Revista Vivencias y convivencias universitarias

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANASDIRECCIÓN DE BIENESTAR

DIRECCIÓN DE BIENESTAR UNIVERSITARIOÁREA DE ACOMPAÑAMIENTO INTEGRALPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS

Cuentos y relatosde vivienciasy convivenciasuniversitarias

R E D J U V E N I L U B U N T U

El contenido de este libro se construyó a partir de los talleres de Vivencias y Convivencias Universitarias y la convocatoria abierta de Cuentos y Relatos, realizada durante el 2011-II en la Universidad Nacional de Colombia -Sede Bogotá, con el apoyo de las Facultades de Ciencias

Humanas y de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales.

Se imprimieron 400 ejemplares que inician su viaje en la universidad y escenarios a�nes, esperando ansiosamente que algún alma curiosa

encuentre entre sus páginas voces de un semejante que vivencia, escribe, sueña y construye universidad: un mundo para la vida, con sentidos de

convivencia.

Esta publicación siempre tendrá algo más por decir; es por eso que dejamos abierta la puerta para que más personas puedan compartir desde sus vivencias hechas letra otros tantos relatos de Vivencias y Convivencias Universitarias. Esperamos que al leerlo nazca un diálogo transformador, y

que las palabras, �nalmente, tejan puentes entre nosotros.

Red Juvenil Ubuntu – Universidad [email protected]

www.Red-Ubuntu.org [email protected]

CREATIVE COMMOS 2012 Copy Left

v i v e n c i a s y c o n v i v e n c i a s u n i v e r s i t a r i a sv o l u m e n 1 : c u e n t o s y r e l a t o s 2 0 1 1 - 2 0 1 2

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FACULTAD DE CIENCIAS HUMANASDIRECC IÓN DE BIENESTAR

DIRECCIÓN DE BIENES TAR UNIVERSITARIOÁREA DE ACOMPAÑAMI ENTO INTEGRALPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS

RectorIgnacio Mantilla Prada

Vicerrectora Sede BogotáMaría Clemencia Vargas Vargas

Decano Facultad de Ciencias HumanasSergio Bolaños Cuellar

Dirección de Bienestar UniversitarioOscar Oliveros

Directora de BienestarFacultad de Ciencias HumanasMaría Elvia Domínguez

Coordinadora Programade Gestión de ProyectosElizabeth Moreno

Coordinadora GruposEstudiantiles de TrabajoAndrea Fandiño Cardona

Apoyo DocenteMaría Angélica Gonzalez Russi

Comité editorialGuerly Alexandra Londoño SefairDiana Paola López BojacáEver David Gamboa Fajardo

Corrección de estiloAlbalucía Gutiérrez

PortadaByron Naranjo

Diseño y diagramaciónByron Naranjo

ImpresiónGracom Gráficas Comerciales

r e d j u v e n i l u b u n t u

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Nota al lector

Presentación del Proyecto

¿Qué es Ubuntu?

La Red Juvenil Ubuntu en la Universidad Nacional

Cuentos y Relatos de Vivencias y Convivencias Universitarias

Del sujeto a la acción colectiva: Del cusumbo solo al hormiguero

Lina María Manrique

Viajando con los cinco sentidos, a través del búho

Ángela María Botero Sierra

Cómo se hace un personaje sin historiaEdward James Walter Junior Pérez

Vuelo 5784Wilmer Martínez Bojacá

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ÉlEver David Gamboa

Oxígeno para mis neuronasWilmer Martínez Bojacá

CaminaAlexandra Londoño

Los AtletasAlexandra Londoño

Primer día de U. minutos previos a la charla introductoria

Darío Castro

Primer díaDiana Paola López Bojacá

“A la vida dos luceros flotando son su camino recordado”

Construcción Colectiva

Un relato por contarTú

Epílogo: Un Sueño

contenido


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Nota al lectorTodo texto, desde el escrito más espontáneo hasta la publica-

ción más pretenciosa, tiene la intención de modificar la realidad, de convertir los diálogos internos en trazos y trozos de tinta que se vierten sobre una hoja blanca, que luego de ser intervenida es inspeccionada por curiosas pupilas que se toman la tarea de recorrer sus líneas.

Todo lector, desde el más desprevenido hasta el más meticu-loso, está en busca de un diálogo, escucha las voces de tinta que habitan en cada página y las pone a conversar con aquello que de momento sucede en su mente y en su vida.

Todo diálogo nos transforma, quien escribe es diferente a quién lee revisando su propio texto. Quien lee la primera palabra es diferente a quien llega al punto final, aunque sean los mismo ojos. Algo en la mirada de ambos habrá cambiado. Además, el texto también se transforma, cada palabra cobra un sentido diferente según los referentes y la historicidad de quien lee. Es decir, nos comunicamos con el autor, la obra y con noso-tros mismos, dicha experiencia provoca una metamorfosis en los tres.

Por nuestra parte, como proyecto editorial, nuestra intención es abrir este espacio para historizar la universidad desde los re-latos de quienes la habitan día a día, bien sea como estudiantes, trabajadores, docentes, transeúntes o peregrinos; convirtiendo cada relato en un referente común y una experiencia comparti-da en este espacio tan diverso, complejo y maravilloso.

Aquí, cada autor dibujó letra por letra su visión de univer-sidad, confiándonos su obra, sus pensamientos, su visión de mundo; y nosotros posibilitamos la confluencia de miradas y la forma impresa; todo esto con el sentido y la esperanza de que llegara a ti.


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Volvamos al comienzo, donde todo texto y lector conver-gen en busca de la transformación y tratemos de definir a qué transformación se refieren el encuentro que provoca este texto. Cada parte del diálogo dará, recibirá y se transformará, entonces tendremos nuevamente la experiencia de cómo el significado de la «Universidad» se construye y de-construye constantemen-te, desde las miradas, acciones, palabras y experiencias que cada uno inscribe en ella y que ella inscribe en cada uno de nosotros, en un constante movimiento bi-dimensional.

