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Ensayo realizado a partir del 14 SMVD
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VIVIENDA ¿COLECTIVA?
Tesina elaborada a partir del SMVD 14
Tutor: Arq. Martín Gualano.
Estudiante: Paola Faguaga.
“La multitud continuamente cambia y se mueve. De siglo en
siglo, de un continente a otro, de un trabajo a otro, desde un
espacio a otro. A pesar de que puede proceder de otro lugar, el
origen de sus componentes individuales no varía y determina a
la multitud en su conjunto.”
Arq. Zissis Kotionis
Índice
Introducción p. 06
Capitulo I. Marco Referencial. p. 14
Capítulo II. Marco Teórico. p. 22
Capítulo III. Resultados del trabajo de campo. p. 30
Capítulo IIII. Conclusiones. p. 38
Anexo Fotográfico. p. 46
Bibliografía. p.63
Introducción
La FIFA, a través del Bidding Agreement, establece
requerimientos mínimos a cubrir por los países que oferten
como anfitriones de la Copa del Mundo. El escenario ficticio
del Seminario 2013 supone que Uruguay y Argentina se
desempeñarán como anfitriones, y por lo tanto se admite
la suposición de que Montevideo cumplirá en 2030 con los
requerimientos de la Federación, con un “modelo FIFA de
ciudad”. Los puntos que se consideran relevantes y que
deben cumplir aquellos países que ofertan como anfitriones
son “Desarrollo Social y Desarrollo Humano”, “Protección
Ambiental”, “Estadios”, “Hoteles y Espacios de Entrenamientos
de los Equipos”, “Campus de las delegaciones”, “Alojamiento”,
“Transporte”, “Tecnologías de la Información y Redes de
Comunicación”, “Seguridad”, “Salud”. El primero de ellos, sino
el mas importante, refiere a que la organización del evento
deberá considerar al mismo como excusa para la integración
de culturas, clases sociales, religiones. Propone que se deben
presentar planes concretos donde el campeonato colabore a
derribar las barreras sociales y promover la tolerancia, igualdad,
y convivencia armoniosa.
La experiencia realizada en el taller brindado por Zissis
Kotionis toma estos requisitos como punto de partida y se centra
en la importancia de planificar el uso de los equipamientos
urbanos. Este punto fue clave en la definición de la Megaloggia,
como nueva infraestructura para la ciudad futura.
Las cuestiones son entonces: ¿responde la vivienda a la
diversidad de la sociedad? ¿Contribuye a mejorar la calidad
de la ciudad y el territorio? ¿Se hace un uso razonable de
las tecnologías disponibles? ¿Responde a unos objetivos de
sostenibilidad?.
¿Como hablar de vivienda colectiva? ¿Como enseñar
a proyectarla? ¿Que ejercicio proponer? ¿Dónde? ¿Cómo
plantearlo? Las diferentes escalas, los distintos niveles
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de pragmatismo, los distintos objetivos de docentes e
investigadores…
¿Como se vincula la vivienda colectiva con las
infraestructuras residenciales de uso publico? ¿Como se piensa
y se proyecta la vivienda para que cumpla con una normativa
prevista y a su vez se ponga en valor su capacidad para
transformar entornos urbanos, generando espacios públicos de
calidad y abarcando diferentes escalas?
Existe un empeño en repetir topologías para el proyecto
de vivienda que apenas se alejan de los paradigmas de la
modernidad basados en programas rígidos, la confianza en la
eficacia de unos tipos predeterminados (bloque, torre, hilera,
colonia) que apenas sufren modificaciones y tienen intrínseca
una nula reflexión sobre el espacio publico asociado, entendiendo
erróneamente que la vivienda termina donde comienza la ciudad.
Esta tesina es un ensayo crítico a propósito de dicho
equipamiento urbano desarrollado durante el taller, cuyo
programa principal es la vivienda, sea esta transitoria o definitiva,
pero siempre “colectiva”. Las reflexiones fueron motivadas por
las amenas charlas en el taller con el Arq. Zissis Kotionis cuyo
concepto del “Multidome” nos hizo entender una forma diferente
de colectivizar el espacio privado, y también por las conferencias
dictadas durante el SMVD. Fueron enriquecidas a su vez por
la experiencia como estudiante colaborador honorario en el
curso de Anteproyecto II, en el taller Scheps, principalmente
del intercambio con el Arq. Luis Oreggioni, y finalmente fue Arq.
Martín Gualano quien oriento y aporto contenido pragmático a
este proyecto.
Hipótesis de trabajo.
Se propone ver el ejercicio de la arquitectura a través
de la participación social. Es fundamental entender, primero,
que la vivienda colectiva es un proceso y no un objeto y que se
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construye con la interacción del lugar donde se inserta y con las
personas que la habitan y segundo, que la construcción de las
ideas sobre modos de habitar o sus necesidades es parte de un
proceso, que no puede ser forzado y resulta de la generación
de estrategias para la realización de programas mediante la
asesoría técnica integral y multidisciplinaria. El resultado positivo
es el que se obtiene al incorporar la participación en todas las
etapas del proyecto a la comunidad, siendo esta participación
más que consultas puntuales o elección de alternativas.
Se desterraron los espacios comunes de la
vivienda colectiva. Mientras los proyectos se resuelven
monoprogramáticamente, con una valoración exagerada de la
esfera de lo privado, perdemos la oportunidad de enriquecer
el sentido colectivo de la vivienda con locales de uso común
a la escala de una pequeña comunidad. Mientras los
edificios componen conjuntos exclusivamente residenciales,
despreciamos la hibridación a escala urbana que supondría
la construcción de programas complejos en los que los
equipamientos, espacios para el trabajo y vivienda luchen con
su simultaneidad contra el gueto residencial en sus versiones
micro y macro.
