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SUDESTADA 1 A treinta años E DITORIAL E l primero de julio se cumplieron treinta años de la desaparición física del Gral. Juan Domingo Perón. Con su partida, las fuerzas de la antipatria creyeron asistir al fin del “hecho maldito” del país burgués. Se equivocaron. Sólo la organización vence al tiempo, solía predicar el General. Y el peronismo, como fuerza popular organizada, ha tenido una formidable presencia en las luchas populares de los últimos treinta años. Nuestra fue la resistencia a la sangrienta tiranía Viola-videlista, nuestra fue la reivindicación de la gesta de reparación nacional malvinera, nuestras fueron las luchas contra el neoliberalismo y nuestra fue la victoria electoral que produjo el definitivo entierro del modelo en las profundidades del Pacífico. El pensamiento del General Perón, sumado a su eficacia organizativa e inimitable talento como conductor, dotaron al pueblo argentino de una herramienta insustituible en la lucha por la definitiva emancipación nacional. Nadie como él sintetizó el pensamiento histórico del movimiento nacional, las luchas por la independencia, el continentalismo sanmartiniano, las montoneras federales, la democracia popular irigoyenista, están contenidas en el marco conceptual general de la doctrina peronista. Es en esta nueva etapa donde las demandas genuinas de un pueblo desprotegido y desamparado requieren respuestas inmediatas y efectivas de un Estado desmantelado, que las necesidades coyunturales deben instalarse en un proyecto estrátegico de Nación y es en este sentido que debemos impulsar la construcción de una fuerza de dimensión continental, fortaleciendo y profundizando el Mercosur, no sólo acordando desde lo estrictamente económico, sino a partir de nuestra identidad cultural con la América mestiza, como una forma de integración hacia un continentalismo que enfrente la balcanización propuesta por el imperio. Para avanzar en esa dirección debemos construir la fuerza popular organizada, como única manera de enfrentar y vencer definitivamente a la fuerza brutal de la antipatria. Será también imprescindible devolver al peronismo el carácter profundamente nacionalista, popular, revolucionario, antimperialista, antioligárquico, humanista y cristiano que le dio su razón de ser. Los días más felices de la Patria fueron y serán peronistas, son ya símbolos de identidad de la memoria colectiva de todo el pueblo argentino, por todo esto, Perón sigue vivo, por eso desde las páginas de Sudestada, los integrantes de la Organización Peronismo Militante, los estudiantes universitarios de Megafón y los trabajadores del Frente de Desocupados Eva Perón, le decimos… ¡PRESENTES, MI GENERAL! por Héctor Fernández

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E D I T O R I A L ¡PRESENTES, MI GENERAL! SUDESTADA 1 por Héctor Fernández Política nacional 2 SUDESTADA el triunfo popular. El resultado pa- ra el campo nacional fue, desde to- do punto de vista, nefasto. Y sus El triunfo popular de 1973 fue el punto de partida de graves diferencias en el seno del campo popular.

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SUDESTADA 1

A treinta añosE D I T O R I A L

El primero de julio se cumplierontreinta años de la desaparición físicadel Gral. Juan Domingo Perón. Con

su partida, las fuerzas de la antipatriacreyeron asistir al fin del “hecho maldito”del país burgués. Se equivocaron. Sólo laorganización vence al tiempo, solíapredicar el General. Y el peronismo, comofuerza popular organizada, ha tenido unaformidable presencia en las luchaspopulares de los últimos treinta años.Nuestra fue la resistencia a la sangrientatiranía Viola-videlista, nuestra fue lareivindicación de la gesta de reparaciónnacional malvinera, nuestras fueron lasluchas contra el neoliberalismo y nuestrafue la victoria electoral que produjo eldefinitivo entierro del modelo en lasprofundidades del Pacífico.

El pensamiento del General Perón,sumado a su eficacia organizativa einimitable talento como conductor, dotaronal pueblo argentino de una herramientainsustituible en la lucha por la definitivaemancipación nacional. Nadie como élsintetizó el pensamiento histórico delmovimiento nacional, las luchas por laindependencia, el continentalismosanmartiniano, las montoneras federales,la democracia popular irigoyenista, estáncontenidas en el marco conceptual generalde la doctrina peronista.

Es en esta nueva etapa donde lasdemandas genuinas de un pueblodesprotegido y desamparado requierenrespuestas inmediatas y efectivas de un

Estado desmantelado, que las necesidadescoyunturales deben instalarse en unproyecto estrátegico de Nación y es en estesentido que debemos impulsar laconstrucción de una fuerza de dimensióncontinental, fortaleciendo y profundizandoel Mercosur, no sólo acordando desde loestrictamente económico, sino a partir denuestra identidad cultural con la Américamestiza, como una forma de integraciónhacia un continentalismo que enfrente labalcanización propuesta por el imperio. Para avanzar en esa dirección debemosconstruir la fuerza popular organizada,como única manera de enfrentar y vencerdefinitivamente a la fuerza brutal de laantipatria.

Será también imprescindibledevolver al peronismo el carácterprofundamente nacionalista, popular,revolucionario, antimperialista,antioligárquico, humanista y cristiano quele dio su razón de ser.

Los días más felices de la Patriafueron y serán peronistas, son ya símbolosde identidad de la memoria colectiva detodo el pueblo argentino, por todo esto,Perón sigue vivo, por eso desde las páginasde Sudestada, los integrantes de laOrganización Peronismo Militante, losestudiantes universitarios de Megafón y lostrabajadores del Frente de DesocupadosEva Perón, le decimos…

¡PRESENTES, MI GENERAL!

por Héctor Fernández

A partir de la huida del go-bierno de la Alianza, laNación parece encaminar-

se por un rumbo que había perdidoa partir del sangriento golpe de1976. No es el propósito de esta no-ta, analizar la totalidad de las causasque llevaron al país a tan trágica yoscura etapa, pero creemos que esimposible encarnar un nuevo proce-so de consolidación nacional y recu-peración de la Patria, en formaexitosa, sin evaluar en esencia, losmotivos que llevaron a la derrotaanterior.

A partir del triunfo popular de1973, comienza a desarrollarse en elseno del campo popular una luchasangrienta por la hegemonía. Comoproducto de esto el avance se parali-za, se maximizan las diferencias se-cundarias y finalmente se rompe laalianza social que había garantizado

el triunfo popular. El resultado pa-ra el campo nacional fue, desde to-do punto de vista, nefasto. Y sus

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Política nacional

consecuencias fueron entre otras elasesinato y persecución de milesde cuadros y militantes, la destruc-ción de buena parte del aparatoproductivo, el empobrecimientogeneralizado, en definitiva, la pro-fundización de la dependencia y eldesperdigamiento del campo popu-lar.

Sinceramente, creemos que esimposible en un país semicolonialcomo el nuestro, romper las causasde la dependencia sin lograr cons-truir una alianza de clases que dejeen absoluta minoría los sectoresoligárquicos, permanentes agentesdel imperialismo y parásitos engor-dados por la dependencia. Para lo-grar el objetivo de la unidad de las

La ecuación del 2005

El triunfo popular de 1973 fue el punto de partida degraves diferencias en el seno del campo popular.

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grandes mayorías, deben conjugar-se los intereses y aspiraciones detodos los sectores que componen lanación. Como engranajes impres-cindibles para motorizarla y sabien-do claramente la imposibilidad demoverse el uno sin el otro, porquela fuerza que motoriza el avance esjustamente esa unidad.

El gobierno del compañeroKirchner llega como un avance delos sectores populares, que comien-zan a construir trabajosamente unanueva mayoría para encaminarse ala reconstrucción del país. Pero elcampo enemigo no está derrotado,su poder económico sigue intacto,los mecanismos de dominación si-guen funcionando y traban la insta-lación de un nuevo proyecto de paísbasado en los objetivos históricosdel movimiento nacional. Cada pasoadelante requiere la construcción dela relación de fuerzas adecuada paraimpulsarlo. La diferencia es tan es-casa en la actualidad que no pode-mos darnos el lujo de perder un solovagón de este tren. Por el contrariotenemos que esforzarnos para am-pliarlo en todos los sentidos.

Para dicho objetivo será impres-cindible organizar el consenso y elpoder popular como guía principal,que marque el camino y dé sustentosocial a cada paso adelante del mo-vimiento nacional.

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Noche del 23 de marzo de 1976. El inicio del período másoscuro y sangriento para el proyecto nacional y popular.

Los sectores populares comienzan trabajosamente a construir una nuevamayoría para encaminarse a la reconstrucción del país.

cionario que garantice el bienestar ydesarrollo del pueblo y la Nación.

La recomposición del movi-miento nacional está indefectible-mente ligada a la construcción depoder popular. En ese sentido esfundamental recuperar la fuerza po-pular organizada como elementotransformador, y por ese camino re-valorizar la militancia política. Deesa forma construiremos las nuevasreferencias que impulsen y profun-dicen el cambio.

Es fundamental consolidar estanueva etapa. Si bien es cierto quelas diferencias sectoriales, los inte-reses de parte y las contradiccionessecundarias son parte de la realidad,en la medida en que formen parte dela instalación de un nuevo proyectonacional que convoque e incluya alas grandes mayorías populares,aquéllas se verán minimizadas o su-peradas. Todos los sectores debere-mos asumir la responsabilidad deconstruir la mayoría hegemónicaque garantice el triunfo definitivodel pueblo sobre los eternos enemi-gos de la Patria.

Juan Sánchez Muñoz

Las múltiples necesidades y ur-gencias heredadas por el actual go-bierno son un freno para lareconstrucción nacional. Para des-trabar la compleja legislación im-puesta por el neoliberalismo alservicio de los grupos económicosmultinacionales, de las empresasprivatizadas, de la banca internacio-nal, en definitiva de la antipatria oli-gárquica y el imperialismo, esimprescindible construir una nuevamayoría legislativa que, en la medi-da que anule las leyes creadas a me-dida para legalizar el proyectoantinacional, cree otras para restituirpoder al Estado, como herramientaindispensable para instalar un nuevoproyecto nacional popular y revolu-

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OLIGARQUIA & IMPERIALISMO

Perón obliga al retroceso de los intereses imperialistas y oligárquicos reinantes hasta el momento.Ese dominio oligárquico, servil instrumento de Inglaterra, se quiebra para dar lugar a una nueva con-figuración de clases y fuerzas sociales en el control del gobierno. A la oligarquía terrateniente se ledisminuyen los créditos (porque se da prioridad al sector industrial) y se impide además por primeravez en la historia de nuestro país que ponga precio a la producción. Dicha producción agropecuariaes comprada íntegramente por el Estado que no sólo fija los precios, sino que es también quien ex-porta y comercializa en el exterior esos productos. Lo que permite regularle las ganancias a la oligar-quía y regularle los precios a los ingleses en función del interés nacional. Es decir, el Estado seinterpone así, entre los oligarcas y sus aliados externos. Anteriormente estos precios eran fijados porlas grandes compañías exportadoras (Bunge & Born, Ridder, etc) sin impedimento alguno.

Un día que visitaba la cárcel de encausados de la ciudad de Buenos Aires me detuve ante uno de los dete-nidos de apellido Picabea, famoso pequero, y le pregunté:

—¿Usted es jugador fullero?—No, señor presidente —me contestó—. Yo ayudo a la suerte.En la libertad económica que muchos reclaman hay mucho del pensamiento de Picabea. En la República

Argentina funciona un gran consorcio capitalista internacional, bajo la denominación de Bunge & Born quese ocupa de todo tipo de comercialización.

(Juan Domingo Perón).

PERON ES REVOLUCIONA 30 años del deceso de Juan Domingo Perón ocurrido el 1° de julio de 1974y como un sentido homenaje a su figura, me parece oportuno señalar aque-llas características únicas e irrepetibles acontecidas en nuestro país a partir de1945 y que llevaron al peronismo al poder, construyendo una Argentina eco-nómicamente libre, socialmente justa y políticamente soberana.

CLASE TRABAJADORA

La clase trabajadora tiene un rol protagónico en la ruptura de ese dominio oligárquico yserá la columna vertebral del movimiento peronista insurgente.

JUAN DOMINGO PERON 1974 - 2004

Por Roberto Baschetti

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P O L I T I C A N A C I O N A L

Se crea la Confederación General del Trabajo (C.G.T.) como central única de trabajadores y se in-centiva la participación de la misma en el poder político, nombrando agregados obreros en las emba-jadas, eligiendo diputados y senadores de extracción proletaria en el Parlamento. Pensemos que yaen 1946, cuando sube el peronismo al poder, hay tres hombres de extracción obrera como ministros:Borlenghi, Bramuglia y Freire, algo inaudito para la época.

