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Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR

Subdirección Administración Recursos Naturales República de Colombia

Plan de Manejo Ambiental de la Reserva Forestal Regional Productora 6-1 del Norte de Bogotá D.C. “Thomas van der Hammen”

6. OBJETIVOS Y OBJETOS DE CONSERVACIÓN

Para el manejo y administración de la reserva y en general para la región y el Distrito Capital, si se analiza bajo la mirada de los “Corredores de conectividad” que buscan generar espacios regionales y biológicos estratégicamente definidos, para ser seleccionados como unidades donde se implementarán acciones de conservación y recuperación, es de vital importancia entender el efecto ambiental que tiene la reserva a nivel Distrital y regional, ya que su función será conectar físicamente el humedal La Conejera, la ZMPA del río Bogotá, el cerro de La Conejera, el humedal de Guaymaral y los Cerros Orientales. Si esta conexión física se rescata a través de tratamientos de rehabilitación y recuperación ecológica, entonces se fortalecerá la función ecológica de estas áreas, lo cual la convertirá en el único sector en que se une estructuralmente los Cerros Orientales con el río Bogotá. No sobra recordar que este “collar verde” sólo se rompe en el sector de BIMA y el parque recreativo Guaymaral, los cuales pertenecen al área de expansión urbana del norte de Bogotá. Adicionalmente, la reserva se consolidó con la visión de proveer conectividad ecosistémica a los corredores biogeográficos montañosos del costado occidental de la cordillera Oriental, los cuales delimitan la sabana de Bogotá, convirtiendo la reserva, en el único conector del sector norte del Distrito Capital (Figura 6.1). Está conetividad adquiere singular importancia sobre el recurso hídrico, ya que construcciones realizadas en la zona de expansión urbana de Bogotá, así como la red vial existente, ha interrumpido los flujos superficiales de agua, potenciando los eventos de inundación por la intervención que sufre está área de amortiguación del río Bogotá. Así mismo, la existencia de acuíferos libres en los depósitos jóvenes y poco consolidados que afloran en el área de reserva, constituyen elementos de importancia en los procesos de equilibrio y sostenibilidad de las aguas de escorrentía, humedales y aguas subterráneas provenientes de las laderas de los cerros adyacentes y de la precipitación en el área de la reserva.

6.1 OBJETIVOS DE CONSERVACIÓN

Los objetivos de conservación identificados en el artículo 2 del Acuerdo No. 11 de 2011 de la CAR corresponden a:

a) Fortalecer y mantener la calidad, cantidad y regularidad de los flujos físicos y bióticos, con el objeto de garantizar la conectividad ecosistémica entre la Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá y el valle aluvial del río Bogotá.



6-2 Plan de Manejo Ambiental de la Reserva Forestal Regional Productora

del Norte de Bogotá D.C. “Thomas van der Hammen”

Figura 6. 1. Corredores biogeográficos y áreas protegidas en jurisdicción de la CAR.




b) Preservar los componentes, estructura y función de los ecosistemas altoandinos y acuáticos.

c) Proteger la fauna y flora características de estos ecosistemas, junto con sus especies endémicas.

d) Restaurar y proteger los bienes y servicios ambientales prestados por la zona a las comunidades rurales y urbanas de Bogotá y a las áreas adyacentes.

e) Proteger los bosques y otras coberturas nativas de porte leñoso que sirven como control natural de inundaciones.

f) Restaurar y proteger los valores naturales, históricos y paisajísticos de la zona, como patrimonio e identidad cultural de Bogotá y la región.

g) Fomentar la apropiación y disfrute de los valores ambientales existentes en la zona, y lograr cambios voluntarios positivos de actitud hacia la conservación de la reserva.

h) Incentivar prácticas ambientalmente sostenibles dentro de los usos agrícolas existentes al interior del polígono declarado como reserva forestal, y fomentar su sustitución paulatina por coberturas forestales, en armonía con los propietarios y poseedores de los predios.

i) Recuperar las zonas deterioradas y degradadas, así como contrarrestar las dinámicas socioeconómicas que causan estos efectos.

j) Fomentar la investigación científica y aplicada, con el fin de construir un marco metodológico sólido para la planificación del territorio.

k) Mejorar las condiciones socioambientales de los residentes en el área de reserva, redundando en la calidad de vida de sus habitantes.

