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  • Juan Poblete: chileno residente en Estados Unidos. Es profesor asociado de Literatura y EstudiosCulturales Latinoamericanos en la Universidad de California, Santa Cruz. Es autor de Litera-tura chilena del siglo XIX: entre pblicos lectores y figuras autoriales (Cuarto Propio, 2003) y editorde Critical Latin American and Latino Studies (University of Minnesota Press, 2003). Correo elec-trnico: .Palabras clave: globalizacin, migraciones, literatura transnacional, latinos, interculturalidad.

    Literatura, heterogeneidad y migranciatransnacional

    Juan Poblete

    A partir una lectura de CrossingOver. A Mexican Family on the Migrant Trail, de RubnMartnez, se proponen aqu dos hiptesis sobre la literatura latina en Estados Unidos. Laprimera es que textos como Crossing Over obligan a laliteratura estadounidense (y a la literatura latinoamericana) a enfrentar su carcter de formacin literaria heterognea y, por lo tanto, a aceptar lainevitabilidad de la traduccincultural y lingstica. Lasegunda hiptesis sostiene queeste tipo de relatos da cuenta de una transformacin posibledel sentido de lo nacionalliterario y de sus formas deterritorializacin del espaciosocial y cultural nacional,a la vez que evidencian una renovacin de su potencial crtico.

    Los latinos definidos aqu como el conjunto de poblaciones de origen la-tinoamericano (incluidos los pueblos amerindios) que residen en Esta-dos Unidos como resultado de procesos histricos neocoloniales (Mxico yPuerto Rico) o migratorios han sido recientemente el tema de numerosostitulares relacionados con su acceso al carcter de minora tnica ms nu-merosa del pas. Con cerca de 300 millones de personas, EEUU alberga a

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    ms de 41 millones de latinos, el 14% de la poblacin. Los latinos han despla-zado a los afroamericanos de ese sitial, lo que ha complicado la autocompren-sin histrica de una nacin que siempre se ha visto a s misma organizadacentralmente por el eje racial blanco/negro. A este eje, se supona, se incorpo-raban las dems minoras tnicas resultantes de las grandes migraciones eu-ropeas del siglo XIX y del primer tercio del XX. Los mexicanos del sudoeste delactual territorio estadounidense y los puertorriqueos, por supuesto, no cal-zaron nunca en esta historia y fueron siempre un agente de complicacin deese esquema binario. A estos latinos histricos se unen ahora los masivoscontingentes de inmigrantes latinos del ltimo cuarto del siglo XX y lo que vadel XXI, que continan siendo mayoritariamente mexicanos, pero que inclu-yen tambin a millones de caribeos, centro- y sudamericanos. Su acumula-cin combinada, en un momento histrico de alto desarrollo y aceleracin delas comunicaciones y los medios de transporte, ha producido una mezcla an-siosa de reacciones que van desde la preocupacin1 hasta la xenofobia, delmulticulturalismo a la queja nacionalista.

    En efecto, la globalizacin econmica, social y cultural del pas ha sido experi-mentada en el mbito de la esfera pblica estadounidense de manera algo es-quizofrnica, separando e integrando simultneamente el discurso sobre el ca-pital y aquel que se refiere a las poblaciones. El resultado es que se mantieneun marco de evaluacin nacional para la comprensin de procesos que podra-mos llamar posnacionales o transnacionales. Las minoras elitarias estadouni-denses, que constituyen el corazn de las elites internacionales que lideran losprocesos de globalizacin financiera y comunicacional, han sido hasta aqupercibidas simplemente como elites intranacionales. Las ingentes olas migrato-rias, por su parte, han sido vistas como masas de inmigrantes embarcadas en ellargo proceso de asimilacin a la nacin. As, el proceso de multiculturalizacinde la sociedad estadounidense que es, sin duda, una de las formas en que semanifiesta en EEUU el impacto globalizador ha sido entendido fundamental-mente como un desarrollo autnomo e interno de los discursos constitutivos dela nacin: en el mbito individual, los derechos de los ciudadanos, y en el m-bito colectivo, los derechos de las minoras producidas por las diferentes olasinmigratorias. Solo cuando se aplica una mirada posnacional se comprendeque esas dos formas de minoras (elites de negocios e inmigrantes) son el re-sultado directo del impacto econmico y social de los procesos de transfor-macin y movilidad del capital y las poblaciones mundiales que llamamos

    1. V. Latino Power. L.A.s New Mayor. And How Hispanics will Change American Politics enNewsweek, 30/5/2005, portada.

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    globalizacin. Es decir, el paradigma de la modernizacin nacional con que seexplic la incorporacin de las olas inmigratorias previas de origen europeo (ju-dos, italianos, irlandeses, etc.) resulta inadecuado, no solo para dar cuenta dela presencia neocolonizada de mexicanos, chicanos y puertorriqueos, sinotambin para comprender los nuevos flujos de la globalizacin.

