38
Masarykova univerzita Filozofická fakulta Ústav románských jazyků a literatur Španělský jazyk a literatura Magdaléna Tomanová La obra cuentística de Julio Ramón Ribeyro Bakalářská diplomová práce Vedoucí práce: doc. PhDr. Eva Lukavská, Csc. 2008

Tesis Juan Ramón Ribeyro

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Tesis Juan Ramón Ribeyro

Masarykova univerzita

Filozofická fakulta

Ústav románských jazyků a literatur

Španělský jazyk a literatura

Magdaléna Tomanová

La obra cuentística de Julio Ramón Ribeyro

Bakalářská diplomová práce

Vedoucí práce: doc. PhDr. Eva Lukavská, Csc.

2008

Page 2: Tesis Juan Ramón Ribeyro

2

Prohlašuji, že jsem diplomovou práci vypracovala

samostatně s využitím uvedených pramenů a literatury.

.............................................................

Podpis autora práce

Page 3: Tesis Juan Ramón Ribeyro

3

.

Děkuji doc. PhDr. Evě Lukavské, Csc. za odborné vedení a cenné připomínky, které mi napomohly při zpracování bakalářské diplomové práce.

Page 4: Tesis Juan Ramón Ribeyro

4

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 5

Capítulo I ........................................................................................................................... 7

1. GENERACIÓN DEL 50 ............................................................................................ 7

Capítulo II ......................................................................................................................... 9

2. JULIO RAMÓN RIBEYRO ...................................................................................... 9

Capítulo III ........................................................................................................................ 14

3. LOS CUENTOS DE JULIO RAMÓN RIBEYRO .................................................... 14

3.1. Aspectos estructurales y formales........................... ................................................ 15

3.2. Aspectos temáticos................................................................................................... 18

Capítulo IV ........................................................................................................................ 20

4. CAMBIOS SOCIALES .............................................................................................. 20

4.1. “Sociedad en vías de modernizarse”........................................................................ 20

4.2. “Crisis de identidad”................................................................................................. 24

4.3. “La modernización sin proceso democratizador” .................................................... 27

Capítulo V ......................................................................................................................... 30

5. CUENTOS FANTÁSTICOS ..................................................................................... 30

CONCLUSIÓN ................................................................................................................. 34

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 36

1. Literatura primaria ......................................................................................................... 36

2. Literatura secundaria ..................................................................................................... 37

Page 5: Tesis Juan Ramón Ribeyro

5

INTRODUCCIÓN

El propósito del presente estudio es aproximar al lector la obra de Julio Ramón Ribeyro.

Nos orientamos a la obra cuentística de este escritor prolífico escogiendo lo más interesante

de su creación. La intención es ante todo hacer una introducción de su producción, sin tratar

de particularizar o hacer un análisis comparativo dada la extensión que esto exigiría.

Julio Ramón Ribeyro es, desgraciadamente, poco conocido, no sólo en nuestro país, sino

en general. Es verdad que hay críticos que se dedican con regularidad a su obra, pero aún

ninguno de ellos ha hecho un estudio completo y comparativo de su extensa producción

cuentística. El primer estudio más global de los cuentos de Ribeyro fue elaborado por Isolina

Rodríguez Conde en 1984 con la intención de acabar con esta indiferencia hacia el autor. En

coincidencia con la intención de Rodríguez Conde en este trabajo vamos a aproximar al lector

no sólo la obra cuentística, sino también su vida y los temas más tratados dentro de su

producción.

El presente estudio consta de cinco capítulos. El primero versa sobre la generación a la que

pertenece la primera y más significativa creación literaria de Ribeyro. Se trata de la

generación del 50, conocida generalmente por el neorrealismo y el desarrollo del género

cuentístico en el Perú.

El segundo capítulo tiene el propósito de introducirnos en la vida de Julio Ramón Ribeyro

y su producción literaria, que abarca tanto los cuentos como la novela, el ensayo, la obra

teatral y el diario personal. No omitimos mencionar sus viajes, inclinaciones y el destino no

muy favorable que caracteriza su vida.

El tercer capítulo está dedicado al análisis de aspectos estructurales y formales de los

cuentos de Ribeyro. Analizamos cada volumen cuentístico individualmente comparándolo

con los antecedentes. Este capítulo también trata los aspectos temáticos, que interpretamos

especialmente desde el punto de vista de algunos críticos literarios.

El cuarto capítulo se orienta hacia el análisis de los cuentos utilizando la división que

sugiere James Higgins en su estudio Cambio social y constantes humanas: la narrativa corta

de Julio Ramón Ribeyro. En esta clasificación se abarcan los temas más amplios y nosotros

los analizaremos incorporando en ellos rasgos específicos y ejemplificando cada tema con

cuentos relativos a los rasgos que el tema concreto comprende.

El quinto capítulo tiene el propósito de esbozar los cuentos fantásticos que tratamos aparte

de la división temática. Este tipo de cuentos no es tan sobresaliente en la obra de Julio Ramón

Page 6: Tesis Juan Ramón Ribeyro

6

Ribeyro, aunque curiosamente abarca uno de sus cuentos más conocidos, pero como forma

parte de su obra cuentística hay que mencionarlo.

Esperamos que el presente trabajo genere el interés por la obra de Julio Ramón Ribeyro y

quizás induzca a crear un estudio más específico y amplio de este autor un poco “marginado”.

Page 7: Tesis Juan Ramón Ribeyro

7

Capítulo I

1. LA GENERACIÓN DEL 50

Antes de presentar la obra de Julio Ramón Ribeyro introducimos primero la generación a

la que, según varios críticos literarios, pertenece. Esto se ve ante todo en el hecho de que su

primer libro de cuentos se publica en los años cincuenta y trata temas significativos para esta

generación de escritores peruanos.

James Higgins en su estudio Cambio social y constantes humanas: la narrativa corta de

Ribeyro1 apunta que la generación del 50 fue fundamental para el desarrollo de la literatura

peruana y sus figuras más destacadas son Enrique Congrains Martín, Oswaldo Reynoso,

Eleodoro Vargas Vicuña, Carlos Eduardo Zavaleta y Julio Ramón Ribeyro. Pero la

incorporación de autores a esta generación no está definida. Por ejemplo, Carlos Eduardo

Zavaleta menciona que lo que divide las opiniones son los vínculos entre el grupo de esta

generación - formada por Sebastián Salazar Bondy, Eleodoro Vargas Vicuña, él mismo, Julio

Ramón Ribeyro, Enrique Congrains Martín, Oswaldo Reynoso y Luis Loayaza - y la figura

tan conocida y notable de Mario Vargas Llosa, quien empieza a publicar en 1956, sólo tres

años después de los primeros libros de los autores citados. Para algunos críticos, como Rosa

Boldori, todos estos autores, inclusive Vargas Llosa, forman aquella generación; para otros,

como José Miguel Oviedo, los primeros constituyen realmente esta generación y Vargas Llosa

sólo se inscribiría en un segundo momento de la narrativa urbana del grupo2.

“La generación del 50 preparó, inició y, en el caso del cuento, culminó la renovación de

los géneros narrativos en el Perú. Dos fueron sus objetivos fundamentales. El primero, la

asunción de una temática urbana en el relato; el segundo, la renovación y creación de técnicas

apropiadas para el desarrollo de los nuevos contenidos narrativos”3.

La novela, que desde los años 30 había sido agraria y provinciana, dejó de ser lo más

importante de la narrativa peruana. Por la crisis de la producción agraria, el indigenismo pasó

del campo a la ciudad. El cambio socio-económico producido por la modernización de los

años 40 y 50 convierte a Lima en una gran urbe inhumana donde confluye el avance

1 Higgins, James, Cambio social y constantes humanas: la narrativa corta de Julio Ramón Ribeyro, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1991. 2 Zavaleta, Carlos, “Narradores peruanos: la generación de los cincuenta. Un testimonio”, Cuadernos

Hispanoamericanos, 302, 1975, p. 454. 3 Washington, Delgado, Historia de la literatura republicana: nuevo carácter de la literatura en el Perú

independiente, Lima, Ediciones RIKCHAY PERU, 1984.

Page 8: Tesis Juan Ramón Ribeyro

8

migratorio de los habitantes empobrecidos de las provincias y sobre todo de la zona andina.

La capital no es capaz de abarcar a toda esta masa y se crean las barriadas, suburbios

miserables donde predomina el desempleo, la delincuencia, el hambre y la angustia.

En estos marginados y sus problemas encuentran los nuevos narradores una fuente de

experiencias y crean una nueva prosa de ficción, una nueva corriente literaria, llamada

realismo urbano o neorrealismo.

Carlos Eduardo Zavaleta4 también afirma que el libro inicial del grupo es Nahuín, de

Vargas Vicuña, publicado en 1953. Luego en los años fértiles de 1954 y 1955, aparecen

Náufragos y sobrevivientes, de Salazar Bondy; La Batalla y Los Ingar, de él mismo;

Gallinazos sin plumas, de Ribeyro; Lima, hora cero y Kikuyo, de Enrique Congrains; y El

avara, de Luis Loayaza.

En el caso de Julio Ramón Ribeyro observamos que en sus primeras narraciones,

publicadas en revistas a partir de 1951, muestra preferencia por los cuentos fantásticos

influídos por Borges y Kafka5. A partir de su primer libro Los gallinazos sin plumas (1955),

como apunta Washington Delgado, se dedica al relato urbano y a la descripción de diversos

tipos psicológicos y clases sociales de Lima, especialmente de la clase media peruana (la gran

ausente, hasta entonces, en la novelística nacional). Presta atención a los pequeños empleados

y estudiantes, o a los personajes marginados de las barriadas. La temática urbana aparece

también en sus dos novelas Los geniecillos dominicales (1965) y Cambio de guardia (1976),

ambas se desarrollan en diversos ambientes: casas modestas, casas ricas, iglesias y burdeles,

la vieja universidad, calles, plazas, bares y cafés del centro de Lima o de Miraflores. Julio

Ramón Ribeyro así demuestra la perfecta descripción urbana y al mismo tiempo el relato no

pierde la rapidez, luz ni armonía.

