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QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA La compañía del tango nómada SABROSÓN Y ÉPICO Pajarraco Toussaint TOCATUVIDA. AÑO 2, N° 26, MMAYO 2011, MAGAZINE DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA , MÉXICO Fotografía “Carla Borghetti”, voz de La Compañía del Tango Nómada, por IMACOf. SIMPLEMENTE POP All we hear is Lady Gaga

tangente 26, mayo 2011

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Magazine de entretenimiento. Mexico

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QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA

La compañíadel tango nómada

SABROSÓN Y ÉPICO

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SIMPLEMENTE POP

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Año 2, N° 26, mayo 2011. Tangente toca

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onvertida la noche en el coto del enfermo ta-nático, perdido el terreno baldío como el espa-cio oscuro pero irresistible del niño que ya no es niño; cuando Radio se ha vuelto Lady y es Gaga a todo volumen pero a plena luz del día resulta apenas visible para el “Club de Autis-tas” del Metro que abordan un tren a ver si su vida toma algún rumbo, aunque no sea al que originalmente querían ir…

Quedan para los noctámbulos humeantes, los pajarracos sabrosones y épicos, los pleo-nasmos bifrontes, los filósofos idiotas y los que gustan del “entretanto de los besos”, los grandes terrenos baldíos de la creatividad y la imaginación.

El tango nómada de La Compañía. El “Co-rrido del cachondo”, “La cumbia pajarraca” y el “Tema de acción” de un desconocido Eugenio Toussaint. El funk, el blues, el rock, el reggae, el bossa nova y todos los cruces que al calor del tabaco es capaz de generar People Project.

O lo que es lo mismo pero filosóficamente hablando: queda volverse ubicuo y hacer de la noche propia tres tangos en uno en Buenos Aires, Berlín y la ciudad de México; echar una garnacha visual y sonora; apretar hasta barrer la rosca del tornillo de molde a fin de quebrar esa inercia de espiral que mantiene todo an-quilosado.

Sondeemos la oscuridad del cuerpo Dios-Naturaleza de Spinoza y del yo corpóreo musi-cal de Nietzsche.

Al fin que ante los que denigran la realidad diurna y nocturna, como diría Oliverio Girondo en El lado oscuro del corazón, “¡la esperanza dispone de tantos terrenos baldíos!”.

Noctámbuloshumeantes

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SLUGGER

> RENATO GALICIA [email protected]

Si en México la tele privada es la escuela y la miss la presidenta del Sindicato Nacional de Traba-jadores de la Educación (SNTE), la “Maestra”

Elba Esther Gordillo, no hay porque alarmarse de que el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el presidenciable Alonso Lujambio, haya declarado que la caja idiota es más bien lista y las telenove-las alfabetizan, e insinuado que el productor de Una familia con suerte, Juan Osorio, le da un aire a José Vasconcelos: el funcionario es congruente con su fi-losofía política.

Porque lo que quiso decir es que, según él, la vida en México sucede en la pantalla y si todo va bien ahí, estamos progresando.

Así, la convocatoria de Iniciativa México para que “unidos por grandes ideas” transformemos al país, rima con pensar que éste avanza dando compus a escuelas perdidas cada que anota gol el Bofo o Kikín.

Total que para descifrar el verdadero sentido de esos acertijos puede aplicarse el sarcasmo inverso tipo sabiduría idiota de la filosofía sufí, la cual de vez en cuando asesta golpes a los listos y eruditos con ideas como: lo que me quieres decir es que para ir de un pueblo equis a otro resulta mejor viajar en burro que en tren porque en éste, a causa de los siete tú-neles por los que pasa en las vías, se mete y sale el sol igual número de veces, mientras que en aquél se hacen sólo tres días.

Sólo así aflora la congruencia de que en este sexenio panista la “Maestra”sea una diva por su ca-risma y erudición para conducir, al lado del sonrisa

Colgate Marco Antonio Regil, Todo el mundo cree que sabe, coproducción Televisa-SNTE, y no por sus sortilegios y conjuros políticos.

O se vuelve claro que nadie debe ofenderse si, tras llamar a México a leer como ellos lo hacen con su hijo, la pareja de Venga la alegría, Ingrid Coronado y Fernando del Solar, después promueva Cómo era Paty Chapoy de niña y no las Obras Completas de li-teratura juvenil o infantil precoz de Xavier Velasco.

Incluso se comprende por qué los periodistas crí-ticos con síndrome de criatura allien –es decir , los que ven a la pantalla electrónica como presa, se ino-culan en ella y desde ahí gestan su destrucción--, los intelectuales y los artistas que están en la tele y en sus repetidoras en la radio, se desgarren las vesti-duras por la justicia, la pluralidad y la difusión de la cultura y el pensamiento, al tiempo que hagan como que no alinean en el equipo que juega la doble moral de salvar al mundo para dañarlo.

¿Porque ni modo que con sus mil gigas de IQ, quieran hacer creer que no saben que en la tele sus ultra súper mega sesudas críticas son como los libros idem de la UNAM, parafraseando a Guillermo Sheri-dan: inofensivos porque nadie los lee; o lo que viene siendo igual, que la teleaudiencia que ve a Rocío Sán-chez Azuara en “Mi novio quiere venderme con sus amigos”, es la misma a la que eruditamente Nicolás Alvarado y Julio Patán le recomiendan El imaginario mundo del Doctor Parnassus, de Terry Gilliam?

Hay que celebrar la congruencia del Caballero Yale Alonso Lujambio, al fin que para los acertijos de la caja lista, periodistas allien, intelectuales y ar-tistas eruditos, ahí está el sentido común de la filo-sofía idiota.

CAJA LISTA

Filosofía idiota

> Ilustración “Man Dog” por Andrew Mason, bajo licencia de CC.