    Dos hiptesis

    En este contexto general, y en el ms especfico de dos hiptesis sobre la lite-ratura latina en EEUU, quisiera proponer aqu una lectura del texto CrossingOver. A Mexican Family on the Migrant Trail, de Rubn Martnez. Mi primera hi-ptesis es que la literatura latina representada por textos como ste obliga po-tencialmente a la literatura nacional estadounidense (pero tambin a la litera-tura latinoamericana) a enfrentar, en tiempos de globalizacin cultural y de lacultura de la globalizacin, su carcter de formacin literaria heterognea y,por lo tanto, a aceptar la inevitabilidad de la traduccin cultural y lings-tica como uno de sus elementos constitutivos. Esta heterogeneidad consti-tutiva ingresa en la literatura nacional estadounidense en tanto sta se es-fuerza por asimilar, por la va de su incorporacin a la tradicin literarianacional, una literatura como la latina que, escrita en al menos dos lenguasy desde dos imaginarios culturales, resiste activamente los trminos de talasimilacin.

    Antonio Cornejo Polar quien refin sus ideas sobre el indigenismo y la hete-rogeneidad de la formacin cultural peruana en su estancia en la Universidadde California en Berkeley distingui cuatro aspectos relevantes dentro delproceso literario: la produccin del texto, el texto mismo, su referente y el sis-tema de distribucin y consumo. Cornejo Polar us esa distincin tanto parapostular una divisin entre literaturas homogneas y heterogneas, como pa-ra comprender mejor el lugar del indigenismo, sus limitaciones y, sobre todo,sus posibilidades crticas en la literatura nacional peruana. Homognea esaquella literatura en la que ocurre la movilizacin de todas las instancias delproceso literario dentro de un mismo orden sociocultural. La heterognea,en cambio, est caracterizada por la duplicidad o pluralidad de los signos so-cioculturales de su proceso productivo: se trata, en sntesis, de un proceso quetiene por lo menos un elemento que no coincide con la filiacin de los otros ycrea, necesariamente, una zona de ambigedad y conflicto (Cornejo Polar,pp. 72-73). El modelo de Cornejo Polar fue el de las crnicas de Indias, dondeel referente no coincide con el resto de los elementos del proceso:

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    Escritas acerca de las Indias, las crnicas se realizan, sin embargo, cuando logran cauti-var al lector metropolitano. (...) el cronista siente una doble solicitacin: tiene que serlefiel [al referente indiano], representndolo en trminos de verdad, pero, al mismo tiem-po, tiene que someterlo a una interpretacin que lo haga inteligible para una ptica ex-traa, comenzando por la del propio cronista tan frecuentemente desconcertado. (Corne-jo Polar, p. 75.)

    De manera anloga, Rubn Martnez enfrenta el desafo de hablar con cier-ta fidelidad sobre la situacin de los migrantes michoacanos en Michoacn,Mxico y, sobre todo, en EEUU. Lo hace para un pblico metropolitano queaplicar sus propias formas de traduccin e inteligibilidad, y elige hacer deesta heterogeneidad un elemento constitutivo de la trama y de la densidadformal y semntica de su texto. En el aspecto formal, el texto oscila entre eltestimonio, el reportaje periodstico con fuertes acentos autobiogrficos y lainvestigacin etnogrfica. Esa heterogeneidad formal se constituye en unllamado a establecer un contrato de verosimilitud entre texto y lectores di-ferente del cannico que regula el espacio de interpretacin de textos gen-ricamente ms puros, sean ficcionales o no ficcionales. Como en el testimonio,hay aqu una alianza entre sujetos populares y un intelectual que intentadarles voz en los discursos y canales dominantes a quienes no tienen acce-so a ella. Como en el nuevo periodismo y en la autobiografa, encontramosla renuncia a toda pretensin de neutralidad y la incorporacin de un pun-to de vista y una presencia autorial fuerte. Como en la etnografa, hay aqutambin un esfuerzo por iluminar una macrosituacin por la va de su ma-nifestacin concreta en un microcontexto, ms precisamente, en la expe-riencia real de una familia migrante extendida. Todos estos elementos insis-ten, adems, en asociar la historia de esa familia con aquella otra historia globalde complejidades geopolticas de la que los lectores metropolitanos han sidopartcipes privilegiados, sin tener conciencia de ello. Pues contrariamente alos clichs que recriminan cierto separatismo tnico entre las literaturas mi-noritarias, stas (incluida la latina) insisten frecuentemente no solo en lasdiferencias que las separan de la cultura y la literatura dominantes, sinotambin, sobre todo, en las conexiones, roces e interdependencias entre am-bas realidades.