La sostenibilidad asociada a la energía y a la eficiencia
de los sistemas constructivos no debería ser una opción.
La recuperación de una conciencia critica que entienda la
arquitectura como un servicio responsable a la comunidad,
comprometido con su equilibrio y diversidad parece urgente.
La vivienda publica y colectiva es un asunto político, social,
económico y técnico, que debe ser de interés para el arquitecto
como motivo de redefinir una topología asociada al espacio
primordial del habitante mayoritario, aquel que no tiene la
elección de considerar la arquitectura como una decisión
consciente y un valor añadido.
Formular una revisión de los criterios de diseño de la
9
vivienda para el siglo XXI implica reflejar, fundamentalmente,
la conciencia del cambio social. La composición de los hogares
no es uniforme, ni en la vida de un ser humano en particular,
ni en el conjunto de la sociedad. Diferentes agrupaciones de
convivencia hacen anticuada la concepción de “familia tipo” como
componente mayoritario y, por ello, la vivienda ha de proyectarse
con respuestas de máxima ambigüedad y versatilidad funcional,
de manera que pueda cobijar la enorme variedad de modos de
vida y permitir una mayor capacidad de transformación, con
costos mínimos, tanto económicos como técnicos.
Método de investigación.
Las fuentes primarias estarán conformadas por el análisis
de documentos oficiales. Como fuentes secundarias se
consultarán autores especializados sobre el tema.
Se establecen cuatro grandes grupos a desarrollar. El
Primero, denominado “Marco Referencial” y expuesto en el
Capitulo I, se concentra en interpretaciones de textos e ideas que
dieron lugar a las hipótesis de este ensayo, y que las enmarcan
en un contexto histórico y conceptual. En segundo lugar, y
expuesto en el Capitulo II denominado “Marco teórico”, se hace
referencia a textos y se interpretan críticamente ideas o teorías
desarrolladas por algunos autores elegidos cuidadosamente por
la pertinencia en el tema y/o por interés personal en su lógica
de pensamiento, con el propósito de demostrar la validez de las
hipótesis. En tercer lugar se presentan algunos resultados del
trabajo realizado en el taller durante el Seminario de Montevideo
y se reflexiona sobre ello, así como otros sistemas de agrupación
para vivienda de interés social. En cuarto lugar se exponen las
Conclusiones Generales a la luz de la investigación.
Objetivos
Esta tesina tiene como objetivo la profundización en el
concepto de “infraestructura urbana” entendida como “vivienda
colectiva” a través de la exploración de sus límites, abordando
10
el concepto desde otras miradas que permitan poner sobre la
mesa nuevos elementos de análisis que posibiliten ampliar los
conocimientos sobre la temática. El ensayo pretende además
ampliar el marco conceptual del Seminario de Montevideo.
11
Capítulo I.
Marco referencial.
Políticas Habitacionales en América Latina.
“La trascendencia de la relación entre políticas de
vivienda y los territorios urbanos en América Latina y en el
resto de mundo dejó un importante testimonio, sobre todo en
el período de construcción del Estado nacional-desarrollista, o
mejor dicho, de fortalecimiento de los Estados nacionales en el
período anterior y posterior a la Segunda Guerra Mundial. En
consecuencia, la vivienda social constituyó hasta bien entrado
el siglo XX uno de los elementos más característicos de las
ciudades latinoamericanas.”
En este punto busco hacer una revisión general de las
principales mudanzas en las políticas habitaciones de América
Latina. A pesar de no ser el principal tema de este título, es
importante conocer el contexto en el que se desenvuelven
las políticas habitaciones. Según el período político de cada
país se modifica las leyes sobre habitación, cada gobierno
enfrenta los problemas de vivienda con un paradigma diferente,
cambiando la relación entre el Estado y los habitantes. En el
contexto latinoamericano, la población creció de 240 millones de
habitantes en 1960 a 480 millones en 1999. Un aumento similar
ha tenido la tasa de urbanización que en el mismo período ha
crecido del 50% al 73,4%, provocando que de 120 millones de
latinos que vivían en ciudades en 1960, se haya pasado a casi
360 millones en 1999. Es así como Latinoamérica mantiene en
el siglo XXI la misma población rural que a mediados del siglo
XX, mientras que la población urbana se ha triplicado.
Los principales elementos comunes que se presentan
en los programas públicos habitacionales de la región son:
disminución del rol del Estado desde ejecutor a financiero,
creciente participación del sector privado, financiamiento del
sector vivienda bajo (en relación a otros componentes del
gasto social), incremento en la dependencia del financiamiento
internacional. Enfoque sectorial: prioridad, lo urbano, lo rural,
desperfilado. Para las familias de bajos recursos, programas
de radicación y mejoramiento de asentamientos precarios,
incentivando la ayuda mutua y la autoconstrucción, viviendas
15
nuevas en propiedad individual pero con pocas definiciones de
estándares de habitabilidad.
En cuanto a los procesos de ocupaciones irregulares de
terrenos urbanos, estas se producen en áreas periféricas de
las ciudades de nula calidad ambiental y en condiciones de
vulnerabilidad sin acceso a servicios básicos, en las siguientes
modalidades: toma de parcelas colectivas organizadas, tomas de
parcelas colectivas, por un núcleo que luego se extiende, tomas
de parcelas individuales, densificación de barrios irregulares
ya existentes, ocupación de edificios en áreas centrales y
periféricas.
Las políticas habitacionales tienden a seguir operando
en un contexto institucional aun poco desarrollado o maduro,
con programas sectoriales de corta duración, sin políticas de
Estado a largo plazo y más bien discontinuadas, centralizadas y
dirigidas a la construcción de viviendas nuevas, con poco control
del mercado, sin instrumentos apropiados para su manejo con
fines sociales.
