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Síndrome de aspiración de meconioDirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001596.htm
Es una afección grave en la cual un recién nacido aspira una mezcla de meconio y líquido amniótico hacia los pulmones cerca del momento del parto.
Causas, incidencia y factores de riesgo
Meconio es el término utilizado para las primeras heces eliminadas por un recién nacido poco después del nacimiento, antes de que el bebé haya empezado a digerir leche materna (o leche maternizada en polvo).
En algunos casos, el bebé elimina heces (meconio) mientras aún está dentro del útero. Esto generalmente sucede cuando los bebés están bajo estrés, debido a que no están recibiendo suficiente sangre y oxígeno.
Una vez que el meconio ha pasado hacia el líquido amniótico circundante, el bebé puede broncoaspirar dicho meconio. Esto puede suceder mientras el bebé aún está en el útero o aún está cubierto por el líquido amniótico después del nacimiento. El meconio también puede bloquear las vías respiratorias del bebé inmediatamente después del nacimiento.
Esta afección se denomina aspiración de meconio y puede causar dificultades respiratorias debido a la hinchazón (inflamación) en los pulmones del bebé después del nacimiento.
Los factores de riesgo que pueden causar estrés en el bebé antes de nacer abarcan:
Disminución del oxígeno al bebé mientras está todavía en el útero Diabetes en la madre gestante Parto difícil o trabajo de parto prolongado Hipertensión arterial en la madre gestante Pasarse de la fecha prevista para el parto
Síntomas
Piel de color azulado (cianosis) en el bebé Problemas respiratorios
o dificultad para respirar (el bebé necesita hacer un esfuerzo para poder respirar)o paro respiratorioo respiración acelerada
Flacidez en el bebé al nacer
Signos y exámenes
Antes del parto, el monitor fetal puede mostrar una frecuencia cardíaca lenta. Durante el parto o al momento de nacer, el meconio se puede ver en el líquido amniótico y en el bebé.
El bebé puede necesitar ayuda con la respiración o las palpitaciones inmediatamente después del nacimiento y por lo tanto puede tener un puntaje bajo en el índice de Apgar.
El equipo médico auscultará el tórax del bebé con un estetoscopio y puede escuchar sonidos respiratorios anormales, especialmente ruidos roncos y crepitantes.
Una gasometría arterial mostrará bajo pH (acidez) en la sangre, disminución del oxígeno e incremento del dióxido de carbono.
Una radiografía del tórax puede mostrar áreas con parches o veteadas en los pulmones del bebé.
Tratamiento
El obstetra o la enfermera obstetra que atienden el parto deben succionar la boca del recién nacido tan pronto como haya salido su cabeza.
Se necesita un tratamiento posterior si el bebé no está activo y llorando inmediatamente después del parto. Se coloca una sonda en la tráquea del niño y se succiona a medida que se retira la sonda endotraqueal. Este procedimiento se puede repetir hasta que no se vea meconio en el contenido de la succión.
Se puede colocar al bebé en la sala de cuidados especiales para bebés o en la unidad de cuidados intensivos neonatales para una observación cuidadosa. Otros tratamientos pueden abarcar:
Antibióticos para tratar infecciones Respirador (ventilador) para mantener los pulmones inflados Oxígeno para mantener los niveles sanguíneos normales Uso de un calentador para mantener la temperatura corporal
Si no se han presentado signos de sufrimiento fetal durante el embarazo y se trata de un bebé vigoroso y a término, los expertos desaconsejan la succión profunda de la tráquea, debido a que ofrece riesgo de causar un cierto tipo de neumonía.
Expectativas (pronóstico)
El síndrome de aspiración de meconio es una causa importante de enfermedad grave y muerte en recién nacidos.
En la mayoría de los casos, el pronóstico es excelente y no hay efectos para la salud a largo plazo.
En casos más graves, se pueden presentar problemas respiratorios, los cuales generalmente desaparecen en 2 a 4 días, aunque la respiración acelerada puede continuar durante días.
Un bebé con aspiración grave y que requiera un respirador puede tener un pronóstico más reservado. La falta de oxígeno antes de nacer o a raíz de complicaciones de la aspiración de meconio puede conducir a daño cerebral y el pronóstico depende del grado de este daño.
La aspiración de meconio rara vez conduce a un daño pulmonar permanente.
Complicaciones
Neumonía por aspiración Daño cerebral debido a falta de oxígeno Dificultad respiratoria que dura varios días Atelectasia pulmonar (neumotótax) Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido (incapacidad para llevar suficiente
sangre hacia los pulmones con el fin de tomar oxígeno para el resto del cuerpo)
Prevención
Los factores de riesgo se deben identificar lo más pronto posible. Si la madre rompió fuente en la casa, debe comentarle al médico si el líquido era claro o teñido con una sustancia verdosa o parda.