    En el aspecto semntico, la densidad se debe al esfuerzo por transformar lalectura multicultural monolinge y, en rigor, monocultural estadouniden-se o nacional en un verdadero encuentro intercultural, cuyos resultadosno hayan sido limitados a la traduccin o asimilacin uniformante de la di-ferencia ni a su exotizacin puramente comercial, sino que permanezcanabiertos al cambio y a la verdadera experiencia de y en la otredad en un

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    contexto globalizado. Contrariamente a cierta literatura latina an domi-nante en EEUU, Crossing Over quiere problematizar activamente todo es-fuerzo por reducir la complejidad de la experiencia migrante a los clichs deuna economa textual especializada en la domesticacin de la alteridad tni-ca. En este sentido, Crossing Over es parte de una nueva forma de literaturanacional que supone el paso de las formas de homogeneizacin cultural pro-pias de los procesos de modernizacin nacional a los que las literaturas nacio-nales tradicionales contribuyeron tan decisivamente en los siglos XIX y XX amltiples (y a veces contradictorias) formas de heterogeneizacin y reorde-namiento de lo nacional en tiempos de globalizacin neoliberal. El intento

    por explicar/referir/representar literaria-mente el nuevo (des)orden de lo nacionalocurre ahora, adems, en condiciones de altaglobalizacin de la cultura y en medio de lacultura de la globalizacin. Mi segunda hip-tesis sostiene, entonces, que textos comoCrossing Over dan cuenta de una transforma-cin posible del sentido de lo nacional litera-rio y de sus formas propias de territorializa-cin del espacio social y cultural nacional, ala vez que evidencian una renovacin del po-tencial cultural crtico de los textos literariosficcionales y no ficcionales nacionales entiempos de globalizacin.

    A partir de estas dos hiptesis, desarrollar lo que sigue en dos partes. En laprimera, me refiero a la compleja dialctica de visibilizacin e invisibilizacinque afecta a los latinos en EEUU. En la segunda parte, me ocupo de los esfuer-zos de Martnez por escapar de esta dialctica por la va de contraponer ima-ginarios culturales a partir de la figura del migrante.

    Visibilizacin e invisibilizacin

    Los marginales latinoamericanos de la dcada del 60 fueron con frecuenciateorizados como aquellos sectores tradicionales que no se haban moderniza-do, o como aquellos que no tenan acceso a los servicios y bienes propios delproceso modernizador y resultaban por ello invisibilizados en las estadsti-cas. Los pobres de hoy en el subcontinente son relegados a la condicin deprescindibles y responsabilizados por su propia pobreza. Los latinos enEEUU, por su parte, sufren hoy una condicin especial. Son, simultneamente,

    Crossing Over quiereproblematizar

    activamente todoesfuerzo por reducir

    la complejidad de laexperiencia migrante

    a los clichs de unaeconoma textualespecializada en

    la domesticacinde la alteridad tnica

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    invisibilizados como actores polticos,pero altamente visibilizados como p-blicos, audiencias o consumidores. Si,siguiendo a Nstor Garca Canclini, en-tendemos la desterritorializacin, entanto experiencia cultural dominantede la globalizacin, como la prdida dela relacin natural o naturalizada de lacultura con los territorios geogrficos ysociales, podemos sealar que los lati-nos en EEUU estn sometidos a dos procesos contradictorios de desterritoria-lizacin. Por una parte, son estructuralmente forzados a desplazarse haciaEEUU a partir del efecto combinado de la desestructuracin de sus condicio-nes de vida en los pases de origen y de la demanda laboral en el pas de des-tino; por otra, son reterritorializados tnica y econmicamente como pblicoconsumidor. Dejan parcialmente de ser ciudadanos para poder constituirse enconsumidores. Esta situacin de simultnea visibilidad e invisibilidad puedeser descripta desde mltiples ngulos. Antes, algunas cifras para dimensionarrpidamente el fenmeno migratorio. Segn Passel y Suro (2005), EEUU reci-bi un promedio de 1.139.000 inmigrantes por ao entre 1992 y 1997, 1.541.000inmigrantes por ao entre 1999 y 2000 y 1.164.000 inmigrantes por ao entre2002 y 2004. De ellos, un tercio es de origen mexicano y casi un cuarto adicio-nal, de otros orgenes latinoamericanos. Ms de un tercio del total de inmi-grantes ha estado constituido por indocumentados, la mayora de los cualesproviene de Mxico y de otros pases latinoamericanos va Mxico. El ingresode latinos o hispanos ha sido constante, con ms del 50% del total migratoriogeneral, siempre en promedios anuales: 554.000 inmigrantes hispanos entre1992 y 1997, para un total general de 1.142.000 por ao; 751.000 inmigranteshispanos entre 1999 y 2000, para un total general de 1.540.000 por ao; 576.000inmigrantes hispanos entre 2002 y 2004, para un total general de 1.160.000 porao. Con estos datos, es posible dimensionar la magnitud de la poblacin so-metida a dinmicas de visibilizacin/invisibilizacin.