Algunas características comunes de las políticas de vivienda
son: ser “facilitador” (para el mercado) como con el sistema de
subsidio directo a la demanda. Otras características son las
políticas sociales “focalizadas”, dirigidas a grupos específicos,
la expansión del mercado mediante el instrumento del crédito
hipotecario, programas de regularización de propiedad urbana
de los asentamientos informales para asegurar la gobernabilidad
local, crecimiento de los programas con financiamiento
internacional y privatización de los servicios públicos.
Las infraestructuras del hábitat están constituidas por
formaciones habitacionales específicas pero también por
equipamientos y servicios de base. Esto puede condensar en
nuevos emprendimientos de promoción pública y/o privada, o en
la actuación infraestructural dentro de favelas o asentamientos
precarios a “reurbanizar” y calificar. En particular, la vivienda
colectiva de escala implica una mirada más compleja y
entrelazada del territorio urbano y el entorno natural.
Las posibles infraestructuras y equipamientos del hábitat
16
social agendados a nivel nacional tienen la particularidad que
su concreción aún está en curso. Al respecto quiero destacar
dentro de un más amplio boom histórico de la construcción,
la formación de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) como
operador facilitador para la construcción de vivienda para
sectores medios y populares, en el marco de una nueva Ley
de Promoción de la Vivienda. Sus efectos aún son inciertos en
contraste con el despegue inmobiliario y edificatorio de Punta
del Este, Montevideo y Colonia, asociado a una importante
captación de inversiones extranjeras.
El déficit de vivienda en nuestro país asciende a 80.000
unidades. Una cantidad de viviendas que ningún gobierno podrá
construir en un corto plazo atendiendo a la una urgencia que
implica esta problemática. Aunque la información que maneja
el Plan Juntos respecto al déficit habla de 13.000 familias en
emergencia social y habitacional, es decir aproximadamente
50.000 personas. En este sentido, en algunos países de la región
como Chile se han ensayado algunas soluciones como la del
predio con servicios. La idea es que en el predio con servicios
se encuentra el germen de una futura casa que se construirá
al interior de un crecimiento urbano planificado, controlado y
posible. Si asumimos además que el costo de las infraestructuras
necesarias para tender ciudad es en relación a la vivienda la
mitad del costo total, esta modalidad permitiría construir el doble
de soluciones habitacionales con el mismo dinero. La gestión y el
acompañamiento apoyado en la autoconstrucción son factores
decisivos en el éxito de estos planes.
Multidome: el espacio de las multitudes y la Megaloggia.
“En el transcurso de la primera década del siglo XXI, en los
centros metropolitanos griegos de Atenas y Salónica observamos
el siguiente proceso: por un lado la cáscara arquitectónica de
las ciudades se mantiene relativamente invariable y por otro la
población urbana se transforma, pasa del estado de residencia
endémica a la de desplazamiento en multitud. En el caso de
Grecia de la posguerra (la ciudad de los residentes endémicos)
17
se regenera a través de la forma arquitectónica del edifico de
apartamentos. Esta misma forma arquitectónica se utiliza ahora
para albergar a la multitud metropolitana nueva.”
¿Es posible que una investigación con respecto a los
atributos especiales de la multitud alimente a una entreprise
de transformaciones al bloque de apartamento residencial para
generar el edifico de la multitud? Kotionis designa previamente
el edifico de la multitud como el “Multidome” e investiga las
necesidades de las multitudes para residir allí.
Estos atributos especiales preparan el camino para la
conceptualización de una vivienda colectiva a través de la
introducción del modelo de Multidome. El concepto de vivienda
colectiva toma su significado del fenómeno de las multitudes
que vienen a ocupar del espacio público. A pesar de todo, el
nacimiento, el trabajo, la muerte, son los índices de un cambio
constante en la composición de la multitud. Esta composición
cambiante cuya existencia está impregnada por una condición
noble, es un sistema abierto. Su composición es reconfigurada
continuamente por nuevas multitudes de un origen externo. La
multitud endémica nunca es la misma en el tiempo. Salidas
forzadas, llegadas con la intención de quedarse, tránsitos.
Un deseo colectivo adoptado por los individuos. Estamos en
condiciones de reconocer que siempre es válida la designación
convencional de una convivencia temporal, o bien, una
convivencia cuya permanencia se compone de una serie de
vencimientos. Los contratos de matrimonio, la posesión, la
propiedad de los bienes, podrán ser anulados a corto plazo.
Bajo el intenso deseo de escapar de las duras condiciones de
vida, la inestabilidad política o los efectos de los fenómenos
naturales extremos, la composición de la multitud se genera por
cambios de región. Esto no sólo se refiere a alguien que migra
por la necesidad de sobrevivir. También se refiere a alguien opta
por la permanencia en la elección de la solución debido a darse
cuenta de que, aunque estable, reside fuera de un campo de
permanencia. Por lo tanto, si el fundamento se concibe como
una condición de supervivencia, entonces el que anticipa
18
una fundación, el que se imagina a sí mismo como residente
permanente, el fundador de si mismo, sufre el impacto dramático
de la condición de libre de multitudes, incluso sin dejar de ser
dentro de la multitud.
¿Cuántos de los atributos espaciales de los edificios de las
multitudes, tal como se manifiestan en los centros antiguos de
las ciudades, son la chispa de los inicios de un acercamiento a la
estructura de las residencias de las multitudes? Una estructura
que se posa en un lugar, en el suelo urbano disponible se
compone de los pilares estructurales de los contenedores
residenciales de las singularidades humanas. La singularidad
dentro de las multitudes Kotionis las determina dentro de la
unidad de los Multidomos, los que devienen en una celda de
espacio unificada. Alberga uno, pocos o muchos elementos. El
trabajo alrededor del tema de vivienda de interés social nunca
escapa de la inevitable necesidad de definir mínimos, ya sean
medidos en áreas, en volúmenes, diseñando equipamientos
multi-propósito o concibiendo estrategias de organización del
espacio.