Y adicionar:

l) Restaurar el paisaje como elemento ambiental de disfrute visual, espiritual y afectivo con la reserva.

m) Mantener la cantidad y calidad del recurso hídrico subterráneo mediante el control de las actividades que los afectan

n) Recuperar la tradición histórica y cultural de la zona en torno al agua, la tierra y el paisaje





6.2 VALORES OBJETO DE CONSERVACIÓN

La identificación de los valores objeto de conservación se soportó en el diagnóstico de los componentes funcional, físico, biótico y socioeconómico, así como en el análisis del contexto regional realizado para la reserva; información que permitió caracterizar las condiciones particulares que singularizan el territorio y que ofrecen servicios y bienes medioambientales a nivel local y regional. Las condiciones a que responden los objetivos fueron espacializadas en el territorio, ubicándolos en áreas específicas que permiten su manejo de forma tangible, conociéndolos como los objetos a conservar. Dicha área posee atributos propios que sobresalen a las demás por los servicios y bienes que prestan, dichos condiciones son los llamados valores objeto de conservación. Los valores objeto de conservación definidos para la Reserva Forestal Regional Productora del Norte de Bogotá D.C. “Thomas van der Hammen” se detallan a continuación y se espacializan en la Figura 6.2.

6.2.1 Cobertura vegetal natural y seminatural

Si bien, la reserva corresponde a un espacio natural altamente intervenido, en ella hace presencia ecosistemas naturales en peligro de extinción como es la única área representante del “bosque medio denso subhúmedo secundario en planicie aluvial del río Bogotá (Bosque de Las Mercedes), la cual con la presencia de la cobertura vegetal del humedal La Conejera, debe garantizar las condiciones mínimas para la consolidación de un área núcleo en la reserva. A través de la conservación de las coberturas vegetales existentes (bosques y matorrales) se busca perpetuar las especies de flora y fauna propias del ecosistema relictual existente en la reserva, el cual sufrió una significativa reducción antes de su declaratoria como Santuario de Flora y Fauna por parte del Distrito Capital. La pérdida de este singular ecosistema va en menoscabo de la complejidad de la diversidad biológica, así como los efectos negativos que genera sobre las poblaciones animales y vegetales y en sus interacciones ecológicas. Está diversidad ecosistémica se debe proteger con fines de conservación, investigación y manejo de la flora y fauna silvestre, ya que esta área contiene muestras representativas de comunidades bióticas singulares o poblaciones de flora y fauna vulnerables por su rareza o procesos de extinción que, en consecuencia, se deben destinar a estricta preservación o restauración pasiva, compatible solo con actividades especialmente controladas de investigación científica, educación ambiental y recreación pasiva (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2004).




Figura 6. 2. Objetos de conservación identificados en el área de la reserva.





El bosque Malezas de Suba o Bosque de Las Mercedes es el relicto de bosque más representativo de la Sabana de Bogotá y ocupa el 0,76% de la reserva; los matorrales ocupan 25,12 ha equivalentes al 1,80%.

6.2.2 Sistema de humedales

La Sabana de Bogotá es la base de la estructura geofísica y biótica de la reserva, presentándose en ella diferentes tipos de vegetación en condiciones particulares de topografía y suelos, así como pantanos, chucuas o humedales en las zonas de planicie en relación con áreas de inundación de los principales ríos y cuerpos lagunares, de los cuales aún quedan remanentes en la reserva, junto con bosques de ronda y matorrales que soportan suelos con saturación de humedad. Debido a que el complejo de humedales de la reserva hace parte de los humedales del Altiplano Cundiboyacense y a la relación directa que tiene con los humedales de Torca – Guaymaral y La Conejera y el río Bogotá, se evidencia que la importancia geofísica de la reserva para el bienestar humano, radica en sus aguas superficiales y subterráneas; el sistema de humedales existente se convierte en un ecosistema natural de gran importancia ecológica por las innumerables funciones ambientales que cumplen, especialmente por ser albergues de la diversidad biológica, reguladores del microclima local y de los caudales hídricos, entre otros. La particular dinámica hidrogeológica de la zona de la reserva, que evidencia la existencia de niveles lenticulares de arenas con contenidos de agua, la convierte en unos importantes acuíferos libres que sustentan la existencia de los complejos de humedales. El papel que cumplen los vallados y humedales como amortiguadores y zona de inundación en la temporada de lluvias del río Bogotá y sus afluentes asociados, es mitigar el reflujo del río evitando la inundación de los terrenos bajos urbanizados de la ciudad de Bogotá y sus alrededores. Los humedales ocupan actualmente el 3,47% de la reserva. Muchos de ellos han sido rellenados con escombros en los últimos 10 años y aún continúan siendo amenazados por esta práctica. Dentro de la clasificación de humedales están los humedales naturales, quebradas, cuerpos de agua artificial y vallados, y el valle aluvial del río Bogotá. La reserva es un área de importancia estratégica para la conectividad ecológica entre los Cerros Orientales y el Cerro del Majui, así como la conectividad hídrica entre la red hídrica natural que nace en los Cerros Orientales alimentando los humedales de Torca, Guaymaral y La Conejera, finalizando en el río Bogotá. De la misma manera, la red de vallados en el norte de Bogotá que atraviesa la reserva; este sistema hídrico manejado por el hombre debe ser tratado de manera que integre todo el borde norte de la Ciudad para evitar inundaciones.




