998).

Igualmente Peter Furst:

“El chamán es guardián del equilibrio físico y psíquico del grupo, por el

que intercede en las confrontaciones personales con las fuerzas so-

brenaturales del supermundo y submundo” (Furst, P. Citado por Echeverri

Jorge, 2001: 157).

“Chaman significa en lengua arcaica Tungus: el que sabe. El chaman

cumple una función reguladora y de cohesión del grupo en tanto conoce

los secretos y prácticas que se requieren en la vida cotidiana. Conoce

las técnicas arcaicas del éxtasis. Son personas escogidas o formadas

según circunstancias. Cada cultura estructura las diferentes personali-

dades y funciones del chaman o de los chamanes, según el caso.

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Cumplen con una de las características que Marvin Harris haciendo

referencia a Wallace en su libro Antropología cultural considera de los

chamanes que son especialistas a tiempo parcial” (Ronderos, 2002).

En el primer capítulo de su libro Chamanismo, el arte natural de curar,José María Poveda plantea:

“Para mayor precisión hay que distinguir entre chamán y chamanismo,

pues no todos los actos del chamán son necesariamente actos

chamánicos, y personas que no sean chamanes, pueden utilizar o de-

sarrollar tareas basadas en tales técnicas”.

Desde su perspectiva:

“Lo nuclear al chamanismo es la capacidad de entrar a voluntad en un

estado modificado de conciencia (estado de conciencia chamánico:

E.C.Ch.) con un propósito terapéutico, para buscar conocimiento, y ter-

minado ese trance, ser capaz de recordar lo que aconteció durante el

mismo» (Poveda, 1997:10)”.

Lo cierto es que conceptualmente, podría decirse que si por chamanismonos referimos a un sistema teórico por ejemplo, sería correcto definirlo ensingular.

Con otro enfoque, retomado del clásico Durkheim, el antropólogo Perrin precisa:

Una de las corrientes etnológicas actuales considera el chamanismo como

un hecho social9 que atañe al conjunto de la sociedad y de sus institucio-

nes, un hecho a la vez religiosos, simbólico, económico, político, estético...

El chamán puede ser al mismo tiempo un administrador de recursos y un

terapeuta, un portavoz de los dioses y un estratega político, un especialista

en mitos y un hábil psicólogo, un manipulador y un artista. Pero cada vez lo

será por razones específicas y siempre en contextos que habrá que preci-

sar (Perrin, 2002:7).

Los referentes simbólicos de los chamanismos ancestrales y sus formasadaptativas modernas de los neochamanismos, a mi modo de ver, ofrecen

9. Recuérdese el concepto de hecho social en la sociología clásica de Emile Durkheim.

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propuestas atractivas de orden espiritual y de sanación,10 porque ofrece expe-riencias personales profundas y participativas, (E.C.CH) que resultan satis-factorias, bellas e incluso místicas, en un camino de construcción de senti-

dos de vida. El medio social no puede ser más propicio. Vivimos en un mundosaturado de información y ritmos de actividades aceleradas, de competen-cias abrumadoras con manifestaciones de violencias, de valoraciones extre-mas respecto al éxito y los escenarios del performans de la apariencia dejerarquías y status, especialmente reforzados por y para círculos cada vezmás cerrados y exclusivos, en donde se diluyen las identidades y los territo-rios estructurales para amplios sectores de población informada y educada.Ahora se respira y vivencia un ambiente cercado y cada vez más agresivo,para muchísimos dramático y tensionante,11 que limita la libertad e impide enla vida la posibilidad de experiencia de lo que denominara Aristóteles, el sen-tido y objetivo de la sociedad humana: la felicidad. De alguna forma hay unambiente cada día más “asfixiado” en lo espiritual, en lo ideológico y porsupuesto en los nichos y ecosistemas de vida en el planeta.

Las religiones dominantes para determinados sectores de población noson suficientes, ni satisfactorias en la dimensión espiritual en esta sociedad.Sus históricas formas de dominación, la simbología ornamental y monumen-tal, el tipo de estructuras administrativas y de jerarquías en contraste con elmensaje de pobreza y amor evangélico de Jesucristo, las han convertidos enformas sociales de religiosidad aparentes, en cierto sentido “huecas”. Porsupuesto que rígidas, distantes espiritualmente a la vida humana. De estamanera, caso la religión y la Iglesia Católica se han fortalecido como estructu-ras sociales imbricadas y mimetizadoras de los centros de poder político, eco-nómico y militar. De otro lado, los conocimientos científicos en parte la handebilitado. Esto ocurre para las grandes religiones (pero con mayor impactosociocultural en la Católica) en lo relativo a creencias del más allá y de lasalvación, llevando a un momento crítico, la historia misma de la fe religiosa. Eneste fenómeno existe un quiebre estructural en la cultura relacionada a la espi-ritualidad humana y divina. Su mayor indicador reside, precisamente en la au-sencia cada vez mayor de reales vocaciones sacerdotales. Así, la estructuraadministrativa y jerárquica de la Iglesia Católica, progresivamente parecieracaer en personas que encuentran en tales estructuras, lugares privilegiados deexpresión social y personal, de status y jerarquía, antes que en convencidos

10. Este término no aparece en el DRAE. Se utiliza como sinónimo de curación.11. El sentido es el de “estresante”.

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pastores evangelizadores. La distancia cotidiana con los feligreses se ha au-mentado, no obstante los avances tecnológicos y el uso de medios amplios decomunicación a través de la radio, la TV, el internet y los medios interactivos,todo lo cual sin duda, se han convertido en un medio eficaz para minimizar elimpacto del fenómeno.

En fin de cuentas tener salud y sentirse tranquilo constituyen un estadohumano satisfactorio. De alguna forma es un estado espiritual y religiosode gracia. Pero esto requiere la construcción de un camino de concienciahumana, de sentido y lugar. Y esto en la sociedad occidental por su modode vida se ha venido perdiendo. ¿Por qué y para qué estoy en este lugar?¿Lo que hago me satisface plenamente? ¿Lo que siento me permite estaren tranquilidad? Para amplios sectores de humanos son preguntas funda-mentales sin respuestas adecuadas en el medio social dominante. Las queofrecen por ejemplo la Iglesia Católica no son suficientes, para determina-dos sectores de la población, que andan en caminos de búsqueda espiritual ytienen posiciones críticas respecto al statuo quo y ordenamiento tradicional.

Los chamanismos y neochamanismos tienen mensajes y “relatos de poder”(Kremer: 262) para un volver sobre las raíces de la vida y la naturaleza como un todointerconectado, como una unidad de interacciones de diversas formas de energía yvida, desde opciones ecológicas en las que sus practicantes pueden para enten-derse en la vida con grupos humanos y en comunidades, construir un orden desolidaridad, asociación e interconexión eficaz de vida. Las particularidades del en-torno y del fenómeno sociocultural de estos fenómenos y expresiones en el EjeCafetero es el tema que estamos investigando.

Es interesante reseñar lo que plantea el antropólogo colombiano CarlosPinzón para el caso de Colombia, sobre los chamanes y los chamanismoscontemporáneos:

Empieza a verse una reconfiguración plural del mundo, que ya no se ve

tan binariamente, sino que se está recogiendo todo ese collage de co-

sas que están dentro de la curación y la profecía, y en el camino del

resurgimiento de la humanidad como un nuevo modo de conciencia. Lo

que hay entonces, ya no es tanto la idea chamanística convencional de

chaman original o puro sino su desarrollo como una fuerza más de poder

social, que puede encaminarse hacia las metas que la sociedad está

exigiendo para hacer frente a la crisis que hay en todos los ordenes.

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Con un resultado sorprendente: los mestizos y los blancos se trans-

forman en chamanes o por lo menos tratan de hacerlo, los

afrocolombianos comparten saberes con indígenas y campesinos

(Pinzon, 1999:43)1998: 43

No hay que olvidar que estamos en la Colombia actual con una crisisestructural sociopolítica y económica principalmente entre Estado y so-ciedad, sin resolverse en más de medio siglo, lo que hace de Colombiauna sociedad nacional de conflictos y tensiones particulares y específi-cas en América Latina. Algo particular ha sido el fenómeno del narcotráfico,el prohibicionismo y la criminalización de algunas drogas,12 lo cual haafectado la estabilidad social e institucional del país desde los años 80.Sin duda la crisis estructural ya marcada por varias generaciones, hatenido un gran impacto en la conducta individual y colectiva de los co-lombianos del presente, con implicaciones humanas muy complejas da-das las transformaciones culturales ocurridas en la misma y en conse-cuencia los efectos de desequilibrios diversos en las estructuras emo-cionales de individuos de diversa condición social y económica, de parti-cularidades de las identidades regionales y locales, que entre otras ma-nifestaciones, han impactado de manera dramática el mundo espiritual yafectivo, los hábitos y deseos cotidianos de cada colombiano; de mane-ra especial la salud y la enfermedad, pero también las identidades cultu-rales en el contexto de las dinámicas y las dramáticas condiciones devida, de sus planes de realización social, de inestabilidad e incredulidada la par de un creciente y asfixiante cúmulo de información y ritmosintensos de vida, ejercido a través de múltiples roles funcionales hacialos “otros” (la sociedad) pero desconectados del ser e integridad delindividuo, de la esencia humana, en cuanto al sentido de la vida y allugar en que cada individuo debe estar rodeados con sus semejantes.

12. Especialmente las procesadas con materias primas de plantas nativas y ancestralescon usos curativos y medicinales chamánicos de América como la coca –a cocaína-,otras llegadas de otras geografías de tiempo atrás como la cannabis originaria de laChina y con una presencia estimada de cerca de 80 años en Colombia primero confines industriales y luego de usos medicinales pero también recreativos, y la amapola,quizá de tiempo mayor en nuestras tierras, pero con usos tradicionales con fines deornato y recetas caseras. Estas plantas entraron en la dinámica de su explotaciónintensiva, propia de la lógica de la producción de mercancías hacia el mercado externo,articuladas al capital y la explotación capitalista para exportar; primero la marihuana,luego la cocaína y finalmente la heroína.

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La vida individual y social pasa muy rápidamente,13 en tiempos altamentedinámicos que consumen literalmente hablando, al individuo (niño, joven oadulto) que vive en las ciudades. La recreación teledirigida y la crecientedependencia de juegos y divertimentos electrónicos y mecánicos, pero tam-bién de bebidas y diversas drogas, de alimentos y por supuesto de los artícu-los y mercancías personales de marca, los juegos de azar y virtuales, en fin,las múltiples ofertas de la “rueda de la fortuna”, no resuelven el vacío de espi-ritualidad de los humanos, el vacío de encontrar un sentido de vida integral, dela tan anhelada felicidad. Simplemente conciencia de vida y de existenciaindividual y con otros.

Lo anterior se expresa en diversos campos y complejos problemas. Peroen lo que aquí quiero enfatizar, refiere a problemas de salud como el estrés,dolores y sintomatologías diversas, que reflejan complejos estados emocio-nales y sentimientos frustrados de afectividad, de miedos, de insatisfacciones,de desconfianza, de incredulidad y demás. Existe un deterioro progresivode la salud mental, según denomina la medicina alopática.

Respecto a la proyección del chamanismo moderno, se afirma que eneste campo posibilita la “integración de la biomedicina con las visiones tra-dicionales del mundo” (Mehl, 1998: 177).14 Este Autor señala que

La biomedicina moderna manifestaba auténtico desdén para con las

medicinas tradicionales. Los orígenes de dicho desdén se remontaban,

por lo menos, a la iglesia Católica en la época del imperio Romano. La

medicina quedó relegada a la Iglesia y los sacerdotes. A quienes la

practicaban sin formar parte de la institución se les calificaba de herejes

cuando la religión y la medicina comenzaron a separarse durante el

renacimiento, se evitaba comprensiblemente todo concepto no

mecanicista. El paradigma dominante consistía en interpretar el cuerpo

como un artefacto mecánico. Gracias a dicho paradigma, se logró eludir

el siniestro control de la iglesia (Ibídem: 178).

De hecho, al menos la tendencia dominante de biomedicina moderna,considera las medicinas tradicionales de un modo nefasto y análogo como

13. “A toda mecha” como se dice en el argot popular.14. Así titula un artículo suyo en una publicación amplia y varias veces editada con el título El

viaje del Chaman, aquí referenciada. Barcelona: Editorial nueva Conciencia, 1998.

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el que utilizó en su infancia, para rebelarse contra la Iglesia Católica. Y agre-ga el autor:

Hay muchos pacientes con enfermedades crónicas a quienes la

biomedicina moderna puede ofrecer poca o ninguna ayuda. Para ellos

no existen medicamentos ni técnicas quirúrgicas capaces de efectuar la

curación milagrosa. Por ejemplo muchos pacientes sufren tanto a causa

de los efectos secundarios de la medicación como por su enfermedad y,

sin embargo no se les puede interrumpir la medicación porque la enfer-

medad avanzaría de un modo descontrolado. Así pues el médico moder-

no se encuentra a menudo en un callejón sin salida, de que haga lo que

haga, no logrará aliviar el sufrimiento del paciente, ni por supuesto,

acelerar su curación.[...] No obstante, a pesar del veredicto oficial, ¿quién

no ha oído hablar de curaciones milagrosas por parte de esos curande-

ros de “tercera categoría”? [...] existen casos documentados como los

estudios sobre el brasileño Ariga15 o la excelente obra sobre Eduardo,16

curandero peruano, que confirman la veracidad de dichas curaciones

(Ibídem: 179).

En lo que aquí interesa, en este proceso especialmente del comporta-miento y las subjetividades humanas en el plano religioso tradicional comoneo-religioso, se han ido creando condiciones subjetivas y objetivas, para elacercamiento progresivo hacia opciones espirituales alternativas ancestralespara la vida moderna, en donde el componente de lo misterioso reaparecere-significado y con potencia en el marco de las sociedades racionales ycientíficas. Es un fenómeno de sincretismos y eclecticismos culturales ycontraculturales que relacionan curación y religiosidad. En parte lo anteriortiene una relación referencial en la visión chamánica del mundo, que resultade interés e importancia en enfoques clínicos que los incorporan. Son ellos:

1. Todas las partes del mundo están interconectadas a todos los niveles de

la realidad, de modo que cualquier cosa que le ocurra a un individuo

afecta a todos los demás y los que ocurra a los demás afecta al indivi-

duo, a todos los niveles, desde el físico hasta el espiritual.

15. (MEHL, L.), (MIND) and (MATTER): Healing Approaches to chronic disease. San Francis-co: Mindbody/Health Resources Press, 1986.

16. (Calderon. E), (Cowan. R), (Sharon. D), (Sharon. FK), Eduardo el curandero: The Words a

Peruvian Healer. Richmond California. North Atlantic Books, 1982.

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2. Los objetos perceptibles a los sentidos humanos son manifestaciones

locales de pautas más amplias de energías.

3. Para la enfermedad, tan importante es la imperceptible a los sentidos

humanos como lo que puede ser medido y comprobado por los mismos

4. La conciencia es omnímoda; o dicho de otro modo, “todo tiene vida”.

5. El universo en su conjunto es sagrado y está dotado de un propósito y

de un significado. (Ibídem : 180).

Como anota el autor, tales conceptos resultan extraordinariamente pa-recidos a los elaborados por al mecánica quántica, la física molecular, lasmatemáticas de la topología y la teoría de las catástrofes.

En los neochamanismos modernos y urbanos, existen fuentes ideológi-cas y filosóficas provenientes de diversas corrientes de pensamiento y prác-ticas culturales como las orientales, del resurgimiento de tradicionesgnósticas, espiritistas y mágico religiosas populares, de tendencias neo-cristianas y de tradiciones chamánicas raizales americanas, una de ellasprecisamente la que nos ocupa, relacionada con las medicinas tradiciona-les de origen amazónica, como el yagé.17 Todo lo cual, resulta de graninterés y de posibilidades prácticas para individuos y grupos de amplia diver-sidad social, tanto en hombres como en mujeres, jóvenes, adultos e inclusoancianos, de diversos niveles educativos, pero en donde predomina los profe-sionales y estudiantes universitarios que encuentran atractivos espirituales yde sanación, de curación, de mejoramiento en general de su salud, e inclusode aumento de sus capacidades de aprendizaje.

Uno de nuestros entrevistados ilustra bien lo anterior. Al preguntarle¿Ahora que te has acercado a filosofías y religiones orientales, menciona-

bas el Zen? ¿Esto cómo lo relacionas con las experiencias del yagé? Res-pondió lo siguiente:

Bueno eso ha nacido de una forma paralela con mis experiencias del

yagé. Cuando yo comencé a experimentar con el yagé, inmediatamente

se me abrieron unos canales que nunca antes había contemplado ni

había tenido y empieza a parecer un personaje que se llama Osho. Osho

es un nabatara de esta generación de nosotros. El es hindú y un

17. También conocida en otras latitudes como ayahuasca. Especialmente en Perú, Ecua-dor, Brasil y Europa. El término yagé o yajé, es más usado en Colombia.

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proclamador de doctrina Zen, que más que una religión es una forma

de vida. Más que una filosofía es una forma de ser. Y de ver la vida

misma. Entonces junto con mis amigos que mencioné atrás, nos fuimos

encontrando paralelamente con las plantas y con este tipo de perso-

najes y de pensamiento que es completamente acorde con la forma de

vida que llevo actualmente. O sea la mesura, la alegría por el otro lado,

la risa, el bienestar, el estar irradiando todo el tiempo la mejor energía

que uno pueda, a todo el que pueda. El estar valorando cada vez más

la vida misma como el mayor don que se nos ha dado y el cual hay que

disfrutar al máximo porque no sabemos en realidad si es una sola o si

es un estado por el cual pasamos y continuamos nuestro viaje y no

volvemos.18

El lector podrá sacar sus propias conclusiones o suscitarse interrogantes.Lo interesante aquí, es que desde la experiencia del yagé, el entrevistadorelata que abre la mente a filosofías espirituales de Oriente.

El marco cultural a nivel global, ha fortalecido este fenómeno, en partepor por las crisis ideológicas espirituales en Occidente, de la cual ya sehizo mención, una de cuyas respuestas espirituales y de salud, se ha ex-presado en diversos fenómenos socioculturales que han sido definidos en elcaso de América Latina como “movimiento” del neochamanismo.19 Un buenindicador de este fenómeno fue la extraordinaria acogida que tuvo la obra deCastaneda, la cual sin duda alguna, ha sido determinante en el camino de lasexperiencias neochamánicas de muchos de los practicantes. Fue una res-puesta del chaman Don Juan a los requerimientos espirituales y religiosos,ideológicos, en toda una generación universitaria, especialmente latinoameri-cana. De alguna manera relacionada al fenómeno Castaneda, una de ellasmuy destacada y divulgada como ha sido el New Age. Sin olvidar ciertastendencias y características de la denominada revolución hippie. Otras enascenso y recientes como las iglesias vegetalistas brasileñas o norteameri-canas, las propuestas insurgentes como el del chamanismo amauta en elPerú y Bolivia y otras amerindias con algún grado de presencia significativa

18. Entrevista a Hombre de 40 años. Con estudios universitarios, padre de familia, comer-ciante y artesano.Trabajo de campo, Manizales, 2004.

19. Personalmente estimo de mayor conveniencia hablar en plural, cuando se trata de cir-cunscribir el análisis antropológico y sociológico del fenómeno. El análisis parcial de estoestá fundamentado en el trabajo de Joseph M. Fericgla.

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en el Eje Cafetero, como la Caravana del Arco Iris desde de comienzos de los90 (Ronderos, 2001).

Los neochamanismos del Yagé en el Eje Cafetero

No faltan desde luego las experiencias regionales de neoreligiosidad yespiritualidad sincrética y comunera como la Asociación Chamánica de Co-lombia en Villamaría Caldas o la de Chakra Vitya de Pereira. Además de losmúltiples grupos y redes que se han ido conformando y entre ellas,estructurando redes de practicantes a través de ceremonias de yagé. Estasformas sociales convocan a prácticas neochamánicas diversas. Se reúnenpara estudiar técnicas de curación, para desarrollan talleres prácticos vivenciales,experiencias terapéuticas diversas y han ido construyendo referentes de neoespiritualidades con fundamentos chamánicos. De hecho alguno de los quelideran y fomentan estas actividades ya son aprendices de maestros y chamanesindígenas o mestizos. Esto son miembros de algunas etnias amazónicas queenseñan el uso de las prácticas del yagé. Tienen ya reconocimiento socialcomo sanadores, por los logros eficaces en sus prácticas de curación.

Todas ellas ligan espiritualidad y curación e integran bases ecológicasentre naturaleza y sociedad humana. Tales grupos y redes subculturaleshan ido estructurando elementos contraculturales en el campo de la espiri-tualidad y la curación. Algunas de estas redes e individuos de tales grupos,utilizan el Internet y conforman listas, algunas cerradas, para compartirexperiencias. Sobre esto último el siguiente relato es ilustrativo:

Yo ingrese a la lista y a partir de ahí se dieron unos nuevos diálogos, una

forma diferente de intercambio. Y entonces se dio una visión diferente.

Que sería como compartir la experiencia, del camino del peyote y el cami-

no del yagé. Pero es la gente como desde al experiencia, sin entrar como

a interferir digamos esos caminos y esos espacios. Es como una posibi-

lidad de encuentro con el espíritu. La lista en este momento esta cerrada.20

En el contexto de este fenómeno no hay que olvidar que existe el mercadode creencias y de espiritualidades que origina lo que denomina Fericgla, elchamanismo de consumo. Este autor dice que este chamanismo llena las

20. Entrevista Mujer, soltera y Profesional. Trabajo de campo. Pereira. 2004.

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carencias y aspiraciones de los occidentales ávidos de escapes y dispues-tos a pagar por una experiencia exótica, «pues se ha convertido en un simpleproducto más para ser vendido en el mercado de creencias y espectáculosen que hemos convertido la Tierra». Por contraposición, asegura que «hayque entender el chamanismo clásico como un campo específico en el que sedan profundas experiencias estructurantes, que tanto afectan el mundo indivi-dual como el social». De hecho es notoria esta preocupación entre los prac-ticantes del yagé en la región.

En este contexto, delimitamos los neochamanismos del yagé, como unaexpresión particular del fenómeno sociocultural y general de los neo-chamanismos en Occidente. Es condición el uso del yagé. Se trata de unproceso que se origina en “territorios ancestrales y en la actualidad se haido afirmando en centros urbanos contemporáneos”.21 En la región del EjeCafetero tiene una trayectoria permanente y en proceso de crecimientodesde finales de la década de los 80; (Ronderos, 2001) pero con antece-dentes que hemos documentado desde hace mas de 30 años. Se trata dechamanismos provenientes y/o afincados en conocimientos ancestralesindígenas, que ofrecen igualmente una respuesta particular y sugestivapara determinados grupos de la población.

Lo cierto es que el mercado sincrético de neo religiosidades y esote-rismos es muy grande y va en crecimiento. Especialmente, porque en lostiempos de cambios y los estilos de vida masificados en altas densidades,las instituciones tradicionales y aún dominantes como la Iglesia Católica olas Protestantes más estructuradas, el mismo Estado, el fracaso de la edu-cación en todos sus niveles, perdieron en parte su capacidad de dar cohe-rencia y credibilidad social, de ejercer un efectivo control social y por su-puesto dar respuesta a las necesidades de espiritualidad propias del serhumano en las más diversas sociedades y culturas. Los neochamanismosde alguna forma de tan diversos tipos, ofrecen respuestas eficaces y con ellocredibilidad. El componente de religiosidad y espiritual de “los misterios delyagé” que posee, le dan sentido a “juegos” aparentes y motivos de curiosidada través de las actividades o prácticas mágico religiosas, en las cuales ladiversión y el entretenimiento aparecen como un juego de espejos, en elplano de “no creer creyendo”. Es parte del “juego”.

21. Con este título orientamos un seminario taller en el 2003 a través del Taller PermanenteCultura y Droga de la Universidad de Caldas.

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Dado que los orígenes de los chamanismos asiáticos tienen un carácterarcaico y en Europa e igualmente lo tiene la “brujería”, hemos planteado estefenómeno como contexto sociocultural de los neochamanismos en el marcode la cultura dominante católica; (Ronderos, 2001). Se trata de un “inmanen-te” obligado y el obligado conflicto producto del vacío espiritual que la religio-sidad católica y sus liturgias, en estos tiempos de cambios culturales y mo-dos de vida, no han logrado “internarse” con fe, entre diversos grupos socia-les.

El énfasis se centra en el marco de la multiculturalidad contemporáneaen Colombia con la presencia efectiva de los chamanismos de ancestroamazónico y sus formas de adaptación entre la población diversa en laregión, que es atraída por estas nuevas opciones espirituales.

La interrelación existente entre el mundo urbano moderno y el mundochamánico arcaico en América y particularmente en Colombia, viene inten-sificándose de manera ascendente y ha alcanzado significativos nivelescon diversas formas socioculturales en las últimas décadas, de ahí la im-portancia de profundizar en los procesos generados a partir de esta rela-ción de doble vía; pues si bien los neochamanismos expresan de maneraespecial necesidades espirituales y curativas alternativas de sectores ygrupos de población diversa en lo étnico, como en lo religioso, lo demográ-fico, lo social, lo político y lo económico, es un fenómeno sociocultural enexpansión en la región del Eje Cafetero, del cual es muy poco lo que se haavanzado en su conocimiento.

En los niveles nacional y local, la influencia del yagé es muy significativaen este movimiento neochamánico debido a la influencia de los chamanesque visitan centros urbanos desde hace no menos de tres décadas. Noobstante, a partir de la organización de los taitas o médicos tradicionalesde Yurayaco en 1999, comienzan a estructurase con formas normativaspara determinar a quiénes de los médicos tradicionales, se certifican a travésde sus autoridades, a los más conocedores y respetados de ellos. Esto po-dría interpretarse en parte como una respuesta ante el fenómeno de moviliza-ción transitoria, periódica y en algunos casos con mayor grado de reloca-lización y emigración urbana, originada en la demanda que tienen sus cono-cimientos y prácticas ancestrales en los centros urbanos, por parte de perso-nas y grupos humanos interesados en búsquedas alternativas de salud yespiritualidad y de ampliación de conciencia.

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Así, la demanda del «remedio» principal, el yagé, ha motivado a prepara-dores de esta pócima a producirlo y venderlo en centros urbanos, en tiendasnaturistas o en ferias artesanales. De allí que la curiosidad, también estimu-lada por la divulgación de estas prácticas y de las propiedades visionarias delyagé, haya inducido a individuos y grupos a explorar sin mediación de taitasy chamanes sus propias experiencias de diverso tipo. Unas simplemente porcuriosidad, otras por vivencias lúdicas, pero también se expresa otra tenden-cia que adapta determinados marcos rituales que introducen rasgos y prácti-cas de las culturas indígenas e imitaciones también de los rituales dirigidospor chamanes. También hay expresiones de diálogos interculturales entretécnicas y procedimientos organizativos de formas pedagógicas y comu-nicativas occidentales de inducción que establecen un marco en el cual elchaman, igualmente, actúa y desarrolla un rol profesional de médico tradicio-nal, reconocido por el grupo que orienta y motiva estas sesiones.

Estos neochamanismos poseen características propias determinadaspor el uso de la pócima de la medicina tradicional amazónica conocidacomo yagé y denominada por algunos pueblos amazónicos comoayahuasca. Los Camëntsa e Ingas del Alto Putumayo lo denominan como“el remedio”. Este término se ha ido popularizado en los medios socialesurbanos en Colombia -como es el caso del Eje Cafetero- en donde se prac-tica este ritual en la actualidad. Se trata de la preparación de un “elemental” oplanta sagrada, clasificado hoy en el mundo científico y académico como unenteógeno, con una preparación específica tradicional, la cual se toma en unritual ancestral, el de la “ceremonia del yagé”.

Hay que precisar que el neochamanismo en el Eje Cafetero tiene una expre-sión diversa, teniendo en cuenta su persistencia y presencia permanente enlos últimos 15 años, de no menos seis chamanes indígenas, especialmenteCamëntsas del Alto Putumayo y una presencia esporádica de chamanes Inganos

tanto del bajo como del alto Putumayo y Cofanes del bajo Putumayo.22

Precisemos que es el yagé.

El nombre científico de la planta es Baniosterossi cappi, la cual tiene una

sustancia alcaloide conocida como dimetil triptamina; Para que este prin-

cipio sea activo se combina con otras plantas, entre ellas la má conocida

22. Datos registrados y documentados por el autor.

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como chacruna, la cual contiene el inhibidor de Monoamina Oxidasa

IMAO, el cual libera el principio activo del DMT”. El alcaloide principal es la

harmina. Los Inihidores de la MAO son la harmina, la harmalina, la

leptaflorina, harmoil, harmalol y otros; son potentes inhibidores reversibles

de la MAO es decir que tal efecto proviene de la ß-carbolinas proceden-

tes de la B. Caapi (Agurel, et, al., 1986 citado por Ott, J., Pharmacoteon,

2000) y no de la chacruna.

Siguiendo a este último autor, llama la atención lo siguiente: el hecho deque en toda la región amazónica se utilicen plantas fuertemente enteogénicasjunto con la ayahuasca (yagé), parece indicar que los extractos de ayahuascase utilizan normalmente como vehículo para la administración de losenteógenos, más que como enteógeno en sí mismo” (Ibíd.: 217).

Esta apreciación, es estrictamente farmacológica pero no cultural de laamazonía, por supuesto. Para el indígena amazónico, es el yagé con suespíritu lo que da contenido al “remedio”.

El E.M.CH. nos permite “tomar conciencia” de aquello que en filosofía diceEdgar Morin:

“...en sus diversos estudios nos muestra que es necesario un salto

epistemológico radical, una superación del carácter racionalista del co-

nocimiento, para dar cabida a las imágenes y sugerencias no raciona-

les, que estructuran los saberes mismos y las culturas”. ( Citado por

NOGUERA P.: 2000: 99)

“Los usos y aplicaciones de esta sustancia cuyo principio activo es la

triptamina, suscitan polémica en la actualidad. Ha atraído a muchos inves-

tigadores de todos los continentes a conocerla y explorar sus potencialida-

des curativas, visionarias, cognitivas etc. La bibliografía es muy amplia,

diría que extensísima. Son numerosas las páginas web ofrecen infor-

mación en el mundo del Internet. Los eventos académicos y talleres

vivenciales que se realizan están en alza en nuestro medio. Surgen

organizaciones interesadas en los estudios de etnofarmacognosia.”

(RONDEROS V. Jorge: 2000)

Así pues estamos ante el estudio de una sustancia de gran repercusiónsocio-cultural e investigativa. Y que:

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“En la actualidad... se aplica en tratamientos psicoterapéuticos alternati-

vos para toxicomanías y otros problemas mentales.” (Ibídem)

La representación cultural del yagé es clara entre los médicos tradiciona-les. En fin de cuentas llevan décadas trabajando con él y saben de sus efec-tos en sí mismos y con los demás. Miles de personas han estado en susceremoniales. En ellos han podido ampliar sus conocimientos y especial-mente vivenciar el poder de la planta. El antropólogo Taussig describe el rela-to de uno de estos médicos en la siguiente forma:

“Tiene el 95 por ciento del poder del reino vegetal” recitó, “pero hay que ser

muy experto para trabajar con él. Yo no lo soy” confesó. “El yagé tiene el

gran poder por virtud de la Divina Providencia de transportar el espíritu a

cualquier sitio en el espacio...” y su voz se animó para animarse de nuevo

cuando la conversación se dedicó a la ciudad de Cali, donde había vivido

durante tantos años y que tan bueno había sido para él. Le permitió estu-

diar “la metafísica”,” y para eso no necesito yagé”!”.

Sospecho que fue la ciudad la que le enseñó astrología. Y capitalismo

también. Cuando trato de dar mas explicaciones sobre el yagé habló de la

manera como abría el cuerpo y lo hacía despertar al coordinar las fuer-

zas corporales con las de las estrellas y las de los minerales. Pero hay

también el problema que las personas se fundían con “el globo”, con el

universo. Pero hay también el problema, dijo, que el capitalismo está

destruyendo el globo y de que los dirigentes del mundo lo están contami-

nando” (TAUSSIG. Michael: 2002:352).

El taita Martín Agreda nos relató sobre el yagé varias cosas. Entre otrosel siguiente aparte de la entrevista:

“En primer lugar, ese bendito yagé es un purificante del cuerpo del

organismo, así que a uno le cura la sangre, lo purga todos los males que

uno lleve en el organismo, en el organismo esta la mata de las enferme-

dades. Pero como le saca todo eso, uno queda todo sano el cuerpo,

sangre, el cerebro. Porque yo he experimentado mucho con los estu-

diantes, que llegan de Bogotá, de Medellín, de varias partes, llegan di-

cen, yo estoy aprendiendo y estoy en la universidad y quiero aprender,

seguir adelante, no puedo, porque apenas aprendo un ratico y se me

pierde la memoria; y que sea buen estudiante. Es el mejor remedio para

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poder aprender y tener un buen cerebro, es el yagé. El cura, porque es

salud. La enfermedad del cerebro es que no permite estudiar. Entonces,

me ruega que les de. Ya les doy. Se van. Luego después llegan, Gracias

taita, que pa adelante, que han tomado yagé, han adelantado el estudio, ya

se les queda la memoria. Entonces me dicen, denos otra vez. Entonces

claro, además el yagé le comunica varias intereses que uno quiere saber,

de lo presente, de lo futuro, hace saber”.23

Retomando de nuevo el tema de los neochamanismos, su dimensión es-piritual y religiosa, es una característica a resaltar. Al respecto , en unade estas dimensiones ya expuestas quiero resaltar lo que señala uno delos antropólogos estudiosos y que hemos ya referenciado, sobre el temacuando precisa que:

Constituyen en parte un “laboratorio de espiritualidad” de especial inte-

rés en América (FERICGLA: 1998).

Como tal, a mi modo de ver -en términos “Bourdianos” - podría afirmarsecomo un campo de reformulaciones de estilos y formas de vida alternativasen determinado grupos sociales que ha conducido a la creación de redesmulticulturales “GLOCALIZADAS”. Es decir grupos y redes con afirmacionessociales locales interconectadas globalmente, con formas de habitus. Unacaracterística es que no son grupos y redes circunscritos únicamente a prác-ticas con el yagé, sino a grupos que se mueven en dimensiones espiritualesde redefiniciones múltiples, inspirados en ideas y creencias y escuelas orien-tales u otras filosofías.

De otro lado han existido y existen chamanismos y neochamanismosen tanto cada chamán ha construido un tipo de comunidad neochamánicamicro urbana. No son comunidades cerradas estrictamente hablando, sinocomunidades simbólicas y experienciales que se van construyendo. A suinterior existen ciertos núcleos duros, es decir sus contactos relativamen-te estables, algunos de ellos aprendices que se han ido formando comoneochamanes. Se produce así, procesos de exo y endo culturación con

23. Entrevista. Trabajo de Campo. Sibundoy. 2004. Taita Martín Agreda. 86 Años. Uno de losmédicos tradicionales de mayor reconocimiento actual. Pertenece a la comunidad Camëntsa.NOTA: los textos de las entrevistas son transcritos literalmente. Solo adecúo la puntuaciónpara una mejor comprensión legible.

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referentes de identidades y significados, que propicia como aprendizaje(socialización) la experiencia mistérica del yagé. Entre sus miembros vanestableciendo redes e interactúan en el acto chamánico: la ceremonia delyagé. Este es un campo de relaciones e interacciones socioculturales.

Acerca de algunas características del chamán y su núcleo de aprendiceshemos hecho la siguiente precisión:

Hasta este momento hemos hablado del chamán (indígena) y del

neochamán (urbano), pero también tenemos que plantear un nuevo con-

cepto: el chaman-indígena-urbano. Este supone la unión de ambas rea-

lidades en una misma personalidad24 (la indígena y la urbana). Esta mez-

cla se produce cuando él chaman (indígena) llega a la ciudad a mostrar y

compartir sus conocimientos, ya que no sólo el individuo urbano adapta el

yagé a su realidad y su realidad al yagé, sino que el chamán también tiene

que adaptar el ritual del yagé a lo urbano y su realidad, a la ciudad. Así

pues hablamos de un doble proceso de adaptación, de lo indígena a lo

urbano y de lo urbano a lo indígena”. (RONDEROS V. J. & TERCERO I.

S.: 2002).

Es un proceso de hibridismo cultural, de incorporación de referentes cultu-rales, de lo cual advierte el antropólogo Fericgla:

«Muy pocos perciben que la existencia de un chamán exige inelu-

diblemente un contexto cultural chamánico, como los gatos necesitan

del oxígeno para poder vivir. Y que nuestra sociedades no son

chamánicas[...]» (Josep María Fericgla,:2000:10)

No obstante lo anterior, de conformidad con la caracterización que hemoshecho de los chamanes, para el caso que aquí tratamos, se plantea lo siguiente:

“De ahí que para ser más precisos utilizaremos el término neochamán-

indígena.-urbano para designar a los chamanes indígenas que actúan

en las ciudades. (RONDEROS V. J & TERCERO I. S. : 2002)

De alguna forma, el chaman indígena, al adaptarse a la ciudad, lo hacecon sus ceremoniales. De manera especial aquellos que realizan en el pre-

24. Concepto sociológico.

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sente, la mayoría ceremonias en las ciudades, quienes van incorporando nue-vos elementos, estilos de trabajo y demás. No son muchos pero los hay.Algunos ya con trayectorias de 30 y 40 años. Así se va transformando demédico tradicional ortodoxo, -el chamán- a un médico tradicional no orto-doxo, -un neochamán indígena-. El establecimiento progresivo de relacionesy acuerdos con gentes de la ciudad, la asimilación y aprendizaje de términosy dichos, de captación de la psicología urbana en sus relaciones, su incorpo-ración como guía y medico relativamente estable a redes neochamanísticas

urbanas, definitivamente lo transforman. De esta manera “cumple una funciónreguladora y de cohesión del grupo en tanto conoce los secretos y prácticasque se requieren en la vida cotidiana”, como se define tal función tradicionaldel chamán. No en su comunidad de origen sino ahora en su comunidad deadscripción. Es todo un proceso de socialización en una dinámica interculturalcon formas de aculturación en doble sentido. La dedicación de su tiempo alas prácticas chamánicas en las ciudades de alguna manera, comienza aser mayor que el que dedica en sus comunidades de origen. En las ciuda-des hay mayor número de personas que lo demandan respecto a sus comu-nidades de orígenes. Se convierte también en un embajador de su cultura,en un mediador eficaz de transmisión cultural. Aprende desde luego mu-chas cosas de las mentalidades y de las necesidades, especialmente delas enfermedades de los blancos. Esto le da poder y el chaman lo sabe. Lacompensación que recibe, no solo económica sino el reconocimiento hono-rífico a su nuevo status como médico tradicional indígena, lo transforman.Se siente apreciado y como ser humano, por supuesto que muy bien trata-do. Para el caso en el Eje regional, es este un aspecto que ellos mismoreconocen.

Uno de los chamanes hasta entrevistados en mi trabajo, quien lleva masde 10 años viniendo a la región del Eje Cafetero y se inició de acompañantea su padre, define así el acto de la “toma de yagé” en las ciudades:

“...es un ceremonial, es una ceremonia en donde prácticamente uno se

entrega a las personas que esta compartiendo el remedio. Lo que siem-

pre lo he dicho, a tratar de buscar un resultado. ¿Y en esos resultados

uno que busca? Que la persona se sane tanto de su cuerpo como

también de su espíritu. Es como la base fundamental, las dos partes”.

Y agrega acerca de sus preocupaciones e intenciones cuando va a lasciudades:

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“Cuando uno va a salir, uno tiene que pensarlo mucho, porque uno no

sabe que clase de personas, se va a encontrar entonces. Tiene que

prepararse para esas cosas primero. Luego de eso uno siempre va con

esa misma intención. De siempre buscando la sanación de la persona, y

esa sanación de la persona siempre la he encomendado. Yo siempre

recomiendo como a qué personas. Tres personajes que están en el

apoyo de uno. Esos personajes son, primero esta Dios, después está mi

papá, luego recomiendo a todos los ancestros que han tenido que ver

con este remedio. Ya sea que estén vivos o muertos. Entonces hay

colocarlos también. Eso una forma de ayuda”.25

Como lo han analizado varios investigadores del chamanismo amazónico,en este caso se evidencia el resultado de la aculturación cristiana católica alo largo de casi cinco siglos entre ellos (Fericgla, Perrin, Taussig, Harnerentre otros). Pero es destacar la clara orientación de la practica Chamánicaancestral: la sanación. Para esto, es necesario protegerse.

Los neochamanismos del yagé en el Eje Cafetero. Cere-monias y practicas yageceras.

Las ceremonias neochamánicas, se realizan preferencialmente en ca-sas, fincas o establecimientos en lugares campestres, rurales o semi urba-nos. Son de propiedad de personas que lo ofrecen con generosidad (congrupos muy cercanos de amigos o conocidos no mayores a 20 personas).Igual, cuando no hay otra opción, en casas o apartamentos en la ciudad.Pero al máximo se evita. También es usual que se realicen en sitios ampliosalquilados por los organizadores para la ceremonia. En estos casos cuandocongregan grupos de 30 y hasta 70 personas. Las ceremonias, se realizan enlas noches.

Estas ceremonias se realizan predominantemente en lugares cercanos alas tres capitales Armenia, Manizales y Pereira, especialmente en áreas cam-pestres o rurales. Esto no excluye las ceremonias en las mismas ciudades,bien en casas o apartamentos, o en espacios públicos como parques o cen-tros educativos.

25. Entrevista. Trabajo de Campo. Sibundoy. 2004. Taita Juan Bautista Agreda. 36 Años. Hijodel reconocido y respetado taita Martín Agreda, uno de los médicos tradicionales de mayorreconocimiento actual. Pertenece a la comunidad Camëntsa.

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Para cada ceremonia o “toma de yagé” como se dice, con anticipación nomenor a una semana comienza a circular el rumor de la venida del chamán odel neochamán que la organiza, entre las personas que están en la red otienen un grupo relativamente regulares. En los grupos más estructurados, sedeja acordado con el mismo chamán, su próximo regreso. Esto se confirmapreviamente por teléfono. Hoy es común el envío de la información por correoelectrónico.

Los participantes comienzan a llegar desde las 6 y 7 de la noche paracomenzar el ritual entre las 8 y 11 de la noche. La experiencia dura hasta alotro día y después de las 7 de la mañana cuando regresan a sus casas.Las contribuciones económicas varían entre 20 a 40 mil pesos, según elacuerdo con el chamán (termino más usual es “taita” léxico propio de lospueblos yageceros del Putumayo) o el neochamán urbano a quien por locomún se le designa con su nombre ordinario o espiritual. En algunos ca-sos, cuando se congregan grupos de amigos para una ceremonia, no haycosto económico. En este caso el yagé ha sido conseguido por los mismosparticipantes, con los chamanes que han venido anteriormente a las cere-monias. En estos casos la contribución varía pero se puede aproximar unvalor de 50 mil pesos por 750 CM3 (Una botella).

Al comenzar la ceremonia y una vez organizado el lugar, el cual comienzapor el sitio en donde el chamán coloca el yagé en sus vasijas y sus elemen-tos del ritual básicos (waira sacha, velas, inciensos, maracas, collares,sonajeros, cuarzos, frascos con medicinas, semillas y demás).26 Lo usual esque el taita, al iniciar la ceremonia inicie dando saludos y agradecimientos alos asistentes, explicando en que consiste esta medicina, “el remedio” comolo definen y luego dar indicaciones prácticas con base en sus creencias so-bre experiencia que se va tener.Inevitable en la ambientación “la limpieza” dellugar con inciensos y el copal, como también de los asistentes. Para esto acada persona se le cubre del humo que provocan estas esencias. La genteque asiste en general ya tiene una información. No obstante el chamán hablay al final pregunta al grupo de asistentes si tienen interrogantes.

El taita Juan Bautista, ya mencionado relata lo siguiente:

26. Estos elementos son personales de cada chamán y varían. Los de mayor tradición seevidencian por la corona, rica en plumas de aves amazónicas, colmillos de tigre y otroshuesos, instrumentos musicales (el mas común la armónica denominada por ellos loína).

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“Lo primero que hago es analizar las personas que van a tomar, luego al

análisis de las personas hago la explicación, luego de la explicación re-

parto de primero, luego si empiezo a meditar bastante, a tocar bastante la

música y después de haber analizado como está la situación me la tomo y

esto me ayuda a las personas que han tomado, gente no falta que este

mal, que uno esta lejos del ceremonial y de repente, la persona que no

esta bien, dejo de tocar y cantar y voy a tratar de ayudar, cuando la

persona esta pidiendo la ayuda, se trata de ayudarla y de esa forma uno

tiene que estar alerta con las personas que toman porque uno ha pensa-

do que el hecho de estar en este camino, es una responsabilidad muy

grande y lo que uno piensa, es que con la salud no se juega y es una

forma. La persona que este en esta responsabilidad, debe salir mejor

que lo que ha llegado”27

Pero aproximémonos ahora a las experiencias de los participantes,con base en algunos relatos para describir el fenómeno. Es ilustrativo elde una mujer yagecera con cuatro años de estar participando en ceremo-nias para curarse de sus enfermedades, obtener un estado de salud ple-no, con el propósito de convertirse en sanadora. Narra su primera expe-riencia así:

La primera vez que tomé?. Eso fue muy gracioso. Yo fui a un lugar

solicitando ayuda. Tenía un problema espiritual. Le dije a la persona y

ella me dijo yo te puedo ayudar. Pero creo que es conveniente que

tomaras yagecito. Y yo con miedo le dije y eso qué es?. No venga

mañana, trae un sleeping, papel higiénico, y era la oportunidad para

resolver mi problema, pues si yo había un mundo de gente. Espere que

ya en el transcurso nos vamos para una finca. Fue en una finca que

nos prestaron y ahí fue la primera vez. Fue muy difícil porque tenía

muchos problemas, y el taita...Al taita esa noche le tocó trabajito, y esa

fue la primera vez. Inclusive él me dijo que me fuera con él. El Iba para

Palmira, pero como no lo conocía, ni conocía a la gente, yo tenía temor

y le dije que en la próxima vez que viniera de pronto, y que cogiéramos

mas confianza y viéramos las cosas, y pudiera entenderlo [Después

volvió] a Pereira y me fui en correría tomando yagecito con él. Y así

cada vez que venía.28

27. Ibídem. Entrevista taita Juan B. Agreda.28. Entrevista trabajo de campo, Pereira 2004. Mujer, profesional. 35 años. Soltera.