4 “Narradores peruanos: la generación de los cincuenta. Un testimonio”, Cuadernos Hispanoamericanos, 302, 1975, p. 455. 5 Sobre la influencia de Kafka, Chéjov y Stendhal aún faltan ensayos detallados, pero la influencia de Kafka sobre Ribeyro ya se ha mencionado varias veces y la podemos observar sobre todo en los cuentos fantásticos, donde la lógica está fuera de control y de la realidad cotidiana.

Page 9: Tesis Juan Ramón Ribeyro

9

Capítulo II

2. JULIO RAMÓN RIBEYRO

Julio Ramón Ribeyro es considerado uno de los mejores cuentistas peruanos de la

generación anteriormente mencionada. José Miguel Oviedo escribió que “su contribución al

cuento actual es innegable. No sólo es uno de los más prolíficos cuentistas contemporáneos,

sino que ha insistido en la importancia literaria de un género que consideró valioso por sí

mismo, no como antesala de la novela, el teatro o la crítica, formas que también cultivó” 6.

Ribeyro se inspiró en modelos del siglo XIX, como Maupassant, Stendhal, Chejov, que en

aquella época no eran muy frecuentes ni atrayentes. Él mismo evocó la abundancia de

literatura primaria y su consecuente influencia en Instituto Nacional de Cultura dentro de un

ciclo de conferencias: “Yo he tenido muchos profesores de literatura. Pero he tenido

solamente un maestro. Y este maestro fue mi padre […] me acuerdo que un día me dijo: «Tú

sabes que hay un escritor que es mejor que Dumas, y que se llama Balzac. Y hay un escritor

que es mejor que Balzac, y que se llama Flaubert. Y un escritor mejor que Flaubert, y que se

llama Stendhal. Y un escritor mejor que Stendhal, que se llama Proust.» De este modo abría

para mí un panorama de lecturas verdaderamente ilimitado. Esta yo creo que fue una de las

circunstancias principales que forjó y fomentó mi vocación de escritor”7.

Según algunos escritores, como José Donoso o Alfredo Bryce Echenique, Ribeyro nunca

ha sido invitado al festín del boom latinoamericano de los años 60 y 70. Walter Luchting en

su obra Estudiando a Julio Ramón Ribeyro explica, que este desconocimiento de su obra se

debe, por una parte, a que el personaje más destacado de la generación del 50 siempre fue su

compatriota Vargas Llosa y que, por otra parte, Ribeyro escribía de una manera diferente,

menos llamativa y nunca hacía propaganda de su obra, lo que se relaciona con su carácter

solitario y tímido. José Miguel Oviedo ve esta “omisión” en el hecho de que en la hora de la

novela Ribeyro estaba convencido de que el cuento era un género mayor y así, sin pensar en

consecuencias, marchaba contra la corriente. Siguió escribiendo cuentos al modo de sus

escritores clásicos preferidos sin esperar que eso lo condujera al éxito. A su afecto por cuento

alude en su diario personal: “Yo veo y siento la realidad en formas de cuento y sólo puedo

expresarme de esa manera. En otras palabras, mi inteligencia está dispuesta de tal manera que

todos los datos que percibo se ordenan de acuerdo con cierto molde interior – ¿categorías? –

6 Oviedo, José Miguel, “Algunas reflexiones sobre el cuento y su proceso en Hispanoamérica” (1945-1995), en Collard, Patrick, El relato breve en las letras hispánicas actuales, Amsterdam, Rodopi, 1997, 51. 7 Ribeyro, Julio Ramón, “Ciclo de narradores peruanos”, 1971, en Wolfgang A. Luchting en Estudiando a Julio

Ramón Ribeyro, Frankfurt, Vervuert, 1988, p. 352.

Page 10: Tesis Juan Ramón Ribeyro

10

cuya estructura no puedo modificar. De allí que hasta el momento no pueda escribir novelas,

poemas ni piezas dramáticas y cuando lo he intentado he conseguido sólo cuentos

deformados”8.

La vida de Julio Ramón Ribeyro comienza en Lima, en 1929. Nace en una familia típica de

la clase media limeña, que se encuentra en esa época en fase de decadencia. Su familia quedó

estupefacta al descubrir que Ribeyro prefería los estudios universitarios de Letras a los más

honrosos de Derecho. Pues entre 1946 y 1952 estudió Literatura y Derechos en la Pontificia

Universidad Católica del Perú y obtuvo una beca en España, para seguir cursos de

periodismo, que le dio una oportunidad de viajar por Francia, Alemania y Bélgica. En el

extranjero vivió una vida que no tenía nada en común con la literaria. Se ganó la vida como

obrero, portero de hotel, vendedor de productos de imprenta y cargador, pasando desventuras

y miserias como él mismo confiesa en su famoso diario.

Su primer libro de cuentos, Los gallinazos sin plumas (1955), se publica en Lima cuando

Ribeyro está en París, adonde se trasladó en 1953 y donde también escribió su mayor parte,

aunque todos los relatos se desarrollan en Lima. En 1958 regresa a Perú, trabaja como

profesor y director cultural de la Universidad de Huamanga en Ayacucho y publica su

segundo libro Cuentos de circunstancias (1958). Este primer retorno a Perú pudo ser

definitivo, pero la experiencia en el extranjero había dejado en él una marca con la que ya

había visto vinculado su destino literario. En 1956 Ribeyro aparece en Munich, donde

pasando un invierno duro comienza a escribir su primera novela, Crónica de San Gabriel, la

que publica en Lima en 1960. Decide instalarse en París, donde trabaja para la agencia de

prensa France Presse y, luego, como agregado cultural de la embajada peruana. En 1972

desempeñará el cargo de representante del Perú ante la Unesco.

Como ya hemos mencionado, Ribeyro no tenía mucha suerte en su vida literaria y su

editorial además todo empeoraba. “En 1964 publicó dos libros de cuentos, ambos en Lima:

uno se llamaba Las botellas y los hombres, pero la inescrupulosa carátula rezaba Los hombres

y las botellas, y hoy todavía nosotros los lectores dudamos al citar el título; el otro se llamaba

Tres historias sublevantes y tenía tantas erratas por página que sólo una década después,

gracias a otra edición, el público pudo conocer el verdadero texto que Ribeyro había escrito”9.

Como otro ejemplo podemos mencionar el libro de cuentos Los gallinazos sin plumas que

8 Ribeyro, Julio Ramón, La tentación del fracaso: Diario personal (1950-1978), Barcelona, Seix Barral, 2003, p. 75. 9 Oviedo, José Miguel, “Ribeyro o el ascepticismo como una de las Bellas Artes“, prólogo a Ribeyro, Julio Ramón, Prosas apátridas, Barcelona, Tusquets, 1975, p. 17.

Page 11: Tesis Juan Ramón Ribeyro

11

salió en Francia con la foto de otro escritor en la cubierta o la novela Los geniecillos

dominicales que tenía 24 páginas cortadas y otras 24 repetidas.

A comienzos de 1963 la situación va mejorando y Ribeyro resulta ganador del premio

Expreso-Populibros por lo que fue quizá su mejor novela, Los geniecillos dominicales, que

aparecerá en Lima dos años más tarde. En esta novela Ribeyro trata de nuevo algunos temas

como el problema de pertenencia. El protagonista se siente tan extranjero en la ciudad como

el protagonista de Crónica de San Gabriel en la sierra. En ambas novelas observamos el tono

autobiográfico mientras que en su última novela Ribeyro intentó no incluir ninguna

experiencia personal.

La palabra del mudo (vols. I y II en 1972, vol. III en 1977 y vol. IV en 1992) es la primera

recopilación orgánica de su producción cuentística y abarca la época de 1952 a 1977. El

último volumen contiene también la producción cuentística inédita. Esta recopilación gozó de

la recepción positiva por parte del público y fue uno de los libros más vendidos del año 1973.

El mismo año viaja a Perú donde ya es conocido y siente así una primera satisfacción, pero al

mismo tiempo llegan los primeros síntomas de una dolencia grave que le va a atormentar

durante toda su vida.

De nuevo vuelve a París y pronto publica el delicado libro titulado Prosas apátridas

(1975) que fue el primero que tuvo cierto éxito inmediato. Se trata de una obra difícilmente

clasificable y su título resulta ser ambiguo y equívoco. El propio Ribeyro10 explica que la

mala interpretación consiste en la tendencia de ver el ser apátrida de las prosas como lo

apátrida en cuanto de un ciudadano, pero se trata de ser apátrida de los textos que no tienen

patria y no pertenecen a ningún género literario. Julio Ramón Ribeyro describe Prosas

apátridas así: “Son fragmentos de diferentes obras, quizá pedazos de cuentos, pedazos de

diarios, pedazos de cartas, fragmentos de novelas, textos que no tenía dónde colocar, y

quedaron sueltos, sin patria literaria”11.

Otra obra , la que publica al año siguiente, es La caza sutil (1976). El ensayo que pertenece

a las obras menos conocidas consta de 21 artículos y su contenido es variado, desde un

análisis de la sociedad peruana hasta comentarios sobre la literatura en general. En el mismo

tiempo aparece en Lima su última novela, Cambio de guardia (1976), la que había terminado

en 1966 en París, pero que, como apunta María Teresa Pérez12, por su carácter violentamente

10 Ribeyro, Julio Ramón, La prensa, Lima, 3-XI-1976, en Luchting, Wolfgang A., Estudiando a Julio Ramón

Ribeyro, Frankfurt, Vervuert, 1988, p. 17. 11 Ibid., p. 17. 12 Pérez, Mª Teresa, “Introducción”, en Ribeyro, Julio Ramón, Cuentos, Madrid, Cátedra, 1999, p. 16.

Page 12: Tesis Juan Ramón Ribeyro

12

anticlerical y antimilitarista13 no podía ser publicada. Según Ribeyro, semejante atraso le hizo

perder el sentido y acabó malograda, pero la crítica posterior la acogió con equidad y

admiración.

En sus últimos libros de cuentos Sólo para fumadores (1987) y Relatos santacrucinos

(1992) podemos observar la tendencia evocativa del autor. En Relatos santacrucinos

especialmente recupera los sitios donde pasó su infancia y juventud y Sólo para fumadores

señala el claro aspecto autobiográfico de su adultez y por eso podría también pertenecer al

género íntimo. El título revela el gran gozo y, al mismo tiempo, vicio de Ribeyro, que nunca

abandonó su imprescindible cigarrillo y las pocas fotografías de él lo documentan

evidentemente.

