La noche que nació la hermanita de Mateo, la casa estaba tan luminosa que parecía que el sol había salido y la alegría saltaba por cada rincón, como un pequeño duende invisible que se metía en el corazón de Mateo y lo hacía latir tan rápido que parecía una rana saltarina haciéndole cosquillas y provocándole una inmensa sonrisa.Su hermana era realmente hermosa, tal y como se la había imaginado, con mejillas sonrosadas y unos ojos negros, negros como el azabache.

Mamá Acordeón, Papá Trombón y Mateo Saxofón -como se decían en familia- estaban felices porque ahora se hallaban completos, pues sus padres así lo habían decidido. Por lo tanto cuando llegó Sofía María -ése era el nombre elegido desde antes de que nazca- Papá Trombón bromeaba diciendo: ahora sí somos la “Banda, bandolla con cucharas y ollas donde todos trabajan y pican cebollas”.Mateo se había preparado para recibirla y junto a su papá y su mamá arreglaron la cuna para Sofía, en el mismo cuarto de Mateo. Todo lo limpiaron cuidadosamente

y juntos lo adornaron con muchos colores poniendo los dibujos que Mateo había hecho para ella. Además, cada noche durante los nueve meses de espera y después de que sus padres le leían

lo que cada uno haría cuando ella nazca. Hacían horarios para su cuidado, para el lavado de la ropa, para preparar las comidas, para la limpieza y para todas las tareas de la casa.

Instrucciones:Invita al niño a dibujar el contenido del cuento, estimula

constantemente su trabajo y luego exhíbelo.

Yo le cantaré -decía Mateo- doblaré su ropa y jugaré con ella; le haré muecas para hacerla sonreír y ¡seré el ayudante número uno!Cuando tú la bañes -le decía a su papá- yo te pasaré la toalla y el jabón. Cuando tú la alimentes -le decía a su mamá- yo le contaré muchas historias; y después todos juntos saldremos a pasear con ella. Al escucharlo, sus padres lo abrazaban y lo besaban como sólo

ellos sabían hacerlo.A partir de ese maravilloso día en que Sofía llegó a casa, Mamá Acordeón, Papá Trombón, Mateo Saxofón y Sofía la Lira -ahora ella ya era miembro de la “Banda, bandolla con cucharas y ollas donde todos trabajan y pican cebollas”- siempre se ayudaron y podían salir juntos de paseo y disfrutar de lo hermoso que es tener una verdadera familia.