    Nicholas P. De Genova ha investigado lo que llama el estatuto terico de lailegalidad y la consecuente deportabilidad del migrante indocumentado.Siguiendo a Michel Foucault, De Genova insiste en la capacidad de las nor-mas legales de producir la condicin histrica de los sujetos. De este modo,no investiga el estado supuestamente objetivo de ilegalidad de los mi-grantes latinos en EEUU, sino las formas socialmente activas en que sonproducidos discursivamente. Estudia, entonces, no tanto una condicin como

    Los latinos en EEUU, por su parte, sufren hoyuna condicin especial.Son, simultneamente,invisibilizados comoactores polticos, pero altamente visibilizadoscomo pblicos, audienciaso consumidores

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    un proceso, no tanto la ilegalidad como la ilegalizacin jurdica, culturaly econmico-social de los migrantes. Se trata de desfamiliarizar y desnatura-lizar categoras para abrir nuevas posibilidades de intervencin e investiga-cin. Desde este punto de vista, separar la condicin legal del migrante (suilegalidad) del resto de las conexiones sociopolticas y culturales que losconstituyen en relacin con otros sujetos legales (con macroprocesos econmi-cos y laborales, por ejemplo) es una forma de identificarse innecesariamentecon la perspectiva del Estado. Ver y mirar como el Estado.

    Revisando la historia de las polticas inmigratorias hacia los latinos enEEUU, De Genova llega a la conclusin de que estas polticas que inclu-yen ciclos de regularizacin, legalizacin, amnista y programas como elBracero durante la Segunda Guerra Mundial pueden ser descriptas comouna serie de complicadas y calculadas intervenciones estatales para regu-lar, administrar y aprovechar el flujo de migrantes. De esta forma, no bus-can excluir fsicamente al migrante, sino incluirlo diferencialmente bajouna condicin especfica: su vulnerabilidad y expulsabilidad. Esta condi-cin disciplinada y subordinada de la fuerza laboral migrante tiene, comopuede imaginarse, una alta productividad para el Estado y para los secto-res econmicos estadounidenses que dependen en grados importantes dela disponibilidad de una mano de obra extraordinariamente barata y caren-te de la mayora de los derechos que todava amparan a otros trabajadoresen el contexto nacional. El migrante, as constituido, resulta ser el objeto dedos procesos opuestos y complementarios. Es altamente visible o visibiliza-do en las conceptualizaciones del Estado, las ciencias sociales y la poltica,mientras que los procesos econmico-legales que lo conforman son perma-nentemente invisibilizados y naturalizados. Esta compleja operacin re-quiere lo que De Genova llama el espectculo de la frontera y del inmi-grante ilegal: el Estado hace visible al inmigrante en su ilegalidad, a lavez que invisibiliza la productividad de la ley y la complicidad de sus po-lticas econmicas y migratorias. Los migrantes ilegales son detenidoscasi ritualmente en la frontera, como un espectculo para el consumo inter-no del pblico estadounidense, y son devueltos sin proceso a Mxico, des-de donde intentarn, una y otra vez, cruzar nuevamente.

    Arlene Dvila (2001) ha estudiado el proceso a travs del cual los individuosson transformados en consumidores y las poblaciones, en mercados. Si en elterreno de la poltica la participacin se traduce en poder, entonces los latinosen EEUU continan siendo las vctimas de su invisibilidad. Su participacindemogrfica no tiene correlato o equivalencia real en el mbito del poder

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    poltico. Si, por otro lado, se considera el mercadocomo un espacio social en que la participacinse traduce en consumo y en reconocimientopblico por parte de las empresas comerciales,entonces los latinos han alcanzado grandescuotas de visibilidad. La tesis de Dvila es queesta relacin de visibilidad/invisibilidad se daen detrimento de la verdadera complejidad delas poblaciones latinas de EEUU y que signifi-ca un lmite a sus formas posibles de participa-cin poltica. De este modo, los latinos son definidos fundamentalmente desdeuna perspectiva cultural y no poltica. As, son presentados en sus influyentesidentidades (representaciones) mediticas como un pueblo culturalmente ho-mogneo, definido por una lengua nica (el espaol), una serie de valores tra-dicionales respecto a la familia y una religin (la catlica).