Ribeyro disfrutaba los momentos de leer los escritos íntimos: autobiografías, memorias,

correspondencia, diarios... y por eso decidió, a fines de la década de los 40, escribir su propio

diario titulado La tentación del fracaso. El diario consta de tres volúmenes publicados en

1992, 1993 y 199514 y Ribeyro en las primeras páginas del primer diario explica: “El diario se

convirtió para mí en una necesidad, en una compañía y en un complemento a mi actividad

estrictamente literaria. Más aún, pasó a formar parte de mi actividad literaria, tejiéndose entre

mi diario y mi obra de ficción una apretada trama de reflejos y reenvíos”15.

De su producción dramática podemos mencionar dos volúmenes Teatro. El primer

volumen (1972) reúne tres piezas en un acto: El último cliente, El uso de la palabra y

Confusión en la Prefectura. En el segundo (1975) se recogen, además de las tres últimas obras

citadas, Santiago el pajarero, El sótano, Fin de semana y Los caracoles16. Por la pieza Vida y

Pasión de Santiago el Pajarero recibe en 1959 el Premio Nacional de Teatro.

Como ya hemos mencionado Ribeyro fue un gran adicto a la nicotina, por lo que se le

detectó cáncer y se sometió a una riesgosa operación que le puso al borde de la muerte. En

1991 decide a abandonar definitivamente París y vuelve a Lima para aprovechar

tranquilamente los últimos momentos que le quedan. En noviembre de 1994 ganó el Premio

Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana, pero su delicado estado de salud no le permitió

recoger el premio más importante de su vida y murió pocos días después, el 4 de diciembre

del mismo año.

13 “Fue escrita durante la época de las guerrillas, cuando muchos de sus amigos habían sido asesinados, lo que explica el carácter urgente y directo de su diatriba” (Pérez, Mª Teresa, en Ribeyro, Julio Ramón, op.cit., p. 17). 14 Pérez, Mª Teresa, “Introducción”, en Ribeyro, Julio Ramón, op.cit., p. 51. 15 Ribeyro, Julio Ramón, La tentación del fracaso: Diario personal (1950-1978), Barcelona, Seix Barral, 2003, p. 25. 16 Pérez, Mª Teresa, “Introducción”, en Ribeyro, Julio Ramón, op.cit., p. 84.

Page 13: Tesis Juan Ramón Ribeyro

13

José Miguel Oviedo escribió una acertada observación en cuanto a la vida, destino y

postura del gran personaje de Ribeyro: “Todo, casi todo, en la vida de Julio Ramón Ribeyro

ha ocurrido como tratando de destruir al escritor que hay en él y nada, sin embargo, ha

logrado destruirlo: su silenciosa terquedad creadora ha alcanzado, absurdamente, el fruto que

le estaba estrictamente prohibido, la Obra, esa constancia verbal de una vida que no quería

dejar ninguna, ese nítido retrato de un rostro cada vez más difuminado. Hay escritores que se

construyen su destino y hay otros que se resignan a ser modelados por él; Ribeyro pertenece a

esta segunda clase”17.

17 Oviedo, José Miguel, “Ribeyro o el ascepticismo como una de las Bellas Artes”, prólogo a Ribeyro, Julio Ramón, Prosas apátridas, Barcelona, Tusquets, 1975, p. 7.

Page 14: Tesis Juan Ramón Ribeyro

14

Capítulo III

3. LOS CUENTOS DE JULIO RAMÓN RIBEYRO

Al reeditar la recopilación orgánica de La palabra del mudo, Ribeyro esboza una teoría del

cuento. María Teresa Pérez18 apunta que es fácil reconocer en este decálogo la concepción

clásica, la que consiste en la afirmación de que el cuento debería ser una flecha que avance

certeramente hacia el objetivo.

1. “El cuento debe contar una historia. No hay cuento sin historia. El cuento se ha hecho para

que el lector a su vez pueda contarlo.

2. La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real debe parecer inventada y si es

inventada, real.

3. El cuento debe ser de preferencia breve, de modo que pueda leerse de un tirón.

4. La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender, si todo

ello junto mejor. Si no logra ninguno de estos efectos no existe como cuento.

5. El estilo del cuento debe ser directo, sencillo, sin ornamentos ni digresiones. Dejemos eso

para la poesía o la novela.

6. El cuento debe sólo mostrar, no enseñar. De otro modo sería una moraleja.

7. El cuento admite todas las técnicas: diálogo, monólogo, narración pura y simple, epístola,

informe, collage de textos ajenos, etc., siempre y cuando la historia no se diluya y pueda el

lector reducirla a su expresión oral.

8. El cuento debe partir de situaciones en las que el o los personajes viven un conflicto que los

obliga a tomar una decisión que pone en juego su destino.

9. En el cuento no debe haber tiempos muertos ni sobrar nada. Cada palabra es absolutamente

imprescindible.

10. El cuento debe conducir necesaria, inexorablemente a un solo desenlace, por sorpresivo que

sea. Si el lector no acepta el desenlace es que el cuento ha fallado”19.

Julio Ramón Ribeyro, como hemos mencionado, sobresale ante todo por su narrativa corta

compuesta de nueve libros de cuentos: Los gallinazos sin plumas (1955), Cuentos de

circunstancias (1958), Las botellas y los hombres (1964), Tres historias sublevantes (1964),

18 Ribeyro, Julio Ramón, Cuentos, Madrid, Cátedra, 1999, p. 34. 19 Ribeyro, Julio Ramón, Palabra del mudo, Lima, Milla Batres, 1994 en, Esteban, Ángel, “Introdución”, en Julio Ramón Ribeyro, Cuentos. Antología, Madrid, Espasa Calpe, 2007, pp. 43-44.

Page 15: Tesis Juan Ramón Ribeyro

15

Los cautivos (1972), El próximo mes me nivelo (1972), Silvio en El Rosedal (1977), Sólo para

fumadores (1987) y Relatos santacrucinos (1992). Antes de su muerte se publicó en

Alfaguara La palabra del mudo en un volumen como Cuentos completos (1994), que abarca

la mayoría de su obra cuentística.

Buscar una evolución notable en la cuentística ribeyriana, concretamente desde el primer

volumen de los cuentos hasta el último20, resultaría una cosa dudosa. Es verdad que en cada

volumen encontramos nuevos aspectos o técnicas narrativas, pero temáticamente todo enlaza.

No es que cada cuento toca el mismo tema, pero los argumentos que obsesionan a Ribeyro

saltan desde un cuento a otro y al fin nos encontramos con la misma preocupación de siempre.

3.1 Aspectos estructurales y formales

“En el estilo de Ribeyro se nota la claridad, la sobriedad estilística, su técnica descriptiva,

estrechamente ligada a lo visual, y la moderada definición psicológica de sus personajes”21.

Ribeyro nos transmite las historias o fragmentos de la vida limeña con tanta sencillez,

cotidianidad y claridad que resulta más veraz que la mayoría de los demás sudamericanos que

escriben fuera de su patria.

En su escritura se mezcla la melancolía, la ironía, el escepticismo y a veces el pesimismo,

pero, al mismo tiempo, Ribeyro no omite el humor y lo grotesco.

Su primer libro de cuentos Los gallinazos sin plumas, según Isolina Rodríguez Conde22,

abarca los relatos hechos bajo el signo del realismo crítico. El libro se caracteriza por la

unidad de los motivos, de técnica y de estilo. El tiempo en los cuentos es representado por un

fragmento crucial de la vida del personaje, así casi nunca se trata de un resumen de la vida. En

cuanto al narrador es el único libro de sus cuentos en el que no se utiliza la primera persona y

los cuentos tienen un tono objetivo. El mismo Ribeyro lo describe así: “[...] en ese libro me

propuse referir en cada relato la historia de una decisión. Los cuentos que yo había escrito

antes eran en realidad resúmenes de una vida. Y entretanto me di cuenta que lo importante no

20 Como último aquí consideramos Silvio en El Rosedal, porque los dos últimos volúmenes tomamos más bien por los escritos íntimos y también porque aún no han sido explorados por los críticos literarios. 21 Ribeyro, Julio Ramón, “Ciclo de narradores peruanos”, 1971, en Luchting, Wolfgang A., Pasos a desnivel, Caracas, Monte Ávila Editores, 1972, p. 77. 22 Rodríguez Conde, Isolina, Aproximaciones a la narrativa de Julio Ramón Ribeyro, Madrid, Editorial de la Universidad Complutense de Madrid, 1984.

Page 16: Tesis Juan Ramón Ribeyro

16

era resumir una vida, lo que en realidad era escribir una novela comprimida, sino escoger de

cada vida el momento más importante, el momento álgido, en el cual se decide el destino”23.

El siguiente libro de los cuentos niega en cierta manera los aspectos del volumen anterior.

Cuentos de circunstancias contiene relatos que entre sí no tienen ninguna unidad, lo que se

atribuye al hecho de que algunos cuentos fueron publicados anteriormente en revistas y

periódicos. Especialmente, como agrega María Teresa Pérez en su estudio, a diferencia de Los

gallinazos sin plumas no hay unidad de los motivos, ni de las técnicas, ni del estilo. También

hay casos en los que los cuentos no están ubicados en Perú y pasan así por primera vez las

fronteras, con lo cual nos encontraremos en los volúmenes posteriores. Otra novedad es la

aparición de la narración en primera persona. Con la primera persona los cuentos profundizan

su subjetividad. El autor pretende exponernos al mundo íntimo de los personajes y los cuentos

son de esta manera más veraces, a diferencia de su primer libro de cuentos en el que logra la

autenticidad gracias a su realismo urbano. En este volumen Ribeyro ya no se dedica tan

netamente al relato urbano, sino que inicia una serie de cuentos que versan sobre las clases

sociales de Lima, “explora la burguesía peruana «que se va»”24 y nos cuenta con nostalgia una

Lima desaparecida. A este libro de cuentos podríamos llamarlo el libro de la transición y por

eso aquí encontramos todavía las narraciones en tercera persona.