No intentamos de ninguna manera sustituir un hombre por otro, sino un sistema por otro sistema; no bus-camos el triunfo de un hombre o de otro, sino el triunfo de una clase mayoritaria y que conforma el pueblo ar-gentino: la clase trabajadora.

(Juan Domingo Perón)

ALIANZA DE CLASES

Se establecen nuevas condiciones que permiten la alianza de los trabajadores con otras clases ysectores marginados, política y económicamente, en el período anterior. Son el nuevo empresariadomediano y pequeño, tanto industrial como comercial vinculado al mercado interno. También la me-diana y pequeña burguesía rural, sectores arrendatarios y el movimiento cooperativo, así como partede los sectores medios urbanos vinculados a los servicios y a la administración pública.

Podría afirmarse que el denominador común de todas esas clases o fracciones de clase estuvo da-do por sus intereses, centrados en el desarrollo interno de la economía nacional y que coincidían enla coyuntura –y solamente en esa coyuntura– con la consolidación independiente de un proyecto na-cional enfrentado al imperialismo.

Está claro que el interés económico básico de la nueva burguesía en ascenso, era lograr mayoresganancias y una mayor acumulación de capital. Pero como el único mercado posible para su produc-ción era el interno, la política de elevar los ingresos y la capacidad de compra de los trabajadores ydemás sectores populares, era una condición necesaria e indispensable para que esos intereses pudie-ran materializarse. En este punto estaba la coincidencia básica entre las dos clases fundamentales quedan la base social al peronismo y que habla de la armonía que debe reinar entre el capital y el traba-jo: una convivencia de clases en una comunidad organizada.

Vemos así que la política de aumentar significativamente los salarios de los trabajadores y de me-jorar sus condiciones de trabajo, cuenta con el asentimiento de la burguesía nacional; y la política deotorgar préstamos y de proteger a la industria de la competencia imperialista –desarrollada por esaburguesía nacional–, cuenta con el respaldo de los trabajadores.

Me ofrecían explotar a medias “el negocio de la cosa pública”. Y la cosa pública, como abstracción o en-telequia de la carrera de los honores, me interesaba cada vez menos. Escobar se creyó en el caso de pregun-tarme por qué dudaba yo de la sinceridad de los ofrecimientos. Le repliqué: —Por el contrario. Considero queustedes son los únicos políticos en condiciones de cumplir lo que prometen.

—Somos realistas.—Entonces me entenderán mejor. Yo no puedo pactar con los conservadores por una razón muy sencilla:

me propongo destruírlos.(Juan Domingo Perón)

POLITICA INSTRUMENTADA

Para llevar a la práctica una nueva política en materia económica, Perón considera necesario yfundamental desmontar la estructura anterior, lo que implícitamente significa tratar de destruir la re-sistencia oligárquica que desea mantener su status quo.

1. Entonces se decide la nacionalización del Banco Central –hasta el momento en manos ingle-sas–, la nacionalización de los depósitos bancarios y la creación del Banco Industrial. Todas estasmedidas tuvieron como único fin, el control financiero por parte del Estado, hasta el momento resor-te de la banca extranjera y la orientación del crédito hacia la mediana y pequeña industria y otrossectores medios.

2. Se habló antes sobre la importancia de la producción agropecuaria y la intervención del Estadoen la misma. Lo hizo a través de la creación del I.A.P.I. (Instituto Argentino de Promoción del Inter-cambio). Este organismo aseguraba precios mínimos y estables a los productores rurales incentivan-do así la producción y protegiendo a los productores de los desastres climatológicos y otraseventualidades. Además, al mantener bajos los precios del agro y al controlar la comercialización in-terna, el Estado Peronista garantizaba bajos precios de los alimentos para el grueso de la población.

3. La nacionalización de los servicios públicos (ferrocarriles, puertos, gas, luz, teléfonos) posibi-litó un control sobre la política de tarifas de los mismos, como así también una reducción de los pa-gos de servicios y beneficios al capital extranjero, generalmente remitidos al exterior y un controlefectivo sobre la política de inversiones de las empresas públicas.

¿Cómo lo resolvimos? En primer lugar evitando la evasión. Porque el sistema bancario lo había hechoOtto Niemeyer, un inglés, y lo había hecho para los ingleses, para poder llevarse después la plata que se pro-ducía con el trabajo argentino, para Inglaterra o para los Estados Unidos.

Lo primero que hicimos fue una ley bancaria que no permitiese la evasión. El sistema financiero interna-cional es un sistema de vasos comunicantes. Sólo que nosotros no teníamos una llave para cerrar y evitar quese lo llevaran afuera. Hicimos la llave, que fue la reforma bancaria: evitar que nos descapitalizaran a travésde los bancos.

Cuando cerramos ese agujero, nos dimos cuenta que, a través de la exportación, nos llevaban la mitad delas divisas, porque exportaba Bunge & Born. Y como Bunge & Born es una compañía inglesa internacional,vendía la filial de Buenos Aires a la filial de Pakistán, por ejemplo. Indudablemente que los precios a los queellos facturaban, eran la mitad de los precios a los que habían vendido, de lo que sacaban como provecho dela venta en otras partes. Y. . . fácil: a un cónsul lo untaban un poquito, le certificaba eso y. . . Si ellos habíanexportado por mil millones de pesos, traían 400 ó 500 millones; el resto se lo tragaban y el país así, se ibaquedando sin divisas. Cuando vimos eso hicimos la ley de cambios. Estableció un control ajustado a la expor-tación y ya no pudieron tragar por ahí.

¿Sabe cómo nos birlaban? Hacían contrabando de exportación. Entonces nos sacaban todas las divisas.Vino el I.A.P.I. que acabó con toda esa exacción. Cuando nosotros vimos todo eso, ordenamos la construcciónde la marina mercante. Ya eso también quedó en el país. Es decir, había un colador a través del cual se esca-paba todo el producto del trabajo argentino. Cuando se taparon los agujeros, entonces se empezó a juntarplata.

(Juan Domingo Perón).

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LOS TRABAJADORES BENEFICIADOS

Todas estas medidas originan un incremento importante de los trabajadores en la renta nacional(entendiendo ésta como el total del ingreso que por su actividad productiva acumula el país). Al ini-ciarse la época peronista, los trabajadores tienen una participación del 35%. Con los cambios econó-micos impuestos por el gobierno y ya explicados, la participación asciende al 51 % en 1949, paraluego en los años posteriores de la experiencia peronista estabilizarse en un 48%; una cifra muy altasi se la compara con la actual que es de un raquítico 28%.

El ingreso promedio de cada habitante sube también en un 50%. Comienza a haber trabajo paratodos y el salario real aumenta sustancialmente. Al aumentar la capacidad de compra del salario seincentiva la producción industrial. Los empresarios, que pagan salarios altos se ven compensandoscon créditos accesibles y de interés reducido y con ganancias elevadas por la amplitud y estabilidaddel mercado.

Suelen decir los detractores de la experiencia peronista que los logros evidenciados fueron a costade un déficit luego ilevantable y cada vez mayor y en aumento. Falso: en 1943 (antes de Perón) el dé-ficit nacional alcanzaba los 300 millones de dólares. En 1955 (con Perón) no había déficit alguno yen 1959 (gobierno de Frondizi, ministro de Economía Alsogaray, pedido de préstamo al F.M.I. de pormedio) pasamos a tener 2.500 millones de déficit.

Vuelvo a Perón. Se dignifica a todos los trabajadores mediante contratos de trabajo, leyes de pre-visión social, jubilaciones y pensiones, cooperativas, provedurías, escuelas técnicas, etc.

Se crean los tribunales de trabajo. Hasta su creación no había un lugar legal donde el patrón y suempleado pudieran dirimir un pleito con justicia; la razón siempre la tenía la patronal y el trabajadorera echado de su trabajo sin causa y sin indemnización alguna en la mayoría de los casos.

Nuestra revolución la vamos a ir haciendo todos los días. Después vendrán los filósofos a explicar qué cla-se de revolución hemos hecho. Nosotros queremos acercar el ideal a la realidad y reformar la realidad paraacercarla a los valores de nuestra ideología revolucionaria.

(Juan Domingo Perón).

LA FAMILIA PROTEGIDA

En nueve años de gobierno (1946/1955) el peronismo construye 500.000 viviendas con capacidadpara cerca de cinco millones de personas.

El Banco Hipotecario Nacional entre 1886-1946 (60 años) dio préstamos solamente para 20.000viviendas. Entre 1946-1951 (cinco años) otorgó préstamos para 217.000 viviendas.

Se construyen 8.000 escuelas, la mayor cantidad registrada en toda la historia de la Argentina. Elanalfabetismo se reduce al 3% en todo el país.

La importancia de la Fundación de Ayuda Social “María Eva Duarte de Perón” es inmensa. Comodecía nuestra querida Evita, “donde hay una necesidad hay un derecho” y allí va la Fundación paracrear los Hogares Escuela, la Ciudad Infantil, la Ciudad Estudiantil, los Hogares para Ancianos, losHogares de Tránsito para las empleadas que venían del interior, Hospitales, Clínicas y Policlínicos deúltima generación y con todos los adelantos tecnológicos para el común de la gente, vacaciones pa-gas, turismo infantil sin precedentes (los chicos de la montaña van a conocer el mar por primera vezen su vida, los de las ciudades cosmopolitas van a conocer montañas y sierras), colonias de vacacio-nes para todos los pibes del país, etc.

Ni un solo trabajador ni su familia sentirá la congoja de la injusticia. (Juan Domingo Perón)

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UNA ARGENTINA CON FUTURO

Durante esos años de gobierno peronista casi se duplica el número de industrias instaladas en laArgentina. De 81.937 se trepa a 151.798 establecimientos industriales. Se impulsa la industria livianay toda la industria manufacturera de consumo final. Y ya al término de la gestión peronista de gobier-no (1955), comienza la producción de bienes de consumo durable, como por ejemplo motocicletas,automotores, locomotoras, aviones y a producirse insumos siderúrgicos y otros derivados del petróleo.

Vamos a conquistar la riqueza con nuestro trabajo y, si es menester, con nuestro sacrificio, pero no recu-rriremos a los usureros. Pobre del país que cae en manos de los actuales usureros, porque esos le sacan nosólo el dinero, sino también la independencia, la libertad y la dignidad.

(Juan Domingo Perón)

LA POLÍTICA ENALTECIDA

Con el peronismo en el Gobierno tiene lugar la instauración del voto femenino. Hasta entonces lamitad de la población no votaba por el sólo hecho de ser mujeres.

La Constitución de 1949 discutida, sancionada y puesta en práctica, representa la más alta formainstitucional de la voluntad popular. En ella se resguardan y respetan los derechos sociales del traba-jador, de la ancianidad, de la niñez y la familia y del peón de campo.

Tres artículos de esa Carta Magna evidencian los logros alcanzados. El art. 48 expresa que “la propiedad privada tiene una función social”. El art. 39 rubrica que “el

capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar so-cial”. El art. 40 garantiza que “la organización de la riqueza y su explotación tiene por fin el bienes-tar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social”.

La libertad del sufragio o la libertad electoral no es, por sí sola, la libertad política de un pueblo. Un pue-blo sometido a la explotación del capitalismo, como estuvo el nuestro hasta 1943, no elegía el gobierno quedeseaba, que no podía ser otro que el gobierno de su liberación. Cuando no era engañado mediante el fraude,no tenía otro remedio que limitar su decisión entre un abogado de un imperialismo explotador y el abogado deotro imperialismo. La libertad electoral de aquella “democracia” se parecía exactamente a la libertad delcondenado a muerte, a quien se le concede elegir el árbol desde cuyas ramas prefiera balancearse entre la vi-da y la eternidad.

(Juan Domingo Perón)

FUERZAS ARMADASCabe aclarar que las FF.AA. nunca se incorporan como aliadas integrales a la revolución peronis-

ta. Si bien tienen puntos de coincidencia con el proyecto de Perón (nacionalismo, favorecer el desa-rrollo de las industrias ligadas al sector militar directa o indirectamente), guardan seriasdiscrepancias con respecto a la participación popular, por ejemplo. Por lo que puede considerarse asu actuación como contradictoria. Y lamentablemente, serán el instrumento de la oligarquía y el im-perialismo para derrocar a Perón en 1955.