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Respecto a su proceso personal de sanación indica.

“O sea para nosotros es un proceso de sanación, donde nosotros

estudiamos para ser sanadores. Si queremos ser sanadores tene-

mos que sanarnos. Entonces nosotros [...] como aprender para po-

der ser sanadores. [...] Todo el mundo esta obligado a ser su

sanador...” (Ibídem)

Otro yagecero, que tiene un proceso mas de indagación y auto-conocimiento personal, describe así su participación en estas cere-monias:

En relación con compromisos en sesiones, yo no he optado por nada [...]

Cuando yo estaba de participante - digamos pasivo - que yo no tengo

nada que ver en términos organizativos, el único compromiso que he

adoptado con respecto al grupo y a los que están orientando, es respetar lo

que hacen [...] hagan lo que hagan yo no tengo porque interferir Ellos

están en su rollo [...] sea tan informal y festivo como con el taita Floro o

Domingo. Yo no voy a interferir. Así como en algún momento al principio,

que me descuadraba que de pronto [...] contarán chistes, hablar de

cosas [...] cosas interesantes. Hay bulla o no hay bulla... después dije [...]

parece que (para) los taitas (la) toma de yagé [...] no es una ruptura en

su actividad sino que es otra cosa y si un muchachito lloró o algo pues,

para eso esta toda la actividad de la casa y así no? Entonces mi único

compromiso es respetar sea al que sea. Al que dirige y yo respeto lo que

hace...el otro compromiso en no intervenir para nada a no ser que me lo

pidan, claro casi nunca me lo piden. (pero ha pasado). Trato de pasarme

de bajo perfil y pasar bien pero esto no es establecer ningún compromi-

so en ese tipo de sesiones...29

En la ceremonia se crean condiciones en las relaciones subjetivas e intersubjetivas de los bebedores del brebaje participantes, generalmente bajo laorientación de un guía, el chamán indígena o el neochamán urbano, algunosde los cuales son aprendices de los chamanes ancestrales. La ceremonia,metafóricamente adquiere la forma de un viaje entre los participantes, el cualrompe el orden y la rutina del mundo social y cotidiano y abre las puertas almundo de “los espíritus”.

29. Entrevista de campo. Manizales 2004. Profesor. 55 años. Padre y abuelo activo. Casado.

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El siguiente relato de un hombre que ha tenido pocas experiencias esilustrativo:

Fue muy interesante porque fue con un taita como ya le había dicho

–de ellos. El venia acompañado de su esposa que entiendo lo acom-

paña a las tomas. Es un señor que lleva bastantes años dedicado a

esto y fue muy interesante porque quienes me acompañaron era

gente que venia tomando de tiempo atrás, aunque había algunos

que se estaba iniciando, Pero en general era gente que estaba

conectada en el sentido que había manejo, no era por saber de que

se trataba. No solo por el viaje sino como una experiencia. (los que

asistíamos eran) toda gente adulta. Jóvenes éramos cuatro o cinco.

Había unos cuatro cinco adultos mayores, éramos gente de 50 años,

de cuarenta y pico.

Los chamanes indígenas venían vestido tipo Occidente, pero si te-

nía sus elementos al momento de hacer el rito. Tenia sus herramien-

tas. No se como llamarlo [...] Pero en realidad estaba bien ambientado

porque en realidad ya sabía los antecedentes del taita y se sabía

que era una cosa seria. A mi forma de ver es un viaje introspectivo,

como ya lo decía antes. Pero sobre todo ayuda. Tiene que ver con

el interés de la misma persona. En ese momento [...] yo que siempre

me muevo como en ambivalencias [...] De pronto veía como que las

matas querían decirme algo y las células el pasto [...] pero fue una

experiencia muy interesante [...] de pronto el sabor muy amargo y

no quedan ganas de seguirlo tomando por el mismo sabor de la

sustancia [...] Pero como experiencia es buena. Pero no creo que

volvería a tomar yagé.

Fue todo introspección. La primera vez era como le contaba [...] esa

sensación de estarme viendo a mi misma como el agua y el aceite [...] En

la segunda ocasión fue como [...] a mí me dio sueño [...] Y no tuve

sueños místicos ni nada [...] me acosté y dormí delicioso y ya [...] Lo mas

interesante a mi juicio es la sensación al otro día de nitidez, los colores

mas brillantes, es una visión diferente de la realidad de lo que uno esta

acostumbrado.30

30. Entrevista. Trabajo de campo. Ibagué 2003. Hombre. Medico veterinario. 57 años. Padre.Casado.

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Para los participantes con cierta trayectoria en el tiempo, varios años eincluso decenas de experiencias, cada ceremonia es diferente. Esto se sabey conoce.

Los siguientes relatos son descriptivos:

En términos de la forma con los dos taitas es casi lo mismo. En la primera

habían demasiadas personas [...] Y la ceremonia? la idea es que la

gente haga silencio. Si se va a conversar con el taita, uno tiene que ser

pues con voz baja [...] Silencio y a cada quien como tome.

En el primer viaje, si hubo una organización. En la parte donde está-

bamos, especie de maloca, donde se hizo la toma, ya estaban las

personas que habían tomado Después de eso, primeros los hom-

bres, después las mujeres, después los que no había tomado, des-

pués los hombres y luego las mujeres. Ese era el orden de sentar-

se. Al principio. En las otras tomas no. Cada quien se acomoda

donde le parece.31

Otra mujer con experiencia en ceremonias de yagé, organizadora y coor-dinadora eventual en Manizales relata su opinión y contrasta con una ex-periencia iniciática en la selva amazónica.

Mira a mi, [...] en mi casa me gusta mucho. Por las condiciones del

espacio. Porque [...] pues las casas que he tenido en este tiempo, desde

que empecé a tomar yagé, son casas, donde la naturaleza vibra mucho,

donde se sienten muchas cosas y muchas fuerzas. Mucha energía.

Entonces nunca he sentido miedo. Ahora, tuve una experiencia en la

selva pues que fue lindísima, en Amazonas. Allá si era en el monte.

Bueno con ese olor pues, indígena, eso es impresionante, ese olor te

deja como muchas huellas, sobre todo, tengo unos recuerdos como de

los olores, sonidos de los colores, porque allí la atmósfera es muy limpia,

por contexto, porque es en la casa del taita, Entonces pues, es una

experiencia muy fuerte, muy poderosa.32

31. Entrevista. Trabajo de campo. Manizales 2003. Mujer. Universitaria. 24 años. Madre sol-tera. Vive en su núcleo familiar. Ha organizado esporádicas sesiones nechamánicas.

32. Entrevista. Trabajo de campo. Manizales 2003. Mujer. Profesional. 50 años. Madre. Haorganizado sesiones nechamánicas por más de diez años.

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Un adulto mayor, que ha tenido sus primeras experiencias en ceremoniasde yagé relata su participación en una ceremonia:

La primera parte favoreció mucho el sitio. El sitio me interesó mucho. No

había ido allá, pero si me pareció un sitio estupendo, muy lindo estaba

rodeado de naturaleza, fue como el primer impacto. La expectativa so-

bre el sitio, después tenía como la compañía (una amiga) Ella me apoyó

bastante. Sentí como el respaldo de ella, por cuanto no la conozco

mucho. Pero si es una persona muy preparada (profesora universita-

ria), muy estructurada, una persona muy interesante, que me ayudó a

quitarme los temores que me alejaban. Ella me hablaba de que ya había

tenido experiencias y me describía y me aproximó mucho sin temores,

los que traía. En si las personas, pues esperaba mas personas también,

me había dicho de mas personas. Pero me pareció más interesante que

fuéramos poquitos porque uno podía estar mas cerca del sitio y la per-

sona que estaba en la ceremonia. Y el apoyo suyo fue definitivo (refiere

al entrevistador) que había estado en la conferencia, entonces todo eso

contribuyó a que zanjara temores y los hiciera a un lado”.33

Un joven ejecutivo relató así:

“La primera experiencia de yagé yo la tuve creo que alrededor de 3 o 4

años tal vez. A finales del 2000. Y pues estuve muy ansioso porque una

persona muy allegada a mí me hablaba del yagé, me habló que había

tenido experiencias anteriores con un taita que venia y suministrada la sustan-

cia a unas personas. No sabía mucho la cosa, pero si estaba con muchas

expectativas. Y ya había usado otras sustancias antes. Entonces mas o

menos pensaba por donde iba la cosa. El primer encuentro para mí, fue

inolvidable..

¿Cuántas veces?

Unas doce o 13 o 14 veces. Al principio lo hice con mucha frecuencia

ese año, después se dejó y la mayoría de los casos fue con presencia

de una taita. Nunca con el mismo. Si ha existido un taita que ha

preponderado en las sesiones. He hecho también, ensayos con una

33. Entrevista. Trabajo de campo. Manizales 2004. Hombre. Pensionado. Mas de 60 años.Padre. Vive solo. Ha participado en una ceremonia.

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sustancia que llaman [...] No recuerdo [...] Como que es un análogo,

(Jurema)34 Una vez la hice sin taita. Me pareció muy parecido a lo que ví

en el yagé la primera vez. Y esta era como la cuarta. Pero me pareció

más amoroso el yagé. No sé si era por la diferencia de la sustancia con

por la presencia del taita. Si. El taita estaba ahí varias veces”.35

Desde enfoques de la ciencia occidental, especialmente la sicología y laantropología, se describe como una experiencia enteogénica que amplía lapercepción y permite establecer puentes de conocimiento entre el concientey el inconsciente a través de EMC en un ambiente colectivo.

Un componente de contexto con particularidades regionales hace partedel fenómeno de las identidades indígenas en occidente, tiene su expre-sión en el Eje Cafetero, con diversidades intraregionales: Manizales, Pereiray Armenia. Al respecto anotábamos en un artículo anterior:

Mientras que las etnias aborígenes comienzan a aparecer como cla-

ramente identitarias, la nueva sociedad occidental por el contrario, en

la vida urbana se des identifica. La atomización de la vida colectiva lo

propicia.

Y precisando para el caso de Manizales y el medio universitario, igual-mente afirmábamos en el mismo texto mencionado:

“Un solo aspecto interesa para este caso: la búsqueda de identidad en

referente culturales autóctonos, nativos. La revalorización que posee lo

indígena en el actual contexto contemporáneo facilita y potencia está

mirada hacia lo indígena como autóctono. Las personas buscan en las

culturas tradicionales, no contaminadas en su totalidad por la moderni-

dad, el medio para volver a la unión del hombre con la tierra, para buscar

al hombre en sí mismo, para encontrarse.

Este fenómeno comienza a tener un medio receptivo muy propicio: el

universitario. De allí que los neochamanismos sean un camino en estos

34. Tomado de vinho da jurema, bebida enteogénica rico en DMT de pueblos indígenas delNoreste del Brasil (Goncalvez de Lima 1946). Citado por Schultes y Hofamann 1980)

35. Entrevista. Trabajo de campo. Manizales 2004. Hombre. 34 años. Soltero. Vive solo. Expe-riencia de cuatro años.

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procesos socioculturales emergente de identidad. En nuestra región

tuvo nombre propio: la Universidad de Caldas en Manizales. Esta ha sido

un escenario de estos encuentros interculturales. Pero no fue producto

de una elaboración teórica o un programa, sino de la acción de algunos

universitarios que ya traían acumulados de conocimiento y del otro, de

algunas propuestas académicas entre algunos estudiantes y unos po-

cos profesores, interesados en la temática. Así, la Universidad ha aco-

gido y ha contribuido especialmente en los últimos cinco años, a apoyar

eventos interculturales y científicos, con representantes de grupo indí-

genas e investigadores tanto colombianos como extranjeros. No falta-

ron algunos trabajos de grado y después propuestas de extensión uni-

versitaria, como el denominado “proyecto de acercamiento a los pueblos

indígenas”.(RONDEROS V. J. & TERCERO I. S.: 2002)

Pues bien hoy en el 2004, la presencia indígena, especialmente de es-tudiantes Camëntsa es significativa en la Universidad de Caldas. Alrede-dor de medio centenar estudian en diversas carreras. Es más, hay algunostaitas que tienen hijos y nietos ya radicados en Manizales. Tal presencia esproducto en parte de las condiciones de apertura de las universidades enel país a los indígenas, como resultado de la Nueva Constitución Políticade 1.991. No se puede omitir la influencia del paisaje y el clima andino, deManizales que resulta atractivo para los indígenas del Sibundoy. Pero hayque resaltar de la Universidad, especialmente de la de Caldas, la oferta deapoyo a los estudiantes en el medio universitario. Muy especialmente porel liderazgo de algunos de ellos, por el interés y capacidad académica ysocial, humana de los estudiantes indígenas como universitarios ydivulgadores de sus expresiones y tradiciones culturales (lengua, medici-nas, danzas, tradiciones y artesanías). También por la presencia de taitasen sus correrías como médicos tradicionales en la región. Por supuestoque por el interés y gestión del mismo cabildo Camëntsa con las directivas dela Universidad a través de sus autoridades. Todo lo anterior ha influido en ladinámica de tales relaciones de interculturalidad entre el 2001 y el 2004.

Dado, el tema de este artículo, no podríamos excluir la contribución huma-na y cultural los ceremoniales del yagé a los cuales asisten estudiantes tantoindígenas como no indígenas para incorporar prácticas y conocimientos entorno a la salud y la curación. Hoy podríamos decir que existe una relaciónintercultural en la cual la medicina tradicional del yagé de alguna forma hasido activa en estos intercambios. Curiosamente se ha propiciado una

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revaloración de la medicina del yagé entre los mismos estudiantes indígenas,que la requieren estando distantes de sus familias y lejos de su tierra.

Así pues se ha propiciado un acercamiento entre el Valle del Sibundoy yel Eje Cafetero. Dos colectividades humanas: los universitarios Camëntsa ylos no indígenas que interactúan, son los protagonistas principales. Hoy seha creado una ruta andina de intercambios y relaciones humanas einterculturales. Desde luego que no han faltado los conflictos y tensiones, enparte por lo que la antropología denomina el “choque cultural”. No hay queolvidar la influencia de los imaginarios y representaciones, las creencias demarcada tradición de la manizalita “blanca” que ha dejado su huella en lasdiferencias y estigmatizaciones de dominación con los indígenas de la regiónde Caldas, denominados en tal imaginario de manera despectiva como los

memes.36 Esta representación de lo indígena como un referente negativo, enel mundo blanco manizalita,37 es un factor de tensiones, sin olvidar que lapresencia indígena regional caldense es también importante en la vida univer-sitaria. El yagé en la vida universitaria en la región es parte de un trabajo aúnpor hacerse.

Para finalizar. El uso del yagé en la región a partir del trabajo de camporealizado hasta el momento, me permite afirmar con seguridad que se orientaen el contexto las ceremonias neochamánicas en dos direcciones comple-mentarias: 1) Hacia la salud, es decir la curación de enfermedades partiendode la limpieza y la purga del cuerpo y la mente. 2) Hacia el auto conocimientocon el sentido de ampliación de la conciencia mediante la introspección y surelación con las visiones. Tiene un marco aspecto de espiritualidad. 3) Labúsqueda de identidades con referentes indígenas a partir del reconocimientodel ser, perdido en las “selvas de cemento”.

Esto no obsta para señalar que en un principio los curiosos e iniciados, enparte hacen contacto con un sentido “recreativo” y experiencias bioensayísticasen torno a las experiencias con las pintas y las visiones. Algo así comorecreación de “emociones extremas”. Lo cierto es que por las características

36. Nombre despectivo usado anteriormente por los ricos de Manizales para referirse a losindios, quienes se desempeñaban en oficios domésticos en sus casas y fincas. Proveníanespecialmente del Occidente de Caldas. Actualmente no es común el uso de este término,en la juventud actual se refiere a códigos subliminales de comunicación.

37. Uno de los gentilicios usados para referirse a los nacidos en Manizales. Es más comúnmanizaleño.

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del mismo remedio, de la medicina del yagé, quien solo asiste a una ceremo-nia con este propósito, con seguridad no vuelve a participar. La experienciadel yagé es dura y va en contravía del mundo “ligh” del consumismo superfi-cial. Quien vuelve a hacerlo, entiende que el camino del yagé es de salud ycuración, de ampliación de conciencia existencial, para luchar arduamente ycon valentía, para vivir y para morir, para encontrarse consigo mismo. Es esteun aporte clave de las culturas indígenas ancestrales del alto Putumayo, almundo “ blanco” ( quizá sea más preciso decir mestizo)38 del Eje Cafetero.

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Cómeme o bébeme: relatos de estados

alterados. Lewis Carroll y la experiencia

psicodélica en el Siglo XIXBeatriz Acevedo - Holguin1

Resumen

A partir de la revision de un textollamado Revisitando el Pais de las Ma-ravil las (Michael Carmichael enPsicodelia Británica, editado por Anto-nio Melecchi, 1997), este relato es unaexpedición a las posibles fuentes deinspiración de Lewis Carroll, en el relato infantil, Alicia en el Pais de lasMaravillas. A partir de una visita a la Biblioteca Bodlian en la Universidad deOxford, este articulo refiere algunos textos e historias conectadas a las

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. Investigadora de política de drogas, Universidad de Hull - Reino [email protected]

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fantásticas aventuras de Alicia, en el contexto del Siglo XIX ingles. El des-cubrimiento por parte de artistas y científicos de las propiedades de ciertassustancias que en ese entonces no estaban prohibidas, da lugar a conexio-nes entre las transformaciones e imágenes que tiene Alicia en su viaje por elPais de las Maravillas. El objetivo de este artículo es mostrar las conexionesentre literatura, arte y uso de sustancias, en una mirada histórica. El contex-to del relato de viaje es el vehículo para la narración.

Palabras clave: Lewis Carroll, Inglaterra, arte, literatura y drogas, me-táforas.

Abstract

Based on the discovery of a paper called Revisiting Wonderland (by MichaelCarmichael in Psycodelia Britannica edited by Antonio Melecchi, 1997), thispaper is a journey to the world of Lewis Carroll and Wonderland. It starts witha visit to the Bodlian Library in Oxford, trying to get hold of some texts editedby the time that Lewis was writing his stories, During the Nineteenth Centuryin England, artists and science people were experimenting with newsubstances, which at the time were not forbidden. The transformations thatAlice experienced in her travel through Wonderland are caused by her ingestionof different substances. Images and metaphors are part of the complex creativeprocess. The aim of this article is to present some of the relationships betweenliterature, art and substance use, through an historical approach. As a travellerstory, this is a way of introducing these ideas.

Keywords: Lewis Carroll, England, art, literature and drugs, metaphors.

Los días recientes de este verano han estado muy calidos, un sol demuchas horas hasta elevada la luna nos calienta el cuerpecito blancuz-co y delicado en esta Isla del Norte. Días en los que he estado trabajan-do y leyendo, para lograr acomodar el documento que debo presentar enun par de meses. En la mitad un viaje a Oxford, para asistir a una confe-rencia, pero en el camino algo sucedió, y el viaje se convirtió en unaexpedición interesante al pais de las maravillas, el lugar donde LewisCarroll en una tarde de verano contó por primera vez la legendaria histo-ria de una niña curiosa que sigue a un conejo blanco (Carroll, 1993 (orig.1864)).

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En un libro llamado Psychodelia Británica editado por Antonio Melechi(1997) encontré un ensayo de un historiador llamado Michael Carmichael. Eltítulo es Revisiting Wonderland, y en él hace un seguimiento a la vida deLewis Carroll, cuyo verdadero nombre era Charles Dodgson, un escolar mate-mático perteneciente a la Iglesia de Cristo - Christ Church en Oxford. Dodgsontiene una posición como académico en Christ Church, y se espera que tomelos hábitos, siguiendo la tradición de su familia y la carrera sacerdotal.Sin embargo, Dodgson es un crítico de su tiempo, y renuncia a la orde-nación. Por otro lado, su pasión son las matemáticas, la lógica y tam-bién escribe panfletos críticos de la rígida cultura de Oxford. De otrolado, Dodgson comparte con jóvenes amigas, talento que le ha costadouna no siempre buena fama.

En la tarde del 4 de Julio de1862, Dodgson cuenta por primera vez lahistoria a las hermanas Liddell: Alice, Ina y Edith. En la historia, Alicia, seestá quedando dormida en una tarde de lectura con su hermana y de prontove a un conejo blanco que luce un curioso atuendo, de chaleco y reloj; elblanco conejo acelera su carrera, sugiriendo una semblanza con la blancanieve de nuestros días… de esta manera y en una serie de ingestiones debebidas o comidas, Alicia cambia de tamaño, y así administra sus aventurasen una tierra de seres extraordinarios.

Alicia sabe que cada vez que ve uno de esos letreritos colgando, algointeresante puede sucederle, y así lo expresa “I know something interesting

is sure to happen whenever I eat or drink anything;” la sugerencia de MichaelCarmichael que se apoya en el argumento previo de Gordon Wasson, es quela referencia a bebidas, comidas y en especial hongos, tiene relación directacon la ingestión de sustancias alucinógenas que eventualmente explicaríansus cambios de percepción.

Al parecer Dodgson tenia bastante familiaridad con distintas sustancias,desde laudano (opio), hasta belladona y eventualmente cannabis, debido aluso corriente que estas sustancias tenían en la época victoriana, y en espe-cial, porque el mismo Dodgson sufría de migrañas y dolores de cabeza.

Entre los libros que se encontraron en su biblioteca, después de su muer-te, se encuentran distintos temas en medicina, farmacia y estimulantes. Sesabe además, que gracias a su pasión por la fotografía, Dodgson tenía sufi-cientes conocimientos de química y también se sabe que había leído los

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libros de De Quincey, ya que poseía varias de sus obras (De Quincey, 1997(primera edición de 1821)).

A pesar de que Dodgson llevaba concienzudos diarios de su vida, lo quequeda de ellos es muy poco, ya que su familia quemó gran parte de ellos,quizá porque contenían referencias no muy adecuadas a la vida de un piado-so matemático. Esto deja muchos vacíos en su biografía, en especial, en loreferente a los años comprendidos entre 1858 y 1862, quizá los más influ-yentes para la creación del clásico infantil de Alicia.

Este contexto es interesante para entender la siguiente pista que propo-ne Carmichael en su artículo, en la cual Dodgson en sus visitas a la Biblio-teca Bodlian en Oxford pudo haberse cruzado con un libro llamado Las siete

hermanas del sueño, escrito por Mordecai Cooke y publicado en 1860 (1997).La hipótesis de Carmichael es que este libro llamó la atención de Dodgson,no sólo por su título, ya que es sabido que Dodgson tenía siete hermanas ysufría de insomnio, sino también, por el contenido del mismo.

Las siete hermanas del sueño hace referencia a distintas sutancias, des-cubiertas hasta la época: opio, coca, cannabis, belladona, datura, digitalis yfinalmente amanita muscaria. Wasson sugiere que Dodgson tomó elementosde la descripción del trance shamanico con Amanita Muscaria como inspira-ción para las aventuras de Alicia (Wasson et. al., 1992).

Cabe recordar que los personajes con los que se encuentra Alicia,representan de una u otra manera alguna sustancia. La fiesta del Te, enla cual, la cafeína acelera a los personajes, el mismo conejo blanco quecorre sin cesar, y la oruga que fuma una pipa y en voz pausada y lánguidacuestiona la identidad de Alicia y a su vez le da la clave para los cambiosde tamaño, según la ingestión de un lado o el otro del hongo mágico. Deesta manera Alicia entra y sale de los distintos mundos a su antojo porconsecuencia de la ingestión de los hongos. Carmichael cuenta seisingestiones de hongos durante la estancia de Alicia en el país de lasMaravillas.

Con esta historia dando vueltas en mi cabeza, llegue a Oxford…unatarde lluviosa de verano (17 de Julio de 2003); el paseo obligado por ChristChurch, el gran salón de los sabios, que popularizaría la película de HarryPotter como el gran salón de la Escuela de Magia de Hogsworth. Un día

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después de asistir a la conferencia que había programado, me di a la tarea deencontrar el libro de Cooke.

La Bodlian Library está localizada en el centro de Oxford, son varios edifi-cios las que componen una de las bibliotecas más grandes del mundo, y quecontiene además textos antiguos y otras rarezas. Es viernes en la mañana ysolicito un carné de lectura en el hall principal. La aplicación pregunta sirequiero mirar libros raros, y al hablar de la edición de 1860, la funcionariareplica que libros antiguos son aquellos antes del siglo XV. Antes de recibir micarné, debo jurar solemnemente, en mi lengua materna, que no introduciréfuego ni dañare los libros de la Biblioteca. Con mi carné en mano, me dirijo alLow Reading Room a mirar los catálogos.

En efecto, encuentro la referencia a M. Cooke y Las siete hermanas del

sueño. La edición de 1860 y una edición reciente de 1997 publicada porPark Street Press. Obviamente, pido la primera edición, pero el sistema meniega el acceso. El libro está catalogado como ARCH, que significa, ar-queología, y tiene acceso restringido. El dependiente me sugiere pedir ellibro de 1997, pero yo le explico que quiero ver el libro de 1860, pues loque dice Carmichael es que ese libro sólo fue abierto en algunas páginas,aquellas que corresponden al trance con Amanita Muscaria.

Siendo un libro impreso en el siglo XIX la manera de producirlo es impri-mir por pliegos, que se doblan y se unen. Así el lector, debía abrir una auna las páginas de aquel. Aunque no es corriente encontrar libros que nohayan sido abiertos, el estado de este libro en particular podría apoyar lahipótesis de Wasson, que Carmichael confirmaría luego.

Después de hablar con dos dependientes más, ir al salón de los librosraros, un salón levemente iluminado, con muebles de madera olorosa y unpanel en el centro, consigo que me den una cita para las 3:45 de la tarde deese viernes, para darle un vistazo al libro. Mi argumento parece convenceral encargado, y éste a su vez, convence a la señora que me va a atenderde mis razones para ver el libro. En efecto, a las 3:50 estoy en la AntiguaBiblioteca (Old Library), otro edificio en la esquina del Pub White Horse.

El libro está cuidadosamente envuelto en una caja de cartón gris, y apare-ce en una cubierta dura de color azul y letras plateadas. En efecto, el libroaparece abierto en el índice donde está la lista de las sustancias menciona-

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das, y en la página 339, el capítulo correspondiente al Amanita Muscaria y suuso entre los shamanes tártaros. Delicadamente hojeo el libro que la depen-diente sostiene, y observo el tipo de letra. En particular este capítulo describealgunas de las visiones del trance shamanico: el paso del mono, y los cam-bios en la percepción.

El tiempo es muy corto, y los minutos corren rápidamente. Avanzo ner-viosa entre las letras y constato que efectivamente sólo esas páginas es-tán abiertas. Son pocos y preciosos minutos donde puedo olfatear el libro,e imaginar a Lewis Carroll pasear sus ojos por tan excéntrico relato, quizásen él entre tanto de su visita a la Biblioteca el 18 de junio de 1862 y paracontar la historia la tarde del 4 de julio del mismo año, como lo sugiereWasson y Carmichael.

Lo interesante de esta aventura es constatar que hacia el siglo XIX elconocimiento sobre sustancias (mal llamadas hoy drogas) era bastantepopular, y su uso corriente. El libro de Alicia es uno de los clásicos de laliteratura infantil y ha sido alabado por su genio y por la exacerbación de laimaginación del lector.

Ahora lo que cabe preguntarse es de dónde proviene estas creaciones,y alli es donde la historia debe relativizarse. Aunque es difícil imaginar unmundo sin prohibición de drogas, debe recordarse que esas sustanciashan hecho parte de la humanidad desde tiempos prehistóricos (Goodman,et al., 1995). De hecho, existen algunos autores que sugieren que fueronlas sustancias enteógenas las que permitieron el rápido desarrollo del ce-rebro en los homo sapiens (McKeena, 1992). Pero sin entrar en detalles deestas teorías, lo cierto es que el uso de sustancias para diversos fines es yha sido una práctica corriente de la humanidad.

En un sentido histórico, Inglaterra y por medio de ella, el mundo occiden-tal han tenido contacto con estas sustancias a través de las distintas coloni-zaciones al Este, principalmente, pero también gracias al desarrollo de laquímica y la medicina en el Siglo XIX (Jay, 2002). De manera singular, esinteresante apreciar el papel de los artistas en el uso de esas sustancias, ycabe recordar el famoso Club de Haschis en Paris, donde artistas comoBaudelaire, Gautier y otros escritores, hicieron uso de la resina del cannabisen sus creaciones y conversaciones.

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Al igual que Lewis Carroll nos encontramos en un mundo de maravillasque aún desconocemos. Aunque es claro que muchas de estas sustan-cias deben ser tratadas con el debido respeto, el estigma y el actual régi-men de prohibición generan efectos contradictorios con el esquema deevolución de la humanidad. Lo que es interesante sin embargo, para aca-démicos, practicantes y en general personas interesadas en este tema,es indagar sobre el papel de las drogas en las creaciones de las grandesobras en literatura y sobre todo mirar con doble atención las historiasinfantiles y sus metáforas.

Bibliografía

CARROLL, L. orig. 1864 Alice in Wonderland, Wordsworth Classics, Ware, Hertfordshire. 1993.

COOKE, M. orig. 1860 The Seven Sisters of Sleep. Rochester: Park Street Press, 1997.

DE QUINCEY, T. Orig. 1821 Confessions of an English Opium-Eater, Berkshire: Penguin

Popular Classics, 1997.

GOODMAN, J., LOVEJOY, P. and SHERATT, A. Consuming Habits: Drugs in HIstory and

Anthropology, London: Routledge, 1995.

JAY, M. Emperors of Dreams: drugs in the nineteenth century. London: Dedalus, 2002.

MCKEENA, T. Food of Gods: the search for the original tree of knowledge, London: Random

House Ltd, 1992.

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La scienza delle drogheGiorgio Samorini

The science of drugs

Abstract

With regards to the social perplexity that exists about the use of the termdrugs, especially the difference between the drugs problem and the drugsphenomenon, the proposal by Paolo Mantegazza (1831–1910) has beenadopted again, he was an Italian researcher who talked about the necessity tocreate the field of scientific research called The Science of Drugs, as a specificdiscipline about this topic. Such perplexity has limited the scientific possibilitiesabout the use of drugs concerning the positive knowledge for human beings.He illustrates about this matter based on the article by the Russian writer LeonTostoi called. Why do people use drugs? In which he argues about the perplexityof establishing a direct causality in the drug of such behaviors rather than specificsituations going on in society. He stresses the relationship between biologyand natural behaviors in animals that use drugs, and for the human case, thereference to the context of human nature and culture.

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

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Keywords: Drugs, science of drugs, modified states of consciousness.1

Nella nostra società v’è una diffusa tendenza a identificare la droga conil problema-droga. La storia del rapporto umano con le droghe – una storiaquasi sempre ignorata – dimostra che esiste in realtà un “fenomeno-droga”distinto dal “problema-droga”.

E’ sufficiente considerare come esempio l’alcol per evidenziare ladistinzione del fenomeno dell’uso di questa droga dal grave problema delsuo abuso. Sebbene si conti un elevato numero di individui afflitti dal “bereproblematico” (cioè dall’alcolismo nelle sue svariate forme e gradazioni),ben più esteso è il numero di individui che intrattengono un rapporto conl’alcol che non evidenzia problemi individuali e sociali.

Poche persone sono a conoscenza del fatto che il fenomeno-droga èstudiato da una specifica disciplina scientifica, la Scienza delle Droghe, dicarattere multidisciplinare; essa è nata nell’Ottocento e fra i suoi più importantipadri fondatori si annovera un italiano, Paolo Mantegazza (1831-1910).

Agli studiosi di questa scienza è evidente un’altra grave confusioneconcettuale diffusa come luogo comune nella nostra società e che riguardale motivazioni che inducono gli uomini a fare utilizzo di droghe.

In un saggio del 1890 dal titolo Perché la gente si droga?, lo scrittorerusso Lev Tolstoj spiegava il comportamento umano dell’assunzione didroghe come un mezzo per sfuggire a se stessi e ai propri problemi. Questotipo di spiegazione è stato il cavallo di battaglia dei proibizionismi piùfondamentalisti. Sebbene vi siano sicuramente persone che affogano nelvino i propri rimorsi e che si inebriano delle più disparate droghe per fuggirela realtà, oggi sappiamo che le motivazioni nell’uso di sostanze psicoattivesono ben più complesse e sono associate al fenomeno degli stati modificatidi coscienza. Alla pari di altri comportamenti umani, l’uso delle droghe puòessere dettato anche dalla ricerca del piacere, dietro alla quale non si celaquel “bisogno di nascondere a se stessi” attribuito da Tolstoj; la ricerca delpiacere è un fattore comportamentale intrinseco dell’umanità, i cui solieccessi possono acquisire caratteristiche patologiche. Le opinioni moralistepiù diffuse tendono a identificare la ricerca del piacere con le sue forme

1. Summary Translation by: Omar Andrés Atehortua A. English Teacher Universidad de Caldas

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patologiche, nello stesso modo in cui identificano il fenomeno dell’uso delledroghe con il problema-droga.

In una parte degli uomini v’è la tendenza a cercare di modificare il propriostato di coscienza ordinario, attraverso i più disparati metodi, con lo scopodi vivere esperienze in altri stati mentali. Questo atavico comportamentoumano può essere considerato come una costante comportamentale. E’ unimpulso che si manifesta nella società degli uomini senza distinzione dirazze e culture: è un comportamento trans-culturale.

La modificazione dello stato di coscienza viene indotta attraverso unampio spettro di tecniche che l’uomo ha scoperto ed elaborato nel corsodella sua storia. Dalle tecniche di deprivazione sensoriale e di mortificazionefisica a quelle meditative e ascetiche, sino a quelle che utilizzano, comefattori scatenanti gli stati di trance e di possessione, la danza e il suono dideterminati strumenti musicali; infine e non certo per ordine di importanza,le tecniche che prevedono l’uso di droghe vegetali dotate di proprietàpsicoattive. Quest’ultima è una delle tecniche più antiche. I dati archeologicidimostrano che era già praticata nell’Età della Pietra.

Oggi abbiamo una conoscenza più vasta di quella di cui disponevaTolstoj della storia delle droghe e della stretta relazione che c’è semprestata e che continua a esistere fra il loro uso e la sfera intellettiva, religio-sa e spirituale umana. Nella ricerca delle motivazioni che spingono gliuomini a drogarsi, Tolstoj osservava ciò che appare essere unadegenerazione di questo comportamento umano, frutto della società mo-derna e dei suoi conflitti. Usare le droghe per fuggire la realtà e la propriacoscienza non è la regola bensì la sua eccezione, la cui estensione dipendedalla diffusa nevrosi della società moderna.

Storicamente, il motivo fondamentale e fondante l’uso delle droghe risiedenell’intenzione di conseguire una maggiore comprensione della realtà, nonper fuggirla. Numerose culture umane hanno posto la droga, consideratasacra, al centro del loro sistema religioso e come fulcro del sistemainterpretativo dei diversi aspetti della realtà e della vita. Le droghe, utilizzatein adatte condizioni di set e di setting, cioè psicologiche e ambientali, possonoindurre esperienze accompagnate da profondi stati emotivi intuitivi,illuminanti, rivelatori.

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Ricerca di conoscenza e ricerca di piacere: queste sono le motivazionibasilari dell’uso universale delle droghe fra gli uomini. Gli approcci improprie l’inconsapevolezza possono trasformare l’uso in abuso e portare a queicomportamenti interpretati come “bisogno di nascondere a se stessi” e“fuggire la realtà” dal pensiero tolstojano e dalla morale comune.

Individuata una componente naturale nell’impulso dell’uomo a drogarsi,per via della presenza di quest’impulso anche fra gli animali, i problemilegati all’abuso umano delle droghe sono da individuare nella componente

culturale che media questo comportamento: il fenomeno-droga è unfenomeno naturale, mentre il problema-droga è un problema culturale.

Si dovrà d’altronde cercare di spiegare il fatto che presso le popolazionitradizionali -come ho potuto osservare di frequente nel corso delle mieindagini sul campo in Amazzonia e nell’Africa Nera- pur esistendo un usodi droghe, non esiste e non è nemmeno concepito il loro abuso, per comelo conosciamo presso la nostra società, e quindi non esiste il problema-droga.

Il problema-droga non è dovuto all’esistenza delle droghe o all’impulsodi drogarsi, bensì alla deculturalizzazione dell’approccio a simili esperienze.E’ importante che l’uso delle droghe negli uomini, alla pari di altricomportamenti umani, sia mediato da adatte culture e conoscenze. Privan-do l’individuo e la società di queste conoscenze, prime fra tutte come siusano le droghe e in quali contesti, ecco l’insorgere degli approcci improprie quindi del problema-droga.

Un miglioramento concreto del problema-droga passa attraverso lostudio scientifico del fenomeno-droga e l’individuazione delle variabili cheregolano questo fenomeno nel contesto dell’intimo rapporto fra natura ecultura umana.

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Minidosis de historia, educación,

alcohol y tabacoMaría Mercedes Molina H.1

Resumen

La legislación colombiana, a través de la educación en las escuelas pri-marias, ha procurado señalar la inconveniencia en el uso y abuso de aque-llos productos que crean adicción y afectan el comportamiento y la vida ensociedad. El alcohol, inicialmente, y el tabaco un poco después, fueron losprimeros en manifestar el problema; sólo hasta el siglo XX empezamos aescuchar sobre las drogas heroicas y sus negativas consecuencias.

Abstract

Through the education in the primary schools, the Colombian legislationhas tried to point out the unsuitability in the use and abuse of those products

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. Phd. en Historia. Docente Departamento Estudios Educativos. Grupo Cultura y Droga,Universidad de Caldas. Texto de la conferencia expuesta en el Taller Cultura y Droga.Foro: Derechos y penalización de la dosis mínima (Manizales, noviembre de 2002).

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that create addiction and they affect the behavior and the life in society. Thealcohol, initially, and the tobacco a little later, they were the first ones inmanifesting the problem; only until the 20th century we began to listen aboutthe heroic drugs and their negative consequences.

Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé en el 506 y en el 2000también, que siempre ha habido a chorros, maquiavelos y estafaos,contentos y amargaos, valores y doblés, pero que el siglo XX es undespliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue... Todo esigual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor... losinmorales nos han igualao... Cualquiera es un señor, cualquiera es unladrón... se ha mezclado la vida...Siglo XX, cambalache problemático y febril... dale nomás, dale que va,que allá en el horno nos vamos a encontrar, no pienses más... que anadie importa si naciste honrado, es lo mismo el que labora noche y díacomo un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que

cura o está fuera de la ley (Tango argentino).

A través de la historia, las diferentes formas de buscar un sanativo, biende la mente o del cuerpo, estuvieron inicialmente aceptadas por dioses,faraones, césares, reyes, sacerdotes, jefes, caciques, y todos aquellos quehan saboreado el goce del poder y, por consiguiente, del goce ficticio indu-cido por los elementos que la naturaleza y el hombre han producido parasu “disfrute”.

En Colombia, revisando normas, decretos, leyes y demás instrumentosdisciplinarios o restrictivos, encontramos que sólo hasta finales del sigloXX, hizo su entrada en escena la problemática de las drogas que producendependencia. El uso o abuso del alcohol, entonces, constituyó el mayordelito relacionado con bebidas embriagantes o fármacos, y por el cual ha-bría que propiciar castigos, sanciones, marginaciones y hasta encarcela-mientos; de manera que en la educación escolar se inculcaba hacer énfa-sis en la desaparición de este mal; su ausencia se constituyó en requisitopara poder laborar como discente, para ser director o subdirector escolar yel poseerlo era motivo de expulsión en el campo laboral.

Desde las escuelas filosóficas se debatía si el vino había sido dado alos seres para su locura o para su cordura. Según los estoicos, el sabiopodía beber sin límite “antes de verse llevado a alguna necedad”. Este elixir,capaz de producir ensueños o trastornos, según el individuo o la ocasión, fue

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defendido por Platón quien manifestó que no había que vilipendiarlo sino lega-lizarlo.

Bastará una ley que prohíba a los jóvenes probar vino hasta los diecio-cho años, y hasta los treinta prescriba que el hombre lo pruebe conmesura, evitando radicalmente embriagarse por beber en exceso. Apartir de los cuarenta nuestra ley permitirá invocar en banquetes a todoslos dioses y... una especial invocación dirigida a Dionisio, en vista de esevino, que a la vez sacramento y solaz para los hombres de edad, les hasido otorgado por el Dios como un fármaco para el rigor de la vejez, pararejuvenecernos, haciendo que el olvido de lo que aflige al anciano des-

cargue su alma de rudeza, y le preste más jovialidad (Las Leyes).

En Roma, además de la adormidera, la vid estaba presente no sólo enlas ceremonias sino en la vida cotidiana. Admiradores de la cultura griegatenían presente –no siempre- que la diferencia entre el veneno y el reme-dio era la dosis. Ellos excluían a las mujeres y a los hombres menores de30 años.

En América se encontraron -además de los productos del campo dedi-cados a fortalecer el espíritu, el trabajo y disminuir el dolor, recogimientoreligioso, adivinación, magia, incapacidad e impotencia- los fermentos delmaíz, del agave y del maguey. Con la Conquista se introdujo la caña deazúcar y la uva, de donde se obtienen licores de olores y sabores fuertes.

El tabaco, originario del Nuevo Mundo, viene a constituirse, en Colom-bia, como un problema sanitario prácticamente desde la década del seten-ta del siglo XX. No se consideraba como algo “nocivo para la salud” y sepermitía su cultivo incluso familiar, veremos que era válido para determina-das personas, para algunas labores, como la recolección del fruto del café,y parece que sólo socialmente su uso no era bien visto en las mujeresjóvenes no dedicadas a la prostitución.

Conocemos, por los regímenes orgánicos, algunas disposiciones desdeel siglo XIX, donde se decretaba sobre los directores de escuelas primarias:las faltas contra el pudor, la temperancia -entiéndase por temperancia que nobebe vino ni otros licores-, serán castigadas en un maestro de escuela con lapérdida del empleo. Igualmente “al Director de la escuela le está severamenteprohibido el roce con personas reputadas por de mala conducta en el lugar, yla frecuentación de tabernas y casas de juego” (Artículo 29).

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Para los funcionarios de la Oficina General de Instrucción Pública, enla Resolución No. 75 de 1914 se lee: “Las faltas graves, como desobe-diencia repetida a órdenes superiores, disgusto de palabra o de obra, in-temperancia, etc. será motivo para la inmediata remoción del empleado”(Artículo 11).

Por su parte, los inspectores locales podían suspender a los subdi-rectores o directores de Escuela, entre otros casos, cuando se hubierenentregado al juego o al uso del licor.

Al iniciar el siglo XX (1906), el Director General de Instrucción Pública deCaldas emana la Circular Número 565 de la cual extraemos lo siguiente:

Una de las necesidades más apremiantes hoy en el País es la de trabajarpor extirpar uno de los vicios más funestos que invade y amenazaseriamente a la sociedad, y es un deber ineludible de todo ciudadanocontrarrestar su acción destructora, sin perjudicar en manera algunalos derechos individuales de los asociados.Se trata nada menos que del abuso inmoderado de las bebidas alco-hólicas, vicio que se ha difundido con proporciones alarmantes entodas las capas de la sociedad, produciendo funestos y degradantesresultados.Afortunadamente para los hijos de este Departamento, la campaña con-tra la intemperancia la han iniciado con magníficos resultados en casitodas las poblaciones y probado como está el valor moral de los comba-tientes, no hay duda de que el monstruo será asfixiado.[...] que los maestros formen el corazón de sus alumnos inculcándoles elmás sincero horror contra la embriaguez, y al dictar la clase de “Lectura”en el famoso folleto Enseñanza del Antialcoholismo la explicaránhasta que los educandos se posean perfectamente de su sentido prác-

tico. (Juan Andrés Echeverri V.).

En el Reglamento del Instituto Universitario del Departamento de Caldasen su Artículo 138 expresa que “Todo alumno que reincida en la falta de em-briaguez, será expulsado del Establecimiento”. Como podemos observar, ésteera en realidad el problema de adicción más grave y contra el cual luchabantodas las fuerzas sociales.

