Taller para padres 2011Psicóloga Sep Patricia Miranda

Suelen ocurrir porque tenemos visiones diferentes acerca de cómo deberían ser las cosas, así como intereses, necesidades y deseos contrapuestos.

Cada cual tiene visiones y necesidades diferentes que pueden contraponerse con las mías.

La solución es negociar y llegar a acuerdos. Si Ud. lo hace, le enseñará a su hijo a

hacerlo.

Cuando se da cuenta que hay conflicto en puerta, dígase ¡EPA! Y comience a negociar a partir de los siguientes 3 pasos:

E: Mostrar EMPATÍA P : Decirle al otro cuál es nuestro

PROBLEMA A : Proponer junto al otro, ALTERNATIVAS

de solución.

Póngase en el lugar de su hijo, pídale que le explique su visión, compréndalo y expréselo verbalmente.

Imagínese qué siente el otro en esta situación

(enojo, tristeza, frustración, etc.) y por qué razón.

Dígale que Ud. entiende que él está sintiendo eso y porqué cree que puede ser.

“Me doy cuenta que esto te (frustra, joroba, hincha,etc.) porque llevas mucho tiempo luchando con las tareas del colegio”.

“Entiendo que te enoje y entristezca que yo llegue tarde algunos días”

“Creo que te joroba que yo a veces cometa este tipo de errores”

“Se que te hincha que te plantee esto porque hace mucho que te vengo diciendo lo mismo”

A. Describa lo que siente en primera persona

No culpabilice al otro No use “etiquetas” (me haces enojar, eres

un inútil, eres un ….) Ejemplos: “Ocurre que a mi me molesta que……” “Me entristece que…..” “Me frustra que….” “Yo necesito ….” “Para mi es importante…”

B. Exprese su inquietud/problema/necesidad en forma de conductas concretas, específicas y localizadas, que el otro pueda entender:

Ejemplos: “Llegues tarde a casa” “Se te acumulen los deberes y sea cada vez

más difícil” “No prestes atención cuando te digo que

levantes la mesa”

Hágalo en tiempo presente. El pasado no se puede cambiar. Focalícese en lo que ocurre aquí y ahora.

No abrume con una larga lista Vaya de una cosa por conversación Tampoco use etiquetas o características

globales (“tu egoísmo”, “tu vagancia”)Lo que queremos que el otro cambie son, al

fin y al cabo, conductas concretas que nos molestan.

C. Invite a su hijo a que exprese su problema, necesidad o inquietud.

Si comete los errores respecto a los cuales lo habíamos alertado, intente correrlo de ese lugar y focalizarlo en los problemas que le molestan o inquietan aquí y ahora.

Ejemplos: “Cuando me dices que soy un dictador a mí no

me sirve, no te entiendo:¿qué conducta es exactamente la que te molesta?

“El pasado no lo podemos cambiar. ¿te parece si hablamos de lo que te gustaría que cambie aquí y ahora?

“Si me dices que soy una inútil me enojo y se me van las ganas de escucharte. Quiero resolver esto:

Dime exactamente que conducta te molesta” La idea es que ambas personas en conflicto

pongan sus respectivos problemas sobre la mesa

Pídale que proponga alternativas, que puedan conformar a los dos. En lugar de imponer la suya, invítelo a pensar juntos, haciendo de esta forma más asimilables las soluciones.

Ejemplos: “¿Cómo podemos solucionarlo? “¿Qué podemos hacer?

Escuche respetuosamente No critique apresuradamente Tome nota mental ¿Si no se le ocurren alternativas? Puede sugerirlas pidiéndole su opinión de

las mismas: “Me sentiría mejor si aunque sea,

estudiases media hora por día” “Cuando ves que llegarás tarde, ¿te

molestaría llamarme 20 minutos antes?¿qué te parece?

¿si tiene dudas? Puede expresar sus dudas en la forma que

hemos descrito en la fase 2 (Problema) “Entiendo que quieras que te de la plata del

ciber antes, pero prefiero dártela después de que hagas tus tareas, para evitar malos entendidos”

“Los días de semana no me gusta que salgas ¿se te ocurre otra forma de solucionarlo?

Si han llegado a un acuerdo, pueden comprometerse mutuamente a intentar los cambios propuestos.

Pude llevar tiempo de aprendizaje o pequeñas correcciones.

La negociación necesita una temperatura emocional adecuada

Evite acumular asuntos pendientes Evite las expectativas exageradas Sáquese de la cabeza ideas inútiles: “A él le tendría que nacer entenderme” (ponerse en el lugar del otro y negociar

requiere un esfuerzo consciente)

¿Porqué yo tengo que empezar a cambiar? ¿Él no puede hacer un esfuerzo?

Ahora Ud. es una persona más capacitada para entender que hay un problema e iniciar los cambios.

Al repetir estas estrategias ante los conflictos, su hijo se mostrará abierto a aprender.

Indirectamente, le estará enseñando a negociar y resolver problemas juntos.

!Alguien tiene que empezar…!

Fuentes bibliográfica: Psicoterapia cognitiva conductual para

niños y adolescentes. Bunge, Gomar y Mandil.