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Roberto Villena Piera - Leer Libros Online · – Realmente sabrosa –apostilló el inspector. – ¿Solían verse muy a menudo? ... Tenía el tacto de una ginecóloga de urgencias

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RobertoVillenaPiera

Elmasajistatranquilo

Maquetación,fotografíaydiseñodecubierta:

RobertoVillenaPieraFotografíadelautor:AneloreMontero

©RobertoVillenaPiera,2015

Paralaspersonasquemeamaron,paralasquepuedanamarmeenlaactual idadylasquepuedanhacerloenel futuro;paratodasel las,paracadaunadeel las,desdelasentrañas,conel corazón,estádedicadoestel ibro.

Índice

ÍndicePrólogoHostalCaminantLauraSprecherElEquipoBQuintanillaPepelLegionariElTremulliElCaminoaLaVerdadEspírituSantoEpílogo

Prólogo

Haypersonas que tienenundon especial, algo indefinible en su interior capaz de transformar el

ambiente, las personas, el entorno. Iluminan con su presencia las almas y espíritus de quienes lerodeancomoloharíaunfarobarriendolaoscuridadsobrelasolasdeunmarensombras.LaprimeravezqueviaJaviertuveunasensaciónespecialdifícildeexplicar.Porunladoejercía

sobremíunaespeciedeefectosedantenatural,unacualidadpococomúnentre losvaronespor laquesimplementeconcontemplarloseganabalamismaconfianzaqueunamigodetodalavida.Porotro,activómisautodefensasemocionalesdeunmodoexagerado,hastaconvertirme–vistodesdeunaperspectivaactual–enpocomenosqueunalunáticahistérica.Anteladuda,mimentesacudidadecidióacogersea esta segunda líneadepensamiento.Meparecióuncretinoengreído.Lucíaunabarbarecortadaqueautomáticamenteleincluía–paramisadentros–,enelgrupodelospagadosdesímismos.Pelo largoysuelto.Calzadominimalistadeante,carteradecuerocolgadaalhombro,ampliospantalonesdelinoyunaholgadacamisablancadelmismomaterial,rematadaporuncuellomao,completabansusencillavestimenta–otronotasquevaderollitozen,amínomelada–pensé.Por lomenos podía haber tenido la delicadeza de pertenecer al arquetipo de cachasmacizo y

hercúleoqueunaesperadeunprofesionaldelmasaje,aunquesólofueraparasatisfacerlasfantasíasnocturnas de una artista con problemas de sueño y demasiado tiempo para la imaginación.Ymuybuenaartistahedeañadiraunqueestéfeodecirlo,atenordelosfolletosprimorosamenteeditadosdeunbuennúmerodesalasdeexposicionesymuseosdealtocopete.Esbocéunasonrisafingidayeducadamentecatalana.–Buenastardes,señor...–Javier,JavierMarías.–Anda,comoelescritor.–Vaya,esustedlaprimerapersonaquemelodice.Me quedé perpleja, acto seguido, su sonrisame tradujo la ironía. Elmuy hijo de p...me había

soltadolaprimerapuya,así,debuenasaprimeras,sinconocernos.Estenosabíaconquiénestabatratando.Leestrechélamanosinelmenoratisbodeefusividad.

–Hedesuponerqueesustedelmasajista–lesoltéabocajarromientrasbarríaconmimirada,cuidadosamentedespectiva,uncuerpofueradeloscánonesdelgremio.

–Suponeustedbien,señoraSprecher.–Señorita,adiosgracias.

No sé bien por qué,me arrepentí inmediatamente demi rápida respuesta, quizá definirme comoseñorita exponía de entrada una supuesta carencia afectiva, especialmente si se trataba de alguienqueacababadearribaramipuerta.Sólopudealcanzaraañadir:–YpuedellamarmeLaura,mejornomencionaraquímisancestrossuizos.Pareciódarseunatreguaobservandocondetenimientoelampliojardíndelamasía.Unenjambre

deespeciesdiversaspululandoenaparentedesorden.Sinembargocasinadaestabaresueltoalazar,eramiotragranpasión.Arcesjaponeses,cerezos,hayas,fresnos,sauces,jaras,enebrosyunsinfínde flores de todo tipomezcladas conmimo para que cada estación del año cobrara vida sin quenunca faltaran una extensa gama de colores llamativos. Una flora perenne con que saciar miinspiraciónparalosnumerososcuadrosdemicolección.–Bonitojardín,señoritaLaura,hedejadolacamillaportátilenelrecibidor,dóndequiererecibirel

masaje?–Enlaespalda–espeté.

–SeñoraSprecher,¿cuándofuelaúltimavezquevioalseñorMarías?El inspectorMontessindudanoeracatalán,suorigenparecía inequívocamentevinculadoa la

capitaldel reinoporel leveaunquereconociblearrastrarde lasesesconvertidasen jotas.Elcasodebíaserimportanteparahacerveniraunnomossod´escuadra.NuncahetenidomuchotratoconlaPolicíaNacional o laGuardiaCivil. Por la causa que fuera siempremehabía imaginado a susintegrantescapitalinoscomopersonasrancias,conbigoteypintadefuncionario.Elestereotiposemeestabahaciendoañicosynoporquefueraunapersonarelativamentejoven,altaoatractiva–virtudesquenolefaltaban–,sinoporquesimplementesuindumentariateníaunestilopropio;pajarita,tirantesyunasonrisafácil.Quizáfuerasutácticaperoseganabalaconfianzaenseguidaconsuspalabrasysus gestos. Daban ganas de hacerle un retrato y eso que había empezado la conversaciónllamándomeSeñoraSprecher,unmalcomienzo.Sinomefallalamemoria,elrestotranscurriódelasiguientemanera:–Yodiríaqueharáunpardemeses.–Sulimonadaesdeliciosa,¿Llevapomeloylima?–preguntóMontes.–¿Eh?,sí...–balbuceé.Decididamentebajoesaaparienciarisueñayalgosuperficial,seescondíaunverdaderodetective.

Unodemissecretosmejorguardadossehabíaidoalgaretealasprimerasdecambio.Monteseraunputocrack.–Realmentesabrosa–apostillóelinspector.–¿Solíanversemuyamenudo?LaayudantePriscilaRamosnomegenerabalamismaconfianza.Altanera,joven,rubia,conojos

azules y penetrantes. Sumamente atractiva, escondía unos generosos atributos bajo lo que podríacalificarse de vestimenta de oficina no exenta de cierta elegancia. Las costuras a duras penasdisimulabanuncontornoesculturaldeairesfelinos.–Sí,enrealidadcasitodaslassemanas.Imaginoqueyadebensaberquesoypintora.Miespalda

yanoesloqueeraymioficionoayudaprecisamenteamantenerlaenbuenestado.Javier...–¿Seacostaban?–preguntóimpávidaPriscilaRamos.Lamuyzorranoseandabaporlasramas.Teníaeltactodeunaginecólogadeurgenciasenun

díaderesaca.–Disculpeamiayudante.CreoquenosehacecargodequeladesaparicióndelseñorMaríasha

debido ser un duro golpe para usted. ¿Sería muchamolestia queme ofreciera otro vaso de estesabrosoelixir?Sindejardeestaraturdidaporelsablazodeaquellaarpíasinescrúpulos,contesté:–NoesmolestiaseñorMontes,tengounabuenareservaenelfrigorífico.NisiquierasemeocurriópreguntaralasindudaseñoritaRamosporunaocasionaldemandaenel

mismosentido.Faltaríamás.Amivuelta,lesvienfrascadosenloqueparecíaunadiscusiónenvozbaja. «Bien –pensé–. Alguien con dos dedos de frente ha tomado la sabia decisión de emparejaraquellalobaconunsuperiorcapazdemeterlealgodesentidocomúnensucerebroancladoenlafasereptiliana».–Aaahhh,exquisita,graciasseñoraSprecher.– Puede llamarme Laura, inspector –dije mirando exclusivamente a Montes–. Efectivamente la

desaparicióndeJavier,esungolpeparamí.Coneltiempomásquealguiencontratado,pasóaserunverdaderoamigo,unapersonamuycercanaconlaquelashorassepasabanvolando,charlandodecualquiercosa.Pornohablardesulaborprofesional.Teníaverdaderotalentoconsusmanos.PriscilaRamosparecióenestepuntoquererrealizarunapreguntaperolaspalabrasnosalieronde

suboca.¿Talentoconsusmanos?Esoeraquedarsecorto,muycorto.Alolargodemividaheconocidoa

infinidad de fisioterapeutas, quiroprácticos y masajistas, de toda ralea y condición, sexo ynacionalidad. Puedo asegurar que nadie ha podido superar su maestría. Si se comparara con lamúsica,seríaunvirtuosodelpianodelatalladeChopin,deserescultorsellamaríaMiguelÁngelycomopintorseríaelmismísimoVanGogh.Susmasajesnoeranunactomeramentemercenario,eranunamelodíapara lossentidos, laobradeunsoberanoartista.Evocarsurecuerdoseconvertíaenunaextrañamezcladedoloryplacer.Dolorporsuausenciaquizádefinitiva,placer...–¿Esnecesariohablardemividaprivada?–preguntédirectamentealinspectorMontes. –Me temoquesí,Laura.Peropodemosdejarloparaotromomento.Creoquepodríapasarme

mañana por la tarde, a solas, si es que mi obsesión por su limonada no le supone una cargaembarazosa.MiréalaagenteRamosdereojoymástardemedetuveenelinspector.–Todolocontrarioyseloagradezco,señorMontes,esustedmuyamable.

HostalCaminant

–¿Perosepuedesaberquélepasa,policíaRamos?–¿Aquéserefiereinspector?–¿Queaquémerefiero?MerefieroaqueLauraSprechernoesquesepamos,unasospechosade

nadaymenosdeasesinato,siesquepodemoshablarsiquieradequesehayacometidounhomicidio.Me refiero a que está sufriendo la ausencia de alguien cercano y usted le suelta de buenas aprimerasaunadolidaeilustrepintora,sisehabeneficiadoaldifunto,antesinclusodequesecelebreunfuneral.¿Perosepuedesaberdedóndehasalidousted?–DelCentrodeFormacióndeÁvila,inspector,novenademipromoción.–Yaheleídosuexpediente,policíaRamosyveoquesehaquedadosóloconlaúltimapartede

mipregunta. –Coneldebidorespetoseñor,creoqueseandausteddemasiadopor lasramas.Nocreoque

esaseñorabohemiadebarecibiruntratodefavorporserunaartistaquevendebiensusgarabatos.Estamosanteunainvestigaciónabierta,preguntamosasusconocidos.Sinotienennadaqueocultar,quecontestenalaspreguntasypunto.–Tratodefavor,bohemia,garabatos...PolicíaRamos,¡mecagüenlaleyelorden!– Castillo,me la trae floja el expediente, sé cuando estoy tratando con unamente psicótica en

cuantolatengodelante,casiantesdequeabralaboca,pormuybuenaqueesté.Graciasadiosmiedadmehacemenosvulnerableaesetipodeencantos. –Joder,Montes,¿noestássiendomuytiquismiquis?Laverdadesquemesorprendeporque la

chica apuntaba alto, quizá puliendo un poco su carácter junto a alguien con experiencia, podríaconvertirseenunaoficialque... –MiraCastillo,nosédequiénseráhijaoaquién...Nome importaniquierosaberlo.Aestas

alturas no puedo meterme en guerras que no puedo ganar. Si crees que necesito a alguien pararesolver el asunto cuanto antes, mándame a un oficial, alguien de coordinación o de la divisióncriminal de los Mozos de Escuadra. Ahorramos costes y nos tiramos el pisto con esto de laintegraciónytodoeso,ysino,yamelasarreglaréyosolito.–Veréloquepuedohacer,Montes,peronoteprometonada.Tellamaréencuantosepaalgo. A medias se inventaron una excusa para que la policía Priscila Ramos acudiera ipso facto a

colaborarenuninteresantísimoasesinatocometidoenlacapital,unaoportunidaddemayorcaladoparasucarrera.Mejorasí,pasarlanocheenunlugarapartadoyconsemejantecompañíalehubieraproducidojaqueca.Asuentender,elHostalCaminantnoeranadadelotromundo.Unodetantosporlosquehabía

trasegadoel inspectora lo largodeunacarrerayabastantedilatada.Laconstrucciónera sencillaperodotadaunciertotoquededisennyrural,nadaespectacularaunquesuficientementecoqueto.Lascosasestabancambiandodesdelos tiemposenqueseteníaqueconformarconquelacamanosehundierayacudiraunservicioenelpasillo.Enlogísticalehabíanadvertidoqueelestablecimiento

eradelomejorcito,dentroclarodelasposibilidadesdelcuerpoyconunacuriosaparticularidad,noadmitían a cualquiera, al parecer los dueños preferían ganar menos y asegurarse una estanciallevadera.«Pues síquees raro, esperoquenose tratedeunapuñetera secta,ya sería loquemefaltaba» –pensó el policía–. Lo mejor era un porche desde donde se podían contemplar unashermosas vistas del Alt Empurdá. La luz empezaba a declinar en el horizonte y una brisa tibiaacariciabasurostro.Elmomentoidealparafumarseuncigarrillo. «Quécoño,malmomentoparadejarde fumar»–se repetíasiempreel inspectorenestoscasos

mientrashurgabaenelbolsillodesucamisa–.El interioralbergabaunapitilleradelgadade latónchinoqueapreciabacomosifueradeplataisabelina.Elregalodeunabuenaamigaynadamásqueamiga,aúnsesorprendíadequeesascosaspudieransucederenestostiemposdeplaceresrápidosyfugaces.Sesentóen labancadademaderadelporcheysedispusoadisfrutarde lapazbeatíficaqueserespirabaenelambiente. El inspectorMontes tenía la vaga idea de que la gente común –el resto de los mortales–,

pensabaconenvidiaenlaazarosavidallenadeaventurasycasosporresolverdeuninvestigadorpolicial.Porsupuestoelcineylatelevisiónteníanmuchaculpadeello.Cuandoveíaunaserieconoficinasimpolutas,pantallasplanasygigantes,congráficosimpecablesgeneradossindudaporunosordenadores de ultimísimageneración, casi le entrabanganas de ponerse a llorar de la risa. Si laserieeraespañolalacosapasabaateneryatintespatéticos.Lavidacotidianadeunpolicíaresultabamuchomenosinteresantedeloqueplasmabalaficción–cienciaficciónmásbien–.Paraempezareraun submundo endogámico, frente a los policías locales e incluso frente a alguna autonómica, laPolicíaNacionalteníaundurolastre,losdestinoshabíaqueganárseloscontiempoyapulso,yatepodíatocarelPaísVasco,CanariasoSoria,amenudoacotadosenedificioscreadosexprofeso.¿Seimaginancuantasparejasaceptandejarsupropiotrabajo,familiaoamistadesparaembarcarseavivirjuntos en esas condiciones? Mézclese el cóctel con la inexperiencia de la juventud, un sueldopaupérrimoapesarde loscomplementos territorialesodezonasconflictivas,horariosdifíciles,unambiente social enrarecido, algún compañero o jefe indeseable y puede obtenerse una mezclaexplosiva.Yaúnquedanotrosmuchosingredientesnadahalagüeños;desarraigo,chulos,prostitutas,ladrones,asesinos,mafias,corrupción,drogas,alcohol...Essorprendentecomouncuerpoasílograsobrevivirycontinuarsulabor.Pormuchoqueunoquisieraevitarlo,acababaporrelacionarsecasiexclusivamente con otros policías, la inercia era un proceso aplastante. Vecinos, amigos, parejas,incluso familiares terminaban pormirarte con recelomás temprano que tarde, como si tuvieran unespía en casa dispuesto a delatarte por cualquier desliz. Si encima elmiembro del cuerpo poseíaciertascapacidadespsicológicasadivinatorias,lacuestiónproducíaelgolpedoblementedolorosoydemoledor–poresperado–,deloquesevevenirconantelación.Encuantoaloscasosaresolver,elgruesodeloshomicidioseranproducidosporloquesevenía

adenominar en la nuevanomenclatura de lo políticamente correcto como«violencia de género».No eran sucesos ni motivantes ni complejos para un investigador, normalmente los matarifes seentregabanpocodespuésdelasesinatosiesqueantesnosehabíanpegadoyauntiro.«Yapodíanhaberempezadoporahí»–sedecíael inspector–.Montes teníaunaespecialanimadversiónaestalacra sangrienta que no tenía fin. Sabía demujeres capaces de sacar a un santo de sus casillas yrecordaba las palabras de un orientador psicólogo en uno de los cursos de formación a los quehabía acudido: «Aquí entra la genética más de lo que nos gusta reconocer, es nuestro selloevolutivo.Enlosconflictoslasmujeresseexpresanamenudodiscutiendoychillando,loshombresgolpean». Eso sería si había discusiones, enmultitud de ocasiones, la víctima era ya incapaz decualquierprotesta,sometidayvejadaencuerpoyalmaporuntorturadorconelquecompartíacama. Porúltimolaburocracia, innumerablesinformes,cuestionariosyparteshastaparapedir la tinta

deuna impresora,«joder, noshemosvuelto europeos»–sedecíaMontespara sí–.La justicia, losfiscales,lapolítica...ylosladronesdepocamontaquevivíantantocomoellosenlasdependenciaspoliciales. Tiempo perdido para nada. Los pocos que sobrevivían a semejante montaña de

penalidades y salían del proceso airosos, sin lacras de importancia, se convierten en auténticosprofesionalesyelinspectorMonteseraunodeellos. Las volutas de humo del cigarrillo tocaban a su fin, no lo había disfrutado tanto como él

esperaba. Mas allá del jardín del Hostal Caminant, donde una niña pequeña vestida de blancocorreteabaalegremente,seacercabaunaestelaagranvelocidad,unfaroencendidoenladistancia,una moto. Cuando estuvo más cerca, reconoció la montura, una BMW F 800 GS, una trail degarantías.«Buenaelección»–apostillóelinspector–.Aparcófueradelacercaylentamentesedespojódel

casco.Debajodeélunabandanamoteraconmotivosnegrosyamarillos irreconocibles,cubríasucabeza. El sujeto en cuestión parecía cansado, sus movimientos acusaban la pesada inercia delviajero.Casialmismotiempo,apareciódesdeotradirecciónuncocheverde.Sedetuvoenelmismopunto

enquesehallabaelmotoristayparecierontenerunebreveconversación. Elmisteriosomotorista del pañuelo en la cabeza estaba sudando comounpollodebajode su

cazadoramotera, teñidadepolvoyvapuleadapor los restosdeunaplagade insectosdedistintocalibrequehabíanllegadobruscamentealfinaldesuexistencia.«ComoseaeldueñoaestenoleaceptaniRitalaCantaora»–pensóMontes.Observócomoelpropietariodelcochebajabadesuvehículo,resultóserunamujer. «Cuarenta años, morena, delgada, andar decidido, rostro con facciones duras, irónica, refleja

carácter.Interesante»–murmuróelpolicía. No era un acto profesional,más bien era fruto de su forma de ser, el reflejo de una extraña

intuiciónacompasadaporañosdeexperiencia.Apenasveíaunrostro,el inspectorMonteshacíaunescánerrápidodelapersonalidad.–Buenastardes,soyRosa,lapropietaria.Montesselevantócomounresorteysalióasuencuentroparaestrecharlelamano.–Buenas tardesRosa, inspectorMontes.Hanrealizadouna reservaaminombre,esperoqueno

hayaningúnproblema.–Ninguno, señorMontes, parecequehoyhaymovimiento,peronohayproblema,paranadie–

señaló la dueñamientrasmiraba de reojo almotorista, todavía forcejeando pesadamente con losbártulos juntoa suvehículo–.Enunmomentoestoyconusted,hacemos la fichay lemuestro sushabitaciones.–MicompañeronovaapoderveniralfinalRosa,sólonecesitaréunahabitación.–¿Algograve?–preguntóRosa.–Dependedecómosemire...Esalgoquenotieneremedio–fuesulacónicarespuesta.Rosaentróenelestablecimiento,Montesvolvióasentarseenlabancadademadera.«Creoquemefumaréotrocigarrito»–pensóparasí.Mientras,elmotoristahabíadejadodeforcejearconsusbultosyseacercóalporche.–Buenastardes.–Buenastardes–contestóelinspector.Actoseguido,elmotoristasedesplomóenelextremoopuestodelabancadaylaniñadeljardín

entrócorreteandoenelhostal.–¡Hola!–Hola–respondieronalunísonolosdoshuéspedes.«Malmomentoparadejardefumar»–volvióadecirseelinspectoralavezqueobservabacomo

elmotoristasesacabauncigarrodelacazadoraydejabalagruesaprendaaunladoenelsuelo–.«Treinta y cinco años, movimientos pausados, sopesar este dato por el cansancio, faccionesequilibradas,pocohablador,reservado,miradainteresante,complejo»–pensóseguidamentealavezqueacudíadenuevoasupitillera.

–¡Hola!Laniñasalióenestampidadelestablecimientohaciaeljardín.–Hola.–Hola. Montes siguió con la mirada la silueta de la niña. Decidió que esta vez iba a disfrutar del

cigarrillotranquilamenteenplenascondiciones.Elmotoristanoparecíaserdeesossujetosquedanconversación,estabaenfrascadoobservandoelhorizonteydandounascaladassolemnescomosifueran lasúltimasque fueraadar envida.Dosextrañosenelmismo lugarcompartiendovicioensilencio.–Veoquenosonustedesmuyhabladores–DijoRosaapareciendoenelporche–,¿quierenuna

copadevino?Vamos,acérquense. La invitación pilló a ambos desprevenidos, tanto uno como el otro parecían estar a años luz,

sumidosensuspropiospensamientosypocodispuestosaconfraternizar.Algoreaciosseacercaronalapartecentraldelabancada,sinsabermuybienquédecir. – Inspector Montes –se maldijo de inmediato por el exceso de información, era su saludo

habitual,unacuestióndecostumbre.Notólaexpresióndesorpresadelmotero.–ViajeroRobertson–dijoelmoteroinclinandolevementelacabezaamododesaludo.–Aquítienen,unrosadofresquito,invitalacasa,beban,noseandenconremilgos.–Delicioso,¿delPenedés?–inquirióMontes.–Vaya, inspector,comotodoloacierteusteddeesamanera, losmalosprontovanaestar todos

entrerejas.–NolequepalamenordudaRosa–adujoMontesdandodesísustirantes. – Muchas gracias Rosa, por el vino y por alojarnos sin previo aviso. Llevamos doscientos

kilómetros entre pecho y espalda recorriendo la costa y no hemos visto ningún sitio libre, ya noshacíamos durmiendo en la calle. Al final decidimos dividirnos para aumentar las posibilidades.Encontrarestesitioesunregalodedioses.–Entonces,¿vieneustedacompañado?–preguntóMontes.–Metemoquesí,unamoscacojonerallamadaStivie,enrealidadelGranStivie,compañerode

viaje. Ya aparecerá tarde o temprano –dijo Robertson sopesando ostensiblemente un móvil en sumano–. Un tipo peculiar, un viejo amigo. Yo viajaba solo, recibí una llamada suya por sorpresa,comosiempre.Quecuándoquedábamos,dijo.Vivimoscadaunoenunapuntadelmapa.Cientosdekilómetrosmás tarde, nos encontramos amitadde camino, a veces lo inesperado sabemejor, pornormacadadíaenunsitioyavecesclaro,nospillaeltoro.

–Suenainteresante–comentóRosa.–Senotaquenoduermeustedconél,roncacomoundemonio.–Nadieesperfecto–contestóladueña.–Bueno...–dejólapalabraenelaireMontesmientrasvolvíaadardesísustirantes.–¿Otracopita?–preguntóladueña.–Venga–respondióRobertson.–Noseréyoquienllevelacontrariaaunamujerconesecarácter–dijoMontes.–Normalmentesoyunaauténticabruja.– Para darse cuenta de eso no hace falta ser inspector.Cielos, no quiero ni imaginar como será

cuandotengaunmaldía–apostillóMontes.–Nohatenidoustedsuerte,hoymepillaenundíabueno.Cuandosoymala,soymuchomejor.–¿Esoselodiceustedatodososolamentealosquesomosunosmaduritosatractivos?–preguntó

Montes.AntesdequeRosapudieradarladebidaréplicaalapregunta,Robertsoncontestó:–Leagradezcolodemaduritoporlapartequemetoca,inspector.–Noleincluíaausted,siapenastendrálos35–adujoMontes.–Almenosesodejaclaroquesoyatractivo,temoquitarlelarazón,peroyapasodeloscuarenta.

–Puesrealmentenolosaparenta–comentóRosa.–Losé.Nosepreocupe,lollevobien–dijoRobertsonmientrasguiñabaunojo.Se encontraban ya a luz del crepúsculo, pronto la noche ganaría la partida al día sin que su

frescor se estuvierahaciendonotar, eraunade esas jornadasdeveranoenquenohacíani fríonicalor,latemperaturaperfecta.Losefectosdelvinosedejabannotarpocoapocoentreaquellosquetan sólominutos antes eran unos completos desconocidos, desatando las lenguas en una animadaconversación. El sonido de unamoto les interrumpió. Una figura se detuvo junto a la cerca y elmóvildeRobertsonsonóestrepitosamenteconelsilbidodelapelículadeloeste:«Elbueno,elfeoyelmalo»deSergioLeone.Sehizoelsilencio.–Losiento,soyunclásico–sedisculpóRobertson-.¿Sí?–...–¿Quehasencontradounsitio?¡Vaya,quésuerte!,alfin.¿Dóndedicesqueestá?–...–¿Unhostaldices?Ajá,verésisoycapazdeencontrarloconesamierdadeindicacionesqueme

das.–...–Notepreocupes,espérameallí,yallegaré.Nosvemosdentrodeunrato,deu.Loscontertuliosestabanentreexpectantesydivertidosporlasituación.Elmotoristareciénllegado

se quitó pesadamente el casco y una cazadoramotera zarrapastrosa. Se atusó la bandanamoterasobre sucabezayavanzóconclaros signosde fatigahacia laentrada,atravesando lentamenteelcamino.Cuando llegó al porcheyvio aRobertson tranquilamente sentado conuna sonrisa en loslabiosjuntoaunosdesconocidosylascopassobrelamesa,sólopudodecir:–¿Peroquépasaaquí?Antesdequenadiedijeranada,intervinoinesperadamentelaniña,conunplatoentrelasmanos.–Hola,¿quiereunoshigosreciéncogidosdeljardín?–¿Qué?–ElGranStivie,supongo–dijoRosa.–¿Quéé?–InspectorMontes,quedausteddetenido.–¿Quééééééé?Lanochellegóiluminadaporlaluzdeunpuñadodevelasylamedialunaensucuartocreciente.

Conellalasamenasconversacionesseprolongaronentreanécdotas,vinosyrisashastabienentradala madrugada. La primera en retirarse fue la niña, luego le siguió Rosa. Montes se fumó en lahabitación un último cigarrillo. El Gran Stivie, se dio una ducha y calló redondo sobre su cama.Robertson, fielaunacostumbreancestral,aprovechólasoledadreinanteysebañóen lapequeñapiscina situada junto a una pared del hostal, completamente desnudo. Se dejó secar por la cálidabrisamientrasobservabalasestrellas.Seconvirtiódeformacasualenunadeesasextrañasjornadaspreñadasdemagiaquepermaneceríanenlamemoriacolectivadeaquelgrupoinesperadoylogransobrevivirindemneselpasodelosaños.–Buenosdías,Rosa,¿sepuededesayunaralgoenestegarito?–preguntóMontes.–Esteesun localrespetable,señor inspector.Algosepodráhacer.Lecobraréeldobleporese

comentariohiriente.¿Quedeseatomar?

–Paracetamol,adórneloconunatazadecafé.–¡Marchaaando!–agregóRosa.AlratoaparecieronElGranStivieyRobertson.Elprimeroparecíajovial,elsegundosearrastraba

comounzombie.–¿Quetalhandormido?–preguntóMontes.–Comoenlasabanaafricana–contestóRobertson.–¿Aquéserefiere?–inquirióelinspector.–¿Cómo,nohanoídolosrugidosdelleón?–dijoRobertsonseñalandoaStivieconelpulgar.–Puesyohedormidocomounadueñadehostal–dijoelGranStivie.–Noserálaqueaquícalza,creíoírunoschapoteosdemadrugadaenlapiscina,miventanadaal

lado.–¿Llegóaverustedalgo?–preguntóRobertsoninquieto.–Nadarelevante.–¡Ah!–respondióRobertson.–Porcierto,encontréesto–dijoRosasosteniendounaprendanegraconlapuntadelosdedos.–Diosquecalzoncillosmáschulosconesostopitos–soltóStivie.–Eh...Megustan,¿puedoquedármelos?–preguntóRobertson.–Desdeluego,creopoderafirmarquesondesutalla.–Perdón,este...Quierodecir,gracias,Rosa. Tras el vergonzoso asunto de los calzoncillos con topitos, terminaron de desayunar sin más

altercados.–¿Handecididoyalarutadehoy?–intervinoMontes.–No,puedequenosvayamoshaciaelsur–dijoStivie.–Metemoquenovaapoderser.–¿Cómodice?–preguntóRobertson.–Porelpoderquemehasidootorgado,lesdeclarodesdeestemomento«AsesoresdelCuerpo

GeneraldelaPolicíaNacional».–¡Joder!–exclamóRobertson.–¿Pagan?–añadióStivie.–Sólolosgastos,esuncargoexclusivamentehonorario.Puedennegarse,porsupuesto.Lesdejo

quelodecidan,mientrasmegustaríahablarasolasconRosa.Rosa¿tieneustedunmomento?–Desde luego.Loprimeroque tengoquedecir esque sea tratede loque se trate,medeclaro

inocente.–Esarespuestamesuenadealgo,serámejorquevayamosalporche.Ambossalieronysesentaronenlabancada.Elcontrastedelasemioscuridaddelinteriorconla

gran claridad de la mañana de verano, proporcionó al inspector un severo correctivo para eldelicadoestadodesucabeza.Nonotóciertoaliviohastaquesecolocólasgafasdesol.Sintiótenerque abandonar el tono jovial con el que había pasado tan buenos momentos en el hostal. Noobstante, su intuición ledecíaqueaquellaspersonas, al igualqueél,habíanmostrado también sucaramásrisueñaydesenfadada.Acostumbradoalosanálisisdepersonalidad,sabíaqueesaerasuactitud existencial, una actitud elegida, la de personas conscientes de que la vida puede serextremadamente dura y cruel y han optado por tomársela con aparente superficialidad.Montes sesentíaorgullosodeaquellaactitud,demostrabatrescosas,humildad,madurezeinteligencia.Rosanotóelcambioenelsemblantedelinspector.«Estovaenserio»–pensó.–Rosa...,desgraciadamentenoestoyaquídevacaciones,hayunainvestigaciónabiertayyosoyel

encargadodeintentarcerrarla.Estaesunacomunidadnomuynumerosa,lagentesueleconocerseoalmenosloscomentarioscirculansinpasardesapercibidos.Mesabemaltenerquepreguntarleperoesmideber,esperoqueloentienda.–Locomprendoinspector,leayudaréenloquepueda.

–LecomentéporteléfonoquequeremosinvestigarladesaparicióndeJavierMarías.¿Leconocíausted?–¡Oh!,eseso...–murmuróRosa.El rostro de la dueña del Hostal Caminant se transformó vivamente. Al inspector Montes le

sorprendió como aquella mujer de rostro severo y sonrisa deslumbrante, esa persona capaz deresponderalmáspintadosintitubeosyconlamásfinaironía,parecíaderrumbarseantesusojos.–Sí,inspector,loconocíabien.–TranquilíceseRosa,nadasaldrádeaquí,puedeconfiarenmí,ledoymipalabra.–Noeseso,séquepuedoconfiarenusted,puedonotarloensusojos.Esquenosabríabienpor

dóndeempezarnicómoexplicarlo, lascosas importantes...¿Cómolediría?, lascosas importantessesientenyustedesloshombresquierenreducirlotodoapalabras,ahechos.MontescomprendióqueRosaestabahechaunmanojodenervios,perocreíaentender loque le

estaba intentando transmitir.Éleraunhombreyademáspolicía, sihabíaalgoquenecesitabaeranprecisamentepalabrasyhechos.PorunmomentopensóenlapolicíaPriscilaRamosyenutilizarsutáctica ruda y brutal, sabía que a veces es el caminomás corto hacia la verdad y serviría comoterapia de shock. No la utilizaría, en los pocas horas de contacto con Rosa había llegado aapreciarla, se había ganado su confianza y no la creíamerecedora de semejante trato, ni siquieraparaintentaravanzarmásrápidamenteenlainvestigación.Setomaríasutiempo.–Quizápodríamosempezarporcómoleconoció,¿leparecebien?–Sí,esopuedocontárselosinproblemas.Undíaaparecióporaquí,sepresentóymecontóqueal

ser un hostal podría haber huéspedes interesados en sus servicios. Dejó algunos folletosexplicativos.Acambionohablódecomisionesninadaporel estilo, estabadispuestoaofrecermealgúnmasajecuandoloprecisara.Penséqueeraunbuentrato,algobuenoparaelnegocioyparamíincluso. Como buena catalana, la palabra gratis me enternece. Javier era, es..., una persona muyespecialeinteligenteademás.Meinvitóaunmasajeprevio,élsabíaperfectamentequedespuésmeconvertiríaensumejorembajadora.Fueunaexperienciainolvidable.–YamehubieragustadoqueenlaColaboradoradelapolicíahubieragenteasí,anosotrosnos

tratanpocomenosqueaganado–comentóMontes.–Nosepuedehacerniidea,losuyonoesdeestemundo,esundondivino.–Hadichoustedqueesunapersonamuyespecial, ¿podríadecirmecuales su formade ser?–

preguntóMontes.–Esoes...,nosabría...,nopuedoexpresar...–Rosa,meparecequenoestátodavíaencondicionesparauninterrogatoriosobreJavier.Vamosa

haceruntrato.Voyatrasladarmeahoraconlosmuchachoshacialacosta,talvezpodríansermedeayuda. Volveremos esta tarde, mientras dispondrá de tiempo para aclarar las ideas e intentarencontrarunaformadecomunicármelo,¿estáusteddeacuerdo?–LosientoMontes,es...sí,eslomássensato.–NosepreocupeRosa,luegohablamos.AlinspectorMonteslesabíamaldejarlaensemejanteestado,debíadarleaRosaunmargenpara

salirdelaturdimientoypoderexpresarse,enel ínterin teníaqueseguirconsu investigación.Teníaunaagendabastanteapretada.–¿Estánpreparadosmisasesores?–Siemprelistos–dijoRobertsonhaciendolaseñaldelosboysscouts.–Afirmativo,¿dóndevamos,jefe?–añadióStivie.–Allugardeloshechos,unpocolejos,enlacosta.Serámejorquevayamosenmicoche–dijoel

inspector.

–De eso nada, somosmoteros, hace un día estupendo para ir a la costa, usted vaya en coche,nosotrosiremosennuestrasmonturas–sentencióorgullosoStivie.Montesmiró fijamentea sus reciénnombradosayudantes.«Vayaparejadecolaboradoresmehe

buscado,nadamásempezaryyameponenpegas,almenostienencriteriopropio».–Muybienmoteros,noquierorompersusprincipiosdemomento.Puedequeseamejorasí.La insólita comitiva inició su trayecto como si estuvieran trasladando a una celebridad. Las dos

motosibanpordelante,escoltandoelCitroenC4grismetalizadodelinspector.Elpolicíaleshabíaindicadopreviamenteeldestinoylosmoterosdecidieronporsucuentairabriendocamino.Aunqueaveces dudaba en algún cruce, Robertson ni tenía gps ni consultaba mapa alguno, iba hilando suandadurasobre lamarcha.Evitaba los itinerariosmásdirectosyconcurridosenunaparenterumbosinsentidocuyoalcancenollegabaacomprender.AestasalturaselinspectorMontesyasehallabadesorientado, sin embargo parecía que Robertson tenía lo que para Montes era un inusitadoconocimiento de aquellas carreteras secundarias y los parajes que les rodeaban. «demasiadoconocimiento para ser un turista de paso» –pensó algo intranquilo por los derroteros que podíanderivarse de esos pensamientos. Un cartel indicador le sacó de sus elucubraciones, mostraba laentradaalParcNaturaldelCapdeCreus.Elterrenoeraavecesabruptoyhaciaelesteaparecíandemanerahipnóticalasaguasdelmediterráneoentodosuesplendor.«Elmar.Siempremesorprendeverelmar,parezcounpaletodeinterior,bueno,tengamoselmenú

completo»–pensóel inspectora lavezque,sindesviarunápice lamiradadelasfalto,sacóde laguanterauncedétitulado«GrandesViejunos».Fuepasandodecanciónencanciónhastadarconlaquebuscaba.– ¡Pa pará pa para, pa pará pa para... Y qué le voy a hacer si yooooooooo, nací en el

Meriterráááááááneeoooo...!Los moteros que iban delante suyo debían tener su propia cantinela también. Su celeridad era

discreta, pero se pasaban y repasaban el uno al otro como si estuvieran compitiendo en un granpremio.Agachaban lacabeza, simultaneandogestosdevelocidadsimulada,conotrosobscenosymaldicionesalairecadavezqueseadelantaban.«Estáncomocabras»–pensóMontes.–¡rrá...neeee...oooo...!Unoskilómetrosmásadelante,laescoltaaminorólamarchahastadetenerseenunestrechoarcén

apenassimbólico.Montesparótrasellosysaliódelcoche.–¿Esaquí?–preguntóRobertson.–Sí,creoquesí–respondióMontes. El inspector miró más detenidamente en dirección a la curva cerrada que giraba hacia la

izquierda, en frente suyo. El guardarraíl o quitamiedos metálico, que tantos estragos causaban aciclistasymotoristas,mostrabaunestrechoy ligeroabombamiento justoenelvérticede lacurva,escasamente una huella, la muesca fatídica de la muerte. A su lado se hallaban situados variosramos de flores medio secas en señal de duelo. Permanecían anudados con un cordel fino, elsobrantenoimpedíadeltodoquesemecieranalsondelviento,trazandosobreelterrenounadanzamacabra.Caminaron juntoshastael lugarexacto.Sehizoel silencio.El lugarera imponente, justoallíseformabalacimadelacantilado,quebradoenunaparedverticalacientosdemetrossobreelniveldelmar.Lasensacióndevértigoerainevitable.Montestratódeactivarsuescánercerebral,sinresultados,lospensamientosdelosdosmoterosseencontrabantotalmentefueradesualcance.–Unabuenamuerte–dijoRobertsondeformainesperada.–Sí–añadióStivie.Al inspector le sobrecogieron aquellas palabras.No esperaba ni por lomás remoto ese tipo de

declaraciones,nolascomprendía.Esperóinmóvilporsiampliabansuscomentarios.Nadasaliódesus labios durante un largo rato, algún insondable código motero debía estar recorriendo

calladamenteelinteriordesuscerebros.–Malditosguardarraíles,bonitasflores–dijoalfinStivie.–Malditos,bonitas–agregóRobertsoncomounautómata.–Lacancióndesiempre–sentencióStivie.Entonces Montes comprendió. No eran las primeras flores que aquellos moteros avistaban

acompañadosdelosirónicamentellamadosquitamiedos.Cientosdecuerposhabíansidosesgadosomutiladosparasiemprebajolalluvia,enmediodeunanocheoscuraosobreunazanja,encualquiercunetagrissinalmanibellezaalgunaporesossupuestossalvavidas.Lasfloreserantestigosmudosdelaepidemiaasesina.Losmotociclistascruzabanlassiniestrasseñales,reconocíansusignificado,aminoraban la marcha y continuaban camino en sus caballos de acero, pero los guardarraílespermanecían con ellos.Luego continuaban el viaje apretando los dientes,mirando hacia adelante,obligándoseacerrarelpuñosobreelaceleradorconrabiasuicidaparademostrarseasímismosquela sensación de libertad no se ahogaría en sus venas, tratando de no preguntarse si algún díacorreríanelmismodestino.Malditosguardarraíles,bonitasflores.–¿Ungolpedesuerte?–preguntóStivieaRobertson.–Prefierounsuertudode losmíos–respondíósucompañeroextendiendoelpaquetede tabaco

nacionalalinspector–¿Quiere?–Nogracias,fumaréelúltimomalporroquemequeda.Malmomentoparadejardefumar.–Iiiii...–mascullóafirmativamenteelGranStivie.Un ligerovientode levantesoplabasobreelacantiladoatrayendoconsigoelolordelmaryel

rugidodelasolasalrompersobrelacosta.Disfrutaronsuscigarrossinapenashablarse,dominadospor la sensación de estar vivos de prestado junto a la inmensa panorámica ofrecida por aquelhorizontedeazuleterno.–¿Porquéinvestiganestecasoinspector?–preguntóStivie.–¿Porquénoíbamosahacerlo?–adujoMontes.–No creo que se tomen tantasmolestias por lo que parece unomás de otros tantos accidentes

sufridospormotoristas.– Aquí es donde empieza vuestra labor como asesores, me gustaría vuestra opinión sobre el

accidente,sinideaspreviaspormiparte.Una amalgama de sensaciones diversas deambulaban por las mentes de los dos moteros. La

muerte de un correligionario suyo siempre despertaba una extraña sinapsis de pertenencia grupal.Saliesededonde saliese,pormuchoque fuerauncompletodesconocido,un resorteescondidoenalgunaparteestablecíaellazodeunión,unvínculo.Porotrolado,lesespoleabalaideadehabersido tenidos en cuenta para resolver un caso policial cuyas entrañas ignoraban completamente. Suinsólito nombramiento como asesores lo habían tomado como una especie de broma adolescenteelaboradaporlamentedeunagentedelaleypocomenosqueatípico.Algoasícomoconejillosdeindias escogidos de manera totalmente aleatoria con los que jugar en un experimento debrainstormingotormentadeideas,tomadossinvisosdecosecharcualquiertipodeéxito.–Serámejorquemepongamisombrero–dijoRobertson.Montescontemplósorprendidocomoelmoterosedirigióhacialasmaletasdesumáquinaytras

abrirlacerradura,sacóunsombrerodepielmarrón,tipoexplorador,aloIndianaJones.Loencajósobresucabeza,acariciósualaensemicírculoeinclinólevementesupartefrontal.–Estoylisto–añadió. Stivie sequitó el pañuelode su cabeza, lo sujetó entre susdosmanosy lovolteó estirándolo

sucesivamente,despuésloanudósobresucuello.–Yotambién.

Ambosseacercarondenuevoalacurva,miraronentodasdireccionesensucesivasocasiones,se inclinaron sobre la carretera, palparon el firme y otearon el precipicio.Montes al observarlossentíaunavariopintamezclaqueoscilabaentrelarisadifícildeaplacaryelrespetoreverencialporlacelosaactituddesuscolaboradores.«Averpordóndesalenestos»–pensó.–¿Podemoshacerlepreguntas?–inquirióStivie.–Porsupuesto–contestóMontes.–¿Quémotoeraycomoquedó?¿Cayóalmar?–empezóStivieapreguntar.–¿Aquéhorafue?,¿eradenoche?,¿llovióesedía?–continuóRobertson.AMontesleparecieronlógicasesaspreguntas,inclusoalgunalepillóporsorpresa.Laposibilidad

de que hubiera llovido no la había contemplado, tampoco figuraba en el informe del atestadorealizado por la patrulla de laGuardiaCivil que vigilaba periódicamente la frontera con Francia,peroerasindudaunaspectoesencialdesdeelpuntodevistamotero.Paraunconductorhabitualdevehículos de cuatro ruedas, ese detalle sólo lo habría tenido en cuenta en invierno bajo unageografíaadversa,deniebla,nieveohielo.Ahoraleparecíainjustohaberlesdejadoaciegasantesdequepudieranrealizarcualquierjuiciosobreelsuceso.Semerecíanunresumendeloshechos.– Desgraciadamente desconocemos la hora del incidente, tanto la moto como su ocupante

debieroncaeralmarynohansidohallados.Seencontraronalgunosrestosentre lacarreterayelborde del acantilado que permiten identificar el vehículo como el registrado a nombre de JavierMarías, una Triumph Bonneville del 2007. Fue visto por última vez a mediodía del sábado. Noacudió a varias citas concertadas del lunes siguiente. Se dio aviso a agentes locales de FiguerasquienessecomunicaronasuvezconlosMossosd´EsquadraylaGuardiaCivil.Elprocesofuemuyembarulladohastaqueunosmoterosfrancesesadvirtieronlosrestosyelbollónenelguardarraíl.Alertaroncasualmentealapolicíaantesdecruzarlafrontera,paraentoncesyaeramiércolesyelrompecabezasempezóaencajarse.RobertsonyStiviesemanteníancalladosa laesperadeuna informaciónadicionalqueno llegó.

