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Junio 2011 para el La verdadera paz 11 ¡Eres bienaventurada! 14 Vislumbres de mi Padre 12 Publicación internacional de los adventistas del séptimo día a las Capacitar mujeres mınısterıo para el Capacitar a las

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Junio 2011

para el

La verdaderapaz

11 ¡Eres bienaventurada!

14Vislumbresde mi Padre

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P u b l i c a c i ó n i n t e r n a c i o n a l d e l o s a d v e n t i s t a s d e l s é p t i m o d í a

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I G L E S I A E N A C C I Ó N

Visión mundial ............... 3

Informe mundial3 Noticias y perspectivas

Panorama mundial8 Las mujeres, el

corazón de la iglesia

S A L U D

La depresión en las mujeres ....................... 7Allan R. Handysides y Peter N. Landless

P R E G U N T A S B Í B L I C A S

El Espíritu Santo en Apocalipsis ................26Ángel Manuel Rodríguez

E S T U D I O B Í B L I C O

Los dones del Espíritu para el tiempo del fin ................27Mark A. Finley

I N T E R C A M B I O M U N D I A L

29 Cartas30 El rincón de oración31 Intercambio de ideas

El rincón de las personas ...................32

N O T A D E T A P A

Capacitar a las mujeres para el ministerio ...................................................... 16La editora de informes Sandra Blackmer analiza la misión y los métodos de los Ministerios de la Mujer con Heather-Dawn Small y Raquel Arrais.

E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

La verdadera paz Elena G. White ........................................ 11Aun en medio del caos, Jesús nos prometió su paz.

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Vislumbres de mi Padre Susana Chaskelis Schulz ............................................................. 12Cuando Jesús quiso contarnos cómo es Dios, dijo «Padre nuestro».

D E V O C I O N A L

¡Eres bienaventurada! Chantal J. Klingbeil ....................... 14La fórmula divina contra el temor.

S E C C I Ó N E S P E C I A LEl conflicto de los siglos Gina Wahlen .............................. 23Un libro singular que transformó tres vidas.

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Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. www.spanish.adventistworld.org

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Benditas del Padre

Aún ocupa un lugar muy grande en mi memoria aunque fue una mujer

de apenas un metro y medio de altura.Mabel Vreeland, la de manos

entrelazadas y una pícara sonrisa en su desgastado rostro, definió para mí lo que significa ser una mujer del ministerio. Sin preocuparse por reconocimientos o títulos, se limitó a hacer la obra de Cristo con una tenacidad y fervor que aún hoy, muchos años después de su muerte, no deja de asombrarme. Es difícil que pase un mes sin que escuche o lea de alguien que recuerda haber aceptado el adventismo gracias a esa valiente dama de acento tan distintivo.

Poco después de graduarse en una institución adventista en la década de 1920, Mabel trabajó como instructora bíblica para la Asociación de Nueva York, donde permaneció más de cuatro décadas. Durante los años de la Gran Depresión, cuando la paga era escasa, en especial para una mujer soltera, colaboró en cada campaña importante de evangelización de la región, donde solía dar estudios bíblicos a decenas de interesados apenas el evangelista concluía el tema del día. Dos de esas personas fueron mi abuela y mi madre, que Mabel guió al adventismo a mediados de los años cuarenta.

Ocho años después el círculo de fe se cerró: el primo pelirrojo de Mabel –mi padre– conoció y se casó con mi madre. Desde que tengo memoria, siempre relacioné el ministerio con su firme apretón de manos, su risa frecuente y sus testimonios. Mabel se dedicó al ministerio: visitaba a las personas, estudiaba la Biblia con ellas y les infundía fe, animándolas a tomar buenas decisiones por Cristo. Y cuando los directivos de la Asociación no pudieron hallar a ningún pastor que estuviera dispuesto a ir a una región aislada y montañosa del norte del estado de Nueva York, Mabel se dedicó a pastorear tres iglesias del lugar, conduciendo encuentros de jóvenes, preparando candidatos para el bautismo y predicando cada sábado.

No tengo dudas de que un día cercano Mabel recibirá la corona de vida, que estará recubierta por cientos de estrellas. Pero junto a ella y al mar como de cristal, estará una gran multitud de de mujeres adventistas; decenas de miles que han edificado día a día el reino de Cristo. Son mujeres que han impartido la Palabra, ayudado a los enfermos, enseñado a los analfabetos y llamado a los pecadores al arrepentimiento y la salvación en Jesús.

A ellas, ciertamente les dirá: «Bien hecho, mis siervas buenas y fieles». Mientras tanto, es tiempo de que la iglesia les exprese su gratitud y les ofrezca su aliento.

– Bill Knott

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«La justicia plena de Cristo es nues-tra única esperanza al acercarnos con rapidez a la conclusión de la historia –dijo Wilson ante unos 2100 presentes y una audiencia extendida por Internet y televisión–. Los adventistas hemos sido llamados a proclamar la verdad de Jesús. Solo él es nuestra salvación». También mencionó que Cristo «nos llama a que aceptemos su justicia y recibamos el poder del Espíritu Santo

HORA DEL LLAMADO: Al predicar en la Universidad Oakwood, en Alabama, Estados Unidos, Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, instó a los miembros a que busquen la justicia de Cristo.

Wilson inicia el Concilio de Primavera con un llamado a buscar la justicia de Cristo

Mark A. Kellner, desde Huntsville, Alabama, Estados Unidos

En una mañana en que se escucha-ron cánticos gozosos, meditaciones de la Palabra de Dios y oraciones sinceras, el pastor Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, hizo un llamado a buscar la «justicia plena de Cristo». Esto sucedió el pasado 9 de abril al inicio del Concilio de Primavera de la Iglesia Adventista llevado a cabo en la Universidad Adventista Oakwood, en Alabama, Estados Unidos.

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de manera de cumplir la última gran obra de proclamar a Cristo, su justicia y su pronto regreso. Este es el mensaje que le ha sido encomendado a la Iglesia Adventista como pueblo remanente de los últimos días».

Wilson añadió: «En este momento crítico de la historia de la tierra, cuando el mundo se derrumba a nuestro alre-dedor, tenemos que humillarnos ante el Señor y entender que nuestra única esperanza está en Cristo y su justicia».

Wilson citó a Elena White, una de las fundadoras del movimiento adventista: «La mayor y más urgente de todas nuestras necesidades es la de un reavivamiento de la verdadera piedad

en nuestro medio. Procurarlo debería ser nuestra primera obra» (Mensajes selectos, t. 1, p. 141).

Y añadió: «Los adventistas debería-mos ser los primeros en proclamar que la salvación se alcanza únicamente por medio de Cristo. Las dos grandes provi-siones de la salvación: la justificación y la santificación, no pueden ser separa-das porque constituyen la plenitud de la justicia de Cristo».

En su sermón Wilson mencionó que la conversión, «hace que los ebrios se vuelvan sobrios; los libertinos, morales; los iracundos, pacificadores; los mentirosos, honestos; los impuros, puros; los evolucionistas, creacionistas; los egoístas, altruistas; los inconversos, creyentes […]. Todo gracias al poder de Dios».

Una vez más, Wilson citó a Elena White, extrayendo de su libro El cami-no a Cristo: «Cada mañana conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a él, para ponerlos en práctica o abandonarlos según te lo indicare su providencia. Sea puesta así tu vida en las manos de Dios y será cada vez más semejante a la de Cristo» (p. 70).

El líder de la iglesia lanzó también una advertencia a sus oyentes respecto de cualquier sentimiento de superiori-dad espiritual que esté ajeno a la gracia de Dios: «Que ningún adventista crea que es mejor que otros. Que nadie acu-se a otros de no ser santos o perfectos. Todos somos pecadores al pie de la cruz, y necesitamos un Salvador que nos brinde su justicia plena para jus-tificar y santificarnos. Debemos todo a Jesús y a nuestra relación con él». Wilson añadió: «El carácter de Cristo es reproducido de manera perfecta en nuestra vida solo cuando dependemos de él. No es algo que podamos lograr por nuestra cuenta».

Al preguntarse de qué manera tienen que entender los adventistas

el plan de salvación, Wilson señaló varias posibilidades. «La gracia barata no puede lograrlo. Niega el poder del Espíritu Santo de transformar la vida día a día para que sea cada vez más semejante a la de Cristo. El legalismo tampoco, porque bloquea el único camino hacia la salvación, que es la dependencia en Jesucristo, la única vía hacia la salvación. El enfoque crítico intelectual tampoco es la respuesta, porque destruye el milagro mismo de la conversión y la santificación y despoja la salvación divina de su poder de transformar vidas».

La respuesta, declaró Wilson, «es que solo la justicia plena de Cristo para justificar y santificar […] nos salvará, transformará y alimentará para que lleguemos a ser verdaderos discípulos de Cristo. Es algo que Jesús hace por nosotros y en nosotros».

Se enfatiza la responsabilidad de los administradores

El pasado 10 de abril de 2011, durante el Concilio de Primavera, los líderes de la Asociación General de la Iglesia Adventista enfatizaron la necesidad constante de ser transpa-rentes y responsables en los informes financieros.

«Como directivos, necesitamos estar unidos y transmitir el tono correcto […], tenemos que trabajar juntos como equipo en todo el sistema», dijo el pastor Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, en respuesta a un informe presentado por Robert E. Lemon y Paul H. Douglas, tesorero y jefe de auditores respectivamente de la iglesia mundial.

El documento de doce páginas sobre transparencia, producto de un equipo de trabajo compuesto por Lemon, Douglas, Tom Evans (tesorero

Ella Smith Simmons, vicepresidenta de la Asociación General de la Iglesia Adventista, se dirige a los delegados al Concilio de Primavera en el Auditorio McKee de la Universidad Oakwood, en Huntsville, Alabama, Estados Unidos.

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de la División Norteamericana), y Robyn W. Kajiura (director asociado de auditoría), hizo hincapié en las inquietudes mencionadas por la junta de auditoría y por su presidente Jack L. Krogstad, un laico a cargo de la cátedra de Contabilidad en la Univer-sidad Creighton en Nebraska, Estados Unidos. Esas inquietudes son producto de un informe de auditoría que, como expresó el documento, «incluye la frecuencia de ciertos hallazgos de au-ditoría y la naturaleza recurrente de no resolución de ellos».

El documento «Transparencia y rendición de cuentas en los informes financieros» indicó la necesidad de mejorar el liderazgo de la iglesia en todos los niveles de la organización, y que mejores controles son el resultado de un mejor ambiente, dado que «la comunicación se encuentra en el centro del gobierno efectivo», y que esto resultará en la confianza creciente de todas las partes interesadas de la iglesia.

«No es un tema de auditoría; es un tema que tiene que ver con el carácter», dijo Juan Prestol, subtesorero de la Asociación General durante el análisis del tema. Para él, «cuando se hace la auditoría ya es tarde», dado que este proceso descubre los problemas después de que se produjeron. Lo que se necesi-ta, añadió, son «cambios en el ADN del liderazgo adventista».

Wilson dijo que los miembros de la junta no deben tener miedo de cues-tionar los temas que se les presenten e instó: «En las juntas, hagan preguntas. No asuman que otro se va a encargar del tema».

Dan Jackson, presidente de la Divi-sión Norteamericana, añadió: «En las juntas no debería haber amiguismos […]. Si estoy en una junta y respondo a los temas de la junta porque soy amigo de los que están allí, no tengo por qué estar en esa junta. Ustedes ne-

cesitan presentarme desafíos, y hacerlo con una sonrisa».

Ella Smith Simmons, una de las vicepresidentas de la iglesia mundial, enfatizó la necesidad de un enfoque aún más elevado: «Nuestro desafío tiene que ser el compromiso con la mayordomía integral. Por supuesto nos referimos a operaciones financieras pero, ¿cómo podemos operar con ética e integridad si no valoramos la conducta ética en cada aspecto de nuestra labor, de nues-tro ser, de nuestras relaciones y calidad de desempeño? Tiene que existir un enfoque integral».

En su informe Lemon dijo que las finanzas de la iglesia mejoraron en 2010. «En 2010 el diezmo mundial pasó la marca de los dos mil millones. A pesar de la recesión y la lenta recupera-ción de la economía en los EE. UU., las economías de la mayoría de los países se mantienen sólidas. Esto se reflejó en los diezmos y ofrendas. El diezmo se incrementó un 8,2 por ciento, y llegó a 2002 millones de dólares. En la División Norteamericana, en 2009 se incrementó un uno por ciento y en 2010 llegó a 887 millones, en comparación con los

877 millones de 2009. En las demás Divisiones, el diezmo se incrementó un 14,6 por ciento y sumó 1114 millones, en comparación con los 972 millones del año anterior. Parte del incremento se debe a la fluctuación de las tasas de cambio, pero gran parte se debe a incrementos en las monedas locales».

Lemon también destacó que los costos del Congreso de la Asociación General 2010 en Atlanta, que estaban presupuestados en 6,2 millones de dólares, sumaron tan solo 5,5 millones.

Los auditores independientes y los diversos fondos de pensión asociados con la sede central de la iglesia y la División Norteamericana otorgaron en todos los casos dictámenes favorables sobre los estados financieros de la organización.

El subtesorero Prestol añadió que el balance de la Asociación General para los tres primeros meses de 2011 «tiene un superávit de 2,6 millones dólares», lo que significa que la organización está teniendo «un muy buen desempeño» hasta el momento.– Mark A. Kellner, desde Huntsville, Alabama, Estados Unidos

INFORME FINANCIERO: Robert E. Lemon, tesorero de la Asociación General, presenta el informe de tesorería ante la Junta Directiva de la Asociación General. Lemon dijo que en 2010 el diezmo llegó a los dos mil millones de dólares por primera vez en la historia.

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Los adventistas de la División Sudamericana no se proponen metas pequeñas. Al igual que en

los últimos años, el pasado sábado 16 de abril el programa misionero anual alcanzó a millones de personas en el territorio que abarca Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, las islas Malvinas, Paraguay, Perú y Uruguay.