La visión, las voces, los sueños, las risas de cada uno de noso-tros construye universidad, de forma tal, que cuando afirmamos que la universidad nos transforma es la mirada del otro junto a la nuestra la que incide sobre el modo cómo la universidad nos renueva, nos hace ser distintos y cómo nosotros convivimos en ella.

A veces transitando en el campus nos sorprende un aire de familiaridad en la mirada del otro, esa mirada ya nos había visto, en el modo como vemos universidad. Nos afectamos y nos transformamos unos a otros; todos estamos interrelacionados y tenemos algo que darle al mundo, ése es el sentido Ubuntu que nos invita a realizar esta publicación.

Nos adelantamos a contarte que esta es una publicación inconclusa y en constante proceso de creación; por lo tanto, queda abierta la invitación a la participación de otras personas que conforman también comunidad universitaria. Nos alegraría poder escuchar relatos de universidad desde las voces de perso-nal de limpieza y seguridad, directivas, egresados de otras gene-raciones, entre otros.

Queremos también dejar abierta la posibilidad de que tú dejes fluir en algún momento tus ideas, tus historias, tus relatos; por tanto, además de letras, encontrarás líneas vacías y una hoja dis-puesta a dirigirse a donde tu imaginación quiera llevarla.


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Presentación del proyecto

Esta publicación de Cuentos y Relatos de Vivencias y Con-vivencias Universitarias es producto del proyecto editorial y de talleres organizados por el grupo estudiantil interfacultades Red Juvenil Ubuntu- Universidad Nacional, apoyados por las di-recciones de Bienestar Universitario de la Facultad de Ciencias Humanas y de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. La mayo-ría de los textos surgieron durante los talleres de «Vivencias y Convivencias Universitarias», en los cuales, estudiantes, egresa-dos y personas cercanas a la universidad reflexionaron acerca de las dinámicas de convivencia que tienen lugar en la universidad, a través de conversatorios y talleres de creación literaria, estos últimos contaron con el apoyo de Alejandro Jiménez Schroeder, egresado de Literatura de la Universidad y director de Lapislá-zuli Periódico.

Otros textos llegaron a través de la convocatoria hecha por correo interno. Semejante a los talleres, la convocatoria propo-nía el desarrollo de cuatro ejes temáticos:

Tránsito del colegio a la universidad

• ¿Cómo era el Imaginario de universidad que tenías cuando estabas en el colegio? ¿Qué universidad encontraste? ¿Qué te sorprendió de la universidad? ¿Qué te desencantó?

Percepciones actuales de la Universidad

• ¿Qué te motiva a estar en la universidad? ¿Qué ves en las otras personas? ¿A qué te huele la universidad? ¿Qué te dicen sus pasillos? ¿Cómo la U. habita en ti y tú en ella?


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Convivencias, encuentros y transformaciones

• Desde la convivencia y las experiencias individuales y co-lectivas ¿Cómo construimos universidad?

• ¿Cómo te has transformado? ¿Qué has perdido y qué has ganado? ¿Qué has encontrado y qué has olvidado?

Hábitos Saludables en el campus

• Sumérgete en tu cuerpo ¿Qué hay de tus neuronas y pul-mones?

El sentido de «convivencia» es principalmente abordado a través de relatos personales, que en el diálogo se hacen un acto deliberativo en el que reflexionamos colectivamente. Todo este proceso es guiado por la perspectiva propuesta por la Red Juvenil Ubuntu, que sin desconocer las problemáticas que nos rodean, elige reforzar y potencializar la afirmación de valores y dinámicas que nos permitan reconocernos como comunidad; la apuesta es fortalecer las potencialidades que convergen dentro del campus, para así ver a la universidad como un tiempo y un espacio mágico y privilegiado para el desarrollo humano inte-gral.

Esta es la tercera publicación hecha por la Red Juvenil Ubun-tu sobre la reflexión de convivencias en entornos estudiantiles, la primera se denomina Pequeñas historias en un mundo de papel: cuentos para el auto cuidado; y la segunda, Soñando y viviendo juntos: recopilación de poemas para la convivencia, ambas con relatos de estudiantes de colegios y universidades en los cuales hace presencia la Red.

La intencionalidad de estas publicaciones es propiciar dinámi-cas que nos permitan el encuentro como pares, reconociendo y reconociéndonos con aquellos que nos rodean en ese transitar


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por el campus de la universidad o el colegio, que a su modo tie-ne la promesa de ser nuestro segundo hogar. Apostarle a la crea-ción literaria hace parte de generar otras maneras de reflexionar y apropiarnos de nuestros entornos, lo que nos permite explorar espacios de encuentro y dialogo.

¿Qué es ubuntu?

La palabra “UBUNTU” podemos interpretarla como: «eso que nos hace humanos», desde allí somos lo que somos, en rela-ción inter-dependiente con los demás.

¿Qué es Ubuntu? Esa fue mi primera pregunta a la cual él respondió —no es lo que es, sino cómo lo haces—. -Cómo haces Ubuntu en tu familia, en tus deberes y tus tareas. Ubuntu es cómo se relacionan los seres de esta tierra con ella misma. Mientras bebíamos agua, él dibujó un circulo y en el centro, hizo una pequeña fogata y me pidió que imaginara que el fuego es la luz del mundo y del universo y que el circulo de alrededor era la humanidad, los animales y todos los seres vivos; los cuales dedican su existencia a mantener ese fuego encendido, reunidos en la complejidad de lo simple, que simboliza el circulo. Termi-nó diciendo: —Todo ser en la tierra, por más pequeño que sea, tiene luz que brindarle al mundo—.

Y tú, ¿Cómo haces Ubuntu?

