Sobre la situacion laboral y social de la Argentina

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Newsletter sobre la situaciónlaboral y social de la Argentina

Abril 2010

:: La inflación aumenta la desigualdad

:: ¿Los planes sociales son más eficaces que antes de 2003?

indice

2010

LA INFLACION AUMENTA LA DESIGUALDAD

Existe consenso entre los economistas que este año la actividad crecerá no menos de 5% (podría elevarse hasta 6%) y, al mismo tiempo, que la inflación subirá otro escalón, con un piso no inferior a 20% (más probablemente 25%) Entre los factores que están impulsando la demanda agregada, el consumo privado desempeña un papel significativo, sólo detrás de las exportaciones. Las estimaciones prevén que aumente un 4% (podría ser 4.5%) ligeramente por debajo del PIB.

Es cierto que, en ausencia de mejores alternativas (tasa en plazos fijos negativa, dólar estable1) y una oferta de ventas en cuotas subsidiada, el anticipo de consumo es, en medida no menor, un mecanismo de defensa frente a la propia inflación; pero no lo es menos que no se explicaría sin una mejora actual, y –sobre todo- esperada de los ingresos familiares. Nadie gastaría anticipadamente o se endeudaría con la tarjeta aún con interés cero, si no tuviera la expectativa de que sus ingresos subirán para hacer frente a las alzas previsibles de precios de sus gastos corrientes, o si temie-ra perder el empleo.

La pregunta, por consiguiente, es si en un escenario de crecimiento económico de 5% ó más, con el empleo en recuperación -lenta pero recuperación al fin- la inflación ya no tiene efectos tan socialmente perni-ciosos como en el pasado, cuando la economía entraba en períodos recurrentes de stop and go.

La respuesta sería una –por sí o por no- si la Argentina fuera una sociedad socialmente integrada, a partir de un mercado de trabajo homogéneo, con relaciones laborales de alcance universal. Pero este no es el caso; por el contrario, la nuestra es una sociedad fragmentada, consecuencia de un mercado laboral segmentado, donde junto a un núcleo formal, de empleo estable, productividad comparativamente alta, con protección legal y predo-minio de las relaciones colectivas de trabajo, convive una periferia informal, signada por la precariedad, la baja productividad y la desprotección.

1. En rigor, aunque la tasa de interés es negativa en pesos, con la política cambiaria actual es positiva en dólares. No obstante, descontados los costos de transacción, esta es una opción no tan rentable y de difícil generalización.

La pregunta es si en un escenario de crecimiento económico de 5% ó más, con el empleo en recuperación, la inflación ya no tiene efectos tan socialmente perniciosos como en el pasado.

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Sel Consultores :: NewsletterABRIL 2010

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Dos de cada tres empleos formales se concentran en la mitad superior de la pirámide distributiva; al revés, dos de cada tres empleos informales están en la mitad inferior

Hay una correlación muy estrecha entre la condición de formalidad laboral y la posición en la pirámide distributiva: dos de cada tres empleos formales se concentran en la mitad superior; al revés, dos de cada tres empleos informa-les están en la mitad inferior. Estos datos, no es ocioso señalarlo, son actua-les y surgen de las bases de datos de la EPH.

En los tres deciles de más bajo ingreso familiar per cápita, que corresponden a la población pobre, cerca de 60% de los ocupados son informales (asala-riados no registrados, trabajadores domésticos y no asalariados sin capital).

informales

formales

67,7%

32,3%

decil1

57,1%

42,9%

decil2

47,8%

52,2%

decil3

38,0%

62,0%

decil4

33,6%

66,4%

decil5

29,0%

71,0%

decil6

24,2%

75,8%

decil7

22,1%

77,9%

decil8

15,1%

84,9%

decil9

12,4%

87,6%

decil10

Fuente: SEL Consultores, con base en microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares

COMPOSICION DE LOS OCUPADOS SEGÚN CONDICION DE INSERCION LABORAL, POR DECILES DE INGRESO FAMILIAR PER CAPITA3º trimestre de 2009

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Este último punto, de composición y distribución por tramos de ingreso de la población según segmentación del empleo, es esencial para responder la pregunta sobre los efectos sociales de la inflación.

