Director: Rolando Díaz CervantesAño 3 N° 4 Abril 2015

El misterio del GUASÓNLa palabra de

RibeyroAmor de

Televisión

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Si pudiéramos ponerle un título al inicio de su historia este podría ser “Todo empezó en Mirones” pues desde que inició su unipersonal hace casi una década, estamos seguros que Carlos Alcántara jamás imaginó, que una propuesta tan personal llegara a ser historia

a nivel de taquilla y popularidad en el cine nacional.

Tal vez sus detractores, bordeando mimetizarse con Salieri, podrán criticarlo hasta el tuétano, pero lo cierto es que hoy a todo peruano que se respete, ante la pregunta ¿Cuál es la película más popular de los últimos tiempos? La respuesta será ¡Asu Mare¡ Criticado y vilipendiado por las plumas más finas del medio, nadie le quita lo bailado a “Cachin”, ni a su “mare”, ni a su esposa, ni a su bolsillo. A quien Dios se la dio, San Pedro se lo bendiga.

CARLOSCARLOSALCÁNTARA ALCÁNTARA

P P LO U AR

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ÍndiceLa historia desconocida del GuasónCinco historias desconocidas de Heath Ledger tras su memorable interpretación del Guasón y su homenaje póstumo en los premios de la academia.

Ribeyro, el mudoLa palabra del mudo más importante del boom contemporáneo con una interesante selección de sus más relevantes historias.

Dos famosos desconocidosAbbott y Costello, dos personajes que la televisión en blanco y negro debe guardar como uno de los recuerdos más entrañables por su particular estilo de comedia con diálogos hilarantes.

Las historias del CronicanteEn esta edición, el cronicante nos ofrece 4 entregas donde la fantasía bizarra de la televisión y una ciudad que oculta tantas leyendas urbanas se juntan para generar crónicas de contenido mundano.

Gustavo Bueno en la Boca del LoboUn recorrido por la impecable trayectoria histriónica de Gustavo Bueno donde Francisco Lombardi y Mario Vargas Llosa fueron grandes alianzas de trabajo para una de las propuestas más importantes de actores en el Perú de los últimos años.

Cocobill: El último western infantil del cómic italianoLa gran obra de arte del genio del cómic italiano Benito Jacovitti en un recuento de las características que lo hicieron un héroe del western atípico y como, desde sus breves apariciones en el Giorno dei ragazzi, lo fueron convirtiendo en el símbolo del comic italiano.

Frankenstein en la historiaUno de los grandes íconos del terror en el siglo XX, sin lugar a dudas, fue frankenstein. Personaje que fuera encarnado en los años 60 por el Gran Boris Karloff, quien se mimetizó con el personaje, volviéndolo célebre.

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Editorial DIRECTORRolando Díaz

EDITORAStefany Hurtado

REDACTORESRenzo Alvarado

César PradaOrianna MorelliDeborha Plant

DISEÑO PUBLICITARIOJosé Luis Rodríguez

Pedro Medrano

En estas semanas de salas de cine llenas, de boleterías con prolongadas colas y de nuevos records de estrenos

cinematográficos, nos vienen sucediendo a los peruanos cosas inesperadas.

El día del estreno de “Asu Mare 2” los multicines programaban hasta quince proyecciones del film en un solo día, tres trailers de películas peruanas antecedían el esperado estreno y el epitafio de la función en la mayoría de los casos fue un poco común aplauso de los concurrentes celebrando el momento de algarabía, en un éxito de taquilla de sabor nacional.

La crítica ha sido despiadada con Alcántara y compañía, pese a que los más optimistas estudiosos del séptimo arte dicen que esos fenómenos de pantalla grande siempre aparecen y suman en Latinoamérica. Pero la gran pregunta es ¿Mientras los peruanos vivimos la resaca de la primera película de Miguel Barraza, todavía reímos con las ocurrencias de Alcántara? y más de uno espera con ansias el estreno de “Macho Peruano que se respeta “. No nos alcanzó el tiempo para enterarnos que en París el film peruano que dirige Rossana Díaz “Viaje de Tombuctú” a obtenido un premio hace unos días y que un joven director como Salvador del Solar hace un esfuerzo al juntar en su ópera prima a dos grandes actores como el mexicano Damián Alcázar y el argentino Federico Luppi para una producción de calidad superlativa.

Es que, al parecer, el cine popular y su tremendo éxito está generando una amnesia involuntaria en los verdaderos cinéfilos peruanos.

CINE MADE IN

PERÚ

Rolando Díaz www.rolandodiazcervantes.com

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5 HISTORIAS DESCONOCIDAS DEL GUASÓN5 HISTORIAS DESCONOCIDAS DEL GUASÓNEl actor Heath Ledger cumpliría 36

años. La estrella falleció el 22 de enero de 2008 tras una intoxicación

con fármacos, sembrando una joven leyenda en el mundo del cine.

El actor murió meses antes del lanzamiento de Batman: El Caballero de la Noche (2008), donde encarnó al personaje que inmortalizaría su carrera: el Guasón. Su rol le valió la obtención de premios como el Óscar, un Globo de Oro, un BAFTA y un premio del Sindicato de Actores como mejor actor de reparto.