Una diabólica combinación, realizada en nombre de la “libertad” ha convertido a las fuerzas armadas enguardias pretorianas de todo lo contrario a la democracia y a la libertad, a favor de ese imperialsimo parahacer de ellas, cuando el caso llega, fuerzas de ocupación en sus propios países y al servicio de los interesesimperialistas, mediante los cuales, con el “cuento del comunismo”, se puede tiranizar a los pueblos y destruira los países.

(Juan Domingo Perón)

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LAS CUATRO BANDERAS

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Pretendemos desde este artículo reflexionar so-bre la soberanía política, bandera fundamentaldel ideario doctrinario, planteado con clarivi-

dencia estratégica por Perón. Ahondar en el significadode las banderas implica para nosotros redefinir el hori-zonte, que no es otro que el de la revolución nacional ysocial, hoy todavía inconclusa. Reflexionar sobre ellasno constituye un acto de necrofilia sino más bien deprofunda actualidad, en tanto son expresión y síntesisde los desafíos que debemos enfrentar si queremos serun “pueblo feliz y una patria grande”.

El concepto de Soberanía política se funda-menta ontológicamente en una realidad cultural previaque es la Nación. Esta aparece como una comunidad dehombres unidos por una misma cultura, es decir por unamisma cosmovisión, que a su vez se manifiesta en insti-tuciones y costumbres comunes. La cultura confiere a laNación su propia identidad, su propio estilo y modo deser y por sobre todo una soberanía fundamental, es de-cir, capacidad de autodeterminación. Ahora bien, la Na-ción, que no es otra cosa que el pueblo (recordemos queEvita en Historia del Peronismo planteará que la masase convierte en pueblo cuando adquiere “personalidad,organización y conciencia social”), tiende a realizarsepolíticamente a través del estado, cuya finalidad consis-te en la prosecución del bien común, entendido como elentramado de las condiciones de la vida social, que fa-cilitan al pueblo el logro más pleno de la propia perfec-ción. Desde esta concepción el depositario último de laSoberanía es el pueblo, quien la ejerce verdaderamentecuando todas sus partes constitutivas manifiestan plenaconciencia de su destino y derechos, siendo rol del esta-do la tarea de unificar y hacer converger la pluralidadde intereses hacia el bien común.

La Soberanía del pueblo se expresa así en dosplanos hacia el exterior, en las relaciones internaciona-les como soberanía nacional y hacia el interior comofuente y origen del estado nacional, siendo la participa-ción popular organizada en el ejercicio del poder laúnica posibilidad de resistir efectivamente los procesosde enajenación del destino colectivo, propios de políti-cas neocolonialistas.

De allí que cuando Perón propusiera la bande-ra de la soberanía política como idea fundante, lo hi-ciera desde un conocimiento preciso de nuestrasituación de dependencia, por un lado, y desde unaconcepción del poder profundamente democrática porel otro. La soberanía política es en Perón soberanía po-pular. “El pueblo es protagonista de su historia”, es ha-cedor, no mero espectador de las decisiones impuestaspor grupos minoritarios. En este sentido el peronismobuscó siempre promover la organización popular y elfortalecimiento de la conciencia nacional en la tarea deconstrucción del poder del Estado, en miras a una se-gunda y definitiva independencia.

El concepto de soberanía política se liga demanera indisoluble con los principios de independen-cia económica, justicia social y nacionalismo cultural.Estas últimas premisas necesitan, para verificarse, de la

SSoobbeerraannííaa ppoollííttiiccaa

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existencia de la autodeterminación nacional. Es claroentonces, que nuestra política debe ser la política de laliberación, ya que para el logro de una patria justa en losocial, autónoma en lo económico, sea vital romper loslazos de sujeción impuestos por estructuras de domina-ción trasnacionales. Esto se expresa en la afirmación dePerón al presentar el “Modelo argentino para el proyec-to nacional”:

...liberación tiene muchos significados. En lopolítico consiste en configurar una nación sustancial,con capacidad suficiente de decisión nacional y no unanación que conserva los atributos formales del poderpero no su esencia”.

Además, Perón, refutando al “nacionalismo sinpueblo”, al decir de Jauretche, insiste en la participacióndel pueblo organizado en el proceso de liberación.

Vemos que a partir del golpe cívico-militar de1976, irrumpe un proceso de destrucción paulatina ysistemática del estado, significando en un primer mo-mento el vaciamiento del concepto de soberanía nacio-nal, el cual pasó a estar asociado a una prédicanacionalista de tipo elitista que en nombre de la defensade los valores patrióticos, occidentales y cristianos, ex-cluyó de la praxis y de los procesos de decisión políticaal único sustento y depositario de una auténtica sobera-nía: el pueblo.

Posteriormente con la “recuperación de la de-mocracia” el proceso de exclusión del pueblo en la tomade decisiones no se revierte y se instala en el conscientede la masa la creencia de que el patriotismo pasaba porhonrar las estructuras institucionales de la democraciaformal. La recordada prédica alfonsinista acerca de que“ ...con la democracia se come, se educa, se sana...” re-presentaba un intento de legitimar la monopolización dela participación y del principio de representación por lasestructuras partidocráticas-demoliberales, en detrimentode las corporaciones y de las organizaciones libres delpueblo.

Ahora bien, lo más nocivo de este proceso loconcretó el menemismo, quien en nombre de la supues-ta inexorabilidad del proceso globalizador, desmantelóel estado nacional de modo coetáneo con la eliminacióndel concepto de soberanía política. Esto significó, claroestá , el abandono deliberado de los ideales de indepen-dencia económica y justicia social. En ese momentoquienes planteaban la necesidad de recuperar la decisiónnacional y el poder popular, aparecían como voces nos-tálgicas de un peronismo ya fenecido.

La implosión, en sus aspectos económico-so-ciales, del modelo impuesto por el Consenso de Was-hington y el nuevo orden mundial, determinó laemergencia de ese actor decisivo y excluyente en los

procesos políticos e históricos: el pueblo, que salió demodo tumultuario a ocupar el espacio mítico en las ges-tas revolucionarias de nuestra patria: la plaza de mayo.Las jornadas del 19 y 20 de diciembre así lo testimo-nian. De este modo resurgen nuevamente las viejas, pe-rennes y gloriosas banderas del peronismo. Lamilitancia logra reincorporar en la discusión políticatérminos como soberanía, liberación, imperialismo, etc.

Hoy asistimos a una tenue recuperación del es-tado nacional. Si bien, el proceso muestra rasgos toda-vía confusos, resulta alentadora la tendencia a instalaren el centro de la discusión lo referente al proyecto denación que anhelamos.

Es nuestro deber como militantes, bregar porla revitalización de la conciencia nacional, condición deposibilidad y factor sustancial de la soberanía política;solo realizable plenamente en un marco que integre alresto de los países latinoamericanos, de modo tal deconfluir en un espacio autocentrado, expresando el de-seo de Bolívar, San Martín, y Perón de construcción dela Patria Grande.

Mientras la contradicción principal sea Libera-ción o Dependencia, Perón no habrá muerto.

María José Viola

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E n el 30° aniversario de la muerte del GeneralPerón queremos reivindicar la independenciaeconómica, que fue una de las banderas funda-

cionales del movimiento nacional y popular más tras-cendente y exitoso de América Latina.

Entendemos que este principio no es un caprichonacionalista ni un prejuicio ideológico (como liberalesy supuestos progresistas, por distintos motivos, acusa-ron al peronismo), sino una política adecuada paraconstruir una sociedad organizada en función del hom-bre y la satisfacción de sus necesidades. A diferenciade los liberales, quienes creen que la acción del merca-do libre y su lógica (llamada mano invisible) llevan albienestar, el peronismo creyó que este concepto era fal-so. La historia prueba que la acción del Estado es deci-siva para garantizar el funcionamiento del mercado yponer límites a los excesos de los grandes capitales quepueden debilitar al propio sistema, ya que en la econo-mía capitalista central los intereses en juego no son so-lidarios sino competitivos y contrapuestos.

En cada país la clase dominante extrae riqueza delos trabajadores y cuando sus recursos económicos lopermiten busca extraer riqueza en otros lugares delmundo. Expande su actividad capitalista en donde otrasnaciones permitan generar riqueza, parte de la cual seráreenviada al lugar de origen del capital (o casa matriz),usando a su favor a sus propios estados. Así lo hizo laburguesía inglesa en la India tras la ocupación de dichopaís por el ejército británico o en la Argentina de Rosascuando la flota de guerra franco-británica intentó sinéxito forzar la apertura comercial. Este es el objetivode la inversión extranjera y del llamado imperialismo(política de los estados a favor de sus burguesías), aun-que se lo adorne con argumentos, que en la Argentinaaceptaron los liberales y los progresistas –como Mitre,Alfredo Palacios, Cavallo, o Chacho Álvarez, etc.–,acerca del aporte del capital extranjero en tecnología,

capacidad de gestión, generación de negocios y capital.El Peronismo no negó esas posibles ventajas, pero nose dejó engañar.

Hoy tenemos en nuestro país un ejemplo que nosmuestra claramente cómo funcionan estos mecanismos.El pueblo argentino y sus empresas se quejan de la fal-ta de energía que abastecen las petroleras extranjeras.Ellas producen en nuestro país y sus costos son esen-cialmente en pesos (los pocos costos que son en dóla-res no superan en conjunto los cuatro dólares porbarril). Entonces surge, lógicamente, la siguiente pre-gunta: ¿Por qué no invierten y a la vez ganan un cin-cuenta por ciento en pesos, vendiendo el barril, porejemplo, en dólares en el mercado argentino?

Ellas responden: porque queremos ser parte de unnegocio mundial donde el precio es internacional y lasganancias son en dólares. Si el costo en pesos es másbajo en la Argentina es una ventaja de las empresas yno de sus habitantes. Pero este conflicto no se resuelvecon argumentos racionales, pues el desarrollo económi-co de la Argentina y la ganancia de las petroleras ex-tranjeras no son problemas de igual naturaleza; elprimero responde al interés colectivo, el otro al priva-do. En un momento determinado estos intereses cho-can.

Nuestro país necesita, para salir de la crisis, energíabarata con costos en pesos, precio en pesos, y gananciaen pesos y de ellas sacar inversiones para aumentar lageneración de energía. Pero este interés chocó con laextorsión de las petroleras que exigieron una recompo-sición tarifaria programada a cambio de energía. Anteesto el gobierno resolvió tomando dos medidas: por unlado concedió los aumentos y dolarizó, a lo largo de lospróximos dos años, el precio del gas y la electricidad, ypor otro anunció que se formará una empresa estatalque intervendrá en el mercado para evitar a futurochantajes exitosos.

Independenciaeconómica

SUDESTADA 13

De lo dicho se desprende la enseñanza de que no sepuede dejar en mano del capital extranjero el desarrolloeconómico de la Argentina. Esto el peronismo lo sabedesde hace unos 60 años, y, por eso, desarrolló una po-lítica tendiente a definir qué se produce, cómo, cuánto,a qué precios, cuánto se invierte, qué se compra y sevende al mundo, cómo se distribuye la riqueza. Todoesto (que sus detractores interpretaron como “dirigis-mo” estatal) formó parte central de su doctrina política.Nunca el Peronismo pensó, ni practicó, una economíasin inserción mundial, que no vende ni compra fuera desus fronteras. No negó la necesidad de comprar máqui-nas o telas en el exterior; sólo dijo que si compramostractores debemos ser capaces de fabricar y vender trac-tores de otro modelo; si debemos comprar telas de sedaentonces debemos vender tela de algodón. De esta for-ma produciríamos lo que necesitamos y compraríamoslo que no es conveniente fabricar, sin riesgo de no po-seer los recursos (divisas para ello), y nuestros trabaja-dores, técnicos, ingenieros y científicos encontrarían suempleo en la Argentina. Así, nadie nos diría: “O hacenesto o no le vendemos”, como hacen hoy las petrolerasen la Argentina.

