42
TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015 TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015 1 TEMPUS OCTOBRIS Boletín de Apoyo al Manifiesto por la despolitización y la independencia judicial (Edición de enero del año 2015) Diocleciano y Maximiano, emperadores romanos de la Tetrarquía. Basílica de San Marcos, Venecia. PRO IUSTITIA LIBERTAS Director Jesús Manuel Villegas Fernández. IDEARIO EDITORIAL Tempus octobris es una revista electrónica gratuita, de periodicidad mínima bimensual, en defensa de la independencia judicial. Aunque no hace suya ninguna posición ideológica -salvo los principios de la Constitución Española de 1978- está abierta a colaboraciones de todas las tendencias, de las que responden sus autores a título personal, sin más limitación que el respeto a la Ley.

Tempus enero 2015

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Spanish Bulletin for an independent justice in Spain

Citation preview

Page 1: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

1

TEMPUS OCTOBRIS Boletín de Apoyo al Manifiesto por la despolitización y la independencia

judicial (Edición de enero del año 2015)

Diocleciano y Maximiano, emperadores romanos de la Tetrarquía. Basílica de San Marcos, Venecia.

PRO IUSTITIA LIBERTAS

Director

Jesús Manuel Villegas Fernández.

IDEARIO EDITORIAL

Tempus octobris es una revista electrónica gratuita, de periodicidad mínima bimensual, en defensa de la independencia judicial. Aunque no hace suya ninguna posición ideológica -salvo los principios de la Constitución Española de 1978- está abierta a colaboraciones de todas las tendencias, de las que responden sus autores a título personal, sin más limitación que el respeto a la Ley.

Page 2: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

2

EDITORIAL

OBSESIONES PARA EL 2015

“El divorcio entre política y justicia es tan necesario y urgente como lo es el de un maltratador y su víctima”

(Siniestro)

Tras un reparador descanso, la revista Tempus retoma sus viejas obsesiones: la despolitización de la Justicia y el principio “un juez/un voto”. Y frente a nuestros ideales, caras nuevas en el Ministerio y el Fiscalía General del Estado. Veremos si dejan un sitio para la esperanza. Tal vez. Incluso el jefe de la oposición parlamentaria nos ha sorprendido con alguna declaración que parece favorable a la elección democrática de las vocalías del CGPJ, precisamente en la línea del histórico pronunciamiento de la asociación “Jueces para la Democracia”. Estaremos a la expectativa. Esta vez hemos optado por hilvanar nuestras obsesiones desde la literatura. Nuestro veterano colaborador Siniestro nos ha obsequiado con una creación inclasificable donde se amalgama la poesía, el cuento, el ensayo y hasta la novela breve (nouvelle). Sus siete capítulos, aparentemente inconexos, se enhebran mediante una aguda idea de fondo: la reivindicación de la independencia judicial. Nuestro autor revela el drama un juez que perdió la vocación ante un futuro sin alicientes, aplastado por una carga laboral inhumana y sin perspectivas de promoción profesional (“perdía el tiempo y el temple con esos juegos jurídicos malabares que al año siguiente o dos como más tardar iban a ser objeto de modificaciones inoportunas, casi caprichosas por parte de un legislador aún más caprichoso y sobremanera influenciable”); denuncia que los mejores puestos se reserven a los políticos-togados, que se mancharon la toga de rojo o azul en el reparto de cromos; al mismo tiempo, ofrece el modelo “juez llano”, libre del totalitarismo de la ideología (“prisión de las ideas”) sin la etiqueta de “progresista o conservador”. Tampoco tiene empacho en criticar los excesos de las asociaciones judiciales (temeroso de “la cópula de sus cúpulas” y de una impostada ferocidad propia del “abanico de una dama”). E incluso se atreve con algunos decanos que se “dejan manosear por la prolongación del Consejo”. Tampoco se calla ante los intentos de politizar la investigación criminal para convertir al juez en un “convidado de piedra”. Todo ello desde la perspectiva histórica del movimiento independiente, evocando el Manifiesto, el nacimiento de nuestra revista y las Elecciones Alternativas. Mas no se conforma nuestro autor con el gris prosaísmo de la cotidianeidad, sino que se asoma a extraños mundos donde medaran amenazadoras presencias nocturnas, los curanderos toman el relevo de los médicos e irrumpe el milagro a la sombra de la luz de Caravaca. ¿Qué haremos los demás, echarnos en manos de brujos, como uno de los atormentados protagonistas de la Siniestriada? Jamás, seguir luchando. La Plataforma ha creado un Observatorio para seguir muy de cerca los nombramientos discrecionales del Consejo, sigue difundiendo la denuncia ante la ONU e insiste en que los decanos convoquen coordinadamente a las juntas de partido para representar a sus bases. ¿Utopía? No, realismo. Bueno, acaso “realismo mágico”. Es más bello.

Page 3: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

3

OBSESIONES CAPÍTULO PRIMERO: La vocación perdida……………………………….....página 03. CAPÍTULO SEGUNDO: La Plataforma Judicial y la revista Tempus………página 20. CAPÍTULO TERCERO: El endemoniado………………………………………..página 23. CAPÍTULO CUARTO: Un instante .Una eternidad…………………………...página 34. CAPÍTULO QUINTO: La Cruz de Caravaca………………………………......página 37. CAPÍTULO SEXTO: La mar y la justicia. Una suerte de alegoría………….página 39. CAPÍTULO SÉPTIMO: Angrois. Oración……………………………………......página 41. Este número especial la revista Tempus publica la última obra de nuestro primer colaborador, el célebre “Siniestro”, que esta vez ha creado una novela en la más clásica tradición medieval. Un odre sin fondo al que le cabe de todo: desde el encendido lirismo hasta los sones guerreros, recorriendo el cielo y la tierra, lo humano y lo divino; en definitiva…lo bello y lo siniestro.

CAPÍTULO PRIMERO: La vocación perdida. El día estaba gris como el cabello de un hombre que ya no espera más que su propio final. Eran las cinco de la mañana y todavía no había pegado ojo. Pensaba en las cosas que tendría que hacer al día siguiente y eso le resultaba angustioso. Iría con ojeras al trabajo y como siempre lo interpretarían mal. Para qué perder más tiempo se dijo. Se incorporó de un buen brinco para su edad y fue directo al baño. Escuchaba el sonido de las cisternas de algunos vecinos y al tiempo que se embadurnaba la cara con jabón de afeitar, leía el periódico que su atigrado can ya le había robado al rabillo de la puerta. Tengo tantas ganas de que llegue la jubilación….Pero qué pena aún soy joven y este pensamiento me deprime. Y no es pasajero porque a cada paso se incrusta más en mi cerebro. ¿Adónde he llegado para desearla con tanta fuerza ¿ ¿ Qué me ha pasado ¿ Se lo explicaré primero a mi hijo que es el que más me preocupa (el pobre tiene tanta ilusión en comenzar con su carrera) y luego lo iré soltando de lastre a quien menos se lo espere. Estas cuchillas de afeitar no me gustan, siempre me hacen sangre. Nada como aquellas maquinillas eléctricas con las que mi padre, acercándome su reverso de culo de bebé, me restregaba mi barbilampiña todavía por salir simulando un esplendoroso afeitado que casi me hacía sentir hombre de verdad y las ganas de volver al colegio ya no se dividían sino que se multiplicaban, porque en eso andábamos, en la tabla de multiplicar que cantábamos como poseídos por un espíritu nacional. Ahora recuerdo aquella asignatura (F.E.N) formación del espíritu nacional donde el profesor nos invitaba, casi imponía, a sumergirnos en los valores de la solidaridad, el sacrificio y la entrega a los demás, aunque luego los demás y las demás no se entregaran a nosotros (éramos demasiado niños para esas hazañas no bélicas). Eran tiempos de teoría y poca práctica. El pecado era más sancionado y menos redimido. Todavía, a la sazón, no había yo aprendido a practicar la triada de la mañana que mi padre dominaba como nadie. Al menos como nadie que yo conociera, que en esas circunstancias eran realmente pocos…..Algún pariente del norte y para de contar.

Page 4: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

4

Lo cierto es que mi amado y sagaz progenitor, cuando cagarruciaba (así lo llamaba él) sostenía en una mano la dichosa maquinilla de afeitar y con la otra se cepillaba los dientes. Pero, es que además entre las piernas sostenía El Ideal Gallego (vaya usted a saber quién sería el gallego más ideal) y noticia va noticia viene se empapaba de las babas, babillas y comidillas de las noticias locales y nacionales. Porque internacionales, lo que se dice internacionales en la época y país, pocas, todo lo más algún artículo sobre Garrincha (zambo y adicto al tabaco desde los diez años) o Pelé. Así es que casi todo quedaba en casa, como una familia en lluvioso domingo de invierno. Las crónicas religiosas tampoco faltaban y por supuesto, las esquelas y el horario de misas eran de obligada lectura. Por cierto, en aquel domicilio los rollos de papel higiénico se confeccionaban artesanalmente a partir de las susodichas lecturas (la hacienda no daba para más) de forma que las irritaciones del recto, curiosamente, acaecían por el recto y legítimo ejercicio del derecho a limpiarse. Pero con todo y con eso, creo que lo que más me irritaba era ver el detritus encima de los ídolos futbolísticos de mi infancia. Eran fechas en las que no se lavaban trapos sucios, sino sábanas enteras, pero todo en la choza y con jabón lagarto que era el que más escocía. Entonces, la mirada de un padre contenía todo un universo de argumentos. Una derecha bien dirigida (con la mano abierta claro) del pater familia a la mejilla del infractor y por sorpresa, era la mejor cura. Y cura era al que confesabas la infracción por indicación del cabeza de familia. Allí terminaba la historia. Aquí paz y después gloria. Siempre me llamó la atención el antiguo redactado, si la memoria no me falla, del artículo cinco del código civil, donde se recogía literalmente que los padres podrán corregir a los hijos con la diligencia de un buen padre de familia. Yo, ingenuo, nunca supe si se refería al cuidado, a la prontitud, o a un coche grande arrastrado por caballerías que debería pasar por encima al descendiente. Confieso que esta última interpretación siempre me pareció desproporcionada e hice por descartarla. ¿Pero qué era entonces la diligencia de un buen padre de familia ¿’. Yo creo que el legislador no se atrevió a desmenuzar un poco más la palabrita y lo dejó a criterio y hermenéutica de cada cual. Así que el desorientado padre habría de ponderar un término medio, o sea encontrar el bien obrar. Porque enojarse es fácil pero hacerlo en la magnitud adecuada, en la persona adecuada y en el momento adecuado, eso pienso, debe ser la virtud. Y también la sabiduría que, no le es exigible ni tampoco dada con ligereza a cualquier mortal. Se me antoja que no sería ni es sencillo para el faro de la torreta familiar alumbrar la disposición de voluntad adecuada que halle el término medio entre dos vicios (a los que se puede llamar extremos): el de callar o el de atizar, el del defecto o el del exceso. Los líos, las peleas, las agresiones y demás trifulcas familiares y no familiares raramente llegaban a un juzgado al que como casi únicos huéspedes acudían el juez, el secretario y algún que otro funcionario. Así cualquiera, digo yo. Qué distinto es hoy. Los tribunales son trituradoras de miles de dramas. Eso sí, los pecados entraban en la iglesia a codazos y las colas en los confesionarios eran tan largas como hoy lo son las del paro. Ahora en los tribunales se denuncia hasta el silbo de un mosquito, si pasa de la una de la madrugada. Alguna compensación habría de deparar este

Page 5: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

5

continuo ir y venir de abogados y sobretodo abogadas que ya copan casi todas las carrera y ésta no iba a ser una excepción. En la sala y al momento de tener que suspender un juicio para buscar y detener al acusado, la letrada, de cuerpo brillante (la mente estoy seguro que también aunque no tuviera esa mañana ocasión de demostrarlo)…Señoría me pongo la toga para la firma….Pues…, contesto, por una firma la toga bien puede esperar. No me atreví a decir el cielo. Las firmas son eso, llaves de una puerta que oran abren el cielo, ora el infierno. Y por eso también conviene tener sereno, al momento de extenderla, el pulso manual y el del corazón, de los que la firma es una trascendente prolongación. . No tiembla el pulso, tiembla tu vida. Aquella vocación, decía, desapareció ¿Por qué ¿ Muchas son las causas y por qué no decirlo , también las personas. Estas, más que las primeras. Un rodillo de incomprensión social y profesional holló lentamente el sendero de mí desesperanza. Pudiera ser también la carencia de absoluta perspectiva profesional y la sensación de estar realizando y ritualizando un trabajo en espiral o de ida y vuelta continua. Como una pena sin redención posible. Inacabable, inabarcable, y en muchos casos inejecutable, con la consiguiente pérdida de peculio y derechos para el justiciable. Ninguna meta a la que poder llegar, ningún motivo de satisfacción interno o externo. Ningún reconocimiento por irrisorio que fuera que llevarse al estómago del ego( tampoco es que esto me preocupara, pues soy de los concienciados de que el trabajo hay que desarrollarlo por el mismo trabajo, sin más ) pero sí tenía la sensación de muerte en vida, cuando aún ( esperaba ) habrían de aguardar muchos años para oler fragancias, contemplar campos de estrellas y de flores, bañarme de sol o de agua, escuchar extraños y misteriosos murmullos naturales , pensar en la nada( o sea no pensar ) o tomar ese café fuerte de cafetería, donde las claves son ( según los entendidos ) las tres emes: mano, máquina y marca. Debo confesar que siendo un maniático del café de la sobremesa, el único que degusto, he dejado unos cuantos pagados tan sólo luego de mojar los labios en él. A disfrutar, decía, antes que los silenciosos y blancos muros santos, donde ya sólo se escuchan los pensamientos que la desgracia o el tiempo- traicionera ella e infalible él- convengan en segar, me acojan como eterno morador. Sin desviarme un pico de aquel extraño pero no por eso des conocido malestar laboral, lo cierto es que tenía muy arraigada la impresión de que perdía el tiempo y el temple con esos juegos jurídicos malabares que al año siguiente o dos como más tardar iban a ser objeto de modificaciones inoportunas, casi caprichosas por parte de un legislador aún más caprichoso y sobremanera influenciable por la plebe y también por la Corte, con sus cuitas cotidianas. Preocupado por dar al voto buen lecho y buena vianda, en definitiva buena clientela. Sobre esto no desaprovechaban los medios (cuarto poder, cuando no el primero) su bien audible protagonismo, y no guardaban recato para apoyar o no en sus críticas a la ley de marras según soplara el viento político del momento y por descontado, con más rigor, latiguear, satirizar y por ende etiquetar al juez que la aplica con el cartel de progresista o conservador. Cosa ésta que jamás logré entender y que además ha causado y causa gran daño a la esencia y a la sustancia de lo que es o debiera ser la judicatura, que no es otra que el juez llano (que no plano de