La Red Juvenil Ubuntu en la Universidad Nacional

La Red Juvenil Ubuntu es un voluntariado de estudiantes de colegios y universidades que lleva 4 años desarrollando procesos en colegios de Bosa, Usme, Chapinero Puente Aranda y Teu-saquillo principalmente. Los grupos universitarios han venido tomando fuerza en estos últimos semestres, construyendo pro-yectos en la Universidad Nacional, Pedagógica y Distrital.


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En cada uno de los espacios se constituye un grupo base de trabajo que va desarrollando, según sus talentos y necesidades, diversos proyectos que mejoren las condiciones de vida y gene-ren espacios alternativos en la formación de liderazgo y valores. Dentro de su trayectoria ha desarrollado proyectos en colegios y a nivel local y distrital, generando y acompañando procesos con la: Conformación de grupos de interés, talleres de capacitación, campañas de sensibilización, conciertos, periódicos escolares, programas para emisora, entre otros.

El voluntariado Ubuntu en la Universidad Nacional ha desa-rrollado principalmente las siguientes actividades:

• III Foro Pedagógico Ubuntu “Aciertos, Fallos y Nuevas Alternativas” 2009. (200 estudiantes y 20 Docentes / Uni-versidad Nacional y 31 colegios). Actos protocolarios con invitados especiales de la Secretaría de educación, Dirección de Bienestar Universitario- U. Nacional-; mesas de trabajo (pedagogías que no han logrado sus objetivos/ pedago-gías que han acertado y sus razones/ Nuevas alternativas y desarrollo de propuestas), concierto con bandas invitadas y narración oral. Lugar: Colegio IPARM, Universidad Na-cional de Colombia.

• Conformación del grupo estudiantil Inter-facultades 2011. Talleres de Vivencias y Convivencias Universitarias. Pro-yecto Editorial de publicación de Cuentos y Relatos de Vivencias y Convivencias Universitarias.

• MATCH IPARM “Viviendo en organismo de Arturo Ramírez Montufar” 2011. Match ludo-pedagógico en temática de promoción de hábitos saludables. Estudiantes de Bachillerato Colegio IPARM

• MATCH UN: “Viviendo en organismo de Nacho”, Uni-versidad Nacional- Sede Bogotá, 2012


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Actualmente, contamos con tres grupos estudiantiles en formación, el primero de Creación literaria en el que estamos realizando el taller de realización de guiones “Ojo Plumífero”; el segundo, el Grupo Ambiental en el que se plantea la creación de senderos ecológicos en el marco de la Universidad Nacio-nal como el jardín más grande de Latinoamérica y el tercero, el grupo estudiantil de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales que estará acompañando conceptualmente la cons-trucción de alternativas en Gobiernos Escolares.

También tenemos en proceso de consolidación el espacio en las Residencias Universitarias 10 de Mayo, que con el apoyo de la Corporación se conformarán grupos de Capoeira, Zancos, Creación Literaria, Ambiente, Bicicleta y se planea la organiza-ción de la ludoteca “Creciendo Juntos”.

En la Universidad Nacional los procesos se dan desde la vinculación espontánea, convocatorias abiertas e incluyentes y la capacidad colectiva de sumar voluntades en la búsqueda de construir un mejor país. Teniendo en cuenta que la universidad tiene un papel fundamental en la formación, capacitación y aplicación de proyectos, dicha tarea se realiza desde los aportes y la capacidad de dar de los sujetos que la conforman en diálogo con sus necesidades y las de la sociedad.


1 1Los cuentosy los relatos...


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Del sujeto a la acción

colectiva: del cusumbo solo al

hormiguero

La metamorfosis del cusumbo solo empezó una mañana de julio de 2009. Se trataba de entrar al doctorado en Estudios Po-líticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia. Después de una semana de tristeza, una tarde, al regresar del trabajo, estaba la añorada razón: debe presentarse a entrevista para el doctorado. ¡Milagro! ¡Qué felicidad! Después de mirar el sistema una y otra vez, encontrando solamente el si-lencio; un día, finalmente, estaba allí la noticia: usted fue acepta-da. ¡Qué honor! ¡Qué privilegio! Uno entre quién sabe cuántos aspirantes. Por fin: el glorioso IEPRI, tan admirado desde el pregrado; la Universidad Nacional, esa ciudad entre la ciudad, el León de Greiff, la plaza Ché, el observatorio, los museos. Lue-go… el cambio de piel, de ojos, de olfato, de oído, de gusto, de tacto; todos los sentidos transformados. Encontrarse esa mañana con los colegas: unos habían estudiado en Nueva York, otros en Francia, otros habían vivido con comunidades indígenas; investigadores con trayectoria, maestros y maestras de muchas


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generaciones. Ese contacto genera metamorfosis, pero no como la de Kafka, en insecto solitario, sino en hormiguero.

…Estar en la clase del profesor Leopoldo Múnera… las Teorías del Poder y luego, en el seminario teórico de la dupla Archila – Múnera, acabé por reconocer el poder de la acción colectiva. De ahí en adelante todo fueron cartas firmadas en grupo, solidaridades frente a los procesos académicos de los compañeros. Ah… esa palabra… ¡Compañera! La primera vez que se escucha se tiene una extraña sensación: como que ya se pertenece a la Nacional, pero con el tiempo la palabra se hace tan familiar y tan normal, que ya hasta pasa desapercibida y se usa con naturalidad en otros espacios.

Lo que he perdido son los prejuicios y los miedos. Lo que he ganado es aprecio por la construcción de identidad, por un pen-samiento teórico que nace en Colombia. Un contraste entre el valor de la teoría europea y estadounidense, frente a las teorías y el conocimiento que se construye desde lo local, en Colombia. El aprecio por Orlando Fals Borda, por los grandes maestros que han transitado o influido en esta Universidad durante toda su historia. Luego empezaron los conciertos de música clásica en el Auditorio todos los viernes por la noche: Verdi, Puccini, Bach, Ginastera. ¡Qué universo cultural el que se encuentra en la Universidad Nacional al tener el honor de degustar la música clásica de la Orquesta Filarmónica de Bogotá!