En Brasil, el proyecto «Amigos de esperanza» ha hecho una diferencia. En la iglesia Central de Ji-Paraná, Rondônia, un pastor evangélico estuvo entre los invitados a un desayuno en el día de «Amigos de esperanza». En el distrito Alto da Conceição, en Natal, Río Grande del Norte, más de cincuenta hogares se abrieron para recibir a más de doscientos amigos, y unas cincuenta personas se

registraron para recibir estudios bíblicos.En el distrito Urbis I, en Eunápolis,

Bahía, se ofreció un delicioso desayuno a los que visitaron la iglesia central de la ciudad.

En San Pablo se realizaron diversas actividades como parte del proyecto. La iglesia Guarulhos Centro recibió más de sesenta visitas. La iglesia Central de Apiaí, en el oeste de la ciudad, recibió cuarenta y a la iglesia de Pinheiros asistieron veinte visitas. En el distrito de CEA Prudente, más de trescientos amigos asistieron al culto y más tarde almorzaron en los hogares de los feligreses.

José María, director de comunica-ciones de la iglesia Central, invitó a Valdeci Lourenço, ex alcalde de Conchal, al programa especial llevado a cabo en el centro cultural de la ciudad.

Semillas de esperanzaDurante la semana anterior al

evento, seis grupos de una escuela de la Asociación Paulista del Este participaron en el proyecto «Amigos de esperanza». Estudiantes de todos los grados entre-garon pequeños paquetes y una tarjeta como símbolo de su esperanza para el planeta. La simple actividad anticipa un impacto ecológico significativo. Los paquetes incluían semillas de girasol, que la gente puede sembrar para mejorar la calidad del aire y disfrutar de hermosas flores en su hogar.

La iniciativa y la creatividad de los miembros hizo una gran diferencia en este día misionero. En la iglesia Horizonte Azul, del distrito de Santa Julia, San Pablo, treinta y dos amigos y vecinos de la iglesia asistieron al culto especial de «Amigos de esperanza». Se usó un vehículo para buscar y llevar a los invitados. En la iglesia de Vila Sanchez, Vale do Ribeira, los líderes llevaron a cabo un esfuerzo conjunto que combinó emprendimientos y evangelismo en la semana anterior al 16 de abril. Ese sábado, recibieron ciento seis visitas que se les unieron para adorar al Señor. La asistencia superó el doble de los cuarenta y cinco miembros regulares.

Más de ochocientos docentes y casi siete mil estudiantes llegaron a ser mensajeros de esperanza gracias a Internt; se enviaron 1 268 852 mensajes electrónicos con el libro Todavía hay esperanza como adjunto.

«Nos entusiasma comenzar a recibir los informes y tener la satisfacción de alcanzar nuestras metas –dijo Edgardo Muguerza Florián, director de Educación, Comunicación y Libertad Religiosa de la Unión Sur del Perú–. Cuando me llamaron y me dijeron que no podían enviar más mensajes electrónicos porque habían superado el límite permitido, sentí un gran entusiasmo y le agradecí a Dios». ■– con informes adicionales de ASN Perú

El evento incluye el envío de un millón doscientos mil mensajes electrónicos con un libro adjunto

Felipe Lemos, División Sudamericana

Izquierda: MENSAJES DE ESPERANZA: Estudiantes adven-tistas de Perú enviaron más de un

millón de mensajes electrónicos con el libro Todavía hay esperanza. Desde esta escuela, se despacharon más de cuarenta y cinco mil ejemplares electrónicos. Derecha: BIENVENIDA EN BOLIVIA: En una iglesia adventista de Bolivia, los jóvenes dan una calurosa bienvenida a las visitas.

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plan «Amigos de esperanza»Los adventistas de Sudamérica llegan a millones gracias al

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La depresión suele incapacitar a las personas. Hay millones que han vivido en las sombras de la

tristeza y una lúgubre desesperanza, sintiéndose incompetentes y sin ningún valor. Si bien hay diversos grados de depresión (todos experimentamos sen-timientos menores de depresión), existe una preponderancia de la depresión severa crónica que afecta al 21,3 por ciento de las mujeres, que casi duplica el porcentaje de hombres afectados (12,7 por ciento) y motiva una reflexión. Los niños menores de diez años también pueden experimentar depresión, pero la diferencia entre los sexos no se hace aparente hasta la pubertad. Después de la menopausia, las mujeres tienen menor tendencia a deprimirse.

Hay muchos factores que influyen en esto. Las mujeres son más suscep-tibles a la depresión inducida por el estrés. También son cuatro veces más susceptibles a la depresión afectiva es-tacional. Las fluctuaciones hormonales de los años reproductivos bien pueden influir en los neurotransmisores del cerebro, incrementando la vulnerabili-dad a la afección.

En muchas sociedades, las mujeres no gozan de una posición igualitaria, y

esta discriminación también puede jugar un papel en la depresión. Las exigencias que reciben de procrear o de regular el tamaño de la familia significan a menu-do una carga de responsabilidad despro-porcionada de la función reproductiva. La infertilidad y el aborto espontáneo pueden ser vistos como un fracaso en el cumplimiento de su función. En mujeres susceptibles, los anticonceptivos orales pueden tener un potencial de contribuir con la depresión. Los factores hormo-nales pueden jugar un papel cíclico en la depresión, o afectar a las mujeres en el posparto. Más allá de los factores que influyan sobre la enfermedad, una mujer deprimida merece y requiere cuidados serios y compasivos.

Las depresiones menores a menudo responden a programas de ejercicio; las modificaciones en la alimentación también pueden aliviar algunas de esas situaciones. En casos relacionados con afecciones depresivas, puede ayudar que se enseñe a las mujeres a manejar el estrés y tener una relación espiritual equilibrada.

Las depresiones graves necesitan ser reconocidas con la misma seriedad que las afecciones físicas graves como la diabetes o la hepatitis. Los comentarios imprudentes tales como «¡Esfuérzate!» o «¡Reanímate!» reflejan la ignorancia del que los hace, y pueden llevar a un dolor y una depresión aún mayores.

Los promotores de la «salud» a menudo ignoran los mecanismos pato-fisiológicos, y pueden usar el mensaje

adventista de salud como una panacea.Cuando la depresión es severa, se

necesita ayuda profesional. Es impru-dente y entrometido permitir que los «reformadores de la salud» bieninten-cionados pero sin preparación, procuren interferir en la vida de una persona que sufre esta afección. Los que hemos perdido amigos o familiares deprimidos que se suicidaron, entendemos bien el tormento que experimentan estas personas. Aun nuestros juicios y dictá-menes religiosos sobre el destino eterno de los suicidas infringen la orden de Jesús de no juzgar a otros para no ser juzgados (Mat. 7:1).

Si queremos ser como Jesús, es importante que mostremos un espíritu dulce y compasivo; derivemos sin dudar a la persona afectada a expertos bien preparados, y evitemos todo comenta-rio condenatorio.

Le sugerimos que brinde ese tipo de apoyo a su amiga. ■

en lasAllan R. Handysides y Peter N. Landless

Mi amiga tiene un excelente esposo y dos niños amorosos, pero estoy preocupada por ella. Está muy deprimida. Le digo que ore más y que se reanime un poco, pero parece resistir a mis esfuerzos. ¿Qué me sugieren?

Allan R. Handysides es director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Peter N. Landless es director ejecutivo del ICPA y director asociado del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

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Chantal Klingbeil conversó con Nancy Wilson, esposa del pastor Ted N. C. Wilson, sobre la importancia de las mujeres en la iglesia y la familia.

En muchos lugares las mujeres conforman un gran porcen-taje de la feligresía. ¿Cuán importantes son las mujeres para la iglesia?Creo que son fundamentales, y en muchos lugares son el co-razón de ella. Las mujeres tienen una manera de relacionarse que hace que la gente se sienta bienvenida, porque se identi-fican con otros, no importa quiénes sean. Aun al leer pasajes de las Escrituras, solemos hacer lecturas diferentes o tenemos perspectivas distintas que los hombres. Somos iguales en to-dos los aspectos, pero diferentes; nuestras mentes funcionan en forma diferente. Por eso creo que tenemos perspectivas que los hombres a veces no han percibido.

¿Está diciendo que es bueno ser diferente?¡Oh, sí! Los hombres y las mujeres fuimos creados a la imagen de Dios, y parte de esa imagen implica complementarnos con nuestras diferencias. Juntos conformamos un panorama más completo, así como 1 Corintios 12 nos recuerda que las diferentes partes del cuerpo forman un todo. Nos necesita-mos mutuamente porque nos complementamos en nuestra manera de procesar los pensamientos; aun a nivel emocional podemos diferir, pero complementarnos.

En los últimos cien años, el papel de las mujeres ha cam-biado notablemente en casi todas las sociedades. Aun las culturas más tradicionales están presenciando cambios. Aunque la mayoría de nosotras siente que en el pasado la función del grupo femenino estaba muy restringida, la ausencia de funciones puede resultar confusa para una

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mujer que busca un lugar en la vida tratando de ser alguien.Dios nos ha dado diferentes dones, que en una relación saludable no deberían entrar en competencia. Él quiere que florezcamos y brillemos según su propósito al crearnos y estos distintos roles o tareas no desmerecen lo que hacen los demás. Es algo muy personal. A veces tendemos a compararnos con otras personas y nos sentimos mal. Un ejemplo es cuando ve-mos que otros están creciendo profesionalmente mientras que nosotras estamos en casa con los niños. Necesitamos entender que esta es la tarea que Dios tiene para nosotras. No hay nada más importante que ser madre. La madre es una artista, una escultora; prepara para la eternidad. Nada podría ser más im-portante. En realidad es la profesión más importante y pode-rosa de la tierra, porque preparamos a otros para la eternidad.

Hoy día las mujeres recibimos muchas presiones de la sociedad y de los medios, acerca de lo que se pretende que seamos. Como cristianas, sabemos que tenemos que tener otra escala de valores. ¿Cuál es el valor que la Biblia da a las mujeres?¿Fue alguien más honrada en la Biblia que María? Era una jovencita. No había asistido al seminario o a la escuela rabíni-ca. Era una desconocida, y sin embargo se le otorgó el mayor privilegio que tuvo un ser humano sobre esta tierra; lo recibió porque caminó con Dios y reconoció su voz. Pienso en Ana,

Abigail y Elizabeth. Dios las escogió para dejar una profunda marca en la historia, porque ellas escucharon la voz de Dios y siguieron sus designios. En sus sociedades y culturas fueron ejemplos protagónicos de un plan divino. Podemos ser una gran influencia tanto en nuestra familia como en la comuni-dad y la iglesia, pero solamente lo lograremos si cultivamos una relación personal con el Señor.

¿Cómo puedo hallar –como mujer– mi función en la vida y en la iglesia? ¿Cómo puedo descubrir la voluntad de Dios y encontrar mi espacio, para comenzar a desarrollar mi potencial?Como Dios nos ha dado intereses diferentes, pienso que debemos identificar lo que nos atrae más, para así dedicarnos a realizarlo con entusiasmo. Muchas veces le pedí a Dios que abra o cierre puertas según su voluntad, para que yo no tuviese dudas. ¡Y él lo hizo!

A veces necesitamos mirar las necesidades de nuestras iglesias y comunidades. Algunas saben intuitivamente cuáles son sus dones. Otras no; por ello prueban tareas diversas. Necesitamos ver qué necesidades hay, y analizar qué contribu-ción podemos hacer.

¿Es decir que no hay que esperar hasta que Dios nos dé algo realmente importante para hacer?

mujeres,

Emilie DeVasher, una de las hijas del pastor Ted Wilson y ahora también esposa de pastor, recuerda cómo su padre la animaba a participar en la iglesia desde niña.

perspectiva de una hijaLa

Papá siempre me impulsó a participar en las actividades de la iglesia. Él me dio los estudios para prepararme para el bau-tismo y disfruté mucho de esos momentos de estudio que me resultaron muy intere-santes. Me animó a ser parte de la iglesia y a entender por qué era adventista.

Acaso tan importante como su estí-mulo ha sido la actitud muy positiva hacia nuestra familia y la familia de la iglesia de la que para mí él siempre fue un ejemplo. Aún hoy tiene por costumbre alabar a mi madre delante de nosotras y decirnos cuán importante es ella para él. Esto me ayudó a desarrollar una perspectiva muy

positiva sobre mi función en la familia y mi cambiante papel en la iglesia como esposa de pastor. Papá siempre nos animó a que hallemos nuestro espacio, ya sea en la casa o en la iglesia, y que nos desta-quemos en él.

Cuando éramos pequeñas nos animó a participar en los cultos de la iglesia, por más que fuera algo simple como leer la Biblia o hacer una oración; si teníamos miedo nos acompañaba y ayudaba. Yo era la más tímida de las tres, pero él se mostró muy paciente y me secundaba. Jamás me presionó, pero siempre estaba listo para brindarme ayuda práctica. A veces se

trataba de ayudarme a practicar una lectura bíblica que tenía que presentar en la

iglesia, o a pronunciar los nombres difíciles de un relato misionero. Eso me abrió opor-tunidades de servir. Como familia solíamos cantar en las iglesias, en especial cuando volvíamos desde el África, durante las vacaciones. Las tres hermanas cantábamos juntas, y mis padres también cantaban o tocaban algún instrumento.

Mamá y papá siguen orientándome y periódicamente los llamo para pedirles consejos. Seguimos siendo una familia muy unida. Mis padres no han dejado de apoyarme.

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Cuando mis hijas eran pequeñas, a veces me sentía frustrada pensando en todas las cosas que no podía hacer por tener que quedarme en casa con ellas. No obstante, cuando acepté las limitaciones y entendí que eran temporarias, me sentí en paz. Cada etapa nos permite crecer en nuevos ministerios y desafíos; somos llevadas al límite de diversas maneras, en cada etapa de la vida. He descubierto que no podemos crecer mientras no nos veamos forzadas al máximo de nuestras posibilidades.