Esto no fue solo retórica sino hechos. El peronismo construyó el gasoducto que comunicó

Buenos Aires con Comodoro Rivadavia, con ayuda ymateriales en un 50% extranjeros, se desarrolló sustan-cialmente la industrial aeronáutica y se llegó a fabricaruno de los primeros cinco modelos de avión con pro-pulsión a chorro del mundo: el PULKI, que se logró ex-portar a los Países Bajos antes de que la revolución“fusiladora” cerrara sus fábricas. La soja (cultivo pocodesarrollado en Occidente), fue traída de EE.UU. porGelbard en el tercer gobierno peronista previendo supotencialidad, la industria cultural tuvo un impulso en-tre 1945-55 que permitió la exportación de libros y re-vistas al resto de Latinoamérica. Nos decidimos afabricar carbón, hierro y acero y se inauguraron o seproyectaron las minas de Río Turbio, HIPASAM, SO-MISA y ALTOS HORNOS ZAPLA, acerías que abas-tecían el mercado local y exportaban a otros países, a lavez que comprábamos aquellos aceros que no era con-veniente producir. Esta variedad exportadora y produc-tiva nos permitió insertarnos en el mundo, negociandocon el capital y no subordinándonos a sus intereses,aprovechando los recursos tecnológicos y financierosdel mundo capitalista, que es un mundo de actores pri-vados protegidos por sus estados. Nos queda por desta-car que el peronismo definía sin vergüenzas que ladefensa de la soberanía económica no podía estar a car-go exclusivamente de un empresariado nacional, sinodel Estado; las causas están descriptas en los libros

doctrinarios, en los discursos y en la acción de gobier-no.

El Peronismo intentó armar una corporación empre-saria identificada con su proyecto nacional: la CGE.Esta corporación trabajó en ese sentido pero no logróliderar la mayoría del empresariado. Por otro lado, elcapitalismo argentino es débil comparado con las mul-tinacionales, por lo que a cada empresario privado ar-gentino puede resultarle seductor asociarse a algunamultinacional, aunque al conjunto del capital privadoargentino no le conviene en tanto no se apropia delgrueso de la renta. Pero ese interés general y de media-no y largo plazo lo encarna el Estado, ya sea en la Ar-gentina, en la Inglaterra victoriana o en la Alemania deBismarck, que unió su nación y creó su potente burgue-sía a fuerza de regulación y proteccionismo. Hay unarazón más, y es que el capital privado argentino siguesiendo capitalista y privado, y por ello, orientado al in-terés particular y la renta inmediata. De ahí que los ne-gocios de largo plazo sean difíciles (en tanto se trata decapitalistas pequeños comparados con las multinacio-nales) y su realidad privada y competitiva les impidaasociarse.

Así es que resulta difícil que los puertos o la flotamercante, o la fabricación de insumos sean encaradospor privados argentinos y utilizados con ganancias re-ducidas en función del interés general. Por eso estas ta-reas, así como los servicios públicos, son estatales oestán calificados por él, acá, en Alemania o en Japón.

Estas fueron las líneas generales y la razón del con-cepto de la independencia económica. Este conceptohoy vuelve a tener relevancia, ya que la derrota de ca-racterísticas históricas que sufrió el movimiento pero-nista y su modelo socia1 en 1976 (a causa de las luchasinternas, más que por defectos de la política económi-ca) dio lugar a un modelo social liberal que imperó enla Argentina hasta el 2001, este modelo se comienza amodificar con la pesificación de la economía argentina,haciéndose posible, nuevamente, retomar la tarea deconstruir una sociedad peronista, justa, libre y sobera-na. En ella, la soberanía económica se torna necesariapara garantizar el desarrollo y la justicia social. No ten-gamos miedo de reconstruir el Estado regulador y em-presario, no solo en proyectos e intenciones sino sobretodo en hechos.

Luis Scali

P O L I T I C A N A C I O N A L

14 SUDESTADA

A bordar el concepto de justicia social implicapara los tiempos que corren, pensar en unacategoría política. La justicia social ha alcan-

zado el estadio de “categoría”, más allá de su innato va-lor moral, por una larga y abrumadora lucha,imponiéndose a los codazos dentro de un proceso socialhistórico.

En nuestro país, fue sin duda alguna, el pero-nismo, como movimiento político de masas, quien lapuso en la vanguardia de las realizaciones fundantes deuna nueva, y como tal revolucionaria, escala de valorespolíticos. Fue el peronismo, con su práctica política,quien le dio carácter de realización.

Decimos, por tanto, que es el peronismo quienimpone un nuevo paradigma para toda política que pre-tenda ser validada socialmente en la Argentina.

La historia de la noción de justicia social co-mo un valor universal humano, tiene origen inmemo-rial, pero la noción de justicia social como categoríapolítica, es decir, incorporada al listado de las reinvin-dicaciones sociales y necesariamente concebidas paraser impuestas por la política, es mucho más reciente.

Es, en definitiva, un triunfo. Un triunfo de losprincipios axiológicos del entendimiento de lo esencial-mente humano, frente al primitivismo asfixiante de losprincipios individuo-materialistas del capitalismo.

El capitalismo, como sistema social históricode la modernidad, se sustenta en la cultura ideológicaexpresada en el liberalismo.

Liberalismo, modernidad y capitalismo pue-den ser perfectamente asociados. Liberalismo y justiciasocial son discursivamente asociados, pero política-mente antagónicos.

En el largo proceso de desarrollo histórico,que data ya de casi cinco siglos, la humanidad solo con-vivió con la justicia social desde una aproximación porla lucha, que en nuestro país fue expresada y puesta enacto durante el peronismo. Esta lucha puede caracteri-zarse y definirse por los principales opuestos actuantes:los pueblos como productores de justicia social, comoespacio donde anida la práctica de lo posible, y el capi-

Justicia social

tal, bajo la lógica del liberalismo, como productor dedesigualdades –injusticia social por su inequidad distri-butiva y por su lógica de acumulación–.

Perón lo explicó claramente el 1° de mayo de1952: “Para el capitalismo la renta nacional es pro-ducto del capital y pertenece ineludiblemente a los ca-pitalistas. El colectivismo (su continuidad ideológicaagregamos), cree que la renta nacional es producto deltrabajo común y pertenece al Estado porque el Estadoes el propietario total y absoluto del capital y el traba-jo. La doctrina peronista sostiene que la renta del países el producto del trabajo y pertenece por lo tanto a lostrabajadores que la producen”

Y su complemento el 29 de diciembre de1945: “La libertad hay que asegurarla a fuerza de tra-bajo, dando primero al hombre la libertad económica,que es fundamental. Nosotros no somos partidarios dela libertad unilateral que se tiene desde hace tiempo,dentro de la cual el rico tiene libertad para hacer todolo que quiera y el pobre una sola libertad: la de morir-se de hambre”.

Estos antagonismos ideológicos, ambos evi-dentes por las prácticas políticas y sus consecuencias,combaten en la arena política y se resuelven como talespor la extinción de uno de los factores. La medida quepermite mensurar las condiciones en que el proceso se

SUDESTADA 15

encuentra es la justicia social. A través de su extensióno su retracción en el campo político y material econó-mico. Su expansión habla de distribución y su retrac-ción de acumulación. Expansión es justicia social yretracción es injusticia social, desamparo y explotación.El crecimiento exponencial de la desigualdad en nues-tro continente, especialmente durante la trágica décadadel noventa, pone al descubierto el valor de medida quela justicia social tiene como categoría política.

“Cuando se viven tiempos de desbordados im-perialismos, decía Perón en su Mensaje a la AsambleaLegislativa del 1° de mayo de 1949, los Estados, comoHamlet, ven frente a sí el dilema de ser o no ser”.

Premonitorio, como siempre, en virtud de sucapacidad de visualización estratégica, Perón percibíaque el imperialismo avanzaría sobre su periferia. Sufuerza de imposición se expresa en la capacidad de ex-tracción de valor de la producción nacional hacia el cen-tro, pero más aún se aprecia por las condiciones en quequedan las naciones de las que se extrae el plusvalor.

Los datos más expresivos están en la relaciónde ingresos reales de los asalariados y no asalariadoscon los sectores del capital concentrado y sus gruposdependientes en la distribución interna, de lo que queda“dentro” del producto nacional, y lo que se va por losdiferentes canales de expoliación.

P O L I T I C A N A C I O N A L

La década del 90 alcanzó a establecer una re-lación de casi 50 veces, entre el grupo más alto y elmás bajo.

En los últimos años ha sido aceptado que elsistema capitalista tiene una dialéctica que lo determi-na: Centro-Periferia. En el segundo término de esa dia-léctica se encuentran los países pobres,eufemísticamente llamados subdesarrollados, dondedesde la perspectiva del orden económico todo el exce-dente es captado por el sistema central. Con más exacti-tud, por la burguesía de los países desarrollados, de losque aparecen asociados, como socios menores, los gru-pos dominantes de las naciones subdesarrolladas, esosque se quedan con la diferencia, mejor dicho con elvuelto.

Toda acción política que se precie de trans-formadora y revolucionaria deberá verificarse por sucapacidad de ir alcanzando, con su acción propiamentedicha, la justicia social.

Los peronistas, se ubiquen donde se ubiquendentro del arco político, podrán validar su condiciónde tal, solo si el objeto de su construcción política es laJusticia Social.

Si hay algo que el peronismo “es”, si hay algoque el peronismo “debe ser”, es ser portador potente dela justicia social, porque ella es la definición misma desu esencia doctrinaria. Porque el General Perón y Evitase definen por la justicia social, no como discurso delo deseable sino como acto de realizaciones comproba-bles, como máxima que garantiza la felicidad de lospueblos y la grandeza de las naciones.

Vicente “Tito” Calvano

Ayuda social para las provincias del norte argentino

16 SUDESTADA

Aníbal Fernández, el presidenteKirchner y Jorge Coscia durantela presentación de la norma que

protege al cine argentino.

Nacionalismo culturalC uando Perón vuelve a la Argentina en

1974, desarrolla una actualización delos fundamentos de su doctrina. De

esta manera les asesta un fuerte golpe a lossectores conservadores de adentro del movi-miento, que creían que el peronismo era unadoctrina estática, proclamada de una vez ypara siempre, y a los gorilas que creían queel peronismo se había agotado y que no po-día ofrecer nada nuevo al país. Es famosoque en esa actualización (que se dio a cono-cer en diversos discursos y, fundamental-mente, en el “Modelo Argentino para elProyecto Nacional”) el general Perón toca te-mas tan poco comunes en aquellos días, y tan vigentespara nosotros, como la preservación del medio am-biente y la lucha de los imperialismos, en el futuro,por los recursos naturales; pero el eje fundamental estápuesto en el proceso de integración planetaria que Pe-rón llamaba mundialización y que hoy se conocepor la palabra de origen inglés globalización.Es en el con- texto de este proceso, que elGeneral concebía como inminente e ine-vitable, que proclama la adopción deuna cuarta bandera para el movimientoagregándose a las “Tres Banderas His-tóricas”. Esa bandera es la del “Nacio-nalismo Cultural”, que es concebidacomo la única vía para preservar laidentidad de nuestra sociedad “en la eta-pa universalista que se avecina”.

Como homenaje a su creatividad yaguda percepción de la realidad argentina ymundial, citaremos al productor de las ideas origi-nales, haciendo una breve reseña de los conceptos quePerón expone para justificar la adopción de esta nuevabandera. Para evitar una profusión de comillas que en-torpecería la lectura, hemos dejado los párrafos y ex-presiones textuales, extraídas de “El ModeloArgentino para el Proyecto Nacional”, señalados ennegritas, mientras que los intercalados nuestros, quedan coherencia expositiva a la selección, se han dejadoen letra normal:

Partiendo del presupuesto de que el proceso argen-tino de las últimas décadas evidencia un crecientedesarrollo de la penetración cultural, Perón denunciaque dos han sido los fundamentales agentes desenca-denadores de tal penetración: (...) los medios de co-

municación masiva y la vocación elitista yextranjerizante de diferentes sectores de la

cultura argentina. Los primeros actúan através de una mecánica de penetracióny consecuente mecánica repetitiva dilu-yendo la capacidad crítica del hombre,quien deja de madurar y se cristalizaen lo que podemos llamar un “hom-bre-niño”, que nunca colma su ape-tencia. Vive atiborrado de falsas

expectativas que lo conducen a la frus-tración, al inconformismo y a la agresi-

vidad insensata. Pierde progresivamentesu autenticidad, porque oscurece o anula su

capacidad creativa para convertirse en pasivofetichista del consumo, en agente y destinatario deuna subcultura de valores triviales y verdades apa-rentes. El segundo, es un factor relevante, tanto entrelos intelectuales de izquierda como entre los de dere-cha, quienes a pesar de enarbolar distintos funda-mentos ideológicos (...) se han unido en la actitudexpectante y reverente respecto de la ‘civilización’encarnada por pautas culturales siempre externas anuestra Patria.

SUDESTADA 17

P O L I T I C A N A C I O N A L

En la página de enfrente,Ernesto Palacios. Aquí a laizquierda, José María Rosa.