Conmemorando su nacimiento, el medio The Huffington Post reveló cinco historias ocultas tras el personaje, contadas por el maquillador John Caglione Jr.

UN GUASÓN “LIMPIO”

En un primer momento, el maquillador elaboró bocetos y pruebas con Ledger usando un maquillaje mucho más cuidado y definido. Pero ambos optaron por ir degradando su apariencia. “Como artista del maquillaje quieres que este sea perfecto, pero tenía que ser imperfecto para el personaje”, señaló, aunque tuvo temor. “Era el peor maquillaje. Lo miré y sólo pensé, ‘Oh, Dios mío, esto podría ser realmente terrible para mi trabajo’”, reconoció. A pesar de sus aprehensiones, el maquillador fue nominado a un Premio de la Academia.

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5 HISTORIAS DESCONOCIDAS DEL GUASÓN5 HISTORIAS DESCONOCIDAS DEL GUASÓNINSPIRACIÓN DE FRANCIS BACON

La decadencia del maquillaje tuvo una inspiración para el cineasta Christopher Nolan. Según el mismo medio, el director del film visitó una muestra de Bacon en 2013, donde aparecía una cara deformada en contarste con un fondo negro. “Recuerdo a Chris trayendo un libro sobre pinturas de Francis Bacon y había algunas imágenes realmente buenas, imágenes distorsionadas que fueron una especie de biblia”, señaló Caglione.

EL SkATE

Mientras se gestaba uno de los roles más destacados de la saga, el actor Heath Ledger sorprendía con su naturalidad. Para el maquillador, uno de los momentos más especiales era cuando la estrella se divertía andando en skate en el set,sin quitarse maquillaje ni vestuario. “Era tan espontáneo, y no se asustó por el alcance de la película”, señaló. “No sólo estaba tratando de relajarse a sí mismo. Estaba haciendo que otras personas también se relajaran. Eso es muy característico de los grandes actores. Te relajas y haces el mejor trabajo posible”, explicó el maquillador.

POR CÉSAR PRADA

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CON ABRAzOS

Tanto al principio como al final de cada jornada de grabación, el actor saludaba y se despedía con grandes abrazos para cada uno de los trabajadores. “Siempre estaba de buen humor”, agregó el artista.

EL DIARIO DEL GUASÓN

Para dar vida al famoso The Joker, el actor creó y redactó un Diario de El Guasón conocido como el “Joker Diary”, y que llevaba consigo a todas partes. El libro contenía noticias escalofriantes, dibujos espeluznantes e historias de horror.

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ERIkAERIkAVILLALOBOSVILLALOBOS

Una de las escenas de la película “Asu Mare 2” sirvió para recordar un tierno pasaje musical para quienes conformaban el grueso juvenil de los años 90. “Torbellino” marcó una corta pero interesante época en la televisión y música de aquellos

años. Erika Villalobos era la primera voz de ese grupo convertido en telenovela.

Los años la llevaron por diferentes escenarios donde supo demostrarnos que es una artista completa, deslumbrando con su ritmo en los realities de baile, reviviendo un éxito de la argentina “Tormenta” al musicalizar “Chico de mi barrio” y soportando, estoicamente, injustos cuestionamiento sobre su trabajo en la reciente producción de Aldo Miyashiro “Atacada” donde, con el rol protagónico, trata de salvar la historia.

Sin lugar a dudas, Erika Villalobos debe ser, de su generación, una de las actrices más completas.

ACT IR Z

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GRADUADO DE MECÁNICOGRADUADO DE MECÁNICO

Aún lo recuerdo con su rostro desencajado, tocando la puerta de casa y contándome que su padre no quería que

fuese mecánico; si no doctor, como él. Que no era posible que se ensucie las manos con grasa cuando podía estudiar medicina, tener su título, trabajar en la clínica, vestir de blanco y salvar vidas ¿Mecánico? ¡No! Él tenía que ser doctor, porque sus primos también lo eran, porque era el hermano mayor y llevaba el mismo nombre de su padre.

Parece que fue ayer cuando se preguntaba en voz alta como haría “el viejo” para explicarle a los amigos que el mayor es mecánico porque le dio la gana y no quiso estetoscopio, mandilito blanco, ni un bonito consultorio con enfermera incluida.

Aún lo recuerdo, juntando dinero lejos de su hogar, trabajando en una mecánica y obteniendo visa para los Estados Unidos, de una manera que, hasta ahora, sigue siendo más que una sorpresa, un misterio. Se me viene a la memoria el aeropuerto y los minutos previos a su viaje, su casual encuentro en la sala internacional, con aquella chiquilla de ojos tristes, esa conversación inicial de la que fuimos testigos, casi de

piedra. Un cuadro fotográfico llega a nuestra nostalgia despidiéndose sólo de nosotros , que fuimos los únicos en darle el adiós, agitando su mano con una maleta cargada, más que de esperanza, de una revancha con la vida, con la familia que le dio la espalda y, por que no decirlo, con él mismo.

Aún conservo aquellas cartas donde me fue contando la suerte que compartiera el mismo asiento en el avión con aquella chiquilla de ojos tristes, donde me contaba que bajando la escalinata y empezando a conocer al tío Sam, ya tenía trabajo en uno de los talleres del padre.