El monitoreo fetal se inicia, de manera tal que se puede reconocer a tiempo cualquier signo de sufrimiento del feto. La intervención inmediata en la sala de partos puede algunas veces ayudar a prevenir esta afección. Los médicos que estén entrenados en reanimación de recién nacidos deben estar presentes.
III. SINDROME DE ASPIRACION MECONIAL DEL RECIEN
NACIDO (32)
1. EPIDEMIOLOGIA
1.1.- Definición:
El Síndrome de aspiración meconial es un trastorno respiratorio causado por la
inhalación de meconio del líquido amniótico dentro del árbol bronquial. La
aspiración puede ocurrir antes, durante o inmediatamente después del parto. Los
casos más severos pueden ser secundarios a procesos patológicos intrauterinos,
primariamente asfixia crónica e infección.
El líquido amniótico teñido de meconio se puede observar en el 14% de los trabajos
de parto (rango 6 – 25%) y está asociado a un aumento de trastornos respiratorios
(33). El síndrome de aspiración meconial ocurre en el 11% de los recién nacidos que
durante el parto presentan líquido teñido de meconio (rango 2 – 36%). Este ocurre
con mayor frecuencia en recién nacidos que son postmaduros y pequeños para la
edad gestacional.
1.2.- Fisiopatologia:
La fisiopatología involucra la presencia de meconio en el líquido amniótico,
aspiración y enfermedad pulmonar. El 20 % a 23 % de los recién nacidos con
líquido teñido de meconio presentan depresión respiratoria al nacer y son causados
por procesos patológicos intrauterinos como asfixia crónica e infección, esto
conduce a la presencia de meconio en el líquido y a gasping en el recién nacido. La
hipertensión pulmonar persistente frecuentemente acompaña a los casos severos de
aspiración meconial contribuyendo a la hipoxemia.
1.2.1.- Composición del meconio: El meconio es una sustancia espesa, verde –
negra, inodora que se encuentra en el interior del intestino del feto desde el tercer
mes de gestación. Se produce por la acumulación de deshechos fetales como células
descamadas del intestino y piel, mucina gastrointestinal, pelo, materias grasas del
vernix caseoso, líquido amniótico y secreciones intestinales. Contiene glicoproteínas
sanguíneas específicas y una pequeña cantidad de lípidos y proteínas que
disminuyen durante la gestación. El color verde – negro es resultado de pigmentos
biliares y es estéril. Sin embargo cuando el meconio es aspirado dentro del pulmón
puede estimular la liberación de citoquinas y otras substancias vasoactivas que
conducen a una respuesta cardiovascular y de inflamación en el feto y recién
nacido.
1.2.2.- Expulsión de meconio: La expulsión de meconio por parte del feto ocurre
precozmente en la gestación. Estudios realizados en las décadas de los 70 y 80
sugieren que la defecación fetal disminuye a las 16 semanas y cesa a las 20,
conjuntamente con la maduración del esfínter anal. En este periodo el recto aparece
lleno con meconio y desde las 20 a 34 semanas su expulsión es infrecuente. Casi
todos los recién nacidos que expulsan meconio son de término.
En algunos casos la expulsión de meconio puede ser causada por un aumento en la
peristalsis intestinal y relajación del esfínter anal provocado por un aumento del
estímulo vagal en las compresiones de cordón umbilical o por aumento del tono
simpático durante la hipoxia.
1.2.3.- Aspiración: El meconio contenido en el líquido amniótico puede ser
aspirado durante movimientos respiratorios fetales o en las respiraciones iniciales
posterior al parto. Normalmente la actividad respiratoria fetal expulsa líquido
fuera del pulmón, sin embargo, como se ha demostrado en animales, la hipoxia
prolongada estimula la respiración fetal y al gasping conduciendo a la inhalación de
líquido amniótico. La evidencia patológica sugiere que esto también ocurre en
humanos ya que se ha encontrado meconio en los pulmones de mortinatos o en
aquellos que mueren postparto sin historia de aspiración durante el parto.
El meconio que permanece en la faringe o tráquea puede ser aspirado después del
nacimiento durante las respiraciones iniciales del recién nacido siendo más
frecuente en niños deprimidos.
1.2.4.- Enfermedad Pulmonar: La aspiración meconial puede interferir con la
respiración normal a través de varios mecanismos que incluyen obstrucción de la
vía aérea, irritación química, infección e inactivación del surfactante, aunque es
más probable que los casos severos de aspiración meconial los problemas sean
secundarios más a los procesos patológicos intraútero que a la aspiración.