Luego de presentar los inconvenientes que se en-cuentran en el desarrollo de una cultura nacional Perónanaliza del siguiente modo cuáles son los elementosque conforman dicha cultura: En la gestación históri-ca del hombre argentino confluyen distintasraíces, la europea, por un lado, y los di-ferentes grupos étnicos americanos,por el otro. Esto es trivial, por loevidente, pero no son tan clarassus consecuencias.

“Creo haberme referidocon la suficiente extensión ala indudable especificidaddel hombre argentino, queno consiste en una síntesisopaca, sino en una nítidaidentidad, que resulta de supeculiar situación histórica ysu adherencia al destino de sutierra. ¿Sucede lo mismo con sucultura? ¿O acaso la herencia eu-ropea ha sellado definitivamente, lacultura argentina?

La cultura académica ha avanzado porsenderos no claros. A la mencionada influencia de lasgrandes potencias debemos agregar el aporte pode-roso de la herencia cultural europea. No tiene sentidonegar este aporte en la gestación de nuestra cultura,pero tampoco tiene sentido cristalizarse en él.

La historia grande de Latinoamérica, de la queformamos parte, exige a los argentinos que vuelvanya los ojos a su patria, que dejen de solicitar servil-mente la aprobación del europeo cada vez que secrea una obra de arte o se concibe una teoría. Laprudencia debe guiar a nuestra cultura en este ca-so; se trata de guardar una inteligente distancia res-pecto de los dos extremos peligrosos en lo que serefiere a la conexión con la cultura europea; caer en

un europeísmo libresco o en un chauvinismo ingenuoque elimina ‘por decreto’ todo lo que venga de Euro-pa en el terreno cultural.

Finalmente, señala a tres instrumentos poderososcomo los más adecuados para desarrollar la ta-

rea de elaboración de la cultura nacional;estos son: los medios de comunica-

ción masivos, la educación en to-dos sus niveles y la creatividad

inmanente del pueblo. Sobrelos medios masivos de comu-nicación, Perón aclara quedeberá, en primer términomodificarse su carácter fun-damentalmente comercial yreorientarlos hacia la forma-ción y la solidaridad social.

Respecto de la creatividad po-pular, reclama que el pueblo

debe ser escuchado con humil-dad, antes que intentar impo-

nerle contenidos que él noreconoce como constitutivos de su ser

y enraizados en la estructura íntima de suextensa Patria, grávida de futuro.

La educación merece una extensión mayor: a la edu-cación primaria le asigna el rol de eliminar el analfabe-tismo y de sentar las bases elementales de laformación física, psíquica y espiritual del niño; a laeducación media le asigna la fundamental tarea de for-talecer la conciencia nacional, y es en el tema de laeducación superior donde se extiende mayormente yconcluye diciendo: no puede concebirse a la universi-dad como separada de la comunidad, y es inadmisi-ble que proponga fines ajenos o contrarios a los queasume la Nación. No puede configurarse como unaisla dentro de la comunidad, como fuente de intermi-nables discusiones librescas.

No necesitamos teóricos abstractos que confun-dan a un paisano argentino con un ‘mujik’, sino in-telectuales argentinos al servicio de laReconstrucción y Liberación de su Patria. Pero, porotra parte, el universitario que el país requiere debetener una muy sólida formación académica, pues nobasta utilizar la palabra ‘imperialismo’ o ‘libera-ción’ para instalarse en el nivel de exigencia intelec-tual que el camino de la consolidación de laArgentina del futuro precisa.

Es por esto que convoco a los jóvenes universita-rios a capacitarse seriamente para sumarse cada vezmás a la lucha por la constitución de una cultura na-cional, instrumento fundamental para conquistarnuestra definitiva autonomía y grandeza como Nación.

Mariano Cabral

18 SUDESTADA

E n estos tiempos dondenuestra identidad culturalaparece difusa, donde la

gente (el pueblo) sabe qué quiere(una Argentina libre con justiciasocial) y qué no quiere (el retornode la década menemista, fiel ima-gen de otras décadas pasadas y tris-temente conocidas), pero encambio sólo intuye en qué raíceshistóricas y culturales debe afir-marse para transitar el camino ha-cia ese objetivo, conviene recordaraquello que una vez Perón nombrócomo la cuarta bandera, el naciona-lismo cultural.

Y como por estas fechas, 1° dejulio de 2004, se cumplen 30 añosde su “entrada en la eternidad”, quémejor que pensar estas raíces a par-tir de su propia figura, que incluyelas dos vertientes que conformaronhistóricamente la identidad denuestra América Latina. Pues nodebemos olvidar que la Argentinasólo podrá resolver airosamente laencrucijada de su destino, si lo en-laza con el de todo el continente la-tinoamericano.

Para esto nos interesa recuperaralgunas ideas esclarecedoras quevertiera hace unos años un pensa-dor y militante peronista, ya falle-cido,1 cuando realizara una“genealogía espiritual” de nuestrolíder.

Para él, en la primera etapa dela vida de Perón (desde su niñezhasta la culminación de su carreramilitar), se realiza la afirmación desu arraigamiento en la tierra y ellenguaje americanos, y así lo defi-ne como “indígena”, en el sentidode “originario”. En efecto, es en lapampa de Buenos Aires y en el surde nuestra Patagonia (debido al tra-bajo de sus padres) donde se desa-

rrollan la infancia y primera juven-tud de Juan Domingo.

Por otra parte, en su etapa deconcepción doctrinaria y más ade-lante en su vida política, como pre-sidente de la Nación Argentina,podría rescatarse la visión totaliza-dora y a la vez realista de Perón.Totalizadora, a través de sus dosgrandes legados doctrinarios, laconcepción de la comunidad orga-nizada y la concepción de la patriagrande latinoamericana, que lo unea Bolívar y San Martín y que em-pezó a realizar efectivamente en elplano político. Por esta concepciónDisandro (*) lo cataloga como “ro-mano”, por su deseo de hacer orgá-nico lo informe, a partir de laconstrucción política y no sólo dela estrategia militar, y su pragma-tismo a la hora de realizarlo.

Y sin duda (agregamos noso-tros), así como la mitad del cora-zón de América Latina estáconformado por el llamado indíge-na de la tierra, enorme, desolada,como jamás pudo ser conocida enEuropa, su otra mitad es el legadolatino, grecorromano, que llega anosotros con España, y más espe-cialmente a la Argentina con la in-migración italiana. No en vanoJuan Domingo era de origen italia-no por parte de padre y español porparte de madre. Ese deseo de fun-dar ciudades y transformarlas encomunidades organizadas, que for-ma parte de nuestra herencia roma-na, no tiene nada que ver con eldeshumanizado imperio anglo-yan-qui ni con aquellas disyuncionesde civilización y barbarie que traje-ron sus personeros a nuestras tie-rras. Para ellos, barbarie es latierra, y civilización el poder de lamáquina en la unidad de un mundo

globalizado y falsamente ecuméni-co, donde todos se mezclan sinidentidad y sin libertad alguna. Enla concepción grecolatina (por esorealista) la comunidad se confor-maba a partir del hombre concreto,arraigado, porque, como dice Pe-rón en su Proyecto Nacional, sóloel hombre, entre todos los anima-les, necesita “habitar” para no en-contrarse perdido en la indefiniciónde un universo ajeno. Y son los la-zos del amor y de la justicia, paraPerón, quienes unen a los indivi-duos en una comunidad, que es untodo armónico y vivo, diferente dela suma de hombres aislados quenos propone el actual sistema.

Por eso es tan diferente el con-cepto de universalismo a partir delcontinentalismo de Perón, a los deglobalización, gobierno mundial,justicia y democracia globaliza-das, y tantos otros que hoy quierenimponernos.

Sólo nuestra identidad nos per-mitirá integrarnos con los otroshombres ( y a ellos con nosotros),pues lo contrario sería renunciar aser hombres.

Hoy, 1° de julio, Perón está vi-vo en medio de su pueblo a travésde sus grandes legados doctrina-rios. Hoy, Perón, indígena, espa-ñol, romano, está vivo en la tierra yen los pueblos de América Latina.Hoy la única muralla de defensa denuestro pueblo ante el ataque cons-tante y no siempre evidente, sinotantas veces larvado del imperialis-mo, es hacer carne su doctrina yvolcarla en la práctica militante co-tidiana.

Cecilia Fernández Rivero

(*) DISANDRO, Carlos. “El perfil his-tórico de Juan Perón”, Ed. Hostería Volante,La Plata 1990.

IDENTIDAD NACIONALLa genealogía de nuestro Líder

SUDESTADA 19

P O L I T I C A N A C I O N A L

Consideramos que las fuerzas sociales, que inter-vienen en los procesos políticos, adecuan susestrategias disponiendo sus fuerzas en función

del lugar que ocupan en el arco ideológico-político, a lapercepción que tiene de sí mismas y de las tácticas quedefinen, a fin de alcanzar el objetivo.

Pensamos que en una sociedad los modos en queésta se organiza políticamente tiene como motor princi-pal los intereses del orden ideológico-político y delorden económico-material.

Estos órdenes impulsan la asociación porafinidad en cualquiera de los modos o en ambos a lavez. Si bien tenemos presente la existencia de una altadosis de volatilidad en las decisiones de pertenencia alos agrupamientos políticos, creemos, de todas man-eras, que se conserva una coherencia identitaria quepermite una abstracción del objeto de análisis desdeuna perspectiva de la estructura de desenvolvimientodel campo en el que se expresa.

Las fuerzas sociales organizadas, y política-mente intervinientes en la pugna por la hegemonía, esdecir por el poder en el seno de la sociedad, se consti-tuyen como grandes agrupamientos en la medida que sucapacidad gregaria se los permita, que su fuerza ide-ológica promueva el efecto de aglutinante o el uso de lafuerza se imponga a través de la violencia, como hasido clásico de los golpes militares.

Nos proponemos desarrollar unareseña histórica del período 1955-1989. El enfoque con el que lapensamos, la encuadramos yexponemos, está centrado en elconcepto de “dispositivo políticodesplegado” territorialmente. Comoun campo en el que se mueven yposicionan las fuerzas políticas con sucarga ideológica y sus estrategias depoder.

Dispositivosoperacionalesde las fuerzaspolíticas

Primera parte

La lucha por el apoderamiento del Estado,lugar desde donde se expresa como evidencia eldominio o por la resistencia a esa dominación, tiende aproducir formas orgánicas de asociación político-socialy a generar las formas de lucha, explícitas e implícitas,que la caracterizarán.

El espacio en el que las fuerzas en pugna sedesenvuelven es la Nación, entendida como un todo,tanto en su perspectiva intangible y jurídica como en sudimensión social, real y cotidiana.

La clave didáctica es el dispositivo y busca darun panorama que permita sintetizar los posicionamien-tos tácticos en cada una de las etapas específicas en quese divide.

El origen de esta forma de entender la ubi-cación, en tiempo y espacio, y el despliegue de lasfuerzas sociopolíticas en el territorio surge de la inter-

20 SUDESTADA

pretación que hacemos del pensamiento operativo-tác-tico de Perón.

Para él todas las fuerzas, tanto activas comopasivas, intervienen de manera sistemática en la luchapolítica en la que se dirime la dirección que toma elproceso político y por tanto quien lo conduce.

El punto de observación que define la ubi-cación de las fuerzas en el dispositivo y el dispositivoen sí es el Movimiento Peronista. Para comprenderlo esnecesario pensarlo de la siguiente manera: Peróndisponía de las fuerzas internas a la manera de un gen-eral en el combate. Durante el proceso político, previoal desenlace y más allá de los tiempos que requiera suaprestamiento, las fuerzan actuantes se van constituyen-do por asociación de identidades ideológica y material.

La percepción que cada una de ellas posee delperonismo y la interpretación que hacen de lo quePerón dice, propone, actúa y las determina permitiendoa la conducción disponerlas, en la arena política, dondemás útiles son a la estrategia para la toma del poder.

El dispositivo se conforma con una conduc-ción estratégica centralizada y una operatividad tácticadescentralizada a través de una vanguardia, un centro,dos alas y una retaguardia que también reviste carácterde estratégica.

Para cada momento histórico las formas queadopta el dispositivo por el desenvolvimiento interno yexterno de las fuerzas comprometidas le otorgan aalgunas de ellas una mayor o menor preponderancia.Recordemos que cualquier dispositivo, y más aún eneste caso por su carácter político-militar, es esencial-mente una dinámica que se reconstituye de acuerdo asus objetivos.