En la revista La Cátedra, tomada de “El Disco” de Salamina aparece unadisertación titulada Alcoholismo de la cual tomamos los siguientes apartes:

Vemos un leproso y haciéndonos lenguas y aspavientos, huimos de supresencia con verdadero pánico. Pasa un ebrio, y su lepra, infiltrada enla sangre, en el alma, en el hogar, en la progenie y en la muchedumbre

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ignara que recibe el ejemplo, se oculta tras el velo de la indiferencia queoponemos a su monstruosidad.Si por el artificio maravilloso, por el cristal en que se escancia el primertrago de licor, se viese la senda que se iba a recorrer, nadie llevaría eltósigo a sus labios; pero bien se cuidarían los asentistas, si tales copashubiera, de suplantarlas por otras en que se columbrase un risueño paraí-so.Ello es que un mísero, novel peregrino de la existencia, instigado por elejemplo, intrigado por sus amigos, apuró el primer trago, que fue a suestómago con el plácido calor de los excitantes; absorbiose, corrió porsus venas al torrente central, llegó al cerebro, y he aquí que el novicioabrió la puerta de hilaridad que enciende la imaginación, con su cortejode sensaciones tan desconcertantes como falsas y agradables. Lograto se repite, una y más veces, y tenemos la primera etapa de lacarrera funesta.Los que consideramos el mal irremediable creemos que puede disminuir-se, indefinidamente con sólo dos factores: vigor físico y fuerza moral.Mejorar la condición de las masas, darles más holgura y facilidad para elsustento, con la baratura de las especies de primera necesidad; sabidose está que estómago lleno ningún excitante requiere, y que los pueblosmejor nutridos, de mayor consumo de carnes y alimentos azoados son losmenos dados a las bebidas espirituosas. No obstante, lo primero y másesencial es la educación unida a la instrucción sólida, empezada en elhogar, continuada en la escuela, predicada en el púlpito, en la cátedra, laconferencia, el periódico y el teatro. Horror el vicioso y flagelo para elvicio, y aproximarnos al ideal: “mente sana en cuerpo vigoroso” (Pablo E.

Gutiérrez).

Comentamos anteriormente que el tabaco en sus inicios, fue visto comoun beneficio económico y aceptado en muchos ámbitos, esto en nuestropaís. A través de la historia apreciamos su prohibición y hasta pena capitalpara los fumadores en China, por ejemplo, pues allí desde el siglo XVII empe-zaron a apreciar el daño que podía causar a la salud, particularmente en losjóvenes.

En la revista La Cátedra, el Director General de Instrucción Pública in-formó al Ministro correspondiente que se estaban haciendo las diligenciasconducentes para traer un profesor bien competente que enseñara práctica-mente el cultivo del tabaco, pues era “una industria que creo tomará muchodesarrollo en este Departamento”. La última asamblea realizada en Manizalesvotó la suma necesaria para establecer dicha enseñanza.

Por su parte, y solamente hasta el siglo XX, empezamos a recoger unaespecie de prevención contra el ascendente consumo del cigarro, una denun-cia contra sus efectos.

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Hay que advertir que el uso del tabaco en los jovencitos, les ocasionapobreza física, les priva de energía el alma y determina graves alteracio-nes en el organismo, las cuales toman bien pronto forma crónica, terri-ble, incurable que, más o menos lentamente, minan la existencia delindividuo.Las funciones cardíacas e intestinales, así como el sistema nervioso,son las más amenazadas por el uso prematuro del tabaco.Evidentemente, es a los padres a quienes incumbe el deber de impedir laintoxicación de sus niños, y, sobre todo, la obligación de abstenerse deiniciarlos en fumar.Quizá no es la primera vez que se denuncia este mal, que avanza máscada día; produciendo estrago sin cuento entre las generaciones que selevantan. Más, ante quejas y denuncios, la autoridad no ha hecho nadaen orden a prohibir que los menores se entreguen al consumo del taba-co. [Los niños fumadores. Informe que deben conocer los pa-

dres. (Manizales Noviembre 20 de 1913)].

Los celadores de las escuelas no podían, mientras estuvieran en servicio,fumar porque ello los distraía de la vigilancia del establecimiento.

Observamos, ya terminando la década del 30 del siglo en mención, queotras dependencias narcóticas hacían su entrada en la región, lo podemosapreciar en el informe del Subsecretario de Educación al referirse al esca-lafón de maestros, que serán borrados del mismo y destituidos aquellosque incurrieren en:

a) homosexualismo, b) beodez habitual, c) juego habitual, d) relacio-nes ilícitas con escándalo social, e) uso de drogas heróicas, y f) incumpli-miento plenamente comprobado de sus deberes como jefe de hogar ocomo hijo.

Correspondía a la Dirección Departamental de Higiene y AsistenciaPública, entre otras funciones, controlar el comercio de drogas heroi-cas, lo cual se verificaba mediante visitas practicadas por las autorida-des municipales de higiene a las droguerías, farmacias y boticas; la expe-dición de las licencias correspondientes para la introducción de dichasdrogas, del exterior, para el comercio entre los departamentos eintermunicipal; ejercer el control de los toxicómanos y se ocupaba dehacerlos remitir al pabellón que existía en Bogotá, cuando fuera el caso,para su tratamiento.

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Con esta minidosis histórica apreciamos que, realmente, no inquietabatanto a nuestra sociedad lo que hoy se ha constituido en un estigma o seña-lamiento internacional. Igualmente, se observa que mientras se castigaba olegislaba sobre la conducta etílica, no había realmente una educación quepermitiera conocer sus usos, sus efectos y sus consecuencias. “El uso deeste producto es nocivo para la salud” referido tanto para el licor como para eltabaco, es un lema actual. Lo que sí viene de tiempos anteriores, paradójica-mente, es la aplicación de los impuestos por estos productos para el pago,precisamente, de los maestros y el fortalecimiento de la educación.

Aunque se hayan constituido grupos para dar a conocer de qué se trata elasunto de las drogas, las plantas alucinógenas, el alcohol y el tabaco, noson suficientes los esfuerzos, pues están muy arraigadas las costumbres ytradiciones donde hacen su presencia, es muy marcada la ignorancia al res-pecto no sólo por el pueblo sino por los que han tenido acceso a la educa-ción formal. Quiero, para cerrar esta breve disertación, reiterar el adagiohipocrático de que la diferencia entre el veneno y el remedio está en la dosis.

Bibliografía

Decreto No. 595 de 1886. Por el cual se organiza la Instrucción Pública Primaria.

GUINGUE, SALAZAR y MOLINA, Disposiciones sobre Instrucción Pública. Manizales:

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El Escolar. Número extraordinario. Régimen orgánico de las escuelas públicas primarias

del Estado Soberano del Cauca. Imprenta del Estado, 1874.

ESCOHOTADO, Antonio, Las drogas. De los orígenes a la prohibición. Madrid: Alianza

Cien, 1994.

MESA B., MANUEL J., Dirección de educación pública. Informe de 1935. Manizales:

Imprenta Oficial, 1936.

Revista La Cátedra. Órgano de la Dirección de Instrucción Pública. República de Colombia,

Departamento de Caldas, Manizales, Imprenta de San Agustín 1912, 1913, 1914, 1915. Nos.

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VALLEJO, Alejandro, Educación. Caldas-1937. Manizales Imprenta Departamental,

Manizales.

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Análisis económico del cultivo

de la coca Erythroxylum coca Al

en ColombiaElmer Castaño Ramírez**

Maria Elena Bernal**

Guillermo León Marín Serna*

Carlos Julián Ramírez Gómez**

Resumen

Análisis documental sobre los cultivos de uso ilícito en Colombia (conespecial énfasis en Erythroxylum coca AL), sus impactos en el medio am-biente, la agricultura y el comercio.

Palabras clave: cultivos de uso ilícito, Erythroxylum coca.

* Profesores Universidad de Caldas [email protected]** Ingenieros agrónomos

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

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Abstract

This is a documentary analysis about illicit use crops in Colombia(especially Erythroxylum coca) and their repercussion in environment,agriculture and trade

Key words: Erythroxylum coca, illicit use crops.

Introducción

Colombia, desde hace ya varias décadas, se ha caracterizado por pre-sentar diversas situaciones relacionadas con la producción de cultivos deuso ilícito. Es así como los cultivos de coca y amapola en la década de1980 y 1990, sustituyen en grado de importancia a la marihuana.

No obstante, es indiscutible que después de los procesos de aperturaeconómica a comienzos de la década de los noventa, el sector agropecuariose ha visto seriamente deprimido, en donde, factores como el alza en losinsumos agrícolas, la importación masiva de alimentos, la carencia de asis-tencia técnica, entre otros, han golpeado los procesos productivos de agri-cultura convencional en nuestro país.

Así mismo, el evidente abandono estatal en muchas regiones del país,acompañado de un fortalecimiento de los actores armados en el sectorrural, ha ocasionado una migración de los miles de campesinos colombia-nos a sistemas de producción considerados de uso ilícito.

Como consecuencia de la expansión de las zonas cocaleras en nuestropaís, viene la respuesta del estado y sus instituciones. A través del denomi-nado “Plan Colombia”, que se traduce en dineros internacionales para elcombate y la lucha antinarcóticos, que se expresa en fumigaciones conbase en el herbicida glifosato, se originan grandes impactos ambientalessobre los recursos naturales; tales como la destrucción de nichos ecológicos,destrucción del potencial genético desconocido, destrucción de coberturavegetal nativa, entre otras.

En este marco cabe mencionar que, no ha habido inversión económicaen programas de sustitución y que la ausencia de análisis costo–beneficio

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de las diferentes alternativas que se han propuesto, ha llevado al fracasomuchos de los intentos.

Es necesario considerar que para seguir un programa a nivel municipaly veredal de desarrollo sostenible, se requiere participación directa delEstado en auténticos programas de educación, vías de acceso, capacita-ción, etcétera.

Como abrebocas a este delicado tema, se establece esta revisión docu-mental que ilustra el avance reciente del problema de drogas en la agricul-tura colombiana y que cada vez se vuelve más complejo, en la medida enque sólo se hace control sobre la producción de la materia prima y nosobre el consumo.

La coca en Colombia

Colombia pasó de ser un país desde el cual el narcotráfico dirigía susnegocios, a convertirse en el principal país productor de coca en el plane-ta, con un área establecida según el Sistema de Monitoreo de Cultivos deuso ilícito (SIMCI) de 102.000 ha en 21 de los 32 departamentos, entre loscuales se encuentra incluido el Departamento de Caldas.

Los motivos que han generado esta problemática son múltiples y partende diferentes situaciones. Para abordar de una manera más clara y com-pleta este tema, se realizará un esbozo general de las causas, los efectos,los riesgos y las amenazas que se derivan de este conflicto.

Llegada de los cultivos ilícitos a Colombia

Colombia cambió su función de país comercializador de la droga a ser elmayor productor, transformador y distribuidor del mundo. Anteriormente loscultivos se centraban en los países como Perú, Bolivia y en menor escala,Venezuela y Ecuador, desde donde se importaba la pasta básica de coca, yen laboratorios locales, era transformada para finalmente ser exportada alos mercados mundiales. Ahora en la región andina, Colombia es el respon-sable del 59% de los cultivos de coca a finales del año 2002, sobrepasandoa Perú con un 27% y Bolivia con 14% (10). En la tabla se muestra la evolu-ción de los cultivos de coca en estos tres países entre 1994 y 2002.

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ÁREA SEMBRADA EN COCA

Fuente: 18

En Colombia los cultivos de uso no lícito surgen bajo condiciones es-tructurales propicias para su desarrollo; la marginalidad y crisis permanen-te del sector agrario asociadas a factores de tenencia, acceso y uso de latierra, han influido indiscutiblemente en la expansión del área sembrada yen el fortalecimiento de los factores implicados en su comercialización (17).Es necesario comprender que las poblaciones que actualmente viven delos cultivos de uso ilícito están ubicadas en regiones que han tenido signi-ficativos problemas para articularse de manera efectiva al mercadoagropecuario nacional y que enfrentan serios obstáculos estructurales deorden socio-económico y ambiental para estabilizar las economías campe-sinas (23).

Así mismo, cabe destacar que miles de campesinos y colonos ubicadosen regiones desprotegidas por el Estado, con bajos índices de calidad devida, sin servicios públicos ni infraestructura, han venido integrándose aeste modelo de producción (17).

Las primeras siembras colombianas se realizaron en el sur del paísprincipalmente en el Departamento del Caquetá (7), esto se remonta a ladécada de los sesenta y desde allí los grupos armados empiezan a ver enesta actividad una importante forma de financiación. Es así pues, comonacen los cultivos de coca en Colombia, enmarcados casi siempre por unafalta de presencia del estado en regiones marginales y falta de opcionesde sustento de las economías campesinas, acompañadas por una presiónde actores armados que se benefician con el narcotráfico (30).

Hasta la década de los noventa, los cultivos de coca se habían relega-do a la zona sur del país, pero a partir de 1991 donde el país adopta lasmedidas del proceso de apertura económica y con ella los desastrososefectos sobre el panorama agrícola nacional, los cultivos de coca empie-zan su expansión por todo el territorio colombiano, trasladándose a la re-

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gión central del país (5). Según cifras del Sistema de Monitoreo de CultivosIlícitos (SIMCI) que es realizado por la Oficina de las Naciones UnidasContra la Droga y el Delito (UNODC) (19), el aumento de los cultivos decoca en el país tuvieron incremento importante desde el año 1994 al 2002,alcanzando sus niveles más altos en el año 2000.

Para el caso particular del Departamento de Caldas, hay que tener encuenta otros factores determinantes para el desarrollo de la economía ilícitadel cultivo de la coca, considerando que el Oriente del Departamento esuna zona reconocida por su actividad cafetera; cabe destacar que el rom-pimiento del acuerdo internacional del café en 1989 constituye un punto dereferencia obligado para explicar la crisis de este importante gremio, en elcuál se desencadenaron diversos efectos predecibles sobre el mercado deeste grano. El dramático descenso en el precio internacional frente al au-mento de los costos de producción condujo a un menor margen de rentabi-lidad, lo cuál a su vez se reflejó rápidamente en una pérdida de calidad devida por parte de los caficultores, donde para Caldas se reporta, según ladefensoría del pueblo, un 61% de pobreza y el número de hogares bajo lalínea de indigencia creció hasta un 24.3% (4).

Cafeteros y otros habitantes de esta región, ante la dificultad y la crisiseconómica, migraron a zonas cocaleras en busca de oportunidades de tra-bajo, al regreso, ingresan sus tierras a ésta producción en el Oriente deCaldas, trayendo consigo un sistema productivo que conlleva grandes pro-blemas sociales, ambientales y económicos.

Los cultivos ilícitos han jugado un papel clave en convertir a Colombiaen uno de los países más violentos del mundo, donde las prácticas corruptaspululan y donde la administración de justicia funciona de manera muy pre-caria. Además, el narcotráfico ha fortalecido a los actores más violentosdel conflicto armado que ha vivido en Colombia desde hace más de cua-renta años (29). Como si ello fuera poco, el gobierno colombiano destinaun elevado porcentaje del presupuesto nacional a combatir el flagelo entodas sus manifestaciones, desatendiendo obligaciones claves en térmi-nos de salud, educación e infraestructura (11).

Así, importantes recursos son direccionados a planes de prevención,rehabilitación, sustitución de cultivos, erradicación manual y aérea, repre-sión policial, etc. (20), pero con una gran carencia en la puesta en marcha

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de verdaderos proyectos integrales que conduzcan a un desarrollo sosteniblede las diferentes poblaciones implicadas (14).

Efectos en el medio ambiente

En el proceso de producción de coca y cocaína bajo el modelo actual,se incurre en graves atentados contra el medio ambiente de las regiones,dentro de los cuales se pueden destacar: destrucción de nichos ecológicos,destrucción del potencial genético desconocido, destrucción de coberturavegetal nativa, aumento considerable de las emisiones de CO2, alteracio-nes de los regímenes de lluvia y clima, entre otros (2).

La expansión del cultivo, la producción y el tráfico de coca en Perú,Bolivia y Colombia han causado la destrucción de por lo menos 2.4 millo-nes de hectáreas de frágil bosque tropical en la región andina, en los últi-mos 20 años (15).

Cabe señalar que para establecer una hectárea de coca, bajo las actualescircunstancias, hay que destruir en promedio tres de bosque y que, en la ela-boración de pasta básica de cocaína intervienen hasta 32 precursores quími-cos nocivos, entre los cuales se destacan permanganato de potasio, hidróxidode amonio, ácidos sulfúrico y clorhídrico, acetona, metil-acetato de etilo (3).

En el marco de las fumigaciones, como una de las políticas que el Esta-do ha planteado dentro de la lucha antinarcóticos (6), cabe destacar queentre 1992 y 1998 fueron usados en Colombia dos y medio millones delitros de glifosato para erradicar más de 19.000 hectáreas de amapola y41.000 hectáreas de coca (31), además desde el año 2002 se han au-mentado las dosis de herbicida para la fumigación de 8 a 10 litros por hectá-rea (14). Es preciso mencionar que la tendencia que se observa es que cadaincremento en las aspersiones con glifosato en un año, coincide con incre-mentos en las áreas identificadas con coca en el año siguiente, probable-mente por el tiempo que se requiere para el desplazamiento, la búsqueda denuevas tierras, la tala de bosques y la preparación de nuevas siembras (17).

Si se realiza un análisis costo-beneficio ambiental, se ve como dentrode las actividades relacionadas con todo el proceso de producción y tráfi-co, el efecto que produce la aspersión podría ser menor.

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La carencia de evaluaciones de impacto ambiental hace que aún subsis-tan dudas sobre los reales efectos de las fumigaciones, tanto en la saludhumana como en los recursos naturales y en general, en la vida de las perso-nas que pueblan los lugares donde se llevan a cabo los programas de asper-sión (24).

El abuso en la utilización de herbicidas en el control de cultivos ilícitosen el caso colombiano, desertifica zonas extensas como los flancos de laSierra Nevada a principios de la década de los 90 y zonas agrícolas impor-tantes. Con el control a través herbicidas se acaba con otros tipos de plan-tas adventicias de las que depende la fauna silvestre, parte vital de lascadenas tróficas; además la descomposición y putrefacción de la vegeta-ción en el agua, altera las concentraciones de oxígeno disuelto y los conte-nidos de nutrientes afectando la comunidad íctica (9).

Las fumigaciones en el año 2002 cubrieron un área de 130.000ha loque equivale a un aumento del 38% en comparación con el 2001 (18).

El análisis que realiza el Sistema Integral de Monitoreo de Cultivos Ilícitos(SIMCI), muestra como el 40% de la coca cultivada en el 2001 se realizó entierras con bosques primarios y secundarios; de otro lado, el abandono decultivos de uso ilícito no produjo restauración del área de bosques, sola-mente el 30% de los campos de coca abandonados, quedaron en condicio-nes de convertirse en bosques secundarios y el 41% como pastizales osabanas (18).

A esto se suma la dinámica y tendencia migratoria de los cultivos ilícitos,donde cabe resaltar que solamente 15.240ha de cultivos de coca perma-necieron en las mismas parcelas en los años 2000 y 2001. Así mismo unestudio de los últimos tres años reveló que solamente 5000ha fueron culti-vadas permanentemente en coca (18). Comparando esto con los datos deáreas sembradas por año, se puede estimar que anualmente son destrui-das más de 100.000ha y reestablecidos los cultivos en otros predios.

Impactos en la agricultura

El campo colombiano desde hace varias décadas ha venido enfrentan-do importantes problemas estructurales que le han impedido alcanzar un

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desarrollo económico y productivo en el tiempo, entre ellos se pueden enu-merar aspectos como la carencia de infraestructura vial, la falta de articula-ción de mercados y la falta de tecnología.

Pero hay otros factores que se agravan mucho más con la producciónde cultivos de uso ilícito; por ejemplo, es bien reconocido por un ampliosector de la sociedad el gran poder económico ejercido por losnarcotraficantes y su interés acaparador por los bienes raíces traducidoen la inclinación hacia las inversiones en propiedades tanto urbanas comorurales, así como en ganadería (25). La concentración de tierras, se estimaen 3 millones de hectáreas de propiedad de los narcotraficantes, lo que seconstituye en una contrarreforma agraria, eleva aún más los precios de lastierras agrícolas bajo un sistema productivo poco intensivo y limita las posi-bilidades del desarrollo agrícola nacional (22).

La fuerza de trabajo invo-lucrada en las actividades delnarcotráfico llega a represen-tar el 3% del total de la po-blación económicamente ac-tiva del país (alrededor de300.000 trabajadores), asímismo el número de personasinvolucradas en la producciónde cultivos ilícitos equivale al6.7% del empleo agrícola na-cional. A manera de compara-ción cabe destacar que el caféocupa alrededor del 12% delempleo agrícola nacional (26).

Pareciera a su vez entonces que el narcotráfico es un gran generadorde empleo y que ha contribuido a incrementar los salarios de la fuerza detrabajo involucrada en estas actividades, pero en realidad este aumento deincentivos genera un proceso de reasignación de recursos fundamentadoen la violencia, creando actitudes y conductas violentas como medio delograr remuneraciones económicas. Esta fuerza de trabajo campesina acapa-rada por el negocio del narcotráfico deja de emplearse en actividades lícitasque si estarían afianzando un sector agrario competitivo y moderno (26).

Plántula de coca

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Finalmente, el narcotráfico estimula la violencia en el campo, en el casode los movimientos guerrilleros, su irreductibilidad después del fin de laguerra fría y la ruina de sus patrocinadores extranjeros, en buena parte seexplica por su protección a las plantaciones locales de coca. La contradic-toria vinculación del narcotráfico al activismo político extremista, tiene suexplicación por la lógica de los negocios; por un lado financian los movi-mientos armados de extrema izquierda en las zonas de producción; y porotra parte, promueve los grupos paramilitares de extrema derecha en lasregiones preferidas para sus inversiones en tierras (21). Lo anterior derivaen altos grados de incertidumbre en la inversión nacional y extranjera rela-cionada con el sector agrario, afectando con ello su desarrollo económico.

Cualquier evaluación objetiva del tema tiene que concluir en que, másallá de algunos beneficios económicos de corto plazo, Colombia es quizásla principal víctima del negocio de las drogas ilícitas (16).

Propuestas alternativas

Durante la administración del gobierno de Belisario Bentancur (1982-1986), las instituciones del Estado, la comunidad y las FARC establecieronla que podría denominarse como la primera propuesta consistente de sus-titución de cultivos ilícitos en el Caguán, por una reserva forestal. La parti-cipación de la guerrilla en ese entonces fue activa y abierta al diálogo y laconcertación con el gobierno y la comunidad. Sin embargo, los intereses afavor de la guerra impidieron la puesta en marcha de este plan (7).

En el año de 1994, entró en funcionamiento el PLANTE, programa rec-tor del desarrollo alternativo en el país, adscrito a la Presidencia de la Re-pública. Desde entonces, se han emprendido numerosos proyectos en di-versas zonas, en su mayoría muy pequeños y excesivamente dispersosfrente a la dimensión real y a la naturaleza del problema, de cuyos resulta-dos infortunadamente aún no se dispone de evaluaciones beneficio-costosistemáticas y confiables para cada caso. Entre estos proyectos figuranmuchas inversiones que antes eran atendidas por el Plan Nacional de Re-habilitación (PNR), el programa de Desarrollo Rural Integrado (DRI), elInstituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora), y la Caja Agraria, como:construcción de vías, adecuación de tierras, vivienda, recreación, educa-ción, salud y crédito rural. O sea que, en buena parte, ya provenían de

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recursos de los presupuestos públicos y, por tanto, no deberían contarsecomo iniciativas genuinamente nuevas ni específicamente destinadas aprogramas de desarrollo alternativo. Además, se emprendieron proyectosde sustitución en los mismos sitios de producción de hoja de coca por café,banano, yuca, caña de azúcar, fríjol, frutas, cacao, palmito, palma aceitera,caucho, ganadería, porcicultura, acuicultura y reforestación, en localiza-ciones tan diversas como los departamentos de Cauca, Nariño, Caquetá,Putumayo y Guaviare, entre otras (3).

Lo cierto es que desde la iniciación del programa de erradicación decultivos PEC, hace 12 años, el área sembrada en hoja de coca y amapolaen Colombia se ha aumentado, llegando actualmente a más de 100.000hectáreas, según el Sistema Integral de Monitoreo de Cultivos Ilícitos(SIMCI) (18).

Es necesario reconocer que la sustitución de cultivos declarados ilícitospor cultivos lícitos en ecosistemas frágiles, no constituye una reconversiónproductiva sostenible. Allí donde la vocación de los suelos lo permita, enlugar de cultivos sustitutivos, es recomendable derivar hacia complejos deactividades en competencia con la economía agrícola de los narcóticos,que sin buscar necesariamente recursos iguales, logre la autosuficienciaalimentaria regional y el bienestar de la población. Se propone para ello elmejoramiento de las explotaciones agrícolas y pecuarias mediante prácti-cas sostenibles como: el potrero arborizado, la ganadería estabulada, lasilvicultura, la acuicultura, la zoocria controlada, la agroforesteria, y otrosmodelos agrícolas alternativos y biodiversos (23).

El verdadero problema en la zona andina no es causado por la regiónmisma sino por lo que pasa en las calles de Nueva York y otras urbes,donde no sólo niños pobres sino abogados y artistas continúan usandodrogas. Esto está causando el problema en Colombia y en otras nacionesandinas (3).

El desafio básico para los que fijan las políticas de los Estados Unidoses idear una estrategia equilibrada prolongada que se dirija tanto por ellado de la demanda, como de la oferta. Ningún otro enfoque ofrece másque un alivio momentáneo. Para ganar la guerra contra la cocaína de losandes es necesario realizar cambios permanentes, tanto en la sociedadamericana como en la andina (12). Estos cambios no pueden obtenerse en

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forma rápida ni a bajo costo y ciertamente no por medio de tácticas policivaso militares únicamente.

Sin embargo, después de treinta años de guerra contra las drogas y delas millonarias inversiones y los esfuerzos realizados por los gobiernospara generar alternativas, lo cierto es que el área sembrada se haincrementado permanentemente, la producción se diversificó, el fenómenose está desplazando hacia las nuevas regiones, los conflictos y la violen-cia en el campo se han agudizado (13).

Ubicación y estimacion de la oferta y la demanda

En cualquier mercado, la demanda y la oferta evolucionan e interactúanentre sí. Es cierto que los productores intentan satisfacer la demanda exis-tente pero también procuran incrementarla en los mercados, y crear asínuevos canales de comercialización y productos.

Al estudiar históricamente el mercado mundial de cocaína se encuentraque la demanda lo dinamizó durante los años 70 pero que desde principiosde los años 80, la oferta ha sido la fuerza predominante. Los precios en losprincipales mercados han caído levemente; el mercado estadounidense hasido saciado y el consumo en ese país ha decrecido ligeramente en losúltimos 15 años (27). Los productores se han diversificado produciendocrack y heroína, se han abierto mercados en otros países, es así comoBrasil se constituye en segundo consumidor de cocaína en el mundo porvolumen, a su vez el mercado europeo se ha expandido ávidamente y lasredes de narcotráfico se han hecho más complejas (28).

Los mayores mercados se registran en Estados Unidos con un consu-mo estimado de 300 toneladas de cocaína pura, un creciente mercado ilíci-to europeo que consume cerca de 150 toneladas y América que consume50 toneladas de hoja de coca como consumo tradicional. Así mismo losmercados pequeños restantes consumen 50 toneladas y se registran enpaíses como Canadá, Australia, México, Rusia y Asia (8).

Para suplir esta demanda en Colombia como el primer productor a nivelmundial, se calcula que el rendimiento de hoja de coca es de 115 arrobaspor hectárea por cosecha, de tal modo que el potencial de cocaína pura esde 5.8 Kg/ha con cuatro cosechas al año (2).

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Es notable que el aumento de los cultivos en Colombia no está relacionadocon aumentos en la demanda en los Estados Unidos. Un estudio simple acer-ca de la distribución espacial de la industria de drogas ilegales en el mundo ysu demanda muestra una concentración alta en pocos países.

Los principales países productores de drogas ilegales tienen característicasmuy especiales, todos son estados colapsados, que no controlan partes sustan-ciales de su territorio o que tienen sistemas legales débiles e inoperantes. Asípor ejemplo a principios de los 90, la tremenda caída de la coca en el Perú, setrasladó a Colombia. Y dentro de Colombia, se ve cómo las fumigaciones aéreashan desplazado la coca del Guaviare al Putumayo. Las fumigaciones aéreasahora han desplazado el cultivo del Putumayo a Nariño, en parte otra vez alGuaviare e incluso a algunas nuevas zonas más recónditas de la Amazonía.Hace cinco años, en Colombia, sólo se cultivaba coca en 10 de los 32 departa-mentos en los que se divide el país (1). Hoy en día, se cultiva en 23. Se desco-nocen las cifras exactas del aumento reciente de cultivos, especialmente en losdepartamentos de Nariño, Cauca, Boyacá y la selva más adentro. Ciertos infor-mes indican asimismo, que el cultivo de la coca está aumentando en el Perú yBolivia, e incluso que se está extendiendo a Venezuela y Ecuador (10).

Si la evolución de los precios representa un indicador fiable sobre laoferta de drogas, no se dispone de datos que corroboren que los esfuerzosde erradicación y las numerosas incautaciones de envíos hayan reducidola oferta en los mercados de consumo. Si los precios al por mayor y al pormenor, tienden a disminuir y la pureza no cesa de aumentar; puede dedu-cirse que no hay escasez en el mercado (10).

En síntesis el avance de los cultivos de uso ilícito requieren un tratamien-to social de fondo, así como en diversos puntos del mercado, pero con espe-cial énfasis en los factores sociales que inducen al consumo, precisamentedonde no se ve el interés por incidir de parte de los países consumidores.

Todo lo anterior nos conduce a las siguientes reflexiones:

El sistema productivo coca (Erythroxylum coca AL), causa detrimentosambientales de forma análoga a la que ocasionan otros cultivos intensivospresentes en el sector rural colombiano; esto nos conduce, a que hay quere-pensar los sistemas productivos para la zona tropical, independiente-mente de si su uso es lícito o no, evitando caer así en un trampa maniqueísta.

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El máximo impacto ambiental ocasionado por el cultivo comercial de lacoca, es la deforestación que causan los productores al intervenir bosquesprimarios y secundarios.

El razonamiento de que el cultivo de coca (Erythroxylum coca AL) cau-sa daños ambientales, no justifica de ninguna manera el uso indiscrimina-do de glifosato en aplicaciones que contravienen todas las medidas deseguridad sobre: dosificación, áreas de uso, equipos de fumigación y otrotipo de restricciones.

El cultivo de coca genera un alto consumo de energía, por lo tanto,debe analizarse el uso que puede dársele a la cosecha en: alimentaciónhumana y animal, uso farmacéutico, industria o cosmético, entre otros, antesde tomar como medida de erradicación la quema física o química, que loque hace es aumentar el daño al ecosistema, en áreas que en muchasoportunidades presentan suelos de baja productividad.

Las áreas de bosque y selva que han sido intervenidas por los cultivosde coca deben intentar ser recuperadas para restituir lo afectado, dandoasí una salida ecológica y social a la problemática causada.

Las zonas de cultivo que fueron desplazadas por cultivos de coca, preci-san ser restituidas a la actividad económica, pero el Estado y los países afec-tados por el consumo de estas sustancias, deben generar un estímulo a modode subsidio para las cosechas generadas en las actividades de sustitución.

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Mamacoca y Cocaína:

La aparente muerte del DonMyriam Amparo Espinosa Ballen*

Magda Alicia Ahumada P.**

Alejandra Osejo Varona***

Resumen

El presente artículo hace parte de un trabajo cooelaborado que pre-tende propuestas alternativas con respecto al tema de la guerra en Co-lombia. Este trabajo se adelanta desde el grupo de estudio Nodo Aguja,

adscrito al Grupo de Estudios Sociales Comparativos (GESC) de la Uni-versidad del Cauca.

En este texto planteamos algunas reflexiones en torno al proceso sim-bólico, cultural y económico que se ha desarrollado en las comunidades

* Doctora en Antropología. Profesora Departamento de Antropología. Universidad del Cauca.** Mg en Estudios Políticos Latinoamericanos. Universidad del Cauca*** Estudiante de Antropología. Universidad del Cauca

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

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andinas en relación con la hoja de coca, en su tránsito de mamacoca acocaína. Consideramos que desde la época prehispánica, la coca ha sidoconsiderada como un hecho social total, un don que condensa múltiplesaspectos de la vida en sociedad, más allá de una mirada mercantilista quelimita su relevancia al aspecto netamente económico en la fría lógica capi-talista. Desde la “razón moderna” se ha intentado matar el don mediante lapersecución, no sólo por parte de la iglesia y las políticas de salud pública,sino que desde el siglo XX, este intento se ha globalizado a través de laimplementación de políticas de erradicación como la fumigación, que comoun acto de guerra reacomoda la tierra y ordena a la población, intentandoinstaurar un nuevo orden hegemónico. Sin embargo, Mamacoca ha sido yes un lenguaje inserto en las redes de resistencia, a pesar de los intentospor matarla como don sigue viva como construcción ritual.

Metodológicamente hemos acudido a la conjugación de datosetnográficos referentes a diferentes trabajos de campo en la zona andina,con la revisión bibliográfica.

Palabras clave: Fumigaciones, Coca, Cocaína, hecho social total.

Abstract

This article is part of a colaborative project that seeks to developalternative proposals for undertanding the Colombia conflict. Theresearch was conducted by Nodo Aguja, a research team affiliated withthe Comparative Social Studies Group (GESC) of the University of Cauca.

In this article we present our reflections concerning the symbolic, cul-tural, and economic processes that have developed in Andeancommunities around the coca plant and is transition from Mamacoca to

Cocaine. We argue that since the pre-Columbian Coca has been valuedas a total social reality, a gift, which symbolically condenses multipleaspects of social life. Thus, we seek to trascend a more tradicionalmercantilistic view that reduces coca’s meaning to its economic valuewithin a capitalist logic. “Modern rationality” has sought to destroy thisgift through persecution. Not only the Church and public healthpolycymakers have chosen this solution, however. In the twentieth centurythis strategy has benn globalized wiht the implementation of a policy of

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eradication that has included fumigation. Like war, fumigation totallytransforms the landscape and reorders the population in an effort to installa new hegemonic order. Notwithstanding the efforts to destroy the gift,

Mamacoca has always been and continues to operate as a lkanguage ofritualised resistance.

Our methodology includes the combination of ethnographic materialsfrom different Andean sites with a review of the literature.

Key words: Fumigation, coca, cocaine, total social fact.

Introducción

El presente texto tiene por objetivo plantear algunas reflexiones entorno al proceso simbólico, cultural y económico que se ha desarrolladoen las comunidades andinas en relación con la hoja de coca, en sutránsito de Mamacoca a Cocaína. Consideramos que desde la épocaprehispánica, la coca ha sido considerada como un hecho social total,un don que condensa múltiples aspectos de la vida en sociedad, másallá de una mirada mercantilista que limita su relevancia al aspectonetamente económico en la fría lógica capitalista. Desde la “razón mo-derna” se ha intentado matar el don mediante la persecución, no sólopor parte de la iglesia y las políticas de salud pública, sino que desde elsiglo XX, este intento se ha globalizado a través de la implementaciónde políticas de erradicación como la fumigación, que como un acto deguerra reacomoda la tierra y ordena a la población intentando instaurarun nuevo orden hegemónico. Sin embargo, Mamacoca ha sido y es unlenguaje inserto en las redes de resistencia, a pesar de los intentos pormatarla como don sigue viva como construcción ritual.

Este trabajo hace parte del esfuerzo analítico que se ha adelanta desdeel grupo de estudio Nodo Aguja, el cual tiene como propósito, desde laantropología política, intervenir como una generación de investigadoressociales que abordan desde el ámbito académico en interacción constantecon los actores sociales, los diversos órdenes de confrontación, viabilizandoun encuentro de voces, un “nodo” en el que se cruzan, interseccionandodiferentes campos de acción y apreciación y desde donde se establecenprácticas de resistencias y legitimaciones.

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Partiendo de un posicionamiento mental latinoamericano indistintamen-te cruzado por la corriente subalterna, se procura el entendimiento de laguerra, en la emergencia de un nuevo orden de pensamiento que entreen discusión con el pensamiento objetivado, desafiando los modelos deracionalidad y resaltando la recuperación de los sujetos, impidiendo quesu cotidianidad y su vida social queden resumidas en la narrativa oficial.

Mamacoca, más allá del chamán

Cocamama era primero una mujer bonita cuyo cuerpo era malo por eso la matarony la dividieron en dos. De estas dos mitades nació un árbol llamado Cocamama.

Nosotros la llevamos en una bolsa que no podemos abrir hasta que hayamostenido comunicación con este árbol.

(Origen de la coca)

En este aparte, buscamos argumentar desde una mirada antropológicacómo en las sociedades andinas la coca entrelaza la inmensa y complejavida, es un indicador de su valor que ha intentado ser opacado y apagado alo largo de la historia. Es una forma de hecho social total, un factor vital en elcrecimiento de las sociedades complejas en los andes; juega un rol en sucosmogonía y fue un artículo de importancia religiosa en su capacidad comoagente de alivio alimentario y de la tensión en las alturas. Pero no se limita asus usos ideológicos, sino que hizo parte de los sistemas de economíaslocales y facilitó relaciones ínter poblacionales generando crecimiento.

Tanto Godelier (1997) como Mauss, en sus escritos antropológicos cri-tican la fría razón del comerciante, del banquero y del capitalista. En estesentido queremos retomar mamacoca y cocaína como: procesos totales

que dan cuenta de focos político culturales en pugna ante las transforma-ciones y cambios que vivimos en la actualidad. No compartimos la ideaexacerbada del neoliberalismo cuando fetichiza, sataniza y reduce estossentidos, para justificar la guerra en Colombia, creando dualidades entrebueno y malo, narcotizando o desnarcotizando desde una racionalidadutilitaria y maniquea, sin permitirse ver la complejidad y la dinámica culturalque ellas encierran, negando una producción social múltiple, diversa y des-conociendo el reverso de la historia.

El hombre no vive en sociedad como los otros animales sociales, pro-duce sociedad para vivir. No olvidemos que no estudiamos objetos sinoque tratamos de comprender ¿cómo los seres humanos producimos entre

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nosotros relaciones que tienen sentido y por lo general nos esforzamos enreproducirlas? Las contradicciones y los conflictos forman parte del funcio-namiento normal de las sociedades. Es evidente que no todas las contra-dicciones se originan en el seno de las sociedades sino también fuera deellas, en las relaciones de fuerza y de dominación que se instauran entrelas sociedades, como es el caso actualmente (de manera espectacular),con la expansión y dominación mundial del sistema económico nacido enOccidente desde hace cuatro siglos, el sistema capitalista.

En este contexto, a partir de los países centrales o adscritos al Imperio,se difunde en el mundo la idea de que ‘todo es vendible’. Por elloreexaminamos el lugar del don, como hecho social total para mostrar queen las sociedades en las cuales las economías de mercado están desarro-lladas, existen realidades esenciales que están más allá del mercado yque debieran conservarse.

La sociedad se encierra cada vez más en lo que llama ‘la fría razón delcomerciante, del banquero y del capitalista’. A Mauss le interesan los dones queson socialmente necesarios para producir y reproducir las relaciones sociales,las condiciones de la existencia de cada uno en una sociedad particular.

Ejemplo de estos dones son los intercambios de mujeres entre clanes,los ritos cumplidos por una mitad en provecho de la otra. Llamamos ‘tota-les’ a estas prestaciones. En el don hay que distinguir, de un lado: el don esun acto de múltiples dimensiones, de carácter económico, político, religio-so, artístico, es decir, con la capacidad de condensar en sí mismo muchosaspectos de la sociedad; de otro lado, el don, arrastra ‘contra dones’ quemovilizan las riquezas y la energía de numerosos grupos e individuos, queponen en movimiento a toda la sociedad y se presenta como un mecanis-mo y un momento esencial en su reproducción.

Antropologizar el problema es intentar con otros encontrar al ser huma-no allí donde se halla, pues la elaboración conceptual de Occidente hasegmentado la vida humana y a fetichizado sus productos culturales –Dios,Estado, capital- hasta el punto de darles una dimensión sobre humana concarácter eterno e intocable.

Encontrar al ser humano allí donde está, implica identificar sus límitescomo ser cultual que lo diferencia de otras elaboraciones culturales y lo

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erige como diferente. En este sentido, la identidad como categoría analítica ycomo el hacer social de individuos y comunidades es el punto de encuentro ycontraste con lo ajeno y lo extraño, con lo que está por fuera de sus límites.Sin embargo estos no son infranqueables sino que posibilitan el intercambiode capitales tanto simbólicos como materiales.

El don como hecho social total es un acto de múltiples dimensiones quea diferencia del carácter netamente mercantil asignado a los productosculturales como mercancía, trasciende el simple intercambio de bienes haciael establecimiento de relaciones de tipo político, religioso, artístico, con-densando de esta forma los múltiples aspectos de la sociedad, que sólobajo la lógica racional de Occidente han sido segmentados y reificadoscomo esferas independientes del ser humano y de su sociedad.

De esta forma, la coca como un hecho social total es un factor vital en elproceso de crecimiento de los Andes como una sociedad compleja.

La coca en la mirada andina como hecho social total

«En ciertos valles, entre las montañas, el calor es maravilloso, y allí crece una ciertahierba llamada Coca que los indios estiman mas que el oro y la plata;

la virtud de esta hierba, es que cualquier hombre que tengaestas hojas en su boca no padece de hambre ni sed.»

(Wagner, 1988)

La coca no puede divorciarse tan fácilmente de las relaciones de creci-miento de las sociedades complejas. De hecho, fue un elemento integralde unificación económica y social en una sociedad andina estratificada.

El bajo volumen de cocaína en las hojas evita las alteraciones similaresa los efectos adictivos de la cocaína refinada y todavía muchas personasde los Andes mastican las hojas de la planta en busca de sus efectos nar-cóticos apacibles. La coca disminuye la tensión de la altura, hace la vidaesencialmente más soportable en el paisaje vertical áspero de las monta-ñas andinas. En palabras de María Rostworowski (1988), «la coca se usócomo medicina y estímulo, para aliviar el frío, la fatiga, el dolor y el hambre,así como para rituales y propósitos sociales».

La coca sólo puede crecer en ciertas regiones, es una primera candidataque juega un papel importante dentro de la teoría del archipiélago de Murra

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(1980). Ésta plantea que cuando los pobladores forman sistemas socialesautocontenidos, con pautas de poblamiento dispersas y centralizadas en lo-calidades, con lenguas diferentes y especificidades culturales se enmarcanen diversos sistemas socioeconómicos. En un rango limitado de produc-ción, la coca era sólo accesible a algunos grupos a través del comercio. Elproceso de obtención ofrecía un gran potencial para el crecimiento al ma-nejar un monopolio relativo en las regiones de producción.

El comercio silencioso fue una estrategia de interrelación entre diver-sos sistemas socioeconómicos donde las sociedades ubicadas en ni-chos ecológicos alto andinos y de tundra, intercambiaban con sectoresdel Pie de monte amazónico y la Costa. Era común que avanzadas delos Incas se desplazasen a estas regiones con productos como la lanade alpaca, la papa, el maíz, el chuño, los tejidos, entre otros, y loscolocaban en un punto acordado generalmente de mercado con tintesagrado. Los productos se dejaban expuestos en el lugar, las avanzadasy los comerciantes se retiraban a esperar. Representantes de otras so-ciedades amazónicas hacían lo mismo, subían con sus plumas, la coca,la yuca y otros productos de orden ritual, los intercambiaban en silenciopor los encontrados en el lugar y llevaban lo que les parecía equivalente.Este ejercicio de intercambio da cuenta de las transacciones no mone-tarias entre circuitos socioeconómicos de diversas culturas, en este sen-tido no había una imposición ni del idioma, ni de las creencias, ni de losvalores de uno sobre otro.

Estos encuentros de comercio silencioso venían acompañados de reco-rridos rituales y celebraciones, momentos de intercambio en periodos decalendario que entrecruzaban cosecha, siembra, recolección y subiendas1

entre los diversos espacios geográficos hasta donde se alcanzaba a inter-cambiar. Los usos de la coca en lo religioso y lo social le proporcionaba unlugar preponderante en la cosmología andina, a lo que indudablemente seunió como agente fisiológico permitiendo la resistencia física. Este conoci-miento es vital para entender su papel en la vida cotidiana y por consiguien-te su poder potencial como un unificador socio-económico. Esto es impor-tante para entender cómo los españoles utilizaron las redes de circulaciónpara imponer nuevos sistemas.

1. Término usado entre los pescadores para referirse a la época en que los peces remon-tan el río. Nota del editor.

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En un estudio de Mortimer de 1901 titulado La historia de coca, la planta

divina de los Incas, la coca fue considerada la más grande de todas lasproducciones naturales y como tal se ofrendó en ceremoniales. Los investi-gadores deben considerar la coca como algo más que un simple bien econó-mico o incluso ritual, de hecho, era una parte vital del tejido que ayudó a creary ligar sociedades complejas en los Andes tempranos.

Según la etnógrafa Catherine Allen Wagner (1988), hoy la coca es [to-davía] masticada y mantiene sus usos rituales. El antropólogo Joseph W.Bastien (1978), en forma semejante anota que «todas las actividades co-mienzan con un intercambio de coca, y con ella se sellan contratos: losindios trabajan para la coca; su valor económico es más estable que eldinero de cualquier país andino». Pareciera que el valor cultural de la cocadisminuye con los siglos de dominación y con el advenimiento de medicinasmodernas para aliviar la tensión de la altura; se valora por sus propiedadesfísicas y medicinales y fue más aceptado en la comunidad europea colonial.

