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Lección 10
“Por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer
pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia
eterna” Hebreos 9:15
INTRODUCCION
LA ETERNA DECISIÓN DE
DIOS DE SALVAR a la
humanidad fue revelada
por medio de los pactos.
Aunque la Biblia habla de
pactos, en plural (Rom.
9:4; Gál. 4:24; Efe. 2:12),
existe solo el Pacto de
Gracia, en el cual la
salvación se da a los
pecadores no sobre la
base de sus méritos, sino
de los méritos de Jesús,
que se ofrecen a todos los
que los reclamen por fe.
El plural, pactos, significa que Dios ha presentado sus propósitos salvíficos
al afirmar de nuevo el Pacto a fin de satisfacer las necesidades de su pueblo
en momentos y circunstancias diferentes. Sin embargo, siempre es un
mismo pacto: el Pacto Eterno de la gracia salvadora de Dios.
El centro de este pacto es el amor fiel de nuestro Dios, un amor que
la Biblia a veces hasta equipara con los pactos mismos (ver Deut.
7:9; 1 Rey. 8:23; Dan. 9:24). Como parte de ese pacto, Dios llama a
su pueblo a obedecer su Ley no como un medio de salvación sino
como el fruto de ella. La Ley y la gracia juntas siempre han sido
centrales en el Pacto Eterno de Dios.
Es un acuerdo entre dos partes, basado en promesas o compromisos hechos por una o ambas partes.
Un pacto puede ser de dos tipos:
1. Unilateral. Una de las partes dicta las condiciones y la otra parte se limita a adherirse al pacto, o a beneficiarse de él. El sábado es un ejemplo de pacto unilateral
(Génesis 2:3) al que nos podemos adherir individualmente.
El pacto de no enviar un nuevo diluvio no necesita adhesión por parte del hombre, éste solo se beneficia del pacto.
2. Bilateral. Ambas partes acuerdan los términos del pacto y hacen promesas mutuas.
SEÑALES DEL PACTO
(Gén. 9:12-17)
Un pacto puede ser definido
en forma simple como un
acuerdo entre dos partes,
basado en promesas hechas
por una o ambas partes.
Hay dos métodos básicos por
los cuales funciona un pacto.
En el primero, ambas partes
del pacto acuerdan los
términos de la relación y
hacen promesas mutuas.
Este sería el caso de un matrimonio, una fusión de negocios o aun la compra
de una propiedad. En la segunda categoría, una parte inicia el pacto al estipu-
lar tanto las promesas como los términos no negociables, y la otra parte es
invitada a participar. Ejemplos de esto incluyen el pago de impuestos, o la
inscripción en una institución educativa. En ambos casos, cada parte está
libre para retirarse del pacto, pero generalmente hay una consecuencia (por
ejemplo, una persona que deja de pagar su hipoteca perderá su casa, o un
ciudadano que rehúsa pagar sus impuestos será demandado).
Un pacto generalmente es
sellado por lo menos con
un símbolo. Una persona
que compra una casa pone
varias firmas en un acuerdo
de hipoteca con una
institución de préstamos, la
que guarda el título de
propiedad hasta que se
haya pagado toda la deuda.
O el Estado emite un
certificado legal de
matrimonio a las personas
casadas. El símbolo mismo
no es el pacto, pero es un
indicador de que una
persona está obligada por
un pacto.
“Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne” (Génesis 9:12-15)
¿Qué relación hay entre señal y pacto?
Las señales ayudan a las partes involucradas en el pacto para recordar las condiciones de éste.
Al ver el arcoíris, recordamos que Dios hizo un pacto unilateral de no destruir de nuevo la tierra con un diluvio.
Al ver el majano de Galaad (Génesis 31:44-53), Labán y Jacob recordaban los términos de su pacto.
“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12)
Desde “antes de la fundación del mundo” (1Pe. 1:20), Dios preparó un pacto eterno con la humanidad, previendo que el hombre pecara.