6.2.3 Acuíferos

En el subsuelo de la reserva existen importantes recursos hídricos subterráneos asociados con las porosas formaciones pertenecientes a unidades litológicas como las del Grupo Guadalupe, alimentadas principalmente con aguas de escorrentía y precipitación desde las áreas montañosas que circundan la Sabana a través de sus planos de fractura y discontinuidad, las cuales son explotadas a partir de pozos profundos implementados por las diferentes actividades socioeconómicas que se desarrollan en la zona. La existencia de acuíferos libres en los depósitos jóvenes y poco consolidados que afloran en el área de reserva, constituyen elementos de importancia en los procesos de equilibrio y sostenibilidad de las aguas de escorrentía, humedales y aguas subterráneas. Es importante denotar que la recarga de los acuíferos libres está asociada a las condiciones de precipitación, presión atmosférica y topografía, por tanto los niveles freáticos en la zona presentan variabilidad en altura, en tanto su recarga depende de elementos de importancia como la protección con cobertura vegetal como elemento regulador del recurso; la no implementación de elementos que aumenten la escorrentía superficial del agua impidiendo la infiltración y percolación del agua como alimento a los acuíferos, dificultan la dinámica hidrogeológica del área y la sostenibilidad de los acuíferos presentes.

6.2.4 Suelos de la clase agrológica II y III

El origen aluvial de la mayor parte de los suelos de la reserva, le confiere un alto potencial productivo en términos agrícolas, pecuarios y forestales, ya que el 78,51% de los suelos son catalogados en estas categorías; en consecuencia, la calidad de estos suelos se constituye en base fundamental para el potencial establecimiento de proyectos productivos agroforestales, silvopastoriles y de seguridad alimentaria con enfoque ecológico. Los altos contenidos de materia orgánica y las condiciones físicas de estos suelos son factores muy favorables; el único limitante que presentan tiene que ver con el nivel freático alto, el drenaje pobre y por consecuencia, la predisposición a tener suelos saturados de humedad, situación que se agudiza con el taponamiento o inadecuado manejo de los vallados que son las estructuras responsables de evacuar los excesos de agua. Así mismo, la condición geomorfológica de baja pendiente que prevalece en la reserva, producto de su funcional pertenencia al valle aluvial del río Bogotá, favorece la estabilidad de los suelos con baja presencia de procesos erosivos. Los suelos de las clases agrológicas tipo II y III ocupan el 75,32% y 3,19% del área total de la reserva respectivamente. Los suelos tipo II tienen capacidad de uso para agricultura intensiva, mientras que los suelos tipo III tienen capacidad de uso para agricultura





moderada. El Decreto 3600 de 2007 (Ministerio de Ambiente, 2007) en su artículo 4 numeral 2, incluye a los suelos tipo II y III como suelo de protección dentro de la categoría “Áreas para la producción agrícola y ganadera y de explotación de recursos naturales”.

6.2.5 Avifauna

Los humedales presentes en la reserva prestan servicios ecológicos fundamentales por ser hábitat de especies endémicas – especialmente de aves acuáticas y actúan como sitios de paso de las aves migratorias. En el área de la reserva se identificó la presencia de dos especies endémicas de la Cordillera Oriental: Synallaxis subpudica (Chamicero) y Conirostrum rufum (Picocono rufo), aves que utilizan como hábitat los bosques primarios y secundarios, así como matorrales de la reserva (CAR et al., 2010). En la reserva y sus zonas aledañas es claro que las fuentes importantes de avifauna son los Cerros Orientales, el cerro de La Conejera y el bosque de Las Mercedes, para las especies terrestres. Actualmente los mayores potenciales de conectividad se dan a través de las cercas vivas y zonas arborizadas de clubes, cementerios y fincas. Para las aves acuáticas, las fuentes más importantes son los tres humedales distritales y el río Bogotá. Las recomendaciones para una restauración urgente de los hábitats de fauna, basada en la ampliación de las zonas arboladas ya presentes son: Corredor al norte de la reserva a lo largo de la vía a Guaymaral. Este corredor es

clave ya que es la conexión más cercana y directa con los Cerros Orientales a través del cerro de Torca (justo al sur del peaje) que se aproxima a la Autopista en el sector en el que el separador tiene las mejores características boscosas. Además es aledaño al futuro parque e escala metropolitana Guaymaral.