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GRADUADO DE MECÁNICOGRADUADO DE MECÁNICOComo olvidar esa llamada telefónica en la víspera de nochebuena, cuando emocionado, me hacía único cómplice en la confesión que esa tarde había pedido la mano de su amada, sí, la de los ojos tristes, la compañera del avión, la hija de su jefe.

Con la nacionalidad norteamericana, y nosotros muy lejos del lugar, nóveles periodistas, moríamos por cubrir información en el Golfo Pérsico. La suerte y el destino lo llevaron a trabajar en la armada de ese país y enrolarse en el ejército para ir a la zona del conflicto.

Como olvidar su carcajada en el teléfono cuando nos contaba que, rumbo al Golfo, acabó el conflicto, que lo recibieron como héroe en Washington, le dieron una condecoración y una pensión vitalicia por ser veterano de guerra y, tal vez, lo más importante de todo es que era muy feliz con el uniforme de grasa, como jamás su padre lo quiso ver, sin el diáfano mandil de doctor, rodeado de fierros y no salvando vidas, sino todo lo contrario. En algún momento estuvo dispuesto a dar la suya por un país que no lo vio nacer pero lo ayudó a progresar.

Definitivamente, de la vida de este gran amigo no me olvidé muchos detalles, hasta recuerdo la última línea que me escribió terminando en una postdata que rezaba “y pensar que si tomaba el avión en otro horario nada de esto hubiera sucedido” dándole una merecida importancia al destino, la suerte o el azar, cuya existencia es un misterio, pero cuando nuestras vidas suelen dar giros tan inesperados, en la reflexión, se le puede atribuir cierto mérito.

Hoy, que han pasado tantos años, ya dejó de ser un recuerdo. Hoy, ante la adversidad de la vida, eres parte del camino recorrido para quien confía en lo que tiene y lo que puede conseguir.

Estás muy lejos de aquí, pero más que llevarte en el recuerdo, se te lleva en el ejemplo, pues demostraste ser un gran guerrero de la vida y, si no te doctoraste en la Facultad de Medicina como lo quiso tu padre, lo hiciste honoris causa en la universidad más grande, esa de asfalto y árboles de cemento, donde debes matar o morir. Hoy a la distancia guardo un minuto de silencio por quienes no confiaron en ti.

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GUSTAVO BUENO EN LA BOCA DEL LOBOGUSTAVO BUENO EN LA BOCA DEL LOBO

La frase que inmortaliza a Gustavo Bueno en la pantalla grande dirigiéndose a un cadete, la pistola que

apunta a la sien de un soldado en “La boca del lobo” y telenovelas como “Bajo tu piel” y “Mala hierba” son parte de un brackground superlativo de alguien que, hace bastante tiempo, es un primer actor en el Perú. Lo entrevistamos en el set de Ser mundano y, por un momento, nos olvidamos que la draconiana y bizarra televisión peruana desperdicia su talento de lunes a viernes en “Al fondo hay sitio”.

Cuando se inicia la conversación y

las primeras imágenes del cine de los 80 asoman nuestros recuerdos, llega inmediata la nostalgia de años que, pese a la crisis económica que vivíamos, una ley que protegía la industria cinematográfica nacional obligaba a las salas de cine a proyectar un cortometraje peruano antes de cada película “Lamentablemente esta ley fue derogada en el gobierno fujimorista por Carlos Boloña y esto, naturalmente, perjudica la industria desde el año 90 hasta nuestros días” Gustavo empezaba el diálogo entrando al terreno que más debe interesar a quienes pertenecen al espectro actoral peruano, como masificamos nuestros contenidos.

“Uno de los más grandes recuerdos es haber sido parte del nacimiento de una gran

POR DEBORHA PLANT

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generación de actores peruanos cuando grabamos “La ciudad y los perros”, pues esa fue la partida de nacimiento en la pantalla grande de actores como Toño vega, Miguel Iza, Aristóteles Picho, Pablo Serra, entre otros”

¿Cómo era la fama de un actor peruano en aquel entonces compitiendo con telenovelas mexicanas y venezolanas?

El fanatismo era distinto, mucho más personalizado. La gente se identificaba mucho y pese a no haber muchas producciones peruanas se trataba de imitar lo bueno, no el formato venezolano ni mexicano, sino a aquel que daba posibilidades de lucimiento al actor y un trabajo intelectualmente interesante sin dejar de ser entretenido; entonces imitábamos de la mejor manera posible y hasta donde permitían nuestros recursos a las telenovelas brasileñas. Pues teníamos claro que el resto de producciones que llegaban al país no podían significar nuestro norte.

¿La boca del lobo fue tu mejor trabajo?

Sí, porque fue importante. Era un momento crítico para el país, la forma de conducir la guerra contra sendero estaba mal encaminada y la película lo demuestra basada en documentos reales. La película tenía un subtexto que era muy evidente porque cuando uno de los personajes se aleja caminando en la escena final, se ve un camino luminoso y la interpretación podría ser cuestionada, pero nosotros sabíamos que esa no era la intención. La película tuvo muchos premios en el extranjero.

¿Ha crecido el nivel del teatro en el Perú?