Page 6: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

6

encefalograma, léase poco o nada inquieto), el que sólo se dedica a aplicar la ley con su margen de interpretación, libremente, pero sin más componendas extrañas que otros se inventan y le inventan ¿Ideología ¿¿ Qué ideología ¿ Tengo ideas pero no quiero encerrarlas. Eso es la ideología, la prisión de las ideas. Cómo puede ser un juez de derechas o de izquierdas, progre o conservador¿ Pero de dónde vienen estos epítetos estúpidos , antiéticos y antiestéticos ¿ A quién le conviene mantener esa farsa de adjetivos que confunden y lo envenenan todo ¿ Lo serán los jueces políticos, los de las cúpulas que se dejan sin rubor y honor dejarse llamar así, pero no el soldado raso, todo terreno, que se deja la bilis a diario en los papeles y los ojos y pestañas cosidas con las telarañas del olvido político , social y económico. Por desterrar ese término habría que comenzar, pues tal terminología política es veneno para lo jurídico, para lo judicial y para la colectividad en general. Nadie, excepto los propios trabajadores de juzgado cuando no se ponían enfermos o se trasladaban a otro más llevadero, echaban una mano y dos si fuera necesario para surfear la ola gigante de despropósitos que todas las mañanas avanzaba y a veces, las más, nos engullía hasta hacernos caer en la frustración profesional y la melancolía personal. Y es que, pienso yo, la justicia no es de adjetivos, sino de objetivos: dar a cada uno lo suyo o lo justo en el caso concreto. Inundaban e inundan el pavimento judicial un goteo incesante de miles, millones de demandas, denuncias, reclamaciones, incidencias, peticiones de todo tipo que exigían ágil respuesta, y que a duras penas se despachaban sin imposibilidad de equivocarse, perjudicarse a sí mismo y luego al justiciable. ¿ Y qué¿ ¿ A quién importaba esto ¿Pues verán, a los primeros que no importaba era a los mismos políticos y ¿ Por qué ¿ Porque eran y son los más interesados en no ser controlados por quien tiene que controlarlos. Cuanto menos se mueva un juzgado mejor, ya prescribirá mi asunto o se olvidará o cambiarán al juez que ponía especial interés en deshilvanar los tejemanejes de aquéllos. Serán incómodos estos juececillos….Hay que pararlos no vaya a ser que descubran algo grotesco o comprometido. Nada de presupuesto para ellos, nada de medios específicos para detener la corrupción, nada de miramientos ( si hay que apartar a fulanito de determinado asunto se le aparta y santas pascuas ) nada de leyes que no contengan la propia trampa ( para perjudicar a los más débiles claro ) nada de dejarles investigara lo ancho y largo que para eso y para muchos es más seguro alguien más estrecho, cercano al gobierno ¿Por qué no un fiscal del gobierno y para el gobierno, que amparándose en el principio de oportunidad y no de legalidad, dictamine quién sí y quién no ha de ser encausado. Así, todo sería para los jueces pero sin los jueces .Es decir, el juez sería un poco convidado de piedra para resolver sobre alguna garantía procesal y poco más. Suena a algún tipo de despotismo pero no ilustrado, sino de ilustres déspotas. Un día, un niño de apenas once años me escuchó, cuando comentaba de manera jocosa a un conocido en plena calle, que el Estado no proporcionaba ayuda a los jueces para luchar contra los malos. Se me acercó y de forma tan natural como ingenua me preguntó el porqué. Me quedé sin saber qué decir y

Page 7: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

7

mientras miraba para mi amigo con cara de oveja pubescente, saltó….¡¡ Ah ya lo sé ¡! Porque no quieren que los descubráis. Los niños y los viejos siempre dicen la verdad. Unos porque aún no conocen las consecuencias y los otros porque ya no les importan. Además son los que más cerca están de Dios. Unos porque vienen de Él y otros porque van a Él. Ahora me explico también un poco mejor el dicho de que los genios nacen viejos y mueren jóvenes (creo que es porque sus vidas en sus primeras años y aún en la madurez transcurren en la soledad y la marginación, como queriéndose alejar de un mundo que ya presienten hostil. Son incomprensibles e incomprendidos.. Se adelantan a su tiempo y no disfrutan o padecen la juventud de manera natural. Su dimensión abarca mucho más que el pensamiento del común de los hombres y por eso es lastimoso ver cómo la incomprensión vive adherida a su piel. Luego, ya a una edad importante y cuando casi nada les importa, se vuelven como niños y no quieren comprender al mundo justo al momento en que ya se han ganado el reconocimiento y, en algunos casos, hasta el cariño de los demás. Son locos llenos de sabiduría, pero vacíos de convencionalismos. Al continuar indemne el cordón umbilical con Dios son como infantes todavía no contaminados por las reglas y las normas de los mayores. Pobres, algunos (me refiero a los politiquillos) no tienes estudios pero se aplican para hacer alguna calamidad sin seso pero con mucho peso. Y sin duda, la obsesión, que en ellos vive adherida como una lapa, por controlar al tercer poder del Estado, se manifiesta con un protagonismo patológico. Y a todo esto, qué dirían las cúpulas judiciales. Copularían con ellos ¿?? Pues aunque yo no los vi, por decir lo dicen por ahí. Se puede en estas circunstancias tan especiales para la sociedad y para los mismos jueces mirar hacia otro lado ¿???? Pues sí, la primera lo hizo por falta de información que los propios jueces no supieron suministrar ( pidieron auxilio pero carecen de estructura mediática y el mensaje no caló ni llegó como debía, pues lo hacía retocado, reinventado y bien punteado) y además su realidad diaria es tergiversada continuamente por el político de opaco verbo , al que lo único que le interesa transmitir es que no trabajan lo suficiente. Así de claro, no des medios para que no lleguen a ciertos extremos. Me recuerda esto a Schopenhauer que en su manuscrito < El arte de tener razón > o más propiamente, de < salirse con la suya > se propone explicar cómo podemos hacer que triunfen nuestra tesis al margen de su falsedad o su inconsistencia. Kant sostenía que entre los griegos, los dialécticos eran los que podían conducir al pueblo adonde quisieran porque el pueblo se deja engañar por la apariencia. La dialéctica era pues el arte de la apariencia. Peyorativa acepción de la oratoria a la que viene a llamar “lógica de la ilusión “o “lógica de la apariencia”. Y en esto se basa la tópica lógica de Aristóteles, de la que podrían servirse ciertos oradores para buscar en concretos títulos del pensamiento lo más apropiado para el tema de que se trate y para sutilizar o hablar ampulosamente sobre él con apariencias de rigor. < La proposición fundamental de la filosofía eleática y de su fundador Jenófanes era: en los sentidos hay engaño y apariencia, sólo en el entendimiento reside la fuente de la verdad.

Page 8: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

8

Posteriormente, cuando aquellos filósofos que rechazaban por completo el testimonio de los sentidos se vieron abocados a múltiple sutilezas, la dialéctica degeneró en el arte de afirmar y discutir cualquier tesis. Y se convirtió así en un mero ejercicio para los sofistas, que pretendían razonar sobre todo y pusieron empeño en dar visos de verdad a la apariencia y en hacer blanco lo negro Véase sino a Schopenhauer presuponiendo a Kant e ignorando a Hegel : < La dialéctica, pues, no tiene que entrar en esto ( la verdad del asunto ), del mismo modo que el maestro de esgrima tampoco considera quién tenía realmente razón en la discusión que originó el duelo. Tocar y parar, de eso se trata en la dialéctica. Es una esgrima intelectual: sólo así entendida puede plantearse como disciplina por derecho propio, pues si nos propusiéramos como finalidad la pura verdad objetiva, tendríamos la simple lógica; por el contrario, si nos propusiéramos como finalidad la imposición de tesis falsas, tendríamos la simple sofística. Y en ambas se daría por supuesto que ya sabíamos qué es objetivamente verdadero y falso; pero raras veces se tiene certeza de esto de antemano. La apariencia es el escaparate de las frustraciones. No hace falta escalar una pirámide social para encontrarla, porque en ocasiones la podemos palpar y respirar en la misma calle y en los detalles más intrascendentes a primera vista. El caballero que empuña un sofisticado y relumbrante mechero no lo hace enteramente para encender el cigarrillo de una mujer, sino que pretende dar lumbre también a sus escondidas y oscuras pasiones o al menos excitar la admiración por quien le descubre el fuego. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Y puede ser la palabra aparente y superficial la festiva y engalanada envoltura de mil mentiras. Ese lenguaje ficticio que no cuenta con el soporte del corazón. El parloteo solemne y afiligranado, pero hueco, que termina por hacer que reviente la confianza otorgada. No se olvide a Maquiavelo que en el capítulo dieciocho de” El Príncipe” diserta sobre el modo en que han de guardar los príncipes la palabra dada. Argumenta que cuán loable en un príncipe mantener la palabra dada y comportarse con integridad y no con astucia, todo el mundo lo sabe. Sin embargo, la experiencia muestra en nuestro tiempo que quienes han hecho grandes cosas han sido los príncipes que han tenido pocos miramientos hacia sus propias promesas y que han sabido burlar con astucia el ingenio de los hombres. Al final han superado a quien se ha fundado en la lealtad. Es para un príncipe más importante que tener buenas cualidades, el que parezca tenerlas. Dese por aludido o aludidos y den por aludido aludidos a quien menester deseen. No hago otra cosa que fotografiar con la cámara del tiempo prestada por excelsos pensadores de la humanidad actitudes e inaptitudes muy actuales. Y (a modo de coletilla final) ya se sabe, el castigo de un embustero es no ser creído aun cuando diga la verdad. Perdida la vocación pero no el oremus, el quicio, el norte, la brújula; la profesión es nada más y nada menos que pura responsabilidad y fuente de ingreso .Y son tantos los riesgos que un juez puede llevar con él en su ejercicio

Page 9: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

9

diario por la ausencia de dotación presupuestaria, que la justicia defensiva (que desde ese preciso momento deja de ser justicia, sino protección personal) inicia una ofensiva como en la rama de la medicina lo han hecho ya los mismos médicos. Por cierto (lo tiene reconocido el consejo de jueces europeos) los jueces españoles tienen la mayor carga de trabajo de Europa y resuelven más asuntos que cualquier colega europeo. Miento, creo que ocupan el tercer lugar en tasa de resolución. . De manera que, cuando fue necesario, ni supieron unos ni quisieron otros acercarse a la sociedad para dar cuenta y enseñar el reverso de la moneda. Jueces hubo que lo tuvieron fácil con un simple golpe de actitud o de efecto, que sería lo mismo para el caso , pero lo que golpearon fue un jarro de agua fría (al desoírse o dificultarse la iniciativa inspirada por otros jueces más apegados a su quehacer diario en el juzgado, a la tierra, más mundanos como quien dice, de los de pies en el suelo y mano en la pluma o la tecla , que anhelaban descubrir la verdad) que, vertiéndose , terminó de extinguir cualquier atisbo de incendio que habría de declararse con la mecha de la honestidad . Pero la única verdad es la realidad. ¿Cuántos meses , años, lustros y décadas pidiendo refuerzo, rogándolo ,y no robándolo porque no era elegante ni aconsejable, para el paisano de pueblo o ciudad que no ve su pleito hasta que se pone el sol pasadas las cinco mil puestas. Y cuando por fin llega el día de la última , ahora se trata de una apuesta ¿ Estará prescrita la causa¿ Porque si es así no habrá servido de nada esperar y perderá su dinero, su honra y las ganas de volver a pleitear ( preferirá con razón o sin ella arreglarlo a su manera como la canción << My Way >> interpretada la vez primera por Frank Sinatra ) .Y quién es el causante del mal. Sencillo y sin temor alguno a errar: los que no dotan de herramientas para no perder su dote, los que no están interesados en ser controlados, pero sí quieren controlar a sus controladores, los que nunca hablan de la justicia, como si se tratase de un tema tabú, los que la tienen miedo porque tienen algo que ocultar, los que se prestan a ese juego de las sillas y a cambio reciben prebendillas que más tarde les avergonzarán (léase jueces veleta). Los que no miran más que su ombligo, los que son borregos y no piensan por si mismos (que también los hay entre los propios jueces), los cortos de ímpetu y largos de manga (porque nunca se remangan para la lucha), los que permanecieron con el espíritu en crisis y la prolongan porque el espíritu es inmortal. Los pobres de corazón que es la mayor de las insolvencias. Yo creo que los hombres están hechos de momentos firmes, como el firmamento es un firme momento. Y las mujeres de leche y de miel para amamantarlos y endulzarlos contra tanto agrio cinismo. Si los unos y las otros se levantaran con la suave cortesía y la obcecada firmeza que muestra una malhumorada ventisca que voltea las hojas caducas del otoño, injusticia y desigualdad se quedaría tan solas y huérfanas que, como el viento, jamás encontrarían su lugar. Y también los que permiten que este circo mediático continúe, día sí, día también , con el sólo fin de deformación, que no de información. Los que encienden la cadena (de televisión) en lugar de tirar por ella y con ella para que se cuele por las tuberías de la defecación todos esos tinglados y tablados, con dirección a la fosa séptica de donde nunca deberían salir so pena de embalsamar de por vidas, sí de por varias vidas, con dichos desechos a sus creadores y observadores. El daño a la justicia se hizo, se

Page 10: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

10

sigue haciendo desde arriba, desde abajo, por la izquierda y por la derecha. Pero el mayor daño (para ella y para el ciudadano) es ignorarla porque tarde o temprano se termina por llamar a su puerta. Una de cada tres personas la necesita a lo largo y ancho de su existencia. Por eso hay que bien tratarla si no con cariño, al menos con respeto, si no con veneración, al menos con consideración, si no con reverencia (que ninguna falta hace) al menos con decencia y con trascendencia. Si quieres justicia, cuídala. Somos todos, como Hacienda. Entiéndase, quien no contribuye (del modo que sea y pueda) para que los tribunales puedan desarrollar su trabajo con independencia, prontitud y eficacia, no sólo defrauda y colabora al desprestigio del país, sino que se defrauda y perjudica a sí mismo y a los demás ciudadanos . Por ello es tan necesario facilitarle, que es facilitarnos a todos nosotros como ciudadanos , cuartos y medios para que se te pueda compensar ( digo así porque a veces no se puede devolver ) lo que te robaron, te lesionaron, te mataron, te violaron, te estafaron, o se regocijaron en tu impotencia y ello en el tiempo adecuado, que después ya no es justicia . Es decir, que hablando de cuartos y de medios, habría que cambiar de tercios para desde una sombra bien estable y serena citar al astado (digo astado y no Estado, pero qué poca diferencia semántica hay) y rematar una faena (eso sí sin sangre ni muerte) que se comenzó con la primera huelga de jueces de ocho de octubre de 2008. Alguna banderilla ya se ha puesto y los puyazos breves no le han restado poder ni han corregido sus embestidas. Creo, con total sinceridad, que la suerte de varas se ha utilizado mal por los propios jueces y lo que habría de practicarse (aunque los taurinos puristas me lo demanden) es el consabido e inmisericorde unipuyazo. Puede entonces que la suerte cambiara. Decía( excúseme por viajar siquiera unos segundos por el mundo de la tauromaquia ) que este cometido ( el de auxiliar con más y mejores herramientas a los juzgados ) con desdén lo miraron desde siempre algunos gobernantes. Éstos, dese cuenta de que juegan en la división de honor de la hipocresía, a usted perjudican y a los jueces culpan de lo que sólo ellos son responsables. ¡¡Vaya asco!! y vaya atasco ¡! Esta situación termina por desfondar al más combativo y hasta apaga la potencia del hombre (léase órgano procreativo).Es que, me decía un amigo, es la guerra y hay que morir con las botas puestas. A lo que le contesté…. Pues prefiero hacer el amor y “morir “con todos los sentidos puestos .Y qué cerca está la procreación de la regeneración, porque si la primera da vida la segunda la quita para volver a nacer. Pero no hay regeneración que valga cuando ésta se abraza a la ambición y la mentira con la misma hipocresía con la que se abraza a un desconocido en navidad. Ahora los jueces llaman a puertas internacionales porque en su país (España) todas se han cerrado. De la puerta de la ONU agarran con fuerza su pomo para que no se atranque. Dicen que las cotas de politización de la justicia son ya insuperables y que este país ocupa el puesto setenta del mundo en independencia judicial. Que las libertades públicas están muy seriamente amenazadas y que los ciudadanos, además de ellos mismos, son los auténticos perjudicados. Sin justicia rápida e independiente no hay justicia. También el Consejo Consultivo de Jueces europeos se ha hecho eco de la voz desesperada de estos jueces que piden, a sí mismo, auxilio sincero a los