De la Colonia al rebusque

La desestructuración del hecho social total

En la época de la Colonia, los colonizadores promovían los cultivos decoca de uso ilícito, obteniendo ganancias directas e indirectas pues el con-sumo de ésta, por parte de los indígenas les permitía potencializar su tra-bajo. Sin embargo la, costumbre de mambiar2 coca no fue adoptada entre losespañoles y criollos pues ésta estaba por fuera de sus sanas costumbres.En este sentido para los siglos XVI y XVII no se abrieron las vías decomercialización que tuvieron productos como el cacao, el café y el té,pero el mambeo de coca se mantuvo en regiones indígenas como laAmazonía, la Sierra Nevada de Santa Marta, Boyacá y el sur del Cauca,donde ésta disponía de un capital cultural propio.

La coca fue perseguida no sólo por la Iglesia Católica que pedía la pres-cripción del consumo de la coca y la destrucción de los cultivos para impedir

2. Práctica ancestral de indígenas americanos consistente en llevar a la boca un puñado dehojas secas de coca combinado con polvo de conchas o cenizas vegetales, usadoespecialmente para pensar y conversar en grupo. Nota del editor.

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su uso en las idolatrías en las ceremonias y hechicerías, sino que tam-bién fue perseguida por parte de la higiene pública configurando almambeador de coca como un ser idiota, degenerado y mentiroso.

En 1948, uno de los alumnos de Bejarano, quién fue el primer Ministro deHigiene, se refería en los siguientes términos al perfil fisiológico y psicológicodel consumidor de coca;

El consumo, afecta la estatura, produce diarrea y anemia. El sistema

nervioso sufre en alto grado los perjuicios de la coca, el mascador es

de inteligencia torpe, oscura, pobre, es incapaz de aprender nada que

le implique un mediano discurso mental, se aferra a sus creencias

exóticas, sus supersticiones. Obra y se rige por instintos. Hacen una

vida del subconsciente. [...] Si no tiene dinero roba, no aprende a leer,

los hijos de los viejos mascadores son idiotas y degenerados, es

mentiroso, la idiotez es su patrimonio común (Bejarano, citado por

López, 2000:86).

Paralelo a esto los terratenientes caucanos promovieron el cultivo de lahoja para resignificarlo hacia una nueva función utilitaria, pues, éste era unrecurso útil para el pago de la mano de obra terrajera. Sin embargo, laLegislación Nacional continúa poniendo trabas a estos cultivos y prohíbeel pago de salarios por este medio y ordena la destrucción de cultivos,amenazando así las economías de los terratenientes.

Ya hacia mediados del siglo XX la percusión de la coca fue de ordennacional, aunque influenciada en poca medida por las tendencias interna-cionales que para ese momento se dedicaba a perseguir el opio y susderivados. Cabe mencionar que para esta época la coca aún no se proyec-taba como bases para la producción de la cocaína, pero si era atacada porconsiderarse un lastre primitivo y premoderno desde los imaginarios racis-tas y sanitarios de la administración nacional.

La coca como producto de subsistencia

Otro aspecto referente al tema de la coca es su significado económicocomo producto de subsistencia para las poblaciones colonas que no esta-ban inscritas en el imaginario mágico religioso indígena.

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Como una opción frente al fracaso de las economías familiares, el cultivode la coca por parte de las familias colonas se instaura entre el intersticio opliegue de la esfera mágico religiosa de los indígenas y la esfera de la trans-formación y circulación del producto con un fin económico. Aquí se trunca lareciprocidad social instaurándose una reciprocidad negativa; pues, tanto elproducto final que es la cocaína como el lucro económico que deviene de sucomercialización le es completamente ajena al campesino cultivador.

Aparecen entonces diferentes personajes involucrados en la red interna-cional de circulación del producto como los indígenas, que sacrificando lasacralidad de la planta o elaborando nuevos esquemas frente a esta recipro-cidad negativa se convierten en el primer escalafón del comercio de la cocaí-na, haciendo sólo parte en el primer escalón de abajo hacia arriba comocultivadores y recolectores. También aparecen actores sociales de origentanto rural como urbano a los cuales la economía de la guerra los ha llevadoa este lugar para quienes, independientemente de la valoración cultural parti-cular que puedan tener sobre la coca, confluyen en ellos los efectos económi-cos de ésta en su dinámica social, ya que como actor vinculado a una activi-dad enunciada ilícita tiene que desarrollar estrategias para interactuar con losactores cercanos.

De esta forma el colono frente a las políticas de erradicación se mantie-ne en constante movimiento ampliando así las zonas de frontera y acu-diendo a esta actividad ilícita cuando su producción agrícola no logra com-petir con los plantíos de coca.

Matar el don, la muerte del hecho social total

La dualidad bueno-malo desde las políticas extranjeras

Al abordar el tema de las drogas prohibidas, es de vital importanciapreguntarse de dónde sale la popular idea que estigmatiza el tráfico y tole-rar el consumo.

Las razas –concepto vigente en los Estados Unidos- viven bastante separa-das en este país. Los mercados de la droga se han ubicado principalmente enlos centros de las ciudades, donde los negros y los latinos son predominantes, yya que la fuente de la cocaína y de la heroína está en Latinoamérica, se ha

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considerado que son ellos quienes manejan el comercio del producto, mientraslos blancos conforman el grueso de los consumidores.

Desde una visión racista los blancos son buenos pero débiles, siendoellos el grueso de los consumidores mientras que el negro y el latino que sehan configurado cómo el principal productor y distribuidor, es el malo. Enton-ces cabe considerar como la prohibición mantiene en sí misma un racismooculto, a pesar de que en los últimos tiempos con el incremento del cultivo dela marihuana en Estados Unidos y la producción de las drogas sintéticas, losblancos también se hallan involucrados en la oferta de drogas.

Esta situación la presenta Hoyos (2000) cuando recuerda la película El

Francotirador, donde se predica una ideología casi idéntica. Los horriblesvietnamitas corrompen, drogan y prostituyen a los inocentes y jóvenes blan-cos americanos. La película no se pregunta, como era de esperarse, ¿quéhacen estos inocentes soldados blancos armados hasta los dientes en elsureste de Asia?

Pero volviendo al tema, la prohibición permite un racismo oculto cuan-do hace innecesario ofender a un negro o a un latino con vocablos feos yaltisonantes como “nigger” (negro) o “spic” (cerdo), términos que puedenutilizarse como sinónimos de narcotraficante o envenenador de mis hijos(Ibídem).

Hoyos (2000), afirma que en los años cincuenta se decía que la “yerba”

enloquecía, llevaba al asesinato de la abuela o inducía a los hombres a desarro-llar unas bellas protuberancias frontales. Ahora se les dice que es el umbralque lleva a otras drogas y que pueden conducir a la homosexualidad.

En esta estigmatización el colono sembrador y cosechador queda inscritosin ser diferenciado de la red que comercializa a nivel mundial el producto, dela misma forma en que fueron estigmatizados en otros momentos históricoslos cultivadores del tabaco y la marihuana. El resultado paradójico como con-traparte de las relaciones de intercambio por parte de países importadores hasido y sigue siendo la instalación de enclaves importadores de armas quecombaten sin discriminación tanto a comercializadores como a productores.El inocente consumidor americano es defendido por su compatriota armadohasta los dientes como lo muestra la película El Francotirador (Ibídem).

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La coca en un nuevo orden de guerra

En la política gubernamental, la erradicación forzada de la hoja de coca,fue primero un asunto de policía presentado como de “salud y salubridadpública”, luego se convirtió en “guerra” y hoy en “guerra biológica”. Estohace parte de la evolución de la política norteamericana en relación con dosaspectos: la “lucha contra las drogas” y su intervención en el conflicto armadocolombiano.

En 1990 se hace evidente el cambio de rumbo de la política de los Esta-dos Unidos en la lucha contra el narcotráfico, convirtiéndola en un componen-te adicional de su política militar y en asunto de las Fuerzas Militares de laRegión Andina. Bush, a partir de la Iniciativa Andina en 1989 cambió las prio-ridades militares en América Latina, involucrando directamente a las fuerzasmilitares en la lucha antinarcóticos y comprometiéndose en este plan a queéstas brindarían inteligencia y planteamiento estratégico para las Fuerza Mi-litares de las naciones andinas a las que se les encomendaría la luchaantinarcóticos. Posteriormente, la política norteamericana, con la administra-ción Clinton ha evolucionado hacia la “guerra biológica”. Es ahí donde lasfuerzas insurgentes pasaron a convertirse en “narcoguerrillas” y se colocanen el escenario de la guerra antinarcóticos, calificándoles como un cartelmás de la droga y como los protagonistas centrales del tráfico de estupefa-cientes.

Ante esta nueva situación por el viraje en la política de Estados Unidos,¿qué pueden hacer los campesinos en las zonas de colonización? Paraalgunos, los que tienen terreno, la opción es quedarse en el lugar y plantarpara la autosubsistencia, otros deciden irse a otras regiones de Colombiao hacia Ecuador o enrolarse en la guerrilla.

Las paradojas de las fumigaciones

En Colombia, el proceso de las fumigaciones de la hoja de la coca, inscri-to en el marco de la implementación del PC (PC)3 ha enfatizado la luchacontra su “naturaleza hostil”, planteando que debe ser domesticada y en al-gunos casos eliminada. Parece ser la misma mirada colonial reeditada desde

3. La sigla PC popularmente en Colombia ha sido para denominar el Partido ComunistaColombiano. Nota del Editor.

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el neoliberalismo. Su rasgo característico es que se contrapone a la miradaracional y calculadora en términos económicos y políticos del PC, el cualtiene su máxima expresión en las fumigaciones.

La fumigación es un ritual, cargado de significados, códigos y mensajes, enun ámbito de destrucción no sólo material sino simbólico. En este sentido esuna acción social concreta, que destruye y envenena, y que representa elencuentro de dos concepciones del mundo, entre lo global y lo local. Se anulanlos sujetos que viven en el campo, pues desde el aire sólo se ve bosque infec-tado de coca; sin embargo también envía el mensaje de castigo, por retarpoderes, alterar o inmiscuirse sin siquiera sospecharlo en las entramadasredes de un negocio que mueve al mundo, desde el capitalismo.

Es entonces la fumigación, una demostración del poder, de lo lícito contralo ilícito. Entre los sujetos subalternos que observan la acción fumigadora seclasificaría dos grupos: el televidente del Suroccidente colombiano en quienel efecto químico no es inmediato pero a largo plazo se verá afectado pordesplazamientos y contaminaciones y; el habitante de la zona fumigada quienvive la acción sobre un todo del cual él hace parte.

Es claro que esta acción social se integra en un proyecto político y militarque pretende representar la sociedad global y protegerla de los procesos delas provincias que responden a un macro negocio, situándose, ellos en lamenor escala, la de mayor explotación y riesgo. El negocio involucra losprecursores químicos, el glifosato y el desplazamiento y colonización queabre nuevos mercados.

Entonces la fumigación, como un acto de guerra, reacomoda la tierra yordena a la población, instaurando un nuevo orden con pretensioneshegemónicas. Es la racionalidad capitalista de los fumigadores y susimpulsores que se encargan de perpetuar el mercado; en contraste con elpoblador que siembra y recoge con otra concepción de la mata que se fumi-ga, y del producto final de todo el proceso. Para el cosechador, que se en-cuentra en una situación de escasez de medios de trabajo y de producción,inmerso en una economía capitalista, la coca y la amapola se le planteanentonces como un producto de economía extractiva que le soluciona proble-mas inmediatos de subsistencia; pero a la vez, se instauran nuevas redessociales en torno al producto interpretado como valor social y prestigio, queresignifica la vida social. El colectivo social es conciente de que su quehacer

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es categorizado como ilícito en tanto que hay todo un imaginario y un ordenhegemónico que así lo significa.

Si bien, las fumigaciones pretenden matar el don, encontramos como pa-radoja que aún así frente a la acción de este perverso exterminio motivadodesde la lógica capitalista, se genera todavía una construcción ritual. Aunquesea parte de la economía informal en ella también existe una valoración sim-bólica y cultural. En las comunidades andinas tiene vida, ella se potencializa,como producto social total. Mamacoca ha sido y es un lenguaje inserto enredes de resistencia.

La coca ha sufrido profundas transformaciones a lo largo de la histo-ria. Con su inclusión en la red comercial que conecta a las comunidadeslocales con las esferas de poder global, parece que su carácter sagradoy su configuración como hecho social total, hubiera llegado a su fin. Sinembargo, la agencia de los sujetos la reactualiza de tal forma que apesar de estar inscrita en dichas redes de comercialización y de serdefinida como una mercancía por unos, como un producto del mal porotros, la coca vuelve a ser un eje articulador de la vida social, que inclusoparadójicamente permite la resistencia de las comunidades a este ordenhegemónico.

El don no muere porque no es sólo la materialización de un productointerpretado como mercancía y capital, que integra un tipo de economía.Es un producto de orden ritual que trasciende las esferas formales de laeconomía hacia una visión sustantiva. El don como construcción cultural,que se crea y se desarrolla como un rito en tanto que entreteje nuevassignificaciones internas en cada grupo social: la coca como don -comohecho social- resignifica los procesos de producción, redistribución y con-sumo.

Desde una visión unilateral enmarcada en la lógica occidental, la cocaha sido configurada como una mercancía y capital, proveniente de latransformación de un planta y no como un hecho cultural. La pretendidamuerte del don a través de las fumigaciones encierra una paradoja entanto que se pretende creer que la destrucción física de este productoacaba con la dinámica que encierra dentro de la vida de una comunidad,así la fumigación la destruya físicamente, pero no como construcciónsimbólica.

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De otra parte, a pesar de que el tráfico de cocaína ha estado enmarcado yha sido potencializado por una dinámica capitalista de acumulación, ha per-mitido que las comunidades en resistencia armada acudan a ella para cum-plir sus fines, por ejemplo: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colom-bia (FARC) consideran que así como en las regiones cocaleras reciben losrecursos de coca, en otras regiones del país ellos reciben el sustento del tipode economía que allí exista. Plantean también que han crecido en regionestanto cocaleras como no cocaleras, pues señalan que su desarrollo y suexistencia no se limitan a su relación con los cultivos ilícitos, aunque oficial-mente se diga que ellos subsisten en Colombia no por las condiciones obje-tivas sino por los cultivos de droga. Sin embargo, en Urabá y Córdoba, lasFARC se han desarrollado sin los recursos provenientes de los cultivos ilícitos,sino de zonas agrícolas y latifundistas.

La relación de las FARC con los cultivos ilícitos y la economía delnarcotráfico es un proceso dinámico que ha tenido diferentes etapas. Porejemplo en el Caquetá se ha involucrado progresivamente en los benefi-cios económicos provenientes de la comercialización de la coca, lo que hasignificado un ascenso gradual en su relación con los diferentes eslabonesde la cadena del narcotráfico e incluso en la suplantación de estos en elnivel regional.

Por último, otra de las paradojas que encierra el proceso de la coca, esque si bien, su economía ha estado unida a procesos de desplazamiento yagudización de la violencia de los conflictos, dentro de esta dinámica losgrupos sociales han generado diversas estrategias organizativas frente alos cambios en el marco de la guerra: en algunas regiones la comunidadha establecido formas de comportamiento coyuntural, móviles y dinámicosfrente a la presencia de grupos militares que ejercen control con relación ala producción de la hoja de coca. Además, el incremento de poder adquisi-tivo derivado de esta actividad ha permitido el desarrollo de otras activida-des económicas lo que ha facilitado el ingreso en los círculos de consumopropios de la modernidad. Por otro lado, se han dado cambios en torno a laorganización familiar y se ha ampliado el papel de la mujer en otras esferassociales mediante su inclusión directa en la economía local.

Finalmente podemos decir, que si bien en el transito de Mamacoca acocaína se entretejen múltiples discursos que aluden a la aparente muertedel don, lo que se evidencia es su constante reactualización como cons-

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trucción ritual en el seno de las comunidades andinas como prácticas deresistencia.

Es necesario entonces superar las categorizaciones unilaterales de ordenmoral que caen en la dualidad bueno/malo, que estigmatizan, excluyen ycondenan acciones sociales como el cultivo de la coca, aislándolo de la diná-mica social en la que se desenvuelve y desconociendo el rol simbólico que hatenido y tiene en el devenir histórico de los pueblos andinos, dando comoresultado una versión distorsionada, que pretende justificar la arremetida mi-litar y la guerra biológica que se ha desarrollando en el país en pro del mante-nimiento del orden hegemónico del capital.

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Hacia un cambio de paradigmas

culturales

Drogas, criminalidad e ideologíaGuillermo Aníbal Gärtner Tobón1

“Los poderes objetivos y extraños que hasta ahora venían imperando en la

historia se colocan bajo el control de los hombres mismos. Justamente desde

entonces, éste comienza a trazarse su historia con plena conciencia de lo que

hace. Y, justamente desde entonces, las causas sociales puestas en acción por

él, comienzan a producir predominantemente y cada vez en mayor medida,

los efectos apetecidos. Es el salto de la humanidad del reino de la necesidad

al reino de la libertad”

F. Engels

Del socialismo utópico al socialismo científico

Resumen

La relación DROGAS, CRIMINALIDAD E IDEOLOGÍA se evidencia en laobra del profesor Aldo Legnaro Sociología de la Embriaguez - Historia social

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. Abogado. Profesor Asociado – Universidad Tecnológica de Pereira, Facultad de Bellas Artesy Humanidades, Departamento de Humanidades e Idiomas.

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de la embriaguez y el éxtasis en Europa. En este escrito se intentacontextualizar esa propuesta en el caso Colombiano al tiempo que se invita aconsiderarla como elemento para el cambio de paradigmas culturales querequeriría la desnarcotización del conflicto colombiano.

Palabras claves: drogas, ideología, derechos humanos, crimen.

Abstract

The relation DRUGS, CRIME AND IDEOLOGY is evidenced in the work«Ansätze zu einer Soziologie des Rausches - zur Sozialgeschichte vonRausch und Ekstase in Europa» written by Professor Aldo Legnaro. In thiswriting that proposal is attempted to contextualize this relation in theColombian case at the time that is invited to consider it as element for thechange of cultural paradigms that would require the desnarcotización of theColombian conflict.

Key words: drugs, ideology, humans rights, crime.

Una experiencia reciente en una reunión de trabajo convocada por laPersonería Municipal y la Defensoría del Pueblo de Pereira, cumplida en unsalón de la Universidad Libre de Pereira me remitió a la ya rancia disputa entreel saber y el poder, la cual va mucho más atrás en el tiempo que el conflictoentre Platón y el tirano de Siracusa de cuyo nombre no quiero acordarme.2

El tema tratado fue el de las drogas y las armas en las institucioneseducativas y las acciones que las autoridades allí convocantes y convocadasdel municipio, del área metropolitana de centro occidente y del Departamentode Risaralda, con el acompañamiento de otros actores sociales y la llamada“academia” entre ellos Universidad Católica Popular de Risaralda, Universi-dad Tecnológica de Pereira, pudieran realizar como planes y programas dedesarme escolar y desintoxicación.

En mi fuero interno resultó imposible reprimir el pensamiento de queallí, en el tercer piso en cual debió sentirse estremecido el espíritu de

2. Ver: PLATÓN, En: G.W.F. HEGEL. Lecciones de la historia de la filosofía. Tomo II. México:Fondo de Cultura Económica. 1977: 141.

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Gerardo Molina, el cual dizque por esas instalaciones ronda, se esgrimie-ron armas y tóxicos obstaculizadores de la construcción de formas de con-vivencia “sostenibles”, pensadas como capaces de garantizar la vida de lasfuturas generaciones en condiciones de dignidad y afirmadoras de una cali-dad de vida fomentadora de la realización de los derechos humanos.

Convencido como soy de que no son las armas materiales las que matan a laspersonas sino las intangibles que guardan en la cabeza, mal pudiera calificársemede calumniador si los portadores de las aludidas en el párrafo anterior protestan,argumentando que ellos estuvieron allí reunidos “inermes” y únicamente animadoso “pertrechados” por la fuerza del amor a la humanidad y la preocupación por lasalud y la vida de los niños y jóvenes de la región y en el planeta.

La exposición de otros conceptos se hizo imposible y mi intervención irritóen tal grado a un “comisario de familia” que lo llevó a quitarme groseramente eluso de la palabra al tiempo que, clavando sus ojos implorantes en los delsargento asistente, inquirió urgido por el momento en el cual practicarían elpróximo operativo de registro e inteligencia. Así las cosas, opté por dejar cons-tancia en una nota enviada al diario La Tarde contando mi impresión de que “El

discurso formativo debía ceder el paso al operativo preconcebido para de algu-

na manera justificar el cargo. Percibí que para algunos resulta más práctico

ampliar los cupos en el Marceliano Ossa que no fortalecer las instancias de la

autonomía, de la libertad y la responsabilidad en los centros pretendidamente

formativos de niños y jóvenes en la región cafetera.”

Agregué que,

“es claro y explicable que quienes están por disfrutar de un cuarto

de hora político no quieran ocuparse de los problemas sistémicos,

estructurales como lo son el caso de la economía ilegal y otros que

tienen que ver con el propósito de cambiar paradigmas mentales en

la comprensión de la compleja problemática de las drogas ilegales,

pero, se me ocurre pensar, que lo mismo no debería ocurrir con

quienes de pronto pretendan proyectarse como estadistas y no

simples burócratas en transito.”

No correspondiéndome actuar como el simple terrícola confundido quesoy, sino como “representante” o como parte de la llamada academia,siendo conciente de mis limitaciones, las cuales me llevan a contentar-

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me con las lombrices de tierra halladas cuando pretendo buscar teso-ros,3 he sentido que mal haría haciéndome el pendejo (sic J) y no insistiren argumentar en defensa de mis puntos de vista. Me siento pues provo-cado a esgrimir el arma de la crítica y otras de dotación como la que mepermitió acceder a los resultados de la investigación auspiciada y avaladapor las Naciones Unidas sobre el índice de desarrollo humano en la re-gión cafetera y, aunque con cierto temor a que me apliquen el estatutoantiterrorista uribiano por atreverme a llamar al niño por su nombre4 o aapologizar el delito, voy a revelar y distribuir la prementada arma; la cualespero dé alguna ventaja o sea de utilidad a quien se vea enfrentado odeba enfrentarse con la destructiva capacidad aniquiladora de la ideolo-gía represiva y toda la parafernalia intoxicante que gira en torno a laguerra contra “la droga” (que si en plural o singular no importa).

De la lectura del informe sobre desarrollo humano (capítulo 13 delINDH) titulado Desnarcotizar el conflicto: la lucha contra la droga danueva fuerza al debate entre partidarios de la represión de los consumi-dores y productores de drogas ilícitas y los partidarios de la legalizaciónde las mismas. En el Informe de las Naciones Unidas (PNUD) en men-ción, se señala que la prioridad para Colombia si bien es la de poner final conflicto armado para lo cual golpear o debilitar el narcotráfico se con-sidera como una condición necesaria, es pertinente buscar alternativasy entre ellas está el que Colombia debe convencer a Estados Unidos deparadigmas o enfoques.

La publicación de las Naciones Unidas (INDH) parte del supuesto de

que la represión (fumigar al productor y meter a la cárcel al consumidor)no logrará acabar con un vicio practicado por 200 millones de personas entodo el mundo, y coincidiendo con lo afirmado por otros investigadores eneste campo, habla de “la necesidad de una nueva política: un ‘New Deal’

3. En la primera parte de Fausto de J.W. Goethe, La noche, el personaje se dice a sí mismo:¡cómo nunca desaparece toda esperanza de la cabeza de aquel que siempre se aferra acosas insulsas! Con ávida mano escarba la tierra buscando tesoros, y se da por satisfechosi encuentra unas lombrices.

4. “Cierto; lo que así denominan saber! ¿Quién se atreve a llamar al niño por su nombre

verdadero?” con esta nota de pie de página pretendo inducir, provocar al lector olectora, de Cultura y Droga a extasiarse un poco con la lectura o relectura de la “obrita”de J.W. Goethe.

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sobre narcotráfico, cuyos lineamientos esboza el INDH y que propone dis-cutir en una comisión binacional Colombia-Estados Unidos.”5

Espero que así, una vez puesta en “descubierto” el arma y no incurriendoen perfidia como la entiende el DIH, pueda presentarme no como el contendornarcoterrorista de algunos de los aguerridos y arcangelizados representan-tes del Estado y cultores del halcón norteño guardián del prohibicionismo,sino como un simple, elemental y hasta “casposo” maestro que en cumpli-miento de su función y a sueldo del mismo Estado se siente éticamentecompelido a avalar la siguiente proposición con la cual tímidamente sintetizolo anunciado en el título de esta nota cumpliendo la invitación del colegaJorge Ronderos:

Omisión hecha de las construcciones filosóficas del derecho natural que

difícilmente se ocuparían de una problemática de drogas, la advertencia

de que la criminalidad relacionada con las drogas está directa o indirecta-

mente relacionada con la criminalización del trato con determinadas dro-

gas, parece superflua. Es tan obvio como afirmar que la posesión de dro-

gas ilegales es precisamente criminal porque la posesión de tales drogas

está prohibida en la norma. Pero, sin embargo delitos que pueden ser rela-

cionados con el uso de drogas, no son remisibles al uso o disfrute de la

droga, sino en la mayoría de los casos a las condiciones especiales que

la ilegalidad de determinadas drogas traen consigo: de ello que los extre-

madamente altos costos del aprovisionamiento resulten del que dichas

drogas no pueden ser producidas ni adquiridas legalmente. El elevado

margen de ganancia conduce a la vez a que el comercio de las drogas

sea para los sindicatos o carteles de la droga muy atractivos y hagan

financiables amplios sistemas de seguridad, arsenales de armas y gue-

rras de o por las drogas. Con el término “criminalidad de las drogas” los

políticos de la mismas pretenden cargar las drogas con los graves efec-

tos que ellos mismos han generado con su legislación sobre las drogas

(Meudt, 1980).

5. Para completar un rico y recomendable juego de información, conceptos y propuestas devalor para el investigador en este campo, remito al estudio publicado por el DepartamentoNacional de Planeación: PÉREZ SANDOVAL, Ricardo; VERGARA BALLÉN, Andrés yLAHUERTA PERCIPIANO, Yilberto. Aproximación metodológica y cuantitativa de los cos-

tos económicos generados por el problema de las drogas ilícitas en colombia (1995 – 2000)

(Documento elaborado por la Dirección de Justicia y Seguridad del DNP).

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La criminalización de ciertas sustancias capaces de conducir, provocar oacompañar estados modificados de conciencia, embriaguez y éxtasis, si bienes cierto tiene sus gestores y agentes humanos pragmáticos que saben que através de dicha política afirman sus intereses económicos, políticos y militares,no obstante, tiene dicha ideología un trasfondo cultural que la hace posible. Esetrasfondo cultural que alimenta la pereza y la cobardía para buscar la ilustra-ción (en sentido kantiano) ha sido claramente señalado entre otros investigado-res por Aldo Legnaro en su trabajo sobre sociología de la embriaguez (Ansätzezu einer Soziologie des Rausches – zur Sozialgeschichte von Rausch und Ekstasein Europa);6 publicado en la recopilación de investigaciones que sobre el temaauspiciaron los ministerios del Interior y el de la Juventud, la Familia y la Saludde la República Federal de Alemania.

Mediando filtros de la cultura anglo-europea ese trasfondo cultural se en-cuentra en el judaísmo y lo que de sus raíces podemos explorar y reconoceren los textos del antiguo testamento cuando se refieren al éxtasis y a laembriaguez “que hacen perder el control al ser humano y alejarlo de Dios”. Laúnica “embriaguez que no requiere de vino” es la que se produce en Él, con-cepto este que reivindica con fuerza la expresión de Marx cuando en La sa-

grada familia calificó a la religión como opio del pueblo.7

No me queda la menor duda que esas formas y sustancia cultural, determi-nan la postura ideológica de los demonizadores ¡perdónalos señor, no saben loque piensan ni piensan lo que saben! de LA droga y de los también conocidos

6. VÖLGER, Gisela u.a. rausch und realität. drogen im kulturvergleich. Rowohlt (RoRoRo),Köln, 1981.

7. “La miseria religiosa es, de una parte, la expresión de la miseria real y, de otra parte, laprotesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado deánimo de un mundo sin corazón, porque es el espíritu de los estados de cosas carentes deespíritu. La religión es el opio del pueblo.” Marx/Engels. La sagrada familia. México: Grijalbo,1967: 3.

8. Para el profesor A. Legnaro, a manera de un sustrato a las concepciones anglo-euro-peas (judeo-cristianas) sobre la experiencia con drogas, acerca del éxtasis y de laembriaguéz, se encuentra la convicción, creencia, de que esa experiencia conduce: 1)al debilitamiento de la conciencia centrada en el yo, 2) a la pérdida de los autocontroles,3) al sacrificio de las capacidades analíticas, racionales, a favor de modelos de pensa-miento intuitivos. He aquí un reto para los aficionados y maestros de la sociología delconocimiento. Este concepto del profesor Legnaro se encuentra, en la pag. 103 en lacompilación ya mencionada.

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como enteógenos. El trabajo de Legnaro, de especial valor para la búsqueda denuevos paradigmas culturales, amerita su traducción y difusión.8

Para evitar mal entendidos y de pronto además que como narcoterroristase me etiquete como arrogante y pretendido poseedor de verdades que condesmedida arrogancia insulta a respetables representantes del Estado, cultoresy defensores de la política prohibicionista y las prácticas antidrogas reco-mendadas e impuestas por los detentadores del poderes en el imperio norte-americano, confieso finalmente –para el caso extremo de tener que negociarla pena que me sea imponible- no veo en ellos vulgares tramadores pues, conuno de mis mentores espirituales o instigadores apellidado Merton y bautiza-do Roberto, creo saber que sus deformaciones no son deliberadas y que laideología se diferencia de la mentira; así también debo aceptar que en laUniversidad se produce el saber pero es en otras instancias donde se ejerceel poder, un matrimonio si, pero separado.

OBSERVATORIO DEL DELITOPereira, mayo 31 de 2004.

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Migraciones y microtráfico: el caso

del Eje Cafetero colombiano1

William Mejía Ochoa2

Germán Toro Zuluaga*

Resumen

La migración y el narcotráfico son hoy dos procesos cruciales para lasociedad colombiana en general y algunas regiones en particular. Las mi-

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

* Los autores agradecen al profesor Luis Eduardo Guarnido, de la Universidad de California,Davis, la revisión de los borradores del documento y sus valiosas observaciones, que permi-tieron llegar a la versión que aquí se presenta.

1. Denominación con la que ha sido conocida la región conformada por los tres departamentos(provincias) de mayor producción cafetera en Colombia: Caldas, Quindío y Risaralda; por cons-tituir hasta la década de los 70 un sólo departamento, también se les conoce como el Viejo oAntiguo Caldas. Recientemente, al hablarse de ‘ecorregión’, el término se ha vuelto más inclusi-vo, involucrando el norte del departamento del Valle y el noroccidente del Tolima, dadas sussimilitudes ecológicas, socio económicas y culturales con las primeras secciones referidas.

2. William Méjía, economista. Investigador y consultor Alma Mater, integrante grupo Cultura y Dro-ga. Germán Toro, Director Ejecutivo Red Universidades Publicas del Eje Cafetero Alma Mater.

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graciones internas y externas son de vieja data, con múltiples destinos en lasexterior, pero altamente selectivas en sus orígenes. La región cafetera ha sidouna de las zonas emigratorias por excelencia del país, tanto al interior como alexterior; recientemente, ésta última ha alcanzado proporciones históricas y susefectos son evidentes. El narcotráfico, por otra parte, ha sido una de las másasoladoras calamidades que ha golpeado a Colombia en las últimas tres déca-das, alterando no sólo la economía, sino estructuras sociales, prácticas y discur-sos culturales, relaciones de poder, etc. En los albores del siglo XXI, las exporta-ciones de personas y de estupefacientes se han convertido en dos de las másnotorias conexiones nacionales con la economía global. En este artículo seanalizan algunas relaciones entre ambos procesos y sus nexos y efectos en unade las regiones que hace poco era de las más prósperas y estables del país.

Palabras claves: migración, drogas, narcotráfico, Eje Cafetero, Colombia.

Abstract

Migration and drug smuggling are currently two crucial processes forColombian society in general and for some regions in particular. Internal andexternal migration has a long history, having multiple destinations abroad thoughhighly selective in their origins. The coffee-growing region has had a highproportion of migration processes in the country, both inside and outside; thelatest has reached historic proportion lately, and its effects are evident. Drugsmuggling, on the other hand, has been one of the most desolating calamitieswhich have hit Colombia in the last three decades, altering not only the economybut also the social structures, the habits and cultural speeches, relations ofpower, etc. At the beginnings of the 21st century, both people and drugs exporthave become two of the most notorious national connections of global economy.This paper mentions some relationships between those processes as well astheir connections and effect, in one of the regions which was, until recently,the most prosperous and stable of the country.

Key words: migration, drugs, narcotraffic, Eje Cafetero, Colombia.

Introducción

La migración y el narcotráfico se han convertido en dos procesos crucialespara la sociedad colombiana en general y algunas regiones en particular. Las

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migraciones internas y externas son de vieja data, con múltiples destinos en lasexterior, pero altamente selectivas en sus orígenes. La región cafetera ha sidouna de las zonas emigratorias por excelencia del país, tanto al interior como alexterior; recientemente, ésta ha alcanzado proporciones históricas y sus efectosson evidentes. El narcotráfico, por otra parte, ha sido una de las más asoladorascalamidades que ha golpeado a Colombia en las últimas tres décadas, alterandono sólo la economía, sino estructuras sociales, prácticas y discursos culturales,relaciones de poder, etcétera. En los albores del siglo XXI, las exportaciones depersonas y de estupefacientes se han convertido en dos de las más notoriasconexiones nacionales con la economía global. En este artículo se analizanalgunas relaciones entre ambos procesos y sus nexos y efectos en una de lasregiones que hace poco era de las más prósperas y estables del país.

El punto de arranque es un trabajo previo sobre los correos humanosdel narcotráfico desde la región (Mejía et, al., 2002),3 que tuvo como fuenteprimaria entrevistas con centenar y medio de personas detenidas en aero-puertos colombianos y condenadas por servir como ‘mulas’ o ‘pasadores’4

de droga, así como testimonios de personas activas en el microtráfico, defuncionarios vinculados a los diversos momentos de intervención de la pro-blemática y de comunidades focales permeadas por las connotacioneseconómicas, sociales y culturales asociadas con el ilegal comercio. El es-tudio mostró varias asociaciones entre el microtráfico y la migración, entrelas que se destacan: por un lado que una proporción alta de los correostenían antecedentes migratorios; de otro lado muchos incursionaron en elnegocio como una opción para emigrar; y por otra parte las redes y condi-ciones generadas en torno a la migración aparecieron como circunstanciasaprovechadas por los traficantes para el desarrollo de su negocio.

Mas allá de los resultados del trabajo mencionado, aquí se utilizan nuevasfuentes y datos (censos, encuestas, noticias de prensa y otras entrevistas),así como apoyo bibliográfico específico, buscando, sobre todo, delinear unaespecie de geografía de la migración internacional colombiana y su coinci-dencia con aquella de los correos humanos.

3. Investigación realizada por la Corporación Alma Mater –Red de Universidades Públicasdel Eje Cafetero-, con el apoyo técnico y financiero del convenio UNDCP-DNE, Programapara la Descentralización del Plan de Drogas Proyecto AD/COL/99C-81.

4. Nombre popular de los correos humanos del microtráfico hacia el exterior, transportadoresde pequeñas cantidades de cocaína o heroína, especialmente mediante la ingestión de ladroga.

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No se pretende en este artículo llegar a conclusiones categóricas y definiti-vas; el objetivo central es, apenas, sugerir la relación existente entre los dosprocesos (migración y microtráfico) y avanzar sobre sus dimensiones eimplicaciones para la región y el país en general, sin presentar esa relación comodefinida -aunque si influenciada- por características culturales o sociales propiasdel Eje Cafetero, sino, por el contrario, como enraizada en múltiples contextos:de una parte, en condiciones socioeconómicas específicas e históricamente de-terminadas y en la posición regional dentro de la topografía de poder y desarrollodesigual del país; de otra, en las condiciones estructurales generadas por elmodo de incorporación regional y nacional a la economía global.

El Eje Cafetero

El Eje Cafetero es una de las regiones más significativas de Colombia;ubicado en el centro-occidente del país, exactamente en el corazón delllamado ‘triangulo de oro’ que forman las tres principales urbes: Bogotá,Medellín y Cali. La región, en la que habitan poco menos de tres millonesde personas, en un territorio de 14 mil kilómetros cuadrados (sin el nortedel Valle, ni el noroccidente del Tolima), concentra, desde la primera mitaddel siglo pasado, más del 50% de la producción cafetera de Colombia. Elauge del precio internacional del grano durante varias décadas propicióuna bonanza que permitió que la región alcanzara los mayores desarrollosen infraestructura de servicios a la población y los más altos índices decalidad de vida del país.

Convertido en símbolo de nuestra propia nacionalidad, por aquello de

que Colombia es café, el Eje Cafetero compendiaba las mejores virtu-

des de la tierra colombiana. La prosperidad asociada con el producto

bandera de nuestras exportaciones servía como referente a otras

regiones del país, huérfanas de productos que jalonaran su desarro-

llo y permitieran satisfacer las necesidades básicas de sus morado-

res. En la zona cafetera se concentraron por muchos años unos

envidiables indicadores de calidad de vida, proyectados a gentes

buenas y laboriosas (El Tiempo, 2002).

Ahora, con el desplome de la economía cafetera y más recientemente conel terremoto que afectó la región en enero de 1999, cobraron notoriedad enella algunos hechos que antes no recibieron la suficiente atención:

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- Pérdida del dinamismo económico, expresado en una sensible disminu-ción en su participación dentro del PIB nacional, que descendió de 9,4%en 1994 a menos del 7% en el 2000 (Corporación Alma Mater, 2002:142).

- Deterioro de la calidad de vida, con incremento del porcentaje de lapoblación por debajo de la línea de pobreza y estancamiento de losíndices de desarrollo humano en la última década (Naciones Unidas,2003).

- Grandes inversiones por parte del narcotráfico, evidenciadas, entre otrasexpresiones, en compras importantes de tierras en el 80% de los muni-cipios, también durante la última década, además de la detección decultivos ilegales (Corporación Alma Mater y Gobernación de Risaralda,2003).

- Prostitución, con los mayores índices del país desde hace, por lo me-nos, 25 años y evidencias del más reciente negocio de trata de perso-nas (Mejía y Martínez, 2003).

Estas problemáticas, amplificadas algunas veces por el periodismo sen-sacionalista, trascienden el escenario nacional, despliegan sus tentáculoshacia el exterior y tienen como eje funcional a la ciudad de Pereira, centrogeográfico y comercial de la región.

Movilidad espacial y la formación del Eje Cafetero

El poblamiento actual del Eje Cafetero, después del exterminio de losgrupos indígenas en la conquista española, es el producto de un amplio ymasivo movimiento migratorio interno, conocido en el país como ‘coloniza-ción antioqueña’; durante el cual se ocuparon las zonas de vertiente loca-lizadas al sur del hoy Departamento de Antioquia. Sobre tal proceso se haescrito bastante, encontrándose en la literatura planteamientos diversos res-pecto a la naturaleza y significado del mismo, en especial sobre su papel enel desarrollo de una sociedad de carácter democrático y progresista (Parsons,1951; Villegas, 1978; Santa, 1993; Hoyos, 2001; Safford y Palacios, 2002).

El grupo mestizo, conocido como ‘paisa’, que realizó tal colonización yque predomina hasta hoy en el Eje Cafetero, es identificado en Colombia,desde vieja data, como emprendedor, laborioso, extrovertido y amante de losnegocios y el dinero; además de ‘andariego’ (que gusta de migrar). José Ma-

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ría Samper (1861) lo describía, en la segunda mitad del siglo XIX, comose presenta a continuación, de manera muy cercana al estereotipo quesobrevive:

Se le halla siempre andariego, soldado valiente de infantería, trabajador su-

frido, viajero infatigable á pié, laborioso, inteligente para todo, frugal, poco

sobrio, aficionado al juego como todos los pueblos mineros, apasionado por

el canto, ascético y poco accesible en su país, notablemente ortodoxo, rum-

boso y gastador como individuo, pero parsimonioso y algo egoísta en comu-

nidad. Además, en todo tiempo le hallareis negociante hábil, muy aficionado

al porcentaje, capaz de ir al fin del mundo por ganar un patacón, conocido

en toda la Confederación por la energía de su tipo y por el cosmopolitismo

de sus negocios, burlón y epigramático en el decir, positivista en todo, poco

amigo de innovaciones y reformas y muy apegado a los hábitos de la vida

patriarcal (Samper, 1861: 4, subrayado fuera de texto).

En la colonización antioqueña se fundaron, entre mediados del sigloXIX y principios del XX, la mayoría de los pueblos y ciudades actuales delEje Cafetero, incluidas sus capitales, Manizales (1849), Pereira (1863) yArmenia (1889). De tal manera que apenas han trascurrido unas pocasgeneraciones y la ‘gesta colonizadora’ de los abuelos todavía es motivo deconstante evocación y orgullo, al punto que, bien podría pensarse, ha re-forzado en el ser regional la propensión a la migración que ya se atribuía asus ancestros, sin querer llevar el asunto hasta una suerte de determinismocultural. No obstante, tal movilidad podría ser interpretada, apenas, comoun rasgo propio del capitalismo, definido en la región por las particularida-des del desarrollo de éste último:

Un elemento fundamental para la determinación del modelo de moderni-

zación del país -y para el mantenimiento de objetivos modernizadores-

durante el régimen conservador fue el desarrollo de la región antioqueña.

Allí una élite conservadora socialmente menos tradicionalista (dada su

dedicación a actividades comerciales y mineras) impulsó el desarrollo

industrial, el mejoramiento de la infraestructura de transportes y la am-

pliación de la escolaridad con el apoyo de la Iglesia, bajo el impulso de la

dinámica generada por un proceso colonizador centrado en el campesi-

nado. Esta situación produjo, simultáneamente, una mayor interiorización

de los valores religiosos, muy vinculados a la vida familiar, y una expan-

sión en todas las capas de la población de valores normalmente asocia-

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dos con la modernidad capitalista: la valoración del tiempo, el afán de

lucro, la búsqueda individual del éxito, la valoración de la iniciativa indivi-

dual, la movilidad territorial y social y, en general, la afirmación de un

ethos social individualista (a pesar de los rasgos colectivos de los proce-

sos iniciales de colonización). Además, no obstante la existencia de cla-

ros prejuicios raciales, se consolidó una visión abstracta de la ciudadanía

y la personalidad, que llevó a abrir a todos el ascenso social, siempre que

lograran triunfar en la competencia por el dinero o, en menor grado, la

cultura. (Melo, 1989:7, subrayado fuera de texto).

Después de la ‘colonización’ se puede hablar de otras dos corrientesmigratorias que han marcado la región. Una que se ubica en la mitad delsiglo XX, cuando familias enteras que huían de la violencia partidista (libe-ral-conservadora) se desplazaron a sus centros urbanos y la iniciada enlos 80, que aún continúa, influenciada, entre otras cosas, por la crisis másreciente que ha afectado al país y que se acentuó en la región por la caídade los precios del café, el desarrollo de la economía del narcotráfico y eldesplazamiento forzado que desencadena el conflicto armado interno enque están involucrados guerrillas izquierdistas y grupos paramilitares ile-gales con las fuerzas regulares del Estado.

La movilidad poblacional en el Eje Cafetero ha sido y es importante ensu doble vía: mientras unos llegan, otros van de salida; lo que hace quesea, en forma simultánea, un territorio receptor y expulsor, en el que secombinan, además, movimientos internos e internacionales.

Los últimos datos censales disponibles muestran marcados contrastesde movilidad interna en Colombia, destacándose la situación regional. Enla Tabla 1 se pueden apreciar diferencias notables en la proporción depersonas naturales de cada uno de los departamentos que se encontraronresidiendo en otros distintos a los de origen a comienzos de la década pasa-da. Los tres departamentos del Viejo Caldas, Risaralda, Quindío y Caldas, yTolima aparece en los rangos superiores; teniendo Risaralda, con 29% de sugente censada fuera del Departamento, el menor valor entre ellos, mientrasQuindío posee el más alto porcentaje del país, 41%, casi el doble del nacio-nal, 22%. Tomado el Viejo Caldas en conjunto, aparece con más de la terceraparte, 35% de la población nacida en él residiendo fuera de los límites decada uno de sus tres departamentos, superado apenas por Tolima (parcial-mente dentro de la ecorregión), Cundinamarca y Boyacá; estando explicadas

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las cifras de los dos últimos por una gran corriente hacia Bogotá, capital deCundinamarca y de la república, mientras los patrones migratorios del ViejoCaldas y del Tolima se caracterizan por su amplia dispersión.

TABLA 1. PORCENTAJES DE PERSONAS NACIDAS EN CADASECCIÓN RESIDENTES EN OTRA. 1993

Fuente: Colombia, 1993. Cálculos de los autores.