1.2.4.1. Obstrucción de la vía aérea: La obstrucción de la vía aérea puede ser
parcial o total. La obstrucción completa provoca atelectasias distales, la parcial
puede ocurrir si el meconio particulado ocluye parcialmente la vía aérea. Ya que el
diámetro de la vía aérea es mayor durante la inspiración el aire puede entrar.
Durante la espiración, al estrecharse la vía aérea, los tapones de meconio ocluyen
totalmente los bronquiolos provocando atrapamiento aéreo. Este proceso se conoce
como efecto valvular y puede conducir a sobredistención y ruptura alveolar con el
consiguiente neumotórax u otro síndrome de escape aéreo.
1.2.4.2.- Irritación química: Los componentes del meconio, incluyendo sales
biliares, causan inflamación de la vía aérea que es evidente entre 24 y 48 horas
después de la inhalación. Se produce una neumonitis exudativa e inflamatoria con
alteración del epitelio alveolar y exudado proteico que conduce al colapso alveolar y
necrosis celular. La estimulación de los polimorfonucleares puede jugar un rol en la
patogénesis de la neumonitis. Estudios in vitro han demostrado una actividad
quimiotáctica del meconio para polimorfonucleares mediado por Interleukina 8.
Esta actividad pareciera provenir del líquido amniótico con meconio y no del
meconio mismo.
1.2.4.3.- Infección: El líquido amniótico teñido con meconio puede ser un factor
potencial para infección bacteriana de la cavidad amniótica y debe alertar al
clínico. Aunque el meconio es estéril los componente de mucopolisacáridos
proporcionan un excelente medio en el cual pueden crecer microorganismos,
especialmente Escherichia coli. Además, el meconio inhibe la fagocitosis de los
polimorfonucleares.
1.2.4.4.- Inhibición del Surfactante pulmonar: Las alteraciones pulmonares en la
aspiración meconial pueden ser causadas en parte por inactivación del surfactante
pulmonar. En modelos animales la aspiración de meconio demuestra inactivación
del surfactante con aumento de la tensión superficial y disminución del volumen
pulmonar, distensibilidad y oxigenación. En niños, la concentración de inhibidores
de surfactante (proteínas totales, albúmina, fosfolípidos de membrana) de lavado
pulmonar están más altos en recién nacidos con aspiración meconial que los
controles, aunque la concentración de fosfolípido y proteína A del surfactante no
fueron diferentes.
1.2.4.5.- Hipoxemia: La hipoxemia se produce por distintas causas: disminución
de la ventilación alveolar relacionada con la injuria pulmonar y desequilibrio de la
relación ventilación perfusión, con perfusión de unidades pulmonares pobremente
ventiladas. La hipertensión pulmonar persistente frecuentemente acompaña a la
aspiración meconial con shunt de derecha a izquierda causada por el aumento de la
resistencia vascular y consecuente hipoxemia.
1.3.- Cuadro clínico :
Los recién nacidos con síndrome de aspiración meconial son a menudo post
maduros, pequeños para la edad gestacional y muchos nacen con depresión
respiratoria.
1.3.1.- Exámen físico:
Los pacientes pueden tener evidencia de ser postmaduros con piel descamativa,
uñas largas y vernix disminuido. El vernix, cordón umbilical y uñas pueden estar
teñidas de meconio dependiendo de cuan largo el recién nacido ha estado expuesto a
meconio en el útero. En general las uñas se tiñen después de 12 a 24 horas de
exposición.
Los pacientes afectados tienen distres respiratorio con marcada taquipnea y
cianosis. La disminución de la distensibilidad pulmonar y el uso de la musculatura
respiratoria accesoria se evidencian por retracción intercostal y subxifoidea y
respiración abdominal acompañadas de quejido y aleteo nasal.
El tórax toma típicamente una forma de barril con aumento del diámetro
anteroposterior causado por la hipersinsuflación. La auscultación pulmonar revela
crepitaciones y roncus. Estos signos se observan inmediatamente después del
nacimiento aunque algunos pacientes son asintomáticos y desarrollan
sintomatología en la medida que el meconio se moviliza desde las vías aéreas altas
hacia el árbol traqueobronquial distal.
2.- Diagnóstico
2.1.- El diagnóstico del síndrome de aspiración meconial se confirma por medio de
una radiografía de tórax. La placa radiográfica inicial puede mostrar densidades
lineares similares en apariencia a la taquipnea transitoria del recién nacido. En la
medida que la injuria progresa los pulmones aparecen hipersinsuflados con
aplanamiento de los diafragmas. Densidades difusas pueden alternar con áreas de
expansión
En recién nacidos con enfermedad severa que requieren alta concentración de
oxígeno y ventilación mecánica los pulmones pueden mostrar densidades
homogéneas similares a la que se encuentra en la enfermedad de membrana hialina.