Es obvio que la capacidad de negociación salarial frente a los aumentos de precios, también guarda una asociación estrecha con la condición de formali-dad. Es bien probable que los asalariados bajo convenio logren reajustar sus remuneraciones en línea con la inflación esperada para este año (debe anotar-se que es la primera vez que se negocia sobre la inflación esperada y no la pasada). Ello por dos razones: de un lado, porque, no obstante la pérdida de puestos formales durante la recesión reciente, el desempleo en este sector del mercado laboral continúa siendo bajo (probablemente no mayor a 5%) y la demanda de trabajo está en ascenso (moderado, pero, como se dijo, ascenso al fin); del otro, porque el poder de negociación de los sindicatos se sustenta también, tal vez más que antes, en su carácter de principal aliado político del Gobierno. Fue este último el que estableció un umbral de alzas de salarios, no sólo para el sector público sino para el privado, al otorgar a los docentes un incremento escalonado de 23% para 2010.

La cuestión sin embargo, es que los asalariados registrados privados repre-sentan un tercio del empleo total, y los asalariados públicos poco más de un séptimo adicional. Ello, sin considerar que parte de este colectivo está fuera de convenio, difícilmente con posibilidad de obtener mejoras a la par del personal

Es bien probable que los asalariados bajo convenio logren reajustar sus remuneraciones en línea con la inflación esperada para este año.

La cuestión sin embargo, es que los asalariados registrados privados representan un tercio del empleo total, y los asalariados públicos poco más de un séptimo adicional. Ello, sin considerar que parte de este colectivo está fuera de convenio.


DISTRIBUCION DE LOS OCUPADOS FORMALES E INFORMALES POR DECILES DE INGRESO PER CAPITA FAMILIAR3º trimestre de 2009

decil1

decil2

decil3

decil4

decil5

decil6

decil7

decil8

decil9

decil10

0%

3%

6%

9%

12%

15%

18%

4,1% 6,5% 7,3% 8,4% 9,7% 11,2% 12,2% 13,1% 13,9% 13,5%

17,1% 17,1% 13,3% 10,1% 9,7% 9,0% 7,7% 7,3% 4,9% 3,8%

Participación en el total del empleo formal

Participación en el total del empleo informal



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personal de convenio. En otros términos, la capacidad de acción salarial colec-tiva –con soporte político, además- cubre no mucho más de 40% (a lo sumo 45%) de la población ocupada.

Pero, como se señaló antes, en adición a esta limitación de cobertura, dos de cada tres empleos formales están en la mitad superior de la pirámide distribu-tiva. En los tres deciles de más bajo ingreso per cápita familiar, es decir en la población pobre, apenas uno de cada cuatro ocupados es un asalariado regis-trado privado o público, que negocia colectivamente sus salarios.

Huelga señalar que los ocupados informales de los estratos inferiores, muchos de los cuales tienen un empleo de alta rotación, carecen de una capa-cidad de negociación semejante a la de los asalariados registrados. Es difícil que obtengan mejoras salariales con base en la inflación esperada. Si, como es posible, reciben alzas en línea con la inflación pasada, podría haber un desfase superior a 5 puntos con las que acuerden los asalariados registrados. Es muy probable que el salario real de los informales caiga este año, tanto más cuanto más precario sea el empleo y mayor su concentración en los estra-tos inferiores.

Es cierto que parte de esta pérdida de salario real puede compensarse con subsidios desde el sector público. Pero no lo es menos que estas transferen-cias (como la asignación universal para la niñez) pierden valor adquisitivo a consecuencia de la inflación2. El resultado neto depende, por supuesto, de la intensidad de esta última (especialmente de la inflación de los alimentos bási-cos) y del peso que las transferencias tengan en el ingreso del hogar.

Esto sugiere firmemente que la inflación no es socialmente neutra. Puede serlo para los ocupados que tienen capacidad de negociación colectiva, o para los no asalariados con poder de fijación de precios. Pero ciertamente deprime el ingreso real de los ocupados que carecen de esta capacidad, y reduce la eficacia compensatoria de los planes sociales.

En la población pobre, apenas uno de cada cuatro ocupados es un asalariado registrado privado o público, que negocia colectivamente sus salarios.

