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YPFB: "Reservas de gas natural en Bolivia alcanzan a 19,9 TCF y cubren la demanda interna y externa" Petróleo y Gas | 08.04.11 Santa Cruz, 08 abril (AN-YPFB).- Las reservas cuantificadas y certificadas de gas natural de Bolivia ascienden a un total de 19,9 TCF (Trillones de pies cúbicos por sus siglas en inglés) y cubren toda la demanda generada por el mercado interno boliviano y los compromisos de exportación con Brasil y Argentina hasta el año 2026, informaron las principales autoridades del sector energético en una conferencia de prensa. La cuantificación y certificación de las reservas nacionales, efectuada por la empresa Ryder Scott, al 31 de diciembre de 2009, precisa la existencia de 9,94 TCF de Reservas Probadas de gas natural (P1), 13,65 TCF con las Reservas Probadas más Probables y 19,9 TCF, entre Probadas (P1), Probables (P2) y Posibles (P3). El país cuenta además con 487.593,5 miles de barriles de condensado (asociado a la producción de gas natural) y 18.650,56 miles de barriles de petróleo (Mbbl) entre reservas probadas, probables y posibles. “Con este potencial, el consumo del mercado interno y los compromisos de exportación a Brasil y Argentina están ciento por ciento garantizados”, afirmó el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas Quiroga. El total de la demanda generada en Bolivia y los mercados de exportación en los próximos 16 años será de 14,8 TCF, de acuerdo a un balance oficial que establece un consumo histórico promedio de 0,5 a poco más de un 1 TCF, por año, en función de la evolución de los requerimientos. Del total de los 19,9 TCF, se deduce una oferta de, al menos, 15,5 TCF, si se toma en cuenta parámetros internacionales que consignan la estimación del 100 % de las reservas probadas, más 50 por ciento de las reservas probables y 10 por ciento de las reservas posibles.: 9,94 TCF (100% de reservas probadas), 1,9 TCF (50 % las reservas probables), 0,63 TCF (10% de reservas posibles); asimismo, 0,53 TCF de recursos contingentes, 0,82 TCF de campos sin certificar en producción y 1,72 de nuevos prospectos exploratorios en ejecución. “Las reservas son dinámicas, no estáticas”, precisó la autoridad que al señalar que en los dos últimos años, más de 3 TCF se derivan de campos sin certificar en producción, y nuevos prospectos exploratorios en ejecución, estos son: Sararenda a cargo de YPFB Andina; Aquio (Total); Carrasco Este (YPFB Chaco), Boa (YPFB Andina); Vuelta Grande Profundo (YPFB Chaco); Ibibobo (BG Bolivia, Tajibo Sur (Pluspetrol) y Timboy (YPFB Petroandina SAM). Hasta el año 2026, la expansión del mercado interno y el cambio de la matriz energética requerirá 3,1 TCF para masificar el uso del gas domiciliario y el Gas Natural Vehicular (GNV), poner en marcha las Plantas de Extracción de

Tcf de Los Yacimientos de Bolivia

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YPFB: "Reservas de gas natural en Bolivia alcanzan a 19,9 TCF y cubren la demanda interna y externa"Petróleo y Gas  |   08.04.11    Santa Cruz, 08 abril (AN-YPFB).- Las reservas cuantificadas y certificadas de gas natural de Bolivia ascienden a un total de 19,9 TCF (Trillones de pies cúbicos por sus siglas en inglés) y cubren toda la demanda generada por el mercado interno boliviano y los compromisos de exportación con Brasil y Argentina hasta el año 2026, informaron las principales autoridades del sector energético en una conferencia de prensa. La cuantificación y certificación de las reservas nacionales, efectuada por la empresa Ryder Scott, al 31 de diciembre de 2009, precisa la existencia de 9,94 TCF de Reservas Probadas de gas natural (P1), 13,65 TCF con las Reservas Probadas más Probables y 19,9 TCF, entre Probadas (P1), Probables (P2) y Posibles (P3). 