Los otros libros de cuentos se caracterizan por la desaparición del narrador en tercera

persona. Los relatos nos presentan a sus protagonistas y la primera persona puede estar en

singular o en plural. La primera persona del singular, al principio, era característica para las

narraciones que evocaban los recuerdos de infancia y la del plural para los relatos que

representaban la colectividad. Otra característica es la unidad temática de los cuentos. Como

lo podemos ver en Las botellas y los hombres y en Tres historias sublevantes, aunque en este

caso se trata además del intento de escribir un libro contrario a Las botellas y los hombres.

Los relatos del quinto libro de cuentos se desarrollan en Europa y a través de un

protagonista o testigo nos presentan las historias, de una variedad de temas y técnicas, pero

hay una unidad en cuanto a las características de los personajes y una conexión entre los

sentimientos de soledad y pérdida. Sin embargo, los cuentos sorprendentemente no siguen su

habitual dirección hacia el patetismo. A continuación predomina la narración en primera

persona y podemos observar, según Isolina Rodríguez Conde, la reacción de Ribeyro ante

nuevas experiencias, lo que se refleja no sólo en el desarrollo de la manera de tratar las

historias en los relatos sino también el desarrollo de la trama del cuento.

23 Luchting, Wolfgang A., Estudiando a Julio Ramón Ribeyro, Frankfurt, Vervuert, 1988, p. 353-354. 24 Ibid., p. 163.

Page 17: Tesis Juan Ramón Ribeyro

17

En su siguiente libro de cuentos El Próximo mes me nivelo se repite la idea de la unidad de

los relatos y las historias vuelven a desarrollarse en Perú. Hasta con Silvio en El Rosedal

llegan los nuevos aspectos estructurales de los cuentos.

Lo primero que mencionamos es el hecho de que antes de la aparición de este libro no

había orden en sus cuentos. Ahora tenemos historias en las que seguimos el destino de sus

personajes, lo que curiosamente había ocurrido también en algunos de los cuentos “que

corresponden a su prehistoria literaria”25, una relación que ya habíamos mencionado en el

comentario de Ribeyro en cuanto a Los gallinazos sin plumas.

Vemos que en estos nuevos relatos destaca la amplitud temporal, pero simultáneamente

permanece el relato de un personaje y de un momento crucial en su vida. María Teresa Pérez

menciona en su estudio el hecho de que a partir de Silvio en El Rosedal se inician también

“cuentos de procesos”, lo que significa que en el texto encontramos menos espacio para el

diálogo. “El dominio del narrador se traduce entonces en su capacidad de resumir extensos

períodos de tiempo, de anticipar o acercar algún dato acerca del pasado del personaje: «Así

pasaron algunos años, Silvio ya estaba plenamente instalado en la vida campestre»”26.

El diálogo estaba presente ante todo en los cuentos de evidente estructura dramática de su

primera época. La desaparición posterior de este diálogo, como ya hemos mencionado, la

atribuye María Teresa Pérez al deseo del autor de expresar su propia voz y lograr la

autenticidad. Por otra parte está presente el hecho del alejamiento de Ribeyro de la vida

peruana y del habla oral, cuyo conocimiento perfecto es necesario para que el diálogo sea fiel.

En cuanto al desenlace de los cuentos en muchos de los relatos encontramos el final

“epifánico”27, hay revelaciones pero casi nunca sabemos qué sucede con los personajes, si en

el futuro su vida cambiará o no. Hay también una “tendencia a los desenlaces que culminan en

una frase o epifonema: «El resto naufragó, como la vida, como quienes abrigan la quimera de

que nuestros objetos, los más queridos, nos sobrevivirán»”28.

25 Pérez, Mª Teresa, “Introducción”, en Ribeyro, Julio Ramón, Cuentos, Madrid, Cátedra, 1999, p. 35. 26 Ibid., p. 40. 27 Ibid., p. 36. 28 Ibid., p. 38.

Page 18: Tesis Juan Ramón Ribeyro

18

3.2 Aspectos temáticos

Julio Ramón Ribeyro es “conocido” principalmente por sus cuentos de ambiente urbano,

que muestran la gente más empobrecida, la que padece la violencia y es víctima de la

injusticia. Sin embargo, como ya lo hemos mencionado, Ribeyro añade al ambiente urbano la

descripción de la burguesía peruana, especialmente la limeña, y logra revelarnos diversas

características de sus miembros.

José Miguel Oviedo en su artículo “Un maestro del cuento y su arte de pasar

desapercibido” dedicado a Julio Ramón Ribeyro, expone bien los temas esenciales: “la ilusión

que se convierte en derrota; las odiosas mentiras que se ocultan tras las buenas maneras

burguesas; la rebeldía social o intelectual vista como un gesto en el vacío; el mundo familiar o

del trabajo, donde sufren terribles humillaciones que tenemos que callar”29. Como podemos

ver, el pesimismo o escepticismo en esta lista desempeña un papel fundamental, es

característico para su obra y en cierta medida representa un espejo de su espíritu.

Los críticos aseguran que los sentimientos que vemos en sus personajes, como muda

frustración, alienación, perplejidad, timidez, incapacidad para la lucha por la ascensión social

o para las relaciones interpersonales, ofrecen un paralelismo con el estado interior de Ribeyro.

La dicotomía entre oficialidad y marginalidad – utilizando la terminología de Isolina

Rodríguez Conde30 – refleja la manera de percibir la realidad propia del autor, lo que le

acontece o lo que Ribeyro piensa sobre sí mismo. Ángel Esteban31 añade que esta dicotomía

afecta a los personajes que se mueven entre los integrados al sistema y los absolutamente

marginados, entre ellos hay algunos con rasgos de ambos, en este caso se trata de los

desarraigados.

Su compatriota y amigo Alfredo Bryce Echenique en el prólogo a Cuentos Completos

alude con su observación a la realidad y la ilusión que se encuentran en el fondo de la

cuentística ribeyriana. “De frente y brutalmente, los cuentos de este narrador genial sitúan a

sus personajes entre la más banal y penosa realidad y la ilusión total”32. Esta situación se

convierte en un estado irresoluble del que los personajes no pueden salir, mejor dicho

liberarse. Ángel Esteban lo llama así: “Los personajes de Ribeyro viven en su estatismo, que

no es una muerte en vida, sino una aceptación del fracaso que supone cualquier intento de

29 Oviedo, José Miguel, “Un maestro del cuento y su arte de pasar desapercibido”, en Collard, Patrick, El relato

breve en las letras hispánicas actuales, Amsterdam, Rodopi, 1997, p. 52. 30 Rodríguez Conde, Isolina, op.cit., p. 222. 31 Esteban, Ángel, “Introdución”, en op.cit., p. 44. 32 Bryce Echenique, Alfredo, “El arte genuino de Ribeyro”, en Ribeyro, Julio Ramón, Cuentos completos, Madrid, Alfaguara, 1994, p. 13.

Page 19: Tesis Juan Ramón Ribeyro

19

búsqueda de unidades o certezas”33. No se espera nada, no se aspira a ningún cambio o

mejoramiento. Los personajes se rinden sin intentar enterarse del sentido final de su vida. El

mismo Ribeyro revela en sus obras filosóficas, que “el hombre debe conformarse con vivir,

sin resignación, sabiendo cuál es su papel y sin desear lo que no puede conseguir”34.

33 Esteban, Ángel, “Introdución”, en op.cit., p. 33. 34 Ibid., p. 30.

Page 20: Tesis Juan Ramón Ribeyro

20

Capítulo IV

4. Cambios sociales

Para aproximarnos a la obra de Ribeyro utilizamos la división que propone James Higgins

en su estudio Cambio social y constantes humanas: la narrativa corta de Ribeyro. Se trata de

una clasificación temática parcial donde James Higgins hace referencia a tres realidades que

aparecen en los cuentos de Julio Ramón Ribeyro. Primero menciona una sociedad en vías de

modernizarse de la que surge la crisis de identidad a consecuencia del cambio social y lo

termina con la experimentación de un proceso “modernizador sin una verdadera

democratización35”.

4.1 “Sociedad en vías de modernizarse”

Como ya hemos mencionado, Ribeyro inició su carrera literaria en una época del notable

crecimiento de la capital entre los años 40 y 50. Al igual que los demás narradores de la

generación del 50, Ribeyro registra en su obra la llamada modernización que transformó a

Lima y con la que devino el cambio social, concretamente el socio-económico o el socio-

político. Algo que sufrió también la propia familia de Julio Ramón Ribeyro, el que nos

transmite su experiencia en algunos de sus cuentos de base biográfica.

“El ropero, los viejos y la muerte” (1972) es el cuento que mejor capta el proceso de la

decadencia de los Ribeyro. En el principio del relato se describe un ropero grandioso, que

pasa de generación en generación. Julio Ramón Ribeyro y sus hermanos lo consideran como

algo admirable y cuando su papá está ausente penetran en él porque no “era un mueble más,

sino una casa dentro de la casa” (CC, 402)36. Este ropero también sirve como enlace entre el

pasado y el presente. El señor Ribeyro se mira en el espejo desde su cama y contempla la

confusión de su propia imagen con la de sus antepasados. Y dice: “«Allí se miraba don Juan

Antonio Ribeyro y Estada y se anudaba su corbatín de lazo antes de ir al Consejo de

Ministros», o «Allí se miró don Ramón Ribeyro y Álvarez del Villar, para ir después a dictar

su cátedra a la Universidad de San Marcos», o «Cuántas veces vi mirarse allí a mi padre, don

Julio Ribeyro y Benites, cuando se preparaba para ir al Congreso a pronunciar un discurso»”

35 Ortega, Julio, “Los cuentos de Ribeyro”, Cuadernos Hispanoamericanos, 417, 1985, en Esteban, Ángel, “Introdución”, en Julio Ramón Ribeyro, Cuentos. Antología, Madrid, Espasa Calpe, 2007, p. 33. 36 La abreviatura CC significa la obra de Ribeyo, Julio Ramón, Cuentos Completos (1952-1994), Madrid, Alfaguara, 1994, y en lo sucesivo la vamos a utilizar para el análisis de los cuentos.

Page 21: Tesis Juan Ramón Ribeyro

21

(CC, 403). Así vemos que la familia de los Ribeyro era prestigiosa dentro de la clase media

alta y que el señor Ribeyro de esta manera, contemplando el espejo, mantiene el contacto con

esta tradición, ya pérdida por la caída económica de la familia. Una visita, en un intento de

reconstruir una de sus viejas amistades, termina siendo una fracaso y destruye toda esa

ilusión. El hijo de su amigo rompe con una pelota el espejo del ropero, pero el señor Ribeyro

no los castiga simplemente no se refiere más a sus antepasados y se dirige hacia el futuro,

como si supiera que pronto habría de morirse y que ya no necesitaría el espejo.