Los cambios radiográficos se resuelven en el curso de 7 a 10 días pero pueden
persistir por semanas. En el 10 a 30% de los pacientes con aspiración meconial se
produce síndrome de escape aéreo.
La medición de gases arteriales muestra hipoxemia e hipercarbia. Los pacientes con
hipertensión pulmonar y shunt de derecha a izquierda pueden tener una gradiente
en la oxigenación en muestras pre y postductales.
2.2.- Diagnóstico diferencial: Otras causas incluyen: taquipnea transitoria del
recién nacido, enfermedad de membrana hialina, neumonía bacteriana, escape
aéreo, septicemia y anomalías congénitas del pulmón.
3.- Tratamiento
3.1.- El tratamiento de la aspiración meconial es de soporte. El enfoque
inicial es similar para todos los pacientes y comienza con identificación de los
factores de riesgo y anticipación al desarrollo de la enfermedad. Los recién nacidos
con riesgo de aspiración meconial deben ser monitorizados en forma estricta y
proporcionar una adecuada oxigenación y ventilación. Se les debe proporcionar un
ambiente térmico neutral para minimizar el consumo de oxígeno. La manipulación
del recién nacido debe ser limitada para evitar agitación y exacerbación de la
hipertensión pulmonar persistente si está presente.
3.2.- Oxigenoterapia: El oxígeno debe ser proporcionado para obtener una
saturación mayor de 99 mientras se realizan los test diagnósticos. Cuando el
diagnóstico se ha establecido la PO2 arterial debe ser mantenida en rango de 55 a
90 mm Hg (saturación mayor de 90) para lograr una adecuada oxigenación tisular y
evitar injuria pulmonar que puede resultar de una administración de oxígeno en
altas concentraciones. Se deben utilizar catéteres umbilicales arteriales y venosos
para monitorizar gases y presión arteriales y administrar fluidos y medicamentos.
3.3.- Ventilación asistida: La ventilación asistida se utiliza cuando el intercambio
gaseoso no es adecuado. Si la FiO2 excede de 0.4 – 0.5 algunos centros utilizan
CPAP con presiones de 5 a 7 cm de agua para mejorar la oxigenación, pero debe
ser usado cautelosamente en pacientes con hiperinsuflación ya que puede aumentar
el atrapamiento aéreo.
Aproximadamente el 30% de los recién nacidos con síndrome de aspiración
meconial requieren ventilación mecánica. Su indicación es hipoxemia severa (PaO2
menor de 60 con FiO2 de 1.0) o hipercarbia severa (PCO2 mayor de 55 – 60). En
pacientes con hipertensión pulmonar persistente se debe usar una ventilación suave
en el manejo inicial.
Se puede considerar el uso de ventilación oscilatoria de alta frecuencia (VAFO) en
pacientes que no responden a la ventilación convencional. Aunque los beneficios de
esta terapia no están comprobados puede ser útil en el rescate de pacientes
severamente hipoxémicos. Un ensayo clínico demostró en 79 niños que había una
respuesta significativa si se les colocaba a VAFO ante la falla de la ventilación
convencional (34).
3.4.- Surfactante: El surfactante pulmonar puede reducir la severidad del distres
respiratorio y reducir la necesidad de ECMO (riesgo relativo 0.64, 95% CI 0.46-
0.91) en pacientes con síndrome de aspiración meconial conectados a ventilación
mecánica según lo evidencia una revisión sistemática Cochrane (35).
Se recomienda administrar surfactante a recién nacidos con síndrome de aspiración
meconial severo conectados al ventilador mecánico que requieren una FiO2 mayor
de 0.5 y una presión media de vía aérea mayor de 10 a 12 cm de H2O.
No se recomienda el lavado bronquioalveolar con surfactante, existe solo un reporte
de casos con esta técnica por lo que se requieren más estudios para su
recomendación (36).
Recomendación Nivel Grado
La administración de surfactante pulmonar en el
SAM severo, disminuye el riesgo de uso de ECMO.
(R16)
1a A
3.5.- Sedación: La agitación puede causar liberación de catecolaminas aumentado
la resistencia vascular pulmonar, el shunt de derecha a izquierda e hipoxemia
además de desacoplarse del ventilador. Se recomienda el uso de morfina (carga de
100 a 150 mcg/kg, infusión de 10 a 20 mcg/kg/hr) o fentanil (1 a 5 mcg/kg/hr).
Se puede utilizar el bloqueo neuromuscular con pancuronium (0.1 mg/kg según
necesidad) en pacientes que no se acoplan al ventilador y persisten agitados pero se
deben tener en cuenta sus efectos adversos.