Franja al norte del cerro de La Conejera que conectaría a través de la reserva las zonas que tienen garantizado un futuro verde a la luz de las nuevas políticas de ordenamiento. Une los cementerios al oriente y el occidente de la Autopista Norte con el Club Los Arrayanes y la Hacienda del mismo nombre y al occidente del río Bogotá con el Club Pueblo Viejo. Provee conectividad con los Cerros Orientales aprovechando la porción oriental del parque e escala metropolitana Guaymaral y los corredores previstos en el MEPOT (Decreto 364 de 2013), que incluyen los cementerios y algunas zonas verdes a lo largo de dos quebradas que aún bajan desde los Cerros Orientales. Dentro de la reserva esta zona corresponde a la vía a Los Arrayanes y la urbanización La Lomita.

Corredor río Bogotá - bosque de Las Mercedes - Cerro La Conejera. Este corredor casi inexistente y en el cual ha hecho énfasis y viene trabajando la Fundación Humedal La Conejera es de relativa fácil implementación a través de la unión con una franja boscosa ancha del bosque con la ronda norte del humedal La Conejera que




continúe a lo largo de la margen derecha de la quebrada La Salitrosa hasta el cerro de La Conejera por el borde sur de la reserva en ese sector. Desde el bosque de Las Mercedes hacia el occidente se podría ampliar la escasa cerca viva a lo largo del carreteable interno de la hacienda Las Mercedes hasta el río Bogotá. Esta conexión es clave para garantizar el futuro de conectividad biológica de los organismos aún presentes en el bosque de Las Mercedes y la ronda del humedal así como los del cerro dando mucho sentido a la función de la reserva.

En términos, generales, combinando los resultados del actual estudio con las recomendaciones de Ramírez et al. (2008) y Chisacá y Molina (2008), se puede presentar en forma gráfica los patrones generales de conectividad potencial que deben ser reforzados en el plan de manejo de la reserva (Figura 6.3).

Figura 6. 3. Esquema general de principales corredores conectores propuestos para la Reserva Forestal Regional del Norte usando las aves como grupo indicador. En verde corredores para aves terrestres de bosque, en azul claro para aves acuáticas.

Fuente: Proyecto Corredor Borde Norte de Bogotá – Fase 1 (CAR et al., 2010).





6.2.6 Patrimonio arqueológico y cultural

El 100% del área de la reserva es catalogada por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia - ICAHN como un área de potencial riqueza arqueológica de acuerdo con los hallazgos realizados. Las investigaciones adelantadas indican que en esta área se presenta un patrón de asentamientos y camellones de cultivo identificados del periodo Herrera-Muisca. En consecuencia, la reserva se convierte en un escenario importante de la cultura predominante del altiplano Cundiboyacense, al inscribirse en su territorio huellas de su existencia que pueden contribuir a la reconstrucción de pasajes de la historia colombiana.

6.2.7 Paisaje

El paisaje rural de la Sabana de Bogotá se ha caracterizado por mostrar un gran dinamismo y variedad en cuanto a su significado, mostrando diferentes tendencias y transformaciones, principalmente desde la geografía cultural e histórica. Como resultado de la acción del desarrollo de actividades humanas en el área de la reserva, compuesto del sustrato natural (orografía, suelo, vegetación, agua), la acción humana que modifica y/o altera los elementos naturales para una finalidad concreta y las actividades económicas desarrolladas, se obtiene una realidad compleja que integra elementos naturales y culturales, tangibles e intangibles, cuya combinación configura el carácter rural que identifica el borde norte de la ciudad de Bogotá, enriquecido por rasgos históricos característicos que aún son visibles materialmente.

6.3 RELACIÓN DE OBJETIVOS Y OBJETOS DE CONSERVACIÓN

La relación existente entre los objetos de conservación identificados para la reserva con los objetivos de conservación definidos por el Acuerdo 11 de 2011 de la CAR se presenta en la Tabla 6.1.