El invariante nos impone una estructura que domina el
suelo que ocupa, los “Terreins”. Lo inarticulable es evocado por
medio de estructuras en las que las unidades inmediatamente
después, con la adición de huecos se hacen supremas. No hay
pisos, no hay basamentos, ni edificios principales, adiciones o
secundarios. La propiedad colectiva nos invita a buscar el vacío,
que sigue siendo constantemente ocupado dentro de la ciudad,
así como en la construcción del Multidome.
La directiva, aspecto trascendental de todas las residencias
públicas, la catedral de cada pueblo, se adhiere a un Multidome,
las unidades residenciales (de las singularidades humanas)
comprenden una red permeable, con espacios vacíos pequeños
entre las unidades. Dentro de la red de vacíos existe un dominio
vertiginoso de la vida de los residentes. El Multidome esboza la
condición biopolitica de la vivienda colectiva, una reconfiguración
espacial en bloques de los barrios y favelas.
19
Capítulo II.
Marco teórico.
“La vivienda de nuestro tiempo aún no existe, sin embargo
la transformación del modo de vida exige su realización.”
Ludwig Mies van der Rohe.
Con esta frase Mies iniciaba el programa para la Exposición
de la Construcción celebrada en Berlín en 1930. La frase sugiere
varios sentidos. El primero se abre al leer la frase por el revés: “la
vivienda que existe no es la de nuestro tiempo”. El segundo se
desprende al concluirla: “sentimos carencia de vivienda nuestra”.
En el primer sentido de la frase de Mies “la vivienda que hay no
es la de nuestro tiempo” está reconociendo la inactualidad de un
modelo de vivienda, activo durante un siglo. Para entendernos:
el de la hegemonía de la cultura burguesa.
“Bajo el reino de Louis Philippe hace su entrada en la historia
el individuo particular. Para el particular, los locales de vivienda
se encuentran por primera vez en oposición con los locales
de trabajo. (...) El particular, que en su despacho sólo tiene en
cuenta tres realidades, pide que en su interior se le alimenten las
ilusiones. En la disposición de su ambiente privado, rechaza sus
preocupaciones. De ahí derivan todas las fantasmagorías del
interior; para el particular, éste representa el universo. Reúne
las regiones lejanas y los recuerdos del pasado. Su salón es un
palco sobre el teatro del universo. El interior es el asilo donde
se refugia el arte. El coleccionista viene a ser el verdadero
ocupante del interior. Asume la tarea de idealizar objetos. Es a
él a quien le incumbe esa tarea de Sísifo de quitar a las cosas,
porque él las posee, su carácter de mercancía. Pero no puede
conferirles más valor que el que poseen para el aficionado, no
su valor de uso. El coleccionista se complace en suscitar un
mundo, no solamente lejano y difunto sino, al mismo tiempo,
mejor; un mundo donde, a decir verdad, el hombre está tan poco
provisto de lo necesario como en el mundo real, pero donde las
cosas están liberadas de la servidumbre de ser útiles”.
Es el mismo modelo que, mientras Mies escribe su frase,
está analizando y descubriendo, capa a capa, Walter Benjamín
quien ha construido el modelo de ese interior-funda, teatro y
23
guarida donde se custodian los valores del habitante, donde
éste deja huellas sobre cada objeto, que le reflejan sus rastros,
como si cada objeto fuera un espejo que representa al habitante.
Más aún: que le devuelve, como representación, aquello que no
posee. Lo que quiero decir es que entre ese interior burgués
y la racionalización de los CIAM o de los arquitectos de la
Existenzminimum no hay ruptura. El modelo ahí es siempre la
vivienda como estuche que custodia los valores, los gestos, la
memoria del habitante. Los diagramas de Klein, rastreando los
trayectos y recorridos del habitante en su vivienda, son su límite:
la vivienda como puro rastro. Ese sentido de la guarida es lo
ya inactual cuando Mies o Benjamin escriben. Los pasos del
habitante no pueden detenerse en un local, siguen un vector
abierto, trazan una fuga sin fin.
“… Es en esta en donde habita el increíble pintor Picasso,
quien, dentro de su desorden, encuentra la congruencia y el
orden de las cosas. Es una casa habitada por la conciencia del
usuario, no por estándares impuestos en la sociedad.”
En mi opinión Iñaki Ábalos es uno de los arquitectos españoles
más influyentes, su obra ha tenido un fuerte componente de
investigación que ha sido capaz de llevar a la obra construida,
volviéndose esta material de estudio. “La buena vida” nos
propone visitar siete casas creadas a lo largo del siglo XX,
despojando su mirada de códigos y prejuicios profesionales: un
recorrido que niega la modernidad como experiencia triunfante
del positivismo y recupera la pluralidad radical del siglo. En esta
mirada por los diversos arquetipos del siglo pasado, se desgrana
el perfil psicológico y filosófico del habitante (imaginario o real)
de cada uno de ellos. El autor hace en ocasiones caricatura de
este habitante para, exagerando sus rasgos, poner de manifiesto
caracteres en los que reconocernos todos.
Observando los diferentes modos de habitar el espacio
doméstico, la postura vital e ideológica que hay detrás de los
iconos colectivos, que naturalmente existen también en la
arquitectura, deduzco puede obtenerse información relevante.