Tardaron un rato en salir de su estado de asombro por el relato y darse cuenta que el inspectorhabíadecididoterminarahísualocución.–Suturno,caballeros–finalizó.ElprimeroenreaccionarfueelGranStivie.–Bieninspector,loprimeroquequedaclaroesquelatrayectoriadelgolpenocoincidedeningún

modo con la que realizaría cualquier vehículo y sobre todopara unamoto.La curva es bastantecerradahacialaizquierda,unmoteroexperimentadohabríaaprovechadoalmáximoelespacioporladerecha,paracambiardemarchaofrenaryrealizaruncontramanillar.–¿Contramanillar?–preguntóMontes.–Sí,esunatécnicahabitualentrenosotros,aunqueahorasomoslegiónyhabrámuchotaradoque

nisiquieralaconozca.Seempujaelmanillardelamotohaciadelantedelladoenquequeremosqueseinclinelamoto,ayudaaqueobedezcamejorenlatrayectoria.–Disminuyelainerciadelafuerzacentrífugahaciaelexteriordelacurva.Tambiénsepuedepisar

elreposapiésdelmismolado,inclinarelcuerpohaciadelanteparatenermásapoyoenladirecciónotodo a la vez.Requiere un poco de experiencia.Con práctica te sale casi por instinto.Como diceStivie,muchagentenihaoídohablarsiquieradeestasmaniobras.Lasmotoshanmejoradomuchoynosontancabezonascomoantesperounauténticomoterohaderecurriraestostrucosamenudo–añadióRobertson.–EfectivamentemiqueridoRobertson.Aloqueiba,elbolloenelguardarrailestájustoenmedio

delacurva.Noobstanteinspector,yaantesdequegirarbastantesgradosalaizquierda,eltrazadoviene inclinándose, formando un peralte de descenso también hacia la izquierda, por lo que esimposiblequehicieraunrectoysaliesedespedidopordondeestáelbollón.–Enresumidascuentas,queosesuicidó,olosuicidaron–sentencióRobertson.

«Vaya, vaya, con los asesores..., lo haríanmejor que un buen puñado demis colegas» –pensóMontes.–Haymás–añadióStivie–.Silosuicidarondeveras,esdecirconcuerpo incluido, tuvieronque

sermásdeuno.LaBonnevilleesunhierroconclase,unabicilíndricanoprecisamentebarataqueporeseañodebía serdecarburadores.Yahabríabastantesmodeloscon inyección, locual esunavancemuyimportante.Lapotencia,lasaceleracionessonmayores,ademásdeotrasmejorascomolasemisiones,elconsumooelarranqueenfrío.Elmodeloescogidodicemuchodesudueño.EsaTriumphesuna réplicamodernizadadeantiguos tiempos.Nipor la faltade inyección,niporpeso,frenos, dirección, neumáticos ni suspensiones estamos hablando de unamoto para correr comounposeso.Esunamotoparadisfrutardesuestéticaretroyrutear tranquilamente.Enciertamedidauncapricho.Llámemeromántico,loscarburadoresledanunarespuestasuave,menosefectivaperomásdulce, un tacto especial y un sonido que se deja sentir y que personalmente hecho de menos enocasiones.–Nosepuedegeneralizar,podríaserunyuppieengreídoconganasdellamarlaatención,peroa

falta demás datos, se podría suponer que ese Javier poseía recursos económicos suficientes, unapersonalidadacusadaparaescogerunmodelofueradelohabitual,enelqueprimanlasencillez,latranquilidad y la elegancia, combinadas con algunos tintes lúdicos, sensuales y clásicos –vaticinóRobertson.–¿Quéopina?–preguntóStivie.–¿Hanpensadoustedesenserpolicías?Lesprometounarecomendación.Demipuñoyletra–dijo

unMontesatónitoporlalaborinformativa–,yunarondadecervezas–añadió.–Unacosamás–dijoRobertson.–¿Más?–inquirióMontes.–Sí,conozcounpocolazona.Puedoequivocarmeperoyojuraríaqueesteeselúnicopuntoen

quelalíneadecostarompedeformatanverticalsobreelmar.Encualquierotrositiotantolamotocomo el cuerpo habrían terminado cayendo sobre tierra y dejado un rastro evidente. Es muchacasualidad,¿noleparece?–Queseandosrondas–concluyóelinspector.De regresopararonenunade las localidadescercanasa laplaya, cobijadosa la sombradeun

chiringuitocon terraza.Parael inspectorel temadelbilingüismosiempre le resultabachocante.Lacamareraleshabíapreguntadoencatalán.Stiviefueelúnicoenestarseguroderesponder.Aunqueeracharnego,entendíayhablabaperfectamenteeseidioma,sinembargolecontestóencastellano.Ella le realizó una pregunta adicional sobre la consumición, de nuevo en catalán y él volvió acontestarle en castellano.Cuando el inspector se atrevió a pedir una horchata «no puedo vivir sinhorchata»–explicó–,lacamareralerespondióencastellano,aligualquecuandoRobertsonpidiósurefresco.Todoelprocesosehabíaresueltodeformarápida,automáticaynatural.Chocanteparaloscastellanosparlantesytotalmentehabitualparalosnativos.CuandoRobertsonyMontessemiraroncompartiendounasonrisacómplice,Stivienoteníaniideadeporquéseestabanriendo.–¿Quépasa?Unmoteronopuedetomarseunaclaraconlimón?Sientodecirloinspector,peroes

muchopeorqueunpolicíasepidaunahorchata,suimagendetipoduroseresiente.– No se equivoque, Stivie, no puedo vivir sin horchata pero puedo matarle en menos de tres

segundosdetresmanerasdiferentes–aseguróMontes.Stivienopudoevitarunrespingoalescucharaquellaspalabras.– Siempre he dicho que la horchata es una bebida excelente, absolutamente recomendable en

cualquieretapadelavidaymuynutritivaporcierto.¿Verdadquesiemprelodigo,Robertson?– A todas horas, a veces llega a ser insoportable con el tema –capoteó Robertson–. Dígame

inspector,¿sehanplanteadorecuperardelmarlosrestosdelincidente?

– Planteado, sí, pero no creo que lo intentemos. Hay una sima muy profunda en ese punto enconcreto,unaextrañasingularidad.Podríahacerseperorequeriríaunosmediosdemasiadocostosos.Teniendo en cuenta que es solo una persona, que puede haber sido un suicidio o simplemente unpequeño accidente y por alguna razón peregrina Javier Marías hubiera decidido seguir adelanterecorriendoelmundosindecirnadaanadie...Esunahipótesispocoprobableaunquenadasepuededescartar. Unos días antes retiró una suma importante de dinero, varios millones de las antiguaspesetas.Demasiadosinterrogantesparainvertirenunabúsquedatancarasingarantíasderecuperaruncuerpoque,porotraparte,podríaaparecerporsísoloencualquiermomento.–¿Peroenquéquedamos,elcuerpohumanoflotaonoflota?-–preguntóStivie.–Síyno.Depende–contestóMontes.–Vayainspector,niquefueragallego,supongoquenoresponderáasíasussuperiores,comose

notaquesomosunossimplesesbirros–comentóStivie.–Puesestáclaro,siesungordinflóncomotú,teiríasalohondomientrasquesifuerayo,conla

líneaesculturalquemecaracteriza,memantendríaaflotecualnenúfar–sentencióRobertson.–Yonoestoygordo,soydecomplexiónfuerte,cosamuydistinta.– Deberían ver más CSI –continuóMontes–. Si hubiese sido asesinado previamente, el cuerpo

flotaría pues tendría aire en los pulmones. Si se hubiera ahogado, aun estando inconsciente, loscanalesrespiratoriosseabrirían,elaguaentraríayelcadáversehundiría,almenosporuntiempo,luegolosgasescausadosporladescomposiciónharíanqueelcuerpovolvieraaflotar.Sieldifuntonoeshallado,lamismadescomposiciónterminaríaporcrearorificiosporlosquepenetraríaelaguadenuevoyelcadáverterminaríaporhundirse,estavezdefinitivamente.Los dos amigos estaban alucinados por las explicaciones del inspector. Oír sus comentarios de

viva voz suponía una experiencia formidable para ellos. Además les resultaba increíble tener laoportunidaddeaportarsugranitodearenaenunainvestigaciónreal.Porunmomentoseolvidarondequepodríatratarsedeuncasoenelquesehabíaproducidounamuerte,talvezviolenta.Alnoexistir cadáver, creían asistir a un episodio de película, una ficción. Transcurrido un ratocomprendieronlagravedaddelasituación.Unapersonahabíafallecidodejandounaesteladedolorasupasoypeoraún,unoovariosasesinospodíanandarsueltos.Elasuntoeraserioy teníanunaresponsabilidad,agudizarsussentidosalmáximoduranteelcortoperiododetiempoenquecontasenconellos.–Seolvidadeundetalle,inspector–adujoRobertson.–¿Cuál?–preguntóelinspector.–Elcasco.Mire.Robertsonmostró su casco aMontes.Desenganchó el velcro del tejido interior. Bajo él podía

divisarseunacapadecorchoblanco.–El exterior, la calota, puede serdepolicarbonatoo fibrasdekevlar, devidrioo carbonoque

suelenproducircascosmásresistentes,carosyligeros.Sinembargoelinterior,almenosdelosqueyohetenido,tienenunacapadeporexpán.Esopodríahacerloflotar.–Hummm...,interesante.Nocreoqueseasuficienteparaqueuncuerpoflotaseperoesunapartede

laquemehabíaolvidado,elcasco.Loanotaré.– Además hay que tener en cuenta el sistema de cierre, antes podía ser de clip de enganche,

bastaba pulsar un botón y se desenganchaba,muy práctico para quitar y poner en ciudad. Desdehacepocosañosesobligatorioelsistemaantiguo,poranillas,dicenqueesmásseguroencasodeaccidenteperoesuncoñazoeneldíaadía–añadióRobertson.–Asíquesihubiesellevadoelsistemareciente,seríamásdifícilquesehubiesedesprendidodel

cuerpoenlacaída,¿noesasí?–preguntóelinspector.–Ano serque... –se interrumpióbrevementeRobertson–.Unamigomecontóhace añosque su

hermano trabajaba como conductor de ambulancias. Le llamaron de urgencia porque un motero

había sufrido un accidente pero no lo encontraban por ningún lado, era de noche e hicieron unabatidaapieenelsitiodondedeberíaencontraseelherido.Apenasveíannadaenlaoscuridad.Decasualidadelconductortropezóconalgoenlacarretera.Eraelcasco.Locogióentresusmanosynotóalgoextraño.–¿Quéfue?–preguntócuriosoelinspector.–Pesabademasiado...–¡Joder,Robertson!¡Nomegustaquecuentesesashistorias!–gritóStivie.–Peronoentiendo...,¿porqué...?–Lacabeza...,estabadentro.

LauraSprecher

La conversación con Stivie y Robertson se alargó más de lo esperado, se habían tomado el

trabajoenserio.Nocesabandeaportardatosyelucubrarposibilidades.Lalibretadebolsillodelinspectorechabahumo.Notócomosusayudantestemporaleslemiraban

escribiruntantodecepcionados,comosiestuvierautilizandomediosantediluvianoscomparadosconlos empleados en las series de televisión. «Esos detectives no suelen utilizar mucho el boli quedigamos» –pensó Montes–. Si había una manía que pudiera achacarse al inspector, esa era elfetichismo. Solía pensar que los objetos tenían un significado especial. Apreciaba el tacto de losmateriales sencillos y nobles, el cuero, lamadera, la plata..., sentía que de ellos surgía un auraespecial. Le gustaba sentir el peso, la consistencia de su rotulador Montblanc de capucha encerámicanegraytoquesplateadosaldeslizarsesobreelpapel,verfluirlatintaazulatravésdeladiminutaboladesupuntaycomolaspalabrasplasmabansuspensamientos.–Ya sé que existen los portátiles. Pero esto no necesita baterías yme cabe en el bolsillo –se

excusóMontes.Lahoradecomersehabíaechadoencima.Susestómagosempezabanaresentirse.Montesinvitóa

suscontertuliosaunacomidafrugalenelmismoestablecimiento.Apuraronelpostreymantuvieronunadistendidaconversaciónmientrasdegustabantodosuncaféconhielo.Quedaronenverseporlanocheenelhostal.ElinspectorhabíaprometidovisitaresatardealapintoraLauraSprecheryluegoteníapendienteunacharlaqueseleantojabadesgarradoraconRosa.Apesardelcafé,elinspectorestaba casi dando cabezazos de sueño, la agradable noche anterior y la no tan agradable resacaposterior,leestabanpasandofactura.Seobligóadespejarseysetrasladóalamasíadelapintora.LacasadeLauraSprecherpodíaserelescenario idóneodecualquier revistadedecoración.Un

edificio de dos plantas y buhardilla decorado con un estilo rural exquisito por lo sencillo. Lasparedes de piedra natural se veían interrumpidas por grandes ventanales, algunas aparecíanrematadasportonosocresdeadobe.Lasenredaderastejíantelarañasdehilerasverdespordoquier.Lavegetaciónexuberantederrochabafrescorportodalapropiedad,teníasucolofónenunfrondosojardínconárboles,floresyplantasaromáticas.Elporcheemergíadelbloqueprincipalendirecciónaponiente.Latechumbredetejasañejassesosteníaporunosenormestravesaños,auténticostroncosde árboles sin apenas tratamiento que terminaban por conferir a la estancia un eminente caráctercampestre refinado por objetos de cuidado diseño diseminados en torno al jardín; sillones demimbre,mesas de forja y cristal emplomado, tinajas de cerámicapolicromadasy amplias telas entonoscrudosynaturalesparcialmenterecogidasensuvuelojuntoalaspilastras.Laura Sprecher apareció en la puerta vestida de manera informal. Un vestido blanco de fino

algodón con apenas unos frunces marcando la cintura. Lucía una media melena de cabelloensortijadoyrubioquelellegabaamitaddeespalda,tapandoenpartesusfinostirantesylapieldesushombrosdesnudos.Montesnopudoevitarunsentimientodeadmiraciónpor lapresenciade laanfitriona.«PareceunaninfareciénsalidadeuncuadrodeBotticelliperomásdelgada»–pensó.–Buenastardesinspector,noleesperabatantemprano–dijoLauraamododesaludo.

–BuenastardesLaura,perdóneme,teníaquehaberavisado,¿lapilloenmalmomento?–preguntóMontes.–A estas horas suelo dedicarmi tiempo a la siesta.Esperoque su compañíamequite el sueño.

«Pues yo estoy que me caigo» –dijo para sí el inspector–. Acompáñeme, estaremos mejor en eljardín.Se sentaron en el sofá que el inspector ya conocía, cada uno sentado en un extremo, bajo la

protectora sombra proporcionada por el tejado del porche y un enorme cerezo con sus frutos yamaduros.–Ah,unmomento,ahoravengo–dijoLauralevantándosehaciaelinteriordelavivienda.Alpocorato,lapintorahizosureapariciónconunabandejademetal.Unajarradecristalconun

agitadordemaderaydosvasosribeteadosconmotivostribalesdecolordoradosobresalíanentresusmanos.–Porfavor,nodeberíahabersemolestado...–dijoMontesconfalsaconvicción.–NoesmolestiaseñorMontes,meagradaquehayagentequesepaapreciar losmaticesdemis

preparados.Montesapenaspudoesperarunosbrevesmomentosdecortesíaparalanzarsehacialalimonada.–¡Oh!,deliciosa...,esetoquedehierbabuenaesfrancamentesublime–dijoMontes.–Vaya,inspectorhaacertadodenuevo.Austednoseleescapanada.ElinspectorMontesteníaunaespecialdebilidadporlosaromasysabores.Alolargodesuvida

habíamemorizado con placer la fragancia de cuanto perfume salía almercado. «Nunca se sabecuandopuedeserútilparaunpolicíaunanarizastifina»–solíadecirse–.Losoloresacafé,canelaojara, le despertaban sensaciones intensas, con todo había dos que le descolocaban totalmente: elmelóny la hierbabuena. «No sé qué tienenquemeponenberraco»–se había dicho amenudo elinvestigador.La oleada aromática emanada entre el jardín, el leve toque de «Touch de Tous» que podía

adivinarsobreelcuellodeLaurayelcarizafrodisíacodela limonadaconhierbabuena, teníanelefectodemoledordeunganchodeMohammadAlímezcladoconunacariciadeScarlettJohanson.«Seamos profesionales Montes, seamos profesionales, me estoy...» –fué lo último que llegó adecirseelinspector.LosbrazosdeLauraSprecheracudieronasushombrosdelicadamente.Consorpresasintiócomo

loslabiosdelapintoraseposabanconternurasobresusmejillas.Lasmanossabiasdeaquellamujercapazdeplasmartrazosycoloresdeinfinitosmaticesensuscuadros,dibujabanahoracariciasensurostro, desabotonaban su camisa y evitaban la presión de los tirantes con un leve gesto. No fuecapazdeoponerlamásleveresistenciaporsuparte.SintiólatibiacalidezdelossuavesdedosdeLauraensupecho,jugueteandoconelvellodelinspectorenarmoníaconloscabellosdoradosdeaquellaninfaque juzgabademuseo.Cerró losojosextasiadomientrassellabansuscuerposenunprofundoabrazo.–¿Inspector?¿Montes?–preguntóLauramientrassacudíaligeramenteloshombrosdelpolicía.–Uh...,qué...¿Qué?–balbuceóelinspector.–Creoqueeshoradequedespierte.Montesnocomprendíabienlasituación,estabaconfusoytotalmentedesorientado.Hacíatansólo

unosmomentosLauraSprecheryélestaban...«Unsueño,unputosueño.Joder,joder,joder.Tehasquedado frito comoun gilipollas. Lamadre que te parió y encima... –Montes no pudo evitar unamiradafugazasuentrepierna–.¡Recuperaladignidadimbécil!»–pensóMontes.–PorDiosquevergüenzaseñoraSprecher.¿Quéhapa...,pasado?–tartamudeóelinspector.– Me temo que se ha quedado usted, lo que se dice traspuesto –comentó con una sonrisa la

pintora.

–¿Nadamás?–Ynadamenos,lehedejadodormirhoraymedia.Nosepreocupe,yotambiénmeheechadouna

siestecita, aquí en la hamaca hasta que me ha despertado la picadura de un mosquito. ¿Ve? –preguntó Laura mientras le señalaba la parte interior del brazo–. Montes asintió con la cabeza,todavíaestabaalgoatolondrado.–Heaprovechadoparahacerleunbocetorápido.–¿Puedoverlo?–preguntócuriosoelpolicía.–Nosé...Essólounbocetosinacabar,apenasunesbozo.–NosehagaderogarLaura–dijoMontesintentandorecuperarelaplomo.–Luegosiacaso,creoquetenemosalgopendiente.–¿Sí?,eeeh...,claro,claro.Déjemeasearmeunpoco,¿puedeindicarmedóndehayunservicio,por

favor?–Porsupuesto,sígame.Laura Sprecher acompañó al inspector al interior de la vivienda. Por el camino el policía pudo

observarpartedelsalón,unampliohabitáculodiáfanoencuyoextremoasomabaunenormesofáencolor crudo. Formaba una ele de líneas rectangulares hasta casi topar con unos generososventanales.Portodaspartes,sobrebaldasaisladas,enlasmesasolasestanterías,sedesplegabanmásmuestrasdelaespléndidafloradeljardínennumerososjarronesdecristalytambiénsobrelasparedes, en forma de cuadros realizados por la pintora. Montes se lavó el rostro en repetidasocasionesalaparquenodejabademurmurarimproperioshaciasupersona.Sedetuvomenosdeloque hubiera deseado en olisquear algunos frascos de perfume.Con orgullo contempló encima deuna repisa transparente, las formas inconfundibles del frasco de «Touch de Tous». «Almenosmipituitaria sigue en forma»–decidióMontes.Cuandovolvió al porche,Lauraya se encontraba allíconunanuevaracióndelimonada.Montessesentóysacósulibreta.– Le ruego me disculpe, Laura. No sé qué decir..., me siento tremendamente avergonzado. Le

prometoqueno suelo desplomarme así en las entrevistas de investigación.Creoque estoydandounaimagenpésimadelainstituciónquerepresento.–Seequivocaperoaúnestáustedatiempodearreglarlo–comentóLauramesándoseelcabello.–Odeempeorarlo,quizálacosasecomplique.Algunapreguntaspuedenincomodarle.–Dispareinspector–dijoLaura.–Muybien.Podríamosempezarpor tratardehacermeuna ideadecomoeraJavierMarías,una

descripcióndesupersonalidad.–Noessencilloinspector.Montes empezaba a tener unamolesta sensación.Cada vez que intentaba obtener una respuesta

acercadelcarácterdeJavierMaríaseracomosiadentraraenuncaminoplagadodeobstáculos,unasenda tortuosa atravesada por muros de contención. Lo poco que tenía en claro era que debíatratarsedeunapersona realmenteespecial,alguiensingularpor laquedosmujeresensumadurezteníanseriasdificultadesenexpresarse.Teníaqueabriresacompuertadedolorydejarquefluyeransussentimientoscomountorrenteparaluegotratardetraducirlosadatosyconclusiones.Unaacciónqueprecisabatactoypaciencia.–TómesesutiempoLaura–dijoelinspector.–Hetenidotiempoparameditarlo,Montes.Aúnasímeresultadifícil.Esuntemacomplejoyno

creoquelevayaagustarmirespuesta.Verá,casitodoloquepodríadecirdeéles...,dual.–¿Cómodice?–preguntóMontes,noporquenolahubieraoídosinoporquenoestabasegurode

comprenderbiensusignificado.–Dual,podríareflejarseenéltantounacosacomosucontraria,poresonoessencillodefinirley

noharíamásqueconfundirleensuperfil.Algunaspersonaslediríanqueera introvertido,otrasse

llevarían las manos a la cabeza por ese comentario y lomismo con el resto de sus cualidades.Serio,payaso;cariñoso,distante;hedonista,espiritual,sencillo,complejo;sentimental,cerebralyasísucesivamente.–EsonomeayudamuchoLaura–adujoMontes.–Nolocreainspector,leestoyevitandomuchosquebraderosdecabezaensuinvestigacióncon

mirespuesta.Comoel«HombredeVitruviodeDaVinci»,puedoafirmarqueelrasgoprincipaldesupersonalidad,era...,elequilibrio.Hastaunpuntoqueesdifícildeimaginar.Noheconocidoanadieasíniprobablementeloconoceréjamás...EnestepuntoLaurabajó la cabeza,hasta esemomentohabía estadoconversandoafablemente,

conserenanormalidad.Ahorasuvozreflejóunquiebroyunvelodelágrimasseatisbabaentrelospárpados,desviadosenunamiradaesquiva.Lapintoraalzó su rostroydecidió rehacerse sacandofuerzasdeflaquezadesdealgúnlugarescondidodesumente.Elinspectorsesintióincómodoenunamezcolanza de sensaciones encontradas. Siempre había tenido dificultades en reaccionar ante unamujerque rompía en sollozos.La cosa se tornaba complicada si ladamaen cuestión irradiaba enesosmomentosunabelleza singular.Aún recordaba las recientesensoñacionescon lapintora.LaspalabrasygestosdemostradoshaciaJavierMaríasnohacíanmásquecomplicarlascosas.– Ya ve qué tonta, Montes, todavía me afecta. Su ausencia es muy dolorosa inspector. Y en

realidad no sé que significaba realmente para él, sé queme estimaba de veras, era un verdaderoamigo,aunqueserumoreaque...,bueno,quenofaltabanlasconquistasensuagendaprecisamente,incluso las malas lenguas incluyen al bando masculino también. Sin embargo, ¿sabe qué?, porextrañoqueleparezcanolepuedoguardarrencor,supresenciaeraunregalo.Eralaluzenunvalledesombras,inspector.– Me está usted describiendo una personalidad muy peculiar –dijo Montes mientras anotaba

algunaspalabrasensulibreta.–Creoquenosepuedehacerustedunaidea.Essólolapuntadeliceberg.Comolehedichopodrá

preguntar aquí y allá y le dirán versiones distintas. Yo lo veo desde otra perspectiva, quizácontaminada pormi profesión de pintora. He realizado cientos de retratos, analizado expresiones,gestos. Convivo diariamente con los claroscuros y los innumerables matices que se dan en lanaturaleza.Siinvestiga,decercaledescubriránpinceladasgruesas,sinuncontornodefinido,perositomaladistanciaadecuada,comoenuncuadroimpresionista,aparecerálaimagenreal,lasensaciónquepermaneceinclusocerrandolosojos,ycréame,eseserásuretratomásfiel...Al inspectorMontes juzgó aquella afirmación como sumamente inteligente. Recordó numerosos

casospreocupadopor losdetalles, lospequeños escollosque iban surgiendoy abríannumerosaspuertasqueasuvezdabanaotrasnuevasyterminabanporformarunlaberintodondetodoparecíanaufragarenelcaos.Laparteracionalprecisabahechos,datos,pruebas,sinembargoavecespudocomprobar que al tomar la distancia adecuada, como había dichomuy bien la pintora, y dejarseguiarporlaintuicióneracomohabíacosechadosusmejoresfrutos.Eseextrañodondeempatíaleproducía desasosiego. No quería dejarse llevar por él, le parecía una actitud infantil dejarsearrastrar en aquella marea tan poco empírica. Prefería la fría tranquilidad desapasionada de losseguimientos fotográficos, las grabaciones, escuchas telefónicas, huellas dactilares, pruebas deADN,elrigordelaspesquisas,lotangible.Porotrapartenopodíadejardereconocerquemuchasde las verdades fundamentales del comportamiento humano se dejaban entrever de una maneraevidente sin palabras ni hechos de por medio, simplemente se palpaban, sin más. Pero para esoprecisabadeunavisióndeconjuntoydemomentoestabalejosdeella.Teníaquecontinuarconelcuadro, crear un primer boceto que le permitiera obtener una visión global aunque fuera borrosa,paraluegoirconcretandolasformas,lastexturasyloscolores.Pensóconpesadumbrequealgunoslienzos,nuncaseconcluyen.

–¿QuémediríadelaposibilidaddequeJavierMaríassehubiesesuicidado?–preguntóelagente.–Pero...,pensabaquehabíasufridounaccidente,¿noesasí?–Lascircunstanciasnoestándel todoclaras,Laura.Tenemosquebarajar todas lasalternativas,

accidente,suicidiooincluso...,elhomicidio.– ¿Asesinato?–la expresiónde lapintoranodejaba lugar a la duda en cuanto a su extrañeza–.

Nadieensusanojuicioquerríasiquierahacerleelmásmínimodañoyencuantoalsuicidio,¿porquéiba a tomar una decisión así? La gente le apreciaba tanto, el cariño no le faltaba de eso estoysegura.Elnegociolefuncionabaalasmilmaravillasysiempreteníaunasonrisaenlaboca.Tienequehabersidounaccidente.–Loaveriguaremos–adujoelinspector.LauraSprechermiróconotrosojosalpolicía.LaideadequelamuertedeJaviernohubiesesido

untrágicoaccidentelahabíatrastocado.Ahorasucerebroestabasacudidoporráfagasinesperadasde inquietud que pugnaban por salir. Homicidio, suicidio, un inspector venido de Madrid, cuandonormalmenteel asuntonohabríapasadode lapolicía local, losMossosd´Esqudra o laGuardiaCivil.Demasiadasmolestiasparaunincidentecomúndetráfico.«Aquíhayalgomás,sindudahayalgomás–pensólapintora–,peronopuedeser,simplementenopuedeser».–HáblemeclaroMontes,alguiencomoustednohabríavenidohastaaquíporunasimplesalida

decarretera,¿noesasí?Elinspectorsabíaquetardeotempranoeseaspectosaldríaalaluz,peronoesperabaquefuera

tanprontoymenosquevinieradelamanodeLauraSprecher.Dudabaentreunarespuestaevasivaolasinceridad,entreelafectoolaprofesionalidad.Sedecidióporuntérminomedio.–Queyohayavenidohastaaquínosignificaenmodoalgunoquehayahabidoalgooscuroensu

muerte. Estoy aquí porque algún pez gordo hamovido los hilos para averiguar lo sucedido. Losmotivosylaspersonas,metemoquenosondesuincumbencia,Laura,nisiquieradelamía.Montesestabadiciendo laverdad,no toda laverdadpero laverdadal finyal cabo.El fueel

primersorprendidoalserleasignadoelcaso.CuandoelComisarioPrincipalCastillolellamóasudespachonopodíadarcréditoasusoídos.Unsimplemasajistaparecíahabersedespeñadoporunacuneta,alláenlaotrapuntadelpaís.Alprincipiopensóqueeraunabroma,Castilloerauntipodeaparienciaseria,nopodíaserdeotramaneraparauncargoasídentrodelcuerpo.Laimageneslaimagen. Conforme se iba subiendo en el escalafónmenos probabilidades había de que el que sesentara en el respectivo puesto de mando fuera por ahí haciendo imitaciones de Chiquito de laCalzada. No obstante, si alguien se ganaba su confianza podía permitirse dejar ver su lado máscampechanoyelinspectorMontesselahabíaganadoconcrecesalolargodelosaños.«LaordenvienedeComisaríaGeneral,Montes.Alguiendearriba,demuyarriba,hahechomover

miculoyahoratetocaatimovereltuyo»–dijosujefesinmiramientos–.«Notevoyaalegrarlasorejasconesodevalorar tusméritos,nihace faltadecirte loquepasaenestoscasos, si lohacesbien, palmadita en la espalda, si fallas, a galeras. En Teruel se vivemuy bien, ¿o era Zamora?,seguro que en las dos se está divinamente» –recordó el inspector con una leve desazón en lagarganta.–Entiendo–dijoLaura.– Necesito toda la información posible, en cualquier aspecto. Creo que usted era una de sus

mejoresamistadesyporquénegarlo,laquemepillabamásamano.Cualquiercosaquedigapuedeservirmeenlainvestigación.AMonteslemolestabaeltrato–porausente–dadoenlasnovelaspolicíacas,seriesdetelevisión

oenelcine,sobrelapersonalidaddeldifuntoainvestigar.Nohayunbotónmágicoquetesirvaesemenúenbandeja.Amenudounciudadanocualquieranoteníaporquéfigurarencasiningúntipode

registro,salvolosmáselementalesydesdeluegolaformadesernoapareceenlasbasesdedatos.Sinembargosedaporsentadoqueelinvestigadorprivadooelpolicía,porcienciainfusa,consólounas preguntas aquí y allá le conociera desde la infancia, con frases prestadas de familiares yvecinosdelestilo:«Mimaridoeramuyordenado,adorabalasplantas»,o«trabajabaen laoficinade sol a sol, siempre estabamuyocupado»y lapeorde todas:«Eramuy amigo de sus amigos».AunquellegasedeLasBahamas,¡plas!,unpardepinceladasbastabanparadiagnosticarlavidadelfinado en un remoto pueblo de Oklahoma mediante un agudo análisis. Pero, ¿quién conoce deverdadaalguien?¿Nosconocemosacasonosotrosmismos?,¿encualquiersituación,bajocualquiercircunstancia?Las estadísticas hablan de porcentajes muy elevados de padres cuyos hijos no son realmente

suyos.Elnúmerodeprostitutassedesconoce,silacifrasaliesealaluzmuchagentesellevaríalasmanosalacabeza.Alumnasquesepagansusestudios,loscaprichosoesamujerdelicadaygentilqueparecequenuncarompióunplatopuedenestarenlalista,Montesdabafedeello.Losmilesdeclientes no indicaban que fueran siempre solteros, ni mucho menos. Infidelidades cotidianas,pederastasdeaspectoimpolutoensuvidadiaria,sotanaspecadoras,maltratadoresdelosquejamássospecharíamossuexistencia.Experienciasconelmismosexo,gentedentrodelarmario, fantasíassecretas.Deportistasdopados,políticoscorruptos,sicópatas,terroristasconveloysinél.Lalistaerainterminable.Las circunstancias. Palabras inocuas que lo transforman todo. ¿Cómo reaccionaríamos en la

batalla?¿Seríamosvalientesocobardes?Quizálaedad,elhambre,laoscuridad...Conunaparejayunos hijos esperando en casa la perspectiva podría ser distinta. La vida no es un videojuego. Nosomos demasiado celosos o quizá..., si la persona que amamos aparece en brazos de una piel deébano,tumejoramigoosumejoramiga...Enalgunospaíseslasarmasdefuegoestáninclusoeneldormitorio,enotrosbastauncuchillodecocinaounalamparilladenoche.Cuandounavezalguienmuyquerido, ledijo:«Todostenemossecretos»,supusoungolpedifícil

deencajar.Mástristefuesentirsetotalmenteincapazdellevarlelacontraria,nisiquieraunapalabralogrósalirdesuboca.–YahoraquiereaveriguarmirelaciónconJavier,¿noesasí?–preguntólapintora.–NadieconocedeltodoanadieymenosviniendodeuncompletodesconocidollegadodesdeEl

Foro. En caso de accidente no tendría valor, pero respecto a las otras opciones, cualquierinformaciónsobrelaformadeserdeJavierMaríasseríamuyvaliosa.–Quierodejarunacosabienclara.Séquenoestoyobligadaahacerningúntipodedeclaracióny

menosdeestaíndole.Silohagoesporquedeseoayudarleensuinvestigaciónyporqueenelpocotiempoqueleconozco,inspector,sehaganadomiconfianzayhellegadoaapreciarle.Creoensudiscreción, pero a cambio de revelar mis intimidades a un desconocido, deberá ustedcorrespondermedeigualforma.Quidproquo,inspector.¿Tratohecho?– Trato hecho Laura, faltaría más –contestó Montes menos seguro de lo que invocaban sus

palabras.Laura Sprecher abrió las compuertas de sus sentimientos con parsimonia pero sin tregua. En el

fondo, tener a un extraño a su lado al que revelar los capítulosmás secretos de su relación conJavierMarías,más que un trámite incómodo, le supuso una liberación. Pasaron losminutos y lashoras al rememorar cada encuentro, de relatar la evolución entre mera clienta de sus servicios,devenida poco a poco en amistad, amor y pasión. Sin pudor fue desgranando los detalles porinsignificantesqueparecieran.Huborisasy llantos,alimentadosporvasosde téconhierbabuenaypedazos de frutas frescas variadas de temporada, entre las que no faltaron la sandía y elmelón.Montes escuchaba pacientemente, sin anotar nada ni apenas interrumpir, convertido en confesor ycómplice,comoloharíaunamigodeconfianza.Devezencuandosepermitíaencenderuncigarroycompartirlo con algunas caladas robadas de la anfitriona.Bromeó con picardía cuando la pintora

entristecía por la añoranza y fingió escandalizarse seriamente con los pasajesmás tórridos. «¡PorDios Laura, por Dios..., eso son diez avemarías por lo menos!». De los pormenores escabrosos,rescatóunafraseparagrabarlaensumemoria:«EralamezclaperfectaentreosodepelucheytigredeBengala».CuandoLauraSprechersintióqueelrelatotocabaasufin,diounsuspiroypreguntóaMontescon

eldejehabitualconquesolíahacerlo:–Creoqueyatienesuficienteinformación,¿noesasí?–Paraescribirunanovela,deesaspicaronas–comentóelpolicía.–¿Yahoraquésoy,unatestigoounasospechosa?–preguntóLaura.–Sospechosaporsupuesto,esmuchomásinteresante–bromeóelinspector–.Seguroquelesirvió

unvenenofatalenlalimonadayclaro,élnopudonegarsealibarestedeliciosoelixir.– ¡Oh!, inspector, ¡es usted incorregible! –exclamó la pintora entre risas que luego se

transformaronenllanto–.PorDios,ledeboparecerunaadolescentehistérica.–Deadolescentenada,eh.–Yencimacanalla,vayaconloscapitalinos,notienenpiedad–dijoLauraquenosabíayasireíro

llorar.Bueno,ahoraletocaausted.–Saleustedperdiendo,mividaesanodina.Lapintora se levantó, sedio lavueltayalcanzóun lienzosituadosobreuncaballeteaescasos

metrosdedondeseencontraban.–Aquíestáelboceto.¿Quéleparece?–Eh...Bien,pero...–balbuceóperplejoMontes.–¿Pero?–Estábien,pero...,¡estoydesnudo!–Yoyamehemostradoanteustedsintapujos,inspector.Quidproquo.Hacecalorcitoyquedan

unpardehorasdeluz,yasabedóndeestáelservicio.Póngasecómodo.El inspector apareció en el hostal, temprano pero demasiado tarde. Rosa estaba sirviendo ya el

desayunoaStivieyRobertson.Desdeelporchelostresobservaronextrañadossullegada.–Buenosdías–dijoelpolicía.–Buenosdías–secundóelresto.–¿Hadesayunado,inspector?–preguntóRosa.–¿Tieneustedhorchata?–preguntóasuvezMonteseludiendolarespuesta.–Sí,perodebotella.–Mientrasnosea«DonJulián»,noimporta.RosaentróeneledificioparaatenderlacuriosasolicituddeMontesyvolviócasideinmediato.–Aquítiene,horchatafresquitaparalaautoridad.–¿Algúncontratiempo,inspector?Leesperábamosanoche–dijoRobertson.–Sí,losiento,tuvequerealizarunaspesquisas.–Pesquisas–repitióStiviecomoesperandounaaclaraciónansiadaportodos,incluidaRosaqueles

acompañabasentadaenlabancadademadera.– Secreto del sumario –comentó finalmenteMontes mirando a esa inesperada audiencia que le

escrutabaensilenciodesdevariosángulosalavez.–Hummm...–mascullóStivie–.¿QuétepareceRobertson?–Sospechoso,hartosospechoso–contestóelaludido.–Comoayudanteshonorariosquesomos,podríamoshacerunrepasodeloshechos–dijoStivie.–Nohaynecesidad...–declaróMontes.–Ledejamosayer,medioadormilado,conlapromesadevernosmástardeaquí–prosiguióStivie

haciendooídossordosalaprotestadelpolicía–,teníaqueentrevistaraunatalLauraSprecher,–Unamujermuyatractiva–aclaróRosa–ysoltera.–Podríamoshabernosidodecopasperosomosprofesionales–dijoRobertson–.Loprimeroeslo

primero,alwaysready.–Efectivamente,miqueridoRobertson.Yaparecenuestro jefe sin acudir a la citaprometida, sin

haberhechopernoctaenelestablecimientoysinquererdarexplicaciones.–Yconlamismaropadeayeryuntirantedelrevés–añadióelcompañero.–¿Queopinas,miqueridoRobertson?–GranStivie,Rosa.AlgopodridohueleenDinamarca...–Chicos,déjenloya.Lapolicíatienederechoa...,laintimidad–dijoRosa.–Noesloqueseimaginan.LauraSprecherquisohacermeunretrato.Loconsideréunprivilegio,

senoshizotardeymeofreciósuhospitalidad–mencionóMontes.–Nomevendríamalunahospitalidadcomoesa–apuntillóRobertsonconunasonrisamaliciosa–,

sin menospreciar la presente por supuesto –concluyó el motero tras dedicar a Rosa una escuetareverencia.–Rosa,deberíatenermejorojoconsusposiblesclientes.Loquetieneustedqueaguantar.Porlo

que amí se refiere, sientohaber faltado ami cita anoche. ¿Tendráusted tiempoestamañanaparacontinuarnuestracharla?– Deme de plazo hasta las doce, he de hacer las habitaciones. La suya está intacta pero hay

algunas que hay que trabajarlas a conciencia, ya sabe, sábanas, toallas, topitos... Luego le podréhacerunhueco.–Midasuspalabras,nuestrojefepodríaserunauténticosátiro–adviritióStivie.–Estaréprevenida,lesdejo.LosviajerosfirmaronelarmisticioconMontesrespectoaLauraSprecher.Preguntaronalpolicíasi

ibaaprecisarmássusserviciosdecolaboración.–No, ya les he robado demasiado de su tiempo.He de confesar queme han..., queme habéis

servidodegranayuda.Osloagradezcoalosdos,deveras.–Denadainspector,paranosotroshasidounhonor–dijoStivie.Ledejomitarjeta,megustaríaque

nosinformaracuandoresuelvaelasunto.–Aquítienelamíatambién–dijoRobertsondespuésdehurgarensucartera.–Vaya,veoquesoisunosprofesionales,buenoslogotipos.Unmomento...¿Robertson?¿eldelas

«GuíasVisualesRobertson´s»ysus«RutasMágicas»?–preguntóMontesincrédulo.–Enpersona–contestóorgullosoelaludido.«RutasMágicas», de la colección «Guías Visuales Robertson´s», se habían convertido en una

referencia en el sector de la las guías de viaje a pesar ser solo conocidas por unos pocosafortunados.Graciasasuformatoeminentementevisual,concientosdefotografías,loamenodesustextosylaacertadaeleccióndelosalojamientosconencanto,podíanconsiderarseunainestimableayuda de probada calidad dentro de su ámbito.Nada que ver con otras anodinas opciones de lacompetencia.Nosetratabandemerasdescripcionesdecatedralesalusootediosasexcursiones.El

espíritudelaobra,trascendíalohabitual,buscabaalgomásqueelsimpleviajefísico,anhelabalacomplicidad de un lector inquieto, más allá del típico asesoramiento material. El logotipo de lacolección estaba compuesto por un personaje con sombrero, a lo Indiana Jones, basado en unapersonarealqueenlasfotografíasfrenteahermosospaisajes,siempresalíadeespaldas,ocultandosurostrodeliberadamenteparapreservarsuintimidad.–Nomelopuedocreer...¿Elguíadelsombrero?¿ElmíticoRobertson?¡Perosisoylectorsuyo!

Herealizadovariasdelasrutasquedescribe,seguidosusconsejos,dormidoenlosestablecimientosrecomendados.Yhequedadocomounseñorconlacompañía...,alseguirsuspasosvisitandoesospequeñoslugaressecretosqueaconsejanoperderse.«Descubralamagiadelcamino...».¡Creíaqueeraunaleyendaurbana!–Meadulausted,Montes.Intentohacerbienmitrabajo,queresulteespecialalagente.Prefiero

pensarquepuedocontribuirunpocoenlafelicidaddelviajero.Ahoraqueconocemirostro,esperoqueguardeelsecreto.NoesqueseacomoClarkKentperoprefieropreservarelanonimatoenlamedidadeloposible.–Lossecretossonlomío.Nosepreocupe.– Por cierto inspector, hablando de secretos. Me gusta explorar algo más que los caminos. A

veces lagente teconfía susproblemas.Algunos loscuentoyotrosme losguardo.NosémuchoperoyodiríaquehayciertatensiónrespectoalParqueNaturaldelCapdeCreus,dondeperdiólavidaJavierMarías.Quizádeberíaustedhincarleeldienteaverquehay.–Loharé–prometióMontes.Montessacósuslibretayapuntóunpardelíneasenella.–¿Dóndeiránahoramisayudantes?– Quién sabe, somos moteros, libres como el viento, allá donde el camino se pierda en el

horizonte,dondehayaunahermosapuestadesol,donde...–Alsur,porlacostayahoramismo,antesdequeal«SecretariodelaHermandaddelPirata»le

deunataquelírico–interrumpióRobertson–,nocreoquemolestemosaRosaporrecogernuestrascosas.–Señores–dijoMonteslevantándose–,la«HermandaddelAnillo»seseparaaquí.Nuevosretos

nosesperan.Hasidounplacerinesperadoconoceros.Los moteros se levantaron también y ante la sorpresa de Montes, que buscaba un apretón de

manos,letendieronsendosabrazosconsonoraspalmadasenlaespalda.–Buenasuerteinspector–dijoStivie.–Quelamagialeacompañe–dijoRobertson.–Igualmenteamigos.Hastalavista,ayudantes.Montesobservócomosealejabanasusaposentos.Pensóenlasextrañascoincidenciasdelavida,

en cómo a veces surgen de la nada nuevas amistades, algunas destinadas tan sólo a momentosbrevesyfugaces.Porraroqueparezcanoporelloresultan,bajolaperspectivadeunavidaenteraderecuerdos,menosimportantesqueotrasmáscotidianasypresentes.Tuvolasensacióndequesuscaminosvolveríanacruzarse,algúndíaencualquierlugar.«Quelamagianosacompañeatodos»–pensóMontes.–¿Otrahorchata?–preguntóRosa.–Sabeustedcomoengatusarme.