    La verdad de los latinos es producida por una serie de discursos especiali-zados, desarrollados por mltiples agentes que constituyen una identidadmediada o negociada. La labor que desarrollan las empresas de marketing ypublicidad es central a esta produccin de conocimiento. Su estrategia consis-te en reclamar la figura de la autenticidad y del saber tnico, frente a la nece-sidad de las grandes compaas estadounidenses de alcanzar a ese sector desus audiencias o pblicos posibles. Una serie de estereotipos racistas y reduc-tores son movilizados para producir un conjunto de valores latinos, un looklatino y una imagen de lo hispano definida por su falta de aculturacin en elmbito de la sociedad estadounidense y su supuesta necesidad de constanteretroalimentacin respecto a Amrica Latina. Aunque la situacin ha mejora-do, existe an una visin dominante que, de esta forma, reduce a los latinos auna minora permanentemente extranjera. Esto, a su vez, se corresponde conlos prejuicios de la mayora blanca, que logra as invisibilizar a millones de la-tinos o chicanos bilinges o monolinges en ingls o en lenguas indgenas,muchos de ellos nacidos en EEUU y descendientes de varias generacionesque habitan los territorios neocolonizados del sudoeste del pas. Esa ima-gen de una nacin latina homognea, permanentemente extranjera y en procesode aculturacin indefinida sirve bien a los intereses de quienes pretendenneutralizar el factor latino y su posible emergencia como actor poltico, paracontinuar imaginndose una nacin blanca y protestante con minoras tnicas(afroamericanas, asiticas, latinas, etc.) que, en el mejor de los casos, deben serreconocidas culturalmente en sus fiestas y celebraciones, en sus comidas y ensus msicas, pero no en su agencia y sus demandas polticas.

    Si en el terreno de la poltica la participacin se traduce en poder,entonces los latinosen EEUU continansiendo las vctimas de su invisibilidad

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    Finalmente, Saskia Sassen ha propuesto estudiar las ciudades en tiempos deglobalizacin neoliberal como espacios donde se insinuara la emergencia denuevos sujetos y de nuevos lugares de lo poltico. Las ciudades globales, entanto son resultado de procesos de desnacionalizacin parcial, seran un ejem-plo particularmente poderoso y plantearan la posibilidad de una reinvencinde la ciudadana en la era global. Con el paso del Estado de bienestar al Esta-do competitivo, con las migraciones masivas y las altas tasas de desempleo(que desconectan a los jvenes de lo laboral y del Estado) y el ascenso delmercado a la categora de mecanismo regulador de lo social, la ciudadana co-mo institucin podra estar cambiando de manera radical. Segn Sassen, laciudadana, fuertemente asociada al Estado-nacin, se halla tensada por laoposicin entre su dimensin de estatus legal y su condicin de proyecto nor-mativo o ideal. En el espacio abierto por esta oposicin se situaran, por un la-do, las esperanzas frustradas de aquellas minoras (tnicas, religiosas, sexua-les) para las que el estatuto formal de ciudadano no alcanza a garantizar laagencia poltica efectiva; y por otro, aquellas prcticas de sujetos formalmen-te no reconocidos como ciudadanos (los inmigrantes indocumentados) que,sin embargo, han logrado establecer un contrato social informal con sus so-ciedades de destino.

    As, los inmigrantes indocumentados, a travs de sus prcticas cotidianas detrabajo, escolarizacin, religiosas y culturales estaran, de hecho, sentando lasbases de sus reclamos de ciudadana. En tanto residentes de la ciudad globa-lizada, estos ciudadanos informales estaran expandiendo los sentidos de laciudadana en un momento de transformacin de lo nacional. Esta ciudad enproceso de desnacionalizacin por el efecto combinado de las migracionesmasivas, la emergencia del mercado global y las empresas transnacionalessera parte de una nueva geografa de lo poltico. En ella, los pobres, los des-plazados y los migrantes se mueven en el mismo espacio que los poderosos ehiperconectados al contexto global de negocios, a quienes sirven en sus restau-rantes, baos, taxis, hoteles y casas. De acuerdo con Sassen, estos migrantes ad-quieren as una nueva visibilidad, una presencia que aunque no va directamenteconectada a un incremento de su poder real puede ser conceptualizada comola posibilidad de una nueva forma de poltica.