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> ALMOHADA CARNÍ[email protected]

L a historia se repite miles de veces cada día y en los más alejados rincones del mundo. Un mú-sico bebiendo su realidad y eructando al poco

rato las canciones que la recrean. Sin conocerse ni imaginarse recorren calles y caminos tropezando con piedras de similares dimensiones o en el rego-cijo de una vista única y hermosa. Quizá la mañana los sorprenda poniendo punto final a su carrera, con la tristeza a cuestas de no encontrar un compañero de viaje. Pero quizá tengan la suerte de reflejarse en otros pasos, de encontrar un eco a sus intenciones de ser nada más que gente junta tocando música.

Muy al norte de nuestros límites está Philippe, el cadencioso baterista de la Souljazz Orchestra, na-vegando las crestas de un frenesí funkero que oscila entre el soul y el free jazz en el norte de Ontario. Más acá de nuestra historia está Gabriel, un vagabundo de altura “que habla música, pero no habla un cier-to estilo definido nada más, yo creo que la música son muchas cosas, como lenguaje te permite hablar golpeado, hablar suave, hablar bien y hablar mal”, según sus propias palabras y la trayectoria que lo marca como uno de los músicos más activos de la escena mexicana. Gabriel Bronfman, Queso para los cuates y en los bajos mundos del rock.

Dos músicos andariegos que poco aprecian la comodidad de las fórmulas y cuyos devaneos van siempre en busca de nuevas posibilidades sonoras. Gente de aquella que nunca se acomoda en la trin-chera de su éxito. Gente que sabe que “si nada más estuviera encerrado estudiando escalas, pues eso es lo que voy a componer: escalas. La única forma de no componer lo que estudio es salir a la calle, te-ner una vivencia, tener una vida normal, por eso es que no siento que mi carrera va de la mano con el virtuosismo más puro, de la gente que realmente se dedica a ser un deportista de alto rendimiento en términos de música… y está muy bien, siento que es algo que alguien tiene que hacer… y agradezco no ser yo”, asegura Queso.

Gente con proyecto, el suyo, un pleonasmo to-tal: People Project.

UN PLEONASMO BIFRONTE

PeopleProject

> Fotografía “Gabriel Bronfman”, Queso, integrante de People Project, por IMACOf.

DOS VUELTAS A LA TUERCAEl orbe, ya se sabe, sigue siendo de igual tamaño, pero nuestra visión se ha ensanchado. Y en ese cre-cimiento acaricia el deseo de ubicuidad. Tanta mú-sica regando los jardines, tantas ideas enlatadas, tantos viajes sin emprender. Pero paso a paso se aprende a no caer de la montura, y People Project es un ejemplo singular, pues con dos vueltas de tuerca pueden, si no estar en todas partes, sí contaminar con su música en dos frentes alejados.

El primer giro es dirigir la mirada a esa relación que da sustento a la música y que no conoce de in-termediarios, la relación del músico y el escucha. “Creo que un error de muchas bandas es que están demasiado preocupadas por el demo, por el disco, antes de preocuparse por tener un público que los escuche y generarse una experiencia en vivo con otras bandas, y nosotros nos hicimos primero to-cando juntos con otras bandas, después grabando un disco, al final de la producción encontrando un nombre para el proyecto, y a partir de eso arran-cando este sueño”, comparte Queso. Un asunto que pareciera obvio pero que mucho se ha perdido cuan-do las discusiones se vuelcan sobre la industria y la desaparición del disco. Una necesaria óptica cuando más se habla de formatos que de gente contagiando su amor por la música.

Y de ahí a la segunda torcedura, la propositiva, la que libera a la música y nos la muestra como un paja-rraco demasiado poderoso para vivir en jaulas de po-licarbonato. People Project es una banda que es dos bandas. “Para nosotros la forma de darle coherencia fue primero lograr asegurar dos células del grupo, una en Canadá y una en México, de manera tal que siguiéramos tocando aunque no estuviéramos jun-tos, entonces hay una banda con la que toca Phlippe, que es la misma banda con la que toco yo cuando voy para allá, y del mismo modo, Philippe lo traje para aquí y ya tenía todo armado”, comenta Queso.

BARRER LA ROSCAMás que apretar y mantener sujeta su creación, Peo-ple Project aprieta hasta barrer la rosca del tornillo

de molde. Una forma de quebrar esa inercia de espi-ral que mantiene todo en orden y anquilosado. Por un lado está la música, que da cuenta de las charlas entre una diversidad de tradiciones reunidas en ple-na encrucijada. Un “taller de intercambio cultural”, define Queso, donde se forjan canciones al calor del tabaco y donde conviven el funk, el blues, el rock, el reggae, el bossa nova y todos los cruces que son capaces de generar; una babélica fiesta que abre sus puertas a los invitados más diversos.

El resultado se aleja mucho del parloteo que podría suponerse y nos obsequia un particular lenguaje en el que convergen el diálogo musical y una visión de transeúnte que invita a la reflexión, tomando desprevenido al escucha. “Lo que siento que produce es sorpresa y en el mejor de los senti-dos… yo creo que lo que la gente entiende es que esta es música para pensar, entonces tienes que escuchar lo que está diciendo el vato de la letra, tienes que escuchar lo que está siendo el arreglo del saxofón, tienes que escuchar todos estos pe-queños detalles que hacen rico un espectáculo”, asegura Queso.

People Project es un pleonasmo total de la pro-puesta fundada por Gabriel Bronfman y Philippe La-freniere, que “mucho tiene que ver con compromiso a nivel social y humano, todos creemos que el amor y el odio forman parte de lo que uno es, pero cree-mos que es muy importante dentro de esto hablar de temas que nos preocupan más desde un punto de vista filosófico, desde el daño que a veces uno hace simplemente por el hecho de existir en esta sociedad y jalarle al baño cada vez que uno va, y como puede uno tomar conciencia de ciertas cosas y hay otras con las que tenemos que vivir, aceptando nuestra injerencia en este medio”.