3.6.- Restricción de líquidos: La alimentación enteral no está indicada en
pacientes con enfermedad pulmonar severa. Los líquidos deben ser restringidos a
65 mL/kg por día y se debe limitar la administración de sodio para minimizar el
edema periférico y pulmonar.
3.7.- Soporte Hemodinámico: El volumen vascular debe ser el suficiente para
mantener el gasto cardiaco. A menudo se requieren drogas vasoactivas. Se
recomienda comenzar con Dopamina titulando la dosis para mantener una presión
arterial normal. La presión arterial en pacientes con hipertensión pulmonar
persistente puede ser necesariamente mayor para minimizar el shunt de derecha a
izquierda.
La transfusión de Glóbulos rojos puede ser necesaria para reemplazar las pérdidas
ocasionada por la realización de exámenes y optimizar la entrega de oxígeno a los
tejidos, especialmente en las hipoxemias más severas. Se debe mantener un
hematocrito sobre 40 – 45%.
3.8.- Antibióticos: Ya que la infección es difícil de distinguir de la aspiración
meconial se recomienda comenzar con antibióticos (ampicilina más aminoglicósido)
mientras llegan los resultados de los cultivos. A menos que la sospecha de sepsis sea
muy fundada no se debe realizar una punción lumbar por la descompensación
pulmonar que el procedimiento puede provocar.
3.9.- Otras terapias: Los corticoides no están recomendados, aunque hay algunos
modelos animales y una serie de casos que hacen recomendable su uso se requieren
de estudios controlados para ello (37).
Recomendación Nivel Grado
No se recomienda el uso de esteroides en el
tratamiento del recién nacido con SAM. (R17)1a A
4. Pronóstico
4.1.- La mayoría de los recién nacidos con meconio tienen un buen pronóstico.
Desde el uso de la aspiración traqueal, el síndrome de aspiración meconial y la
muerte secundaria a ello han disminuido. Sin embargo, el pronóstico depende del
grado de depresión respiratoria al nacimiento.
4.2.- Mortalidad: El parto con meconio se asocia a una mayor mortalidad perinatal.
4.3.- Desarrollo Neurológico: Este es bueno en casos no complicados y sin
enfermedades subyacentes, pero como los casos más severos se asocian a asfixia
intrauterina y/o infección el pronóstico neurológico depende de ello.
5. PREVENCION:
La prevención del síndrome de aspiración meconial depende del manejo obstétrico
y neonatal. El obstetra debe notificar al equipo pediátrico de un parto con meconio
de manera que el personal apropiado pueda estar presente.
5.1. Manejo intraparto
5.1.1.- Monitoreo: Monitoreo continuo o periódico de la frecuencia cardiaca fetal
es el estándar de control en países desarrollados especialmente en embarazos con
alto riesgo de hipoxemia fetal.
5.1.2.- Amnioinfusión: es la instilación de solución salina normal o Ringer lactato
dentro de la cavidad amniótica. Este procedimiento se ha utilizado con el fin de
reducir la incidencia de aspiración de meconio y mejorar el pronóstico neonatal en
partos con meconio espeso por el efecto de dilución sobre el meconio del líquido
instilado. Hay que tener presente que muchos neonatos ya tienen meconio en la
tráquea o bronquios antes de que se realice el procedimiento. La amnioinfusión
profiláctica en recién nacidos con líquido amniótico teñido de meconio en ausencia
de desaceleraciones, es controvertida y no se ha probado su efectividad.
5.1.3.- Aspiración intra parto: En la presencia de meconio es usual que el equipo
obstétrico succione las secreciones del recién nacido en el momento en que está en el
perineo, para reducir el riesgo de aspiración meconial. Esto se realiza en toda
condición en que hay meconio, no importando si este es claro o espeso. En el
momento en que la cabeza sale del canal del parto se aspira la boca, faringe y nariz
utilizando una pera o una sonda de aspiración. Se cree que la aspiración de meconio
intraparto ha disminuido la incidencia y severidad del síndrome de aspiración
meconial en forma significativa. Al respecto hay algunos reportes que avalan este
procedimiento. Sin embargo, el único ensayo clínico controlado con alrededor de
2500 pacientes que intenta evaluar el beneficio de la aspiración intraparto, no
demostró beneficios. Esta conducta, por lo tanto, requiere ser evaluada por los
distintos equipos de obstetras y neonatólogos (37).