Había llegado la hora de realizar la entrevista doblemente aplazada con Rosa. La dueña delhostalhabía sidopresade sus sentimientos, ahora aparentabanormalidadymejordisposiciónparaabordareltema.Laausenciadelinspectorenlanocheanteriorledabaunmargenmayorparaponerenordensusideas.Rosapusosobrelamesaunvasogenerosodehorchatayunacopadevinoblanco.–¿Seguroquenoquiereunvinito?–GraciasRosa,estoydeservicio.–Perdoneinspector,avecesmeolvidodequeespolicía,noseporquésupresenciamerecuerda

másaladeunperiodista,seráporlapinta.–Puesvéameentoncescomounperiodista.Unperiodistaquebebehorchata.¿Estáustedlistapara

unaentrevistaenmiperiódico?–Si,hetenidolaoportunidaddereflexionarsobreJavier.–Bien.¿Quémediríadeél?–Laotravezledijequeloshombresreducentodoahechos,palabras.Aunquecreatenerrazón

sientoquedebodisculparmeconusted.Notodosloshombressoniguales.–Notieneporquédisculparse,probablementeestéenlocierto.Exprésesecomodesee,Rosa,no

puedodejardeserhombreperointentaréestarabiertoaalgomásquedatosyhechos.–Veremos¿CreeustedenDios?–¿Cómodice?–preguntóMontesatónito.–Yamehaoído.–JoderRosa...–¿Quésucede?,¿lecuestaexpresarseaustedtambién?Esunapreguntasencilla.Unapreguntasencilla,malapreguntaparaunpolicía.Montesnosabíaacuentodequéveníaeso

ahora.DeberíaencauzarlaentrevistadenuevohaciaJavierMarías,desviaresaclasedetemasquenoconducenaningúnresultado,perohabíaprometidoestarabiertoaverlascosasdeotramanera.Dios,ahíesnada.Podríallegaraescribirpáginasenteras,noeraelmomento.–Soyagnóstico–dijoescuetamenteMontes.–Esoescomoserateo,¿no?–Más omenos. Los ateos no creen en Dios, los agnósticos no podemos pronunciarnos por el

tema,simplementenotenemosconocimientossuficientesparasabersiexiste.¿Porquélopregunta?–¿YcreeenJesús?«Jesús demi vida y José... Rosa nos ha salido beata, no esperaba ni por lomás remoto que la

entrevistatuvieraestecarizreligioso–pensóMontes–,paciencia,tacto».– Por lo que sé apenas hay datos de Jesús. La mayor parte es leyenda. Muy probablemente

existió,debióserunpersonajesingular,conlasuficienterelevanciaparasercastigadoconlamuerteporsusideaseinsuficienteinfluenciaparasersalvadodelacondena.Hedepreguntarledenuevoaquévieneesacuestiónahora,Rosa.–Porqueparamí,JaviereracomoJesúsyesoresumetodoloquepienso.El inspectorobservópasmadocomoRosase levantabadelamesasindecirunapalabramás, la

entrevistahabíaterminado.«Estotepasaporserabierto»–juzgóMontes.

ElEquipoB

–¿Montes?¿Cómovatodo?–preguntóelComisarioPrincipalCastillo.–Puesteniendoencuentaquenohaycadáveryqueasíescasiimposiblesacarnadaenclaro,la

cosavadivinamente–respondióconironíaMontes.– Eso ya lo tenemos en cuenta. Lo que se te pide es que hagas lo humanamente posible para

averiguar lo que ha pasado, hasta donde puedas llegar. Tenemos suerte, se te va a asignar unayudantedelosMozosdeEscuadra,laoficialTeresaQuintanilla.–¿Quintanilladices?Noparecemuycatalanaquedigamos.–Habrá quienes lo pasen peor por su apellido, seguro. Tiene familia por la zona, puede que te

sirvadeayuda.–CualquiercosamejorquelapolicíaRamos.¿Hasreunidoalequipo?–Noestántodosdisponiblestodavía,estoyenello,noestareafácil,peroloestaránsihacefalta.–Bien,enuncasocomoestecontantosagujerospuedequelosnecesite.«ElEquipoB»,lollamabanasíparadiferenciarlodelafamosaserietelevisivayporquenoerael

equipo habitual. Sus componentes formaban parte de unidades distintas, cada una especializada enuna rama.Montes tenía licencia para reunirlos en casos especiales, era uno de los secretos de suéxito.Muchasjefessecaracterizabanpordisponerdeempleadosquenolehicieransombra,asalvodeposiblescontingenciasdepoder.Montesserodeabadelosmejores,conel tiempohabíandadomuestrassobradasdeello.Formabanunverdaderoequipo,algomásalláde la laborprofesional.Confiaban los unos en los otros ciegamente. Cuando se reunían, se sentían como un grupo desuperhéroesdesconocidos.Lo importanteerael resultado, avecesalgunode sus integrantes teníaunapapelmás relevanteperosabíanperfectamentequeencircunstanciasdistintas, seríaotroquientuviera la voz cantante. No había egos, sólo una labor común. Como una apisonadora ibandoblegandolossecretosdesdeperspectivasdiferentes,pasoapaso,conlaconfianzadespiadadadequieneshanresueltosiempresuscasos.SimónVélez,alias«Harrelson»,delGEO.Intervencionesespeciales,materialdeasaltoytácticas.

Cuandohabía quemeterse en un edificio, casa, garito o covacha, él era la persona encargada deorganizarlotodo.Paramatarelgusanillo,comoEspañanoesHollywood,organizabacampeonatosdePaintBall.«Meayudaamantenerlaadrenalinayelcuerpoenforma»–solíadecir.JavierCárdenas,alias«elContable».Noveíamuchoelsol.Sabíadesentrañarlamadejadelos

delitos económicos con una facilidad pasmosa. Estaba al día de cuanta argucia legal o ilegalutilizaban las empresas tapadera en los negocios sucios; blanqueos de dinero, paraísos fiscales,sociedadesanónimasficticias,balancesyauditoríasamañadas...Losuyoeranlascifrasyletras,uncrackconlossudokus.NachoGonzález,Nachete,alias«Matrix»,unasdelainformática,podríaestarforradosihubiese

querido abandonar el país o pasarse al lado oscuro. Afortunadamente había sido fichado por elCSIC y completaba su merecido tren de vida con colaboraciones esporádicas en empresas deseguridad.

Francisco Salazar, alias «Tecno», lo suyo era la tecnología y las comunicaciones. Un friki decuanto gadget salía al mercado; GPS, móviles, ordenadores, microporcesadores, micrófonos,escáneres..., tantodeusocomercialcomodeagentessecretos.Elreydelascomparativas,sesabeprácticamente de memoria todas las características técnicas de sus juguetes. Paranoico pornaturaleza.Sandra Téllez, alias «Matahari», alias «Natasha». Los tiempos avanzan que es una barbaridad

peroalgunos cosasnocambiaránnunca.Cabellodenegro ébano,un cuerpoescultural irresistibletantoparahombrescomoparamujeres.Unamujerdecalendarioconundesparpajobarriobajeroytoques elegantes. Una mujer fatal se abre paso allí donde todo lo demás falla. Afortunada odesgraciadamenteparaelequipo,sedeclarólesbianadesdeelprincipioylohizosininmutarse,nadiesabeloquepasaporsucabeza.Nonecesitaeltrabajoparasobrevivir,esunhobbyparaella.MauricioSilva,Mauri,alias«elCamaleón».Expertoencaracterizarse,disfrazarseeinfiltrarseen

elsubmundodebandas,camellosymalhechoresdiversos.LedeberíandarunÓscaralmejoractory una medalla por atributos masculinos. Su convicción en la acción y en la dialéctica llegaba aalcanzarcotasportentosas.Cambiabaderegistrocomoquientiradelacadena.IvánSalcedo,alias«elCreativo»,lamanoderechadeMontes,noeraespecialistaennadaaunque

sabíadetodo.Paciente,reflexivo,elperfectoasesor,elqueteapoyaenlasdecisionesotedicequese te está yendo la olla. Cuando el resto no sabe qué camino tomar siempre encuentra unaalternativa inesperada,ve loqueotrosnoven.Era la tranquilidaddepensar condoscerebros, seconocían tanto que parecían siameses. Se tomaba la libertad de llamarle a Montes con losapelativos de «Monty» –debido a su apellido y a la mutua devoción por los Monty Python, o«Bambino»,porsuedadinferioraladeSalcedoysucándidoaspecto.Contarconelloseraunlujo.Seveíanenpocasocasiones,susrespectivostrabajoslesabsorbían

lamayor parte del tiempo. Sin embargo el Comandante Principal Castillo conseguía reunirlos enocasionesespeciales;mafiasextranjeras,delitoseconómicosdealcurnia,secuestrosdeempresariosy asesinatos complicados, casi siempre queMontes lo requería.Movía Roma con Santiago parapoder asegurarse la resolución del asunto y colgarse una nueva medalla. Además siempre quedecomisabancantidadesdedinerodenadie,cuandolassentenciasjudicialeslopermitían,teníanunbonusparaadquirirmaterial,yafuerancoches,furgonetas,vestuario,ordenadoresdenuevahornaday cuanto capricho deTecno tuviera enmente para ayudar en los casos. La envidia del cuerpo depolicía,acostumbradoalidiarconestrechecesdetodotipo.PornormadespuésdeunainvestigacióncelebrabansutérminoencasadeNachete,ensuáticodel

barriodeLasLetras.Jugabanunasmanosdepóquer,bebían,charlabansobrelasnovedadesensusvidasyconsuerteasistíanaunnuevonúmerode«Natasha»,unespectáculodondeconlaexcusadecantaralgunaviejacancióntriste,contorneabasucuerpomecidaentreel juegodelucesysombrasdelosfocosyelhumodetabaco.Suvozroncaeralodemenos.El reclutamiento no era el resultado de un proceso premeditado, si no fruto de colaboraciones

esporádicas.Porunauotra razónMontesanotabaensu libretaelnombredealgúnagenteque lehabía llamado la atención por su forma de ser o su profesionalidad. Si en una ocasión posteriorprecisabalaintervencióndeunespecialista,tirabadeagenda.Sedabalacircunstanciadequealgunavez le habían mandado un sustituto en vez del sujeto que él había requerido. Si el individuosatisfacíalasexpectativaspasabaaserelnuevomiembrodesusselección.Monteslopreferíaasí,comosieldestinourdieseunamisteriosatramaasufavor.Unaruedadelafortunaquerodabaporsísolaenvariasdirecciones.Elámbitodelajudicaturatampocoseescapabadelengranaje.Juecesyfiscales,acostumbrabana

cubrirselasespaldasalamparodelanormativa,perolaacciónpersonaltambiénteníasupresencia.Eltiempojugabaasufavor,elhistorialdeactuacionesyéxitosnopasabadesapercibidoalahoradefacilitarunaordendeintervencióntelefónica,grabaciónuórdenesderegistro,avecescontrámitedeurgenciaenhorasintempestivas.AsílopreferíaMontesyasísehabíaforjadoelvínculo,lavariopintamezcolanzaentreanálisis,

intuición y casualidades diversas encadenadas aleatoriamente para forjar el «EquipoB». En algúnmomento tendrían la oportunidad de reunirse de nuevo, aunque sólo se tratase de congregarse atravésdevideoconferencia.Desde luegonoparecíaelcasoenquehubiesedeprecisarespionajes,seguimientos o derribar puertas, lo que por otra parte, no auguraba demasiados motivos para laesperanza.Lainauguracióncomogrupoteníapocosvisosparaellucimiento.Losincendiosforestalessonuna

plaga en los meses de verano, incidentes normalmente difíciles de investigar que no suelen sermotivo de intervención de la policía estatal. El año en cuestión había sido de consecuenciasespecialmentefunestasenlaregiónlevantina.Alolargodelveranosehabíansucedidonumerososincendios menores en la comarca, algo a lo que la inmensa mayoría de la gente en las zonasafectadassehabíaacostumbradoapesardelosesfuerzosenlascampañasdeprevención.Llegóelotoñoy losbosquesseguíansiendopastode las llamas,conelagravantedearrasarestavezunacolosal cifra de hectáreas y llevarse por delante las vidas de cuatro bomberos, atrapados por unfuegocruzadocausadoporuncambiobruscoenladireccióndelviento.Losrestosdelcamiónysusocupantesacabaroncompletamentecarbonizados.Elasuntotuvomástrascendenciadelahabitualenlosmediosdecomunicación,algunosatraídos

por lacarnazade lamuerteso las responsabilidadespolíticasanivelautonómicoyestatalenunaguerradedeclaracionessinimportarcuántodolorpudieraninfringiralosfamiliaresdelasvíctimas.Lasituaciónsehabíavueltatensa,desdevariosámbitossemovilizaronpersonasyrecursos.Unodeellos le tocó a la policía nacional, no se esperaba de ellos gran cosa pero era una muestra deintenciones. Apenas un grupo de personas elegidas por un inspector, un equipo recién creado queprecisabadeunbautismodefuego:ElEquipoB.Losprimerosensorprendersefueron losaludidos.Porvariosmotivos,elprimeropor lapremura

ensersolicitados,esperabanentraenacciónalmenosunmesmástarde,contiemposuficienteparaorganizarsedebidamente,aunqueelprincipalerasindudalanaturalezadelcasoasignado.Raravezsedeteníaalosculpablessiesquehabíaalguno,bienpodríatratarsedealgúninsensatoamantedelas barbacoas o un agricultor más cuya cosechadora desprendía chispas. Los pirómanos eran untema peliagudo, desenmascararlos se convertía en un trabajo tortuoso con pocas esperanzas deéxito.LoprimeroquehicieronfuereunirseparaestudiarlosdosieresdelaGuardiaCivil.Elaboraronun

mapaconlosprincipalesfocosdeincendio,descartaronlosqueconsideraronqueseguíanpatronesdistintos.Buscaronsimilitudesorográficas,horariasodemétodoyserepartieronlastareas.A «Harrelson» se le encomendó la misión de ponerse en la piel de un posible pirómano, de

estudiar el terreno, sopesando las mejores estrategias para propagar el fuego y salir airoso delasunto.JavierVélez«el Contable», era el encargado de perseguir posibles tramas urbanísticas, buscar

empresasmadereras,depapelodueñosdegrandesfincasquepudieranobteneralgúnbeneficioconlaquemadelmonte.«Matrix»debíaobtenertodalainformaciónllamativaposiblesobrelasnoticiasenlosmediosde

comunicaciónylaspáginasdeinternetdelosayuntamientos.«Matahari»,Mauri«elCamaleón»eIvánSalcedo«elCreativo»,teníanqueidearelentornoideal

para establecer escenarios donde infiltrarse en vivo, vestuarios, pelucas, postizos,maquillaje y loquehicierafaltacontaldedarcredibilidadasuspersonajes.

FranciscoSalazar,«Tecno»,debíaocuparsede las comunicaciones;micrófonosocultospara losinfiltrados,baterías,cámarasfotográficasydevideo,ordenadores,móviles,walkitalkies,escáneresdefrecuencias,armasyvehículosnecesariosparaelgrupo.Montes taparía el resto de los huecos de la logística, buscar una casa adecuada con el

avituallamiento debido para dos semanas de estancia; establecer el centro de operaciones, bregarconlafinanciaciónylossuperiores,recibirlainformacióndiariaobtenidaporelequipoycoordinarnuevastareassobrelamarcha.Cadados jornadas se reuníanpara poner la información en común con el resto del equipo.Una

semana era el plazo, una vez trascurrida viajarían con una furgoneta, un coche y unamotocicletatodoterreno,todosprocedentesdelconsiderableparquemóvildevehículosdecomisados,haciaunapoblacióndelinteriordeValencia,laqueconsiderabanuneventualepicentrodelossiniestros.Salcedo «el Creativo» tuvo la idea de que los infiltrados se hicieran pasar por periodistas de

televisión.Suobjetivoerarodareldíaadíadelalabordesempeñadaporelpersonalrelacionadocon la extinción de incendios. El Comandante Principal Castillo movió las hilos para conseguiracreditacionesdeTelemadridyLaPrimeratansolohablandoenpersonaconlosdirectoresdelasrespectivas cadenas. Las cámaras siempre desatan las lenguas pero si detrás de ellas estáMauriejerciendodetécnicoy«Matahari»dereporteraconelmicrófonoenmano,lasbocasterminanporcantar La Traviata en verso. Su labor era merecedora de los premios Ondas, las frases de«Natasha» no tenían desperdicio: «¿Quién es el más valiente de estos aguerridos guardasforestaleeees?». «He cumplido el sueño de miles de mujeres, ¡una jornada completa dentro delCuerpodeBomberos!, ¡yquécueeerpooo,veanvean!».Lamejor información laobteníancuandoapagabanlacámara.Enlosmomentosdedescanso,loslabioscontinuabansalivandoyescupiendodatos sin tregua. Tal fue el éxito, que cuando los jefes de las televisiones que habían cooperadovieronunamuestradeltrabajorealizado,decidieroncopiarelformatocasiliteralmenteenprogramasquehoydíapodemosverhastaenlasopaensusdiferentesversionesde«Xdirecto»,dondela«X»ocupaellugardelasdistintasáreasgeográficas.LosintegrantesdelEquipoBteníanelempeñoespecialdesuprimeramisión,ansiabandemostrary

demostrarsedeloqueerancapaces.Comoalprincipionosabíanaquéatenersedispararonunpocoalairesin tonnisonentodasdirecciones.Elresultadodeaquellasdossemanasde trabajodeesepequeñogrupodeinvestigaciónfueespeluznante.Losculpablesdelosincendiosresultaronserdosintegrantesdeunreténtemporalantiincendiosquedeseabanalargarartificialmentesusingresos.Peroporelcaminoadvirtieronunatramailegaldeprostituciónextranjeraendosputiclubsdecarretera–con «Natasha» de fulana y Mauri de cliente borracho–. Gracias a Nachete descubrieron dosproyectos de urbanizaciones ilegales en connivencia con dos concejales y un alcalde. En otroayuntamiento descubrieron compras de votos para asegurarse la reelección. Los gadgets de«Tecno» localizaron a una banda de rumanos con un auténtico arsenal de armas y toneladas decablesdecobreprovenientesdehurtosnocturnosenel tendidoferroviario;sobornosinfragantideunaempresaderecogidadebasurasenotrosvariosayuntamientosde laregiónypara terminardeaderezarelguiso,ungrupodedicadoalaexportacióndeespeciesprotegidas.CuandoelporaquelentoncesComisariovioelinformenosabíasifelicitarles,echarsealloraro

mandarlesaunatapiadefusilamiento.–JoderMontes,¿perosepuedesaberquéestodoesto?–legritóelComisarioCastillo.Muy tranquilo,conuna ligerísimacurvaen los labiosquesólounaspocasdesusexnoviasmás

longevashabríanpodidointerpretaradecuadamente,Monteslerespondió:–Losientojefe,notuvimostiempoparamás.

Quintanilla

–TeresaQuintanilla,sotsinspectoradelaComissarideRoses,esunhonorconocerleenpersona

inspectorMontes.Quintanillaletendiólamanoalinspector.Unapretónrápidoyenérgico.Lamossod´esquadraera

deescasaestatura,susiluetaeranormal,unpocodetipoperaensuscaderas,morenaconelcabellocortadoalogarçon,ymiradaintensadeojosnegros.«Viva,locuaz,nerviosa,observadora,miradapenetrante,tienepintadeperfeccionista,mandonay

dicharacheraalavez,veremos».–BuenosdíasTeresa,mehalagaustedperonohagamuchocasode loquesedice,noquisiera

defraudarla antes de lo necesario –dijo Montes–. Gracias por venir hasta aquí para conocernos,prefierolaintimidaddelhostalantesquelacomisaríadeFigueres.–Puesdeberíahaberseacercado,conozcoaloschicos,buenagentecasitodos,alfinyalcabo

Javier Marías vivía por la zona. No creo que les guste estar al margen, puede provocarresentimientos inspectory favorecería la integraciónentre cuerpos, ¿no leparece?Almenosamímeloparece.–Soyconscientedeello,prefieroabordarlainvestigacióncomoalguiendefuera,conotrosojos,

porelmomento.Ahoraqueestáustedaquíquizásepuedahaceralgoparaevitarmalosentendidos.Aunque hablando de integración, quizá ayudaría que la páginaweb de losmossos estuvieramásfácilmenteaccesiblealcastellano¿noleparece?Almenosamímeloparece.TeresaQuintanillanoteníamuyclarocomoproceder,encualquierotromomentolehabríahecho

tragarsuspalabras.Pormuyinspectorquefuera,ellanoestabaasumandoyestabahablandoconunasubinspectora,alguienacostumbradaadarórdenesyquelosdemásobedecieransinrechistar.Suestaturaysucondicióndemujerleobligabanarecordárselodevezencuandoamásdeunoyesosmásdeuno no lo olvidarían fácilmente. Por otra parte tenía unamisiónde enlace, lo que exigíadiplomacia,¿otalvezlahabíanelegidoaellaprecisamentepornotenerdiplomacia?Sieraasí,eraocasión de demostrarles que por encima de todo estaba su profesionalidad. Tampoco le pasabadesapercibida la ironía del inspector al responderle con sus propias palabras. Una rapidez depensamientoquenoesperabadelapintaafabledelinspector.–Esperoqueno seausteddeesosquevienenaquí adecirnoscomohemosdehacer las cosas,

inspector,nodesearíaquesuimagendeinvestigadorbrillanteseempañara.Erasólounaapreciaciónquequizáhubieraustedpasadoporalto.Comprendaquenosextrañesupresenciaaquíymásenuncasocomoeste,supongoquehabrámuchashabladuríasyquizásuformadeactuarpuedeagravaresasituación.–Locomprendoyenesoestamosahora,colaborandoenlainvestigación.Niquedecirtieneque

ustedes poseen un conocimientomuchomayor en cualquier tema relacionado con la zona pero avecesalguiendefueraveloquenopuedeobservaralguiendedentroynomerefieroestrictamenteaestecasoconcreto,merefieroalavidaengeneral,Teresa.¿Quiereustedtomaralgo?–preguntóelinspectorparacambiardetema.–Eh...,sí.UnSevenUpsiestáfrío,noquierohielos,envasodetuboyellimónaparteporfavor.

«NotehasequivocadoMontes,menudatiquismiquis».El inspector se introdujo en el establecimiento para darle el pedido a Rosa, quien salió de

inmediatoalgocuriosaporlanaturalezadelavisita.–NotengoSevenUp,siquiereSprite...–¿Quétienefresco?¿Tienetónica?–Sí,tónicasí–respondióRosa.–Sinhieloyellimónaparteporfavor.–Alaorden,¿ustedlodesiempreinspector?–Sí,graciasRosa.Cuando la dueña trajo las bebidas se produjo un extraño cruce de miradas y pensamientos.

QuintanillanopudoevitarobservaraMontesconojosdeasombroporsuconsumición.Asuvezsurostrodibujóunamuecadedisgustoalcontemplarque lamarcaservidade tónicanoera ladesugusto.«Melatragarédetodasformas,noseaquediganquesoyunatiquismiquis».Luegocogiólarodajade limóny la frotópor labocadelvasode tubo.Elprocesamientode imágenesnohabíapasadodesapercibidoparaelinspector,quientuvounpensamientodecuriosacomplicidadaltenerlamismavaloracióndeesamarcade tónica.«Ahí ledoy la razón,vayaporquería,seguroquehaceesfuerzosparatragarseeso,conlotiquismiquisquees».Luegohizoostensiblesgestosdeplaceraldegustarsuhorchata.–Quérica–dijoMontes.«Vayatelaconeneldelforo,cuandolocuentesevanamearencima».–¿Haaveriguadoyaalgo,inspector?Segúncreollevaaquíyaunpardedías.–Nadaespecial,sóloqueJavierMaríasdebíaserunapersonamuysingular.¿Loconocíausted?–Nopersonalmente.EstoyenRosesnoenFigueres,aunquetengounosabuelosenlazonayme

han hablado bien de él. Al parecer no llevabamucho tiempo aquí, se instaló en unamasía, unaherenciade la familiaRossell, queno teníanhijos,unabuenacasa.Alparecer sehabía integradobien,yahablabainclusoelidioma–dijoQuintanilladandounsorbodelatónicaymirandodereojoalinspector–.Luegocorrenlashabladuríasylascosasnoestánmuyclaras,quesieraunmujeriego,quesieraunsanto,habríaqueinvestigarmásafondo,detodasformasnocreoqueimportemuchoya.Nomedigaqueestausteddevacacionesyqueseocupadelaccidenteporaburrimiento.PorunmomentoMontestuvolatentacióndedecirquesí,hubiesesidolaexcusaperfectaparano

tener que revelarmás datos.Ya era tarde para eso, las llamadas deCastillo a la Jefatura de losmossosdelatabanelinterésespecialenlainvestigación.–No sémuchodel asuntoymegustaríaquequedara entrenosotros, pero JavierMaríasdebía

tenerconocidosenlasaltasesferasymehanpedidoqueaveriguaraloquepudiera,esoestodo.– Pues no creo que dé para mucho, no hay cuerpo ni sería barato precisamente encontrar sus

restos,almenosde lamoto,me refiero.Si tan importanteeraelmasajista,esonoseríaproblema,¿no?Esunaccidentemás,¿otalvezpiensanustedesenelsuicidio?Porloquemehancomentadola trayectoria de salida de curva es un poco rara, pero podía haberse distraído, ir bebido o teneralgúnfalloenlamáquina,algocompletamentenormal.Montesmeditó algo que le parecía evidente. JavierMarías debía conocer a gente importante e

influyente,losuficienteparaquedesplegaranmediospocousualesenesclarecerloshechos,peroalavezsinquererdejarunahuellademasiadoexplícitanirealizarundesplieguecostososinmotivosaparentes.Queríanaveriguarlaverdad,laverdadalcompleto,sinlevantarrevuelonisospechasdeinfluenciascuestionables.–Probablementesonlasdudasabiertaslasquehayancausadomiestanciaaquí.Puedequenoles

gustelaideadequesehubierapodidosuicidaroesténpreocupadosporlosmotivosquelehubieranpodidollevaraello.Encualquiercasomimisiónesaveriguarloquepuedadelasuntoynopienso

dejarcabossueltos.Noseríabuenoparamiimagen,¿nocree?TeresaQuintanilladirigiódenuevounamirada furtivahacia lapajarita, los tirantesy lahorchata

delinspector.–Desdeluegoqueno,claro–dijolasubinspectorasindemasiadaconvicción.–Bien.MegustaríavisitarlaviviendadeJavierMarías,hablarconlaspersonalidadesdelpueblo,

amistadescercanasyconocersulistadeclientes.¿MepodríafacilitaresoTeresa?–Creoque sí, inspector.Tenemos las llavesde lamasía, allídebeestar su listadeclientes.El

alcaldeesunapersonajovenymuynormal.Supongoquelodeconoceralcurayanoesloqueera,pero debería conocerlo porque colaboraba con los niños del orfelinato en Cadaqués.Marías noteníafamilia,lodelasamistadescercanasesmásdifícildeconcluirenestoscasos,porloquesé,habríaquedefinirbieneltérminoamistad,¿meentiendeono?MontespensóenLauraSprecher,lahermosuradesurostrosalpicadodelágrimasencombinación

conlasrisasquelehabíaconseguidoarrancar,laatmósferadeljardín,losolores,lalimonada,lahierbabuena... No sabía muy bien cómo reaccionar con ella ahora. «¿Qué somos? ¿amigos?,¿desconocidosconunaquímicaespecial?»–meditóelpolicíanacional.–Desdeluegolapalabraamistadyanoesloqueera.–dijofinalmenteMontes.–Estamosdeacuerdoenesoinspector.Ahoracuandoalguientepresentaaunamigonosabeuna

yaquepensar.Hayamigosdelosdeantes,exparejas,amantesocomodicenahorafollamigos–dijoTeresaentreunacarcajadaquesorprendióaMontes–,amigosvirtualesdelFacebookoTwitter...Yodesdeluegosiunaparejamíamedicequemevaapresentaraunaamiga,yasemeponeelradarenalerta…¿Meentiendeono?–preguntóQuintanillaconcomplicidad.AMontes le llamaba la atención lamezcla entre la risa descontrolada y la actitud severa que

empleabahabitualmentelasubinspectoraTeresaQuintanilla.Lerecordóalainfluenciadelospolosdeunimán,lacaraprofesionalytiquismiquisleresultabauntantorepelenteperocuandosereíademanera abierta, como un niño grande, la repulsión desaparecía para dar paso a una atracciónmagnética.El inspector rememoró personas similares en su vida íntima, mujeres que dejaron marca en su

historiapersonal.Pormuchoquelointentósiempreacabóimponiéndoseelpolonegativo.Apocodepensarenello seencendieronnuevas sinapsisen susneuronas, conclusiones sobre lamarcha,másdatosparaanalizar.Hilóposiblesvínculosrelacionadosconsusexperienciasylaintuiciónhizoelresto.«Mujerimán»,

posible teoría: Personalidad atrayente, muy rigurosos en sus puestos de trabajo, no revelan suinterior,cerradocomounpuño,atraenyrepelenalavez,nodanperosecreenconderechoarecibirpor derecho divino, gastan bromas pero a la recíproca no pasan ni una, un tiovivo inestable pornaturaleza.Mepreguntosi sonconscientesdeello.Excelentescomoamistades,undesastrecomoparejas.Unapena,mejorsaberloparanovolveracaer».–Trataremosdesepararlapajadeltrigoenesosihacefalta–dijoMontes.–¿Cómodice?–preguntóQuintanilla.–Merefieroaquetrataremosdeaveriguarlasclasesdeamistadessiesnecesario.– Pues espero que no convierta esto en uno de esos programas basura de la tele, esto no es

Andalucía,¿meentiendeono?Lagentenovacantandosusintimidadesporahí.Además,¿nocreequeseestátomandomuchasmolestiasporloquepareceunaccidente?–LoquecreoTeresa,esquecuandoenunamuerteviolentanoexisteuncuerpo,sedebenbarajar

todaslasposibilidades,¿meentiendeono?Quintanilla se detuvo un momento antes de contestar, entreveía un cierto tono irónico en la

pregunta,noobstantenolefaltabarazónalcomentariodelinspector.

–Noestoyseguradesiesalabordebepagarlaelcontribuyente,inspector.Quizáseríaeltrabajodeundetectiveprivado.–JavierMaríasnoteníafamiliaalguna,eraunhuérfano.Nocreoquepuedaustedimaginarselo

que es vivir esa situación. Es como si usted fuera un extranjero en su propia tierra. Y encimadesaparece en circunstancias extrañas y nadiemueve un dedomás de lo necesario.Él se ganó lasuertequeotraspersonasdeestemundonotendríannunca,soloporesasotraspersonassinnombreniinfluencias,semereceyalasmolestiasdeestepolicía.TeresaQuintanillameditólaspalabrasdelinspector:«Estehombremehacepensar».Ellanohabía

tenidoesasvivencias,habíanacidoenelsenodeunafamiliaarraigadaenelterruño,sinproblemaseconómicosyunhermanoquequeríaconlocuraapesardesusdiferenciasyenfrentamientos.Porunmomentose imaginósolay le invadió lasúbitasensacióndeunacargasobrecogedora.«Debeserduro,muydurotenerunainfanciasinfamilia»–pensóQuintanilla–.LuegorecordóqueJavierMaríascolaboraba con el orfelinato de Cadaqués, organizado por la parroquia con el auxilio detrabajadores sociales. «Ese Marías vivía cómodamente pero al parecer no se olvidó de susorígenes,ayudandoalosquepasanporlomismasituaciónqueélpadeció.Comodicenmisabuelos,debióserunabuenapersona».–Muybienustedsabrá.Leayudaréenloqueestéenmimano.¿Pordóndequiereempezar?– Pues he pensado en que lo mejor sería visitar su casa y así le doy tiempo en organizar las

entrevistasqueleheencomendado–respondióMontes–¿Podemosempezarahoramismo?–Desdeluego,pasaremosporlacomisaríadeFigueresarecogerlasllaves.¿Quierequelelleve

oprefiereirensucoche?–preguntóQuintanilla.–Ustedconocemejorelcamino,vamosaintegrarnos.LosdospolicíassetrasladaronenelSeatAlteaazulyblancoconbandasintermitentesdecolor

rojo,conducidoporlasubinspectora.Hicieronunabreveparadaenlacomisaría,enlaqueMontessaludó a algunos agentes que estaban de servicio. «Seguro que esto será la comidilla por algúntiempo»–pensóel inspector.Luegosiguieroncaminohasta lamasíadeJavierMaríascercanaa latranquilapoblacióndeAvinyonetdePiugventós.–Bonitolugar.¿Quémontañassonaquellas?–Ésas...LamásaltaeslecimdelPerigó,enFrancia.–Quémaravilla.–Cuandosoplalatramuntana,seveaúnmásdespejado,peronocreoquesupielapreciaratanto

subelleza,faunfreddecollons.Mepreguntoquellevaríaauncapitalinoadejarsecaerporaquí,esto en inviernoestávacío.Lomismoera comouneremitadeesos, talvez tengan razón losquedicen que era una especie de santurrón y viniese aquí a crear una secta. Hay gente muy rarainspector,¿meentiendeono?LoqueentendíaelinspectoreraqueTeresaQuintanillapodríapertenecerperfectamentealgrupo

degenteraraydesdeluegoaldequenopuedeestarsecalladonienelcine.Hubieradeseadoestarasolasparadisfrutarensilenciodeaquelpaisajedecamposcultivados,pinos,alcornoquesyalgúnolmo aislado dispersos por la llanura, vigilados en la distancia por las moles gigantes de losPirineos.Lehubieragustadodisfrutarde la conducciónpor carreteras secundarias como lehabíanenseñadolas«RutasMágicasRobertson´s»,elguíadelsombrero.Ahoraaquelviajeromíticoteníaunrostroparaél.Alveraquellasmontañasseimaginabasupresencia,surcandolascarreterasylossenderos a lomos de su moto, en busca de bellos paisajes y oteando el horizonte en solitario;amenazadoporel frío,elcalor tórrido, laniebla, la lluviao losguardarraíles.Asíhabíaelegidoganarselavida,sindudaunrománticoasumanera,aunquerenegaradeserlo.«Aquienseconocebien y se soporta, la soledad poco importa».Montes se preguntaba siRobertson y JavierMarías

tendrían algomás en común que esa frase y cómo diantres actuarían ante la presencia deTeresaQuintanilla.– Hay personas que son felices así, mirando y mirando las montañas como borregos horas y

horas,día trasdía,depasarsemedia tardeen labañeraescuchandomúsicaclásicaypensandoenlasmusarañas.Yomepegounaduchayyameparecequeestoyperdiendoeltiempo.Montesesperabadeunmomentoaotroellatiguillo.–¿Meentiendeono?Elinspectorinclinólacabezaydeslizósumanoporlafrente,comosiasípudieraaliviarenparte

unadolenciainterna.–¿Quedamucho?–preguntóMontes.–No si yahemos llegado, toda esta finca son terrenosde lamasía. ¿Ve esa casagrande?Ahí

vivíaJavierMarías.Hemosvenidobien¿eh?Hiceuncursodeperfeccionamiento,¿hahechoustedalguno?, ¿no?Deberíaustedprobarlo, aminomedeja atrásniCristo.Undía si quiere lepuedollevarconelNissanporcaminosdetierraycomprobaráloqueledigo,aloCarlosSáinz.–DeBaranda.–¿Cómodice?–preguntólasubinspectora.–Nada,unacalledeMadridquetienecanciónpropia–contestóMontes–.¡Guau!,unabuenarazón

paraviviraquí.Vayacasa.–Unamasíaconsolera,delsiglopasado.Buenoesonoseríadecirmucho,mereferíaahacedos

siglos, del XIX pero reformada con todos los adelantos; cristales aislantes, calefacción por hiloradiante,piscinaclimatizada,doblegeneradordeemergencia,esascosas.Montesobservóadmiradolaconstrucción.Laestructuraprincipalnoleresultabadesconocida,una

ampliafachadaprincipalorientadaalsur,desólidosmurosdepiedraendospisosmáslabuhardillaytejadotípicoadosaguassinexcesivapendiente.Locuriosoeraloquejuzgabacomoaditamentosposteriores.Elsegundopisoaparecíarevestidodemadera,conestrechosventanalesrectangulares,mientras que en la primera planta, la sillería se mostraba intercalada con amplios arcossemicirculares,dosacristaladosen los laterales–loquealigerabaconsiderablemente la sensacióndesolidez–yotro,elqueservíadeentradaaledificio,enmadera.Apartirdedondedebíaterminareltejadooriginal,sedesplegabanaamboslados,unacontinuaciónsuyamásmoderna,paraformardos pasillos perpendiculares a la fachada con balaustradas de ladrillo visto y arcos demetal ensemicírculo levemente apuntados y ornamentados conmotivos florales.El resultado del conjuntoeraimpactanteporelcontrastedeformastradicionalesunidasainfluenciasmodernistasdesplegadasen sus flancos. A escala reducida, el tenue matiz entre lo industrial y lo clerical le recordabavagamenteelaspectodeestacionesdetrenantiguas.–Puescuandoveaelinterior...–dijoQuintanillaalabrirlapuertaprincipal.–Madremíadelamorfermoso.Esimpresionante.–LosRossellpertenecíana laaltaburguesíacatalana,devariasgeneraciones.Estaessolouna

de sus muchas posesiones. Su actividad principal eran los seguros de grandes compañíasinternacionales,tambiénparticipabaennegociosdeexportacióneimportación.MateuRosselleraunhombredemundo,viajabaamenudojuntoasueleganteesposaycomopuedeversetraíaconsigocuanto objeto le llamaba la atención, procedentes de todos los continentes, aunque muchos sonregalosdeembajadores,cónsules,empresariosyalgúnjefedeestado.Era difícil elegir dónde detener lamirada.Montes estaba boquiabierto.Armaduras de samuráis,

lanzas, máscaras y escudos de tribus africanas, budas dorados, sedas extendidas con símboloschinos,ungramófonoantiguo,unpianodecola,maquetasdeveleros,globosterráqueos,uncatalejometálico asentado sobre un gran trípode. El salón rezumaba el olor de los materiales nobles,sillonesdecuero,enormesestanteríasdemaderamacizaquellegabanhastaeltecho,rebosantesdelibros. Un gran ficus, elevado sobre una espaciosa maceta desplegaba sus ramas tapandoparcialmente los amplios ventanales del fondo, desde los que se podían contemplar vistas a los

Pirineos.Unconglomeradosuntuosorebajadoporlapresenciadealgunosmurossinrevestimientoyelpaisajenaturalquerodeabalacasa.–Creoquepodríaacostumbrarmeaviviraquí–aseguróelinspector.–Ya,lacasaestámuybienperoyoprefierovivirenlacosta,aunqueseaenmipisitodeCadaqués.

¿Loconoce?Esunpueblopesqueromuycoqueto, lacunadeDalínimásnimenos.Noescomoesto que casi deprimedeverlo.Haymucho comercio, tiendas, restaurantes, es otra cosa.Deberíaconocerlo,tengounosamigosquetienenuncatamarán,siquierepuedohablarconellosparadarnosunavueltaporlascalas,seguroqueluegonoquerránioírhablardelacapital.–EsustedmuyamableQuintanilla,puedequeletomelapalabra–dijoelinspector.–LlámemeTeresa, no reniegodemi apellido, peroprefieroqueme llamenpormi nombre.Por

cierto, ¿cuál es el suyo? –inquirió la mosso d´esquadra mientras examinaba el estado de unamáquinadeescribirUnderwood.–FranciscoJavier,peropreferiríaquemellamaraMontes,Teresa.–Nomeextrañanada,¡jajajaaja!,madremía,buenoloshaypeores,encatalánlaverdadesque

sonaríamejor,FrancescXavier,FrancesXavierMonts¿Quéleparece?–Estupendo.¿Sabedóndeestáeldormitorio?–PorDiosinspector,siapenasnosconocemos,¡jajajajaa!Melohapuestofácil,Monts–exclamó

Teresa. Luego, al examinar el rostro serio del inspector, cambió como un resorte a su expresiónhabitual–. Sígame por favor. Cuando Mateu Rossell perdió a su esposa, prefirió trasladarse adescansarenelpisodearriba,quizáporlasvistasoelrecuerdodesumujer,vayaustedasaber.Encambio JavierMarías eligió el original, en esta parte de la primera planta. Desde luego es máspráctico.¿Sabecuantosalelacalefacciónenunacasaasí?Yaselodigoyo,saleporunpico,unaauténticaruina.Elmasajistadebíasaberloporqueloprimeroquehizofueinstalarsusbuenospanelessolaresenelexterior,enpocotiempocompensalainversióncréame.Montesentróenlahabitación.Lacamaeradematrimonio,debíamedirunosdosmetrosdeancho.

Unadeesascamascondoselcuyosextremosdemaderamarrónoscurapresentabafinosdetallesensus tallas. La estructura se mostraba desnuda, se habían despojado las telas o mosquiteras quesuelen acompañar en estos casos.Las sábanas estaban sin hacer.Enun lateral, junto a un armariosobrio decorado con paneles de garzas japonesas que cubría casi toda la pared, se hallaba unapuerta entreabierta, la de un cuarto de baño completo que aMontes le pareció de proporcionesbíblicasencomparaciónalosusualesencualquierciudad.Todalagrifería,incluidaladelaenormebañerademetal,lapropiabañeraensíyelmobiliarioengeneral,despedíanlainfluenciadelestilomodernista.EnunaesquinahabíaespaciosuficienteparaotroFicusBenjamina, algomáspequeñoque el del salón. El suelo de mármol con cuadrados veteados en color marfil y verde oscuro,reflejadosenpartepor losvariosespejos situadospordoquier, ledabanunempaque señorial a laestancia.–Hasidobreveperointenso,Teresa.Salgamosdeldormitorio,esustedunatentacióndemasiado

fuerteparamí,Quintanilla.–Noleveolagraciainspector,nipuñeteragracia.«Volvióelimán,nofalla,escomounpéndulo».–VenganoseenfadeTeresa,con tantashabitaciones,JavierMarías tendríaunestudiosupongo,

allípodremosfumarnoselcigarritodedespués.Teresa Quintanilla tenía el rostro de la ira contenida, todo estaba dispuesto para su explosión

cuandosúbitamentesonóelteléfonoenalgúnlugarindefinidoentrelasdosplantasdelamasía.– ¡Cogné, el teléfono! ¡Vamos Quintanilla no se quede ahí parada como una estatua, hay que

cogerlo!