El campo del adversario político o político-militar, según el momento en el que se despliega,

tiende a oponer un dispositivo de la misma naturaleza.Ya sea por que su carácter es idéntico (político- militar)o por que su debilidad (carácter solo político), en fun-ción de la potencia del peronismo como potencia políti-ca mayoritaria, lo obliga a disponerse de la mismamanera, en la medida que la iniciativa y las condi-ciones objetivas no le son favorables (Guido, Frondizi,Illia, etc) porque carecen de representatividad y por sucondición de emergentes vacíos, aunque necesarios, deldispositivo del contendiente principal, el PartidoMilitar, durante los períodos 1955-1973 y 1975-1989.

Las fuerzas que cada uno emplea, unidascomo están por corrientes de afinidad ideológico-políti-ca, conllevan tendencias tanto a la agregación como alenfrentamiento. Es la conducción estratégica la que lasunifica y consolida a través del rol que les dispone y latarea que les encomienda.

El dispositivo del peronismo durante la etapa 1945-1955. Campo Interno

El dispositivo se modela en relación con laconducción del Estado Nacional que el peronismodetenta por su triunfo democrático y popular. Se dis-tingue en esta etapa una doble vía operativa. Por unlado la jefatura de Perón se instala en la vanguardia,desde donde conduce todo el dispositivo. Desde el cen-tro-vanguardia opera sobre el estado liberal, en unatarea de desarticulación de su esencia y sus mecanis-mos, mientras que paralelamente construye el EstadoSocial Peronista. El ala izquierda, conducida por Evita,tiene como función sustentar el proceso paralelo delnuevo estado, cargándolo de fuerza socialmente orga-nizada. De ahí deviene la fobia de los sectores perdi-dosos sobre la figura de Evita. Los grupos quedetentaban la hegemonía antes de la llegada del pero-

Perón

CENTROEstado

Peronista

Retaguardia estratégicaOrganizaciones libres del Pueblo

Ala Derecha

Partido peronista.Sectores delNacionalismooligárquicodesprendidos.

Opera en el seno dela partidocracialiberal.

Ala Izquierda

CONDUCCION DEL ALA:EVITA

INSTRUMENTOOPERATIVO:

FUNDACION EVAPERON

CONDUCCION ESTRATÉGICA DE VANGUARDIA

SUDESTADA 21

P O L I T I C A N A C I O N A L

nismo comprenden la importancia estratégica quePerón le asigna a Evita y operan sobre ella a fin dedesarmar la potencia del ala. Estas son, en síntesis muyapretada, las formaciones con que se alistan las fuerzasque se enfrentan. Cada lugar implica un discurso ide-ológico y expresan una lógica operativa. Las conduc-ciones de cada campo, en oposición, tiñen de identidadel proyecto que expresan.

El modelo político-operativo de oposición

comienza a constituirse a partir del golpe militar de

1955. El peronismo desalojado del poder, por la fuerza

de la violencia reaccionaria, pierde su condición de

centro desplegado operando sobre el territorio.

Vicente “Tito” Calvano

VanguardiaPartido Militar

CENTROPartidos “demoliberales”

Tradicionales(Unión Democrática)

Retaguardia Sectores medios acomodados

Ala Derecha

UIA. Ligada al capitalinternacional.Sectoresagroexportqadorestradicionales ysectores liberales dela Iglesia Católica

Ala Izquierda

PARTIDOS DE LAIZQUIERDA

INTERNACIONAL

VanguardiaCENTRO

Retaguardia estratégicaCONDUCCION ESTRATÉGICA

Ala Izquierda Ala Derecha

DISPOSITIVO DEL CAMPO OPOSITOR. GOLPE DEL 55. CAMPO INTERNO

FISONOMIA GENERAL DEL DESPLIEGUE DE LA FUERZA PROPIA

22 SUDESTADA

República del Panamá, 5 de marzo de 1956

Al General AramburuBuenos Aires

He leído en un reportaje, que Ud. se ha permitido decir que soy un cobarde, porque ordené la suspensión de la lucha en la que tenía todas las probabilidades de ven-cer. Usted no podrá comprender jamás cuánto carácter y cuánto valor hay que tenerpara producir gestos semejantes. Para usted, hacer matar a los demás en defensa de lapropia persona y de las propias ambiciones, es una acción distinguida de valor.

Para mí el valor no consiste, ni consistirá, nunca, en hacer matar a los otros. Esaidea solo puede pertenecer a los egoístas y a los ignorantes como usted. Tampoco elvalor está en hacer asesinar obreros inocentes o indefensos, como lo han hecho uste-des en Buenos Aires, Rosario, Avellaneda, Berisso, etc. Esa clase de valor pertenece alos asesinos y a los bandidos cuando cuentan con la impunidad. No es valor atropellara los hombres humildes argentinos, vejando mujeres y humillando ancianos, escudadosen una bandera de asaltantes y sicarios asalariados, detrás de la cual ustedes escondensu propio miedo.

Si tiene dudas sobre mi valor personal, que no consiste como usted supone, enhacer que se maten los demás, el País tiene muchas fronteras, lo esperaré en cualquie-ra de ellas para que demuestre que usted es más valiente que yo. Lleve sus armas por-que el valor al que me refiero solo se demuestra frente a otro hombre y no utilizandolas armas de la Patria para hacer asesinar a sus hermanos. Y sepa para siempre que elvalor se demuestra personalmente y que, por ser una virtud, no puede delegarse; há-galo, solo así podrá demostrar que no es la gallina que conocí.

Si usted no lo hace y el pueblo no lo cuelga como merece y espera, por salvaje,por bruto y por ignorante, algún día nos encontraremos. Allí le haré tragar su lenguade irresponsable.

CARTA DEL GRAL. PERONAL GRAL. ARAMBURU

DESDE PANAMA, MARZO DE 1956

SUDESTADA 23

La fiesta de la filosofíaE l primer Congreso Nacional

Argentino de Filosofía, rea-lizado en Mendoza en 1949

fue, en verdad, una festiva reunióninternacional de pensadores. Paraentender, a medio siglo de distan-cia, lo que significó este extraordi-nario acontecimiento es menesterrememorar los antecedentes y lascircunstancias del mismo.

En 1937 había tenido lugar elCongreso Descartes, convocado enel marco de la Feria Universal deParís de ese año. Planeado para sergrandioso, como efectivamente lofue, pesó, sin embargo, sobre él unsentimiento de duda (no por ciertocartesiano, sino más bien inspiradoen Pascal), y de inquietud por larealidad que vivía el mundo y lassorpresas que se anunciaban paralo porvenir.

Se esperaba la presencia de al-gunas grandes figuras: pero Berg-son no pudo concurrir por estarenfermo y fatigado; y Heidegger,porque se lo impidió el gobiernoalemán. El nazismo se proyectabasobre el panorama como la sombradel Comendador y, más allá al Es-te, incendiaba el horizonte un co-munismo incontenible. Fue uncongreso de fin de era y una sordaaprensión acompañaba el ballet deNijinski sobre la explanada delTrocadero.

Después vino la guerra; y des-pués de la guerra, la miseria de laposguerra. ¿Quién dijo “filosofía”?

Fue entonces cuando la Argen-tina convocó a un congreso, al quegenerosamente invitó a los sobre-vivientes del naufragio y a las nue-vas esperanzas que surgían en el

campo de la filosofía: era un con-greso nacional pero que acogía almundo entero.

Una joven universidad –la deCuyo– y una floreciente y floreadaciudad de Mendoza se abrían comoun cuerno de abundancia a hom-bres que, todavía traumatizados,salían de la privación, a eminentesprofesores que guardaban inéditossus libros por falta de impresores ytemor a imprevistas censuras o quehacía 10 años que no se habíancomprado un traje nuevo.

Acudieron pensadores iberoa-mericanos que a veces no se cono-cían ni por referencias y que, sinembargo, trabajaban sobre el mis-mo tema. Filósofos argentinos detalento y erudiciones afanaron co-mo interlocutores válidos e innova-dores en el múltiple diálogo delsaber y del buscar.

De la inopia, asomarse a laopulencia; para algunos, del aisla-miento llegar a la mutua compren-sión: para otros, conocerse, oreconocerse, después de más deuna década de black-out; para mu-chos, disfrutar de una hospitalidadestimulante, de alto nivel intelec-tual y profesional; para todos, esofue el congreso de Mendoza.

En el escenario internacionaldel mundo del espíritu modificadopor la guerra significó una revela-ción, la revelación de la nueva Ar-gentina como potencia, nocompetidora sino co-responsable yfactor de singular empuje al seña-lar una perspectiva optimista haciael futuro.

Elemento esencial del éxito delcongreso, en este sentido, fue la

presencia del presidente de la Na-ción Argentina. Asistió el GeneralPerón acompañado por su esposa–a quien evidentemente todos que-rían saludar y ver de cerca– y sus-citó, por su prestancia y franqueza,un unánime sentimiento de simpa-tía y respeto. Impresionó su magní-fico discurso que, tengo entendido,preparó el padre (**) Hernán Bení-tez, y con ello atrajo la atención delos asistentes y, después, en loslectores, de las Actas del Congre-so, sobre el Justicialismo y sus fun-damentos ideológicos.

En Mendoza, asistimos a uninolvidable banquete del espíritu,apoyada en la cordialidad con quefuimos recibidos por el rector de launiversidad, Irineo Fernando Cruz;las autoridades del Congreso y, engeneral, por los amigos argentinos,en un ambiente propicio al filoso-far. Liberado de las preocupacio-nes cotidianas, risueño y regadopor el excelente vino de la región,lo que no es despreciable accidentepues, como es sabido, in vino veri-tas.

¡Fue la fiesta de la filosofía,después de doce años de cuares-ma!…

Alberto Wagner de Reyna (*)

(*) Alberto Wagner de Reyna, reconocido fi-lósofo católico-existencialista y ex Embajador delPerú. Reside desde hace años en París, donde inte-gra la fundación “Abate Pierre”.

(**) La cuestión de la asistencia para la ela-boración de “La Comunidad Organizada” es untema sobre el cual se mantienen controversias yno hay opinión unánime de los especialistas. Res-pecto del Padre Hernán Benítez, él mismo mani-festó en conversaciones que, aunque habíapreparado un texto sobre el tema y se lo habíaacercado a Perón, éste no lo habría incluido en laredacción final del texto leído en el Congreso deFilosofía.

El testimonio de un protagonista del Primer Congreso de Filosofía

P O L I T I C A N A C I O N A L

24 SUDESTADA

C uando hace dos años atrás Duhalde se hacíacargo del país en el peor momento económico,político y social de su historia, se tomaron las

medidas necesarias para enfrentar esa crisis y así des-comprimir la situación social. Una de esas medidasfue el anuncio de que próximamente se comenzarían aotorgar los subsidios a jefes y jefas de hogar desocu-pados con necesidades urgentes. Estos planes fueronun salvavidas para las clases sumergidas de nuestropaís pero, como siempre, los medios de comunicacióny la clase gorila a la que ellos representan dieron sudefinición sobre dichos planes, a saber: “Planes des-cansar”, “planes para los negros villeros”, etc. Estamedida de emergencia, tal vez no fue muy prolija, pe-ro sí fue necesaria.

Sabemos que $ 150 por familia no son la so-lución para los problemas de la patria y coincidimosen que la solución es trabajo genuino que dignifique alas familias y las incluya para la reconstrucción denuestra querida nación. El presidente Kirchner estátransitando ese camino de profundización de la laborsocial para construir una sociedad más justa e igualita-ria a través de políticas que revalorizan el modelo detrabajo y producción: microemprendimientos, planManos a la obra, plan El hambre más urgente, etc.

Es a raíz de esto que hace poco más de unaño atrás, un grupo de compañeros y compañeras co-menzamos a trabajar socialmente en los barrios másnecesitados del conurbano bonaerense, sumándonos ala iniciativa del Frente de Desocupados Eva Perón.

La sorpresa para nosotros fue doble. no solomotivada por los problemas y necesidades de las fami-lias (las cuales la mayoría de nuestros compañeros, yaconocían y/o vivían), sino también debido a las ganas

Trabajo y Planessociales

de trabajar y participar que tenía la gente. Ganas de sa-lir de esa situación de exclusión e inequidad a la quefueron sometidos.