2. Véase la Newsletter de marzo de 2010

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as. púb.

as. púb. reg.

decil1

decil2

decil3

decil4

decil5

decil6

decil7

decil8

decil9

decil10


PROPORCION DE ASALARIADOS REGISTRADOS EN CADA DECILDE INGRESO FAMILIAR PER CAPITA3º trimestre de 2009

Asalariados públicos

Asalariados públicos registrados

COMPOSICION DE LA POBLACION OCUPADA SEGÚN CONDICIÓN DE INSERCIÓN LABORAL3º trimestre 2009

asalariados públicos15%

no asalariados sin capital7%no asalariados

con capital18%

trabajadoresdomésticos8%

asalariados privadosno registrados19%

asalariados privadosregistrados33%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

4,8% 6,7% 8,3% 13,2% 15,4% 15,5% 16,9% 18,2% 23,1% 25,7%

7,9% 17,3% 26,5% 31,6% 35,2% 36,2% 42,6% 43,4% 44,2% 43,7%



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DISTRIBUCION DE LOS ASALARIADOS SEGÚN CONDICION DE INSERCION LABORAL POR DECILES DE INGRESO FAMILIAR PER CAPITA

decil1

públicos

priv. reg.

priv. no reg.

trab. domest.

decil2

decil3

decil4

decil5

decil6

decil7

decil8

decil9

decil10

Públicos

Privados RegistradosPrivados no RegistradosTrabajadores Domésticos

0%

4%

8%

12%

16%

20%

2,7%

2,0%

15,1%

18,2%

4,5%

5,2%

17,1%

17,4%

5,1%

7,4%

13,7%

16,0%

7,8%

8,5%

10,0%

11,7%

9,9%

10,2%

9,8%

10,2%

10,7%

11,3%

9,2%

7,3%

12,0%

13,5%

7,2%

9,4%

13,4%

14,3%

8,0%

6,1%

16,5%

14,2%

5,4%

2,9%

17,4%

13,3%

4,6%

0,6%

Lo que esto sugiere es que, en un mercado segmentado como el nuestro, la inflación aumenta la desigualdad. Pero lo más significativo es que, con estas condiciones estructurales, ese incremento de la desigualdad se da especial-mente al interior de la mitad inferior de la pirámide distributiva.

Aún en un examen estático (el último trimestre de 2009) la brecha de ingresos de la ocupación principal entre el percentil 50, donde ya son mayoría los asala-riados registrados, y el percentil 10, donde la mayoría son informales con empleos precarios, es de 5,3 veces. Esto es más del doble de la brecha que existe entre el percentil 90 (ocupados de clase media alta) y el percentil 503. Esto se reproduce en las brechas de ingreso per capita de los hogares. Con toda probabilidad, este cuadro se intensifica en el escenario de mayor infla-ción de 2010.

3. Como se ve en el último gráfico de esta nota, estas brechas son ahora mayores que antes del ciclo de crisis que comenzó en 1998

La inflación aumenta la desigualdad; pero lo más significativo es que el incremento de la desigualdad se da especialmente al interior de la mitad inferior de la pirámide distributiva.

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Fuente: SEL Consultores con base en microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares

Fuente: INDEC, Evolución de la distribución del ingreso, 4º trimestre de 2009

BRECHA DE INGRESOS ENTRE DECILES DE HOGARES ORDENADOS SEGUN INGRESO PER CAPITA FAMILIAR3º trimestre 2009

BRECHA DE INGRESOS DE LA OCUPACION PRINCIPAL SEGÚN EL INDEC

ingreso per capita del hogar ingreso medio laboral

4,7

2,6 2,7

1,8

brecha entre percentil 50(mayoritariamente asalariados

registrados) y percentil 10(mayoritariamente informales)

brecha entre percentil 90(clase media alta)

y percentil 50 (mayoritariamenteasalariados registrados)

5,3

2,3

Decil 5 / Decil 1

Decil 9 / Decil 5



pag

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BRECHA DE INGRESOS ENTRE DECILES DE HOGARES, ORDENADOS SEGÚN INGRESO PER CÁPITA FAMILIAR

Fuente: SEL Consultores con base en microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares

decil 5 / decil 1 decil 9 / decil 5 decil 5 / decil 1 decil 9 / decil 5

ingreso per cápita del hogar ingreso medio laboral

4,10

4,74

2,842,63

2,08

2,66

1,85 1,75

Oct-97

3º trimestre 2009

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Los programas sociales dirigidos a los pobres suman unos $29.000 millones, es decir poco más de 10% del presupuesto, ó 2.2% del PIB.

¿LOS PLANES SOCIALES SON MAS EFICACES QUE ANTES DE 2003?

Como se ha señalado antes en esta Newsletter, el gasto público social tiene una función redistributiva y de igualación de oportunidades. Para los hoga-res de bajos ingresos, tan importante como la reducción de la brecha, puede hacer la diferencia entre alcanzar un umbral de satisfacción de necesidades, o permanecer en estado de privación.