Podemos pensar: Si pudiera estudiar, o tener esa experien-cia, o encontrar marido, o hacer esto o aquello, sería feliz. Pero las circunstancias nada tienen que ver con la felicidad. Dios quiere que cada día hallemos contentamiento y aguardemos en él y su voluntad.

Cuénteme un poco de su experiencia actual. La función de esposa del presidente de la Asociación General es algo nuevo para usted, y no existe un manual de funciones o una descripción de tareas.¡Cómo me gustaría que existiera un manual! Me hace acordar a la época de recién casados, cuando quería saber qué decir y hacer como esposa de pastor. Entonces me di cuenta de que mi tarea era amar a las personas, y que Dios me mostraría qué debía hacer. Terminé haciendo una variedad de cosas junto con Ted: visitas, estudios bíblicos, clases de cocina, cultos, etc. Y me encantó. Me dediqué a amar a las personas.

En la actualidad, puedo decir que me sigue gustando conocer a otras personas y aprender de las diversas culturas. Podemos tener grandes diferencias culturales, pero en esencia somos iguales. ¡Me entusiasma mucho conocer a gente de diversos lugares del mundo! Creo que la mejor manera de expresarlo es pensar que el mundo es nuestra iglesia, que Ted es el pastor, y que yo soy la esposa del pastor.

¡Ahora usted tiene que amar a muchísimas personas!¡Así es! Y estoy aprendiendo a hacerlo.

El valor y la importancia de las mujeres seguramente es un tema importante para ustedes como matrimonio, dado que tienen tres hijas y cinco nietos. ¿Qué es lo que desea para sus hijas y nietos?Nos sentimos muy felices por nuestras hijas y su función de madres. Veo que nuestros yernos las animan para desarro-llarse y seguir creciendo como esposas y madres, sin dejar por ello de mantener sus personalidades. Es interesante observar cómo se van desarrollando las personalidades de nuestros nietitos, sus intereses y talentos, y ver de qué manera son diferentes y únicos entre sí, lo que sucede con todos nosotros. Dios es tan creativo; nos hizo tan singulares y diferentes, y quiere que crezcamos, florezcamos y lleguemos a ser las espo-sas, madres, hermanas y amigas que él desea. ■

P A N O R A M A M U N D I A L

mujeresDos

que han influido profundamente en mi

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TED N. C. WILSON

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10 Adventist World | Junio 2011

Mi madre fue una persona muy fiel y prudente, que siempre nos estimuló mucho. Demostró un amor personal por Jesús como Salvador y amigo, e in-fundió en otros una confianza simple en las enseñanzas de

la Palabra y en lo que significa ser adventista. No era necesariamente alguien que tuviera una vida pública, más allá de su tarea como maestra de segundo grado, donde le gustaba inculcar hermosas verdades espirituales a sus pequeños alumnos. Sabía hacerlo muy bien. Mostraba mucha bondad, empatía y cariño. En mi propio caso, me brindó la estabilidad que necesitaba, porque mi padre viajaba mucho. Sus cualidades –su bondad, paciencia, ternura y simple confianza– fueron inestimables. A los noventa y un años aún sigue sonriendo y siendo dulce.

Otra persona que ejerció una fuer-te influencia en mi vida fue la directora de mi escuela Miriam Tymeson. Fue una persona absolutamente excep-cional. Siempre era dueña de todas las situaciones. Era una de esas personas que uno puede temer y amar al mismo tiempo. Comprendía profundamente la educación cristiana y sabía infundir los valores bíblicos en los jóvenes sin dejar de coordinar un programa académico muy sólido, activo y eficiente. La Sra. Tymeson me inculcó valores espirituales y me hizo entender qué es la educación adventista. Disfrutaba mucho de su compañía. Personificó y reforzó la importancia de ser capaz y competente en lo que nos piden que hagamos y fue una de esas personas que me hizo sentir orgulloso de ser adventista.

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En las enseñanzas de Cristo, se destaca la doctrina del Espíritu Santo. ¡Qué tema tan vasto de

contemplar! ¡Cuánto ánimo nos brinda! ¡Qué tesoros de verdad reveló Cristo a sus discípulos al enseñarles sobre el Espíritu Santo, el Consolador! Les explicó este tema para consolarlos en la gran prueba que pronto habrían de pasar, para que se alegraran en su hora de gran chasco. Les dijo: «Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo».

Es esencial la influencia divinaEl Redentor del mundo buscó llevar

el más fuerte solaz a los corazones de los angustiados discípulos. Sin embar-go, de los muchos temas posibles, es-cogió el del Espíritu Santo, que habría de inspirar y consolar sus corazones. Y sin embargo, aunque Cristo se explayó mucho en este tema, ¡cuán poco se habla de él en las iglesias! El nombre y la presencia del Espíritu Santo son

prácticamente ignorados, pero la influencia divina es esencial en la obra de perfeccionar el carácter cristiano. Algunos no tienen paz ni descanso; se encuentran en un estado de ansiedad constante, y permiten que el impulso y la pasión gobiernen sus corazones. No saben qué significa experimentar paz y reposo en Cristo. Son como un navío sin ancla, impulsados y sacudidos por el viento. Pero los que permiten que el Espíritu Santo controle sus vidas caminan en humildad y mansedumbre. Obran de acuerdo con la voluntad de Cristo, y serán guardados en paz perfecta, mientras que los que no son controlados por el Espíritu Santo son como el mar agitado.

Conozcamos la voluntad de Dios

El Señor nos ha dado un directorio divino por el cual podemos conocer su voluntad. Los que son egocéntricos y autosuficientes no sienten la nece-sidad de escudriñar las Escrituras, y se sienten muy perturbados si los demás no poseen las mismas ideas defectuosas y ven con la misma visión distorsionada que ellos tienen. Pero el que es guiado por el Espíritu Santo ha arrojado su ancla dentro del velo donde Jesús intercede por nosotros. Esa persona escudriña con ansias sin-ceras las Escrituras, y busca que la luz y el conocimiento lo guíen en medio de las perplejidades y peligros que a cada paso lo acometen. Los inquietos, quejosos y murmuradores leen la

Biblia para vindicar su propio curso de acción, e ignoran y pervierten los consejos de Dios.

Los que hallan la pazEl que tiene paz ha puesto su

voluntad junto con la voluntad divina y anhela seguir las orientaciones de Dios, mientras el que está lleno de inquietud lucha constantemente por sostenerse y demostrar que está en lo correcto, mientras se sostiene con lo que estima que es sabiduría.

Para el corazón sincero y contrito, la verdad es verdad; si se le permite, esta santificará el alma y transformará el carácter a imagen divina. Para los otros, la verdad es una teoría; no está incorporada a la vida práctica. Los que comprenden cuál es el tipo de obra que deben realizar para representar a Cristo caminan con temor y temblor ante Dios, puestos los ojos en Jesús, al Autor y Consumador de la fe. No se atreven a confiar en sí mismos. No se animan a encender un fuego propio para caminar a la luz de sus destellos, porque el Señor ha dicho que todo eso terminará en dolor. El Señor ha encomendado los tesoros de su verdad a los integrantes de su pueblo, y estos jamás serán excusados si presentan la verdad según su propio espíritu no santificado, o usan la verdad como un látigo para afligir a otros. ■

Este artículo fue publicado por primera vez en Signs of the Times, el 14 de agosto de 1893, bajo el título «Sanctification Through the Truth» (Santificados por la verdad). Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público.

1. ¿Qué podemos hacer para conocer la voluntad de Dios?

2. ¿Qué marca la diferencia entre la persona que tiene paz y la que está llena de ansiedad?

3. ¿Qué relación hay entre la voluntad y la paz de una persona?

4. ¿Qué cosa puede santificar el alma y transformar el carácter?

para reflexionarPreguntas

verdaderapaz

La

La relación entre la voluntad,

la verdad y el almaElena White

E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

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Bajaba por las escaleras de casa con mi nietito de diez meses en brazos, cuando de repente, sonriendo, señaló hacia arriba, donde estaba su madre, y me miró como

diciendo: «¿Entiendes lo que digo?». La expresión tácita de Jan no denotaba angustia o temor; ni siquiera me pedía que volviera sobre mis pasos. Solo estaba tratando de decirme: Sé que mamá está allí arriba, y me alegro mucho, porque ella es todo para mí.

Su mensaje sin palabras me hizo pensar. Aunque Jan no podía verla o escucharla, el pequeño sabía con certeza que su madre estaba allí arriba. Su lenguaje corporal expresaba que entendía que ella lo ayudaba, alimentaba, protegía y suplía sus necesidades. A veces ella lo hacía llorar un poquito, en especial a la hora de cambiarle los pañales o vestirlo. Pero él bien sabía que esos breves momentos de incomodidad no se comparaban con todo el bienestar que le traía su presencia. Era solo un bebito, pero ya había aprendido que sin ella, estaba perdido.

Esta experiencia me hizo reflexionar en mi vida como hija en esta tierra, pero también me llevó a pensar en mi actitud hacia la presencia invisible de Dios el Padre. ¡Cuánto me emociona saber que, por más que no podamos verlo, escucharlo o palparlo, «allá arriba» tenemos un Padre de quien dependemos por completo y por quien vivimos.

Un pálido reflejoLo invito a reflexionar unos minutos en su padre terrenal.

Acaso algunos nunca lo conocieron. Otros sí lo hicieron, pero en lugar de un ser amoroso, responsable y digno de confianza, descubrieron que era egoísta, negligente o taciturno. Algunos disfrutamos de un padre «casi perfecto» que nos dio protección y amor, y nos preparó para enfrentar los desafíos de la vida. Aun así, a menudo se equivocó: malinterpretó nuestros motivos, angustias y deseos; no siempre estuvo en el momento oportuno para guiarnos, o en ocasiones no estaba a nuestro lado cuando más lo necesitábamos.

La Biblia me ayuda a entender cómo es mi Padre celestial; también puedo conocerlo mejor al comparar a Dios el Padre, con mi padre terrenal. Ambos métodos me ayudan a reconocer varias de sus características tan especiales.

¿Cómo es el Padre?Dios el Padre no cambia; no está presente hoy para

desaparecer mañana. Es eterno; el tiempo no puede limitarlo (Jer. 10:10; Sal. 45:6). Y quiere que lleguemos a ser herederos eternos de su reino.

Todos podemos acceder al mismo Padre. Él no muestra parcialidades; no rechaza a algunos mientras cuida de otros. Quiere lo mejor para nosotros, porque es clemente y compasivo (Éxo. 34:6, NVI). Aunque no lo merecemos, nos invita a vivir con él para siempre.

Mi padre terrenal siempre trató de suplir mis necesida-des, aunque en ocasiones le faltó la energía y la fuerza para sostenerme, guiarme o llevarme en sus brazos. Pero mi Padre celestial es infinitamente poderoso (Sal. 89:9). Jamás descansa.

Aún recuerdo el día en que mi padre me castigó porque me encontró trepada a un armario repleto de libros. En ese momento pensé que no era un buen padre; yo solo estaba tratando de buscar un libro para leer. Mi Padre celestial puede

Susana Chaskelis Schulz fue la primera directora de Ministerios de la Mujer en la División Sudamericana. Actualmente es coordinadora editorial de las ediciones

internacionales de la revista Diálogo, en el Departamento de Educación de la Asociación General.

Susana Chaskelis Schulz

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

PadreVıslumbres

mıN Ú M E R O 3de

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mirar más allá de mis acciones y analizar mis intenciones. Aunque a menudo nos disciplina, sus juicios jamás se equivocan: Es «misericordioso y piadoso, tardo para la ira» (Éxo. 34:6). En efecto, nuestro Padre nos escucha cada vez que expresamos nuestro dolor por haber fallado. Él cree en nosotros y nos perdona (vers. 7). Y cada vez que lo hace, nos acercamos más y más a sus brazos de amor.

Me gustaba mucho recibir regalos de mi padre. Por lo general eran libros, que elegía muy bien, y que yo apreciaba mucho. Él nunca fue un hábil artesano, y no recuerdo haber recibido algo hecho con sus manos. Dios el Padre es el Creador (Gén. 1:1, Apoc. 4:11) y Sustentador del universo. Él creó nuestro mundo hermoso, perfecto y lleno de vida. Ahora nos está preparando un hogar celestial, un lugar especial donde disfrutaremos de maravillas inimaginables.

Por último, nuestro Padre también es un Dios de amor. Más que una característica, es parte de su misma naturaleza, porque Dios es amor (1 Juan 4:8). Así como no podemos comprender la eternidad, se nos hace imposible describir su amor ilimitado. Es un amor tan perfecto que no podemos llegar a entenderlo; tan puro y calmo como un lago cristalino, pero fuerte e incontenible como las olas del mar.

Dios demostró su amor al enviar a su Hijo (Juan 3:16). No lo prestó ni lo envió de visita; no fue un simple acto formal de cortesía. Cuando entregó a su Hijo, Dios dio en efecto una parte de sí mismo. Entregó a Jesús sin condiciones, como regalo, para que por la vida del Hijo pudiéramos ver al Padre, y por la muerte del Hijo pudiéramos vivir con el Padre.

Oh sí, Dios el Padre es mucho más que eterno, compasivo, amante, poderoso, misericordioso, justo, perdonador y Creador. Como hija, sin embargo, no siempre lo entiendo, porque mi

mente finita no puede captar lo infinito, ni entender al instante todos sus actos. A veces me lleva años comprenderlos. A pesar de ello, me basta con saber que está allí; sin él, estoy perdida. Sé que me ama y quiere guiarme y cuidar de mí. Sé también que está dispuesto a levantarme nuevamente cuando caigo; siempre me ofrece su mano cuando le cuento mis flaquezas y mis dudas.

La esperanza de verloMi nietito sentía tanta alegría y necesitaba tanto a su

madre, que tiempo después ese mismo día, aún sonriendo pero con gran esfuerzo y energía, subió gateando las escaleras por primera vez en su vida para llegar hasta ella.