Antes de que la subinspectora pudiera reaccionar, Montes salió corriendo hacia la fuente delsonido, atravesóunapuertaypudocontemplar endirecto la llamadaenel teléfono situado sobreunatablaalargadadeformicablancasostenidapordosgrandescaballetesdemaderasintratarenlosextremos.Nolediotiempoaexaminarelresto,sealargólamangadelacamisaparanodejarhuellasenelaparatoypulsóelmanoslibres.–¿Sí?–¿Javier?¿Erestú?–¿Quiénes?–preguntóMontesasuinterlocutor.–¿Como?¡Joder,soyPep!,¡PepelLegionari!¿Peroquépasaquenocogeselmóvil?–PepelLegionari–susurróelinspectoralavezquelehaciaseñasaQuintanilla,quiensehabía

despabiladoyyaestabaconunpapelyunbolígrafoapuntando.–Pep,escúchemebienpor favor, soyel inspectorMontesde laPolicíaNacional,me temoque

tengoquedarleunamalanoticia.JavierMaríasdesaparecióhaceunosdías.–¿Qué?¡Diosmío!eso...,nopuedeser...¿Noseráunabroma,verdad?–Ojalálofuera.Sientodecirlequenoesasí.¿Era...,esustedamigosuyo?–¿Eh?Sí,sí,esdemismejoresamigos¿Qué...,cómo...,quéhapasado?–Serámejorquelecuentelosdetallespersonalmente.¿Puededecirmesudirección?–Me caguen lamare deDeu... ¿Eh? Es algo complicado..., pregunte pormí en el pueblo, en

Taravaus,cualquieraleindicaráelcaminoalamasía,serálomejor.Estoy en Francia, volviendo de viaje, tardaré aún unas horas en llegar, quería invitar a Javier a

cenar,nocogíaelmóvil...,madremía...¡Oiga!,¿nolehabránmatadooalgoasí?–¿Quélehacepensareso,Pep?–preguntóMontesmirandoaQuintanilla.–Bueno...,mehadichoustedqueespolicíanacional,¿no?–Nosepreocupe,yaseloexplicaréluego,vendrántambiénlosmossos.¿Leparecebienquedar

estatardeaesodelasocho?–Alasocho,sí...Joder,mecaguenlaputaostia...–Losientodeveras,Pep,leveremosestatardeentonces.Lecontaremosloquesabemos.Adeu.–Deu...Montes descolgó suavemente el teléfono.Miró a Teresa Quintanilla, quien a su vez le miraba

fijamenteconelbolígrafoenlamano.–Buff,vayapaloTeresa–resoplóelinspector.–Si,parecíaafectado.Todavíanosabíanada,enterarseasíesmuyfuerte.PepelLegionari,me

suena.Ochodelatarde,Taraveus,estácercadeaquí.Verésielteléfonoguardalosnúmerosdelasllamadas.Máspor imitaraMontesqueporconvicción,cogióunpañuelodepapelypulsóunas teclasdel

aparato.Apuntóelnúmeroqueaparecíaenlapequeñapantalladecristallíquido.–Hayunluzqueparpadeaenelcontestador,¿love?–preguntóQuintanillaseñalandoelpequeño

puntodeluzintermitente.–Mensajes,escuchémoslosTeresa.–Notenemospermisoparaestoinspector.–Niparaaveriguarelnúmeroquehaanotado,Teresa.Nadiehamuertooficialmente.Demomento

esposibleausenteporqueparaserdeclaradoausentehacenfaltavariosrequisitossegúnelCódigoCivil y no digamos para ser declarado fallecido si no se encuentra el cuerpo, eso seránmuchosaños,quizádiez.Entodocasoyanosocuparemosdeesosihacefalta.Déle.Montespensóenlacomplejamadejalegalquesurgenenlasdesapariciones.Siencimaelpresunto

ausenteno teníafamiliaynohabíadejado testamento,elprocesopodríaalcanzarcotasdantescasde enrevesamiento que darían vértigo al más letrado. Unmal augurio de consecuencias funestaspara seguir los pasos habituales en órdenes de registro e intervenciones telefónicas. Contrapronósticolasubinspectoraapretóelbotónsinrechistar.

«Hatenido...tresllamadasconmensajey...diezllamadassinmensaje.Pulseunosiquiereescuchar

el primer mensaje, pulse dos si quiere mantener los mensajes, pulse tres si quiere borrar losmensajes».«Mensaje número... uno, realizada el... sábado... diez de... Julio a las... dieciocho horas... veinte...

minutos».«Xavier,miespaldavuelveaestardolorida...,necesitotusmanos,llámamecuandopuedas».«Mensajenúmero...dos, realizadael... sábado...diezde... Julioa las...diecinuevehoras...quince...

minutos».«Llamaba para saber que tipo demasajes dan, ¿danmasajes a parejas?Me gustaría darle una

sorpresaespecialamimarido...,minúmeroes...Buenollamarémejormástarde,gracias».«Mensaje número... tres, realizada el... domingo... once de... Julio a las... doce horas... cuarenta...

minutos».«Javier, ¿dónde temetes?Estoymuypreocupada, ¡llámame cuanto antes por favor, es urgente!

Unbesomiamor».«Haescuchadoustedtodossusmensajes,pulse...dosparaconservarlos,opulse...tresparaborrar

losmensajes...,graciasporutilizar...».MontessusurróaTeresa:«Dos».–Nonosescuchanadieinspector,nohacefaltaquesusurre–dijoQuintanilla.–Puesesverdad.Bien,¿quéleparece?–¿Delosmensajes?–preguntólasubinspectora.–Sí.–Humm... Podemos obtener los números para identificarlos.La llamada número uno, es de una

clientahabitual,nomencionasunombre,puedeserunallamadanormalaunqueesunpocoambiguaen sus intenciones. La dos es una guarra, eso está claro y la tercera parece que tenía lío conMarías…¿Meentiendeono?–Estoy de acuerdo con usted. La tercera llamada esmuy ambigua, parecemás preocupada en

hablarconélquedeotrotipodeurgencias.Hadichomiamor,noamorasecasqueesmáshabitualynoparececubanaprecisamente, aúnasípodría tratarsedeunaexpresióncoloquial.Noobstanteunainformacióninteresanteeslarelativaaltiempo.–¿Aquéserefiere,inspector?–preguntóQuintanilla.–Lomásprobablequetodoslosmensajesdejadoslohansidoporintentarcontactarpreviamente

conelmóvil,alas18.20delaprimerallamada,casicontotalseguridadenlatercerallamada,elmóvildebíaestarinoperativo,alasdoceyalgo...,nomeacuerdoexactamentedeldomingo.–Doceycuarenta–dijolasubinspectorarevisandolasnotas.–MuybienTeresa,muybien,doceycuarenta.–Almenosyatenemosdelimitadaconciertaseguridadlahoradelaccidenteodelsuicidio...–Algoesal...LafrasedeMontesfueinterrumpidabruscamenteporotrallamadadeteléfono.Losdospolicías

sequedaronboquiabiertosporunosinstantes.Elinspectorcogióelaparatodenuevoconlosmismoscuidadosquelaprimeravez.–¿Sí?–¿Hola?¿JavierMarías?–Metemoquenopuedeponerse,¿quiénlellama?–preguntóMontes.– ¿Pero es este su número? ¿Es correcto?Le llamodelRestaurantElTremulli, por normauna

semana antes realizamos la confirmación de las reservas, hemos llamado en varias ocasiones almóvilyalfijoperonolocogían,precisamosconocerlaconfirmaciónporfavor.–Elnúmeroescorrecto,perotendránqueanularlareserva,JavierMaríashadesaparecido.Las

circunstancias no están claras del todo.Yo soy el inspectorMontes de la PolicíaNacional ¿Con

quiénhabloporfavor?–Lapolicía...Eh,sí,soyPerelló,SergiPerelló.– Dígame Sergi, ¿cuándo llamó usted por primera vez para confirmar la reserva del señor

Marías?–inquirióMontes.–Nolepuedodecirconseguridad, tendríaquehablarconuncompañero.Perdoneeh...,capitán,

¿hadichousteddesaparecido?¿Hafallecido?–NopodemosasegurarqueJavierMaríashayafallecidotodavía.¿Sergipodríaconfirmareldato

delaprimerallamadaloantesposible?–Sí,lellamoahorasinfalta.Adeu.Montesdescolgóel teléfonosopesando laspalabrasde la inéditaconversaciónqueacababade

mantener.–Vaya,nadamenosqueElTremulli,¡yhadichoqueteníareserva!Lagentemataríaporunacosa

así.Teresa Quintanilla miró fijamente al inspector al acabar de darse cuenta del significado de sus

palabras.–Bueno,quierodecir...,esunamaneradehablar,¿meentiendeono?–NosepreocupeTeresa,laentiendoperfectamente,pero...¿Esoquieredecirquenoseleocurriría

jamássuicidarseenunacircunstanciaasí?–Desdeluegoqueno,¡mesuicidaríasiteniendoreservanopudierair!¿Ustedsabeloqueestener

laoportunidaddecomerenelmejorrestaurantedelmundo?Creoquenosehaceustedalaidea.Yapuededescartarelsuicidio,¡esoesunaccidentecomolacopadeunpino!Mire,untrabajoquesehaahorrado,inspectorytodograciasamí.–¿Graciasaustedporqué?–Sinolohubieratraídohastaaquí,estamossod´esquadraqueconducetanbienyqueconocela

zona, todavía estaría buscando la dirección y no habría podido coger ni el teléfono. Estaríapensandodíasydíasenlaposibilidaddelsuicidio.Nomedigaquenoesparaestaragrade...De nuevo sonó el teléfono y de nuevo les pilló desprevenidos. «¿Quién será esta vez? ¿Sergi

Perelló? ¿El President del Barça? ¿Otra persona a la que comunicar una desgracia desconocidahastaelmomento?»–pensóelpolicía.–¿Sí?–¿Capitán?SoySergiPerelló,unmomento,lepaso.–¿Hola?¿CapitàMonts?–Inspector,inspectorMontesdelaPolicíaNacionalylasubinspectoraQuintanilladelosmossos

alhabla¿EsustedelcompañerodeSergiPerelló?–Másbiensujefe.SoyAndreuFerrán.Montesnodabacrédito,estabahablandoconelcocineromás importantedelmundo, laestrella

universaldelagastronomía.Lapituitarianasaldelinspectorsecretabasólodepensarlo.–MehandichoqueJavier,queJavierha...,¿desaparecido?¿Hamuerto?– Buenas días señor Ferrán, es un honor hablar con usted. Siento comunicarle que los indicios

apuntan a que Javier Marías tuvo un incidente mortal hace unos días. Al parecer se salió de lacarreteraycayóporunprecipicioalmar.–¡Peroesoterrible!¡Terrible!¡Diosmío,esunatragedia!

–Detodasformaselsucesoestáporconfirmar.–¿Cómoqueestáporconfirmar?¿Hatenidounaccidenteonohatenidounaccidente?¡Aclárese

porfavor!–Esunpococomplejodeexplicar...Loqueesseguroesquehadesaparecido,el resto tenemos

aúnqueaveriguarlo.

Sehizounsilencioincómodoenlaconversación,Montesdecidióintervenirdenuevo.–Noteníaideadequeseconocieran,sientoqueseenteredeestamanera.–Le conocía bien, válgameDios, ¡Qúe pérdida! Perdone capitán pero es que nome hago a la

idea...Sergi,Sergi,miralaagendademañanaaverquetengo...Seoíanvocesdifusasporelaltavoz,comounadiscusión.–NielVicepresidentniostias...,¡joderSergi!¿Capitán?¿Estáahí?–Soy...,leescuchoseñorFerrán.–Preso, ¡estoypresoenmipropiacasa, joder!Disculpe,averestoesuna locura.Nosésiesto

puedeserono,capitán,¿podríaustedveniralrestaurant?Quiero...,esdecirleagradeceríamuchoquemelopudieraexplicartodocontranquilidad,porfavor.¿Podría...?AlasdoceSergi,¡ponmealas doce!. ¿Podría usted acercarsemañana a las doce? Le invito a un aperitivo, ¿sería usted tanamabledepoder...?Seloagradeceríadeveras,capitán.–AllíestaréseñorFerrán.–¡QuépérdidaDiosmío...!Hastamañana,adeu.–Deu.Aúnseescucharonalgunasvocesconmenortonoantesdecolgar.–LavidaesloprimeroSergi,lavida,yluegoelnegociSergi,Diosmío..., lavida...madremía,

Javier...Dios...–¡Nomelopuedocreer!¡AndreuFerránenpersona!Bueno,bueno,bueno,encuantolocuente...,

vanaflipar.– Teresa..., subinspectora, le recuerdo que estamos en una investigación, espero que guarde la

debidadiscreciónylacompostura,notieneusteddoceaños.–Quécosas tieneusted, inspector.Nopuedehacerunauncomentariosinque lesaquepunta.Es

sóloqueestoyacostumbradaaforzarmiimagendeseriedadyavecesmerelajounamiqueta.Nadadequépreocuparse.– Poco a poco se va llenandomi agenda, Pep el Legionari, Andreu Ferrán... Almenos vamos

avanzando, aunque seadespacio.Hablandode agenda, con tanta interrupción senosolvida aquéhemosvenidobásicamente.Montessedetuvoenobservar lahabitación, losacontecimientosnolehabíanpermitidomasque

echarun rápidovistazo.Debía arreglar eso, el despachoofrecíaunabuenaoportunidadde seguirdesenmascarandolapersonalidaddeJavierMarías.Siemprelehabíangustadolosmomentoscomoeste, en losquepoderdescubrir laspiezasdeun rompecabezashumano, jugar con laspartes,darriendasueltaalasconexionesytratardeencajarelpuzzle.Ladecoración,elmobiliario,losdiscos,películas, libros... Para muchos eran simples objetos inanimados. Montes los consideraba lasextremidades ausentes del cuerpo, retazos aleatorios o razonablemente lógicos de los gustos ysentimientoscosechadosduranteunavida.Ahora estaba en sus manos la ocasión de palpar sin intermediarios las pistas de la verdadera

identidad de ese misterio llamado Javier Marías. Una parte de él ansiaba poseer ese íntimoconocimiento,laotralecastigabaconlasensaciónderomperelfinovelodeloíntimo.Sabíacualdeellasganaríalapartida.La luz del sol, procedente todavía del lado contrario a los ventanales, se filtraba por unas

cortinillasvenecianasdefinaslamasdemadera.Dejabanverconclaridadlospasillosacristaladosenloslateralesdelavivienda,cuyosarcosenmarcabanenclaroscuros,elcolordelospaisajesenundíadeplúmbeobochornoalrededordelamasía.El inspector se sentó tras lamesa en un silla de cueromarrón con la típica estructuramoderna

sobreruedas,miróhaciaelfrenteydescubrióenmediodelapareddesnudayblanca,uncuadrosinmarcoconlafiguradeunhombredebrazosextendidosencruz.Sucabezaseinclinabalevemente

haciaatrás,mirandoconlosojoscerradosalcielo,ensurostroseadivinabaelesbozodeunatenuesonrisa. A la altura de las rodillas la silueta se interrumpía por un campo colmado de amapolasrojas.Lostrazosbrillantesdelacamisaclaraseconfundíanconelcieloylasnubesdelfondo.Lomás peculiar del cuadro radicaba en los contornos, difuminados como si fuesen dibujados por unmiope.Eranlasformas, loscoloresy ladireccióndelaspinceladaslasqueperfilabansus límites.Suponíaunestilodistintoalempleadohabitualmenteperonolehacíaningunafaltaexaminarlafirmaparareconocerasuautora.Recordósuspalabras.–¿Teresapuededejarmeunratoasolas?–preguntóMontes.–Eh...,claroinspector,comoquiera.¿Seencuentraustedbien?–Si...,essoloquedesearíameditarunratoalgunascosas,discúlpemeporfavor,seráunmomento

–contestóMonteslomásamablementequepudo.La presencia de Quintanilla le distraía. Ella, aunque llevaba para su asombro un buen rato en

silencio, no podía estarse quieta, siempre hallaba la manera de examinar sin parar cuanto objetoestaba al alcance de sumano. En aquellos intrascendentes análisis cotidianos y tics simiescos, nocejabadedescribirmuecasdetodotiposinsolucióndecontinuidad,yafuerandesorpresa,desdénoaprobación, según terminaran de coincidir o no con sus gustos personales. En cualquier otracircunstancia constituirían en el policía una especie de alegre divertimento escudriñarlos, sinembargoahorapreferíaevitar lavariopintacascadagestualysuconsiguientedistracción,en favordeunamejorasustancialensucapacidaddeconcentración.– Le dejo tranquilo inspector, no rompa nada, ¿eh? Ale, ahí se queda, luegome avisa cuando

termineelseñordelacapital.–Yoleaviso,Teresa.Cuando Quintanilla hubo cerrado la puerta, el inspector se levantó y se acercó despacio a la

ampliaestanteríasituadaenfrentedelacristalera.EseespacioseleantojabaelepicentrodeJavierMarías,elnúcleovitaldesupersonalidad.«Estoyaquí, Javier, ¿no te importaráverdad?»–pensóMontespara susadentroscon lasmanos

cruzadas en su espalda–. En otros rincones de la casa había numerosos libros, no obstante elinspectoresperabahallarentreesasbaldaselverdaderogermendesuespíritu,quizáen laszonasalejadasseencontraranlosquepertenecieronasujuventud,otalvezlosrelegadosdeestemodonodespertabanenélunacompletaafinidad.«Vamosallá,primerolasqueestánmásamano».«El Libro de la Selva,RudyardKipling; LosCinco, EnydBlyton; Lasmil y una noches;Beau

Geste,P.C.Wren;RobinsonCrusoe,DanielDefoe;Ivanhoe,WalterScott;TomSawyer,MarkTwain;Veintemil leguasdeviajesubmarino,Viajealcentrode laTierra, JulioVerne;La IsladelTesoro,Robert Louis Stevenson; Las aventuras de Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle; La Perla,JohnSteinbeck;El viejo y elmar,ErnestHemingway;El corazón de las tinieblas,El cabo de lacuerda, Joseph Conrad; Las Sonatas deValle-Inclán; El Lazarillo de Tormes; Cuentos de EdgarAlanPoe;ViajealaAlcarria,CamiloJoséCela;ElPrincipito,AntoinedeSaint-Exupéry;Alfanhuí,Rafael Sánchez Ferlosio; Grandes Esperanzas, Charles Dickens; Las Ratas, Miguel Delibes; ElSeñor de lasmoscas,WilliamGolding;Cien años de soledad,GabrielGarcíaMárquez, El Loboestepario,HermanHesse;LaMetamorfosis,FranzKafka...Lalistaseprolongabaconunoscuantostítulosmás.«Nohacefaltaseguir.Los librosdesuadolescencia,unaexquisitamuestradesde luego,aunque

nodejandeserloshabitualesquecualquierapodríaleerenelcolegio»En una balda inferior, encontró una serie de libros cuyo aspecto denotaba una procedenciamás

reciente«LaHistoriaInterminable,MichaelEnde,ElHobbit,ElSeñordelosAnillos,J.R.RTolkien;Elmisteriosocasodelacriptaembrujada,Laaventuradeltocadordeseñoras,EduardoMendoza;ElNombredelaRosa,UmbertoEco;ÚltimastardesconTeresa,Sitedicenquecaí,JuanMarsé;FiebreyLanza,BaileySueño,JavierMarías;LaCasadelosEspíritus,IsabelAllende;LaSombradelViento,CarlosRuizZafón;IntroducciónalPsicoanális,SigmundFreud;ElMaestrodeesgrima,Alatriste,LaCarta esférica, JavierPérezReverte;ElBanquete,Platón, 1984,GeorgeOrwell;ElQuijote,Cervantes;Hamlet,WilliamShackespeare;ElAleph, JorgeLuisBorges;Opiniones de unpayaso, Heinrich Böll, La Biblia; La insoportable levedad del ser, Milán Kundera; ManhattanTransfer, John dos Passos; La Trilogía de Nueva York, Paul Auster; Madame Bovary, GustaveFlaubert;LaCarretera,CormacMcCarthy;Mataraunruiseñor,HarperLee...A Montes le parecía una estupenda recopilación literaria, la marea de nombres y autores, le

proporcionaban pequeñas sacudidas de recuerdos, asentía con la cabeza en la mayoría de lasocasiones al reconocerlos como si secretamente estuvieran compartiendo parte de una mismaexistencia,unaespeciedesimbiosisimaginariacreadaporaquellossimplesobjetosdepapeldelosquesinembargoemanabanpoderesextraordinarios,reveladosdemaneraíntimaconlacomplicidaddelatintayelpapel.Lacolecciónsepodíadeberalazar,aunalistaobtenidaencualquierparte,detodas formas revelabaundato importante,nopor los ejemplares incluidos, sinomásbienpor losque claramente no se hallaban representados, había libros de entretenimiento pero no estaban losclásicosbestsellers,pormuydignosquefueran.Sialgosepodíaafirmarconrotundidaddeaquellabaldaheterogénea,esquenadaerasuperfluo.La zona inferior de la estantería, donde la luz que incidía de forma atenuada, propiciaba la

temáticaqueservíadeclarodenominadorcomún:Lososcuroscamposinfinitosdelacienciaficción.LavozdelespacioquedabarepresentadaporlomásfloridodelospremiosNébula,HugooLocus,títulosmíticoscomoLaGuerradelosMundosdeH.G.Wells,FundacióndeIsaacAsimov,DunedeFrankHerbert,TropasdelEspaciodeRobertA.Heinlein,MundoAnillodeLarryNivenoCrónicaMarcianas de Ray Bradbury, combinados con otros más recientes, como El Juego de Ender deOrsonScottCard,LaViejaGuardiadeJohnScalzioseriescomolasdeBarrayardeLoisMcMasterBujold.«Claro, no podía faltar aquí uno de mis héroes favoritos, el enano y frágil mutante Miles

Vorkosigan,quécrack».–pensóMontes.Labalda superior estaba reservadaa librosdeartey fotografía:Goya,Velázquez,Durero,Van

Eyck,Manet,Degas,Cezanne,ElBosco,Giacometti,Renoir,Sorolla,DaVinci,VanGogh,Turner,SergeantKendall,Toulouse-Lautrec,Gaugin,MaxErnst,Dalí,Picasso,Klimt...,acompañadosporlos fotógrafos, Sebastiao Salgado, Ansel Adams, Man Ray, Javier Vallhonrat, RobertMapplethorpe, Chema Madoz, Michael G. Magin, David Hamilton, Eric Lafforgue, HelmutNewton...Unapléyadevariadaymundialdegenioscreativos.Amodode separadores, sedisponían trescámaras fotográficas,unaclásicaLeicaM4cromada,

una estilosaNikon FM2 de cuerpometalizado cruzado por una banda de cuero y finalmente unamoderna réflex digital Nikon D90 equipada con un objetivo zoom gran angular Tokina y filtropolarizador B+W de 77 mm. En un extremo tenía cabida una poco sofisticada y polvorientaampliadoradeblancoynegroMeoptaOpemusStandard6.«Un equipo bastante decente, con ampliadora incluida de sus tiempos de revelado analógico y

todo,seguramenterevelabaélmismosuspropiasfotografías,almenosduranteuntiempo,algomásqueunmerocaprichodetípicoaficionado,interesante».Enelotroextremodelahabitación,bajolosventanalesparcialmenteocupadosporhojasdehiedra

trepadora, Montes distinguió un pequeño mueble. La primera fila la ocupaban libros de cómics:Conan el Bárbaro, El Príncipe Valiente –«¡Toma, mi favorito!»–, El Capitán Trueno, El Hombre

Enmascarado,LosVengadores,Spiderman,CapitánAmérica,EstelaPlateada,TheWatchmen,VdeVendetta,SinCity,Nexus,Dreadstar...Para el inspector, esta revelación suponía un salto cualitativo importante sobre la capacidad de

seleccióndeJavierMarías,aunquevinieradelamanodeunartemenorcomoelcómic,arrojabaluzsobreuntemanotangeneralizadocomolaliteratura,lapinturaolafotografía,unmundoenelqueelasesoramientoexternoengendrabamayoresdificultades teniendoencuentaqueelhobbydebíadeprocederdeetapaslejanasynocabíalaintervenciónauxiliadoradeinternet.No conocía algunos de los títulos, mas lo que estaban presentes en su memoria indicaban el

universo fantástico de héroes peculiares, algunos de una calidad fuera de lo común. Sinavergonzarseacudióasulibretaparaapuntarlostebeoscuyorastreoignoraba.«Eltíosabíaloquesehacía,estosmelosapunto».Enunafilamásabajoencontróuntocadiscosmodernoconsalidausbytarjetassd,dosbafflesde

tamañomedianoyunapequeñacoleccióndeLP´s,acasounatreintena.«Lamúsica, qué tonto, faltaba la música, me apuestomi sueldo a que en otro lugar tendrá un

equipomejorydiscos recientes, pero aquí están susviejosdiscosdevinilo, otro secretoqueva adejardeserlo».Montesse lanzócomounposesoaexaminaraquel tesorodedatos, intuíaqueallíseescondían

buenapartedelosmomentosíntimosdelaadolescencia,cuandolapersonalidaddeJavierMaríascaminabahacialamadurezymarcabasuimprontademaneraimborrable.«BobDylan,TheBeatles,TheRollingStones,PinkFloyd,JoanManuelSerrat–¡Dios!–,Bruce

Springsteen, Jethero Tull, Génesis, The Eagles, John Denver, Johann Sebastian Bach, LeonardCohen,SimonandGarfunkel,ClaudioBaglioni–¿quiéncoñoesClaudioBaglioni?–,MilesDavis,Cat Stevens, Mike Oldfield, Johnny Rivers, –¿quién coño es Johnny Rivers?–, Frank Sinatra,«Grease», Tchaikovsky, Beethoven, Dvorak, Wim Merthens, Vivaldi, Elvis Presley, Billy Joel,Supertramp,LedZeppelin,NeilYoung,DerekandtheDominos–¿eh?–,DavidBowie,ThePolice,DireStraits,VanMorrison...«JoderconelJavierde loscojones,de todos losgustosycolores, jazz,pop, rock,cantautores,

clásica...,peroconuncriterioastifino».Montes tuvoentoncesunarrebato, sehurgóenelbolsillodelpantalóndepinzasy fuesacando

tabacodeliar,filtros,unapequeñacajitayelmecherozippoquesiempre leacompañaba.Lacajitano era propiamente tal, si no el envoltorio plástico de una tarjeta de memoria. Sus pequeñasdimensionesyelcierreseguro lepermitía llevarlaenelbolsillodiscretamente.Surelacióncon lamarihuana se remontaba a muchos años atrás. En su vida había conocido de siempre a gente encontactoconladroga,suentradaenlapolicíanohizomásqueelevaraquellasposibilidadesa laenésimapotenciaperonunca le tentósuconsumomásalládeunaspocascaladasocasionalesconamigosfueradelhorariodetrabajo.RealmenteMontesnuncalaconsideróunasustanciademasiadopeligrosa si semanejaba conunmínimocuidado.Nopodía comprender a esos tiposque sepasantodoeldíafumadosyloprimeroquehacenallevantarseantesdedesayunaresmeterseuncanutoentrepechoyespalda.Habíavistoaesaclasedepersonascomohabíaconocidotambiénalasquese desayunaban un copazo de sol y sombra a palo seco. Salvo para conducir, ambas conductasderivaban a derroterosmuy distintos. Por su experiencia como profesional, el alcohol alteraba laconductadeunamanerainfinitamentemásagresivaysehallabaenlaraízdemultituddeadiccionesdestructivas,disputas,peleasymuertes.Elinspectornorecordabanadaasíencasosdeconsumodecannabis, salvo en algún accidente de carretera, aspecto en el que el alcohol batía récords. Sinembargoeltráficodealcoholeralegalyeldemarihuanano.Unadecisiónmeramentepolítica.Porsupuestoeraunpolicíaysumisióneraacatarlaley,persiguióacamellosytraficantesennumerosasocasiones, pero los pequeños trapicheos le resultaban indiferentes. Su conexión con los brotes

verdespermaneció inalterabledurantealgunosañoshastaquefuedestinadoalPaísVasco,eso locambiótodo,enmultituddesentidos.Allí,veinteañosatrás,dejódeserunjovenparaconvertirseenunhombrecontodaslasletrasdel

abecedario, aunque el precio a pagar fue demasiado alto. Cuando recordaba aquella época lasimágenesacudíanasucerebroenblancoynegro.ElinspectorMontesenvidiabaaloscolegasqueno tuvieron que pasar por aquel infierno. Es difícil de imaginar para un ciudadano de a pie locomplejo y siniestro que era vivir en ese periodo para un policía nacional o un guardia civil. Unertzainaloteníaalgomásfácil,sufríanunasituaciónincómodayespinosaperosolíanverlostorosdesde la barrera. La vida privada apenas existía, el riesgo estaba agazapado en cualquier bar encualquieresquina,debajodeuncoche,traslaamablesonrisadeunaseñoradecincuentaañosounniñatodedieciséis.Lospolíticosdeun ladomirabanaotraparte, no solíanhaber funerales en subando, losdelotrovivíanymoríancomoen laAlemanianazi, como judíos recluidosenguetos,repudiadosporlosamigosdelosasesinos,cuyasactividadeserandelatadasporcualquiervecinooeldependientedelaesquina.Lasfamiliasestabandivididasporelmiedoyelsilencio,esemiserablesilencioeralomásrevelador.Sólounospocosestabanasalvodelrencorynadiedeellosmovíaundedopor ti.Eracomo jugarunpartidode fútbolencampoajeno,enelqueelequipocontrarioenbloque te estuviera cosiendo a patadas mortales y si cometías una falta por leve que fuera, elpúblico enmasa chillara y te insultara como energúmenos enfebrecidos poseídos por el odio.Unpartidoenelqueveíasmorir a tus compañerosydondeel árbitro siempremirabaaotraparte.Elcampeonatosejugabadíatrasdía,elúnicopremioeraseguirvivo.Fue una etapa maldita en una atmósfera opresora de lluvias continuas, cielos grises, atentados,

precaucionesyentierros.Enesosdosañosconmesesenteros sinver sol, el jovenagenteMontescreyóenvejecerunaeternidad.Fueronfechasenlasqueladepresiónnoestabademoda,losequipostodavía no tenían sicólogos, simplemente estabas jodido y punto, cada uno se arrastraba comopodíahacialasalida.Deaquellosveinteañerosconuniforme,enesemundoalrevésdondelosquellevaban pasamontañas eran los policías, recordaba algunos personajes salidos de películas a loApocalypseNow,unmicrocosmosde tiemposdelirantesyextrañascompañíasacordesa laalturade las circunstancias, no todas aconsejables, de las que sin embargo sobrevivieron como losveteranosdeunVietnamurbano,algunasdesusmejoresamistades.IvánSalcedo«elCreativo»,erauna de ellas, él fue quien en una noche de insomnio le sugirió el consumo de maría. Cualquierobservadorpuritanollenodebuenasintencionesoajenoalosacontecimientoshabríareprobadosuactitud.Montesaúnhoyseguíapensandoqueaquellolesalvólavida.Silajornadahabíasidomala–lohabitual–,sefumabaunporroalcaerlanoche,silajornadahabíasidopeor,sefumabados.Erasuúnicavíadeescape,enlaquepodíasoñarconotrosmundosposibleslejosdeaquelabismosintregua.Esospequeñosoasisdepazsublimaronlossentimientosdesoledad,terrorovenganzaylepermitieroncadamañanalevantarseatrabajar.Cuando llegó el cambio de destino, la necesidad de evasión se esfumó y con ella la adicción.

Ahoraseliabaunpitilloespecialmuydevezencuando,simplementepararelajarse,comocualquiermortal.SelióuncigarrillodepositandocuidadosamenteunaínfimacantidaddeCannabissativa.«Sóloun

poquito,parainspirarlamente».Acudióalmueble,extrajoelvinilodeDerekandTheDominosylocolocó suavemente en el tocadiscos.Comprobó que aún había electricidad y situó la aguja sobreunacancióndelargaduración.SellamabaLaylayporalgunainconexarazónqueseleescapaba,laeligió.«Derek and The Dominos, me suena el nombre pero no se quienes son estos tipos, vamos a

comprobarelcriteriodelMaríaseste,conunpocodeidem».El inspector se sentó apoltronó cómodamente, dispuesto a fumar y escuchar la música de ese

inquietantediscodeorigendesconocido.Diounascaladasyesperóaqueelsonidoquejumbrosodeltocadiscosdesplegaralasprimerasnotas.«Juder,estoempiezafuerte,¡buah!,queguitarreomásguapo..., ledaunaireaEricClapton»–se

dijoparasíMontes.Sonidospotentesdeguitarraeléctricasinllegaralamachaconeríadeloheavy,vozdesgarrada,armoníay temperamento.«Aquíhaycalidad»–pensóel inspector.Hacia lamitaddesucigarrillo,notóunbruscocambioenlacanción,ahoramuchomásmelódicaysuave,conunafuertepresenciadepiano,unaatmósferadensayprodigiosa.Cerrólosojosllevadoporlamúsicaylos suaves efectos narcóticos del tabaco condimentado. Su mente vagó unos instantes por losfantasmasdelpasado,periodosqueacudieronaélcomoflashesoscuros, se liberódeellosydiopaso a lugares y hechos recientes; al mar, las olas en elCap deCreus, aquel cuadro de JavierMaríasqueteníaenfrentesuyocuyostrazospodíaveraúnconlamiradaausente,elcielosobreeljardíndeLauraSprecher, la limonadaaromatizadaconhierbabuena,elcabellodoradoporel sol,las caricias sobre su piel...Antes de que terminara la canción, sin sabermuybien porqué, aquellasucesióndeimágenesdesdelassombrasalaluz,desdelajuventudalamadurez,comoenunviajeenel tiempo, lehabía transportadoasensaciones inesperadasde lasquebrotaron lentamenteunaslágrimasinesperadasporlascomisurasdelospárpadosimpresiondosdelinspector.«Quépasadadecanción...Layla...».Montes se levantó ligeramente avergonzado por las emociones vividas, apagó el tocadiscos,

levantó la persianay abrió la ventanaparaque entrara algode aire limpio.Algo en su interior lereclamaba,lellamabalaatencióncomounniñoaltirardelacamisadeunadultoyaligualqueunapersonamayoratareadaconsusasuntos,noqueríaatenderaquellareclamacióninfantil.El cielo encapotado por la bruma ardiente se iluminó. La estancia reclamó la luz al instante y

entoncessediocuentadequeaquelmomentoleestabaesperando.Encontradesuvoluntaddebíaabandonarlosdictadosdelarazónempíricaycederunavezmás.Asílohizo.Miróhaciaelcuadrode Javier Marías, fijó detenidamente su vista en él, absorbió los detalles, luego cerró los ojos,tendió la cabeza hacia atrás y elevó los brazos. Sumente se dejó visitar por las imágenes de laestancia,VanGogh,Klimt,losrelatosdeIvanhoe,Alfanhuí,lasfotografíasdeHamilton,SebastiaoSalgado,lamúsicadeVanMorrison,BruceSpringsteen,Bach,lasaventurasdelPríncipeValiente...Sintióunalevebrisasobresurostroysonriócomouncrío.Ahoranoeraunsecreto.Alentrarenelsalónseencontródegolpeconunaescenaqueélconsiderabaparasusadentros

como: «Espeluznante, vengo del cielo y me topo con el infierno». La subinspectora TeresaQuintanilla estaba bailando de espaldas a él, con un estilo que definió como espasmódico. Losauricularesamarillosdetamañoconsiderablequeatrapabansusorejasparecíanserlosculpablesdeaquella sórdida danza. Las microantenas del artefacto, junto a la baja estatura de la mozo deescuadra y las sacudidas de sus extraños movimientos, le recordaron a los de un ente a mediocaminoentreunelfoyungremlin.–¡Measomoalaventanaaaeeereslachicadeayeeee-eer...!A Montes le pareció que, con independencia de las escasas dotes como cantante de la

subinspectora,suvozsonabainusualmenterara.

«Diosmío,bailacomosiestuvieraescuchandoaMadonnaycantaaNachaPopconeldejede...¿JoanManuelSerrat?Quintanillaestáposeída».Montesdecidióinterrumpirelespectáculoconunsuavetoqueenelhombro.Quintanillapegóunbrincoenelacto.–¡JoderInspectorcasimematadelsusto!¿Estálocooquélepasa?¡Mepodíahaberdadoalgo!Lamirada llena de expresividad de Quintanilla le pareció la de una persona a la que hubieran

lanzado por la ventana a sumascota favorita,mitad pena y odio.Montes contó en silencio hastacincodeslizandosusmanosentrelostirantes.– ¿Me puede...? ¿Sería tan amable de decirme que está usted haciendo, Teresa? –preguntó

Montes.–Puescomodijoqueerasólounmomentomepuseacuriosear.Yasabe,nopuedoestarmequieta.

Pasabaeltiempo,viquetardaba,estabaapuntodeentrareneldespachoaversilehabíadadounyuyu o algo así, cuando vi el equipo demúsica y estos auriculares, son inalámbricos ¿sabe?, seescuchaperfectamente,sondecalidad.Asíquemepuseuncedédegrandeséxitosdelpopespañol.Luegoestálodemi...don.–soltóQuintanilla.Montesdiounospasoshaciaatrásydescargósucuerpoenelsofá.–Explíquemeese...,don,Quin...Teresa–sugirióelinspector.–Puesverá,Montes, sevausteda reír,misamigosdicenquehastaparecequeentroen trance.

Soycapazdecantarcualquiercancióncon lavozdeSerrat.Póngameaprueba,digaunacanción,mesétodaslasletras.Pruebe,pruebe.–Este...Bueno,puesdeperdidosalrío...«Perdidoenunbar»deManá.–Esaesdifícil,¿eh?Nopasanada,vale,melasé,yaledije.Unmomento,queinteriorizo.Ahí

va:¡Iestooyyclavadooou,iestoyheridooouu,iestoyahogadeeienunbaaehrrr,desesperaadou,ienelolvidoouamoooeer,iestoyahogaahdouienunbaaeeeaaeerr...!¿Quéleparece?–Portentoso, realmenteportentoso–dijoMontesconunaexpresión inenarrableen su rostroque

deambulabaentreelespanto,laadmiraciónylaincredulidadporelacontecimientoqueacababadepresenciar.–Ypuedoseguir¿eh?¿quiereprobarotravez?–preguntóconansiedadQuintanilla.«Si cuando quiere es encantadora la muchacha, me vendría bien reírme un rato o azotarla por

mancillarasíalSerrat.VamosaserprofesionalesFrançescXavier».–Esunaofertatentadora,enotraocasiónquizá.–respondióMontes.–Ustedselopierdeinspector,soyunamina.–Reservaremoselfilónparaotromomento,sileparece.¿Nohaencontradolaagenda?–Nolahebuscado,creíqueloestaríahaciendoustedeneldespacho,¿noestabaallí?–Metemoqueno,tendremosquebuscarporelrestodelacasa,enestamansiónpodemostardar

horas.¿Seleocurrepordóndeempezar?– Evidentemente inspector, para eso nos paga el contribuyente y conmigo no tiran el dinero,

créame.JavierMaríaseraunhombreypor tantodetendenciasflojasyfijas,supongoquedeberíateneresascosasenunportátil,sieraamigodelaslibretascomousted,puedequeestéenunbañocercanoalacocina,sedebuenatintaquealgunosleenhastalasetiquetasdelasmedicinascuando...,dejemoseso;enlapropiacocinaparaojearlamientrastomabaeldesayunooenesacarpetaquetieneusteddelantedesusnarices.QuintanillaseñalóunamesitasituadajuntoalsofáenelqueseencontrabasentadoMontes,quien

miróenesadirecciónyobservóunalámparadelladróbajolaquesehallabaunacarpetadecartónazul.Elinspectorsacóunpañueloarrugadodesubolsilloylaabriócuidadosamente.–Vaya–dijoescuetamenteMontes.

–¿Quées?¿Eslaagenda?–preguntóinquietaQuintanilla.–Puesno,es...,untestamento,sutestamentonimásnimenos.–Anda,entonceses importante–dijo la subinspectoraacercándoseal sofáy sentándoseal lado

delpolicíanacional.–¿Quiénessonlosbeneficiarios?

–«Enplenaposesióndemisfacultadesdejoconstanciaenestedocumentolarelacióndebienesyderechos, que esmi deseo legar como herencia en caso de fallecimiento. Junto a su enumeraciónhagoconstarlaspersonasuorganismosalosquedeberánsertransferidasmisposesiones».Bla,bla,bla...–Eso,algranoinspector–añadióQuintanillaalrelatodeMontes.– «Mis vehículos, lamotocicleta conmatrícula..., y el cochemarca Seat, modelo... Bla, bla...,

deseoqueseantransferidoslibresdecargasaDonJoséLuisTosarRimbaud,vecinodelalocalidaddeTaravaus.Losterrenosdelafinca,asícomotodassuspertenencias,incluidalaedificacióndelamasía,esmi

voluntadlegarlosalaIglesiaParroquialdeSantaMaríadeCadaqués,parausoexclusivoentareasdirectasdecaridad.LafincaydemásinstalacionesdeportivasheredadasdelaFamiliaRossell,sitasenlalocalidadde

Cadaqués,esmivoluntadlegarlasigualmentealaIglesiaParroquialdeSantaMaríadeCadaqués,parausoexclusivodelosniñosdelorfanato».Bla,bla,bla...Asílodeclaroa10deAbrilde2009».Nopensabaqueeratandevoto,vanaatenerrazónlosquedecíanqueeraunaespeciedesanto,lo

dejabacasitodoalaiglesia.–ElcampodefútbollocedíaalaiglesiadeCadaquésparaquejugaranlosniñosdelorfelinatoa

su cargo, como hicieron anteriormente los Rossell. Se ve que con el trato les tomó cariño a loschavalesyconfiabaenlabuenalabordelosclérigos–observóQuintanilla.–¿Nolepareceniunpoquitorarodejartestamentoasuedadytansólounosmesesantesdesu

muerte,Teresa?–preguntóelinspectoralcerrarlacarpeta.–Noes lohabitualaunqueyomuchasveces ledigoamihermanoquenoseolvidedehacerlo

pronto.Preferiríavivirensucasa,apiemismodelaplayaysutilmentemeencargoderecordárseloconfrecuencia...«Yameimaginoyolasutileza,Quintanilla...»–pensóMontesconloslabiossellados.– Huumm..., pues a mí me parece bastante raro, salvo que tuviera alguna enfermedad que no

sepamos. Lo mejor será que intente averiguar algo de su historial médico por si acaso –dijo elinspectorsacandosulibretadelbolsilloparatomarnota.–Bien,voyamirarenlacocina–dijoQuintanillalevantándosedelsofá.Al irse la subinspectora,Montes se quedó unos instantes reflexionando el tema del testamento.

Nunca había pensado en formalizar uno salvo cuando estuvo destinado en el País Vasco y laamargura de aquellos tiempos le hicieron rondar por la cabeza algunas ideas siniestras, pero poraquelentoncesnoteníanadadignoquelegaranadie.«Tengounahipotecayuncoche,noesmucho.¿Aquiénlosdejaríasyporqué?TalvezdeberíaspensarunpocoenesoseñorMontes,alfinyalcabo se supone que la profesión de policía es de riesgo y además tú ya vas teniendo una edad.Tengoquedejardefumar».–¿Quiénsehaganadounpremioespecialalamejorpolicía?–dijoQuintanillaalentrarenelsalón

agitandounaagendaconunamanoenalto–.Lodicho,hombres,previsiblesydejaos.–QuitesuszarpasdelaagendaQuintanilla.–Uys,perdoneinspector,conlaalegríamehedescuidadoenestecasodepatologíacriminal.–¿Ymiregalo?–Escoja–dijoMontesapesadumbrado.–A ver a Pep el Legionari puede usted ir solo, así estaré un pocomás conmis abuelos, pero

mañananohabráquienmeseparedeusted,nomeperderíalavisitaalTremullipornadadelmundo,lecompensaréenelcaminodevueltacantándoleunascancioncillasdelSabinaalestiloserratero.–LarguémonosQuintanilla,estavezpuedeconducir todo lorápidoque ledé lagana–exclamó

Montesconunasúbitaquemazónenelespinazo.