Por eso sabemos que es el Peronismo el quesiempre encabeza estas tareas sociales. ¿Se pregunta-rán por qué? Porque está cerca de la gente, se preocupay trata de solucionar sus problemas, porque compartemucho de esos problemas y levanta las banderas deuna patria justa, libre y soberana. Banderas que noso-tros rescatamos, tratando de contribuir a la labor enca-rada todos los días en nuestro barrio de Avellaneda(Dock Sud - Sarandí - Dominico) a través de tres co-medores y copas de leche, que se realizan con muchísi-mo esfuerzo de los compañeros/as, que por lo generalsufren muchas de estas necesidades, y sin embargo po-nen todas sus ganas en las labores sociales.

Por eso les decimos a aquellos, que por lo ge-neral son gorilas, cipayos, antipatrias, etc. ¡Qué fácil esputear a todo el mundo sentado al frente de un televi-sor, que cuenta su verdad; y no ven, o no quieren ver(mejor dicho) la verdadera realidad del país, de la cualtambién son responsables. No somos héroes, ni lo que-remos ser. Pero sí queremos ser parte activa de la re-construcción de nuestra querida Patria Grande,siguiendo el legado de nuestro líder, el general JuanDomingo Perón, y es a raíz de su pensamiento y delúnico proyecto de nación posible, que este grupo decompañeros de la zona sur está convencido de que di-cho objetivo puede lograrse, volviendo a predicar laúnica doctrina que fue hecha para los más necesitadosde nuestro país: la Doctrina Peronista.

Alberto MedagliaJorge Barrionuevo

Barrio Villa Mónica, Florencio Varela.El Frente de Desocupados Eva Perón

entrega guardapolvos

SUDESTADA 25

I N T E R N A C I O N A L E S

D esde hace un año el terri-torio de Irak sufrió la in-vasión y la barbarie

anglo-norteamericana. Con el en-gaño de una guerra inventada y conla ambición por el petróleo que hayen estas tierras, Estados Unidos co-metió terribles crímenes de milesde inocentes frente a la vista delmundo. Todos los días las cadenasde noticias anunciaban el comienzode los bombardeos y mostraban lamasacre como un show digno delas mejores productoras de Holly-wood. Todos hemos sido testigo dela destrucción de Bagdad, ciudadmilenaria que albergó muchos delos mejores testimonios de los co-mienzos de la civilización. Todofue destruido y nadie hizo nada.

Las organizaciones internacio-nales se han mostrado insensiblesante esta situación. La UNICEF,famosa institución que se jacta deproteger a los niños, se ha olvidadode los niños iraquíes y solo res-guarda niños occidentales. Los tri-bunales internacionales no vieronlos crímenes de lesa humanidadque los estadounidenses cometíanen nombre de la lucha contra el te-rrorismo sin dar pruebas contun-dentes. La ONU nunca dio unasentencia firme contra el terrible

atropello a los derechos humanosque se está cometiendo. Por el con-trario, apoyó la usurpación con unaconducta servil muy lamentable.

Tal vez quieren analizar el Is-lam desde la perspectiva occidentaly se olvidaron que la palabra Islamproviene de la raíz que significa“paz”, por lo tanto los musulmanesson gente que profesa la paz. Aun-que frente a un atropello y viola-ción de derechos, ¿quién puedemantenerse sumiso?

Se han utilizado las palabras“terrorismo islámico” para referirsea un grupo de personas que no per-miten que sus creencias y su cultu-ra sean arrancadas, que sus paísessean usurpados por intereses impe-rialistas. Debería definirse el térmi-no terrorismo, ¿es aquel que noquiere ser dominado o es aquel quefomenta la pelea entre los pueblospara beneficiarse a sí mismo?

Este es un grave error, los vio-lentos no tienen religión. Dios noama la violencia ni la codicia. Nin-guna guerra puede hacerse utilizan-do su nombre. Dios ama a quienesguardan la vida, no a los asesinosque derraman sangre inocente.

¿Por qué no pensamos que cadapueblo debe defender con todas susfuerzas la soberanía de sus tierras?

El flamante primer ministro iraquí, Iyad Alawi, saluda delante de una fila de banderasiraquíes durante su jura en Bagdad. Tras 14 meses desde la invasión EE.UU. entregó

con sordina y casi a escondidas el gobierno civil a los iraquíes, prometiendo laautonomía política al pueblo, cosa difícil de creer teniendo en cuenta la presencia en el

país de 160.000 soldados de la coalición invasora.

IRAK: ¿un futuro mejorpara los iraquíes?

A un año de la guerra

Creo que hemos olvidado el amorhacia lo nuestro. Hemos dejado delado la defensa de nuestros territo-rios, el cuidado de la soberanía na-cional, será tal vez porque nosotrosde este lado del mundo hemos ce-dido servilmente nuestros derechosa los anglo-usurpadores. Hemoscreído discursos vacíos y engaño-sos y les regalamos lo mejor quetenemos que es nuestra patria.

El ejemplo del pueblo iraquídebe llevarnos a la reflexión. De-bemos tener un pensamiento críti-co ante los discursos engañosos.Debemos tener cuidado de no sermanipulados por los medios de co-municación. Ahora se difunde quehabrá un nuevo gobierno en Irak,que brindará a los iraquíes un futu-ro mejor. Pero no hay futuro mejorpara un pueblo que ha perdido supoder soberano. Los gobiernos ser-viles no saben gobernar, solo obe-decen ciegamente para beneficiar aunos pocos y se olvidan de lo másimportante que tiene un país: sugente.

Roberto Buján Romero.

26 SUDESTADA

L a formidable resistencia del pueblo iraquí y elempantanamiento de los planes norteamerica-nos en Medio Oriente nos alegra a todos los

que de una u otra forma luchamos contra el imperialis-mo en nuestro país y en todo el mundo. Pero los másentusiastas son, sin duda, los camaradas revoluciona-rios de todos los colores, quienes realizan una campa-ña convocando a “todo el pueblo” a imitar el ejemploiraquí y a barrer al imperialismo de la Argentina y deAmérica Latina. Comprendemos el entusiasmo, perocreemos conveniente hacer algunas puntualizacionessobre nuestra situación y sobre la tradición, de nuestraizquierda, de trasladar mecánicamente las experienciasde un lado a otro del planeta sin tomar en cuenta lasdiferentes situaciones, necesidades y posibilidades.

La Argentina es un país semicolonial, y debe li-berarse del imperialismo al igual que todo el mundoperiférico. Nosotros lo sabemos, lo sabe el imperialis-mo, y lo saben los grupetes revolú que proclaman susconsignas altisonantes pero inofensivas que antes queprovocar el temor o el cuidado del imperio, segura-mente provocarán las sonoras carcajadas de toda la ca-terva de chupasangre que conforman la conduccióndel imperialismo mundial. Por otra parte, América La-tina, Iberoamérica, “Nuestra América”, como decíaManuel Ugarte, deberá, para sacudirse el yugo impe-rial, unificarse políticamente, al igual que el mundo is-lámico, donde la “liberación de Irak”, así como la dePalestina y los demás países del Medio Oriente, serásiempre una farsa, o una situación extremadamentefrágil, si no concretan su unificación política.

Pero debemos advertir que estas dos situacionesasimilables entre América y el Oriente islámico (posi-ción periférica y fragmentación política) se deben a lapresencia, a escala mundial, del imperialismo comoagente dominador y balcanizador. Con lo que, comopuede verse, estaríamos girando en un círculo vicioso,dónde las conclusiones a las que llegamos no nos di-cen nada nuevo de la realidad.

Lo específico del problema latinoamericano

La primera obviedad que aparece al comparar la si-tuación de Irak y la nuestra es que aquí no hay un ejér-cito invasor que con su presencia y sus atrocidadesrefuerce el deseo de lucha armada del pueblo. Allí, losmarines paseándose por las calles de Bagdad son unallamada ineludible a la guerra de liberación nacional, yla forma aberrante que utilizan los yanquis para soste-ner su control, obliga a que esa guerra adopte la formade la violencia superlativa. Pero si el pueblo iraquí haconvertido en un infierno el paso de los yanquis por sutierra es porque además existe una unidad cultural quepermite visualizar claramente al invasor como un“otro” distinto, diferenciable y enemigo. Los sectoresmedios en los países arábigos no han roto con la tradi-ción cultural de su pueblo y esa es una característicaineludible a la hora de interpretar lo que está ocurrien-do allí. Las élites occidentalizadas son una minoríaque ahora sirven al invasor como parte de los cuadrosdirigentes del gobierno colonial, y con eso sólo han lo-grado aumentar su desprestigio frente al pueblo. Esdecir que el nacionalismo político y cultural es allí unagente claro de unificación de la resistencia.

La resistencia iraquí ylos sueños afiebrados dela izquierda colonialargentina Un típico error de bulto de la izquierda vernácula es

trasladar mecánicamente las experiencias decualquier punto del planeta a nuestro país, sin tenerpresente las diferentes situaciones.

SUDESTADA 27

I N T E R N A C I O N A L E S

A diferencia de lo que pasa en Oriente Medio,América muestra un enorme sector de sus capas mediasprofundamente influenciado por el modelo cultural delas potencias centrales. Son aquellos que, en nuestropaís, disfrutan hablando de la Argentina como “un paíspoco serio” y que siempre están comparando nuestrarealidad con el modelo que tienen en mente, que es elque les viene de Europa y EE.UU. Los sectores a losque nos referimos pueblan nuestras universidades, ma-nejan los grandes medios de comunicación y despre-cian lo “nacional” por considerarlo retrógrado yfascista. En esto coinciden la derecha “liberal” y la iz-quierda “revolucionaria”. Es notable que esta primeragran diferencia pase desapercibida para nuestros revo-lucionarios de café, pero así es la cosa; ellos negaránhasta el hartazgo que la Argentina y América Latina ensu conjunto no podrán sacudirse el yugo del imperialis-mo si no se reconocen primero en su identidad cultural,porque esto los obligaría primero a discutir cuál es esaidentidad.

Nuestra identidad es indígena, como bien lo sabenlos camaradas, y también es ibérica, aunque esto no lesguste tanto; es distinta a Occidente, y también es occi-dental, y por esto es netamente mestiza. Nada podre-mos hacer frente a quienes nos dominan si noaceptamos primero quiénes somos. El gran drama denuestros días es el de la cuestión cultural. Y esto noquiere decir que nos parezca más importante una cha-carera que la mitad de la población sumida en la pobre-za, ni que valoricemos más una reedición de las obrascompletas de Jauretche que la lucha por impedir la in-troducción de una base yanqui en Tierra del Fuego. Es-to quiere decir, simplemente, que en la medida que nosepamos quiénes somos como pueblo, tal vez podremosobtener algunas victorias parciales frente al imperialis-

Islámicos shiítas rezando en una avenida de Bagdad. El Islames, sin duda, parte fundamental de la unidad cultural del

Medio Oriente. No así el fundamentalismo.

mo, pero este siempre volverá, una y otra vez, porquees especialista en colarse por los intersticios que mues-tra una sociedad. Lo hacen con nosotros, y lo hacen contodo el mundo. El Islam es, sin duda, parte fundamentalde la unidad cultural del Medio Oriente; pero el funda-mentalismo islámico es un agente de penetración impe-rialista, que fue muy eficaz en los ’60 y ’70 para frenarla unidad del mundo árabe. De la misma manera, ennuestro caso, los aborígenes y su enorme influencia ennuestra cultura son una parte imprescindible de nuestraidentidad, pero el “indigenismo”, como corriente queintenta crear nuevas soberanías allí donde halla pueblosoriginarios más o menos caracterizados, es un peligropara América que sólo le traerá mayor balcanización ymayores posibilidades de penetración imperial. Pode-mos encontrar cientos de casos de este tipo, donde unaposición, que en principio es correcta, se convierte encontraproducente cuando se la lleva hasta cierto extre-mo y, además, no es difícil encontrar en esos extremosel aliento de los agentes imperialistas.

Pero sigamos: cuando la izquierda plantea que hayque “resistir como en Irak”, debemos recordarles queallí las dos grandes fuerzas nacionales se encolumnaronen la defensa común y suspendieron sus disputas paramás adelante, y los grupos más pequeños, que rodeanpor izquierda y derecha a estas dos fuerzas principalesactúan en coordinación, o al menos en no-oposición alcomando de las fuerzas principales. En nuestro conti-nente, donde la lucha contra el imperialismo se realiza,hoy por hoy, sin “el fusil en la mano” las micro-sectas-seudo-revolucionarias acusan a Kirchner y a Lula deentreguistas, a Chávez de reformista y a Fidel Castro detraicionar la revolución. Como siempre, ellos no estáncon nadie que les toque de cerca, y mantienen sus soli-daridades lo más lejos posible. Hoy apoyan el alza-miento aymara en Bolivia, pero cuando, en unhipotético gobierno futuro de Evo Morales, éste debaacordar mínimamente con el gobierno argentino y elbrasilero, y se vea obligado a renunciar a parte de suprograma para poder cumplir con sus trazos esenciales,van a estar allí señalándolo como traidor, entreguista yreformista.