Page 11: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

11

ciudadanos. Ellos solos no pueden, dicen. Pero los tres demonios les quitan vida: miedo, soberbia y comodidad. El cáncer está dentro y son las asociaciones que aparecen gobernadas por el poder político. Ellas, en sus cúpulas, son la prolongación del gobierno de turno. Llama la atención que sus integrantes de base se dejen manipular por las cabezas rectoras de las mismas y permanecen en ellas por abigarrada inercia y por dar cobijo a sus temores.. Es como si los hombres y mujeres jueces carecieran de criterio propio o, tal vez, el temor a ser expedientados les paraliza. ¿No es de extrañar que ante este panorama, más de la mitad de la carrera no esté asociada?¿ Y qué son las asociaciones ¿ ¿ representan a alguien ¿ ¿ cuál es su fin?. Estas preguntas tienen en la teoría fácil respuesta, pero no en la práctica. En el espectáculo del día a día, las asociaciones no son lo que deberían ser, pues hacen novillos cuando se trata de apartarse definitivamente de la fantástica atmósfera política ( de la que no comprendo absolutamente nada ) pero que, fatalmente, respiran sin solución de continuidad ,como si la misma vida les fuera en ello. Son elongaciones del gobierno del momento, que las controla, y se muestran con un recalcitrante amateurismo en plazas importantes como cuando se trata de defender con templanza pero a ultranza la suerte de la independencia de jueces asociados y no asociados. Su ferocidad es la del abanico de una dama. Dependiendo de qué eje político se halle en el poder, dará o no carta blanca a sus asociados para que escenifiquen su descontento y éstos (extremo que no puede dejar de llamar poderosamente la atención) obedecerán como una beata a su iglesia. Escasean los ánimos enteros y varoniles, pero las carcajadas de la retórica se escuchan con amargura en terrenos que sólo debieran ser llenados por filósofos, moralistas e intelectuales de casta añorada que aún quedan en la carrera judicial y cuyo empeño único es descubrir y exhibir la verdad. Sus exordios (que casi siempre quedan en nada) son tan patéticos como repetitivos, cansan las ilusiones y se empeñan en vestir a la realidad con el único ropaje que no puede lucir: la fantasía. Acuden un año sí y otro también a la apertura del año judicial (es verdad que alguna hay que se ausentó en buscada ocasión) como si el juicio de los protagonistas fuese a dar vuelta como un calcetín, pero lo único que vuelve son las sombras del pasado y el rayo de fe se estrella de nuevo contra un enorme arco de antiguas y bien enraizadas creencias. Bien harían en amortiguar y ¿Por qué no ¿ amortizar su caída disolviéndose para repuntar envueltas ,en una sola, con el hábito de la humildad y la imaginación y con un funcionamiento interno salvajemente democrático . Sería ésta una página histórica y quizá el preámbulo del libro de la separación de poderes. Algunos llaman moverse entre bastidores a manejarse por esferas político- sociales. No creo que esto sea saludable. Todo el que quiera acceder a un cargo tendrá que entregar una parte de sí mismo, de su naturaleza (si es que la tenía revolucionada y revolucionaria) y adentrarse en el “juego del sistema “. Hasta que no se modifique la forma de elección del Órgano de Gobierno, las personas tendrán que abandonarse de ellas y de su originario pensamiento. Y si manteniéndose fieles a sí mismos, no lo hacen, entonces no tendrán ninguna posibilidad. El foro de electrónico de los jueces (que es la cara y la

Page 12: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

12

cruz del favor de poder comunicarse entre sí ) está tan visionado por los políticos que se antoja difícil la sorpresa. A todos conocen y todo lo saben. Por eso siempre van por delante e incluso hurtan ideas, que en él se vierten, para luego darles la forma más vistosa cara a la opinión pública. Tergiversan y adaptan. Es el camaleón mediático, político, que bebe de esa fuente y embotella su elixir a su conveniencia. Más relevante que pertenecer a una u otra asociación o estar no asociado, creo, es que el individuo (juez) disponga del suficiente resorte psíquico para no dejarse manipular o influenciar. Habrían de elegirse para el citado órgano a personas (que las hay) que antepusieran el bien común de la carrera y su independencia, al particular de su asociación (si estuvieran asociados) . Que tendieran a un alejamiento bien generoso de las llamadas “esferas político judiciales “que no son otra cosa que círculos viciosos que terminan por anular la personalidad. En mi indigente opinión, no tendría que darse más eco al término político- judicial. Este híbrido alumbra sólo monstruos. O es político o es judicial. ¿Es compatible ¿ No lo creo, cuando se trata de Poder Judicial. ¿Pertenecer a una u otra asociación ¿ .Da igual. ¿ Codearse con la política ¿ ¿Por qué ¿. Lo que procede es mantener las distancias. Sin miramientos. Cada uno es lo que es. Quizá, ensayar la escena de una asamblea única con mecanismos libres, democráticos y de autofinanciación, sin vinculación de ningún género con aquéllas esferas, ni en certámenes, congresos, organización de eventos o cualquier actividad análoga, arrancaría no pocos aplausos. Yo confío en las personas y quienes las eligen. Olvidarse de quién te puso ahí, sólo se conseguiría si quien lo hizo no olvida que no le debes nada, porque nada más que la buena voluntad, el mérito y el buen criterio lo movieron. Y por ahí también, quizá, de la mano de la libertad, se abriría camino la verdad. ¿ Existen personas que no son parte de nada y, al mismo tiempo, lo son del todo ¿ ¿ Es una utopía ¿. Yo la abrazo. ¿Tiene la sociedad española una imagen de los jueces, de personas responsables, serias y rigurosas? ¿Entonces por qué los atacan constantemente ¿ ¿ Va contra la naturaleza del juez hacer huelga cuando lo maltratan ¿ ¿ Entonces son indefensos animales ¿ Es sensato dejarse dominar por otro poder ¿ ¿ Entonces están engañando a la sociedad ¿ El divorcio entre política y justicia es tan necesario y urgente como lo es el de un maltratador y su víctima. Y la medida de alejamiento debiera ser intemporal. Entiéndase, la bruma de soberbia que envuelve en ocasiones al poder judicial, es fundamentalmente de cúpulas, no de bases. Éstas padecen de manera continua las nefastas consecuencias de desarrollar su trabajo sometidos al asesino silencioso: el estrés. Sin medios pero con miedos. De equivocarse, al tener que resolver tanto con tan poco. Y el riesgo es también, en lógica consecuencia, para el justiciable. Pero, a quién importa. Y en la escuela de verano del Pazo de Mariñán, estos políticos demuestran una vez más su ignorancia acerca de la verdadera situación de la justicia o, diría yo, su conocimiento consentido para que continúe en la misma situación. En

Page 13: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

13

una de las reuniones celebradas en este singular escenario , en julio del 2014, un diputado de PNV larga que todos los vocales del Consejo General Del Poder Judicial deben ser nombrados por el Parlamento para controlar a los jueces ( palabras textuales ) ¿ controlarlos de qué ¿ ¿ no tendrían que ser ellos los controlados ¿¿ Para qué existe entonces la separación de poderes ¿ Los controladores, controlados. Y es que la fiebre del control del poder judicial se contagia como una varicela (días antes incluso de la primera erupción) tal es el ansia que hay en ello. Después de esto tuve por un momento la sensación de que la judicatura era algo así como una cohorte de hojalata a las órdenes del General desasosiego, hija del Mayor cobarde y prima del Riesgo enemigo. La división, acorazada, pero de desencuentro y mal juicio. Tropa de húsares (que se usan unos a otros ) sin reputación. El séptimo de caballería sin energía.. La segunda división sin posibilidad de ascender a primera. Un ejército de coñones sin ruido de pólvora. Una escuadra de avioncillos sin reacción .Un buque sin quilla. Un dique flotante sin agua. Una barca sin remo. Un náufrago sin flotador. Un cuerpo ensangrentado que no quiere cambiar de color. No pensaba yo que se podría tan cerca divisar estas opacas nieblas de invierno. No es de extrañar. Poco tiempo antes el propio presidente del CGPJ (elegido por los dos grandes partidos y no por los vocales del consejo como manda la constitución) había soltado otra perla sin tan siquiera intentar disimular “ a los jueces se les controla con el palo y la zanahoria “. El premio o el castigo según cómo se comporten. No oculto mi vergüenza que algunos (pocos pero suficientes para que este estado de cosas se enquiste) se presten a este maloliente juego. Ese mismo día, en el pazo, otro político del PP ensaya su proeza: España tiene el mismo número de jueces que Alemania y por lo tanto el problema de la justicia no es el de la falta de medios. Por Dios……dónde se ilustrarán. España tiene justo la mitad de jueces que la media de los países de la Unión Europea (diez por cada 100.000 habitantes frente a los 20 por 100.0000) . Un desgraciado, pero valiente a la vez que ingenuo, juez de pueblo que había acudido a los cursos ( mal hecho porque creo que ya no deberían acudir a esta pantomimas de eventos ) le inquiere para que repare en su error y para decirle que además el suelo de su sala de vistas, como otras muchas del territorio nacional, se había hundido ( España no tiene ni la mitad de jueces de la media Europea ) y el errado le contesta de forma jocosa y burlona que vaya a arreglar su propio juzgado y que no se posicione en contra de la soberanía popular. Y ya les digo a los jueces…no vayáis que encima se ríen de vosotros. Yo creo que para muchas cosas, y ésta es una de ellas, en el alma está el arma y los jueces no han sabido o no han podido servirse de este principio elemental. La independencia no es casaca de plancha fácil y los numerosos centrifugados políticos la han arrugado de manera insospechada pero deliberada. Ya toca a la sociedad enrolarse y respaldar cuantas iniciativas (provengan de jueces o no) se pongan a andar para recuperarla. Y, con ella, la seguridad jurídica y garantías de derechos de los ciudadanos. No es santo de mi devoción pedir auxilios divinos, pero la virgen de los desamparados bien podría interceder por aquéllos.

Page 14: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

14

La estocada final al corazón de la independencia judicial está cierta y próxima y ya se siente una punzada de angustia. Cada cual habrá de cargar con su fragmento de tragedia. Eso, si entre todos no le ponemos remedio. Y es que, amigos, la honestidad para con el mal no sólo es cosa del diablo. E impresiona profundamente el ánimo que, sabiéndose, no se haya hecho algo más para impedirlo. Se ve que el asombro y el estremecimiento no es suficiente exorcismo para arrancarlo del cuerpo judicial y de la sociedad en general. Ya lo aireaba Quevedo (al que Gongorilla llamaba Quebebo por su afición al líquido espirituoso) “en este país todo se deja para mañana, pero nunca mañanamos “.Tenía el buen literato razón pues está bien demostrado que aquí las soluciones ( y no siempre correctas ) viene con las desgracias. Así de triste, pero real. Pues, digo, dejémoslo para hoy para el camino correcto hollar. Hay en esta España una fría y severa filosofía del ya lo arreglarán los demás que, en muchos momentos y casos, podría extrapolarse a la carrera judicial. Y, yo me pregunto, quiénes son los demás sino nosotros mismos ¿? Por eso el “nosce te ipsum “conócete a ti mismo, del santuario de Delfos, nos haría mucho bien. Y, al paso, bien haríamos también por interesarnos en conocer a los demás. Esos que no sé si están de más, pero sí sé que los echamos de menos. M e estoy refiriendo al hombre o mujer juez que no construye nada aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes. El alma vulgar, que se siente idéntico a los demás y no se angustia por ello. Que abandona su destino en brazos ajenos. Ortega y Gasett se aproxima mucho en esto a la moral del rebaño de la que hablaba Nietzche. Moral del hombre esclavo. Si la judicatura fuera un continuo martilleo, la política no cerraría sus párpados insensibles a los sueños de justicia. Sobran aduladoras sonrisas y faltan fruncidos de cejas. Sobran momentos de vacilación y falta una eternidad de confianza. El objetivo no es exterminar a nadie, es terminar con algo. Ese algo es sangre negra coagulada en las arterias de nuestro cuerpo. Y en ello deben participar todos los interlocutores jurídicos. Porque si la justicia no va a lo hombres, los hombres tendrán que ir a la justicia. Y si ésta se representa con una dama que mantiene sus ojos vendados, la ceguera ha de tener su único fundamento al momento de aplicar la ley (igual para todos) pero ha de arrancarse la venda para ver las fauces y denunciar las tropelías de quienes tratan de maniatarla y manipularla. Y a esta dama que exhibe una cabellera tan frondosa, la aterra desde hace tiempo, una alopecia de valores, los mismos que padece la sociedad. Y es que sociedad y justicia son realidades complementarias y deben ir de la mano porque la una puede mejorar a la otra y la otra a la una. Piénsese en la cantidad de dinero que permanece retenido en los juzgados y que no se puede poner a producir por falta de medios. Parece claro, un funcionamiento normal de los tribunales colaboraría en elevadísima medida sino a paliar la crisis, si a aminorarla y acortarla. ¿Interesa o no interesa? ¿De quién depende? ¿Ya todos lo sabemos. No buscamos las estrellas ni la luna, sólo el polvorín, el cuartel general, el tablero de mandos de las ignotas fuerzas oscuras. ¿Contra la mordaza, bostezo de león. La justicia es ciega, pero no miope para no ver cosas de tanto bulto que actualmente y antes suceden en su derredor. Y la sociedad comienza también a dejar de estarlo pues, curiosamente y por desgracia, la corrupción generalizada le ha hecho entender que el juez es su

Page 15: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

15

última esperanza. Y se siente pena por la incapacidad demostrada para paliar ese desacompasado paso de los tribunales. Adhesión a los que con su imaginación y buena fe dieron lo que tenían. Y rabia, mucha, porque el enemigo no es para tanto. Nos hemos derrotado a nosotros mismos. Nuestra inmadurez ha sido suprema. El factor persona es la bandera de cualquier colectivo y de cualquier causa. En circunstancias tan extremas como las que vivimos, inéditas para esta carrera, es exigible un mínimo de corazón y de renuncia para actuar como una unidad y no tener que doblar la cerviz al yugo de la dispersión. Por eso muchos son los que insisten en el argumento: un juez- un voto. ¿ Lo entenderían los astros ¿ Ellos celebraron en el principio una asamblea única y ahora viven en libertad. Fueron capaces de desastrarse de aquel desastre (la explosión). Paul Sartre lo acuñó “Lo importante no es lo que han hecho con nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros “ Recientemente el Órgano de Gobierno de los jueces aprobó la constitución de un grupo de trabajo para la redacción de un Código Ético para la carrera judicial para que oriente a jueces y juezas en el desempeño de su profesión, atendiendo a la que la sociedad demanda de ellos y como medio para afianzar y ampliar la confianza que los ciudadanos depositan en su administración de justicia. Y pidió la colaboración y participación activa de toda la carrera. Pues bien, se me ocurre que para atender a lo que la sociedad demanda de los jueces habrá primero que ponderar lo que los jueces pueden dar a la sociedad. Intuyo (como ya se ha recogido anteriormente) que la sociedad demandará, entre otras cosas y fundamentalmente, una justicia rápida e independiente. Esto, lo tengo entre ceja y ceja, será premisa primera e inexcusable para recuperar (si alguna vez la hubo) la confianza de la sociedad en la administración de justicia. Después se podría hablar de afianzarla e incluso ampliarla. Creo que los jueces están bien orientados en el ejercicio de su profesión (no es habitual que se les desvíe el norte) y lo que más bien necesitan son los instrumentos para desempeñarla con mayor celeridad. Y por qué no decirlo, una llamarada bien ancha y espesa de dignidad y de protección. Verán….Quien es el encargado de proteger sus derechos (cualesquiera sean estos) contra ignominias y desigualdades no puede aparecer un día sí y el otro también vilipendiado, acosado, criticado con morbosa ironía o vapuleado repetidamente en los medios. Otra cosa (completamente razonable) es que sus resoluciones puedan no ser compartidas. Pero de ahí al insulto y el desprecio va una democracia entera. Y, de nuevo, el perjudicado va a ser el ciudadano que verá cómo el último garante de su vida no goza de la serenidad necesaria para desempeñar su función. Sólo así se puede transmitir a la ciudadanía seguridad y confianza. El trabajo ha de ser reposado y tranquilo, lejos del ruido mediático. Dentro del mundo, pero ajeno a él. Trabajo especializado y concentrado. No disperso física ni intelectualmente. En suma, independiente de agentes e interlocutores interesados. Imagino que por ahí, siquiera en alguna medida, deambulará la

Page 16: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

16

ética de la administración de justicia, pues aquella busca la moral y su aplicación individual y luego colectiva. Si queremos una ética social, habríamos de encontrar primero la nuestra. Habríamos de valorarnos y evaluarnos primero nosotros moralmente y luego se estaría en condiciones de constituirse en acreedores de la confianza social. Si la espada es el alma del samurái (en su código ético) y si ocupa un lugar preeminente en su casa y le acompaña allí donde va, y si quien toma esta herramienta debe hacerlo con la mayor consideración y respeto dejándola descansar sobre una tela; lo mismo debe hacer la administración de justicia (que porta como símbolo otra espada) y sus valedores con su principal herramienta. Los medios para aplicarla. Sin esta primaria condición, no habrá ética posible ni espejo moral alguno donde pueda reflejarse la sociedad demandante de los valores que deben guiar nuestra actuación. Un juez, una juez (toléreseme el símil) puede y debe ser un guerrero y un hombre noble, pero también es un ser humano (con sus dudas y flaquezas) y debe basar sus acciones y decisiones en un principio y no en el miedo. Y debe ser igualmente un hombre libre, sin más atadura que la propia ley. Mas, este código ha de sellarse a las cúpulas y a las bases por igual. La lealtad a nosotros mismos y la honestidad para con nosotros mismos (todos sin distinción) alargaría, con seguridad, la hondura de esa confianza para con la sociedad. Integridad, Imparcialidad, Independencia y humanismo son tan inescindibles como escindibles son los Poderes del Estado. Y los cuatro primeros no podrán ir juntos, si los tres últimos no van separados. Desde luego, no es esto un código ético, nada más que unas deshilvanadas anotaciones con las que me complace, en ridícula medida, colaborar. Días atrás, un amigo, lo tengo como tal, con acentuado protagonismo en círculos literarios, con motivo de mi invocación para que rompiera una lanza (y las que hiciera falta ) en favor de la causa judicial, me contó lo siguiente: “ ¿ Escribir una columna más hablando de lo que denunciáis ¿ Ya lo he hecho en otras ocasiones, y no sirve de nada. En Vandalia- así llamo yo a España- nadie escucha a nadie, porque el griterío reinante lo impide. He renunciado a arreglar el mundo (que no tiene arreglo) porque hay en él más de seis millones de bípedos implumes y más aún en Vandalia cuya única solución consistiría en desterrar dos de cada tres habitantes. Me limito, cual Cándido de Voltaire, a cultivar mi huerto y nada más que mi huerto. Si todos hicieran eso, el mundo sería un vergel. Mi respuesta, un tanto lacónica y desesperada, debió moverlo a compasión….. Mira, aunque agnóstico en elación a lo absoluto, ello no me impide ofrecerte un diagnóstico- que deduzco de la observación y la intuición- sobre el mal que aqueja a algo tan relativo como es la actual judicatura. Sin ánimo hiriente, te diré que os veo ofendidos y humillados. Lástima que no os comportéis como uno de los personajes de Fiódor Dostoyevski- autor de la obra- que veía la rebelión como única salida a su destino. Con ser contrariedades importantes, el núcleo de vuestra enfermedad no se encuentra en el Consejo, Ministerio o gobierno. Miedo, vanidad y comodidad son vuestros venenos y el antídoto se llama compromiso.