En la presente administración se han lanzado dos iniciativas importantes: la asignación universal para la niñez que, de acuerdo a lo informado por ANSES, ha alcanzado una cobertura próxima a 3,5 millones de chicos de hogares de trabajadores informales de bajos ingresos, y el plan Argentina Trabaja, que proporciona empleo a cerca de 100 mil desocupados organiza-dos en cooperativas. Otras iniciativas anteriores, como la moratoria previ-sional de 2007, permitieron el acceso a la jubilación a 1,7 millones de perso-nas que estaban fuera del sistema (si bien esto explica buena parte del desequilibrio fiscal actual). Las pensiones no contributivas, por su parte, llegan a unas 300 mil madres de bajos ingresos con 7 ó más hijos y 60 mil mayores de 70 años sin prestación previsional.

En total, las acciones de protección social tienen un alcance significativo: son unos 7,3 millones de beneficiarios, que este año recibirán alrededor de $39.000 millones4. Esta suma representa aproximadamente el 14% del presupuesto nacional, y equivale a poco menos de 3% del PIB. Si se excluye la moratoria previsional (que también beneficia a sectores no pobres) los planes sociales diseñados para las familias de muy bajos ingresos insumen unos $18.000 millones. A esto habría que deducir hasta $3.000 millones por bajas del Plan Familias y del Plan Jefes de quienes comienzan a percibir la asignación universal para la niñez. De este modo, asumiendo que dos tercios de los beneficiarios de la moratoria previsional son pobres (una hipó-tesis probablemente de máxima) los programas sociales dirigidos a éstos suman unos $29.000 millones, es decir poco más de 10% del presupuesto, ó 2.1% del PIB.

4. La asignación universal para la niñez no está incluida en el presupuesto nacional. Es pagada con recursos de ANSES. Este subsidio es excluyente de otros planes sociales, como el Plan Familias, o el Plan Jefes para hogares con niños, por lo que, al recibirlo, los beneficiarios de estos últimos son dados de baja de los mismos. Así, el total de recursos de los planes sociales puede caer hasta $35.900 millones.

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BENEFICIARIOS DE PLANES DE PROTECCION SOCIAL (miles)

Prestaciones previsionales de inclusión (moratoria) 1.750

Pensiones no contributivas a madres de 7 o más hijos 305

Pensiones no contributivas por vejez 58

Plan familias por la inclusión social (*) 752

Empleo transitorio 339

Plan jefes de hogar (*) 345

Seguro de capacitación y empleo 119

Monotributistas sociales 100

Asignación universal para la niñez 3.500

total de beneficios 7.268

(*) Estos beneficios son excluyentes con la asignación universal para la niñez

RECURSOS DE LOS PLANES DE PROTECCION SOCIAL (millones de $)

(*) Estos beneficios son excluyentes con la asignación universal para la niñez

Prestaciones previsionales de inclusión (moratoria) 21.323

Pensiones no contributivas a madres de 7 o más hijos 2.640

Pensiones no contributivas por vejez 500

Plan familias por la inclusión social (*) 2.735

Seguridad alimentaria 1.288

Empleo transitorio 601

Plan jefes de hogar (*) 640

Seguro de capacitación y empleo 490

Monotributistas sociales 1.500

Asignación universal para la niñez (recursos ANSES) 7.560

total de recursos 39.277

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Seguramente, la cobertura actual de los programas sociales es la más alta alcanzada, incluidos los períodos de crisis. Las transferencias del Plan Jefes de 2002, por ejemplo, que cubrió 2 millones de hogares, equivalieron ese año a 1.1% del PIB. Una pregunta relevante, sin embargo, es si las prestaciones medias de los planes -es decir, lo que recibe cada hogar beneficiario- son también más elevadas que en el pasado.

La asignación universal para la niñez, como se ha dicho la iniciativa más impor-tante de la actual administración, proporciona ingresos que, en el caso de una familia tipo de cuatro miembros con dos hijos, permite cubrir el 30% de la canasta básica de alimentos5. En un hogar tipo de cinco miembros con tres hijos menores, la proporción es de 41%. Una comparación con el Plan Jefes, que en su momento tuvo una significación parecida en población y composición social, muestra que, en términos de capacidad de compra de alimentos básicos, la eficacia de la asignación para la niñez es menor. En junio de 2002 los $150 del Plan Jefes cubrían el 54% del costo de esa canasta para la familia tipo de 4 miembros y el 49% en el caso del hogar de 5 miembros.

