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NOVELA Gonzalo Hidalgo Bayal: Nemo 13/03/2016@15:52:15 GMT+1 Tusquets. Barcelona, 2016. 288 páginas. 18 €. Libro electrónico: 9,99 €. Por Francisco Estévez Alejada de la indolente algarabía que asedia nuestras librerías la silente escritura de Gonzalo Hidalgo Bayal continúa trazo fijo y rumbo seguro desde aquel aldabonazo que fuera Campo de amapolas blancas (1997),en especial con su justa recuperación allá por 2008, al calor del éxito de la imprescindible Paradoja del interventor (2004), cuando se propagó rápida la excelencia del escritor extremeño entre el círculo de conspicuos lectores. Su penúltima novela, La sed de sal, con título memorable y prendido de magia (la menor el acertado capicúa que redobla significaciones y expectativas), adelantaba una de las obras perdurables del 2013. Con Nemo vuelve el sosegado escritor y su habitual grado de excelencia a inquirir sobre las oscuridades que aprisionan las esquinas del alma humana. No acaso Nemo neminis se declina igual que homo hominis. Cuenta la mitología que en las sombras de cierta gruta italiana el ser humano, encarnado en Ulises, hubo de prescindir de su propio nombre y con él ahuyentar su más íntimo ego para escapar de las garras y el apetito del monstruo ciclópeo. Nadie, vino a llamarse Ulises frente a Polifemo. Nemo, bautizan los habitantes de un alejado pueblo al misterioso protagonista recién llegado a enturbiar o clarificar -nunca sabremos con certeza precisa- su exigua paz remota. En aquella tierra extremeña casi mítica, como lo fuera la isla de Sicilia donde moraron los siete cíclopes, un oficiante de escribano tiene a bien narrarnos la singular historia de aquel forastero y nos dará cuenta de su constante silencio. Nemo neminis, Nadie de nadie o Nimú como los chiquillos difunden con sorna en el pueblo. Apartado de toda posesión Nemo no se despojará solo de palabras, “sino de todo lo demás”. El texto se presenta con breves fragmentos narrativos entre los que se cuela de cuando en cuando algún poema como resumen, sentencia o reflexión sobre lo narrado. Por supuesto, la novela cuenta con las querencias propias del autor, entre otras, el juego constante con felices retruécanos, palíndromos saturados de significado, latinajos caídos en buena hora y muchas otras felicidades del idioma cuando la inteligencia se explaya con sensibilidad y tino a partes iguales, así como un culturalismo refinado que solicita en el lector cierta exigencia, y una prosa vigorosa que camina del inquieto agobio de Kafka a la variedad genérica de Rafael Sánchez Ferlosio, autores predilectos del extremeño. Decir esto no es decir mucho, al contrario, también es reducir al tópico la novela, apretada por el corsé de lo evidente. Una reflexión permanente sobre el habla y la escritura permea la narración toda, y no escapa una Editor: José Varela Ortega Presidente: Luis María Anson Director: Joaquín Vila Lunes, 14 de Marzo de 2016. Actualizado a las 22:41 Noticias Opinión Las Crónicas Revista de prensa Multimedia Libros Ocio Servicios Hemeroteca BUSCAR PORTADA ESPAÑA INTERNACIONAL AMÉRICA CULTURA ECONOMÍA SOCIEDAD DEPORTES COMUNICACIÓN GENTE JUGARRETA DE LA GENERALIDAD CONTRA EL GOBIERNO DE LA NACIÓN Ada Colau y el ejército La era de Mario Draghi ha concluido converted by Web2PDFConvert.com

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NOVELA

Gonzalo Hidalgo Bayal: Nemo13/03/2016@15:52:15 GMT+1

Tusquets. Barcelona, 2016. 288 páginas. 18€. Libro electrónico: 9,99 €.

Por Francisco Estévez

Alejada de la indolente algarabía que asedianuestras librerías la silente escritura de GonzaloHidalgo Bayal continúa trazo fijo y rumbo segurodesde aquel aldabonazo que fuera Campo deamapolas blancas (1997),en especial con su justarecuperación allá por 2008, al calor del éxito de laimprescindible Paradoja del interventor (2004),cuando se propagó rápida la excelencia del escritorextremeño entre el círculo de conspicuos lectores. Supenúltima novela, La sed de sal, con título memorabley prendido de magia (la menor el acertado capicúaque redobla significaciones y expectativas),adelantaba una de las obras perdurables del 2013.Con Nemo vuelve el sosegado escritor y su habitual grado de excelencia a inquirir sobre lasoscuridades que aprisionan las esquinas del alma humana. No acaso Nemo neminis sedeclina igual que homo hominis.