Page 17: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

17

Sois exageradamente dispersos y carecéis de la concentración necesaria para alcanzar un objetivo. Padecéis cáncer existencial. Sois jueces, pero no vivís ni existís como tal. Tenéis una voz tan débil que ni la caja fuerte de vuestra accidentada carrera la registra. Voz que, sin hechos, se convierte sólo en un poco de aire. Sé que vuestro órgano de gobierno está sedado e inmovilizado por los tranquilizantes gubernamentales que representan su actual sistema de elección y que sus vocales se pasean de forma intermitente por una calle y otra (judicatura y política) sin pudor alguno. Deslegitimados natural y moralmente para abanderar vuestras seculares reivindicaciones, son cómplices del desprecio de que sois objeto por sucesivos gobiernos. Los estómagos llenos de las altas instancias no entienden de revoluciones. Eso que llaman evolución- para desacreditarla- no es otra cosa que una involución que os despoja de atribuciones y méritos, pero no de responsabilidades y penurias. En vuestro descrédito también, que quizá no todos paséis por las mismas escaseces laborales, ésas que os revuelven y denunciáis una y otra vez a los inspectores del Consejo a los que la verdad quema por dentro pero os desoyen por fuera,, atraídos irresistiblemente por la lunática del poder “. Sé igualmente que vuestra en otro tiempo vanguardia- los jueces decanos- toleran, con muy pocas excepciones, que vocales del Consejo- cual “ centinelas “ de sus acuerdos- están presentes en sus juntas invitándoles a medrar con tal de que sus pies no saquen del tiesto. No actúan conforme a su naturaleza y destino. Pierden su personalidad y su pujanza y se dejan manosear por la prolongación del Gobierno. Actitud condescendiente clara- Otra cosa no puede derivarse del resultado las recientes juntas donde (así me lo contaron fuentes bien contrastadas) nada se refiere sobre eventuales medidas de presión- que desconcierta y duele. Una carrera que transige con los signos externos que de continuo la vapulean, está abocada de manera inexorable a un devastador cambio climático judicial. En confianza te digo, que en otros estamentos se burlan con jactancia de vuestro “amaneramiento “. Sí, como lo oyes, faltos de naturalidad en el modo de actuar, os tienen como unos….Mejor me callo. Me dices que estáis enfrascados en luchas intestinas y debates estériles que os debilitan. Pues bien, si al fin comprendierais que vivís un conflicto de poderes- puro y duro yo diría- y aprendierais a sentiros testigos privilegiados del histórico momento y obrarais en consecuencia sin fiar ni confiar a nadie más que a las “ huestes de trinchera “, quizá podría cambiar algo. Pero de seguir ocultos en la “topera “y con actitud de avestruz, vuestra suerte está más que echada y vuestra reputación reclinada sobre un mísero lecho de melancolía. Si no os levantáis os aplastarán. Lo lamentaréis largamente.

Page 18: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

18

Créeme, no es tanto cuestión de dinero cuanto de despilfarro y de mala distribución. En fin, amigo, que no todo en la vida es intelecto y, a fuerza de ser sincero, creo que os falla la genética, el gen de la revolución, que sólo habita en naturalezas limpias e inconformistas, y se alimenta de la iniquidad y el sufrimiento (tal vez muchos no lo abarquéis). Es esa sangre, la que os falta en las venas, la que os mata. Me vi radiografiado, cruel y certeramente. Miren…no se trata ahora de discutir cuál es el mejor sistema para elegir a los componentes del órgano de gobierno del poder judicial (CGPJ). Siempre habrá quien argumenta que si los doce de procedencia judicial son elegidos por sus pares de entre los mismos jueces, brotará el corporativismo. A mí, créanme, me importa un rábano todo lo relacionado con el gobierno de los jueces y nunca se me pasaría por la cabeza semejante aspiración (entre otras muchas cosas que tienen que ver con formas de ser, porque me no veo capacitado para ello). Ahora bien, no me resisto a dar mi poco autorizada opinión. La sentencia del T.C 108/1986 salvaba la nueva ley orgánica del poder Judicial, pero imponía- como condición de constitucionalidad- una serie de requisitos que debían respetar los partidos políticos al nombrar vocales para el C.G.P.J. aquella sentencia decía literalmente que en el nuevo sistema de nombramiento de los vocales << se corría el riesgo de frustrar la finalidad señalada de la norma constitucional si las cámaras, a la hora de efectuar sus propuestas, olvidaba el objetivo perseguido y, actuando con criterios admisibles en otros terrenos, pero no en éste, atiendan sólo a la división de fuerzas existente en su propio seno y distribuyen los puestos a cubrir entre los distintos partidos, en proporción, en atención a la fuerza parlamentaria de éstos. La lógica del Estado de partidos empuja a actuaciones de este género, pero eso misma lógica obliga a mantener al margen de la lucha de partidos ciertos ámbitos de poder y entre ellos, y señaladamente, el poder judicial. Declaraba constitucional la reforma de la L.O.P.J, pero advertía a la vez que el uso partidista de ésta, donde los partidos se repartiesen los vocales del C.G.P.J reproduciendo en este órgano la aritmética parlamentaria sí sería inconstitucional. ¿Ingenuidad?; ¿ ¿ Desconocimiento del temperamento político ?? Lo cierto es que la ecuación se me antoja bien sencilla y la conformo en favor de que los mismos jueces se elijan por y entre sus pares. Parece elemental que si son elegidos por los políticos (de uno u otro orden) los jueces que ocuparan el sillón del Consejo se deberían en obediencia a quienes allí los colocó. Y quien lo hizo ha demostrado durante muchos años que no tiene interés en que la justicia funcione ni sea independiente. Más bien, han ido arañando jirones de esa independencia y enlutando la poca frescura que la animaba a no acodillarse. Punto redondo. Al menos sabemos, atravesemos por un momento a la otra orilla,, que los jueces que elijan a sus pares en el Consejo, sí tienen interés en lo dicho más arriba. Porque han vivido y siguen viviendo la precariedad en su trabajo y con los riesgos para ellos mismos ( y ojo, para el ciudadano ) que ello conlleva. No digo que sea de una garantía absoluta, pero sí creo que de mucha mayor credibilidad para todos. Yo, en el corporativismo creo poco. Ojalá hubiesen sido los jueces corporativistas. Otro gallo hubiera cantado. Sobre este

Page 19: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

19

particular, en el tercer capítulo de este librillo puede verse como apuntan con ojo de halcón y tiran con bala. Se da razón en él de un suceso ocurrido a un juez en un juzgado en el que aspiraba a ocupar plaza. No, no son corporativistas y su credibilidad viene de haber asumido y seguir asumiendo durante largos años cargas de trabajo que no les correspondía (con evidentes mermas de salud y, en ocasiones, de la misma la praxis) solventada únicamente por un (perdón pero tengo que decirlo aunque suene precisamente corporativo) exacerbado sentido de la responsabilidad. No parece baladí recordar que recientemente se celebraron en el seno de la carrera, a través del correo llamado (otra vez la palabreja) corporativo, unas elecciones simbólicas a las que se presentaron como candidatos, de forma libre y sin necesidad de aval alguno, un puñado de jueces. El resultado fue de los que apabullan (votaron más de mil jueces) por el número de votos a favor de los que salieron elegidos en relación con los obtenidos por los candidatos oficialistas a los que prácticamente cuadruplicaron. Punto y rabo. Allá cada cual con su conciencia y su reverencia. La confección de un gabinete de reflexión es pues obligada y urgente. La sociedad lo demanda y la ética de la experiencia lo avala y justifica. Eso sí, hágase la mudanza con certeza plena y absoluta autoridad. Y póngase en práctica este sistema de elección de sufragio libre y directo, con listas abiertas y no con listas cerradas donde las asociaciones judiciales (correas de transmisión del poder político) puedan sacar y meter sus pezuñas a su antojo para colocar (yo diría sentar pues la anterior palabra puede llevar otra connotaciones para mentes calenturientas) en el Órgano de Gobierno de los jueces los peones a los que mueven los grandes partidos políticos. La menor duda provoca el fracaso. Hay un dicho zen que reza: << Un grano de polvo en el azul del mediodía oscurece todo el cielo >> La corrupción y el delito en general, han de combatirse sin escrúpulos. Sin alba y sin crepúsculo. Sin intermitencias ni interferencias. Sin divagaciones poéticas ni especulaciones filosóficas, pero con el rigor, la imaginación y la originalidad inagotable de quien por su condición de autoridad emisora de la moneda, está obligado a ello. Sin cambios legislativos diseñados << Ad hoc >> para beneficiar al infractor. No es que el poder corrompa, es su desviado ejercicio lo que lo hace. Es, pues, de capital importancia ser conscientes del origen del poder y de la estructura del mismo. Sigo a Aristóteles << Un Estado es mejor gobernado por un hombre bueno que por unas buenas leyes >>. No imaginemos, deduzco, si las leyes son malas. Algunos pensadores entendieron como motor principal de algunos hombres: la ambición de lograr sus deseos, la demostración de fuerza que les hace presentarse al mundo y estar en el lugar que sienten que les corresponde. Es el poder entendido como dominación. El dios de la obsesión que ejerce como diablo. En El Príncipe (Nicolás de Maquiavelo) se habla de los principados nuevos adquiridos con armas ajenas y por la fortuna “Quienes de simples particulares se convierten en príncipes con la sola ayuda de la fortuna alcanzan dicho estado con pocos esfuerzos, pero deben realizar muchos para mantenerse.

Page 20: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

20

En su camino al principado no encontraron ninguna dificultad, pues más bien volaban; todas las dificultades se aparecen cuando se encuentran allí. En esa situación se hallan quienes es otorgado un Estado o por la voluntad de otra persona o por dinero. Estos individuos dependen sencillamente de la voluntad y la fortuna de quien les ha concedido el Estado, dos cosas volubilísimas e inestables. Y no saben ni pueden conservar su puesto: no saben, porque, de no ser un hombre de gran ingenio y virtud que, no es razonable que _habiendo vivido siempre en una condición puramente privada _ sepan mandar; no pueden porque no disponen de fuerzas que les puedan ser amigas y fieles y les legitimen moralmente. Además, al igual que todas las otras cosas de la naturaleza que nacen y crecen rápidamente, tampoco los Estados que surgen súbitamente pueden tener sus raíces y sus ramificaciones asentadas, con lo cual la primera circunstancia adversa los destruye, a no ser ( cosa improbable ) que quienes tan repentinamente han pasado a ser príncipes posean _ como se ha dicho _tanta virtud que sepan rápidamente pararse a conservar lo que la fortuna ha puesto en sus manos y sean capaces de asentar después los cimientos que los otros pusieron antes de convertirse en príncipes. Para quien desee una justicia independiente, intuyo que ni el hombre rebaño de Ortega (léase juez gregario) ni el hombre esclavo de Nietzsche ( léase juez sumiso ) son ejemplos a seguir. Y de ahí al coma intelectual hay menos trecho del que parece. Todo acto o proyecto humano está motivado por la “voluntad de poder “ ( Nietzsche ). Porfiemos para que a los actos y proyectos de los hombres los mueva sólo la voluntad de justicia.

CAPITULO SEGUNDO: La Plataforma y la revista Tempus. Y esa idea (a de que sociedad y justicia deben ir de la mano) fue la que latió con fuerza en el corazón de los fundadores, el 14 de mayo de 2011 en Madrid, de la Plataforma Cívica por la independencia judicial (PCIJ), cuyo lema reza “ PRO IUSTITIA LIBERTAS “ Compuesta por jueces, fiscales, abogados, catedráticos, periodistas y otras cualesquiera personas de profesiones variadas o sin ella y cuyo primer presidente fue D. Andrés de la Oliva Santos, catedrático de derecho procesal de la Universidad Complutense y siendo su Secretario General el magistrado de Granada D. Ernesto Carlos manzano Moreno, autor éste del Manifiesto por la Despolitización e independencia Judicial en marzo del 2010 y que firmaron más de 1500 jueces españoles. La Plataforma tiene carácter transversal y no profesional, plural, democrática y absolutamente independiente de los poderes públicos y las organizaciones políticas, sindicales, empresariales o de cualquier otra índole. No tiene otra finalidad que la de luchar por mejorar el estado de la Administración de Justicia y garantizar su plena independencia eliminando cualquier atisbo de politización dentro del Poder Judicial. Son sus siete objetivos básicos:

1. Elección democrática por los jueces de todos los órganos de gobierno interno del Poder judicial ( jueces decanos, presidentes de audiencias y

Page 21: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

21

de Tribunales Superiores de Justicia, Salas de Gobierno, así como de los doce vocales de procedencia judicial de los veinte que integran el CGPJ

2. Mantenimiento en poder de los jueces de las funciones estrictamente jurisdiccionales que les asigna la constitución, lo que exige su nítida delimitación de las funciones legalmente atribuidas a los secretarios judiciales y la conservación por aquellos de la instrucción penal en tanto el Ministerio fiscal siga dependiendo jerárquicamente del ejecutivo.

3. Elaboración de una nueva planta judicial conforme a la media europea de 20 jueces/ 100.000 habitantes superando así la proporción de 10/ 100.0000 que aún existe en España.

4. Inversión en justicia conforme a la media europea del 3,5/ del presupuesto superando el actual1/ en que se encuentra nuestro país

5. Consecución para los jueces de una carga de trabajo que, al ser humanamente asumible y conciliable su vida personal y familiar, les permita resolver los asuntos con independencia, prontitud y calidad que los ciudadanos merecen, alejada ,por tanto ,de cualquier módulo retributivo de carácter productivista.

6. Aprobación de un nuevo estatuto judicial en el que desaparezca la discriminatoria situación de los jueces en materias como derechos y beneficios sociales, prevención de riesgos laborales y condiciones de jubilación y en el que, para la debida salvaguarda de su independencia, se incorpore una reforma de su régimen disciplinario que termine con su actual estatus de inseguridad jurídica y régimen de responsabilidad objetiva.

7. Establecimiento por ley de un sistema retributivo de los jueces y magistrados que contribuya a garantizar su independencia desde la vertiente económica de modo que su adecuada remuneración como poder del Estado no quede sujeta al arbitrio de cada gobierno de turno.