En otros escenarios o en el mismo, el León… ¡Qué asom-bro ver un despliegue de «capuchos» ante la mirada atónita de Angela Davis, que denuncia las sociedades carcelarias, pues estas aseveran que los «malos» están en la cárcel y los «buenos» andan libres! Lo que pasa con las neuronas al entrar a la Universidad es que empiezan a darse miles de sinapsis, a enlazarse las ideas, a confrontarse… Lo que hay en los pulmones es aire de ciudad, pero no un aire contaminado por mucho tráfico, sino un aire fresco de tradición; a veces un olor a marihuana, que alguna mi-noría de jóvenes, al sentirse libres de miradas, fuman en uno u


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otro jardín. Sin embargo, también hay un aire de interés por los demás de ir más allá y consolidar el Orgullo UN y comprender que se está en el gran espacio del país donde es posible hacer investigación, procurar la acción colectiva, generar acuerdos y nuevas formas de relacionarse. Es entonces cuando, con el paso de los días, se siente que el pelaje del cusumbo solo quedó atrás y que somos parte de un «hormiguero» de profesionales com-prometidos con el desarrollo del país, de la ciencia, de la tecno-logía, de la construcción de identidad, del arte; y en últimas, con la vida misma.

Lina María ManriqueMaestría en Estudios Políticos

Universidad Nacional


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Viajando con los cinco sentidos,

a través del búho

«[…]Creyó que el mar era el cielo,que la noche era mañana

se equivocaba, se equivocaba. Que las estrellas rocío,que el calor la nevada,

se equivocaba, se equivocaba.»

Joan Manuel Serrat

Llegar a la Nacho por primera vez es como entrar en un portal mágico que te lleva a un mundo diferente, donde muchas cosas son al revés o al derecho y cada cosa en desorden y en orden. Es por esta peculiaridad, que recorrer el búho del saber significa abrir los sentidos, volver a ser pequeño para aprender, curiosear y abrirse a este lugar en el cual convergen los más diversos y, al parecer, contrarios puntos de vista; así que, también es importante sentirse grande para tener criterio y entender las ramas y laberintos que se entretejen en este universo.


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Pero… ¿por qué sabía que estaba en el interior de un búho? Porque había escuchado la leyenda que dice: «Hace mucho tiempo, en un momento de oscuridad, los habitantes de la Na-cho, decidieron estrechar sus manos y uno a uno encender una velita, iluminando el búho que yace con sus alas abiertas siglo tras siglo, enseñando las muchas posibilidades de volar…»

Un niño en una bicicleta verde con un diseño extraño en las llantas me llamo la atención, se veía tan feliz. A través de su recorrido, pude ver los arboles increíbles que te refugian y te tranquilizan, los edificios que, imponentes y singulares, se mez-clan con el paisaje; los grafitis que hacen que las paredes sean un gran periódico en el que se escribe y se lee constantemente la realidad del país. Vi también, a los seres de la Nacho; solo po-dría decir que son de mil colores y pasean con sus ojos puestos en el infinito.

Poco tiempo después entendí que había recorrido el estóma-go del búho y que su alimento es la esperanza de construir un mundo nuevo, uno en el que se reinventan los escenarios, las formas, las palabras, las relaciones…

Mi siguiente caminar me llevó hacia los bosques; de repente yo estaba en silencio, así que, mi oído se agudizó y escuché el sinfónico canto de los pájaros que felices vuelan a estudiar; tam-bién pude escuchar el aire moviendo las ramas de los árboles, el ruido de los pocos carros pasando, el de las bicis rodando y el de una orquesta azarosa de voces que suenan por doquier.

Llegó la hora de alimentarme, por lo que decidí probar la comida de este mundo. Encontré postres, sandwi-che, hambur-guesas vegetarianas y lo mejor de todo: comida preparada en leña que evoca la comunidad.


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En mi caminar, nunca he estado sola; me han acompañado muchas personas con quienes el Abrazo y la Contemplación han sido unas deslumbrantes formas de comunicación.

Sin embargo, hay algo que no me gustó mucho: la mezcla del delicioso olor de las flores que abre tus pulmones con una nube de olor a nicotina y droga, que, en mi caso, produce tos y solo me impide que estar cerca de quienes emanan estos olo-res… No sé… tal vez sean ellos los que no se quieren acercar.

Aun así quería quedarme en este lugar y de esta manera por mucho tiempo, como en un sueño que te cobija y te envuelve. Pasé días y noches descubriendo este espacio que me acogió, me mostró el sentido de lo universal y permitió que le die-ra algo de mí, hasta que una tarde la caída del sol irradió una inscripción que no he podido olvidar: peligro, realidad del otro lado. Pero como asumiendo el reto, decido salir.

Ángela María Botero SierraEstudiante Sociología

Universidad Santo Tomas


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Cómo se hace un personajesin historia

Es confuso… a veces no podemos dejar de ser como los otros; pero también, a veces, el yo se vuelve un nosotros.

—¿Te has dado cuenta de que lo importante no es su blancura, sino su vacío? Aquella blancura opuesta al vacío, y sin embargo, dos dimensiones en una, dos maneras de ser. La razón que de-termina haber llegado a ser y seguir siendo, a la par de la razón que determina haber dejado de ser y no seguir siendo. Por eso, no todas las hojas blancas que han sido rayadas se encuentran definidas por una existencia funcionalista. Están definidas por su vitalidad de siempre ausente y, aun así, vulneradas por el inten-to de tener que funcionar para algo…Así deambulé el primer día… como un fantasma entre goteos de lluvia con ritmos sobre tejados y truenos; susurraba el viento a las hojas y los ár-boles hablaban de sus compañías blancuzcas, rígidas y concretas. Ese escenario lo traduce todo. Pies que no dejaron de andar en hoyos sobrepoblados de agua lluvia…y no hubo paso que no fuera desapercibido.