Se repiten ciertamente las historias, y en el día a día se trizan los felices encuentros de dispares lo-curas y ensueños variopintos. Pero suele pasar que algunas veredas le juegan suertes a quienes las re-corren: olvidan el lugar al que iban y acaban entre la maleza machete en mano inventando rutas alter-nas hacia el corazón de la música.

Natural2009

Alfombra multicolor de doble naturaleza. Tersura musical tejida a mano por artesanos errantes. Aspereza lírica de argu-mentos afilados para fa-kires espirituales. Banda sonora para recorrer las calles a pies descalzos y reposar a la sombra de un árbol. Cuidado porque muerde.

¿People Project?“Ya habíamos estado hablando de esta idea de via-jar, conocer gente y juntar a esta gente en un ámbito en el cual se les permita hacer lo que hacen y utilizar estas herramientas para influenciarnos, al final lo que resultó pues fue un grupo. Y cuando estábamos salvando las sesiones, estábamos trabajando con un programa que a mí no me gusta mucho, con un in-geniero que lo adora, entonces todos decían project, project, project, y teníamos una canción del primer disco que se llamaba “People” y pues decía: people project. Nuestro slogan era People making music together, entonces People Project fue la respuesta”.

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Sin música, la vida sería un errorNietzsche

> AL [email protected]

En la red de transporte de pasajeros (rtp), viaje infinito número 0127399, el cuerpo venía de X y supuestamente se dirigía a Y, pesaba más de

lo debido para su corta edad, vestía pants de algo-dón azul eléctrico, sudadera morada y playera blan-ca con cara del Chavo y manipulaba frenéticamente un Nokia que le mandaba ondas hertzianas por los audífonos: en cierto momento se calmó, activó las bocinas externas y sonó la estridente música gru-pera mientras el camión bajaba lentamente por la carretera dejando atrás los anuncios grafiteros de “Gpo. Intocable”, “Bda. Macho” y “Espinoza Paz, el Autor del Pueblo”.

Cuando tomó la rtp Metrobús, era ya el incon-fundible decadente vendedor de seguros obeso: ahora portaba pantalón y camisa de vestir, chama-rra informal y bufanda e instigaba a un compinche a verse a las 3 p.m. en la Condesa, luego conectaba sus audífonos en su BlackBerry y tarareaba al “Señor”, como había comentado extasiada la voz melosa en la radio del micro, que un día antes abarrotó el Cen-tro de Convenciones Banamex: “entonces me daré la media vuelta”…

Como en “El guardagujas”, el cuento de Juan José Arreola, debía de darse por satisfecho si podía abor-dar un tren porque así su vida tomaría algún rumbo, aunque no fuese al que originalmente quería ir, pues

se había convertido en un muñeco que era una per-fecta imagen de la realidad, en uno más del “Club de Autistas” de la rtp, y llevaba en el rostro las señales de un cansancio infinito.

En esa lógica, podía ser A pero no B en la rtp Tren Ligero, convoy 14-M2.021, a las 2 p. m. y a 27 grados C a la intemperie pero 35 en el interior, flanqueado por la sesentona indiferente que escribía incesante-mente con su bolígrafo en su libreta forma francesa y la treintona fashion nacional de buen ver que tenía en la pantalla de su cel a Diego Torres.

A: pulcro, sesentón y gris sin móvil ni audífonos a la vista que lee “Desprendimiento emocional/ Por Rosa María / Jalisco Sección VII/ He podido superar mucho por el programa. Con él, por ejemplo: he po-dido superar la muerte de mi primero y segundo ma-ridos, la muerte de mi hija, de mi padre y la muerte de mi hermana”.

B: alivianado, treintón y trovador con guitarra y zampoña acoplada que sube, toca en tres minutos 52 segundos versión instrumental de “Let it be”, re-colecta buenos pesos y baja en la estación siguiente.

La crónica anterior pudo partir del punto X al Y de la metrópoli antes de situarse en la encrucijada Z, el Pasaje Zócalo-Pino Suárez del Metro donde ocurriría una plática en la que buscaríamos saber qué dijo un tal Nietzsche sobre la conjunción filosofía, música y cuerpo, aunque no de su coexistencia en “la vida a bordo de vagones demasiado repletos”, advertiría Arreola.

Entre cuerpos avejentados, punketos tatuados y perforados y obesidad andante, se piensa y vive el cuerpo:

PASITO TUN-TUN tocatuvida.com

CUERPO Y MÚSICA EN LA RTP

Club de Autistas

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PASITO TUN-TUN tocatuvida.com

Platón inició la separación cuerpo y alma. Princi-pio de dualismo que heredó y refrendo la moderni-dad con su dicotomía cuerpo-finitud, pensamiento-infinitud.

--Siempre cabe la posibilidad de que el cuerpo sea imaginario--, expuso Descartes.

--La verdadera identidad no se juega en el cuer-po, se juega en el alma--, pregonó urbi et orbi el cris-tianismo.

Tiempos de la supremacía del alma sobre el cuer-po.

Metafísica en el auditorio de Un Paseo por los Li-bros del Pasaje Pino Suárez-Zócalo del Metro, mien-tras vemos la armonía del cuerpo de la estudiante del Claustro de Sor Juana que pasa el micrófono para las preguntas y la discordancia del espontáneo que argumenta que como él es cuerpo y pensamiento se le permita su arenga de cuartilla y media en la que solicita nuestros cuerpos para una marcha: propues-ta que filosóficamente es rechazada.