Definitivamente seguimos creciendo y en comparación con otros países, el teatro que hacemos tiene elencos más parejos aunque lamentablemente están faltando salas. Pero lo que es innegable es la calidad sostenible de la cartelera teatral en nuestro país desde hace un buen tiempo.

La entrevista no solo estuvo matizada de

recuerdos, el ensayar diagnósticos para fomentar a las nuevas generaciones la cultura teatral y cinematográfica, el poder habituar a nuestra sociedad a concurrir a las salas teatrales frecuentemente, fue uno de los puntos que Gustavo trató con más pasión e intensidad “Las autoridades deben preocuparse por tener un rol impulsor pero que no esté sujeto a ningún tipo de condicionamiento, pues en una sociedad donde la política se mezcla con el arte, los resultados no son necesariamente los esperados”

La entrevista estaba por terminar y lo curioso es que no tocamos en ningún momento su personaje en la “exitosa” serie “Al fondo hay sitio” y es que, al parecer, así como la televisión peruana ocupa su tiempo en satisfacer el gusto decadente de la masa, esto no podía influenciar el que una conversación agradable con un ícono de la actuación se vea invadido de memorables recuerdos, el análisis y diagnóstico de nuestra coyuntura cultural y el placer de exonerar de este diálogo temas que, no necesariamente por tener más de 20 puntos de rating, sean realmente importantes.

Nos quedamos con una amable e inmerecida frase con la cual Gustavo concluyó la conversación y que respondemos de la misma manera “Conversar con una persona culta siempre es importante y se agradece”, definitivamente Gustavo hizo de esta entrevista un diálogo agradable, relevante y de grata recordación.

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Su papel de Michael Corleone en “El padrino” lo encumbró en la fama. Los años 70 fueron trascendentales

para convertirlo en un ícono del cine, pues Toni Montana en “Scarface”, sus magistrales intervenciones en “Tarde de perros” y “Sérpico” hicieron de Al Pacino una marca de primer nivel en el cine mundial.

Sin embargo, tuvo que esperar hasta principio de los años 90 para recibir su primer Oscar con su papel de Frank Slade en “Perfume de Mujer” donde interpreta a un militar invidente que, desde sus cuarteles de invierno, desea cumplir tres deseos. La escena de Pacino bailando el tango de Carlos Gardel “Por una cabeza” debe ser uno de los retazos más entrañables y sublimes de la historia del cine. Para muchos es el más grande actor cinematográfico de nuestros días ¡Honor al mérito!

ALPACINO

ALPACINO

INMORTAL

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AMOR DE TELEVISIÓNAMOR DE TELEVISIÓNEl tema de hoy en nuestro

programa es “Servidoras de placer” ¡A ver, Silvana

cuéntame! ¿Desde cuándo te prostituyes? decía la conductora mientras Alberto observaba desde su sillón muy atento las incidencias del talk show, de pronto una de las imágenes lo estremeció. Ese rostro era muy familiar, el cabello era distinto, la voz fingida, pero sin duda alguna era ella “Yo lo hago por placer y no me importa si me pasa algo, total mi vida no le importa a nadie” decía ese rostro que parecía de piedra por la dureza y frialdad de su expresión.

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embargo, cuando los amores son tan profundos, parecen dejar su recuerdo incrustado en cada lugar, momento, canción o frase, donde la memoria deja de ser ingrata, ayudada por el corazón.

De pronto parecía despertar de una pesadilla ¡tenía que verla! Había pasado menos de un año, su vida no podía haber cambiado tanto o ¿acaso la imagen lo había engañado? tal vez era una chica igual a ella, una ilusión óptica, total aún quedaba amor suficiente para cegarlo hasta desconocer lo verdadero.

La noche llegaba junto con los peores pensamientos; ella saldría, se pararía en una esquina, fumaría

Alberto temblaba, no podía creerlo, ¡era ella! Apenas unos meses atrás se juraban amor eterno, hasta que él perdió ese maldito trabajo y comprobó que ese amor no era tal y sus límites estaban impresos en papel moneda.

Siempre la supo ambiciosa y con mala suerte en la vida, pero jamás la creyó capaz de prostituirse y menos aún de pregonarlo en un programa de televisión, la imagen le dolía en el corazón, se le salía lo humano con lágrimas de impotencia.

Apagó el televisor y salió a la calle. Quería borrar la imagen de ese programa así como el lamento de haberla conocido algún día, sin

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un cigarrillo y esperaría al primer cliente. La idea lo trastornaba, tenía que ir a su casa, detenerla, decirle que la quería, que la cuidaría y que no tenía necesidad de perdonarla pero que por lo que más quiera, dejara de ser prostituta.