5.1.4.- Aspiración traqueal: Alrededor de un tercio de los recién nacidos con
síndrome de aspiración meconial tienen meconio en la tráquea después de la
aspiración intraparto y antes que inicien la respiración. Esto se debe a que la
aspiración del meconio ya ocurrió in útero. Las guías internacionales de
resucitación recomiendan la aspiración del meconio residual de la traquea en todos
los recién nacidos con meconio en el líquido amniótico, que se presenten en apnea o
depresión respiratoria, tono muscular disminuido o una frecuencia cardiaca menor
de 100 latidos por minuto. Se realiza laringoscopía directa inmediatamente después
del nacimiento para aspirar la hipofarinx bajo visión directa y para intubar y
succionar la tráquea. La aspiración traqueal debe ser realizada antes de aplicar
presión positiva sobre la vía aérea en pacientes con apnea o distres respiratorio. La
succión traqueal no está recomendada en recién nacidos vigorosos con líquido
amniótico teñido de meconio ya que no mejora el pronóstico y puede causar
complicaciones. Esto fue demostrado en un ensayo clínico con 2094 recién nacidos
de 37 semanas o más, con antecedentes de líquido amniótico con meconio y
aparentemente vigorosos al nacimiento, a los cuales se les succionó la tráquea en
forma aleatoria. La aspiración de meconio y otros trastornos respiratorios no
difirieron en ambos grupos, pero los que se intubaron tuvieron más complicaciones
como bradicardia, estridor y espasmo laringeo. La base de datos Cochrane
encontró resultados similares en una revisión sistemática sobre el tema (38).
Recomendación Nivel Grado
Se recomienda solo intubar y aspirar la traquea en
recién nacidos no vigorosos. (R18)1a A
(Meconium Aspiration)
Todos los padres y madres que están esperando un bebé desean tener un parto sin complicaciones y un bebé sano. Pero algunos bebés tienen complicaciones durante el parto. Uno de los trastornos que pueden afectar a la salud de un recién nacido es la aspiración de meconio, también conocida como síndrome de aspiración meconial. Aunque puede ser grave, la mayoría de casos de este síndrome no lo son.
Sobre la aspiración de meconio
El síndrome de aspiración meconial puede ocurrir antes del parto o durante este, cuando el recién nacido aspira una mezcla de meconio y líquido amniótico (el líquido en que flota dentro del saco amniótico). Por meconio entendemos las primeras deposiciones que hace el bebé. Se trata de unas heces pegajosas, densas y de color verde oscuro que suelen expulsarse dentro del vientre materno al principio del embarazo y de nuevo durante los primeros días de vida extrauterina.
El meconio inhalado puede obstruir parcial o completamente las vías respiratorias del bebé. A pesar de que el aire puede pasar a través del meconio que ha entrado en las vías respiratorias del bebé al inspirar, el meconio se queda atrapado a las paredes de las vías respiratorias cuando el bebé espira. Y el meconio aspirado irrita las vías respiratorias y dificulta la respiración.
El síndrome de aspiración meconial puede afectar a la respiración del bebé de varias formas diferentes, incluyendo la irritación química del tejido pulmonar, la obstrucción de las vías respiratorias por el tapón de meconio, la infección, y la inactivación del tensioactivo (surfactante) por el meconio (el tensioactivo es una sustancia natural que ayuda a los pulmones a expandirse).
La gravedad del síndrome de aspiración meconial dependerá de la cantidad de meconio inhalado así como del estado del bebé y las afecciones que pudiera padecer previamente, como el hecho de haber contraído alguna infección dentro del útero o la posmaduriez (cuando un bebé supera las 42 semanas de gestación). Por lo general, cuanto más meconio inhala un bebé, más grave es el trastorno.
Normalmente, el meconio sube y baja solamente por la tráquea (la porción superior de las vías respiratorias) cuando hay actividad respiratoria en el feto. El meconio puede llegar hasta los pulmones cuando el bebé boquea en el vientre materno o en las primeras bocanadas posteriores al parto. Los bebés suelen boquear cuando algún problema (por ejemplo, una infección o la compresión del cordón umbilical) hace que tengan dificultades para obtener suficiente oxígeno dentro del vientre materno.
Incidencia
Aunque entre el 6% y el 25% de los bebés tienen el líquido amniótico manchado de meconio, no todos los bebés que eliminan meconio durante las fases de dilatación y expulsión del parto desarrollan un síndrome de aspiración de meconio. De los bebés que expulsan el meconio durante el parto o cuyo líquido amniótico está teñido de meconio, entre el 2% y el 36% inhalan meconio dentro del útero materno o bien en la primera respiración extrauterina. De los bebés que nacen con el líquido amniótico manchado de meconio, el 11% presenta algún grado de síndrome de aspiración de meconio.