Cuenta la mitología que en las sombras de cierta gruta italiana el ser humano, encarnado enUlises, hubo de prescindir de su propio nombre y con él ahuyentar su más íntimo ego paraescapar de las garras y el apetito del monstruo ciclópeo. Nadie, vino a llamarse Ulises frentea Polifemo. Nemo, bautizan los habitantes de un alejado pueblo al misterioso protagonistarecién llegado a enturbiar o clarificar -nunca sabremos con certeza precisa- su exigua pazremota. En aquella tierra extremeña casi mítica, como lo fuera la isla de Sicilia dondemoraron los siete cíclopes, un oficiante de escribano tiene a bien narrarnos la singularhistoria de aquel forastero y nos dará cuenta de su constante silencio. Nemo neminis, Nadiede nadie o Nimú como los chiquillos difunden con sorna en el pueblo. Apartado de todaposesión Nemo no se despojará solo de palabras, “sino de todo lo demás”.

El texto se presenta con breves fragmentos narrativos entre los que se cuela de cuando encuando algún poema como resumen, sentencia o reflexión sobre lo narrado. Por supuesto, lanovela cuenta con las querencias propias del autor, entre otras, el juego constante confelices retruécanos, palíndromos saturados de significado, latinajos caídos en buena hora ymuchas otras felicidades del idioma cuando la inteligencia se explaya con sensibilidad y tinoa partes iguales, así como un culturalismo refinado que solicita en el lector cierta exigencia, yuna prosa vigorosa que camina del inquieto agobio de Kafka a la variedad genérica deRafael Sánchez Ferlosio, autores predilectos del extremeño. Decir esto no es decir mucho, alcontrario, también es reducir al tópico la novela, apretada por el corsé de lo evidente. Unareflexión permanente sobre el habla y la escritura permea la narración toda, y no escapa una

Editor: José Varela Ortega Presidente: Luis María Anson Director: Joaquín Vila

Lunes, 14 de Marzo de 2016. Actualizado a las 22:41

Noticias Opinión Las Crónicas Revista de prensa Multimedia Libros Ocio Servicios Hemeroteca BUSCAR

PORTADA ESPAÑA INTERNACIONAL AMÉRICA CULTURA ECONOMÍA SOCIEDAD DEPORTES COMUNICACIÓN GENTE

JUGARRETA DE LAGENERALIDAD CONTRA ELGOBIERNO DE LA NACIÓN

• Ada Colau y el ejército• La era de Mario Draghi haconcluido

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suculenta y entreverada ironía que gastan ciertos personajes como el anciano.

El virtuosismo verbal, la variedad de estilos, y la imaginería sintáctica así como laintrospección continua no buscan hallar las razones del silencio del protagonista Nemo, sinoquizá sus efectos en los diversos personajes del pueblo, entre otros: Fiat, papagayo, elcarpintero, nuestro propio cronista o los traviesos gemelos. Algunos incluso enmudecerántemporalmente, como el bodeguero, acaso por emular o intimar de verás con el foráneo. Ellector se deleitará de constante con escenas memorables, como el caso de las palomas oaquella antológica de los gatos que rezuma ecos del cuento Los gatos de Ulthar, deLovecraft, junto a reflexiones de calibre, como en el pasaje quinto sobre el oficio delescribano y la función de la escritura.

Giorgio Manganelli en su incisivo La literatura como mentira apuntaba con buenosargumentos esa última máscara que oculta a cualquier narrador. Aquel establece un pactoembadurnado en mentira con el lector, quien a la postre se deja seducir. Gonzalo Hidalgo esseductor nato de toda mente de altura. Plantea siempre el cacereño desde el lenguaje unacompleja y delicada estrategia de la ilusión (1999), por decirlo con el título de uno de loslibros esenciales de Umberto Eco. Desde hace tiempo e independiente de dinámicasmercantiles Hidalgo Bayal es uno de los escritores más sobresalientes en lengua española.Sobre aquel viejo baluarte de la cultura occidental llamado libro se anuncia obsesivo declivehoy, para ser especie en peligro de extinción mañana. Novelas como la presente, que rondany ruegan un silencio lector frente al bullicio hueco, confirman lo contrario. Ciertas obrassolicitan silencio, como reverencia, no como rechazo. El silencio acaso como mejor tributo. Elsilencio que toda buena lectura para sí reclama. La silente lectura. Así ésta.

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1 - PP se mantiene, PSOE y C's subeny Podemos se hunde2 - Histórica manifestación en defensade la Fiesta Nacional3 - Rusia y EEUU, dispuestos acolaborar para tomar Al Raqa4 - La Policía denuncia la posiblefinanciación ilegal de Podemos5 - Gonzalo Hidalgo Bayal: Nemo

6 - Aumenta el número de seminaristas

7 - Revista de prensa. Los mediosescuchan "el grito del toreo"8 - Revista de prensa. Premio paraRivera, castigo para Iglesias9 - Víctor Morales Lezcano: La segundacuestión de Oriente10 - Primera victoria frente a lainteligencia artificial

(C) 2008 Editorial Imparcial de Occidente SA Alfonso XII, 36 4º 28014 Madrid Tel. 917583912

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15 de marzo de 2016, 2:56:04Los Lunes de El Imparcial

NOVELA

Gonzalo Hidalgo Bayal: Nemo

Tusquets. Barcelona, 2016. 288 páginas. 18 €. Libro electrónico: 9,99 €.