En términos de la capacidad de compra de alimentos básicos, la eficacia de la asignación para la niñez es menor que la que tuvo el Plan Jefes en 2002.

5. En los ejemplos del INDEC, sobre los que se basan estos cálculos, este hogar está compuesto por un jefe varón de 35 años, su cónyuge de 31 años, un hijo de 5 y una hija de 8 años, que en total suman 3,09 unidades consumidoras o adultos equivalentes. La familia de cinco miembros está formada por un matrimonio (ambos de 30 años) y 3 hijos de 5, 3 y 1 año respectivamente, que suman 3,36 unidades consumidoras o adultos equivalentes. Véase INDEC, “Valorización Mensual de la Canasta Básica de Alimentos y de la Canasta Básica Total”

COMPOSICION DE LOS RECURSOS DE LOS PLANES DE PROTECCION SOCIAL

prestaciones previsionales deinclusión (moratoriaprevisional)54%

otros planes(incluído “plan familias y plan jefes”)16%

pensiones nocontributivas a madres de 7 o más hijos7%

monotributistassociales (plan “argentina trabaja”)4%

asignación universal parala niñez19%



pag

[ 12

]

Esta disparidad de eficacia puede ser en parte, y en un número de casos total-mente, compensada por otros programas en vigencia, como el de seguridad alimentaria (aunque en 2002 también había asistencia de este tipo), o por otra iniciativa importante como el plan de empleo para monotributistas sociales. Este plan tiene un alcance previsto de 100.000 puestos (hay asignados unos 80.000) con una remuneración de bolsillo de $1.200 Los monotributistas socia-les con hijos menores califican para la asignación universal, por lo que un hogar tipo de 4 miembros sumaría unos $1.500 mensuales por ambos programas.

En términos de la capacidad de compra de la canasta básica, este monto es más alto que el de los planes de empleo de la década pasada, con excepción de 1993 y 1994 (cuyo alcance, por lo demás, era pequeño). Su eficacia comparati-va, por ende, es mayor. Con todo, aunque permite eludir la indigencia –lo que es un logro no menores insuficiente para satisfacer las necesidades básicas. El ingreso de un monotributista social cubre el 57% de la canasta básica total de la familia tipo (en los años noventa el promedio fue de 47%) y el 71% si se le añade la asignación universal por los hijos menores. La mayor restricción, empero, es que el monotributo social, definido desde el Gobierno no como un plan de ingresos sino de trabajo6, puede llegar a no más del 6% de los desocu-pados. Aún con mayores recursos que antes de 2003 (entre 1 y 2 puntos del PIB según como se considere la moratoria previsional) la política social no parece estar en capacidad de remover las raíces de la pobreza.

6. Véase Ministerio de Desarrollo Social, “Programa Ingreso Social con Trabajo, Argentina Trabaja”

COBERTURA DE LA CANASTA BASICA DE ALIMENTOS PARA HOGARES TIPO CON 2 Y 3 HIJOS: PLAN JEFAS (junio 2002) Y ASIGNACION UNIVERSAL PARA LA NIÑEZ (marzo 2010)

Fuente: SEL Consultores, con CBA 2010 valuada con precios relevados en forma independiente

hogar de 4 miembros,con 2 hijos menores

hogar de 5 miembros,con 3 hijos menores

53,5%

29,9%

49,2%

41,2%

Plan Jefes (junio 2002)

Asignación universal (marzo 2010)

pag [ 13 ]



cob. cba*

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2010(1)

2010(2)


PORCENTAJE DE LA CANASTA BASICA DE ALIMENTOS DE LA FAMILIA TIPO CUBIERTA POR LOS PLANES SOCIALES DE EMPLEO

*Cobertura CBA familia tipo. (1) Sin asignación universal por hijos(2) Con asignación universal por 2 hijos

157% 154% 105% 88% 96% 90% 94% 96% 125% 154%

0%

40%

80%

120%

160%

200%

cob. cbt*

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2010(1)

2010(2)


PORCENTAJE DE LA CANASTA BASICA TOTAL DE LA FAMILIA TIPO CUBIERTA POR LOS PLANES SOCIALES DE EMPLEO

*Cobertura CBT familia tipo (3) Sin asignación universal por hijos(4) Con asignación universal por 2 hijos

71% 66% 45% 38% 41% 39% 39% 40% 57% 71%

0%

20%

40%

60%

80%

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