La Plataforma se propone así mismo defender la efectividad del Estado de Derecho, la sumisión de los poderes públicos al imperio de la ley, la interdicción de la arbitrariedad y la igualdad ante la ley. Dada su naturaleza no profesional, quedan expresamente fuera de sus fines la protección y defensa de los demás intereses estrictamente profesionales o corporativos de los jueces y magistrados y de los demás miembros de la misma que no afecten a la independencia del poder Judicial establecida en la Constitución. En Octubre de ese mismo año salió a la luz la revista electrónica “ Tempus Octobris “ cuyo creador y director, el magistrado D. Jesús Villegas escribía en su primera Editorial:

Page 22: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

22

<< El seis de marzo de 2010 un grupo de jueces de toda España presentó ante los medios de comunicación un Manifiesto que hasta la fecha ha recibido la adhesión de más de 1500 compañeros. Fue una reacción espontánea, fruto de la comunicación electrónica. Surgió al margen de cualquier tendencia política, articulado horizontalmente sin transitar los cauces institucionalizados de la jerarquía judicial. Trae causa de le rebelión informática de 8 de octubre, cuando los magistrados españoles se movilizaron ante unas declaraciones de la Vicepresidenta de Gobierno que consideraron atentatorias contra la independencia y que, a la postre, desembocaría en dos históricas huelgas de jueces >> ¿Qué jueces merece la España democrática ¿ “Este Gobierno exige que la moralidad, la rectitud, y la imparcialidad, que siempre han formado la esencia de la buena administración de justicia, sean más austeras y más escrupulosamente observados “ En estos términos establecía el ministerio de Gracia y Justicia, en una circular de 1841, las cualidades requeridas a los miembros de la magistratura. Pese a la añeja retórica de antaño, el mensaje sigue siendo válido. Los ciudadanos tienen derecho a un Poder Judicial íntegro e independiente. La sociedad está obligada a velar por el cómo se ejerce este inmenso poder (el de encarcelar, arrebatar hijos a padres, desposeer de la hacienda al más rico etc.) Por eso se debe ser inmisericorde con los magistrados corruptos, inútiles; en definitiva con aquellos que manchan la sagrada misión de impartir justicia. Ahora bien, preguntémonos si en la España del siglo veintiuno existen motivos para que los ciudadanos teman a sus jueces. Se han conocido casos de prevaricación, prepotencia o ineptitud. Pero, como regla general, su honradez y dedicación es ejemplar. Basta comparar con la clase política. Y, aun así, el descontento contra la judicatura es generalizado. Digámoslo sin tapujos: el poder político protagoniza una ofensiva para estrangular la independencia judicial. Ésa es la razón de fondo del caótico estado de nuestra justicia. Lo demás son cortinas de humo. El CGPJ, cúspide del gobierno de la magistratura, es elegido en su totalidad por el poder político. Y este órgano decide en materias tan cruciales como el régimen disciplinario. Además, escoge a los miembros del Tribunal Supremo, máxima corte de casación. Un cordón umbilical que hasta ahora nadie se atrevió a cortar. Este entramado no proporciona los medios para impartir justicia con la dignidad que merece el pueblo español. Los jueces de nuestro país soportan una carga de trabajo muy superior a la media europea y, pese a ello, su rendimiento está por encima del de sus homólogos foráneos. Es un detalle en el que no conviene reparar.

Page 23: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

23

Frente a este silencio, cerca de 1500 jueces de todas las extracciones han apoyado un Manifiesto donde exigen soluciones. La más importante de ellas: la despolitización del procedimiento de elección del consejo. La revista que hoy nace tiene el propósito de promover la difusión de este clamor. Aspira a ser un escenario donde todos los jueces, sin censura ideológica previa, expresen libremente su oposición. Y lo hacen con el nombre de tiempo de octubre para evocar la rebelión informática que mostró a los poderosos que no es fácil tapar la boca a un juez español.

CAPÍTULO TERCERO: El endemoniado << Ese proceso iniciático o de reiniciación que algunos padecen o disfrutan ( todo es según el cristal con que se mira ) te sacude el alma, retumban tus cimientos, te zarandea de tal forma que no volverás a ser el mismo. Un suceso, una enfermedad, una serie de vivencias, ordenan una transformación que ya no tolera la vuelta atrás>> ¡¡Papá, papá ¡!, pon tu rúbrica aquí que te voy a hacer millonario. Millonario en hostias me vas a hacer, le contestó su padre. Pero firmó. Era un papel que contenía las condiciones del contrato para que su hijo jugase en el club más representativo de su ciudad y con ello la posibilidad de, más tarde, hacerse profesional del fútbol. Vivir de él, vamos. Su sueño acariciado desde muy temprana edad. Poco le importaba ya admirar, como tanto le gustaba, una noche estrellada, extasiado y ocupado en identificar las constelaciones. No, su firmamento ahora era de otro tipo de estrellas. Un firmamento peligroso y efímero. La firma de un momento, lo llevó al más inesperado de los infiernos en la tierra. Echó en falta la sensatez de un entorno que lo frenara en sus arrebatos de grandeza, en sus delirios adonde su vasta pero enferma imaginación lo transportaba. Abrigaba en su cerrada mente expectativas sin cimiento ni fundamento. Se aventuró por senderos inciertos, invadido como estaba su corazón de sueños tan espléndidos como irrealizables. Y cayó. Su irrefrenable afán de mejorar, rápida y sin dirección apropiada, en el deporte rey, lo llevó a ir perdiendo la salud de manera parcial y jerárquica (primero en una pierna y luego en su impostora mente o quién sabe si fue a la inversa). Sobreentrenamiento, quizá, y gran ansiedad. Cóctel poco aconsejable. Los dolores fueron apareciendo con sordina hasta con el tiempo hacerse atronadores. Comenzó su peregrinación médica por diversas ciudades del país. Nadie localizaba el mal del que intermitentemente se quejaba. Dolor en el bíceps femoral de la pierna izquierda que se irradiaba a dedos y glúteo. Más cabezón que el silencio en un monasterio, a pesar del dolor que ya le obligaba a cojear, claudicando por momentos a cualquier esfuerzo, dio más alas a la intensidad del entrenamiento. Su obsesión no tenía forma ni color, pero ya se había instalado con la decisión de un coronel en su desgobernado cerebro. El mundo llegó a desaparecer y rompió, como quien parte una flecha en la rodilla, su juramento de sensatez. Comenzaron los tratamientos con antiinflamatorios y antibióticos como quien dice sin relevación de funciones. Tan intensos (por boca y vía parenteral) que

Page 24: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

24

su estómago, otrora una trituradora de adoquines, se encogió tanto como el honor lo hace ante una vergüenza. En pocos meses había perdido diez kilos y en su casa comenzaron a preocuparse con indisimulada transparencia. Más tarde, sus atléticos setenta kilos se fueron a cuarenta y cinco. Al pasar del tiempo, la delgadez se hacía más ostentosa y ostensible. Su apretada musculatura desaparecida. Su rostro parecía una fachada de oquedades y sus ojos se hundieron quién sabe dónde. Dejó de frecuentar a sus conocidos (su escuálida figura lo atormentaba y avergonzaba) y buscaba horas intempestivas para salir a hacer algún recado. Su obcecación por ocultar su inaceptable fisonomía lo llevó a vestir con indumentaria pesada, incluso en pleno verano. ¿Qué haces con un abrigo un día como hoy con treinta grados ¿ Eludía la pregunta y con excusa peregrina desaparecía como quien lleva el diablo. Desde luego, el pesar de su alma comenzaba a hacer serios estragos en él y en su entorno familiar. Encerrado un día y otro también en su habitación, no atendía a razones ni corazones. Su espíritu comenzó a rodearse de brumas y se acostumbró a vivir en el seno de la oscuridad. Ahora, su mayor alivio era dormir (cuando no se escuchan las risotadas del tiempo) y el despertar su mayor y encarnizado enemigo. Sus actividades académicas se paralizaron. Sus salidas menguaron hasta el punto de no querer ser visto por nadie. Los tratamientos intensivos de medicinas venían a casa. Los problemas de comunicación se agravaron con la misma familia. Un pariente cercano por afinidad, hombre ya mayor y muy amigo de su padre, que había hecho unos cursos de enfermería, le infiltraba ahora toda la artillería farmacológica sin tener que salir de casa. Y digo artillería porque el hombre (militar en la reserva, ) acompañaba el silbo de sus inyecciones con música de banda ligada a los tercios de la legión. Poco o nada logró. Harían falta algo más que un puñado de animosos legionarios para expulsar aquella melancolía que a cada paso se apoderaba con más rigor y celo de la criatura. Aquella maldita afección que desde el talón hasta el glúteo se paseaba sin rubor se hacía por momentos tan intenso que había de recostarse sobre un mismo lado durante horas para atenuarlo y los médicos, que nada orgánico le hallaban, decían que la causante era su psiquis. O sea que el dolor era psicosomático. Y ya no sabía si el padecimiento se lo había provocado la mente o era su mente la que se estaba degenerando por el dolor. La humanidad parecía haberse olvidado de él y el rumor de alas de los ángeles sonaba cada vez más distante como queriendo huir de una obra imposible. Sólo los familiares más cercanos golpeaban de cuando vez la puerta de su habitación, pero lo hacían ya con cierto temor a recibir una contestación brusca, cuando no un exabrupto. Su novia, que hasta entonces lo visitaba con cierta asiduidad, agobiada por tal galopante desatino, dejó de hacerlo. Su reacción, la primera de patente violencia, fue golpear con el puño izquierdo la ventana del salón, cuyos cristales saltaron despedidos hacia la calle exterior. Por suerte nadie deambulaba por ella en aquel preciso y confuso momento. Su delgadez galopaba como corcel sin jinete, sin necesidad de que nadie o nada la espolease. Los múltiples complejos vitamínicos para ganar peso que se le suministraron todavía lo acomplejaron más, pues para asombro de los médicos, nulo efecto surtieron. Y tampoco comprendían que su estómago

Page 25: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

25

estuviera cerrado como la noche o que sus análisis clínicos reflejaran una aparente normalidad. Y ya ni hablar de sus violentas convulsiones, arañazos repentinos o de una cicatriz espontánea de unos dos centímetros aparecida en su muñeca izquierda. Sus dolores en la pierna y su aparatosa decadencia física no encontraban causa médica legal. El Consejo Familiar (compuesto por su padre y hermano ya que las mujeres se habían relegado voluntariamente del escabroso asunto) inició su conferencia: hay que internarlo ¡! Espetó el primogénito. ¿Qué dices ¿ Se enterará todo el vecindario, contestó el padre. Además, necesitaremos autorización del juez. Pues, a ver qué solución le das. Así no puede seguir. Él, que seguí y oía oculto tras la puerta la conversación, irrumpió en la sala de manera no precisamente metódica y dirigiendo la mirada a ambos parientes, que quedaron petrificados por ella, les dijo a modo de hachazo prosódico…¡¡Como me internéis os interno yo en el cementerio y sin autorización judicial l!! Cualquier día de estos me voy de ronda con “el manco” ¡¡para no volver más!! (El manco era un hombre de madura edad que vivía, quiero decir malvivía, unos portales más arriba del suyo. Siendo joven y trabajando en una serrería su brazo derecho quedó amputado. Ya en aquel tiempo su inclinación por la bebida era sonada en todo el barrio y un día sucedió lo que tenía que ser. Una máquina le segó su sustento y el poco juicio que le quedaba. Había estrechado con él ciertos lazos de amistad que con el tiempo trocaron en espirituales, seguramente porque las almas de los desdichados se entrecruzan con más facilidad que las de los hombres venturosos). Quiero ir a Barcelona. Allí está el doctor Bestit que es el jefe de los servicios médicos del club. No es que la amenaza de irse con “ el manco “ exaltara todavía un poco más la desazón ya infinita de su padre que ,por ello y engullido de cabo a rabo por la desesperación ,asumiría cualquier reto o propuesta, y verdad también es que la flor no siempre da fruto, pero en ese instante pareció abrirse un jirón de esperanza a sus ojos ,pues estaba dispuesto a acudir al mismo demonio con tal de que aquella incipiente tempestad, que llevaba indicios de convertirse en huracán, amainara. Rumbo a la ciudad condal partieron y vaya si se presentaron los vientos racheados.. Era la primera vez que volaba. A retazos se dejaba ver el azul del cielo, pero una caprichosa tormenta de verano restó protagonismo al motivo del viaje. ¡¡Qué horror!! ¡¡ Qué manera de incubarse el miedo a tanta velocidad ¡! Y no lo digo por la soberana agilidad del medio de transporte. Se meneaba hacia abajo, hacia arriba, hacia los costados. Vieron pequeño el asunto que les movió a volar y grande, muy grande, el escenario incierto que ahora les conmovía. Parecieron saltar unas chispas por el lado izquierdo de la aeronave. Temieron seriamente por el desenlace y se cogieron las manos. Emergió una lisonjera esperanza cuando el capitán anunció por megafonía no sé qué leves afectaciones en uno de los motores que obligaban la vuelta al punto de partida. No hubo visita médica, pero aquello, sin llegar a ser providencial, contribuyó al menos a palidecer, momentáneamente, angustias y ansiedades nacidas entre paredes y techos de no tan altos vuelos. Pero la obsesión tiene más peligro que el revólver de un fanático, se dispara cuando uno menos se lo espera. Siempre se puede esperar que de un hecho

Page 26: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

26

de esta naturaleza germine un punto de inflexión, se fortalezcan las potencias del alma, o quiebre la tenacidad por un sentimiento ofuscado de locura, pero la verdadera tempestad estaba por estallar. Pocos días después de este, por fortuna, anecdótico suceso, un anuncio en el periódico lanzó sobre la frente del joven un soplo vivificador. La mal llamada medicina tradicional (pues entendemos por ella la científica, convencional u occidental, cuando en realidad debería ser la que cura con recursos naturales) no había podido curar su pierna y el dolor era insoportable por momentos. Había pasado ya un tiempo importante desde que el proceso se desencadenara y el barómetro de su inteligencia le indicaba que lo importante no era volver a competir, sino caminar con normalidad y poder autogobernarse sin sufrimiento. Suyo y de los demás. Un fisioterapeuta al que acudía más por distracción que por convicción le dejó caer que muy posiblemente el origen de su dolor podría ser desenmascarado con lo que médicamente se denomina mielografía o punción lumbar, que consiste en la introducción de una aguja de considerables proporciones en el conducto raquídeo. A medio de la inyección de un contraste soluble en el canal espinal y alrededor de los nervios se permite ver la columna. Maldito el día y la hora. A las diez de la mañana se presentó en la clínica médica. Ninguna hoja de información de derechos se le entregó. Tampoco la pidió. Le colocaron un airoso atavío de color verde apagado, quizá premonitorio del desenlace. Los riesgos de la prueba existían, pero su gigantesca obsesión hizo por ignorarlos. Te dolerá un poco. No importa, contestó, aguantaré… Lo que sea tronará. Y diantre si tronó. Sintió la agudeza de la fría aguja más en su cerebro que en su piel. Algo así como que era asesinado legalmente. A los pocos minutos se enrolló a su cuello un variado rosario de reacciones. En la cama de su habitación, donde se le había prescrito pasar esa primera noche sin ingerir y sin poder adoptar la posición horizontal para que el líquido inyectado no invadiera la zona cerebral, comenzó a observar cómo las paredes cobraban la inquietud de una peonza. Los vómitos torrenciales y estruendosos congregaron en escaso tiempo un buen número de internos curiosos que por el pasillo del hospital deambulaban para matar el tiempo, antes de que éste les matara a ellos. Y a fe que el tiempo se paró en su corazón (como queriendo marcar un antes y un después en su vida) porque ya nunca volvería a ser el mismo. Transcurridas las primeras veinticuatro horas, ya sólo le quedaba la bilis correlativa a la arcada. Se declararon unos dolores de cabeza como en su vida (y dudo que en otra) había padecido. Llamar dolor a aquello se me antoja suave y hasta pusilánime. Era una caballería samurái la que galopaba sobre su cabeza . Las noches discurrían interminables y el sueño era pesadilla. Lo habían dejado solo en la habitación . Con cabal argumento, pues los lamentos y los gritos comenzaron a atormentar a su compañero de celda .Los médicos no sabían o no acertaban a dar explicación. A uno de entre los que formaban un corrillo escuchó decir….Esto pasa una vez de entre mil. Pues ya no había duda, le había tocado el boleto. Suerte que aún podía caminar, pensó. Al pasar de los días, el dolor de su testa fue remitiendo por lo que los galenos decidieron que podía volver a su casa. Así lo hizo, pero su debilidad fue en