Tocó la puerta con un nudo en la garganta y presionando los dientes. Ella salió sonriente, abrazó, le dijo que no se preocupara, que le habían pagado pero no por prostituirse, solo por ponerse una peluca y dar un falso testimonio frente a cámaras. El reproche no se hizo esperar, pero en el fondo Alberto sintió que la tranquilidad regresaba a su alma. “¿No me digas que tú crees todo lo que sale en esos programas? No seas ridículo, que no sabes que en la televisión de hoy todo es fantasía…”

Conversaron un par de horas, faltaban unos minutos para la medianoche y el crudo invierno adelantó la despedida, esperando el

último micro bus nuestro personaje sonreía. Fue un día difícil, mientras consumía un emoliente, un taxi pasó junto a él llevando en el asiento trasero una mujer que tenía una peluca de la misma forma y color que la chica fácil de la pantalla, y llevaba puesto un vestido escotado que delataba su oficio. “Ésta si es una de las verdaderas” pensó en voz alta, de pronto, abordó el micro bus, algunas cuadras después cruzaba la avenida Tomás Valle y vió parada a la misma mujer del taxi. Cruzaron miradas un instante de la ventana del micro bus a la pista y ella escondió el rostro bruscamente, de pronto una duda frunció el ceño de Alberto ¡Nooo! Definitivamente la imaginación le había jugado una mala pasada, total estaba todo claro, su amada no era prostituta, en la Lima de noche habían muchas pelucas como aquella, y además en la televisión de hoy… todo es fantasía.

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DOS INOLVIDABLES DESCONOCIDOSDOS INOLVIDABLES DESCONOCIDOS

Por aquellos días las jocosas situaciones de “El gordo y el flaco” entraban en una franca decadencia, mientras “Los tres chiflados”,

con sus hilarantes golpes cambiaban por tercera vez a uno de sus personajes. La corriente humorística en la televisión norteamericana tomaba nuevos brillos con formas distintas y donde cada vez más distante los años de risas sin sonido de Charles Chaplin eran los diálogos entrampados en juegos de palabras los que generaban la comedia. Estaba naciendo de parto sin dolor el inolvidable estilo de dos grandes que hoy parecen estar ausentes en el recuerdo “Abbott and Costello”.

POR RENZO ALVARADO

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En 1951, fueron contratados por la televisión y participaron en Colgate Comedy Hour. Cada programa era de una hora en vivo con actores de vodevil, frente a un público de teatro, la revitalización de las actuaciones de los cómicos, fue dando a sus viejas rutinas un brillo nuevo.

A partir de 1952 filmaron una serie de media hora, “The Abbott and Costello Show”. La serie apareció en la sindicación en las estaciones locales de todo el país. Vagamente basada en su serie de radio, el espectáculo gira en torno a dos desempleados. Uno de los gags fue el del cobro alquiler del departamento donde viven juntos, Abbott perpetuamente molesta Costello para que consiga un trabajo para pagar el alquiler. En la serie el Sr. Sidney Fields es el dueño del departamento, y Hillary Brooke es una vecina amiga que a veces se involucra en los problemas de Abbott y Costello. Otro protagonista fue Joe Besser como Stinky, un niño afeminado de 40 años de edad, vestido con un traje de pequeño Lord. Gordon Jones fue el policía Mike, que siempre pierde la paciencia con Lou.A mediados de los 50 la popularidad de Abbott and costello se desvaneció. Eran

los tiempos de Dean Martin y Jerry Lewis. Ellos debían saciar los mercados de cine y televisión.

Abbott se retiró del cine luego de filmar junto a Costello “Dance With me Henry”. Lou Costello hizo sus últimas apariciones en la televisión en el show de Step HallenPero sin lugar a dudas este particular dúo inmortalizó una función cinematográfica de comedia y terror al juntar a los grandes íconos del género de aquellos años que encarnando a Frankenstein, Drácula y el Hombre lobo en una producción cuyo éxito en taquilla lo volvió un clásico del humor norteamericano en blanco y negro.

En los últimos tiempos algún piadoso canal de cable programa de cuando en vez algún nostálgico retaso del trabajo de estos personajes y hasta los canales de dibujos animados suelen tener paréntesis de remembranza con los cartones de años después del retiro regresaron celebres a Abbott and Costello en el mundo infantil.

Lo cierto es que este dúo tan disparejo fue el punto de quiebre entre el estereotipo del vagabundo desempleado norteamericano y el principio del Clan Sinatra, cuyas historias mostraban un grupo que sin tener oficio ni beneficio si sabían disfrutar de las bondades de la vida producto de negocios tan cómicos como turbios. 19

D T TEPOR IS A

Considerada la mejor voleibolista de mundo en las olimpiadas de Seúl (1988), medallista olímpica

y sub campeona mundial de vóley juvenil y de mayores. Sin lugar a duda, la zurda de oro, Cecilia Tait forma parte del inventario de las más grandes deportistas de la historia de nuestro país.Los caminos de la vida la llevaron, con el tiempo, a recorrer los pasadizos de la política y el a veces draconiano destino, le enseñó los agudos avatares de la lucha contra el cáncer. Polémica, inquisidora, adorada por los fanáticos del vóley y cuestionada en algunos sectores políticos por su estilo frontal, “La Tait” como le dicen algunos, es la escogida en este número para ser la deportista del recuerdo.

CECILIATAIT

CECILIATAIT

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A A B I A I N E U A SL H T C O D L C

LA PALABRA DELA PALABRA DE

Sin lugar a dudas su obra cumbre, tiene uno de los títulos más particulares de

la literatura peruana y es que, según confesión de parte, Julio Ramón Ribeyro quiso retratar en “La Palabra del Mudo” un amplio y rico espectro social con diversas historias cuyos protagonistas tenían como denominador común que sus características siempre demostraban algunas limitaciones que lo describían como anti héroes o antagonistas del éxito, sea por el físico, el intelecto o el destino.