—Si te has fijado en eso, tal vez entiendes que es un reto de existencias confrontadas: el tú siempre lleno (casi nunca au-sente) contra la siempre vacía (casi siempre ausente) hoja. Han pretendido que escribir en su blancura es victoria; pero no, se


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equivocan: lo que han logrado es engañarse. Ella continua tan vital, tan ausente como siempre. Espera, también las hay cuyo quebrantamiento de la blancura ha sido consecuente con el de su ausencia, aquellas que no han sido vulneradas… Aquellas que han entrado a ser funcionalistas, completamente consecuentes; en entero, hojas sin ausencia. —¿Crees acaso que no lo sé? ¿Piensas que desde el primer día hasta hoy no lo he notado? ¿Estimas que estar aquí solo obede-ce a un capricho? Si es así no sabes nada. No sabes nada de mí y mucho menos de ti. Eres como todos esos…

—Espera. Mira, ahí abajo. ¿Crees eso de ellos? ¿Piensas que tus amigos, compañeros y profesores no saben nada? ¿Realmente lo crees?

—¿Qué no lo ves? Son como esas hojas…tan funcionales, tan llenas. Mejor… tan despiadadamente llevadas por el viento, son más bien como bolsas blancas: un limitado vacío que nunca podrá ser verdadero… ¿Has mirado alguna vez una hoja en blanco? ¿La has mirado directamente? ¿Te has confundido en su densidad? ¿Has notado que sus ausencias no son uniformes, que a veces son reconfortantes?

—¿Qué? ¿De qué estás hablando?

—Solo pregúntatelo, pregunta cómo han llegado a ser aquello. Y luego, cómo hemos llegado a ser de esos.

—…Pero nosotros… ¿Cómo? ¿Nosotros? ¿Esos?

—Sí, «esos», aquellas indeterminadas esencias de seres que se traducen en el determinado término… «esos».

—Ahora que lo pienso… «nosotros» y «esos» casi lo mismo… Digo casi: pues tan así son ambos, como la realidad al concepto.


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—¿Por qué? ¿Por qué somos así—No lo sabemos, no lo recor-damos. El «esos» del recuerdo, el somos y nuestra historia suelen confundirse… No, más bien conjugarse… No, realmente fusio-narse, fundirse… ¡Sí! debe ser eso: el somos, el esos, su histo-ria… difuntos preludios de un nosotros-esos-historia-recuer-do. Creemos ser un esos-nosotros, por tanto recuerdo-historia.

—¡No!, no historia, no recuerdo, no nosotros, nunca esos. Siempre tú y tu historia. ¡Si quieres te la cuento!

—¿Qué? ¿Pero nosotros?

—Tú y tu nosotros. Y yo, siempre en tu olvido por causa de nosotros. Ya tengo hastío. Me voy

—¡Vete, vete ahora! ¡Qué tú siempre regresas! Siempre golpeas a la puerta tres veces, y entonces somos esos ¡Vamos hazlo, no te detengas! Fractúranos, rómpete, hazte historia.

—De acuerdo, me haré historia, fracturaré la realidad, romperé tus mentiras una a una, las trituraré, te lo aseguro. Las rompe-ré…

Ese fue su último paso. No hubo tiempo para decir ¡mierda! ni tampoco para recordar las últimas 507 páginas leídas a fuerza de 3 días. Ahora, sobre un gris olvido color concreto, es notorio para los ojos un azul turquí portada de libro, recuerdo distan-te de verdes pastos color playita: añoranza del casi mimético carmesí de mano difunta en gris concreto. Desde entonces los espejos estamos rotos.

Edward James Walter Junior Pérez Estudiante LingüísticaUniversidad Nacional


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Vuelo 5784Bajo la fría lluvia, debía contestar la pregunta ¿Quién soy? Si

intentara describirse tendría que buscar en el diccionario algún significado que lo acogiera. Buscaría colombiano, negro, hom-bre o burgués, y caería en el error de deslegitimar la realidad ecológica que lo define. Él es un cúmulo de situaciones milena-rias de los egipcios, Buda o el feudalismo. Es el resultado de un sistema político que redunda en la incapacidad de actuar en pro del mundo; el resultado de un sistema socio–económico que perpetúa el egoísmo y la competitividad, que se alimenta de ba-ses hipócritas, falaces y fingidas, complementado por una familia disfuncional de mamá liberada en la eternidad y papá despreo-cupado por su comunidad; el resultado de un sistema ambiental malgastado, usado maquiavélicamente, sometido a cargas irre-cuperables para satisfacer necesidades materiales y enriquecer a pocos. Él es quién es por estar inmerso en una realidad que observa a la humanidad desde la perspectiva unidimensional y no ecosistémica. Entonces él diría que no es colombiano, negro, hombre o burgués; sino un ser humano.

Cuando llegó a su casa, María, la empleada, estaba cabizbaja, algo melancólica y con voz quebrada. Encendió el televisor y una noticia invadió la pantalla; el vuelo 5784 había caído en el pacífico, al parecer sin razón alguna.

En la noche, llegaron sus abuelos sin decir mayor palabra, con un abrazo de pesar y aliento. Pensaba que debía ser la edad, que se sentían al borde de la muerte y querían despedirse. Le dijeron a María que preparara unos cafés, mientras que los tres: Eduardo, Clemencia y el joven Nicolás se sentaban. A Eduardo le tembla-


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ba la voz y a Clemencia parecía que le hubiesen arrancado las cuerdas vocales y estuviese como muerta en vida.