De la misma manera, Dios es invisible y su presencia física está lejos de nosotros, pero eso no nos impide alcan-zarlo. No es difícil para nosotros «subir las escaleras» hasta llegar a él (Juan 14:9). De hecho, si miramos al Hijo, vere-mos al Padre; si escuchamos al Hijo, oiremos al Padre; si nos acercamos al Hijo, nos aproximaremos al Padre; si hablamos con el Hijo, estaremos conversando con el Padre. Esperamos al Hijo, para que él nos lleve al hogar a vivir para siempre con el Padre.

Mi padre terrenal ha pasado al descanso. Ya no puedo oír su melodiosa voz de barítono solista entonando cánticos para alabar a ese Padre celestial que él tanto amaba. Pero yo sé, sin embargo, que un día papá levantará los brazos y la vista y, con una sonrisa, mirará a su Padre cara a cara. Entonces, junto con miles de redimidos, nos uniremos a un inmenso coro que entonará alabanzas a nuestro Padre, al «Rey de los siglos, inmortal […], a Dios […], sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén» (1 Tim. 1:17). ■

Dios el Padre Eterno es el Creador, Origen, Sustentador y Soberano de toda la creación. Es justo, santo, misericordioso y clemente, tardo para la ira y abundante en amor y fidelidad. Las cualidades y las facultades del Padre se manifiestan también en el Hijo y en el Espíritu Santo. (Gén. 1:1; Apoc. 4:11; 1 Cor. 15:28; Juan 3:16; 1 Juan 4:8; 1 Tim. 1:17; Éxo. 34:6, 7; Juan 14:9).

Diosel Padre

Él nos escucha cada vez que expresamos nuestro dolor por haber fallado.

Padre

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Dios y el temorEl temor parece estar entretejido en nuestros genes. Todos

tenemos que luchar con él en alguna de sus formas, en algún lugar, en algún momento. Dios ama a los temerosos, pero no puede coexistir con el temor, porque «el perfecto amor echa fuera el temor» (1 Juan 4:18). El Señor tiene una manera extraña de enfrentar nuestro temor. No nos ofrece nuevas circunstancias o cosas. Nos dice simplemente que no temamos.

Muchos intercambios entre un ser divino y los temerosos humanos comienzan con la aparición de un ángel brillante que pronuncia la tan apropiada frase: «No temas». ¿Recuerda usted la historia del llamado de Josué? Frente a una tarea en apariencia demasiado grande para él, Dios le dice: «No temas» (Jos. 1:9). Cuando Salomón enfrenta el desafío de reemplazar al gran rey David, también se le dice: «No temas» (1 Crón. 22:13). Jeremías tiene una misión aún más difícil: tiene que ser el vocero de Dios en momentos que se aproxima la destrucción de Jerusalén. A pesar de la segura adversidad, Dios le dice: «No temas» (Jer. 1:8).

Aunque la simple orden de no temer puede parecer buena en la teoría, es mucho más difícil aplicarla cuando uno aguarda a las puertas de la unidad de cuidados intensivos. Esas

¡Eresbienaventurada!

ué necesita usted para ser feliz? Es probable que podría pensar inmedia-

tamente en varias cosas. Algunos imaginan que si tuvieran un mejor matrimonio, mejor salud o incluso un nuevo par de zapatos, su

vida sería distinta. La mayoría de nosotros ya ha aprendido que la felicidad que se basa en circunstancias o cosas, es efímera. Pero le hago otra pregunta: ¿Qué le provoca temor? Algunos tenemos miedo de las serpientes o las arañas. Nos producen temor las sombras extrañas que de noche se reflejan en nuestra ventana. Tenemos miedo de sufrir el cáncer, de estar solos o de envejecer. La lista es interminable. A diferencia de la felicidad, el temor sabe cómo regresar día tras día y año tras año.

Más allá del temor

Chantal J. Klingbeil

Chantal J. Klingbeil es oradora, escritora, y maestra de sus hijas en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.

D E V O C I O N A L

¿

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palabras pueden sonar vacías, indiferentes y aun imposibles. Pero no olvidemos quién nos manda que no temamos. Dios sabe lo que es el temor. Jesús luchó con el temor en el Getsemaní. No fueron situaciones imaginarias o ruidos extraños en la noche, los que le hicieron sudar sangre. Fue, en cambio, la conciencia del dolor, la separación y el abismo de la segunda muerte que se veía obligado a enfrentar. Jesús enfrentó y con-quistó no solo el poder de la muerte, sino el poder del temor.

Historia de dos mujeresDos mujeres se encuentran: una es anciana y estéril; la

otra, una joven virgen. La anciana ha enfrentado una vida de miradas degradantes, acusaciones a sus espaldas y el dolor que la atormenta de no ser aceptada por Dios. Ahora, ambas esperan un hijo, gracias a las intervenciones milagrosas de Dios. Los años sin hijos le han enseñado a luchar contra el temor y a ser feliz más allá de las circunstancias. Elisabet, que así se llama la anciana, le ofrece a María el antídoto para el temor. María lo necesitará. Su historia tampoco es un cuento de hadas. Por cierto, su felicidad no dependerá de las circuns-tancias. Tendrá que explicar a su familia la increíble historia de su embarazo. Su prometido pensará en abandonarla. Además, la ley que manda apedrear al que cometa adulterio está en vigencia. Treinta y tres años después, una espada tras-pasará su corazón cuando vea a su Hijo que, clavado en una cruz, se esfuerza por seguir respirando.

Elisabet dice: «Bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor» (Luc. 1:45). «Bienaventurada», es decir, «dichosa». Elisabet le está dicien-do a María que la felicidad nada tiene que ver con circuns-tancias ideales. La felicidad implica que enfrente sus temores y elija obedecer la orden de Dios de no temer. Significa creer lo que Dios dice, y reclamar sus promesas. Elisabet dice que es posible sentir paz al creer que Dios quiere lo mejor para nosotros. Sabe que creer lo que Dios dice, significa creer que él nos ama, que cuida de nosotros y nuestros seres queridos. Esta fe siempre espera algo mejor cuando las circunstancias distan mucho de lo que esperamos de ellas.

¿Comprende María todo el temor, la felicidad y los giros inesperados que demandará su vida al servicio de Dios? No. María se sentirá atraída y desconcertada por su hijo perfecto. Aprenderá también que el «trono de David, su padre» (vers. 32) no es un trono terrenal. Tendrá que entender que los pensa-mientos de Dios no son nuestros pensamientos, ni sus caminos nuestros caminos (Isa. 55:8). Aún no sabe que el plan de salvación de Dios abarca el tiempo y la eternidad, la tierra y el universo. María no ve el cuadro completo, pero sabe lo sufi-ciente como para confiar. Y elige avanzar por fe. Al igual que Ana, que prorrumpe en un cántico inspirado cuando enfrenta

¡Eresbienaventurada!

Muchos intercambios entre un ser divino y los temerosos humanos comienzan con la aparición de un ángel brillante que pronuncia la tan apropiada frase: «No temas».

sus miedos y deja a su más grande tesoro, el pequeño Samuel, en las manos de Dios, María comienza a cantar. Su cántico vibra de felicidad. María confía porque sabe que Dios es su Salvador. Es suficiente para que su espíritu se regocije aunque aún no comprende plenamente el plan de salvación de Dios o la parte que ella desempeña en él. Después de reunirse con el ángel, María sabe más allá de toda duda, que Dios la tiene en cuenta (Luc. 1:48). Entre los millones de habitantes de la tierra jamás será un rostro anónimo. Las circunstancias pueden presentar grandes desafíos, pero María puede esperar en un Dios que es fiel a sus promesas (vers. 54). Ella ha sido liberada para pensar en grande, «pues nada hay imposible para Dios» (vers. 37).

María tuvo el privilegio de ver que la Promesa de Dios se hizo realidad delante de sus ojos. Tuvo el privilegio de tener en brazos a quien abrazaría a toda la humanidad. Conocía a Jesús y jamás dudó de su amor, ni siquiera en ese viernes oscuro y terrible. No es de extrañar que se la llame bienaventurada.

¿Qué necesitamos para ser felices? Dios se ha fijado en nosotros. Podemos mirar más allá de nuestras circunstancias y temores. Podemos prorrumpir en un cántico, a pesar de nuestro entorno. Bienaventurados, sí, y dichosos «los que no vieron y creyeron» (Juan 20:29). ■

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SANDRA BLACKMER: Cuéntenme algo de la experiencia que tienen y de cómo llegaron a trabajar en el Departamen-to de Ministerios de la Mujer de la Asociación General.HEATHER-DAWN SMALL: Soy esposa de pastor. Vengo de Trinidad y Tobago. A partir de 1996, fui directora de Ministerios del Niño y de la Mujer en la Unión local por cinco años. En 2001, Ardis Stenbakken, que era la directora del Departamento de Minis-terios de la Mujer de la AG, estaba buscando una asociada, y la Junta Directiva de la AG me nombró para el puesto. Fui elegida directora en 2005, cuando Ardis se jubiló.RAQUEL ARRAIS: Crecí en una familia de pastor, de manera que nos mudába-

mos seguido. Me casé con un pastor, y entonces trabajé unos veinte años en educación. Era directora de escuela cuando Dios me llamó a trabajar para el Departamento de Ministerios de la Mujer. Fui directora asociada en la División Sudamericana durante cinco años, y trabajé otros dos como directora asociada del Ministerio del Niño. Desde 2005 soy directora asociada del Depar-tamento de Ministerios de la Mujer de la AG y este ministerio me entusiasma. ¡Mi corazón está en esto!

¿Qué cambios han notado en el departamento desde que comenzaron a trabajar en él?

SMALL: Cuando comencé a trabajar en la Unión del Caribe, el departamento era completamente nuevo. Fui su primera directora. Pasé años explicando una y otra vez a los pastores, ancianos y feligreses cuál era la función del departamento. Muchos temían que se transformara en un movimiento de liberación femenina en lugar de enfocarse en el ministerio. En último término, no fueron las explicaciones que dimos sino lo que hicimos, lo que motivó que la gente nos aceptara y apo-yara. Cuando nos vieron evangelizando, ayudando a las mujeres y participando en otros ministerios, cambiaron de actitud. Hoy tenemos más mujeres en puestos de liderazgo, algo esencial en una iglesia donde el grupo femenino comprende el setenta por ciento de la feligresía mundial.

¿Cuándo se estableció oficialmente el departamento?SMALL: En 1990 se estableció como Secretaría de Ministerios de la Mujer bajo la conducción de Rose Otis. En el

Haeather-Dawn Small, directora del Departamento de Ministerios de la Mujer de la Asociación Genera (AG), y Raquel Arrais, directora asociada, lo han visto todo: violencia doméstica, SIDA, analfabetismo y pobreza extrema. Ellas se esfuerzan por aliviar las cargas de las mujeres en todo el mundo, estimular su crecimiento espiritual y capacitarlas para el evangelismo. También les brindan esperanza de un futuro mejor tanto en esta tierra como en la eternidad. ¿Cómo lo hacen? Sandra Blackmer, editora asistente de Adventist World, conversó con ambas en la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, para descubrir sus métodos y lo que las motiva. – Los editores.

para el

Una mirada renovada a los diversos ministerios

de la mujer

Sandra Blackmer

N O TA D E TA PA

a lasmu eresCapacıtar

mınısterıo

F O T O G R A F Í A P O R C O R T E S Í A D E E S P E R A N Z A P A R A L A H U M A N I D A D16 Adventist World | Junio 2011

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los años producimos y publicamos un libro devocional para recolectar fondos para contribuir con la educación de las mujeres en las trece Divisiones y, gracias a las generosidad de muchísimas perso-nas, hemos podido ayudar a más 1750 mujeres en ciento cincuenta países, pero quisiéramos hacer mucho más. Muchas mujeres tienen escasas oportunidades de educarse y trabajar; si lo hacen, se les paga muy poco. Solo la educación puede sacarlas de la pobreza, el abuso, el analfabetismo y la salud deficiente.

¿Cuál es el más grande desafío que enfrentan actualmente?ARRAIS: Es difícil decirlo. Hay proble-mas de violencia, salud, analfabetismo, falta de oportunidades de liderazgo y de mentores y pesadas cargas laborales, entre otros. Pero lo básico es ayudar a las mujeres a que desarrollen una relación estrecha con Jesús, se preparen para su pronto regreso y respondan al llamado de servir a otros.SMALL: Creo que es ayudar a que nuestras hermanas despierten. Entre nosotras existe el letargo de pensar que la «iglesia» dura un día a la semana. Hay mujeres que están excedidas de trabajo, sobrecargadas y demasiado estresadas. En medio de ello nosotros les decimos: «Necesitan detenerse y dedicar tiempo a Dios». Es un desafío, pero Dios tiene que ser la prioridad de nuestra vida.ARRAIS: Cada vez que en nuestros viajes les preguntamos a las mujeres: «¿Qué es lo que más quieren en la vida?», el ciento por ciento responde: «Quiero más tiem-po: más tiempo con Dios, más tiempo para crecer en mi relación con él». Es un problema mundial, sea que cuenten con toda la tecnología o no.

La tarea de ustedes a veces parece abrumadora.ARRAIS: Así es. A veces llego a casa y me pongo a llorar. Me siento tan pequeña y débil al representar a todas estas mujeres. Pero lo bueno de este mi-nisterio es que nos permite conectarnos

unas con otras. Nos conectamos con el sufrimiento. Las visitamos donde viven, las escuchamos, lloramos y nos regoci-jamos con ellas. Entonces comenzamos a entender lo que están viviendo.SMALL: Cuando nos conectamos con ellas y sentimos su dolor, formamos parte de él. Dios dio a las mujeres un corazón que puede abrirse y sentir.ARRAIS: A pesar del dolor y el sufri-miento con el que conviven muchas de ellas, de todos modos tienen esperanza y usan su dolor para bendecir a otros.