El país cuenta además con 487.593,5 miles de barriles de condensado (asociado a la producción de gas natural) y 18.650,56 miles de barriles de petróleo (Mbbl) entre reservas probadas, probables y posibles. “Con este potencial, el consumo del mercado interno y los compromisos de exportación a Brasil y Argentina están ciento por ciento garantizados”, afirmó el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas Quiroga. El total de la demanda generada en Bolivia y los mercados de exportación en los próximos 16 años será de 14,8 TCF, de acuerdo a un balance oficial que establece un consumo histórico promedio de 0,5 a poco más de un 1 TCF, por año, en función de la evolución de los requerimientos. Del total de los 19,9 TCF, se deduce una oferta de, al menos, 15,5 TCF, si se toma en cuenta parámetros internacionales que consignan la estimación del 100 % de las reservas probadas, más 50 por ciento de las reservas probables y 10 por ciento de las reservas posibles.: 9,94 TCF (100% de reservas probadas), 1,9 TCF (50 % las reservas probables), 0,63 TCF (10% de reservas posibles); asimismo, 0,53 TCF de recursos contingentes, 0,82 TCF de campos sin certificar en producción y 1,72 de nuevos prospectos exploratorios en ejecución. “Las reservas son dinámicas, no estáticas”, precisó la autoridad que al señalar que en los dos últimos años, más de 3 TCF se derivan de campos sin certificar en producción, y nuevos prospectos exploratorios en ejecución, estos son: Sararenda a cargo de YPFB Andina; Aquio (Total); Carrasco Este (YPFB Chaco), Boa (YPFB Andina); Vuelta Grande Profundo (YPFB Chaco);  Ibibobo (BG Bolivia, Tajibo Sur (Pluspetrol) y Timboy (YPFB Petroandina SAM).  Hasta el año 2026, la expansión del mercado interno y el cambio de la matriz energética requerirá 3,1 TCF para masificar el uso del gas domiciliario y el Gas Natural Vehicular (GNV), poner en marcha las Plantas de Extracción de Licuables del gas natural de Río Grande y Gran Chaco e impulsar todos los proyectos de industrialización en el país, como la planta de fabricación de úrea con 0,4 TCF, transformación de gas en diesel (GTL) con 0,6 TCF, y el proyecto de procesamiento de hierro en el Mutún con 0,6 TCF. Bolivia está en condiciones plenas de suficiencia para satisfacer la exportación de gas natural. Se calcula que el mercado brasileño demandará  5,9 TCF, en función al contrato GSA con Petrobras, vigente hasta 2019. Asimismo, el mercado argentino requerirá 4,1 TCF hasta 2026, de acuerdo al contrato establecido con Enarsa y su adenda recientemente pactada. “El actual nivel de reservas de propiedad de todo el pueblo boliviano, a partir del proceso de nacionalización de los hidrocarburos, alcanza para al menos 16 años y tres campañas de exploración en el territorio nacional, a fin de sumar nuevas reservas y mayor producción. YPFB ejecuta este año una agresiva política de exploración y explotación con una inversión programada de $us 1.163 millones”, puntualizó Villegas. 