PepelLegionari

PepelLegionariteníarazón,consólobajarlaventanillaypreguntarporsumoteenelpueblode

Taraveus,leindicaronalinspectorladirecciónalaprimera,sinningúnproblema.Eraelsistemamásfiable, comoenmuchasde lasmasíasde lazonaelcaminodeaccesopodía ser intrincado, solíapermanecerocultoenlosbuscasdecarretera.Montesllegabacontiempodesobraasucitadelasocho.Cuando tuvo contacto visual con la vivienda, detuvo el coche para fumarse un cigarrillo, aestashorasdelatardelatemperaturaempezabaaseragradableeinvitabaalacontemplación.Enmomentoscomoeste,elinspectordelaPolicíaNacionalFranciscoJavierMontes,creíavivir

situaciones surrealistas en plena cotidianidad, la extraña sensación de verse desde fuera y darsecuenta de que lo que estuviera haciendo en esos casos carecía de sentido, un absurdo kafkianoaunquesetratasedeunaactividadcorriente.«Ahoraestoyaquífumándomeuncigarrito,almenosparecequeestoyvivoynoesunsueño,eres

túelqueestáaquí,enmitaddeunoscamposdecereales,viñedosymatorralesenlaotrapuntadeEspaña,llegadodesdelacapitalparainvestigaruncasoquenormalmentenoseríamásquepapeleo.Delasinfinitasposibilidadesqueeluniversopodíatramaratuscuarentaycincoaños,laquetehatocado vivir es estar aquí, a seiscientos kilómetros de casa, en el Alt Empurdá catalán paraentrevistar como policía a un tal Pep el Legionari y aclararle cómo un buen amigo suyo hadesaparecidoenextrañascircunstancias.Nomedigasquenotieneguasalacosa.Ahoraconducirástucochecomounautómata,sintenerquedecidirsobrecadamovimiento,pisarelembrague,cambiardemarcha...¿Teacuerdasdecuandotesacasteelcarnetdeconducir?Pensabasqueeseera«eldíamás importante de tu vida», estabas acojonado, menuda responsabilidad la de ese chaval dedieciochoaños.Aprobaste,podíasconducirel1.430amarilloconcapotanegradepapáyyanadaseríaigual,yaerasmayorsalvoporelotrotemaverdaderamentefundamentalparaunmuchacho:Dejardeservirgen;esemismoveranomatastedospájarosdeuntiro,elhombrecompleto,nopodíahabernadamásenelmundo.¿Elamorquizá?Esoyaloprobasteunosañosantes,¿recuerdas?Elprimer amor, el que nunca se olvida, el principio de la serie de amores imposibles.Vamos al tajoMontes,quesetevalapinza».Talcomohabíavaticinadoélmismo,condujodemaneraautomáticahacialacasa,despacio,conla

vista puesta a ambos lados del camino, entretenido en la contemplación de pastos y viñedos. Eledificiosealzaba tras las ramasdeunenormeroblecentenario, laconstrucciónera la tradicional,plantarectangulardemurosdepiedraydosalturasconeltejadoacuatroaguas.Laaportaciónmásoriginal se encontraba en la segunda planta, seccionada en su longitud para cobijar una ampliaterrazacubiertaconprometedorasvistasaleste.Montesdejóaparcadoelvehículojuntoalrobledelaentrada.Enunextremodelaviviendapudo

apreciar un techado metálico bajo el que descansaban un todoterreno Land Rover verde olivaoscuroyunmonovolumenRenaultSpacegrismetalizado.Seencaminóhaciaelportalóndemaderaremachadodegruesosclavosybandasentrecruzadasdehierrooxidado.Esperóenlaentradatrasllamaraltimbre.

«Novaatenerloquesediceunavisitaagradableprecisamente».Apenas tuvoqueesperarunos instanteparaque le atendieran.Un sujeto cercanoa los cincuenta

años,alto,pelopinchodecabellocortoycanoso,siluetadelgada,fibrosaymiradadeojosclarosypenetrantesleabriólapuerta.«Recio,vehemente,concarácter,disciplinado,directoperonobruto,haytoquessibaritas,serioy

jovialalavez,interesante»–elescánerdeMontessaltósinprevioaviso.– Buenas tardes, soy el inspector Montes de la Policía Nacional. ¿Es usted eh..., Pep el

Legionari?–preguntósinmuchasdudasalrespecto.–Asíes,llámamePepporfavor,pase.Montes no recordaba que aquella voz fuera tan ronca desde el altavoz del teléfono en el

despachodeJavierMarías.Parecíadeultratumba,comoelresultadodetrasegarbarrilesenterosdecazalla.Elanfitriónleacompañóalsalónyleinvitóasentarseenunsofádecueromarrón.Montesnopudoevitarlatentaciónderepararenladecoración.Sobrelachimenea,laparedprincipalcolorgranate intenso albergaba una abigarrada colección de animales salvajes disecados. Cabezas deantílopesdediversasespeciesquenosupoidentificar,ladeunbúfaloenorme,unjaguar,uncaimánde mandíbulas amenazadoras y el cuerpo estilizado omnipresente de un pez espada. Pep elLegionariobservólamiradacuriosadelinspector.– A Javier no le gustaba nada esta habitación, todas esas cabezas... La idea de la caza como

deportelerepugnaba.Enmidefensahededecirquelosanimalesnosufrieronmucho,soyunbuentirador. Salvo el pez espada, que se hizo de rogar para atraparle, los demás tuvieron unamuerterápida.Cuandoveníaavisitarmesiemprecharlábamosarriba,enlaterraza.Igualsesienteustedallímáscómodotambién–sugirióPep.Montes compartía esa repugnancia, no le veía la gracia a matar a un ser vivo por diversión.

Rememoró el visionado de un programa televisivo dedicado a la caza y pesca. Un expertoaleccionabaaunnovatodemedianaedadytripacervecerareseñable.Sehallabanapostadossobreunparapeto elevadode tierra, sus siluetasy laperspectivano les favorecíamuchoen cámara.Elprofesor lecorregía laposicióndelrifleconmimo,mientras lavozenoff delvideoexplicaba lasbondades de la tecnología en las nuevas armas dotadas conmirilla telescópica y guía láser.Unciervojovenbebíaapaciblementedeunarroyoamenosdeveintemetros,completamenteajenoaloqueseleavecinaba.Duranteunminutointerminablelatomasecentrabaenelanimal,quietocomosifuera de cartón piedra. El asesor continuaba tranquilamente con sus consejos a la vez que elespectador veía oscilar el punto rojo del láser sobre el pelaje del ciervo. Se escuchó un ruidosordo.«¡Excelentedisparo!»–exclamóelprofesionalenuntonosobreactuado.«Sitantolesgustaeldeporteytanvalientesson,deberíancogeruncuchilloeirtrasellosaver

quetallesiba.Igualelbúfalooeltigrelecogíangustilloaldeportetambién».PorotraparteMontesnopasabaporaltolasugerenciadequefueranalaterrazadelpisosuperior,

podía tratarse de simple amabilidad o hurgando más profundamente en temas psicológicos, laposibilidaddequePepelLegionariestuvierasopesandolafragilidaddelaimagenofrecidaporsuatuendo atípico de policía ilustrado y le situara en lamisma orilla pacifista de JavierMarías, encuyocasose leplanteaba laopciónde romperesacadenadepensamiento, seguirle lacorrienteolisayllanamentehacerloquelevinieraengana.Eligióunacombinacióndelasdosúltimas,lapartedeorgullopersonaldepareceralguienaquien

no le intimidan lasdotessangrientasdeuncazador,quedaríadoblegadasinproblemassiconelloobteníalaventajadeparecerunacriaturadócilyladefamiliarizarseconlaestanciaenlaqueJavierMaríaspasabalashorasconversando.«Avecesesmejorpareceruncorderilloasustadizo,nuncasesabecuandolasorpresapuedeserme

útil».

– La verdad es que amí tampocome seduce la caza, Pep. Si Javier prefería la terraza,mejor

seguirsuspasossinoleimporta.–Enabsolutoinspector,ademásestaeslamejorhoraparadisfrutardeella,seacercalapuestade

sol,sígameporfavor.Subieron juntos por unas escaleras de piedra en semicírculo hasta llegar a la segunda planta.

Caminaron por el pasillo hasta llegar a la terraza abierta sin cristaleras, cubierta tan sólo por unentramado de vigas de madera y las hojas de parra colgantes arracimadas en todas direcciones.Sobre el suelo aparecía una alfombra de tonos cálidos totalmente rodeada por pufs de cuerorepujadoysofásdemimbrecubiertosdesenfadadamenteporsábanasencolorvino.Sobreunamesabajasehallabaunabandejaplateadaconunvistosonarguiledecristalazuloscuro.Ladecoraciónparecíadispuestaparaquelaestanciaacogieralosmomentosderelax.«No me extraña que Javier le gustara charlar en la terraza, las vistas son magníficas y la

atmósferaquedesprendeesmuyguapa,aquínohaybatallas,haypaz».–Unsitiomuyacogedor–comentóelinspector.–Gracias,aJavier leencantabaverlapuestadesoldesdeaquí–añadióPepelLegionari–. Por

favor,cuéntemeloocurrido,inspector.–Nosabemosgrancosa. JavierMarías llevabadesaparecidovariosdías, luegoseencontraron

restos de su moto en una curva de la carretera del Parque Natural Cap de Creus, sobre unacantilado.Sucuerponohaaparecido,apenassabemosnadamás.Lascircunstanciasnosconducenapensarenundesgraciadoaccidente.–Yaveo,¿hayalgunaotraposibilidad?–preguntóPep.–Siemprepuedehaberalternativas,pocas,perolashay,supongoquemimisiónesdescartarlas.Es

untrabajodifícilsinconocersuformadeser,suentorno,lasamistades...Creoqueustedleconocíabien–dijoMontesenesperadecualquieraportación.–Le seré franco inspector, yo tengomuy pocas amistades, pero las que tengo son a prueba de

bombas,pidomuchoperosoycapazdedarlotodoporellassihacefalta.Amíesaspersonasquecoleccionan amistades como churros para aparentar que son cool o como se diga,me la traen alpairo, allá ellos.Y Javier era un amigo especial, de los que en una trinchera se podría confiar aciegas,nohaymuchagentedelaquesepuedadecirlomismo.PepelLegionariselevantó,diolaespaldaaMontesysedirigióalabarandillademadera,enel

extremodelaterraza.–Yonosoydelosqueechanfloresprecisamente,créame.Javierera,unamigodelosbuenos,un

tipo cojonudo, un ser especial, su pérdida es una pérdida para la humanidad, así como suena, contodaslasletras.Montessedetuvoenobservarlaactituddeesafigurareciademirandoalhorizontedelapuesta

de sol. Con aquella voz de ultratumba, quebrada por los sentimientos, confirmaba aun más laspalabrasvertidassobreJavierMarías.Notócomoempezabaasentirensu interiorun interésfuerade lo común acerca de ese masajista misterioso al que sus amistades describían con testimonioscercanos a la devoción, unamotivación extra para seguir investigando.Pepel Legionari volvió asentarse.–Pep...¿CreeustedqueJavierMaríaspudopensarenelsuicidio?miródirectamentealosojosdelinspectorcomosiaquellafrasefueraunaofensapersonal.– El que no piensa en el suicidio alguna vez es que ha tenidomucha suerte en la vida o es un

gilipollas. Hay gente que le estaba amargando la existencia últimamente, aun así, de todas laspersonasqueconozco,eslaquemenospapeletastendríaparaelsuicidio.

Montessabíaquehabíaindividuoscuyaintimidadguardabancelosamente,unmundointeriorqueescondíaninclusoasusseresmásqueridos,aotrasqueestabanpasandoporunamalarachaselasveíavenir a lasprimerasdecambio.Eradifícil juzgar si JavierMaríaspertenecía alprimergrupoaunquesospechabaquePepelLegionari leconocíabienynoeradeesaspersonasque seandancon tapujos como para ocultar lo que realmente piensa. Con todo, lo que le había llamado laatención era la referencia a problemas. Hasta ahora todos los entrevistados le consideraban unaespecie de santo terrenal. Le intrigaba saber qué asuntos y personas podían haber puesto unachinchetaensuzapato.–DígamePep,¿aquéproblemasserefiere?–Alosidiotas,cretinosdemalasangre,alosquenotienencerebroyvenelpecadoenunamiga

de pan, a los que quieren arrastrar a los demás a sumisma triste existencia y encima quieren darejemplosobreloquenisiquieraconocen.Diosloscríayellossejuntan,personillas,lagentuzadesiempre.–¿Puede...,concretaralgomás?–preguntóMontes.–Puesloheresumidobastante,créame.PepelLegionarivolvióalevantarse,larabialecorroíaynopodíaestarsequieto.– Verá inspector, Javier recibió en herencia un campo de fútbol. Los Rossell eran una familia

pudienteybienintencionada,cedieronlosterrenosalorfelinatoregentadoporlosreligiososdeunadelasparroquiasdeCadaqués.ComoustedsabráJaviererahuérfanoyquisomanteneresatradición.Nosóloeso,quisotambiénimplicarseensueducación.Comomasajistateníaunaampliaexperienciaendeportes,ejerciódeentrenadorparaloschavalesycuidabalosgolpesyesguinces.Aloscurasles venía de perlas esa ayuda gratuita. Todo fue bien por un tiempo, demasiado bien. Los niños,algunosunosauténticospendejos salvajes,pocoapoco fueroncogiéndolecariño,conesfuerzoseintegróalasmilmaravillas.Teníaqueverlos,seguíansusconsejos,practicabantácticas,disputabanporprimeravez algúncampeonato...Reían inspector, disfrutaban.Entre la trabajadora socialde laGeneralitat,ElenaSanchísyJavierhabíandadounvuelcodetrescientossesentagradosenlavidadeesoschavales.Dondeanteshabíapeleas,riñas,dejadezyfaltadevoluntad,ahorahabíatrabajoenequipo,solidaridad,confianza,disciplinaydiversiónalavez.¿Ysabelomejor?Esoscabronesempezaron a jugar bien y cuando digo bien quiero decir que jugaban como los putos ángeles,elaboraban jugadas casi sinmirar, comoun reloj, unamáquinaengrasada.Ganaronuncampeonatolocalfrenteaotroschavalesdelaprovincia,lagenteacudíaaverlos.Recibieronsusmedallas,locelebraroncon fiestas inventadasporElena, tieneustedqueconocerla, ellamismaorganizaba laspancartas,sedisfrazabadeprincesa,tirabaelconfeti,cantaba...,unshow.¿Seimaginaloqueesesoparaunniñohuérfanodemasiadomayorparaseradoptado?Porprimeravezsesintieronqueridosdeverdad.–Suenagenial.¿Quépasó?–inquirióuncuriosoMontesmetidodellenoenlahistoria.–Lavidainspector,lavida.PepelLegionariselevantóselevantódenuevohacialabarandilla.–Lasurracas,losbuitres,lacarroña.Lapolítica,losintereses,elpapanatismo,loscharlatanes,la

mezquindad. La ignorancia. No se lo puede ni imaginar, shame, and eternal shame, nothing butshame.«Vaya,vaya,elcazadornoshasalidoerudito,EnriqueV,Shakespeare,versiónoriginaldeltexto,

tengoqueverotravezlapelículadeKennethBrannagh,“HenryV”,lapartefinalflojeabaunpoco,peroquépeliculón».– ¿Tiene usted imaginación, inspector? –preguntó Pep el Legionarimientras se incorporaba otra

vez como lo haría un profesor ante sus alumnos, dando cortos paseos de un lado a otro de laterraza.–Parabienyparamalnoesalgoquemefalte,Pep.– Bien, le pondré en situación, es complicado y simple a la vez. De ser pocomenos que unos

apestados,loshuérfanosdeCadaquésseconvirtieronenelorgullodelpueblo,delacomarcay...,debuenapartedelpaís.Elequipode loshuérfanosdeCadaquésde futbolasiete, ganaron a losgrandesdeCataluña,incluidosnadamenosquealacategoríasinfantilesdeElEspañolydelBarça.¿Mesigue?Montesestababoquiabierto,esoeranpalabrasmayores,empezabaaintuirlamagnituddelasunto.

Sehabíaquedadosinsaberquédeciryasintióconlacabeza.– Aquello fue la bomba y..., ahí empezó a joderse todo. Mezcle a partidos políticos sin

escrúpulos, empresarios ambiciosos, la Iglesia, remuévasebienyobtendráuncóctel explosivodecojones. Con el campeonato de España en el horizonte, esto es importante, llegaron ofertas depatrocinio interesadas, no tanto enobtener beneficios para las empresas,másbien comomediodeganarse un estatus de compromiso social y con ellas los trapicheos políticos, que si cambio deuniformes, de colores, que si bandera catalana por aquí, que si republicanos por allá, que siconsiguesesto tendrásun lugarenelpartido...,que losespañolistasbanderita tambiény lomismo,promociónpersonal,social,departido...Laiglesiateníaalrevoluciónmetidadentrodelpatio,conunamujerde trabajadora socialateayde laGeneralitatyunentrenadorvisionario, condecisionesdemocráticas al que los chavales idolatraban.No les gusta la notoriedad ni que semetan en susasuntos, son ellos los que quieren ser los buenos que cuidan de esos pobrecitos, con un poco delavadodecerebroporsupuesto.Necesitabandineroparalosgastos,viajes,uniformesyabrieronlaspuertas a las presiones. Ellos no se libraban tampoco, que si aceptar propuestas publicitarias onacionalistas no iba con sus normas, que si seguir las directivas centrales... Se les escapaba elcontroldelasmanos,eltemalesveníagrandeportodaspartes.Ysoportandolacruzdeeseavispero,Javier,comounsantoemergiendodetantamierda.Susúnica

bazaseranlaposesióndelosterrenos,unaspectoimportantedadoqueCadaquésestáenmediodeunParqueNaturalyelapoyodeloscríos.Otroensulugarhabríasacadotajadadelaocasión.Lesacabadequicioaquelloperolosquedeverdadleimportabaneranloschavales.Lesinformabadela situación en cada momento, podría haberles comido el coco en cualquier sentido si hubieraquerido, hubiese sido fácil manejar unas mentes por formar. Nunca tomó partido, dejaba a loschavalesvotarlibrementeaunqueavecespensasequeseequivocaban;teníanqueserresponsablesyaprenderdesuspropioserrores.Javieraguantócomopudolosintentosdesobornosencubiertos,monetarios,políticos,religiosos...,

ylohizoconunasonrisaamablepuestaenlaboca,laprocesiónibapordentro.¿Ysabequé?PepelLegionarisesentóenfrentedeMontesylemiróalosojos.– Agárrese los machos inspector, esos putos niños, esas criaturas del estercolero, esas pulgas

cabronas,ganaronsupasaporteparalaFinalFourdelCampeonatoNacional.EnlasmismasnaricesdelBarça,elAtlethicdeBilbao,elValenciayelRealMadrid,condoscojonescomodossoles.Larehostia.–Joder,noteníaniidea–dijounMontesmaravillado.– Bueno, en parte es lógico, aparte de algunas cadenas de televisión nacionales de pago, tuvo

sobre todorepercusiónenCataluña.Javiernuncabuscó lapublicidad,alcontrarioy los religiososnodabanpieademasiadasfacilidadesparaaccederalosmenores.–Quémomentoinspector,quemomento.Mire.PepleenseñóelantebrazoaMontes.–Inspector,mimotenoesfrutodelacasualidad,soyunexmiembrodelaLegiónExtranjera,he

vistodetodoenestemundoyaúnsemeponenlospeloscomoescarpiasalrecordarlo.–Yaveo,quépasadadebióser.– No soy un forofo del fútbol inspector. Lo que sentí es orgullo, orgullo de ver como esos

chavalesolvidadosjugabancomounapiña,decómoderrotabanalosgrandes,alospoderosos,sinchulerías,conhumildad, jugandolimpio.OrgulloporcontemplardeprimeramanolosvaloresqueJavierleshabíainculcado;unidad,sacrificio,democracia,disciplina,talento,deportividad,alegría...–Esparaestarlo,desdeluego–añadióMontesconsinceridad.

–Sí,paraqueluegometieranlaszarpaslosdesiempre.Malditoshijosdelagranputa,unapandadecanallas–sentencióPepelLegionari–.Nopodíandejarlascosasasí.ElenaSanchíslepodrádarmásdetalles, lo vivióde cerca.Yo sólopuedodecirle por encimaque se encargaronde echarle,comounajauríadehienas.–Cuéntemeloquesepa,nomedejeconelsuspense–comentóMontes.–Nolepidoquesefíedemí,inspector,sigasupropioinstinto,perolecontarécosassinquemelo

pidaquenolediríaanadieyluegojuzgueustedmismo.Verá,haygente indeseable en todaspartes, cuervosde todas las edades,unosnacenyotros se

hacen. Entre los huérfanos, aunque fueran unos críos, los hay también. Uno de ellos, de esosmayoresquequedaronfueradelosequipos,debiótentarlosoídosdeloscuras.QuesihabíavistotocamientosdeJavierconloschicos,quesisecretodeconfesión,quesiapenaspodíahablarporqueloquevióleparecióunsacrilegio...Sepuedeimaginarelresto.Yesosgusanosenfermos,acechadosporsuspropiosfantasmas,presosdesusinfiernospersonales,delabasuraensucasa,letomaronlapalabra.Era laexcusaperfectapara terminarcon la influenciadeMaríasentre losmuchachos,deminarelcariñoqueleprofesaban,desembrarladuda,dequebrarsuunidadeindependenciafrentealoscurasysus interesesreligiosos,políticosyempresarialescon laburguesía.Hacecuatromesesde esto, Javier lomeditó seriamente.Decidió que a su pesar, lomejor para los chicos era dejarloestar. No quería iniciar una guerra de trapos sucios que habría salpicado a todos. Les contó losucedido,lesdiosuversióndeloshechos.Alprincipiosedespidiódeellosconlágrimas,luegoconbromasyrisas.Eltrabajoestabahecho,loqueélhasembradonolopararánadie.–Elfuturolodirá–agregóMontes.–Pareceustedcansadoinspector,¿leapeteceunacopa?–Llevounosdíasunpococomplicados,demasiadoenloquepensarperohedeseguirhaciéndolo.–Sonmásdelasocho,consideresujornadaterminadaycontemplelapuestadesol,paraJavieres

elmejormomentodeldía,merecelapena.–Mehaconvencido.Hacetiempoquenometomounacopaencondiciones.¿Tieneustedwhisky?–Enestacasaalcoholydrogasblandasnofaltan,inspector,esperoquenomearreste.Avisaréa

Giulietta,mipareja.Pídaleloquequiera,nolemolestará,esmuda,aunqueasumanerahabladelolindo.Algunoshombressequejandelaverborreadesusmujeres.Yonotengoeseproblema,creoque no aguantaría a nadiemás a estas alturas de la vida.Disfrute de la puesta de sol, yo he deatenderalosanimales.Antes de que pudiera negarse, Pep el Legionari abandonó la terraza súbitamente. Al mismo

tiempo,deentrelassombrasaparecióunafiguraconunabandejaentrelasmanos.Refrescos,hielo,una botella de «White Label» medio llena o medio vacía, a gusto del consumidor y lo que enaparienciaeranunospitillosyaliadosdemaríadispuestosenfilaenmediodeuncenicerodecristal.Lamujer,entotalsilencio,apenasdejabaentreversurostro.Suhermosuraeraexuberante,igualde

alta que el inspector, lucía una larguísima melena suelta y morena que le llegaba hasta unascontundentescaderasporencimadeunospechosprominentes.Curioso,Montesllegóaversurostrodefaccionesexóticas,nollegabaadefinirsuprocedencia,podíaseroriental,esquimal,hawaianaodeascendenciaindiaamericana,comosalidadeuncuadrodeGauguin.Sin tiempo para reaccionar ante su presencia, el policía vio como aquella figura retornaba a las

sombras de donde provenía, descalza y embutida en una fina bata de seda negra con motivosflorales que realzaba cualquier tipo de movimiento corporal. De su imaginación, brotaron lasimágenesdeunfelinoacechandoasupresa.Desprendíaunabellezafuertementeanimal.«Joder,aestolellamoyoserunbuenanfitrión.Apuntemental:sopesarlaidoneidaddeponeruna

parejamudaenmivida.Lavistaesimpresionante.Unpocoderelaxnolevienemalanadie.¡Quécoño,melomerezco!».

Sin más miramientos, se sirvió un cubata y encendió uno de aquellos cigarrillos, dispuesto adisfrutar de los intensos colores que comenzaban a incendiar las dispersas motas de algodónsituadassobreelhorizonte.Unatenuebrisacálidamecíasuscabellosmientras le trasportabanlossonidosdealondras,ruiseñoresygolondrinaserráticassurcandoloscielosalcontraluz.«Quépasada,algotienenlosatardeceres,¿cómoeraaquelloqueleí?,“losatardeceressoncomo

espejos del alma”, algo así, ¿que tal anda tu alma, inspector?Ahoramismo, agotada pero en lagloria...Buff,estepetardoceoquemeestáhaciendoefecto».Terminadasambasconsumiciones, aduraspenaspudoabrir lospárpadoscuandoel tactodeuna

manofemenina le invitóaquese levantara.Confuso,Montesobedeció lamirada tranquilaaunqueenigmáticamentefirmedeGiulietta.Leseñalóunacamillademasajecubiertaporunasábanablancayuna toalla.Asu lado,unapequeñamesitaalbergabapequeñosbotescon líquidos transparentes,acompañadosconvelasencendidasyunabarritadesándaloprendidosobreunatablilladecaoba.Embriagado de alcohol, cannabis y aromas embriagadores, Montes no sabía discernir si estabaalucinando. «Estoy soñandoyprontodespertaré».Se sentía pesado comoel plomo, no supobiencómo, pero de repente estaba desnudo tendido boca abajo sobre una camilla que le daba labienvenidaamododesirenairresistible,contansolounapequeñatoallacubriendosupudor.Creyósentir unas dedos lubricados sobre su espalda, trazando círculos y espirales caprichosas quesemejaban símbolos tribales. «Estoy soñandoy pronto despertaré».Algoque no era piel surcabaahora su cuerpo, los largos cabellos de ébano deGiulietta cubrían dolorosamente despacio cadacentímetrodesucuerpoenunaondulantedanzadesensacionesinfinitassindimensionestemporales.– ¿Inspector?Siento despertarle pero le llama por teléfono unamujer un tanto histérica.Que se

pongaahoramismoollamaalapolicía,dice.–¿Eh?,¿dónde...,estoy?–preguntóaturdidoMontes.–SoyPepelLegionariyestáenmimasía,¿recuerda?El policía hizo un barrido rápido de su estado semicomatoso.Hecho un ovillo en el sofá de la

terraza,desnudobajounamantadesuavefelpa.Resaca,cuerpopegajoso,cuelloentumecido,bocaseca, escozores repartidos por los sitios más inverosímiles y unamezcla de olores diversos queoscilabanentreeljazmín,elwhiskyyelsudor.«Joder,Fran,menudocretinoestáshecho,¡otraveztehasquedadosopaencasaajena!Gloriosaimagenparaelcuerpodepolicía,¡patán!».Enesossegundosdeconfusiónlevinoalamemorialaimagenpeliculeradeunsoldadoconuna

inscripción en su casco que en vez de decir «Born to kill», se burlaba de él con otras palabras:«Borntosleep».Intentandorecuperaralgúnvestigiodeprofesionalidad,Montescontestócomopudo:–¿Tieneustedhorchata?,quierodecir,pásemelaporfavor.–Lahorchatanoselapuedopasarporquenoestamosacostumbradosenestacasaaesetipode

brebajes.Aquítieneelteléfono.

En esos momentos de neuronas bajo mínimos, el inspector no pudo menos que felicitarse alcomprobarquelepasabanunteléfonoinalámbrico.Tenerqueandaralinteriordelacasa,desnudoycondignidadseleantojabaunatareaimposiblederealizarconladebidacomposturadeunagentedelaautoridad.

–InspectorMontes,¿conquiénhablo?–¡Monts, le llevo esperandomedia hora en el hostal! ¿Dóndecujons se hametido, inspector?

¡ComolleguemostardealTremullilecrucifico!¡Muevaelculodeunavezestédondeesté!–UnrespetoQuintanilla,unrespetoaunsuperior,¿eh?–¡Ustednoesmisuperior,Monts!–Talvez,perosoymayorqueustedytodoelmundosabequehayrespetaralosmayores,¿meentiendeono?

Antesdeque lasubinspectorapudieraendilgarlealgunarespuesta,aquelguiñapopolicialenquese había convertido el inspector Montes, colgó el teléfono. Silenciosa y fiel a su costumbre,Giuliettasurgiódelassombras,estavezcontodasuropadobladaescrupulosamente.–Ledejamosasolasparaquesecambie,inspector.¿quierequelepreparemoseldesayuno?–No,gracias,muyamable,perono tengo tiempo,ya tomaréalgoenelhostalantesde irmeal

Tremulli y siento de veras haberme quedado dormido de estamanera tan vergonzosa en su casa.Esperoquenomelotengaencuenta,Pep.–Nohaydequé,leagradecemossuvisita,sinecesitacualquiercosanotienemásquedecirloysi

noesmuchopedir,esperoquenostengaaltantodelparaderodeJavier.DélerecuerdosaFerrándemiparte.–¿Leconoce?–Unpoco,haestadodondeestáustedahoramismosentadoenunpardeocasiones.Creoquelo

recordará.–Asíloharé.Graciasdenuevoporsuhospitalidadyhastalavista.Lemantendréinformado.

Al acercarse al coche,Montes alzó la mirada hacia atrás para ver como Pep el Legionari y

Giulietta se abrazaban en la terraza de lamasía.No era un encuentro especialmente alegre y sinembargo,elpolicíacreyóentreverunasonrisadeextrañacomplicidadensusrostros.

ElTremulli

Montespodía sentirenelespinazo lasmiradas inquisitoriasde lasdosmujeresque leesperaban

sentadas en el porche del hostal. Suspiró dispuesto a tratar de salir airoso ante su probableinterrogatorio.–Si estoes loquehacen loscapitalinos supuestamente formales,no séquees loqueharán los

bohemios...–comentóRosa–.Vayapintaquetrae.Otravezconlaropadeayeryconunasojerasdeespanto.TeresaQuintanilladudabaentreresponderdemanerafrancaaesecomentarioomantenerelaura

severaydignapropiadepolicíadeuniforme.Perdiendolabatalladeladiscreción,comentó:–Habrátenidoqueinterrogardenuevoalapintora...–Muyprofesional,quédudacabe.– Buenos días, señoras, antes de nada espero que me disculpen por no haber avisado de mi

tardanza.Necesitounaducha,notardaré,Quintanilla,seloprometo.–Máslevale,soycapazdesacarloarastras.–Nosehagailusiones.Rosa,seríatanamabledeprepararmeeldesayunodeayer?Ya...EstavezloacompañaréconunconsoméalJerez,lesentarámejorparaelviaje.Novayaa

serqueseaelprimercomensalensoltarloshígadosenplenoTremulliyarmeunescándalo.–Esustedunsol,Rosa,aunquenoloreconoceríaanteuntribunal.Ahoravuelvo.Frentealespejodelcuartodebaño,unrepasofugazbastóparapercatarsedelamagnituddesus

ojeras.«Qué nochesmás surrealista, no entiendo quéme sentó tanmal, hasta estoy suelto y todo. Te

pasaste con lamaría esa, no estás acostumbrado, vaya sueñomás raro...Me duele hasta lomásíntimo,estásviejunoya.Deberíasafeitarte.Loharémañana,hayprisayloprimeroesloprimero...».Cuandosatisfizosusrequerimientosmatutinos,Rosayaleesperabaconunconsoméhumeante.–Lehepuestounospicatostes,paraquesuestómagoseentretengaconalgodesustancia,quese

rumoreaqueenelTremulli,nosalelagentecomosifueradebarbacoaprecisamenteyleesperaunahoradecaminoencoche.–Yoloharéenmenos,aunquetengaqueponerlasirena–comentóQuintanilla.–Nohaceningunafalta,subinspectora,noestoyyopararallies.–¿Mevaadecirquésucedióanoche,oletengoquesuplicar?,¿tuvoclasesdepinturaotravez,

inspector?– Solo por evitar infundios que puedan perjudicar a gente respetable, le diré que fui a darle la

noticiaaPepelLegionariyaveriguarloquepudieradeJavierMarías.Fueronmuyamablesymeinvitaronapasarlanoche.–Ah,¿entoncesconocióaJulio?–¿QuéJulio,querrádeciraGiulietta?Losidiomasnosonlosuyoporloqueveo,Teresa.– Sí, sí, pues en su carnet de identidad lo pone bien clarito, que lo detuve en una ocasión por

posesión de marihuana. Medio kilo llevaba encima y de una calidad pasmosa por lo que dicen.Varón y muy varón, que a pesar de ese cuerpazo sintético de vikinga del Caribe, una es unaprofesionalycuandocacheolohagoaconciencia...–¡¡Pfsssshhhhshshs,coagghhh,eqsssshhhjj!!–¡Inspector,quesehapuestoperdido!–exclamóQuintanilla.–¡Aleeee,todoelconsoméporencima!Conelcariñoquelohesacadodelsobre...–añadióRosa.–Los...pica...,¡cojjfsss,coffsss!,pica...tostes,quesemehanidoporelotrolao...

Por unavez agradeció la compañía deQuintanilla.Le evitabapensar demasiado en los sucesos

deldíaanterior,cuyosderroterosseleantojabandeunanaturalezarocambolesca.Debíadetenerseparaanalizarpormenorizadamente loshechos, sopesarlos,darlessentido,pero losacontecimientossesucedíanunotrasotrosinrespiro,acadacualmásextraño.Leprocurabanlasensacióndequererbajarse de un tiovivo en marcha, un vértigo desasosegante con un maquinista lunático puesto almando.AhoraesemaquinistaleenviabaalasubinspectoradelosMossosd´Esquadrasentadaasuladoycontratodopronóstico,sesentíaaliviado.–Alegreesacarainspector,haceundíaestupendo,estáustedenbuenacompañíaynosdirigimos

almejorrestaurantedelmundo.¿Cuántoshumanospuedendecirlomismo,eh?,¿meentiendeono?–Puesnoseporquénomesientoespecialmenteafortunado.– Lo que usted necesita es quitarse el estrés y esta mañana le va a venir de perlas para

desconectar.¿Esoquetieneahíesunchupetón,inspector?–¿Quuéééé?,¿dóndeeeee?–Ahíenelcuello,debajodelacamisa.

Antesdequepudieramirarseenelespejoretrovisor,MontesmiróaTeresaQuintanillariéndoseamandíbulapartida.–¡Quintanilla,mecagüenlaleyelorden!– ¿Ve como está usted alterado?, menos mal que estoy yo aquí para solucionarlo. Relájese,

inspector.¿Estáustedcasado?–Madremíadelamorfermoso...Esonoesasuntosuyo,subinspectora.–Siyolodigoporconfraternizarunpoco.Yomeimaginoquenoporqueparecellevarunavida

muydisipada,perdoneustedqueselodiga.¿Meentiendeono?

Ante el silencio del inspector de la policía nacional, Quintanilla optó por continuar con elinterrogatorio:–Bueno,quizáahorano,peroalgunavezestaríacasado,¿no?Quierodecirquenoesunadefesio,

tampocoesBradPitt,nimuchomenos,peroalmenosnodaasco.Yatieneunaedad,unbuenpuestodetrabajo,nosé...Seguroquealgunalehabráintentadollevaralhuerto.PorunmomentoMontes,evocópartesdesupasadosentimental.Losrostrosseibansucediendoen

sucabezadeformaaleatoria,comolosescasosárbolesquesedejabanveratravésdelaventanilla

yquedabanprontoatrás.Poralgúnmotivo,desdelacapitaldelreinosehabíaimaginadoesazonarepletadebosques frondososypraderas suizas.Sin embargo loquepredominaban a travésde laventanilla de copiloto eran campos mediterráneos de cereales, matorrales y viñas dispersas. Unpocodetodo.Alfondolasmontañasylaeternapromesadeunmarnomuylejano...Ensimismadosepreguntóensilenciositodoaquellodelamornoeramásqueunailusiónpasajera.

De ser tan importante, ¿por qué no se no enseña nada de él en las escuelas? Solo novelas yculebrones;poemas,cancionesysuicidios.

–¿Eh...?No,ningunahatenidoesamalasuerte.–Nodigaustedeso.Deberíaustedsentarlacabeza,Monts,queyaesustedmadurito.Unabuena

mujeres loque lehace falta, ¿noquerráacabarcomounperreteabandonaobajo la lluvia?, ¿meentiendeono?–Reflexionaréseriamentesobresusugerencia,Quintanilla.Quizámañanaopasado.–PuedeustedllamarmeTeresa,queaquínonosoyenadie,inspector.–¿Quémedicedeusted,Teresa?,¿hayalgúnbuenmossoquebebasusvientos?Seguroquees

unatentaciónirresistibleparalosjovenzuelos.–¿Meestadustedllamandofresca?,sepaustedseñorDonFrançesXavier,queunanovaporahí

concualquiera.Porahínopaso.Yesoquenofaltaquienmevayadetrásynosonpocosnocrea,que no seré la Schiffer, pero este cuerpito tiene su gancho. Lo que pasa es que son apenas unosniñatos,niñatosinmadurosquesoloquieren...,yasabe.Hetenidovariosnoviosperonosequépasaquenomeduran.Nosoportanqueunatengasuindependenciaycriterio.Menosaúnquelestrateunamujerdetúatúoquelesmande.PrincesasdecuentoquelasbusquenenDisneylandia,niñatos.–Puesesoserá,Quintanilla,esoserá...–Nomedelarazóncomoalostontos,quemedoycuenta,¿eh?Nosepuedehablarconusted,

Monts,nuncasesabesihablaustedenbromaoenserio.–Avecesnoloseniyo...Los investigadoresbajaron lasúltimasrampasquedabanaccesoaunacalarecoletacobijadade

losvientosdel litoral.Elestablecimiento,peseasu renombre internacional,ofrecíaalvisitanteunestilo tradicional y sencillo en su construcción. Como una casonamás, semostraba sobrio en sudecoración,tansolosalpicadodepinos,cipresesyenredaderascomoprincipalesornamentos.–Pórtesebien,Quintanilla,noolvidealoquehemosvenidoyqueesustedunarepresentantede

laautoridad.–Descuide,inspector,soyunaprofesional,¿quésehacreído?–¿Quéhoraes?–Once,cincuentaycinco,Monts,puntualcomounreloj.–Buenosdías,lesatiendeGerardFiguerola,¿enquépuedoservirles?¡Ah!,holaTeresa,qué

sorpresa.¿Cómoestás?–Mejorquenunca,¿nomeves?TenemosunacitaconAndreu,tujefe.– Eeeeh..., ya. Sí, sí, a las doce, muy bien. No..., no sabía que venías a acompañar al señor...

¿Montes?,¿esustedelcapitánMontes?–Este...Asíes,sí.–Hacemuchotiempoquenoteveía,Teresa.–Sí,casidesdequeerasunniño.–Perosinoharámásdeunaño.–Pueseso,unniñato.–Bien,serámejorqueaviseaAndreu,enseguidavuelvo.

–Quintanilla, Quintanilla..., me ha parecido percibir un ligero toque de sutil recriminación a eseatento caballero.Debería ocultar esa sonrisa de psicópata.Yame explicará elmotivo de tamañodesplanteydesdecuándoloteníaustedpreparado.–Noséaquéserefiere,inspector.Hermosodía,¿verdad?¡Oh!,ahívieneAndreu.–Buenosdías,CapitánMontes,supongo.–Inspector,señorFerrán.InspectorMontes.Apesardelascircunstancias,esunhonorconocerle.

LasubinspectoraTeresaQuintanilla.– Acompáñenme a la terraza por favor, tendremos mayor intimidad. Ah, Gerard, ocúpate de

traernosunosentrantesalaterraza,porfavor.Mejordéjalosaquíyyalossirvoyo.Sillamaquienyasabes,esosí,avísame.

Elayudante,correspondióconunlevemovimientodecabezaygestoaliviado.Elinsignecocinero

lesseñalóalosvisitantesunadelasmesasdelaterrazaylesinvitóasentarse.AMontesnodejódesorprenderle la sensación de estar ante un genio, con esa mezcla inusual de despiste y máximaconcentración, de sencillez y complejidad.Casi podía ver el torbellino de ideas sobrevolando sucabeza, como si escaparan en un baile errático, incapaces de permanecer por mucho tiempoencerradas en el interior de su cerebro.Yendo y viniendo. Teresa semovía inquieta con sus ojossaltones, taladrandotodoasualrededoramododeametralladora.Noqueríaperderseundetalleque no pudiera mencionar en futuras conversaciones. Era la personificación de la felicidad hechacarneyembutidaenuniforme.AndreuFerránsedebatíaenunaluchaporsuhondapreocupación.Elcúmulodeposibilidadesque

pugnabanensuinteriorporladesaparicióndeJavierMaríasysuresponsabilidaddegerentedeunrestauranteenelqueestabanpuestastodaslasmiradasdelplanetaculinario.Contodo,loquemáslepreocupabaalcocineroenaquellosmomentos,eraencontrar lamejorformade transmitiradosextraños, elmaremagnum de vaporosos contenidos que tenía que ser transmitidos de unamaneramínimamente comprensible y razonable, máxime teniendo en cuenta que trataba con dos agentespoliciales,quenosolíanbrillarporunaportentosacapacidadintelectualprecisamente.Decidiótomarladelantera.–Corríjanmesimeequivoco,agentes.Javierllevadesaparecidomenosdeunasemanaycreenque

hapodidosufrirunaccidenteperonoestándeltodoseguros.¿Esasí?–Grossomodoasíes,efectivamente.Haypistasquenosindicanunposibleaccidentesufridocon

sumotoenlosalrededoresdelCapdeCreus,aunquenosondefinitivos.Encualquiercaso,quenohayarastrodeéldesdehacedías,yaesunhechosuficientementeextrañoentrelaspersonasqueleconocen.–Dígamelaverdad,inspector,seloruego.¿Creenquepuedehabersido...,unasesinato?Cual negro augurio, la palabra asesinato estuvo sobrevolando a los allí presentes durante unos

instantesinterminables.Montesinspiróprofundamente.–¿Puedopreguntarlequélehacesuponereso,Andreu?–Entreotrasmuchascosas,elhechodequeesténustedesaquí,porejemplo–contestóelchef.–Yosiempreestoyporaquí,señorFerrán–adujoQuintanilla.– Soy muy despistado pero también observador por naturaleza. Cuando alguien distrae a mi

personaldeconfianza...Ahoraquelodicesucaramesuenadealgo,meparecehaberlavistoaustedhacetiempopululandoentrelosmatorrales,simepermitedecírselo,creoquenollevabauniforme.– La subinspectora Teresa Quintanilla se incendió como una bombilla ante el comentario del

cocinero.–Eeeehh...,asuntosmenoressinimportancia,cosasde...niñatos–balbuceóQuintanilla.Montesmiródereojoalasubinspectora.«Madremíadelamorfermoso...».– La futura inspectora de losMossos d´Esquadra, colabora conmigo. Conoce ampliamente la

zona y es una ayuda muy valiosa para esclarecer los hechos lo antes posible, un ejemplo de

colaboraciónentrecuerpos.–Sí,yaveo,ya–comentóFerrán.–Lacolaboraciónesmuyimportante,aportadiferentespuntosdevistayestimulalacreatividad.–Interesante.¿Quéopinióntieneusteddelacreatividad,inspector?Enesemomento,Montespercibióunapunzadamentaldealerta.Sabíadelhabitualinterésdelchef

poreseaspectoquetantoserelacionabaconsucarrera,peroademáscreyóentreverquelapreguntaibamás allá de una consulta inocente. Los ojos del cocinero reflejaban lamirada de un puma alacecho.Leestabaponiendoaprueba.–Nosédóndevihacetiempounprogramaenelquealgúnexpertoenneurocienciasugeríaquela

creatividaderalamanifestacióndeunmalfuncionamientoenlaáreasparietalesdelcerebro.Extrañofuncionamiento,mutaciónoevolución,quiénsabe...Elcasoesquemientrasenelestadonormalesosbloqueosnaturalesfacilitanlaconcentración,enlamentecreativasoncomouncandadosincerrar,loquefacilitaladispersióndepensamientosylaimaginación.Quizáporesosedicequelosgenioscreativossondespistados...Haymuchasteoríasyestudiosnodeltodoconcluyentes,contradictoriosincluso. Que si el hemisferio derecho, que si el precúneo... Enmi opinión, la creatividadmás quefocalizarla en una zona concreta y mágica, implica una tarea colectiva en numerosas áreas delcerebro, una especie de colaboración singular. Es la interconexión lo que potencia su efecto. Elcreador puede que no se entere de que está sentado encima de una mierda, pero es capaz dedescubrirlaleydelagravedadalcaerunamanzana.Ylodigoporquelagentepiensaqueesalgoexclusivo de músicos y pintores. Un ingeniero, puede ser creativo, un matemático o un panaderotambién.Enrealidadcualquierapuedeserloenmayoromenorgradoymuchosnisiquierasabenqueloson.