Se notaba que al abuelo le costaba empezar y que la abuela no hablaría. De repente, Eduardo dijo:

—El ciclo de la vida es algo natural, nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Es la ley natural de la vida.

Con esas palabras, Nicolás estaba cada vez más seguro de que su abuela partiría al más allá, pero después escuchó:

—Tu papá…— Y Clemencia rompió en un llanto inconte-nible, con un sentimiento de dolor casi desgarrador. Eduardo siguió —…Tu papá, como sabes, está de viaje— Nicolás sim-plemente asintió porque eso lo sabía—, iba en el vuelo 5784… que se accidentó en el pacífico.

Tan pronto Eduardo dijo eso, Nicolás quedó atónito, se paró y subió a su cuarto sin que lo pudieran detener. Cerró la puerta y se echó a llorar. Las lágrimas corrían por su rostro, cada vez con más dolor y le herían el alma. Sentía un vacío enorme en su existencia.

Al otro día sus lágrimas se habían secado, su mirada reflejaba tristeza y su cuerpo cargaba con la soledad. Pasó el día mirando por la ventana hacia el jardín. Se sentía estúpido, complejo e irreparablemente absurdo.

Una noche, sin más que su tarjeta, salió al aeropuerto y se montó en el primer vuelo hacía Inglaterra. Allá consiguió un hostal barato, algo sucio, con olor a viejo y una vista de la empobrecida Londres, de esa gran mayoría mundial sometida al sistema.


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El domingo, salió al mercado y pidió la botella más grande de veneno para ratas. Caminó frente al Big Ben y mientras deam-bulaba, se la tomaba.

Elena pasaba como siempre lo hacía rumbo a la Universidad. El Big Ben se alzaba imponentemente como acostumbraba, pero en su regazo, guardaba a ese joven muchacho que se mar-chitaba como las rosas, pálido como la luna llena en sus mejores noches. Elena se acercó a Nicolás que ya agonizaba y vio el envase medio vacío. Lo acostó en el suelo y le dio respiración boca a boca, hasta que llegaran los paramédicos.

Cuando despertó, vio esos ojos de esmeralda, esa piel de durazno y recordó el instante en que esos deliciosos labios se unían a los de él, en un intento desesperado por revivirlo. Sintió como si la conociera de siglos o se hubiese enamorado a prime-ra vista. Su corazón empezó a latir como el de un niño inocen-te, enamorado de la vida y sin la podredumbre humana. Había vuelto de entre la muerte, como solo pocos lo han hecho.

Wilmer Martínez BojacáEstudiante ZootecniaUniversidad Nacional


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ÉlÉl, un singular personaje, mezcla sintética de valores aleatorios;

sí, entre factores, contexto, educación y personas que lo defi-nieron; sintético de colonialismo, guerra e intento de cambio de la mano dominante; sí, sintético entre una transversal educa-ción pública y una interlocución de experiencias privadas con personajes públicos. De recursos privados en las dos acepciones, pero con un vivir público de las cosas privadas. De definiciones condicionadas por los elementos dominantes, con la irreve-rencia de la transgresión pública de lo cotidiano, aunque con la identidad permanente de lo sagrado; lo mundano corriente, no tan corriente, lo trascendental siempre a la mano; la perfecta yuxtaposición de los términos que terminan en una simple de-finición, tanto la pública y la privada son el sonido claro que se escucha al mencionar su nombre, claro siempre será un nombre raro para tan compleja definición de ser humano.

Se le pregunta si quiere ser Dios, o ser perfecto: —¡claro que quiero ser perfecto, pero ser perfectamente humano!

Que podría ser más ambiguo que un ser que no llega a lo más, pero no se queda con lo menos. Nada más etéreo que una idea de ser sin llegar a serlo. Camino seguro a reconocer pro-fundamente ese proceso de seguir caminando en búsqueda del camino, pero también de la huella y del caminante; vaya quime-ra pretender definirlo como uno más, pero también vanaglo-ria decir que se le conoció; ¿Cómo entender tantos universos entrecruzados y mágicamente mezclados para brotar esperanzas


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en quienes se miran al espejo? Sí, se le resume en vendedor de esperanzas, sembrador de utopías, maestro del amor, acróbata de la realidad o… sí, tal vez su mayor profesión sea la de ser hombre libre, nada más peligroso que de ser tu profesor; ¿Quién no se molesta con la piedra que rompe la ventana para que el universo entre libremente hasta llenar la casa?

EDGAFAEgresado Filosofía



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Oxígeno paramis neuronas

Hablar de neuronas podría ser tan sencillo. Podría entonces decir, que son un tipo de célula especializada; que como fuente de energía gastan únicamente glucosa; que por su comunica-ción eléctrica (sinapsis), transmiten impulsos que se traducen en estímulos cíclicos, para así ser la unidad básica de funciona-miento del organismo. Podría decir también, que siendo así, las neuronas facultan el cometido de todos los órganos, aparatos y sistemas; el corazón, los músculos, el tracto gastrointestinal y los pulmones, se benefician de su vital labor.

Pero el metabolismo funciona en feedback, así el empujón de las neuronas a los pulmones, es devuelto a ellas en forma de oxí-geno. Los pulmones habilitan el ingreso de combustible gaseoso, necesario para muchos tejidos, incluyendo la red neuronal. Se convierte entonces en una amalgama armónica que finalmente permite la sobrevivencia del cuerpo.

Ahora bien, pretender entonces que en todos los individuos las neuronas funcionan de la misma manera, sería un craso error. En los últimos meses mis neuronas han despertado un apetito voraz por la verdad. Desean alimentarse de cuanta información encuentren, para construir una visión ecológica del mundo. Ambicionan temas de la sociedad, de la política, de la economía, del ambiente, de la cultura.

