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Como Agua Para Chocolate de Laura Esquivel: ¿Cuantas libras se necesitan?

Así como los deliciosos platillos de Tita, lo primero que me viene durante y al terminar esta novela es la palabra calidad. Además de Las Batallas en el Desierto de José Emilio Pacheco, no me viene a la cabeza otra novela que haya tenido tanto éxito a nivel nacional e internacional, con tantos tributos como para llegar a ser parte de la cultura popular mexicana. Esto ocurre, a mi parecer, debido a los diversos elementos que funcionan en la novela: Una historia simple, pero verdadera; unos personajes con carácter definido y complejo, y con los cuales cualquiera puede verse reflejado; una estructura coherente e interesante que funciona tanto de manera episódica (es decir, como una serie de televisión) como total; y por último, un estilo de realismo mágico, similar al de Isabel Allende y Gabriel García Márquez, que hace click con cualquier mexicano debido a lo profundo que tenemos en el inconsciente colectivo lo importante que es la ceremonia de los alimentos, pero a la vez lo suficientemente somero como para permitir que un extranjero entienda de lo que se habla. Todo esto se resume en la síntesis de una parte de la cultura mexicana, junto con sus problemas, aventuras y anhelos, a un nivel universal que permite a cualquiera tener un referente de la visión del mundo mexicana.Además, por si fuera poco, esta novela contiene diversos simbolismos y diversos detalles que la hacen incluso más interesante si se vuelve a leer. Por ejemplo, cada capítulo representa un mes del año del calendario occidental, pasando de Enero a Diciembre. Uno pensaría que cada capítulo se desarrolla durante ese mes, pero claramente no es así. Toda la novela se desarrolla en un periodo mayor a 30 años, por lo cual el mes exacto en el que ocurre la acción no coincide, o no es posible comprobarlo, al del título del capítulo. Sin embargo, hay una un poco más interesante. El calendario, y la astrología, tienen las divisiones que tiene por una razón práctica: cada mes representa una etapa de la cosecha de los alimentos. Así pues, mientras Marzo representa el nacimiento del mundo con el inicio de la primavera, en la novela nos cuentan acerca del nacimiento de Roberto, el hijo de Pedro y Rosaura. Mientras Junio es época de lluvia y depresión, Tita sufre de los mismo mientras reside con el doctor John Brown. Mientras Agosto representa el inicio de Virgo, es decir, la Virgen y la virginidad, en la novela nos narran que Tita es despojada justamente de eso en ese capítulo.Igual de fascinante pero menos simbólico son las relaciones entre la receta de cada capítulo y la trama del mismo. Durante el capítulo III notamos que la receta de los pétalos es fundamental para el escape de Gertrudis y la relación entre Pedro y Tita. Durante el capítulo V notamos una diferencia notable ya que es el único capítulo en donde la receta no es de cocina, sino de química, ya que así tenemos un muy lindo detalle acerca de la depresión de Tita. La Rosca de Reyes de Septiembre puede saltar mucho a la vista, pero es lógico si sabemos que el cumpleaños de Tita es el 30 de septiembre, y que ese es su platillo favorito. Finalmente, algo que agradezco mucho, es como en el capítulo final tenemos como receta a uno de los platillos más representativos de México, no solo por su peculiar historia, su sabor y su lugar en la

cultura mexicana, sino por su dificultad. De este modo, ocurre algo que no había pasado en los demás platillos… ¡la preparación del platillo es parte fundamental de la trama en vez de solo ser un pequeño resumen de solo un párrafo como en los demás capítulos! Eso es algo digno de un último capítulo, ¿no?Por último, ¿que puedo decir de la historia? La historia es mágica. ¿Cómo es posible que una boba historia de amor, recetas de cocina y gente cachonda llegue al corazón de esta manera? La respuesta es, porque así, o al menos algunas personas, somos: bobos, enamoradizos y cachondos, con amor por la comida. Gracias Laura Esquivel por una historia tan honesta, al más puro estilo de Luisa Josefina Hernández. Fuera decencia.