Estas son las flagrantes contradicciones, más pro-pias de un esquizofrénico que de un hombre de acciónpolítica, a las que la izquierda nos tiene acostumbrados.Pero de todos modos es conveniente seguir señalándo-las, ya que existe la posibilidad (bastante remota, porcierto) de que algún día alguien se tome medianamenteen serio las consignas de estos muchachos.

Manuel Gauna

28 SUDESTADA

Es muy común escuchar enestos tiempos que hablar so-bre el imperialismo es un

anacronismo que nos refiere, conolor a naftalina y todo, a décadaspasadas; que el mundo cambió, quela globalización y que “la mar encoche”. Ahora bien, a aquellos co-municadores que se encargan de di-fundir sistemáticamente el pensa-miento arriba descripto, nosotros,en la revista Sudestada, les solici-tamos que por favor nos caracteri-cen lo que pensamos describir(utilizando solamente fuentes deorganismos con sede en las nacio-

nes del Primer Mundo) acerca de laprisión-base naval que los EE.UU.tienen en la usurpada región cuba-na, la Bahía de Guantánamo.

A modo de tentempié, un pocode historia: en 1898 voló por losaires del puerto de La Habana elbuque de guerra de la marina nor-teamericana “USS Maine”, pro-ducto de un sabotaje llevado acabo por agentes del gobierno nor-teamericano. Este hecho desenca-denó (fue la excusa) la guerra entrelos EE.UU. y España, quienes has-ta ese momento ocupaban la isla deCuba.

Los vencedores de la contien-da, que por cierto no hablaban cas-tellano, como botín de guerra segarantizaron para sí el derecho deintervenir en Cuba, al punto de exi-gir se les reconociera esa potestaden el texto constitucional cubano, acambio del retiro de las tropas deocupación. Mientras tanto, se ins-talaron en lo que hoy es la base deGuantánamo.

Años más tarde, ambos países(EE.UU. y Cuba) firmaron un tra-tado por el cual los norteamerica-nos se comprometieron a pagar unarenta anual por el uso de la base,

Pese a las protestas internacionales másde 600 personas siguen recluidas sincargos ni juicio en la base norteamericanaen territorio cubano.

GuantánamoLa base norteamericana en Cuba

El acorazado Maine vuela por los aires. Es el 15 defebrero de 1898.

SUDESTADA 29

algo así como u$s 4.000 (sí, leyóbien, cuatro mil dólares).

Es oportuno recordar aquí queel gobierno de Fidel Castro desco-noce esta cesión de soberanía, ypor lo tanto, rechaza los dólares ydenuncia los tratados conseguidosa punta de bayoneta por los yan-quis.

Pero este grave hecho de políti-ca internacional queda casi reduci-do a nada si se lo compara con eluso que los EE.UU. dan hoy a labase. Pese a las importantes protes-tas internacionales, más de 600personas de 44 nacionalidades dis-tintas siguen recluidas sin cargos nijuicio en la base. No tienen accesoa ningún tribunal, ni a abogados, nia visitas de familiares ni a nada.Son privados de todos los derechosque consagra el derecho internacio-

nal y se encuentran en condicionesde reclusión que lindan con la tor-tura, esposados de pies y manos enceldas de un metro de altura, enmuchos casos

Según un informe de AmnistíaInternacional, “ninguno de los de-tenidos ha sido reconocido comoprisionero de guerra ni ha compa-recido ante un ‘tribunal competen-te’ a fin de que éste determine sucondición, como exige el art. 5 delTercer Convenio de Ginebra”. Elinforme hace hincapié en que “elgobierno estadounidense se niega aaclarar su status jurídico, pese a losllamamientos del Comité Interna-cional de la Cruz Roja (CICR) endicho sentido. En lugar de ello, elgobierno de EE.UU. los califica de‘combatientes enemigos’ o ‘terro-ristas’, vulnerando abiertamente su

Naves norteamericanas apostadas en Guantánamo en laos díasde la revolución castrista en 1959.

Así los trataron en las prisiones militaresnorteamericanas en Irak. ¿Por qué se ha depensar que en Guantánamo es diferente?

derecho a la presunción de inocen-cia, y presume, de forma ilegal, unajustificación para denegarles mu-chos de sus derechos humanos másbásicos”.

En noviembre de 2001, el presi-dente Bush firmó una resolución decarácter militar, en virtud de la cualse establecen juicios a cargo de tri-bunales marciales con capacidadpara imponer la pena de muerte y,contra cuyas decisiones, no cabeapelación ante ningún tribunal. Otramaravilla interpretativa del nuevoorden jurídico internacional.

Sin embargo, una vez más todoesto ha podido ser superado. El pre-sidente de los EE.UU. puede orde-nar capturar en cualquier lugar delmundo, torturar y hasta asesinar aquien crea conveniente, siempreque justifique su decisión en defen-sa de la seguridad de Norteamérica.

Solo un imperio dispuesto a do-minar el mundo a cualquier costo(eso está en su naturaleza) puedejustificar esto. Solo basta con leer elNew York Times para descubrirlo.

Estanislao Graci

I N T E R N A C I O N A L E S

30 SUDESTADA

Gamal Abdel Nasser,prominente figura de la

revolución egipcia y cabezareal del derrocamiento de

Faruk.

“Actualmente, después de lar-gos años de meditación, durantelos cuales el ideal de la revolucióndominó mi existencia, y luego dehaber repasado tantos hechos, ha-go que retroceda mi memoria has-ta llegar al día en que descubrí,incrustadas en mi alma, las semi-llas de la Revolución” (Nasser).

El párrafo que antecede fue pro-nunciado por Gamal Abdel Nasser,alma de la revolución que arrancó aEgipto de la tutela colonialista y loconvirtió en una Nación soberana.Nacionalista, patriota, revoluciona-rio y valiente soldado, nació el 15de enero de 1918, en Alejandría, enel seno de una familia originaria dela aldea de Beni Mor, en la gober-nación de Asiut. Su epopeya se ini-ció, como el mismo lo dice, muchoantes del día del triunfo de la Revo-

El proceso de independencia en Egipto

GamalAbdel Nasser

unidadnacional en launidad del mundoárabe

lución, que se concretaría el 23 dejulio de 1952, cuando un grupo dejóvenes oficiales del ejército egip-

cio, arrebató el poder a una corrom-pida clase dirigente que había su-mido al 85% del pueblo en el

SUDESTADA 31

hambre, el analfabetismo, la mise-ria, la corrupción y la injusticia,entre otras bondades, producto deuna monarquía servil y genuflexafrente a los intereses coloniales im-perialistas.

Hacia 1936, Nasser era presi-dente del comité de resistencia desu escuela y recorría las calles deAlejandría a la cabeza de las mani-festaciones estudiantiles en contrade la dominación inglesa. En 1938,a los veinte años de edad, egresadel instituto militar con el grado dealférez (“mulasim tani”). Con élegresarían, en la misma promociónalgunos de los futuros dirigentes deEgipto, entre ellos, Anwar El Sa-dat, quien lo secundó fielmente ensu lucha antiimperialista. En 1941,se produjo el incidente durante elcual los efectivos ingleses obliga-ron al rey Faruk a constituir un go-bierno favorable a Inglaterra. Laresistencia en las filas del ejércitocomenzaba a ser evidente. A prin-cipios de 1948 los árabes habíanorganizado un cuerpo de volunta-rios para defender los derechos delpueblo árabe en Palestina, afecta-dos por la inminente creación delEstado de Israel en la región. Nas-ser se apresuró a integrar los gru-pos voluntarios, pero al declarar elgobierno la guerra, participó enella como oficial de infantería.Desde 1948 y hasta 1952, ya cono-cido como el “tigre de Faluja”, suprincipal objetivo fue derrocar al

rey Faruk. Hacia 1955 tomó parteen la Primera Conferencia Afroa-siática de Bandung, a la que asis-tieron los líderes más destacadosdel Tercer Mundo. Allí, el presi-dente egipcio proclamó el principiode la neutralidad positiva En elmes de Junio de 1956, Nasser fueelegido primer Presidente de la Re-pública de Egipto, por una abruma-dora mayoría del 99% de los votosdepositados. Fue promulgada laConstitución Nacional que procla-maba, como bases esenciales delnuevo Estado, la abolición del feu-dalismo, la liberación política, mi-litar y económica de todo predomi-nio extranjero, la supresión de losmonopolios y la implantación deuna auténtica justicia social y deuna vida digna y democrática paratoda la Nación.

El 26 de Julio de 1956 Nasseranunció al mundo la nacionaliza-ción del Canal de Suez. Esta justadecisión provocó la agresión tripar-tita (Inglaterra, Francia e Israel)contra la nación egipcia; pero Nas-ser mantuvo enérgicamente su acti-tud patriótica y demostró finalmen-te al mundo la incontestable legali-dad de esta medida indispensablepara su país.

En el mes de Febrero de 1958,Gamal Abdel Nasser fue elegidopresidente de la República ArabeUnida, formada por Siria y Egipto,por mayoría casi total (que se con-cretó en un 99,99% de los votos

emitidos en Egipto y en un 99,98%en Siria). El nacimiento de laR.A.U., con la fusión de los dos es-tados árabes, hizo al final realidad–bajo la jefatura de Nasser– el anhe-lo de unidad y de solidaridad tanlargamente sentido por ambos pue-blos y derribó las fronteras artificia-les levantadas por el imperialismo.El 28 de setiembre de 1970, a latemprana edad de 52 años falleció,víctima de un paro cardíaco, produc-to de su impetuosa e infatigable per-sonalidad. Gamal Abdel Nasser basósu política interior en un sistema so-cialista democrático y cooperativo,inspirado en la justicia social. Suséxitos en cuanto al desarrollo indus-trial y económico del país se refle-jaron en el creciente nivel de vida dela población, liberada para siemprede la pobreza y la ignorancia. En laesfera internacional, Nasser siguióuna política de neutralidad positiva,de pacífica amistad con todo lospueblos del mundo y de no alinea-ción en ninguno de los grandes blo-ques mundiales. Su fe en lasolidaridad afro-asiática, en el desar-me mundial y en la prohibición delas armas nucleares, lo acreditaroncomo uno de los primeros paladinesde la paz mundial y del entendi-miento entre todas las Naciones. Co-mo Líder indiscutido delnacionalismo árabe, en su figura secentran hoy las esperanzas de uni-dad y de solidaridad de los pueblosárabes, decididos a no caer nueva-mente bajo las antiguas esferas deinfluencia del imperialismo.

“El primer síndrome de la re-volución social consiste en el des-quiciamiento de los valoresestablecidos, en la relajación delas creencias recibidas, en la luchaentre individuos y clases, lo quetrae consigo un ambiente de co-rrupción, de suspicacia, de inqui-na y de egoísmo” (Nasser).

Rosendo “Cacho” Castiello

Una nave de guerrabritánica cruza elCanal de Suez. Lanacionalización deesa vía decomunicación seráun triunfo para larevolución. ParaNasser constituirásu hora másgloriosa.

H I S T O R I C A S

32 SUDESTADA

Hemos leído

Abogado y escritor, Ernesto Palacio nació el 4 de enero

de 1900. Es autor de La inspiración y la gracia, El espíritu

y la letra, La historia falsificada, Catilina –una revolución

contra la plutocracia en Roma–, Teoría del Estado y de –la que

para muchos es su obra más trascendente– Historia de la

Argentina. Premio Municipal de Literatura en 1934, es fundador,

en 1945, del semanario Política, que apoyó la candidatura

presidencial del entonces coronel Juan Domingo Perón. Desde

1946 hasta 1952 ocupó una banca en el Congreso

como diputado nacional peronista, por la

Capital Federal. Las publicaciones Martín

Fierro y Nueva República, esta última con

la colaboración de los hermanos Julio y

Roberto Irazusta, son también, parte del

aporte cultural de Palacio.

Luego del golpe del 30 publica su Historia

de la Argentina, que cuenta ya con varias

ediciones. En esta obra, refiriéndose a aquellos

episodios anota: “En vez del grupo joven y ágil que

habría exigido la realización de un programa revolucionario,

Uriburu exhumó un elenco de valetudinarios que parecían haber

sido conservados en naftalina durante los tres lustros del auge

radical…”.

C U L T U R A L E S