¿Pueden pensar en alguna experiencia específica que ejemplifica esto?SMALL: El año pasado fuimos a una al-dea de India donde la gente es muy po-bre. Una mujer va hasta el lugar una vez a la semana para llevarles alimentos ya preparados. Antes de salir del vehículo ya estábamos llorando. Había muchos niños desnudos y semidesnudos a los lados del camino, y las madres sostenían en brazos a sus bebés. ¡Era desgarrador! Pero entonces pensé: Si así me siento yo, ¿cómo se siente Dios cuando ve el sufri-miento de sus hijos? Él jamás quiso que las cosas fueran de este modo.

Describan algunos de los proyectos que tiene el departamento.SMALL: Le estamos enseñando a las mujeres a fabricar jabón y a venderlo; a fabricar pasta de maní y a venderla; a usar máquinas de coser. La vida de las mujeres jamás cambiará a menos que cambie su situación financiera; a menos que aprendan algo que pueda ayudarlas a alimentar a sus familias. Y mientras les enseñamos esto, les mostramos el amor de Dios y que él se preocupa por ellas de manera tangible.

Sandra Blackmer es editora asistente deADVENTIST WORLD

Congreso de la Asociación General en 1995 se votó que

fuera departamento.

Describan por favor la misión del departamento.

SMALL: Resumimos toda nues-tra declaración de misión en tres frases: contribución con el

crecimiento, capacitación para la toma de decisiones y actividades

de vinculación con la comuni-dad. En primer lugar buscamos

contribuir con el crecimiento de las

mujeres en sus facetas espiritual, física, psicológica y emocional. En la iglesia hay muchas mujeres que sufren, y no podemos decirles: «Vayan a evange-lizar el mundo» cuando ellas mismas están enfrentando severos desafíos personales. Entonces, las capacitamos para la toma de decisiones. En muchos países las mujeres no tienen siquiera educación secundaria. Por ello produ-cimos materiales para ayudarlas por medio de la educación. Y finalmente, realizamos actividades de vinculación con la comunidad. Estos tres elementos encierran todo lo que hacemos.ARRAIS: Si ayudamos a que las mujeres profundicen su relación personal con Cristo, participarán más en la misión de la iglesia. Cuando se las ayuda a crecer, ellas pueden extenderse a la comunidad.

Una de las maneras más efectivas de ayudarlas a desarrollarse es la educación. Educar a una mujer es educar a una familia y una comunidad. Es por ello que en 1991 se estableció un programa de becas. En 2011, el programa cumple veinte años. Todos

mınısterıo

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De izquierda a derecha: Heather-Dawn Small y Raquel Arrais

Uno de los programas más vitales es «Refugios para las Mujeres», que brinda protección a las víctimas de la violencia doméstica. Una mujer me dijo que su esposo había abusado físicamente de ella por años. Los pro-fesionales del refugio la aconsejaron y la ayudaron a reconstruir su vida. Yo me dije: Señor, ¿qué habría sucedido si ese refugio donde tú estás presente, no hubiera existido? Hoy día, la mujer pertenece a la Iglesia Adventista.

un buen hogar? Entonces me vino una idea: ¡Trabajo conjunto!

Le devolví el bebé y le dije: «Espere aquí». Busqué a la líder de Ministerios de la Mujer y le dije: «Necesito una trabajadora social, una enfermera y mujeres que se interesen en los demás». En veinte minutos reunió a ese grupo. Allí mismo la pusimos en contacto con una trabajadora social, y con otras mujeres que irían cada día a la casa para atender al bebé. Hasta hallaron

vemos que es algo maravilloso. De manera que, ¡sí, queremos lavarropas! ¡Queremos más lavarropas!

¿Cómo pueden ayudar los lectores que no participan oficialmente de estos ministerios?ARRAIS: Deberían examinar los dones espirituales que tienen, las cosas que les gusta hacer, y pedirle a Dios que les muestre de qué manera usar esos dones para ayudar a otros.SMALL: Y no necesitan ser los dones de predicar y enseñar. En una iglesia, las mujeres preparan canastos con regalos para las que han perdido bebés en el par-to. Procuran embellecer lo que es triste y feo. ¡Qué ministerio! Y en ese ministerio, participan muchos otros. Una mujer se dedica a envolver regalitos y decorar. Otra teje. Entonces está la que se dedica a hacer tarjetas. Todos estos dones se combinan en un ministerio. Dios puede utilizar lo que nos gusta hacer para que lleguemos hasta los demás.

Si hubiera una sola cosa que quisieran que los lectores recuerden de este artículo, ¿qué sería?SMALL: La necesidad de conectarse de corazón a corazón con otros. Eso es lo que hizo Jesús. Si las personas no sienten que nos interesamos realmente en ellas y las queremos, nos está faltan-do lo principal.ARRAIS: Jesús nos elevó y nos afirmó. Nos dijo que somos valiosos. En la página 343 de El evangelismo, Elena White dice: «Cuando ha de realizarse una obra grande y decisiva, Dios escoge a hombres y mujeres para hacer su obra, y esta obra sentirá la pérdida si los talentos de ambas clases no son combinados». Esta es la misión de los Ministerios de la Mujer: elevar a las mu-jeres, afirmar su valor y darles un lugar para que utilicen sus dones espirituales. Tenemos que seguir el ejemplo de Cristo y terminar juntos la obra.

Si desea saber más del Departa-mento de Ministerios de la Mujer de la Asociación General, visite http://adventistwomensministries.org. ■

Seguramente ustedes presencian mucho sufrimiento.SMALL: Así es. Cuando comencé a trabajar en esto, nos dedicábamos a preparar a otras mujeres. En 2002 asistí a un gran congreso de mujeres en Sudá-frica. Mientras estaba allí conocí a una mujer con un bebé en brazos. Me dijo que ella tenía HIV y SIDA. Su esposo, que ya había muerto, la había contagia-do, y que ella podía morir en cualquier momento. Ahora tenía este bebé que, gracias a Dios, no había contraído la enfermedad. Ella me dijo: «Pronto voy a morir: ¿Puede llevarse mi bebé?»

Tomé al precioso bebé en brazos, y pensé: ¡Sí, quiero a este bebé! Pero no puedo llevarlo. ¿Qué puedo hacer? En ese momento me sentí inútil, y pensé: ¿Qué le digo a una mujer que está por morir y que quiere asegurarse que su bebé tenga

un matrimonio interesado en adoptar al niño, ¡y todo en el mismo día! Esto solo puede pasar en un congreso de Ministerios de la Mujer, donde se puede dialogar, satisfacer necesidades y donde nos conectamos entre nosotras.

Ustedes también patrocinan proyectos como el de las lavarropas [véase recuadro]. ¿Qué les dirían a los que acaso ignoran un emprendimiento tan «pequeño»? SMALL: Si hay una necesidad, hay un ministerio. Lo que en un lugar del mundo es una necesidad, puede no serla en otro. Alguien podría decir: «¿Cómo van a poner un lavarropas en una iglesia?» Pero cuando advertimos el impacto que tiene en las mujeres de esa comunidad, y cuánto las ayuda a conectarse entre ellas y con Dios,

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En Azerbaiyán han surgido nuevas oportunidades de compartir el evangelio gracias a un proyecto que busca suplir las

necesidades simples y prácticas de las familias rurales.El país, que se encuentra junto al Mar Caspio entre Irán y

Rusia, se ha beneficiado gracias a las exportaciones de petróleo, pero la riqueza no ha llegado a todos. En numerosas regiones rurales muchos aún carecen de comodidades básicas como el agua corriente y la calefacción central.

«Por todos lados se ven ancianas y discapacitados abando-nados –dice Raisa A. Ostrovskaya, directora de Ministerios de la Mujer de la División Euroasiática–. Esta pobreza extrema es la razón principal de lo que denominamos el proyecto de los lavarropas».

Las mujeres de las Divisiones Euroasiá-tica e Interamericana toman muy en

serio la orden de Jesús de visitar a los que están en las cárceles (véase Mat. 25:36) y no solo se preocupan de ayudar a los presos sino de hablarles de un Salvador que los ama de manera incondicional.

Moldavia Esta pequeña república de Europa

Oriental que se encuentra entre Rumania y Ucrania cuenta con diez prisiones. «Casi todos los presos han sido abandonados por sus parientes y amigos, y algunos hasta por sus propias madres», dice Raisa A. Ostrovskaya, directora de los Ministerios de la Mujer de la División.

Las mujeres que participan de este ministerio visitan a los presos todas las semanas. Les llevan alimentos, ropas abrigadas, elementos para escribir y otros artículos. «También les dan esperanza y

palabras de ánimo», explica Ostrovskaya.Ostrovskaya describe a una de las líde-

res como «una encantadora mujer que ven-de lámparas en el mercado, como método de subsistencia. En su corazón no hay lugar para el egoísmo y lo que recibe, lo compar-te». Otra mujer, que ya tiene ochenta años, teje calcetines para los prisioneros. Ya ha tejido más de trescientos pares.

Muchos prisioneros cuentan historias desgarradoras, dice Ostrovskaya, pero a veces los esfuerzos de estas voluntarias ayudan a que los presos puedan hallar a Dios. «Estas mujeres brindan asistencia física y espiritual a muchos cuyas vidas a menudo se reducen a la lucha por la supervivencia –añade Ostrovskaya–. Gracias a su trabajo, ya se han bautizado diez preciosas almas».

En el país, hay casi once mil adventis-tas que se reúnen en 153 iglesias en las Asociaciones Norte y Sur de Moldavia.

MOLDAVIA: Mujeres adventistas de Moldavia preparan alimentos para llevar a los presos de una penitenciaría local.

PanamáRosa Tamburrelli, quien comenzó a

participar en los ministerios en las prisiones después de ser bautizada hace dieciocho años, recibió un reconocimiento hace un tiempo por su significativa contribución a este ministerio. «Cada año, Tamburrelli dirige reuniones de evangelización dentro de la prisión –dice Cecilia Iglesias, directora de Ministerios de la Mujer de la División Interamericana–. Durante estas campañas, unas cuatrocientas cincuenta personas han entregado su vida al Señor. Cada semana reparte artículos de higiene personal, medicamentos y otros elementos entre los prisioneros».

En Panamá hay alrededor de 94 mil adventistas que se reúnen en 246 iglesias. ■

proyecto de las lavadoras Azerbaiyán

C O R T E S Í A D E L A D I V I S I Ó N E U R O A S I Á T I C A

Ministerios Moldavia y Panamá

prisionesde las

El

Junio 2011 | Adventist World 19

Los fondos recolectados y donados para este emprendimiento único cubrieron el costo de un lavarropas, que fue instalado en la iglesia adventista de Baku. Las mujeres pobres de la comunidad se acercan a la iglesia en horarios establecidos, para lavar sus ropas. Mientras esperan que la máquina finalice el ciclo de lavado, mujeres de la iglesia les enseñan sobre Dios y la Biblia. El proyecto ha tenido tanto éxito que otras líderes de Ministerios de la Mujer de Moldavia, Georgia y Ucrania han comenzado campañas de recolección para iniciar proyectos similares en sus regiones.

En Azerbaiyán hay cinco iglesias adventistas con un total de más de setecientos miembros. El país tiene una población de unos nueve millones de personas. ■

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Hay pocas cosas que afectan más la vida de una persona para bien –en

especial la de una mujer–, que aprender a leer y escribir. Cuando una mujer es alfabetizada, su estatus, autoestima y capacidad de generar ingresos mejoran significativamente.

Los Departamentos de Ministerios de la Mujer promueven la alfabetización en diversas regiones del mundo, y mediante estos programas comparten el mensaje del evangelio. He aquí dos ejemplos:

BulgariaAdemás de enseñar a leer y escribir,

las mujeres adventistas de Chirpan y Rizino están enseñando a otras mujeres –muchas de ellas gitanas– principios de

vida sana, planificación familiar y cómo enfrentar el abuso doméstico. También ayudan a niños de familias carenciadas a hacer las tareas escolares.

Denise Hochstrasser, directora de Ministerios de la Mujer de la División Euroafricana, destaca que «el analfabetis-mo está muy vinculado con el bajo estatus social, la pobreza y la salud deficiente. Como no saben leer, las mujeres quedan atrapadas en el ciclo de la pobreza y sus opciones de mejorar son limitadas». Y añade que si las mujeres aprenden a leer, también podrán leer la Biblia. «Estas mujeres viven en un país que limita sus posibilidades de desarrollo. Están sujetas a múltiples discriminaciones. La oferta de un programa de alfabetización basado

AlfabetizaciónBulgaria y Papúa Nueva Guinea

UN CORAZÓN VALIENTE: Más de cuatrocientas personas se han unido a la Iglesia Adventista gracias a la escuela de alfabetización de Mardlyn Francis (izquierda). Junto a ella, Jeanette Egu, directora del Departamento de Ministerios de la Mujer de la Asociación Central de Papúa.

C O R T E S Í A D E L A D I V I S I Ó N D E L P A C Í F I C O S U R

Redde Salud y Capacitación

Femeninay capacitación a los individuos, familias, hogares, iglesias y otras organizaciones, mediante una educación de principios religiosos, consejería, centros de sanidad, recursos educacionales y otros servicios de apoyo en el área de violencia doméstica, abuso sexual y similares». Orienta también a las organizaciones religio-sas para que establezcan reglamentos y procedimientos que pue-dan ayudar a «prevenir el abuso de niños, proteger a las víctimas y hacer que los responsables respondan por sus acciones».

«Cuando trabajaba como directora ejecutiva de un refugio estatal, vi que muchas de las mujeres que buscaban ayuda eran cristianas –explica Dunbar–. La mayoría permanecía en relaciones abusivas porque creía que era un deber cristiano hacerlo. El Señor me impulsó a comenzar este ministerio para apoyar a las

20 Adventist World | Junio 2011

Cuando una mujer está en una situación abusiva, ¿adónde puede ir en busca de ayuda? En los

Estados Unidos, el personal de los tres centros de la Red de Salud y Capacitación Femenina está listo para «rodearla de amor y protección» y brindarle toda

la ayuda profesional y el apoyo necesarios, dice Mable Dunbar, presidenta de esta organización sin fines de lucro.