    Cuando se trata de los latinos en EEUU hay pues visibilidad, invisibilizaciny nuevas formas de visibilidad socialmente construidas. Quiero ahora usaresos ejes para acercarme, brevemente, al texto de Martnez, en el contexto demis dos hiptesis sobre la heterogeneidad constitutiva de la literatura latinaen EEUU.

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    Crossing Over. Heterogeneidad y literatura nacional

    Crossing Over. A Mexican Family on the Migrant Trail, de Rubn Martnez, fuepublicado en 2001. El texto es el resultado de ms de dos aos de investiga-cin en terreno con la familia extendida de Benjamn, Jaime y Salvador Ch-vez. Estos tres inmigrantes mexicanos de Chern murieron junto con otroscinco trabajadores en un accidente automovilstico en Temecula, al sur deCalifornia, durante una persecucin de la polica de migraciones estadouni-dense. Martnez comienza su viaje en el lugar del accidente y desde all sigue lospasos anteriores de las vctimas hasta su pueblo natal y luego, los de sus familia-res. El periplo los llevar desde Chern a California (a Watsonville y SantaCruz, donde escribo estas pginas), Wisconsin, Missouri y Arkansas e involucra-r, a travs de los dems miembros de la familia Chvez, a por los menos otrastres familias de migrantes. De acuerdo con Martnez, Chern (en el estado de Mi-choacn) es un pueblo de 30.000 personas (muchas de ellas de origen indgenapurpecha), 10.000 de las cuales viajan a EEUU cada primavera, para retornarunos meses despus con sus ahorros y sus historias del cruce y la vida al otro la-do. Ms de tres millones de michoacanos viven y trabajan actualmente en EEUU(Martnez, p. 31). El contexto de esta historia es, entonces, el de una extendidared de intercambios y desplazamientos geogrficos y culturales y una ampliapoblacin de migrantes que residen permanente o frecuentemente en EEUU. Es,tambin, el de la dialctica visibilidad/invisibilidad de la que nos hablaban DeGenova, Dvila y Sassen.

    La figura retrica que preside el texto de Martnez es la de los flujos, de gran cir-culacin en la literatura cultural sobre globalizacin, al menos desde el libro deArjun Appadurai. El principal es, por supuesto, el flujo de migrantes hacia y des-de EEUU. Repitiendo un patrn ampliamente extendido en varios estados me-xicanos (adems de Michoacn, cabe nombrar Zacatecas, Oaxaca, Veracruz, Pue-bla, etc.) los michoacanos en general, y los habitantes de Zamora y Chern enparticular, han establecido un circuito migratorio que est cambiando fuerte-mente el perfil de las comunidades de origen y tambin el de las que los reciben.Esto es especialmente notorio en el caso de los estados norteamericanos que enlos ltimos aos han experimentado un mayor crecimiento de inmigrantes lati-nos y para los cuales stos son relativamente nuevos: Carolina del Norte,Arkansas, Colorado y Georgia, por ejemplo.

    De este modo, todos en Zamora y todo el mundo en Michoacn, dicho sea de paso, estn arran-cando o volviendo despus de haber arrancado. El movimiento es circular: uno enfrenta el fu-turo emigrando, paga luego tributo al pasado retornando a casa para visitar y gastar los dla-res que tanto sudor han costado. (Martnez, p. 25.)

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    O en las palabras del cura local de Chern, que aluden a la compleja estructu-ra globalizada de estos circuitos:

    Todas las partes involucradas comparten la responsabilidad por estas muertes. (...) Es comouna cadena. Los coyotes ganan plata a costa de los migrantes que cruzan, y lo mismo hacenlos agricultores en EEUU, y por supuesto, tambin las familias y el gobierno mexicano. Esuna cadena. No podemos decir que empieza en Chern o en EEUU. Est en todas partes almismo tiempo. (p. 43.)