La decadencia de los Ribeyro se plantea también en “El polvo del saber” (1974), “también

a través del motivo de la sucesión generacional y la herencia, pero paradójicamente lo que se

transmite no es un bien, sino la voluntad de acceder a él”37. En este cuento se narra la historia

de una biblioteca de diez mil volúmenes perteneciente al erudito bisabuelo de Julio Ramón

Ribeyro. Ésta es heredada por uno de sus hijos, que deja a su sobrino preferido – el padre de

Ribeyro – consultarla. Parece que la herencia de la biblioteca va a pasar a su sobrino, pero al

fin la casa con su tesoro cae en manos de su maligna viuda y así se pierde la posibilidad de

recibir esa biblioteca. Julio Ramón Ribeyro hereda esa codicia y esperanza de su padre y trata

en vano de conseguir la biblioteca. Un día, cuando ya ha perdido toda la ilusión, por

casualidad, entra en la casa que ha sido convertida en una pensión de estudiantes y busca la

biblioteca. La administradora de la pensión le explica lo difícil que le ha resultado deshacerse

de esta terrible cantidad de libros, los que al fin ha depositado en los antiguos cuartos de

sirvientes. Lo que queda de los libros era chocante. El desastre compuesto de papel húmedo,

hojas apolilladas y polvo. “Allí no quedaba nada, sino el polvo del saber. La codiciada

biblioteca no era más que un montón de basura” (CC, 421). Lo que a fines del siglo XX fue el

centro de interés, admiración y placer era ahora una olvidada pila de asco.

Otro relato de base biográfica es “Los eucaliptos” (1956), donde Ribeyro recuerda su

infancia y su adultez que pasó en el barrio de Miraflores. Este cuento refleja también el

desarrollo urbano, se describe la transformación del barrio y los cambios que vienen con la

modernización. Lo único que a Ribeyro y sus amigos les calmaba era la presencia, que se

mantenían siempre igual, de los eucaliptos. Pero la modernización no significaba nada bueno

necesariamente y los eucaliptos desaparecieron bajo la acción de sierras, machetes y sogas.

Los protagonistas se quedaron pasmados: “La ciudad progresó. Pero nuestra calle perdió su

sombra, su paz, su poesía. Nuestros ojos tardaron mucho en acostumbrarse a ese nuevo

37 Elmore, Peter, El perfil de la palabra: la obra de Julio Ramón Ribeyro, Lima, Perú: Fondo Editorial, 2002, p.

132.

Page 22: Tesis Juan Ramón Ribeyro

22

pedazo de cielo descubierto, a esa larga pared blanca que orillaba toda la calle como una

pared de cementerio. Nuevos niños vinieron y armaron sus juegos en la calle triste. Ellos eran

felices porque lo ignoraban todo. No podían comprender por qué nosotros, a veces, en la

puerta de la casa, encendíamos un cigarrillo y quedábamos mirando el aire, pensativos” (CC,

121). En el cuento se nota la nostalgia por la infancia perdida pero también la alienación que

provocó la urbanización. Se perdió la libertad, la atmósfera que antes dominaba entre lo niños

al emprender la expedición a través de un campo hacia la playa desierta. El campo se

convirtió en un amasijo de calles y la playa en una excursión dominical.

Este proceso de cambio social lo observamos también en uno de sus cuentos más

conocidos. En “Los gallinazos sin plumas” (1954) somos testigos de cómo la Lima de los

años 40 y 50 no podía abarcar toda la gente que venía a la capital en busca de una vida mejor

y como consecuencia se creaban barriadas alrededor de la capital. Lo significativo de estas

barriadas era la miseria. El cuento narra una época en la vida de dos hermanos, Enrique y

Efraín, a los que su abuelo, don Santos, obliga a salir en busca de comida para alimentar su

cerdo. Los hermanos así salen cada día. Don Santos, con su pierna de palo y su

comportamiento inhumano, asusta mucho a los muchachos. Ellos todos los días madrugan y

aún en “la hora celeste” caminan por la ciudad hacia una calle de casas elegantes, en la que

exploran los cubos de basura.

Durante su jornada les acecha el peligro en forma de sirvientas, carros de la Baja Policía o

el amanecer: “Cuando el sol asoma sobre las lomas, la hora celeste llega a su fin. La niebla se

ha disuelto [...] La luz desvanece el mundo mágico del alba. Los gallinazos sin plumas han

regresado a su nido” (CC, 22). Así vuelven al corralón. Don Santos les espera y a veces está

contento con la provisión que los chicos le traen pero la mayoría de las veces se queja:

“―¡Idiotas! ¿Qué han hecho hoy día? ¡Pascual se morirá de hambre! [...] ¡Mi pobre Pascual!

Hoy día te quedarás con hambre por culpa de estos zamarros. [...] ¡Habrá que zurrarlos para

que aprendan!” (CC, 22). Sin embargo, la voracidad del cerdo crece y cada día exige más

comida. Los muchachos tienen que levantarse más temprano y dirigirse hacia el muladar al

lado del mar, porque se supone que allí van a encontrar más.

En el muladar, entre los desperdicios hediondos, los hermanos tropiezan con los

gallinazos sin plumas. Entre ellos y los gallinazos se produce un ambiente lleno de miedo y

rivalidad. Pronto regresan al corralón con cubos llenos y don Santos por fin está satisfecho.

“Desde entonces, los miércoles y los domingos, Efraín y Enrique hacían el trote hasta el

muladar. Pronto formaron parte de la extraña fauna de esos lugares y los gallinazos,

acostumbrados a su presencia, laboraban a su lado, graznando, aleteando, escarbando con sus

Page 23: Tesis Juan Ramón Ribeyro

23

picos amarillos, como ayudándolos a descubrir la pista de la preciosa suciedad” (CC, 23). La

deshumanización como el resultado de la miseria se refleja en el hecho de que los muchachos

se encuentran en el mismo nivel que las aves devorando los restos.

El maltrato de don Santos resalta cuando Efraín, en una de las expediciones, se corta la

planta del pie y no puede levantarse. Don Santos actúa con crueldad y le obliga a salir a la

calle, pero cuando regresan con los cubos vacíos Efraín se queda en casa y Enrique hace el

trabajo de los dos. En la calle encuentra a un perro y se lo da a Efraín para que le distraiga.

Con el tiempo Enrique enferma también y don Santos se pone furioso. No les da de comer y

toda la situación culmina cuando echa al perro al chiquero de Pascual. Enrique, desesperado

por el acto, quiere atacar a su abuelo, pero el viejo al mismo tiempo se cae, por su culpa, al

chiquero. Los hermanos se asustan y deciden a huir: “―¿Adónde? ―preguntó Efraín.

―¡Adonde sea, al muladar, donde podamos comer algo, donde los gallinazos! [...]” (CC, 29).

“Cuando abrieron el portón de la calle se dieron cuenta que la hora celeste había terminado

y que la ciudad, despierta y viva, abría ante ellos su gigantesca mandíbula. Desde el chiquero

llegaba el rumor de una batalla” (CC, 29). Los muchachos con la muerte de su abuelo no se

liberan, la ciudad se prepara para devorarlos y el sistema putrefacto sigue existiendo.

Julio Ramón Ribeyro propone una imagen de la Lima contemporánea, ya no tradicional ni

aún moderna. La crítica de la urbe creciente, con la que surge la necesidad de arraigarse en la

periferia, la inferioridad y la definitiva marginalidad. Sin embargo, en el cuento todos estos

aspectos aparecen a través de una niebla cercana a las seis de la mañana, agotamiento de los

niños y su delirio por la falta de comida y de salud. Así, la miseria de la “Lima que se va” se

nos presenta como si se tratara de un sueño.

Entonces dentro de esta primera realidad hemos presentado cuatro cuentos, dos de base

biográfica y dos en los que se refleja la modernización y el desarrollo urbano. Ribeyro

combina sentimentalismo y melancolía con la crítica de la Lima contemporánea. Por una parte

observamos “el lamento” por el paraíso perdido y por otra parte somos testigos de la

deshumanización provocada por el cambio.

Page 24: Tesis Juan Ramón Ribeyro

24

4.2. “Crisis de identidad”

Otro caso es la mencionada crisis de identidad, provocada por los mismos cambios

sociales. En este caso abundan problemas existenciales, surgen nuevos sentimientos entre los

que predomina la frustración, la inferioridad y la marginalidad de los personajes. “El profesor

suplente” (1957), “Las botellas y los hombres” (1958), “De color modesto” (1961) son

cuentos que representan esta segunda realidad. Se presenta un protagonista que no se siente

valorado, pretende salir de esta situación, se hace ilusiones pero finalmente acaba frustrado

sin que su vida cambie de manera alguna.

En “El profesor suplente” predomina la idea de la ilusión fracasada. Es la historia de un

cobrador, Matías, que se queja de su situación social y se siente inútil. Tiene aspiraciones pero

no actúa para conseguirlas, ni siquiera terminó sus estudios universitarios, lo que achaca a la

malevolencia del jurado y a la repentina amnesia que le asaltaba. Pero un día se le ofrece

oportunidad, llega un amigo suyo y le ofrece provisionalmente su puesto de profesor de

historia en un colegio. Alabando sus calidades logra convencerle y Matías acepta su nuevo

cargo con satisfacción. Desde entonces dedica todo su tiempo a la preparación de las clases,

sin embargo, al ir al colegio cae en dudas y confusión. Cuando pasa alrededor del colegio,

cuando ve un cónclave de hombres canosos, enseguida le surgen los complejos de sus

fracasos académicos y emprende la huida. Confundido por lo que ha pasado llega a su casa y

ve a su mujer esperándole en la puerta. Su mujer empieza a hacerle preguntas: “―¿Qué tal te

ha ido? ¿Dictaste tu clase? ¿Qué han dicho tus alumnos? ―¡Magnífico!... ¡Todo ha sido

magnífico! ―balbuceó Matías-. ¡Me aplaudieron! ―pero al sentir los brazos de su mujer que

lo enlazaban del cuello y al ver en sus ojos, por primera vez, una llama de invencible orgullo,

inclinó con violencia la cabeza y se echó desoladamente a llorar” (CC, 176). Matías se siente

frustrado por no haber sido capaz de acertar en su tarea y cambiar así su vida. Chocamos aquí

con el típico escepticismo ribeyriano el cual se ve en la imposibilidad de salir de las

circunstancias sociales.