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La cuantificación y certificación de reservas es un servicio empleado regularmente en la industria hidrocarburífera con el objetivo de estimar volúmenes de reservas de hidrocarburos líquidos y gaseosos contenidos en los reservorios en las categorías probada, probable y posible. La compañía certificadora internacional Ryder Scott, contratada por YPFB Corporación por medio de una licitación internacional pública y transparente, ha certificado al 31 de diciembre de 2009, 46 campos de gas natural y 19 de petróleo y otros siete campos de gas condensando, en la categoría de recursos contingentes. Ryder Scott actualizó el caudal de las reservas nacionales sobre la base del último estudio de la empresa De Golyer y Macnaughton que estableció, en 2005, la existencia de 12,1 TCF en Bolivia, en un análisis contratado por las autoridades de gobierno de turno de entonces. A nivel internacional, se registró un cambio en el método petrofísico de cuantificación y certificación de las reservas que está validado y en actual vigencia. Desde 2004, se aplica un nuevo concepto para interpretación petrofísica para los reservorios fracturados a nivel mundial, determinando los espesores netos productores con mayor precisión debido al avance de tecnologías, así como los nuevos factores de recuperación en base al comportamiento de los campos. Para la determinación de reservas nacionales, entre 2004 y 2005, la empresa De Golyer y Mac Naughton, solamente utilizó una metodología, basada en cálculos volumétricos. El soporte técnico empleado por la empresa Ryder Scott para la determinación de las reservas actuales contempla una metodología más exhaustiva de cálculo con siete parámetros: Perforación de nuevos pozos, datos adquiridos durante el desarrollo del campo, historial de producción, pruebas de potencial, datos de presiones, comportamiento de reservorios y datos y estudios geológicos. Al análisis de propiedades petrofísicas, en el pasado, de Golyer y Macnaughton, concebía  un método convencional que suponía que dentro del reservorio las estructuras contenedoras de hidrocarburos eran concebidos a un cubo lleno, similar a una esponja llena de líquidos; sin embargo el nuevo método petrofísico, más exacto, señala que estas estructuras son fracturadas, similares al mármol, sólo dejan fluir hidrocarburos por pequeños canales, o sea los volúmenes mesurables. YPFB Corporación se ha planteado dos grandes desafíos: implementar el Plan de Inversiones 2011 – 2015 con una inversión de $us. 9.351,4 millones. Sólo este año, se programó una ejecución de $us 1.814 millones, de los cuales $us 1.163 serán destinados por prioridad al desarrollo de una agresiva campaña de exploración y explotación para incrementar reservas y producción nacional.  La mayor inversión está a cargo del Estado y se canaliza a través de YPFB Corporación y sus empresas subsidiarias que participan tanto en el upstream como en el downstream. Bolivia posee un inmenso potencial hidrocarburífero. El Plan de Exploración de YPFB ha establecido el potencial Gasífero de 54 TCF y  el potencial Petrolífero de  1.409 MMBbl. Al presente, el país cuenta con 68 áreas bajo reserva, entre libres y reservadas, en zonas tradicionales y no tradicionales donde se están desarrollando tareas de exploración y explotación de hidrocarburos.  El desarrollo de campos en producción en Bolivia, sobre todo los megacampos que aportan el 83 por ciento de la producción nacional se dinamizará con una inversión de más de 3.254 millones de dólares hasta 2015. La producción nacional de gas se elevará hasta 71 MMmcd en los próximos tres años.

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Recursos, Reservas, Disponibilidad de los Mismos

R. Oyarzun

Conceptos básicos

Antes de tratar detalladamente este capítulo, definamos primero dos conceptos básicos:

Mena: aquel material geológico susceptible de ser explotado económicamente. Recurso: concentración natural de un sólido, líquido, o gas en la corteza

terrestre, y cuya extracción es actual o potencialmente factible.

Si observamos la figura siguiente, veremos que el grado de certidumbre que tenemos sobre la existencia de un recurso viene dado por factores de tipo geológico (de izquierda a derecha) y económicos, ingenieriles, y medioambientales (de abajo hacia arriba). En la zona superior izquierda encontraremos el máximo de certidumbre, y allí, el concepto de "reserva".

Clasificación de los recursos minerales utilizada por el U.S. Bureau of Mines y el U.S. Geological Survey (USA).

 

El cuadro está dividido en dos bloques principales:

Recursos identificados. Recursos no-descubiertos.

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Entre los recursos identificados tenemos dos nuevos conceptos:

Reserva: máximo grado de certidumbre en cuanto los factores de juicio. Este concepto se divide dos subapartados:

Reservas demostradas: que a su vez podemos desglosar en:

 Mineral medido (reservas probadas): hablaremos de mineral medido cuando dispongamos de una información directa tomada de un muestreo detallado de trincheras (calicatas), labores, sondeos. El tonelaje "real" no puede diferir en más de un 15 % con respecto al calculado.

 Mineral indicado (reservas probables): también determinado por un muestreo, pero esta vez, más disperso. Aquí haremos algunas inferencias geológicas.

 Reservas inferidas (reservas posibles): para el concepto de reserva inferida primará el criterio geológico sobre las mediciones directas. Por ejemplo, este criterio puede estar basado en la repetición de rasgos geológicos en el yacimiento, o través de la comparación con otro yacimiento equivalente.

