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REVISTA VEOVEO 48

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Instrucciones:Lee o pide a tus papitos que te lean este cuentito.

Él era un niño indígena a quien llamaban: el niño de la montaña, el gorrión, el chasqui, el niño pastor. Todos lo conocían así tanto arriba como abajo de la montaña, había crecido en la parcela de Manuel y María, quienes habían sido como sus padres, pero nunca le pusieron un nombre.

Era de la montaña porque ahí había nacido aquella noche

en que hubo una fuerte tormenta; le decían el gorrión porque se la pasaba silbando todo el día; era el chasqui porque subía y bajaba

velozmente la montaña haciendo de mensajero hacia el pueblo; le llamaban el niño pastor porque ayudaba a cuidar el rebaño de las ovejas de don Manuel. Él era un niño hermoso como todos los niños y se había ganado el cariño de la gente.

Un día cuando jugaba con un grupo de amigos en el parque que quedaba junto al río, todos hicieron la ronda de los nombres y cada uno tenía que decir el

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Instrucciones:Lee o pide a tus papitos que te lean este cuentito.

Él era un niño indígena a quien llamaban: el niño de la montaña, el gorrión, el chasqui, el niño pastor. Todos lo conocían así tanto arriba como abajo de la montaña, había crecido en la parcela de Manuel y María, quienes habían sido como sus padres, pero nunca le pusieron

Era de la montaña porque ahí había nacido aquella noche

en que hubo una fuerte tormenta; le decían el gorrión porque se la pasaba silbando todo el día; era el chasqui porque subía y bajaba

velozmente la montaña haciendo de mensajero hacia el pueblo; le llamaban el niño pastor porque ayudaba a cuidar el rebaño de las ovejas de don Manuel. Él era un niño hermoso como todos los niños y se había ganado el cariño de la gente.

Un día cuando jugaba con un grupo de amigos en el parque que quedaba junto al río, todos hicieron la ronda de los nombres y cada uno tenía que decir el

suyo y aumentarle algo que les gustara mucho.Entonces empezaron:Yo soy Miguel, me gustan los panes con miel. Yo soy María, me gusta mucho la avena fría. Yo soy Mariela, me gusta la leche con panela.Yo soy Rosana y me gustan las peras y manzanas.Mi nombre es Blanca y como zanahorias y naranjas.Yo soy Juan, me gusta mucho el pan. Mi nombre es Andrés y como galletas con nuezYo soy gorrión…

En ese momento los niños se dieron cuenta de que su amigo no tenía un nombre como ellos, el pueblo lo conocía como “el niño de la montaña”, “el gorrión”, “el chasqui” o “el niño pastor”, pero nunca había tenido un nombre real. El abuelo del pueblo, el hombre más sabio del lugar les había dicho hace algún tiempo, que todos los niños y niñas debían tener un nombre,

porque cada nombre tiene un

secreto guardado; cuando alguien recibe un nombre también recibe un don.

Así que sus amigos, que lo querían tanto, se unieron para ponerle el nombre más hermoso del mundo. Dijeron muchos nombres: Pedro, Juan, José, Alfonso, Pablo, Sebastián, entre otros, pero él dijo: ¡Wayra! Todos se quedaron sorprendidos porque no entendieron lo que eso

Sí, dijo él, desde hoy yo me llamaré Wayra, que en la lengua

Al saber esto, los niños, felices, festejaron porque Wayra era así, libre y veloz como el viento.Desde aquel día:

Wayra es el niño de la montañaWayra es el chasquiWayra es el pastor de las ovejasWayra es el gorrión.

Wayra se sintió feliz porque ahora ya tenía un nombre que era el más bello del mundo y con el que todos lo conocerían por siempre.

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