Lucas nos presenta en este número un compendio de lo que, tal vez, sean las historias más relevantes de este gran éxito del boom literario contemporáneo que titula “La Palabra del Mudo”.

RIBEYRORIBEYRO

PoRL D T TUCAS E RAMON ANA

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“Los Gallinazos” sin plumas muestran el sórdido mundo de dos niños que tienen la

obligación de hurgar en los rellenos sanitarios material reciclable para ganarse la vida mostrando, tal vez, el lado más miserable de la ciudad de Lima, a diferencias de “Tristes querellas de la vieja quinta” donde el autor parece cruzar toda la ciudad de Lima de los años sesenta, hasta llegar al corazón de Miraflores, donde Memo García, un flaco, desdentado y jubilado, complica los últimos años de su vida al encontrarse de un momento a otro, con una vecina de raza negra, que sin querer produce un giro en su rutina.

Sin lugar a dudas, uno de los

personajes más entrañables es Boby López, aquel protagonista de “Alienación” que según descripción del autor, a pesar de lo que él deseaba trasmitir era parecerse a un gringo de los Estados Unidos, estaba más cercano de ser un zaguero de la Alianza Lima y para terminar, donde abundan las palabras y se ausentan los mudos. “La juventud de la otra Ribera” incursiona de manera audaz en una historia con ribetes policiales cuasi novelescos con un final digno de historia de Hollywood.

Pero, sin lugar, a dudas el estilo Ribeyro explora audaces aristas en el segundo tomo donde “Demetrio”, relata la misteriosa historia de un hombre que había

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muerto hace cuatro años, se le ocurrió escribir en su agenda diaria por adelantado desatando una serie de ocurrencias cuasi misteriosas, además de relatos que reflejan una ciudad llena de misterios y tradiciones ancestrales como los masones de “La insignia” o las ambiciones de los personajes de “El banquete”.

Como lo mencionamos en la introducción, las historias de la “La palabra del mudo” son recomendables para lectores de todos los gustos y Lucas, una vez más, acierta en lo que debe ser una lectura obligada para todo amante del boom latinoamericano contemporáneo.

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No sé por qué se me ocurrió pensar que aún no había hablado de otro de los grandes cómics que influyeron

en mi infancia por obra y gracia de mi querido hermano pequeño. Un día llegó a casa con un flamante cómic que le había comprado mi tía en un centro comercial que hoy ya ha desaparecido: Se trataba de El Gran Lobo, una aventura de Cocobill, el famoso personaje creado por Jacovitti, concretamente el nº5 de la colección “Héroes de Papel”, una publicación juvenil de Buru

Lan, S.A. de Ediciones del año 1973, que había costado la ingente cantidad de 50 pesetas, lo cual, para la época (mediados de los años 70) era un auténtico pastón; pero mi hermano, tan encantador él, conseguía siempre lo que quería.

La historia se desarrollaba en un pueblo de Colorado (“me parece” dice el propio Jacovitti en sus textos), Pig-Dog City. Hasta allí llega nuestro protagonista, Cocobill, amante de la manzanilla doble concentrada de limón y con un cigarro siempre en la boca, con carnet de pistolero de primera clase y licencia para matar a quien engaña; un personaje violento que se cree invencible y que paradójicamete va a tener que enfrentarse a algo desconocido para él hasta el momento.

COCOBILLCOCOBILLUN HÉROE DE PAPEL Y MENSAJEUN HÉROE DE PAPEL Y MENSAJE

POR ORIANNA MORELLI

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Su inseparable caballo, Trotador, le va a la zaga en valentía y saber estar: juega a las cartas, fuma, prepara tazas de manzanilla, es la voz de la conciencia de su amo, actúa como el más valeroso de los hombres y defiende a su patrón con todas las armas a su disposición, y hasta tiene un relincho característico:HIPPIHIAIE.

Pero lo que más sorprende de este cómic es el compendio de símbolos que encuentras en cada viñeta, de elementos extraños que sabes identificar pero que en ningún caso alcanzas a calificar y mucho menos a interpretar. No me diréis que no es al menos chocante encontrarse en plena acción con un salami con patas, un gusano con sombrero, peces que aparecen en medio de cualquier parte, sempiternas raspas de pescado con el rótulo JAC 66 (se le conocía con el apodo de “lisca di pesce”), caballos a los que faltan los cuartos traseros, pies sin dueño que caminan tranquilamente con los suyos propios, lápices que se arrastran como serpientes, tazas de porcelana y garrafas abandonadas sin ton ni son, huesos medio enterrados, sombreros con grifos, pies que se convierten en puños o en patas de caballo para cocear o dar puñetazos, dedos que se convierten en encendedores o en velas, bigotes, barbas o pipas con vida propia, un puma que sabe disparar un revólver, angelitos que no son