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Sección de un depósito mineral, mostrando las reservas probadas (mineral medido, proved), probables (mineral indicado, probable), e inferidas (reservas posibles, inferred). Note como el grado de conocimiento geológico (trincheras en superficie, galerías subterráneas, etc) disminuye progresivamente desde la zona donde se han determinado las reservas probadas, a las posibles.

Reserva base: Abarca los conceptos de reserva más aquellos recursos identificados, de menor "calidad geológica", que podrían ser extraídos en el futuro dependiendo de los factores, ingenieriles, económicos, y medioambientales.

En cuanto a los recursos no-descubiertos, en esta categoría incluimos los siguientes conceptos:

Recursos no-descubiertos hipotéticos, que son aquellos que pueden esperarse en un distrito conocido, bajo condiciones geológicas conocidas. Por ejemplo, recursos de mercurio de un determinado tipo (e.g., yacimientos estratoligados asociados a la Cuarcita Amoricana) en el distrito de Almadén.

Recursos no-descubiertos especulativos: que son aquellos que pueden existir ya sea como:

 Tipos de depósitos conocidos en un marco geológico favorable. Por ejemplo, yacimientos

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del tipo pórfido cuprífero en una provincia metalogénica que agrupe yacimientos de este tipo.

 Tipos de depósitos desconocidos que están por ser reconocidos como tales. Aunque este apartado parezca de "ciencia ficción" (o "geología ficción"), existen ejemplos: Olympic Dam en Australia (Cu-Au-U), un yacimiento mineral descubierto en los 70. Antes de su descubrimiento, este tipo de yacimientos simplemente "no existía".

Regiones del mundo con potencial para la exploración de yacimientos del tipo pórfido cuprífero.

 

Factores que controlan la disponibilidad de los recursos minerales

Existe de una manera más o menos extendida, la errónea idea de que para poner una mina en funcionamiento todo lo que necesitamos es un depósito mineral. La situación es bastante más compleja, y en ella intervienen factores geológicos, ingenieriles, ambientales, económicos, y políticos. Revisaremos a continuación en que consisten éstos.

 

Factores geológicos

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Existen en inglés dos términos relacionados pero diferentes conceptualmente: mineral deposit y ore deposit. Toda acumulación mineral es un mineral deposit, pero solo aquellas que puedan ser extraídas con una ganancia económica (o político-económica) pueden ser adscritos a la categoría de ore deposit. A efectos de estos apuntes, llamaremos yacimiento mineral, a la suma de mineral deposit + ore deposit.

Los yacimientos minerales pueden ser adscritos a cuatro categorías:

Recursos esenciales: suelos, aguas. Recursos energéticos: petróleo, gas natural, carbón, pizarras

bituminosas, uranio, energía geotérmica. Recursos metalíferos: normalmente metales de transición,

por ejemplo, hierro, cobre, molibdeno, plomo, zinc, etc. Recursos de minerales industriales: que abarca más de 30

productos incluyendo las sales, asbestos, arcillas, arenas, etc.

Todos estos recursos tienen algo en común, esto es, su carácter no-renovable, una vez explotados ya no hay más. Una segunda característica común es que poseen un valor "localizado", es decir, no somos nosotros sino los procesos geológicos quienes dictan "donde" se puede explotar un recurso. Nuestra es tan solo la decisión de hacerlo o no. Por ejemplo, si un yacimiento de cobre se encuentra en una remota provincia de Indonesia, tendremos que ir ahí si queremos explotarlo.

La distribución "errática" (bajo un punto de vista geopolítico) de los recursos minerales alrededor del mundo agrega otro factor de complejidad al sistema. Recordemos que las guerras suelen desarrollarse sobre regiones ricas en recursos minerales, por ejemplo:

Sudáfrica: Guerra de los Boers (Gran Bretaña - Boers), por el oro del Witwatersrand.

SW del Pacífico: Segunda Guerra Mundial, recursos energéticos (petróleo), estaño, cobre, etc.