–Impresionante,inspector.El tono en las palabras de Andreu Ferrán, era ahora distinto. Sentía que podía hablar con ese

desconocidopolicía de tú a tú.La frustraciónque sentía al intentar explicar suspensamientos conpersonas que no llegaban a asimilarlos le provocaban en numerosas ocasiones una profundairritación.Solounasbuenasdosisdepacienciayhumildadconseguíancontenersuenojo.«Ellosnotienenlaculpa,Andreu,simplementenopuedenverloquetúves».Esosedecíatantasvecesqueyahabíaperdidolacuenta.Ahoraquerecibíalasmielesdeléxitoresultabahastaenternecedor,peroenel duro trayecto recorrido tuvo que escuchar de todo menos bonito, un camino plagado deobstáculos que a punto estuvieron de convertir su sueño en una pesadilla. Clientes, compañeros,críticos o periodistas se habían apuntado al carro ganador, pero durante muchos años sufrió laspuyas envenenadas en carne propia. Los opinadores vanidosos le acusaron de engreído, loscompañerosenvidiosos,deavaricia,lospresumidos,depresuntuoso,losmediocres,devulgaridad...Asíhastacompletarunalistaagotadoraporinterminable.EnesascoyunturashostilesseponíaenlapieldeVanGogh.Unodelosmaestrosmejorcotizadosdelmundo,ninguneadoenvidasinvenderapenasniuncuadro.¿Aquétipodevejacionesintelectualesymaterialestuvoqueversesometido?«Suestiloesgrotesco,infantil»,«dedícateaotracosa,estonoeslotuyo»,«sonlaspinceladasdeunmaníaco»,«pintadeotramanera,estonoesloquequierelagente...».Concasimilobrasenelostracismomásabsoluto,sinoestabalocoya,cualquieraacabaríaporestarlo.¿Quiéneraelloco,el que se empecinaba en seguir creandoo el que se reía de sus obras?Hoy el planeta entero serendía a sus pies y el reconocimiento a su legado permanecerá hasta la noche de los tiempos.AAndreu Ferrán le apenaba su inmerecida suerte. En su opinión, lo que necesitaban los genios, losavanzadosasuépoca,eraunpocodeayudaycomprensión.Genteconvisióndefuturoyamplituddemiras que les eche un cable al traspasar la frontera de lo desconocido y la adversidad. LosgenioscomoVanGogh,Einstein,DaVinci,NewtonoGalileo,deberíanvivirenunpalacioconunplatoregadodepétalosderosayfrutasfrescasallevantarsecadamañana.

Otrotipodepersonashabríaclaudicado,vencidoporelcansanciodesuperartantosobstáculos,delaapisonadorainexorabledetantamezquindadeincomprensión.AndreuFerránlogrólevantarse.–Enrealidadtodosereduceaunproblemadeignorancia,simpleyllanaignorancia.Esoesloque

meenseñóJavier.Escuriosocomoundesconocidoquederepenteapareceentuvidaseacapazderevelartecosasquenitúmismoconoces.Hacealgunosaños,cuandoyoandabamedioperdido,sinunrumbofijo,élmedijoquiénerayenloquepodríaconvertirme.«Eres un creativo y tendrás éxito»,me dijo. ¿Qué es un creativo y por qué está tan seguro?, le

pregunté.«Uncreativoeselquelograverloqueotrosnoven.Tendráséxitoporquetienespasión.Has encontrado tu oficio, tu elemento, el agua en el que nadar. La pasión te hará nadar contracorriente,cadavezmásymejor.Crearástupropiomanantialymuchosbeberándeél».Todavíalerecuerdo ahí sentado, solo, pero con una sonrisa de felicidad en la boca.Aquí esmuy raro quealguienvengasincompañíayporesomeacerquéacharlarconél,casiporcompasión.Javierera,es...,untiposolitarioaunquelegustabalagente,amabaalagente.Elyinyelyangyasíencadaaspectoquepuedaustedimaginar.Comomedejóatónitoynosabíaquedecirle,elcabrónvaymesuelta:«Estosaperitivillosestáncojonudos,¿perocuándovieneelchuletón?».Quéhijode lagranputa...AndreuFerránsellevólasmanosalacarayserestrególosojosempañadosporelrecuerdo.–Así es como nos conocimos. Le propuse que viniera de cuando en cuando con la excusa de

ejercer de probador de los nuevos platos de la carta. En realidad lo que realmente deseaba eracharlarconélsobrecualquiertema.Sediocuenta,naturalmenteyllegamosaunacuerdo.Siyoleinvitabaacenar,hubieranuevacartaono,élmedaríaunmasaje.Uncatalándepuracepadiríaquehiceunmaltrato.¿Ysabenqué?Fueunodelosmejorestratosquehehechoentodamivida.– ¿Está usted seguro? – preguntó el inspector–. Perdone que le diga pero su caché no es

precisamentebarato,señorFerrán.Lose,lose.Ganéenmuchossentidos,másdelosqueustedseimagina,inspector.Paraempezar,

ganómiespalda,queconelestrésmentalyfísicoquellevoacuestas,mevinodeperlas,aunqueese solo es el principio, la punta del iceberg. Sus masajes no eran masajes comunes, eran unaexperiencia completa para los sentidos.Había conseguidohacer de su oficio, un..., arte, arte es lapalabra.Laluz, lamúsica,el tacto...Mehablódela tremendaimportanciadel tacto,comovíadeconocimientomutuoytransmisióndeemocionesysentimientos.Esalgodifícildeexplicar,eracomoentrar enunestadode trance. Javier,para restarle importancia, lo llamaba«floting».No era algomeramentefísico,quetambién,puesimplicabaamúsculosyneuronas;trascendíaaloespiritual.Eracasimágico pero a la vez basado en la ciencia, el yin y el yang, como todo lo relativo a él, elequilibrioperfecto.Memostróelcamino,hacerdeloficiodecocinerounaexperienciacompletaydiferente,unarte.¿Leparecepoco?TengolasospechadequegranpartedemiéxitoselodeboaJavier, élme inspiró, a veces sinmediar palabra,me transmitió conocimientos con susmanos, y sihacía falta también de viva voz cuando yo se lo pedía. Por eso le he preguntado sobre lacreatividad.Recuerdoalgoquemedijoalrespecto:«Dicenquelanecesidadestimulalacreatividadyhayverdadenello,perosusmejores frutosseproducencuando lamenteestácasi inconsciente,semidormida, es entonces cuando las neuronas disminuyen suvoltaje y eso les permite saltarse lalinealidad habitual e intercomunicarse unas con otras como en una red, a veces con resultadossorprendentes».Coincideademásconloquegrandespersonalidadeshancomentadosobrequesusavancessurgierontrasunaespeciedesueñooestadoderelajación.El investigadorparecióencontrar respuestaapensamientosdifusosyexperienciaspasadasquese

almacenabanenelinteriordesucerebro.–Comounarevelación–intervinoMontes.–¡Exacto!Algunasdemismejoresrecetasbrotarondelanadamientrasestaba«floting»durante

susmasajes,sinartificios,sindrogas,deunamaneracompletamentenatural.Escomouncatalizador,éltieneesacapacidad,ese...,don.¿Sabecómolellamoyoapartedeporsunombre?–IlumínemeseñorFerrán.–«Elmasajistatranquilo».–Interesante,muyinteresante...–comentóelinspector.

–¡Ejemm...!–¿Sí?,¿Quintanilla?–preguntóMontes.

Quintanillaseñalóconungestodesucabezaendirecciónalamesadeapoyo,dondeelayudantede Andreu Ferrán y excompañero de matorrales de la subinspectora, había depositadocuidadosamenteunabandejaconentrantes.–Ah,perdonen,vayaanfitriónqueestoyhecho,yoenrollándomesinofrecerlesnada.Disculpen.Ferránselevantódelamesa,indicóaGerardFiguerolaquesemarcharaasusquehaceresycogió

unagranbandejacondiversosplatos.–PorDios,Quintanilla,estamosinvestigando.¿Esquenopuedeustedcontenerseoqué?–Qué quiere que le diga, inspector. La charla de ustedes casime deja grogui y he desayunado

poco,parahacerhuecoalestómago,yasabe.Sin tiempopararéplicas,Montesmudósumuecadereprocheparaacogerconfrancoregocijo la

bandejadesnacksquesedesplegabaantesusojos.–Permítanmequelesintroduzca.«Cristaldeparmesano...».¡Ah!,imperdonable,labebida,ungin

fizz...No,claro,no...,unagua...,sí,lanúmero66.–Buenacosecha–intervinoMontes.–¿Cómodice?–preguntóelchef.–Nada,nada,cosasmías...

–Bien,discúlpenme.Enseguidavuelvo.

AlalejarseAndreuFerrán,lasubinspectoraaprovechólaocasiónparacomentarcadaunodelosaperitivosdispuestossobrelamesa.–Losconozcoaldedillo.Esodeahí son sus famosas«aceitunasverdes sféricas», aquello, los

«cacahuetesmiméticos», esasmontañasde ahí son«pañuelos», esas son«galletasde sésamo»yaquí,sus«floresennéctar».¡Quépinta!Voya...¡Quintanilla!,¡estésequietaporelamordeDios!,¡compórtese!–exclamóenvozbajaelinspector

mientrasboicotebaelintentodeQuintanilladeprobarunodelossnacksconunsutilmanotazo.La subinspectora le dedicó a Montes una mirada de consternación. Enzarzados en su pequeña

discusión, apenas se dieron cuenta de la cercanía del chef, quien sostenía entre sus brazos unapequeñabandejade laque sobresalíanuna jarrade líquido transparente conunanube flotantedehielopicadoyunascopasdebalón.–No se anden con remilgos, por favor, esto es un aperitivo informal –dijo Ferrán a la vez que

rellenabalosvasos.Como si hubieran agitado una bandera de cuadros, Quintanilla se abalanzó sobre uno de los

símilesdeaceitunasverdes.Elinspector,máscomedido,sedecidiópordarunsorbodeagua.–¡Mmmmmmmmmm...!–murmurósúbitamenteQuintanillaagitandovivamentesumanolibre.– ¡Oh!Muy refrescante –profirió el inspector–. Unamezcla de leves toques cítricos, dulces y

salinosalmismotiempo.¿Pomelorosa?Y...,sabecomoa...,¿algas,quizá?Andreu Ferrán dio un respingo sobre su silla y observó aMontes con los ojos de un terrícola

compartiendomesaconunextraterrestre.–¡Impresionante!–acertóadecirelcheftrasunabrevepausa–.Es...,esunodelosexperimentos

que estoy barajando. Granizado de agua mineral y pomelo dulce, sobre una base macerada conalgasdelazona.Frutosdelmarylatierrafluyendoatravésdelacorriente...Lapuntadeliceberg...Medejausted...,estupefacto,inspector.TeresaQuintanillaseguíaconsusexclamacionesguturales.Suatencióngirabaindecisaentornoa

susacompañantesydosclasesdeaperitivosdistintossituadosencadamano.–Sigan,sigan,porfavor,nosecorten.Verán,comolesdecía,Javieryyohablábamosdemuchos

temas,conéllascosas...,eso,fluíanyseamontonabanlosproyectos.Élquería...,cómodecirlo...,cambiarelmundo.Suenainfantil,yalose,peronoesunlunático,todolocontrario,tienelospiesenel suelo. Primero empezamos colaborando con el Orfanato de Cadaqués. No sé si conocen quetrabajabacon loschicos,¿saben?Les inculcabavaloresypordecirloasí, lesencaminabadeunamanera teóricapero tambiénpráctica.Teníaunplan..., abierto.Lesalentabaparaqueestudiaran.Siporalgunarazónesofallaba,yasabenqueloschavalesaveces...,enfin.Fútbolycocina.Losquetenían aptitudes para el deporte pasaban a formar parte de sus equipos, a otros propuso que seformaran de pinches enmi establecimiento. Trabajos rutinarios al principio, eso sí, aunque eso lesproporcionabalaposibilidaddeconocereloficio,detenerunfuturo,deformarpartedeunequipotambién.Disciplina,conocimientoypasión.Comotenerunafamilia,lafamiliaqueellosnotuvieron.El resto era cosa de ellos.No sé comodescribir cómo se desvivía sin que se dieran cuenta y lasuertequehantenido.Lesabrió lapuertasdeldestino, lesdevolvió..., laesperanza,unaesperanzareal,sinsantosnigaitas.–Mehancomentadoquehatenidoproblemasconeltemadeloschicos.–Lehaninformadobien,inspector.Nosédemasiadosobreesoperohaymuchosinteresesdepor

medio.El éxito que ha cosechado con lo del fútbol... LaFinal Four de los chavales que se va acelebrarenBarcelonaseacerca,losmediosacechancomobuitres.Seavecinantiemposdifíciles,medijo.Nacionalistascatalanesyespañolistasmuevensusfichas,todosquierensacartajada.Elladrilloseacaba...Lareligióncomplicaaúnmáslascosas,algunosmiembrosnosabenaquécarrosubirse,cedenalaspresiones,lacorrupción...Lahistoriaserepite,losmercaderesyeltemplo,yasabe. Alparecer algunos críos estaban interesados en ser masajistas como Javier. El resto se lo puedeimaginar,siemprehayalgúnJudas.Lostabúesdelassotanas,chivatazosmalintencionados...ExcusasservidasenbandejadeplataparaqueJavierquedarafueraypudierancamparasusanchasconloscríos.Unavergüenza.Montesempezabaadarsecuentadelamagnituddelasunto.Demasiadosafluentesparaunmismo

río ya bastante caudaloso y tenía la sospecha de que le quedarían aún por descubrir nuevasintersecciones.Quintanillaseguíaalosuyo.–Espabileinspector,quelevanadejarsinaperitivos–sugirióelchef.El policía pensó en la cantidad de compañeros de gremio que habrían pasado por aquel

establecimiento.Nodebíansermuchosa tenordelpreciodelmenúy laquerencianaturalpor lasbarbacoas.La ideadechupar florescomo lesugeríaQuintanillano lepareciómuyprofesionalenaquellascircunstancias,peroatacóelrestosinmiramientos.–Mmmmm...,delicioso.Esustedunartista–comentóelinvestigador.–ElempeñodeJavierporeltactomeinspiróajugarconlastexturas.Yaestabainventado,claro,

aunquecreoqueconseguídarleunavueltadetuercaalconcepto.Comoleshecomentado,inclusoantesdeversefueradelorfanato,cambiarunaspocasvidaseracasiunmilagro,sinembargo,seleestabaquedandopequeño.Élqueríatransformarlasociedad,elmundo,sindemagogiasnimentiras,deunamanerapráctica.«Noestanraro»,medijo.«Túyaloestáshaciendo,Andreuynisiquieratedascuenta».Lepreguntéquecómoeraesoymecontestóquepensaraenlagastronomíadenuestropaís.Enloquehabíacambiadoenunospocosaños,quesiemprehabíaestadoenunbuenlugarporsucalidadyvariedad,aunquesinserapreciadaensujustamedida,comidadecampesinos.Quefueraconocían la paella y poco más. Ahora además de la inmensa riqueza de la comida de nuestrosabuelos, teníamos comida de nuevos creadores, una referencia mundial que inspiraría a futuroscocinerosdentroyfueradenuestrasfronteras.Parasiempre.Unaprofesióndenostadaenelpasadoqueseconvertíaporartedemagiaenlailusiónyelfuturodemilesdejóvenes.«¿Ves?Yanadaserá igual,Andreu,hascambiadoelmundo...».Yaséqueyosolohepuestomi

grano de arena, quemis compañeros han contribuido y mucho, gente de prestigio con un talento

increíble repartido por cada rincón de este país. Y además qué buena gente y lo que nos hemosdivertido colaborando. Me lo dijo para explicarme que se podían cambiar las cosas, quésimplementehabíaquesabercómohacerlo.Élestabaenelloy...La presencia deGerard Figuerola les interrumpió de improviso. Tapando con sus dosmanos un

teléfonoinalámbrico,elayudantedelchef,lepasóelaparato.–Perdonen,lallamadaqueestabaesperando,jefe.–DeinmediatoAndreuFerránse levantódelamesacomounresorte.Losagentes,expectantes,

contemplaroncomoelchefsealejabadeellosunosmetros.–...–Buenastardes.–...–¿Entoncestengosupermiso?

–...–Entiendo.–...–Ahoralepaso.Yotambiénesperoverleprontodenuevo,señor.Buenastardes.Elcocineroseacercóalamesaytendiósolemnementeelteléfonoalpolicíanacional.–Alguienquierehablarconusted,inspector–dijoFerránmuyserio.AntelosgestosinquisitivosdeMontes,eldirectordelTremullileconminóacogerelteléfonosin

másexplicaciones.–¿Si?,inspectorMontesalaparato,¿conquiénhablo?–ConJuanCarlosI,elrey.–¿Cómodice?

ElCaminoaLaVerdad

DeregresoalHostal,elinspectorrememorabaensilenciolosúltimossucesosacaecidosdurante

subreveestanciaenel restaurantemás famosodelplaneta.Sentadoenelasientodelcopiloto, sumiradavagabaperdidasobreelhorizonte.Ensuregazo,envueltoenunsimplepapeldeperiódico,se encontraba el misterioso paquete que Andreu Ferrán le había entregado. La charla con elcocinerolehabíaparecidorealmenteestimulante,sucomidatambién,peroloquenoentrabaensusplaneseralamanerataninsólitaenquehabíaconcluido.Estavezlehabíansorprendidodeveras.–¡Guau,inspector,menudamañanitadeemociones!–profirióQuintanilla–.¡Conelmismísimorey!

¡Cuandolocuentenoselovanacreer!– ¿Eh?, sí... Con sumajestadDon JuanCarlos IRey deEspaña.Madremíadelamorfermoso... –

comentóelagentetodavíasinhacersealaidea–.Sientoquitarleelcaramelodelaboca,peroesteaspecto en concreto debe quedar en la más estricta confidencialidad. ¿Me ha comprendido bien,Teresa?–Perfectamente,Monts, no soy tonta, ¿qué seha creído?Unaverdadera cabronada, eso es lo

quees,nimásnimenos,peroyocumpliré,unaesunaprofesional.Essoloquenoesperabaqueesteasuntofueratan...importante.¿Quéledijoelreyexactamente?– Bueno... Que estaba al tanto del caso y que al comentarlo con su hijo y cliente habitual del

masajista,elpríncipeFelipe,esteledijoqueteníaelbocetodeunlibroenelqueestabatrabajandoJavierMarías.Alparecerdebeserunlibromuyespecial,tantocomoparasugerirlealpadrequeloentregaraenmanoalresponsabledelainvestigaciónatravésdealguiendesutotalconfianza.–AndreuFerrán–apuntóQuintanilla.–Asíes.–¿Loleyóél?–No,sololediotiempoaojearlo.Hasidotodomuyrápido–contestóMontes.–¿Creequetienealgoqueverconelcaso?–Siesunaccidente,no,desdeluego.Sinoloes,quiénsabe...,talvez.Decualquierformapuede

proporcionarnosalgunapista.Meocuparédeello.–¿Cómosellamaellibro?–preguntólasubinspectora.–«ElCaminoaLaVerdad.Unlibroparacambiarelmundo».–¡Jooooodeeeeerrr...!–soltólamossod´esquadra.–Estoseponeinteresante.

Con la subinspectora Quintanilla de camino a casa de sus abuelos en Figueras, Montes podía

reposarloshechosenlatranquilidaddesuhabitacióndelHostalCaminant.Lasaspasdelventiladordetecho,seasemejabanasuspensamientos.Saliódelhipnóticovaivéndecididoa abrir el paquete envuelto enunperiódico.Cuidadosamente

despególacintaadhesivadelenvoltoriotratandodecausarlosmenoresdestrozosposibles.«Leecharéunvistazorápido,notengotiemponiganasdeponermealeeryanalizarestetocho».Elejemplarresultabamuygrueso,aunquedescubrióqueeraporqueestabaencuadernadodeuna

formasencilla.Unas tapasdecartulinablancamatequemedianteuncanutillodeplásticososteníalaspáginasescritastansoloporunacara,loquehacíadoblarsuvolumen.Enlapartesuperior,enletrasgenerosasdetamañopodíaleerse:«El Camino a la Verdad», e inmediatamente debajo, un subtítulo en letras más pequeñas que

rezaba:«Unlibroparacambiarelmundo».Bajoél,destacabaenunllamativocolorrojo,elcapullode una rosa vista desde arriba, dibujada a mano con rotulador fino. Una línea delgada secontorneabaaparentandosersutalloimaginario.Repartidasaambosladosdelalínea,figurabandearribaabajolaspalabras:«Amor,Sexo,Religión,Economía,PoderyArmonía».Enlaparteinferiorpodíaleerse:«Clavesparacomprenderysolucionarlosprincipalestemasdelahumanidad».Enlomásaltofigurabaelhipotéticonombredelautor:«RobertoVillena».Elinspectorpensóque

JavierMaríashabíapensadoyaentomarsusprecaucionesalfirmarconunseudónimoyquepusieseelnombrequepusiese,loqueestabaclaroesquepecabadeoptimista.«Solucionar los principales temas de la humanidad, ahí es nada. Ni Platón, Aristóteles, Kant o

Spinoza, vieneunmasajista a cambiar elmundo.Seguroque labeatadeRosamecontestaríaqueJesúsfueunsimplecarpintero».Unalevesacudidadecorrienteestáticacorreteóporsusdedosysinsaberporquéleacudierona

la mente las imágenes de los seres que le provocaban mayor admiración. Dalai Lama, Gandhi,VicenteFerrer,NelsonMandela...Noeranreyesnigenerales,erangentehumilde,losMedianosdelSeñor de los Anillos, pequeños seres, grandes hombres. «Son los de abajo quienes cambian elmundo,¿verdad?,¿esesoloquemequieresdecir,librito?».Parasudesilusión,ellibronodioseñalesdevida.Ojeóelcontenidocomosiestiraraunacordeón.

Habíapáginasenterasenblanco,otrastachadascongrandesaspasrojasynumerosasnotasenletramáspequeña.Sedetuvoenunadeaquellasnotasparahilarsucontenido:«Prefierosersúbditodelconocimientoqueesclavodelaignorancia.RobertoVillena&DavidBeltrán».Leparecióunabuenafrase.«Solounpocomás,lacontraportada.Aver...»–sedijoelinspector.«Cuando las ideologías hace tiempo que naufragaron, las religiones andan de capa caída y la

sociedaddeconsumonosinundacadadíaconfrustraciones,espejismosycorrupcióngeneralizada,la humanidad se siente desorientada, sin rumbo ni esperanza. Desde la antigüedad los hombresbuscaron las respuestas para entender su conducta y la delmundoque les rodea.Este libro naceparaofrecerdeunaformaclaralasclavesdenuestroscomportamientosindividualesysociales.Elmomentodecambiarelmundohallegadoynoscorrespondeatodoslahermosatareadellevarloacabofelizmente.Bienvenidoa...ElCaminoaLaVerdad».«Buenspeech, sí señor.»–calificóel agente.Seguidamentemarcóunnúmerodemóvil sinpasar

porlalibretadedirecciones,dememoria.–Holacariño.–¡Holamiamol!¿CómovalacosaporCatalunya?–Cuandotelocuentenotelovasacreer...

Al otro lado de la línea, Iván Salcedo, «el Creativo» y alma gemela del inspector, escuchóatentamente el pormenorizado relato de los hechos vividos hasta el momento durante lainvestigación.–Dejatodoloqueestéshaciendo.Tevoyaenviarelmanuscritoporcorreourgente.Quieroquete

loleasrapiditoymecuentestodastusconclusiones,cualquiercosa,loqueseteocurra,porraraqueteparezca.–Vaya,dejardetrabajaryleermeunlibroconlasclavesdelahumanidad.Crueldestino,siempre

me toca a mí el trabajo duro. Me tomaré unos margaritas y me pondré música relajante parailuminarme.Igualaprendoalgoytodo.

–No te cachondees que esto es serio, lo he ojeado un poco y parece bueno.Yame dirás.Ciao,Brother.–Ciao,Monty.

CuandoIvánSalcedoaliratrabajarencontróelpaquetesobrelamesadesudespacho,consultólapeticiónrealizadaporsucompañeroMontesalComisarioPrincipalCastillo.Nolepusoningunapega,alcontrario,leinstóadejarsusotrosasuntosinmediatamente.Salcedo pensó que era una buena oportunidad para desplazarse a su adosado en la sierra de

Madrid. Un apartamento típico de veraneo y fines de semana que las familias bien tenían porcostumbre adquirir desde hacía décadas para evadirse del bullicio, la contaminación y el calorasfálticodelacapital.Poralgunarazónperegrinaleapetecíaunalecturasosegadaenlaquelanaturalezaacompasarael

pasodelaspáginasdeuntextosingular.UnporrodemaríayunWhiteLabelcolaaventurabanunaestanciamásalládeloconvencional.Conelpasodelosaños,lanovedaddedesplazarsedespuésdelasemanalaboraldejódeseruna

novedadparaconvertirseenunarutina.Losformidablesatascosdevueltaylastareasdelimpiezaelementales,suponíanparalaparejasinhijosunatareapocoedificante.Susrelacionesformalesconotrasparejassehabíanidodeteriorandoconelpasodelosañosylosdivorciossufridos,porloquesatisfacerlasnecesidadesdeociosuponíaunretoparanoherirsentimientosentresusamistades.Cuandoentróenelapartamentoyencontróunbolsodesumujerenelsillóndelsalónnoledio

demasiadaimportancia.Cuandoabriólapuertadeldormitorioyencontróasumujerdesnudaenredadaconotrocuerpoen

igualescondiciones,apenas sipudosujetarel sobreacolchadodecolormarrónque llevabaen lamano.Malcerradoporlassucesivosvistazosdecomprobación,elmanuscritoterminóporsalirsedesuenvoltorio.IvánSalcedo,«elCreativo»,era loquepodríacalificarsecomountiporeflexivo.Unsujetoque

enunadurabatalla,conlosdisparosdelenemigosilbandoasualrededor,sededicabaapensarenalternativasmientraslossoldadosbraceabanygritabansinparar.Enestaocasión lasalternativas sehabíanesfumado.El simplehechodequeelotrocuerpoque

compartíalacamadesumujerfueratambiéndesumismosexo,descartabadeplanocualquierclasederivalidadoviolencia.Algunosacontecimientosenlavidadeunaparejasondifícilesdeasimilaryperdonar. Este era uno de ellos. En un segundo sumatrimonio de largo recorrido volaba por losaires.Quedaríanlosrestosdelnaufragio,lapugnaporlasposesiones,elpapeleoyloscuchicheosdefamiliaresyamigos,pocomás,peroloquemáslepreocupabaalpolicíaeratenerlaextrañalasensacióndequeaquellatraiciónnoleimportaralosuficiente.Lentamente se agachó para coger el manuscrito caído del revés. Dio media vuelta y se fue,

cerrando la puerta despacio con exquisita educación.En la contraportada alcanzó a leer la últimafrasedellibro:«Bienvenidoa...ElCaminoaLaVerdad».

Al día siguiente por la tarde, Iván Salcedo era uno más de los clientes que compartían latranquilidaddelHostalCaminant.Segúnsusprincipios,unprofesionaldebíacumplirconsudeberapesardelascircunstancias,igualqueunhumoristaenunmaldíahaciendoreírasupúblicosobreelescenario.Permanecerencasaleobligabaateneruncontactonodeseadoconsumujeryponerenserio peligro el correcto desempeño de su trabajo. Poner kilómetros de distancia le alejaba delepicentro.Un lugar tranquilo, con naturaleza de pormedio y una tarea relativamente cómoda porcumplir,serviríandebálsamopaliativodondelamerlasheridas.Montes,queyaestabaaltantodesullegada,lerecibióconunsonoroabrazo.Rosa,encambio,lededicóunamiradainquisitorial.

–Brother...–Monty...–TepresentoaRosa,yalehedichoqueeresunapersonadefiar.¿Noleparecemono? –preguntóelinspectoraladueña.–Noestámal–contestóRosa.–Agradabledever,nadamás...–adujoSalcedoconunamediasonrisa.–Estosemerecealgoespecial.¿Tieneustedporcasualidaduncavabienfresquitoparadarlelabienvenidaaesteapuestocaballero?–inquirióMontes.

–Porsupuesto.NohayqueestarenlaguíaMichelinparaeso,inspector,aquílollevamosenlasangre.– Entonces traiga una copa más para usted y sus lacerantes comentarios. Tengo una vena

masoquista.Melohedemirar.–Marchando.Seráunhonorquepondréensucuenta–dijoladueñaretirándose.– Es encantadora –comentó Montes a su compañero–. Un poco beata y pejiguera, pero

encantadora.–Esoparece,sí,peroesmujer,¿sabes?–Ya.Bueno ya hablaremos de eso tranquilamente durante la cena.Ahora vamos a brindar por

nuestroreencuentroyadisfrutardelatardecer.–Moltbé,Bambino.Rosaaparecióenlaterrazaconunabandejaqueconteníaunachampaneradehielosconsubotella

de cavabrut nature, su paño blanco correspondiente y tres copas.Montes hizo los honores deldescorcheysirvióellíquidoespumosoconafectadadiligencia.–¡Porelwhisky,elbéisbolylastetasgrandes!–exclamóMontesasabiendasdequeningunade

sustresalusioneseranapropiadasparalaocasión–.Chin,chin.Sus compañerosdemesabrindaron igualmente apesarde sus evidentesmiradasde reprobación.

Yaentonomásbajoyserio,añadió:–Bienvenido,amigo.

–Gracias,Monty,esperoserteútil.–Bienvenido,inspectorSalcedo–intervinoRosa.–Porfavor,llámemeIván.Soyterrible...

–Je, je, je.Metemoqueustedessontalparacual.PuesbienvenidoIván,esperoquesuestanciaaquílesresulteprovechosaalosdosydetenganalosmalos.–Yapuedenecharseatemblarlosrufianes,contraestasdosmentesjuntasnohaynadaquehacer.

Astifinamateriagrisenestadopuro–dijoMontesrecorriendosustirantes.–Lo resolveremos en un periquete.Más les vales que se escondan como cucarachas albinas –

sentencióSalcedo.–¿Cucarachasalbinas?–preguntóRosa.–Esunamaneradehablar.Avecesmeinventolascosasperoesonoquitaquenoseanverdad,

poralgomeapodan«elCreativo».–Ya.Puesyomeesconderétambiénparaverquémeinventodecena.Luegolesveo.

–Ledeseobuenasuerte,Rosa–apostillóMontes.

Alirseladueñadelestablecimiento,añadióasucompañeroenvozbaja:–Creoquelehasgustado.–Sí,ya,claro.Bambino,nometratescomoaunniño,soymayorquetúynonecesitoquemedores la píldora.Ahora no tengo el coño para ruidos. Seme pasará, no te preocupes. ¿Olrais?

–Sí,Brother,perocreoquelehasgustado.Temirararo.–Nosmirararoalosdosporquecreequesomosunospolicíaspirados.–Piradosno,siacasoatípicos.–Esoserá.–Buenonodiscutamos.¿Cómoestás?Cuéntamelospormenores,anda.Iván Salcedo satisfizo la curiosidad de su compañero.Ayudado por los efectos vaporosos del

cava, fue desgranando los hechos como si se tratara de un caso policialmás, para luego pasar arelatar sus sensacionesal respecto, todavíamuy recientesyconfusas.Losbocadosdemozzarellacon tomate y albahaca regados con aceite de oliva virgen que Rosa les había preparado en unsantiamén, sirvieron de lubricante natural para desatar los nudos de su garganta. Montes apenasintervinoenlaconversación,sequedóuninstantequietomientrasmirabafijamenteasucompañero.Este,queesperabaconexpectaciónunarespuestadesuamigo,finalmentelepreguntó:–¿Quéopinas?FrançesXavierMontsselimpióloslabiosconlaservilletaylecontestó:

–Quecreoquelegustas.–Ydale...

– Pues que es una putada, qué voy a opinar.Me alegra saber que no te lo hayas tomado a latremenda, aunque en realidad eso también es igual de preocupante.Quizá no hayas asimilado deltodolapérdidatodavíaytetopesconellamásadelante.Oquizáesunadecisiónquedebistetomarhacetiempoynoteatrevías.Ahora,enciertamanera,esunalivioquelasituaciónhayatomadoesadecisiónporti.–Menudoalivio,Monty.–Yasabesloquetequierodecir,Brother.– Lo curioso son las ironías. Un inspector de policía que no se entera de lo que sucede en su

propia casa,menudo fiasco.Y luego envezde preocuparmepormis verdaderos sentimientos, porseguirconlainerciadeunarelaciónadesgana,tededicasapreguntarteporlosdetallesescabrosos.¿Porqué?,¿dónde?,¿desdecuándo...?¿Soyunbuenamante?¿Hedevengarme?,¿contárseloalasamistades?,¿callarmecomounaputa?–Puedesestarseguroquesihubiesesidoalcontrario,tumujerselocontaríahastaalPapa.Eneso

lasmujeressonbastantepuñeteras,necesitanexpresarseycascarloconalevosíaynocturnidad.Detodas formas mejor no pensar en ello, no merece la pena enfangarse, siempre te salpica algo.Además,yasabesqueyotequieromucho,Brother,perotúnoeresdeltodoinocenteenesto...Nonecesito recordarte lo de aquel affaire tuyo con la agente gabacha de la frontera o lo de lasgemelasalemanasenMallorca...– Casos de fuerza mayor, Bambino, fuerza mayor. Esa francesa estaba cañón, no sería de

humanosresistirse.Hayquereconocerqueenropainteriorlasfrancesasestánunpasopordelante,aunquepreferiríaquesedepilaranlossobacos.–Laverdadesqueestababuenorralatía,enesotedoylarazón.– Y en cuanto a las gemelas alemanas..., vale que estaban rellenitas pero eran tan guapas y

simpáticas...Mevasadecirqueunpardegemelasrubiacasteinvitanasujacuzziparticularytelopiensasdosveces.Notelocreesnitú.–Vistoasí...,aunqueunjuradodemujeresteenviaríaalparedón.–Yunodehombresmeharíanpalmasconlasorejas.

–Puedequetambiénaplaudieranlodetumujer...–Sí,másvalenodarledemasiadasvueltas.Essoloque...,buenounaamiga, laRaquel,medijo

unacosadeloshombresquesemequedógrabada.–¿Quétedijo?–preguntóMontes.–Mellamólaatenciónsuexpresión.Puesqueloshombrestenemoslanecesidadde...,descargar,

esafuelapalabraqueutilizó,descargar,tansimpleotantristecomoeso.–Hmmmm... Interesante.Descriptiva, sencilla, brutal y genéticamente plausible.Loque noquita

que ellas también necesiten descargar de vez en cuando. Quizá menos, tal vez necesitan másrazonesosermásdiscretas,peropormidilatadaexperienciayosugieroquetambién.Laverdadesque te lían, te complican la vida. Nosotros somos más sencillotes. Tenemos los deportes, lacerveza, algúnhobby particular ydescargar. Pero para conseguirdescargar ellas te endiñan susneuras,lossuegros,lahipoteca,loscríosytodalamandanga.Elpaquetecompleto.Poresoestoysoltero,aminomecazan.Decualquierforma,enellibrodelMaríasesehayuncapítulodedicadoalamoryotroalsexo.Puedequeencuentresalgodeinspiraciónahí.–Sí,yalohepensado,nopareceuncharlatándeesosquetantoabundanporahí.Tengoganasde

leerlo, aunque... No se, quizá me haya vuelto paranoico pero he tenido la impresión de que elmanuscritoteníaquevercontodoesto.Justocuandoibaaleerlosedesencadenaronloshechos.Escomosiemanaraunextrañopoderdeél,dequienlotienecerca...¿Notehaocurridoalgoparecido?Montes dudópor unmomento, era cierto queAndreuFerrán le había relatado sucesos un tanto

singularesyqueélmismohabíavividoalgunasexperiencias sorprendentes, sinembargonocreyóoportunodeslizarseportierrasmovedizas.– Un libromágico, claro, claro. Estásmuy sensible ahora, es normal que tumente derrape un

poco.Noteemparanoyesconeso.Rosaentróenlaterrazadispuestaaofrecerlesalospolicíaselpostre.–¿Quédeseanloscaballeros?Tengohigosfrescosonatillasindustriales.–Mujer...,dichodeesamanera...Higos,higos,muchomásnaturales,jugososyaromáticos–eligió

Montes.–Puesyolasnatillas,notengoganasdepelarnada.

Rosa,dubitativa,lessostuvolamiradaunosinstantesydecidiódarselavueltasinreplicar,aúnnoteníadeltodoclarocuandolospolicíashablabanenserioono.Lapuestadesolvestíalaspocasnubescontonosanaranjadoscadavezmásintensos.Eljardínse

vestíadefiesta.Alterminarlospostres,ladueñadelhostaltrajoconsigootrabotellasdecavaysedesplomósobreunasillajuntoalosagentes.–¿Mepermitenquelesacompañe?Lapuestadesolmereceunbuentrago.Los policías asintieron gustosos, tanto por la compañía como por la bebida espirituosa.

Permanecieronlostresunbuenratosinapenaspronunciarpalabra,conunsilenciosolointerrumpidoporlossonidosdedegustaciónyelfloridocantodelospájarosalatardecer.– ¿Qué son, ruiseñores o alondras? –preguntó Rosa–. Xavier me lo contó pero ahora no me

acuerdo.–Eslahoradelruiseñor.Antelasmiradasdeincógnitadesusacompañantes,IvánSalcedoahondóeneltema.– Las alondras son mañaneras. Los ruiseñores pueden trinar todo el día pero a estas horas se

quedancasisolosalahoradecantar.Essumomentodegloria.Rosa yMontes, satisfechos por la información, semantuvieron taciturnos agudizando el oído y

rumiando las palabras del policía. De repente, un fuerte ruido sordo como el de un golpeamortiguadosobreelsuelo,inundólaestanciaconunreiteradoeintensogolpeteo.–¡Diosmío!–gritóRosa.–¡¿Joderquéeseso?!¿Unmurciélago?–exclamóMontes.Iván Salcedo saltó de la silla y corrió hacia el pájaro, que, incapaz de remontar el vuelo, se

chocabanerviosounayotravezcontralasparedesdelporche.–¡Esunvencejo!,¡unvencejo!–gritóSalcedomientrascorría.Despuésdevariosintentosinfructuososporcogerlo,elinspectorlogróatraparloeinmediatamente

lo lanzóalairecon fuerza.Elavesaliódespedidasinproblemashaciaelcieloconunaceleridadpasmosa.Elagentesiguióallídepiedivisandolatrayectoriadelavealalejarsecomosisetrataradeunadespedida.–Unvencejo...–susurróparasí.SevolvióporfinparaobservarqueRosayMontesleesperabandepieaplaudiendo.

–¡Unbrindisporelpaladíndelasaves!–clamóMontes.Lostresbrindaronporelfelizdesenlace.Cuandosecalmaronlosánimosvolvieronasentarsecon

lascopasenlamano.–¡Menudosusto!¿Peroquéhapasado?–preguntóRosa.–Un vencejo, sabía que podía suceder pero nunca lo había visto ymenos así, delante demis

narices. Es una cosa muy curiosa, los vencejos son unos voladores formidables. Tienen alas enformademedialunaypatasmuycortas.Sicaenalsuelonopuedenlevantarseyvolveravolar.–Quéfuerte...Oseaquedenoestarustedaquí,Iván,¿esepájarotendríalashorascontadas?–Lomásprobableesquesí.Quepuedodecir...,soyun jirou.Nosonpájarosparameterenuna

caja.Sepasanlavidavolando,hastaduermenvolando,soloseposanparacriar.–¿Duermenvolandodice?–volvióapreguntarRosa,incrédula.– Sí, de noche se elevan a gran altura y disminuyen la cadencia de su aleteo. Pueden pasar la

mayorpartedelañovolandosinparar.–Madremíadelamorfermoso...–soltóMontes impresionado–.Entoncesenese tiempono...,osea

no...–Hastaesolohacenvolando.–Vaya,sabeustedmuchodepájaros,Iván.–Algo se, a algunos losmeto entre rejas también, pero esos no tienen patas.Mis padres en el

pueblo teníanmuchos pájaros y hasta palomasmensajeras y cernícalos. En verano lo pasábamostetaentrenándolos.Mistíoscriabanpalomosdeportivos,decompetición.–¿Yenquéconsistíaesacompetición?–inquirióladueñadelhostal.– Pues... Verá, sueltan a una hembra y unos cuantosmachos, pueden sermuchos, hastamás de

cincuentay...–¿Y...?–preguntóRosa.–Bueno,ganaelque...,elquepasamástiempoconlahembraoelqueselalleva...–Vaya...,esosíqueesunauténticocampeonato.Supongoquelahembraenestonopuededecirni

pío.¿No?– No mucho, no, aunque tampoco los machos, pero bueno, peor es el tiro al pichón. Ahí las

expectativasno sondemasiadohalagüeñasquedigamos.De todas formas loquemásmegustabaera jugarcon laspalomasmensajeras, también lashaydeportivas,envariasdistanciasperononosdedicábamosaeso.–Ydígame,sipuedesaberse,¿cómoenvíanlosmensajesaunsitioconcreto?–Verá,esquelacosanofuncionaasí.Laspalomasnosemandanalsitioconcretoqueunoquiera.

Laspalomasvuelvenasupalomar.–Pero,noentiendo...–comentóRosaaSalcedo.– No es tan complicado. Ellas simplemente vuelven al palomar desde donde estén. Si quieres

mandarunmensajetienesquellevártelasaunlugaryalsoltarlasvuelvenasucasa.ParamandarunmensajedesdeFiguerasaaquí,telasllevasaFigueras,lassueltasyellasvuelven.–Puesvayagracia,inspector.–Laspalomasengeneral,seanmensajerasono,tiendenavolverasupalomaryllevarseallísus

conquistas.Hablandoprontoymal,paralaspalomassuhogaresdondefollan.–Quérománticas...–comentóRosa.

– «Su hogar es donde follan». Inspector Salcedo, eso es de un calado filosófico y unaprofundidad metafísica monumentales... –añadió Montes–. «Uno es de donde folla». Qué puedodecir.Siempremeheconsideradounciudadanouniversal...– Sí, Monty, sí. Eso causa algunos quebraderos de cabeza con los traslados, como en los

campeonatosporejemplo.Esunritualquehayquevigilar, tienenqueorientarseenelnuevolugar,llevaunproceso...Sisehacemalsepuedendesorientarymeterseenotropalomar.Comofo...allítepuedesquedarsinpalomo,claro,salvoqueelcuidadorseaunyentelmanylodevuelvaasuorigen.Unpalomerosabesihayalgunoquenoesdelosuyosysisondeportivosesmásfácildarsecuentaporque van pintados con sus colores de guerra, los que representan a su dueño. Las palomasmensajeras,menos,perolospalomosdeportivosmalentrenados,olasdeeltiroalpichónquesiselibran con el susto que se llevan las pobres..., no es raro que se desorienten. Por lo demás, laspalomasmensajerasfuncionancomounreloj,soncasitanfiablescomounSMS.Montes se sorprendió con la retórica ornitológica de su compañero. Sabía de su afición por los

pájarosperoloquedesconocíaporcompletoeralahondapasiónquesentíahaciaellos.Alhablardeltemalosojoslebrillaban,mirabaalcieloconlavistaimaginariadelrecuerdoysonreíacomoun niño. Veinte años tratándose y uno de los hilos internos que commovían a su amigo habíapermanecidoenunrincóndeoscuridadqueahorasalíaalaluz.Lehizograciaeldescubrimiento.Lamentevorazdelinspectoragradecíatalsorpresayalavezsereprochabahaberlopasadoporaltotantotiempo.Eranmásquecompañeros,verdaderosamigos,delosquesecuentanconlosdedosdeunamano,pormuchoqueestuvieranmesessinverse,sabíaquecontabanelunoconelotro.Porun instantesesintióorgullosodeesaamistad.Levinierona lamemoriavariasescenasdesu

pasado común, confirmando ese sentimiento. Recordó también como hacía unos instantes habíaauxiliadoaunsimplepájaro.Unapersonamisericordiosaalusohabríametidoalaveenunacajaconagua y unas cuantas migas de pan. Su sentencia de muerte. La muerte enjaulada de una criaturadiseñadaparasurcarloscielos,casipodíasentirsuespantosaclaustrofobiafinal.Esapequeñamotadevidavolvíaavolargraciasasubuencorazón,perotambiénasuconocimientoydecidióqueesepensamientofugazeraimportante,quedeberíafijarloenunrincóndesumemoria,peroantesdequepudierallegarahacerlo,Rosalesacódesuspensamientosylaideavolólibreygrácilporlosairescomoloharíaunvencejo.– Tiene usted un compañero que es una perla. ¿Sabe? Me gusta oírle hablar de pájaros. Me

recuerdaaXavier,tambiéneramuyaficionado,teníaunpalomarensumasía,peroesoyalosaben,¿no?–Puesnoexactamente–respondióinquietoMontes–.Quintanillapensóqueerauncorral.–Deberíamosecharleunvistazo–opinóSalcedoclaramenteesperanzadoantelaidea.–Nocreoquesirvademucho,perovamosahacerunacosa,iremosallíyaprovechasparadarles

de comer si quieres a esos bichos y empiezas a leerte elmanuscrito.Quémejor que leerlo en elmismo ambiente donde se creó, quizá te inspire.Yomientrasme acercaré aCadaqués para hablarcon los del orfanato.Y ahora voy a beber algo de agua para que este cava no seme suba a lacabeza. Serámejor que nos acostemos quemañana tienes un trabajomuy duro por delante. Leercansaqueesunabarbaridad.–Estábien–contestóSalcedo–.Teaprovechasdemibondadnaturalylosabes.Bonanit,Rosa.–Bonanitalosdos,agentes.Quesueñenconlospajaritos.