Este pacto de amor fue bosquejado a Adán y Eva (Gén. 3:15) y tomó diversas formas a través del tiempo:
1. El pacto con Abraham.2. El pacto con Israel, en Sinaí.3. El nuevo pacto establecido
por Jesús.
La síntesis es esta: Dios ofrece la salvación, el hombre se compromete con los términos del pacto eterno.
¿Cómo entiendes, personalmente, tu
relación de pacto con Dios?
Es decir, ¿qué te ha prometido Dios, y
qué te pide a cambio de esas
promesas?
REFLEXIÓN
“Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos” (Génesis 17:7-8)
La promesa
• Bendiciones terrenales para la descendencia de Abraham, así como bendiciones espirituales para toda la humanidad (Gén. 22:18)
La señal
• “Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio” (Gén. 17:11)
Los requisitos
• “anda delante de mí y sé perfecto” (Gén. 17:1)
Cómo cumplir los requisitos
• “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia” (Gál. 3:6)
La promesa
• La misma que se le hizo a Abraham.
La señal
• Las tablas de la ley, el arca, el pan, la sal… (Dt. 9:9; Núm. 10:33;Lev. 24:8; Núm. 18:19)
Los requisitos
• “Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma” (Dt. 26:16)
Cómo cumplir los requisitos
• A través de la sangre de los sacrificios, por fe en el Cordero de Dios.
“Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos”
(Éxodo 34:28)
Muchas de las leyes (incluidos los 10 mandamientos) ya eran conocidos con anterioridad (Gén. 7:2; Gén. 26:5)
Éste es considerado, generalmente, como el “antiguo pacto”.
“Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa” (Gálatas 3:17)
En Sinaí, el pacto eterno -dado a Abraham 430 años antes- tomó cuerpo en el santuario y su ritual.
“Si el hombre hubiera guardado la ley de Dios, tal como
le fue dada a Adán después de su caída, preservada por
Noé y observada por Abrahán, no habría habido
necesidad del rito de la circuncisión. Y si los
descendientes de Abrahán hubieran guardado el pacto
del cual la circuncisión era una señal, jamás habrían
sido inducidos a la idolatría, ni habría sido necesario
que sufrieran una vida de esclavitud en Egipto; habrían
conservado el conocimiento de la ley de Dios, y no
habría sido necesario proclamarla desde el Sinaí, o
grabarla sobre tablas de piedra. Y si el pueblo hubiera
practicado los principios de los diez mandamientos, no
habría habido necesidad de las instrucciones
adicionales que se le dieron a Moisés”
E.G.W. (Patriarcas y profetas, cp. 32, pg. 379)
ANTIGUO PACTO
Circuncisión del prepucio.
Mandamientos escritos en tablas
de piedra.
Remisión de pecados a través de la sangre de
animales.
NUEVO PACTO
Circuncisión del corazón
(Ro. 2:20)
Mandamientos escritos en el
corazón(Heb. 10:16)
Remisión de pecados por la
sangre de Cristo (Heb. 9:14)
“Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna” (Hebreos 9:15)
El antiguo y el nuevo pacto son demasiado parecidos para ser completamente distintos.
¿Cuál es, entonces, la diferencia entre ambos? ¿Qué partes del antiguo pacto quedan anuladas por el nuevo y cuales se conservan?
Si el pacto fue ideado desde antes de la fundación del mundo, nada se anula. Solamente es transformado por la muerte de Jesús en la cruz.
“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Hebreos 8:6)
Cuando cumplimos nuestra parte en el pacto, obtenemos los beneficios derivados de vivir una vida conforme a la ley.
¿Qué otros beneficios nos ofrece el pacto?
Perdón de los pecados (Hch. 26:18) Renovación espiritual continua
(2Co. 4:16-18) La promesa firme de la vida eterna
(Jn. 5:24; 1Jn. 5:11-13) Vivir como si estuviéramos
sentados ya en los lugares celestiales (Efe. 2:6)
CRISTOYSU LEY
Te invito a bajar y estudiar cada una de las 13 lecciones que tratan sobre el tema:
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