Page 27: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

27

aumento. Sus piernas se convirtieron en hilillos de piel y de pelo. Apenas podía levantarse del sillón donde dormitaba la mayor parte del día. Su caminar era lastimoso y plañidero. Carezco de los conocimientos médicos precisos, pero a cualquier profano no se le escaparía que su sistema nervioso se hallaba gravemente afectado. ¿Mala praxis ¿ Puede ser. ¿Mala suerte ¿ También puede ser. Pero alguna causa habría de tener el infierno que con vehemencia escenificaba. . Con dificultad podía acuclillarse o levantar sus brazos. Su piel se volvió tan pálida como una luz mortecina, y en su faz se dibujó la máscara de la muerte. La fatiga se encaramó a su espíritu con alas invisibles. Se hizo con el teléfono del fisioterapeuta que le recomendara efectuarse la prueba y lo llamó. …He tenido y todavía tengo unos dolores de cabeza espantosos y creo que es de la punción. ¿Cómo es que no me informaron de los riesgos que corría. El auxiliar médico se puso como una fiera pues debió pensar que le estaba imputando algún delito. ¡! Oye cuidado con lo que dices, a mí no me vengas con cuentos chinos ¡¡ Qué pretendes ¿ ¿ Utilizarme como chivo expiatorio ¿ Vete al diablo. Había quedado estancado en segundo de derecho pero sus todavía escasos conocimientos no le impidieron redactar una querella por imprudencia médica que luego no se atrevió o no quiso presentar en el juzgado .La rabia le podía más que la razón. Una tarde de otoño, negra como la tierra del fuego, reclinado en su sofá, le pareció ver como dos lagrimones se abrían paso por entre las mejillas de su madre que, medio adormilada, descansaba cerca de él. Ya está, pensó, tengo cáncer y nadie me lo quiere decir. Todos los médicos con los que se había entrevistado no le dieron motivo cierto ¿ ni incierto yo diría ) de aquel estado de postración y cansancio tan impropios para su edad. No sé si la ignorancia, la cicatería o el encubrimiento gobernaban sus poco elocuentes y esclarecedoras respuestas, pero él llegó al convencimiento de que se le ocultaba algo serio y por mandato de sus padres. La iglesia de nada o poco le había servido ( tan necesitado de un suceso sobrenatural estaba ) y las oraciones de su madre ,que veía como cada día en su hijo sonaba un poco menos el himno de la cordura, tampoco .Y es que lo que ya sólo se entonaba en aquella casa familiar eran gritos, lamentos, malos humores y mucha desesperanza, hasta el punto de que la progenitora ( mujer de profundas creencias religiosas ) llegó a hablar con su confesor habitual por si era posible y razonable ( dado el punto a que se había llegado ) hacer alguna especie de trabajillo en el espíritu del enfermo. Ni que decir tiene que cuando éste se enteró, no tardó en mandar en mandar al cura y su catecismo al fuego eterno y a su madre a hacer un psicoanálisis. Una noche, después de haber pasado el día más desabrido de lo habitual, decidió llevar a puerto el plan que en no pocas ocasiones había urdido. Por fin su crisis se desencadenó con la crudeza de un tirano y vio el final de su desencanto. Lo que tantas veces se le había pasado por la cabeza ahora estaba en sus manos. Y también en el coraje, que mezclado con una bulliciosa angustia interna, le impulsaba al borde del” acantilado salvador”. Rondaban las tres de la madrugada. El sótano (nada frecuentado desde bastante tiempo atrás) era la solución. Todos dormían y era la hora y el lugar idóneo.

Page 28: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

28

He fracasado, pensaba, soy una carga moral y económica para mis padres y además me veo incapaz de superar esta situación. Estoy lleno de vergüenza por ellos y por mí mismo. Los días se me hacen eternos, son como una celda de castigo y las noches son el centinela que momentáneamente abre cierra la puerta con la obligación de volver. Puso especial cuidado para no despertar a sus padres y salió de su habitación envuelto en su haraposo y decolorado pijama. Atravesó el largo pasillo que le separaba del portón de la vivienda. Muy cerca, a tan sólo unos metros en bajante, estaba el sotanillo donde había pasado prolongados períodos de estudio y de soledad. Conservaba todavía la bicicleta de media carrera con la que había estado a punto de perder la vida hacía un par de años al colisionar contra una furgoneta aparcada. En aquella ocasión solo había terminado zarandeado y descoyuntado .Quizá ahora tuviera mejor suerte que entonces. Le entró la flojera en el pellejo. Se sintió exánime, disuelto y roto, pero su decisión estaba ya madura. Aquel dolor le había pautado la vida y ahora sólo pensaba en pautar él la forma de terminarla. . No sería cosa de mucho tiempo y no llamaría demasiado la atención al tratarse de un lugar cerrado y no transitado. Para cuando lo encontraran ya se habrían en su casa imaginado lo peor. Eso lo aliviaba un poco. Había leído en un estudio científico que la muerte sobrevendría por sofocación y que el mecanismo mortal sería la anoxia asociada a la falta de oxígeno por agotamiento de aire respirable. No más de un par de minutos, a lo sumo tres. Pensó en el horror infinito que provocaría en el corazón de sus padres, pero el desconsuelo que lo habitaba lo desgarraba por dentro. q Procuró, durante breves segundos, una inalterable serenidad a su conciencia e introdujo su cabeza en una bolsa de plástico, atándola con mediana pero suficiente fuerza a su cuello. Se sentó en el pequeño escalón interior del abandonado recinto. En unos instantes se descolló una maciza somnolencia y vio desplegado el abanico de su vida, pero los pliegues no eran coloreados. Todo lo veía, imaginaba o sentía en blanco y negro, como si fuera en un sueño .Quizá es que al llegarse a extremos tan trágicos y solemnes como éste, ocupan su trono unas tinieblas tan profundas que lo envuelven todo vedando a los colores enseñar sus matices. . El aire se hacía más tibio y perezoso. Escuchó una voz…Ánimo, amigo mío, que ya tocamos al término de nuestra expedición. Inspiró la última y ya sucia bocanada….Se confundieron todos los elementos del bien y del mal. El espíritu y la materia. Los sonidos y el silencio. La risa y el llanto . El gozo y el dolor .La realidad y la fantasía . La dicha y el espanto .El alba y la noche. La vida y la muerte. Quebró su voluntad y vio un carruaje muy elegante. Sin cochero, y la portezuela entreabierta. El desmayo debió llegar sin más aderezo. Y despertó. Esta vez las habitaciones eran altas y sombrías, pero aquello no era el infierno en ninguno de sus niveles (dicen que tiene dieciocho y que al décimo catorce van los suicidas para morir todos los días de la misma manera en que se quitaron la vida y durante miles de millones de años. Tampoco sentía un especial lejanía de Dios (que parece es el más doloroso castigo que allí se puede sentir) ¡¡ Quiá !! Ni cerca del purgatorio andaba. No, aquellas paredes no eran otras que la de un hospital militar donde años atrás había experimentado (más bien padecido) de manos de las más altas agujas y

Page 29: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

29

bisturíes del ejército, las rudas y cruentas artes de la curación castrense ( operaciones de amígdalas, fractura tabique nasal , fractura tibia etc.) .Todas sin anestesia. Ésta, decían, era para ánimos débiles. Vamos, para cobardes. Nunca deseó tanto serlo. La única anestesia que le dieron (y juro que surtió efecto) fue la mano de una monjilla ya mayor que de manera continua le exhortaba a pensar en otra cosa. Más tarde se enteró de que a la buena mujer habían tenido que operar por aplastamiento de no sé qué hueso de la mano que le tendió. Tender una mano no es como tender la ropa, que casi siempre se recoge inmaculada y pulcra, debió pensar la bienhechora. ¿Cómo apareció en un sanatorio? Se explica fácil. Aquella noche y en el corto tramo de tiempo que, dado el peculiar método que escogió para ejecutar el tránsito, va de la vida a la muerte, “el manco “, al que el sereno había ya cerrado la puerta de su vivienda, decidió cobijarse de la lluvia y el viento que con fuerza azotaban la ciudad, en el portal circunstanciado, cuya puerta maltrecha se batía por momentos. Se las arregló con el celo del guardián de una ermita para penetrar en el sotanillo y no ser descubierto ni molestado hasta la mañana siguiente. Desde ese momento, ya todo fue el sonar de las sirenas de ambulancia y policía. Una naturaleza especialmente malhumorada aquella madrugada, quien sabe si por su delirante decisión, y “el manco”, le salvaron la vida. Yo no puedo afirmar, como por muchos se cuenta, que hubiera visto esa luz al final de un túnel, pero sé que sintió con notable lucidez algo o alguien (quizá una entidad o una conciencia absoluta) que evocaba e invocaba su voluntad, y cómo su espíritu era agitado por una emoción muy honda y desconocida. Se reconoció con los poros del alma completamente abiertos como esperando a entregarse al mejor postor celestial. Cuántas veces hemos sentido muchos de nosotros que, en pleno sueño, alguien nos descorre las colchas, se sientan a nuestro lado o nos sujetan de pies y manos de manera que quedamos completamente inmovilizados. Algo parecido fue lo que experimentó al estar a merced de otro u otros que no eran él. Y fue dueño de saber que el momento no era trivial, sino que en él se decidía vivir o morir. Se anunciaban como naturistas (brujos o curanderos para hablar llanamente) una pareja que se había establecido en las afueras de la villa. Venían precedida su fama de numerosas “curaciones “, sino milagrosas al menos sorprendentes, en gentes desahuciadas a las que ningún galeno había podido imprimir, sobre su enfermedad, el sello de la victoria. Por fortuna o por desgracia, pues a veces no sabemos si es buena o mala condición de nuestro temperamento, sobrevienen a lo largo de nuestra vida acontecimientos irreconocibles a primera vista con cabal sentir y que luego con el tiempo, una vez aprehendidos y aprendidos, se tornan en guía y maestro de nuestro diario existir. No he de ocultar que su decisión de servirse y asistirse de tal fuente de curación levantó no poca bulla en la familia que, desde este momento y considerando el caso tan grotesco como perdido , ya hizo oídos sordos a las impredecibles y desagradables sinfonías de su enfermedad. Derramemos una lágrima en la cabecera de su lecho de muerte y saquémonos para siempre la careta del dolor. Algo así debieron pensar.

Page 30: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

30

La primera visita (como suele ocurrir las primeras veces en todos los órdenes de la vida) fue la más impactante y la que con más interés retuvo el imán de su memoria. Había allí sentados justo a su frente una pareja de ancianos rondando o aparentando octogenarios. Ambos con la piel castigada por la edad y por el sol. Delgados y de mirada serena y definitiva, aunque con un halo de ternura. Entre sus dedos estampillas de la virgen y del niño Jesús. La habitación estaba completamente vacía de mobiliario, pero en uno de sus ángulos se levantaba un pequeño altar sobre una mesa rectangular y con varios cirios encendidos. Las paredes completamente blancas. Había en la sala dos mujeres más (jóvenes y bien arregladas) con un infante de aproximadamente diez años. Envolvían los dedos de la viejita un rosario con bolitas de nácar color crema. Los tratamientos se iniciaban a las cinco de la mañana y no terminaban hasta las 21 ó 22 de la noche. Conforme transcurría el tiempo, se apoderaba de uno el sentimiento de encontrarse en un lugar especial donde algo inusual habría de suceder. El olor a incienso que perfumaba la atmósfera ayudaba a ello. Desde luego se daban todos los ingredientes para alcanzar un estado de conciencia si no alterado sí distinto de lo habitual y se fundían en la imaginación gigantescas ideas de consuelo como nunca antes lo habían invadido. En un suspiro, o al menos así se lo pareció, los brujos atendieron a la pareja anciana. Salían con la misma cara con la que entraron, pero acompañados de varias bolsas no transparentes que debían contener varios ramilletes de yerbas escogidas especialmente para sus dolencias. Estaban secas y sonaba su crujido como un gemido que se ahoga. Antes de traspasar el umbral de la puerta, el viejo le obsequió con su mirada dulce y le dijo: ten fe y déjate hacer. Le asintió con una suave oscilación de su cabeza. Transcurrieron pocos minutos (el lugar tan singular hizo que perdiera la noción del tiempo) cuando las coloreadas tirillas verticales de pasta, que comunicaban la estancia con la vivienda, se balancearon. El cuerpo robusto de un hombre ya maduro, bien conservado y algo enjuto se hizo hueco entre ellas. Pasa….Por aquí. Su voz no sonaba precisamente humilde, pero inspiraba confianza. Iba cubierto con una especie de hábito religioso que dejaba entrever solamente unas sandalias de cuero oscuro con tiras cruzadas. Siéntate…tienes en tu rostro la honda huella del dolor. Lo miró fijamente a los ojos y le pareció que veía el mismo día en que nació. Tras esto le palpó con cierta violencia en diversas partes del cuerpo sin llegar a hacerle daño. Su diagnóstico fue inmediato. Se lo comunicó con sencillez primitiva. Tienes mal el bazo y el hígado .Tu estómago es lo más parecido a una fosa séptica. Te han envenenado la sangre y además tienes mal de ojo. Estás invadido por pequeños demonios. Bueno….pues algo así me imaginaba, dijo, estoy en sus manos. No, contestó resuelto el sanador, estás en las tuyas. Yo sólo soy un transmisor de energía o un transformador. ¿Lo entiendes ¿ Sí, si , claro. Los curanderos afirman que si algunos sanan y otros no, es porque no bastan las operaciones y pócimas mágicas: es necesario que en el enfermo se dé un cambio de mentalidad. Aquellos que viven en un continuo pedir deben aprender a dar.

Page 31: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

31

Tomarás unas yerbas específicas y te haré digitopuntura (acupuntura con los dedos). No podrás tomar carne, pero sí pescado. Ni leche ni huevos. Debes purificarte interior y exteriormente. La enfermedad es sólo tu responsabilidad y la curación será la mía. Al pronto penetró en la habitación una mujer de apariencia algo más joven que el brujo. Le observó unos instantes, a continuación Le sonrió y le dijo: vas a ponerte muy moreno y gustarás mucho a las mujeres. No se esconde que aquello fue para él lo más gratificante de la primera sesión. Ningún médico se hubiera atrevido a hacerle ese comentario futurible y sintió recuperar un átomo de confianza. No se interesaron por su nombre ni apellidos. Había recibido muchos masajes de su médico deportivo, pero los del brujo en nada se parecían a aquéllos. Sus brazos se movían cómo los de un pulpo en plena cacería. Sentía la presión de sus yemas como apisonadoras de dos centímetros. Decía que había que pulsar en el lugar justo y con la intensidad apropiada. Si no se hacía así, el riesgo de destrozo nervioso era muy probable. Desde la punta del dedo gordo del pie hasta la coronilla recorría su cuerpo con ellas. Le explicó que era muy peligroso activar la circulación de energía si no se estaba bien preparado e informado. Que había “siete anillos energéticos “en el ser humano y por alguna causa (física, psíquica o emocional) se producían bloqueos energéticos. Se les llama “corazas musculares “y con antelación a cualquier terapia, debe hacerse recircular la energía en el paciente. De lo contrario la enfermedad se manifestará de nuevo y de otra forma. Le alertó del peligro de despertar los “chakras“situados allí donde se encuentran las corazas musculares, sin desbloquear primero los anillos energéticos. El chakra 1: tiene color rojo. Se halla en la glándula adrenal. Su área corporal es la espina dorsal y riñones. Su aspecto emocional es la cantidad de energía física. La voluntad de vivir. El chakra 2: tiene color naranja. Su área es el sistema productor. Su aspecto emocional es la calidad de amor para con el sexo opuesto dando y recibiendo placer físico, mental y espiritual. Energía sexual. El chakra 3: tiene color amarillo. Su área es el páncreas. Está en el hígado, vesicula biliar y sistema nervioso. Su aspecto emocional es la conciencia de la universalidad de vida. La intención hacia la salud propia. El chakra 4: tiene color verde. Su área es el corazón, sangre, circulación. Su aspecto emocional es el sentimiento de amor hacia otros seres humanos. Voluntad hacia el mundo exterior. El chakra 5: tiene color azul. Su área es el aparato bronquial, pulmones y canal alimentario. Su aspecto emocional es el sentido del yo dentro de la sociedad y de la profesión de cada cual. Objetivos y metas. El chakra 6: tiene color índigo. Su área es la pituitaria, cerebro inferior, ojo izquierdo, orejas, nariz. Sistema nervioso. Su aspecto emocional es la capacidad de visualizar y entender conceptos mentales. Capacidad para desarrollar ideas en forma práctica e intuitiva.