sino calaveras con alas…

Y qué decir del montón de onomatopeyas, a cual más sonora y divertida, que aparecen en casi todas las viñetas: PAKT, TANG, SVLONGH, SLURG, SBONZ, SDENG, SPUPT, ZIKT, FUNF FUNF, PLOPT PLOPT, o de las frases clave que Cocobill utiliza en momentos de acuciante tensión y peligro: Mundo Winchester, Por mil revólveres mejicanos, Carloantonio, Mundo Pistola, Mundo Cañón, Mundo extracañón, Mundo miedoso, Mundo Bazoka..., o de esa manera tan peculiar que tiene el protagonista de guiñar el ojo cuando comprueba que hay algo que no cuadra, o de esa tendencia al “horror vacui” de Jacovitti que le hace rellenar toda la viñeta con los objetos más inverosímiles utilizando colores realmente vivos.Jacovitti ha creado personajes un tanto surrealistas, de brazos desproporcionadamente largos respecto a pequeños cuerpos de piernas cortas siempre curvadas, de característicos dedos más delgados y más largos todavía, narices de gran tamaño y formas casi geométricas,... y les ha hecho vivir con un dinamismo cinematográfico las típicas situaciones que se vivieron en el cine del oeste más clásico. El mismo autor es un personaje más en el cómic: se le cita, se le conoce y se le considera un “todopoderoso” un poco borde: “Aquí algo no va bien ... Jacovitti ... va a hacer alguna de las suyas”.

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CRUzANDO LA LÍNEACRUzANDO LA LÍNEADe pronto, ella estaba frente al mar,

mirando esa extraña inmensidad, ese espacio infinito que se perdía

en el horizonte y la llamaba, extendiéndole una invitación a dar el paso final de esa triste existencia.

Recién había cumplido los diecisiete cuando conoció aquel tipo en un parque entre el bullicio callejero y el olor cercano a un café. Desde ese instante quedó perdidamente enamorada de él, siendo tan cómplice de su muerte. El desconocido que se le acercó y comenzó a entrar en su vida, en sus sueños, en su mente y meses después de ese encuentro, ya siendo una pareja, compartió su inocencia con aquel hombre en una relación que llegó a la convivencia.

El tiempo pasó y empezó a dar un rumbo inesperado para ella, las caricias fueron reemplazándose por manotazos, y las palabras dulces por vulgares, las salidas más forzosas y menos frecuentes, y la intolerancia se volvió una característica común en aquel sujeto que le había prometido amor eterno.

Poco después de ese radical cambio, una noche él llegó a casa, no la golpeaba como era costumbre, tampoco levantó la voz, solo guardo su ropa en una maleta, le dijo que todo lo que empezaba tenía que terminar, y ellos habían terminado. Sin entrar en detalles se fue deseándole suerte y le dijo que podía quedarse en ese departamento, siempre y cuando pague el alquiler.

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De pronto su mundo se vino abajo y se sintió tan sola que le fue difícil reponerse. Al mirar atrás se dio con la sorpresa de que había perdido a su familia, pues desde que tenía esos andares amatorios la puerta de casa se cerró, las amigas también quedaron en el camino pues “solamente eran unas niñas que salían con muchachitos de propina y fiestas de fin de semana, mientras ella tenía un verdadero hombre a su lado con quien vivía en un departamento y hacía el amor todas las noches”.

Pero esto había terminado, la depresión no le permitió buscar un trabajo y el descuido personal completaba el marco patético de su morada, donde era evidente que alguien se había ido y quien quedó también se fue.

Pasaron algunos días y tuvo que desalojar el departamento, las pocas cosas que tenía las vendió para poder dormir en un viejo hostal. Dos semanas después las bancas del parque, mudo testigo de su romance, le servían de pobre refugio ante el inclemente invierno.

Las malas noticias suelen llegar inmediatamente pero esta llegó al filo de la navaja, pues imaginó muchos reencuentros, pero jamás en ese sanatorio sin poder conversar con él y enterándose que esa vida que tanto amó era consumida por el VIH, que no tardó

en comprobar que ella también portaba.

No se explicó porque no se lo confesó pero deseaba tremendamente nunca haberlo conocido. Hubiera querido que esos pretendientes de bicicleta, banquita de parque y peluche, hubieran insistido más para hacerla tener un amor de acuerdo a su edad y evitar que experimente pasiones que hoy estaban terminando con su vida.

Era demasiado tarde, quiso vivir apresuradamente y lo hizo. Juró que lo amaría hasta la muerte y estaba a punto de cumplirlo, pues hay amores que nacen para nunca separarse y hay otros que nunca se separan porque así lo manda el destino.

Ahora el viento golpeaba su cara inanimada y se llevaba lágrimas de arrepentimiento, dolor y rabia. Parada al filo del malecón, su vida entera y la transformación que sufrió iban pasando como imágenes de una película donde los espectadores se habían ido y las butacas, con sonidos de olas del mar, parecían esperar el final. Pensó que era lo más justo, que la vida era parte de la muerte porque la primera es tan efímera y la segunda tan eterna que no tuvo ningún reparo. Simplemente cerró los ojos y sintió el vértigo de cruzar la línea. Ella se había ido.

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ORGANIzADO HASTA LA MUERTE

ORGANIzADO HASTA LA MUERTE

Quiero que me venda un ataúd de primera calidad y un servicio funerario de lujo para el próximo lunes!... No es muy frecuente escuchar este pedido en una agencia, la muerte no toca la puerta ni llega con tal exactitud, el cliente

requería el servicio para un velorio con siete días de anticipación y el administrador con mayor curiosidad que de costumbre le preguntó de inmediato ¿Es para algún familiar suyo? La respuesta fue tan sorprendente que dejó crispado a alguien que, en sus veinte años de agente funerario, creía haberlo escuchado todo sobre el rubro. ¡Es para mí velorio, pienso abandonar el mundo terrenal este domingo por la noche, sabe usted!