Causas
El síndrome de aspiración meconial se suele relacionar con el sufrimiento fetal. El sufrimiento fetal puede estar provocado por problemas durante el embarazo, como las infecciones, o por las dificultades que surgen durante el parto. Cuando un bebé experimenta sufrimiento fetal puede sufrir hipoxia (reducción del aporte de oxígeno), lo que puede provocar un incremento de la actividad intestinal del bebé, así como una relajación del esfínter anal (la válvula muscular que controla el paso de las heces por el ano), con la consiguiente expulsión de meconio en el líquido amniótico donde flota el bebé.
Pero la expulsión de meconio durante el parto no siempre se asocia a sufrimiento fetal. En algunas ocasiones, bebés que no muestran indicios de sufrimiento fetal durante el parto expulsan meconio antes de nacer. En cualquier caso, si el bebé boquea e inhala meconio, es posible que desarrolle un síndrome de aspiración de meconio.
Otros factores de riesgo para desarrollar un síndrome de aspiración de meconio son los siguientes:
un parto difícil edad gestacional avanzada (o post maduridad) una madre que fuma mucho o que padece diabetes, hipertensión (tensión arterial elevada) o
enfermedad respiratoria o cardiovascular crónicas complicaciones relacionada con el cordón umbilical escaso crecimiento intrauterino
La prematuridad no es un factor de riesgo. De hecho, el síndrome de aspiración de meconio es muy poco frecuente en bebés de menos de 34 semanas de edad gestacional.
Signos y síntomas
En el momento del nacimiento probablemente el médico detectará uno o más síntomas de síndrome de aspiración de meconio, incluyendo:
restos de meconio, es decir, manchas o vetas de color verde oscuro en el líquido amniótico piel azulada (cianosis) o verdosa (debido a las manchas de meconio) en el recién nacido problemas respiratorios —incluyendo respiración rápida (taquipnea), respiración dificultosa o
suspensión de la respiración (apnea) en el recién nacido baja frecuencia cardíaca (bradicardia) en el bebé antes de nacer baja puntuación en la escala Apgar (la escala Apgar es una prueba a que se someten todos los
recién nacidos inmediatamente después de nacer en la que les evalúan el color, la frecuencia cardíaca, los reflejos, el tono muscular y la respiración)
flacidez posmaduridad (signos de que el bebé ha nacido con retraso, como uñas largas)
Diagnóstico
Si se cree que un bebé ha inhalado meconio, el tratamiento empezará durante el parto. Si el bebé tiene dificultades para respirar, el pediatra le introducirá un laringoscopio en la tráquea para extraerle cualquier resto de meconio. Probablemente también le auscultará el pecho con un estetoscopio en busca de los sonidos tipicos de los bebés con síndrome de aspiración meconial.
Es posible que el pediatra también solicite algunas pruebas, como un análisis de sangre (denominado análisis de gases sanguíneos) que ayuda a determinar si un bebé está obteniendo suficiente oxígeno, y una radiografía de tórax para detectar los parches o vetas en los pulmones propios de los bebés con síndrome de aspiración meconial.
Tratamiento
Actualmente se recomienda que, si un bebé ha inhalado meconio pero se le ve activo, tiene buen aspecto y tiene un latido cardíaco fuerte (>100 latidos por minuto), el equipo que asiste el parto solo observará al bebé para detectar posibles signos de síndrome de aspiración de meconio, que suelen aparecer durante las primeras 24 horas. Por lo tanto, se observará atentamente al bebé por si presentara incremento de la frecuencia respiratoria, emisión de sonidos roncos al respirar o cianosis.
Si el bebé ha inhalado meconio y da muestras de escaso nivel de actividad, tiene una frecuencia cardíaca baja (<100 latidos por minuto), está flácido y tiene poco tono muscular, se le deberán desobstruir las vías respiratorias lo antes posible a fin de reducir la cantidad de meconio aspirado. Esto se consigue introduciendo un tubo endotraqueal (de plástico blando) en la traquea del bebé a través de la boca o la nariz y succionando mientras se va extrayendo lentamente el tubo. Esto permite succionar tanto las vías respiratorias altas como las bajas. El médico seguirá realizando esta operación hasta que no haya rastro de meconio en los fluidos succionados.
La mayoría de bebés con síndrome de aspiración de meconio mejoran en pocos días o semanas, dependiendo de la gravedad de la aspiración. Aunque pueden presentar taquipnea durante varios días tras el nacimiento, no les suelen quedar lesiones pulmonares graves permanentes. De todos modos, hay estudios que indican que los bebés que nacen con síndrome de aspiración de meconio corren más riesgo de desarrollar enfermedad reactiva de las vías respiratorias (pulmones hipersensibles que tienen más probabilidades de acabar desarrollando asmá).