Las botellas y los hombres es la historia de dos desconocidos. Todo transcurre en el

transcurso de un día, en el que el padre aparece después de ocho años en el Club de Tenis

donde trabaja su hijo, Luciano, para pedirle dinero. Su padre intenta irse inmediatamente pero

Luciano trata de establecer comunicación con él. Le invita a tomar una cerveza en la cantina

del club a pesar de que se avergüenza por su aspecto y comportamiento. Luciano decide pasar

con él resto del día y acude a la cita vestido con elegancia, lleno de ilusión. A lo largo de su

encuentro en su corazón combaten dos sentimientos opuestos: orgullo y vergüenza.

Page 25: Tesis Juan Ramón Ribeyro

25

Ambos ya medio borrachos van de juerga entre los amigos de Luciano que se siente feliz

por la presencia de su padre. Al mismo tiempo reflexiona sobre el olvido y el odio hacia su

padre y ahora la necesidad de tenerlo aquí. “Regalarle dinero, retenerlo en Lima, meterlo en

sus negocios, todo le parecía poco. Maquinalmente se levantó y se fue aproximando a él, con

precaución. Cuando estuvo detrás suyo, lo cogió de los hombros y lo besó violentamente en la

boca” (CC, 143).

Luciano pierde todas las ilusiones cuando su padre ante él insulta el recuerdo de su madre.

Ambos acaban en una calle peleándose. Luciano al vencer a su padre le deja un regalo de

valor simbólico, su anillo con el rubí en señal de la despedida. Los sueños de Luciano acaban

de una vez para siempre.

Los sentimientos que representan esta primera realidad de la crisis de identidad son la

frustración, la inferioridad y la marginalidad que podrían ser asignados exactamente a los

personajes del cuento. Así, Luciano padece frustraciones, para su padre es característica la

inferioridad y su madre, que había sufrido humillaciones para apoyar a Luciano en sus

estudios, es el símbolo de la marginalidad. Otro de los personajes ribeyrianos que no es capaz

de salir de las circunstancias que lo rodean.

En el cuento “De color modesto” nos encontramos con el personaje típico ribeyriano.

Alfredo, el protagonista, es un joven de inclinaciones bohemias que asiste a una fiesta

sabatina donde los burgueses jóvenes de Miraflores se juntan con el propósito de divertirse y

en busca de enamoradas. En esta compañía no se siente cómodo. Por su timidez y su

inseguridad no es capaz de adaptarse y todos notan su marginalidad. Durante una

conversación revela su posición social, la de la burguesía empobrecida, lo que no conviene a

este mundo, Alfredo entonces permanece sólo por su tradición familiar. Durante la noche

deambula por la casa y en todas partes sufre humillaciones hasta que entra en la cocina donde

la servidumbre “celebrara, a su manera, una especie de fiesta íntima” (CC, 198) y entre ellos

se siente más seguro. Convence de bailar a una empleada negra, con la que en él nace una

confianza. Por casualidad, al verlos la multitud de los invitados se produce un escándalo y el

dueño de la casa los echa de la fiesta.

Alfredo sostiene todo con el humor. Pasea con la negra por el malecón hasta que los

detiene la policía acusándolos de planear. Alfredo llama a la negra su novia y el oficial de

guardia les ordena pasear por un parque más iluminado y animado de Miraflores. Alfredo lo

acepta pero al acercarse con la negra al parque, al ver la patrulla detrás de la espalda, se

excusa y huye de la negra. Alfredo sucumbe. No lleva a cabo su lucha contra el

convencionalismo.

Page 26: Tesis Juan Ramón Ribeyro

26

Alfredo no aguanta la sociedad burguesa, se siente marginado pero al mismo tiempo no

soporta la vergüenza de descubrirse con alguien “de color modesto”, como el oficial llamó a

la negra, aunque es paradójico que precisamente con ella adquiere el deseado aplomo. Así nos

encontramos nuevamente con el escepticismo ribeyriano, en el que los conflictos no pueden

salir bien, sus personajes no son capaces de cambiar el mundo ni mejorar su situación

concreta. Este cuento también puede pertenecer al tercer caso, a la tercera realidad, por su

tema racial y por la intervención absurda de la policía.

En esta serie de cuentos que pertenece a la segunda realidad de la crisis de identidad

predomina el escepticismo. El escepticismo que nunca puede cambiar. Los personajes acaban

inactivos sin mejorar su situación. Estas historias evocan el puro pesimismo pero Ribeyro en

uno de sus discursos opinó sobre el pesimismo y escepticismo así: “«Cuídense de confundir

escepticismo con pesimismo. Hay una tendencia […] estas prosas, a considerarlas como las de

una persona pesimista, cuando es todo lo contrario; yo soy un optimista [...]. Lo que pasa es

que soy escéptico, y eso es otra cosa [...]. Escéptico es un individuo que no cree en la

posibilidad de descubrir la verdad, por ejemplo. Pesimista es una persona que cree que la vida

no vale la pena de vivirse, etc., que nunca podremos alcanzar un poco de felicidad [...]. El

escepticismo es una forma un poco más intelectual, [...] sin hacerte muchas ilusiones de lo que

pueda pasar, pero esperando siempre que suceda algo favorable. ¿No?»”38

Entonces, si partimos de las palabras de Ribeyro, sus personajes no pierden el ánimo y

siguen adelante contra toda esperanza, luchando o aguardando inactivos esperan modificar su

destino.

38 Entrevista, La Prensa, Lima, 4-XI-1976, en Luchting, Wolfgang A., Estudiando a Julio Ramón Ribeyro, Frankfurt, Vervuert, 1988, p. 17.

Page 27: Tesis Juan Ramón Ribeyro

27

4.3. “La modernización sin proceso democratizador”

Esta tercera realidad aparece en los cuentos como “El banquete” (1958), “Los

moribundos” (1961), “La piel de un indio no cuesta caro” (1961). Todos son “relatos de sátira

política, crítica a instituciones ―sobre todo el estamento militar― o censura del racismo”39.

“El banquete” es una sátira de la corrupción política donde observamos como el hombre

es capaz de todo para conseguir algún provecho. Este cuento relata la historia de Fernando

Pasamano, un provinciano, que prepara un gran banquete con dos meses de anticipación,

realizando grandes cambios en su casa y en su huerta para dar la bienvenida al presidente y a

los funcionarios del Gobierno. Todo con el propósito de obtener varios beneficios: “―Con

una embajada en Europa y un ferrocarril a mis tierras de la montaña rehacemos nuestra

fortuna en menos de lo que canta un gallo ―decía a su mujer―. Yo no pido más. Soy un

hombre modesto” (CC, 88). Con el banquete Fernando Pasamano echa la casa por la ventana

pero logra recibir la afirmación del presidente, quién promete proponer su nombramiento en

el Consejo de Ministros que debe realizarse al día siguiente. Por la mañana, los gritos de la

mujer despiertan a don Fernando, cuando ella lee en el periódico que: “En la madrugada,

aprovechándose de la recepción, un ministro había dado un golpe de Estado y el presidente

había sido obligado a dimitir” (CC, 90). Desde el principio del cuento presentimos que el plan

de Fernando no puede salir bien. Su ingenuidad e imprudencia son bastante evidentes aunque

en realidad este desenlace no se puede preveer. En este cuento notamos el propósito de la

moraleja, la visión negativa de la corrupción y sus consecuencias, aunque Ribeyro lo trata

más bien de una forma humorística.

“Los moribundos” primero parece ser un cuento autobiográfico, Ribeyro acude a una voz

en primera persona y narra una historia de la infancia, pero luego el narrador-testigo da

bastantes informaciones sobre sí mismo y su familia, lo que contrasta con los datos sobre

Julio Ramón Ribeyro. En el cuento se narra la guerra entre los peruanos y los ecuatorianos y

se refleja el ambiente de la inquietud vista por los ojos de dos niños, Julio y su hermano

Javier. A los hermanos les llama la atención la llegada de los camiones con los muertos o, a

veces, con los moribundos, quienes eson tanto peruanos como ecuatorianos. Los distinguen

según su forma de calzado. Si tienen polainas son ecuatorianos y si tienen botas son peruanos.

Como no hay espacio en el hospital dos de los soldados moribundos entraran en la casa de los

Ribeyro para que se curaran en su depósito. En la familia domina el antimilitarismo y la falta

39 Esteban, Ángel, “Introdución”, en op.cit., p. 48.

Page 28: Tesis Juan Ramón Ribeyro

28

de interés es lo que no obliga a los padres a cuidar de los enfermos. Lo único que les interesa

es la nacionalidad pero como los enfermos están heridos de gravedad y no pueden hablar, ni

siquiera los niños llegan a identificarlos con la ayuda de su clasificación por el calzado. Javier

se atreve a entrar en el depósito para inspeccionar y al volver Julio le pregunta quiénes son:

“No sé –me respondió confundido-. No tienen botas ni polainas. Están descalzos” (CC, 148).

En este único momento los moribundos son iguales y el rencor que se tiene contra los

ecuatorianos es cierto. El racismo es ubicuo y se refiere a las polainas, a la cara de color

ceniza y al cuerpo más peludo.

Con la capitulación de los ecuatorianos se realizan celebraciones y el asunto de los

moribundos pierde el resto de interés. Sin embargo, siguen viviendo en su depósito como

“presos” hasta que uno de ellos ha muerto, lo que sucede durante una fiesta, que tiene lugar en

la casa de los niños, sin interrumpir su transcurso. El padre del narrador trata de apuntar las

últimas palabras del moribundo, que habla en quechua y el único que le entiende es el

ecuatoriano, así los dos presos, de origen indígena, uno peruano y otro ecuatoriano, casi

idénticos físicamente comparten también la misma lengua. Dos enemigos tienen más en

común entre sí que con sus compatriotas blancos para los que “los indígenas no tienen

identidad individual”40.