    Las familias Chvez, Enrquez, Tapia y Corts, a quienes Martnez sigue enCrossing Over, se movern as entre las dos coordenadas fijadas por el texto:un momento de mxima stasis, marcado por la muerte de los hermanos Ch-vez, y un momento de mxima movilizacin, marcado por los viajes mismosdentro de Mxico y entre este pas y EEUU. En este proceso, los migrantes yel libro de Martnez desarrollarn en la prctica y en lo textual, implcita y ex-plcitamente, un fuerte trabajo sobre los imaginarios discursivos que han pre-sidido la formacin de esas naciones. Entre las muchas manifestaciones de estalabor metadiscursiva en Crossing Over, elijo ahora una. Me refiero a la comple-jidad de lo que podramos llamar el sueo de vida de los migrantes:

    El futuro es una educacin estadounidense para su hija, Yeni, un buen departamento enSaint Louis o tal vez en Chicago, un nuevo auto y algo de tierra aqu en Chern. Prctica-mente todo el mundo suea este sueo en Chern un pedazo de terreno aqu sobre el cualse pueda construir una casa de dos pisos con agua potable caliente y fra, una cocina y ungran disco de televisin satelital en el techo. (p. 66.)

    Como la casa ideal, este sueo consta de dos pisos, o dos territorios, y en el con-texto de la globalizacin neoliberal de las economas estadounidense y mexica-na, se ha vuelto realizable solo, si acaso, en la alternancia entre los dos territorios,puesto que ninguno de los dos por separado puede satisfacer la verdadera com-plejidad del sueo. El sueo, para decirlo rpido, es poder vivir all como si es-tuvieran ac y ac como si estuvieran all. La complejidad deriva de que,

    en estas vidas nmades, ac yall no pueden sino ser trmi-nos relacionales, que se definenpor su contraste mutuo y exis-tencia simultnea: Es curioso loque ocurre: te vas de casa preci-samente porque tienes que regre-sar. O regresas porque te tienesque marchar. Algo as. (p. 128.)

    Como la casa ideal, este sueoconsta de dos pisos, o dos territorios, y se ha vuelto

    realizable solo en la alternanciaentre los dos territorios, puesto

    que ninguno de los dos por separado puede satisfacer la

    verdadera complejidad del sueo

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    Cuando llega la poca de las fiestas y el fin de la temporada de cosecha en EEUU, los migran-tes empacan el paisaje material de sus ciudades cajas llenas de aparatos de video y radios gi-gantes, las siempre populares licuadoras y otros electrodomsticos y ropas y juegos de compu-tadora y se los llevan a casa a pueblos en Jalisco o Zacatecas, a San Salvador o Managua. Perosa es solo la mitad de la transaccin. Despus de las fiestas o el Ao Nuevo, los migrantes setraen [de sus pueblos de origen] otro tipo de mercancas, las que residen en la cabeza y en el co-razn, llenas de lenguaje, mitos y rituales. () Se me ocurre que ya no podemos usar el trmi-no patria [homeland] de la forma en que lo hacamos. La patria ya no existe. (p. 140.)

    El texto de Martnez, por su parte, reproduce discursivamente esta alternan-cia entre escribir desde dentro del sueo (norte)americano y sus imgenes ycomprender desde fuera sus lmites ideolgicos, entre hablar el lenguaje quesu pblico anglo y blanco podr reconocer y entender y expandir, o explotarcrticamente, ese vocabulario limitado de lo social. As, por ejemplo, la asimi-lacin tnica perfecta o el destino individual realizado que todo lector multi-culturalista imaginara como la culminacin ideal de esta odisea migrante soninvocados y, simultneamente, neutralizados por la realidad de sus lmites yespecificidades culturales:

    [Los Enrquez] Se compraron una casa en Norwalk [Wisconsin]. Tienen propiedades en Che-rn. Tienen sus autos. Hoy en da, toda la familia es legal y viajan para un lado y para el otrode la frontera con facilidad. Y, sin embargo, sera errneo llamar a los Enrquez clase mediaen el sentido norteamericano de la expresin. Primero que nada, la clase media norteameri-cana nunca los considerara entre sus pares. Luego el xito relativo de la familia es el resul-tado de una economa colectiva. Qu familia blanca de clase media, incluyendo a los padresy los hijos adultos, trabaja conjuntamente en una planta procesadora de carne, vive en lamisma casa, junta su dinero y le permite exclusivamente al padre el tomar las decisiones fi-nancieras importantes? Los Enrquez han moldeado el sueo [norte]americano de acuerdo asus principios purpechas. (p. 114.)

    A veces, Crossing Over queda atrapado en el marco de aquellos lmites ideo-lgicos y culturales, como cuando insiste, unilateralmente y contradicien-do la complejidad que el libro pone de relieve, en que EEUU es el futuro yChern el pasado. Ms frecuentemente, sin embargo, el texto despliega bri-llantemente el arte de estar entre medio (De Certeau), reterritorializandodos formas dominantes de territorializar lo nacional. De este modo, Cros-sing Over utiliza discursivamente la mirada bifronte que caracteriza la ex-periencia migrante.