De la misma manera, datos de la Encuesta continua de hogares delDANE5 señalan, por ejemplo, que el 47,7% de las personas encuestadasen Pereira, durante el año 2003, eran originarias de fuera del municipio yhabían llegado a él a partir de procesos muy diversos, entre ellos los aludi-dos atrás para el conjunto de la zona.

Pero no sólo los movimientos internos han caracterizado a la gente delEje Cafetero; no es arriesgado afirmar para quien disponga del conoci-miento empírico de la zona que, a partir de la década de los sesenta, haexistido desde ella un flujo continuo de emigrantes hacia el exterior, principal,pero no únicamente, hacia Estados Unidos y de manera más reciente haciaEuropa, en especial a España, Italia, Francia e Inglaterra. Dicho movimiento,sin embargo, se ha dado con particularidades, incentivos e intensidades va-riables a través del tiempo.

En el último censo realizado en Colombia, en 1993, el 8.6% de las mujeres de 12años y más, residentes en los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda res-pondieron tener hijos viviendo en el exterior (tabla 2), con un promedio de ellos por

5. Departamento Administrativo Nacional de Estadística

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mujer ligeramente superior a 2. El porcentaje está por debajo del correspondiente alresto del país; pero, cuando se mira la situación desagregada por departamentos, seencuentra que Quindío y Risaralda tienen proporciones superiores, que en el últimosuperan en 20% las de ese resto y las del total nacional. Si se continúa ladesagregación, se encuentran casos como el de Pereira, capital de Risaralda,donde el 15.4% de las mujeres del mismo grupo etáreo y residentes en el áreaurbana afirmaron tener hijos en las mismas circunstancias, representando ellosel 8.6% de todos sus hijos sobrevivientes (Dane, 1993).

TABLA 2. COLOMBIA, MUJERES DE 12 AÑOS Y MÁS CON HIJOS ENEL EXTERIOR – 1993

Fuente: (DANE, 1993: cuadro 15)

Aunque en los últimos años la emigración internacional desde la región debetener grados elevados de asociación con el reciente terremoto que la arrasó y lacrisis cafetera, esto no basta para explicar un fenómeno de vieja data que haconducido a la conformación de importantes colonias regionales en ciudadescomo Nueva York, Nueva Jersey (Guarnizo y Díaz, 1999; Guarnizo, Sánchez yRoach, 1999) o Miami (Collier y Gamarra, 2003) y más recientemente en Madrid,Barcelona, Murcia, Londres, Paris y Roma, aunque es posible argüir que talesfactores han jugado un papel más significativo en estos últimos casos.

Sin que puedan equipararse en volumen a lo ocurrido respecto a EstadosUnidos y España, también se han notado, en distintos momentos y por dis-tintas motivaciones, corrientes desde el Eje Cafetero hacia otros sitios leja-nos como Australia, Holanda y Japón. Tampoco ha sido ajena la región a losmovimientos poblacionales, asociados a coyunturas, en dirección a nacionesvecinas, sobre todo Venezuela (Gómez y Díaz, 1983) y Ecuador.

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Como ocurre con frecuencia con las migraciones, las del Eje Cafeterohacia los Estados Unidos han sido selectivas por grupos poblacionales,particularmente por edad, sexo y condición social. Parecen haber estadoasociadas, sin que tampoco ello sea extraño, a trabajadores(as) jóvenesde estratos medios y bajos; observándose en las primeras oleadas ciertapropensión a una mayor permanencia (cercana a la definitiva), motivada,quizás, por énfasis, durante esos períodos, en criterios de reunificaciónfamiliar de la política inmigratoria estadounidense.

Por el contrario, las oleadas más recientes parecen estar marcadas portransitoriedad superior y menor traslado de familias completas. El proceso,quizá por su novedad, es bastante variado e incluye casos como los de quienesperdieron su fortuna en medio de la crisis y prefieren reiniciar su vida económicalejos de donde les conocen o de quienes, por problemas de ‘miedo’ o por queya han sido victimas de la violencia criminal, escogen mudarse, canjeando lazozobra de la tierra natal por la ‘tranquilidad’ que les brinda el destierro.

Las cifras de migrantes no se distinguen por su precisión y Colombia noes la excepción en la materia. El volumen de nacionales en el exterior esincierto y las estimaciones por país de llegada se mueven en rangos am-plios. Con mayor razón, la situación es semejante respecto a regiones es-pecíficas de salida. No obstante, a partir de algunos datos puede entrarse enel juego de las estimaciones y por lo menos, acotarse las cifras.

Según encuesta reciente realizada en España6 (Embajada de Colombiaen España, 2003a), dentro de los colombianos en ese país los originarios delEje Cafetero (considerado allí como Caldas, Quindío, Risaralda y norte delTolima) representan el 26 por ciento (tabla 3), siendo la segunda colonia des-pués de la vallecaucana. Si se descontaran de esta última las personas delnorte del Valle, que en la definición del Eje Cafetero como ecorregión haceparte de él, quizás la superaría en volumen, aunque, de todas maneras, aúnsin tal inclusión, es la mayor en términos relativos a las poblaciones de losdepartamentos de origen.

6. Llevada a cabo durante el 2002 por la Universidad Pontificia de Comillas, Instituto deEstudios sobre migraciones y la Universidad Autónoma de Madrid, Programa de migracióny multiculturalidad, mediante aplicación de cuestionario estructurado a 1100 colombianos(50 por ciento en situación regular en España y el otro 50 ‘sin papeles’) en Madrid,Barcelona, Palmas de Gran Canaria y Alicante, sin que sea muy clara su representatividadrespecto al conjunto de colombianos en España.

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TABLA 3. DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS COLOMBIANOS ENESPAÑA POR REGIÓN DE ORIGEN 2002

Fuente: (Embajada de Colombia en España: 2003a)

Partiendo de datos del mismo estudio, que informan de 120.567 colom-bianos residentes legales7 en España a mediados de 2002 y de una rela-ción de 2.2 no contabilizados (‘sin papeles’) por cada uno de aquellos, sellegaría a la cifra total de 385.814 nacionales en ese país,8 de los cualescerca de 100.000 (el 26%) serían del Eje Cafetero. En los Estados Unidos,el otro gran destino de los colombianos en general y también de los emi-grantes de la región, el censo del 2000 arrojó 509.872 (U.S., 2000), cifraque, según encuesta, llegaría en 2002 a 661.006 (U.S., 2002). No obstan-te, se estima que el número real sobrepasa los dos millones (Ministerio deRelaciones Exteriores, 2003b), lo cual, bajo el supuesto de una participaciónsemejante a la del caso español, significaría más de 500.000 personas delEje Cafetero.

Así las cosas, en sólo los dos destinos principales, el número de perso-nas de la región en el exterior superaría los 600.000, alrededor del 22% de lapoblación actual estimada para los tres departamentos y 14% de la del EjeCafetero considerado como ‘ecorregión’, esto es involucrando el norte delValle y el noroccidente del Tolima.

7. Residentes 26/6/2002, permiso de residencia temporal por arraigo, tarjeta familiar resi-dente comunitario con exención de visado, expedientes régimen general presentadosantes del 1/1/2001.

8. Lo que significaría que por cada persona inscrita en el padrón otra no lo estaría, si se tieneen cuenta que en el 2002 se contabilizaron dentro de éste 191.018 colombianos (INE, 2003:3).

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Los anteriores porcentajes parecen, en principio, exagerados, pero son, enalguna medida, consistentes con otros datos, como, por ejemplo los resulta-dos del reciente recuento de población y vivienda llevado a cabo por el DANE(2004) en el área metropolitana centro occidente (Pereira, Dosquebradas, LaVirginia), donde el 20% de los hogares declararon tener, por lo menos, uno desus miembros viviendo en el exterior, a los cuales habría que sumarle loscomponentes de aquellos hogares que, por haber emigrado completos (situaciónfrecuente), no son captados dentro de la mencionada cifra.

De otra parte, una pequeña muestra (n=29) entre estudiantes de uncurso del programa Etno educación de la Universidad Tecnológica dePereira, de estratos socioeconómico entre bajo y medio, arrojó en el 2002que cerca de dos terceras partes (17) de los entrevistados tenía familiarescercanos en el exterior y apenas 12 de ellos reportaron no contar con nin-gún pariente en tal condición. Ya en la jerga popular se empieza a hablarde la gente con ‘fe’, con familiares en el exterior.

Particularidades de la migración regional hacia elexterior

Aunque más del 60% de la población del Eje Cafetero se concentra enconurbaciones que han surgido en torno a sus tres capitales, la menor deellas con casi medio millón de habitantes, la emigración ha tendido a sertranslocalizada, esto es, tiene énfasis especial en ciertas comunidadesmenores (Montenegro, Marsella, Anserma, Santuario) y en áreas específi-cas de las zonas conurbadas (como el sector de la ciudadela de Cuba yDosquebradas en el área metropolitana de Pereira, por ejemplo), que handemostrado preferencias por destinos específicos. La estructuración del pro-ceso migratorio en sólidas redes sociales ha permitido que las comunida-des de origen busquen ‘reconstruirse’ en lugares específicos en el exterior.Por ejemplo, ‘hay sitios de Nueva York donde uno se siente en el barrio’,manifiesta un dirigente comunal de Cuba (ver capítulo 2).

El acercamiento por motivos de paisanaje regional y la idiosincrasia extro-vertida de esas comunidades de migrantes, que entrelazan en un complejoconjunto de relaciones sociales las pequeñas redes familiares y de amistad,habría permitido a algunos, o muchos, de sus componentes superar el estre-cho marco del familismo, que condena a la inercia y el aislamiento (Banfield,

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1958), brindándoles ámbitos efectivos de acción más amplios que los provistospor los parientes y relacionados más cercanos. Como algunos estudiosos delproceso migratorio lo han dicho, evidentemente, la migración es un proceso deconstrucción de redes. La decisión de emigrar, el modo de incorporación de losmigrantes en el lugar de destino, así como los planes y posibilidades de retornoo asentamiento, están todos inmersos en relaciones y expectativas socialessostenidas a través de redes sociales (ver, inter alia, Massey, et. al., 1987;Portes y Bach, 1985; Portes y Rumbaut, 1996).

En últimas, se plantea, como hipótesis, que las redes de las queparticipan los migrantes del Eje Cafetero tenderían a caracterizarse poruna amplitud mayor en sus sitios de origen y destino que la típica de lasredes migratorias de otros grupos de connacionales; en general, domi-nadas por la desconfianza hacia el desconocido, así éste sea un cote-rráneo (ver capítulos 1 y 2).

Pero, aún en el caso de invalidación de la hipótesis, seguiría siendoobjeto de cierta aceptación que el tejido construido por las gentes de laregión cafetera en torno a la migración internacional, durante ya varias dé-cadas de ésta, constituye un verdadero capital social (Putnam, 1995;Fukuyama, 1995) que cuenta, entre otras cosas, con una serie de contac-tos, destrezas, disposiciones y conocimientos de mercados, tanto de de-manda como de oferta, que bien podrían fructificar en la comercialización decualquier producto respecto al cual las condiciones sean propicias. Es aquí,donde se arguye, que el proceso migratorio se intersecta con el mercadoilícito de drogas a nivel internacional.

Particularidades del microtráfico

Como es común en el campo comercial, los negocios de exportación decocaína y heroína admiten las más diversas escalas en los volúmenestransados, con rangos comprendidos entre los gramos y las toneladas. Lascaracterísticas de la empresa y sus requerimientos logísticos y de capitalvarían de manera radical entre los extremos. Mientras el ciclo completo deuna transacción de dos o tres toneladas, desde el acopio de la mercancía hastael lavado de sus utilidades, constituye una operación altamente compleja que de-manda la participación de múltiples actores especializados, la comercialización enpequeña escala constituye una labor relativamente sencilla.

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El surgimiento del microtráfico parece de fácil comprensión si se miran lasinmensas posibilidades de concurrir con algunos cientos de gramos a unmercado con relativamente pocas barreras de entrada y con una demandaabierta y en expansión de cientos o miles de toneladas.9

Aunque en el extremo de la sencillez se encuentran empresas demicrotráfico unipersonales, propias de etapas incipientes de la actividad ode empresarios ocasionales, la característica general en tal nivel de mer-cadeo es la conformación de redes informales con diferentes tamaños ygrados de complejidad y eficiencia, que dependen, como en todo negocio,de múltiples factores entre los que se destacan la antigüedad y experien-cia, los volúmenes transados y la capacidad de su líder. No obstante, comolo plantean Guarnizo y Díaz (2003:296), lo predominante es que

Las redes del narcotráfico son pequeñas, muy cerradas y están conforma-

das por gente de confianza. Para los migrantes ligados al negocio de la

droga, la búsqueda individual de ingresos está envuelta en un denso tingla-

do de expectativas sociales y obligaciones recíprocas. Las relaciones tie-

nen como base fuertes principios de lealtad y reconocimiento del patrón

como un benefactor y proveedor de favores.

En su esquema básico, un negocio de microtráfico requiere de dos nodos:uno en Colombia que debe adquirir y despachar la mercancía y otro en elexterior encargado de recibirla y comercializarla. La conexión entre ambospuede darse, por ejemplo, a través de un envío postal o, lo que parece sermás común, por medio de un correo humano (‘mula’),10 que para el efecto dela empresa es un elemento contingente. Ambos nodos han de contar con elconocimiento suficiente del ambiente en el que se desenvuelven y los contac-tos requeridos para el cumplimiento de su labor que, en la medida en que laoperación continúe o crezca, podrán convertirse en miembros de la red o ser

9. “En los mercados mundiales se dispondría [en el 2002] de un volumen máximo de 100 a 150toneladas. Quedan por determinar las consecuencias de esa evolución para los mercadosilícitos de heroína[...] La producción mundial de cocaína se estima todavía en aproximada-mente 800 a 1.000 toneladas por año, aunque los datos disponibles siguen siendo vagos. Esprobable que la producción de cocaína haya sido ligeramente superior en 2000 y 2001, debidoa los aumentos registrados en Colombia en años recientes” (Naciones Unidas, 2002: 12).

10. Aunque un reciente estudio plantea que “se verifica una tendencia de crecimiento delmicrotráfico de estupefacientes en correo postal frente a la modalidad de correos humanos.Este incremento se debe a que los controles ejercidos por las autoridades son menores enel área del tráfico postal” (Guevara, 2002: 4).

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reemplazados por otros de ellos. Las comunidades de migrantes y las redestransnacionales asociadas a ellas, pueden constituir, bajo determinadas con-diciones, un soporte idóneo para el surgimiento de otras redes como las acaba-das de plantear, y ese parece ser el caso en relación con el Eje Cafetero.

Es en el marco de ellas donde se obtienen los primeros contactos perso-nales necesarios para el negocio del microtráfico y se encuentran los socios,que por el parentesco o relación de vieja data, ofrecen las condiciones deseguridad (confianza, conocimiento, lealtad) requeridas, incluidas las posibi-lidades para las retaliaciones que, eventualmente, deban tomarse. En casode falla o delación siempre permanece, como medio de presión o de represa-lia física, el recurso del conocimiento de la persona y su familia en los paísesde destino y de origen.

Adicionalmente, la misma migración ofrece otras condiciones suscepti-bles de utilizarse ventajosamente en el negocio. Los flujos normales deviajeros migrantes,11 que proporcionan una buena cobertura para la activi-dad, representan, además, un amplio grupo dentro del cual es factible re-clutar los correos, tanto para el transporte de la droga como para el ingresoy lavado del dinero. Pasaportes, visas, experiencia en viajes internaciona-les, cupos de giro y de transporte de divisas y, en ocasiones, hasta pasajesde los migrantes se convierten en logística y capital de trabajo de las re-des, facilitándoles su operación y reduciéndoles costos.

El microtráfico desde el Eje Cafetero hacia el exterior ha llegado a ser,con respecto al reducido ámbito regional, una empresa amplia, no conce-bible al margen de sus redes migratorias, pero con una imagensobredimensionada de su aporte real al comercio de las drogas ilegales, queha incidido en la generación, de manera especial fuera del país, de estereoti-pos injustos sobre las gentes originarias de él y por esa vía de los colombia-nos en general. Estimaciones hechas para el período 2000-2001 indican quetal aporte es calificable apenas de modesto:

Teniendo en cuenta que la máxima tasa de interceptación estimada a nivel

mundial se ubica en el 30% y suponiendo que en Colombia se produzca la

11. Que en el caso regional han permitido al aeropuerto de Pereira el carácter de internacional,con algunos vuelos directos al exterior y con la posibilidad de realizar los trámites migratoriosen él, aún tratándose de vuelos con conexión en Bogotá.

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tercera parte (interceptación local de10%), la cifra traficada anual, conjunta

de cocaína y heroína, desde el Eje Cafetero, durante los dos últimos años,

sería de 2380 kgs, o sea que se estaría hablando, en cifras redondas, de

apenas menos de dos y media toneladas, equivalente a uno solo de los

envíos medianos que realizan los grandes empresarios por vía marítima.

Ahora, si se considera que el mercado mundial conjunto de cocaína y

heroína no ha sobrepasado las 1400 toneladas (incluida la droga incau-

tada), se concluye que el aporte conjunto del sector de correos huma-

nos de la región cafetera a ese mercado es apenas cercano a 0.17 %,

lo cual, como se decía atrás, explica la facilidad de inserción dentro del

mismo (Mejía, et. al., 2002: 94-95).

Y ya que se menciona el tráfico mayor, vale la pena aclarar que la rela-ción de éste con las redes migratorias aludidas debe tener un caráctermucho más limitado, dado que sus exigencias logísticas superan amplia-mente las posibilidades de ellas, alcanzando apenas, posiblemente, algu-nas funciones secundarias de apoyo (para una sucinta discusión sobreeste tema, (ver Guarnizo y Díaz 2003).

Otras condiciones relacionadas con el surgimientodel microtráfico desde el Eje Cafetero

Pero mientras las redes migratorias representaron una oportunidad para elsurgimiento y consolidación del microtráfico desde la región, otros hechosconstituyeron las condiciones que posibilitaron el aprovechamiento de ella ysu conversión en el negocio que es hoy.

Desde finales del siglo XIX, cuando en Manizales se creó el Banco In-dustrial y ya funcionaba el Banco Antioqueño como soporte para operacio-nes nacionales e internacionales (Sepúlveda,1997: 369), la región cons-truyó fuertes vínculos con el exterior a partir de la comercialización del café,extendidos luego por la exportación de otras mercancías, destacándose en-tre ellas las confecciones de ropa, particularmente en Dosquebradas y Pereira,al punto que ésta llegó a ser conocida como la capital de la camisa.

Tales nexos y experiencias, muy probablemente, posibilitaron, a algunos,el desarrollo de otros tráficos, ya de carácter ilegal, incluidos el contrabando

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de exportación del mismo grano, el de importación de mercancías de dis-tinto tipo y, desde el último cuarto del siglo XX, el despacho de cocaína agran escala. No están, por ejemplo, muy lejos los tiempos en que el caféfluía de manera fraudulenta hacia el Pacífico por el puerto de Buenaventurao por caminos más escabrosos que buscaban la salida al mar por los ríosdel vecino Departamento del Chocó. Tampoco lo está la llegada de gran-des y variados alijos de electrodomésticos y otras mercancías que serepartían a domicilio entre los mayoristas locales; ocasionando, de cuan-do en cuando, algún escándalo en los medios. Respecto al tráfico mayorde drogas desde la región, cabe recordar que personajes de ella estuvie-ron entre sus precursores, al punto que uno encabezó lo que fue, quizás,el primer ‘organigrama’ que hizo público el gobierno estadounidense sobrelos grandes ‘carteles’ colombianos de los años 70 y 80. Por su parte, estaactividad realimentó el contrabando de bienes en general, asociado ahoraal lavado de dineros.

Evidentemente, el peculiar modo de inserción de la región en la econo-mía global ha permitido que en ella existiera, previo al desarrollo delmicrotráfico, una experiencia delictuosa que le sería útil a éste, la cualhabía generado no sólo un ‘know how’ sino toda una infraestructura, entrela que se podían contar rutas de abastecimiento de la droga y redes deapoyo, con falsificadores y tramitadores de documentos de viaje,12 autori-dades y funcionarios de terminales y empresas de transporte venales yservicios de ‘seguridad’ ilegales para cumplir labores de amedrantamiento yajuste de cuentas inherentes al negocio.

Si a lo anterior se suman una posición geográfica privilegiada en el centrodel país, así como una infraestructura vial y de comunicaciones que incluye,además de la existencia de cuatro aeropuertos (Pereira, Armenia, Manizalesy Cartago), el fácil acceso a otros tres de los más importantes de Colombia(Bogotá, Medellín y Cali), con la opción de diferentes rutas y conexiones,tanto para el abastecimiento como para la comercialización, se puede decirque las condiciones para el surgimiento del microtráfico desde el Eje Cafeteroeran óptimas.

12. Actualmente, una de ellas, ante las dificultades de visado que en los últimos años se le hanimpuesto a los colombianos, ofrece ‘paquetes completos’ a los migrantes, que incluyen visa,pasajes, con salida a través de Ecuador o Venezuela y conexiones laborales en el lugar dedestino (especialmente España), cobrando por ello 15 millones de pesos, unos 5400 dólares.

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Evidencia empírica y testimonios

La amplitud lograda por algunas redes de microtráfico se ilustra medianteel Anexo al final del capítulo, donde se presentan, a manera de ejemplo,noticias sobre el desmantelamiento de seis de ellas relacionadas con el EjeCafetero. Es importante resaltar aquí el carácter global de este mercado,pues, en todos los casos, supera los dos vínculos mínimos necesarios, Co-lombia y un país de destino, llegando a involucrar hasta cinco países, con unvasto número de localidades en ellos, entre cuatro y once.

Aunque el peso de la familia, los amigos y paisanos en la composiciónde las redes puede continuar siendo importante en las más desarrolladas,como en el último caso presentado en el Anexo, el “familismo”, en el senti-do de Banfield (1958) referido atrás, es ampliamente superado en ellas, alinvolucrar personas de otras nacionalidades. Tal situación termina siendocasi impuesta por el crecimiento del negocio, que aumenta los requeri-mientos de personal, sobre todo si se acude para el ingreso de los dinerosa Colombia a métodos como el ‘pitufeo’, consistente en múltiples envíos depequeñas sumas.

Desde los Estados Unidos, por ejemplo, no ha sido extraño el pago delpasaje a conocidos residentes allí para el transporte de divisas a Colombiaen cantidades inferiores al límite legal de 10.000 dólares. A propósito deuna de tales maniobras, un participante en ella comentaba de manera exa-gerada y picaresca: “todo el mundo aprovechó para venir a dar la vueltica”.

Sobre el mecanismo de giros es ilustrativo el último caso del Anexo, comolo es, respecto a una operación en menor escala, la trascripción de una inter-ceptación telefónica encontrada en un expediente judicial analizado durantela investigación sobre las ‘mulas’ del Eje Cafetero (Mejía, et. al., 2002: 110):

G- Me entregaron 7.937M- Váyase ya para Money Gram.G- SisasM- O cualquier otra parte que usted pueda enviar, a Western Union y cual-

quiera de esas y le envía a C. 3000 y a mí otros 3000.G- Pero si no se puede, güevón.M- ¿Cuánto es lo máximo que puede enviar, como 1500?

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G- 700.M- Entonces de a 700 a diferentes personas. Al man del Perú le envía 3000

¿Será que para allá si se puede?G- Para Urupe si se puede. Bueno, averiguo lo máximo que se pueda enviar.M- Mande uno a nombre de mi hermano M., mi mamá y a nombre mío, 7 por

3 son 21, toca así entonces; a nombre de C., de L., de J.¿Listo?G- ListoM- Ojalá por diferentes casas para que...G- Si, lógicoM- Me llama apenas lo coloqueG- Tengo que dar direcciones y teléfonos de allá de ColombiaM- Qué hijueputa, délos...G- CualquieraM- Pendiente con el papel que acá estamos sin plataG- PerfectoM- Bueno, que Dios lo bendiga pues.

Con relación específicamente a las ‘mulas’ que, como se dijo atrás, tienden aposeer un carácter contingente dentro de las redes, se encontraron, en las origi-narias del Eje Cafetero, varias asociaciones directas con la migración, siendo lamás clara de ellas que un poco más del ocho por ciento de la muestra teníanresidencia en el exterior al momento de su captura; la mayor parte en EstadosUnidos, pero otras en España, Venezuela y Puerto Rico.

Soy ciudadano americano, es la primera vez que entro a Colombia. En el

día trabajaba de mecánico y en la noche expendía drogas, pero nadie en

mi familia sabía de esto (correo humano, hombre, 21 años).

Nací en Estados Unidos, tengo ciudadanía americana; mi vida es muy

callejera y casi siempre he estado en el negocio de las drogas, desde el

expendio hasta el transporte. La relación con mi padre es buena aunque

dejada, los dos hemos participado del negocio. Los primeros viajes que

hice me los patrocinaron, luego los otros los hice por mi cuenta (correo

humano, hombre, 18 años).

Uno cuando experimenta la amargura de la soledad es cuando piensa

racionalmente en la magnitud de los actos, pues mi familia está en el

exterior y mi pareja me dejó totalmente abandonado (correo humano,

hombre, 30 años).

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Además, la tercera parte de quienes residían en Colombia viajaban con inten-ción de establecerse fuera del país o visitar parientes en esa condición y vieron enel transporte de droga un medio para facilitar su propósito. Los siguientes testi-monios, con argumentos diversos, son ilustrativos al respecto:

En el sector es muy común la vinculación de jóvenes como “mulas”,

muchos de mis alumnos tienen hermanos en ese oficio y ello no es

ningún secreto, la idea es que ‘si quiere vivir bien, váyase, hay que

arriesgarse’. Y los demás de la familia esperan que el que viaja les

abra el camino para poder emigrar, en condición de ‘mulas’ o no (edu-

cadora del barrio Boston de Pereira, 42 años).

Esperaba quedarme en España, trabajando en el campo o en casas de

familia (correo humano, mujer, 46 años).

Aparte del dinero que iba a recibir me motivaba viajar a España porque

allá tenía un trabajo que me esperaba y yo no tenía cuando conseguir el

pasaje para ir (correo humano, hombre, 45 años).

Recibí una llamada para un trabajo en el exterior porque tenía visa vigen-

te y cuando fui a la entrevista y me enteré de qué era lo rechacé, pero

empecé a recibir amenazas con mi familia y eso me atemorizó y acepté

(correo humano, mujer, 30 años).

Ellos buscan personas que ya tengan visa y lleven varios viajes para

que pasen más fácil (correo humano, hombre, 55 años).

Quería ayudarle a mi mamá a conseguir la ciudadanía en Estados Uni-

dos, la idea surgió allá (correo humano, hombre).

Quería asilarme en España para sentirme seguro (correo humano, hom-

bre 29 años).

Me ofrecieron el pasaje si llevaba una mercancía (correo humano, hom-

bre, 24 años).

Iba a quedarme porque mi hijo y mi hermana viven allá (correo humano,

mujer, 44 años).

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203

Tenía que ir a Nueva York a una operación del pie, porque yo tengo

familia allá (correo humano, hombre, 37 años).

Pero las anteriores no son las únicas relaciones que se encontraron delas mulas con la migración. Las hubo de otro tipo, como las de personasreclutadas por la calificación que les daba el hecho de disponer de documen-tación de viaje y experiencia en desplazamientos internacionales, por habervivido en el exterior o visitado parientes en él; al respecto vale la pena anotarque casi el sesenta por ciento de la muestra de correos entrevistados habíanrealizado por lo menos un viaje internacional previo al de captura. También seencontraron situaciones atípicas como la de “un señor que viajaba a EstadosUnidos a cobrar 300.000 dólares de indemnización por su padre muerto y secargó de cocaína ‘para redondear el viajecito’” (fiscal de Armenia).

Acotamiento del fenómeno

Los datos anteriores no son concluyentes respecto a la verdadera di-mensión del fenómeno, pero si permiten hacer, como se hizo respecto a losvolúmenes de migrantes, algunos acotamientos de ello.

A partir de la cantidad promedio de droga transportada por un correohumano desde la región (1.038 gramos), conocida por las inter-ceptaciones, el despacho de los 2380 kgs. anuales referidos atrás exigi-ría, como máximo, 2.293 correos humanos, bajo el supuesto de que cadaviaje fuera hecho por uno diferente. Si, como también se dijo, uno de cadatres correos aprovecha la situación para adelantar otra actividad relacionadacon la migración, desde radicarse fuera o visitar parientes, entonces setendría que, en condiciones extremas, asumiendo que la totalidad de quie-nes van en plan de visita también se radican, la contribución anual delmicrotráfico regional al flujo migratorio colombiano apenas llegaría a unas800 personas, que en términos realistas, considerado lo extremo de lossupuestos, difícilmente alcanzaría a la mitad de tal cifra.

Para el cálculo de la participación en el micrográfico, no ya en flujo sinodel volumen (stock) de colombianos en el exterior, no se cuenta con apo-yos semejantes; pero con la ayuda de otros supuestos razonables se pue-de establecer también una cota superior. Asumiendo un promedio de diezviajes anuales por red, el número de éstas estaría alrededor de 238 y si a

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204

cada una de ellas estuvieran vinculados diez compatriotas, el total de losmismos apenas se acercaría a 2500, en lo que sería un escenario extre-mo, comprometiendo, en consecuencia, a sólo el 0.06% de los cuatromillones de colombianos que se dice hay en el exterior o al 0.5% de losque dentro de ellos proceden del Eje Cafetero, si solo éstos participarandel negocio.

Evolución de las redes de microtráfico

La informalidad de las redes de microtráfico les permite tal capacidadde adecuación a nuevas circunstancias, mediada por la iniciativa e inte-ligencia de sus líderes, que augura el mantenimiento de la actividad mien-tras se den la demanda y los niveles de rentabilidad que justifican lainversión y el riesgo. En el caso específico del Eje Cafetero, sus grandescontingentes de emigrantes en el exterior seguirán constituyendo unaoportunidad para el surgimiento de nuevas redes, máxime cuando el de-sarrollo del negocio en la región ha mejorado las condiciones que ledieron origen, al elevar el conocimiento sobre el mismo y permitir la for-mación de verdaderos especialistas en tareas específicas como el em-paque y camuflaje, la preparación de los correos, el ingreso y lavado deldinero, etcétera.

A pesar de esas nuevas redes, se espera que el microtráfico regionalpierda el protagonismo mediático que ha tenido. Ello será consecuenciadel reemplazo, que ya se está viendo, de correos de la zona por los deotros lugares del país y por extranjeros, así como de la reducción de usode los aeropuertos tradicionales de salida, buscando evitar la asociación,que hacen las autoridades nacionales y de los principales países de des-tino, de la región al narcotráfico, lo cual ha terminado aumentando el ries-go de detección. Los efectos de esta pérdida de ventajas sobre los costosde los traficantes locales, sobre su competitividad y como consecuencia,sobre la importancia de la actividad en la región aún están por verse.

Consideraciones finales

La situación del Eje Cafetero sugiere que la relación histórica y actualentre el microtráfico y la migración desde él corresponde más a una afec-tación y aprovechamiento mutuos entre los dos fenómenos que a relacio-

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nes de causalidad en cualquier sentido. En otras palabras, puede decirseque el microtráfico surge en medio de la migración y que una mínimafracción de ésta se realiza en medio del microtráfico, sin que podamosresponsabilizar a éste (y menos, posiblemente, al tráfico mayor) de co-rrientes u oleadas migratorias (Collier, et. al., 2001: 6) desde Colombia y,tampoco, sin que se pueda asociar a un número significativo de nuestrosmigrantes con él, como las cifras aportadas atrás parecen evidenciarlo.

El peso específico del microtráfico considerado es apenas marginal.Las mulas de la región movilizan sólo el 0.2% de la mercancía que setrafica y el 0.06% de nacionales residentes en el exterior que estaríanligados a las redes que soportan el negocio es realmente muy bajo. Elmicrotráfico con origen en el Eje Cafetero y sus relaciones con los proce-sos de movilidad humana, sin dejar de ser fenómenos socioeconómicos yculturales de interés, derivan su peso de las discusiones actuales de po-líticas públicas, especialmente del protagonismo mediático, como se haquerido sostener en el presente escrito. La resonancia de sus relaciones,en cuanto a los patrones de vida e inserción en las actividades económi-cas, tanto en norte como en el sur, están por determinarse, aunque desdeesta presentación se vislumbran efectos sobre la interacción cultural entrelas sociedades de origen y las de destino.

Las redes de microtráfico (y no sólo ellas) son, en esencia, trans-nacionales, con múltiples expresiones de tal carácter, dadas no sólo porla ejecución permanente de actividades y la existencia de intereses enmás de un país, sino por la movilidad frecuente de sus miembros y losintercambios de diverso tipo y sentido que propician, quizás con más in-tensidad que el migrante común, por los mayores recursos disponibles,que pueden permitirles extravagancias, como la de un exitosomicrotraficante que pretendió realizar un campeonato de fútbol de las co-munidades en las que participaba en Pereira, Madrid y Nueva York y cuyarealización sólo se vio frustrada por su muerte.

El microtráfico es apenas una variable, entre muchas, de inserción dela región en el mercado global, aprovechando ventajas comparativas acu-muladas en la zona y las oportunidades que ofrece la creciente demandadel norte. Aunque en relación con un producto ilegal, las relaciones econó-micas, sociales u culturales alrededor del negocio no escapan a las re-glas de juego del modelo económico dominante.

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Anexo

Desmantelamiento de redes relacionadas con el Eje Cafetero.Noticias de prensa, 1996-2003.

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MDMA (éxtasis): usos y

potencialidades terapéuticas1

José Carlos Bouso Saiz y Gregorio Gómez-Jarabo.2 3

([email protected])

Resumen

En los numerosos estudios clínicos farmacológicos realizados conMDMA en los últimos años con voluntarios sanos no se han observadoefectos secundarios prolongados ni discapacitantes,4 lo cual indica que la

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. Artículo aparecido originalmente en versión electrónica en: www.eon-magazine.com2. Cátedra de la Fundación Cultural Fórum Filatélico de Psicobiología y Discapacidad. Depar-

tamento de Psicología Biológica y de la Salud. Facultad de Psicología. Universidad Autóno-ma de Madrid. 28049. Madrid, España. Contacto: [email protected]

3. José Carlos Bouso Saiz es licenciado en Psicología. Tiene formación clínica especializada enpsicoterapia centrada en el cliente y en terapia estratégica breve. Actualmente realiza sutesis doctoral investigando la seguridad y la eficacia de la MDMA para el tratamiento delTrastorno de estrés postraumático. Su investigación está financiada por la Asociación norte-americana MAPS Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies –www.maps.org.

4. Ver nota Nº 21.

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MDMA, cuando se consume puntualmente en un contexto controlado,por personas físicamente sanas, con dosis conocidas, sin mezclarlocon otras drogas o psicofármacos, y bajo una supervisión médica apro-piada, parece ser una sustancia bastante segura.5 Esto, junto con losinformes preliminares publicados hasta el momento, en los que se mues-tran las potencialidades terapéuticas de la MDMA unido a los numero-sos casos anecdóticos en los que algunos pacientes narran sus bene-ficios terapéuticos cuando tomaron MDMA en un contexto de psicote-rapia,6 indica que la MDMA puede ser una herramienta muy útil parafacilitar el proceso psicoterapéutico, haciéndolo más eficaz y menosdoloroso.

Palabras clave: MDMA, éxtasis, psicoterapéuticas.

Abstract

The MDMA (3,4-metilendioximetanfetamine) is the popular knownsubstance called ecstasy. The MDMA, before its consumption was popularin entertaiment activities, was broadly used as a substance in psychotherapytreatments. Its use began in the early 70’s until 1986 in the USA and from1988 to 1993 in Switzerland. This substance was used because of its uniqueproperties to facilitate to the patients difficult emotional experiences and atthe same time to strengthen the therapeutic alliance, which is was one ofthe principal variables that predicts the psychotherapeutic changes. Thisarticle reviews the history and uses of the MDMA in psychotherapy and themain psychopharmacologic effects of the substance which make it a verypeculiar therapeutical substance. Finally some recent studies with MDMAare describe.

Key words: MDMA, ecstasy, psychotherapy, history, psychopharmacology,therapeutic potentialities.

5. GROB CS y POLAND RE., MDMA: a critical reappraisal. En: LOWISON, J.H.; RUIZ, P;MILLMAN, R.B. y LANGROD, J.G., Substance abuse: a comprehensive texbook. 3th Ed,Baltimore: Williams and Williams, 1997. p: 269-275.

6. ADAMSON, S., Through the gateway of the heart. Account experiences with MDMA and

other emphatogenic substances. [En línea] San Francisco: Four Trees Publications 1985.en: http://www.maps.org/gateway/. Otros casos anecdóticos pueden encontrarse en:http://www.maps.org/research/mdma/index.html#healing

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1. Introducción: breve reseña histórica

La MDMA (3,4-Metilendioximetanfetamina) es la sustancia química quese conoce popularmente como éxtasis. Sin embargo, la MDMA, antes deque saltara a los circuitos de ocio nocturno como una sustancia recreativa,fue ampliamente utilizada por un nutrido grupo de psicoterapeutas norte-americanos y en menor medida suizos, para facilitar el procesopsicoterapéutico de sus pacientes.

La MDMA fue sintetizada en 1912 por los químicos de la empresa farmacéu-tica Merck como subproducto de síntesis de un fármaco con propiedadesvasoconstrictoras llamado Hidrastinín.7 Contrariamente a lo difundido por algu-nas fuentes bibliográficas, la MDMA nunca llegó a ser ensayada con algún finespecífico en animales o en humanos hasta cuando, a mediados de los años 50,el ejército norteamericano evaluó su toxicidad en algunas especies animales,junto con un amplio abanico de sustancias estructuralmente similares.8

Debido al nulo interés que suscitó la sustancia en esos experimentos, nun-ca llegó a ensayarse en humanos (a diferencia, por ejemplo, de la MDA, unasustancia de propiedades farmacológicas parecidas a la MDMA, que en losEEUU se administró a humanos sin pedirles su consentimiento en el curso deuno de los famosos programas de inteligencia militar llamado MK-ULTRA, enel transcurso del cual, una persona desencadenó una reacción fatal al admi-nistrarle una sobredosis).9 A principios de los años 70, un químico norteameri-cano llamado Alexander Shulgin (descubridor de varias decenas de sustan-cias psicoactivas) re-sintetizó la MDMA y evaluó consigo mismo y en un pe-queño grupo de colaboradores su psicoactividad. El informe de esos ensayosfue publicado en 1978 en una revista de farmacología especializada.10

7. GAMMA, A., A footnote on the history of MDMA [En línea] MAPS Bulletin; Vol 8, N. 1 Spring,p.57 1998. en: http://www.maps.org/news-letters/v08n1/08157for.html

8. HARDMAN, HF; HAAVIK, CO y SEEVERS, MH. Relationship of the structure of mescaline

and seven analogs to toxicity and behavior in five species of laboratory animals. Toxicol

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9. LEE, M y SHALIN, B., Acid dreams: the CIA, LSD, and the sixties rebellion. New York:Grove Press, 1985.

10. SHULGIN, A. y NICHOLS, DE., Characterization of three new psychotomimetics. En: RCStillman y RE Willette: The psychopharmacology of hallucinogens. New York: PergamonPress, 1978. p: 74-83.

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Dentro del grupo de colaboradores del Dr. Shulgin, que autoexperimentócon MDMA, se hallaban algunos psiquiatras, algunos de renombre interna-cional como Claudio Naranjo. En ese primer informe se describía a la MDMAcomo “una sustancia que parece evocar un estado alterado de concienciafácilmente controlable con connotaciones emocionales y sensuales”.11

Algún tiempo después de estos experimentos, otro psiquiatra llamadoLeo Zeff (conocido en algunos círculos como “The Secret Chief”), estandoya en el ocaso de su carrera profesional y a punto de retirarse, tambiénautoexperimentó con MDMA.12 Zeff percibió el potencial terapéutico de laMDMA por su capacidad para inducir experiencias de “belleza y amor ybienestar emocional y aceptación de uno mismo y de realización de la pro-pia perfección”.13 Leo Zeff dedicó el resto de su carrera profesional a ense-ñar a otros terapeutas a utilizar la MDMA con sus clientes, y una personamuy cercana a él estimó en más de 4000 las personas a las que inició en laexperiencia con MDMA.14

El uso terapéutico se diseminó de Costa a Costa de los EEUU estimán-dose que entre principios de los años 70 y principios de los 80, se distribu-yeron unas 500.000 dosis.15 Durante esos años, su consumo con finesrecreativos era prácticamente anecdótico, cuando no insignificante. El usomás extendido y casi exclusivo se realizó dentro de contextos terapéuticos,siendo relativamente popular dentro de las nuevas tendencias ya estable-cidas por esas fechas de las terapias de grupo, los grupos de encuentro,los nuevos grupos afines al movimiento New Age y las viejas escuelas decrecimiento personal como la Gestalt, el psicodrama o la bioenergética, elmovimiento del potencial humano y las psicologías transpersonales, perotambién en el marco de terapias fenomenológicas y psicodinámicas.

11. ibíd, p: 77.12. SAUNDERS N., 1993. E for Ecstasy. [En línea] London: Saunders en: http://

www.ecstasy.org/books/e4x/13. Stolaroff M., The Secret Chief. Conversations with a pionner of the underground

psychedelic movement. Charlotte, NC: MAPS, 1997. pg: 91.14. SHULGIN, A. y SHULGIN, A. Pihkal. A chemical love story. Berkeley: Transform Press,

1992.15. ROSENBAUM, M. y DOBLIN, D., Why MDMA Should Not Have Been Made Illegal. En: JA

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Puede decirse, que cada aproximación psicoterapéutica, a excepción delas terapias de corte conductual, adaptó pragmáticamente, en mayor o me-nor grado, el potencial terapéutico de la MDMA a sus planteamientos concep-tuales de cara a facilitar el proceso terapéutico o el desarrollo personal de susclientes.16

Las fuentes de abastecimiento de MDMA, de estos terapeutas, eranalgunos grupos de químicos profesionales, interesados por el movimientodel potencial humano, que facilitaban la MDMA a los terapeutas interesa-dos en investigar con ella, junto con pequeños manuales informativos enlos que se explicaba cómo utilizarla. Uno de estos grupos, a principios delos años 80, intuyó el potencial económico que supondría abastecer tam-bién determinados circuitos de ocio; en algunas ciudades norteamerica-nas, a principios de los años 80, podía incluso comprarse con tarjetas decrédito.17

Si las potencialidades terapéuticas se fueron diseminando lentamentepor los EEUU, la velocidad de diseminación de sus potencialidades re-creativas se multiplicó en tan sólo unos años, de tal manera que, si hasta1981 se habían sintetizado 500.000 dosis de MDMA, en un solo año (1985),cuando la DEA inicia el proceso de prohibición, se sintetizaron el mismonúmero de dosis e incluso en algunas ciudades (como en Austin, Texas)pudieron llegar a distribuirse ese mismo número de dosis en un solo mes.18

A pesar de todo el consumo recreativo de MDMA era minoritario e insigni-ficante antes de que la DEA lo prohibiera, sobre todo si se compara, porejemplo, con el consumo de cocaína y de otras “drogas de abuso” en esosmismos años.

Aún así, resultó ser lo suficientemente sobresaliente como para que lacirculación de la sustancia en el mercado ilícito de drogas llegara a oídosde la DEA (Agencia Antidroga norteamericana), que inició en 1985 su pro-ceso de clasificación como droga prohibida. La DEA sin embargo,sorprendentemente, no conocía el uso terapéutico que de la MDMA se ve-nía realizando desde hacía 15 años, por lo que se encontró inesperada-

16. Para profundizar en la historia de los usos terapéuticos de la MDMA, ver EISNER, B. La

historia del MDMA. Barcelona: Obelisco, 1995.17. BECK. J. y ROSENBAUM, M., Pursuit of Ecstasy. The MDMA Experience. Albany NY:

State University of new York Press, 1994.18. ibíd.

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216

mente con la oposición a la clasificación de la MDMA por parte de los partida-rios del uso terapéutico. Tras más de un año de auditorías legales, finalmenteel juez administrativo de la DEA, Francis Young, recomendó incluir la sustan-cia en la lista III, lista que permite la investigación y el uso terapéutico contro-lado de las sustancias allí incluidas. Sin embargo, desoyendo los consejosde su juez, la DEA optó por incluirla en la lista I, lista en la cual se incluyensustancias con un elevado potencial de abuso y sin ninguna utilidad médica.Algunos meses después, la OMS ratificaba la decisión de la DEA a la vez queinvitaba a los Estados a “investigar esta interesante sustancia”.19

En el BOE del 31 de mayo de 1986 España ratifica la decisión de laOMS quedando desde entonces prohibida su venta y distribución para todoel estado español. Desde 1972, cuando la DEA tuvo conocimiento por pri-mera vez de la circulación de la MDMA, hasta mayo de 1985, cuando laDEA la incluye en la lista I de sustancias psicotrópias, se habían presenta-do ocho urgencias médicas, ninguna de ellas fatales. Teniendo en cuentaque el consumo de MDMA durante los últimos 15 años había alcanzado las3 millones de dosis, entre los usos terapéuticos y los recreacionales, lasescasas reacciones adversas aparecidas hasta el momento parecen signi-ficar que la MDMA, cuando se administra en contextos controlados, resultauna sustancia bastante segura.20 Si, además, la MDMA no se administrabamás de 4 veces al año (lo normal era un par de veces a lo largo de untratamiento completo), no parecía suponer tampoco una droga de alto ries-go de secuelas fisiológicas a largo plazo tomándose en ese régimen deadministración.