A partir del Renacimiento, vendría la reivindica-ción del cuerpo con Leonardo da Vinci y su capítulo XI de su Tratado de la pintura, y Rembrandt y su cua-dro Lección de Anatomía.

Después, la filosofía del yo corpóreo.--Nadie sabe lo que puede un cuerpo--, planteó

Spinoza.Con su Dios-Naturaleza como cuerpo, relación de

composición y descomposición de infinidad de ele-mentos, acabó con las jerarquías: ontológicamente, el cuerpo y el pensamiento tienen el mismo peso, es decir, no hay ideas sin cuerpo ni cuerpo sin ideas.

El Dios-Naturaleza de Spinoza abogó por relacio-nes físicas, no por una voz profética.

--Hay más razón en tu cuerpo, que en tu mejor sabiduría--, sentenció Nietzsche.

Y con él encontramos esa encrucijada de proble-mas que implica tratar de vincular música-cuerpo-fi-

losofía (mcf) en una rtp que se ha convertido, como en “El guardagujas”, una ilusión de estaciones, pura apariencia, un engaño con nombres que en realidad dan a la selva.

Friedrich Nietzsche creó prácticamente un logos, un ser musical, explica la doctora en filosofía Sonia Torres Ornelas, investigadora de la UNAM: él esta-bleció que filosóficamente considerada, la música es un ser tiempo.

Éste constituye su carácter ontológico a partir del cual puede comprenderse la realidad: una conti-nuidad que jamás se cansa a la que lo único que po-demos hacerle desde la razón es imponerle cortes arbitrarios cronológicos.

“La filosofía es musical porque ahora mismo re-sonamos a varios filósofos: variamos en términos musicales a Spinoza, soltamos notas spinocistas en una fuga en el estilo de Bach”.

Aun en la rtp Metro-Taxqueña-Pino Suá-rez-Hidalgo-Balderas-Universidad:

“Mcf: tres cuerpos en un cuerpo. Una compo-sición que puede producir sensaciones agradables o desagradables. Cuerpos que se van tallando, fre-nesí en el que incluso se pierde esa diferenciación entre un cuerpo y otro; una música bella o estri-dente que se vuelve lacerante o agradable, según; filosofía en un tejido de inocencia donde nuestras propias vivencias son las que van a determinar lo que es bueno o malo para uno, donde la pruden-cia encauzará las acciones que realizamos, donde se aplicará el conocimiento del fin al que nos llevan las relaciones físicas”.

Porque “hay que buscar una ontología que dé ex-plicación a los fenómenos que estamos asistiendo, en el entendido de que la filosofía piensa desde la realidad y no busca soluciones sino crea cartografías para localizar problemas a fin de que el pensamiento se renueve”.

> To remix “Advertising campaign in the Tokio subway: please do it at home” por imacojr.

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> LUIS MANUEL [email protected]

Desafortunada, y afortunadamente también, la vida transcurre con sucesos inesperados. Es así que a varios nos sorprendió el repentino dece-

so de una de las figuras más importantes de la mú-sica mexicana contemporánea: Eugenio Toussaint.

Nunca me han gustado los homenajes póstumos porque considero que quienes los realizan muchas veces tratan, si no de enmendar la ausencia de un merecido reconocimiento, al menos de lavarse las manos. Y si bien estas líneas critican ese tipo de ac-tos, no puedo negar que en el fondo terminarán ha-ciendo lo mismo.

Si fue suicidio o no, es una discusión que no bus-ca ni encuentra lugar aquí. Podrían escribirse bas-tantes palabras llenas de supuestos al respecto. En realidad, el motivo por el que se decidió concederle lugar en este espacio es para inmiscuirse en una de sus facetas más desconocidas.

Dadas las notas publicadas a consecuencia de su muerte, hasta el menos conocedor de música des-cubrió, en su caso, que Toussaint, además de ser un afanoso degustador de vinos, fue uno de los mayo-res representantes del jazz en México, género con el que se le identifica en el país, ya fuera por sus producciones con su agrupación Sacbé, en la que colaboró junto a sus hermanos, o bien en proyectos como solista.

Algunos más saborearon de su siempre propo-sitiva personalidad. Prueba de ello son sus compo-siciones para música de concierto, con obras para orquesta, violonchelo o piano, que algunos, como su servidor, disfrutaron de su interpretación a manos de él mismo.

Sin embargo, lo que quizá muy pocos saben es de su travesía en la sonorización de películas. Una de las posibles razones se debe a que fueron pocas sus participaciones. Colaboró para el corto Inmolate ya sueño (Esther Landa, 1996) y en los largometrajes Dollar Mambo (Paul Leduc, 1993), Morena (Jorge Ra-mírez Suárez, 1995) y la más reciente, Los pajarracos (2006), en la que se percibe un Toussaint distinto al jazzista o al concertista.

A través de dicho soundtrack se devela otro de los diversos rostros que adoptó Toussaint. Si bien con

tintes sincopados, como lo fue la mayoría de su mú-sica, compone entre otras cosas, ritmos sabrosones y épicos: el “Corrido del cachondo”, en colaboración con Fidencio Ayala, y “La cumbia pajarraca”. Además de una sensual creación para aquellos momentos de buen flirteo: “Fajes del cachondo”. A lo largo de las otras nueve pistas del álbum, porque la treceava pertenece a Santísimos Snorkels, Eugenio Toussaint incursiona en composiciones con tintes oriundos del norte y por uno que otro jazzecito fusionado, como en “Tema de acción”.

Si bien dicha película no es una de las produccio-nes trascendentales de la cinematografía nacional, ni siquiera la mejor comedia mexicana, bien vale la pena echarse una garnacha mental para deleitar la pupila un rato y satisfacer los gustos sonoros más exquisitos.