AlpropioSalcedo leparecióchocante levantarsede tanbuenánimo.Compartir consuamigo la

carga que llevaba a cuestas le había sentado bien. La perspectiva de una lectura sosegada leresultaba estimulante, pero lo que realmente le ilusionaba era retomar las sensaciones de sujuventud, unir el presente y el pasado de una infancia lejana con la complicidad especial de suscompañerasdejuegos,laspalomasmensajeras.Se tomóel trayectohasta lamasíadeJavierMaríasconparsimonia,queríadisfrutardelcamino

comosifueraunturistadevacaciones.Eligióuncedéconunarecopilacióndesumúsicafavorita.Erauna selección que teníamuymanida tras continuas escuchas a lo largo de los años. Al poco deescuchar unos temas, no pudo evitar recordarmomentos de su pasado relacionados con sumujer.Algunas canciones tienen la propiedad de asociarse a capítulos de la vida vinculados con otraspersonas, entre tantasmelodías, unas pocas entroncaban lugares y situaciones compartidas con suexpareja, vacaciones incluidas. Aquellas etapas fragmentadas por la memoria se le antojaban tandistantes como las viejas películas saltarinas y borrosas en 8mm. Lo que un día fue un ejemplarrepletodeinstantesfrescosyapasionantes,ahoranoeramásqueundiscorallado.Eldolor,distantey sordo, era el mensajero de heridas que estaban cicatrizando, antes, mucho antes de lo quedeberían.Sepreguntósienelapartadosobreelamordelmanuscritoquedebíaleer,encontraríalarespuesta. Un libro que proclamaba soluciones a los principales temas de la humanidad quizálograraexponerlasclavesdelporquédetantofracasosentimental.Suconfianzaenlaspalabrasdeunmasajista era escasa, pero se dijo que si contra todo pronóstico se equivocaba, le concederíacomomerecidopremio,suNobelHonoríficopersonal,algoqueescasaspersonashabíaconseguidoasuscuarentaynueveañosdeedad.Hastiado,expulsóelcedéyconectóRadio3.Elhabitáculodelvehículocobróunanuevaatmósferaysuslabiosesbozaronunasonrisa.Condujolentamentehastalaentradadelamasíaconlasensaciónderomperelvelomágicodeun

santuario.Ellugardesprendíaunapazbeatífica.Sometiólafincaaunbreveescrutinio,asuparecerlosautoresdesuestadohabíanlogradohacerdelentornounjustoequilibrioentreelordenrefinadopor el buen gusto y el caos de los brotes naturales de vegetación. En el pequeño habitáculo depiedra del palomar, cada rincón, cada ejemplar, era una fotografía enmovimiento de su niñez. Supadreestabaallí,sus tíos,susabuelos, lavecinaconcoletasymorrosmanchadosdechocolate...«Galana», «Zalamera», «Altanero», «Capitán»... Algunas aves le llamaron la atención, unido alhechodequenolesfaltaranicomidanibebida.Sindudacontabanconunaovariaspersonasquelosseguían cuidando y el inspector se preguntó quiénes serían.Con tantas opciones posibles, lo dejópasar.Unadecenadeejemplaresconstituíaelpequeñopalomar,sinanillasmodernasdelocalizaciónpropias de las competiciones salvo en el caso de un palomo cuyas plumas estaban tintadas concolores. No leextrañóencontrarunave fuerade su lugardeorigen.Losechóavolarcomosusrecuerdos.«Cómopasaeltiempo»–pensóelagente.Unahoraderelojnoleparecíasuficienteperose obligó a ser profesional y se alejó del palomar para cumplir con la tarea que le habíanencomendado.Sedirigióalaentradaconelmanuscrito.Elinteriordelamasíainundósumentedesensaciones, la decoración era sencilla pero embriagadora, un espacio diáfano repleto de detallesconhistoriayampliageografía.Granamantedelamúsica,semaravillóymaldijoasímismoalverunelegantepianoenelsalón.Unodelosaspectosensuvidaquenoalcanzabaaperdonarse,erasufalta de intención o incapacidad por tocar un instrumento musical. Sobre una repisa de la paredcontigua a la chimenea, el inspector Salcedo se regocijó al encontrar un equipomusical con unosllamativoscascosamarillossincables.Suconfortableinterioralmohadilladoinvitabaasusorejasaevadirseconlasmelodíasdeunacoleccióndecedésinabarcable,estanteríasrepletascontodoslosestilosposibles,desdeelflamencoalheavymetal.Sinpensárselomuchoescogióunodeelloscuyaetiqueta escrita a mano indicaba: «Clásicos imprescindibles, volumen I». «Perfecto» –pensóSalcedo*.Enlaestanciaserespirabaeloloraverdorycueroviejo,amaderaypapel.Conuntermoenuna

manoy elmanuscrito en laotra, sedecidióporun sillón situado junto aunventanal parcialmentecubiertoensuexteriorporunaenredaderacuyashojasbrillabantraslúcidasconelsol.Elpenetrante

color amarillentodifuminadoa travésdel cristal sedesplegaba sobre la estancia conundelicadoefecto sedante. Allí sentado permanecería durante horas junto a su libreta de ideas que siemprellevaba encima, anotando lo que le parecía interesante antes de que cualquier distracción pudieraalejarledeundetalletrascendente.

* Nota de autor: Para aquellos de los lectores que deseen embarcarse en un conocimiento másprofundodeloshechos–ydispongandeunatabletaconconexiónainternet–,puedenponerseenlapiel tanto del inspector Salcedo al escuchar la selección musical, como de Javier Marías alrealizarlaatravésdelsiguienteenlace:ClásicosImprescindiblesI He de precisar que la selección no es exactamente la misma y he debido acudir a veces aversionessimilaresodeotrosautoresquenodesmerezcaneloriginal.Tampocoabarcalacolecciónal completo, no obstante sirve para introducir una imagen bastante fidedigna de aspectos de lapersonalidad de JavierMarías, así como de las sensaciones que debió percibir el inspector IvánSalcedoalleerelmanuscritoenlamasía.Segúnelcriteriodeestehumildeautor,elpapelsiguedesprendiendounamagiainequívocaparala

lectura, sin embargo las nuevas tecnologías permiten desarrollar nuevas posibilidades deinteractuaciónconloslectores–contigoenestecaso–,francamenteinteresanteseimpensablesparalaedicióntradicional.En cuanto a la recopilación de «Clásicos Imprescindibles I» –si se me permite la osadía–,

comentaré que incluye una versión completa de «Layla», del grupo Derek and the Dominos,mencionadaenpáginasanteriores,enlaqueellectorpuedecomprobar–siasílodesea–,elcambióbrusco entre la primera parte cañera y la segunda,muchomásmelosa ymenos conocida. En laselección hay además numerosos temas que no cejan en repetir a diario emisoras blandengues demanera constante,mezclados eso sí, con otrosmuypopulares cuya calidadmusical deja bastantequedesear.Detenermástiempoyvocaciónañadiríalacoleccióncompleta,améndelrestodelosvolúmenes, pero uno tiene un tiempo limitado, otras ocupaciones que el lector debiera entender yalgo de vida social. ¿Qué te has creído?A ver si tengo que estar aquí para satisfacer todos tuscaprichos.Date con un canto en los dientes por interactuar con el autor de estamanera, si no pionera, al

menosnovedosa.Creoqueconestaincursiónbastaysobra,aunquesiquieresregalarmeunyateounanochedelujuriaypasióndesenfrenada,melopensaré.Naaa...,nomeloagradezcas,yosoyasí,undechadodevirtudes,untiposolidarioycampechano.Perovolvamosalalectura.AestasalturasyatehabrásdadocuentadequeestásanteunanovelafueradelocomúnyseguroqueelinspectorMontesysussecuacesseestánmetiendoya,pocoapoco,enunrinconcitodetucorazón...

Al inspector Montes le gustaba conducir de forma apacible, pero la perspectiva de tener a lainquietaTeresaQuintanilladecopiloto,lesuponíatalquebraderodecabezaqueprontodejóensusmanoslatareadepilotarelvehículohaciaCadaqués.–Bueno,bueno,bueno,noveacómolohepasadopresumiendodeconoceraFerrán.Misabuelos

noselopodíancreer.Antesdequememireconesamiradasuyadecascarrabias,lediréquenohecontadonadade lodel rey,queconste.Nosequésehabrácreídoperoyosoymuyprofesional.Quizácuandopasetodoestoya...–Quintanilla...–Quéaguafiestas esusted,deverdad.Siyo solo lodecíaporhablar.En fin, averquenuevas

aventuras nos esperan. Parece usted un poco soso, sime permite que se lo diga, aunque tiene uncuriosoimánparalascosas.Siemprepasaalgoraroasualrededor.–Noselopermito–comentóMontes.–¿Cómodice?–preguntóQuintanilla.–Lodesoso,digo.–Esesentidodelhumorsuyoalgúndíalevaapasarfactura,inspector.Vaaacabarsolocomoun

perroabandonado,yaselodigoyo.¿Meentiendeono?

LaprimeracitadeldíadelospolicíasconsistíaenentrevistaraElenaSanchís.Ellugardelacita,una cafetería situada en las inmediaciones de la iglesia y el orfanato, les permitía charlar conbastante intimidad a esas horas de la mañana y contar además con una buena vista de losalrededores.Loprimeroquepudieroncomprobarlosagentesfuequelavestimentadelatrabajadorasocial no se asemejaba a la supuesta edad que debía representar, una cuarentena ampliamentesuperada. Lucía una camiseta rosa con un alegre castillo dibujado de Walt Disney, bajo cuyologotipo destacaba la palabra: «Princess». El resto del conjunto se completaba con una faldavaquera por encima de las rodillas que dejaban entrever la delgadez de sus piernas encontraposiciónauntorsodeaspectorecioyunospechosdedimensionescuasicolosales.Eltejidodealgodónestabasometidoaunadurapruebadeelasticidadencadaunodesusmovimientos.Pesealas dificultades, siempre que se encontraba en una situación semejante, el inspector Montesacostumbraba a redoblar sus esfuerzos al máximo por centrarse en mirar a su interlocutora sindesviarseunápicedesurostro.Porelcontrario,lasubinspectoraQuintanillanoocultabasusdotesde observación lo más mínimo, escrutando cualquier detalle de Elena Sanchís, estuviese dondeestuviese.Despuésdelaspresentacionesderigor,estalepreguntóalamossod´esquadra:–¿Legustamicamiseta?–Eh...Sí,esmuy...alegre–contestóQuintanilla–.Misobrinatieneunaigual.Tieneseisaños.–EsquesoysuperfandeWaltDisney,apuntadaasuclubytodoyunadelasprimeras,¿eh?He

estadoenDisneyWorldy enDisneylandParís en tresocasiones.Esunapasada. ¿Nohan estadoustedes?–Nohetenidoeseplacer...–dijoMontes.– Siempre me ha parecido un poco artificial para mi gusto, ¿me entiende o no? –señaló la

subinspectora.–Pero si esoes lobueno, esun lugarde fantasía total, un sitio increíble llenodemagia.Yo si

pudierame quedaría a vivir allí para siempre. A los niños les encanta, aunque no se crea, a losmayoreslesvamuchotambién,inclusoamossosd´esquadra.MiprimaLuisa,iguallaconoceusted,Luisa Vílchez, trabaja en Barna, me acompañó una vez y quedó encantada. Deberían ustedesprobarlo,nosearrepentirán.¿Sonustedespareja?La pregunta pilló a los agentes totalmente por sorpresa. Montes no pudo evitar un resoplido,

Quintanillasepusocoloradacomountomatesindejardemiraralternativamenteasuscompañerosdemesacomosileestuviesengastandounabromadedudosogusto.– ¡Quéva, quéva, quéva...! ¡Deningunade lasmaneras! ¿Qué le hace pensar eso? –preguntó

Quintanilla.– Ya te dije Teresinha que se nos nota mucho... Tienes que disimular mejor, cariño –ironizó el

inspector–.Nopuedeevitarlolacriatura,meidolatra.–¿Peroqué...?–balbuceóQuintanillaconlasmejillasapuntodeexplotar–.¡Déjesedetonterías,

Monts!–Disculpen queme entrometa pero un policía nacional, unamosso, uno alto, usted bajita, uno

madurito,ustedjovencita...Yasabenloquedicen...Losopuestosseatraen.¿Noesasí?–Me temo que en este caso va a ser la excepción que confirme la regla, Elena.Dos solteros

demasiadoopuestos.Unaverdaderapena–contestóMontes.–¿Demasiadoopuestos?¿Aquéserefiere?–preguntóQuintanilla,ahora indignadaporelnuevo

carizdelaconversación.–Serámejorqueesolodejemosparaotraocasión.¿Noleparece?Estamosaquíparaentrevistara

lacompañeradeJavierMarías.Dígame,Malena,¿cómoconocióaMarías,eneltrabajo?–Pues...,esuntantocomplicado,laverdad.Poreltrabajosolodevista,yoteníacuriosidadpero

nohabíamanera de coincidir sin parecer una descarada.Es una historia rocambolesca.No se quévanapensardemí...,enfin,allávoy,esperoqueestonosalgadeestascuatroparedes.Verányo

soy una persona bastante alegre normalmente, amistades nome faltan, aunque tengomis bajones.Hace un par de años, en 2007, sí, tras el último fracaso sentimental, estaba digamos..., un pocotocada.Pormicumpleañosmisamigasseconjuraronparaquitarmelatonteríadeencima.Vicky,unamujeralgomayorperojovendeespírituyconmuchapersonalidad,melióconqueteníapreparadauna fiesta pijama. Yo estaba encantada con la idea, rodeada de amigas charlando y riendo denuestrascosas,unaveladaestupendapordelante.Enesoqueunavezallíensucasa,medicequebajealportalconella.Yyomedije:«¿Paraqué?»Recuerdoesanochecomosifueraayer,habíadoschicasdeunosdieciochoañossentadasenlaescaleradeentradaquesedebieronquedarcomoyo,deauténticapiedracuandoVickyseñalaauntipoymedice:«Princesa,esteesJavier,turegalo».No se que será de esas chavalas... Cuando les regalen una camiseta o un compact disc por suscumpleañosigualsusfamiliaresoamigosrecibenunescupitajo.Laverdadesquenomehizomuchagracia en ese momento, pero una vez que acepté la sorpresa y recibí el masaje, en fin, fue unaexperienciaquerecordarétodamivida,unaobradearte.Asífuecomorealmentenosconocimos.–¿DesdecuándohacequenoveustedaMarías?–Verle, loquesediceverle,haráunpardemeses,aunquehehabladoconélvariasvecespor

teléfonohastahacedosotressemanas.Estabamuyocupadoperoseinteresabaporcómoibanloschicos.–Seríademuchaayudaquemehablaradelasituaciónporaquí,delosproblemasquetuvoJavier

Maríasenlosúltimosmeses.–Buff...,nosabríapordóndeempezar.Locuriosoesquetodoempezóairmalcuandolacosaiba

bien.Javiereseldueñodelcampodefútbol,muycercadeaquí.Seprestóa tomar lasriendasdelosequiposyenprincipiolosreligiososlerecibieronconlosbrazosabiertos.Poraqueltiempoquienestabaalcargode laIglesiade losDesamparadoseraelpadreJeremías.Oponersea lavoluntaddeldueñonolepareciórazonableyademásJavierseganóprontosuconfianza.Puededecirsequeeranamigos,charlabansobrecualquiertemaysellevabanbienapesardeladiferenciadeedadydecreencias.NoesunsecretoqueJavieryyoanuestramanerasomosateos,enesonosparecemos,peroconelpadreJeremíasesonosuponíamayorproblema,eraunapersonacultaytolerante.–Perdonequelainterrumpa,Elena,¿hadichoera?–inquirióMontes.–Losiento,esunamaneradehablar.Élsiguebienvivo,esporquedigamosque lo trasladaron

hacemesesaladiócesisdeUrgel,enelAltPirineuiAran,Lleida.CadaquéspertenecealobispadodeGirona.–¿Elmotivo?–preguntóQuintanilla.–¿Puedoconfiarenustedes?–Enmí,sí,porsupuesto.¿Quintanilla?–preguntóMontessúbitamenteasucompañera.–Undíavaaustedaacabarsolocomoun...–Habloenserio,Teresa.Seporexperienciadelaspresionesennuestrooficio.Conlapolíticade

pormedio,avecesvuelanloscuchillos.Nosécómoandanporaquílascosas.–Esodéjemeloamí,inspector.Nosoyuncorderilloprecisamente,quienmeconoce,bienlosabe.

Claroquepuedeconfiar,Elena.Nadadeestosaldrádeaquí.–Bien.Oficialmentepormotivos familiaresydesalud.Lahumedadesmuymala,yasabe,para

loshuesosmuchomejorlostémpanosdehielo,claro,dóndevaaparar...Extraoficialmente,ysinomemencionanmejor, que no quiero jugarme el puestomás de lo necesario, porque era..., es, unabuenapersona.Hablandoenplata,molestabay ledieron lapatadaporno tragarcon lasórdenes,perdón,consejosdelobispado.–¿Aquéconsejosserefiere,Elena?–quisosaberMontes.– Los detalles los desconozco, aunque le puedo decir que cuando los chavales empezaron a

ganar torneos por la comarca empezaron las tentaciones.Al ir subiendopeldaños los gastos erancadavezmásmolestos,nadagrave,peroaquísemiramucholapelaylosreligiososnotedigo...Sise puede rascar algo, mejor. Los de arriba tomaron nota, y no me refiero solo a los religiosos,tambiénclubs importantes,mediosdecomunicación,políticos, empresarios...Esoschavalespodían

ser una auténtica mina de oro. Todos querían llevarse su parte del pastel. Mis chicos..., quierenconvertirlosenmarionetas,purasmarionetas,comoelpadreDamián,queesquienestáahoraacargode la iglesiay loscríos.Verán,yonosoyuna intelectualcomoXavier, tampocoanarquistacomoPepelLegionarioGiulietta,muybuenosamigosmíoslosdos,tenemosunarelaciónmuyespecial.Suscosasfilosóficasmevienengrande,amímevahacerfelizalagentedelacalle,alosdeabajoyyaestá,perotengooídosycomoPepdice,muchosempresariosypolíticossoncomoveletas,vandondeestáelnegoci,no importa labandera,ya sepondránencima laque les convengacomoelquemás,searrimanaloquelesinteresa.Nosesimeentienden.Loqueimportaessacartajada.Silagentehacelavistagorda,ellosmetenmano.–¿CómoeselpadreDamián?,megustaríaentrevistarleluego–preguntóMontes.–¿ElpadreDamián?Puescomo tantosotros, amaneradoycon laexpresividaddeunpez.Una

marionetaobedientealserviciodelacorrienteespañolistamásretrógrada.UnapicaenFlandes,queporaquíelnacionalismoestáaflordepiel,inclusodentrodelcleroyhayquienestratandequelascosas no se salgan demadre. Que si unamultinacional de patrocinador, que si los colores de laselección españolay ahoraquieren segregar las clases por sexos.Que se fomentamás el estudiodice el cretino, como en tiempos de Franco pero con argumentos actuales basados en estudiosinternacionalesdedudosaprocedencia.Unlavadodecaraconelmismopellejo.¿SabenloquemedijoXavier?Queenelfondoesporqueletienenmiedoalsexo,miedono,pánico.Yqueutilizanlareligióncomosublimaciónonosequé...QuécosastieneelMarías,aunquepuedequetengarazón,la IglesiaCatólica y el sexo tienen un serio problema.Anda que no podían dejar que se casarancomolosprotestantesyaotracosamariposa.Paraelloslamejormujeresunavirgen,nocreoquehagafaltaañadirmás.Yoporahínotrago,deesonada.LuegopasaloquepasayloquelehicieronaXavierfuedelomásrastrero.Envezdelavarsupropiaropa...Peroaloqueiba,elpadreDamiánes lo suficientemente listo para saber lo que se hacey lo suficientemente tonto para considerarlemalvado.Unamentezombi,esoesloquees,nolevanasacarnada.–¿Yquiénmueveloshilosentonces,Malena?–preguntóelinspector.–Apartedelobispadonopuedodecirlesmuchomás,paraelrestodelosquepuedanestardetrás

serámejorque lepreguntenaPepelLegionari,deestos temassabemuchomásqueyo.Bastantetengo con lo que tengo y créanme que no es poco; familias desestructuradas, chavales conenfermedades,adopciones...Cadaniñosepuedeconsiderarundrama.¿EntiendenahoraporquémegustaDisneylandia?–Ya...,unmundo feliz, ¿noeseso?Seguiré suconsejo,nocreoquevayanuncaaDisneylandia

peroquizánoseabuenaideaentrevistaralpadreDamián.Siélnomueveloshilosprefieronodarquehablardemomento.¿QuépuededecirmedellibrodeJavier?–Vaya,¿yasabeneso?Lollevababastanteensecreto.Unlibroparacambiarelmundo...Seque

tratalosprincipalestemasdelahumanidad;elamor,elsexo,elpoder,lareligión...Nuncamedejóleerloqueescribía.Decíaqueerapormibien,queyosoymuyexpresivaynopodríaevitardarleala lengua.Megusta hablar, esa es la verdad.Una amigamía, cuandonos vamos de viaje juntas,despuésdecenarseponeuntapóneneloído,medadiezminutosparaquedigaloquetengaquedeciryluegoseponeelotro.Esosíqueesunaindirectadelasbuenas.Tengounproblema,Xavierme lodecía,graciasa él soyconscientedeello.Antesnoentendíaporquémisnoviosacababanhartosyesoquetengounabuenadelantera.Sinoencuentroamipríncipeazul,seréunhadamadrinao una princesa sin reino que no busca la santidad precisamente. Por cierto, ese peinado cortito lequedaestupendamenteconeluniforme,inspectora,¿noselohabíandicho?– Eeeh..., gracias,Malena.Mi trabajome cuesta, no se crea. Los que diseñan los uniformes se

piensanquesomos,eso,uniformesynotodossomosiguales.Yosoybajitayporquénodecirlo,decaderas anchas. Si quiero que me entre el pantalón, con mi estatura me sobra media pierna.Afortunadamente tenemos unamodista en la familia.Me arregla los uniformes, no solo cortar ycoser,me losdejaentalladitos, ¿ve?,nadaqueverconalgunosqueparecequevanenvueltosenuna bolsa. No digo que tengamos que ir como una azafatos de Iberia, pero un poquito más de

esmeroyapodíantener.Elpeloesunacuestióndecomodidad,unpocodeespumafijadoray listaparatrabajar,ahorayameveríararaconelcabellolargo.¿Entoncescreequemequedabien?–Estupendamente,¿nolepareceinspector?–Afirmativo,desdelaprimeraquelavi,penséqueteníaestilo.–Lodiráenbromaperosabequeesverdad–dijoQuintanilladirigiéndoseaMalena.–Claroque sí.Yovoymáscampechana, especialmentecuandovengoalorfanato,nocreoque

seamuyadecuadoponermefinaenunambientedecurasychavalesconproblemasyesalibidodeadolescentes. También tengo mis dificultades con la ropa, es complicado encontrar algo que mequedebiensinquea lagente se le salgan losojosdesusórbitasyesoquecuandoera jovenmeoperédelospechos.Hicebien,memachacabanlaespaldayaesaedadlapielserecuperamejordelascicatrices.Ahoraapenassemenotan.A los dos agentes se les vino a la cabeza la imagen de cual serían las medidas originales de

Malena antes de su reducción de pechos. Si ahora llamaba poderosamente la atención, el escoteoriginalselesantojabasobrecogedor.–Debióseralgodolorosalaoperación,¿no?–preguntóQuintanilla.–Notanto,lopeorfueelpostoperatorio,apartedeldolor,ibacomounamomiayaesasedadesla

gente es bastante cruel.Despuésme tomé la revancha con los que se burlaban demí.Les poníacomo unamoto y luego les dejaba con la miel en la boca, por cabrones. El salario no da paramuchoperofueradeltrabajomepongomáscoqueta.Podráncomprobarlosiundíaquedamosparacenar los tres.Esbueno salir de la rutinay relajarseunpoco.Conozco algunos sitios cucosynomuycarosporlazona.Lessorprendería.–Escuriosoquelodigaporqueelotrodíaestuvimosnimásnimenosque...

–Quintanilla...–interrumpióMontes.–¿Eh?,ah,ya...,claro.

–Bueno,sinotienenmáspreguntasquehacerme,megustaríavolveralorfanato,esosdiablillosnodescansannunca.Ah,encuentoaunposiblesuicidiodeXavier,yoqueustedeslodescartaríadeplano,pormitrabajoestoyacostumbradaaesetipodecircunstanciasylohabríanotado.Yasabenmiteléfono,lavidaesmuycortayhayqueexprimirlamientraselcuerpoaguante,siunanochelesapeteceevadirsedesuinvestigaciónyquitarseelestrés,cuentenconmigo.Mepondréotracamiseta,loprometo.–Muchasgraciasporelofrecimientoyporsucolaboración,Malena,encuantosepamosalgoen

firme, nos pondremos en contacto con usted, sea lo que sea –dijoMontes–. Quizá para entoncestengamosmásmotivosparacelebrarlo.

–Esoespero–comentóMalena–.Buenasuerteagentes.

LospolicíasacogieronconciertogradodeturbaciónlacercaníadeMalenaaldespedirsedeellosconsendosbesosenlasmejillas.Lacontemplaronalejarseendirecciónalorfanatohastaquellegóaserapenasunpuntorosaenladistancia.–Bueno,bueno,quémujer,¿no?,esunterremoto,hayquevercomolegustadarlealalengua–

comentóQuintanilla.Alinspectorlesaltarondeinmediatolasalarmas.«¡Diosmío,Quintanillanoesconscientedetenerelmismoproblema!Madremíadelamorfermoso...

Quéfuerte».–Sí, sí, aunqueesonoshavenidobien, seagradece la información.Almenosesconscientede

ello...–Vaya tela, como para no notarlo. Por cierto, ¿esmi imaginación, o nos ha estado tirando los

tejos?–preguntóQuintanilla.–Puesseráausted,quesilesientabieneluniforme,elpeinado...–Peroentoncesnonoshabríainvitadoalosdos,¿noesasí?Talvezquería...,yasabe,esascosas

quesehacenahora.Igualusted,queesdelacapital,sabemásdeesetipodecostumbres...–insinuó

lasubinspectora.– No elucubre, Quintanilla, no elucubre, que tiene usted una imaginación muy calenturienta. Si

tantolepicalacuriosidadnotienemásqueaceptarlaofertadeMalena.–Lerecuerdoquelaofertaleincluíaausted,inspectorynomedigaquenolepicalacuriosidad,

conesepedazode...,quetantolesalteraaloshombres.–Meguardarédeopinarsobremisgustosmamíferos,Quintanilla.Encuantoalamentefemenina,

es algo que desborda ampliamente mis posibilidades cerebrales. Si además añadimos el senycaracterísticocatalán,consuprudenciaenlosmodosyenlasformas,yaunonosabebienaloqueatenerse.Talvezsimplementesetratedemeraamabilidadycortesía.Igualusted,queescatalana,sabemásdeesetipodecostumbres...–Comosabeusteddarlelavueltaalascosas,Monts.Seavecinatormenta,¿quéhacemosahora,

vamosaentrevistaralpadreDamiánono?–Nocreoqueseaniproductivo,niconveniente.SeguiremoselcriteriodeMalenaSanchís.Será

mejorquevolvamos,comamosyluegoyaveremos.–¿Meestáustedinvitandoacomer?

–Depende,silegustanlashamburguesas,sí.Las primeras gotas de lluvia aparecieron amitad del caminode vuelta.A la altura deFigueras,

arreció la tormenta de veras, con tal fuerza que los limpiaparabrisas dejaron de desempeñar sufunción con eficacia.Decidieron parar dentro del casco urbano y abalanzarse sobre el primer barconhuecoparaelaparcamiento.Lacomidaconsistióenunaensaladacésar,butifarraambsequesparaelinspectorysalmónalaplanchaparalasubinspectora.Montes,empeñadoensumergirseenlaculturadelpaís,pidiócremacatalanadepostre,mientrasqueQuintanillaoptóporunamacedoniadefrutas.Alargaronlasobremesaloquepudieronconcaféyunpardechupitosacuentadelacasa.–¿Quévamosahacer,inspector?,estonotienepintadepararynopodemosestarcomiendotodo

eldía.Esteuniformequemequedatanbien...,noconvienequepierdasuencanto.–Puesnosé...¿Hayalgúncineporaquícerca?–preguntóMontes.–Hayunmulticineaquíallado,aestashorasnocreoquehayanadie,peronoestoyaldíadelo

queechan.–Tampocoimportademasiado,pasamosunpardehorasacubiertoyparaentoncesrecemospara

quenosigaeldiluvio.Almenosestaremosentretenidos.Yoinvito,peroconunacondición.–¿Cuál?–Nadadepalomitasyelijoyolapelícula.Elquepagaescoge.–Contaldequenoseandeesasiraníesocoreanasaceptoeltrato.El cine de acción que tantos fans tenía entre el gremio, no era del gusto del inspector. Los

continuosdisparosylascarrerasdecochesnoconstituíansuficientealimentoparasusneuronas.Suspreferencias iban siempre dirigidas hacia un buen guión y unos actores con garantías. Le costódecidirseentre«Watchmen»y«LaDuda».LasdosestabanrelacionadasenciertamaneraconJavierMarías.Laprimeraporpertenecerasucoleccióndecomicsylasegundaporelentornoreligiosodela trama.Supusoqueunaseríamásentretenidaqueotra,aunquecon lacontrapartidadenocontarcon la formidablepresenciadeMerylStreepyPhilipSeymorHoffman,dos actoresde innegablecalidad, loque equilibraba labalanza.Al final sedio cuentade la ironíay escogió laúltima.Lasala,unespacioreducido,sehallabacompletamentevacía.Iralcineaesashoras,diluviandoenlascallesyconlacomplicidaddelapantallasinnadieasualrededor,lehizopensaraMontesporunosinstantes enunacitadedos adolescentesbuscando intimidadal amparode la lluvia, una situaciónextrañamente romántica. Conforme se desarrollaba la narración, el inspector fue apreciando elexcelentetrabajodelosactores,inmensosensuspapelesapesardequelaaccióntranscurríabajouna aparente serenidad. Sin embargo, lentamente, los recovecos del argumento iban dejandoentreveruntelóndefondodesgarrador,sabiamentetrufadoporlainteligenciafueradelocomúndel

guiónyunasobriadirección.DistraídoporlapelículaapenassisediocuentacuandoQuintanillalecogiódelbrazoensilencio.«Mírala,sienelfondosabesercariñosacuandoquierelachiquilla»–pensóMontessindarledemasiadaimportancia.Mediadoelfilme,sintióademáselpesodelacabezasobresuhombroyelleverocedeunodelosestrechospechosdelasubinspectoraensubrazo.LacercaníadeljovencuerpodeTeresaQuintanillaledistrajodelvisionadomásdeloquequisoadmitiry solo se apaciguaron las sensaciones al sentir los tenues ronquidosde lamosso d´esquadra. Sinduda, sucompañerade investigaciónnoapreciaba lasprofundidadesdel largometrajeen lamismamedida que el policía, quien al acabar el visionado quedó gratamente impresionado de aquellaincursión cinéfila inesperada. Cuando las luces se encendieron Quintanilla seguía abrazada a él.Montes esperó unos instantes y luego la sacudió delicadamente para arrancarla del sueño sindemasiadabrusquedad.–Quintanilla...,Teresa...,despierte.–Mmmmsss...¿Eh?,Vaya,mehequedadosopa.¿Yahaterminado?– Hace un rato pero no me atrevía a despertarla, parecía necesitar un buen rato de sueño

reparador.–Laverdadesqueanochenodormídemasiadobien.–Perosiesun...Enfin,paraquédiscutir,encuestióndegustos...– Espero no haberle fastidiado demasiado la película y perdóneme lo de las babas, aunque es

granparte espor suculpa,desde luego sabeustedcómoescogerunapelículaparaquedarseunafrita.–Ha sido un placer tenerla ami vera ahí calladita como una niña buena. Una experiencia que

recordaréconalborozotodalavida.Vayamosaversisiguediluviando.Alsalirdelcinepudieroncomprobarquelopeordelatormentahabíapasado.Seguíalloviendo

conintensidadaunquenadaquepudieraimpedirlesregresaralhostalconnormalidad.Elpolicíasequedó mirando un momento hacia el cielo mientras su cara se empapaba por la lluvia. TeresaQuintanillaabriólapuertadelconductorysequedócontemplándolofijamente.–Siemprehequeridohaceresto–dijo.LasubinspectoravolviósobresuspasoshastadondeseencontrabaMontes,sepusodepuntillasy

besó apasionadamente al inspector rodeándole con sus brazos. El agente, pillado por sorpresa,acogiócomopudoelofrecimientoconloslabiosabiertosylaexpresióndeunespantapájaros.–Pero...,yo...,yo...–balbuceóelincrédulopolicíasinsaberquéhacer.Quintanillasediomediavueltayantesdemontarseenelvehículo,legritóalinspectorirritada:

–¡Cuandosepaustedloquequiere,dígamelo!

Teresacerródeunportazoelcocheysemarchódeallíatodavelocidad,dejandoalpolicíasolocomounperroabandonadobajolalluvia.

–Brother,¿Cómovalacosa?–preguntóMontesporteléfono.– Muy bien, Monty, aquí se está divinamente y me ha cundido mucho. Este libro es la caña,

aunqueesté sin terminar.Todavíamequedan losúltimos capítulos. ¿Ya ti, cómo teha idopor elorfanato?–No sabría qué decirte... Una cosa, siento interrumpirte pero, ¿podrías recogerme? Estoy aquí

cerca,enFigueras,Quintanillasehamarchadoconelcoche.–¿Yeso?–preguntóSalcedo.–Yatecontaré.

–Sinproblema,Monty.Mevendrábiendespejarmeunpoco.–Gracias,Brother.Unpardecigarrillosdespués,bajolaproteccióndelalerodelcinealquevolviópararefugiarsey

ofrecerunamejor indicaciónasucompañero,el inspectorMontes fue rescatadopor IvánSalcedo.En los escasoskilómetrosque les separabandel hostal, le supomaldesvelar losúltimoshechospertenecientes a la intimidad de Quintanilla, no obstante sabía que con Salcedo no cabían lossecretosyconfiabaplenamenteensudiscreción.La memoria a corto plazo de Montes se hallaba cerca del colapso con los últimos

acontecimientos;laconversaciónconMalenaSanchís,lasesióndecineylasorprendentereaccióndelamossod´esquadra.Porsifuerapoco,amagabanporquerersaliraflotetambiénlosrecuerdosdelasvisitasaPepelLegionariyalapintoraLauraSprecher.Entodosycadaunodeloscasosnoencontraba un asidero firme en el que cobijar sus pensamientos y obtener las conclusionesnecesarias.Sentíaquelapelículahabíatraspasadolapantallayquesutítuloreflejabafielmenteelestado mental en el que se encontraba. Los únicos rayos de esperanza procedían de la cenapreparada por Rosa y las primeras conclusiones que su compañero de investigación debíaproporcionarletraslalecturadelmanuscritodeJavierMarías.PorsuparteIvánSalcedoconsideróoportunoaparcarsuresumenprovisionalhastadespuésdelacena.Erafácilparaéldarsecuentaquesuamigoteníalamenteconfusaynecesitabaunrespiro.Lainformaciónquedebíaaportarrequeríadisponerdeloscincosentidosaplenorendimiento.ElmismohechodetransmitirlayalesuponíaunenormeretoyseimaginólacolosaltareaenlaquesehabíaembarcadoJavierMarías.Darconlasclavesdelostemasmásimportantesparalahumanidad.Infinidaddementesdeluniversorellenabanestanteríasenterascontansolounocualquieradelosapartadosdellibroymuchasdeellasapenassi rozaban de casualidad la cordura. Salcedo se veía a sí mismo como un tipo escéptico pornaturaleza,susvirtudesconsistíanenserunavezadoobservadoryconesabasebuscarsolucionescreativas a los dilemas que se cruzaban en su camino.Cuando todos corrían en una dirección, élpensaba en las alternativas. Una parte escondida en las profundidades de su interior se revelabacontra alguien que proclamaba tener las claves para cambiar elmundo. Buscaba fisuras con quederribarelmitodelaobradeJavierMarías,meterleenelsacodeloscharlatanes,mataralpadre,algo que no le hiciera sentir tan pequeño. Puede que otras personas, presas de sus propiasdebilidadesymiseriassiguieranesasendaenmasa.Elinspectorescogiócomoerasucostumbreunaalternativadistinta,postrarsederodillasantelarealidad,conunreflejocríticoperoalavezhumildeante una obra que independientemente de estar de acuerdo o no con sus argumentos, solo podíacalificarsedeunamanera:Eraunlibroúnicoenelplaneta.

–Aaahhh...Estoyaesotracosa–dijoMontesapurandoelheladodecucuruchoque sederretía

entresusdedos–.Creoqueyaestoylistoparatuinforme,Brother.No,faltaunacosa.Rosa,¿podríahacernosuncaféirlandés?–Hedesuponerqueyahanterminadosujornadadetrabajo,¿noesasí?–Esaesunacuestiónpeliaguda,nosotrostrabajamossindescanso–contestóMontesdandodesí

sustirantes.

–Aúnnosquedanalgunascosillaspordiscutir,peronosepreocupe,Rosa,novamosairaningunaparte–añadióSalcedo.– Entonces les dejaré con sus asuntos. Esta catalana les preparará sus brebajes.Nata asturiana,

azúcardelEbro,whiskyescocésycafédeColombia;loquesediceunirlandésdepuracepa.IvánSalcedo,«elCreativo»,rodeólacopadebalónconsusdosmanosencuantoestuvosobrela

mesa.Notóelcalordelcristalysequedóobservandounbuenratolanubedenatabatidasobrelasuperficie.

–DisparaBrother,noteandesporlasramas.–Esquenosemuybienpordóndeempezar,Bambino.

Montes percibió en el rostro de su amigo una amalgama de emociones que solo en contadasocasionesdeunpasadolargamentecompartidotraspasaronlafronterahaciaelexterior.«Estonovaenbroma»–pensóelinspector.

–¿Es...,tanespecial,hermano?Salcedodiounpardevueltasalacopaylevantóporfinlamirada.–ComodiceelpropioMarías,«Laverdadesunacuestióndetantosporciento».Uneruditotedirá

que es una obra demasiado simple, una persona de a pie, que es demasiado compleja. Un editortirará el manuscrito a la basura porque no procede ni de un famoso ni de un catedrático, no esrentable.Uncríticotediráqueeselpanfletodeuniluso,unlectoralazarquepecadeblando,otroquederevolucionario.Élsesitúaenmedio,comosiempre,tehacesentirqueesalgosencillo,queincluso tecuentacosasqueyasabíasysinembargo,nadieenelplanetahaescritounacosa igualconanterioridad.Noesespecial,amigomío,eslosiguiente.Montesconfiabaenlaimparcialidaddesucompañerotantocomoenlasuyapropia.Poresamisma

razónsusexigenciaseranmáximasyseveíaobligadoatomarprecauciones.–¿Estássegurodeloquedices?Puedequenoseaelmomentomásindicadoparajuzgarunaobra

así.Estáspasandoporunasituación...– Tranquilo, Monty que te veo venir. Ya me he mirado el ombligo, ¿y sabes qué?, ese tipo

también.Mejodedecirlo,perovapordelantedenosotros.Loséporqueloponeensusanotaciones.Es lobuenode tener elmanuscritooriginal, algunos temas son solobocetospordesarrollarperoanotasusreflexiones.Enunadeellasseplanteasihacerunlibrodehumorobienrealizarloconunestiloprofundocomoeldeuniluminado.Alfinalsedecantaporllevarloacabocomosifueraundocumental de la 2, con sus pros y sus contras. El ya conoce lo que dirán los demás y lasdificultadesconquesevaaencontrar,adivinaloqueselevieneencima.Escomounescaladorqueestáenlacimadelamontaña,veloqueotrosnoven...Noseatribuyeningúnmérito,élhallegadoallí simplemente porque podía, escuchando a otros escaladores que lo intentaron antes que él ysiguiendosupropiaintuición.Ahorahadeesperaralrestoseñalándoleconeldedo.«Esonovale,hallegadoenhelicóptero»,«míraloen lo alto, esunpresumido»,«¡es un fanático, tiradle piedras!»,«noesunamontaña tanalta,yopodría subir siquisiera»,«miente comounbellaco, loquevenoexiste»,«nohaynadanuevoquepuedaversedesdeahí».Loparadójicodelcasoesqueapesardeello,élmuestraelcaminoparaquetodospuedanverel

paisaje sin obstáculos, hasta losmediocres y los envidiosos.El conocimiento esta ahí, solo tienesquequerersubir.Hayqueescalarunpocoperoloquehaceesponerlofácil,alalcancedelamano.Sedacuentadequehayunproblemadeexcesodeinformación,losdemásdiscutenlosdetalles,elacude a las raícesprofundas. Imagina que alguien logra resumir lo fundamental de cada tema; elamor,elsexo,lareligión,elpoder...Imaginaquelohaceconlaverdadpordelante,nolaverdadquetegustaríaoír,sinolaquerealmentees.Imaginalaperspectivaquetedatener,nountemaenconcreto, sino todos a la vez, el conjunto. Eso estar en la cima de la montaña, una visión detrescientossesentagradosdondenadateimpideverlarealidad.

–¿Esesoloquésevedesdeahíarriba,Brother?–preguntóMontes.–LaVerdad,puraycristalina,hermosaycruel,comoelpropiohombre,comolamismanaturaleza.

Maríasdicequealgunoszoólogostediránquelanaturalezaesmaravillosa,yloes.Otrosqueesdespiadada,yloes.Losanimalessedevoranconstantementelosunosalosotros,vivos,ylosmásdébilessonlosprimerosencaer.–Labotellamediollenaomediovacía,¿noesasí?