Por Francisco Estévez

Alejada de la indolente algarabía que asedia nuestras librerías la silente escritura de Gonzalo Hidalgo Bayal continúatrazo fijo y rumbo seguro desde aquel aldabonazo que fuera Campo de amapolas blancas (1997),en especial con sujusta recuperación allá por 2008, al calor del éxito de la imprescindible Paradoja del interventor (2004), cuando sepropagó rápida la excelencia del escritor extremeño entre el círculo de conspicuos lectores. Su penúltima novela, La sedde sal, con título memorable y prendido de magia (la menor el acertado capicúa que redobla significaciones yexpectativas), adelantaba una de las obras perdurables del 2013. Con Nemo vuelve el sosegado escritor y su habitualgrado de excelencia a inquirir sobre las oscuridades que aprisionan las esquinas del alma humana. No acaso Nemoneminis se declina igual que homo hominis.

Cuenta la mitología que en las sombras de cierta gruta italiana el ser humano, encarnado en Ulises, hubo de prescindirde su propio nombre y con él ahuyentar su más íntimo ego para escapar de las garras y el apetito del monstruo ciclópeo.Nadie, vino a llamarse Ulises frente a Polifemo. Nemo, bautizan los habitantes de un alejado pueblo al misteriosoprotagonista recién llegado a enturbiar o clarificar -nunca sabremos con certeza precisa- su exigua paz remota. Enaquella tierra extremeña casi mítica, como lo fuera la isla de Sicilia donde moraron los siete cíclopes, un oficiante deescribano tiene a bien narrarnos la singular historia de aquel forastero y nos dará cuenta de su constante silencio. Nemoneminis, Nadie de nadie o Nimú como los chiquillos difunden con sorna en el pueblo. Apartado de toda posesión Nemono se despojará solo de palabras, “sino de todo lo demás”.

El texto se presenta con breves fragmentos narrativos entre los que se cuela de cuando en cuando algún poema comoresumen, sentencia o reflexión sobre lo narrado. Por supuesto, la novela cuenta con las querencias propias del autor,entre otras, el juego constante con felices retruécanos, palíndromos saturados de significado, latinajos caídos en buenahora y muchas otras felicidades del idioma cuando la inteligencia se explaya con sensibilidad y tino a partes iguales, asícomo un culturalismo refinado que solicita en el lector cierta exigencia, y una prosa vigorosa que camina del inquietoagobio de Kafka a la variedad genérica de Rafael Sánchez Ferlosio, autores predilectos del extremeño. Decir esto noes decir mucho, al contrario, también es reducir al tópico la novela, apretada por el corsé de lo evidente. Una reflexiónpermanente sobre el habla y la escritura permea la narración toda, y no escapa una suculenta y entreverada ironía quegastan ciertos personajes como el anciano.

El virtuosismo verbal, la variedad de estilos, y la imaginería sintáctica así como la introspección continua no buscanhallar las razones del silencio del protagonista Nemo, sino quizá sus efectos en los diversos personajes del pueblo,entre otros: Fiat, papagayo, el carpintero, nuestro propio cronista o los traviesos gemelos. Algunos incluso enmudecerántemporalmente, como el bodeguero, acaso por emular o intimar de verás con el foráneo. El lector se deleitará deconstante con escenas memorables, como el caso de las palomas o aquella antológica de los gatos que rezuma ecosdel cuento Los gatos de Ulthar, de Lovecraft, junto a reflexiones de calibre, como en el pasaje quinto sobre el oficio delescribano y la función de la escritura.

Giorgio Manganelli en su incisivo La literatura como mentira apuntaba con buenos argumentos esa última máscara queoculta a cualquier narrador. Aquel establece un pacto embadurnado en mentira con el lector, quien a la postre se dejaseducir. Gonzalo Hidalgo es seductor nato de toda mente de altura. Plantea siempre el cacereño desde el lenguaje unacompleja y delicada estrategia de la ilusión (1999), por decirlo con el título de uno de los libros esenciales de UmbertoEco. Desde hace tiempo e independiente de dinámicas mercantiles Hidalgo Bayal es uno de los escritores mássobresalientes en lengua española. Sobre aquel viejo baluarte de la cultura occidental llamado libro se anuncia obsesivodeclive hoy, para ser especie en peligro de extinción mañana. Novelas como la presente, que rondan y ruegan unsilencio lector frente al bullicio hueco, confirman lo contrario. Ciertas obras solicitan silencio, como reverencia, no comorechazo. El silencio acaso como mejor tributo. El silencio que toda buena lectura para sí reclama. La silente lectura. Asíésta.

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