Desgraciadamente, es el único material disponi-ble de la música para cine original de Toussaint. Uno de los tantos problemas de la cinematografía nacio-nal es que apenas empieza a darse cuenta de la in-dustria que puede gestarse alrededor de una simple película. Y no sólo para encontrar un mejor lugar en el mercado y obtener mayores ganancias. Finalmente toda producción nacional constituye parte de un le-gado cultural.

Lo peor del caso no sólo es no poder conseguir la música, sino que las mismas películas son mucho más que difíciles de conseguir. No diré que imposi-ble porque finalmente por ahí existirá alguna copia perdida en VHS. Tal vez posea una algún vecino, un familiar, la videoteca de alguna televisora o más fac-tiblemente un vendedor de la Lagunilla. El asunto es hallar a esa persona.

Por supuesta obviedad, también debe de haber una copia en el acervo fílmico de la Cineteca Nacio-nal, institución que dentro de sus funciones justo es la de preservar todo el material fílmico nacional. Ojalá alguna persona con grandes influencias, por no decir capital, invierta en el proyecto de recuperación de la música de Dollar Mambo y Morena para su co-mercialización, a fin que más allá de aprovechar los tiempos para obtener mayores ganancias con la ven-ta de música “inédita”, como ocurre en la industria discográfica, se pueda conocer más del carácter de uno de los músicos mexicanos más emblemáticos y prolíficos del siglo XX y XXI: Eugenio Toussaint.

SABROSÓN Y ÉPICO

PajarracoToussaint

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> Fotografía “Lady Gaga - The Monster Ball Tour - Burswood Dome Perth” por Michael Spencer, bajo licencia de CC.

> [email protected]

Caca LadyLady Caga

C A G ALady Gaga

Anónimo(Poema concreto paulistano)

Escribir es recordar cuando se lee, recordarle al lector que lo efímero también puede ser pe-renne. Aunque no siempre: escribir sobre Lady

Gaga es ponerle una cintilla a la mierda, adornar con palabras la coprofilia. O, simplemente, recordarla, que es lo mismo.

Hubo un tiempo en que el pop revolucionó la es-cena musical, sin este fenómeno es imposible que pensemos en grupos tan significativos como los Beatles, Queen o U2. La parafernalia que provoca-ban los representantes de este género conmocionó al mundo. Madonna y Michael Jackson se convirtie-ron en íconos, refriteados en todas partes del mun-do, pero jamás igualados. Miles de clones del ídolo en turno poblaron los escaparates de las tiendas de discos. Innovación se convirtió en la palabra de moda, tanto que innovar ya no tenía que ver con su raíz “nuevo”, sino con “provocación”. La polémica era el arma secreta para vender discos: dejó de ser lo importante la contribución musical y pasó a ser pretexto para el show business. El imperio del mor-bo vende mucho más que la creatividad.

Hoy, pese a todo, la decadencia del sistema pop continúa vigente. Los mass media, el aliado perfecto: facebook, twitter y youtube sostienen el monstruo de millones de cabezas y lo mismo son famosos un chico enfermo estadounidense que co-verea a sus ídolos, que las mexicanas improvisadas que bailan y cantan a gritos en el Metro que están atrapadas en un romance falso mientras son filma-das por un celular. Los diez minutos de fama llegan después: serán entrevistados, agasajados, incluso invitados para aparecer en comerciales y sus videos se volverán los más vistos en esa red que atrapa a tantos peces en el mar como ociosos hay en el mun-do. Una neoyorkina en diminutos atuendos atrapa la atención de los peces en la red.

All we hear is Radio gaga

Radio goo goo Radio gaga

all we hear is Radio gaga

“Radio Gaga”Queen

Lady Gaga se deforma el rostro con implantes, sale de un capullo, baila y canta, rompe y rasga. Lady Gaga toma su nombre de una canción popera de los ochentas. Lady Gaga compone pensando que es arte, el nulo estímulo intelectual plasmado en cada una de las letras de sus canciones no lo desmienten: el arte es subjetivo. Lady Gaga le encuentra un sen-tido holístico a cada uno de sus shows, lástima que no sepa el significado de la palabra “holístico”. Lady Gaga sale sonriendo con un sombrero de ala en Good Morning América mientras dice que tuvo que tomar siete tazas de café para poder estar despierta a esa hora y se gana la simpatía del público con su vocecita entrecortada y gangosa. Lady Gaga es arduamente altruista y usa su imagen para vender labiales de 14.5 dólares que aportarán sus fans y así apoya la lucha contra el sida. Lady Gaga sale casi desnuda en todos sus videos y actúa encuentros sexuales de corte sadomasoquista. Lady Gaga es aclamada por niñas de primaria que van a sus conciertos y consu-men sus productos. Lady Gaga se pronuncia autén-tica, genuina, posa una sonrisa al decir que cuando compone canciones lo hace pensando en qué ropa va a usar al interpretarla. Lady Gaga llega a su lujoso apartamento de Nueva York sabiéndose tan ordina-ria que tiene que crear algo “distinto” para que al día siguiente no la olviden sus littlemonster, sus nueve millones de seguidores en twitter.

Los apologistas dirán que es la vanguardia de la música pop. Quizá. Otra “innovación”, qué más da. Ahora la tiene difícil, ya se deformó la cara, ya fingió ser hermafrodita, ¿ahora qué podrá inventar? Uff, no hay de que preocuparse: ella siempre se supera a sí misma. Pero la verdadera apología sería pen-sar sus shows como performances, muestras ma-sivas de arte contemporáneo que van más allá de sus alcances –incluso intelectuales-. El verdadero arte contemporáneo fuera del museo de arte con-temporáneo de cualquier ciudad cosmopolita, como una burla a los mismos, a los artistas plásticos que pretenden jugar con texturas, formas, sonidos y ser provocadores, ser tan genuinos y auténticos como la pobre Lady Gaga que hoy es un poquito menos invi-sible que ellos. Al menos es un ruido de fondo en un vagón del Metro o un video de youtube para cuando no se tiene nada mejor que hacer.