24
Es así que esta forma de pensar en la vivienda me parece muy
oportuna, cada individuo es distinto de los otros y tiene gustos y
formas de vivir diferentes. La mayoría de las personas, cuando
piensa en una vivienda, piensa en viviendas con baños, cocina,
comedor, garaje, pero no consideran que quizás puedan prescindir
de algunas de estas estancias, combinarlas o camuflarlas
para un habitar mejor. En este sentido de las visitas a casas
privadas nos hace perder el prejuicio, nos hacemos usuarios,
las pensamos a través del ojo del habitante. Nos muestra que
no hay una vivienda existencial o fenomenológica sino que la
realidad es más compleja y llena de matices. No se trata de un
manual de arquitectura domestica, ni tiene la ambición de dar
instrucciones sobre que o como hacer arquitectura. Su objetivo
es alertar y contribuir a una mayor conciencia de los vínculos
entre las formas de pensar, de ver el mundo, los modos de vida
y las técnicas proyectuales, las que no son neutrales sino que
limitan y contienen en si mismas la capacidad de maniobra critica
de nuestro trabajo. La construcción de sistemas no termina en la
materialidad tangible.
Debemos reanimar el debate en torno a la vivienda basada
en el idealismo social y superar los métodos de investigación
planimétrica propios de la modernidad, intentos en buena
medida ingenuos, atrapados en la jaula ideológica que pretenden
superar. (Anexo F. p 53 a 54)
“Los muros no están ahí para delimitar una parcela, ni para
sostener los hastiales de la casa, no están tampoco (ni mucho
menos) para crear un microclima, para adaptarse a una situación
geográfica que propicie ese mecanismo de control ambiental
(luz, temperatura, humedad, ventilación) que es en su origen el
patio. Los muros están ahí para otorgar privacidad, para ocultar
a quien habita, para permitir desarrollar dentro de la casa una
vida profundamente libre, al margen de toda moral y tradición, al
margen de toda vigilancia social o policial”
Un buen motivo para tomar el pulso a la cuestión de la
vivienda colectiva es el proyecto PLUS, JeanPhilippe Vassal y
25
Anne Lacaton, en colaboración con Frédéric Druot. Pretenden
transformar monótonos edificios de apartamentos en estructuras
habitables que permitan la interacción y mejorar la calidad de
vida de los habitantes. Ellos creen que cada edificio tiene su
propia y única historia, y abogan por una estrategia de la adición
en lugar de comenzar de cero.
La argumentación de las propuestas se realiza en varias
dimensiones, y parece dominar el sentido común de una forma
clara y directa. Es fácil trasladar su contenido al resto de la
arquitectura. Algunas reflexiones motivadas por los temas
tratados en el libro en adición a los expuestos por Kotionis en su
conferencia:
“En arquitectura rara vez se llega hasta el final” (que recuerda
la frase más contundente de Andrés Jaque “La arquitectura
nunca tiene un final feliz”): ausencia de platonismo, soluciones
multidisciplinares, proceso indeterminado, con intervención de
agentes externos a la arquitectura, debilitamiento del concepto
de autoría.
“No derribar nunca, no restar, ni reemplazar nunca, sino
añadir, transformar y utilizar siempre”. Puesta en valor de
cualquier patrimonio construido existente, sea del tipo que sea,
de la calidad que sea, se encuentre en el estado de conservación
en que se encuentre. Es un punto de partida casi nuevo, que
muestra la dificultad que tenemos para saber leer el entorno en
que nos movemos, y sacarle posteriormente el máximo partido.
En este caso, la revaloración es de todo el conjunto de barrios
de viviendas colectivas. Estar atentos a lo que existe. Es una
revaloración arquitectónica, económica y social.
“Se trata de ser generoso, de dar más, de facilitar los usos y
simplificar la vida”. La atención central a la gente. La amabilidad,
la delicadeza, el placer, la calidad. En muchos barrios, la
vecindad tiene mejor criterio sobre su lugar y sus espacios, que
la gente de fuera, que se acerca con sus propios prejuicios.
Toda persona que viva en grandes conjuntos de viviendas debe
tener la misma consideración que el cliente de un barrio privado.
En arquitectura “El lujo es aquello que se supone que no te
26
esperas” (en un lugar). Cambiar el concepto de calidad de vida
(medido por estándares), por el de lujo, que es una categoría
mucho más subjetiva, y adaptable a cada uno de los habitantes/
usuarios/vecinos de las viviendas: un aumento de la superficie
inhabitual, una orientación inesperada, una comodidad
inapropiada, una instalación de más.
La falta del cuidado de una micro-arquitectura “es a todas
luces, el origen de esta ausencia de comunicación entre la ciudad
y sus habitantes”. Crítica al proyecto unitario y completo. Los
proyectos de los conjuntos de vivienda colectiva suelen estar
encerrados en un solo y definitivo gesto, que tratan lo urbano
y la arquitectura de la misma manera y con la misma distancia,
u olvido. También hay implícita una repulsa por los grandes
proyectos que atienden, antes que a nada, al boato personal y
ego de sus promotores.
“¡El discurso sobre la mezcla, que parece un discurso social,
es en realidad un discurso económico!”. Facilitar la densificación
y diversificación de usos y programas.
“Estar atento a la interpretación que la gente hace del
espacio público, comprender sus cualidades y su potencial,
resultado de una transformación del proyecto original”.
Reconocer y mantener las costumbres que la vecindad ha ido
desarrollando en los espacios públicos colectivos. Legitimar
esos usos. Trabajar caso por caso. (Anexo F. p 55a 56)
27
Capítulo III.
Resultados del trabajo de campo.