Otros en cambio, pareciese que carecieran de neuronas. Se guían por prejuicios, estereotipos o comentarios que siempre


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resultarán en un juicio a priori y errado de la realidad. Preten-den sumir su cerebro en nimiedades que realmente no merecen su atención, pero que para ellos representan un foco importante de «crítica».

Entonces, aunque «todos» tengamos neuronas, parece que no son las mismas, y aunque respiremos el mismo aire y todos tengamos pulmones que oxigenan nuestro cuerpo, parece-mos seres extraños, como si en nuestro interior se desarrolla-ran procesos metabólicos distintos. Algunos como que respiran egoísmo, envidia y malicia; y exhalan hipocresía, falacias y basura.

Y aunque todos tenemos pies, unos parecen que quieren tre-par el mundo con trampa. Todos damos pasos, pero cada uno le imprime su huella para construir el camino. Intentamos avanzar en solitario, mirando por encima del hombro a los demás, como si nos sintiéramos superiores. ¿De qué seres sociales hablamos?

Wilmer Martínez BojacáEstudiante ZootecniaUniversidad Nacional


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CaminaCamina, cuatro pasos color azul y naranja, quizás perfume y

maquillaje. Colores varios, mirada curiosa y calmada, letras y paredes, pastos y sol.

En sus hombros una mochila, en su mochila un esfero y mil papeles, en los papeles su vida en blanco y negro, en su esfero tinta negra para el blanco de la vida.

En sus brazos se entretejen manillas con nombres y promesas, hilos que conectan con otros seres que a su modo están presen-tes.

¡Para!, ¡Sin detenerte, Para!; Sigue adelante, es decir, detente.¿En dónde estás? … indagaba un trazo de algodón en el cielo

con forma de flecha de «Usted está aquí», ¿En Dónde estás?- reiteraba la pregunta.

-He ahí tu cuerpo transeúnte, y ¿Qué hay del alma?-, -¿En qué rincón de la historia la dejaste extraviada? Ahora es mo-mento de que vuelva acá-.

¿A que acá se refiere aquella mística flecha celeste y algodona-da?

Camina, 4 pasos color azul y naranja, el perfume asfixiante y el rostro maquillado se lo llevan las lágrimas. Color grisáceo, mirada curiosa y asustada, ya no hay letras; sino voces encapu-chadas, pastos amarillosos y soles aguados.


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Corre, 8 pasos saltados que avanzan 20 metros, el perfume es el aire frío y noctámbulo.

El cielo ya no tiene algodones, pero si flechas: luminosas chis-pitas mariposas de algún niño saturniano jugando a la navidad.

A lo lejos, en su mano intergalática, brilla la presencia de las almas despiertas.

Alexandra LondoñoEstudiante PsicologíaUniversidad Nacional


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Los Atletas

Cada 6 meses tiene lugar una importante carrera en la famosa pista de atletismo: «La Rapiversity». Allí se ponen cita los habi-tantes más audaces y veloces de todo el planeta Bilomaco.

Los atletas hacen recorridos lineales en los cuales rea-lizan diferentes piruetas para alcanzar números del 1 al 5 dispersos por toda la pista. Alrededor de la pista hay elocuentes estatuas parlantes que reproducen audio guías en las cuales vo-ciferan las instrucciones para que los atletas alcancen los nú-meros requeridos para la sobrevivencia. Es común que las estatuas parlantes ignoren por completo el estado de los atletas, pues su tarea se cumple a cabalidad siempre y cuando actualicen periódicamente ciertos datos del estado de la pista y amplíen su repertorio con nuevos títulos.

Los atletas poco a poco desarrollan los valorados talentos de la Competencia, la Procastinación, la Mediocridad y las Prácticas Autodestructivas, todas ellas necesarias para la sobrevivencia en la carrera y sus rumbos futuros. Normalmente, tanto las estatuas parlantes como los atletas ignoran completamente el resultado de sus actos, por ello solo en ciertos periodos tienen acceso a la información cuando los resultados son publicados en las redes SIArnéticas. En tales momentos es frecuente que los atletas se exasperen echando madres cuando descubren su PAPA.


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Para el planeta Bilomaco, la Rapiversity es un excelente espa-cio para hacer de los caminantes atletas desaforados, que en su carrera por una nota desarrollen el más preciado de todos los ta-lentos: «El hábito de andar a la carrera siguiendo instrucciones».

[Cualquier parecido con la universidad, es una vergonzosa coincidencia]

Alexandra LondoñoEstudiante PsicologíaUniversidad Nacional


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Primer día de U.Minutos previos

a la charla introductoria

Hoy elegí usar mi falda corta de jean, la nueva. Además, dejar mi cabello suelto. Nadie me habla; de hecho nadie habla, enton-ces no le hablo a nadie.

Solo nos miramos, los unos a los otros. No debo temer a sus miradas, pero una me busca incansablemente. Si me está retan-do, no cederé. Bueno sí, ¿por qué no? voy a mirarlo a los ojos. Comienzo a escanear su cuerpo desde sus botas negras; ya voy en su bermuda roja; una larga camiseta azul. Por fin sus labios, a segundos de sus ojos. Se termina la nariz. El ruido que genera una piedra al cruzar el cristal hace que mi mirada dé un giro de 45° hacia un costado. Todos corren, yo empeñada en su mirada vuelvo la mirada; ya no está. ¡Cómo ha podido! Al asumir el reto creí en él. Se ha ido. El cristal que cae revela la verdad; no era tan resistente como yo creía. Ahora corro.

¡Cómo desearía no haber elegido usar esta falda corta de jean!