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Quien solicitaba tal pedido no aparentaba tener más de cuarenta años. Su contextura y semblante no parecía la de un enfermo y mucho menos desahuciado, cuando el administrador estaba por formular la segunda pregunta (que es exactamente la misma que usted, amigo lector, está pensando), el susodicho sacó de su bolsillo cinco mil dólares y le dijo –disponga de todo lo necesario para que este lunes mi velorio sea de primera. ¿Dónde firmo?…sorprendido por el cliente, asustado por la circunstancia y contento por el dinero, el administrador apuró con la documentación y cerró el trato estrechando la mano de la misma persona que había adquirido el cajón con fecha y horario establecido siete días antes -Tal vez ya no nos volvamos a ver, pero el ataúd y los servicios deben estar en esta dirección a las cuatro de la tarde por favor, es que los familiares más cercanos, que son los primeros en llegar, están trabajando ese día, así que a las siete deben estar llegando y deseo que a esa hora todo esté listo. Un nuevo apretón de manos y una sonrisa de tan peculiar cliente puso el punto final del dialogo –¡Hasta siempre! La respuesta del administrador fue una combinación de ¡Hasta luego! ¡Adiós! Y ¡muchas gracias! Resumido en una sola palabra, voz baja, mirada atónita, boca entreabierta y una simbología facial de estupefacto que era para retratarlo.

Pasaron los días y el cliente no daba rastros de vida, aunque suene sarcástico el término.

El administrador pasó esta venta sin dar mayores detalles y empezó a preocuparse para que el velorio justifique el gasto. Pasó frente al lugar donde debería llevar el cajón hasta tres veces. Se quedó toda una tarde. Vio entrar a una dama en compañía de dos pequeños, un hombre tocó el timbre aparentemente era un cobrador y luego dejó un sobre bajo la puerta. Nada que de pistas adicionales a

tan extraña circunstancia.

El lunes al mediodía, cuando llegó a esa dirección sus manos temblaban, y la calle desierta le daba un marco tan fantasmal como apropiado a la circunstancia.

La puerta de la casa se abrió y salió la misma mujer que estaba con dos pequeños durante la semana entrando al lugar. Con rostro desencajado y voz quebrada se acercó al administrador y le dijo-¿Está todo listo? Quiero que el velorio empiece lo más pronto posible- En las horas que siguieron, el administrador se enteró de que el esposo en mención sufrió un infarto la noche anterior y que cuando llegaron los médicos había pasado a mejor vida. (Una vez más coincidimos en la historia, amigo lector) El administrador, así como usted, se preguntaba ¿Cómo pudo planear una muerte por infarto con tal exactitud y una semana antes?

La situación llegó a su clímax cuando el personal de la funeraria cargaba el cadáver llevándolo hasta el ataúd y vio que verdaderamente el futuro inquilino del estuche de madera era su cliente de la semana anterior.

Al siguiente día, luego del entierro, el administrador llegó a su casa con un inmenso signo de interrogación que cargaba sobre sus hombros, como una cruz camino al Gólgota. Los días pasaron, hasta que una mañana recibió una carta que era remitida desde Aruba, dentro de ella había una fotografía del difunto junto a la viuda sonriendo abrazados en ropa de baño completando dicho marco, las hermosas playas que bañan el Caribe, junto a la foto un billete de cien dólares y una postdata que rezaba. “Le envío mis cordiales saludos y esta simbólica gratificación por el excelente trabajo el día del funeral. Abusando de su gentileza, mucho le agradecería llevarle flores mensualmente a la tumba de mi querido hermano gemelo”

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Una de las primeras opciones analizadas para interpretar al monstruo de Frankenstein fue Bela Lugosi,

quien había protagonizado otra película de Universal Pictures “Drácula” (1931). Sin embargo, Lugosi rechazó el papel debido a que no poseía diálogos y a que estaría cubierto de maquillaje. Tras esto fue escogido el actor británico Boris Karloff. El actor no aparece en los créditos iniciales de la película, siendo su lugar ocupado por un signo de interrogación; solo en los créditos finales se aclara que es Karloff quien interpreta al monstruo. Bette Davis fue considerada para interpretar a Elizabeth, pero finalmente Mae Clarke obtuvo el papel.

En la película participaron también Dwight Frye como Fritz y Edward Van Sloan como Dr. Waldman; ambos habían actuado con anterioridad en “Drácula”.

El maquillaje de Karloff estuvo a cargo de Jack Pierce, quien trabajaba cerca de cuatro horas para lograr la apariencia de la criatura.Existe controversia respecto de quién creó el diseño del monstruo, ya que algunas fuentes mencionan al director James Whale y otras a Jack Pierce.Además del maquillaje, Karloff debió usar botas especiales para aumentar su estatura en pantalla, así como puntales de acero en las piernas para tener un andar tambaleante.

POR RENZO ALVARADO

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EL FRANkENSTIEN DE kARLOFFEL FRANkENSTIEN DE kARLOFF

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