Megaloggia
La experiencia demuestra la importancia de planificar el
uso de los equipamientos urbanos. Este punto fue clave en la
definición de Megaloggia, como nueva infraestructura para la
ciudad futura. El programa propuesto incluye residencias para
los deportistas y las delegaciones, canchas de entrenamiento,
hoteles y todos los servicios necesarios para acoger a la multitud
de personas que acompaña el acontecimiento mundial. Por su
parte, el sector de ciudad presenta, entre otras cosas, viviendas
en baja densidad, vacíos urbanos y espacios públicos de uso
poco intensivo. Llama la atención la presencia de gran cantidad
de canchas de fútbol, ubicadas en terrenos privados y públicos
de diversas dimensiones. La propuesta recoge entonces estas
condiciones previas presentes en la ciudad y las reorganiza en
una nueva estructura urbana junto a los programas necesarios
para la realización del evento. Megaloggia se define básicamente
por dos bandas paralelas de viviendas de treinta metros de altura,
configuradas por llenos y vacíos de modo de permitir el pasaje
de luz y crear espacios exteriores de esparcimiento. A su vez,
estas bandas porosas son discontinuas, a los efectos de permitir
la conexión de diferentes puntos clave del sector y la ciudad.
La estructura se termina por definir con la cubierta, que es una
elevación del suelo: en ella se colocan principalmente canchas
de fútbol y otros programas deportivos y de esparcimiento.
El espacio entre las bandas de viviendas se completa con
una multiplicidad de programas comerciales y culturales que
dan satisfacción a la demanda de la propia estructura pero
también responden a las necesidades de la ciudad y su área
metropolitana.
Megaloggia es una apuesta por la vivienda colectiva y la
intensificación del espacio público; una estructura que conecta
diferentes partes del área urbana y del territorio y propone un
nuevo mega-evento para la ciudad. Una estructura que responde
al desafío del Mundial pero que contempla el día después y que
posee la flexibilidad para ser invadida y transformada por la
ciudad sin por ello perder su esencia. (Anexo F. p 47 a 52)
31
Tipologías de vivienda y agrupamientos en conjuntos de
carácter social.
*Tipología de agrupamientos: vivienda Aislada.
+ Independencia en todos sus límites, laterales y superior.
+ Mayor cantidad de terreno permite realizar mas ampliaciones.
+ La independencia aporta identidad.
- Mayor cantidad de espacio implica crecimiento descontrolado,
ampliaciones mal hechas y poco seguras, pueden atentar contra
las condiciones de habitabilidad mínimas.
- Las estructuras independientes implican mayores gastos, poca
densidad en los terrenos.
- Mayor gasto en los terrenos produce viviendas de menor
calidad.
* Tipología de agrupamientos: vivienda de fachada continua.
+Ahorro en la estructura.
+ Reducción de gastos en terrenos.
- Pocas posibilidades de ampliación.
* Tipología de agrupamientos: bloques.
+ Reducción de gastos en terreno y estructura
- Viviendas sin identidad individual.
- Hacinamiento.
- No permite generar ampliaciones.
- No hay independencia con respecto a los vecinos.
* Tipología de agrupamientos: edificios paralelos.
+ Ahorro estructural
+ Unidad en fachadas, conjuntos armónicos.
+ Orden en las ampliaciones.
+ Ahorro en terrenos
- Soluciones constructivas generalmente mas caras.
32
*Tipología de agrupamientos: pasajes.
+ Mayor seguridad, control visual.
- No existe un espacio jerárquico ordenado que rompa con la
monotonía espacial.
- La sucesión de pasajes rompe con la idea de conjunto, pues
cada pasaje funciona por si solo.
*Tipología de agrupamiento: grilla en damero.
+ Barrios ordenados
- Barrios monótonos sin espacios jerárquicos.
*Tipología de agrupamiento: conjuntos modernistas
+Diversidad de viviendas
+ En general contemplan el equipamiento y las áreas verdes.
- Simulacro de ciudad a escala residencial.
- Su escala impide la relación fluida entre los vecinos.
33
Nemausus 1 (1987).
Es un conjunto de vivienda social construido en Nimes de
1985 a 1987, fueron diseñadas por el arquitecto Jean Nouvel.
Los dos edificios que componen el conjunto están ubicados
cerca de la carretera de circunvalación. Ambos edificios tienen
una calle lateral. Posee corredores que sirven a los pisos, al
extremo sur de la terraza. El edificio se asienta sobre pilares de
hormigón que liberan espacio para estacionamiento. El conjunto
consta de 114 viviendas de entre 90 y 160 metros cuadrados,
hay apartamentos de una planta, dúplex y tríplex.
El proyecto de estas viviendas sociales se desarrolló
según los principios de amplitud de espacios (en superficie y
volumen), variedad de distribución en planta (hasta 17 modelos
para 117 viviendas), doble orientación de todas las viviendas,
mínimas áreas colectivas cubiertas, acceso y distribución en
base a escaleras y rellanos exteriores, espaciosas terrazas y
construcción en base a hormigón y chapa de aluminio. Para
reducir los costos, construyó con el mismo patrón de abajo
hacia arriba. Cada cinco pies, un velo de hormigón que separa
los apartamentos. El mismo ancho es elegido para separar los
pilares en el parque y para los paneles que forman el techo.