So don’t become some background noise,

a backdrop for the girls and boys who just don’t know

or just don’t care and just complain when you’re not there

“Radio Gaga”Queen

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MISS ELÁNEAtocatuvida.com

> FABIÁN ARANDA CALDERÓN DE LA [email protected]

Nos quitaron el humo. Lo que es más, nos qui-taron el humo y nos declararon delincuentes de la salú. Cómo se extraña el tabaquito bam-

boleándose entre la charla, la cerveza y por supuesto la música. Todo limpio, todo clarísimo en los bares. Nos quitaron el humo, ni qué hacerle, tan sólo año-rar esas noches de juerga navegando neblinosas reu-niones. Pero más acá de la nostalgia de los hombres chimenea, de las damas chacuaco, adquirió contor-nos una realidad desconocida.

Sobre tarima los músicos, ya sin el telón gaseo-so que solía cubrirlos. En las mesas los parroquia-nos, sin ese refugio anónimo que brindaban las bo-

canadas. Hace tantos años que no se veían tan bien a bien, que redescubrirse fue labor de parto. Explico: de este lado, donde estamos los parroquianos, se tenía la particular idea de que los músicos estuvie-ron siempre ahí, con los mismos rostros, las mis-mas manos acariciando los mismos instrumentos, las mismas voces sugiriendo las mismas historias. Nunca nos cupo en la cabeza la idea de que pudieran ser otros.

Por el contrario, sobre su mesetita improvisa-da, los músicos aseguraban que aquellas de abajo nunca eran las mismas caras. Siempre cambiando, o mejor sería decir, siempre difusas, sin alcanzar a explorar la profundidad de las miradas, el alboroto de las cabelleras, la ingenuidad de las tristezas, sin poder siquiera imaginar que en efecto, cada noche,

QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA

La compañía deltango nómada

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se repetían esas minificciones tan propias de los ba-res. Aquellos nos creyeron vagabundos. Nosotros los supimos arraigados.

Ahora, sin humo, descubrimos la mentira. Ni ellos son los mismos ni nosotros somos diferentes. Acá los sedentarios, allá los nómadas. La única que perma-nece, impávida y liviana, es la música. Y si de bares hemos de hablar, si de noche también y de sensuales estampas, conviene hacer cita con los ritmos anclados en lo más profundo del corazón. Conviene girar los ojos para descubrir en el banquillo a un bolero, a un flamen-co, a un fado, a un tanguito. Conviene revelar que hay cantantes solitarios con grandes bandas de fondo, así como que hay orquestas, enormes compañías, de a dos tan sólo. Aquí una de esas: La Compañía del Tango Nómada.

TANGO RIÓNTan gorrión que no le vende al alpiste, como contaba Serrat, su color ni su canción, el tango es por defini-ción un ritmo viajero, un ritmo migrante, nómada. Nació en Buenos Aires, todos lo saben, pero sus vue-los lo llevaron a Montevideo, a Alemania, a Francia, a rincones insospechados. Y allí aprendió a beber de otras aguas, a transformarse sin perder sus rasgos definitorios. “El tango es tango tradicional en Argen-tina y en muchas partes del mundo, donde ha esta-do expandiéndose. Cuando se inició se fue a Europa

porque en Argentina estaba mal visto como género, como un género de los márgenes, un poco de los ba-jos fondos, hasta que lo empezaron a tocar en Europa y a bailar y lo aceptaron en lugares un poco más de alta sociedad… pero en realidad el tango como género tradicional se da en todas partes del mundo y acá en México ha tenido un público que lo ha seguido desde los años treinta, cuarenta. Lo muy interesante es que de canciones que tienen ochenta años, me he encon-trado con chavos que tienen dieciocho años, o veinte, que me dicen, wow esa letra”, comparte con Tangente Carla Borghetti, voz de la Compañía.

Suele pasar, hablando de música, que una tonada antigua o una letra entrada en décadas aun sean ta-rareadas por jóvenes que poco o nada tienen que ver con el contexto en que nació esa música. Pero suele pasar que esa música tienda lazos con las músicas de los lugares a los que llega. “Está difícil mantener los lí-mites de los géneros así como está difícil mantener los límites nacionales, por distintos motivos. Internet ha contribuido mucho, pero también hay gente de todos lados yéndose hacia otros lados, pasando de un lado a otro por distintas razones, e igual pasa eso con la mú-sica, es inevitable, se va mezclando, se va condimen-tando; esto no significa no mantener las tradiciones de los géneros… está muy bueno que haya gente que lo haga a rajatabla, me parece fantástico que quieran to-car música medieval con instrumentos construidos en

> Fotografía “La Compañía del Tango Nómada” por Press Carla Borghetti.

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el Medioevo, pero no es nuestro camino. El nuestro fue y es ir buscando, y en la medida en que migra-mos con más razón todavía, ese camino que nos fue llevando de una música a otras y construir algo nue-vo a partir de esas músicas”, en palabras de Carla.

Así, La Compañía del Tango Nómada invita al es-cucha a un viajecito por aquellos rincones del mun-do donde el tango gorrión hizo nido y se reprodujo. México es uno de esos destinos y el trabajo de La Compañía “está ahí en el límite siempre de las reso-nancias que teníamos en México, de esas cosas que íbamos buscando, que veíamos en la calle, de ese tianguis musical que veíamos de colores en México y que fuimos mezclando con ciertos sonidos y con ciertos idiomas también, porque fue en México don-de Carlita empezó a cantar en alemán, en francés, a buscar una sonoridad en inglés, en español, por su-puesto… empezamos ahí un collage, una kermesse de sonidos”, comenta Iván Peñoñori, director artís-tico de la agrupación.