Page 32: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

32

El chakra 7: tiene color violeta. Su área es el cerebro superior, ojo derecho. Su aspecto emocional es la integración de la personalidad total con la vida y los aspectos espirituales de la humanidad. Un jueves cualquiera ocurrió algo que le dejó algo decadente y perplejo. Eran sobre las cinco de la tarde y la puerta de la calle se abrió. Entraron unos caballeros que exhibiendo unas placas se identificaron como policías. Comenzaron a hacer preguntas a los que allí se encontraban. Sobre qué tipo de yerbas se daban, qué tipo de masajes, de qué y cómo hablaban los curanderos y cuál era el coste económico que se debía abonar. Algunos se negaron a contestar y otros comentaron a los agentes que no les importaba que no fueran médicos si les hacían sentir mejor. No tardó en presentarse la coyuntura que esperaba, pues alertados por el ajetreo desacostumbrado y algún chivatazo del personal, acudió a la sala raudo y algo agitado el dueño y director del establecimiento que no era otro que el propio chamán. Entrecruzaron algunas palabras policías y curandero y en seguida los invitó a pasar a dentro. Transcurrieron no más de quince minutos cuando los agentes de paisano abandonaron el edificio. Todos se preguntaron si aquél sería el último día de acudir a la consulta por lo inesperado e incierto del trance. Por fortuna nada ocurrió. La voz tranquila de los pacientes y el mérito que le atribuyeron al quehacer de sus anfitriones así lo decidió. Al transcurrir de los años tuve noticia de que la pareja de curadores hubo de poner pies en polvorosa por no sé qué denuncias relacionadas con el intrusismo. Aquel régimen de comidas y, quizá también el acopio de yerbas que se metía al día entre pecho y espalda, lo enflaqueció todavía más, con la consiguiente alarma en la casa familiar. Deja ya esas porquerías que ya se te insinúa el hueso y come lo que hay que comer. A lo que él, considerándolo un insulto de ignorancia, contestaba ¡¡ Me estoy purificando ¡! ¡¡ Dejadme en paz ¡! El cuerpo se le vaciaba, pero el alma se le iba llenando de un suave y sosegado bienestar. Parecía vislumbrarse una débil franja de horizonte idílico con la salud, imposible de contemplar mentalmente poco tiempo antes. Algo así como un cielo violado de crepúsculo que aspira a ser luz con toda autoridad. Pero su debilidad era tan muda como el reposo y el sueño y su silencio en casa cada vez más reverente. Apenas podía darse una vuelta a la manzana cuando caía la noche y era casi seguro que nadie lo vería. La ingestión de yerbas que realizaba con notabilísima disciplina (bebida tierna y sentimental la llamaban algunos pacientes) comenzó a hacérsele pesada como el granito. Empezaba a hastiarse de la asfixiante rutina y no veía ni reales ni aparentes resultados. Había allí gente que ya llevaba tragado tinajas enteras y ningún efecto terminaba por sentir. Pensaba que seguían bebiéndolas porque no tenían otra expectativa más animosa a la que agarrarse y el hecho de haber escuchado el éxito que las pócimas habían provocado en algún que otro enfermo les invitaba a no desistir del inusual plan de creencias trazado. Una tarde, seguramente porque el brujo atisbó en los rasgos y accidentes de su rostro alguna revelación de su espíritu, lo hicieron pasar a la habitación que llamaban de los rituales. Había oído que traspasar la puerta de esa sala era significado de perfeccionamiento. Se agitaron inquietas en su mente una hilera de ideas relacionadas con lo sobrenatural. Sentado en una silla de paja,

Page 33: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

33

el sanador le dio un brebaje que tragó en un santiamén. Le dijo que estaba en un lugar sagrado especial y que en pocos minutos caería en trance. Que le haría una limpieza interior poniéndole una mano en la frente y la otra en el corazón. Le anunció que aquello no sería una medicina científica y que la magia y sobretodo su fe serían los únicos protagonistas en su definitiva curación. La magia es el nombre que se le da a todo lo que no comprendemos. Le dio una hoja para que escribiera todos los males que sentía (fueran personas, pensamientos o cosas). Lo hizo y se la entregó al chamán. Éste las quemó en un recipiente de cristal del que salían unas llamas verdosas y azuladas cuyos contornos y colores veía con dulzura y armonía. El brujo se encontraba ahora a su espalda con los brazos en cruz y las palmas de las manos hacia arriba. Pronunció en voz muy baja una serie de palabras ininteligibles tocándole la cabeza y fue en ese momento que creyó perder la conciencia. Cuando despertó habían transcurrido como cuarenta y cinco minutos. Le preguntó qué sentía. Balbució que no sabría decir, pero que se encontraba muy diferente. Más ligero. Más pequeño y más grande a la vez. Más sereno. Algo que llevaba a lomos desde hacía mucho tiempo había desaparecido. Poseído, como creo yo que estaba, de una idea y de un pensamiento, tenía la sensación de que la estela de una inspiración había sobrevolado fugazmente su espíritu enfermo y que su mente se había vaciado para llenarse de nuevo. Cómo puede sino llenarse un vaso que rebosa de agua. Fue consciente de que el ser humano tiende a idealizar ( a las personas ,a las cosas, a los sucesos pasados o que han de venir ) y que éstas en realidad nunca pueden responder a la excelencia con que se presentan en el pensamiento. Esta idealización es el campo de cultivo idóneo para que la angustia germine en el alma con gran fragor provocando la enfermedad. Y qué es la idealización sino una obsesión disfrazada de fantasía. Le estrechó la mano y le dio las gracias, pero el chamán le contestó: no son mías las gracias, son tuyas .Todo lo bueno o malo que ahora te suceda lo generarás tú. No hay un destino escrito por nadie y el pasado no es una roca. Puede moverse. Le preguntó que cómo puede hacerse eso. Míralo desde otra perspectiva, le contestó el cirujano espiritual. Compréndelo de otra forma. Vístelo con otras consecuencias y no trates de cambiarte ni de cambiar a los demás. Acéptate y acéptalos. Y sobretodo perdónate. Si ahora estuvieras muerto, Dios ya te hubiera perdonado. Su frente quedó partida en dos, como si su existencia se hubiera dividido. Durante los días que vinieron, y muy paulatinamente, casi imperceptiblemente, los dolores en su pierna fueron remitiendo. Sin embargo aquello que parecía haberse parado por el azar (su sueño de toda la vida, su anhelo constante, su ambición sublimada) había sido desplazado como a una baratija la desplaza un diamante. Su batalla, de la que su mundo interno había hecho crónica detallada y minuciosa, ya no era por ningún reinado futbolístico. La veía ahora como un adorno de mal gusto, un pensamiento frívolo o una palabra inconveniente. Se deshizo de mil miradas de las que creía ser centro de atención y se mofó de sus antiguos deseos. Cuántas aflicciones y cuántos

Page 34: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

34

insomnios por unas ridículas presunciones que casi le costaron la vida, hiriéndole la imaginación, y llenando sus ojos y los de su familia de lágrimas. La demolición de su particular asedio mental mudó los cimientos de su personalidad como si las fibras de un sentimiento muy profundo sufrieran una brutal sacudida.

CAPÍTULO CUARTO: Un instante .Una eternidad << La realidad supera a la ficción. El suceso no es una invención, sino un hecho. Recién aprobadas las oposiciones, cuando el juez novato llega cargado de ilusión a su destino, no espera que le acojan con una alfombra roja….Pero eso es una cosa y otra el recibimiento que le hicieron. Muy probablemente nos lo tengamos merecido por nuestro borreguismo >> No evoca el título el misterio de amor y vida que, en sábanas de transparente gozo, envolvió el tiempo perdido de dos enamorados. Tampoco la explosión de júbilo carnal, espasmódico, sacudiendo sus cuerpos entrelazados, jadeantes, en muerte peregrina, sin deseo alguno por el extinguir de los segundos. No, es su reverso. El que nos alerta de lo cercana que, a veces, acecha la muerte (la otra, la que se instala para vivirnos, huésped impenitente de lo irreversible) sin que reparemos en ello. Sirva a modo de autocrítica y reflexión para un desembarazarnos de la criatura de ademanes hieráticos y nada corporativos que nos desvencija y paraliza. Actúe, en suma, como pedal de freno del carro de la productividad y reprima los instintos laborales desbocados por el chasquido del látigo de la pecunia (rendimiento por objetivos que atentan contra la calidad de las resoluciones) y el bramar de los buitres de la hiper-responsabilidad. Para los que aún no somos conscientes de que el corazón tiene su justo latido como el trabajo su justa medida y que, amarlo sin ésta, es el comienzo de la palabra amargura. Fue el exceso de trabajo- ya se padecía entonces- que al fundirse con su asunción muda y obediente, engendró el gangrenoso suceso. La misma gangrena sorda y sórdida que, jirón por jirón y golpe a golpe, nos desuella la dignidad y nos enseña a callar. Eso y, quizá, unas desconocidas y turbadoras llamadas telefónicas desde el exterior que atenazaban a aquel juzgado. La anécdota, si así puede llamarse a un hecho verídico- ocurrió en una de las múltiples unidades judiciales (hoy pocas y renqueantes) de nuestra geografía. A INGENUO, así se llamaba uno de los cuatro protagonistas de la historia, por fin le había salido una plaza de magistrado en su ciudad natal. ¡¡¡ Ahí es nada ¡!! Volver definitivamente a su terruño de origen y que- si bien nada mal le había ido en suelos volcánicos isleños- tanto añoraba. A hora temprana (la mañana era fresca y bañada en rocío), las calles vestían de flores por todos sus rincones, en ciernes la Semana Santa, indumentaria florida- propia de los sureños lares que todavía llevaba tatuados-, tez apizarrada, delatora de los

Page 35: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

35

influjos de la tierra quemada, enfiló a galope tendido ( como antojaba la lustrosa y soleada mañanita ) la Avenida que a la postre no desembocaría en una bienvenida. Por el camino algún que otro antiguo conocido. En demasía no se paró, la inquietud le podía. Dobló la última esquina y ¡¡¡ Allí estaba ¡!!. El edificio se levantaba pundonoroso pero un tanto amazacotado, hasta prostituido por la modernidad. Nada en especial capturó su atención, no siendo que carecía del más mínimo alarde de vigilancia. Así que penetró como el sexo de un adolescente. Sin control. Subió de corrido los inexhaustos peldaños laterales, sin desmayar un punto, como dándose un atracón de ansiedad. Al coronarlos, se dirigió a la puerta del juzgado. La jalonaba una severa pero majestuosa escalera de caracol- entre solemne y burlona- que parecía vana gloriarse de ello. Le invadió una suerte de premonición nada hala güeña. Entró. Sin excesiva dulzura, batió sus labios. -¡¡¡ Buenos días ¡!! (Tratando de confraternizar con una mujer que, pensó, sería una agente) Sin contestación, se adentró un poco más…. Tuvo la sensación de que todas las miradas- cargadas de fulgor- perdían en su rostro la timidez. Mientras el silencio cobraba su crédito en protagonismo, el sol, que tras derramar un haz sobre un baldosín, perfilaba un rayo de plata hacia sus ojos deslumbrándole, nubló su visión y terminó de encapotar su semblante. Sin sello de altivez hizo por presentarse.

- Perdón, soy….

- Pase, pase….Venga por aquí, le animó un hombre que por su amañada vestimenta, timbre seguro y modales de de cierta jerarquía, intuyó sería el titular (INCREDULO, se llamaba) y a buen seguro que no se equivocaba.

- ¡¡¡ Hola ¡!! ……Verás soy tu compañero de profesión….y vengo de…. Quisiera saber si esta plaza va a quedar libre y……

- ¡¡¡ Siéntese ahí ¡!!

(Inquirió el interlocutor)

- ¿Cómo ¿……ya te he dicho que soy….

- ¿ cómo se llama usted ¿

- Pero hombre que vengo de…..

- Aguarde un momento, espetó INCREDULO, mientras hojeaba no sé qué papeles sobre su mesa. Al tiempo que por la puerta del despacho se introducía un señor de fiable corpulencia, que se sentó justo tras él, INGENUO se hacía mejor consciencia del lance. El visitante no era otro que SIGILO, un policía que, vestido de paisano, entraba en escena tal

Page 36: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

36

cual se llamaba. Como quiera que el cariz tornábase - a cada paso- más engorroso, echó mana del bolsillo (lo que inquietó al postrero invitado ) buscando su carné de identidad- ignorase si el de juez lo llevaba encima- para que INCREDULO lo cotejara con el libro del escalafón. Así lo hizo. Pero¡¡¡ Ni por ésas ¡!!

Le vino a la cabeza César Lombroso y su tratado antropológico de “ El hombre delincuente “ (tendencias criminales de orden genético observadas en ciertos rasgos físicos de algunos individuos ). Al fin y al cabo, INGENUO había sido requerido- al presentarse en su primer destino- erróneamente por un funcionario del que luego sería su juzgado para que firmara como el imputado que lo hace el uno y quince de cada mes, una vez es puesto en libertad. De nuevo su faz angulada parecía jugarle una mala pasada.

Después de un lapso de tiempo de infructuosa avenencia, insistió….

-Mira…..llama al juzgado de…. Allí te dirán que soy el que digo….

Pero el destino había escrito con letras de granito el sinuoso desenlace. El teléfono fue más frío que nunca y nadie lo cogió. De repetidas llamadas se desentendió. Era el único lugar donde poder encontrar algún conocido que desficiese aquel entuerto. Febrilmente trataba de justificarse, pero lo insoluble e indigesto del trance ( que en la indefinición había encontrado acomodo ) le provocaron náuseas.

A punto de restallar su crudeza…..Una voz de ensalmo, cercana, de ánima, lapidaria y fría como el filo de una espada ( su padre, comandante retirado familiarizado con la metralla, había fallecido poco tiempo antes a escasos cuatrocientos metros ) lo apaciguó.

-¡¡¡ No lo hagas ¡!! Si no quieres que un plomo del 39 te reviente la sesera.

Se rindió a lo inerte. ¡¡¡ Vaya si lo hizo ¡!!

Fue un instante que bien pudo ser su eternidad.

Con automatismo surrealista acató la extraña bellaquería, que lo desquiciaba, para no hacerse “carne de cañón“. Con un leve y soslayado giro de cuello observó la mirada atenta de SIGILO. Adivinó en los bajos de su chaqueta y por el bruñir de su culata, la presencia de un revólver que garantizaba, aún más, lo funesto de lo establecido.

Confundiéndose con el brusco cerrar de una puerta, exhaló con estrépito su aliento y alentó el pensamiento (que pasó por su testa como una nube de tronada) de tener a la vista personajes de ficción, como salidos del fondo oscuro de una pesadilla.

Page 37: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

37

Mientras INCREDULO le hacía preguntas y más preguntas, rondó su cráneo un último cartucho que disparar al infortunio y no precisamente de los que albergaba la recámara de del arma de SIGILO.

INSOLITO (compañero de promoción allí felizmente destinado) podría desatar aquel enredo.

-¡¡¡ Ya está ¡!!! Llama a INSOLITO.

-Él te dirá…

No pasaron cinco minutos por el reloj del cuco ( que se deslizaron tan largos y callados como la sombra de un ciprés ) cuando se presentó.

-¡¡¡ Hombre, cómo estás ¡!!!

- Pues…..estoy….

Al momento, SIGILO tomaba la puerta haciendo honor a su nombre.

- ¿Conoces a este señor, balbució INCREDULO.

- ¡¡¡ Claro…..es….!!! ¿ Pero qué ha pasado ¿

-Vaya…. pues sí que es raro. Unas gaviotas que, graznando, volaban en círculo por un cielo abierto, le anunciaron que era libre. Salió de allí enjaretado y controlado. Con una nada en la mirada y el alma en un suspiro Durante un tiempo- desembalando un puñado de porqués- se ocultó en la guarida de la vida. Del sentido de lo vivido.