Darío CastroEstudiante Filología en Ingles



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Primer día

Era Carlitos, conocido en su pueblo por vecinos y amigos, jo-ven de apenas 16 años, recién salido del colegio. Apenas notaba que su mundo estaba cambiando y que ahora se dirigía a un lugar lejos de su hogar, sin embargo, se dice es la mejor del país, sí ¡la Universidad Nacional! Él se preguntaba si encontraría nuevas amistades, si tendría oportunidad de hacer aquello que le permitía cada día ayudar a quienes están a su alrededor.

Despertó a las 5 am y notó que su madre, emocionada por lo que sería su primer día de clase en aquel lugar a donde llega-ban los mejores, le llevaba el desayuno para que no se le hiciera tarde, pues el viaje apenas empezaba. Tomando su desayuno se alistó y salió a tomar el bus que tras algunas horas le permitiría ver lo que sería ese nuevo espacio que habitaría durante cuatro años; sin más tomo su morral el cual había preparado desde la noche anterior con lo necesario que parecía poco: el refrigerio, un cuaderno y su cartuchera cargada de colores… Al tomar el bus se encontró con una gran angustia, pues no sabía si primaría la soledad en ese nuevo espacio, se preguntó durante el camino sí encontraría compañía para emprender grandes retos y así siguió pensando, de repente llegó a donde se tenía que bajar, sin pensar más emprendió aquel camino nuevo que tenía la oportunidad de tomar. De camino a su facultad notó como se pasaban muchos otros, algunos cuyos rostros era imposible ver, por sus capuchas negras y los overoles que les cubrían total-mente; así, siguió como espectador de aquellos que pasaban sin siquiera se darse cuenta de la gran sonrisa que llevaba en el ros-tro, queriendo que alguno se percatara y respondiera a su cálida esperanza con una amable mirada.


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Entró al salón, vio a sus compañeros; antes de que termina-ra su primera clase preguntó al compañero del lado si querría compartir un helado al terminar la clase, pues el sol entraba sofocante por los ventanales, su compañero, al ser tomado por sorpresa, lo miró y dijo que sí.

Estando en la zona de comidas de la plaza central notó y preguntó a su compañero por aquellos encapuchados que llevaban en sus manos tarros de spray y corrían fugazmente por los pasillos. El compañero, aún sin conocer su nombre, le dijo que posiblemente habría disturbios y manifestaciones por la situación del país. Hablaron entonces mientras se ponían peor las cosas, al ver Carlitos que el ruido era mayor y que la gente también empezaba a correr, quiso salir a casa, pues no parecía muy seguro permanecer en aquel lugar. Su com-pañero se percató de aquella impaciencia y le preguntó por dónde saldría, al ver que era de afuera le sugirió esperara para salir; pues las vías principales eran bloqueadas y gaseadas por el Esmad. Carlitos con gran pánico preguntó qué hacer, a lo que su compañero contestó: —vivo cerca, podrías esperar en mi apartamento para salir cuando merme el alboroto… Y de esta manera regreses a casa sin mayor problema.

En ese preciso momento (Carlitos) logró ver que no estaba solo, aunque no sabía muy bien con quien estaba, vio un com-pañero y un apoyo, y empezaba lo que él quiso llamar una gran aventura.

Gardien de But- Arquerita-Estudiante de Ciencias Políticas

Universidad Nacional de Colombia


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“A la vida dos luceros flotando son su camino

recordado”Ser, soy, seré

Las palabras que comen y respiran.Con las palabras que se transforman en seres humanos.

Hoy, quiero hablarle a las palabras,hoy quiero hablarles con susurros de tinta y de letras.A cada una de las palabras, dichas y silenciadas, quiero

agradecerles por permitirnos ser, pensarnos y encontrarnos.

Pero al caer uno a uno, no solo queda unoson las vigas; el comienzo de todos

somos uno.

Soñadores somos uno y dos infinitamente,vale hoy que sé estas aquí para dar el vuelo quizás más largo…

Construir y crear desde nuestra persona.A ver a ver…

Lo energizante de la lluvia es que nos hace sentir frío, nostalgia, alegría… pero en el encuentro de gotas se generan y nacen

mareas de emociones que jamás se secan, que jamás se olvidan.


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Si un onomástico dulce no me hubiese tomadode la mano para haber llegado al autobús de los sentimientos

no hubiese dejado los míos en un simple blanco

Así que, gracias por esa casual oportunidad de hacerlo, me motivó a seguir siendo parte de una historia de la cual

quiero contar llenándome de valor.

Construcción colectiva a 9 voces,hecha al final del primer taller de creación literaria


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Un relato por contar


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Compártenos tu relato al [email protected]


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epílogo:

Un Sueño1

Soñamos con la esperanza, soñamos con el cambio,el fuego, el amor, la muerte… y de repente sucede.

El sueño se vuelve realidad y la respuesta a esta búsqueda,a esta necesidad de resolver los misterios de la vidaal fin se

revela a sí misma como la intensa luzde un nuevo amanecer

Tanta lucha por un sentido, un propósito y al finallo encontramos en el prójimo,

en nuestra experiencia compartidade lo fantástico y de lo mundano,

la sencilla necesidad humana de encontrar a un semejante,de sintonizarse y de saber que en nuestros corazones

no estamos solos.

Que un nuevo mundo se empieza a construirdesde lo más profundo de nuestra capacidad de amar,

de dar, de ser y sobretodo de dejar lo mejor de nosotrosmientras construimos nuestras vidas como obras de arte.

1 Parafraseando (Kring, Tim 2007)

B i b l i o g r a f í a

Kring, Tim (Creador y escritor) & Semel, David (Director). (21 de mayo de 2007; Episodio 23). Héroes [Serie]. Estados Uni-dos: NBC.

Esta publicación se terminó de imprimir en los talleres gráficos de GRACOM Gráficas Comerciales en el mes de diciembre de 2012.

Se diagramó en las tipografías Bembo Std, Clarendon LT Std y

DIN Next LT Pro.

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Revista Vivencias y convivencias universitarias