Pero su propuesta va un poco más allá de la fu-sión de géneros y la multitud de idiomas. Escuchar a La Compañía del Tango Nómada es también apren-der a mirar con otros ojos y, en ocasiones, montarse las gafas de la sorna. “Es una propuesta no divertida desde la liviandad pero sí divertida desde la varie-dad, desde la diversidad, desde escuchar canciones de distintos compositores de distintas épocas en distintos idiomas que quizá no se escuchan habi-tualmente, con una propuesta de arreglos que mez-cla un montón de cosas. Yo creo que tiene momen-tos de mucha intensidad, momentos que tienen que ver con lo dramático pero también con lo irónico… es para reírse un poco del mundo, de la historia”, com-parte Carla.

TANGO LOSOAdicto al sentimiento, el tango, y aún más el tango de La Compañía, desconoce cualquier clase de lími-tes que intenten socavar sus intenciones. Tan goloso en sus andares que creó toda una compañía a partir de dos corazones y en lugares pequeños. “Empeza-mos a jugar un poco con esto, decíamos que éramos la compañía del tango nómada, pero éramos dos y

la compañía se fue originando así, siendo una com-pañía un poco fantasma al principio, de hecho hay carteles que dicen la muy fantasmagórica compañía del tango nómada”, confiesa Carla.

“Nosotros en realidad empezamos a tocar hace ocho años en barcitos, de a dos, hasta que surgió la oportunidad de grabar y entonces nos llamaron al Lunario. Ahí tuvimos que organizar la cosa de ver-dad. En realidad la onda era mucho más casera, mu-cho más íntima”, complementa Iván.

Tan goloso también que no sólo mezcla géneros e idiomas, sino que pone a charlar a diversas discipli-nas del arte: “Como yo vengo del teatro, de la litera-tura, de toda esa historia, lo vinculamos con la mú-sica y en el disco empezamos a hacer una búsqueda con el tema del cabaret, digamos Kurt Weill, Boris Vian y algunas cosas que nos interesaban”, compar-te Iván y remata, “nos nutrimos de muchos músicos en México, no sólo del jazz sino también de la mú-sica popular, somos admiradores de Lara, también nos gusta mucho la historia del cabaret en México, Tin Tan y toda esa mezcla humorística, cabaretera, de la ciudad de México.”

Años después de que La Compañía del Tango Nó-mada comenzara su trayectoria, fue perdiendo ese carácter fantasmagórico, sumando a sus filas a una larga lista de músicos y grabando su primer material bajo el título de Funambulista. Un disco sin lugar a dudas particular, tanto por la calidad de sus arreglos e interpretación como por el sabor que deja en boca de los escuchas: fácilmente uno puede transportarse a los cabarets, a los bares, al contacto cara a cara. “Nuestra experiencia particular respecto al reperto-rio que tocamos, al repertorio que terminó mostrán-dose en Funambulista, siempre tuvo que ver con la acción; o sea, este no fue un repertorio preparado para grabar un disco ni la meta final era grabar un dis-co. El disco es una muestra del trabajo que nosotros hacemos. Mucho de este repertorio lo comenzamos a tocar de a dos y se fue transformando, enriquecien-do con otras ideas. Ya venía siendo teatral desde el inicio. A mí personalmente la experiencia que más me gusta es la experiencia escénica. Me parece que se dan cosas con el público en un mismo espacio, en

FunambulistaCarla Borghetti y La Compañía del Tango Nómada2010

Cuaderno de viaje del género por antonomasia arrabalero. Álbum fotográ-fico de andanzas hilarantes hasta las lágrimas. Recuento irónico de histo-rias cabareteras con toques de tragedia venida a menos. Ideal para romper las reglas y encender un cigarro en cualquier bar de dimensiones estrechas.

¿Qué contiene Funambulista?Entre otras cosas:n Un fino e irreverente retoque a “Personalidad”, esa deliciosa burla popu-larizada por Tin Tann Una visita a los oscuros y rasposos rincones de Tom Waits y Boris Viann Un paseo de la mano del Cronopio Mayor a bordo de “Java”

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15un escenario con todo un condimento ambiental que no se puede dar por Internet… quizás en alguno momento se dé, pero hasta la experiencia de lo vi-sual, de lo auditivo, hasta de los olores en un espa-cio común, no se da de todavía de otra forma que no sea compartiendo un lugar”, apunta Carla.

Ante la histeria de la lógica actual del quehacer musical, esa histeria que se traduce en la necesidad a ultranza de grabar un disco, de encerrar la músi-ca en un soporte material como tarjeta de presen-tación, La Compañía del Tango Nómada hizo caso omiso, llevando vivo su sonido a los rincones que se les abrieran. Como señala Iván, Funambulista “fue un disco para aprender a hacer un disco. Yo creo que aprendimos algo de hacer un disco en este disco. Funambulista está pensado como un disco que nos gustaría escuchar. En realidad queríamos comprar un disco así y no existía… entonces lo hicimos.”

TANGO ZABLESe esté donde se esté siempre hay oportunidad de disfrutar algo, así sea lo más insignificante. No hay reglas para el gozo, no hay límite alguno como tampoco lo hay para la creación. Gozar la música en vivo y los géneros tradicionales, ya sea uno músico o parroquiano, no implica renunciar a los avances tecnológicos ni ver en ellos una amenaza a lo que amamos. Internet y la música en vivo son tan sólo “dos canales diferentes y uno no está di-sociado del otro, pueden trabajar juntos, pero hay que procurar que el acontecimiento no se abara-te”, comenta Carla.