CAPÍTULO QUINTO: La Cruz de Caravaca. A veces la oscuridad es la que enciende la luz y ocurre también que cuando enciendes la luz vuelve la oscuridad. No es vaga ni vana la sensación de que cuando uno está a oscuras brotan de la mente y prenden en el corazón las ideas más claras, sin el obstáculo que suponen las partículas lumínicas que se precipitan al vacío desde ese fragmento de vidrio hermético- tan frío y tan cálido- al que llaman bombilla. Y que son, sino, esas chispitas que vemos cuando cerramos los ojos después de mirar al sol. De siempre, lo oscuro fue antesala de lo claro como la cruz lo es de la luz y quizá por necesidad (la nuestra) o tal vez para evitar que caigamos en la locura, los familiares ausentes utilicen ese estado de semiinconsciencia o de sueño oscuro (no tenemos capacidad de contestar pero si de recordar y estamos, aunque no lo parezca, más conscientes que cuando es vigilia) como puerta para amanecernos y encendernos por dentro. Actúan así, quiero creer, como intermediarios de otras entidades espirituales superiores. No sé el porqué de este desvarío, pero reescenifica en mi memoria, que es el gran teatro de los recuerdos, el susto que yo viví en una villa costera y mortuoria que en el mapa parece aguijonear el Atlántico. Y fue que, al par

Page 38: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

38

que de forma descoyuntada me arrojaba por una de sus empinadísimas callejas y al superar la última arista de una casucha con minúscula ostentación heráldica, me estampé de bruces con un amigo de juventud al que no veía desde la universidad. Sin modestia ni reserva se rindió a la ocasión y vino a contarme los pesares y turbaciones con que la vida lo hacía, a cada paso, más desventurado. De sus palabras y la forma entrecortada en que caían de su boca, no abrigué duda de que necesitaba algún tipo de ayuda- de ésas que huelen más a inciensos y conventos que a refinamientos y placeres- así que una vez agotada nuestra vivaz imaginación sobre el pasado y me hube despedido de él (como suele ocurrir en estos casos con intercambio de direcciones y teléfonos para no llamarnos jamás) aceleré la marcha hacia una tienda de joyería que me coincidía de vuelta a la pensión. Nada confortad y muy consternado por el espíritu errante de aquel pobre diablo, con el punto de decencia que pude y algunos más de decadencia, atravesé la puerta del establecimiento. El opulento tendero terminaba de ceñir la pedrería a unos paños negros y lo que allí sólo brillaba eran los ojos de un gato sentado en un taburete circular de madera vieja, pero muy trabajada. El hombre cerró el pestillo de la entrada con un doliente suspiro, como quien cierra para siempre su capacidad de amar. Debió el félido aturdirme con su mirar místico, casi de superior religioso, que me hizo confesar delante del mercader cosas de las que hoy me arrepiento con enorme hervor…..Y como queriendo darme un aire de don /( que no donaire, del que carecía y carezco ) por si ayudaba en algo a la hora del descuento ( él sabía que nuestra abundancia económica era igual de veraz que el ayuno de un banco ) le dije….verá…Soy juez y resulta que acabo de encontrarme con un antiguo conocido al que hallé profundamente poseído por una suerte funesta y a merced de extraños sucesos que parecen competir con la mayor de las tiranías. Para colmo, me ha dicho que su profesión está continuamente envuelta en tela de juicio. Su angustia va en aumento. Temo que cometa alguna atrocidad, y como he oído hablar de las propiedades sobrenaturales de la Cruz de Caravaca, por si lo vuelvo a ver, me he decidido a entrar. Comenzó el pedrero, con voz de plegaria, grave, y sin desviar un segundo su mirada que clavaba en mi entrecejo, a hacer muestreo de diversas alhajas u otros objetos que, decía, neutralizaban el mal de la envidia y protegían de malas energías, magia negra y males inmundos. Mientras escuchaba el tañido lejano de una campana, pero inquietante como la sirena de un bombardeo, se me erizó el bello de un antebrazo que momentáneamente había descubierto para aliviar un picor molestísimo. En tanto revisaba los peculiares signos de los cristianos, el lapidario me sorprendió preguntándome sobre mi grado de satisfacción como autoridad terrena y si ganaba lo suficiente para vivir cómodamente. Respondí con unos desganados movimientos laterales de cabeza y con intención de desviar la conversación le pregunté de dónde provenían los poderes de la venerada cruz.

Page 39: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

39

Me relató- con una extraña ira en sus cavidades oculares, por momentos cómicas y redondas, en otros malvadas y rasgadas- que se remontaban al siglo trece cuando un rey moro obligó a oficiar misa a un sacerdote que tenía prisionero. Ordenó traer todo lo necesario para averiguar qué misterio ocultaba el sacrificio de la misa. El sacerdote no se quejó, pero cuando empezó apenas podía articular palabra, haciéndole ver que le era imposible continuar porque le faltaba la Santa Cruz. Entonces dos ángeles bajaron del cielo con una cruz patriarcal de cuatro brazos. Eso fue lo que hizo que el rey moro se convirtiera al cristianismo. Ya mostrando ciertas ganas de abandonar el lugar, que al pasar del tiempo se me hacía menos grato y algo repulsivo, me espetó un ¡¡¡ Espera, yo puedo convertir tu judicial mal vivir en oro de ley ¡!! Y al tiempo que recogía con dos dedos el amuleto sagrado, me decía….Sólo tienes que retorcerla como yo lo hago y renegar de ella como se reniega de un amigo en la desgracia…. ¿Cómo? Oiga… Qué está diciendo… Mire…Dígame qué le debo que ya es hora de irme. Esta vez, con timbre carcomido y viejo, pero muy temido, y con la mirada en la nada me contestó ¡¡¡ Dame tu alma ¡!! Como quiera que, espantado, me giraba rápidamente para encontrar la salida, percibí un sonido entre tabernario y corrupto. Observé atónito, sobreviniéndome una especie de mareo, que en el taburete ocupado antes por el animal estaba ahora mi amigo que cruzando una pierna sobre la otra (juro, y no por imperativo legal, que allí nadie había entrado), sostenía entre sus manos un acordeón, también llamado fuelle del infierno. Se sonreía con una ironía tan irreductible y hostigadora que durante un tiempo me obligó a rehuir de cualquier muestra de simpatía. Presentí la muerte como la mejilla presiente la lágrima y en un momento- tan corto como el tiempo que tarda un soplido en extinguir el fueguecillo de una vela- vi a mi difunta madre. Un frío carnavalesco (máscaras previas a la Cuaresma, que no sé si lo serían realmente, porque parecían verdaderos cuerpos sin alma, escudriñaban al través de las ateridas ventanas) me traspasó la carne y los huesos. Comencé a gritar ¡¡¡¡ Socorro ¡!!! ¡¡¡¡ Socorro ¡!!! Pero al hacerlo me sentía mal, pues, pensaba yo, el miedo no tiene sangre de juez y debo comportarme como aquel condenado instrumento que cuanto más se le aplasta más vibra. Pero sólo lo hizo mi brazo que golpeó la lámpara de la mesita de noche por el cielo de mi habitación y, con ella, una Cruz de Caravaca- que yo antes no tenía- quebrada en su rama horizontal.

CAPÍTULO SEXTO: La mar y la justicia. Una suerte de alegoría << Las lágrimas que de los ojos caen a la mar van/ y en su triste rebosar forman olas de sonoro dolor/ que enroscadas a una ventisca de desengaños, apiñadas y enloquecidas, al arenal volverán/a desmayarse a morir a beberse la pena de quien las derramó >>

Page 40: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

40

De la mar envidio su brillo en el horizonte con la primera luz de la mañana, que la hace enardecer. Envidio su ambición por reconquistar el terreno que el hombre le robó, pero no con la devoción del que va a probar fortuna, sino con la obligación del que va a por algo suyo. Su gama de frescos colores que, a su señal cristalina, se funden en una atmósfera de unidad y luminosidad. Bien sabe ella que es contaminada, pero no se contamina como los jueces veleta. Admiro su incredulidad y su pasión, su piel insobornable, su arrebato ardiente y húmedo que culminan los afectos del pintor que la retrata. Que es ajena a la admiración que entre las gentes despierta. Tan preocupada por sus hondas y agitadas emociones, de sus honras y deshonras que guarda bajo anchos muros de soledad. Incansable como la noche y el día que se persiguen con la inimitable naturalidad de dos críos enamorados. Reina de los muertos que soñaron poseerla, de norte a sur, de este a oeste y desposeerla, de sus misterios, de sus mitos y leyendas, de sus hijos. Qué algazara cuando se enfada esta madre tan juiciosa que de rojo y generosa violencia colorea sus labios espumosos. De la mar envidio que parece no escuchar cómo en ella hasta la muerte se estremece. Qué profundo estupor se siente por no saber forjar chispeante su valor, para salpicar de sal y se idealismo las llagas de nuestro corazón. Su indiferencia a quedarse sola, impasible, mientras descansa su mirada en los cimientos del cielo. Sin memoria, sin edad, sin aroma, sin aurora, sin sus emotivos lazos con la luna, sin su cólera, y aun así sedienta de una bárbara obstinación: todo menos olvido. Sobrecoge cuando en ella te meces y falta la luz. Entonces nada más que se ven los pensamientos que toman forma de solitarias galerías, que dan pie a mil fantasías. Ahora, el rumor ausenta es un hervidero de pesadillas que pugnan, a cual primera, por abrasarte el cerebro. No encuentras salida. Te abandonan, te abandonas. Sólo es aire, ruinas, la noche cruda. El ir y venir del agua. Estás solo y sólo cabe esperar. ¿A quién? ¿A qué ¿ A nadie. A nada…. O tal vez, una pupila encendida cuando vuelva el día. La mar, como los que por innecesario rigor van cayendo, se baña en dignidad y cuando desagravio no encuentra, mantiene una expresión, serena y dominadora, de gozo indescriptible…..Mirad…. no es llanto, es manantial de sentimientos. << Los bebés, que están en pañales, saben cómo llamar la atención y lo consiguen. Los jueces, que están con el culo al aire, no >> Porque no conspiran ni se elevan, pero sumergen sus cuerpos y su voz en una clamorosa orgía de frívolos silencios. Tienen ese extraño recelo a poner eco y bullicio a su pensamiento enclaustrado. Son de noviembre oscuro y callado mármol y no frenético rayo de abril. Como única ambición el desconsuelo, que su severa quietud esconde. Hacen de sus vidas equilibrio y cálculo, no sienten del riesgo su atracción extrema. Se abandonan a la ofrenda de la

Page 41: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

41

monotonía y no empuñan el timón de la autonomía. Consideran que la cuestión es ajena a su jurisdicción. Desconcierta su capacidad de especulación que, como los sitios que guardan las memorias de su tradición, siempre se acompaña de una especie de maldición. Pero lo peor no es que pierdan la conciencia, sino tener plena conciencia de que se pierden. Los cafés llenos. Las almas vacías. El camino por andar. Cuando los ve, la independencia se hace arcada y la desesperanza- refugio del conformismo- se estira emulando el desmembramiento de un mártir. Con limosnas van sellando su propia encrucijada. Creen que por callar, su hacienda y familia más seguras están, pero no oyen el runrún de las sombras que ya ocultan su autoridad. Son como la boca de una gruta que lo traga todo sin vacilar. “ Por la calle van contando los que llevan cayado, porque ya cayeron, que por tragar mucho callo, los callados- cuando no deben callar- encallan en un corazón encallecido “

CAPÍTULO SÉPTIMO: Angrois. Oración Hace unos días escribía a una compañera que a la justicia la hundió la falta de amor. Ausencia de renuncia a lo propio en beneficio de lo ajeno. Incomprensión, carencia de reflexión individual, falta de sencillez, exceso de protagonismo, obsesión por destacar y destacarse en lo que ya no es destacable, sino reprochable. En fin, paisaje monótono y algunas figuras negras y aisladas. Pero sobretodo, le contaba, faltan vivencias traumáticas personales de ésas que, con sutil desprecio a los cantares y festejos de la vida, descubren el velo bajo el que se oculta la espantosa desesperación de la humanidad. Pequeña humanidad. De ésas que con maestría inimitable te enseñan lo endeble de cualquier circunstancia o posición puntual por la que tanto estabas dispuesto a entregar. El vacío lo llena todo. No hay nada más. La muerte me citó de cerca, pero como un meteorito que a última hora se desvía, pasó de largo. Fue hace quince días (igual que a un periodista que hoy escribe en la Voz de Galicia). Mismo tren, misma salida y, por fortuna, distinta llegada. Acompañado del hijo, circulamos la misma curva sin apenas sentir el pedaleo del hierro enfurecido que vendría detrás. Dos semanas detrás. Da qué pensar, más a cuanto mayor se es. Todo y nada. Parad , por favor. Ocurrió y ya no estamos aquí. Tumbado entre amasijos, veo, sé, que ya no estoy aquí. Ahora sí, los hombres se ponen de acuerdo en todo. Los políticos se convierten en hermanos, no hay fricciones. Lloran al compás del chirrido de una rueda o del quejumbroso y agudo lamento de un familiar que, con dificultad, articula palabras sueltas, cortadas, rotas por el puñal irreversible de la desgracia. El peor poema de dolor se compone a la muerte de un hijo. Esa canción se escuchará hasta en la eternidad de los días y las noches de tu no existencia. Porque ya no existes, sólo asistes. Es el relámpago fúnebre que atraviesa tu conciencia y te paraliza el alma. Ya nunca volverás a ser el mismo. Pasó muy

Page 42: Tempus enero 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

TEMPUS OCTOBRIS, ENERO 2015

42

cerca. ¿Y qué debemos pensar ¿ ¿ Cómo debemos actuar ¿ ¿ Qué debemos cambiar cuando se presenta tan próxima ¿ ¿ Es para los que se deben esforzar en cambiar algo a sí mismos ¿ ¿ A los demás ¿ ¿ Qué significa todo esto ¿ ¿ Es una mera casualidad ¿ Yo pienso que no. Que no es una casualidad, ni tampoco una causalidad, porque no sabremos el porqué profundo. Pero sí sé que estas cosas deben cambiar a algunas personas a través del doble filtro que conforman la razón y el corazón. Y que en estas ocasiones están obligadas a fundirse, por ley universal, en el amor. Pensad, los que no lo hacéis en el bien común cuando es vuestra obligación moral y profesional, si alguien en sueños os susurrara al oído con voz desvaída, que esto mismo os ocurrirá en vuestra piel o en la de los familiares más queridos, si no llegarais a cambiar la actitud hermética, las quiebras del terreno o la cerrazón en la diplomacia oscura. . Está en vuestras manos todavía. ¿ Por qué los hombres sólo se ponen de acuerdo en las desgracias ¿. Pasado el tiempo del dolor, se enfrían como mármoles y el sacrificio es en vano. Volverá el dolor. Y de nuevo la espiral que nunca se cierra mientras la frivolidad, la codicia, y el olvido sustancial de estos extraños y horribles episodios tiranicen las mentes de los humanos como un palacio lo hace con una casucha. ¿De qué sirve un cargo, una posición, una ambición, cuando algo así ocurre ¿ Pienso yo que, como nos demuestran los elementos, todo es tan efímero y llega cuando ellos quieren, si no sería mejor prepararse y pedir avales para un despejado viaje hacia la paz interior y dejar que los ángeles ( que no tienen nada que perder y sí mucho que ganar ) dejen caer su mirada sencilla e inocente sobre esta confusa y malentendida justicia. << Los hombres cambian por los sucesos, pero los sucesos no cambian por los hombres >> << La muerte pasa cerca para abrirnos otra puerta. Si no la abrimos volverá a pasar >> Políticos cambien Jueces pongan interés en ello, únanse. En el reverso del librillo: “La obsesión es ese relámpago misterioso que calcina la razón, nos obliga a dejar de ser humanos para transformarnos en bestias. Anuda el pensamiento, somete la voluntad, y quiebra los más escondidos resortes de nuestra conciencia. Echa sus redes en cualquier tiempo y lugar, en cualquier persona y edad y en cualquier oficio o cargo. Nos transporta a regiones donde la paz y la cordura fueron desterradas. Es el dardo flameado que el diablo nos envía para convertir el mundo en un crematorio.