Dunbar, que es consejera profesional, terapeuta conductual cognitiva y consejera especializada en violencia doméstica, fundó esta organización en 2008; cuenta con el apoyo de las Uniones de Columbia Superior y Norte del Pacífico.

Según su sitio web, la misión de la organización (con sede en Spokane, Washington, Estados Unidos) es la de «ofrecer sanidad

División Norteamericana

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a las tres mujeres que trajeran una amiga a la siguiente clase, y así lo hicieron. Entonces Francis les dijo a las seis que trajeran a otras seis. La siguiente clase, doce se hicieron presentes.

«Pero Mardlyn no se detuvo allí –dice Erna Johnson, directora de Ministerios de la Mujer de la División del Pacífico Sur–. Ella quería transformar el lugar donde vivía» y pidió entonces a las mujeres que invitaran a sus esposos. La clase llegó a tener treinta y cuatro estudiantes. Una maestra de una escuela cercana le ofreció entonces un salón de clases, y su ministerio siguió progresando.

A pesar de ello, no todos estaban felices con la obra de Francis. Comenzaron los falsos rumores, y algunos la amenazaron. Pero con la ayuda y el ánimo de su pastor y de Jeanette Egu, directora de Ministerios

de la Mujer de la Asociación Central de Papúa, Francis continuó su actividad y llegó a tener cientos de estudiantes.

Cierto día, el grupo fue desalojado de la escuela, por lo que levantaron una carpa en un terreno baldío, pero un fuerte viento destruyó la carpa. Entonces, aunque la mayoría de sus estudiantes no tenía traba-jo, todos comenzaron a vender verduras de sus huertas para adquirir materiales para un nuevo refugio. Francis y su grupo tuvie-ron que agrandar el refugio tres veces para albergar a todos los estudiantes.

Hasta el presente, más de cuatrocien-tas personas se han unido a la Iglesia Adventista gracias a este ministerio.

La Unión Misión de Papúa Nueva Guinea cuenta con unos doscientos cincuenta mil miembros que se reúnen en 875 iglesias. ■

víctimas de la violencia doméstica y de abusos similares, enfrentando esta problemática desde una perspectiva cristiana».

La organización cumple su misión en tres centros llamados Patty’s, Frieda’s y Ellen’s. Allí se brindan consejos basados en la Biblia y apoyo espiritual y práctico para mujeres y niños. Dunbar destaca que «la educación es una de las claves esenciales para prevenir el abuso y la recuperación a largo plazo».

Además de estos centros, Dunbar y su equipo cumplen sus objetivos gracias a conferencias educacionales, talleres y clases para padres, consejería y apoyo cristiano profesional para abusadores, como también DVD explicativos.

«Los centros brindan la esperanza y sanidad que tanto necesitan las mujeres y los niños abusados –dice Carla Baker, directora de Ministerios de la Mujer de la División Norteamericana–. Se necesitan centros similares en todas las Uniones de esta División, porque la presencia de abuso entre los adventistas está al mismo nivel que en la población general. Felicito a Mable y a su esposo Colin por dedicarse a este importante ministerio».

Si desea más información sobre esta red de apoyo, visite www.whenetwork.com. ■

TRABAJO CONJUNTO: Mable Dunbar, presidenta de la Red de Salud y Capacitación Femenina (derecha) dialoga con Ron Ulmer, un pastor bautista que junto a su esposa Rhonda ceden el espacio de su hogar para que allí funcione un centro de apoyo a mujeres y niños abusados.

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en la Biblia nos brinda una oportunidad única de encontrarnos con la gente de la comunidad, leerles la Palabra de Dios y compartir con ellas el evangelio».

En Bulgaria hay unos siete mil quinientos adventistas, que se reúnen en 122 iglesias.

Papúa Nueva GuineaMardlyn Francis, asistente local de

Ministerios de la Mujer en una zona mon-tañosa de Papúa Nueva Guinea, resolvió enseñarles a leer a tres mujeres de su aldea. Para ello usó su Biblia, el único libro que tenía disponible.

Después de la primera lección le pidió

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Botsuana sigue siendo uno de los países más afectados del mundo por

el HIV y el SIDA. Se estima que en 2009, unos trescientos mil adultos (la cuarta parte de los mayores de quince años) vivían con HIV. La expectativa de vida pasó de sesenta y cinco años en 1990-1995 a menos de cuarenta en 2000-2005.* Como resultado, cada vez hay más huérfanos.

Para suplir esa necesidad creciente de refugio y atención de los niños más vulnerables de Botsuana, el Departamento

Los orfanatos ofrecen un lugar seguro donde los niños reciben el amor y el cuidado que se merecen».

Además de suplir sus necesidades básicas, los orfanatos luchan para reducir el estrés, el abuso infantil y la delincuencia juvenil. También se ocupan de las necesi-dades físicas, emocionales y educaciona-les de los niños, brindándoles consejería, y derivaciones a profesionales de salud. Además, se les enseñan oficios: aprenden a amasar y hornear, tejer, coser, fabricar velas y cultivar huertas orgánicas.

«Nuestra visión es saturar Botsuana con el mensaje de que vale la pena vivir –dice Williams–. Queremos mostrar que se necesita hacer todo lo posible para influir y cuidar de los huérfanos y vulnerables».

En la Unión Misión de Botsuana hay unos treinta mil adventistas que se reúnen en 89 iglesias. ■

* www.avert.org/aids-botswana.htm

atenciónDivisión de África Meridional y Océano Índicomas vulnerables

de los

de Ministerios de la Mujer (con la ayuda del gobierno local y de adventistas de Australia y Canadá) establecieron seis orfanatos en este país de África Meridional, que limita con Zimbabue y Sudáfrica. El centro más grande, que alberga unos veinte niños de corta edad y unos setenta mayores, se encuentra en Thamaga.

«Nuestro objetivo es ayudar a aliviar el abuso de los huérfanos –dice Susan Williams, directora de Ministerios de la Mujer de la Unión Misión de Botsuana–.

De izquierda a derecha: LOS MÁS VULNERABLES: Los huérfanos de Botsuana reciben el amor y la atención que necesitan en uno de los seis orfanatos adventistas del país. NECESIDADES BÁSICAS: Los huérfanos reciben prendas de vestir en el orfanato «Lugar de paz», en Gumare, Botsuana. Abajo: ORFANATO: El orfanato «Lugar de alegría», en Maun, Botsuana.

La

F O T O G R A F Í A S P O R C O R T E S Í A D E L A D I V I S I Ó N D E Á F R I C A M E R I D I O N A L Y O C É A N O Í N D I C O

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Page 23: Adventist World Spanish June 2011

Nota del editor: En este artículo conoceremos a tres mujeres de distintas partes del mundo. A pesar de sus diferencias, las tres historias tienen algo en común. Estas mujeres han sido testigos de la influencia de un poderoso libro: El conflicto de los siglos, de Elena White. Lo invito a conocer sus historias para descubrir cómo ser parte también de este legado.

En busca de la verdad: Wendy Luhabe, Sudáfrica

«Soy revolucionaria, pero de manera pacífica», explicó cierta vez Wendy Luhabe, de Johannesburgo, Sudáfrica al hablar con un reportero. Como una de las empresarias y emprendedoras sociales más destacadas del país, Luhabe ha logrado muchas cosas. Pero fue el libro El conflicto de los siglos que cambió su vida.

Wendy Luhabe ha ocupado puestos de importancia y ha recibido numerosos reconocimientos internacionales. Es miembro de las juntas de siete grandes corporaciones y de la Bolsa de Valores de Johannesburgo. Fue una de las fundadoras del fondo Women Investment Portfolio Holdings y fue nombrada una de las Cincuenta Empresarias Líderes del Mundo. En 2006, fue nombrada la primera rectora de la Universidad de Johannesburgo. Lleva a cabo importantes encuentros en toda Europa, y ha recibido una condecoración del Foro Económico Mundial en Suiza, y premios en Japón. Escribió el libro Defining Moments (Momentos decisivos), cuyas utilidades son usadas por la Fundación Wendy Luhabe, para educar a jóvenes africanas carenciadas.

Un regalo transformadorNada parecía frenar a Luhabe de sus destacados logros,

hasta que a comienzos de 2010 se fracturó un tobillo. Mientras se recuperaba en su hogar, una amiga le prestó una serie de DVD de Mark Woodman, un evangelista sudafricano. Gracias a Woodman escuchó por primera vez la idea del gran conflicto. Después de contarle a su hijo Lumko y a su nuera Zanele las cosas maravillosas que estaba aprendiendo, Zanele le dio el

Gina Wahlen es editora asistente interina de ADVENTIST WORLD y de Adventist Review.

alcanza vidas en todo el mundo

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Junio 2011 | Adventist World 23

libro El conflicto de los siglos, de Elena White. Wendy lo leyó con avidez y se sintió tan impresionada que visitó una librería adventista, donde compró todo un juego de libros de la autora. Al mismo tiempo, se puso en contacto con Paul Ratsara, presidente de la División de África Meridional y Océano Índico. Él le ofreció estudiar la Biblia y, seis meses des-pués, el 23 de octubre de 2010, tuvo el privilegio de bautizarla.

«Después de ser anglicana toda la vida y de buscar durante los últimos diez años una iglesia que siguiera la verdad, me siento bendecida de haber sido guiada hasta la Iglesia

AGRADECIDA: Wendy Luhabe, empresaria y activista social de renombre mundial, está agradecida de haber recibido El conflicto de los siglos.

Gina Wahlen

:

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Adventista –dice Wendy–. Los libros de Elena White han sido invalorables. Cuando leí El conflicto de los siglos, entendí por primera vez la significación de lo que sucedió en el Edén, la crucifixión, la decepción de mi religión anterior, el hecho de que el mundo se divide entre el bien y el mal y, en último término, el conflicto entre el pecado y la justicia».

«He distribuido ejemplares del libro a muchas personas, entre ellas, al obispo de mi antigua iglesia. El conflicto de los siglos ha sido fundamental en mi decisión de convertirme y bautizarme en octubre de 2010».

En busca de un Dios de amor: Karen Banner, Estados Unidos

Karen Banner anhelaba hallar a un Dios amante, alguien que fuera diferente a ese Dios severo y crítico del que le habían enseñado desde que era niña.

Karen creció en un hogar católico y asistió a escuelas pri-marias y secundarias de dicha iglesia. A pesar de su educación religiosa, anhelaba algo más. «Me seguía haciendo preguntas –recuerda–. Tenía interrogantes sobre Dios y la fe, y no estaba hallando respuestas».

Después de graduarse, continuó buscando respuestas en muchos lugares, entre ellos, en una iglesia bautista, pero no halló lo que buscaba. Tiempo después conoció a un joven adventista con quien se casó, y aunque lo acompañaba a la iglesia, «aún tenía muchas preguntas que por alguna razón no estaban siendo respondidas».

Las respuestas esperadasCierto día, Karen, miembro especial del Cuerpo de Algua-

ciles de los Estados Unidos, vio un libro sobre el escritorio de

S E C C I Ó N E S P E C I A L

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PREGUNTAS RESPONDIDAS: Cuando leyó El conflicto de los siglos, Karen Banner encontró respuestas a sus muchos interrogantes.

su supervisor mientras hablaba con él en un juzgado distrital de Washington D.C. El supervisor, que no era adventista, había estado leyendo un ejemplar de El conflicto de los siglos, de Elena White. Karen reconoció el nombre de la autora, y pidió a su supervisor que se lo prestara al terminar su lectura.

Cuando Karen recibió el libro, su lectura la atrapó. Todas las preguntas que la habían atormentado por años (¿Siempre serán así las cosas? ¿Creó realmente Dios este mundo? ¿Es ver-dad que Jesús vendrá otra vez?) fueron contestadas a medida que avanzaba en sus páginas.

«Ese Dios severo y crítico que había aprendido a temer desde niña no fue el Dios que encontré en El conflicto de los siglos –dice Karen–. Me di cuenta por primera vez de lo que Dios hizo por nosotros, y de que realmente nos ama». Su voz se quiebra mientras lágrimas caen por sus mejillas y agrega: «Dios me estuvo guiando todo este tiempo y, al mirar hacia atrás, me siento agradecida de poder expresarlo».

Karen fue bautizada en la Iglesia Adventista y ahora trabaja como jefa de seguridad en la sede central de la Iglesia Adventista, en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.

Dispuesta a correr el riesgo: Lea Polischuk, Ucrania

En el hogar de Leah Polischuk ya era un ritual: había que cubrir las ventanas, cerrar las puertas, ingresar a un pequeño armario, y escribir a máquina bajo una manta, para amorti-guar los sonidos. Cada día, Lea arriesgaba su vida para que otros creyentes de la Unión Soviética pudieran leer materiales religiosos de contrabando, entre ellos, El conflicto de los siglos.

«Nunca lo consideramos un riesgo –dijo Lea años des-pués–. La necesidad era grande; lo hicimos porque sabíamos que había que hacerlo».

Esta mujer formó parte de una gran red subterránea de adventistas que produjeron libros ilegales samizdat (de publicación propia) durante la era comunista. Más de treinta mujeres trabajaron como mecanógrafas en esa red secreta que incluyó muchas más mujeres y hombres como traductores, encuadernadores y distribuidores. Además de producir ejemplares mecanografiados (y a veces manuscritos) de El conflicto de los siglos y de otros libros de Elena White, la red también tradujo lecciones de Escuela Sabática y una variedad de importantes materiales religiosos.

Como todas las máquinas de escribir nuevas tenían que estar registradas y eran controladas por la policía secreta, la red adventista consiguió partes de máquinas antiguas y rotas y las reparó para usarlas en la producción de estos libros preciosos.

Un esencial alimento espiritual«El conflicto de los siglos era más importante para nosotros

que el pan –dice Nikolai Zhukaluk, coordinador de los libros samizdat en Ucrania–. Era nuestro alimento espiritual».