Como podemos ver en este cuento se plantea la cuestión de los prejuicios raciales y del

estamento militar, no obstante, sin ninguna moraleja al final. Al presentar estos problemas a

través de los niños, como con cierta ingenuidad, nos sirve para ver las cosas como son y

aprender de la experiencia.

Según el título del cuento “La piel de un indio no cuesta caro” podríamos suponer que se

trata de una historia dramática y efectista, llena de la injusticia racial colonial y de la lucha

perdida. El narrador, sorprendentemente, opta por un tono no conflictivo y una apariencia

objetiva.

Tampoco nos encontramos con una mentalidad arcaica o con población rural. El

protagonista, Miguel, es un hombre moderno, de ideas liberales y arquitecto de profesión. La

historia se desarrolla en un club campestre cuyos miembros pertenecen a la sociedad

burguesa. Así, la injusticia ocurre en una sociedad moderna peruana.

Miguel decide apoyar a un chico andino, que le parece talentoso y que merece de estudiar.

El mismo día sucede un accidente en el que el muchacho muere electrocutado en los terrenos

del club. Miguel intenta salvarlo pero en la Asistencia Pública constatan la defunción. Por la

40 Pérez, Mª Teresa, “Introducción”, en Ribeyro, Julio Ramón, op.cit., p. 48.

Page 29: Tesis Juan Ramón Ribeyro

29

noche anuncia este desastre al presidente del club, indica el descuido de las autoridades del

club y decide volver y ver a los padres de chico. El presidente trata de calmarle y a través de

una acción sucia consigue adulterar el certificado de defunción. Este encubrimiento desafía a

Miguel pero no puede hacer nada y se convierte en la víctima del asunto. Si acusa a las

autoridades del club, pierde su carrera y su esposa, cuyo pariente es el presidente. “En la

conciencia de Miguel se libra una lid, y el desenlace de ésta depende de cómo responda a una

pregunta crucial: ¿hasta qué punto vale la pena involucrarse?”41

Como ya hemos mencionado, los personajes de los cuentos de Ribeyro no son capaces de

salir de sus circunstancias, en su historia personal los gestos heroicos no son favorables. Así,

Miguel abandona su postura ávida de justicia y traiciona sus opiniones liberales

convirtiéndose en un cómplice.

El problema de la modernización de esta tercera realidad no consiste en la necesidad del

tiempo para acostumbrarse a nuevas condiciones, sino que radica en el sistema podrido desde

sus bases. Así, no hay en qué fundar y se “alimenta de modo constante el proceso de

autodestrucción ética42”.

El tema racial o étnico aparece especialmente en el tercer volumen de cuentos Las botellas

y los hombres. Ni con la modernización cambian los prejuicios raciales, sigue la

diferenciación racial y la posición dominante de la burguesía blanca dirige la sociedad. El

esfuerzo de Miguel de intervenir en los asuntos rígidos y su posterior fracaso claramente

demuestra la “impotencia para salir de la situación de vacío moral”43.

41 Elmore, Peter, El perfil de la palabra: la obra de Julio Ramón Ribeyro, Lima, Perú: Fondo Editorial, 2002, p. 92. 42 Pérez, Mª Teresa, “Introducción”, en Ribeyro, Julio Ramón, op.cit., p. 48. 43 Ibid., 48.

Page 30: Tesis Juan Ramón Ribeyro

30

Capítulo V

5. CUENTOS FANTÁSTICOS

Julio Ramón Ribeyro experimentó también con nuevos estilos narrativos de lo que surgió

una serie de cuentos fantásticos. Estos relatos “que nos llevan al terreno de lo metafísico de

una manera que recuerda a Borges”44, según la crítica, no alcanzan tanta perfección.

Las historias llenas de enigmas y los acontecimientos que niegan la lógica cotidiana

iluminan la existencia de los fenómenos incomprensibles de nuestras vidas. A través de las

escenas inverosímiles y paradojales Ribeyro encaja al lector en una situación insegura y le

deja dudar acerca de la realidad y la lógica.

“Son relatos que se inscriben en la línea de Kafka, Monterroso, Arreola, y que corroboran

la inestabilidad ideológica y existencial de toda esa generación de escritores preocupados por

la condición humana, y a la vez carentes de soluciones definitivas”45.

Los cuentos que representan esta área son: “El doblaje” (1953), “Demetrio” (1953), “Rider

y el pisapapeles” (1971), “La insignia” (1952), etc. Éste último, por ejemplo, se basa en la

paradoja de cómo nosotros podemos cambiar por casualidad toda nuestra vida, subir en el

cargo y hacernos ricos gracias a un objeto de poca importancia. El personaje principal nos

narra con ironía cómo un día, al pasar por el malecón, encuentra una menuda insignia46 de

plata en un basural pequeño. La guarda en su bolsillo y más tarde decide usarla. Desde

entonces suceden varios acontecimientos extraños. Al entrar en la librería de un viejo librero,

éste le anuncia que tienen algunos libros de Feifer sin que el protagonista le pregunte. Al

contrario, él queda despistado sin saber quién es Feifer y el librero continua: “«Feifer estuvo

en Pilsen. Debe usted saber que lo mataron. Sí lo mataron de un bastonazo en la estación de

Praga»” Un poco después un desconocido da al protagonista una tarjeta con la dirección de

una cita. Al acudir a la cita advierte que se trata de la conferencia de una comunidad en la que

todos “tenían una insignia igual a la mía” (CC, 84) y han mencionado de nuevo a Feifer.

Durante un año le encargan de varias tareas incomprensibles, inútiles y alocadas. Cumple

todas con cuidado y es “elevado de rango” (CC, 85).

Por otra parte su familia inquiere sobre sus desapariciones misteriosas recomendándole un

alienista. Sin embargo, su actividad en la organización secreta sigue y además escala puestos

44 Higgins, James, op.cit., p. 153. 45 Esteban, Ángel, “Introdución”, en op.cit., p. 54. 46 Escribe Peter Elmore: “Insignia, cuya raíz latina, vale la pena notarlo, quiere decir «señales»”, en op.cit., p. 56.

Page 31: Tesis Juan Ramón Ribeyro

31

hasta encontrarse en el centro de la sociedad, sin saber de qué tipo se trata. Representa la

sociedad en el extranjero y a los diez años le designan presidente. Disfrutando de riqueza y de

contactos el presidente dirige la sociedad sin comprender su verdadero sentido. A lo largo de

la narración se ve una ironía que termina por transformarse en otra definitiva, acompañada de

fatalismo y crítica.

“Demetrio” es, al contrario, un cuento de suspense y de intención lúdica cuyo desenlace

recuerda un poco el de “Continuidad de los parques” de Julio Cortázar. Marius Carlen

describe en una página una misteriosa historia de su amigo Demetrio von Hagen que murió

hace ocho años y nueve meses, pero en su diario personal apuntó para ese día una cita en la

casa de Marius Carlen. Dentro de un cuarto de hora serán las doce de la noche y dentro de

este lapso nos cuenta la investigación que emprendió en busca de la verdad sobre la muerte de

Demetrio. Visita todos los sitios apuntados por los que pasa Demetrio póstumamente y en

cada lugar encuentra señales de él.

Marius nos transmite que sólo existen dos posibilidades: “o es una mistificación o un

hecho inexplicable que pone en tela de juicio ideas aceptadas sobre lo que es la realidad”47.

Primero sospecha de que se trata de una ficción, pero sucesivamente sostiene la posibilidad de

que este misterio sea verdad y disimuladamente espera la visita de Demetrio. El tiempo corre

pero aún no han dado las doce. “Falta solamente un minuto y confieso sentir cierta

impaciencia. [...] Sin embargo, no puedo equivocarme, alguien sube las escaleras. Unos pasos

se aproximan. Mi reloj marca las doce de la noche. Tocan la puerta. Demetrio ya está aquí...”

(CC, 483).

No obstante, no podemos estar seguros de que Demetrio realmente toque la puerta,

también cabe la posibilidad de que el narrador se haya imaginado todos los sonidos que

atribuye a Demetrio.

En “El doblaje” el protagonista, un pintor inglés obsesionado por la idea del doble48,

emprende un viaje en busca de una persona idéntica, tanto en el físico como en el carácter,

investigando por las calles de Sidney. Estando allí la idea le resulta inútil y planea volver,

pero se enamora de Winnie y se queda algunos meses más. Por su desequilibrio mental acaba

con Winnie y regresa a Londres. Todo culmina en su piso en el que siente la presencia de

alguien. Los pinceles están frescos de pintura, mira el cuadro, “la madona que dejara en

bosquejo estaba terminada con la destreza de un maestro y su rostro, cosa extraña, su rostro

47 Higgins, James, op.cit., p. 153. 48 Escribe Peter Elmore: “El motivo del doble – que desde Hoffman hasta Borges, pasando por Poe y Gogol, puebla la ficción fantástica – proporciona la materia de la trama, que despliega sin coartadas su índole lúdica, gratuita”, en op.cit., p. 57.

Page 32: Tesis Juan Ramón Ribeyro

32

era de Winnie. Abatido caí en mi silón. Alrededor de la lámpara revoloteaba una mariposa

amarilla” (CC, 95). Las mariposas amarillas típicas de los suburbios de Sidney, ¿cómo es

posible encontrarlas en un piso de Londres? Todos estos acontecimientos rompen con la

lógica cotidiana, a pesar de que parecen fácticos permanecen irreales. Excepto el hecho de

que no sabemos si toda esta experiencia existe o se sueña.

“Silvio en El Rosedal”, el cuento fantástico más conocido, trata de un hombre ilustre,

solitario y un poco marginado que hereda una hacienda preciosa que se llama El Rosedal, por

el rosedal que está en su centro, “el cual está presentado como microcosmos del universo”49.

El Rosedal tiene forma de laberinto y está lleno de todos los tipos de rosas que existen. Un

día Silvio mira al rosedal desde un cerro cercano y se da cuenta de que la configuración del

rosedal tiene un diseño que Silvio no puede descifrar. Más tarde repara una torre para poder

contemplar las figuras geométricas del rosedal más de cerca. Silvio percibe que el aparente

desorden tiene una lógica y desde entonces pasa el tiempo intentando descubrir el misterio

que encierra el rosedal.