Tabla 6. 1. Relación entre los objetivos y los objetos de conservación identificados para la reserva.

OBJETOS DEL CONSERVACIÓN

OBJETIVOS DE CONSERVACIÓN

a. Cobertura vegetal natural y seminatural (bosque Malezas de Suba o Bosque de Las Mercedes y matorrales)

Fortalecer y mantener la calidad, cantidad y regularidad de los flujos físicos y bióticos, con el objeto de garantizar la conectividad ecosistémica entre la reserva forestal protectora Bosque Oriental de Bogotá y el valle aluvial del río Bogotá (objetivo a del Acuerdo CAR 11 de 2011). Preservar los componentes, estructura y función de los ecosistemas altoandinos y acuáticos (objetivo b). Proteger la fauna y flora características de estos ecosistemas, junto con sus especies endémicas (objetivo c). Proteger los bosques y otras coberturas nativas de porte leñoso que sirven como control natural de inundaciones (objetivo e). Recuperar las zonas deterioradas y degradadas, así como contrarrestar las dinámicas socioeconómicas que causan estos efectos (objetivo i).

b. Sistema de humedales (humedales naturales y artificiales, sistema de vallados y quebrada La Salitrosa)

Fortalecer y mantener la calidad, cantidad y regularidad de los flujos físicos y bióticos, con el objeto de garantizar la conectividad ecosistémica entre la reserva forestal protectora Bosque Oriental de Bogotá y el valle aluvial del río Bogotá (objetivo a). Preservar los componentes, estructura y función de los ecosistemas altoandinos y acuáticos (objetivo b). Proteger la fauna y flora características de estos ecosistemas, junto con sus especies endémicas (objetivo c). Restaurar y proteger los bienes y servicios ambientales prestados por la zona a las comunidades rurales y urbanas de Bogotá y a las áreas adyacentes (objetivo d).

Fomentar la apropiación y disfrute de los valores ambientales existentes en la zona, y lograr cambios voluntarios positivos de actitud hacia la conservación de la reserva (objetivo g). Recuperar las zonas deterioradas y degradadas, así como contrarrestar las dinámicas socioeconómicas que causan estos efectos (objetivo i). Mejorar las condiciones socioambientales de los residentes en el área de reserva, redundando en la calidad de vida de sus habitantes (objetivo k).





OBJETOS DEL CONSERVACIÓN

OBJETIVOS DE CONSERVACIÓN

c. Acuíferos

Restaurar y proteger los bienes y servicios ambientales prestados por la zona a las comunidades rurales y urbanas de Bogotá y a las áreas adyacentes (objetivo d). Mejorar las condiciones socioambientales de los residentes en el área de reserva, redundando en la calidad de vida de sus habitantes (objetivo k). Mantener la cantidad y calidad del recurso hídrico subterráneo mediante el control de las actividades que los afectan.

d. Los suelos de la clase agrológica II y III

Incentivar prácticas ambientalmente sostenibles dentro de los usos agrícolas existentes al interior del polígono declarado como reserva Forestal, y fomentar su sustitución paulatina por coberturas forestales, en armonía con los propietarios y poseedores de los predios (Objetivo h).

e. Avifauna (especies Synallaxis subpudica y Conirostrum rufum)

Proteger la fauna y flora características de estos ecosistemas, junto con sus especies endémicas (objetivo c). Fomentar la investigación científica y aplicada, con el fin de construir un marco metodológico sólido para la planificación del territorio (objetivo j).

f. Patrimonio arqueológico y cultural

Restaurar y proteger los valores naturales, históricos y paisajísticos de la zona, como patrimonio e identidad cultural de Bogotá y la región (objetivo f). Recuperar la tradición histórica y cultural de la zona en torno al agua, la tierra y el paisaje.

g. Paisaje

Restaurar y proteger los bienes y servicios ambientales prestados por la zona a las comunidades rurales y urbanas de Bogotá y a las áreas adyacentes (objetivo d). Restaurar y proteger los valores naturales, históricos y paisajísticos de la zona, como patrimonio e identidad cultural de Bogotá y la región (objetivo f). Fomentar la apropiación y disfrute de los valores ambientales existentes en la zona, y lograr cambios voluntarios positivos de actitud hacia la conservación de la reserva (objetivo g). Restaurar el paisaje como elemento ambiental de disfrute visual, espiritual y afectivo con la reserva.

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