Materiales de construcción se encuentran sin terminaciones. Las
puertas de las terrazas, de aluminio, son similares a las utilizadas
en estaciones de bomberos. Las paredes están cubiertas
con placas de aluminio. Las vallas, pasillos y terrazas están
inclinadas y recuerdan los utilizados en obras de construcción
Todas estas medidas supondrán un ahorro para proporcionar
viviendas más grandes por el mismo costo de la construcción
de un barrio “clásico”. Lo anterior le otorga a las viviendas una
apariencia industrial y una total libertad de uso, pues sólo se
dejan fijas las bajadas de aguas e instalaciones sanitarias, no
así los espacios sanitarios, de manera tal que cada vivienda
puede ser totalmente distinta a otra. (Anexo F. p 57 a 59)
34
44 Viviendas en Lleída (2005)
El estudio de arquitectura barcelonés Coll- Leclerc
construyó viviendas para alquiler, que se adjudicó el premio a la
mejor vivienda social levantada en Cataluña en los últimos dos
años. Los residentes pagan 310 euros al mes por las viviendas
de 58 metros cuadrados. Un único portal, con puerta de celosía
metálica da paso a un patio central al que mira la fachada interna
de las viviendas. Dentro, el acceso a los apartamentos recuerda
más la entrada a una vivienda adosada, con doble corredor y una
galería para tender la ropa, acomodar una hamaca o guardar la
bicicleta. Con ventilación cruzada y fachada a la calle y al jardín
comunitario, los pisos son espacios abiertos y contemporáneos
en los que es posible vivir sin estrecheces físicas (gracias al
juego de puertas correderas que permite sumar espacios), pero
a la vez consiguen rincones para la intimidad en menos de 60
metros cuadrados.
Cuenta Jaume Coll que de entre todas las fórmulas
para ahorrar metros cuadrados (prescindir de pasillos, evitar
recibidores...) la que menos les convence es la más empleada,
la que termina por convertir el salón-comedor -cocina en un
lugar de paso. Para evitar la sala única, los arquitectos idearon
una distribución reversible, salón y comedor separados, pero
unidos, por la cocina. Una misma puerta corredera cierra la
sala o el baño (a su vez dividido en dos) logrando un juego de
espacios transformables para una vida casi abierta, como en un
loft, o, casi dividida, como en una vivienda tradicional.
Los 44 departamentos están organizados en dos bloques
que forman una L en la esquina entre dos calles y todos cuentan
con un mínimo de una hora de exposición solar al día. Con
estructura de hormigón e interiores libres de pilares (están
alineados en el perímetro) las fachadas están abrigadas por
chapa galvanizada ondulada en el exterior y por paneles de
policarbonato para paliar el viento en el acceso. (Anexo F. p 60
a 61)
35
Capítulo IIII.
Conclusiones.
“Volver al barrio siempre es una huida ./ Casi como enfrentarse
a dos espejos / uno que ve de cerca, / otro de lejos / en la torpe
memoria repetida. / La infancia / la que fue / sigue perdida / no
eran así los patios / son reflejos. / Esos niños que juegan ya
son viejos / y van con más cautela por la vida. / El barrio tiene
encanto y lluvia mansa, / rieles para un tranvía que descansa /
y no irrumpe en la noche ni madruga. / Si uno busca trocitos de
pasado / tal vez se halle a sí mismo ensimismado. / Volver al
barrio siempre es una fuga.”
El barrio, Mario Benedetti
Los parámetros para el diseño de la vivienda colectiva
parten entonces de la definición de unos criterios básicos sobre
las relaciones idóneas entre ámbitos de la vivienda y espacios
de la ciudad. La calidad de la vivienda se resuelve tanto en la
correcta resolución de su interior, como en el contacto con el
espacio público del barrio, mediante una diversidad de gradientes
que pasen de lo urbano a lo privado.
Se hace necesaria una revisión profunda derivada,
especialmente, de los paradigmas contemporáneos, según
criterios de sostenibilidad y atendiendo a una conformación de la
sociedad más diversa y menos jerárquica. Es también necesario
cambiar el rumbo del modelo de crecimiento y desarrollo urbano
vigente. En los países desarrollados se ha dado un fenómeno
nuevo: por primera vez las expectativas de condiciones futuras de
las actuales generaciones jóvenes, con respecto a sus mayores,
es negativa, a menos que se revisen realmente los parámetros
con que se mide el bienestar y el desarrollo. Es decir que el
desarrollo y el bienestar se dejen de equiparar invariablemente
con el crecimiento.
Es necesario reinterpretar la vivienda más allá del
ámbito estrictamente privado, potenciando las actividades
compartidas y comunitarias, su capacidad de relación y mejora
de las estructuras urbanas, permitiendo llevar una vida completa
(trabajo, educación, cultura, ocio, naturaleza) y evitando la
39
construcción meramente numérica de viviendas. Sin olvidar
que se ha de tener en cuenta la adecuada utilización de las
tecnologías y los recursos, incorporándolos integralmente en la
concepción espacial de las viviendas.
Por lo dicho, formular una revisión de los criterios de diseño
de la vivienda para el siglo XXI implica reflejar, fundamentalmente,
la conciencia del cambio social. La composición de los hogares
no es uniforme, ni en la vida de un ser humano en particular,
ni en el conjunto de la sociedad. Diferentes agrupaciones de
convivencia hacen anticuada la concepción de “familia tipo” como
componente mayoritario y por ello la vivienda ha de proyectarse
con respuestas de máxima ambigüedad y versatilidad funcional,
de manera que pueda cobijar la enorme variedad de modos de
vida y permitir una mayor capacidad de transformación, con
costes mínimos, tanto económicos como técnicos.
El proceso de urbanización es el fenómeno social y urbano
más relevante en los países latinoamericanos durante el siglo
XX. La urbanización en Latinoamérica se generó a partir de
ocupaciones de pequeños grupos sociales con intervención
directa sobre el espacio de ocupación. Existe una relación
específica entre la unidad social que ocupa el suelo y el conjunto,
cada unidad es promotora activa del proceso al tiempo que forma
parte de un colectivo en el que las redes sociales están bastante
cohesionadas. En el urbanismo tradicional los procesos típicos,
urbanización - parcelación - edificación - poblamiento, se dan
de forma lineal y descendente (de la gran escala a la pequeña).