Tanto Lea Polischuk como el pastor Zhukaluk pasaron tiempo en prisión por ofrecer este alimento espiritual. Mien-tras estaba en su pequeña celda, Lea, en ese entonces de solo

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veinticinco años, se consolaba apoyándose en Dios y sus pro-mesas. «En esa época solíamos memorizar muchas secciones de las Escrituras. Todavía recuerdo muchas de las promesas que había memorizado».

Una vez que fue liberada, Lea regresó sin dudar a la ries-gosa tarea de proveer El conflicto de los siglos y otros libros a los que anhelaban hallar la verdad. Gracias a ella y a otros que también corrieron grandes riesgos, se distribuyeron miles de ejemplares en toda la ex Unión Soviética.

Es momento de atreverse: Los miembros de todo el mundo

Hoy día se invita a los adventistas de todo el mundo a que se comprometan a compartir este oportuno e importante libro con sus amigos, vecinos, colegas e incluso con gente que no conozcan. «No seamos tímidos o temerosos de lo que puede pensar la gente si recibe un ejemplar de El conflicto de los siglos –dice Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General–. Avancemos confiando en Dios, y esperemos que él se encargue de transformar a quien reciba el libro y lo lea».

Muchos están luchando para entender los rápidos eventos que suceden a su alrededor. El conflicto de los siglos brinda res-puestas sólidas a las preguntas más apremiantes de la historia humana y el futuro del planeta. Elena White reconoció esto, e instó a los adventistas a que distribuyeran ampliamente este

libro, porque «Estoy más ansiosa de ver una amplia circulación de este libro que de cualquier otro que yo haya escrito, porque en El conflicto de los siglos, el último mensaje de amonestación al mundo es dado en forma más distinta que en cualquier otro de mis libros” (El colportor evangélico, p. 176).

¿Es aún pertinente?¿Es aún pertinente este consejo? Sobre la base de experien-

cias como las de Wendy Luhabe de Sudáfrica, Karen Banner de los Estados Unidos, y Lea Polischuk de Ucrania, los líderes de la iglesia sienten que la respuesta es incuestionable.

Para animar a los miembros de las trece Divisiones mundiales de la iglesia a que distribuyan el libro a otras personas de sus comunidades, la Junta Directiva de la iglesia mundial votó un plan denominado «Proyecto El conflicto de los siglos», que comprende la distribución masiva del libro durante 2012 y 2013.

Asimismo, se invita a los feligreses a prepararse para esa distribución, leyendo ellos mismos el libro durante 2011.

«El conflicto de los siglos responde a las preguntas del mundo en estos últimos días –dice Delbert W. Baker, uno de los vicepresidentes de la Asociación General y director del proyecto–. Animo a los miembros a que lean o relean el libro este año, y a que se unan entonces a la familia de la iglesia mundial para adquirir numerosos ejemplares y distribuirlos a su familia, amigos e incluso a los desconocidos».

Se están preparando ejemplares de El conflicto de los siglos que serán vendidos a precios promocionales para que los miembros puedan adquirir varios ejemplares. El libro estará disponible en sus versiones clásica, abreviada, en lenguaje moderno, y para los jóvenes. «Queremos distribuir tantos ejemplares como sea posible –dice Wilson–. Pero este pro-yecto no tiene que ver con nuestras metas, sino con las del Espíritu Santo. Permitamos entonces que el Espíritu nos guíe, y avancemos por fe». ■

■ 2011–Cada miembro de iglesia lee o relee El conflicto de los siglos.■ 2012-2013–Cada miembro de iglesia, congregación, departamento y otras entidades de la iglesia distribuye tantos ejemplares del libro como sea posible.■ Para mayores detalles visite www.thegreathope.org (solo en inglés).

El conflicto de los siglosE l p r oye c to

e n p o c a s pa l a b r a s

De arriba hacia abajo: UN LIBRO SAMIZDAT: Uno de los muchos ejemplares mecanografiados de libros de Elena White, que fue producido clandestinamente en la Unión Soviética durante la era comunista. TRABAJO SECRETO: Teclado de una máquina de escribir rusa usada para producir cientos de copias ilegales de El conflicto de los siglos y de otros libros de Elena White.

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P R E G U N TA : He escuchado algunas preguntas sobre la persona del Espíritu Santo en el Apocalipsis. ¿Es considerado un miembro de la Trinidad en ese libro?

El Espíritu juega un papel significativo en el libro de Apocalipsis. En efecto, el libro comienza y termina con referencias al Espíritu (Apoc. 1:4; 22:17). Para algunos,

sin embargo, que el Espíritu no aparezca en el trono con el Padre y el Hijo significa que no es una persona, y mucho menos un integrante de la Trinidad. Analicemos las evidencias.

1. La función del Espíritu en el Apocalipsis: El Espíritu es llamado «el espíritu de vida» (11:11, RV95; algunas traducciones dicen «aliento de vida»), es decir, él es vida y da vida. En la Biblia, se identifica a la vida con Dios y con Jesús. Otra importante función del Espíritu es co-municar mensajes de Dios y de Jesús por medio del don de profecía (1:10; 4:2; 17:3; 19:10; 21:10). Tanto Jesús como el Espíritu le hablan a la iglesia. Cada uno de los mensajes a las iglesias incluye la frase «el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las igle-sias» (2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22). Estas exhortaciones contienen promesas del plan de Dios para las iglesias y revelaciones de las intenciones de Satanás.

Jesús prometió a sus discípulos que los visitaría en la per-sona del Espíritu (Juan 14:15-18). En el Apocalipsis, vemos que Jesús habla a su iglesia mediante el Espíritu, que es la voz y la presencia de Cristo en la iglesia. Él bendice a la iglesia (14:13), otorga gracia y paz a los creyentes (1:4) y participa directamente en la misión de la iglesia (22:17). Esta existe por el poder y la presencia del Espíritu.

2. La Trinidad y el Espíritu: El Apocalipsis indica que el Espíritu es una de las personas de la divinidad, que no entregó la iglesia a una fuerza impersonal. A él se le oponen los espíritus de demonios, que también son seres personales que engañan a los reyes de la tierra (16:13, 14). Es verdad que en ocasiones hallamos pasajes donde solo

se menciona al Padre y al Hijo (por ej., 5:13; 7:10). Pero el silencio no prueba nada.

Hay una fórmula triádica en la que se mencionan las tres personas de la divinidad: «Gracia y paz a vosotros de parte del que es y que era y que ha de venir, de los siete espíritus que están delante de su trono, y de Jesucristo» (1:4, 5). La gracia y la paz son dones de Dios, y tienen su origen en los integrantes de la Trinidad. El libro culmina con una refe-rencia a las tres personas: Jesús (22:16), el Espíritu (22:17) y Dios (22:18). Los tres seres también se mencionan varias

veces en la visión del trono: los siete espíritus de Dios (4:5), Dios (4:9), y Jesús bajo los símbolos de un León y un Cordero (5:5, 6).

3. El trono y el Espí-ritu: En Apocalipsis no se describe al Espíritu sentado en el trono de Dios. Hay cuatro razones principales para ello. En primer lugar, se enfatiza que Cristo está sen-tado en el trono con Dios, y esto se debe a que venció las fuerzas del mal. Jesús-Dios ascendió en carne humana al cielo donde se le otorgó el honor de sentarse en el trono como corregente con Dios (5:12, 13). En segundo lugar, el Espíritu se relaciona específicamente

con el trono (4:5). Cuando se ve al Cordero de pie ante el trono de Dios, se dice que tiene siete espíritus de Dios, es decir, la plenitud del Espíritu (5:6). En tercer lugar, aunque el Espíritu está ante el trono, no participa de la adoración a Dios y al Cordero. Solo los cuatro seres vivientes y los vein-ticuatro ancianos se postran ante ellos y los adoran (4:9, 10). En cuarto lugar, en el Apocalipsis, la función del Espíritu dentro de la economía divina de la salvación no es sentarse en el trono, sino estar presente en el mundo y acompañar a la iglesia. Él es «los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra» (5:6). Ha llegado a ser siervo de Dios, y está ante él para obedecer sus órdenes (1:4). ■

Ángel Manuel Rodríguez es director del Instituto de Investiga-ciones Bíblicas de la Asociación General.

Ángel Manuel Rodríguez

ElEspíritu

ApocalipsisenSanto

P R E G U N TA S B Í B L I C A S

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El Espíritu Santo es el don más significativo que Cristo ha dado a su iglesia. Ningún don es más importante para los seguidores actuales de Cristo. Jesús lo expresó así: «Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré» (Juan 16:7). Jesús prometió que en su ausencia, el Espíritu Santo revelaría su amor, gracia y verdad. También habría de proveer fuerza para vencer las tentaciones del enemigo y los dones del Espíritu para cumplir la misión. En esta lección estudiaremos los dones del Espíritu Santo.

1. ¿Qué preocupación expresó el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto en relación con los dones espirituales?«No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales» (1 Cor. 12:1).

Pablo no quería que los creyentes de Corinto fueran respecto de los dones espirituales.

La iglesia de Corinto le representó muchos problemas al apóstol. En la iglesia había divisiones; entre los miembros se habían producido conflictos; la inmoralidad había ingresado a la iglesia; algunos miembros demandaban a otros en los juzgados públicos. Se había abusado de la Cena del Señor; algunos de los miembros más acaudalados llevaban grandes cantidades de alimento para hacerse un festín durante la Cena del Señor, pero los miembros pobres pasaban hambre. Los dones espirituales eran entendidos y usados erróneamente, y se habían convertido en una fuente de orgullo espiritual y arrogancia religiosa.

2. ¿De qué dos maneras específicas se manifiestan los dones del Espíritu Santo?«Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo» (1 Cor. 12:4-6).

La diversidad de dones dados por Dios lleva a diferencias de y .

Todos los dones dados por Dios hallan expresión en ministerios y actividades que son un servicio y una bendición. Los dones de Dios no nos pertenecen; nos son dados para servir a los demás.

3. ¿Cuáles son los propósitos principales de los dones espirituales?«Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo» (Efe. 4:11, 12).

Dios nos da dones para a los santos, y para del cuerpo de Cristo.

El doble propósito de cada uno de los dones que el Espíritu da a su pueblo es equiparlo para una vida de testificación y servicio y edificarlo en la fe.

dones Espíritu Mark A. Finley

E S T U D I O B Í B L I C O

para el tiempo del fin

Losdel

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4. ¿Hasta cuándo tendrá la iglesia de Cristo los dones del Espíritu?«Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo» (Efe. 4:13).«De tal manera que nada os falta en ningún don mientras esperáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os mantendrá firmes hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo» (1 Cor. 1:7, 8).

Los dones del Espíritu permanecerán en la iglesia hasta el día de nuestro .

5. ¿Dónde se encuentran los dones del Espíritu?«Pero ahora Dios ha colocado cada uno de los miembros en el cuerpo como él quiso» (1 Cor. 12: 18). «Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular. Y a [estos] puso Dios en la iglesia» (vers. 27, 28).

Dios coloca los dones del Espíritu en la .

Este es un principio en extremo importante: Los dones del Espíritu Santo se encuentran en la iglesia de Dios. Si usted desea hallar los dones auténticos del Espíritu en su manifestación más plena, los encontrará entre el pueblo de los últimos días que guarda los mandamientos de Dios.

6. ¿A quién se dan los dones del Espíritu? ¿Son solo para unos pocos elegidos? ¿Quién determina lo que recibe cada uno?«Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere» (1 Cor. 12:11).

Los dones del Espíritu Santo son dados a

como quiere.

Cuando rendimos nuestra vida a Cristo y somos transformados por su gracia, el Espíritu Santo imparte los dones espirituales a cada creyente tanto para fortalecer nuestra propia fe como para bendecir a la iglesia y la comunidad. El Espíritu Santo determina quién recibe cada don. La Biblia nos enseña a procurar los dones espirituales (1 Cor. 14:1), pero no nos ordena que los busquemos. Los deseamos porque anhelamos crecer en Cristo y testificar a otros. No tenemos que buscarlos, porque confiamos en que el Espíritu Santo revelará los dones que Dios nos tiene preparados. Cuando sentimos pasión por revelar el fruto del Espíritu en nuestra vida, Dios nos dará los dones del Espíritu en abundancia. Cuando Dios tenga un grupo de personas que revele su compasión, bondad, comprensión, paciencia y amor al mundo por el poder de su Espíritu Santo, él derramará el poder de su Espíritu en forma ilimitada. Los dones del Espíritu se manifestarán plenamente en la iglesia de Cristo, y todo el mundo será alcanzado con el evangelio de Jesucristo. ¿Le gustaría inclinar su cabeza ahora mismo y pedirle a Dios que abra su corazón para recibir los dones del Espíritu que tiene especialmente para usted? ¿Le dirá a Jesús que

usará sus dones para bendecir a otros, y que por fe aceptará la realidad de los dones del Espíritu?

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C A R T A S

Intercambio mundial

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Escuchar lo que dice el EspírituEn «La Sola Scriptura y Elena White» (Marzo 2011), los ejemplos que da Tim Poirier son encomiables. Sin embargo, en lo que respecta al canon, la «regla» de «fe y práctica» tiene que ser la sola scriptura. Es algo que no mencionó.

Si una doctrina enseñada por Elena White y su apoyo bíblico tienen que ser defendidos con textos probatorios, el sabio dirá: «Para mí, es sola scriptura». Por otro lado, si una posición teológica defendida por Elena White es resultado de una exégesis deficiente, la persona sabia permitirá que la Biblia se inter-prete a sí misma, más allá de razones sentimentales para tomar otro camino. Esto tiene que ser alentado y llevado a cabo en beneficio de la credibilidad y autenticidad de la iglesia.

Está claro que la función de Elena White es pastoral, no canónica.

Angus McPhee Rathmines, Nueva Gales del Sur, Australia

Ayúdenme a entenderAl leer el informe «Wilson, orador destacado en encuentro de pastores de países nórdicos», de Miroslav Pujic y Thomas Muller (Marzo 2011), me sentí perplejo por la siguiente declaración: «Gunnar Peddersen, profesor jubilado del Colegio Superior Newbold, ayudó a que los participantes entendieran mejor la distorsión de nuestra comprensión teológica» (cursiva añadida).