Por último, en Suiza, se estuvo utilizando MDMA en contextos terapéu-ticos desde 1988, pero por causas no relacionadas con la MDMA, ésta sedejó de utilizar definitivamente en 1993.21 En el resto de Europa el usoterapéutico de MDMA está indocumentado, a excepción del uso soterradoque realizó el famoso psiquiatra Ronald Laing en el Reino Unido (el ReinoUnido había incluido la MDMA en sus listas de sustancias controladas en1977) después de tomarla en el Esalen Institut de California en 1984 yconvencerse también de sus potencialidades terapéuticas.22 Desde enton-

19. La documentación completa referente al proceso de prohibición de la MDMA puedeencontrarse en: http://www.maps.org/dea-mdma/

20. ROSENBAUM y DOBLIN, op.cit.

21. SAUNDERS, op. cit.

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ces, la utilización terapéutica de MDMA sólo la practican algunos terapeutas“underground” esparcidos por todo el mundo occidental que creen firmementeen los beneficios terapéuticos que brinda a sus clientes, aún a riesgo deponer en peligro su situación legal.

En la actualidad existen dos equipos que tienen autorizaciones guberna-mentales para desarrollar ensayos clínicos de cara a investigar los usos tera-péuticos de la MDMA: uno en España23 y otro en los EEUU, ambos para tratarel Trastorno de Estrés Postraumático crónico en pacientes que no han mejora-do con otros tratamientos psicológicos y/o farmacológicos previos. Existe ade-más un plan estratégico de trabajo dirigido por la asociación norteamericanaMAPS (Multidisciplinary Association for Psyquedelic Studies -www.maps.org)para realizar ensayos clínicos con MDMA de cara a conseguir que ésta puedaser utilizada en el futuro legalmente con fines terapéuticos.24

2. Efectos subjetivos y potencialidades terapéuticas

La MDMA pertenece a una familia de sustancias químicas llamadasfeniletilaminas. De la molécula base de la feniletilamina, compuesta por unanillo aromático de benceno unido a una cadena etilamina se han sintetizadomás de 170 sustancias psicoactivas, entre las que se encuentran algunosestimulantes como la anfetamina y la metanfetamina, algunos psiquedélicoscomo la mescalina o el 2-cb, algunas anfetaminas alucinógenas como laTMA o el DOM y una cuarta clase de sustancias denominadas por algunosinvestigadores como entactógenos o empatógenos, como la MDMA, la MDEo la MBDB.25 La MDMA se considera por el momento el prototipo de sustan-cia entactógena. La molécula de la MDMA comparte pues algunas propieda-des estructurales con la mescalina y con la anfetamina, sin embargo, susefectos subjetivos difieren notablemente tanto de una como de la otra. Así,mientras que la mescalina es un psiquedélico que actúa principalmente alte-rando la percepción y el proceso de pensamiento, la anfetamina es un esti-

22. NASMYTH, P., Laing on Ecstasy. [En línea] http://www.drugtext.org/articles/89134.htm

23. Debido a ciertas presiones políticas el estudio español (coordinado por quien esto escribe) seencuentra cautelarmente interrumpido y se desconoce por el momento si se podrá continuar.

24. DOBLIN, R., A Clinical Plan for MDMA (Ecstasy) in the Treatment of Post-Traumatic

Stress Disorder (PTSD) Partnering with the FDA [En línea] http://www.maps.org/research/mdmaplan.html

25. Shulgin y Shulgin, op.cit.

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mulante que actúa principalmente incrementando la actividad física ymental y reduciendo el cansancio y la MDMA es un entactógeno queactúa principalmente sobre la esfera emocional induciendo sensacionesprofundas de bienestar, de autoaceptación y de sensible cercanía hacialos demás.

Los efectos secundarios que se han descrito, cuando se ha administra-do MDMA a sujetos voluntarios en el laboratorio comprenden, entre otros:incrementos significativos de la presión arterial y de la tasa cardíaca, ten-sión muscular, bruxismo y pérdida de apetito. Estos efectos secundariosno han resultado excesivamente molestos para los sujetos investigados nise han presentado reacciones adversas graves cuando se ha administradoa voluntarios humanos en contextos controlados.26 En los escasos informesque existen sobre el uso terapéutico que se hizo de la MDMA antes de1986, tampoco se han reseñado efectos secundarios graves agudos ocrónicos. Los informes sobre reacciones adversas graves y las muertesrelacionadas con la MDMA reseñados en la literatura médica se refie-

26. DE LA TORRE R, Farré M; ROSET, PN; HERNÁNDEZ LÓPEZ, C; MAS, M; ORTUÑO, J;MENDOYO, E; PIZARRO, N; SEGURA, J. y CAMÍ, J., Pharmacology of MDMA in Humans.Annals of the New York Academy of Science. [En línea] 2000; 914:225-37 en: http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=538GROB, CS; POLAND, RE; CHANG, L. y ERNST, T. Psychobiologic Effects of 3,4-

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Preliminary Observations, Behavioural Brain Research. [En línea] 1996. 73: 104-107 en:http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=31LESTER, SJ; BAGGOTT, M; WELM, S; SCHILLER, NB; JONES, RT; FOSTER, E. y MENDELSON,J. Cardiovascular Effects of 3,4-Methylenedioxymethamphetamine. A Double-Blind,Placebo-Controlled Trial. Annals of Internal Medicine. [En línea] 2000. 133(12): 969-973en: http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=1097MAS, M; Farré, M; DE LA TORRE, R; ROSET, PR; ORTUÑO, J; SEGURA, J. y CAMÍ, J.Cardiovascular and Neuroendocrine Effects and Pharmacokinetics of 3,4-

Methylenedioxymethamphetamine in Humans, The Journal of Pharmacology and Expe-rimental Therapeutics. 1999. 290(1): 136-145 [En línea] http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=220TANCER, ME. y JOHANSON, CE. The subjective effects of MDMA and mCPP in moderate

MDMA users. Drug Alcohol Depend. [En línea] 2001. Dec 1;65(1):97-101 en: http://www.erowid.org/references/refs_view.php?ID=1263VOLLENWEIDER, FX; GAMMA, A; LIECHTI, M. y HUBER, T. Psychological and

Cardiovascular Effects and Short-Term Sequelae of MDMA (Ecstasy) in MDMA-Naieve

Healthy Volunteers. Neuropsychopharmacology. [En línea] 1998. 19(4): 241-251 en: http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=291

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ren en todos los casos a consumos en contextos recreativos, donde gene-ralmente se superponen las dosis, a veces mezclando distintas sustan-cias y se realiza ejercicio físico continuado en lugares calurosos sin dejarque el cuerpo se refrigere periódicamente y sin una adecuada reposiciónde líquidos.

Debido a las propiedades únicas de la MDMA para actuar de maneraespecífica sobre las emociones sin alterar significativamente el sentido deidentidad, ni producir alteraciones relevantes en la percepción ni en lascapacidades cognitivas, a las sustancias del tipo MDMA algunos investiga-dores las han tratado de rebautizar para desligarlas de las sustancias clá-sicas, tanto psiquedélicas como estimulantes. A las sustancias tipo MDMAse les ha llamado, como ya se ha dicho, empatógenos y entactógenos.

La palabra empatógeno (“que genera empatía”), la acuñó el psicólogoRalph Metzner.27 Las personas que están bajo los efectos de la MDMA sue-len percibir a los otros como especialmente cercanos, acompañándose esacercanía de un sentimiento profundo de conexión afectiva con el otro. Enpsicoterapia se sabe, al menos desde Rogers.28 que la capacidad del tera-peuta para empatizar con su cliente, es decir, de ponerse en su lugar paraentender lo más aproximadamente posible su situación vivencial, a la vezque el cliente confíe plenamente en su terapeuta y sienta que ambos traba-jan en un objetivo común; estos procesos, englobados bajo el término “alian-

za terapéutica”, son cruciales para el buen desarrollo del proceso terapéuti-co. La MDMA, al potenciar la cercanía emocional en los clientes, se ha dichoque estrecha la alianza terapéutica.29 La alianza terapéutica se ha mostradocomo una de las variables que mejor predice el cambio terapéutico, indepen-dientemente del modelo de psicoterapia que se realice o de las técnicasutilizadas.30

27. ADAMSON, S. y METZNER, R., The Nature of the MDMA Experience and Its Role in

Healing, Psychotherapy and Spiritual Practice. [En línea] Revision, vol. 10, nº 4, spring:59-72 en: http://www.inch.com/~jholland/julie/metzner.htm

28. ROGERS, C. Psicoterapia centrada en el cliente. Barcelona: Paidós, 1997.29. GRINSPOON, L. y BAKALAR, JB., Can drugs be used to enhance the psychotherapeutic

process?. American Journal of Psychotherapy. [En línea] 40: 393-404 en: http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=630

30. ALEXANDER L. y LUBORSKY L., (1986): Research on the helping Alliance. En: LGreenberg y W Pinsof (Eds.): The psychotherapeutic process: A research hanbook.New York: The Guilford Press, 1986. pg: 325-366.

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Probablemente, la capacidad empatógena de la MDMA se deba en buenamedida a su capacidad para inducir sensaciones profundas de bienestar y deautoaceptación. Fue David Nichols el que definió estos efectos concretos conel término entactógeno (“que genera contacto con el interior”).31 La sensaciónde sentirse vivencialmente a gusto consigo mismo, percibiendo los aspectosmás “sanos” y vitales de la propia personalidad, sin duda permite a las perso-nas sentirse más cercanas unas a otras, ya que desaparece el miedo amostrarse tal y como se es, desapareciendo a su vez los sentimientos devulnerabilidad emocional.

Sin duda, estos efectos específicos de la MDMA son los que le hacenun producto tan generalizado como droga recreativa. Sin embargo, esosmismos efectos pueden aprovecharse en psicoterapia para facilitar el pro-ceso terapéutico de los clientes. De hecho, los términos empatógeno/entactógeno hacen referencia por igual a la capacidad de la MDMA parapermeabilizar las defensas psicológicas de las personas que estáninvolucradas en un proceso terapéutico, independientemente de que cadauno de los términos ponga más o menos énfasis en el proceso relacionalo en el intrapsíquico. Lo cierto, es que la MDMA utilizada apropiadamen-te en un contexto terapéutico reduce drásticamente la ansiedad y el mie-do a enfrentarse con aspectos problemáticos de las personas, facilitandoel acceso a emociones negativas y permitiendo su expresión de una for-ma positiva, reforzándose así la autoestima.

Uno de los aspectos más valorados por muchas terapias psicológi-cas es el insight. Desde este tipo de perspectivas teóricas, el avance enel proceso terapéutico pasa por la capacidad de las personas para to-mar conciencia de las causas de los problemas que les han traído a laconsulta. Sin embargo, para que el insight aporte algo al procesopsicoterapéutico debe acompañarse de una liberación emocional y no ser sim-plemente una mera comprensión intelectual.32 El insight, aunque generalmen-te beneficia a los clientes, produce ansiedad a un porcentaje importante deellos, e incluso algunos de los pacientes que mejoran en el tratamiento, ex-

31. NICHOLS DE, 1986. Differences between the mechanism of action of MDMA, MBDB, and

the classic hallucinogens. Identification of a new therapeutic class: entactogens, JPsychoactive Drugs; 18(4):305-13 en : http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=815

32. FRANK, JD., Elementos Compartidos por todas las psicoterapias. En: MAHONEY, MJ.y FREEMAN, A., Cognición y psicoterapia. Barcelona: Paidós, 1988. pg 73-102.

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perimentan el insight como algo angustioso e inquietante.33 La MDMA,al reducir la ansiedad y la angustia de los pacientes, puede favorecerla aparición del insight sin que éste se acompañe de tanta cargaansiógena, reduciendo así el sufrimiento de estos pacientes duranteel proceso terapéutico.

Resumiendo, el potencial terapéutico de la MDMA reside en permi-tir a los clientes el acceso a recuerdos, experiencias y emociones queproducen dolor emocional (tradicionalmente l lamados miedosneuróticos) y debido a que dicho dolor queda atenuado al permitir alcliente gestionar con desenvoltura sus emociones y comunicarlas deforma esperanzadora (ningún proceso psicoterapéutico puede resol-verse con éxito si los clientes no se sienten esperanzados o el tera-peuta no les trasmite la esperanza suficiente para que perciban queresolverán los problemas que traen a la consulta).

3. Estudios psicoterapéuticos con MDMA

A pesar de que la MDMA fue utilizada en psicoterapia durante másde 15 años y que la experiencia clínica pareció resultar muy positiva,lamentablemente nunca se realizaron estudios controlados para tratarde objetivar sus propiedades terapéuticas. Sí se publicaron algunosinformes donde algunos psiquiatras reflejaban los beneficios terapéu-ticos de sus clientes. Los trabajos más importantes son los de Greer yTolbert34 que trataron, entre 1981 y 1985, a más de ochenta pacientescuidadosamente seleccionados, de los cuales aproximadamente un

33. KERNBERG, OF; BURNSTEIN, CS; COYNE, R., APPEALBAUM, DA., HORWITH, H. y VOTH,TJ., Psychotherapy and Psychoanalysis. Final Report of the Meninger Foundation’s

Psychotherapy Research Project. Bull. Menninger Clin, 1972. 36: 1-198.34. GREER, G. y TOLBERT, R. Subjetive Reports of the Effects of MDMA in a Clinical Setting.

J. Psychoactive drugs. vol. 18 (4), 1986. 319-327 [En línea] http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=628GREER, G. y TOLBERT, R., The Therapeutic Use of MDMA. En: S. J. PEROUTKA (Ed.):Ecstasy: The clinical, pharmacological and neurotoxicological effects of the drug MDMA.

Boston: Kluver Academic Publishers: 1990. 21-36 [En línea] http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=1120.GREER, G. y TOLBERT, R., A Method of Conducting Therapeutic Sessions with MDMA.

J Psychoactive Drugs, vol. 30 (4), 1998. (oct-dec): 371-379 [En línea] http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=223

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90% obtuvo experiencias sólidamente positivas y beneficiosas que semantuvieron durante los dos años de seguimiento. De este 90%, a untercio, se le había administrado MDMA sólo una vez; a otro tercio y aun último tercio más de dos veces. Un seguimiento de 121 pacientestratados con MDMA y LSD en Suiza entre los años 1988 y 1993 encon-tró que un 65% mantenía una buena mejoría y un 26%, una pequeña mejo-ría después del tratamiento.35

También se documentaron algunos resultados positivos en el trata-miento de algunos sujetos con psicosis a los que se les administróMDMA en terapias de familia para potenciar la comunicación entre losmiembros de la familia.36 En 1988, en el marco de un estudio clínicono controlado, se administró MDMA a 18 excombatientes con traumasde guerra en un hospital de Nicaragua en los que el beneficio principalen un el 72,2% de los pacientes fue una estimulación de la socializa-ción.37 En abril de 1985 se celebró un simposium en el Esalen Institutede California donde se congregaron los terapeutas más relevantes quehasta entonces habían realizado terapias con MDMA para poner encomún sus experiencias y resultados. Entre los 35 terapeutas que asis-tieron se encontraban Stanislav Grof, Francesco Di Leo y Claudio Na-ranjo. Se explicaron detalladamente las propiedades favorables deluso terapéutico de la MDMA, fundamentalmente debidas a lo específi-co de sus efectos y a la breve duración de su acción, y se consensuóque las indicaciones para las que la psicoterapia con MDMA habíamostrado los beneficios más importantes, eran en el tratamiento delos trastornos derivados del abuso físico y sexual durante la infancia yde las agresiones sexuales.

Se destacaron sus beneficios en terapias de pareja, terapias familiarescon miembros sicóticos, reducción del componente psicógeno del dolor yel sentimiento de desesperanza de enfermos terminales y en algunas for-

35. GASSER, P., Psycholytic Therapy with MDMA and LSD in Switzerland. MAPS Bulletin, vol.5, nº 3, winter: 1995. 3-7 [En línea]http://www.maps.org/news-letters/v05n3/05303psy.html

36. WOLFSON, PE., Meetings at the edge with Adam: A man for all seasons? J. Psychoactive

Drugs; 18(4) : 1986. 329-333 [En línea] http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=1048

37. MADRIZ MARÍN, M., 1993. Preliminary Report of the Effectiveness of MDMA on

Hospitalized PTSD Patients at the Military Hospital in Managua, Nicaragua. Documentosin publicar. Saunders, op.cit.

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mas de depresión y otras neurosis. En el simposium se concluyó que «lacapacidad [de la MDMA] para reducir o eliminar temporalmente el miedo yla ansiedad de la conciencia de los sujetos, permitiendo una aceleración yprofundización del proceso terapéutico, es única».38

4. Conclusiones

En los numerosos estudios clínicos farmacológicos realizados conMDMA en los últimos años con voluntarios sanos no se han observadoefectos secundarios prolongados ni discapacitantes,39 lo cual indicaque la MDMA, cuando se consume puntualmente en un contexto con-trolado, por personas físicamente sanas, con dosis conocidas, sinmezclarlo con otras drogas o psicofármacos, y bajo una supervisiónmédica apropiada, parece ser una sustancia bastante segura.40 Esto,junto con los informes preliminares publicados hasta el momento, enlos que se muestran las potencialidades terapéuticas de la MDMA uni-do a los numerosos casos anecdóticos en los que algunos pacientesnarran sus beneficios terapéuticos cuando tomaron MDMA en un con-texto de psicoterapia.41 Indica que la MDMA puede ser una herramien-ta muy útil para facilitar el proceso psicoterapéutico, haciéndolo máseficaz y menos doloroso.

En 1992 se publicó un artículo basado en unas entrevistas semiestructuradasrealizadas a 20 psiquiatras con amplia experiencia clínica que habíanautoexperimentado con MDMA antes de 1986, con el objeto de conocer su opi-nión acerca de las potencialidades terapéuticas de la MDMA y su valoraciónsobre si consideran importante su investigación clínica, a la vez que se evalua-ron las secuelas y los beneficios a corto y a largo plazo que la MDMA les produ-jo: 17 de los 20 psiquiatras entrevistados manifestaron que la MDMA posee un

38. GREER, G. y STRASSMAN, RJ. Information on ‘Ecstasy’. am J psychiatry. 1985. 142(11):1391[En línea] http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=627

39. Ver nota Nº 21.40. GROB, CS. y POLAND, RE., MDMA: A critical reappraisal». En: Lowison, J.H.; Ruiz, P;

MILLMAN, R.B.; y LANGROD, J.G. 1997. Substance abuse: A comprehensive Texbook.Baltimore: WILLIAMS and WILLIAMS, 1997. p: 269-275.

41. ADAMSON, S., Through the gateway of the heart. Account experiences with MDMA and

other emphatogenic substances. San Francisco: Four Trees Publications 1985. [Enlínea] http://www.maps.org/gateway/. Otros casos anecdóticos pueden encontrarseen: http://www.maps.org/research/mdma/index.html#healing

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interesante potencial terapéutico y que la investigación clínica controlada deberíareanudarse.42

Dados estos antecedentes es de esperar, por tanto, que en el futuro sesigan realizando estudios clínicos controlados en los que se estudie cientí-ficamente este hecho y se puedan tener así datos consistentes sobre laeficacia y la seguridad de la MDMA, en el tratamiento de algunos trastor-nos mentales.

42. LIESTER, MB; GROB, CS; BRAVO, GL. y WALSH, RN. 1992. Phenomenology and sequelae

of 3,4-Methylenedioxymethamphetamine Use. The Journal of Nervous and Mental Disease,180(6): 345-352 [En línea] http://www.erowid.org/chemicals/mdma/articles/references.cgi?ID=740

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Efecto de la aplicación de glifosato en la

flora y microflora asociada a arvenses

en el cultivo de café (coffea arabiga L)

en el Municipio de Santa Rosa de Cabal,

Departamento de Risaralda1

Francelina Grajales Castro **

Sandra Milena García Agudelo **

Maria Elena Bernal Vera *

Resumen

Este estudio se realizó en el municipio de Santa Rosa de Cabal, situadoa 4° 52" de latitud norte y 55° 37' de longitud oeste, en el Departamento deRisaralda con el objetivo de evaluar el efecto del glifosato en la flora y la

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. Este proyecto contó con apoyo de la Fundación Cerro Bravo. Artículo con base en trabajode grado para optar al título de Agrónomas. Nota del editor.

* Ingeniera Agrónoma, Msc. Fitopatología. Directora trabajo de grado.** Tesistas Facultad de Agronomía UNISARC Colombia.

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identificación de microflora asociada a arvenses en el cultivo de café(Coffea arábiga L.), realizado en el segundo período del año 2002 y elprimero del 2003.

Para el análisis estadístico del estudio se hizo un muestreo completa-mente al azar, empleándose estadística descriptiva para las variables evalua-das, la distribución de la frecuencia de aparición para las arvenses y la pobla-ción fúngica encontradas; el número de fincas estudiadas fue de 65, para untotal de 424.6 has cultivadas en café, de las 6.860 con que cuenta el municipio.

Con el trabajo se determinó que el 73% de los agricultores utilizan el glifosatoen aplicaciones generalizadas para el control de las arvenses; donde se logra-ron identificar 69 especies representadas en 23 familias, de las cuales 36 seencontraron afectadas por hongos. Se identificaron 25 hongos; los que mayorfrecuencia de aparición presentaron fueron los uredinales. Para este estudio seobservaron 14 arvenses como nuevos hospederos de uredinales. El presentetrabajo muestra una disminución en la biodiversidad de arvenses y su microflorapara la zona cafetera central colombiana.

Abstract

This study was made in Santa Rosa de Cabal town, located 4° 52"ofNorth latitude and 55° 37” west longitude, in Risaralda, Colombian Region,this work spend one year (between 2002-2003) in order to identificateassociated micoflora to arvenses in the coffee culture (Coffea arábiga L.).

It was taked 65 farms with 424.6 ha in total from 6860 farms, that werecultivated in coffee in this place. 73% of the farmers used glifosato ingeneralized applications for the arvenses control. It identifies 23 families,69 species where 36 were affected by fungi. It was identify 25 fungi with thegreater frequency of appearance was Uredinal. It was found 14 arvenseslike new house-holders of Uredinales. It shows the decrement of biodiversityin arvenses and their microflora reported in central Colombian coffee Region.

Introducción

De las 350.000 especies de plantas conocidas, 30.000 se considerandañinas en algún grado para el hombre, los animales y las plantas; de éstas

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unas 250 especies serían arvenses de importancia económica ya que afectanla capacidad de producción de plantas cultivadas, interfiriendo su desarrollonormal por la competencia. Desde el año de 1982, se viene investigando enColombia, sobre el manejo y control integrado de malezas en el cultivo decafé, evaluando las pérdidas de suelo por la erosión, la producción de café ylos costos de las desyerbas. En la zona cafetera de Colombia se han identi-ficado hasta ahora 170 especies de malezas de importancia económica, delas cuales 120 se encuentran específicamente en el cultivo de café; todashacen parte de 47 familias, en las que sobresalen las familias Compositae

(17.02%) Gramineae (12.09%), Cyperaceae (8.24%) y Verbenaceae (5.49%);las demás familias representan menos del 5% de las especies (FederaciónNacional de Cafeteros de Colombia, 1987).

El control de arvenses es sin duda uno de los aspectos más importantesen la producción vegetal, ya que pueden interferir en los rendimientos delas plantas cultivadas. La gran diversidad de arvenses en el agroecosistemade café, cobija 170 especies de malezas de ocurrencia en nuestro país; elcontrol de ellas demanda 36 jornales/año/ha promedio, representando el30% del costo total de producción. De estas especies el 45% interfieren enalto grado, el 35% en grado medio y el 20% en grado bajo con las produc-ciones del cultivo (Gómez y Rivera, 1987).

La participación de los herbicidas en el mercado mundial de productosquímicos utilizados en agricultura es del 47%. El manejo de malezas ha sidoduramente cuestionado en los últimos años por los perjuicios ecológicos yeconómicos que plantea el uso indiscriminado de este tipo de químicos. De-bido a la imposibilidad de realizar control mecánico en los sistemas agríco-las, con frecuencia el uso del control químico se incrementa. Los herbicidaspueden generar modificaciones en la composición de especies de malezasen los cultivos. La actual expansión del consumo de herbicidas comoimidazolinonas y sulfonilureas puede conducir a una progresiva alteración delas comunidades naturales a través de un efecto fito-tóxico directo o por ge-neración de malezas resistentes a herbicidas (Pfleeger y Zobel, citados porPuricelli y Tuesca, 1997).

Aunado al daño ambiental, aparece la resistencia de arvenses a un her-bicida o familia química, fenómeno que tiene mayor frecuencia de apariciónen el sistema de producción de monocultivo que bajo la rotación de cul-tivos. Para 1991 se presentaban 107 biotipos de malas hierbas resisten-

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tes, pertenecientes a 57 especies, de las cuales 40 correspondían a “malashierbas” de hoja ancha y 17 de hoja angosta (Dal Bello y Carranza, 1995;Gómez, 1991).

Actualmente se reconoce que las arvenses producen daños económi-cos, tan pronto se elimina una, su lugar es rápidamente ocupado por otra.Aún cuando algunos métodos de control pueden tener efectos contunden-tes, la ganancia obtenida es a menudo temporal y las pérdidas continúanaño tras año. En el control de las arvenses se espera un sólido programaque minimice las pérdidas; pues éstas se consideran como un fenómenoecológico y el enfoque debe partir desde esa perspectiva.

Para Colombia es necesario implementar los estudios básicos, como labúsqueda exhaustiva de los enemigos naturales de las malezas y la selec-ción de los más eficientes y especializados para regular estas poblacionesde plantas indeseables.

Las arvenses como toda planta, están sujetas a un sin número de presio-nes del ambiente; como una nutrición inadecuada, condiciones desfavorablesdel suelo y la falta de agua, que son factores que reducen su capacidad decompetencia, vigor y viabilidad. Santa Rosa de Cabal, municipio ubicado en lazona cafetera con precipitaciones de 1700 mm. anuales, una temperatura pro-medio 16°C y suelos derivados de cenizas volcánicas, presenta un ambientepropicio para inducir en las arvenses un mayor crecimiento y una mayor diver-sidad de microorganismos coligados a ellas. El presente estudio realizado eneste municipio, durante el segundo semestre del 2002 y primer semestre del2003, tuvo por objetivos generales: evaluar el daño causado por las aplicacio-nes glifosato a la flora y microflora acompañante de arvenses presentes en elcultivo del café; identificar las malezas presentes en diferentes eco topos y lamicroflora fungí asociada a éstas; relacionar la clase de arvenses y hongosacompañantes con las prácticas de manejo que se haga de ellas, para poste-riores aplicaciones biológicas; logrando así allanar el espacio para futuras in-vestigaciones en el potencial de otras medidas de control de arvenses.

Revisión de literatura

Según Agrios, 1996 los costos asociados al control de las malas hierbassuperan con creces a las medidas de manejo para otras plagas (enfermeda-

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des, insectos, nematodos, bacterias) presentes en los cultivos, puesto que,

la aplicación de herbicidas es el método más usado en el control de éstas; en

los países desarrollados y a nivel mundial, durante las últimas décadas y en

la actualidad, se ha venido incrementando el precio de estos químicos, lle-

gando a ser uno de los costos más elevados en las labores agrícolas. Entre

los muchos cambios que se han producido en la sociedad, durante las últi-

mas décadas, se encuentran el aumento rápido de su población, lo que ha

dado como resultado déficit alimentario y presión sobre las áreas rurales

dedicadas a la producción. El rápido aumento de conocimientos en todos los

campos del saber; la industrialización y una mayor cooperación entre cientí-

ficos y gobernantes en la solución de los problemas comunes en varias par-

tes del mundo, han permitido el desarrollo de nuevos métodos agrícolas para

satisfacer todas las necesidades tecnológicas y económicas de los agricul-

tores y habitantes de las naciones y del mundo. Sin embargo, todos esos

cambios que ha experimentado la sociedad humana y los métodos agrícolas

han influido de una manera constante sobre el tipo, la incidencia y velocidad

de aparición de enfermedades que atacan los cultivos.

El mismo autor afirma que algunas de las alteraciones que con mayorfrecuencia se producen en las plantas, se deben al uso intensivo de herbici-das. El número creciente de herbicidas que se emplean para el control gene-ral o especifico de las “malas hierbas”, ha ocasionado numerosos problemasa quienes lo utilizan, a sus vecinos y a quienes laboran suelos que han sidotratados con estos. Los herbicidas son compuestos químicos que actúanespecíficamente, ya sea sobre malas hierbas de hojas anchas, o bien sobregramíneas y en cultivos con fines comerciales; además, algunos de sus com-ponentes tienen un efecto exterminador sobre todo tipo de arbustos y otrashierbas, como ocurre con el glifosato, ingrediente activo del “Roundup”, elParaquat entre otros.

El tipo de labranza y los herbicidas pueden generar modificaciones en lacomposición de especies de malezas en sistemas agrícolas (Ball y Miller,1993) citados por Puricelli y Tuesca, 1997. Ambos afectan el momento, elgrado de germinación y el establecimiento de las malezas (Mester y Buhler,1991, citados por Puricelli y Tuesca, 1997.) El uso de herbicidas es muycomún y generalizado en la agricultura. En muchos casos, se ha demostradoque los herbicidas aumentan la severidad de ciertas enfermedades en las

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plantas de cultivo, como en el caso de Rhizoctonia solani, en la remolachaazucarera y el algodón, en la marchitez del tomate y el algodón causada porFusarium, y la pudrición del tallo causada en varios cultivos por Sclerotium

(Agrios, 1996).

Chaboussou citado por Mejía, 1997, considera a los herbicidas como losagroquímicos más nocivos, debido a su poder inhibidor de las enzimas (tantoen microorganismos del suelo como en la planta) y de los procesos denitrificación y de amonificación y consecuente destrucción de losmicroorganismos. En la medida de lo posible, se aconseja la utilización deherbicidas de menor impacto en el medio ambiente, como los de contacto,que se descomponen, y dejar para casos obligados los más residuales(Barrentes y Soto, 1995).

Se calcula que el uso de agroquímicos reduce el número de jornales parael control de malezas en forma muy apreciable al compararlos con la desyerbacon machete o azadón, puesto que pueden disminuir los costos hasta en un21% en los primeros tres años del cultivo. Lamentablemente se generanproblemas de resistencia, pérdida de diversidad, incremento de plagas yenfermedades, desempleo en la zona cafetera, entre otros. El control conherbicidas es efectivo contra malezas perennes altamente competitivas, comopastos y otras especies de común incidencia y principalmente de hoja anchaque son menos competitivas y más fáciles de controlar, en contravía, nopermiten la recuperación de malezas, como ocurre con la desyerba manualdurante las épocas de lluvias. En general, economizan tiempo y aumentanlos rendimientos, evitan los daños a tallos y ramas bajeras causadas por lasherramientas manuales (Cruz y Moreno, sf.) El control de arvenses con her-bicidas, debe ser complementado con el control biológico, manual-mecáni-co, y cultural, que deben ser considerados como importantes componentesen el manejo de estas (Zelaya, et. Al.1997).

Metodología

La investigación se realizó en el municipio de Santa Rosa de Cabal,Departamento de Risaralda; este municipio está ubicado en el hemisfe-rio occidental en la zona tórrida a 4° 52’ de latitud norte y 55° 37’ delongitud oeste, del meridiano de Greenwich; comprende el flanco occi-dental de la cordillera central de Colombia; el territorio es montañoso ycorresponde a la zona andina; presenta extensión de 558 Km2, con una

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temperatura promedio de 18 °C y una altitud de 1776 m.s.n.m; esta re-gión presenta 1.711 fincas cafeteras con un total de 7.151 hectáreas(Anuario meteorológico, 2002).

Recolección de la muestra

Para el reconocimiento de las arvenses afectadas por microorganismos,se efectuó un muestreo sistemático por transeptos, en el cual las muestrasse arreglaron linealmente.

Para el muestreo se uso un marco de madera de un metro cuadrado deárea; el número mínimo de repeticiones se obtuvo con una prueba preeliminarasí: un marco cuadrado de 25 cm. de lado, se ubicó de 1 a 20 veces en unaparcela de 24 metros cuadrados, se contabilizaron el número de especies quese encontraban en cada muestra. Se determinó el número de especies versusel número de replicas y se definió cuál es el número óptimo y mínimo paramostrar la dinámica de la población de arvenses (Fuentes, 1986).

El muestreo se efectuó al azar sobre las calles en sitios diferentes encada finca evaluada, se colectaron las arvenses, para su identificación porcomparación a ejemplares del herbario de Universidad de Santa Rosa deCabal, y el manual de arvenses de zona cafetera del Centro Nacional deInvestigaciones del Café CENICAFÉ, 1995.

Fase de laboratorio

Identificación de la planta hospedante: nombre (género y especie),nombre común, nombre del municipio, nombre de la vereda, nombre de lafinca, fecha de recolección.

Identificación de hongos: con el propósito de realizar un diagnósticocorrecto del problema fitosanitario, se elaboró una secuencia ordenada de latoma de datos.

Hongos que esporulan en la muestra: con muchos hongos laesporulación se pudo inducir sobre el tejido enfermo, al colocar éste en cá-mara húmeda; la cual consiste en el uso de una bolsa plástica hermética-mente cerrada, que contiene una mota de algodón humedecida en agua des-

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tilada; por 24 horas. La muestra se llevó al estereoscopio y se verificó laesporulación, procediendo a retirar las estructuras reproductivas del patóge-no por medio de una aguja de disección estéril, y colocándose en un porta-objetos se coloreó con azul de metileno, observándose finalmente al micros-copio con los objetivos 10x y 40x para su identificación, usando las claves deBarnett, 1972 y Huntter, sf.

Manejo de arvenses

En cada finca visitada para la colección de muestras, se aplicó unaencuesta al propietario o administrador de la finca (Anexo 1).

Frecuencia de aparición de arvenses

En las fincas visitadas se hizo un muestreo al azar en los surcos, pormedio de un cuadro de madera con un área de un metro cuadrado, de unoa tres sitios diferentes (según las características del cultivo y la diversidadde arvenses encontrados en la finca), clasificando el tipo de malezas y elnúmero de individuos de cada clase. Se colectó un individuo de cada gru-po de plantas cuantificadas para su identificación.

La frecuencia de aparición se determinó de forma porcentual sobre elnúmero total de fincas visitadas, el número total de arvenses registradas, yel número de veces que aparece la arvense afectada por algún microorga-nismo (ver tabla 2 y 3).

Manejo de la muestra

La muestra colectada, fue representativa de los síntomas observadosen campo.

Las muestras recogidas se depositaron en bolsas plásticas limpias, quesirvieron de contenedores adecuados para el análisis. Cada bolsa se iden-tificó con un código que está directamente relacionado con las arvensesrecolectadas para el laboratorio.

En el tránsito de recolección a la llegada al laboratorio las muestras dehojas se herborizaron en papel periódico, que a su vez se introdujeron en una

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bolsa plástica. En el laboratorio las muestras se guardaron en las mismasbolsas plásticas, en una nevera a 4°C y se trabajaron en los tres días siguien-tes para evitar contaminación.

Análisis estadístico

Para el estudio se realizó un muestreo completamente al azar. Donde,el número total de muestras realizadas se determinó por el siguiente méto-do estadístico; con el fin de obtener un muestreo representativo del univer-so así:

n =Zc2.pq / e2 donde

N = universo Zc2 = Nivel de confianza e2= error

El nivel de confianza utilizado fue del 90% y el error de 10%. Donde elnúmero total de muestras que se tomaron según el anterior análisis fue de65 fincas. Éstas fueron escogidas al azar. Las muestras fueron tomadas enforma representativa, según el número de fincas por la zona que manejacada uno de los agrónomos en la siguiente forma:

En la zona 12 con un total de 351 fincas se evaluó el 22.87% de éstas;correspondiente al distrito Campo Alegre y las veredas Campo alegre, Cam-po alegrito, Colmenas, El Óbito, El Venado, Fermín López, La Leona, LasBrisas, Potreros, Santa Bárbara, La Viga, Yarumal, Santa Rita, La Palo-ma; en la zona 2 con 406 fincas y un porcentaje de evaluación de 26.31%en las siguientes veredas: Santa Domingo, La María, La Gorgona, LaHermosa, El Manzanillo, Guacas, Monserrate, San Andresito; en la zona 3con 479 fincas evaluada el que corresponden al 31.04% de éstas en el distritoEl Español, con las veredas El Español, bajo Español y Guamaral; y en lazona 4 con 305 fincas y el 19.76% de evaluación en el distrito La Capilla, lasveredas de San Juanito, Campo Alegre Estación, Lembo, La Capilla, LosMangos; para un total de evaluación del 100% en 1.530 fincas de explotacióncafetera con que cuenta el municipio de Santa Rosa de Cabal.

En el análisis estadístico de las encuestas se llevaron a cabo análisis deestadística descriptiva empleando el programa “Stadistica System Program

2. Nominación utilizada por el Servicio de Extensión del Comité de Cafeteros de Santa Rosade Cabal (Risaralda).

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Social” (SPSS) y el programa Excel. Igualmente la determinación de la pobla-ción fúngica y de arvenses encontradas en cada muestra.

Las variables evaluadas en este estudio fueron:

- La identificación de arvenses asociadas al cultivo del café- La identificación de la micoflora en las arvenses asociadas al cultivo del

café- Los tipos de manejo dados a las arvenses en las fincas cafeteras.

Resultados

El presente estudio fue realizado en el municipio de Santa Rosa deCabal, Departamento de Risaralda, comprendió toma de muestras en 65fincas que se encuentran en los rangos de altura sobre el nivel del marentre los 1.344 y 1.967; con una media de 1.630 m.s.n.m, el área que seencuentra cultivada en café (Coffea arabiga L.) del total de muestras estu-diadas arrojó una media de 6.53 has y la mediana fue de 2.27 has.

Según los resultados arrojados por la encuesta, el 40% de las fincaspresentan café (Coffea arabiga L.) en monocultivo, el 35.4% asociado conplátano (Musa spp), el 10.8% con yuca (Manihot spp), el 7.7% con maíz(Zea maiz) y el 6.0% en porcentajes iguales para caña (Saccharum spp),fríjol (Phaseolus spp), cítricos (Citrus spp), y banano (Musa spp).

Por otra parte, se observó que del 100% de las fincas evaluadas, el87.7 % presenta un buen desarrollo del cultivo y un óptimo estadofitosanitario, en el 7.7% su estado es regular y sólo el 4.4% de las fincaspresentó un mal desarrollo del cultivo (Anexo 5). Del total de hectáreassembradas en café el 93.8% es café a libre exposición y sólo el 6.2% escafé bajo sombra.

Con respecto al control de las arvenses el producto químico más utiliza-do fue el roundup, producto comercial, aplicado en un 62% de las fincas,cuyo ingrediente activo es glifosato, el 6% aplica roundup en rotación conotros productos comerciales como estelar, glifosol y Socar; el 3% aplicasólo socar y el 2% aplica glifosol; esto implica que del 100% de las fincasevaluadas se esta utilizando en un 73% glifosato para el manejo de arvenses(Figura 1).

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En relación a los volúmenes de las mezcla para los herbicidas usa-dos, se encuentran entre los 50 y 100 cc/20 litros de agua. La dosis de100cc/20 litros de agua es aplicada en el 29.23% de las fincas. El 48.7%de los agricultores encuestados aplican el producto de formaindiscriminada controlando cualquier tipo de arvense que se encuentreen el predio, el 22.5% controlan de manera dirigida arvenses como Bidens

pilosa L., Bidens cynapiifolia H.B.K, Dichromena ciliata Vahl, Paspalum

macrophyllum. H.B.K, Panicum zizanoides H.B.K, Sida acuta Burm f.,Kyllinga sesquiflora Tor.

Del total de agricultores encuestados se encontró que el 57.4% hace laaplicación de herbicida dos veces año y 34% una vez año, el 8.1% aplicatres y cuatro veces año; lo cual da una mediana de dos aplicaciones añocon una media de 4,37 jornales y una mediana de 2,64 jornales y la modacorrespondió al 1,07ª jornales.

También se les preguntó a los productores, que si después de la aplica-ción de los herbicidas se observaban cambios en la población de arvensesa lo cual el 67.9% contesto que sí, el 4.61% respondió que no. A la pregun-ta, qué tipo de arvenses aparecían luego de la aplicación; el 63% dijo queaparecían arvenses nobles; y el 9.11% que observaban arvenses comoBidens pilosa L., Bidens cynapiifolia H.B.K, Polygonum mepalense Meisn y

Commelina virginica L. (Figuras 2 y 3).

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Sobre el tiempo de aparición de las arvenses luego de la aplicación, el38.3% contestó que aparecían a los dos meses, el 27.7% respondió que alos 3 meses, el 12.8% coincidió en decir que al mes y medio, el 14.9%afirmó que al mes, el 4.3% a los 20 días y el 2.1% contestó que las arvensesaparecían de nuevo a los 4 meses.

Con respecto a la observación de síntomas deletéreos relacionadoscon el uso de los herbicidas, el 66% de los encuestados respondió quelas aplicaciones de herbicidas no tenían efectos sobre la salud humana(Figura 4).

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Al cuestionamiento si habían advertido aumento de la erosión en los prediospor la aplicación de herbicidas, sólo un 5% contestó que sí (Figura 5).

A las preguntas sobre los problemas de contaminación ambiental y cam-bios en la meso y macrofauna debido a las aplicaciones, los agricultoresno respondieron, debido a la falta de observación consecutiva sobre estavariable y la no comparación de efectos colaterales entre el control ma-nual-mecánico y el control con herbicidas.

Sobre el control manual–mecánico de arvenses, se obtuvieron los si-guientes resultados: el 91% de las fincas encuestadas usan desyerba amachete, el 5% machete y azadón, el 2% machete azadón y otros; el restan-te a machete y otros (Figura, 6), controlando el 100% de las arvenses.

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A la pregunta sobre el tiempo transcurrido entre la labor manual-mecánicay la aparición de las arvenses, las respuestas fueron las siguientes: a losveinte días el 10.8%, a los quince días el 6.2%, a los ocho días el 3.1%, almes el 46.2%, al mes y medio el 10.8%, a los dos meses el 16.9%, a los tresmeses 6.1% (Figura 7). El 97% de los agricultores afirmó no observar cambioen la población de arvenses luego de la labor y solo el 3% respondió que sí severificaban cambios (Figura 8).

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El número de jornales empleados por hectárea en la labor manual mecá-nica presentó una media de 15,85, la mediana fue de 11,1 y la moda del12,0a (Anexo 11). A la pregunta formulada a los agricultores sobre si habíantenido problemas de erosión en su predio por la labor manual-mecánica, el75.38 % contestó que no, el 16.92% respondió que si y el 7.69% no respon-dió (Figura 9).

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Entre los diferentes tipos de control de arvenses (químico y manual-mecá-nico) los agricultores afirmaron que el más rentable es el químico en un 71%frente a un 29% del manual- mecánico (Figura 10).

En las 65 fincas evaluadas se encontraron 23 familias con un total de69 especies, las familias que mayor frecuencia de aparición presentaronfueron las Compositae con un 25% de especies reportadas y las Gramineae

con un 19% de especies reportadas (Figura 11).

Del total de arvenses encontradas, presentaron mayor frecuencia de apa-rición Commelina diffusa Burm f. con un 7%, Drymaria cordata (L) Will exRoem y Schult con un 5.44%, Polygala paniculata L. con 4.86% con estemismo porcentaje se presentó Bidens pilosa L. seguida por Oplismenus

burmannii (Retz) P. Beauv con un 4.66%, entre otras (Tabla 2). De estas 69

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especies 36 presentaron afecciones por hongos (Tabla 3), las arvenses queresultaron más afectadas por patógenos fueron Heliopsis buphthalmoides (Jacq)Dun, de 18 veces que se presentó se halló 12 veces afectada, seguida porPaspalum macrophyllum H.B.K encontrada 18 veces y de estas 11 vecespresentó sintomatologías patológicas y Dichondra repens Forst de 14 vecesreportada, se encontró nueve veces afectada por hongos. Además las arvensesque mayor diversidad de hongos presentaron fueron Sida acuta Burm f. afec-tada por Puccinia spp, Septoria spp, Pseudopeziza spp, Ramularia spp y

Peronospora spp; Sida rhombifolia L. con Cleptomyces spp, Septoria spp,

Phyllosticta spp y Puccinia spp.

Se presentaron 25 géneros de hongos. Los uredinales presentaron elmayor porcentaje de aparición en el estudio afectando 26 especies dearvenses de las 36 infectadas por hongos.

El hongo que más repeticiones tuvo, indiferente del hospedero, fuePuccinia spp. con 36.2%, seguido por Uromyces spp. con 17.24%, y Septoria

spp con 14.54%, el porcentaje restante (32.02 %) corresponde a los otros22 géneros de hongos encontrados.

El 27 69% de los productores encuestados no realizan aplicaciones deherbicida en sus fincas, quienes afirman en su gran mayoría que les hacefalta recursos económicos para comprar el producto y sólo una mínimaparte de ellos habla del impacto ambiental y los daños en la salud humanaque puede ocasionar la aplicación de estos.

En estas fincas se reportaron el 62.3% del total de arvenses registradasen el estudio, representado en 18 familias de las 23 reportadas.