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La cuenca minera aurífera del Witwatersrand (Sudáfrica) por la que combatieron Británicos y Boers

(1899-1902).

 

Factores ingenieriles y económicos

Los factores ingenieriles y económicos inciden de dos maneras, a través de las limitantes técnicas, y las limitantes económicas:

Limitantes técnicas: son aquellas que aparecen cuando da lo mismo nuestro interés o financiación económica, por ejemplo, extraer metales a unos 10 km de profundidad.

Limitantes económicas: podríamos construir el equipo necesario para desarrollar actividades mineras en Marte, pero, los costes serían tan altos que cualquiera fuera el recurso extraíble, estos excederían los beneficios.

Por otra parte, los factores económicos que controlan la producción minera son básicamente aquellos relacionados con la ley de oferta y demanda. A su vez, los factores que incidirán sobre esto serán los de coste ingenieril (incluyendo los gastos para ser ambientalmente "correctos"), los impuestos, los pagos por propiedades mineras, salarios, etc.

Los costes de maquinaria minera son equivalentes en casi cualquier país del mundo, por ejemplo, el precio de una pala mecánica no varía substancialmente, da lo mismo si la compramos en Sudáfrica o en Chile, lo mismo se aplica los sondeos. Lo que difiere de un país a otro son las políticas impositivas (impuestos), los salarios, y la legislación ambiental. Por ejemplo, el salario de un minero en Bolivia será mucho más bajo que el de un minero en Canadá.

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Otro factor relacionado con éstos es el de la "estabilidad política" de un país o una región. No es lo mismo explorar recursos minerales en una zona de alto riesgo (e.g., República Democrática del Congo, Angola), que hacerlo en Norteamérica o Europa.

 

Factores ambientales

Las preocupaciones ambientales se focalizan en dos problemas principales: extracción y procesamiento, y residuos. En términos generales ambos factores están ligados, aunque el problema de los residuos tardó en ser reconocido en su globalidad. Podemos poner en funcionamiento sistemas descontaminantes durante el procesamiento de minerales (e.g., eliminación de dióxido de azufre en la plantas de fundición de cobre), pero que se puede hacer con los residuos sólidos o líquidos ? Existen medidas en la actualidad que tratan estos problemas, por ejemplo, se pueden restaurar las escombreras de estéril con diversas técnicas, o se puede remediar el problema del drenaje ácido (a partir de las mismas), mediante técnicas de neutralización química, remediación mediante reintroducción de suelo, plantas, etc.

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Zona afectada por drenaje ácido (izquierda); note los colores anaranjados producto de alta concentración de Fe3+ en las soluciones y consecuente precipitación de limonitas, como producto de la oxidación de pirita. A la derecha se puede observar el mismo sector una vez que se restauró.

 

Temas de esta naturaleza han llevado en las últimas décadas a una serie de regulaciones a escala local (Provincia, Autonomía, Estado) o regional (Unión Europea), que actualmente limitan severamente las actividades mineras de extracción o tratamiento de minerales.

La globalización de las preocupaciones ambientales presenta sin embargo una serie de problemas de carácter ético. Por ejemplo, qué derecho tiene un determinado país de contaminar la atmósfera o el océano si dicha contaminación afectará a otros ? Algunos países menos desarrollados pero en fuerte crecimiento (e.g., China) se están convirtiendo en exportadores netos de contaminación. Por otra parte las fuertes regulaciones internas de los países desarrollados están creando de facto una situación de "exportación" de la contaminación, al importar los minerales ya tratados de países menos desarrollados. Por ejemplo, detrás de cada tonelada de cobre que compramos, hemos dejado un reguero de contaminación en terceros países.

 

Bibliografía

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Jambor, J.L. & Blowes, D.W. 1994. Short course handbook on environmental geochemistry of sulfide mine wastes. Mineralogical Association of Canada, Ontario, 438 pp.

Kesler, S.E. 1994. Mineral resources, economics, and the environment. MacMillan College Publishing Co., NY, 391 pp.

Peters, W.C. 1978. Exploration and mining geology. John Wiley & Sons, NY, 696 pp.

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