Se le ocurre descifrar los signos a través del alfabeto Morse en el que el rosedal significa la

palabra RES. Examinando la palabra RES, convirtiéndola en SER trata de inventar alguna

conexión verbal pero sin éxito. Silvio se siente agotado y deprimido por la imposibilidad de

encontrar el significado del rosedal, de su vida, del universo. El hecho de que RES en catalán

significa “nada” le confirma en su nihilismo.

De todos modos a Silvio se le ocurren varias posibilidades del significado del rosedal y

siempre según ellas cambia su postura. Primero le parece RES como ganado y se dedica con

gran afán a la ganadería. Posteriormente atribuye el significado de RES a las iniciales de sus

únicos parientes y al recibir su prima Rosa Eleonora Settembrini se enamora de su hija

Roxana y ve el amor en la clave del rosedal y de su vida. Al cambiar RES por SER lo

interpreta “como un imperativo a realizarse como ser humano”50 y decide llevar a cabo su

sueño de ser violinista tomando lecciones y realizando un concierto en El Rosedal.

El relato parece terminar con una indiferencia por parte de Silvio. “En ese jardín no había

misiva ni enigma, ni en su vida tampoco” (CC, 502). Sin embargo, en el último instante

descubre que las letras también significan el número cincuenta, lo que corresponde a su edad.

De esta referencia surge la posibilidad de que SER sea la abreviatura de Silvio en El Rosedal,

lo que apoyaría la idea del enlace entre los números y su edad. Esto es, la llegada

49 Higgins, James, op.cit., p. 163. 50 Ibid., p. 168.

Page 33: Tesis Juan Ramón Ribeyro

33

predeterminada de Silvio a este lugar, “El Rosedal como una metáfora del mundo que el

hombre hereda al nacer”51.

Peter Elmore en su estudio advierte la semejanza de “Silvio en El Rosedal” con “El dibujo

en la alfombra” de Henry James, o “El jardín de senderos que se bifurcan” de Borges en una

trama que versa sobre un “diseño críptico y un mensaje oculto52”.

Los cuentos fantásticos de Ribeyro siguen la línea de los cuentos fantásticos de la literatura

hispanoamericana y repiten con frecuencia el argumento ya tratado por algún escritor, como

hemos mencionado anteriormente. Por ejemplo la idea del doble o el tema de “Demetrio” o la

presencia del concepto de las doce de la noche. Sólo en “Silvio en El Rosedal” Ribeyro

alcanza otra dimensión y nos permite meditar con intensidad sobre el sentido de esta historia,

de la realidad y de la vida.

51 Ibid., p. 163. 52 Elmore, Peter, op.cit,, p. 60.

Page 34: Tesis Juan Ramón Ribeyro

34

CONCLUSIÓN

El propósito de este trabajo fue presentar la obra de Julio Ramón Ribeyro. Nos centramos

en sus cuentos, con los que, consideramos, alcanzó la mayor perfección. En el capítulo que

abarca aspectos estructurales y formales notamos que no hay unidad entre los volúmenes

cuentísticos. Por eso, por una parte no podemos claramente percibir la evolución de su

cuentística, pero por otra parte observamos algunas averiguaciones en las que a veces la idea

se repite. Por ejemplo, Ribeyro primero opta por un tono objetivo de los cuentos, luego

utliliza principalmente la primera persona y al fin elige nuevamente la tercera persona. A

continuación, en su prehistoria literaria seguimos el destino de sus personajes, pero luego

Ribeyro opta por un fragmento crucial, aunque en su último volúmen en cierto modo vuelve a

tratar la historia de sus personajes, pero sin omitir el momento crucial. En cuanto al ambiente,

los primeros cuentos se desarrollan sólo en Peru, en otro volúmen se desarrollan en Europa y

luego Ribeyro vuelve, más bien, al ambiente peruano.

Después de mencionar los temas más frecuentes de los como ambiente urbano, burguesía

peruana, barriadas, pobreza, violencia, marginalidad de los personajes, ilusiones perdidas,

frustración, fracaso, etc., dividimos los cuentos en tres secciones o realidades según la

clasificación temática. Determinamos los rasgos principales de cada sección e incorporamos

los cuentos representativos en cada una.

La primera sección, basada en el concepto de “primera realidad” de James Higgins,

titulada “Sociedad en vías de modernizarse” tuvo la intención de elegir oportunamente los

cuentos para que el lector penetrara a través de ellos en la modernización que sufrió Lima y

comprendiera así el sentido de algunos cuentos biográficos de Ribeyro. Los cuentos de este

tipo generalmente provocan la idea del “paraíso” perdido. La dureza de la crítica de Ribeyro a

esta primera realidad quedó expresada a través del cuento “Gallinazos sin plumas”, el que

transmite el temible producto de este cambio social en Lima.

La segunda sección “Crisis de identidad” sale de la primera. Surgen nuevos sentimientos

entre los que predomina la ilusión fracasada. En esta realidad tuvimos oportunidad de

encontrarnos con los personajes típicos ribeyrianos: marginados, frustrados, indecisos,

soñadores e incapaces de huir de las circunstancias sociales. Chocamos con el escepticismo

propio de Ribeyro, inclinado hacia el pesimismo, a pesar de que el autor nos informó sobre el

riesgo de confundir en su prosa el escepticismo con el pesimismo.

En la tercera sección “La modernización sin proceso democratizador” seguimos el tema de

la modernización y sus malas consecuencias. También incorporamos los cuentos que aluden

Page 35: Tesis Juan Ramón Ribeyro

35

al racismo y a la crítica de las instituciones. El satírico y humorístico “El banquete”

representó la crítica de la corrupción política y los otros cuentos trataron el racismo implícito.

La imposibilidad de cambiar la base de la moralidad, la inacción y nuevamente la caída de los

sueños caracterizaron esta serie de cuentos.

Escogimos este tipo de clasificación por el hecho de que en tres secciones fuimos capaces

de abarcar casi todos los aspectos posibles de la cuentística ribeyriana, excepto los cuentos

fantásticos, los que tratamos en un capítulo aparte.

Ribeyro escribió varios cuentos fantásticos de los que el más conocido y valorado es

“Silvio en el Rosedal”. Otros, a pesar de ser curiosos no aportan nada novedoso, quizás por el

hecho de que no se trata de un cuento fantástico puro, en el sentido de que predomina la

realidad sobre lo fantástico y aparece el motivo de la investigación.

Julio Ramón Ribeyro es un gran narrador y su cuentística merece ser descubierta y

valorada. Dedicó su vida a la literatura sin que su aporte fuera totalmente reconocido, a pesar

de que su contribuición al género cuentístico fue muy valiosa.

Page 36: Tesis Juan Ramón Ribeyro

36

BIBLIOGRAFÍA

1. Literatura primaria

Obra del autor

Cuentos Completos (1952-1994), Madrid, Alfaguara, 1994.

Cuentos, Pérez, Mª Teresa (ed.), Madrid, Cátedra, 1999.

Cuentos. Antología, Esteban, Ángel, Madrid, Espasa Calpe, 2007.

La tentación del fracaso: Diario personal (1950-1978), Barcelona, Seix Barral, 2003.

Prosas apátridas, Barcelona, Tusquets, 1975.

Silvio en El Rosedal, Barcelona, Tusquets, 1989.

Page 37: Tesis Juan Ramón Ribeyro

37

2. Literatura secundaria

Monografías y estudios

ELMORE, Peter, El perfil de la palabra: la obra de Julio Ramón Ribeyro, Lima, Perú: Fondo

Editorial, 2002.

HIGGINS, James, Cambio social y constantes humanas: la narrativa corta de Julio Ramón

Ribeyro, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1991.

LUCHTING, Wolfgang A., Estudiando a Julio Ramón Ribeyro, Frankfurt, Vervuert, 1988.

_ Pasos a desnivel, Caracas, Monte Ávila Editores, 1972.

RODRÍGUEZ CONDE, Isolina, Aproximaciones a la narrativa de Julio Ramón Ribeyro,

Madrid, Editorial de la Universidad Complutense de Madrid, 1984.

VALERO JUAN, Eva Mª, La ciudad en la obra de Julio Ramón Ribeyro, Alicante,

Publicaciones de la Universidad de Alicante, 2003.

ZAVALETA, Carlos, “Narradores peruanos: la generación de los cincuenta. Un testimonio”,

Cuadernos Hispanoamericanos, 302, 1975, pp.454-463.

Prólogos

BRYCE ECHENIQUE, Alfredo, “El arte genuino de Ribeyro”, en Ribeyro, Julio Ramón,

Cuentos completos, Madrid, Alfaguara, 1994.

_“Dos o tres cosas sobre Julio Ramón Ribeyro y nada más”, en Ribeyro, Julio Ramón, Silvio

en El Rosedal, Barcelona, Tusquets, 1989.

OVIEDO, José Miguel, “Ribeyro o el escepticismo como una de las Bellas Artes”, en

Ribeyro, Julio Ramón, Prosas apátridas, Barcelona, Tusquets, 1975.

Otros libros consultados

BELLINI, Giuseppe, Historia de la literatura hispanoamericana, Madrid, Castalia, 1986.

COLLARD, Patrick, El relato breve en las letras hispánicas actuales, Amsterdam, Rodopi,

1997.

KOHUT, Karl / SARAVIA, José Morales / V.ROSA, Sonia (eds.), Literatura peruana hoy:

crisis y creación, Frankfurt, Americana Eystettensia, 1998.

OVIEDO, José Miguel, Historia de la literatura hispanoamericana: 4. De Borges al

presente, Madrid, Alianza Universidad, 1997.

Page 38: Tesis Juan Ramón Ribeyro

38

_ Antología crítica del cuento hispanoamericano del siglo XX (1920-1980), 2.vols., Madrid,

Alianza, 1992.

PUPO-WALKER, Enrique, coord., El cuento hispanoamericano, Madrid, Castalia, 1995.

VALCÁRCEL, Eva, ed., El cuento hispanoamericano del siglo XX: teoría y práctica, La

Coruña, Universidad de A Coruña, 1997.

VALERO JUAN, Eva Mª, Lima en la tradición literaria del Perú: de la leyenda urbana a la

disolución del mito, Lleida, Ediciones de la Universidad de Lleida, 2003.

WASHINGTON, Delgado, Historia de la literatura republicana: nuevo carácter de la

literatura en el Perú independiente, Lima, Ediciones RIKCHAY PERU, 1984.