Las cinco especies más representativas fueron Oplismenus burmannii

(Retz) P. Beauv con un porcentaje del 37.5%, Heliopsis buphthalmoides(Jacq)Dun con el 33.3%., Impatiens balsamina L. con el 31.8%, Emilia sonchifolia

(L) DC. con el 22.2% y Commelina diffusa Burm. f. con el 25.7%.

Dentro de las arvenses consideradas más agresivas por los agricultores,en las fincas donde no se aplican herbicidas, se obtuvo que de la familiaGramineae con 12 especies reportadas en el estudio se recolectaron 8 deellas; al igual que la familia Cyperaceae de las 5 especies encontradas sereportaron 2 especies, de la familia Malvaceae en el estudio se hallaron sólo

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dos especies, de las cuales una se encontró, en las fincas que no utilizanproductos químicos (Tabla 2).

TABLA 1. ARVENSES QUE PRESENTARON AFECCIÓN POR HONGOSEN ESTE ESTUDIO

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CONTINUACIÓN TABLA 1

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TABLA 2. FRECUENCIA DE APARICIÓN DE ARVENSES EN LAS 65FINCAS DEL MUNICIPIO DE SANTA ROSA DE CABAL

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CONTINUACIÓN TABLA 2

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TABLA 3. FRECUENCIA DE APARICIÓN DE ARVENSES AFECTADASPOR PATÓGENOS EN LAS 65 FINCAS EVALUADAS EN ELMUNICIPIO DE SANTA ROSA DE CABAL

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Discusión

En el estudio realizado se puede observar que el 93.8% de las fincas tienencafé a libre exposición y que el 87.7% de éstas tienen un buen desarrollo en suscultivos y un óptimo estado fitosanitario; pero, ha pesar de que en el sistemaconvencional basado en cultivos a libre exposición con altas densidades con elimi-nación total o parcial de la sombra y la utilización intensiva de insumos sintéticosexternos a corto plazo, tiene una producción mayor (Castillo, 1990, Estiváriz, 1997,Mestre y Salazar 1990; Ramírez, 1997; citados por Samayoa y Sánchez, 2000),los cultivos tienden a perder vigor debido a la elevada extracción de nutrientes y elalto uso de plaguicidas, condición que a largo plazo puede causar un colapso de laplantación (Rice, 1996, Segura, 1994, citados por Samayoa y Sánchez, 2000).

Frente a las ventajas aparentes, que han presentado estos productos sin-téticos, entre ellos los herbicidas, se llega al uso excesivo de los mismos,como el caso que se señala en este estudio, donde se observó que el 73% de

CONTINUACIÓN TABLA 3

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las fincas aplican diferentes herbicidas dentro de los que se encuentra elRound Up, Socar, Glifosol y Estelar.

Los agricultores no hacen una adecuada rotación de productos quími-cos y pueden estar facilitando la aparición de resistencia en las arvenses,puesto que el ingrediente activo de los anteriores productos es el glifosatoN- (fosfonometil). Los procesos coevolutivos que aseguran la persistenciade las especies indeseables como respuesta a la selección que provocanlas medidas de control, se pueden apreciar en varios niveles: en la forma-ción de razas, en mimetismo de cultivo y en la diferenciación de nuevasespecies (Feldmar, 1970).

Además, estos productos crean resistencia, facilitando que las malezassecundarias lleguen a constituirse en problemas principales.

Los pequeños agricultores encuentran dificultades para la compra delos herbicidas como lo demostró la investigación realizada, donde se hablaque el 27.69% de ellos no utilizan productos químicos para el control de lasarvenses; esto se traduce en el mantenimiento de la biodiversidad de ma-lezas, evidenciándose en las 18 familias reportadas en las fincas de no usoquímico, de un total de las 23.

Hay un total desconocimiento de los efectos negativos que conlleva laaplicación de herbicidas, como lo demuestra el hecho de que, un 66% delos agricultores dicen que no hay efectos dañinos para la salud humana yun 95% de ellos opinan que no se presentan daños ambientales.

Estas respuestas, desconocen lo señalado por autores como Gómez,et. Al. (1987), que afirman que los herbicidas deben ser manipulados conprecaución, puesto que el empleo exagerado puede traer consecuenciastanto al ambiente como a la salud y que las causas más comunes de lacontaminación son derrames y goteos durante el transporte, almacena-miento y aplicaciones incorrectas, destrucción de los envases, restos delos herbicidas, lavado de envases y equipos, sobredosis durante el trata-miento de aplicación con vientos fuertes o, por otra parte demasiada proxi-midad a áreas susceptibles como fuentes de aguas.

La manipulación de muchos herbicidas se convierte en un peligro po-tencial, especialmente si el mantenimiento del equipo es deficiente o sí los

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procedimientos operativos no satisfacen los requisitos mínimos. Además,teniendo en cuenta que las vías principales por donde los productos quími-cos entran en el cuerpo humano son tres: a través de la piel (absorcióndermal), a través de la boca (ingestión oral) y por medio de la respiración(inhalación) y, que los agricultores inciden frecuentemente en errores talescomo transporte del producto con personas o animales, fumar durante lasaplicaciones, consumir alimentos mientras hacen las labores de aplicacióny la no utilización de equipos adecuados de protección.

De igual manera, los herbicidas pueden actuar sobre la meso y macrofauna disminuyendo su existencia en los agroecosistemas. Es importanterecordar que éstas cumplen funciones sobre la productividad del suelo, lacual está relacionada con la movilización de nutrimentos a través del perfil ycon el mejoramiento de la estructura y de otras propiedades físicas. Se pue-de decir que durante los primeros tres meses un cafetal trabajado a base deherbicidas, sufre menos erosión que limpiado a machete, este hecho se debea que los tronquitos y raíces de la maleza quemada por los herbicidas, for-man pequeñas barreras a la corriente de agua evitando el aumento de velo-cidad y caudal del agua lluvia, causante de la erosión. (Primavesi, 1982).

El trabajo permitió señalar que la mayoría de los agricultores presen-cian cambios en la población de arvenses a coberturas más nobles luegode la aplicación de los herbicidas, y teniendo conocimiento de esto siguendejando los suelos desprotegidos entre cuatro a seis meses al año.

En la zona cafetera estudiada las condiciones climáticas presentan llu-vias agresivas de intensidades altas (intensidades máximas en 30 minutosde 66 a 86 mm/h), suelos de susceptibilidad variable a la erosión (natural ymuy severa), con pendientes planas (0 - 12%) hasta muy escarpadas (ma-yores del 75%) en longitudes largas (300 – 500 m) a muy largas (500 – 800m). Estas condiciones hacen que esta zona sea considerada un sistemafrágil. Por lo tanto, prácticas utilizadas tradicionalmente por los agriculto-res donde se tiene como finalidad desnudar totalmente los suelos, median-te el uso de herbicidas utilizados en forma generalizada y reiterada quedejan los suelos expuestos al impacto de las lluvias y al arrastre por efectode las aguas de escorrentía, deben ser cambiadas por sus múltiples efec-tos perjudiciales entre los que se cuentan, la disminución de la biodiversidadgenética, lo cual conduce a un desequilibrio ecológico y a una agriculturainsostenible para las generaciones presentes y futuras (Rivera, 2002).

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En el estudio se observa que el 71% de los agricultores afirman que elcontrol de arvenses con productos químicos es más rentable que el ma-nual-mecánico, lo cual no se puede discutir sabiendo que la media de losjornales empleados para el control químico es de 4,35 frente a 15,85 delmanual–mecánico.

Es importante cambiar el contexto de éste tipo de análisis e introducirelementos fundamentales como, el mantenimiento de la biodiversidad, dis-minución de la erosión, calidad del suelo, entre otros.

La pérdida de la biodiversidad es crítica en la zona de estudio, ya que delas 170 especies de arvenses identificadas, hasta ahora de importancia eco-nómica en cafetales (Gómez, et. Al; 1987), sólo se lograron identificar el40.58%, lo que refleja un descenso significativo en la población de arvenses,presentando un inconveniente para el equilibrio de la población de éstas. Loque conduce a la prevalencIa de unas pocas especies y trae consecuenciasfunestas a las plantas cultivadas.

Por otra parte, es conveniente tener en cuenta los organismos asocia-dos presentes en el sistema y sus relaciones con las arvenses; un ejemplode estas seria Commelina diffusa Burm f. e Impatiens balsamina L., entreotras plantas que, presentan una alta frecuencia de aparición en el estudio,y que son consideradas como coberturas valiosas y plantas trampa de mi-croorganismo; pero que, en un determinado momento, teniendo en cuentalas altas poblaciones que cohabitan con ella, pueden llegar a constituirseen foco de patógenos.

Al mismo tiempo que las enfermedades o patógenos ocasionan pro-blemas en los cultivos lo causan también en las malezas, como se obser-vó en la investigación que de 69 especies reportadas 36 presentaronafección por hongos. Los patógenos vegetales sintetizan productos quí-micos que influyen sobre el crecimiento y reproducción de las arvenses,haciendo que éstas se hagan más susceptibles a los efectos de otrosfactores. A su vez, las malezas sirven de fuente de alimento para lospatógenos y son reservorio de inóculo para plantas económicamente im-portantes. Al considerar estas otras interacciones de las malezas y suspatógenos, podría ser posible desarrollar métodos adicionales de controlde malezas a través de la manipulación del ecosistema y sus componen-tes (Charles, 1970).

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En Colombia se han registrado 316 especies de royas (18% correspondena géneros anamórficos) parasitando 552 especies de plantas hospedantes.Estas especies están comprendidas dentro de 275 géneros y 66 familiasbotánicas (excluyendo los helechos). En el trabajo se encontraron tres géne-ros de uredinales que presentaron una frecuencia de aparición de 51.17%sobre el total de arvenses afectadas. Por lo que los uredinales se perfilancomo excelentes controladores biológicos, por su alta especificidad.

En estudios realizados por Pardo (1997), sobre uredinales colombia-nos, se redacta una lista 127 especies que atacan57 especies de plantasde malezas en plantaciones de café. Esta investigación muestra una dismi-nución grave en las especies del orden uredinales, ha pesar que se repor-tan nuevas interacciones huésped-parásito.

Los uredinales han seguido a las plantas a todos los ecosistemas delglobo y mediante la coevolución desde los mismos instantes de la apari-ción de las plantas sobre la tierra han ocupado un amplio espectro de ladiversidad de ellas, hasta el punto de encontrarse en todos sus principa-les grupos taxonómicos. “En donde exista una planta existe la posibilidadde que se encuentre una roya”. En general se considera como el grupomás diverso, grande y filogenéticamente uniforme de los hongos parásitosde las plantas en la naturaleza. El valor de los uredinales en las arvensesnocivas radica en su alta especificidad de hospedante, en su alto poder epi-démico y el hecho de afectar las plantas quitándole su agresividad y no nece-sariamente matándolas (bioregulación) (Salazar et al. 2002).

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Afiche Taller Cultura y Droga

Ilustración artística: Juan Bautista Agreda. Médico tradicional Camëntsa.

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Actividades e informaciones

académicas del grupo de

Cultura y Droga1

El año 2.003 permitió que el grupo y la línea de investigación continuaransu trabajo, expresado en las diversas actividades desarrolladas y en lascuales sus integrantes participaron de manera directa o en alianzas y redesde trabajo. A continuación una breve reseña descriptiva en la cual miembrosdel grupo han participado.

Investigación

1. Proyectos

1.1 Maestría en Culturas y Droga para América Latina

Durante el 2003 se continúo el proceso de gestión de la maestría a cargode la comisión. En primer lugar se diseñó y ejecutó el estudio de mercadeo

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

1. Escrito preparado por el director de la revista.

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para evaluar el potencial de aspirantes, sobre el cual se formuló el presupues-to, aspectos centrales para culminar el documento de la propuesta, siguien-do los lineamientos del documento integral que para este proceso hay quepresentar. Luego se presentó la propuesta ante el Comité de investigacionesde postgrados y el Consejo de Facultad de Ciencias Jurídicas Y Sociales yante el Comité central de investigaciones y maestrías de la Universidad. Estainstancia lo evaluó en una primera sesión y quedó la propuesta para ser in-cluida en la agenda prioritaria del 2004. En ambas instancias académicas sehicieron consideraciones y recomendaciones, algunas de las cuales por serpertinentes se incluyeron. A finales de año, se consideró que para el 2004, seculminaría el proceso para presentarse ante el Consejo Académico. Hubotambién la posibilidad de presentar en algunos escenarios académicos einstitucionales la propuesta de la maestría. También circuló el documento enalgunos investigadores y académicos que han sido invitados a participar en elequipo docente, algunos de ellos extranjeros, externos a la Universidad, deapoyo a la maestría. En general se encontró acogida y apoyo para lograr estepropósito. La comisión encargada de este trabajo ha estado integrada por losprofesores Helmer Castaño R., Maria Elena Bernal V. y Jorge Ronderos.

1.1 Tesis doctoral

El director del grupo Jorge Ronderos Valderrama, adelantó la gestión parainscribir el proyecto de su tesis doctoral ante la Vicerrectoría de Investigacio-nes y Postgrados, una vez hizo la respectiva gestión y formuló la nueva pro-puesta con el visto bueno de su director, el Dr. en Antropología Josep MaríaFericgla G. y; el coordinador del doctorado de la Universidad de Sevilla, Dr.Pablo Palenzuela la aceptó, incluyendo su nuevo titulo: Grupos y redes socia-

les urbanas con relación al uso de yagé: Un caso de relaciones interculturales

en el Eje Cafetero de los Andes colombianos. Se trata de un proyecto relacio-nado con la temática que el investigador viene adelantando desde el año 2001.Para adelantar el proyecto, está previsto que en 2004, inicie una comisión deestudios para cumplir con esta tarea prevista en el Plan de Desarrollo del de-partamento de Antropología y Sociología

1.2 Sistema de Información regional Drogas y Cultura, Caldas

Se avanzó en la presentación de la propuesta que dirige el investigadorWilliam Ochoa M. a través de Alma Mater, entidad que viene coordinandoel proceso en la región. Especialmente reuniones en las cuales se planeó y

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coordinó el desarrollo de la fase I con el cofinanciamiento del Programa parala descentralización del Plan Nacional de Drogas (ODC-DNE). Se realizaronvarias presentaciones con funcionarios de las oficinas de planeación, de sa-lud y desarrollo social de los tres departamentos del Eje Cafetero; especial-mente en Manizales y Pereira. Igualmente encuentros con los equipos deinvestigación para discutir criterios, definir los formularios de aplicación y ade-lantar las actividades pendientes para culminar la fase I. Los coordinadoresdel proyecto fueron: Gabriel Vergara en el Quindío, William Ochoa Mejía enPereira y Jorge Ronderos en Caldas. Del semillero participaron el filosofoMauricio Zapata V. y la estudiante Claudia M. Martínez. A través de AlmaMater se inició el acercamiento y definición de términos de referencia delproyecto con la Dirección Territorial de Caldas para iniciar la fase II en elDepartamento de Caldas. En éste, todo indica que podrá iniciarse esta faseantes que en Risaralda y Quindío. Igualmente se abrieron posibilidades deampliar el trabajo a otros departamentos interesados en vincularse al proyec-to; Tolima, Huila y Caquetá.

1.2 Trabajos de grado

El estudiante de sociología Alejandro Castaño, inició la formulación delproyecto para su trabajo de grado en sociología sobre los usos y las prác-ticas relacionadas con la marihuana en el medio universitario.

Las egresadas Rosita Gómez y Sandra Bibiana R. del programa deDesarrollo Familiar, inscribieron su trabajo de grado en la línea, bajo ladirección del profesor Jorge Ronderos V.

2. Taller de Cultura y Droga

Las temáticas tratadas fueron, derechos socioculturales, drogas y de-

mocracia en el primer semestre y chamanismos, neochamanismos y la cul-

tura del yagé: de territorios ancestrales a los centros urbanos contemporá-

neos en el segundo semestre.

El taller sesionó con 25 personas en promedio.

En el primer semestre los talleristas hicieron un análisis sociocultural so-bre derechos, drogas y democracia, en el contexto colombiano y latinoameri-cano en el marco de la globalización y los procesos y conflictos contemporá-

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neos, sociopolíticos e interculturales, a partir de diversas fuentes teóricas yempíricas. Igualmente se realizó una conferencia central sobre: Globalización,

drogas y Prohibicionismo que orientó el abogado Guillermo Gartner, Profesorasociado de la Universidad Tecnológica de Pereira.

En el segundo semestre se analizaron los chamanismos amerindios,euroasiáticos y africanos. Las cosmovisiones inherentes a los diversoschamanismos: similitudes y divergencias. Los chamanismos, emocionestécnicas de sanación; los chamanismos y los enteógenos: hallazgos ar-queológicos en América; los potenciales usos del yagé en la moderna psi-coterapia; etnobotánica del yagé; los chamanismos y neochamanismos delyagé: aspectos artísticos y creativos en la pintura y la música; el yagé comoelemento de identidad étnica, nuevas religiones y rituales urbanos, lasmetodologías émicas en los estudios chamanísticos.

Como invitado especial en el mes de agosto estuvo el Dr. Josep M.Fericgla, antropólogo e investigador en el tema, asesor académico del Ta-ller Cultura y Droga, director e investigador de la Societat d’ EtnopsicologíaAplicada i Estudis Cognitius de Barcelona, quien orientó un seminario de16 horas de intensidad sobre Chamanismo, cognición y parámetros emo-

cionales entre el 25 y 27 de agosto. Se presentó un panorama amplio delos últimos estudios científicos realizados en el ámbito del chamanismodesde una óptica transdisciplinar. A este seminario asistieron 57 personas.

Adicionalmente en alianza con la Sd’EA y la Fundación Ecologista Ce-rro Bravo, el Taller Cultura y Droga, apoyó el IV Taller vivencial de la propia

muerte dirigido por el Dr. Fericgla, realizado en Manizales.

En 0ctubre 3 y 4 y como parte del programa del taller, se invitó al médicotradicional de la etnia Kamëntsa, Taita Martín Ágreda, quien disertó sobrela medicina del yagé en la sala Carlos Nader Nader. Se acompañó su inter-vención con la presentación de un video sobre su trabajo y luego en latarde, se realizó un conversatorio en el Jardín Botánico. A las dos sesionesasistieron más de 100 personas. Al siguiente día se apoyó una ceremoniacon la planta sagrada del yagé, la cual se realizó en el Ecoparque LosAlcázares, con una asistencia superior a las 60 personas. Al ceremonial leacompañó su hijo, Juan Bautista Ágreda y la artesana Magdalena Chicunquedel Sibundoy. Esta actividad, se realizó en convenio con la División deBienestar Universitario de la Universidad de Caldas, para apoyar el proyecto

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sobre la Medicina del yagé, una expresión de la cultura Kamëntsa, que pre-sentó la estudiante de enfermería Patricia Arelis Chicunque, para una beca decompensación.

3. Proyección institucional del grupo y la línea deinvestigación

A destacar está la participación en el 51 Congreso internacional deAmericanistas realizado en Santiago de Chile entre el 14 y 18 de Julio de2003 - en las diversas sedes de la Universidad de Chile-del profesor Jor-ge Ronderos Valderrama, quien asistió como expositor al simposio En-

tre Nosotros: Estrategias participativas en estudios Chamánicos

(SENEPECHS) coordinado por los Doctores Constantino Manuel Torres(departamento de Arqueología y Artes) de las universidades estatalesnorteamericanas Internacional de la Florida y Stacey Schaefer (departa-mento de Antropología) y Chico de California. Conjuntamente con elantropólogo español Segundo Tercero Iglesias, integrante del grupo deinvestigación, presentaron la ponencia IDENTIDADES Y ENCUENTROSSUBJETIVOS E INTERSUBJETIVOS DE LA PRESENCIA CULTURAL DELYAGÉ, EN LA PRACTICA SOCIOLOGICA Y ANTROPOLOGICA, EN UNCONTEXTO URBANO. (NEOCHAMANISMOS URBANOS EN EL EJE CA-FETERO, COLOMBIA.

3.1. Alianzas y convenio con la Dirección Territorial de Saludde Caldas

En el marco del evento Hablemos de drogas, en el mes de julio organi-zado por la Dirección Territorial de Salud de Caldas, el profesor RonderosValderrama, igualmente presentó los resultados de la investigación Territo-

rio y territorialidad de las drogas en Manizales, el caso del aguardiente y la

marihuana, investigación cofinanciada en el 2000 entre la Universidad deCaldas y la Gobernación-UPIC.

Igualmente el Dr. Fericgla realizó un conversatorio bajo el programaespecial de la DTS, Hablemos de drogas al cual asistieron directivos yfuncionarios de la entidad, de otras entidades públicas del departamento ymunicipio e integrantes del Comité departamental de prevención integral ycontrol de drogas.

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De otro lado el grupo de investigación fue designado a través del directordel mismo, por el rector de la Universidad de Caldas, como su representanteen el Comité Ejecutivo del citado Comité integral, reconstituido por DecretoNo. 01160 del 29 de septiembre de 2003 por el Gobernador del Departamentode Caldas. Una de las funciones centrales de este Comité es coordinar yapoyar la elaboración y desarrollo del Plan Departamental para las manifesta-ciones de consumo, tráfico y producción, la recomendación de programas deprevención, tráfico y producción de SPAS, la proposición de gestión de recur-sos técnicos y financieros, la promoción de investigaciones y la evaluaciónde programas.

También se apoyó el programa de Primeras olimpiadas del saber en

drogas, Jarana Educativa, programa departamental en el cual se vincula-ron los comités municipales de prevención, y se ejecutó por la ONG Delfín.El grupo participó en el diseño de los formularios que se utilizaron en cono-cimientos culturales sobre drogas. Esto se hizo en el marco de un conveniode capacitación de jóvenes y adultos en los municipios de Aguadas,Anserma, La Dorada y Chinchiná. El proyecto lo dirigió la profesional enDesarrollo Familiar e integrante del Grupo, Mónica Liliana Ciro Acosta, conel acompañamiento de integrantes del semillero: Alejandro Castaño A. yClaudia M. Martínez V., estudiantes de sociología y Julián Cano de Antro-pología.

Este convenio estuvo apoyado por la psicóloga María Eugenia Salazar,jefe de programas especiales de la DTS de Caldas.

4. Semillero de investigadores de Cultura y Droga

Durante el 2003 se continuó el trabajo del Semillero con la participaciónde estudiantes de diversas carreras, especialmente de antropología, so-ciología, trabajo social, filosofía y desarrollo familiar. Se trata de un espaciosemanal de encuentro de estudiantes y profesores para enriquecer el conoci-miento frente al tema de las drogas en donde se comparten resultados deinvestigación y se realiza revisión bibliográfica y de artículos de revistas. Igual-mente se comparten inquietudes respecto a temas futuros y de interés de losestudiantes.La Coordinación Académica estuvo a cargo de los profesoresJorge Ronderos V. y Sigrid Castaño R. Acompañó el proceso la profesoraMaría Elena Bernal. Entre las actividades desarrolladas se realizó un taller

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sobre brugmancias incluyendo actividades prácticas de identificación y loca-lización de individuos en la ciudad y un ejercicio sobre plantas medicinales ymedicinas naturistas. Se organizaron equipos de trabajo y los resultados delas indagaciones se compartieron en el colectivo. Se destacó especialmenteel trabajo realizado por la estudiante Lina M. Granada de Trabajo Social.También participaron las estudiantes Claudia Gallego, Cristian Rojas, Cristi-na Valencia A., Claudia Martínez y Carol Martínez.

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Reseña sobre la Maestría de Culturas

y Droga para América LatinaMaría Elena Bernal V*

Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que un grupo de profesio-nales se sentaron a discutir la problemática de las drogas, con el objetivo deir clarificando y construyendo un discurso válido alrededor de éste tema enla Universidad de Caldas. La cuestión además de ser tabú, parecía habersufrido un adecuado tratamiento al ser analizado desde la toxicología y laprevención. Lejos, muy lejos estaba esa imagen compleja que se iríadevelando poco a poco hasta mostrar la verdadera esencia de la cuestión.

Once años de continúa y enriquecedora reflexión han sido necesariospara mostrar la ignorancia, los falsos supuestos y la necesidad de afrontarde manera científica, seria, una coyuntura que ha servido como excusa paratransgredir todos los derechos humanos de un país, para tener que afrontarpolíticas de control que han generado mucho más daños que el supuestomal que se pretendía controlar y que se ha esgrimido como pretexto para

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* MSc en Fitopatología, Candidata MSc en Filosofía de la Ciencia.

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posponer discusiones necesarias en el campo social, económico y político denuestro país y de Latinoamérica. Todo lo anterior, ha servido como escenariopara engendrar la propuesta de la Maestría de Culturas y Droga para América

Latina, liderada por la Universidad de Caldas, con su departamento de Socio-logía y Antropología, adscrito a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.

A continuación queremos mostrarles a nuestro lectores e interesadosuna breve reseña sobre la propuesta de Maestría.

Entidad proponente: Universidad de Caldas; Facultad de Ciencias Ju-rídicas y Sociales; Departamento de Sociología y Antropología

Localidad donde funcionará: Manizales, Departamento de Caldas, Co-lombia.

Dirección: Manizales, sede Palogrande carrera 23 No. 58 -65 Ter-cer piso.

Tipo de programa: Maestría

Nombre del programa: Maestría en Culturas y Droga para AméricaLatina.

Programa: nuevo

Título a expedir: Magíster en Culturas y Droga

Duración: No. Años: Dos (2) años, cuatro (4) semestres

Jornada: Diurna

Dedicación: Tiempo completo

Modalidad: Presencial

Periodicidad de la admisión: Anual.

Valor de la matrícula propuesto por año: seis (6) salarios mínimoslegales mensuales vigentes.

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Requisitos de admisión:

- Título de pregrado en profesiones afines a la temática.

- Promedio de notas de pregrado superior a 3.5

- Entrevista.

Requisitos de grado:

- Haber cursado y aprobado todos los créditos exigidos.

- Presentar un certificado expedido por el departamento de Lenguas desuficiencia en traducción en una lengua moderna adicional de la materna.

- Trabajo de investigación aprobado y sustentado.

Objetivos del Programa

Objeto de estudio: la relación entre culturas y droga.

Objetivos Generales

- Brindar una sólida y actualizada formación teórica y conceptual en elcampo de las culturas y la droga.

- Ampliar conocimientos y desarrollar habilidades investigativas que sir-van de soporte a la comprensión de éste fenómeno a nivel nacional einternacional.

- Formular y ejecutar proyectos de investigación y de desarrollo en lasmúltiples relaciones entre las culturas y la droga, que aporten al cono-cimiento de esta realidad en la región, país, y el continente y quepropendan por la formulación de políticas y programas sociales equi-tativos.

- Participar en la construcción y la completitud del concepto “relación cul-turas y droga”, a partir de la investigación y la teorización.

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Perfil del Magíster en Culturas y Droga

El magíster en Culturas y Droga es un profesional que estudia e inves-tiga ésta relación, desde la perspectiva tanto de las ciencias naturales comodesde las ciencias sociales.

El Ser

En concordancia con los lineamientos del PEI de la Universidad de Caldas, elmagíster en Culturas y Droga es una persona con interés permanente por apren-der e investigar, actualizarse y enriquecer su saber, convencido de que su accióncontribuirá al logro de un mejor entendimiento de esta realidad.

Con una visión humanista y una mentalidad amplia, con habilidad pararesponder en forma creativa a situaciones nuevas, con plena concienciade la ciencia, la tecnología y la cultura de nuestro país.

El magíster en Culturas y Droga, por tanto, debe ser una persona conun alto sentido de la ética y la moral personal y profesional en la cual losprincipios universales primen sobre los particulares, debe tener un profun-do respeto por la dignidad humana, con capacidad de apropiarsecríticamente de su ser social y de su función como elemento activo en laexplicación, interpretación y transformación del contexto donde se insertala correlación sustancias psicotropas y culturas.

Este magíster que analiza el enlace culturas y droga, debe ser un indi-viduo comprometido consigo mismo, con la maestría, con la Universidad ycon la sociedad y con capacidad de liderazgo para proyectar su quehaceral mundo del trabajo, al desarrollo del país; al desarrollo cultural y al desa-rrollo de la democracia.

El Saber

El magíster en Culturas y Droga debe tener un amplio conocimiento delvínculo culturas y droga desde la perspectiva del desarrollo humano y lainfluencia que ejerce en las condiciones psicosociales, culturales y ambien-tales de las diferentes comunidades de nuestro país, además, debe conocerla sociedad, sus características sociodemográficas, culturales, políticas,

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económicas y epidemiológicas, con el fin de que pueda intervenirlas en formaoportuna y adecuada.

Estudiar, investigar, desarrollar y aplicar métodos científicos y técnicos quele permitan conocer, ampliar, modificar y crear miradas nuevas sobre este fe-nómeno y prevenir los riesgos que llevan los análisis inexactos y el fomento demedidas de control que vulneran la riqueza cultural de nuestro país.

Para alcanzar éstos saberes, debe conocer en profundidad los aspectoscientíficos de las sustancias modificadoras de conciencia, de las sociedades ydel tipo de relación que surge al interactuar estos elementos.

El Hacer

El magíster en Culturas y Droga esta en capacidad de:

- Desarrollar y asesorar proyectos de investigación relacionados con lasdiversas áreas de intervención.

- Efectuar coordinación intra e intersectorial en temáticas afines que ase-gure la ejecución de los programas bajo su cargo. Participar en las co-munidades que discuten y deciden sobre la normatividad de controlesambientales y legales de drogas.

- Participar como miembro dinámico de los equipos interdisciplinarios deinvestigación, educación y trabajo, y en el estudio, evaluación y tomade decisiones en aspectos relacionados con las culturas y la droga.

Estructura del plan de estudios

El plan de estudios se desarrollará a partir de diferentes ejes:

≤ Eje Teórico

≤ Eje de Profundización

≤ Eje de Opcionales

- Eje de Investigación

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ESTRUCTURA DEL PLAN DE ESTUDIOS DETALLADO POR EJES

CONSTITUCIÓN DEL CONTENIDO TEÓRICO

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Grupo de investigación

La maestría cuenta con un grupo de investigación estructurado con lassiguientes características:

- Grupo de Investigación 5 años.Colciencias C-D. 13 integrantes.

- Grupo interdisciplinario articulado al Taller “Cultura y Droga” por10 años.

- Contactos internacionales.

- Convenios interuniversitarios nacionales y regionales.

- Revista Cultura y Droga, 9 años.

- Semillero de Investigación, 2 años.

Líneas de investigación

Actualmente se cuenta con las siguientes líneas de investigación y enellas se articularán los trabajos de profesores y estudiantes:

Cultura y Droga

Objetivos

1. Elaborar modelos teóricos y epistemológicos desde enfoques inter-disciplinarios y transdisciplinarios sobre la unidad y representación con-ceptual de cultura y droga.

2. Explicar e interpretar el fenómeno contemporáneo del uso y prácticas condrogas, teniendo como referencia sus representaciones, imaginarios y for-mas grupales.

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Chamanismos y neochamanismos

Objetivos

1. Describir etnográficamente a nivel regional latinoamericano, el fenóme-no de los neochamanismos a partir de las prácticas de personas y gru-pos, sus ámbitos, significados e imaginarios.

2. Explorar metodologías émicas, que permiten establecer formascomunicativas de carácter intercultural entre las disciplinas científi-cas y el conocimiento tradicional de diversos grupos étnicos deLatinoamérica.

3. Interpretar la relación intercultural entre los chamanismos tradicionalesy los neochamanismos.

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Talleres de capacitación sobre Cultura y

Droga en los municipios de Aguadas,

Anserma, Chinchiná y La Dorada,

Departamento de Caldas – ColombiaMónica L. Ciro Acosta*

Resumen

En el marco del convenio suscrito entre la Universidad de Caldas–TallerCultura y Droga y la Dirección Territorial de Salud de Caldas–ProgramasEspeciales, se llevaron a cabo cuatro (4) talleres de capacitación en Dro-gas y Cultura en cuatro (4) municipios del Departamento de Caldas, duran-te un periodo de tres (3) meses.

La población a la que estaban dirigidos no sólo eran los integrantes delos comités municipales de prevención sino también a todos aquellos que

* Profesional en Desarrollo Familiar. Coordinadora Taller Cultura y Droga 2001 - 2003.

Cultura y Droga

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quisieran asistir; para lo cual se dirigían las convocatorias a los miembrosde la iglesia, de los colegios, de la zonas rurales de los municipios, de losjuzgados, entre otros.

Palabras claves: Capacitación, cultura, drogas, municipios, talleres, in-tercambio cultural.

Presentación

A partir de la iniciativa de trabajar conjuntamente entre la Universidadde Caldas y la Dirección Territorial de Salud de Caldas en torno a capacitara integrantes de los comités municipales de prevención en el Departamen-to y elevar su nivel de comprensión de la temática, y también apoyar proce-sos relacionados con el plan de trabajo y ejecución de proyectos por partede la oficina de programas especiales, se propuso proyectar el modelocomprensivo y transdisciplinario del análisis de las drogas desde la pers-pectiva cultural.

Para llevar a cabo esta labor, se conformó un equipo de trabajo constitui-do por una coordinadora y tres facilitadores, que a su vez estaban dirigidospor el coordinador general de la línea de investigación de Cultura y Droga.

Resultados

El resultado general de los talleres lo caracterizamos como positivo,dados los resultados y la apropiación por parte de los asistentes respectoal enfoque de cultura y droga. La discusión y la controversia, los diálogosentre los asistentes y facilitadotes se constituyó en un medio de socializa-ción, de aprendizaje. Cada taller se caracterizó por una dinámica pedagó-gica muy activa, que iba acorde con las características de la poblaciónparticipante en cada uno.

Se puede destacar el interés surgido a partir de lo novedoso que resultópara los asistentes, el conocimiento del modelo cultura y droga, expresadoen los contenidos temáticos y el enfoque transdisciplinario y de construc-ción interdisciplinaria, que parte de reconocer, libre de preconceptos, laexistencia de un fenómeno complejo y controvertible, partiendo de viven-cias personales y sociales, que requieren un tratamiento de análisis libre

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de prejuicios, en donde el prohibicionismo sobre algunas drogas es unavariable y no el eje del análisis del consumo, como también la referenciahistórica de la influencia de instituciones como el Estado, el mercado, me-dios de comunicación, la religión, la familia, la salud, la educación, la segu-ridad, la democracia o las dinámicas y conflictos grupales y sociales entorno a la identidad y los procesos de globalización.

Se parte de reconocer el fenómeno de las drogas como vehículo cultu-ral y mediador en las relaciones sociales, como adaptador dinámico en losprocesos de socialización en los contextos de sociabilidad, a partir de apor-tes teóricos y epistemológicos de diferentes disciplinas y profesiones comola sociología, la antropología, la psicología, la historia, el derecho, y hoydía, las neurociencias, la biología en el plano cognitivo y de la conciencia,de la curación y la relación entre emociones y cultura.

Algunas conclusiones

1. Conceptualmente se reafirma la hipótesis de trabajo en el grupo y lalínea de investigación Cultura y Droga, en el sentido en que el trabajode prevención basado en el prohibicionismo, dominante en el aprendi-zaje que se ha dado a través de diversos programas, con mayor énfasispara los integrantes de los comités municipales, ha sido un factor demayores conflictos humanos y sociales relacionados con las drogas sinevidenciarse soluciones positivas. Desde la óptica de Cultura y Drogase evidencian disposiciones y actitudes comprensivas para construirpropuestas pedagógicas y participativas de transformación humanapositiva para la vida, a partir de experiencias humanas y sociales rela-cionadas con drogas.

2. Por la información originada en los diálogos entre los asistentes, seevidencian datos y apreciaciones empíricas, que desde la construcciónteórico epistemológica de cultura y droga, es probable que el fenómenode mayor consumo de drogas legales e ilegales, esté asociado al con-flicto mismo generado por los miedos y el terror a las drogas, productodel énfasis prohibicionista en los modelos y campañas preventivas do-minantes, lo cual ocultaría problemas estructurales de tipo socioculturaly político-económico que han afectado sensiblemente las condicionessocioeconómicas y expectativas y sentidos de vida de diversos secto-res de población, siendo más evidentes, entre los jóvenes.

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Igualmente, ocultaría entre otros: 1) influencias culturales de laglobalización a través de los medios de comunicación (cine, TV. Internet,radio, prensa etc.), 2) el fracaso estructural del modelo educativo existenteen la región y el país para formar ciudadanos y personas técnicamentedotadas para construir sus futuros, 3) el retroceso y regreso del avance dela democracia y la justicia colombiana planteada en la reforma constitucio-nal del 91, en especial el avance en derechos humanos y 4) formas parti-culares de nuevos imaginarios colectivos, producto de la interconexióncultural descontrolada, entre los “tres mundos del desarrollo”.

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Acercamiento a algunos aspectos

ecológicos del borrachero

(Brugmansia) en CaldasJuan Guillermo Bedoya P.1

Cita el religioso Daniel Gonzáles2 en su articulo Notas sobre algunas

plantas tóxicas, que “el borrachero fue conocido desde los albores de laconquista cuando en Chocontá los soldados de Gonzalo Jiménez deQuesada taparon las ollas en donde cocían sus alimentos con hojas deBorrachero y varios de ellos quedaron bajo los efectos de la intoxicaciónpor algunas horas”. No obstante, este no es uno de los primeros reportessobre los efectos que produce la planta en el ser humano: el borracheroocupaba un lugar sagrado en culturas aborígenes de la región del sur deAmérica, debido a su uso en los ritos mágico-religiosos de sanación porparte de los chamanes los cuales les permitían obtener un estado de tran-

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1. Estudiante programa Agronomía Universidad de Caldas Manizales Colombia.2. GONZÁLES, Daniel. Notas sobre algunas plantas tóxicas En: Revista de la Universidad

de la Salle, 1 (1) (Nov-Dic): 1971.

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ce para comunicarse con el entorno y sus antepasados. Aun hoy en día,partes de la planta se usan en algunas regiones rurales del país para eltratamiento de neuralgias, dolores articulares, asma, espasmos musculares,y heridas y fracturas.

Las plantas de Borrachero pertenecen al género Brugmansia y se con-sideran originarias de Sur América; algunas de ellas son cultivadas en jar-dines por la belleza de sus flores en forma de trompeta. En Caldas, se hanencontrado en forma espontánea las especies Brugmansia aurea yBrugmansia sanguínea; la primera presenta flores blanco-amarillas y, lasegunda blanca en la base y un tono rojizo hacia los pétalos.

Los borracheros son productores de alcaloides conocidos por su es-tructura química como tropánicos, entre ellos están la atropina y laescopolamina, responsables de compuestos sintetizados a partir de ellasy de serias intoxicaciones a aquellas personas que voluntariamente oinvoluntariamente consumen partes de la planta. Dada esta condición,estas plantas han sido estigmatizadas por muchas personas hasta talpunto que consideran oportuna su erradicación de los alrededores de lasciudades.

Es por lo anterior y por el valor histórico-etnobotánico de los borra-cheros, que se ha planteado la realización de un trabajo de investigaciónque permita conocer aspectos de las plantas relacionadas con su entor-no, principalmente su relación con insectos, hongos y otras plantas. Paralograr este objetivo, se seleccionará una muestra representativa de plan-tas de Borrachero de la región y se hará un inventario de las plantas,insectos y hongos con las cuales comparte hábitat; luego se determinaráel grado de asociación que exista entre estos individuos y se analizarálas posibles alteraciones que ocurren en la naturaleza al erradicar losborracheros.

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¿Qué es y cómo actúa una droga

psicoactiva?Karina Málpica

Material didáctico seleccionado para el taller Cultura y Droga

«Desde la perspectiva de la física cuántica no existe la objetividad.Nuestros pensamientos y actitudes influyen sobre aquello que

observamos. De manera inevitable, al estudiar el orden aparente(lo visible), estamos influenciando el orden implicado, o sea,

las variables ocultas que determinan lo visible».

«El hecho de que con toda nuestra ciencia nopodamos explicar lo inexplicable, no significa que ello

no exista sino, simplemente, que aúnno podemos explicarlo».

Danah Zohar

Spiritual Intelligence

Citado por la autora

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

Page 282: Revista Cultura y Droga

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Presentación1

Karina Malpica 2 es una investigadora mexicana sobre drogas, especiali-zada en aquellas que modifican la conciencia. En la actualidad se dedica atrabajos de formación espiritual bajo la guía de un chaman peruano en lo quedenomina chamanismo esencial. Investiga teórica y empíricamente las dro-

gas psicoactivas exponiendo a través de diversos medios los resultados desus investigaciones. Se autodenomina una investigadora de la conciencia.

Sobre su posición y experiencia directa frente a las drogas y con lasdrogas, presento dos texto que ilustran claramente su posición:

«Hasta esos momentos había recibido la influencia cultural típica de la

clase media mexicana en la que circulan con cierta profusión drogas so-

cialmente aceptadas como el alcohol, la cafeína, el tabaco y el azúcar,

junto con una amplia oferta del mercado negro de drogas ilegales; ya ha-

bía ingresado a las estadísticas porcentuales de mexicanos que declara-

ron haber consumido «por lo menos alguna vez en su vida» éxtasis, cocaí-

na, anfetaminas, opio y sedantes hipnóticos; y por supuesto habría respon-

dido que sí a las encuestas anónimas que preguntan si has consumido

marihuana «en el mes pasado», y agrega además:

Fuera de la marihuana, mi primera experiencia con una «droga natural»,

que es como clasificaba en ese entonces a las plantas con propiedades

psicoactivas, fue con el peyote. Tenía grandes expectativas al respecto ya

que Octavio Paz, el más destacado personaje de entre los intelectuales

mexicanos que me encontraba estudiando con motivo de mi tesis, soste-

nía en un ensayo de Corriente alterna que a finales de la década de los

sesentas, las organizaciones estatales de todo el mundo habían prohibido

1. Material seleccionado por Jorge Ronderos V., director Taller Cultura y Droga del departa-mento de Antropología y Sociología de la Universidad de Caldas, Manizales, Colombia. Suuso es estrictamente académico. Tomado de la publicación LAS DROGAS TAL CUAL deKarina Malpica (Queda permitido copiar, imprimir, reproducir y compartir con otros la infor-mación contenida en estas páginas siempre y cuando no se haga con fines de lucro). Auto-rizado y corregido para Cultura y Droga por la autora el 18-09-04. C/E: [email protected]

2. Investigadora mexicana sobre drogas. Coordinadora de la Comunidad Virtual de ChamanismoEsencial. Se puede acceder a mayor información a través de su página web en internet:www.mind-surf.net/drogas. (También consultar: www.mind-surf.net/aya/aya-intro.htm).

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las drogas más inocuas que existían (o sea, los principios activos de las

plantas sagradas de nuestros antepasados), porque temían que los

usuarios sufrieran de una especie de contagio espiritual y desencanto

político al utilizarlas».

A continuación se presentan 19 preguntas con sus respuestas que laautora ha preparado y hemos seleccionado en este material ilustrativo,que esperamos sea acogido críticamente, con dudas cuando sea del casoy con grado certeza cuando lo amerite. Recomendamos ir a textos y fuen-tes científicas que la química, la biología, la bioquímica, la farmacología, lamedicina, las neurociencias y otras disciplinas aportan sobre la temática.En términos generales, y básicos nos parece un material adecuado y seriocon un respaldo en fuentes de alto reconocimiento, en lo que conocemos. Acontinuación las preguntas y respuestas de la autora.

1. ¿Qué es un psicoactivo?

Desde el punto de vista de la ciencia, fármaco o droga es toda sustancia

química de origen natural o sintético que afecta las funciones de los organis-

mos vivos. Los fármacos que afectan específicamente las funciones del Sis-

tema Nervioso Central (SNC), compuesto por el cerebro y la médula espinal,

se denominan psicoactivos. Estas sustancias son capaces de inhibir el do-

lor, modificar el estado anímico o alterar las percepciones, por ejemplo.

2. ¿De qué depende el hecho de que los psicoactivos actúen

como remedios o como venenos?

Depende de:

1) su grado de pureza,

2) las dosis y las modalidades de empleo,

3) las condiciones de acceso y las pautas culturales de consumo y

4) el estado físico, emocional, mental y espiritual del usuario.

Los mismos psicoactivos pueden resultar benéficos o dañinos, terapéuti-

cos o tóxicos, según quién, cuándo, cuánto, cómo y con qué fin los consu-

ma. Por desgracia existe una gran desinformación al respecto que -aunada a

una serie de mitos y prejuicios- repercute sobre la salud, el calificativo moral

e incluso el trato cívico y legal de sus consumidores.

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3. ¿Cuál es la diferencia entre drogas, fármacos y medicinas?

El término pharmacon era utilizado en la antigüedad para describir tan-

to a los medicamentos como a los venenos, y no había distinción

terminológica entre aquellos con utilidad terapéutica sobre el cuerpo físi-

co o sobre el cuerpo mental, como es el caso de las sustancias capaces

de alterar la conciencia. Desgraciadamente, lo que antes era sinónimo

hoy se encuentra disociado. Aún cuando fármaco y droga continúan em-

pleándose de manera indistinta dentro de la literatura especializada, en la

percepción popular se consideran cosas por completo diferentes. Ahora

se habla de medicinas y de drogas. Se dice que las medicinas alivian el

sufrimiento, luchan contra la muerte, son buenas y se venden en farma-

cias. Se cree que las drogas originan trastornos severos, provocan la

muerte, son malas y por eso están prohibidas. Bajo esta lógica, conside-

rar al agua como un veneno parecería broma, no obstante, tres o cuatro

litros producen envenenamiento mortal en los niños; mientras que en un

adulto, más de veinte litros diarios generan una secreción excesiva de

orina y una propensión a la retención de cloro que ocasiona la deshidrata-

ción celular y eventualmente la muerte. El curare es un buen ejemplo de

un pharmacon, un remedio que es a la vez un veneno. En dosis altas es

uno de los venenos más poderosos que existe y en dosis bajas es un

anestésico local. Los jíbaros lo usan para envenenar los dardos de sus

cerbatanas cuando van a la selva a cazar animales pues en dosis eleva-

das paraliza totalmente los músculos y las presas mueren por asfixia.