Este proceso secuencial limita las posibilidades de interacción
mutua entre las fases: los habitantes de la casa, de la ciudad,
son simplemente usuarios que utilizan un soporte ya definido,
la vivienda es un producto acabado cuando es habitado y la
zonificación se define desde el principio, atribuyendo a cada
espacio un uso (por ejemplo, comercio en planta baja, vivienda
arriba), por lo que la ciudad se define desde el uso, no desde
sus cualidades espaciales, y cada cambio de uso supone una
40
redefinición del espacio.
En los asentamientos informales, como sistemas
emergentes o ascendentes (desde la casa a la ciudad) el
proceso es simultáneo: tras una parcelación previa, se urbaniza
y se edifica en paralelo. El poblamiento ocurre en la primera
fase, de manera que los habitantes de la ciudad transforman el
espacio al tiempo que el espacio condiciona la vida.
Conceptos bien conocidos en la investigación de estos
contextos, como el de vivienda progresiva o el de vivienda
semilla, ponen de manifiesto cómo la vivienda evoluciona y se
transforma en la ciudad espontánea. Lo que pretendo explicar
es como esta transformación no es interior de la vivienda sino
que el espacio urbano, el tejido, la ciudad, evolucionan en íntima
relación con estas transformaciones de la vivienda. “La calle
es el eje de agrupamiento social donde todos los vecinos se
reúnen, no la manzana, que sólo es un bloque construido y no
representa ninguna integración.
Los espacios entre la vivienda y la ciudad (retiro o jardín)
son claves para volver el entorno habitable y aportan valores
a la ciudad respecto a otras prácticas urbanas basadas en la
repercusión económica del suelo, que en definitiva priman el
valor del suelo como fuente de metros construidos, obviando la
componente urbana o relacional del espacio asociado al suelo de
las ciudades. Los espacios intermedios, transición entre público
y privado, entre interior y exterior, confieren escala humana
a la ciudad (la escala de las viviendas que la constituyen), lo
que favorece sentimientos de pertenencia e identidad de la
población, aportan una mayor calidad y cualidad espacial,
favorecen la relación entre la arquitectura y la ciudad, proponen
formas de agregación de la vivienda más eficientes y ofrecen una
forma gradual de ocupación del espacio urbano. Son espacios
flexibles que acaban asumiendo funciones no planificadas y que
aseguran mejores condiciones de reproducción social.
41
Dotar a la ciudad de espacios intermedios de calidad ofrece
la posibilidad de crear un urbanismo de escala intermedia:
mezclado, diverso y adaptado climáticamente a través de estos
espacios cercanos a la vivienda. Estos espacios son capaces
de albergar sombras y vegetación que establezcan un control al
clima extremo, su cercanía al ámbito de lo público da condiciones
para transformarlo en un espacio social, su condición de umbral
(dentro-fuera) le confiere condiciones espaciales excepcionales,
la proximidad al ámbito de la casa los transforma en espacios
de control de lo doméstico sobre lo público (lo que favorece
la inserción de las dinámicas urbanas en la vida cotidiana), el
uso de la calle como extensión de la vivienda-productiva (taller,
tienda, guardería) posibilita la relación entre ciudad y modos
de vida, creando un contexto más dinámico. Es especialmente
interesante la capacidad de estos espacios intermedios para
incorporar preexistencias ambientales.
En definitiva, los espacios intermedios facilitan la vida
urbana y contribuyen a crear tejido, revelándose como una
interesante herramienta operativa para el proyecto de la ciudad.
Los asentamientos informales constituyen un tejido basado en
las formas de agregación de la vivienda como unidad básica, que
produce la unidad superior mediante una secuencia de escalas
y define morfológicamente el tejido, aportando las cualidades
de textura y escala. La ciudad informal se forma a través de
la secuencia de espacios de pequeña escala como la vivienda
y espacios de escala mediana y grande como dotaciones y
equipamientos, que en muchas ocasiones no están articulados
entre sí.
En la ciudad formal los espacios verdes, por ejemplo,
aparecen a partir de la escala de barrio y difícilmente a escala
de vivienda, o el transporte público suele ser de gran escala. El
comercio aparece en varios niveles en algunos casos, aunque
no en los modelos extremos de ciudad zonificada. Dado que
el proceso de invasión y de construcción de viviendas precede
42
a cualquier tipo de infraestructura urbana, la vivienda dinamiza
las instalaciones urbanas (agua, electricidad, saneamiento) e
infraestructuras de transporte. Los asentamientos informales,
como ejemplo de producción social del hábitat, nos permite
evaluar la relación entre las formas de habitar y la sociedad
contemporánea, así como estudiar nuevas formas de eficiencia
económica, ambiental y social. Las conclusiones se pueden
aplicar a los mismos sistemas informales pero, trasladadas con
precaución dado lo específico de este contexto, pueden dar
nuevos enfoques en la reflexión acerca de un urbanismo más
sostenible, que recupere el papel de la vivienda en la ciudad y
que sea capaz de evolucionar con el tiempo.
Para la calidad de la vida urbana son importantísimos que
entre el público/privado existan gradientes, es decir, definir y
proyectar espacios intermedios entre vivienda y edificio, y entre
edificio y espacio público.
También creo que es clave la relación entre el plano vertical
de fachada con las aceras y los espacios públicos, ya que es el
encuentro de dos sistemas de relación y es aquí donde reside
la potencialidad de máxima actividad y variedad, como si de
sistemas ecológicos se tratara.
Tan importantes como los metros cuadrados de la vivienda
son los metros cuadrados del espacio público, semipúblico y
semiprivado que puede disfrutar cada habitante en aceras,
paseos, plazas, jardines, zaguanes, patios y pasarelas
43
Anexo Fotográfico.
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Montevideo i Abril 2013
Farq i UdelaR