¿Indica esto que como iglesia tene-mos posturas teológicas distorsionadas, o refleja algo muy evidente para los que estuvieron presentes, pero que lleva al lector a una interpretación errónea como resultado de suposiciones o con-jeturas? Me parece que esta afirmación necesita ser defendida o clarificada.

David R. Syme Willow Vale, Nueva Gales del Sur, Australia

Gracias por la pregunta, que nos da la oportunidad de hacer esta aclaración:

En sus declaraciones, Gunnar Peddersen respondió a algunas posturas extremas que acaso surjan como parte de la discusión del énfasis actual de la iglesia en el reavivamiento o la reforma. Esto debería haber quedado claro en el artículo original. Acepte por favor nuestras disculpas. – Los editores.

¿Respuesta parcial?Me decepcionó leer el artículo de Ángel Rodríguez titulado «El mal en el tiempo del fin» (Febrero 2011). Se pregunta quién o qué cosa es el anticristo. Es una muy buena pregunta que no recibe respuesta. La última oración presenta la misión de la Iglesia Adventista: «La misión del pueblo de Dios es proclamar el evangelio eterno de salvación y desenmascarar al anticristo». ¿Cómo podemos desenmascarar el anticristo si no sabemos qué cosa o quién es? ¿Nos hemos olvidado cuál fue el objeto de la Reforma Protestante?

Nació de un doble descubrimiento: «En primer lugar, el redescubrimiento de Cristo y su salvación; y en segundo, el descubrimiento de la identidad del anticristo y su subversión […]. Toda la Reforma Protestante se basó en este doble testimonio» (Le Roy Edwin Fro-om, The Prophetic Faith of Our Fathers, t. 2, p. 243).

Casi todos los reformadores –Wiclef, Lutero, Calvino, Knox, Melancton, Wesley– identificaron al Papado como el anticristo. Tenemos que llevar el mensaje final de Dios de misericordia y adver-tencia al mundo: los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12. Nuestra misión es invitar a las personas a que acepten el evangelio eterno de Jesucristo. Esto requiere que se dé una advertencia contra el anticristo y su obra.

Roger KerrNueva Gales del Sur, Australia

Sobre la Navidad que pasóFue una gran bendición leer «Los cristianos y la Navidad», de Ángel Manuel Rodríguez (Diciembre 2010). No podría estar más claro. Me identi-fico con la declaración final del autor: «La Navidad brinda una excelente oportunidad de recordar a la raza humana que el Niño nacido en Belén pronto regresará».

Gracias por publicar esto. Maranatha.Evie Kinman Sutherlin, Oregón, Estados Unidos

El fin de la nocheAl pensar en el número de Junio 2010 de Adventist World, me digo: ¡Qué impacto fenomenal el de esta publica-ción! Agradezco a Dios por esta revista. Aumenta mi fe y me recuerda lo que afirma Isaías 8.20.

Agradezco también a Ángel Manuel Rodríguez por la investigación y explicación bíblica que ofrece de la palabra «mañana» en «Una meditación matutina».

Andrew Kuuliza Ramandizi Bukavu, República Democrática del Congo

Lectores de diversos lugares del mundoMe gusta mucho leer Adventist World, una oportuna publicación. Contiene muchas historias, informes misioneros actuales, presentaciones bíblicas y conocimientos de salud. Dios trabaja de maneras misteriosas para terminar su obra. Sé que tengo la responsabilidad de cooperar con Dios y de compartir mi fe con otros que no conocen al Dios verdadero.

La revista revitaliza mis necesi-dades espirituales. Estoy agradecido porque la revista me da mayores conocimientos de la Biblia y me motiva a aprender más y más. Que Dios

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El rincón de oración; comuníquese a la dirección [email protected]. Pedidos de oración y alabanzas (agradecimientos por oraciones contestadas). Los mensajes de-ben ser breves y concisos; de no más de 75 palabras. Por motivos de espacio y claridad, podrán ser editados. Aunque oraremos por cada mensaje durante nuestras reuniones semanales, no todos aparecerán en la revista. Por favor, junto al mensaje agregue su nombre y su país de procedencia.

Estoy por dar un paso de fe; entregaré mi vida a Jesús por medio del bautismo. Acuérdense de mí por favor. Mis padres, que no son adventistas, dicen muchas veces que produzco rebelión en la familia. Pero siento que es el momento correcto de entregarme a aquel que me amó primero.

Abraham, Kenia

Ya pasaron dos años y medio desde que quedé sordo. No conozco la causa y no tengo dinero para el tratamiento. Siento que mi estado está empeorando. Oren por favor por mí.

Gerard, Costa de Marfil

Les pido amablemente que oren para que al agregar un edificio para residencia

de señoritas en el Seminario Adventista de la Unión de Birmania, pueda haber suficiente agua potable para todo el campus.

Conally, Birmania

Por favor, oren por los estudiantes adventistas de la Universidad de Nairobi que tienen luchas espirituales, para que puedan seguir creciendo firmes en la fe.

Julius, Kenia

En pocos meses tendremos un nuevo pastor. Oren con nosotros para que Dios envíe a nuestra iglesia la persona correcta. Necesitamos que nos apoyen en oración para que se cumpla la voluntad de Dios.

Ken, Estados Unidos

Me siento agobiada, y realmente necesito un reavivamiento para mi alma. Necesito volver a tener la fe que tuve en el pasado. Oren por favor por mí.

Audrey, via e-mail

Gracias por orar por nuestra obra misionera. Desde que comenzaron a orar, las cosas realmente están mejorando para nosotros.

James, Guyana

E L R I N C Ó N D E O R A C I Ó N

Cartas al editor; comuníquese a la dirección letters@ adventistworld.org. Las cartas deben hacer referencia a algún tema que haya aparecido en la revista; deben ser claras y al punto; de no más de 250 palabras. Asegúrese de incluir el título, la fecha de publicación y el número de página del artículo. Agregue también sus datos (nombre, ciudad o pueblo, provincia o estado y país). Por motivos de espacio y claridad, dichas cartas podrán ser editadas. Las que lleguen a tiempo tendrán más probabilidades de ser incluidas; no todas serán publicadas.

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bendiga ricamente a los que preparan el camino del Señor.

Mr. Van Ceu Misión Central de Birmania, Taungngu, Birmania

Adventist World es de hecho una revista de primera y es muy apreciada en nuestra iglesia. Sigan adelante por favor con esta excelente obra. Que el Señor los bendiga.

Bosilka LipkovichVictoria, Australia

Vivo en Rusia. Me gusta leer diversas revistas, pero agradezco haber hallado la maravillosa publicación Adventist World. Es muy buena y tiene artículos interesantes.

Les deseo éxitos y lectores que apre-cien aún más esta revista.

Igor ShtyhanÓblast de Belgorodskaya, Rusia

Saludos en nombre de nuestro Señor y Amigo, Jesucristo. Muchas gracias por

esta revista que nos eleva e inspira de manera extraordinaria.

Hetani NgobeniSudáfrica

Me encanta leer Adventist World. Me ayuda a aprender grandes verdades de la Biblia. Gracias por el gran apoyo que le han dado a la gente de África.

Kennedy MogireKenia

Gracias por la gran obra que llevan a cabo.Nyakamatura MatatiyaUganda

Corrección de un dato erróneoEn el artículo titulado «Margaret Rowen: La increíble vida de una falsa profetisa» (Adventist World, Abril 2011) se informó erróneamente que Arthur White, hijo de Guillermo White, fue el respon-sable de dejar solas a un grupo de visitas en la bóveda, y que esto permitió que se introdujera un documento espurio en los archivos de manuscritos. Sin embargo,

Arthur White declara en un documento que obra en los archivos del Patrimonio White que una joven que trabajaba medio tiempo como secretaria del Patrimonio White llevó a las visitas «por la oficina a la sala de la biblioteca y abrió la combinación de la puerta. Observó que las visitas estaban muy deseosas de ver algunos de los manuscritos de Elena White. Abrió entonces la puerta de la bóveda y trató de encender la luz [...] pero no había electricidad [...]. Dejó entonces a las visitas en la oficina con la puerta de la bóveda abierta y fue a buscar una lámpara» (de «Worship Talks on Margaret Rowen», por Arthur L. White). Nos disculpamos por el error. – Los editores

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I N T E R C A M B I O D E I D E A S “He aquí, vengo pronto . . .”Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

EditorADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

Editor ejecutivo Bill Knott

Editor asociado Claude Richli

Gerente editor internacional Chun, Pyung Duk

Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vicepresidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.

Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Lee, Jairyong, presidente; Akeri Suzuki; Kenneth Osborn; Guimo Sung; Glenn Mitchell; Chun, Pyung Duk

Jefe de editores Bill Knott

Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (associate editors), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Mark A. Kellner, Kimberly Luste Maran, Gina Wahlen

Editores de Seúl, Corea Chun, Jung Kwon; Park, Jan Mae

Editor en línea Carlos Medley

Coordinadora técnica Merle Poirier

Editor invitadoMark A. Finley

Consultor E. Edward Zinke

Asistente ejecutiva del editor Rachel J. Child

Asistentes administrativos Marvene Thorpe-Baptiste, Alfredo Garcia-Marenko

Servicios al lector Merle Poirier

Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Fátima Ameen

Consultores Ted N. C. Wilson, Robert E. Lemon, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Lowell C. Cooper, Daniel R. Jackson, Geoffrey Mbwana, Armando Miranda, Pardon K. Mwansa, Michael L. Ryan, Blasious M. Ruguri, Benjamin D. Schoun, Ella S. Simmons, Alberto C. Gulfan Jr., Erton Köhler, Jairyong Lee, Israel Leito, John Rathinaraj, Paul S. Ratsara, Barry Oliver, Bruno Vertallier, Gilbert Wari, Bertil A. Wiklander.

A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638

E-mail: [email protected] Web: http://www.adventistworld.org/

A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.

ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos e Indonesia.

Vol. 7, No. 6

Iglesias de un día

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Cuando un grupo de amigos decidió abandonar la igle-

sia, George y otros veintinueve miembros decidieron seguir firmes y comenzaron una nue-va congregación adventista en el barrio Um, en Mozambi-que. Se reunían bajo un árbol donde vivía Clara y oraban para que un día pudieran tener un templo.

«No pueden confiar en los adventistas –se burlaban los amigos de George–. ¡Ni se acuerdan de ustedes!»

Cierto día, George fue invitado por la organización Maranatha Volunteers Internacional para colaborar como traductor de un grupo de voluntarios de Nueva Zelanda que estaba construyendo una iglesia cerca de Inhamissa. George aceptó, y pronto se hizo de buenos amigos.

Un día George les preguntó si podían patrocinar una «Iglesia de un día» en el barrio Um.

La Asociación local y Maranatha estuvieron de acuerdo, pero descubrieron que la congregación no tenía un terreno donde construir. Entonces Clara les dijo: «Nos hemos estado reuniendo delante de mi casa; pongamos la iglesia allí».

Cuando llegó el equipo de voluntarios, levantaron la iglesia en una sección abierta entre el dormitorio y la cocina de Clara.

El barrio Um es una comunidad de sendas estrechas, casas extensas y muchísimos niños; todos ayudaron a medir el acero, llevar bloques y entonar canciones bíblicas.

En la dedicación del templo, George dijo: «Esta iglesia, respuesta a nuestras oraciones, nos confirma que la Iglesia Adventista se acuerda y cuida de nosotros».

¿Y qué sucedió con los amigos que se burlaban de George y de los demás creyentes de Barrio Um? Varios fueron a la dedicación. Allí cantaron, oraron y lloraron. Y muchos dijeron: «¡Vamos a volver el sábado que viene!»

El programa «Iglesias de un día» es un esfuerzo conjunto entre la Iglesia Adventista, Industrias y Servicios de Laicos Adventistas (ASI) y Maranatha Volunteers International. Estas historias llegan a usted cada mes gracias a Dirk Duerksen, el «narrador» de Maranatha.

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RESPUESTA: En Atlanta, Georgia, Estados Unidos, esta pequeña «delegada» al Congreso de la Asociación General 2010 disfruta de una breve caminata durante una de las reuniones, contemplando acaso cuál será su futuro papel en la iglesia (¡mientras acarrea un hermoso bolso!) Si desea saber más sobre las mujeres adventistas y su participación en diversos ministerios, lea las páginas 16-22 de esta edición de Adventist World.

¿ E N Q U É L U G A R D E L M U N D O S E E N C U E N T R A ?

PERS NASEl rincón de las

M I C K E Y N I C K L E S S

V I D A A D V E N T I S T AEl sábado 26 de marzo de 2011 siempre

será un día memorable para nosotros. Ese día fue bautizado mi abuelo Wilson Geerdharry, de 90 años. Él fue sargento durante la Segunda Guerra Mundial, y creemos que el Señor le preservó la vida para que llegara a conocerlo y le entregara su corazón.

Quiero animar a mis hermanos y hermanas en la fe. No se desanimen si alguien que aman profundamente parece mostrarse indiferente hacia Dios. «Todo lo hizo hermoso en su tiempo» (Ecl. 3:11). ¡Alabado sea nuestro Rey!–Sylvana Ramhit-Heritony, Isla Mauricio

C I T A D E L M E S«La historia de nuestro viaje en este mundo culmina con un último paso que puede extenderse por la eternidad. Lo que hará la diferencia es que hayamos caminado con Jesucristo».–Marcio César Cordeiro Calado, miembro de la iglesia adventista de Pesqueira, Pernambuco, Brasil

de la Mujer de la Asociación General otorgó 135 becas a mujeres del mundo.–Información extraída del 147° Informe Estadístico Anual 2009, compilado por la Secretaría de Archivos y Estadísticas de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

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¿ L O S A B Í A ?■ En 2009, las mujeres adventistas condujeron 66 200 campañas de evangelización y como resultado directo de este ministerio femenino, se bautizaron 127 545 personas.■ En el mismo año, el Ministerio