“El mundo no es el mismo a partir de Internet y obviamente la música, la literatura, las artes en general están cambiando y a mi criterio se demo-cratizó una historia, y no le veo una cuestión demo-niaca a esto. Contrariamente a lo que se decía en un principio de que iba a homogeneizar todos los gustos, Internet ha sido una herramienta de di-versidad, de hibridez. En ese sentido la música se ha nutrido y uno tiene más espacios donde poder mostrar su trabajo, lugares donde la gente busca y tiene mucha más confianza que ciertos espacios tradicionales de comunicación”, asegura Iván.

Y es que “la industria ha hecho desastre, no solamente llega a los bolsillos de la gente y de los músicos, y les hace replantear ciertas cosas a és-tos, muchas veces les cambia la cabeza y entonces afecta lo que tenés que hacer, la creación”, compar-te Iván. En ese sentido la música se vio afectada durante mucho tiempo, pues “hay una cuestión de lo comercial que siempre ha pedido etiquetas. Ne-cesitamos meterte acá porque te vamos a vender como esto. Y creo que el hecho de que lo comer-cial haya venido tan a menos en los últimos años respecto a la industria musical, ha provocado que muchos límites también se rompan”, señala Carla.

Así, La Compañía del Tango Nómada nace en un contexto de transformación donde nadie pare-ce estar seguro del futuro de la industria, ni de si realmente estamos frente a la muerte del disco. La única certeza es que la música continuará rein-ventando sus formas de llegar a la gente y de que, tanto a músicos como a parroquianos, nos vienen flojos los devaneos del negocio mientras podamos compartir un espacio y un tiempo.

El tiempo de La Compañía del Tango Nóma-da: la noche. “Yo soy una persona de vespertina a nocturna, empiezo a florecer a las siete de la tar-de. Cuando comienza a salir el sol yo necesito estar como vampiro con la persiana cerrada y durmiendo. Me alimento de géneros musicales que tienen que ver con la noche, que tienen que ver con compartir un vino o un tequila, o estar en ambientes donde de alguna forma lo nocturno es lo normal, o sea, estás ahí de día y te parecen lugares raros”, confiesa Car-la, mientras Iván asegura que “México es impresio-nante y la noche es particularmente mágica. Uno cuando viene de Buenos Aires… Buenos Aires es un muy central en la cuestión de que hay una noche en un lugar. En cambio acá, y eso es lo interesante, a uno le saca todas las certezas México. En realidad hay muchas noches, muchas noches diferentes en México y una noche para cada uno, pues si uno la busca la encuentra”. Busquemos, pues, nuestra propia noche a través de los géneros, de los lugares compartidos, de los años, que al cabo ya lo decía el tango, veinte años no es nada.

n “México es el tianguis, ese espacio donde encontrar cualquier cosa y encontrar lo in-sospechado y que a veces encuentras cosas que no sabías ni que necesitabas”. Carla Borghetti

n “No soy partidario de definir los géneros. Puedo escuchar Radiohead y escuchar a Víctor Jara con la misma intensidad”. Iván Peñoñori

n “A Piazzolla lo querían matar porque se atrevió a hacer algunas cosas y ahora es-cuchar el tango electrónico… digo, algo fue cambiando bastante”. Carla Borghetti

n “Cuando teníamos que grabar el disco nos preguntamos cómo transportar, cómo traducir lo que pasaba en el escenario”. Iván Peñoñori

Para escuchar la entrevista completa y una muestra del trabajo de La Compañía del Tango Nómada, descarga La caminera, el nuevo podcast portátil de Tangente Radio.

Esas son fuertes palabras:

> Fotografía “Carla Borghetti”, voz de La Compañía del Tango Nómada, por IMACOf.

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Luz y sombra

Autor: Paulette González

Escritora autosaboteada y artista plástica frustrada. Fotógrafa, primero por afición, y ahora de profe-sión. En el alto mundo, a veces preferiría el anoni-mato, retrato a diversos servidores públicos. La calle, mi espacio. Me gusta encontrar, pocas veces busco. Soy voluntariamente nostálgica.

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ABRA PALABRA

> Ilustración “fcw” por Padlaversusmoij, bajo licencia de CC.

Arenisca > MANUEL DÍ[email protected]

De la arena te formascon el polvo genético, aquel de siete días.Por la noche tus huesos han crecidoy se forma tu cara y te nacen los ojos.

El viento sopla fuerte,levanta gránulos dorados a tu peloque ondula cual tormenta en el desierto. Cuando aparece el sol estás completa.Te incorporas a mirar el mundofrente a ti. Las olaste acarician con la brisay pulen tus orillas areniscas. Tersa te has vuelto y nimba, cual la Venus helénica sin brazos.Sonríes y caminas hacia el aguay la mar se agita alegre;te celebra frenética, la fiebrede sus aguas borbotantes. Y el agua te deshace,derrumba tus perturbadoras piernas.Poseidón, envuélvete, celosoy te lleva de nuevo a las arenas. ¿Volverás a nacer en el ocaso?¿Surgirá de la playa tu belleza?Aguardaré paciente las respuestas,sin importar que suba la marea,que se mojen mis piernas, y mis manos...y después no las vea.

EntretantoMe gusta el entretanto de los besos,el tiempo detenido.La contemplación de tus respiracionesprofundas, excitantes. Y ese temblor orgiástico en tus piernasy si cierras los ojos,el mundo ya no gira igual que antesporque te observo a ti,y muerdo suavementetus labios palpitantes. ¡Aráñame, desgárrame!,en silencio disfrútame,porque quiero escuchar cuando suspiraslasciva hecatombe femenina. Tu ansiosa boca esperael ataque, la lucha de los cuerpos,y mi ser se prepara...mas me gusta el entretanto de los besos.

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