    Pasamos el famoso Arco de Acceso [Gateway Arch], un monumento a la expansin norteame-ricana al oeste del [ro] Mississippi. Pero esta noche vamos hacia el este y no estoy con ungrupo de pioneros norteamericanos sino mexicanos. Para los mexicanos hoy, la Tierra Pro-metida se halla hacia el Atlntico. Empujados por la fiebre antiinmigrante y un mercado la-boral saturado en el Oeste y atrados por la escasez de mano de obra en las reas agrcolas yde servicios a lo largo del Medio Oeste y el Sur [de EEUU], los migrantes han llegado al co-razn de la patria [heartland]. (p. 186.)

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    La cita manifiesta con claridad la operacin discursiva permanente del textode Martnez y de la mejor literatura latina. Se despliega la imagen tradicional,y fundamental para la autocomprensin estadounidense, de los pionerosblancos en su expansin de la llamada frontera civilizatoria hacia el Oeste,y luego se la interviene con el cambio de actores que coloca a los mexicanosen un flujo migratorio inverso. Se le dan al lector anglo los elementos retri-cos que podr reconocer y luego se usan esos tropos para intervenirlos con unnuevo contenido y unos nuevos actores. Esta literatura latina en EEUU semueve entre la familiaridad que permite la decodificacin y comprensin yla desfamiliarizacin de los supuestos ideolgicos y culturales que, de otromodo, impondran rpidamente la asimilacin de lo tnico. De esta forma,dicha literatura usa su heterogeneidad constitutiva como un recurso de-constructor de la homogeneidad y las certezas de los imaginarios socialesque pone en contacto.

    Conclusiones

    La literatura latina es, frecuentemente, parte de una estructura que distribu-ye desigualmente los roles: los lectores implcitos o modelo incorporados altexto y los lectores reales y efectivos son, a menudo, estadounidenses blan-cos y monolinges con grados relativos de conciencia multicultural igual-mente monolinge; por su parte, los migrantes son los sujetos de la pasiny los objetos de un espectro de reacciones que van de la exotizacin o tropi-calizacin a la compasin blanca. Por ello, la apuesta de Rubn Martnez esdinamizar un multiculturalismo esttico o apropiador que se ha convertidoen una de las races de cierta literatura latina dominante en los aos 90, pa-ra volverlo una experiencia intercultural en que los sistemas sgnicos res-pectivos entren en conflicto y negociacin (aunque ello ocurra en CrossingOver mucho ms en el nivel del enunciado o lo dicho que en el de la enuncia-cin o el decir, o sea aunque ste sea un texto mucho ms bicultural que bilin-ge). De este modo, aunque al comienzo de su texto aluda a la pasin de Cris-to en el contexto de las muertes de los tres hermanos migrantes, su esfuerzo esentenderlos desde adentro, desde sus propias visiones del mundo y proyectosde vida, es decir, recuperando tanto su carcter de agentes histricos como lasenergas que los mueven en la vida cotidiana, en un contexto de desestructura-cin econmica y marginalizacin en dos sociedades nacionales.

    Este foco en la desterritorializacin radical como proceso y en la interrelacincomo roce sgnico en las zonas de contacto anuncia en Martnez la posibilidad deuna literatura latina que sea capaz de intervenir en la estructura representacional

  • NUEVA SOCIEDAD 201Literatura, heterogeneidad y migrancia transnacional

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    hetergena que produce la dialctica de la visibilizacin/invisibilizacin delos latinos y que los constituye mucho ms en objetos del comercio de las re-presentaciones de la otredad en el mercado de lo multicultural que en sujetoscapaces de movilizar sus propios recursos culturales. Finalmente, el texto deMartnez encarna tambin la posibilidad de literaturas nacionales en tiemposde globalizacin, cuya tarea cultural central sea no tanto la construccin decertezas identitarias que produzcan un restringido orden interpelativo yconstituyente de la ciudadana nacional, cuanto su cuestionamiento perma-nente y su expansin potencial en un mundo desordenado, donde el con-tacto internacional e intercultural entre diferentes es crucial para la cons-truccin de nuevas formas de igualdad dentro y fuera de la nacin.

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    Revista Mexicana de Poltica Exterior es una publicacin del Instituto Matas Romero, Secretarade Relaciones Exteriores. Av. Reforma Norte 707, Col. Morelos, Delegacin Cuauhtmoc. C.P.06200, Mxico, D.F. Tel.: 55 26 10 83. Fax: 50 62 30 31.