–Eltediríaquelabotellaestáporlamitad...–Entiendo.Dimeunacosa,¿creesqueeselibropuedecambiarelmundo?–Eso no lo se. Él piensa que sí, que solo hacen falta dos ingredientes fundamentales:Amor y

Verdad.Loquearruinaelmundoeselegoísmoylaestupidez.– Suenamuy bonito, sí, pero lo que te quiero decir es, ¿por qué cojones piensaMarías que el

momentodecambiarelmundohallegadojustoahora?–Espera,espera,novayas tanrápido.¿Ves?Teacaboderevelarel resumentotaldel librocon

esas dos palabras y las has pasado por alto como si nada, la mayoría les concedería la mismaimportancia, inclusoyoantesde leer lasnotasdesupuñoy letra.Lobuenodeestemanuscritoesque hace anotaciones y parami gusto, esas anotaciones deberían estar incluidas en el texto. Sontremendamente esclarecedoras. Cuando dice que Amor y Verdad son las claves para cambiar elmundonosequedaenuna licenciapoéticamásparaquedarbienoganaraudiencia,esel frutodeunareflexiónprofundayracional.Lasnotasdesupuñoyletra tepermitenvercómohallegadoaesa conclusión. Son tan reveladoras o más que el propio texto, un auténtico lujo. Te lo voy aexplicar con el ejemplo que él menciona. Los médicos se dedican a tratar a la gente enferma,¿verdad?, y absolutamente todos estamos o vamos a estar enfermos algún día, eso significa lapoblacióndel planeta al completo.Tú seguroquequerrías tener almejormédico. ¿Aque sí? ¿Ycuálcreesqueeselmejormédicoquepodríatratartedetuenfermedad?Elmejormédicoseríaelquetuviesemejoresconocimientos,experiencia,sentidocomún.Enresumen,elqueentuenfermedadseacercaralomáximoposiblealaVerdad.Peronobastaríaconeso,pormuchoconocimientoquetengasilagenteleimportaunbledo,nuncapodrátratartecomodebería,puedequeinclusonuncaseacercaraatiaunqueteestuvierasdesangrandodelantedesusnarices.Elotroingredientenecesarioeselcariño, lacompasión,endefinitiva,elAmor alprójimo. ¿Entiendesahora?Esas letrillas, sonmásdeloqueparecen,comoéldice:«Nohayquequedarsesoloenla letradelaspalabras,hayque sentirlas». Esas dos palabritas no son el recurso facilón de un libro de autoayuda, sonrealmenteútiles, es decir, racionalmente salvan vidas. Como en el ejemplo de unmédico, son ladiferencia entre unmundo enfermoyunoque aspira a estar sano. ¿Quéprofesor querrías para tushijos?Denuevolomismo,elquetransmitalosmejoresconocimientosaloschavalesysepreocuperealmente por ellos:Amor yVerdad. La salud y la educación son temas imprescindibles, pero lepuedessumarcualquierprofesión,yaseaunperiodista,uncocineroounpolítico...¿Cuálessonlosmejores padres? Los que cuiden a sus hijos con cariño y les orienten mejor en la vida. Amor yVerdad.¿Tedascuenta?Elvaa las raícesde lascosaspara transformar lasociedad.Losquenoestán en la cima de la montaña, creerán que son una floritura sin fundamento más, las palabrasbonitasdeuncharlatánysinembargosonelmayorresumenquepuedehacerseparalograrcambiarelmundo,lamejorinversión.Ningúncatedráticoloexpresaríaasí,coneseargumentodesencillezpasmosayalavezirrebatible.La mente de Montes era un hervidero de sensaciones, como una cascada continua de fuegos

artificiales que pugnaban entre sí por llegar a lo más alto y deslumbrar con los colores másbrillantes.Unadelasfrasesdesucompañeroselequedógrabadaentrelasexplosionesdeluzqueaún rezumbaban en su cabeza.«AmoryVerdad»,«No hay que quedarse solo en la letra de laspalabras,hayquesentirlas».Sevioasímismoanteelespejoconunreflejoquenoeraelhabitual.Alotroladodelcristalaparecíannuevosmaticesinesperados.RecordólaconversaciónconAndreuFerrán al explicarle cómo Javier Marías le había revelado aspectos de su personalidad que élmismodesconocía.Elinspectorsesentíaasíenesosmomentos,desnudadoporlaspalabrasdeun

desconocido.Empezabaacomprenderlasrazonesdesuéxitoprofesional,elusoquehacíadesusrazonamientospuramentelógicosydeductivos,maceradosporlaexperienciaylaextrañanaturalezade una intuición casi mágica. Saberse rodeado por los agentes con mayores conocimientos en sucampo,losmáscompetentesytodoparadescorrerlascortinasdelarealidadyatraparalosmalos.Eraloquelediferenciabadelrestoyeraunadiferenciaquesalvabavidas.AmoryVerdad.Montessintió vértigo, seguía siendo elmismode siempre, pero almismo tiempo se veía distinto, comoelprimer hombre al reconocerse en el reflejo de las aguas de un río. Pensó que eso era lo que sedebíasentiralsubirunpeldañomásenlacimadelamontaña,unaperspectivadistinta.Noestabaenlacumbreperoestabaenelcamino,elcaminoalaverdad...– En cuanto a lo de por qué ahora... –continuó Salcedo ajeno a los pensamientos de su

compañero–, comprendo tu escepticismo, yo pensé lo mismo, siempre con la misma cantinelaapocalípticadelahora.Creoquelotengoapuntadoporaquí...Ajá,vale.Noformapartedeltexto,estáensusanotacionesalmargen.Tienequevercon lacreatividadyelconocimiento.SebasaenquelallegadadelaimprentafomentóelpasodelaEdadMediaalRenacimiento,unanuevaera.Laextensión del saber fue una fuente de inspiración que recorrió medio mundo. Libro tras libro, laculturaeraaccesiblecadavezamásymáspersonas,contraduccionesynuevasaportaciones,unareacción en cadena. Ahora está ocurriendo lomismo, solo que a una escalamayor y a un ritmoacelerado.–¿Porqué?–preguntóMontesimpaciente.–Porinternet.–Internet...–¡Piénsalo!Enlaépocaquenoshatocadovivir,elconocimientosobrecualquiermateriaquesete

ocurra,estáalalcancedeunclicderatón.Historia,Geografía,Filosofía,Física,Química,Medicina,Música,Literatura...LaTeoríadelaEvolución,laleydelaGravedad...Estonohasucedidonuncaaeste nivel. Genios de todas las épocas, científicos de todo el planeta y gente común caminandojuntos estén donde estén.Estamos conectados. Esa conexión fomenta las chispas de creatividad,igual que en nuestro cerebro a medida que adquirimos conocimientos y nuevas experiencias. Lasneuronastienenmásasiderosalosqueagarrarseylasconsecuenciassoninimaginables.–Escierto...YomismohablédelacreatividadconAndreuFerránhaceunosdíasycreíadominar

el tema. Encaja... Las neuronas en estado de relajación permiten saltarse corrientes lineales einterconectarse más libremente. Se estimula la creatividad, la diferencia entre vivir a oscuras oinventarelfuego...Yestamoshablandonodeunapersonaaisladasolamentesino...– ¡Bingo! Imaginaun«cerebro» a escala planetaria, plenamente conectadoy en tiempo real, ¿y

quétenemos?¡Lacreatividadelevadaalaenésimapotencia!–Ya veo...Chispas y chispas de energía...Nuevos descubrimientos a un ritmo exponencial.Una

nuevaera,laeradelcambio.Joder...¡esehijoputavaatenerrazón!–¿Ves?Asífuncionasumente,tehaceparecerfácillodifícil,porquetepermitellegaralacima

delamontaña,dondesepuedecontemplarlavistaalcompleto.Noesqueseamáslistoqueotro,essimplementequepuedecontemplarlapanorámicadesdearriba,sinobstáculos.Atravésdellibroélquieremostraresapanorámica,aunasabiendasdequemuchoslocriticaránporquenohanllegadohastalacima,simplementenovemoselconjunto.¡Noquiereimponersuvisión,quierecompartirla!

Montes sequedómeditativoporunos instantes, tratandodeasimilar la informaciónque lehabía

proporcionadosucompañero.RecordóelretratodeJavierMaríasdibujadoporLauraSprecher.Lamiradahacia loscielosconlosbrazosencruz, la luzcubriéndoley lasensacióndeplenitud.Unaespeciedeéxtasissingular,diferentea laoscuridadde losantiguosmísticos,matizadoporcoloresvivos que invocaban la alegría y la paz interior. Las palabras podían ser contradictorias, lassensacionesdelcuadroflotabanfueradellaberinto,sintetizabansuverdaderoser.Un lucero en lo alto donde los marineros sin rumbo puedan orientarse. Una humilde estrella

llamando a brillar amillones de otras estrellas que impidan el naufragio de los que están en laoscuridad.–Compartir...¿Eseeselproblemaalqueseenfrenta,noesasí?–preguntóMontes.–Y es un problema bien gordo, lomires por donde lomires. ¿Cuánta gente ha pregonado que

puedecambiarelmundo?,¿cuántagenteenrealidadpodríahacerlodeveras?Imaginaenlaremotaposibilidad de que tan solo uno entre un millón supiera hacerlo. Aunque existiera ese 0,01%,estamostanacostumbradosalamentiraquenadielecreería,ademásnoesuncientífico,niunastrodelatelevisión,esunsimplemasajista,unmudoentregentechillandoenunincendio.–Yelmudoeselúnicoqueconocelasalida,quéironía...–Síypeoraún,porqueaunqueseacasiinvisibleymudo,alguienlepodríaconsiderarpeligroso...–¿Peligroso,por?–preguntóextrañadoelinspector.–Porquenodejatítereconcabeza.Sacaloscoloresanorteamericanos,rusos,alemanes,chinos,

árabes...Cristianos,musulmanes, judíos,poderesfinancieros,políticosdecualquierbando,grandescorporaciones... No lo hace en plan vengativo, lo hace con los argumentos de un agricultor quedesealamejorcosechaparalafamilia,limpiandolamalahierbaasupaso.Puñodehierroenvueltoenguantedeseda.–¿Tanpeligrosocomoparaquealguienloquisieraquitardeenmedio.Brother?–Hmmmm...Esaesunabuenapregunta,Monty.Otraironía.Siellibrotuvieraéxito,Maríassería

el primer perjudicado. Cualquiera de los que te he comentado tendría razones de sobra paracrucificarlo,peroelmanuscritoapenasloconocenadie,asíque...–Yaveo,¿ydicesqueélseríaelprimeroenperder?Entonces,¿cuáleslaverdaderarazónpara

escribirlo?JavierSalcedo,alias«elCreativo»volvióadarvueltasasucopaenformadebalón,en laque

soloquedabanrestosdeespumaenespiralsobreunfondooscuro,comoelagujeronegroSagitariusA*enelcentrodelavíaláctea.

–Creoqueyasabeslarespuesta...–Montesasintióensilencioconlacabeza.Apuródespaciosubebida,mirófijamentealosojosde

sucompañeroyledijo:–¿Sabesqué,Brother?

–Dime,Monty.–Tenemosqueencontraraesetipo.

EspírituSanto

Porlarazónquefuese,losdosagentesdepolicíasedespertarondebuenánimo.Desayunaronen

la terraza bajo un cielo encapotado que desprendía una potente luz difusa capaz de colarse porcualquier resquicio. El frescor de lamañana bajo el verdor de la parra les estimulaba hacia unaacciónquedeseaban,todavíasinprecisarmuybienladirecciónatomar.Sendostazonesdecaféconlecheacompañadosdepantumacayquesofresco,redoblaronsussensacionesdeenergíadispuestaaserliberada.Fueracualfueraeldesenlace,estabanresueltosatransitarjuntosporelcaminoalaverdad como dos aventureros que se adentran en terreno desconocido. Les acompañaban ladecisión, fruto de su dilatada colaboración en el tiempomás la experiencia acumulada y una raracerteza cubierta de esperanza como telón de fondo en sus pensamientos. Como escuchando susplegarias, el móvil del inspector Montes sonó con la famosa melodía de «Charge of the LightCavalry», el archiconocido sonido de corneta de la caballería ligera americana al emprender lacargaenlaspelículasdeloeste.–¿Inspector?–Quintanilla,verá,yo...–Nosea tancreído,Monts, estoesuna llamadaestrictamenteprofesional.Queríaadvertirlede

quesehaproducidounroboenlacasadeJavierMarías.–¿Cómodice?–preguntóincréduloMontes.–Másconcretamenteunroboconincendioincluido.–¡Joder!¿Lacasa...?–Alparecerlacasanohallegadoaarder.Hasidoelcorral,elpalomarquierodecir.Yoyavoy

decamino,seríamejorquevinieseustedtambién,¿meentiendeono?– Mecagüenlaleyelorden... Sí, ahora iremos para allá. Un momento, ¿cómo se han enterado,

algúnvecino?–Síyno.LaprimerallamadafuedePepelLegionari,luegollamaronvariosvecinosdelazona

alertadosporelhumo.– Pep el Legionari... Seguirá allí me imagino. Está bien. Acordone la zona por si encontramos

algunashuellas.–Metemoqueyaestardeparaacordonarlazona,inspector.Entrelosvecinos,losbomberosy

lasgotasqueestáncayendonocreoquesaquemosnadaenclaro.De todasformasme llevaré lacámaradefotosporsihacefalta.–Mierdadepatoviudo...Entiendo.Nosvemosallí,Teresa,notardaremos.–Deu.–Deu.Elinspectorsequedóunosinstantesmaldiciendoloshechos.UnroboenlacasadeJavierMarías

noentrabaenentresusplanes,justoahoraquedeseabaponerseatrabajarenserioconlaagendadelmasajistayelrestodellamadasdelcontestador.Pensóconciertoalivioquesilacausadelroboeralahabitual,ambosobjetospermaneceríanintactos,sinembargosuintuiciónleaguijoneabalamente

ensentidocontrario.Lapresenciadesucompañerolesacódesuscavilaciones.–¿Quéhapasado,Monty?–Unrobo,Brother.UnroboencasadeJavierMarías.Serámejorquemovamoseltrasero.Losagentessedirigieronaunodelosvehículospolicialesdepaisano.Antesdeentrarenelcoche,

MontessedetuvoparaadvertiraSalcedo.–Brother,hahabidotambiénunpequeñoincendio.Metemoqueelpalomar...IvánSalcedosequedómirandoalosojosdesucompañerounosmomentostratandodeasimilarla

información.Sindecirnada,seintrodujoenelvehículoycerrólapuerta.«Quéhijosdelagranputa,hijosdelagran...»–pensóparasí.Enel frontalde lamasía,unadocenadepersonasapenasdejabanentrever lapequeñafigurade

TeresaQuintanillaalzandolosbrazosydandoinstruccionessindemasiadosmiramientos,salvoalapequeña dotación de bomberos a los que parecía tratar con mayor deferencia. Al reconocer elvehículopolicial,lamossod´esquadrahizogestosostensiblesparaindicarelestacionamientomásadecuado según su criterio. Montes, que ejercía de piloto, siguió sus instrucciones con tiemposuficienteparadistinguirunpardepersonasqueleresultabanfamiliares.– Retírense, por favor, aquí ya no hay nada que ver, nos hacemos cargo de la situación. ¿Me

entiendenono?Sientoqueoshayanhechovenir,chicos,estátodocontrolado–dijoQuintanillaalosbomberosenotrotono–.Usted,no,Pep,quédese,queremoshablarconusted.

Aún en el vehículo,Montes no pudo evitar pararse a pensar en los aspectos secundarios de la

coyunturaalaquesehabíavistoobligadoaasistir.Seguíasorprendiéndolequehastaenmediodeunainvestigaciónpolicial,lamentehumanatuvieracabidaparapensamientosmundanos.Elcontrasteentre las siluetas de Pep el Legionari y Teresa Quintanilla era tan marcado que en otrascircunstancias lehabríacausadohilaridad.Parecíanuna«i» latinadeconstruidaporAndreuFerrán.Tampoco los cuerpos uniformados colaboraban precisamente a mejorar la composición. Lesorprendió descubrir un ligero pinchazo en su autoestima al percibir el trato afable de lasubinspectorahacialosbomberos,ungremioquesolíacausarestragosentrelasfantasíasynotanfantasías de algunas féminas de su entorno. Recordó el beso inesperado de la agente del díaanteriorylafaltadereacciónporsuparte.Suspensamientostomaronunnuevorumboalrescatarlaextraña jornada en compañía de Pep el Legionari y Giulietta. Para completar el cuadro, unainconfundiblemujerrubiadecabellosondulantesyvestidoibicencoseacercabaamarchasforzadashaciasuventanilla.Elinspectorbajóelcristaldeinmediato.–GraciasaDiosquehas llegado,Fran.Esa sargentoquiereecharmedeaquí sindarmeninguna

explicación.–Sí,holaLaura...Hablaréconlasubinspectora,notepreocupes.Ahoravoy,dameunminuto.Mientras Laura Sprecher se alejaba en dirección al grupo que se dispersaba, su compañero no

tardóenpreguntarle.–¿HeoídomalohadichoFran?–Eeeh...Sí,bueno...,esquelaheentrevistadounpardeveces,esunapintoraamigadeMarías–

respondióMontesrecogiendounacajaconproteccionesdesechables.–Ya.¿Ylamossoaquelladeallíeslaquetemorreóayer?–Eeeh…Afirmativo,Brother,peronise teocurrahacerelmásmínimocomentario.Esdearmas

tomar.–Interesante.Enfin...,seamosprofesionales,¿capisci?–Eso.TeresaQuintanillanoseamilanabaanteelespigadoportedePepelLegionari.Conlosbrazosen

jarras leprohibióencenderseuncigarrilloenelescenariodelsuceso.Lacosa tampocofuncionabamuchomejorconLauraSprecher;elgestodedesaprobaciónensucaradenotabaunclarosíntoma

derechazoantelanuevaaparicióndelapintora.–Laura,Quintanilla, Pep.Les presento ami compañero IvánSalcedo.HavenidodesdeMadrid

paraayudarnosenlainvestigación.Laura,Pep,porfavoresperenaquíenlaterrazaaqueechemosun vistazo, luegome gustaría charlar un rato con ustedes. Si empieza a llover fuerte, avísennos,puedequelaparranoseatechosuficiente.Quintanillamiróa IvánSalcedocondetenimiento.Suapariciónservíadeparapetoensu relación

conMontes. Los asuntos particulares quedarían relegados a un segundo planomientras estuvierapresente,locuallereportabadisgustoyalivioapartesiguales.Supreocupaciónporelmomentoeramostrarseantelosdemásdelamaneramásprofesionalposible,aunqueengenerallaintromisióndeunterceroenlainvestigaciónsuponíacompartirel trozodequesoenlatormentosaamistadconelinspector.SalcedoeraconscientedelasituaciónyconsideróquelafrialdaddeQuintanillahaciaélnoeramásqueel resultadode inmiscuirseen la intimidadentresucompañeroyella.Encualquiercaso, aparte de adoptar una cordial neutralidad, sus inquietudes eran otras. Cuando observó aMontes dirigirse hacia la entrada de la casa, le tiró de los tirantes por la espalda para llamar suatención.–Monty,vayamosprimeroalpalomar.–¿Eh?Sí,claro.Quintanilla,vamosprimeroalpalomar,infórmenosporfavor.–Primerallamadaalserviciodeemergenciasalas8.15horasdelamañana.RealizadaporPepel

Legionariconsumóvilmientrasconducíaporlosalrededores.Fueelprimeroenllegaryélmismosofocó el fuego con paladas de arena y la boca de riego del palomar. Tiene la camisa algochamuscadayrespiróalgodehumoperoseencuentraperfectamente.Nocreoquesepuedadecirlomismodelpalomar...Haquedadodestrozado.Denoserporél,el fuegosehabríaextendidoa lacasa con bastante probabilidad, fuese o no fuese esa la intención. Los bomberos de Figueresllegaron a las 8.55, cuando el fuego ya estaba extinguido y solo tuvieron que asegurar losrescoldosyayudarmeaapartaraloscuriososquesehabíanacercado.Todavíaolíaagasolina.Elfuegoesclaramenteintencionado,deesonohayduda.Delinteriorsolosequeestátodorevuelto.Elexterioryalopuedenver,ruedasdecochesypisadasportodaspartes.Findelinforme.

–Muybien,Quintanilla.Veamoselpalomar.

Laestructuradepiedradelpalomarseconservabarelativamente intacta,oscurecidacongrandesbocanadasverticalesenlosrebordesencontactoconelexterior.Elinteriorhabíaardidocomounachimenea. Una negrura de desolación cubría todo el recinto, con un manto de cenizas, hierrosretorcidos y los desperdigados cadáveres de las palomas carbonizadas. A Iván Salcedo lerecordaron a pequeña escala las imágenes de las ruinas de la antigua Pompeya. Ahogando surepulsión, trató de ejercer su profesionalidad contando los pequeños cuerpos sin expresión de lasaves.Aprimeravistalacuentallegóhastanueve.Pensóquequizáunadeellashabríasobrevividoal incendio, aunque tuvo que admitir que lo más probable era que estuviera oculta o ni siquieraestuvierapresenteenelmomentodelsiniestro.Laarenamojadahabíaformadounaespeciedebarrosobreelsueloyalgunasparedes,aumentandolasensaciónsurrealistadelescenario.–LashuellasseguramenteserándePepelLegionari,peronoestaríademáshacerunasfotos.Es

mejorquenoentremos,haría faltaunequipoespecializado tantoaquícomoen lacasaperohedecomprobaralgunascosasdelamasía.–Noesperequevengaporaquí laCientífica,estonoesuncasodeterrorismonidehomicidios.

¿Meentiendeono?–Ya,cuentoconello.Tengounosgorros,pantunflasyguantesderigorparanodejardemasiados

rastros. Solo quiero comprobar un par de cosas, lo demás habrá de esperar. Siento lo de laspalomas,Brother.

–Esquemeparecetan...,gratuito.¿Porquéquemarelpalomar?Notienesentido,hastaunhijodeputatienequetenerrazonesparahacerunacosaasí.Nomecuadra.–Quintanilla,¿quémepuededecirdeltemadelosrobosporlazona?–preguntóMontes.–Pocacosa,noresidoaquíperoporloquese,lohabitual;robosdecobredetendidoseléctricos,

algún almacén de aceite, remolques de camiones y robos de poca monta en centros sociales ymasíasen invierno, televisionesyelectrodomésticosmásquenada.Engeneral inmigrantesgitanosdepasoynativosasentadosconproblemasdedrogas.Enuncasocomoestemeatreveríaadecirqueesalguiendelacomarca,losrumoresdeviviendasvacíascorrencomolaespumaysonpresafácilparaloschorizos.–Entiendo.¿Incendios?–¿Enlascasas?No,almenosintencionados.Recuerdounpardeocasioneshacetiempoperopor

braseros en mal estado o chimeneas mal apagadas de ladrones que pasaban la noche en planrefugio.Fueradelacosta,losinviernossondurosporaquí.

–¿Gamberros,bandas?–continuópreguntandoMontes.–Camellosyprostitutas.Lodetodalavida.Lodemásnadaserio,grafitisygentedesequilibrada;

pirómanosforestales,exhibicionistas,untipoquedisparóconarcoyflechaaunaavionetaenvuelo...–¿Acertó?–¿Eh?Sí,leatravesólacola.Lacoladelaavionetaquierodecir.¿Meentiendoono?– Perfectamente, Quintanilla, perfectamente. La cola de la avioneta. Lo otro sería de medalla

olímpica.–Haydetodo,oro,plataybronce–añadiólamossod´esquadra.

–¿Cómodice?–preguntóMontes.–Serámejorqueentremos–intervinoSalcedo–.Dameunkitcompletoyveamosquehanhecho

esos...–¿Esnecesario?–preguntóQuintanilla.–Nuncaestádemás.Quédeseenlaentradasinoquieredisfrazarse,connosotrosdosessuficiente

paraecharunvistazo.TeresaQuintanillasequedódepie,apoyadaenelquiciodelapuerta,observandodivertidaalos

policías con sus antiestéticos plásticos y marcando en su móvil un número para informar a suscompañeros de Figueras. La amplia estancia que hacía de salón diáfano se hallaba en completodesorden.Montonesde libros seapiñaban sobremesillas, sillonesy suelodejando las estanteríasdesiertas como esqueletos abandonados. Un ejemplar deFicus benjamina se tumbaba inclinadohacia lachimeneaycuadrosyfotografíasenmarcadassobre lasparedeshacíanpatente lapérdidadesuequilibriooriginal.Montesaprovechóladistanciaparahablarconsucolegaenvozbaja.

–Nose,estáunpocorara.¿Cómolaves,Brother?–¿Quintanilla?Nolaconozcolosuficiente.Sevequelegustas.Yodiríaqueestáenlafasede

«rechazoconesperanzas».Fríaperocachondaalavez,bajoel«efectomensajero».–¿Quécoñoefectoesese,Brother?

–Ella se tiró a la piscina y tú te quedaste pasmado sin reaccionar.Una herida para su orgullo,aunqueesperaquereaccionesencualquiermomento,quedesunpasoalfrente.Encuantoal«efectomensajero», está claro.Estaría enfadadapero los bomberos han reactivado inconscientemente sushormonasdedopaminayahoraqueestástúaquí,suobjetodedeseoconsciente,setrasladanhaciatilosefectos.Latienesencendidavíamensajeroapesardesumáscaradeindiferenteprofesionalidad.

–Teloestásinventando,¿verdad?–inquirióMontes.–Sí, peropuede ser verdad, por algome apodan«elCreativo».En realidad esa es otra de las

razonesdeporquéahorasepuedecambiarelmundosegúnMarías.Elenamoramientoesunadroga,una droga natural forjada a través de millones de años de evolución, como mecanismo desupervivencia de la especie. Un mecanismo exitoso además, porque los mamíferos superioresestamosenlacimadelaevolución.Estáladopamina, laserotonina, lavasopresina, laoxitocina...,cada sustancia que interviene tiene su papel. En esta época la ciencia estudia el amor de manera

imparcialyMaríasrecogesusconclusiones.Esunconocimientorecienteperotrascendental.Comoélseñala,porprimeravezenlahistoriadelahumanidad,elhombrepuedeconocerracionalmenteelproceso del amor.Unpaso de gigante para elmundo.Antes había solo cuentos y poesías, ahoraademáshabráconocimientoreal.Amoryverdad.

–¿Estotambiénteloestásinventando?–Estono,Bambino,palabritadeniñoJesús.Estáenelmanuscrito.YodiríaqueQuintanillatienela

dopamina subidita y la serotonina baja y eso hace que seas el centro de sus deseos, como unfumador con mono de nicotina que no encuentra dónde ha dejado su paquete de tabaco. Estáalteradillayquierefumarte.

–Nosesimegustatenertantainformación,Brother.– Es como la comida. Vas a comer igualmente pero ahora sabes las vitaminas, las grasas, los

hidratos...,decuantocomes.Puedessaberlafechadecaducidad,siessaludable,tóxico,maloparael colesterol, las alergias...Antes te locomíasyyaestá, ahoraalmenospuedesdecidir conmáscriteriobajoturesponsabilidad.Allátú.–Ya.Eslomismoperodistinto,algoconsciente.Cuandotengatiempohedeleermeelmanuscrito

ese. En cualquier caso, no creo que Quintanilla le sentara bien a mis órganos digestivos. En fin,juraríaqueporaquídeberíahaberunteléfonoinalámbrico.¿Encuentrasalgoafaltar,Brother?– Estuve poco tiempo pero recuerdo algunas cosas. Sí, una televisión de esas modernas con

pantalladelgada,unaminicadenademúsicayunacoleccióndecedésdemúsicaclásica.Noestán.Ah, y unos cascos sin cables que sonaban cojonudamente, por cierto.Apenasme fijé en el resto.Faltalacatanadelsamurái.Montes recordaba también la espada bajo la armadura oriental y los cascos con los que

Quintanilla sepusoabailarenmediodel salón.Leextrañóel saqueodemúsicaclásicayquesinembargo dejaran intactos objetos de valor como el telescopio o el gramófono dorado. QuisoconfirmarlossingularesantojosdelrobodirigiéndosealdespachodeJavierMarías.Allícontemplóeldesbarajustedelibros,cómicsydiscosdemúsicarepartidosporlamesadetrabajoyelsuelo.Encambio, el tocadiscos, la ampliadora y las cámaras fotográficas permanecían intactas en lasestanterías. Acudió hacia el dormitorio principal. Una microcadena ocupaba un lugar destacadosobreelaparador,sinembargo,elcolchóndegenerosasdimensionesestabarajadodearribaabajoabasedecortesfinosyprofundos.«Creoquelepillaronprontoelgustilloalacatana,peligro». Elinspector echó mano de su pistola reglamentaria y deambuló con algunas precauciones por lashabitacionesdelpisodearriba.Armariosrevueltosconropatirada,cuartosdebañoconloscajonesabiertosycuadrosdesencajadosen lasparedes.Volviósobresuspasoscon tiemposuficienteparapensarquelaimagendepolicíacongorrodeduchaypantunflasdeplásticonollegaríaaengrosarlosanalesdelaspelículasdelgremio.

–¿Algonuevo,Brother?–Heencontradoelteléfonoinalámbricodelsalón.Aquí,Bambino.Montesexaminóelaparatoysusconexiones.–Nirastrodelcontestador.–Quizánolonecesitaba,puedetenercontratadounbuzóndevozconlalíneatelefónica–apuntó

Salcedo.–No,yomismoloviconQuintanilla.Eraunaparatoindependientedeesossincinta.Joder,tendría

quehabérmelollevado.–Notienespermisoparaeso,Bambinoylosabes.Soloentraryregistrar.–Ya, pero nadie lo hubiera echado en falta y quería comprobar números, tal vez llamaramás

gente,serviríaparadescartaro...Unmomento,hayquebuscar laagendayel testamento.Carpetaazul de cartón y agenda de cueromarrón con anillas pequeñas.Ayúdame a apilar los libros paradespejaresto.Pacientemente los inspectores formaron filas y filas de libros y apartaron los objetos más

voluminososaunlado.–Nada.Nirastro–sentencióMontes–.Hmmm...Estonohuelebien,Brother.–¿Aquéterefieres?Tampococreesqueesunrobovulgar,¿verdad?–Yodiríaqueelroboesunatapaderaparallevarseloquerealmentelesinteresaba.Puedequeel

incendiotambiénfueseunamaniobradedistracción.Unonodejaaquíobjetosvaliososysellevauncontestador.Muchomenosunaagendayuntestamento.Eljuezdeturnopuedequesequedeconelrobo de una televisión y una cadena musical y hay gente que consideran a las palomas ratasvoladorasquecaganadiestroysiniestro,peroestohueleamierdadeotrotipo.Apesta.–¿Hanterminado?–preguntóQuintanilladesdelapuertadeentrada–.UnoscompañerosdeRoses

aficionados al rastreome han informado de que en el lugar del accidente de lamoto hay restosmetálicos.Nollevanunsonardeprecisiónperoallíabajoenelaguahayalgoquepitaynopiensanqueseaunanevera,¿meentiendenono?Monteshabríaaplaudidoenotromomento la iniciativadeQuintanilla respectoa losrestosde la

motodeJavierMarías.Estavezloconsideróunapajamásenelpajardelqueteníaqueextraerlaaguja. Demasiados cabos sueltos, con un claro denominador común para el inspector tan volátilcomo evidente: «Extraño». Pasó junto a lamosso en silencio con la mirada perdida y la cabezagacha, se despojó de las protecciones de plástico y agradeció la sensación del aire fresco encontacto con la piel humedecida por el sudor. Salcedo observó el estado de su compañero, leagarróporelbrazoyleseñalólaterrazadondeseencontrabansentadosPepelLegionariyLauraSprecher.

–Sentémonos,Bambino.

Lapintoracontemplólallegadadelinspectorconpreocupación.Sabíaleerlosmapasdelrostroyladirecciónque le indicabael semblantedelpolicíaauguraba lamismadisposicióndeánimoquelos oscuros nubarrones que se cernían sobre el horizonte. Llevado por la misma corriente, elabatimientosecebabatambiénensucompañeroconrasgosdistintos,habíaenéllarabiasuficientepara querer salir del pozo de la incertidumbre. La policía uniformada, en cambio, irradiaba unainquietuddistinta.Estabamolestacomosilapresenciadealgunodelospresentes–quizáelbloquealcompleto–,lecausaraunrictusdedisgustotal,quesepropagasedesdelosmúsculosfacialesalrestodelcuerpo,mostrandosuansiedadconmovimientossecosyrepetitivos.ElsistemaintuitivodeLauraSprechereradiferentealdelinspector,sebasabaenloscomponentes

visuales,especialmenteenloscolores.Sudonartísticoseretrotraíaalasetapasdesuinfanciaperosin tener consciencia de ello. No fue hasta la irrupción de JavierMarías en su vida, cuando esasituación cambió.Hasta entonces ella simplemente sentía.Elmasajista resumía esa sensación queemanabade laspersonasconel conceptodeEnergía.En su casonohacía faltaque le explicaracómoirmásalládel textodeesapalabrapuesyasentía en lapiel susignificado.Sinembargo lahabilidad del desaparecido consistió en traducir ese concepto a un lenguaje que la pintora pudieracomprendermejor,acanalizarloparaqueellaademásdesentir fueraplenamenteconscientedesudonmedianteelconcursoaliadodelarazón.AtalfinMaríaslehablódebrillooluminosidad,tonoy gama. Unas personas eran más luminosas que otras, algunas eran tan brillantes que podíandistinguirseentrelamultitud,otraspasabandelargosindejarasupasomásqueellevetrazodeunasombra. El tono era importante, cada cual tenía su propia impronta de color, pero en su afán deresumirhastacentrarseenlasraíces,lerecordólautilidaddediferenciarentretonosfríosycálidos.Personasquesinsaberporquétransmitíanfrialdadocalidezasualrededor,unadiferenciacrucialen el comportamiento humano.Y por último la gama, la amplitud de tonos permitía diferenciar lapresencia de los matices, su cuantía. Cuanto más amplia era la gama, mayor era su riqueza deexpresiónporsucapacidaddecombinartonalidadesconquereflejarmásfielmentelarealidad.Dedía la gama era extensa, de noche se comprimía hasta confundir una montaña con un cielo sinestrellas.Conocíaagentecuyarigurosaformadepensarsetrasladabatansóloalosextremosdela

paleta,alblancoynegropuros,sinescaladegrisesdepormedio,mentalidadesrígidas incapacesderegistrar labellezadelabanicodecoloresdesplegadoporlanaturalezaenunamplioarcoiris.La complejidad les asustaba con un vértigo insondable y preferían buscar refugio en lo sencillo,aunquefueseartificialyficticio.Paralapintora,PepelLegionari,nosedistinguíaporposeerunagamaexcesivamenteamplia,sus

tonos resultaban confusos para la gente normal pero ella podía apreciar claramente lapredominancia de matices cálidos bajo la aparente frialdad; verdosos, granates y pardos en sumayoría,conunaluminosidadvariablesindestellosdeslumbrantesaunqueporencimadelamedia.Lapolicíaautonómica tampocosecaracterizabapor tenerunregistroampliode tonalidades.Los

coloreseranmásvariados,frescosyvivacesquelosdeelLegionariperosehallabancombinadossinunordencoherente,comolamezclademostosdeunvinojovendeagujapeleónlistoparaserembotellado. Sus burbujas eran refrescantes al paladar, aunque su destino no era macerar yconvertirse en crianza o reserva, lo que terminaba por despertar dolor de cabeza en el catadorhabitualyhacerchirriarlosojosdelapintoratrasunavistaprolongada.Avistaralosdosagentesnacionalesjuntosleresultabacurioso.Sutono,gamayluminosidaderan

similares como dos gotas de agua, tanto que a veces le costaba distinguirlos. Elaborados conpigmentosligeramentedistintos,teníanlararahabilidadparacombinarse,potenciandosusefectosenun conjunto armónicode amplio espectroymúltiplesmatices.Un análisis rigurosopermitía divisarademáscomosiestuviesensiendosometidosa la restauracióndeunexperto.La limpiezaencursodespojaba el densobarniz formadopor el trascursodel tiempo,dejando zonas al descubiertoquedespertabansuverdaderocolororiginalentodosuesplendorconunbrillorenovado.LainteligenciaemocionaldeLauraSprecherpodíaverestetipodecosasymuchasmás,frutode

su propio instinto y la mano restauradora que ahora reconocía también en Montes y en sucompañero, la mano de aquel cuya paleta de colores y luminosidad destacaban prístinas con unfulgorporencimadel restohastahacer sentirpequeñaaunapintorade reconocidoprestigiocomoella.Sentadaenfrentedelinspector,contirantesdecueromarrónoscuroycamisablancaarremangada,

sedetuvoacomprobarcómocasabansustonalidades.Enelexperimentonoseasombróaldescubrirtintes completamente distintos dispuestos sobre la base de una misma escala, colorescomplementarios...Montes se encontraba absorto en sus pensamientos, abatido por el laberinto sin salida de la

investigaciónyentoncessucedió,comosucedenlascosasinesperadaseinsignificantesenlavidayque sin embargo contienen el poder mágico y eterno de lo extraordinario. Levantó la vista ycontempló a la pintora que le miraba directamente a los ojos en un enigmático silencio. El cielodescorriósuscortinajesgrisesydibujóunestrechohazdeluzsobrelaefigiedeLauraSprecher.Derepentesurgieronensuonduladamelenaligerasgotasretenidasporlalevelluviaanterior,brillandocomounapléyadedeestrellasenelfirmamentodesuscabellosdoradosporelsol.Losdiminutosprismas formados reverberaban con múltiples facetas y destellos que reflejaban palpitantes loscoloresdelarcoiris.Laorlanaturaldelíquidosdiamantesservíademarcoperfectoauntesoroaúnmás preciado para el policía, el tenue gesto de los cálidos y sensuales labios de la pintora. LasonrisasedantedelaMonaLisa.Desviada la atención por su batalla con la bolsa de barritas de pan tostado con semillas de

girasol,IvánSalcedo–finalmentevictorioso–,lograbamatarelgusanillotrasdegustarlosprimerosbocadosdelcrujienteaperitivo.Conlamanolibreapartóaunladolasmigascaídassobrelamesa.Alrecuperarlaposicióninicialdesuextremidad,notóextrañadoenellaunrarocontacto,tanetéreoysutilquetuvoquedesviarlavistaparaidentificarsuprocedencia.Asombrado,vislumbróencajadoensupalmaunplumónblancoysuavecomolasedadelqueascendíaunadelicadaplumacortay

ancha de color gris plateado. Instintivamente volcó una mirada interrogativa hacia los cielos. Larespuestalellegóconelsonidodeunaleteocreciente.Unapalomadeestilosoporteseposóentremediasdelagenteyelexmiembrodelalegiónextranjera,observandoprevenidaaloshumanosconelcaracterísticocabeceodeesasaves.Sinapenasamilanarse,sedispusoapicotearlasmigasantelaincrédulamiradadelosasistentes.–¿Peroquéesesto?,¿elEspírituSanto?–exclamóconvozroncaPepelLegionari.Sin tiempo de reacción, en una escena que cada miembro de aquella comunidad fruto de la

casualidadrecordaríahastaelfinaldesusdías,otraavedescendiódelasalturasparaaterrizarjuntoalapaloma.Unpalomodeportivo,algomayorenenvergaduraquesucompañera,conalastintadasdecolores

llamativos, ligeramente desvaídos por las inclemencias del exterior, giraba en derredor de lapalomaenunadanzadecortejo, almismo tiempoquede formaaleatoria separaba tambiénadarbuenacuentadelasmigajas.Todossonreíanconelenternecedorespectáculodelasaves.Mejordicho,todosmenosSalcedo.

El inspector miraba al palomo como si estuviera hipnotizado. El resto de los espectadorescontemplaronhorrorizadosyboquiabiertosalpolicíacuandoestesujetóbruscamentealanimalconungesto en el rostro inusitadamente severo.Se levantó raudocon el ave sujetademanera férrea.Una mano asía sin compasión el cuello de la víctima, mientras que con la otra forcejeaba condificultad en una de sus patas. Sobre la anilla de nido reglamentaria, el policía había descubiertootrodiminutoobjetoatadoconfinohilodebramante,apenasdiscerniblesalvoparaunojoexperto,yprocedió a rescatarlo urgentemente. Soltó al palomo que voló asustado hacia los cielos ydesenrollóenunabrirycerrardeojossucontenido,antelamiradaatónitadesusacompañantesenlamesa.UnayotravezIvánSalcedorecorríalamiradasobreelexiguopapelillodeizquierdaaderecha

comosiestuvieraasistiendoaundisputadoencuentrodepingpong. Cuando finalizó lapartida, elinspectorcubrióelpapelentresuspalmasyseloentregóconcautelaaMontes.–Creoquedeberíasveresto–dijosolemnementeSalcedo.ElinspectorMontessepusodepiepararecibirlaentregaconsumadelicadeza.Enpequeñasletras

escarlatas, hilvanadas de forma apresurada pero perceptible, podía distinguirse con dificultad elsucintomensaje:«SOSJM»Continuará...Findellibro:ElMasajistatranquilo,primeraparte.

Epílogo

Estohechosingular,deimportanciatrascendentalparalasvidasdelosintegrantesdeaquelgrupo

yquesupusoungirode trescientos sesentagradosen la investigación–comopodrácomprobarellectorenlasiguienteentrega–,seríarecreadoconposteridadenunodeloscuadrosmásfamososdela pintora Laura Sprecher, expuesto en numerosas ocasiones en galerías repartidas por todo elplanetadesdeLondresaHongKong.Enél,unpardepalomassurcanjuntasloscielossobreunmarcercano a una costa apenas divisible, dejando tras de sí oscuros nubarrones para dirigirse ahorizontesmásabiertosyprometedores.Laobrade120cms.x120cms.,estárealizadaconacrílicosenlamasdemaderasdispuestasen

horizontalytablóndefondo.Ribetesdoradoseincrustacionesdemetacrilatohacenaconsejablequelainstalacióndebacumpliralgunosrequisitosnecesariosdeiluminación,afindepoderadmirar losmaticesdelcuadroentodasumagnitud,porende,difícilmentereproduciblesenunafotografía.

El trabajo fue iniciado hace cinco años, con ciertos retoques posteriores, tiempo suficiente para

cosecharentrelosaficionadosymarchantesdearteunaextensarumorologíapropiadelasobrasdeculto.De losmuchos corrillos que expanden talesmurmullos, recogeré tan solo uno de losmáscomentados,unchismequepregonaunaautoríadistintaaladelapintoraensegúnquéversiones,yaqueenotrasseafirmalaautoríacompartidacondistintossujetos,tambiénvariablesycuriosos.

PartedelaculpahayqueachacárselaalsilencioreverencialqueLauraSprecherguardasobresusupuesta obra. En entrevistas efectuadas por la prensa escrita de medio mundo, ha debido desometersealasreiteradaspreguntasdereporterosconansiasdedilucidarelorigenysignificadodeestecuadro.Ensumayorparte,laartistaacogiódichascuestionesconunaescuetasonrisaounlargosuspiroypasabaaotrotemaconelegancia.Ensudefensahedecirqueparaunarespuestafidedigna,laexplicacióndeberíapasarporlalectura

del manuscrito, amén de haber transitado por las páginas de este libro, en el que se narran loshechosoriginales.Muchatelaquecortarparaunsuplementodominical.Además siempre queda la eterna controversia de si un autor debe explicar su obra o bien debe

dejar volar libremente la imaginacióndel espectador sinmás ayudaque la obramismaaporta.Laprimeraopciónpermitellegaralosrinconesoscurosquelógicamentesoloelautorpuederellenar;suorigen, sumétodo, sus intenciones, susignificado...Lasegundaabogapor la libre interpretacióndelobservadorsininjerenciasdeningúntipo.Unaoportunidaddeestimularlassensacionesdecadasujeto,de formar sumundoparticular enbasea sus experienciaso sucapacidadde recreación, enausenciadeinterferencias.Dejaré al lector inquieto –me refiero tanto a mujeres como a varones, atendiendo a las

recomendacionesrealizadasporJavierMaríassobreasuntosdegéneroenellenguaje–quedecidacuáldelasdosopcionesprefiere,teniendoencuentaqueaquídisponedeloselementosnecesariospara su juicio,pues aunque lapintoranohayahabladode su cuadro, sí han sidomencionados lossucesosoriginariosquemotivaronelnacimientodesuobra.Paraloslectorescuriososquedeseencontemplarelcuadroconmayortamañoydetalle,lesdejo

elsiguienteenlaceconeltítulodelaobrayalgunasorpresa...:AmoryVerdadwww.elcaminoalaverdad.com

Agradecimientos

Amispadresporsupaciencia infinita,a lasamistadesquemeanimaronaescribireste libroymeayudaronconsuscríticasyopiniones.Ael“Pollo”porsusconocimientosencolombofiliayati,quehasleídoestaspáginas.Unabrazoatodos.