Los bebés con síndrome de aspiración de meconio pueden ingresar en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) para que los puedan monitorizar atentamente durante los días inmediatamente posteriores al nacimiento. Su tratamiento puede incluir:
oxígenoterapia, sea con mascarilla de oxígeno o respirador antibióticos uso de agentes tensioactivos óxido nítrico extraerles sangre periódicamente para medir si están recibiendo suficiente oxígeno
Los bebés con aspiración grave y que requieren respiración asistida tienen un riesgo más elevado de padecer displasia broncopulmonar, una afección pulmonar que puede tratarse con medicamentos y oxígeno. Otra complicación asociada al síndrome de aspiración de meconio es el colapso pulmonar. También conocido como neumotórax, se trata volviendo a inflar los pulmones (insertando un tubo entre las costillas y permitiendo que los pulmones se vayan expandiendo progresivamente).
Aunque es algo muy poco frecuente, un porcentaje reducido de bebés con síndrome de aspiración de meconio grave desarrollan neumonía por aspiración. En estos casos, es posible que el médico recomiende utilizar técnicas de rescate pulmonar avanzadas.
En la actualidad se utilizan tres tratamientos en los casos de neumonía por aspiración y en las formas más graves de síndrome de aspiración de meconio:
Tratamiento con agentes tensioactivos o surfactantes —se instilan agentes tensioactivos artificiales en los pulmones del bebé que ayudan a mantener abiertos los alvéolos pulmonares.
Oscilación de alta frecuencia —se utiliza un respirador especial que hace vibrar aire enriquecido con una concentración de oxígeno superior a la habitual en el interior de los pulmones del bebé.
Tratamiento de rescate —se añade óxido nítrico al oxígeno del respirador. Así se consigue dilatar los vasos sanguíneos, lo que permite que los pulmones del bebé se irriguen con más sangre y, por lo tanto, les llegue más oxígeno.
Si estos tratamientos (o una combinación de ellos) no funcionan, todavía queda otra alternativa. La oxigenación por membrana extracorpórea (OMEC -o ECMO por las siglas inglesas) es una forma de bypass cardiopulmonar, lo que significa que un corazón y pulmón artificiales asumen temporalmente la función de proveer sangre al cuerpo del bebé. La OMEC reduce la tasa de mortalidad de los lactantes gravemente afectados del 80% al 10%. No todos los hospitales poseen esta tecnología, de modo que los bebés que requieren OMEC a veces deben ser trasladados a otro hospital.
Los bebés que han sufrido un síndrome de aspiración de meconio grave es probable que, tras salir del hospital, sean enviados a casa con oxigeno. Estos bebés tienen más probabilidades de tener sibilancias (emisión de un silbido al inspirar, que coloquialmente se conoce como “pitos”), y de contraer infecciones pulmonares durante el primer año de vida. Pero en los pulmones de un recién nacido los alvéolos pulmonares se pueden regenerar, por lo que el pronóstico a largo plazo de la función pulmonar de estos bebés es excelente.
Los bebés gravemente afectados corren el riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar crónica y también pueden presentar anomalías en el desarrollo y deficiencias auditivas. A los bebés a quienes les diagnostican un síndrome de aspiración de meconio en el hospital les hacen pruebas de cribado para detectarles posibles deficiencias auditivas o lesiones neurológicas. Aunque es muy poco frecuente, los casos graves de síndrome de aspiración de meconio pueden ser mortales. No obstante, los estudios indican que los fallecimientos por síndrome de aspiración de meconio han disminuido significativamente gracias a intervenciones como la succión del meconio y la reducción de los nacimientos postérmino.
Prevención
Si una mujer embarazada, al romper aguas, constata que su líquido amniótico es de color verde oscuro o contiene manchas o vetas de este color -indicativas de la presencia de meconio-, es muy importante que informe al médico al respecto. Los médicos también utilizan la monitorización fetal durante el parto para observar la frecuencia cardíaca del bebé, por si este presentara signos de sufrimiento fetal. En algunos casos los médicos pueden recomendar la amnioinfusión (infusión de solución salina en la cavidad amniótica), para eliminar el meconio del saco amniótico antes de que el bebé pueda inhalarlo durante el parto.
Aunque el síndrome de aspiración de meconio es una complicación del parto que puede asustar bastante a los padres que están esperando un bebé, la mayoría de casos no son graves. En la mayoría de partos se utiliza la monitorización fetal, y los médicos prestan mucha atención a cualquier signo que podría indicar que el bebé ha aspirado meconio. Si un bebé aspira meconio durante el parto, el tratamiento se aplica inmediatamente.
En la mayoría de recién nacidos que han inhalado meconio, el tratamiento precoz permite evitar las posibles complicaciones de este síndrome y ayuda a tranquilizar a los asustados padres en ciernes.