Pero los cirujanos también lo usan en dosis muy bajas para relajar los

músculos de sus pacientes en operaciones que requieren incisiones ab-

dominales.

Otro ejemplo: el psicoactivo MDMA, mejor conocido como éxtasis. En las

primeras etapas de investigación científica previas a su prohibición, demos-

tró tener notables utilidades terapéuticas en psicoterapia; pero después de

su prohibición, el uso irresponsable de este fármaco ocasionó la muerte de

varios jóvenes en Europa debido al desconocimiento de su utilización y ac-

tualmente está provocando diversos trastornos en personas que abusan de

él y están expuestos a las adulteraciones, debidas a la falta de controles de

calidad en el mercado negro. Así es que, concluyendo: no hay diferencia

entre un fármaco, una medicina y una droga. Cualquier sustancia psicoactiva

puede servir como remedio o como veneno dependiendo de las circunstan-

cias en las que sea utilizada.

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4. ¿Qué es un alcaloide?

En el lenguaje químico, los alcaloides se definen como substancias alcalinas

que contienen nitrógeno y que representan los principios activos, desde un punto

de vista farmacológico, de numerosas plantas y compuestos sintéticos.

5. ¿Qué es un principio activo?

Es una sustancia química capaz de producir un efecto farmacológico so-

bre un organismo vivo. Por ejemplo, el peyote, tiene cerca de 50 principios

activos, el más importante de ellos, es un alcaloide llamado mezcalina.

6. ¿Qué es un neurotransmisor?

En el cuerpo humano, la comunicación entre las células se realiza a tra-

vés del sistema endocrino y del sistema neuronal. El mecanismo es básica-

mente éste: ante un determinado estímulo, el organismo reacciona liberando

una serie de sustancias que se llaman hormonas si las producen las glándu-

las endocrinas y se liberan al torrente sanguíneo, o neurotransmisores, si las

produce el cerebro y se liberan a nivel local dentro del mismo para producir

una comunicación entre neuronas. Esto equivale a decir que los

neurotransmisores son las drogas naturales (acetilcolina, adrenalina,

noradrenalina, norepinefrina, melatinina, serotonina, histamina, dopamina, etc.)

que el sistema nervioso necesita para intercambiar información y ejercer con-

trol sobre el resto del cuerpo.

Los neurotransmisores actúan ocupando sus receptores específicos den-

tro de ciertas áreas del cerebro dedicadas a controlar funciones particulares.

La acetilcolina, por ejemplo, controla los músculos del esqueleto (el diafragma

y todos los músculos asociados con el movimiento); y comparte con otro

neurotransmisor llamado norepinefrina, la responsabilidad de controlar los

músculos lisos (las paredes de los órganos internos y los vasos sanguíneos)

y el músculo cardíaco.

7. ¿Cómo actúa una droga psicoactiva?

Imagínate que las células son como habitaciones del gran templo que es

tu organismo, los receptores de dichas células-habitaciones son sus cerra-

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duras, y las hormonas o neurotransmisores son las llaves que abren o blo-

quean esas cerraduras. Un neurotransmisor u hormona que abra la cerradu-

ra, recibe el nombre de agonista, mientras que uno que atasque la cerradura

e impida que se abra la puerta, es un antagonista. La estructura química de

las sustancias psicoactivas es muy similar a la de ciertos neurotransmisores

u hormonas del SNC, por lo que pueden alterar temporalmente el funciona-

miento habitual del organismo humano actuando como agonistas o antago-

nistas de los receptores celulares. Funcionan más como hormonas que como

neurotransmisores, pues al ser consumidas penetran en el torrente sanguí-

neo como las secreciones glandulares y no únicamente en el cerebro, como

ocurre con los neurotransmisores.

8. ¿Cuál es la diferencia entre psicoactivos naturales y

sintéticos?

Comúnmente se da por sentado que un psicoactivo natural es una plan-

ta cuyas hojas, tallos, raíces, segregaciones y/o frutos se pueden comer,

fumar y/o beber en infusiones o en cocciones; mientras que un psicoactivo

sintético requiere algún tipo de síntesis o procedimiento químico de menor

o mayor complejidad para extraer los principios activos de una planta con

intención de consumirlos, o para manipularlos a fin de producir un nuevo

compuesto químico previamente inexistente como tal en el mundo vegetal.

Muchas personas consideran que el organismo humano está más prepara-

do para asimilar un psicoactivo natural que uno sintético, sin embargo, la

mayoría de los químicos y farmacólogos opinan lo contrario. El farmacólogo

Jonathan Ott por ejemplo, asegura que cualquier principio activo, ya sea

sintetizado por una planta o por un químico profesional, tiene la misma

estructura química y los mismos efectos biológicos; dice también que sin-

tetizada por un profesional hay una garantía de mayor pureza con la ventaja

de que es más higiénico y más fácil de consumir. Como ejemplo cita al

peyote asegurando que el principio activo que éste produce, la mezcalina,

es exactamente la misma que la que puede hacer un químico y que es más

agradable tomar el polvo blanco en una cápsula que ingerir un peyote crudo

cuyo sabor es demasiado amargo y cuyo consumo muchas veces se lleva

a cabo en condiciones que él encuentra poco higiénicas. Le parece que

preferir comer una planta amarga es una reminiscencia del «miedo primal a

los dioses» y explica: «Se piensa que las drogas y las vitaminas hechas por

seres humanos no son naturales y son peligrosas, mientras que idénticas

drogas y vitaminas hechas por plantasson dadas por dios y son seguras.

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Intentar hacer cosas formalmente hechas sólo por los dioses es cometer el

pecado de Prometeo, ¡robar fuego de los dioses!»

Por contraposición, se puede argumentar que durante siglos, miles de

personas han consumido el peyote de la misma forma que Ott encuentra

antihigiénica y que, aunque gran parte de los efectos del peyote se deban a la

acción de la mezcalina, en esta planta cactácea se han encontrado cerca de

50 alcaloides más que pueden contribuir a que la experiencia con la planta

sea diferente a la de la cápsula de mezcalina pura; la peyotina, por ejemplo,

presenta efectos narcóticos cuando se consume de forma aislada. Aún no

hay estudios suficientes acerca de la sinergia u efectos combinados que

puede haber entre los distintos principios activos presentes en las plantas

psicoactivas. Tal como se ha demostrado en el caso de las vitaminas, el

cuerpo requiere ciertos componentes químicos para poder asimilarlas, ya que

hay un equilibrio muy complejo en el sistema orgánico. Por ejemplo, una

naranja, fuente natural de vitamina C, también contiende pequeñas cantida-

des de calcio, indispensable para que el organismo pueda asimilar la vitami-

na C. Para asimilar comprimidos de vitamina C, el organismo también requie-

re calcio y si no lo encuentra disponible en cantidades suficientes, utiliza el

calcio almacenado en los huesos, por lo que una sobredosis continua de

comprimidos de vitamina C puede llegar a resultar dañina.

Así es que mientras nuestro conocimiento siga siendo parcial y no total,

seguiremos siendo Prometeos falibles y no dioses inmortales, lo cual no

quiere decir que hay que decantarnos única y exclusivamente por las plantas

psicoactivas, sino que debemos actuar con mucha consideración y cautela

en estas cuestiones.

9. ¿Los psicoactivos producen o desencadenan efectos?

Los efectos de las drogas psicoactivas sobre el SNC no están dados por

sus cualidades intrínsecas, sino por su capacidad de afectar el funciona-

miento ordinario del SNC. Es decir, si un psicoactivo actúa como agonista de

la serotonina, por ejemplo, potencia el efecto fisiológico de la serotonina;

mientras que si actúa como antagonista, bloquea los receptores e impide

que la serotonina realice su función biológica. Así, la ocupación de los recep-

tores no produce ningún efecto distinto, sino que simplemente afecta la in-

tensidad o la duración de los efectos habituales de los neurotransmisores u

hormonas corporales. De tal forma que puede afirmarse que las drogas psicoactivas

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en sí, no producen ningún efecto anómalo sobre la mente humana, sino que sólo

interfieren con los complejos mecanismos que regulan el SNC alterando o modifi-

cando temporalmente su funcionamiento habitual (o permanentemente si se abu-

sa de algunas de ellas). Incluso se ha llegado a decir que los psicoactivos actúan

como meros catalizadores de ciertos efectos que produce el propio cerebro me-

diante sus propias drogas endógenas o neurotransmisores. Como ejemplo se cita

el caso de la LSD que ya ha desaparecido completamente del organismo cuando

apenas comienzan a manifestarse los efectos más álgidos tras su ingestión. Se

cree que la LSD podría haber producido todo un desajuste o un reajuste (según la

óptica) en el sistema serotoninérgico, y el retorno al estado ordinario de conciencia

sería percibido como un «estado alterado o modificado» de la misma.

10.¿Cuáles son los neurotransmisores más involucrados con

las drogas psicoactivas?

Serotonina: la mayoría de las neuronas que sintetizan serotonina se lo-

calizan en el cerebro medio y en los denominados núcleos de rafe. Este

neurotransmisor posee una amplia gama de receptores y está implicado en

muy diversas funciones.

1. Participa en la inducción de sueño, de tal forma que su ausencia produce

insomnio.

2. Tiene cierta actividad en la regulación de la temperatura corporal y el con-

trol del vómito

3. Es un neurotransmisor de las neuronas que transmiten las sensaciones

de dolor.

4. Está directamente involucrado en el control de los estados de ánimo, de

las emociones, de la percepción sensorial y de funciones cognitivas supe-

riores.

5. Cuando se producen determinados estímulos sensoriales que ponen en

alerta al individuo, su descarga cesa en forma inmediata. Actúa como una

especie de filtro de señales externas que da primacía a los estímulos que

se consideran importantes para facilitar la toma de decisiones. La lesión

en neuronas serotoninérgicas produce activación motora y un aumento en

la irritabilidad y la agresividad.

6. Es posible que la serotonina tenga una actividad autorreguladora, ya que

la presencia de una determinada concentración de serotonina inhibe a las

neuronas de los núcleos de rafe, impidiendo así la síntesis de más

serotonina.

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7. La degradación de este neurotransmisor, esto es, su transformación en

una molécula inactiva, la lleva a cabo la enzima reguladora del sistema

serotoninérgico: la enzima monoamino-oxidasa (MAO), que actúa en ge-

neral oxidando el grupo amino de la molécula, que incluye además de la

serotonina, a la melatonina, la adrenalina y cualquier molécula

estructuralmente similar. Se sabe que la LSD y la DMT pueden actuar

como agonistas frente a receptores serotoninérgicos, o sea, son llaves

capaces de abrir las habitaciones que sintetizan la serotonina.

Melatonina: se sintetiza a partir de la serotonina, principalmente en la

glándula pineal, sede del alma, según los antiguos. Mientras su concentra-

ción en la sangre es alta hasta los siete primeros años, comúnmente decrece

hacia el final de la pubertad, permaneciendo baja el resto de la vida.

1. Está implicada en la regulación del reloj biológico de los seres humanos

(ciclos de sueño-vigilia) y de la regulación fisiológica de la retina.

2. Tiene efectos hipnóticos y actúa como fototrasductor, transformando

las señales luminosas, como la presencia o ausencia de luz, en señales

hormonales. Basado en estas funciones, Raúl de la Flor Aguirre especu-

la: Recordemos que las concentraciones de melatonina son muy dife-

rentes en la infancia y en la madurez y esto, aunado al papel que desem-

peña la serotonina como filtro de percepciones, puede ser la explicación

de que bajo los efectos de un visionario seamos capaces de apreciar la

belleza en las cosas más cotidianas... como un niño que se encuentra

en fase de aprendizaje y cualquier cosa le parece novedosa, por eso fija

su atención en las cosas más simples... En contrapartida, si la sustan-

cia anula ese filtro de percepciones, podemos caer en estados de para-

noia en los que cualquier percepción, que obviaríamos en condiciones

normales, nos pone en alerta y hace que nos consideremos en peligro.

11. ¿Cuáles pueden ser las vías de administración de una

droga?

Para que un fármaco logre actuar, en primer lugar debe ser introducido al

organismo y en segundo lugar, debe llegar al sitio de acción. En el caso de

los psicofármacos, este sitio de acción está localizado en alguna parte del

Sistema Nervioso Central, un sistema al que es difícil acceder porque cuenta

con una protección conocida como la barrera hemoencefalítica. Gracias a

ella, no todo lo que entra a la sangre puede pasar hacia el cerebro y la

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médula espinal. Para lograrlo, las drogas psicoactivas deben ser liposolubles,

ya que los lípidos (grasas) pueden atravesar fácilmente las membranas de

la barrera. Para introducir un psicofármaco al organismo existen básica-

mente tres vías de administración: oral (la ingestión de pastillas, grageas,

tabletas, gotas, plantas, bebidas o alimentos que contengan alcaloides

psicoactivos), pulmonar (a través del acto de fumar, por la aspiración de

polvos o la inhalación de vapores) y parenteral (por medio de una inyección

que puede ser intravenosa, subcutánea o intramuscular).

12. ¿Cómo se determina la potencia de un psicoactivo?

La potencia de un psicoactivo depende del grado de afinidad que tenga

con los neuro receptores. Se dice que la LSD es el psicoactivo más potente

que se conoce porque en la sustancia más afín a los receptores de la

serotonina, dado lo cual se requiere una menor cantidad de LSD en el torrente

sanguíneo para que se manifiesten sus efectos, que una de DMT, por ejem-

plo. La afinidad es pues la facilidad con la que la llave encaja en la cerradura-

receptor y la abre. La concentración mide el número de veces que se intenta

girar la llave. Las moléculas menos afines necesitan mayores oportunidades

para intentar abrir las puertas y dichas oportunidades se consiguen aumen-

tando la concentración del psicoactivo en la sangre. Por eso es que conforme

la afinidad sea mayor, mayor es su potencia.

13. ¿Cómo se determina la toxicidad?

Lo tóxico de una droga no es la droga en sí misma sino las concentracio-

nes de ésta en proporción a cierta medida, que en el ser humano es el kilo de

peso. Existe una estrecha relación entre la concentración de una droga en el

organismo y la cantidad de complejos que se forman. El efecto de una droga

varía con esa concentración hasta alcanzar un valor máximo, pasado el cual

ningún incremento en la concentración resulta más efectivo. La dosis activa

media es definida como aquella que produce el 50% del máximo efecto

obtenible en un grupo de personas o animales sometido a estudio, mientras

la dosis letal media es aquella que causa mortalidad en el 50% de los miem-

bros del grupo estudiado.

La toxicidad o el margen de seguridad de una droga está determinado por

la proporción entre la dosis activa y la dosis letal. En la aspirina®, por ejem-

plo, ese margen de seguridad es de 1/20, mientras que en la heroína es de 1/

30 y en el LSD es de 1/650.

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14. ¿Qué son los efectos psicológicos?

Son el conjunto de sensaciones mentales que se producen en una perso-

na bajo el efecto de cualquier sustancia psicoactiva. Hay dos aspectos que

influyen profundamente en una experiencia con cualquier droga. Estos as-

pectos se conocen como el set y el setting. El set se refiere a lo que el

consumidor aporta personalmente a la experiencia: su fortaleza psíquica y

física, las huellas mentales de su infancia, su aprendizaje vital, sus tenden-

cias emocionales e intelectuales, sus motivaciones e intenciones, su prepa-

ración para la sesión. Es decir, el set es aquello que incumbe al individuo

(Ver más al respecto en Cartografía de la experiencia psiocactiva). El setting

es el ambiente, tanto físico como humano, que rodea al consumidor durante

la experiencia. En el setting se incluyen a las otras personas presentes du-

rante la sesión. Es fundamental que con ellas exista una gran confianza para

que la experiencia sea positiva, puesto que las sustancias psicoactivas pue-

den ampliar cualquier suspicacia existente. Dos psicólogos norteamericanos

(Schater y Singer) fueron los primeros en demostrar que una misma droga

produce efectos diferentes en función del set y del setting. En el transcurso

de uno de sus experimentos pudieron probar, por ejemplo, que a una misma

persona, la anfetamina le provocaba angustia si la consumía en un entorno

social tenso y le producía euforia si la usaba en ambientes placenteros.

15 ¿Qué son los efectos fisiológicos?

Se denomina así al conjunto de sensaciones físicas que se producen bajo

el efecto de cualquier sustancia psicoactiva, tales como cambios en la tem-

peratura corporal, alteraciones de la frecuencia cardiaca o la presión arterial,

alteraciones preceptúales, etcétera. Los efectos fisiológicos de un

psicofármaco pueden verse condicionados por las afecciones orgánicas de

la persona que los consume en un determinado momento y por la interacción

con otros fármacos que se administren previa o simultáneamente, e incluso

por la ingestión de ciertos alimentos que pueden inhibir o dificultar su asimi-

lación.

16. ¿Qué son los efectos secundarios?

Siempre que se emplea una droga persiguiendo un fin determinado -ya

sea recreativo, ritual o terapéutico- se corre el riesgo de provocar al mismo

tiempo reacciones secundarias a nivel fisiológico. Tomemos como ejemplo el

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caso de un psicofármaco que se vende mediante receta médica en cualquier

farmacia, como es el caso del clorhidrato de metilfenidato de nombre comer-

cial Ritalín®. Está definido como un estimulante ligero del Sistema Nervioso

Central. Cuando se usa terapéuticamente para vencer la narcolepsia (carac-

terizada por somnolencia diurna, episodios de sueño inhabituales y pérdida

del tono muscular voluntario), las reacciones secundarias y adversas pueden

ser las siguientes:

1. Sistema nervioso central y periférico: nerviosismo e insomnio

son los efectos indeseados más comunes al principio del trata-

miento y suelen controlarse reduciendo la dosificación y dejando

de tomar el medicamento por la tarde o la noche. La pérdida de

apetito es frecuente pero pasajera. También pueden producirse

cefaleas, somnolencia, vértigo, discinesia, dificultades de la aco-

modación y visión borrosa. Se han reportado casos aislados de

hiperactividad, convulsiones, calambres musculares, movimien-

tos coreoatetoides, tics o exacerbación de tics ya existentes y

síndrome de Tourette.

Se han registrado casos aislados de psicosis tóxica (a veces con

alucinaciones visuales y táctiles) que remitieron al cesar la admi-

nistración de Ritalín. También se han registrado casos de depre-

siones transitorias aunque no se ha establecido un nexo de

causalidad definido.

2. Tracto gastrointestinal: pueden aparecer molestias abdominales, náu-

seas y vómitos al principio de la terapia y pueden aliviarse tomando ali-

mentos al mismo tiempo.

3. Aparato cardiovascular: taquicardia, palpitaciones, arritmias, cambios

en la presión arterial y la frecuencia cardiaca (generalmente un incremen-

to) y angina de pecho.

4. Piel y/o reacciones de hipersensibilidad: erupción, prurito, urticaria, fie-

bre, artralgia, alopecia. En casos aislados púrpura hemorrágica, dermati-

tis exfoliativa y eritema multiforme.

5. Otras: es posible que se reduzca moderadamente el aumento de peso y

se retrase un poco el crecimiento en la estatura de los niños en el trata-

miento prolongado.

Así es que, después de revisar la historia clínica de un paciente que sufre

narcolepsia, el terapeuta decidirá si vale o no la pena que su paciente afronte

las reacciones secundarias que lo librarán de la narcolepsia.

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17. ¿Qué significa tolerancia?

La tolerancia se define como la necesidad de un aumento en la dosis para

producir un efecto dado. Esta necesidad se genera porque la mayoría de las

interacciones entre un receptor y una droga eventualmente producen el fenó-

meno de desensibilización: continuas o repetidas administraciones de una

droga producen progresivamente un efecto menor. Entre los complejos me-

canismos involucrados en este fenómeno se encuentran la eliminación de los

receptores de la membrana celular después de la exposición prolongada a un

agonista, o el paso del receptor a un estado refractario (no responsivo) en

presencia de un agonista, en cuyo caso la activación no se lleva a cabo. La

desensibilización es un fenómeno reversible. Aunque la recuperación de los

receptores requiere horas o días, puede agilizarse con la administración de

un antagonista.

18. ¿Qué es la dependencia física?

Es la alteración del estado fisiológico que se produce ante la exposición

repetida de ciertas drogas y que provoca la necesidad de seguir consumién-

dola con el fin de prevenir la aparición de un síndrome de abstinencia. Esta

alteración supone el desarrollo de cambios biológicos en los que dichas dro-

gas se integran de alguna manera al funcionamiento habitual del cerebro. Por

ello se le conoce también como neuroadaptación. De acuerdo al doctor

Brailowsky, un experto en neurociencias, el desarrollo de la dependencia no

supone forzosamente que el individuo tenga determinados problemas psico-

lógicos para que se vuelva adicto, puesto que se han identificado factores

genéticos que hacen a ciertas personas más susceptibles a desarrollar de-

pendencias específicas a ciertas drogas y no a otras.

19. ¿Qué es el síndrome de abstinencia?

Es la respuesta física de un organismo ante la retirada abrupta del sumi-

nistro de ciertos fármacos. La intensidad de esta respuesta puede variar de-

pendiendo tanto del grado de habituación, como de las características de la

droga. La presencia o ausencia de un síndrome abstinencial es el mejor indi-

cativo para determinar si una droga genera o no dependencia física, ya que no

todas la producen. Hay algunas que sólo generan lo que se conoce como

dependencia psíquica.

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Talla en madera pintada. 2003. Original del artista y médico tradicional Inga Domingo Cuatindioy.

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1. Pueblos, drogas y serpientes; el espíritu de las plan-tas y el origen de la cultura*

Luego de muchas décadas de estigmatización resulta difícil enfocar eltema de las “drogas” en un contexto racional y científico. Las drogas sonun tabú que impide abordar la cuestión en forma objetiva. El consumo ytráfico de drogas constituye un hecho social extendido a nivel mundial, quecausa daños irreparables a millones de personas, sobre todo jóvenes, yque ha provocado mucho dolor a numerosas familias a lo largo del planeta.

El libro Pueblos, drogas y serpientes; el espíritu de las plantas y el ori-

gen de la Cultura fue concebido a partir de la necesidad que existe deenfrentar honestamente el problema, proporcionando información y reflexio-nando acerca de la función que han cumplido los fármacos y plantaspsicoactivas a lo largo de la historia.

El trabajo es el resultado de varios años de lecturas e investigación decampo, fue elaborado durante la estancia del autor en México y revisado a laluz de aportes obtenidos cuando las visitas del autor a Mato Grosso en Brasily Colombia.

El consumo de plantas psicoactivas es tan viejo como la humanidad, ymuchos piensan, entre ellos el autor del libro comentado, que el origen de laespecie humana, del lenguaje y de la cultura se deben precisamente a unadieta rica en dichas sustancias. Las religiones más antiguas están estre-

Cultura y Droga

Año 8. No 10. Manizales, Colombia. Enero - diciembre 2003

* Publicado por PiriGuazú Ediciones, San José de Costa Rica/ Montevideo, 2002.

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chamente relacionadas con ciertas plantas que presentan dichas propieda-des: las llamadas plantas enteogénicas o “generadoras de la divinidad”. Elsoma y el canabis, originarios de la India, el kykeon de Grecia, la amapola yel opio del mundo clásico mediterráneo, el hongo “amanita” de los bosqueseuroasiáticos, el ololiuhqui, el peyote y el teonanacatl mesoamericanos, laayahuasca amazónica, son todas plantas y sustancias que se encuentran enla raíz de la historia humana, y que aportan una clave para entender la evolu-ción cultural y espiritual de vastas regiones del planeta.

Desde los tiempos primigenios estas plantas cumplieron un rol trascen-dental dando lugar a enfoques solidarios, naturalistas y matriarcales queduraron por decenas de miles de años.

En los últimos tres o cuatro milenios la situación cambió radicalmentecon la aparición de grupos patriarcales y guerreristas que invadieron lasantiguas sociedades de cooperación y les impusieron formas de pensar yde actuar basadas en el desprecio al prójimo y a la naturaleza. Las Diosasde la Tierra fueron sustituidas por Dioses masculinos y agresivos. Griegos,romanos, arios y aztecas sufrieron procesos de deculturación análogos envarios momentos de su historia.

Las sociedades de dominación buscaron apoderarse o prohibir la utili-zación de las plantas y sustancias psicoactivas, sobre todo de las máspotentes. Desencadenaron repetidas “cazas de brujas” en muchas comar-cas del planeta. El proceso se dio cuando los aqueos invadieron Grecia enel siglo XIII antes de la era común, cuando las autoridades romanas cruci-ficaron a miles de personas por pertenecer a los cultos dionisíacos, sepresentó con particular crueldad e intensidad cuando la inquisición cristia-na católica y protestante de los siglos XV, XVI y XVII inmoló en la hogueraa varios cientos de miles de mujeres inocentes, y continúa todavía en tiem-pos contemporáneos en una obsesiva “guerra contra las drogas” que movilizaenormes recursos financieros y humanos, y que continúa generando numero-sas víctimas por todas partes.

Pueblos, drogas y serpientes, el espíritu de las plantas y el origen de la

cultura es una mirada original sobre este complejo y controvertido tema. Ellibro profundiza en los aspectos menos conocidos del uso antiguo y actualde las plantas psicoactivas y las causas profundas del fracaso de las estra-tegias represivas para combatir su producción y consumo.

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El empleo de sustancias psicoactivas pone en tela de juicio los dog-mas fundamentales de la sociedad capitalista, que se basan en la domi-nación, la competitividad y la agresión. El sistema global patriarcal con-tinúa fomentando las sustancias que promueven las actitudesegocéntricas. Ello ha dado lugar al auge patológico de ciertos compues-tos industriales que promueven la competencia desmedida, como porejemplo, los productos basados en la cafeína y la expansión del consu-mo de la cocaína a nivel mundial. Por eso se puede decir que, en granmedida, la guerra contra las drogas es una guerra absurda del capitalis-mo contra sí mismo.

La persecución se ha extendido a muchas otras plantas y sustancias,en particular a aquellas que inducen visiones y a la comunión con la natu-raleza. Ellas también han sido incluidas en esta campaña irracional yarbitraria. Tal vez ello se debe a que muchas plantas enteogénicas indu-cen a los seres humanos a mirarse a sí mismos como un componentemás de la naturaleza y a ver con humildad su rol histórico y su relacióncon el universo natural. Probablemente debido a ello, las elites controladorasse han dedicado a perseguir, estigmatizar y eliminar aquellas plantas querepresentan el mundo de la comunión y la solidaridad. Ellas simbolizan lapeor subversión, la que provocan la verdad y el conocimiento cuando sealumbran en el interior de la conciencia. La prohibición no es el instrumen-to para resolver el problema de las drogas ilícitas, la prohibición es elproblema.

Acerca del diseño del libro

El libro está compuesto de dos libros complementarios dispuestos en dosniveles. En los capítulos del nivel superior se plantean los temas centrales.En el nivel inferior se proporcionan los contextos que les sirven de apoyo. Elensayo puede leerse primero arriba y luego abajo, a la inversa, o en formaparalela según la preferencia del lector.

Danilo Antón

Para comunicarse con PiriGuazú Ediciones:[email protected]

Tels. (598-2) 9004439 y (598-2) 3112434

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2. Giorgio Samorini“Animales que se drogan”

Un campo de investigación gigantesco con múltiples oportunidades en lasescuelas de Medicina Veterinaria, como la de Caldas, es el que se abre apartir del Libro Animales que se Drogan de Giorgio Samorini, publicado porediciones Cáñamo, impreso en el año 2003 por Sprint Industrias Gráficas S.L.Leganés Madrid y traducido por César Dopp del original en Italiano “Animalche si drogano”.

Documento de muy ágil lectura, entretenido y con una simpáticadiagramación, no sólo muestra con detalle la casuística de nueve especiesanimales que se drogan sino qué, además en su primero y últimos capítu-los elabora reflexiones sobre la concepción negativa del concepto “droga”como acto de comportamiento humano aberrante, pero que políticamentedesconoce que el “fenómeno droga” es un fenómeno natural y que el “pro-blema droga” es un problema cultural.

Es desde la etología, como ciencia descriptora de las actuaciones anima-les, usada para encontrar razones naturales del accionar humano; desdedonde se muestra éste trabajo, que procura encontrar una justificación natu-ral del porqué la gente se droga:

¿Serán procesos de motivación primaria?; ¿acaso mecanismosadoptativos?; dado que siempre son subgrupos de animales que se drogan,¿serán anormalidades cerebrales?; es acaso un valor ó una oportunidadevolutiva?, son mecanismos compensatorios de conducta?

Samorini, abre la discusión sobre el tema, con opciones de respuestas yes aquí donde el Programa de Medicina Veterinaria tiene una riqueza de aná-lisis por ofrecer, tanto en la descripción de las conductas animales y la in-fluencia de plantas con sustancias químicas que alteran sus reacciones, asícomo en las oportunidades de usos médicos que tienen las drogas vegetalessobre la medicina para animales.

Elmer Castaño Ramírez*

* Profesor Universidad de Caldas. Grupo de Investigación Cultura y Droga.

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3. Boletín Informativo BI (Butlleti Informatiu BI) de laSocietat d’Etnopsicologia Aplicata i Estudis Cognitius(Sd’EA)

La Sd’EA, sociedad científica de Cataluña, dirigida por el Dr, Joseph M.Fericgla G., desde el 2002 inició la publicación impresa de un Boletín anualen el cual informa de sus actividades y publica artículos de investigadoresy reseña bibliografías, principalmente.

En su primer número la portada se ilustró con una de las creaciones delchaman y artista peruano Pablo Amaringo y la contraportada de Julio Hurtado.

El número uno fue monográfico sobre la ayahuasca, más comúnmentedenominada entre nosotros yagé,1 sustancia visionaria y ampliamente ex-tendida en tradiciones milenarias de Sudamérica y que atrae en la actuali-dad la atención en diversos ámbitos en Occidente, precisando que “laayahuasca es, probablemente el psicótropo visionario más investigado en lasúltimas décadas en sentido positivo, no por sus potenciales peligros (cabemencionar que es un enteógeno carente de toda posibilidad de adicción).

Se presenta un resumen de la Va Jornadas internacionales sobre

enteógenos, la ayahuasca: tradiciones, usos y futuro, realizadas entre el21 y 22 de septiembre de 2002. Se destaca la entrega de la primera men-ción de honor establecida por la Sd’EA, para distinguir bianualmente a per-sonalidades de todo el mundo que se hayan destacado por su labor en elestudio y aplicación de los Estados Modificados de Conciencia, las técni-cas extáticas o catárticas, las substancias visionarias y la etnopsicologíateórica o aplicada. Esta fue concedida al químico suizo Dr. Albert Hoffmann,descubridor de la LSD-25.

Se describe los diversos eventos y ponencias presentadas en el evento.

La Perspectiva farmacológica, entrevista con Jordi Riba en la cual des-cribe cómo se inició como investigador, qué lo motivo a investigar sobrefármacos que actuaran en el cerebro, sustancias que pueden hacer que las

1. Se escribe con g o j indistintamente. En la revista generalmente se ha escrito con g.

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personas experimenten “revelaciones” y “visiones” en experiencias de emocio-nes desbordadas. Igualmente el camino que lo llevó a investigar sobre laayahuasca, cuáles son los énfasis actuales de su investigación, los efectos deestas sustancias en el organismos a nivel biológico y efectos para las perso-nas y las dificultades que ha tenido como investigador. Culmina afirmando demanera conclusiva que: “El ayahuasca y los enteógenos están ahí, y sus com-plejos efectos deberían ser un acicate para cualquier investigador del cerebro”señalando lo poco que se conoce científicamente acerca de sus efectos bene-ficiosos, lo cual exigen necesariamente adquirir conocimientos y superar elrechazo a su investigación, supuestamente fundamentados en efectos maléficosque se le atribuyen. El Dr. Riba adelanta sus investigaciones en la Fundacióndel hospital de Sant Pau de Barcelona.

La ayahuasca en las nuevas religiones mistéricas americanas, es un artí-culo del Dr. Fericgla en el cual plantea su hipótesis acerca del fenómeno delas nuevas espiritualidades en América Latina de carácter religioso y sincrético,adquiriendo una gran diversidad de formas y manifestaciones. Resume unabuena revisión bibliográfica sobre el tema y describe algunas de estas formassociales expresadas en las iglesia nacidas en el Brasil hacia 1930, el SantoDaime (“fuerza espiritual” que afirman sentir los practicantes bajo el efecto delyagé, denominada por ellos Daime) y la Uniao do Vegetal (UDV). Presentauna descripción del proceso de surgimiento, cómo se fundaron, quiénes fue-ron sus inspiradores, sus relaciones con el cristianismo y cómo ha sido suexpansión en Brasil, América y Europa. Destaca el papel del yagé como lasustancia mistérica que guía el camino de sus adeptos.

Alucinógenos, conciencia, y el espíritu de la naturaleza de Ralph Metzner,traducido por Vera Lehman. En el articulo se plantean los interrogantes quesuscita la introducción de prácticas chamánicas y su conocimiento asociado ala ayahuasca en Occidente. Entre ellas ¿cuáles son las más valorables y útilesaplicaciones de la ayahuasca en el contexto de la medicina y sicología occi-dental? ¿Cuál es el significado del resurgimiento del chamanismo enteógenoen este momento particular de la historia de la civilización occidental?

A partir del uso chamánico de la ayahuasca en el contexto de la Amazoníaen donde la planta es el “remedio maestro” para todas las enfermedades, aveces como una panacea, juega un papel determinante como guía del curador.Describe los efectos de la pócima, compara con otros enteógenos visionarios,destaca los efectos comprobados de descenso de alcoholismo entre los miem-

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bros de la Iglesia Hoasca Brasilera y de la Iglesia Nativa Americana. Plantea el“revival animista y la transformación de la sociedad” a partir de los legadosindígenas americanos. También reseña la importancia del descubrimiento de laLSD, consumido accidentalmente cuando Hoffmann investigaba para un trata-miento para la migraña y los hallazgos de Wasson sobre los hongos sagradosde María Sabina. Resalta la importancia de los enteógenos ancestrales en susefectos en la ampliación de conciencia y curación, en sociedades occidenta-les, precisando la importancia de conservar marcos rituales legados por lasculturas americanas en torno al respeto, como un camino saludable en lasrelaciones entre los humanos en sociedad.

Aspectos psicoterapéuticos de la ceremonia del santo Daime en el Reino

Unido, de Manuel Villaescusa, psicólogo e investigador español, residenciadoen Inglaterra. Presenta los resultados de su investigación sobre el uso de laayahuasca entre los practicantes de rituales organizados por la Iglesia en Lon-dres. Plantea que busca una mayor comprensión de los efectos psicológicosque pueden tener los occidentales que participan en estas ceremonias. Pre-senta el protocolo de su investigación, objetivos, metodología, aspectos teóri-cos y epistemológicos y luego presenta los resultados de su análisis y descri-be, interpreta y analiza a partir de los datos las relaciones interpersonales, larelación con la dimensión transpersonal y agrega una actualizada bibliografía.Entre algunas de las conclusiones señala que “Es sólo el poderoso efecto de lasubstancia y de las dinámicas de grupo en la ceremonia que empujan a lapersona a afrontar los aspectos neuróticos de su personalidad. Estadesestructuración temporánea, aunque dolorosa, permite una posterior rees-tructuración en una personalidad más adaptada.”

De cómo llegue a conocer al santo Daime y otros detalles de la médicaEsther M. Ibars, médica especialista en pediatría, radiodiagnóstico y medici-na homeopática presenta un relato experiencial. Es un relato vivo, descriptivo;en el cual conduce al lector en su acompañamiento para que recree de cercasu experiencia, la cual inició con sus contactos en Almería España, en dondetuvo sus primeras experiencias con la planta, y después cómo y en quécondiciones viaja a Brasil, en donde descubre esta Iglesia a la cual se vinculaactivamente.

Jorge Ronderos V.*

* Profesor titular, Universidad de Caldas. Director Grupo de Investigación Cultura y Droga.

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4. Giorgio SamoriniEl culto de los antepasados Biery y la plantapsicoactiva alan (Alchornea floribundo) entre losBantús del Africa Occidental

Publicación de Eleusis, págs. 29 a 55 de la nueva serie (2002-2003) endonde el autor reúne y presenta datos antropológicos sobre el Biery y datosetnobotánico sobre la planta enteogénica “alan” y sus usos en los ritosiniciáticos en un culto (el Fang) centrado en la conservación y adoración decalaveras de sus antepasados. Este culto según el autor, se mantiene entrelos jóvenes fang como elemento cultural que viene a reforzar sus valoresidentitarios tradicionales. El principio activo de la A. floribunda, aumenta con-siderablemente la sensibilidad del sistema nervioso verso l’adrenalina.

Jorge Ronderos V.

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Revista Cultura y DrogaOrientación para los colaboradores

Publicación anual del Grupo de Investigación Cultura y Droga de la Univer-sidad de Caldas. Año inicio: 1994. Esta adscrita al departamento de Antropo-logía y Sociología de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Uni-versidad de Caldas.

Presenta artículos científicos e información de actualidad sobre investi-gación y desarrollo de conocimientos y experiencias referentes a las fuen-tes y aplicaciones de enteógenos y otras sustancias psicoactivas. Se divul-ga por medio de canje y actividades académicas o de divulgación de laUniversidad. Opcionalmente se comercializa. A partir del N° 10, la revista,inicia el proceso para indexación, para lo cual se realizan ajustes que de-mande este proceso.

Objetivos

1. Brindar a la comunidad científica noticias sobre el trabajo científico que serealiza sobre las fuentes y aplicaciones de sustancias psicoactivas.

2. Proveer los medios para que los investigadores y científicos especulensobre trabajos científicos relacionados con fuentes y aplicaciones desustancias psicoactivas.

3. Estimular la publicación de trabajos sobre el tema.4. Constituirse en foro permanente donde se someten a examen crítico las

teorías e hipótesis de los científicos.

Características

La Revista Cultura y Droga tiene dos características principales:

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1. Revista primaria de investigación, por medio de la publicación de desarro-llos y resultados científicos de procesos investigativos originales, con to-dos los detalles necesarios para evaluar su validez.

2. Revista divulgativa de nuevos desarrollos en el campo científico, técnico,educativo y cultural de las fuentes y usos de sustancias psicoactivas encontextos culturales, por medio de artículos y notas breves de caráctergeneral y no detallada.

Publicación de artículos

Los manuscritos presentados por los autores se someterán al aná-lisis de dos especialistas. Su concepto será tenido en cuenta por elcomit editorial quien será responsable colegiadamente de su aprobacióndefinitiva, sin que ello implique compartir las opiniones expresadas porel autor.

ISSN (Número internacional Normalizado para publicaciones seriadas):0122-8455.

Formato: A5 (148 x 210) según Norma 946, Icontec.

Tipo de artículos y secciones de la revista

1. Artículos originales. Recuento comprensivo de un estudio teórico o ex-perimental en un proceso de investigación o experimentación que haalcanzado su etapa final. Contiene los datos relevantes para que unlector, si lo desea, pueda repetir el proceso y evaluar las conclusiones.Incluir resumen y palabras claves en idioma original e inglés.

2. Notas técnicas. Artículos cortos sobre resultados de investigación queya han sido publicados.

3. Comunicaciones breves. Informes preliminares de investigaciones o tra-bajos experimentales de aplicación.

4. Estudios de casos. Presentación de experiencias que incluyan innova-ciones con su tratamiento metodológico.

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5. Reseñas. Artículo especializado basado en revisiones bibliográficas, queincluyen valoración temática que cubren períodos históricos o el estadoactual del tema.

6. Opiniones. Intercambio de opiniones e interpretaciones sobre los tópi-cos de la revista.

7. Noticias. Información sobre eventos científicos, seminarios, congresos,reseñas de libros, otras publicaciones y cualquier tema que estimule lacooperación entre autores, instituciones y corporaciones que trabajanel tema.

Presentación de artículos

1. Encabezamiento. Título corto y descriptivo (ocho palabras máximo, sinabreviaturas ni diglas). Subtítulo si es necesario para aclarar o comple-tar el sentido del título. Nombre(s) del(os) autor(es) y sus títulos académi-cos o cargos que indiquen la autoridad en la materia.

2. Resumen. Presentación breve del propósito, metodología y resultados de lainvestigación. Máximo 250 palabras. Va como primer párrafo, despuésdeltítulo y los autores. En idioma original y con traducción al inglés.

3. Ilustraciones (tablas y figuras). Se presentan en página aparte del texto, lomás cerca posible de la parte del texto donde se mencionen. Numeradasconsecutivamente en arábigo llevan título breve en la parte superior de lailustración. Si llevan notas se colocan al pie. El texto debe remitir a lailustración por su número.

4. Siglas, deben ir precedidas de su forma completa, cuando aparezcan porprimera vez: Ej. Instituto Andino de Etnofarmacognosia, IADE.

5. Descriptores. Cuatro a seis palabras claves por las cuales se pueda indexarel artículo.

6. Introducción (enunciado del problema, enfoque del autor, intentos anterio-res de solución, proceso seguido).

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7. Descripción de metodología y resultados (ilustrados con tablas, cuadros,diagramas, figuras, cuando sea del caso).

8. Discusión. Evaluación del autor de sus propios hallazgos, sus contribu-ciones, diferencias con otros estudios similares...

9. Listado bibliográfico. La revisión bibliográfica debe incluirse en la introduc-ción o en sección aparte.

10.Contribuciones de otras personas o entidades, apoyos y agradecimientosde cualquier tipo.

Notas y citas

Las notas a pie de página deben dedicarse a adiciones, ampliacioneso complementos a una idea, que se considera necesaria, y que de co-locarse en el texto rompe la secuencia lógica o la argumentación. Debenser cortas.

Estas notas deben llamarse en el texto con asteriscos o símbolos simi-lares, colocados al final de la palabra a la que se refieren. Las notas exten-sas deben recomponerse como partes del artículo principal.

Las referencias bibliográficas deben remitir con una llamada (númeroentre paréntesis) a un listado bibliográfico que se coloca al final, numera-das consecutivamente en el mismo orden en que están citadas en el texto.

Referencias posteriores a la primera se remiten a esta, señalando losdatos variables, por ej., página.

Bibliografía

Libros: Autor. Título completo del libro (En cursiva) .Número de edición.Editorial. Lugar: año de publicación.

Artículos de revista. Autores (todos, apellido completo mayúscula e inicia-les de nombres). Título del Artículo (En cursiva). Título de la revista. Volumeny número. Año de publicación. Primera y última página del artículo.

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Tesis. Nombre del autor. Título de la tesis. Tipo de tesis. Universidad ysede Año de terminación.

En línea. Subrayada dirección web completa.

Orientación para los colaboradores

1. La Revista Cultura y Droga es un órgano de divulgación científica del De-partamento de Antropología y Sociología de la Universidad de Caldas,Manizales, Colombia.

2. El envío de un trabajo a la Revista Cultura y Droga supone preferencia aotras publicaciones en español y su publicación anterior, simultánea oposterior en otras revistas debe ser informada para hacer la respectivaanotación. La recepción de artículos no implica obligación de publicarlos.Los artículos se analizan por dos expertos. La decisión final es competen-cia del comité editorial.

3. Los trabajos deben referirse a sustancias psicoactivas, sus fuentes y apli-caciones y deben ser originales inéditos, excepto cuando sean adaptacio-nes o traducciones.

4. Deben presentarse dos copias impresas de buena calidad, en tamañocarta, doble espacio, por un solo lado, con copia en diskette de 3 ymedia pulgadas, formato «RTF» Autores extranjeros pueden hacerlo porcorreo electrónico en formato «RTF» a: 1) [email protected]) [email protected]

5. Notas a pie de página y referencias bibliográficas, a espacio sencillo agru-padas al final del texto. Las notas deben indicar la página a la cual serefieren.

6. Cuadros, gráficos e ilustraciones se colocan en hoja aparte, intercaladaen el texto, perfectamente nítidas.

7. Dirección del autor, preferiblemente electrónica.

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8. No se devuelven originales.

9. Los autores serán responsables por ideas, juicios u opiniones expre-sados en los artículos. La publicación no implica que la Universidad deCaldas, su comité editorial o el editor compartan los puntos de vistadel autor.

10.Los autores recibirán cinco ejemplares de la revista en que se publique suartículo.

11.Los asuntos no previstos serán considerados por el Comité Editorial.

12.El autor autoriza expresamente la reproducción del artículo en archivosdigitales y páginas WEB de la Universidad de Caldas o las que autoriceel director de la revista.

(Selección y adaptación realizada por Jorge Echeverri G. y Jorge Ronderosde: LOZANO, Uriel. Directrices para un editor académico de revistas. Edito-rial Universidad de Antioquia. Medellín: 1996).

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Esta revista se terminó de imprimiren el mes de junio de 2005en los talleres litográficos

de l Cen t ro Ed i t o r i a lUniversidad de Caldas

Maizales - Colombia